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usos de suelo y territorio

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  • Usos del Suelo y Territorio

    Tipos y lgicas de localizacin en la

    Ciudad de Mxico

    Ignacio Kunz B.

    Seminario de Reestructuracin Urbana y Mercado Inmobiliario

    Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

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    INTRODUCCIN

    Los usos del suelo en una ciudad representan mucho ms que un agregado de reas de actividades homogneas. Son en primera instancia la materializacin de la economa y de las condiciones sociales. En la estructura de usos del suelo se refleja la base econmica de la localidad y segn sea la naturaleza, eficiencia y modernidad de sta se darn ciertos arreglos territoriales. As, una vieja economa industrial que ha perdido competitividad puede dar lugar a una estructura con distritos industriales antiguos y centrales, con naves abandonadas, espacios disponibles y bajos valores del suelo industrial; en cambio, una ciudad con una base econmica de servicios dinmica y moderna dar lugar a subcentros o corredores de actividad terciaria con una fuerte dinmica de construccin y altos valores inmobiliarios.

    Por su parte, la estructura social de una ciudad tambin se plasmar en un tipo de estructura social territorial particular. De esta manera, en ciudades que registran una fuerte polarizacin social se encontrarn espacios muy segregados, por un lado una amplia ocupacin de colonias populares y en el mejor de los casos, unidades habitacionales de origen pblico, mientras en el otro extremo se podrn encontrar desarrollos residenciales de alto nivel, generalmente segregados y de carcter exclusivo, para la poblacin de mayores recursos; por su parte, en una ciudad con una presencia importante de clase media y sin grandes desigualdades socioeconmicas los niveles de segregacin social del territorio tambin sern menores.

    En fin, las caractersticas econmicas y tecnolgicas, las socio culturales y las de organizacin administrativa que se presentan en la sociedad urbana, de una u otro forma se manifestarn en su estructuracin territorial, en muy distintas modalidades resultado de las tambin muy diversas posibles combinaciones. Adems diferentes procesos se pueden presentar en una misma ciudad y con seguridad, esos mismos procesos de reestructuracin territorial irn adoptando modalidades distintas para cada uno de los diferentes contextos histricos de la ciudad.

    Lo anterior da como resultado complejas estructuras territoriales, casi nicas y no generalizables en cuanto a su forma resultante, sino exclusivamente con relacin a las lgicas que les dan origen. En otras palabras, cada ciudad tendr una estructura de usos del suelo diferente como consecuencia de la sucesin de contextos histricos en los que se combinaron diferentes procesos econmicos, sociales, culturales y polticos. Sin embargo,

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    si se pueden reconocer lgicas de estructuracin territorial ms o menos comunes para cada uno de los contextos histricos en que se ubican.

    El planteamiento anterior pone en la mesa de discusin o mejor dicho, toma una posicin respecto a lo que es general y explicable y lo que es coyuntural y nico. De aqu se desprende un fuerte cuestionamiento a las pretensiones de los planificadores en Mxico de querer tratar a todas las ciudades con los mismos criterios, independientemente de su diversa naturaleza y contexto de desarrollo.

    No todas las ciudades son iguales en sus lgicas de estructuracin de usos del suelo y por tanto, no todas las ciudades deben ser planeadas bajo los mismos criterios y estndares.

    La planeacin urbana en nuestro pas no slo ha impuesto un esquema general para todo tipo de ciudades sino que ha girado alrededor de la zonificacin del uso del suelo; sta ha sido el instrumento fundamental y se podra decir nico. No obstante, el gran peso de este instrumento, las propuestas de zonificacin son dbiles y no responden a las necesidades de localizacin de las actividades. Se ha concebido o reducido el orden urbano a un asunto de acomodo de espacios sin importar las necesidades de integracin funcional de estos espacios en el aparato urbano, ni los requerimientos de espacio e integracin al interior de los mismos. Lo anterior ha resultado en zonificaciones que van en contra de muchos de los procesos naturales de estructuracin y reestructuracin provocando una enorme prdida de eficiencia econmica, es decir, generando un modelo urbano costoso, pero adems, dichas zonificaciones han sido incapaces de superar las desventajas ambientales, sociales, y an de deseconomas que esos mismos procesos naturales llegan a provocar. En otras palabras, la actual concepcin planificadora basada en la idea de un orden a travs del establecimiento de rgidas zonificaciones, ha llevado a perder la eficiencia econmica y ha acentuado muchos de los efectos ambientales y sociales no deseados.

    De las ideas anteriores se desprende la necesidad de entender los procesos de estructuracin de los usos del suelo urbanos en el contexto actual para nuestro pas. Esto con una doble intencin, la primera, es la de coadyuvar en el entendimiento del fenmeno urbano mexicano, la segunda, es ofrecer elementos a los planificadores y a los responsables de las decisiones sobre aspectos urbanos para que las propuestas se realicen sobre una base del entendimiento del fenmeno y de sus implicaciones econmicas, sociales y ambientales.

    El presente libro se inserta en este planteamiento, su objetivo es dar a conocer las lgicas de comportamiento espacial de los 4 grupos ms importantes de uso del suelo en una ciudad: el comercio, los servicios, la industria y la residencia. La lgica de localizacin o de comportamiento espacial incluye el reconocimiento de los factores econmicos, socioculturales, poltico administrativos o de cualquier ndole que influyen o condicionan las decisiones de establecerse en un lugar determinado. Sin embargo, en la medida que dichas lgicas no son comunes a los grupos de uso del suelo mencionados arriba fue necesario identificar tipos y subtipos de actividades de acuerdo a sus lgicas de localizacin, teniendo como referencia lo sucedido en la Ciudad de Mxico. El resultado fue una tipologa de usos del suelo construida de acuerdo a su racionalidad territorial.

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    El trabajo es uno de los productos del Seminario sobre Reestructuracin Urbana y Mercado Inmobiliario cuya misin es realizar investigacin y formar personal especializado en los procesos de reestructuracin urbana. El mercado inmobiliario es visto como el mecanismo a travs de cual operan en la prctica la mayora de dichos procesos, lo que significa que un proceso de sustitucin de usos, o de incorporacin de suelo urbano o de redesarrollo, de alguna u otra manera involucra operaciones de mercado.

    En el contexto de los trabajos de investigacin del seminario surgi la necesidad de revisar los planteamientos sobre las lgicas de localizacin de las actividades, haciendo una particular reflexin para el caso de la Ciudad de Mxico. Aunque exista un buen conocimiento sobre el tema por parte de algunos miembros del seminario, haba dos deficiencias que subsanar, la primera era contar con una base terica, sino comn en el sentido de que todos la aceptaran, s compartida en el sentido de reconocer los planteamientos, su alcance y significado; por el otro lado, era necesario reflexionar sobre congruencia de muchos de los planteamientos tericos con la realidad mexicana, ya que la mayora de ellos han sido construidos bajo circunstancias sociales e histricas distintas. En este sentido se asumi una posicin de revisin y contrastacin que llev a desechar algunas proposiciones, a reinterpretar otras y a reconocer que algunas ms aplican de manera bastante consistente.

    As mientras el objetivo original de este trabajo era simplemente construir un referente terico y un lenguaje comn para los miembros del seminario, durante el proceso fue surgiendo la relevancia del tema, tanto por su contribucin a la comprensin de la estructura urbana en las ciudades mexicanas, como, derivada de sta, por el soporte que puede ofrecer a la planeacin urbana lo que llev a la publicacin de esta obra.

    Desde el punto de vista metodolgico se utilizaron tres tipos de soportes: el propio seminario en donde semanalmente se discutan lecturas relacionadas a la localizacin de las actividades y las propuestas y borradores que los miembros del seminario iban presentando para cada grupo de usos del suelo.

    El segundo soporte fue la revisin bibliogrfica en detalle y el anlisis realizado por los autores de cada uno de los grupos de actividades y que fue mucho ms lejos de las lecturas discutidas en el seminario. Aqu debe destacarse la ausencia de materiales para el caso mexicano y an para el latinoamericano, por lo que la reflexin sobre la pertinencia de los planteamientos para el caso de la Ciudad de Mxico y su congruencia con el contexto socioeconmico fue una constante en todos los apartados.

    Finalmente, el tercer soporte fue la validacin emprica, que no fue exhaustiva ni existi un diseo de contrastacin propiamente dicho. En la medida que la identificacin de las lgicas de localizacin y la construccin de la tipologa fueron de naturaleza fundamentalmente deductiva, es decir, apoyada en formulaciones tericas, el apoyo emprico se obtuvo a travs de la bsqueda de ejemplos para cada tipo, de la confirmacin de que no quedaran casos sin un referente tipolgico y en general de un anlisis de la congruencia de la formulacin con el caso de la Ciudad de Mxico.

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    Se tiene la certidumbre de que esta estrategia deductiva apoyada en la reflexin terica ofreci una aproximacin mucho ms slida que una de naturaleza emprica e inductiva, en la cual se hubiera supuesto la construccin de una tipologa a partir de la clasificacin de casos. Esto por dos razones, en primer lugar por la dificultad y costo de caracterizar los casos de una ciudad como Mxico para despus ser clasificados, en segundo lugar, porque la caracterizacin de dichos casos hubiese requerido de cualquier manera la identificacin de las variables relevantes y esto supondra, de cualquier manera, un anlisis de naturaleza terica. Hubiera sido imposible o al menos inconsistente la construccin de una tipologa de usos de acuerdo a sus lgicas de localizacin sin conocer previamente con detalle esas lgicas de localizacin y las variables relevantes.

    Por lo anterior este es un trabajo terico que no incluye la descripcin de la estructura territorial de los usos del suelo en la Ciudad de Mxico, aunque debe decirse que este objetivo forma parte del Seminario sobre Reestructuracin Urbana y Mercado Inmobiliario y que se tiene un avance significativo al respecto.

