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449 ANÁLISIS DE UN CASO DE CREACIÓN JUDICIAL DE LAGUNAS EN EL SISTEMA DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES POLÍTICO- ELECTORALES EN MÉXICO Armando I. MAITRET HERNÁNDEZ * SUMARIO: I. Preliminaria. II. Consideraciones generales. A. Caracte- rísticas generales del modelo mexicano de control de la constituciona- lidad de leyes y actos en materia electoral. B. Obligatoriedad de la ju- risprudencia electoral. III. Argumentos de la resolución de contradic- ción de tesis 2/2000-PL. A. Antecedentes de la resolución. B. La reso- lución. C. Los argumentos que sustentan la sentencia. IV. Evaluación crítica de los argumentos de la resolución. V. Consideraciones conclu- sivas (corrección de los argumentos). I. PRELIMINARIA a creación normativa de los jueces, y sobretodo del juez constitu- cional, es una actividad que los caracteriza, pues a través de la interpretación e integración de las reglas jurídicas, con base en principios generales, les permite la solución de todas las controversias jurídicas, ya que es sabido que la falta de una disposición expresa que regule un caso, no es razón suficiente para dejar de resolverlo. Sin embargo, mediante una interpretación indebida del derecho, por incompleta o imprevisora, los jueces constitucionales, y particular- mente los que integran los órganos límite, como los miembros de los tribunales constitucionales, algunas veces pueden generar lagunas, con la consecuente indefensión para los individuos que acuden a solicitar la impartición de justicia. En México, el 23 de mayo de 2002, la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió resolución en el expediente de la contradicción de tesis 2/2000-PL, la cual generó, como trataremos de demostrar, una laguna en el sistema de impartición de justicia constitucional, pues can- celó cualquier posibilidad de que un órgano jurisdiccional, mediante la * Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM. L www.derecho.unam.mx

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Derecho electoral, jurisprudencia, control constitucional, derechos políticos, derechos humanos, tribunal electoral del poder judicial de la federación, INE, elecciones

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    ANLISIS DE UN CASO DE CREACIN JUDICIAL DE LAGUNAS EN EL SISTEMA DE PROTECCIN DE LOS

    DERECHOS FUNDAMENTALES POLTICO-ELECTORALES EN MXICO

    Armando I. MAITRET HERNNDEZ*

    SUMARIO: I. Preliminaria. II. Consideraciones generales. A. Caracte-rsticas generales del modelo mexicano de control de la constituciona-lidad de leyes y actos en materia electoral. B. Obligatoriedad de la ju-risprudencia electoral. III. Argumentos de la resolucin de contradic-cin de tesis 2/2000-PL. A. Antecedentes de la resolucin. B. La reso-lucin. C. Los argumentos que sustentan la sentencia. IV. Evaluacin crtica de los argumentos de la resolucin. V. Consideraciones conclu-sivas (correccin de los argumentos).

    I. PRELIMINARIA

    a creacin normativa de los jueces, y sobretodo del juez constitu-cional, es una actividad que los caracteriza, pues a travs de la interpretacin e integracin de las reglas jurdicas, con base en

    principios generales, les permite la solucin de todas las controversias jurdicas, ya que es sabido que la falta de una disposicin expresa que regule un caso, no es razn suficiente para dejar de resolverlo.

    Sin embargo, mediante una interpretacin indebida del derecho, por incompleta o imprevisora, los jueces constitucionales, y particular-mente los que integran los rganos lmite, como los miembros de los tribunales constitucionales, algunas veces pueden generar lagunas, con la consecuente indefensin para los individuos que acuden a solicitar la imparticin de justicia.

    En Mxico, el 23 de mayo de 2002, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin emiti resolucin en el expediente de la contradiccin de tesis 2/2000-PL, la cual gener, como trataremos de demostrar, una laguna en el sistema de imparticin de justicia constitucional, pues can-cel cualquier posibilidad de que un rgano jurisdiccional, mediante la

    * Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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    revisin de actos de las autoridades encargadas de la funcin electoral, resolviera sobre la inconstitucionalidad de leyes electorales, ya que la interpretacin constitucional realizada por la Corte le llev a la conclu-sin de que la nica va para plantear la no conformidad de ese tipo de leyes con la Constitucin, era la accin de inconstitucionalidad, es de-cir, el control abstracto de la constitucionalidad de normas de carcter general, descartando cualquier otra posibilidad.

    En ese sentido, la resolucin de la Suprema Corte de Justicia Mexi-cana abri la puerta a la subsistencia de actos de las autoridades que se apoyan en leyes electorales abiertamente inconstitucionales, pues el mecanismo (accin de inconstitucionalidad) que la Corte considera como nico para combatir la constitucionalidad de leyes electorales, tiene importantes dificultades para salvaguardar los derechos funda-mentales en materia poltico-electoral de los ciudadanos, toda vez que los sujetos legitimados para promover esa accin son limitados y los plazos para promoverla son estrictos.

    II. CONSIDERACIONES GENERALES A. Caractersticas generales del modelo mexicano de control de la

    constitucionalidad de leyes y actos en materia electoral Con la entrada en vigor de la Constitucin federal de 1857 y con la instauracin del juicio de amparo como mecanismo constitucional de defensa contra la violacin de derechos fundamentales-, comenzaron a plantearse ante el Poder Judicial de la Federacin conflictos de carcter poltico. A partir de 1871, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin conoci y resolvi diversas controversias relacionadas con el derecho a ocupar cargos pblicos. Sobre el particular, se present un debate doc-trinario entre dos ministros de la Suprema Corte, Jos Mara Iglesias, que estuvo a favor la tesis de la incompetencia de origen [consistente en que era posible revisar, a travs del amparo, no slo la competencia de las autoridades para emitir actos, sino tambin su legitimidad, es decir, si cumplan o no los requisitos legales para ocupar el cargo de autoridad], e Ignacio L. Vallarta, quien adopt la tesis de la no justicia-bilidad de los conflictos polticos, toda vez consider que los derechos polticos no son garantas individuales,1 motivo por el cual, desde en- 1 Esta tesis consider que el derecho fundamental de que los actos de molestia a los derechos de los gobernados deban ser emitidos por autoridad competente, implicaba

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    tonces, el juicio de amparo [con algunas excepciones y variantes] es improcedente en contra de actos y resoluciones de las autoridades elec-torales, segn lo dispuesto en el artculo 73, fraccin VII, de la Ley de Amparo, lo que signific que casi durante todo el siglo XX, la viola-cin a ese tipo de derechos no gozara de una tutela judicial alguna.2

    En 1994 se realiz una importante reforma constitucional que reor-ganiz la justicia constitucional en Mxico; se establecieron las accio-nes de inconstitucionalidad, con el objeto de que los sujetos legitimados para ello (minoras parlamentarias y Procurador General de la Repbli-ca) pudieran plantear la posible contradiccin entre una norma de ca-rcter general y la Constitucin federal. Sin embargo, explcitamente se excluy del objeto de control constitucional a las leyes electorales. Sen-sibilizados del error garrafal cometido, en 1996 el rgano reformador de la Constitucin hizo los ajustes pertinentes,3 por lo que dicha prohi-bicin fue eliminada, pues resultaba inconcebible que pudieran existir leyes electorales inconstitucionales sin que existiera garanta procesal alguna para poder combatirlas.

