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d e l a s C u l t u r a s d e l M u n d o Vol. XII, número 116, 15 de septiembre de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural
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Correo de las Culturas del Mundo
Director Leonel Durán Solís Editor Mariano Flores Castro
correodelasculturas@gmail.com
Correo de las Culturas del Mundo, 2012, No. 111, 1º de julio de 2012 es una publicación quincenal editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Córdoba 45, Colonia Roma, C.P. 06700, Delegación Cuauhtémoc, México, Distrito Federal. Responsables: Director, Leonel Durán Solís y Editor Mariano Flores Castro. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo: en trámite. ISSN: en trámite. Licitud de título: en trámite. Licitud de contenido: en trámite. Domicilio de la publicación: Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Edición electrónica: Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Distribuidor: Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación
Cuauhtémoc, México, D.F. Este número se terminó de editar electrónicamente el 1 de julio de 2012.
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
POR LOS RESPECTIVOS AUTORES
DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS Y FOTOGRAFÍAS.
MÉXICO, D.F., DESDE EL 15 DE AGOSTO DE 2007.
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En este número:
• Los Nenets, últimos nómadas de Siberia
• Una burda sátira de Mahoma causa indignación
• Los Nenets, últimos nómadas de Siberia
• Afroamérica, la tercera raíz
• Pobres y discriminados, más de 200 afrodescendientes en Oaxaca, México
• Esclavitud negra en América
• Cristianismo, mercado y movimientos sociales
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Nenets, últimos nómadas de Siberia
Nenets, en ruso (singular) Nenets,
Nentsy en plural, antes Samoyedos
o Yurak, es un grupo etnolingüístico
que habita el noroeste de Rusia, desde el
Mar Blanco en el oeste, hasta la base de la
península Taymyr en el este y de las montañas
de Sayan en el sur, hasta el océano Ártico en
el norte. En la actualidad los Nenets son el
grupo más numeroso hablante de samoyedo,
una rama de la familia de lenguas urálicas.
Su nombre proviene de palabra nenets, que
significa “hombre”.
Descendientes de pueblos que anteriormente
habitaban el suroeste de Siberia, los Nenets
son pastores de renos, pescadores y cazadores
(especialmente de renos salvajes) de la tundra,
66
pero también constituyen pequeños grupos
de habitantes del bosque. Los etnógrafos
suelen referirse a ellos como los Nenets
forestales y los nenets de la tundra. El primer
grupo es mucho menor (aproximadamente
un cinco por ciento de la población total
de Nenets) y su idioma, considerado en
grave peligro porque muy pocos o ningunos
niños lo aprenden, es hablado por sólo
alrededor de 1,500 personas. El lenguaje
de los nenets de la tundra, el mayor de los
dos grupos, es hablado por más de 25,000
personas, pero los niños en algunas regiones
no lo están aprendiendo. Los Nenets del
bosque viven cerca del río Pur y en los
afluentes del Ob Medio. Los de la tundra
habitan tres regiones principales: un área al
oeste de los Montes Urales, las penínsulas
de Ob y de Yamal, y las regiones de la
Península Taymyr y el río Yenisei. Los grupos
más pequeños de los pueblos relacionados
con los Nenets incluyen los Enets (Entsy o
Yenisey), el Nganasans (Tavgi), y la Selkup.
En algunas zonas lenguas turcas y rusas han
reemplazado dialectos samoyédicos. Bajo
la administración soviética, la producción
comunal, colectiva se introdujo entre los
Nenets, manteniéndose el cuidado y pastoreo
del reno la actividad principal.
La cría del reno provee a los Nenets con
carne, manteca y sangre como alimento;
pieles para hacer ropa, calzado, y tiendas
de campaña de invierno; cuero para hacer
lazos, arneses y calzado de verano; los
tendones para fabricar hilo, y el cuerno para
hacer diversos implementos y artesanías.
Una manada de 70 a 100 renos proporciona
todo lo necesario por un hogar.
77
8
E l término América Latina resulta
insuficiente para emplearlo en
aquellas zonas del continente
cuya esencia está marcada por el predo-
minio de indios, negros o europeos.
