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Introducción a la literatura Cuando vemos la palabra literatura en el título del curso no nos preguntamos qué significa. Su significado parece obvio y usamos la expresión “texto literario” con frecuencia en nuestro lenguaje coloquial. Pero luego, al llegar el primer día de clase, cuando el profesor nos pregunta ¿qué es un texto literario? O con más precisión, ¿cómo diferenciamos un texto literario de otro que no lo es?, empezamos a tener dudas. El sentido de la palabra literatura nos empieza a parecer más complejo. Las dudas y las preguntas que éstas sugieren son el mejor camino para alcanzar un sentido propio de lo que queremos decir cuando hacemos referencia a un texto literario. También aquí vamos a iniciar nuestro camino para comprender el concepto de literatura a través de una serie de preguntas iniciales, que luego se podrán complementar en la discusión en clase. 1. ¿Cuál es el origen de la palabra literatura? Esta palabra proviene del latín litteratura, que es un derivado de la palabra littera y que significa letra del alfabeto. En su origen, pues, la palabra literatura hace referencia a la palabra escrita. 2. ¿Entonces, sólo un texto escrito puede ser literario? No, ese es el origen de la palabra literatura, pero siempre ha existido una literatura de transmisión oral. En tiempos antiguos, cuando muy pocas personas sabían escribir y leer, la literatura oral tenía gran difusión entre las gentes. Hoy día existen igualmente medios que difunden la literatura a través de la palabra hablada, así se hace con frecuencia a través de la radio y de la televisión. 3. Es obvio que no todo lo hablado o escrito es literatura. ¿Cómo podemos diferenciar un texto literario de otro que no lo es? 1

Aproximación a Ia Literatura

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Curso de literatura que acerca de modo sencillo las nociones básicas para estudiantes que recién empiezan

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Introducción a la literatura

Cuando vemos la palabra literatura en el título del curso no nos preguntamos qué significa. Su significado parece obvio y usamos la expresión “texto literario” con frecuencia en nuestro lenguaje coloquial. Pero luego, al llegar el primer día de clase, cuando el profesor nos pregunta ¿qué es un texto literario? O con más precisión, ¿cómo diferenciamos un texto literario de otro que no lo es?, empezamos a tener dudas. El sentido de la palabra literatura nos empieza a parecer más complejo. Las dudas y las preguntas que éstas sugieren son el mejor camino para alcanzar un sentido propio de lo que queremos decir cuando hacemos referencia a un texto literario. También aquí vamos a iniciar nuestro camino para comprender el concepto de literatura a través de una serie de preguntas iniciales, que luego se podrán complementar en la discusión en clase.

1. ¿Cuál es el origen de la palabra literatura?

Esta palabra proviene del latín litteratura, que es un derivado de la palabra littera y que significa letra del alfabeto. En su origen, pues, la palabra literatura hace referencia a la palabra escrita.

2. ¿Entonces, sólo un texto escrito puede ser literario?

No, ese es el origen de la palabra literatura, pero siempre ha existido una literatura de transmisión oral. En tiempos antiguos, cuando muy pocas personas sabían escribir y leer, la literatura oral tenía gran difusión entre las gentes. Hoy día existen igualmente medios que difunden la literatura a través de la palabra hablada, así se hace con frecuencia a través de la radio y de la televisión.

3. Es obvio que no todo lo hablado o escrito es literatura. ¿Cómo podemos diferenciar un texto literario de otro que no lo es?

Esta pregunta ha dado lugar a fuertes debates entre los críticos literarios de todas las épocas, sin que hasta la fecha se haya llegado a un acuerdo. En casos extremos todos estamos de acuerdo: reconocemos como obra literaria El Quijote de Miguel de Cervantes, y decimos que el “contrato de venta” de una casa no es un texto literario. El problema surge cuando la diferencia no es tan marcada y cuando empezamos a dar reglas para separar lo que es literatura de lo que no es literatura. Los críticos estarían de acuerdo en considerar obras literarias a todos los textos incluidos en la antología de este curso.

4. Es posible que la lectura de los textos en la antología de este curso nos enseñe a reconocer ciertas obras literarias, pero sigo teniendo la misma pregunta, ¿Cómo podemos diferenciar un texto literario de otro que no lo

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es?Los antiguos reconocían tres aspectos centrales en el arte de escribir: Gramática (el bien escribir según las reglas gramaticales establecidas), Retórica (la estructura del discurso para persuadir en la comunicación) y Estilística (la búsqueda del arte y belleza en la expresión). Si ahora consideramos tres niveles de textos, podríamos decir que la gramática caracterizaría el primer nivel, cuyo objetivo es la comunicación: la mayor parte de los libros de texto (de geografía, de biología, de historia, etc.) corresponden a este primer nivel. El segundo nivel de textos añade a la gramática la retórica, es decir, añade una estructura cuyo fin es conseguir la persuasión en el lector o en el oyente; buenos ejemplos de este segundo nivel son los textos y discursos políticos. Podemos ahora considerar un tercer nivel que añade a los dos anteriores la estilística, o sea, una preocupación consciente por expresar la belleza, por crear una obra de arte.

5. Entonces, ¿podemos agrupar y diferenciar los textos según sus objetivos?Sí, en un principio, pues nos permite una primera aproximación a la evaluación de un texto. Pero sólo sirve como una primera guía. Hay descripciones geográficas que son textos de gran valor artístico. Dentro del canon literario se encuentran también numerosos discursos políticos o textos ideológicos, cuyo objetivo primordial fue la persuasión. De igual manera, hay textos en los cuales su autor se propuso escribir una obra literaria, pero que no llegan a crear un leguaje artístico. Es decir, el objetivo que motiva un texto no determina necesariamente su valor artístico. José Romera Castillo nos dice que la obra literaria

 “es algo que se aparta de la cotidianidad y que se convierte en una fiesta, en una excepción […] Fusionando los conceptos de vida y arte, el creador confiere a su obra una tonalidad de significación social y moral por un lado; y artística —lúdica— por otro” (124).

6. Podemos aceptar, aunque con reservas, la definición de Romera Castillo de que la obra literaria funde los conceptos de vida y arte y que se aparta de la cotidianidad, pero su afirmación no nos ayuda mucho, pues usa la palabra arte para definir una obra artística y la pregunta es ¿cómo reconocemos lo que es arte en un texto concreto?

En efecto, podemos decir que el concepto de literatura gira en torno al concepto de arte, y los juicios sobre el valor artístico de un texto son juicios subjetivos, pero que también dependen en gran medida de la educación de nuestra sensibilidad artística. Precisamente, el objetivo primordial de este curso de apreciación de la literatura es ir estableciendo en qué consiste el valor artístico de las obras incluidas en la antología.

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7. Si reconocemos que la valoración artística es subjetiva ¿Cómo podemos educar nuestra sensibilidad artística?

La respuesta tradicional siempre ha sido que la lectura de las obras maestras va, poco a poco, creando nuestra sensibilidad por la literatura. Lo mismo sucede con la música o con la buena comida. Pero además, como en el caso de la música y de la comida, hay numerosas características que en sí mismas no determinan el valor de una obra literaria, pero que sí sirven para aproximarnos a dicho valor. En los estudios introductorios a los distintos géneros literarios iremos reflexionando sobre esas características.

8. ¿Qué se quiere decir con la palabra “características” en el contexto de una obra artística?

Con la palabra “características” hacemos referencia a los recursos que usan los autores en el proceso de crear una obra artística. En términos generales podemos decir que todo texto consta de dos partes, o mejor dicho, integra dos dimensiones: los contenidos (ideas, emociones) y los recursos del lenguaje (cómo se articulan dichas ideas o emociones). Los recursos literarios se refieren al modo cómo se integran ambas dimensiones. Por ejemplo, Wellek y Warren establecen una diferencia entre lo que denominan lenguaje científico y lenguaje literario:

“El lenguaje científico ideal es puramente denotativo: tiende a una correspondencia recíproca entre el signo y cosa designada […]. El signo es también transparente; es decir, sin llamar la atención sobre sí mismo, nos remite de un modo inequívoco a lo que designa” (27).

El lenguaje literario es esencialmente connotativo. Es decir, usa el lenguaje prestando atención a sus posibilidades metafóricas. Veamos como ejemplo la siguiente frase: “Era una montaña”. En un libro de geografía se va a usar en su valor denotativo: “Era una montaña rocosa de 7500 metros de altura”. En una novela, por ejemplo, se puede usar en su sentido connotativo para describir a una persona fuerte y alta que camina lentamente por la calle: “Era una montaña imponente que se aproximaba con lentitud y firmeza”.

9. ¿Entonces, el lenguaje literario se diferencia del lenguaje cotidiano en que el lenguaje literario es preferentemente metafórico?