    Cada uno de los principales tipos de uso del suelo, comercio, servicios, industria y residencia, fue tratado por un grupo de acadmicos del seminario. Debe decirse que no tuvieron total independencia, sino que se establecieron una serie de lineamientos de interpretacin y metodolgicos que ofrecieran un mnimo de comparabilidad y congruencia entre usos. No hubiera sido correcto dar libertad a los autores porque seguramente se hubiese llegado a anlisis muy desiguales y con fundamentos y lgicas diversas que no hubiesen permitido una interpretacin de conjunto para la ciudad. Los puntos a revisar, las estrategias para al construccin de las tipologas, el manejo de criterios y hasta la estructura de redaccin de cada captulo fueron anlogos, no obstante, las propias especificidades impuestas por cada grupo de uso del suelo llev ciertas diferencias sobre todo en la inclusin de subtemas y en su presentacin, pero se cumple con una congruencia en la construccin de cada tipologa plenamente satisfactoria.

    En todos los captulos se ofrece un esquema similar. En la primera parte se trata la definicin y funcin de la actividad, en algunos casos como en servicios e industria, se requiri de un tratamiento ms profundo como consecuencias de la diversidad de los primeros y de la transformacin de la ltima a raz de la etapa postfordista. La mayor parte de los captulos tambin incluyen una revisin breve de antecedentes en estudios de localizacin del uso que se trata. Posteriormente aparecen los factores determinantes de la localizacin, se trata de un apartado muy importante porque es la base terica de la que se obtienen las variables para la construccin de la tipologa. Este apartado puede asumir diferentes modalidades, mientras en comercio e industria hay una revisin de factor a factor, en servicios, por su gran diversidad, se analizan los factores de acuerdo a los subgrupos en que se pueden clasificar estas actividades, en cambio, para el uso del suelo residencial el anlisis se apoya fuertemente en la naturaleza de los procesos de produccin de las viviendas. Finalmente se presenta la lgica con que se construyeron las diferentes tipologas as como un cuadro resumen de stas.

    Se trata de un trabajo que va dirigido a distintos grupos. En la medida de que el tema de los usos del suelo se ha popularizado y se ha integrado a la discusin de no especialistas como organizaciones no gubernamentales, vecinales, polticos, etc. se podra decir que puede ser

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    de inters de todo pblico, pero como en realidad la obra surge como una necesidad de conocer y comprender las mecnicas de decisin locacional de las actividades urbanas y se argumenta que el conocimiento y compresin de stas son necesarios para lograr una mayor racionalidad de las decisiones, sobre todo de planeacin, y porque los autores estn en contra de la trivializacin que se ha hecho del tema, entonces est dirigidos cuatros grupos principales:

    A los planificadores urbanos que pueden encontrar un soporte para la comprensin de las lgicas y necesidades de localizacin de las actividades, lo que sera conveniente incorporar en las zonificaciones. Tambin pueden obtener elementos para construir definiciones de usos ms adecuadas para la planificacin territorial. Hasta ahora se clasifican industrias, servicio y comercios, habitacin, reas verdes como si tuvieran requerimientos de localizacin independientes entre ellos y comunes hacia su interior, cuando estos dos presupuestos son falsos, muchas veces diferentes usos comparten las mismas lgicas y necesidades territoriales, y al mismo tiempo, para cada uso hay diversos tipos de actividades con exigencias particulares. De lo anterior se deduce que deberan clasificarse las actividades no de acuerdo a su definicin sectorial, como actualmente se hace, sino por su significado en la estructura urbana territorial y por sus requerimientos locacionales.

    En un sentido muy semejante al anterior esta obra puede ser til tambin para los funcionarios pblicos relacionados con la toma de decisiones sobre aspectos urbanos, el estmulo a actividades o cuestiones de impacto urbano. Tambin como para el caso de los planificadores el estudio no juega un papel de recetario o un manual de hgalo usted mismo, sino que est enfocada a la comprensin e interpretacin del fenmeno locacional de las actividades para que sea una herramienta de reflexin y decisin.

    Tambin puede ser de gran utilidad para los estudiantes de urbanismo, arquitectura, geografa, interesados sobre temas urbanos. La escasa produccin y publicacin de temas urbanos en Mxico ha sido resultado, casi en su totalidad, de los hallazgos de investigaciones acadmicas, lo cual contribuye a la comprensin de los fenmenos en Mxico pero casi siempre se caracterizan por su especializacin y por su acotamiento. Son muy pocas las obras generales y de naturaleza terica sobre aspectos urbanos en Mxico, por lo que los estudiantes tienen que recurrir a textos concebidos en realidades distintas y a menudo distantes.

    La obra no est pensada para especialistas e investigadores en temas urbanos para los que podra resultar de naturaleza general como consecuencia de su especializacin en ciertos temas, sin embargo, puede ser un referente para ciertas soluciones prcticas en la investigacin, como de hecho lo fue para el equipo que la elabor: el objetivo primario que no primordial, era construir una tipologa de usos del suelo que sirviera de base al estudio de los procesos de reestructuracin urbana en la Ciudad de Mxico.

    Como se afirm antes, este trabajo se desarrollo en el seno del Seminario sobre Reestructuracin Urbana y Mercado Inmobiliario que ha contado con apoyo y financiamiento de la Direccin General de Asuntos del Personal Acadmico. El seminario est vinculado tanto al Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura como al Programa de Posgrado en Urbanismo de la Universidad Nacional

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    Autnoma de Mxico. En dicho seminario participan acadmicos del propio CIEP, del Instituto de Geografa, de la facultad de Arquitectura de la Universidad Autnoma de Morelos, estudiantes del Programa de Posgrado en Urbanismo y estudiantes del Colegio de Geografa de la Facultad de Filosofa y Letras estos ltimos de la UNAM.

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    COMERCIO

    Ignacio Kunz B.1

    Introduccin

    El comercio es una actividad muy dinmica afectada por mltiples factores, no slo de carcter econmico sino sociocultural. As el comercio se ve obligado a responder rpidamente a los cambios en las preferencias y en la localizacin de los consumidores, tambin requiere adaptarse a la gran diversidad de la demanda por un lado, y de los productos, por el otro; todo lo cual se realiza a travs de una gran variedad de estrategias de venta y de promocin, dando como resultado esquemas comerciales muy complejos.

    A lo largo de la historia la actividad comercial se ha ido diversificando, dando lugar a mltiples formas de organizacin y de presentacin. Una de las distinciones ms reconocidas se da entre las formas tradicionales y modernas de comercio, se trata de un dualismo comercial producto de la supervivencia del comercio tradicional autctono y la irrupcin de espreas formas capitalistas de distribucin dependientes del exterior. Cada tipo cumple con funciones diferentes, tienen estructuras distintas y sirven a consumidores y territorios determinados (Moreno y Escolano 1992: 171).

    Se debe reconocer este primer componente de diversidad entre el comercio tradicional y el moderno, sin embargo, las formas de penetracin y organizacin de ste ltimo, estn teniendo una fuerte presencia y arraigo y estn muy lejos de ser espreas y de distinguirse

    1 Investigador del Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

    Con la colaboracin del Arq. Carlos Ayala de la Universidad de San Carlos, Guatemala y de la Lic. Beatriz Lpez Figueroa.

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    del comercio tradicional como lo sugiere Moreno y Escolano, al contrario, se forma una compleja articulacin y sobre posicin entre ambos, la cual es muy difcil de discernir.

    Adems, a este primer dualismo se deben agregar otros como el que se da entre el comercio formal y el informal, cada vez ms significativo en las sociedades latinoamericanas y en particular en Mxico; se tienen tambin la diferencias en el comercio por niveles socioeconmico; la tradicional distincin por localizacin central y perifrica; la diferencia entre aglomeraciones comerciales planeadas y no planeadas; la distincin entre comercio para todo pblico y el comercio especializado slo para sectores especficos de demanda; las diferencias entre productos por los niveles de frecuencia en el consumo; se tiene en conclusin una larga lista de factores de diferenciacin de la actividad comercial, que adems, pueden tomar muy diversos matices de acuerdo al momento y la sociedad de que se trate, y se pueden combinar de diferentes maneras, resultado estructuras comerciales muy complejas y diversificadas, por lo que, hoy por hoy, no se cuenta con clasificaciones y tipologas definitivas de la actividad comercial, y quiz nunca se tendrn.

    Se han realizado muchos intentos para construir clasificaciones de lugares comerciales, muchos de ellos se han apoyado en la fecunda Teora de los Lugares Centrales (infra), pero indudablemente se pec por optimismo cuando se trataron de explicar las configuraciones territoriales del comercio, en particular a nivel intraurbano. Parece que se requiere de construcciones a nivel local (Carter 1995: 63), que consideren, por un lado, la realidad sociocultural y econmica de la sociedad a la que se aplican y, por el otro, la lgica de los factores de localizacin a escala intraurbana.

    En este captulo se pretende elaborar una tipologa de la actividad comercial para la Ciudad de Mxico apoyada en criterios de comportamiento locacional. Este trabajo se refiere principalmente a la actividad al detalle por su importancia en la estructura interna de la ciudad, sin embrago, en la tipologa se da cabida al comercio al mayoreo, reconociendo que su comportamiento en el territorio tiene una lgica particular.

    En el apartado que sigue a esta introduccin se definir el concepto y el papel de la actividad comercial en la ciudad; en el tercero se revisarn los antecedentes del estudio de sobre localizacin comercial y algunas tipologas propuestas; en el cuarto y quinto apartado se revisarn con cierto detalle los conceptos de jerarqua y de rea de influencia por su importancia para la construccin de una tipologa sobre usos del suelo comerciales; en el sexto subcaptulo se analizan con detenimiento los factores determinantes de la localizacin comercial, con el objeto de reconocer los principales componentes de la diferenciacin por tipos; en el sptimo apartado se hace una reflexin sobre la especificidad de algunos factores en el contexto de la Ciudad de Mxico; finalmente se presenta la tipologa de actividades comerciales para la Ciudad de Mxico y se ofrecen conclusiones generales.

    Definicin y funcin del comercio

    El comercio es producto de la divisin entre produccin y consumo, se trata de la actividad que los pone en contacto, tambin denominada distribucin, as las ofertas de los productores se ponen en contacto con las demandas de los consumidores (Berry 1971: 1).

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    Para Moreno y Escolano la funcin de distribucin se compone del conjunto de operaciones cuya misin es asegurar la circulacin de bienes y servicios2 entre la produccin y el consumo (1998: 101). De Juan Vigaray agrega a lo anterior que se pone el producto a disposicin del consumidor en la cantidad demandada, en el momento que lo necesita y en el lugar donde desea adquirirlo, creando as para el consumidor utilidad de tiempo, lugar y posesin... (1998: 16).

