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COMPETENCIA DIGITAL. TIC´S, INTERNET, Y ERA DIGITAL.
Fernando Redondo Morera.
Colegio Ntra Sra del Prado. Ciudad Real
INTRODUCCIÓN.
El Real Decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas
correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria sitúa por primera vez la
competencia digital entre las ocho competencias básicas que debe haber desarrollado un
alumno al finalizar la enseñanza obligatoria para poder lograr su “realización personal,
ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y
ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida”.
Esta competencia consiste en disponer de habilidades para:
Buscar
Obtener
Seleccionar
Procesar
Comunicar
Transformar en conocimiento
Para ello el proceso de aprendizaje conlleva:
1. El acceso a la información a través de distintos medios.
IN FORM AC IÓ N
2. La utilización de distintos soportes para su transmisión una vez tratada. La
información, tanto demandada como procesada, puede aparecer en distintos
soportes: oral, impreso, audiovisual, digital o multimedia.
La utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse.
El principal reto se plantea cuando en la actualidad nos encontramos con
generaciones de alumnos que por primera vez tienen a su alcance un volumen de
información ingente que debe ser seleccionado, procesado, comunicado y asimilado. Y
todo ello al alcance de un clic de su ratón.
Es necesario por esto que tanto alumno como docente partan de la misma
premisa: Disponer de información no produce de forma automática conocimiento.
1. INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO.
Como señala Llano A. (2000), debemos hacer una distinción entre ambos
conceptos:
Información: es algo externo que se halla a nuestra disposición:
Conocimiento: es algo que pertenece al interior del hombre y le enriquece, algo
que le permite avanzar tanto en el plano intelectual como en el de las destrezas
necesarias para el desempeño diario de sus tareas.
Confundir la información con el conocimiento es tomar los medios por los fines.
La tecnología constituye por tanto en la actualidad una herramienta para facilitar
el acceso a la información, su almacenamiento, su procesado y su organización y
clasificación.
La tecnología en ningún caso nos exime a los docentes, ni eximirá al alumno, de
la tarea de la que solo el ser humano es capaz: Pensar, es decir, pasar de unos
conocimientos intelectuales a otros nuevos Para saber hay que aprender a pensar.
Transformar la información en conocimiento es el producto de:
La existencia de destrezas de razonamiento para organizarla, relacionarla,
analizarla, sintetizarla.
Comprenderla e integrarla en los esquemas previos de conocimiento.
Comunicar la información y los conocimientos adquiridos empleando recursos
expresivos que incorporen, no sólo diferentes lenguajes y técnicas específicas, sino
también las posibilidades que ofrecen las nuevas TIC.
2. ¿QUÉ SIGNIFICA SER COMPETENTE DIGITALMENTE?
Ser competente digitalmente supone ser capaz de utilizar las nuevas tecnologías
en su doble función de transmisoras y generadoras de información y conocimiento.
Supone la utilización de nuevos recursos, y ser capaz de utilizarlos de modo
racional y adecuado a los objetivos que se pretenden lograr.
Supone el dominio de nuevos lenguajes multimedia como un idioma común en
el mundo globalizado, sobre todo desde la normalización en el acceso a redes de
comunicación e información como Internet.
Supone el avance inevitable hacia un sistema global de conexiones
internacionales, alejado de la comunicación centrada en textos y que ahora se dirige
hacia las imágenes, diagramas, sonido, movimiento, y otras formas más universales de
comunicación.
Como indica Ohler J. (2000), el dominio del lenguaje artístico también será vital
en la era tecnológica al nivel de las competencias más tradicionales como la
comunicación lingüística, y la matemática. La creatividad y el arte en todas sus
dimensiones serán necesarios como complemento al desarrollo de la competencia
digital, especialmente en el aspecto de la transmisión y la asimilación de información y
conocimientos.
3. LA ERA DIGITAL ESTA AQUÍ.
El uso de los ordenadores y sus aplicaciones, particularmente Internet, ya se han
convertido en parte de la vida cotidiana.
