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Crónica de un paseo familiar a Fredonia Enrique Posada Enero de 2018

Crónica de un paseo familiar a Fredonia - Antioquia

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Crónica de un paseo familiar a Fredonia

Enrique PosadaEnero de 2018

FREDONIA

Fredonia es un municipio del suroeste de Antioquia situado a 58 km de Medellín.

Yo nací en Fredonia. Desde que era pequeño me explicaron que su nombre significaba “Tierra de hombres libres”. Se dice que tal nombre fue sugerido por el ingeniero Tyrrel Moore, de origen inglés, quien lo derivó de la palabra inglesa "freedom" (libertad). En los estado de Nueva York, Alabama y California, en USA, entre otros, existen poblados del mismo nombre.

Asocio a Fredonia con mi madre y su familia, con mi padre Gustavo y su hermano Carlos, quien estableció un almacén en la plaza principal y apoyó a mi padre para venirse con él al pueblo, desde el cercano municipio de Caldas, origen de los Posadas. Lo asocio con mi niñez, allí viví durante mis primeros seis años de vida. También con mis tiempos de cultivador de café, entre 1986 y 2006, en la finca La Palma que tuve con mis primo Gabriel y Guillermo Ángel, situada en los límites con el municipio de Santa Bárbara.

Y más que todo la asocio con sus cerros tutelares, Combia y Cerro Bravo, con sus tierras cafeteras y montañeras, con su singular templo, su atrio y con el parque, adornado con varias hermosas araucarias, ya desaparecidas.

El Cerro Bravo, de 2600 m de altura, visto desde la cima del Cerro Combia

Sobre la fundación de FREDONIA

Hay que decir que la gente de Fredonia siente mucho orgullo por la forma en que fue fundada. Cuenta el historiador Manuel Uribe Ángel al contrario de muchos municipios nuestros, fundados por españoles, Fredonia surgió de la iniciativa de importantes personalidades del comercio, la industria y la política provenientes de Medellín. Era un punto de avanzada de los colonos del suroeste. No la poblaron, como fue el caso de muchos pueblos, especialmente los mineros, personas desplazadas y poco preparadas, sino labradores, comerciantes y ganaderos de cierta tradición, provenientes de Envigado, Itagüí, Medellín, y Amagá. Menciona el historiador los apellidos como los Santamarías, Montoyas, Uribes, Restrepos, Vélez, Fernández, Escobares y Ochoas. En mi caso, mi madre, nacida en Fredonia, es de apellidos Restrepo Escobar.

En las casas del medio, en el primer piso, estaban los almacenes de mi tío y de mi padre. Nosotros vivíamos en unos de los segundos pisos.

Más sobre FREDONIA

El pueblo fue fundado en 1828, en terrenos de Cristóbal Uribe Mondragón, personaje que es considerado como el fundador del municipio. Este nació en Medellín, vivió en Amagá, donde se casó con Tiburcia Toro, siendo abuelo del famoso General Rafael Uribe Uribe. Don Cristóbal fue alcalde y persona muy notoria en la población. En 1830 fue declarado municipio y tenía 3.372 habitantes.

Tiene fama desde hace muchos años por su riqueza cafetera y por la calidad del café suave que produce. Las semillas originales de este tipo de café fueron traídas por Pastor y Mariano Ospina Rodríguez desde Guatemala.

Fredonia es topografía pintoresca y quebrada, de mucho movimiento comercial y actividad bulliciosa, que bien recuerdo en mis tiempos de niñez.

Entre sus ilustres hijos, se cuentan el gran escultor Rodrigo Arenas Betancourt y el escritor Efe Gómez. Hay que hablar también de un personaje mundialmente famoso, el cafetero Juan Valdés. Fue personificado durante muchos años, 37, por alguien que conocí, Carlos Sánchez, de Fredonia, ícono publicitario del Café de Colombia con sus símbolos paisas: el poncho, el carriel, el sombrero antioqueño, y su inseparable mula "Conchita".

Carlos Sánchez (Juan Valdés) con el presidente Clinton

En 2005, Juan Valdez fue elegido, entre 26 participantes, como el icono publicitario más importante en los Estados Unidos.

Pero además de ícono, Carlos es un acuarelista de calidad, que ha pintados sobre cafetos, fincas, chapoleras, recolectores, paisajes del eje cafetero, mulas y arrieros.

En enero de 2018 estuve en un paseo con mi esposa, mi hija María Cecilia, su esposo Pablo y sus hijos Samuel e Isabela. Aproveché para recorrer con ellos algunos lugares de mi pueblo. Visitamos también la pintoresca finquita de mi primo y antiguo socio cafetero Guillermo y su esposa Amparo, en la carretera hacia la vereda La Mina. Deseo compartir acá imágenes de esa visita. Así podrán conocer algunas cosas de Fredonia.

Con mi esposa Luz Alba y mis nietos Samuel e Isabela. Detrás de la Iglesia de Santa Ana, el Cerro Combia

La imagen de Fredonia claramente se asocia con el Templo de Santa Ana y su majestuosa torre frontal; con el cerro de Combia en la espalda del casco urbano y con el café, tres aspectos s que acá se combinan, aprovechando elementos del parque del pueblo.

Ya no existen las araucarias del parque, que me traen recuerdos de la niñez (de hace más de 60 años). Pero todavía se con conserva esta majestuosa ceiba en una esquina del parque, sus ramas cargadas de palomas.

El interior del templo. El órgano alemán en el coro y los mosaicos de baldosa del piso

En la nave izquierda uno de los dos órganos que se instalaron hacia el año de 1953.

Ahora entrado en años, todavía recuerdo vívidamente esa época.

Un maestro alemán ensayando e instalando. Mi curiosidad de niño de cinco años, encantado con esa novedad y esos sonidos.

Imagen de las baldosas del piso. Y luego, de los hermosos vitrales

La elegante cúpula

Y mi hermosa nieta Isabela junto al pesebre

El frontis del templo de Santa Ana y la infaltable estatua del libertador Simón Bolívar

Esculturas de Arenas Betancur

Ahora subimos al cerro de Combia, siguiendo un pintoresco y en general bienccuidado camino de piedra, en medio de la vegetación y de las sencillas y hermosas flores del campo. Arriba llegamos al los monumentos de Cristo Rey (muy descuidado) y de la Cruz (en mejor estado). Hay que hacer un llamado para que el municipio dé más valor a este camino de Combia y los monumentos de su cima, de gran potencial para el turismo y la contemplación natural y del paisaje.

En la cima, un Cristo Rey merecedor de mejores cuidados, adornado con grafitis y otros elementos que hay que limpiar.

Y en la cima adyacente de Combia, la Cruz, en mejor estado

Luego de descender por el camino de Combia, un paisaje de publicidad y arte urbano.

Finalizamos con las siguientes fotografías tomadas desde la finca de mi primo Guillermo Ángel, con magníficas vistas de Cerro Bravo, los Farallones de Citará, una cascada y unos momentos de pesca

Luego de sacar una pequeña tilapia, que se devuelve al lago, Samuel, orgulloso, logra pescar una gran carpa en el lago del primo Guillermo, quien la sostiene para la foto

La cascada

Muchas gracias por su amable atención.

Les invitamos a visitar a Fredonia y a las tierras del Suroeste antioqueño