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A menos que se indique lo contrario las citas de las Escrituras son tomadas de la Nueva Versión Internacional, Sociedad Bíblica Internacional o Nueva Traducción Viviente, Tyndale House Foundation. Todos los derechos son reservados.

Llaves del Reino: 21 Días hacia la Victoria

©2019 por Kristen Román

Todos los derechos son reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida por ningún medio electrónico o mecánico sin permiso por escrito del autor. Por favor para cualquier pregunta dirigirse a: info@exitoenlafamila.com

ISBN: 978-1-7334043-0-3

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Llaves del Reino 21 Días hacia la Victoria

Kristen Román

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Agradecimiento

A mi fiel esposo Luis y a mis increíbles hijos Josiah, Christopher y Andrew, quienes siempre me animan a mantenerme en fe con mis ojos puestos en Jesús a pesar de los obstáculos, gracias por siempre caminar a mi lado.

A mi familia querida, tanto en los Estados Unidos y en México, gracias por amarme y apoyarme en cada etapa de mi vida.

A todos los miembros de VIVA Church International quienes están construyendo el reino de Dios junto con nosotros, que este libro sirva como una herramienta para equipar a cada uno en la tarea de reconciliar vidas con nuestro Padre Celestial.

¡Los amo a todos!

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Contenido

Las Llaves…………………………………..7

El Plan de Entrenamiento….………………37

Revelación y Autoridad……………………40

Sanidad………………………………….…48

Paz y Libertad de Ansiedad………………..58

Confianza y Protección……………………66

Provisión…………………………………..72

Libertad..…….……………….……………78

Oración de Salvación.…….…….…………85

Oraciones Personales………………………87

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Las Llaves

Las palabras son poderosas. Son tan poderosas que la Biblia nos dice en Proverbios 18:21 que pueden determinar la vida y la muerte. La mayoría de nosotros no pensamos en términos de vida y muerte, pero todos sabemos cómo se siente cuando se nos dice algo que nos edifica (produce vida) o nos derriba (produce muerte). Y después sigue el pensamiento: “¿Por qué me afectó tanto eso?” No es que las palabras en sí tengan alguna capacidad sobrenatural; más bien son poderosas porque dan acceso al poder. Son como llaves que abren puertas al poder de la vida o al poder de la muerte. Es tan importante estar conscientes de las puertas que abrimos en el espíritu a través de las palabras que hablamos. Para producir vida nuestras palabras tienen que estar conectadas con la verdad; no la verdad que sentimos en el momento, sino con la verdad absoluta. En Mateo 16:15-19 Jesús le prometió a Pedro que a la iglesia se le darían llaves

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que tendrían el poder de atar y desatar, bloquear o desbloquear. Es asombroso que Pedro recibió esa promesa después de que hizo una declaración de

verdad absoluta, después de que habló lo que vio en el reino celestial y no lo que vio con sus ojos naturales. El Padre abrió la puerta al reino celestial y le permitió a Pedro acceder a una revelación divina: la verdad de que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.

Jesús no se veía como un salvador o un rey divino. Las Escrituras lo describen como un hombre sencillo y humilde que viajaba de un lugar a otro. (Isaías 53:2, Mateo 8:20) Pedro no habló lo que vio con sus ojos naturales ni lo que percibió con sus cinco sentidos. Sino que recibió una revelación de la verdad y cuando habló esa verdad, estaba usando

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Es tan importante

estar conscientes

de las puertas que

abrimos en el

espíritu a través

de las palabras

que hablamos.

una llave que accedió el reino de Dios. Es importante reconocer que obtuvo este acceso cuando habló. Jesús le preguntó: “¿Quién dices que soy?” No le preguntó: “¿Quién piensas que soy?” Pedro respondió con confianza: “Tú eres el Mesías, el hijo del Dios viviente.” Lo que sucede a continuación fue un parte aguas para la humanidad. ¡Es el final de un capítulo en la historia y el comienzo de algo completamente nuevo! Jesús responde:

Dichoso tú, Simón… porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo. Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. (Mateo 16:17-19)

Esta es una declaración monumental. A lo largo de los años, algunos han interpretado erróneamente

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que esto significa que la iglesia se construiría sobre Pedro, la persona literal y su linaje. Pero al estudiar el resto de las Escrituras, aprendemos que el único fundamento firme es Jesús. Las implicaciones de Mateo 16:18 van mucho más allá de las limitaciones

de un simple mortal. Se escucha el gozo y la emoción en la respuesta de Jesús a Pedro. En esencia estaba diciendo —¡Sí! ¡Finalmente, alguien entendió! ¡Ahora Pedro, tú tienes las llaves! ¡Has visto lo que los ojos naturales no ven y lo has declarado como verdad!

¡Así es, Soy el Cristo! ¡Soy la puerta! ¡Y a través de mí, tienes acceso al Padre y su reino! ¡Sobre este acceso construiré mi Iglesia y las puertas del infierno no podrán resistirla! — Nosotros igual que Pedro podemos estar confiados que las puertas del infierno (el reino de tinieblas) no pueden

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Nuestra victoria

en la vida está

directamente

relacionada con el

reino al que

accedemos en un

momento dado.

derrotarnos, siempre y cuando usemos las llaves que Dios nos dio para accesar el reino del los cielos. Nuestra victoria en la vida está directamente relacionada con el reino al que accedemos en un momento dado. Y yo creo que elegimos ese acceso a través de lo que pensamos y lo que hablamos. Por eso es importante tener consciencia de nuestros pensamientos y palabras, y de cómo afectan la atmósfera que nos rodea. Romanos 8:6 dice:

La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.

Qué impresionante, ahí está de nuevo: vida y muerte. Esta vez se trata de nuestros pensamientos, que es el comienzo de la vida de nuestras palabras. Cada palabra hablada comienza como un pensamiento embrionario. Y mientras más alimentamos ese pensamiento y lo nutrimos, más rápido crece. ¡Pronto se convierte en la verdad en nuestra mente, y es solo cuestión de tiempo antes de que nazca de nuestra boca! (Lucas 6:45) Por eso es

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tan importante que nuestra mente sea gobernada por el Espíritu. Y la recompensa por ello no tiene precio: la vida y la paz para nosotros y para aquellos que nos rodean. Vivimos en un mundo enloquecido que necesita desesperadamente la paz. Pero mientras busquemos la paz fuera de la verdad de Dios, no la podremos encontrar. La razón de esto es porque el mismo Espíritu que da paz es el que nos guía a toda verdad. (Juan 16:13) ¡No podemos separar la vida y la paz de la verdad absoluta! Y la verdad absoluta que todavía existe en este mundo que está de cabeza y plagado con el relativismo, es la Palabra de Dios. ¡La Biblia es el recurso más poderoso que tenemos! El cambio positivo en nuestras vidas se activa cuando hablamos la verdad de la Palabra de Dios con fe. Sin embargo, para decir la verdad necesitamos conocer la verdad; no solo en nuestra mente pero también en nuestro espíritu. Esto lleva tiempo y

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No podemos

separar la

vida y la paz

de la verdad

absoluta.

entrenamiento. Un corredor de maratón puede estudiar la teoría del movimiento y la fuerza. Puede saber en su mente las técnicas y estrategias correctas, ¡pero toda esa información es inútil si no se levanta a correr!

