144

693_La postura de meditacin manual prctico para meditadores de t.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

  • La postura de meditacin

    manual prctico para meditadoresde todas las tradiciones

    MAQUETA.indd 1 09/05/2012 17:42:23

    to remove the watermark

  • MAQUETA.indd 2 09/05/2012 17:42:23

  • Will Johnson

    La postura de meditacin

    manual prctico para meditadoresde todas las tradiciones

    Herder

    MAQUETA.indd 3 09/05/2012 17:42:23

  • Ttulo original: the posture of meditationTraduccin: Juan carlos ValdovinosDiseo de la cubierta: claudio Bado

    1996, Will Johnson, published in arrangement with shambhala publications inc., Boston

    2009, Herder editorial, s.L., Barcelona

    isBn: 978-84-254-2635-3

    La reproduccin total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso de los titulares del Copyright est prohibida al amparo de la legislacin vigente.

    Imprenta: reinbookDepsito legal: B - 36.199 - 2009Printed in Spain

    Herderwww.herdereditorial.com

    MAQUETA.indd 4 09/05/2012 17:42:23

  • Este libro est dedicado a todas las personas que han tenido la buena fortuna de introducir una prctica de meditacin sentada en su vida, con la esperanza de que la informacin que contiene les ayude y apoye en su prctica.

    MAQUETA.indd 5 09/05/2012 17:42:23

  • MAQUETA.indd 6 09/05/2012 17:42:23

  • ndice

    agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

    primera parte

    prctica formal

    1. actitudes preliminares . . . . . . . . . . . . . . . 23

    2. alineacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

    3. relajacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

    4. elasticidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

    5. integracin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

    MAQUETA.indd 7 09/05/2012 17:42:23

  • segunda parte

    prctica informal

    6. transitar por la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

    Nota final . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

    MAQUETA.indd 8 09/05/2012 17:42:23

  • 9

    agradecimientos

    expreso mi agradecimiento y aprecio a todos mis profesores de meditacin sentada: Koon Kum Heng, tarthang tulku, ruth denison, Hari das Baba, Yogi Bhajan, Jack Kornfield, Joseph Goldstein, s. n. Goenka y namkhai norbu. Quiero dedicar un agra-decimiento y reconocimiento especial a ida rolf, quien me llev a entender que la armonizacin del campo energtico del cuerpo con el campo gravita-torio de la tierra es un requisito previo para el desa-rrollo espiritual, y a Judith aston, quien me inspir a llevar esa armonizacin un poco ms lejos y a explo-rar como se mueve un cuerpo alineado. doy las gra-cias tambin a emily Hilburn sell y a dave oneal, de shambhala publications, por la eficiencia con que llevaron adelante la edicin de este libro y a Lis erling Bailly por crear los elegantes dibujos y smbolos.

    muchos de los principios estructurales e ideas que aparecen en esta obra se expusieron por primera vez en mi libro Balance of Body, Balance of Mind: A Rolfers Vision of Buddhist Practice in the West (atlanta, Huma-

    MAQUETA.indd 9 09/05/2012 17:42:23

  • 10

    La postura de meditacin

    nics, 1994), que sera de especial inters para el lector que quiera ahondar en los efectos de la postura de meditacin.

    MAQUETA.indd 10 09/05/2012 17:42:23

  • La postura de meditacin

    MAQUETA.indd 11 09/05/2012 17:42:23

  • MAQUETA.indd 12 09/05/2012 17:42:23

  • 13

    introduccin

    normalmente pensamos en la postura de meditacin como una actividad que involucra a nuestra mente, pero lo cierto es que la meditacin se inicia asu-miendo un gesto concreto con el cuerpo. este gesto o postura forma la base literal de sustentacin de la que en definitiva depende la indagacin focalizada de la meditacin. si construimos una casa con cimien-tos defectuosos, nos creamos grandes dificultades a la hora de habitarla. de igual modo, si no concentramos nuestra atencin inicialmente en establecer una pos-tura que apoye y facilite de forma natural el proceso de meditacin, nos creamos muchas dificultades a la hora de intentar avanzar en nuestra bsqueda medi-tativa.

    La palabra postura viene del latn positura, que significa posicin, y ponere, poner. aplicada, como es costumbre, a la estructura y apariencia de nuestro cuerpo, se refiere a cmo lo posicionamos o coloca-mos en el espacio y a cmo los distintos segmentos del cuerpo se relacionan entre s. adems, la postura o

    MAQUETA.indd 13 09/05/2012 17:42:23

  • 14

    La postura de meditacin

    la adopcin de posturas puede referirse a una actitud o imagen de nosotros mismos que creamos, con la que nos identificamos y que proyectamos conscien-temente. el andar resueltamente desgarbado de una persona alienada o enfadada, la musculatura excesi-vamente desarrollada que trata de ocultar inseguridad y la afectacin de confianza desenfadada que adopta un abogado empeado en convencer a un jurado son imgenes de s mismo que dependen del posiciona-miento del cuerpo para conseguir el efecto buscado. Haciendo esto creamos diferentes posturas que ex-presan diferentes actitudes.

    en la mayora de casos la adopcin de posturas o poses de esta clase va acompaada de una connotacin de falta de naturalidad. podemos tensar los msculos del cuerpo y mantener distintas posturas para crear la personalidad o imagen de nosotros mismos que nos apetece. esto es precisamente lo que hacen los actores cuando intentan tomar posesin de un papel y es por ello que en las escuelas de teatro se dedican muchas horas al aspecto puramente fsico del oficio de actor. sin embargo, el estado natural del ser humano, como el de cualquier animal, es estar equilibrado y relajado. manipulando nuestro cuerpo conscientemente para poder crear y proyectar una imagen determinada de nosotros mismos, limitamos nuestro espectro de ex- presin, restringimos la circulacin natural de la ener-ga por el cuerpo y la mente y renunciamos a la facili-

    MAQUETA.indd 14 09/05/2012 17:42:23

  • 15

    Introduccin

    dad de equilibrio y relajacin que nos pertenece como autntico derecho fundamental.

    La voz francesa poseur describe esta condicin con toda exactitud. se refiere a alguien que intenta ser algo distinto de lo que l o ella naturalmente es, a un impostor. contrastada con esta forma antinatural de estar en el cuerpo, la postura de meditacin alinea nuestro cuerpo y mente de la manera ms cmoda y desprovista de afectacin con las grandes fuerzas de la naturaleza que nos condicionan. de esta manera nos aceptamos como somos de verdad y no senti-mos ninguna necesidad de ser algo distinto de lo que naturalmente ya somos. a medida que aprendemos a dejar atrs algunas de nuestras posturas o poses no naturales y entramos ms cmodamente en la postura de meditacin descubrimos que lo que naturalmente somos es bastante maravilloso. experimentamos un bienestar y una relajacin que revelan aspectos cada vez ms profundos de nuestra verdadera naturaleza.

    de igual modo que la evolucin gradual pero continua de la especie humana hacia una postura ms erguida y vertical ha ido acompaada de un creci-miento y expansin paralelos de la conciencia, los estados de conciencia superiores que es posible al-canzar mediante el proceso de meditacin dependen tambin de un afinamiento continuo de la verticali-dad y del equilibrio relajado del cuerpo. no obstante, este acto preliminar de equilibrarse, que representa la

    MAQUETA.indd 15 09/05/2012 17:42:23

  • 16

    La postura de meditacin

    condicin bsica para iniciar la bsqueda meditativa, muchas veces se pasa por alto. en cambio, la medita-cin se presenta como una pluralidad de tcnicas o actividades diferentes en las que ocupamos nuestra mente y centramos nuestra atencin. por ejemplo, se nos puede decir que nos sentemos y repitamos una palabra o frase en silencio o que visualicemos y nos fusionemos con la imagen de una deidad. se nos pue-de pedir que nos sentemos y prestemos atencin al paso de la respiracin conforme entra y sale de nues-tro cuerpo o que observemos el cambio incesante del contenido del cuerpo y la mente. se nos puede pedir que nos sentemos y tratemos de hallar una so-lucin a un acertijo insoluble o imaginemos que hay un hilo expansivo de luz blanca en nuestra colum-na vertebral. se nos puede decir que nos sentemos y prestemos atencin a los sonidos internos del cuerpo o que nos concentremos en un punto determinado del cuerpo con exclusin de todos los dems. puede que nos sentemos y contemplemos el significado de determinado pasaje de un libro que valoramos o que se nos diga que nos sentemos y no hagamos nada en absoluto.

    Las tcnicas de meditacin son extremadamente variadas. el Buda enumer aproximadamente cuarenta tcnicas distintas y en el Vijana Bhairava Tantra (que paul reps tradujo en Zen Flesh, Zen Bones), se enu-meran 108 formas distintas de practicar, cualquiera de

    MAQUETA.indd 16 09/05/2012 17:42:23

  • 17

    Introduccin

    las cuales puede llevar al practicante a los estadios ms altos de realizacin. es enteramente apropiado que exista un abanico tan amplio de tcnicas de medita-cin, pues todos tenemos temperamentos e inclina-ciones diferentes que pueden hacer que una tcnica sea una va de exploracin ms idnea para nosotros que otra. muchos caminos pueden llevar al mismo lugar y en definitiva poco importa cul elijamos, con tal de que se adapte a nuestro temperamento y capa-cidad y nos permita alcanzar nuestra meta. a la pos-tre, la mejor tcnica es la que adoptamos nosotros mismos.

    aunque las tcnicas concretas de meditacin son muy variadas, todas tienen un denominador comn que es la postura de meditacin en s. a un observa-dor, incluso a uno que est familiarizado con el pro-ceso de meditacin, le resultara muy difcil discernir qu tcnica en particular puede estar practicando al-guien que medita. Lo nico que el observador puede determinar a ciencia cierta es que lo que esa persona hace es estar sentada. en definitiva, el propio acto de sentarse puede cobrar ms importancia que la tcnica que presumiblemente practiquemos mientras esta-mos sentados. dicho de otro modo, las tcnicas por s mismas pueden ser formas necesarias de mantenernos ocupados mientras nuestro cuerpo y mente aprenden lentamente a asumir la postura de meditacin. desde esta ptica, la postura de meditacin puede ser vista

    MAQUETA.indd 17 09/05/2012 17:42:23

  • 18

    La postura de meditacin

    como el punto de partida de la prctica y como su objetivo ltimo.

    La mayora de los profesores de meditacin dan ins-trucciones iniciales sobre la importancia de la postura. estas instrucciones suelen revestir la siguiente forma: sintese con la espalda derecha y el cuerpo relajado. permanezca muy quieto y respire con soltura y natura-lidad. en la primera parte de este corto volumen estas instrucciones se analizan en cada una de las partes, con la esperanza de conseguir que le resulte mucho ms f-cil ponerlas en prctica. por simples que estas instruc-ciones sean, representan una de las tareas ms difciles que podemos intentar acometer. si nos concentramos en sentarnos derechos o muy quietos, muchas veces nos ponemos rgidos y se nos hace muy difcil rela-jarnos. o, si nos concentramos conscientemente en la relajacin, posiblemente observemos que la estructura de nuestro cuerpo se empieza a colapsar lentamente. La cabeza empieza a caer hacia adelante, la parte de-lantera del cuerpo se acorta, mientras que la espalda se alarga demasiado, y perdemos nuestra verticalidad. cualquiera de estas posiciones comunes compromete y entorpece seriamente el flujo natural y cmodo de la respiracin. La postura de meditacin nos ensea cmo equilibrarnos e integrar cada una de estas ins-trucciones corporales en nuestra prctica de sentarnos.

