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hasta el tiempo en que se dictan. - sión. QUINTO.- En el quinto motivo se denuncia, con nueva reiteración de cauce procesal y batería de preceptos supuestamente vulnerados, la ilegitimidad de la fuente probatoria en lo que con- cierne a las grabaciones y a las transcripciones aportadas. En la medida que la tacha se funda en la ilegitimidad de la previa orden de interceptación, y que se acaba de decir al respecto en cuanto a su uso para las decisiones sobre prórroga de la inicial orden de intervención. OCTAVO.- Se denuncia aquí una supuesta quiebra en la observancia de las formas debidas, de la sentencia bajo la queja de inadmisión de la prueba pericial en su día propuesta sobre «la naturaleza, alcance y efectos del sistema de interceptación de comunicaciones conocido como SITEL». rango normativo regulador de las intervenciones telefónicas en nuestro ordenamiento. Dijimos recientemente en nuestra Sentencia de 6 de julio de 2009, que: Esta Sala Casacional tiene ya un sólido y coherente cuerpo doctrinal , sobre el protocolo a seguir cuando se solicita la intervención telefónica como medio excepcional de investi- LECriminal que ha sido censurada en varias SSTEDH entre otras, en la de 18 de Febrero de 2003 --Prado Bugallo vs. España--, aunque justo es reconocer que en el reciente auto de inadmi- sión, del mismo Tribunal, de 25 de Septiembre de 2006 , caso Abdulkadir Coban vs. España, el art. 579 LECriminal complementado con - sario en una Sociedad Democrática desde la exigencia del art. 8 del Convenio Europeo. Sentencia la citada que, por otra parte, decide en un supuesto en que precisamente se aportaron al Juzgado las grabaciones obtenidas por el sistema SITEL que no solo no cuestiona sino que considera preferible a los modos de intervención anteriores a su implantación. Como tuvo por buena, sin cuestionarla, la legalidad de tal procedimiento la Sentencia de esta Sala de 12 de Más directamente la aceptabilidad del sistema ha sido objeto de examen en nuestra Sentencia 23 de marzo de 2009 Lo que interesa para este pro- ceso penal no es lo que pueda ocurrir con la conservación de las conversaciones telefónicas grabadas, esto es, si estas conversaciones quedan bajo el control del Ministerio del Interior o de la autoridad judicial. Una vez que el contenido de esas conversaciones ha quedado incor- porado al proceso para que sea posible su utilización como medio de prueba, que es lo aquí ocurrido con esa conversación del 15.3.2006 ya tan repetida, lo que en realidad importa para las responsabilidades penales ahora examinadas a los efectos del derecho a un proceso con todas las garantías del art. 24.2 CE, es si estas garantías se respetaron en el momento de su

11dretprob

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drecho cap11

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  • hasta el tiempo en que se dictan.

    -sin.

    QUINTO.- En el quinto motivo se denuncia, con nueva reiteracin de cauce procesal y baterade preceptos supuestamente vulnerados, la ilegitimidad de la fuente probatoria en lo que con-cierne a las grabaciones y a las transcripciones aportadas.

    En la medida que la tacha se funda en la ilegitimidad de la previa orden de interceptacin, y

    que se acaba de decir al respecto en cuanto a su uso para las decisiones sobre prrroga de lainicial orden de intervencin.

    OCTAVO.- Se denuncia aqu una supuesta quiebra en la observancia de las formas debidas,

    de la sentencia bajo la queja de inadmisin de la prueba pericial en su da propuesta sobre lanaturaleza, alcance y efectos del sistema de interceptacin de comunicaciones conocido comoSITEL.

    rango normativo regulador de las intervenciones telefnicas en nuestro ordenamiento.

    Dijimos recientemente en nuestra Sentencia de 6 de julio de 2009,que: Esta Sala Casacional tiene ya un slido y coherente cuerpo doctrinal , sobre el protocoloa seguir cuando se solicita la intervencin telefnica como medio excepcional de investi-

    LECriminal que ha sido censurada en varias SSTEDH entre otras, en la de 18 de Febrero de 2003--Prado Bugallo vs. Espaa--, aunque justo es reconocer que en el reciente auto de inadmi-sin, del mismo Tribunal, de 25 de Septiembre de 2006 , caso Abdulkadir Coban vs. Espaa,

    el art. 579 LECriminal complementado con-

    sario en una Sociedad Democrtica desde la exigencia del art. 8 del Convenio Europeo.

