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LIBROS Y NOMBRES DE CASTILLA-LA MANCHA CENTESIMO TRIGÉSIMOSEGUNDA ENTREGA 132 Año IV/ 20 de septiembre de 2013 José Corredor Matheos Sin ruido Ed. Tusquets; Barcelona, 2013; 136 pags.; 13 € El lema de este nuevo, maravilloso, libro de Pepe Corredor podría ser “hablar con el silencio”. El libro es pura aspiración al silencio, a purificar la mirada, a ver más allá, a comprender. La palabra redime sólo cuando es verdadera: Que cada palabra// cada verso// sea lo que esperabas// y no acababa nunca// de llegar Sólo se puede escribir sobre el silencio, desde el silencio: Ahora que la música // ha cesado// cuando todo ha cesado// ha llegado el momento // de escribir. Corredor retoma metáforas esenciales de sus libros anteriores, de toda su obra, que componen su ejes vitales: luz = vida; salto= vuelo. La alternativa a la desolación vuelve a ser el vuelo, el salto al vacío. Aunque los elementos del libro están por lo general en lo hondo, en lo inmaterial, algunas percepciones de lo real/ actual aparecen: la patria sólo como -falso- consuelo; y como alternativa a ella la no-patria como soledad radical y por tanto auténtica. O esta referencia a El horror de la guerra // y sus pétalos negros Frente a la realidad, la opción del poeta es reafirmar la necesidad de mirar más allá, limpiar la mirada, e intentar entender. Detente ahora y mira // esos pétalos blancos// sobre el verde del césped Junto al silencio, el otro gran eje es la luz; pero la luz implica fuego (que es también energía) y éste entraña el riesgo de abrasarse; al final, en la muerte. Ceniza// Pero ahora // qué plenitud// Todo, en vuelo// Y tú // sabiéndote ceniza// pero ardiendo

132 entrega

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Entrega Nº 132 de "Libros y Nombres de Castilla-La Mancha"

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LIBROS Y NOMBRES DE

CASTILLA-LA MANCHA

CENTESIMO TRIGÉSIMOSEGUNDA

ENTREGA

132 Año IV/ 20 de septiembre de 2013

José Corredor Matheos

Sin ruido

Ed. Tusquets; Barcelona, 2013; 136

pags.; 13 €

El lema de este nuevo, maravilloso,

libro de Pepe Corredor podría ser

“hablar con el silencio”.

El libro es pura aspiración al silencio, a

purificar la mirada, a ver más allá, a

comprender.

La palabra redime sólo cuando es

verdadera:

Que cada palabra// cada verso// sea lo

que esperabas// y no acababa nunca//

de llegar

Sólo se puede escribir sobre el silencio,

desde el silencio:

Ahora que la música // ha cesado//

cuando todo ha cesado// ha llegado el

momento // de escribir.

Corredor retoma metáforas esenciales

de sus libros anteriores, de toda su obra,

que componen su ejes vitales: luz =

vida; salto= vuelo.

La alternativa a la desolación vuelve a

ser el vuelo, el salto al vacío.

Aunque los elementos del libro están

por lo general en lo hondo, en lo

inmaterial, algunas percepciones de lo

real/ actual aparecen: la patria sólo

como -falso- consuelo; y como

alternativa a ella la no-patria como

soledad radical y por tanto auténtica.

O esta referencia a

El horror de la guerra // y sus pétalos

negros

Frente a la realidad, la opción del poeta

es reafirmar la necesidad de mirar más

allá, limpiar la mirada, e intentar

entender.

Detente ahora y mira // esos pétalos

blancos// sobre el verde del césped

Junto al silencio, el otro gran eje es la

luz; pero la luz implica fuego (que es

también energía) y éste entraña el riesgo

de abrasarse; al final, en la muerte.

Ceniza// Pero ahora // qué plenitud//

Todo, en vuelo// Y tú // sabiéndote

ceniza// pero ardiendo

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Quizá sea un eco de aquellas “cenizas

(que) tendrán sentido”.

