1compendio Sobre Agroecologia Corregida12 BIOCONTROL

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Dossier sobre agroecologia

COMPENDIOSOBRE AGRO

ECOLOGIA VOLUMEN I

( Aportes de la Escuela Agroecologica Ezequiel Zamora Guambra )

Septiembre de 2008

INDICEPRESENTACION

La evolucin del

pensamiento agroecolgico

Susanna B. Hecht En AGROECOLOGIA: Bases cientficas para una agricultura sustentable.

Miguel A. Altieri

LOS SERVICIOS ECOLGICOS DE LA BIODIVERSIDAD EN AGROECOSISTEMAS TRADICIONALES.En AGROECOLOGA: Teora y prctica para una agricultura sustentable Miguel Altieri

Clara I. Nicholls

EL PROCESO DE TRANSICIN

DE AGRICULTURA CONVENCIONAL A AGRICULTURA ECOLGICA Oscar Rolando Castaeda Samayoa LA TRANSICIN EN LOS ENFOQUES NEOMARXISTAS ALTERNATIVOS.

En EL CONCEPTO DE TRANSICION EN EL PENSAMIENTO MARXISTA:

REFLEXIONES DESDE LA AGROECOLOGA

Eduardo Sevilla Guzmn y

Manuel Gonzlez de Molina

IMPACTOS ECOLOGICOS DE LA AGRICULTURA MODERNAMayi Cumare y D`Jamila Baduel.HACIA EL SEMILLERO COMUNITARIO LOCAL

Mayi CumareBancos sociales de semillas, germen de libertad y esperanzaPor Gustavo Ramrez

Bancos de semillas comunitarios

Antonio Jos da Silva

COSECHA DE AGUA

Inga Agrnoma Trinidad Pea

SALUD DEL SUELO

Ingra Agrnoma Trinidad Pea

Control biolgico

Med. Vet. ngel Gonzlez

GRANJAS INTEGRALES SOSTENIBLES - SUSTENTABLES

Jess Lamenta y Livia Polo

AGROECOLOGIA Y EL DESARROLLO TECNOLOGICO:

TECNOLGIAS APROPIADAS.

Med.Vetrinario Juan Carrlos Ferreira

Presentacin

Partiendo de la propuesta de Formacin Permanente en Agroecologa, la coordinacin del Programa Todas las Manos a la Siembra le planteo a los miembros de la Escuela Agroecolgica Ezequiel Zamora-Guambra la elaboracin de los primeros materiales de apoyo para el desarrollo de la propuesta.

En tal sentido, desde hace algunos meses de este ao 2008,el equipo ha venido trabajando en este proceso investigativo y de sistematizacin de experiencias y bibliografas, siendo este compendio el primer resultado de tal esfuerzo.

El lector podr encontrar en este texto la resea de algunos captulos de los trabajos de Miguel A. Altieri, con contribuciones de Susanna Hecht, referidas a la teora agoecolgica y los aportes de otros autores sobre la transicin del modelo productivo. Ambas bibliografa fueron contribuciones de la Direccin de Agroecologa del Vice ministerio del Circuito Agroalimentario del MPPAT.El resto de los ensayos son elaboraciones de los diversos miembros de la escuela agroecolgica que trabajaron elementos bsicos del enfoque: semilla, control biolgico, cosecha de agua, biofertilizacin del suelo, crianza y tecnologa apropiada.Hemos querido iniciar con estos materiales nuestro I VOLUMEN de la lnea editorial que vamos a desarrollar, quedando pendiente el resto de publicaciones para un futuro inmediato. Por lo pronto, esta compilacin forma parte del morral del facilitador que va a acompaar el proceso formativo asociado intimamente al plan de siembra norte-verano-.

En esa direccin, esperamos que estos aportes sean herramientas para el trabajo reflexivo y la viabilizacin prctica del enfoque agroecolgico, como concrecin del camino que conduce a la soberana alimentaria, bajo las premisas: POR UNA ALIMENTACION SANA, SEGURA, SOBERANA Y SABROSA.

Carlos Lanz Rodriguez

18 de Septiembre de 2008

AGROECOLOGIA

Bases cientficas para una

agricultura sustentable

Miguel A. Altieri

con contribuciones de

Susanna Hecht, Matt Liebman, Fred Magdoff,

Richard Norgaard, y Thomas O. Sikor

Primera parte

Bases tericas

de la agroecologa

Captulo 1

La evolucin del

pensamiento agroecolgico

Susanna B. Hecht

El uso contemporneo del trmino agroecologa data de los aos 70, pero la ciencia y la prctica de la agroecologa son tan antiguas como los orgenes de la agricultura.

A medida que los investigadores exploran las agriculturas indgenas, las que son

reliquias modificadas de formas agronmicas ms antiguas, se hace ms notorio que muchos sistemas agrcolas desarrollados a nivel local, incorporan rutinariamente mecanismos para acomodar los cultivos a las variables del medio ambiente natural, y para protegerlos de la depredacin y la competencia. Estos mecanismos utilizan insumos renovables existentes en las regiones, as como los rasgos ecolgicos y estructurales propios de los campos, los barbechos y la vegetacin circundante.

En estas condiciones la agricultura involucra la administracin de otros recursos

adems del cultivo propio. Estos sistemas de produccin fueron desarrollados para disminuir riesgos ambientales y econmicos y mantienen la base productiva de la agricultura a travs del tiempo. Si bien estos agroecosistemas pueden abarcar infraestructuras tales como trabajos en terrazas, zanjas e irrigacin, el conocimiento agronmico descentralizado y desarrollado localmente es de importancia fundamental para el desarrollo continuado de estos sistemas de produccin.

El por qu esta herencia agrcola ha tenido relativamente poca importancia en las ciencias agronmicas formales, refleja prejuicios que algunos investigadores contemporneos estn tratando de eliminar. Tres procesos histricos han contribuido en un alto grado a oscurecer y restar importancia al conocimiento agronmico que fue desarrollado por grupos tnicos locales y sociedades no occidentales: (1) la destruccin de los medios de codificacin, regulacin y trasmisin de las prcticas agrcolas; (2) la dramtica transformacin de muchas sociedades indgenas no occidentales y los sistemas de produccin en que se basaban como resultado de un colapso demogrfico, de la esclavitud y del colonialismo y de procesos de mercado, y (3) el surgimiento de la ciencia positivista. Como resultado, han existido pocas oportunidades para que las intuiciones desarrolladas en una agricultura ms holstica se infiltraran en la comunidad cientfica formal. Ms an, esta dificultad est compuesta de prejuicios no reconocidos, de los investigadores en agronoma, prejuicios relacionados con factores sociales tales como clase social, etnicidad, cultura y sexo.

Histricamente, el manejo de la agricultura inclua sistemas ricos en smbolos y rituales, que a menudo servan para regular las prcticas del uso de la tierra y para codificar el conocimiento agrario de pueblos analfabetos (Ellen 1982, Conklin 1972).

La existencia de cultos y rituales agrcolas est documentada en muchas sociedades, incluso las de Europa Occidental. De hecho, estos cultos eran un foco de especial atencin para la Inquisicin Catlica. Escritores sociales de la poca medieval tales como Ginzburg (1983) han demostrado cmo las ceremonias rurales eran tildadas de brujera y cmo dichas actividades se convirtieron en focos de intensa persecucin. Y no es sorprendente que cuando los exploradores espaoles y portugueses de la post-inquisicin emprendieron sus viajes y la conquista europea se extendi por el globo bajo el lema de Dios, Oro y Gloria, como parte de un proyecto ms amplio, existieran actividades evangelizadoras, las que a menudo alteraron las bases simblicas y rituales de la agricultura en sociedades no occidentales. Estas modificaciones se transformaron, y a menudo interfirieron con la transferencia generacional y lateral del conocimiento agronmico local. Este proceso, junto con las enfermedades, la esclavitud y la frecuente reestructuracin de la base agrcola de las comunidades rurales con fines coloniales y de mercado, a menudo contribuy a la destruccin o abandono de las tecnologas duras tales como los sistemas de riego, y especialmente al empobrecimiento de las tecnologas blandas (formas de cultivo, mezclas de cultivos, tcnicas de control biolgico y manejo de suelos) de la agricultura local, la que depende mucho ms de la transmisin de tipo cultural.

La literatura histrica documenta cmo las enfermedades transmitidas por los exploradores afectaron a las poblaciones nativas. Especialmente en el nuevo mundo se dieron colapsos de poblaciones muy rpidamente y de una forma tan devastadora que es difcil de imaginar. En algunas reas hasta un 90% de la poblacin muri en menos de 100 aos (Denevan 1976). Con ellos murieron culturas y sistemas de conocimiento.

Los efectos desastrosos de las epidemias caracterizaron las primeras etapas del contacto, pero otras actividades, especialmente la esclavitud asociada con las plantaciones del nuevo mundo, tambin ejercieron impactos drsticos en la poblacin y, por lo tanto, en el conocimiento agrcola, hasta bien entrado el siglo XIX.

Inicialmente, las poblaciones locales eran el blanco de las incursiones para obtener esclavos, pero estos grupos a menudo podan escapar de la servidumbre. Los problemas de enfermedad en los indios del nuevo mundo hicieron que no fueran una fuerza ideal de trabajo. Por otro lado, las poblaciones africanas estaban acostumbradas a las condiciones climticas tropicales y tenan una resistencia relativa a las enfermedades europeas, por lo tanto ellos podan satisfacer las pujantes necesidades de mano de obra para las plantaciones de azcar y algodn. Durante dos siglos, ms de veinte millones de esclavos fueron transportados desde Africa a varias plantaciones de esclavos en el nuevo mundo (Wolf 1982).

La esclavitud se impuso a la mejor fuerza laboral (jvenes adultos, tanto hombres como mujeres) y tuvo como resultado la prdida de esta importante fuerza de trabajo para la agricultura local y el abandono de los trabajos agrcolas a medida que los pueblos trataron de evitar el convertirse en esclavos, retirndose a lugares distantes de los traficantes de esclavos. La ruptura de sistemas de conocimientos, ocasionada por la exportacin de mano de obra, la erosin de las bases culturales de la agricultura local y la mortalidad asociada a las guerras que eran estimuladas por las incursiones en busca de esclavos, fue aumentada ms adelante por la integracin de estos sistemas residuales a las redes mercantiles y coloniales.

El contacto europeo con gran parte del mundo no occidental no fue benfico, y a menudo involucr la transformacin de los sistemas de produccin para satisfacer las necesidades de los centros burocrticos locales, los enclaves mineros y de recursos, y del comercio internacional. En algunos casos sto se logr por medio de la coercin directa, reorientando y manipulando las economas a travs de la unin de grupos elticos locales, y en otros casos de hombres claves, y por intermedio de intercambios. Estos procesos cambian fundamentalmente la base de la economa agrcola. Con el surgimiento de las cosechas pagadas y la mayor presin ejercida por temes especficos de exportacin, las estrategias para el uso de predios rurales, que haban sido desarrolladas a travs de milenios con el fin de reducir los riesgos agrcolas y de mantener la base de recursos, fueron desestabilizadas. Muchos son los estudios que han documentado estos efectos (Watts 1983, Wolf 1982, Palmer y Parson 1977, Wasserstrom 1982, Brokenshaw et al. 1979, Geertz 1962).

