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LIBROS Y NOMBRES SEXAGÉSIMA ENTREGA 60. Año III/ 23 de marzo de 2012 Ediciones C&G, Puertollano, 2011 El Martinete http://patrindustrialquitectonico.blogspot.com/2012/0 2/libro-el-martinete-de-los-pozuelos-de.html
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LIBROS Y NOMBRES
DE CASTILLA-LA MANCHA
SEXAGÉSIMA ENTREGA
60. Año III/ 23 de marzo de 2012
El Martinete de los Pozuelos de
Calatrava
Mª del Carmen Arcos Domínguez
y Manuel Molina Cañadas
Ediciones C&G, Puertollano, 2011
Este libro es el resultado del trabajo
“Ferrerías del siglo XIX en la provincia de
Ciudad Real: El Martinete (Los Pozuelos de
Calatrava)”. Trabajo que fue presentado a la
sexta edición del „Concurso Oretania de
Investigación Histórica‟ y obtuvo el premio
„Castilla-La Mancha‟. En su prólogo Luis
Fdo Villanueva González, gerente en 2003
de la comarca Montes Norte, relata la
necesidad de ahondar en la historia de la
única ferrería que aún se mantenía en pie,
“El Martinete”, del XIX y que
posteriormente en el XX se utilizó como
central hidroeléctrica. Para ello, se solicitó
un proyecto de investigación que fue
concedido por la Junta de CLM en 2005:
„Arquitectura Hidráulica en Montes Norte:
Molinos, Ferrerías y Centrales Eléctricas‟,
para Villanueva del proyecto y “del gran
trabajo de sus autores, surge este lujo de
publicación que nos abre las puertas al
proceso industrializador de nuestra
comarca. Siéntense tranquilos, retrocedan
un siglo atrás e imaginen cómo nuestros
antepasados ya invertían en dejarnos un
mejor futuro”. Para los autores el Martinete,
esconde uno de los secretos más peculiares
de la arquitectura industrial. La primera
pregunta al contemplarlo es: ¿Qué hace una
chica como tú en un sitio como este?.
Escondido en el mismo Guadiana, cubierto
por vegetación, no se llega a entender el
porqué de la monumentalidad del edificio.
La revolución industrial Para Mª del
Carmen y Manuel, la revolución industrial
también tuvo presencia en multitud de
pueblos de la Región, construyéndose las
primeras líneas de ferrocarril, pueblos
mineros y un sinfin de fábricas que
transformaron el paisaje rural que parecía
fosilizado desde Cervantes. En El Martinete
puertas, patios, casas, chimeneas, etc.,
saturan la vista, pero poco a poco se
empieza a contemplar el verdadero tesoro,
no como elemento arquitectónico, que lo es,
sino como el descubrimiento de las
historias de las personas que lo
construyeron, lo habitaron y abandonaron.
Con este libro quieren presentar algunos
secretos que a lo largo de estos años han
descifrado, con el objetivo de mostrarlos
para que la sociedad tenga la capacidad de
valorar la sostenibilidad de cada uno de los
bienes que configuran el Patrimonio
Histórico, con el fin de conservarlos para el
conocimiento y disfrute en el futuro.
Según la Ley 4/ 1990, de 30 de mayo, del
Patrimonio Histórico de CLM, forman parte
de dicho Patrimonio los bienes muebles e
inmuebles que constituyen huellas físicas
del pasado tecnológico y productivo.
Actualmente, la arqueología industrial
constituye un ámbito de investigación y
trabajo multidisciplinar encargado de
recuperar el legado del pasado industrial,
tanto en lo relativo a los elementos
arquitectónicos (edificios) como al modo de
vida y a los medios de producción
(técnicas) de un determinado grupo social.
Las grandes factorías de fundición que se
desarrollan a finales del siglo XVIII y
durante todo el siglo XIX en España, se
caracterizaban por unas tipologías
arquitectónicas inspiradas en modelos ya
probados con éxitos en otros países. Estos
modelos son las naves industriales aisladas,
donde el empresario comienza a considerar
la fábrica no sólo como un lugar de trabajo,
sino como un lugar de vida. Además, los
ingenieros ven reconocida su labor con la
integración en esta tarea de algunos
arquitectos.
Industria en la provincia de Ciudad Real
Frente a la agricultura, la industria tenía
escaso peso en esta provincia. Los escasos
talleres fabriles existentes se caracterizan
por su naturaleza artesanal, dentro del más
puro modo de producción preindustrial,
limitándose, en el mejor de los casos, a la
transformación primaria de productos
agrícolas y al abastecimiento a la población
de productos manufacturados.
Los ingenios industriales más numerosos en
la provincia eran los molinos harineros y las
prensas de aceite. En la fabricación de
harinas se seguían utilizando los
tradicionales molinos harineros de los que,
a mediados de siglo, funcionaban, al menos,
130 de agua y 35 de viento, mientras que el
número de molinos y prensas de aceite se
elevaba a 164. La provincia de Ciudad Real
sólo contaba, a mediados de siglo, con tres
establecimientos fabriles importantes, de
los que dos procedían del Antiguo
Régimen, como la fábrica de pólvora de
Ruidera y la de blondas en Almagro y uno
era de reciente instalación, la fábrica de
tinajas de Valdepeñas. A éstos hemos de
unirle la destacable actividad industrial de
Alcázar de San Juan alrededor de la fábrica
de salitre. La presencia de 3 fundiciones
(con 5 hornos en funcionamiento) pone de
manifiesto el desequilibrio entre la
dedicación a la agricultura y al resto de los
sectores económicos, como la minería a
pesar de constar con el criadero de cinabrio
más importantes del mundo, el de Almadén,
que no llegó a poseer ningún tipo de
industria de transformación, limitándose los
trabajos realizados en la mina a su mera
extracción, tras la que se conducía el
mercurio en bruto a las atarazanas de
Sevilla donde se comercializaba.
La riqueza minera de la provincia, además
del mercurio, comenzó a ser conocida a
partir de la década de los cuarenta,
coincidiendo con la fiebre minera general
en España. Sin embargo, hasta cuarenta
años después los trabajos no alcanzaron una
significación especial. En 1848, las 65
minas en activo y los 36 escoriales
ocupaban sólo a 280 personas. Las
dificultades de las comunicaciones, el mal
estado de caminos y carreteras
imposibilitaba un mayor desarrollo.
El área geográfica donde se localizaban y
concentraban los yacimientos mineros en
Ciudad Real se situaba al sur de la
provincia (partidos de Almodóvar y
Almadén), sobre la franja metalífera de
Sierra Morena. Los grupos mineros que se
explotaban era: Grupo del Horcajo.
Término de Almodóvar; Grupo La Victoria.
Almodóvar; Grupo Villagutiérrez:
Abenójar; Grupo Horcajuelo: Anchuras. El
más importante era el Establecimiento
Minero del Estado en Almadén.
