Artículo - Colombi - En Torno a Los Raros. Darío y Su Campaña Intelectual en Buenos Aires

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  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    1/12

    En

    torno

    a

    osraros

    Daro

    y

    su

    campaa

    intelectual

    en

    Buenos Aires

    BKATRIZ COLOMIM

    La

    boutade Bufe

    el

    eunuco;

    cuando

    una

    musa te

    d un hijo queden las

    otras

    ocho

    encintas/

    con

    su

    retrica batallante

    y

    desenfadada,

    sugiere

    el lugar

    que

    ocupar

    Daro

    durante

    su

    residencia en

    Buenos Aires. En muy diversos contex

    tos asumir

    un

    rol procreador

    de

    la nueva

    literatura

    haciendo de

    cualquier

    esce

    nario

    el lugar

    apropiado para

    dar

    publicidad a

    este

    mensaje.

    Como

    en

    la

    resea

    sobre Nosotros de

    Roberto

    J.

    Payr

    donde

    la

    tarea reproductiva

    forma

    parte

    de

    un

    programa generacional: ...en

    nuestra Amrica

    sobre

    todo,

    se

    necesitan

    los

    fecundadores

    de

    alma,

    los trabajadores,

    los vigorosos

    hacedores

    de hijos

    intele tu

    les

    }

    La

    muerte

    de

    varios

    poetas

    en

    esos mismos

    aos

    Julin

    de l Casal

    1893 ,

    Jos

    Mart

    y Manuel

    Gutirrez Njera

    1895 ,

    Jos

    Asuncin

    Silva

    1896 -

    predisponen

    para

    la

    misin

    de

    llenar ese vaco

    y continuar

    con la

    campaa

    moderna

    que

    ellos

    haban

    iniciado. Daro

    entabla

    dilogos

    postumos

    con

    los

    que se

    han ido

    y

    prematuros

    con

    los

    recin

    llegados

    ubicndose

    como

    nexo

    de

    una

    experiencia

    artstica

    que

    no

    duda

    en

    remontar

    hasta

    un a figura

    seera

    y

    i

    acuitad

    de

    Filosofa

    y

    Letras,

    Universidad

    de

    Buenos

    Aires.

    1. Palabras

    liminares

    en

    Prosas

    profanas

    Madrid,Castalia,

    983

    p. 88.

    2.

    Introduccin

    a

    Nosotros

    por

    Roberto

    J.

    Payr

    aNacin

    r

    de

    mayo

    de

    896

    la

    cursiva

    es

    ma.

    En: Susana Zanetti (comp.),Las crnicas de Rubn Daro en La Nacin de Buenos Aires 1893-1916.Buenos Aires: Eudeba, 2004.

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    2/12

    En

    torno

    de

    L os raros

    Daro

    y

    su

    campana intelectual

    en

    Buenos

    Aires

    seminal,

    Jos

    Mart.

    Po r

    eso tiende

    lazos

    de

    todo

    orden.

    Nacionales

    Leopoldo

    Lugones,

    LeopoldoDaz,

    Ricardo

    Jaimes

    Freyre,

    Carlos

    Romagosa ,

    continen

    tales

    Jos Mart,

    Julin

    del

    Casal),

    de

    reas

    culturales

    Eugenio

    de

    Castro),

    conformar

    una

    hermandad

    \

    equiparable

    a la

    rotherhood

    de los

    prerrafaelitas.

    La

    presencia

    del

    husped

    nicaragense

    en

    Buenos

    Aires

    est

    estrechamente

    ligada

    a la

    emergencia

    de

    una

    concepcin

    autnoma de l arte,

    que

    impuls

    la

    cristalizacin

    de

    un

    protocampo

    literario,

    con

    sus leyes,

    polmicas,

    espacios

    diferenciados

    y

    distintos

    circuitos,

    vanguardia

    esttica.*

    Un

    hito

    defmitorio

    para

    analizar

    este

    fenmeno

    es

    la pu

    blicacin

    de

    Los

    raros

    en

    1896,

    libro que

    por

    su capacidad

    polmica

    reorganiza

    las

    pautas

    de

    su propio

    horizonte

    de

    aparicin.

    del

    poeta

    y

    de

    su

    obra,

    trabajada

    sobre

    una idea

    que

    el mismo

    Verlaine

    haba

    popularizado

    de

    s

    mismo,

    escindido

    entre

    el

    fauno

    y

    el

    asceta,

    entre

    las

    fiestas

    galantes

    y

    la

    sabidura,

    entre

    el carnaval

    y la

    cuaresma,

    entre

    el

    desenfreno

    y

    la

    conversin

    A

    la

    necrolgica

    suceder,

    pocos

    das

    despus, dando

    un nue va

    inflexin

    al

    duelo,

    el

    homenaje

    en

    verso,

    Responso

    a

    Verlaine .4

    El

    rquiem

    al

    maestro,

    el

    poema-responso,

    tiene

    una

    larga tradicin

    en la

    construccin

    de

    linajes

    literarios

    y Daro

    debi

    tener

    presente,

    al

    menos,

    el Toast

    Fnebre

    de

    Mallarm dedicado

    a la

    muerte

    de

    heophile

    Gautier

    en 1

    872.