    La postura de meditacin depende de tres atributos bsicos: alineacin, relajacin y elasticidad. cada uno

    MAQUETA.indd 18 09/05/2012 17:42:23

  • 19

    Introduccin

    de estos atributos es igual de importante y cada uno de ellos favorece la manifestacin de los otros. cuando aparecen simultneamente en una relacin de armo-na recproca, tienen un fuerte efecto catalizador sobre el proceso de meditacin. en esta postura las energas sanadoras del cuerpo y la mente se activan de forma natural y el proceso de transformacin se inicia es-pontneamente. de hecho, la postura de meditacin puede ser vista como un mudra de transformacin, un gesto o actitud corporal que hace que el proceso de transformacin no tenga ms remedio que ponerse en marcha. cualquier hbito postural o mental que contribuye a oscurecer la verdad de nuestra naturaleza iluminada se disuelve gradualmente asumiendo esta postura, de igual modo que el continuo flujo sin obs-tculos del agua disuelve la piedra gres. este poderoso efecto catalizador lo experimentamos de manera na-tural como un ahondamiento de nuestra meditacin. el cuerpo y la mente se integran progresivamente y la divisin artificial entre nuestros mundos interior y exterior empieza a venirse abajo. si alguno de estos atributos primordiales falta, el proceso de meditacin puede seguir adelante igualmente, pero lo har mu-cho ms lentamente.

    La primera parte de este libro trata de la mecnica de la postura de meditacin aplicada concretamente a nuestra prctica formal de sentarnos. en la segun-da parte ampliaremos el mbito de nuestra prctica

    MAQUETA.indd 19 09/05/2012 17:42:23

  • 20

    La postura de meditacin

    y veremos que estos mismos principios se pueden aplicar a lo que podramos llamar prctica informal, a los quehaceres cotidianos de la vida. Las secciones que hay al final de cada captulo contienen ejercicios ideados para ayudar al lector a experimentar el aspec-to de la postura de meditacin tratado en cada uno de ellos. una ltima observacin para terminar: la forma personal de practicar sentado del autor ha sido fuerte-mente influenciada por la rica y variada tradicin del budismo y, de hecho, en el texto se har referencia a ella de tanto en tanto. con todo, los principios en que descansa la postura de meditacin son de aplicacin universal. se aplican por igual al meditador que sigue una prctica de conciencia theravada, una forma de contemplacin cristiana o una prctica mstica hind. se aplican a todos los que hemos tenido la buena fortuna de reconocer que el simple acto de sentarnos puede ser uno de los gestos ms poderosos que somos capaces de asumir.

    MAQUETA.indd 20 09/05/2012 17:42:23

  • primera parte

    prcticaformal

    MAQUETA.indd 21 09/05/2012 17:42:23

  • MAQUETA.indd 22 09/05/2012 17:42:23

  • 23

    1

    actitudes preliminares

    es costumbre iniciar un curso de meditacin con un reconocimiento formal de las ac- titudes y fuerzas que ms pueden facilitar la tarea a menudo muy ardua que se inicia.

    en la tradicin budista este reconocimiento ha co-brado la forma de una declaracin llamada tomar refugio en la triple joya, siendo las tres joyas o ac-titudes preciosas el Buda, o la mente iluminada in-nata; el dharma, o las enseanzas que nos ayudan a reconectar con la naturaleza iluminada de la mente; y la sangha, o la comunidad de los practicantes que recorren este camino en nuestra compaa. Ya sea que se expresen en la lengua tradicional pali en que las enseanzas se expusieron originalmente o en la len-gua contempornea del practicante de hoy, se pide al estudiante que recite tres veces:

    tomo refugio en el Buda.tomo refugio en el dharma.tomo refugio en la sangha.

    MAQUETA.indd 23 09/05/2012 17:42:23

  • 24

    Prctica formal

    con este anuncio preliminar aparentemente simple se da comienzo a la prctica. sin embargo, las impli-caciones de la declaracin van mucho ms all de la engaosa simplicidad de su forma. esta frmula ele-mental contiene algunas de las enseanzas ms im-portantes de todas las que se expondrn ms adelante. cuando se examinan detenidamente, es posible ob-servar que cada uno de estos elementos no slo revela una actitud correcta que servir de cauce para que se revelen las enseanzas mismas, sino que tambin insinan las posturas fsicas que ms nos ayudarn a encarnar esas actitudes.

    el propsito de la toma de refugio es buscar cobi-jo y proteccin, para asegurar unas condiciones en las que podamos vivir con seguridad. La supervivencia fsica del cuerpo humano depende de condiciones y cobijos fsicos de distinta clase, mientras que el nutri-miento, crecimiento y maduracin continuos del ser humano dependen de diversos factores psicolgicos que se pueden cultivar y poner de manifiesto a travs del cuerpo y la mente. de igual modo que lo prime-ro que hemos de hacer es construir nuestra morada y procurarnos los alimentos que protegen nuestro cuerpo, seguidamente podemos aplicarnos tambin a crear las condiciones que nos permitan experimentar el potencial mximo que todo ser humano tiene a su alcance. el acto budista preliminar de tomar refugio implica que la seguridad del ser humano, vista desde

    MAQUETA.indd 24 09/05/2012 17:42:23

  • 25

    Actitudes preliminares

    la ptica de nuestro bienestar fsico y mental, se ha de hallar en el marco de las actitudes y fuerzas definidas por el Buda, el dharma y la sangha. sin la proteccin ofrecida por nuestra voluntad de abrirnos a estas acti-tudes y fuerzas y abrazarlas, quedamos expuestos y en algn grado de peligro.

    Buda, la primera de las actitudes preciosas, no es slo el nombre dado a la figura histrica de siddhar-tha Gautama, prncipe del norte de la india que vivi hace 2.500 aos y experiment una transformacin extraordinaria que dio origen a todo un sistema filo-sfico y psicolgico de enseanza. se refiere tambin a la naturaleza iluminada de la mente y a la experien-cia que Gautama desvel en s mismo y saba que exista tambin en forma de semilla en cada hombre y cada mujer. si bien es normal que todo practicante desarrolle en algn momento un hondo sentimien-to de gratitud y admiracin por la labor precursora del Buda (o por el principal maestro de la lnea de prctica que pueda estar explorando), no se le alienta a tomar refugio en el Buda histrico, sino en la natu-raleza potencialmente iluminada de su propia mente y experiencia. de hecho, Gautama advirti contra el culto a la personalidad que a menudo se desarrolla en torno a una figura particularmente dinmica. re-verenciar a esa persona puede incluso entorpecer la tarea a la que se enfrenta el practicante, la de conver-tirse en un Buda para s mismo. esta transformacin

    MAQUETA.indd 25 09/05/2012 17:42:23

  • 26

    Prctica formal

    slo puede tener posibilidades de ocurrir gracias a la perseverancia personal y la aplicacin diligente de las enseanzas y tcnicas.

    Buda, o la naturaleza iluminada de la mente, exis-te en cada uno de nosotros. no es algo que debamos fabricar de la nada. Ya est ah, esperando simplemen-te a que se den las condiciones que le permitan apa-recer. de forma muy parecida a la del sol, que espera pacientemente para traspasar una densa capa de nu-bes, este aspecto de la mente espera pacientemente a que nuestro entendimiento madure y a que caigan los patrones de hbitos que mantienen su resplandor en la oscuridad. si no existiera ya, sera hipcrita preten-der que el estudiante reconozca su existencia como refugio y santuario de seguridad al principio mismo de su prctica. La paradoja de esto es que si bien la aparicin de este aspecto de la mente se percibe acer-tadamente como el objetivo de la prctica que se em-prende, se la ve tambin y con razn como el punto de partida o arranque de la prctica.

    se plantea la pregunta justificada de por qu, si este aspecto de la mente ya existe en nosotros, no tenemos un acceso ms libre a l y no lo experimentamos du-rante una parte mayor del tiempo. dado que distintos estados mentales dependen directamente de posturas corporales determinadas y son producidos por ellas, una respuesta que se presenta es que no somos ca-paces an de crear y mantener la postura de medita-

    MAQUETA.indd 26 09/05/2012 17:42:23

  • 27

    Actitudes preliminares

    cin que apoya de forma natural esta condicin de la mente. cuando somos capaces de crear y mantener esta postura con facilidad, nuestro estado mental con-vencional cede, y Buda, la naturaleza iluminada de la mente y la experiencia, aparece sbitamente. suzuki roshi, uno de los maestros budistas ms respetados del siglo xx, ha destacado esta correlacin entre la postura y el estado de nuestra mente:

    no debe inclinarse hacia un lado, hacia atrs o hacia adelante. Hay que sentarse bien derecho, como si se es-tuviera sosteniendo todo el cielo con la cabeza. no se trata nicamente de cubrir las formas o de respirar bien. esta postura expresa el punto clave del budismo. es la ex-presin perfecta de la naturaleza de Buda de la persona. si lo que desea es lograr la verdadera comprensin del budismo, hay que practicar de esta manera. estas formas no son un simple medio para obtener el estado mental correcto. La postura correcta es de por s el propsito de nuestra prctica. cuando se logra esta postura, se est en el estado mental correcto y por eso no hay necesi-dad de esforzarse para alcanzar ningn estado especial.1

    Los rasgos definitorios de esta postura son una sen-sacin de espaciosidad, claridad y calma a nivel de la

    1. shunryu suzuki, Mente Zen, mente de principiante, Buenos aires, editorial estaciones, 1987, pg. 31.

    MAQUETA.indd 27 09/05/2012 17:42:23

  • 28

    Prctica formal

    mente, y un sentimiento sutil pero vibrante y ener-gtico de flujo a nivel del cuerpo. estamos tan poco habituados a esta clase de experiencia que es ms f-cil definirla refirindonos a los aspectos ms conven-cionalmente familiares de la experiencia que estn ausentes cuando conseguimos asumir la postura de meditacin. normalmente creemos que somos la en-tidad llamada yo que vive y reside en nuestro cuer-po fsico y a la que en ltima instancia se remite toda experiencia. sin embargo, cuando nos abrimos al lu-gar en nosotros al que se refiere la expresin Buda, el aspecto de la mente para el que yo es una etiqueta apropiada se vuelve mucho menos sustancial. en vez de dominar nuestro sentimiento de yo, se retira a un segundo plano de la conciencia y puede incluso des-aparecer. antes concebamos nuestro cuerpo y mente como un objeto llamado yo que se desplaza por el espacio, mientras que ahora vemos que a un nivel ms profundo de la mente, de donde emana Buda, somos como el espacio mismo por el que pasan todos los componentes de experiencia que podemos percibir directamente a travs de nuestros campos sensoriales. nuestro estado mental y experiencial anterior era r-gido, compacto y claustrofbico. por contraste, el es-tado mental y experiencial iluminado es mucho ms expansivo, radiante y espacioso.