    La definicin de la actividad comercial lleva implcita una funcin de naturaleza territorial que consiste, de una u otra forma, en superar la distancia entre la localizacin de los productores y la de los consumidores. De aqu se desprenden varias fases, el intercambio o compra de productos a los productores, su traslado a los mercados que puede implicar varios intercambios y movimientos, y el intercambio final en el cual, en un mercado se ofrecen los bienes a los consumidores finales.

    De esta manera la funcin de distribucin agrega valor al producto a travs de las utilidades del comercio que para Moreno y Escolano (1992: 102 y 103) son:

    Utilidad del lugar: poner los productos en el lugar ptimo para el consumidor.

    Utilidad de tiempo: ofrecer los productos en el momento adecuado.

    Utilidad de forma: presentar los productos en la condicin idnea para el consumo (preparacin, envasado, etiquetado, armado) que no suelen alterar la naturaleza de la mercanca.

    Utilidad de posesin: traspasar los productos entre diversos agentes hasta llegar al consumidor.

    A las utilidades anteriores podra aadirse otra, que si bien no siempre est presente, si es comn y representa un atractivo para el demandante:

    Utilidad de creacin de surtido: ofrecer diversidad de productos para que el consumidor tenga mayores posibilidades de eleccin.

    Este trabajo se orienta principalmente al anlisis de la localizacin de los mercados de intercambio final, que son por mucho, los ms importantes desde el punto de vista cuantitativo as como por su papel en la estructura de la ciudad. Pero tambin se consideran los mercados intermedios o mayoristas cuando existan territorialmente, es decir, como localizaciones en donde se realizan intercambios entre productores e intermediarios o simplemente entre intermediarios. A partir del anlisis anterior se propone una tipologa de comercios para la Ciudad de Mxico de acuerdo a las lgicas de localizacin.

    2 En este trabajo limitaremos la idea de comercio a la distribucin de bienes, por lo que el intercambio y distribucin de intangibles, realizados por otras actividades de servicios, sern analizadas en el captulo respectivo.

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    Antecedentes

    Los estudios sobre localizacin de las actividades comerciales y de servicios se remontan al menos al siglo XIX, entonces los planteamientos eran de carcter regional, es decir, se buscaba explicar la distribucin territorial de los asentamientos como centros prestadores de servicios. Los antecedentes ms remoto son los de Len Lalanne (1863), Galpin (1915), Kolb (1923), Kolb y Polson (1933), Christaller (1933), Lsch (1939), Kolb y Brunner (1946) (Berry, 1971: 76; Beavon, 1981: 45). Los trabajos de Christaller y Lsch sobresaldran entre todos ellos por su resonancia en la agenda de investigacin hasta los aos 80s.

    A nivel intraurbano los anlisis fueron ms tardos y sobresale en 1929 el estudio de Rolph sobre Baltimore en el que ya se proponen cinco tipos de zonas comerciales: zona central, subcentros minoristas, calles de ordenacin lineal, grupos vecinales de servicios y empresas no concentradas. Proudfoot en 1937 convalida los resultados de Rolph con el anlisis de 9 ciudades americanas y ms tarde los trabajos de Canoyer (1946) y Ratcliff (1949) confirmaran la distincin entre las zonas comerciales aglomeradas y las de ordenacin lineal o en banda, adems de que al igual que Rolph reconocen implcitamente un arreglo jerrquico (Beavon 1981: 36).

    No obstante, a nivel intraurbano hay dos autores que sobresalen por sus planteamientos e influencia Berry que entre 1958 y 1967 realiz varios estudios apoyado principalmente en la Teora de los Lugares Centrales de Christaller y propuso la Teora de las Actividades Terciarias, y K. Beavon, que despus de revisar a Christaller y Lsch produciran varios trabajos en la primera mitad de la dcada de los 70s y a la postre ofrecera un teora alternativa para explicar la estructura de la actividad terciaria en la ciudad (Beavon 1981).

    El trabajo de Walter Christaller (1933) tiene como objetivo explicar el nmero, tamao y distribucin de los centros de servicios o lugares centrales. Partiendo del supuesto de sistema de transporte uniforme propone un modelo en que se garantiza la minimizacin de la distancia entre los consumidores y los lugares centrales.

    Se trata de un modelo jerrquico en el que, en un extremo, se tienen los lugares centrales de orden inferior y de corto alcance (regin complementaria limitada), esto es, ofrecen bienes y servicios bsicos y de consumo frecuente para los que se esta dispuesto a recorrer slo pequeas distancias, mientras que en el otro extremo, se tienen los lugares centrales de orden superior y de gran alcance (regin complementaria amplia), que ofrecen bienes y servicios especializados y la poblacin est dispuesta a recorrer mayores distancias e invertir ms tiempo para obtenerlos.

    El lmite inferior o umbral de alcance de las mercancas, es decir, el rea mnima de mercado necesaria para que su oferta sea viable, es la clave para explicar la distancia entre los centros y por tanto, su nmero. As los lugares centrales de orden inferior con reas mnimas de mercado pequeas y menor alcance (regin complementaria) tendrn que estar ms cercanos unos de otros, por lo que habr ms en un territorio determinado, mientras los de orden superior, al ofrecer bienes y servicios ms especializados requieren de un rea

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    mnima de mercado mayor, y por tanto, tienden a servir superficies mayores y estn ms separados. Entre estos dos extremos pueden identificarse lugares centrales de diversos rdenes dando lugar a una jerarqua escalonada.

    El planteamiento anterior del modelo est regulado por un principio de mercado, en el cual, se asegura la minimizacin de las distancia entre consumidores y los diversos niveles de lugares centrales; Christaller propuso dos variantes al modelo denominadas principio de transporte y principio administrativo, que aseguran respectivamente: que las vas de comunicacin conecten a los lugares centrales de mayor jerarqua y que las regiones complementarias de un nivel jerrquico dado incluya ntegramente a las regiones complementarias de los niveles inferiores.

    Las distintas variantes propuestas por Christaller sugieren tres factores determinantes de la localizacin comercial: el acceso al mercado, las facilidades de transporte, y los determinantes administrativos, o ms ampliamente, los mercados cautivos que son aquellos que tienen que acudir a un lugar central determinado y no tienen posibilidad de una seleccin diferente.

    Adems el mismo Christaller, reconoca que el alcance de las mercancas estaba determinado por muchos factores interdependientes agregando a los anteriores, entre otros, la distribucin de los ingresos, las diferentes concentraciones de poblacin y la subjetividad, de lo que deduce que cada mercanca o cada servicio tiene un alcance espacial propio y que poda variar segn la direccin desde el lugar central por lo que las formas de las reas complementarias o de influencia son irregulares (Beavon 1981: 48).

    Quiz la nacionalidad alemana de Christaller y el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial no favorecieron su revisin, ya que las respuestas a su propuesta llegaran muy tardamente. De hecho, uno de los desarrollos ms importantes y relativamente oportuno, fue el del tambin alemn August Lsch (Die Runmliche Ordnung Wirtschaft, 1939 citado en Beavon 1981: 13) que probablemente por las mismas razones se public en ingls 15 aos despus (Economics of Location 1954). En este trabajo se propone un modelo de lugares centrales, tambin jerrquico, pero continuo, que parece responder mejor a la realidad pero que, al mismo tiempo, result mucho ms complejo.

    A pesar de que pareca un modelo con mayor capacidad de explicacin y de que contena las ideas clave para comprender la localizacin de las actividades terciarias intraurbanas, fue ignorado, entre otros por Berry y Garrison, al trasladar en 1958 la teora de los Lugares Centrales de Christaller a escala intraurbana y proponer la teora de las Actividades Terciarias, insistiendo en una jerarqua escalonada (Beavon 1981: 13).

    Los modelos de Christaller y Lsch contienen muchos puntos de contacto, en primer lugar la idea de que los hexgonos representaban la forma ptima en trminos de competencia y equilibrio- de las zonas complementarias o reas de mercado para la distribucin servicios y mercancas, bajo el supuesto de cierta homogeneidad de la demanda y de las facilidades de transporte. En cambio la forma de construccin de los sistemas de lugares centrales difera, mientras el modelo de Christaller determina una serie de niveles jerrquicos originados en ciertos grupos de bienes y servicios de cierto alcance, el modelo de Lsch

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    parte de la sobreposicin de mltiples redes con un centro en comn y luego las rota para buscar el mximo de coincidencias de lo que resulta un continuo de centros de menor a mayor jerarqua y una divisin del rea de la regin complementaria entre 6 sectores urbanamente ricos y 6 sectores urbanamente pobres.

    En interpretacin de Beavon la riqueza o pobreza de los sectores de Lsch se refiere al nmero de coincidencias de los centros, as un rea urbanamente rica ser aquella que est servida por ms centros que a su vez, son coincidencias de centros producto de la rotacin (Beavon 1981: 151) lo cual parece muy razonable en funcin de la capacidad de sostenimiento de la demanda en zonas ricas o pobres.

    En conclusin, a pesar de la relativamente poca atencin que ha recibido el modelo de Lsch con relacin al de Christaller quiz por su mayor complejidad-, parece aceptarse la idea de que el primero se aproxima ms a la realidad al producir un sistema jerrquico continuo, con centros cuya importancia es resultado de complejas combinaciones de otros centros (lase actividades) por lo que no resultan equivalentes. Como se ver ms adelante en el anlisis de las jerarquas intraurbanas actuales para la Ciudad de Mxico este planteamiento resultar muy til. De hecho Stolper (1955), Dacey (1956), Yeates y Garner (1971) y Parr (1973) coinciden en que el modelo de Lsch debera ampliarse a nivel intrametropolitano (Beavon 1981: 19).

