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El aprendizaje de oficios artesanales en Santafé durante la primera mitad del siglo XVII: sastres, zapateros y sombrereros 1 . Diana Farley Rodríguez Muñoz [email protected] Resumen Este ensayo indaga acerca del proceso de aprendizaje de los oficios artesanales en Santafé durante la primera mitad del siglo XVII, a partir del estudio de los oficios relacionados con la confección de vestido: sastres, zapateros y sombrereros. Al respecto, se argumenta que El aprendizaje, como mecanismo de incorporación de los menores de edad a la vida laboral urbana, cumplía con ciertas funciones sociales de gran relevancia para el ordenamiento de la vida de la ciudad, por ejemplo evitar la vagancia y la pobreza. Asimismo, se plantea que, dado el precario desarrollo de gremios en la ciudad, el aprendizaje fue uno de los principales mecanismos de regulación, ordenamiento y reproducción del trabajo artesanal. Se analizan entonces, a partir de una muestra de conciertos de aprendizaje recopilados en las Notarías de Santafé, los aspectos más significativos del proceso de aprendizaje en los oficios señalados. Introducción La ciudad de Santafé, al igual que la gran mayoría de centros urbanos coloniales, requirió del trabajo artesanal, así como de los comerciantes, para cubrir las necesidades básicas de la población. Así, a partir del siglo XVI y siguiendo el 1 Este texto fue el informe final que entregué al ICANH y será, con algunos cambios, el primer capítulo de mi monografía, titulada El trabajo artesanal en Santafé durante la primera mitad del siglo XVII. Sastres, zapateros y sombrereros. 1

Artesanos Diana Rodríguez Capítulo 1

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El aprendizaje de oficios artesanales en Santaf durante la primera mitad del siglo XVII: sastres, zapateros y sombrereros[footnoteRef:1]. [1: Este texto fue el informe final que entregu al ICANH y ser, con algunos cambios, el primer captulo de mi monografa, titulada El trabajo artesanal en Santaf durante la primera mitad del siglo XVII. Sastres, zapateros y sombrereros.]

Diana Farley Rodrguez [email protected]

Este ensayo indaga acerca del proceso de aprendizaje de los oficios artesanales en Santaf durante la primera mitad del siglo XVII, a partir del estudio de los oficios relacionados con la confeccin de vestido: sastres, zapateros y sombrereros. Al respecto, se argumenta que El aprendizaje, como mecanismo de incorporacin de los menores de edad a la vida laboral urbana, cumpla con ciertas funciones sociales de gran relevancia para el ordenamiento de la vida de la ciudad, por ejemplo evitar la vagancia y la pobreza. Asimismo, se plantea que, dado el precario desarrollo de gremios en la ciudad, el aprendizaje fue uno de los principales mecanismos de regulacin, ordenamiento y reproduccin del trabajo artesanal. Se analizan entonces, a partir de una muestra de conciertos de aprendizaje recopilados en las Notaras de Santaf, los aspectos ms significativos del proceso de aprendizaje en los oficios sealados.

Introduccin

La ciudad de Santaf, al igual que la gran mayora de centros urbanos coloniales, requiri del trabajo artesanal, as como de los comerciantes, para cubrir las necesidades bsicas de la poblacin. As, a partir del siglo XVI y siguiendo el modelo hispnico, se instalaron en la ciudad los primeros talleres artesanales domsticos[footnoteRef:2]. En ellos, los maestros y oficiales peninsulares iniciaron el proceso de enseanza y reproduccin de oficios muy diversos. Entre estos, los que suplan las necesidades de vestido y calzado fueron especialmente importantes. De este modo, encontramos referencias tempranas a la presencia de sastres[footnoteRef:3], zapateros[footnoteRef:4] y sombrereros[footnoteRef:5], oficios que se fueron desarrollando y vinculando estrechamente a la vida cotidiana de la ciudad a lo largo del periodo colonial. [2: Aqu usamos ocasionalmente la palabra taller, pero la designacin dada en la documentacin al lugar de produccin, comercializacin y vivienda de los artesanos es Tienda. ] [3: Sastre: la persona que tiene el oficio de cortar vestidos y coserlos. Diccionario de Autoridades. 1739. ] [4: Zapatero: el que corta y cose los zapatos. Diccionario de Autoridades. 1739.] [5: El que fabrica y hace los sombreros. Diccionario de Autoridades. 1739.]

La organizacin del trabajo artesanal en Santaf requiri de un proceso formativo cuya primera etapa era el aprendizaje. Esta etapa iniciaba con el ingreso de nios y jvenes varones[footnoteRef:6] a un taller artesanal, donde se convertiran en aprendices de un maestro que los formara en un oficio especfico. Siguiendo a Pablo Buchbinder, el aprendizaje era en s mimo una instancia que canalizaba la transmisin del saber[footnoteRef:7], un mecanismo de reproduccin de la comunidad artesanal. [6: Este artculo se concentrar especialmente en el trabajo masculino, dado que la vinculacin de las mujeres a la vida artesanal urbana es muy difcil de rastrear y casi que inexistente en el registro notarial. Hecho que no implica la ausencia del trabajo femenino. Por el contrario, autores como Vargas Lesmes han sealado ya la importancia del trabajo femenino en ciertos oficios (pasteleras, panaderas, tenderas, tejedoras, entre otros). Ver. Julin Vargas Lesmes, La Sociedad de Santaf Colonial (Bogot: CINEP, 1990): 97-98. ] [7: Pablo Buchbinder. Maestros y aprendices: estudio de una relacin social de produccin (Espaa, siglos XV-XVII). (Buenos Aires: Editorial Biblos, 1991): 31. ]

El aprendizaje se formalizaba por medio de documentos legales denominados conciertos de aprendizaje: contratos libres realizados entre los maestros (u oficiales) y los representantes jurdicos de los aprendices[footnoteRef:8]. Mediante estos conciertos se disponan todas las condiciones del aprendizaje de oficios[footnoteRef:9] y se regulaba la relacin maestro/aprendiz, cuyo vnculo, siguiendo a Buchbinder, constituye la base de las relaciones de produccin al interior del sistema corporativo[footnoteRef:10]. [8: Estos documentos se registraban ante las autoridades locales, concretamente ante el escribano, quien se encargaba de escribir, otorgar y dar fe de los diversos instrumentos pblicos que se registraban ante l (escrituras, autos, informaciones, entre otros). Para una descripcin detallada de las funciones de los escribanos vase el Libro V, Ttulo VIII de la Recopilacin de leyes de Indias.] [9: Segn Lorenzo Pinar el contrato de aprendizaje era un contrato libre entre las partes en el que se estipulaba una serie de clusulas punitivas ante un hipottico incumplimiento. Citado en: Francisco Javier Lorenzo Pinar, El aprendizaje de los oficios artesanos en la Zamora, 450.] [10: Buchbinder, Maestros y aprendices, p. 24. ]

De este modo, desde mediados del siglo del siglo XVI se empezaron a asentar los primeros conciertos de aprendizaje. Uno de los primeros registros que se encuentra data del 13 de abril de 1557. Se trataba, justamente, de un aprendiz de sastre. Por orden del oidor Juan de Montao, el alguacil de la ciudad asent a un indio ladino llamado Francisco, como criado y aprendiz del sastre Juanes Navarro, quien le enseara el oficio y le pagara cada ao (durante dos aos) ocho pesos y cuatro mantas. As pues, se puso en marcha el desarrollo de un sistema de trabajo artesanal urbano corporativo (lo que no implica necesariamente el desarrollo de gremios) que, como veremos en el presente estudio, vinculaba a los habitantes de la ciudad sin restricciones de origen tnico.

El aprendizaje era el estadio inicial para la incorporacin al orden de la jerarqua de la estructura gremial: aprendiz/oficial/maestro. Este periodo de formacin profesional previo al oficialazgo, tal y como lo define Javier Lorenzo Pinar[footnoteRef:11], culminaba cuando el aprendiz ascenda a la categora de oficial, momento a partir del cual podra sustentarse de su oficio o, conforme lo expresan los documentos, ganar de comer como oficial[footnoteRef:12]. [11: Francisco Javier Lorenzo Pinar El aprendizaje de los oficios artesanos en la Zamora del siglo XVI, Studia historica. Historia modernaN 6 (1988): 449.] [12: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot. Tomo 30, Caja 1, Carpeta 3, Ao: 1608, f 614r. ]

Es muy importante aclarar que, seguramente, no todos los conciertos de aprendizaje pasaron por la pluma del escribano. Hecho que ha sido destacado por varios autores. En esa direccin, refirindose al caso de los gremios malacitanos del siglo XVIII, Siro Villas Tinoco afirma que: El contrato de aprendizaje constitua tan slo la legalizacin de una situacin de hecho y que el aprendizaje existi incluso sin contrato formal entre las partes pudiendo establecerse ajustes verbales que no siempre se traducan en documentos redactados por el escribano[footnoteRef:13]. Asimismo, Paniagua y Truhan proponen que, para el caso del corregimiento de Cuenca (Audiencia de Quito) a mediados del siglo XVII, la escasez de asientos de aprendizaje permite deducir que ellos tuvieron un carcter ms privado al llevarse a cabo mediante acuerdos verbales directamente entre los implicados[footnoteRef:14]. [13: Citado en: Francisco Javier Lorenzo Pinar, El aprendizaje de los oficios artesanos en Toro durante el siglo XVI (Zamora: Instituto de Estudios Zamoranos Florin de Ocampo, 2009): Pg. 16. ] [14: Vase: Jess Paniagua Prez y Deborah L. Truhan, Oficios y Actividad Paragremial en la Real Audiencia de Quito (1557-1730): el Corregimiento de Cuenca (Len: Universidad de Len, Secretariado de Publicaciones y Medios Audiovisuales, 2003). Pg. 293.]

De hecho, algunos de los contratos asentados en Santaf indican que el aprendiz estaba previamente bajo la tutora del maestro antes de haber concertado legalmente el asiento ante las autoridades. Un caso ilustrativo es el siguiente concierto de zapatera:

[] ante Francisco Rodrguez Galeano, alcalde ordinario, parecieron Mara Zapata, madre de Domingo, nio de doce aos, y Luis Zapata, su hermano, y pusieron al dicho muchacho con Salvador Garca, maestro Zapatero, que ha dos aos lo tiene en su poder. Por tiempo de un ao que corre desde hoy, para que lo acabe de ensear el dicho oficio, prosiguiendo en la enseanza de l, sin le encubrir cosa alguna, ni ocuparlo en otro ministerio, para que quede oficial porque trabaja con l desde el dicho tiempo a esta parte[footnoteRef:15] (negrilla propia). [15: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 43D, caja 1, carpeta 1, ao 1635, folios: 310v-311r [foliacin antigua].]