Los ordenadores y las redes de información están presentes en el ámbito de la
producción, la cultura, las relaciones sociales, el entretenimiento, la educación, la
política, etc.
Un alumno de la era digital que recibe la tarea de investigar sobre determinado
tema, ya no consulta un texto en la biblioteca. Simplemente accede a un ordenador con
conexión a Internet, y luego hace clic en el ratón por aquí y por allá, hasta encontrar lo
que quiere. Ya no lee impresos, lee en la pantalla de su monitor.
4. OBJETIVOS.
4.1. Desde el punto de vista del alumno.
4.1.1 ¿Qué permite al alumno?
La competencia digital debe permitir al alumno:
Procesar y gestionar adecuadamente una información abundante y compleja.
Resolver problemas reales.
Tomar decisiones.
Trabajar en entornos cooperativos ampliando los entornos de comunicación.
Trabajo en red.
Generar producciones responsables y creativas.
En definitiva, la competencia digital comporta hacer uso habitual de los recursos
tecnológicos disponibles para resolver problemas reales de modo eficiente.
El tratamiento de la información y la competencia digital implican para el
alumno ser una persona: autónoma, eficaz, responsable, crítica y reflexiva al
seleccionar, tratar y utilizar la información y sus fuentes, así como las distintas
herramientas tecnológicas, y también tener una actitud crítica y reflexiva en la
valoración de la información disponible, contrastándola cuando es necesario, a fin de
resolver problemas reales de modo eficiente.
Es en este punto cuando los alumnos necesitan más que nunca de una persona
que los acompañe durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje para que los
ayuden a recorrer un camino, en este momento más que nunca, lleno de información
incierta, subjetiva, superflua, y vacía de contenido.
4.1.2 Ventajas y Desventajas de la era digital.
Como señala Gutiérrez Marín A. (1997):
Las ventajas:
1. Variedad de métodos: la existencia de múltiples estilos de aprendizaje permite la
posibilidad de combinar una variedad de métodos de enseñanza.
2. Facilitan el tratamiento de cierta información: las TIC combinan las ventajas
expositivas de la televisión tradicional con la interactividad propia del
ordenador.
3. Facilitan la autonomía del estudiante: el alumno puede ejercer un control sobre
el proceso de aprendizaje (hacerse una idea propia del tema que estudia) y
también acerca de las propias tecnologías que emplea.
4. Abren la clase a nuevos mundos: las TIC permiten el acceso a redes de
información y a sus servicios, lo que resulta ventajoso para enriquecer un
ambiente diseñado para aprender.
Las desventajas:
1. Abuso o uso inadecuado: se teme que algunos profesores digan que todo debe
trabajarse con y en el ordenador, lo que podría llevar a usos incorrectos.
2. La aparición de tecnófobos y tecnófilos: un peligro conocido es la posible
aparición de personas que tienen temor de usar la tecnología (tecnófobos), o
aquellos que las usan en exceso (tecnófilos).
3. Dificultades organizativas y técnicas: el trabajo con la tecnología conlleva la
posibilidad de que puede no funcionar correctamente, lo que podría ocasionar
gastos de mantenimiento, retrasos y demoras en los distintos procesos.
4.2. Desde el punto de vista del Docente.
4.2.1. Promotores y detractores de las TIC.
La creación de una herramienta nueva para un trabajo antiguo genera siempre
una oposición entre la corriente de los que se fascinan con las ventajas de lo nuevo y la
corriente de los que prefieren la tranquila rutina de lo conocido. Especialmente en el
ámbito de la docencia es frecuente encontrarse con los dos extremos opuestos de una
misma realidad:hay quienes están tan ciegamente entusiasmados con los ordenadores y
las actuales tecnologías de la información que creen ver en ellos la nueva panacea
universal, pero también hay fanatismo en el extremo opuesto: el de los que están tan
asustados por los peligros reales e imaginarios que perciben o creen percibir en estas
nuevas herramientas, que promueven su total repudio.