    En una lnea de pensamiento ms prctica se debe resaltar el trabajo de Nelson (1958 citado por Berry 1971: 169-171;) que analiza los efectos de la localizacin sobre la actividad comercial, la seleccin de localizaciones, las tcnicas de valoracin de cifras comerciales, la jerarqua de centros comerciales vecinal, local y regional, y las nuevas tendencias de los estudios econmicos de localizacin. Pero quiz una de las aportaciones ms importantes es el reconocimiento de dos tipos de mercancas, la de uso cotidiano y las de uso anmalo, cuyas empresas de venta tienen lgicas distintas en la escala de operacin y en las tendencias de localizacin, por lo general, las primeras sirven en pequeos establecimientos que tienden a los clientes, mientras que la otras dependern de la atraccin que generen empresas mayores (Beavon 1981: 163-167).

    Otros de los grandes antecedentes de estudios de la localizacin de las actividades comerciales y de servicios es la Teora de las Actividades Terciarias de Berry y Garrison que entre 1957 y 1967 publicaron varios trabajos sobre la revisin y ampliacin de la Teora de los Lugares Centrales de Christaller, que afirman, es ms aplicable al nivel intraurbano que al interurbano, para la que se concibi originalmente. Adems, reconocen dos componentes en la teora, el estructural, relacionado con la jerarqua escalonada, y el funcional, relacionado con las reas complementarias hexagonales. La nueva Teora sobre las Actividades terciarias coincida con los planteamientos de Christaller en el componente estructural, es decir, la jerarqua escalonada, la cual, durante mucho tiempo fue la nica aceptada en la explicacin del comercio al interior de la ciudad. Sin embargo, posteriores estudios del comportamiento de los consumidores han puesto en duda los aspectos funcionales propuestos por Berry y Garrison (ibid.: 20-21).

    Hay dos aportes que debemos reconocer a Berry, por un lado, advirti las variaciones de tamao y funcin de los diferentes distritos comerciales, as como los fuertes vnculos entre

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    el ingreso del rea y la cantidad y tipo de comercios, lo que de una u otra forma aproxima a la complejidad del fenmeno (Simmons 1994: 5).

    Por el otro lado, propone tres formas de presentacin del comercio: la distribucin jerrquica de centros, ordenacin lineal en autopistas y avenidas y las reas con funciones especializadas. (Berry 1962 citado por Carter 1995: p. 67). A su vez, los centros se clasifican en 4 niveles: los que ofrecen bienes de uso frecuente y se encuentran a la vuelta de la esquina; los centros vecinales o de barrio; los centros comerciales locales y los centros comerciales regionales.

    En los siguientes aos aparecieron una serie de cuestionamientos sobre la racionalidad de las decisiones de los consumidores, sobre todo en el sentido de que estos iran siempre al centro comercial ms cercano para minimizar los costos, como estaba implcito en la Teora de los Lugares Centrales.

    A finales de los 60s, tres autores sobresalen entre los que proponen que los consumidores no siempre acuden a comercio ms cercano: Clark, Johnson y Rushton. Se comprob que los consumidores pueden asistir a un centro ms lejano por iguales mercancas (Clark 1968 citado por Beavon 1981: 42-43). Dos aos ms tarde Clark y Rushton afirmaron que los consumidores comparan las ventajas del tamao del centro con las desventajas de la distancia que es necesario recorrer, con lo que se acercan a los planteamientos de los modelos gravitacionales y los de probabilidad (Beavon 1981: 43).

    Rushton en 1971 intento una revisin de la Teora de las Actividades Terciarias basada en normas de conducta, utilizando funciones de preferencia espacial. Este enfoque funcional produjo un sistema de lugares centrales que difera del sistema clsico de Christaller y, consecuentemente, de la Teora de las Actividades Terciarias, en un punto importante: las actividades de los centros se presentaban en tandas de composicin variable para centros a un mismo nivel de jerarqua. En consecuencia, se sugiri que debera abandonarse el concepto de una clase de centros perteneciente a uno de los niveles de las categoras escalonadas de la jerarquas. Sin embrago, no se intent revisar el componente estructural de la Teoras de las Actividades Terciarias de manera acorde (Beavon 1981: 43).

    Como se ver ms adelante, el planteamiento de Rushton es clave para entender muchas de las inconsistencias de la idea de la jerarqua urbana y para plantear una solucin mucho ms all del continuo, quiz deba tener presente la idea derivada de los trabajos de Lsch de que los centros formados por la sobreposicin de otros centros no son comparables entre s por ser producto de distintas combinaciones de centros, o en otras palabras, de distintas combinaciones de tandas de actividades que pueden generar no slo mayor o menor atraccin sobre los consumidores, sino diversas modalidades de atraccin.

    En la sociedad actual, el consumidor forma preferencias sobre los establecimientos dependiendo de servicios complementarios y comodidades -y de acuerdo a lo antes planteado tambin de la particular combinacin de bienes y servicios ofrecidos- que le suponen mayor comodidad y disfrute a la hora de realizar sus compras (De Juan Vigaray 1998: 15).

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    Hacia finales de los aos 70s Keith Beavon public una serie de trabajos que replantaran la idea de la lgica espacial de las actividades comerciales y de servicios en la ciudades. Despus de un minuciosa revisin de los trabajos de Christaller, Lsch y de Berry y Garrison, y animado por el cmulo de inconsistencias derivadas de la idea de una jerarqua escalonada al interior de la ciudad, trabaj el desarrollo de una teora alternativa fuertemente arraigada en los planteamientos de August Lsch- para apoyar la idea de una jerarqua continua de lugares centrales a nivel intrametropiltano

    Beavon descarta la idea de que los lugares centrales de un determinado orden contengan las actividades de orden inferior, con lo que establece la posibilidad de combinaciones distintas de actividades, que si bien, en conjunto dan lugar a una mayor o menor jerarqua, pueden ser de naturaleza nica como resultado de la particular combinacin.

    Propone una medida geotaxonmica de la semejanza como tcnica para determinar la jerarqua a partir de datos de la composicin interna de los lugares centrales (Beavon 1981: 105).

    En los ltimos 20 aos la preocupacin por los modelos generales de localizacin comercial han sido sustituidos por una gran cantidad de anlisis en dos grandes vertientes: en la primera, las investigaciones estn encaminadas a la construccin de modelos ms formales a veces con un fuerte componente matemtico-, que buscan explicar aspectos como la formacin de preferencias por parte de los consumidores y la definicin de reas de atraccin, que incluso, han dado lugar a revistas especializadas como: International Journal of Retailing, Applied Marketing Research, Journal of Marketing Research, Marketing Research, Internacional Journal of Research in Marketing y muchas ms revistas especializadas y libros, dentro de este grupo pueden identificarse estudios de inters prctico (Wrigley, N. 1988); en la segunda vertiente se tienen trabajos ms cualitativos que pueden ir desde las revisiones ms amplias y generales sobre la actividad comercial en las ciudades de la actualidad, como el trabajo de Moreno y Escolano (1995), hasta los que hacen nfasis en algn aspecto como las diferencias en las lgicas comerciales entre pases con distintos niveles de desarrollo y distinta cultura (Findlay, A.M. et. al. 1990); los cambios recientes en las estrategias comerciales (Laulajainen, R. 1987; Csares, L., et. al. 1987).; o el papel de la cuestin cultural en las lgicas comerciales (De Juan Vigaray, 1998).

    En trminos de tipologas hay tres modalidades significativas el ya citado de B. Berry, la tipologa de la Commission des Activits Commerciales (Francia) y la clasificacin de la OCDE.

    Brian Berry (1971: 59-69) propone cuatro grandes divisiones:

    Una jerarqua de centros comerciales en donde se ubican actividades diversas desde comercios de artculos varios hasta los grandes almacenes de departamentos. Son aglomeraciones de comercios porque los consumidores tienden a visitar varios de ellos en el mismo viaje. Van desde el centro de la ciudad (central business district) que ofrece los bienes ms especializados a toda la metrpoli, le siguen los centros regionales que sirven a amplios sectores de la ciudad, luego los centros locales o comunales (community centers),

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    los centros vecinales (neigborhood centers)d y los de conveniencia, que ofrecen los bienes ms comunes y se ubican a la vuelta de la esquina.

    Colonias comerciales orientadas hacia carreteras. Satisfacen las demandas derivadas del trfico de carreteras y estn formadas por estaciones de servicio, restaurantes y hoteles.

    Sectores comerciales de las arterias urbanas. Son actividades que requieren de centralidad pero por sus necesidades de espacio y los patrones de compra por parte de los consumidores, en el sentido de que son viajes especiales para adquirir un determinado bien, les resulta ms conveniente ubicarse en las arterias urbanas. Aqu se encuentran las muebleras, electrodomsticos y talleres de reparacin de automviles.

    reas funcionales especializadas. Se caracterizan por la presencia de varios tipos de establecimientos relacionados entre s y buscan la accesibilidad hacia cierto mercado de la ciudad. Por ejemplo, zonas especializadas en servicios mdicos y al comercio de automviles.

    Beavon (1981: 41) cita una serie de estudios que al analizar las estructura comercial de ciudades fuera de Estados Unidos encontraron diferencias respecto a los planteamientos de Berry, por ejemplo, por la forma de organizacin del comercio no central, ms lineal en Nueva Zelandia y en Sudfrica que aglomerada como en Estados Unidos. Pero tambin reconoce algunas coincidencias con las jerarquas propuestas con la Teora de las Actividades Terciarias.

    Monnet (1990: p. 44) cita la clasificacin de la Commission des Activits Commerciales que se apoya en la naturaleza del artculo vendido:

    1. Equipamiento de persona: vestido, calzado y accesorios.

    2. Equipamiento de la casa: mobiliario, decoracin y acondicionamiento de la casa.

    3. Equipamiento de la profesin: para los equipos tcnicos y materiales tiles para el ejercicio de un oficio.

    4. Alimentacin: tiendas de productos alimenticios.

    Monnet propone la anterior clasificacin para el anlisis de las calles del centro, para lo cual puede resultar ms o menos justificable, pero se trata de una tipologa muy general y con un mnimo grado de articulacin con las lgicas de localizacin en el interior de la ciudad, es decir, no existe un patrn de localizacin para cada uno de estos tipos de comercio.

    Finalmente se menciona la clasificacin de la OCDE que, a diferencia de las dos anteriores, se apoya en los tipos de establecimiento comercial (Moreno y Escolano 1992: 120-130).

