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Marcelo T. de Alvear 2230 / Uriburu 950 piso 6º, 4508-3800 / Ramos Mejía 841, 4982-5002 / Santiago del Estero 1029, 4305 - 6087/ 6168 / www.fsoc.uba.ar / [email protected] Ciencias Sociales Ciencias Sociales Abril de 2007 / Revista de la Facultad de Ciencias Sociales N° 66 / UBA GOBIERNO Y MEDIOS Relaciones peligrosas GOBIERNO Y MEDIOS Relaciones peligrosas ESCRIBEN: Lila Luchessi, Carlos Campolongo, Gustavo Bulla, Marcos Novaro y María Rosa Gómez // POLÍTICA INTERNACIONAL: El poder bolivariano y el socialismo del siglo XXI, por Hugo Calello / Argentina y el Este Asiático, por Pablo Iadevito, Carolina Mera e Ignacio Villagrán // TEMA ÚNICO: ¿Qué le saldrá más caro al Gobierno: la inflación o el IPC?, por Agustín Salvia, Néstor Cohen y Miguel Ángel Forte // ENTREVISTAS: Trabajadoras sociales en el sector salud / Tesis: Efectos no lineales de la dura- ción del desempleo sobre la desigualdad, la pobreza y la salud mental en la provincia de Buenos Aires / INSTITUCIONAL: Edificio único / A treinta años de sus desapariciones: Rodolfo Walsh y Roberto Carri / Avances de investigación / Libros de docentes / Publicaciones recibidas DOSSIER

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Ciencias SocialesCiencias SocialesAbril de 2007 / Revista de la Facultad de Ciencias Sociales N° 66 / UBA

GOBIERNO Y MEDIOS

Relaciones peligrosasGOBIERNO Y MEDIOS

Relaciones peligrosasESCRIBEN: Lila Luchessi, Carlos Campolongo, Gustavo Bulla, Marcos Novaro y María Rosa Gómez //POLÍTICA INTERNACIONAL: El poder bolivariano y el socialismo del siglo XXI, por Hugo Calello /Argentina y el Este Asiático, por Pablo Iadevito, Carolina Mera e Ignacio Villagrán // TEMA ÚNICO: ¿Quéle saldrá más caro al Gobierno: la inflación o el IPC?, por Agustín Salvia, Néstor Cohen y Miguel ÁngelForte // ENTREVISTAS: Trabajadoras sociales en el sector salud / Tesis: Efectos no lineales de la dura-ción del desempleo sobre la desigualdad, la pobreza y la salud mental en la provincia de Buenos Aires/ INSTITUCIONAL: Edificio único / A treinta años de sus desapariciones: Rodolfo Walsh y Roberto Carri /Avances de investigación / Libros de docentes / Publicaciones recibidas

DOSS

IER

Política internacionalOprimidos y opresores. El poder bolivariano y el socialismo del siglo XXI 6

Argentina y el Este Asiático. China y Corea del Sur modifican el mapa de relaciones interculturales del siglo XXI 8

Tema Único¿QUÉ LE SALDRÁ MÁS CARO AL GOBIERNO: LA INFLACIÓN O EL IPC?

Empirismo lógico y triangulación metodológica en la construcción social de la realidad 11

Cuando la política disciplina los datos 14

El precio 16

Dossier GOBIERNO Y MEDIOS. RELACIONES PELIGROSAS 19

De la tribuna al escenario. ¿Nuevo periodismo y vieja política? 20

Presiones y vacíos en los medios 22

El publicitado conflicto por la publicidad oficial 24

Periodistas engreídos vs.publicistas convencidos 26

¿Enfrentamientos o displicencia frente a las empresas periodísticas? 28

AutoridadesDecanoFederico SchusterVicedecanoDamián LoretiSecretario AcadémicoJorge LuloSecretario de Gestión InstitucionalGustavo BullaSecretario de Cultura y Extensión UniversitariaJavier BráncoliSecretario de Hacienda y AdministraciónBruno OpromollaSecretario de Posgrado Pablo AlabarcesSecretario de Investigación Ricardo Sidicaro

Directores de CarrerasCiencia PolíticaJorge MayerCiencias de la ComunicaciónGuillermo MastriniRelaciones del TrabajoViviana VegaSociologíaLucas RubinichTrabajo SocialMaría Isabel Bertolotto

Directora del Instituto de Investigaciones Gino GermaniCarolina Mera

StaffEditor responsableGustavo BullaRedacción y coordinaciónMarcela Aszkenazi, Pablo Livszyc, Ramiro LehkuniecDiseño gráficoCristina Agostoni - [email protected]ónRicardo M. Rodríguez

Han colaborado en este númeroHugo Calello, Carlos Campolongo, Néstor Cohen,Emilio de Ipola, Miguel Ángel Forte, María RosaGómez, Pablo Iadevito, Lila Luchessi, Carolina Mera,Marcos Novaro, Agustín Salvia e Ignacio Villagrán.

Agradecemos la colaboración y el asesoramiento deAida Di Candia, Marina Lareo y Demián Panigo.

Los artículos firmados expresan las opiniones de losautores y no reflejan necesariamente la opinión de laFacultad de Ciencias Sociales.

Contacto: [email protected]

ISSN 1666-7301

[email protected]ñía Sudamericana de Impresión

EDITORIAL

El tema de tapa se refiere a las siempre difíciles relaciones entre el Gobierno y los medios de comu-

nicación. Una de las principales críticas que se le hacen al presidente Kirchner es su pésima rela-

ción con la prensa, no pocos lo acusan de autoritario y de intentar manipular las conciencias extor-

sionando con la distribución discrecional de la pauta publicitaria oficial. A través de los distintos artí-

culos que integran el dossier se intenta abarcar las diferentes aristas que presenta la polémica.

El Tema Único no le va en zaga respecto de la polémica; tres notas se refieren a la intervención

gubernamental para modificar la metodología de cálculo del Índice de Precios al Consumidor que

confecciona el INDEC.

La política internacional es encarada a través de dos temas bien distintos: una aproximación a los

estudios en ciencias sociales sobre Asia y nos preguntamos por los alcances de la "vía venezolana"

al socialismo.

En el espacio reservado para los tesistas, en esta oportunidad le toca el turno a la Maestría en

Ciencias Sociales del Trabajo, a través del estudio de un economista sobre el impacto de la dura-

ción del desempleo en los niveles del bienestar social en la provincia de Buenos Aires.

Convocamos a graduadas de la Carrera de Trabajo Social para que nos describan sus experiencias

profesionales en el ámbito de la salud pública.

En las páginas institucionales rendimos un merecido homenaje al recientemente fallecido, Juan

Carlos Portantiero, quien fuera un destacado profesor de nuestra Facultad y electo Decano por dos

períodos consecutivos. Además nos referimos a la inauguración del primer tramo de la obra del edi-

ficio único situado en el barrio de Constitución y a los homenajes que se rindieron recientemente en

la Facultad a Rodolfo Walsh y a Roberto Carri al cumplirse treinta años de sus desapariciones a

manos de la Dictadura militar.

Al cierre de esta edición, la policía de Neuquén asesinó al docente Carlos Fuentealba en el marco de

una movilización por reclamos salariales, el Decano dedica su artículo a este tema. Sumamos desde

estas líneas nuestro más enérgico repudio y recordamos que en democracia no es así como se res-

ponde a las demandas sociales, sino con una mejor y más justa redistribución de la riqueza.

Editorial 1

Institucional 2

A treinta años de sus desapariciones. La Facultad

no olvida las obras de Rodolfo Walsh y Roberto Carri 3

El edificio único comienza a ser una realidad 4

Libros de docentes 30

Entrevista a graduados

"Hoy el desafío es volver a generar debates

dentro del sector salud" 32

Avances de investigación 36

Tesis de Maestría en Ciencias Sociales del Trabajo:

Efectos no lineales de la duración del desempleo

sobre la desigualdad, la pobreza y la salud mental

en la provincia de Buenos Aires "Los economistas

heterodoxos deberíamos comprender que el pathos

no condiciona al logos del discurso, pero sí afecta

a su alcance y legitimidad" 44

Publicaciones recibidas 48

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SANTIAGO ITURRALDE

EL LOBO FEROZ - 2003

ÓLEO SOBRE TELA - 130 X 150 CM

Revista Ciencias Sociales 66 -UBA- abril de 2007

1

A Juan Carlos Portantiero, fallecido el 9 de marzo de 2007. Sociólogo, intelectual brillante, emblema de las

ciencias sociales en la Argentina y en América Latina, hombre comprometido con las ideas y la acción política,

maestro de generaciones, decano de nuestra facultad, profesor emérito de la UBA y un gran tipo.

Cuando la edición de esta revista se cerraba y nuestra nota habitual ya estaba escrita, un hecho de gravedadconmovió al país y golpeó con especial dureza a quienes nos dedicamos a la educación. En Neuquén, unamanifestación pública del sindicato docente en reclamo de un piso mínimo salarial fue brutalmente reprimida yuno de los participantes (Carlos Fuentealba, profesor de química) resultó literalmente asesinado por el impactode una granada de gas lanzada por un policía directamente contra su cabeza. Una situación tal no puede serpasada por alto.

No es la primera vez que algo así sucede en la Argentina, por supuesto. Basta remitirse a la represión del año2002 en Avellaneda, que les quitó la vida a Kosteki y Santillán, o a la producida el 20 de diciembre de 2001,con dos decenas de víctimas fatales. Y si uno se proyecta en el tiempo hacia el pasado encontrará lamentablesejemplos de este tipo una y otra vez. Sin embargo, su repetición no los hace menos grave; al contrario, esimprescindible marcar un énfasis particular en el hecho de que no resulta admisible que el estado de derechono impida que estos sucesos se produzcan. Porque lo que Carlos Fuentealba y sus compañeros docentes hací-an no era otra cosa que manifestar y peticionar ante las autoridades, algo que nuestra Constitución garantizacomo un derecho. No existe ningún atenuante que pueda restar gravedad a lo sucedido, porque si el derecho apeticionar debe ser preservado, mucho más debe serlo la vida humana. A treinta y un años del golpe de Estadoque instauró la más sangrienta dictadura de la historia argentina, una acción de represión como la que se vioen Neuquén no puede ser tolerada de ningún modo en nuestro país.

Pero hay más cosas aún que cabe decir en este punto. Todo el país conoce la situación de atraso salarial queviven los docentes argentinos desde hace muchos años, enmarcada en políticas sistemáticas de abandono delsistema educativo en todos sus niveles. Coincidente con una política de enajenación de la Nación, saqueo desus riquezas y desarme moral de su pueblo, la destrucción de la educación pública encaja en el rompecabezasde las últimas tres décadas de nuestra historia. Porque han debido hacer mucho esfuerzo para dañar un bientan preciado para los argentinos. Y para los neuquinos; porque esa provincia fue modelo durante muchos añosen la atención que el Estado destinaba a la educación y a la salud. Hay provincias que nunca les han dado asus pueblos la garantía de esos derechos fundamentales; Neuquén se la daba en una medida superior a lamayoría de las demás, y se la quitó. No resulta raro, entonces, el particular compromiso con la causa de laeducación que muestran los docentes neuquinos.

Desde nuestro lugar nos solidarizamos con los familiares y compañeros de Carlos Fuentealba, exigimos el escla-recimiento de los hechos y la debida sanción a sus responsables, tanto materiales cuanto políticos.

Institucional //

LA EDUCACIÓN, LOS DERECHOS Y LA REPRESIÓN

2

A TREINTA AÑOS DE SUS DESAPARICIONES

La Facultad no olvida las obras de Rodolfo Walsh y Roberto Carri

Muestra "Queremos a Walsh"

La materia Taller de Expresión III de la Carrera deCiencias de la Comunicación organizó la muestra"Queremos a Walsh" entre los días 21 y 23 demarzo, en una año muy particular ya que se cum-plen 80 años de su nacimiento, 50 años de lapublicación de Operación Masacre y 30 años de ladesaparición de este ejemplar escritor, periodis-ta y militante político. En la muestra se expuso lorealizado por estudiantes que cursaron la asig-natura en los últimos siete años, elaborado apartir de lo trabajado sobre la obra de Walshdurante la cursada. Se pudieron ver ensayos,cuentos, esculturas, dibujos, pinturas, reporta-jes fotográficos, juegos temáticos, películas,programas de radio, investigaciones, entreotros materiales.

Federico SchusterDecano

Auditorio Roberto Carri

El día 23 de marzo y tal como fuera aprobado por Resolución 2537/04 por el ConsejoDirectivo de nuestra Facultad se le impuso al Auditorio de la Sede ParqueCentenario de la Facultad de Ciencias Sociales el nombre de Roberto Eugenio LuisCarri a través de una placa recordatoria. Luego se llevó a cabo una charla en la quefueron expositores Horacio González, Hugo Chumbita y Alcira Argumedo, quienesrecorrieron distintos aspectos de la vida política e intelectual del sociólogo, perio-dista y militante político desaparecido el 24 de febrero de 1977. Graduado y profe-sor de la Carrera de Sociología de la UBA, tuvo una participación protagónica en lasrecordadas "Cátedras Nacionales".

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llar nuestras distintas tareas.El desafío ahora es acelerar la construc-ción de la segunda etapa, que equivale ala superficie que hoy ocupa la sede deParque Centenario -Carreras de CienciaPolítica y Ciencias de la Comunicación-,quedando para la última etapa la mudan-za de la sede de Marcelo T. de Alvear2230, que incluye las Carreras de Socio-logía y Relaciones de Trabajo, así comoel grueso de la administración de la Fa-cultad.El Ministerio de Educación, Ciencia yTecnología de la Nación ha comprometi-do públicamente la provisión de los fon-dos públicos necesarios para la finaliza-ción de la obra -de un total de poco me-nos que 27.000 metros cuadrados-, porlo cual le cabe a la Universidad de Bue-nos Aires la responsabilidad de aceleraral máximo los procesos licitatorios demanera tal que en un tiempo relativa-mente breve sea la totalidad de la Facul-tad la que pueda disfrutar de su nueva,única y definitiva sede.

Institucional //

Fue inaugurado el 20 de marzo

EL EDIFICO ÚNICO COMIENZA A SER UNA REALIDAD

4

A pesar de los pesares, para disfrute de los op-timistas y desconfianza de los agoreros, la Fa-cultad de Ciencias Sociales inauguró el primertramo de la obra de lo que todos esperamos quesea su casa definitiva.Se trata de una superficie de algo menos de4.000 metros cuadrados ubicados sobre la calleSantiago del Estero 1029, y que alberga desde elcomienzo del primer cuatrimestre de 2007 ensus 19 aulas y demás espacios administrativos,a la Carrera de Trabajo Social y la totalidad delos cursos de posgrado que ofrece la Facultad,incluyendo al Doctorado y las distintas Maestrí-as.El comentario de quienes la han conocido esunánime, el tipo de instalaciones con que cuen-ta restituye a los que trabajamos y estudiamosen Sociales la dignidad necesaria para desarro-

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IGiorgio Agamben redescubre una afirmación fundamental de la teoría marxista. Define conclaridad la imposibilidad de la existencia de la democracia bajo el poder del capitalismo,cuando sostiene: "el Estado de excepción, de una guerra civil legal que permite la elimina-ción física no sólo de los adversarios políticos sino de categorías enteras de individuos que,por cualquier razón, resultan no integrables al sistema político, ha seguido funcionando sininterrupción desde el fascismo y el nacional socialismo hasta nuestros días. Inclusive hoyel Estado de excepción ha alcanzado su mayor despliegue planetario" (Agamben, 2004).En los últimos lustros en América Latina se han desarrollado formas de resistencia, algunasencerradas sólo en la defensa de su diversidad, otras potencialmente emancipadoras. Podemos poner a discusión algunos ejemplos que son expresión de la riqueza de esa hete-rogeneidad que responde a la propia historicidad de cada movimiento: los 400 obreros deZanón, avanzada de más de 200 empresas recuperadas; los sesenta mil habitantes del ba-rrio María Elena (provincia de Buenos Aires); 15 años de lucha de desocupados y petrolerosen el sur argentino; piqueteros; un millón y medio de trabajadores sin tierra en Brasil; nue-vos sindicatos que intentan romper los moldes e imponer la lucha política por la civilidaden Argentina; los Consejos Comunales y el nuevo sindicalismo que luchan contra la corrup-ción de los viejos y nuevos burócratas en Caracas y en toda la República Bolivariana; losmaestros de Oaxaca que jugaron su vida para recuperar el patrimonio de la memoria; latremenda potencia de los movimientos étnicos de las naciones originarias, desde Bolivia,Perú y Ecuador hasta Chiapas.Los movimientos que hoy abren un camino no podrán profundizarlo dentro del capitalismo.Dentro de él están condenados a un presente sin futuro, a ingresar al pasado de la derrotadevorados por la mitología construida por los vencedores. Sólo podrán sobrevivir y expan-dir el futuro construyendo el socialismo.El socialismo es la única orientación final posible de los movimientos que hoy en AméricaLatina se confrontan en diversos niveles de resistencia al discurso y a la acción del poderhegemónico. Es la única alternativa de reconstrucción de la civilidad. De todas maneras noes un modelo político previsible. Tal es así que su formalización debe distinguirse abierta-mente de las representaciones políticas que intentó desarrollar en el pasado. Pero esto noes fundamental, porque no se puede cambiar una estructura representativa pensando queeso rompe las cadenas de aquellos que han sido "condenados a la nada, sin un más" (Cac-ciatore, 2000), el más que arranca al hombre latinoamericano de su condición de hombreconcluido sin conciencia ni memoria.

IIEl poder Bolivariano

El discurso de Chávez del 27 de febrero de 2005 planteó tres cuestiones fundamentales: 1) Sostuvo que la revolución bolivariana no se extingue con él, sino que es sólo un emer-gente de la voluntad del pueblo poniendo como ejemplo los Consejos Comunales de Plani-ficación como avances hacia el ejercicio de un poder colectivo.2) Afirmó que la democracia no es sustentable dentro del modelo capitalista y que se ha-

bía equivocado cuando pensó en la "ter-cera vía" como alternativa, dado que esla otra cara del neoliberalismo imperia-lista.3) Por ultimo sostuvo que es necesariodesde América Latina construir un socia-lismo al estilo del siglo XXI, que supere alos anteriores socialismos derrotados.El diseño de la revolución bolivarianaparece capturar una historicidad que seenfrenta abiertamente con la historiaoficial. Las figuras de Bolívar, San Mar-tín, Simón Rodríguez, Martí y Artigas sonrecuperadas desde su confrontación an-ticolonialista y su preocupación por laigualdad. Pero la apuesta es fuerte yriesgosa: se trata de desarraigar un po-der político-militar que en toda AméricaLatina ejerció, como caudillismo ilustra-do o salvaje, oligárquico o partidocráti-co, siempre en representación de loscentros coloniales o imperiales. Para elloes necesario nada menos que lograr lareconstrucción ética de una nueva socie-dad política a través de la erradicaciónde la corrupción, el fanatismo y el tra-vestismo político. Éstos son los instru-mentos más perversos y eficaces del po-der imperial que están vigentes en Amé-rica Latina y, particularmente, en Vene-zuela como nefasta herencia de la IV Re-pública y presentes en la V República.Instrumentos de tal poder no sólo pue-den destruir la joven experiencia de larevolución bolivariana, sino todo intentode integración regional para lograr laautonomía y la soberanía.Chávez mismo en diciembre de 2004 ex-presó: "No estamos planteando eliminarla economía privada" (Guerrero Modes-to, 2006). Desde el punto de vista econó-mico, hoy sus objetivos fundamentalesson el desarrollo endógeno, la ley de dis-

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Oprimidos y opresores en la globalización

El poder bolivariano y el socialismo del siglo XXIpor Hugo Calello*

POLÍTICA INTERNACIONAL

tribución de tierras, las recientes leyes de nacionalización de la minería, del petróleo y delas comunicaciones, la fuerte apuesta a la integración regional antiglobalización, el for-midable impulso al desarrollo del cooperativismo.Citamos algunos párrafos de un excelente artículo de Guerrero (2006):"Uno de los fenómenos más llamativos y alentadores del proceso revolucionario que viveVenezuela es la emergencia y renovación constante de su base social militante. Éstas or-ganizaciones de lucha viven en estado constante de conflicto entre la presión para ser es-tatizadas y la natural tendencia a ser autónomas e independientes. Todas las organizacio-nes aparecidas se subordinan al liderazgo del comandante Chávez, en medio de contradic-ciones que en 2004 y 2006 han tenido expresiones parciales de fricción con el presidente,aunque nunca de ruptura. En ese lapso nacieron casi todas las organizaciones que existenen 2006, entre ellas la Central Obrera Bolivariana, los dos movimientos campesinos, uncentenar de agrupaciones barriales, 9 de cada 10 medios alternativos donde militan entreunos 3 y 5 mil adolescentes y jóvenes menores a los 25 años y un pequeño segmento de vie-jos y nuevos intelectuales. También aparecieron las misiones que entre 2003 y 2006 suman14. Las cooperativas, que en el año 2000 no pasaban de 3.800, en 2006 se registran casi150.000, así como la organización nacional de la reserva militar, con casi 700.000 movili-zados que además del entrenamiento militar participan de debates políticos dentro y fue-ra de los cuarteles y en el entrenamiento mismo."Dentro de la multiplicidad de frentes y organizaciones que cita el autor resaltamos algu-nos de los más significativos. La Unión Nacional de Trabajadores pasa en tres años de120.000 a 180.000 militantes. Con 5 fracciones contiene más del 60% de los trabajadores yaunque apoya a Chávez, es independiente del gobierno y de tendencia trotskista. Por otraparte, subrayamos los núcleos económicos de desarrollo endógeno. Además, en el frentereligioso más de un millón de evangelistas apoyan al presidente e identifican a Bush con eldiablo. Los Consejos Comunales de Planificación son ya formas de autogobierno, ley parael Estado, que está obligado a descentralizar recursos y colocarlos directamente en manosde los Consejos Comunales.Algunos sectores del propio chavismo han visto con preocupación las últimas decisionesdel presidente: su solicitud de poder absoluto por 180 días aprobada por una asamblea enla cual el presidente tiene amplia mayoría; su decisión de crear el Partido Socialista Unifi-cado, que absorbería a todos los partidos de la coalición gubernamental; y la modificaciónde la Constitución para permitir la reelección indefinida. De todas maneras, tal como losostuvimos en un texto anterior (Calello, 2003), creemos que Chávez cambia la historia deVenezuela al romper con la naturalización de la desigualdad que mantenía a un 80% de lapoblación en marginalidad y pobreza crítica desatando una onda expansiva que fortaleceel desarrollo de un espacio político antiimperialista en América Latina. Su notable presen-cia mediática facilitada por la torpeza de la contrafigura del presidente Bush es frontal ydesnuda la propia brutalidad del americanismo globalizador. Y muchas veces incomoda,pero también arrastra y radicaliza a los gobiernos latinoamericanos que manifiestan vo-luntad de romper con la sumisión a Estados Unidos. La construcción del socialismo del siglo XXI deberá afrontar inevitablemente la eliminacióndel Estado de excepción, es decir, por la instauración de una sociedad igualitaria y demo-crática incompatible con el capitalismo. El actual "empoderamiento" popular es sólo unpunto de partida, fundamental, para la vertiginosa construcción y transformación de losespacios políticos, entre los cuales los Consejos Comunales y la UTN son potencialmente lacélula viva de la nueva sociedad. Su expansión y consolidación la preservarán de caer en unpopulismo caudillista, vertical y masificante. Como diría Walter Benjamin, en Venezuela,un relámpago ilumina la posibilidad de romper la cadena catastrófica de la historia escri-ta por lo vencedores. La cuestión fundamental reside en que, como afirma Gramsci, cual-

quier proceso de construcción revolucio-naria socialista tiene que ver con laconstrucción de hegemonía desde la cla-se subalterna. Esto exige desarrollar for-mas orgánicas de relación político-so-cial que exalten la horizontalidad demo-crática participativa, rompan con los li-derazgos autoritarios y revinculen a ca-da individuo con su subjetividad crítica,desde la convicción de que su poder decambiar las cosas es el poder de asociar-se con el otro, sometido también a lacondición de oprimido, para revertir estasituación. Sólo así el relámpago perdu-rará en la luminosidad del socialismoemancipador construido sobre los trespilares del perfil cultural y político de lanueva hegemonía: Liberación, Eticidad eIgualdad.