    Sentencia la citada que, por otra parte, decide en un supuesto en que precisamente se aportaronal Juzgado las grabaciones obtenidas por el sistema SITEL que no solo no cuestiona sino queconsidera preferible a los modos de intervencin anteriores a su implantacin. Como tuvo porbuena, sin cuestionarla, la legalidad de tal procedimiento la Sentencia de esta Sala de 12 de

    Ms directamente la aceptabilidad del sistema ha sido objeto de examen en nuestra Sentencia23 de marzo de 2009 Lo que interesa para este pro-ceso penal no es lo que pueda ocurrir con la conservacin de las conversaciones telefnicasgrabadas, esto es, si estas conversaciones quedan bajo el control del Ministerio del Interior ode la autoridad judicial. Una vez que el contenido de esas conversaciones ha quedado incor-porado al proceso para que sea posible su utilizacin como medio de prueba, que es lo aquocurrido con esa conversacin del 15.3.2006 ya tan repetida, lo que en realidad importa paralas responsabilidades penales ahora examinadas a los efectos del derecho a un proceso contodas las garantas del art. 24.2 CE, es si estas garantas se respetaron en el momento de su

  • 111

    obtencin y en el de su incorporacin a las actuaciones, lo que ciertamente as ocurri comonos explica la sentencia recurrida en sus pginas 24 y 25.

    La cuestin planteada en este motivo 7 es un tema que interesa a la Administra-cin y al Poder Legislativo, a los efectos de determinar el sistema a seguir para conservar (ono conservar) y controlar las conversaciones telefnicas legalmente intervenidas y grabadas,que ahora quedan integradas en un solo archivo mediante el referido sistema SITEL, que havenido a sustituir a las anteriores audiciones personales e individualizadas que realizaban loscorrespondientes agentes policiales.

    Por eso fue la Sala de lo Contencioso-Administrativo de este Tribunal Supremo la que tuvoque pronunciarse sobre este problema en su sentencia de 5 de febrero de 2008 en respuestaa una demanda planteada por la Asociacin de Internautas, citada en el propio escrito derecurso.

    El programa SITEL es una implementacin cuya titu-laridad ostenta el Ministerio del Interior. Su desarrollo responde a la necesidad de articular

    jurdico de la intervencin de las comunicaciones.

    El sistema se articula en tres principios de actuacin:

    1. Centralizacin: El servidor y administrador del sistema se encuentra en la sede centralde la Direccin General de la Guardia Civil, distribuyendo la informacin aportada por lasoperadoras de comunicaciones a los distintos usuarios implicados.

    -dos en el principio anterior. Existen 2 mbitos de seguridad:

    *Nivel central: Existe un ordenador central del sistema para cada sede reseada, dotado

    se dirige la informacin a los puntos de acceso perifricos de forma estanca. La misin deeste mbito central es almacenar la informacin y distribuir la informacin.

    *Nivel perifrico: El sistema cuenta con ordenadores nicos para este empleo en los gru-pos perifricos de enlace en las Unidades encargadas de la investigacin y responsablesde la intervencin de la comunicacin, dotados de sistema de conexin con sede central

    -sonal, garantizando la conexin al contenido de informacin autorizado para ese usuario,siendo necesario que sea componente de la Unidad de investigacin encargada y respon-sable de la intervencin.

    3. Automatizacin: El sistema responde a la necesidad de modernizar el funcionamiento delas intervenciones de las comunicaciones, dotndole de mayor nivel de garanta y seguridad,reduciendo costes y espacio de almacenamiento, as como adaptarse al uso de nuevos dispo-sitivos de almacenamiento.

    c) Informacin aportada por el sistema.

    El sistema, en la actualidad, aporta la siguiente informacin relativa a la intervencin tele-fnica:

    1. Fecha, hora y duracin de las llamadas.IMEI y n de mvil afectado por la intervencin.

  • 112

    3. Distribucin de llamadas por da.4. Tipo de informacin contenida (SMS, carpeta audio, etc.)

    En referencia al contenido de la intervencin de la comunicacin, y mbito de informacin

    1. Repetidor activado y mapa de situacin del mismo.2. Nmero de telfono que efecta y emite la llamada o contenido de la informacin.3. Contenido de las carpetas de audio (llamadas) y de los mensajes de texto (SMS).

    d) Sistema de trabajo.