    1. Autoservico: establecimiento minorista entre 40 y 120 m2. Si tiene entre 120 y 400 m2 se considera Superservicio.

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    2. Supermercado: tambin es un autoservicio que va de los 400 a los 2,500 m2.

    3. Duty Free Shop: bsicamente ofrecen productos de lujo de importacin- y se caracterizan por estar libre de impuestos.

    4. Cash & Carry: establecimiento de comercio al por mayor o detallista o para clientes institucionales- en rgimen de autoservicio.

    5. Hipermercado: tienen una superficie mayor a 2,500 m2, generalmente se ubica en la periferia de los grandes ncleos de poblacin con facilidades de acceso y amplio espacio de estacionamiento al aire libre, de una sola planta, funcional y sin lujos que frecuentemente asocia una galera de comercios independientes.

    6. Gran almacn: edificio de varias plantas con construccin superior a los 10,000 m2, con estacionamiento, muchas veces en stanos, ninguna seccin o departamento supone ms del 50% del total de venta (tienda de departamentos).

    7. Almacn Popular: venta minorista de productos de consumo habitual, de alimentacin, limpieza y aseo personal, regalos, vestido y hogar. Son surtidos limitados en gama y precios, en un local de 3,000 a 4,000 m2. Generalmente tienen supermercado de alimentos y no disponen de estacionamiento.

    8. Centro comercial: conjunto de establecimientos minoristas integrados en un edificio. Se subdividen:

    A. Centros temticos especializados: cuando la mayora de las tiendas tienen la misma dedicacin.

    B. Centros de barrio: atienden a una clientela prxima.

    C. Centros urbanos y regionales: para servir a la poblacin de una ciudad entera y a su rea de influencia.

    Los centros comerciales pueden ser resultado de una concentracin espontnea de comercios en el tejido urbano o bien, son aglomeraciones de comercios independientes ubicados en una unidad espacial (inmueble) con administracin centralizada. Generalmente ubican uno o varios almacenes que sirven de motor de atraccin para el conjunto de establecimientos, se pone gran atencin al diseo, al confort y a la imagen.

    Los mismos autores plantean otra clasificacin por las formas de asociacin del comercio (ibid., :132-134) que sin embargo, se aleja mucho de los propsitos del presente trabajo.

    De las anteriores tipologas, slo de la Berry se aproxima al planteamiento que aqu se persigue que es el reconocimiento de los diferentes tipos de localizacin comercial. La clasificacin de la Commission des Activits Commerciales es demasiado genrica y sus tipos independientes de la lgica espacial. Finalmente, la tipologa propuesta por la OCDE resulta sobre todo inconsistente, pues parece apoyarse en diversos criterio de clasificacin la mayora de los casos por el tipo y tamao del inmueble que ocupa, pero otros, el criterio

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    parece ser el tipo de productos o el rea a la cual sirve. De cualquier manera tampoco resulta til como punto de partida de la tipologa que se va a construir aqu, aunque s para ilustrar algunos criterios.

    La propuesta de Berry tiene tres limitaciones para su traslado a la interpretacin de caso de la Ciudad de Mxico, en primer lugar, su antigedad, se trata de una clasificacin de fines de los cincuenta y principios de los sesenta, cuando muchas de las estrategias comerciales y de los soportes tecnolgicos con que se cuenta ahora eran inimaginables, aspecto que limita la capacidad de explicacin de este planteamiento, incluso para la sociedad norteamericana del presente; en segundo lugar se tiene el contexto social, cultural y econmico en el que fue elaborada, es decir, en una sociedad con cultura y con capacidad de consumo, con un extendido uso del automvil que ha condicionado fuertemente la naturaleza del acceso al comercio, y en donde el sector moderno y formal representa la norma en lo que a formas comerciales se refiere; y finalmente, las insuficiencias del trabajo, algunas de las cuales han sido expuestas por otros autores.

    En este contexto de ideas, se propone como alternativa metodolgica para construir una tipologa de comercio segn sus lgicas de localizacin para la Ciudad de Mxico, en primer lugar, retomar las crticas de Beavon a los trabajos de Christaller y de Berry en el sentido del componente estructural; posteriormente, analizar los avances que se han logrado en el componente funcional, y finalmente reconocer la especificidad del caso mexicano -diferencias socioeconmicas, cultura y la dualidad comercial (infra)- para cada uno de los factores determinantes de la localizacin como clave de la reinterpretacin terica para la construccin de la tipologa.

    El componente estructural de la localizacin comercial intraurbana.

    El componente estructural se refiere al arreglo jerrquico del sistema de lugares centrales o de centros comerciales de una regin o ciudad. Dicha jerarqua no necesariamente significa la formacin de niveles o escalones, puede darse tambin en forma de continuo. En este apartado se har una reflexin del componente en el mbito intraurbano, aunque algunas de las conclusiones, por su propia naturaleza terica, pueden alcanzar el mbito regional.

    El componente estructural del sistema comercial estaba implcito en la Teora de los Lugares Centrales. Beavon reconoce una doble regularidad: vertical y horizontal. La primera estara relacionada con la composicin interna y el papel especfico de cada lugar central, mientras que la segunda, se manifiesta en trminos de la distancia entre lugares de rdenes distintos, as como en la localizacin relativa de los mismos (1981: 75 y 77). Ambas regularidades son de naturaleza estructural, no obstante, la vertical es la ms significativa y discutida en el desarrollo terico ya que se relaciona con la ordenacin jerrquica de los centros.

    Para entender el origen de la jerarqua se debe partir de las diferencias en el alcance de los bienes y servicios. En el extremo inferior se tienen los bienes y servicios bsicos, en el sentido de ser una necesidad permanente, estos son requeridos por toda la poblacin de una manera frecuente; en cambio, en el extremo superior, se encuentran los bienes y servicios

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    ms especializados, que son demandados slo eventualmente por ciertos sectores de la poblacin.

    Los bienes y servicios de orden inferior satisfacen ms fcilmente - en el sentido territorial- sus exigencias mnimas de mercado o umbral, es decir, en una extensin limitada obtienen la demanda suficiente para ser una oferta viable; en cambio, los bienes y servicios de orden superior, al tener un mercado de consumidores ms estrecho requieren de un umbral o rea mnima de mercado muy amplia, para poder captar a los consumidores suficientes para que la oferta sea viable. Entre estos dos extremos se encontrarn distintos niveles de centros dependiendo de la naturaleza de los bienes y servicios ofrecidos y del umbral mnimo de estos. Los de orden inferior, en la parte baja de la jerarqua, estarn ms cercanos unos de otros, y conforme aumente el nivel jerrquico aumentar la distancia entre los centros. Los principios anteriores dan lugar a un sistema espacial de orden jerrquico que ha sido un paradigma en el desarrollo de la teora sobre la localizacin de las actividades terciarias.

    Hasta los aos 60s, a pesar de la obra de Lsch, pareca predominar la idea -Christaller y Berry y Garrison- de que haba grupos de actividades y bienes que mostraban una cierta coincidencia en sus umbrales, lo que daba lugar a una jerarqua escalonada; es hasta los setentas que autores como Beavon se inclinaron por la idea de un continuo, lo que hoy en da parece imponerse, sobretodo en el mbito intraurbano.

    Desde la dcada de los 50s, en el seno de la revolucin cuantitativa las ideas de Christaller fueron adoptadas con tal clamor, que se demarcaban jerarquas incluso por quienes afirmaban que sus datos evidenciaban continuos. Fue simplemente un caso de reconocer el nico hallazgo que tena una justificacin terica (Beavon 1981: 104-105). Poco despus, Dacey (1962) en un estudio del suroeste de Wisconsin reconoci una jerarqua poco definida y que no responda a la formulacin de la Teora de los Lugares Centrales (citado por Carter 1995: 62). Varias dcadas tuvieron que pasar para que se aceptara ampliamente la idea de que las jerarquas estaban lejos del esquema Christalleriano en el sentido de su escalonamiento y regularidad; como afirman Moreno y Escolano a determinadas escalas, las jerarquas comerciales aparecen tan distorsionadas que son inservibles como conceptos explicativos, y ayudan mucho ms otras reglas y enfoques exploratorios de la percepcin y del comportamiento (1992: 105). Hoy en da, casi todos los estudiosos del tema reconocen perturbaciones a los principios que sustentaban el arreglo jerrquico espacial, y por tanto, se ha puesto en duda la vigencia, no solo del escalonamiento, sino incluso de la idea de la jerarqua3.

    El cuestionamiento a la jerarqua representa un avance en el desarrollo terico, pero al mismo tiempo, se enfrenta a una enorme complejidad, respecto a la cual no se tienen an soluciones definitivas. Indudablemente debe redefinirse la idea de que la jerarqua es una funcin del alcance y frecuencia de los bienes y servicios y agregar a stos una larga lista

    3 Incluso B. Berry reconoce que la idea de jerarqua escalonada de Christaller se viene abajo en las regiones metropolitanas con bajas concentraciones en las que se pierde el lmite entre los urbano y lo rural, y en donde el aumento de la movilidad y de la renta han eliminado el papel de la distancia favoreciendo la especializacin de los centros comerciales (Berry 1971: 164-165).

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    de factores determinantes del arreglo estructural de los centros y aglomeraciones comerciales.

    Se reconocen muchas causas de perturbacin de las jerarquas, la primera es que no toda la oferta de bienes y servicios basa su lgica de localizacin en patrones de frecuencia y alcance desde las zonas de residencia, es decir, en reas de mercado, que son la base de los patrones de ordenacin jerrquica; en segundo lugar, existen actividades que aprovechan el trnsito de la demanda potencial orientndose a las carreteras, grandes avenidas o en general, a los corredores urbanos de circulacin, lo cual no tiene relacin con el arreglo por reas de mercado y jerarqua; en tercer lugar, hay comercios que se localizan por complementariedad aprovechndose de la atraccin generada por terceros, en este caso, cuando estos terceros son actividades comerciales que se localizan por reas de mercado, las actividades que se adhieren formarn parte de la aglomeracin y de la lgica de mercado y jerarqua, pero cuando la actividad que genera la atraccin es independiente de esa lgica tambin lo ser el comercio por complementariedad; y finalmente, el comercio especializado puede generar, por su propia naturaleza, reas de mercado particulares y lejanas a la organizacin jerrquica, aunque otras veces, pueden insertarse y beneficiarse de los flujos originados por sta.

