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8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
1/111
Literatura
Latinoamericana 1
Unidad 5 Configuración
Cátedra Lafforge García Gallego
1° Cuatrimestre 2016
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
2/111
Las Influencias Francesas en la Poesia
ispano
americana
Este
estudio fud escrito
en frances para
ser
presentado
en
el Congreso
de
las Naciones Ame-
ricanas ,reunido
en Paris
por
iniciativa
del
Ins-
titut des Etudes Americaines .
l traducirlo al
espaifol,
el
autor
ha agregadoalgunas notas
com
plementarias.
I
LOS
GRANDES MOVIMIENTOS
LITERARIOS
EN LA AMERICA
ESP OL
Y LAS
INFLUENCIAS
EXTRANJERAS
E
N l literatura
de cada
pais
de la
America
Espafiola
pue-
den encontrarse
modalidades
y
aun
particularidades re-
gionales.
Desde
este punto
de
vista asi
como
desde el punto
de
vista hist6rico
y
politico se puede
hablar de una literatura
propia
en
cada
una
de
las reptiblicas
americanas separada-
mente
de
la
literatura
espafiola
del mismo
modo que
se
habla
de una
literatura de
los Estados
Unidos de
America separa-
damente de la literatura inglesa
y
de una
literatura brasilefia
separadamente
de
la literatura
portuguesa.
Ahora
bien: en su conjunto las literaturas de los
dife-
rentes paises
de
la America Espafiola h n
mantenido
siem
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
3/111
R EVIS
T I ERO MERIC N
pre un
ritmo uniforme
que
se caracteriza
por
grandes movi-
mientos
de
extensi6n continental,
sea en
el orden
de
las
ideas,
sea
en
el
orden
de
la
expresi6n poetica
o
de
la
forma
litera-
ria.
Con mayor exactitud
auin se
puede habiar,
por
lo
tanto,
aun
desde
un
punto
de
vista
puramente
intelectual,
de
una
literatura
hispanoamericana,
es
decir,
de
una rama
impor-
tante y
mas
o
menos
independiente
de
la
literatura espafiola.
Podria aplicarse al estudio
de la literatura hispanoamericana
el metodo
adoptado
por
Georg Brandes
para estudiar las
gran
des corrientes
literarias el siglo XIX en
la
Europa occidental.
En
la mayor parte
de
los
casos,
los,
grandes
movimientos
que
se
produjeron
de
modo simultineo en todo el continente
americano
se
encuentran
ligados
a
un
problema
de
influen-
cias.
Naturalmente, la
influencia
preponderante ha
sido
siem-
pre
la
de Espafia, que
es casi exclusiva
durante la
poca
colonial.
Pero
aun
en
la
4poca
colonial ciertas
particulari-
dades
regionales
de
la
literatura
hispanoamericana resultan
ya evidentes, y
el caso del mexicano Juan Ruiz
de Alarc6n,
que llev6 al teatro
espafiol un
espiritu
sutil y mesurado, pue-
de servir para comprobarlo de modo
elocuente. 1) Llega un
dia en que las influencias hispanoamericanas
se
hacen sen-
tir en la literatura de Espafia, como en justa
reciprocidad, 2)
puesto
que
Espafia
ha
conservado
siempre
su
ascendiente
espiritual
en la literatura hispanoamericana.
Es, pues,
al
traves de Espafia como la literatura
hispano-
americana recibe
en
un principio las
influencias
extranjeras.
Mas tarde habra
influencias
recibidas en
la America Espafio-
la al mismo tiempo que en Espafia; y en fin,
habra tambien
influencias que
se
manifestarin
en
el
continente
americano
antes
de haberse
manifestado en
Espafia,
y
que la
America
introducira
en
Espafia.
La
tradici6n
clasica
en la
literatura
hispanoamericana
nos
lleg6
al
traves
de
Espafia.
Bien
es
cierto
que
Espafia,
cuando
la
conquista
de Am6rica
no habia
terminado
aun,
estableci6 una
Universidad
en Santo
Domingo en 1538),
y
otras,
apenas al mediar
el siglo XVI,
en Lima y en
Mexico.
Uno
de
los grandes movimientos
literarios del continen-
te es el
regionalismo
americano,
el
americanismo
literario ,
4
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
4/111
ESTUDIOS
para emplear
la frase mas
usual.
Ese movimiento
se
inici6
a orillas
del
Rio de
la Plata y tuvo eco
dilatado
en
toda
la
Am6rica
Espafiola.
No es tarea
f cil la de
encontrar influen-
cias
extranjeras
en
un movimiento
que aspir6 a revelar
todo
lo que
hay de interesante
en
el escenario
del
Nuevo Mundo.
Las
encontraremos,
sin
embargo,
en
una
rama
de ese
movi-
miento:
la literatura
de
evocaci6n
indigena, que
produjo
obras
como
Cumandd
del
ecuatoriano
Juan
Le6n Mera,
Celiar
del
uruguayo
Alejandro
Magarifios
Cervantes,
Enriquillo
del
do-
minicano
Manuel de
Jesus Galvin,
y
Tabard
del
uruguayo
Juan
Zorrilla
de
San Martin.
(3)
A veces
encontramos
en
esa literatura
un
eco
de Chateaubriand,
que populariz6
los
temas
indigenas. Es
verdad que los
indios de
Chateaubriand
eran los de la Am6rica del Norte, y no de la del centro ni
de
la
del sur,
y
que
6 evocaba
tradiciones
y medios diferentes;
pero en mas de una
novela o poema indigena de la Am6-
rica
Espafiola se encuentran mujeres
que
tienen estrecho
parentesco
con Atala. El
colombiano
Jos6 Fernandez
Madrid
tom6
como
tema
a Atala
para escribir un drama.
Y al
ha-
blar de
una de
las
mas
bellas novelas
americanas, Maria
del colombiano Jorge
Isaacs,
su
compatriota Antonio G6mez
estrepo dice que la heroina de esa novela
es
una hermana
de Atala y
de Virginia. Y es
que,
sin
lugar a
dudas, Ber-
nardin
de
Saint-Pierre
tuvo tambi6n en la America Espafiola
una influencia
semejante,
principalmente
como
pintor
de
la
naturaleza
Pero
ante
todo se
leia a Chateaubriand
-cuya
tala fue
traducida primero
en
Hispanoam6rica
que
en Espafia-,
y
su influencia
sobre el gran poeta
cubano Jose
Maria
Heredia,
cantor del Niagara
y
primo hermano
del autor de
Los Tro-
feos es indiscutible.
Tambien
se leia en la America Espafiola,
en
os
comienzos del
siglo XIX, a Rousseau
y
Montesquieu,
Voltaire
y
Diderot,
y la influencia
que ellos
ejercieron
sobre
las ideas
politicas
y sociales -sobre
todo
la de Rousseau-
fue
extraordinaria,
como lo fu6, por
otra
parte,
sobre
el
li-
beralismo
espaiol que
acababa
de nacer.
403
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
5/111
REVIST IBEROAMERICANA
LA
EPOCA
ROMANTICA
Las influencias
francesas
se manifiestan de
modo
direc-
to en la
poesia hispanoamericana por primera vez
al mismo
tiempo
que
en Espafia con
el movimiento romantico. No se
trata de
una
influencia
recibida al
travs de
Espafia
sino
al
mismo tiempo
que en
Espafia.
Ain mas:
en
America
hubo independientemente
de
Es-
paia
precursores
del
romanticismo. El mas notable
fu6
He-
redia el
cantor del Niagara
lirico
de gran fuerza
que
era
romantico
por temperamento.
Adem6s
Heredia
cultiv6
el
teatro
y
adapt6
al idioma
espafiol
obras de
Ducis Voltaire
Jouy y
Marie-Joseph
Chenier.
El romanticismo
encontr6
ya
trazado
su
camino en
la
America
Espafiola.
Apenas habian
transcurrido
algunos
afios
despues de
la batalla
de Hernani
cuando
un
acontecimiento
semejante
se produjo
en La
Habana:
el
estreno de
Don e ro
de
Castilla
del dominicano
Francisco Javier
Foxi -uno
de
los
primeros dramas
romanticos
de
autor
hispanoamerica-
no-
termin6 con rifias
y
tumultos. La
obra de Foxa no
res-
petaba las tres unidades y
hacia revivir
en cierto
modo
la
tradici6n del teatro espafiol de los
siglos
de oro
pero
el pti
blico se rebel6
contra
esa
resurrecci6n
que se
le ofrecia a
ti-
tulo
de
innovaci6n.
Y fueron los
j venes romrnticos los que
tomaron
la ofensiva
pues un espectador inconforme
recibi6
tal tunda de
bastonazos que
muri6 algunos dias
despues.
Este fen6meno
aunque
puramente
local es un
sintoma.
El romanticismo brindara
estimulo a las pasiones
febriles y
a la
agitaci6n
del
espiritu
en
los
j6venes
hispanoamericanos.
