8
Julio de 2012 PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 3 una leve depreciación del peso; la misma se agravó notablemente con la sequía, el estancamiento de Brasil y la reciente depreciación del real. La consecuencia es que, a este tipo de cambio, el país no genera suficiente divisas para atender las importaciones que requerirían una actividad local en expansión y la demanda por parte del Tesoro para servir sus deudas; mucho menos aún la fuga de capitales y otros usos, como el pago de dividendos al exterior. Por ende, hasta que esta escasez no se resuelva, difícilmente la economía puede reactivarse. Brasil y la cosecha pueden jugar un rol favorable hacia el próximo año. Pero en cualquier escenario hacia 2013 la inflación se mantendrá elevada y creciente, en la medida en que difícilmente el gobierno modere sus políticas fiscal y monetaria en un año de elecciones. La debilidad de la actividad no logrará compensar los efectos inflacionarios de las elevadas expectativas de inflación, los ajustes salariales y la mayor depreciación del peso. Ensayo El sector agropecuario, el mundo y la política económica argentina Dr. Ernesto A. O’Connor 1 Introducción El aporte del sector agropecuario y agroindustrial a la economía y a la sociedad argentina ha sido históricamente, y sigue siendo, muy relevante. Su contribución no se detiene en la producción de granos o de carnes pampeana, sino que se extiende a una vasta red de producciones regionales. 1 Director del PAC. Profesor de Crecimiento y Desarrollo Económico (UCA) [email protected]

2012-03_-_OConnor

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 3

una leve depreciación del peso; la misma se agravó notablemente con la sequía,

el estancamiento de Brasil y la reciente depreciación del real.

La consecuencia es que, a este tipo de cambio, el país no genera suficiente

divisas para atender las importaciones que requerirían una actividad local en

expansión y la demanda por parte del Tesoro para servir sus deudas; mucho

menos aún la fuga de capitales y otros usos, como el pago de dividendos al

exterior. Por ende, hasta que esta escasez no se resuelva, difícilmente la

economía puede reactivarse.

Brasil y la cosecha pueden jugar un rol favorable hacia el próximo año. Pero en

cualquier escenario hacia 2013 la inflación se mantendrá elevada y creciente, en

la medida en que difícilmente el gobierno modere sus políticas fiscal y monetaria

en un año de elecciones. La debilidad de la actividad no logrará compensar los

efectos inflacionarios de las elevadas expectativas de inflación, los ajustes

salariales y la mayor depreciación del peso.

Ensayo

El sector agropecuario, el mundo y la política económica

argentina

Dr. Ernesto A. O’Connor1

Introducción

El aporte del sector agropecuario y agroindustrial a la economía y a la sociedad

argentina ha sido históricamente, y sigue siendo, muy relevante. Su contribución

no se detiene en la producción de granos o de carnes pampeana, sino que se

extiende a una vasta red de producciones regionales.

1 Director del PAC. Profesor de Crecimiento y Desarrollo Económico (UCA)

[email protected]

Page 2: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 4

Además, los encadenamientos que genera hacia atrás y hacia adelante –

innovación y cambio tecnológico, comercialización, transporte, puertos, servicios

urbanos regionales, construcción, comercio, consumo y empleo local- son

innumerables, siendo la agroindustria uno de los ejes del crecimiento de la

economía nacional.

Desde comienzos de la década del ‘2000, tanto por factores externos (shock de

demanda de China y precios récord de commodities) como por factores

endógenos (cambio tecnológico, siembra directa, agricultura de precisión,

nuevas formas de organización empresarial, entre otros) su aporte a la

economía y a la sociedad argentina ha sido incremental.

En números, el sector agropecuario y las cadenas agroindustriales aportan:

el 13% del PIB

el 55.8% de las exportaciones de bienes

el 35.6% del empleo directo e indirecto

el 18,8% de los impuestos (AFIP).

A partir de esto, el set de políticas públicas debería estar alineado con estos

aportes, potenciándolos.

