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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año XLVII, número 6 (2.401) Ciudad del Vaticano 6 de febrero de 2015 Celebración de la Jornada mundial de la vida consagrada Con el niño en brazos Llevar en brazos a Jesús para dejarse guiar por Él en el camino del amor y del servicio: es la indicación confiada por el Papa Francisco a los religiosos y las religiosas que participaron en la misa celebrada en la basílica vaticana el lunes 2 de febrero, por la tarde, fiesta de la presentación del Señor y de- cimonovena Jornada mundial de la vida consagrada. «Guiemos el pueblo a Jesús —ha sido la recomendación del Pontífice— dejándonos a su vez guiar por Él. Eso es lo que debemos ser: guías guiados». PÁGINAS 8 Y 9 En el Ángelus anuncio del viaje A Sarajevo en el signo de la paz Carta del Papa a las conferencias episcopales y los superiores religiosos Para erradicar el flagelo de los abusos El ingreso del Señor en el templo según los himnos de Efrén el sirio Simeón y el fruto del árbol MANUEL NIN EN PÁGINA 8 Coloquio con el cardenal Koch ¿La unidad? No se la dejemos a los dictadores Se constatan grandes progresos, pe- ro mucho queda por hacer en el diálogo teológico. PÁGINA 3 Tras el reconocimiento del martirio de Oscar Romero Se ha abierto un camino Un «protomártir». Primero de la larga lista de los nuevos mártires contemporáneos, Romero será bea- tificado este año en San Salvador. PÁGINA 10 El Papa irá a Sarajevo el próximo 6 de junio. Lo anunció él mismo en el Ángelus del domingo 1 de febre- ro, en la plaza de San Pedro, y pi- dió a los fieles que rezaran para que su visita «a esas queridas poblacio- nes sea de aliento para los fieles ca- tólicos, suscite semillas de bien y contribuya a la consolidación de la fraternidad, la paz, el diálogo interreligioso y la amistad». Al anuncio del viaje —el tercero que el Papa Francisco realiza a un país europeo tras la visita a Albania, el 21 de septiembre de 2014, y la vi- sita a Estrasburgo, el 25 de noviem- bre sucesivo— le siguió un nuevo llamamiento en favor de la vida desde la concepción hasta la muer- te. Con ocasión de la jornada cele- brada el domingo en Italia sobre el tema «Solidarios para la vida», el Pontífice quiso unirse a los obispos «al solicitare un renovado reconoci- miento de la persona humana y una atención más adecuada de la vida». PÁGINA 2 de clérigos» y adopten «un instrumento para revisar periódicamente las normas y comprobar su cumpli- miento». A los prelados y a los religiosos confía en es- pecial la tarea de vigilar para que «en las parroquias y en otras instituciones de la Iglesia se garantice la segu- ridad de los menores y los adultos vulnerables», esta- bleciendo al mismo tiempo «programas de atención pastoral» y mostrándose «disponibles al encuentro con las víctimas y sus seres queridos». Pero sobre todo in- voca «colaboración plena y atenta» con la Comisión, que define «un nuevo, válido y eficaz instrumento para ayudarme a animar y promover el compromiso de toda la Iglesia en sus diversos ámbitos —Conferencias epis- copales, diócesis, institutos de vida consagrada y socie- dades de vida apostólica, etc.— para poner en práctica las actuaciones necesarias para garantizar la protección de los menores y adultos vulnerables, y dar respuestas de justicia y misericordia». PÁGINA 5 Hacer «todo lo posible para erradicar de la Iglesia el flagelo del abuso sexual de meno- res y abrir un camino de reconciliación y cu- ración para quien ha sufrido abusos». Lo que pide el Papa a los obispos y superiores de las Órdenes religiosas en una carta envia- da con ocasión del encuentro de la Comisión pontificia para la tutela de los menores, que se reúne en el Vaticano del 6 al 8 de febrero. Para el Pontífice las familias «deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos» y «tienen el dere- cho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura». De aquí la clara invitación a no hacer prevalecer ningún otro «tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo»: en el ministerio sacerdotal —re- cuerda el Papa— «no hay absolutamente lu- gar en el ministerio para los que abusan de los menores». En este sentido el Papa Francisco reco- mienda a las Conferencias episcopales que preparen las «líneas maestras para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte Jason Jaspersen «Jesús y los niños»

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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00

L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Año XLVII, número 6 (2.401) Ciudad del Vaticano 6 de febrero de 2015

Celebración de la Jornada mundial de la vida consagrada

Con el niño en brazos

Llevar en brazos a Jesús para dejarse guiar por Él en el camino del amor ydel servicio: es la indicación confiada por el Papa Francisco a los religiososy las religiosas que participaron en la misa celebrada en la basílica vaticanael lunes 2 de febrero, por la tarde, fiesta de la presentación del Señor y de-cimonovena Jornada mundial de la vida consagrada. «Guiemos el pueblo aJesús —ha sido la recomendación del Pontífice— dejándonos a su vez guiarpor Él. Eso es lo que debemos ser: guías guiados».

PÁGINAS 8 Y 9

En el Ángelus anuncio del viaje

A Sarajevo en el signo de la paz

Carta del Papa a las conferencias episcopales y los superiores religiosos

Para erradicarel flagelo de los abusos

El ingreso del Señor en el templosegún los himnos de Efrén el sirio

Simeón y el fruto del árbol

MANUEL NIN EN PÁGINA 8

Coloquio con el cardenal Koch

¿La unidad? No se ladejemos a los dictadoresSe constatan grandes progresos, pe-ro mucho queda por hacer en eldiálogo teológico.

PÁGINA 3

Tras el reconocimiento del martiriode Oscar Romero

Se ha abierto un caminoUn «protomártir». Primero de lalarga lista de los nuevos mártirescontemporáneos, Romero será bea-tificado este año en San Salvador.

PÁGINA 10

El Papa irá a Sarajevo el próximo 6de junio. Lo anunció él mismo enel Ángelus del domingo 1 de febre-ro, en la plaza de San Pedro, y pi-dió a los fieles que rezaran para quesu visita «a esas queridas poblacio-nes sea de aliento para los fieles ca-tólicos, suscite semillas de bien ycontribuya a la consolidación de la

fraternidad, la paz, el diálogointerreligioso y la amistad».

Al anuncio del viaje —el terceroque el Papa Francisco realiza a unpaís europeo tras la visita a Albania,el 21 de septiembre de 2014, y la vi-sita a Estrasburgo, el 25 de noviem-bre sucesivo— le siguió un nuevollamamiento en favor de la vidadesde la concepción hasta la muer-te. Con ocasión de la jornada cele-brada el domingo en Italia sobre eltema «Solidarios para la vida», elPontífice quiso unirse a los obispos«al solicitare un renovado reconoci-miento de la persona humana y unaatención más adecuada de la vida».

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de clérigos» y adopten «un instrumento para revisarperiódicamente las normas y comprobar su cumpli-miento». A los prelados y a los religiosos confía en es-pecial la tarea de vigilar para que «en las parroquias yen otras instituciones de la Iglesia se garantice la segu-ridad de los menores y los adultos vulnerables», esta-bleciendo al mismo tiempo «programas de atenciónpastoral» y mostrándose «disponibles al encuentro conlas víctimas y sus seres queridos». Pero sobre todo in-voca «colaboración plena y atenta» con la Comisión,

que define «un nuevo, válido y eficaz instrumento paraayudarme a animar y promover el compromiso de todala Iglesia en sus diversos ámbitos —Conferencias epis-copales, diócesis, institutos de vida consagrada y socie-dades de vida apostólica, etc.— para poner en prácticalas actuaciones necesarias para garantizar la protecciónde los menores y adultos vulnerables, y dar respuestasde justicia y misericordia».

PÁGINA 5

Hacer «todo lo posible para erradicar de laIglesia el flagelo del abuso sexual de meno-res y abrir un camino de reconciliación y cu-ración para quien ha sufrido abusos». Loque pide el Papa a los obispos y superioresde las Órdenes religiosas en una carta envia-da con ocasión del encuentro de la Comisiónpontificia para la tutela de los menores, quese reúne en el Vaticano del 6 al 8 de febrero.

Para el Pontífice las familias «deben saberque la Iglesia no escatima esfuerzo algunopara proteger a sus hijos» y «tienen el dere-cho de dirigirse a ella con plena confianza,porque es una casa segura». De aquí la clarainvitación a no hacer prevalecer ningún otro«tipo de consideración, de la naturaleza quesea, como, por ejemplo, el deseo de evitar elescándalo»: en el ministerio sacerdotal —re -cuerda el Papa— «no hay absolutamente lu-gar en el ministerio para los que abusan delos menores».

En este sentido el Papa Francisco reco-mienda a las Conferencias episcopales quepreparen las «líneas maestras para tratar loscasos de abuso sexual de menores por parte

Jason Jaspersen «Jesús y los niños»

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L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

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GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

En el Ángelus el Papa anuncia el viaje del próximo 6 de junio

A Sarajevo en el signo de la pazEl Papa Francisco irá a Sarajevo elpróximo 6 de junio. Lo anunció élmismo durante el Ángelus del domingo1 de febrero, en la plaza de San Pedro,tras recordar a los fieles que la tareade los cristianos es «difundir pordoquier la fuerza redentora» delEvangelio, convirtiéndose en«misioneros y heraldos de la Palabrade Dios».

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

El pasaje evangélico de este do-mingo (cf. Mc 1, 21-28) presenta aJesús que, con su pequeña comuni-dad de discípulos, entra en Cafar-naún, la ciudad donde vivía Pedro yque en esa época era la más grandede Galilea. Y Jesús entró en esa ciu-dad.

El evangelista san Marcos relataque Jesús, al ser sábado, fue inme-diatamente a la sinagoga y comenzóa enseñar (cf. v. 21). Esto hace pen-sar en el primado de la Palabra deDios, Palabra que se debe escuchar,Palabra que se debe acoger, Palabraque se debe anunciar. Al llegar aCafarnaún, Jesús no posterga elanuncio del Evangelio, no piensa enprimer lugar en la ubicación logísti-ca, ciertamente necesaria, de su pe-queña comunidad, no se demora conla organización. Su preocupaciónprincipal es comunicar la Palabra deDios con la fuerza del Espíritu San-to. Y la gente en la sinagoga quedaadmirada, porque Jesús «les enseña-ba con autoridad y no como los es-cribas» (v. 22).

¿Qué significa «con autoridad»?Quiere decir que en las palabras hu-manas de Jesús se percibía toda lafuerza de la Palabra de Dios, se per-cibía la autoridad misma de Dios,inspirador de las Sagradas Escritu-ras. Y una de las características de la

la voz del maligno y le «ordenó se-veramente: “Cállate y sal de él”» (v.25). Con la sola fuerza de su pala-bra, Jesús libera a la persona delmaligno. Y una vez más los presen-tes quedan asombrados: «Inclusomanda a los espíritus inmundos y leobedecen» (v. 27). La Palabra deDios crea asombro en nosotros. Tie-ne el poder de asombrarnos.

El Evangelio es palabra de vida:no oprime a las personas, al contra-rio, libera a quienes son esclavos demuchos espíritus malignos de estemundo: el espíritu de la vanidad, elapego al dinero, el orgullo, la sen-sualidad... El Evangelio cambia elcorazón, cambia la vida, transformalas inclinaciones al mal en propósi-tos de bien. El Evangelio es capazde cambiar a las personas. Por lotanto, es tarea de los cristianos di-fundir por doquier la fuerza reden-tora, convirtiéndose en misioneros yheraldos de la Palabra de Dios. Noslo sugiere también el pasaje de hoyque concluye con una apertura mi-sionera y dice así: «Su fama —la fa-ma de Jesús— se extendió enseguidapor todas partes, alcanzando la co-marca entera de Galilea» (v. 28). Lanueva doctrina enseñada con autori-dad por Jesús es la que la Iglesia lle-va al mundo, juntamente con lossignos eficaces de su presencia: laenseñanza autorizada y la acción li-beradora del Hijo de Dios se con-vierten en palabras de salvación ygestos de amor de la Iglesia misio-nera. Recordad siempre que el Evan-gelio tiene la fuerza de cambiar lavida. No os olvidéis de esto. Se tratade la Buena Noticia, que nos trans-forma sólo cuando nos dejamostransformar por ella. Por eso os pido

siempre tener un contacto cotidianocon el Evangelio, leerlo cada día, untrozo, un pasaje, meditarlo y tam-bién llevarlo con vosotros adonde-quiera que vayáis: en el bolsillo, enla cartera... Es decir, nutrirse cadadía en esta fuente inagotable de sal-vación. ¡No os olvidéis! Leed un pa-saje del Evangelio cada día. Es lafuerza que nos cambia, que nos

transforma: cambia la vida, cambiael corazón.

Invoquemos la maternal interce-sión de la Virgen María, quien aco-gió la Palabra y la engendró para elmundo, para todos los hombres.Que ella nos enseñe a ser oyentesasiduos y anunciadores autorizadosdel Evangelio de Jesús.

Al término de la oración mariana,después del anuncio del viaje aSarajevo, el Pontífice recordó lacelebración de la Jornada por la vida,uniéndose a los obispos italianos alpedir la defensa de cada existenciahumana, desde la concepción hasta lamuerte natural.

Queridos hermanos y hermanas:Quiero anunciar que el sábado 6

de junio, si Dios quiere, iré a Saraje-vo, capital de Bosnia y Herzegovina.Os pido desde ahora que recéis paraque mi visita a esas queridas pobla-ciones sea un aliento para los fielescatólicos, suscite semillas de bien ycontribuya a la consolidación de lafraternidad, la paz, el diálogo inte-rreligioso y la amistad.

Saludo a los presentes reunidospara participar en el IV C o n g re s omundial organizado por «ScholasOccurrentes», que tendrá lugar en elVaticano del 2 al 5 de febrero sobreel tema: «Responsabilidad de todosen la educación para una cultura delencuentro». Saludo a las familias, lasparroquias, las asociaciones y a to-dos los que vienen de Italia y demuchas partes del mundo. En espe-cial, a los peregrinos de Líbano yEgipto, a los estudiantes de Zafra yde Badajoz (España); a los fieles deSassari, Salerno, Verona, Módena,Scano Montiferro y Taranto.

Hoy se celebra en Italia la Jorna-da por la vida, que tiene como tema«Solidarios por la vida». Dirijo miaprecio a las asociaciones, a los mo-vimientos y a todos los que defien-den la vida humana. Me uno a losobispos italianos al pedir «un reno-vado reconocimiento de la personahumana y una atención más adecua-da a la vita, desde la concepciónhasta su término natural» (Me n s a j epara la 37ª Jornada nacional por lavida). Cuando hay apertura a la viday se sirve a la vida, se experimentala fuerza revolucionaria del amor yde la ternura (cf. Exhort. ap. Evan-gelii gaudium, 288), inaugurando unnuevo humanismo: el humanismo dela solidaridad, el humanismo de lavida.

Saludo al cardenal vicario, a losprofesores universitarios de Roma ya quienes están comprometidos enpromover la cultura de la vida.

A todos deseo un feliz domingo.Por favor, no os olvidéis de rezarpor mí. ¡Buen almuerzo y hasta lavista!

Mo dificaciónen el Estatuto

del IOREl Instituto para las Obras dereligión dio a conocer que elpasado 10 de enero el PapaFrancisco —con el Rescriptumex audientia SS.mi p re s e n t a d oal presidente de la Comisióncardenalicia de vigilancia delIOR— declaró que el Estatutodel IOR se modificó con el finde aumentar respectivamentede cinco a seis el número demiembros de la Comisión car-denalicia de vigilancia y delConsejo de superintendenciadel IOR. El Rescriptum se pu-blicará en las Acta ApostolicaeSedis. El presidente de la Co-misión cardenalicia de vigilan-cia formalizó además el nom-bramiento de un secretario ge-neral no votante destinado alConsejo de superintendenciadel IOR.

Palabra de Dios esque realiza lo que di-ce. Porque la Palabrade Dios corresponde asu voluntad. En cam-bio, nosotros, a menu-do, pronunciamos pa-labras vacías, sin raízo palabras superfluas,palabras que no co-rresponden con la ver-dad. En cambio, laPalabra de Dios co-rresponde a la verdad,está unida a su volun-tad y realiza lo que di-ce. En efecto, Jesús,tras predicar, muestrainmediatamente su au-toridad liberando a unhombre, presente en lasinagoga, que estabaposeído por el demo-nio (cf. Mc 1, 23-26).Precisamente la auto-ridad divina de Cristohabía suscitado lareacción de Satanás,oculto en ese hombre;Jesús, a su vez, reco-noció inmediatamente

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Consternación y dolor del Pontífice por el persistente conflicto en Oriente Medio

Inmensa tragediaRuego todos los días para que se encuentre pronto una solución negociada

Queridos hermanos en Cristo:Con alegría os doy la bienvenida

a vosotros, miembros de la Comisiónmixta internacional para el diálogoteológico entre la Iglesia católica ylas Iglesias ortodoxas orientales. Através de vosotros, extiendo mi salu-do a mis venerables hermanos, losjefes de las Iglesias ortodoxas orien-tales. Agradezco en particular a sueminencia Anba Bishoy, copresiden-te de la Comisión, sus amables pala-bras.

Es motivo de agradecimiento re-flexionar sobre el trabajo de vuestraComisión, que comenzó en enero de2003 como una iniciativa conjuntade autoridades eclesiásticas de la fa-milia de las Iglesias ortodoxas orien-tales y del Consejo pontificio para lapromoción de la unidad de los cris-tianos. En los últimos diez años laComisión, siguiendo una perspectivahistórica, ha examinado los caminosa través de los cuales las Iglesias hanexpresado su comunión en los pri-meros siglos, y qué significa esto pa-

todo Oriente, que el año pasado de-jó este mundo. Me uno a la oraciónde todos vosotros, del clero y de losfieles de este celoso servidor deDios, implorando la eterna alegríapara su alma.