Ciertamente
la exageraci6n
romantica no sera un privilegio
americano
pero
habr6
quienes
lloren
y
suefien
quienes mal-
digan
y
acaso habra tambien quienes blasfemen. Toda una
literatura
gritona y
lacrimosa va a nacer junto a manifesta-
ciones
mas puras
y
delicadas
en
las
cuales sera
posible re-
conocer la influencia
de
tres grandes
poetas franceses:
La-
martine Victor
Hugo y
Musset.
En 1833 se les
-traducia
e
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
6/111
E sT U IOs
imitaba en
Montevideo, donde el uruguayo
Lamas y el ar-
gentino
Cane
publicaban
El
Iniciador
publicaci6n
cuyo nom-
bre era un programa.
El contagio
se extendi6 a toda
la Am6-
rica Espaiola.
Y ya
en
1841
el humanista Andres
Bello
se
dedicaba
a traducir, de
modo
que
casi raya
en la perfecci6n,
La oraci6n por
todos , Los
fantasmas , A
Olympio , Moi-
ses salvado de
las
aguas
y
Los
duendes ,
de Victor Hu-
go. El
chileno Guillermo
Matta hizo otra
traducci6n
de La
oraci6n por todos .
La cubana Gertrudis G6mez
de
Avella-
neda tradujo tambi6n
Los
duendes ;
largo tiempo despues
fur el centroamericano Domingo
Estrada quien
tradujo
en
versos
espafioles
ese
mismo poema,
como
lo
ha intentado
en
nuestros
dias el
venezolano
Gonzalez
Rincones.
Bello
tradu-
jo tambien
fragmentos
de Byron, que
apasion6
a muchos es-
piritus hispanoamericanos,
y
la
influencia de
Byron se acen-
tu6
mucho en
Chile.
Igualmente
en el
Rio de la Plata
on
Esteban Echeverria
y
en
Mexico con Roa
Barcena.
Muchos otros
poetas tradujeron a
Victor
Hugo:
el
chi-
leno Rafael
Minvielle
traslad6 al
espafiol
el drama Hernani;
y
otros
hicieron lo
mismo
con
diversas composiciones
po6ti-
cas: el peruano Ricardo
Palma
( La conciencia ), el cubano
Rafael Maria
Mendive ( Los
crucificados , El
pueblo ,
muchas
mis), el
venezolano
Jose
Antonio
Calcafio ( Reli-
gi6n ), el dominicano
Apolinar Tejera
( Extasis ),
el cen-
troamericano
Francisco
Gavidia
( Stella ). La influencia
de
Victor
Hugo
fu6
preponderante
durante
mas de
medio
siglo:
la encontramos
mezclada
con otras, en
muchos
poetas, protei-
forme y
constante.
Hay
dos poetas en
los
cuales
esa influen-
cia
se
confundia
con
su
propia personalidad:
el
argentino
Olegario Victor Andrade (que
intercal6 en
su nombre el de
Victor
como homenaje
al
maestro),
uno
de los m s
brillan-
tes
poetas hispanoamericanos,
y
el
cubano
Rafael Maria
Men-
dive, que supo
dar a su
verso sonoridades
musicales. La in-
fluencia
de
Victor Hugo
sobrevivi6 durante
largo tiempo,
ca-
si
hasta nuestros
dias. Se
encuentra en
la
obra de juventud
de
muchos
poetas
de
alta significaci6n
en el
modernismo
his-
panoamericano,
la nueva escuela
que en
cierto sentido
fu6
algo
asi como
un e o
del
simbolismo
franc6s:
asi en
el centro-
americano
Ruben
Dario;
en
el mexicano,
Salvador
Diaz
Mi-
5
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
7/111
R VIS
T
I ERO MERIC N
r6n;
en
el argentino
Leopoldo
Lugones;
en
el peruano
Jose
Santos
Chocano.
i
Y
todavia
Nuestro
siglo
tenia
ocho
afios,
y
en Colombia
un
joven
que
apenas
contaba
diez
y
seis,
An-
gel Maria
Cespedes,
triunfaba
en
un
concurso
portico
con
un
poema,
La
juventud
del
sol , concepci6n
imaginativa
ll n
de
fuego
y
de sonoridad
verbal,
afortunada
evocaci6n
de
manera
hugoniana.
Igual
ocurri6
con
Musset.
Se
le
tradujo,
pero
sobre
todo
se
le imit6.
El poema
"Fidelia",
del
cubano
Juan
Clemente
Zenea,
es tan
desgarrador
como
"Lucia",
que
por
otra
parte
el mismo
Zenea
tradujo
de manera
admirable.
Muchos
otros
poetas
sufrieron
la
influencia
de
Musset:
el
mexicano
Manuel
Puga
y
Acal, que
tambien
lo tradujo;
el
chileno
Guillermo
Blest
Gana,
autor
de una
parafrasis
de La
noche
de
diciem-
bre",
que intitul6,
de acuerdo
con
la diferencia
de
estaciones
en
otro hemisferio,
La
noche
de
mayo". El
dominicano
Fa-
bio
Fiallo,
traductor
de
"La
andaluza",
"El
Rhin
aleman"
y
i
Acuerdate
de
mi ", encontr6
inspiraci6n
para una
de sus
mas
bellas composiciones
en la
"Canci6n
de
Fortunio",
de
la
cual
hay
dos
bellas
traducciones:
una
del
mexicano
Manuel
Gutierrez
NAjera
y otra
del dominicano
Enrique
Henriquez.
En
fin, la influencia
de
Musset
subsistia
en el
momento mis
mo en
que
se
anunciaba una nueva
tendencia:
uno de los
pre-
cursores
del modernismo,
Gutierrez
NAjera,
se
inspir6 en
"Lucia" (al
igual
que lo habia hecho
Zenea),
para escribir
un poema
emoecionante:
La serenata
de Schubert".
La influencia
de Lamartine
fue
de mas
corta
duraci6n,
pero
fu6
profunda.
Lamartine
no
tuvo
gran
nimero
de
tra-
ductores:
la
dominicana
Josefa Antonia
Perdomo
("Otoio"),
el cubano
Rafael
Maria
Merch6n
("Fragmentos
de
Jocelyn"),
el
colombiano
Antonio
Jose
Restrepo
(que
tradujo
con fide-
lidad
y elegancia
"El
crucifijo"),
y
algunos mis.
Se
le
imi-
t6
menos,
pero
dos
generaciones
hispanoamericanas
se
sintie-
ron
deslumbradas
por
su sensibilidad:
asi los
peruanos
Luis
Benjamin
Cisneros
y Carlos Augusto
Salaverry,
el colombia-
no Jos6
Maria
Samper,
los chilenos
Martin
Jos6 Rivas
y Vic-
tor
Torres
Arce (que compuso
una especie
de
parafrasis de
"El
lago"),
el mexicano Fernando Calder6n,
el centroameri-
cano
Eduardo Hall. Su
personalidad
tambi6n era
motivo de
6
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
8/111
ESTUDIOS
admiraci6n.
Y
1l
provech6
m s de
una
vez
la
ocasi6n
e
corresponder
a
los frecuentes
homenajes
que recibia
del Nue-
vo
Mundo: asi, escribi6
un
prefacio
para
un volumen
de
ver-
sos
del
colombiano
Jos6
Maria
Torres
Caicedo.
Otras influencias
francesas?
Las hay,
sin duda,
pero
no
son de car6cter
muy
general
en
la
poesia
hispanoamerica-
na. Alfred
de
Vigny
inspir6
quizas
un drama,
del peruano
Salaverry
y poemas
del
chileno
Herm6genes Irisarri.
Casimir
Delavigne
fue traducido
por el
colombiano Fernandez
Madrid.
Pero
son
casos
aislados e individuales,
como ciertas
imitacio-
nes
de
Jean-Baptiste
Rousseau por el
cubano Ignacio
Val-
des
Machuca
y l
traducci6n de
los Yambos de Barbier
por
otro cubano:
Aniceto Valdivia.
(4)
Las influencias
romAnticas
francesas
se entremezclan,
en
l segunda
mitad
del siglo
XIX,
con otras influencias
extran-
jeras, sobre
todo
con
l e Edgar
Poe,
la
de
Heine
y l de
Manzoni.
