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ARTROSIS Y HOMEOPATÍA
EL FILÓSOFO DESCARTES
describió el objetivo del mecanismo intrínseco de supervivencia:
"El gran ingeniero del universo ha hecho al hombre tan perfecto como podía hacerlo,
y no pudo haber inventado un recurso mejor para su preservación
que dotarle de la sensación de percibir dolor".
La artrosis o artropatía deformante es una enfermedad degenerativa articular: es la degeneración del
cartílago y del hueso de la articulación. Progresivamente va desapareciendo la función amortiguadora de las
articulaciones, y así las mismas van perdiendo su movimiento normal. Con el tiempo, todos los tejidos que la
rodean (músculos, tendones) van a sufrir las consecuencias de esta afección degenerativa e invalidante.
En una articulación normal, el cartílago que está entre los dos huesos de la misma permite que el movimiento
sea suave y que no haya roce entre los huesos. Dentro de la articulación existe un líquido, llamado líquido
sinovial, que la lubrica.
En la primera fase de la enfermedad se destruye el cartílago. Esto no produce ninguna sintomatología
(dolor). En esta etapa la enfermedad puede ser reversible. Pero cuando el cartílago se destruye totalmente
ya es irreversible.
Afecta más frecuentemente a personas de edad media y a ancianos. Las mujeres se afectan mucho más que
los hombres, pero en ellos la aparición de la enfermedad suele ser a edad más temprana. Las zonas del
cuerpo más afectadas son: columna lumbar y cervical, caderas, rodillas, articulaciones distales de los
dedos de las manos, articulación proximal del dedo gordo del pie. O bien puede afectar a articulaciones que
han sido dañadas por una enfermedad reumática previa, por sobrepeso, por alguna infección crónica, por
traumatismos, y lo que es muy importante, por el uso indebido del cuerpo, las malas posturas, por ejercicios
violentos y no controlados por especialistas, lo que va a repercutir indiscutiblemente en las articulaciones.
Aproximadamente el 70% de las personas mayores de 60 años muestran alguna alteración radiológica de la
enfermedad, pero sólo el 50% presentan sintomatología.
TIPOS DE ARTROSIS:
Artrosis degenerativa: es la más frecuente. Se produce por enfermedad degenerativa del cartílago
articular que se va desgastando y lesionando progresivamente, hasta llegar a afectar al hueso
también (erosión ósea). Se presenta en personas de mediana edad y en mayores.
Artritis reumatoidea: es un tipo de inflamación de las articulaciones que va destruyendo el cartílago
articular. Se pierde la integridad de las articulaciones. Puede darse a cualquier edad, pero es más
frecuente entre los 30 y 50 años. Se desconoce la etiología (las causas que la producen).
Artrosis post-traumática: se produce después de una lesión traumática en una articulación que no se
ha curado bien: fractura, lesión de algún ligamento o menisco. Las irregularidades que quedan
producen más desgaste de la articulación.
CAUSAS:
Son múltiples, y muchas aparecen juntas en una misma persona.
Factores hereditarios: sobre todo en la osteoartritis deformante de los nudillos de las manos. Hay una
predisposición familiar, y más en las mujeres.
Envejecimiento.
Obesidad.
Traumatismos.
Mal uso de la articulación o exceso de uso: deportistas (tenis, football, paddle, aerobic), trabajadores
que pasan muchas horas forzando alguna articulación (manos, codos, hombros).
Posiciones defectuosas del cuerpo, y contracturas musculares: las tensiones musculares tironean las
articulaciones produciendo defectos en la posición de las mismas.
SINTOMATOLOGÍA:
Los síntomas aparecerán gradual y lentamente.