Algunas regiones del Continente ameri-
cano recibieron con la presencia africana,
una herencia biológica y cultural. Custo-
diada por la tradición y la costumbre, se
arraigó conformando “la tercera raíz” de
nuestro mestizaje a la que se ha llamado
AFROAMÉRICA. Dice el eminente historia-
dor Silvio Zavala: Afroamérica constituye
un área de distribución étnica y cultural
que no sigue los linderos de una sola
colonización europea sino que abarca
varias de ellas; cruza particularmente
las regiones angloamericanas de Norte-
américa, las islas antillanas de España,
Francia, Inglaterra, Holanda y Dinamarca,
las Guayanas, algunas costas españolas
Afroamérica: la terecera raíz
de norte, centro y Sudamérica y el Bra-
sil portugués. (Silvio Zavala, El mundo
Americano en la Época Colonial, México,
Porrúa, 1967, p. XIX).
México Nación Pluricultural
Este Proyecto tiene su antecedente en
los trascendentales propósitos del Insti-
tuto Internacional de Estudios Afroame-
ricanos fundado en México en 1945 por
distinguidas personalidades, entre los
que destacan: Gonzalo Aguirre Beltrán
(México), Fernando Ortiz (Cuba), Melville
J. Herskovitz y Alain Locke (Estados Uni-
dos), Richard Patee (Puerto Rico), Jean
Price Mars (Haití), Arthur Ramos (Brasil) y
Jorge A. Vivó (México).
De este antecedente citamos: A fin de
corresponder al deseo unánime expresa-
do en las sesiones del Primer Congreso
Demográfico Interamericano, celebrado
Orígenes
9
en el Castillo de Chapultepec, Ciudad
de México, en el sentido de favorecer
los estudios científicos referentes a las
poblaciones negras de América, se cons-
tituyó el día 20 de Octubre de 1943 el
Instituto Internacional de estudios Afroa-
mericanos.
La finalidad del Instituto es el estudio
de las poblaciones negras de América, en
sus aspectos biológico y cultural, y de sus
influencias en los pueblos americanos.
AFROAMERICA.
(Revista del Institto Internacional de
estudios Afroamericanos. Volumen 1 y
2 enero y julio de 1945. México, FCE,
p. 3).
De esta afirmación partimos para con-
siderar que Afroamérica es en impor-
tancia equivalente a Amerindia, como
lo afirma Miguel León Portilla: La Amé-
rica en que perduran los indígenas… es
una vasta y clara noción de la América
que depredaron los europeos, desde su
primera llegada al Nuevo Mundo, en
1492. Diseminada desde la isla Baffin, en
Groenlandia, hasta las costas de la Pata-
gonia, Amerindia configura las culturas
originarias de esta parte del hemisferio
occidental. Su historia es la historia de
nuestros padres, aquellos que fundaron
el ser común y la memoria colectiva
nuestros. (Miguel León-Portilla, “La Amé-
rica Latina: múltiples culturas, pluralidad
de lenguas” en Casa de las Américas,
La Habana, a. XXXII, núm. 185, oct-dic,
1991, p. 32).
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Foto Octavio Vélez
Petra Aguirre Urrutia, de 72 años, y Elvira Hernández, de 50, provenientes del
municipio de Valerio Trujano, en la región de La Cañada, Oaxaca, aseguran que
en la zona no hay mucho qué comer.
Valerio Trujano, Oax., 9 de septiembre. Los más de 200 negros o afrodescendientes
que viven en la región de La Cañada –ubicada a 120 kilómetros de la ciudad de Oaxa-
ca– pertenecen a una clase pobre, con pocas oportunidades de desarrollo y, paradójica-
mente, son discriminados por sus vecinos indígenas y por policías federales o militares.
Petra Aguirre Urrutia, de 72 años, dice que ya no son esclavos, ya no están ama-
rrados con grilletes, ni son azotados, “pero seguimos jodidos y discriminados”. Ella
es descendiente de aquellos esclavos traídos de África para trabajar en el trapiche de
azúcar San Nicolás, establecido por los acaudalados españoles de apellido Güendulaín
en el año de 1861 dentro de su hacienda.
“Nuestros abuelos se quedaron en estas tierras, pero nada ha cambiado mucho.
Ahora somos campesinos, pero seguimos en la pobreza, no hay mucho para comer y
vivir. Por acá o cuando vamos a Cuicatlán (municipio cercano) todavía nos discriminan
por el color, nos dicen ‘ahí va esa negra’ y no sé qué más, pero el indígena está igual
de jodido”, asienta.