Esta primera conclusión puede servirnos como guía, pero debemos recordar que todo lenguaje es por naturaleza metafórico. Lo que sucede es que en el lenguaje cotidiano el sentido metafórico se ha lexicalizado (ha dejado de leerse como metáfora), o sea, se ha convertido en un lenguaje denotativo: la palabra parece coincidir con lo que designa. A través del curso vamos a leer y reflexionar en torno a numerosos ejemplos en los que los autores de los textos

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literarios hacen uso de la ambigüedad de ciertas palabras, entre su sentido cotidiano y sus posibles significados metafóricos.

10. Si todo leguaje es metafórico y si una metáfora con el tiempo puede dejar de ser metáfora, ¿Cómo podemos saber el sentido que el autor quiso dar a una palabra determinada?

Muchos críticos de la literatura siguen todavía discutiendo esa problemática. En realidad, cuando hablamos de literatura nos estamos refiriendo a un proceso que lleva implícitas tres dimensiones: el a utor , el texto y el lector. Parte de la formación de nuestra sensibilidad artística es tomar conciencia de cómo se relacionan estas tres dimensiones. En el transcurso de nuestra cultura occidental se dio primero más importancia al autor, luego los críticos se concentraron en el texto, y en este curso vamos a privilegiar la perspectiva del lector. Desde esta perspectiva, sí que nos importa quién fue el autor y qué deseaba comunicar, pero vamos a dar preferencia a cómo los lectores leen el texto y cómo justifican su lectura.

11. Estoy de acuerdo de que la literatura es más interesante cuando yo puedo interpretarla, pero si privilegiamos nuestra interpretación individual, ¿qué papel desempeña el autor en esta nueva perspectiva?Esta pregunta hace referencia a otra pregunta central: ¿por qué leemos literatura? Pero antes de contestar el porqué, veamos el papel que desempeña el autor. Si nosotros tenemos un texto literario es porque una persona lo ha escrito. Estas personas, que aquí llamamos autores, viven y representan los valores de su época, tanto si tienen conciencia de ellos o no, tanto si proyectan o critican dichos valores. Es decir, para escribir usan un código personal y un código referencial que responde a las preocupaciones de su época. Toda lectura crítica de un texto necesita, para conseguir una comprensión más completa, el contexto del autor y de su época.

12. ¿Quiere decir que si no conocemos a un autor o su época no podemos comprender un texto literario?

No. El lector es libre de leer un texto y comprenderlo desde su propia subjetividad y en función a su intimidad. Pero si deseamos leer un texto críticamente y luego discutirlo en un círculo de personas o en la sala de clase, necesitamos justificar nuestra interpretación con referencias externas a nosotros mismos. Necesitamos hacer referencia al léxico del texto, a la retórica o código que usó el autor, al mundo (la época) en el que surgen sus ideas y, posiblemente, a ciertas referencias personales del autor. En este sentido el autor es importante pues nos permite aproximarnos más al texto que deseamos analizar (ver el concepto de autor).

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13. Según la respuesta anterior, la pregunta que determina nuestra lectura es ¿por qué leemos?

Así es, en efecto. La lectura subjetiva, íntima, personal de un texto, depende siempre de la persona que lo lee y de su contexto. Aquí, y en todo este curso, hacemos referencia a una lectura crítica, una lectura para discutir en la sala de clase. En este sentido, los especialistas de la literatura han propuesto varias razones:

La visión tradicional propone que las grandes obras literarias son un depósito de valores universales que pueden dar sentido y unir los pueblos.

Desde posturas contestatarias, deconstructivas, problematizadoras, se muestra que a través de las grandes obras también se pueden perpetuar estructuras de poder. Así, por ejemplo, desde una perspectiva feminista se observa cómo a través de la literatura de épocas pasadas se mantiene la función subordinada de la mujer.

Desde una perspectiva estética, se considera al texto literario como una creación artística con significado en sí misma.

Desde perspectivas más complejas se tiende a ver el texto literario como una serie de elementos estéticos y contextos culturales. Desde esta perspectiva, las obras literarias son creaciones artísticas que responden a contextos culturales y que por ello mismo sirven de pauta para la comprensión del desarrollo de los diversos grupos culturales humanos.

14. Si los objetivos que motivan la lectura de un texto literario son tan importantes, surge la pregunta de ¿qué textos literarios leemos?Tradicionalmente, tanto los libros de texto para la enseñanza de la literatura como las historias de la literatura, han estado dominados por un estricto canon de obras consideradas clásicas. También las editoriales se concentraban en la publicación de las obras que se ajustaban a un canon. Es decir, sólo una parte de las obras escritas a través de los años circulaba y era asequible su lectura. La explosión editorial de las recientes décadas y una lectura más independiente y crítica de las obras literarias que formaban el canon y de aquellos textos que habían quedado marginados, ha descubierto que los textos considerados como canónicos encubrían con frecuencia posiciones ideológicas y de poder. En la actualidad se está haciendo una evaluación más pluralista de la tradición literaria que nos permita tener una visión más completa de nuestro pasado literario.

15. Entonces ¿qué textos se incluyen en este curso?

Los objetivos de este curso son precisos: es un curso de apreciación de la literatura, de introducción al texto literario. Por esta razón, nuestro criterio

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fundamental ha sido seleccionar las obras literarias que mejor representan los cuatro géneros estudiados. Muchas de ellas, la mayoría, coinciden con aquellas consideradas como obras clásicas. Pero también incluimos obras de autores que no entraron o que todavía no entraron en el canon. Como hemos señalado anteriormente, el énfasis de nuestro curso se enfoca en el lector. Buscamos una toma de conciencia de los recursos literarios que pueden hacer más satisfactoria la lectura de una obra literaria.

16. Por lo dicho hasta ahora, mucho del énfasis de este curso recae en cómo debemos leer un texto literario.

Así es, en términos generales, pero no deseamos prescribir una lectura como la correcta. Apreciar la literatura es tomar conciencia de los recursos estilísticos y de retórica que emplea el autor en el proceso de crear una obra de arte. Cuando decimos que vamos a privilegiar al lector, queremos decir que vamos a leer los textos desde la perspectiva del lector. O sea, aunque el autor importa, no vamos a tratar de descubrir lo que el autor pensaba al escribir su obra, si bien puede ser un aspecto de valor para tener en cuenta. Tampoco vamos a enfocarnos en el texto, como si no existiera el autor ni el lector.

17. ¿Qué quiere decir “leer desde la perspectiva del lector”?En términos muy simples, leer desde la perspectiva del lector quiere decir tener en cuenta los objetivos que el lector tiene para leer un texto. No es lo mismo leer un libro para comentarlo en clase, que leer un libro por distracción. También podemos leer una obra prestando atención únicamente a los elementos estilísticos, o al contenido y posición filosófica que proyecta el autor, o a la cultura de una época que recrea el texto. Es decir, deseamos privilegiar la razón que nos motiva a leer un texto. En este curso de apreciación de la literatura, nuestro objetivo es reflexionar sobre los recursos estilísticos y culturales que un autor y su época emplean para la creación artística.

18. Desde esta perspectiva del lector ¿para qué sirve la literatura?La respuesta a esta pregunta sigue siendo un tema de debate. Las propuestas son muy variadas e incluyen posiciones radicalmente opuestas: para unos leer literatura es perder el tiempo, para otros la lectura de la literatura es el símbolo del ser humano culto. Nosotros vamos a considerar la literatura como un producto artístico y cultural. Como producto artístico nos ayuda a perfeccionar el conocimiento del idioma español y a apreciar el uso estético de las palabras. Como producto cultural aprendemos a comprender los valores en debate en las distintas épocas y lugares del mundo hispano.

19 ¿Qué tipo de obras vamos a leer?

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Vamos a leer obras de épocas antiguas y de autores modernos. Algunos autores pertenecen al canon de autores famosos en el mundo cultural hispano, otros son jóvenes todavía no muy conocidos. En la estructura de este curso, como señalamos en la sección de objetivos, vamos a agrupar los textos literarios en cuatro géneros: narrativa, poesía, ensayo y teatro. Son cuatro géneros establecidos y que forman ya parte de la cultura literaria del lector. Todos ustedes, cuando ven un texto (incluso antes de leerlo) lo reconocen como poesía o como teatro o como novela, o como ensayo. Pues bien, vamos a iniciar nuestra aproximación a la literatura desde ese punto común entre el autor y el lector.

 

Bibliografía de obras citadas

García Berrío, Antonio. Teoría de la literatura. Madrid: Cátedra, 1994. Romera Castillo, José. Didáctica de la lengua y la literatura. Método y

práctica. Madrid: Playor, 1979. Wellek, René y Austin Warren. Teoría literaria. Madrid: Gredos, 1966.

(Gómez-Martínez)

Los géneros literarios

Desde épocas muy antiguas, los filósofos y teóricos de la literatura han tratado de establecer categorías que buscan explicar y agrupar las distintas producciones literarias. Anteriormente (Introducción a la literatura), decíamos que cuando nosotros vemos un texto literario (incluso antes de leerlo) lo reconocemos como poesía o como teatro o como novela o como ensayo. Generalmente no pensamos en lo que queremos decir con poesía o con ensayo, simplemente hacemos uso de nuestra experiencia como lectores. También recordamos las clasificaciones que vemos en las editoriales o en los libros que leímos en el colegio. Al leer ahora los textos literarios de este curso, vamos a necesitar profundizar un poco más en el sentido de esas clasificaciones que denominamos géneros literarios y de qué modo nos ayudan en el análisis de la obra literaria. La palabra género proviene del latín genus que significa linaje, especie, género. Nosotros lo hemos estudiado ya como categoría gramatical: género femenino y género masculino. Ahora lo vamos a estudiar en el contexto de la literatura en un intento de agrupar las obras literarias.

