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Bial - Arístegui i Hongos y actinomicetos alergénicos José Pontón Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología Facultad de Medicina y Odontología Universidad del País Vasco Bilbao Mª Dolores Moragues Departamento de Enfermería I Escuela Universitaria de Enfermería Universidad del País Vasco Bilbao Josepa Gené Unitat de Microbiologia Facultat de Medicina i Ciències de la Salut Universitat Rovira i Virgili Reus Josep Guarro Unitat de Microbiologia Facultat de Medicina i Ciències de la Salut Universitat Rovira i Virgili Reus Guillermo Quindós Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología Facultad de Medicina y Odontología Universidad del País Vasco Bilbao

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Hongos y actinomicetos alergénicos

José PontónDepartamento de Inmunología, Microbiología y ParasitologíaFacultad de Medicina y OdontologíaUniversidad del País VascoBilbao

Mª Dolores MoraguesDepartamento de Enfermería IEscuela Universitaria de EnfermeríaUniversidad del País VascoBilbao

Josepa GenéUnitat de MicrobiologiaFacultat de Medicina i Ciències de la SalutUniversitat Rovira i VirgiliReus

Josep GuarroUnitat de MicrobiologiaFacultat de Medicina i Ciències de la SalutUniversitat Rovira i VirgiliReus

Guillermo QuindósDepartamento de Inmunología, Microbiología y ParasitologíaFacultad de Medicina y OdontologíaUniversidad del País VascoBilbao

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Primera edición 2002, Revista Iberoamericana de Micología,Apartado 699, E-48080 Bilbao, País Vasco, España

ISBN: 84-607-5370-0Depósito legal: BI-2775-02

©Revista Iberoamericana de Micología 2002

Todos los derechos reservados

Esta publicación o cualquiera de sus partes no podrán ser reproducidas ni archivadasen sistemas recuperables, ni transmitidas en ninguna forma o por ningún medio,ya sean mecánicos, electrónicos, fotocopiadoras, grabaciones o cualquier otro,

sin el permiso previo de la Revista Iberoamericana de Micología

Diseño de portada: Elena González-Miranda, Universidad del País VascoPilar Ezkurra, Revista Iberoamericana de Micología

Fotocomposición: Pilar Ezkurra, Revista Iberoamericana de MicologíaImpresión: Imprenta Berekintza, Bilbao

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Índice

El reino de los hongos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Los hongos patógenos para el ser humano . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Alergia a los hongos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Alternaria alternata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Aspergillus fumigatus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Aureobasidium pullulans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Candida albicans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

Cladosporium herbarum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Epidermophyton floccosum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Exserohilum rostratum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Fusarium culmorum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Microsporum canis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Mucor mucedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

Penicillium brevicompactum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

Penicillium chrysogenum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

Penicillium glabrum. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Rhizopus stolonifer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Saccharomyces cerevisiae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Saccharopolyspora rectivirgula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Stemphylium botryosum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Thermoactinomyces vulgaris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Trichophyton rubrum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Ustilago tritici . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

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Agradecimientos

a los autores y a la Revista Iberoamericana de Micología por la cesiónde algunas de las fotografías reproducidas en el texto,

a la Dra. Amalia del Palacio y al Dr. Federico Uruburu porsuministrarnos algunas de las cepas utilizadas en este trabajo,

a la Dra. María Jesús Aira por sus comentarios sobre niveles aéreosde esporas fúngicas y pólenes, y

a la Dra. Mª del Carmen García Sola, Profesora titular de FilologíaGriega de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada

por sus consejos y ayuda sobre la etimología de los nombres de losmicroorganismos incluidos en este libro. Deseamos pedir también disculpas

a nuestros lectores por no haber podido incluir los acentos oespíritus en griego.

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Los hongos constituyen un grupo muy numeroso de orga-nismos (se han descrito aproximadamente 500.000, pero seestima que pueden existir entre 1 y 1,5 millones de especies)que presentan una amplia distribución en la naturaleza,contribuyendo a la descomposición de la materia orgánica(Figura 1) y participando en los ciclos biológicos. Un pequeñonúmero son patógenos de animales y plantas.

Inicialmente, los hongos fueron clasificados dentro delReino Plantae ya que fueron considerados organismos inmóvi-les presentando estructuras que se asientan firmemente en elsustrato sobre el que crecían. Sin embargo, cuando se ha apli-cado la biología molecular en los estudios taxonómicos se haobservado que los hongos están más próximos al ReinoAnimalia que al Plantae. En el sistema de clasificación de losseres vivos en cinco reinos, los hongos se encuentran clasifi-cados en el Reino Fungi, que se divide en cuatro Phyla deno-minados Ascomycota (el más extenso que comprende el 50%de los hongos conocidos y aproximadamente el 80% de loshongos patógenos (Figura 2), Basidiomycota (Figura 3),Zygomycota (Figura 4) y Chytridiomycota, encontrándose enlos tres primeros los hongos patógenos humanos. Los hongosen los que no se conoce su reproducción sexual, constituyenun grupo heterogéneo denominado Deuteromicetos, hongosimperfectos o mitospóricos, que representa el segundo grupomás numeroso y que también incluye patógenos humanos.

Figura 2. Phylum Ascomycota.Ascos con ascosporas de Apiosordariahispanica, x200 aumentos.

Figura 3. Phylum Basidiomycota.Basidiocarpo de Coprinus cinereusen agar patata dextrosa. Reimpresode Hernández-Molina y García-Martos, 1998, con permiso de laRevista Iberoamericana deMicología.

Figura 4. Phylum Zygomycota.Esporangios de Absidia corymbifera.

Reimpreso de del Palacio et al.,1999, con permiso de la Revista

Iberoamericana de Micología.

Figura 1. Corro de Amanitamuscaria en la campiña inglesa.

El reino de los hongos

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Los hongos son organismos eucariotas típicos (Figura 5) yposeen un núcleo que contiene varios cromosomas (siete enCandida albicans, ocho en Aspergillus nidulans y dieciséis enSaccharomyces cerevisiae) delimitado por una membrana

nuclear, con nucléolo rico en ARN y orgánu-los citoplásmicos, como mitocondrias,vacuolas, retículo endoplásmico, aparato deGolgi y ribosomas 80 S. El citoplasma seencuentra limitado por la membrana cito-plásmica, que es una doble capa de lípidosque contiene proteínas y esteroles y quecontrola la permeabilidad celular y participaen la síntesis de la pared celular. La estruc-tura de las células de los hongos es muydiferente de la de las bacterias que sonorganismos procariotas. Aunque compartenmuchas estructuras, las células de loshongos se diferencian de las de las plantasen la composición de la pared celular y enque carecen de cloroplastos y clorofila, y delas humanas en que tienen pared celular yen la presencia de ergosterol en la membra-

na citoplásmica. Por el exterior de la membrana citoplásmica,presentan una pared celular que está compuesta fundamen-talmente por polisacáridos y por diversas proteínas. Los poli-sacáridos más importantes son la quitina (polímero de n-ace-

til glucosamina), el manano (polímero de manosa) yel glucano (polímero de glucosa).

Los hongos presentan básicamente dos tipos demorfologías: una multicelular denominada filamen-tosa y otra unicelular denominada levaduriforme(Figura 6). Los hongos filamentosos (miceliares omohos), representan el crecimiento más típico delos hongos microscópicos. En medios de cultivo sóli-dos y también sobre cualquier superficie en la quese desarrollen, por ejemplo frutas u otros alimentos(Figura 7), producen colonias algodonosas o pulve-rulentas que son muy características. Al microsco-pio óptico, los hongos filamentosos presentan unas

estructuras tubulares, for-madas por múltiples célu-las, que se denominanhifas. En la mayoría de los

Figura 7. Crecimiento fúngicosobre una naranja.

Figura 5. Microscopía electrónica detransmisión mostrando la estructuracelular de Candida albicansReimpreso de Jabra-Rizk et al.,1999, con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

Figura 6. Aspecto colonial de hongosque presentan crecimiento filamentoso (F)y levaduriforme (L).

LL

F

1 µm

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Figura 8. Hifas tabicadas (A)y sifonadas (B). Reimpresode Pontón et al., 1999 yde del Palacio et al., 1999,con permiso de la RevistaIberoamericana deMicología.

Figura 9. Crecimiento levaduriforme (A)y filamentoso (B) de Paracoccidioidesbrasiliensis (Cortesía del Dr. ManuelPereiro Ferreirós).

A B

A

B

hongos filamentosos, las hifas son tabicadas y presentan sep-tos que delimitan las diferentes células (Figura 8A). Sinembargo, los hongos del Phylum Zygomycota presentan hifasque carecen de septos y se denominan cenocíticas o sifonadas(Figura 8B).

Las hifas de los hongos tabicados suelen tener un diámetroinferior (2-5 µm) a las de los hongos sifonados (10-15 µm).Las hifas normalmente se desarrollan a partir de esporas,aunque también pueden originarse a partir de fragmentos deotras hifas, y crecen gracias al depósito de nuevos materialesen su extremo, ramificándose con mucha frecuencia hastaproducir una maraña de filamentos que constituyen el micelio.En una colonia de un hongo filamentoso se produce una dife-renciación en las funciones del micelio, de tal forma que elmicelio vegetativo penetra en el sustrato para obtener losnutrientes, mientras que el micelio aéreo se proyecta hacia elexterior de la colonia y produce las estructuras reproductoras.

Los hongos que presentan crecimiento levaduriforme gene-ralmente dan lugar a colonias lisas que recuerdan a las bacte-rianas en medios de cultivo sólidos (Figura 6). Dichas coloniasestán formadas por agregados de células individuales (3-10 x5-30 µm) denominadas levaduras (Figura 9a). Los hongoslevaduriformes se dividen por gemación o por fisión binaria.En algunos casos las células hijas no se separan de la célulamadre, formándose cadenas cortas denominadas seudohifas.Los hongos que presentan este tipo de crecimiento, denomi-nado seudomicelio, dan lugar a colonias similares a las queproducen los hongos levaduriformes en medios sólidos.

Un pequeño grupo de hongos, pero de gran importancia enMicología clínica, presentan tanto un crecimiento levadurifor-me como miceliar (Figura 9). Estos hongos se denominandimorfos y típicamente presentan un crecimiento filamentosoa 25 °C y un crecimiento levaduriforme a 37 °C (en el interiordel cuerpo humano). Candida albicans tiene un dimorfismoespecial ya que puede presentar un crecimiento levaduriformey filamentoso simultáneamente.

Los hongos obtienen los nutrientes por absorción y tienenun metabolismo quimioheterótrofo, ya que obtienen la energíay el carbono de compuestos orgánicos sintetizados por otrosorganismos. Este hecho condiciona su modo de vida, yaque en la naturaleza se encuentran asociados a la materiaorgánica en descomposición, participando en los ciclos natu-rales de reciclado del carbono y otros elementos naturales o

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como patógenos oportunistas de los animales yplantas. Los hongos pueden degradar una grancantidad de componentes, para lo que disponen depotentes exoenzimas que en algunos casos puedenservirles como factores de virulencia en elhospedador.

En el laboratorio, los hongos crecen fácilmenteen la mayoría de los medios de cultivo, necesitandouna fuente de carbono orgánica e iones amonio onitrato como fuentes de nitrógeno. Esta facilidadpara crecer en cualquier medio de cultivo y lapresencia de conidios en el aire hace que sean con-taminantes habituales en el laboratorio. Los hongos

filamentosos son aerobios y los levaduriformes anaerobiosfacultativos. Sus requerimientos de temperatura y de pH sonpoco exigentes y la mayoría crecen en un rango de pH de 2 a9 y a temperaturas entre 10 y 40 °C.

La mayoría de los hongos presentan reproducción sexual yasexual. El estado sexual se denomina teleomorfo o meiospó-rico y el asexual anamorfo o mitospórico. Es relativamentecomún que un mismo hongo tenga dos nombres, el del esta-do anamorfo y el del estado teleomorfo, ya que suelen haber-se descubierto y nombrado de forma independiente. En ungrupo importante de hongos solamente se conoce la repro-ducción asexual, bien porque no se conocen las condicionesadecuadas para que se desarrolle la forma sexual o porqueésta se ha perdido a lo largo de la evolución. Aunque la repro-ducción asexual puede lograrse por fragmentación de lashifas, ya que cada fragmento puede producir una nueva colo-nia, normalmente los hongos se reproducen, tanto sexualcomo asexualmente, por medio de esporas. Los hongos pro-ducen millones de esporas, cada una con la capacidad paradesarrollar una nueva colonia. Las esporas sexuales se produ-cen tras la fusión de los núcleos de dos hifas sexualmentecompatibles o de dos levaduras y posterior meiosis. La morfo-

logía de las esporas sexuales es muy variada y tienegran interés para la identificación fúngica, ya quepresentan diferencias características. Los hongosdel Phylum Basidiomycota producen basidiosporasen el exterior de una estructura denominada basidio(Figura 10), los Ascomycota producen ascosporasen el interior de una estructura en forma de sacodenominada asco (Figura 11) y los Zygomycota pro-ducen zigosporas (Figura 12).

Las esporas asexuales generalmente se produ-cen en hifas especializadas y se denominan de dife-rente forma según su morfología. Los Zygomycotaproducen esporangiosporas en el interior de unaestructura en forma de saco denominada esporan-gio. Los Ascomycota y, en menor grado, losBasidiomycota, producen esporas asexuales deno-minadas conidios que se desarrollan a partir de unaestructura denominada conidióforo. Según su tama-ño se diferencian en macroconidios y microconidios.

Figura 11. Ascosporas deEndomycetes. Reimpreso deHernández-Molina y García-Martos,1998, con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

Figura 12. Zigospora de Rhizomucorpusillus. Microscopía óptica,x750 aumentos.

Figura 10. Basidio y basidiosporas deSchizophyllum commune. Microscopíaelectrónica de barrido, x2500 aumentos.