    Anticipndose

    a

    la

    muerte,

    Daro

    haba

    celebrado

    otro

    tipo

    de

    brindis,

    menos

    emocionado

    y grandilocuente,

    pero

    igualmente

    agradecido,

    en

    Tigre

    Hotel,

    paseo

    lrico por

    las

    aguas

    del ro

    y el saln

    de recreo

    burgus,

    a

    pocos

    kilme

    tros

    de

    Buenos

    Aires.5 El

    poeta-maestro

    acompaa

    al cronista

    en

    su

    excursin

    sin

    nada

    m s que

    mi

    Verlaine

    bajo

    la

    luz temblorosa

    de

    las

    lmparas

    haciendo

    toda

    percepcin

    quede

    teida

    por esta

    presencia,

    como

    un lquido

    escurri-

    para

    desde

    el

    gran

    consumo

    cultural

    a la

    pequea

    un

    En

    el

    bosque espeso

    que

    dizo

    que

    se

    asimila

    a

    la

    porosidad

    de

    la

    escritura

    de

    Daro.

    El

    reconocimiento

    a

    Verlaine

    se busca

    a

    partir de

    un a serie

    de

    procedimientos.

    Como la

    adjetivacin

    dominada

    por

    la

    nuance

    del dictum

    veflainiano

    Car

    nous

    voulons

    la

    Nuance

    ,

    la

    traduccin

    y

    el

    pastiche

    Del

    campo vienen

    las

    voces

    de

    los

    anima-

    En

    1896,

    Daro

    publica

    varias

    estampas

    de

    escritores en

    L a

    Nacin

    -Arsenic

    Houssaye,

    Mark Twain,

    Juana

    Borrero,

    Paul Verlaine,

    Ibsen,

    Eugenio

    de

    Castro

    -pero

    slo

    los

    tres

    ltimos

    sern

    incorporados

    a

    Los raros

    -

    Si

    en

    algunos casos

    la

    muerte

    de l

    autor

    tratado

    es el

    disparador

    de la

    crnica,

    como Verlaine,

    Houssaye

    o

    Juana

    Borrero,

    en los

    otros,

    la

    eleccin

    nace de

    un

    hecho

    menos

    fortuito.

    Tal es

    el

    caso

    de

    Ibscn,

    que

    Daro

    est

    introduciendo

    en

    el

    ambiente

    teatral

    porteo

    recientemente

    abierto

    a

    la

    dramaturgia

    moderna.

    O

    Eugenio

    de Castro,

    portugus

    poco

    conocido

    en

    el

    medio,

    a

    quien

    elige

    para

    su

    primera

    conferen

    cia

    en

    El

    Ateneo.

    El

    artculo

    sobre

    Mark Twain,

    en

    cambio,

    es

    fruto de

    trascendido

    que

    desencadena

    una

    falsa

    necrolgica.

    La

    diversidad de

    el

    tenor

    dispar

    de

    estas

    notas

    -nacidas de l

    sistema

    de

    la

    noticia

    c

    indicadoras

    de

    las presiones

    del

    trabajo

    de

    diarista-

    justifican

    la

    metfora

    aludi al

    entramado de

    las

    columnas

    en

    el

    diario:

    el

    bosque

    espeso.

    En la

    seccin

    Telegramas

    de

    L a

    Nacin

    del 10

    de

    enero

    de

    1896

    se

    informa:

    Francia.

    Muerte

    de

    Paul

    Verlaine. Pars,

    9,

    hoy

    por

    la

    maana

    ha

    fallecido en

    esta

    capital

    el

    clebre

    poeta

    Paul

    Verlaine.

    Al da

    siguiente,

    Daro

    publica

    su

    nota.

    encor

    les

    crepusculares,

    sobresaliendo

    el

    violin

    monocorde

    de

    los

    grillos)

    o la

    cita

    recortada

    de los

    poemas

    Clair

    de Lune

    y

    En

    Bateau,

    ambos

    de

    las Fes

    galantes

    Daro establece

    complicidades

    con

    un

    lector

    culto,

    ante quien

    des

    pliega

    mltiples

    referentes,

    como

    la

    mandolina,

    las

    caracolas,

    Egl

    y el

    Abate,

    Pierrot

    y

    Colombina, Atis, Clori

    y Climenes.

    Pero

    no

    le

    basta

    con

    la

    cita

    o

    el

    pastiche,

    debe adems

    incorporarse

    al

    texto

    citado, as

    cuando

    glosa

    la ltima

    lnea

    de l

    Colloque

    Sentimental,

    dice:

    Oigo

    la conversacin

    de los

    indolentes;

    y

    al

    cantar

    de

    un

    ruiseor

    invisible, me

    llegan los

    ecos

    de l

    m s sentimental

    de

    los

    coloquios,

    del cual

    solamente

    l a

    noche

    y

    yo

    escuch mos

    la s

    palabras La

    inclu

    sin

    de

    este

    yo

    ausente

    en

    el

    original

    Et

    la

    nuit

    seule

    entendit

    leurs

    paroles

    poeta

    un

    razones

    y

    con

    que

    Daro

    4.

    L a

    Nacin y

    15 de

    enero

    de

    1896.

    Pocos

    das

    despus,

    el 20

    de

    n rs

    publica

    el

    texto

    de

    Leopoldo Daz

    A

    Verlaine en

    la

    misma

    huella

    del

    tributo

    dariano

    Marcela

    Zann

    seala

    en

    El

    don

    de

    Verlaine

    que el

    testimonio

    necesitaba

    desdoblarse

    entre

    la

    crnica

    y el

    verso

    en

    Susana

    Zanctti,

    as

    certize s

    de

    la huella

    Buenos

    Aires,

    Beatriz

    Viterbo,

    1997.

    5.

    Rubn

    Daro,

    Escritos

    initos

    Recogidos

    en

    peridicos de

    Buenos

    Aires

    y anotados

    por E.