Pobres y discriminados, más de 200 afrodescendientes
en Oaxaca, MéxicoTexto y foto de Octavio Vélez Ascencio
Racismo
12
Cuando tenía 14 años se despidió de su
madre, doña Tranquila Urrutia Roque, un día
de 1954 y se marchó a la ciudad de México a
buscar trabajo ante la pobreza en el pueblo.
“Me fui, me tuve que ir; salí a sufrir, para
poder hacer algo como todos los mexicanos,
aunque seamos de diferente color. Uno
necesita salir y arañar porque nadie nos va a
hacer caso. El indígena también necesita salir
a sufrir para valorar a la persona”, refiere.
En el Distrito Federal, recuerda, se
empleó en fábricas y fue ahí donde vivió la
discriminación más áspera y cruel, porque
sus compañeros de trabajo no creían que
en Oaxaca y en México hubiera negros.
“Me preguntaban ‘¿de dónde eres? ¿a
poco hay negros en México? ¿visten con
taparrabos?’ Les tenía que responder que
era de Oaxaca, que había negros, chinos,
indígenas, mestizos y de todo.
“Incluso, una mujer blanca que fue mi
jefa me quería correr del trabajo. Una vez
preguntó: ‘¿Por qué metieron a trabajar a
esta pinche negra aquí?’ y le contesté ‘mire
jefa, si el papá que la hizo a usted güera me
hubiera hecho a mi también, entonces fuera
como usted’. Así me dejó de molestar y me
gané el respeto de ella y de mis compañeras”.
Sin embargo, la discriminación aún la
persigue, porque en algunas ocasiones ha
sido confundida con una migrante centro-
americana por policías federales o militares
en los retenes y sujeta a tratos humillantes y
revisiones exhaustivas, por el color de piel.
“Iba a la ciudad de México en un autobús.
Mi compañero de viaje era como yo: negro,
pero de Panamá. Al llegar a un retén, los
soldados nos bajaron a los dos. A él lo
revisaron y le preguntaron varias cosas, y ya
no lo dejaron subir al autobús. Entonces,
siguieron conmigo y me preguntaron de
dónde era; les dije ‘soy de Valerio Trujano,
allá también hay negros’; supongo que
alguien sabía de eso y me dejaron seguir.
Pero lamentablemente se fijan por el color”.
Lo que sí distingue a todos los
afrodescendientes de esta municipalidad
es su orgullo de ser negros, de cabello
enroscado y nariz chata. “Me siento
orgullosa y no reniego de mi raza. Cuando
salgo del pueblo, a veces dicen ‘mira, ahí va
una negra’, pero no importa, sé que a mis
antepasados los trajeron aquí como esclavos,
a fregarse en la hacienda, porque eran más
fuertes”, subraya otra afrodescendiente,
Elvira Hernández Urrutia, de 50 años.
13
En Valerio Trujano no sólo conviven
indígenas, sino también mestizos, negros y
hasta descendientes de los chinos, traídos
también como esclavos a la hacienda para
sembrar arroz. Todos se integraron en el
pasado como comunidad y así se puede ver
“Lo que sucede es que México se construyó
dentro de un modelo donde no había lugar
para otro perfil que no fuera el hispano. El
mestizaje fue consagrado en la Independencia
y después reconfirmado como el modelo de
los mexicanos. Tanto los indígenas como los
negros hemos estado afuera, en otro cuarto”.
Glyn Yemot
a un afrodescendiente subido en un burro en
su camino al campo, donde siembra maíz,
frijol, papaya y chile o a un niño descendiente
de chino jugando con un indígena.
Fuente: http://cimarronajesss.blogspot.mx/2012/09/
La historia no contada de la América negra
por Eva Díaz Riobello
‘EL MUNDO CONOCIDO’, DE EDWARD P. JONES
Un siglo y medio ha pasado ya desde que la Guerra de la Secesión pusiera fin a décadas
de esclavitud en Estados Unidos. Desde entonces, los hechos de esta época infame han
sido tema de no pocas obras de ficción: autores como William Faulkner o Toni Morrison
han contribuido a expiar a través de sus páginas un episodio de la historia americana
que aún no ha cicatrizado en las heridas de la memoria colectiva.