    Solicitada la intervencin de la comunicacin y autorizada esta por la Autoridad Judicial elempleo del Programa SITEL, la operadora afectada inicia el envo de informacin al ServidorCentral donde se almacena a disposicin de la Unidad encargada y solicitante de la investi-gacin de los hechos, responsable de la intervencin de la comunicacin.

    usuario y clave personal. Realizada la supervisin del contenido, se acta igual que en elmodo tradicional, confeccionando las diligencias de informe correspondientes para la Auto-ridad Judicial. La EVIDENCIA LEGAL del contenido de la intervencin es aportada por elServidor Central, responsable del volcado de todos los datos a formato DVD para entrega a laAutoridad Judicial pertinente, constituyndose como la nica versin original.

    De este modo el espacio de almacenamiento se reduce considerablemente, facilitando su en-

    sede central no queda vestigio de la informacin.

    admisin. Y ahora de la desestimacin de este motivo.

    III. FALLO

    Que debemos declarar y declaramos NO HABER LUGAR a los recursos de casacin inter-

    la sentencia dictada por la Seccin Segunda de la Audiencia Provincial de Orense, con fecha

    imposicin de las costas causadas en sus respectivos recursos.

    As por esta nuestra sentencia, que se publicar en la Coleccin Legislativa lo pronunciamos,

    PUBLICACION.- Leida y publicada ha sido la anterior sentencia por el Magistrado PonenteExcmo. Sr. D Luciano Varela Castro, estando celebrando audiencia pblica en el da de su

    Cuestiones1. Requisitos que se establecen para poder adoptar una intervencin telefnica

    SITEL? Se trata de un sistema constitucional? Cules son los tres

    sistema?

  • 113

    Material de consulta: STCde 29 de noviembre

    Ponente: D. Luis Dez-Picazo y Ponce de Len.

    Recurso de amparo constitucional: Actos u omisiones de rganos judiciales:

    -

    la conversacin por el interlocutor: admisin como prueba en proceso laboral:vulneracin inexistente: denegacin del amparo.Derechos fundamentales y libertades pblicas: contenido: doble dimensin: de-rechos subjetivos de los ciudadanos y elementos esenciales de un ordenamien-

    Proceso: prueba ilcita: no existe un derecho constitucional a la desestimacin

    expresin de una garanta objetiva e implcita en el sistema de los derechosfundamentales.Derecho fundamental al secreto de las comunicaciones: contenido: escuchastelefnicas: la sancin penal por el empleo de estos instrumentos se proyectaexclusivamente en la medida en que los mismos se usen para obtener unainformacin o para descubrir un dato que, sin ellos, no se habra alcanzado,

    aquel que accedi legtimamente a la comunicacin grabada o registrada.

    La Sala Segunda del Tribunal Constitucional, compuesta por don Jernimo Arozamena Sierra,don Francisco Rubio Llorente, don Luis Dez-Picazo y Ponce de Len, don Francisco Tomsy Valiente, don Antonio Truyol Serra y don Francisco Pera Verdaguer, Magistrados ha pronun-ciadoEN NOMBRE DEL REY

    la siguienteSENTENCIA

    -dente el despido del actor, as como contra la Sentencia dictada en recurso de casacin por la

    RJno haber lugar al recurso de casacin contra la anterior.

  • En dicho asunto han sido parte el recurrente, don Francisco P. N., representado por el Procu-

    Ha sido ponente el Magistrado don Luis Dez-Picazo y Ponce de Len, quien expresa el pa-recer de la Sala.

    I. ANTECEDENTES

    y Surez interpuso recurso de amparo constitucional ante este Tribunal en nombre de don

    de la Constitucin (RCL-

    cin la imputa el recurrente a una y a otra de las Sentencias impugnadas, conculcacin que se

    La fundamentacin jurdica que se hace en la demanda de amparo de esta queja constitucionalpuede resumirse del modo que sigue:

    a -nes, entiende el actor que la misma se produjo en la Sentencia de la Magistratura de Trabajoque consider procedente su despido por infraccin de las obligaciones de lealtad y buena fe

    RCL

    de Alicante, integrado en el Organismo Autnomo Medios de Comunicacin Social del Esta-do, peridico en el que el recurrente trabaja con la categora de Redactor. Tal violacin de suderecho fundamental se habra producido porque en el proceso laboral seguido a su instanciacontra el despido de que fuera objeto se consider como prueba de sus faltas laborales, de