En cuanto a la minería de hierro, según
Francisco Quirós los pequeños yacimientos
ferruginosos existentes fueron objeto de
explotación a fines del siglo XIX, para
utilizar el mineral como fuente en las
fundiciones de plomo que entonces
funcionaban en la región. En 1882 se
explotaba en el término de Argamasilla la
mina de hierro “La Yema”, de la que se
obtuvieron 750 Tm de mineral que se
utilizaron como fundente en la fábrica
Nuestra Señora de Gracia, de Puertollano.
En 1883 la producción obtenida, 500
toneladas, se condujo con el mismo fin a
Peñarroya, y un año después trabajaban tres
minas en término de Argamasilla y una en
el de Cañada. Algún tiempo antes se habían
explotado también minerales de hierro en
Los Pozuelos, que se utilizaron en la
ferrería establecida por Frco Pérez Crespo.
Las noticias más antiguas acerca de la
fundición de metales en la región se
refieren a las jabecas para la del azogue de
Almadén, que a mediados del siglo XV
existían en jurisdicción de Almodóvar. En
1597 se alude a una fuslina o fundición que
había existido años atrás en el distrito de
Almodóvar y en la que se fundían minerales
de plomo y plata. No hay noticia de
ninguna otra actividad metalúrgica hasta el
siglo XIX, en el que, hacia 1845, se instaló
una ferrería en el Guadiana, en término
municipal de Los Pozuelos, en el mismo
lugar que ocupa hoy la central eléctrica del
Martinete. (Quirós, 1992: 114). Al parecer
esta ferrería tuvo bastante actividad,
enviando productos incluso fuera de la
península. (Hosta, 1865: 41)
El Martinete
El Martinete es un complejo industrial de
mediados del XIX que se encuentra ubicado
al norte del actual término municipal de Los
Pozuelos. Situado en el margen izquierdo
del Guadiana, se trata de un edificio que se
construyó para el desarrollo de la actividad
metalúrgica del hierro o ferrería.
Un elemento decisivo en el emplazamiento
y desarrollo de la actividad de El Martinete
fue el río Guadiana, puesto que la energía
hidráulica era la base de esta ferrería
ubicada en su margen izquierdo.
Con el término de Martinete se hace
referencia por un lado, al mazo o martillo
accionado por ruedas hidráulicas y por otro,
al taller dónde se utilizaban dichos mazos.
Por ello, qué el edificio objeto de estudio
mantenga este nombre, nos lleva a pensar
que era una industria ligada a la metalurgia,
ya sea ferrería o fundición.
Son escasas las noticias que se tienen sobre
el origen del complejo industrial de El
Martinete, apareciendo citado en las
informaciones del Diccionario de Pascual
Madoz, en el apartado de Los Pozuelos:
“…ferrería en el río Guadiana recién
establecida.” (Madoz, 1848). Por tanto, la
ferrería pudo ser construida sobre 1840- 48,
no conociendo con certeza el año de su
puesta en funcionamiento.
Según fuentes orales recogidas por Macario
León Nieto “…el establecimiento se creó
entre 1840 y 1850, y todo comenzó cuando
unos cazadores del norte vinieron y
encontraron piedras de hierro, que fueron
llevadas y examinadas por ingenieros
expertos. Después de un tiempo, esos
señores y algunos ingenieros volvieron, que
según comentarios de la época se trataba de
una compañía francesa. Se decidió empezar
con los trabajos de construcción, para lo
que trajeron personal especializado de
diversos pueblos: arquitectos y maestros
albañiles que vinieron de Quintanar de la
Orden (Toledo). Entre ellos vino el maestro
Julián Contreras, que junto a su familia
fueron uno de los primeros pobladores de
Los Pozuelos. También en estas fechas
vinieron los albañiles del Romeral, con el
nombre de Juan García”. (León, 1997: 43- 44)
Según este autor, “las obras duraron
algunos años, se hicieron viviendas para el
personal y casas para los jefes y personal de
fundición que vinieron del Norte (Bilbao).
También se hicieron almacenes de material
fundido.
Actualmente, El Martinete se encuentra en
término de los Pozuelos de Calatrava, pero
esto no fue siempre así; de hecho en los
momentos de su construcción pertenecía al
término municipal de Corral de Calatrava.
Lo que actualmente pertenece al término de
Corral de Calatrava, en el siglo XVI y
XVII, pertenecía a tres encomiendas: la de
Corral de Caracuel, Herrera y Bolaños, que
se repartían 14.703 has que componen el
actual término. En definitiva y con los datos
que conocemos hasta el momento, se puede
llegar a las siguientes conclusiones:
Francisco Pérez Crespo formó parte de una
burguesía madrileña que se dedicó a invertir
en propiedades surgidas de las
desamortizaciones. Éste sería el caso de las
tierras pertenecientes a la antigua
Encomienda de Herrera, donde instaló una
ferrería. Parece ser que conocía bien este
ámbito industrial, puesto que era un sector
muy desarrollado en el norte peninsular
(Asturias, Cantabria y País Vasco), zona de
la que era natural (Rasines ,Santander).
Según las instalaciones que se conservan en
El Martinete, el método utilizado era el
indirecto, es decir, se transformaba primero
el mineral en fundición y luego éste, se
transformaba en hierro utilizando hornos
bajos de afino u hornos de pudelar. Para el
primer paso, se construyó un horno en 1865
(según inscripción situada sobre dicho
horno) con una altura de 7 m aprox..
El complejo estaba formado por unas naves
industriales aisladas, donde el empresario
comienza a considerar la fábrica no sólo
como un lugar de trabajo, sino como un
lugar de vida, es la llamada tipología de
villa-factoría y estaba formada por:
viviendas, patios, zona de talleres,
almacenes, horno de fundición, presa,
canal, etc. En cuanto a los motivos que
llevaron a la paralización de la actividad y
desmantelamiento del complejo industrial,
pudieron influir varios factores que
supusieron el declive de muchas ferrerías: -
El carbón mineral empezó a sustituir al
vegetal, y aunque el hierro resultante era
más frágil, produjo una reducción del
precio. Además, la combustión del carbón
mineral es inferior a la del vegetal, por lo
que fue necesario aumentar la altura de los
hornos; Retroceso del bosque y por tanto,
un aumento del precio del combustible.
- Poca competitividad de los hierros
labrados por el “método directo” frente a
los fabricados en los altos hornos por el
“sistema indirecto”. Es decir, aunque en El
Martinete se utilizaría el método indirecto
con un horno alto, no se podía competir con
la producción que se empezó a alcanzar en
los Altos Hornos del País Vasco;
elevados costes de comercialización y de
producción, motivados por las difíciles
comunicaciones; problemas de
financiación. Todo ello motivó que a partir
de la segunda mitad del XIX, las ferrerías
hidráulicas fueron disminuyendo su
actividad hasta su desaparición, mientras
que las grandes siderurgias fueron
creciendo hasta la actualidad. Éste puedo
ser el caso de El Martinete, donde los
resultados obtenidos no fueron los deseados
por el banquero madrileño, que a finales del
siglo XIX decidió venderlo. Posteriormente
a la desaparición de la ferrería, se instaló
una central hidroeléctrica que fue explotada
por Felipe Sánchez de la Fuente en torno a
1920 (Herce, 1998: 109), aunque el
aprovechamiento estaba a nombre de
Antonia Enríquez de Salamanca. La central
hidroeléctrica de El Martinete se caracterizó
por tener instalada una turbina hidráulica
sistema Francis de 216 Hp. (Herce, 1998:
109) y se mantuvo con actividad hasta
1963, momento en el que se abandonaron
las instalaciones y la vegetación empezó a
apoderarse del lugar. Visto en:
http://patrindustrialquitectonico.blogspot.com/2012/0
2/libro-el-martinete-de-los-pozuelos-de.html
La Orquesta Filarmónica de
Madrid (1915-1945)
Miriam Ballesteros Egea
Editorial Académica Española, 2012,
500 págs.