    La clave de este vuelco transformador se encuen-tra en las caractersticas de la postura de meditacin.

    MAQUETA.indd 28 09/05/2012 17:42:23

  • 29

    Actitudes preliminares

    un cuerpo que no est alineado, relajado y elsti- co crea en s una gran cantidad de tensin y dolor extrnsecos. toda tensin innecesaria que hay en el cuer-po se convierte directamente en tensin en la mente. mentalmente nos sentimos comprimidos, compac-tados, atados. en cambio, si somos capaces de llevar nuestro cuerpo a un estado de alineacin, relajacin y elasticidad, nuestra mente se empieza a apaciguar y a expandir tambin. si vivimos en un lugar perpe-tuamente hmedo y nublado quiz dudemos de la existencia misma de algo como el sol, con su calidez, su resplandor y su poder de penetracin. sin embargo, cuando se abre un claro entre las nubes y experimen-tamos el sol en forma directa ya no podemos volver a dudar nunca ms de su existencia, incluso cuando se vuelve a formar la capa de nubes y lo oculta. cuando tomamos refugio en el Buda tambin reconocemos la importancia de asumir la postura de meditacin. asumiendo esta postura reducimos el sufrimiento y el dolor que son el pan de cada da de toda persona cuyo cuerpo est desequilibrado, tenso y entumecido.

    dharma, la segunda de las actitudes preciosas que nos puede ayudar mucho, se refiere a las enseanzas concretas formuladas por Gautama a partir de las per-cepciones que la naturaleza iluminada de su mente le revel. La esencia de estas enseanzas (expresadas en cuatro cortas afirmaciones conocidas como las cua-tro nobles Verdades) es que el querer que las cosas

    MAQUETA.indd 29 09/05/2012 17:42:23

  • 30

    Prctica formal

    sean distintas a como son nos sume en un estado de sufrimiento. podemos desear cosas o circunstancias que no existen actualmente; podemos estar insatisfe-chos con las que s existen. todo deseo nos priva de la capacidad de simplemente aceptarnos a nosotros mismos y las circunstancias que nos ha tocado vivir. el corolario de esta percepcin salta a la vista. si so-mos capaces de erradicar nuestra continua y frentica tendencia a querer que las cosas sean de otra manera, podemos poner fin al dolor y sufrimiento que esta tendencia crea constantemente.

    con todo, el patrn de hbitos del cuerpo y la mente es un rival muy duro de vencer. como nos afe- rramos constantemente a objetos o circunstancias que deseamos y reaccionamos con aversin a las que no, nos cuesta horrores simplemente aceptar las cosas como son. no obstante, las enseanzas nos dicen que si bien la tarea puede con razn parecer difcil, no es imposible. existe un antdoto contra el dolor y su-frimiento que impregna nuestra vida, poco importa cun sutilmente; ste se halla en el refugio de las ense-anzas. La ltima afirmacin que Gautama comparti inicialmente fue su receta, expuesta en forma de una serie de tcnicas y actitudes, para procurarse dicho antdoto.

    Los actos de apego y aversin, independientemen- te de lo manifiestos o sutiles que sean, se expresan en una tensin sistemtica de la musculatura del cuer-

    MAQUETA.indd 30 09/05/2012 17:42:23

  • 31

    Actitudes preliminares

    po. a primera vista puede parecer absurdo reducir el dolor y sufrimiento que experimentamos a nivel de la mente a patrones de tensin muscular que se han vuelto prcticamente involuntarios. con todo, debe-mos recordar una vez ms que los estados mentales dependen de posturas corporales. en el complejo curso de la vida van y vienen sin cesar objetos, im-genes, percepciones, pensamientos y actitudes. afe-rrarse a cualquiera de ellos con el afn de que perma- nezca con nosotros para siempre depende de la mis-ma clase de tensin muscular que sentiramos si nos agarrramos a una larga soga atada alrededor del cue-llo de un animal salvaje. rechazar cualquiera de ellos con la esperanza de que desaparezca de nuestra vida nos deja no menos exhaustos y agotados.

    cuando oscilamos continuamente entre expre-siones de apego y aversin introducimos una ten-sin enorme en el cuerpo y perdemos la capacidad de asumir la postura de meditacin. cuando nuestro cuerpo est tenso se vuelve imposible conectar con la naturaleza iluminada de la mente que la postura de meditacin puede, con toda naturalidad, revelar. en consecuencia, se vuelve mucho ms difcil aceptarnos simplemente como somos, porque en esas circunstan-cias experimentamos un cuerpo lleno de dolor y ten-sin y una mente dominada por la limitadora condi-cin de yo y todos los deseos y aversiones, juicios y pasiones que le son inherentes. Familiarizndonos con

    MAQUETA.indd 31 09/05/2012 17:42:23

  • 32

    Prctica formal

    la postura de meditacin podemos empezar a soltar los patrones musculares que nos atan a un constante vacilar entre el apego y la aversin que tanto dolor y sufrimiento nos causan.

    La ltima fuerza que nos ayuda en nuestra labor es la sangha, la comunidad de los que realizan el via-je con nosotros. no solemos ver a los dems como fuente de refugio y ayuda, sino con una mezcla de temor, desconfianza, juicio y clculo. Quiz nos di-gamos que nos importa el bienestar de los dems y que disfrutamos de la calidez y apertura de la camara-dera, pero nuestro inters y el grado en que estamos dispuestos a ser autnticamente abiertos y honestos es con frecuencia limitado. declarando que nuestros compaeros son una fuente de ayuda y refugio para nosotros, nos vemos forzados a reexaminar nuestras respuestas habituales a las personas. seguidamente, nos vemos retados tambin a cambiar nuestras actitudes hacia ellas al comprobar que nuestras respuestas ha-bituales limitan nuestra capacidad de experimentarlas como personas abiertas que se interesan y preocupan por nuestro bienestar. para iniciar este cambio en la manera de relacionarnos se necesita un acto de fe. si todos esperamos a que la otra persona demuestre su buena voluntad antes de reciprocar, nadie llega a abrirse y nuestros corazones permanecen cerrados y temerosos. si todos nos arriesgamos simultneamente a ser los primeros en cambiar la manera temerosa en

    MAQUETA.indd 32 09/05/2012 17:42:23

  • 33

    Actitudes preliminares

    que las personas suelen responderse mutuamente, to-dos empezaremos a suavizarnos y a experimentar el calor y los beneficios enriquecedores que reporta una comunidad de personas que se apoyan entre s.

    por miedo al ridculo, a menudo tememos com-partir, en particular nuestros sentimientos y pensa-mientos ms hondos, nuestras aspiraciones y padeci-mientos. en efecto, una mente atenazada por el miedo y la envidia de los dems (lo que est en funcin directa de que nos concibamos a nosotros mismos como un yo individual, separado y distinto del res-to de la humanidad y del mundo) suele responder a los dems ridiculizndolos o censurndolos en algn grado debido al dolor que la persona siente. ahora bien, imagnese por un momento una comunidad en la que pudiramos dar voz a estos sentimientos y pensamientos sin miedo al ridculo y en la que es-tuviramos dispuestos a abrirnos con el mximo de aceptacin y sin juicios de valor a los sentimientos y pensamientos de los dems miembros. La sangha es esto, o al menos lo que la sangha puede aspirar a ser o estimularnos a hacer.

    Las enseanzas slo pueden revelarse a travs de alguien que tiene el corazn abierto. La apertura de nuestro corazn genera sentimientos clidos que se correlacionan estrechamente con los atributos de la naturaleza iluminada de la mente enumerados an-teriormente. abriendo nuestro corazn manifestamos

    MAQUETA.indd 33 09/05/2012 17:42:23

  • 34

    Prctica formal

    el nacer de la voluntad de aceptarnos como somos. al principio los sentimientos y sensaciones en torno al corazn nos pueden parecer endurecidos y ridos, lastrados por la pesadumbre o el dolor. conforme se-guimos abrindonos a estos sentimientos y aceptn-dolos, empiezan a cambiar gradualmente. a medida que estos sentimientos y sensaciones se suavizan y funden, aparece una calidez y espaciosidad que ocupa su lugar. se vuelve natural interesarse y preocuparse por los dems integrantes de la comunidad, participar de sus alegras y logros y compartir compasivamen-te sus tristezas y decepciones. a medida que nuestro corazn se abre ms, una suerte de espaciosidad em-pieza a impregnar nuestra experiencia. nos volvemos grandes de corazn. conforme esta experiencia de radiacin fsica sigue expandindose, nuestro duro y miedoso caparazn exterior se empieza a disolver y nos resulta mucho ms fcil dar cabida a otras per-sonas en el campo ampliado de nuestra experiencia inmediata.

    cuando nos encontramos con otra persona, gene-ralmente empezamos a tensarnos inconscientemente. en vez de abrirnos en mayor grado al encuentro, nos contraemos y retiramos nuestra energa, como un ca-racol que recoge el cuerpo dentro de su caparazn protector cuando advierte peligro. a medida que nos volvemos ms sensibles a las variaciones tctiles que ocurren constantemente en nuestro cuerpo, podemos

    MAQUETA.indd 34 09/05/2012 17:42:23

  • 35

    Actitudes preliminares

    empezar a observarlas y nos damos cuenta de lo do-loroso que es cerrar el corazn y tensar el cuerpo en presencia de otra persona, poco importa cun sutil-mente lo hagamos. si somos capaces de ver al otro no como a un ser hostil a temer (o cuando menos como un ser al que responder con cautela y precaucin), sino como amigo o miembro de nuestra sangha o familia inmediata, podemos empezar a experimentar la apertura de nuestro corazn en presencia de otra persona.

    La apertura del corazn depende literalmente de la suavizacin de la musculatura en torno al pecho. como dijo Jess, Bienaventurados los que han suavi-zado la rigidez interior, porque ellos pueden obtener acceso al poder sanador universal de la naturaleza.2 sta es una traduccin mucho ms fiel y literal del idioma arameo original que habl Jess que la versin citada ms a menudo: Bienaventurados los mansos porque ellos recibirn la tierra por heredad. La pos-tura de meditacin nos permite empezar a suavizar nuestras rigideces. mientras ms conseguimos reducir la contencin y tirantez corporal, ms fcil nos resulta abrir el corazn. este ciclo se alimenta y refuerza a s mismo, porque mientras ms capaz es nuestro co-razn de abrirse suavemente, ms se libera nuestro

    2. neil douglas-Klotz, Prayers of the Cosmos , nueva York, Harper-collins, 1994, pg. 53.