Edward P. Jones, premio Pulitzer 2004, dio otra vuelta de tuerca en su novela El
mundo conocido al recuperar un hecho insólito: el de los hombres negros libres que,
en el Sur anterior a la guerra, poseían esclavos al igual que los blancos.
Escrita a modo de novela coral, la historia transcurre años antes de la guerra civil.
El eje de la narración lo constituye la muerte de Henry Townsend, un esclavo negro
liberado que, gracias a la protección de su antiguo amo, consigue adquirir una
plantación y sus propios esclavos, a quienes no trata con más consideración que la
que emplearía un blanco. Su muerte hunde a su esposa Caldonia en el dolor y sume a
la plantación en la inestabilidad: luchas de poder, familias que se traicionan, esclavos
que huyen y, fuera de los límites de la hacienda, el mundo conocido que comienza a
desmoronarse ante la fragilidad de sus cimientos.
Con un estilo claro y libre de artificios, Jones entreteje las vidas de los personajes
en un tapiz donde lo atroz y lo conmovedor coexisten en un tiempo en el que pasado,
presente y futuro se mezclan. El autor habla de negros libres secuestrados y revendidos
Libros
de nuevo, mujeres locas que recuperan la cordura con la libertad, amas que se acuestan
con sus esclavos, pero no lo hace siguiendo un orden prefijado, sino como un mero
observador a cuya memoria vayan acudiendo retazos de un pasado lejano. De este
modo, fragmenta cada historia y con cada pedazo atrapa la atención del lector, que se
mantiene en vilo hasta el desenlace de cada trama.
Plagada de referencias documentales
Sin duda, uno de los aspectos más curiosos del libro es la osadía del autor al plagar de
referencias documentales una narración que, como él mismo ha confesado, proviene
enteramente de su imaginación. Jones salpica el texto de datos, fechas y fuentes
ficticias con tal seguridad que un lector no avisado puede caer en la trampa de creer
1616
que personajes y hechos están basados en casos reales. Sin embargo,
lejos de entorpecer la lectura, estas referencias se convierten en una
suerte de epílogos anticipados, un recurso que dota de credibilidad a la
trama, convirtiéndola en una historia que sí pudo suceder de verdad.
Pero lo más importante es que el autor no juzga los hechos que relata,
sino que a través de una narración aparentemente neutral, muestra la
fragilidad de una sociedad basada en la posesión de vidas humanas. La
opresión de una raza garantiza la supervivencia de otra. Pero, a la hora
de la verdad, basta un pequeño conflicto para que esa estabilidad se
tambalee y el miedo se manifieste bajo las más diversas formas. Todos
son prisioneros en este mundo conocido, viene a decir Edward P. Jones,
pero pocos lo saben.
Se trata de una novela ágil, bien construida que, pese a abordar un
tema perturbador de la historia de Estados Unidos, lo hace con un estilo
conmovedor que atrapa al lector de principio a fin.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundolibro/
1717
Por Guillermo Marín.
Investigador por la UNAM.
Promotor cultural de la Civilización del
Anáhuac.
Desde México, D.F.
Para:
tenepal de CACCINI
Glyn Yemot
“Soy de Trinidad y Tobago del Caribe y tengo 21 años viviendo en México y
19 años de trabajar en la Costa Chica. Desde el Puerto de Veracruz hasta el
Puerto de Acapulco, desde la frontera Norte, donde quizás la presencia negra
no ha sido tanta, no solo por la esclavitud sino por la presencia de “aquellos”
negros desplazados del Norte.
Los “masgogos”, que son una mezcla de una tribu de indígenas de Florida
y negros, y que ahora viven en Chihuahua, hasta Quintana Roo, donde el
gobernador es negro, descendiente de beliceños, México tiene, ha tenido y
tendrá, una presencia significativa e importante de la cultura Afro mestiza.
Lo que sucede es que México se construyó dentro de un modelo donde no
había lugar para otro perfil que no fuera el hispano. El mestizaje fue consagrado
en la Independencia y después reconfirmado como el modelo de los mexicanos.
Tanto los indígenas como los negros hemos estado afuera, en otro cuarto.