El
espiritu
e Poe
qued6 incorporado
a diversas
manifestaciones
poeticas en la literatura
hispanoamericana,
pero
es raro
encontrar
imitaciones o
evocaciones directas
de
ese espiritu, como
ocurre en Nevermore , del dominicano
Enrique
Henriquez. 5)
La influencia
de Poe se
revela
casi
siempre per matices
o
detalles que
pueden parecer secunda-
rios, pero
en
todo
caso
Poe
es
uno
de los
poetas
que
ma's
se
han traducido al espafiol en
Am6rica. Hay cerca
de
una
docena
de traducciones
e
El
cuervo :
la del venezolano
Juan Antonio
Perez
Bonalde es
la mas
antigua
y la
m6s ins-
pirada, pero
hay
algunas
mAs
que
se
deben a
los
colombia-
nos Carlos
Arturo
Torres
e Isaias
Gamboa, al centroameri-
cano
Guillermo F. Hall,
a los mexicanos
Ignacio
Mariscal
y
Ricardo G6mez Robelo -y
omito otras varias-
hasta llegar
a la
del
argentino Carlos
Obligado, que es
la mas reciente
y
l mis fiel. Tambien han sido muy traducidas Las campa-
nas ,
esa
maravilla
pros6dica
de
la lengua
inglesa:
el
centro-
americano Domingo Estrada lo hizo
con arte. En suma, toda
l
obra
po6tica
de
Poe
ha sido traducida,
aun e
modo inte-
gral
por un
solo
poeta,
como lo
ha hecho Carlos
Obligado.
La influencia
e Heine,
traducido
por el
venezolano
P -
rez Bonalde,
por los
cubanos
Antonio
y Francisco Selln
y
por el peruano Ricardo
Palma,
se encuentra casi siempre mez-
4 7
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10/111
ESTUDIos
la
de
B6cquer
y la
de
Carnpoamor,
pero,
adems,
nos dice
su
compatriota
Carlos
Gonzalez
Pefia
sinti6 el
influjo
de
to-
dos
los
poetas franceses,
a
partir
de
la generaci6n
romnnti-
ca
hasta los contemporaneos;
desde Hugo,
Lamartine
y
Mus-
set,
hasta Richepin,
Rollinat
y Verlaine,
pasando
por
Gau-
tier,
Baudelaire
y
Copp6e .
8)
Otro
de
los
iniciadores
del
modernismo,
el
cubano
Jos6
Marti
-que
al
mismo
tiempo
fu6 ap6stol
de
la libertad-,
se
signific6
por
la novedad
de
su
prosa,
pero
dificilmente
po-
driamos
encontrar
en
sus
versos, tan
originales
e
inspirados,
influencias
directas
de
las nuevas
escuelas
francesas,
que
6
conocia
bien.
Un
fen6meno
semejante
es
el
que
puede ob-
servarse
en
el
colombiano
Jos6 Asunci6n
Silva: encontrare-
mos en su obra
el
recuerdo
patente de
Edgar
Poe y
de
algu-
nos poetas
espafioles,
como
Becquer
y Bartrina, mas
que
el
de los poetas
franceses
de
su
tiempo,
que 6 habia
leido
con
sumo
inter6s
y habia dado a
conocer
a los
j6venes escritores
de su
pais.
(9)
La
figura
central
del movimiento
modernista
fu6 el
cen-
troamericano
Ruben Dario.
Manej6
con
raro
virtuosismo
la
lengua
espafiola,
pero
su inspiraci6n
venia
de
Francia.
No
sin
raz6n
el escritor
espafiol
Juan Valera
lo
acus6 de
galicismo
mental .
Revolucion6
la
m6trica
espafiola,
pero a
veces
sus
innovaciones
eran
resurrecciones
de antiguas
combinaciones
ritmicas, algunas
de
pura
cepa
clAsica, caidas
en desuso.
En
la pri-mera
etapa del
movimiento
public6
un tomo
de ensayos
criticos, Los raros
mediante
el
cual difundi6
en America
al-
gunos nombres de
autores
franceses contemporaneos
que
pre-
feria:
Verlaine, Mor6as,
Lautr6amont,
Richepin, Tailhade...
En su obra
poetica,
vasta
y
excepcional,
no es
dificil sefialar,
en
muchos
casos
de manera concreta, ciertas
influencias:
Banville, en
algunos
frescos funambulescos; Gautier,
en la
Sinfonia
en gris mayor ; Rimbaud,
en Heraldos ;
Leconte
de Lisle y
Jos6
Maria
de Heredia, en
evocaciones frecuentes
de
la
Grecia antigua; Barbey
d'Aurevilly
en
Cosas del
Cid ; y
an Catuile
Mendes y Armand
Silvestre
en algunas
produc-
ciones de
juventud;
pero, ante
todo,
Verlaine,
con
el
cual
te-
nia fuertes
afinidades
de
temperamento. Consagr6 a
la
me-
moria
de Verlaine
aquellos
versos armoniosos y
emotivos:
409
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
11/111
REVIST
IB E R O M E R IC N
Padre
y
maestro
magico, lir6foro celeste,
que al instrumento
olimpico y a la siringa
agreste
diste
tu
acento
encantador.
iPanida
Pan
tui
mismo,
que coros condujiste
hacia
el prolileo sacro que amaba tu
alma
triste,
al son del sistro
y del tambor.
Otro
de los
iniciadores del
modernismo
fue el cubano
Julian
del Casal. En
el de
igual
suerte que
en Ruben Dario,
las
influencias
de parnasianos, simbolistas
y decadentes
coin-
ciden
y
se combinan:
Heredia, en los
sonetos
de
Mi
museo
ideal
y "H6rcules
y las
Estinfalidas"; Leconte
de Lisle, en
"El
camino
de
Damasco"; Verlaine,
en
"Paginas
de
vida";
y
un tanto Samain
en
"La
c6lera
del Infante".
Se
encuentra
tambien,
aunque m s diluida,
en
efectos
de
color
y sonido,
la
de Gautier;
e
igualmente hay en
Casal
un e o de
Baude-
laire, en algunos
cuadros
sombrios y tragicos. Baudelaire
reaparece
a menudo en
la obra de los modernistas,
junto
a
otras influencias francesas
de
la epoca, entre
las
cuales pue-
de
encontrarse
la de
las Cantilenas
de
Jean
Moreas, autor
tambien
grato a Casal.
Se ha
querido
reivindicar
el dictado
de parnasianos
his
panoamericanos
en
favor
de
algunos poetas
anteriores
al
mo
vimiento
modernista:
tal
es
el caso del
venezolano
Jacinto
Gutierrez
Coll; pero
nada podria justificar
ese calificativo.
Gu-
tierrez
Coll
no hizo
mas
que apartarse
de
las
exageraciones
romanticas
de
iltima hora,
y cultiv6
una
expresi6n
poetica
mis
serena
y
refinada,
pero
aun asi
sigui6
siendo romantico.
Cuando mas
podria
definirsele
como
un
poeta de
transici6n.
Los
verdaderos
parnasianos
de
la
America
Espafiola
vie-
nen
un poco
m s tarde,
despues
de
Casal.
El mas
ilustre es
el colombiano
Guillermo
Valencia,
en
el
cual
encontramos
el
mismo
soplo
armonioso
de
Leconte de
Lisle
(baste
citar
"Ci-
giefias
blancas",
"Los
camellos"
y "Palem6n
el estilita ).
Es tambien
a
Leconte de
Lisle
a quien
se
encuentra
ligada
la brillante
personalidad
del
boliviano
Ricardo
Jaimes
Frey-
re, con
su
Castalia
bdrbara.
Puede
decirse
que
aunque
en
menor
grado,
Leconte
de
Lisle
tuvo
influjo
sobre
el venezo
4
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
12/111
ESTUDIOS
lano Manuel
Pimentel
Coronel ( Los
paladines )
y
en otros
poetas del continente
americano.
Otros sufrieron
la influencia
de Heredia,
que
tuvo
en la
Am6rica
Espafiola
mas
de cincuenta
traductores
diferentes.
Al
colombiano Ismael
Enrique Arciniegas
se debe
una tra
ducci6n
integral
de
los sonetos
de
Los
trofeos,
(10) y yo
he
tenido
la audacia
de hacer
tr
tanto,
agregando
los
iltimos
sonetos que
Heredia dej6
escritos
para intercalarlos en su
famoso
libro. La
mayor
parte de los traductores
de Heredia
en la
America
Espaiola
son colombianos (cerca de
veinte).
No es p r eso sorprendente
encontrar
en
Colombia
buen nii-
mero
de poetas
contemporneos que sufrieron
la influencia
m6s o menos directa de los
parnasianos
franceses, y que han
sobresalido en el arte de hacer un
bello
soneto: Victor M.
Londoflo,
11) Miguel Rasch
Isla, Jose
Umafia
Bernal y
aun
Jos6 Eustasio
Rivera, que supo pintar con
sorprendente ori-
ginalidad los paisajes y misterios
de
las selvas y
las monta-
fias de
su
pais,
y
Leopoldo de la Rosa,
en quien
se advierten
a la vez
otras
influencias
de
caracter diferente.
La influencia de Heredia se encuentra
difundida a
largo
del
movimiento modernista:
asi
en toda la
obra
del ar-
gentino Leopoldo Diaz Las
sombras de
Hellas,
Atldntida
conquistada). Tambien aparece en la obra
de madurez del
peruano Jos6
Santos
Chocano,
que
escribi6
un
bello
poema
para
dedicar
a
Heredia su
libro Alma Amdrica,
sin
que,
la
postre,
esa dedicatoria
fuera insertada
en el
volumen.