La tarea del poeta es la desposesión, la

superación de toda necesidad, de toda

ambición. Los objetos son apenas nada

más que el lugar que ocupan.

Y en el trasfondo, yo creo que bastante

presente, la muerte; el final del fuego, la

terminación de un camino.

De ahí ese poema:

La manera que tienes // de irte

despidiendo // de las cosas ……

Pero mientras eso llega

Qué alegría vivir // sin importarte// lo

que eso signifique

En definitiva; esos son algunos

ejemplos y unas mínimas glosas cogidas

al azar del libro. Podríamos hilvanar

otros.

La poesía de Pepe Corredor es la lucha

por la esencialidad, por el despojo de

todo lo innecesario (que lo es casi

todo). Pero una lucha en la que el

lenguaje doblega a la razón; en la que

consigue hacer decir al poema

exactamente aquello que quiere

transmitirnos, sin más adornos, sin

oropeles, sin ruido.

Un libro esencial, emocionante y

necesario.

Alfonso González-Calero

La Generación del 98 en sus

anécdotas

José Esteban Ed. Renacimiento, 2013. 208 pp., 16 €.

Que Antonio Machado era muy

gracioso. Que Unamuno rehuía la

estatua viva en la que se había

convertido. Éste es el tipo de cosas que

se enuncian y contextualizan en este

anecdotario referido no sólo, como su

título indica, a la Generación del 98,

sino a las varias generaciones literarias

que convivieron en el Madrid del primer

tercio del siglo XX; excluyendo, quizá,

a los del 27 y sus adláteres -con alguna

excepción: Gómez de la Serna, cuyos

Retratos de España son también fuente

de muchas anécdotas de este libro, el

poeta Domenchina y el cuentista infantil

Antoniorrobles. Es también este libro

una cumplida antología de la rica veta

de literatura memorialística que ha

producido la literatura española desde

aquellos años, que coincidieron con una

notable revitalización de la biografía

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literaria y de la literatura autobiográfica

en general, y que, además incluye las

monumentales Memorias de Pío Baroja,

el imprescindible Gentes del 98 de su

hermano Ricardo, y toda una pléyade de

libros menores o menos conocidos

firmados por escritores más jóvenes,

tales Ramón J. Sender y Eduardo

Zamacois y otros. Se echa de menos la

exhaustiva Novela de un literato de

Cansinos Asséns, que equivale por sí

sola a tres o cuatro anecdotarios como

éste; y también, en otro sentido, las

numerosas y a veces aceradas alusiones

a hechos y dichos de contemporáneos

que cabe espigar en la obra de JRJ.

A los escritores que en ellas

comparecen podía uno encontrarlos

entonces en el restaurante Fornos, las

cervecerías de la plaza de Santa Ana o

los salones del Ateneo. Es por eso por

lo que este libro tiene algo también de

callejero del Madrid literario, y de

testimonio vivo de que ese Madrid fue,

antes que materia literaria, escenario de

andanzas, polémicas, rivalidades,

bromas y triunfos. Igualmente, de

memorables puestas en escena, como

las afectaciones de aristocratismo de un

Valle-Inclán pobre de solemnidad, o las

ensoñaciones parisinas del bohemio

Emilio Carrere, que nunca estuvo en

París.

Tampoco nosotros, los lectores de hoy,

estuvimos en ese Madrid; pero nos lo

han contado tan bien, y desde tan

variados puntos de vista, que nos

sentimos en él como en casa.

JOSÉ MANUEL BENÍTEZ ARIZA

en El cultural de El Mundo/ 13-9-2013

En la foto, Antonio Rodríguez a la izquierda

Antonio Rodríguez Jiménez, con

“Insomnio”, gana el primer

premio de poesía „Fractal"‟

El libro, con el poemario

galardonado, se publicará en

noviembre coincidiendo con el inicio

del tercer festival de la asociación cultural de Albacete.