En este momento, de manera es-pecial, compartimos la consternacióny el dolor por lo que está sucedien-do en Oriente Medio, sobre todo enIrak y Siria. Recuerdo a todos loshabitantes de esa región, incluidosnuestros hermanos cristianos y mu-chas minorías que viven las conse-cuencias de un conflicto extenuante.Junto con vosotros, rezo todos losdías para que se encuentre prontouna solución negociada, suplicando

la bondad y la piedad de Dios porquienes se ven afectados por esta in-mensa tragedia. Todos los cristianosestán llamados a trabajar juntos, conaceptación y confianza mutua, paraservir a la causa de la paz y la justi-cia. Que la intercesión y el ejemplode muchos mártires y santos, quedieron valiente testimonio de Cristoen todas nuestras Iglesias, os sosten-gan y os fortalezcan a vosotros y avuestras comunidades cristianas.

Queridos hermanos, os agradezcovuestra visita, y sobre cada uno devosotros y sobre su ministerio invocola bendición del Señor y la protec-ción maternal de María santísima.Por favor, rezad por mí.

Coloquio con el cardenal Koch

¿La unidad? No se la dejemos a los dictadores

ra nuestra búsqueda de lacomunión hoy. Durante elencuentro de esta semana,habéis comenzado tambiénuna profundización devuestro estudio sobre la na-turaleza de los sacramen-tos, en particular, del bau-tismo. Deseo que el trabajorealizado dé frutos abun-dantes para la investigaciónteológica común, y nosayude a vivir de manera ca-da vez más profunda nues-tra amistad fraterna.

Recuerdo con gran apre-cio el compromiso inspira-dor del diálogo de su santi-dad Ignacio Zakka Iwas,patriarca de la Iglesia siro-ortodoxa de Antioquía y de

El Papa expresó su «consternación» y su «dolor» por la perduración delconflicto en la región de Oriente Medio, en particular en Irak y Siria, durante laaudiencia con la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre laIglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales que tuvo lugar el viernes 30 deenero, por la mañana, en la sala del Consistorio.

NICOLA GORI

Está el encuentro, la oración, el su-frimiento. Falta todavía el consenso.Así, el cardenal Kurt Koch, presi-dente del Pontificio Consejo para lapromoción de la unidad de los cris-tianos, fotografía el estado de saluddel ecumenismo. En esta entrevistaconcedida a nuestro periódico, al fi-nal de la Semana de oración por launidad, el purpurado destaca el pro-greso del ecumenismo de la caridad,del ecumenismo espiritual y del ecu-menismo del sufrimiento, recordan-do cuánto queda por hacer aún enel campo del diálogo teológico.

El Papa Francisco ha reafirmado mu-chas veces que la unidad de los cristia-nos debe ser «una prioridad» para laIglesia. ¿Cómo respondéis a esta invita-ción?

Esta es la indicación del VaticanoII y la convicción de todos los Papasposteriores al Concilio, en particular,de Juan Pablo II, de Benedicto XVI yahora de Francisco. Esto confirmaque aún hoy, a distancia de cincuen-ta años del decreto conciliar Unitatisre d i n t e g ra t i o , el ecumenismo es unaprioridad absoluta para la Iglesia.Por nuestra parte, seguiremos llevan-do adelante los quince diálogos dife-

rentes abiertos para restablecer launidad con todas las Iglesias y Co-munidades eclesiales.

El Pontífice recuerda a menudo que eldiálogo no puede prescindir del encuen-tro personal. ¿Cuánto influye esta di-mensión en vuestra actividad?

En el movimiento ecuménico sedistingue entre el ecumenismo de lacaridad y el ecumenismo de la ver-dad. Este último representa el diálo-go teológico necesario para profun-dizar todas las cuestiones que hanseparado a las Iglesias y sirve paraencontrar un consenso sobre las ver-dades de fe. El diálogo fraterno, ba-sado en la caridad, es la búsquedade la cercanía de todas las realidadeseclesiales y el fundamento de todo elecumenismo. Sin este diálogo de lacaridad, no podemos entablar undiálogo sobre la verdad.

¿De qué modo la «Unitatis redintegra-tio» sigue inspirando hoy el compromi-so ecuménico de la Iglesia?

Debemos considerar dos cosas. Enestos cincuenta años hemos estable-cido una gran red de relaciones per-sonales amistosas con todas las Igle-sias y Comunidades eclesiales, peroaún no hemos alcanzado la meta del

ecumenismo, la unidad de todos loscristianos. Hoy es muy importantereflexionar sobre la meta del ecume-nismo, porque al cabo de cincuentaaños se nos plantea un gran proble-ma: la falta de consenso. Hay diver-sas opiniones. La Iglesia católica yla Iglesia ortodoxa están convenci-

das de que la unidad debe ser unaunidad visible en la fe, en los sacra-mentos y en los ministerios. Peromuchas comunidades eclesiales naci-das de la Reforma no comparten es-te objetivo. Tienen otra meta, otravisión, es decir, el reconocimientomutuo de todas las realidades ecle-siales: la suma de todas estas expre-siones es la única Iglesia. Esta visiónno coincide con el catolicismo ytampoco con la ortodoxia. Por tan-to, debemos encontrar un nuevoconsenso sobre la meta que hay quea l c a n z a r.

¿Hay un cambio de actitud de los ca-tólicos con respecto a los demás cristia-nos, y viceversa?

En la cotidianidad ha habido ungran cambio, porque el ecumenismoya no es una idea abstracta, sino unhecho reconocido por el todo elmundo cristiano. Veo que se han da-do muy buenos pasos en las parro-quias y a nivel regional en variospaíses. Acabo de volver de Polonia,país muy católico, donde vi un grancompromiso ecuménico. Hay un es-fuerzo por restablecer la unidad en-tre católicos, ortodoxos y protestan-tes.

Jean Guitton, «Pentecostés» (1959) SIGUE EN LA PÁGINA 4

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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

A la delegación ecuménica de la Iglesia luterana de Finlandia

Es necesario testimoniar juntos

¿La unidad?No se la dejemos a los dictadores

VIENE DE LA PÁGINA 3

¿Qué contribución han dado en estesentido las traducciones ecuménicasde la Sagrada Escritura?

La Biblia es el fundamento detodas las Iglesias. Es bueno dis-poner de traducciones comunesde la Sagrada Escritura. Es unagran contribución a la unidad,porque esta ha de restablecersebasándose en la Palabra de Dios.No obstante los grandes esfuer-zos del pasado, nos apena el he-cho de que en algunos países,como Alemania, ya no es posiblerealizar traducciones comunes.

¿Cuál es hoy el papel del ecumenis-mo espiritual?

El decreto conciliar afirma queel ecumenismo espiritual es el al-ma de todo el movimiento. Enefecto, sin la espiritualidad nopodemos tener un buen entendi-miento. La oración por la unidadfue precisamente la fuente de laque brotó el movimiento. La Se-mana de oración por la unidad,que acabamos de concluir, nacióefectivamente como iniciativaecuménica, sobre todo de los an-glicanos y los episcopalianos deEstados Unidos. Después, laacogió Benedicto X V, que la in-trodujo en toda la Iglesia católi-ca. Por tanto, el aspecto espiri-tual no puede ser algo que seecha a la espalda, sino que debeseguir acompañando todos losesfuerzos. Sólo con la oraciónllegamos a ser conscientes denuestra impotencia ante la metaque debemos alcanzar: no pode-mos programar la fecha de launidad, porque es un don delEspíritu Santo. Así, la oración seconvierte en el fundamento detodo el ecumenismo.

Cristianos de diferentes comunida-des son víctimas de persecuciones enmuchas partes del mundo. Este«ecumenismo del sufrimiento», co-mo lo definió el Papa Francisco,¿puede ayudar al diálogo?

Este es el ecumenismo de losmártires, del que habla Juan Pa-blo II en su encíclica Ut unumsint. Recuerdo que, durante unade sus visitas a Alemania, el Pa-pa Wojtyła rememoró su expe-riencia bajo la dictadura nazi ycomunista, y su constatación deque los dictadores no hacen dis-tinción entre protestantes, católi-cos y ortodoxos. También yo es-toy convencido de que esta reali-dad del ecumenismo de los már-tires es el fundamento de todoslos esfuerzos hacia la unidad. ElPapa Francisco se sitúa en estaperspectiva y habla del ecume-nismo del sufrimiento: los cristia-nos son perseguidos no porqueson católicos u ortodoxos, sinoporque son cristianos. Esta san-gre es el fundamento para resta-blecer la unidad, porque une.Durante su encuentro con nues-tro dicasterio, el Papa nos dijoque tenía la impresión de que los

dictadores conocen la unidadmejor que los mismos cristianos.

En Caserta, el 28 de julio del añopasado, el Papa Francisco lanzó unmensaje de amistad a los pentecos-tales. ¿En qué punto está el diálogoecuménico en este ámbito?

Es una gran ventaja que el Pa-pa Francisco profundice en estosdiálogos. La realidad de losevangelistas episcopalianos estámuy difundida en el mundo, pe-ro de varias formas. En el pasadohabía muchos prejuicios acercade la Iglesia católica, sobre todo,acerca del papado. Al encontrar-se con el Papa, los representantesde los movimientos evangélicospueden superar muchos de estosprejuicios. Este gesto de amistadfue para nuestro dicasterio ungran impulso a profundizar eldiálogo con el mundo pentecos-tal, porque representa numérica-mente la segunda realidad delcristianismo, después de la Igle-sia católica. Debemos hablar deuna gran «pentecostalización»del cristianismo o de una cuartaforma de ser cristianos, despuésdel modo católico, ortodoxo yp ro t e s t a n t e .

¿Esto vale también para la amis-tad del Papa con algunos rabinos?

Es otra cosa, porque tenemosque hacer una distinción entrediálogo ecuménico, que es bús-queda de la unidad, y diálogoentre las religiones. Está claroque el diálogo con los judíos esuna realidad particular. Puedeobservarse en la misma organiza-ción de la Santa Sede. Tenemosun Pontificio Consejo para eldiálogo interreligioso, que seocupa de los contactos con lasdemás religiones. Pero del judaís-mo nos ocupamos nosotros, por-que no es una religión como to-das las demás. Es la madre delcristianismo o, como dijo el fa-moso teólogo católico ErichPrzywara, es la primera separa-ción que tenemos en la historiadel cristianismo, entre sinagoga eIglesia. Y la reconciliación entresinagoga e Iglesia es un gran de-safío por afrontar.

Durante el Sínodo sobre la familiatambién tomaron la palabra los de-legados fraternos. ¿Puede ayudar elpunto de vista ortodoxo a la refle-xión dentro de la Iglesia?

Puede ser un tema para deba-tir, pero hay que recordar que lapráctica entre las Iglesias ortodo-xas y la Iglesia católica dependede una historia muy diferente.Las Iglesias ortodoxas siemprehan estado más vinculadas al Es-tado y, por consiguiente, másdisponibles a aceptar algunasnormas estatales dentro de laIglesia. Por el contrario, la Igle-sia católica ha desarrollado underecho particular sobre el matri-monio. De ahí que podamos dis-cutir sobre este tema, pero sinprescindir de esta historia diver-sa.

Queridos obispos, queridos amigos:Con gozo os doy la bienvenida con

ocasión de vuestra peregrinación ecu-ménica anual a Roma para celebrar lafiesta de san Enrique, patrono de vues-tro país. El evento de este año se harevelado un encuentro espiritual y ecu-ménico entre católicos y luteranos, ins-cribiéndose en una tradición que sigueadelante ya desde hace treinta años.

El santo Papa Juan Pablo II se diri-gió a los miembros de la primera dele-gación ecuménica finlandesa, llegadosa Roma hace treinta años, con estaspalabras: «El hecho de que vosotroshayáis venido aquí juntos es ya un tes-timonio de la importancia de los es-fuerzos por la unidad. El hecho deque vosotros recéis juntos es un testi-monio de vuestra fe que sólamente porgracia de Dios se podrá alcanzar launidad. El hecho de que vosotros re-céis juntos el Credo es un testimoniode la única fe común de todo el cris-tianismo». En aquel momento, se ha-bían dado los primeros pasos impor-tantes de un camino ecuménico comúnhacia la plena y visible unidad de loscristianos. Mientras tanto, mucho seha hecho y —estoy seguro— mucho sehará todavía en Finlandia para «hacercrecer la comunión parcial existenteentre los cristianos hacia la comuniónplena en la verdad y en la caridad»(Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 14).

Vuestra visita se lleva a cabo en con-comitancia con la Semana de oraciónpor la unidad de los cristianos. Esteaño, nuestra reflexión se centra en laspalabras dirigidas por Jesús a la sama-ritana en el pozo: «Dame de beber»(Jn 4, 7). Se nos recuerda que la fuen-te de toda gracia es el Señor mismo yque sus dones transforman a aquellosque los reciben, haciéndoles testigosde la verdadera vida que proviene sólode Cristo. Como nos narra el Evange-lio, muchos samaritanos creyeron enJesús por el testimonio de la mujer (cf.Jn 4, 39). Como usted ha observado,obispo Vikström, católicos y luteranospueden hacer mucho juntos para dartestimonio de la misericordia divina ennuestras sociedades. Un testimoniocristiano compartido es especialmentenecesario ante la desconfianza y la in-seguridad, las persecuciones y los su-

frimientos que experimentan muchaspersonas en el mundo de hoy.

Este testimonio común puede sersostenido y animado por el progresoen el diálogo teológico entre las Igle-sias. La Declaración común sobre la doc-trina de la justificación, firmada oficial-mente hace poco más de quince añosentre la Federación luterana mundial yla Iglesia católica, puede continuarproduciendo entre nosotros frutos dereconciliación y colaboración. El diálo-go nórdico luterano-católico en Finlan-dia y en Suecia, acerca del tema Justi-ficación en la vida de la Iglesia, está re-flexionando sobre importantes cuestio-nes que derivan de la Declaración co-mún. Deseamos que una ulterior con-vergencia pueda surgir de este diálogosobre el concepto de Iglesia, signo einstrumento de salvación donada a no-sotros en Jesucristo.

Pido para que vuestra visita a Romacontribuya a reforzar las relacionesecuménicas entre los luteranos y loscatólicos en Finlandia ya desde haceaños muy positivas. Que el Señormande sobre nosotros el Espíritu deverdad y nos guíe siempre hacia unamayor caridad y unidad.

«Un testimonio cristiano compartido es especialmente necesario ante la desconfianzay la inseguridad, las persecuciones y los sufrimientos que experimentan muchaspersonas en el mundo de hoy»: lo dijo el Papa Francisco el jueves 22 de enerodurante la audiencia a la delegación ecuménica de la Iglesia luterana de Finlandia,que llegó a Roma para la anual peregrinación con ocasión de la fiestadel patrono san Enrique.

Robert W. Ekman «El obispo Enrique» (1850)

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

A los obispos lituanos en visita «ad limina Apostolorum»

Diálogo constructivo con todos

Los tuits en@Pontifex_es

31 ENE [10.30 AM] Hoy es urgentedar un testimonio creíble de la ver-dad y de los valores del Evangelio

3 FEB [11.03 AM] Todos somos peca-dores, llamados a la conversión delcorazón

El Papa pide la colaboración plena y atenta de los obispos y superiores de los institutos religiosos

Para erradicar el flagelo de los abusosHacer «todo lo posible para erradicarde la Iglesia el flagelo del abuso sexualde menores y adultos vulnerables, yabrir un camino de reconciliación ycuración para quien ha sufridoabusos». Lo pide el Pontífice a losobispos y superiores de las Órdenesreligiosas en una carta con ocasión delencuentro de la Comisión pontificiapara la tutela de los menores, reunidaen el vaticano del 6 al 8 de febrero.

A los presidentesde las Conferencias episcopalesy los superiores de los institutos

de vida consagraday las sociedades de vida apostólica

En marzo del año pasado instituí laPontificia Comisión para la tutela demenores, anunciada ya en diciembrede 2013, con el fin de ofrecer pro-puestas e iniciativas orientadas a me-jorar las normas y los procedimien-tos para la protección de todos losmenores y adultos vulnerables, y hellamado a formar parte de dicha Co-misión a personas altamente cualifi-cadas y notorias por sus esfuerzos eneste campo.

El siguiente mes de julio, en lareunión que tuve con algunas perso-nas que han sido objeto de abusossexuales por parte de sacerdotes, mesentí conmovido e impresionado porla intensidad de su sufrimiento y lafirmeza de su fe. Esto confirmó unavez más mi convicción de que se de-be continuar haciendo todo lo posi-ble para erradicar de la Iglesia el fla-gelo del abuso sexual de menores, yabrir un camino de reconciliación ycuración para quien ha sufrido abu-sos.

Por estas razones, he añadido elpasado mes de diciembre nuevosmiembros a la Comisión, en repre-sentación de las Iglesias particularesde todo el mundo. Y dentro de po-cos días, todos estos miembros sereunirán en Roma por primera vez.

En este contexto, considero que laComisión será un nuevo, válido yeficaz instrumento para ayudarme aanimar y promover el compromisode toda la Iglesia en sus diversosámbitos —Conferencias episcopales,

diócesis, institutos de vida consagra-da y sociedades de vida apostólica,etc.— para poner en práctica las ac-tuaciones necesarias para garantizarla protección de los menores y adul-tos vulnerables, y dar respuestas dejusticia y misericordia.

Las familias deben saber que laIglesia no escatima esfuerzo algunopara proteger a sus hijos, y tienen elderecho de dirigirse a ella con plenaconfianza, porque es una casa segu-ra. Por tanto, no se podrá dar prio-ridad a ningún otro tipo de conside-ración, de la naturaleza que sea, co-mo, por ejemplo, el deseo de evitarel escándalo, porque no hay absolu-tamente lugar en el ministerio paralos que abusan de los menores.

