40820002

  • Upload
    sarcle

  • View
    214

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/24/2019 40820002

    1/2

    Ciervo 96, S.A. is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to El Ciervo.

    http://www.jstor.org

    Andrs Torres Queiruga El cristianismo en el mundo de hoyAuthor(s): Andrs Torres QueirugaSource: El Ciervo, Ao 41, No. 494 (MAYO 1992), p. 34Published by: Ciervo 96, S.A.Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40820002Accessed: 18-02-2016 04:56 UTC

    Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

    JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of contentin a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship.For more information about JSTOR, please contact [email protected].

    This content downloaded from 200.52.254.249 on Thu, 18 Feb 2016 04:56:33 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

    http://www.jstor.org/http://www.jstor.org/publisher/ciervohttp://www.jstor.org/stable/40820002http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/stable/40820002http://www.jstor.org/publisher/ciervohttp://www.jstor.org/
  • 7/24/2019 40820002

    2/2

    Andres Torres

    Queiruga

    "El

    cristianismo

    en el mundo de hoy"

    cuaderno ha nacido

    como,

    en

    rigor,

    ebiera nacer

    toda

    obra: de

    una fecundacin. La invitacin

    participar

    n el

    "III

    Forum:

    Cristianisme

    mon

    d'avui",

    en

    Valencia,

    cay

    como una

    semilla

    sobre una

    preocupacin que

    me

    trabajaba

    -que

    me

    trabaja- muy

    ntima-

    mente:

    l

    papel

    dei cristianismo n el mun-

    do de

    hoy.

    Dos

    mil

    anos

    de historia son muchos

    anos.

    Encima,

    despus

    dei intento e

    pri-

    mavera conciliar,parece haberse instala-

    do de

    nuevo un crudo invierno nstitucio-

    nal,

    ue

    KarlRahner emia

    y

    de

    algn

    modo

    predijo.

    En

    estas

    circunstancias,

    as cues-

    tiones se vuelven -sin retrica-

    angustio-

    sas.

    ^Significa

    el cristianismo

    lgo

    real

    y

    verdadero

    para

    los hombres

    y mujeres

    de

    hoy?

    ^Conservan

    sus

    gestos,

    palabras

    e

    instituciones

    lgo

    no

    ya

    de su

    impacto

    re-

    volucionrio,

    ino ai menos dei

    mensaje

    vivode su

    experincia

    original?

    Existe

    to-

    davia

    esperanza para

    los

    que,

    desde den-

    tro,

    detectan

    Ia contradiccin

    y

    viven Ia

    tension?

    La reflexion e centra en trs direccio-

    nes concretas.

    La primera, emite Ia propia identidad:

    ai sentido mismo

    de la

    religion.

    sta tiene

    que

    volver verse no como

    algo

    externo

    cado

    dei

    cielo,

    ajeno

    e

    indiferente Ia

    preocupacin

    y

    a

    pregunta

    humanas.

    Una

    religion

    olo tiene entido

    si

    aparece

    como

    radical

    y

    carnalmenteterrena:

    respuesta

    salida -como todas Ias verdaderas res-

    puestas-

    de

    Ia misma entrana de

    Ia hu-

    manidad. Lo

    que

    Ia

    distingue

    es

    su des-

    cubrimiento

    de

    que

    esta entrana est

    habitada

    y

    acompanada por

    un Dios

    que

    Ia sustenta con amor

    y

    trata de

    guiaria

    en

    el ms

    exquisito respeto

    a su libertad.

    La

    segunda

    direccin Ileva a Ia comu-

    nidad como tal. Es -ai menos

    por

    el

    mo-

    mento- el puntocentralydecisivo. Como

    cualquiera

    otra

    experincia, ampoco

    Ia re-

    ligiosa

    puede

    conservarse

    en la historia

    i

    no se

    institucionaliza. s

    decir,

    i no

    cuen-

    ta con el

    soporte

    de una comunidad

    que

    la

    haga

    visible n el

    espacio

    y

    a

    mantenga

    activa en

    el

    tiempo:

    sin

    iglesia

    ^quin

    sa-

    bra

    hoy

    ni

    siquiera

    de Ia existncia

    de Je-

    sus

    de Nazaret?

    Pro,

    ai mismo

    tiempo,

    jqu

    riesgo

    de

    ambigedad,

    oscurecimien-

    to

    y

    deformacin

    Entre

    a necesidad

    y

    el

    peligro,

    ntre a

    idolizacin,

    que

    todo

    lo

    justifica

    n la

    igle-

    sia,

    y

    la

    iconoclasia,

    que

    rechaza Ia

    legi-

    timidad e su misma

    existncia,

    s

    preciso

    encontrar

    l

    paso

    estrecho

    y

    difcil

    ue

    Ile-

    ve ai realismo de una institucinranspa-

    rente su intencin

    riginaria:

    acer de Ia

    iglesia

    una

    estructurahierofnica.

    Crudo

    nos lo

    pone

    una

    historia,

    ue

    en

    aspectos

    fundamentalesha

    quedado

    muy

    atrs de si misma.

    El

    cristianismo

    mpez

    revolucionariamente

    vanzado sobre su

    tiempo;

    pro

    ahora Ileva

    siglos

    de retraso

    sobre las mismas estructuras

    iviles,

    que

    Sin

    Iglesia