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AGOSTO 2014
C.R. / Teresa Sanz Nieto
Luis nació en un pue-blo con agricultura de secano, en la que
habían trabajado día a día sus padres y sus abue-los, y se hizo agricultor en el mismo pueblo, pero ya regado por el agua que comenzó a llegar por ca-nal desde el embalse de los Barrios de Luna. Del cereal se pasó a la alubia y a la remolacha y, ya en los noventa, al maíz, que hoy es el protagonista de la explotación que traba-ja desde que se casó a me-dias con Conchita, y des-de hace nueve años con su hijo, Roberto.
“Empezamos con muy poquitas tierras en pro-piedad, al principio ni había mercado en venta ni tampoco teníamos po-sibilidades de comprar-las. Fuimos arrendando poco a poco y, aunque en los últimos tiempos he-mos comprado algunas, incluso hoy solo el 30 por ciento de las parcelas son nuestras”, comenta el pa-dre, Luis. Tras cuarenta años de profesión, el tra-bajo sigue siendo com-plicado, pero físicamente menos duro. “Ha habido que hacer muchas inver-siones, pero se produce más y con menos horas de trabajo”, dice.
A su lado casi des-de el principio ha esta-do su mujer, Conchita. Llegó con 19 años des-de su pueblo natal, Cal-zada de la Valdería, para casarse con Luis, y junto a él ha compartido ya 38
años de tractor y riego. “Me acuerdo de esas má-quinas de sacar remola-cha que decían que eran las del divorcio, porque como cada uno tiraba de un lado podías discutir pensando que el otro ti-
raba menos que tú. Pero nosotros siempre nos he-mos repartido bien el tra-bajo: antes entre los dos, ahora con nuestro hijo. A mí me gusta mucho pa-sar la grada de disco, es-cardar…”. Como en todo,
ha habido años buenos y otros peores, pero nunca les ha faltado lo esencial, y han tirado para adelan-te. Además, “me gusta, el campo, que haya nue-vas generaciones y ver las fincas trabajadas”, se-ñala.
Los dos se alegran de
tener continuador en su hijo pequeño (tienen otra hija), Roberto. “Hemos mejorado más juntos que si se hubiera marcha-do, haciendo inversiones para ser más productivos. Las labores más compli-cadas las hace él, hemos ganado en calidad de vida y también en economía”.
Al lado de Luis y Con-chita escucha Roberto, acompañado por su no-via, Elena. De niño juga-ba a tractores y cosecha-doras. “No pasé nunca por el trance de tener que repetir curso, pero cuan-do cumplí los 18 colgué la mochila de los libros y me subí al tractor”.
En estos casi nueve años de profesión ha ate-sorado, a base de trabajo, de aciertos y como él ad-mite, de errores, una ex-periencia que le hace ser más cauteloso. Sabe que es muy complicado cali-brar qué parte de los in-gresos hay que dedicar a
tecnología y cuál a com-prar fincas. “Si no com-pras nada de maquinaria en un par de años es-tás obsoleto, y si no tie-nes tierras en propiedad nunca logras capital”, re-sume.
En su opinión, un jo-ven que empieza nece-sita apoyos. Económico, desde luego, pero sobre todo el de alguien que te oriente.“Cuando eres muy joven necesitas un freno, porque siempre aparecen problemas que no esperas”, reconoce.
32 Campo Regional
LA úLTiMA Asaja Castilla y LeónC/ Hípica 1, entreplanta. 47007 Valladolid. tfno: 983 472 350
“Con la incorporación de nuestro hijo la explotación ha ganado en rentabilidad”
• �Primer�recuerdo�rela-cionado con la agricul-tura: En 1959, un verano que llovió mucho, trillan-do con mi padre con mu-cha dificultad. • �Años�con�los�que�co-
menzó en la profesión: A los 17.• �Primer�tractor:�Un Ba-
rreiros de 49 cv que había
en casa.• �Superficie�de�la�explota-
ción inicial: 15 hectáreas de secano de mi padre, y luego, cuando entró el agua, 1,5 ha de regadío.• �Primer�préstamo:�Para
el primer Deutz pedimos 750.000 pesetas, que pagamos en 5 campañas. El segundo préstamo fue para nuestra casa.• �Cuántos�agricultores�de�
su generación hay en el pueblo: Somos unos 15, somos de la generación de cuando vino el agua, y
se quedó bastante gente.• �Lo�peor�de�este�tra-
bajo: Los principa-les dolores de cabeza me los han dado los papeles. • �Lo�mejor:�Que el traba-
jo bien hecho es agra-decido.• �Un�consejo�de�hijo�a�
padre: Hay que dar un paso primero y otro después, no meterse en dos problemas juntos.
• �Primer�re-cuerdo rela-
cionado con la agricultu-
ra: Cuando mi abuelo Agapito
me llevaba a la era a trillar.
• �Años�con�los�que�comenzó en la profe-
sión: Me di de alta cuan-
do me casé, con 19 años.• �Primer�tractor:�El Deutz
que compré con mi ma-rido.• �Superficie�de�la�explo-
tación inicial: La misma que Luis, hemos trabaja-do mano a mano.• �Primer�préstamo:�Los
mismos, aunque el prés-tamo más complicado fue uno que pedimos para comprar unas fincas.• �Cuántos�agricultores�
de su generación hay en el pueblo: Mujeres ninguna, muchas se
fueron del pue-blo.• �Lo�peor�de�este�tra-
bajo: Estar siempre pendiente del cielo y poder perder lo que tienes en la mano.• �Lo�mejor:�Cuando ves
que con tu trabajo has logrado una buena producción.• �Un�consejo�de�ma-
dre a hijo: Que hay que saber es-perar hasta que se esté seguro de qué hacer.
• �Primer�recuer-
do rela-cionado
con la agri-cultura: Ir
muy pequeño a recoger alu-
bias.• �Años�con�los�que�
comenzó en la profesión: 20.• �Primer�tractor:�
Deutz 605, de 100 cv.• �Superficie�de�la�
explotación ini-cial: Dos fincas que me pasó mi padre de una hectárea, en regadío.• �Primer�préstamo:�
Hasta este año no había pedido, ahora lo he hecho para un plan de moderni-zación.
• �Cuántos�agricul-tores de su gene-ración hay en el pueblo: Otro chico y yo.• �Lo�peor�de�este�
trabajo: Que los precios se deciden en Chicago.• �Lo�mejor: Que
haciendo bien las cosas el regadío es agradecido.• �Un�consejo�de�
padre a hijo: Que confíen más en la tecnología.
ASAJA, CON LAS FAMiLiAS AGRiCULTORAS Y GANADERAS DE CASTiLLA Y LEÓN
siguenos en twitter: @AsAjACyL @AgroFamiliasCyL Aporta tus sugerencias en: 2014agriculturafamiliar@asajacyl.com
LA AGRICULTURA DE PADRES A HIJOS
Ver video en Youtube, www.youtube.com/user/ ASAJACASTILLAYLEON
Familia Fernández Pichel,agricultores de San Pedro de Dueñas, León
Luis Fernández, padre
Conchita Pichel Bajo, madre
Roberto Fernández Pichel, hijo
fotos: arcadio
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