También se debe vigilar atenta-mente que se cumpla plenamente lacircular emanada por la Congrega-ción para la doctrina de la fe, el 3 demayo de 2011, para ayudar a lasConferencias episcopales en la pre-paración de las líneas maestras paratratar los casos de abuso sexual demenores por parte de clérigos. Esimportante que las Conferenciasepiscopales adopten un instrumentopara revisar periódicamente las nor-mas y comprobar su cumplimiento.

Corresponde al obispo diocesanoy a los superiores mayores la tareade verificar que en las parroquias yen otras instituciones de la Iglesia segarantice la seguridad de los meno-res y los adultos vulnerables. Comoexpresión del deber de la Iglesia de

Sadao Watanabe «Jesús y los niños» (1977)

Queridos hermanosen el episcopado:

Os acojo con alegría, con ocasiónde vuestra visita ad limina Apostolo-rum; os saludo cordialmente a cadauno de vosotros y a las Iglesias par-ticulares que el Señor ha confiado avuestra guía paternal.

Habéis venido a Roma con vues-tra juventud, pero también convuestra heroicidad. En efecto, entrevosotros hay algunos hermanos jó-

venes, pero, sobre todo, preladosque vivieron el triste período de lapersecución. Gracias por vuestrotestimonio de Jesucristo y por vues-tro servicio al pueblo santo deD ios.

Lituania ha tenido desde siemprepastores cercanos a su propia grey ysolidarios con ella. A lo largo de lahistoria de la nación, han acompa-ñado con solicitud a su propia gen-te, no sólo en el camino de fe y alafrontar las dificultades materiales,

sino también en la construcción ci-vil y cultural de la sociedad, cuyosustrato histórico e identitario estáen la fuerza del Evangelio y en elamor a la santísima Madre de Dios.Sois herederos de esta historia, deeste patrimonio de caridad pastoral,y lo demostráis con la energía devuestra acción, la comunión que osanima y la perseverancia con queperseguís las metas que os indica elEspíritu.

Queridos hermanos: Conozcovuestros afanes apostólicos. Si du-rante un largo período la Iglesia envuestro país fue oprimida por regí-menes fundados en ideologías con-trarias a la dignidad y a la libertadhumana, hoy debéis afrontar otrasinsidias, como por ejemplo, el secu-larismo y el relativismo. Por eso,además de un anuncio incansabledel Evangelio y de los valores cris-tianos, no hay que olvidar un diálo-go constructivo con todos, inclusocon quienes no pertenecen a laIglesia o están alejados de la expe-riencia religiosa. Cuidad de que lascomunidades cristianas sean siem-pre lugares de acogida, de debateabierto y constructivo, de estímulo

SIGUE EN LA PÁGINA 6

Por todos estos motivos, pidovuestra colaboración plena y atentacon la Comisión para la tutela de losmenores. La tarea que le he enco-mendado incluye la asistencia a vo-sotros y a vuestras Conferencias, me-diante un intercambio mutuo de«praxis virtuosas» y de programasde educación, formación e instruc-ción por lo que se refiere a la res-puesta que se ha de dar a los abusossexuales.

Que el Señor Jesús infunda en ca-da uno de nosotros, ministros de laIglesia, ese amor y esa predilecciónpor los pequeños que ha caracteriza-do su presencia entre los hombres, y

que se traduce en una responsabili-dad especial respecto al bien de losmenores y adultos vulnerables. QueMaría Santísima, Madre de la ternu-ra y de la misericordia, nos ayude acumplir, con generosidad y rigor,nuestro deber de reconocer humilde-mente y reparar las injusticias delpasado, y a ser siempre fieles a la ta-rea de proteger a quienes son lospredilectos de Jesús.

Vaticano, 2 de febrero de 2015Fiesta de la Presentación del Señor

manifestar la compasión deJesús a los que han sufridoabuso sexual, y a sus fami-lias, se insta a las diócesis ylos institutos de vida consa-grada y las sociedades devida apostólica a establecerprogramas de atención pas-toral, que podrán contarcon la aportación de servi-cios psicológicos y espiri-tuales. Los pastores y losresponsables de las comu-nidades religiosas han deestar disponibles para elencuentro con los que hansufrido abusos y sus seresqueridos: se trata de valio-sas ocasiones para escuchary pedir perdón a los quehan sufrido mucho.

El lunes 2 de febrero el Papa Francisco recibió en audienciaa los prelados de la Conferencia episcopal lituana en visita«ad limina Apostolorum». En el discurso que les entregó, elPontífice recordó el largo período durante el cual la Iglesia

lituana «fue oprimida por regímenes fundados en ideologíascontrarias a la dignidad y a la libertad humana», y pusoen guardia a los obispos contra «otras insidias», como porejemplo, el secularismo y el relativismo».

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página 6 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

Contra la violencia, el antídoto más eficaz es la aceptación de la diferencia

El diálogo inicia con el encuentro«Al principio del diálogo está elencuentro»: lo recordó el Papa elsábado 24 de enero, por la mañana,en la sala Clementina, a losparticipantes en el congreso organizadocon ocasión del quincuagésimoaniversario de la inauguración delPontificio Instituto de estudios árabes eislámicos en Roma.

Señores cardenales, hermanos y her-manas:

Os acojo con agrado al final delcongreso organizado para conmemo-rar el quincuagésimo aniversario dela inauguración en Roma del Ponti-ficio Instituto de estudios árabes eislámicos. Agradezco al cardenalGrocholewski las palabras que meha dirigido en nombre de todos, y alcardenal Tauran, su presencia.

Durante los últimos años, a pesarde algunas incomprensiones y difi-cultades, se han dado pasos adelanteen el diálogo interreligioso, inclusocon los fieles del islam. Para eso, esesencial el ejercicio de la escucha. Nosólo es una condición necesaria en unproceso de comprensión recíproca yde convivencia pacífica, sino tam-bién un deber pedagógico para ser«capaces de reconocer los valores delos demás, de comprender las in-quietudes que subyacen a sus recla-mos y de sacar a luz las conviccionescomunes» (Exhortación apostólicaEvangelii gaudium, 253). El funda-mento de todo esto es la necesidadde una formación adecuada paraque, firmes en la propia identidad,se pueda crecer en el conocimientorecípro co.

Es necesario prestar atención parano caer en las redes de un s i n c re t i s m oc o n c i l i a d o r, pero, al final, vacío y pre-sagio de un totalitarismo sin valores(cf. ibídem, nn. 251 y 253). Un cómo-do enfoque acomodadizo, «que diceque sí a todo para evitar problemas»(ibídem, n. 251), termina siendo «unmodo de engañar al otro y de negar-le el bien que uno ha recibido comoun don para compartir generosa-mente» (ibídem). Esto nos invita, enprimer lugar, a volver a los funda-mentos.

Cuando nos acercamos a una per-sona que profesa con convicción supropia religión, su testimonio y supensamiento nos interpelan y nosllevan a preguntarnos sobre nuestraespiritualidad misma. Al principiodel diálogo está, pues, el e n c u e n t ro .De él nace el primer conocimiento

del otro. En efecto, si se parte delpresupuesto de la pertenencia co-mún a la naturaleza humana, se pue-den superar los prejuicios y las false-dades, y se puede comenzar a com-prender al otro según una perspecti-va nueva.

La historia del Pontificio Institutode estudios árabes e islámicos va en es-ta dirección. No se limita a aceptarcuanto se dice superficialmente, dan-do lugar a estereotipos e ideas pre-concebidas. El trabajo académico,fruto del esfuerzo diario, va a inves-tigar las fuentes, a colmar las lagu-nas, a analizar la etimología, a pro-poner una hermenéutica del diálogoy, a través de un enfoque científicoinspirado en el a s o m b ro y la m a ra v i -lla, es capaz de no perder la brújuladel respeto mutuo y la estima recí-proca. Con estas premisas, uno se

acerca de puntillas al otro, sin levan-tar el polvo que enturbia la vista.

Los cincuenta años del PontificioInstituto de estudios árabes e islámi-cos en Roma —después de su naci-miento y su primer desarrollo en Tú-nez, gracias a la gran obra de losMisioneros de África— muestran có-mo la Iglesia universal, en el climade renovación posconciliar, ha com-prendido la necesidad urgente de uninstituto expresamente dedicado a lainvestigación y a la formación de agen-tes para el diálogo con los musulmanes.Quizá hoy, más que nunca, se notadicha necesidad, porque el antídotomás eficaz contra cualquier forma deviolencia es la educación en el des-cubrimiento y la aceptación de la di-ferencia como riqueza y fecundidad.

Esa tarea no es sencilla, pero nacey madura a partir de un fuerte senti-do de responsabilidad. De modoparticular, el diálogo islámico-cristia-no requiere paciencia y humildad, queacompañen un estudio profundo, pues-to que la aproximación y la improvi-sación pueden ser contraproducenteso, incluso, causa de malestar y difi-cultad. Se necesita un compromisoduradero y continuo para no estardesprovistos en las diversas situacio-nes y en los diferentes contextos.Por esta razón, se requiere una pre-paración específica, que no se limiteal análisis sociológico, sino que ten-ga las características de un caminoentre personas pertenecientes a reli-giones que, aunque de distintos mo-dos, se remiten a la paternidad espi-ritual de Abraham. La cultura y laeducación no son en absoluto secun-darias en un verdadero proceso deacercamiento al otro que respete encada persona «su vida, su integridadfísica, su dignidad y los derechosque de ella derivan, su reputación,su propiedad, su identidad étnica ycultural, sus ideas y sus decisionespolíticas» (Mensaje para el fin delRamadán, 10 de julio de 2013).

Este Instituto es muy valioso entrelas instituciones académicas de laSanta Sede, y tiene necesidad de sermás conocido aún. Es mi deseo quesea cada vez más un punto de refe-rencia para la formación de los cristia-nos que trabajan en el campo del diá-logo interreligioso, bajo la égida de laCongregación para la educación ca-tólica y en estrecha colaboración conel Consejo pontificio para el diálogointerreligioso. Que el Pontificio Ins-tituto de estudios árabes e islámicos,en el camino de profundización dela verdad hacia el pleno respeto dela persona y de su dignidad, esta-blezca una fructuosa colaboracióncon los demás ateneos pontificios ycon los centros de estudio e investi-gación, tanto cristianos como musul-manes, esparcidos por todo el mun-do.

En la feliz circunstancia de estejubileo, deseo que la comunidad delPontificio Instituto de estudios ára-bes e islámicos jamás traicione su ta-rea primaria de escucha y diálogo,fundada en identidades claras, en labúsqueda apasionada, paciente y ri-gurosa de la verdad y de la belleza,sembradas por el Creador en el co-razón de cada hombre y mujer yrealmente visibles en toda expresiónreligiosa auténtica. Os pido, por fa-vor, que recéis por mí, y de corazónos deseo todas las bendiciones.

A los obispos lituanos en visita «ad limina»VIENE DE LA PÁGINA 5

para toda la sociedad por perseguirel bien común.

Conozco también vuestro ince-sante compromiso y vuestra solici-tud hacia el clero que Dios os haconfiado. No olvidéis que es nece-sario, sobre todo, rezar para queDios os conceda sacerdotes genero-sos y capaces de sacrificio y entre-ga. El Señor también os concederálaicos convencidos, que asuman res-ponsabilidades dentro de la comu-nidad eclesial y den una valiosacontribución cristiana a la sociedadcivil, si rezáis por esto y si los ani-máis a estar presentes, con la fuerzade una fe adulta, en el ámbito civil,cultural, político y social.

Como sabéis, en este período to-da la Iglesia está comprometida enun camino de reflexión sobre la fa-milia, sobre su belleza, sobre su va-lor y sobre los desafíos que está lla-mada a afrontar en nuestro tiempo.También os aliento, como pastores,a dar vuestra contribución a estagran obra de discernimiento y, so-bre todo, a cuidar la pastoral fami-liar, de manera que los esposossientan la cercanía de la comunidadcristiana, y se los ayude a «no aco-modarse a la mentalidad de estemundo, sino a renovarse continua-mente según el espíritu del Evange-

lio» (cf. Rm 12, 2). En efecto, tam-bién vuestro país, que ya ha entra-do plenamente en la Unión euro-pea, está expuesto a la influenciade ideologías que quieren introdu-cir elementos de desestabilizaciónde las familias, fruto de un sentidode la libertad personal mal entendi-do. Al respecto, las seculares tradi-ciones lituanas os ayudarán a res-ponder, según la razón y la fe, a di-chos desafíos.

Quiero recomendaros, además,una atención especial a las vocacio-nes al sacerdocio y a la vida consa-grada. ¡Que la Iglesia en Lituaniajamás se canse de seguir rezandopor las vocaciones! Os exhorto,además, a preocuparos por unaadecuada formación, inicial y per-manente, de los sacerdotes, de laspersonas consagradas y de los semi-naristas, prestando particular aten-ción a su vida espiritual y moral,así como a la educación en la po-breza evangélica y en la gestión delos bienes materiales conforme a losprincipios de la doctrina social dela Iglesia. Amad a vuestros presbí-teros, tratad de estar bien dispues-tos cuando os busquen, y no espe-réis siempre que sean ellos quienesos busquen, no los dejéis solos enlas dificultades. Asimismo, preocu-paos de modo particular por los ca-tequistas, transmitiéndoles con

vuestro testimonio la alegría dee v a n g e l i z a r.

Por último, os exhorto a la solici-tud con los pobres. También en Li-tuania, a pesar del actual desarrolloeconómico, hay muchos necesita-dos, desempleados, enfermos, aban-donados. Estad cerca de ellos. Y noolvidéis a cuantos, sobre todo entrelos jóvenes, dejan el país por dife-rentes motivos y tratan de encontrarun nuevo camino en el extranjero.Su número creciente y sus exigen-cias requieren la atención y el cui-dado pastoral por parte de la Con-ferencia episcopal, para que puedanconservar la fe y las tradiciones reli-giosas lituanas.

Queridos hermanos: Os agradez-co vuestra visita. Llevad mi saludocordial a vuestras Iglesias particula-res y a todos vuestros compatriotas.Que la Virgen María, venerada es-pecialmente en vuestra nación co-mo «Puerta de la Aurora» en Vilna,así como en Šiluva y en muchasotras partes, interceda por la Iglesiaen Lituania: proteja con su manto alos sacerdotes, a los religiosos, a lasreligiosas y a todos los fieles, y ob-tenga para cada comunidad la ple-nitud de las gracias del Señor. Osaseguro mi recuerdo en la oración yconfío en el vuestro, mientras osimparto de corazón la bendiciónap ostólica.

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVATORE ROMANO página 7

El Papa a los participantes en el coloquio ecuménico de religiosos y religiosas

Ese monasterio invisible

A los participantes en el coloquioecuménico de religiosos y religiosas quese celebró en Roma por iniciativa de laCongregación para los institutos devida consagrada y las sociedades devida apostólica, el sábado 24 de enero,el Papa Francisco les recordó trescaracterísticas que deben acompañar labúsqueda de la unidad entre loscristianos: «No hay unidad sinconversión», «no hay unidad sinoración» y «no hay unidad sinsantidad de vida».

Señores cardenales, queridos herma-nos y hermanas:

Os doy mi cordial bienvenida, yagradezco al cardenal Braz de Avizlas palabras que me ha dirigido ennombre de todos. Me alegro de queesta iniciativa haya reunido a religio-sos y religiosas de diversas Iglesias yComunidades eclesiales, a las quedirijo mi afectuoso saludo. Es parti-cularmente significativo que vuestroencuentro tenga lugar durante la Se-mana de oración por la unidad delos cristianos; cada año nos recuerdaque el ecumenismo espiritual es «elalma de todo el movimiento ecumé-nico», como destacó el decreto con-ciliar Unitatis redintegratio (n. 8), cu-yo quincuagésimo aniversario cele-bramos recientemente.

Quiero compartir con vosotros al-gunos pensamientos sobre la impor-tancia de la vida consagrada para launidad de los cristianos.

La voluntad de restablecer la uni-dad de todos los cristianos está pre-sente, naturalmente, en todas lasIglesias, y se refiere tanto al clerocomo a los laicos (cf. ibídem, n. 5).Pero la vida religiosa, que hunde susraíces en la voluntad de Cristo y enla tradición común de la Iglesia in-divisa, tiene sin duda alguna una vo-

cación particular en la promoción deesta unidad. Por lo demás, no es unacasualidad que numerosos pionerosdel ecumenismo hayan sido hombresy mujeres consagrados. Aún hoy va-rias comunidades religiosas se dedi-can intensamente a dicho objetivo, yson lugares privilegiados de encuen-tro entre cristianos de distintas tradi-ciones. En este contexto, tambiénquiero mencionar a las comunidadesecuménicas, como las de Taizé y Bo-se, ambas presentes en este coloquio.A la vida religiosa pertenece la bús-queda de la unión con Dios y de launidad dentro de la comunidad fra-terna, realizando así, de modo ejem-plar, la oración del Señor «para quetodos sean uno» (Jn 17, 21).

Vuestro encuentro tuvo lugar en elInstituto de patrística Ag u s t i n i a n u m .San Agustín comienza su Regla conla siguiente afirmación, particular-mente elocuente: «Lo primero porlo que os habéis congregado en lacomunidad es para que habitéis uná-nimes en la casa, y tengáis una solaalma y un solo corazón dirigidos ha-cia Dios» (I, 3). La vida religiosanos muestra precisamente que esta

unidad no es fruto de nuestros es-fuerzos: la unidad es un don del Es-píritu Santo, que realiza la unidad enla diversidad. También nos revelaque esta unidad sólo puede hacerserealidad si caminamos juntos, si re-corremos el camino de la fraternidaden el amor, el servicio y la acogidarecípro ca.

