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“El Padre y yo, somos uno; …os enviaré al Espíritu”

La creación

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“El Padre y yo, somos uno; …os enviaré al Espíritu”

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Dios se revela a sí mismo ante todo como Creador.

Creador es aquél que llama a la existencia desde la nada, porque él es amor.

En la acción creadora están presentes las tres Personas divinas.

Cada una de ellas interviene de forma distinta, son distintas las relaciones que se dan entre ellas.

La unidad de la Trinidad en la acción creadora, se refiera en la actuación hacia el exterior.

Las tres personas, son un solo principio de la Trinidad; el Padre es ingenerado. La paternidad es el amor de quien es fuente y principio, el amor que se da.

A partir de la paternidad podemos entender la creación como donación y apertura; capacidad de donación al Hijo y al Espíritu.

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En el Verbo de Dios, todas las criaturas son constituidas y hechas. El Hijo es el principio por el que Dios actúa ad extra.

Todas las cosas creada llevan impresa la “forma” de Cristo y encuentran en él su consistencia.

La posibilidad de la encarnación se funda en la posibilidad de la creación, realizada en la mediación del Hijo.

La creación es donación ad extra de la trinidad, pues, hace existir fuera de si a seres distintos de ella.

La Trinidad crea para realizar y cumplir ese designio salvífico, existente en Dios antes de la misma creación.

o El Espíritu como don del padre y del Hijo muestra unidad de la Trinidad.

o El Espíritu creador es expresión del amor y comunión del Padre y del Hijo en la obra de la creación.

o Su acción creadora es dar cohesión y unidad interna, imprimir armonía y belleza interior, dar dinamismo interior a todo lo creado.

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La doctrina sobre la creación está contenida en la acción creadora de Dios, la verdad del hombre y el pecado de los orígenes, son el tejido y substrato de la historia de salvación.

Los relatos creacionales han de entenderse como una etiología histórica, pretenden volver a la raíz de la cosas y de la situación actual al Principio.

Los relatos creacionales del Génesis se desmitifica la creación al comienzo de la historia, narrado a través de la historia de un antepasado (adam).

El misterio del Principio es mucho más que una categoría temporal, es un acontecimiento fundante; se narra el fundamento y origen de todo lo existente – J.P. II, lo llamó: la prehistoria revelada al hombre.

Es un a ”coherencia” en el hombre, junto con el pecado original, no ha de entenderse en un sentido cronológico.

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El Dios de la creación no tiene origen. Su forma de crear indica señorío absoluto y único. Solo Dios crea.

Ser criatura significa depender radicalmente de un Creador.

Una criatura cualquiera que no proviniese de Dios no sería creada en Cristo.

La creación por la palabra indica libertad absoluta de Dios en su actuar creador, cada una de las criaturas son “palabras del Verbo” con las que habla corazón del hombre y a su inteligencia. Asignando a cada una su puesto en el mundo ordenado. La creación se convierte así en expresión y vehículo de la Palabra de Dios.

Unicidad del Creador

Creación por la Palabra

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Afirmar que Dios crea de la nada es negar que haya algún tipo de materia o de principio que preceda al acto creador de Dios.La nada significa ausencia de una sustancia material.Dios crea partiendo nada más que de la plenitud de su propio ser trinitario. La creación a partir de la nada sin Dios no es posible.Nada hay que tenga categoría de ser en el mundo que no haya sido creado por Dios.Dios crea un universo distinto de él; crea a partir de sí mismo, pero distingue a Dios del mundo. Ni Dios es el mundo, ni el mundo es Dios. La doctrina de la creación a partir de la nada, supone la diferencia entre el Creador y la creatura, ante el problema de la inmanencia y la trascendencia de Dios.Dios trasciende la creación, está presente en ella; el mundo todo está en Dios. Dios es el ser increado. No hay nada que prexista a la acción creadora, la motive o la funde fuera de Dios; no hay nada que exista. A la nada corresponde, el todo de la universalidad de la salvación.

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• En la creación del mundo hay una gradualidad. Esta jerarquía de las criaturas se expresa por la sucesión ordenada de los seis días creacionales.

• El ser humano, es creado como la obra cumbre de esa creación. Su creación está en el ritmo de los siete días, por lo que s ele puede atribuir un carácter cosmológico.

• El mundo ha sido creado por Dios como un don para él y él mismo es creado también como un don para el mundo.

o No excluye la posibilidad de una creación explicada en clave evolutiva; las cosas van apareciendo por la perfección de las inferiores hacia las superiores. Significa cambio de estructura y de forma.

o La creación evolutiva no se opone a la creación de la nada, porque en la evolución no aumenta el ser del mundo sino su perfección.

Creación y evolución son asuntos diferentes y la evolución como teoría científica no explica la creación del universo, ni el origen de la tierra, ni el origen de la vida, sino la variación de los seres vivos y de la diversidad espacio temporal de los seres vivos.

Una creación ordenada y jerarquizada

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La bondad de la creación de parte de Dios llega a su punto culminante cuando crea al hombre como varón y mujer.

La exacta correspondencia de todas las cosas con su proyecto y su voluntad creadora.

La belleza de la creación no se refiere tanto a la bondad ontológica de las criaturas, sino a la mediación creadora de Cristo, en ella la acción del Espíritu plasma la forma del Cristo glorioso y resucitado.

El descanso del sabbat

El sabbat es la conclusión de la obra creacional de Dios en los “seis días”; Dios santificó y bendijo ese día. Culto a Dios está inscrito en el orden de la creación.

Libertad y gratuidad del acto creador

Dios no crea por necesidad, sino libremente. La acción creadora de Dios, tan solo precede una libre y gratuita decisión de Dios.Es una libre y gratuita donación ad extra del ser trinitario de Dios.

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Término creación designa el acto creador de Dios; por eso la resurrección de Cristo es el sentido de la creación.

La acción creadora de Dios, es sobre todo una relación permanente que permite al ser creado y finito continuar en la existencia recibida.

La solicitud de Dios por sus criaturas se llama providencia. El efecto de la acción creadora de Dios, son realidades

creadas en cuanto distintas de Dios. La creación, tiene por tanto, una estructura sacramental,

que revela y hace presente a su autor. La palabra creación ayuda a no ver la acción creadora de

Dios como un acontecimiento aislado y puntal. Creación, indica una acción permanente de Dios y se refiere

a la relación de dependencia del ser creado respecto de Dios.

Creación y conservación en el ser son la misma cosa.

Tres acepciones de la palabra creación