* Profesor del seminario "Gramsci: dis-curso hegemónico y reconstrucción de lasociedad civil en América Latina" en laCarrera de Sociología.

Referencias bibliográficas:Giorgio Agamben (2004): El Estado de excep-ción, AH Editora, Buenos Aires.Giuseppe Cacciatore (2000): L'Etica delloStoricismo, Milena, Lecce. Hugo Calello (2003): Gramsci del America-nismo al Taliban, Altamira, Buenos Aires.Modesto Guerrero (2006): "Constitución di-námica y desafíos de las vanguardias de larevolución bolivariana" en Revista Herra-mienta, Buenos Aires.

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Revista Ciencias Sociales 66 -UBA- abril de 2007

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Con el fin de la Guerra Fría, la pretensión de unipolaridad norteamericana y la noción deglobalización dieron lugar a interpretaciones en torno a lo que Renato Ortiz denominó "mo-dernidad-mundo"1. La criticada "teoría" del Fin de la Historia, propuesta por Fukuyama2,representaba el optimismo de cierto sector de la comunidad intelectual encargado de pro-mover un discurso ideológico cuyas premisas fundamentales estaban orientadas a esta-blecer la primacía del proceso de transformación de las relaciones institucionales, políti-cas y económicas de las naciones, fomentar los valores de la democracia occidental y ex-pandir las fronteras de la economía de libre mercado.Existe una vocación inherente a este proceso global que tiende a la homogeneización devalores y prácticas culturales. Por esto, resulta necesario repensar el sentido unívoco quepresupone la noción de "comunidad global" y considerar la diversidad de formas históricasy culturales existentes. Se trata precisamente de cuestionar el discurso de universalidadque el sujeto cognoscente occidental toma como prerrogativa, reconociendo la dimensióndialógica de los procesos políticos y económicos mundiales3.En este proceso global, el Este Asiático nos presenta el desafío de superar la mirada etno-céntrica para comprender el rol actual de estos países y la modalidad a partir de la cuálcada uno logró adaptarse a la modernidad. Los principales países de la región, China, Co-rea y Japón, han seguido patrones de adaptación asociados a sus particularidades cultu-rales e históricas. De estos tres países, Japón fue el primero en incorporarse al sistemaeconómico político de la modernidad, a mediados del siglo XIX, en el contexto de las re-formas de Meiji 4. Este desarrollo temprano implica una diferencia significativa con res-pecto a China y Corea, dado que ambos países sufrieron hasta la mitad del siglo XX las con-secuencias del imperialismo occidental y japonés, y su incorporación al escenario interna-cional se vio condicionada por el equilibrio de fuerzas posterior a la Segunda Guerra.

Apuntes históricos y perspectivas

En el caso de China, el proceso revolucionario liderado por Mao Zedong concluye con la to-ma del poder por parte del Partido Comunista y la fundación de la República Popular, enoctubre de 1949. La etapa de consolidación del régimen se caracterizó por el aislamientodiplomático, la relación conflictiva con la URSS y la puesta en marcha de un ambicioso pro-yecto para resolver la situación de atraso económico y tecnológico. El Gran Salto Adelan-te y la Revolución Cultural Proletaria fueron las dos instancias determinantes en esta pri-mera etapa. Los excesos del maoísmo tardío y la reconfiguración de fuerzas políticas den-tro y fuera de China dieron lugar a la apertura negociada al mundo exterior. Desde su in-greso a la ONU en 1971, Beijing multiplica sus relaciones diplomáticas, basadas en la ad-

Argentina y el Este Asiático

China y Corea del Sur modifican el mapa de las relaciones interculturales del siglo XXIpor Carolina Mera, Paula Iadevito e Ignacio Villagrán*

POLÍTICA INTERNACIONAL

hesión al principio de "una sola China". Afines de la década del '70, una nueva ge-neración de dirigentes, encabezada porDeng Xiaoping, decide modificar el es-quema productivo y la posición de Chinaen el comercio mundial, iniciando el "pe-ríodo de reforma y apertura". Esto signi-ficó un crecimiento macroeconómicosostenido de un 8% anual en promediodurante toda la década de 1980, consti-tuyendo la base para una relativa estabi-lidad económica en las décadas siguien-tes. Desde fines de 2002, la nueva diri-gencia china ha establecido políticas so-ciales para mitigar las consecuencias nodeseadas del crecimiento económico.Corea, por su parte, para comienzos de1945 queda dividida en dos áreas de pro-tección; siendo el norte apoyado por laURSS y el sur, por los EE.UU. En 1948, seproclamó la República de Corea que sig-nificó la adhesión a los principios de unaeconomía de libre mercado. A los dosaños estalló la Guerra de las dos Coreas(1950-53) y fue recién en la década del'60, con el gobierno del general ParkChung Hee (1961-79) que logró consoli-darse un modelo económico desarrollis-ta. Bajo una serie de gobiernos dictato-riales se construyó una nación industrial,urbana y moderna, cercenando los dere-chos políticos y civiles. A pesar de la altavolatilidad partidaria, a mediados de ladécada del '80, Corea inicia una etapa detransición democrática caracterizadapor un vertiginoso ritmo de cambios ins-

titucionales, culturales y económicos que le permitieron superar las últimas crisis finan-cieras internacionales.La presencia de los valores "confucianos" en el período de despegue económico de ambospaíses dio origen al extenso debate acerca de las posibles vías de incorporación a la mo-dernidad, en particular, en torno a la tesis según la cual estos valores constituían un obs-táculo para el desarrollo económico. Después del crecimiento sostenido, a lo largo de dosdécadas, comenzaron a identificarse algunos rasgos culturales de las sociedades confu-cianas, tales como la ética de trabajo orientada al logro, el prestigio conferido a la educa-ción y la fuerte presencia del Estado en la definición de las políticas de desarrollo, que de-finieron el patrón de desarrollo tanto en China como en Corea del Sur 5.China y Corea se incorporaron a la modernidad a partir de un rompimiento con sus tradi-ciones. La Revolución China de 1949 supuso la eliminación de aquellos elementos de la cul-tura que la ligaban a su pasado "semi-colonial y semi-feudal"6. Por su parte, la Repúblicade Corea, en su etapa fundacional, relegó ciertas prácticas tradicionales, aunque no poradscripción a una doctrina en particular, sino más bien por pragmatismo económico y polí-tico. Actualmente, la recuperación de la tradición como fuente de orgullo nacional es un fe-nómeno común a ambos países, ya que forma parte de un discurso nacionalista que coinci-de con su creciente importancia en el escenario político internacional. A partir de los seña-lamientos anteriores, podemos constatar que ambos países han logrado insertarse en la co-munidad internacional y convertirse en actores relevantes desde los años ‘80. Si bien China y Corea privilegian su relación con las principales potencias también conside-ran su vinculación con regiones menos desarrolladas. El principal interés de ambos paíseses aprovisionarse de recursos naturales y energéticos fundamentales para sostener su cre-cimiento. Sin embargo, en los últimos años han multiplicado y diversificado los intercam-bios comerciales, diplomáticos y las instancias de cooperación bilateral, marcando unatendencia de complementariedad. En el caso de Corea, el lugar marginal que la región de América Latina ocupaba en su esca-la de intereses va revirtiéndose de manera sostenida en la última década, especialmente apartir de la política de apertura al mundo del presidente Kim Dae Jung. De aquí en más,América Latina aparece como escenario privilegiado para la transferencia de tecnologíacoreana, a la vez que se constituye como región exportadora de recursos naturales y mate-rias primas. Actualmente, Corea se encuentra entre los principales 15 socios comerciales de

1. Renato Ortiz (2000): Modernidad y espacio, Buenos Aires, Editorial Norma. 2. Francis Fukuyama (1993): The End of History and the Last Man, New York, Avon Books3. F. Jameson y S. Zizek (ed.) (1998): Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo,

Buenos Aires, Editorial Paidós. 4. Perry Anderson (2002): El Estado Absolutista, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores.

5. Romer Cornejo Bustamante (1997):"Confucianismo y desarrollo económico" en Estudios deAsia y África 104- vol. 32-Nº 3. Kim Kyong Dong (1997): "Confucianism, economic growth and

democracy" en Asian Perspectives. 21- N° 2.6. Mao Zedong (1973): “Sobre la Contradicción” Obras Completas, Buenos Aires, Ediciones La

Paloma.

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Argentina, aunque representa menos del 1% del valor total de exportaciones 7. Por su la-do, la relación comercial entre China y Argentina también ha crecido significativamente. Afines de 2003 el volumen de los intercambios entre ambas partes representaba un 120%más respecto del año anterior. En 2005, China se convirtió en el sexto cliente y el tercerproveedor de nuestro país 8, no obstante continúa siendo consumidora de productos conescaso valor agregado.En relación con los contactos diplomáticos mantenidos entre Argentina y estos países, po-demos destacar tanto la visita del primer mandatario coreano Roh Moo-hyun como la desu homólogo chino, Hu Jintao en noviembre de 2004. Ambas formaron parte de una estra-tegia política con miras a intensificar los lazos de cooperación con los países latinoameri-canos. Es de suponer que la presencia de estos acontecimientos en los medios de comuni-cación haya impactado en el imaginario social y, muy probablemente, haya marcado unpunto de inflexión en el modo en que percibimos a las sociedades asiáticas. Este tipo deacontecimientos pone de relieve lógicas intercomunicacionales complejas y posibilitaacortar la distancia cultural siendo que privilegia espacios de cooperación.En cuanto a las políticas de promoción cultural, ambos países han procurado estimular elintercambio científico y académico en las últimas dos décadas. Corea del Sur brinda fi-nanciamiento de manera planificada a través de distintas agencias de cooperación, otor-gando subsidios para la promoción de estudios vinculados a este país, becas para el estu-dio de la lengua y posgrados en Universidades coreanas. En lo que respecta a China, pode-mos decir que mantiene una política de promoción cultural más discontinua, aunque re-cientemente destacados académicos chinos han visitado nuestro país para participar deconferencias y seminarios. Cabe remarcar que las actividades académicas vinculadas a lasociedad y la cultura china se han intensificado en los últimos años como consecuencia dela reunión entre las Comisiones de Cooperación en Ciencia y Tecnología de Argentina y Chi-na a principios de 2001. Si bien la importancia adquirida por esta región para nuestro país es cada vez más evidentey hay una incipiente voluntad de multiplicar las áreas de cooperación, el incremento del in-tercambio económico, cultural y científico se debe a una política planificada de estos paíseshacia nuestro continente. La situación evidencia que estamos ante un gran desafío. AméricaLatina se encuentra en una coyuntura óptima para entablar nuevas relaciones con los paísesde Asia que impacten favorablemente en nuestras economías. Sin embargo, debe optar en-tre la complementariedad coyuntural que supone la exportación de materias primas y recur-sos energéticos o bien un proyecto de desarrollo conjunto a largo plazo que priorice el proce-so de transferencia y producción tecnológica en función de un modelo de producción y cre-cimiento propio.

* Profesora y docentes de “China Corea y Japón: una mirada histórica, política, económica y cultu-

ral del Este Asiático” en la Carrera de Ciencia Política. A su vez, directora e integrantes del Grupo de

Estudios del Este Asiático del Instituto de Investigaciones Gino Germani.

POLÍTICA INTERNACIONAL

7. Ver "Informe económico Corea del Sur" (2006). Disponible en: http://www.cac.com.ar/documentos/COREA%20DEL%20SUR02-06.pdf

8. Ver "Comercio Bilateral Argentina-China. Año 2005". Disponible en:http://www.industria.gov.ar/cep/pancomexterior/actualidad%20comex/combi_arg_china.pdf

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Empirismo lógico y triangulación metodológica en la construcción social de la realidadpor Agustín Salvia*

Existe un amplio acuerdo epistemológico acerca de que los datos -incluidos los datos estadísticos- no son una expresión di-recta de la realidad sino una construcción simbólica investida de sentido. Aplicando esta máxima posmoderna y mintiendocierto aire progresista, el actual gobierno espera poder refutar la realidad. El problema es que sólo sabe la mitad de esta lec-ción metodológica. El hecho de que los datos no son la realidad y la insoportable levedad de los mismos constituya una cons-tante hace que el orden fáctico, cualquiera sea su naturaleza -objetiva o ideal-, sea un referente no sólo obligado sino ne-cesario para la elaboración de discursos racionales. De ahí que la realidad representada -aunque manipulable- no pueda ha-cerse verosímil de cualquier manera. Cuando determinados supuestos no se ajustan a las evidencias empíricas, el método científico conduce a dejar en suspenso-aunque sea de manera provisora- las proposiciones conceptuales que le dan sustento, manteniendo vigente las represen-taciones basadas en los hechos conocidos. Sin embargo, nada impide que un científico confiado en sus hipótesis continúeesforzándose por generar evidencias empíricas que permitan refutar los supuestos en discusión, y es posible que lo logre.Frente a este mismo problema, el político está obligado en cambio a aceptar la realidad tal cual se le presenta o modificar-la, es decir, transformar los hechos para que la representación esperada resulte creíble. Ahora bien, es cierto que existen -tanto para el científico como para el político- algunas vías alternativas. Una de ellas, es alterar de manera directa o indi-recta los enunciados observacionales que hacen referencia a los hechos, sin advertir -sea por ignorancia o por dolo- que elreferente conceptual no es el mismo. De este modo, se hace decir a ciertos hechos algo que no son y se argumenta de mane-ra falaz sobre su significado general. Otra alternativa, aunque más burda y evidente, es torturar al prisionero -o a los acto-res sociales- hasta que digan lo que se quiere que digan. Obviamente, una acción necesaria para eludir cualquier sospechasobre ambos procedimientos es no dejar testigos.Pero más allá de que ciertas normas lo prohíban, nada impide en la práctica social que los hechos puedan ser representadosde manera fraudulenta, al menos por un tiempo. El tiempo de duración de un fraude no dependerá de la "fuerza moral" quepueda tener la realidad alterada, ni del "valor ético" que haya sido vulnerado. Tanto la verosimilitud de la falacia como sutiempo de duración dependen de las consecuencias sobre la construcción social de nuevas representaciones y sus efectos depoder. De aquí surge otra lección aprendida sólo a medias por parte del gobierno. Al decir de Foucault, la "verdad" no estáfuera del poder, ni carece de poder; es de este mundo, está producida gracias a múltiples imposiciones. Por lo mismo, y sibien ha habido una evolución histórica de los modos de conocer y representar verdades, cada sociedad y etapa histórica tie-

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¿Qué le saldrá más caro al Gobierno:la inflación o el IPC?

La polémica pública desatada en torno a la intervención del Gobierno para modificar la meto-

dología con que se venía calculando el Índice de Precios al Consumidor por parte del INDEC

no podía estar ausente en nuestras páginas. Por eso convocamos a tres profesores de la Casa

vinculados académica y profesionalmente a la temática para que nos ayuden a comprender

qué es lo que se está discutiendo y qué consecuencias puede traer.

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ne su régimen de producción de verdad acerca del mundo. Es decir, los tipos de discursos que acoge y hace funcionar comoverdaderos; los mecanismos y las instancias que permiten distinguir entre enunciados verdaderos y falsos; las técnicas y pro-cedimientos aceptados para la obtención de la verdad; el estatuto de los encargados de juzgar lo que es y lo que no es ver-dadero. En sociedades como las nuestras la economía política de la verdad está centrada en la forma del discurso científicoy en las instituciones que lo producen, lo utilizan y lo regulan (instituciones públicas encargadas de la producción de infor-mación, organismos de evaluación y promoción científica, centros de investigación y universidades, medios de comunica-ción, actores políticos, económicos y sociales, etcétera). Siendo este el núcleo de un amplio y multiforme enfrentamientosocial. Al parecer ignorante de todo esto, el gobierno ha buscado bajar la evolución ascendente de los precios, disminuir el males-tar de los consumidores, acallar los discursos de oposición y mantener la caja financiera en orden a través de un "combo me-todológico" por demás escandaloso pero al menos efectivo. Por una parte, reemplazó de manera fraudulenta algunos de losenunciados observacionales que permiten elaborar el índice de precios elaborado por el INDEC, sin transparentar que a par-tir de esta modificación los hechos a los que hace referencia el indicador son otros (la realidad podrá ser la misma pero elorden fáctico objeto de registro es otro). Al mismo tiempo, se encargó de remover o arrinconar a los funcionarios, técnicos ymensajeros oficiales que pudiesen poner en duda la verosimilitud del procedimiento. Por último, también ha ido logrando-en forma directa o indirecta- que ciertos agentes económicos digan a las encuestas de precios lo que es necesario que di-gan para que los datos expresen la verdad políticamente correcta. Sin duda, una verdadera triangulación "metodológica" enmateria de construcción social de la realidad. Ahora bien, esta operación política afecta la credibilidad del INDEC, es decir, de la más importante entidad de producción deinformación estadística del país, y con ello pone en marcha una serie de efectos de sentido indeseados y de consecuenciasno esperadas por ahora fuera de todo gobierno. No sólo debido al repudio corporativo de investigadores, asociaciones pro-fesionales y sectores de oposición, sino sobre todo el efecto de extrañeza e inverosimilitud que generan sobre la opinión pú-blica de consumidores, productores e inversores las cifras de precios oficiales, lo cual abre las puertas a un potencial cam-po de manifiestos y ocultos enfrentamientos sociales en donde no hay reglas ni parámetros legítimos que permitan su regu-lación. Sin duda, un proceso del que cabe esperar que la realidad se transforme de algún modo. Incluso, hasta es posible quesurja un organismo público de producción estadística mucho más autónomo, robusto y confiable que el actual. En cualquiercaso, sin embargo, nada permite indicar que no se cumpla el pronóstico que plantea la ley histórica del desarrollo desigualy combinado. Según ella, lo más probable es que bajo las actuales relaciones sociales y dispositivos de poder sean los acto-res sociales más débiles -lo sepan o no- los más perjudicados.En este sentido no podemos evaluar estos hechos sin observar que a pesar de la importante recuperación general que ha ex-perimentando la Argentina, después de la crisis 2001-2002, el país está todavía muy lejos de superar los déficit generadospor una larga historia de degradación institucional, políticas públicas fallidas y ausencia de un horizonte de desarrollo. Sibien es evidente la existencia de un giro en aspectos clave -como ser la caída del desempleo y de la pobreza-, no menos cier-to es que aún queda mucho camino por recorrer. No sólo para que las realidades a las que estos indicadores hacen referen-cia alcancen niveles mínimos satisfactorios, sino también para que un conjunto más amplio de dimensiones que hacen aldesarrollo social a escala humana experimente avances significativos, tanto en niveles de bienestar como de equidad. Al res-pecto, cabe ofrecer algunos datos extraídos de las estadísticas oficiales -aunque no siempre de manera directa- que ilus-tran otros aspectos de la realidad nacional:1) La pobreza económica todavía afecta al 34% de la población (13 millones de personas) y la indigencia a casi un 12% (4millones de personas). De esta manera, a pesar de las mejoras en los ingresos familiares, ambos indicadores están no sólomás de cuatro veces por sobre los valores promedio de mediados de los setenta, sino incluso por sobre la guarismos que seregistraban en 1998. 2) Más allá de la reducción de la tasa de desempleo, la suma de las tasas de subempleo, de empleo precario, planes de em-pleo y subempleo de indigencia, afectan actualmente a casi 8 millones de trabajadores (55% de la fuerza de trabajo). Si aestos se suma el millón y medio de desocupados, se tiene que el 60% de la población económicamente activa presenta toda-vía graves problemas ocupacionales. 3) Los incrementos que experimentaron los salarios no han sido suficientes para recuperar la pérdida experimentada por la