No hay unidad sin conversión. Lavida religiosa nos recuerda que en elcentro de toda búsqueda de la uni-dad y, por lo tanto, de todo esfuerzoecuménico, está ante todo la conver-sión del corazón, que comporta pe-dir perdón y perdonar. Consiste, engran parte, en una conversión denuestra misma mirada: tratar de mi-rarnos unos a otros en Dios, y tam-bién saber ver desde el punto de vis-ta del otro: este es un doble desafíorelacionado con la búsqueda de launidad, tanto en el seno de las co-munidades religiosas, como entre loscristianos de diversas tradiciones.

No hay unidad sin oración. La vidareligiosa es una escuela de oración.El compromiso ecuménico responde,en primer lugar, a la oración del Se-ñor Jesús mismo y se basa esencial-mente en la oración. Uno de lospioneros del ecumenismo y granpromotor del Octavario por la uni-dad, el padre Paul Couturier, utiliza-ba una imagen que ilustra bien elvínculo entre ecumenismo y vida re-ligiosa: comparaba a todos los querezan por la unidad, y al movimien-to ecuménico en general, con un«monasterio invisible» en el que sereúnen los cristianos de diferentesIglesias, de diferentes países y conti-

nentes. Queridos hermanos y herma-nas: Sois los primeros animadores deeste «monasterio invisible»: os alien-to a rezar por la unidad de los cris-tianos y a traducir esta oración enactitudes y gestos diarios.

No hay unidad sin santidad de vi-da. La vida religiosa nos ayuda a to-mar conciencia de la llamada dirigi-da a todos los bautizados: la llama-da a la santidad de vida, que es elúnico camino verdadero a la unidad.El decreto conciliar Unitatis redinte-g ra t i o lo muestra con palabras agu-das: «Recuerden todos los fieles,que tanto mejor promoverán y reali-zarán la unión de los cristianos,cuanto más se esfuercen en llevaruna vida más pura, según el Evange-lio. Porque cuanto más se unan enestrecha comunión con el Padre, conel Verbo y con el Espíritu, tanto másíntima y fácilmente podrán acrecen-tar la mutua hermandad» (n. 7).

Queridos hermanos y hermanas:Al expresaros mi gratitud por el tes-timonio del Evangelio que dais convuestra vida y por el servicio queprestáis a la causa de la unidad, pi-do al Señor que bendiga abundante-mente vuestro ministerio y os impul-se a trabajar incansablemente por lapaz y la reconciliación entre todaslas Iglesias y las Comunidades cris-tianas. Os pido, por favor, que recéispor mí, y de corazón os bendigo. Pi-damos la bendición al Señor rezan-do, cada uno en su propia lengua, laoración del Señor.

Padre nuestro…Que el Señor os bendiga a todos.

Jornada internacional de oración y reflexión contra la trata

Encendamos una luzEl mundo debe saber, comprendery responder. Pero el mundo no esuna entidad abstracta. El mundosomos nosotros, cada uno de noso-tros. Se podría resumir así el senti-do de la primera Jornada interna-cional de oración y reflexión contrala trata de personas que tendrá lu-gar el domingo 8 de febrero y quefue presentada el martes 3 de febre-ro en la Oficina de prensa de laSanta Sede en una conferencia diri-gida por el padre Federico Lom-b a rd i .

La jornada, intitulada «Enciendeuna luz contra la trata», es promo-vida por las Uniones internaciona-les femeninas y masculinas de su-periores generales (uisg y usg) y lapatrocina la Congregación para losinstitutos de vida consagrada y lassociedades de vida apostólica y losConsejos pontificios para la pasto-ral de los emigrantes e itinerantes yJusticia y paz. En representaciónde estos dicasterios vaticanos inter-vinieron con un breve saludo loscardenales João Braz de Aviz, An-tonio Maria Vegliò y Peter KodwoAppiah Turkson.

Una vez más —después de loscontinuos llamamientos del PapaFrancisco y tras los congresos quetuvieron lugar en la Academia pon-tificia de ciencias— desde el Vatica-no se eleva una voz fuerte y firmecontra una de las llagas más terri-bles que atormentan a la sociedadcontemporánea. Como lo recordóla hermana Carmen Sammut, presi-denta de la UISG, hoy «millones deniños, mujeres y hombres son ven-didos y llevados a la esclavitud pa-ra el trabajo forzado, la prostitu-ción o el tráfico de órganos».

Monseñor Gallagher con el Cuerpodiplomático acreditado ante la Santa Sede

El lunes 2 de febrero, por la mañana, en la biblioteca de la Secretaría de Es-tado, el arzobispo Paul R. Gallagher, secretario para las Relaciones con losEstados, se reunió con el Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede,dirigiendo un discurso de bienvenida a los embajadores.

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVAT

Cientos de luces encendidasUna basílica abarrotada, más de seis-cientos concelebrantes, miles de reli-giosos y religiosas, miembros de insti-tutos seculares y de vida apostólica,del Ordo virginum y, por primera vez,también un grupo de monjes ortodo-xos residentes en Roma. Es sólo unapanorámica de la celebración eucarís-tica presidida por el Papa Francisco ellunes 2 de febrero, por la tarde, en labasílica vaticana.

Desde su inicio la liturgia se carac-terizó por la presencia del variadomundo de la vida consagrada: la pro-cesión de entrada estaba formada por50 consagrados (25 hombres y 25 mu-jeres), signo de la diversidad de lasexpresiones y del compromiso en fa-vor de los pobres y de los últimos.Entre ellos la hermana Lucia, que es-taba presente para recordar a las tresreligiosas saverianas asesinadas en2014 en Burundi. Otras participaronpara testimoniar el compromiso enIrak, entre los inmigrantes y los refu-giados, entre los enfermos de sida, enla acogida de mujeres en dificultad yen la asistencia a los presos. Otras de-sempeñan su misión en casas de niñossin familia, en proyectos de solidari-dad o en centros para sordomudos.

Las intenciones de la oración de losfieles se hicieron en hindi, chino, in-glés, tagalo y suajili.

Además del cardenal Braz de Avizy el arzobispo Rodríguez Carballo,respectivamente prefecto y secretariode la Congregación para los institutosde vida consagrada y las sociedadesde vida apostólica, concelebraron conel Papa los cardenales Sandri, Oue-

llet, Ravasi, Lacroix, Harvey, Montei-ro de Castro y Rodé; cerca de docearzobispos y obispos; algunos jefes deoficina y miembros del dicasterio paralos religiosos, entre los cuales el padreNicolás Pachón, prepósito general dela Compañía de Jesús y presidente dela Unión de superiores generales, y elcarmelita Luigi Gaetani, presidente dela Conferencia italiana de superioresmayores. La Congregación de religio-sos estaba representada también porla hermana Nicla Vittoria Spezzati yDaniela Leggio, respectivamente sub-secretaria y jefe de oficina. Participa-ron en el rito los cardenales Coppa yDe Giorgi, y el arzobispo Gänswein,prefecto de la Casa pontificia.

Llevar en brazos a Jesús para dejarseguiar por Él por el camino del amor ydel servicio: es la indicación confiada porel Papa Francisco a los religiosos y lasreligiosas que participaron en la misacelebrada en la basílica vaticana el lunes2 de febrero, por la tarde, fiesta de lapresentación del Señor y decimonovenaJornada mundial de la vida consagrada.Pongamos ante los ojos de la mente elicono de María Madre que va con elNiño Jesús en brazos. Lo lleva al Tem-plo, lo lleva al pueblo, lo lleva a encon-trarse con su pueblo.

Los brazos de su Madre son como la«escalera» por la que el Hijo de Diosbaja hasta nosotros, la escalera de lacondescendencia de Dios. Lo hemos oídoen la primera Lectura, tomada de laCarta a los Hebreos: Cristo «tenía queparecerse en todo a sus hermanos, paraser sumo sacerdote compasivo y fiel»(2, 17). Es el doble camino de Jesús:bajó, se hizo uno de nosotros, para su-birnos con Él al Padre, haciéndonos se-mejantes a Él.

Este movimiento lo podemos con-templar en nuestro corazón imaginandola escena del Evangelio: María que en-tra en el templo con el Niño en brazos.La Virgen es la que va caminando, perosu Hijo va delante de ella. Ella lo lleva,pero es Él quien la lleva a Ella por esecamino de Dios, que viene a nosotrospara que nosotros podamos ir a Él.

Jesús ha recorrido nuestro camino,para indicarnos el camino nuevo, es de-cir, el «camino nuevo y vivo» (cf. Hb10, 20) que es Él mismo. Y para noso-tros, los consagrados, este es el único cami-no que, de modo concreto y sin alternati-vas, tenemos que recorrer con alegría yp e rs e v e ra n c i a .

Hasta en cinco ocasiones insiste elEvangelio en la obediencia de María yJosé a la «Ley del Señor» (cf. Lc 2,22.23.24.27.39). Jesús no vino para ha-cer su voluntad, sino la voluntad delPadre; y esto —dijo Él— era su «alimen-to» (cf. Jn 4, 34). Así, quien sigue a Je-sús se pone en el camino de la obe-diencia, imitando la «condescendencia»del Señor, abajándose y haciendo suyala voluntad del Padre, incluso hasta lanegación y la humillación de sí mismo(cf. Flp 2, 7-8). Para un religioso, cami-nar significa abajarse en el servicio, esdecir, recorrer el mismo camino de Je-sús, que «no retuvo ávidamente el serigual a Dios» (Flp 2, 6). Rebajarse ha-ciéndose siervo para servir.

Y este camino adquiere la forma dela regla, que recoge el carisma del fun-d a d o r, sin olvidar que la regla insusti-

tuible, para todos, es siempre el Evan-gelio. El Espíritu Santo, en su infinitacreatividad, lo traduce también en di-versas reglas de vida consagrada quenacen todas de la sequela Christi, es de-cir, de este camino de abajarse sirvien-do.

Mediante esta «ley», los consagradospueden alcanzar la sabiduría, que no esuna actitud abstractasino obra y don delEspíritu Santo. Y sig-no evidente de esa sa-biduría es la alegría.Sí, la alegría evangéli-ca del religioso es con-secuencia del caminode abajamiento conJesús... Y, cuando es-tamos tristes, nos ven-drá bien preguntarnos:«¿Cómo estoy vivien-do esta dimensión ke-nótica?».

En el relato de laPresentación de Jesús,la sabiduría está repre-sentada por los dosancianos, Simeón yAna: personas dóciles

MANUEL NIN

Efrén el sirio canta la perícope evangélla presentación de Jesús en el templo 2, 22 ss) en algunos himnos sobre la Ndad de Cristo. Nos detenemos en domas de esta colección, el XXV y el VI.primero el poeta teólogo canta la Iglemo lugar de encuentro de los fieles pcelebración del misterio de la encardel Verbo de Dios. A lo largo de tohimno Efrén hace una analogía entre Mla Iglesia; lo que está prefigurado y pzado para una se realiza también en lde la otra. Todas las estrofas inician frase: «Bienaventurada eres tú, oh Igley en las primeras dos encontramos capresentación de la situación litúrgica y tectónica de la celebración: «Bienaveneres tú, oh Iglesia, porque resuena engran fiesta, la solemnidad del Rey...venturadas tus puertas, abiertas pero nnas; tus atrios, espaciosos pero no suficpara la multitud... Bienaventurada eroh Iglesia, porque en tus solemnidadvigilantes gozan en medio de tus fidurante toda la noche los custodios daria... Bienaventurados tus cantos, sembcosechados y recogidos en los granercielo. Tu boca es un incensario y tus aromas que se expanden en las solemdes». La mención de los vigilantes en etexto del Evangelio de Lucas se refieduda, a los pastores, pero también a lotianos vigilantes en la oración.

La profecía de Isaías (7, 14), se apMaría y a la concepción del Verbo deen su seno, y también a la Iglesia donrealiza plenamente el significado salvífinombre Emanuel «Dios está con nosoCristo concebido en el seno de María, cebido también en el corazón de la Ilos fieles en ella se mezclan, son par

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TORE ROMANO páginas 8/9

El Papa para la Jornada de la vida consagrada

Con el niño en brazos

La fiesta del Ingreso del Señor en el templo según los himnos de Efrén el sirio

Simeón y el fruto del árbol

al Espíritu Santo (se los nombra 3 ve-ces), guiadas por Él, animadas por Él.El Señor les concedió la sabiduría trasun largo camino de obediencia a su ley.Obediencia que, por una parte, humillay abate, pero que por otra parte levantay custodia la esperanza, haciéndoloscreativos, porque estaban llenos de Es-píritu Santo. Celebran incluso una es-

pecie de liturgia en torno al Niñocuando entra en el templo: Simeón ala-ba al Señor y Ana «predica» la salva-ción (cf. Lc 2, 28-32.38). Como María,también el anciano lleva al Niño en susbrazos, pero, en realidad, es el Niñoquien toma y guía al anciano. La litur-gia de las primeras Vísperas de la Fies-ta de hoy lo expresa con claridad y be-

lleza: «Senex puerum portabat, puer au-tem senem regebat». Tanto María, jovenmadre, como Simeón, anciano «abue-lo», llevan al Niño en brazos, pero esel mismo Niño quien los guía a ellos.

Es curioso advertir que, en esta oca-sión, los creativos no son los jóvenes si-no los ancianos. Los jóvenes, comoMaría y José, siguen la ley del Señor através de la obediencia; los ancianos,como Simeón y Ana, ven en el Niño elcumplimiento de la Ley y las promesasde Dios. Y son capaces de hacer fiesta:son creativos en la alegría, en la sabi-duría.

Y el Señor transforma la obediencia ensabiduría con la acción de su EspírituSanto.

A veces, Dios puede dar el don de lasabiduría a un joven inexperto, pero acondición de que esté dispuesto a reco-rrer el camino de la obediencia y de ladocilidad al Espíritu. Esta obediencia ydocilidad no es algo teórico, sino queestá bajo el régimen de la encarnacióndel Verbo: docilidad y obediencia a unfundador, docilidad y obediencia a unaregla concreta, docilidad y obediencia aun superior, docilidad y obediencia a laIglesia. Se trata de una docilidad yobediencia concreta.

Perseverando en el camino de la obe-diencia, madura la sabiduría personal ycomunitaria, y así es posible tambiénadaptar las reglas a los tiempos: de he-cho, la verdadera «actualización» esobra de la sabiduría, forjada en la doci-lidad y la obediencia.

El fortalecimiento y la re n o v a c i ó n de lavida consagrada pasan por un granamor a la regla, y también por la capa-cidad de contemplar y escuchar a los ma-y o re s de la congregación. Así, el «depó-sito», el carisma de una familia religio-sa, queda custodiado tanto por la obe-diencia como por la sabiduría. Y este ca-mino nos salva de vivir nuestra consa-gración de manera «light», desencarna-da, como si fuera una gnosis, que redu-ce la vida religiosa a una «caricatura»,una caricatura en la que se da un segui-miento sin renuncia, una oración sinencuentro, una vida fraterna sin comu-nión, una obediencia sin confianza yuna caridad sin trascendencia.

También nosotros, como María y Si-meón, queremos llevar hoy en brazos aJesús para que se encuentre con supueblo, y seguro que lo conseguiremossi nos dejamos poseer por el misteriode Cristo. Guiemos el pueblo a Jesúsdejándonos a su vez guiar por Él. Esoes lo que debemos ser: guías guiados.

Que el Señor, por intercesión de Ma-ría nuestra Madre, de san José y de lossantos Simeón y Ana, nos conceda loque le hemos pedido en la Oración co-lecta: «Ser presentados delante de ticon el alma limpia». Así sea.

SIGUE EN LA PÁGINA 16

lica de(LucasNativi-s poe-En el

sia co-para lanaciónodo el

María yprofeti-la vidacon la

esia...»,asi una

arqui-nturadan ti laBiena-no lle-cientesres tú,des losestas...

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plica ae Diosnde seico delotros».y con-

Iglesia;rtícipes

de la naturaleza divina de Cristo: «Bienaven-turada eres tú, oh Iglesia: en ti se goza Isaíascon su profecía: “He aquí la Virgen concebi-rá y dará a luz” un niño, cuyo nombre es ungran símbolo. ¡Oh el significado revelado enla Iglesia! Dos nombres mezclados que seconvierten en uno: «Emanuel». «Él» estásiempre contigo, porque te ha mezclado consus miembros». En varias estrofas Efrén con-tinúa la lectura eclesiológica de algunas pro-fecías veterotestamentarias. Propone ademásun paralelo entre Belén y la Iglesia; la prime-ra significa «casa del pan», la segunda custo-dia la palabra y los sacramentos: «Bienaven-turada eres tú, oh Iglesia... Bienaventuradostus carneros marcados con tu sello, tus ovejascustodiadas por su palabra. Tú, oh Iglesia,eres la perenne Belén, porque en ti está elpan de la vida». Por último las profecías deDaniel y los salmos de David encuentran enla Iglesia su realización: «Bienaventuradaeres tú, oh Iglesia: se goza en ti Daniel quehabía indicado que el Cristo glorioso mori-ría... Bienaventurada eres tú, oh Iglesia: conla propia cítara canta sobre ti el rey David».Se presenta también a la Iglesia como lugary sitio de acogida de las Sagradas Escriturasy también lugar donde son interpretadas:«Bienaventurada eres tú, oh Iglesia... En tilos profetas cansados encontraron descanso...Bienaventurados sus libros, desplegados entus templos, y las solemnidades brillantes entus santuarios...».

Después de las profecías del Antiguo Tes-tamento, se presenta a la Iglesia como lugarde la plenitud de las bienaventuranzas evan-gélicas; Efrén enumera diez de ellas, agre-gando una entre Ma t e o y Lucas: «Bienaven-turada eres tú, oh Iglesia, por las diez biena-venturanzas, donadas por nuestro Señor.Símbolo pleno: en el diez, en efecto, estánpresentes todos los números, por ello las diezbienaventuranzas te hicieron perfecta... Oh

bienaventurada, por cada bienaventuranzacoronada, también sobre mí lanza una biena-venturanza».

