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    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    Ao XLVII, nmero 7 (2.402) Ciudad del Vaticano 13 de febrero de 2015

    Convocado en el Vaticano un consistorio extraordinario sobre la reforma de la Curia romana

    Comunin y colegialidad

    Visita a una parroquia romana

    En qu canalhabla Jess?

    PGINA 3

    Octava reunin del Consejo de cardenales

    Plenaria de la Comisinpara la tutela de los menores

    Para hacer de la Iglesiaun hogar seguro

    PGINA 5

    Inici el lunes 9 y seprolong hasta elmircoles 11 de febre-ro, por la tarde, lareunin de tres dasdel Consejo de losnueve cardenales quetrabajan en la reformade la Curia romanaquerida por el PapaFrancisco. Los en-cuentros tuvieron lu-gar en la Casa SantaMarta, con la presen-cia del Pontfice.

    Durante estos dasse trabaj en la prepa-

    bajando en una nuevaconstitucin y no enuna simple actualiza-cin.

    La ltima jornadade trabajos el Consejose centr inicialmenteen la preparacin delconsistorio del jueves12 y en analizar la in-tervencin introducto-ria del cardenal Rodr-guez Maradiaga.

    Los encuentros an-teriores del Consejode cardenales tuvieronlugar los das 1-3 de

    A los participantes en el encuentro de Scholas Occurrentes

    Armona en las diferenciasEn sntesis el mensajede Scholas Ocurren-tes pide a la sociedadque asuma su respon-sabilidad educativa,evitando delegar a losprofesionales una ta-rea que corresponde atodos: padres, mundodel trabajo y cultura.

    PGINAS 6 Y 7

    racin de la relacin presentada porel secretario durante el consistorio yse cont con la intervencin delcardenal Ravasi acerca del papel yubicacin del Consejo pontificiopara la cultura y de monseorTighe, que inform sobre la labordel Comit para la reforma de losmedios de comunicacin vaticanos.Adems, el cardenal OMalley in-form sobre la plenaria apenas con-cluida de la Comisin para la tutelade los menores y el cardenal Pell

    sobre la actividad y la organizacinde la Secretara del Consejo deasuntos econmicos.

    Los purpurados lo hizo pblicoel director de la Oficina de prensade la Santa Sede, padre FedericoLombardi, en un encuentro con losp erio distas se reunirn nuevamen-te del 13 al 15 de abril. No est pre-vista explic el padre Lombardiuna publicacin en breve de un do-cumento: los tiempos son natural-mente largos dado que se est tra-

    octubre y 3-5 de diciembre de 2013,17-19 de febrero, 28-30 de abril, 1-4de julio, 15-17 de septiembre y 9-11de diciembre de 2014.

    En el ngelus la oracinpor las personas esclavizadas

    La trataes una plaga vergonzosa

    PGINA 3

    mente la participacin personal y colegial. Juntos,los 165 cardenales cantaron el Veni creator, invo-cando la asistencia del Espritu Santo para alcan-zar lo que el Pontfice defini una meta no f-cil que requiere tiempo, determinacin y cola-

    boracin. La reforma deseo de las congregacio-nes generales antes del cnclave y que llevar a laredaccin de una nueva constitucin apostlicano es un fin en s misma dijo el Papa, sino quequiere dar siempre una mayor colaboracin y

    La creacin de veinte nuevos cardenales proce-dentes de diversas partes del mundo tendr lugarel sbado 14 de febrero en la baslica de San Pe-dro, donde el Papa concelebrar con ellos la misael domingo 15, por la maana.

    La cita era a las 9, pero ya me-dia hora antes el Papa Franciscoestaba en el aula del Snodo. Depie, delante de la mesa de lapresidencia, dispuesto a acoger alos cardenales convocados parael consistorio extraordinario deljueves 12 y el viernes 13 de fe-brero para debatir sobre la refor-ma de la Curia romana, en vs-peras de la creacin de veintenuevos purpurados. El PapaFrancisco los salud a todos,uno por uno, intercambiandocon ellos alguna palabra. Bien-venidos a esta comunin que seexpresa en la colegialidad dijoen sus palabras iniciales: y esacordial y no formal acogida eraya la expresin concreta de laintencin de valorizar plena-

    transparencia en la Curia paradar fuerza al testimonio cristia-no, para favorecer una ms efi-caz evangelizacin; para promo-ver un ms fecundo espritu ecu-mnico; para alentar a un dilo-go ms constructivo con todos.

    Al trmino de la oracin de lahora Tercia, el cardenal AngeloSodano, decano del Colegio, sa-lud al Pontfice y, tras hacerbrevemente referencia a las ante-riores reformas de la Curia que-ridas por Pablo VI y Juan PabloII, asegur al Papa Francisco laplena colaboracin, personal ycolegial, de los cardenales en untrabajo que quiere responderadecuadamente a los desafosdel presente, contando con lasexperiencia del pasado.

  • LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suumEN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

    w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v a

    GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

    Giuseppe Fiorentinosub director

    Marta Lagoredactor jefe de la edicin

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano

    telfono 39 06 698 99410

    TIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICELOS S E R VAT O R E ROMANO

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de febrero de 2015, nmero 7

    Crnica de un malentendido

    Montini y Espaa

    RICARD O BLZQUEZ

    El pontificado de Pablo VI estinseparablemente unido a lacelebracin del Concilio Vati-cano II y al cumplimiento de losmandatos conciliares, unos sobre re-formas concretas y otros de orienta-cin ms amplia. Se le debe recono-cer y agradecer tanto la fidelidad alas orientaciones que haba marcadoJuan XXIII, como el pulso firme conque presidi el Concilio, y el estilorealmente conciliar, es decir, de tra-tamiento de las cuestiones plantea-das con amplia participacin de losobispos y bsqueda de concordia enla aceptacin de los documentos.Cuando haba un nmero alto devotos negativos era remitido el es-quema a la comisin correspondien-te para su revisin y bsqueda deacuerdo. De esta manera, el Concilioes modelo de trabajo compartido yde aprobacin de los documentoscon unanimidad moral, ya que unConcilio no busca la mayora demo-crtica, sino la coincidencia mayorposible. El Espritu Santo actatambin en la mutua escucha y en lagenerosidad, para coincidir en loque se ha ido decantando y puedacontribuir mejor a la misin de laIglesia. La obediencia al Seor y alEvangelio fue una actitud funda-mental en todos los participantes.

    Pablo VI, al final del primer perio-do conciliar, pronunci en el aula unextraordinario discurso, que juntocon los de los cardenales Suenes,Lercaro... abrieron el horizonte delos trabajos conciliares. Asumi conobediencia al Espritu la finalidadpastoral que el Papa Juan XXIII ha-ba sealado al Concilio.

    En el primer discurso como Papapronunci las siguientes palabrasorientadoras: Est fuera de todaduda que es deseo, necesidad y de-ber de la Iglesia que se d finalmen-te una ms meditada definicin de smisma. No se trata de discutir al-gunos puntos importantes de la doc-trina de la Iglesia, sino de buscarconciliarmente cmo anunciar elEvangelio en la coyuntura actual de

    principio; Cristo, nuestra vida ynuestro gua; Cristo, nuestra espe-ranza y nuestro trmino... Que no secierna sobre esta reunin otra luz sino es Cristo, luz del mundo; queninguna otra verdad atraiga nuestrosnimos fuera de las palabras del Se-or, nico Maestro; que ningunaotra aspiracin nos anime si no es eldeseo de serle absolutamente fieles;que ninguna otra esperanza nos sos-tenga, sino que conforte, mediantesu palabra, nuestra angustiosa debi-lidad: Y he aqu que Yo estoy con vo-sotros todos los das hasta la consuma-cin de los siglos (Mt 28, 20).

    208). El dilogo, que une la verdady el amor, es tambin para el Papauna calidad de espritu. Por esto,podemos comprender cunto sufri-miento le produjeron la famosacontestacin desde el ao 1968 yotros hechos del postconcilio.

    Los primeros aos del postconci-lio fueron de gran esperanza, de rea-lizacin de las reformas encomenda-das por el Concilio, de intensa efer-vescencia y tambin de contesta-cin. Vista esta a distancia nos pa-rece un hecho debido a prisas en larenovacin de la Iglesia, a una pre-tendida actualizacin teolgica que,en ocasiones, pona en peligro lamisma fe, a las posibilidades queofrecan los medios de comunica-cin, al desbordamiento de iniciati-vas particulares que desatendan lasorientaciones de la autoridad en laIglesia y el ritmo razonable de asi-milacin. En muchos momentos cau-s frustracin, desgaste en la vitali-dad de la Iglesia, disensiones inter-nas.

    Se puede comprender que para elPapa Pablo VI, tan sensible l, fuerala contestacin, unas veces con ma-yor calado y otras con menor inci-dencia, una fuente de sufrimientos.

    sia podra adquirir una exacta con-ciencia de su fe, para reanimarla, pa-ra purificarla, para confirmarla y pa-ra confesarla. La solemne profesinde fe del da 30 de junio de 1968 erala conclusin de aquel Ao de la fe.

    Pablo VI fue un genuino confesorde la fe, rindiendo a Dios el sublimetestimonio y pronunciando los con-tenidos esenciales que, desde siglos,constituyen el patrimonio de todoslos creyentes. Pablo VI, ejerciendo suautoridad apostlica tanto en elConcilio como en el postconcilio,fue un testigo del Seor, cargandocon las pruebas, incomprensiones ycrticas que le exiga el cumplimien-to fiel de su ministerio.

    Me ha parecido un acierto que lapresente biografa, adems de unaprimera parte dedicada a tratar laactuacin de Pablo VI en la Iglesia ehistoria de su tiempo, tenga una se-gunda que desarrolla la relacin dePablo VI y Espaa.

    Particularmente oportuna me pa-rece esta para los lectores espaoles,ya que en muchas actuaciones nofue bien entendido; el paso del tiem-po poltico nos ofrece una perspecti-va ms adecuada, y la situacin ac-tual de la Iglesia ha introducido laserenidad requerida para valorar losacontecimientos de la ingente obraconciliar y la terminacin de un r-gimen largo y autoritario. Hubo mu-chas incomprensiones, susceptibili-dades, tergiversaciones, resistencias,y tambin aceptacin simplementeleal y obediente de decisiones de lasuperior autoridad eclesistica conlas que haba escasa sintona inte-r i o r.

    Fueron aos difciles para el Papay el nuncio, para la ConferenciaEpiscopal y la Iglesia, para el Go-bierno y la sociedad en general. Sepas en pocos aos de una convi-vencia quiz demasiado estrecha auna desavenencia clamorosa. Catli-cos de toda la vida en poco tiempose sintieron incomprendidos y des-plazados. La manera de reaccionarmuchos ante la eleccin del cardenalMontini como Papa Pablo VI fue ex-presin sintomtica de ese malestar,a pesar de ser el candidato ms pro-bable. Ese da, 21 de junio de 1963,estaba yo esperando a ser examina-do en vila de teologa moral.Cuando lleg la noticia de que elcard. Montini haba sido elegido Pa-pa, pude constatar que no todas lasreacciones fueron de exaltacin.

    A Pablo VI le fue penoso que semezclaran negativamente su desafec-cin personal y cultural a un rgi-men no-democrtico con su amor alpueblo espaol, la estima de su

    Ernst Gnter Hansing,Pablo VI en oracin (1969, detalle)

    la humanidad. Por eso,la nueva evangelizacintiene su puesta en mar-cha en el Concilio Vati-cano II. La introspeccinen el misterio de la Igle-sia implica tambin laperspectiva misionera.

    Con qu vigor y be-lleza reivindic que Jesu-cristo, luz del mundo,fuera el norte del Conci-lio! La asamblea profesala fe en su Seor y deseaanunciarlo al mundo.Cristo! Cristo, nuestro

    Papa del dilogo

    Publicamos casi por completo el prlogoescrito por el arzobispo de Valladolidy presidente de la Conferencia episcopalespaola al libro de Vicente Crcel Ort,Beato Pablo VI: Papa del dilogo (Ma d r i d ,BAC, 2014, pginas XXXI+487).El 4 de febrero la Facultad de teologade Valencia ha conferido a monseor Crcelel doctorado honoris causa.