    En esa ltima reforma, adems, se instaur un sistema de medios de impugnacin en materia electoral, con el objeto de controlar la consti-tucionalidad y legalidad de todos los actos y resoluciones de las autori-dades electorales, as como de los rganos encargados de resolver las controversias que se suscitaran con motivo de las elecciones en las en-tidades federativas. Dichas reformas, segn la exposicin de motivos, tuvo por objeto la consecucin de un sistema integral de justicia en materia electoral,4 lo que implicaba que, adems de las leyes electora-

    solamente la revisin de si una autoridad haba actuado en la esfera de atribuciones constitucionales y legales, pero en manera alguna ese derecho fundamental tena el alcance de revisar si la autoridad emisora del acto era legtima. Al respecto, vase la tesis publicada bajo el rubro DERECHOS POLTICOS. IMPROCEDENCIA en el Apndice al Semanario Judicial de la Federacin 1917-2000, Suprema Corte de Justicia de la Nacin, Mxico, 2000, Tomo VI, tesis 219, p. 149. 2 Debe sealarse que hubo intentos de revisar las cuestiones poltico-electorales, sin embargo, siempre se mantuvo un carcter preponderantemente poltico en la solucin de conflictos electorales, debido a que la ltima decisin corresponda a los colegios electorales. 3 Mediante reforma publicada en el Diario Oficial de la Federacin el 22 de agosto de 1996. 4 Al respecto, en la parte conducente del a exposicin de motivos, se expres lo si-guiente: [...] se dirigen a la consecucin de un sistema integral de justicia en mate-ria electoral, de manera que por primera vez existan, en nuestro orden jurdico, los mecanismos para que todas las leyes electorales se sujeten invariablemente a lo dis-puesto por la Constitucin para proteger los derechos poltico-electorales de los

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    les, podan ser materia de anlisis la constitucionalidad de todos los actos y resoluciones de las autoridades en esa materia.

    De hecho, desde la entrada en vigor de las modificaciones constitu-cionales, as como de las leyes que reglamentaron esas normas y prin-cipios, en Mxico eran materia de control constitucional tanto las leyes electorales como los actos y resoluciones emitidos por las autoridades electorales y, en este ltimo caso, el Tribunal Electoral lleg a determi-nar en varias ocasiones- la inconstitucionalidad de algn acto de auto-ridad por estar apoyado en una ley inconstitucional.5

    As, antes de que la Suprema Corte emitiera la sentencia que en ade-lante se analizar, la cual consideramos gener una laguna en el sistema mexicano de proteccin de derechos fundamentales poltico-electorales, el sistema de control constitucional en materia electoral operaba de la forma siguiente:

    a) La Suprema Corte de Justicia de la Nacin, en ejercicio de su fa-

    cultad exclusiva del control abstracto de la constitucionalidad de

    ciudadanos mexicanos, establecer la revisin constitucional de los actos y resolucio-nes definitivos de las autoridades electorales locales, as como para contar con una resolucin final de carcter jurisdiccional en la eleccin presidencial [...] permite hacer una distribucin de competencias constitucionales y legales entre la Suprema Corte de Justicia de la Nacin y el Tribunal Electoral, que se corresponde con nues-tra tradicin y evolucin poltico-electoral. Conforme a la propuesta, la Corte cono-cer sobre la no conformidad a la Constitucin de las normas generales en materia electoral, al eliminarse de la fraccin II del texto vigente del artculo 105 constitu-cional la prohibicin existente ahora sobre este mbito legal, [...] que la nica va para plantear la no conformidad de las leyes a la Constitucin sea la consignada en dicho artculo y que las leyes electorales no sean susceptibles de modificaciones sustanciales, una vez iniciados los procesos electorales en que vayan a aplicarse o dentro de los 90 das previos a su inicio [...] la distribucin de competencias que se propone, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin tendr a su cargo [...] el anlisis de la constitucionalidad de los actos y resoluciones controvertidos [...] de aquellos actos o resoluciones de autoridades electorales locales que vulneren los preceptos establecidos en la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexica-nos. 5 Por ejemplo, aquellas en las que determin que era inconstitucional la decisin de declarar improcedente un medio de impugnacin electoral, por no haberse presentado, previo a la demanda, un escrito de protesta ante alguna mesa receptora del voto, ya que estim que era un requisito que vulneraba el derecho fundamental de acceso a la justicia, pues estableca una carga innecesaria para la procedencia de los juicios; o en aquellos casos en una autoridad electoral negaba el financiamiento pblico a un parti-do poltico de reciente creacin, porque la ley electoral respectiva no lo contemplaba, en cuyo caso de ordenaba la entrega de financiamiento pues el acto se apoyaba en una ley inconstitucional que transgreda el principio de equidad que rige las elecciones.

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    las leyes electorales -a travs de la accin de inconstitucionalidad- resolva sobre contradicciones entre una norma de carcter gene-ral en materia electoral y la Constitucin federal.

    b) El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin como mxima autoridad en la materia, con excepcin de las acciones de inconstitucionalidad, se encargaba del control de la constituciona-lidad de los actos y resoluciones de las autoridades electorales fe-derales y locales a travs del sistema de medios de impugnacin en materia electoral, incluidos aquellos casos en que el objeto de la impugnacin consista en un acto de aplicacin de una norma electoral de carcter general que se estimara contraria a la Consti-tucin, lo cual se consideraba congruente con el propio sistema jurdico mexicano, ya que en trminos del artculo 16 constitucio-nal, todo acto de autoridad, entre otros requisitos, debe estar fun-dado, es decir, apoyado en una norma jurdica, ya que no se puede desvincular un acto de autoridad de la ley en que se basa.

    Con base en el sistema de distribucin de competencias establecido

    en la Constitucin, como se indic, las acciones de inconstitucionalidad tienen por objeto plantear, ante la Suprema Corte, la posible contradic-cin de una norma electoral de carcter general y la carta fundamental; en stas, el objeto de la impugnacin es directamente la ley cuya consti-tucionalidad es cuestionada; en cambio, en el sistema de medios de impugnacin en materia electoral, competencia del Tribunal Electoral, el objeto de la impugnacin son los actos o resoluciones de las autori-dades electorales, en los que podemos incluir los actos de aplicacin de una norma que se estima contraria a la ley fundamental.

    Dicha forma de interpretar la Constitucin permita dar aplicacin efectiva las facultades -establecidas en los artculo 41 y 99 constitucio-nales- que se otorgaron al mencionado tribunal, pues como se ver, lo contrario [interpretacin por la que opt la Suprema Corte de Justicia de la Nacin] implica la consecuente denegacin de justicia producto de la creacin judicial de una laguna- ya que el afectado quedara en completo estado de indefensin al no contar con un medio jurdico que permita revisar la constitucionalidad de actos y resoluciones concretas en las que se apliquen normas que pudieran resultar inconstitucionales y respecto de las cuales no se hubiere hecho el control abstracto de la constitucionalidad.

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    B. Obligatoriedad de la jurisprudencia electoral Para los efectos del presente anlisis, slo haremos referencia a los as-pectos relativos a la obligatoriedad de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, en relacin con el Tribunal Electoral. Lo anterior, porque de acuerdo con el diseo constitucional, a partir de las reformas constitucionales de 1994 y 1996, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin de Mxico empieza una transicin para convertirse en un autntico tribunal constitucional.

    As, de conformidad con lo dispuesto en los artculos 94, prrafo oc-tavo, de la Constitucin federal y 235 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin, la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin resulta obligatoria para el Tribunal Elec-toral, cuando se refiera a la interpretacin de un precepto de la propia Constitucin y resulte exactamente aplicable al caso.

    Por otra parte, el artculo 99, prrafo quinto, de la Constitucin fede-ral, as como el artculo 236 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin prevn la posibilidad de denunciar la contradiccin de tesis cuando una Sala del Tribunal Electoral sustenta una tesis sobre la in-constitucionalidad de algn acto o resolucin o sobre la interpretacin de un precepto de la Constitucin federal, y esa tesis pueda ser contra-ria a una sostenida por las Salas o el Pleno de la Suprema Corte de Jus-ticia de la Nacin. La resolucin de la tesis que debe prevalecer es la que emita el Pleno de la Suprema Corte.