devaluación, a la vez que han impactado muy poco en términos distributivos. Si bien ha habido una mejora con respecto a2002, el balance es negativo con respecto a 1998. En 2007, la remuneración promedio de los trabajadores sigue estando pordebajo de la línea de pobreza para una familia tipo, a la vez que la remuneración de los trabajadores informales apenas cu-bre la canasta de indigencia. 4) Por otra parte, la redistribución de la riqueza producida a cargo del Estado -medida en términos del gasto consolidado anivel nacional- muestra signos de debilidad o, al menos, de invariabilidad en materia de política redistributiva. El análisisde este gasto entre 1998 y 2005 permite verificar una caída del gasto social per cápita del 17%. Es decir, el crecimiento eco-nómico de los últimos años todavía no ha estado acompañado de una clara y decidida política de transferencia social, sinotodo lo contrario. 5) En este contexto, la población que vive en el 10% de los hogares más ricos concentra el 38% de los ingresos, contra el 1,2%de la población que vive en el 10% de los hogares más pobres. De esta manera, la desigualdad social sigue siendo elevada:el 10% de la población más favorecida recibe 33 veces más ingresos que el 10% de la población de los hogares más pobres. Sibien esta brecha es inferior a la registrada durante el peor momento de la crisis 2002-2003 (38 veces), es todavía superior alos niveles ya elevados que presentaba la década del noventa (de 23 veces en 1993 a 31 veces en 1998). En efecto, las investigaciones económicas y sociales independientes dan cuenta que los problemas estructurales de pobre-za, marginación y desigualdad son todavía de una magnitud por demás contundente, por lo cual cabe sospechar que una po-sible intención de aplicar también aquí el "combo metodológico" gubernamental no parece tan fácil. Al respecto, tal vez lomás recomendable sea que el gobierno ponga más esfuerzos en modificar la realidad y menos en alterar sus representacio-nes. Por otra parte, poco puede prometer para hacer una política que no cuente con metodologías adecuadas para la eva-luación tanto de la situación como de sus propias acciones y de los resultados que genera.Es cierto que, mucho antes de que estallara esta manipulación de las estadísticas oficiales de precios, era ampliamentecompartido por los especialistas que utilizamos la información oficial que los procedimientos aplicados por el INDEC paramedir, evaluar y publicar información demográfica, económica y social presentaba más de una deficiencia funcional, meto-dológica y operativa (entre otras, la falta de actualización o la discontinuidad de los sistemas de información). Sin embar-go, gran parte de las limitaciones son conocidas y, por lo tanto, las estrategias profesionales -científicas y técnicas- por su-perar de manera transparente los sesgos o falencias -tanto desde dentro como desde fuera del organismo- han sido colosa-les y, en muchos sentidos, innovadoras. Paradójicamente, no pocas administraciones anteriores se han apoyado en estas li-mitaciones para generar sospechas -inspirados tal vez en los tratados del viejo empirismo lógico- sobre la veracidad de losdatos producidos. En tal sentido, no fueron pocos los esfuerzos puestos en modificar los indicadores oficiales para la medi-ción de la realidad social, la cual no siempre se comporta del modo en que la clase política necesita construir sus discursosde legitimación. En este sentido cabe argumentar que el actual problema político que enfrenta el INDEC no es nuevo; lo aparentemente nue-vo -cabe aquí reiterarlo- resulta la "metodología" seguida para resolver al conflicto latente entre discurso científico y dis-curso político. En esta ocasión, no se buscó cambiar el indicador respondiendo a un recorte conceptual de lo real, sino quese ha pretendido "imponer" la ilusión de estar hablando de lo mismo a partir de enunciados empíricos distintos, cuyo signi-ficado conceptual es otro. Para lograr este resultado, por ahora, reina oficialmente un vale todo. Frente a ello, las corpora-ciones, los usuarios profesionales y la opinión pública sospechan o resisten. De esta manera, se ha abierto en la Argentinaun nuevo escenario de enfrentamiento social. La realidad modificada habrá finalmente de imponerse. En mi opinión, en este momento no cabe segar esfuerzos en funciónde crear un nuevo sistema confiable de producción de estadísticas públicas. Un sistema de esta naturaleza constituye unapieza esencial en el funcionamiento de una sociedad civilizada. Dicho sistema debe poder servir a la elaboración de conoci-miento y discursos racionales superadores de los acotados horizontes que proponen las estadísticas tradicionales. Para elloresulta esencial sustraer al INDEC de los vaivenes de la política contingente, situándolo más allá de toda sospecha, otor-gándole autarquía financiera, autonomía funcional y participación social.

* Profesor de Metodología y técnicas de la investigación social en la Carrera de Ciencias de la Comunicación y del seminario “Investigación social” en la Carrera de Sociología.

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Cuando la política disciplina los datospor Néstor Cohen*

La medición ha sido y continúa siendo una de las cuestiones centrales en el debate metodológico de la sociología y deotras disciplinas integrantes de las Ciencias Sociales. ¿Qué entendemos por medir?, ¿cómo medimos? y la provocadora¿es posible medir?, son preguntas que nos hacen, que nos hacemos y que no siempre son respondidas satisfactoriamen-te. Pero, hablar de medición nos lleva, necesariamente, al interior de un concepto de uso frecuente en el campo de la in-vestigación social, diría de uso ligero y distraído en diferentes oportunidades. Me refiero al dato. Quién no ha escrito,leído o se ha referido a la recolección de los datos, el procesamiento de los datos, el análisis de los datos en tanto co-sas, objetos o sujetos externos a nosotros. Pero, ¿es posible recolectar datos?, ¿se encuentran en el mundo exterior anosotros? Puedo responder afirmativamente, pero especificando que ese mundo exterior se circunscribe a nuestros pa-peles de trabajo, nuestras computadoras, nuestros libros, nuestras revistas, allí están los datos, allí fijamos su destino.Sin embargo, más allá del debate que pueda instalarse en torno a la medición como acto y en torno al destino existen-cial de los datos, reconocemos que, sean cualitativos o cuantitativos, resultan de un proceso en el que quien los produ-ce les otorga una identidad teórica que sólo desde allí pueden ser interpretados. El dato no es obtenido, el dato es pro-ducido, es gestado. Esa gestación requiere de maniobras teóricas y metodológicas que, si bien tienen la marca del suje-to o los sujetos involucrados en el proceso, no por ello son el resultado de caprichosas o arbitrarias decisiones sino quecada acción realizada debe ser explicitada y justificada, quedando expuesta al debate, probablemente al cuestiona-miento, teórico y metodológico y a la reconsideración por parte de quien la evalúe. El dato no puede ser tratado comoun objeto, una cosa autónoma, desprovisto de un sentido que le fue otorgado a lo largo del proceso de construcción. Eldato no es bueno o malo en sí, útil o inútil, verdadero o falso. El dato es la expresión final de la acción de medir, enten-dida como la asignación de un significado a un determinado fenómeno de la realidad, mediante la implementación deabordajes teóricos y metodológicos. Es la intersección de estos abordajes, la fusión que se produce entre ellos lo queotorga identidad al dato, lo que hace que podamos entenderlo e interpretarlo. Considerar al dato independientementede los antecedentes que dieron lugar a su existencia es vaciarlo, manipularlo, tratarlo como cosa autogestada.Todo análisis de los datos, toda conclusión elaborada a partir de un conjunto de datos contiene en sí misma la posibili-dad de comparación. La acción de comparar es una acción intrínseca a la de analizar. Pero para su cumplimiento re-quiere, exige que se respeten ciertos criterios teóricos y metodológicos, entre otros que se comparen datos producidosdesde un mismo marco conceptual y mediante idénticos procedimientos metodológicos. Respetar esta coherencia a lolargo del tiempo y del espacio permite analizar los datos procesualmente. Si entendemos los datos como producidos alo largo de un proceso donde el tiempo es una variable que enriquece su análisis, si fueron sometidos a pruebas de vali-dez y confiabilidad, tenemos una base de información que puede ser utilizada para diferentes fines, sean de carácteracadémico cuyo objetivo final es la producción de conocimiento y la consecuente generación de acciones que mejorenlas condiciones de vida de las poblaciones en general y de aquellas más vulnerables en particular, sean de carácter po-lítico para el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas o para la toma de decisiones en el ámbito de lapolítica salarial, sean de carácter económico-financiero para decisiones que se toman en los ámbitos públicos y priva-dos como, por ejemplo, diferentes tipos de inversiones.Pero este modo de concebir los datos es, si bien no en todos los casos, propio de quienes los producen y de quienes losutilizan en la generación de conocimiento. No es una concepción universal ni hay pleno consenso al respecto. Veamoscomo ejemplo el caso del índice de variación de precios al consumidor que nos ofrece mes a mes datos producidos en elINDEC. La percepción que la población tiene de la variación de estos precios suele diferir de los datos que se publican.En este caso se descalifican los datos oficiales porque son inferiores a lo percibido en el día a día en cada acto de com-pra. Esta diferencia que forma parte del discurso cotidiano se puede entender porque estamos comparando percepcio-nes individuales con categorías de análisis conceptualmente constituidas. Las primeras resultan de registros basados enla experiencia concreta y aislada de cualquier categoría previa y las segundas resultan de construcciones teóricas y me-todológicas que determinan qué y cómo se llevarán a cabo los registros. Deseo advertir al lector que lejos estoy de con-traponer una aproximación subjetiva a otra objetiva de la realidad. No es ésta la confrontación, sino que en un caso se

parte de percepciones y en el otro de definiciones realizadas previamente al registro, a la experiencia con la realidad,más allá de la carga subjetiva que cada una tiene. Son modos diferentes de vincularse con lo real, basados en necesi-dades y objetivos distintos, incomparables entre sí. Por lo tanto, la confiabilidad y validez de los datos producidos en elINDEC no puede ser evaluada a partir de las percepciones de la población, en todo caso sólo puede serlo si la construc-ción de dicho índice es sometida a debate conceptual y metodológico, si la confrontación es entre las categorías invo-lucradas en su construcción. En otras palabras, respondiendo a las preguntas qué se está midiendo y cómo se está mi-diendo.Pero últimamente se ha instalado un serio conflicto de graves consecuencias que intentaarrasar con criterios teóricos y metodológicos, que desoye la necesidad de producir datoscomparables y que, notablemente, no sólo no coincide con la producción del INDEC sinoque se opone radicalmente a la percepción de la población. Funcionarios de alto rango delgobierno nacional han percibido que el índice de variación de precios al consumidor pro-duce valores superiores a lo que indica su propio y muy personal conocimiento. Tendría-mos, entonces, tres mediciones: la del INDEC, la de la población y la del gobierno nacio-nal. Interesante escenario para quienes preocupados por la producción y uso de los datosaparecemos como meros observadores. Si bien son tres miradas no coincidentes entre sí,el conflicto está instalado entre funcionarios del gobierno nacional y profesionales y téc-nicos del INDEC. Más allá de las personas, más allá de las posiciones que cada uno ocupe,hay un grave conflicto de intereses. Cuando la política se involucra, las cuestiones teóri-cas y metodológicas se devalúan. Para la política los datos son buenos o malos, útiles oinútiles, verdaderos o falsos y lo son en la medida que acompañan u obstaculizan sus in-tereses. La preocupación que todos los actores en juego tienen por la defensa de sus in-tereses es legítima. Es legítimo que los funcionarios del gobierno nacional se preocupenpor defender sus políticas y es legítimo que los técnicos del INDEC se preocupen por de-fender su producción. Es probable que la metodología utilizada en la construcción del ín-dice en cuestión deba ser revisada, debatida, pero el fin no justifica los medios y los me-dios utilizados por estos funcionarios han sido el atropello y el desconocimiento de unahistoria institucional. Es grave que tengamos que ser testigos de esta confrontación por-que está alejada del debate técnico, académico, que suele darse cuando se modificanmediciones de este tipo. No se discuten enfoques, no confrontan corpus teóricos ni meto-dológicos, no hay consultas a referentes académicos especializados en estos temas. No está en debate la identidad te-órica del dato a la que hice referencia al comienzo de este artículo. El discurso que nos atraviesa es un discurso desca-lificador del otro. Esta confrontación está construyendo consecuencias irreparables, está aniquilando el principio decomparabilidad, en otras palabras, está interrumpiendo la serie histórica de datos, imprescindible para realizar estima-ciones estadísticas, está afectando toda comparación internacional a nivel regional y mundial y, además, estas alte-raciones se reproducirán en otras mediciones que realiza este organismo. Finalmente, esta clase de confrontación es co-nocida, se trata de una película que ya vimos, aquella en que la política controla, disciplina, le teme a la producción deun conocimiento que decodifica como rebelde.

* Profesor de Metodología de las Ciencias Sociales I y del seminario “Discriminación y prejuicios hacia el migrante exter-no: imágenes y discursos” en la Carrera de Sociología.

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El preciopor Miguel Ángel Forte*

He sido invitado a participar en el debate, acerca del índice de precios consumidor (IPC) del INDEC a los efectos de, al de-cir de los organizadores: "aportar conocimientos sobre cómo se construye dicho índice y particularmente sumar voces aldebate sobre por qué la sensación de la ciudadanía no se corresponde con las cifras del INDEC". Los hechos. De nuestro corresponsal en el INDEC:

"Desplazaron a Graciela Bevacqua del Índice de Precios al Consumidor (IPC), al tiempo que desde el gobierno modificaronla medición del índice del mes de enero. Los puntos de la modificación son dos: turismo y salud. En turismo cambiaron lasmediciones del INDEC por las de la Secretaría de Turismo (que dan menos) y no incluyeron los aumentos de las prepagasporque 'no están autorizados'. Esto complica la medición de la línea de pobreza y de indigencia y la del IPC nacional (por-que al que le llamamos "IPC" a secas es el de Capital y Gran Buenos Aires). Supongo que algunas cosas de las que estaránen juego -en términos económicos- para meter este cambio pueden ser el famoso tema de la espiral inflacionaria y el au-mento en el pago de los bonos. Además de que estamos en un año de elecciones. La directora del IPC Graciela Bevacqua noestaba en su puesto por concurso y la desplazaron como corrieron a varios en la historia del INDEC. Pero esta vez fueron to-cadas las metodologías. Desde que empezó el conflicto, tenemos un desfile de candidatos: Castells, la Peloso, Lozano. Al-gunos de los compañeros están yendo a hablar con los diputados de la oposición."

¿Qué es el IPC?El Índice de Precios al Consumidor es un indicador que mide los cambios en el precio de los bienes y servicios consumidospor los hogares de la Capital y el Gran Buenos Aires. Este indicador puede ser usado tanto en el campo macroeconómicocomo en la actividad comercial y productiva privada. Por lo común se toma como "indicador de inflación". El IPC correspondiente a cada mes se da a conocer por el INDEC en el tercer día hábil del mes siguiente. Primero, se publi-ca un informe de prensa que incluye, además del nivel general subíndices correspondientes, a la evolución de los distintosprecios y, posteriormente, se publica con mayor detalle en la revista INDEC Informa.El conjunto de bienes y servicios cuyos precios se recopilan y utilizan para el cálculo del IPC se denomina canasta del índi-ce. La canasta actual se obtuvo a partir de la estimación de la composición del gasto de consumo anual de los hogares deCapital Federal y 24 partidos del Gran Buenos Aires. Los datos fueron provistos por la Encuesta Nacional de Gastos de losHogares (ENGH), realizada por el INDEC entre febrero de 1996 y enero de 1997. En este momento se está procesando un nue-va encuesta dado que en el tiempo los hábitos de consumo cambian y, por lo tanto, esto afecta sobre el índice de maneradiferenciada en relación con los productos y sus ponderaciones.El IPC del GBA de 1999, construido sobre la base de la encuesta señalada, divide a la canasta en nueve capítulos, los cua-les se abren a su vez en 26 divisiones, 65 grupos, 123 subgrupos y 182 productos. Como en la práctica no es factible medirtodos los precios, en cada uno de los productos de la canasta se incluye solamente una muestra de artículos representa-tivos de considerable tamaño (más de ochocientas variedades).

PonderaciónLa importancia relativa de cada uno de los componentes de la canasta se denomina ponderación y se calcula en tanto porciento con respecto al gasto de consumo total de los hogares residentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires.Estas ponderaciones se utilizan para otorgar diferente peso a las variaciones de los precios de los bienes y servicios de lacanasta. Por ello no incide de igual forma la suba del precio de productos que representan distintas proporciones del gas-to de consumo de los hogares. La estructura porcentual de las canastas de los IPC cambia en el tiempo: desde 1924 hastala última de 1999 ha habido seis modificaciones. Y si, por ejemplo, en 1933 el peso de los alimentos sobre el precio era del52,5%, en 1999, el mismo es de 31,3%. En este punto caben algunas reflexiones a partir de las inquietudes planteadas porlos organizadores de este debate. Cuando el sentido común percibe que el índice "no refleja lo que sucede en realidad" esporque no todos los precios tienen el mismo efecto sobre el índice de precios a nivel general. Se trata, el IPC, de un pro-medio pero además ponderado.

Temaúnico

La recolección de los preciosEl IPC GBA recoge mensualmente información sobre precios de alrededor de seis mil puntos de venta. Para el año base lamuestra para la toma de precios estuvo compuesta por 45 zonas comerciales, 139 supermercados, 44 hipermercados y 127áreas de negocios dispersos. En cada punto de venta se miden precios del conjunto de bienes y servicios de la canasta quele han sido asignados. La distribución de la muestra de puntos de venta entre las ochocientas variedades de productos debienes y servicios de la canasta se realizó teniendo en cuenta su ponderación en el gasto deconsumo de la población de referencia y la dispersión de las variaciones de sus precios, ob-servadas durante el año base.El precio que se toma en cada negocio es el que en ese momento debe pagar el consumidor poruna compra al contado de un artículo previamente seleccionado. Para que los datos de pre-cios se consideren válidos, los artículos deben estar disponibles a la venta al momento de pre-guntar su precio. Adicionalmente existe un pequeño grupo de precios que, por causas diversas, no se recopilanmediante el mecanismo de relevamiento en negocios, sino mediante operativos centrales (losprecios se obtienen desde la oficina central del índice) consultando cuadros tarifarios o in-formación provista por entes reguladores y otras instituciones, o bien mediante consultas te-lefónicas.Periódicamente se actualiza el marco muestral de negocios, se vuelven a calcular los tama-ños de la muestra y se realiza su asignación entre las variedades de bienes y servicios de lacanasta.

Números y creenciasSi la pregunta generadora del debate es en general, no conozco estudio alguno sobre la per-cepción de la población sobre el IPC. Pero me atrevo a decir que la intervención directa del po-der ejecutivo sobre los criterios utilizados para la determinación del índice alteran el proce-dimiento metodológico que, como vimos, se puede modificar sobre la base de los cambios quela encuesta de gastos de los hogares detecte en los hábitos de consumo. En cuanto a la fuente de información, tampocopodría ser cambiada a los efectos de encontrar "el mejor precio de mercado" para llegar al índice deseado e interrumpirasí, además, la serie histórica del índice, porque al cambiar el lugar de información de uno de los precios hace que el índi-ce de enero sea incomparable. Dicho sea de paso los que informan sobre los precios están amparados bajo la protección dela Ley de Secreto Estadístico. Es decir, el organismo no puede informarle a nadie sobre el origen del dato. Por otra parte, la credibilidad del INDEC, tema que últimamente se discute en los medios, no ha sido puesta en duda en nin-gún momento porque si hoy se cambian ideas al respecto es por la intervención del poder político en los criterios de reco-lección de datos del IPC. El problema es que es difícil, cuando no imposible, "volver atrás" salvo que el gobierno reconozca su error al precio de uncosto político diferente del que ya está pagando. Tal vez hubiese sido más económico para todos que se hubiese encarga-do un discurso legitimador de la inflación.

*Profesor de Sociología general en la Carrera de Sociología.

Fuentes:Índice de Precios al Consumidor Gran Buenos Aires base = 100. Metodología N° 13. INDEC.Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires base =100. IPC GBA. Guía para el usuario. INDEC.

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Revista Ciencias Sociales 66 -UBA- abril de 2007

17

La extraordinaria recuperación que ha verificado la economía argentina post crisis de 2001,

sea por el aprovechamiento de una coyuntura internacional muy favorable o por las propias

profundidades de donde venimos como sociedad -cada uno elige la razón que más lo con-

venza-, ha generado una hegemonía política de la nada -piénsese en comienzos de 2003-

de tal magnitud que hace que hoy el mayor interrogante con vistas a las elecciones de fin

de año sea si el próximo presidente será el Sr. o la Sra. Kirchner.

La desintegración, al menos electoral, del arco político no oficialista ha puesto - por aque-

llo de que en política alguien termina ocupando los espacios que se dejan vacantes- a algu-

nos medios de comunicación y destacados periodistas a cumplir el papel de opositores.

No debe extrañar entonces que lejos de ser la insostenible lentitud con que el Gobierno

desaprovecha la bonanza relativa para mejorar decididamente la distribución del ingreso,

el ítem que más se le achaca, como lo peor de la gestión kirchnerista -a caballo de su reper-

cusión mediática-, sería su pésima relación con la prensa.

Los intentos de disciplinamiento por la vía de la utilización política de la pauta publicitaria

oficial, la pretensión presidencial de establecer una comunicación no mediada con el pue-

blo, las polémicas públicas que suele sostener el Presidente con medios y periodistas y su

negativa a la realización de conferencias de prensa, por un lado, más la falta de iniciativa

para sancionar por fin una ley democrática de radiodifusión y el sobrante de ejecutividad

para beneficiar una vez más a los dueños de la palabra -estirando esta vez diez años sus

licencias para monopolizar la información- son los aspectos de una relación siempre difí-

cil que en los artículos que a continuación presentamos distintos docentes de la Facultad

tratan de desmenuzar.