Este libro analiza la trayectoria artística
de la Orquesta Filarmónica de Madrid,
dirigida por Bartolomé Pérez Casas
desde 1915 hasta 1945. Esta época se
enmarca en un momento de esplendor
del desarrollo orquestal en España,
siendo la citada orquesta uno de sus
pilares fundamentales. El objetivo
principal de esta agrupación
instrumental fue dar a conocer el
repertorio de obras de autores españoles
y extranjeros contemporáneos, por
Madrid y toda la geografía española.
El presente trabajo se estructura en tres
bloques. El primero de ellos se refiere a
la creación de la Orquesta Filarmónica
de Madrid en relación con su contexto y
sus inicios, así como su organización
administrativa y económica. El segundo
se centra en la actividad concertística,
analizando la significación de las
temporadas de conciertos y la relación
de la Orquesta con diversas sociedades
musicales colaboradoras. El tercer y
último bloque presenta el estudio del
repertorio de la Filarmónica,
revalorizando la función de esta
Orquesta como símbolo del índice de
renovación en la cultura musical
española. Finalmente, el estudio se
complementa con un anexo relativo a la
relación de conciertos programados.
Miriam Ballesteros Egea (1979,
Albacete). Titulada en piano por el Real
Conservatorio Profesional de Música de
Albacete. Diplomada en magisterio
musical y licenciada en Historia y
Ciencias de la Música. Doctora en
musicología por la Universidad
Complutense de Madrid. Ha trabajado
como profesora asociada en la UCLM y
actualmente es profesora de música de
enseñanza secundaria. Este libro es
fruto de la tesis doctoral defendida en la
Univ Complutense de Madrid en 2010.
Pág. Web morebooks.de y amazon.es
Historia e historiografía de un
bicentenario. La batalla de
Talavera en 1809
Jaime Olmedo Ramos y otros
Ayuntamiento de Talavera, 2011
Se trata del libro en el que se recogen
los textos de las conferencias que en
2009 nos ilustraron el significado y el
contenido de los hechos militares y
diplomáticos relacionados con la
batalla. El ciclo de conferencias, así
como la edición de este libro, ha sido
coordinado por Jaime Olmedo Ramos.
De hecho, este libro ha visto la luz
gracias a la insistencia de Jaime
Olmedo, que persiguió la publicación de
las conferencias a pesar de las
dificultades económicas que hubo para
ellos. Afortunadamente para todos, este
interés en publicar se vio acompañado
por el interés parejo del Ayuntamiento
de Talavera, gracias muy especialmente
al trabajo y dedicación del concejal
Carlos Gil, que fue sobre quien recayó
la responsabilidad política y económica
de estas conferencias, así como de otros
actos relacionados con el bicentenario.
Algunos de los lectores más avispados
ya se habrán dado cuenta de que en este
libro falta la conferencia impartida por
el coronel Sañudo. Ello se debe a lo que
indica el propio Jaime Olmedo en la
introducción: que el coronel no aportó
texto de la misma. Aunque por esa
razón Olmedo ha incluido una breve
reseña bibliográfica de las obras fruto
del coronel Sañudo en que puede leerse
su estudio de los hechos militares de la
batalla, por lo que, en tanto que
historiografía, la ausencia no es tan
notable.
Si alguno, además, echa de menos la
conferencia que pronunció el profesor
Esdaile, he de decir que dicha
conferencia estaba fuera del ciclo que
coordinó Olmedo, y por ello no está
impreso en este libro.
No creo que sea adecuado reseñar una
conferencia por sobre las demás. Todas
son de lectura obligada si se tiene
interés en aquellos hechos y aquellos
tiempos. ¿Mi favorita? La impartida por
el embajador Stampa, sin duda.
No quiero dejar pasar la ocasión de
mencionar que como parte del Apéndice
Documental de este libro figura el
álbum Centenario de la batalla de
Talavera, la obra con la que el
Ayuntamiento de hace un siglo
conmemoró el hecho histórico. Es
también interesante comparar la visión
que se tenía hace cien años de los
mismos hechos.
Sólo me queda decir que todos aquellos
que deseen hacerse con ejemplares de
este libro deben dirigirse al Organismo
Autónomo Local de Cultura del Ayto.
de Talavera de la Reina, que se
encuentra en el Centro Cultural “Rafael
Morales”, antiguo Hospital de la
Misericordia, en la Plaza del Pan.
Del blog de José Manuel Rodríguez
Gómez-Escobar (16 oct 2011)
En el río muerto. Una educación
poética
Francisco Gómez Porro
Junta de Comunidades de CLM, Toledo
2011.
El viaje del agua
“El río le había revelado esa
verdad. Lo muerto en su corazón
y lo muerto en la tierra eran la
misma cosa: la vida
transformándose en otro cuerpo
que ya no le pertenecía. La
escritura era el vínculo que unía
esos dos mundos…”
Desde Heráclito hay un enorme apego a la
utilización metafórica de las aguas viajeras
de los ríos con las vidas mismas, que no
dejan de componer otra suerte de viaje
impreciso, indefinido y de curso variable,
como ya viera y cantara Jorge Manrique.
Ello justifica la permanente curiosidad de
los viajeros y de los escritores por esos
cauces de agua que, a veces, fueron vistos
como venas vitales y abiertas que nutren, no
a los cuerpos, sino a los paisajes.
Curiosidad que trama un acontecimiento en
„El Jarama’ ferlosiano o que compone una
enorme sinfonía viajera con el „Danubio’ de
Claudio Magris o con el Rhin de Patrick
Leigh Fermor en „El tiempo de los regalos’.
Curiosidad hidrológica en Benet con su
„Breve noticia de los ríos españoles’ o
pergeño heráldico de las aguas, con los
trabajos de la colección „Temas españoles’
y sus biografías de los ríos nacionales. Por
no citar ese trabajo de índole poético-
administrativo realizado por José González
Lara, para la Confederación Hidrográfica
del Guadiana sobre el río de su tutela.
Hace ya casi veinte años, en 1994 Paco
Gómez Porro daba inicio a una serie viajera
en la desaparecida revista „Añil‟, que en
buen parte puede considerarse como el
ensayo anticipado de lo que, años más
tarde, sería su trabajo concienzudo y
paciente „En el río muerto. Una educación
poética’. Libro mestizo encabalgado entre
las crónicas viajeras, la literatura personal
de corte autobiográfico, un relato entre la
ensoñación y las aguas o cierto ensayismo
de matrices antropológicas. Pero libro y
recorrido que no puede ocultar su íntima
relación con aquellos textos lejanos de la
serie viajera de la revista de denominación
azulada como algunas aguas limpias y
móviles. Libro que quiere fijar además las
matrices de su formación poética personal;
que pesa más por la tierra y por el agua,
que por los libros y por los autores que
contribuyeron a hacerle a uno como es.