    Fueron la contesta-cin y el desborda-miento teolgico, li-trgico y disciplinarcomo la ruptura de losdiques de contencindel agua retenida?Bastantes aos de supontificado estuvieronmarcados por este pe-so y dolor. Aqu sepuede situar el llama-do Credo del Pueblode Dios, pronunciadodelante de la baslicade San Pedro el da 30

    Permtanme una confidencia. En-tre las personas que ms vivamenteme han impresionado al orles ha-blar de Jesucristo puedo recordar alrector del Seminario de vila, amons. Ancel y a Pablo VI al soltarsede los papeles y hablar de corazn alos sacerdotes del Colegio Espaolde Roma ordenados el ao 1968. Laspalabras transmitan la fuerza, laconviccin y el gozo de un encuen-tro personal con el Seor.

    El dilogo, desarrollado amplia-mente en la encclica Ecclesiam suam(6-8-1964), caracteriz la vida, la ac-titud y el ministerio de Pablo VI. Es-ta forma de afrontar las cuestionespendientes con otras personas y gru-pos aparece frecuentemente en losdocumentos del Concilio. La Consti-tucin Gaudium et spes 92 recuerdalos cuatro crculos de interlocutoresque distingui la encclica (nn. 200-

    de junio del ao 1968.Aquella tarde yo estaba presente

    en la plaza, y a medida que avanza-ba me sobrecogieron tanto el tonosolemne como el contenido, comolas dimensiones de la profesin de lafe. Ante todos, como Pedro en Cesa-rea de Filipos, quera profesar auto-rizadamente la fe de la Iglesia enmedio de las turbulencias y confu-siones. Con tal profesin peda enca-recidamente que toda la Iglesia aco-giera y respetara la revelacin quehemos recibido del Seor.

    El Papa emrito Benedicto XVI re -cord, en la Carta apostlica Portafidei, por la que convocaba un Aode la fe a los 50 del comienzo delConcilio Vaticano II, cmo Pablo VIproclam un Ao de la fe para con-memorar el XIX centenario del marti-rio de los apstoles Pedro y Pablo.Pensaba que de esta manera la Igle- SIGUE EN LA PGINA 5

  • nmero 7, viernes 13 de febrero de 2015 LOSSERVATORE ROMANO pgina 3

    El Papa Francisco en la parroquia de San Miguel Arcngel en Pietralata

    En qu canal habla Jess?Es necesario buscar la palabra del Seor en el Evangelio y dejarse curar por l

    En qu canal de televisin hablaJess?. Te habla en el Evangelio: enla misa con la que el domingo 8 defebrero, por la tarde, concluy su visitaa la parroquia romana de San MiguelArcngel, en Pietralata, el PapaFrancisco invit a todos aacostumbrarse a escuchar la palabrade Jess en el Evangelio y a dejarsecurar por l.

    As era la vida de Jess: Recorritoda Galilea, predicando en sus si-nagogas y expulsando los demo-nios (Mc 1, 39). Jess que predica yJess que cura. Toda la jornada eraas: predica al pueblo, ensea la Ley,ensea el Evangelio. Y la gente lobusca para escucharlo y tambinporque sana a los enfermos. Alanochecer, cuando se puso el sol, lellevaron a todos los enfermos y en-demoniados Cur a muchos enfer-mos de diversos males y expuls amuchos demonios (Mc 1, 32.34). Y

    nosotros estamos delante de Jess enesta celebracin: Jess es quien pre-side esta celebracin. Nosotros, sa-cerdotes, estamos en el nombre deJess, pero es l quien preside, l esel verdadero Sacerdote que ofrece elsacrificio al Padre. Podemos pregun-tarnos si yo dejo que Jess me pre-dique. Cada uno de nosotros: De-jo que Jess me predique, o yo stodo? Escucho a Jess o prefieroescuchar cualquier otra cosa, quizlas habladuras de la gente, o histo-rias?. Escuchar a Jess. Escucharla predicacin de Jess. Y cmopuedo hacer esto, padre? En qucanal de televisin habla Jess?. Tehabla en el Evangelio. Y esta es unacostumbre que an no tenemos: ir abuscar la palabra de Jess en elEvangelio. Llevar siempre un Evan-gelio con nosotros, pequeo, y te-nerlo al alcance de la mano. Cincominutos, diez minutos. Cuando voy

    la palabra justa para el momentoque est viviendo. Esta es la primeracosa que quiero deciros: dejad que elSeor os predique. Escuchar al Se- o r.

    Y Jess sanaba: dejaos curar porJess. Todos nosotros tenemos heri-das, todos: heridas espirituales, pe-cados, enemistades, celos; tal vez nosaludamos a alguien: Ah! Me hizoesto, ya no lo saludo. Pero hay que

    curar esto. Y cmo hago?. Rezay pide a Jess que lo sane. Es tristecuando en una familia los hermanosno se hablan por una estupidez,porque el diablo toma una estupidezy hace todo un mundo. Despus, lasenemistades van adelante, muchasveces durante aos, y esa familia sedestruye. Los padres sufren porquelos hijos no se hablan, o la mujer deun hijo no habla con el otro, y aslos celos, las envidas El diablosiembra esto. Y el nico que expulsalos demonios es Jess. El nico quecura estas cosas es Jess. Por eso, osdigo a cada uno de vosotros: dejaoscurar por Jess. Cada uno sabe dn-de tiene la herida. Cada uno de no-sotros tiene una; no slo tiene una:dos, tres, cuatro, veinte. Cada unosabe. Que Jess cure esas heridas.Pero, para esto, tengo que abrir elcorazn, para que l venga. Y c-mo abro el corazn? Rezando. Pe-ro, Seor, no puedo con esa gente,la odio, me ha hecho esto, esto y es-to. Cura esta herida, Seor. Sile pedimos a Jess esta gracia, lnos la conceder. Djate curar porJess. Deja que Jess te cure.

    Deja que Jess te predique y dejaque te cure. As, yo tambin puedopredicar a los dems, ensear las pa-labras de Jess, porque dejo que lme predique; y tambin puedo ayu-dar a curar tantas heridas, tantas he-ridas que hay. Pero antes tengo quehacerlo yo: dejar que l me predi-que y l me cure.

    Cuando el obispo va a visitar lasparroquias, se hacen muchas cosas;tambin se puede hacer un propsi-to hermoso, pequeo: el propsitode leer todos los das un pasaje delEvangelio, un pasaje breve, para de-jar que Jess me predique. Y el otropropsito: rezar para que me dejecurar las heridas que tengo. Deacuerdo? Terminamos? De acuer-do? Pero hagmoslo, porque harbien a todos. Gracias.

    En el ngelus el Pontfice reza por las personas esclavizadas y recuerda la jornada del enfermo

    La trata es una plaga vergonzosa

    de viaje, o cuandotengo que esperar,saco el Evangelio delbolsillo o de la bolsay leo algo, o en casa.Y Jess me habla, Je-ss ah me predica. Esla palabra de Jess. Ytenemos que acostum-brarnos a esto: or lapalabra de Jess, escu-char la palabra de Je-ss en el Evangelio.Leer un pasaje, pensarun poco en qu dice,en qu me dice a m.Si no oigo que me ha-bla, paso a otro. Perotener este contactodiario con el Evange-lio, rezar con el Evan-gelio; porque as Jessme predica, me dicecon el Evangelio loque quiere decirme.Conozco a gente quesiempre lo lleva, ycuando tiene un pocode tiempo, lo abre, yas encuentra siempre

    La trata de personas es una vergonzosa plaga, plaga indigna de una sociedadcivil. Lo afirm el Papa Francisco al trmino del ngelus del domingo 8 defebrero, que las superioras y los superiores de los institutos religiosos el i g i e ro ncomo Jornada de reflexin sobre este ignominioso fenmeno. Antes de la oracinmariana con los fieles presentes en la plaza de San Pedro, comentando elevangelio del da el Pontfice habl del valor del sufrimiento, recordando laJornada mundial del enfermo que se celebra el 11 de febrero.

    SIGUE EN LA PGINA 4

    Queridos hermanos y hermanas,buenos das!

    El Evangelio de hoy (cf. Mc 1,29-39) nos presenta a Jess que,despus de haber predicado el s-bado en la sinagoga, cura a muchosenfermos. Predicar y curar: esta esla actividad principal de Jess en suvida pblica. Con la predicacinanuncia el reino de Dios, y con lacuracin demuestra que est cerca,que el reino de Dios est en mediode nosotros.

    Al entrar en la casa de Simn Pe-dro, Jess ve que su suegra est enla cama con fiebre; enseguida le to-ma la mano, la cura y la levanta.Despus del ocaso, al final del dasbado, cuando la gente puede saliry llevarle los enfermos, cura a unamultitud de personas afectadas portodo tipo de enfermedades: fsicas,psquicas y espirituales. Jess, que

    vino al mundo para anunciar y rea-lizar la salvacin de todo el hombrey de todos los hombres, muestrauna predileccin particular porquienes estn heridos en el cuerpoy en el espritu: los pobres, los pe-cadores, los endemoniados, los en-fermos, los marginados. As, l serevela mdico, tanto de las almascomo de los cuerpos, buen samari-tano del hombre. Es el verdaderoSalvador: Jess salva, Jess cura,Jess sana.

    Tal realidad de la curacin de losenfermos por parte de Cristo nosinvita a reflexionar sobre el sentidoy el valor de la enfermedad. A estonos llama tambin la Jornada mun-dial del enfermo, que celebraremosel prximo mircoles 11 de febrero,memoria litrgica de la Bienaventu-rada Virgen Mara de Lourdes.Bendigo las actividades preparadas

    para esta Jornada, en particular, lavigilia que tendr lugar en Roma lanoche del 10 de febrero. Recorde-mos tambin al presidente del Con-sejo pontificio para la pastoral de lasalud, monseor Zygmunt Zimows-ki, que est muy enfermo en Polo-nia. Una oracin por l, por su sa-lud, porque fue l quien preparesta jornada, y nos acompaa consu sufrimiento en esta jornada. Unaoracin por monseor Zimowski.

    La obra salvfica de Cristo notermina con su persona y en el arcode su vida terrena; prosigue me-diante la Iglesia, sacramento delamor y de la ternura de Dios porlos hombres. Enviando en misin asus discpulos, Jess les confiere undoble mandato: anunciar el Evan-gelio de la salvacin y curar a losenfermos (cf. Mt 10, 7-8). Fiel a es-ta enseanza, la Iglesia ha conside-rado siempre la asistencia a los en-fermos parte integrante de su mi-sin.

    Pobres y enfermos tendrissiempre con vosotros, advierte Je-ss (cf. Mt 26, 11), y la Iglesia losencuentra continuamente en su ca-

  • pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de febrero de 2015, nmero 7

    ngelus del 8 de febreroVIENE DE LA PGINA 3

    El Papa al Consejo pontificio para los laicos

    Ciudad y anti-ciudad

    Parece precisamente que cada ciudad,incluso la que se muestra msfloreciente y ordenada, tenga lacapacidad de generar dentro de s unaoscura anti-ciudad: el PapaFrancisco el sbado 7 de febrero, en lasala Clementina, al recibir a losmiembros del Consejo pontificio paralos laicos, se detuvo sobre el tema de suasamblea plenaria que acaba deconcluir. ante estos tristes escenariosdijo, debemos recordar siempre queDios no ha abandonado la ciudad.

    Queridos hermanos y hermanas:Con alegra acojo al Consejo pon-

    tificio para los laicos reunido enasamblea plenaria, y agradezco alcardenal presidente las palabras queme ha dirigido.