As pues, en el presente estudio se busca identificar cmo se desarrollaba el proceso formativo de los aprendices en Santaf durante la primera mitad del siglo XVII, observando el caso concreto de los oficios relacionados con la produccin de vestido: sastres, zapateros y sombrereros. En particular, se analizarn cules fueron las funciones del aprendizaje de oficios en la organizacin del trabajo artesanal, as como sus funciones o alcances sociales dentro del orden colonial. Para tal fin, se recopilaron y analizaron 107 conciertos de aprendizaje registrados en las Notaras Primera, Segunda y Tercera de Santaf, entre los aos 1600 y 1650[footnoteRef:16]. [16: Se revisaron en total 150 protocolos notariales. Los 107 conciertos estn distribuidos de la siguiente manera: 1 de calcetero, 12 de sombrerero, 31 de zapatero y 63 de sastre. Estos 107 contratos representan la totalidad de conciertos de estos oficios, registrados en las notaras de Santaf.Es importante indicar que hemos podido rastrear que en Santaf, en el periodo mencionado, se asentaron aproximadamente 230 conciertos de aprendizaje de los diversos oficios que se desarrollaron. De modo que la muestra aqu estudiada representa casi que la mitad de la totalidad de conciertos. ]

El anlisis de este corpus documental permite plantear los aspectos ms significativos del proceso de aprendizaje de oficios. En primer lugar, se plantearn algunas consideraciones generales acerca del aprendizaje de oficios artesanales, prestando especial atencin a sus funciones sociales. Sucesivamente, se abordarn los asuntos relacionados con la representacin legal de los menores aprendices, as como la edad de inicio del aprendizaje y su duracin. Asimismo, se analizar cul fue el papel que jug el origen tnico en el aprendizaje de oficios, ello en aras de develar si hubo restricciones para acceder al trabajo artesanal. Por ltimo, se plantearn algunos aspectos caractersticos del aprendizaje de oficios artesanales en Santaf.

1. El aprendizaje de oficios artesanales en la sociedad colonial.

En el marco de las relaciones laborales artesanales, como se ha indicado anteriormente, el aprendizaje constitua una etapa de formacin profesional y de afiliacin al sistema corporativo artesanal. No obstante, uno de los aspectos ms destacables del aprendizaje radica en sus alcances ms all de la relacin laboral. Me refiero a su importancia en la vida familiar y en la vida de la ciudad. El aprendizaje constitua el inicio de una nueva etapa en la vida del individuo e implicaba la incorporacin a un nuevo ncleo familiar. Significaba, dado el precario desarrollo de la educacin infantil, la posibilidad de acceder a un espacio en el que el aprendiz sera formado no slo en un oficio especfico, sino tambin en doctrina, en moral, y, en algunos casos, en primeras letras. Se trataba de un momento determinante en la vida de los individuos, toda vez que del xito en el proceso de aprendizaje poda depender su futuro y el de su familia. Segn Philippe Aris, el aprendizaje era el medio de educacin propio del Antiguo Rgimen, reemplazado, posteriormente, por la escuela:

Toda la educacin se haca, pues, mediante el aprendizaje, y se daba a esta nocin un sentido mucho ms amplio que el que tom posteriormente. No se conservaban los hijos en el hogar propio: se les enviaba a otras familias, con o sin contrato, para que permanecieran y comenzaran all su vida[footnoteRef:17]. [17: Philippe Aris. El nio en la vida familiar en el Antiguo Rgimen (Madrid, Taurus, 1987): pp. 485-486.]

Los contratos de aprendizaje dan cuenta de la temprana vinculacin de los nios al mundo de los mayores[footnoteRef:18], segn lo corroboran autores que han investigado sobre la vida cotidiana y familiar en el periodo colonial. Al respecto, Pablo Rodrguez afirma que demasiado rpido, los nios eran integrados al mundo de los adultos, a sus trabajos [footnoteRef:19]. Con referencia a la poblacin infantil esclava en Ro de Janeiro durante el siglo XVII, Manolo Florentino y Jos Roberto Pinto de Gos plantean que A los 12 aos el adiestramiento que los volva adultos haba concluido [] A los catorce se era un adulto completo[footnoteRef:20]. Para el caso santafereo, a la luz de algunos contratos de aprendizaje, es posible deducir que sta adscripcin prematura a las relaciones de produccin laboral aplicara no slo para los menores esclavos, sino tambin para indios, mestizos, e incluso nios espaoles hurfanos. Es el caso de Mateo, un hurfano mestizo de ocho aos, asentado por el alcalde de la ciudad como aprendiz del maestro sedero[footnoteRef:21] Andrs de la Cueva. Si su aprendizaje era llevado a buen trmino, a los doce aos este nio podra trabajar como oficial[footnoteRef:22]. [18: La mayora de edad se alcanzaba a los veinticinco aos.] [19: Pablo Rodrguez En busca de lo cotidiano (Bogot, Universidad Nacional de Colombia, 2002): 202. ] [20: Manolo Florentino & Jos Roberto Pinto de Gos, Morfologas de la infancia esclava. Ro de Janeiro, siglos XVIII y XIX, En Historia de la infancia en Amrica Latina, eds. Pablo Rodrguez y Mara Emma Mannarelli. (Bogot: Universidad Externado de Colombia, 2007): 181. ] [21: Sedero: El que vende, labra seda o trata en ella. Diccionario de Autoridades (1739)] [22: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 45, ao 1642, folio 89v [foliacin antigua] 327v [foliacin nueva].]

Muy tempranamente, los menores que estaban en camino de formacin en algn oficio artesanal eran alejados de sus familias e integrados a nuevo ncleo familiar/laboral. El aprendiz ingresaba a un taller y, simultneamente, a un nuevo hogar en el que se le garantizara el cubrimiento de sus necesidades bsicas (vivienda, comida y vestido) y, en algunos casos, enseanza de doctrina. En ese sentido, afirma Douglas Cope: cuando los artesanos aceptaban a sus aprendices, prcticamente los reciban en el seno de su familia, asumiendo la responsabilidad de sus gastos de manutencin y aceptando actuar como si fueran sus padres[footnoteRef:23]. Sin embargo, es pertinente sealar que el desprendimiento de los nios y jvenes de su ncleo familiar no slo se daba en el caso del aprendizaje de oficios, tambin tena lugar en el concertaje de servicios personales, as como en el aprendizaje de las primeras letras. En cuanto a este ltimo, no sobra indicar que en los protocolos notariales se encuentran, aunque de forma escasa, conciertos para la enseanza de las primeras letras. Estos contratos se asentaban entre los padres o representantes del menor y un maestro del arte de leer y escribir. En ellos el nio no entraba como aprendiz sino como pupilo y viva en la casa de su maestro hasta que aprenda a leer, escribir y contar, momento en el cual retornara a su familia[footnoteRef:24]. [23: Douglas Cope, Los mbitos laborales urbanos. En Historia de la vida cotidiana en Mxico. Vol. II. La ciudad Barroca. Antonio Rubial Garca, coordinador. Fondo de Cultura Econmica. Mxico. 2005. p. 416. ] [24: Vese por ejemplo el concierto celebrado entre Andrs de Riberos y Francisco Prez Hidalgo, maestro, para ensear a leer y escribir a dos mozos. A.G.N. Notaras, Notara Segunda de Santaf, tomo 29, ao 1622, folios 115r-115v [foliacin antigua].]

As pues, convertirse en aprendiz acarreaba una serie de acontecimientos relevantes en la vida de los menores y sus familias. Al lado de su maestro, los nios o jvenes, segn fuera el caso, se integraban a un sistema de transmisin de valores y conocimientos, segn lo expresa Aris:

La transmisin de valores y conocimientos, y en general la socializacin del nio, no estaba garantizada por la familia, ni controlada por ella. Al nio se le separaba enseguida de sus padres, y puede decirse que la educacin, durante muchos siglos, fue obra del aprendizaje, gracias a la convivencia del nio o del joven con los adultos, con quienes aprenda lo necesario ayudando a los mayores a hacerlo[footnoteRef:25]. [25: Philippe Aris. El nio en la vida familiar, p. 10 ]

De modo que los contratos de aprendizaje nos permiten acercarnos, tangencialmente, a las dinmicas familiares urbanas y evidencian ciertos rasgos de movilidad en el mbito familiar, por lo menos en lo que atae al temprano desprendimiento de los hijos de sus familias. As, las familias de los aprendices experimentaban la ausencia de uno de sus hijos durante varios aos, mientras que las familias de los maestros deban adaptarse a la llegada peridica de nuevos miembros. Un caso llamativo es un concierto de sastrera de 1618 en el cual se asienta de manera simultnea a dos hermanos con el mismo maestro:

Bartolom de Chvez, vecino de esta dicha ciudad, y como padre y legtimo administrador de Alonso de Chvez, su hijo legtimo, y de Diego, su hijo natural, otorg que los dichos sus hijos estarn tiempo de cuatro aos que corren y se cuentan desde hoy dicho da, con Francisco de la Sierra, sastre, para que le ensee el dicho oficio de sastre[footnoteRef:26]. [26: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 19, ao 1618, folios: 338v-339r [foliacin antigua].]

De hecho y de manera excepcional, en uno de los conciertos de zapatera, el aprendiz es llevado por su maestro a Cartagena, ciudad donde se realizara el aprendizaje, mientras que su familia continuara viviendo en Santaf:

Mara Briceo, mulata libre, viuda de Cristbal de Borja, negro libre difunto, entreg y puso por aprendiz a Cristbal Gonzlez, su hijo legtimo, persona libre de esclavitud y cautiverio, de edad de diez y seis aos poco ms o menos, natural de esta ciudad, con Cristbal de Ortega, maestro zapatero, vecino de la ciudad de Cartagena, que de presente est de partida para irse a ella, por tiempo de dos aos que corren desde hoy, para que lo lleve y tenga en su tienda y compaa y ensee el dicho oficio[footnoteRef:27] [27: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 45, caja 1, ao 1642, folios: 184r-184v [foliacin antigua], 654r-654v [foliacin nueva].]

Otro aspecto destacable que determinaba la vinculacin temprana de algunos menores a las relaciones de produccin artesanal era el propsito de las autoridades locales y de los representantes de los menores de prevenir y sortear los problemas que aquejaron recurrentemente a la poblacin urbana, a saber, la vagancia y la pobreza. Esta preocupacin tena un soporte legal que se recoge en la Recopilacin de Leyes de Indias, as como en disposiciones de las autoridades locales. Al respecto, en la mencionada Recopilacin se prescriba a los virreyes, presidentes y gobernadores que ordenaran a los vagabundos espaoles: [] hagan asiento con personas a quien sirvan o aprendan oficios en que se ocupen y puedan ganar y tener de qu sustentarse por buenos medios [] y si fueren oficiales de oficios mecnicos o de otra calidad oblguenlos a emplearse en ellos o en otras cosas, de suerte que no anden vagabundos; y si amonestados no lo hicieren, chenlos de la tierra[footnoteRef:28] (negrilla propia). [28: Recopilacin de Leyes de Indias. Libro VII, ttulo IV, ley I. ]

La vagancia tena una doble significacin: era considerada como un vicio, en el marco de la moral cristiana, y como un delito, en el marco jurdico. De este modo, en los contratos de aprendizaje los representantes legales de los menores, en especial sus padres, exponan frecuentemente que asentaban a sus hijos para evitar que estuvieran vagando. As, por ejemplo, Isabel Corts, mulata libre, madre de Pedro Corts, tambin mulato libre, declar que asentaba a su hijo como aprendiz para que no ande vagando[footnoteRef:29]. Otro caso interesante en este sentido es el de un indio llamado Pedro, quien en 1619 estaba preso en la crcel de Santaf por vagabundo[footnoteRef:30]. Sin embargo, a solicitud del sastre Antonio Valle de Rosas, fue dejado en libertad para ser concertado como aprendiz[footnoteRef:31]. No obstante, el ingreso como aprendiz de un taller no garantizaba una solucin definitiva para la vagancia. Es decir que el ejercicio de los oficios artesanales, una vez el aprendiz terminaba su formacin, dependa de otros factores, tales como la demanda de mano de obra por parte de los maestros y oficiales que tenan tiendas pblicas; la competencia; la posibilidad de abrir tienda; el reconocimiento; entre otros. [29: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 26, protocolo 1629-1630, folios 52v-53r] [30: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 36, caja 1, carpeta 3, ao 1619, folio: 646v [foliacin antigua]. ] [31: Un caso similar de la vinculacin de presos como aprendices ha sido hallado por Marta Fajardo: es el caso del platero santafereo Domingo Roldn, quien se hizo cargo en 1769 de ensear su oficio de platero a Joseph Antonio Bastidas que estaba preso en la crcel. Ver. Marta Fajardo, Oribes y plateros, 32. ]