El Festival Fractal de Poesía Joven, de

Albacete, en su tercer año, ha fallado el

primer certamen de poesía Asociación

Cultural Fractal. Un jurado formado por

los poetas Mercedes Díaz Villarías,

David Leo, Rubén Martín Díaz,

Constantino Molina y Alejandra

Vanessa eligió Insomnio como

poemario ganador. Una vez abierta la

plica, el autor es Antonio Rodríguez

Jiménez. Antonio Rodríguez Jiménez,

Albacete 1978, es profesor de Lengua y

Literatura Castellana en el IES

Bonifacio Sotos de Casa Ibáñez

(Albacete).

Su poesía ha sido incluida en antologías

como La generación fanzine. Poetas de

Albacete para el siglo XXI, de Arturo

Tendero (Ediciones de la Diputación de

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Albacete, 2011) y El llano en llamas, de

la Asociación Cultural Fractal Poesía,

2011.

La Tribuna de Albacete, 14 de

septiembre de 2013

Memoria gráfica de Valdearenas

Ayuntamiento de Valdearenas

(Guadalajara)/ Ediciones Bornova,

2010, 152 pp.

Como indica Tomás Gómez Esteban,

alcalde de Valdearenas a la sazón, este

libro representa la historia de

Valdearenas mediante un recorrido

gráfico a través de todas sus gentes y de

su patrimonio y a la vez sirve de gran

homenaje a todos los que ya no están

con nosotros.

Al igual que sucede con otros del

mismo tipo -basados en la imagen

antigua-, este libro comenzó teniendo

que vencer cierta frialdad inicial, es

decir, el natural retraimiento de las

propias gentes del pueblo a prestar las

fotografías que conservaban de sus

antepasados, de ellos mismos, de sus

hijos o de sus familiares y amigos, tan

íntimas, así como la dificultad que en

estos casos entraña una posterior labor

de selección, seria y respetuosa, que

diera a la imprenta aquellas fotos que

verdaderamente merecieran la pena por

tener el suficiente valor documental, es

decir, que pudieran dar idea de cómo se

vestía o de cómo era el pueblo en el

pasado; un pasado que, aunque no muy

lejano, ofrece grandes diferencias con el

mundo actual. Esos “grandes cambios

que se han producido en nuestro pueblo

desde principios del siglo XX hasta los

días de hoy sobreviviendo a una guerra

civil”, como igualmente señala el

alcalde de Valdearenas.

El libro consta de nueve apartados o

capítulos, que siempre dan comienzo

con un texto, más o menos extenso,

relacionado o no con el contenido

fotográfico que le sigue.

Son los siguientes:

1. El pueblo y sus calles, comienza con

una mención al libro Arquitectura

Románica en la provincia de

Guadalajara, de Francisco Layna

Serrano, que reúne una corta selección

de imágenes, por lo común vistas

generales.

2. Celebraciones familiares, comienza

con un texto de José Antonio Ranz

Yubero, tomado de su Diccionario de

toponimia de Guadalajara, que versa de

su propia denominación: Valdearenas y

se completa con diversas fotografías

sobre bodas y primeras comuniones.

3. La familia, cuyo texto introductorio

está tomado del libro Toponimia y

Arqueología: Yacimientos

arqueológicos de Guadalajara y su

denominación, de José Antonio Ranz

Yubero y quien esto escribe, acerca del

Cerro de la Respenda y Los Palacios de

la Tala, contiene quizá la colección más

íntima, puesto que en él aparecen

fotografías de los abuelos, de los

hermanos, del noviazgo, de la familia

completa, de los amigos, del padre y su

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hijo montados sobre un pollino,

sonrientes…

4. Grupos, viene a ser una continuación

del apartado anterior, y comienza con

una descripción geográfica e histórica

del pueblo tomada de Crónica y guía de

la provincia de Guadalajara, de su

Cronista Provincial, Antonio Herrera

Casado y contiene, como bien titula este

epígrafe, grupos de personas, amigos o

familiares, que a veces se juntaron por

requerirlo la ocasión, por ejemplo, en

una fiesta, una merienda, una

celebración familiar, o durante una

excursión escolar, en la fuente o ante la

fachada de la casa.

En algunas fotografías aparecen los

primeros automóviles que llegaron al

pueblo.