    El tiempo transcurrido desdevuestra ltima plenaria ha sido paravosotros un perodo de actividad yrealizacin de iniciativas apostlicas.En ellas habis adoptado la exhorta-cin apostlica Evangelii gaudiumcomo texto programtico y brjulapara orientar vuestra reflexin yvuestra accin. El ao que acaba decomenzar se caracterizar por unaimportante celebracin: el 50 ani-versario de la conclusin del Conci-lio Vaticano II. Al respecto, s queestis preparando oportunamente unacto conmemorativo de la publica-cin del decreto sobre el apostoladode los laicos Apostolicam actuositatem.Aliento esta iniciativa, que no slomira al pasado sino tambin al pre-sente y al futuro de la Iglesia.

    El tema que habis elegido paraesta asamblea plenaria, Encontrar aDios en el corazn de la ciudad, se si-ta en la lnea de la invitacin de laEvangelii gaudium a entrar en losdesafos de las culturas urbanas(nn. 71-75). El fenmeno del urbanis-

    mo ya ha asumido dimensiones glo-bales: ms de la mitad de los hom-bres del planeta vive en las ciudades.Y el contexto urbano tiene un fuerteimpacto en la mentalidad, la cultura,los estilos de vida, las relaciones in-terpersonales y la religiosidad de laspersonas. En tal contexto, tan varia-do y complejo, la Iglesia ya no es lanica promotora de sentido, y loscristianos absorben lenguajes, sm-bolos, mensajes y paradigmas queofrecen nuevas orientaciones de vi-da, frecuentemente en contraste conel Evangelio (ibdem, n. 73). Lasciudades presentan grandes oportu-nidades y grandes riesgos: puedenser magnficos espacios de libertad yrealizacin humana, pero tambinterribles espacios de deshumaniza-cin e infelicidad. Parece precisa-mente que cada ciudad, incluso laque se muestra ms floreciente y or-denada, tenga la capacidad de gene-rar dentro de s una oscura anti-ciudad. Parece que junto a los ciu-dadanos tambin existen los no-ciu-

    dadanos: personas invisibles, pobresde recursos y calor humano, que ha-bitan en no-lugares, que viven delas no-relaciones. Se trata de per-sonas a las que nadie les dirige unamirada, una atencin, un inters. Noslo son los annimos, son losanti-hombres. Y esto es terrible.

    Pero ante estos tristes escenarios,debemos recordar siempre que Diosno ha abandonado la ciudad; l viveen la ciudad. El ttulo de vuestraplenaria quiere destacar precisamen-te que es posible encontrar a Diosen el corazn de la ciudad. Esto esmuy hermoso. S, Dios sigue estan-do presente tambin en nuestras ciu-dades, tan frenticas y distradas.Por eso es necesario no abandonarsejams al pesimismo y al derrotismo,sino tener una mirada de fe sobre laciudad, una mirada contemplativaque descubra al Dios que habita ensus hogares, en sus calles, en susplazas (ibdem, n. 71). Y Dios nuncaest ausente de la ciudad, porquenunca est ausente del corazn del

    hombre. En efecto, la presencia deDios acompaa las bsquedas since-ras que personas y grupos realizanpara encontrar apoyo y sentido a susvidas (ibdem). La Iglesia quiere es-tar al servicio de esta bsqueda sin-cera que existe en muchos corazonesy los abre a Dios. Los fieles laicos,sobre todo, estn llamados a salir sintemor para ir al encuentro de loshombres de las ciudades: en las acti-vidades diarias, en el trabajo, comoparticulares o como familias, juntocon la parroquia o en los movimien-tos eclesiales de los que forman par-te, pueden derribar el muro de ano-nimato e indiferencia que a menudoreina indiscutiblemente en las ciuda-des. Se trata de encontrar la valentade dar el primer paso de acercamien-to a los dems, para ser apstoles enel barrio.

    Al convertirse en anunciadores fe-lices del Evangelio a sus conciuda-danos, los fieles laicos descubrenque hay muchos corazones que elEspritu Santo ya ha preparado paraacoger su testimonio, su cercana, suatencin. En la ciudad existe a me-nudo un terreno de apostolado mu-cho ms frtil de lo que muchos seimaginan. Por consiguiente, es im-portante cuidar la formacin de loslaicos: educarlos para que tengan esamirada de fe, llena de esperanza,que sepa ver la ciudad con los ojosde Dios. Ver la ciudad con los ojosde Dios. Animarlos a vivir el Evan-gelio, sabiendo que toda vida cristia-namente vivida tiene siempre unfuerte impacto social. Al mismotiempo, es necesario alimentar su de-seo de testimonio, para que puedandar con amor a los dems el don dela fe que han recibido, acompaan-do con afecto a sus hermanos quedan los primeros pasos en la vida defe. En una palabra, los laicos estnllamados a vivir un protagonismohumilde en la Iglesia y convertirseen fermento de vida cristiana para to-da la ciudad.

    Es importante, adems, que en es-te renovado impulso misionero haciala ciudad los fieles laicos, en comu-nin con sus pastores, propongan elcorazn del Evangelio, no susapndices. Tambin el entoncesobispo Montini, a los participantesen la gran misin ciudadana de Mi-ln, les hablaba de la bsqueda delo esencial, e invitaba a ser, ante to-do nosotros mismos, esenciales, esdecir, autnticos, genuinos, y a vivirlo que cuenta verdaderamente (cf.Discorsi e scritti milanesi 1954-1963,Instituto Pablo VI, Brescia-Roma,1997-1998, p. 1483). Slo as se puedeproponer con su fuerza, su belleza ysu sencillez, el anuncio liberador delamor de Dios y de la salvacin queCristo nos ofrece. Slo as se va conactitud de respeto hacia las perso-nas; se ofrece lo esencial del Evange-lio.

    Encomiendo vuestro trabajo yvuestros proyectos a la proteccinmaternal de la Virgen Mara, pere-grina junto a su Hijo en el anunciodel Evangelio de aldea en aldea, deciudad en ciudad, y os imparto decorazn mi bendicin a todos voso-tros y a vuestros seres queridos. Y,por favor, no os olvidis de rezarpor m. Gracias.

    mino, considerando a las personas enfermas una vaprivilegiada para encontrar a Cristo, acogerlo y servir-lo. Curar a un enfermo, acogerlo, servirlo, es servir aCristo: el enfermo es la carne de Cristo.

    Esto sucede tambin en nuestro tiempo, cuando, noobstante las mltiples conquistas de la ciencia, el sufri-miento interior y fsico de las personas suscita fuertesinterrogantes sobre el sentido de la enfermedad y deldolor y sobre el porqu de la muerte. Se trata de pre-guntas existenciales, a las que la accin pastoral de laIglesia debe responder a la luz de la fe, teniendo antesus ojos al Crucificado, en el que se manifiesta todo elmisterio salvfico de Dios Padre que, por amor a loshombres, no perdon ni a su propio Hijo (cf. Rm 8,32). Por lo tanto, cada uno de nosotros est llamado allevar la luz de la palabra de Dios y la fuerza de la gra-cia a quienes sufren y a cuantos los asisten, familiares,mdicos y enfermeros, para que el servicio al enfermose preste cada vez ms con humanidad, con entrega ge-nerosa, con amor evanglico y con ternura. La Iglesiamadre, mediante nuestras manos, acaricia nuestros su-frimientos y cura nuestras heridas, y lo hace con ternu-ra de madre.

    Pidamos a Mara, Salud de los enfermos, que todapersona experimente en la enfermedad, gracias a la so-licitud de quien est a su lado, la fuerza del amor deDios y el consuelo de su ternura materna.

    Al trmino de la oracin marianael Pontfice hizo un llamamiento por la Jornada contra

    la trata de personas y salud a los diversosgrupos presentes.

    Queridos hermanos y hermanas:Hoy, 8 de febrero, memoria litrgica de santa Josefi-

    na Bakhita, la religiosa sudanesa que de nia vivi ladramtica experiencia de ser vctima de la trata, lasUniones de superiores y superioras generales de losinstitutos religiosos han organizado la Jornada de ora-cin y reflexin contra la trata de personas. Aliento acuantos estn comprometidos a ayudar a hombres, mu-jeres y nios esclavizados, explotados y abusados comoinstrumentos de trabajo o placer, y a menudo tortura-dos y mutilados. Deseo que cuantos tienen responsabi-lidades de gobierno tomen decisiones para remover lascausas de esta vergonzosa plaga, plaga indigna de unasociedad civil. Que cada uno de nosotros se sientacomprometido a ser portavoz de estos hermanos y her-manas nuestros, humillados en su dignidad. Invoque-mos todos juntos a la Virgen, por ellos y por sus fami-liares. (Dios te salve).

    Saludo a todos los peregrinos presentes, a las fami-lias, los grupos parroquiales y las asociaciones. En par-ticular, saludo a los fieles de Caravaca de la Cruz (Es-paa), de Anagni, Marcon, Quartirolo y Corato; a lascorales de la archidicesis de Mdena-Nonntola, y alos jvenes de Buccinasco, as como a los provenientesde Letonia y Brasil.

    A todos os deseo un feliz domingo. Por favor, no osolvidis de rezar por m. Buen almuerzo y hasta lavista!

  • nmero 7, viernes 13 de febrero de 2015 LOSSERVATORE ROMANO pgina 5

    Reunin plenaria de la Comisin pontificia para la tutela de los menores

    Para hacer de la Iglesia un hogar seguro

    Nuevas duchas para los pobresbajo la columnata de San Pedro

    Los miembros de la Comisin ponti-ficia para la tutela de los menores sereunieron en asamblea plenaria enRoma del 6 al 8 de febrero. Lo hizopblico un comunicado del organis-mo difundido el lunes 9. Los miem-bros que participaron en la asambleason: el cardenal capuchino SenOMalley (Estados Unidos), presi-dente; monseor Robert Oliver (Es-tados Unidos), secretario; presbteroLuis Manuel Ali Herrera (Colom-bia); Catherine Bonnet (Francia);Marie Collins (Irlanda); Gabriel Dy-Liacco (Filipinas); Sheila Hollins(Inglaterra); Bill Kilgallon (NuevaZelanda); hermana Kayula Lesa,M.S.C. (Zambia); hermana Hermene-gild Makoro, C.P.S. (Zimbabue);Kathleen McCormack (Australia);Claudio Papale (Italia); Peter Saun-ders (Inglaterra); Hanna Suchocka(Polonia); Krysten Winter-green(Estados Unidos); padre HumbertoMiguel Yez, S.J. (Argentina), y pa-dre Hans Zollner, S.J. (Alemania).

    El encuentro fue la primera oca-sin para los 17 miembros de la Co-misin, ampliada recientemente, dereunirse y dar a conocer los progre-sos realizados en la tarea que el Pa-pa les encomend, o sea, aconsejarloen la salvaguardia y proteccin delos menores en la Iglesia.

    Durante los encuentros, los miem-bros presentaron las relaciones desus grupos de trabajo de expertospreparadas durante el ao pasado.La Comisin complet despus susrecomendaciones relativas a su es-tructura formal y aprob diversaspropuestas para someter a la consi-deracin del Papa.

    Los grupos de trabajo son unaparte de la estructura operativa de laComisin. Entre una y otra sesinplenaria, los mismos promueven in-vestigaciones y proyectos en mbitoscentrales para la misin de hacer dela Iglesia un hogar seguro paralos nios, adolescentes y adultos vul-nerables. Entre estos estn: la aten-cin pastoral a las vctimas y sus fa-milias, la educacin, las directricesde buenas prcticas, la formacin desacerdotes y religiosos, las normaseclesiales y civiles que regulan lasacusaciones de abusos y la responsa-bilidad de las personas con cargosde responsabilidad en la Iglesiacuando se trata de acusaciones deabuso.

    La Comisin es muy conscientede que la cuestin de la responsabi-lidad tiene una gran importancia.Durante la asamblea, los miembrosaprobaron una propuesta inicial parapresentar a la consideracin del Pa-pa Francisco. Adems, la Comisinest desarrollando procesos para ase-gurar la responsabilidad de todos losque en la Iglesia clero, religiosos ylaicos trabajan con menores.

