LIBROS Y NOMBRES DE
CASTILLA-LA MANCHA
CENTESIMO TRIGÉSIMOSEGUNDA
ENTREGA
132 Año IV/ 20 de septiembre de 2013
José Corredor Matheos
Sin ruido
Ed. Tusquets; Barcelona, 2013; 136
pags.; 13 €
El lema de este nuevo, maravilloso,
libro de Pepe Corredor podría ser
“hablar con el silencio”.
El libro es pura aspiración al silencio, a
purificar la mirada, a ver más allá, a
comprender.
La palabra redime sólo cuando es
verdadera:
Que cada palabra// cada verso// sea lo
que esperabas// y no acababa nunca//
de llegar
Sólo se puede escribir sobre el silencio,
desde el silencio:
Ahora que la música // ha cesado//
cuando todo ha cesado// ha llegado el
momento // de escribir.
Corredor retoma metáforas esenciales
de sus libros anteriores, de toda su obra,
que componen su ejes vitales: luz =
vida; salto= vuelo.
La alternativa a la desolación vuelve a
ser el vuelo, el salto al vacío.
Aunque los elementos del libro están
por lo general en lo hondo, en lo
inmaterial, algunas percepciones de lo
real/ actual aparecen: la patria sólo
como -falso- consuelo; y como
alternativa a ella la no-patria como
soledad radical y por tanto auténtica.
O esta referencia a
El horror de la guerra // y sus pétalos
negros
Frente a la realidad, la opción del poeta
es reafirmar la necesidad de mirar más
allá, limpiar la mirada, e intentar
entender.
Detente ahora y mira // esos pétalos
blancos// sobre el verde del césped
Junto al silencio, el otro gran eje es la
luz; pero la luz implica fuego (que es
también energía) y éste entraña el riesgo
de abrasarse; al final, en la muerte.
Ceniza// Pero ahora // qué plenitud//
Todo, en vuelo// Y tú // sabiéndote
ceniza// pero ardiendo
Quizá sea un eco de aquellas “cenizas
(que) tendrán sentido”.
La tarea del poeta es la desposesión, la
superación de toda necesidad, de toda
ambición. Los objetos son apenas nada
más que el lugar que ocupan.
Y en el trasfondo, yo creo que bastante
presente, la muerte; el final del fuego, la
terminación de un camino.
De ahí ese poema:
La manera que tienes // de irte
despidiendo // de las cosas ……
Pero mientras eso llega
Qué alegría vivir // sin importarte// lo
que eso signifique
En definitiva; esos son algunos
ejemplos y unas mínimas glosas cogidas
al azar del libro. Podríamos hilvanar
otros.
La poesía de Pepe Corredor es la lucha
por la esencialidad, por el despojo de
todo lo innecesario (que lo es casi
todo). Pero una lucha en la que el
lenguaje doblega a la razón; en la que
consigue hacer decir al poema
exactamente aquello que quiere
transmitirnos, sin más adornos, sin
oropeles, sin ruido.
Un libro esencial, emocionante y
necesario.
Alfonso González-Calero
La Generación del 98 en sus
anécdotas
José Esteban Ed. Renacimiento, 2013. 208 pp., 16 €.
Que Antonio Machado era muy
gracioso. Que Unamuno rehuía la
estatua viva en la que se había
convertido. Éste es el tipo de cosas que
se enuncian y contextualizan en este
anecdotario referido no sólo, como su
título indica, a la Generación del 98,
sino a las varias generaciones literarias
que convivieron en el Madrid del primer
tercio del siglo XX; excluyendo, quizá,
a los del 27 y sus adláteres -con alguna
excepción: Gómez de la Serna, cuyos
Retratos de España son también fuente
de muchas anécdotas de este libro, el
poeta Domenchina y el cuentista infantil
Antoniorrobles. Es también este libro
una cumplida antología de la rica veta
de literatura memorialística que ha
producido la literatura española desde
aquellos años, que coincidieron con una
notable revitalización de la biografía
literaria y de la literatura autobiográfica
en general, y que, además incluye las
monumentales Memorias de Pío Baroja,
el imprescindible Gentes del 98 de su
hermano Ricardo, y toda una pléyade de
libros menores o menos conocidos
firmados por escritores más jóvenes,
tales Ramón J. Sender y Eduardo
Zamacois y otros. Se echa de menos la
exhaustiva Novela de un literato de
Cansinos Asséns, que equivale por sí
sola a tres o cuatro anecdotarios como
éste; y también, en otro sentido, las
numerosas y a veces aceradas alusiones
a hechos y dichos de contemporáneos
que cabe espigar en la obra de JRJ.