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Los hongos patógenos parael ser humano

El elevado número de conidios presentes en el aire y labaja incidencia de las micosis en hospedadores inmunocom-petentes nos demuestra que, a pesar de que la mayor partede las personas están expuestas a un gran número de hongos,estos microorganismos son habitualmente eliminados por losmecanismos defensivos del hospedador. El desarrollo de unainfección fúngica depende del estado de los mecanismosdefensivos del hospedador, los factores de virulencia delhongo y la dosis infectante o tamaño del inóculo fúngico.En general, los hongos causan enfermedades en hospedado-res inmunodeprimidos, aunque existe un pequeño grupo dehongos que son patógenos primarios.

El ser humano posee dos tipos de mecanismosdefensivos que son muy eficaces frente a la infec-ción: los inespecíficos y los específicos. Los prime-ros son importantes en la lucha contra las micosis yse basan en la barrera física constituída por la piely las mucosas, el efecto de interferencia debido a lamicrobiota normal asociada a dichas estructuras, laactividad de diversas sustancias antifúngicas pre-sentes en las mucosas y secreciones, y la actividadfagocítica de los neutrófilos y macrófagos.La importancia de dichos factores se observa enpacientes que presentan alteraciones en su funcio-namiento (quemados, portadores de prótesis ora-les, personas con tratamientos prolongados conantibióticos de amplio espectro o con tratamientosque eliminan los neutrófilos, etc.), ya que los con-vierte en especialmente susceptibles a la infecciónfúngica. Los macrófagos alveolares juegan un papelmuy importante en la protección del tracto respira-torio inferior, fagocitando los conidios inhalados,mientras que los monocitos y otros tipos de célulasfagocíticas se encargan de la fagocitosis de los hon-gos que se encuentran en la sangre y tejidos(Figura 13).

Los mecanismos defensivos específicos son muy eficacesen el control de la mayoría de las micosis y la respuesta pro-tectora se produce como consecuencia de una activación delos linfocitos Th1. Dichas células liberan citocinas que activanlos macrófagos, leucocitos polimorfonucleares, células NK ylinfocitos T citotóxicos, aumentando su capacidad fungicida.La inducción de una respuesta inmune celular generalizada seasocia con el desarrollo de respuestas protectoras en las mico-sis invasoras, pero su participación en la protección en lasmucosas puede depender de la localización anatómica.Por ejemplo, en la infección por Candida albicans se ha obser-vado que la inducción de una respuesta inmune celular gene-ral es importante en la protección frente a las infecciones oro-faríngeas. Existe una correlación entre un descenso en elnúmero de linfocitos CD4 y la actividad de los linfocitos Th1 y

Figura 13. Macrófagos peritoneales deratón fagocitando levaduras deCandida albicans (Cortesía de BeatrizRobledo y la Dra. María Jesús Sevilla).

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el desarrollo de la candidiasis orofaríngea. Sin embargo, larespuesta inmune celular no parece ser importante en la pro-tección frente a la candidiasis vulvovaginal, en la que partici-pan los linfocitos T γδ y algunos tipos de anticuerpos.

Los anticuerpos pueden tener un efecto fungicida directosobre algunos hongos o actuar como opsoninas facilitando lafagocitosis y la acción de las células K. No todos los isotiposde un anticuerpo tienen las mismas características y se hadescrito que mientras una IgG3 frente a un epitopo de la cáp-sula protegía frente a la meningoencefalitis criptocócica en unmodelo múrido, una IgG1 frente al mismo epitopo no lo hacía.Observaciones similares se han realizado con anticuerposmonoclonales anti-Candida albicans y demuestran la inducciónde anticuerpos protectores y no protectores durante el desa-rrollo de la infección. Por el contrario, la respuesta humoralpuede ser perjudicial en las aspergilosis alérgicas, que se pro-ducen en pacientes con niveles elevados de anticuerpos IgEcontra antígenos de Aspergillus.

El dimorfismo está presente en los patógenos primarios yen algunos hongos oportunistas como Candida albicans y estacapacidad del hongo para desarrollar dos tipos de crecimiento(filamentoso y levaduriforme) favorece una mejor adaptaciónal hospedador y facilita la evasión de los mecanismos defensi-vos ya que existen diferencias antigénicas entre las dos fasesde crecimiento. En los hongos patógenos primarios, el creci-miento filamentoso se produce en el ambiente, mientras queel crecimiento levaduriforme se produce cuando infecta.En Candida albicans el dimorfismo presenta característicasespeciales ya que cuando se encuentra colonizando las muco-sas se desarrolla fundamentalmente como levadura, mientrasque cuando invade los tejidos se observan levaduras e hifas.Los filamentos de Candida albicans facilitan la adhesión a lascélulas del hospedador, la penetración tisular a la vez que difi-cultan la fagocitosis. Las hifas son más difíciles de fagocitarque las levaduras y permiten el escape del interior de la célu-la fagocítica al romper la membrana citoplásmica del fagocito.

La adhesión de los hongos a las superficies del hospedadores un paso fundamental en la patogenia de la infección fúngi-ca (Figura 14). Han sido caracterizadas un gran número deadhesinas, siendo en su mayor parte proteínas o glicoproteí-nas que se unen a receptores del hospedador de naturalezasimilar. En Candida albicans se han descrito también adhesi-nas para materiales plásticos utilizados en medicina como lasprótesis y los catéteres.

Figura 14. Adhesión de artroconidiosde Trichophyton mentagrophytesal estrato córneo. Reimpreso deRichardson y Edward, 2000,con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

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La mayoría de los hongos se desarrollan en la naturale-za en condiciones muy diferentes a las que encontrarán enel hospedador humano. En general, los hongos presentanuna temperatura óptima de crecimiento inferior a la delcuerpo humano y están habituados a condiciones menosreducidas que las que se encuentran en los tejidos huma-nos. Por tanto, para iniciar una infección un hongo ha deser capaz de crecer a 37 °C en las condiciones de óxido-reducción que existen en los tejidos. Así, aislamientos deSporothrix schenckii que no crecen bien a temperaturassuperiores a 35 °C producen infecciones cutáneas, mien-tras que los que crecen bien a 37 °C dan lugar a infeccio-nes diseminadas.

Algunas enzimas producidas por los hongos puedenfacilitar la multiplicación del propio hongo, favoreciendo ladiseminación por los tejidos del hospedador. Ejemplos deestas enzimas son las proteasas (capaces de romper a laIgA e IgA secretora) y fosfolipasas de Candida albicans, lasqueratinasas de los dermatofitos, y las elastasas deAspergillus fumigatus.

En algunos hongos, la capacidad patógena puededepender de la producción de endo y exotoxinas. Algunoshongos filamentosos, entre los que se encuen-tran especies de los géneros Aspergillus,Fusarium y Penicillium, producen micotoxinascuando crecen sobre semillas de maíz y otroscereales. La ingestión de estas semillas se haasociado con el desarrollo de tumores hepáticosy daño renal. Las micotoxinas más estudiadasson las aflatoxinas, fumonisinas y ocratoxinas.

Aunque los mecanismos defensivos del hos-pedador impiden en la mayoría de los casos eldesarrollo de una micosis, la exposición a dosiselevadas de conidios puede producir una infec-ción pulmonar o una enfermedad alérgica. Así, la inhala-ción de un número elevado de conidios de Ajellomyces cap-sulatus (Histoplasma capsulatum) por personas que habí-an visitado una cueva habitada por murciélagos infectadospor el hongo, ha dado lugar al desarrollo de casos de his-toplasmosis pulmonar (Figura 15). También se ha descritoel desarrollo de una criptococosis pulmonar en una perso-na que trabajaba en un palomar. La inhalación de grandescantidades de conidios de Aspergillus fumigatus existentesen los silos donde se almacena la hierba y el grano puedecausar una alveolitis alérgica extrínseca o una aspergilosisbroncopulmonar alérgica.

Existe un amplio espectro de enfermedades fúngicascomo los micetismos, causados por la ingestión de setasvenenosas; las micotoxicosis, por la ingestión de alimentoscontaminados con micotoxinas; diferentes alergias, por lasensibilización a alérgenos fúngicos y micosis, enfermeda-des infecciosas causadas por hongos. Estas últimas puedendividirse en cuatro grupos: superficiales (afectan a lascapas más externas de la piel y el pelo pero no se produceinvasión, Figura 16), cutáneas (afectan a las capas quera-tinizadas de la piel, pelo y uñas, Figura 17), subcutáneas(Figura 18) y profundas, donde la micosis se extiende porlos órganos y tejidos (Figura 19).

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Figura 17. Kerion de Celso en cuerocabelludo por Trichophyton mentagro-phytes. Reimpreso de Rubio Calvoet al., 2000, con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

Figura 15. Histoplasmosis pulmonar enuna paciente con alteración respiratoriae infección por el VIH. Reimpreso deNegroni, 2000, con permiso de laRevista Iberoamericana de Micología.

Figura 16. Lesiones discrómicas en unpaciente con pitiriasis versicolor.Reimpreso de Rubio Calvo et al., 2000,con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

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La acción patógena difiere si está relacionada con hongosque forman parte de la microbiota normal de las mucosashumanas (micosis endógenas) o con hongos que se multipli-can en el medio ambiente (micosis exógenas). Las candidiasisson un ejemplo del primer caso, ya que Candida albicans yotras especies del género Candida se encuentran habitual-mente colonizando las mucosas humanas. Las candidiasis delas mucosas se originan cuando se produce una alteración delos mecanismos defensivos, generalmente locales y en algu-nos casos sistémicos, mientras que las candidiasis invasorasse producen cuando el hongo accede al interior del hospeda-dor, generalmente a través de la mucosa intestinal. Las mico-sis exógenas se producen fundamentalmente por inhalaciónde conidios transportados por el aire. Si los conidios no soneliminados en el pulmón el hongo puede multiplicarse y exten-derse a otras localizaciones. Ejemplos de estas micosis son laneumocistosis, la aspergilosis, la criptococosis y la histoplas-mosis. En el caso de las micosis superficiales, la transmisiónse produce por contacto con los conidios fúngicos que seencuentran en el suelo, objetos o animales (dermatofitosis).En las micosis subcutáneas la entrada del hongo es porimplantación traumática, habitualmente por pinchazos conespinas y astillas contaminadas por hongos que se encuentranen el suelo y en la superficie de árboles y arbustos (p.e., espo-rotricosis).

En la actualidad, existe un grupo relati-vamente reducido de fármacos útiles parael tratamiento de las micosis, denominadosantifúngicos. La mayoría actúan sobre lamembrana citoplásmica, aunque existenantifúngicos que actúan en el citoplasma,núcleo o pared celular. La anfotericina B yla nistatina son antifúngicos poliénicos queactúan uniéndose al ergosterol de la mem-brana celular fúngica produciendo una alte-ración de su permeabilidad. La anfotericinaB es el antifúngico más utilizado en lasmicosis severas pero en las células huma-nas puede unirse al colesterol, produciendo

una alta toxicidad cuando se utilizan dosis elevadas o usadaen tratamientos prolongados. Esta toxicidad se ha reducidocon el desarrollo de nuevas presentaciones farmacológicasque integran a este antifúngico en liposomas o lo asocian alípidos. Los azoles constituyen una amplia familia de antifún-gicos que actúan inhibiendo la síntesis del ergosterol median-te el bloqueo de la acción de las enzimas dependientes delcitocromo P450. Existen azoles de uso tópico (como clotrima-zol, miconazol, econazol, bifonazol, tioconazol y sertaconazol)y de uso sistémico (como el ketoconazol, fluconazol, itracona-zol y voriconazol). La griseofulvina es un antifúngico que actúasobre los microtúbulos, alterando el mecanismo de separaciónde los cromosomas. A través de diferentes mecanismos, la 5-fluorocitosina interfiere con la síntesis de ARN y ADN. Lasequinocandinas y las neumocandinas son inhibidores de la sín-tesis de glucano de la pared celular, mientras que las nikomi-cinas inhiben la síntesis de quitina de esta pared.

El aumento del uso de los antifúngicos en el tratamiento delas micosis está teniendo como consecuencia la aparición deresistencias. Afortunadamente, este problema no ha alcanza-

Figura 19. Aspergilosis pulmonarinvasora. Reimpreso de Puras Gil et al.,2000, con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

Figura 18. Cromoblastomicosis enextremidades inferiores. Reimpreso dePuras Gil et al., 2000, con permiso dela Revista Iberoamericana deMicología.

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do la magnitud de las resistencias a los antibacterianos y seobserva fundamentalmente con la 5-fluorocitosina y algunosazoles. Los mecanismos de resistencia son muy variados eincluyen la falta o modificación de la diana, alteraciones en lapermeabilidad celular o la presencia de sistemas de bombeoque expulsan el antifúngico de la célula fúngica. En los hongoscon resistencia primaria a un antifúngico ésta suele estar pre-senta ya antes de ponerse en contacto con el antifúngico (p.e.,Candida krusei y fluconazol). La resistencia secundaria seadquiere tras un contacto, generalmente prolongado, con elantifúngico. Estas resistencias se han observado en pacientescon sida y candidiasis orofaríngea tratados con azoles.

La aparición de resistencias hace necesario en algunospacientes conocer la sensibilidad de un aislamiento fúngico alos antifúngicos para seleccionar el tratamiento más apropia-do. Los métodos que existen para el estudio de la sensibilidadin vitro de los aislamientos fúngicos incluyen la difusión enagar y la microdilución. En el primer caso, el antifúngico difun-de en un medio sólido sobre el que crece el hongo, produ-ciendo un halo de inhibición proporcional a la sensibilidad delhongo al antifúngico. En el segundo caso, se ensayan dilucio-nes seriadas del antifúngico para calcular la concentraciónmínima que inhibe el crecimiento fúngico (Figura 20).