    K

    Mapes, Nueva

    York,

    Instituto

    de

    las

    Espaas en

    los Estados

    Unidos,

    1958.

    Mapcs

    data esta

    crnica

    el

    3 de

    febrero

    de

    1894,

    indicando

    como

    lugar

    de

    publicacin

    L a Nacin

    y

    a

    pesar

    de

    que

    el texto

    no

    ha

    sido

    localizado

    en

    este

    peridico.

    6.

    Ccpend ant

    la

    lune se

    lve

    et

    lcsquif

    en

    sa

    course

    brve/file

    gament

    sur

    leau

    qui

    reve

    y ms

    adelante:

    Au

    calme

    clair

    de

    lune trieste

    t

    beau

    /

    qui fait

    rever les oiseuax

    dans

    les

    arbres

    Cfr.

    Paul

    Verlaine,

    Oeuvres

    poetiques

    Pars,

    Gamier

    1969.

    La

    inmediatez

    no

    le

    impide

    plasmar

    una

    semblanza

    altamente

    evocadora

    3. De

    acuerdo

    con

    Pierre

    Bourdieu

    /

    reglas

    del arte Barcelona,

    Anagrama,

    1995

    para

    la

    configuracin

    de un

    campo

    es

    necesaria

    la emergencia

    de la

    esttica del

    arte

    por

    el

    arte;

    as

    el

    campo

    intelectual

    francs

    se

    instituye

    a partir

    de

    la

    formulacin del

    arte-

    purismo,

    una

    de

    las

    banderas

    que

    levantar Daro

    en

    esta

    etapa.

    Carlos

    Altamirano y

    Beatriz

    Sarlo

    sostienen

    que

    el

    campo literarioargentino

    se

    consolidar

    de

    modo

    orgni

    co

    hacia

    el

    Centenario,

    en

    La

    Argentina

    del Centenario: campo

    intelectual, vida litera

    ria y

    temas

    ideolgicos

    en Ensayos

    Argtinos

    y Buenos

    Aires,

    CEAL,

    1983.

    6

    6

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    3/12

    n

    torno

    ociaos

    raros

    Dar o y

    su

    campa a intelectual

    en

    uenos

    Aires

    Beatriz

    Golotnbi

    Los pretendientes

    a

    la corona

    , el

    dilogo entre el

    rey y el

    poeta

    que

    no

    podemos

    dejar

    de

    relacionar

    con

    El

    rey Burgus .

    Pero

    adems de

    esta

    atmsfera

    le

    gendaria

    y

    alegorizante afn

    a

    su

    sensibilidad

    qu

    otros

    puntos

    en

    contacto

    encuentra

    con

    este

    raro?

    Qu

    empatias

    lo

    llevan

    a

    elegirlo

    para

    integrar

    analectas

    de escritores

    notables?

    Quizs

    sea

    oportuno

    recordar

    que

    as

    como

    Ibsen

    es

    visto

    como

    el

    reconstructor

    de

    la

    cultura

    nrdica,

    Daro

    se

    asume en

    estos

    aos como

    vocero

    de la

    cultura

    hispanoamericana.

    El

    paralelismo

    acaba

    all.

    Ibscn,

    dice

    Daro:

    Escriba

    para

    la

    muchedumbre,

    para

    la

    salva

    cin

    de

    la

    muchedumbre ,

    reflexin

    que

    prefigura

    el

    prlogo

    de

    Cantos

    de

    Vida

    y

    Esperanza

    ,

    Yo

    no so y un

    poeta

    para las

    muchedumbres.

    Pero

    se que

    indefectiblemente tengo

    que ir

    a

    ellas .

    Para su

    conferencia

    en

    El Ateneo,

    Daro

    elige a Eugenio

    de

    Castro.

    I

    fercnca

    es

    reproducida

    en

    La

    Nacin

    el

    26

    y

    29 de

    setiembre

    de

    1896,

    con

    el

    agregado de la

    bienvenida de

    Rafael

    Obligado al

    invitado

    que

    diserta por

    pri

    mera

    vez en

    el

    cenculo

    porteo.

    Introductor

    del

    simbolismo

    en

    Portugal,

    De

    Castro

    era

    escasamente

    conocido

    en

    Buenos

    Aires,

    donde

    haba

    sido

    traducido

    por Luis

    Berisso y

    Leopoldo

    Da

    Es

    un

    coetneo de

    Daro

    -Daro

    1867,

    De

    Castro

    en

    1869-,

    es

    tambin

    el

    m s

    joven

    entre

    los

    escritores

    que

    luego

    figurarn

    en

    el

    volumen.Se

    trata

    de un

    aclito

    generacional,

    de un

    doble

    con

    quien

    asentar

    paralelismos.

    De

    Castro

    lidera

    un

    renacimiento latino

    el

    primer

    representante

    de

    la

    raza

    ibrica en

    el

    movimiento

    intelectual

    contemporneo .

    Korma

    parte, podemos

    pensar,

    de

    un

    frente

    latino

    al

    cual

    Daro

    alude

    aplicando

    una

    estrategia

    que

    le

    permite

    trascender

    las

    fronteras

    nacionales

    y

    continentales

    esgrimiendo

    algo

    ms

    amplio, un

    rea

    cultural

    lo

    latino,

    lo

    ibrico),

    donde

    incluir su

    propia

    campaa.

    Joo

    de

    Deus,

    el

    gran

    poeta parnasiano

    portugus,

    haba

    ao

    -signado

    por la

    muerte

    de

    Verlaine

    como

    vimos-

    y De

    Castro

    es

    el

    joven

    que

    le

    despide

    con

    un

    saludo

    glorioso .