Las políticas públicas hacia el agro (2002-2012)

En los últimos diez años la política económica ha tenido un creciente sesgo

desfavorable para la competitividad de estas cadenas. Se ha observado una

continua pérdida parcial de renta agropecuaria a manos del sector público

argentino y, de manera derivada, por parte de algunos tramos de la cadena

agroindustrial, debido a algunas políticas específicas de redistribución de la

renta.

Se destacan la reintroducción de los derechos de exportación (2002) y el

incremento en el tiempo de sus alícuotas (hasta la crisis de la 125 y el paro del

campo), las restricciones o prohibiciones de exportaciones, y la introducción de

mecanismos de regulación de los precios, como los ROE (Registros de

Operaciones de Exportación) y sus efectos negativos sobre el precio interno de

los granos, las restricciones a las exportaciones de carnes y lácteos, llegando a

Page 3: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 5

la actual crisis de las producciones regionales, originada en un tipo de cambio

atrasado y una elevada suba de costos asociados a la alta inflación observada

desde hace cinco años.

Las justificaciones se han centrado en cuestiones de equidad redistributiva social

y seguridad alimentaria, si bien aquellos instrumentos han sido útiles como

financiamiento del déficit fiscal. En este sentido, se reiteran en la Argentina

políticas adversas al sector agropecuario, que suelen resultar, como en cualquier

economía, en una reducción de la oferta, con consecuentes efectos sobre el ciclo

económico.

Otra novedad es el repentino incremento de la presión impositiva sobre el sector

agropecuario, sobre la base del revalúo del impuesto inmobiliario rural, con altos

impactos en impuestos nacionales como Bienes Personales y Ganancias, en las

provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, y con proyecto en curso en la

legislatura provincial de Santa Fe. Si bien las valuaciones fiscales se encontraban

atrasadas, el ajuste ha sido exponencial. Una vez más, uno de los sectores más

dinámicos y competitivos de la economía es fruto de la mayor presión tributaria,

derivada de un déficit fiscal creciente para financiar un gasto público que

equivale al 47% del PIB.

En este contexto, si bien los precios internacionales agropecuarios son record, el

precio doméstico del trigo y del maíz sufre las quitas de los DEX y los ROE.

La cosecha 2011/12 sería de 83 millones de tn frente a un pronóstico original de

107 millones -con su efecto de menor liquidez y por ende menores inversiones-,

con buena causa en una nueva sequía en varias regiones. El sector -como la

industria y el resto de la economía productiva-, venderá desde ahora a un dólar

oficial con algunos costos valuados al dólar paralelo. El resultado probable es un

estancamiento de mediano plazo en la producción, por la menor liquidez y

disponibilidad de fondos para invertir.

Page 4: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 6

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

Producción total Medias móviles 3 años

Producción argentina de granos, en miles tn

(1990!2012)

Fuente: UCA!PAC en base a MECON, Bolsa de Cereales

85,270 m tn promedio

(2008!2012)

El comercio mundial de bienes agrícolas

El comercio mundial de productos agrícolas alcanzó en 2010 US$ 1.425 billones,

según la OMC. El total del comercio de bienes era de US$ 14.851 billones, con

lo cual, las materias primas y alimentos equivalen al 9.6% del total.

De este total, la Unión Europea y EE.UU. encabezan el liderazgo global con el

47.3%. Le sigue Brasil, que ha ganado mucho terreno, con el 10%. La Argentina

comparte el lote del 6ª añ 10ª puesto con una serie de países exportadores de

origen asiático, totalizando US$ 34.500 millones en 2010. Brasil exporta el doble

que la Argentina: US$ 68.500 millones.

Es interesante, entonces, la comparación con el país norteño, dado que, ante el

mismo shock externo de la década del ‘2000, ha logrado exportar por el doble

de valor, cuando hace diez años la brecha era sustancialmente menor.