Como si con ello, Gómez Porro, nos
quisiera advertir que pesa más en su
educación poética lo primero que lo
segundo. Aunque al final todo sucumba al
peso de las notas escritas de los cuadernos
de notas; aunque al final no haya memoria
sin el ejercicio de la escritura.
Serie aquella que bajo la rúbrica de „El
viajero en su centro’ nos permitió atisbar,
ya entonces, el talento literario del autor y
su enorme curiosidad por las vidas y por las
geografías de estas tierras. De aquella serie
se verificaron cuatro entregas como cuatro
puntos cardinales de preocupaciones
humanas y geográficas, entre junio de 1994
y el verano de 1996. Con la singularidad
destacada de que la entrega del número 6 de
la revista estaba destinada al „Alto
Guadiana’, espacio natural y espacio
biográfico que va ocupar la médula central
de „En el río muerto...’; donde el narrador
aparece oculto bajo el nombre de Julián
como un trasunto de Gómez Porro, pero
donde „El Conce’ del „Alto Guadiana’ es
reconocible con la misma identidad de
„experto alimañero e insólito conocedor de
la vida natural de la comarca‟ de „En el
río muerto.
Ha sido preciso el paso de todos esos años y
de otros proyectos de escrituras diversas,
para que la mirada, fundamentalmente
poética, de Gómez Porro, realizara los
ajustes necesarios en la captura del paisaje
y del paisanaje de los ribazos del Guadiana.
Unos ribazos recorridos con trayectos
parciales y discontinuos, no ajustados al
modo viajero usual de comenzar por el
principio, por el nacimiento del cauce, y de
terminar por el final, por la desembocadura.
Una visión del río, que prefiere pese a todo
la constatación de la paradoja portuguesa:
“Una fertilidad sin conflicto, tan alejada
del ámbito desmesurado que el curso alto le
ofrecía”. Y esa paradoja es la que ilumina
el interés del narrador por el río que no
existe. “- A ti el que te interesa es otro que
ya no existe. ¿Por qué? – Por eso mismo-
respondió. Porque ya no existe” (página
300). Interés por lo que se extingue; como
ocurre con las formas tradicionales de vida
expuestas por John Berger; con agriculturas
en desuso y ya amortizadas; con rostros
apagados por el soplo frío y abstracto de la
muerte y con paisajes tan alterados y
cambiados que olvidaron la almendra de sus
orígenes. Y todo ello, todo lo que pasa,
acaba, termina y no vuelve, compone una
precisa metáfora del río que se muere.
Una conciencia visual y mental por el
medio circundante y por el recorrido
histórico, que ya había sido desvelada en el
trabajo dedicado a los Montes de Toledo en
„Añil‟, en la primavera de 1995, por boca de
Unamuno. “La primera lección de
patriotismo se recibe cuando se logra
cobrar conciencia clara y arraigada del
paisaje de la patria”. Y puede que en ese
tiempo, la segunda lección recibida de
todos esos protagonistas sin nombre y sin
voz, haya sido la de saber „cobrar
conciencia clara y arraigada de todos los
hombres y nombres que nos han precedido’
en el proceloso trayecto de la historia, de
las aguas y de la vida.
La obsesión viajera de Gómez Porro, a la
manera de escritores que viajan o de
viajeros que escriben como Sebald o como
Handke, tiene que ver con la conciencia
precipitada de la transformación del paisaje
y con la lenta extinción de todas las vidas.
Así podemos saber que “las guías de
carreteras y los eslóganes publicitarios han
amputado nuestro mapa mental y han
fomentado nuestra ignorancia… Carreteras
y caminos han mermado nuestra geografía
sensitiva de la tierra que ocupamos”
(página 298); de tal suerte que “los
verdaderos lugares ya no se hallan en los
mapas”. De igual forma que cierta idea de
extinción y de muerte aletea en las largas
marchas viajeras o erráticas por los caminos
de sirga, tratando de desentrañar la
fugacidad de todo lo vivo. “Subsistía en la
extinción. Como Rosa. Como el río. Como
todos aquellos obligados a dialogar con su
propia sangre”.
Pero no sólo el trasunto de una memoria
propia de su propia sangre; también las
posibilidades de una indagación
imaginativa y creativa de estirpe novelesca,
que se traza en el viaje quieto del agua
movediza. Como ocurriera ya con su viaje a
Molina de Aragón de 1996, al inventarse a
un Pedro Olivares, tan pegado al suelo de la
realidad, como levantado en el aire
irresistible de la ciudad. “ „Muy sencillo,
Pedro. Porque usted no existe más que aquí
en estas líneas que escribo sentado sobre
una piedra, junto a un camino que nos
avisa de la presencia de un coto‟. Y el buen
hombre, este Pedro Olivares, este Pedro
Molina, este Pedro Rodríguez, continua
caminando, dejándome su sombra nueva”.
Una sombra que se proyecta sobre el agua y
que dura sólo un instante fugaz.
José Rivero
Castillo de Garcimuñoz en la
historia de España
Miguel Salas Parrilla
Diputación de Cuenca 2010
144 pags. 12 euros.
El libro realiza un análisis histórico del
marquesado de Villena mediante las
biografías de los personajes que lo
poseyeron y lo gobernaron. Castillo de
Garcimuñoz fue una de las residencias
favoritas donde vivieron estos
personajes, muchos de los cuales la
utilizaron como puesto de mando, lo
que le valió el sobrenombre de “la corte
chica”. El libro consta de los siguientes
capítulos: 1. Sus orígenes; 2. Don Juan
Manuel y Castillo de Garcimuñoz; 3. La
familia Manuel. Diversas vicisitudes del
marquesado, don Alfonso de Aragón; 4.
Los infantes de Aragón; 5. Juan
Pacheco; 6. Diego López Pacheco. La
guerra en el marquesado; 7. Jorge
Manrique; 8. Un castillo debajo de otro
9. El castillo trasformado en iglesia y
Campo Santo
Miguel Salas Parrilla, La Almarcha
(Cuenca; 1950). Es licenciado en
Filosofía y Psicología en la Universidad
Complutense de Madrid, donde se
especializó en Psicología Industrial. Su
actividad profesional la ha dedicado a la
enseñanza, habiendo impartido clases
en institutos de Vigo; Tuy; Madrid,
Luarca; y Getafe. Entre sus libros
relacionados con la historia de la
provincia de Cuenca cabe mencionar:
Almarcha (1980), El proceso de
villazgo de La Almarcha (1986),
Biografía de don José Torres Mena
(1991), Alarcón, Belmonte y
Garcimuñoz. Tres castillos del señorío
de Villena en la provincia de Cuenca
(1997), Airón. Dios prerromano de
Hispania (2005), Uclés en la historia
(2007), Los falos de piedra de Los
Hinojosos (2008), La batalla de Uclés
(1108) contra los almorávides (2008),
Biografía de San Bartolomé (2008),
Historia del cementerio de La
Almarcha (2009), El Castillo de
Belmonte (2010), Castillo de
Garcimuñoz en la historia de España
(2010) y El bestiario gótico del castillo
de Belmonte (2010). Sobre técnicas de
estudio ha publicado varios libros en
Alianza Ed. En Ed. Laberinto ha
publicado Cómo se hace un trabajo
escrito (1998). Además, ha publicado el
ensayo: El sentido de la vida humana en
las diversas culturas (Alianza, 2003).