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1. Cuando veo un texto y lo clasifico como poesía o como obra de teatro, estoy haciendo referencia sólo a la forma ¿es la forma el único criterio para la clasificación de un texto en un género literario?

2.En efecto, esa primera clasificación espontánea presta atención únicamente a la forma. De ese modo separamos también en un principio la prosa de la poesía. Pero todos sabemos igualmente que si colocamos los versos de un poema seguidos no tenemos “prosa” y que si dividimos las líneas de un texto en prosa, tampoco creamos poesía. Por eso los críticos literarios han tratado de encontrar otros criterios que no sean formales. Así se propone que el teatro se escribe para ser representado, la poesía para ser recitada (declamada, leída en voz alta), la narrativa para serimaginada y el ensayo para ser meditado.

3. Pero esta clasificación parece tan arbitraria como la anterior, pues yo puedo leer una poesía en silencio y meditar una obra de teatro. ¿Para qué usamos entonces la clasificación en géneros?

Sí, la clasificación anterior es, hasta cierto punto, tan arbitraria como la clasificación que dependía de la forma. Sin embargo, ambas nos ayudan en la lectura. La forma es una convención aceptada tanto por el autor como por el lector y el mundo editorial; es decir, tiene un sentido histórico. La segunda clasificación refleja una característica fundamental de cada uno de los textos: para descubrir el ritmo de un poema, parece que es necesario declamarlo (leerlo en voz alta); la obra de teatro adquiere una dimensión mucho más completa cuando la vemos representada; el ensayo se escribe para incitar, motivar, a la reflexión, mientras que en el cuento o en la novela, generalmente, se crea un mundo, más o menos real o fantástico, y se pide al lector que lo acepte.

4. Entonces, ¿qué criterios debemos seguir para comprender la clasificación en géneros literarios?

5.Este es un tema de debate entre los especialistas de la literatura de todos los tiempos. Pero, para los objetivos de nuestro curso de apreciación de la literatura nos vale con considerar brevemente las dos posiciones fundamentales ante el concepto de géneros: los críticos hablan de géneros naturales y de géneros históricos. Los primeros hacen referencia a principios de comunicación y los segundos a la transformación a través de los tiempos.

4. ¿Qué debemos entender por géneros naturales?

Con géneros naturales nos referimos a diferencias fundamentales en el acto de

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la comunicación. Por ello, los primeros filósofos concebían únicamente tres géneros, que ellos denominaron lírica, épica y dramática. Con el primero, lírica, el autor mantiene su persona; en el segundo, épica, crea personajes para exponer su pensamiento; el tercero, la dramática, utiliza la representación para expresar sus ideas. A estos tres géneros se añade tradicionalmente un cuarto, la ensayística, cuyo objetivo es la comunicación persuasiva mediante la reflexión.  Estos objetivos en la comunicación, que podemos considerar personal, mimético, dramático y persuasivo, dieron lugar a las primeras clasificaciones en géneros.

5. ¿En qué se diferencian los géneros históricos de los naturales?Los géneros naturales son propios del ser humano; es decir, o yo hablo con mi propia voz, o creo a un personaje que hable por mí o mezclo ambas formas de articular mi pensamiento. Luego, una vez que los autores empezaron a crear obras literarias y el público comenzó a leerlas, empezaron también a surgir características propias de cada género que los lectores podían identificar. En un comienzo, por ejemplo, tanto la lírica como la épica usaban la forma de lo que hoy reconocemos como poesía (todavía hoy tenemos poemas líricos y épicos), pero poco a poco se fue prefiriendo la prosa para la creación de personajes en lo que hoy reconocemos como el cuento o la novela. En otras palabras, los géneros naturales surgen con la comunicación misma. Los géneros históricos son construcciones humanas en constante transformación que se van desarrollando a través del tiempo. Los géneros naturales nos sirven en un principio para comprender diferencias fundamentales en el acto de comunicación; los géneros históricos muestran la complejidad y variedad que dichos principios fundamentales han ido adquiriendo a través de la historia de la literatura.

6. Entendido de ese modo, ¿los géneros naturales e históricos son parte de un mismo proceso?

Así es, en efecto. En este curso nos vamos a centrar en las construcciones culturales que representan los géneros históricos y los textos en este curso se encuentran agrupados en cuatro géneros: poesía, narrativa, ensayo y teatro.

6. ¿Qué quiere decir que son “construcciones culturales”?

Con “construcciones culturales” queremos decir que llegan a formar una especie de código compartido entre el autor de un texto y los lectores de dicho texto. Cuando decíamos al comienzo de esta página que espontáneamente reconocíamos si un texto era poesía, narrativa o

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teatro, queríamos decir que en la forma del texto reconocíamos un código especial que sabíamos interpretar. Es decir, el autor de un texto, al querer comunicar una idea, o una emoción, o una fantasía, etc., decide usar un código literario especial que en sus elementos esenciales el lector también comparte.

7. Luego, ¿los géneros son una especie de retórica, de reglas, que los autores deben seguir?

No. Los autores son libres en la fase creativa. Por eso los géneros están en un proceso constante de transformación. No obstante, el código del género que comparte el lector es importante en el momento de la lectura y por tanto en el momento de la comunicación. Los autores son libres de usar un género u otro, o de mezclar diversos géneros en una obra literaria, pero necesitan ser conscientes de que el lector los va a leer con los prejuicios de los géneros que dominan en su momento histórico.

8. ¿Significa eso que el lector juzga una obra literaria según se ajuste al código del género a que pertenece?

Eso sucede muchas veces cuando la obra literaria sale fuera de las expectativas de género del lector. Pero nosotros en este curso vamos a profundizar en la comprensión del texto literario en sí mismo. Las características de los géneros nos van a servir sólo como guía. Muchas veces el valor de una obra literaria depende en gran medida de cómo rompe con las reglas hasta entonces aceptadas para un género concreto.

(Gómez-Martínez)

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Introducción a la obra dramática y su representación

En el estudio introductorio a los géneros literarios, distinguíamos cuatro objetivos fundamentales en el acto de comunicación, que son también el origen de los géneros literarios : personal (poesía lírica), mimético (narrativa), persuasivo (ensayo), y dramático (teatro). Pero mientras en los tres primeros géneros literarios el acto de comunicación se establece a través de la palabra escrita, la obra dramática (obra de teatro) se escribe fundamentalmente con el objetivo de que sea representada. Las palabras drama y teatro, que tienen un origen griego, hacen referencia al acto de representación: drama significa acción, actuar; teatro significa contemplar, espectáculo. Todavía hoy día llamamos teatro al lugar donde se representan las obras dramáticas u obras de teatro. En estas dos palabras, teatro y drama, se encuentra también la esencia del concepto híbrido del género, pues implican: lectura y representación, autor y director, lector y público, actor y personaje. Aunque en los cursos de literatura la obra de teatro se nos presenta como un texto que leemos, debemos recordar que se escribe para ser representada y que una lectura crítica debe tratar de visualizar dicha representación. Con este objetivo incluimos una “Guía para una lectura crítica de la obra de teatro” y, como ejemplo, una propuesta de análisis de una obra en un acto deRoberto Arlt, La isla desierta.

 

1. ¿En qué sentido hablamos del “concepto híbrido” de la obra de teatro?

Mientras la poesía, la narrativa y el ensayo se construyen a través de palabras, en la obra teatral la palabra es únicamente una parte de la totalidad; es decir, es sólo una de las dimensiones de la representación. En los otros géneros literarios se trata de la palabra escrita; en la obra de teatro se trata de la palabra representada (la palabra interpretada a través de cualidades fónicas precisas, acompañadas de gestos, silencios, movimientos, etc.). Quizás podemos comprender mejor el contexto híbrido de la obra teatral si la consideramos un punto intermedio entre la pantomima, una representación donde se omite la palabra, y la narrativa, la palabra sin la representación. Los tres textos nos cuentan una historia: la narrativa tiene la palabra sin la representación explícita; lapantomima es representación sin la palabra; la obra de teatro ocupa una posición intermedia, pues es la palabra representada. Los tres esquemas que incluimos en este estudio introductorio explican de modo gráfico este carácter híbrido de la obra dramática: el primero es una representación esquemática del carácter híbrido de la obra de teatro; el segundo se centra en el texto escrito; y el tercero en la representación.

 

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2. Si la obra de teatro se caracteriza por la palabra representada ¿Quién es el destinatario?