Por otro lado, el aprendizaje significaba una oportunidad para algunos habitantes de la ciudad que tenan dificultades para vincularse a otras actividades productivas y, por lo tanto, eran propensos a caer en la pobreza. Es el caso de los indios ladinos que no lograban concertar un servicio personal, as como de los forasteros, personas que por diversas razones haban dejado su lugar natal y buscaban establecerse en la ciudad. Se tiene referencia de este hecho desde mediados del siglo XVI. Dos casos son llamativos al respecto. Por un lado, el caso del indio ladino Bartolom, quien en 1557 se present ante el defensor de indios y pidi que por cuanto l al presente no tiene amo ni servicio, y a esta causa padece necesidad, que le asiente con una persona con quien pueda estar y ser bien tratado y aprender oficio de sastre[footnoteRef:32]. Por otro lado, encontramos el caso de Gernimo de Sosa, natural de la ciudad de Ocaa (Gobernacin de Santa Marta) y estante en Santaf, quien en su concierto de aprendizaje dijo que es mestizo y que no tiene padre ni madre, y ser de edad de diez y ocho aos y que por no andar vagando se quiere concertar con Pedro Cotrullo [sastre]"[footnoteRef:33]. [32: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 1, caja 1, carpeta 2, ao1558, folio: 164r-164v [foliacin nueva]. ] [33: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 9, ao 1619, folio 14. ]

El estudio de los problemas de vagancia y pobreza en el Nuevo Reino de Granada se ha concentrado en las ltimas dcadas del siglo XVIII[footnoteRef:34], periodo durante el cual, en palabras de Mara Himelda Ramrez: La pobreza se reconoci entonces como un problema social, ms que un designio divino y por lo tanto, susceptible de intervenir. La Caridad Ilustrada promovi la idea de la articulacin entre el progreso con la erradicacin de la pobreza[footnoteRef:35]. As pues, en el marco de las reformas borbnicas, se adelantaron diversas estrategias para controlar dichos problemas; fenmeno que ha suscitado un notable inters entre los investigadores. No obstante, se hace necesario realizar un anlisis de la vagancia y la pobreza en Santaf durante los siglos XVI y XVII. Por lo pronto, se puede argir que en la primera mitad del siglo XVII el aprendizaje de oficios superaba las esferas del marco laboral, se configuraba como un medio para fomentar la vocacin al trabajo y la utilidad de los individuos. Era, por lo tanto, un mecanismo de control y orden sobre los problemas citados. [34: Al respecto, vanse los trabajos de: Mara Himelda Ramrez, De la caridad barroca a la caridad ilustrada. Mujeres, gnero y pobreza en Santa Fe de Bogot. Siglos XVII y XVIII (Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 2006), 214 . De la misma autora los artculos: La infancia abandonada en Santa Fe Colonial: Entre la caridad privada y la tutela Estatal", Trabajo Social Vol: 2fasc.1 (2000): 47 -64 y "Los discursos sobre el abandono a la infancia en la sociedad Barroca de Santaf de Bogot, Siglo XVII, Tabula Rasa Vol: 1fasc.1 (2006): 203 - 216. Tambin, el trabajo de Nicols Alejandro Gonzlez, Se evita que de vagos pasen a delincuentes: Santaf como una ciudad peligrosa (1750-1808), Anuario colombiano de historia social y de la cultura Vol. 37 N 2 (2010): 17-44. El de Alexandra Mancera Carrero, Nios expsitos y menores en Bogot: 1791-1920, Nmadas N 36 (abril 2012): 225-237 y el de Sandra Patricia Rodrguez, Sujecin, correccin y disciplina: pedagoga social de masas en Santa Fe de Bogot 1780-1821 (Bogot: Fundacin Francisca Radke/ Universidad Pedaggica Nacional, 2007). ] [35: Mara Himelda Ramrez, De la caridad barroca a la caridad ilustrada, 214. ]

Otra de las funciones sociales del aprendizaje de oficios artesanales era la proteccin de los hurfanos y su incorporacin a la sociedad. De ah que, de la muestra de contratos analizados, el 24% corresponde a aprendices hurfanos o de padres ausentes. En ocasiones, estos menores eran asentados por sus tutores o curadores (que bien podan ser familiares cercanos o particulares), en otros casos eran asentados directamente por el alcalde ordinario, quien funga como padre de menores[footnoteRef:36]. Al respecto de la obligacin que tenan las autoridades de velar por los hurfanos, se ordenaba en la Recopilacin de Leyes de Indias: [36: En este aspecto se ahondar ms adelante en el apartado acerca de la representacin legal de los menores. ]

Infrmense [los virreyes y presidentes], qu hijos o hijas de espaoles y mestizos difuntos hay en sus distritos que anden perdidos y los hagan recoger y dar tutores que miren por sus personas y bienes: a los varones que tuvieren edad suficiente pongan a oficios o con amos o a cultivar la tierra y si no lo hicieren chenlos de la provincia, y los corregidores y Alcaldes mayores lo hagan y cumplan en sus distritos[footnoteRef:37] (negrilla propia). [37: Recopilacin de Leyes de Indias, Libro VII, ttulo IV, ley IV.]

En Santaf, con el surgimiento de instituciones como la Casa de Expsitos[footnoteRef:38], fundada en 1642, se regul un poco ms la vinculacin de estos nios al mundo laboral. Al respecto, afirma Mara Himelda Ramrez: La preocupacin por la rentabilidad de esta obra asistencial, impuls a los legisladores a la incorporacin temprana de los nios y las nias a la formacin en oficios que anunciaban su inclusin en la sociedad[footnoteRef:39]. As, las autoridades de la Casa de Expsitos ordenaban: "[...] Y porque es bien aliviar esta casa de gastos se ha de observar que en siendo de cuatro aos los varones el S(eo)r Oydor tenga cuidado de repartirlos en personas de esta Ciudad de satisfaccin o Maestros de Oficios para que se les ensee y cren[footnoteRef:40]. No obstante, en las primeras dcadas del siglo XVII, lo ms probable es que la funcin de acogida y cuidado de los nios hurfanos y abandonados hubiera reposado en manos de las autoridades locales y de personas particulares que acogan a estos nios en el seno de su familia[footnoteRef:41]. El aprendizaje de oficios fue considerado por las autoridades como una forma de garantizar el amparo e incorporacin de los hurfanos a la vida de la ciudad. [38: Nios abandonados. ] [39: Mara Himelda Ramrez, De la caridad barroca a la caridad ilustrada, 155. ] [40: Citado por Mara Himelda Ramrez, De la caridad a la caridad ilustrada, 155-156. ] [41: En este sentido, llama la atencin que en los testamentos santafereos se presenta una recurrente referencia a la presencia de nios criados en el seno de las familias y se designan bajo esta categora para diferenciarlos de los hijos. ]

En definitiva, los contratos de aprendizaje de oficios, cuyos aspectos ms relevantes pasarn a analizarse a continuacin, develan algunos de los rasgos ms significativos de incorporacin de la poblacin infantil al orden econmico y social colonial. Como acertadamente afirma Buchbinder, estas evidencias nos obligan a considerar el aprendizaje artesanal como un mecanismo de transmisin cultural, de etapa en la vida de un individuo y como instancia de socializacin e integracin de una persona en una sociedad corporativa[footnoteRef:42]. Por ende, adems de su inherente funcin en el marco de las relaciones laborales artesanales, el aprendizaje de oficios se configur tambin como un mecanismo de prevencin y control de los problemas pblicos. [42: Pablo Buchbiner, Maestros y aprendices, p. 35]

2. Representacin legal de los menores en los contratos de aprendizaje de oficios Por su condicin de menores, los aprendices deban estar representados legalmente por terceras personas. Esta representacin, segn fuera el caso, poda ser desempeada por los padres, familiares cercanos (hermanos, tos, abuelos); el alcalde ordinario, en el caso de algunos hurfanos e indios; tutores[footnoteRef:43] o curadores[footnoteRef:44]; criadores, en el caso de hurfanos criados en casas de familia, y por los amos, en el caso de los aprendices esclavos. [43: Segn el Diccionario de Autoridades (1739), el tutor era la persona destinada primariamente para la educacin, crianza, y defensa, y accesoriamente para la administracin, y gobierno de los bienes del que, por muerte de su padre, qued en la menor edad, y cumpliendo los catorce aos se llama curador. ] [44: El curador se defina como la persona: que tiene a su cargo, por nombramiento de juez, el cuidado de la hacienda, y la defensa de las causas o pleitos de alguno, que por ser menor de edad, o falto de juicio, no puede defenderse por s (Autoridades 1729).]

De la documentacin analizada, se infiere que en la gran mayora de los aprendizajes registrados en Santaf fueron los padres o familiares quienes asentaron y representaron a los menores. Estos casos conforman el 52% de los 107 contratos estudiados. Ello revela que, en efecto, era una prioridad de las familias el que sus hijos ejercieran algn tipo de oficio que les brindara un sustento en el futuro. Esto era especialmente importante en una ciudad en la que las limitaciones de acceso a la educacin eran evidentes, debido al precario desarrollo de la instruccin pblica[footnoteRef:45]. Adems, lograr que los menores se convirtieran en artesanos podra posibilitar el sustento de la familia. De hecho, era recurrente que la familia dependiera exclusivamente del trabajo de los miembros artesanos. Este hecho se evidencia en el caso de un indio ladino llamado Lzaro, oficial zapatero, quien fue herido gravemente en una ria con otros artesanos. Lzaro present ante la Audiencia una peticin en los siguientes trminos: que me den y paguen [sus agresores] los pesos de oro que por la dicha herida y enfermedad he dejado y dejar de ganar al dicho mi oficio con que me sustento y mi casa, madre y hermanas[footnoteRef:46]. [45: Al respecto de la educacin en el periodo colonial, afirma Brbara Yadira Garca la educacin que se imparta a travs de estas escuelas [Escuelas de primeras letras] mantuvo en la ignorancia a la poblacin por la precariedad de recursos, por la inexistencia de maestros preparados y la escasa cobertura. Brbara Yadira Garca, La Educacin Colonial en la Nueva Granada: entre lo domstico y lo pblico, Revista Historia de la Educacin Latinoamericana N 7 (2005): 219-240. ] [46: AGN. Seccin Colonia, Caciques e indios, legajo 49, folios 572-583. ]