Finalmente, an cuando los cronistas y los exploradores mencionan positivamente el uso que los nativos daban a las tierras, fue difcil traducir estas observaciones a una forma coherente, no folklrica y socialmente aceptable. El surgimiento del mtodo positivista en las ciencias y el movimiento del pensamiento occidental hacia perspectivas atomistas y mecanicistas, las que se asocian con el iluminismo del siglo XVIII, alteraron dramticamente el dilogo sobre el mundo natural (Merchant 1980).

Esta transicin de las epistemologas cambi el enfoque de la naturaleza, de una entidad orgnica, viviente, se convirti en una mquina. De manera creciente este enfoque hizo hincapi en el lenguaje cientfico, una forma de referirse al mundo natural que esencialmente rechazaba toda otra forma de conocimiento cientfico como supersticin. En efecto, desde los tiempos de Condorcet y Comte, el desarrollo de las ciencias se identifica con el triunfo de la razn sobre la supersticin. Esta posicin, unida a un punto de vista muchas veces despectivo sobre las habilidades de los pueblos rurales en su generalidad, y en especial las de los pueblos colonizados, contribuy ms an a oscurecer la riqueza de muchos sistemas de conocimiento rural cuyo contenido era expresado en una forma discursiva y simblica. A causa de un mal entendido del contexto ecolgico, de la complejidad espacial y de la forma de cultivar propia de los agricultores no formales, fue frecuentemente tildada despectivamente de desordenada.

Dado este contexto histrico cabe preguntarse cmo la agroecologa logr emerger nuevamente. El redescubrimiento de la agroecologa es un ejemplo poco comn del impacto que tienen las tecnologas pre-existentes sobre las ciencias, donde, adelantos que tuvieron una importancia crtica en la comprensin de la naturaleza, fueron el resultado de una decisin de los cientficos de estudiar lo que los campesinos ya haban aprendido a hacer (Kuhn 1979). Kuhn seala que en muchos casos, los cientficos lograron meramente validar y explicitar, en ningn caso mejorar, las tcnicas desarrolladas con anterioridad.

Cmo emergi nuevamente la idea de la agroecologa tambin requiere de un anlisis de la influencia de un nmero de corrientes intelectuales que tuvieron relativamente poca relacin con la agronoma formal. El estudio de sistemas de calificacin indgena, de la teora del desarrollo rural, de los ciclos y sucesin de los nutrientes no est muy directamente relacionado con la ciencia de los cultivos, la patologa de las plantas y el manejo de las plagas en su prctica habitual. Las siguientes secciones de este captulo resean brevemente como la antropologa, la economa y la ecologa se encuentran reflejadas en el pedigr intelectual de la agroecologa.

Qu es la Agroecologa?

El trmino agroecologa a llegado a significar muchas cosas, definidas a groso modo, la agroecologa a menudo incorpora ideas sobre un enfoque de la agricultura ms ligado al medio ambiente y ms sensible socialmente; centrada no slo en la produccin sino tambin en la sostenibilidad ecolgica del sistema de produccin. A esto podra llamarse el uso normativo o prescriptivo del trmino agroecologa, porque implica un nmero de caractersticas sobre la sociedad y la produccin que van mucho ms all de los lmites del predio agrcola. En un sentido ms restringido, la agroecologa se refiere al estudio de fenmenos netamente ecolgicos dentro del campo de cultivo, tales como relaciones depredador/presa, o competencia de cultivo/maleza.

Visin ecolgica

En el corazn de la agroecologa est la idea que un campo de cultivo es un ecosistema dentro del cual los procesos ecolgicos que ocurren en otras formaciones vegetales, tales como ciclos de nutrientes, interaccin de depredador/presa, competencia, comensala y cambios sucesionales, tambin se dan. La agroecologa se centra en las relaciones ecolgicas en el campo y su propsito es iluminar la forma, la dinmica y las funciones de esta relacin. En algunos trabajos sobre agroecologa est implcita la idea que por medio del conocimiento de estos procesos y relaciones los sistemas agroecolgicos pueden ser administrados mejor, con menores impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad, ms sostenidamente y con menor uso de insumos externos. Como resultado, un nmero de investigadores de las ciencias agrcolas y de reas afines, han comenzado a considerar el predio agrcola como un tipo especial de ecosistema -un agroecosistema- y a formalizar el anlisis del conjunto de procesos e interacciones que intervienen en un sistema de cultivos. El marco analtico subyacente le debe mucho a la teora de sistemas y a los intentos tericos y prcticos hechos para integrar los numerosos factores que afectan la agricultura (Spedding 1975, Conway 1981, Gliessman 1982, Conway 1985, Chambers 1983, Ellen 1982, Altieri 1983, Lowrance et al. 1984).

La perspectiva social

Los agroecosistemas tienen varios grados de resiliencia y de estabilidad, pero estos no estn estrictamente determinados por factores de origen bitico o ambiental. Factores sociales, tales como el colapso en los precios del mercado o cambios en la tenencia de las tierras, pueden destruir los sistemas agrcolas tan decisivamente como una sequa, explosiones de plagas o la disminucin de los nutrientes en el suelo. Por otra parte, las decisiones que asignan energa y recursos materiales pueden aumentar la resiliencia y recuperacin de un ecosistema daado. Aunque la administracin humana de los ecosistemas con fines de produccin agrcola a menudo ha alterado en forma dramtica la estructura, la diversidad, los patrones de flujo de energa y de nutrientes, y los mecanismos de control de poblaciones biticas en los predios agrcolas, estos procesos todava funcionan y pueden ser explorados experimentalmente.

La magnitud de las diferencias de la funcin ecolgica entre un ecosistema natural y uno agrcola depende en gran medida de la intensidad y frecuencia de las perturbaciones naturales y humanas que se hacen sentir en el ecosistema. El resultado de la interaccin entre caractersticas endgenas, tanto biolgicas como ambientales en el predio agrcola y de factores exgenos tanto sociales como econmicos, generan la estructura particular del agroecosistema. Por esta razn, a menudo es necesaria una perspectiva ms amplia para explicar un sistema de produccin que est en observacin.

Un sistema agrcola difiere en varios aspectos fundamentales de un sistema ecolgico natural tanto en su estructura como en su funcin.

Los agroecosistemas son ecosistemas semi-domesticados que se ubican en un gradiente entre una serie de ecosistemas que han sufrido un mnimo de impacto humano, como es el caso de ciudades. Odum (1984) describe 4 caractersticas principales de los agroecosistemas:

1. Los agroecosistemas requieren fuentes auxiliares de energa, que pueden ser humana, animal y combustible para aumentar la productividad de organismos especficos.

2. La diversidad puede ser muy reducida en comparacin con la de otros ecosistemas.

3. Los animales y plantas que dominan son seleccionados artificialmente y no por seleccin natural.

4. Los controles del sistema son, en su mayora, externos y no internos ya que se ejercen por medio de retroalimentacin del subsistema.

El modelo de Odum se basa principalmente en la agricultura moderna del tipo que se encuentra en los Estados Unidos. Hay, sin embargo, muchos tipos de sistemas agrcolas, especialmente en los trpicos, que no corresponden a esta definicin. Particularmente las preguntas de diversidad y seleccin natural utilizadas en agriculturas complejas donde un sin nmero de plantas y animales semi-domesticados y silvestres figuran en el sistema de produccin, son sospechosas. Conklin (1956), por ejemplo, describi agroecosistemas tradicionales en Filipinas que incluan ms de 600 especies de plantas cultivadas y manejadas. Aunque esta agricultura no era tan diversa como la de algunos bosques tropicales, era definitivamente ms multiforme que muchos otros ecosistemas locales.

Los sistemas agrcolas son una interaccin compleja entre procesos sociales externos e internos, y entre procesos biolgicos y ambientales. Estos pueden entenderse espacialmente a nivel de terreno agrcola, pero a menudo tambin incluyen una dimensin temporal. El grado de control externo versus control interno puede reflejar intensidad de administracin a lo largo del tiempo, el que puede ser mucho ms variable que el supuesto de Odum. En sistemas de roza, tumba y quema, por ejemplo, los controles externos tienden a disminuir en los perodos posteriores de barbecho.

El modelo de agroecosistema de Odum marca un punto de partida interesante para la comprensin de la agricultura desde una perspectiva de los sistemas ecolgicos, pero no puede abarcar la diversidad y complejidad de muchos agroecosistemas que se desarrollaron en las sociedades no occidentales, especialmente en los trpicos hmedos.

Ms an, la falta de atencin que el modelo pone en las determinantes sociales de la agricultura tiene como resultado un modelo con un poder explicativo limitado.

Los sistemas agrcolas son artefactos humanos y las determinantes de la agricultura no terminan en los lmites de los campos. Las estrategias agrcolas no slo responden a presiones del medio ambiente, presiones biticas y del proceso de cultivo, sino que tambin reflejan estrategias humanas de subsistencia y condiciones econmicas (Ellen 1982). Factores tales como disponibilidad de mano de obra, acceso y condiciones de los crditos, subsidios, riesgos percibidos, informacin sobre precios, obligaciones de parentesco, tamao de la familia y acceso a otro tipo de sustento, son a menudo crticas para la comprensin de la lgica de un sistema de agricultura.

En especial cuando se analizan las situaciones de los pequeos campesinos fuera de los Estados Unidos y Europa, el anlisis de la simple maximizacin de las cosechas en sistemas de monocultivo se hace menos til para la comprensin del comportamiento del campesino y de sus opciones agronmicas (Scott 1978 y 1986, Barlerr 1984, Chambers 1983).

El desafo agroecolgico

Los cientficos agrcolas convencionales han estado preocupados principalmente con el efecto de las prcticas de uso de la tierra y de manejos de los animales o la vegetacin en la productividad de un cultivo dado, usando una perspectiva que enfatiza un problema objetivo, como es el de los nutrientes del suelo o los brotes de plagas. Esta forma de enfocar sistemas agrcolas ha sido determinada en parte por un dilogo limitado entre diferentes disciplinas, por la estructura de la investigacin cientfica, la que tiende a atomizar problemas de investigacin, y por un enfoque de la agricultura orientado a lograr un producto. No cabe duda que la investigacin agrcola basada en este enfoque ha tenido xito en incrementar el rendimiento en situaciones agroecolgicamente favorables.