    De lo anterior se advierte que los criterios de la Corte deben acatarse por el Tribunal Electoral al resolver los asuntos de su competencia, siempre y cuando se cumplan los requisitos de aplicacin, es decir, que dichos criterios versen sobre la interpretacin de la Constitucin y que resulten exactamente aplicables al caso. Por otro lado, tambin resultan obligatorios para dicho tribunal los criterios emitidos por la Corte al resolver una contradiccin de tesis entre el Tribunal y la propia Corte.

    III. ARGUMENTOS DE LA RESOLUCIN DE LA CONTRADICCIN DE TESIS 2/2000-PL

    A. Antecedentes de la resolucin El presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judi-cial de la Federacin denunci la posible contradiccin de tesis susten-

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    tadas por dicha Sala y el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, relacionado con la interpretacin del artculo 54 de la Constitu-cin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos. La contradiccin en la interpretacin de ese precepto consisti en lo siguiente:

    i. Mientras que para la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, al resolver la accin de inconstitucionalidad 6/98, relativa a la ley electoral del Estado de Quintana Roo, consider que en el citado artculo 54 constitucional no slo se establecen reglas que regulan la aplicacin del principio de representacin proporcional en la eleccin de diputados federales, sino tambin se contienen princi-pios que las legislaturas de los Estados estn obligados a seguir en la incorporacin de dicho principio en sus leyes electorales loca-les, para las elecciones de las entidades federativas, en particular, que el tope mximo de diputados por ambos principios (mayora relativa y representacin proporcional) que puede alcanzar un par-tido, debe ser igual al nmero de distritos electorales as como el establecimiento de un lmite a la sobre-representacin (que en el caso federal es de ocho puntos porcentuales).

    ii. Por su parte, el Tribunal Electoral, al resolver un juicio de revi-sin constitucional electoral 209/99, relacionado con la aplicacin de la ley electoral del Estado de Guerrero, consider que aten-diendo al principio de distribucin de competencias, era atribu-cin soberana de las entidades federativas establecer las formas y mecanismos en que se asignaran los diputados de representacin proporcional en las elecciones locales, pues la Constitucin fede-ral slo las obligaba a introducir ese tipo de eleccin en sus cons-tituciones y leyes locales, pero sin imponerles una modalidad en especfico, por lo que dicho rgano jurisdiccional consider que las bases establecidas en el referido artculo 54 constitucional, s-lo eran aplicables a las elecciones federales, y al no haberlas se-guido la legislacin de Guerrero no violaba la invocada norma fundamental. Asimismo, expuso razones por las cuales considera-ba insuficientes los motivos de la Corte para establecer el indica-do criterio.

    El asunto fue turnado a la ministra Olga Mara Snchez Cordero pa-

    ra que propusiera al Pleno la resolucin correspondiente, la cual fue emitida, como se indic, el 23 de mayo de 2002.

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    B. La resolucin La Suprema Corte de Justicia de la Nacin se enfrentaba a un asunto en el que deba determinar cules eran los mecanismos de control de la constitucionalidad de leyes lectorales, lo cual involucraba, desde luego, no slo aspectos puramente jurdicos, sino tambin del ejercicio del poder, toda vez la cuestin a decidir tena que ver con la exclusividad de la Corte para revisar la constitucionalidad de las leyes electorales o, si por el contrario, dicha facultad no le exclusiva, sino que un rgano especializado del Poder Judicial de la Federacin [la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin] tambin poda hacerlo mediante la revisin de un acto concreto de aplicacin de la ley.

    En ese sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin lleg a la conclusin de que no poda haber contradiccin de criterios entre lo sostenido por el Tribunal Electoral y el Pleno de la propia Corte, en cuanto a la interpretacin del artculo 54 constitucional, puesto que aquel rgano no tena atribuciones para revisar la constitucionalidad de leyes electorales, ni aun con el pretexto de inaplicarlas en un caso con-creto, ya que la revisin de la regularidad constitucional de leyes elec-torales era facultad exclusiva de la Corte, a travs del control abstracto de la constitucionalidad llamado accin de inconstitucionalidad, toda vez que esa era la nica va para plantear la no conformidad de las le-yes electorales a la Constitucin. C. Los argumentos que sustentan la resolucin Para justificar su decisin, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin utiliz diversos argumentos, los cuales, en nuestro concepto, abarcan cinco lneas argumentativas (A.1, A.2, A.3, A.4 y A.5) que se entrelazan y apoyan entre s, como se analiza a continuacin. Primera lnea argumentativa En esta primera lnea de argumentos, se involucra la jerarqua orgnica de los rganos del Poder Judicial de la Federacin, toda vez que de su anlisis se advierte que la Suprema Corte de Justicia de la Nacin in-terpreta la Constitucin y se sita no slo como el mximo rgano de

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    control constitucional de normas electorales, sino como el nico, lo cual, como se ver en el apartado crtico, gener una laguna que impide la defensa eficaz de los derechos fundamentales de naturaleza poltico-electoral de los mexicanos. A continuacin, se enuncian los argumentos de esta primera lnea:

    A.1 La Suprema Corte de Justicia de la Nacin es el nico rgano de control de constitucionalidad de leyes en materia electoral, por lo cual, ese tipo de leyes slo son impugnables a travs de las acciones de in-constitucionalidad.

    A.1.1 El Poder Judicial de la Federacin est integrado por la Su-prema Corte de Justicia de la Nacin, un Tribunal Electoral, Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito, cuya compe-tencia se establece en la Constitucin y en la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin.

    A.1.2 La nica va para plantear la no conformidad de las leyes elec-torales a la Constitucin es la establecida en el artculo 105, fraccin II, inciso f), de la Constitucin federal, esto es, las acciones de inconstitu-cionalidad.

    A.1.3 Slo la Suprema Corte es competente para conocer de las ac-ciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible contradiccin entre una norma de carcter general y la Constitucin federal.

    A.1.4 La facultad de resolver sobre la contradiccin de normas elec-torales y la Constitucin federal, est plenamente limitada por mandato constitucional al Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, lo cual se corrobora con las exposiciones de motivos relativas a las refor-mas a la Constitucin federal de 22 de agosto de 1996 y 11 de junio de 1999.

    A.1.5 La ley que reglamenta las acciones de inconstitucionalidad es-tablece como facultad potestativa del Ministro instructor solicitar a la Sala Superior del Tribunal Electoral opinin respecto de las acciones de inconstitucionalidad que se promuevan en contra de una ley electoral, con lo que se confirma que la facultad de conocer de ese aspecto co-rresponde en exclusiva a este Alto Tribunal. Segunda lnea argumentativa En la segunda lnea argumentativa, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin destaca el mbito de atribuciones del Tribunal Electoral del

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    Poder Judicial de la Federacin, as como sus lmites interpretativos en el control de la constitucionalidad de leyes electorales. En ese sentido, se advierten los siguientes argumentos:

    A.2 El Tribunal Electoral es la mxima autoridad en materia electo-ral y rgano especializado del Poder Judicial de la Federacin, cuya competencia, en forma exclusiva, es la de garantizar la especializacin, objetividad e imparcialidad en el ejercicio de la funcin jurisdiccional en esa materia, as como la custodia de los derechos poltico-electorales de los ciudadanos, verificando que los actos y resoluciones que en esta materia se dicten se ajusten al marco jurdico constitucional y legal, pero en manera alguna puede analizar la constitucionalidad de leyes electorales.

    A.2.1 El Tribunal Electoral es la mxima autoridad jurisdiccional en materia electoral, con excepcin de las acciones de inconstitucionalidad de leyes electorales federales y locales.