A los escritores que en ellas
comparecen podía uno encontrarlos
entonces en el restaurante Fornos, las
cervecerías de la plaza de Santa Ana o
los salones del Ateneo. Es por eso por
lo que este libro tiene algo también de
callejero del Madrid literario, y de
testimonio vivo de que ese Madrid fue,
antes que materia literaria, escenario de
andanzas, polémicas, rivalidades,
bromas y triunfos. Igualmente, de
memorables puestas en escena, como
las afectaciones de aristocratismo de un
Valle-Inclán pobre de solemnidad, o las
ensoñaciones parisinas del bohemio
Emilio Carrere, que nunca estuvo en
París.
Tampoco nosotros, los lectores de hoy,
estuvimos en ese Madrid; pero nos lo
han contado tan bien, y desde tan
variados puntos de vista, que nos
sentimos en él como en casa.
JOSÉ MANUEL BENÍTEZ ARIZA
en El cultural de El Mundo/ 13-9-2013
En la foto, Antonio Rodríguez a la izquierda
Antonio Rodríguez Jiménez, con
“Insomnio”, gana el primer
premio de poesía „Fractal"‟
El libro, con el poemario
galardonado, se publicará en
noviembre coincidiendo con el inicio
del tercer festival de la asociación cultural de Albacete.
El Festival Fractal de Poesía Joven, de
Albacete, en su tercer año, ha fallado el
primer certamen de poesía Asociación
Cultural Fractal. Un jurado formado por
los poetas Mercedes Díaz Villarías,
David Leo, Rubén Martín Díaz,
Constantino Molina y Alejandra
Vanessa eligió Insomnio como
poemario ganador. Una vez abierta la
plica, el autor es Antonio Rodríguez
Jiménez. Antonio Rodríguez Jiménez,
Albacete 1978, es profesor de Lengua y
Literatura Castellana en el IES
Bonifacio Sotos de Casa Ibáñez
(Albacete).
Su poesía ha sido incluida en antologías
como La generación fanzine. Poetas de
Albacete para el siglo XXI, de Arturo
Tendero (Ediciones de la Diputación de
Albacete, 2011) y El llano en llamas, de
la Asociación Cultural Fractal Poesía,
2011.
La Tribuna de Albacete, 14 de
septiembre de 2013
Memoria gráfica de Valdearenas
Ayuntamiento de Valdearenas
(Guadalajara)/ Ediciones Bornova,
2010, 152 pp.
Como indica Tomás Gómez Esteban,
alcalde de Valdearenas a la sazón, este
libro representa la historia de
Valdearenas mediante un recorrido
gráfico a través de todas sus gentes y de
su patrimonio y a la vez sirve de gran
homenaje a todos los que ya no están
con nosotros.
Al igual que sucede con otros del
mismo tipo -basados en la imagen
antigua-, este libro comenzó teniendo
que vencer cierta frialdad inicial, es
decir, el natural retraimiento de las
propias gentes del pueblo a prestar las
fotografías que conservaban de sus
antepasados, de ellos mismos, de sus
hijos o de sus familiares y amigos, tan
íntimas, así como la dificultad que en
estos casos entraña una posterior labor
de selección, seria y respetuosa, que
diera a la imprenta aquellas fotos que
verdaderamente merecieran la pena por
tener el suficiente valor documental, es
decir, que pudieran dar idea de cómo se
vestía o de cómo era el pueblo en el
pasado; un pasado que, aunque no muy
lejano, ofrece grandes diferencias con el
mundo actual. Esos “grandes cambios
que se han producido en nuestro pueblo
desde principios del siglo XX hasta los
días de hoy sobreviviendo a una guerra
civil”, como igualmente señala el
alcalde de Valdearenas.
El libro consta de nueve apartados o
capítulos, que siempre dan comienzo
con un texto, más o menos extenso,
relacionado o no con el contenido
fotográfico que le sigue.
Son los siguientes:
1. El pueblo y sus calles, comienza con
una mención al libro Arquitectura
Románica en la provincia de
Guadalajara, de Francisco Layna
Serrano, que reúne una corta selección
de imágenes, por lo común vistas
generales.