Sin embargo, es cada vez mayor el nmero de cientficos que reconoce que este enfoque reduccionista limita las opciones agrcolas para las poblaciones rurales y en que el enfoque objetivo a menudo involucra consecuencias secundarias no intencionadas que frecuentemente han producido daos ecolgicos y han tenido altos costos sociales. La investigacin agroecolgica se concentra en asuntos puntuales del rea de la agricultura, pero dentro de un contexto ms amplio que incluye variables ecolgicas y sociales.

En muchos casos, las premisas sobre el propsito de un sistema agrcola difieren del enfoque que enfatiza la maximizacin del rendimiento y la produccin, expuesta por la mayora de los cientficos agrcolas.

Como mejor puede describirse la agroecologa es como un enfoque que integra ideas y mtodos de varios sub-campos, ms que como una disciplina especfica. La agroecologa puede ser un desafo normativo a las maneras en que varias disciplinas enfocan los problemas agrcolas. Tiene sus races en las ciencias agrcolas, en el movimiento del medio ambiente, en la ecologa (en particular en la explosin de investigaciones sobre los ecosistemas tropicales), en el anlisis de agroecosistemas indgenas y en los estudios sobre el desarrollo rural. Cada una de estas reas de investigacin tiene objetivos y metodologas muy diferentes, sin embargo, tomadas en un conjunto todas han sido influencias legtimas e importantes en el pensamiento agroecolgico.

Influencias del pensamiento agroecolgico en las ciencias agrcolas

Como Altieri (1987) lo ha sealado, el crdito de gran parte del desarrollo inicial de la agricultura ecolgica en las ciencias formales le pertenece a Klages (1928), quien sugiri que se tomaran en cuenta los factores fisiolgicos y agronmicos que influan en la distribucin y adaptacin de especies especficas de cultivos, para comprender la compleja relacin existente entre una planta de cultivo y su medio ambiente.

Ms adelante, Klages (1942) expandi su definicin e incluy en ella factores histricos, tecnolgicos y socioeconmicos que determinaban qu cultivos podan producirse en una regin dada y en qu cantidad. Papadakis (1938) recalc que el manejo de cultivos debera basarse en la respuesta del cultivo al medio ambiente. La ecologa agrcola fue an ms desarrollada en los aos 60 por Tischler (1965) e integrada al currculum de la agronoma en cursos orientados al desarrollo de una base ecolgica a la adaptacin ambiental de los cultivos. La agronoma y la ecologa de cultivos estn convergiendo cada vez ms, pero la red entre la agronoma y las otras ciencias (incluyendo las ciencias sociales) necesarias para el trabajo agroecolgico, estn recin emergiendo.

Las obras de Azzi (1956), Wilsie (1962), Tischler (1965), Chang (1968) y Loucks

(1977) representan un cambio de enfoque gradual hacia un enfoque ecosistmico de la agricultura. En particular fue Azzi (1956) quien acentu que mientras la meteorologa, la ciencia del suelo y la entomologa son disciplinas diferentes, su estudio en relacin con la respuesta potencial de plantas de cultivos converge en una ciencia agroecolgica que debera iluminar la relacin entre las plantas cultivadas y su medio ambiente. Wilsie (1962), analiz los principios de adaptacin de cultivos y su distribucin en relacin a factores del hbitat, e hizo un intento para formalizar el cuerpo de relaciones implcitas en sistemas de cultivos. Chang (1968) prosigui con la lnea propuesta por Wilsie, pero se centr en un grado an mayor en los aspectos ecofisiolgicos.

Desde comienzos de los aos 70, ha habido una expansin enorme en la literatura agronmica con un enfoque agroecolgico, incluyendo obras como las de Dalton 1975, Netting 1974, van Dyne 1969, Spedding 1975, Cox y Atkins 1979, Richards P. 1985, Vandermeer 1981, Edens y Koenig 1981, Edens y Haynes 1982, Altieri y Letourneau 1982, Gliessman et al. 1981, Conway 1985, Hart 1979, Lowrance et al. 1984 y Bayliss-Smith 1982.

A fines de la dcada de los 70 y a comienzos de la de los 80 un componente social cada vez mayor comenz a aparecer en la literatura agrcola, en gran parte como resultado del estudio sobre el desarrollo rural en los Estados Unidos (Buttel 1980).

La contextualizacin social unida al anlisis agronmico ha generado evaluaciones complejas de la agricultura, especialmente en el caso del desarrollo regional (Altieri y Anderson 1986, Brush 1977, Richards P. 1984 y 1986, Kurin 1983, Bartlett 1984, Hecht 1985, Blaikie 1984).

Los entomlogos en sus intentos por desarrollar sistemas de manejo integrado de plagas, han hecho contribuciones valiosas al desarrollo de una perspectiva ecolgica para la proteccin de las plantas. La teora y la prctica del control biolgico de plagas se basa exclusivamente en principios ecolgicos (Huffaker y Messenger 1976).

El manejo ecolgico de plagas se centra en primer lugar en enfoques que contrastan la estructura y el funcionamiento de los sistemas agrcolas con aquellas de sistemas naturales relativamente no perturbados, o sistemas agrcolas ms complejos (Southwood y Way 1970, Price y Waldbauer 1975, Levins y Wilson 1979, Risch 1981 y Risch et al. 1983). Browning y Frey (1969) han argumentado que los enfoques de manejo de plagas deberan hacer hincapi en el desarrollo de agroecosistemas que emularan la sucesin natural lo ms posible, debido a que estos sistemas ms maduros son a menudo ms estables que los sistemas consistentes en una estructura sencilla de monocultivos.

Enfoque metodolgico

Una gran cantidad de mtodos de anlisis agroecolgico se estn desarrollando en la actualidad en todo el mundo. Se podra considerar que se utilizan principalmente cuatro enfoques metodolgicos:

1. Descripcin analtica. Se estn realizando muchos estudios que miden y describen cuidadosamente los sistemas agrcolas y miden propiedades especficas tales como diversidad de plantas, acumulacin de biomasa, retencin de nutrientes y rendimiento.

Por ejemplo, el Centro Internacional de Agroforestera (ICRAF) ha estado

desarrollando una base internacional de datos de los diferentes tipos de sistemas de agroforestera y los est correlacionando con una variedad de parmetros medio ambientales para desarrollar modelos regionales de cultivos mixtos (Nair 1984, Huxley 1983). Este tipo de informacin es valioso para ampliar nuestra comprensin de los tipos de sistemas existentes, de los componentes que habitualmente se encuentran ensamblados y en qu contexto ambiental. Este es el primer paso necesario. Los estudios representativos de este tipo de pensamiento son numerosos e incluyen a

Ewel et al. 1986, Alcorn 1984, Marten 1986, Denevan et al. 1984 y Posey 1985.

2. El anlisis comparativo. La investigacin comparativa generalmente involucra la comparacin de un monocultivo u otro sistema de cultivo con un agroecosistema tradicional de mayor complejidad. Los estudios comparativos de este tipo involucran un anlisis de la productividad de cultivos especficos, de la dinmica de la plagas o del estatus de los nutrientes en cuanto estn relacionados con factores tales como la diversidad de los campos de cultivos, la frecuencia de las malezas, la poblacin de insectos y los patrones de reciclaje de nutrientes. Varios estudios de este tipo se han llevado a cabo en Amrica Latina, Africa y Asia (Glover y Beer 1986, Uhl y Murphy 1981, Irvine 1987, Marten 1986 y Woodmansee 1984). Dichos proyectos usan metodologas cientficas de tipo estndar para iluminar la dinmica de sistemas locales de cultivos mixtos especficos, comparndolos con los monocultivos. Estos datos a menudo son tiles pero la heterogeneidad de los sistemas locales pueden oscurecer la comprensin de cmo stos funcionan.

3. Comparacin experimental. Para establecer la dinmica y para reducir el nmero de variables, muchos investigadores desarrollan una versin simplificada del sistema nativo en el cual las variables pueden ser controladas ms de cerca. Por ejemplo, el rendimiento de un cultivo mixto de maz, frijol y calabaza puede ser comparado con el cultivo simple de cada una de estas especies.

4. Sistemas agrcolas normativos. Estos se construyen a menudo con modelos tericos especficos en mente. Un ecosistema natural puede ser ilimitado, o un sistema agrcola nativo podra ser reconstituido con mucho esfuerzo. Este enfoque est siendo evaluado en forma experimental por varios investigadores en Costa Rica. Ellos estn desarrollando sistemas de cultivos que emulan las secuencias sucesionales por medio del uso de cultivos que son botnica y morfolgicamente semejantes a las plantas que naturalmente ocurren en varias etapas sucesionales (Hart 1979, Ewel 1986).

An cuando la agronoma ha sido sin lugar a dudas la disciplina materna de la agroecologa, sta recibi una fuerte influencia del surgimiento del ambientalismo y de la expansin de los estudios ecolgicos. El estudio del medio ambiente fue necesario para proporcionar el marco filosfico en el cual el valor de las tecnologas alternativas y el proyecto normativo de la agroecologa pudieran apoyarse. Los estudios ecolgicos fueron crticos en la expansin de los paradigmas por medio de los cuales cuestiones agrcolas pudieran desarrollarse, y de las destrezas tcnicas para analizarlos.

Ambientalismo

Importancia de este movimiento. El movimiento ambiental de los aos 60-70 ha hecho una gran contribucin intelectual a la agroecologa. Debido a que los asuntos del ambientalismo coincidan con la agroecologa, ellos infundieron al discurso agroecolgico una actitud crtica de la agronoma orientada hacia la produccin, e hicieron crecer la sensibilidad hacia un gran nmero de asuntos relacionados con los recursos.

La versin de los aos 60 del movimiento ambiental se origin como consecuencia de una preocupacin con los problemas de contaminacin. Estos eran analizados en funcin tanto de los fracasos tecnolgicos como de las presiones de la poblacin.

La perspectiva Maltusiana gan una fuerza especial a mediados de la dcada del 60 por medio de obras tales como La Bomba Poblacional de Paul Ehrlich (1966) y La Tragedia de los Comunes de Garrett Hardin (1968). Estos autores presentaron como principal causa de la degradacin ambiental y del agotamiento de recursos al crecimiento de la poblacin. Este punto de vista fue tcnicamente ampliado por la publicacin de Los Lmites del Crecimiento del club de Roma, el que utiliz simulaciones computarizadas de las tendencias globales de la poblacin, del uso de recursos y la contaminacin, para generar argumentos para el futuro, los que generalmente eran desastrosos. Esta posicin ha sido criticada desde perspectivas metodolgicas y epistemolgicas (Simon y Kahn 1985).