En segundo lugar, era el alcalde ordinario quien ejerca la funcin de concertaje de los menores, as como de su representacin en los contratos. De manera que, en el 30% de los contratos estudiados el alcalde ordinario se desempe como representante legal. Las autoridades ejercan esta funcin cuando el menor se presentaba ante el cabildo por s solo y de manera voluntaria para solicitar concierto de aprendiz, o cuando explcitamente se declaraba en estado de orfandad. As, en marzo de 1613, ante el alcalde ordinario Alonso Lpez de Mayorga pareci Pedro de Pedraza, muchacho mestizo, al parecer de catorce o quince aos y dijo que l es hurfano y no tiene padre ni madre y quiere aprender oficio de sastre[footnoteRef:47]. Prestando atencin a esta peticin y debido a la condicin de orfandad del joven, el alcalde lo asent como aprendiz. La representacin legal de los hurfanos por parte de los alcaldes, estaba relacionada con el ejercicio de otras funciones o cargos por parte de estos funcionarios. De ese modo, en algunos contratos el alcalde se autodenominaba padre de menores[footnoteRef:48], administrador de los hurfanos[footnoteRef:49] o manifestaba que el asiento de aprendices era facultad de su oficio[footnoteRef:50]. Asimismo, en algunas ocasiones, los alcaldes asuman la representacin de los indios ladinos[footnoteRef:51]. [47: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot. Tomo: 33. Caja: 1. Carpeta: 1. Ao: 1613-1614, folios 88r-v.] [48: Francisco, indio natural y criollo de esta ciudad, [] pidi al seor alcalde que l quiere aprender oficio de sastre [] y el dicho alcalde, viendo su buen intento, como tal padre de menores, le puso por asiento y concierto. A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot. Tomo: 32. Caja: 2. Carpeta: 5. Ao: 1612Folios: 723v.Ha sido difcil rastrear el establecimiento y funciones del Padre de Menores en Santaf. Se desconoce si se trataba de una institucin en s misma o de un cargo desempeado por los funcionarios del cabildo. Segn Vicente SnchezyTeresa Guijarro Granados En Castilla exista en el siglo XVII El Padre General de Menores, institucin muy parecida al Padre de los Hurfanos aunque su cometido parece ser que estaba ms orientado a velar por los menores y sus bienes, cuando quedaban sin padres, viniendo a constituir una especie de tutela civil. De esta definicin se deriva que los Padres de menores estaban encargados de velar por los hurfanos. Pero a lo que apunta la documentacin de Santaf es que el padre de menores se encargaba de velar por los menores, pero no necesariamente hurfanos. ] [49: Yo, Iigo de Alvis, alcalde ordinario de la ciudad de Santaf, administrador de los hurfanos, pongo por aprendiz del oficio de sastre, con Juan de Castro, a Martn de Ocampo, natural de la ciudad de Cuenca en el Per. A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 16, protocolo 1623-1625, folio 71v-72r.] [50: Francisco Rodrguez Galeano, alcalde ordinario de esta ciudad, usando de la facultad de su oficio, pone por aprendiz con Francisco Garca, maestro del oficio de sombrerero, a Juan Daz. A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 43, ao 1635, folios 444v-445r.] [51: En ese sentido, es importante indicar que, en el siglo XVI, en la mayora de conciertos de aprendizaje de indios era el defensor de indios (y en menor medida el Alcalde) quien funga como representante legal. No obstante, en ninguno de los conciertos aqu escrutados se hace referencia a este funcionario.]

Como se mencion con anterioridad, los tutores y curadores tambin ejercan la representacin legal de menores. No obstante, dentro de los documentos estudiados estos casos son exiguos y representan apenas un 6%. Pero, quines estaban capacitados jurdicamente para ser curadores? A partir de los contratos revisados se encuentra que esta potestad poda ser asumida por familiares (hermanos mayores y tos), oficiales del cabildo o la Audiencia, o vecinos de la ciudad. En cuanto a los familiares curadores tenemos dos casos ilustrativos: en enero de 1608, el mestizo Alonso Prez, de 15 aos, se present ante el alcalde para solicitar nombramiento de curador para poderse asentar como aprendiz de sastre. El alcalde orden que para tal efecto fuera nombrado su hermano, el platero Francisco Lpez[footnoteRef:52]. El segundo caso es el de Marcos de Zerena, un hurfano puesto como aprendiz de zapatera por su to Marcos de Zerena, quien asumi la representacin legal del menor ante la ausencia de sus padres[footnoteRef:53]. En otros casos, los curadores eran vecinos o personas allegadas al menor, as como oficiales de la audiencia o del cabildo, como fue el caso del joven letrado[footnoteRef:54] Andrs Penagos, quien nombr como su curador a Alonso de Aranda, procurador de la audiencia, quien fue ratificado en el cargo por el alcalde[footnoteRef:55]. [52: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot. Tomo: 30. Caja: 1. Carpeta: 2. Ao: 1607. Folios: 356r-356v] [53: A.G.N. Notaras, Notara Primera de Bogot, tomo 27, volumen 34, Ao: 1615, f. 355r-355v.] [54: Lo deducimos porque firma todos sus documentos. ] [55: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot, tomo: 30, caja 1, carpeta 2, ao 1608, f. 258r. ]

En el caso de los contratos de esclavos era el amo el que funga como representante legal. Dentro de la muestra estudiada estos casos constituyen el 4% de la muestra total. Por otra parte, en el caso de los hurfanos criados o acogidos en casas de familia, los menores eran representados por sus criadores; esta situacin slo se present en 2 contratos, es decir, apenas el 1%. Se trata de los contratos de Pedro Vsquez de Olivares, criado en casa del escribano Lus Vsquez, y de Agustn de Novoa, criado en casa de Doa Mara Arias de Ugarte; estos menores fueron asentados como aprendices del sastre Felipe Rodrguez Ceballos en 1637[footnoteRef:56]. Finalmente, 6 contratos (5%) corresponden a menores que no fueron representados legalmente por terceras personas, sino que actuaron como contrayentes directos dentro del contrato[footnoteRef:57]. [56: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 69, ao 1637, f. 4r A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 48, ao 1637, ff. 19v - 20r. ] [57: Estos casos requieren un anlisis ms detallado, en la medida en que cuatro de ellos, del oficio de sombrerero, rompen un poco con el formulismo propio de los contratos de aprendices. Es muy probable que se tratara de contratos de oficiala. Hecho difcil de esclarecer porque omiten la edad y otros datos importantes de la persona asentada. ]

3. Edad de los aprendices y duracin del aprendizaje

Segn la legislacin hispnica, inspirada en el derecho romano, la mayora de edad se alcanzaba a los veinticinco aos. Sin embargo, la minora de edad se divida de la siguiente manera: 1) desde el nacimiento hasta los siete aos, concerna a los infantes o nios. De ah que el Diccionario de Autoridades (1737) defina la infancia como Propia y rigurosamente es la primera edad del hombre, mientras no habla. En todo caso sta primera edad se caracterizaba legalmente por la falta o inmadurez de la razn[footnoteRef:58] as como de la inhabilidad para hablar[footnoteRef:59]; 2) De los siete aos hasta la pubertad. Asimismo, la siguiente etapa se conoca como segunda edad o puericia[footnoteRef:60]. En este asunto resulta ilustrativo tener en cuenta el Diccionario de Autoridades (1737), el cual defina que la pubertad se alcanzaba a los catorce aos en el varn y de doce en la muger; 3) Desde la pubertad hasta la mayora de edad (14 a 25 aos en el hombre). Al parecer, era en este periodo de la vida (pubertad) que los varones podan asentarse como aprendices en los talleres de oficios. No obstante, en la documentacin la categora ms recurrente para referirse a este grupo etario es muchacho; sin embargo, en ocasiones excepcionales se empleaba la expresin de nio, justamente para los casos de aprendices cuya edad estaba por debajo de los catorce aos. [58: Vr: Joaqun Zejalbo Martn. La capacidad del menor no emancipado para aceptar donaciones no onerosas ni condicionales. Visin histrica y doctrinal. En:Boletn de Informacin del Ilustre Colegio Notaral de Granada, N. 285, 2006,pgs.177-241. ] [59: Infante: El nio pequeo que an no tiene edad para hablar. Ver Sebastin de Covarruvias. Tesoro de la lengua Castellana. 1611. ] [60: Puericia: Edad del hombre que media entre la infancia y la adolescencia. En: Diccionario de Autoridades (1737). ]

El rango de la edad de la pubertad se menciona en algunos contratos de aprendizaje que no especifican la edad exacta del aprendiz. Un caso ejemplar: en el ao de 1609 se present ante el Alcalde ordinario de Santaf el joven Alonso de Soto, hijo de Juan de Soto, ausente, y de Isabel de Penagos, difunta, manifestando querer asentarse como aprendiz de sastrera. El documento indica que este joven era menor de veinte y cinco aos y mayor de catorce[footnoteRef:61]. Sin embargo, como se tratar ms adelante, la gran mayora de los contratos indican la edad exacta o aproximada del aprendiz. De lo que se deduce que este aspecto tena notable relevancia dentro del contrato. [61: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot, Tomo 31, Caja 1, Carpeta 1, Ao 1609, f 137v]

De los 107 contratos recopilados, 72 indican la edad del aprendiz. De estos, el 58% eran de aprendices cuya edad oscilaba entre los 14 y 19 aos. El 42% restante corresponde a aprendices que tenan entre 9 y 13 aos, es decir que estaran por debajo del rango de la pubertad. As pues, la clasificacin etaria mencionada anteriormente tena un papel relativo en el orden jurdico, de modo que no era tan estricta, por lo menos respecto a la edad convenida para ser concertado en el aprendizaje de oficios. As, en el caso de Santaf, un alto porcentaje de nios menores de 14 aos, es decir que se saldran del rango de pubertad, ingresaba a los talleres de oficios artesanales. Del mismo modo, no encontramos ningn aprendiz que superara los 19 aos. Ello nos lleva a inferir que entre los 18 y 19 aos se acceda a la oficiala, hecho que Paniagua y Truhan deducen para el caso de los artesanos del corregimiento de Cuenca[footnoteRef:62]. Pese a que son escasos los registros de contratos celebrados entre oficiales y maestros, a partir de algunos pleitos civiles que involucraban a los artesanos y en los que rinden testimonios algunos oficiales, se corrobora que la oficiala se ejerca cerca a los 20 aos[footnoteRef:63]. [62: Los autores plantean que la duracin de los contratos nos pone de manifiesto que se acceda al grado de oficial en torno a los 18 aos, edad que coincide bastante con la requerida en otros lugares del mundo hispnico. Paniagua y Truhan, Oficios y actividad paragremial, 299. ] [63: Al respecto, un caso ejemplar se encuentra en la demanda interpuesta por el maestro sastre Lucas Moreno, porque un vecino de la ciudad no le haba pagado la hechura de varios vestidos. En el proceso presentaron declaracin cuatro oficiales sastres que haban trabajado en la tienda de Lucas Moreno: Bartolom de la Cruz, de 20 aos, Nicols Villalba, de 23 aos, Martn de la Oliva, de 22 aos, y Andrs Gonzlez, de 20 aos. A.G.N. Colonia. Testamentarias Cundinamarca, Tomo 5, folios 967-979.]

En resumen, el rango de edad de los aprendices oscilaba entre los 9 y los 19 aos. Este rango vara considerablemente respecto al escrutado por otros autores para otros estudios de caso. Buchbinder, por ejemplo, encuentra que para el mundo hispnico durante los siglos XV al XVII la referencia de edades que enmarcaba el aprendizaje oscilaba entre los doce y dieciocho aos[footnoteRef:64]. As pues, para el caso de los oficios aqu estudiado, se encuentra que en el siglo XVII, en algunos casos, la vinculacin de los nios al mundo laboral era prematura. [64: Buchbinder, Maestros y aprendices, 35. ]

Por otra parte, en cuanto al tiempo de duracin del aprendizaje, todos los 107 contratos tomados como muestra para el presente estudio indican el tiempo de duracin y ostentan un rango bastante amplio que oscila entre 1 y 8 aos. El 28% registra una duracin entre 1 y 2 aos, el 68% oscila en un rango entre 2 y 4 aos y, finalmente, un 9% corresponde a aprendizajes con una duracin entre 5 y 8 aos, siendo un caso excepcional un contrato de aprendizaje de sastrera con un tiempo estipulado de 8 aos. De estos datos se infiere que el tiempo promedio de duracin del aprendizaje estaba entre los 2 y 4 aos.