5. Adultos. En este caso, el más

extenso, el capítulo comienza con los

Aumentos a las Relaciones topográficas

de España. Relaciones de pueblos que

hoy pertenecen a la provincia de

Guadalajara con notas y aumentos por

Juan Catalina García (Memorial

Histórico Español, tomos XLI a XLV),

y sigue con una serie de fotografías,

posiblemente las más antiguas del libro,

puesto que datan de hacia los años

veinte y fueron realizadas en estudio (de

los que se conocen sus datos).

Hay fotos que seguramente podrían

haberse incluido en cualquiera de los

dos apartados anteriores, tal vez en el

titulado “Amigos” (p. 81).

La fotografía de “Pepa” (p. 80) tiene

interés para el coleccionista de alfarería

tradicional, puesto que la representa

cargando agua con dos botijos y un

cántaro (botijos que bien podrían ser de

Agost y cántaro de Cogolludo).

6. Niños, continua con las anteriormente

citadas Relaciones topográficas, aunque

en esta ocasión ocupando cuatro

páginas.

Son imágenes llenas de candor. Los

niños, vestidos de andaluces, ante un

escenario pintado, nos conducen a una

feria o a un estudio; otras fotos colocan

al niño ante una pareja de mulas (el

futuro y la economía doméstica), la

abuela Teófila y sus dos nietos, uno más

rubio que la mies madura. La familia

Manchado aparece ante unas casas. Son

niños felices, sonrientes, alegres, que

juegan y posan ante la cámara sin temor

alguno.

7. Trabajo, incluye dos textos; el

primero hace referencia al Diccionario

de Pascual Madoz y, el segundo,

titulado “Picaresca en la forma de

constituir la mesa electoral en el distrito

de Valdearenas (Elecciones de 1839)”,

está tomado de Rosario Baldominos

Utrilla: “Dos casos de fraude electoral

cometidos en la provincia de

Guadalajara: la elección de 1839 en

Loranca y Valdearenas”, publicado en

Wad-Al-Hayara, 14 (1987). Las

fotografías que se recogen en este

apartado corresponden, casi todas, a la

trilla.

8. Fiestas, incluye un breve texto, poco

conocido si no se es aficionado a los

libros de viaje, de Guillermo Manier,

que recorrió estas tierras alcarreñas a

comienzos del siglo XVIII y que está

tomado del libro Los ojos de los demás.

Viajes de extranjeros por el antiguo

obispado de Sigüenza y actual

provincia de Guadalajara, de Pedro

Olea (1998).

Las fotografías plasman momentos de la

celebración de la fiesta de San Roque,

especialmente de los encierros por el

campo, y también del Corpus, de la

Semana Santa y, algo muy curioso: de

la inauguración del altar mayor de la

iglesia parroquial, que puede verse

completo en la foto inferior de la página

136.

Finaliza el libro con el que, a nuestro

parecer, es el capítulo más interesante

en la actualidad, puesto que corresponde

al patrimonio de Valdearenas.

9. Patrimonio, que comienza con una

amplia descripción de inventario

artístico llevado a cabo por Juan

Catalina García López (Catálogo

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Monumental de la Provincia de

Guadalajara).

A lo largo de este apartado, que se

refiere al patrimonio artístico y

monumental -que no al humano que

consta en los apartados anteriores-

puede verse en detalle la iglesia, el altar

mayor al que nos hemos referido

anteriormente, y al desgraciado

despiece y desmantelamiento posterior

de la citada iglesia: su importantísimo

artesonado… y también algunas fotos

de la fuente, a veces rodeada de gentes

posando o de mujeres que llenan sus

cántaros, y la ermita.

Un libro para el recuerdo y la nostalgia

y un trocito más de la intrahistoria

cotidiana que va haciendo los pueblos y

los va cambiando.

José Ramón López de los Mozos

CUENCA EDIFICADA

Varios autores

Madrid, 1983. Colegio Oficial de

Arquitectos de Madrid, 285 págs.