2. Celebraciones familiares, comienza
con un texto de José Antonio Ranz
Yubero, tomado de su Diccionario de
toponimia de Guadalajara, que versa de
su propia denominación: Valdearenas y
se completa con diversas fotografías
sobre bodas y primeras comuniones.
3. La familia, cuyo texto introductorio
está tomado del libro Toponimia y
Arqueología: Yacimientos
arqueológicos de Guadalajara y su
denominación, de José Antonio Ranz
Yubero y quien esto escribe, acerca del
Cerro de la Respenda y Los Palacios de
la Tala, contiene quizá la colección más
íntima, puesto que en él aparecen
fotografías de los abuelos, de los
hermanos, del noviazgo, de la familia
completa, de los amigos, del padre y su
hijo montados sobre un pollino,
sonrientes…
4. Grupos, viene a ser una continuación
del apartado anterior, y comienza con
una descripción geográfica e histórica
del pueblo tomada de Crónica y guía de
la provincia de Guadalajara, de su
Cronista Provincial, Antonio Herrera
Casado y contiene, como bien titula este
epígrafe, grupos de personas, amigos o
familiares, que a veces se juntaron por
requerirlo la ocasión, por ejemplo, en
una fiesta, una merienda, una
celebración familiar, o durante una
excursión escolar, en la fuente o ante la
fachada de la casa.
En algunas fotografías aparecen los
primeros automóviles que llegaron al
pueblo.
5. Adultos. En este caso, el más
extenso, el capítulo comienza con los
Aumentos a las Relaciones topográficas
de España. Relaciones de pueblos que
hoy pertenecen a la provincia de
Guadalajara con notas y aumentos por
Juan Catalina García (Memorial
Histórico Español, tomos XLI a XLV),
y sigue con una serie de fotografías,
posiblemente las más antiguas del libro,
puesto que datan de hacia los años
veinte y fueron realizadas en estudio (de
los que se conocen sus datos).
Hay fotos que seguramente podrían
haberse incluido en cualquiera de los
dos apartados anteriores, tal vez en el
titulado “Amigos” (p. 81).
La fotografía de “Pepa” (p. 80) tiene
interés para el coleccionista de alfarería
tradicional, puesto que la representa
cargando agua con dos botijos y un
cántaro (botijos que bien podrían ser de
Agost y cántaro de Cogolludo).
6. Niños, continua con las anteriormente
citadas Relaciones topográficas, aunque
en esta ocasión ocupando cuatro
páginas.
Son imágenes llenas de candor. Los
niños, vestidos de andaluces, ante un
escenario pintado, nos conducen a una
feria o a un estudio; otras fotos colocan
al niño ante una pareja de mulas (el
futuro y la economía doméstica), la
abuela Teófila y sus dos nietos, uno más
rubio que la mies madura. La familia
Manchado aparece ante unas casas. Son
niños felices, sonrientes, alegres, que
juegan y posan ante la cámara sin temor
alguno.
7. Trabajo, incluye dos textos; el
primero hace referencia al Diccionario
de Pascual Madoz y, el segundo,
titulado “Picaresca en la forma de
constituir la mesa electoral en el distrito
de Valdearenas (Elecciones de 1839)”,
está tomado de Rosario Baldominos
Utrilla: “Dos casos de fraude electoral
cometidos en la provincia de
Guadalajara: la elección de 1839 en
Loranca y Valdearenas”, publicado en
Wad-Al-Hayara, 14 (1987). Las
fotografías que se recogen en este
apartado corresponden, casi todas, a la
trilla.
8. Fiestas, incluye un breve texto, poco
conocido si no se es aficionado a los
libros de viaje, de Guillermo Manier,
que recorrió estas tierras alcarreñas a
comienzos del siglo XVIII y que está
tomado del libro Los ojos de los demás.
Viajes de extranjeros por el antiguo
obispado de Sigüenza y actual
provincia de Guadalajara, de Pedro
Olea (1998).
Las fotografías plasman momentos de la
celebración de la fiesta de San Roque,
especialmente de los encierros por el
campo, y también del Corpus, de la
Semana Santa y, algo muy curioso: de
la inauguración del altar mayor de la
iglesia parroquial, que puede verse
completo en la foto inferior de la página
136.
Finaliza el libro con el que, a nuestro
parecer, es el capítulo más interesante
en la actualidad, puesto que corresponde
al patrimonio de Valdearenas.