Page 5: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 7

Comercio mundial

Exportaciones de productos agrícolas vs. Restoen billones de dólares

Valor Part %

Total 18543,5

Bienes 14851

Servicios 3692,5

Agricolas 1425,3 100,0

Agrìcolas por países:

UE (27) 532,2 37,3

EE.UU. 142,5 10,0

Brasil 68,5 4,8

Canadá 52,1 3,7

China 51,6 3,6

Indonesia 35,9 2,5

Tailandia 35,1 2,5

Argentina 34,5 2,4

Malasia 28,9 2,0

Australia 27,1 1,9

India 23,2 1,6

Fuente: UCA-PAC en base a OMC

Las tendencias mundiales indican un aumento abrupto de la población

demandante de alimentos en Asia para las próximas tres décadas, abriendo una

oportunidad estructural para los países exportadores de alimentos, donde Brasil

y la Argentina son claves2.

Una comparación con Brasil: el shock externo favorable no es todo

Es interesante comparar los resultados de esta política con la aplicada en Brasil,

donde no existen retenciones ni prohibiciones al comercio de productos

agropecuarios.

Como contrapartida, el Estado brasileño apoya al sector con políticas

horizontales de competitividad (infraestructura, asistencia al comercio exterior).

2 Llach, Juan J. y María Marcela Harriague (2010). El mundo emergente y la

demanda de alimentos: desafíos, oportunidades y la estrategia de desarrollo de la Argentina. Fundación Producir Conservando. Buenos Aires. Argentina. Marzo.

Page 6: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 8

Existe una visión de Agribusiness, donde la integración entre la producción

primaria y la industrial es fuerte. Desde 2000 hasta 2012, la producción de

granos de Brasil pasó de 93 millones de tn hasta una estimación actual para la

campaña 2011/12 de 162.6 millones de tn. Es decir, un alza de 95%. En tanto,

el stock vacuno creció desde 150 millones de cabezas hasta 182 millones

(21.3%).

En cambio, en la Argentina, la producción total de granos pasó de 64 millones de

tn a 83.4 millones en 2011/2012 (+30%). Si se considera el promedio de las

últimas cuatro cosechas, la cifra no varía, pues es de 82.7 millones de tn. En

cuanto al stock bovino, cayó desde 55 millones de cabezas hasta casi 48

millones de cabezas (-13%). Es decir, una performance muy distinta al caso

brasileño.

Argentina y Brasil: producción de granos y stock vacuno

(2000-2012)

40

60

80

100

120

140

160

180

200

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Fuente: UCA-PAC en base a IBGE y Minagri

mill

ones d

e c

abezas v

acunas

60

80

100

120

140

160

180

mill

ones d

e t

n d

e g

ranos

Argentina vacunos Brasil vacunos

Argentina granos Brasil granos

-13,3%

+30%

+21,3

+95%

Es posible un proyecto de agroindustrialización de alta escala

Para encarar un proyecto de agro-industrialización de alta escala, donde el

desarrollo económico encuentre un motor en el sector agropecuario y sus

cadenas, la Argentina debe resolver una relación no terminada en torno al rol de

los recursos naturales. Esta visión favorable a la relevancia del agro se va

Page 7: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 9

instalando en la discusión de política, luego de diez años de intervenciones, en el

sentido de las ventajas de una liberalización gradual de las restricciones.3

La Argentina ha tenido, en las últimas décadas, un debate inconcluso en torno

al rol del sector externo, su inserción internacional y las políticas económicas

hacia el sector productor de bienes transables. Desde mediados del siglo XX

hasta la actualidad, con excepciones, la política económica financió el

crecimiento del sector no transable de la economía con transferencias desde el

sector transable.