    Las variaciones de ingresos a lo largo de la ciudad tambin contribuyen a la alteracin del complejo sistema de distribucin comercial y de servicios, al crear desiguales condiciones de densidad de demanda y provocar la presencia o ausencia de comercios y servicios, lo que a su vez puede estimular o inhibir ciertos niveles de la jerarqua, de hecho, como se ver en el siguiente apartado, parece ser la variable ms importante en la explicacin de la organizacin territorial en pases con fuerte desigualdad social; otros factores que puede perturbar la jerarqua son aspectos culturales y del comportamiento de los individuos y grupos, lo que est fuertemente asociado a la permanente innovacin y cambio de caractersticas de la oferta comercial y de servicios.

    De hecho, algunos grupos de demanda han sustituido al centro de la ciudad por los centros super regionales como principal destino comercial y en esto van involucrados los niveles de ingreso, las facilidades de transporte -en particular por el uso masivo del automvil- y la cultura y el comportamiento, por el lado de la demanda; y por el lado de la oferta, la concepcin y el desarrollo de grandes centros comerciales de una sola parada que se han convertido en una virtual parada cultural, proveyendo de una gran cantidad de productos agrupados en una ecologa de comunidad, entretenimiento e identidad social (Kowinsky citado por Carter 1995: 73).

    Para Beavon slo se podra esperar que los centros [de un mismo nivel] ofrecieran exactamente el mismo surtido de mercancas y obtuviera la misma gama de actividades centrales si todas las zonas tuvieran el mismo poder adquisitivo (1981: 34). El mismo autor seala que entre mayor sea la aglomeracin de actividades menor ser la probabilidad de que dos centros sean idnticos, tanto por lo que respecta al nmero como a los tipos de actividades, por lo que un continuo ser ms caracterstico de una gran ciudad metropolitana con muchos centros comerciales (ibid. 217).

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    En fin, parece claro y es ampliamente aceptado que al interior de las ciudades existe una arreglo territorial de los sistemas de distribucin que muy difcilmente se puede interpretar a travs de los esquemas clsicos de la Teora de los Lugares Centrales y la Teora de las Actividades Terciarias, que son muchos los factores determinantes de dicho arreglo, y que adems, pueden variar por grupos o a travs del espacio (Fotheringham 1991: 102) y tambin a lo largo del tiempo como producto de la evolucin social y del consumo, lo que ocasiona modificaciones en la definicin de lo que son bienes cotidianos y lo que son bienes excepcionales (Moreno y Escolano 1992: 153-155).

    El reconocimiento de la complejidad y de los diversos factores que complementan a los viejos determinantes de alcance y frecuencia de las mercancas, no significa que estos deban ser borrados de los nuevos planteamientos. Tienen razn Jones y Simmons al afirmar que al menos para Toronto la jerarqua intraurbana explica una relativamente pequea proporcin del sistema de comercio al detalle, y tambin Johnson cuando establece que se deben encontrar nuevos conceptos diferentes a la jerarqua para explicar cmo encajan las partes del rompecabezas del comercio minorista en sentido espacial (citados por Carter 1995: 75-76).

    Pero tambin tiene razn Carter al decir que todos esos cambios han minado la idea de una reflexin del amplio sistema de lugar central dentro de la ciudad. Pero se puede argumentar que la jerarqua intraurbana an existe... (1995: p.71). Hoy por hoy los comportamientos de la demanda y las localizaciones comerciales no dejan de estar influidos por los viejos determinantes de alcance y frecuencia. Estos son la base de los patrones uniformes de distribucin de los centros comerciales y de servicios -componente regular-, es decir, el sistema de lugares centrales, pero sobre este componente se sobrepone otro de naturaleza aleatoria, que perturba al primero provocando desorden, lo que puede ser definido como entropa (Medvedkov 1976; Semple y College 1970; citados por Carter 1995: p.62). Lo que sucede es que en los actuales sistemas de distribucin comercial intraurbana existe una notable y cada vez mayor entropa.

    As, a manera de conclusin se puede afirmar que:

    Slo una parte del comercio intraurbano est asociado al esquema jerrquico derivado del alcance y frecuencia de demanda de las mercancas, el cual, se tiende a presentar como un continuo, en particular, en la parte baja de la jerarqua.

    Otros comercios y servicios tienen una lgica de localizacin fundada en otros principios como el aprovechamiento de los corredores de circulacin urbana, la complementariedad, e incluso, en la atraccin generada en valores culturales o sociales.

    Los esquemas de organizacin de comercio y servicios en las ciudades son producto de innumerables determinantes lo que resulta en esquemas complejos, particulares y cambiantes.

    En pases subdesarrollados la estructura comercial est fuertemente vinculada a la estructura socioeconmica como consecuencias de las profundas diferencias en la capacidad real de demanda.

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    El componente funcional de la localizacin comercial intraurbana

    En 1966 Garner introdujo la idea de un componente funcional (Beavon 1981: 32-33) y se refiere a los servicios (comercio) que ofrecen los diversos centros dando lugar a una atraccin o rea de influencia, es decir, a cada centro corresponde la funcin de servir a la demanda de un rea. El componente funcional est fuertemente relacionado a la dimensin horizontal del componente estructural.

    El rea de atraccin o rea de mercado o rea de influencia est delimitada por la distancia mxima que un comprador est dispuesto a recorrer para obtener una mercanca o servicio, tambin llamado, alcance mximo de una mercanca central.

    Para Applebaum y Cohen (1961) el rea de mercado contiene un foco que es el establecimiento o lugar central; una morfologa que se refiere a su tamao y forma; los establecimientos de competencia; los componentes internos como casas, bloques de pisos, barrios, o grandes reas urbanas; y los lmites externos (citado por De Juan Vigaray 1998: 38).

    En esta definicin esta subsumida una concepcin que rompe con la idea de rea de influencia Christalleriana que era concebida con carcter monoplico; del planteamiento de Applebaum y Cohen se deduce que aceptan la idea de reas de mercado sobrepuestas y compartidas derivadas de la competencia entre centros de comercio o servicios.

    Huff (1964) ofrece una definicin de tipo probabilstico se establece que se trata de una regin geogrfica que contiene clientes potenciales, para quienes existe una probabilidad superior a cero de que puedan realizar las compras de una determinada clase de productos o servicios que son ofrecidos... (citado por De Juan Vigaray 1998: 39). Tambin se puede deducir que la probabilidad menor a uno puede ser producto de la distancia y de la posibilidad de acceder a centros alternativos, y por tanto, de competencia.

    Por su parte, la Asociacin Americana de Marketing propone una definicin del lado de la oferta: como una zona cuyo tamao est determinado por los lmites dentro de los cuales es rentable para un establecimiento o grupo de establecimientos vender o entregar un producto o servicio. Esta definicin implica que un rea comercial no comprende toda la regin dentro de la cual existe la demanda potencial, sino slo esa porcin que una empresa encuentra rentable para vender o servir un producto o servicio. (De Juan Vigaray 1998: 40).

    En la perspectiva de la distincin entre la lgica del comprador y la del vendedor Stern y El Ansary (1992) sealan que el rea comercial comprende la regin geogrfica dentro de la cual el comprador puede esperar, razonablemente, encontrar bienes y servicios a precios competitivos; mientras que desde el punto de vista del vendedor el tamao de esta rea estar generalmente determinado por los lmites dentro de los cuales es econmicamente rentable, en trminos de volumen de ventas y coste para una empresa, comerciar y distribuir bienes o servicos (ibid.).

    En realidad, la diferencia planteada entre oferta y demanda en las definiciones es sutil y depender de quin soporte los gastos de distribucin, el vendedor o el comprador; pero en

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    todas ellas est presente el hecho de que es una extensin hasta la cual es viable, pero no es necesario, hacer una transaccin comercial y de servicios, y en varias de las definiciones se desprende que dicha rea no es exclusiva, sino que puede estar compartida.

    A pesar de la sencillez que parece derivarse de la afirmacin anterior, la conformacin y lgica de las reas de mercado estn, como la jerarqua, influidas por una gran cantidad de factores determinantes que introducen elementos de aleatoriedad y complejidad4.

    Antes de analizar los factores de aleatoriedad se plantean a continuacin los principios de la Teora de los Lugares Centrales que se supona, daban lugar a la parte regular del componente funcional. En primer lugar est la caracterstica monoplica de las reas de mercado, lo que significa que cada rea esta servida por un solo centro de cada nivel jerrquico. Las siguientes 4 caractersticas las identific Beavon (1981: 32-33) del trabajo de Garner de 1966:

    Los centros de actividad de orden inferior ofrecen nicamente mercancas de orden inferior y sirven zonas tributarias definidas por la mercanca jerrquica marginal de menor alcance. Las mercancas de orden inferior son generalmente productos de primeras necesidad que por consiguiente, son adquiridos con frecuencia...

    Los centros de actividad de orden superior, adems de administrar mercancas de orden superior (o de uso anmalo) que exigen niveles de umbral elevados, ofrecen todas las mercancas de orden inferior... El consumidor est dispuesto a recorrer mayores distancias, aunque con menor frecuencia, a fin de adquirir las mercancas que necesita.

    Un centro de actividad, cualquiera que sea su nivel de jerarqua, ofrecer ms mercancas, poseer ms empresas y actividades, servir mayores reas tributarias y mayores poblaciones tributarias y tendr un volumen total de ventas ms elevado que cualquier otro centro de actividad de nivel inferior.

    De las relaciones anteriores resulta una compleja disposicin de reas comerciales encajadas una dentro de otra, en donde el consumidor es servido con la mayor eficiencia por el centro de actividad que ofrece la mercanca que necesita ms cercano y ms accesible.

    En la actualidad es ampliamente aceptado que ninguna de las caractersticas anteriores es plenamente sostenible a nivel emprico.

    Uno de los factores de aleatoriedad ms importantes es la estructura territorial de la competencia que, cuando es densa, como los sistemas comerciales en el mbito intraurbano de ingresos medios o altos, puede llevar a la sobreposicin de reas, dndose una competencia por el mercado no en trminos de territorio sino de penetracin, esto significa que un rea de mercado puede estar servido por diversos centros alternativos y la captura de los clientes se basa ms en mecanismos publicitarios, de servicio, de precios, de facilidades

    4 Existen numerosas clasificaciones de reas de mercado que no se describen aqu por no ser relevantes a este trabajo pero un buen resumen puede verse en De Juan Vigaray 1998: 40-47.