Cho-
cano no
imit6,
salvo
alguna excepci6n,
al
Heredia
de los
so-
netos,
sino al Heredia
de Los conquistadores
del oro,
ese vas-
to monumento,
epopeya
inacabada
de la
conquista
del Peru.
La
influencia
parnasiana se
advierte tambi6n,
aunque di-
luida,
en
algunos poetas
del
grupo
modernista
mexicano,
comienzos
del
presente
siglo: Jos6
Juan
Tablada,
Efren
Re-
bolledo,
Rafael L6pez, Rub6n
M. Campos,
y
muchos
mas.
LPrincipales
influencias
simbolistas?
Ante todo,
Verlai-
ne,
que
ha tenido tan
notables
traductores:
el colombiano
Guillermo
Valencia, el panamefio
Dario Herrera,
los
mexica-
nos
Balbino
DAvalos
y
Enrique
Gonzalez
Martinez,
(12)
el do-
minicano
Gast6n F. Deligne,
y
otros
muchos.
Verlaine
influ-
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
13/111
REVIST
I ERO MERIC N
y6
sobre
el modernismo
hispanoamericano
al travis
de Ru-
ben
Dario,
y tambien
al travs
de
Amado
Nervo,
mistico
so-
fiador
y
delicado; pero
lo
enecontramos
a cada
instante, prin-
cipalmente
en
el
uruguayo
Julio
Herrera
Reissig
Las
pas-
cuas
el
tiempo)
y en
el
chileno
Francisco
Contreras
Es-
maltes).
Despues
de Verlaine,
Samain.
Dejemos
a
un
lado
sus
traductores,
que son
numerosos,
para
apreciar
solamente
los
poetas
que
revlan
su
influencia:
en
Colombia,
Eduardo
Cas-
tillo que
a la
vez
nos
trae
algunos
ecos
de
Verlaine
y de
Rim-
baud; en
el
Perm,
Jose Maria
Eguren,
Enrique
A.
Carrillo,
Aden
Espinosa
Saldafia
y Alberto
Ureta,
que
a
veces
muestra
preferencia
por
Francis
Jammes
13)
y
Paul
Fort;
en
Ar-
gentina,
el
gran
poeta Leopoldo
Lugones;
en el
Uruguay,
Ju-
lio
Herrera
Reissig.
Y
volvemos
a encontrar
algunos
rasgos
del
Samain
de
la
iltima
poca,
el
que
cantaba
des irs
simples, appris le soir
dans
les faubourgs,
en el
argentino Evaristo
Carriego, cantor de
la vida del arra-
bal
bonaerense.
14)
La
ironia
de Laforgue encontr6
tambien
eco en la
me
rica
Espafiola.
El ms hello
reflejo
de las
melancolias
luna-
res
de
Laforgue
es
el
Lunario sentimental
de
Lugones.
Pero
junto a Laforgue
encontraremos
a menudo al
Conde de
Lau-
treamont,
tal
como ocurre
en los uruguayos
Roberto de
s
Carreras y Julio Herrera
Reissig.
La
influencia
de Rimbaud
se
encuentra
m6s
bien en al-
gunos
detalles
aislados,
como
la asociaci6n
de
las ideas
y los
sonidos con
los colores.
A
las
influencias
antes
sefialadas,
que
son
de carcter
m s
general, pueden
agregarse
otras
de poetas
francesas
con-
temporuneos,
desde
Mallarme,
traducido
en
veces
por el
ar-
gentino
Leopoldo
Diaz,
por
el
colombiano Guillermo Valencia
y
por los
mexicanos
Rafael
Lozano
y
Alfonso Reyes
qu e
tiene
con Mallarm6
cierta
afinidad
de
espiritu
poetico ,
has-
ta llegar a Paul
Valdry,
cuyo
Cementerio
marino
ha
sido
objeto
de una
traducci6n
admirable
por el
cubano
Mariano
Brull.
El
mexicano
Rafael
Lozano
(traductor de
La siesta
del
fauno ,
de Mallarme)
ha
vertido
al castellano
otro poe-
412
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
14/111
ESTUDe
IOS
ma
de
Valery: El segundo
Narciso .
Volvemos
a encontrar
a
Valry en
la
obra
del
colombiano
Otto
de
Greiff.
La
huella de
algunos poetas
belgas
como
Maeterlinck,
Rodenbach
y Verhaeren,
no
es
rara.
Se
advierte,
entre
otros,
en el mexicano
Enrique
Gonzalez
Martinez,
que
lleg6
a tiem-
po para predicar
una
nueva
tendencia
ideol6gica:
torcerle
el
cuello
al cisne ,
simbolo
de belleza
elegante
e initil, es
decir,
abandonar
la poesia cuando
es tan
s61o un bello entreteni-
miento
espiritual,
y hacerla
revivir
para magnificar
nuestra
sed de
ideal y
de
sabiduria.
IV
EL
MOMENTO
ACTUAL
Despuzs
del
modernismo,
que
desempefi6
una
misi6n
ne-
cesaria
en
un
momento
dado
de
la evoluci6n
literaria
hispano-
americana,
nuevas
tendencias
se
manifiestan.
Son
las
ten-
dencias
de
vanguardia.
Encontraremos
dentro de
esas
ten-
dencias
las influencias
francesas,
de manera
tan precisa
co-
mo
en
la
6poca del
simbolismo?
El
caso
no
es el
mismo.
Seria
dificil
sefialar
hoy
la
in-
fluencia
directa
y personal
de
un autor
determinado.
La
l t
juvenil
de
la
America
Espafiola
ha leido
y
lee con
avidez
mu-
chos
autores
de significaci6n
diferente:
Apollinaire,
Girau-
doux
Tristan
Tzara,
Reverdy,
Blaise
Cendrars,
Montherlant,
Morand,
Andre
Breton,
Philippe
Soupault,
Valery
Larbaud,
Ivan
Goll
y
otros
mas;
pero,
~,se siguen
sus huellas
y
se les
imita
como
sucedi6
un
dia
con
Verlaine
o con
Samain?
Me
parece
que
no.
Cuando
m6s,
en algunos
iniciadores
del movi-
miento
actual
en
Hispanoamerica,
como el
mexicano
Jaime
Torres
Bodet
-que
comienza
a ser
considerado
como
un
clasico
de
vanguardia ,
sin que
esto sea
una
paradoja-,
po-
driamos
apreciar
tal
o
cual semejanza
con
Apollinaire,
Gi-
raudoux
o Cocteau.
j
Podria decirse
lo
mismo
respecto
a los peruanos
Alber-
to Guilln
y Alberto
Hidalgo,
los
mexicanos
Genaro
Estrada,
4
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
15/111
REVIST
IBERO M ERIC N
Xavier
Villaurrutia,
Carlos
Pellicer
y
Manuel
Maples Arce
el
dominicano
Domingo Moreno
Jimenes, los
uruguayos Ju-
lio
Rail Mendilaharsu
e
Ildefonso
Pereda Vald6s,
los argen-
tinos
Jorge Luis
Borges, Norah
Lange
y
Oliverio
Girondo,
para
no citar
m s
que algunos nombres al azar?
El
movimiento
de vanguardia
hispanoamericano
se ha
en-
riquecido
en
estos
iltimos
tiempos
con
la
revelaci6n
de
al-
gunas personalidades
fuertes
e
independientes,
de
gran pu-
janza, como
el
chileno
Pablo Neruda y
el peruano Cesar
Va-
llejo.
Quizas
mis tarde,
cuando
el
tiempo
nos permita
ver
el
fen6meno
a
mayor distancia, sera
posible
precisar
con
ms
exactitud ciertas influencias
del momento actual
en
el movi-
miento
hispanoamericano,
pero esas
influencias no son
exclu-
sivamente
francesas.
Para
terminar
esta
exposici6n
somera
-- que
no
tiene otro
objeto
que
el
de facilitar.una
informaci6n
sint6tica
sobre
un
tema
que
merece
detenido
estudio-,
debo
hacer menci6n
de
los
hispanoamericanos
que
han
adoptado
la lengua
francesa
como
medio
de
expresi6n
y
de ese modo
se
han incorporado
a la literatura
francesa.
El ejemplo
mas ilustre
es
el de Jos6
Maria
de
Heredia,
nacido
en Cuba,
descendiente
de los
vie-
jos
conquistadores
espaiioles.
Pero
cabe
citar
tambien a otros
cubanos:
Augusto
de Armas,
Cornelius Price,
Armand
Go-
doy;
un peruano: della
Rocca
de
Vergallo;
un
colombiano:
Alfredo
de Bengoechea;
un uruguayo:
Alvaro
Guillot Mu-
fioz; un argentino: Jos6
Maria Cantilo; un boliviano: Adolfo
Costa
du
Rels; un chileno:
Vicente
Huidobro; un dominica-
no: Andrejulio
Aybar.