    MAQUETA.indd 35 09/05/2012 17:42:23

  • 36

    Prctica formal

    cuerpo de la tirantez y las rigideces que hacen que la experiencia del equilibrio relajado y flexible nos resulte tan difcil de alcanzar. cuando cerramos el co-razn en presencia de nuestros hermanos y hermanas, distorsionamos nuestra capacidad de llevar el cuerpo a un estado de equilibrio relajado y renunciamos a la espaciosidad relajada de la mente que la postura de meditacin ofrece.

    La postura de nuestro cuerpo da expresin y for-ma literales a nuestras actitudes. reconociendo las fuerzas y actitudes preliminares que sern nuestros aliados en nuestra bsqueda meditativa, empezamos a poner en movimiento las condiciones del cuerpo y la mente que apoyarn nuestros esfuerzos por ayudar a que la postura de meditacin se establezca como nuestro estado corporal natural.

    MAQUETA.indd 36 09/05/2012 17:42:23

  • 37

    2

    alineacinSintense con la espalda derecha...

    cualquier nio que disfruta jugando con blo- ques de construccin entiende los princi- pios y la importancia de la alineacin. si los bloques se colocan uno directamente

    encima del otro, la pila se mantiene en pie. si los blo-ques no guardan esta relacin vertical entre s, la pila se viene abajo.

    Los mismos principios de alineacin determinan el grado de equilibrio que el cuerpo humano puede alcanzar. Los bloques que forman el cuerpo humano son los principales segmentos corporales: los pies, la parte inferior de las piernas, los muslos, la pelvis, el ab-domen y la parte baja de la espalda, el pecho y la parte alta de la espalda, los hombros y brazos, el cuello y, por ltimo, la cabeza. si estos segmentos se consiguen api-lar uno directamente encima del otro, el cuerpo podr mantenerse en pie de forma equilibrada. una postura equilibrada requiere muy poco esfuerzo para sostener-la y permite que los principales msculos del cuerpo

    MAQUETA.indd 37 09/05/2012 17:42:24

  • 38

    Prctica formal

    se relajen. este gasto relativamente pequeo de ener-ga, combinado con el fenmeno de la relajacin, pro-duce un claro tono sensorial de flexibilidad, ligereza y flujo vibratorio. tambin genera un estado de con-ciencia alerta. este doble estado de comodidad corpo-ral y alerta relajada de la mente es fruto del equilibrio.

    si los principales segmentos del cuerpo no estn apilados cmodamente uno directamente encima del otro, el cuerpo (a diferencia de los bloques del nio) no se vendr abajo, pero tendr que compensar su falta de alineacin ejerciendo una tensin muscular constante para contrarrestar la fuerza de gravedad. esta tensin continua produce un tono sensorial de endurecimiento, entumecimiento y dolor en el cuer-po. ofusca la mente y hace difcil mantenerse centra-do o alerta con facilidad.

    La misma fuerza da sustento al cuerpo equilibrado y priva de sustento al cuerpo desequilibrado. dicha fuerza es el campo gravitatorio de la tierra. La fuerza de este campo circula siempre por la vertical. si bien la funcin principal de esta fuerza, la ms poderosa de las fuerzas planetarias, es atraer a los objetos hacia su fuente (el centro de la tierra), tambin da sustento o fuerza de sustentacin a toda estructura capaz de adaptar su forma a la direccin de la corriente e in-fluencia de la misma.

    piense por un momento en las secoyas gigantes, las espigas gticas de la catedral de chartres, la torre

    MAQUETA.indd 38 09/05/2012 17:42:24

  • 39

    Alineacin

    de eiffel o el edificio empire state. Los rboles ms altos (las entidades vivas ms antiguas de la naturaleza) y nuestros edificios ms altos pueden alcanzar alturas que no seran posibles si sus estructuras no estuvieran alineadas verticalmente como se ha dicho. La fuerza de gravedad las sostiene asegurando su estabilidad. piense ahora en la torre inclinada de pisa. de forma lenta pero segura, con los siglos ha perdido altura sin cesar, incli-nndose cada vez ms precariamente hacia un costado. tratndose del cuerpo humano, a esta prdida gra-dual de altura (y a la prdida de agilidad mental que la acompaa con demasiada frecuencia), la llamamos ve-jez. acaso no es posible que exista una correlacin di-recta entre estos indicios de envejecimiento y el hecho de que un cuerpo quiz no haya sido nunca capaz de alinearse plena y eficazmente con tal de experimentar la funcin sustentadora del campo gravitatorio?

    si conseguimos hallar este punto sutil donde la ver- ticalidad de nuestro cuerpo se alinea con la corrien- te vertical de la energa gravitatoria, experimentamos una cualidad natural de ligereza y la sensacin de que estamos siendo literalmente levantados. si no somos capaces de sincronizar el campo energtico de nues-tro cuerpo con la corriente vertical de la gravedad, la vida puede convertirse en una lucha agotadora sim-plemente para mantenerse erguido.

    La capacidad de alinear la estructura vertical del cuerpo con la corriente de energa gravitatoria es el

    MAQUETA.indd 39 09/05/2012 17:42:24

  • 40

    Prctica formal

    principal requisito para adoptar la postura de medita-cin. su importancia no puede ser exagerada. nuestra primera tarea es, pues, crear una situacin estructural que haga que la gravedad sostenga nuestro cuerpo y nuestros empeos meditativos. esta tarea se corres-ponde con las instrucciones iniciales de sentarse con la espalda derecha.

    existen tres relaciones estructurales principales que promueven un estado natural de alineacin en la postura de meditacin. cada una de ellas descansa en la anterior. en primer lugar, la pelvis ha de elevarse por encima de las rodillas. esto permite que la pelvis se incline ligeramente hacia adelante de forma que el peso de la parte superior del cuerpo descanse direc-tamente encima o incluso un poco por delante de los isquiones de la pelvis. asegurando estas dos primeras relaciones se crea una base de apoyo muy estable para la parte superior del cuerpo. al situarse encima de tan estable base la parte superior del cuerpo se ende-reza de forma natural y puede alcanzar un estado de equilibrio casi sin esfuerzo. Los costados derecho e izquierdo de la parte superior del cuerpo se vuelven aproximadamente simtricos, en tanto que la pelvis, el abdomen y la parte baja de la espalda, el torso y la parte alta de la espalda, y la cabeza se apilan uno enci-ma del otro igual que los bloques del nio.

    puede que sea ms fcil apreciar la verdadera im-portancia de estas configuraciones estructurales ob-

    MAQUETA.indd 40 09/05/2012 17:42:24

  • 41

    Alineacin

    servando qu ocurre con el cuerpo cuando no se dan estas relaciones. sintese un momento en el suelo o en una silla de forma que las rodillas le queden bas-tante por encima de la pelvis. si se relaja en esta po-sicin comprobar que la pelvis empieza a rotar hacia atrs por encima y detrs del punto de apoyo de am-bos isquiones. al inclinarse la pelvis hacia atrs de sta manera, la parte inferior de la columna empieza tam-bin a desplazarse hacia atrs. a medida que la zona lumbar de la columna se mueve hacia atrs, en sentido opuesto al de su curvatura natural, la parte superior del cuerpo no tiene ms remedio que empezar a in-clinarse hacia adelante en compensacin. si examina ahora la parte superior de su cuerpo, observar que en esta situacin la espalda se ha alargado demasiado, en tanto que la parte delantera del cuerpo se ha com-primido y acortado. La parte superior del cuerpo no parece una lnea vertical recta. se parece mucho ms a la letra c. es absolutamente imposible que la fuerza de gravedad circule armoniosamente por la curvatura creada por esta configuracin estructural. el resultado no slo es un cuerpo reido con la gravedad; tambin comprime las vsceras abdominales y hunde el pecho. La compresin de los rganos abdominales internos no les permite funcionar ptimamente. La compre-sin del pecho inhibe considerablemente el ciclo de la respiracin. La libre circulacin de la energa queda seriamente comprometida en un cuerpo como ste.

    MAQUETA.indd 41 09/05/2012 17:42:24

  • 42

    Prctica formal

    dicha configuracin estructural es el equivalente so-mtico de una manguera con nudos que entorpecen considerablemente la circulacin del agua.

    tendr que introducir un grado sutil pero apre-ciable y continuo de tensin en la musculatura del cuerpo simplemente para mantener esta postura. aunque la tensin tal vez sea ms notable y pronun-ciada en algunas partes del cuerpo que en otras, el cuadro general de contraccin afecta sutilmente a todo el cuerpo. a primera vista la postura de colap-so puede parecer relajada, pero en realidad no lo es. en esta postura tiene que tensarse de forma continua para contrarrestar la atraccin gravitatoria. si se rela-jara de verdad y entregara el peso de su cuerpo a la gravedad en vez de tensarse en oposicin a ella podra volverse an ms comprimido y colapsado, inclinarse an ms hacia adelante hasta quedar su cabeza prcti-camente suspendida sobre el regazo, o caer hacia atrs. en cualquier caso, no puede relajarse en esta postura y mantener su verticalidad.

    cuando no experimentamos la fuerza de grave-dad como fuente de sustento, debemos contraernos y tensarnos en oposicin a ella. ahora bien, la tensin en el cuerpo crea tensin en la mente de forma muy directa. esta tensin circunscribe el funcionamien-to de la mente a sus dimensiones ms superficiales y suele manifestarse como un continuo monlogo interior que comenta todo lo que le pasa por delante

    MAQUETA.indd 42 09/05/2012 17:42:24

  • 43

    Alineacin

    y se entretiene en fantasas sobre el pasado y el futuro. el sentido de s mismo que acompaa a esta dimen-sin de la mente hace que se vea como una entidad llamada yo separada y distinta del resto del mundo, al que ve con temor como algo distinto de ella y una amenaza para su existencia. al igual que una nube oculta el resplandor calorfero del sol, esta dimensin superficial de la mente oculta las posibilidades ms profundas de sta. La superficialidad de esta dimen-sin de la mente, la ms convencional, as como las posibilidades ms profundas que existen debajo de ella, son lo que el proceso de meditacin contribuye a poner al descubierto y revelar.

    todas estas dificultades de la postura de colapso arrancaron de la colocacin de las rodillas a una altura superior a la de la pelvis. Veamos qu empieza a ocu-rrir cuando este posicionamiento relativo se invierte. sintese de nuevo en el suelo con las piernas cruzadas o en una silla. sin embargo, esta vez coloque suficien-tes cojines de apoyo firmes debajo de su pelvis de forma que quede por encima de sus rodillas. en esta posicin la parte superior de la pelvis se desplaza de forma natural un poco hacia adelante. ahora los coji-nes estarn en contacto con el extremo inferior de sus isquiones o quiz observe que el punto de contacto est incluso un poco por delante de ellos.

