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GUfA MALDITO LU]'IES aEs posible cambiar la imagen del dia más odiado de la semana? Según algunos expertos, hay modos de lograrlo. Otros simplemente creen que la antipatía es una pura sugestión. Por Karelia Vázquez. llustración de Javier Olivares o nos gustan los lunes. Esto es un he- cho que no admite discusión. Lo que sí da para muchas elucubraciones seudo o totalmente cientlficas son las razo- nes para esta animadversión casi universal. He aquí algunas cifras de lo que haremos mañana, lunes, según un estudio realizado por la compañía británica Marmite: como promedio, más de la mitad de los mortales no empezará a sonrefr hasta las 11.16. Antes de esa hora será mejor mantenerse alejado de ellos. El lunes solo se conseguirá trabajar concienzudamente entre tres y cinco horas. Existe un 50o/o más de probabilidades de lle- gar tarde al trabajo respecto al martes o al miércoles. Y todos pasarán una media de 12 minutos queiándose. "El lunes es et día de la vuelta al trabajo y, como estamos habitua- dos a que.jarnos tanto, vomitamos toda una serie de quejas ya desde buena mañana'i pronostica Rafael Santandreu, psicólogo clÉ nico y autor del libro E/ arte de no amargarse la vida (Oniro,2011). El asunto del lunes es tan serio que una fórmula ha establecido cuál es el dia más depresivo del año, que es (lo cierto es que no podfa ser de otro modo) un lunes. Con- cretamente, el tercero de enero. Por suerte para todos, ya ha pasado. El Blue Monday -así se conoce en la literatura anglosajona- es una fecha establecida en 2O05 por el doc- 94 ELPAissEMANAL tor Cliff Arnal tras elaborar una fórmula que tenía en cuenta el nivel de endeudamiento tras las Navidades, las bajas temperaturas, la resaca emocional posnavideña y la certe- za,ya a esas alturas de enero, de que en el presente ejercicio tampoco se cumplirán los propósitos de Año Nuevo. La combinación, en una fórmula supues- tamente matemática, de variables difÍciles de medir levantó todo tipo de suspicacias entre la comunidad cientlfica. Hay que decir además que dicho estudio fue financiado por la agencia de viales Sky Travel, que inmedia- tamente comenzó a preparar paquetes tu- rísticos para ser vendidos los lunes porque, dicen, planificar unas vacaciones (en horario laboral) es una de las recetas más emplea- das para superar el mal rollo del fatfdico dfa. Con crédito o sin é1, el concepto del Blue Monday ha triunfado en los medios de co- municación, y este año las redes sociales se saturaron el dia D con testimonios de dolien- tes de las 24 horas más depresivas del año. Otro científico, esta vez australiano, Tim Olds, da una razón más obvia para explicar por qué el lunes uno se arrastra de un modo melancólico por el mundo. "La noche de la semana que menos dormimos es la que transcurre del domingo al lunes. Ese déficit de horas de sueño se traduce en mal humor.

Dilluns, maleït dilluns

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Page 1: Dilluns, maleït dilluns

GUfA

MALDITO LU]'IESaEs posible cambiar la imagen del dia más odiado de la semana?

Según algunos expertos, hay modos de lograrlo. Otros

simplemente creen que la antipatía es una pura sugestión.

Por Karelia Vázquez. llustración de Javier Olivares

o nos gustan los lunes. Esto es un he-cho que no admite discusión. Lo que

sí da para muchas elucubracionesseudo o totalmente cientlficas son las razo-nes para esta animadversión casi universal.He aquí algunas cifras de lo que haremosmañana, lunes, según un estudio realizadopor la compañía británica Marmite: comopromedio, más de la mitad de los mortalesno empezará a sonrefr hasta las 11.16. Antesde esa hora será mejor mantenerse alejadode ellos. El lunes solo se conseguirá trabajarconcienzudamente entre tres y cinco horas.Existe un 50o/o más de probabilidades de lle-gar tarde al trabajo respecto al martes o almiércoles. Y todos pasarán una media de 12

minutos queiándose. "El lunes es et día de lavuelta al trabajo y, como estamos habitua-dos a que.jarnos tanto, vomitamos toda unaserie de quejas ya desde buena mañana'ipronostica Rafael Santandreu, psicólogo clÉ

nico y autor del libro E/ arte de no amargarsela vida (Oniro,2011).

El asunto del lunes es tan serio que unafórmula ha establecido cuál es el dia másdepresivo del año, que es (lo cierto es que

no podfa ser de otro modo) un lunes. Con-cretamente, el tercero de enero. Por suertepara todos, ya ha pasado. El Blue Monday

-así se conoce en la literatura anglosajona-es una fecha establecida en 2O05 por el doc-

94 ELPAissEMANAL

tor Cliff Arnal tras elaborar una fórmula que

tenía en cuenta el nivel de endeudamientotras las Navidades, las bajas temperaturas,la resaca emocional posnavideña y la certe-za,ya a esas alturas de enero, de que en elpresente ejercicio tampoco se cumplirán lospropósitos de Año Nuevo.