Algunas personas pueden sentirse intimidadas solo por escuchar la palabra “entrenamiento” ¡y van a querer rendirse incluso antes de comenzar! La buena noticia es que nunca estás solo en el proceso. Juan 8:31 y 32 es más que una declaración de libertad. En realidad, es una promesa condicional de libertad a través de una relación: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31, 32) Si nos mantenemos en su enseñanza, si meditamos en su Palabra, entonces conoceremos la verdad. Y la verdad no es un concepto filosófico o teológico; ¡La verdad es una persona! Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida y nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6) Cuando entrenamos a nuestro espíritu en las

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promesas de la Biblia, no estamos leyendo meras palabras, ¡En realidad estamos encontrando a la persona de Jesús, quien es la Palabra! Y es el mismo Jesús, la Verdad, quien nos libera. ¡Qué buenas noticias! No estamos solos en esta jornada espiritual, luchando con nuestras propias fuerzas para ser mejor. ¡Jesús está con nosotros y está comprometido por su gracia a completar el trabajo que comenzó en nuestras vidas! Es como el entrenador con el cronómetro, quien nos motiva a levantarnos antes del amanecer y salir a la pista. Nuestra parte es simplemente decirle a Jesús: “Señor, aquí estoy, ¡hagámoslo!”

Y ahí es donde entra este libro. Es una guía de entrenamiento para el espíritu, diseñado para desarrollar los músculos de nuestra fe y dar forma a nuestros pensamientos y palabras, alineándolos a la Palabra de Dios. Está basado en las Escrituras y las declaraciones de oración (oraciones que concuerdan con la Palabra de Dios y se pronuncian en voz alta) que he compilado para mi uso personal. He tenido

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muchas luchas internas y desafíos de salud a lo largo de los años y he experimentado victorias asombrosas. Sé por experiencia propia que estas oraciones son poderosas y efectivas; desarrollan el acondicionamiento espiritual, preparándonos para ganar la carrera. Pero antes de que nos pongamos a correr, veamos cuatro de las llaves que necesitamos usar para tener un tiempo de entrenamiento efectivo con el Señor.

Llave #1

La primera llave es entender el poder de las palabras correctamente alineadas.

Santiago 5:16 dice: “Por lo tanto, confiesa tus pecados y oren el uno por el otro para que puedan sanar. La oración de una persona justa es poderosa y efectiva”. La idea de justicia en este versículo se trata de tener una posición recta ante Dios. Implica la idea de estar correctamente alineado. Primero, para tener oraciones efectivas tenemos que estar en

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Cristo. (Si todavía no has entregado tu vida a Jesús, recomiendo que veas la oración en la página 85). Es a través de la fe en Jesús que podemos ser justos delante de Dios, perfectamente alineados con Él sin ningún obstáculo de por medio. Por eso es tan importante cuidar la relación que ahora tenemos con el Padre y no dejar que ninguna distracción o pecado estorbe la relación.

Segundo, nuestras oraciones deben estar debida-mente alineadas, tanto con la Palabra de Dios como en nuestro propio corazón. Jesús dice en Juan 15:7, “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.” ¡Qué increíble promesa! Si alineamos nuestras palabras con su Palabra, es como colocar la llave en la cerradura correspondiente y activar la promesa de Dios. Sin embargo, aun si se coloca en la cerradura, solo girará si tenemos fe. Algo muy poderoso sucede en el espíritu cuando confesamos con nuestra boca y creemos en nuestro corazón. Este acuerdo entre corazón y palabra es necesario

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para recibir la salvación (Romanos 10:9) y ¡creo que también es necesario para hacer declaraciones de oración efectivas! No queremos caer en el ciclo de repeticiones vanas, que es confesar sin creer. (Mateo 6:7) Y tampoco estoy hablando del concepto erróneo de “name it and claim it” (decrétalo y recíbelo) donde las palabras en sí se elevan a un nivel casi mágico y parecen tener un poder propio. Las palabras son poderosas solamente cuando el corazón se conecta con ellas y las crees. Y eso puede ir en cualquier dirección, negativa o positivamente.

Vemos esto en el mundo natural también. Los niños, por ejemplo, pueden estar profundamente heridos y dañados por las palabras negativas que se hablan sobre ellos, no por las palabras mismas, sino porque en algún momento su corazón se conectó con ellas y

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Las palabras son

poderosas cuando

el corazón se

conecta con ellas

y las crees.

comenzaron a creerlas. Y aún con las palabras positivas, creerlas es imperativo para que tengan impacto en nuestras vidas. Mi querido esposo me dice muy a menudo que me veo hermosa y después cuando me quejo de mi piel envejecida y las nuevas arrugas que encuentro últimamente, se frustra conmigo diciendo, “¿Por qué no me crees?” Sus palabras son amorosas y poderosas y podrían ayudar tanto a formar mi sentido de valor propio, pero necesito creerlas para que realmente impacten la forma en que pienso, hablo y actúo. Necesito mirarme en el espejo y ver lo que él ve. Lo mismo sucede en el espíritu. Al igual que mi esposo, Dios a menudo me dice — Querida, ¿por qué no me crees? ¿Por qué no crees que te he perdonado, te he liberado, te he sanado, te he restaurado y te he dado todo lo que necesitas para caminar en victoria? ¡Levanta tu vista y ve lo que yo veo! —

Pedro le creyó a Jesús y Jesús se regocijó. Como Pedro, debemos ver lo que Dios ve, creerlo como verdad y empezar a hablarlo. Hay una idea errónea

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que la fe es ciega, que caminar en la fe es tomar pasos en la oscuridad. Pero no creo que la fe sea ciega. La fe ve lo que no se ve con los ojos naturales. ¡La fe ve lo que el Padre ve y lo que hace, dándonos la capacidad de hacer lo m i s m o ! ( J u a n 5 : 1 9 ) Cuando conocemos la voluntad de nuestro Padre, podemos expresarla con confianza, seguros de que sucederá. Muchas personas luchan con preguntarse si lo que están orando es lo que Dios quiere o no. La buena noticia es que en este libro, solo oraremos lo que sabemos que es la voluntad del Padre según su propia Palabra, la Biblia. De esa manera oraremos con total confianza. (Creo que podremos tener esa misma confianza cuando oramos por cualquier área de nuestra vida. Mi deseo en este libro es que aplique a todos los creyentes, por lo tanto, vamos a orar solamente por las cosas que se mencionan directamente en la Biblia). Cuando estamos conectados al Padre a través de Jesús y estamos

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La fe ve lo que

no se ve con los

ojos naturales.

correctamente alineados a su Palabra y en fe, entonces tendremos la confianza de acercarnos a su trono, listos para recibir las promesas de Dios hechas realidad en nuestras vidas.