El diagnóstico de laboratorio de las micosis puede realizar-se mediante el cultivo de la muestra clínica o con otros méto-dos. El cultivo suele ser el método más utilizado y, con laexcepción del hemocultivo que se realiza en un medio espe-cial, la muestra clínica en la que se sospecha que existe unhongo suele sembrarse en agar glucosado de Sabouraud. Estemedio suele hacerse más selectivo para el aislamiento de hon-gos añadiendo el antibiótico cloranfenicol. La identificación delos hongos levaduriformes de mayor relevancia clínica se havisto facilitada enormemente con la introducción de medioscromógenos (CHROMagar Candida o Candida ID) que permi-ten el aislamiento y la identificación presuntiva de manerasimultánea, al crecer colonias con colores diferentes según lasdistintas especies. Las técnicas de identificación del hongo ais-lado suelen ser diferentes según se trate de hongos filamen-tosos o de levaduriformes. Para los primeros suelen tenerseen cuenta básicamente las características de las colonias, fun-damentalmente el color, textura y velocidad de crecimiento,así como de las esporas y conidios que puedan producir.La necesidad de estudiar estructuras fúngicas de desarrollolento, sobre todo en determinadas especies, hace que la iden-tificación de los hongos filamentosos sea lenta. La identifica-ción de los hongos levaduriformes se basa en el estudiomicroscópico de los aislamientos para observar determinadascaracterísticas diferenciales (presencia de cápsulas, clamido-conidios, tubos germinales, etc.) y en la realización de prue-bas de asimilación y fermentación de diversas sustancias,principalmente azúcares. Otras técnicas no basadas en el cul-tivo incluyen la observación directa de la muestra clínica (uti-lizando tinciones para observar más fácilmente a los hongospresentes en la muestra clínica), la detección de componentesfúngicos no antigénicos (ácidos nucleicos o el ß 1-3 glucano)y la serología (detección de antígenos fúngicos o de la res-puesta de anticuerpos).

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Figura 20. Panel Sensititre Yeast Onepara el estudio de la sensibilidad in vitroa los antifúngicos. Reimpreso deMartín Mazuelos et al., 2000, conpermiso de la Revista Iberoamericanade Micología.

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Alergia a los hongos

Existe una amplia evidencia histórica que relaciona deter-minados tipos de alergias con los hongos y aunque los médi-cos hipocráticos ya describieron enfermedades compatiblescon la alergia a los hongos, la primera descripción conocidaque relaciona a hongos y cuadros alérgicos data de 1726,cuando Floyer observó síntomas asmáticos en pacientes quehabían visitado unas bodegas. Blackley describió, en 1873, un“catarro bronquial” con roncus pulmonar severo (CatarrhusAestivus, fiebre del heno o asma del heno) después de la inha-lación de esporas de Chaetomium y Penicillium. En 1924, VanLeeuwen, en Holanda, relacionó la aparición de síntomas deasma con la presencia de esporas fúngicas en el ambiente ycon el clima, y, en el mismo año, Cadman describió el primercaso documentado de asma asociado al polvo de trigo. Escurioso el hecho de que Van Leeuwen estudiaba la asociaciónentre hongos y asma en el hospital St. Mary de Londres en ellaboratorio que estaba justo debajo del de Fleming. Fue enesta época cuando se produjo la célebre contaminación conPenicillium de una placa de cultivo con colonias deStaphylococcus aureus y la observación por Fleming del efec-to inhibidor de los productos (penicilinas) de este hongo sobreel crecimiento bacteriano. Es por tanto posible que el interésde los alergólogos por las esporas fúngicas propiciase el ama-necer de la era antibiótica.

En los años siguientes se demostró que la prevalencia deconidios fúngicos en el ambiente se relacionaba con unamayor presencia de reacción cutánea positiva a los antígenosfúngicos. Prince y colaboradores y Feinberg describieron queel aire de espacios abiertos era un reservorio importante deconidios y demostraron que muchos de sus pacientes presen-taban reacciones cutáneas frente a extractos de hongos.Posteriormente, el papel de la hipersensibilidad a los hongosen una amplia variedad de enfermedades alérgicas se fueestableciendo con pruebas de provocación. Harris, en 1941,expuso a varios pacientes a 1 g de polvo de Alternaria en unlocal cerrado lo que provocó asma y rinitis alérgica en 10 de12 pacientes con pruebas cutáneas positivas para Alternaria ehistoria clínica compatible con sensibilización a este hongo. Lainhalación de esporas de Alternaria o de Penicillium en con-centraciones comparables a las de una exposición naturalpuede inducir asma en individuos sensibilizados.

La exposición a los alérgenos fúngicos se produce tanto enespacios abiertos como interiores. Muchos de los alérgenos deinterior son los mismos que se encuentran en el exterior de losedificios, penetrando por ventanas y puertas, sistemas deventilación, o por grietas u otras aberturas en las paredes(Figura 21). Los hongos pueden también ser introducidos enlos edificios a través de la tierra arrastrada por los zapatos.Algunas especies de hongos, como Penicillium y Aspergillus,se encuentran en mayores concentraciones en el interior delos edificios que en el espacio abierto. Se han aislado en el aire

Figura 21. Muestreo ambiental a la sali-da de un sistema de ventilación (A) ycolonias de hongos filamentosos enuna placa de control ambiental (B).Reimpreso de Sánchez-Payá, 2000,con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

A

B

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esporas de un gran número de especies bacterianas (inclu-yendo actinomicetos), y fúngicas, así como una gran variedadde pólenes diferentes. El número total de esporas fúngicas enel aire puede variar de menos de 200 a más de un millón pormetro cúbico. El número de esporas y su tipo varía con elmomento del día, la estación del año, la localización geográfi-ca, la presencia de fuentes de esporulación y un largo etcéte-ra. No es infrecuente que el recuento de esporas fúngicassupere las 4000 por metro cúbico, siendo de éstas más de2000 de Cladosporium y más de 1000 de Alternaria.Cladosporium y, sobre todo, Cladosporium herbarum, contri-buye con un mayor número de esporas en los ambientesabiertos y se le considera una causa importante de alergia res-piratoria (Figura 22). Un estudio realizado en Cádiz durante elaño 1989 detectó un total de 340,60 esporas de Alternaria pormetro cúbico, con un pico máximo en la semana 43 en el quese alcanzaron 82,10 esporas por metro cúbico.

La posibilidad de que una persona inhale esporas fúngicas,tanto en ambientes abiertos como cerrados, es elevada. Lasrespuestas alérgicas a los hongos se relacionan de una mane-ra más directa con las esporas fúngicas que con la presenciade restos miceliares u otras células fúngicas. Las respuestas acada tipo de espora difieren según las personas y los alérge-nos fúngicos presentan una gran variabilidad en la severidadde la respuesta alérgica que provocan. Aunque la concentra-ción en el aire de Cladosporium es mayor, hay más personasalérgicas a Alternaria que a Cladosporium y las respuestas sonmás severas contra Alternaria. De hecho, la sensibilización aalérgenos fúngicos y la exposición a esporas de hongos aero-vagantes se han asociado con episodios severos de asma yparece existir una mayor mortalidad en aquellos pacientes consensibilización a Alternaria alternata. No siempre es posibleestablecer una relación directa entre los recuentos de esporasfúngicas en la atmósfera y la presencia de sintomatología alér-gica. Esto puede deberse a diferentes factores como el uso demétodos inadecuados de muestreo del aire o un equipo ina-decuado. Los estudios realizados con niños alérgicos handemostrado que el riesgo de sintomatología respiratoriaaumenta de 1,5 a 3,5 veces cuando viven en casas con por-centajes elevados de humedad o donde se demuestra el cre-cimiento de hongos, de forma similar a lo observado enambientes donde los niños están expuestos a humo de taba-co y otros contaminantes ambientales. Se considera que estosproblemas de humedad y crecimiento fúngico afectan a un20–50% de las casas y se asocian a un mantenimiento inade-cuado de los sistemas de calefacción, ventilación o de aireacondicionado, todos ellos factores importantes para el creci-miento fúngico.

Las condiciones óptimas para el crecimiento de los hongosse producen con un tiempo caluroso y con una humedad rela-tiva elevada. En los bosques, los hongos crecen en troncos yvegetación putrefactos, especialmente en áreas húmedas y ensombra. En los hogares, son más frecuentes en los sótanos yarmarios húmedos, cuartos de baño, frigoríficos, colchones,contenedores de basura y muebles tapizados. Algunas espo-ras fúngicas son propulsadas a la atmósfera por procesos quedependen de la presencia de agua y aumenta su concentra-ción aérea durante los períodos de humedad y lluvia, mientrasque otras son transportadas libremente por el viento en días

Figura 22. Conidios de Cladosporiumherbarum. Tinción Azul de algodón,x400 aumentos.

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secos y ventosos. Este polvo orgánico puede sedimentarse endiferentes superficies o puede ser inhalado por el ser humanou otros animales y depositarse los conidios en superficiesmucosas respiratorias o en la conjuntiva. La exposición repe-tida a estos propágulos fúngicos aumentan el riesgo de que sedesarrollen reacciones alérgicas específicas contra antígenosfúngicos.

Los hongos son una causa importante de alergia estacionaly las personas alérgicas pueden presentar sintomatologíadesde la primavera hasta el otoño. Las épocas del año conmás sintomatología suelen coincidir con los meses del verano.A diferencia de los pólenes, los hongos suelen persistir inclu-so después de las heladas y algunos pueden crecer a menosde 0 °C, aunque la mayoría permanecen en un estado laten-te. La nieve reduce la concentración de conidios pero no loselimina completamente. Con el inicio de la primavera, empie-zan a crecer sobre las plantas que no han podido resistir el fríoinvernal. En las zonas más templadas, los hongos pueden per-sistir en el exterior a lo largo de todo el invierno, provocandouna alergia perenne como los hongos que crecen en el interiorde las casas en los climas más fríos. Los alérgenos fúngicospueden ingerirse con los alimentos como quesos procesadospor hongos, champiñones, hortalizas, frutas deshidratadas,alimentos que contienen levadura, salsa de soja o vinagre(Figura 23).

La sensibilización a los alérgenos de los hongos es bastan-te común y particularmente entre personas con asma. EnEE.UU. se considera que alrededor del 4% de la población estásensibilizada con alérgenos de Alternaria alternata y se haobservado que el 80% de los pacientes asmáticos muestranreactividad cutánea frente a antígenos de uno o más hongos.Los estudios realizados por D’Amato y colaboradores en 1997en Europa, con pruebas cutáneas usando extractos deAlternaria y Cladosporium, mostraron valores muy variables,desde el 3-4% de Portugal y los países escandinavos al 20%en España. El número de asmáticos con sensibilización a alér-genos fúngicos parece estar aumentando. En Hungría, porejemplo, ha aumentado de 10,6% en 1977 a 38,5% en 1988,aunque esto puede asociarse al aumento de la potencia de losextractos fúngicos empleados en las pruebas intradérmicas ya la mejora de los estudios realizados.

Se han descrito dos tipos de reacciones de hipersensibili-dad resultado de la exposición a alérgenos fúngicos: las reac-ciones de hipersensibilidad de tipo I y de tipo III de Gell yCoombs. Por otra parte, se ha observado la presencia de reac-ciónes de hipersensibilidad de tipo IV en el transcurso deinfecciones por dermatofitos y en candidiasis mucocutáneas.Sin embargo, las reacciones de hipersensibilidad de tipo II seencuentran muy raramente en las alergias a hongos.

La reacción excesiva del sistema inmune se va adquiriendodespués de exposiciones prolongadas a concentraciones ele-vadas de antígenos de hongos durante meses o años.Sin embargo, una vez que el sistema inmune ha sido sensibi-lizado, la reacción de hipersensibilidad se desencadena con laexposición a mínimas cantidades del alérgeno específico.La alergia de tipo I a los hongos no es tan frecuente e impor-tante como la desarrollada frente a otros alérgenos inhalados.Se estima que alrededor del 8% de los adultos y entre el 20 y

Figura 23. Alteraciones en la superficiede zanahorias causadas por Alternaria.(Cortesía del Dr. Alberto Martínez).

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el 25% de los niños con alergia respiratoria son hipersensiblesa antígenos de hongos. Los estudios epidemiológicos hacensuponer que la alergia fúngica en los niños es un fenómenotransitorio, asociado posiblemente con la inmadurez del siste-ma inmune infantil. El desarrollo de una hipersensibilidad detipo I implica en la mayoría de los enfermos una predisposi-ción genética. Estos pacientes producen una respuesta deanticuerpos IgE en concentraciones más elevadas que las per-sonas no atópicas.

Los alérgenos respiratorios fúngicos suelen ser proteínashidrosolubles presentes en las esporas fúngicas y que sonextraídas de las mismas por los fluidos mucosos de las víasrespiratorias. Los antígenos van a atravesar las barrerasmucosas y van a ser fagocitados por los macrófagos y otrascélulas presentadoras profesionales de antígenos (APC) quedegradan a los alérgenos. Durante la degradación del alérge-no, las APC procesan a estos componentes proteicos para pre-sentárselos posteriormente, bajo restricción de las moléculasdel complejo principal de histocompatibilidad de tipo II (MHCII), a los receptores (TCR) de los linfocitos T cooperadores(CD4+). Los linfocitos B, a través de su receptor específico(BCR), también van a reconocer a los alérgenos. El intercam-bio de señales químicas por mediadores como las interleuci-nas entre linfocitos T cooperadores y linfocitos B va a posibili-tar que las células B se transformen en células plasmáticas yproduzcan anticuerpos de la clase IgE. Esta activación que enpersonas sin alergia produce una respuesta defensiva contralos diferentes agentes infecciosos (bacterias, virus, protozoos,hongos…), en las personas atópicas conlleva una sobrepro-ducción de IgE que produce numerosos efectos indeseables.

