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Ejemplo de Comentario de Texto para alumnos de Primero de Bachillerato
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NOTAS IMPORTANTES:
** Tener cuidado con las fechas. En concreto en este texto hace referencia a la fecha de publicación de una edición en castellano de las miles que se han hecho de la obra “El espíritu de las leyes” de Montesquieu. El conocimiento del contexto histórico de la obra debería hacer que esto estuviera claro.
**Aunque no aparece en el trabajo previo, recuerda empezar el comentario con una introducción, que puede ser una síntesis de lo tratado en el comentario (por lo que mejor elaborarla al final).
TRABAJO PREVIO: PREPARACIÓN DEL COMENTARIO, PERO NO DEBE APARECER ASÍ EN EL MISMO.
2º) Resumen del Texto. Síntesis compresiva de lo leído. El texto es un extracto de “El espíritu de las leyes”, en concreto de su Capítulo
I, “De las leyes en general”. Partiendo del principio de que la propia naturaleza de las
cosas exige la existencia de leyes, que no son más que las relaciones necesarias que se
crean entre esas cosas, Montesquieu diferencia claramente entre las leyes físicas,
invariables por naturaleza, y las leyes de los seres humanos hechas por ellos mismos.
Montesquieu afirma que la ley general de los seres humanos es la razón, lo que
implica que las leyes políticas y civiles de cada nación deben basarse en la aplicación
de la razón humana. Por tanto no pueden existir leyes humanas inmutables, sino que
estas deben adaptarse a las circunstancias de cada sociedad y cada época.
En el texto se encuentran presentes varias de las ideas clave que definen al
Movimiento Ilustrado, del que Montesquieu es uno de los más destacados
representantes: la defensa de la razón como fuente de la ley, frente a poderes
sobrenaturales; la afirmación de que las leyes de una nación no pueden ser arbitrarias
o inmutables, sino que deben adaptarse a las características y particularidades de cada
Nación en concreto, de lo que se puede deducir también que deberán ser cambiadas
2
si esas características de la Nación también cambian. Estamos sin duda ante un texto
que anticipa muchos de los principios que van definir las Revoluciones liberales, que
cambiarán el Mundo a partir de finales del Siglo XVIII.
3. Clasificación del texto.
3.1 Naturaleza del Texto. Como indicamos se trata de extractos del Capítulo I de El espíritu de las leyes,
se trata por tanto de un ensayo, género literario que se clasifica dentro de la didáctica.
La obra es una suma de filosofía jurídica y política, que se sostiene en la razón y en el método
experimental. Veintidós ediciones en el término de dos años, anuncian un texto que,
evidentemente sobrepasando el interés de los estudios especializados, se inserta directamente
en el sistema de acontecimientos y preocupaciones de la sociedad.
3.2 Circunstancias espaciotemporales La obra fue publicada a finales del año 1748 en Ginebra, después de 20 años de
trabajo en su elaboración. Su no publicación en Francia muestra que Montesquieu sabía las
dificultades que la obra podría tener con la censura, ya que en realidad, el establecimiento de
la legalidad en el Sistema político que contiene su obra, es un crítica clara y directa al orden
instituido , más concretamente al absolutismo monárquico y forma parte de la llamada crítica
universal de la Ilustración al “Antiguo Régimen” dominante en el Siglo XVIII. Algunas de las
ideas de “El espíritu de las leyes” serán retomadas para la redacción de la Constitución
francesa de 1791, especialmente la separación de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y
judicial. Pero el libro influirá también en gran medida en la redacción de la Constitución de los
Estados Unidos de América.
3.3 Autor del Texto La obra fue escrita por Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de
Montesquieu (18 de enero de 1689 ‐ 10 de febrero de 1755) pensador político, precursor de la
sociología, filósofo y escritor francés del movimiento des Lumières, de las Luces, que domina
en Europa y especialmente en Francia a lo largo del Siglo XVIII. Montesquieu es uno de los
pensadores de la organización política y social en los que se apoyan las sociedades modernas.
Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración
francesa, patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto
de la felicidad en el sentido cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su
búsqueda de un conocimiento más concreto y empírico en oposición a la abstracción y método
deductivo dominantes. Podemos decir que como difusor de la Constitución inglesa y teórico de
la separación de poderes se encuentra muy cercano al pensamiento de Locke Sin embargo, el
pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa personalidad propia que le
convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno de la Historia de las ideas
políticas.