En la Costa Chica de Oaxaca...“hay negros para rato”: Glyn Yemot
Lo que siempre me ha llamado la atención de la cultura Afromestiza es su
capacidad de resistir. De resistir y transformar. De transformar el desaire en
coraje y en la capacidad de resistencia.
De transformar las tristezas, los contratiempos, la muerte, en alegría, en
esperanza. De transformar la marginación en un tipo de comunión muy
pegajosa, es lo que más me ha llamado la atención.
En segundo lugar, lo que se puede destacar, los modelos de comunión y
comunicación que siempre han estado en esta raza. Lo importante de esto es la
familia, incluyendo papás, hijos y parientes.
Dicen los que saben de esto, que cuando uno entra en un pueblo negro y ve
cercas, se da cuenta de que se está dañando el modelo de intercambio. Si tú vas
a los pueblos negros de la región, tú pasas de una casa a otra, todas parecen
de una gran familia en un gran solar.
No es exactamente el modelo en los pueblos indígenas. Pero el concepto de
la familia como modelo de comunión y comunicación. El lenguaje, la música,
los cuentos, yo creo que es la segunda cosa.
Yo creo que el tercero ha de ser la baja autoestima, la conflictividad que
es el resultado de la marginación. En los jóvenes la indiferencia, la falta de
posibilidades de estudiar, de prepararse. Son las tres cosas que me han llamado
la atención de los pueblos negros de la Costa Chica.
Yo no soy antropólogo, soy un sacerdote que tengo a la gente enfrente y
a mi alrededor y no me atrevo, sin haber incursionado en esta disciplina, en
hablar de “retenciones”. Unos mencionan algunas danzas, otros mencionan
la presencia preponderante de la mujer, unos hablan de este concepto de
“familia grande”. Existen circunstancias concretas que llevan las cosas para allá.
En algunos lugares de África existe alguna entidad o una unidad social entre
la familia, el individuo y la nación, que es el clan. Un conjunto de familias que
descienden de una antecesor común. Parece que la “familia grande” tiene esta
función y se convierte en un factor de resistencia. La sociedad me margina, pero
en el barrio “tal”, nadie me toca, ahí estoy bien.
Siempre me da una alegría que me provoca sueños la danza de la Artesa.
Existen varias opiniones sobre su origen. La artesa a veces me parece un barco,
otras veces me parece una tumba y a veces me parece un tambor.
De ser barco, seguramente habrá una relación con la travesía. De ser tumba,
debe ser un desafío muy fuerte… !Bailamos sobre la tumba! Como dice San
Pablo, ¡muerte… dónde está tu victoria! Y de ser tambor, pues habla por sí
mismo. Me provoca muchos sentimientos la danza de la Artesa. En Tapextla
aparentemente conservan un aspecto de la danza de los diablos que quizás valga
la pena comentar. En muchos pueblos cuando sacan esta danza, en tiempos
de Todos los Santos, la primera presentación se hace frente al municipio, con
tal de pedirles permiso a las autoridades para hacer sus “desmadres” o a veces
frente a la iglesia. En Tapextla primero es frente al panteón. La gente va a traer
a los ancestros del panteón al pueblo para la fiesta.
En la Costa Chica tenemos que hablar primero de una cultura o una
identidad regional de la costa. Porque la relación que tiene un indio con
un negro, o indio y negro con el mestizo en la costa, es diferente de lo
que podemos encontrar en Iguala, por ejemplo. Yo creo que la costa de
alguna forma tiene su propia identidad… es bastante democratizante la
cosa. Quizás porque los tres grupos desde hace mucho tiempo se han
acostumbrado a medir sus distancias. La costa es un lugar libre, un lugar
9
para hacer y deshacer, un lugar de refugio, es un lugar de broncas, de
franqueza, de crímenes de sangre.
Aquí, precisamente porque nunca ha existido una presencia indígena
monumental, como en los Valles de Oaxaca, y por el hecho de que ha existido
pocos indígenas. La presencia negra ha sido y es contundente desde hace
quinientos años. Ahora los indígenas en la “plancha de la costa”, no estoy
hablando de los amuzgos, no estoy hablando de los mixtecos. En la plancha
de la costa, donde viene corriendo lentos los ríos… el indígena es minoría
numérica, cultural y social. Así es.