Belén y María, pequeñas y humildes, seconvierten en habitación y morada del Señorpara su encarnación y su nacimiento: «Biena-venturada eres tú, Belén: fortalezas y podero-sas ciudades te han envidiado. María fue en-vidiada por mujeres y vírgenes hijas de no-bles. Bienaventurada la joven digna de ser sumorada, y la aldea digna de ser el lugar don-de habitar. Una joven indigente y una aldeapequeña eligió Él para hacerse humilde». Ycasi sin solución de continuidad encontramosen la estrofa 13 el punto principal de toda lacristología de Efrén: el Hijo eterno del Padreque nace en el tiempo: «Bienaventurada erestú, Belén: en ti tuvo inicio el hijo que está enel Padre desde la eternidad... Aquel que en tise sometió al tiempo, es anterior al tiempo...En ti comenzó a balar el cordero de Dios,que en ti saltaba y en tu pesebre fue peque-ño, estando incluso presente en todas lascriaturas y siendo adorado en todos los luga-re s » .

En la penúltima de las estrofas encontra-mos la referencia al Evangelio de Lucas (2,22ss) en el anciano Simeón, que es llamadobeato por su gesto de llevar y ofrecer a Cris-to al Padre: «Bienaventurado el sacerdoteque, en el santuario, ofreció al Padre el hijodel Padre; fruto recogido de nuestro árbol, sibien procede directamente de la divina ma-jestad». Efrén ve en Simeón que lleva el Ni-ño Jesús como un gesto de quien recoge elfruto del árbol, visto como lugar de la huma-nidad de Cristo. El templo donde entra Cris-to es el templo del velo rasgado en la crucifi-xión por Cristo mismo: «En el templo el Es-píritu esperaba con ardor su ingreso y cuan-do fue crucificado salió, rasgando el velo».

Philippe de Champaigne «La presentación en el Templo» (1648)

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página 10 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

Tras el reconocimiento del martirio de Oscar Romero

Se ha abierto un camino

Un «protomártir». Primero de lalarga lista de los nuevos mártirescontemporáneos, Oscar Arnulfo Ro-mero será beatificado este año enSan Salvador. Lo anunció el miérco-les 4 de febrero, durante una confe-rencia en la Oficina de prensa de laSanta Sede, el arzobispo VincenzoPaglia, presidente del Consejo ponti-ficio para la familia y postulador dela causa de beatificación del arzobis-po asesinado el 24 de marzo de 1980mientras estaba celebrando la misaen San Salvador. «Ha sido un hechoprovidencial —dijo el prelado— queesta beatificación tenga lugar con elpontificado del primer Papa latinoa-mericano», un Papa que afirmó sudeseo de querer una «Iglesia pobrepara los pobres»: un hecho que abreun camino, que «ensancha el hori-zonte de América Latina», un conti-nente que, a partir del testimonio deRomero, «tiene algo importante quedecir a todo el mundo».

Para profundizar en la figura delarzobispo mártir estaban —mo dera-dos por el director de la Oficina deprensa de la Santa Sede, padre Fe-derico Lombardi— monseñor JesúsDelgado, que fue el secretario perso-nal de Romero los tres años, de 1977a 1980, que guió la arquidiócesis deSan Salvador, y el historiador Ro-berto Morozzo della Rocca, que co-laboró en la redacción de la positiode la causa de beatificación. «Aquel24 de marzo —recordó monseñorD elgado— había propuesto al arzo-bispo que se tomase un día de des-canso»: la agenda de Romero conta-ba con seis citas de las cuales una, a

las 18, era precisamente la celebra-ción de la misa. «Si llego tarde cele-bra tú», le dijo el prelado. Pero lue-go llamó por teléfono al secretario:«Mejor no. Yo celebraré la misa, noquiero implicar a nadie en esto».Fueron las últimas palabras que in-tercambió con monseñor Delgado.

Romero, destacó el arzobispo Pa-glia, sabía bien que estaba en peli-gro. Tras haber velado una nocheentera el cuerpo del padre RutilioGrande, el amigo jesuita asesinadoel 12 de marzo de 1977, comprendióque en ese momento los campesinosse habían quedado huérfanos de pa-dre y que ahora le tocaba a él ocu-par el lugar, bien consciente quetambién él se habría «jugado la vi-da». Y también del padre Rutilio se

abrió hace pocos meses en San Sal-vador el proceso de beatificación.

¿Por qué fue asesinado Romero?Es este un punto fundamental en lareconstrucción de la situación del ar-zobispo, porque está en la base delreconocimiento del martirio in odiumfidei. Un reconocimiento que, desta-có el postulador, «tuvo lugar con launanimidad de los pareceres tantode la comisión cardenalicia como dela comisión de los teólogos». Había,explicó el arzobispo Paglia, un climade persecución contra un pastor que,como consecuencia de la inspiraciónevangélica, de los documentos delVaticano II, de Medellín, había ele-gido vivir para los pobres. No habíamotivos ideológicos, de cercanía apensamientos políticos particulares.Fue asesinado sencillamente por es-tar relacionado con esta perspectiva.Al respecto entró en detalles tam-bién Morozzo della Rocca: «Existíauna auténtica persecución contra laIglesia en El Salvador. La Iglesia sepreocupaba de los pobres, masas degente desesperada y sin trabajo. Laclase dirigente oligárquica cambiabala sensibilidad social católica porsubversión y comunismo». Romero,«extraordinario predicador», pedíajusticia «no en términos políticos, si-no espirituales». Y, añadió el histo-riador, sabía bien que era un conde-nado a muerte: «El final se le anun-ciaba cada día a través de amenazas,cartas, llamadas telefónicas, atenta-dos a los que sobrevivió por un hi-lo»; tenía miedo, pero jamás tuvodudas: «Un pastor no desaparece,debe permanecer hasta el final conlos suyos».

Con las fáciles y usadas como pre-texto acusaciones de comunismo,añadió el arzobispo Paglia, «se que-ría silenciar a la Iglesia, una Iglesia

que brotaba del Vaticano II, atenta ala paz, a la justicia y a la verdadevangélica». Y hoy, continuó el pos-tulador, «después del ’89, despuésdel 11 de septiembre, después de losrecientes terribles atentados, Romerorepresenta la valentía evangélica deuna fe que no se detiene en los prin-cipios, sino que elige ensuciarse lasmanos con los más pobres para ha-cer comprender que está de su par-te». Y, añadió, «para Romero estarcon los más pobres era la mejor ma-nera para estar de la parte de todoel país».

Cierto —y se debatió mucho en laconferencia de prensa sobre este as-p ecto— el proceso para la beatifica-ción fue complejo y polémico. El ar-chivo de Romero cuenta con más decincuenta mil carpetas. No faltaronlos opositores. El hecho es que, ex-plicó el arzobispo Paglia, duranteesos años «llegaban a Roma kilos dedocumentos contra Romero. Lo acu-saban de implicación política, de serseguidor de la teología de la libera-ción, de desequilibrios de carácter».Se necesitó tiempo para encontrar yorganizar «la montaña de testimo-nios que habrían desplazado todasesas acusaciones usadas como pre-texto». Sobre todo, subrayó el prela-do, pasó mucho tiempo porque «he-mos querido un proceso muy exacto.Queríamos que la causa estuviesejustificada hasta el último milíme-tro». Pero al final, concluyó, «la ver-dad tuvo su victoria».

Una verdad que también los Pon-tífices anteriores habían percibido: elarzobispo Paglia recordó a Pablo VI«que fue inspirador y defensor deRomero», Juan Pablo II que, des-pués de las primeras vacilaciones de-bidas a una información deformada,comprendió la verdad y «en la cele-bración de los nuevos mártires du-rante el Jubileo del 2000 añadió desu puño y letra el nombre de Rome-ro en el o re m u s final». Y tambiénBenedicto XVI que en 2012 decidiódesbloquear el proceso.

Hoy Romero «es un don extraor-dinario para toda la Iglesia» y, dijoel arzobispo Paglia, lo es «no sólopara los católicos, sino también paratodos los cristianos y para todos loshombres de buena voluntad en elmundo». Su beatificación, concluyómonseñor Delgado, será un día defiesta para todos y «será el últimomilagro de Romero: ratificará el en-cuentro fraterno de los salvadoreños.De todos los salvadoreños. Porqueél amaba a los pobres, pero nuncadejó de amar a los ricos. Pedía laconversión de todos».

Congregación para las causas de los santos

Promulgación de decretosSerá beatificado el arzobispo Romero

La felicitación del Papa

Al nuevo presidente de ItaliaAl nuevo presidente de la República italiana Sergio Mattarella, elegido el sá-bado 31 de enero por el Parlamento, el Pontífice envió un mensaje de felici-tación y cercanía en el que se lee: «Me complace dirigirle —escribe el PapaFr a n c i s c o — deferentes expresiones de felicitación por su elección a la supre-ma magistratura del Estado italiano y, mientras deseo que Usted pueda ejer-cer su elevada tarea especialmente al servicio de la unidad y la concordia delpaís, invoco sobre su persona la constante asistencia divina para una ilumi-nada acción de promoción del bien común en la senda de los auténticos va-lores humanos y espirituales del pueblo italiano. Con estos deseos le envío aUsted y a toda la Nación la bendición apostólica».

El martes 3 de febrero, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia pri-vada al cardenal Angelo Amato, S.D.B., prefecto de la Congregación paralas causas de los santos. Durante la audiencia el Pontífice autorizó a laCongregación a promulgar los siguientes decretos:

—el martirio del siervo de Dios OSCAR ARNULFO ROMERO GALDÁMEZ,arzobispo de San Salvador; nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Ba-rrios (El Salvador) y fue asesinado por odio a la fe, el 24 de marzo de1980, en San Salvador (El Salvador);

—el martirio de los siervos de Dios MICHAL TOMASZEK y ZBIGNIEWSTRZAŁKO W S K I , sacerdotes profesos de la Orden de los Frailes Menoresconventuales, así como ALEJANDRO DORDI, sacerdote diocesano; asesina-dos por odio a la fe, el 9 y el 25 de agosto de 1991, en Pariacoto y en lalocalidad de Rinconada, en las inmediaciones de Santa (Perú);

—las virtudes heroicas del siervo de Dios GI O VA N N I BACILE, arciprestedecano de Bisacquino; nació en Bisacquino (Italia) el 12 de agosto de1880 y murió allí el 20 de agosto de 1941.

Monseñor Romero con Juan Pablo II en una de sus dos visitas que realizó meses antes de morir

El arzobispo Romero en el detalle de un mural de Adolfo Pérez Esquivel

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

Miembros y sustitutos elegidos por las Conferencias episcopales y confirmados por el Pontífice

Hacia el SínodoEl Santo Padre Francisco, para la XIVAsamblea general Ordinaria del Sínodode los obispos, que tendrá lugar en elVaticano del 4 al 25 de octubre de2015 sobre el tema «La vocación y lamisión de la familia en la Iglesia y enel mundo contemporáneo», ha confir-mado los siguientes prelados de las res-pectivas Conferencias episcopales:

ÁFRICA

BurundiM i e m b ro : Monseñor Gervais Bas-

himiyubusa, obispo de Ngozi, presi-dente de la Conferencia episcopal.

Sustituto: Monseñor Joachim Nta-hondereye, obispo de Muyinga.

Etiopía y EritreaM i e m b ro : Monseñor Tsegaye Ke-

neni Derera, vicario apostólico deSoddo, obispo titular de Massimianade Bizacena.

Sustituto: Monseñor Markos Ge-bremedhin, C.M., obispo titular deGummi de Proconsolare, vicarioapostólico de Jimma-Bonga (Etio-pía).

GhanaM i e m b ro : Monseñor Gabriel Char-

les Palmer-Buckle, arzobispo deAcra.

Sustituto: Monseñor AnthonyKwami Adanuty, obispo de Keta-Akatsi.

KeniaM i e m b ro s : Cardenal John Njue,

arzobispo de Nairobi, presidente dela Conferencia episcopal.

Monseñor James Maria WainainaKungu, obispo de Muranga.

Sustituto: Monseñor Emanuel Bar-bara, O.F.M.C A P., obispo de Malindi.

Ma d a g a s c a rM i e m b ro : Monseñor Désiré Tsara-

hazana, obispo de Toamasina, presi-dente de la Conferencia episcopal.

Sustituto: Monseñor Jean de DieuRaoelison, obispo titular de Corni-culana, auxiliar de Antananarivo.

RuandaM i e m b ro : Monseñor Antoine

Kambanda, obispo de Kibungo.Sustituto: Monseñor Smaragde

Mbonyintege, obispo de Kabgayi,presidente de la Conferencia episco-pal.

AMÉRICA

Arg e n t i n aM i e m b ro s : Monseñor Pedro María

Laxague, obispo titular de Castra se-veriana y auxiliar de Bahía Blanca.

Monseñor José María Arancedo,arzobispo de Santa Fe de la VeraCruz, presidente de la Conferenciaepiscopal.

Cardenal Mario Aurelio Poli, ar-zobispo de Buenos Aires.

Sustitutos: Monseñor Andrés Sta-novnik, O.F.M.C A P., arzobispo de Co-rrientes.

Monseñor Héctor Rubén Aguer,arzobispo de La Plata.

ChileM i e m b ro s : Monseñor Bernardo

Miguel Bastres Florence, S.D.B.,obispo de Punta Arenas.

Cardenal Ricardo Ezzati Andrello,S.D.B., arzobispo de Santiago deChile, presidente de la Conferenciaepiscopal.

Sustituto: Monseñor Cristián Con-treras Villarroel, obispo de Melipilla,secretario general de la Conferenciaepiscopal.

CubaM i e m b ro : Monseñor Juan de la

Caridad García Rodríguez, arzobis-po de Camagüey.

Sustituto: Monseñor Marcelo Artu-ro González Amador, obispo deSanta Clara.

EcuadorM i e m b ro s : Monseñor Antonio

Arregui Yarza, arzobispo de Guaya-quil.

Monseñor Luis Gerardo CabreraHerrera, O.F.M., arzobispo de Cuen-ca.

Sustitutos: Monseñor Julio ParrillaDíaz, obispo de Riobamba.

UruguayM i e m b ro : Monseñor Jaime Rafael

Fuentes Martín, obispo de Minas.Sustituto: Monseñor Rodolfo Pe-

dro Wirz Kraemer, obispo de Mal-donado-Punta del Este, presidentede la Conferencia episcopal.

ASIA

PakistánM i e m b ro : Monseñor Joseph Ars-

had, obispo de Faisalabad.Sustituto: Monseñor Sebastian

Francis Shaw, arzobispo de Lahore.

VietnamM i e m b ro s : Monseñor Paul Bùi

Văn Đoc, arzobispo de Thành-PhôHô Chí Minh, Hôchiminh Ville,presidente de la Conferencia episco-pal.

Monseñor Joseph Đinh Đúc Đao,obispo titular de Gadiaufala, auxiliarde Xuân Lôc.

Fra n c i aM i e m b ro s : Monseñor Georges

Pontier, arzobispo de Marseille, pre-sidente de la Conferencia episcopal.

Cardenal André Vingt-Trois, arzo-bispo de París.

Monseñor Jean-Luc Brunin, obis-po de Le Havre.

Monseñor Jean-Paul James, obis-po de Nantes.

Sustitutos: Monseñor Olivier DeGermay, obispo de Ajaccio.

Monseñor Bruno Feillet, obispotitular de Gaudiaba, auxiliar deReims.

Gran Bretaña (Inglaterra y Gales)M i e m b ro s : Cardenal Vincent Ge-

rard Nichols, arzobispo de West-minster, presidente de la Conferen-cia episcopal.

Monseñor Peter John HaworthDoyle, obispo de Northampton.

Sustituto: Monseñor Philip Antho-ny Egan, obispo de Portsmouth.

G re c i aM i e m b ro : Monseñor Fragkiskos

Papamanolis, O.F.M.C A P., obispoemérito de Syros, presidente de laConferencia episcopal.

Sustituto: Monseñor Nikolaos Fos-kolos, arzobispo emérito de Atenas.

I rl a n d aM i e m b ro s : Monseñor Diarmuid

Martin, arzobispo de Dublín.Monseñor Eamon Martin, arzo-

bispo de Armagh, presidente de laConferencia episcopal.

Sustituto: Monseñor KieranO’Reilly, S.M.A., arzobispo de Cashely Emly.

LituaniaM i e m b ro : Cardenal Audrys Jouzas

Bačkis, arzobispo emérito de Vilna.Sustituto: Monseñor Rimantas

Norvila, obispo de Vilkaviškis.

Países BajosM i e m b ro : Cardenal Willem Jaco-

bus Eijk, arzobispo de Utrecht.Sustituto: Monseñor Johannes

Wilhelmus Maria Liesen, obispo deB re d a .

EspañaM i e m b ro s : Cardenal Ricardo Bláz-

quez Pérez, arzobispo de Valladolid,presidente de la Conferencia episco-pal.

Monseñor Mario Iceta Gavicago-geascoa, obispo de Bilbao.

Monseñor Carlos Osoro Sierra,arzobispo de Madrid.

Sustituto: Monseñor Juan AntonioReig Plá, obispo de Alcalá de Hena-re s .

OCEANÍA

Au s t ra l i aM i e m b ro s : Monseñor Daniel Euge-

ne Hurley, obispo de Darwin.Monseñor Mark Benedict Cole-

ridge, arzobispo de Brisbane.Sustituto: Monseñor Philip Ed-

ward Wilson, arzobispo de Adelaida.

Nueva ZelandaM i e m b ro : Monseñor Charles Ed-

ward Drennan, obispo de Palmers-ton North.

