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La Montaña, 2 de septiembre de 2014 Mis queridas semillas, La vida es un tren, igual que un tren, nos subimos en él y allí encontramos nuestros padres, los miramos y enseguida sonreímos, sabemos que son ellos y ya los elegimos, observamos el tren y todo nos gusta, todo y de repente en una estación nuestros padres bajan y nos dejan solos ¿Solos? Sí, pero para continuar el viaje de nuestra vida, no pensamos que fuera tan rápido, pero así es; sabemos que su amor es infinito, sabemos que su amor nunca más lo encontraremos, es irremplazable, pero ya se pararon en su estación, miramos en todo el tren y desconsolados percibimos que dentro también están nuestros hermanos y volvemos con esas alegrías, están nuestros primos, nuestras hermanas, familiares y amigos, sobretodo amigos y vamos avanzando con este tren de nuestra vida. Hay algunas personas que suben las estaciones, esas personas nos dan su amistad, otras su cariño y también nos pasa que en ese tren de nuestra vida, encontramos el amor, el amor que continuará en nuestro tren con nosotros, sí, el amor de nuestra vida, va pasando estaciones, tiempo y mucha gente que ha subido, algunos se han ido y han dejado un vacío muy grande, un recuerdo que nadie lo remplazará, pero el tren no se para continúa, hay otras personas que también han bajado en las estaciones y como si no hubieran subido, no han dejado huella, ni siquiera recuerdo. En el tren también hemos pasado muchas alegrías con los unos, con los otros y también penas, muchas veces ha sido difícil convivir con algunos que no nos conocíamos y otros que nos veíamos demasiado. Para llevar una vida feliz, en este tren que es el nuestro, tenemos que poner de nosotros mismos mucho, comprensión, humildad, compartir, todo está en nuestro tren, lo hemos elegido y sabemos esas personas que suben y que van bajando para continuar otro tramo de su vida.

La Montaña, 2 septiembre 2014 - Tren

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La Montaña, 2 de septiembre de 2014

Mis queridas semillas,

La vida es un tren, igual que un tren, nos subimos en él y allí

encontramos nuestros padres, los miramos y

enseguida sonreímos, sabemos que son ellos y

ya los elegimos, observamos el tren y todo nos

gusta, todo y de repente en una estación

nuestros padres bajan y nos dejan solos

¿Solos? Sí, pero para continuar el viaje de

nuestra vida, no pensamos que fuera tan rápido, pero así es; sabemos que

su amor es infinito, sabemos que su amor nunca más lo encontraremos, es

irremplazable, pero ya se pararon en su estación, miramos en todo el tren

y desconsolados percibimos que dentro también están nuestros hermanos y

volvemos con esas alegrías, están nuestros primos, nuestras hermanas,

familiares y amigos, sobretodo amigos y vamos avanzando con este tren de

nuestra vida. Hay algunas personas que suben las estaciones, esas

personas nos dan su amistad, otras su cariño y también nos pasa que en

ese tren de nuestra vida, encontramos el amor, el amor que continuará en

nuestro tren con nosotros, sí, el amor de nuestra vida, va pasando

estaciones, tiempo y mucha gente que ha subido, algunos se han ido y han

dejado un vacío muy grande, un recuerdo que nadie lo remplazará, pero el

tren no se para continúa, hay otras personas que también han bajado en

las estaciones y como si no hubieran subido, no han dejado huella, ni

siquiera recuerdo.

En el tren también hemos pasado muchas alegrías con los unos,

con los otros y también penas, muchas veces ha sido difícil convivir con

algunos que no nos conocíamos y otros

que nos veíamos demasiado. Para llevar

una vida feliz, en este tren que es el

nuestro, tenemos que poner de nosotros

mismos mucho, comprensión, humildad,

compartir, todo está en nuestro tren, lo

hemos elegido y sabemos esas personas

que suben y que van bajando para continuar otro tramo de su vida.

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Sabemos que el tren nunca se parará, lo que nunca sabemos es en qué

estación nos pararemos nosotros, tampoco nunca sabremos el momento

que nos tenemos que bajar; y aún menos, el instante que tenemos que dejar

el tren.

Mis semillas, mis amadas estrellas, aprovechemos

de este tren, observemos toda la belleza en esos países,

intercambiemos las culturas con todas las personas que

tomarán el tren de vuestra vida o vosotros la de ellos,

disfrutar y sobretodo aprovechar de transmitir esta

Enseñanza, que es una maravilla, que es La Vida.

Recordar, la vida es un tren y dentro siempre nos esperan nuestros

padres, aprendamos su lección, cuando nos toque bajar en la estación ya

dejaremos nuestras semillas para que los continúen a su vez, a vivir su

tramo de vida.

Me gusta mucho comparar la vida con este tramo de vías y carriles,

tienes tramos rectos, otros unas curvas, eso es como nos trazamos, todo

depende cómo queramos afrontarlas y vivirlas.

Servidora les invita a reír, una vez más a compartir a transmitir

esta Enseñanza y dar una oportunidad a aquellos que la necesitan o

simplemente que no sabían el por qué

subían en el tren. Hay muchas semillas

que aún no han comprendido que son más

que materia y que son más que un simple

cuerpo, vosotros tenéis la suerte de creer

que hay Algo mucho Más Grande más allá,

no tiene nombre, solamente Energía y ¿Con qué avanza nuestro tren? Con

Energía, sea cual sea, Energía.

Mis semillas, guardar siempre esos recuerdos tan bonitos cuando

encontrasteis el primer amor, pero que tuvo que bajar en una estación, que

vosotros ni sabíais que existía, a otros al contrario subieron alguien otras

personas y encontraron el amor en aquellos que vosotros tanto queríais,

nada nos pertenece, el tren es del Universo y todo el mundo tiene derecho

a tomarlo o a dejarlo.

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Buen viaje mis semillas, buen camino, feliz estancia en esta tierra y

feliz retorno allá donde hayáis elegido. La Luz es nuestra compañera,

siempre está delante de nosotros y no nos cansamos de mirarla, sabemos

que es donde está la Verdad, muchos lloran y no pueden verla, otros pelan

cebollas y los ojos los tienen llenos de lágrimas y no quieren percibirlas,

otros se ponen gafas y otros miran al lado opuesto, pero todos saben que

existe, todos sin excepción.

Con todo mi amor,

La Jardinera