    -portes y Comunicaciones. Dicha grabacin se obtuvo, segn consta en las actas del proceso

    -te, que fall a partir de un documento, antijurdicamente obtenido, y la Sala Sexta del TribunalSupremo, que, segn el recurrente, realiz una interpretacin errnea del mencionado pre-cepto constitucional. Esta ltima interpretacin, como se desprende de la propia Sentencia del

    -cia de instancia, en la que el Juzgador se limit a declarar probado que en una conversacin

    la misma. Por lo dems, consider la Sala Sexta del Tribunal Supremo que el derecho recono-

    de cualquier comunicacin no se interponga un tercero, sin contemplar para nada el uso quepuedan hacer los destinatarios de lo que les sea comunicado. Esta interpretacin es discutida

  • -quiera de los comunicantes, impidiendo, en consecuencia, la colocacin por uno de ellos, sinconocimiento del otro, de un instrumento de grabacin que recoja el contenido de la conver-sacin. Tal conducta se dice en la demanda constituira, adems, una de las intromisiones

    RCL

    cualquier lugar de aparatos de escucha. Por ltimo, la antijuridicidad de este proceder seagravara cuando lo as retenido se transcribiese con alteraciones se dice- y se presentasecomo documento ante un Tribunal de justicia.

    b) En lo relativo a la presunta conculcacin del derecho a un proceso con todas las garantas

    Tribunal Supremo e ignorando, adems la mxima de que el dolo no debe aprovechar a lapersona que lo comete, principio general del Derecho, segn se pretende en la demanda

    que fue parte.

    Por todo ello solicita que, otorgndose el amparo solicitado, se declare la nulidad del despidode que fue objeto por parte de la Empresa Medios de Comunicacin Social del Estado,

    integridad de sus derechos, con readmisin en la empresa de la que fue despedido.

    -

    del recurso reprodujo una serie de preceptos jurdicos, que, a su juicio, apoyan la interpreta-

    -

    RCLesta Ley en el Cdigo Penal no distinguen, en la sancin que imponen frente a las escuchasilegales, entre la grabacin de la conversacin por uno de los participantes en la misma o porun tercero, coincidiendo as la norma con los preceptos forneos antes transcritos y con la

    Las alegaciones del Abogado del Estado pueden resumirse del modo que sigue:

    a -tir de una nica prueba, consistente en la transcripcin de una cinta magnetofnica, y por nohaberse aplicado el principio general del Derecho, segn el cual el dolo no debe aprovechar a

    actor con el fallo dictado, lo que supone plantear una cuestin de mera legalidad ordinaria,ajena al mbito propio del recurso de amparo.

    bnorma fundamental debe dejarse de lado, ante todo, la tacha de inexactitud en la transcrip-cin, por ser problema relativo a la valoracin de la prueba por lo rganos de la jurisdiccin

    aunque sus distintos apartados tienen una indiscutible trabazn, cada uno de ellos posee su

  • propia funcin protectora, siendo la de su nm. 3 la de garantizar que nadie ajeno al emisor yal receptor de la comunicacin entre en conocimiento del contenido de la misma sin la auto-rizacin de los comunicantes. Se trata, pues, de un derecho que obliga a terceros, pero jams

    destinatario deviene imposible la infraccin del precepto constitucional que se considera. Eluso que de ella puede hacer el destinatario o un tercero podr, acaso, afectar a otro derecho

    la garanta del secreto de las comunicaciones es coextensa con el proceso mismo de comuni-cacin. Por todo ello es improcedente, en el presente caso, la invocacin del derecho al secretode las comunicaciones.

    c-

    paces de lesionar este derecho fundamental. En el presente caso no ha habido tal intervencin

    estos efectos intrascendente el que fuera el Ministerio de Transportes uno de los lugares desde

    del Ministro. Esta ltima cualidad no demostrada sera irrelevante para poder imputar unacto al Poder Pblico. Esta misma limitacin por la que se requiere la existencia de un actode autoridad para entender conculcado el derecho cabe extenderla al nm. 1 del mismo art.

    sobre el conjunto del ordenamiento sino, ms estrictamente, que slo cabr la especial protec-cin del amparo constitucional frente a las agresiones que puedan provenir de la accin de lospoderes pblicos.

    d) Aunque por las consideraciones anteriores sera ya descartable la existencia de una vio-

    aclaratorio y complementario, si ha podido haber por la grabacin o por la difusin de lamisma un atentado al derecho a la intimidad personal. Tal lesin es igualmente inexistente.