Mientras que Los Lmites del Crecimiento desarroll un modelo generalizado de la Crisis ambiental, dos volmenes seminales posteriores contenan una relacin especial al pensamiento agroecolgico, porque en ellos se perfilaban visiones de una sociedad alternativa. Estos fueron Ante-Proyecto de la Supervivencia (El Ecologista 1972) y Lo Pequeo es Hermoso (Schumacher 1973). Estos trabajos incorporaban ideas sobre la organizacin social, la estructura econmica y valores culturales y las convertan en una visin exhaustiva ms o menos utpica. Ante-Proyecto de la supervivencia argumentaba a favor de la descentralizacin de empresas de pequea envergadura y acentuaba las actividades humanas que involucraran un mnimo de disrupcin ecolgica y un mximo de conservacin de energa y materiales.

El santo y sea era autosuficiencia y sustentabilidad. El libro de Schumacher acentuaba una evaluacin radical de la racionalidad econmica (Economa Budista), un modelo descentralizado de la sociedad humana (Dos millones de aldeas) y una tecnologa apropiada. El significado especial de Lo Pequeo es Hermoso era que estas ideas se ampliaron para alcanzar el Tercer Mundo.

Interrogantes agrcolas. Los asuntos ambientales en su relacin con la agricultura fueron claramente sealados por Carson en su libro Primavera Silenciosa (1964), que planteaba interrogantes sobre los impactos secundarios de las substancias txicas, especialmente de los insecticidas, en el ambiente. Parte de la respuesta a estos problemas fue el desarrollo de enfoques de manejo de plagas para la proteccin de los cultivos, basados enteramente en teora y prctica en los principios ecolgicos (Huffaker y Messenger 1976). El impacto txico de los productos agro-qumicos era slo una de las interrogantes ambientales, debido a que el uso excesivo de los recursos energticos tambin se estaba convirtiendo en un asunto cada vez ms importante.

Era necesario evaluar los costos energticos de sistemas de produccin especficos; especialmente a comienzos de la dcada del 70 cuando los precios del petrleo se incrementaron. El estudio clsico de Pimentel (1979) demostr que en la agricultura de los Estados Unidos cada kilo-calora derivado del maz se obtena a un enorme costo energtico de energa externa. Los sistemas de produccin norteamericanos fueron por lo tanto comparados con otros tipos diferentes de agricultura, los que eran de menor produccin por rea de unidad (en trminos de kilo-caloras por cada hectrea) pero mucho ms eficientes en trminos de rendimiento por unidad de energa invertida. El alto rendimiento de la agricultura moderna se obtiene a costa de numerosos gastos, los que incluyen insumos no renovables tales como el combustible de fsiles.En el Tercer Mundo estos insumos son a menudo importados, y cargados a la balanza internacional de pagos, empeorando la situacin de endeudamiento de muchos pases en desarrollo. Ms an, debido a que la mayor parte de estos insumos no se utilizan para el cultivo de alimentos, la ganancia en la produccin no se puede traducir necesariamente en un mejor abastecimiento de alimentos (Crouch y de Janvry 1980, Graham 1984 y Dewey 1981). Finalmente, las consecuencias sociales de este modelo tienen impactos complejos y a menudo extremadamente negativos en la poblacin local, en especial en aquellos que tienen un acceso limitado a tierras y a crdito. Estos problemas se discuten en detalle ms adelante en este captulo.

Los problemas de la toxicidad y recursos de la agricultura ensamblaron con los problemas mayores de la transferencia tecnolgica en contextos del Tercer Mundo.

La tecnologa Descuidada (editada por Milton y Farvar en 1968) fue una de las primeras publicaciones que intent, en gran medida, documentar los efectos de proyectos de desarrollo y transferencia de tecnologa de zonas templadas, sobre las ecologas y las sociedades de los pases en desarrollo. Cada vez en mayor nmero, investigadores de diferentes reas comenzaron a hacer comentarios sobre la pobre adecuacin entre los enfoques que se dan al uso de la tierra en el Primer Mundo y la realidad del Tercer Mundo. El artculo de Janzen (1973), sobre agroecosistemas tropicales, fue la primera evaluacin ampliamente difundida de por qu los sistemas agrcolas tropicales podran comportarse de una forma diferente a los de las zonas templadas. Este trabajo y el de Levins (1973) plantearon un desafo a los investigadores agrcolas, que los llev a repensar la ecologa de la agricultura tropical.

Al mismo tiempo, el problema filosfico ms amplio planteado por el movimiento ambiental tuvo resonancia en la re-evaluacin de las metas del desarrollo agrcola en los Estados Unidos y en el Tercer Mundo, y en las bases tecnolgicas sobre las que seran llevadas a cabo. En el mundo desarrollado estas ideas slo tuvieron un impacto moderado en la estructura de la agricultura, porque la confiabilidad y disponibilidad de productos agroqumicos y imputs energticos aplicados a la agricultura tena como resultado transformaciones pequeas en el patrn de uso de recursos en la agricultura. En situaciones en las que tanto los campesinos como la nacin estaban presionando por los recursos, donde prevalecan estructuras distributivas regresivas y donde el enfoque de las zonas templadas no era apropiado a las condiciones ambientales locales, el enfoque agroecolgico pareca de especial relevancia.

La integracin de la agronoma y el ambientalismo ensambl con la agroecologa, pero los fundamentos intelectuales para una asociacin acadmica de este tipo eran an relativamente dbiles. Era necesario un enfoque terico y tcnico ms claro, especialmente en relacin con los sistemas tropicales. El desarrollo de la teora ecolgica tendra una relevancia especial en el desarrollo del pensamiento agroecolgico.

Ecologa

Por varias razones los eclogos han tenido una importancia singular en la evolucin del pensamiento agroecolgico. En primer lugar, el marco conceptual de la agroecologa y su lenguaje son esencialmente ecolgicos. En segundo lugar, los sistemas agrcolas son en s mismos interesantes sujetos de investigacin, en los cuales los investigadores tienen mayor habilidad para controlar, probar y manipular los componentes del sistema, en comparacin con los ecosistemas rurales. Estos pueden proporcionar condiciones de pruebas para un patrn amplio de hiptesis ecolgicas, y de hecho ya han contribuido sustancialmente al cuerpo de conocimiento ecolgico (Levins 1973, Risch et al. 1983, Bases tericas de la agroecologa Altieri et al. 1983b, Uhl et al. 1988). En tercer lugar, la explosin de investigadores sobre los sistemas tropicales ha dirigido la atencin al impacto ecolgico de la expansin de sistemas de monocultivos en zonas que se caracterizan por su diversidad y extraordinaria complejidad (Janzen 1973, Uhl 1983, Uhl y Jordan 1984, Hecht 1985). En cuarto lugar, varios eclogos han comenzado a dirigir su atencin a las dinmicas ecolgicas de los sistemas agrcolas tradicionales (Gliessmann 1982a, 1982b, Altieri y Farrell 1984, Anderson et al. 1985, Marten 1986, Richards 1984 y 1986).

Tres reas de inters acadmico han sido especialmente crticas en el desarrollo de los anlisis agroecolgicos: el ciclaje de los nutrientes, las interacciones de plagas/plantas y la sucesin ecolgica. A modo de ilustracin esta seccin se concentrar en el ciclaje de nutrientes. A comienzos de los aos 60 el anlisis del ciclaje de nutrientes en los sistemas tropicales se convirti en un tpico de inters y fue considerado como un proceso vital del ecosistema. Varios estudios significativos tales como la investigacin de Nye y Greenland en 1961 y ms adelante la serie de artculos y monografas que derivaron de trabajos realizados en San Carlos, Venezuela; Catie, Costa Rica y otros lugares en Asia y Africa han sido la simiente que clarifica los mecanismos de los ciclajes de nutrientes, tanto en bosques nativos como en reas que han sido cultivadas (Jordan 1985, Uhl y Jordan 1984, Buschbacker et al. 1988, Uhl et al. 1988).

Los hallazgos ecolgicos de esta investigacin sobre el ciclaje de nutrientes que tuvieron un mayor impacto en el anlisis de la agricultura fueron:

La relacin entre la diversidad y las estrategias inter-especificas para captar nutrientes.

La importancia de los rasgos estructurales para aumentar la captacin de nutrientes tanto por debajo como por encima del suelo.

La dinmica de los mecanismos fisiolgicos en la retencin de nutrientes.

La importancia de relaciones asociativas de plantas con micro-organismos tales como micorrizas y fijadores simbiticos de nitrgeno.

La importancia de la biomasa como lugar de almacenaje de los nutrientes.

Estos hallazgos sugeran que los modelos ecolgicos de la agricultura tropical incluiran una diversidad de especies (o al menos de cultivos) para aprovechar la variedad de absorcin de nutrientes, tanto en trminos de diferentes nutrientes como en la absorcin de nutrientes de los diferentes niveles de profundidad del suelo. La informacin producida por los estudios ecolgicos sobre el ciclaje de nutrientes tambin sugera el uso de plantas tales como las leguminosas que con facilidad forman asociaciones simbiticas, y el uso ms extendido de plantas perennes en el sistema de produccin, como un medio para bombear nutrientes de las diferentes capas del suelo y aumentar as la capacidad total de reciclaje y almacenamiento de nutrientes en el ecosistema. No es sorprendente hallar que muchos de estos principios ya estaban siendo aplicados en numerosos sistemas agrcolas desarrollados por poblaciones locales en los trpicos.

En la mayor parte de la literatura ecolgica, la comparacin entre ecosistemas naturales y agroecosistemas se ha basado en agroecosistemas desarrollados por ecologistas despus de cierta observacin del ecosistema local ms bien que despus de observar sistemas locales verdaderamente desarrollados. Ms an, la investigacin se centr en parmetros tales como la diversidad de semillas, la acumulacin de biomasa y el almacenaje de nutrientes en sucesin. Esta investigacin ha proporcionado cierta comprensin de algunas dinmicas de los sistemas agrcolas considerados como entidades biolgicas, pero el manejo (con excepcin del llevado a cabo por algunos alumnos relativamente inexpertos) influye en estos procesos que quedan en Agroecologa: Bases cientficas para una agricultura sustentable un rea casi enteramente inexplorada (un caso excepcionalmente sobresaliente en este aspecto es el de Uhl et al. 1988).

Las limitaciones del enfoque puramente ecolgico estn siendo cada vez ms superadas a medida que los investigadores comienzan a analizar los sistemas campesinos y nativos en equipos multi-disciplinarios y desde una perspectiva ms holstica (Anderson y Anderson 1983, Anderson et al. 1985, Marten 1986, Denevan et al. 1984). Estos esfuerzos tienen como intencin el colocar a la agricultura en un contexto social; utilizan modelos nativos locales (explicaciones nativas del por qu se realizan ciertas actividades) para el desarrollo de hiptesis que ms adelante pueden ser probadas por medio de modelos agronmicos cientficos. Esta es un rea de investigacin floreciente con implicancias tanto tericas como aplicadas de mucha importancia, y una gran inspiracin para la teora y prctica de la agroecologa.