    MAQUETA.indd 43 09/05/2012 17:42:24

  • 44

    Prctica formal

    si las rodillas estn ms elevadas que los isquiones, la pelvis y la columna lumbar tienen que desplazarse hacia atrs, y la parte superior del torso asume una postura de colapso. al igual que una manguera con nudos que entorpecen la circulacin de agua a travs de ella, un cuerpo colapsado no permite que la fuerza vital circule libremente de uno de sus extremos al otro. La obs-truccin del paso libre y sin obstculos de la fuerza vital hace que la energa del cuerpo y la mente oscilen alternadamente

    entre perodos de letargo y agitacin.

    a medida que la pelvis rota hacia adelante, arrastra consigo a la columna lumbar. sta es la posicin que la columna lumbar adopta de forma natural. seguida-

    MAQUETA.indd 44 09/05/2012 17:42:24

  • 45

    Alineacin

    mente, su columna torcica puede adoptar su ligera curvatura natural hacia atrs. La columna cervical se inclina ligeramente hacia adelante y la cabeza pue-de equilibrarse sin ningn esfuerzo encima de todo lo dems. cuando los instructores de meditacin di-cen que hay que sentarse con la espalda derecha no quieren decir que estas curvaturas naturales deban aplanarse. estas curvas leves se sitan en los puntos aproximados donde, segn se ha dicho tradicional-mente, estn ubicados varios de los centros energ-ticos o chakras ms importantes. cuando estas cur-vas se hallan cmodamente situadas, el cuerpo puede empezar a relajarse y su relajacin hace que dichos centros puedan empezar a abrirse y desarrollarse de forma natural.

    cuando las zonas sacra, torcica y cervical de la columna pueden adoptar su ligera curvatura natural, la parte superior del cuerpo se vuelve vertical y de-recha. Los costados derecho e izquierdo del cuerpo parecen estar adosados simtricamente al eje vertical que se ha establecido en el centro mismo del torso. La longitud de las partes frontal y dorsal del cuerpo coincide, como corresponde. se crea el mximo de espacio en el abdomen, donde los rganos internos pueden reposar cmodamente. adems, las restriccio-nes de las estructuras que intervienen directamente en la actividad respiratoria se reducen al mnimo.

    MAQUETA.indd 45 09/05/2012 17:42:24

  • 46

    Prctica formal

    al establecerse una base de apoyo estable, el cuerpo se alinea de forma natural con la corriente direccional de la gravedad. una vez establecida la alineacin, el cuerpo puede empezar a relajarse y a volverse elstico. el proceso profundamente purificador de

    meditacin no tiene ms remedio que ponerse en marcha.

    al igual que los rboles y rascacielos ms altos, que parecen sostenerse sin esfuerzo, quien medita sentado puede acceder a un espacio de calma y estabilidad alineando el cuerpo verticalmente de esta manera.

    MAQUETA.indd 46 09/05/2012 17:42:24

  • 47

    Alineacin

    puesto que la fuerza gravitatoria sostiene la vertica-lidad de las estructuras, con el tiempo el meditador notar lo extraordinariamente cmodo que se siente en esta postura. es importante subrayar que la postura de meditacin no entraa un posicionamiento artifi-cial o contorsionado del cuerpo que tenga por objeto producir visiones o estados de conciencia inusuales. antes al contrario, una vez que conseguimos hallar y asumir esta postura cmodamente y empezamos a experimentar el flotante sustento de la gravedad, empieza a aparecer un claro tono sensorial de natu-ralidad y autenticidad. empezamos a darnos cuenta de que la postura de meditacin no desvela ningn estado extraordinario del cuerpo y la mente, sino ms bien nuestro estado natural innato. alineando nues-tro cuerpo con la corriente vertical de la gravedad empezamos literalmente a notar que nos sostiene el vasto universo del que no somos ms que una peque-a parte.

    La alineacin que nos armoniza con la corriente direccional de la gravedad posee un claro tono sen-sorial de correccin. este tono sensorial, o la falta de l, se convierte en nuestro principal factor de orien-tacin al intentar hallar dicho punto de alineacin e incorporarlo en nuestra postura sentada. si nos sen-tamos frente a un espejo y manipulamos conscien-temente las distintas partes del cuerpo para que se ajusten a la vertical, es posible que introduzcamos

    MAQUETA.indd 47 09/05/2012 17:42:24

  • 48

    Prctica formal

    tensin en nuestra postura sentada sin saberlo. esto es como tratar de superponer alineacin a la estructu-ra del cuerpo desde fuera hacia adentro. en cambio, si simplemente generamos los tres gestos bsicos de alineacin (la pelvis por encima de las rodillas; el ex-tremo inferior de los isquiones o incluso un punto situado ligeramente por delante de ellos en contacto con el cojn; la parte superior del torso equilibrada con el menor esfuerzo posible encima de la base de apo-yo estable creada por los dos primeros gestos) y lue-go dejamos que el cuerpo ajuste espontneamente la postura, el tono sensorial de alineacin empieza a surgir de manera gradual e ineludible. prestando ms atencin al tono sensorial de alineacin que a sus co-ordenadas espaciales podemos alinearnos con la gra-vedad desde dentro hacia fuera.

    como cada cuerpo es nico, no puede haber re-glas fijas sobre cunto la pelvis ha de estar por encima de las rodillas. tendr que hacer la prueba con cojines de apoyo de distinto grosor (o banquetas de medita-cin de distinta altura) hasta dar con la combinacin apropiada para su cuerpo. con el tiempo, segn su postura de meditacin se vaya afinando, posiblemente tenga que ajustar esta combinacin. mantngase aten-to a los tonos sensoriales de equilibrio. stos le pro-porcionarn constantemente informacin que le per- mitir determinar si su cuerpo sigue acercndose al estado de alineacin.

    MAQUETA.indd 48 09/05/2012 17:42:24

  • 49

    Alineacin

    Los tres gestos principales son igualmente aplica-bles tanto si se sienta de rodillas sobre una banqueta de meditacin, en una silla o en el suelo con las pier-nas cruzadas. si la tradicin de prctica en la que se encuentra lo permite, pruebe a sentarse de distintas maneras. para sentarse en la postura tradicional con las piernas cruzadas, adems de cojines para subir la altura de su pelvis, necesitar una amplia colchoneta de espuma en que apoyarse para aliviar la tensin que podra sentir en las rodillas y los tobillos sin ella. La manera de cruzar las piernas depender del grado de elasticidad de las articulaciones de sus tobillos, rodillas y caderas, as como de lo largos que sean los segmen-tos inferiores y superiores de sus piernas. si posee una gran elasticidad natural, la postura tradicional del loto completo, en la que no slo se cruzan las piernas sino que adems los pies reposan encima del muslo opues-to, puede ser muy cmoda y estable. si esto no le resulta cmodo (y para la mayora de personas no es as), no hay ninguna necesidad de que coloque las piernas as a la fuerza. en vez de ello, puede cruzar una pierna con soltura encima de la otra o sentarse con una pierna delante de la otra. La capacidad de sentarse en la posicin del loto completo por s sola no le deja mejor situado para alcanzar una realizacin mayor. depende ms bien de la mecnica del cuer-po. una vez ms, preste el mximo de atencin a los tonos sensoriales del cuerpo. encuentre la posicin

    MAQUETA.indd 49 09/05/2012 17:42:24

  • 50

    Prctica formal

    de piernas cruzadas que le resulte ms cmoda de asumir. esta posicin ser distinta de la que encuentre su vecino.

    seguramente descubrir que es mucho ms fcil cruzar una pierna sobre la otra que a la inversa. por ejemplo, puede que se encuentre muy cmodo con la pierna derecha cruzada con soltura sobre la izquierda, pero que si invierte su posicin y cruza la izquier- da sobre la derecha (lo que puede incluso distorsio-nar la alineacin de la parte superior de su cuerpo), le resulte mucho menos cmodo. en tal caso, es muy importante que invierta la posicin de las piernas (derecha encima de la izquierda e izquierda encima de la derecha) de una sentada a otra. al principio per-manezca mucho menos tiempo en la posicin menos cmoda, pero siga hacindolo en ambas hasta que su cuerpo se adapte y suelte algo de su rigidez y pueda sentarse cmodamente con las piernas cruzadas en cualquiera de ellas. incluso puede que llegue un mo-mento en que la postura de las piernas que le resul-taba incmoda se vuelva de hecho ms estable que la postura cmoda inicial. de esta manera, la postu-ra de meditacin ayuda a deshacer los desequilibrios estructurales del cuerpo. a medida que aumenta el equilibrio natural del cuerpo, se hace mucho ms f-cil mantener la postura de meditacin no slo en la sentada propiamente dicha, sino tambin en la vida en general.

    MAQUETA.indd 50 09/05/2012 17:42:24

  • 51

    Alineacin

    La forma de colocar las manos en la postura for-mal de meditacin no se determina mejor siguiendo ninguna norma especfica, sino teniendo en cuenta la relacin entre la longitud de los brazos y el torso, que tambin es distinta en cada persona. puede que a una persona de brazos relativamente largos en relacin con la longitud del torso le resulte cmodo acunar una mano encima de la otra y dejar que ambas repo-sen sobre el regazo, pero que esto sea mucho menos cmodo para alguien de torso largo y brazos relativa-mente cortos. a algunas personas les resultar mucho ms cmodo posar las manos suavemente sobre las rodillas que a otras. tambin en este aspecto la como-didad es fundamental. pruebe a colocarlas de distintas maneras hasta hallar la posicin ms cmoda para su cuerpo. en la postura humana erguida los brazos han de colgar, totalmente entregados a la fuerza de gra-vedad. cualquier forma de colocacin de los brazos en la postura formal de meditacin que inhiba esta entrega har que se tense o crispe la cintura escapular con la consiguiente interferencia en la circulacin li-bre de la respiracin y la energa por el cuerpo.

    el logro de la alineacin armonizando la estruc-tura erguida del torso con la corriente direccional de la fuerza de gravedad es la primera clave para esta-blecer la postura de meditacin. es el cimiento sobre el que descansan y del que dependen en definitiva las dos claves siguientes la relajacin y la elasti-

    MAQUETA.indd 51 09/05/2012 17:42:24

  • 52

    Prctica formal

    cidad. si no empezamos por centrar la atencin en establecer la alineacin en la postura sentada, se ver comprometida nuestra capacidad de relajarnos y ser flexibles.

    poco antes de que el Buda alcanzara la ilumina-cin tuvo un encuentro con una segadora que le dio una fanega de paja con la que hacer que su asiento de meditacin fuera ms cmodo. se dice que el Buda acept gentilmente este regalo, acomod su asiento y reanud sus esfuerzos. como estamos habituados a conseguir fcilmente cojines de espuma de alta den-sidad o fibra natural, puede que una fanega de paja sobre la que sentarse no nos parezca gran cosa. sin embargo, hace 2.500 aos lo ms seguro es que una fanega de paja fuera un gran regalo. es tentador ima-ginar que el Buda se las ingeni para convertir la paja en un cojn de apoyo que no slo aument su co-modidad, sino que adems le elev la pelvis por enci-ma de las rodillas, lo que fue todava ms importante, haciendo posible que la parte superior de su cuerpo se alineara ms cmodamente con la corriente direc-cional de la gravedad. tras recibir este regalo, la larga bsqueda investigadora del Buda no tard en cobrar un ltimo impulso que culminara en su iluminacin plena.