    personas, pero tal garanta no es aplicable en el caso presente porque la grabacin no lo fuede nada que pudiera estimarse inserto en dicho mbito, sino de una conversacin que verssobre la accin poltica o profesional del hoy recurrente en amparo. No resulta aplicable, espe-

    en este precepto opera slo frente a quienes no fueron los destinatarios de la manifestacinas captada, supuesto del todo distinto al presente, en el que es el propio interlocutor quienprocede a la grabacin misma.

    e) No existi tampoco violacin alguna de derecho fundamental en el acto de comunicacin dela conversacin a la Direccin del organismo donde trabajaba el hoy demandante, ni tampocoen su ulterior utilizacin procesal. Los hechos divulgados no tienen encaje en ninguna de las

    este ltimo cerca de la Direccin del peridico Informacin de Alicante para la obtencin

    forzosamente por el conocimiento del Director del peridico, o de quien tuviera en su mano

    -sona. En el tenor de la conversacin no slo estaba implcita la autorizacin para divulgarla,

    modo que no sirvieron sus medios de presin para conseguir el empleo exigido en el peridicosino, ms bien, para hacer procedente el despido.

  • funo de los interlocutores puede plantear dudas en abstracto, sobre su licitud civil, por poder

    en favor del derecho a la voz o a la palabra. Todo ello, sin embargo, no es relevante en elpresente caso, porque el actor se situ en el mbito de una causa torpe: alterar sus condiciones

    -sando a su interlocutor para coadyuvar a sus propsitos; la divulgacin de la comunicacinfue, por ello, un lcito medio de defensa en el interlocutor para excluirse de dicha causa torpe

    Por todo ello, la utilizacin por la Magistratura de Trabajo de la prueba controvertida fue per-fectamente regular y lcita, debiendo juzgar los Tribunales sobre las pruebas que son puestasa su disposicin.

    Las alegaciones del Ministerio Fiscal pueden resumirse como sigue:

    areconocerla existente. La conversacin telefnica tiene un contenido de intimidad slo frentea terceros; si los interlocutores no divulgan su contenido, ello no ser en obediencia a una

    slo estar obligado a tal reserva, en su caso, por motivos profesionales.

    Por otra parte, la comunicacin a un tercero fue requerida por el demandante de amparo, quiensolicit que lo dicho a su interlocutor llegase a conocimiento del Ministro, de quien se exiga sernombrado redactor jefe de la seccin poltica del peridico Informacin a cambio de no publi-

    La grabacin en s misma de la conversacin tampoco afecta a derecho alguno de los recono-

    -plear medios de escucha y otros que permitan el conocimiento de la vida ntima de las personas,o de sus manifestaciones o cartas privadas, a quienes no fueran sus destinatarios. El destinatariode la conversacin puede grabarla y con mayor motivo cuando haba de transmitir a un tercero, a

    RCL

    bcabe en el recurso de amparo reproducir argumentos contra los instrumentos probatorios con-siderados por el Juez que ya se plantearon en el recurso de casacin, porque la interpretacinde la legalidad ordinaria corresponde nicamente a la jurisdiccin ordinaria. El recurrente ha

    -les y, por lo dems, la cinta magnetofnica no ha sido, en cuanto tal, tenida en cuenta por elMagistrado. Que el recurrente reconozca o no la conversacin no conculca ningn requisitoprocesal que afecte a la prueba. Por otra parte, el demandante no impugn la autenticidad dela prueba ni la veracidad de la misma en el acto del juicio.

    del recurso el da 21 de noviembre siguiente.

    II. FUNDAMENTOS JURIDICOS

    1. Segn en el petitum de su demanda dice el actor que la Sentencia de la Magistraturade Trabajo de Alicante y la dictada por la Sala Sexta del Tribunal Supremo han incurrido en

    CE) y esta

  • alegada vulneracin se concreta en la fundamentacin jurdica del escrito de interposicin del

    (por la Magistratura de Trabajo) de un instrumento ilegtimamente adquirido y a causa, tam-

    de la Sala Sexta del Tribunal Supremo).