Llave #2

La segunda llave es entender el poder de la expiación.

Cuando Jesús murió en la cruz, la Biblia dice que Él se hizo maldición por nosotros. ¿Qué significa eso? En Deuteronomio 28-30, Dios dio al pueblo de Israel la elección de vivir bajo la bendición o la maldición según su obediencia en cumplir Su ley. Los creyentes del Antiguo Testamento (los judíos) tenían que cumplir la ley perfectamente para evitar la maldición. Esta fue una gran tarea y consumía todas las partes de su vida cotidiana; la raíz del legalismo comenzó ahí. Pero cuando Dios nos

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mandó a Jesús, Él cumplió la ley por nosotros y tomó la maldición por nuestra desobediencia, declarando triunfalmente en la cruz: “¡Todo se ha cumplido!” Esto significa que estamos libres de TODO castigo por violar la ley de Dios.

Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías… (Gálatas 3:13)

¡Ahora somos libres de legalismo, pobreza, ansiedad, confusión, depresión, opresión, enfermedad crónica, la muerte (muerte espiritual) y todo lo demás que está incluido en la maldición por violar la ley! Esta asombrosa verdad debe estar depositada profundamente en nuestro corazón. La mayoría de los cristianos entienden que Jesús pagó el precio por sus pecados en la cruz y por eso ahora tenemos la promesa de la vida eterna con Él. ¡Gracias a Dios! Estamos muy agradecidos por esto. Pero lo que nos falta entender a la mayoría de

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nosotros es la parte de “todo se ha cumplido”. ¡La maldición ya está rota! Eso significa que ahora podemos caminar en su victoria todos los días. Podemos saber esto en nuestra mente, pero en algún momento debe ser realidad en nuestro espíritu para que podamos poseerla y caminar en ella. Cuando no caminamos en esta verdad, creo que es una afrenta y una ofensa a la cruz. Cristo pagó un precio muy alto por nosotros, y no sé tú, ¡pero yo no quiero que ninguna parte de su sacrificio sea en vano! ¡Si solo recibimos la provisión de vida eterna, pero amablemente declinamos el resto, esto minimiza el impacto de su sacrificio en nuestra vida!

Cuando fue colgado en la cruz, TODOS los castigos de la maldición cayeron sobre Él. Imagínate el peso de todos los pecados, todo el sufrimiento y toda la enfermedad de la humanidad que se le impuso a

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¡Todo se ha

cumplido!

Jesús en ese momento. ¡Qué agonía! La Biblia Amplificada lo describe así:

Pero [de hecho] Él ha soportado nuestras aflicciones, y Él ha soportado nuestras tristezas y dolores; sin embargo, [ignorantemente] asumimos que fue herido, golpeado por Dios y degradado y humillado [por Él]. Sino que fue herido por nuestras transgresiones, fue molido por nuestra maldad [nuestro pecado, nuestra injusticia, nuestra iniquidad]; el castigo [requerido] para nuestro bienestar cayó sobre Él, y por sus heridas [llagas] somos sanados. (Isaías 53:4-5)

Momentos antes de que el Hijo de Dios entregara su vida, gritó: “¡Todo se ha cumplido!” TODO: lo pasado, lo presente, y lo futuro. Punto. No hay coma, ni punto y aparte. Consumado es. Punto. Nuestras vidas no tienen que ser definidas por la depresión, la ansiedad, el sufrimiento crónico, la enfermedad, la miseria ni la desgracia. Jesús tomó todo eso sobre sí mismo, para que no tuviéramos que hacerlo nosotros. Por supuesto, esto no significa que no tendremos dificultades y pruebas. Vivimos

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en un mundo caído y hay consecuencias universales del pecado original que a veces se cruzan con nuestras vidas. Pero no deberían ser continuas, persistentes ni crónicas. Si lo son, es una bandera roja y un tiempo para detenerse y preguntar al Espíritu Santo qué está sucediendo: ¿Estoy dejando que la palabra de alguien más, en lugar de la del Padre Celestial, sea la última palabra sobre mi vida? ¿Alguien habló palabras negativas (maldiciones) sobre mi que en algún momento las abracé y las creí? ¿He permitido que el enemigo tenga entrada en mi vida a través del pecado? ¿He perdonado a los que me han lastimado? ¿En realidad creo que Dios es bueno y mi libertad no depende de lo que hago yo sino lo que Él ya hizo por mi ?… Entiendo que las luchas pueden ser fuertes y complicadas y estas preguntas son simplemente para guiarnos en una conversación más profunda con el Espíritu Santo que nos lleve más allá de una desesperada súplica: “¿Por qué, Dios?”.

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Cualquiera que sea la situación, cada tiempo de prueba tiene algo en común: la tentación de alejarnos de Dios y caer en condenación, desesperanza y negatividad. Tenemos un adversario m a l v a d o q u e q u i e r e destruirnos. Aprovechará cualquier puerta abierta y oportunidad que le demos para robar, matar y destruir nuestra fe y confianza en Dios. La buena noticia es que no importa cuál haya sido el punto de entrada del enemigo en nuestra vida, podemos cerrar esa puerta hoy. Santiago 4:7 dice, “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.” Someternos y Resistir, las dos acciones son iguales de importante. Nos sometemos al doblar nuestro orgullo, rindiéndonos delante de Dios; y resistimos al decidir caminar en la verdad de Dios y no escuchar más las mentiras que nos roban la esperanza y la fe. Es una solución sencilla pero no

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No importa cuál

haya sido el

punto de entrada

del enemigo en

nuestras vidas,

podemos cerrar

esa puerta hoy.

es fácil. Para caminar en la verdad hay que romper patrones de pensamiento tóxicos y reacciones negativas, reemplazándolas con la Palabra de Dios. De eso se trata la segunda mitad de este libro. Pero antes de saltar ahí, debemos dedicar un poco de tiempo a comprender nuestra autoridad en Cristo. Recuerda, la oración del hombre justo es la que es poderosa y efectiva, la oración del que está en la posición correcta, del que sabe lo que ha recibido a través del sacrificio de Jesús y reconoce el poder y la autoridad de la espada que ahora maneja.

Llave #3

La tercera llave es entender el poder de la autoridad del creyente.