La naturaleza híbrida, palabra representada, de la obra de teatro posibilita también dos destinatarios claramente diferenciados: el lector y los espectadores.Como texto escrito, difundido en libros, la obra de teatro tiene siempre como destinatario a posibles lectores. Hay también obras de teatro que nunca llegaron a ser representadas. El lector común tiende a leer la obra de teatro como una expresión de la narrativa; en este caso las direcciones de escena representan una forma peculiar del narrador, y la lectura se manifiesta como experiencia individual. El director de una obra de teatro es primero un lector del texto.

Como palabra representada, o sea, como espectáculo, el destinatario deja de ser individual. La obra representada necesita del complemento de un público que reacciona ante lo que ve y oye, a la vez que forma un lazo de unión entre los espectadores y actores-personajes.

 

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3. ¿Por qué la división entre texto primario y texto secundario, si nosotros leemos las direcciones de escena como la voz del narrador?

Sí, eso sucede cuando leemos la obra de teatro. La clasificación entre texto primario y secundario no se refiere al contenido ni a la obra leída, sino a la realidad de la obra representada: el texto primario son las palabras habladas; el texto secundario no se pronuncia, son direcciones de escena que guían al director y a los actores en la representación de los personajes y de las palabras habladas.

 

4. ¿En qué consiste el texto primario?

El texto primario son las palabras representadas en el escenario y que según su función podemos clasificar de distintos modos (haga clic en cada uno de los siguientes términos para obtener un desarrollo más amplio con numerosos ejemplos):

Diálogo entre los personajes: Suele ser la parte más significativa del texto primario.

Acción referida: cuando uno de los personajes nos narra algo que sucede fuera del escenario o en el pasado. Es el momento cuando la obra de teatro se aproxima más a la narrativa.

Acotaciones habladas: denominamos así a las direcciones de escena que están integradas en el diálogo entre los personajes.

Monólogo: lo denominamos también soliloquio, para representar esos momentos cuando uno de los personajes está hablando solo; se trata de los pensamientos de un personaje dichos en voz alta.

Apartes: una de las convenciones del teatro, mediante la cual uno de los personajes puede hablar a otro personaje o al público, y se asume que los demás personajes en escena no pudieron oír las palabras.

 

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5. ¿A qué denominamos texto secundario y cómo podemos reconocerlo?

Como señalamos anteriormente, el texto secundario es la porción del texto escrito que no se pronuncia durante la representación y que sirve de guía para la construcción del espacio escénico y para la representación. Estos textos se denominan Acotaciones o direcciones de escena y normalmente están escritos en letra cursiva y entre paréntesis (italics). Hay obras de teatro que no poseen acotaciones o que tienen muy pocas. [poner títulos de obras incluidas en el curso]

 

6. Antes se explicó la “acción referida” como una narración ¿cómo diferenciamos la obra teatral de los demás géneros literarios?

Recordemos que la clasificación de los textos literarios en géneros es sólo un modo de aproximarnos a la obra literaria. En el caso particular de la obra de teatro, la única diferencia es la intención implícita de que se escribe para ser representada. Fuera de esta diferencia que se manifiesta en la forma y en el destino final, la obra de teatro es una dramatización de la palabra, independiente del género literario con que pueda ser asociada. Por esta misma

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razón, las consideraciones en cuanto a los recursos retóricos estudiados en los demás géneros, se aplican igualmente a la obra de teatro. En el pasado, durante el siglo XVI y XVII, en el momento en que triunfaba la comedia española, las obras de teatro se escribían en verso. El romance, laredondilla, el soneto y la octava real constituían formas de versificación que representaban convenciones precisas de la obra de teatro. La reflexión del ensayo y la motivación al diálogo han estado presentes en el teatro en todos los tiempos: desde el carácter filosófico de la obra de Calderón en el siglo XVII, a la reflexión del teatro del oprimido de Augusto Boal en nuestros días. Pero entre todos los géneros literarios, la narrativa es el género más próximo a la obra dramática. La obra de teatro comunica también una historia, aunque sea representada (con frecuencia tiene igualmente partes narradas). Y, como historia, posee, igual que la narrativa, un desarrollo, unclímax, puntos decisivos, desenlace, etc. Como la narrativa, la obra de teatro desarrolla también su historia con el artificio de un discurso, donde a la trama se unen los múltiples recursos de la representación (luces, vestuario, tono de voz, silencios, etc.), para dar lugar a una interpretación explícita.

 

7. ¿Qué quiere decir una interpretación explícita?

La representación de una obra de teatro es ya una interpretación del texto escrito y como tal contiene elementos que no están o pueden no estar en el texto escrito (tanto en el texto primario como en el texto secundario). No nos referimos ahora a las modificaciones en el texto que pueda introducir el director, sino a elementos implícitos en el texto escrito, como el vestuario, el maquillaje, los sonidos, las luces, el tono de la voz, etc. Todos estos elementos, como ya señalamos, pueden estar implícitos en el texto escrito, pero dependen de la imaginación de cada lector. La obra representada nos presenta la “imaginación” de un lector en particular: el director de la obra teatral. En este sentido la obra representada es ya una interpretación de la obra escrita. Las palabras habladas pueden ser las mismas, pero los personajes se mueven en el escenario y, junto a las palabras, se comunican con los espectadores a través de sus gestos, movimientos, tono de voz, silencios y el diálogo sin palabras con que las personas interaccionan entre sí. Por esta misma razón, una obra de teatro puede tener múltiples posibles puestas en escena: múltiples interpretaciones de un mismo texto.

 

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8. Si toda representación es ya una interpretación, ¿cómo se caracteriza la relación entre el dramaturgo y el director?

El dramaturgo es el autor de la obra, es el creador del texto. Como señalamos antes, el dramaturgo crea su texto para ser representado; es decir, desde el comienzo el texto posee dos dimensiones precisas: La dimensión literaria y la dimensión espectacular. Con la expresión dimensión literaria nos referimos principalmente al texto primario. La dimensión espectacular es el texto(primario y secundario) más el espacio escénico. El director, que es primero un lector, al poner en escena una obra de teatro, va a interpretar el texto y las direcciones que proporciona el dramaturgo, pero las direcciones de escena y el texto mismo limitan su participación a una interpretación.

 

9. Comprendo la diferencia entre dimensión literaria y dimensión espectacular, pero ¿de qué modo interviene el texto en la representación, más allá de proporcionar las palabras para el diálogo?

Muchos de los elementos de la representación se encuentran ya presentes en el texto primario. Lo mismo que en poesía hablamos de sílabas y estrofas como

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unidades estructurales del poema, en la obra de teatro la unidad más simple es la escena, luego la obra se estructura en actos. Lasescenas cambian cuando los personajes entran o salen del escenario (el escenario es el lugar donde se representa la obra). La escena, en este sentido, además de la unidad estructural de larepresentación, es también la unidad que establece el ritmo en el que ha de proceder larepresentación. Así, incluso las obras de teatro que no incluyen explícitas direcciones de escena, determinan el ritmo de la obra representada según el modo como agrupan el diálogo en escenas.

 

10. El director sigue e interpreta las direcciones del dramaturgo ¿cómo construye luego la representación?

En efecto, el dramaturgo proporciona la estructura de la obra en escenas y la división en actos. También contiene referencia al espacio referido a través de la acción referida que los personajes intercalan en su diálogo. La función del director es estructurar todos esos elementos a través deactantes (actantes pueden ser los personajes, la utilería, los sonidos, las luces, vestuario, coreografía, etc., incluso el público: todo aquello que interviene en la representación de la obra). No obstante, para los efectos de esta introducción vamos a distinguir entre los actores y losactantes. Los actores son las personas que bajo la dirección del director y la guía del dramaturgo (a través de las acotaciones), van a representar la palabra escrita (los elementos verbales), interpretada con elementos mímicos, para crear los personajes que van a representar la historia. Vamos a reservar el término de actante para aquellos elementos (objetos, sonidos, luces, etc.) que pueden adquirir durante la representación la categoría de personaje (bajo el término actanteexponemos numerosos ejemplos de los textos incluidos en este curso).

 

11. ¿En qué sentido puede ser el público un actante?

Mientras la obra leída suele ser un acto individual, la obra representada es siempre un acto colectivo. El público que presencia una representación participa con frecuencia en el desarrollo de la obra a través de sus reacciones colectivas: risa, silencio, exclamaciones de sorpresa, de miedo, etc. Sobre todo en el siglo XX, el teatro experimental incluía en el texto secundario indicaciones para provocar o interactuar con el público. Con este propósito se experimenta también con la forma y el emplazamiento del escenario.

 

12. Las consideraciones expuestas hasta aquí parecen también coincidir con las representaciones cinematográficas ¿existen diferencias entre ambos modos de representación?