DOSSIER19

Relaciones peligrosasD

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RGOBIERNO Y MEDIOS

20 21DOSSIER

En los últimos años el periodismo re-portó cambios que abarcan desde lasrutinas de trabajo hasta los contenidos,desde las relaciones financieras hastael marketing y la periodicidad. Tam-bién se dan innovaciones en las ofertasy los consumos. Pero lo novedoso esel pasaje de la mediación hacia el cen-tro de la escena. En el nuevo contexto se construyó co-mo oponente a un actor al que se leasignó negativamente el uso de viejasprácticas. Con su nacimiento, a la cor-poración periodística se le enfrentó laclase política.Ya a principios del siglo XX, la profe-sionalización y el primer distancia-miento del Estado permitieron que lasempresas se consolidaran y dieran unafuerte competencia por los públicos.La noticia se constituye como mercan-cía para sostener el desarrollo de una

incipiente industria cultural. Desde elnacimiento de la imprenta, el rol de losmedios de comunicación fue el de ins-tituirse como órganos de difusión delas ideas en pugna. A medida que losescenarios políticos y sociales se fue-ron complejizando y la alfabetizaciónempezó a generalizarse, el periodismose instauró como el actor de simplifi-cación imprescindible para que gran-des masas de personas comprendiesenqué ocurría en la sociedad. Con el nacimiento de las nuevas tec-nologías y la incorporación de prácti-cas económicas extra mediáticas, elinsumo información empezó a tornar-se central para que la actividad perio-dística comenzara a alejarse de su lu-gar de mediación entre quienes tienenel poder político y la opinión pública.Al situarse como escenario fundamen-tal de los acontecimientos políticos ysociales cobró una preponderanciadesconocida hasta ese momento. Essobre la década de los noventa del si-glo pasado que el periodismo inicióabiertamente sus disputas por y con elpoder. Claro que en este caso no es pa-ra mirar a la política desde arriba (Si-dicaro, 1993), sino para accionar par-ticipativamente en el desarrollo de losconflictos (Borrat, 1989). Basta recordar las alusiones hobbesia-nas y las apelaciones a la espontanei-dad en las columnas y notas de febre-ro de 2002. Con un claro cuestiona-miento de la sociedad hacia sus diri-gentes, el periodismo cayó -por prime-ra vez en muchos años- en los ran-kings de credibilidad. Las estrategias utilizadas hasta ese en-tonces no daban cuenta de sus disputascon el Estado. Pero la publicación ma-siva de manuales de estilo dio batallapor las regulaciones de la lengua; laconsolidación de la investigación co-mo género y de los tiempos televisivoscomo rutina de trabajo, por la justiciay su eficacia; el encargo de encuestas,por la agenda y las políticas guberna-mentales. La intención se sostuvo enla transparencia de la narración y el

comentario, al tiempo que la participa-ción política se situó en el orden de lono decible.Lejos de un ejercicio de poder ubicadoen la tribuna, el procedimiento consis-tió en ocultar las nuevas relaciones depropiedad y las alianzas corporativasque ellas generaron para dar disputapor la dirección del poder. Más que nunca, la independencia delos medios periodísticos se separó delas narraciones para apoyarse en dosacciones no discursivas: lucrar e in-fluir (Borrat, 1989). Los consumostambién cambiaron y buscaron en losmedios periodísticos otro tipo de ser-vicios. Además de la información, losproductos aportaron material escolar,archivos temáticos, tendencias de todotipo y entretenimiento.Según un estudio realizado en agostode 2005 por el Sistema Nacional deConsumos Culturales (SNCC), el84,9% de la audiencia se informa através de los noticieros televisivos.Esta tendencia da cuenta de otro des-plazamiento: de la periodicidad a lainmediatez. A pesar del dato, todavíaun alto porcentaje lee diarios. Los pi-cos de consumo se registran los do-mingos (59% de la audiencia), mien-tras que durante la semana caen al40% y al 38%, los sábados. El índicede navegación demuestra que un38,4% de quienes leen diarios comien-za por la sección de información gene-ral. Le sigue deportes, con 33,8% ypolítica, con 31,9%. Esta última lecto-ría es más tradicional, generalmentemasculina, adulta y de clase media.Las audiencias prefieren temas gene-rales, de servicios, deportivos y entre-tenidos. Entonces la estrategia de atarla libertad de prensa con la posibilidadde ganar anunciantes también velanuevas intenciones: disputar al apara-to estatal todo aquello que lo caracte-rizó en su concepción moderna. Todos los anunciantes -públicos y pri-vados- buscan incidir en los conteni-dos de los medios, ganar espacios devisibilidad y producir coberturas den-

tro de la superficie periodística. Si lasasociaciones de editores de todo elmundo recomiendan tener publicida-des atractivas para aumentar los con-sumos, cuál es el sentido de hacer fo-co en la pauta oficial.En un pormenorizado informe presen-tado en la 62º Asamblea de la Socie-dad Interamericana de Prensa, se ex-presa que en la Argentina "la prensase desenvuelve con una libertad noexenta de condicionamientos". Tam-bién se alude a las presiones y se evi-dencian inequidades "en la distribu-ción arbitraria de la publicidad ofi-cial" 1.Sin embargo, nada dice el informe delas arbitrariedades editoriales sosteni-das en los procesos de newsmaking ygatekeeping, que dejan fuera temas deinterés para la sociedad. Tampoco delas jerarquizaciones que se hacenacorde con intereses corporativos. Lascomposiciones accionarias, las alian-zas estratégicas, las participaciones ennegocios no mediáticos y los apoyos acandidaturas de forma no explícitasuelen no estar en las superficies me-diáticas, aunque no medie presión al-guna. Ya en la conferencia de Indianápolis,del año anterior, se había cuestionadoel gasto publicitario oficial aplicandouna lógica que pretende demostrarmalicia o ineficacia en la ecuacióncosto por contacto. Claro que el go-bierno tiene el deber de transparentarlas erogaciones que hace con el presu-puesto público. Sin embargo, a la horade presentar las propias, los medios noexplicitan a favor de qué intereses ac-túan participativamente en la disputapor la hegemonía de la sociedad. Las acusaciones sobre autoritarismo,censura y presiones también son nove-dosas en el nuevo contexto. Esto esviable gracias a las nuevas formas deproducción periodística. Aquéllas porlas cuales la información aparece ais-

lada, sin background y desde un puntocero que borra toda marca de produc-ción anterior. La necesidad de cubrirlas superficies de manera instantáneapone a las publicaciones gráficas endesventaja. Los tiempos para corrobo-rar la información se acortan y, en mu-chos casos, el único contraste se hacecon otros colegas o la competencia.También resulta llamativo que los me-dios más quejosos acerca de las pre-siones y la quita de presupuestos parasus pautas sólo utilicen la informaciónde la agencia oficial. Esta práctica de-teriora la calidad informativa. Sin em-bargo, las posibilidades que se abrenpor el acceso al consumo y produc-ción de noticias digitales tampoco me-joran el panorama. El periodismo digi-tal permite multiplicar los canales. Noobstante, la aceleración de la rutinahace que su efecto sea el contrario.Muchos canales generan más y más dela misma información. En este contexto, la acción participan-te del periodismo en el conflicto sociales cada vez más clara. Rumores sinchequear aparecen en las tapas y sondesmentidos con una clara lógica deestado dado (Guglielmini y Popok,2004). Aquél por el cual las marcas deproducción previa son quitadas o elu-didas por el productor de la informa-ción. Un ejemplo de esto lo dan laselecciones del 6 de junio de 1999,cuando todos los matutinos publicaronque Ricardo Bussi había ganado laGobernación de Tucumán. Al día si-guiente, desde las mismas redaccionesse cuestionó a las encuestas, pero nadase dijo de la publicación de datos erró-neos. Tampoco se dijo que las encues-tas a boca de urna habían sido contra-tadas -en algunos casos- por los mis-mos medios. Al tiempo que cambia el periodismo,la política se profesionaliza y los mé-todos de marketing reemplazan a lastradicionales formas estratégicas del

sistema de partidos. Los asesores deprensa generan acontecimientos. Lavisibilidad es más importante que lagestión. En tiempos de una políticaadecuada a los horarios y a las necesi-dades temáticas y productivas de losmedios, la pulseada con el gobiernono es por la tribuna sino por el escena-rio. Quién gana la batalla por estipularqué hay que hacer, más que por cómoy dónde decirlo. Las encuestas, unaherramienta central del marketing delos últimos tiempos, le arrojan resulta-dos positivos. Mientras tanto, la tramamediática se vuelve evidente a medidaque se velan los datos centrales de suprotagonismo.

*Profesora del seminario "Comunicaciónpolítica. Relaciones estratégicas con laopinión pública" en la Carrera de Cien-cias de la Comunicación.

Notas bibliográficas:Héctor Borrat (1989): El periódico actorpolítico, Barcelona, Gustavo Gili.Alejandra Guglielmini y Silvina Popok(2004): A río revuelto..., tesina de grado dela Carrera de Ciencias de la Comunica-ción, FCS-UBA.Ricardo Sidicaro (1993): La política mira-da desde arriba, Buenos Aires, Sudamericana.

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1. Fuente: SIP, 62º Asamblea General. México, Octubre 2006.

22 23DOSSIER

Es fácil censar que desde el principiomismo de la expresión de ideas, siem-pre hubo querellas con el poder esta-blecido y las seguirá habiendo. Acla-rando que el poder no es solamente elgobierno reinante. Sería un tema dehistoria, pero la proposición editoriales situar el análisis en el período de losúltimos veinticuatro años -desde el re-greso de la democracia en 1983- y, enespecial, el que abarca el gobierno delpresidente Néstor Kirchner.Como afirmación general, me animo adecir que en el sistema político argen-tino -esto en el sentido más abarcativo-hay poca comprensión trascendentesobre el carácter fundante de relacio-nes sociales que hoy configuran losmedios. En cambio, son intuitivamenteeficaces en el ardid instrumental en be-neficio propio.Es cierto, también, la complejidad delproblema tiene más preguntas que res-puestas concluyentes y bastantes con-

tradicciones sobre el papel de los me-dios. Se acepta la predominancia de laimagen al mismo tiempo que se ejecu-ta con astucia y secreto la desinforma-ción. Y toda esta ingeniería del poderes materia bastante ajena a las mayorí-as.Es más, no es posible ahondar en estetrabajo sobre ello, pero me animaría adecir que la misma noción de opiniónpública necesita ser revisada profunda-mente más allá de los aportes intere-santes que hicieron diversas capillasintelectuales.Ésa, si nos atenemos a una interpreta-ción angelical, puede ser una de las ra-zones de tantas equivocaciones de lossondeos de opinión en los últimostiempos; especialmente lo ocurrido enMisiones con el intento de reeleccióndel gobernador Carlos Rovira.Otra generalidad a revisar, plasmadaen el constitucionalismo moderno, esla noción de censura. Ya no alcanzacon la idea de la mera "prohibición" si-no de métodos muy sutiles que adquie-ren cierta eficacia en relación con laorganización institucional. Quiero de-cir: naturalmente lo que se llama lapauta oficial tiene un peso importanteen los intentos de influenciar la opi-nión pública. Nada más ejemplificati-vo que mirar en la Capital Federal lasintervenciones publicitarias que tienenlos candidatos con cargos oficiales. Pa-gadas con recursos del Estado. Todoslos oficialismos tienen esa tentación.Tan claro es el condicionamiento de lapauta oficial como opaca la relaciónque se establece entre el poder y algu-nos periodistas que reciben "estímu-los" ya sea directamente o a través deorganizaciones de relaciones públicasque, a su vez, venden bajo el rótulo de"consultoría" la garantía de cierto tra-tamiento informativo. Ese "periodis-mo" puede ser activo o distraído. Se-gún la estrategia.Cuando hablamos de pauta oficial, elfenómeno se replica en provincias,municipalidades, etcétera. Para los me-dios, ese pautaje es decisorio en susubsistencia económico-financiera.Sobre todo de las FM que tienen un al-

to poder de incidencia local y que enmuchos casos están regenteadas pordirigentes políticos.En el caso del gobierno nacional ac-tual, puede decirse que su intento de"homogeneización" no es diferente alintentado por otros gobiernos. Aunquesu estilo es por supuesto bastante im-púdico, casi tan brutal como cuentanlas informaciones acerca del "poderpersuasivo" del Secretario de Comer-cio.Alguna polémica generó, también, ladecisión del presidente de no otorgarconferencias de prensa. Puede habervarias interpretaciones al respecto. Pe-ro ninguna puede dar por tierra con unprincipio rector de las sociedades de-mocráticas: el derecho a estar debida-mente informado se asienta en el ciu-dadano. Por lo tanto, si bien el presi-dente tiene el derecho de elegir un mé-todo, es bastante atípico que se nieguea someterse a un interrogatorio dequienes deberían estar especializadosen temas de gobierno. Para eso existeuna acreditación en la Casa Rosada.Pero hay en la administración del doc-tor Néstor Kirchner una fantasía de"relación directa con el pueblo", sinmediaciones. En suma: son sus inter-venciones y el despliegue de la pautapublicitaria toda la política de comuni-cación oficial, acompañada del "bom-bardeo" de encuestas encargadas porellos mismos.Articulando teoría y política, me pare-cen todavía penetrantes las conclusio-nes del estudioso norteamericano Jo-seph Klapper que, simplificándola, es-tablece que a menor grado de institu-cionalidad, o podríamos decir polifo-nía de voces o fuentes creíbles, los es-calones más altos de la pirámide de po-der logran mayor flujo de circulaciónen el sistema de la opinión pública.Es cierto, y la mayoría de los lectoresseguramente lo saben, que sobre la in-fluencia de los medios hay experien-cias contradictorias y paradójicas se-gún los tiempos. Por caso, siempre re-cuerdo la afirmación del ex presidenteJuan Domingo Perón cuando compara-ba el año '55, cuando fue derrotado con

todos los medios bajo su control, conel '73, en el cual la mayoría actuaba ensu contra al momento de producirse suregreso al país luego del exilio im-puesto por la dictadura de la autodeno-minada Revolución Libertadora.Desde el '83 hasta hoy, hubo en el con-texto general de una democracia ase-diada diferentes momentos. Puede de-cirse que al principio del gobierno deldoctor Raúl Alfonsín, con las grandescabeceras de televisión abierta bajo sucontrol, se habló de la "primavera" du-rante la cual la libertad aparentementefue muy amplia. Digo aparentementeporque durante ese mismo período hu-bo algunos intentos muy burdos: merefiero a los tiempos anteriores a laelección de 1989.Otro señalamiento importante sería en-trar a desmenuzar ese imaginario de li-bertad que puede adquirir diferentessentidos. Uno podría decir, desde elpunto de vista formal, que como solíasolazarse el ex presidente Carlos Me-nem, "nunca hubo tanta libertad comobajo mi gobierno". Y, en cierta forma,era verdad. Ahora bien, la verdad es untema harto complejo dentro del ejerci-cio del periodismo. Atravesado por esaidealización de la objetividad, perotambién por la negación de la produc-ción industrial dentro de un sistema ca-pitalista que tienen los medios.Es justamente, según una experienciapersonal intuitiva y que sería intere-sante investigar, que en aquella presi-dencia se profundiza el doble procesode una licuación de las institucionespolíticas, una cooptación de ciertas or-ganizaciones sindicales y, en el ámbitopolítico, una fuerte influencia de co-municadores que fueron capaces degenerar estados de opinión definitoriaen las privatizaciones al compás de lasdoctrinas neoliberales en economía ylas políticas fijadas por el consenso deWashington.No hubo en general censura, pero ladiscusión debería centrarse en la opo-sición información entre desinforma-ción, y en la construcción de agenda ylos temas que quedaban fuera de ella -y que siempre quedan afuera.

Nuestro país adolece de un debate pro-fundo y abierto sobre los medios. Noexistieron iniciativas democratizado-ras sobre los medios. ¿Por qué? Comoprincipio de respuesta remarcaría eldesconocimiento señalado al principiodel artículo. Agregaría, como mutacio-nes importantes, el pasaje de un mode-lo tradicional familiar -los Mitre, losNoble y otros tantos en el interior delpaís- hacia una hibridación que pasó adenominarse "multimedia". Lo situarí-amos en la década del ochenta, acen-tuado en los noventa.El otro, la conexión horizontal y verti-cal empresarial. Vale decir, la confor-mación de unidades económicas degran escala que podían estar cerca o le-jos de la actividad específica del nego-cio de las comunicaciones. Y, por últi-mo, la indefensión nacional frente a laparticipación de capitales transnacio-nales que en los países desarrolladostienen, al menos, algún tipo de regula-ción.Estos factores, factores de poder ylobby, son uno de los elementos princi-pales que obstaculizaron un aggiorna-miento legislativo y la permanencia dela vieja Ley de Radiodifusión vigentedesde la última dictadura del Proceso.Inclusive sería, a esta altura, insufi-ciente hablar de su modificación por-que responde a un concepto más técni-co que social sobre el papel de las co-municaciones. Por otra parte, existiríala posibilidad de establecer institucio-nes de regulación al estilo del Consejodel Audiovisual en Francia o el máscercano caso de Chile con el ConsejoNacional de Televisión.Por último, las mutaciones sociales,culturales y económicas por supuestoque han incidido fuertemente en las ca-racterísticas que tenía la profesionali-dad periodística. Allí, por cierto, el de-bate está pendiente: sería al menos ricotenerlo desde las posiciones más desin-teresadas posibles para abrir, también,una discusión sobre los aspectos éticosde la profesión. Reformulando los con-ceptos de libertad, independencia u ob-jetividad por nociones menos idealiza-das y más realistas del proceso produc-

tivo y sus relaciones político-económi-cas.Son debates que nos debemos. Eso se-ría mejor que las peleas presidencialescon un medio en particular o un perio-dista. Creo que el presidente está en suderecho de defenderse de interpreta-ciones con las cuales no está de acuer-do. Pero lo que temo es que esa bam-bolla supuestamente progresista tengala correlación efectiva de no haber he-cho, a través de las instituciones co-rrespondientes, el debate más de fondoque propenda hacia una mayor plurali-dad de voces, creación de objetos másdignos en calidad. Aunque esto es im-posible si no hay un trabajo educativosostenido, no solamente en aprender amirar televisión o leer libros, sino unsistema educativo que levante en todoslos sentidos el nivel intelectual, críticode la población en general.La cuestión parece no tener salida en elcorto plazo. El gobierno del presidenteKirchner, en un acto administrativo sinprecedentes, decidió suspender el con-teo del plazo de licencias a grandesgrupos de medios. Todos los supuestos"progres" que tiene el elenco oficialprefirieron hacer mutis por el foro.Siempre es bueno propender a que, co-mo escribió Joaquín Sabina, "las men-tiras parezcan mentiras".

* Profesor de las materias Planificaciónde la actividad periodística I y II en la Ca-rrera de Ciencias de la Comunicación.

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24 25DOSSIER

Digámoslo de una sola vez: está muymal que se utilicen los recursos de la pu-blicidad oficial para forzar cualquier ti-po de relación con los medios de comu-nicación. Pero también digamos que es-te pecado republicano ha sido cometidopor todos y cada uno de los gobiernosque hemos elegido o no, y que ni si-quiera se trata del peor de los pecadosque se prohíjan en el seno de esta rela-ción conflictiva, contradictoria, a vecestransparente y las más de las veces opa-ca, entre los gobiernos y los medios ma-sivos de comunicación. La vigencia dela Ley de Radiodifusión de la dictaduramilitar, empeorada y aumentada por losdecretos de Menem y el nefasto Decre-to 527/05, que les obsequió diez añosmás de oligopolio a los grupos que aca-pararon medios durante los '90, son só-lo algunos ejemplos.El diario de los Mitre y distintas publi-caciones del empresario Fontevechia

parecen ser los abanderados de la de-nuncia de la utilización de la publicidadoficial por parte del gobierno del presi-dente Kirchner para disciplinar a laprensa independiente.Ambas empresas periodísticas tienenuna clara posición tomada frente al go-bierno electo en 2003, si se quiere pordistintos motivos. El diario La Nación expresa -comosiempre lo hizo- a la cúpula más con-centrada del sector agroexportador, quepese a gozar un período ya largo de bo-nanza inusitada sustentada por los pre-cios internacionales y -sobre todo- porla devaluación del tipo de cambio, nodigiere que el Gobierno le aplique re-tenciones a esas ganancias extraordina-rias como forma de financiar una parteimportante de las arcas del Estado. La Editorial Perfil a través del semana-rio dominical del mismo nombre y de larevista Noticias también se disputa elgalardón al medio opositor, aunque datoda la impresión, especialmente si serepasa la trayectoria de esa empresa quetiene todos los condimentos de una de-cisión de mercado. Hay un nicho paraun público opositor, pues entonces hayque ocuparlo. No debería olvidarse quela misma Editorial Perfil colaboró acti-vamente en la llamada farandulizaciónde la política durante los '90, mostrandolas mansiones de los políticos ricos y fa-mosos en las páginas a todo color de suotra revista Caras. Ni que como buenaparte de los medios de la época, el en-tonces joven director de Perfil supo co-laborar por acción y omisión con la dic-tadura militar procesista.Esto, por supuesto, no implica que elGobierno tenga derecho a castigarloscon la exclusión de la pauta publicitariaoficial.En un editorial publicado el 14 de fe-brero último con el título "La publicidadoficial como censura", el diario La Na-ción opina: "La libertad de expresión esuna de las bases de los derechos y las li-bertades democráticas. Por ello, cuandolos periodistas y los profesionales de lacomunicación son silenciados, ellos noson las únicas víctimas de las leyes y las

prácticas represivas; también lo son to-das las personas que se ven privadas desu derecho a la información. La distri-bución arbitraria de la publicidad oficiales utilizada para premiar o castigar a pe-riodistas y medios de comunicación porsu línea editorial. En efecto, la discrimi-nación, el abuso y la falta de criteriostransparentes en la adjudicación de pu-blicidad oficial constituyen una restric-ción ilegítima a la libertad de expre-sión".No queda más que coincidir con los di-chos del diario centenario, sin embargosería conveniente ampliar los alcancesde la libertad de expresión para que noquede reducida -como a menudo acon-tece con el pensamiento liberal- a la li-bertad de prensa que como todos ya sa-bemos es parecida pero no igual; la pri-mera incluye a la segunda y la relaciónno es necesariamente recíproca.Los empresarios periodísticos que bienhacen en izar la bandera de la libertadde expresión cuando consideran que eluso discrecional de la pauta publicitariaoficial puede cercenarla, deberían serconsecuentes acompañando e impulsan-do una reglamentación del derecho a ré-plica para que cada tercero que se vieraperjudicado por una información u opi-nión vertida desde sus páginas, panta-llas o micrófonos, tuviera la oportuni-dad de hacer pública su posición por elmismo medio; o podrían acompañar laregulación de la cláusula de concienciasegún la cual los periodistas y demástrabajadores de los medios podrían ex-cusarse de publicar determinadas infor-maciones o coberturas de hechos quepudieran afectar sus principios o posi-ciones ideológicas. Por supuesto que side lo que se trata es de garantizar la li-bertad de expresión, también podríanofrecerles a sus trabajadores en conflic-to salarial o por condiciones de trabajoun espacio en sus medios para que pue-dan informar adecuadamente al público.Los empresarios de medios de comuni-cación contribuirían enormemente a lavigencia de la libertad de expresión siabandonaran esa actitud de "no pisarselas sábanas entre fantasmas" informan-

do con toda claridad al público sobre losintereses económicos que componen lasempresas y grupos de empresas que in-fluyen en la opinión pública constru-yendo la agenda de lo que comúnmentese llama actualidad.