Jesús dijo que haríamos las obras que Él hizo y aún mayores. (Juan 14:12) Jesús tenía muy claro que solo operaba con la autoridad que el Padre le había

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dado, no con la suya. Somos adoptados en Dios, en su herencia y se nos da la misma autoridad que Cristo tenía para hacer las obras que hizo. Esto no significa de ninguna manera seamos iguales a Él, es una cuestión de función, no de identidad. No somos Dios, somos sus hijos, la identidad es muy diferente. Pero en función debemos actuar como Jesús, liberando y sanando a los heridos y oprimidos como lo hizo Él. Somos sus embajadores, emitimos “pasaportes” para su reino, aplicamos sus leyes y representamos su cultura. En 2 Corintios 5:19-20 (Biblia Amplificada) hay una declaración poderosa:

Esto es, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, sin contar los pecados de las personas en contra de ellos [sino anulándolos]. Y Él nos ha confiado el mensaje de reconciliación [es decir, la restauración al favor de Dios]. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios estuviera haciendo su llamado a través de nosotros; [como representantes de Cristo] le suplicamos en el nombre de Cristo que se reconcilie con Dios.

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Como sus embajadores, representamos su reino sin importar dónde estemos. Una vez leí una cita de la directora del Protocol School of Washington:

“ C u a n d o v i s i t a s u n a embajada, ya no estás en suelo estadounidense. Estás en e l mundo de o t r a persona”. Me pregunto si cuando las personas entran en contacto conmigo se sienten como si hubieran entrado en el “mundo de otra persona”. Y claro, ¡esa otra persona es mi Padre Celestial! ¿Represento bien

el reino de mi Padre y todo lo que Él representa? ¿Camino en su autoridad, ejerciendo su voluntad en la tierra como en el cielo? La autoridad de los creyentes es la autoridad de un embajador. Un embajador efectivo está en contacto constante con el rey o el líder gobernante que él representa. Un embajador elige sus palabras con cuidado, porque no expresan su propia voluntad, sino la voluntad de la nación que él representa.

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Nuestras

oraciones están

respaldadas por

el poder del

gobierno más

poderoso que

existe.

De la misma manera, nosotros debemos estar en contacto cercano con nuestro Rey, de modo que nuestras palabras representen su voluntad. Esa es la clave para tener declaraciones efectivas y poderosas que impactan el reino terrenal. ¡Cuando oramos y declaramos la voluntad del Rey Celestial, nuestras oraciones están respaldadas por el poder del gobierno más poderoso que existe! Y lo que es más, tenemos el privilegio de no solo ser embajadores, sino también ser herederos. Nuestro Rey es también nuestro Padre amoroso. Así que nuestra autoridad se basa no solo en la representación, sino también en el derecho de nacimiento. Tenemos doble acceso. ¡Eso es emocionante! Cuando oramos es muy importante saber quienes somos y a quién pertenecemos. Y cuando lo entendemos, esta verdad penetra en nuestro ser, de modo que podemos declarar con confianza que nuestras palabras son la voluntad de

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Cuando oramos es muy importante

saber quienes somos y a quién

pertenecemos.

nuestro Padre y Rey y que están respaldadas por la autoridad del reino celestial. Algunos de nosotros, incluyéndome, todavía necesitamos crecer en esta área de entendimiento. Necesitamos crecer para creer más en lo que dice el Padre que en lo que vemos con nuestros ojos o sentimos en nuestras emociones o en nuestro cuerpo. A veces nuestros s e n t i d o s n a t u r a l e s hablan más fuerte que nuestro espíritu. El propósito de este libro es fortalecer y crecer nuestra fe, entrenando nuestra mente y palabras para que se alineen con su Palabra y cuanto más hablemos su verdad más creerá nuestro corazón. ¡Cuando nuestro corazón y nuestras palabras se alinean con su corazón y su Palabra, lo sobrenatural se manifiesta en lo natural!

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A veces nuestros

sentidos

naturales hablan

más fuerte que

nuestro espíritu.

Llave #4

La cuarta llave es mantener los ojos en Jesús.

En Mateo 14, dos capítulos antes de que a Pedro se le prometieran las llaves del reino, leemos acerca de un encuentro que tiene con Jesús caminando sobre el agua. Anteriormente ese mismo día, Jesús invitó a los discípulos a participar en el milagro de la multiplicación de los peces y el pan y la fe de ellos estaba muy fortalecida. (Mateo 14:13-21) Ellos vieron que las leyes naturales eran desafiadas por el poder de Aquel quien las creó. Entonces, cuando Pedro audazmente pide caminar hacia Jesús en el agua, estoy segura de que él esperaba que el mismo poder sobrenatural de Dios operara, superando las leyes físicas de la naturaleza. Sin embargo, lo que no esperaba era el viento: la fuerte oposición a su fe. Imagina la emoción de sentir una base solida bajo los pies, cuando dio sus primeros pasos

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valientes. Primero el asombro — paso a paso, se acerca al Autor de esta increíble historia — y luego el pánico empieza a medida que el viento se levanta, apartando sus ojos de Aquel que lo llamó. Se hunde rápidamente en el oscuro mar turbulento y grita: “¡Oh Señor, sálvame!” Jesús extiende su mano y lo lleva a la seguridad, al mismo tiempo que le recuerda firmemente que no debe dudar. Del mismo modo, nosotros no debemos dudar. Muchas veces vemos la respuesta a nuestras oraciones cuando la atmósfera comienza a cambiar. Podemos ver el milagro atravesando las aguas tormentosas. La fe se eleva y la esperanza cobra vida. La salud empieza a mejorar, el hijo descarriado busca ayuda, el cónyuge alejado regresa a casa, el negocio en quiebra revive… y luego el viento empieza. Las circunstancias cambian repentinamente y parece que las cosas se están volviendo en la dirección equivocada.

En esos momentos necesitamos mantener nuestros ojos en Jesús, enfocar nuestros pensamientos en lo

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que Él ya ha hecho y el progreso que ya hemos logrado. ¡Lo estamos haciendo, estamos caminando en la superficie de nuestras circunstancias! Estamos caminando sobre el fundamento seguro de sus promesas a pesar de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Esa increíble sensación de unos pocos momentos de tierra firme bajo nuestros pies es todo lo que necesitamos para seguir adelante. Si dejamos que nuestros ojos se desvíen y nos centramos en lo que nos asusta, nos hundirá cada vez más. ¡En vez de enfocarnos en lo que está en contra de nosotros hay que enfocarnos en quién está a favor de nosotros! La clave para mantenernos en victoria está en la persona de Jesús. Nuestra fe no es suficiente y Dios lo sabe. Jesús llamó a Pedro “hombre de poca fe”, incluso después de que salió de una barca en medio de la noche, creyendo que podía caminar sobre el agua. ¡Nadie más se animó a salir! Parecía que era el único que tenía gran fe. Y yo creo que sí la tenía. Fue esa gran fe la que lo sacó de la barca y la misma fe que le dio impulso a sus primeros pasos pisando lo imposible. Sin

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embargo, su fe se agotó r á p i d a m e n t e c u a n d o perdió la conexión con la fuente de su fe. Podemos verlo como una batería recargable que se enchufa a la fuente de energía para recargarla. Pasar un poco de tiempo con Jesús y

obtener una nueva dosis de fe es bueno, pero una pequeña conexión equivale a una pequeña fe que equivale a un pequeño avance. Algunos de nosotros necesitamos más que un pequeño avance. ¡Lo que enfrentamos está más allá de nuestra capacidad de resolverlo, es un mar oscuro de imposibilidad y para caminar sobre el necesitamos de su fe! La fe de Pedro fue “cargada” lo suficiente para dar esos primeros pasos fuera del bote, pero en lugar de conectarse a la fuente para seguir adelante, desvió su atención y se conectó con la circunstancia natural y la incredulidad lo hundió.