Sistemas nativos de produccin

Otra influencia mayor en el pensamiento es aquella que procede de los esfuerzos de la investigacin de antroplogos y gegrafos dedicados a describir y analizar las prcticas agrcolas y la lgica de los pueblos nativos y campesinos. Tpicamente, estos estudios se han preocupado del uso de recursos y del manejo no slo del predio agrcola sino de toda la base de subsistencia, y se han concentrado en cmo los pueblos locales explican esta base de subsistencia, y en cmo los cambios sociales y econmicos afectan los sistemas de produccin. El anlisis cientfico del conocimiento local ha sido una fuerza importante para reevaluar los supuestos de los modelos coloniales y agrcolas de desarrollo. La obra pionera en este campo fue la de Audrey Richards (1939) sobre las prcticas de roza, tumba y quema (sistema citamene) en el Africa Bemba. El sistema citamene involucra el uso de desechos de rboles como compost en las prcticas agrcolas de los terrenos montaosos en Africa Central.

Este estudio, que acenta los resultados de las tecnologas agrcolas y de las explicaciones ecolgicas de los pueblos nativos, contrasta diametralmente con aquella percepcin despreciativa de la agricultura nativa que considera las prcticas locales como desordenadas y de inferior calidad.

Otra importante contribucin al estudio de sistemas de cultivo nativos fue el trabajo de Conklin (1956), el que sent las bases para la re-evaluacin de la agricultura itinerante, basado en datos etnogrficos y agronmicos sobre los Hanunoo de Filipinas.

Este trabajo seala la complejidad ecolgica y diversidad de los patrones de agricultura itinerante y la importancia de los policultivos, la rotacin de cultivos y sistemas de agroforestera, en el marco total de la produccin itinerante. Es uno de los estudios ms tempranos y ms ampliamente conocidos sobre la estructura y complejidad del sistema de cultivo de roza, tumba y quema, y en el que se incorpora mucha intuicin ecolgica.

Fue de especial importancia el nfasis que Conklin puso en el conocimiento ecolgico nativo y la importancia que le asign a explotar esta rica fuente de comprensin etnocientfica. Sin embargo, l haca hincapi en que el acceso a esta informacin requera habilidades tanto etnogrficas como cientficas.

Investigadores tales como Richards (1984), Bremen y deWit (1983), Watts (1983), Posey (1984), Denevan et al. (1984), Brokenshaw et al. (1979) y Conklin (1956), entre muchos otros, han estudiado los sistemas nativos de produccin y sus categoras de conocimiento sobre las condiciones ambientales y prcticas agrcolas. Este cuerpo de investigacin se centra en el punto de vista nativo de los sistemas de produccin y los analiza con los mtodos cientficos occidentales. Todos estos autores han hecho hincapi en que la organizacin social y las relaciones sociales de la produccin deberan considerarse tan de cerca como el medio ambiente y los cultivos.

Este acento en la dimensin social de la produccin es una base importante para la comprensin de la lgica de produccin de sistemas agrcolas.

Otro resultado importante de gran parte del trabajo sobre los sistemas nativos de produccin es la idea que se necesitan diferentes nociones de eficiencia y racionabilidad para comprender los sistemas nativos de campesinos. Por ejemplo, la eficiencia de produccin por unidad de labor invertida, ms bien que una simple relacin de rendimiento por reas es bsica para la lgica de produccin de muchos cultivadores del Tercer Mundo. Las prcticas que se centran en evitar riesgos, puede que no sean tan rendidoras a corto plazo, pero pueden ser preferibles a opciones de uso de tierras altamente productivas pero que tienen mayores riesgos. La disponibilidad de trabajo, en especial en pocas importantes como es la de las cosechas, puede tambin influir en los tipos de sistemas agrcolas favorecidos.

Este tipo de investigacin ha influido en el desarrollo de los argumentos contrarios a aquellos que atribuan el fracaso de la transferencia de tecnologa agrcola a la ignorancia e indolencia. Este enfoque, con el acento en los factores humanos de los sistemas agrcolas, tambin pona ms atencin en las estrategias de los campesinos de diferentes estratos sociales, y cada vez ms en el rol de la mujer en la agricultura y el manejo de recursos (Deere 1982, Beneria 1984, Moock 1986).

El anlisis etnoagrcola ha contribuido mucho a la expansin de las herramientas conceptuales y prcticas de la agroecologa. El enfoque (marco tnico) basado en la explicacin de una cultura dada ha sugerido relaciones que los marcos tnicos (es decir marcos externos , generalmente referidos a modelos occidentales de expansin) no capturan fcilmente, al basarse en los mtodos de la ciencia occidental. Ms an, esta investigacin ha ampliado el concepto de lo que puede con provecho ser llamado agricultura, debido a que muchos grupos estn involucrados en la manipulacin de ecosistemas forestales a travs del manejo de la sucesin y la reforestacin actual (Posey 1985,

Andreson et al. 1985, Alcorn 1984). An ms, la agricultura desarrollada localmente incorpora numerosos cultivos cuyo germoplasma es esencial para el desarrollo de programas de mejoramiento gentico como el de yuca y frijol, y tambin incluye numerosas plantas con un potencial de uso ms amplio en ambientes difciles. Finalmente, dicho trabajo valora los logros cientficos de cientos de aos de mejoradores de plantas y trabajo agronmico llevado a cabo por las poblaciones locales.

El estudio de sistemas agrcolas nativos ha proporcionado gran parte de la materia prima para el desarrollo de hiptesis y sistemas de produccin alternativos para la agroecologa. Cada vez es ms amplio el estudio de la agricultura nativa realizado por equipos multi-disciplinarios para documentar las prcticas y se han desarrollado categoras de clasificacin para analizar los procesos biolgicos y para evaluar aspectos de las fuerzas sociales que influyen en la agricultura. El estudio de sistemas nativos ha sido fundamental en el desarrollo del pensamiento agroecolgico.

Estudios del desarrollo

El estudio del desarrollo rural del Tercer Mundo tambin ha sido una gran contribucin a la evolucin del pensamiento agroecolgico. El anlisis rural ha ayudado a clasificar la lgica de las estrategias locales de produccin en comunidades que estn sufriendo grandes transformaciones, a medida que las reas rurales se integran a economas regionales, nacionales y globales. Los estudios sobre el desarrollo rural han documentado la relacin que existe entre los factores socieconmicos y la estructura y organizacin social de la agricultura. Existen varios temas de investigacin sobre el desarrollo, que han sido de especial importancia para la agroecologa, incluyendo el impacto de las tecnologas inducidas desde afuera, el cambio de cultivos, los efectos de la expansin de mercados, las implicancias de los cambios de relaciones sociales y la transformacin en las estructuras de tenencia de tierra y de acceso a los recursos econmicos. Todos estos procesos estn ntimamente ligados. Cmo ellos afectan los agroecosistemas regionales es el resultado de complejos procesos histricos y polticos.

La investigacin de la Revolucin Verde fue importante para la evolucin del pensamiento agroecolgico porque los estudios sobre el impacto de esta tecnologa fueron un instrumento que arroj luz sobre los tipos de prejuicios que predominaban en el pensamiento agrcola y de desarrollo. Esta investigacin tambin tuvo como resultado el primer anlisis verdaderamente interdisciplinario de cuestiones de tenencia de tierra y del cambio tecnolgico en la agricultura desde un punto de vista ecolgico, social y econmico; todo esto realizado por un amplio grupo de especialistas.

La extraordinaria aceleracin del proceso de estratificacin social del campesino que se asocia a la Revolucin Verde indicaba inmediatamente que sta no era una tecnologa neutra en sus objetivos y resultados, sino ms bien que podra transformar dramticamente la base de la vida rural de un gran nmero de personas.

Como lo hizo notar Perelman 1977, los ms beneficiados por dichas tecnologas fueron los consumidores urbanos. La estrategia de la Revolucin Verde se desarroll cuando los problemas de la pobreza y el hambre eran considerados principalmente como problemas de produccin. Este diagnstico implic varias estrategias que se centraban en reas agrcolas en las que rpidamente podran llevarse a cabo aumentos de produccin, suelos de mejor calidad y tierras de riego entre agricultores con bienes materiales y de capital sustanciales. Tuvo xito en trminos de elevar la produccin; en el fondo era parte de una poltica de apostar conscientemente al ms fuerte (Chambers y Ghildyal 1985, Pearce 1980). Es ahora generalmente reconocido que solamente el aumento agregado de la produccin de alimentos no soluciona el problema del hambre y la pobreza rural, aunque s puede reducir los costos de alimentos para los sectores urbanos (Sen 1981, Watts 1983).

Las consecuencias de la Revolucin Verde en las reas rurales fueron tales que sirvieron para marginalizar a gran parte de la poblacin rural. En primer lugar, centr sus beneficios en los grupos que eran ricos en recursos, acelerando as la diferencia entre ellos y los otros habitantes rurales, por lo que la desigualdad rural a menudo aument.

En segundo lugar, socav muchas formas de acceso a la tierra y a los recursos, tales como los cultivos de mediera, el arriendo de mano de obra y el acceso a medios de riego y tierras de pastoreo. Esto redujo la diversidad de estrategias de subsistencia disponibles a las familias rurales y, por lo tanto, aument la dependencia del predio agrcola. La reduccin de la base gentica de la agricultura aument los riesgos porque los cultivos se hicieron ms vulnerables a plagas y enfermedades y a los cambios del clima. En el caso de arrozales inundados o regados, la contaminacin generada por el uso de pesticidas y herbicidas a menudo afect una importante fuente local de protenas: el pescado.

El anlisis de la Revolucin Verde hecho desde el punto de vista de diferentes disciplinas, contribuy al primer anlisis holstico de las estrategias de desarrollo agrcola/rurales. Fue la primera evaluacin ampliamente difundida que incorpor crticas ecolgicas, tecnolgicas y sociales. Este tipo de enfoque y de anlisis ha sido el prototipo de varios estudios posteriores sobre la agroecologa, y el progenitor de la investigacin sobre sistemas de labranza.

Actualmente es reconocido que las tecnologas de la Revolucin Verde pueden ser aplicadas en reas limitadas y ha habido peticiones de varios analistas del desarrollo rural en el sentido de redirigir la investigacin agrcola en la direccin de campesinos de bajos recursos. En el mundo existen por lo menos un billn de campesinos de recursos, ingresos y flujos de produccin muy limitados, quienes trabajan en un contexto agrcola de extrema marginalidad. Los enfoques que hacen hincapi en paquetes de tecnologas generalmente requieren de recursos a los cuales la mayora de los campesinos del mundo no tienen acceso. Muchos analistas del desarrollo rural reconocen hoy las limitaciones para la agricultura de los enfoques tipo Revolucin Verde que enfatiza una agricultura a gran escala.