    Para asegurar dicha responsabili-dad, es necesario suscitar la concien-cia y comprensin en todos los nive-les de la Iglesia con respecto a lagravedad y urgencia de realizar pro-cedimientos correctos de salvaguar-dia. Con este fin, la Comisin acor-d tambin elaborar seminarios paraeducar a los lderes eclesisticos enel mbito de la proteccin de losm e n o re s .

    A raz de la carta del Papa a lospresidentes de las Conferencias epis-copales y superiores de los institutos

    de vida consagrada y las sociedadesde vida apostlica con fecha del 2de febrero, la Comisin espera gus-tosamente colaborar con las Iglesiasa nivel local, poniendo a disposicinlos conocimientos para asegurar lasmejores prcticas en las directricespara la proteccin de los menores.

    La Comisin est preparando ade-ms el material para una Jornada deoracin para quienes han sido heri-dos por abusos sexuales. Esto pon-dr en evidencia la responsabilidadde los miembros de la Comisin en

    trabajar por la sanacin espiritual yayudar a hacer conciencia en la co-munidad catlica acerca de la plagade los abusos hacia los menores.

    El Papa Francisco en su carta alos superiores de la Iglesia escribe:las familias deben saber que laIglesia no escatima esfuerzo algunopara proteger a sus hijos. Conscien-tes de la importancia de la tarea deaconsejar al Papa en esta labor, losmiembros de la Comisin piden quesu trabajo sea sostenido con la ora-cin de todos.

    Crnica de un malentendidoVIENE DE LA PGINA 2

    historia catlica y la obligacinpastoral despus de un Concilioecumnico, que no emiti precisa-mente en la misma longitud de on-da que el Gobierno espaol en loque se refera a la libertad religiosa,poltica y social. Me parecen clari-ficadoras las palabras del autor es-critas en la introduccin a la se-gunda parte: Pablo VI mantuvosiempre serias reservas sobre el R-gimen poltico, pero manifest p-blicamente su admiracin y amoral pueblo espaol, y para este tuvosiempre numerosos gestos de afectoy simpata.

    El autor repasa todos los aconte-cimientos y cuestiones que provo-caron o expresaron desavenencias:nombramientos episcopales, laAsamblea Conjunta Obispos-Sacer-dotes, Caso Aoveros, visitas ycartas, etc. Es muy til para todosleer detenidamente la presentacinde estos diferentes motivos de dis-cordia; a unos servir de recordato-rio y a los ms jvenes les ayudara comprender unos aos difcilesde la Iglesia, de la sociedad y delas relaciones Iglesia-Estado en Es-paa. El autor presenta los datoshistricos con objetividad, aducien-do los documentos necesarios, ylos enjuicia con serenidad y sinapasionamientos; a distancia de lossentimientos agitados del tiempoexpone sin polmica el desarrollode las relaciones. Los aos transcu-rridos muestran claramente cmono se poda detener el dinamismoconciliar ni la marcha hacia el oca-so del Rgimen. Tambin se en-tiende que cuando los nimos es-tan caldeados aparezcan salidas detono. Es obvio que el contexto his-

    trico y las limitaciones humanasactan siempre y particularmenteen tales situaciones. Recuerdo unhecho que me ocurri personal-mente. El 27 de septiembre de 1975fueron ejecutados cinco terroristasque das anteriores haban sidocondenados a muerte, y para loscuales haba pedido clemencia Pa-blo VI. Conocida la noticia de laejecucin, el Papa conden de in-mediato y enrgicamente el terro-rismo y las ejecuciones. Pocos dasdespus viaj de Roma a Madrid;pero solo en un tercer intento pudefacturar las maletas en el aeropuer-to, ya que en dos mostradores senegaron con la justificacin: Ionon lavoro per un paese fascista.Al final, una persona que habavisto mi peregrinaje me atendi co-rrectamente. Esta ancdota se en-tiende en aquella situacin tensa yexacerbada.

    El autor de este libro, mons. Vi-cente Carcel Ort, ha unido en sutrabajo de historiador intensa dedi-cacin, laboriosidad paciente y per-severante, informacin de primeramano, la oportunidad de su estan-cia prolongada en Roma y un jui-cio equilibrado sobre las cuestionestratadas. Me hago eco hoy de lagratitud compartida entre numero-sos lectores por su larga trayectoriatan fecunda. Convivimos el autor yun servidor en el palacio Altemps,cuando era sede del Colegio Espa-ol, los tres ltimos aos, desde1967 hasta 1970. Estas pginas quie-ren ser memoria de aquel tiempo yfelicitacin al autor por la impo-nente obra llevada a cabo en elcampo de la historia contempor-nea de la Iglesia, y concretamentepor este libro valioso y oportuno.

    Se concluyeron, bajo la columnata de la plaza de San Pedro, los trabajos deconstruccin de nuevas duchas a disposicin de los pobres de la ciudad.

    En la reestructuracin completa de una seccin de los baos que ya esta-ban bajo la columnata de la parte derecha, se hicieron tres duchas y un pe-queo sitio para el peluquero, trabajo que estuvo a cargo de los empleadosde la Gobernacin del Estado de la Ciudad del Vaticano. La obra infor-ma la Limosnera apostlica guiada por el arzobispo Konrad Krajewski sehizo con gran sobriedad y dignidad, utilizando tcnicas modernas. Las du-chas estarn disponibles todos los das, excepto el mircoles, con motivo dela audiencia general, y los das de celebraciones en San Pedro o en la plaza.El lunes, el jueves y el sbado los servicios estarn coordinados por los vo-luntarios de U N I TA L S I de Roma. Gracias a las donaciones de diversas empre-sas y de algunos privados, los peregrinos necesitados recibirn un conjuntode ropa interior y un kit con toalla, jabn, dentfrico, maquinilla de afeita r,espuma para la barba y desodorante. El servicio de peluquera estar dispo-nible el lunes de las 9 a las 15 gracias a diversos profesionales voluntariosque renunciarn al acostumbrado da de descanso y a los estudiantes de laacademia de peluqueros de Roma.

  • nmero 7, viernes 13 de febrero de 2015 LOSSERVATO

    En el discurso conclusivo a los participantes en el encuentro de Scholas Occu r

    Armona en las diferenNo cambiaremos el mundo si no cambiamos la educacin

    Una invitacin a aceptar y valorizar lasdiferencias en la armona dirigi el PapaFrancisco a los participantes en el cuartocongreso mundial de ScholasOccurrentes durante el encuentro quetuvo lugar el jueves 5 de febrero, por latarde, en el aula del Snodo en elVaticano. Publicamos las palabras deldiscurso que el Pontfice pronunci enespaol.En primer lugar, les agradezco el es-fuerzo que han hecho ustedes para par-ticipar de este IV Congreso. Les agra-dezco los aportes, que nacen de la ex-p eriencia.

    Una cosa que me preocupa a m mu-cho es lograr armonas, que no es sim-plemente lograr compromisos, logrararreglos, lograr entendimientos parcia-les. Armona es, de alguna manera,crear entendimiento de diferencias,aceptar las diferencias, valorar las dife-

    rencias y dejar que se armonicen, queno se fragmenten.

    El mensaje que escuchamos de partede la Lumsa recordaba una frase ma:No vamos a cambiar el mundo si nocambiamos la educacin. Y hay algoque est totalmente desarmonizado. Yopensaba que era solamente en AmricaLatina, o en algunos pases de AmricaLatina, que era lo que ms conoca. Enel mundo. Es el pacto educativo, pactoeducativo que se da entre la familia, laescuela, la patria, la cultura. Est roto ymuy roto, y no se puede pegar. El pac-to educativo roto significa que sea lasociedad, sea la familia, sean las institu-ciones diversas delegan la educacin enlos agentes educativos, en los docentes,que generalmente mal pagados tie-nen que llevar sobre sus espaldas estaresponsabilidad y, si no logran un xi-to, se les recrimina, pero nadie recrimi-na a las diversas instituciones que han

    claudicado del pacto educativo, lo handelegado a la profesionalidad de undocente. Quiero rendir homenaje a losdocentes, porque se han encontradocon esta papa caliente en la mano y sehan animado a seguir adelante.

    Scholas quiere, de alguna manera,reintegrar el esfuerzo de todos por laeducacin, quiere rehacer armnica-mente el pacto educativo, porque sola-mente as, si todos los responsables dela educacin de nuestros chicos y jve-

    do, en todos los continentes, esta inte-raccin, este entendimiento.

    Pero adems lo que busca Scholas esarmonizar la misma educacin de lapersona del chico, del muchacho, deleducando. No es solamente buscar in-formacin, el lenguaje de la cabeza. Nobasta. Scholas quiere armonizar el len-guaje de la cabeza con el lenguaje delcorazn y el lenguaje de las manos, queuna persona, que un chico, que un mu-chacho piense lo que siente y lo que

    Videomensaje a los nios

    El cofre y el tesoro

    Despus de la escuela h

    Publicamos el mensaje que el Papa Franciscodirigi a los nios en espaol.Todos ustedes tienen un cofre, una caja, y adentrohay un tesoro. Y el trabajo de ustedes es abrir la caja,sacar el tesoro, hacerlo crecer y darlo a los dems, yrecibir de los dems el tesoro de los dems. Cada unode nosotros tiene un tesoro adentro. Si lo guardamosencerrado, queda ah encerrado; si lo compartimoscon los dems, el tesoro se multiplica con los tesorosque vienen de los dems.

    Lo que les quiero decir es que no escondan el teso-ro que cada uno tiene. A veces se encuentra ensegui-da; a veces hay que hacer como el juego de la bs-queda del tesoro: no se encuentra enseguida, pero,una vez que lo encontraste, compartilo, porque alcompartirlo recibs del otro y se multiplica. Eso es loque les quiero decir a ustedes, chicos. Adelante! Loque ustedes hacen desde el sitio en que estn nosayuda tambin a todos nosotros a comprender que lavida es un lindo tesoro, pero solamente tiene sentidosi la damos. Muchas gracias!

    nes nos armonizamos,podr cambiar la edu-cacin. Y, para eso,Scholas busca la cultu-ra, el deporte, la cien-cia; para eso, Scholasbusca los puentes, saledel chiquitaje y va abuscarlos ms all. Yhoy da est manejan-

    Despus de la escuela hay ms. No esun simple eslogan, sino un programapara construir puentes de dilogo, paraintegrar nios de todas las religiones,culturas y razas a travs de la educa-cin. Es un forma de pedir a la socie-dad que asuma su responsabilidad enmbito educativo, evitando delegar alos profesionales, a menudo mal paga-dos, esta tarea que corresponde a to-dos, comenzando por los padres, elmundo del trabajo y de la cultura. Estees, en sntesis, el mensaje de Scholasoccurrentes realidad de la que yaforman parte 400.000 escuelas pblicasy privadas de todo nivel y grado dis-persas por el mundo que volvi a reu-nirse con el Papa Francisco el jueves 5de febrero, por la tarde, en el aula delSnodo en el Vaticano. La ocasin deesta asamblea de la institucin fue lacelebracin del cuarto congreso mun-dial sobre el tema Responsabilidadsocial e inclusin, que el Papa conclu-y. Lo hizo primero conectndose vaweb con varios pases del mundo y dia-logando con algunos chicos discapaci-tados que le contaron su experiencia.

    La primera fue Isabel, de 13 aos,discapacitada visual, que se conectdesde Madrid y explic cmo lograleer gracias a un teclado con el mtodoBraille. El Papa le expres su deseo deprogresar en el camino de la vida utili-zando las tecnologas y dedicandotiempo a la actividad deportiva. DesdeSan Pablo, en Brasil, habl Pedro, de12 aos, que padece una malformacingentica. Amante del ftbol, confesque est siempre contento cuando jue-ga, incluso si no gana, porque tiene laposibilidad de estar con los amigos.Lo que importa no es ganar, lo queimporta es jugar y estar con los ami-gos, dijo el Papa Francisco.