Sustituto: Cardenal John AtcherleyDew, arzobispo de Wellington, pre-sidente de la Conferencia episcopal.

Malaika Favorite, «Sagrada Familia»

Monseñor MarcosAurelio Pérez Caice-do, obispo de Baba-hoyo, vicepresidentede la Conferenciaepiscopal.

H o n d u ra sM i e m b ro : Monseñor

Luis Solé Fa, C.M.,obispo de Trujillo.

Sustituto: MonseñorÁngel Garachana Pé-rez, C.M.F., obispo deSan Pedro Sula.

MéxicoM i e m b ro s : Monse-

ñor Rodrigo AguilarMartínez, obispo deTe h u a c á n .

Cardenal NorbertoRivera Carrera, arzo-bispo de México.

Monseñor FranciscoJavier Chavolla Ra-mos, obispo de Tolu-ca.

Cardenal FranciscoRobles Ortega, arzo-bispo de Guadalajara,presidente de la Conferencia episco-pal.

Sustitutos: Monseñor Alfonso Ge-rardo Miranda Guardiola, obispo ti-tular de Idrica, auxiliar de Monte-r re y.

Monseñor José Francisco Gonzá-lez González, obispo de Campeche.

Estados UnidosM i e m b ro s : Monseñor Joseph Ed-

ward Kurtz, arzobispo de Louisville,presidente de la Conferencia episco-pal.

Monseñor Charles Joseph Cha-put, O.F.M.C A P., arzobispo de Filadel-fia.

Cardenal Daniel N. Di Nardo, ar-zobispo de Galveston-Houston, vice-presidente de la Conferencia episco-pal.

Monseñor José Horacio Gómez,arzobispo de Los Ángeles.

Sustitutos: Monseñor Blase J. Cu-pich, arzobispo de Chicago.

Monseñor Salvatore Joseph Cor-dileone, arzobispo de San Francisco.

Sustituto: Monseñor Pierre Ngu-yên Văn Kham, obispo de My Tho.

EU R O PA

Al b a n i aM i e m b ro : Monseñor George Fren-

do, O.P., obispo titular de Butrinto,auxiliar de Tirana-Durrës.

Sustituto: Monseñor Ottavio Vita-le, R.C.I., obispo de Lezhë, Lesh.

Au s t r i aM i e m b ro : Monseñor Benno Elbs,

obispo de Feldkirch.Sustituto: Monseñor Kalus Küng,

obispo de Sankt Pölten.

Bosnia y HerzegovinaM i e m b ro : Monseñor Tomo Vukšić,

ordinario militar de Bosnia y Herze-govina.

Sustituto: Monseñor Marko Se-mren, O.F.M., obispo titular de Aba-radira, auxiliar de Banja Luka.

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página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

Misa del Pontífice en Santa MartaEl alimentode Jesús

«Rezar para tener ganas de cumplirla voluntad de Dios, para conocer lavoluntad de Dios y, una vez conoci-da, para seguir adelante con la vo-luntad de Dios»: es la triple invita-ción que el Papa Francisco repitiódurante la misa del martes 27 deenero, por la mañana, en la capillade la Casa Santa Marta.

El Pontífice, para su reflexión,partió de la oración colecta del ini-cio de la celebración, cuando se lepidió al Señor: «Guía nuestros pasossegún tu voluntad, para que demosfrutos de buenas obras». El énfasisse pone especialmente en la frase«según tu voluntad» —explicó—,porque hoy «esta palabra “volun-tad”, la voluntad de Dios, está pre-sente en ambas lecturas y tambiénen el Salmo responsorial de la litur-gia».

Destaca ante todo en la primeralectura, tomada de la Carta a losH e b re o s (10, 1-10), que «da una ex-plicación de los sacrificios antiguos yhace ver que no son capaces de jus-tificarnos. No tienen —dijo al respec-to el Papa Francisco— la fuerza dedarnos la justicia, de perdonar lospecados. Son sólo una oración queel pueblo renueva cada año, una pe-tición de perdón. Pero no justifican,no tienen la fuerza para ello».

En segundo lugar vuelve con «laprofecía» del salmo 40, que san Pa-blo relaciona con Cristo para expli-car «cómo inició el camino de la jus-tificación». En efecto, destacó el Pa-pa, «Jesús, cuando entra en el mun-do, dice: “Tú no quisiste sacrificiosni ofrendas” (Hb 10, 6), porque sonprovisionales; no digo inútiles, pro-visionales. “Me formaste un cuerpo;no aceptaste holocaustos ni víctimasexpiatorias. Entonces yo dije: Heaquí que vengo para hacer, ¡ohDios!, tu voluntad” (Hb 10, 5-7)». Y«este gesto de Cristo, de venir almundo para hacer la voluntad deDios, es lo que nos justifica, es el sa-crificio: el verdadero sacrificio que,una vez para siempre, nos ha justifi-cado».

Por lo tanto «Jesús viene para ha-cer la voluntad de Dios y comienzade manera fuerte, así como acaba, enla cruz». Su itinerario terreno, enefecto, «comienza anonadándose»,como escribe Pablo a los Filipenses(2, 8): «Se despojó de sí mismo. Sehumilló, tomando la condición deesclavo y siendo obediente hasta lacruz» (cf. 2, 7-8). Como consecuen-cia, continuó el Pontífice, «la obe-diencia a la voluntad de Dios es lasenda de Jesús, que comienza conesto: “Vengo para hacer la voluntadde Dios”». Y es también «el caminode la santidad, del cristiano, porquefue precisamente el camino de nues-tra justificación: que Dios, el proyec-to de Dios, se realice, que la salva-ción de Dios se realice». Al contra-rio de lo que sucedió en el Paraísoterrestre «con la no-obediencia deAdán»: la desobediencia, aclaróFrancisco, que «trajo el mal a todala humanidad».

En efecto, «también los pecadosson actos de no obedecer a Dios, deno hacer la voluntad de Dios. En

cambio, el Señor nos enseña que es-te es el camino, no existe otro». Uncamino que «comienza con Jesús, enel cielo, en la voluntad de obedeceral Padre», y en la «tierra comienzacon la Virgen», en el momento enque ella dice al ángel: «Que se cum-pla en mí lo que tú dices (cf. Lc 1,38), es decir, que se cumpla la vo-luntad de Dios. Y con ese “sí” aDios, el Señor comenzó su itinerarioentre nosotros».

El Papa se centró además en laimportancia para Jesús de «hacer lavoluntad de Dios». Lo testimonia elepisodio sucesivo al encuentro conla samaritana, cuando «un medio-día, con el calor de esa zona un po-co desértica», los discípulos le insis-tían: «Maestro, come», Él respon-dió: «No: “mi alimento es hacer lavoluntad del Padre” (cf. Jn 4, 31-34)». Haciendo comprender de estemodo que la voluntad de Dios paraÉl «era como el alimento, lo que ledaba fuerza, lo que le permitía se-guir adelante». No por casualidadexplicará luego a los discípulos: «Yohe venido al mundo para hacer lavoluntad del que me ha enviado (cf.

una bandeja muchas opciones: hazesto que está bien, no es malo». Encambio, habría que preguntarse in-mediatamente: «¿Es la voluntad deDios? ¿Cómo hago para cumplir lavoluntad de Dios?». He aquí, por lotanto, una sugerencia práctica: «An-te todo pedir la gracia, rezar y pedirla gracia de querer hacer la voluntadde Dios. Esto es una gracia».

Sucesivamente hay que preguntar-se también: «¿Pido que el Señor medone el querer hacer su voluntad?¿O busco componendas, porque ten-go miedo de la voluntad de Dios?».Además, añadió, hay que «rezar pa-ra conocer la voluntad de Dios paramí y para mi vida, acerca de la deci-sión que debo tomar ahora, sobre laforma de gestionar las situaciones».Por lo tanto, resumiendo: «La ora-ción para querer hacer la voluntadde Dios y la oración para conocer lavoluntad de Dios. Y cuando llego aconocer la voluntad de Dios» tam-bién una tercera oración: «para cum-plirla. Para cumplir esa voluntad,que no es la mía, sino la suya».

El Papa Francisco dijo que esconsciente de que todo esto «no esfácil» y recordó al respecto el hecho

del joven rico que narran losEvangelios de Mateo (19, 16-22)y de Marcos (10, 17-22): «ese jo-ven tan bueno, del cual dice elEvangelio que Jesús lo amó por-que era justo. Jesús le propusootra cosa y él no tuvo la valen-tía». Por ello, «cuando el Padre,cuando Jesús nos pide algo»,hay que preguntarse: «¿Es estasu voluntad?». Cierto, «son co-sas difíciles, y nosotros no so-mos capaces, con nuestras fuer-zas, de aceptar lo que el Señornos dice». Pero una ayuda parahacerlo está en la oración: «Se-ñor, dame la valentía, dame lafuerza para seguir adelante, se-gún la voluntad del Padre».

Que el Señor «nos dé la gra-cia a todos para que un día pue-da decir de nosotros —concluyócitando el texto del Evangeliode Marcos (3, 34-35)— lo quedijo de ese grupo, de esa multi-tud que lo seguía, los que esta-ban sentados a su alrededor:“He aquí a mi madre y a mishermanos. Porque quien cumple

Jn 6, 38), para realizar una obra deob ediencia».

Sin embargo, indicó el obispo deRoma, ni siquiera para Jesús fue fá-cil. «El diablo, en el desierto, en lastentaciones, le hizo ver otros cami-nos», pero no se trataba de la volun-tad del Padre y «Él lo rechazó». Lomismo sucedió «cuando a Jesús nolo comprendieron y lo abandonaron;muchos discípulos se marcharonporque no entendían cómo es la vo-luntad del Padre», mientras que «Je-sús sigue cumpliendo» esta volun-tad. Una fidelidad que vuelve tam-bién en las palabras: «Padre, que secumpla tu voluntad», pronunciadas«antes del juicio», la noche que re-zaba en el huerto pidió a Dios quealeje «este cáliz, esta cruz. Jesús su-fre —comentó el Papa—, sufre mu-cho. Pero dice: que se cumpla tu vo-luntad».

Este «es el alimento de Jesús, y estambién el camino del cristiano. Élabrió camino para nuestra vida; y noes fácil hacer la voluntad de Dios,porque cada día se nos presentan en

la voluntad de Dios, ese es para míhermano, hermana y madre”. Hacerla voluntad de Dios nos hace formarparte de la familia de Jesús, nos ha-ce madre, padre, hermana, herma-no». De aquí el deseo de que «elSeñor nos done la gracia de esta fa-miliaridad» con Él; una familiaridadque «significa precisamente hacer lavoluntad de Dios».

Salvaciónprivatizada

Dios nos salva «personalmente»,nos salva «con nombre y apellido»pero siempre como parte de un«pueblo». En la misa celebrada enSanta Marta el jueves 29 de enero, elPapa Francisco alertó acerca del pe-ligro de «privatizar la salvación»: enefecto, «existen formas, conductasequivocadas y modelos equivocadosde conducir la vida cristiana». Rele-

yendo el pasaje de la Carta a losH e b re o s propuesto por la liturgia (10,19-25), el Pontífice destacó que si esverdad que Jesús «inauguró un ca-mino nuevo y vivo» y «nosotros de-bemos seguirlo», es también verdadque «debemos seguirlo como quiereel Señor, según la forma que Élquiere». Y un modelo equivocado esprecisamente el de quien tiende a«privatizar la salvación».

Jesús, explicó el Papa, «nos salvóa todos, pero no genéricamente. To-dos, a cada uno, con nombre y ape-llido. Y esta es la salvación perso-nal»: cada uno de nosotros puededecir «por mí», porque «el Señorme miró, dio su vida por mí, abrióesta puerta, este nuevo camino pormí». Sin embargo, existe el «peligrode olvidar que Él nos salvó a cadauno, pero en un pueblo», porque«el Señor siempre salva en el pue-blo». Cuando el Señor «llamó aAbrahán, le prometió que formaríaun pueblo». Y por eso en la Carta alos Hebreos se lee: «Fijémonos losunos en los otros». Si yo interpretola salvación, recordó el Papa Fran-cisco, «sólo como salvación paramí» entonces «me equivoco de ca-mino: la privatización de la salva-ción es una senda equivocada».

Pero entonces, «¿cuáles son loscriterios para no privatizar la salva-ción?». Los encontramos precisa-mente en el pasaje de la Carta. «An-te todo, el criterio de la fe», explicóel Papa. «La fe en Jesús nos purifi-ca», entonces «acerquémonos concorazón sincero y llenos de fe, con elcorazón purificado de mala concien-cia». El primer criterio es, por lotanto, «el signo de la fe, el caminode la fe». Existe también otro crite-rio que consiste en «una virtud muyolvidada: la esperanza». Tenemosque mantener, en efecto, «sin vacilarla profesión de nuestra esperanza»,que es «como la servidora: la quenos conduce hacia adelante, nos ha-ce mirar las promesas e ir hacia ade-lante». Por último, un tercer criterioes el de la «caridad»: debemos veri-ficar si «estamos atentos los unos alos otros para estimularnos mutua-mente en la caridad y en las obrasbuenas».

Un ejemplo concreto, dijo el Pon-tífice, podemos tomarlo de la vidaen una parroquia o en una comuni-dad: cuando «yo estoy allí puedoprivatizar la salvación» y «estar allísólo un poco socialmente». Para evi-tar este riesgo, «tengo que pregun-tarme a mí mismo si hablo, si comu-nico la fe; si hablo, comunico la es-peranza; si hablo, actúo y comunicola caridad». Porque «si en una co-munidad no se habla, no se transmi-te ánimo uno a otro en estas tres vir-tudes, los miembros de esa comuni-dad han privatizado la fe».

He aquí el error: «cada uno buscasu propia salvación, no la salvaciónde todos, la salvación del pueblo».Sin embargo, «Jesús salvó a cadauno, pero en un pueblo, en unaIglesia». Así, pues, sucede que «túestás salvado, pero no como el Se-ñor te ha salvado». Al respecto, elautor de la Carta a los Hebreos «daun consejo muy importante: no fal-temos a las asambleas». Un consejo«práctico» que el Papa se detuvo aexplicar: sucede, en efecto, que«cuando nosotros estamos en una

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reunión —en la parroquia, en el gru-p o— y juzgamos a los demás» di-ciendo: «Este no me agrada... yovengo porque tengo que venir, perono me agrada...», acaba con que«nos marchamos». Emerge así «unaespecie de desprecio hacia los de-más. Y esta no es la puerta, el cami-no nuevo y vivo que el Señor abrió,inauguró».

Esto sucedía también en los pri-meros años de vida de la Iglesia. Pa-blo, por ejemplo, «reprende a quie-nes van a las reuniones para servir laEucaristía y llevan también la comi-da, pero para ellos, y dejan a los de-más allí. Desprecian a los demás; seapartan de la comunidad en su con-junto; se apartan del pueblo deDios». En la práctica, «han privati-zado la salvación» pensando: «lasalvación es para mí y para mi gru-pito, pero no para todo el pueblo deD ios».

Esto, recordó el Pontífice, «es unerror muy grande. Es lo que llama-mos y vemos como las élites eclesia-les». Sucede cuando «en el pueblode Dios se forman estos grupitos»que «piensan que son buenos cristia-nos» y tal vez tienen incluso «buenavoluntad, pero son grupitos que hanprivatizado la salvación».

Por eso, sintetizó el Papa Francis-co, los criterios para reconocer «siestoy en mi parroquia, en mi grupo,en mi familia, si soy un verdaderohijo de la Iglesia, hijo de Dios, sal-vado por Jesús, estoy en su pueblosi hablo de la fe, si hablo de la espe-ranza, si hablo de la caridad». Peroatención: «cuando en un grupo sehabla de tantas cosas y no se animanmutuamente, no se hacen obras bue-nas, se termina por abandonar elgrupo grande y formar pequeñosgrupitos de élite». En cambio Dios«nos salva en un pueblo, no en lasélites, que nosotros con nuestras filo-sofías y nuestro modo de entender lafe hemos formado».

Por eso tenemos que preguntar-nos: «¿Tiendo a privatizar la salva-ción para mí, para mi grupito, parami élite o no abandono el pueblo deDios, no me alejo del pueblo deDios y estoy siempre en la comuni-dad, en la familia, con el lenguaje dela fe, de la esperanza y el lenguajede las obras de caridad?». El Papaconcluyó con el deseo de «que elSeñor nos dé la gracia de sentirnossiempre pueblo de Dios, salvadospersonalmente». Porque la verdad esque «Él nos salva con nombre yapellido», pero «en un pueblo, noen el grupito que yo formo paramí».

Caravaggio (detalle),«La llamada de Pedro y Andrés»(1603-1606)

El primeramor

«No perder la memoria del primeramor» —es decir «la alegría del pri-mer encuentro con Jesús»— significaalimentar continuamente la esperan-za. Y estos «dos parámetros», me-moria y esperanza, son el único«marco» en el cual el cristiano pue-de vivir «la salvación, que es siem-pre don de Dios», sin caer en la ten-tación de la «tibieza», propia dequien ha perdido con la memoriatambién la esperanza y el entusias-mo. Es, por lo tanto, una invitacióna no permanecer «a mitad de cami-no» lo que el Papa Francisco formu-ló en la misa que celebró el viernes30 de enero, por la mañana, en lacapilla de la Casa Santa Marta.

«El Señor es quien salva a los jus-tos»: el versículo del salmo 36 re-cuerda, destacó el Papa, la verdadde que «la salvación es un don quenos da el Señor»: no se compra nise puede obtener con el estudio,porque es siempre «un don, un re-galo». Pero la auténtica pregunta esesta: «¿Cómo custodiar esta salva-ción? ¿Cómo hacer para que estasalvación permanezca en nosotros ydé fruto, como explica Jesús, comola semilla o como el granito de mos-taza?», dijo el Papa refiriéndose alpasaje del Evangelio de Marcos (4,26-34).