    A.2.2 El Tribunal Electoral nicamente puede manifestarse respec-to de algn acto o resolucin, o sobre la interpretacin de un precepto constitucional, siempre que esta interpretacin no sea para verificar la conformidad de una ley electoral con la Constitucin, ya que de lo con-trario estara ejerciendo una facultad que constitucionalmente no le corresponde, por lo que dicha interpretacin constitucional slo podr realizarla con motivo del examen de un acto o resolucin y nunca de manera aislada.

    A.2.3 Los actos y resoluciones que compete conocer al Tribunal Electoral son aquellas medidas, acuerdos o decisiones adoptadas por las autoridades electorales, administrativas o jurisdiccionales en el ejerci-cio de sus funciones.

    A.2.4 El Tribunal Electoral no est facultado para hacer considera-ciones ni pronunciarse sobre la constitucionalidad de una norma gene-ral electoral, bajo el pretexto de la inaplicabilidad de la misma.

    A.2.5 La intencin del legislador fue que el Tribunal Electoral ni-camente conociera sobre la inconstitucionalidad de los actos o resolu-ciones en materia electoral, ya que en el artculo 10 de la Ley General de Sistemas de Medios de Impugnacin en Materia Electoral estableci la improcedencia de los medios de impugnacin cuando se pretenda impugnar la no conformidad a la Constitucin de leyes federales o loca-les.

    A.2.6 El Tribunal Electoral actu ms all de las facultades que constitucionalmente le fueron conferidas, con lo que invadi el mbito competencial de la Suprema Corte, ya que su resolucin abord cues-

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    tiones relativas a la constitucionalidad de una norma del Estado de Guerrero, so pretexto de pronunciarse sobre su inaplicacin, para lo cual necesit hacer un cotejo de la norma frente a la Constitucin fede-ral, o sea, realiz el estudio de la constitucionalidad de la ley, lo que es una atribucin exclusiva y, por tanto, excluyente de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin. Tercera lnea argumentativa En la tercera lnea argumentativa, se sostiene que no existe [y no puede existir] contradiccin de criterios entre la Suprema Corte de Justicia de la Nacin y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin, toda vez que este rgano est obligado a acatar la jurisprudencia que sobre la interpretacin constitucional realice la Corte. Dichos argumen-tos se sintetizan en los trminos siguientes:

    A.3 No puede actualizarse una contradiccin de tesis entre el Tribu-nal Electoral y la Suprema Corte, sobre la interpretacin de un precepto de la Constitucin federal, puesto que la jurisprudencia que emita esta ltima le es obligatoria a aqul.

    A.3.1 La obligatoriedad de la jurisprudencia que establezcan los tri-bunales del Poder Judicial de la Federacin se fija en la ley.

    A.3.2 En principio, del anlisis del artculo 95, prrafo quinto, de la Constitucin federal, se desprende que cuando una Sala del Tribunal Federal Electoral sustente una tesis sobre la inconstitucionalidad de algn acto o resolucin o sobre la interpretacin de un precepto de la Constitucin, y dicha tesis pueda ser contradictoria con una sostenida por las Salas o el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, cualquiera de los Ministros, las Salas o las partes, podrn denunciar la contradiccin de tesis en los trminos de ley para que el Pleno de la Suprema Corte decida, en definitiva, cul tesis debe prevalecer; sin embargo, segn la Corte, ello no puede ser as en los casos siguientes:

    A.3.2.1 Cuando el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Na-cin se haya pronunciado sobre la interpretacin de un precepto de la Constitucin, se haya emitido jurisprudencia al resolver una accin de inconstitucionalidad en materia electoral, y que la misma resulte exac-tamente aplicable, toda vez que dicho criterio de interpretacin es obli-gatorio para el Tribunal Electoral.

    A.3.2.2 En caso de que la Suprema Corte de Justicia no haya emitido pronunciamiento alguno sobre la interpretacin de un precepto de la

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    Constitucin Federal, el Tribunal Electoral podr interpretarlo, sin que pueda haber contradiccin alguna, dado que en el momento en que la Corte se pronuncie jurisprudencialmente sobre el mismo tema, por ocho votos o ms, el Tribunal Electoral est constreido, en lo sucesi-vo, a acatar ese criterio por serle obligatorio.

    A.3.2.3 En las sentencias que respecto de actos o resoluciones en materia electoral emita el Tribunal Electoral, en el caso de que no reali-ce una interpretacin de un precepto de la Constitucin Federal, porque en ese caso, por disposicin del artculo 99 constitucional esta facultad corresponde nicamente a ese rgano jurisdiccional.

    A.3.2.4 Tratndose de la inconstitucionalidad de normas generales en materia electoral, por ser una facultad exclusiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin conforme a lo previsto en el artculo 105, frac-cin II, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos.

    A.3.3 De esa forma, atendiendo a la delimitacin de competencias parecera que la Suprema Corte y el Tribunal Electoral nunca podran entrar en contradiccin, ya que el estudio de la constitucionalidad de leyes electorales le est reservado exclusivamente a la Suprema Corte, y el de los actos y resoluciones en esa materia al Tribunal Electoral, esto es, se trata de mbitos de competencia diversos que por su propia naturaleza se excluyen entre s, por lo siguiente:

    A.3.3.1 Las tesis que pudiera emitir el Tribunal Electoral respecto de la interpretacin de un precepto de la Constitucin federal, no procede vlidamente realizarse respecto de leyes, sino slo al pronunciarse so-bre los actos o resoluciones combatidos a travs de los medios de im-pugnacin que corresponden a su jurisdiccin y competencia.

    A.3.3.2 Atendiendo a un anlisis teleolgico y sistemtico del artcu-lo 99, prrafo quinto, de la Constitucin federal y 235 de la Ley Org-nica del Poder Judicial de la Federacin, no puede actualizarse la con-tradiccin de tesis entre la Suprema Corte y el Tribunal Electoral, por la simple circunstancia de que existan criterios oponibles, ya que, en todo caso, debe estarse a las reglas que para la obligatoriedad de la jurispru-dencia establece el artculo 94, prrafo octavo, de la Constitucin Fede-ral, por lo que las razones contenidas en los considerandos que funden los resolutivos de las sentencias, aprobadas por cuando menos ocho votos, as como la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, son obligatorias para el Tribunal Electoral cuando se refieran a la interpretacin directa de un precepto de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, y en aquellos casos en que resulte exactamente aplicable.

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    A.3.4 Para que exista contradiccin de tesis o de criterios, es necesa-rio que dos o ms rganos jurisdiccionales sustenten criterios divergen-tes al resolver asuntos de cualquier naturaleza que sean de su compe-tencia, esto es, constituye un requisito de procedencia de la contradic-cin de tesis, el que los criterios discrepantes deriven de resoluciones emitidas por rganos jurisdiccionales que estn facultados para pronun-ciarse sobre el punto a debate, pero en el caso el Tribunal Electoral no tena esas facultades. Cuarta lnea argumentativa En esta cuarta lnea de argumentos, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin pretende justificar las razones por las cuales no puede haber otra va, distinta a las acciones de inconstitucionalidad, para impugnar la validez de una norma general de contenido electoral por contravenir la Constitucin federal. Para ello, expuso los argumentos siguientes:

    A.4 A efecto de garantizar el principio constitucional de certeza, de acuerdo con el artculo 105, fraccin II, de la Constitucin federal y de su ley reglamentaria, las leyes electorales federales y locales debern promulgarse y publicarse cuando menos noventa das antes de que ini-cie el proceso electoral en que vayan a aplicarse y durante el proceso electoral dichas normas generales electorales no podrn ser sujetas de modificaciones fundamentales, porque el objetivo de este sistema con-siste en que quede establecido cules sern las normas aplicables en un determinado proceso electoral, y que exista certeza en el sistema jurdi-co que lo regula.