9. Patrimonio, que comienza con una
amplia descripción de inventario
artístico llevado a cabo por Juan
Catalina García López (Catálogo
Monumental de la Provincia de
Guadalajara).
A lo largo de este apartado, que se
refiere al patrimonio artístico y
monumental -que no al humano que
consta en los apartados anteriores-
puede verse en detalle la iglesia, el altar
mayor al que nos hemos referido
anteriormente, y al desgraciado
despiece y desmantelamiento posterior
de la citada iglesia: su importantísimo
artesonado… y también algunas fotos
de la fuente, a veces rodeada de gentes
posando o de mujeres que llenan sus
cántaros, y la ermita.
Un libro para el recuerdo y la nostalgia
y un trocito más de la intrahistoria
cotidiana que va haciendo los pueblos y
los va cambiando.
José Ramón López de los Mozos
CUENCA EDIFICADA
Varios autores
Madrid, 1983. Colegio Oficial de
Arquitectos de Madrid, 285 págs.
Este libro viene a ser la plasmación de
una obra colectiva, tanto en el trabajo de
campo como en el análisis y comentario
de sus resultados. El origen hay que
buscarlo en una iniciativa singular
emprendida por el ministerio de Cultura
en los inicios de la democracia, aquel
tiempo ilusionante y en buena medida
disparatado, en el que todo parecía
posible, incluso acometer de manera
ambiciosa la elaboración de un catálogo
total de los bienes arquitectónicos
(individualizados y en conjunto)
distribuidos por la provincia de Cuenca.
Algo que no se había hecho nunca y que
cualquier persona con sentido común y
percepción globalizada podía echar en
falta, además de considerar su absoluta
necesidad. Desde ese impulso, la
administración estatal, entonces
verdaderamente preocupada por conocer
la situación real del país, antes de que
empezaran a prodigarse los
desbarajustes provocados por una
pésima aplicación del estado de las
autonomías, se puso en marcha la tarea
de catalogar los elementos
arquitectónicos que aún estuvieran en
pie, datarlos, comentarlos y
fotografiarlos. Sobre ese trabajo de
campo, realmente meritorio, un equipo
de arquitectos realizó un análisis en el
que se aúnan a la vez las adscripciones
históricas, los estudios técnicos y las
implicaciones sociales de las obras
pues, como se dice en varios de sus
apartados, la arquitectura no tiene
sentido si no está al servicio de un
sentido utilitario, si las obras sirven para
algo y son utilizadas en ello. Sobre
aquel ingente material que ofreció datos
e imágenes de más de 300 lugares de la
provincia, el equipo de arquitectos
comentaristas dividió su trabajo en
varios apartados: “Casas, casonas,
labranzas y otras”, “Las construcciones
del trabajo”, “Edificios varios
religiosos”, “El lugar defendido”, “Los
edificios institucionales”, “Balnearios,
ventas y posadas”, “El mobiliario del
común” y “Las obras públicas”, además
de dedicar capítulos específicos a los
lugares de interés colectivo, como
conjuntos a valorar: Alarcón, Belmonte,
Beteta, Buendía, Cañete, Huete, Moya,
Priego, San Clemente, Tejadillos, Uclés
y Villanueva de la Jara y un apartado
muy singular, lógico, a la ciudad de
Cuenca. Desde esas páginas nos llega a
este tiempo nuestro una visión
panorámica de la provincia de Cuenca a
través de sus construcciones, pero
también una profunda meditación sobre
las circunstancias, en ocasiones
dramáticas, en que ese conjunto -
nuestro patrimonio, a fin de cuentas- ha
sido martirizado, sacrificado, destruido
a fin de cuentas y de qué modo todavía
sigue amenazado en buena parte, por la
falta quizá de una sensibilidad colectiva
y la ausencia de mecanismos de
intervención protectora suficientemente
sólidos para garantizar la pervivencia de
cuanto ahí aparece. Por ello parece
oportuno destacar un concepto
esgrimido en el capítulo de introducción
y con perfecta validez, quizá imperiosa
validez, podríamos decir, en el
momento actual: “Potenciar, hoy, una
reflexión sobre lo construido, es algo
más ambicioso que la reducción –aún
encomiable- a Paradores Nacionales de
los monumentos declarados e implica
una actitud bien distinta ante el hecho
del espacio edificado, ante el
contenedor abandonado y habitable o
ante su acondicionamiento social frente
al derribo o el transformismo”.