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Una pequeña

conexión

equivale a una

pequeña fe que

equivale a un

pequeño avance.

A medida que avanzamos a la siguiente sección del libro con las declaraciones de fe, es muy importante recordar que no se trata de un método ni un mantra. Nada de lo que hacemos tiene poder duradero si no estamos conectados a la fuente de poder quien es Jesús. La buena noticia es que si somos creyentes tenemos el Espíritu Santo viviendo en nosotros, una conexión constante con el poder de Dios. Sin embargo, al igual que con Pedro caminando sobre el agua, la conexión se romperá y nos “descar-garemos” rápidamente sí nos distraemos por las circunstancias que nos rodean. Esto es especialmente cierto cuando estamos empezando a ver avances. He experimentado en mi jornada personal de fe, que cuando veo que las cosas están mejorando y empiezo a ver en lo natural lo que sé

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Nada de lo que

hacemos tiene

poder duradero si

no estamos

conectados a la

fuente de poder

quien es Jesús.

que es verdad en el espíritu, el enemigo impone más resistencia y de pronto parece que estoy perdiendo terreno. Pero es entonces cuando es tan importante aferrarse a las palabras de Hebreos 12:1-2:

Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe…

¡Ánimo! ¡No te dejes mover por el viento! ¡Ni te rindas! ¡Manténte conectado y con tus ojos puestos en Jesús!

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El Plan de Entrenamiento

Estas declaraciones bíblicas y oraciones que a continuación veremos, recomiendo repetirlas varias veces al día EN VOZ ALTA, ¡porque la fe viene por oír y el oír por la Palabra de Dios! (Romanos 10:17)

Se dividen en 21 días, cada uno con Escrituras relacionadas al tema del día y una oración. La oración está diseñada para que arranques y que te inspire a agregar tus propias peticiones y declaraciones personalizadas. También recomiendo leer las Escrituras en primera persona para recordarte que Dios dio estas increíbles promesas pensando en ti. Los primeros dos días tiene los pronombres de primera persona en corchetes [ ] como ejemplo.

Dios creó nuestro cerebro y sabe muy bien como funciona. Por eso nos instruye meditar sobre su

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Palabra continuamente. (Salmo 1:2, Josué 1:8) Él sabe que para renovar la mente necesitamos hablar el lenguaje que nuestro cerebro entiende: la repetición. Los avances científicos nos han permitido conocer la maravilla de su creación, demostrando que lleva 21 días para empezar a cambiar las vías neuronales y 63 días para establecer un nuevo patrón de pensamiento. Por lo tanto, te recomiendo repetir el plan de 21 días por lo menos 3 veces. Recuerda, la mente no puede fortalecer el espíritu, solo el Espíritu de Dios y su Palabra pueden hacerlo. Sin embargo, nuestro espíritu sí tiene la autoridad para fortalecer nuestra mente. ¡La idea es renovar nuestra mente con su Palabra todos los días hasta que el pensamiento de fe se convierta en un hábito continuo que cambie la manera en que vivimos!

*Nota: Para aquellos que están orando por victoria en los desafíos de la salud física, recomiendo no dejar de tomar medicamentos sin consultar primero con un médico. Sugiero orar sobre el medicamento declarando que tenga solo efectos positivos y cancelando efectos negativos mientras que la salud mejore. Lo ideal sería buscar un médico que este dispuesto a caminar contigo creyendo por la sanidad del Señor.

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¡En sus Marcas - Listos - Fuera!

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Creciendo la Fe para Revelación y Autoridad

Día 1 2 Pedro 1:3-4 Mediante su divino poder, Dios nos [me] ha dado todo lo que necesitamos [necesito] para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos [recibo] al llegar a conocer a aquel que nos [me] llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; y debido a su gloria y excelencia, nos [me] ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes [yo] participen [participe] de la naturaleza divina y escapen [escape] de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.

Colosenses 2:9-10 Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes [yo] han [he] recibido esa plenitud.

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Padre, Te doy gracias por que Tú eres un buen Padre y por causa de tu bondad me has dado todo lo que necesito para una vida plena en Ti. ¡TODO! Te doy gracias que yo puedo participar de la naturaleza divina. No hay ninguna enfermedad, ni temor, ni pobreza, ni escasez, ni contienda, ni orgullo, ni maldad en tu naturaleza, y por lo tanto no lo recibo como parte de la mía. Recibo una revelación más grande ahora mismo de quién soy yo, y de la autoridad que me has dado y declaro que soy libre de los deseos corruptos de este mundo. Reconozco que camino en la autoridad dada a Cristo Jesús según Colosenses 2:9. He recibido su plenitud. Él es la cabeza sobre todo poder y autoridad y yo estoy en Él, entonces te doy gracias Dios que esa autoridad habita en mi a través de tu Espíritu. Gracias por escogerme y por equiparme para colaborar contigo en tu reino. Recibo tu plenitud, y la activo en mi vida para que te pueda representar efectivamente durante mis actividades hoy…

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Creciendo la Fe para Revelación y Autoridad

Día 2

Santiago 4:6-7 Pero él nos [me] da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes: Así que sométanse [me someto] a Dios. Resistan [resisto] al diablo, y él huirá de ustedes [mí].

Lucas 10:18-19 Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—Sí, les he dado [se me ha dado] autoridad a ustedes [mí] para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les [me] podrá hacer daño.

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Padre, Me pongo de acuerdo con la verdad de tu Palabra que dice que el enemigo no tiene ningún poder sobre mi. Me humillo y me someto a Ti, y recibo ahora revelación de mi autoridad. Gracias Dios por el poder de resistir al enemigo y decido ahora resistir sus mentiras. ¡Cuando resisto y tomo cautivo mis pensamientos, él pierde poder y huye en temor! Ahora tomo la posición ofensiva, empuñando la espada de la verdad en autoridad, pisando al enemigo y sus fuerzas demoniacas bajo mis pies. NADA me puede hacer daño, porque estoy rodeado(a) de la presencia de mi Dios, parado(a) en su autoridad para vencer…

43

Creciendo la Fe para Revelación y Autoridad

Día 3

1 Juan 5:14-15 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. Marcos 11:24 Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.