Precisamente en el pasaje de laCarta a los Hebreos (10, 32-39) «quehemos leído y escuchado ahora—destacó— están los criterios paracustodiar este don, este regalo de lasalvación; para permitir que esta sal-vación avance y produzca sus frutosen nosotros».

El «primer criterio», explicó elPapa, «es el de la memoria». Se lee,en efecto, en el texto: «Hermanos,recordad aquellos días primeros enlos que habéis recibido la luz deCristo». Son esos «los días del pri-mer amor», como dicen los profetas:es «el día del encuentro con Jesús».Porque, puso de relieve el PapaFrancisco, «cuando hemos encontra-do a Jesús» —o mejor, precisó, cuan-do «Él se dejó encontrar por noso-tros, porque es Él quien lo hace to-do»— «fue una alegría grande, unquerer hacer cosas grandes», comoexplica el mismo autor de la Carta.Por lo tanto, el primer criterio paracustodiar el don de la salvación es«no perder la memoria de esos pri-meros días» caracterizados por «uncierto entusiasmo»: sobre todo «noperder la memoria» del «primeramor».

El autor de la Carta a los Hebreos«continúa» haciendo presente que

esa «alegría os ha permitido sopor-tar todo», a tal punto de que «todoparecía poco en los primeros tiem-pos, y se seguía adelante con entu-siasmo». Más adelante «nos exhortaa no renunciar a esa valentía, a esaparresía de los primeros tiempos».Es precisamente el «primer amor» elque «hizo crecer en nosotros esa va-lentía, ese “¡sigamos adelante!”, eseentusiasmo».

Por eso la invitación consiste en«no abandonar la valentía». Es más:«abandonar» no es tampoco «la pa-labra justa», hizo notar Francisco,destacando que si «nosotros vamosal texto original» encontramos unaexpresión muy fuerte: «No renun-ciéis, no malgastéis, no rechacéisvuestra valentía». Es precisamente«como un rechazo: no renunciar aesta valentía, a la valentía de los pri-meros tiempos».

«Por ello la memoria es tan im-portante para recordar la gracia reci-bida», puso de relieve el Papa. Dehecho, «si nosotros dejamos de ladoeste entusiasmo que viene de la me-moria del primer amor, este entusias-mo que viene del primer amor, sehace presente ese peligro tan grandepara los cristianos: la tibieza». Y«los cristianos tibios están allí, in-móviles; sí, son cristianos, pero per-dieron la memoria del primer amor,perdieron el entusiasmo». Es más,«los cristianos tibios perdieron tam-bién la paciencia, ese “tolerar” lascosas de la vida con el espíritu delamor de Jesús; ese “tolerar”, ese“cargar sobre los hombros” las difi-cultades». He aquí por qué, comen-tó el obispo de Roma, «los cristia-nos tibios, pobrecillos, están en gra-ve peligro».

Al respecto, sugirió el Papa Fran-cisco, «hay dos imágenes que meimpresionan mucho» y sirven paraponernos en guardia: «Pero si túeres tibio, ¡atención!». San Pedro, ensu segunda carta, usa «la imagen delperro que vuelve a su propio vómi-to». Y «es fea esta imagen» —re c o -noció el Papa—, pero representa biena «un cristiano tibio» que «va másallá del primer amor, como si eseamor jamás hubiese existido».

«La segunda imagen, igualmentefea —advirtió— es la que Jesús dicesobre la persona que quiere seguirlo,y lo sigue, y después expulsa al de-monio». Este demonio, que sale delhombre, «va por el desierto» con elpropósito de volver «a ese hombre,a esa mujer» de quienes había sali-do. Y cuando «vuelve, encuentra lacasa en orden, limpia, bella». De es-ta manera «se enfada, va, busca sietedemonios peores que él y regresa»para tomar «posesión de esa casa».Al hacer así «no hiere a la persona»,

porque se trata de «demonios “edu-cados”: llaman incluso a la puertapara entrar, pero entran». Sucede lomismo a «un cristiano tibio», que«no sabe quién es el que llama a lapuerta y la abre», diciendo «¡adelan-te!». Pero Jesús dice que «el final deesa alma» es incluso «peor que sucomienzo».

«Estas dos imágenes de la tibiezadel cristiano nos hacen pensar» con-fesó el Pontífice. Por eso jamás hayque «olvidar el primer amor»; esmás, se necesita siempre «traer a lamemoria ese primer amor». Por eso,a la pregunta «¿cómo sigo adelan-te?», la respuesta es: «con la espe-ranza». Es lo que la Carta a los He-b re o s dice a todo cristiano: «Todavíaun poco, apenas un poco, y el quedebe venir, vendrá y no tardará».

Aquí están entonces «los dos pa-rámetros» a disposición del cristia-no: «la memoria y la esperanza». Setrata, al final de cuentas, de «hacerreferencia a la memoria para no per-der esa experiencia tan hermosa delprimer amor que alimenta la espe-ranza». Muchas veces, evidenció elPapa, «la esperanza es sombría» pe-ro el cristiano «sigue adelante: cree,sigue, porque sabe que la esperanzano defrauda para encontrar a Jesús».

«Estos dos parámetros —p ro s i -guió— son precisamente el marco enel que podemos custodiar esta salva-ción de los justos que viene del Se-ñor, este regalo que el Señor nos ha-ce». Es necesario «custodiar esta sal-vación para que el pequeño granode mostaza crezca y dé su fruto».En cambio, insistió el Papa Francis-co, «dan pena, hacen mal al corazóntantos cristianos –¡tantos cristianos!–a mitad de camino, tantos cristianosfracasados en este camino hacia elencuentro con Jesús». Y aun «par-tiendo del encuentro con Jesús», amitad del camino «han perdido lamemoria del primer amor y no tie-nen esperanza: están allí...».

El Papa pidió al Señor «la graciade custodiar el regalo, el don de lasalvación»: un don que todo cristia-no tiene que custodiar «en este ca-mino que siempre se remite a la me-moria y a la esperanza». Pero, con-cluyó, «sólo Él puede darnos estagracia: que Él nos envíe el EspírituSanto para caminar por esta senda».

El Evangelio alalcance de la mano

Leer cada día una página del Evan-gelio durante «diez, quince minutosy no más», teniendo «fija la miradaen Jesús» para «imaginarme en laescena y hablar con Él, como surgede mi corazón»: estas son las carac-terísticas de la «oración de contem-plación», auténtica fuente de espe-ranza para nuestra vida. Es la suge-rencia dada por el Papa durante lamisa que celebró el martes 3 de fe-brero, por la mañana, en la capillade la Casa Santa Marta.

En la primera lectura, destacó elPapa Francisco, «el autor de la Car-ta a los Hebreos (12, 1-4) hace me-

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Colegio episcopal

RENUNCIAS:

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la diócesis deGrand Island (Estados Unidos) quemonseñor WILLIAM J. DENDINGERle había presentado en conformidadcon el canon 401 § 1 del Código dederecho canónico.

William J. Dendinger nació enColeridge, archidiócesis de Omaha,el 20 de mayo de 1939. Recibió laordenación sacerdotal el 29 de ma-yo de 1965. Juan Pablo II le nombróobispo de Grand Island el 14 de oc-tubre de 2004; recibió la ordenaciónepiscopal el 13 de diciembre delmismo año.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la eparquía deSanto Tomás Apóstol de Sydney delos caldeos (Oceanía) presentadapor monseñor DJIBRAIL KASSAB.

Djibrail Kassab nació en Telkef,archieparquía de Mosul de los cal-deos (Irak) el 4 de agosto de 1938.Recibió la ordenación sacerdotal el19 de enero de 1961. Juan Pablo II lenombró arzobispo de Bassorah delos caldeos el 24 de octubre de1995; recibió la ordenación episco-pal el 5 de mayo de 1996. BenedictoXVI le trasladó a la eparquía deSanto Tomás Apóstol de Sydney delos caldeos, conservando el título dearzobispo, el 21 de octubre de 2006.

EL PA PA HA NOMBRAD O:

—Obispo de Grand Island (EstadosUnidos) a monseñor JOSEPH G.HA N E F E L D T.

Joseph G. Hanefeldt nació enCreighton, archidiócesis de Omaha,el 25 de abril de 1958. Recibió la or-denación sacerdotal el 14 de julio de1984. Ha sido vicario parroquial ypárroco en diversas parroquias; di-rector archidiocesano de la oficinade actividades pro vida; miembrodel consejo presbiteral y formadoren el Pontificio Colegio Norteame-ricano de Roma.

—Obispo de la eparquía de SantoTomás Apóstol de Sydney de loscaldeos (Oceanía) a monseñorAMEL SHAMON NONA, hasta ahoraarzobispo de Mosul de los caldeos(Irak), conservando el título de ar-zobispo «ad personam».

Amel Shamon Nona nació en Al-quoch el 1 de noviembre de 1967.Recibió la ordenación sacerdotal el11 de enero de 1991. Fue nombradoarzobispo de Mosul de los caldeosel 13 de noviembre de 2009; recibióla ordenación episcopal el 8 de ene-ro de 2010.

—Obispo de Orizaba (México) alpresbítero FRANCISCO EDUARD OCE R VA N T E S ME R I N O.

Francisco Eduardo CervantesMerino nació en Ocatán MerinoPalafox, distrito federal de la Ciu-dad de México, el 13 de octubre de1953. Recibió la ordenación sacerdo-tal el 24 de marzo de 1979, incardi-nado en la diócesis de Tuxpan. Ob-tuvo la licenciatura en teología pas-toral en la Pontificia UniversidadLateranense de Roma y en psicolo-gía educativa en la Escuela NormalSuperior de México. En su ministe-rio ha sido vicario parroquial, pá-rroco, profesor del seminario dioce-

Lutos en el episcopado

R e p re s e n t a c i ó np ontificia

El Papa ha nombrado represen-tante permanente ante la Agen-cia internacional para la energíaatómica (AIEA), ante la Organiza-ción para la seguridad y la coo-peración en Europa (OSCE) y an-te la Comisión preparatoria de laOrganización para el tratado so-bre la interdicción global de losexperimentos nucleares (CTBTO),como también observador per-manente de la Santa Sede ante laOrganización de las NacionesUnidas para el desarrollo indus-trial (ONUDI) y ante la Oficinade las Naciones Unidas en Vienaa monseñor JANUSZ URBAŃCZYK,hasta ahora consejero de nuncia-tura en la misión permanente dela Santa Sede ante las NacionesUnidas (ONU) en Nueva York.

Audiencias pontificias

Curia romanaEl Santo Padre ha nombradoprelado auditor del Tribunal dela Rota romana a monseñor PIE-TRO MILITE, del clero de la dió-cesis de Nocera Inferiore, hastaahora promotor de justicia de di-cho Tribunal.

El Papa ha nombrado consultorde la Congregación para la doc-trina de la fe al padre PIETROBO VAT I , S.J., secretario de la Pon-tificia Comisión bíblica.

COMUNICACIONES

EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A :

Miércoles 28 de enero—Al cardenal Lorenzo Baldisseri,

secretario general del Sínodo de losobispos, con el subsecretario mon-señor Fabio Fabene, obispo titularde Acquapendente.

Jueves, día 29—Al cardenal Fernando Filoni,

prefecto de la Congregación para laevangelización de los pueblos.

—A monseñor Jan RomeoPa w łowski, arzobispo titular deSejny, nuncio apostólico en la Re-pública del Congo y en Gabón.

—A monseñor Walmor Oliveirade Azevedo, arzobispo de Belo Ho-rizonte (Brasil).

—A monseñor Guglielmo Bor-ghetti, obispo coadjutor de Alben-ga-Imperia (Italia).

—Al embajador de Colombia antela Santa Sede, Germán CardonaGutiérrez, en visita de despedida.

—Al senador Claudio Zin, conuna delegación parlamentaria italo-latinoamericana.

Viernes, día 30—A monseñor Vincenzo Paglia,

arzobispo, obispo emérito de Terni-Narni-Amelia (Italia), presidentedel Consejo pontificio para la fami-lia.

—A monseñor Pietro Lagnese,obispo de Ischia (Italia).

—Al embajador de Italia ante laSanta Sede, Francesco Maria Greco,en visita de despedida.

—Al comandante del Cuerpo dela Guardia Suiza pontificia, coronelDaniel Rudolf Anrig, en visita dedesp edida.

Sábado, día 31—Al cardenal Marc Oullet, P.S.S.,

prefecto de la Congregación paralos obispos.

—Al cardenal Willem JacobusEijk, arzobispo de Utrecht (Holan-da).

—Al cardenal George Pell, prefec-to de la Secretaría de asuntos eco-nómicos.

—A monseñor Yaser Ayyach, ar-zobispo de Petra y Filadelfia de losgreco-melquitas (Jordania).

—A dom Wolf D. Nokter, O.S.B.,abad primado de los benedictinosconfederados.

Lunes 2 de febrero—Al cardenal Agostino Vallini, vi-

cario general de Su Santidad parala diócesis de Roma.

—Al cardenal Christoph Schön-born, O.P., arzobispo de Viena (Aus-tria).

—Al embajador de Francia ante laSanta Sede, Bruno Joubert, en visi-ta de despedida.

A los obispos de la Conferenciaepiscopal de Lituania, en visita «adlimina Apostolorum»:

—Monseñor Sigitas Tamkevičius,S.J., arzobispo de Kaunas, con elauxiliar: monseñor Kęstutis Kėva-las, obispo titular de Abziri.

—Monseñor Eugenijus Bartulis,obispo de Šiauliai.

—Monseñor Jonas Boruta, S.J.,obispo de Telšiai, con el auxiliar:monseñor Linas Vodopjanovas,O.F.M., obispo titular de Quiza.

—Monseñor Rimantas Norvila,obispo de Vilkaviškis.

—Monseñor Gintaras Grušas, ar-zobispo de Vilna, con el auxiliar:monseñor Arūnas Poniškaitis, obis-po titular de Sinna, y con el arzo-bispo emérito: cardenal Audrys Juo-zas Bačkis.

—Monseñor Jonas Ivanauskas,obispo de Kaišiadorys.

—Monseñor Lionginas Virbalas,S.J., obispo de Panevèžys.

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Mons. Francisco E. Cervantes Merino, obispo de Orizaba (México)

—Monseñor BERNARD JOSEPHMCLAU G H L I N , obispo titular deMottola y auxiliar emérito de Buf-falo (Estados Unidos), falleció el 5de enero. Había nacido en Buffalo19 de noviembre de 1912. Era sacer-dote desde el 21 de diciembre de1935. Pablo VI le nombró obispo ti-tular de Mottola y auxiliar de ladiócesis de Buffalo el 28 de di-ciembre de 1968; recibió la ordena-ción episcopal el 6 de enero de1969. Juan Pablo II aceptó su re-nuncia a la función de auxiliar dedicha circunscripción eclesiástica el5 de enero de 1988.

—Monseñor JOSEPH DJIDA, O.M.I.,obispo de Ngaundéré (Camerún),falleció el 6 de enero. Había naci-

do en Mayo-Darlé, diócesis deNgaundéré, el 8 de abril de 1945.Era sacerdote desde el 5 de diciem-bre de 1976. Juan Pablo II le nom-bró obispo de Ngaundéré el 23 deoctubre de 2000; recibió la ordena-ción episcopal el 25 de febrero de2001.

—Monseñor JOSEPH MU KA S AZUZA, obispo de Mzuzu (Malawi),falleció el 15 de enero. Había naci-do en Malembo, diócesis de Mzu-zu, el 2 de octubre de 1955. Era sa-cerdote desde el 25 de julio de1982. Juan Pablo II le nombróobispo de Mzuzu el 3 de marzo de1995; recibió la ordenación episco-pal el 6 de mayo sucesivo.

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número 6, viernes 6 de febrero de 2015 L’OSSERVATORE ROMANO página 15

VIENE DE LA PÁGINA 13

Misa en Santa Marta

El cardenal Parolin en la despedida del comandante de la Guardia Suiza

Servicio generoso y competente

sano, coordinador diocesano de lapastoral juvenil, miembro del con-sejo presbiteral y vicario para lapastoral.

—Obispo de la eparquía de MarAddai de Toronto de los caldeos(Canadá) al corepíscopo EMMA-NUEL CHALLITA .

Emmanuel Challita nació enFishkabour-Zakho (Irak) el 12 denoviembre de 1956. Obtuvo eldoctorado en teología bíblica en laPontificia Universidad Urbaniana.Ha desempeñado su ministerio co-mo vicario parroquial y párroco endiversas sedes eparquiales.

—Obispo titular de Utica y auxi-liar de Génova (Italia) a monseñorNICOLÒ ANSELMI.

Nicolò Anselmi nació en Géno-va el 9 de mayo de 1961. Recibióla ordenación sacerdotal el 9 demayo de 1992. En su ministerio hasido, entre otras cosas, vicario yadministrador parroquial; párroco;docente; vicedirector del centrovocacional diocesano; responsabledel servicio nacional de pastoraljuvenil; miembro del consejo pres-biteral y del colegio de consultoresy vicario episcopal.

—Obispo titular de Membressa yauxiliar de Nueva Orleans (Esta-dos Unidos) al padre FERNAND J.CHERI, O.F.M.

Fernand J. Cheri, O.F.M., nacióen Nueva Orleans el 28 de enerode 1952. Recibió la ordenación sa-cerdotal el 20 de mayo de 1978, in-cardinado en la archidiócesis deNueva Orleans. En 1992 ingresóen la Orden de Frailes Menores yemitió los votos perpetuos el 26de agosto de 1996. En su ministe-rio ha sido, entre otras cosas, ad-ministrador y vicario parroquial endiversas parroquias; párroco; do-cente en diversos colegios de laOrden y miembro del consejo pro-vincial.