La costa es agresiva, aquellos africanos, qué no tenían que sacrificar para
sentir a estas tierras como suyas. Y qué, este sacrificio… ¿no sigue vigente? O
aquellos indígenas que de repente se vieron desplazados por hispanos y por
negros… pues no nos debe sorprender que existan elementos lesivos todavía
entre la convivencia entre el indígena y el negro, y éstos con el mestizo.
Existe alguna supervivencia de las antiguas religiones de África. Yo creo que
la tradición de cofradías, si bien, tiene sus raíces europeas en la costa tenemos
estas cofradías o hermandades en torno a un santo. Yo no se si es africano o
no. Pero si es exclusivamente negro en la costa. Creo que también estos santos
itinerantes. No opino, solo estoy observando cosas que aparentemente, hoy por
hoy, se manifiestan con más frecuencia entre los afro descendientes, pero que
seguramente se remontan a África.
Lo que más caracteriza a la cultura afro mestiza es su adaptabilidad, su
capacidad de “resistir transformándose”. Yo creo que esto se va acentuar en el
difícil futuro que se nos presenta a todos, negros y no negros. Habrá un golpe
devastador y creo que para los indígenas el efecto no será tan devastador. Creo
que habrá problemas en este sentido. Pero confío también de que México está
influido por lo que pasa en el continente. Si en México existe un 2 o 3 por ciento
de población de afro descendientes, nadie sabe. Esa cantidad es insignificante,
pero en América latina existen más de 150 millones de afro descendientes.
Si tomamos dos términos bas-
tante imprecisos como: afro
descendientes e indígenas…
existen más afro descendien-
tes que indígenas en el conti-
nente. En Brasil existe más del
60% de afro descendientes
y un 3% de indígenas. En
América el grupo afro des-
cendientes numéricamente es
mayor. En la medida en que se
logre articular un movimiento
continental los afro descendientes podrán enfrentar este enorme desafío. Un
director interino del INI nos dijo que si nosotros queríamos que en el aparato
censal existieran unas dos o tres preguntas que identifiquen a la población afro,
tienen que hacer mucho ruido de aquí al 2005. La amenaza de desaparecer
depende también de lo que suceda en el continente y depende de políticas
sensatas y correctas de inclusión social que pongan en práctica los gobiernos.
No creo que desaparezcan los negros… hay negros para rato y estaremos aquí
por lo menos otros quinientos años. (Entrevista realizada en 2003)
Fuente: http://glccaccini.blogspot.mx/2012/03/1941-en-la-costa-chica-de-
oaxacahay.html
Esclavitud en AméricaUna historia visual
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Una burda sátira de Mahoma desata la protesta del mundo musulmán
La película fue rodada en EE UU por un promotor inmobiliario israelí.
12 SEP 2012
Para los musulmanes ortodoxos
representar al profeta Mahoma o a
Alá es una ofensa al islam. Presentar
al enviado de Dios, en una película, como
acosador sexual, bufón, homosexual a
ratos, pedófilo, ladrón, etcétera es algo
tan reprobable que carecen de palabras
para condenarlo. Es, sin embargo, así
como describe al profeta Inocencia de los
musulmanes (Innocence of Muslims), un
largometraje estadounidense de dos horas
que parodia la vida del fundador del islam.
Nunca una película tan grotesca y vista por
tan poco público ha suscitado en la historia
del cine tanta polémica, violencia y cuatro
muertos, el martes, en el Consulado de
EEUU en Bengasi. Porque la cinta con actores
norteamericanos desconocidos, incrustados
en un paisaje desértico, y rodada en un
Una burda sátira de Mahomacausa indignación
por Ignacio Cembrero
modesto estudio californiano solo ha sido
proyectada una vez, a principios de año, en
una sala de cine medio vacía en Hollywood.
Algunos trailers en inglés fueron colgados
en julio en Youtube, pero no cosecharon
muchas visitas aunque arrancan con imágenes
de Mahoma lamiendo el sexo de una de las
61 esposas —11 de ellas simultáneamente—
que, según la película, tuvo a lo largo de su
vida.
Rodando esas imágenes que ridiculizan al
profeta el productor y director de Inocencia
de los musulmanes, Sam Bacile, de 54
años, hizo, según él, “una película política,
no religiosa”. Se trataba de demostrar que
“el islam es un cáncer”, según declaró al
diario The Wall Street Journal.