En las reacciones de hipersensibilidad de tipo I, como en lafiebre del heno o el asma, tras una primera exposición al alér-geno la persona se sensibiliza, produciendo anticuerpos espe-cíficos contra el antígeno (generalmente IgE), que quedanexpuestos sobre la superficie de mastocitos y basófilos.Después de una segunda exposición al alérgeno, la reacción seproduce muy rápidamente, en pocos minutos. Una sustanciade gran importancia que se libera durante la reacción alérgicaes la histamina. También son liberados otros mediadores quí-micos, como leucotrienos (LTC4, LTD4, LTE4), factor de agre-gación plaquetaria (PAF) y prostaglandinas (como la PGD2).La histamina es un potente mediador de la inflamación y suliberación por mastocitos y basófilos da lugar a una disminu-ción de la tensión sanguínea, una contracción del músculo liso(broncoconstricción, vasoconstricción…) y aumento de lasecreción de las glándulas mucosas. Los mastocitos y losbasófilos son dos tipos celulares relacionados con la liberaciónde histamina. Los anticuerpos IgE producidos por las célulasplasmáticas se unen a los receptores presentes en la superfi-cie de mastocitos (presentes en piel, mucosas y tejidos) ybasófilos (torrente sanguíneo). Ambos tipos celulares contie-nen gránulos con histamina y otros mediadores químicos yuna reacción entre los alérgenos y los anticuerpos IgE sobrelas superficies celulares (entrecruzamiento) provoca elcomienzo de la desgranulación celular y la liberación subse-cuente de mediadores químicos. La histamina produce la con-tracción del músculo liso de los bronquiolos (broncoconstric-ción) que se observa en el asma, la secreción de mayor can-

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tidad de moco en las paredes bronquiales y alveolares, lasecreción de fluido nasal y de lágrimas, con congestión nasaly prurito nasal y conjuntival, y finalmente, la alteración de lapermeabilidad vascular con una disminución de la presión san-guínea (que en raras ocasiones puede conducir a un choquealérgico o anafiláctico). No es infrecuente que exista una fasetardía del proceso. A través de este proceso se producen algu-nas formas de asma extrínseca, rinitis alérgica estacional,urticaria, angioedema, choque anafiláctico y alergia digestiva.Frecuentemente se utiliza el término genérico de alergia comosinónimo de este tipo de hipersensibilidad.

La hipersensibilidad de tipo III se caracteriza por una res-puesta inmune exageradamente anómala que está producidapor la interacción entre alérgenos fijos o circulantes con anti-cuerpos IgG (o IgM). Ello da lugar a la formación de inmuno-complejos que actúan como iniciadores de reacciones bioquí-micas inflamatorias en cascada, como la activación del com-plemento, liberación de mediadores químicos, presentes enlos gránulos de mastocitos y basófilos, y agregación plaqueta-ria. La alveolitis extrínseca alérgica y algunos tipos de asmaestán asociados a reacciones de tipo III. Habitualmente seasocian a enfermedades profesionales que afectan a granjerosy agricultores que manipulan heno u otros forrajes (pulmón de

granjero), cuidadores de palomas (pulmónde cuidador de palomas y otras aves), tra-bajadores de destilerías de whisky (enfer-medad del trabajador de la malta), empre-sas lecheras dedicadas a la fabricación dequesos (pulmón de lavador de quesos) o enpersonas dedicadas a la obtención de leña(pulmón de leñador). Los alérgenos másimportantes suelen ser de procedencia bac-teriana (Actinomyces) y, entre los fúngicos,destacan fundamentalmente Mucor yAlternaria (Figura 24). Los hallazgos inmu-nológicos característicos de las alveolitisalérgicas extrínsecas son los anticuerposprecipitantes séricos específicos contra losantígenos presentes en el material inhalado.

Se detecta IgG por inmunoelectroforesis o por técnicas dedifusión en gel, aunque en el suero del paciente también sepueden detectar IgA e IgM específicas.

La sintomatología se presenta de seis a ocho horas des-pués de la exposición e incluye malestar general, síntomasseudogripales, fiebre, mialgias y artralgias, disnea, pérdida depeso y, posteriormente, sintomatología asmática. Los rasgosmás importantes de la alveolitis alérgica o neumonitis porhipersensibilidad son la afectación bilateral y difusa de bron-quiolos terminales, alvéolos e intersticio pulmonar; inflama-ción constituida por un infiltrado celular mononuclear que fre-cuentemente deriva en la formación de granulomas y fibrosis.

La hipersensibilidad de tipo IV o hipersensibilidad retarda-da (celular) está mediada por linfocitos T sensibilizados quereaccionan con un alérgeno que ha penetrado o ha sido inmo-vilizado en un tejido (mucosa respiratoria, vasos sanguíneos,etc.). Durante la respuesta se generan linfocinas y una res-puesta inflamatoria tisular acompañante. Este mecanismo esprobablemente el responsable de la alveolitis alérgica induci-da por hongos en pacientes expuestos de forma crónica a los

Figura 24. Conidios de Alternaria.Reimpreso de Vieira MR et al., 1998,con permiso de la RevistaIberoamericana de Micología.

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alérgenos fúngicos. Suele aparecer al menos 24 h después delcontacto con el antígeno. También podemos incluir dentro deeste tipo de hipersensibilidad celular a las lesiones denomina-das “ides” que aparecen en lugares distantes al foco de infec-ción cutánea o mucosa por Candida o dermatofitos.

El diagnóstico de la alergia se basa en la historia clínica delpaciente. Las pruebas cutáneas son la mejor forma de confir-mar la sensibilidad a un alérgeno específico. Son selectivas yse realizan a partir de la información que proporciona el his-torial clínico desarrollado por el alergólogo. Las solucionesempleadas en los diferentes estudios alergológicos se realizana partir de extractos de materiales inhalados, ingeridos oinyectados. En la prueba intradérmica o prick test se inyectauna pequeña cantidad del extracto estéril estandarizado. Seconsidera positiva si en 15 min se produce una reacción depápula al menos 5 mm mayor que el control (Figura 25).Sin embargo, la historia clínica y la exposición a los hongossolamente tienen validez cuando se conocen adecuadamentelos patrones de crecimiento de los hongos potencialmente res-ponsables. Cuando es imposible hacer pruebas cutáneasdirectas, se utiliza la denominada prueba radioalergoabsor-bente (RAST), que detecta la presencia de IgE sérica específi-ca frente al alérgeno correspondiente. La cantidad de IgEespecífica se determina añadiendo anticuerpos anti-IgE mar-cados con 125I y midiendo la cantidad de radiactividad quecapta el conjugado. Además, si no hay una correlación ade-cuada entre las pruebas de RAST e intradérmicas, pueden sernecesarias pruebas adicionales de provocación alérgica.Esta prueba actualmente se realiza en sistemas automatiza-dos, bajo la tecnología ImmunoCAP, en sus versiones fluori-métricas o isotópicas. También se utilizan, en menor medida,variantes cromogénicas de esta técnica, denominadas EAST(prueba enzimoalergoabsorbente).

Uno de los mayores problemas que existen en el estudio delas alergias a los hongos es la estandarización de los antíge-nos. Hay variaciones antigénicas importantes relacionadas conlas condiciones externas de crecimiento como el tiempo y latemperatura de incubación, el pH o las concentraciones denitrógeno y carbohidratos en los medios de cultivo empleados.Se añade a esta problemática que los extractos alergénicosempleados en el diagnóstico clínico de la sensibilidad a loshongos se caracterizan por su variabilidad y a menudo sonpoco predecibles en su actividad biológica. Los alérgenos fún-gicos pueden ser recuperados del micelio, de las esporas delhongo o del medio donde se produce su cultivo. Muchos deestos componentes alergénicos son glicoproteínas y se estádesarrollando una importante labor investigadora para cono-cer y purificar los principales alérgenos fúngicos y comprenderla importancia de los componentes glucídicos y proteicos en laalergia. En ausencia de información específica sobre la com-posición cualitativa y la concentración de antígeno en laatmósfera y sin el empleo de extractos uniformes de antíge-nos fúngicos, es difícil de establecer una relación causa efec-to entre exposición a los hongos y alergia respiratoria.

El mejor tratamiento para los procesos alérgicos se basa enevitar la exposición al alérgeno desencadenante de la reac-ción. Sin embargo, este tratamiento casi nunca es posible deforma plena. Merecen una especial consideración las propues-tas realizadas por el Comité de Aerobiología de la Sociedad

Figura 25. Prueba cutánea para eldiagnóstico de la alergia (Cortesía delDr. Alberto Martínez).

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Española de Alergología e Inmunología Clínica a las personasalérgicas a los hongos, como son evitar la humedad en pare-des, armarios, marcos de ventanas (utilizar aparatos deshu-midificadores y pinturas antifúngicas que dificulten el creci-miento de hongos en las paredes), airear las habitaciones confrecuencia, no guardar ropa o zapatos húmedos, deshacersede los desperdicios y basuras domésticas lo antes posible, yno almacenar restos de comida. En los espacios abiertos, elpaciente alérgico debe evitar la presencia de vegetación endescomposición y las zonas de elaboración o transporte degranos y harinas (almacenes y silos) y no manipular directa-mente estos productos.

Existen dos opciones terapéuticas básicas: el tratamientofarmacológico y el inmunológico de hiposensibilización odesensibilización (inmunoterapia) con el propio alérgeno.El tratamiento farmacológico de las alergias a los hongos nose diferencia de otros tratamientos de enfermedades alérgicasy está dirigido principalmente a neutralizar o amortiguar lossíntomas de los cuadros leves o moderados. Entre los fárma-cos que se emplean para el tratamiento de las alergias a loshongos están los descongestivos, los antihistamínicos, los cor-ticosteroides y el cromoglicato. Cuando no puede evitarse unalérgeno o el tratamiento farmacológico es insuficiente paraaliviar los síntomas, puede intentarse la desensibilización conel propio alérgeno, inyectándolo en forma de extracto en dosiscrecientes por vía subcutánea.

Los fármacos descongestivos son generalmente agentesagonistas adrenérgicos (simpaticomiméticos) que actúan pro-vocando una vasoconstricción local que conduce a una redis-tribución del flujo sanguíneo en la mucosa nasal y una reduc-ción del edema, y son eficaces para tratar la congestión nasal.La forma más común de utilización es mediante aerosoles ogotas nasales de rápida acción local, aunque pueden provocarepisodios congestivos de rebote si se abusa. Entre los másempleados se encuentran la fenilefrina, metoxamina, nafazo-lina, oximetazolina, tramazolina y xilometazolina.

Los fármacos antihistamínicos impiden la acción de la his-tamina durante la fase temprana de la reacción alérgica yreducen el prurito nasal, los estornudos, la rinorrea y la con-juntivitis. Se pueden clasificar en sedantes y no sedantes. Lossedantes, producen somnolencia, efectos anticolinérgicos ytienen una menor duración del efecto antialérgico. Entre estosse encuentran la alimemazina, azatadina, clemastina, clemi-zol, ciproheptadina, clorfenamina, difenhidramina, oxatomida,prometazina y triprolidina. Los antihistamínicos no sedantesproducen una menor somnolencia y carecen de efectos anti-colinérgicos. Su administración es en una única dosis diaria yentre éstos se incluyen al astemizol, azelastina, cetirizina,ebastina, fexofenadina, loratadina, mizolastina y terfenadina.El astemizol y la terfenadina han sido asociados a efectos car-diotóxicos cuando se administran en dosis elevadas o se aso-cian a determinados antibióticos y antifúngicos, con los queinteraccionan farmacológicamente. La eficacia antialérgica detodos los antihistamínicos es similar y constituyen un trata-miento básico de las alergias.

El empleo tópico de corticosteroides, en forma de gotas ode aerosoles, permite obtener una reducción de los síntomasnasales. Se les considera como de elección en la prevenciónde la rinitis alérgica moderada o persistente. Son fármacos de

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acción más bien lenta (entre uno y tres días) y tardan variassemanas en alcanzar su mayor efecto. Se recomienda utilizar-los de forma profiláctica un par de semanas antes de que seinicie la máxima exposición al alérgeno. Están disponiblesbeclometasona, budesonida, fluticasona, triamcinolona,mometasona y tixocortol, en forma de aplicación tópica nasal.

Finalmente, el cromoglicato es un inhibidor de la desgra-nulación mastocitaria y su eficacia profiláctica antialérgica esmenor que la de los corticosteroides tópicos pero similar a lade los antihistamínicos. Su acción tarda en desarrollarse, yalcanza un máximo al cabo de dos semanas de tratamiento.Se trata de un medicamento muy bien tolerado pero incómo-do en su dosificación (requiere de cuatro a seis administracio-nes diarias). También puede utilizarse en forma tópica nasalpara el control de la rinitis alérgica.

La utilización de corticosteroides y cromoglicato sódico, asícomo de fármacos broncodilatadores, constituye, según lasrecomendaciones del Grupo de Asma e Hiperreactividad de laSEPAR, el tratamiento básico del asma. En la mayoría de loscasos se emplean corticosteroides inhalados, aunque algunospacientes requerirán ciclos cortos de corticoides orales oincluso tomarlos de forma continuada para el control de sussíntomas. Los corticosteroides inhalados (budesonida,beclometasona y fluticasona) constituyen la terapia preventi-va de primera línea, porque proporcionan beneficios sintomá-ticos y disminuyen la necesidad de emplear broncodilatadores.Las crisis de broncoespasmos que no mejoran con el trata-miento inhalatorio pueden requerir el uso de medicación porvía oral con corticosteroides como prednisolona, metilpredni-sona o betametasona.

La inmunoterapia consiste en la administración de cantida-des crecientes de un alérgeno a un paciente hipersensible aese mismo alérgeno, con la intención terapéutica de modificarla respuesta inmunológica ante la exposición natural almismo. El objetivo es conseguir la disminución de la sintoma-tología mediante la inducción de anticuerpos IgG, anticuerposque no provocan la liberación de mediadores de respuestasalérgicas inmediatas de tipo I (histamina, prostaglandinas,leucotrienos, etc.) al reaccionar con el alérgeno. La IgG actúaen competencia con la IgE y si hay una concentración séricaimportante de IgG, la proporción de antígeno que reaccionacon anticuerpos IgE en la exposición natural disminuye y larespuesta alérgica se atenúa. La eficacia del tratamiento esmayor si la enfermedad es mediada por IgE y si el grado deadaptación de la vacuna al alérgeno es la adecuada. La vacu-na debe ser preparada de forma personalizada ya que lasvacunas específicas para un alérgeno son mucho más eficacesque las vacunas múltiples. Hay una gran variación en la formade expresar la potencia de la vacunas y cada fabricanteemplea un sistema diferente (peso/volumen, unidades denitrógeno proteico, distintos sistemas de unidades biológicas,etc.) que da lugar a cierta confusión. Los sistemas de unida-des sirven para establecer una pauta posológica pero no estándirectamente relacionados con el potencial antigénico de lasvacunas. La pureza del antígeno es una cuestión de estanda-rización y no debe asumirse que el uso de un determinado sis-tema de expresión de la potencia tiene que significar que elpreparado posea mayor calidad o pureza. Es importante teneren cuenta que los preparados de igual composición de distin-

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tos fabricantes no son equiparables. Actualmente está en pro-yecto el establecimiento de reactivos internacionales de refe-rencia que permitan comparar el contenido alergénico de losextractos utilizados por los distintos fabricantes.