Estos modelos agrcolas han dominado de una forma sorprendente los proyectos de desarrollo agrcola del Tercer Mundo. Mientras los resultados de las estaciones experimentales de investigacin se vean extremadamente promisorios, el bajo grado de adopcin por campesinos y de produccin exacta de los modelos en los campos, ha ocasionado grandes dificultades en muchos proyectos. El enfoque de transferencia de tecnologas tenda a acelerar las diferencias en al situaciones polticas difciles, en donde las tecnologas slo eran parcialmente adoptadas y en muchos casos no adoptadas del todo (Scott 1978 y 1986).

Varias eran las explicaciones para la baja transferencia de tecnologas, incluyendo la idea que los campesinos eran ignorantes y que era necesario ensearles a cultivar. Otro set de explicaciones se centr en las exigencias a nivel de finca, tales como la falta de crditos que limitaban la posibilidad de los campesinos de adoptar estas tecnologas. En el primer caso se considera que la falla esta en el campesino; en el segundo se culpa a problemas de infraestructura de diferentes tipos, nunca se critic a la tecnologa misma.

Varios investigadores de terreno y practicantes del desarrollo se han sentido frustrados por estas explicaciones y un nmero cada vez mayor han sealado que las tecnologas en si requieren de una re-evaluacin sustancial. Ellos han argumentado que la decisin del campesino de adoptar o no una tecnologa es la verdadera prueba de su calidad. A menudo a este enfoque se le ha llamado El campesino primero y ltimo o El campesino vuelve al campesino o La revolucin agrcola nativa segn dicen Rhoades y Booth (1982) La filosofa bsica en la que se apoya este modelo es que la investigacin y el desarrollo agrcola deben comenzar y terminar en el campesino. La investigacin agrcola aplicada no puede comenzar aisladamente en un centro de experimentacin o con un comit de planificacin que est lejos del contacto con la realidad campesina. En la prctica esto significa obtener informacin acerca del campesino y comprensin de la percepcin que el campesino tiene del problema y la aceptacin de la evaluacin que el campesino hace de la solucin propuesta. Este enfoque requiere una participacin mucho mayor de parte del campesino en el diseo y la implementacin de programas de desarrollo rural (Chambers 1983, Richards P. 1985, Gow y Van Sant 1983, Midgley 1986).

Una consecuencia de esta posicin ha sido reconocer el gran conocimiento que el campesino tiene de entomologa, botnica, suelos y agronoma, los que pueden servir como puntos de partida para la investigacin. En este caso tambin, la agroecologa ha sido identificada como una valiosa herramienta analtica asimismo como un enfoque normativo para la investigacin.

La agroecologa encaja bien con los asuntos tecnolgicos que requieren prcticas agrcolas ms sensibles al medio ambiente y a menudo encuentra congruencia del desarrollo tanto ambiental como participativo con perspectivas filosficas. La diversidad de preocupaciones y de cuerpos de pensamientos que han influido en el desarrollo de la agroecologa es verdaderamente amplios. Sin embargo, esta es la extensin de los asuntos que inciden en la agricultura. Es por esta razn que ahora vemos agroeclogos con un entrenamiento mucho mas rico que el encontrado corrientemente entre los alumnos de ciencias agrarias centrados en una disciplina, como asimismo muchos ms equipos multidisciplinarios trabajando en estos asuntos en el campo. Aunque es una disciplina nueva, y hasta el momento ha planteado ms problemas que soluciones, la agroecologa indudablemente ha ampliado el discurso agrcola.

AGROECOLOGA

Teora y prctica para una

agricultura sustentable

1a edicin

Miguel Altieri

Clara I. Nicholls

LOS SERVICIOS ECOLGICOS DE LA BIODIVERSIDAD EN AGROECOSISTEMAS TRADICIONALES

La actividad productiva agrcola campesina refleja comnmente un sistema de uso mltiple de ecosistemas tanto naturales como artificiales, trascendiendo los lmites de las unidades productivas en las cuales crecen los cultivos. En muchas reas del Tercer Mundo, los agricultores utilizan, mantienen y preservan, dentro de o adyacentes a su propiedad, reas de ecosistemas naturales (bosques, cerros, lagos, pastizales, arroyos, pantanos, etc.) que aportan valiosos suplementos alimenticios, materiales de construccin, medicinas, fertilizantes orgnicos, combustibles, objetos religiosos, etc. (Toledo, 1980). En efecto, las unidades de produccin de cultivos y los ecosistemas adyacentes frecuentemente se integran en un nico agroecosistema.

Los patrones de subsistencia en las sociedades campesinas dependen no slo de la produccin sino tambin de la recoleccin de plantas, de la caza y de la pesca como actividades productivas, adems de la agricultura (Caballero y Mapes, 1985). Aunque la recoleccin se ha asociado normalmente con condiciones de pobreza (Wilken, 1970), la evidencia reciente sugiere que esta actividad se asocia estrechamente con la persistencia de una tradicin cultural fuerte. Adems, la recoleccin de vegetacin tiene un fundamento ecolgico y econmico, ya que las plantas silvestres coleccionadas proveen suministros esenciales de alimento, materia prima para la industria de la finca, y otros recursos, especialmente durante perodos de baja produccin agrcola debido a calamidades naturales u otras circunstancias. Los ecosistemas de plantas silvestres tambin proveen servicios ecolgicos a los campesinos, tales como hbitat para la vida silvestre y para los enemigos naturales de las plagas agrcolas, vertientes, mantillo para los campos, etc.

En agroecosistemas tradicionales la prevalencia de sistemas de cultivos complejos y diversificados es de capital importancia para los campesinos, ya que las interacciones entre cultivos, animales y rboles resulta en sinergias benficas que permiten a los agroecosistemas patrocinar su propia fertilidad, control de plagas y productividad (Altieri, 1987; Harwood, 1979; Richards, 1985):

1. Mediante cultivos asociados, los campesinos sacan ventaja de la capacidad de los sistemas de cultivos de re-usar sus propios nutrientes almacenados.

La tendencia de algunos cultivos de agotar el suelo es contrarrestada mediante la intersiembra de otros cultivos que enriquecen el suelo con materia orgnica. El nitrgeno del suelo, por ejemplo, puede incrementarse incorporando leguminosas en la mezcla de cultivos, y la asimilacin de fsforo puede incrementarse asociando cultivos con micorrizas.

2. La estructura compleja de los agroecosistemas tradicionales minimiza la prdida de cultivos por insectos plaga, mediante una variedad de mecanismos biolgicos. La intersiembra de diversas especies vegetales ayuda a proveer hbitat para los enemigos naturales de los insectos as como plantas hospedantes alternativas para las plagas. Un cultivo puede establecerse como hospedante distractor, protegiendo del dao a otro ms susceptible o econmicamente ms valioso. La gran diversidad de cultivos asociados en policultivos contribuye a prevenir la concentracin de plagas en los individuos comparativamente aislados de cada especie. En los sitios donde se practica agricultura nmada, el tamao reducido de las parcelas rodeadas de bosque secundario permite la migracin fcil de predadores naturales de las plagas desde los bosques vecinos.

3. El incremento de la diversidad especfica y gentica de los sistemas de cultivo a modo de usar simultneamente varias fuentes de resistencia, es una estrategia clave para minimizar las prdidas producidas por enfermedades de las plantas y por nemtodos. La asociacin de cultivos puede retardar el inicio de las enfermedades, reducir la dispersin de los vectores de la enfermedad y modificar las condiciones ambientales tales como la humedad, luz, temperatura y movimiento del aire, hacindolos menos favorables para la dispersin de determinadas enfermedades.

4. Muchos sistemas de intersiembra evitan la competencia de las malezas, principalmente debido a que el alto ndice de rea foliar de sus doseles complejos, impiden que una cantidad suficiente de luz llegue a las malezas helifitas. En general, el grado de competencia presentado por las malezas depende del tipo de cultivo y de la proporcin de las diferentes especies cultivadas, su densidad, la fertilidad del suelo y las prcticas culturales. La supresin de las malezas puede incrementarse en las intersiembras agregando especies cultivadas que inhiben la germinacin o crecimiento de malezas. Los cultivos tales como centeno, cebada, trigo, tabaco y avena, liberan sustancias txicas, ya sea a travs de las races o por la pudricin de las partes vegetales. Estas toxinas inhiben la germinacin y el crecimiento de algunas especies de malezas tales como la mostaza silvestre (Brassica sp) y la amapola (Papaver sp).

DESARROLLO RURAL Y MANTENIMIENTO DE LA BIODIVERSIDAD EN LOS AGROECOSISTEMAS

TRADICIONALES

A medida que se produce la conversin de la agricultura de subsistencia en agricultura comercial, progresa la prdida de biodiversidad de manera alarmante en muchas sociedades rurales. A medida que los campesinos se enganchan en la economa del mercado, las fuerzas econmicas influyen crecientemente el modo de produccin, el cual se caracteriza por los cultivos genticamente uniformes y paquetes mecanizados y/o uso de agroqumicos.

Las razas locales de cultivos y los parientes silvestres son abandonados progresivamente, transformndose en relictos o extinguindose. En algunas reas, la escasez de tierra, que resulta mayormente de la distribucin inequitativa de la misma, ha forzado cambios en el uso de la tierra y en prcticas agrcolas con la consiguiente desaparicin de hbitats que mantenan vegetacin natural, incluyendo a los progenitores silvestres y formas antiguas de cultivos (Altieri et al., 1998).

En muchas reas, la erosin gentica est ocurriendo aceleradamente porque los agricultores estn cambiando rpidamente sus sistemas de cultivo, empujados por las fuerzas sociales, econmicas y tcnicas. A medida que se adoptan nuevas variedades (HYVs = variedades de alto rendimiento), hay una tendencia a la subdivisin de los sistemas de produccin en comerciales (dedicados mayormente a las HYVs) y sectores de subsistencia, en los cuales todava se cultivan variedades nativas. La mayor prdida de variedades tradicionales est ocurriendo en las tierras bajas de los valles cercanos a los centros urbanos y a los mercados (Brush, 1986).

Dadas estas tendencias destructivas, muchos cientficos y planificadores han enfatizado la necesidad de la conservacin in situ de los recursos genticos de los cultivos y de los ambientes en los que estos crecen (Prescott-Allen y Prescott-Allen, 1981). Sin embargo, la mayora de los investigadores considera que la preservacin in situ de las razas locales requerira un retorno a la preservacin de microcosmos de agricultura tradicional primitiva, propuesta inaceptable e imprctica (Frankel y Soul, 1981). Se sostiene aqu que, no obstante, el mantenimiento de los agroecosistemas tradicionales es la nica estrategia sensata para preservar in situ los repositorios del germoplasma de los cultivos.