    Este razonamiento del actor no puede compartirse. El recurso de amparo frente a violacionesde derechos fundamentales por obra de decisiones jurisdiccionales halla un sentido institucio-nal, de modo exclusivo, en la depuracin de las actuaciones de estos rganos que de modoinmediato y directo LOTC RCL hayan incurrido en dichasvulneraciones, no siendo este proceso constitucional instrumento apto para revisar genri-camente lo resuelto por la jurisdiccin ordinaria.

    carcter directo e inmediato- a las resoluciones judiciales, sino, segn reconoce el recurrente,a los actos extraprocesales que estuvieron en el origen de la decisin de despido. Estas ltimasconductas podran, en su caso, haber incurrido en antijuridicidad y, si as hubiera sido, talcomportamiento contrario a derecho podra haber afectado a la plena validez de las actuacio-nes procesales, que, en el juicio de instancia, reconocieron fuerza probatoria al objeto que sesupone ilegtimamente adquirido, mas aun en tal caso, la lesin no podra referirse directa oinmediatamente a la actuacin judicial. Ello es tanto ms cierto cuanto que en ninguno de losprocesos judiciales que han precedido al presente recurso de amparo se ha planteado como ob-

    -titucin. En ellos no ha buscado directamente el actor una reaccin judicial frente a la violacin

    en la va procesal por la que se ha discurrido. Al no haberse demandado ante la jurisdiccin

    despido, no puede sostenerse que la valoracin de la prueba por el juzgador o que la interpre-tacin dada por el Tribunal Supremo al citado precepto de la norma fundamental constituyan

    En realidad, el razonamiento del actor parece descansar en la equivocada tesis de que existeuna consecutividad lgica y jurdica entre la posible lesin extraprocesal de su derecho funda-mental y la pretendida irregularidad procesal de admitir la prueba obtenida a partir de aquellalesin. Sin embargo, el acto procesal podr haber sido o no conforme a derecho, pero no cabe

    de la Constitucin. Ello es claro si se tiene en cuenta que pueden no coincidir la persona cuyoderecho se conculca extraprocesalmente para obtener la prueba y aquella otra frente a la cualla prueba pretende hacerse valer en el proceso. Si se acogiese la tesis del recurrente, habraque concluir que el contenido esencial de todos y cada uno de los derechos fundamentalesabarcara no ya slo la esfera de libertad o la pretensin vital en que los mismos se concretan,

    a las consecuencias de cualquier acto atentatorio de tales derechos. Esta regla podr recono-cerse como existente en los distintos supuestos, pero no por integrarse en el ncleo esencialdel Derecho, sino en virtud de fundamentaciones diversas y a la vista de los intereses tuteladosen cada caso por el ordenamiento.

    2. En el caso aqu planteado lo que en realidad reprocha el actor a las actuaciones judiciales eshaber decidido a partir de una prueba ilcitamente obtenida. Haya ocurrido as o no, lo cierto es queno existe un derecho fundamental autnomo a la no recepcin jurisdiccional de las pruebas deposible origen antijurdico. La imposibilidad de estimacin procesal puede existir en algunoscasos, pero no en virtud de un derecho fundamental que pueda considerarse originalmente afec-tado, sino como expresin de una garanta objetiva e implcita en el sistema de los derechos fun-damentales, cuya vigencia y posicin preferente en el ordenamiento puede requerir desestimartoda prueba obtenida con lesin de los mismos. Conviene por ello dejar en claro que la hipot-tica recepcin de una prueba antijurdicamente lograda no implica necesariamente lesin de

  • 119

    un derecho fundamental. Con ello no quiere decirse que la admisin de la prueba ilcitamen-te obtenida y la decisin en ella fundamentada hayan de resultar siempre indiferentes almbito de los derechos fundamentales garantizados por el recurso de amparo constitucional.Tal afectacin y la consiguiente posible lesin no pueden en abstracto descartarse, pero seproducirn slo por referencia a los derechos que cobran existencia en el mbito del proceso

    En suma, puede traerse a colacin la doctrina establecida por la Corte Suprema de los EstadosUnidos respecto de la evidence wrongfully obtained y de la exclusionary rule, en cuya

    declar que ... la regla por la que se excluye la prueba obtenida en violacin de la IV Enmienda

    efecto disuasorio (de la violacin misma) y no tanto como expresin de un derecho constitu-cional subjetivo de la parte agraviada ....

    Hay, pues, que ponderar en cada caso los intereses en tensin para dar acogida preferente en su

    por tanto, un derecho constitucional a la desestimacin de la prueba ilcita.