Distribución transparente de la pautapublicitaria oficial

Un reclamo se ha hecho ya insistenterespecto de la relación del actual gobier-no nacional con los medios de comuni-cación: el establecimiento de una distri-bución transparente y no discrecional dela llamada pauta publicitaria oficial quesegún cifras de 2005 ascendió a pocomenos que 130 millones de pesos. Esmás, desde algunos medios o de acuerdocon la opinión de connotados periodis-tas, se describe una situación de hostili-dad con la prensa, incluyendo cuestionestan dispares que van desde la adjudica-ción de premios y castigos según la líneaeditorial, hasta la tendencia del Presi-dente a polemizar públicamente con sec-tores de la prensa o su propia negativa abrindar conferencias de prensa.Claramente el reclamo más serio es elde la necesidad de reglamentar la distri-bución de la pauta publicitaria oficial,aplicando criterios de transparencia y deaccesibilidad a la información públicasobre los destinos de esos recursos.La Asociación por los Derechos Civiles(ADC) es una ONG que aboga por dis-tintas cuestiones que vinculan a la so-ciedad civil con el Estado y ha tomadopartido en este conflicto destinándolebuena parte de su actividad. En octubreúltimo dio a conocer un informe titula-do Principios básicos para la regula-ción de la publicidad oficial1, en el cualse destaca el rol que cumple la publici-dad oficial y la importancia de garanti-zar mecanismos que transparenten ladecisión gubernamental respecto de ladistribución en los distintos medios. Pa-ra ello proponen la sanción de una leynacional, con sus correlatos provincia-les, que establezca esos criterios y me-canismos institucionales que garanticenque no habrá discrecionalidad por parte

del funcionario político de turno. En esesentido se reclama la descentralizaciónde estas decisiones hoy en manos de laSecretaría de Medios, creando un orga-nismo cuyos funcionarios ingresen a élpor concurso público.Es sin dudas un aporte importante a es-te debate, que lamentablemente por ac-ción de los propios medios poco y nadainteresa a los ciudadanos comunes, perofaltaría redondear algunas cuestionespara que la política que se adopte apun-te a garantizar la libertad de expresión yel derecho humano a la información, yno simplemente generar mejores condi-ciones para el ejercicio de la prensa confines comerciales. Dos de esas cuestio-nes fundamentales son, por un lado, lafijación de criterios de distribución de lapauta publicitaria oficial y, por el otro,la necesaria información sobre sus pro-pias cuentas que las propias empresasde medios deberían dar a conocer paracompletar el proceso de transparencia.Respecto de los criterios, un principiobásico es que no puede primar sin másla correlación directa con la mayor tira-da o rating de manera indiscriminada.Depende del público destinatario delanuncio para determinar cuáles son losmedios más adecuados para publicar. Siel Estado nacional quiere comunicaruna política destinada a un sector de lostrabajadores, poco eficaz y eficiente se-ría que lo haga a través de La Nación oÁmbito Financiero. Lo mismo se debepensar respecto de las distintas regionesdel país. Pero además no se debe con-fundir al Estado con un anunciante pri-vado cualquiera; el Gobierno además decomunicar de la manera más eficaz po-sible también debe velar por la plurali-dad informativa, por lo cual debe equi-librar su pauta para no favorecer aúnmás la concentración informativa.En la Ciudad de Buenos Aires está envigencia una ordenanza del viejo Con-cejo Deliberante según la cual el Go-bierno de la Ciudad está obligado a des-tinar un porcentaje de su pauta publici-taria a los medios de comunicación ve-cinales que cumplan con determinadoscriterios mínimos (tirada, continuidad,

cantidad de páginas, etcétera). De esamanera se llega efectivamente a los ve-cinos -la mayoría son de distribucióngratuita- y se fomenta la actividad deesos medios que forman parte del tejidosocial y cultural porteño.La otra cuestión importante que debeser la contracara de la transparentaciónde la publicidad oficial debe ser latransparencia de los ingresos publicita-rios de los medios de comunicación be-neficiarios. Para que el público puedacompletar su percepción sobre la inde-pendencia de la línea editorial de un de-terminado medio masivo sería funda-mental que junto con la información -mensual o anual- sobre la pauta oficialrecibida se informe sobre el impactoporcentual de esa pauta en el ingresopublicitario total de ese medio. Tambiénes de enorme utilidad conocer la impor-tancia relativa de la publicidad oficialrespecto de los diez principales anun-ciantes de cada medio, porque de pasoel público puede tener más elementosde juicio sobre lo que los medios publi-can o dejan de publicar.El citado informe de la ADC afirma enun párrafo: "Todos los ciudadanos tie-nen derecho a conocer los gastos efec-tuados en publicidad oficial. Deben es-tablecerse mecanismos que promuevanla transparencia en el otorgamiento deestos fondos y que garanticen el fácilacceso a esta información por parte delpúblico en general". En el mismo senti-do le agregaríamos que el procedimien-to borraría todo resto de opacidad si losmedios también abrieran sus libros con-tables a la ciudadanía.

* Docente de Políticas y Planificación dela Comunicación de la Carrera de Cien-cias de la Comunicación.

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Existen unos cuantos buenos argumen-tos para sostener la necesidad de mejo-rar el modo en que los periodistas inter-vienen en el debate público: la opinióndesmesurada que tienen de su propio rol,la patente ignorancia y superficialidadcon que la mayoría trata los asuntos pú-blicos, la disposición de no pocos, pormotu propio o por regla de las empresasen que trabajan, a sacrificar autonomía yobjetividad en función de incentivosprovenientes de gobiernos o interesesparticulares. Pero ninguno de estos secuenta entre los motivos que han llevadoal actual gobierno a reducir al mínimo lamediación periodística.

Los signos de este acotamiento son har-to conocidos: el presidente no ofrececonferencias de prensa, ni contesta pre-guntas, ni da explicaciones, sólo emitediscursos desde su atril, imponiendo unrégimen de comunicación unidireccio-nal y jerárquico, dentro del cual su pala-bra aspira a disolver toda instancia y re-curso de contrastación autónoma, a vol-verse propaganda en estado puro; el jefedel Ejecutivo concentra y verticaliza co-

mo nunca las tareas de comunicacióndel Estado y el gobierno, estableciendoun monopolio de la emisión desde elvértice y limitando el acceso a fuentesde información a todos los periodistas ymedios; discrimina dentro de éstos entreamigos y enemigos, alentando que losprimeros se comporten como publicistasconvencidos de un mensaje prefabrica-do; por último, las negociaciones e in-tercambios con empresarios del sector,como sucede con casi todos los actores,están basadas en amenazas de todo tipo.

Tal como resumió hace poco el Secreta-rio de Medios Enrique Albistur en un re-portaje a La Nación, haciendo gala deuna involuntaria honestidad, fruto talvez de su falta de práctica en aquello quees materia de su gestión, para este go-bierno "los periodistas no son necesa-rios".

Horacio Verbitsky debió seguramentealarmarse ante la indisimulable e incó-moda semejanza existente entre el idea-rio de la comunicación oficial expuestopor Albistur y el título de la obra con queel viejo luchador por la publicidad de losactos de gobierno acusó a Menem de to-do tipo de tropelías contra la libertad deexpresión e información en 1997. Locierto es que Un mundo sin periodistasparece ser hoy un objetivo más al alcan-ce de la mano que en los noventa. Y a lavez más difícil de justificar, para un go-bierno que se dice progresista (una dife-rencia que esperemos Verbitsky, quienpúblicamente no se ha manifestado alrespecto, en la intimidad logre explicar alos funcionarios oficiales, o en su defec-to los convenza de que hay cosas que sehacen pero no se dicen). Estas diferen-cias tienen varias implicancias.

En primer lugar, a este gobierno le inte-resa mucho más que al de Menem lo quela gente piense, y es lógico entonces quehaya puesto mucho más esmero que supredecesor en controlar las conciencias.

A Menem, contra lo que suelen creerquienes despotrican contra la época del"pensamiento único" y todas esas cosas,le resultaba bastante indiferente quépensaban íntimamente tanto sus funcio-narios como sus seguidores y sus votan-

tes. Con tal de poder convencerlos desus méritos como líder y lograr apoyo asus iniciativas de gobierno, estaba dis-puesto a tolerar las opiniones más diver-sas respecto de en qué valores y para lo-grar qué objetivos ellas se justificaban.Ello en parte explica su predilección porlos incentivos materiales, monetarios enlo posible, y por "comprar lealtades" entodos los niveles y grados de ilegalidadimaginables. Y también el ánimo tole-rante y estilo desregulado y diversifica-do con que manejó la comunicación ofi-cial: era frecuente que existieran mu-chos voceros y muchas fuentes alternati-vas en el seno del gobierno para que losperiodistas se informaran, en ocasionescompitiendo entre sí (lo que no pocasveces permitió que las guerras internasse hicieran públicas y terminaran en es-cándalo: el caso Swift, fundacional parael género, IBM-Banco Nación, Yabrán ytantos otros están allí para demostrarlo).No hay que descartar que esta actitud to-lerante y materialista se fundara en laconvicción, que probaría ser errada, deque su séquito peronista y la sociedad engeneral terminarían replicando su propiaexperiencia de conversión a favor de loque parecía entonces el curso inelucta-ble del progreso para el mundo entero.

Kirchner se nutre de una corriente deideas y cosmovisiones políticas y econó-micas cuya actual credibilidad es conce-bida como mucho más precaria, y ame-nazada. Es la suya, además, una visióndel mundo en la que la "lucha ideológi-ca" tiene por principio un papel desco-llante. El "antineoliberalismo", cual-quiera sea su basamento, marxista, po-pulista, antiliberal o nacionalista ocupa,para sus propios y más convencidos cul-tores, una posición subalterna entre lastendencias en pugna en el mundo políti-co actual. Y requiere por tanto de muchomás esmero y dedicación para imponer-se. De allí que la intolerancia pueda seral mismo tiempo una respuesta a la "au-topercepción de debilidad", y señal decompromiso y convicción en la necesa-ria "guerra por las conciencias": en unacultura política ya desde siempre conta-minada de maniqueísmo, Kirchner in-troduce una versión de las "conviccionespolíticas" que le permite descalificar asus adversarios no sólo porque sus ideas

atrasan o son ineficaces, como podíanhacer Menem, Alfonsín o tantos otros,sino porque expresan una constituciónperversa, que los predispone a la menti-ra y la falsedad. La consecuencia lógicaes, claro, un régimen de comunicaciónque vacune a la audiencia contra estosviciosos, que se cierre a la compulsa delas interpretaciones, y en el que hasta elmás elemental de los datos informativosse vuelva un arma ideológica en la luchapor "la verdad".

En segundo lugar, Menem fue un políti-co seductor por excelencia, un líder quebuscó y logró ser amado. Mal que les pe-se hoy recordar a sus no tan remotos vo-tantes y seguidores (a cuya mala con-ciencia nadie hace más daño que el Me-nem actual, negándose a un retiro silen-cioso), lo cierto es que ha habido pocospresidentes que pudieron prescindir tangeneralmente del garrote. Si su discursose vuelve agresivo, y su trato con la pren-sa tenso y distante, como lo registra Ver-bitsky en su libro, es recién tras compro-bar que la seducción deja de surtir efec-to, al final de su periplo presidencial.Hasta entonces, lo suyo fue mimar a losperiodistas, catapultando aun a los máscríticos a ocupar un lugar descollante enla vida pública: ¿qué más podían ellospedir que un presidente y un séquito debandidos propensos por igual a la osten-tación pública del fruto de sus tropelías yla escandalosa ansia de fama, suficiente-mente indisciplinados como para, llega-do el caso, denunciarse entre sí?

Kirchner es completamente diferente.Su sistema interno de poder es muchomás disciplinado: está significando parael peronismo una suerte de pasaje de lahorda primitiva al Leviatán monopólicoy jerárquico (con el consecuente, espe-remos, ahorro de recursos para todos losciudadanos). Y es natural que algo equi-valente suceda con la proyección exter-na del mismo: infinitamente menos ca-rismático y simpático, se esmera en ha-cer creíbles sus amenazas, volviéndolasefectivas con regular precisión, de mo-do de dejar en claro, como recomenda-ba Hobbes, que colaborar con él no ase-gura contraprestación alguna pero en-frentarlo si trae de suyo un inevitablecastigo.

Su uso de la violencia discursiva es unamanifestación prístina de este modo deproceder. Ella llega en ocasiones a unaintensidad sólo comparable con la de al-gún jerarca militar o líder revolucionariopretérito. La eficacia de sus ataques y,sobre todo, la esterilización del poten-cial de conflicto que acarrean dependen,claro, de la ausencia de contestación. Eluso del atril, en ese sentido, es inherenteal esquema e incompatible con el inter-cambio de preguntas y respuestas, inclu-so en un ámbito controlado como puedeser una entrevista.

Kirchner es, por cierto, como se ha se-ñalado, un líder que se basa en la opi-nión. Su fortaleza política depende engran medida de su popularidad. Pero elvínculo específico entre líder y opiniónes aquí completamente distinto al queestablecía Menem: éste se basó en unalógica transaccional con su entorno, quepermitía estar a medio camino entre elamor y el espanto, manifestar casi cual-quier disenso mientras se participara delintercambio; y, por lo mismo, hacía po-sible una bastante amplia y frecuente-mente conflictiva competencia en losentornos del poder. Las mediaciones,políticas o periodísticas, enriquecían susposibilidades de ganar o conservar adhe-rentes, y por tanto Menem las cultivó.Kirchner en cambio trabaja con una ló-gica de imposición y convencimientofuertemente personalizada, para la cuallas mediaciones, no sólo las preexisten-tes, son fuente de distorsión, cuando nolisa y llanamente obstáculos. Es naturalentonces que el tipo de conflictos que seplantee en la arena mediática sea muyotro, y los recursos con que se arme pa-ra enfrentarlos también difieran: así co-mo la construcción coalicional de Kirch-ner se asemeja a una cebolla de múlti-ples capas cuyo centro, como Dios, estáen todas partes y en ninguno, así su co-municación es radial, unidireccional, au-tocelebratoria y maniquea.

Dadas todas estas condiciones, se puedeentender que el uso de la publicidad ofi-cial tenga por objetivo además de forta-lecer canales de comunicación exclusi-vos, aislar a quienes por su conductamerecen un castigo, y ejemplificar alresto. Más cerca de Raúl Apold que de

Ramón Hernández, Albistur hizo alardeen el citado reportaje del tipo de enfren-tamientos que gusta en plantear, por ca-so con el dueño de Perfil, o con los quellama "ratas", ya no los judíos y comu-nistas de su ilustre antecesor, sino losneoliberales que engañaron al pueblo(con el que Albistur dice reconocerseplenamente dado que también a él Me-nem lo sedujo y engañó, aunque en sucaso hay que decir que los beneficios delengaño sin duda sobrepasaron largamen-te los costos del disgusto).

Sólo dos señalamientos finales: primero,tal vez los periodistas, al menos los queresistan su conversión en meros publi-cistas, puedan sacar provecho de losdesafíos que esta situación les impone,aunque por cierto para que ello fructifi-que se requiere más esfuerzo que el de-nuncismo y evitar el lugar de opositoresque el propio gobierno les reserva. Se-gundo, los perjuicios del modelo de co-municación se cargan en las espaldas delentorno oficial: ya que el presidenteamenaza y reta siempre que tiene a ma-no un micrófono, y resulta inconvenien-te aceptar el desafío mientras el éxito loacompañe, es natural que se genere un"derrame del disgusto" hacia sus acom-pañantes. Es algo conocido que los en-tornos se ganan los odios que las masasse niegan a dirigir a sus líderes más te-midos. No debe sorprender entonces queevitar cargar con las deudas que va acu-mulando un presidente tan poco colabo-rativo sea una tarea cada vez más difícilpara sus acompañantes. Sucederá enton-ces que el entorno se empobrezca cadavez más, o que la disciplina se resque-braje. En cualquier caso, el modelo ase-gura una sucesión conflictiva.

* Profesor de Teoría Política Contempo-ránea en la Carrera de Ciencia Política.

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Hacer un análisis respecto de la rela-ción concreta del gobierno de NéstorKirchner con los medios de comunica-ción y las empresas periodísticas im-pone desplazarse en varios planos defocalización. Por un lado, entre lo másvisible, hay que mencionar la reticen-cia por parte del jefe de Estado a com-parecer ante el periodismo en confe-rencias de prensa o entrevistas, razónpor la cual se ha ganado la irritaciónde diversos sectores que leen esta acti-tud como señal de autoritarismo. Sinembargo, hay que admitir que la respública no resulta resentida por estaactitud, ya que una escuadra de fun-cionarios sale cotidianamente a infor-mar, opinar, discutir y defender las de-finiciones del gobierno en el plano pú-blico. Pero hay otros aspectos de lo com-prendido en las Políticas Públicas deComunicación que permanecen en uncono de sombras y escapan a la lectu-ra de la mayoría de la sociedad -no en-trenada lo suficiente en el conocimien-to de las formas de propiedad de losmedios, el acceso a licencias de radio-difusión, la reglamentación de la dis-tribución de la publicidad oficial, lasestrategias que elige una gestión parainformar sus actos de gobierno, la res-ponsabilidad con que se garantiza elacceso a la información en medios pú-blicos, privados y comunitarios, entreotros ejes. Si se acepta que la comunicación esuna herramienta fundamental de la ac-ción política, se podrá entender que eldiseño de las Políticas Públicas deComunicación refiere a algo estratégi-co y más abarcativo que la temática delos medios estatales. Incluye derechosy responsabilidades de los Estados entodo aquello que involucra a la comu-nicación, interpretada en su doble con-dición de derecho social inalienable,por un lado, y actividad económica

generadora de ganancias, por otro. Sepodría decir por tanto, que las Políti-cas Públicas definen los alcances y lí-mites de la gobernabilidad. Existendistintos modelos para afrontar la ex-plotación y la gestión de los medios decomunicación, comerciales-privatis-tas, públicos y mixtos. En Argentina,medios de radiodifusión públicos yprivados coexisten bajo el contralor deuna "fuerza de policía del aire" llama-da Comité Federal de Radiodifusión(COMFER) creada por la ley 22.285,sancionada por la dictadura militar. ElCOMFER se ha manifestado -casi sinexcepción- como un organismo displi-cente al momento de verificar el cum-plimiento de los pliegos de las empre-sas licenciatarias de radios y canales,indiferente a la baja calidad de conte-nidos -en su mayoría de factura inter-nacional- y tolerante en grado extre-mo con la abrumadora concentraciónde la propiedad en pocas empresas demedios. Este ente controlador, sospe-chado de omitir la aplicación de san-ciones a las empresas televisivas porsus reiteradas infracciones a las nor-mas de la ley 22.285, se defiende ar-gumentando que prefiere instar a lasemisoras a "mantener una actitud res-ponsable de autorregulación". Apenasiniciada la gestión del presidente Nés-tor Kirchner, el COMFER había asu-mido el compromiso de sancionar unaley de radiodifusión de la democracia.Resulta chocante que a más de dos dé-cadas de gobiernos democráticos con-tinúe vigente la ley 22.285 sancionadapor la dictadura militar, firmada porJosé Alfredo Martínez de Hoz, JorgeRafael Videla y Eduardo LlerenaAmadeo. La ausencia de esta nuevaley está acompañada de la normaliza-ción en cuentagotas de las miles de ra-dios comunitarias y de bajo alcanceque ampliaron el mapa de medios deArgentina, prestan un servicio infor-

mativo, cultural e identitario y consti-tuyen una importante fuente de traba-jo para miles de periodistas, locutores,operadores y productores. Cuandoarrancó en sus funciones al frente delCOMFER, el interventor Julio Bárba-ro había subrayado: "se necesita unanueva ley de radiodifusión, nuevas re-glas de juego. Y ésa es la tarea que va-mos a encarar". También afirmó enesos primeros días de gestión que lailegalidad de los medios de bajo al-cance provenía de "una situación deinjusticia", puesto que no se habíanhabilitado desde el Estado los mediospara la normalización de estas radios.Durante 2006, se anunció la normali-zación de poco más de 120 emisorasde bajo alcance, cuando en el país tan-to los cálculos oficiales como los in-formales hablan de más de 5.000 dis-tribuidas en todo el territorio nacional.La normalización de estos medios y lasanción de una nueva ley de radiodifu-sión constituyen, por lo tanto, asigna-turas pendientes de las Políticas Pú-blicas de Comunicación. Otro tema polémico en el terreno delas Políticas Públicas de Comunica-ción lo constituyó la firma del Decre-to 527/05, por el cual luego de los 15años de licencia otorgados por la ley22.285 y la prorroga automática -con-templada en la ley- por otros 10 años,el Ejecutivo concedió a las empresas10 años más para explotar las licenciasde radiodifusión. Los grupos conce-sionarios comprendidos en este decre-to fueron los grandes beneficiados porla reforma del Estado y los que am-pliaron sus ganacias gracias a la re-ducción de aportes patronales del go-bierno de Carlos Menem, impulsordurante los años '90 de las políticasneoliberales, tan criticadas por la ac-tual gestión. Es también el sector quese endeudó en millones de dólares ladécada pasada para dar en mejores

condiciones la batalla interempresariapor los medios y las telecomunicacio-nes; el mismo que a la luz de la crisisde 2001 fue amparado por la licuaciónde sus pasivos gracias a la pesifica-ción, la sanción de la Ley de Indus-trias Culturales y la modificación de laLey de Quiebras con que los beneficióEduardo Duhalde. En estos ejes, to-mados a modo de ejemplo, se puedeadvertir un discurso contradictorio porparte del gobierno, que confronta entono elevado con las empresas perio-dísticas en diferentes intervenciones -propias o de su equipo de asesores- y,por otro lado, en lo concreto, se dejainfluenciar por estas empresas al pos-tergar la sanción de una nueva ley deradiodifusión, extender las licencias alos grupos concentrados de medios ydejar en situación precaria la legalidadde los medios comunitarios.