El tratamiento de inmunoterapia es gradual y debe comen-zar con dosis pequeñas e ir aumentando progresivamentecada poco tiempo (cada semana o dos semanas), hasta unadosis de mantenimiento que proporcione las concentracionesplasmáticas máximas de IgG. Pueden ser necesarios variosmeses y el estado de hiposensibilidad tiene que ser manteni-do con la administración periódica de la vacuna. Los criteriosa seguir sobre cuándo y cómo se debe suspender el trata-miento son aún materia de debate, pero son buenos candida-tos a esta finalización del tratamiento los pacientes que nomuestran una reacción cutánea positiva al alérgeno y los quehan permanecido sin sintomatología durante uno o dos años.Existe un riesgo potencial de reacciones adversas y aunque elriesgo de reacción grave es muy pequeño si se respeta elaumento progresivo de dosis, es prudente reservar la inmu-noterapia a profesionales experimentados con los mediosnecesarios para un tratamiento de urgencia. Además, lospacientes deben mantenerse en observación los 30 minsiguientes a la inyección y establecer un contacto con los mis-mos durante 24 h.

A diferencia del tratamiento farmacológico, que es sinto-mático, la aplicación de inmunoterapia es la única forma detratamiento causal que puede actuar alterando el curso natu-ral de la enfermedad alérgica, tanto en la aparición de poli-sensibilizaciones como en la evolución de rinitis a asma.

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Descripción micológica

Hongo filamentoso con conidióforos simples, tabicados, encuyo extremo se forman unos conidios muriformes, de colorpardo, con septos transversales y verticales de disposiciónirregular (Figura 26). Por gemación de la célula apical se gene-ra un nuevo conidio, formándose largas cadenas de 10 o másconidios (Figuras 27 y 28).

Colonias de crecimiento rápido (tres o cuatro días), vello-sas, al principio de color gris, después el centro se oscurece(tonos negros más o menos intensos) pero los bordes siguensiendo grisáceos. Reverso de color negro. Tolerante al beno-milo (Figura 29).

Ecología

Es un hongo extremadamente común en abonos, plantas(fresas, crisantemos, tomates, zanahorias y espárragos),pulpa de madera y madera podrida, pero también se encuen-tra en alimentos y tejidos, así como en diferentes tipos desuelo (Figura 23). En los invernaderos con cultivos de crisan-temos y tomates, se aísla de las plantas enfermas o muertaspor su tendencia a habitar sustratos orgánicos en descompo-sición. Produce con frecuencia manchas negras en los toma-tes. Dentro de las viviendas puede aislarse del aire, polvo ylugares con humedad como los marcos de las ventanas, en lasque se produce condensación. Su distribución es universal yse considera que es un hongo de espacios abiertos.

Figura 27. Cadena de conidiosde Alternaria alternata.Microscopía electrónica debarrido, x855 aumentos.

Figura 28. Conidios deAlternaria alternata.

Microscopía electrónica debarrido, x1130 aumentos.

Figura 26. Conidios de Alternariaalternata, x490 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: PleosporalesFamilia: Pleosporaceae

Sinónimos

Alternaria geophilaAlternaria stemphylioidesAlternaria tenuisTorula alternata

Alternaria alternata (Fries) KeisslerAmbos términos proceden del latín alternare alternarius-a-um (alternar)

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Los conidios se aíslan con frecuencia del aire libre durante eltiempo caluroso (alcanzando el pico de máxima concentraciónen los últimos días de verano). El rango de temperatura decrecimiento varía entre 2 y 32 °C, con temperaturas óptimasentre 25 y 28 °C. Entre los metabolitos producidos porAlternaria alternata se encuentran varios que pueden conside-rarse como micotoxinas. Destacan el monometileter de alter-nariol, altertoxinas I y II (toxinas mutágenas), altenueno,altenusina y ácido tenuazónico. Estas toxinas pueden encon-trarse en tomates, manzanas, aceitunas, trigo, sorgo, semillasde girasol y pacana.

Enfermedad humana

Puede provocar lesiones cutáneas y subcutáneas despuésde traumatismos en personas con inmunosupresión. Tambiénes causa de endoftalmitis postquirúrgica y de onicomicosis. Sehan observado infecciones invasoras sistémicas (como ence-falitis) en pacientes con sida. En China se ha sugerido unaasociación entre el ácido tenuazónico y el cáncer esofágicoque también ha sido implicado en enfermedades hemáticasendémicas, como el onyalai (trombocitopenia aguda con lesio-nes hemorrágicas orales), en África. Las lesiones cutáneascuran espontáneamente con la mejora o la resolución de losfactores subyacentes del enfermo. El tratamiento de las infec-ciones invasoras graves es más complicado porque se sumanlas enfermedades severas subyacentes del enfermo con lavariable sensibilidad a los antifúngicos de Alternaria alternata.El tratamiento se basa en la administración intravenosa deconcentraciones elevadas de anfotericina B desoxicolato (o enformulaciones lipídicas o liposomales, como alternativa)durante varias semanas.

Alternaria alternata es uno de los hongos más extensa-mente distribuidos y uno de los principales alérgenos. La frac-ción alergénica más importante es heterogénea y puede indu-cir reacciones de hipersensibilidad en concentraciones muybajas en personas sensibilizadas. Se ha comprobado que exis-te una gran complejidad y variabilidad entre los aislamientosy cepas de esta especie: se han determinado varias fraccionesalergénicas (más de 20 alérgenos diferentes) como Alt a 1(Figura 30), Alt a 2 (aldehido deshidrogenasa), Alt a 5 (enola-sa), Alt a 6 (proteína ribosómica), Alt a 7, Alt a 10, Alt a 11,Alt a 12 y Alt a 22 (enolasa, 47 kDa). Alt a 1 es un alérgenoprincipal que es reconocido por los anticuerpos IgE del 80-90% de los pacientes alérgicos a Alternaria alternata median-te estudios de radioinmunoelectroforesis y el 86% presentareacción cutánea. Alt a 1 es un dímero con dos cadenas uni-das por puentes disulfuro de un peso molecular de alrededorde 30 kDa. Alt a 2 reacciona con los anticuerpos IgE del 60%de los pacientes alérgicos a Alternaria. La enolasa es recono-cida por los sueros de la mitad de los pacientes alérgicosa Alternaria. Enolasas similares se han obtenido deCladosporium herbarum y Candida albicans. Alt a 6, Alt a 7 yAlt a 10 reaccionan con el suero de menos del 8% de lospacientes alérgicos a Alternaria.

La abundancia relativa de los conidios de Alternaria alter-nata en el aire libre y su presencia en las casas con humedadconvierte a este microorganismo en una fuente alergénicaimportante. La exposición a esporas fúngicas se diferencia de

Figura 30. SDS-PAGE teñida con azulde Coomassie e inmunodetección, rea-lizada por incubación con sueros depacientes alérgicos a Alternaria, deextracto de A. alternata (1), Alt a 1natural (2) y Alt a 1 recombinante (3).(M): marcador de masas moleculares.(Cortesía del Dr. Juan A. Asturias).

Figura 29. Crecimiento de Alternariaalternata en agar glucosado deSabouraud durante 14 días a 24 °C.

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la exposición al polen y las cantidades de esporas fúngicas pormetro cúbico son mayores que las de granos de polen (inclu-so 10000 veces más). Además, la exposición es más durade-ra puesto que puede durar meses mientras que la exposicióna pólenes suele durar semanas. Esta exposición intensa y pro-longada a Alternaria alternata se asemeja a la exposición arestos epidérmicos de animales o a los ácaros del polvo y con-tribuye a la cronicidad y severidad del asma en las personassensibilizadas a Alternaria.

La alergia al hongo Alternaria alternata es una causacomún de asma según diferentes estudios epidemiológicos.Un 70% de los pacientes alérgicos a antígenos fúngicos tienepruebas cutáneas positivas con Alternaria alternata, aunquese han descrito reacciones inmunológicas cruzadas con otroshongos como Stemphylium y Curvularia. La alergia aAlternaria se presenta clínicamente como reacciones asmáti-cas de tipo inmediato mediadas por IgE. El asma del panade-ro se considera conectada con la inhalación de conidios deAlternaria presentes en la harina, igual que lo que ocurriríacon el pulmón del trabajador de la pulpa de madera y la inha-lación de esporas presentes en la madera. Se han descritoalgunos casos de alergia mediada por IgG (pulmón de granje-ro) en niños que vivían en granjas. Hopkins, en 1930, descri-bió que una inhalación deliberada de esporas de Alternariaprodujo un ataque de asma en una persona con historia derespuesta asmática en ambientes húmedos. La presencia dereacción cutánea a los antígenos de Alternaria alternata seasocia con un elevado riesgo de cuadros respiratorios alérgi-cos en presencia de esporas de este hongo, principalmente enniños y adultos jóvenes.

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Descripción micológica

Hongo filamentoso con conidióforos cortos (300 x 3-8 µm),de pared lisa, incoloros o ligeramente verdosos, sin tabicar ysin ramificaciones. Nacen de una célula base del micelio,ensanchando al final en una vesícula amplia, coronada deesterigmas en forma de redoma (20 a 30 µm de diámetro)(Figuras 31-33). Esterigmas (6-8 µm) de una sola serie quenacen de la zona media de la cúpula vesicular y cubren par-cialmente la superficie de la vesícula. Conidios verdes oscuros,unicelulares, redondos o seudoesféricos (2-3 µm de diámetro)formando cadenas largas que no se ramifican y permanecenunidos formando columnas (200 a 400 µm de longitud)(Figura 34).

Colonias de crecimiento rápido, planas, vellosas, compac-tas, blancas al comienzo, toman rápidamente un color verdegrisáceo, de aspecto aterciopelado y consistente (Figura 34).La superficie muestra algunos pliegues y mechones vellososblancos. Dorso incoloro que, al envejecer, toma tintes amari-llos o pardos. Su crecimiento es más rápido a 37 °C.

Figura 32. Conidióforo deAspergillus fumigatus.

Microscopía electrónicade barrido,

x1600 aumentos.

Figura 33. Conidióforo y cadenas deconidios de Aspergillus fumigatus.Microscopía electrónica de barrido,x1200 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: EurotialesFamilia: Trichocomaceae

Sinónimos

Aspergillus bronchialisAspergillus phialoseptusAspergillus septatus

Figura 31. Conidióforo deAspergillus fumigatus.Tinción Azul de algodón,x500 aumentos.

Figura 34. Crecimiento deAspergillus fumigatus en agar

glucosado de Sabouraud durante10 días a 24°C.

Aspergillus fumigatus FreseniusDel latín aspergillus-i (aspergilo, hisopo para rociar agua bendita) y fumigatus-a-um (ahumado)

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Ecología

Aspergillus fumigatus es un saprobio cosmopolita que seha aislado prácticamente de cualquier tipo de sustrato, espe-cialmente del suelo y materiales orgánicos en descomposición.A pesar de esta amplia distribución, la concentración de espo-ras en la atmósfera es baja en comparación con otros alérge-nos aerotransportados, como Cladosporium herbarum,Alternaria alternata o diferentes tipos de polen. El polvo de lascasas es un nicho ecológico muy adecuado. La especie es ter-motolerante y es capaz de crecer entre los 12 y los 57 °C.Es capaz de crecer en atmósferas que contengan un 100% deN y tolera atmósferas capnófilas in vitro (10% de CO2).También es capaz de soportar una pasterización a 63 °Cdurante 25 min y provoca un calentamiento del heno y el maízalterado que alcanzan una alta temperatura (50 °C).Este hongo produce un importante número de metabolitosespecíficos que poseen efectos antibióticos y tóxicos, comoesfingofunginas, espinulosina, ferricrocina, festuclavina, filos-tina, fumagilina, fumiclavina, fumifungina, fumigacina (o ácidohelvólico), fumigatina, fumitoxinas, fumitremorgina, fusígeno,gliotoxina, tripacidina, triptoquivalinas, verrucologeno.

Enfermedad humana

Aspergillus fumigatus es un patógeno humano muy impor-tante y puede causar enfermedades invasoras graves en per-sonas inmunosuprimidas. La mortalidad es muy elevada en lasaspergilosis pulmonares necrotizantes o en las aspergilosisdiseminadas. Entre los factores que contribuyen a esta mor-talidad elevada están la gravedad de la enfermedad subya-cente (que suele cursar con neutropenia severa), el diagnós-tico tardío y difícil de la infección y la variable respuesta al tra-tamiento antifúngico tradicional que consiste en anfotericina Bintravenosa o itraconazol intravenoso u oral.