Reflexión, siempre necesaria, no
siempre practicada, que en el caso de
los bienes patrimoniales, la Cuenca
edificada y construida, nos surge ante la
vista y el pensamiento a cada ocasión en
que la mirada descansa sobre un lugar
en trance de ruina, un edificio
injustamente maltratado, preterido en su
vocación inicial, aquella para la que fue
definido por quienes impulsaron la obra.
Las páginas de este libro nos suscitan
no pocos momentos para la reflexión, el
análisis y la crítica.
José Luis Muñoz
Entrega nº 8 de la serie Cien libros para
conocer Cuenca". Bibliotecas municipales
de Cuenca
PER SE
María Antonia García de León
Cuadernos del Laberinto; Madrid
En esta nueva entrega de nuestra poeta
se destaca, como una atleta que se
separase del pelotón que la sigue, o un
caballo se desata del tronco, una cierta
aspiración moral nueva y se diría que
juvenil, y que consiste en el retorno a la
CAMERA DEGLI SPOSI, “hasta llegar
a la intimidad de mi intimidad”, en
donde es “(…) La bondad, una suprema
inteligencia”. “Tarde te hallé./Fui
errabunda/de ciudad en ciudad,/de
puerta en puerta (…)”.
Y no debe entenderse esto como una
claudicación, (pues de haber sido así no
sería poesía, mientras que aquí lo es de
verdad), sino un regreso al origen, en
ese ir río arriba del poeta que en este
caso se aparta del “manrriquismo”, pues
hay una poesía de Fuente y otra de
Desembocadura, y aquí nos hallamos
ante una de la primera clase; y también
puede concebirse como una sátira de la
vacuidad de cierta ortodoxia que desde
una cierta interpretación de la progresía
se impuso dentro de nuestra sociedad,
ortodoxia que al final se parece
demasiado a todas las demás, incluso a
las de signo opuesto; por ejemplo una
asimilación del feminismo anquilosada
puede conducir a una situación análoga
a aquellas en que bajo otras influencias
diametralmente opuestas se impedía que
un hombre se quedase a solas con una
mujer.
En Per Se las verdades son como las
cuentas de un collar cerca del latido de
las venas, acariciadas con los dedos,
cerca del broche de muchos hallazgos
expresivos, porque es poesía, dentro de
la que se inserta también el hilo del
discurso que si a veces se rompe, no es
porque se agote o interrumpa, sino
como recurso para volver a anudarlo, y
darle más interés y consistencia, como
un Diderot, pues María Antonia García
de León es heredera de todos los
recursos literarios de una época en que
la fe en la genialidad no era otra cosa
que un estado del arte en el que no
existían todavía intermediarios entre el
artista y su público.
Nuestra autora también aborda la
antropología, (quizá poética igual que
también existe la filosófica); y en todo
caso efectúa “trabajos de campo” con
inspiración poética que se refieren a
temas centrales de nuestra sociedad y
del hombre y del arte contemporáneos,
sin abandonar la idea de progreso y la fe
en su capacidad de renovación para
alcanzar también la trascendencia, y no
únicamente inmanencia. Es una poesía
del patrón universal.
En la poesía de García de León bien
pueden convivir Diderot y Erich
Rohmer.
La descripción de viajes y paisajes con
mucho ritmo y aliento, a los que
incorpora muchas referencias culturales,
es su convicción de que la cultura es
una experiencia tan vital como la de la
vida cotidiana. Esta convicción salvaría
por sí misma muchas vidas.
Pero este libro tiene también su
desenlace, algo a lo que podría
denominarse su PAISAJE FINAL, y
que consiste en la muerte de la madre.
Y es que lo que impide el paso a la
muerte, interponiéndose entre ella y sus
hijos, es una madre en su ancianidad, en
la “casa grande”. Desgarrada esa
cortina, ¿quién está? ¿Dios, detrás de la
muerte, o la muerte detrás de Dios?
Todavía se ve mucho fondo.
En todo caso, María Antonia, la desafía,
y se ríe en la cara de la muerte, aunque
no de ella, como sólo saben hacerlo los
que están dispuestos a dar su vida, no
solamente por una causa justa sino
también bella, - en esto se equivocó la
Revolución Francesa, en no distinguir a
veces lo bello como saben hacerlo los
poetas, pues no todo lo que decapitó era
execrable sino que no estaba exento de
cierto encanto como los oratorios
barrocos-. M A García de León vuelve a
poner la cabeza a muchas cosas. Aquí
está la originalidad de su obra.