44

Gracias Dios, Porque Tú eres un buen Padre y puedo acercarme a tu trono con confianza. Someto mis deseos a Ti y me pongo de acuerdo con tu Palabra. Sé que tu Palabra me dice que si creo, yo recibiré. Te pido ahora que fortalezcas mi capacidad de creer. Necesito más revelación de Ti y tu amor para creer firmemente que tu deseo es responder a mis oraciones. Quiero creer como Abraham sin vacilar. Quiero tener fe verdadera, fe que no se mueva por lo que veo en lo natural. Forja esa fe en mí, Señor. Me someto a tu voluntad y a tu proceso. Declaro tu Palabra en voz alta para que mi espíritu crezca en la fe porque según Romanos 10:17, la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios ...

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Creciendo la Fe para Revelación y Autoridad

Día 4

Mateo 18:18-19 Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.

Juan 15:7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!

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Señor, Te pido por la revelación para entender el poder de ponernos de acuerdo y de atar y desatar. Ahora me pongo de acuerdo contigo Dios y con tus propósitos en mi vida, en mi familia y en las vidas de quienes me rodean. Ato los poderes del infierno para que no prevalezcan en nuestras vidas. Y desato el poder del cielo para trabajar a nuestro favor. Elijo meditar en tu Palabra para que permanezca viva en mí y que transforme mis deseos para alinearlos con tu corazón. Te pido Señor que me hagas más como Tú para que pueda impactar las vidas a mi alrededor con tu amor ...

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Creciendo la fe para Sanidad

Día 5

Isaías 53:5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.

Romanos 8:1,2,6,11 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte…La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz…Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu.

48

Gracias Jesús, Por tener misericordia de nosotros y venir a rescatarnos al dar tu vida en la cruz. Tú eres la Palabra enviada para sanarnos. Te agradezco que por tus llagas soy sano(a) ahora mismo, ya está hecho. Decido recibir la sanidad que ya ha sido pagada por tu sacrificio. No permitiré que tu sufrimiento sea en vano al no recibir la provisión de salvación y la sanidad que me has dado. Te agradezco que tu Palabra está activa en mi cuerpo hoy. ¡Declaro que mi mente está gobernada por el Espíritu y uno mis palabras con las tuyas, hablando vida a cada célula de mi cuerpo y declarando con fe que estoy sano(a)!…

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Creciendo la Fe para Sanidad

Día 6

Salmos 107:19- 20 En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de su aflicción. Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro.

Salmos 118:13 -17 Mis enemigos hicieron todo lo posible para matarme, pero el Señor me rescató. El Señor es mi fuerza y mi canción; me ha dado la victoria. Se entonan canciones de alegría y de victoria en el campamento de los justos. ¡El fuerte brazo derecho del Señor ha hecho proezas gloriosas! El fuerte brazo derecho del Señor se levanta triunfante. ¡El fuerte brazo derecho del Señor ha hecho proezas gloriosas! No moriré; sino que viviré para contar lo que hizo el Señor.

50

Señor, Yo creo que es tu deseo ayudarme y rescatarme. Tú eres fiel y verdadero y has hecho proezas increíbles a favor de tus hijos. Soy tu hijo(a) amado(a) y creo que me escuchas cuando oro. Escuchas mis oraciones y como buen Papá, vienes rápido a rescatarme. Gracias por mandarme tu Palabra que tiene el poder para sanar. Me paro sobre la certeza de tu Palabra y espero pacientemente por Ti Señor, paciente pero activamente creyendo que mi sanidad que ya es una realidad en el mundo espiritual se manifiesta en lo natural;* y con fe proclamo las proezas que has hecho…

*Isaías 58:8

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Creciendo la Fe para Sanidad

Día 7

Marcos 5:30,34 Al momento también Jesús se dio cuenta de que de él había salido poder…—¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.

Mateo 8:3 Jesús extendió la mano y tocó al hombre.—Sí quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra.

Mateo 12:15 …Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos.

52

Jesús, Eres mi Sanador y tu poder es accesible para mí. Yo alzo mi mano y te toco ahora, consciente que Tú sanaste a todos los que vinieron a Ti con necesidad. Es tu naturaleza y tu deseo sanar y me pongo de acuerdo con tu voluntad para mi sanidad. Pido que mi fe sea fortalecida para recibir mi sanidad, que no tenga ninguna duda ni doble animo que pudiera bloquear tu respuesta. Declaro tus palabras proféticamente sobre mi cuerpo: Cuerpo, escucha las palabras de Jesús mi Sanador: “¡Yo estoy dispuesto, sé sano, tu fe te ha sanado, vete en paz y sé libre de tu aflicción!” Yo declaro hoy por fe que soy libre de toda enfermedad y sufrimiento, y Dios te alabo por hacer esta gran obra en mi…

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Creciendo la Fe para Sanidad

Día 8

Salmos 30:1-2 Te exaltaré, Señor porque me levantaste, porque no dejaste que mis enemigos se burlaran de mi, Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste.

Éxodo 15:26 Si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana.

54

Padre Dios, Eres tan bueno conmigo. Gracias por no tratarme como tu enemigo(a), sino como tu hijo(a) querido(a). Soy diligente en escucharte y hacer lo que es correcto ante tus ojos, sin embargo reconozco que solamente puedo cumplir la condición para esta promesa de sanidad por el sacrificio de Jesús. El cumplió la ley por mí y por su sangre, me paro recto(a) y justo(a) delante de Ti. Por esta razón puedo ahora recibir la promesa de sanidad. Sé que la enfermedad y sufrimiento en mi cuerpo no viene de tu mano. Gracias por protegerme de las entidades demoniacas mandadas a afligirme. Resisto esa aflicción y rehuso recibir cualquier cosa que no viene de Ti. Hoy recibo mi sanidad y restauración con toda la confianza que la obra ya esta hecha a través de Jesús…

55

Creciendo la Fe para Sanidad

Día 9

Isaías 40:29-31 Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no sé fatigarán, caminarán y no se cansarán.

Salmo 103:2-5 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.

56

Dios, ¡Qué increíble que servirte viene con un plan completo de beneficios! Gracias por perdonar todos mis pecados y sanar todas mis enfermedades, ¡TODAS! No hay nada que queda afuera de las provisiones que Tú has hecho. Tengo cobertura completa sin exclusiones. Hoy decido usar mis beneficios, hago un reclamo por la sanidad de mi mente, cuerpo y emociones. Declaro que desde este momento estoy recibiendo nuevas fuerzas y vitalidad. Mi juventud se renueva como las águilas para poder volar sobre mis circunstancias y disfrutar la bondad de mi Señor. Alaba al Señor alma mía y todo lo que hay en mi alaba su santo nombre…

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Creciendo la Fe para Paz y Libertad del Temor

y Ansiedad

Día 10

2 Timoteo 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Romanos 8:15 Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡ Abba! ¡Padre!»