El
propio
Rub6n Dario, no escribi6
en franc6s una Oda a la
Francia ?
En todos
o
casi
todos
estos casos se trata de
una
literatura
de emigrados, porque
es
la permanencia
en
Francia
lo
que decidi6 a esos
poetas
a
adoptar
la
lengua francesa. Pero
en Argentina
podemos
encontrar algunos
ejemplos mas de escritores
y poetas que,
aun
antes
de
haber
visitado a Francia,
han escrito bellamen-
te
en frances:
baste citar el
nombre de Delfina Bunge
de
GAlvez.
En
la
America
Espaiola
se mantiene vivo el
culto
de la
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
16/111
ESTUDIos
lengua
francesa:
testimonio
elocuente
del inter6s
constante
con que seguimos el movimiento
de
las
ideas en
Francia.
MAX
HENRiQUEZ URENA.
1).-V. Juan
Ruiz de
Alarc6n
por
Pedro
Henriquez Urefia,
Me-
xico, 1913.
2).-He
desarrollado
esta
tesis en mi libro
El retorno
de os ga-
leones Madrid,
193
(3).-
Magariios
Cervantes,
autor
del
poema Celiar
escribi6
l no -
vela Caramuri
de
asunto
indigena, que
tiene
como
antecedente
un poe-
ma
brasilefio de
igual nombre, obra
de
Fray
Jose de
Santa
Rita
Durao
en
el siglo
XVIII.
La literatura
de
tema indigena
alcanz6
gran boga a
me-
diados del pasado
siglo: a
las obras
arriba mencionadas
pueden
agregarse
otras
muchas,
entre
ellas, para
mencionar
siquiera
algunas,
las obras
poe-
ticas
Fantasias
indigenas
de
Jos6 Joaquin
Perez,
Anacaona
de Salome
Urefia de
Henriquez,
Guarocuya
de Federico
Henriquez
y
Carvajal
(los
tres autores son
dominicanos);
y la
Profecia
e
Guatimoc
del
mexicano
Rodriguez
Galvin;
los
dramas El
Charrzia
del
uruguayo
Pedro
P.
Ber-
midez,
Atahualpa
del
peruano
Carlos
Augusto
Salaverry,
Lautaro
del
chileno Camilo
Enriquez, Iguaniona
del
dominicano
Javier
Angulo Gu-
ridi;
y
novelas
como Guatimozin
de la
cubana
Gertrudis
G6mez
de
Avellaneda, y
otras muchas
cuya relaci6n
puede verse
en La novela in-
dianista
en
His
pano-America
por Concha
Mel6ndez
(1934).
4).-No
s6lo los mis
conocidos poetas
franceses encontraron
tra-
ductores
en la America
Espafiola.
Aun en
6poca
posterior
menudean
las
versiones de
poetas de menor
significaci6n:
asi
ocurre con
Paul Deroule-
de,
uno de cuyos Chants du
Paysan ( El
agua ) fue
vertido al castellano,
de modo
armonioso,
por el dominicano Federico Henriquez
y
Carvajal,
y
con Jean
Aicard, cuyos Lamentos esteriles fueron
traducidos
po r
C6sar Nicol6s
Penson, tambi6n dominicano.
(5).- En
el
gran poeta
colombiano
Jose
Asunci6n Silva
podemos
encontrar
marcadas
afinidades
con
Poe. Baste
recordar
que Silva
logr6
algunos
efectos
de
musicalidad
tan felices
como
los que Poe
alcanz6
a
producir
en
Las
campanas .
(6).-
Menendez
Pelayo
anot6, en
carta dirigida
a
un traductor
do-
minicano
de Manzoni,
Cesar
Nicolis Penson,
unas diez
o doce versiones
de El cinco
de
mayo . Hay
otra traducci6n
de
un
dominicano,
Jos6
Francisco Pichardo,
que
no se ajusta al
metro de Manzoni.
(7)
.- Paralelamente,
la
influencia del realismo
francis se
hizo pa-
tente
en
la
novela
hispanoamericana,
alternando
con
la
de algunos
no-
velistas
espafioles.
He
tratado
someramente
el
asunto en El retorno
de
os galeones.
5
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
17/111
RE
VISTA
IBEROA MER ICANA
8).-Es
curioso
sefialar
tambien
la influencia de Louis Bouilhet.
Una
de las
composiciones mis conocidas de Gutierrez
Najera,
Para
un
menu ,
que
termina:
Dejemos
las
copas...
Si queda
una
gota,
i que
beb
el lacayo las
heces de
amor ,
no
es mis que una
parifrasis
de unos
versos de Bouilhet,
que a su
ve z
terminan
de
esta
suerte:
e
banquet est
fini.
Quand
j'ai vidd
ma
tasse
S'il
reste
encore
du
v n
es laquais
le boiront...
No es
ocioso
recordar
que
otro
de los
fundadores
del
modernismo,
el cubano ulian
del
Casal,
tradujo una poesia
de
Bouilhet.
9).-El
Maestro Sanin
Cano me
aporta en una carta
el dato
de
que
Silva
imit6
en algunas
gotas amargas a
Josepin
Soulary.
Y agrega:
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
18/111
ESTU IOS
417
Sully
Prudhomme,
Verlaine, Heredia,
Fernando
Gregh,
Charles Guerin,
Laforgue, Paul Fort,
y
otros.
(12).- Tanto
ivalos
como
Gonzalez
Martinez
han
recogido
en
volumen
sus traducciones
de muchos
poetas franceses,
principalmente
contemporineos.
13) . e Francis
Jammes
hay algunas
traducciones atinadas, como
las del peruano Manuel Beltroy.
(14)
Vase tambien
el interesante estudio de
saac
J
Barrera:
Al-
bert
Samain y
su
influencia en la
literatura ecuatoriana
(1930).
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
19/111
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
20/111
aldomero
Lillo
y
Emile
Zola
ZOL
ha
sido
uno
de
los
autores
franceses
mas
leidos
en
la
America
espafiola.
Las
ediciones de
la serie
Rougon-Macquart
se
publica-
ron
en Buenos
Aires casi
simultineamente
con
su
aparici6n
en
Europa.
Antes
de
fines del
siglo x x
estas
novelas
habian
penetra-
do
en
todo
l
continente.
El
entusiasmo
por Zola
ha tenido
mis
larga
vida
en
las Ami-
ricas que
en
Europa.
Cuando
l
naturalismo
ya
no
estaba de
moda
en
l
viejo
mundo
todavia influia
en
autores
hispanoamericanos
como
Eugenio Cambeceres
Manuel
Gilvez
Javier de
Viana
Carlos
Reyles
Federico
Gamboa.
En
Chile
las
obras
de
Zola
fueron
leidas
y
comentadas
por los
escritores
lamados
de
la
Generaci6n
del
900.
Estos
autores
respeta-
ban
a
Zola
por l significado
social
de
sus novelas
y por
su
valiente
defensa
en
l a faire
Dreyfus.
Ciertas
obras
de
este
grupo
recuerdan
el naturalismo
del
maestro
de Medan;
por
ejemplo
Juana
Lucero,
de
Augusto
Thompson
y
Mirando
al
oceano,
de
Guillermo
Labarca
Hubertson.
Sin
embargo ningfin
autor
chileno
ha
mostrado mis semejanza
con Zola
que l cuentista
Baldomero
Lillo.
Se
sabe
que Lillo
admiraba mucho
al
gran
novelista frances
que una
de
sus
novelas
predilectas era Germinal, obra
que ley6 pro-
bablemente en
1897.2
Los
fuertes
cuadros
de las
minas de
carb6n
de
Francia
sin duda le abrieron los ojos
al
joven chileno y le hicieron
ver
las
condiciones
lamentables
de
las minas de su
pais. Es
muy
po-
sible
que cuando
Lillo
escribi6 sus impresiones en una
serie de cuen-
tos cortos que despues
fueron
coleccionados en Sub
terra, estu-
viera pensando en la novela
francesa.
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
21/111
R
E
V I
S
T I B E R O M R
I C N
Hay
muchas
similitudes
entre Germinal
y Sub terra
En
primer
lugar
el
tema
es
igual
las minas
de
carb6n.
Al
tratar
este tema los dos
autores
tienen
el mismo
punto
de
vista
naturalista.
Vieron solamente
la
miseria
en que
vive el minero:
la humedad
y
el aire caliente
y
sofocante
de las
galerias
los charcos
de
agua en que
los
barreteros
tienen que
trabajar
las
largas horas
de
labor las altas
multas y el
pequefio jornal. Las
familias
muestran
la
misma miseria:
estrechez pobreza
hambre
enfermedades.