Una proporción importante del profesorado, no reconocen valor alguno en los
nuevos medios y simplemente los rechazan. Sin duda una fuente objetiva de
preocupación es el hecho de que Internet, no sólo sirve a fines honestos sino también a
fines perversos. En Internet conviven todo tipo de actitudes. Los ordenadores han sido
empleados para generar programas tan útiles como un procesador de textos y tan
incomprensiblemente nefastos como un virus, que puede destruir en un segundo el
trabajo de años.
¿Qué es preferible?: ¿hacer clic en un link o buscar el otro tomo de la
enciclopedia? ¿Qué es más estimulante? ¿Qué es más grato? ¿Qué es más rápido?
4.2.2 Las nuevas tecnologías: ¿panacea universal?, ¿antesala del infierno?
Todos los medios son concebidos para contribuir al logro de determinados fines,
pero nadie puede impedir que se los use para otros. Si ciertos usos de Internet nos
parecen aterradores no es porque Internet sea especialmente proclive a la perversión,
sino porque su enorme potencia, usada mal, puede efectivamente producir resultados
nocivos. Aunque usada bien, puede producir resultados maravillosos.
La pregunta que tenemos que respondernos es ¿qué reales beneficios podemos
lograr gracias a esas ventajas? Por lo tanto, el desafío para los educadores es apropiarse
de los nuevos medios, dominarlos, y sacar de ellos todo el provecho posible en función
del desarrollo personal y grupal de sus alumnos.
Internet, al igual que los textos escolares, son un apoyo importante al proceso de
enseñanza. Lo que debemos hacer es agudizar el juicio crítico y los criterios que nos
permiten distinguir entre un contenido bueno y uno malo, para lograr un objetivo
educativo.
Lo que puede mejorar la educación y la tarea del aprendizaje, no es Internet por
sí mismo sino las personas que se comprometan decididamente con ese mejoramiento,
usando este medio o cualquier otro. Pero no cabe duda que uno de los medios más
fuertes del presente —en todos los ámbitos de la acción humana, incluida la
educación— son los ordenadores y sus aplicaciones.
En primer lugar, aunque las tecnologías multimedia pueden actuar como
tecnologías auxiliares, no pueden sustituir la visión, el talento o la habilidad personal,
ya sea adquirida o innata. Siempre necesitaremos contar una historia con nuestro propio
talento, y contarla con honestidad, profundidad y detalle para que sobreviva como algo
más que un pensamiento desconectado y transitorio. Por éste motivo, los maestros
ganarán importancia a medida que aumente el poder de la tecnología.
El papel del docente ha de ser un catalizador. A él le corresponde que el
proceso de aprendizaje no se detenga, que sea cada vez más fluido y dinámico. Su
función es ordenadora, que encauce las distintas iniciativas hacia la adquisición del
saber, del conocimiento por parte del alumnado. Tiene la responsabilidad de estimular la
indagación, de reforzar actitudes adecuadas, de alentar al alumno en su tarea de
aprendizaje, y de evitar posibles desviaciones en la consecución del objetivo final del
alumno: la aplicación del juicio crítico, y la adquisición de conocimiento.
La tarea docente hoy en día no debe quedarse en una simple transmisión de
contenidos, si no que debe fomentar los hábitos intelectuales y prácticos, es decir,
enriquecimientos operativos que permiten a quien los posee elaborar conclusiones a
partir de unos principios, y plasmar dichas conclusiones en sistemas funcionales.
¿Qué cara pone un profesor cuando un estudiante puede encontrar toda la
información en Google? Ése es un reto, no hace falta ningún profesor ni universidad
para acceder a la información, pero alguien debe organizarla y decidir cuál es la
importante, cuál ha de ser manejada y aplicada. El rol del profesor en la actualidad
cambia, y de hecho será más importante que el rol antiguo.
Las TIC, no son la panacea ni la antesala del infierno, son un medio humano que
podemos usar con bondad e inteligencia.
4.2.3 ¿Por qué se prohíbe la utilización de las TIC?
¿Se les prohíbe porque les resulta demasiado fácil? ¿Se piensa que la tarea
valiosa es la que demanda considerable esfuerzo?