Este libro viene a ser la plasmación de

una obra colectiva, tanto en el trabajo de

campo como en el análisis y comentario

de sus resultados. El origen hay que

buscarlo en una iniciativa singular

emprendida por el ministerio de Cultura

en los inicios de la democracia, aquel

tiempo ilusionante y en buena medida

disparatado, en el que todo parecía

posible, incluso acometer de manera

ambiciosa la elaboración de un catálogo

total de los bienes arquitectónicos

(individualizados y en conjunto)

distribuidos por la provincia de Cuenca.

Algo que no se había hecho nunca y que

cualquier persona con sentido común y

percepción globalizada podía echar en

falta, además de considerar su absoluta

necesidad. Desde ese impulso, la

administración estatal, entonces

verdaderamente preocupada por conocer

la situación real del país, antes de que

empezaran a prodigarse los

desbarajustes provocados por una

pésima aplicación del estado de las

autonomías, se puso en marcha la tarea

de catalogar los elementos

arquitectónicos que aún estuvieran en

pie, datarlos, comentarlos y

fotografiarlos. Sobre ese trabajo de

campo, realmente meritorio, un equipo

de arquitectos realizó un análisis en el

que se aúnan a la vez las adscripciones

históricas, los estudios técnicos y las

implicaciones sociales de las obras

pues, como se dice en varios de sus

apartados, la arquitectura no tiene

sentido si no está al servicio de un

sentido utilitario, si las obras sirven para

algo y son utilizadas en ello. Sobre

aquel ingente material que ofreció datos

e imágenes de más de 300 lugares de la

provincia, el equipo de arquitectos

comentaristas dividió su trabajo en

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varios apartados: “Casas, casonas,

labranzas y otras”, “Las construcciones

del trabajo”, “Edificios varios

religiosos”, “El lugar defendido”, “Los

edificios institucionales”, “Balnearios,

ventas y posadas”, “El mobiliario del

común” y “Las obras públicas”, además

de dedicar capítulos específicos a los

lugares de interés colectivo, como

conjuntos a valorar: Alarcón, Belmonte,

Beteta, Buendía, Cañete, Huete, Moya,

Priego, San Clemente, Tejadillos, Uclés

y Villanueva de la Jara y un apartado

muy singular, lógico, a la ciudad de

Cuenca. Desde esas páginas nos llega a

este tiempo nuestro una visión

panorámica de la provincia de Cuenca a

través de sus construcciones, pero

también una profunda meditación sobre

las circunstancias, en ocasiones

dramáticas, en que ese conjunto -

nuestro patrimonio, a fin de cuentas- ha

sido martirizado, sacrificado, destruido

a fin de cuentas y de qué modo todavía

sigue amenazado en buena parte, por la

falta quizá de una sensibilidad colectiva

y la ausencia de mecanismos de

intervención protectora suficientemente

sólidos para garantizar la pervivencia de

cuanto ahí aparece. Por ello parece

oportuno destacar un concepto

esgrimido en el capítulo de introducción

y con perfecta validez, quizá imperiosa

validez, podríamos decir, en el

momento actual: “Potenciar, hoy, una

reflexión sobre lo construido, es algo

más ambicioso que la reducción –aún

encomiable- a Paradores Nacionales de

los monumentos declarados e implica

una actitud bien distinta ante el hecho

del espacio edificado, ante el

contenedor abandonado y habitable o

ante su acondicionamiento social frente

al derribo o el transformismo”.

Reflexión, siempre necesaria, no

siempre practicada, que en el caso de

los bienes patrimoniales, la Cuenca

edificada y construida, nos surge ante la

vista y el pensamiento a cada ocasión en

que la mirada descansa sobre un lugar

en trance de ruina, un edificio

injustamente maltratado, preterido en su

vocación inicial, aquella para la que fue

definido por quienes impulsaron la obra.

Las páginas de este libro nos suscitan

no pocos momentos para la reflexión, el

análisis y la crítica.