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Es cierto que en ambos casos se trata de la palabra representada, pero el arte cinematográfico merece un capítulo aparte que sale fuera de los objetivos de este curso de introducción a la literatura centrado en la palabra escrita. No obstante, sí que conviene mencionar dos diferencias básicas entre ambas representaciones. Una tiene que ver con la técnica y la otra con el uso que se hace de dicha técnica. Con la primera aludimos a la eliminación de los límites que impone un escenario físico: todo espacio referido puede ser representado en la obra de cine. La segunda diferencia se refiere a la substitución de nuestro campo visual por el campo visual de la cámara. Examinemos esta relación en tres niveles de interpretación: a) el texto escrito; b) la representación en una sala de teatro; y c) la representación cinematográfica.A) El texto escrito impone un mínimo de obstáculos a nuestra interpretación sobre la apariencia de los personajes, como se mueven, como se viste, como reaccionan, etc. El lector posee un máximo de libertad al interpretar la obra escrita.B) En la obra de teatro el director interpreta el texto, pero nosotros, como público, tenemos libertad individual de concentrarnos en partes del escenario, en uno u otro personaje, en su movimiento o en sus expresiones faciales.C) En la obra cinematográfica el punto de vista de la cámara decide qué es importante, así, por ejemplo, se enfoca en la expresión de una cara, pero nos impide ver todo lo demás que podía estar sucediendo en la escena.

Introducción a la narrativa

Cuando en un curso de introducción a   la literatura  hablamos de la narrativa como uno de los géneros literarios, asociamos inmediatamente este término con el cuento y la novela. Sólo cuando tratamos de definir qué es un cuento, por ejemplo, empezamos a comprender la complejidad queimplica el término narrativa. En una primera aproximación podemos decir que narrativa se refiere a un proceso de comunicación mediante el cual un autor crea personajes para expresar ideas y emociones. En los textos académicos de teoría literaria se extiende normalmente el concepto de narrativa a toda obra que describe un hecho; y se entiende por hecho todo acontecer objetivo o subjetivo, exterior o interior a un personaje. De un modo más preciso, nosotros podemos decir que con narrativa hacemos referencia a un relato que consta de una serie de sucesos (la historia), a través de la representación humana (el narrador, los personajes) y con posibles comentarios, implícitos o explícitos, sobre la condición humana (el tema). En este curso de introducción a la literatura nos vamos a aproximar a la narrativa a través del cuento, aun cuando también incluimosnovelas cortas. Para mejor visualizar las características de la narrativa vamos a hacer uso de una serie de mapas semánticos, que nos permiten profundizar a distintos niveles de complejidad. También incluimos una Guía para una lectura crítica de la narración y, como ejemplo, una propuesta de análisis de un cuento, “Desdistancias”.

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 DESDISTANCIAS –AGUSTÍN DÍAZ PACHECO (En “Breves Atajos”, 2001)

Su mano derecha, al igual que una onda arrojó con fuerza la botella lo más lejos del peñasco que se adentraba en el mar. La botella emergió rápidamente y se convirtió en una provisional boya. En su interior, un escrito, un pequeño mensaje, acompañado de un corto verso de Pablo Neruda: A quien la recoja, mi entrañable saludo. He escrito estas líneas en los momentos de recreo, en el transcurso de la actividad de mis compañeros, y mis contados amigos, quienes se entretienen haciendo cabriolas, jugando al fútbol o al baloncesto, haciendo todo lo contrario que yo. Espero que esta botella sea recogida por una mano bondadosa, y el texto que permanece en su interior desplegado por unos dedos tan ávidos como los míos, a la vez que unos ojos inteligentes y curiosos lean mi mensaje. Soy un adolescente que confía en las ondulaciones del mar, en las corrientes del océano, en los atajos marinos. En el destino. Espero que otra persona, una mujer, lea mi texto y me escriba a la dirección que acompaña mi carta. Mi más cordial saludo.Fernando Amaral

¿Sufre más el que esperaque aquel que nunca esperó a nadie?

¿Dónde termina el arco iris,en tu alma o en el horizonte?¿Tal vez una estrella invisibleleerá el cielo de los suicidas?

 ¿Dónde están las viñas de hierrode dónde cae el meteoro?[1]

Transcurrieron los días, pasaron los meses, abundaron los años, y cierto día, en el mes de agosto, cuando estaba de nuevo en aquel pueblo costero pasando un tiempo de descanso, alguien tocó en su puerta. Se dirigió hacia la puerta, y pudo comprobar que habían introducido un sobre bajo ella. Su mano derecha recogió el sobre. Contempló la letra, grácil y en forma de extraños bucles. Miró extrañado el remite. A continuación, abrió cuidadosamente el sobre. De su interior extrajo un papel doblado. En él aparecía un texto manuscrito a estilográfica que decía:Estimado señor Fernando, hace tan sólo unos días he podido recoger una botella conteniendo un pequeño texto; un texto cordial y abundante en esperanza. Lo he leído detenidamente, y ahora me atrevo a contestarle. Creo que debo decirle que yo también jugaba cuando tenía su edad, y mis amigas se entretenían en charlar con mis compañeros de clase. Recuerdo que hace algún tiempo, admiré a un compañero de instituto. Él nunca se fijó en varias de las chicas, entre las cuales me encontraba yo. Era un adolescente agraciado, alto y sensible. Llegué a amarlo. Pero temí y hasta padecí su timidez. Ahora, transcurrido el tiempo, sólo le deseo a usted que viva en salud y paz.

Depositó la carta sobre la mesa. Se retiró lentamente las gafas. Estuvo pensativo durante un buen rato, tiempo que aprovechó para mesar su blanca barba. Volvió a mirar la carta de nuevo y luego se detuvo en la firma, Sor Margarita Balboa. Se entretuvo en la dirección, y un escalofrío recorrió su columna vertebral. Su mano derecha corrió la cortina de la ventana y sus ojos se fijaron en el convento que podía divisar a centenares de metros de su casa.

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1. ¿Podemos decir, según la definición anterior, que la narrativa consta de tres elementos fundamentales?

Las variaciones de textos narrativos son tan numerosas que cualquier definición parece limitar el proceso creativo. No obstante, en nuestra aproximación a la narrativa vamos a concentrarnos en aquellas características que determinan el género. En este sentido hablamos de los tres elementos antes citados, a los cuales añadimos un cuarto: historia, narrador, discurso y tema. Gráficamente lo podemos representar con el siguiente mapa semántico:

2. ¿Cómo se relacionan esos términos y qué significan en el contexto de la narrativa?

Estos términos (narrador, historia, discurso y tema), junto a los otros que se anotan en el glosario específico para la narrativa, se estudian por separado con numerosos ejemplos que facilitan su comprensión. Como señalamos al comienzo, estos elementos condicionan la narrativa en el sentido de que con ellos hacemos referencia a la creación del mundo ficticio (la historia), a la creación de un ambiente y unos personajes (el narrador), y al modo cómo el autor manipula el tiempo, los personajes, la estructura de los sucesos (el discurso). El tema constituye la idea central que domina en la historia.

 

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3. Según lo anterior el elemento esencial es la historia y los otros tres muestran la idea central y los recursos mediante los cuales se construye. ¿No es así?

Ver la narrativa a través de la historia es una perspectiva legítima. Pero también lo sería un análisis a través del discurso o del narrador o del tema central en aquellos casos en los que existe un tema explícito omnipresente. Todos ellos se complementan y a veces se subordinan unos a otros. La complejidad de cada uno de estos conceptos requiere un estudio detenido.

 

4. ¿Qué factores debemos tener en cuenta al estudiar la historia?Vamos a hacer de nuevo uso de un mapa semántico en el que colocamos en torno al término historia una serie de palabras que representan conceptos relacionados. Luego podremos ir estableciendo relaciones que nos permitan comprender la dimensión de lo que denominamos la historia.

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Las palabras que se anotan en el mapa semántico representan conceptos fundamentales para comprender la historia, aunque alguno de ellos, estructura y trama, por ejemplo, se relacionan más con el discurso. La historia es lo que ocurre (el relato) en el acontecer cronológico de los sucesos. Los términos de estructura y trama se refieren al orden cómo el autor presenta los sucesos en el texto.

 

5. ¿Contienen todos los textos narrativos los mismos elementos?No. Hay gran variedad en los recursos que el autor usa para decir la historia y en el modo cómo los ordena en su discurso. En el análisis de cada uno de estos conceptos proporcionamos numerosos ejemplos que muestran esa riqueza. En esta reflexión introductoria sobre la narrativa hacemos referencia a características generales. Así, consideramos como partes de la historia: la exposición (la creación de los personajes, del ambiente, de relaciones, etc.), el desarrollo (el proceso cronológico de los sucesos), el clímax (el momento de máxima tensión) y el desenlace(consecuencias de los sucesos y, en ocasiones, restablecimiento del orden).

 

6. ¿En qué se diferencia un marco cerrado de un fin cerrado?Ambos conceptos son diferentes. Con el término de marco hacemos referencia a la razón que justifica el contar la historia. Es algo así como el marco en el que colocamos una fotografía; el marco contiene la fotografía, pero no es parte de la foto. Como explicamos bajo el concepto demarco, éste puede tomar formas muy variadas. En épocas antiguas nos mostraba quién contaba la historia, a quién se contaba y por qué se contaba. En tiempos modernos no es tan frecuente el uso de un marco, pero cuando se incluye, puede hacer referencia, entre otros muchos motivos, al origen de la historia o a las razones que motivan al autor a contarla (marco abierto es cuando se incluye sólo a comienzo y marco cerrado cuando también se incluye al final del cuento). El término fin cerrado se refiere a la historia misma y con él queremos decir que tiene un desenlace, es decir, que se da respuesta a las incógnitas que surgen durante el relato.