3
3.4 Destino o finalidad del texto Se trata sin duda de un texto público, aunque inseparable de las circunstancias
culturales de la Europa de mediados del XVIII, donde la mayoría de la población seguía siendo
campesina y analfabeta. El ensayo va dirigido a los sectores de la población más cultos e
ilustrados, fundamentalmente urbanos. A los burgueses y profesionales liberales urbanos,
universitarios y pensadores, teniendo un rápido éxito entre los clubs que proliferaban por las
grandes capitales europeas, especialmente París. Su influencia, como la de la Ilustración en
general, llegó también a sectores de la Nobleza e incluso a las propias Monarquías europeas,
que aunque reacias a llevar a cabo ningún cambio político, sí potenciarán el desarrollo,
económico, cultural, educativo y artístico. Son los monarcas denominados déspotas ilustrados.
4. Análisis e interpretación del texto. Los extractos del texto objeto del comentario son un claro exponente de las ideas
ilustradas que, a lo largo de la segunda mitad del S. XVIII, se extienden por el continente
europeo y que prepararán el terreno para los cambios que se iniciarán en todo el continente a
finales de dicho siglo. Montesquieu intenta demostrar en su ensayo que las leyes por las que
se rigen las sociedades humanas no deben ser inmutables y que deben responder a las
características propias y diferencias de cada país y de cada época. Se trata sin duda de un
ataque a la base ideológica en la que se sustentaba el Absolutismo Monárquico, que defendía
la preeminencia del rey y la concentración de poderes en su persona, cuya legitimidad
emanaba directamente de Dios. Se trataba por tanto de un sistema por encima de las personas
que no podían criticarlo, ni mucho menos modificarlo. Montesquieu desmonta este principio,
defendiendo que es la nación, las personas, las que deben determinar las leyes por las cuales
se rigen.
5. Comentario e interpretación. Las grandes transformaciones históricas han ido precedidas en numerosas ocasiones
por cambios ideológicos, por la expansión de nuevas ideas que calan en las sociedades y
preparan el terreno para las transformaciones políticas, económicas y sociales. El movimiento
ilustrado, dentro del cual debemos incluir el texto que estamos comentando, es un buen
ejemplo de cómo el pensamiento nuevo precede a la acción. Las ideas ilustradas anticipan el
nacimiento de la sociedad actual. En el terreno político, definiendo principios como la defensa
de los derechos individuales, la división de poderes, la soberanía nacional, o el sufragio que
definen las sociedades democráticas actuales. En el terreno económico, la defensa del
individualismo, de la propiedad privada, de la libertad económica, de la innovación y el
desarrollo tecnológico, que definen el sistema económico capitalista predominante en el
mundo actual. Incluso la ciencia moderna, la confianza en la capacidad del ser humano para
entender y mejorar el mundo o la defensa de la educación como medio para mejorar la
sociedad y el propio ser humano, son principios que se sustentan en las ideas desarrolladas
por estos ilustrados, entre los cuales Montesquieu ocupa un lugar prominente.
6. Crítica y conclusiones. Las ideas preceden a las acciones. La Ilustración precede y prepara las revoluciones
que se van a desarrollar a lo largo del Siglo XIX, que instaurará regímenes liberales y economías
4
capitalistas. En las ideas que Montesquieu nos expone en “El Espíritu de las leyes”, podemos
ver algunos de los principios que van definir al nuevo Sistema liberal. Exactamente lo mismo
que ocurre con las obras de Voltaire, Rousseau y el resto de los pensadores que de modo
amplio podemos incluir dentro del movimiento ilustrado. Lo mismo que Adam Smith o David
Ricardo en el terreno económico. Sin embargo la intensidad de la ideología ilustrada, supera
los terrenos político y económico e influye de modo directo en prácticamente todos los
aspectos de la sociedad de finales del XVIII y sus ideas seguirán presentes durante el XIX. Su
uso crítico de la razón en todos los aspectos de la vida intelectual, política y social, en especial
por la crítica de los principios de autoridad y de tradición y al dogmatismo religioso; la
tolerancia, el cosmopolitismo, su actitud pragmática y utilitaria hacia el conocimiento, así
como la defensa del método científico y el énfasis en el desarrollo basado en la ciencia y la
técnica, el valor de la educación y su creencia optimista en el progreso y la felicidad humana,
siguen siendo hoy los principios que definen lo mejor que el ser humano ha sido capaz de
aportar a la sociedad y la historia.