Página web del autor
Guadalajara en transformación.
Colección fotográfica Cortijo-Ballester
(c. 1965-1970), Guadalajara, Diputación
Provincial de Guadalajara. Servicio de
Cultura. Centro de la Fotografía y la
Imagen Histórica de Guadalajara
(CEFIHGU), 2011, 32 pp. (Catálogo de
la exposición con textos de J A Ruiz
Rojo y J F Martos Causapé).
El sencillo folleto de 32 páginas que ahora
comentamos sirvió de catálogo de la
exposición que el CEFIHGU montó el año
pasado, aprovechando la celebración de sus
Ferias y Fiestas, con el fin dar a conocer los
fondos, allegados el año 2007, de la
colección Cortijo-Ballester, cedida por sus
autores y antiguos propietarios.
En realidad, fue la Agrupación Fotográfica
de Guadalajara la encargada de entregar una
docena de cajas repletas de material
fotográfico, cerca de mil fotografías, que
doña Rosario Ballester, viuda de don
Francisco Cortijo, tuvo a bien ceder a dicho
Centro; un importante legado fotográfico,
que abarca aproximadamente del año 1965
al 70, con el quiso contribuir a un más
amplio conocimiento de la historia de la
fotografía en Guadalajara.
Gran parte de este material había sido
empleado por el matrimonio Cortijo (texto)-
Ballester (imágenes) en un interesante
folleto dedicado a Pastrana, editado por el
Ministerio de Insformación y Turismo, a
través de ya extinguida Editora Nacional,
que fue traducido a varios idiomas.
Evidentemente, los fondos de dicho legado
no se refieren única y exclusivamente a
Pastrana, población en la que don Francisco
ejerció la medicina durante muchos años,
sino también a otros muchos de la provincia
alcarreña por antonomasia.
A través de esta colección el interesado
podrá penetrar en el mundo de la fotografía,
en el de la fotografía de Guadalajara más
concretamente, y conocer más a fondo la
personalidad de este matrimonio de
intelectuales que poco a poco, sin prisas,
nos dejó algunas huellas de sus trabajos.
El catálogo comienza con unas palabras de
“Presentación” de la Presidenta de la
Diputación Provincial, Ana Guarinos, a las
que sigue un breve texto -aunque profundo
y suficiente- cuya autoría corresponde a
José Antonio Ruiz Rojo y José Félix Martos
Causapé, expertos conocedores del mundo
de la fotografía histórica, de quienes ya
hemos comentado algunos trabajos
publicados también por el CEFIHGU.
Tras la lectura del texto podría decirse que
éste aparece dividido en dos partes. La
primera de ellas sería la que se dedica a dar
a conocer los aspectos más sobresalientes
de la vida y la obra de Francisco Cortijo
Ayuso y de Rosario Ballester Linares, que
siempre se distinguieron por su
desinteresada labor en pro de la cultura de
la provincia de Guadalajara, en todos sus
aspectos.
Francisco Cortijo Ayuso (Pastrana 1910-
1992) fue testigo y, en muchos casos
protagonista, del proceso “desarrollista”
que abarca la colección que comentamos,
especialmente en todo aquello que
contribuyó al fomento de sus recursos
turísticos: la construcción de los embalses
de Entrepeñas, Buendía y Bolarque, y la
restauración de los castillos más
emblemáticos, además de otras muestras
destacadas del patrimonio histórico-artístico
y monumental de Guadalajara.
Fue Cronista Oficial de la Villa Ducal de
Pastrana y alcalde de la misma (1960),
además de Diputado Provincial encargado
de Obras Sociales y Beneficencia (1967).
También ostentó los cargos de Académico
correspondiente de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando, presidente de
la Institución Provincial de Cultura
“Marqués de Santillana” y Medalla de Plata
al Mérito Turístico en 1969.
Gran amigo de Camilo José Cela, colaboró
decisivamente en el comité organizador del
viaje conmemorativo, promovido por la
editorial Alfaguara, de aquel primer Viaje a
la Alcarria, en cuyas páginas finales
aparece como “Don Paco”, el joven triste
médico de Pastrana.
Como escritor podemos mencionar sus
trabajos La fiesta de los Mayos en la villa
de Pastrana (1973), El pintor Juan Bautista
Mayno y su familia (1970), “El órgano de la
Colegiata de Pastrana” (Wad-Al-Hayara 5,
1978), Santa Teresa y Pastrana (1980),
Pastrana y su entorno (1986),
Guadalajara: el último paraíso (1986),
etcétera.
Su viuda, la periodista Rosario Ballester
Linares, fallecida en 2011, colaboró con su
marido en los temas turísticos,
especialmente a través de la fotografía, a la
que fue tan aficionada.
En 1960, la Casa de Salamanca en Madrid
le concedió la Copa de la Cámara de
Industria y Comercio de dicha provincia por
la realización de una atractiva colección
fotográfica, que había presentado a
concurso bajo el lema “La Alberca, pueblo
de sorpresa y de apologética”; otras muchas
fotografías ocuparían las primeras páginas y
las portadas de numerosas publicaciones.
Tal fue su interés por el desarrollo del
Turismo, por entonces todavía en mantilla,
que, en 1969, fue nombrada vicesecretaria
de la junta directiva de la Asociación
Española de Escritores de Turismo,
recibiendo un año después, el Premio de
Periodismo convocado por la Diputación
Provincial, que compartió con Salvador
Toquero Cortés. Finalmente, en 1971
alcanzó el Premio para Miembros de la
Asociación Española de Escritores de
Turismo, por sus trabajos de divulgación.
En 1982, la Caja de Ahorro Provincial le
editó el libro La cocina en Guadalajara.
“Refiriéndonos ya al contenido de la
colección” -lo que nosotros consideramos
como un a modo de segunda parte del texto-
destacaríamos el grupo de fotografías que
recogen algunos aspectos del proceso de
reconstrucción del Palacio del Infantado,
datadas en la segunda mitad de los años
sesenta (coincidiendo con las obras
aprobadas por la Dirección General de
Bellas Artes bajo la dirección del arquitecto
José Manuel González-Valcárcel, que
duraron hasta 1970), tal vez, las más
impactantes según Ruiz Rojo y Martos
Causapé, dado su indudable valor
documental y a la escasez de fotografías de
este tipo en las distintas publicaciones del
momento.