* Profesora del Taller de Expresión III(Gráfica) en la Carrera de Ciencias de laComunicación.

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Marcela Aszkenazi (comp.) Clausuras y aperturas. Debates sobre elabortoBuenos Aires, ADEUEM / Espacio Editorial, 2007, 128 páginas.Dispuestas a promover un espacio paraque la reflexión ocupe el lugar de las afir-maciones prejuiciosas, ADEUEM convo-có, junto con la Comisión de Bioética y lade la Mujer de la Asociación de Abogadosde la Ciudad de Buenos Aires, a un panelpara debatir las nuevas perspectivas conrespecto al DERECHO AL ABORTO. Parti-ciparon los doctores Lipchak, Mallol, Min-yersky, Barbato y Sebastiani, coordinadopor C. Lipszyc. Este libro registra ese de-bate e incluye un capítulo de M. Aszkenaziacerca de las ideas hegemónicas sobre elaborto a través de la historia y una expe-riencia de trabajo sobre el tema llevada acabo por el Área Social (integrada por lastrabajadoras sociales D. Villegas, M. J.Faccini, S. Raffa y G. López; y la sociólogaM. Aszkenazi) del Programa de Adoles-cencia del Hospital de Clínicas, UBA.

Rubén Dri

La fenomenología del espíritu de Hegel.

Perspectiva latinoamericana.

Intersubjetividad y reino de la verdad

Buenos Aires, Editorial Biblos, 2006,

243 páginas.

El primer objetivo del libro es presentar

una hermenéutica pormenorizada de la

Fenomenología que permita su lectura

sin necesidad de una especialidad difícil

de lograr, debido al tecnicismo con el

que Hegel se ha expresado. Se presenta

aquí sólo la hermenéutica de la concien-

cia y autoconciencia bajo el título de In-tersubjetividad y reino de la verdad. El

segundo objetivo, en orden cronológico,

es el de recoger elementos mediante los

cuales se pueda conformar el concepto

de la nueva racionalidad que nuestra si-

tuación requiere.

Carlos Eroles (coord.) Familia(s), estallido, puente y diversi-

dad: una mirada transdisciplinaria de

derechos humanos.

Buenos Aires, Espacio Editorial, 2006,

240 páginas.

Este libro, que en un primer momento co-

menzó por la descripción de una realidad

afectada por una seria crisis, fue lenta-

mente cambiando, tendiendo a ver estalli-

do, puente y diversidad, como hechos

que revelan que la crisis es un momento

en un proceso más amplio, del que pro-

bablemente surgirá afianzada la familia,

desde una mirada transdisciplinaria de

derechos humanos. Para ello se contó

con la contribución de profesionales de

diferentes disciplinas que aportan enfo-

ques que hacen a la concepción general

de la(s) familia(s), y luego del análisis de

diversas situaciones críticas, a la ense-

ñanza y la intervención social y al enfoque

ético-político de derechos humanos y ciu-

dadanía.

Ricardo Forster

Notas sobre la barbarie y la esperanza.

Del 11 de septiembre a la crisis

argentina

Buenos Aires, Editorial Biblos, 2006,

222 páginas.

El autor reflexiona sobre la situación de

vulnerabilidad que se hizo visible a partir

de los atentados del 11 de septiembre de

2001, con la intención de penetrar con ojo

crítico, la trama más profunda que se ins-

cribe en el cuerpo de occidente, condu-

ciendo al lector desde aquellos sucesos

hasta la crisis argentina. En los distintos

ensayos se intercambian continuamente

los lenguajes de la barbarie y la esperan-

Libros de nuestros docentes

Carlos Eroles (coord.)

Familia(s), estallido, puente y diversidad:

una mirada transdisciplinaria de derechos humanos.

Claudio Katz

El rediseño de América Latina. ALCA, MERCOSUR y ALBA

Silvia Pérez Fernández, Eduardo Garaglia (dir.)

Ojos crueles. Temas de fotografía y sociedad

Ricardo Forster

Notas sobre la barbarie y la esperanza.

Del 11 de septiembre a la crisis argentina

Daniel García Delgado, Luciano Nosetto (comp.)

El desarrollo en un contexto posneoliberal.

Hacia una sociedad para todosRicardo Romero (coord.)

Buenos Aires: Ciudad participativa

Marcela Aszkenazi (comp.)

Clausuras y aperturas. Debates sobre el aborto

Rubén Dri

La fenomenología del espíritu de Hegel. Perspectiva

latinoamericana. Intersubjetividad y reino de la verdad

za, en los que la actualidad en estado deconvulsión sigue guardando la persisten-cia de la catástrofe junto a las señales deuna débil oportunidad.

Daniel García Delgado, Luciano Nosetto(comp.) El desarrollo en un contexto posneolibe-ral. Hacia una sociedad para todosBuenos Aires, FLACSO-Ediciones CICCUS, 2006, 297 páginas.Esta obra busca dar cuenta de la necesi-dad de instalar y profundizar un debatesobre el desarrollo en un contexto posne-oliberal, que debe desembarazarse demonopolios tecnocráticos, estar abierto ala multiplicidad de voces involucradas yser horizontal en el doble sentido de de-mocrático y constitutivo de horizontes co-lectivos. Una segunda motivación es la detomar posición y contribuir a la polémica,en el convencimiento de que no existenverdades necesarias a descubrir sino quees necesario hacer apuestas colectivasque se transformen a partir del debate yque construyan verdades cada vez másamplias.

Claudio KatzEl rediseño de América Latina. ALCA,MERCOSUR y ALBABuenos Aires, Ediciones Luxemburg,

2006, 136 páginas.Los seis capítulos del ensayo investigancómo remodelan el mapa de América La-tina los distintos proyectos de integraciónregional. Relacionan estas iniciativas conla reestructuración capitalista, las presio-nes imperialistas y los intereses de lasclases dominantes locales, pero explicanlos resultados de estas transformacionesen función de la resistencia social y la in-fluencia ejercida por las alternativas másradicales. Se estudia los convenios bilaterales conEstados Unidos que reflotan el ALCA, eva-lúa si el Mercosur tiende a recaer o a re-surgir, y puntualiza las disyuntivas delALBA; y por último indaga los rasgos deuna integración progresista proponiendoun horizonte socialista.

Silvia Pérez Fernández, Eduardo Garaglia(dir.) Ojos crueles. Temas de fotografía y sociedadAño 2, Nº 3, 2006.Este número incluye Un recuerdo a 30años del golpe. Fotógrafos desaparecidosy asesinados, por E. Garaglia y S. PérezFernández; los artículos: Las fotos, LauraBonaparte, La última imagen sacra de larevolución latinoamericana, Mariano Mes-tman, Fin de la dictadura, inicio de dis-

yuntivas: la fotografía argentina frente a larecuperación de la vida constitucional,Silvia Pérez Fernández, La cámara lúbrica.Lo pornográfico, Valentina Montero,Sueño de mujeres: la revista Idilio, MaríaVictoria Sánchez, El extraño y memorablecaso del Dr. Bayard y su cadáver, DanielPonce y Apuntes sobre fotoperiodismo enArgentina: 1930-1955, Miguel Marteolotti;y un reportaje a Norberto Puzzolo.

Ricardo Romero (coord.) Buenos Aires: Ciudad participativaBuenos Aires, Red Argentina de CienciaPolítica Mariano Moreno, 2006, 101 páginas.A 10 años de la sanción de la Constitu-ción y en el marco de las Vº Jornadassobre Democracia Participativa, se pre-senta el comentario a una estructura nor-mativa que rige la vida institucional deporteños y porteñas, desde una perspecti-va multidisciplinaria, interinstitucional yplural. Participar es el camino para conse-guir cambios; la sanción de la Ley de Co-munas, particularmente el apartado sobredescentralización y participación vecinalson resultado del esfuerzo colectivo, en elque los vecinos y vecinas generaron nue-vos consensos sociales y políticos a tra-vés de su reinterpretación.

Revista Ciencias Sociales 66 -UBA- abril de 2007

31

36

Avances de investigación

a crisis de 2001-2002 representó unpunto de inflexión en la evolución de los

indicadores macroeconómicos de Argen-tina. Luego de la devaluación y el default,el ciclo económico se revirtió. El productocomenzó a crecer a tasas elevadas, el des-empleo se redujo, el déficit en cuentacorriente cambió de signo y la deudapública fue reestructurada. Sin embargo,los indicadores sociales no han experi-mentado una evolución tan favorable. En el artículo analizamos la reversión delciclo en el marco de teorías sobre el creci-miento y el desarrollo. Se observa laimportancia del cambio de precios relati-vos, se discute si el contexto internacionalfavorable resultó determinante y se estu-dia el rol del Estado en la poscrisis: ¿hayuna nueva estrategia de desarrollo o setrata de intervenciones pragmáticas adhoc ? ¿Surge un patrón de intervenciónestatal sustancialmente diferente al delos noventa?

El fin de los noventa La crisis de 2001 y el nuevo fracaso delpaís en el logro del crecimiento sostenido-esta vez después de un proceso de refor-mas que supuestamente había eliminadolas barreras para el crecimiento, genera-das durante la era proteccionista de sus-titución de importaciones- agudizaron lasdudas respecto de la plausibilidad de lasreformas promercado. Ya objetadas desdediferentes perspectivas antes de la crisisde 2001, devinieron mucho más vulnera-bles después del colapso económico de unpaís previamente citado como ejemplo desu éxito. El análisis de la evolución de las variablesde desarrollo durante el período 1989-2002 echa luz sobre algunas de las carac-

terísticas del crecimiento económicoregistrado en la etapa que va desde el ini-cio de las reformas hasta la crisis: resultóinestable y no sostenido, estuvo acompa-ñado por altas tasas de desempleo y fueincapaz de reducir la pobreza y la des-igualdad.

Después de la crisisEl enfoque de diagnóstico elaborado porHaussman, Rodrik y Velasco (2005)1 esapropiado para contribuir a una explica-ción de las causas de la crisis de 2001 y laevolución de la economía argentina en laetapa poscrisis. Hacemos uso de algunosdesarrollos conceptuales ideados porRodrik: 1) las "limitaciones más podero-sas" ("binding constraints"), obstáculosque deben ser removidos para que unaeconomía crezca; 2) la distinción de dosetapas, la primera, en la cual el creci-miento se inicia sin estar precedido porgrandes cambios institucionales y lasegunda, en la cual el crecimiento y elcambio institucional se realimentan, per-mitiendo que tengan lugar profundastransformaciones institucionales (Rodrik,2004a; Rodrik, 2004c; y Rodrik, 2006). La recuperación argentina plantea lossiguientes interrogantes respecto de lascausas de esta "aceleración del creci-miento": ¿es sólo un proceso de "puesta aldía" (aquel que los países generalmenteexperimentan después de una recesión)?¿Es simplemente la consecuencia naturalde un contexto internacional favorable,con precios elevados para las commodi-ties argentinas y bajas tasas de interésinternacional? ¿O acaso la remoción de lalimitación más poderosa ha tenido algoque ver? ¿De ser así, cuál era esa limita-ción?

Rodrik sugiere incidentalmente la res-puesta: "la convertibilidad argentina, quequitara a la política monetaria de lasmanos del gobierno, funcionó bien cuandola limitación más poderosa era la falta decredibilidad", respecto de la promesagubernamental de no recurrir al impuestoinflacionario, "pero llevó a resultadosdesastrosos cuando una moneda sobreva-luada se convirtiera en la limitación máspoderosa" (Rodrik, 2006, traducción delos autores).La corrección de la distorsión de preciosrelativos generada por la apreciacióncambiaria resultante de la rigidez de laconvertibilidad se revela como un factorimportante para el inicio del crecimiento.El cambio de régimen cambiario en 2002implicó una depreciación del tipo de cam-bio real que transformó la estructura deprecios relativos favoreciendo a los bienespor sobre los servicios (transables sobreno-transables). Esta nueva situaciónparecería crear condiciones positivas paraun crecimiento liderado por las exporta-ciones y otorgar una protección implícita ala industria, que estimula la sustituciónde importaciones. De hecho, se ha logrado superávit debalanza comercial y cuenta corriente (eneste último caso, debe tenerse en cuentael papel de la reestructuración de ladeuda, que aquí no analizamos) y lasexportaciones han crecido un 56% en elperíodo 2002-2005. El aumento de lasexportaciones es genuino, no atribuibleexclusivamente a un alza de sus precios,dado que, como muestran los índices devalor, precios y cantidad de las exporta-ciones del INDEC, las cantidades exporta-das se incrementaron2. La creciente de-manda externa de commodities explica

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Democratización, reformas y estrategias de desarrollo

Proyecto UBACyT S062 "Agendas de reforma estatal y estrategias de desarrollo. Ideas, políticas y experiencias"

Directora: Dora Orlansky Integrantes: Leonardo Grottola y Mora CantorInstituto de Investigaciones Gino GermaniContacto: [email protected]

más acabadamente que la evolución delos precios internacionales la actual posi-ción comercial favorable de Argentina. Sinembargo, es importante señalar que esteinesperado desempeño sólo ha sido posi-ble por las innovaciones tecnológicasintroducidas por el sector (privado) agrí-cola en los noventa. En lo que respecta a laindustria manufacturera, desde 2003 seregistra un fuerte incremento de su pro-ducción 3 . El cambio en los precios relativos provo-cado por la devaluación parece haberlevantado las barreras para el crecimientoque la sobrevaluación del peso imponía ala economía. De acuerdo con esta pers-pectiva, la sobrevaluación de la monedapuede ser considerada como la limitaciónmás poderosa para el crecimiento deArgentina antes de 2002. De haberse recu-rrido al enfoque de diagnóstico en el casoargentino, el consejo hubiera sido diseñar"mecanismos adecuados" para una salidaordenada de la convertibilidad. Pero loque ocurrió fue una salida traumática através de una devaluación de mercado consus efectos colaterales más dañinos: laruptura generalizada de contratos y laabrupta (e injusta) redistribución de in-gresos.

Comentarios finales La reversión del ciclo económico se tra-dujo en una importante reducción del des-empleo (del 21,5% en 2002 al 12,8% en

2006 4 ) y en una no tan acentuada dismi-nución de la cantidad de población pordebajo de la línea de pobreza (del 54,3%en octubre de 2002 al 30,9% en octubre de2005). Sin embargo, más allá de la caídaen la tasa de desempleo y en la mediciónde pobreza, es importante enfatizar laexistencia de población con empleo pordebajo de la línea de pobreza 5. Los indi-cadores que miden el grado de equidad-inequidad en la distribución6 del ingresocasi no presentan variantes durante elperíodo poscrisis y las cifras de ambosindicadores de inequidad siguen siendomuy elevadas. En realidad, la brecha dedistribución del ingreso aumentó mien-tras el coeficiente Gini mejoró; son res-pectivamente los siguientes para lasecuencia 2003-2005: 32 y 0,523; 31 y0,501; 34 y 0,496)7 . Todavía es pronto para saber si el "episo-dio de crecimiento acelerado" que Argen-tina está experimentando desde el segun-do trimestre de 2002 podrá derivar en unasenda de crecimiento económico soste-nido y un cambio institucional que se rea-limenten. En un futuro cercano sabremossi la segunda etapa esbozada por Rodrik,de crecimiento con cambio institucional,está próxima a producirse o un nuevo buencomienzo de la Argentina vuelve a desva-necerse.Sin embargo, el accionar gubernamentalposcrisis no ha implicado una drásticareversión de las reformas promercado, por

lo que no debería ser considerado una"nueva" estrategia de desarrollo. Se lapodría describir de manera más precisacomo un conjunto de intervenciones prag-máticas ad hoc. Asimismo, cabe admitirque no resulta evidente si el accionar es-tatal inmediatamente posterior a una cri-sis permite la formulación de planes yestrategias o si las circunstancias impo-nen tomar decisiones "para salir delpaso".

Referencias bibliográficas:Dani Rodrik (2004a): "Getting InstitutionsRight" en http://ksghome.harvard.edu/~drodrik/papers.html

– (2004b): "Rethinking Growth Policies in theDeveloping World, The Luca d'Agliano Lecturefor 2004" en http://ksghome.harvard.edu/~drodrik/papers.html

– (2004c): "Rethinking Growth Strategies,WIDER Annual Lecture 8, WIDER Annual Lecture8" en http://www.wider.unu.edu/publications/

annual-lectures/annual-lecture-2004.pdf

– (2006): "Goodbye Washington Consensus,Hello Washington Confusion?" enhttp://ksghome.harvard.edu/~drodrik/papers.html

Dani Rodrik, Ricardo Hausmann y AndrésVelasco (2005): "Growth Diagnostics" enhttp://ksghome.harvard.edu/~drodrik/papers.html

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Revista Ciencias Sociales 66 -UBA- abril de 2007

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1. Haussman, Rodrik y Velasco (2005) elaboran un marco para el diagnóstico del crecimiento -es decir, una estrategia para determinar las prioridades depolíticas. La estrategia apunta a identificar las limitaciones más poderosas ("binding constraints" ) sobre la actividad económica. 2. Fuente: INDEC, ver http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/infoeco.html 3. Fuente: INDEC, basado en cifras a precios de 1993, ver http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/infoeco.html4. Información correspondiente al segundo trimestre de 2006 (EPH continua). No incluye a los beneficiarios de Planes Jefes y Jefas de Hogar. 5. Este hecho resulta también ilustrado por la pérdida de poder de compra sufrido por los asalariados luego de la devaluación. De acuerdo con la informa-

ción del INDEC, el ingreso mensual promedio percibido por los asalariados en 2005 fue de $839, 45,9% más que en 2001. Sin embargo, la inflación fuedel 74,7% en el mismo período. Diario Clarín, 22 de abril de 2006, www.clarin.com/diario/2006/04/22/elpais/p-00801.htm

6. Cociente entre el ingreso promedio del decil superior e inferior. 7. Aglomerado GBA, Segundo semestre de cada año. Fuentes: INDEC para el cálculo de la brecha; SIEMPRO para el Coeficiente Gini.

Avances de investigación //

l objetivo general de nuestro proyectode investigación es la exploración de

los principales cambios en curso en las re-laciones de trabajo en Argentina, enfo-cando los dos principales campos en losque se inscriben: el campo de la economíasocial, por un lado, y el campo contractualy organizativo en las grandes empresas,por otro. La hipótesis central que orientael estudio es que, en particular a partir dela crisis de 2001, los desarrollos actualesen cada uno de esos campos erosionan elsistema institucionalizado de relacionesde trabajo vigente en Argentina y promue-ven la emergencia de diferentes formas decontratación de la mano de obra y nuevasidentidades laborales. Presentamos a continuación un avance delas tres líneas de trabajo que nos encon-tramos desarrollando.

I. Empresas recuperadas por sus trabaja-dores. Abordaje exploratorio del universo yaportes para una tipología

Hemos analizado la diversidad de casosrelevados durante el trabajo de campollevado adelante durante 2005 y 2006agregando a este relevamiento las actua-lizaciones más recientes.El objetivo de este trabajo es relevar lasmodalidades que han experimentado lostrabajadores de estas empresas para con-tinuar trabajando. Se trata de un estudioexploratorio a nivel nacional que conside-ra distintos períodos y recopila materialde diversas fuentes primarias y secunda-rias. Entre éstas: listados de empresasconfeccionados por los movimientos quelas nuclean, estudios teóricos y empíricossobre la temática, informes sobre expe-

riencias de autogestión de unidades eco-nómicas, entrevistas en profundidad atrabajadores e informantes clave, che-queo de información con las empresas(presencialmente y a través de correoelectrónico) y participación en diversoseventos a los que asistieron los protago-nistas de distintos emprendimientos deautogestión (exposiciones y ferias de pro-ductos, conferencias, asambleas, mesasredondas, entre otros). La recopilación de la información mencio-nada permitió confeccionar, a septiembre2006, una base de datos del universo de243 empresas recuperadas o en proceso derecuperación.La actualización de la base implica undesafío constante, dado que se trata deunidades de análisis en continua transfor-mación. En la actualidad nos encontramosdefiniendo las variables de las que resul-tará una construcción de tipologías de ex-periencias de empresas recuperadas. Esteobjetivo específico se está llevando ade-lante a través del abordaje de los casosrelevados junto a fuentes diversas queconforman el cúmulo de estudios relativosa la temática.

II. Informalidad urbana. Su vinculacióncon la marginalidad y con las estrategiasempresarias de descentralización de laproducción. El caso del Conglomerado deFerias de La Salada

A partir del análisis de las tendencias ac-tuales de gestión de las grandes empresasy de otras pequeñas verificamos que elproceso productivo no se circunscribía alos límites físicos de las mismas. Por elcontrario, tiende cada vez más a externa-

lizar parte de dichos procesos. En ese mar-co nos preguntamos qué característicaspresentan las unidades productivas sub-contratadas y las relaciones de trabajoque dentro de ellas se generan. Para ellorealizamos un estudio de caso del Conglo-merado de Ferias de La Salada en tantomercado informal más grande del país yespacio donde son visibles buena parte delas prácticas informales de la cadena pro-ductiva de la indumentaria textil. Meto-dológicamente combinamos fuentes deinformación primaria, como observacio-nes, charlas informales y entrevistas enprofundidad con comerciantes, clientes,etcétera, realizadas en diversos horariosen las ferias. Hemos registrado lógicas defuncionamiento diferencial a través denuestro rol de compradores "incógnitos".Por otro lado, la información secundariaconsistió en un seguimiento de los artícu-los periodísticos, crónicas, noticias y no-tas de investigación sobre el tema y estu-dios sobre informalidad en general y feriasen particular. Como conclusión preliminar, las ferias hanservido como refugio ante el desempleocomo espacio de inserción laboral quepermite la generación de ingresos, es de-cir, la autogeneración de trabajo ante laimposibilidad de conseguir un empleo enel mercado formal. Pero la existencia de un mercado informalde tal magnitud no presentaría como úni-ca causa amortiguar al desempleo. Nues-tra hipótesis principal es que el funciona-miento de la economía actual fomenta ladescentralización productiva, la especia-lización flexible, la deslocalización de fa-ses del proceso productivo y propaga lasactividades informales.