Aunque los agroecosistemas ms tradicionales estn en algn proceso de modernizacin o de cambio drstico, la conservacin de los recursos genticos de los cultivos todava puede integrarse al desarrollo agrcola, especialmente en las regiones en las cuales los proyectos de desarrollo rural preservan la diversidad vegetal de los agroecosistemas tradicionales y se anclan en la racionalidad campesina para utilizar los recursos locales y en su conocimiento ntimo del ambiente (Alcorn, 1984; Nabhan, 1983).

Las recomendaciones previas para la conservacin in situ de germoplasma cultivado han enfatizado el desarrollo de un amplio sistema de custodios de las razas locales a nivel de aldeas (un sistema de curador agricultor) cuyo propsito sera continuar el cultivo de una muestra limitada de razas nativas regionales en peligro de extincin (Mooney, 1983). Se ha sugerido que los gobiernos destinen fajas de 5 x 20 Kms cuidadosamente elegidas en unos 100 sitios en el mundo, donde todava se practica la agricultura nativa, para la conservacin de la diversidad de las especies cultivadas (Wilkes y Wilkes, 1972). Dado el empobrecimiento creciente y la falta de opciones generadoras de ingresos para la poblacin rural del Tercer Mundo, una propuesta de este tipo es claramente absurda porque los pobres rurales requieren en primer lugar la satisfaccin de sus necesidades de subsistencia. En muchas reas, la cuestin urgente a corto plazo es la supervivencia; el desvo de la poca tierra disponible para los campesinos con fines de conservacin per se puede resultar totalmente inapropiado. Los esfuerzos de preservacin deberan estar ligados a una agenda integral de desarrollo rural. El diseo de sistemas agrcolas sustentables y de tecnologas apropiadas dirigidas a mejorar la produccin alimentaria campesina para la autosuficiencia debera incorporar cultivos nativos y parientes silvestres dentro y alrededor de los campos para complementar los diversos procesos de produccin (Altieri y

Merrick, 1987).

Si la conservacin de la biodiversidad ha de triunfar entre los pequeos agricultores, el proceso debe estar ligado a los esfuerzos de desarrollo rural que dan igual importancia a la conservacin de los recursos locales y a la autosuficiencia alimentaria y/o a la participacin en el mercado. Todo intento de conservacin genticain situ debe luchar para preservar el agroecosistema que contiene estos recursos (Nabhan, 1983). En la misma lnea, la preservacin de los agroecosistemas tradicionales no puede lograrse sin el mantenimiento de las organizaciones socioculturales de los pueblos nativos (Altieri, 1987). Los pocos ejemplos de programas de desarrollo rural actualmente en funcionamiento en el Tercer Mundo, sugieren que el proceso de mejoramiento agronmico debe:

a) utilizar y promover el conocimiento autctono y las tecnologas conservadoras de recursos.

b) enfatizar el uso de recursos locales y nativos, incluyendo el valioso germoplasma cultivado as como productos esenciales como la lea y las plantas medicinales.c) Desarrollar un esfuerzo autosostenido, a nivel de aldea, con la participacin activa de los campesinos (Altieri, 1987).

El subsidio al cultivo de un campesino con recursos externos (plaguicidas, fertilizantes, agua de riego) puede incrementar los niveles de productividad a travs de la dominacin de un modo de produccin, pero estos sistemas se sostienen slo con altos costos externos y dependen de la disponibilidad ininterrumpida de insumos comerciales. Una estrategia agrcola basada en la diversidad de plantas y de sistemas complejos de cultivos puede acarrear niveles de moderados a altos de productividad mediante la manipulacin y la explotacin de los recursos internos de la chacra y puede ser sostenible a un costo muy inferior y por perodos muchos ms largos.

CONCLUSIONES

Una conclusin clave que emerge de la literatura antropolgica y ecolgica es que los modos de produccin campesina, cuando no son perturbados por fuerzas econmicas o polticas, generalmente preservan la biodiversidad y los recursos naturales. En efecto, en toda regin particular, el desarrollo capitalista, con la promocin de la agricultura comercial a gran escala, sin duda afecta la conservacin de los recursos naturales ms que algunos de los sistemas campesinos existentes. Adems de usar la diversidad de los cultivos, los agricultores tradicionales usan un conjunto de prcticas que minimizan la degradacin de la tierra. Este incluye el uso de terrazas y barreras vivas en terrenos en pendiente, labranza mnima, cobertura orgnica del suelo, parcelas pequeas, y largos ciclos de barbecho (Grigg, 1974; Brush, 1980). En las mismas reas, la modernizacin agrcola, con la concentracin en rotaciones cortas, monocultivos y menos variedades, ha causando degradacin ambiental y erosin de la diversidad gentica.

No se trata de generar un halo de romanticismo alrededor de la agricultura de subsistencia, ni tampoco de considerar que el desarrollo per se es daino. La intencin es, ms bien, acentuar el valor de agricultura tradicional para la conservacin de la biodiversidad, de la diversidad de los cultivos nativos y de las comunidades vegetales adyacentes (Toledo, 1980). La fundamentacin de una estrategia de desarrollo rural sobre la agricultura tradicional y el conocimiento etnobotnico, no slo asegura el uso continuado y el mantenimiento de recursos genticos valiosos. sino tambin, permite la diversificacin de las estrategias campesinas de supervivencia (Alcorn, 1984; Caballero y Mapes, 1985), cuestin crucial en tiempos de incertidumbre econmica.

Adems, el estudio de los agroecosistemas tradicionales y de las maneras en que los campesinos mantienen y usan la biodiversidad puede acelerar considerablemente la emergencia de principios agroecolgicos, que son muy necesarios para desarrollar agroecosistemas ms sustentables y estrategias de conservacin de la biodiversidad tanto en los pases industrializados como en pases en vas de desarrollo. EL PROCESO DE TRANSICINDE AGRICULTURA CONVENCIONAL A AGRICULTURA ECOLGICAOscar Rolando Castaeda Samayoa. Dr. sc. Agr. Director para Guatemala. Vecinos Mundiales Guatemala

INTRODUCCIN

La agricultura ecolgica no es simplemente una agricultura convencional sin el uso de plaguicidas o fertilizantes sintticos. Mientras que los mtodos de agricultura convencional tratan de sustituir los procesos naturales de produccin con el uso intensivo de venenos y fertilizantes sintticos, la agricultura ecolgica trata de realzarlos, utilizando un sistema que, en gran medida, imita a los ecosistemas naturales en trminos de especies y diversidad de niveles trficos.

La agricultura ecolgica (sostenible, orgnica, natural, regenerativa, biodinmica, permacultura, etc.) no representa el retorno ciego a los mtodos agrcolas primitivos, ni significa un retroceso en el desarrollo; por el contrario, en ella se combinan los mtodos tradicionales de conservacin del medio y el equilibrio biolgico con la tecnologa moderna.

La agricultura ecolgica utiliza equipos modernos, semilla de buena calidad, prcticas apropiadas de conservacin de suelos y agua as como innovaciones en la alimentacin y el manejo del ganado, siempre y cuando contribuyan a garantizar la compatibilidad ecolgica y la rentabilidad de la finca. Esta agricultura pone nfasis en la SALUD DEL SUELO y para ello utiliza prcticas como el uso de compost de buena calidad, la rotacin de cultivos, el uso de abonos verdes, la diversificacin de los cultivos y el ganado, y el manejo ecolgico de las relaciones de los insectos y microorganismos con los cultivos. Adems, trata de reemplazar, en lo posible, los suministros externos por recursos internos o que puedan obtenerse cerca de la finca.

EL PROCESO DE TRANSICIN

La transicin es un proceso organizado y armnico de cambio, de transformacin y desarrollo de un sistema de produccin agrcola, con el objetivo de alcanzar su sostenibilidad partiendo de un sistema de produccin agrcola convencional.

El proceso se inicia con un cambio en la visin de los agricultores sobre sus fincas, con la decisin de trabajar con procesos naturales y comprender que se trata de comenzar un sistema de produccin nuevo y distinto al convencional; con modelos que estn diseados para optimizar la salud del suelo y de los cultivos. En ese proceso no es suficiente con dejar de aplicar agro-insumos qumicos sintticos, sino que se necesita, sobre todo, construir un sistema diferente basado en el entendimiento y manejo de los recursos locales, as como de los ciclos naturales de la energa, el agua y los nutrimentos.

La transicin se realiza en un tiempo determinado y pasa por una serie de etapas en las que sucesivamente se busca incrementar la eficiencia del sistema, disminuir los insumos dainos y redisear la finca. Durante (y ms all) del perodo de transicin es necesario realizar observaciones cuidadosas, llevar registros de lo ocurrido y experimentar constantemente. Esto permitir tomar decisiones acertadas sobre equipos, labores culturales, etc.

La observacin, lla investigacin, a creatividad y la intuicin son caractersticas a desarrollar para poder incorporar cada elemento de forma armnica dentro de un sistema integrado. Si se desea sobrevivir al perodo de transicin es necesario tener paciencia y perseverancia.

Durante el perodo de transicin se necesita mucha disciplina y planificacin para organizar la finca. Cualquier cambio que se introduzca en las prcticas habituales necesita de una cierta cantidad de ajustes. La conversin de una agricultura convencional a una ecolgica es particularmente compleja debido a que no slo involucra el cambio de insumos quimicos por organicos, sino el rescate del equilibrio ecologico del agrosistema.EL CONCEPTO DE TRANSICION EN EL PENSAMIENTO MARXISTA:

REFLEXIONES DESDE LA AGROECOLOGA Eduardo Sevilla Guzmn y

Manuel Gonzlez de Molina

IV. LA TRANSICIN EN LOS ENFOQUES NEOMARXISTAS ALTERNATIVOS

En efecto, la virulencia de la crisis ecolgica, el cuestionamiento de los paradigmas usuales en las ciencias sociales, basados en un antropocntrico concepto de progreso ilimitado, junto con la reflexin que gener en el seno de

la nueva tradicin de los Estudios Campesinos, la pervivencia del campesinado fue dando lugar a nuevas formas de entender la evolucin de las rdenes econmicas. La repercusin de Chayanov y de aspectos poco conocidos del propio Marx constituyen los primeros resultados de un replanteamiento crtico de la relacin entre las formas de explotacin capitalistas y no capitalistas, que han conducido a una crtica global del Marxismo Ortodoxo en la Cuestin Agraria.

No se trataba, como en tantas ocasiones, de averiguar cul sera el autntico Marx, el de sta o aquella poca, sino si era posible fundamentar en l una lectura distinta de los procesos sociales que, partiendo de la coexistencia de una pluralidad de formas de explotacin, se distanciara ampliamente de los esquemas unilineales de la tradicin marxista. Varios han sido los autores que han pretendido reconstruir, desde esta perspectiva, una concepcin distinta del proceso histrico. Los que nos interesan aqu han sido quienes lo han hecho desde la perspectiva de los estudios campesinos, es decir, los que se han centrado en la caracterizacin del papel central del campesinado en el mismo. Respecto al anlisis de las estructuras socio-econmicas precapitalistas son Thompson, Hobsbawn y Godelier, fundamentalmente; respecto al campesinado en el capitalismo, junto a los dos ltimos citados, son Galeski, Shanin, Alavi y Palerm quienes nos interesan especialmente. Lamentablemente este ltimo dej inconclusa la ms prometedora reconstruccin de la teora general desde el enfoque de los studios campesinos.