Bacile, promotor inmobiliario que posee la
doble nacionalidad estadounidense e israelí,
costeó la obra gracias a una colecta de cinco
millones de dólares entre donantes judíos
cuyos nombres rehúsa desvelar por razones
de seguridad. Con el dinero recaudado
contrató, en 2011, a 60 actores y a un
equipo técnico de 45 personas. Aun así, a
39
juzgar por los extractos vistos en Internet, la
obra parece hecha por aficionados.
El mismo Bacile vive ahora escondido
y ha advertido a Steve Klein, su asesor
cinematográfico, que hasta ayer no había
tomado tantas precauciones: “Serás
el próximo Theo van Gogh”, el cineasta
holandés asesinado en Amsterdam en 2004
por un islamista marroquí. Si el recorrido
comercial ha sido casi nulo, el mediático
de esta “película estúpida”, como la
describe el diario New York Post, está siendo
espectacular. A ello han contribuido dos
factores. Primero la traducción de los trailers
al árabe y su difusión a través de Twitter
y de las televisiones cristianas árabes que
desde EE UU transmiten vía satélite. Los
medios audiovisuales egipcios retomaron la
información.
A eso se sumó el islamófobo pastor
Terry Jones, conocido por haber quemado
en público un ejemplar del Corán. Alabó
el largometraje en un comunicado porque,
según él, muestra “la ideología destructora
del islam”. El martes por la noche proyectó
para sus feligreses, en su iglesia de Gainesville
(Florida), 13 minutos de la película.
Inocencia de los musulmanes también
ha sido elogiada por Morris Sadek y su
Asamblea Nacional Copta Americana, que
ha puesto así en apuros a sus correligionarios
en Egipto que representan el 10% de la
población. El gran muftí de Egipto, Ali
Gomaa, se ha apresurado en denunciar “las
acciones emprendidas por los extremistas
coptos”.
No es la primera vez que la proyección de
imágenes que representan a Mahoma suscita
la reprobación de los musulmanes radicales.
Ha sucedido en múltiples ocasiones, la última
en octubre pasado cuando los salafistas
tunecinos protestaron violentamente contra
la difusión por la televisión privada Nessma
de la película Persépolis, en la que también
aparece un anciano bonachón que encarna
a Dios.
La mayoría de los teólogos musulmanes
consideran que pintar a Alá y a Mahoma es
un sacrilegio, pero otros discrepan con este
veto. El argelino Malek Chebel recuerda, por
ejemplo, en su Diccionario enciclopédico del
Corán que “ningún texto fundacional del
islam formula la prohibición de representar
a Mahoma”. El islam chií, que se practica en
Irán, es algo más tolerante que el suní.
http://internacional.elpais.
com/internacional/2012/09/12
actualidad/1347446463_342351.html
Cristianismo, mercado y movimientos sociales
Del 6 al 9 de septiembre tuvo lugar en Madrid el XXXII CONGRESO DE TEOLO-GÍA. Cristianos y cristianas de diferentes tradiciones eclesiales y de todos los continentes reflexionaron sobre Cristianismo, mercado y movimientos sociales. Estas son sus conclusiones.
MENSAJE DEL XXXII CONGRESO DE TEOLOGÍA
Nos hemos reunido en Madrid cristianos y cristianas de las diferentes tra-
diciones eclesiales y de todos los continentes para reflexionar sobre Cris-
tianismo, mercado y movimientos sociales, intercambiar experiencias y
buscar alternativas. Queremos compartir el siguiente mensaje.
1. El mercado-centrismo es la institución suprema del neoliberalismo que convierte a
los seres humanos en mercancía y en piezas subalternas del sistema, identifica la justicia
con el cumplimiento de la legalidad, dictada por el mercado, y reduce los derechos
humanos al derecho de propiedad. El mercado genera situaciones de muerte para
millones de seres humanos y para la naturaleza.
2. Vemos con especial preocupación y nos provocan indignación las consecuencias de
la crisis, provocada por los poderes financieros, que castiga injustamente a los sectores
más vulnerables de la sociedad en todo el mundo, y de manera especial en algunos
países de Europa como Grecia, Portugal y España, donde se está produciendo un
Antropología
41
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
espectacular incremento de la pobreza en una sociedad con recursos suficientes para
satisfacer las necesidades de la población.