    Podemos

    suponer

    que

    Daro

    este

    gesto

    una

    coincidence

    simetra,

    heredero el

    tambin de

    una

    estirpe

    de

    poetas

    muertos

    Mart,

    Verlaine

    y vocero

    de

    una

    moderna

    literatura cosmopo

    lita ?

    Sus

    poticas

    tambin

    dialogan.

    En

    Oaristos

    1890)

    De

    Castro propone

    principios

    anlogos

    a los

    del

    programa

    dariano:

    libertad rtmica,

    el uso del

    alejandrino

    con

    cesura

    dislocada,

    el

    endecaslabo

    con

    acentuacin

    clsica,

    la

    restauracin

    de

    moldes arcaicos,

    e l u so

    de

    formas

    francesas

    como el

    rondel,

    as

    como

    la

    aliteracin,

    las rimas

    raras

    y

    el

    vocabulario

    selecto.10 De

    Castro

    es

    como

    n

    espejo que

    le

    devuelve

    la

    imagen

    de su

    propia empresa

    adelantada

    slo

    en

    puede

    leerse

    como el

    hallazgo

    de su

    propio lugar

    de

    enunciacin.

    El

    texto

    produce

    una

    decir

    dariano

    y

    el saber

    verlainiano

    Cier to

    es

    que el Pauvre

    Llian

    haba

    preparado

    mi

    espritu

    con

    sus

    mgicas

    y

    exquisitas

    fiestas ).

    La

    crnica

    se vuel

    ve

    no

    slo

    la confesin

    de

    la

    historia

    de una

    lectura,

    sino tambin

    una escena

    de

    asimilacin

    desglosada

    y

    abierta

    al

    pblico.

    Notable

    retrato

    femenino

    de

    esta

    poca

    es el de

    la cubana

    Juana

    Borrero,

    excluida

    de

    Los raros

    a

    pesar

    de

    ser llamada

    rara

    en

    los

    primeros

    prrafos

    de

    la

    necrolgica:

    Una

    rara

    nia,

    una dulce

    y

    rara

    nia .

    Algunos rasgos

    son previ

    sibles,

    como

    el

    aniamiento

    de la

    poeta,

    marcaque

    Sylvia

    Molloy

    observa

    en

    la construccin

    crtica

    de otra

    mujer

    -Del

    mira Agustini-,

    y que

    Daro usar

    en

    el

    Prtico dedicado

    a la

    uruguaya

    aos

    despus.

    Obedece

    en esto

    a una con

    vencin

    de

    representacin

    femenina

    pautada

    por las

    estticas

    finiseculares

    -en

    particular,

    la prerrafaelita-

    trazando

    una

    hermandad

    para Mara

    Borrero -Leonora

    y

    Rowena de

    Poc,

    las

    mujeres

    ngeles

    de

    Dante

    Gabriel

    Rossetti

    o Mar a

    Bashkirtseff,

    mentada

    en

    el

    subttulo

    de

    la

    crnica

    como

    modelo

    de

    la

    cubana.

    Pero

    tambin

    establece

    otro

    parentesco

    a

    partir

    de l

    paralelismo

    entre

    Casal y

    Borrero,

    en

    virtud

    del

    cual

    Mara

    aparece

    como un

    doble

    femenino

    de

    Julin

    su

    hermana

    de

    espritu),

    Borrero

    odia el sol

    Yo

    sueo

    con

    un

    clima

    extrao

    donde

    nunca

    haya

    sol ),

    as

    como

    Casal,

    tena

    el impuro

    amor

    de

    las

    ciuda

    des .Casal

    y Borrero

    son

    revelados

    como dos

    frutos

    equvocos

    del trpico

    pero

    tambin

    como

    dos

    cofrades

    de

    la renovacin

    moderna.

    En

    Ibscn , Daro encuentra

    un

    hroecultural

    de

    una dimensin

    slo

    compa

    rable a

    Wagner

    segn

    la

    notable

    construccin

    que

    el siglo

    XIX

    hizo

    del msico

    alemn,

    con los

    ejemplos

    de

    Baudelaire, Mallarm

    y

    Nietzsche,

    entre tantos

    otros.

    Representante

    del

    movimiento

    de

    autonoma

    cultural

    que

    se

    gesta

    en

    Noruega

    luego

    de su

    desprendimiento

    de

    Dinamarca

    despus

    de

    las

    guerras

    napolenicas,

    Ibscn

    recibe

    los

    eptetos

    de hroe

    moral,

    regenerador

    de

    naciones ,

    aristo ,

    hroe , casi

    superhombre ,

    apstol ,

    mrtir ,

    pre

    cursor de l

    porvenir ,

    acercando

    su

    imagen

    a

    la

    de

    Mart,

    en la

    necrolgica

    que

    Daro escribiera

    en

    1895.

    La

    mitologa

    nrdica

    -de gran

    impacto

    en la

    obra

    de

    Leconte de

    Lisie

    y,

    en

    Amrica, en

    Ricardo

    Jaimes

    Freyre y

    Leopoldo

    Daz-

    es

    un

    elemento

    central en

    la

    obra

    de Ibscn.

    Como

    en las primeras escenas

    de

    Peer

    Gynt,

    Daro

    comienza

    su

    artculo

    construyendo

    un espacio

    legendario,

    de

    nie

    ve,

    brumas

    y

    auroras

    boreales,

    donde

    ubicar

    a

    su

    personaje,

    visto

    por

    sus

    con

    temporneos como

    un

    Shakespeare

    redivivo.