    MAQUETA.indd 52 09/05/2012 17:42:24

  • 53

    Alineacin

    ejercicios

    para alinearnos en la postura sentada necesitamos or-ganizar la masa de la parte superior del cuerpo lo ms econmicamente posible en torno a un eje vertical imaginario situado en el centro del torso. este eje vertical es imaginario en el sentido de que no se co-rresponde con ninguna estructura anatmica concre-ta; con todo, se corresponde exactamente con la co-rriente direccional de la fuerza de gravedad. organi-zando nuestro cuerpo eficientemente en torno a este eje creamos una situacin en que la gravedad puede reforzar la verticalidad de nuestra postura. cualquier desviacin estructural importante, bien hacia la iz-quierda, hacia la derecha, hacia adelante o hacia atrs de este eje, ofrecer a la gravedad una masa sobre la que tendr que ejercer su atraccin e influencia. de ser as, tendremos que tensarnos en oposicin a esta fuerza comprometiendo el grado de relajacin y elas-ticidad que la alineacin hace posible cuando no ocu-rre esto. el establecimiento de la alineacin tiene por objeto crear una situacin en que la gravedad pueda jugar a nuestro favor en vez de en contra. segn va-yamos experimentando la gravedad como fuente de sustentacin empezaremos a notar que este sustento no desempea una funcin puramente mecnica. La

    MAQUETA.indd 53 09/05/2012 17:42:24

  • 54

    Prctica formal

    persona que consigue sincronizar la alineacin del cuerpo con la corriente direccional de la gravedad hace que se ponga en marcha espontneamente un profundo proceso de sanacin tanto a nivel corporal como mental.

    empiece sentndose en su postura de meditacin habitual. puede sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, de rodillas sobre una banqueta o en una silla. si decide sentarse en una silla, hgalo bien adelante y no apoye la espalda contra el respaldo. examine las sensaciones que la postura genera en su cuerpo. cun cmodo y sostenido se siente en ella? Hay zonas del cuerpo donde siente como si tuvieran que tensarse y contraerse o atirantarse para mantener la verticalidad de su postura y evitar desplomarse? si las hubiere, tra-te de localizarlas e identificarlas. con el tiempo nos habituamos a la contraccin y tensin corporales. Las experimentamos como algo normal. examine algunas de estas zonas con calma y lentitud. compruebe si es capaz de detectar la sujecin perceptible en ellas. puede simplemente soltar la sujecin detectada rela-jando la tensin del grupo de msculos que la produ-ce? Qu le ocurre a su postura si consigue hacer esto?

    ahora lleve su atencin a la relacin entre la al-tura de su pelvis y la de sus rodillas. empiece a aadir cuantos cojines de apoyo hagan falta para elevar la pelvis por encima de las rodillas. preste mucha aten-cin a cmo la adicin de cojines de apoyo afecta al

    MAQUETA.indd 54 09/05/2012 17:42:24

  • 55

    Alineacin

    ngulo de la pelvis, al punto de contacto entre los isquiones y el asiento y a la posicin de la colum-na lumbar. comprobar invariablemente que la pel-vis gira hacia adelante y que la columna lumbar, as como el punto de contacto entre los isquiones y el asiento se desplazan hacia adelante.

    siga experimentando con cojines de distinto gro-sor o variando el nmero de cojines. un cojn dema-siado fino o bajo no permite que la pelvis, la columna lumbar y los isquiones se desplacen lo bastante hacia adelante para servir de base de apoyo estable a la parte superior del cuerpo. un cojn de apoyo demasiado alto har que la pelvis se desplace demasiado hacia adelante y crear un estado de rotacin hacia atrs de la columna lumbar. una pelvis demasiado elevada puede comprometer la base de apoyo de la que de-pende su alineacin tanto como una demasiado baja. observe qu ocurre en su cuerpo cuando se sienta sin ningn cojn de apoyo. observe qu ocurre en su cuerpo cuando se sienta sobre demasiados cojines de apoyo. siga experimentando poco a poco, aadiendo o quitando cojines segn sea necesario hasta hallar un punto entre ambos extremos en que empiece a sentirse cmodo y en que su torso empiece a equili-brarse ms fcilmente.

    una vez haya creado una base de apoyo estable, puede llevar su atencin al torso. Visualice sus prin-cipales segmentos el abdomen y la parte baja de la

    MAQUETA.indd 55 09/05/2012 17:42:24

  • 56

    Prctica formal

    espalda, el pecho y la parte alta de la espalda, los hom-bros y brazos, el cuello y la cabeza como un agrupa-miento de bloques de construccin interdependien-tes. todo ajuste del posicionamiento de cualquiera de estas unidades afectar inevitablemente a la estabilidad y colocacin de las dems. Visualice los segmentos de la parte superior de su cuerpo apilados cmoda y eficientemente uno encima del otro y luego permi-ta lentamente que su cuerpo se reorganice y adopte la posicin que haya visualizado. deje que los senti-mientos y sensaciones de su cuerpo inicien y guen este sutil reajuste. La alineacin tiene un tono senso-rial singular de correccin y flotacin. suelte cual-quier tensin que pudiera introducirse al reajustarse su postura. La alineacin que busca es un estado comple-tamente natural y cmodo. no es un estado artificial y rgido como el de un soldado en posicin firme.

    ahora empiece a balancearse ligeramente. mueva la parte superior del cuerpo hacia adelante y hacia atrs y de un lado a otro. permita que este movimien-to sea natural, relajado y fcil. toda la parte superior del cuerpo se puede mover como una unidad integra-da compuesta de elementos interdependientes. man-tenga las piernas relativamente inmviles durante este ejercicio e inicie el movimiento en la pelvis. as, la principal articulacin donde empezar el movimien-to ser el sitio donde la parte superior de las piernas (concretamente los trocnteres mayores del fmur)

    MAQUETA.indd 56 09/05/2012 17:42:24

  • 57

    Alineacin

    encajan en las cavidades articulares de la pelvis. mu-vase sin orden ni concierto o en forma circular o de ocho. al principio hgalo de forma que los movi-mientos sean bien notorios e imagnese que la parte superior del cuerpo se est moviendo entorno a un eje vertical imaginario como cintas alrededor de un poste. Gradualmente, reduzca ms y ms el arco de movimiento en torno al eje vertical haciendo que se vuelva ms sutil. siga reduciendo el arco de los movi-mientos hasta que cesen completamente.

    ahora empiece a mover la parte superior del cuerpo bastante hacia la izquierda. apoye este movi-miento en su cintura anatmica. Quiz note que su pelvis se desplaza ligeramente hacia la derecha como contrapeso mientras la parte superior de su cuerpo se mueve hacia la izquierda. si tiene las manos posadas con las palmas hacia abajo sobre sus rodillas, sentir que, cuando hace esto, su mano derecha se desliza ligeramente hacia su tronco y la mano izquierda se aleja de l. inclnese todo lo que pueda sin forzar. suelte los hombros, los brazos, el cuello y la cabeza de modo que reposen cmodamente en esta posicin.

    cuando haya movido la parte superior del cuerpo lo ms posible hacia la izquierda, empiece lentamente a invertir la direccin del movimiento. La parte supe-rior del cuerpo volver al centro y, sin detenerse, siga movindose hacia la derecha. La pelvis volver al cen-tro y se desplazar ligeramente hacia la izquierda. su

    MAQUETA.indd 57 09/05/2012 17:42:24

  • 58

    Prctica formal

    mano derecha se deslizar ligeramente hacia adelante al tiempo que su mano izquierda se desliza hacia atrs. permita que sus movimientos sean tan fluidos como sea posible. respire con soltura y comodidad durante el movimiento.

    siga movindose lentamente de un lado a otro, explorando los lmites del rango de movimiento de su cuerpo hacia la izquierda y la derecha. preste espe-cial atencin a los sentimientos y sensaciones que este movimiento genera en su cuerpo. puede que detecte una intensificacin de las sensaciones a medida que la parte superior del torso se inclina todo lo que puede hacia la derecha o la izquierda. cuando se mueva de nuevo hacia el centro, sentir que su intensidad baja. Justo antes de pasar por el centro y empezar a mover-se hacia el otro lado puede que perciba una atenua-cin significativa de las sensaciones.

    ahora empiece a reducir la amplitud de sus movi-mientos hacia la izquierda y la derecha, prestando an ms atencin a la atenuacin sutil de las sensaciones que se produce en su punto medio. reduzca ms y ms la amplitud de los movimientos hasta que cesen en torno a este punto central. este punto es su eje vertical, por el que la fuerza de gravedad circula de forma natural, y posee un tono sensorial diferente y claramente reconocible.

    ahora inicie un lento movimiento ondulatorio y basculante hacia adelante y hacia atrs. inicie este

    MAQUETA.indd 58 09/05/2012 17:42:24

  • 59

    Alineacin

    movimiento con la pelvis. empiece basculando la pel-vis hacia atrs de forma que su contacto con el cojn quede bastante por detrs del punto medio de los is-quiones. mientras hace esto empiece a dejar que el resto de la columna reaccione con naturalidad y como corresponde. Las regiones lumbar y torcica inferior de su columna respondern desplazndose hacia atrs. La regin torcica superior de su columna, su cuello, y por ltimo, su cabeza empezarn a caer hacia ade-lante. explore las sensaciones corporales y el estado mental que esta postura hiperflexionada de colapso crea. al cabo de unos segundos empiece a invertir el movimiento. una vez ms, inicie esta inversin de su posicin con la pelvis. al empezar a bascular su pelvis lenta y sensiblemente todo lo que puede hacia adelan-te, su columna empezar a desencorvarse y a salir de su postura colapsada. Las lumbares se movern hacia adelante, la parte delantera del torso y el cuello se alar-garn y expandirn, la cabeza se inclinar hacia atrs mientras los ojos miran hacia el punto donde la pared y el techo se juntan. cudese mucho de no forzar. respire con soltura varias veces en esta postura hi-perextendida y luego empiece a invertirla lentamente iniciando un movimiento hacia atrs con la pelvis.

    repita este movimiento ondulatorio hacia ade-lante y hacia atrs varias veces. permita que el movi-miento sea lo ms fluido, serpenteante y coordinado posible. empiece gradualmente a reducir la amplitud

    MAQUETA.indd 59 09/05/2012 17:42:24

  • 60

    Prctica formal

    de este movimiento. el cuerpo se encorvar menos en la posicin flexionada hacia adelante y se estirar me-nos en la postura inclinada hacia atrs. a medida que va reduciendo la amplitud de sus movimientos aseg-rese de mantener la fluidez y coordinacin inherentes a esta mocin ondulatoria. Gradualmente llegar a un punto en que el movimiento hacia adelante y hacia atrs cesar. preste especial atencin al tono sensorial en su cuerpo al llegar a este punto, pues lo habr vuel-to a alinear mejor con el eje vertical imaginario por donde la fuerza de gravedad circula con naturalidad.