COMENTARIO DE TEXTO En la segunda mitad del Siglo XVIII, centrado en Francia, se desarrolló uno de los
movimientos ideológicos e intelectuales que tendrá una mayor influencia en la evolución
histórica de la humanidad. Se trata del Movimiento Ilustrado, del que tanto el texto
comentado, extractos del “Espíritu de las leyes”, como su autor, Charles Louis de Secondat,
Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, forman parte.
El texto es un extracto de “El espíritu de las leyes”, en concreto de su Capítulo I, “De
las leyes en general”. Partiendo del principio de que la propia naturaleza de las cosas exige la
existencia de leyes, que no son más que las relaciones necesarias que se crean entre esas
cosas, Montesquieu diferencia claramente entre las leyes físicas, invariables por naturaleza, y
las leyes de los seres humanos hechas por ellos mismos.
Montesquieu afirma que la ley general de los seres humanos es la razón, lo que implica
que las leyes políticas y civiles de cada nación deben basarse en la aplicación de la razón
humana. Por tanto no pueden existir leyes humanas inmutables, sino que estas deben
adaptarse a las circunstancias de cada sociedad y cada época.
En el texto se encuentran presentes varias de las ideas clave que definen al Movimiento
Ilustrado, del que Montesquieu es uno de los más destacados representantes: la defensa de la
razón como fuente de la ley, frente a poderes sobrenaturales; la afirmación de que las leyes de
una nación no pueden ser arbitrarias o inmutables, sino que deben adaptarse a las
características y particularidades de cada Nación en concreto, de lo que se puede deducir
también que deberán ser cambiadas si esas características de la Nación también cambian.
Estamos sin duda ante un texto que anticipa muchos de los principios que van definir
las Revoluciones liberales, que cambiarán el Mundo a partir de finales del Siglo XVIII.
Se trata de un ensayo, género literario que se clasifica dentro de la didáctica. La
obra es una suma de filosofía jurídica y política, que se sostiene en la razón y en el método
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experimental. Veintidós ediciones en tan solo dos años, nos muestran un texto que,
sobrepasando el interés de los estudios especializados, supo conectar directamente con los
acontecimientos y preocupaciones de la sociedad francesa y europea de la segunda mitad del
Siglo XVIII.
La obra fue publicada a finales del año 1748 en Ginebra, después de 20 años de
trabajo en su elaboración. Su no publicación en Francia muestra que Montesquieu sabía las
dificultades que la obra podría tener con la censura, ya que en realidad, el establecimiento de
la legalidad en el Sistema político que contiene su obra, es un crítica clara y directa al orden
instituido , más concretamente al absolutismo monárquico y forma parte de la llamada crítica
universal de la Ilustración al “Antiguo Régimen” dominante en el Siglo XVIII. Algunas de las
ideas de “El espíritu de las leyes” serán retomadas para la redacción de la Constitución
francesa de 1791, especialmente la separación de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y
judicial. Pero el libro influirá también en gran medida en la redacción de la Constitución de los
Estados Unidos de América.
Escrita por Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (18
de enero de 1689 ‐ 10 de febrero de 1755) pensador político, precursor de la sociología,
filósofo y escritor francés del movimiento “des Lumières”( de las Luces), que domina en
Europa y especialmente en Francia a lo largo del Siglo XVIII. Montesquieu es uno de los
pensadores de la organización política y social en los que se apoyan las sociedades modernas.
Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración
francesa, patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto
de la felicidad en el sentido cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su
búsqueda de un conocimiento más concreto y empírico en oposición a la abstracción y método
deductivo dominantes. Podemos decir que como difusor de la Constitución inglesa y teórico de
la separación de poderes se encuentra muy cercano al pensamiento de Locke Sin embargo, el
pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa personalidad propia que le
convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno de la Historia de las ideas
políticas.