 

7. ¿Qué diferencia hay entre el suspenso y los puntos decisivos?Ambos, suspenso y puntos decisivos, son partes de un mismo proceso. Un punto decisivo es un momento en la historia en el que se inicia un cambio que va a ser fundamental en el desarrollo y por consecuencia también en el desenlace o percepción de lo que pueda ser el desenlace. Estos momentos crean anticipación en el lector y así una actitud de suspenso, de expectativa.

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Sirven también para ordenar las acciones y, muy importante en el proceso narrativo, sirven para establecer funciones precisas a dichas acciones.

 

9. ¿Podríamos considerar la acciones como parte de la historia y la función como perteneciente al discurso?

Sí, en efecto, aun cuando no debemos crear divisiones. Los mapas semánticos y clasificaciones que establecemos en esta introducción a la narrativa, tienen como función explicar la terminología. En la realidad, todos estos conceptos están íntimamente relacionados, y se comprenden mutuamente en contexto unos con los otros. Por ejemplo, la acción de encender un cigarrillo puede ser neutra, pero el narrador o el autor puede dar a esta acción una función determinada (lo cual es ya parte del discurso) para reflejar nerviosismo.

 

9. Entonces, ¿Cómo podemos aproximarnos al estudio del discurso?Hemos señalado ya que el discurso alude a cómo se desarrolla la historia; es decir, con el término discurso hacemos referencia a los recursos o procesos de comunicación que emplea el autor para transmitir su historia. Así el tono que ayuda a crear una ambientación y que, por ejemplo, puede ser irónico o sarcástico, literal o figurado. También es parte del discurso el estilo directo o indirecto que puede usar el autor y la función que confiere a las distinta sacciones. El discurso, en otras palabras, se ocupa de los distintos modos de manipular la presentación de las acciones y del tiempo (cronológico, psicológico) en que éstas suceden, a través de la estructura peculiar que da a su historia. Otros elementos que podemos asociar con el discurso son el uso del diálogo o del monólogo interior, el uso de la descripción o de la narración. También es parte del discurso los indicios que el autor va incluyendo a lo largo del texto y que sirven, entre otras funciones, para guiar, para confundir, para crear tensión, para anticipar el desenlace. Podemos agrupar todos estos recursos, que se explican por separado en el glosario de la narrativa, a través del siguiente mapa semántico:

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10.La descripción de lo que es el discurso muestra su relación con lo que hemos denominado la historia. Parecen dos caras de una misma moneda. ¿Cómo se relaciona el narrador con el discurso y la historia?

Hemos señalado anteriormente que no usamos estos términos para establecer divisiones, sino para ver desde distintas perspectivas lo que queremos expresar bajo el concepto de narrativa. El narrador es parte integrante de la historia y del discurso; no se puede separar de ellos, pero sí podemos analizar la historia desde la perspectiva del narrador. Vamos a usar de nuevo un mapa semántico que reúna los distintos recursos que asociamos con el narrador:

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11. ¿Qué quiere decir analizar la historia desde la perspectiva del narrador?El narrador es quién nos cuenta la historia y por eso es importante reflexionar sobre los recursos que usa el autor para crear su narrador. El narrador controla los dos procedimientos complementarios de toda narrativa, la mimesis (showing) y diégesis (telling) y mediante ellos la creación de los personajes. De esta importancia, surgen las preguntas de quién es el narrador, cómo controla el proceso de la narración y desde qué perspectiva lo hace. El proceso de la narración es diferente si contamos con un narrador fidedigno (confiable) o si por el contrario el narrador no es confiable; también afecta nuestra interpretación de la historia si determinamos que es un narrador objetivo o un narrador inocente, así como la distancia desde la que nos cuenta o presenta los sucesos. Esta distancia puede ser espacial, temporal o incluso psíquica. Todos estos elementos crean un tono peculiar.

 

12. Entonces surge una pregunta fundamental ¿quién es el narrador?Así es, en efecto. Muchas de las clasificaciones de las obras narrativas se

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basan en los distintos tipos de narrador. Así tenemos narradores en primera persona, en tercera persona e, incluso, en segunda persona. Cada uno de estos narradores presenta un punto de vista único. Pero el proceso de clasificaciones puede ser muy complejo: el narrador en tercera persona puede ser omnisciente o con conocimientos limitados de lo que sucede, puede ser un narrador testigo con una perspectiva subjetiva o, por ejemplo, un objeto que narra lo que ve y oye de forma objetiva (véase la clasificación detallada y con numerosos ejemplos que incluimos al explicar el término de narrador).

 

13. En el mapa semántico se incluye el término de “autor implícito”, ¿Qué relación hay entre el autor de la obra narrativa, el autor implícito y el narrador?En la introducción a este curso, bajo el título de “Qué es literatura”, hicimos referencia a las relaciones entre autor, texto y lector. En el caso de la narrativa, que crea un mundo ficticio, se incluyen a veces referencias a un autor o a un lector, que por estar en el cuerpo mismo de la historia, son ficticios, pero que en ocasiones muestran referencias directas al autor real del texto. Coloquemos de nuevo estos términos en un mapa semántico:

Podemos decir que el texto hace referencia tanto al autor(a) real como al autor implícito, tanto alnarratario como al lector(a) implícito, pero las relaciones son distintas. El lenguaje y el estilo, por ejemplo, pueden caracterizar a un escritor, pero la obra narrativa es una creación ficticia independiente, cuyas ideas o expresiones no deben identificarse necesariamente con las del autor. En aquellos casos en los que el autor interviene en el texto de la narración, incluso usando el mismo nombre del autor real, podemos hablar de un autor implícito, que es una creación ficticia, aun cuando sus posiciones se acerquen a las del escritor de la obra. El narratario es igualmente una creación ficticia. Llamamos narratario al destinatario ficticio de la narración (véanse los ejemplos que incluimos en la explicación de estos términos).

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Introducción a la poesía

Se cuenta que una vez, al finalizar uno de sus conciertos, le preguntaron a Louis Armstrong “¿qué es jazz?” Su respuesta (“Man, if you gotta ask, you’ll never know”), puede servirnos también para la poesía. Y, sin embargo, en esta introducción a la poesía buscamos, además de “sentir” un poema, analizar ese “sentir un poema”.

En el estudio introductorio a los géneros literarios, distinguíamos cuatro objetivos fundamentales en el acto de comunicación, que son también el origen de los géneros literarios:  personal ( poesía lírica), mimético (narrativa), dramático (teatro) y persuasivo (ensayo).

En este curso de introducción a la literatura seguimos también esta estructura. No obstante, debemos recordar que la poesía lírica es sólo una de las manifestaciones de la poesía; es sin duda la más importante, pero no la única. En sus comienzos, la poesía fue también el medio preferido por los autores para articular la narrativa (poesía épica, leyendas, etc.) y el teatro (la comedia del Siglo de Oro español). En este sentido la poesía es también el más inclusivo de los géneros literarios. Para los objetivos de nuestro curso, vamos a estudiar la poesía primordialmente a través de su expresión lírica, ya que los recursos retóricos propios de la poesía son los mismos en todas sus expresiones. También incluimos una “Guía para una lectura crítica de la poesía” y, como ejemplo, una propuesta de análisis de un poema de Julián del Casal, “Prometeo”.

 

1. ¿Si la poesía ha servido para articular lo personal, lo mimético, lo dramático y lo persuasivo, cómo podemos diferenciarla de los demás géneros literarios?

De un modo muy general (y superficial) podemos decir que la poesía está escrita en verso. Es verdad que la percepción visual de la forma es lo primero que identificamos, y que muchas veces con sólo este dato clasificamos un escrito de poesía. También es cierto que con el transcurso del tiempo se han modificado considerablemente las reglas estrictas que en un momento caracterizaban la poesía. Todo esto ha causado que los críticos se resistan a definir la poesía, incluso con definiciones generales. Tampoco nosotros vamos a definir qué es poesía; sin embargo, sí que podemos señalar que entre todas las transformaciones que ha sufrido la poesía, hay un elemento que se ha mantenido constante: el ritmo.

 

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2. Entonces, ¿podemos decir que el ritmo es el elemento esencial de la poesía?

Sí, en efecto, el ritmo es esencial en la poesía. Incluso podríamos decir, como primera aproximación a la poesía, que se trata de una composición rítmica de palabras. Lo fónico (el sonido) es central a la poesía, que busca, con más precisión que los demás géneros literarios, fundir sonido y sentido.

 

3. ¿Cómo debemos leer un poema?