    Tambin

    reproduce un

    pasaje

    de

    fusin

    de

    las

    voces,

    determinando

    una

    solidaridad

    estrecha

    entre

    el

    su

    no

    con-

    nace en

    y

    es

    muerto ese mismo

    ve en

    En

    1897, Berisso

    publica

    su

    traduccin

    de

    Beiktss con prlogo

    de Leopoldo

    Lugoncs.

    R

    Eugenio

    De

    Castro,

    Oaristos

    Prefacio da primeira

    edicao,

    Lisboa,

    1890.

    .

    Juana

    Borrero.

    Una

    Mara Bashkirtseff

    cubana .

    Nacin

    Z3 de mayo

    de

    1896.

    8.

    Nacin

    ,

    22

    de

    julio

    de

    1896.

    6

    6

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    4/12

    e triz

    Colombi

    En

    torno de

    Los

    raros

    Daro

    y

    su

    campaa

    intelectual

    en

    Buenos

    Aires

    par

    de

    aos:

    Ha

    tenido

    que

    luchar

    Eugenio

    de

    Castro?

    Indudablemente,

    s.

    No

    conozco

    los

    detalles

    de

    su

    campa

    intelectual

    ,

    pero

    no impunemente

    se

    llega

    a

    tan

    justa

    gloria

    a

    su

    edad.

    De

    guiarnos

    por

    el comentario

    en L a

    acite

    la

    conferencia

    constituye

    un

    momento

    definitorio

    de su

    consagracin

    su

    justa

    gloria

    en

    esta

    capital:

    Durante

    los

    tres

    cuartos

    de

    hora

    que

    el conferenciante

    suspenso

    de su

    palabra

    al numeroso

    y

    selecto

    auditorio,

    se

    lo

    interrumpi

    repetidas

    veces

    con

    aplausos

    y bravos

    estruendosos

    y al

    finalizar fue

    objeto

    de

    una

    verdadera

    ovacin,

    blanco

    de un

    sinnmero de flechas

    y

    cuyos

    golpes

    acrecen

    el

    nmero

    de

    mi s

    compaeros

    y

    soldados,

    para organizar

    definitivamente

    la

    resistencia

    feuerra

    tan

    alegre

    como una

    vendimia y

    tan

    gloriosa

    como

    un a

    cosecha.

    Pero

    habra

    que condenar

    alguna

    vez

    la inepcia,

    la

    petrificacin

    del

    antiguo profeso

    rado, la

    inutilidad

    y

    la flaqueza

    de la

    antigua

    enseanza, la

    mano

    manca y

    la

    pata

    coja

    de l

    Pegaso

    acadmico.

    El

    fraseo es m s

    defensivo

    que

    ofensivo.

    Las

    relaciones

    cordiales

    q

    tiene

    con

    figuras

    intermedias,

    como

    Rafael

    Nezen

    America

    o

    Campoamor

    en

    Espaa,

    demuestran

    a las

    claras

    esta

    postura,

    que

    tambin

    se

    hace

    evidente

    en

    la

    respuesta

    a

    Paul

    Groussac.

    Recordemos,

    en

    este

    sentido, el

    prlogo

    a

    la

    primera

    edicin

    de Los

    raros

    donde

    reproduce

    el

    editorial

    de la

    Revista

    de m

    rica

    En

    este,

    Daro proclama

    la

    existencia

    de una

    nueva

    generacin

    entregada

    al culto

    del

    arte

    por

    el

    arte,

    que

    trabaja

    po r

    el

    enriquecimiento

    de

    la

    lengua

    castellana,

    resiste

    al

    utilitarismo

    y

    sirve

    a la

    aristocracia

    intelectual

    un

    en

    una

    tuvo

    uc

    man-

    En

    un

    campo polico

    Una

    de

    las

    primeras

    polmicas

    en

    las que

    Daro se

    ve

    comprometido

    y

    que

    tiene

    como

    escenario

    a

    Buenos

    Aires

    es entablada

    con

    Clar

    Leopoldo

    Alas),

    en

    1894. L a

    Prensa

    del 29

    de

    enero

    de

    1894

    reproduce

    una

    nota

    de este

    ltimo

    u

    mea11

    La

    amenca-

    .

    Advierte,

    tambin,

    de su

    propio

    lmite: Mantener,

    al

    propio

    tiempo

    que

    el

    pensamiento

    de

    la

    innovacin,

    el

    respeto

    a la s

    tradiciones y

    la jerarqua

    de los

    contemporizando

    la

    voluntad

    de

    ruptura

    con

    la

    bsqueda

    de

    nocimicnto

    y

    conciliacin. En

    este

    sentido,

    dice

    Alberto

    Ghiraldo:

    Pese

    na

    titulada

    Palique,

    refutada

    por

    Daro

    en

    su carta

    abierta

    Pro

    dom

    rplica

    es concisa.

    Defiende

    su

    Prtico

    al

    libro de

    Salvador

    Rueda,

    En

    tropel

    atacado

    por

    Clar

    ,

    reclama

    ante

    el

    espaol

    por

    la

    ignorancia

    de

    los

    desentiende

    de

    las

    malas

    imitaciones

    de

    zul

    y

    rechaza

    maestros,15

    reco-

    nuevos

    a

    su

    poetas

    americanos

    se

    su

    inclusin

    en

    el

    grupo

    de

    los

    afrancesados

    cursis.