    Alicia, de 17 aos, con sndrome deDown, tambin de Madrid, le preguntal Pontfice si le gusta hacer fotos conla tableta y descargarlas en el ordena-dor. El Pontfice confes que no tienefamiliaridad con los aparatos fotogrfi-cos y electrnicos, y aadi: Qu ver-genza!. De nuevo desde la capital es-paola, Elvira, de 11 aos, tambin ellacon sndrome de Down, le confes quees admiradora de la argentina Violeta.

    El Papa la alent a cultivar la pasinpor el canto.

    Enfermo de hipotiroidismo congni-to, el estadounidense Isaiah, de 17 aos,conectado desde Nebraska, habl de suexperiencia de programador. El PapaFrancisco le recomend que no perdie-ra la esperanza ante las dificultades:

    Nosotros dijo somos capaces desuperarlas todas, slo necesitamos tiem-po para comprender; inteligencia paraencontrar el camino y valor para seguiradelante, para no asustarnos jams.Manoj, de 13 aos, sordo, dijo que esfans de Bruce Lee, y explic cmo atravs del ordenador y la tecnologa lo-

  • ORE ROMANO pginas 6/7

    r re n t e s

    nciasn

    hace, sienta lo que piensa y lo que ha-ce, haga lo que siente y lo que piensa.Esa armona en la misma persona, en eleducando, y esa armona universal, detal manera que el pacto educativo loasumimos todos y, de esa manera, sali-mos de esta crisis de la civilizacin quenos toca vivir, y damos el paso que lamisma civilizacin nos exige.

    Cada uno de los pueblos que inte-gran Scholas tiene que buscar en su tra-dicin su tradicin histrica, su tradi-

    hay ms

    cin popular las cosas fundacionales,cules son las cosas que culturalmenteson fundacionales a la patria. Y, desdeeso que le dio sentido a esa patria, aesa nacin, sacar la universalidad quearmoniza. La cultura italiana, por ejem-plo, no puede renegar de Dante comofundacional; la cultura Argentina, quees la que conozco, no puede renegardel Martn Fierro, nuestro poema fun-dacional. Me vienen las ganas de pre-guntar pero no lo voy a hacer cun-tos argentinos aqu presentes han estu-

    da uno de nosotros y en nuestros pue-blos la belleza, la belleza que nos fun-da con nuestro arte, con nuestra msi-ca, con nuestra pintura, con nuestra es-cultura, con nuestras literaturas. Lo be-llo. Educar en la belleza porque armo-na dice a belleza y no podemos lograrla armona del sistema educativo si notenemos esa percepcin de la belleza.

    Yo les agradezco todo lo que ustedeshacen y cmo colaboran en este desafoque es creativo: creativo del pacto edu-cativo recrearlo porque as recreamosla educacin; creativo de la armonade la persona entre los tres lenguajes, elde las manos, el del corazn y el de lamente; creativo en la dimensin ldicade una persona, ese sano perder eltiempo en el trabajo conjunto del jue-go; creativo en la belleza, que ya en-contramos en los fundamentos de lasidentidades nacionales, que estamos to-dos juntos. ste es el desafo. Quininvent esto? No se sabe, pero se dio.Hay problemas? Muchos, muchos to-

    dava que solucionar en la organizacinde esto. Que somos tentados? S. To-da obra que empieza es tentada; es ten-tada de frenarse, de corromperse, dedesviarse. Por eso es necesario el traba-jo conjunto y la vigilancia de todos, pa-ra que esta chispa que naci siga exten-dindose en un fuego que ayude a re-construir, a armonizar el pacto educati-vo. Los que ganan en todo esto son loschicos. As que les agradezco por loque hacen por el futuro, porque decirchicos es decir f u t u ro . Muchas gracias.

    diado, ledo, meditado aMartn Fierro. Volver a lascosas culturales que nos die-ron sentido, que nos dieronla primera unidad de la cul-tura nacional de los pue-blos, recuperar lo que esms nuestro cada uno de lospueblos para compartirlocon los dems y armonizarlo ms grande: eso es edu-car para la cultura.

    Adems, hay que ir abuscar lo fundacional de lapersona, la sanidad funda-cional, la capacidad ldica,la capacidad creativa deljuego. El libro de la Sabi-dura dice que Dios jugaba,la sabidura de Dios jugaba.Redescubrir el juego comocamino educativo, como ex-presin educativa. Entonces,ya la educacin no es mera-mente informacin; es crea-tividad en el juego, esa di-mensin ldica que nos ha-ce crecer en la creatividad yen el trabajo en conjunto.

    Finalmente, buscar en ca-

    gra superar la discapacidad. El Pontfi-ce le record la importancia de la co-municacin, explicando que cuandono comunicamos, permanecemos soloscon nuestros lmites y esto nos hacemal. Cuando comunicamos, lo que esms importante es la comunicacin, dary recibir nos hace bien y no permane-

    cemos solos. Por lo tanto, Scholaspuede ayudaros en esto: en la comuni-cacin. Por ltimo, Bautista, de 14aos, autista, cont acerca de su pasinpor la fotografa cultivada gracias a latablet, que le permite componer collagede imgenes con programas especficos.El Papa le cont que no tiene una ta-blet y le felicit por su actividad.

    A continuacin, los representantes delos patrocinadores y de las empresasque sostienen a Scholas occurrentesfirmaron su compromiso formal ante elPapa. ltimo en orden de tiempo, elacuerdo firmado con el Football ClubBarcelona, que se encargar de formarprofesores de diversas naciones. Estu-vieron presentes tambin representantesde peridicos de diversos pases delmundo, sobre todo de Amrica centraly del sur, que publicarn un encarte deScholas, repitiendo la misma iniciati-va realizada en Argentina con Cla-rn.

    Se ley luego el texto del pactoeducativo, al cual se adhiri la LibreUniversidad Mara Santsima Asunta(LUMSA) de Roma. Y sigui una nuevaconexin a travs de internet con Mo-

    zambique, donde Scholas est lle-vando adelante un proyecto de apoyo einnovacin tecnolgica para los estu-diantes que no pueden adquirir un or-denador. Gracias a esta iniciativa, lo j-venes no slo podrn conectarse consus coetneos de todo el mundo, sinotambin incluir a los jvenes de los di-ferentes barrios y darles la posibilidadde acceder al a red. El encuentro seconcluy con el mensaje a los nios yla intervencin final del Papa Francis-co. Entre los casi 260 presentes estu-diantes, profesores, pedagogos, exper-tos en informtica, artistas, empresa-rios estaban los dos directores mun-diales de Scholas, Jos del Corral yEnrique Palmeyro, los arzobispos Mar-celo Snchez Sorondo y Vincenzo Zani,y monseor Guillermo Javier Karcher.Con ocasin del congreso mundial selanz tambin Scholas Labs. Se tratade un programa para acelerar proyectoseducativos y apoyar a empresarios com-prometidos con la tecnologa y la inno-vacin para promover la integracin. Setrata de una iniciativa abierta a las per-sonas y a las iniciativas que presentanproyectos relacionados con la educa-

    cin y la tecnologa. Un comit de ex-pertos reconocido a nivel mundial eva-luar y seleccionar las mejores pro-puestas que accedern a la etapa deaceleracin, con la duracin de cua-tro meses, y lo sostendrn a travs definanciaciones y publicidad. El primerproyecto de Scholas Labs serScholas Ciudadana, que tiene comoobjetivo crear un espacio online paracompartir las problemticas de los estu-diantes secundarios, promoviendo suparticipacin y el compromiso social,civil y poltico. (nicola gori)

  • pgina 8 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de febrero de 2015, nmero 7

    Colegio episcopal

    Ereccin de Iglesiasui iuris

    El Papa ha erigido la Iglesia me-tropolitana sui iuris de Eritrea,desmembrndola de la archiepar-qua metropolitana de AddisAbeba. La sede de la nueva Igle-sia metropolitana es ASMARA, yha sido elevada a la categora dearchieparqua metropolitana.

    Audiencias pontificiasEL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A :

    Jueves 5 de febreroAl presidente de la Repblica

    de Kiribati, Anote Tong, con elsquito.

    Al cardenal George Pell, pre-fecto de la Secretara de asuntoseconmicos.

    A monseor Charles JosephChaput, O.F.M.C A P., arzobispo deFiladelfia.

    A monseor Giambattista Di-quattro, arzobispo titular de Giro-monte, nuncio apostlico en Boli-via.

    A los obispos de la Conferenciaepiscopal de Grecia, en visita adlimina Apostolorum:

    Monseor Sevastianos Rosso-ltos, arzobispo de Atenas; admi-nistrador apostlico sede vacanteet ad nutum Sanctae Sedis, deRodas, con el arzobispo emrito:monseor Nikolaos Foskolos.

    Monseor Ioannis Spiteris, ar-zobispo de Corf, Zante y Cefalo-nia; administrador apostlico adnutum Sanctae Sedis del vicaria-to apostlico de Tesalnica.

    Monseor Nikolaos Printezis,obispo de Naxos, Andros, Tinos yMykonos; administrador apostli-co sede vacante de Chios.

    Monseor Petros Stefanou,obispo de Siros, Milos, y de San-torini con el obispo emrito: mon-seor Frangkiskos Papamanolis.

    Monseor Dimitrios Salachas,obispo titular de Grazianopoli,exarca apostlico para los catli-cos de rito bizantino residentes enG re c i a .

    Monseor Neshan Karakh-yan, arzobispo titular de Adana delos armenios, administrador apos-tlico del Ordinariato para los ca-tlicos de rito armenio residentesen Grecia.

    Viernes, da 6Al cardenal Angelo Scola, ar-

    zobispo de Miln (Italia).Al cardenal Bchara Boutros

    Ra, patriarca de Antioqua de losmaronitas (Lbano).

    Al cardenal Juan Luis CiprianiThorne, arzobispo de Lima (Pe-r).

    A monseor Heinz WilhelmSteckling, O.M.I., obispo de Ciu-dad del Este (Paraguay).

    Sbado, da 7Al cardenal Marc Oullet,

    P.S.S., prefecto de la Congregacinpara los obispos.

    Ereccin de eparquaEl Papa ha erigido la eparqua deBAHIR DAR - DESSIE (Etiopa), conterritorio desmembrado de la archie-parqua metropolitana de AddisAbeba y con sede en Bahir Dar, y laha hecho sufragnea de la mismacircunscripcin metropolitana.

    La nueva eparqua tiene una ex-tensin de 221.776,23 km y cuentacon una poblacin de 16.215.850 ha-bitantes, de los cuales 17.544 son ca-tlicos y 3.090 catecmenos. Pasto-ralmente estn distribuidos en 24parroquias y son atendidos por 3 sa-cerdotes diocesanos y 21 sacerdotesreligiosos. Desempean su misinen esa circunscripcin eclesistica 4religiosos y 43 religiosas.

    COMUNICACIONES

    Guardia Suizap ontificia

    El Santo Padre ha nombrado co-mandante de la Guardia Suizapontificia, con el grado de coro-nel, al seor teniente coronelCHRISTOPH GR A F.

    Christoph Graf es el trigsimoquinto comandante de la GuardiaSuiza pontificia. Hasta ahora de-sempeaba el cargo de subco-mandante y, como tal, era jefe delestado mayor del Cuerpo y ofi-cial de las relaciones con las de-ms fuerzas armadas. Originariode Pfaffnau, en el cantn de Lu-cerna, donde naci el 5 de sep-tiembre de 1961, inici su serviciocomo alabardero el 2 de marzode 1987. Ha sido luego instructory desempe tambin la funcinde sargento mayor y responsablede la planificacin y la organiza-cin de los servicios. Como ofi-cial dirigi una de las tres seccio-nes del Cuerpo antes de ser vice-comandante. Est casado y tienedos hijos.