José Luis Muñoz

Entrega nº 8 de la serie Cien libros para

conocer Cuenca". Bibliotecas municipales

de Cuenca

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PER SE

María Antonia García de León

Cuadernos del Laberinto; Madrid

En esta nueva entrega de nuestra poeta

se destaca, como una atleta que se

separase del pelotón que la sigue, o un

caballo se desata del tronco, una cierta

aspiración moral nueva y se diría que

juvenil, y que consiste en el retorno a la

CAMERA DEGLI SPOSI, “hasta llegar

a la intimidad de mi intimidad”, en

donde es “(…) La bondad, una suprema

inteligencia”. “Tarde te hallé./Fui

errabunda/de ciudad en ciudad,/de

puerta en puerta (…)”.

Y no debe entenderse esto como una

claudicación, (pues de haber sido así no

sería poesía, mientras que aquí lo es de

verdad), sino un regreso al origen, en

ese ir río arriba del poeta que en este

caso se aparta del “manrriquismo”, pues

hay una poesía de Fuente y otra de

Desembocadura, y aquí nos hallamos

ante una de la primera clase; y también

puede concebirse como una sátira de la

vacuidad de cierta ortodoxia que desde

una cierta interpretación de la progresía

se impuso dentro de nuestra sociedad,

ortodoxia que al final se parece

demasiado a todas las demás, incluso a

las de signo opuesto; por ejemplo una

asimilación del feminismo anquilosada

puede conducir a una situación análoga

a aquellas en que bajo otras influencias

diametralmente opuestas se impedía que

un hombre se quedase a solas con una

mujer.

En Per Se las verdades son como las

cuentas de un collar cerca del latido de

las venas, acariciadas con los dedos,

cerca del broche de muchos hallazgos

expresivos, porque es poesía, dentro de

la que se inserta también el hilo del

discurso que si a veces se rompe, no es

porque se agote o interrumpa, sino

como recurso para volver a anudarlo, y

darle más interés y consistencia, como

un Diderot, pues María Antonia García

de León es heredera de todos los

recursos literarios de una época en que

la fe en la genialidad no era otra cosa

que un estado del arte en el que no

existían todavía intermediarios entre el

artista y su público.

Nuestra autora también aborda la

antropología, (quizá poética igual que

también existe la filosófica); y en todo

caso efectúa “trabajos de campo” con

inspiración poética que se refieren a

temas centrales de nuestra sociedad y

del hombre y del arte contemporáneos,

sin abandonar la idea de progreso y la fe

en su capacidad de renovación para

alcanzar también la trascendencia, y no

únicamente inmanencia. Es una poesía

del patrón universal.

En la poesía de García de León bien

pueden convivir Diderot y Erich

Rohmer.

La descripción de viajes y paisajes con

mucho ritmo y aliento, a los que

incorpora muchas referencias culturales,

es su convicción de que la cultura es

una experiencia tan vital como la de la

vida cotidiana. Esta convicción salvaría

por sí misma muchas vidas.

Pero este libro tiene también su

desenlace, algo a lo que podría

denominarse su PAISAJE FINAL, y

que consiste en la muerte de la madre.

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Y es que lo que impide el paso a la

muerte, interponiéndose entre ella y sus

hijos, es una madre en su ancianidad, en

la “casa grande”. Desgarrada esa

cortina, ¿quién está? ¿Dios, detrás de la

muerte, o la muerte detrás de Dios?

Todavía se ve mucho fondo.

En todo caso, María Antonia, la desafía,

y se ríe en la cara de la muerte, aunque

no de ella, como sólo saben hacerlo los

que están dispuestos a dar su vida, no

solamente por una causa justa sino

también bella, - en esto se equivocó la

Revolución Francesa, en no distinguir a

veces lo bello como saben hacerlo los

poetas, pues no todo lo que decapitó era

execrable sino que no estaba exento de

cierto encanto como los oratorios

barrocos-. M A García de León vuelve a

poner la cabeza a muchas cosas. Aquí

está la originalidad de su obra.

María Antonia Ortega

Una historia comestible.

Homínidos, cocina, cultura y

ecología

L. Jacinto García

Ediciones Trea, Gijón; 2013

Esto no es una historia de la comida,

tampoco un tratado de alimentación,

sino una larga y plural respuesta a tres

cuestiones trascendentales: ¿Por qué

comemos lo que comemos? ¿Qué

consecuencias tiene lo que comemos?