La economía social y las nuevas formas de gestión en la reconfiguración de las relaciones de trabajo en Argentina

Proyecto UBACyT S107

Director: Héctor Palomino Codirectora: Cecilia Senén GonzálezIntegrantes: Ivanna Bleynat, Carla Giacomuzzi, Leticia Pogliaghi, Florencia Alippe y Gustavo RajherCarrera de Relaciones del TrabajoContacto: [email protected] / [email protected]

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Observamos cómo los mismos talleres queproveen a las ferias son quienes abaste-cen a las grandes marcas. Muchos de losproductos fabricados son comercializadosen las ferias y en los centros comercialesmás selectos de la Ciudad de Buenos Aires.Algunas empresas que antes sólo comer-ciaban en la formalidad, hoy venden tam-bién en La Salada y, además, las feriasfuncionan como centro de abastecimientode comerciantes que luego venderán lamercadería de marca en sus propios nego-cios. Entonces, existen empresas matricesque para reducir sus costos laborales sub-contratan parte de sus procesos producti-vos en un grupo de trabajadores que porrazones diversas se encuentran trabajan-do por cuenta propia. Así, las actividadesinformales se encuentran directamenterelacionadas con otras de carácter for-mal.

III. Estrategias de subcontratación engrandes empresas. Sindicatos y trabaja-dores en los sectores de telecomunicacio-nes, automotriz y alimentación

El otro sendero se focaliza en las grandesempresas, donde es posible observar laerosión de las formas "típicas" del empleoasalariado que configuraban un trabajoen relación de dependencia, estable, atiempo completo, sindicalizado y con ac-ceso a la seguridad social, por estrategiastendientes a subcontratar o externalizarpartes del proceso productivo o la provi-sión de servicios (por medio de la contra-tación de terceras empresas). Nos ocupamos en especial de analizarcomparativamente las implicancias quedicho proceso conlleva y cómo afecta laerosión de la base de afiliados, los proble-mas de encuadramiento sindical, la co-bertura y representatividad del sindicatoy la negociación colectiva de los sindica-tos y trabajadores pertenecientes a estossectores. Se utilizan fuentes múltiples de recolec-ción de datos de tipo cualitativo (entre-vistas abiertas y semi-estructuradas) e

información cuantitativa (Encuesta Per-manente de Hogares, Encuesta de Indica-dores Laborales del Ministerio de Trabajo,Empleo y Seguridad Social, etcétera). Algunos resultados parciales muestran enel sector telecomunicaciones (investiga-ción sectorial en la que trabajamos en co-laboración con Silvia Garro): a) un au-mento de la división sindical (desafilia-ción de varios sindicatos de la Federación-FOEESITRA-, surgimiento de un sindicatode teleoperadores; creación de un nuevosindicato en Buenos Aires y una nueva Fe-deración); b) la notable expansión deconvenios y acuerdos colectivos diferen-ciados por empresa, por sindicatos y porregión (CCT de telemarkets; call centers,locutorios, cooperativas, etcétera); c)una compleja y variada estrategia de sub-contratación en la que es posible identifi-car diversas modalidades (trabajo de co-operativas, empresas del propio grupoprestan servicios a las otras, etcétera). En el sector automotriz: a) los sindicatosmayoritarios que representan a los traba-jadores son el Sindicato de Mecánicos yAfines del Transporte Automotor de la Re-pública Argentina (SMATA) y la UniónObrera Metalúrgica (UOM); la coberturaconvencional, es decir, la cantidad de tra-bajadores que se encuentran cubiertos poralgún convenio colectivo vigente, se verifi-ca en un 90%; b) el mapa actual de la ne-gociación se compone de 41 Convenios Co-lectivos vigentes provenientes de diferen-tes períodos históricos y 62 acuerdos fir-mados y homologados entre enero de 2003y septiembre de 2005, lo que muestra unatendencia de un sostenido aumento de lanegociación colectiva; c) para ambos sin-dicatos se profundiza la tercerización detareas como limpieza, seguridad, catering,mantenimiento de maquinado, y otras,que no están encuadradas en el ConvenioColectivo y las agencias de trabajo even-tual que extienden este tipo de contrata-ción más allá de los plazos legales. Una vezprocesados los datos del sector alimenta-ción, se procederá a la comparación y amarcar los principales hallazgos. cs

de normas logró revertir despidos de acti-vistas y militantes sin fueros sindicales. En cuanto a la negociación colectiva, apartir de 2002 se produjo un incrementoprogresivo de la cantidad de convenios yacuerdos homologados por el Estado. En2004 se duplicó el promedio de los últimosdiez años y en 2005 se incrementaron enun 64% sobre la cantidad de negociacio-nes homologadas durante 2004. Si bien hay heterogeneidad en las distin-tas actividades (de ahí, la necesidad derealizar estudios sectoriales), parecencombinarse algunos rasgos novedosos conotros prevalecientes en la década del '90. Entre los contenidos negociados hay unclaro énfasis en la temática salarial si-tuación comprensible dado el marcadoretraso de los ingresos de los trabajadorestras la devaluación de 2001. En los estudios sectoriales analizaremos

comparativamente algunos contenidosespecíficos de la negociación tales comomodalidades de contratación y jornadade trabajo. Se están utilizando dos ejes deanálisis. El primero, diacrónico, permitecomparar algunos aspectos de los acuer-dos y convenios celebrados en los últimosaños con las negociaciones efectuadas enla década del '90. Mediante el segundo,sincrónico, comparamos CCT del mismoperíodo firmados por distintos sindicatos.

II. Perspectiva comparada con los paísesdel Mercosur y Chile Se finalizó la revisión y fichado de biblio-grafía de la OIT y se está completando larecopilación de información de otrasfuentes de estudios comparativos en re-laciones laborales.

n esta investigación nos proponemosdescribir, comprender e interpretar la

trama social que vincula el Estado, laspolíticas laborales y las relaciones deltrabajo en la Argentina actual entre losaños 2001-2007. Presentamos además unesquema comparativo con los países delMercosur y Chile.

I. Argentina Para elaborar las hipótesis de trabajo so-bre la tendencia prevaleciente en el perí-odo en materia de relaciones laborales seconsideraron seis ejes de indagación: a)legislación laboral; b) fallos judiciales; c)conflictividad laboral; d) negociación co-lectiva ;e) estudio de caso sobre la CTA; f)estudios sectoriales y específicos. Por ra-zones de espacio, trataremos sólo algunasde ellas. Las fuentes utilizadas son: leyes, proyec-tos, fallos de la Cámara Nacional de Ape-laciones del Trabajo en Argentina y de unamuestra intencional de juzgados de pri-mera instancia en Argentina, revistas es-pecializadas, entrevistas a abogados la-boralistas, entre otras. Para el estudio dela conflictividad laboral se está trabajan-do con una importante base de conflictosdel Ministerio de Trabajo de Argentina.Asimismo, esos datos primarios son con-trastados con los elaborados por otrosinstitutos y observatorios. Se sistematizaron los informes de nego-ciación colectiva producidos por el mismoMinisterio y el Instituto de la CTA referido.A partir de un primer análisis se seleccio-narán los sectores de actividad en los quese profundizará el estudio.En el período considerado se produjeron

Estado, relaciones laborales y sindicatosAlgunos aspectos comparativos

Proyecto UBACyT S132

Director Arturo Fernández Integrantes: Raúl Bisio, Silvia Korinfeld, Cecilia Senén González, Paula Lenguita, Juan Pablo Ferrero, Silvia Garro, LucianaGhiotto, Esteban IglesiasInstituto de Investigaciones Gino GermaniContacto: [email protected]

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Avances de investigación //

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modificaciones legislativas en el derechodel trabajo. Contra el predominio de laflexibilización laboral dominante en los'90, en las nuevas normas se postula elobjetivo de proteger la estabilidad y arti-cular el salario con los institutos de pro-tección social. La ley 25.877 del año 2004 refleja estecambio de tendencia: entre otras cuestio-nes, unifica las indemnizaciones por des-pido, fortalece la inspección del trabajo,restablece la ultractividad de los Conve-nios Colectivos y cambia su orden de pre-lación atendiendo al principio de la normamás favorable para los trabajadores 1. Por otra parte, se han producido cambiosen la Ley de Contrato de Trabajo que con-sisten en el retorno a artículos originales(previos a las modificaciones producidaspor la última dictadura militar), como lareforma del artículo 66 que restringe elpoder de decisión empresario. Esta y otrasmodificaciones han sido juzgadas de ma-nera diversa por los abogados laboralistasy dirigentes sindicales consultados, mien-tras que los empresarios manifestaron enforma generalizada su descontento.Un análisis preliminar de fallos judicialesda cuenta de un importante cambio detendencia en la jurisprudencia laboral, apartir de los pronunciamientos de la ac-tual Corte Suprema de Justicia de la Na-ción que muestran un retorno a los princi-pios protectorios del trabajo y la incorpo-ración al derecho positivo argentino de losprincipios del derecho internacional deltrabajo. Si bien la jurisprudencia sigue siendo res-trictiva en los casos de huelga o conflicto,se observa que la aplicación combinada

Por otra parte, se desarrollaron dos líneasde investigación:

a) Estrategias sindicales comparadasfrente a los procesos de integración regio-nal: CTA argentina y CUT brasileñaEl estudio se propone comparar las estra-tegias de las centrales sindicales CTA enArgentina y la CUT de Brasil con respecto alos procesos de integración regional enperspectiva comparada. El período abar-cado es entre los años 1994 (lanzamientodel ALCA y Protocolo de Ouro Preto) y 2005(congelamiento de las negociaciones delALCA y Cumbre de los Pueblos en Mar delPlata).Hasta el momento hemos centrado el es-tudio en la CTA argentina, analizado fuen-tes documentales y realizado entrevistasen profundidad a integrantes de la MesaNacional de la central. La CTA ha desarrollado estrategias de co-laboración y de confrontación respecto alos distintos gobiernos nacionales y, en elcaso particular del ALCA, privilegió la con-frontación. No obstante, a través de su re-lación con organizaciones de la "sociedadcivil" (en particular integrando la red "Au-toconvocatoria No al ALCA") mantuvo undiálogo fluido con representantes guber-namentales, especialmente de la Canci-llería nacional. En contraste, frente alproceso del Mercosur, la CTA participa deeste tipo de espacios institucionales,donde privilegia la estrategia conjuntacon las centrales sindicales que participande la Coordinadora de Centrales Sindicalesdel Cono Sur (CCSCS), que plantea la nece-sidad de incidir en las negociaciones delbloque. En esta Coordinadora la CTA im-pulsó las Cumbres sindicales del Mercosur,paralelas a las presidenciales. Se observa entonces que tanto la partici-pación en organizaciones de la sociedadcivil como las alianzas internacionales in-fluyen en la adopción de decisiones res-pecto al gobierno nacional, situación queevidencia las características particularesde esta central.

b) Uruguay tras la crisis del neoliberalis-mo: legislación laboral y estrategias sindi-cales

Se culminó la recopilación y primer análi-sis de estudios específicos, leyes del perí-odo considerado y la realización de entre-vistas semiestructuradas a abogados la-boralistas. Nos encontramos discutiendo la selecciónde variables para construir la matriz decomparación con el caso argentino. Ha-biendo establecido contactos, proyecta-mos realizar entrevistas con informantesclave de sectores sindicales y empresaria-les.Al igual que nuestro país, Uruguay vive unproceso de revitalización de la negocia-ción colectiva impulsada por el Estado.Esto se evidencia a partir del llamado a losConsejos de Salarios que no se reuníandesde hace casi quince años. Se produjeron cambios legislativos que re-vierten la tendencia a la escasa reglamen-tación de temas sindicales. En efecto,Uruguay no poseía hasta este año legisla-ción de importancia sobre la actividadsindical salvo la emanada de la Constitu-ción y los Tratados Internacionales. Care-ce asimismo de una ley de negociación co-lectiva (aunque es una posibilidad que seestá discutiendo). El año pasado se derogó un decreto de1966 que autorizaba la intervención poli-cial para desalojar a los trabajadores queocuparan los lugares de trabajo. Este añose aprobó la ley 17.940 de libertad sindicaly un decreto que reglamenta algunos as-pectos de los conflictos colectivos. Estas modificaciones constituyen un pun-to de inflexión en la historia de las rela-ciones laborales uruguayas que está sien-do fuertemente debatido. La asunción de un gobierno afín a sectoressindicales constituye un hecho novedosoque dividió posiciones en la central únicaPIT-CNT. Si bien no se manifestaron expre-siones de ruptura, la magnitud de loscambios descriptos comprometió la uni-dad de la central.

1. Cabe recordar que esta norma reemplazó a lacontrovertida ley 25.250 sospechada de seraprobada mediante corrupción.

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Avances de investigación

Utopía y realidad urbana en las empresas recuperadas en Buenos Aires 2006-2008

Proyecto UBACyT S806

Directora: Celia GuevaraIntegrantes: Sylvia Valdés, Elsa Rovira, Zulema Aristizabal, Valentín Bertone, Natalia Chebez, Florencia Clausen, Ariel Fuen-tes, Marisol García Somoza, Ignacio Panaino, Yanina Lía Porta, Leandro Rodríguez Lupo, Juan Santiago Sanguinetti, PaolaLorena Soto, Fabio Szteinhendler.Instituto de Investigaciones Gino GermaniContacto: [email protected]

onsideramos al movimiento de empre-sas recuperadas en sus aspectos utó-

picos (fuera del sistema) que establecenantagonismos con el derecho de propie-dad y el funcionamiento capitalista. Por locual, estableceremos algunos óptimoscomparativos. A partir de los proyectosUBACyT S611 y S016, que comprendían elanálisis de los nuevos movimientos socia-les en Buenos Aires y sus aspectos urba-nos, nos abocaremos al estudio espacialsobre empresas recuperadas cuya mayorconcentración se observa en las zonas deBalvanera, Centro y Agronomía en la Capi-tal Federal. La zona sur exhibe algunosejemplos dispersos, fragmentándose apa-rentemente del movimiento de recupera-ción. Delimitaremos entonces el universoal abordaje espacial de casos en las zonasde mayor concentración. Añadiremos a lasfábricas Brukman, Grissinópoli, Ghelco, Chi-lavert y Gráfica del Sol previamente enfoca-das como centros de atracción y condensa-ción de otros movimientos sociales, y otrascomo Bauen y empresas menores de lazona. No obstante, durante el análisiscontemplaremos la posibilidad de ampliarel área elegida incorporando la zonasuburbana. Estudiaremos la situaciónurbana de la empresa, la de los trabajado-res (eminentemente suburbana) y lasposibilidades de crecimiento del movi-miento a través de uniones o cooperaciónde algún tipo. Trabajaremos la utopía sólo como un"óptimo" a encontrar. La situación nacio-nal provocada por la aplicación de lasdoctrinas neoliberales ha dado comoresultado una situación utópica o unaadecuación a la realidad. Entre ambassituaciones se encuentra la recuperación

de empresas. Los trabajadores pertenecenen su mayoría a la periferia y viajan variashoras para alcanzar su lugar de trabajo. Sucondición de "externos" al barrio dado,¿qué consecuencias urbanas produce den-tro de la zona y de la empresa misma?La hipótesis general se refiere a la existen-cia de una condición utópica pasible detransformarse en hegemónica y no solo ala respuesta de supervivencia frente alataque del neoliberalismo. El objetivoprincipal de la investigación consistirá enevaluar escenarios alternativos óptimosque se pueden establecer a partir de laspotencialidades de cada fábrica en parti-cular, de la conjunción de todas las fábri-cas como movimiento y de la relación deellas con otros movimientos sociales con-testatarios. Llamamos óptimos a la culmi-nación de un camino crítico para cadacaso que será comparable con una reali-dad dada. Entre los objetivos parciales seencuentran el estudio de las posibilidadesde federación entre empresas o al menosde cooperación y el establecimiento deposibilidades de optimización dentro deltrabajo interno de la empresa y del espa-cio donde se sitúa. Para llegar a cumplir con los objetivosplanteados, creemos que es necesariopromover el desarrollo cultural de los cua-dros fabriles. Luego nos preguntamos: 1. ¿Es posible establecer una conexión

general entre empresas recuperadas?2. ¿Funcionaría mejor un solo centro cul-

tural que concentrase a los trabajado-res de las empresas recuperadas o biencada empresa debería conservar sucentro relacionado con la vida barrial?La respuesta a esta pregunta dependede la relación de la fábrica con su

entorno barrial.3. ¿La situación de las fábricas es cercana

a las grandes vías de comunicación,como sucede con las asambleas? De larespuesta a esta pregunta depende laposibilidad de establecer un transportecomún, un suministro común y a la vezun centro cultural común.

4. ¿O existe la posibilidad de utilizarpequeños centros culturales y ademásotro que condense las grandes activi-dades? Por supuesto esto depende dela capacidad de las empresas recupe-radas para establecer nexos y uniones.

Durante el desarrollo de los proyectosUBACyT anteriores hemos analizado a lasfábricas recuperadas en su interaccióncon las asambleas barriales que las rode-aban. Hemos también constatado unaheterogeneidad de situaciones en cadauna de las fábricas analizadas. En el nivelsocioeconómico, por ejemplo, los obrerosgráficos pueden considerarse de "clasemedia baja" (como en general todos lostrabajadores gráficos), insertos en uncontexto urbano poco desarrollado, mien-tras que en otros rubros, como el de la ali-mentación, encontramos casos de obrerospoco formados. Pertenecen a un contextode mayor status. A nivel ideológico tam-bién la situación es similar. Existen fábri-cas dónde los cuadros organizativos res-ponden a patrones ideológico-políticosbien definidos y en otras la ideologíaresulta difusa. Ante tal heterogeneidad, hemos organi-zado la metodología de trabajo respe-tando cuatro grandes áreas de la investi-gación:

a) La primera se centra alrededor dela posibilidad de unión de las empresasrecuperadas formando nuevos espaciosalternativos. A partir de los datos obteni-dos en cada caso particular y la conclusióngeneral de los mismos, se analizarán laposibilidad y viabilidad de escenariosalternativos en lo que respecta a la inter-acción de las fábricas recuperadas. Seevaluarán propuestas ideales (teniendoen cuenta los aspectos positivos y negati-vos que puedan resultar), alternativascomo: formación de federación, coopera-tivas integradas y cogestión fabril y suimpacto esperado. Para ello se hace nece-sario estudiar las comunicaciones urbanaspara establecer distancias y posiblesconexiones entre fábricas en combinacióncon las proyecciones ideológicas y utópi-cas de cada fábrica para poder considerarla perspectiva de conflicto o sinergia delas asociaciones resultantes.

b) Los espacios alternativos óptimosa partir de las potencialidades de cadafábrica. Para el desarrollo de esta área

debe conocerse la realidad actual de lostrabajadores (situación de clase, ideolo-gía de cada trabajador y cohesión ideoló-gica en la fábrica y situación actual, com-posición actual de las fábricas estudiadas,estudio de las relaciones internas, toma dedecisiones, cantidad de horas de trabajo,formas de trabajo, estado de las relacionescon el exterior, posibilidad de modificacióndel espacio urbano circundante, relación conotros movimientos barriales y zonales) y de lafábrica (se analizará la determinación espa-cial de los obreros, la ubicación de lasfábricas, el estudio comparativo del fun-cionamiento de las fábricas con el fin deestablecer grados de autonomía en ladecisión y posibilidades de desalienaciónde los procesos productivos). A partir delanálisis de las fábricas y de situación delos obreros se evaluarán los factores quepuedan concurrir a establecer escenariosalternativos en relación con cada fábrica(cambios en el modo de producción, dis-tribución de tareas y bienes, por ejemplo,con el fin de obtener mayores grados delibertad y autonomía, por un lado, y forta-

lecer a las fábricas, por el otro).

c) Área de trabajo abarcando a otrosmovimientos. Estableceremos escenariosalternativos óptimos a partir de la relaciónde las fábricas con otros movimientos con-testatarios como el movimiento de las asam-bleas, piquetes, movimientos de los dere-chos humanos, ecologistas, etcétera.

d) Determinación de óptimos. Se tratade la aplicación a todas las áreas de uncamino crítico, donde la optimización puedaser contrastada con la realidad. Como metasutópicas concretas: posibilidades de acele-ración de procesos políticos ideológicos,desalienación y mayor grado de autonomíade los trabajadores en las fábricas. Por ejem-plo, horas de trabajo, rotación de tareas,posibilidades reales y otros, así como posibi-lidades de interacción con otros movimien-tos sociales conformando un movimientosocial homogéneo (tanto en fines concretoscomo en ideología). Se llevarán a cabo com-paraciones entre realidad y optimización,como en cualquier camino crítico.

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Documentos de lasNaciones Unidascomentados por

Ezequiel Ander-Egg.

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La ciencia alalcance de todos

los lectores.

Grupo Editorial LumenViamonte 1674 (C1055ABF) Buenos Aires • República Argentina

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La bibliografíasobre el juego enAmérica latina.