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    y menos en la distancia. Las reas de mercado as definidas se miden por la proporcin de clientes capturados, as un rea primaria de mercado incluye ms del 60% de la demanda y un rea secundaria el siguiente 25% (Jones y Simmons 1987: 307)5. En realidad es poco probable que en el interior de la ciudad se den condiciones de monopolio.

    En cambio, en las reas ms pobres puede darse una demanda efectiva baja que no permite el establecimiento de centros de cierto nivel con lo que la poblacin que desea adquirir algunos bienes o servicios de ese nivel tiene que recorrer grandes distancias para obtenerlos.

    La sobreposicin de reas de mercado ser mayor entre ms cercanos estn los centros competidores y viceversa; y, es ms comn que se de sobreposicin de reas cuando se trata de productos que sean buscados por razones de precio o calidad (De Juan Vigaray 1998:43), lo que generalmente sucede en los productos de uso anmalo de la parte alta de la jerarqua.

    La competencia no lleva slo a la sobreposicin sino a la definicin de los lmites de las reas de mercado, que ya desde los trabajos de Berry se reconocan las dificultades de definicin en particular para las regiones metropolitanas -nivel intraurbano- para las que reconoce un comportamiento probabilstico de la demanda al poder elegir entre varios centros (Berry 1971: 53-54; 70; 173).

    Con los planteamientos anteriores parece evidente el rechazo a las reas de mercado monoplicas en el interior de las ciudades de las grandes ciudades frente a la aceptacin de esquemas de fuerte competencia en donde un rea puede estar servida por distintos centros que buscan apropiarse de la mayor parte posible del mercado (penetrar el mercado) aproximndose lo ms posible al perfil de sus clientes potenciales en trminos de tipos y combinacin de productos y servicios, imagen y facilidades, calidad y precios, atencin y servicio, publicidad, y uno muy importante, la especializacin. De lo que resulta que el rea de mercado da cada centro puede ser muy irregular e incluso discontinua con variaciones respecto a la proporcin de demanda capturada, en donde la distancia slo es un componente ms en la decisin de eleccin del consumidor.

    Los monopolios espaciales pueden subsistir como casos especiales, pero es ms probable encontrarlos en los extremos del continuo jerrquico, en la parte de arriba con productos o servicios altamente especializados o nicos al menos para ciertos sectores de la ciudad; tambin se pueden encontrar reas de mercado monoplicas en la parte ms baja de la jerarqua, bsicamente en el comercio de conveniencia en donde los productos estn estandarizados y la distancia y la atencin pueden ser los determinantes ms importantes.

    5 Aparentemente Jones y Simmons se refieren a la proporcin del rea, en cambio. Applebaum (1966 citado por De Juan Vigaray 1998: 41-42) plantea la proporcin respecto a las ventas del establecimiento, es decir, el rea comercial primaria capta entre el 60 y 65% de las ventas del establecimiento, la secundaria entre el 15 y 20% y se encuentra ms alejada, y el resto proviene del rea comercial terciaria an ms lejana. En nuestra opinin es ms acertado y aplicable a nivel intraurbano el enfoque de Jones y Simmons, porque en el planteamiento de Applebaum el rea primaria aparece como monoplica.

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    Jones y Simmons reconocen, junto al monopolio espacial y a la penetracin de mercado, un tercer tipo de rea de carcter irregular y disperso originada por comercios selectivos o especializados y que se extiende por toda la ciudad (1987: 301), puede suponerse que se trata de comercios no monoplicos que compite por una demanda muy particular que se puede encontrar a lo largo y ancho del rea urbana, se trata de una penetracin de mercado muy discontinua desde el punto de vista espacial.

    Por otro lado, un mismo centro puede tener muchas reas de mercado, de acuerdo a la combinacin de bienes o servicios que ofrezca, as para ciertos bienes puede haber una configuracin y para otros puede haber otra distinta. Adems esas reas pueden modificarse en el tiempo, desde el corto plazo, por ejemplo, el alcance puede ser diferente entre semana que en fin de semana, o a mayor plazo, como resultados de los cambios en la competencia, en la poblacin o en el sistema de vas de comunicacin (Rust 1991: 119-120).

    En el apartado anterior se habl que para la jerarqua se poda reconocer una regularidad basada en los principios de alcance y frecuencia de las mercancas y que sobre ella apareca la aleatoriedad provocada por otros determinantes; en el caso del componente funcional sucede algo similar, existe una regularidad basada en el principio de distancia sobre la cual se imponen el desorden generado por otros determinantes, pero en este caso el grado de entropa es muy alto, a un nivel tal, que la regularidad es mnima y casi irrelevante.

    Factores determinantes de la localizacin comercial

    Existe una gran cantidad de elementos que intervienen en la decisin de localizacin de los centros comerciales y de servicios. Es comn que se dividan entre los que se relacionan con la demanda y los que se vinculan con la oferta, aunque algunos de ellos, como el transporte o la aglomeracin, influyen sobre ambas dimensiones.

    Del lado de la demanda, un comprador potencial tiene que considerar numerosos aspectos para construir una decisin de compra, la cual contiene dos componentes fundamentales, la seleccin del producto que a su vez incluye la valoracin de muchos aspectos, y la seleccin del lugar, que tambin supone una gran variedad de considerndoos.

    La decisin busca optimizar lo que De Juan Vigaray llama optimizacin calidad costo; la calidad la define como la capacidad de los productos adquiridos para satisfacer las necesidades o deseos del consumidor, mientras el costo como el conjunto de esfuerzos que se realizan para adquirir los bienes adems del precio pagado por ellos (1998: 18, 46).

    Por su parte, la oferta debe considerar su rentabilidad que estar en funcin del acceso al mercado, lo cual implica una diversidad de aspectos que se analizarn ms adelante, adems de la normatividad urbana y la competencia. El equipamiento minorista se agrupa

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    en las localizaciones de mayor potencial de demanda relativa, que ejercen atraccin comercial sobre su entorno... (ibid.: 37)

    As se tienen dos complejos bsicos de factores para la construccin de las decisiones que, a pesar de que se plantean de manera independiente, establecen en la realidad una estrecha interaccin a travs de una relacin dialctica, las consideraciones del lado de la oferta para localizarse en cierto lugar se fundan en las caractersticas de la demanda; al mismo tiempo que la valoracin de la demanda para elegir el lugar de compra se basa en los atributos de la oferta. En la medida que ambos complejos de factores logran una articulacin satisfactoria o un punto de unin, se tendr la localizacin de un centro comercial o de servicios eficiente y viable.

    Los factores ms importantes para la oferta son: el mercado mnimo, que a su vez es una funcin del tamao de la poblacin, su composicin y su capacidad de compra, incluso de la cultura de consumo y el comportamiento de la demanda; el transporte y la vialidad; la competencia y la complementariedad; y la normatividad urbana y de construccin.

    Los factores que determinan la lgica de la demanda operan en dos niveles: el primero en cuanto a la seleccin de los atributos, es decir, qu aspectos considera la demanda para decidir asistir a un centro comercial; y el segundo, es el comportamiento que conduce a la eleccin del centro una vez que los atributos han sido identificados, es decir, como se valoran esos atributos (Fotheringham 1991: 114).

    En las ltimas dcadas se han dado importantes avances en el reconocimiento de los factores del primer nivel, en cambio, la investigacin sobre el comportamiento es ms reciente y sus resultados ms limitados. De cualquier manera, el conocimiento de la lgica de la demanda influye profundamente en las decisiones sobre la localizacin y la naturaleza de los centros comerciales en un afn de satisfacer las expectativas de los consumidores.

    Entre los factores del primer nivel de la demanda se tienen: la calidad, precio y servicio; la accesibilidad; la combinacin de actividades y la diversidad de productos; la imagen y la publicidad; y las alternativas o competencia. En cambio, en el segundo grupo aparecen aspectos como las metas y actitudes del consumidor; su percepcin; sus preferencias; sus estrategias de bsqueda de comercios, marcas y precios y la inercia y hbitos.

    Existen algunos otros factores que pueden intervenir y modificar la mecnica de cualquiera de los anteriores y no son factores que puedan identificarse con la oferta o la demanda. Entre ellos se tienen a los cambios en las tecnologas y en la cultura, y las modificaciones del espacio urbano que afectan las condiciones y por tanto, las decisiones, de la oferta y de la demanda.

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    Factores de la oferta

    El mercado

    Se trata de la variable ms conocida en la determinacin de la localizacin de un comercio a partir de una relacin muy simple, el comercio puede localizarse y ser viable si cuenta con el mercado mnimo necesario para ser rentable.

    Este principio se formul explcitamente en la Teora de las Actividades Terciarias a travs del concepto de umbral, que se refiere al mnimo de mercado por debajo del cual un lugar central ser incapaz de suministrar una mercanca central (Beavon 1981: 169-170).

    La relacin es evidente y slida pero se ve modificada por muchos otros elementos, entre ellos est la densidad de poblacin que incide sobre todo en la delimitacin del umbral y del alcance de las mercancas centrales. Si las densidades son bajas se requerir de una mayor rea para obtener el mnimo de mercado o umbral, y si son altas, el umbral se obtendr en menor extensin, de lo que se deriva que en reas con alta densidad los centros podrn estar ms cercanos unos de otros.

    Si se tiene en cuanta que la densidad no es homognea, sino que tiende a reducirse del centro a la periferia, las reas de mercado tienen que ampliarse en proporcin directa al descenso de la densidad zonas rurales-, y los consumidores tienen que estar dispuestos a recorrer una mayor distancia, lo cual puede derivar en un rea amplia con un mercado proporcionalmente menor, por lo que tiene que ajustar limitar- sus funciones. Por el contrario, en altas densidades zonas urbanas- , se atraern a ms consumidores, lo que le permite al centro contar con funciones ms complejas (Berry 1971: 43).