    Deriva de lo anterior una primera correccin del planteamiento procesal del actor en el pre-sente recurso de amparo. La pretendida lesin jurisdiccional de los derechos reconocidos en

    resoluciones impugnadas una conculcacin directa e inmediata del derecho del recurrente alsecreto de sus comunicaciones.

    3.puesto que en este punto posee una consistencia inicial el reproche dirigido a las actuaciones

    casacin y ante este Tribunal de ilegtima, por atentatoria a los derechos reconocidos en el

    habra que concluir que la decisin jurisdiccional basada en tal material probatorio pudo afec-

    de la Constitucin) y, en relacin con ello, al derecho a la igualdad de las partes en el proceso

    Este planteamiento obliga a varias indagaciones sucesivas. Es necesario, en primer lugar, de-terminar la procedencia o improcedencia del empleo, en nuestro Derecho, de instrumentosprobatorios con causa lcita. Hay que precisar, a continuacin, si, admitida tal improcedenciaen algn caso, su desconocimiento por el juzgador adquiere relevancia en el proceso de am-paro por afectar a derechos fundamentales de los ciudadanos. Y debe tenerse en cuenta, porltimo, si en el caso concreto aqu suscitado se produjo en la consecucin de la prueba la lesin

    No existe en nuestro ordenamiento una norma expresa que imponga la no consideracin comoprueba de aquellas propuestas por las partes y obtenidas antijurdicamente. Se ha destacadodoctrinalmente que siempre podr el Juez no admitir la prueba obtenida en tales condiciones,pero la inadmisin no vendra determinada, en ningn caso, por expresa determinacin legal,

    LECr,por impertinencia o inutilidad de la prueba, y ello con base en su contenido y no por las cir-cunstancias que hayan podido presidir la forma de su obtencin. A este respecto son divergen-tes las opiniones doctrinales y las soluciones acogidas en los distintos ordenamientos.

  • No existen tampoco lneas jurisprudenciales uniformes en el derecho comparado. Por lo gene--

    dad procesal sobre la posible causa ilcita de la prueba, con la muy notable excepcin del dere-cho norteamericano, en el que se rechaza la prueba ilegalmente obtenida, si bien slo cuandola actuacin irregular y contraria a un derecho constitucional se realiz por un agente pblico.

    parte de la jurisprudencia se inclina a considerar como nula toda prueba obtenida medianteregistro ilegtimo de conversaciones telefnicas (as, en este sentido, Sentencia del Tribunal

    de la procedencia de las pruebas ilegalmente obtenidas ha quedado parcialmente zanjado -por

    Cdigo de Procedimiento Penal en el sentido establecido en la citada decisin jurisdiccional.La Sentencia de la Corte declar que ... el principio enunciado en el apartado primero de la

    comprometido si, por parte del interesado, pudieran valer como indicios o pruebas intercepta-ciones telefnicas obtenidas ilegalmente, sin previa resolucin judicial motivada.

    En este caso, por lo dems, la Corte italiana no se limit a esta advertencia, sino que enunci

    contravencin de los derechos fundamentales del ciudadano no pueden servir de presupuestoni de fundamento para actos procesales a instancia de aquel a quien se deban tales actuacionesconstitucionalmente ilegtimas.

    de las interceptaciones realizadas al margen de los casos permitidos por la ley.

    la CE no resulta concluyente, por no existir pronunciamiento al respecto por parte del TribunalEuropeo de Derechos del Hombre. Existe, sin embargo, una resolucin en este mbito quedebe mencionarse, por ms que su sentido no resulte de necesaria consideracin en nuestro

    el caso Scheichelbauer, a partir de demanda formulada contra el Estado austraco. En esta de-

    prueba, que fue tachado en cuanto a su procedimiento de obtencin por el recurrente. Con in-

    en el presente caso, este rgano no entr a conocer, en su breve resolucin, acerca de que si la

    4. Aun careciendo de regla legal expresa que establezca la interdiccin procesal de la pruebailcitamente adquirida, hay que reconocer que deriva de la posicin preferente de los derechos

    la Constitucin) la imposibilidad de admitir en el proceso una prueba obtenida violentando underecho fundamental o una libertad fundamental. Para nosotros en este caso, no se trata de deci-dir en general la problemtica procesal de la prueba con causa ilcita, sino, ms limitadamente,de constatar la resistencia frente a la misma de los derechos fundamentales, que presentanla doble dimensin de derechos subjetivos de los ciudadanos y de elementos esenciales de un