Además, Aspergillus fumigatus puede producir enfermeda-des de componente alérgico. Algunos de los alérgenos descri-tos en Aspergillus fumigatus son Asp f 1 (mitogilina), Asp f 2,Asp f 3, Asp f 4, Asp f 5¸ Asp f 6, Asp f 7, Asp f 8, Asp f 9,Asp f 10, Asp f 11, Asp f 12, Asp f 13, Asp f 15, Asp f 16 (pro-teína de 43 kDa), Asp f 17, Asp f 18 y Asp f 22 (enolasa, 47kDa). La alveolitis alérgica (pulmón de granjero), el asma o larinitis alérgica pueden desarrollarse después de la exposicióna conidios de Aspergillus, como ocurre cuando se trabaja conheno mohoso o como en los casos de estipatosis por inhalar elpolvo de las fibras de esparto -Stipa tenacissima- que contie-nen Aspergillus fumigatus y actinomicetos termófilos.Aspergillus fumigatus es también responsable de muchoscasos de aspergilosis broncopulmonar alérgica y aspergiloma,dos condiciones clínicas en las que dicho hongo actúa comocolonizador bronquial y no un invasor tisular. La aspergilosisbroncopulmonar alérgica desencadena una hipersensibilidadde tipo I además de contar con la acción ocupante de espaciodel crecimiento fúngico. El aspergiloma es un crecimiento fún-gico miceliar en forma de pelota en una caverna preformadadentro del parénquima pulmonar (muchas veces posttubercu-losa). Ambas entidades clínicas pueden presentar signosradiológicos que ayudan en el diagnóstico. En la mayoría delos pacientes (> 81%) con estas presentaciones alérgicas sedetectan anticuerpos IgE que contribuyen al diagnóstico.

Otras especies deAspergillus de interés enpatología humana

Aspergillus flavusAspergillus nigerAspergillus ochraceusAspergillus oryzaeAspergillus terreus Aspergillus versicolor

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Descripción micológica

Hongo dimorfo que presen-ta micelio pigmentado conhifas de las que nacen deforma sésil numerosos coni-dios hialinos (de 2-3 µm) ypiriformes, los cuales, una vezlibres, forman por gemaciónotros más pequeños (Figuras35 y 36). Presencia de artroco-nidios en su sinanamorfoScytalidium.

En cultivo muestra una granvariedad de formas y colores.A 25 °C se desarrolla como colonias blancas o cremosas, perotambién pueden ser amarillas, rosas o parduzcas (Figura 37).Posteriormente se van ennegreciendo hasta casi ser comple-tamente negras. Esta especie tiene dos variedades:Aureobasidium pullulans variedad pullulans, con colonias quepermanencen amarillas, rosas o parduzcas durante tres o mássemanas, y Aureobasidium pullulans variedad melanogenum,con colonias que adquieren muy pronto un color negro o grisoscuro.

Ecología y enfermedad humana

Aureobasidium pullulans es un saprobio de distribuciónmundial, más común en zonas templadas del planeta, que seaísla frecuentemente del suelo, hojas y madera de los árboles.Se aísla con frecuencia de cocinas y baños y puede estropearlas paredes pintadas. Las temperaturas de crecimiento varíande 2 a 35 °C con una temperatura óptima a 25 °C.

Se describe con frecuencia la alergia a Aureobasidiumentre pacientes atópicos, pero su importancia real permaneceincierta. Parece ser causante de algunos casos de asma. Seconsidera un saprobio de piel y uñas y se han descrito casosde onicomicosis, queratitis, peritonitis e incluso infeccionesinvasoras en pacientes inmunocomprometidos.

Figura 36. Hifas y blastoconidiosde Aureobasidium pullulans.Microscopía electrónica de barrido,x1860 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: DothidealesFamilia: Dothioraceae

Sinónimos

Dematium nigrumPullularia pullulansTorula olea

Otros anamorfos

Scytalidium

Teleomorfo

Discosphaerina fulvida(FR Sanderson) Sivanesan

Figura 35. Blastoconidios deAureobasidium pullulans. Microscopíade contraste de fases, x450 aumentos.

Figura 37. Crecimiento deAureobasidium pullulans en agar

extracto de levadura-peptona-glucosa durante 4 días a 24 °C.

Aureobasidium pullulans (de Bary) ArnaudDel latín aureus (dorado), del griego diminutivo de basis βασις a través del latín basidius (base pequeña),y del latín del participio presente de pullulo (que se multiplica, que tiene crías)

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Descripción micológica

Hongo dimorfo que forma largas seudohifas, hifas y blas-toconidios (células gemantes subesféricas de 3-8 x 2-7 µm)(Figuras 38-40). Asimilan y fermentan azúcares. Numerosasclamidosporas unicelulares, redondas u ovaladas, con gruesapared refringente (8-16 µm de diámetro), situadas al final delas hifas, seudohifas o laterales sobre blastoconidios ovalados(Figura 41).

Colonias de crecimiento rápido, circulares, lisas, blancas ocremosas, pastosas y blandas, de bordes precisos, centro lige-ramente prominente, con olor a levadura (Figura 42).

Ecología

Candida albicans está asociada ecológicamente a seresvivos de sangre caliente. Su temperatura óptima de creci-miento es 37 °C. Los tractos digestivo y respiratorio, junto conla mucosa genital (vagina), son los reservorios más importan-tes en los seres humanos y origen de candidiasis endógenas.En estas localizaciones se comporta como un saprobio y suaislamiento no implica por sí solo la presencia de infección.Candida albicans no sobrevive durante mucho tiempo ensuperficies secas pero su supervivencia es mayor cuando hayhumedad y se ha aislado de los cepillos dentales, cremas demanos, cosméticos y ropa.

Enfermedad humana

La asociación entre Candida albicans y alergia es contro-vertida a excepción de las candídides que con escasa frecuen-cia son observadas en pacientes con colonización o infeccióncutaneomucosa por Candida. Sin embargo, las pruebas dereactividad cutánea con extractos de Candida albicans sonpositivas en un elevado número de personas y las pruebasde provocación bronquial han mostrado la reactividad clínicaen algunos pacientes. Se han detectado anticuerpos IgE

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: HemiascomycetesOrden: SaccharomycetalesFamilia: Saccharomycetaceae

Sinónimos

Monilia albicansCandida stellatoidea

Figura 40. Blastoconidios de Candidaalbicans. Microscopía electrónica debarrido, x1560 aumentos.

Figura 38. Blastoconidios y tubosgerminales de Candida albicans.Inmunofluorescencia indirecta,x260 aumentos.

Figura 39. Blastoconidios deCandida albicans. Microscopía de

contraste de fases, x230 aumentos.

Candida albicans (Robin) BerkhoutDel latín candidus (blanco) y albicans, participio presente de albicare (que es blanca)

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en pacientes con rinitis alérgica y asma y en pacientes conurticaria crónica o recurrente se han observado reacciones dehipersensibilidad de tipo I, III y IV. Existe un alérgeno deCandida albicans descrito, Cand a 1.

Candida albicans puede producir infecciones superficialesque afectan a piel, uñas y mucosas. La piel húmeda y lasmucosas oral y vaginal son lugares donde la infección candi-diásica es frecuente. Sin embargo, las candidiasis más graves(candidiasis diseminadas) se observan en personas inmuno-suprimidas o con enfermedades subyacentes que predisponena sufrir esta infección. Durante el embarazo, la vejez o lainfancia son frecuentes las candidiasis superficiales y lo mismosucede en personas portadoras de prótesis dentales y en dia-béticos. En personas con inmunodeficiencias celulares, comolas infectadas por el VIH, es frecuente observar un incremen-to de las candidiasis mucocutáneas por Candida cuando dis-minuye el número de linfocitos T cooperadores (CD4+).Candida albicans es la especie más patógena y su virulenciase debe a un conjunto de atributos relacionados con su habi-lidad para evadir a los mecanismos de defensa del hospeda-dor, de resistir al tratamiento antifúngico, o de lesionar lascélulas y tejidos que invade. Los factores de virulencia estáncontrolados por diferentes genes que se expresan en unnúmero determinado y momento concreto y que determinanel fenotipo y virulencia de cada aislamiento. Entre los genesconocidos asociados a la virulencia de Candida albicans estánel gen de la hexosaminidasa (HEX1), varios genes de protei-nasas aspárticas (SAP1, SAP2, SAP3 y SAP4) y un gen queconfiere capacidad de producir tubos germinales y aumentarla adhesión (αINT1).

Para el tratamiento correcto de las candidiasis se debeintentar eliminar o controlar las enfermedades subyacentes yerradicar la infección mediante el empleo de antifúngicosapropiados. La nistatina y los azoles tópicos, como miconazol,clotrimazol o econazol, son productos útiles en el tratamientode las candidiasis superficiales, mientras que anfotericina B,fluconazol e itraconazol son más eficaces en el tratamiento delas candidiasis invasoras.

Otras especies de Candidade interés en patologíahumana

Candida dubliniensisCandida glabrataCandida guilliermondiiCandida kruseiCandida parapsilosis Candida tropicalis

Figura 42. Crecimiento de Candidaalbicans en agar glucosado de

Sabouraud durante 4 días a 37 °C.

Figura 41. Clamidospora deCandida albicans en agar harinade maíz. Tinción Azul de algodón,x300 aumentos.

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que forma abundantes macroconidios(de 20-40 µm x 6-12 µm) en forma de maza dispuestos enracimos, con pared gruesa y lisa, con extremos romos, quepresentan de dos a cuatro septos (Figuras 46 y 47).Los macroconidios se asientan sobre el conidióforo por unpequeño pedículo. Microconidios ausentes. Hifas en raqueta yclamidosporas en cultivos viejos.

Colonias visibles a los7-9 días, como unmechón de hifas amari-llentas (colonias de 2-3cm de diámetro a losveinte días), con aspec-to aterciopelado, final-mente pulverulento, pla-nas, con centro umbili-cado del que parten sur-cos radiales y color deverde amarillento averde oliva (Figura 48).La zona marginal termi-na en una corona radialblanca. El reverso esamarillento con un cen-tro naranja o amarillo-parduzco (Figura 48). Las colonias se blanquean rápidamentey se vuelven flocosas y estériles.

Ecología y enfermedad humana

Hongo de distribución mundial asociado principalmente alos seres humanos (antropófilo) como productor de dermato-fitosis. Carece de poder patógeno en animales. Esta especiepuede causar diferentes tipos de tiña, principalmentetinea pedis, tinea cruris, tinea corporis y, en menos ocasiones,tinea unguium (onicomicosis), que pueden presentarse comobrotes epidémicos entre miembros de instituciones cerradas ysemicerradas.

Figura 47. Macroconidios deEpidermophyton floccosum.Microscopía electrónica de barrido,x1400 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: OnygenalesFamilia: Arthrodermataceae

Sinónimos

Acrothecium floccosumTrichophyton crurisTrichophyton inguinale

Figura 46. Macroconidios deEpidermophyton floccosum. Tinción Azulde algodón, x270 aumentos.

Figura 48. Anverso (A) y reverso (B)del crecimiento de Epidermophytonfloccosum en agar glucosado deSabouraud durante 19 días a 24 °C.

A B

Epidermophyton floccosum(Harz) Langeron et Milochevitch

Del latín epidermis y éste del griego epidermis επιδερµις (epidermis), del griego phytón φυτον (planta)y del latín floccus (vellón o copo de lana)

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta micelio pigmentado decolor pardo oscuro. Conidióforos simples (de hasta 230 x 5-8 µm), tabicados, con aspecto nudoso y conidios (de 30-128x 9-23 µm) laterales, pardos, ovalados, con pared gruesa ylisa, con 4 a 18 tabiques transversales (más frecuentes entre7 y 9) (Figuras 49 y 50).

Colonias de crecimiento rápido (en cuatro o cinco días),vellosas y grises o parduzcas (Figura 51). Más tarde, miceliocentral, cargado de conidios, aplastado y de coloración negra.Bordes con mucho micelio aéreo de color gris o marrón.Tolerante al benomilo.

Ecología y enfermedad humana

Hongo cosmopolita fitopatógeno de hierbas y cereales,como avena, maíz, caña de azucar, que se aísla con frecuen-cia en los estudios aerobiológicos. Los conidios se liberan endías secos y calurosos y la concentración en el aire es muyelevada en épocas de siega de la hierba. Está asociado a casosde asma, enfermedad broncopulmonar alérgica y fiebre delheno y en estudios realizados en EE.UU. en pacientes pediá-tricos con rinitis y/o asma se observó que alrededor del 30%de los mismos tenían reacción cutánea positiva a Exserohilum.Se han descrito algunos casos de feohifomicosis nasal,queratitis, infecciones cutáneas y subcutáneas, e infeccionesinvasoras, principalmente infecciones broncopulmonares,con diseminación fatal en pacientes inmunosuprimidos.

Figura 51. Crecimiento deExserohilum rostratum enagar de Czapek durante7 días a 24 °C.

Figura 49. Conidios deExserohilum rostratum. TinciónAzul de algodón, x360 (A),x650 (B) y x270 aumentos (C).

Figura 50. Conidios deExserohilum rostratum,

Microscopía electrónica debarrido, x555 aumentos.

A

C

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: PleosporalesFamilia: Pleosporaceae

Sinónimos

Drechslera halodesDrechslera rostrataHelminthosporium halodesHelminthosporium rostratum

Teleomorfo

Setosphaeria rostrataLeonard

Exserohilum rostratum (Drechsler)Leonard & SuggsDel latín exsero (exhibir, mostrar hacia fuera), hilum-i (pequeño punto negro en la extremidad de lashabas) y rostratus-a-um (en forma de pico de ave)

B

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta conidióforos simples, cor-tos, tabicados que terminan con varios macroconidios, alarga-dos y estrechos, curvados y con extremos afilados (de 4-6 x40-60 µm), con cinco a ocho septos transversales y pared finay lisa (Figuras 52 y 53). Microconidios ausentes.

Colonias de crecimiento rápido, vellosas, algodonosas, ini-cialmente blancas, y, en algunos medios de cultivo, con unapigmentación rosa en el centro que difunde a todo el cultivo(Figura 54). Las colonias pigmentadas tienen el centro rosa-naranja intenso, con zona marginal rosa pálido y bordes blan-cos. Reverso de color rosa-naranja intenso.

Ecología y enfermedad humana

Las especies de Fusarium son predominantes en estudiosaerobiológicos en prácticamente todo el mundo. Se distribu-yen en numerosas plantas y están presentes en diferentestipos de suelo. Pueden ser importantes fitopatógenos delarroz, caña de azucar, sorgo y maíz. También pueden afectara plátanos, tomates y melones. Su esporulación es más inten-sa en periodos cálidos y húmedos. Durante los meses fríos oen estaciones secas, las especies de Fusarium sobreviven enlos restos de plantas y el suelo.