No existe un modo de leer poemas, y el hábito y el placer de la lectura de poemas se adquieren a través de la lectura misma. Pero sí hay algunas consideraciones generales que conviene tener en cuenta:

Lectura lenta y repetida: Un poema no se lee como un periódico o una novela. Requiere una lectura lenta que asuma el ritmo y que llegue a las ideas a través del sentimiento, de la emoción.

Reducir el poema a un concepto es negarse a sentir el poema: un poema no es bueno por lo que dice, sino por su arte en cómo lo dice.

Debemos pronunciar las palabras, los versos, aunque sea sólo en nuestra mente: lo fónico es esencial al poema.

Pero también debemos leer el poema con los ojos de nuestra mente. Con mucha frecuencia la emoción o sentimiento que comunica el poema se construye en torno a una idea.

La lectura de un poema es una aventura personal: unos necesitan comprender la idea para sentir el poema, otros llegan a la idea a través del sentimiento.

 

4. ¿Si la lectura de un poema es una aventura personal, de qué modo puede ayudarnos esta introducción?

Es cierto que llegamos al concepto de qué es poesía mediante la lectura de poemas y la reflexión sobre la naturaleza del poema desde la perspectiva del autor, del texto mismo y del lector. Pero, para que nuestra reflexión sea más fructífera, es necesario estar en posesión de ciertas herramientas (recursos retóricos), que nos permitan aproximarnos a la poesía de un modo metódico. En términos generales podemos clasificar estas herramientas o recursos en cuatro categorías: aquellas que se refieren a la forma (versificación), al sonido (lo fónico), a la gramática (lo gramatical) y al léxico. Aunque para los objetivos de este estudio introductorio agrupamos los recursos retóricos en cuatro categorías, en la construcción del poema están todas ellas íntimamente relacionadas.

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5. Entonces, ¿para poder leer poesía necesitamos conocer dichas herramientas o recursos retóricos?

Por supuesto que no. Pero este curso de introducción a la literatura desea cubrir dos dimensiones distintas, aun cuando relacionadas: A) apreciación de la literatura y B) introducción a su análisis académico. Según lo primero, leer poesía es sentir el poema. Según la segunda dimensión, necesitamos intentar explicar cómo se produce ese “sentir” y cuál es su significado cultural, para lo cual es necesario estar en posesión de los recursos retóricos que emplea el poeta en la construcción del poema.

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6. ¿Qué entendemos por versificación?

Bajo el término de versificación agrupamos los recursos retóricos que se asocian con el aspecto formal del poema. La unidad visual es el verso. Pero el verso mismo es un compuesto de otra unidad más simple que depende de su valor fónico. En el idioma español esta unidad es la sílaba (gramatical   o poética). De este modo asignamos a los versos distintos nombres según el número de sílabas que tienen. En español predominan los versos de ocho sílabas (octosílabos) y de once sílabas (endecasílabos); también son frecuentes los versos de siete sílabas (heptasílabos) y los de catorce sílabas (alejandrinos). Los versos que tienen más de ocho sílabas los llamamos versos de arte mayor. Si tienen ocho sílabas o menos se llaman versos de arte menor. También es importante el modo cómo se ordenan los versos dentro de un poema. Tradicionalmente los versos se ordenan en grupos que denominamos estrofas. Las estrofas pueden ser muy variadas, desde las estrofas de dos versos que denominamos pareados, a las décimas o estrofas de diez versos. En español son populares las estrofas de tres versos de arte mayor, tercetos, y de cuatro versos de arte menor,redondillas, o de arte mayor, cuartetos. En el Siglo de Oro fueron muy populares las octavas reales, estrofas de ocho versos endecasílabos, y la lira, una estrofa de cinco versos.

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Hay también composiciones estróficas como el soneto, que consta de un número preciso de estrofas: catorce versos agrupados en dos cuartetos y dos tercetos. Hoy día es muy popular el verso libre y en español siempre lo han sido composiciones no estróficas como el romance y la silva que constan de un número indefinido de versos sin agrupación estrófica. En páginas aparte se explican cada uno de estos términos con abundantes ejemplos y con referencias a los textos que se incluyen en la antología.

7. En el contexto de la forma, de la versificación, es fácil establecer la relación de lo que se ve y el nombre que le asigna la retórica; también comprendo que el ritmo es fundamental en la poesía, pero ¿cómo establecemos la relación entre el sonido y el significado de las palabras?

Desde el comienzo de esta introducción hemos puesto énfasis en la íntima relación entre lo fónico (sonido) y lo semántico (el sentido de las palabras). Los versos se miden, es verdad, por sílabas, pero éstas establecen valores

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rítmicos entre las sílabas tónicas (acentuadas) y las sílabas átonas (no acentuadas). El poeta, además, modifica el valor de las sílabas, según principios fónicos, que no siempre corresponde al que se establece en la gramática; es decir, crea o reduce sílabas a través de recursos retóricos muy precisos: la unión de dos o más sílabas cuando la última sílaba de una palabra termina en vocal y la siguiente comienza con vocal (la sinalefa), o el fenómeno opuesto que significa no unir dichas sílabas cuando en la pronunciación normal se unirían (el hiato); esta licencia poética puede ocurrir dentro de una palabra, cuando unimos en una sílaba dos vocales que según la gramática formarían sílabas diferentes (la sinéresis), o cuando separamos dos vocales que normalmente forman una sola sílaba (la diéresis). De este modo, el sonido de las palabras o de las letras adquiere un valor medular que se determina por su colocación y su repetición; así la anáfora(repetición de una palabra) o la aliteración (repetición de letras) o el sonido imitativo de la onomatopeya. El ritmo se consigue principalmente a través del acento al final del verso y el acento rítmico en lugares precisos de un verso. Por ello es tan importante el lugar donde el poeta coloca las palabras y la función del hipérbaton. El recurso fónico más evidente en la poesía tradicional es la rima (repetición de las últimas letras de un verso). La rima puede ser asonante (repetición de las vocales a partir de la última vocal acentuada) o consonante (repetición de todas las letras a partir de la última vocal acentuada). Estos dos modos de rima dan luego lugar a muy variadas combinaciones: rima gemela, rima cruzada, rima encadenada, rima abrazada, rima interna, etc.

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8. En el apartado anterior dedicado a los recursos fónicos se anota el hipérbaton, ¿qué relación tiene el orden de las palabras con el ritmo?Por razones didácticas hemos agrupado los recursos retóricos en cuatro categorías, pero en la realidad del poema todos estos elementos están tan íntimamente relacionados que no es posible separarlos. El hipérbaton y el encabalgamiento son buenos ejemplos de la necesidad de relacionar los recursos retóricos de las cuatro categorías. El hipérbaton consiste en la alteración del orden normal de las palabras en una frase. En un buen poema, la alteración del orden de las palabras se relaciona con la posición rítmica que éstas van a ocupar en el verso y afecta tanto al énfasis que colocamos en las palabras, como a fundir lo fónico (sonido, ritmo) con lo semántico (significado de las palabras). El encabalgamiento afecta igualmente el ritmo y unidad del verso al forzar su unión al verso siguiente para poder completar el significado. Aunque estos dos recursos son los más propios de la poesía, el poeta cuenta con otros recursos que alteran también el fluir del verso, como puede ser la eliminación de conjunciones (asíndeton) o añadir más conjunciones de las necesarias (polisíndeton). El poeta, en realidad, construye su propio orden morfológico al añadir, restringir o eliminar verbos, adjetivos, adverbios o nombres y especialmente con el uso del epíteto.

9. En la lectura de poesías siempre he tratado de buscar la idea central del poema. En esta introducción, sin embargo, no se discute el contenido. ¿No es importante el contenido de un poema?

Por supuesto que es importante. Pero debemos recordar que un poema no se

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construye con conceptos, se construye con palabras. Es decir, es más importante cómo se articula un concepto que el concepto mismo.

 

11.Todos los textos se construyen con palabras, ¿en qué se diferencia el poema?

Es cierto que todos los textos se construyen con palabras. También es cierto que la división de los textos literarios en géneros es algo arbitrario y, sin embargo, es algo muy útil desde un punto de vista didáctico. El agrupar los textos literarios en cuatro géneros, nos permite también concentrar nuestro análisis de los recursos retóricos, en aquellos textos que de modo más obvio representan una característica.

 

12.¿Es esa la razón por la que estudiamos ahora los recursos retóricos asociados con el léxico?

Así es, en efecto. Todos los recursos que se mencionan en el esquema anterior sobre el léxico, los podemos encontrar en un ensayo, en un cuento o en una obra de teatro. Los estudiamos en conexión con la poesía por su importancia en la gestación de un poema. Recordemos, además, que hay diferencias básicas entre los géneros. Por ejemplo, si en el ensayo se busca la comprensión lógica de un concepto, en la poesía es más común que el poeta trate que se sienta el concepto; por ello, como señalamos antes, es más importante cómo se articula un concepto que el concepto mismo. En este sentido, en poesía se hace uso con más profusión de las figuras del lenguaje(modificación el uso denotativo corriente de las palabras), así el uso de la metáfora y de la alegoría, de la metonimia, de la sinécdoque, de la prosopopeya, de la parábola, de la paradoja, del símil. Es decir, en poesía adquiere especial relevancia el valor connotativo de las palabras. Como señalamos anteriormente, es la acumulación de estos recursos en la poesía lo que justifica que se estudien también en el contexto del poema.