Uno de los primeros síntomas es el dolor. Generalmente el dolor se va desarrolando
gradualmente, aunque la aprición súbita también puede ser posible. Aparece al iniciar la movilización del
miembro afectado, y va mejorando a medida que se pone en movimiento, luego desaparece con el reposo. A
medida que progresa la enfermedad el dolor es casi permanente. Esa articulación, al ir perdiendo movilidad,
ocasiona que los músculos que la rodean se vayan poniendo rígidos, se contracturen, y esto cada vez
produce más dolor. Los cambios de temperatura ambiente (frío, calor, humedad) también pueden afectar el
grado de dolor de la articulación. En cualquiera de los casos el dolor puede estar acompañado por
hormigueos, sensación de quemazón o adormecimiento.
También pueden escucharse crujidos, y posteriormente aparece la rigidez de la misma, y los espasmos
musculares.
En la artrosis de los dedos de las manos, que suele ser casi siempre bilateral, a medida que van apareciendo
los nódulos en las articulaciones distales hay una reacción inflamatoria y un crecimiento anormal del hueso.
Cuando la deformación se completa, suelen desaparecer los dolores, sólo queda el problema estético.
TRATAMIENTO:
La medicina alopática tradicional se limita a aliviar el dolor y a mejorar la función articular. Para ello
recurre a analgésicos y antiinflamatorios, infiltraciones locales y también a corticoides. Pero estos
medicamentos no curan, solamente suprimen síntomas, sumamente perjudicial para el organismo, ya que
debido a la supresión, tarde o temprano aparecerán enfermedades más graves y más profundas.
El uso de corticoides a largo plazo produce efectos secundarios importantes, y con el tiempo gran deterioro
del paciente.
Deben ser corregidos los factores desencadenantes o agravantes.
RECOMENDACIONES: medidas higiénico-dietéticas para evitar el sobrepeso. Es muy importante practicar
natación, a cualquier edad. NO se recomienda el reposo absoluto, ni largas caminatas, ni aerobic, ni cargar
pesos, etc.
DEBE EVITARSE LA INMOVILIDAD. Por eso se estimulará al paciente a realizar Trabajo Corporal suave,
trabajando las articulaciones, las posturas, la manera de caminar, de sentarse, tomando conciencia de cada
articulación que se pone en suave movimiento, con mucho amor y con mucho respeto por el cuerpo.
DEBEN EVITARSE LOS TRATAMIENTOS LOCALES. Lo único que se obtiene mediante ellos es suprimir el
síntoma, que reaparecerá a corto o largo plazo.
Fisioterapia: masajes, ultrasonido, diatermia.
Natación: muy recomendable, ya que moviliza todas las articulaciones de una manera suave, plástica,
inteligente.
Ducha caliente con sales de baño: muy indicado. Las sales deben dejarse correr por la articulación con el
efecto de la ducha de chorro fuerte y caliente. Es un tratamiento muy desinflamatorio.
Ejercicios: es fundamental, pero con muchísimo cuidado, no cualquier ejercicio ni en cualquier lugar en
donde no conozcan y respeten al cuerpo humano dinámico. Los ejercicios deben ser suaves, respetando la
naturaleza del cuerpo, ya que forzar alguna articulación es perjudicial, y en lugar de mejorar la artrosis, se
empeora y se acelera la evolución destructiva de la enfermedad. Lo que se debe conseguir es fortalecer los
músculos de la articulación y corregir las posturas y las rigideces. Para ello, lo más indicado es EL TRABAJO
CORPORAL CON CONCIENTIZACIÓN, en el cual los movimientos son suaves, no sobrecargan a la
articulación, disminuyen el dolor y aceleran la reparación del cartílago, siempre y cuando no esté totalmente
destruído. Lo más indicado sobre esta técnica es comenzar a practicarla a una edad en que todavía no hay
posibilidades de desarrollar la enfermedad, y tener una continuidad en los años para lograr un dominio del
cuerpo y de las posturas no viciadas.
HOMEOPATÍA:
Es frecuente que las personas refieran sus dolores de columna o de sus extremidades a "la artrosis", pero
esto en realidad no es así. Después de una determinada edad, casi todos los individuos padecen de artrosis,
muchas veces indolora hasta pasados muchos años. En realidad, lo que pasa con esas personas que se
quejan "de dolores" es que a lo largo de toda su vida han hecho una mala utilización de su cuerpo, de sus
posturas, de su manera de caminar, de apoyar los pies, de sentarse. Así se van produciendo vicios de
postura de las articulaciones, con la consiguiente deformación, tironeamiento de ligamentos y de tendones,
contracturas musculares.