La combinación, en una fórmula supues-tamente matemática, de variables difÍcilesde medir levantó todo tipo de suspicaciasentre la comunidad cientlfica. Hay que decirademás que dicho estudio fue financiado porla agencia de viales Sky Travel, que inmedia-tamente comenzó a preparar paquetes tu-rísticos para ser vendidos los lunes porque,

dicen, planificar unas vacaciones (en horariolaboral) es una de las recetas más emplea-das para superar el mal rollo del fatfdico dfa.

Con crédito o sin é1, el concepto del BlueMonday ha triunfado en los medios de co-municación, y este año las redes sociales se

saturaron el dia D con testimonios de dolien-tes de las 24 horas más depresivas del año.

Otro científico, esta vez australiano, TimOlds, da una razón más obvia para explicarpor qué el lunes uno se arrastra de un modomelancólico por el mundo. "La noche de lasemana que menos dormimos es la que

transcurre del domingo al lunes. Ese déficitde horas de sueño se traduce en mal humor.

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El primer día de la semana,más de la mitad del mundono sonreirá hasta las 77.16

problemas de atención y de memoria y unsistema inmune más débil el lunes'l dijo enla conferencia de la Asociación Austroasiáti-ca sobre el Sueño.

Del lado de los escépticos están los pro-fesores Charles S. Areni, de la Universidadde Sidney, y Mitchel Burger, del NTF Group.

Ambos, part¡endo de la hipótesis de que elodio a los lunes es fruto de la sugestión, de-cidieron preguntar a 202 personas cómo seimaginaban que sería su estado de ánimocada día de la semana. Las respuestas fue-ron las esperadas. La gente pintaba el lunesnegro e imaginaba luminosos los viernes ysábados. Sin embargo, cuando los profeso-res decidieron contrastar estas opinionescon el verdadero estado de ánimo de losparticipantes, vieron que el humor se man-tenía bastante estable durante la semana.Ni los lunes eran tan tristes, ni los sábadostan exultantes. "Nuestra memoria es ten-denciosa y poco realista. Tenemos el prejui-cio de que el lunes es depresivo y los sába-dos divertidos, y no estamos dispuestos a

creer otra cosa. Solo recordamos aque-llos lunes especialmente malos y cree-mos que todos serán así. lgualmente,nos acordamos mejor de los sábadosde fiestas salvajes que de los que hemospasado aburridos frente a la televisión,lexplicaron los autores.

"Domingo a las siete de la tarde, horaen que la humanidad inclina su cabeza'l

eso escribió el novelista argentino RobertoArlt. Porque parecerla que la maldición del lu-nes contamina las últlmas horas del domin-go. Entonces, áel lunes mal y el domingo tam-bién? "Hay gente que activa su miedo alaburrimiento y a la soledad los domingos, yse agobia. Resulta increfble la cantidad depersonas que temen al aburrimiento. Es unagran estupidez colectiva'l asegura Santan-dreu, y agrega: 'Aburrirse es casi indoloro -lasoledad también- y solo produce malestar site dices a ti mismo cosas del estilo: .ioh,

no,estoy aburriéndome! No me debería aburrir.iLa gente de éxito no se aburre nunca!,i

Este terapeuta, autor del blog Escue/ade la felicidad, advierte de que a veces pa-

recemos más predispuestos a buscar razo-nes para deprimirnos que para ser felices.

"La amargura se debe a un fallo común y ge-neral del funcionamiento de nuestra mente.El ser humano tiene la tendencia a confundirdeseos y necesidades. Por ejemplo, me digo:'Deseo tanto un Ferrari Testarossa... lo deseotanto, tanto... que lo necesito. y hasta queno lo consiga soy un desgraciadol Solo traseducarnos filosóficamente podemos limitarnuestro deseo. Las personas que no hanaprendido a limitarse suelen quejarse de notener tal o cual condición ideal. Los lunesson malos porque no son sábados, y los sá-bados, también porque no son vacacionesde verano. iY así hasta el infinito!'i

La maldición de los lunes ha sido medidaen dinero. Según fa Universidad de Exeter, lapérdida anual de productividad causada pornuestra melancolía asciende en Reino Unidoa 93 millones de libras esterlinas.

"... Se acaba el lunes, disfruten del resto desu vida'lAsíanima a sus fans un grupo de tali-banes contra los lunes creado en una red so-cial. Pero Santandreu asegura gue hay genteque disfruta de ese día. Zeuiénes son esos se-res extraños? "Gente fuerte, que no se permi-te odiar ningún día de su vida, gente realmen-te positiva que se dice a sí misma: éCómo voya disfrutar hoy? áCómo voy a exprimir estedía para aprender en todos los ámbitos quepueda? La única diferencia entre los que dis-frutan del lunes y los que lo odian es su diálo-go interno, su compromiso con gozar de lavida. Suceda lo que suceda'l r

có[ovEilcERY STIPERAR EL TIIITOr Negarse rotundamente a decirse a unomismotonterfas.. Pensar que el lunes es un día como otrocualquiera, Es decir, es tan posible rendirmaravillosamente y disfrutar de la jornada

como si fuera jueves o viernes.r Recordar que el hombre siente lo quepiensa; No le afecta lo que le sucede, sinolo que se dice acerca de ello.. Compararse con personas que tienenrazones de pesopara estar mal y darsecuenta de que no hay por qué quejarse.. Dejar de lamentarse y permitir que seabran nuevas perspectivas, aqué más sele puede pedir a un lunes?

T"

EL PAiS S€MANAL