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Introducción al ensayo

Cuando usamos los términos literarios de narrativa, poesía o teatro, todos comprendemos su significado. La palabra ensayo, sin embargo, parece que se usa para todo aquello que no es poesía, teatro o narrativa. Cuando un profesor asigna un “ensayo” como trabajo final para una clase, normalmente no se refiere a un “ensayo literario” sino a un trabajo de investigación. Aquí vamos a estudiar el ensayo como uno de los géneros literarios. También incluimos una “Guía para una lectura crítica del ensayo” y, como ejemplo, una propuesta de análisis de un ensayo de [Autor, Título].

Vamos a comenzar con una definición que empiece a establecer el marco del género: El ensayo es un escrito en prosa de extensión moderada que se caracteriza por ser una cala profunda sobre un tema que no se pretende agotar. El ensayo es una reflexión desde la perspectiva personal de un autor implícito que se presenta como proyección artística del autor real. El ensayo es un género literario en el que el fin estético surge entrelazado con el proceso reflexivo sin sacrificarse el uno al otro. El ensayo muestra las ideas en el proceso de su formación, por lo que el juicio que se articula es tan importante como el proceso mediante el cual se conciben y organizan las ideas. Como todo escrito, nace en tensión con el ambiente cultural en que se concibe, pero busca trascenderlo al hacer del ser humano punto de partida y destino a la vez. La ensayística procura alejarse del dogmatismo que aporta el pensamiento hecho –del tratado, por ejemplo– al presentar la idea en su gestación y como invitación, implícita o explícita, al lector a participar y a continuar las reflexiones en su propio pensamiento.

1. Esta definición tiene muchos aspectos que necesitan más explicación para poderla comprender. ¿Desde qué perspectiva se ha escrito la definición?En la sección “introducción a la literatura” hemos hablado de tres momentos: el autor, el texto y el lector. Los tres momentos se relacionan en el acto de la comunicación y son a la vez independientesen cuanto al proceso de codificación y decodificación. El autor produce el texto siguiendo los principios de la comunicación que hemos estudiado al hablar de géneros

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naturales e históricos de la comunicación. El lector, al leer el texto reconoce dichos principios de la comunicación. La definición anterior está escrita desde la perspectiva de los géneros literarios.

2. ¿En qué sentido es el ensayo un género natural y cuándo se empieza a formar como género histórico?

Como uno de los cuatro géneros naturales –los otros: lírica, narrativa, dramática – la ensayística representa un modo de comunicación: la comunicación persuasiva mediante la reflexión.

Como género literario histórico, el ensayo surge como forma de pensar sin una retórica precisa; es decir, sin una serie de características formales que lo limiten. En este sentido podemos remontarnos a la Grecia clásica y hablar de la ensayística de Platón en sus Diálogos, o de los ensayos de Séneca en lo que él denominó Epístolas. El término ensayo lo fija Michel Montaigne en 1580 al publicar la primera edición de sus Essais. Dentro del mismo siglo XVI, en 1597, comienzan a publicarse los primeros ensayos de Francis Bacon. Ambos escritores fijan los principios históricos del nuevo género literario.

3. ¿Qué quiere decir que la definición anterior del ensayo está escrita desde la perspectiva de los géneros literarios?

Queremos decir que para construir esa definición hemos usado la percepción del ensayo como género natural –cuyo objetivo principal es la persuasión en la comunicación–, junto con las construcciones históricas. Podemos estudiar el ensayo considerando sucesivamente sus características desde la perspectiva del autor, desde la perspectiva del texto y desde la perspectiva del lector (las características que se anotan en el siguiente gráfico tienen enlace a textos más amplios).

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4. ¿Cuáles son las características del ensayo desde la perspectiva del autor?Cuando un escritor decide comunicar sus ideas a través de un ensayo, acepta también de modo implícito comunicarse según ciertos principios de la retórica del ensayo:

El ensayista busca influir en la opinión del lector; pero no lo hace dando ideas hechas (como en un tratado o como en las obras didácticas). El ensayista desea que el lector adopte sumodo de pensar (o lo comprenda como un posible modo de pensar).

El ensayista exterioriza su subjetividad en el ensayo; es como una confesión intelectual del autor, al expresar una forma de pensar. El autor se proyecta en el texto, por eso es frecuente el uso de la primera persona.

La estructura del ensayo se aproxima a la comunicación oral, en el sentido de incluir frecuentes digresiones y de seguir una estructura interna (unas ideas sugieren otras).

El ensayista prefiere temas de actualidad en conexión con la condición humana. Por eso, en los mejores ensayos, lo actual transciende lo temporal. Muestra diversas perspectivas que transcienden lo particular cultural.

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El ensayista reflexiona sobre un tema; no pretende ser exhaustivo, sólo desea profundizar en alguno de los aspectos del tema tratado.

El ensayista escribe para la generalidad de los cultos. Es decir, no escribe para profesionales; usa muy pocos términos técnicos y cuando los usa, lo hace en un contexto para que pueda se comprendido por la generalidad de los lectores.

5. ¿Cuáles son las características que nos permiten reconocer el texto ensayístico?La forma de un poema o de un cuento es por lo general suficiente para reconocer el poema o el cuento. Para diferenciar un artículo de un ensayo publicados en el mismo periódico, necesitamos leerlos y conocer las características del ensayo y del artículo. En el ensayo lo importante son las reflexiones, en el artículo nos interesan los datos.

El ensayo es un escrito en prosa de extensión moderada (raramente supera las 30 páginas de extensión). Por eso hablamos de libros de ensayos; o sea, de libros donde se recogen varios ensayos que pueden leerse de modo independiente.

La extensión del ensayo y los objetivos de tratar sólo un aspecto del tema, no significa que el ensayo sea un fragmento. Un fragmento es una parte de un todo (un capítulo de un tratado, por ejemplo). El ensayo es una forma de pensar, un modo de presentar una perspectiva diferente, y como éste es su objetivo, el ensayo es también completo auque sea breve y no pretenda ser exhaustivo.

La publicación original de los ensayos suele ser en la página de opinión de los periódicos, en los suplementos culturales o en revistas. Como forma de diálogo, el ensayo busca un público inmediato que pueda responder al contenido del ensayo (muchas de las cartas al editor son parte de ese diálogo entre el ensayista y sus lectores).

El texto del ensayo omite la documentación propia del artículo (notas a pie de página, bibliografía, etc.), pues lo importante del texto no son los datos sino la perspectiva del ensayista.

En el contenido, el ensayo cuestiona los contextos culturales de su momento al presentarlos desde una perspectiva personal.

6. ¿En qué sentido podemos hablar del ensayo desde la perspectivas del lector?

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La comunicación se hace posible cuando existe un código compartido entre el autor y el lector:

El lector se aproxima al ensayo con una percepción de lo que es el género del ensayo. Por ejemplo, no leemos del mismo modo un ensayo sobre la educación en la página de opinión de un periódico, que un artículo sobre la situación de la educación secundaria según los resultados de los exámenes estandarizados. En el primer caso buscamos opiniones que nos motiven a pensar: buscamos el diálogo. En el segundo caso buscamos datos que clasifiquen una situación: buscamos aprender.

El lector no busca conclusiones en el ensayo, desea encontrar nuevas perspectivas, nuevos modos de aproximarse a un tema.

El lector lee los ensayos como participante activo (en contraste, por ejemplo, mantenemos una posición pasiva de aceptación cuando leemos un cuento).

Cuando deseamos leer sobre un tema, buscamos un tratado, sin que nos importe mucho con frecuencia su autor. Cuando deseamos leer ensayos buscamos un autor, sin que nos importe mucho los temas que trata.

Cuando hablamos del valor de un ensayista, nos referimos tanto a las ideas que expresa como a la forma artística en que expresa dichas ideas.

7. Lo que se describe anteriormente es un lector que sigue la retórica del ensayo. Pero al estudiar el lector se habló de su independencia y de que el lector puede leer un texto independiente e indiferente de la retórica de los géneros.

Sí, es cierto. Los puntos anteriores hacen referencia a la retórica del ensayo y nos sirven para comprender lo que es la lectura de ensayo desde nuestro punto de vista académico. Por otra parte, los puntos anteriores describen también una lectura crítica. En nuestro momento actual vivimos una cultura de la información que demanda una lectura crítica. La antigua afirmación de “es verdad porque lo he visto escrito”, nunca fue totalmente cierta. Pero antes, la publicación de un libro o un artículo pasaba por numerosas etapas de evaluación. Hoy en día, cualquier persona puede publicar en Internet lo que desee. Por eso, la lectura crítica se ha convertido en una nota distintiva de la persona culta. Podemos decir que hoy día se impone una lectura ensayística de cualquier texto.

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(Gómez-Martínez)

Material disponible en: http://www.ensayistas.org/curso3030/genero/

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