Curso cetreria

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EL ARTE DE LA CETRERIA

La Cetrería

Es el arte de adiestrar y cazar con

aves rapaces.

Tiene mas de 3000 años de

antigüedad

Los principios de la Cetrería datan de la época

de Gengis Kan

Una mañana, el guerrero mongol Gengis Kahn y

su séquito salieron a cazar. Mientras sus

compañeros llevaban flechas y arcos, él llevaba

sobre el brazo su halcón favorito, que era mejor

y más certero que cualquier flecha, porque

podía subir a los cielos y ver todo aquello que el

ser humano no consigue ver.

Sin embargo, no consiguieron encontrar

nada. Decepcionado, Gengis Kan volvió a

su campamento, pero, para no descargar

su frustración en sus compañeros, se

separó de la comitiva y decidió regresar

solo.

Habían pasado en el bosque más tiempo del

esperado, y Kahn estaba muerto de cansancio y

de sed. Debido al calor del verano, los

riachuelos estaban secos y no encontró sitio

donde refrescarse hasta que, ¡milagro!, vio un

hilo de agua que caía de unas rocas enfrente de

él.

En ese mismo momento alejó de sí el

halcón, sacó el pequeño cáliz de plata que

siempre llevaba consigo, estuvo un rato

llenándolo, y cuando estaba listo para

llevárselo a los labios, el halcón le arrancó

la copa de las manos.

Habían pasado en el bosque más tiempo del

esperado, y Kahn estaba muerto de cansancio y

de sed. Debido al calor del verano, los

riachuelos estaban secos y no encontró sitio

donde refrescarse hasta que, ¡milagro!, vio un

hilo de agua que caía de unas rocas enfrente de

él.

En ese mismo momento alejó de sí el

halcón, sacó el pequeño cáliz de plata que

siempre llevaba consigo, estuvo un rato

llenándolo, y cuando estaba listo para

llevárselo a los labios, el halcón le arrancó

la copa de las manos.

Esta vez, sacó la espada de su vaina,

cogió el cáliz y se puso otra vez a llenarlo,

manteniendo un ojo en la fuente y el otro

en el halcón.

En cuanto hubo llenado la copa lo

suficiente y se disponía a beber, el halcón

de nuevo levantó el vuelo en dirección a

él. Kan, de un golpe certero, le atravesó el

pecho.

Pero el hilo de agua se había secado.

Decidido a beber fuera como fuera, subió

el roquedal en busca de la fuente. Para su

sorpresa, vio realmente una poza de agua

y, en medio de ella, muerta, una de las

serpientes más venenosas de la región.

Si hubiese bebido del agua, ya no estaría

en el mundo de los vivos.

Kahn volvió al campamento con el halcón

muerto en sus brazos.

Mandó hacer una reproducción en oro del

ave, y grabó en una de las alas: «Incluso

cuando un amigo hace algo que no te

gusta, continúa siendo tu amigo». En la

otra: «Cualquier acción movida por la furia

es una acción condenada al fracaso».

Tags: Historias, Fabulas, Miscelanea

FIN PRIMER TEMA

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