Pero sobretodo, las fotografías que
componen el fondo Cortijo-Ballester,
indican bien a las claras los intereses
preferentes de sus autores, especialmente de
Francisco, siempre atento a dejar constancia
de los valores culturales con que contribuir
al desarrollo de aquel incipiente turismo
provincial. Datos documentales de los
lugares más llamativos por su
monumentalidad, su costumbrismo y su
paisaje, junto a otros elementos “nuevos”
como los ya citados embalses de
Entrepeñas, Buendía y Bolarque -la
entonces denominada “Ruta de los
Pantanos”- que sirviesen de fuente de
riqueza y desarrollo de su amada tierra.
Fotografías de Pastrana y de los pueblos de
sus alrededores, pero también de otros
elementos creadores de riqueza, como
aquella primera Central Nuclear “José
Cabrera” o las obras del trasvase Tajo-
Segura; la entonces megafábrica de vidrio
VICASA...
Una somera vista de las fotografías que
incluye el “Catálogo” puede dar idea de lo
que se ha dicho: diez fotografías del Palacio
del Infantado, incluyendo la de portada; dos
de Pastrana (Vista general y Convento de
los Franciscanos. Entrada y seminaristas);
la Plaza Mayor de Horche; dos de la presa
de Bolarque; una vista de Anguix desde el
castillo; tres de Hita (una de las cuales
corresponde a la representación teatral del
Festival Medieval); dos de Jadraque; una de
la Posada del Cordón, de Atienza, y otra del
castillo de Zorita de los Canes, entre las que
representan motivos monumentales; la
Presa de Entrepeñas, la fábrica VICASA y
la Central Nuclear José Cabrera, entre
aquellas que representan la nueva
Guadalajara industrial y energética, y un
número más reducido de fotografías de
tema etnográfico: el desfile de gigantes y
cabezudos de Brihuega; la procesión de “los
cangrejos” de Nuestra Señora del Carmen,
en Molina de Aragón, y la procesión de la
Cruz de Mayo de Almoguera, además de
una especie de bodegón con botella de Tío
Pepe y aceitunas rellenas, a modo de
anuncio o reclamo publicitario.
Un catálogo como hemos dicho antes,
sencillo e interesante si consideramos que,
aparte de las propias fotografías que
constituyen la colección Cortijo-Ballester,
es la única huella material que nos ha
llegado de aquella exposición temporal que
las dio a conocer a cuantos con ella vieron
enriquecidos sus conocimientos (conceptos
histórico y educativo) y también a quienes
simplemente quisieron disfrutar de un rato
alegre y distendido, acaso con la
imaginación echada al vuelo (conceptos de
ocio y relax -más o menos filosóficos).
José Ramón LÓPEZ DE LOS MOZOS
España: un siglo de historia en
imágenes
Publio López Mondéjar y Lorenzo
Díaz Lunwerg Editores, 2012; 296 pags. ;
24,50 €
Edición actualizada de un título editado
en 2002 por Lunwerg con un gran éxito
de ventas. Un retrato fascinante de la
historia moderna de España, a través de
una espléndida selección de fotografías.
España, un siglo de historia en
imágenes, concebida como una historia
eminentemente gráfica nos muestra la
sorprendente transformación social,
económica, política y cultural que ha
sufrido nuestro país, a lo largo de los
años.
El trabajo de selección de las fotografías
que ilustran este viaje en blanco y negro
por el tiempo y por la historia de
nuestro país corre a cargo del foto-
historiador Publio López Mondéjar. Son
más de 400 imágenes que nos hablan de
la vida cotidiana, del paso del hambre a
la superabundancia y de una forma de
vestir convencional a las nuevas
estéticas, de políticos y cambios
políticos que se han sucedido en más de
100 años. A lo largo once capítulos, la
magnífica selección de fotografías
realizada por Publio López Mondéjar,
nos hace viajar por las ciudades, los
paisajes y el paisanaje español al lo
largo de un siglo, por las tabernas,
tertulias y cafés, por las verbenas, pero
también por las primeras imágenes del
“destape”, por los escenarios de la
movida o por los acontecimientos
políticos que han marcado el siglo. Nos
asomaremos al impacto que supuso para
la sociedad española la llegada de la
radio, y más tarde la televisión;
recordaremos la transformación de la
transición democrática, o los cambios
urbanos en Barcelona o Madrid como
reflejo de los cambios de la "piel" de
todas nuestras ciudades. El último
capítulo es una mirada al futuro a través
de las fotografías más significativas de
la última década.
Publio López Mondéjar (Casasimarro,
Cuenca, 1946). Fotógrafo, foto-
historiador, periodista y Académico de
la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, es uno de los grandes
historiadores de la fotografía en España.
Es autor de numerosos libros sobre la
historia de la fotografía española, y ha
dedicado más de tres décadas de su vida
a recuperar la memoria visual de
nuestro país, rescatando del olvido
innumerables imágenes.
Ha publicado la mayor parte de sus
obras en Lunwerg, entre ellas: La
fotografía como fuente de memoria.
(2008), Historia de la fotografía en
España: fotografía y sociedad desde sus
orígenes hasta el siglo XXI (2005), 150
años de fotografía en España. (2002), o
Madrid, laberinto de memorias: (cien
años de fotografía, 1839-1936), entre
otras. Ha sido comisario de importantes
exposiciones relacionadas con la
historia de la fotografía.
Su trayectoria ha sido reconocida con el
premio de los Encuentros
Internacionales de Fotografía de Arlés
(1996) y el Premio Especial del
Ministerio de Cultura (1989, 1997,
2002).
Lorenzo Díaz Sociólogo, Periodista,
igualmente castellano-manchego
Escritor, es especialista en sociología de
la comunicación. Es autor asimismo de
libros como La España alegre (1999),
Informe sobre la televisión en España
(1999), y los ya clásicos, Madrid,
bodegones, mesones, fondas y
restaurantes (1990), Tabernas,
botillerias y cafés (1992) y La cocina
del Quijote (1993). También ha
publicado numerosas biografías como
Lucio. historia de un tabernero (1996),
Jockey: historia de un restaurante
(1997) y Luís del Olmo protagonista
(1999). Asimismo ha publicado
Cándido un mesonero de leyenda,
(2003), La cocina del barroco (2003) y
Custodio Zamarra, memoria de un
sumiller.
De la web de Lunwerg editores
CALICANTO nº 23
Manzanares
Con un equipo dirigido por Antonio
García de Dionisio e integrado también
por Teo Serna, Cristóbal López de la
Manzanara, Manuel Laespada y Mª José
Maeso, la revista Calicanto lleva
16 años, dese Manzanares, acudiendo a
su cita con los escritores y lectores
interesados en la buen literatura Y llega
ahora a su entrega nº 23.
La revista comenzó en otoño de 1996 si
bien el grupo que la promueve, Azuer,
empezó sus actividades bastante antes,
en 1978, según nos cuenta Hilario
Priego en su muy documentado libro
Grupos y revistas literarias en CLM,
1975-2010 (Biblioteca Añil nº 51;
2011).