Los datos que arrojan los contratos santafereos concuerdan, en cuanto a los tiempos de duracin, con los escrutados por otros autores. No obstante, la mayora de casos que nos sirven de marco comparativo son estudios de todos los oficios artesanales, a excepcin del estudio de Beatriz Cceres en torno a los sastres de Mrida en el siglo XVII, caso en el que la autora encuentra que la duracin del aprendizaje oscilaba entre los 3 y 6 aos[footnoteRef:65]. Por su parte, Paniagua y Truhan coligen que, en el caso de los oficios en Cuenca: Por regla general los contratos venan a durar entre 3 y 4 aos[footnoteRef:66]. [65: Cceres-Pfaur, Beatriz. Oficios artesanales en la colonia: los sastres en Mrida (Venezuela) en el siglo XVII. Una aproximacin a su realidad, Presente y Pasado. Revista de Historia, Ao 16. N 32 (Julio-Diciembre 2011): 279-298.] [66: Paniagua y Truhan, Oficios y actividad paragremial, 299. ]

Se desconoce quin estableca el tiempo duracin del aprendizaje. Pese a que se puede presumir que era competencia del maestro, no se puede descartar que al respecto se realizara un comn acuerdo entre las partes (maestros y representantes del aprendiz). No es claro tampoco cules eran los criterios para determinar la duracin. A juzgar por los documentos, se puede deducir que uno de los factores que poda ser determinante era si se trataba de una finalizacin de aprendizaje, es decir los casos en los que el aprendiz ya tena conocimientos previos que haba adquirido con otro maestro. En estas circunstancias, el aprendizaje era ms corto, generalmente poda durar entre uno y dos aos. Por otra parte, no se encontr relacin entre la duracin y la edad, es decir que no necesariamente en los casos de aprendices de corta edad el aprendizaje durara ms, como podra suponerse. 4. Origen tnico de los aprendices

Desde las primeras dcadas del siglo XVI, los artesanos que arribaron desde Espaa hacia las colonias americanas empezaron a establecerse en los principales centro urbanos. Sus conocimientos y mano de obra fueron fundamentales para la construccin de las ciudades, as como para suplir las demandas de la poblacin. Esta intencin primera de los artesanos espaoles que viajaban a las indias queda manifiesta en sus declaraciones: en general manifestaban que pasaban a las Indias para desarrollar los conocimientos sobre su trabajo[footnoteRef:67]. No obstante, ms all del ejercicio de su oficio, muy tempranamente los artesanos espaoles iniciaron un proceso de desarrollo del trabajo artesanal urbano por medio de la formacin de poblacin nativa, as como del usufructo de su mano de obra. [67: Jess Paniagua Prez, La Enseanza profesional en el mundo colonial: La enseanza y desarrollo de los oficios. Revista Historia de la Educacin Colombiana Rhec, No. 8 (2005): 94]

En el caso del Nuevo Reino de Granada, poco sabemos de esa temprana etapa de desarrollo. En ese sentido, el trabajo de Jess Paniagua acerca de la enseanza profesional en el Nuevo Reino de Granada cobra una enorme relevancia al develar informacin acerca de la enseanza y desarrollo de los oficios artesanales en el siglo XVI. Paniagua, a partir de documentacin del Archivo General de Indias, logra establecer un listado de los artesanos que viajaron a distintos lugares del Nuevo Reino entre 1528 y 1598. Al respecto afirma:

En cuanto a los primeros artfices que pasaron de Espaa a los territorios de la actual Colombia se aprecia la presencia preponderante de artfices dedicados a la construccin, de sastres y de plateros o fundidores [] oficios relacionados con la obligacin de cubrir las necesidades primordiales de la poblacin y de la Corona, en un mundo donde este tipo de especialistas no exista, al menos con las caractersticas con la que los necesitaban los espaoles[footnoteRef:68]. [68: Jess Paniagua Prez, La Enseanza profesional en el mundo colonial, 93. ]

Carecemos de un estudio social del artesanado espaol que se estableci en el Nuevo Reino. No obstante, a juzgar por algunos documentos de la poca, puede inferirse que algunos artesanos venan en busca de mejores condiciones de vida. De hecho, algunos manifestaban el estado de pobreza en el que se encontraban. Un caso ilustrativo al respecto es el del sastre Domingo Nez, natural de Sevilla y vecino de Tunja, quien en 1583 declaraba que:

[] vino de vuestros reinos de Espaa a la dicha ciudad con mucha pobreza y necesidad a ganar con su oficio de sastre algn sustento para l y para Joana Baptista, su mujer, e hijos e hijas, que dej en la ciudad de Sevilla y acomodarse en estas partes y vivir como mejor pudiese[footnoteRef:69] (negrilla propia). [69: A.G.N. Colonia, Real Audiencia Cundinamarca, Tomo 2, Folios 986-996. ]

Esta declaracin estaba incluida en la solicitud que el sastre present para no ser repatriado por estar casado en Espaa. De hecho, dado que las licencias para pasar a Indias tenan un tiempo de vigencia, los artesanos que debieron retornar a su ciudad natal, solicitaban de nuevo licencia para regresar al Nuevo Reino con su familia y criados. Es el caso del oficial sastre Sancho De Carranza, natural de Bilbao (Vizcaya) y vecino de Santaf, quien en 1567 solicit licencia para volver a Santaf con su mujer, un criado, una moza de servicio y dos esclavos[footnoteRef:70]. [70: Archivo General de Indias. Indiferente, 2082, N.68. Recuperado http://pares.mcu.es ]

Como se sugiri anteriormente, desde el siglo XVI, dada la escasez de artfices, los artesanos espaoles debieron vincular a la poblacin nativa al trabajo artesanal. Este hecho se evidencia en los contratos de servicios personales y de aprendizaje asentados entre artesanos e indios ladinos y que se empezaron a registrar en las notaras de Santaf desde 1560, aproximadamente. Si bien inicialmente los artesanos espaoles ejercieron y difundieron sus oficios, algunos autores han sugerido que a medida que los aprendices de diversos orgenes tnicos se vincularon al trabajo artesanal, paulatinamente los espaoles fueron apartndose de estas labores. Al respecto, podran encontrarse dos causas: por un lado, como lo plantean Paniagua y Truhan para el caso de la sastrera en Cuenca, se encuentra que ante la demanda y la escasez de artfices en los primeros tiempos, los indios vieron en este oficio, como tambin suceda con otros, un buen aliciente para su integracin en la sociedad[footnoteRef:71]. Por otro lado, es posible que a causa de la discriminacin respecto a ciertos oficios mecnicos o manuales, los espaoles los fueran abandonando o relegando a un segundo plano[footnoteRef:72], como proponen los mismos autores. [71: Paniagua Prez y Deborah L. Truhan, Oficios y Actividad Paragremial, p. 368. ] [72: Paniagua Prez y Deborah L. Truhan, Oficios y Actividad Paragremial, p. 368.]

En esa direccin, al respecto de los oficios relacionados con la produccin de vestido (sastres, zapateros y sombrereros), indica Paniagua que pronto cayeron en manos de los indios, los cuales aprendieron con facilidad la forma de trabajo de los espaoles, encargados de formarles, que poco a poco fueran dejando el campo libre a los naturales[footnoteRef:73]. Este es, sin duda, un problema complejo y a partir de la documentacin analizada en este estudio sera muy difcil llegar a conclusiones de este tipo. En especial, porque, salvo algunas excepciones, los contratos de aprendizaje omiten el origen del maestro. As pues, saber hasta qu punto se present un desplazamiento del trabajo artesanal de espaoles a indios, es un problema que rebasa los alcances del presente artculo, lo que no implica que se puedan brindar luces sobre el asunto. [73: Jess Paniagua Prez, La Enseanza profesional en el mundo colonial: La enseanza y desarrollo de losoficios. Revista Historia de la Educacin Colombiana Rhec, No. 8 (2005): 94. ]

Dentro del corpus de contratos recopilados tan slo 48 de ellos (el 44%) indican el origen tnico del aprendiz; es decir que en este punto la muestra se hace muy pequea. De los 63 contratos de sastres, 31 (46%) indican el origen tnico, a partir de estos se encuentra que entre 1600 y 1650 ingresaron a los talleres de sastres: 15 mestizos, 11 indios, 2 esclavos, 1 mulato, 1 portugus y 1 espaol. De los contratos 31 contratos de zapatera solamente 13 (41%) indican el origen tnico del aprendiz as: 4 mestizos, 4 mulatos, 2 indios, 2 esclavos y 1 espaol. De los 12 contratos de sombrereros tan slo 3 brindan datos al respecto y en los tres casos se trataba de mestizos. Finalmente, el nico contrato de calcetero era de un mestizo. En resumen, tenemos que de los 48 contratos que registraron el origen tnico del aprendiz 23 eran de mestizos, 13 de indios, 4 de esclavos, 5 de mulatos, 2 de espaoles y 1 de un portugus. En este punto es fundamental aclarar que algunos contratos tienen indicaciones un poco ambiguas acerca del origen de los aprendices, por ejemplo hijo de india, hijo de negro horro e hijo de mulata libre.

En cuanto a la presencia de los indios en estos oficios, llama la atencin que uno de los conciertos hace referencia a un maestro indio. Se trata de Diego Hernndez, quien entre 1625 y 1626 recibi en su tienda/taller a dos aprendices, indios tambin[footnoteRef:74]. Tenemos dos referencias ms de sastres indios: Lzaro Paipa[footnoteRef:75], quien tena tienda pblica, pero no asent conciertos de aprendizaje, y Luis Jimnez, de quien slo tenemos noticia por su testamento[footnoteRef:76]. De Luis Jimnez no sabemos si tena tienda, pues no asent ningn concierto de aprendizaje en el periodo estudiado y no lo declara en su testamento. Pero un aspecto que llama la atencin es que, dentro de sus bienes, declar tener un cuadro de Nuestra Seora del Rosario en que estoy yo y mi mujer retratados, este quiero se ponga por mi devocin en la iglesia de mi parroquia en el altar de Seora Santa Brbara[footnoteRef:77]. Se trata, entonces, de una de las pocas referencias documentales acerca de la pintura de indios donantes. Este aspecto podra leerse como un medio para reforzar el estatus de los indios ladinos, en este caso de un indio sastre[footnoteRef:78]. Estos tres casos podran evidenciar que un ncleo de artesanos indios accedi a las categoras altas de la estructura corporativa, pese a que la gran mayora, como lo sugiere la documentacin, tendi a quedarse en la oficiala. [74: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 39I, caja 1, carpeta 1, ao 1625, folios: 367v [foliacin antigua] y A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 39II, caja 1, carpeta 1, ao 1628, folios: 352v [foliacin antigua].] [75: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf. Vol. 37, ao 1633, f. 10.] [76: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf. Vol. 37, ao 1633, f. 66v. En su testamento Luis Jimnez no declara ser sastre, pero su esposa, Felipa de Costilla, tambin india ladina, s declaro que su esposo Luis Jimnez era sastre. Ver: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf. Vol. 47, ao 1636, f. 32. ] [77: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf. Vol. 37, ao 1633, f. 67r.] [78: Podra sugerirse que, al igual que las lites indgenas locales, los indios ladinos intentaban demostrar y reforzar cierta jerarqua social en la ciudad por medio de la donacin de pinturas. Al respecto de la pintura de indgenas donantes, Mercedes Lpez, a partir del estudio del lienzo de las nimas de San Nicols de Tolentino, plantea que a travs de una donacin a la iglesia del pueblo, un individuo poda mostrar, a la vez, su posicin prominente dentro de la estructura social de su comunidad, su devocin cristiana y su inters por salvar su alma despus de su muerte. Ver: Mercedes Lpez Rodrguez, La memoria de las imgenes: donantes indgenas en el lienzo de nimas de San Nicols de Tolentino. En Historia e imgenes: los agustinos en Colombia, 400 aos, editado por Elvira Cuervo de Jaramillo et al. (Bogot: Museo Nacional de Colombia-Ministerio de Cultura, 2002), 39. ]