    Erente

    a

    otras

    impugnaciones

    -como

    las

    de

    ser

    dilettante

    y

    snob-

    levanta

    su condicin

    de

    trabajador:

    Escribo

    en

    L a

    Nacin

    y en

    L a

    Tribuna

    ,

    de

    Buenos

    Aires,

    en

    la

    Revista

    Nacional

    y

    en

    dos

    revistas

    ms

    extranjeras.

    Niega

    la

    condicin

    de

    m s

    de

    una

    ocasin,

    acorde

    a

    su

    iconoclastia,

    a

    veces ms

    aparente

    que

    real,

    Daro

    conserv

    siempre

    miento

    ecunime por

    los

    maestros,

    fuesen

    de

    esta

    o

    aquella

    escuela.14

    bien

    Ana

    Balakian

    seala que

    Baudelaire no

    se

    enfrentaba

    con

    los

    mayores;

    el

    nicaragense

    quizs

    siguiese

    esta

    tctica,

    aunque

    en

    su

    horizonte no

    se

    erigiese

    ningn

    Tefilo

    Gauthier.

    Un

    adversario

    acadmico

    identificado

    podra

    Calixto

    Oyuela,

    pero

    nunca

    confrontar

    directamente

    con l.

    Quizs

    po r

    este

    motivo,

    el

    smil

    predilecto

    de

    Daro para

    definir

    la

    situacin

    haya

    sido la

    siem

    bra

    antes

    que

    la

    guerra:

    ...en

    el

    campo

    intelectual

    unos

    cuantos

    sembradores de

    ideas

    se

    preparan

    a

    ofrecer

    sus

    productos15

    Daro

    es enviado

    a

    Crdoba

    para

    cubrir

    las

    fiestas

    en

    honor

    a

    la

    Virgen

    del

    Rosario,

    Vista

    como

    un

    enclave

    colonial,

    Crdoba

    es

    un a

    ciudad

    un

    acata-

    Tam-

    ser

    jefe

    de

    un

    movimiento,

    actitud

    reiterada

    en

    prdica

    de

    una

    esttica

    acrtica.

    No

    obstante,

    sus

    pasos

    dichos

    estn

    lejos de

    responder

    al

    azar

    o la casualidad.

    El

    cruce

    de

    opiniones

    resume

    casi

    todas

    las

    objeciones

    y enfrentamientos

    que

    afrontar

    en estos

    aos,

    tanto

    en el

    campo

    externo

    como interno.12

    Se trata

    de

    una

    beligerancia

    un

    tanto

    formal

    y

    gestual,

    ya que

    si bien

    Daro

    toma parte

    rebelde

    dispuesto

    a

    deponer

    a todos

    los

    severa

    y

    espaolsima,

    una

    sociedad

    seria y

    slida,

    donde

    abundan

    los

    templos

    y

    faltan

    las

    chimeneas:

    Para

    la

    mayora

    de

    los

    lectores

    de L a

    Nacin querra

    hablar

    de

    fbricas

    e

    industrias.

    La

    linca

    define

    al

    lector

    tipo

    de l

    peridico

    -moderno,

    liberal,

    emprendedor-

    para

    el

    cual

    estas celebraciones,

    impregnadas

    de olor de

    ncensarios,

    resultan,

    cuando menos,

    inquietantes.

    Inquietante

    es

    tambin

    la

    de la

    misma,

    paralelamente,

    no

    es

    acadmicos

    encontrados

    a

    su

    paso,

    aunque

    haga

    alarde de

    eso

    mismo.

    En

    la

    presentacin

    de

    xopoldo

    Daz

    en

    El

    Ateneo,

    reproducida

    por

    L a Nacin

    del

    2

    de octubre

    de

    1896,

    dir:

    Lder

    no

    soy

    ni

    quiero

    ser

    sino

    como representante

    del esfuerzo

    americano

    comn,

    en

    el

    cual

    mi

    nombre

    y

    mi

    obra

    no

    son sino

    el

    un

    D-

    En

    la

    dedicatoria

    de

    la

    primera

    edicin de

    Los

    raros

    ,

    Buenos

    Aires,

    Tipografa

    La

    asconia

    1896.

    En

    este

    trabajo

    seguir

    la

    edicin

    de

    Losada

    Buenos

    Aires,

    1894).

    14.

    se

    Alberto

    Ghiraldo,

    Archivo

    Rubn

    Daro

    ,

    Buenos

    Aires, Losada,

    p.

    97.

    15,

    En

    Sensacin

    de Otoo,

    La

    Nacin 6

    de abril

    de

    1896.

    11 La Nacin

    30

    de

    enero

    de

    1894.

    12. En

    Dilucidaciones prlogo

    a

    El

    canto

    errante

    Daro

    considerar

    importantes

    slo

    las

    tres

    polmicas mantenidas

    con

    Leopoldo

    Alas

    1894),

    Paul Groussac

    18 )

    y

    Max

    Nordau

    1903).

    En

    Obras

    completas

    Madrid, Aguilar,

    1967,

    pp, 691-700.

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    5/12

    En

    tomo

    de

    Los

    raros

    Daro

    y su

    campaa

    intelectual

    en

    Rueos

    Aires

    e tr iz

    Colombt

    presencia

    del

    poeta

    invitado

    a

    disertar

    en

    la

    filial

    de

    El

    Ateneo,

    en

    Crdoba

    el

    15 de

    octubre

    de

    18%.