    A.4.1 La no conformidad de las leyes electorales con la Constitucin debe plantearse a travs de la accin de inconstitucionalidad, que debe ejercerse dentro de los treinta das naturales siguientes a la fecha de su publicacin.

    A.4.2 La Suprema Corte debe tramitar y resolver esos asuntos en plazos breves a fin de que el legislador est en posibilidad de llevar a cabo las modificaciones pertinentes, en caso de que la norma impugna-da sea declarada inconstitucional.

    A.4.3 Para el caso de que los entes legitimados para promover la ac-cin de inconstitucionalidad en contra de leyes electorales, no las im-pugnen dentro del plazo establecido y en la va exclusiva prevista para ello, deber entenderse que las consintieron y, por ende, que tales nor-mas gozan de firmeza y se presuma su constitucionalidad.

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    A.4.4 Del sistema referido deriva que no es factible impugnar este tipo de leyes ante el Tribunal Electoral con motivo de los actos y reso-luciones en los que se hubieran aplicado, dado que atendiendo a su na-turaleza, en cuanto a que estn destinadas a regir un proceso electoral, es imprescindible partir de la firmeza de dichas leyes, pues de otra for-ma se vulnerara el equilibrio del propio proceso electoral; pues no resulta lgico, conforme a un sistema de contienda electoral entre parti-dos polticos, que se cuestione la constitucionalidad de una norma que rigi ese proceso con motivo de actos y resoluciones producidos en el mismo.

    A.4.5 Si el legislador previ que los rganos legislativos no pudieran modificar las leyes electorales dentro de los noventa das anteriores al inicio del proceso electoral ni durante ste; tampoco es posible que el Tribunal Electoral lo pueda hacer so pretexto de determinar su aplica-cin, ya que para ello necesitara realizar un cotejo de la norma frente a la Constitucin Federal, facultad que no puede llevar a cabo por estar fuera de sus atribuciones y en razn de que se vulnerara el principio de certeza que deben tener en el proceso electoral las normas que lo rigen.

    A.4.6 Las hiptesis de procedencia del amparo contra leyes no ope-ran respecto de leyes electorales, ya que por su propia y especial natu-raleza, el rgano reformador de la Constitucin federal previ que la nica va para combatirlas es a travs de la accin de inconstitucionali-dad y nicamente dentro de los treinta das naturales siguientes a la fecha de su publicacin. Quinta lnea argumentativa En esta lnea argumentativa la Suprema Corte estableci las consecuen-cias jurdicas de la decisin del Tribunal Electoral, pues consider que hubo una invasin en la esfera de competencias de la propia Corte y un desacato a la jurisprudencia establecida por la misma. Al respecto ex-pres los argumentos siguientes:

    A.5 El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin realiz la interpretacin directa de los artculos 54 y 116 de la Constitucin fede-ral (en una accin de inconstitucionalidad), por lo que al existir juris-prudencia de ese rgano en la que interpret directamente un precepto constitucional, el Tribunal Electoral estaba obligado a acatarla, con independencia de coincidir o no con el criterio sostenido en ella.

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    A.5.1 Si bien el Tribunal Electoral se pronunci sobre la interpreta-cin de un precepto de la Constitucin federal, en sentido diverso al que estableci la Suprema Corte, al haber derivado esa interpretacin del anlisis de la inconstitucionalidad de una ley, esto es, sobre un as-pecto que no es de su competencia, sino de competencia exclusiva de la Corte, es evidente que no puede existir una contradiccin de tesis entre dichos rganos.

    A.5.2 El Tribunal Electoral incurri en dos errores; el primero, apar-tarse de su competencia y resolver fuera de ella; y, el segundo, estable-cer una interpretacin diversa a la contenida en las tesis de jurispruden-cia en las que ya se haba determinado la interpretacin y alcance de los artculos 54 y 116, fraccin IV, constitucionales; motivo por el cual incurre en inobservancia al artculo 105 de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos y, por otra parte, infringe el artculo 235 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin.

    IV. EVALUACIN CRTICA DE LOS ARGUMENTOS DE LA RESOLUCIN Como puede apreciarse, existen diversos argumentos que respaldan la decisin de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin en el sentido de que no poda haber contradiccin de criterios entre el Tribunal Electo-ral y la propia Corte, en razn de que aquel rgano no tena atribucio-nes para revisar la constitucionalidad de leyes electorales, ni aun con el pretexto de inaplicarlas en un caso concreto, por ser una facultad exclu-siva de la Corte, a travs de la accin de inconstitucionalidad, que es la nica va para plantear la no conformidad de las leyes electorales a la Constitucin. Dichos argumentos, como indicamos, se encuentran ntimamente vinculados y, aunque algunos de ellos tienen mayor peso que otros, pues unos slo se emplean para apoyar a otros, su anlisis es importante para determinar si cumplen adecuadamente esa funcin, ya que la poca plausibilidad de los mismos, puede implicar el debilita-miento del argumento principal.

    En el caso bajo anlisis se advierte que la lnea argumentativa A.1 se encuentra respaldada por la lnea argumentativa A.2, en tanto que A.3 se encuentra respaldada por la lnea argumentativa A.5 y conjuntamen-te con las razones de A.4, sostienen la conclusin de la Suprema Corte en la cuestin principal.6 6 Las relaciones que guardan los argumentos de cada una de las lneas argumentativas a que se hace mencin se muestran en el esquema anexo al final de este texto.

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    Del anlisis de los argumentos anteriores advertimos lo siguiente. A.1, en principio, es el resultado de una interpretacin literal del artcu-lo 105, fraccin II, inciso f), de la Constitucin federal, en el que se dispone que la nica va para plantear la no conformidad de las leyes electorales a la Constitucin es la accin de inconstitucionalidad (A.1.2), y los argumentos A.1.1 y A.1.3, que en forma conjunta consti-tuyen un argumento a favor de A.1, sitan a la Suprema Corte de Justi-cia, como la nica instancia que puede revisar la constitucionalidad de leyes.

    Es cierto que con los argumentos A.1.4 y A.1.5 se pretende apoyar la interpretacin gramatical antes referida, toda vez que se introduce una interpretacin sistemtica y funcional, en la que se apela a la inten-cin del constituyente mexicano al reformar la Constitucin, as como al procedimiento que se sigue en la sustanciacin de la accin de in-constitucionalidad contra leyes electorales, en la cual la intervencin del Tribunal Electoral se limita a rendir una opinin tcnica, siempre y cuando el ministro instructor lo solicite.

    Por otro lado, la segunda lnea de argumentos A.2 constituyen ar-gumentos a favor de A.1, pues como veremos, sostienen mbitos de competencias distintos entre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin y la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, las cuales segn la resolucin son exclusivas y excluyentes, lo cual reafirma la conclusin de A.1 de que slo la Corte puede revisar la constitucionali-dad de leyes electorales.

    En efecto, en A.2 se reconoce que el tribunal, en forma exclusiva, tiene la facultad de verificar que los actos y resoluciones electorales se ajusten al marco jurdico constitucional y legal, lo cual es cierto aten-diendo a lo establecido en el artculo 41, prrafo segundo, fraccin IV, de la Constitucin federal, ya que dicho rgano, como se sostiene en A.2.1, apoyado por el argumento A.2.4, es la mxima autoridad juris-diccional en la materia, con excepcin de las acciones de inconstitucio-nalidad de leyes electorales federales y locales.