    La postura de meditacin no es una posicin es-ttica que procuremos descubrir y luego mantener. es ms bien un proceso profundamente orgnico que evolucionar y variar con el tiempo a medida que su sentido del equilibrio se vaya afinando ms y ms. siga observando las sensaciones cambiantes en el cuerpo mientras trabaja para introducir el estado de alinea-cin en su postura sentada. stas le darn la infor- macin necesaria para ir alcanzando una alineacin cada vez mayor. siga sintiendo su cuerpo como es. puede que las sensaciones cambien de momento a momento. es posible que se empiecen a producir ajustes espontneos de la postura, en forma de mo-vimientos continuos o incluso espasmdicos. perm-talos. cdales el paso. as es como el cuerpo se va equilibrando cada vez ms a medida que seguimos alinendonos con la fuerza de gravedad.

    MAQUETA.indd 60 09/05/2012 17:42:24

  • 61

    3

    relajacin... y el cuerpo relajado

    La relajacin est en funcin de la capacidad del cuerpo de entregar su peso a la atrac- cin de la gravedad. si nos tensamos cons- tantemente en oposicin a esta fuerza no

    podemos relajarnos de verdad. es por esto que la ali-neacin representa el primer paso fundamental para establecer la postura de meditacin. La estructura vertical de un cuerpo alineado es sostenida y esta-bilizada por la fuerza de gravedad de forma parecida a como sostiene un rbol o un rascacielos. por tanto, no tiene necesidad de tensarse contra nada. puede entregar todo su peso a la fuerza de atraccin de la gravedad y seguir en pie.

    en cambio, si el cuerpo no est alineado verti-calmente, tenemos que tensar la musculatura para sostenernos. esta tensin muscular tiene por objeto principal contrarrestar la fuerza de atraccin hacia abajo de la gravedad. Visualice por un momento una situacin en que la cabeza est inclinada por delante

    MAQUETA.indd 61 09/05/2012 17:42:24

  • 62

    Prctica formal

    de la lnea media ideal del cuerpo. Los msculos del dorso del cuello y la parte alta de la espalda se tienen que contraer para contrarrestar la influencia negativa de la gravedad. si relajramos estos msculos, la cabe-za y el cuello se inclinaran todava ms hacia adelante y abajo y el cuerpo podra acabar vinindose abajo. en cambio, si la cabeza reposa directamente sobre un cuerpo alineado como el ltimo bloque de la torre de un nio, los msculos de las partes dorsal del cuello y alta de la espalda se pueden relajar. no hace falta que ejerza tensin muscular innecesaria alguna para mantener la cabeza equilibrada encima del resto del cuerpo. en este estado de relajacin la cabeza (y el resto del cuerpo alineado tambin) puede entregar su peso a la fuerza de atraccin gravitatoria sin perder su verticalidad.

    alineando nuestro cuerpo con la corriente di-reccional del campo gravitatorio transformamos el efecto de la gravedad, de una fuerza contra la que te-nemos que luchar y tensarnos sin cesar, en una fuerza que puede dar apoyo y estabilidad, en un mar en el cual podemos flotar y sentirnos ligeros. La gravedad es, pues, simplemente una fuerza neutra. no obstan-te, dependiendo de la estructura con que interacta, puede ser experimentada positiva o negativamente.

    La relajacin sin alineacin slo puede ser parcial en el mejor de los casos. La alineacin sin relajacin crea un estado de gran rigidez muy parecido al de un

    MAQUETA.indd 62 09/05/2012 17:42:24

  • 63

    Relajacin

    soldado apostado tensamente de pie en posicin fir-me en un cuartel. La postura militar de pie tiene por objeto crear buenos soldados. al introducir una gran cantidad de tensin en su cuerpo el soldado consigue tener menos conciencia de sus sensaciones y senti-mientos. Limitando su conciencia y sus impulsos se presta ms a seguir rdenes y a hacer lo que sus ofi-ciales superiores le mandan.

    en cambio, la postura de meditacin va dirigida a crear unas condiciones en que la bsqueda meditativa pueda dar frutos. pese a que distintas tradiciones de prctica espiritual expresan la meta de la meditacin con ayuda de distintas metforas, todas las formas de prctica han sido ideadas para ayudar al estudiante a alcanzar una comprensin ms profunda de la natu-raleza de la realidad. La naturaleza ltima puede ex-presarse como conciencia del amor de cristo, descu-brimiento del estado natural de s mismo, logro del estado de iluminacin o simplemente capacidad de ver las cosas tal como son. el principal instrumen-to que nos ayuda en cualquiera de estos empeos es una conciencia lcida con la que examinar objetos de experiencia dentro y fuera de nuestro cuerpo. ahora bien, mantener una tensin crnica en el cuerpo es la manera ms eficaz de bloquear niveles enteros de ex-periencia. en tal caso, por muy penetrante que nues-tra conciencia pueda ser, es poco lo que tiene para examinar. cuando atenazamos nuestro cuerpo con

    MAQUETA.indd 63 09/05/2012 17:42:25

  • 64

    Prctica formal

    patrones de tensin y rigidez nos volvemos insensi-bles a nuestras sensaciones y sentimientos. restrin-gimos la circulacin y expresin naturales de nues- tra respiracin. no percibimos todos los sonidos que se oyen a nuestro alrededor y en nuestro interior. el campo visual puede perder rpidamente su sentido de luminosidad, color y tridimensionalidad. cuanto ms disminuye nuestra conciencia de estas manifesta-ciones bsicas de la realidad, ms fuerza e intensidad cobra nuestro monlogo interior. cuando escucha-mos las afirmaciones a menudo sesgadas y altamen-te subjetivas de este monlogo, nos alejamos todava ms de una conciencia objetiva de la naturaleza de la realidad.

    cuando nos relajamos entregando el peso del cuer- po a la atraccin de la gravedad dejamos caer literal-mente la tensin innecesaria del cuerpo. a medida que la musculatura del cuerpo se relaja nos volve-mos mucho ms conscientes de nuestras sensaciones y sentimientos. antes la tensin muscular creaba una especie de armadura que nos impeda sentir plena-mente las sensaciones tctiles en nuestro cuerpo. al relajar esta tensin muchas veces nos vemos inunda-dos por la conciencia de estas sensaciones y podemos experimentar el cuerpo como es. La relajacin de la tensin tambin nos permite escuchar y ver con ms claridad, y el monlogo interior de la mente empieza a disminuir de forma natural. segn vamos apren-

    MAQUETA.indd 64 09/05/2012 17:42:25

  • 65

    Relajacin

    diendo a experimentar los componentes de la rea-lidad (sensaciones, visiones, sonidos, gustos, olores y pensamientos) con ms facilidad y precisin, empeza-mos a penetrar de forma natural en niveles cada vez ms profundos de conciencia de dicha realidad.

    as como a menudo se pasa por alto la impor-tancia de la postura en la prctica espiritual, sucede lo mismo con la capacidad de aceptar y experimen-tar el cuerpo tal como es. son muchas las tradicio-nes espirituales en que el cuerpo se considera un impedimento para la realizacin. el apego al cuerpo y la identificacin con l es visto como uno de los mayores obstculos para experimentar los objetivos de la prctica. ahora bien, una de las consecuencias lamentables de esta manera de ver las cosas ha sido la creacin de mucha tensin y contencin corporales como estrategia inconsciente para romper el apego al cuerpo, bloqueando la conciencia del mismo. no obstante, la creacin de tensin y sujecin slo sirve para alimentar nuestra identificacin con la dimen-sin superficial de la mente, aquello que precisamente la prctica pretende disolver.

    La existencia de sensaciones tctiles se puede sen-tir en cada parte del cuerpo, hasta en las clulas ms pequeas. aun cuando estas sensaciones son casi ini-maginablemente pequeas y aparecen y se disuelven con una rapidez asombrosa, su presencia se puede sentir claramente. si extiende una mano y la sostiene

    MAQUETA.indd 65 09/05/2012 17:42:25

  • 66

    Prctica formal

    en el aire con la palma hacia arriba, la deja relajarse y centra su atencin en ella, empezar a sentir una masa de sensaciones de hormigueo como si la atravesara una corriente de vibraciones minsculas. estas sensa-ciones existen en cada parte del cuerpo todo el tiem-po, pero normalmente somos muy poco conscientes de ellas. La sujecin y tensin de la musculatura cor-poral impide que seamos conscientes de esta dimen-sin experiencial de nuestro cuerpo. seguidamente, la misma sujecin y tensin alimenta la actividad del nivel superficial de nuestra mente. un estado de re-lajacin profunda puede empezar a invertir notable-mente esta polaridad. a medida que nos volvemos ms conscientes del cuerpo como campo unificado de sensaciones tctiles, la actividad de nuestro mon-logo interior empieza a disminuir.

    creando un estado de alineacin podemos em-pezar a relajar nuestro cuerpo y mente. a medida que la sensacin de relajacin se expande y se percibe la cada de la tensin y sujecin, podemos penetrar en niveles de conciencia cada vez ms profundos. segui-damente, al encontrarnos cara a cara con las realida-des ms profundas de nuestro cuerpo y mente nos vemos retados a soltar nuestros conceptos o nociones de identidad y a redefinir nuestro sentido de nosotros mismos en armona con la experiencia que nuestro estado de alineacin y relajacin ha desvelado. para-djicamente, el despertar de la conciencia del cuerpo

    MAQUETA.indd 66 09/05/2012 17:42:25

  • 67

    Relajacin

    como campo unificado de centellantes sensaciones vibratorias que cambian sin cesar se convierte en la puerta a travs de la cual se pone en evidencia que nuestro concepto convencional de que el cuerpo es un objeto fsico separado y distinto del resto de la realidad, objeto al que luego nos apegamos y con el que nos identificamos, es errneo.

    es ms, la corriente de sensaciones que pueden sentirse circular por el cuerpo se convierte rpida-mente en una fuente poderosa capaz de disolver los atascos fsicos que pudieran existir en el cuerpo y depurar la mente de sus patrones residuales de pen-samientos limitadores. el maestro de meditacin bir-mano del siglo xx, u Ba Khin, llamaba nibbana dhatu a esta fuerza, que es capaz de purgar el cuerpo y la mente de obstrucciones e impurezas y revelar en su lugar la conciencia del estado de iluminacin. entran-do en un proceso de relajacin profunda el medita-dor puede despertar la conciencia de todo el cuerpo como campo de sensaciones tctiles. seguidamente es posible experimentar que estas sensaciones forman una corriente o fuerza. es como si el cuerpo fsico se convirtiera en un cauce o lugar del espacio por el que fluye la corriente de sensaciones, la fuerza vital del cuerpo. desde el punto de vista tcnico no es correc-to decir que esta fuerza circula por el cuerpo porque tambin es el cuerpo. un cuerpo capaz de alinearse con la gravedad y luego relajarse entregando su peso

    MAQUETA.indd 67 09/05/2012 17:42:25

  • 68

    Prctica formal

    a la atraccin de la gravedad activa la conciencia de su presencia tctil y sensorial. Luego esta presencia se convierte en una fuerza que es capaz en s misma de purificar el cuerpo y la mente y revelar los esta- dos de conciencia que son el objetivo de la prctica.