    La

    presentacin es

    secundada po r el

    poeta cordobs

    Carlos

    Romagosa

    y

    desde

    Buenos

    Aires

    le llega

    un

    telegrama

    de

    apoyo

    firmado

    po r Ricardo

    Jaimes

    Freyre,

    Luis

    Bcrisso,

    Leopoldo

    Daz,

    Eduardo

    Schiaffino y

    Miguel

    Escalada,

    ledo en el

    acto.

    Recita

    en

    esta oportunidad

    un

    poema

    sobre

    fray Mamerto

    Esqui

    y

    dirige un

    discurso

    recogido

    parcialmente

    por

    el

    diario.16

    E

    mbito

    religioso

    de

    la

    celebracin

    mariana

    -recreada en

    la

    crnica

    Sensa-

    ciones

    de

    viaje. En

    Crdoba.

    La

    peregrinacin

    bonaerense-

    le inspira

    una

    profesin

    de fe

    en la

    ' religin del

    arte:

    Para

    ser

    creyente

    o

    artistas,

    hay

    que

    ser

    creyente puro

    o

    artista

    puro

    como

    io

    ha

    hecho

    muy

    bien notar Eugenio

    de

    Castro

    en

    una

    conferencia

    sobre

    el

    noble

    y

    religioso

    poeta

    Joao

    de

    Deus.

    Cre

    yente

    puro,

    fe

    absoluta,

    y

    artista

    puro,

    arte absoluto: esta

    fe

    que

    es

    de

    la

    religin

    y

    este

    amor,

    que

    es

    el del

    arte,

    son

    ciegos.

    Pero

    es

    una

    ceguedad

    en que

    resplande

    cen

    todas las

    estrellas,

    para

    los

    preferidos

    del

    arte:

    los

    ms ciegos

    de luz

    en el

    camino

    de

    la religin se

    llaman

    santos;

    los

    ms

    ciegos

    de

    luz

    en el camino

    del

    arte

    se

    llaman

    genios.

    Las

    reacciones

    no

    tardan.

    Un

    atenesta eleva su renuncia en

    carta

    pblica

    reproducida

    en/

    Tiempo

    de

    Buenos

    Aires. El

    cruce de

    opiniones

    en

    Crdoba es

    anecdtico y

    pertenece

    casi al

    mbito de

    lo

    domstico.

    Pero

    me

    interesa sealar

    que

    la finta se

    escenifica

    en

    un

    peridico

    de

    Buenos

    Aires,

    como

    si

    Daro

    promoviese

    la

    publicidad de

    ciertos

    actos,

    permitiendo

    que se franquee

    el

    epistolario -publica

    las

    cartas

    que

    le

    dirige

    uan

    Valera-,

    la

    ancdota

    provincia

    na

    -los

    sucesos

    en

    el

    Ateneo de Crdoba-

    o la crtica

    adversa

    -la

    resea de

    Groussac

    a

    Los raros

    en

    La

    Biblioteca

    ,

    reproducida

    por

    La

    Nacin

    ,

    as como la

    rplica

    de

    Daro,

    Los

    colores

    del

    estandarte ,

    que

    analizare ms

    adelante.

    La bibliogrfica

    es

    otro

    lugar donde

    entablar

    la

    controversia

    esttica. En

    las

    tres

    entregas tituladas

    Menndez

    y

    Pelayo,

    La

    antologa

    de

    poetas

    america

    nos. El

    tomo IV:

    Chile,

    Argentina, Uruguay,1

    Daro

    comenta esta

    obra

    encar

    gada al fillogo

    espaol

    por

    la

    Real

    Academia

    Espaola

    con motivo

    de l

    IV

    Centenario

    de

    descubrimiento de

    Amrica. Comienza por

    coincidir

    con

    el

    primer

    cerebro de la Espaa

    actual,

    para

    luego

    tomar

    distancia

    respecto

    al

    modo

    como

    ste organiza

    el mapa

    de

    las letras

    americanas.

    Su principal obje

    cin

    a la antologa es la

    atencin

    prestada

    al pasado

    -sobran

    varios

    frailes

    coloniales-

    en desmedro

    de

    la

    produccin contempornea.

    Al ignorar

    a los

    poetas

    vivos,

    Menndez

    y

    Pelayo silencia a

    la

    nueva generacin

    de

    creadores

    donde

    se

    hubiera

    podido

    encontrar

    algoque

    llamase

    la

    atencin

    de

    los

    europeos.

    Evidentemente,

    Daro se

    resiente

    de

    su propia

    exclusin

    y

    la

    de

    sus

    seguidores

    cn

    este

    vademcum

    de

    lectura

    para

    el

    mundo

    europeo,

    adelantando la

    pregunta

    de

    Lugones

    frente

    a

    Los

    raros

    por quno yo

    Los

    joven

    Amrica

    Daro

    apuntala

    de

    diversos

    modos a los

    nuevos,

    a quienes

    llama los

    jo

    ven

    Amrica,

    En

    esta

    direccin

    se orientan

    los

    comentarios

    sobre Almafucrte,

    el

    apoyo

    a Luis

    Bcrisso,

    l bienvenida

    a

    Leopoldo

    Lugones, la

    presentacin

    de

    j

    Leopoldo

    Daz,

    el

    elogio

    a Charles

    de

    Sousscns, la amistad

    con

    Angel

    Estrada,

    Miguel

    Escalada,

    .Alberto

    Ghiraldo,

    Roberto

    J.