En qué medida esta situación ha derivado en un desarrollo del país por debajo

del potencial es uno de los interrogantes de larga data. La sociedad argentina, y

la política económica, aún no han resuelto positivamente la relación agro-

economía, y menos aún el desafío de una posible agro-industrialización a gran

escala. El paro del campo de 2008 ha sido una de las manifestaciones más

esclarecedoras al respecto.4

En este sentido, el futuro no parece tan claro. El Plan Estratégico Agropecuario y

Agroindustrial para el año 2020 (PEA 2020), elaborado por el gobierno,

establece que la Argentina es un líder global en la alimentación y la agricultura,

y que la riqueza provendrá de la industrialización de las zonas rurales.

El Plan establece metas cuantitativas para los distintos productos agropecuarios

y agroindustriales hacia 2020. En particular, el PEA 2020 establece como meta

de granos alcanzar en dicho año 157,5 millones de toneladas, lo que equivaldría

a un alza de 54% con respecto a 2011. Esto se lograría con 42 millones de

hectáreas sembradas (alza de 27% desde 2010), frente a las 33 millones de

2012. No ha habido mayores detalles acerca de cómo lograr estos resultados.

Los antecedentes recientes indican que la siembra y la producción de trigo y

girasol no han recuperado en el último lustro los niveles de comienzos de los

‘2000, y que la siembra y producción de maíz sí muestran tendencia alcista en

2011/2012 pero luego de dos años de caídas. En cambio, la siembra de soja

3 Rozenwurcel, Guillermo y Sebastián Katz (2012) La economía política de los

recursos naturales en América del Sur. UNSAM-UdeSA- BCRA. Buenos Aires.

4 AACREA (2008). Campo y Comunidad. Aportes para la comprensión de la

realidad del campo argentino. Julio de 2008.

Page 8: 2012-03_-_OConnor

Julio de 2012

PAC- Programa de Análisis de Coyuntura Económica 10

sigue presentando indicadores alcistas. Todo esto bajo una cosecha promedio en

los últimos cuatro años de 82 millones de tn, sequías e intervenciones mediante.

Bajo estas perspectivas, la actual rotación de cultivos no colabora con la

sustentabilidad del sistema, y por ende sus impactos sobre los rendimientos a

mediano plazo no serían neutrales, excepto notables cambios tecnológicos. Por

el lado de la ganadería, la recomposición del stock lleva años.

Bajo un escenario de precios internacionales estables hacia 2020, la actual

política hacia la producción agropecuaria sugiere un path dependence, donde la

producción tendría dificultades para lograr las metas más ambiciosas hacia

2020. En este sentido, el ciclo económico 2013-2020 podría seguir a un ciclo de

producción agropecuaria menos favorable que el acontecido en las dos décadas

precedentes.

La reciente liberalización de volúmenes exportables para el trigo para la actual

campaña ha sido anunciada posteriormente a la decisión y los tiempos de

siembra, con lo cual no se esperan efectos. En cuanto al anuncio oficial de

liberalizar 15 millones de tn de maíz para la campaña 2012/2013, el anuncio

llega adecuadamente en tiempos. Con todo, la falta de liquidez en el sector,

debido a la mala cosecha 2011/2012, más los altos costos de siembra de maíz

(superiores en el doble a los de la soja), junto a la inestabilidad de las políticas

públicas, plantean interrogantes en torno a esta concreción.

Para lograr una agro-industrialización de gran escala se necesita un cambio en

las políticas sectoriales. Las políticas públicas también podrían ser consideradas

desde ángulos diferentes, y en función del logro de objetivos distintos, que

incluyan el crecimiento, el desarrollo regional y la equidad, con la generación de

empleo agroindustrial, que es elevada en las cadenas agroindustriales,

reduciendo la pobreza rural5. Esto contribuiría de manera notable a la

generación de un federalismo más sano en la Argentina.

Volver al Índice

5 Llach, J.J., M.M. Harriague y E.O’Connor (2004). El empleo en las cadenas

agroindustriales en Argentina. Fundación Producir Conservando. Buenos Aires. El

empleo total directo e indirecto de las cadenas agroindustriales alcanza al 35.6%,

mientras que el empleo total directo e indirecto de las cadenas agroalimenticias es

del 28%.