Igualmente interesante es la presencia de mulatos artesanos. Este hecho no slo se registra en los cinco conciertos que se hallaron en las notaras, sino en otros documentos que hacen referencia a oficiales mulatos. Tal es el caso de Diego Snchez, quien en la carta de dote que se otorg a su favor, declar ser color mulato y oficial sastre[footnoteRef:79]. Para el caso de la sastrera, este hecho es novedoso y permite revaluar apreciaciones de algunos autores. Ada Martnez, por ejemplo, sugera en uno de sus estudios que La sastrera fue uno de los oficios reservados a blancos o mestizos, y de su prctica quedaban formalmente excluidos negros, mulatos y zambos[footnoteRef:80]. [79: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, Vol. 4, ao 1614-1616, f. 47. ] [80: Ada Martnez Carreo. Sastresymodistas. Notas alrededor de la historia del traje en Colombia. Boletn Cultural y Bibliogrfico,Nmero 28, Volumen XXVIII, 1991, 61-76. ]

Un aspecto de singular importancia es la presencia de esclavos en el aprendizaje de oficios. Al respecto, se hallaron cuatro conciertos: dos de sastrera y dos de zapatera. En primer lugar, el asiento del negro Nicols, esclavo de Martn de Osorio, de diez aos de edad, y quien fuera puesto como aprendiz del sastre Francisco de la Sierra en agosto de 1620[footnoteRef:81]. Nueve aos despus, encontramos el concierto de Jos, negro esclavo de Ana de Aguilar, quien entr como aprendiz del maestro sastre Juan de Campos[footnoteRef:82]. Por otro lado, tenemos el asiento de Pedro Ramrez, mulato esclavo, quien fue puesto por su ama, Doa Ana de Villavicencio, como aprendiz del zapatero Sebastin Rodrguez Cortes, en febrero de 1621[footnoteRef:83]. Finalmente, el caso de Antonio (mulato y criollo), esclavo de Ana de Aguilar, quien en marzo de 1632 fue puesto por aprendiz del maestro zapatero Bartolom Rodrguez, quien ya lo tena previamente bajo su potestad[footnoteRef:84]. [81: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 14, protocolo 1620-1626, f. 16. ] [82: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 49, ao 1629, f. 209r. ] [83: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 37, caja 1, carpeta 1, ao 1621, ff. 75v-76v [foliacin antigua].] [84: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 35, ao 1632, f. 16.]

Adems de los contratos de aprendizaje, se hallaron dos documentos que hacen referencia a oficiales esclavos. En primer lugar, un juicio criminal que involucra a un esclavo que se desempeaba como oficial sombrerero. Se trata de Juan Duarte, esclavo de Francisco Surez de la Oliva, quien trabajaba a jornal en un taller de sombrerera que estaba a cargo del maestro Juan Rodrguez, y en el cual trabajaban tambin tres oficiales mestizos[footnoteRef:85]. En segundo lugar, tenemos que dentro del inventario de bienes de doa Juana de Morales[footnoteRef:86], realizado en 1611, se menciona un negro llamado Manuel, oficial chapinero[footnoteRef:87]. [85: AGN. Colonia. Negros y esclavos Cundinamarca. Tomo VII, ff. 972-1044. ] [86: AGN. Notaras. Notara Primera de Santaf, protocolo 1611-1612, ff. 341-344. ] [87: Segn el Diccionario de Autoridades (1729): Chapinero: El oficial que hace chapines o los vende. Chapin: Calzado propio de mujeres sobrepuesto al zapato, para levantar el cuerpo del suelo. ]

La vinculacin de aprendices esclavos y mulatos tambin se encuentra en otras ciudades. En Popayn, en el ao de 1605, el alcalde ordinario Diego de Gaviria emiti un mandamiento para que todos los mulatos, negros y mestizos que no tuvieren amo ni oficio, se asienten a servir y aprendan oficio [] con maestros[footnoteRef:88]. El alcalde estableci un plazo para que los menores fueran recogidos y concertados por el Padre General de Menores. Quienes, pasado ese plazo, no estuvieran concertados para servicio personal o como aprendices seran castigados por vagabundos[footnoteRef:89]. [88: Archivo Central del Cauca. Colonia, Civil, Gobierno, Signatura: 1281 (Col. C I -7 g).] [89: Archivo Central del Cauca. Colonia, Civil, Gobierno, Signatura: 1281 (Col. C I -7 g).]

Respecto a los esclavos artesanos, Mara Cristina Navarrete sugiere que El espaol que quera poseer un esclavo calificado seleccionaba un candidato entre sus esclavos o lo adquira por compra y lo ubicaba como aprendiz en el taller de un maestro artesano[footnoteRef:90]. Una vez el esclavo aprendiz culminaba su aprendizaje, su amo poda usufructuar los jornales que su esclavo ganaba como oficial. No obstante, es posible que el conocimiento de oficios artesanales implicara no slo ventajas para el amo del esclavo artesano sino tambin para el esclavo mismo. En ese sentido, Douglas Cope sostiene que Algunos esclavos se labraban espacios semiautnomos para ellos mismos, trabajaban como artesanos o vendedores ambulantes y guardaban parte de las ganancias, con lo que albergaban la esperanza de poder comprar su libertad[footnoteRef:91]. [90: Mara Cristina Navarrete. Gnesis y desarrollo de la esclavitud en Colombia siglos XVI y XVII. Universidad del Valle, 2005. 183. ] [91: Douglas Cope, Los mbitos laborales urbanos, 418.]

Es probable que, en efecto, como lo propone Cope, el ejercicio de un oficio posibilitara a los esclavos la compra de su libertad. Para el Nuevo Reino tenemos un caso del siglo XVIII, en el que adems se evidencia la posibilidad de que los esclavos alcanzaran el cargo de Maestro. Se trata de Benito Rabadn, esclavo vecino de Tamalameque, maestro de zapatero, quien en 1773 present a las autoridades el siguiente memorial: Benito Rabadn, esclavo de Don Santiago Rabadn, vecino de la ciudad de Tamalameque, ante vuestra excelencia, por medio de este mi memorial parezco y digo que siendo yo esclavo [] propuse a mi amo el que me hiciera alguna limosna al fin de poderme libertar de mi esclavitud. Y me respondi que la limosna que me poda hacer era que mediante a que yo era Maestro de zapatero me daba libertad para que yo usara de mi oficio, dndome el dicho mi amo los materiales para trabajar, con la obligacin de que yo le pague los dichos materiales [], y a mas de estos le haba de calzar su casa, bien entendido que dicho mi amo me haba de pagar la obra como si fuera para otro ajeno, y que yo le diera cien pesos cada un ao en descuento de mi valor que es el de trescientos pesos[footnoteRef:92] (negrilla y cursiva ma). [92: AGN. Negros y esclavos Cundinamarca, tomo 9, folios 640-647.]

En cuanto a las relaciones entre los aprendices de diversos orgenes tnicos al interior del taller, Navarrete propone que:

Aunque los artesanos africanos y sus descendientes criollos estuvieron expuestos al prejuicio y a la discriminacin, sin embargo, las relaciones entre los artesanos de distintos grupos tnicos y sociales fueron generalmente amistosas. En este tipo de actividades ms que en otro, africanos e indios trabajaron de manera ms cercana y en trminos de igualdad relativa[footnoteRef:93]. [93: Navarrete, Gnesis y desarrollo, 177. ]

Sin embargo, a la luz de la documentacin analizada es muy difcil cotejar este argumento. Las condiciones de paridad s se evidencian, como ya se indic, en el caso del ingreso al aprendizaje, as como de los derechos y obligaciones que concernan al aprendiz. Pero, en cuanto a las relaciones amistosas de los distintos grupos tnicos en el mbito artesanal, habra que ahondar en otro tipo de fuentes; probablemente, en procesos judiciales que involucran artesanos se puede intentar rastrear hasta qu punto la socializacin de los artesanos tuvo esta caracterstica. Esto llevara a interrogar si las relaciones corporativas (pertenencia a un mismo oficio, por ejemplo) primaron sobre las diferencias y conflictos tnicos.

Pese al tamao de la muestra de contratos, es posible arriesgar algunas hiptesis con respecto al origen tnico de los aprendices. En primer lugar, se encuentra que, por lo menos en los oficios aqu estudiados, no haba restricciones de tipo tnico para ingresar a los talleres de oficios artesanales. Adems, se concluye que, independientemente de su origen, los aprendices gozaban de los mismos derechos y adquiran las mismas obligaciones. Esto es, el maestro contraa las mismas obligaciones con su aprendiz, fuera ste mestizo, indio, mulato o esclavo. Todos tendran derecho a la enseanza, a la vivienda, vestido, comida, un traje al finalizar el aprendizaje y toda la herramienta necesaria para ejercer el oficio. No obstante, en este punto, es importante indicar que si hubo limitaciones en el acceso a los talleres, ellas son difciles de rastrear. Un ejemplo ilustrativo sera el tamao o, ms bien, la capacidad de los talleres: no sabemos cuntos aprendices poda sustentar un maestro. Siguiendo los contratos, podramos suponer que entre uno y tres (como mximo). Este sera un aspecto que pudo haber limitado el acceso a los talleres. Adems, si los aprendizajes duraban varios aos (cuatro o cinco, por ejemplo) este hecho tambin limitara la circulacin de los aprendices.

5. Obligaciones de maestros y aprendices en los conciertos de aprendizaje.

Como se mencion anteriormente, en los conciertos de aprendizaje se estipulaban las obligaciones contractuales del maestro y del aprendiz, as como las amonestaciones que conllevaban su incumplimiento.

5.1 Obligaciones del maestro

Como se ha sugerido anteriormente, en el taller domstico artesanal confluan la vida laboral y la vida familiar. Este hecho se evidencia en las obligaciones contractuales que recogan aspectos relacionados con la transmisin de los saberes artesanales, as como con el cubrimiento de las necesidades bsicas del aprendiz, como nuevo miembro de la familia. Quizs, lo primero que se declara en los contratos es que el maestro se obligaba a tener al aprendiz en su casa (tienda), alimentarlo, curarlo en caso de enfermedad y proveerle vestido. No obstante, en el caso de los esclavos, el amo poda asumir el cubrimiento de algunas de estas necesidades. As, en el contrato del esclavo Pedro Ramrez, quien ingres como aprendiz zapatero en 1621, su ama declar:

Yo, Doa Ana de Villavicencio, como ama de Pedro Ramrez, mulato mi esclavo, le pongo por aprendiz con Sebastin Rodrguez Corts, zapatero [] Y en los dichos tres aos, le dar de vestir de mi costa, y el dicho Sebastin Rodrguez le ha de tomar bula y alimentar y curar sus enfermedades[footnoteRef:94] (negrilla propia). [94: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 37, caja 1, carpeta 1, ao: 1621, folios: 75v-76v [foliacin antigua].]