3. En medio de esta situación valoramos positivamente los gestos de solidaridad de
algunos miembros del clero y de la jerarquía eclesiástica, pero expresamos nuestro
malestar e indignación ante el silencio de la Conferencia Episcopal Española, tan
locuaz en otras ocasiones y ante otras cuestiones. La sociedad percibe dicho silencio
como escándalo y complicidad con quienes han provocado la crisis. Nosotros lo
consideramos insensibilidad ante la injusticia, alejamiento del mensaje liberador del
Evangelio y falta de compasión con las víctimas. Creemos que tal actitud se debe a
la cómoda instalación de la Iglesia institucional en una situación de privilegio. Lo que
contrasta con los recortes en todos los terrenos.
4. Nosotros mismos, los participantes en este Congreso, no estamos exentos de
contradicciones e incoherencias entre nuestro modo de pensar alternativo y nuestra
forma de vivir acomodaticia, nuestra actitud crítica y nuestra práctica conformista; la
crítica al consumo y nuestro consumismo; la opción por los pobres y nuestra falta de
testimonio de pobreza.
5. La respuesta a la crisis requiere un nuevo paradigma que se traduzca en
transformaciones estructurales, revolución de la subjetividad y de las conciencias, de los
hábitos de vida y de las relaciones personales, bajo la guía y la prioridad de los valores
éticos, presentes en todas las tradiciones religiosas, morales y espirituales, si bien
con frecuencia incumplidos. Entre ellos cabe destacar: la dignidad humana frente al
trato inhumano que reciben millones de seres humanos; el respeto a la vida, contra la
violencia en sus diversas formas; la justicia global; la verdad, la honradez y la igualdad
de género.
6. Reconocemos la importancia de los movimientos sociales, que constituyen
mediaciones necesarias para transformar la realidad; son alternativa al pensamiento
único y a la globalización neoliberal;
recuperan valores que parecían en
vías de extinción y se rebelan contra
una realidad caracterizada por la
explotación, la dominación y la
tendencia a reducir la razón a mero
cálculo.
7.Especial significación ha reconoci-
do el Congreso al feminismo como
teoría de la emancipación y de la
igualdad no clónica entre hombres
y mujeres; práctica de la sororidad internacional y defensa de las reivindicaciones de
las mujeres, que, con frecuencia, se ven relegadas en nombre de “intereses generales
superiores”, incluso en los propios movimientos sociales.
8. No podemos instalarnos en el pesimismo y el fatalismo históricos. Existen alterna-
tivas. Por eso apoyamos y hacemos nuestras las iniciativas siguientes para salir de la
crisis: creación de una asamblea constituyente, desobediencia civil, banca ética, tasa
Tobin, reparto del trabajo, universalización de los servicios sociales, reconocimiento de
la ciudadanía a todos los residentes en nuestro territorio, pactos de ayuda mutua sin
subordinación, soberanía alimentaria, cambio en los modelos de producción, etc.
9. Como cristianas y cristianos nos comprometemos a:
• Recuperar la herencia de Jesús, que se caracteriza por la opción por los excluidos y
marginados, la compasión como principio de actuación y la afirmación de la autoridad
de los que sufren.
• Seguir el espíritu y la práctica de
Jesús, que consiste en humanizar el
mundo comenzando por los últimos,
luchar contra el olvido de las víctimas y
ponernos de su lado.
• Afirmar la incompatibilidad entre Dios
y el Dinero y luchar contra el Imperio del
Dinero.
• Practicar la resistencia al sistema
desde la no violencia activa
• Participar activamente en los
movimientos sociales, los antiguos y
los nuevos, y de manera especial en los
diferentes Foros Sociales, que trabajan
por “Otro Mundo Posible”, y en el
movimiento de los Indignados, en
cuyo horizonte se sitúa Jesús de Nazaret,
Indignado con las autoridades religiosas,
el patriarcado y los poderes políticos y
económicos de su tiempo.
Madrid, 9 de septiembre de 2012.
Fuente: http://www.laotrarevista.com/
Véase también: http://www.
foreignpolicy.com/articles/2012/05/18/
return_of_los_indignados#10
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