Parece
que Lillo
ve
las
minas chilenas
por
los ojos de
su
maestro
frances.
Al
presentar
estas
condiciones
paralelas
los
autores
usan
la
misma
tecnica.
Pintan cuadros
fuertes y dramiticos
insistiendo
en
detalles casi
repugnantes:
cuerpos cubiertos de lodo y
de
sudor
profundas
heridas
hilos de
sangre.
Aunque
las
descripciones
de
Lillo
no
tienen el
mal gusto que se ve en las
exageraciones
de Zola
son
sin
embargo horribles.
Ambos
autores trazan
detalladamente
el
efecto que
tiene esta
miseria
en la salud
del obrero. El
agua que gotea
de los techos
de las
galerias
causa
reumatismo.
El
aire impuro
debilita los
pulmones.
Los nifios
son
siempre
anemicos y menos
desarrollados
de o10
ue
su
edad
indica.
Los hombres envejecen antes de los cuarenta ainos.
Todos
los
personajes
estin
en
diferentes grados
de
mala salud.
El minero
no s6lo
tiene mala
salud sino
tambien
un espiritu
completamente
embrutecido
por el
duro trabajo.
La miseria
le
ha
hecho
formarse una idea pesimista
de la vida.
Para e1 la vida
es una
cosa dura
fea
y
triste.
Ni
la
fe religiosa
le
ofrece
consuelo porque
dice que no
hay
dios para los
pobres.
Llega a
creer que
es
initil
luchar en
la
vida
y
se vuelve
muy
fatalista.
Este
amargo fatalismo
que es
tan tipico de
las
novelas naturalistas
Ilena los
dos
libros.
Zola
y
Lillo
pintan
al
miriero
enfermo
y embrutecido
porque
creen que las
condiciones miserables
en que trabaja
causan estos
re-
sultados. Zola con sus
teorias
cientificas quiso
escribir
una
serie
de
novelas para probar que el hombre es
s6lo
el
producto del
ambien-
te en que
vive.
Aunque
Lillo no
tenia ningiin
prop6sito
cientifico
lleg6
a
la
misma
triste conclusi6n.
La tecnica
usada
por
ambos escritores
en
sus
caracterizaciones
es igual.
No
hay
caracterizaciones
psicol6gicas.
Los
tipos
no tienen
personalidad
ni
individualismo.
Las
descripciones
son
externas
fisicas
y
fisiol6gicas.
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
22/111
sTU IOS
Para
estos dos
autores
la
sociedad
tiene
solamente
dos
grupos:
los
explotadores
y
los
explotados.
Los explotadores
son los
dueios
capataces
e
ingenieros
de las
minas gente casi sin excepci6n egoista
y cruel
indiferente
a los sufrimientos de
los pobres. Pero la
mayor
parte de los personajes
son los
explotados
todos los mineros y
sus familias
gentes
de
buen
coraz6n pero exacerbadas
por
las
in-
justicias
que
soportan.
El metodo empleado en
las descripciones de las minas es
tam-
bien igual.
Las largas descripciones de
las
galerias dan
una idea
exacta del trabajo subterrineo. Con
frecuencia
los
autores
usan
palabras ticnicas.
Es evidente
que los
escritores se
documentaron
bien antes de
escribir
tales
escenas. Cuaderno
en
mano Zola pas6
dias enteros en
las
minas
que
visitaba. Lillo
conocia
las minas aiin
mejor
que
Zola.
Hasta
los
treinta afios Lillo
vivi6
en
pueblos
mineros
del
sur
de
Chile y
muchas veces bajaba a las galerias. Lleg6
a
en-
terarse
de todos
los aspectos
de
la
explotaci6n
del carb6n.
Ademis
como
empleado
de
la pulperia
de
uno
de
los establecimientos
mineros
se di6
cuenta muy bien
de
la miseria
en
que vivia toda la familia
del
obrero. Este
metodo
de documentaci6n
y
de
observaci6n
usado
por
Zola
y por Lillo
da
mucho
realismo y autenticidad
a
las
dos
obras.
El
novelista
y el
cuentista tenian
el mismo prop6sito
al
escribir.
Sintiendo profunda
compasi6n
por
el
minero
querian
presentar
en
forma
literaria
la miseria en
que vive; querian
abrir los ojos
de sus
lectores
a
las
grandes injusticias
causadas por las
compafiias
explota-
doras y
sus crueles
capataces e
ingenieros.
Los autores
culpan
asi-
mismo a
la indiferencia
de
la sociedad en general. El mensaje
re-
dentor
de la novela
francesa
debe
haber
inspirado igual
prop6sito
en el
alma
del
cuentista
chileno.
Parece
que
Lillo
ha recibido
inspiraci6n
de
Zola
no
s6lo
en
los
cuadros
naturalistas
sino tambien
en
lo que tiene
el
autor frances
de
romintico.
A pesar
de que
Zola quiso
ser
cientifico no pudo
es-
caparse
de sus tendencias
rominticas.
Lillo
tambiin
era
en
el
fondo
un romantico.
Este romanticismo
que
es especialmente
evidente
en
sus cuentos
alegres
aparece
del
mismo
modo en sus
cuentos mineros.
Con
imaginaci6n
casi fantistica
ambos
autores pintan
la
mina
como
una enorme bestia que
devora al minero. Al final de muchos
capitulos Zola
repite la
idea
que
tiene del
Voreux: Et
le
Voreux,
au fond de
son
trou, vec
son
tassement
e
bete mvchante,
s'ecrasait
davantage, respirait
d'un
haleine plus grosse et plus longue,
I'air
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
23/111
REVIST
IBERO MERIC N
gene par
sa
digestion penible
de chair humaine.
Lillo da la misma
impresi6n del
Chifl6n
del
Diablo, la galeria
que
las esposas de
los
mineros ilaman esa insaciable
devoradora
de
juventud . Algunos
segundos
despues, un ruido sordo, lejano, casi imperceptible,
brot6
de la
hambrienta
boca
del pozo de la
cual
se
escapaban
bocanadas
de
tenues
vapores:
era el
aliento
del
monstruo
ahito
de
sangre
en
el
fondo de
su
cubil.
5 Las
mismas
palabras
simb6licas describen
la
bomba,
con
su
respiraci6n
dificil
y profunda.
De esta
manera poetica
ambos
escritores
dan a
la mina
una personalidad
titinica que
des-
truye
toda alegria e
individualidad
en el obrero, acabando
a
veces
con
su vida.
Lillo
y Zola
tambien
se vuelven romanticos
cuando hablan
de
los
caballos que
trabajan
en
las
galerias.
Parecen
compafieros,
con
pareja
personalidad
que el
hombre y
con el mismo
destino.
En Germi-
nal Trompette
y Bataille
tienen la
misma
nostalgia de
aire puro y
de sol
que tienen
los barreteros.
En
Los invdlidos,
al pobre
Diamante,
cuya piel esti
liena
de
heridas
y cicatrices, lo
sacan del
pozo
porque,
como
los
min ros prematuramente envejecidos, ya no
sirve para el
trabajo duro de
las galerias.
Hay una semnejanza
notable entre
la
escena
en
que
levantan
a
Diamante
del pozo
y bajan a
Trompette
a
la
mina. Unos mineros
invalidos que trabajan en
la boca de
la mina,
se acercan
para ob-
servar.
La
ilegada
del
caballo
se anuncia con cuatro
golpes en
Germinal,
con tres en Sub terra.
Con cara grave
y
taciturna
los
hombres
miran
al
caballo, una masa
negra suspendida debajo
de la
jaula, que se balancea por
un
rato sobre el abismo del pozo, Al
Ilegar
a
tierra,
sueltas las
ligaduras,
los
caballos
se quedan inm6viles,
tiritando de
miedo.
A
Trompette
le
ciegan las tinieblas,
y a Diamante
el sol. 6
Zola
y Lillo, generalmente objetivos
e impersonales,
se muestran
tiernos
y
sentimentales al
hablar
de
los caballos.
Ademis
de
la
escena
de
los
caballos,
hay
muchas
otras
escenas
paralelas
en
Germinal
y
Sub
terra. Hay,
por
ejemplo,
la
descripci6n
en
El
pago
de
Pedro Maria, que
arranca con la
piqueta
los
grandes
trozos de
carb6n. Esta descripci6n recuerda
la descripci6n de Maheu
y
otros
tres
mineros:
et
cette veine
6tait si
mince,
cpaisse peine
en cet endroit
de cinquante centimetres qu'ils
se trouvaient
l
comme
aplatis entre
le to t
et
le mur
ts
devait rester couches sur
le
flanc,
le
cou
4
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
24/111
STU IOS
tordu,
les
bras levis et
brandissant de biais la rivelaine,
le
pic
a
manche
court
il
pratiquait
deux
entailles
verticales dans la
couche,
et
it
detachait
le bloc,
en
enfongant un coin
de
fer,
a
la partie su-
perieure
C etait
Maheu qui
souffrait
le
plus. En haut,
la
temperature
montait
jusqu a
trente-cinq degres, f ir
ne circulait pas, t 6touf-
fement
la longue devenait mortel.