Adems de proveer las necesidades bsicas del aprendiz, ello es vivienda, comida y vestido, en algunos contratos el maestro se comprometa a formarlo en doctrina y, al decir de la poca, ponerlo en polica. Estos deberes quedan claramente evidenciados en el contrato del indio Andrs, quien ingres como aprendiz de sastre en 1634 y cuyo maestro se obligaba a:[] ensear todo lo que pudiere deprender del dicho oficio segn su capacidad, tenindolo consigo y en su casa, dndole de comer, doctrinndolo y curarlo si enfermare, y tomarle bula, y en cada un ao lo ha de vestir de paete, capa, ropilla y calzones, dos camisas de lienzo, un sombrero e imponerlo en polica espaola[footnoteRef:95] (negrilla propia). [95: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 44, ao 1634, folios 57v - 58r. ]

Al respecto del adoctrinamiento y la imposicin de polica, llama la atencin que estas obligaciones se incluyen en los contratos sin importar el origen tnico del aprendiz, es decir que aplicaban tambin para los casos de aprendices espaoles y criollos[footnoteRef:96]. Estas obligaciones solan ir acompaadas por la amonestacin al maestro de hacerle buen tratamiento a su aprendiz[footnoteRef:97] y a no ocuparle en asuntos distintos a los relacionados con el oficio. [96: En el contrato del aprendiz de sastre Pablo Roldn, hijo legtimo de Pedro Martn, su maestro se compromete a tenerle en su casa tiempo de cuatro aos, que corren desde hoy da de la fecha, en los cuales le ha de mostrar y ensear el dicho oficio cuanto de l pudiere deprender segn su capacidad, sin ocultarle cosa alguna, y en discurso de ellos le ha de dar de comer, vestir, curarlo, tratarlo bien y tomarle bula y doctrinarlo imponindolo en polica. Ver: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 53, ao 1639, folios 13v-14r.] [97: Por ejemplo, una de las obligaciones del maestro sastre Vicente Leonardo con uno de sus aprendices qued expresada en estos trminos: le har todo buen tratamiento y vida razonable como aprendiz. Ver: A.G.N. Notaras, Notara Primera de Santaf, tomo 27, caja 1, carpeta 3, ao: 1603 folios: 429r-429v. ]

En cuanto a los saberes especficos del oficio, el maestro se comprometa a ensear todo lo que supiere de l, sin ocultar nada[footnoteRef:98]. Segn Buchbinder, a partir de este compromiso contractual se regulaba la transmisin del conocimiento al interior de la comunidad artesanal[footnoteRef:99]. Por ello afirma que el aprendizaje era en s mismo una instancia que canalizaba la transmisin del saber y de esos secretos permitiendo que slo un pequeo ncleo de individuos accediera a ellos[footnoteRef:100]. No obstante, el maestro sola declarar que enseara todo lo que el aprendiz pudiera aprender, es decir que el ensear todo sin encubrir nada estara limitado por la habilidad del aprendiz. Ejemplo ilustrativo es el concierto del indio Andrs, aprendiz del maestro sastre Juan de Bidaurreta quien declara en el contrato que: le ha de ensear todo lo que pudiere deprender del dicho oficio segn su capacidad[footnoteRef:101]. Igualmente, la transmisin de saberes debi estar mediada por el tiempo de duracin del aprendizaje, pues en los contratos de corta duracin, seguramente, se alcanzaba a brindar una formacin muy bsica, como veremos ms adelante. [98: Literalmente se expresa as en casi todos los contratos. ] [99: Pablo Buchbiner, Maestros y aprendices, p. 31] [100: Pablo Buchbiner, Maestros y aprendices, p. 31. ] [101: A.G.N. Notaras. NotaraTercera de Santaf, tomo 44, ao 1634, folios 57v - 58r. ]

En cuanto al oficio de sastre se hace referencia a dos saberes muy concretos que el maestro deba transmitir a su aprendiz: cortar y coser. Segn el diccionario de Covarrubias, el sastre se defina como el oficial de cortar ropas y vestidos (Covarrubias 1611) y segn el Diccionario de Autoridades (1739) como la persona que tiene el oficio de cortar vestidos y coserlos. Uno de los testimonios ms completos acerca del oficio de sastre nos lo brinda Fray Bernardino de Sahagn, quien expona que:

El sastre sabe cortar, proporcionar, y coser bien la ropa. El buen sastre es buen oficial, entendido, hbil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy bien coser, juntar los pedazos, repulgar[footnoteRef:102], echar ribetes[footnoteRef:103], y hacer vestidos conforme a la proporcin del cuerpo, pone alamares[footnoteRef:104] y cayreles[footnoteRef:105], al fin hace todo su poder por dar contento a los dueos de las ropas[footnoteRef:106]. [102: Retorcer la orilla del lienzo, seda, pao u otra cosa, con el dedo pulgar (Autoridades 1737).] [103: La guarnicin que se echa a la extremidad de la ropa o vestido y por estar a la orilla se llam ribete (Covarrubias). ] [104: Segn Covarrubias: botn de macho y hembra hecho de trenzas de seda o de oro. Segn el Diccionario de autoridades: Especie de presilla, broche u ojal postizo con su bot n correspondiente en la misma forma, los cuales se cosen cada uno de su lado a la orilla del vestido, capote o mantilla, unas veces para abotonarse y otras solo por gala y adorno. ] [105: Un entretejido que se echa en las extremidades de las guarniciones (Covarrubias). Al parecer, se tratara de un tipo de fleco de adorno que se haca a algunas prendas. ] [106: Historia general de las cosas de Nueva Espaa, Tomo III, Mxico, imprenta del ciudadano Alejandro Valds, 1830. p. 24. ]

Esta es una definicin muy completa, en la medida en que nos indica los conocimientos bsicos que debera tener todo sastre: cortar, proporcionar y coser, as como las habilidades de un buen sastre.

A nivel general, los contratos de aprendizaje aqu analizados son poco especficos en cuanto a los conocimientos que el maestro sastre deba transmitir a su aprendiz. Sin embargo, en algunas excepciones se indican detalles al respecto. As, en un contrato de 1616 se contempla como obligacin del maestro ensear el oficio de coser, tocante a sastre, de manera que sepa hacer y acabar, como oficial, cualquier vestido que se le diere en las manos[footnoteRef:107]. De igual manera, en un contrato de 1623 se estableca que el aprendiz quede oficial que sepa coser un vestido de hombre y de mujer[footnoteRef:108] (negrilla propia). [107: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 16, ao 1616, folios: 260v-261r [foliacin antigua]. ] [108: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 38 I, caja 1, carpeta 2, ao: 1622, folio: 133r-133v [foliacin antigua].]

Lo ms probable es que las ocupaciones de los sastres variaran de acuerdo a su rango. As, algunos maestros sastres fueron personas letradas, con conocimientos en geometra y nmeros quebrados y estaban en capacidad de ejecutar hechuras complejas[footnoteRef:109]. Un examen de otro tipo de documentacin podra evidenciar si los conocimientos de los oficiales y aprendices fueron menores o ms limitados. [109: Este hecho se evidencia en los testamentos y mortuorias de algunos maestros sastres, en los que se incluyen los inventarios de sus talleres o tiendas, as como los listados de hechuras de ropa. ]

En cuanto a los oficios de zapatero y sombrerero, la informacin acerca de la transmisin de conocimientos es ms limitada. Solo en un caso se entra en detalle: se trata del contrato de aprendizaje del mulato Pedro Corts[footnoteRef:110], quien en 1630 ingres al taller del maestro zapatero Salvador Garca. El maestro es amonestado a que: le pueda ensear y ensee [al aprendiz] el dicho oficio de que ya sabe alguna cosa, y a coser, y lo dems que pudiere deprender segn su capacidad, sin ocultarle cosa alguna, [] y no se obliga [a] ensearle a cortar obra por ser el tiempo corto[footnoteRef:111] (negrilla propia). Se puede inferir que, en el caso de los zapateros (y seguramente en todos los oficios artesanales) ciertos saberes requeran ms tiempo. En este caso se aclara la materia u objeto concreto del aprendizaje. En este contrato, cuya duracin era de ao y medio, se enseara solamente a coser. As pues, como se sugiri, el tiempo de duracin del contrato debi determinar, en cierta medida, los conocimientos que el maestro transmita al aprendiz. [110: Pedro Corts era hijo Andrs, un negro esclavo del convento de San Agustn, y de la mulata libre Isabel Corts. ] [111: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 20, ao 1618, folios: 201v-202r [foliacin antigua].]

En todo caso, entraran o no en detalle, las primeras obligaciones que se establecan en los contratos se referan a la transmisin de conocimientos del maestro al aprendiz, as como a la garanta de que dichos conocimientos permitieran una futura insercin laboral. De ese modo, varios contratos claramente se refieren a la finalidad ltima del aprendizaje: ganar de comer como oficial[footnoteRef:112]. Se trata de una enseanza con una finalidad concreta, tal y como se deduce de uno de los contratos de zapatero: le ha de ensear el oficio de zapatero, de manera que por su persona pueda trabajar como oficial obrero[footnoteRef:113]. [112: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot. Tomo 30, Caja 1, Carpeta 3, Ao: 1608, f 614r] [113: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 20, ao 1618, folios: 201v-202r [foliacin antigua].]

Esta obligacin de transmisin de conocimientos, en miras a permitir la posterior insercin laboral por medio de la oficiala, inclua otro compromiso por parte de los maestros: la entrega de la herramienta necesaria para el ejercicio del oficio. En el caso de los sastres, 33 de los 63 contratos (52%) incluyen la entrega de herramienta, ello es, en todos los casos unas tijeras de sastre y en otros, adems de las tijeras, dedal y agujas[footnoteRef:114]. [114: Es importante aclarar que estas eran las herramientas bsicas para ejercer el oficio. Se tiene referencia de herramientas ms especializadas, tales como tableros de sastres, compases, cinceles, varas de medir y libros de trazas, que, por ahora, solamente se han encontrado entre los inventarios de bienes de maestros sastres. ]

En el caso de los zapateros, 28 de los 31 contratos (el 90%) incluyen la entrega de herramienta. En este caso encontramos referencias muy generales como sta: le ha de dar la herramienta que se suele dar a oficiales obreros, que es una esportilla entera[footnoteRef:115]. La esportilla (diminutivo de espuerta) era una cesta fabricada de esparto o de otras fibras semejantes que se utilizaba para transportar objetos[footnoteRef:116], en este caso las herramientas de trabajo de los zapateros. En ocasiones, no se haca referencia a la esportilla sino a una petaquilla[footnoteRef:117] que, seguramente, contena la herramienta. Otros contratos entran en ms detalle indicando las herramientas especficas que el maestro zapatero deba entregar a su aprendiz, tal y como se estipula en el caso del aprendiz Francisco Romero: Y cumplidos los dichos tres aos y medio le ha de dar [] la herramienta del dicho oficio que se acostumbra y entiende dos alesnas[footnoteRef:118], un tranchete[footnoteRef:119], y una docena de brocas[footnoteRef:120] y un box[footnoteRef:121] y cedazos[footnoteRef:122]. En el caso de los contratos de sastres y zapateros, la herramienta, sin excepcin alguna, se entregara al finalizar el aprendizaje junto con un vestido nuevo entero[footnoteRef:123]. De manera particular, en ninguno de los contratos de sombrereros se encontr referencia a la entrega de herramienta. [115: A.G.N. Notaras. Notara Segunda de Santaf, tomo 20, ao 1618, folios: 201v-202r [foliacin antigua]] [116: Ver: Diccionario de autoridades (1732)] [117: Se refiere a la petaca pequea: Especie de arca hecha de cuero u pellejos fuertes, u de madera cubierta de ellos. (Diccionario de Autoridades 1737). ] [118: Segn Covarrubias, la alesna es la aguja con que el zapatero pasa la suela del zapato y el cuero [] y Segn el Diccionario de Autoridades (1726): Instrumento agudo de hierro con que se horada alguna cosa, especialmente cueros, cordobanes y suelas, y del que usan los zapateros para coser los zapatos. ] [119: Instrumento mecnico de que usa el zapatero para cortar el cuero y las suelas (Covarrubias). Instrumento que usan los zapateros, y es un cuchillo ancho y corvo, en figura de media luna, que les sirve para desvirar los zapatos y otros fines (Diccionario de Autoridades 1739). ] [120: El clavo redondo y de cabeza cuadrada con que los zapateros afianzan la suela en la horma al tiempo de hacer o remendar los zapatos (Diccionario de Autoridades 1726).] [121: Ver: Covarrubias: [] El zapatero tiene un cierto instrumento, de que usa para muchas cosas de su oficio, y por ser de esta madera le llamaron el box. Diccionario de autoridades (1726). Llaman los zapateros a uno como bolo de madera, que al fin tiene un remate a modo de oreja, y sirve para coser sobre l los pedazos de cordobn de que se hace el zapato, uno con otros. Pudo tomar el nombre de haberse hecho los primeros de box. ] [122: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 38I, caja 1, carpeta3, ao1623, folios: 417r-418r [foliacin antigua].] [123: Dos casos ilustrativos al respecto: En el contrato de aprendizaje del esclavo Pedro Ramrez se indica Y cumplidos los dichos tres aos le ha de dar un vestido de pao de Quito entero y petaquilla del oficio con que pueda asentar con otro maestro. Ver: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Santaf, tomo 37, caja 1, carpeta 1, ao: 1621, folios: 75v-76v [foliacin antigua]. En el caso del esclavo Antonio, tambin aprendiz de zapatero se estipula: Y al fin de los cuatro aos, le dar un vestido entero de paete nuevo: capa, ropilla, calzones, dos camisas de lienzo, sombrero, medias de algodn y unos zapatos y la petaquilla que es la herramienta que se suele dar. Ver: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 35, ao 1632, folio 16. ]