    Nombramiento pontificioEl Santo Padre ha nombrado observador permanente de la Santa Sedeante las organizaciones y los organismos de las Naciones Unidas para laalimentacin y la agricultura (F.A.O., I.F.A.D. y P.A.M.) a monseor FER-NAND O CHICA AR E L L A N O, consejero de nunciatura.

    Fernando Chica Arellano naci en Mengbar (Espaa) el 24 de juniode 1963. Recibi la ordenacin sacerdotal el 19 de abril de 1987, incardi-nado en la dicesis de Jan. Es doctor en teologa dogmtica. Entr enel servicio diplomtico de la Santa Sede el 1 de julio de 2002, y desempe- su misin en la nunciatura apostlica en Colombia, en la representa-cin pontificia ante la O.N.U. en Ginebra y en la Seccin para los Asun-tos generales de la Secretara de Estado.

    RENUNCIA:

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deFaenza-Modigliana (Italia) quemonseor CL AU D I O STA G N I le habapresentado en conformidad con elcanon 401 1 del Cdigo de dere-cho cannico.

    Claudio Stagni naci en Medici-na, archidicesis de Bolonia, el 9 dejunio de 1939. Recibi la ordenacinsacerdotal el 25 de julio de 1963.Juan Pablo II le nombr obispo titu-lar de Dardano y auxiliar de la ar-chidicesis de Bolonia el 6 de di-ciembre de 1990; recibi la ordena-cin episcopal el 13 de enero de1991. El mismo Papa le nombrobispo de Faenza-Modigliana el 26de abril de 2004.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Arzobispo de Hamburgo (Alema-nia) a monseor ST E FA N HEE.

    Stefan Hee naci en Colonia,Alemania, el 7 de agosto de 1966.Recibi la ordenacin sacerdotal el17 de junio de 1993. Obtuvo el doc-torado en teologa dogmtica en elInstituto teolgico palotino de Va-llendar, en su pas de origen. En suministerio ha sido vicario parroquial,director de la seccin cura de al-mas - personal de la curia arzobis-pal de Colonia, administrador dio-cesano, cannigo del cabildo de lacatedral y vicario general de la sedede Colonia.

    Arzobispo metropolitano de lanueva archieparqua de Asmara (Eri-trea) a monseor MENGHESTEABTE S FA M A R I A M , M.C.C.J., hasta ahoraobispo eparquial de dicha sede.

    Menghesteab Tesfamariam,M.C.C.J., naci en Berakit, eparquade Asmara, el 24 de diciembre de

    1948. Ingres en la congregacin delos Misioneros Combonianos delCorazn de Jess, donde recibi laordenacin sacerdotal el 18 de febre-ro de 1979. Juan Pablo II le nombrobispo de la eparqua de Asmara el25 de junio de 2001; recibi la orde-nacin episcopal el 16 de septiembredel mismo ao.

    Obispo de Faenza-Modigliana(Italia) a monseor MARIO TO S O,S.D.B., hasta ahora obispo titular deBisarcio y secretario del Consejopontificio Justicia y paz.

    Mario Toso, S.D.B., naci en Mo-gliano Vneto, dicesis de Treviso,el 2 de julio de 1950. Ingres en laSociedad Salesiana de San JuanBosco, donde recibi la ordenacinsacerdotal el 22 de julio de 1978. Be-nedicto XVI le nombr obispo titularde Bisarcio y secretario del Consejopontificio Justicia y paz el 22 de oc-tubre de 2009; recibi la ordenacinepiscopal el 12 de diciembre sucesi-vo.

    Obispo de la nueva eparqua deBahir Dar - Dessie (Etiopa) a mon-seor LISANE-CHRISTOS MAT H E O SSEMAHUN, hasta ahora obispo titu-lar de Matara de Numidia y auxiliarde Addis Abeba.

    Lisane-Christos Matheos Sema-hun naci Gurage, archieparqua deAddis Abeba, el 19 de diciembre de1959. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 8 de mayo de 1988. BenedictoXVI le nombr obispo titular de Ma-tara de Numidia y auxiliar de Addis

    Abeba el 5 de enero de 2010; recibila ordenacin episcopal el 18 deabril del mismo ao.

    Obispo titular Usula y auxiliar deRadom (Polonia) a monseor PIOTRTURZYSKI.

    Piotr Turzyski naci en Radomel 28 de septiembre de 1964. Recibila ordenacin sacerdotal el 28 demayo de 1988. Se licenci en teolo-ga y ciencias patrsticas en el Insti-tuto Patrstico Augustinianum deRoma y se doctor en teologa en laPontificia Universidad Gregoriana.Ha desempeado su ministerio co-mo vicario parroquial, formador yvicerrector del seminario mayor dio-cesano, docente en diversas institu-ciones, miembro del consejo presbi-teral, director del consejo diocesanopara la formacin y del consejo parala vida consagrada.

  • nmero 7, viernes 13 de febrero de 2015 LOSSERVATORE ROMANO pgina 9

    Misa del Pontfice en Santa MartaYo cuidarde ti

    La verdadera misin de la Iglesia noes poner en funcionamiento una efi-ciente mquina de ayudas, siguiendoel modelo de una ONG. El perfil delapstol que anuncia con sencillez ypobreza el Evangelio con el nicoautntico poder que viene de Diosse reconoce, en cambio, en la claraexpresin de Jess a los discpulosque volvan felices de la misin: so-mos siervos intiles. Y, as, el Papaen la misa celebrada el jueves 5 defebrero, en la capilla de la Casa San-ta Marta reafirm que la verdaderamisin de la Iglesia es curar las he-ridas del corazn, abrir puertas, libe-rar, decir que Dios es bueno, perdo-na todo, es padre, Dios es afectuosoy nos espera siempre.

    En el pasaje evanglico de Marcos(6, 7-13) propuesto por la liturgia, re-cord el Pontfice, hemos escucha-do cmo Jess llama a sus discpu-los y los enva a llevar el Evange-lio: es l quien llama. El Evangeliodice que los llam, los envi y lesdio autoridad: en la vocacin de losdiscpulos, el Seor da el poder: elpoder de expulsar los espritus im-puros para liberar, para curar. Estees el poder que da Jess. l, enefecto, no da el poder de proyectaro hacer grandes empresas; sino elpoder, el mismo poder que tena l,el poder que l haba recibido delPadre, se lo entrega. Y lo hace conun consejo claro: id en comunidad,pero para el viaje no llevis nadams que un bastn, ni pan, ni alfor-ja, ni dinero: siendo pobres!.

    El Evangelio afirm el PapaFr a n c i s c o es tan rico y tan podero-so que no necesita formar grandescompaas, grandes empresas paraser anunciado. Porque el Evangeliose debe anunciar siendo pobres, yel verdadero pastor es el que va co-mo Jess: pobre, a anunciar el Evan-gelio, con ese poder. Y cuando elEvangelio se custodia con esta senci-llez, con esta pobreza, se ve clara-mente que la salvacin no es unateologa de la prosperidad sino quees un don, el mismo don que Jesshaba recibido para darlo.

    El Papa Francisco volvi a propo-ner esa escena tan hermosa de la si-nagoga, cuando Jess se presenta alos suyos: He sido enviado paratraer la salvacin, para traer la bue-na noticia a los pobres, a los presosla liberacin, a los ciegos el don dela vista. La liberacin a todos losque estn oprimidos y para anunciarel ao de gracia, el ao de alegra.Precisamente este, dijo, es el objeti-vo del anuncio evanglico, sin mu-chas cosas extraas, mundanas. Je-ss enva as.

    Y se pregunt qu mandahacer a los discpulos? Cul es suprograma pastoral?. Sencillamenteel de atender, curar, levantar, libe-rar, expulsar los demonios: este es elprograma sencillo. Que coincide,destac el Papa Francisco, con lamisin de la Iglesia: la Iglesia queatiende, que cura. Tanto es as, re-cord, que algunas veces habl dela Iglesia como de un hospital decampaa: es verdad! Cuntos heri-dos hay, cuntos heridos! Cunta

    gente necesita que sus heridas seancuradas!.

    Por lo tanto, continu el Papa,esta es la misin de la Iglesia: curarlas heridas del corazn, abrir puer-tas, liberar, decir que Dios es bueno,que Dios perdona todo, que Dios espadre, que Dios es afectuoso, queDios nos espera siempre.

    De su misin, destac el Pontficerefirindose al Evangelio de Lucas(10, 17-20), los discpulos volvieronfelices porque no crean ser capa-ces de poder lograrlo. Y decan alSeor: Seor, hasta los demonios senos someten en tu nombre. Esta-ban justamente felices porque estepoder de Jess, realizado con senci-llez, con pobreza, con amor, dababuen resultado.

    Precisamente la frase que los dis-cpulos felices dirigieron a Jess, se-gn lo relatado en el Evangelio,nos explica todo. Ellos decan:Hemos hecho esto, y esto, y esto, yesto.... As, despus de escucharlos,Jess cerr los ojos y dijo: Estabaviendo a Satans caer del cie-lo. Un frase que revela cules la guerra de la Iglesia: esverdad, tenemos que recogerayudas y formar organizacio-nes que ayuden porque el Se-or nos da los dones para es-to; pero, advirti el Papa,cuando olvidamos esta mi-sin, olvidamos la pobreza,olvidamos el celo apostlicoy ponemos la esperanza enestos medios, la Iglesia lenta-mente cae hacia una ONG yse convierte en una hermosaorganizacin: poderosa perono evanglica, porque faltaese espritu, esa pobreza, esafuerza de sanar.

    Hay algo ms: al regresar,Jess lleva consigo a los dis-cpulos a descansar un po-co, a pasar un da en el cam-po, a comer bocadillos conun refresco. En definitiva, elSeor quera pasar juntosun poco de tiempo para fes-tejar. Y juntos hablan de lamisin que acababan de reali-zar. Pero Jess no les dice: Sois ge-niales. En la prxima salida, ahora,organizad mejor las cosas. Se limitaa recomendar: Cuando hayis he-cho todo lo que se os ha mandado,decid: somos siervos intiles (Lc17, 10).

    En estas palabras del Seor, desta-c el Papa Francisco, est el perfildel apstol. Y, en efecto, cul se-ra la alabanza ms bella para unapstol?. He aqu la respuesta:Ha sido un obrero del reino, untrabajador del reino. Precisamenteesta es la alabanza ms grande,porque va por este camino del anun-cio de Jess, va a curar, a custodiar,a proclamar esta buena noticia y esteao de gracia. A hacer que el pueblovuelva a encontrar al Padre, a llevarla paz al corazn de la gente.

    Como conclusin, el Papa invit aleer este pasaje del Evangelio, subra-yando cules son las cosas ms im-portantes para Jess, para el anunciodel Evangelio: son estas, estas pe-queas virtudes. Y luego es l, esel Espritu Santo quien lo hace to-do.

    La noche oscuradel ms grande

    Un hombre, Juan, es un camino,que es el camino de Jess, indicadopor el Bautista, pero es tambin elnuestro, en el cual todos estamos lla-mados en el momento de la prueba.

    Parte de la figura de Juan elgrande Juan: al decir Jess que fueel hombre ms grande nacido demujer la reflexin del Papa Fran-cisco en la misa celebrada en SantaMarta el viernes 6 de febrero. ElEvangelio de san Marcos (6, 14-29)relata la prisin y el martirio de estehombre fiel a su misin; el hombreque sufri muchas tentaciones yque nunca, nunca traicion su vo-cacin. Un hombre fiel y degran autoridad, respetado por todos:el grande de ese tiempo.

    El Papa Francisco se detuvo aanalizar su figura: Lo que sala desu boca era justo. Su corazn era

    la vida y de la muerte de Jesucris-to.