II
avait du
pour voir clair, fixer
sa lampe
a un
clou,
pr s de
sa
tate;
et cette
lampe, qui chauffait son
crane, achevait
de
lui braler
le sang.
Mais son supplice s aggravait
surtout de l humidite. La
roche, au-dessus de lui, a quelques
centi-
metres de
son
visage,
ruisselait
d eau,
de
grosses
gouttes
continues et
rapides, tombant sur
une
sorte
de rhytme entitd,
toujours
a
la meme
place.
It avait
beau
tordre le
cou
itl
tait
trempf, couvert
de
sueur lui-meme,
fumant
d une
chaude
bude
de
lessive.
Ce
matin
ld
une
goutte,
s acharnantdans son oeil. le
faissait jurer It ne voulait
pas
ldcher son
havage, it donnait de grands coups ?
Pedro Maria
con
las piernas encogidas
acostado sobre el lado
derecho
trazaba a golpes de piqueta
un corte en la parte baja de la
vena
... En aquella
estrechisima ratonera
el c lor er
insoportable.
Pedro
Maria sudaba
a mares
y
de su cuerpo desnudo
hasta
la
cintura
brotaba un
c lido vaho que
con
el
humo
de la
limpara
formaba
a
su alrededor
una especie de niebla ...
La escasa ventilaci6n aumenta-
ba sus fatigas
el
aire cargado de
impurezas
pesado asfixiante
le
producia ahogos
y
accesos
de sofocaci6n...
Apoyado
en
el
codo con
el
cuello
doblado
golpeaba sin
des-
c nso
y a cada golpe
el
agua
de
la cortadura
le
azotaba
el
rostro con
gruesas gotas que herian sus
pupilas
como
martillazos
...
La tarea
de
arrancar
el carb6n que
a
un
novicio
le parecia
operaci6n
senci-
Ilisima requiere no
poca mafia
y destreza
pues si
el
golpe
es
muy
oblicuo
la herramienta
resbala desprendiendo s61o
pequefios trozos
y
si
la inclinaci6n
no es bastante
el diente de
acero rebota y se
despunta
Un
sudor
copiosisimo
empapa su
cuerpo y el
espeso velo
que
se
desprendia
de la
vena mezclado con
el aire
que respiraba
se in-
troducia
en su garganta
y pulmones...
Una
gota
de
agua persistente y
ripida
comenz6
a
caerle en
la
base del
cuello
. En balde
trataba
de
esquivar aquella gotera
Sin embargo no cejaba
con su
tenaz empefio.
8
Los
pasajes citados
arriba tienen
el
mismo objeto:
instruir
al
lector
en la
manera de sacar el carb6n.
Las
palabras tecnicas
dan
mucha
exactitud
y
documentaci6n
a la
descripci6n.
Se nota que
el
trabajo
es casi
igual
en Francia
y
en Chile
y
que
los obreros sopor-
325
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
25/111
E VIS T A I ERO M ERIC N
tan identicas tormentas.
Los
barreteros
no se
descorazonan,
sin em
bargo,
y
siguen
la misma epica
lucha contra
la
pared de
piedra.
Descripciones
del dia de pago tambien
ofrecen
pasajes para-
lelos.
Les jour de paye
aux Chantiers de la Compagnie, Montsou
semblait en ft De tous les
corons
arrivait une cohue de mi-
n urs
.
La c isse et it
une
petite
piece rectangulaire,
separee
en
deux par
un grillage
Its entraient par deux
ou par
trois, restaient
plantes,
puis
s en
allaient, sans un mot,
vec
une
secousse des
epaules
comme
si
on leur
eut c sse l echine...
It regardait ce
peu
d argent,
sans
le
ramasser,
gl ce d un petit
frisson
qui lui
coulait
au
coeur.
ii
devait
avoir
mat compt
-Non,
non,
je
ne
me trompe pas,
reprit
l employe.
II
faut
enlever
deux
dimanches et
quatre jours de chomage.
-Et
n oubliez
pas les amendes...
A
la
fin,
le
prenez-vous? cria
le
caissier
impatiente Si
vous
n en
voulez
pas,
dites-le...
Maheu. se
tut,
tr v ille
c
la
fois de
colere
et
de crainte.
la Maheude,
qui etait seule
avec
les enfants,
remarqua tout
de suite
qu il
avait les
mains
vides.
Alors, elle pleura aussi. Comment
vivre neuf personnes,
avec
cinquante
francs pur quinze jours?
Et,
du coron
entier,
monta
bientot
le meme
cri
de
misere...
Une
plui
fine tombait,
mais
elles
ne
la sentaient
pas 9
... Ese
dia destinado
al pago
de los jornales
era
siempre es
perado
con
ansia
y en
todos
los rostros
brillaba
cierta alegria y
animaci6n
Alli estaba
todo
el personal
de
las
distintas
faenas...
Despues
de un rato de
espera el postigo de la ventana
se
alz6
...
Los
obreros se acercaban
y
se
retiraban
en
silencio,
pues es
taba prohibido
hacer
observaciones...
A veces un
minero
palidecia
y clavaba
una mirada de sorpresa
y de
espanto
en
el dinero puesto
al
borde de la
ventanilla,
sin
atreverse
a
tocarlo,
pero un
I Re
tirate "
imperioso
de los capataces
le
hacia estirar
la mano y coger
las
monedas
con
sus
dedos
temblorosos,
apartandose
en
seguida
con
la cabeza
baja y una
expresi6n
estupida
en su
semblante trans-
formado
...
-Tienes
diez
pesos
de multa
por
cinco
de fallas y se
te
han
descontado
doce
carretillas
que
tenian
tosca...
Quiso
responder
y no
pudo...
Una
ojeada le bast6
a la
mujer para
adivinar
que el
obrero
traia
las
manos
vacias
y s ech6
a llorar...
-iVirgen
santa,
que
vamos
a
hacer
326
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
26/111
sTU IOS
Y por la ventanilla
abierta parecia
brotar un hilito de des-
gracias...
Y la
lluvia
caia
siempre
copiosa incesante empapando
la
tierra y calando
las ropas de
aquellos miserables
para
quienes
la
llovizna
y
las inclemencias
del cielo
eran
una
parte muy pequefia
de
sus
trabajos
y sufrimientos.
1
Estos
pasajes han sido precedidos
por escenas en
que las
mu-
jeres
de
los obreros han
calculado de
antemano el
dinero que sus
maridos
van a recibir.
Tienen la
esperanza
de
pagar
algunas
de
sus deudas.
Por consiguiente
es amargo el
golpe cuando
el minero
Ilega a casa
sin
dinero
a causa
de las muchas
multas y descuentos.
El
dia
de pago es s61o un incidente
insignificante
en la rutinaria
vida del obrero
pero ambos escritores
han
hecho de este
incidente
una
escena que
representa
el
fracaso y la
tragedia
de
toda la
vida
del
obrero.
Una
lista de escenas
paralelas seria larga.
Incluiria visitas de
inspecci6n por los
ingenieros descripciones
de los
ascensores llenos
de trabajadores horribles escenas de explosiones y la
lucha
de los
barreteros
para escaparse de los derrumbes las mujeres que
se
aprietan
cerca de la
boca
del
pozo para
ver
que
hombres han
estado
en el accidente
y
mineros en
su pobre casa
con la
mujer
y los
nifios.
Todas
estas
escenas muestran una semejanza significativa.
El presente
analisis
de las
similitudes
de tema ambiente
in-
terpretaci6n
punto de
vista metodo y pasajes
hace
creer
que Lillo
escribi6 sus
cuentos mineros bajo la
inspiraci6n
de
erminal
Lillo
no podria
haber recibido
la
misma inspiraci6n de ningtin
autor
cuyas obras sabemos
que ley6. De los
cuentos
mineros de
Bret
Harte podria
haber tornado
el
tema y
mucho
de la tcnica pero no
el metodo documental ni
la filosofia pesimista ni
el mensaje
social ni el punto
de vista naturalista.
En Maupassant
de quien
aprendi6
mucho sobre
la
tecnica
del cuento corto el
autor chileno
podria
haber
hallado
la
filosofia naturalista
pero
ninguna
compasi6n
por
las
miserias
de
los
desheredados. De
los
novelistas
rusos
Lillo
sin
duda
aprendi6 el amor
por todos
los
que
sufren pero no la
actitud
pesimista
hacia la vida
ni
el infasis en
el
lado fisiol6gico
de sus
personajes.