Diferentes especies de Fusarium son productoras de mico-toxinas como fumonisina, zearalenona (toxina F2), desoxini-valenol (vomitoxina), nivalenol, y toxinas HT2 y T2. Tambiénse han asociado a diferentes alergias como asma, enfermedadbroncoalveolar alérgica, rinitis perenne, entre otras en niños yde carácter profesional en recolectores de fresas y otros agri-cultores. Cerca de un 15% de los niños con rinitis perennereacciona ante la provocación nasal con Fusarium. La reactivi-dad cutánea a Fusarium culmorum seha observado en pacientes con asma.Este hongo presenta reactividad cruzadacon determinantes antigénicos deAspergillus y Penicillium.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: HypocrealesFamilia: Hypocreaceae

Figura 52. Macroconidios de Fusariumculmorum. Tinción Azul de algodón,x390 aumentos.

Figura 53. Macroconidios deFusarium culmorum.

Microscopía electrónica de barrido,x2010 aumentos.

Fusarium culmorum(W.G. Smith) Saccardo

De los genitivos plurales latinos fusus-i (huso, por la forma de las esporas) y culmus-i (caña)

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Rev Iberoam Micol 200232

Figura 54. Variaciones en la producción de pigmentos por Fusarium culmorum en diferentes medios de cultivo.Anverso (A,C y E) y reverso (B,D y F) del crecimiento en agar de Czapek (A y B), agar patata-glucosa (C y D) yagar glucosado de Sabouraud (E y F) durante 7 días a 24 °C.

A B

C D

E F

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Bial - Arístegui 33

Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta macroconidios abundan-tes, fusiformes, grandes (de 35-110 x 12-25 µm), plurisepta-dos (de 6 a 12 células), de paredes muy gruesas y rugosas(2 µm), con tabiques transversales que circunscriben ampliasceldillas (Figuras 55 y 56). Microconidios piriformes (1–2 µm)habitualmente escasos, en breves racimos o sésiles, que bro-tan lateralmente de la hifa. Hifas en raquetas, escasas espira-les y clamidosporas e hifas pectinadas en los cultivos viejos.

Colonias de crecimiento rápido a 25-30 °C, con micelioblanco, de aspecto lanoso, bordes desflecados (Figura 57).Posteriormente, centro pulverulento. Pigmento muy ligero contonalidades cremas, grises o pardas en cultivos viejos.Reverso con abundante tinte amarillo rojizo (Figura 57).Gran pleomorfismo en los subcultivos.

Ecología y enfermedad humana

Hongo de distribución mundial. Causa de tiña en gatos,perros y monos (llega a alcanzar proporciones epizoóticas).Puede ser también un colonizador del pelaje de los animalespero sin causar sintomatología (ampliamente distribuido entreanimales domésticos). Cuando se transmite al ser humano esuna especie muy contagiosa que da lugar a brotes epidémicosfamiliares o escolares. Provoca tinea capitis y tinea corporis,principalmente en niños. Raramente causa de onicomicosis.En los pacientes con sida las lesionespueden ser extensas, mientras quepuede ser invasor de la dermis enpersonas en tratamiento inmunosu-presor. Produce un ectothrix concélulas pequeñas y fluorescencia conla lampara de Wood de escaso valordiagnóstico.

Figura 57. Anverso (A) y reverso (B) del crecimiento de Microsporum canis enagar glucosado de Sabouraud durante 14 días a 24 °C.

Figura 55. Macroconidios deMicrosporum canis. Tinción Azul de

algodón, x175 aumentos (A) yx 370 aumentos (B).

Figura 56. Macroconidios deMicrosporum canis. Microscopía

electrónica de barrido,x980 aumentos.

A B

A

B

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: OnygenalesFamilia: Arthrodermataceae

Sinónimos

Microsporum audouiniiMicrosporum caninum Microsporum distortumMicrosporum equinum

Teleomorfo

Arthroderma otae(Hasegawa et Usui) McGinnis,Weitzmanm Padhye et Ajello

Microsporum canis (Bodin)Del griego mikrós µικρος (pequeño) y sporós σπορος (semilla, espora) y del latín canis-is (perro)

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta esporangióforos con rami-ficación irregular, en el micelio aéreo. Esporangios esféricos(Figuras 58 y 59). Zigosporas esféricas de paredes lisas.

Colonias de crecimiento rápido, muy vellosas, algodonosas,blancas al principio, después, al fructificar, toman un grisoscuro o pardo (Figura 60).

Ecología y enfermedad humana

Las esporas de este hongo no son muy abundantes en elaire libre, pero lo son más en lugares donde se acumula vege-tación en descomposición y hay un alto grado de humedad, asícomo en el serrín y la leña. También se ha aislado de alfom-bras y del polvo doméstico. Se ha observado que hay unpequeño número de pacientes con reactividad cutánea aMucor sp. También se ha asociado a enfermedad profesionalen peleteros que inhalan las esporangiosporas durante el pro-ceso de fabricación de prendas de piel. Estas esporas proce-den del serrín que se utiliza para el secado de las pieles devisón. Diferentes especies de Mucor son causa de zigomicosisen pacientes inmunosuprimidos.

Posición taxonómica

Phylum: ZygomycotaOrden: MucoralesFamilia: Mucoraceae

Sinónimos

Mucor griseo-ochraceousMucor muroru

Figura 59. Esporangios deMucor mucedo. Microscopíaelectrónica de barrido,x435 aumentos.

Figura 58. Esporangios deMucor mucedo. Tinción Azulde algodón, x60 aumentos.

Figura 60. Crecimiento de Mucor mucedoen agar glucosado de Sabouraud durante7 días a 24 °C.

Mucor mucedo (Linnaeus) FreseniusDel latín mucor-oris (moho, también las flores que aparecen encima del vino echado a perder),y mucedo-inis (mucosidad, enmohecido)

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Bial - Arístegui 35

Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta conidióforos tabicados depared lisa (de 500-800 µm) y ramificados en sus extremos,con métulas compactas (de 9-12 µm) y fiálides en forma debotella (de 6-9 µm), de donde nacen los conidios lisos o lige-ramente verrucosos, elipsoidales (de 2,5-3,5 µm) formandocadenas, sin ramificar, con un aspecto característico de pena-cho o pincel (Figuras 61 y 62).

Colonias de crecimiento moderado, vellosas, aterciopela-das, con colores verdes y fisuras radiales (Figura 63).Incapacidad de crecer a 37 °C.

Enfermedad humana

Puede ser una causa infrecuente de bola fúngica enpacientes trasplantados.

Figura 63. Crecimiento de Penicilliumbrevicompactum en agar de Czapekdurante 7 días a 24 °C.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: EurotialesFamilia: Trichocomaceae

Figura 61. Conidióforos de Penicilliumbrevicompactum. Tinción Azul dealgodón, x210 (A) y x150 (B) aumentos.

Figura 62. Conidióforos de Penicilliumbrevicompactum. Microscopía electrónicade barrido, x880 aumentos.

A

B

Penicillium brevicompactum DierckxDel latín penicillum-i (pincel), brevis (breve) y compactus-a-um (unido, junto)

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta conidióforos tabicados depared lisa (200-300 µm), ramificado al final, con métulas(de 8-12 µm) y fiálides en forma de botella (de 7-12 µm),donde nacen conidios lisos, elipsoidales (de 2,5-4 µm) azuleso verde-azulados en cadenas, sin ramificar, con un penacho opincel característico (Figuras 64 y 65).

Colonias de crecimiento rápido, vellosas, aterciopeladas,verdosas con una corona radial ancha y blanca, a 25 °C (nocrecen o crecen pobremente a 37 °C) (Figura 66). Puedehaber gotas de exudado sobre la superficie de la colonia.Reverso habitualmente amarillento o cremoso. Esporulaciónabundante. Olor aromático, especiado o afrutado (a manzanao a piña).

Ecología y enfermedad humana

Es el hongo productor de penicilina más conocido y tambiénpuede producir algunos alcaloides como la roquefortina C,meleagrina y chrisogina. Está ampliamente distribuido enla naturaleza, suele formar colonias verdeazuladas sobre elpan duro y los cítricos, y sus esporas se encuentranfrecuentemente en el polvo doméstico. Se encuentra confrecuencia en los edificios húmedos y mohosos dondedeteriora diferentes materiales de construcción, entre los queresaltan el papel de decoración (crece bien en la cola emplea-da para su adhesión a las paredes). No muestra una notablevariación estacional. Las máximas concentraciones de conidiosen el aire se alcanzan en invierno y primavera (mayores en lasáreas urbanas que en las rurales). Su temperatura óptima decrecimiento es de 23 °C, pero crece entre 5 y 37 °C.Es alimento de ácaros como Acarus siro y Tyrophaguspultrescentiae.

Puede encontrase colonizando las vías respiratorias depacientes con alergias respiratorias y producir reactividadcutánea. Se han descrito casos de otomicosis, endoftalmitis,queratitis, infecciones cutáneas, esofagitis, neumonías necro-tizantes o infecciones diseminadas en pacientes con neopla-sias o inmunodepresión.

Figura 65. Conidióforo dePenicillium chrysogenum.Microscopía electrónica de barrido,x3610 aumentos.

Figura 66. Crecimiento dePenicillium chrysogenum en

agar glucosado de Sabourauddurante 7 días a 24 °C.

Figura 64. Conidióforo de Penicilliumchrysogenum. Tinción Azul de algodón,x425 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: EurotialesFamilia: Trichocomaceae

Sinónimos

Penicillium cyaneofulvumPenicillium griseoroseumPenicillium meleagrinumPenicillium notatum

Penicillium chrysogenum ThomDel latín penicillus (pincel) y del griego chrysós χρυσος (dorado, amarillo) y genos γενος (linaje, origen)

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Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: EurotialesFamilia: Trichocomaceae

Sinónimo

Penicillium frequentans

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta conidióforos tabicados yno ramificados (de 25-150 µm), terminados en un grupo defiálides en forma de botella, de donde nacen los microconidiosformando cadenas, sin ramificar, en forma de penacho o pin-cel característico (Figuras 67 y 68).

Colonias de crecimiento rápido, vellosas, aterciopeladas,de colores verdes (Figura 69).

Ecología y enfermedad humana

Tiene una distribución mundial y se ha aislado de práctica-mente todo tipo de sustratos, especialmente suelo, especias,hierba, compost, cereales, papel, pintura e incluso gasoil.Es muy común aislarlo en el aire del interior de casas y fábri-cas. La temperatura óptima de crecimiento es 25 °C y nocrece a 37 °C. Puede producir citromicetina, una toxina queprovoca daño hepático. Se han descrito algunos casos de alve-olitis alérgica por Penicillium glabrum (suberosis) entre elpersonal de fábricas de corcho.

Figura 69. Crecimiento dePenicillium glabrum en agar

glucosado de Sabourauddurante 14 días a 24 °C.

Figura 67. Conidióforos dePenicillium glabrum.

Tinción Azul de algodón,x485 aumentos.

Figura 68. Conidióforos dePenicillium glabrum.Microscopía electrónica debarrido, x690 aumentos.

Penicillium glabrum (Wehmer) WestlingDel latín penicillus (pincel) y glaber-bra-brum (sin piel, depilado)

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Descripción micológica

Hongo filamentoso que presenta esporangióforos sin rami-ficar (de hasta 2 mm x 20 µm), de color pardo oscuro quenacen de un nudo de rizoides bien desarrollados (Figura 70).Esporangios esféricos negros (de hasta 275 µm de diámetro)con columela (Figuras 70 y 71). Esporangiosporas negras de 8a 15 µm. Abundantes rizoides y zigosporas esféricas de paredgruesa, desnuda (de hasta 200 µm de diámetro).Clamidosporas ausentes.

Colonias de crecimiento rápido (cubren prácticamente todala superficie de la placa en tres días a 25 °C) de aspecto con-sistente, con denso micelio aéreo, algodonosas, al principioblancas, después gris oscuras (micelio rojizo, grisáceo omarrón) (Figura 72). Se reconoce fácilmente por sus espolo-nes hialinos o parduzcos, sus rizoides numerosos y pardos ysus esporangios negros y lustrosos (brillantes).

Ecología y enfermedad humana

Rhizopus stolonifer es uno de los mucorales más frecuen-tes y tiene una distribución amplia en todo el planeta. Su tem-peratura de crecimiento va desde los 10 hasta los 33 °C, conuna temperatura óptima de 25 °C. Se encuentra con frecuen-cia en suelos con arena, en el compost, en el polvo de lascasas, en la pulpa de la madera, estiércol, panales de abejas,nidos y plumas de aves y en diferentes frutos y semillas.Las esporas de estos hongos no son abundantes en el airelibre, aunque su frecuencia aumenta en lugares donde hayhumedad y se acumula vegetación muerta.

La exposición a concentraciones elevadas de esporangios-poras de Rhizopus se ha descrito como causa de alveolitisalérgica extrínseca (pulmón de serrador) en serrerías suecas.

Se ha observado una pequeña proporciónde pacientes con reactividad cutánea a Rhizopusstolonifer. Puede ser un patógeno oportunista enpersonas inmunosuprimidas y se han descritocasos de micosis rinocerebrales en diabéticos.

Figura 70. Esporangióforo conesporangio (A) y esporangiosporas (B)de Rhizopus stolonifer. Tinción Azulde algodón, x50 (A) y x60 (B) aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: ZygomycotaOrden: MucoralesFamilia: Mucoraceae

Sinónimos

Rhizopus artocarpiRhizopus nigerRhizopus nigricans

Figura 72. Crecimientode Rhizopus stolonifer

en agar glucosadode Sabouraud durante

2 días a 24 °C.