¿Cómo debería ser nuestra comida?

Pero como la comida no solo alimenta

sino que además cuenta historias, este

libro también puede leerse como un

conjunto de episodios y relatos reales

que hablan de nuestros orígenes como

especie, de las adaptaciones que ha

sufrido nuestro diseño biológico para

sobrevivir a entornos cambiantes, de la

cadena alimentaria, del desarrollo de la

inteligencia a través de la comida, de

grandes cacerías, del dominio del fuego,

de la invención de la agricultura y la

ganadería, de por qué los agricultores

conquistaron el mundo y no los

cazadores-recolectores, de emigraciones

en busca de alimento, de salud, de

cocina, de tabúes y preferencias

culinarias, de modelos productivos, de

transformación del paisaje, de ética, de

ecología, de calentamiento global, de

hambre y despilfarro? En definitiva, del

permanente empeño por procurarnos

seguridad alimentaria y de sus

consecuencias.

Desde esa perspectiva múltiple está

planteado el libro. En sus páginas la

alimentación ocupa el centro en torno al

cual se reconstruye una parte esencial

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de la historia de la civilización. Y es

que, como ningún otro, el principal

motor de la historia ha sido la comida.

Gracias al anhelo por ahuyentar el

hambre, proveerse de alimentos y

acrecentar el placer gastronómico, la

especie humana ganó en desarrollo

intelectual, tecnológico, cultural,

demográfico, social y político.

Pero todas estas conquistas no han

salido gratis. El afán por dominar y

explotar la naturaleza también ha traído

graves consecuencias que empezaron ya

en la Edad de Piedra con la extinción de

los grandes animales, continuaron en el

Neolítico con la degradación de los

campos de cultivo de las primeras

civilizaciones y han seguido

acrecentándose hasta llegar a la

preocupante situación actual. La

ganadería y agricultura intensivas, la

contaminación química, la pérdida de la

biodiversidad, la sobreexplotación de

los mares, la transformación industrial

de los alimentos están poniendo en

peligro nuestra salud y la del planeta.

¿Cómo conseguir una dieta sana y

ambientalmente sostenible para una

población mundial que se encamina a

los 9.000 millones de habitantes? ¿Qué

podemos hacer a nivel individual? Aquí

se apuntan las principales pistas y

opciones que tenemos.

L. Jacinto García Gómez (Madrid,

1956), licenciado en medicina y cirugía

por la Universidad Complutense de

Madrid y experto en cultura alimentaria,

realizó cursos de doctorado en nutrición

y actualmente trabaja como coordinador

de la inspección médica de la

Consejería de Educación, Cultura y

Deportes de la Junta de Castilla-La

Mancha.

Fue el responsable médico-deportivo de

numerosos atletas de élite e impartió

clases en la Universidad de Castilla-La

Mancha y en la Escuela Superior de

Gastronomía y Hostelería de Toledo. Es

autor de las obras El cuerpo y la salud

(Madrid: Penthalon, 1985), Comer

como Dios manda (Barcelona: Destino,

1999, libro finalista del Premio Sent

Soví 1998 y elegido Mejor Libro de

Historia Culinaria de España 1999,

galardón otorgado por el Salón

Internacional del Libro de Cocina de

París y la International Cookbook

Revue), Carlos V a la mesa. Cocina y

alimentación en la España renacentista

(Toledo: Bremen, 2000), Un convento

de aromas (Junta de Castilla-La

Mancha, 2002, finalista del Premio Sent

Soví 2001) y Un banquete por Sefarad.

Cocina y costumbres de los judíos

españoles (Gijón: Trea, 2007), con

recetario de Rosa Tovar.

Fue colaborador de la revista dominical

del diario El Sol como responsable y

autor de la sección de salud y

alimentación, y crítico literario en el

suplemento Babelia de El País.

MÁS INFORMACIÓN:

http://www.trea.es/ficha.php?idLibro

=00001288