    En ese sentido los argumentos A.2.2 y A.2.3 cada uno por separado actan a favor de A.2 (que a su vez apoya A.1), pues enfticamente en ellos se hace una interpretacin restrictiva de las facultades del Tribu-nal Electoral. Es justo aqu donde empiezan a perder plausibilidad los argumentos de la Suprema Corte, ya que constituyen una falacia de falsa generalizacin a partir de una informacin incompleta, toda vez que si el tribunal tiene competencia para realizar la interpretacin cons-titucional y revisar la constitucionalidad de actos y resoluciones electo-

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    rales, es claro que puede revisar si el acto de autoridad se apoya en una ley inconstitucional, pues de acuerdo con el artculo 16 de la Constitu-cin federal, todos los actos y resoluciones de las autoridades deben estar fundados, esto es, deben apoyarse en las normas jurdicas que regulen el caso concreto, y ese apoyo en la ley es lo que justifica la emisin del acto de autoridad, lo cual significa que no se puede desvin-cular la emisin del acto de la norma jurdica (en el caso, la ley electo-ral) que lo regula. As, al no tomar en consideracin esta regla bsica del sistema jurdico mexicano, la Corte hizo una generalizacin in-debida de que en ningn caso el tribunal podra revisar la constitucio-nalidad de una ley electoral, ni con el pretexto de inaplicarla a un caso concreto.

    De nueva cuenta, en el argumento A.2.5 la Suprema Corte alude a la intencin del legislador, al considerar se quiso que el Tribunal Electoral nicamente conociera sobre la inconstitucionalidad de los actos o reso-luciones en materia electoral, al establecer como causa de improceden-cia de los medios de impugnacin en materia electoral [artculo 10, prrafo 1, inciso a), de la Ley General del Sistema de Medios de Im-pugnacin en Materia Electoral], los casos en que se pretenda impugnar la no conformidad a la Constitucin de leyes federales o locales. Si embargo, tambin en este argumento la Corte incurre en la falacia del olvido de alternativa, toda vez que la existencia de esa norma no nece-sariamente implica una limitante para analizar la constitucionalidad de leyes electorales a travs de un acto de aplicacin, pues si se atiende a una interpretacin sistemtica y funcional con otras disposiciones, co-mo las relativas precisamente a la procedencia de la accin de inconsti-tucionalidad contra leyes electorales, se puede arribar a una conclusin diversa, pues esa norma legal guarda congruencia con la interpretacin realizada en A.1, toda vez que la indicada norma establece que no se puede acudir a combatir una ley electoral en abstracto (como acto des-tacado) a travs de un medio de impugnacin, pues la nica va para ello es la accin de inconstitucionalidad, pero s un acto de autoridad por estar basado en una ley inconstitucional, en cuyo caso, necesaria-mente debe hacerse el anlisis de la constitucionalidad de la ley y de-terminar, de esa forma, si el acto es constitucional o no.

    La Corte consider que si el legislador estableci la improcedencia de los medios de impugnacin para combatir la no conformidad de le-yes electorales con la Constitucin, entonces, a contrario, cualquier anlisis que se realizara (fuera de la accin de inconstitucionalidad) est fuera de las atribuciones constitucionales, ya que la nica va para

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    ello es la accin de inconstitucionalidad. En otras palabras, la Corte deduce que si se quiere combatir una ley electoral debe hacerse a travs de la accin abstracta de inconstitucionalidad, pues si ello no es as, entonces no es correcto el control que por cualquier otra va se ejerza. Lo anterior es un argumento deductivo modus tollens que se podra representar en la forma siguiente:

    Si p entonces q p q No q - q Por lo tanto no p - p

    Por ello, en el argumento A.2.6, la Corte estim que el Tribunal

    Electoral actu ms all de las facultades y que invadi su mbito com-petencial, al haber abordado cuestiones relativas a la constitucionalidad de una norma, so pretexto de pronunciarse sobre su inaplicacin, o sea, realiz el estudio de la constitucionalidad de la ley, lo que es una atri-bucin exclusiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin y, por tanto, excluyente de cualquier otro rgano jurisdiccional. Dicho argu-mento corrobora las falacias cometidas por la Corte, pues el hecho de que un rgano jurisdiccional que tiene atribuciones para revisar la cons-titucionalidad de actos, entre ellos, aquellos cuyo vicio derive de estar fundados en una ley inconstitucional, no significa la invasin en la es-fera de competencias de la Corte.

    Las dos lneas argumentativas anteriores, son el sustento principal de la Suprema Corte para justificar la decisin de la Contradiccin de tesis 2/2000 PL, pues partiendo de esas premisas (A.1 y A.2), es que la Corte sostiene que no puede haber contradiccin de criterios sino un desacato por parte del Tribunal Electoral de la jurisprudencia del mximo tribu-nal del pas (A.3 respaldada por A.5). Veamos, sus argumentos.

    El argumento A.3, en principio, recurre a la autoridad de la ley (en A.3.1 y A.3.3), en el sentido de que es el texto legal el que establece la obligatoriedad de la jurisprudencia y, por tanto, la jurisprudencia que emita la Suprema Corte en relacin con la interpretacin de un precepto de la Constitucin o en la resolucin de una accin de inconstituciona-lidad es obligatoria para el Tribunal; en tanto, el argumento A.3.2 es apoyado conjuntamente por diversos argumentos (A.3.2.1, A.3.2.2, A.3.2.3 y A.3.2.4) para justificar por qu en el caso que se resolva no haba, ni puede haber contradiccin de criterios entre la Corte y el Tri-bunal Electoral, aun cuando as pudiera desprenderse de la interpreta-cin literal del artculo 99, prrafo quinto, de la Constitucin federal,

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    segn la interpretacin teleolgica y sistemtica invocada por la Corte (en A.3.3.2). En ese sentido, las conclusiones a las que arriba la Corte en la lnea argumentativa A.3, apoyada en los argumentos que se indi-caron, adems en A.3.3, A.3.4 y A.5 (que se compone conjuntamente de A.5.1 y A.5.2), parten de una premisa que consideramos falsa, pues la accin de inconstitucionalidad s es la nica va para plantear en abs-tracto (como acto jurdico destacado en la impugnacin) la no confor-midad de las leyes electorales con la Constitucin; sin embargo, es el caso que una interpretacin sistemtica y funcional, garantista en la proteccin de los derechos fundamentales poltico-electorales del ciu-dadano, permite que un concreto acto de autoridad pueda ser revisado en cuanto a su constitucionalidad- a la luz de la ley que lo regula, ya que las leyes con base en las que se emite un acto o resolucin pueden sufrir el vicio de inconstitucionalidad, en cuyo caso se hace necesario su anlisis, no con el objeto de invalidar y en consecuencia expulsar la norma general del sistema jurdico, sino que el efecto de este l-timo modelo de control constitucional es anular o revocar el acto de autoridad.

    En otras palabras, se considera que si la premisa de la que parte la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, es falsa, su conclusin tambin lo es; es decir, si no es cierto que la nica va para revisar la constitu-cionalidad de leyes electorales es la accin de inconstitucionalidad, pues tambin se pueden revisar a travs de un acto de aplicacin, en-tonces es falso que no pueda haber contradiccin de tesis entre la Su-prema Corte de Justicia de la Nacin y el Tribunal Electoral.

    Por ello, consideramos que es incorrecta la conclusin a la que arri-ba la Corte en A.5 que a su vez sirve para apoyar A.3, pues en manera alguna la revisin de una ley electoral a travs del anlisis de un acto de autoridad invade la esfera de competencias de la propia Corte, ya que slo se revisa la constitucionalidad del acto, el cual no debe generar perjuicios en derechos fundamentales de los ciudadanos si est basado en una ley inconstitucional. Considerar lo contrario, sera permitir la existencia de actos de autoridad apoyados en leyes inconstitucionales, pues es el caso de que si ninguno de los sujetos legitimados para pro-mover la accin de inconstitucionalidad combate la norma general en los plazos legalmente establecidos, una norma, aun siendo abiertamente inconstitucional (por ejemplo que prohibiera a las mujeres ser votadas) regir los procesos electorales, por lo que se hace necesario que exista un mecanismo reparador de la inconstitucionalidad, que sera a travs

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    del anlisis de la constitucionalidad del acto concreto de aplicacin de la ley.