Es importante tener mucho cuidado con los tratamientos locales, ya que
los mismos suprimen síntomas, pero con
el tiempo la enfermedad se agrava, y además el paciente no es tratado
como corresponde en forma holística:
NO SE DEBE TRATAR LA ENFERMEDAD SINO EL ENFERMO.
Por ello propongo a LA HOMEOPATÍA UNICISTA, más sana y menos nociva, que trata al paciente en su
totalidad, con el remedio de fondo o único, o sea el que le corresponde a ese paciente, único e irrepetible.
Esto le va a permitir al mismo encontrar su equilibrio emocional y físico, y estar en paz y en armonía consigo
mismo y con el medio que lo rodea.
El remedio homeopático de fondo correctamente indicado aumenta la capacidad del organismo
para defenderse o curarse por sí mismo.
En los casos en que el paciente concurre a la consulta homeopática con su enfermedad ya instalada, existe el
recurso del remedio homeopático de acción local, el remedio del tropismo de la enfermedad, teniendo en
cuenta las modalidades de los síntomas, la forma de presentación de los mismos, los síntomas concomitantes
que se agregan a los locales.
LA HOMEOPATÍA UNICISTA es muy útil para retrasar y limitar la evolución de la enfermedad, para aliviar
enormemente el dolor, muchas veces para curar. Para darle al paciente una mejor calidad de vida. Para ello
es necesario que la consulta al especialista homeópata sea precoz, y no cuando ya hay poco para hacer.
ALGUNOS REMEDIOS DE USO HOMEOPÁTICO:
PUNTAJE SEGÚN EFECTIVIDAD:
***: 3 puntos
** : 2 puntos
* : 1 punto
APIS MELLIFICA**: hinchazón edematosa de las manos. Gota. Nódulos gotosos o artríticos, sobre todo en las
articulaciones de los dedos de las manos. Los dolores son punzantes y ardientes, quemantes. Sinovitis de las
rodillas. Empeora por el calor, por el calor radiante (las estufas le producen escalofríos), por el calor de la
cama, en una habitación calurosa, por abrigarse. Está mejor por el frío local, por el agua fría y por el baño
frío.
BENZOICUM ACIDUM***: gota. Concreciones, tofos y nódulos gotosos que afectan todas las articulaciones,
especialmente rodillas, muñecas, manos, dedos y dedos gordos. Los dolores son desgarrantes, punzantes,
con rubor e hinchazón de las articulaciones. Está peor de noche. Tiene crujidos al menor movimiento.
BRYONIA***: los dolores son punzantes, predominan en el lado derecho. Dolor reumático en la espalda, al
moverse o al toser. Dolor lumbar al darse vuelta en la cama, le es imposible. Rigidez dolorosa de la nuca.
Artritis con dolor, enrojecimiento e hinchazón, especialmente en rodillas y pies, codos, manos y dedos. Está
peor por el movimiento, por los esfuerzos físicos o por caminar, al tocarlo; tiene aversión al movimiento. Está
mejor por el reposo, acostado en la cama, acostado de espaldas y acostado sobre el lado dolorido, y por la
presión.
CARTÍLAGO***: remedio organoterápico preparado con cartílago de diferentes articulaciones según
indicación, en preparación homeopática. Muy indicado en los casos en que ya se está produciendo la
destrucción del mismo; también para todo tipo de dolores: de cadera, de rodilla, de codo, de hombro, etc.
COLCHICUM***: dolores agudos, tironeantes, desgarrantes, presivos. Afectan huesos y tejidos profundos
cuando el aire es frío; van de izquierda a derecha. En las articulaciones los dolores son erráticos, de una a
otra, de abajo hacia arriba. Mejoran en tiempo caluroso, estando acostado o sentado, por el calor.