Rhizopus stolonifer(Ehrenberg: Fries) VuilleminDel griego rhíza ριζα (raíz) y poûs πους (pie) y del latín stolo-onis (vástago, retoño) y fero (portar)(que en el pie de la raíz lleva un vástago)

B

A

Figura 71. Esporangio (A) yesporangiosporas (B) deRhizopus stolonifer.Microscopía electrónicade barrido, x315 (A) y x915 (B)aumentos.

A

B

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Descripción micológica

Hongo levaduriforme que presenta células alargadas, glo-bosas a elipsoidales con gemaciones o blastoconidios multila-terales (de 3-10 x 4,5-1 µm) (Figuras 73 y 74). Ascos conhasta cuatro ascosporas esféricas o elipsoides y de pared lisaen su interior.

Las colonias en agar glucosado de Sabouraud son cremo-sas, blandas y glabras como las formadas por Candida(Figura 75).

Ecología y enfermedad humana

Saccharomyces cerevisiae (“levadura de la cerveza”) es unhongo ambiental común y es un componente transitorio de lasmicrobiotas digestiva y cutánea humanas. Se utiliza amplia-mente en la elaboración de vino, cerveza, pan y otros alimen-tos. Se han descrito casos de fungemia y endocarditis enpacientes con neoplasias (leucemias), receptores de trasplan-tes o infectados por el VIH y peritonitis en pacientes en diáli-sis ambulatoria crónica. También se le ha asociado con vulvo-vaginitis indistinguibles de las producidas por Candida. Seaísla con frecuencia en muestras fecales de receptores detrasplante de médula ósea. Saccharomyces cerevisae (comoSaccharomyces boulardii) se ha empleado en el tratamientode problemas gastrointestinales con presencia de diarrea.

Figura 75. Crecimiento deSaccharomyces cerevisiae enagar glucosado de Sabouraud

durante 2 días a 24 °C.

Figura 73. Levaduras deSaccharomyces cerevisiae.Microscopía de contraste de fases,x580 aumentos.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: HemiascomycetesOrden: SaccharomycetalesFamilia: Saccharomycetaceae

Sinónimo

Saccharomyces boulardii

Figura 74. Levaduras deSaccharomyces cerevisiae.Microscopía electrónica de barrido,x7040 aumentos.

Saccharomyces cerevisiaeMeyen ex Hansen

Del griego sákchar σακχαρ−αρος (latín saccharum, azúcar) y mykes µυκης (hongo)y del latín cerevisia (cerveza)

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Rev Iberoam Micol 200240

Descripción microbiológica

Bacteria grampositiva, no ácido-alcohol resistente, termó-fila, que presenta filamentos largos y ramificados, de 1-2 µmde diámetro, con fragmentación múltiple, y esporas redonde-adas que se agrupan en cadenas (Figuras 76 y 77).

Colonias lisas, lampiñas de color blanco o crema (Figura 78).

La identificación de este microorganismo es dificultosa por-que sus características fenotípicas son muy variables y laspruebas microbiológicas tradicionales no son precisamente lasmás adecuadas para la identificación de actinomicetos. El aná-lisis de ácidos grasos es muy útil pero no está al alcance de lamayoría de los laboratorios. El crecimiento óptimo a 55 °C(termotolerancia), la morfología de las colonias (filamentosasde color beige a naranja-marrón), la morfología microscópicacon células alargadas en forma de micelio con cadenas deesporas, el crecimiento en cloruro de sodio al 10% y la reac-ción inmunológica con anticuerpos de sueros (antigenicidad oinmunogenicidad de los aislamientos) de pacientes con pul-món de granjero son las pruebas de identificación más útiles.Las especies de Saccharopolyspora forman ácido meso-diami-nopimélico y carecen de ácidos micólicos en sus paredes celu-lares. La diferenciación entre especies se basa en su morfolo-gía macróscópica (apariencia de las colonias) y microscópica(presencia de células alargadas, filamentos, disposición de lasesporas), en especial, en el número de esporas y el tipo deproducción de esporas.

Ecología y enfermedad humana

Saccharopolyspora rectivirgula se aísla con frecuencia degraneros contaminados (heno y otras hierbas de forraje),vaquerías, turberas y plantas de compostaje. Es uno de losagentes etiológicos más importantes en Europa yNorteamérica del pulmón de granjero. La estipatosis es unaneumonitis alérgica al polvo de las fibras de esparto (Stipatenacissima) que contiene Aspergillus fumigatus y actinomice-tos termófilos, como Saccharopolyspora rectivirgula yThermoactinomyces vulgaris. Se ha observado la unión espe-cífica de anticuerpos IgG2 de pacientes con pulmón de gran-jero a los antígenos de Saccharopolyspora rectivirgula (glico-proteínas con residuos manosa, glucosa y galactosa).

Posición taxonómica

Dominio: BacteriaPhylum B XIV: ActinobacteriaClase I: ActinobacteriaSubclase V: ActinobacteridaeOrden I: ActinomycetalesSuborden X: PseudonocardineaeFamilia I: PseudonocardiaceaeGénero IX: Saccharopolyspora

Sinónimos

Micropolyspora faeniMicropolyspora rectivirgula

Saccharopolyspora rectivirgula(Kurup & Agre) Korn-Wendisch et al. Del latín saccharum (azúcar), del griego poly πολυς−πολλη−πολυ(mucho) y spóros σπορος (semilla, espora)y del latín rectus-a-um (recto) y virgula-ae, diminutivo de virga (vara)

Figura 78. Crecimiento deSaccharopolyspora rectivirgula en

medio CYC durante 3 días a 50 °C.

Figura 77. Esporas de Saccharopolysporarectivirgula. Microscopía electrónica debarrido, x9400 aumentos.

Figura 76. Filamentos y cadenas deesporas de Saccharopolyspora rectivirgula.Tinción de Gram, x640 aumentos.

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Bial - Arístegui 41

Descripción micológica

Hongo filamentoso caracterizado por producir conidiosmuriformes (de 27-42 µm), solitarios, con color variablede ligeramente marronáceo a negro, tienen una constriccióncentral típica y pared que puede ser lisa o rugosa.Conidióforos dematiáceos simples o ramificados, percurrentes,septados con un ápice engrosado donde nacen los conidios(Figuras 79 y 80).

Las colonias son de crecimiento rápido, con aparienciaalgodonosa y una coloración verdosa, ligeramente marrón eincluso negra (Figura 81).

Ecología y enfermedad humana

Stemphylium junto con Alternaria es uno de loshongos alergénicos cosmopolitas más comunes enel hemisferio norte, sobre todo en sus zonas tem-pladas y subtropicales. Ambos hongos compartenfracciones alergénicas. Se ha aislado de suelos debosques, praderas, cultivos de trigo y otros cerea-les, cultivos de cítricos y cafetales. Su asociacióncon diferentes cuadros alérgicos respiratorios hasido observada en múltiples estudios. No se handescrito infecciones humanas por este hongo.

Figura 79. A: Conidios deStemphylium botryosum. TinciónAzul de algodón, x400 aumentos;B: detalle de los macroconidios,x700 aumentos.

Figura 81. Crecimiento deStemphylium botryosum en agar

patata glucosa durante 9 díasa 24 °C.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: PleosporalesFamilia: Pleosporaceae

Teleomorfo

Pleospora herbarum(Pers.) Rabenh.

Stemphylium botryosum WallrothDel griego stemphilos στεµφυλιον (madre, orujo, zurraga, del aceite o del vino, también masa de racimosprensados) y botrios βοτρυων (racimo de uvas)

A

B

Figura 80. Conidios de Stemphyliumbotryosum. Microscopía electrónica debarrido, x740 (A) y x1500 aumentos (B).

A

B

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Rev Iberoam Micol 200242

Descripción microbiológica

Bacteria grampositiva, no ácido-alcohol resistente, termó-filo, que crece en filamentos largos y ramificados, de 1-2 µmde diámetro, con fragmentación múltiple (Figura 82). Esporasredondeadas. Colonias de color blanco con surcos radiales enla superficie (Figura 83).

La termotolerancia expresada como crecimiento a 50 °Ce incluso a temperaturas más elevadas es una característicapatognomónica de todas las especies de actinomicetospatógenos. Forman ácido meso-diaminopimélico y carecen deácidos micólicos en sus paredes celulares. La diferenciaciónentre especies se basa en su morfología macroscópica(apariencia de las colonias - incoloras o blanquecinas, lisas,lampiñas-) y microscópica (presencia de células alargadas,micelio, disposición de las esporas), en especial, en elnúmero de esporas y el tipo de producción de esporas(endosporas únicas en los esporóforos tanto de las hifasaéreas como de las nutritivas).

Ecología y enfermedad humana

Thermoactinomyces vulgaris está asociado a la enfermedadpulmonar alérgica profesional denominada bagazosis que sepresenta en trabajadores expuestos a la inhalación de polvosde bagazo de caña enmohecido. El bagazo es el residuo deltallo o cuerpo de la caña de azúcar (Saccharum officinarum)que queda después de que se le ha exprimido el jugo.Cuando está viejo y seco se enmohece y puede contenercantidades enormes de esporas (240 a 500 millones porgramo de peso) que se liberan al ambiente, sobre todocuando se maneja y transporta, o cuando se rompe, se triturao muele.

Posición taxonómica

Dominio: BacteriaPhylum BIII: FirmicutesClase III: BacilliOrden I: BacillalesFamilia IX: Thermoactino-

mycetaceaeGénero I: Thermoactinomyces

Thermoactinomyces vulgaris TsilinskyDel griego thermós θερµος−η−ον (calor), actino ακτις−ινος (rayo) y mykes µυκης (hongo)

Figura 83. Crecimientode Thermoactinomycesvulgaris en medio CYCdurante 2 días a 50 °C.

Figura 82. Filamentos yesporas deThermoactinomycesvulgaris. Tinción de Gram,x580 aumentos.

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Bial - Arístegui 43

Descripción micológica

Hongo filamentoso con microconidios piriformes (de 3-5,5x 2-3,5 µm), sésiles sobre las hifas formando racimos(Figuras 84 y 85). Macroconidios muy escasos (de 40-55 x 6-7,5 µm), con varios tabiques, de formas irregulares, de paredfina y lisa, al final de la hifa (Figuras 84 y 85). Abundan lasclamidosporas intercalares, presencia de hifas en raqueta yausencia de filamentos espirales.

Crece bien en la mayoría de los medios de cultivo comu-nes. Suele formar dos tipos de colonias: unas rojizas enanverso y reverso y las otras blancas con el reverso de colorrojizo (pigmento rojo frecuente) (Figura 86). Crecimiento rápi-do, aspecto finamente velloso, que va tomando un aspectoaterciopelado. La superficie presenta surcos radiales poco pro-fundos. Los bordes suelen ser netos y las prolongacionesradiales le dan aspecto desflecado. Cuando las coloniasson blancas presentan mayor micelio aéreo que les daun aspecto algodonoso. El reverso se tiñe del pigmentorojo que se difunde hasta los bordes formando una fran-ja roja que rodea la masa blanca central.

Ecología y enfermedad humana

Hongo antropófilo que provocalesiones, tanto endothrix comoectothrix, en el pelo. Agente máscomún de dermatofitosis: tineapedis, tinea corporis y onicomicosis,con lesiones eritematosas, pocoinflamatorias, pruriginosas que pueden ser rebeldes al trata-miento. Son lesiones que cursan de un modo crónico y sin ten-dencia a la curación espontánea. Su presencia en cuero cabe-lludo o barba es excepcional. Este hongo provoca una escasareacción alérgica en los pacientes infectados. La prueba de latricofitina resulta ligeramente positi-va a las 2 h y se mantiene durante24 h. Se han determinado variasfracciones alergénicas como Tri r 2 yTri r 4.

Figura 84. Macroconidios y micro-conidios de Trichophyton rubrum.

Tinción Azul de algodón, x60 (A) yx360 aumentos (B).

Figura 86. Anverso (A) y reverso (B) del crecimiento de Trichophyton rubrum enagar glucosado de Sabouraud durante 19 días a 24 °C.

Posición taxonómica

Phylum: AscomycotaClase: EuascomycetesOrden: OnygenalesFamilia: Arthrodermataceae

Sinónimos

Trichophyton megniniiTrichophyton purpureumTrichophyton vinosum

Figura 85. Macroconidios y micro-conidios de Trichophyton rubrum.

Microscopía electrónica de barrido,x1450 aumentos.

Trichophyton rubrum(Castellani) Sabouraud

Del griego thríx θριξ−τριχος (pelo) y phytón φυτον (planta) y del latín rubrus-a-um (rubro, rojo)

A

B

A B

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Rev Iberoam Micol 200244

Descripción micológica

Hongo levaduriforme con células alargadas fusiformes(3 x 6 µm) que emiten blastoconidios, algunos permanecenunidos a la célula madre simulando cortas seudohifas(Figura 87).

Colonias de crecimiento muy lento (dos o tres semanas),aspecto cremoso, húmedo, lampiñas y de color blanco que,con el tiempo, se vuelven amarillas (Figura 88). Al envejecer,la superficie se pliega y toma un aspecto membranoso.

Ecología

Hongo de distribución mundial y patógeno de plantas orna-mentales y de cultivo (avena, maíz y trigo). Es una de lascausas del tizón o carbonilla del maíz y trigo. Se acumulaen máquinas y herramientas de cosecha y trilla. El polvoorgánico que forma es potencialmente explosivo.

Enfermedad humana

Ustilago tritici se ha asociado con casos de asma yalveolitis alérgica extrínseca.

Posición taxonómica

Phylum: BasidiomycotaClase: UstomycetesOrden: UstilaginalesFamilia: Ustilaginaceae

Sinónimo

Ustilago muda

Ustilago tritici (Pers.) Rostr.Del latín ustilago-onis (cardo salvaje) y triticum (trigo)

Figura 88. Aspecto deuna colonia de Ustilagotritici en agar glucosado

de Sabouraud durante21 días a 24 °C

(diámetro ≈ 1 cm.).

Figura 87. Seudohifas deUstilago tritici. Tinción conAzul de algodón,x300 aumentos.

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