La ltima obligacin del maestro consista en no despedir a su aprendiz durante la vigencia del contrato. Si lo haca, deba pagar a su costa el proceso de finalizacin del aprendizaje con otro maestro.

5.2 Obligaciones del aprendiz

La principal obligacin del aprendiz era no ausentarse ni huir de la casa de su maestro, durante el tiempo convenido en el contrato. Si lo haca, su representante legal estaba en obligacin de buscarlo y regresarlo de nuevo para que terminara de cumplir el tiempo estipulado, adems de correr con los gastos que acarreara el traer de nuevo al aprendiz. Asimismo, los padres del menor se comprometan a no llevarse a su hijo hasta terminar el tiempo del contrato. Este fenmeno legal queda enunciado claramente en casi todos los contratos[footnoteRef:124]. [124: Un ejemplo es el asiento del indio y aprendiz de sastrera Joan, en el cual su padre se comprometa con el maestro en los siguientes trminos: Y me obligo que durante el dicho tiempo no se lo quitar, ni se le ausentar, ni huir de su casa y servicio. Y si se ausentare, lo volver a su poder a mi costa, para que cumpla el dicho tiempo de los dichos tres aos, y pasados sirva, as mismo, las fallas que hubiere hecho durante ellos (negrilla propia). A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot, Tomo 27, Caja 1, Carpeta 3, Ao 1603, f 429r.]

Es probable que las ausencias y hudas de los aprendices fueran castigadas. Sin embargo, slo en uno de los casos, en el contrato del esclavo Antonio, aprendiz de zapatero, se hace referencia al castigo: Y en presencia de los dichos testigos [el escribano] apercib al dicho Antonio de cmo ha de asistir en casa del dicho su maestro cuatro aos sin ausentarse. Y si lo hiciere no acudiendo lo buscarn y castigarn y entregarn a su maestro para que cumpla el dicho tiempo y fallas que hiciere[footnoteRef:125]. [125: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 35, ao 1632, folio 16.]

Estas amonestaciones de no ausentarse ni huir del taller de su maestro, as como las penas que dichas acciones acarreaban, evidencian la sujecin que implicaba el trabajo artesanal. No obstante, algunos contratos evidencian que sola ocurrir, aunque no con mucha frecuencia, que los aprendices mudaran de maestros[footnoteRef:126]. De hecho, en el marco de las reformas borbnicas en las ltimas dcadas del siglo XVIII, los artesanos fueron catalogados como personas dispersas; en especial se aluda al escaso control que los maestros tenan sobre sus aprendices y oficiales. Este era, segn los reformadores ilustrados, un sntoma ms del caos que caracterizaba el trabajo artesanal urbano. As, en el Reglamento de los gremios de la plebe se estipulaba que: Los oficiales y aprendices, que por la libertad en que han vivido se hayan dispersos, los recogern sus respectivos maestros; el juez los apremiar a que subsistan con ellos[footnoteRef:127] (negrilla propia). [126: Se trata de seis contratos de Finalizacin de aprendizaje. ] [127: Reglamento de los gremios de la plebe para moralizarlos (1789). En: AGN, Seccin Colonia, Fondo Polica, Tomo 3, f. 554v. Transcrito y publicado por Laura Vargas Murcia en Del pincel al papel. Fuentes para la historia de la pintura en el Nuevo Reino de Granada (1552 - 1813). Bogot: Instituto Colombiano de Antropologa e Historia. 2012. ]

As, pese a la sujecin que se pretenda en los contratos de aprendizaje, a finales del periodo colonial, la tendencia a la dispersin y a la interrupcin de los procesos de aprendizaje era un problema. A este respecto, en la Instruccin General de los Gremios, se recomendaba: Los Padres, Parientes, Tutores, o encargados de los muchachos se obligarn precisa indispensablemente a no mudarlos con otro Maestro para que aprendan su oficio en todo el tiempo de aprendizaje y oficiala, sino que precisamente hayan de seguir hasta cumplirlo con el que una vez contrataron, sin poder pasarlos a otro obrador ni Maestro[footnoteRef:128]. Por otra parte, cabe resaltar que los contratos de aprendizaje guardan silencio acerca del manejo del tiempo al interior de los talleres. Por ejemplo, no se establecan clausulas al respecto de las jornadas laborales, ni acerca de los tiempos de descanso o vacaciones de los aprendices[footnoteRef:129]. [128: Instruccin General para los Gremios (1777). En AGN, Seccin Colonia, Fondo Miscelnea, Tomo 3, ff. 285-313). Transcrita y publicada por Marta Fajardo de Rueda: Instruccin general para los gremios, Santaf, 1777. En Ensayos. Historia y teora del Arte, ao 1, nm. 1 (1993-1994): 187-215. ] [129: Tampoco es fcil rastrear este tema en la legislacin. En la Recopilacin de Leyes de Indias solamente encontramos una ley acerca de las jornadas de los obreros (maestros y oficiales) que trabajaban en las fortificaciones: Todos los obreros trabajarn ocho horas cada da. Cuatro a la maana y cuatro a la tarde en las fortificaciones y fbricas. Recopilacin de Leyes de Indias. Libro III, ttulo VI (De las fbricas y fortificaciones), Ley 6. Sin embargo, no sabemos si disposiciones semejantes aplicaban para las jornadas laborales en los talleres artesanales urbanos. ]

Hay que indicar que la mayora de contratos finalizaban con una renunciacin de leyes para dar fuerza y peso a las obligaciones contradas por el maestro y el representante del aprendiz. Este cierre de los documentos hace parte de las frmulas jurdicas recurrentes en la documentacin notarial[footnoteRef:130]. [130: A manera de ejemplo, el contrato del aprendiz de sastre Pablo Roldn conclua de la siguiente manera: Y damos poder a las justicias de su majestad de cualesquier parte que sean, a cuyo fuero nos sometemos, especialmente al de los seores Presidente y oidores, alcaldes de corte y ordinarios de esta ciudad. Renunciamos el nuestro domicilio, vecindad, otro que ganemos y la ley sit convenerit de iurisdictione mnium iudicum, ltima pragmtica de sumisiones, fueros, derechos y leyes de nuestro favor, y la que prohbe la general renunciacin de ellas, para que a lo dicho y cada cosa de ello nos compelan y apremien como por sentencia pasada en cosa juzgada. Ver: A.G.N. Notaras. Notara Tercera de Santaf, tomo 53, ao 1639, f. 82. ]

6. Servicio o aprendizaje? trabajo libre? transmisin familiar de oficios?: Un acercamiento a algunos aspectos caractersticos del aprendizaje de oficios artesanales en Santaf.

A partir de la lectura de los contratos se encuentra que, en algunos casos, no era fcil definir si la integracin de los menores a un taller artesanal implicaba una relacin de aprendizaje (maestro-aprendiz) o de servicio (amo-criado), o de ambas simultneamente. Este hecho se hace evidente en la existencia de conciertos de servicio personal, pero que implicaban el aprendizaje de un oficio. Desde mediados del siglo XVI, la documentacin notarial de Santaf da cuenta de este hecho.

De este modo, se encuentran asientos como el de Bartolom, indio del repartimiento de Bogot, quien el 17 de noviembre de 1557 se present ante el defensor de indios Martn de Agurto, con esta peticin: que por cuanto l, al presente, no tiene amo ni servicio, y a esta causa padece necesidad, que le asiente con una persona con quien pueda estar y ser bien tratado y aprender oficio de sastre[footnoteRef:131]. Seguidamente, ante esta solicitud, el defensor indag al indio en estos trminos: pregunt al dicho indio si quera asistir por criado de Francisco Snchez, sastre, residente en esta corte, el cual dijo que s, pagndole su trabajo[footnoteRef:132]. Seguidamente, Martn de Agurto dijo que asentaba y asent por criado y aprendiz del dicho Francisco Snchez al dicho Bartolom, indio[footnoteRef:133]. Este ejemplo es muy significativo. El contrato indica que el defensor de indios asent al joven indio como criado y aprendiz simultneamente. Su amo sera, entonces, tambin su maestro. Pese a ser escasos, encontramos casos semejantes en la primera mitad del siglo XVII. Tenemos as el caso de Joan, indio ladino, asentado en 1603 a servicio y soldada[footnoteRef:134] del sastre Juan de Vera, quien adems de ser su amo le enseara su oficio[footnoteRef:135]. [131: A.G.N. Notaras, Notara Primera de Bogot, Tomo 1, Caja 1, Carpeta 2, Ao: 1558, f. 164r.] [132: A .G.N. Notaras, Notara Primera de Bogot, Tomo 1, Caja 1, Carpeta 2, Ao 1558, f. 164r.] [133: A.G.N. Notaras, Notara Primera de Bogot, Tomo 1, Caja 1, Carpeta 2, Ao 1558, f. 164r. ] [134: Soldada: El estipendio y paga que se da al criado que sirve. Dixose de sueldo, por ser este una moneda de justo peso. Ver Diccionario de Autoridades (1739). ] [135: A.G.N. Notaras. Notara Primera de Bogot, Tomo 27, Caja 2, Carpeta 1, Ao: 1603, ff. 633r-633v]

Pero esta confusin entre el aprendizaje y el servicio no es una particularidad colonial. En ese sentido, Lorenzo Pinar, en su estudio acerca del aprendizaje de oficios en Toro (Provincia de Zamora, Espaa) durante el siglo XVI, plantea que: resulta complicado, por otro lado, delimitar cules fueron las obligaciones especficas de los aprendices. Algunos documentos califican el contrato de carta de aprendizaje, iguala y soldada, siendo este ltimo trmino el utilizado habitualmente en los asientos con los criados[footnoteRef:136]. Al respecto, Buchbinder formula una pregunta con respecto a los aprendices: este nio ingresaba a su nueva familia especficamente como aprendiz, como pupilo o como criado?[footnoteRef:137]. Siguiendo muy de cerca a Aris, Buchbinder responde esta diferenciacin no era propia de la poca[footnoteRef:138]. Y all est el punto clave de esta discusin. A partir de la lectura de Aris y del anlisis de los contratos, habra que pensar, ms bien, que no exista una clara diferen