Colegio episcopalVIENE DE LA PÁGINA 14

moria de los primeros días despuésde la conversión, después del en-cuentro con Jesús, y hace memoriatambién de nuestros padres: “Cuán-to sufrieron a lo largo del camino”».Precisamente «mirando a estos pa-dres dice que también nosotros esta-mos rodeados de “una nube tan in-gente de testigos”». Así, pues, «es eltestimonio de nuestros antepasados»que «él trae a la memoria». Y «hacereferencia también a nuestra expe-riencia, cuando éramos muy felicesen el primer encuentro con Jesús».Esta «es la memoria, de la que he-mos hablado como una referencia dela vida cristiana».

Pero hoy, destacó el Papa, «el au-tor de la Carta habla de otra refe-rencia, es decir, de la esperanza». Y«nos dice que debemos tener el va-lor de seguir adelante: “Corramos,con constancia, en la carrera quenos toca”». Luego «dice cuál es pre-cisamente el núcleo de la esperanza:“teniendo fijos los ojos en Jesús”».He aquí el punto: «si nosotros notenemos la mirada fija en Jesús difí-cilmente podremos tener esperan-za». Tal vez «podremos tener opti-mismo, ser positivos, ¿pero la espe-ranza?».

Por lo demás, explicó el PapaFrancisco, «la esperanza se aprendesólo mirando a Jesús, contemplandoa Jesús; se aprende con la oraciónde contemplación». Y «de estoquiero hablar hoy» confesó, alimen-tando su reflexión a través de unapregunta: «Os puedo preguntar:¿cómo rezáis?». Alguno, dijo, po-dría responder: «Yo, padre, rezo lasoraciones que aprendí siendo niño».Y comentó: «Está bien, eso es bue-no». Otro podría añadir: «Rezotambién el rosario, pero todos losdías». Y el Papa: «Es bueno rezar elrosario todos los días». Por últimoestá quien podría decir: «Hablotambién con el Señor, cuando tengouna dificultad, o con la Virgen ocon los santos...». Y también «estoes bueno».

Ante todo esto el Pontífice hizootra pregunta: «Pero, ¿haces tú laoración de contemplación?». Un in-terrogante, tal vez, un poco descon-certante, tanto que alguno podríadecir: «¿Qué es eso, padre? ¿Cómoes esa oración? ¿Dónde se compra?¿Cómo se hace?». La respuesta delPapa Francisco es clara: «Se puedehacer sólo con el Evangelio en lamano». En concreto, sugirió, «to-mas el Evangelio, eliges un pasaje,lo lees una vez, lo lees dos veces;imagina, como si tú vieses lo quesucede y contempla a Jesús».

Para dar una indicación práctica,el Papa tomó como ejemplo el pasa-je del Evangelio de san Marcos (5,21-43) propuesto por la liturgia, que«nos enseña muchas cosas hermo-sas». Partiendo de esta página, pre-guntó: «¿Cómo hago la contempla-ción con el Evangelio de hoy?». Yal compartir su experiencia personal,propuso una primera reflexión: «Veoque Jesús estaba en medio de lamultitud, a su alrededor había mu-cha gente. Cinco veces dice este pa-saje la palabra “multitud”. Pero, ¿Je-sús no descansaba? Puedo pensar:¡siempre con la gente! La mayorparte de su vida Jesús la pasó por lacalle, con la multitud. ¿Y no des-cansaba? Sí, una vez: el Evangeliodice que dormía en la barca, perosucedió que llegó la tormenta y losdiscípulos lo despertaron. Jesús esta-ba continuamente entre la gente».Por ello, sugirió el Papa, «se mira aJesús así, contemplo a Jesús así, meimagino a Jesús así. Y le digo a Je-sús lo que me viene en mente decir-le».

El Papa Francisco continuó sumeditación con estas palabras:«Luego, en medio de la multitud,estaba esa mujer enferma y Jesús sedio cuenta. ¿Cómo hace Jesús, enmedio de tanta gente, para darsecuenta de que una mujer lo tocó?».Es Él mismo, en efecto, quien hacela pregunta directa: «¿Quién me hatocado?». Por su parte, los discípu-los dijeron a Jesús: «Ves como teapretuja la gente y preguntas:

“¿Quién me ha tocado?”». La cues-tión, indicó el Papa, es que «Jesúsno sólo comprende a la multitud,siente la multitud, siente el latidodel corazón de cada uno de noso-tros, de cada uno: nos cuida a to-dos, a cada uno, siempre».

El Papa, al seguir releyendo el pa-saje de san Marcos, explicó que lamisma situación se repite tambiéncuando se acerca a Jesús «el jefe dela sinagoga, a contarle sobre su hijagravemente enferma. Y Él dejandotodo se ocupa de esto: Jesús en logrande y en lo pequeño, ¡siempre!».Luego, continuó, «podemos seguiradelante y ver cómo llega a la casa,ve todo el alboroto, a las mujeresllamadas para llorar cuando se velaun muerto: gritos, llantos». Pero Je-sús dice: «Estad tranquilos: ¡duer-me!». Ante estas palabras, algunocomenzó incluso a reírse de Él. Pero«Él permaneció en silencio» y consu «paciencia» logró soportar la si-tuación, no responder a quienes sereían de Él.

El relato evangélico termina con«la resurrección de la niña». Y Je-sús, «en lugar de decir: “¡Ánimo!”,les dice: “Por favor, dadle de co-mer”». Porque Jesús, es la conclu-sión del Papa, «tiene siempre pe-queños detalles».

«Lo que hice con este Evangelio—explicó el Papa Francisco— es pre-cisamente la oración de contempla-ción: tomar el Evangelio, leer e ima-ginarme la escena, imaginarme loque sucede y hablar con Jesús, comosurge del corazón». Y «así hacemoscrecer la esperanza, porque tenemosfija la mirada en Jesús». De aquí lapropuesta: «haced esta oración decontemplación». E incluso en mediode muchas ocupaciones, sugirió, sepuede siempre encontrar el tiempo,tal vez quince minutos en casa: «To-ma el Evangelio, un pasaje breve,imagina lo sucedido y habla con Je-sús sobre eso». Así, «tu mirada esta-rá fija en Jesús, y no tanto en la te-lenovela, por ejemplo; tu oído estaráatento a las palabras de Jesús y notanto a los comentarios del vecino,de la vecina».

«La oración de contemplaciónnos ayuda en la esperanza» y nosenseña a «vivir de la esencia delEvangelio», recordó el obispo deRoma. Por esto hay que «rezarsiempre: rezar las oraciones, rezar elrosario, hablar con el Señor, perotambién hacer esta oración de con-templación para tener nuestra mira-da fija en Jesús». De aquí «viene laesperanza». Y así también «nuestravida cristiana se mueve en ese mar-co, entre memoria y esperanza: me-moria de todo el camino pasado,memoria de tantas gracias recibidasdel Señor; y esperanza, mirando alSeñor, que es el único que puededarme la esperanza». Y «para miraral Señor, para conocer al Señor, to-memos el Evangelio y hagamos estaoración de contemplación».

Al concluir, el Papa Francisco vol-vió a proponer la experiencia de laoración de contemplación: «Hoypor ejemplo —sugirió— buscad diezminutos, quince y no más: leed elEvangelio, imaginad y decid algo aJesús. Y nada más. Así, vuestro co-nocimiento de Jesús será más gran-de y vuestra esperanza crecerá. Noolvidéis, teniendo fija la mirada enJesús». Precisamente por esto se lla-ma «oración de contemplación».

Ha sido un servicio «generoso ycompetente» el que ha desempeña-do el coronel Daniel Anrig como eltrigésimo cuarto comandante de laGuardia Suiza Pontificia.

Lo afirmó el cardenal secretariode Estado Pietro Parolin, expresán-dole «gratitud, cercanía y estima»,además del «afecto paternal del Pa-pa Francisco» y el «reconocimientopor parte de todos los colaborado-res de la Santa Sede en especial, dela Secretaría de Estado». Con oca-sión de la despedida del coronelAnrig, que fue nombrado el 19 deagosto de 2008, el purpurado cele-bró la misa el sábado 31 de enero,por la tarde, en la iglesia de SantaMaría de la Piedad en el Campo-santo Teutónico. A continuación, enel patio de honor del cuartel, se lle-vó a cabo el paso de mando al vice-comandante del Cuerpo de alabar-deros, el teniente coronel ChristophGraf.

En la homilía, refiriéndose al pa-saje evangélico que «nos presenta aJesús que enseña y obra con autori-dad», el cardenal Parolin recordóque «el acto supremo» de «su auto-ridad es el don total de sí mismo enla cruz». Precisamente «en esta ca-pilla de los Suizos —observó— p o-demos admirar un fresco de la cru-cifixión comisionado por el coman-dante Kaspar Röist pocos años an-tes de ofrecer su vida para defenderal Papa durante el saqueo de Ro-ma». Y «Röist mismo está represen-tado junto a la cruz del Señor, nosólo como mandante, sino casi paraindicar el lugar del comandante: unhombre de fe, que no duda en con-fesar a Jesucristo crucificado y serviral sucesor de Pedro con todas susfuerzas, aceptando incluso la cruzde cada día y —como dice la fórmu-la del juramento de los guardias—sacrificando, si fuera necesario, in-cluso mi vida en su defensa».

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página 16 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 6 de febrero de 2015, número 6

En la audiencia general del miércoles 4 el Papa vuelve hablar de una presencia fundamental en cada familia

Lo que enseña un padreUna nueva reflexión sobre la figura delpadre en la familia desarrolló el PapaFrancisco durante la audiencia generaldel miércoles 4 de febrero, en el aulaPablo VI. Después de hablar en laúltima catequesis «del peligro de lospadres “ausentes”», el Pontífice quiso«mirar más bien el aspecto positivo» eindicó en san José la figura ejemplarpara cada padre cristiano.

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

Hoy quiero desarrollar la segundaparte de la reflexión sobre la figuradel padre en la familia. La vez pasa-da hablé del peligro de los padres«ausentes», hoy quiero mirar másbien el aspecto positivo. Tambiénsan José fue tentado de dejar a Ma-ría, cuando descubrió que estabaembarazada; pero intervino el ángeldel Señor que le reveló el designiode Dios y su misión de padre putati-vo; y José, hombre justo, «acogió asu esposa» (Mt 1, 24) y se convirtióen el padre de la familia de Nazaret.

Cada familia necesita del padre.Hoy nos centramos en el valor de supapel, y quisiera partir de algunas

expresiones que se encuentran en ellibro de los Proverbios, palabras queun padre dirige al propio hijo, y di-ce así: «Hijo mío, si se hace sabio tucorazón, también mi corazón se ale-grará. Me alegraré de todo corazónsi tus labios hablan con acierto» (Pr23, 15-16). No se podría expresar me-jor el orgullo y la emoción de un pa-dre que reconoce haber transmitidoal hijo lo que importa de verdad enla vida, o sea, un corazón sabio. Es-te padre no dice: «Estoy orgullosode ti porque eres precisamente iguala mí, porque repites las cosas que yodigo y hago». No, no le dice senci-llamente algo. Le dice algo muchomás importante, que podríamos in-terpretar así: «Seré feliz cada vezque te vea actuar con sabiduría, yme emocionaré cada vez que te escu-che hablar con rectitud. Esto es loque quise dejarte, para que se con-virtiera en algo tuyo: el hábito desentir y obrar, hablar y juzgar consabiduría y rectitud. Y para que pu-dieras ser así, te enseñé lo que no sa-bías, corregí errores que no veías. Tehice sentir un afecto profundo y almismo tiempo discreto, que tal vezno has reconocido plenamente cuan-do eras joven e incierto. Te di untestimonio de rigor y firmeza que talvez no comprendías, cuando hubie-ses querido sólo complicidad y pro-tección. Yo mismo, en primer lugar,tuve que ponerme a la prueba de lasabiduría del corazón, y vigilar sobrelos excesos del sentimiento y del re-sentimiento, para cargar el peso delas inevitables incomprensiones y en-contrar las palabras justas para ha-cerme entender. Ahora —sigue el pa-d re —, cuando veo que tú tratas deser así con tus hijos, y con todos, meemociono. Soy feliz de ser tu pa-dre». Y esto lo que dice un padresabio, un padre maduro.

Un padre sabe bien lo que cuestatransmitir esta herencia: cuánta cer-canía, cuánta dulzura y cuánta fir-meza. Pero, cuánto consuelo y cuán-ta recompensa se recibe cuando loshijos rinden honor a esta herencia.Es una alegría que recompensa todafatiga, que supera toda incompren-sión y cura cada herida.

La primera necesidad, por lo tan-to, es precisamente esta: que el pa-dre esté p re s e n t e en la familia. Quesea cercano a la esposa, para com-partir todo, alegrías y dolores, can-sancios y esperanzas. Y que sea cer-cano a los hijos en su crecimiento:

El Greco «San José con el niño Jesús»(1597-1599)

Nuevo llamamiento del Pontífice en favor de Ucrania

La única palabra justa es pazEl Papa, durante los saludos a los diversos grupos después de la catequesis,lanzó un nuevo llamamiento en favor de Ucrania, invitando a todos a rezarpara que «cese lo antes posible esta horrible violencia fratricida».Una vez más mi pensamiento se dirige al amado pueblo ucranio. Lamen-tablemente la situación está empeorando y se agrava la contraposición en-tre las partes. Recemos ante todo por las víctimas, entre las cuales haymuchísimos civiles, y por sus familias, y pidamos al Señor que cese lo an-tes posible esta horrible violencia fratricida. Renuevo un sentido llama-miento a fin de que se realice todo esfuerzo —incluso a nivel internacio-nal— en favor de la reanudación del diálogo, única vía posible para hacerque vuelva la paz y la concordia en esa atormentada tierra. Hermanos yhermanas, cuando oigo las palabras «victoria» o «derrota» siento un grandolor, una gran tristeza en el corazón. No son palabras justas; la únicapalabra justa es «paz». Esta es la única palabra justa. Pienso en vosotros,hermanos y hermanas ucranios... Pensad, esto es una guerra entre cristia-nos. Todos vosotros tenéis el mismo bautismo. Estáis luchando entre cris-tianos. Pensad en este escándalo. Y recemos todos, porque la oración esnuestra protesta ante Dios en tiempo de guerra.

Simeón y el fruto del árbolVIENE DE LA PÁGINA 8

En el himno VI de la misma co-lección, Efrén dedica tres estrofas alos dos ancianos, Simeón y Ana,que reciben a Cristo en el templo yle cantan coplas que se convirtie-ron en auténticas confesiones de fe:«En el templo santo Simeón lo lle-vaba cantándole una copla: “Hasvenido, oh clemente, tú que tienesclemencia de mi vejez y haces en-trar mis huesos en paz en el sheol.Gracias a ti resucitaré del sepulcro

al paraíso”». Así, Efrén presenta aAna que besa al niño en la boca,como Isaías fue tocado sobre loslabios por el carbón encendido:«Lo abrazó Ana y lo besó sobre loslabios. Y el Espíritu se posó sobresus labios como hizo con Isaías...Y Ana cantó una copla: “Oh hijode condición real, hijo de condi-ción humilde, en silencio escuchas,invisible miras, oculto entiendes.Dios hijo de hombre, gloria a tun o m b re ”».

cuando juegan y cuando tienen ocu-paciones, cuando son despreocupa-dos y cuando están angustiados,cuando se expresan y cuando son ta-citurnos, cuando se lanzan y cuandotienen miedo, cuando dan un pasoequivocado y cuando vuelven a en-contrar el camino; padre presente,siempre. Decir presente no es lo mis-mo que decir controlador. Porquelos padres demasiado controladoresanulan a los hijos, no los dejan cre-c e r.

El Evangelio nos habla de laejemplaridad del Padre que está enel cielo —el único, dice Jesús, quepuede ser llamado verdaderamente«Padre bueno» (cf. Mc 10, 18). To-dos conocen esa extraordinaria pará-bola llamada del «hijo pródigo», omejor del «padre misericordioso»,que está en el Evangelio de san Lu-cas en el capítulo 15 (cf. 15, 11-32).Cuánta dignidad y cuánta ternuraen la espera de ese padre que estáen la puerta de casa esperando queel hijo regrese. Los padres deben serpacientes. Muchas veces no hay otracosa que hacer más que esperar; re-zar y esperar con paciencia, dulzura,magnanimidad y misericordia.

Un buen padre sabe esperar y sabep e rd o n a r desde el fondo del corazón.Cierto, sabe también corregir confirmeza: no es un padre débil, com-placiente, sentimental. El padre que

sabe corregir sin humillar es el mismoque sabe proteger sin guardar nadapara sí. Una vez escuché en una reu-nión de matrimonio a un papá quedecía: «Algunas veces tengo que cas-tigar un poco a mis hijos... peronunca bruscamente para no humi-llarlos». ¡Qué hermoso! Tiene senti-do de la dignidad. Debe castigar, lohace del modo justo, y sigue adelan-te.

Así, pues, si hay alguien que pue-de explicar en profundidad la ora-ción del «Padrenuestro», enseñadapor Jesús, es precisamente quien vi-ve en primera persona la paternidad.Sin la gracia que viene del Padreque está en los cielos, los padrespierden valentía y abandonan elcampo. Pero los hijos necesitan en-contrar un padre que los esperacuando regresan de sus fracasos. Ha-rán de todo por no admitirlo, parano hacerlo ver, pero lo necesitan; yel no encontrarlo abre en ellos heri-das difíciles de cerrar.

La Iglesia, nuestra madre, estácomprometida en apoyar con todaslas fuerzas la presencia buena y ge-nerosa de los padres en las familias,porque ellos son para las nuevas ge-neraciones custodios y mediadoresinsustituibles de la fe en la bondad,de la fe en la justicia y en la protec-ción de Dios, como san José.