María Antonia Ortega
Una historia comestible.
Homínidos, cocina, cultura y
ecología
L. Jacinto García
Ediciones Trea, Gijón; 2013
Esto no es una historia de la comida,
tampoco un tratado de alimentación,
sino una larga y plural respuesta a tres
cuestiones trascendentales: ¿Por qué
comemos lo que comemos? ¿Qué
consecuencias tiene lo que comemos?
¿Cómo debería ser nuestra comida?
Pero como la comida no solo alimenta
sino que además cuenta historias, este
libro también puede leerse como un
conjunto de episodios y relatos reales
que hablan de nuestros orígenes como
especie, de las adaptaciones que ha
sufrido nuestro diseño biológico para
sobrevivir a entornos cambiantes, de la
cadena alimentaria, del desarrollo de la
inteligencia a través de la comida, de
grandes cacerías, del dominio del fuego,
de la invención de la agricultura y la
ganadería, de por qué los agricultores
conquistaron el mundo y no los
cazadores-recolectores, de emigraciones
en busca de alimento, de salud, de
cocina, de tabúes y preferencias
culinarias, de modelos productivos, de
transformación del paisaje, de ética, de
ecología, de calentamiento global, de
hambre y despilfarro? En definitiva, del
permanente empeño por procurarnos
seguridad alimentaria y de sus
consecuencias.
Desde esa perspectiva múltiple está
planteado el libro. En sus páginas la
alimentación ocupa el centro en torno al
cual se reconstruye una parte esencial
de la historia de la civilización. Y es
que, como ningún otro, el principal
motor de la historia ha sido la comida.
Gracias al anhelo por ahuyentar el
hambre, proveerse de alimentos y
acrecentar el placer gastronómico, la
especie humana ganó en desarrollo
intelectual, tecnológico, cultural,
demográfico, social y político.
Pero todas estas conquistas no han
salido gratis. El afán por dominar y
explotar la naturaleza también ha traído
graves consecuencias que empezaron ya
en la Edad de Piedra con la extinción de
los grandes animales, continuaron en el
Neolítico con la degradación de los
campos de cultivo de las primeras
civilizaciones y han seguido
acrecentándose hasta llegar a la
preocupante situación actual. La
ganadería y agricultura intensivas, la
contaminación química, la pérdida de la
biodiversidad, la sobreexplotación de
los mares, la transformación industrial
de los alimentos están poniendo en
peligro nuestra salud y la del planeta.
¿Cómo conseguir una dieta sana y
ambientalmente sostenible para una
población mundial que se encamina a
los 9.000 millones de habitantes? ¿Qué
podemos hacer a nivel individual? Aquí
se apuntan las principales pistas y
opciones que tenemos.
L. Jacinto García Gómez (Madrid,
1956), licenciado en medicina y cirugía
por la Universidad Complutense de
Madrid y experto en cultura alimentaria,
realizó cursos de doctorado en nutrición
y actualmente trabaja como coordinador
de la inspección médica de la
Consejería de Educación, Cultura y
Deportes de la Junta de Castilla-La
Mancha.
Fue el responsable médico-deportivo de
numerosos atletas de élite e impartió
clases en la Universidad de Castilla-La
Mancha y en la Escuela Superior de
Gastronomía y Hostelería de Toledo. Es
autor de las obras El cuerpo y la salud
(Madrid: Penthalon, 1985), Comer
como Dios manda (Barcelona: Destino,
1999, libro finalista del Premio Sent
Soví 1998 y elegido Mejor Libro de
Historia Culinaria de España 1999,
galardón otorgado por el Salón
Internacional del Libro de Cocina de
París y la International Cookbook
Revue), Carlos V a la mesa. Cocina y
alimentación en la España renacentista
(Toledo: Bremen, 2000), Un convento
de aromas (Junta de Castilla-La
Mancha, 2002, finalista del Premio Sent
Soví 2001) y Un banquete por Sefarad.
Cocina y costumbres de los judíos
españoles (Gijón: Trea, 2007), con
recetario de Rosa Tovar.
Fue colaborador de la revista dominical
del diario El Sol como responsable y
autor de la sección de salud y
alimentación, y crítico literario en el
suplemento Babelia de El País.
MÁS INFORMACIÓN:
http://www.trea.es/ficha.php?idLibro
=00001288