Se trata sin duda de un texto público, aunque inseparable de las circunstancias
culturales de la Europa de mediados del XVIII, donde la mayoría de la población seguía siendo
campesina y analfabeta. El ensayo va dirigido a los sectores de la población más cultos e
ilustrados, fundamentalmente urbanos. A los burgueses y profesionales liberales urbanos,
universitarios y pensadores, teniendo un rápido éxito entre los clubs que proliferaban por las
grandes capitales europeas, especialmente París. Su influencia, como la de la Ilustración en
general, llegó también a sectores de la Nobleza e incluso a las propias Monarquías europeas,
que aunque reacias a llevar a cabo ningún cambio político, sí potenciarán el desarrollo,
económico, cultural, educativo y artístico. Son los monarcas denominados déspotas ilustrados.
Los extractos del texto objeto del comentario son un claro exponente de las ideas
ilustradas que, a lo largo de la segunda mitad del S. XVIII, se extienden por el continente
europeo y que prepararán el terreno para los cambios que se iniciarán en todo el continente a
finales de dicho siglo. Montesquieu intenta demostrar en su ensayo que las leyes por las que
se rigen las sociedades humanas no deben ser inmutables y que deben responder a las
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características propias y diferencias de cada país y de cada época. Se trata sin duda de un
ataque a la base ideológica en la que se sustentaba el Absolutismo Monárquico, que defendía
la preeminencia del rey y la concentración de poderes en su persona, cuya legitimidad
emanaba directamente de Dios. Se trataba por tanto de un sistema por encima de las personas
que no podían criticarlo, ni mucho menos modificarlo. Montesquieu desmonta este principio,
defendiendo que es la nación, las personas, las que deben determinar las leyes por las cuales
se rigen.
Las grandes transformaciones históricas han ido precedidas en numerosas ocasiones
por cambios ideológicos, por la expansión de nuevas ideas que calan en las sociedades y
preparan el terreno para las transformaciones políticas, económicas y sociales. El movimiento
ilustrado, dentro del cual debemos incluir el texto que estamos comentando, es un buen
ejemplo de cómo el pensamiento nuevo precede a la acción. Las ideas ilustradas anticipan el
nacimiento de la sociedad actual. En el terreno político, definiendo principios como la defensa
de los derechos individuales, la división de poderes, la soberanía nacional, o el sufragio que
definen las sociedades democráticas actuales. En el terreno económico, la defensa del
individualismo, de la propiedad privada, de la libertad económica, de la innovación y el
desarrollo tecnológico, que definen el sistema económico capitalista predominante en el
mundo actual. Incluso la ciencia moderna, la confianza en la capacidad del ser humano para
entender y mejorar el mundo o la defensa de la educación como medio para mejorar la
sociedad y el propio ser humano, son principios que se sustentan en las ideas desarrolladas
por estos ilustrados, entre los cuales Montesquieu ocupa un lugar prominente.
Las ideas preceden a las acciones. La Ilustración precede y prepara las revoluciones
que se van a desarrollar a lo largo del Siglo XIX, que instaurará regímenes liberales y economías
capitalistas. En las ideas que Montesquieu nos expone en “El Espíritu de las leyes”, podemos
ver algunos de los principios que van definir al nuevo Sistema liberal. Exactamente lo mismo
que ocurre con las obras de Voltaire, Rousseau y el resto de los pensadores que de modo
amplio podemos incluir dentro del movimiento ilustrado. Lo mismo que Adam Smith o David
Ricardo en el terreno económico. Sin embargo la intensidad de la ideología ilustrada, supera
los terrenos político y económico e influye de modo directo en prácticamente todos los
aspectos de la sociedad de finales del XVIII y sus ideas seguirán presentes durante el XIX. Su
uso crítico de la razón en todos los aspectos de la vida intelectual, política y social, en especial
por la crítica de los principios de autoridad y de tradición y al dogmatismo religioso; la
tolerancia, el cosmopolitismo, su actitud pragmática y utilitaria hacia el conocimiento, así
como la defensa del método científico y el énfasis en el desarrollo basado en la ciencia y la
técnica, el valor de la educación y su creencia optimista en el progreso y la felicidad humana,
siguen siendo hoy los principios que definen lo mejor que el ser humano ha sido capaz de
aportar a la sociedad y la historia.
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