    Por otro lado, el umbral tambin se relaciona estrechamente con la naturaleza del producto o servicio, cuando estos son de uso cotidiano, o sea, que la mayor parte de la poblacin los demanda de manera frecuente los umbrales se cumplen fcilmente y cuando son de uso anmalo, se requieren reas ms amplias para satisfacer el umbral (vase El Componente Estructural)

    Los cambios de la densidad en el tiempo tambin tienen una influencia en la configuracin territorial de los lugares comerciales y de servicios, cuando la densidad aumenta rpidamente es muy poco probable que aparezcan nuevos centros en las rupturas de las reas de mercado, a pesar de las disminuciones del umbral, lo ms probable es que se favorezca la aglomeracin de las actividades en los centros existentes; en cambio, si la densidad disminuye y el umbral aumenta y ya no se cuenta con el mnimo de mercado para mantener a las empresas existentes, el efecto ms plausible es que algunas de ellas desaparezcan. (Beavon 1981: 200).

    Cuando no se obtienen los umbrales mnimos por la baja densidad y no es viable una oferta comercial la solucin ms comn es la conformacin de mercados peridicos, que son las primeras formas de comercio en aparecer, tanto en las zonas rurales como en las urbanas (Bromley 1998; 1312).

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    Los mercados peridicos se basan en dos principios, reducir costos a travs del uso de estructuras simples y de carcter temporal, a veces utilizando espacios pblicos y evitando cargas fiscales, y la segunda y ms importante, completando su mnimo de mercado por medio de la movilidad, as en cada localizacin obtienen una parte del mercado, que no sera suficiente para establecerse de manera permanente pero que contribuye a la viabilidad del comercio. De hecho, es probable que la suma del mercado de las diferentes localidades sobrepase la demanda mnima necesaria, con lo que se lograran beneficios extraordinarios.

    Ingreso y nivel socioeconmico de la poblacin

    El ingreso es otra variable que acompaa al mercado y que por su importancia merece un tratamiento particular. Su importancia ha sido reconocida desde los primeros estudios, en el trabajo de Lsch se habla de reas urbanamente pobres y reas urbanamente ricas; Berry asocia cada comunidad segn sus ingresos y estilo de vida con las formas de comercio que les sirven (1971: 61), en fin, se trata de una variable evidente en la conformacin de la estructura territorial del comercio, que convierte a la imprecisa variable mercado en el sentido de poblacin en un fino indicador de demanda efectiva.

    La capacidad de demanda derivada del ingreso se articula de una manera muy compleja con el efecto de la densidad que se describa en el apartado anterior. De hecho, los efectos que provocan las diferencias de densidad que se explicaron arriba suponen un ingreso constante, pero al incluir la variacin de ste se puede tener una diversidad de efectos.

    Una densidad alta puede llevar a obtener en una pequea extensin los umbrales de los bienes y servicios que la poblacin ah establecida tenga capacidad de demandar, pero cuando se sobrepasa cierto nivel de especializacin, el umbral tendra que ampliarse hasta conseguir la demanda efectiva sin importar la cantidad de poblacin presente, o bien, no existira la oferta. Esto es lo que sucede en zonas pobres, en donde existe una fuerte presencia de comercio bsico pero vaco de oferta de bienes o servicios de mediana o alta jerarqua.

    En cambio, en zonas de altos ingresos con densidades bajas los umbrales de los bienes de baja jerarqua pueden ser relativamente amplios con relacin a los umbrales de bienes de mayor jerarqua, y esto se debe a que la poblacin tendr una necesidad ms o menos fija de productos y servicios bsicos que pueden resultar en una red semejante en densidad a la que se encuentra en zonas pobres, y en el otro extremo, tendr la capacidad real de demanda de productos ms especializados con lo que sus umbrales sern, a pesar de la baja densidad de la poblacin, menores que los de zonas pobres con mayor densidad.

    Los aumentos en el ingreso tambin tendrn cambios diferenciales, en las reas de nivel bajo es ms probable que se traduzcan en un incremento en la demanda de los bienes y servicios bsicos que no se hubiesen satisfecho plenamente; en cambio, el aumento en una zona rica puede provocar la aparicin de nuevas tiendas ms especializadas, o bien, de nuevas mercancas en las existentes.

    El efecto del ingreso no se limita a las modificaciones de los umbrales sino que afecta otros aspectos del comportamiento comercial. De Juan Vigaray establece que los

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    desplazamientos que se estn dispuesto a realizar con fines comerciales aumentan en la medida que aumentan los ingresos de la poblacin (1998: 49). Tambin afecta a travs del acceso a otros satisfactores, por ejemplo, el automvil que se asocia a patrones de comportamiento comercial particulares que permiten mayores desplazamientos y mayores volmenes de compra y acceso a comercios diseados y ubicados para sectores de poblacin con automvil. El uso de refrigeradores y congeladores, que si bien, en la actualidad tiende a desaparecer como una de las variables que afectan los patrones de comercio, fue muy significativa y se asociaba a la capacidad de acumulacin de bienes perecederos cuya frecuencia de compra se ha ido ampliando significativamente con el uso de estas tecnologas, y por tanto, se ha aumentado tambin la distancia que se est dispuesto a recorrer. El uso de computadoras personales y de la internet, tambin asociados a ciertos sectores de ingresos, han modificado los patrones de comportamiento comercial.

    De esta manera, la oferta responde a los efectos de las diferencias en los ingresos, los centros que abastecen a poblacin de mayores ingresos se caracterizan por ofrecer una mayor variedad de artculos y servicios, tanto en el sentido vertical, es decir, mayor amplitud en la diversidad jerrquica, como en el sentido horizontal, es decir, mayor variedad marcas y productos del mismo giro, adems de que pueden estar proporcionalmente ms lejanos que los centros que abastecen poblacin de menores ingresos.

    Los efectos del ingreso son tan significativos en la conformacin de las lgicas comerciales que se puede afirmar que, junto con otros factores, contribuyen a la formacin de culturas del consumo que varan en montos, en estrategias de desplazamiento, en el conjunto de propsitos del viaje comercial y hasta en la valoracin de la propia actividad comercial.

    Lo anterior da lugar a una dualidad de la demanda que vuelve an ms compleja la estructura de los comercios y servicios en las ciudades. Esta dualidad se deriva, en principio, de las desigualdades en los ingresos, pero sus efectos van ms all del reconocimiento de mercados con capacidad de demanda y la conformacin de umbrales. De hecho, las diferencias socioeconmicas implican arreglos estructurales y lgicas de funcionamiento distintos. Esto significa que junto a las diferencias en la naturaleza y volumen de los bienes y servicios demandados se dan tambin, estrategias de compra distintas -frecuencia, disposicin a recorrer distancias, propsitos del viaje, etc.- y esquemas de ofertas tambin diferentes facilidades ofrecidas, ambiente, localizaciones, crdito, ofertas y precios- etc-.

    Otras dos dualidades se dan entre el comercio tradicional y el comercio moderno, y entre el comercio formal y el informal, sin embargo, a diferencia de la primera, la socioeconmica, que es una caracterstica de la demanda que se convierte en un factor de localizacin de la oferta, stas dos ltimas son condiciones de la oferta que se traducen como factores de decisin de la demanda por lo que su anlisis se ver a continuacin.

    Las dualidades de la oferta comercial

    Se debe aclarar que estas dualidades a las que se hace referencia son una forma simplificada de reconocer algunas dimensiones de diversidad. En otras palabras, se trata de

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    aspectos que dan lugar a una diversidad de situaciones que afectan a la actividad comercial, aqu se ha preferido considerar slo dos situaciones para cada dimensin, se ha optado por la divisin ms general. Ciertamente, podran considerarse ms grupos o situaciones socioeconmicas, tambin comercios que se ubican entre lo tradicional y lo moderno, o entre lo formal y lo informal. No obstante, hay dos razones para no haber planteado una mayor diferenciacin de tales dimensiones, en primer lugar, por la pureza conceptual, ya que resulta ms sencillo y consistente considerar dos grandes grupos de caractersticas bien definidas que varios grupos de caractersticas menos definidas; en segundo lugar, porque el uso de ms grupos lleva a multiplicar innecesariamente los tipos de la clasificacin que se construye, perdiendo con ellos la generalidad. Estas dos razones se justifican plenamente en un ejercicio como este, en donde se propone una primera aproximacin a la clasificacin de actividades comerciales de la Ciudad de Mxico, quiz a partir de lo que aqu resulte convenga una mayor diferenciacin.

    Despus de la dualidad socioeconmica explicada arriba, aparece la dualidad entre el comercio tradicional y el comercio moderno. Se trata de dos sistemas de distribucin comercial que parten de principios, medios y fines diferentes. En el primero la actividad comercial es una forma de vida que tiene como objetivo la subsistencia en el sistema social, en cambio, en el sistema moderno tiene como objetivo el desarrollo de una actividad econmica con fines lucrativos, para lo cual recurre a relaciones laborales formales, a servicios de financiamiento, puede o no formar parte de grandes corporaciones pero hay una fuerte tendencia a que stas se impongan, el mercado se penetra con apoyo en la publicidad y en mercadotecnia; en cambio, en el comercio tradicional las relaciones laborales tienden a ser familiares o no cuentan con una base jurdica, generalmente se trata de pequeos capitales sin apoyo de crdito y cuyos beneficios representan rendimientos mnimos y se consiguen con base en una sobre utilizacin de la mano de obra familiar, y finalmente, su acceso al mercado se sustenta en la relacin personal y el prestigio.

    Cada una de estas formas6, adems, lleva implcita una profunda connotacin cultural, que los hace an ms distintas y casi adversarias, a pesar de que en la realidad tienen ambas, complejas formas de articulacin con la sociedad. Esto quiere decir, que no se debe asociar el comercio moderno con los sectores de mayores ingresos y el tradicional con los de menores, aunque exista cierta relacin en este sentido. Como lo seala Bromley (1998: 1325) el comercio tradicional sirve a todos los grupos socioeconmicos; pero tambin, a diferencia de lo que plantea la misma autora de que las tiendas modernas sirven a un estrecho segmento del mercado de alto estatus (ibid.: 1313), los sectores pobres de la poblacin acceden tambin al comercio moderno, sobretodo al de autoservicio. De hecho, hay comercio mod