58

Abba, Estoy muy agradecido(a) que me has escogido para ser tu hijo(a) adoptivo(a) y que me has

liberado de la esclavitud. Yo declaro que el temor ya no es mi amo. Recibo la herencia de mi Padre

que es el poder, amor y la autodisciplina. Decido tomar control de mis pensamientos y someterlos al Señor Jesús. ¡Solamente pensaré en sus

pensamientos hacia mí que son buenos, llenos de vida y paz! Toda ansiedad en mi mente y cuerpo tiene que huir de mí ahora mismo por la autoridad

de Jesús que vive en mi…

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Creciendo la Fe para Paz y Libertad del Temor

y Ansiedad

Día 11

Juan 14:27 Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.

Isaías 26:3 ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!

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Jesús, Decido abrir el regalo de paz que Tú me has dado a través de enfocar mis pensamientos en Ti. Este hermoso regalo fue costoso y no permitiré que tu sacrificio sea en vano, al caminar yo en temor y preocupaciones. Reconozco que es mi elección someter mi mente a Ti y no dejar la ansiedad gobernar sobre mi vida. Yo elijo confiar en Ti, Señor. Tomo mis pensamientos cautivos según 2 Corintios 10:5 y los traigo bajo el señorío de Jesús. No dejaré que mi mente vague a lugares pesimistas y catastróficos. Tus planes para mí son buenos, planes de bien y no de mal para darme una esperanza y un futuro.* Cierro la puerta a todos los pensamientos que no están alineados con tu promesa de paz y bienestar…

*Jeremías 29:11

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Creciendo la Fe para Paz y Libertad del Temor

y Ansiedad

Día 12

Salmo 34:4 Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.

1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.

62

Señor, Necesito más de tu amor. Reconozco que si tengo temor, la solución no es tener mas valor, sino más amor. Cuando me sumerjo en tu amor, estoy más consciente de tu poder y tu bondad y menos consciente de mi debilidad. Te busco hoy Señor y yo sé que Tú me liberas de toda maldad. Me envuelvo en tu amor y declaro que soy libre de temor. Entiendo que el temor es un espíritu mentiroso de profecía falsa que predice escenarios negativos sobre mi vida. Cancelo todas esas predicciones mentirosas y profetizo la verdadera Palabra del Señor que es una vida larga y próspera…

*Deut. 5:33, 3 Juan 2, Salmo 9:16

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Creciendo la Fe para Paz y Libertad del Temor y Ansiedad

Día 13

Isaías 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

Deuteronomio 31:8 No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará.

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Señor, Me has ordenado no tener temor, ¡no es una sugerencia es una orden! Entiendo que nunca me pedirías hacer algo que no soy capaz de hacer con tu ayuda. Gracias por recordarme que yo puedo vivir sin miedo, y la fuerza para hacerlo viene de Ti. Has prometido ayudarme y personalmente caminar conmigo alumbrando el camino. No temeré porque no estoy solo(a). Tu vara y tu callado me guían y me confortan. Si Tú estas conmigo, ¿quién contra mí?* Sé que en mi debilidad tu fuerza se perfecciona en mí. Como David en Salmo 34, hablo con mi alma: Alma, no te desanimes, el Señor está conmigo. Cuerpo, no te angusties ni tengas ansiedad porque el Señor está conmigo. ¡No tengas temor!…

*Salmo 23:4, Romanos 8:31

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Creciendo la Fe para Confianza y Protección

Día 14

Proverbios 18:10 El nombre del Señor es una fortaleza firme; los justos corren a él y quedan a salvo.

Salmos 46:1 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.

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Dios, Eres mi refugio, corro a Ti y estoy a salvo. Sé que siempre estás conmigo, pero también sé que tu presencia manifestada debe ser buscada. Siempre estás presto para ayudar pero debo tomar acción y correr a tu protección, a rodearme con tu nombre. Volteo mi afecto hacia Ti ahora y busco tu presencia. Decido no poner mi confianza, habilidad, ni recursos en mis propias fuerzas. Corro a ese lugar seguro y tomo refugio. Declaro el nombre de Jesús y la sangre de Jesús sobre mi vida, mi cuerpo, mi mente, y mi familia. ¡Declarando ahora que estamos rodeados por su protección! Estamos seguros y ningún daño nos puede alcanzar…

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Creciendo la Fe para Confianza y Protección

Día 15

2 Tesalonicenses 3:3 Pero el Señor es fiel; Él los fortalecerá y los protegerá del maligno.

Éxodo 14:13-14 No tengan miedo…Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás volverán a verlos! Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.

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Padre, Obedezco tu Palabra y escojo no tener miedo. Tú nos ordenas ser valientes, es una decisión. Pongo la preocupación y el temor bajo tu autoridad y escojo confiar en tu protección sobre mi vida. Has prometido nunca dejarme y que pelearás mis batallas. Me paro firme en tu fidelidad y nada me moverá. Mis emociones no van a poder dominarme, el temor no puede controlarme. Confío y declaro que tu voz es más fuerte que mis emociones. Me has pedido estar quieto porque Tú pelearás mis batallas. En la tranquilidad y confianza está la fortaleza* y puedo descansar en tu cuidado. Tú me fortaleces y me proteges. Por delante y por detrás me has cercado, pones tu mano de bendición sobre mi cabeza…

*Isaías 30:15 *Salmo 139:5

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Creciendo la Fe para Confianza y Protección

Día 16 Salmos 121:5,7-8 ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora…El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre.

Salmos 91: 9,10,14-16 Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas… El Señor dice: “Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación”.

70

Padre, Tu corazón es proteger y cuidar a tus hijos. Hoy decido permanecer en tu casa bajo tu refugio y tu protección. Permanezco en tu presencia enfocando mis pensamientos en tu bondad, no permito que nada robe mi paz. Salmo 118:9 dice: “Es mejor tomar refugio en el Señor que confiar en príncipes.” No pondré mi confianza en los sistemas y autoridades de este mundo, pues no son mi respuesta. Tú tienes la palabra final en mi vida. Y confío que me guiarás a los recursos que necesito. Confío en Ti, Padre. Doy gracias porque hoy cuidarás mi entrada y mi salida y me protegerás. Hago las actividades de hoy descansando en tu paz, consciente de que has puesto a tus ángeles alrededor de mí y me has dado una vida larga y satisfecha…

71

Creciendo la Fe para Provisión

Día 17

Mateo 7:7-11 Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuanto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!

Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

72

Padre, Aquí estoy una vez más, persistiendo en la fe y creyendo que eres un buen Padre que desea darle a sus hijos cosas buenas. No necesito rogarte o convencerte, vengo simplemente para pedirte que hagas el trabajo en mí para poder recibir. Oro en contra y ato cualquier obstáculo dentro o fuera de mí que pudiera detener mi provisión. ¡Me posiciono como tu hijo(a) para recibir de Ti y hablo a mi espíritu para que esté expectante! ¡Declaro con confianza que mi buen Padre me ha escuchado y las provisiones están en camino! Ahora decido descansar confiado(a). Sé que me cuidarás y decido recordar todas las formas en que has sido fiel en el pasado y te lo agradezco...