Este es un caso en el que la tecnología revela la inmensa irracionalidad de algo
que hasta ahora tolerábamos sin hacernos problemas. Copiar información de un lado a
otro —a máquina o manualmente— no era, no es, ni será, un auténtico trabajo de
investigación, ni de esfuerzo intelectual. Quizás sea una tarea necesaria como comienzo
de una investigación, pero si la información seleccionada no es analizada, comparada,
sopesada, sintetizada, enjuiciada críticamente, aplicada creativamente, etc., no es más
que un trasvase inútil.
5. CONCLUSIONES.
5.1. Alumno y profesor ante las nuevas tecnologías y ante la era digital:
Hay un importantísimo número de alumnos que actualmente no se contentan con
aparatos que les permitan realizar el trabajo de manera más fácil, rápida y eficiente. Su
ideal en la utilización de nuevas tecnologías se aproxima a la necesidad de disponer de
un medio tecnológico que los libere completamente del trabajo.
Y ciertamente algunas labores mecánicas pueden ser realizadas totalmente por
una máquina, pero las tareas de orden superior, como las que se refieren a la educación
y a la estimulación del desarrollo intelectual y espiritual de personas, no puede ni podrá
quedar completamente en mano de máquinas.
Especialmente en este ámbito, el desarrollo tecnológico no debe acogerse
como una invitación a la pereza, sino como la oportunidad de centrar nuestros
esfuerzos en aquellas tareas verdaderamente importantes, aquellas que exigen el
despliegue de lo mejor de nosotros.
El encuentro educativo, la relación pedagógica, es fundamentalmente un
encuentro de personas que se reconocen como tales y que se inspiran mutuamente —
cada cual según su rol y sus aptitudes personales—. En este encuentro, el recurso
fundamental del docente es la profundidad y armonía de su propio desarrollo intelectual
y espiritual, su respeto a la dignidad de las personas —sean niños o adultos— y sus
habilidades para la comunicación. Los nuevos recursos tecnológicos, usados sin la
expectativa anticuada de llegar a prescindir de la voluntad, de la reflexión personal y del
pensamiento crítico, no pueden ser causa de deshumanización, sino todo lo contrario.
En educación, la introducción de las TIC está revelando la cara deshumanizada
de ciertas rutinas que hasta ahora no nos llamaban especialmente la atención. Por
ejemplo, los alumnos que son obligados a realizar sus trabajos de forma manuscrita para
evitar que usando los comandos copiar y pegar de cualquier procesador de textos se
limiten simplemente a duplicar y yuxtaponer información digitalizada que luego
imprimen y presentan como trabajo personal. Pero ¿no es esto equivalente a la consulta
de varios libros, enciclopedias o manuales, y la copia del contenido con buena letra
incluyendo algunas referencias bibliográficas o ilustraciones?
La gran diferencia que hay entre ese trabajo y el que hoy puede hacer cualquier
estudiante —gracias a los nuevos recursos tecnológicos— es que el alumno de hoy en
tan solo 15 minutos, produce un trabajo de excelente calidad gráfica, mientras que
anteriormente, podía tardar varios días de penosa escritura manual.
5.2. Buscar información ya no es el desafío.
Las nuevas tecnologías permiten acceder —económica y rápidamente— a todo
tipo de información actualizada.
El hecho de que las virtudes de los ordenadores y sus aplicaciones —
particularmente Internet— estén revelando la insensatez de pedir a los estudiantes tareas
que suelen reducirse a un vulgar copiar y repetir información, está obligando a los
docentes a centrar la mirada en las tareas realmente productivas y creativas.
Y por lo mismo, están empezando a exigir a sus alumnos quehaceres que
impliquen una verdadera aplicación de juicio crítico. Obviamente, estas tareas son un
mejor estímulo al desarrollo del lenguaje y el pensamiento.
El desafío consiste en la aplicación del juicio crítico.