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carnos a cierto tipo de lectores. Con mi trabajo yo quise llegar al economista. Al sociólogo no tengo que convencerlo demis teorías porque piensa parecido a mí. Lo mismo pasa con el filósofo. Porque en el caso de estas disciplinas, las uni-versidades terminan formando profesionales más o menos trotskistas, reformistas o socialdemócratas, pero, en defini-tiva, todos con cierto tinte progresista. Por ello, debía escribir un texto que pudieran leer los economistas y estudiantesde la carrera y, como sé que valoran a la matemática y que piensan que una idea es poco seria si no logra fundamentar-se con ecuaciones y derivadas, me valí de esas herramientas para la escritura. Esto provocó discusiones tanto en la agru-pación en la que militaba como en el CONICET. Sabía que iba a ser conflictivo. Pero, si la matemática es un lenguaje om-nipresente, sobre todo en las tesis económicas, mi trabajo debía estar en la frontera en términos de la matemática y laeconometría. Fue liberador asumir como punto de partida que mi trabajo no pretendía descubrir ninguna verdad: fuerontres años de trabajo de campo, entrevistas, encuestas y lecturas para plasmar una idea de la realidad sobre este fenó-meno que me parecía coherente y así convencer al lector de que esa idea era posible. No se trataba de romper por rom-per. Quizá para la lectura de un profesional de las ciencias sociales se presentan muchos puntos que son de sentido co-mún, pero en la economía nuestros paradigmas son diferentes. Las reglas en este campo son otras y lo que se dice de mo-do habitual es exactamente lo contrario de lo que yo sostengo en la tesis. CS– En el primer capítulo te dedicás a contextualizar el desempleo bonaerense. A diferencia de lo que dicen los supues-tos del teorema de la triple irrelevancia del desempleo, explicás que se trata de un fenómeno generalizado y duraderoque afecta principalmente a las mujeres, los jóvenes y los trabajadores con menos calificaciones.DP– Dar cuenta de la incidencia masiva de la desocupación es necesario para examinar en detalle las relaciones que seestablecen entre la duración del desempleo como variable de interés y las dimensiones de desigualdad, pobreza y saludmental, que son las tres dimensiones principales del bienestar social. A medida que avanzaba en mi investigación, apa-recía el recuerdo de mis profesores diciendo que "hay desempleo porque los salarios mínimos son muy elevados y no per-miten el libre juego de la oferta y la demanda", o que "el desempleo es un fenómeno transitorio y voluntario". Para losneoclásicos esto es así y, en el peor de los casos, si fuera involuntario y permanente, no tiene ningún efecto relevante.Han encontrado la cuadratura del círculo: no importa qué sucede con el desempleo, porque la gente se adapta. De he-cho, la teoría de la adaptación de la psicología experimental introducida en el ámbito de la economía por Daniel Kah-neman, ganador del premio Nobel de Economía en 2002, ha logrado el encanto de cualquier político neoliberal: si la gen-te se adapta, ¿para qué hacer políticas redistributivas? Porque si se le quita al rico para darle al pobre, se generan pro-blemas de eficiencia en la asignación productiva y la pequeña mejora en el bienestar de los pobres desaparece a media-no o corto plazo porque éste se adaptó a ganar más plata y es igual de feliz que antes. Entonces, la felicidad es desdeeste punto de vista algo así como una cuestión genética: nada tendría que hacer el Estado para mejorar la vida de lospobres.

Ciencias Sociales- Leyendo las primeras páginas de tu tesis, aparece subrayada una motivación, que guió tu trabajo, vin-culada al rol del investigador en ciencias sociales, a su capacidad de transformación de la realidad. Al analizar el impac-to significativo de la duración del desempleo sobre las distintas dimensiones del bienestar individual y colectivo, presen-tás un conjunto de herramientas metodológicas para fundamentar tus críticas al paradigma imperante.Demián Panigo- Soy economista egresado de la Universidad de La Plata, que, junto con la de Mendoza, es la casa de al-tos estudios más ortodoxa en lo que tiene que ver con la economía en el país (sin considerar, claro, a las universidadesprivadas). Es una universidad cuyos profesores se han emparentado con la política de los años noventa y han formado amás de trescientos economistas que hoy tienen entre 25 y 30 años. Si nuestro objetivo es lograr cambios concretos en lacalidad de vida de las personas, es necesario cambiar este tipo de modelos de pensamiento y reproducción de paradig-mas. En este sentido, he trabajado en mi tesis de maestría utilizando el lenguaje de los economistas ortodoxos para ex-plicar cómo impacta la duración del desempleo sobre los niveles de desigualdad, pobreza y salud mental, llegando a con-clusiones completamente opuestas a las del paradigma dominante. Cuando mi hijo me pregunta qué es lo que hago mecuesta responderle, porque el economista no produce cosas tangibles y tiene además poco peso social. Yo considero queel economista tiene que convertirse en un actor más activo de la vida política, debe contribuir institucionalmente. JulioNeffa ha hecho un gran trabajo al constituir un instituto de investigación como el CEIL, que se ha vuelto algo más que uncentro académico y se extiende hacia la intervención en el plano político, ya sea en articulación con el Ministerio de Edu-cación, de Trabajo o de Economía. Hay que llevar el pensamiento a la práctica, para que lo que se enseña no quede sola-mente en el mundo de las ideas. Escribir y hablar pueden ser actividades muy interesantes, sobre todo para el ego, perocuando pasan los años y la gente se sigue muriendo de hambre se produce un vacío. Es bueno saber que actualmente seestán abriendo puertas a economistas con formación de izquierda o heterodoxa. Profesionales del CEIL, CLACSO, FLACSO yde los centros de investigación de la UBA comienzan a tener contacto directo con la política. Sin embargo, por ejemplo,la salud mental es un tema algo olvidado por los economistas. Mi propósito fue entonces decir lo contrario de lo que sedice habitualmente en un lenguaje propio del reducto de los más ortodoxos, un código cerrado y que produce a veces unalectura reducida. A partir de mi experiencia como docente en la universidad pude comprender cómo enseñar a los alum-nos teniendo en cuenta que hay un tipo de lenguaje que es el que se utiliza a diario. Lo que creía correcto y aprendido enla militancia, y lo que veía todos los días en el aula de clases donde interactuaba con alumnos y colegas, esa mezcla fuelo que me llevó a hacer una tesis como ésta. Se trata de intentar romper con el paradigma imperante, pero desde aden-tro. Por eso comienzo con una cita a Keynes. Cuando le preguntaron por qué la versión final de su Teoría General de 1936es tan diferente a las versiones manuscritas que una periodista iba siguiendo, pues se trataba de un trabajo final muchomás benigno con las formas del paradigma dominante de la época, Keynes contesta que si lo hubiese dejado como lo ha-bía escrito al principio, más apartado del lenguaje y las hipótesis tradicionales, nadie lo hubiese entendido. Él estaba dis-puesto a mantener el estilo dominante (aunque no las ideas) con tal de lograr que lo leyeran. En otras palabras, ceder enla forma y no en el fondo, una cuestión que parece bastante sencilla de comprender aunque tantas discusiones genera enlos centros de investigación. Ésa fue una de las primeras preocupaciones: no reducir la capacidad de difusión de mi tra-bajo. Tuve fuertes discusiones al respecto. Cursé mi doctorado en L'École Normale, en Francia, donde se inició el movi-miento de los llamados economistas post autistas que elaboran una crítica muy profunda al uso de la matemática en laeconomía. Estoy de acuerdo con eso, porque al fin y al cabo hablamos de lenguajes que comunican las mismas ideas, pe-ro hay un problema: si uno es débil y no tiene la suficiente fuerza para cambiar el paradigma, que en este caso está vin-culado a la forma en que se expresan las teorías, no llega a su destinatario. La matemática, entonces, nos permite acer-

"Los economistas heterodoxos deberíamos comprender que el pathos no condiciona al logos del discurso, pero

sí afecta a su alcance y legitimidad"

TESIS DE MAESTRÍA EN CIENCIAS SOCIALES DEL TRABAJO

"Efectos no lineales de la duración del desempleo sobre la desigualdad, la pobreza y la salud mental en la provincia de Buenos Aires"

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Demián Panigo es economista, graduado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universi-dad Nacional de La Plata. Luego de obtener su maestría en Ciencias Sociales del Trabajo delCentro del Estudios Avanzados de la Universidad de Buenos Aires, continuó sus estudios enFrancia, como doctorando de l'Ecoles des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS) de Pa-rís, donde se encuentra terminando su tesis de doctorado codirigida por Robert Boyer y JulioCésar Neffa. Ha sido becario de la UNLP, del CONICET y del Gobierno Francés, desempeñándo-se actualmente como tesista del CEPREMAP (Paris-Jourdan Sciences Economiques, Ecole Nor-male Superieure) investigador asociado del CEIL-PIETTE del CONICET, profesor adjunto ordina-rio de Macroeconomía avanzada en la UNLP y asesor externo del Ministerio de Economía de laNación (Secretaría de Política Económica). Autor de numerosos artículos académicos, el inves-tigador ha sido particularmente prolífico en el área de Economía del Trabajo, destacándose suúltimo libro Teorías económicas sobre el mercado de trabajo, editado por el Fondo de CulturaEconómica.

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CS– Para dar cuenta del impacto de la duración del desempleo sobre la desigualdad, revertís la causalidad del en-foque clásico, que no asume la existencia del desempleo involuntario ni de mercados segmentados. El interrogantereside en cómo la duración del desempleo tiende a incrementar la desigualdad.DP– La teoría de la búsqueda es un enfoque neoclásico, paradigmático en lo que se refiere al mercado de trabajo.Siempre da un orden de causalidad: la desigualdad es lo que causa la duración del desempleo a través de un proce-so voluntario de decisión de los trabajadores. A mayor desigualdad de salarios, los trabajadores desocupados espe-ran más. Prefieren estar desocupados más tiempo porque quizá la primera oferta de trabajo que aparece no es la me-jor. En cambio, si la desigualdad fuese cero, es decir, si no hubiese dispersión salarial, el trabajador sabe que la pri-mera oferta que recibe es la mejor. Esta idea, la del desocupado voluntario que tiene tiempo para elegir y compararofertas, ha convencido a muchos economistas. De hecho, si uno le pregunta a un graduado de Economía de la Uni-versidad de La Plata cuál es la relación, va a contestar lo que dice el modelo porque es un discurso que suena razo-nable. Pero si uno lo piensa, debería darse cuenta de que no es así. Ahora bien, falta un modelo formal que expliquepor qué es al revés. De acuerdo con nuestro análisis, los resultados dicen que a medida que la duración del desem-pleo crece, las calificaciones de los desocupados se degradan de manera asimétrica incrementando significativa-mente la desigualdad salarial. La duración del desempleo aumenta la desigualdad porque los trabajadores van per-diendo calificaciones medias y sólo pueden competir en los estratos inferiores de la distribución salarial. El merca-do reduce entonces los peores más bajos y no los más altos: el desocupado, luego de un período de tiempo, ya nopuede competir por empleos calificados. De esa manera se dan casos en los que incluso se llega a licitar el puestode trabajo: si alguien no quiere trabajar por equis cantidad, detrás suyo habrá una cola de muchos otros que estándispuestos a hacerlo por la mitad. La desigualdad se profundiza porque esto ocurre en las calificaciones más bajas,mientras que en las más altas la competencia es menor. CS– También planteás un modelo teórico alternativo que se propone como un enfoque más realista para comprenderla relación de causalidad entre la duración del desempleo y la probabilidad de pobreza.DP– La teoría de la búsqueda expresa que a mayor nivel de ingresos, mayor es el salario de reserva y mayor entoncesla duración del desempleo. En la tesis revertimos completamente esa causalidad. Y el esfuerzo no sólo fue contarlo,sino formalizarlo. Implementamos un método de estimación nunca antes utilizado para el caso argentino y desarro-llamos un análisis de sensibilidad de los resultados con distintos estimadores y diversas definiciones de pobreza. Denuestro modelo se deriva además, por el supuesto de racionalidad limitada, que la relación entre la duración deldesempleo y la pobreza es no monotónica. Ante el interrogante sobre por qué un hogar cuyo jefe tiene un año de de-socupado tiene menos probabilidad de ser pobre que el de un jefe que lleva seis meses sin empleo, la racionalidadlimitada explica que, hasta que el jefe de hogar no sabe que el shock es permanente, hasta que no se da cuenta deque es muy difícil que consiga nuevamente trabajo, la familia no envía a su hijo a trabajar. La decisión no es inme-diata como se supone tradicionalmente desde la hipótesis de expectativas racionales. Con el empleo del trabajadorsecundario, algunos hogares con jefes desocupados de larga duración logran escapar de la pobreza, aunque de mo-do muy marginal, a costa de la calificación de su hijo, que deja los estudios para conseguir un trabajo precario. Espeor el remedio que la enfermedad aunque la encuesta de hogares no pueda captarlo (porque no puede seguir tan-to tiempo a los individuos).CS– Hacia el final de la tesis explicás los límites al proceso de adaptación al desempleo. Esto es, la valoración pre-ponderante de los aspectos no pecuniarios del trabajo en relación con el deterioro de la salud mental de los des-ocupados.DP– El capítulo 4, que aborda el impacto de la duración del desempleo en la salud mental, fue el más conflictivo detodos. Los más críticos me cuestionaron por qué un economista se introduce en temas supuestamente ajenos. Inclu-so cuando presenté la tesis, aunque fue evaluada con la mejor nota, el problema parecía ser que planteo desde laeconomía un modelo teórico que revierte la hipótesis de la teoría de la adaptación de la psicología experimental.Ahora bien, si ni psicólogos ni sociólogos lo hicieron, ¿por qué no poner en tela de juicio estos supuestos que se con-vierten en paradigma?. El objetivo es romper con una idea muy peligrosa para el accionar de las políticas públicas:al contrario de lo que dice la teoría de la adaptación, luego de cierto tiempo y a medida que aumenta la duracióndel desempleo, en vez de mejorar, la salud mental del trabajador desocupado empeora. Para dicha teoría, el de-socupado mejoraría hasta un estadio en el que no habría diferencia con el momento anterior (en el que estuvo em-

pleado) al adaptarse a la nueva situación. Pero se equivoca desde el punto de vista teórico: el desempleo no es unevento, sino un proceso y el ajuste no puede ser ni inmediato ni completo. El hecho de perder el trabajo sí es un even-to al que uno puede adaptarse, pero el desempleo es mucho más: a medida que avanza el desempleo se van per-diendo lazos sociales, capital humano y financiero. La realidad va empeorando con el paso del tiempo. El segundoerror que comete la teoría es decir que uno puede adaptarse a cualquier cosa. En realidad, uno se adapta hasta unlímite y ahí aparecen las ideas de dimensión pecuniaria, dimensión no pecuniaria y grupo de referencia. En nuestrotrabajo observamos que es mucho más fácil adaptarse a ganar menos dinero que a no ver más a los compañeros la-borales o a no realizarse profesionalmente.Este hallazgo revalida nuestros estudiosprevios acerca de la sustancial diferenciaentre trabajo y empleo. Cuando uno ve lavaloración que cada individuo le otorga a laparte no pecuniaria del empleo (el trabajoen sí mismo), nota que, con el paso deltiempo, resulta mucho más probable que nohaya adaptación y que el desocupado sesienta peor. Cuando trasladamos estas ide-as al análisis matemático, la realidad delterritorio bonaerense parecería validar lasintuiciones que se desprenden de nuestromodelo. La teoría de la adaptación es de lasmás perjudiciales que se han elaborado enlos últimos tiempos, mucho peor inclusoque las del free to choose friedmaniano,porque genera una especie de laissez faire extremo: no hagamos nada, porque no tiene sentido, la gente se adaptaa todo sin efectos permanentes sobre el bienestar. Es volver a Adam Smith con un argumento mucho más complejo ylegitimado a los ojos de la gente. CS– Esto tiene un correlato político.DP– Corroboramos que en el empleo es más importante el trabajo que el salario, es decir, todos los beneficios iden-titarios, sociales y colectivos que genera cualquier empleo respecto de la superación y realización personal y de lasrelaciones sociales. En consecuencia, las políticas asistenciales (aunque necesarias en ausencia de repuestas másconcretas) constituyen un fracaso ineluctable porque no generan integración social y provocan una sociedad dual,con ciudadanos de primera y otros de segunda que viven de la asistencia, una asistencia que no valoran aunque lanecesiten para vivir. La integración social no se da por el dinero, sino por el trabajo. El trabajo es el hecho central dela vida humana, como decía Marx. En este contexto, quizás el Estado como empleador de última instancia no sea lamejor alternativa, pero tal vez sea mucho mejor que mantener la asistencia social. De cualquier manera, creciendoel PBI un 9% anual, probablemente no sea necesario generar una política de empleo público masivo a corto plazo,pero, ¿qué ocurrirá cuando el crecimiento de la economía sea del 4 al 5% y el desempleo se estabilice en torno a los10 puntos? ¿Proponer políticas sociales o tender a la desaparición del desempleo? Ésa es la gran pregunta. Se hablade subempleo invisible en el caso de los empleados públicos tachados de improductivos, pero en definitiva son em-pleados no por el producto de su trabajo, sino por lo que significa para ellos. Socialmente son muchos los beneficiosporque consumen y tienen menos problemas de integración social. Apuesto a que, en el mediano plazo, si el creci-miento no puede combatir al desempleo, nos convenzamos de que contratar al desocupado como empleado público,aunque no tenga tantas tareas para hacer, es la mejor forma que tiene el Estado para integrar a la sociedad y evitarasí problemas profundos de identidad y de salud mental.

TESIS DE MAESTRÍA EN CIENCIAS SOCIALES DEL TRABAJO:

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LIBROS

Oscar OszlakLos miedos de los argentinos. Ensayossociopolíticos y culturales Buenos Aires, Cedes-Espacio Editorial,2006, 267 págs.

Cristina de RobertisMetodología de la Intervención enTrabajo SocialBuenos Aires, Lumen-Humanitas, 2006,335 págs.

Eduardo Gianetti¿Vicios privados, beneficios públicos?La ética en la riqueza de las nacionesBuenos Aires, Editorial Paidós, 2006, 290 págs.

Marcelo CavarozziAutoritarismo y democracia (1955-2006)Buenos Aires, Ariel, 2006, 229 págs.

Cesar AltamiraLos marxismos del nuevo sigloBuenos Aires, Editorial Biblos, 2006, 375 págs.

Susana HintzePolíticas argentinas en el cambio de sigloBuenos Aires, Espacio Editorial, 2007,155 págs.

María Cecilia FoixYo, trabajadora social. Cuando la opción es el otroBuenos Aires, Lumen-Humanitas, 2006,94 págs.

Olivier MonginLa condición urbana. La ciudad a la hora de la mundializaciónBuenos Aires, Editorial Paidós, 2006, 393 págs.

María Rosa CapulloCiudades relocalizadas. Una miradadesde la antropología socialBuenos Aires, Editorial Biblos, 2006, 255 págs.

James Petras, Henry VeltmeyerJuicio a las multinacionales. Inversiónextranjera e imperialismoMéxico, Lumen, 2007, 300 págs.

Judith ButlerVida precaria. El poder del duelo y laviolenciaBuenos Aires, Editorial Paidós, 2006, 187 págs.

Rita de GrandisReciclaje cultural y memoria revolucio-nariaBuenos Aires, Editorial Biblos, 2006, 239 págs.

Silvia FairmanEl amor a los 70Buenos Aires, Lumen-Humanitas, 2006,93 págs.

Fernanda BeigelLa epopeya de una generación y una revista. Las redes editoriales de JoséCarlos Mariátegui en América LatinaBuenos Aires, Editorial Biblos, 2006, 303 págs.

Daniel Míguez, Pablo SemánEntre santos, cumbias y piquetes. Las culturas populares en la Argentina recienteBuenos Aires, Editorial Biblos, 2006, 239 págs.

REVISTAS

América Latina en MovimientoQuito, Ecuador, Nº 411, 2006.

AcciónBuenos Aires, Nº 960 a 968, 2006. Nº 969, 970, 2007.

Ciencia, Docencia y TecnologíaUniversidad Nacional de Entre Ríos, Nº 32, 2006.

Desarrollo Económico. Revista deCiencias SocialesInstituto de Desarrollo Económico ySocial, Buenos Aires, Nº 182, 2006.

Diálogo PolíticoFundación Konrad Adenauer, BuenosAires, Nº 3, 4 2006

Cadernos de Saúde PúblicaEscola Nacional de Saúde Pública, Brasil,Nº 10 a 12, 2006. Nº 1, 2, 2007.

Le Monde DiplomatiqueNº 92, Febrero, 2007.

Nueva SociedadBuenos Aires, Nº 207, 2007.

Publicación de la Maestría en PartidosPolíticosCEA-Universidad Nacional de Córdoba.Documento de Trabajo Nº 9, 10, 2006.

Revista de Antropología SocialUniversidad Complutense de Madrid,Vol.15, 2006.

Revista Mexicana de SociologíaUniversidad Nacional Autónoma deMéxico, Nº 2, 2006.

TareasPanamá, Nº 124, 2006. Nº 125, 2007.

Publicaciones recibidas

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JUAN CARLOS PORTANTIERO

En la muerte de un amigo, cuando se han compartido tantas cosas con él -y yo tuve esasuerte-; cuando se evocan, pues, tanto los momentos cotidianos sin importancia como los momentosfuertes de trabajo, de enseñanza y de debate teórico y político, o también las heridas y los duelos(pienso en Pancho Aricó); cuando muere un amigo, como tan bien lo dijo Jacques Derrida en elfuneral de Althusser, solemos tener esa reacción culpable pero irreprimible, que consiste en lamen-tarse y en apiadarse uno mismo de sí mismo, en compadecernos a nosotros mismos por ese amigoque hemos perdido.

Para los hombres y mujeres de nuestra generación, ese gesto delamentar la propia muerte al hablar de la muerte de Juan Carlos esinevitable, porque es la única manera que nos queda de conservar alNegro dentro nuestro, de conservarnos conservándolo en nosotros, comoestoy seguro de que lo hacemos todos, cada cual a su modo, con su memo-ria propia, que se reconoce como tal a partir de este duro proceso deduelo. Y esto vale aún más para la memoria de una vida tan plena, tanespecial, tan creativa, tan marcada por la época social y política que nostocó en suerte como fue la vida de Portantiero.

Toda una parte de nuestras propias vidas se acaba y muere con el Negro. No se trata sólode todo lo que hemos compartido en tal o cual momento con Juan Carlos: es todo el intenso, rico,largo recorrido de una historia -la de nuestra amistad y nuestro cariño por el Negro- la que se inte-rrumpe para siempre.

Una historia de décadas, la historia de alguien que fue nuestro amigo y también la histo-ria de una época, una época a veces tormentosa, otras calma, que cada uno evocará a su modo, peroque es indisociable de la historia de nuestra amistad con el Negro. Nuestra pertenencia a esa épocaestuvo hondamente marcada por su profunda vocación intelectual y política y por su aguda visiónde las cosas, por lo que buscamos y compartimos con él, y por la ancha generosidad con la que pro-curó allanarnos el camino. Cuando su voz tranquila se dejaba oír en esta Facultad o en otros foros,todos sentíamos la gravitación y la lucidez de su presencia y de su palabra.

Por todo aquello que en virtud de tu ejemplo ha mejorado nuestras vidas, por aquelloirremplazable que nos has dado a cada uno, en lo cotidiano y en tu imperecedera creación intelec-tual, por el recuerdo de tu rostro y tu figura siempre joven a pesar del peso de los años, por todoeso, y por más, estaremos siempre en deuda con vos, hermano querido. Gracias, muchas gracias,Porta, Negro inolvidable.

Emilio de Ipola