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Creciendo la Fe para Provisión

Día 18

Proverbios 3:9-10 Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.

Lucas 6:38 Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.

74

Señor, Vengo a Ti ahora en sumisión a tu Palabra. Tus promesas son reales y dignas de confianza. Eres un buen Dios que satisface nuestras necesidades e incluso más que eso, has prometido suplirlas en abundancia. ¡Mientras doy, declaro que una mentalidad de pobreza se ha roto en mi vida! Decido confiar en Ti y honrarte con los recursos que he recibido. Declaro que tengo más que suficiente para satisfacer mis necesidades y también para dar a los demás. Te agradezco que tengo la oportunidad de participar contigo en tu reino a través del dar, reflejando la naturaleza de mi buen Padre. Muéstrame, Señor, como puedo darte los primeros frutos y honrarte con los recursos que me has confiado…

75

Creciendo la Fe para Provisión

Día 19

Filipenses 4:19 Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.

2 Corintios 9:7-8 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.

76

Mi Dios, ¡Tú eres el Dios del desbordamiento! ¡Tú eres el Dios de la abundancia! Suples nuestras necesidades de acuerdo a tu capacidad y tus riquezas en gloria, no según mis limitaciones. No estás atado a las economías terrenales ni al error humano. Te agradezco que estoy libre de errores pasados. Recibo tu perdón en las áreas donde he fallado y Te he deshonrado en mis decisiones y actitudes financieras. Examina mi corazón, Señor, y alinéalo con el tuyo para que pueda dar con alegría y pueda recibir tus bendiciones a cambio. Te agradezco que, al proveerme, recibo tu poder para hacer las buenas obras que has preparado de antemano para mí* ...

*Efesios 2:10

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Creciendo la Fe para Libertad

Día 20

2 Corintios 5:17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

1 Juan 5:4 Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.

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Jesús, Creo que Tú eres el Hijo de Dios, el Mesías. Te agradezco porque con esa confesión de fe recibo las llaves para vencer los poderes de la oscuridad. El pecado ya no tiene poder sobre mí, no soy quien solía ser, porque has hecho todas las cosas nuevas en mi. Declaro que cada día me estoy volviendo más como Tú. Puede ser que me resbale y me caiga, pero me levanto de nuevo y corro hacia la marca que has puesto delante de mí. No me conformaré con lo segundo mejor, fijo la vista en Ti, y rehuso estar distraído(a) con tentaciones a mi alrededor. Reconozco que soy tu hijo(a) amado(a), he nacido de nuevo, nacido de Dios, ya no estoy bajo la maldición, sino bajo la bendición y herencia de mi Padre celestial. Sé que este mundo está lleno de aflicciones y mi fe se pondrá a prueba,* pero elijo permanecer firme, declarando mi victoria en Ti y voy a salir más fuerte del otro lado de la prueba… *Juan 16:33

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Creciendo la Fe para Libertad

Día 21

Juan 8:34-36 Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.

Gálatas 4:6-7 Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: “¡Abba, Padre!” Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y, como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.

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¡Gracias Dios! Ya no soy esclavo(a) de nadie ni de nada, soy tu precioso(a) hijo(a) y te pertenezco para siempre. ¡Jesús pagó el precio por mi libertad y yo creo que ya está hecho! ¡Ya está! En verdad, soy libre. No necesito sentirlo, solo necesito creerlo y caminar en ello. Gracias Señor porque me has hecho heredero(a) de todas tus promesas. Ahora soy libre para caminar en paz y alegría. Libre para caminar en salud y bienestar. Libre para caminar en prosperidad y larga vida. Libre para caminar en poder y autoridad. Libre para caminar en propósito y plenitud. Libre para salir de la deuda y la pobreza. Libre para caminar sin adicciones. Libre para caminar en amor y en relaciones sanas. Libre para ...

81

¡Felicidades!

Terminaste 21 días de estar conectado a Jesús a través de su Palabra. Estoy segura que tus músculos de fe ya están más fortalecidos, y tu mente ya ha recibido revelación nueva. Además, tienes sendas nuevas de pensamientos en tu cerebro, ¡cuídalas bien! ¡Guarda lo que entra en tu mente y sale de tu boca! No te olvides nunca que eres una nueva creación en Cristo. ¡Todo lo viejo ha pasado y ha llegado ya lo nuevo! Vístete de lo nuevo todos los días, renovando tu mente en su Verdad. (Colosenses 3:1-17) El camino por delante no es fácil, pero la recompensa de caminar en la fe es grande y recuerda que nunca estarás solo. ¡Sigue adelante y sé constante en aplicar su Palabra en tu vida y seguramente verás las maravillas del Señor!

82

Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multi-tud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe… (Hebreos 12:1-2)

83

Fijemos la

mirada en Jesús,

el iniciador y

perfeccionador

de nuestra fe.

84

Recibir salvación y vida nueva es tan sencillo como hacer una oración humilde y sincera delante de Dios. ¡Lo difícil ya lo hizo Jesús en la cruz! A continuación, hay un ejemplo de como orar para entregar tu vida a Jesús.

Señor Jesús, Yo creo que eres el hijo de Dios y que viniste a dar tu vida en la cruz pagando el precio del pecado y abriendo el camino para reconciliarme con el Padre. Creo que eres mi Salvador y mi Señor; me arrepiento de todo lo que he hecho que ha traído separación entre Tú y yo. (Toma unos minutos para dejar que el Espíritu Santo traiga a tu memoria cosas especificas y deja cada recuerdo con Él, recibiendo su perdón.) Recibo tu perdón por mis pecados y sanidad en cada área quebrantada de mi vida. Recibo la vida eterna que empieza desde este momento. Recibo la llenura del Espíritu Santo y todos los dones que tiene preparados para mi, para poder conocer tu verdad y crecer en la fe. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Qué emoción! La Biblia dice que ahora tu nombre está escrito en el libro de la vida y eres una nueva creación, nacido de nuevo en Jesús. Es muy importante encontrar una buena comunidad cristiana para seguir creciendo en la fe. Más información: www.myvivachurch.com

*Romanos 10:9, Lucas 10:20, Ap. 3:5, 2 Cor. 5:17, Juan 3:3 85

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Oraciones Personales

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Mi Oración

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Su Respuesta

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Mi Oración

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Su Respuesta

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Mi Oración

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Su Respuesta

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Mi Oración

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Su Respuesta

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Mi Oración

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Su Respuesta

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Mi Oración

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98

Su Respuesta

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Mi Oración

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Su Respuesta

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