    El Papa sigui reflexionando so-bre estos caminos paralelos a lo lar-go de los cuales el grande sufremuchas pruebas y llega a ser pe-queo, pequeo, pequeo, pequeohasta el desprecio. Juan, como Je-ss, se abaja, conoce el camino delabajamiento. Juan con toda esa au-toridad, pensando en su vida, com-parndola con la de Jess, dice a lagente quin es l, como ser su vida:Conviene que l crezca, yo en cam-bio debo disminuir. Es esta, desta-c el Papa, la vida de Juan: dismi-nuir ante Cristo, para que Cristocrezca. Es la vida del siervo quedeja sitio, abre camino, para quevenga el Seor.

    La vida de Juan no fue fcil: enefecto, cuando Jess comenz suvida pblica, l era cercano a losesenios, es decir, a los observantesde la ley, pero tambin de las oracio-nes, de las penitencias. As, a uncierto punto, en el perodo en el que

    estaba en la crcel, sufrila prueba de la oscuridad,de la noche en su alma.Y esa escena, coment elPapa Francisco, conmue-ve: el grande, el ms gran-de manda al encuentro deJess a dos discpulos parapreguntarle: Juan te pre-gunta: eres t o me heequivocado y tenemos queesperar a otro?. A lo lar-go del camino de Juan seasom la oscuridad delerror, la oscuridad de unavida consumida en elerror. Y esto fue para luna cruz.

    Ante la pregunta deJuan Jess responde conlas palabras de Isaas: elBautista comprende, perosu corazn permanece enla oscuridad. Todo estoincluso estando disponibleante las peticiones del rey,a quien le gustaba escu-charlo, a quien le gustabaconducir una vida adlte-

    Juan Fdez. de Navarrete Juan Bautista en la prisin (1565-1570)

    justo. Era tan grande que Jessdir tambin de l que era Elasque regres, para limpiar la casa, pa-ra preparar el camino. Y Juanera consciente de que su deber eraslo anunciar: anunciar la proximi-dad del Mesas. l era consciente,como nos hace reflexionar san Agus-tn, que l slo era la voz, la Palabraera otro. Incluso cuando se viotentado de ro b a r esta verdad, l si-gui siendo justo: Yo no soy, vienedetrs de m, pero yo no soy: yo soyel siervo; yo soy el servidor; yo soyel que abre las puertas para que lvenga.

    En este punto el Pontfice intro-dujo el concepto de camino, porque,record: Juan es el precursor: pre-cursor no slo de la entrada del Se-or en la vida pblica, sino de todala vida del Seor. El Bautista si-gue adelante en el camino del Se-or; da testimonio del Seor no slomostrndolo Es ste! sino tam-bin llevando la vida hasta las lti-mas consecuencias como la condujoel Seor. Y terminando su vidacon el martirio fue precursor de

    ra, y casi se convierte en un predi-cador de corte, de ese rey perplejo.Pero l se humillaba porquepensaba convertir a ese hombre.

    Por ltimo, dijo el Papa, despusde esta purificacin, despus de estecontinuo caer en el anonadamiento,dando lugar al abajamiento de Jess,termina su vida. El rey, perplejo,es capaz de tomar una decisin,pero no porque su corazn se hayaconvertido; sino ms bien porqueel vino le da valor.

    De esta manera Juan termina suvida bajo la autoridad de un reymediocre, ebrio y corrupto, por elcapricho de una bailarina y el odiovengativo de una adltera. As,termina un grande, el hombre msgrande nacido de mujer, comentel Papa Francisco que confes:Cuando leo este pasaje, me con-muevo. Y aadi una considera-cin til para la vida espiritual detodo cristiano: Pienso en dos cosas:primero, pienso en nuestros mrtires,en los mrtires de nuestros das, esoshombres, mujeres y nios que son

    SIGUE EN LA PGINA 10

  • pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de febrero de 2015, nmero 7

    Misa en Santa Marta

    perseguidos, odiados, expulsados desus casas, torturados, masacrados.Esto, destac, no es algo del pasa-do: hoy sucede esto. Nuestros mrti-res, que terminan su vida bajo la au-toridad corrupta de gente que odia aJesucristo. Por eso nos har bienpensar en nuestros mrtires. Hoypensamos en Paolo Miki, pero esosucedi en 1600. Pensemos en los dehoy, de 2015.

    El Pontfice prosigui aadiendoque este pasaje lo impulsa tambin areflexionar sobre s mismo: Yo tam-bin morir. Todos nosotros morire-mos. Nadie tiene la vida compra-da. Tambin nosotros, querindoloo no, vamos por el camino del aba-jamiento existencial de la vida. Yesto, dijo, le impulsa a rezar paraque este abajamiento se asemeje loms posible al de Jesucristo, a suabajamiento.

    As se cierra el crculo de la medi-tacin del Papa Francisco: Juan, elgrande, que disminuye continua-mente hasta la nada; los mrtires,que se abajan hoy, en nuestra Iglesiade hoy, hasta la nada; y nosotros,que estamos en este camino y vamoshacia la tierra, donde todos acabare-mos. En este sentido la oracin fi-nal del Papa: Que el Seor nos ilu-mine, nos haga entender este caminode Juan, el precursor del camino deJess; y el camino de Jess, que nosensea cmo debe ser el nuestro.

    VIENE DE LA PGINA 9

    Tr a b a j a n d ocon Dios

    Dios est siempre obrando por amory nos corresponde a nosotros res-ponderle con responsabilidad y esp-ritu de reconciliacin, dejando lugaral Espritu Santo. Es la invitacinque el Papa dirigi en la misa cele-brada el lunes 9 de febrero, por lamaana, en la capilla de la CasaSanta Marta.

    La liturgia de la Palabra de hoyexplic inmediatamente el PapaFrancisco refirindose al pasaje delGnesis (1, 1-19) nos lleva a pensar,a meditar sobre los trabajos de Dios:Dios trabaja. Tanto que Jessmismo dijo: Mi padre sigue traba-jando, sigue actuando; yo tam-bin. Y, as, record el Papa, al-gunos telogos medievales explica-ban: primero Dios, el creador, creael universo, crea los cielos, la tierra,los seres vivos. l crea. El trabajo decreacin Sin embargo, la creacinno termina: l continuamente sostie-ne lo que ha creado, obra para soste-ner lo que ha creado para que sigaadelante.

    Precisamente en el Evangelio desan Marcos (6, 53-56), hizo notar elPapa, vemos la otra creacin deDios, o sea, la de Jess que vienea re - c re a r lo que haba sido des-truido por el pecado. Y vemos aJess entre la gente. Escribe enefecto san Marcos: Apenas desem-barcaron, lo reconocieron y se pusie-ron a recorrer toda la comarca;cuando se enteraba la gente dndeestaba Jess, le llevaba los enfermosen camillas; y los que lo tocaban securaban. Es la re - c re a c i n , yprecisamente la liturgia expresa elalma de la Iglesia en esto, cuando

    nos hace decir una hermosa oracin:Oh Dios t que maravillosamentecreaste el universo, y ms maravillo-samente lo recreaste en la reden-cin. Por lo tanto, esta segundac re a c i n es ms maravillosa que laprimera, este segundo trabajo es msmaravilloso.

    Est tambin, prosigui el PapaFrancisco, otro trabajo: el trabajode la perseverancia en la fe, que Je-ss dice que lo realiza el EsprituSanto: Yo os enviar al Parclito yl os ensear y os recordar, os ha-r recordar lo que os he dicho. Esel trabajo del Espritu dentro denosotros, para hacer viva la palabrade Jess, para conservar la creacin,para garantizar que esta creacin nomuera. Por lo tanto la presenciadel Espritu ah, que hace viva laprimera y la segunda creacin.

    En definitiva Dios trabaja, siguetrabajando y nosotros podemos pre-guntarnos cmo debemos respondera esta creacin de Dios, que nacedel amor porque l trabaja poramor. As, a la primera creacindebemos responder con la responsa-bilidad que el Seor nos da: la tie-rra es vuestra, llevadla adelante, ha-

    nuamente por el camino de la recon-ciliacin interior, de la reconciliacincomunitaria, porque la reconcilia-cin es obra de Cristo. Y Pablo di-ce tambin: Dios ha reconciliado almundo en Cristo. Y esta es la se-gunda respuesta. Por lo tanto a lasegunda creacin decimos: S, de-bemos dejarnos reconciliar con elSeor.

    El Papa Francisco propuso des-pus otra cuestin: Y cmo res-pondemos al trabajo que hace el Es-pritu Santo en nosotros, de recor-darnos las palabras de Jess, de ex-plicarnos, de hacernos entender loque Jess dijo?. Fue precisamentePablo quien dijo que no entriste-ciramos al Espritu Santo que esten vosotros: estad atentos, es vuestrohuesped, est dentro de vosotros,trabaja dentro de vosotros. No en-tristezcis al Espritu Santo. Y estoporque creemos en un Dios perso-nal. Dios es persona: es persona Pa-dre, persona Hijo y persona EsprituSanto. Por lo dems, los tres es-tn implicados en estra creacin, enesta recreacin, en esta perseveranciaen la re-creacin. As, a los tresrespondemos: custodiar y hacer cre-

    Dos carnetsde identidad

    Para conocer nuestra verdadera iden-tidad no podemos ser cristianosque estn sentados sino que debe-mos tener el valor de ponernossiempre en camino para buscar elrostro del Seor, porque somosimagen de Dios. En la misa cele-brada en Santa Marta, el martes 10de febrero, el Papa Francisco, co-mentando la primera lectura de la li-turgia el relato de la creacin en ellibro del Gnesis (1, 20 - 2, 4) re -flexion sobre una pregunta esencialpara toda persona: Quin soyyo?.

    Nuestro carn de identidad,dijo el Papa, se encuentra en el he-

    cho de que los hombres fueron crea-dos a imagen y semejanza deDios. Pero entonces, aadi, lapregunta que nos podemos hacer es:Cmo conozco, yo, la imagen deDios? Cmo llego a saber cmo esl para saber cmo soy yo? Dndeencuentro la imagen de Dios?. Larespuesta se encuentra no cierta-mente en la computadora, en las en-ciclopedias, tampoco en los libros,porque no hay un catlogo quecontenga la imagen de Dios. Existeslo un modo para encontrar laimagen de Dios, que es mi identi-dad y consiste en ponerse en cami-no: Si no nos ponemos en camino,jams podremos conocer el rostro deD ios.

    Este deseo de conocimiento se en-cuentra tambin en el Antiguo testa-mento. Los salmistas, hizo notar elPapa Francisco, muchas veces di-cen: quiero conocer tu rostro; yMoiss tambin una vez le dijo alSeor. Pero en realidad no es f-cil, porque ponerse en camino signi-fica dejar muchas seguridades, mu-chas opiniones de cmo es la ima-gen de Dios, y buscarlo. Significa,en otros trminos, dejar que Dios,la vida nos ponga a prueba, signifi-ca arriesgar, porque solamenteas se puede llegar a conocer el ros-tro de Dios, la imagen de Dios: po-nindose en camino.

    El Papa se remiti de nuevo alAntiguo testamento para recordarque as hizo el pueblo de Dios, ashicieron los profetas. Por ejemploel gran Elas: tras vencer y purificarla fe de Israel, siente la amenaza dela reina y tiene miedo y no sabe quhacer. Se pone en camino. Y en cier-to momento, prefiere morir. PeroDios lo llama, le da de comer, debeber y le dice: sigue caminando.As, Elas llega al monte y all en-cuentra a Dios. Su recorrido fue,por lo tanto, un largo camino, uncamino penoso, un camino difcil,pero nos ensea que quien no sepone en camino, jams conocer laimagen de Dios, jams encontrar elrostro de Dios. Es una leccin paratodos nosotros: los cristianos senta-dos, los cristianos inmviles afirmel Pontfice no conocern el rostrode Dios. Tienen la presuncin dedecir: Dios es as, as..., pero enrealidad no lo conocen.