    Para justificar la resolucin de que la nica va para plantear la no conformidad con la Constitucin de leyes electorales es la accin de inconstitucionalidad, cuya competencia exclusiva y excluyente, corres-ponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, adems de las razo-nes que ya se analizaron, la Corte construy una lnea de argumenta-cin A.4, en la cual trat de salvaguardar el principio constitucional de certeza, para ello recurri a una interpretacin gramatical y sistemtica del artculo 105, fraccin II, inciso f), de la Constitucin federal y de su ley reglamentaria, y lleg a la conclusin de que el objeto de que fuera la nica va de impugnacin la ya indicada, era para dar certeza sobre las reglas aplicables en un determinado proceso electoral. De ah que en A.4.1 (respaldada por A.4.6), A.4.2 y A.4.3 argumentara sobre los pla-zos para intentar la accin y la brevedad en que debe emitirse una reso-lucin y que en caso de no haberse promovido la accin de inconstitu-cionalidad, la ley es firme y no se puede modificar.

    Complementan esta serie de argumentos A.4.4 y A.4.5 en donde se insiste que de permitir la impugnacin de leyes electoral mediante la revisin de los actos de su aplicacin implicara la violacin al princi-pio de certeza, ya que segn la Corte no resulta lgico, conforme a un sistema de contienda electoral entre partidos polticos, que se cuestione la constitucionalidad de una norma que rigi ese proceso con motivo de actos y resoluciones producidos en el mismo, lo cual, en nuestra opi-nin es falso, toda vez que no es verdad que la consecuencia de la revi-sin de un acto de aplicacin de la ley viole el principio de certeza, pues el efecto de la sentencia que se emita sera la de anular o revocar un acto impugnado por inconstitucional, determinando, en el caso de que la ley sea inconstitucional, que no se aplique en el caso concreto, pero ello no significa eliminar del sistema jurdico una regla o norma de carcter general.

    Nos parece importante destacar, para el efecto de demostrar que con la resolucin que se analiza la Suprema Corte de Justicia cre una la-guna en el sistema de proteccin de los derechos fundamentales en ma-teria poltico-electoral de los ciudadanos mexicano, el argumento A.4.6, en el que se consider la improcedencia del amparo (que en Mxico ha sido ms eficaz mecanismo de defensa de los derechos fun-damentales) contra leyes en la materia electoral, pues si estim que ninguno de los medios de impugnacin era procedente para revisar la

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    constitucionalidad de esas leyes, ni tampoco el amparo, es claro que merm la defensa de derechos fundamentales para los individuos.

    V. CONSIDERACIONES CONCLUSIVAS (CORRECCIN DE LOS ARGUMENTOS)

    En nuestra opinin, la resolucin de la Corte que se analiz, al limitar la procedencia de mecanismos de defensa de la constitucionalidad de leyes electorales, cre una laguna,7 esto es, estableci casos en los que el sistema no correlaciona ninguna solucin, pues con tal fallo se esta-bleci jurisprudencia obligatoria,8 la cual podra considerarse como una regla de clausura prohibitiva9 que podra enunciarse as todo lo que no le es atribuido al tribunal electoral le est prohibido, que hizo inco-herente un sistema que, antes de la resolucin lo era.

    Esto es, al establecerse por la Corte que toda accin no normada (el control de la constitucionalidad de leyes mediante los actos de aplica-cin de las mismas) est prohibida, da lugar a una laguna, que la misma regla impuesta impide colmar.

    En efecto, las consideraciones de la Suprema Corte clausuraron la posibilidad de que algn rgano jurisdiccional, inclusive ella misma, conozca de actos de las autoridades electorales que por estar fundados en leyes inconstitucionales violen algn derecho poltico-electoral de los ciudadanos. Pinsese en el siguiente ejemplo:

    Un rgano legislativo de una entidad federativa expide una reforma a la ley electoral, en la que se prohbe que las mujeres puedan ser elec-tas como diputadas. Dicha ley no es impugnada a travs de la accin de inconstitucionalidad, por lo que la norma, abiertamente violatoria del principio constitucional de igualdad y no discriminacin, de acuerdo con el criterio de la Corte, debe regir el proceso electoral correspon-diente.

    7 Sobre los distintos sentidos del trmino laguna vase RUIZ MANERO, Juan, Juris-diccin y normas, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1990, captulo II. 8 Cfr. Tesis de jurisprudencia P./J.23/2002, publicada bajo el rubro TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIN. CARECE DE COMPETENCIA PARA PRONUNCIARSE SOBRE INCONSTITUCIONALIDAD DE LEYES, en el Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, novena poca, tomo XV, Junio de 2002, p. 82. 9 Sobre el establecimiento de reglas de clausura vase GUARINONI, Ricardo Vctor, Algunas reglas de clausura, en Doxa. Cuadernos de filosofa del derecho, nmero 23, 2000, pp. 729-735

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    Debe destacarse que, acorde con el sistema de justicia constitucional mexicano, ninguna ciudadana afectada hubiera estado legitimada para promover la accin de inconstitucionalidad (pues los sujetos que la pueden presentar son limitados). En ese sentido, un acto de una autori-dad electoral que negara el registro como candidata a una mujer, con apoyo y en aplicacin de esa ley, violara el derecho fundamental de ser votado de la solicitante, as como los principios de igualdad y no dis-criminacin ya sealados; sin embargo, segn el criterio de la Corte, ya no se podra combatir constitucionalidad de la ley por ningn otro me-canismo, ya que la accin de inconstitucionalidad es la nica va para plantear la no conformidad de leyes electorales a la Constitucin.

    Antes de la resolucin que se analiz, el Tribunal Electoral se encar-gaba de esa funcin constitucional, pues analizaba la constitucionalidad de la ley a travs del acto de aplicacin, y si determinaba su contradic-cin con la norma fundamental, la inaplicaba al caso concreto, que en nuestro ejemplo, hubiera sido otorgar el registro como candidata a la ciudadana solicitante.

    Sin embargo, como la jurisprudencia establecida por la Suprema Corte prescribi una prohibicin para realizar ese tipo de control, es claro que se dej en indefensin a los ciudadanos ante ese tipo de actos, que pudieran constituir, en muchos casos, arbitrariedades por parte del poder poltico.

    Un ejemplo claro de que la resolucin de la Corte cre una laguna en el sistema de medios de defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos, al impedir que un ciudadano impugne la constitucionalidad de una ley (mediante un acto de aplicacin de la misma), es el recien-temente resuelto asunto de Jorge Castaeda, ex canciller mexicano, quien deseaba participar en la eleccin presidencial de Mxico como candidato independiente, pues considera que es inconstitucional la ley que establece el monopolio de los partidos polticos para postular can-didatos a cargos de eleccin popular.

    En primer trmino, de acuerdo con la resolucin que crticamente se analiz, dicha persona no pudo promover la accin de inconstituciona-lidad contra la ley electoral, por no estar legitimado para ello, ya que segn la Constitucin slo pueden promoverla las minoras parlamenta-rias, el Procurador General de la Repblica y los partidos polticos, lo cual lo deja indefenso frente a una ley que podra ser inconstitucional.

    Por otro lado, como el Tribunal Electoral no puede analizar la cons-titucionalidad de leyes electorales, ni aun bajo el pretexto de inaplicar-las a un caso concreto, el actor tambin estara indefenso, pues la nica

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    va para combatir esa ley, es una accin de inconstitucionalidad que el afectado no puede promover.