Este número, además de la muy nutrida
sección de poesía incluye otra de
Narrativa, y un último bloque de
reseñas en el que podemos encontrar las
firmas de Manuel López Azorín,
Manuel Cortijo y Manuel Quiroga
Clérigo. Todo el número viene ilustrado
con reproducciones de obras del pintor
local Manuel Fernández Arroyo. Una
iniciativa muy digna que se merece
perseverar porque la buena literatura
siempre es necesaria.
Las tardes en Roca Tarpeya
(con Victorio Macho)
Fernando-Guillermo de Castro Turpin Editores; 64 pags. 12 €
Las tardes en Roca Tarpeya constituye
un tríptico de los últimos diez años de la
vida del escultor Victorio Macho: desde
1956, aún exuberante, a su decadencia
humana y muerte, en 1966. Un periodo
de su vida en plena actividad artística en
su casa-taller de la Roca Tarpeya,
colgada sobre el Tajo, frente a los
cigarrales, lugar en el que reunió lo más
espectacular de su obra y. donde
falleció.
La reunión de estos papeles sobre
Victorio Macho es un recuerdo vivo de
aquel hombre singular y un fresco del
lugar, privilegiado por su hermosura.
Hoy es un museo imprescindible de
Toledo.
Necrológica: Murió Lola Mateo,
la sonrisa de los herederos del
teatro independiente
Fue actriz fetiche de los directores José
Carlos Plaza, Guillermo Heras y
Francisco Vidal
La actriz Lola Mateo, nacida en Puertollano
en 1951, fue encontrada muerta en su casa
de Madrid hace unos días. Emergió en la
primera generación de jóvenes actores de la
transición, aunque ella se formó en el teatro
independiente español del tardofranquismo,
nada menos que en el TEI (Teatro
Experimental Independiente) de William
Layton, Miguel Narros y José Carlos Plaza.
Durante dos décadas, la de los 80 y la de los
90 del pasado siglo, esta mujer transitó por
personajes muy dispares, siendo capaz de
brillar con luz propia en dramas, tragedias y
comedia, participando en propuestas nada
convencionales y muy arriesgadas, desde el
punto de vista escénico, pero con las que se
involucraba y se comprometía como el
maestro Layton enseñaba a sus discípulos.
Su primera aparición profesional fue en
1974 en Terror y miserias del Tercer Reich,
de Brecht, dirigida por J C Plaza, con quien
trabajó en numerosas ocasiones y quien dijo
al conocer la noticia de su muerte: Lola fue
parte imprescindible del TEI con su alegría,
su enorme emotividad y su dedicación. Con
ella recorrimos España en un momento
donde los fascistas ponían bombas en las
representaciones y amenazas constantes, en
esos momentos, su fe en nuestro trabajo y
su profunda humanidad, nos acompañaron y
nos acompañarán siempre
Tras pasar por el TEI participó en Lo frío y
lo caliente de Pacho ODonnell, dirigida por
Charlie Levi Leroy y compartiendo
escenario con Cristina Rota. Fue en 1982 y
el recordado crítico Eduardo Haro Tecglen,
alabó su trabajo en este montaje. Después
empezó a participar en grandes
producciones de los teatros públicos: La
Dorotea, de Lope, dirigida por Antonio
Larreta, en el Centro Dramático Nacional,
donde haría al año siguiente Eloisa está
debajo de un almendro de Jardiel Poncela,
con Plaza; Geografía, de Alvaro del Amo,
dirigida por Guillermo Heras; El jardín de
los cerezos, de Chejov-Plaza; Motor, de Del
Amo-Heras, Luz de oscura llama, de Clara
Janés y Eduardo Pérez Maseda, dirigida por
Juanjo Granda; La emoción, de Del Amo;
tres montajes más de Heras: Como los
griegos, de Steven Berkoff, Nosferatu, de
Nieva, y Caricias de Belbel. Dos años
después Yonquis y yanquis, de Alonso de
Santos, dirigida por F Vidal. Otras
producciones privadas fueron Entrando en
calor, escrita y dirigida por Jesús Campos,
Traición, de Harold Pinter, por F Vidal y
La importancia de llamarse Ernesto, de
Wilde, dirigida por Pedro Miguel Martínez.
Fue una actriz llena de sensibilidad, técnica
e intuición. Exquisita, señala Francisco
Vidal, no tuvo lo que merecía, como tantas
personas en este mundo y sobre todo en esta
profesión. Pero ella brilló hasta el final,
concluye el director. Campos destaca que
era sobria y exacta: Sabía hacer fácil lo
difícil. Sin concesión alguna a la galería,
transmitía verdad en cada gesto, en cada
palabra. Construía con rigor el personaje
que defendía ennobleciendo el oficio.
Su último trabajo como actriz fue Mujeres,
de Mercé Rodoreda, la primera dirección de
Mercedes Lezcano: Era una actriz sensible,
sutil, elegante y con una enorme capacidad
dramática. En los últimos años participó en
varias lecturas dramatizadas de autores
como Campos, Marcelo Bertuccio y José
Ramón Fernández, cuya obra La tierra, fue
la última en que participó. Soy incapaz de
recordar un momento en que no la viera
sonriendo, repartiendo dulzura, señala
Fernández. Entre los 90 y la primera década
del XXI participó en varias series de tv.
Rosana Torres; El país 18-3-2012
Índice de las reseñas
publicadas en
Libros y Nombres de
Castilla-La Mancha,
entre los nº 51 a 60, ambos
inclusive
Historia
Isidro Gomá ante la Dictadura y la
República, de Miguel Ángel Dionisio
Vivas; 51
Doña Blanca, una reina sin corona bajo
el carlismo, de Miguel Romero; 51
Historia del feminismo, de Juan Sisinio
Pérez Garzón, 52
La inserción de La Mancha en el mundo
capitalista, 1850-1930, de José Ángel
Gallego Palomares, 52
Biografía de Anastasio de Gracia, de
VV.AA; 52
Movimientos sindicales y lucha social
en Almansa. 1: El movimiento obrero
hasta 1939, de Miguel-Juan Pereda
Hernández; 54
II República, Guerra civil y postguerra
en Membrilla, de Enrique Jiménez
Villalta; 54
De la cruzada al desenganche. La
Iglesia española entre el franquismo y
la transición, de Manuel Ortiz Heras y
Damián A. González (coords.); 55
La reforma en la Sevilla del XVI, de
Tomás López Muñoz; 55
Movimientos sindicales y lucha social
en Almansa: II. De la derrota de la
República a la consolidación de la
democracia, de Juan Luis Hernández
Piqueras; 55
Diccionario de la Hispania romana, de
Francisco Arroyo; 55
Excavaciones en el claustro de la catedral de Toledo, de Martín Almagro
Gorbea, José Mª Barranco Ribot, José
María; Markel Gorbea; 55
Juan Pacheco, privado de Enrique IV
de Castilla. La pasión por la riqueza y
el poder, de Alfonso Franco Silva; 56
Fuentes Históricas de Guadalajara.