5.3. En qué cambia la enseñanza con la tecnología.
En las circunstancias adecuadas, enseñar con la tecnología puede tener las
siguientes ventajas sobre la enseñanza de aula tradicional:
o Ruptura de las dimensiones tradicionales espacio tiempo (aula, continuidad)
o La información que antes sólo se podía obtener del profesor o el instructor se
puede conseguir cuando se necesite a través del ordenador e Internet.
o Los materiales de aprendizaje multimedia bien diseñados pueden ser más
eficaces que los métodos de aula tradicionales, porque los alumnos pueden
aprender con mayor facilidad y rapidez mediante las ilustraciones, la animación,
la diferente organización de los materiales, un mayor control de los materiales
de aprendizaje y mayor interacción con ellos.
o Las nuevas tecnologías se pueden diseñar para desarrollar y facilitar unas
destrezas de aprendizaje de orden más elevado, como las de resolución de
problemas, toma de decisiones y pensamiento crítico.
o La interacción con los profesores se puede estructurar y gestionar mediante
comunicaciones on-line, para ofrecer mayor acceso y flexibilidad tanto a los
estudiantes como a los profesores.
o La comunicación a través del ordenador puede facilitar la enseñanza en grupo, el
uso de profesores invitados de otras instituciones, y las clases multiculturales.
Por consiguiente, las nuevas tecnologías conducen a importantes cambios
estructurales en la dirección y organización de la enseñanza.
En uno de sus extremos, la tecnología se utiliza como complemento de una carga
lectiva directa de algún modo reducida, en una situación en que los estudiantes dirigen
por sí mismos (o en grupos pequeños en torno al mismo ordenador) elementos
importantes del aprendizaje mediante la tecnología.
En el otro extremo, los alumnos estudian alejados por completo del docente y
del aula (aprendizaje a distancia). Sin embargo, el principal beneficio del aprendizaje
distribuido es su flexibilidad y la oportunidad de ampliar el acceso, con lo que se
posibilita que la enseñanza y el aprendizaje se extiendan más allá del profesor y del
espacio físico del aula.
Las nuevas tecnologías tienen el potencial no sólo de enriquecer las aulas
actuales, sino también de permitir que las instituciones lleguen a nuevos grupos
objetivo, como los de los estudiantes permanentes, las personas del mundo laboral, y los
discapacitados.
5.4. Conclusión final:
Como con todos los cambios en la educación, las TIC no solo resultan ser una
revolución en los medios y métodos, sino también en el tipo de alfabetización.
“Necesitamos preparar a nuestros hijos para su futuro y no para nuestro pasado”: David
Thornburg (1995).
Los niños deben estar completamente alfabetizados digitalmente.
Lo importante no es enseñar, lo importante es aprender. La única finalidad
de la enseñanza es el aprendizaje.
En la sociedad del conocimiento la formación no termina nunca. Las aulas se
encuentran fuera del aula, todos somos estudiantes y estudiosos, aprendices y
maestros, lectores y escritores, alumnos y profesores. Solo así podremos
aumentar la calidad de la docencia, la calidad del proceso de enseñanza
aprendizaje, que no consiste en rodearse de todo tipo de medios y adelantos
tecnológicos muchas veces infrautilizados, si no en el ejercicio de una de las
capacidades más humanas: El pensar.
El uso de las TIC e Internet, puede considerarse como un indicador de la
capacidad operativa de las personas en un nuevo contexto social y
tecnológico: la sociedad red.
La necesidad más apremiante en éste momento es desarrollar habilidades
de diseño, destrezas en alfabetización gráfica, y destrezas que permitan
entretejer las imágenes y las palabras en presentaciones unificadas. Cuando
comprendamos mejor en que forma el vídeo, el sonido, la música y la animación
comunican ideas e información efectivamente, y, cuando la tecnología que apoya
estas actividades se abarate y se oriente menos hacia los especialistas, el arte se
convertirá en el alfabetismo fundamental para comprender tanto los medios
nuevos como los antiguos.
Lo que puede ser realmente efectivo, sin lesionar la autonomía y la dignidad
personal de los adolescentes, es —al mismo tiempo— estimular y apelar a
su juicio crítico.
La incorporación de las TIC al proceso de enseñanza, requiere una gran
exigencia a la capacidad argumentativa y comunicacional de los adultos,
especialmente de los profesores.
BIBLIOGRAFÍA.
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