    Es por ello que nos parece que Jorge Castaeda acudi a la va de amparo, tratando de impugnar la ley electoral, pero de nueva cuenta se encontr con la reiteracin, por parte de la Suprema Corte de Justicia, de que la nica va para plantear la no conformidad con una ley electo-ral es la accin de inconstitucionalidad, por lo que tambin por esa va se le dej en indefensin, motivo por el cual dicha persona est inten-tando la va internacional, ante la Comisin Interamericana de Dere-chos Humanos, porque obviamente hubo denegacin de justicia, pues ningn rgano jurisdiccional se ha pronunciado sobre la constituciona-lidad del acto de autoridad basado en un cdigo que establece como derecho exclusivo de los partidos polticos la postulacin de candida-tos- en que se neg su registro como candidato ciudadano a la presi-dencia de la Repblica.

    Nos parece que el caso planteado ante la Corte por el ex canciller mexicano dio una posibilidad de nueva reflexin a los ministros de la Corte, pero slo fueron Margarita Luna Ramos y Jos Ramn Cosso Daz, que por cierto no integraban la Corte en el momento en que se fall la contradiccin de tesis 2/2000-PL, quienes en la discusin inten-taron convencer a sus compaeros sobre las ventajas de modificar el criterio y remitir el expediente para la resolucin del fondo del asunto al Tribunal Electoral; sin embargo, no lo lograron, por lo que la laguna en el sistema de proteccin de los derechos fundamentales poltico-electorales, judicialmente creada por la Suprema Corte de Justicia, sub-siste hoy da.

    Por ello, consideramos que los argumentos que la Corte debi haber utilizado en la resolucin de la contradiccin de tesis son los siguientes:

    1. La accin de inconstitucionalidad, de competencia exclusiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, es la nica va para plan-tear, en abstracto, la no conformidad de leyes electorales con la Constitucin.

    2. A travs de los medios de impugnacin en materia electoral de los

    que conoce el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federa-cin, se pueden impugnar la constitucionalidad de actos concretos de aplicacin de la ley, emitidos por las autoridades electorales, entre otras razones, por estar fundados en leyes inconstituciona-les, en cuyo caso, dicho rgano jurisdiccional revisara la consti-

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    tucionalidad de la ley, pudiendo determinar su inaplicacin al ca-so concreto, sin hacer pronunciamiento en los puntos resolutivos sobre la constitucionalidad de la ley, sino limitndose a dar la pro-teccin constitucional al afectado con el acto, a travs de la anula-cin o revocacin del mismo.

    3. De acuerdo con las anteriores premisas, se debe sostener que el

    control de la constitucionalidad de las leyes electorales se realiza tanto a travs de la accin de inconstitucionalidad, como de los medios de impugnacin en materia electoral, aunque los efectos son distintos, pues en el primer caso, la norma inconstitucional se invalida y expulsa del sistema jurdico, en tanto que en el segun-do, se protege al afectado de la aplicacin de una ley inconstitu-cional, mediante la inaplicacin de la misma al caso concreto.

    Lo anterior debe ser as, porque en nuestro concepto, en el sis-tema jurdico mexicano de control de la constitucionalidad de le-yes en particular las electorales-, rediseado por el rgano re-formador de la Constitucin de 1994 y 1996, existen dos tipos o modelos no slo compatibles, sino complementarios entre s- que permiten no solamente garantizar el orden constitucional, si-no tambin producir un efecto de saneamiento del mismo al eli-minar las normas que se declarasen inconstitucionales, reforzando as la validez sistemtica de nuestro ordenamiento y tambin su eficacia.10 Dichos mecanismos son:

    El control abstracto, como recurso contra leyes, es una opera-cin sin lmites materiales, pues se trata de un control sin vincula-cin alguna con la aplicacin de la norma; en ese sentido, la im-pugnacin directa de leyes en abstracto, no requiere ningn tipo de relacin subjetiva entre los legitimados y la norma, pues el ob-jeto de este recurso es la ley, entendida en trminos genricos, es decir, en relacin con su rango normativo. Por ello es que la reso-lucin del Tribunal Constitucional en el caso de Mxico la Su-prema Corte de Justicia de la Nacin- que revise la constituciona-lidad de la norma en esta modalidad, ser de nulidad o invalidez de la misma, expulsndola del sistema jurdico.

    En tanto que el control concreto, se refiere a la impugnacin de un acto de autoridad por considerarse contrario a la Constitucin,

    10 Sobre este tipo de controles vase OCHOA HUERTA, Carla, El control de la consti-tucionalidad, anlisis del artculo 105 constitucional, en Boletn Mexicano de Dere-cho Comparado, nmero 93, 1998.

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    por estar fundado en una norma inconstitucional, en cuyo supues-to, el tribunal revisa la regularidad constitucional de la norma ju-rdica que regula el acto impugnado, pues si dicha norma es in-constitucional, por consecuencia lo ser el acto de autoridad basa-do en ella. Sin embargo, el efecto jurdico de este tipo de control no es, como en el caso del abstracto, la invalidez y expulsin del sistema jurdico de la norma inconstitucional, sino la determina-cin de su inaplicacin al caso concreto, as como a casos simila-res, cuando el propio rgano jurisdiccional hubiere establecido ju-risprudencia obligatoria, pero en ningn caso, la resolucin de ese tribunal podr surtir efectos erga omnes.

    En ese sentido, mientras lo que se cuestiona en el primero de los supuestos es la validez de la norma, en el segundo supuesto es slo la aplicabilidad de la prescripcin al caso concreto. De esta manera, los efectos de la inconstitucionalidad de una norma, en primer caso, sern la invalidez de la misma y su expulsin del sis-tema jurdico; en tanto que en el segundo caso, la norma general slo queda desplazada para regir el caso concreto.11

    Sobre el particular, se considera que el efecto jurisprudencial de la inaplicacin de normas electorales inconstitucionales, no merma las competencias de la Suprema Corte, pues dicho control concreto funciona, y se justifica que as sea, como complementa-rio del control abstracto, ya que si es el caso que una norma in-constitucional no es impugnada por los legitimados en la accin de inconstitucionalidad (competencia de la Corte) y, por tanto es derecho vigente, entonces debe proveerse a los ciudadanos de un mecanismo que impida que esa norma inconstitucional viole de-rechos fundamentales, permitiendo de esa forma no solamente ga-rantizar el orden constitucional, sino tambin producir un efecto de saneamiento del mismo, reforzando as la validez sistemtica de nuestro ordenamiento y tambin su eficacia.

    4. Por ello, debe considerarse que jurdicamente s es posible que

    ocurra la contradiccin de tesis entre la Suprema Corte de Justicia de la Nacin y el Tribunal Electoral, en el entendido de que una vez que la Corte emita jurisprudencia sobre la interpretacin de un precepto de la Constitucin federal y sta resulte exactamente aplicable al caso, el mencionado tribunal est obligado a acatarla.

    11 Cfr. RDENAS, ngeles, Qu queda del positivismo jurdico?, en Doxa. Cuader-nos de Filosofa del Derecho, nmero 26, 2003, pp. 44 y 45.

  • ARMANDO I. MAITRET HERNNDEZ

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    En todo caso, y en consistencia con la parte final de la consideracin conclusiva 3, la Corte mantiene, en ltima instancia, sus atribuciones de dar coherencia al sistema jurdico, pues en cuanto se pronuncie, en una accin de inconstitucionalidad, sobre el mismo tema en el que se est inaplicando una norma general, el Tribunal quedar vinculado con el criterio del mximo tribunal del pas. NOTA: Esquema propuesto por Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Teoras de la argumentacin jurdica, Mxico, UNAM, 2003, pp. 208 y 209.

  • ANLISIS DE UN CASO DE CREACIN

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