Nadie ha dicho
que Lillo
admiraba
las
obras de
Blasco
Ib6fiez
pero es posible que
las
hubiera leido. Sin embargo no se inspir6 en
el
realismo que
llena l s
novelas
de Blasco. Los obreros de Lillo son
tipos
representativos de su profesi6n y el
producto
de las condicio-
7
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
27/111
REVIST
I EROAMERICANA
nes
en que viven. Los
obreros
del autor
espafol son, mas
bien, el
producto de
la
regi6n
en
que
viven. Los explotados
de
Lillo son
pasi
vos y humildes. Los obreros
de
Blasco son
todavia
individuos que
siguen
luchando
a veces dramiticamente, contra la opresi6n.
Parece entonces
que en sus cuentos mineros
Lillo
recibi6 mis
inspiraci6n
de Zola que
de
ningfin otro autor.
RUTH
SEDGWICK,
Mount
Holyoke College
South Hadley
Mass.
N O T S
Hay un
excelente
estudio de
la epoca
y
de la obra
de
Lillo
hecho
por
Eugenio
Gonzilez Vera,
en Baldomero
Lillo, Sub
sole Santiago,
Nascimento,
1931.
Cf.
pig.
215.
Ibid.
pag.
216.
3 Sub
terra
Santiago,
Imp.
Moderna,
1904.
La
edici6n m s
nueva
es
la de
Nascimento,
1931.
4 Germinal
Paris, Charpentier,
1939), I
12 .
5
Sub
terra
Santiago,
Nascimento,
1931, pig.
96.
6 Ibid.
pigs.
7-8.
7
Op.
cit. I
40, 41.
8
Op.
cit.
pigs. 61-4.
9
Op. cit. I
199 205.
10 Op. cit. pags.
67-77.
8
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
28/111
MARTI
Y
SU CONCEPTO
DE POESIA
R
OSCAR RIVERA-RODAS
University
of California Davis
La imagen
de
Prometeo
ha
servido
con frecuencia para
representar al
poeta
en
la
lirica
hispanoamericana
de
la segunda mitad
del siglo
xIx.
Se
reconocian y se simbolizaban
en
ese ic6n cualidades prof6ticas
e
indole
sobrenatural.
Y la figura
del
poeta
adquiria
fortaleza
inusitada.
El
vigor
de aquella
imagen
prometeica
-no
siempre
venturosa-
contrastaba
con
la
figura
d6bil
del
bardo hispanoamericano
de
los
primeros
afios
del
ro-
manticismo 1.
El
linguido
cantor elegiaco
era
sustituido
por el ser arro-
gante,
titan,
profeta
o sacerdote.
Ambas
efigies son
tipicas de
la oscilaci6n
-entre extremos-
en
que se ha mantenido
la cosmosivi6n romantica.
Dentro del
proceso
de la
lirica
romantica
hispanoamericana
es posible
advertir
tres periodos
y
generaciones), cuya representaci6n del poeta
muestra
imagenes
cam-
biantes
y
sucesivas. Durante
la
primera
fase, el bardo es un
cantor
elegiaco lo
cual
se observa
en la obra
de
Jose
Antonio
Maitin,
Esteban Echevarria,
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
29/111
OSCAR RIVERA-RODAS
La segunda
imagen -la del
titin
o
profeta- era cultivada
todavia
en
el periodo
de
transici6n
al
modernismo,
lo
cual no
llama la
atenci6n,
puesto
que
s6lo entonces
el
romanticismo
hispanoamericano
se
cristaliza
y
consigue
su mejor expresi6n.
Marti
y sus
nociones sobre
la poesia per-
miten
comprender la
concepci6n
po6tica
de su tiempo.
Tales
nociones
pueden
ser
estudiadas
mediante
tres
enfoques:
1 La
representaci6n
del
poeta; 2) El
significado
y
la funci6n
de
la poesia,
y
3) La expresi6n
po6-
tica. La
visi6n
parcial de
estos
enfoques permitirin
conocer
mejor la
con-
cepci6n
total
al
respecto,
1.
La
representacidn
del
poeta.
Jos6
Marti 1853-1895)
desarrolla
ya
en
sus
primeros
versos
una
imagen
entre
c6smica
y sacerdotal.
En
su
relaci6n
como
poeta
con
su
Ismaelillo) afirma:
Me
siento,
cual
si en
magno
templo
oficiase;
cual
si
mi alma
por
mirra
vertiese
al
aire;
cual
si
en
mi
hombro
surgieran
fuerzas de Atlante
Tal
es el
estado
que
experimenta
el
bardo
cuando
asume
su
oficio. El
temple
animico que
demuestra
carece
generalmente
de tensiones
violentas,
porque
la poesia
es
para
Marti
morigerante
de
las
aflicciones,
como
lo
ve
remos
mes
adelante.
afirma
Roggiano,
y
aclara esos
conceptos de
esta manera: Marti
no
olvida que s6lo
el espiritu
es
absolutamente
libre, como
ensefiaron
los
grandes
rominticos,
sino y
sobre
todo-
que
s6lo los
elegidos,
los gran-
des
hombres
un
poeta,
un
verdadero poeta),
son capaces de
morir
por
la
libertad.
Entonces,
,c6mo
no hacer del
poeta
un
martir o un
santo,
y de la
poesia una
religi6n,
una
mistica
o
un
estado de
gracia
y
de divinidad?>>
Esta representaci6n
del
ungido
con poderes
sobrenaturales
es
tambi6n
seiialada p r
Florit,
que trata
de desentrajiar
el
concepto de
poesia
en
el
prologo
que
Marti
escribi6
para
sus
Versos
libres.
Cuatro
cualidades
-dice
Florit- confirman
ese
concepto:
su
sinceridad
con la
poesia
, su
sin-
ceridad consigo
mismo>>, su
conciencia
de escritor>> y
su don de vate,
Alfredo
A. Roggiano,
«Poetica
y
estilo
de Jose
Marti
>
en Antologia
critica
de
Jos Marti.
Recopilaci6n,
introducci6n
y
notas
de
Manuel
Pedro
Gonzlez
Mexico:
Editorial
Cultura,
1960),
p.
41.
Roggiano,
en
Antologia
critica
de Josd
Marti,
p.
62 .
8
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
30/111
MARTI
Y SU
CONCEPTO DE
POESIA
de veedor
de visionario
de
cosas
extra
y
sobrenaturales
4. Esta iltima
nota es particularmente
desarrollada
por
Florit de la
siguiente
manera:
«En
estos
Versos
libres
veo
yo la
altima gran
lumbrarada
del
mejor
ro-
manticismo
de
habla castellana.
Aquf
estin
todavia
la
actitud
arrogante
el yo
que domina
la frase en
primera
persona
firme
y entre
dos signos
de
exclamaci6n
Florit
como se
ve no
s61o sefiala
la
actitud titanica
del
poeta
-vate arrogante
y dominador-
sino
que se
ocupa
en indicar
ademis
los
recursos
estilisticos
que
informa
dicha
conducta:
6sta
emerge
al relieve
de la
expresi6n
merced
al
uso
de la
primera
persona
firme y
entre
dos
signos
de exclamaci6n>>.
Esta imagen ha demostrado
casi siempre estar ligada
a un contexto
muy
propio
de
la
concepci6n
romantica: la
soledad.
En efecto
aunque
poseedor de
fuerzas
sobrenaturales el
vate
es
habitante
solitario
y
ator-
mentado
o
como
se
ha
entendido
en lineas
anteriores
-merced
al
con-
cepto
de Marti- un
martir de su propio destino>. Ya los
poetas
de la
anterior
generaci6n
particularmente
Andrade
habian manifestado
que
el
poeta
es
un
,
un
gigante en el do-
lor>> en
la noche
16brega
6 Tambien
Marti
concibe,
concomitante
a
la
imagen
del vate
-ser sobrenatural-
el
contexto
de la dolorosa
soledad
aunque fructifera
conforme lo seiial6
Ghiano:
Marti,
en
la
certidumbre
de la
dolorosa
y fructifera soledad
del ansia
ardiente incluye
sus visiones
mas
audaces:
lo sobrenatural
y
lo gigantesco...
4 Eugenio Florit
>,
en Antologia
critica
citada,
p. 354.
Puede
verse
ademas
en
este mismo
volumen la pagina
345,
en
la que Ghiano
sefiala
la
in-
fluencia
en Marti de los primeros
romanticos
hispanoamericanos.
Al respecto
dice:
Marti . Este
estudio de
Ghiano fue originalmente
el pr6logo
al
volumen
Poesia
de Jos6 Marti
Buenos
Aires:
Raigal,
1952).
8
8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5
31/111
OSCAR
RIVERA-RODAS
Con Marti
queda ratificada pues
la tarea
que
habia
empezado
la
se-
gunda
generaci6n
romintica
a fin de
lograr
un
cambio
en la
representa-
ci6n
del
bardo. Ahora
si se puede decir
que
aquella
tarea
no
s61o hall6
la culminaci6n
sino
sustento conceptual.
Porque hasta Marti, nin
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