En efecto, el enfoque terico que Marx fue imprimiendo a su trabajo en la ltima dcada de su vida acab por modificar su propia teora de los modos de produccin y las formaciones socioeconmicas, atribuyendo en ella una multiplicidad de posibilidades de actuacin al campesinado. El anlisis exhaustivo de la produccin de Marx desde 1,870 a 1,883 y la interpretacin de los manuscritos y cartas de estos aos en el contexto de las lecturas que Marx fue realizando de los autores populistas (sobre todo de Chernyschevski) muestran una evolucin de su pensamiento que desemboc en un claro replanteamiento del papel del campesinado en el proceso histrico, atribuyendo a este ltimo una clara dimensin multilnea, Pero quien plante la cuestin con mayor crudeza, fue Chayanov, quien por los aos veinte seal que solo raramente encontramos en la vida econmica un orden econmico puro. Lo usual es que los sistemas econmicos existan unos al lado de otros formando conglomerados muy complejos. Hoy da quedan bloques importantes e unidades de trabajo familiar campesino, entremezclados en el sistema capitalista mundial, Lo cual exiga concebir una serie de sistemas tericos adecuados al rango de los ordenes econmicos del presente y del pasado y que nos permita descubrir las formas de su coexistencia y de su evolucin.

Se debe a Rosa Luxemburg la llamada de atencin primera, dentro del Marxismo, sobre esta cuestin al plantear las lagunas derivadas de la aplicacin de la teora del Capitalismo que Marx realizara en El capital a otros contextos sociales en los que coexistan distintos sistemas econmicos. Sin embargo, aunque la huella de Luxembug es evidente en las teoras neomarxistas que tratan de explicar las formas de penetracin del capitalismo tanto en los espacios oscuros del centro como en los pases perifricos existe un generalizado olvido a la hora de citar su obra, sea por pudor poltico o acadmico. Para nosotros, su reflexin metodolgica sobre la obra de Marx y el germen terico de su visin sobre el proceso de intercambio entre la produccin capitalista y los espacios no capitalistas del sistema mundial constituye un punto de partida. Punto de partida que no slo es vlido para un anlisis histrico sino que resulta hoy de imprescindible utilidad. Cmo sino analizar fenmenos cada vez ms generalizados como el de las economas sumergidas o informales, o el resurgimiento de las explotaciones familiares como base de unos complejos agroindustriales ms preocupados del suministro de crdito y de factores de produccin y la distribucin de las cosechas que de transformar el proceso de produccin? Como afirma Shanin: Un elemento central de la sociedad global contempornea es el fracaso de las sociedades capitalistas y de las centralizadas en avanzar sin limites y en asegurar el bienestar general en las formas esperadas por las teoras del progreso del siglo XIX, tanto socialistas como liberales. El control y la magnitud de los beneficios de las empresas capitalistas multinacionales estn avanzando al ritmo de la retirada de las formas de produccin capitalista usuales y de la organizacin social en cuanto a la progresin del desempleo y del subempleo, de las economas informales y de otras estructuras de supervivencia.

Estos planteamientos neomarxistas han partido y parten, efectivamente, de los supuestos de coexistencia mencionados, pero desde una doble perspectiva: desde la perspectiva de los procesos de transicin y desde el alejamiento, e incluso rechazo, del carcter irreconciliable de tales formas de produccin en el interior de un mismo espacio econmico. Este cambio de enfoque no slo ha significado una redefinicin de las concepciones dicotmicas usuales: tradicional/moderno y centro/periferia, sino que han implicado tambin una ruptura con la unlinealidad en la evolucin de los rdenes socioeconmicos. La necesidad, primero, de anlisis macrosociales- donde el estudio e los procesos de trabajo y las formas concretas de produccin deben adquirir un papel central- para, despus, intentar su insercin en un contexto capitalista (o de otro modo de producir distinto y dominante) ha necesitado la resolucin de problemas derivados de las modalidades de interrelacin entre los dos niveles micro y macrosocial, de anlisis. Ello ha conducido a la revalorizacin de los conceptos de subsuncin formal y real al capitalismo que elaborara Marx y que quedaron relegados a lugares secundarios en el conjunto de su obra. En las pginas que siguen vamos a examinar, aun cuando sea esquemticamente, tales posiciones al objeto de incorporar determinados aspectos de stas a nuestra posterior propuesta terica. Veamos, en primer lugar, las modificaciones que establecemos al esquema terico de Godelier para adaptarlo a nuestro contexto terico para finalizar con una propuesta del concepto de transicin desde una perspectiva Agroecolgica.

El punto central del esquema terico de Maurice Godelier es la manera en que se reproducen las formas materiales y sociales de produccin durante los procesos de transicin, los cuales seran aquellos momentos en que los modos de produccin, modos de pensamiento, modos de actuacin individual o colectiva se ven confrontados a lmites internos o externos, y comienzan a agrietarse, a perder importancia, a descomponerse a riesgo de vegetar durante siglos en lugares menores, o tambin a extenderse por s mismos. No obstante cuanto sigue acepta la propuesta terica de coexistencia de distintas formas de explotacin o modos de uso de los recursos naturales, articuladas por una forma hegemnica de manejo de stos. Los modos subordinados de uso de los recursos naturales se encuentran subsumidos, hegemnizados, en estado de subsuncin formal, han perdido su especificidad en toda una amplia escala de formas de control, forma sta tambin sometida a una amplia gradacin. La diferencia bsica de cada uno de estos estados desde la perspectiva de la transicin es su mayor o menor irreversibilidad del proceso. Como puede observarse en este planteamiento, el resultado de dichos procesos de transicin no tiene por qu implicar la desaparicin de los viejos modos de produccin que, en cambio, pueden coexistir durante mucho tiempo con el nuevo dominante. Hasta aqu Godelier no se aparta de los planteamientos que dieron lugar a las teoras de la Articulacin. Adems, la interpretacin que ha realizado del pensamiento de Marx recientemente respecto a la gnesis histrica del sistema capitalista es especialmente acertada al delimitar, tanto espacial como temporalmente, la gnesis del centro del sistema econmico mundial y con ello subrayar la permanente divisin que Marx seal en sus ltimos trabajos de este en zonas centrales y perifricas conectadas orgnicamente mediante relaciones de dominacin subordinacin.Sin embargo, Godelier entiende la transicin como un perodo limitado por ms que de duracin variable, entre un modo de produccin y otro; con lo que la razn ltima, la racionalidad de un determinado modo de produccin es la transformacin total de todas las relaciones sociales antiguas en las especficamente suyas. En este sentido, slo la prctica social consciente de la clase situada en el polo opuesto del eje de dominacin en el viejo sistema de produccin tiene una calidad fundadora de la nueva sociedad y tiende a ser considerada, por tanto, casi como la nica prctica social significativa.

Aun estando de acuerdo con este planteamiento, quiz muy condicionados por la visin que de la Revolucin Francesa han tenido los cientficos sociales marxistas, no podemos limitar el cambio social ni a las prcticas conscientes nicamente de un determinado grupo social ni podemos reducirlo a los momentos en que se pasa de un modo de produccin a otro; ni tan siquiera, incluso, sera pertinente entender el conflicto fundacional de la nueva sociedad como el resultado nico de la confrontacin de dos clases irreconciliables que de esa manera posible generaran el Cambio Social. Porque no hay reglas predeterminadas que rijan la evolucin de las sociedades en su conjunto al margen de las sociedades mismas. Lo que podemos observar son

regularidades, en el sentido de Pierre Bourdieu, en que las sociedades han evolucionado especialmente en Occidente como consecuencia no de conceptos analticos a los que se le impute una tendencia inmanente (el modo de produccin a dominar completamente, a transformar, a superar al anterior en mayor racionalidad, etc.), sino de estrategias que sociedades concretas compuestas de una red compleja de relaciones sociales entretejidas por sus componentes han desarrollado sobre la base de la realizacin de sus especficos intereses.

Ello implica considerar contingente la formalizacin estructural que de la evolucin de los rdenes socioeconmicos ha hecho buena parte de la tradicin marxista: implica, pues, el rechazo de las reglas preestablecidas que rigen su movimiento y que normalmente requieren perodos igualmente formalizados de transicin, para recuperar como necesaria una visin en la cual la propia evolucin, la mudanza social es el resultado de las estrategias ms o menos conscientes de los diversos grupos sociales, surgidos como consecuencia de la dinamizacin de las mismas que la confrontacin de intereses distintos y contradictorios genera. Desde esta ptica la transicin se parecera ms a un movimiento continuo en direcciones mltiples que a un movimiento finito, limitado, teleolgico; y el modo de produccin sera definido a partir del anlisis del conjunto de las regularidades observadas como resultado de prcticas sociales de expansin, dominacin, sobrevivencia, resistencia o adaptacin entre y en el interior de formas de explotacin concretas.

Creemos que el concepto de transicin slo puede adquirir sentido en un marco terico multilineal del proceso histrico. Y que su existencia se da no slo en los momentos de cambio de dominacin y consolidacin de dos modos de produccin, sino tambin en aquellos que pueden surgir de la coexistencia entre unas y otras formas de explotacin en el interior de una formacin social.

Tales formas de explotacin entretejen un enramado complejo de relaciones sociales en las que unas relaciones especficas de produccin intentan subordinar (o transformar tambin) a las restantes. Su xito o fracaso dependera, en todo caso, del resultado de un conflicto de intereses (que esas mismas formas de produccin generan entre s y en su interior) que dinamiza procesos de resistencia, confrontacin o, finalmente, de adaptacin. Es decir, lo que proponemos es una consideracin consecuentemente mltiple y contnua de la transicin, como mudanza social, tanto en su direccin como en los distintos niveles en que nos movamos: el macrosocial o el microsocial.

As pues, de nuestra crtica a Maurice Godelier, llegamos a la conclusin de que la coexistencia de formas de produccin se produce mediante mecanismos evolutivos que resultan imprescindibles desvelar para responder a las preguntas que surgen en el planteamiento de nuestro trabajo. Y que tales preguntas slo cobran sentido con referentes empricos surgidos de los procesos de trabajo que subyacen a tales formas de produccin y en los que la tecnologa, por un lado, y los proyectos de reproduccin social, por otro juega, un papel central.

El problema se resuelve al indagar, por un lado, en la multilinealidad de tales formas de coexistencia y, por otro, en los procesos de trabajo como sistemas de relacin. Tal como pretendimos hacer en otro lugar. Pero to