    si los estados de alineacin y relajacin no se in-corporan en la postura de meditacin este proceso de purificacin tendr lugar de todos modos, pero mu-cho ms lentamente. una roca caliza que cae en un ro ser disuelta gradualmente por la accin del agua que pasa por encima y alrededor de ella. imagine, sin embargo, que hay una obstruccin corriente arriba, justo antes del lugar donde la roca se ha posado. el agua circular muy despacio en este tramo del ro y, cuanto ms despacio circule el agua, menor ser su accin abrasiva sobre la roca. si es posible despejar la obstruccin y aumentar la corriente del ro, la accin abrasiva del agua sobre la roca aumentar drsticamen-te y la roca se disolver mucho ms deprisa. de forma muy parecida, la postura de meditacin puede generar un fuerte efecto catalizador en el proceso meditativo. La clave de esta aceleracin est en la relajacin. La alineacin es importante slo en la medida en que nos permite entregar el peso del cuerpo a la atraccin gra-vitacional y experimentar la sensacin de relajacin.

    relajndose as, se restablece la conexin con la tierra. La relajacin verdadera hace que el campo energtico del cuerpo se fusione compatible y armo-

    MAQUETA.indd 68 09/05/2012 17:42:25

  • 69

    Relajacin

    niosamente con el campo ms vasto de la energa gra-vitatoria de la tierra. La relajacin es, pues, sinnimo de enraizamiento. el verdadero enraizamiento se da no slo en la sensacin de conexin entre los pies y el suelo, sino ms bien sintiendo que todo el cuerpo es un campo sensorial unificado que entrega su peso a la atraccin de la gravedad bajo sus pies.

    Hace muchos aos un joven estudiante de me-ditacin asisti a un retiro en un centro tibetano de dharma recin abierto. el estudiante lleg no slo con un montn de cojines para sentarse, sino tambin con lpices y papel para tomar nota de lo que supo-na seran unas instrucciones muy complicadas y eso-tricas sobre cmo meditar. imagnese la tremenda sorpresa que se llev cuando, tras adoptar la postura sentada, las instrucciones se redujeron a una nica pa-labra: reljese. esta sola palabra se repiti una y otra vez durante todo el fin de semana y no se dio ningu-na otra instruccin.

    ejercicios

    puede que le resulte ms fcil experimentar la entrega del peso del cuerpo a la atraccin de la gravedad si empieza tumbndose boca arriba. puede hacerlo en el

    MAQUETA.indd 69 09/05/2012 17:42:25

  • 70

    Prctica formal

    pavimento, sobre una colchoneta, una cama o el suelo. empiece simplemente descansando. deje pasar por lo menos un minuto para que su cuerpo se pose sobre la superficie que le sostiene y deje que la respiracin le respire siguiendo el ritmo que adopte de forma na-tural. no trate de cambiar nada a la fuerza: su manera de respirar, su grado de relajacin, las sensaciones que quiz est experimentando. si stas cambian por s solas, limtese a dejar que el cambio ocurra, sin pen-sar que necesita modificar nada de su experiencia. La relajacin ocurre cediendo, rindindose literalmen-te a fuerzas mucho ms poderosas que usted. Forzar la relajacin es una contradiccin en los trminos.

    Lleve lentamente su atencin al pie derecho y simplemente deje que toda la tensin o contraccin que pudiera encontrar en l se suelte y relaje. sienta como su pie derecho puede entregarse a la gravedad. sienta qu pasa mientras deja que esto ocurra. tmese todo el tiempo que necesite. al soltar la tensin resi-dual entregando una parte del cuerpo a la gravedad, experimentar de inmediato un cambio en el carc-ter de las sensaciones tctiles en esa parte del cuerpo. una vez registrado este cambio puede llevar su aten-cin a otra parte del cuerpo.

    ahora llvela a la parte inferior de la pierna de-recha, a la parte superior de la pierna derecha, al pie izquierdo, a la parte inferior de la pierna izquierda y a su parte superior. sienta como se puede experi-

    MAQUETA.indd 70 09/05/2012 17:42:25

  • 71

    Relajacin

    mentar que cada parte del cuerpo en la que se con-centra cede y suelta tensin sutil cuando la entrega a la atraccin omnipresente de la gravedad. observe la diferencia entre las sensaciones tctiles en cada parte de la mitad inferior del cuerpo, una vez ha permitido que esta entrega tenga lugar.

    seguidamente, desplace su atencin por el cuer-po en sentido ascendente. sienta como se ablandan y sueltan toda la cavidad de la pelvis, el abdomen, la parte baja de la espalda, el pecho y la parte alta de la espalda. Lleve su atencin al hombro derecho, a la parte superior del brazo derecho, al antebrazo derecho y a la mano derecha. cuando haya percibi-do claramente como las sensaciones cambian, lleve su atencin al hombro, los segmentos superior e inferior del brazo izquierdo, as como a la mano izquierda. sienta como la garganta y el cuello se entregan a la gravedad. sienta cada parte del cuerpo como si se tratara de un objeto que un nio sostiene en la mano y simplemente suelta. sienta el rostro y la cabeza sol-tarse de igual manera.

    tome nota de lo distinto que se siente el cuerpo en este estado relajado. puede que la respiracin haya variado por s sola. tambin es posible que la activi-dad de la mente haya disminuido de forma conside-rable. repase todo el cuerpo brevemente por segunda vez. puede dejar que las distintas partes del cuerpo se suelten todava ms? en un estado de entrega total

    MAQUETA.indd 71 09/05/2012 17:42:25

  • 72

    Prctica formal

    es posible que la actividad de la mente se detenga por completo. observe qu ocurre en el cuerpo cuando se reanuda el proceso de pensar. La reanudacin del pensamiento involuntario va acompaada inevitable-mente de la reaparicin de tensin y resistencia a la gravedad en alguna parte del cuerpo.

    en este estado sumamente relajado ser mucho ms consciente del cuerpo como campo unificado de sensaciones tctiles. estas sensaciones pueden ser muy notorias o extremadamente sutiles, incluso un tem-blor apenas perceptible. mientras experimenta todo el cuerpo como una unidad entregada, observe como estas sensaciones forman una especie de corriente ac-tiva que parece cruzarlo de arriba abajo y a la inversa. Visualice el cuerpo fsico como un tubo de bamb hueco y enteramente relajado por el que la energa de su fuerza vital puede circular sin obstculos y or-gnicamente siguiendo la trayectoria que sea apro-piada en ese momento. observe que se puede sentir como esta fuerza vital crece y decrece, como aumenta en un momento dado y luego disminuye, siguiendo un orden aleatorio de manifestacin profundamente orgnico e imprevisible. sienta como el permetro del canal por el que esta corriente circula no acaba en la superficie de su cuerpo fsico, sino que, de hecho, se puede sentir como irradia desde el cuerpo fsico hacia afuera. siga entregando el peso del cuerpo a la gravedad, aceptando cualquier estado de percepcin

    MAQUETA.indd 72 09/05/2012 17:42:25

  • 73

    Relajacin

    y conciencia que se produzca naturalmente mientras deja que este proceso contine.

    despus de estarse un rato tumbado familiarizn-dose con la sensacin y el proceso de relajacin, pue-de incorporarse y sentarse. adopte su postura formal de meditacin y en primer lugar alinese en ella ex-plorando los ejercicios del final del captulo anterior. una vez haya experimentado el mximo de alinea-cin que pueda en ese momento, lleve de nuevo su atencin al proceso de relajacin. La alineacin del cuerpo le permitir entregar su peso a la atraccin gravitacional sin venirse abajo, de modo que empiece a relajarse y suelte todo lo que pueda.

    puede empezar respirando hondo varias veces. tras la ltima exhalacin lleve de nuevo su atencin a las sensaciones tctiles del cuerpo, permitiendo que su patrn respiratorio se defina de forma natural. a continuacin, puede llevar su atencin al cuerpo una vez ms y repasarlo entero, parte por parte, conectan-do con los sentimientos y sensaciones en cada una de ellas, y luego dejar que la sensacin y la experiencia de relajacin cale en ellas mientras entrega su peso a la atraccin de la gravedad. empiece llevando su aten-cin a la cabeza, al cuero cabelludo y la frente. sienta como cualquier tensin o sujecin residual que pu-diera encontrar all se empieza a disipar al ceder a la atraccin siempre presente de la gravedad. relaje los ojos. Quiz le apetezca cerrarlos suavemente. si

    MAQUETA.indd 73 09/05/2012 17:42:25

  • 74

    Prctica formal

    los ojos quieren permanecer abiertos, observe dete-nidamente las sensaciones en ellos y su entorno, cui-dndose de no crear tensin inadvertidamente fijando demasiado la mirada en algn objeto o a una distancia determinada. traslade lentamente la sensacin de re-lajacin a las mejillas y orejas, la nariz, la mandbula, la boca y el mentn. al hacer esto es posible que la boca tienda de forma natural a quedar ligeramente entreabierta. Lleve su atencin a la zona que rodea la lengua y sienta como esta zona tambin puede ceder a la atraccin sutil de la gravedad. sienta toda la cabe-za alineada encima del cuerpo y relajada.

    conviene recordar que la cabeza pesa unos cinco kilos. si no est equilibrada encima el torso que la sostiene, los msculos del cuello y de la parte alta de la espalda tendrn que tensarse para mantenerla en esa posicin. muchos meditadores tienden a dejar caer la cabeza hacia adelante y a bajar la mirada ligeramente hacia el suelo. esta tendencia tambin crea tensin en el cuello y los hombros. cuando la cabeza est alineada y relajada, los ojos miran directamente hacia adelante.

    normalmente, la zona de la cabeza puede es-tar completamente ocupada debido a la presencia de pensamientos involuntarios. sin embargo, en un estado de relajacin profunda y equilibrio se puede experimentar como todo un abanico de sensaciones tctiles llenan y ocupan su espacio. La sensacin y el

    MAQUETA.indd 74 09/05/2012 17:42:25

  • 75

    Relajacin

    pensamiento involuntario no pueden ocupar el mis-mo espacio a la vez. adnde se van los pensamientos cuando se consigue experimentar la cabeza como una masa de sensaciones? adnde se van las sensaciones cuando el pensamiento le distrae? explore el papel que juega la relajacin en la creacin de estos distin-tos estados.

    siga llevando su atencin a todas y cada una de las partes del cuerpo. sienta como puede relajar la ten-sin de la garganta y el dorso y los costados del cue-llo entregando suavemente el peso de esta zona del cuerpo a la gravedad. si descubre cualquier tensin imprevista, no trate de forzarla a desaparecer. sim-plemente, mantenga la atencin ms tiempo en ella y siga dejando caer pacientemente la tensin all exis-tente. desplace su atencin a los hombros, brazos y manos, al pecho y la parte alta de la espalda, al vientre y la parte baja de la espalda, la pelvis, las piernas y los pies. Quiz llegue incluso a sentir