Archivo Municipal de Guadalajara (IV)
(1474-1485), de Carmelo L. López; 57
Investigaciones arqueológicas en Sisapo, capital del cinabrio hispano (I), de Mar Zarzalejos, Carmen F.-Ochoa, y Patricia Hevia; 59
Brihuega y su Partido, de Antonio
Pareja Serrada; 59
Historia e historiografía de un
bicentenario. La batalla de Talavera en
1809, de Jaime Olmedo y otros; 60
Castillo de Garcimuñoz en la historia
de España, de Miguel Salas Parrilla; 60
Literatura
El poeta Rodrigo Cota y su familia, de
Francisco Cantera Burgos, 52
Cancionero de Pedro de Padilla con
algunas obras de sus amigos
Manuscrito 1587 de la Biblioteca Real
de Madrid, de José J Labrador Herraiz
y Ralph A. DiFranco; 56
Poesía
Santiago Sastre Ariza Agua Corriente,
53
Carmina, de Andrés García Cerdán, 53
Libro de familia, Félix Grande, 54
Peregrino de sueños, de Elisabeth Porrero
Vozmediano, 54
+ POE +, de Teo Serna, 54
Arqueros en mi fiesta, de Miguel Mula
Soler, 56
Jesús Maroto recoge en una antología
sus treinta años de producción poética; 57 Silencio desvelado, de Manolita
Espinosa, 58
Los sumergidos, M Ángel Curiel, 58
Pedro Gandía: una tentativa multicolor;
59
El premio „Arcipreste de Hita‟ para el
poeta Antonio Rodríguez, 59
Fragmentos de inventario, de Antonio
del Camino, 59
José Luis Morales, por Nicolás del
Hierro, 59
Narrativa
En el río muerto, Una educación
poética, de Francisco Gómez Porro; 53,
57 y 60
La noche de Montiel, de Francisco
Ayala 53
Alfonso ‘el de las Navas’
de Jesús de las Heras, 54 y 57
La razón de las piedras, de Luis Béjar,
57
El señor de Lordemanos, de Miguel
Ángel Badal Salvador; 58
La lista maldita, de Raquel Fernández
Muñoz, 58
Ensayo
Reflexión teológica en Taüll, de
Amador Palacios; 51
Los niños y D Quijote, de Manolita
Espinosa; 51
Escaramuzas, de Antonio Martínez
Sarrión, 51
Pequeño tratado de los grandes vicios,
de José Antonio Marina, 52
Geografía personal, de José Rivero
Serrano, 55, 57 y 59
El caracol dorado, Dionisia García; 58
Para entender la cultura vasca, de
Bruno Camus: 59
Disertaciones y opúsculos sobre
Toledo, 59
Economía
La teoría del justo precio de Luis de
Molina; 54
Castilla-La Mancha Horizonte XXII, de
VV.AA.; 58
Etnología
Instrumentos musicales populares de
ronda y tradición oral, de VV.AA.; 52
Cofradía de Nuestra Señora de las
Candelas de Torrejón del Rey; 54
Tierra de Cultura, de Los Académicos
de la Argamasilla; 56
El Martinete de los Pozuelos de
Calatrava, Mª del Carmen Arcos y
Manuel Molina; 60
Artes Plásticas, Arquitectura,
Patrimonio
Monasterios y Conventos en la
provincia de Guadalajara, de Antonio
Herrera Casado, 51
Herencia recibida, 2004/2010; de
VV.AA.; 52 y 58
La Escuela de Artes de Ciudad Real:
primeros años, de VV. AA.; 52
Cien años de Escuela de Arte. Ciudad
Real 1911-2011, VV.AA.; 53
Los visigodos de los románticos, de
Miguel Cortés Arrese, 54
Castillos y Torres de Albacete, de José
Luis Simón García, 56
Ignacio Haan: Arquitecto de la luz, de
Adolfo de Mingo Lorente, 56
La historia secreta de los edificios, de
Ricardo Aroca; 58
Toledo en la pintura. De El Greco a
Canogar, de Luis Peñalver, 59
Las tardes en Roca Tarpeya
(con Victorio Macho), de
Fernando-Guillermo de Castro; 60
Revistas
Académica nº 6: Real Academia
Conquense de Artes y Letras. Vol.
dedicado al 4º centenario del Tesoro de
la lengua castellana o española de
Sebastián de Covarrubias; 52 y 53
María Luisa Mora en el último número
de la revista “El Alambique”; 55
La hoja azul en blanco; nº 16; 55
Nueva entrega (nº 16) de LALATA; 57
Toletum: Revista de la Real Academia
de Bellas Artes y Ciencias Históricas de
Toledo nº 55; 58
Hermes, de Toledo; 59
Calicanto, de Manzanares; nº 60
Varios
Ámbitos y estrategias de la Intervención
socioeducativa con menores, de María
Senra Varela (coord.); 51
Senderos de Gran Recorrido: GR-10 en
Guadalajara. Senderos de la Miel; 53
Más allá de la llanura, de Pedro
Antonio González Moreno; 53
La Naturaleza en Orgaz, de
Diego F. Perea Ruiz-Tapiador, 54
Se ha cometido un crimen: Crónica
negra de Aranjuez y su comarca (1844-
1931): Chinchón, Ciempozuelos,
Colmenar de Oreja, Ocaña, Seseña,
Titulcia y Villaconejos, de José Ángel
Orgaz Torres; 55
XI Jornadas de estudios brioceneses, de
Asociación “Gentes de Brihuega”, 55
Miscelánea. In honorem Juan José
Gómez Brihuega Compilador Martín
Muelas Herráiz; 55
Geología y Paleontología de Almadén
en el siglo XIX, de Luis Mansilla Plaza
y otros; 56
La conquista del cuerpo, de Isabelo
Herreros; 56
El fruto de la rama más alta. Apuntes
de campo de un escéptico participativo,
de Manolo García, 57
La España mágica, José Ignacio
Carmona; 58
La Orquesta Filarmónica de Madrid
(1915-1945), de Miriam Ballesteros
Egea; 60
Fotografía
Puertollano: Imágenes de los años 70,
de Luis Fernando Ramírez Madrid, 55
Fotografías, de Miguel Ángel Blanco
de la Rubia; 56
Jadraque, mirando atrás; Los legados
de la Tierra; 56
Guadalajara en transformación.
Colección fotográfica Cortijo-Ballester
(c. 1965-1970); 60
España: un siglo de historia en
imágenes, de Publio López Mondéjar y
Lorenzo Díaz; 60
Noticias
El ayuntamiento de Valdepeñas y el
Centro de Estudios de CLM
digitalizarán la hemeroteca municipal;
51
Jesús Sánchez Adalid gana el premio de
novela histórica Alfonso X el Sabio, 54
Libros Mundi, una nueva editorial con
identidad propia; 58
Murió Lola Mateo, la sonrisa de los
herederos del teatro independiente; 60
Cualquier persona interesada en
localizar las anteriores entregas de
este boletín, Libros y nombres de
Castilla-La Mancha, puede
hacerlo en los siguientes sitios
web:
http://www.tienda.editorialalmudclm.
es/libros-de-clm.html
o en:
http://ceclmdigital2.uclm.es/hemeroteca
/cgi-bin/Pandora