    Para caminar, en cambio, se ne-cesita esa inquietud que Dios mismopuso en nuestro corazn y que telleva adelante a buscarlo. Lo mis-mo, explic el Pontfice, sucedi aJob que, con su prueba, comenz apensar: pero cmo es Dios, quepermite que esto me suceda?. In-cluso sus amigos despus de ungran silencio durante das, comenza-ron a hablar, a discutir con l. Perotodo eso fue intil: con estos argu-mentos, Job no conoci a Dios. Encambio, cuando l se dej interpe-lar por el Seor en la prueba, encon-tr a Dios. Y precisamente de Jobse puede escuchar esa palabra quenos ayudar mucho en este caminode bsqueda de nuestra identidad:yo te conoca de odas, pero ahoramis ojos te han visto. Es este elncleo de la cuestin segn el PapaFrancisco: El encuentro con Diosque puede darse solamente ponin-dose en camino.

    Cierto, continu, Job se puso en

    SIGUE EN LA PGINA 11

    cedla crecer. Por eso, tambinpara nosotros est la responsabilidadde hacer crecer la tierra, de hacercrecer la creacin, de custodiarla yhacerla crecer segn sus leyes: somosseores de la creacin, no dueos.Y no debemos aduearnos de lacreacin, sino llevarla adelante, fiel asus leyes. Precisamente esta es laprimera respuesta al trabajo de Dios:trabajar para custodiar la creacin,para hacerla fructificar.

    En esta perspectiva, afirm el Pa-pa, cuando escuchamos que la gen-te organiza reuniones para pensar encmo custodiar la creacin, pode-mos decir: Pero no, son los ver-des. En cambio, observ, no sonlos verdes: esto es cristiano. Y esnuestra respuesta a la primera crea-cin de Dios, es nuestra responsa-bilidad. De hecho, un cristianoque no custodia la creacin, que nola hacer crecer, es un cristiano queno le importa el trabajo de Dios, esetrabajo nacido del amor de Dios pornosotros. Y esta es la primera res-puesta a la primera creacin: custo-diar la creacin, hacerla crecer.

    Pero cmo respondemos a lasegunda creacin? Se pregunt elPapa Francisco, destacando que, alrespecto, el apstol Pablo nos diceuna palabra justa, que es la verdade-ra respuesta: dejaos reconciliar conD ios. Se trata, explic, de esa ac-titud interior abierta para ir conti-

    cer la creacin, dejarnos reconciliarcon Jess, con Dios en Jess, enCristo, todos los das, y no entriste-cer al Espritu Santo, no expulsarlo:es el huesped de nuestro corazn, elque nos acompaa, nos hace cre-cer.

    Como conclusin el Papa rez pa-ra que el Seor nos d la gracia deentender que l est obrando; y nosd la gracia de responder justamentea este trabajo de amor.

  • nmero 7, viernes 13 de febrero de 2015 LOSSERVATORE ROMANO pgina 11

    Misa con el Santo PadreVIENE DE LA PGINA 10

    A los obispos griegos en visita ad limina Apostolorum

    Solidaridad contra la crisis

    Queridos hermanos obispos:Os saludo a todos con afecto con

    ocasin de vuestra visita ad limina.Esta peregrinacin vuestra a las tum-bas de los Apstoles es siempre oca-sin privilegiada para reforzar losvnculos de comunin con el Suce-sor de Pedro y con todo el Colegioepiscopal disperso por todo el mun-do. Esta unidad favorece entre voso-tros la comunin fraterna: ella es in-dispensable tambin para el creci-miento de la Iglesia en Grecia, ascomo para el progreso de toda la so-ciedad. Esto es an ms verdaderoen vuestro pas, que en este momen-to tiene ms necesidad que nunca dedilogo entre sus diversas compo-nentes polticas y culturales, para lasalvaguardia y la promocin del biencomn. Por lo tanto, no dejis deestimular a las personas confiadas avuestra atencin episcopal a dar pordoquier un valiente testimonio defraternidad.

    Esa diacona de la fraternidad,por una parte, pide la custodia y elrefuerzo de las tradiciones culturalesy de las races cristianas de la socie-dad helnica y, por otra, pide aper-tura hacia los valores culturales y es-pirituales de los que son portadoreslos numerosos inmigrantes, con esp-ritu de sincera acogida hacia estoshermanos y hermanas, sin distincinde raza, lengua o credo religioso.Vuestras comunidades cristianas,

    mostrndose verdaderamente unidasentre s y al mismo tiempo abiertasal encuentro y a la acogida, especial-mente hacia los ms desfavorecidos,pueden contribuir realmente a trans-formar la sociedad, con el fin de ha-cerla ms conforme al ideal evangli-co. Me alegra saber que estis com-prometidos en esta accin pastoral ycaritativa, sobre todo en favor de losinmigrantes, incluso irregulares, mu-chos de los cuales son catlicos. Osaliento de todo corazn a continuarcon un renovado impulso evangeli-zador, implicando en esta obra espe-cialmente a los jvenes, ellos son elfuturo de la nacin.

    Ante la persistencia de la crisiseconmico-financiera, que afect demodo particularmente duro tambina vuestro pas, no os cansis de ex-hortar a todos a la confianza en elfuturo, contrastando la as llamadacultura del pesimismo. El espritu desolidaridad, que cada cristiano estllamado a testimoniar en la vida co-tidiana concreta, constituye una le-vadura de esperanza. Es importanteque mantengis relaciones construc-tivas con los diversos componentesde la sociedad, para difundir estaperspectiva de solidaridad, con unaactitud de dilogo y de colaboracintambin con los dems pases euro-p eos.

    Con este mismo espritu, os alien-to a continuar el dilogo interperso-nal con los hermanos ortodoxos, con

    el fin de alimentar el necesario cami-no ecumnico, imprescindible pers-pectiva para un futuro de serenidady de fecundidad espiritual para todavuestra nacin.

    Para llevar adelante la misin deevangelizacin y de promocin hu-mana a la que est llamada la Iglesiaen Grecia, es irrenunciable la presen-cia de un clero generoso y motivado.Por lo tanto, os exhorto a aumentar,con adecuados instrumentos, la pas-toral vocacional para hacer frente ala insuficiencia numrica del clero.Al respecto, os pido que transmitisa los sacerdotes de vuestras dicesis,muchos de los cuales son ancianos,todo mi afecto y mi aprecio por sucelo apostlico, a pesar de la escasezde medios.

    Una aportacin necesaria y valiosapara el anuncio del Evangelio loofrecen los institutos de vida consa-grada, a los cuales os invito a dedi-car la justa atencin, para que conti-

    nen, a pesar de las numerosas difi-cultades, la propia misin en el pas.Pienso sobre todo en el mbito de laformacin escolar, en la cual ellosrealizan un trabajo notable. Con elfin de revitalizar las comunidadescristianas, estis llamados a valorizarel papel de los fieles laicos. Su coo-peracin en el ministerio de los obis-pos y de los presbteros es indispen-sable para afrontar los desafos ac-tuales y los del futuro. Se trata decuidar adecuadamente su formacin,incluso incrementando la presenciade los movimientos y de las asocia-ciones eclesiales. Estos, all dondeestn bien guiados por los Pastores,suscitan por doquier aprecio por sucompromiso misionero y por la ale-gra cristiana que difunden, trabajan-do siempre en sintona con las lneaspastorales de las Iglesias particularesy bien incorporados en las dicesis yen las parroquias.

    El debilitamiento de la familia,causado tambin por el proceso desecularizacin, requiere el compro-miso de la Iglesia en perseverar enlos programas de formacin al matri-monio, sin olvidar el trabajo indis-pensable con las nuevas generacio-nes en su formacin cristiana. Quelas personas ancianas no estn au-sentes de vuestras preocupaciones;muchas de ellas estn solas o aban-donadas, porque la cultura del des-carte lamentablemente se est difun-diendo un poco por todas partes.No os cansis de poner de relievecon la palabra y con las accionesque la presencia y la participacinde los mayores en la vida social esindispensable para el buen caminode un pueblo.

    Queridos hermanos obispos, de-seo expresaros mi aprecio por el tra-bajo de evangelizacin que, a pesarde la mltiples dificultades, llevisadelante en Grecia. El reconocimien-to jurdico de la Iglesia catlica porparte de las autoridades competenteses un hecho de gran relieve, que osayuda a mirar con mayor serenidadal futuro, comprometindoos en elhoy con un confiado dinamismo ycon el entusiasmo de quienes sontestigos del Seor muerto y resucita-do. Os aliento a perseverar con ale-gra evanglica en vuestra misin.Os encomiendo a vosotros, a los sa-cerdotes, las personas consagradas ya todos los fieles laicos de vuestrasdicesis a la intercesin de la Virgensanta y, mientras os pido que recispor m y por mi ministerio, de cora-zn os imparto la bendicin apost-lica.

    El espritu de solidaridad, que cada cristiano est llamado a testimoniaren la vida cotidiana concreta, constituye una levadura de esperanza.Refirindose al perodo de grave crisis econmica y financiera que aflige a G re c i a ,el Papa se dirigir de este modo a los prelados de la Conferencia episcopaldel pas, a quienes recibi en audiencia el jueves 5 de febrero, por la maana,con ocasin de la visita ad limina Apostolorum.

    camino con una maldicin, inclu-so tuvo el valor de maldecir la vi-da y su historia: maldito el da enque nac.... En efecto, reflexionel Papa, a veces, en el camino dela vida, no encontramos un sentidoa las cosas. Esta misma experien-cia vivi el profeta Jeremas, quien,tras ser seducido por el Seor,percibe la maldicin: por qu am?. l quera quedarse sentadotranquilo y en cambio, el Seorquera hacerle ver su rostro.

    Esto es vlido para cada uno denosotros: para conocer nuestraidentidad y conocer la imagen deDios es necesario ponerse en cami-no, permanecer inquietos, noquietos. Precisamente esto esbuscar el rostro de Dios.

    El Papa Francisco se refiri tam-bin al pasaje del Evangelio de sanMarcos (7, 1-13), en el cual Jessencuentra gente que tiene miedo deponerse en camino y que constru-ye una especie de caricatura deDios. Pero eso es un carn deidentidad falso porque, explic elPontfice, estos no-inquietos hansilenciado la inquietud del corazn:dibujan a Dios con los mandamien-tos pero haciendo as se olvidan

    de Dios para observar slo la tra-dicin de los hombres. Y, cuan-do tienen una inseguridad, inventano crean otro mandamiento. Jessdice a los escribas y fariseos que sellenan de mandamientos: Anulisla Palabra de Dios con la tradicinque habis transmitido, y de cosascomo estas hacis muchas. Estoprecisamente es el falso carn deidentidad, el que podemos tener sinponernos en camino, quietos, sin lainquietud del corazn.

    Al respecto el Papa puso en evi-dencia un detalle curioso: el Se-or, en efecto, los alaba pero losreprende en el punto que ms due-le. Los alaba: sois en verdad hbi-les en rechazar el mandamiento deDios para observar vuestra tradi-cin, pero luego los reprendeall donde est el punto ms fuertede los mandamientos hacia el prji-mo. Jess recuerda, en efecto, queMoiss dijo: Honra a tu padre y atu madre, y el que maldiga a su pa-dre o a su madre es reo de muer-te. Y prosigue: vosotros en cam-bio, decs: si uno le dice al padre oa la madre: los bienes con que po-dra ayudarte son corbn, es decir,ofrenda sagrada, ya no le permitshacer nada por su padre o por sumadre. Al hacer as se lavan las

    manos con el mandamiento mstierno, ms fuerte, el nico que tie-ne una promesa de bendicin. Y,as, estn tranquilos, estn quietos,no se ponen en camino. Esta porconsiguiente es la imagen de Diosque ellos tienen. En realidad surecorrido es un camino entre co-millas: es decir, un camino queno camina, un camino quieto. Re-niegan de sus padres, pero cumplenlas leyes de la tradicin que elloshan creado.

    Al concluir su reflexin el obispode Roma volvi a proponer el sen-tido de los dos textos litrgicos co-mo dos carnets de identidad. Elprimero es el que todos tenemos,