Empeoran al anochecer y de noche, apenas lo tocan y por el movimiento, por el frío húmedo, por mojarse o
bañarse, en otoño y en primavera, acostado del lado izquierdo, caminando.
KALMIA LATIFOLIA***: dolores reumáticos o gotosos, agudos o crónicos, como secuela de trastornos
cardíacos. Dolores en hombro y brazos, con crujidos en el codo. Dolores desgarrantes desde la cadera
derecha hacia abajo. Dolores fulgurantes, que cambian de lugar bruscamente, acompañados de gran
debilidad. Dolores que van desde arriba hacia abajo, con adormecimiento de la parte afectada. Las
articulaciones están calientes, rojas e hinchadas. Peor por el movimiento y por el frío, y en la primera mitad
de la noche. Mejora comiendo.
LEDUM PALUSTRE***: es uno de los principales remedios del reumatismo, y especialmente de la gota, tanto
agudos como crónicos. Los dolores son punzantes, desgarrantes, en articulaciones, sobre todo las pequeñas,
son nódulos o tofos que duelen y crujen por el movimiento. Los dolores cambian de sitio bruscamente,
saltando de una articulación a la otra, y siempre de abajo hacia arriba, comenzando por los pies. Está peor
de noche, por el movimiento y por el calor de la cama, por cubrirse o taparse. Está mejor por el reposo, por
el frío local, por el baño frío, poniendo los pies y las piernas en agua fría o helada, a pesar de que las
articulaciones, pálidas e hinchadas, están frías al tacto.
LYCOPODIUM**: afecciones reumáticas que van de derecha a izquierda. Nódulos artríticos, sobre todo en
dedos de las manos, con rigidez. Dolor de articulaciones, peor al empezar el movimiento. Rigidez artrítica en
codos y muñecas. Dolor en miembros inferiores, peor sentado, mejor caminando o por el calor de la cama.
Tienen un pie frío (el derecho) y el otro caliente. Los síntomas predominan del lado derecho. Tiene un horario
de agravación característico: de 16 a 20 horas, y está mejor antes del mediodía. No tolera el contacto de la
ropa ceñida, ni ropas abrigadas.
RHODODENDRON***: dolores desgarrantes, neurálgicos o reumáticos en las extremidades (sobre todo en las
superiores), a veces erráticos, con sensación de adormecimiento. Inflamación aguda de las articulaciones,
con hinchazón, enrojecimiento y dolor, que salta de una articulación a otra. Reumatismo crónico,
especialmente de pequeñas articulaciones y sus ligamentos. Está peor antes y durante las tormentas, o por
cambios de tiempo, o por el frío húmedo, y en reposo, si lo tocan, a la noche, en primavera y otoño, por la
presión. Está mejor después de las tormentas, en tiempo estable y seco, por el movimiento o caminando, y
por el calor local. Gota con despósito o nódulos fibrosos en la articulación del dedo gordo y en los dedos de
las manos. Dolor en el tendón de Aquiles al caminar.
RHUS TOX***: dolores reumáticos, crujidos en las articulaciones. Rigidez dolorosa de los miembros. Está
peor por el reposo, estando acostado, al comenzar el movimiento después de estar quieto, y los dolores van
mejorando a medida que el movimiento prosigue, está peor por el frío, por el frío húmedo, por el baño frío,
por el aire frío, por el tiempo húmedo o lluvioso, en tiempo nublado, en otoño, por corrientes de aire,
acostado sobre el lado dolorido, por levantar cosas pesadas. Está mejor moviéndose o mientras se mueve o
mueve la parte afectada. Gran deseo de cambiar de posición a cada rato, lo que le produce alivio. Está mejor
en tiempo caluroso y seco, por el calor de la cama y de la estufa, o abrigándose mucho, por aplicaciones
calientes, por fricciones.
También desde la HOMEOPATÍA se puede hacer preparar alguna pomada a base de remedios puramente
homeopáticos para aliviar los dolores.