    Payry

    tantosotros

    que se

    aproxi

    man

    a

    su

    mesa en

    el

    Auer s Keller

    oen

    la

    redaccin de

    a

    Nacin

    F'ero un grupo

    de

    elegidos

    se

    distingue:

    Aim

    afuerte,

    Ricardo

    Jaimes

    freyre,

    LeopoldoLugones

    y

    Leopoldo

    Daz,

    a

    quienes

    Luis

    Berisso

    llama

    los raros de

    Amrica:

    Esta es

    la

    influencia

    de los

    raros

    de

    Amrica,

    de

    esos

    poetas

    innovadores,

    desdeados

    por

    la

    crtica

    normal'

    e

    ignorados

    debinmenso

    rebao

    humano.

    ,H

    El

    Ateneo

    de

    Buenos Aires

    se renueva

    en

    18% con

    la

    presidencia de Rafael

    Obligado, quien

    se propone

    inocularle

    nueva savia

    a

    la

    institucin,

    invitando

    a

    conferencistas

    como Rubn

    Daro,

    Leopoldo

    Daz,

    Eduardo

    Schiaffino,

    Enri

    que

    Garca

    Velloso

    y

    Eduardo

    Holmbcrg.

    Las

    actividades

    son

    difundidas

    en La

    Nacin

    en

    un suelto

    titulado En

    el

    Ateneo,

    donde los

    comentarios

    y transcrip

    ciones

    de los

    ocasionales

    cronistas

    presentes

    en

    las

    veladas

    permiten rescatarla

    oralidad

    de

    las

    intervenciones.

    As,

    a

    carta

    de Daro

    leda

    antes de la

    conferen

    cia

    de

    Leopoldo

    Daz:

    Desde el

    momento en que

    usted

    despus de la

    ense

    anza

    de

    Hugo, Banville,

    Verlaine,

    DAnnunzio,

    Swinburne

    y

    Eugenio

    de Cas

    tro,

    se

    adelanta

    a la

    quiz

    por

    siempre

    petrificada

    mtrica

    espaola

    e

    inaugura

    un

    movimiento

    potico

    en

    su

    pas

    con las

    bases que

    han

    estado

    en

    mi

    pensamiento

    alentadas

    en

    la

    Argentina

    por

    los

    escassimos

    intelectuales

    italianos

    y franceses

    qu e

    me

    han ayudado, no

    tendr sino clarines y

    brazos

    y palmas,

    y

    grandes voces

    de

    mi

    lengua, y grandes

    versos

    de

    mi

    lira,

    y

    todo

    el

    corazn

    y

    toda

    el

    alma

    para

    el

    encumbramiento

    de

    esa

    verdad,

    y

    la

    correspondencia de

    ese

    entusias

    mo.1

    La lectura de

    La

    leyenda

    blanca

    de

    Daz

    est enmarcada po r

    las

    palabras

    de

    Daro,

    quien

    parece

    autorizar

    a

    un

    discpulo que

    se

    adelanta,

    concedindole

    el

    papel

    de

    inaugurado

    del

    movimiento

    potico

    en

    la

    16.

    En

    Crdoba.

    La

    velada

    de

    El

    Ateneo

    en

    honor

    a

    Rubn

    Daro

    La Nacin

    20

    de

    octubre

    de

    18 .

    17.

    L a

    Nacin

    7

    y

    2 de

    febrero

    y

    de

    marzo de

    1896.

    18.

    Prosistas

    y

    poetas

    americanos. Leopoldo Daz

    vp

    dt

    19.

    La

    Nacin

    ,

    2

    de

    octubre

    de

    18%.

    9

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    6/12

    En

    torno

    d

    cLos

    raros.

    Daro

    y

    su

    campaa

    intelectual

    en

    Buenos

    Aires

    eatriz

    folotnbi

    Lo s

    espacios

    de sociabilidad

    de los escritores,

    instituciones

    recientes

    en

    la

    joven

    capital,

    son

    apenas

    una

    parte

    del

    complejo circuito

    del

    arte moderno,

    el cual

    es imprescindible

    un pblico

    especialista.

    As

    le

    recuerda

    Berisso

    a

    Daro:

    No

    basta

    poseer un Ateneo

    y

    una

    Academia;

    es

    indispensable

    un

    pblico,

    por

    as

    decir, artista,

    un

    pblicoque

    ame la

    ciencia,

    la

    poesa,

    el

    arte,

    las

    cosas

    bellas

    de l

    espritu;

    un

    pblico

    que

    lea

    las

    estrofas

    de

    nuestros

    bardos

    inspirados,

    las

    pginas

    de

    nuestros

    historiadores

    concienzudos,

    los

    textos

    cientficos

    de

    nuestros

    hom

    bres

    de pensamiento

    4

    Ese pblico

    de

    aristos

    al

    que

    alude Daro

    en la

    crnica

    de

    Nietzsche al citar

    una

    irona

    de

    Barbey

    dAurevilly:

    Y

    Barbey

    dAurevilly

    deca:escribo

    para

    treinta

    y seis

    amigos

    desconocidos25

    es

    an

    una

    materia

    mol-

    deable,

    un

    proyecto, un

    desafo

    lanzado

    a

    los

    joven

    Amrica.

    Argentina

    y,

    al mismo

    tiempo,

    encuadrndolo

    en sus

    filas, con las bases

    que

    kan

    estado

    en

    mi

    pensamiento

    .

    Pero

    Daro

    estuvo

    lejos de

    prodigar estmulos

    indiscriminados,

    como

    lo

    de

    muestra

    la

    apreciacin

    mesurada

    de

    Bajo

    relieves

    de Daz.20

    No

    fue

    condescen

    diente

    por

    exclusiva

    pertenencia

    al

    crculo,

    como

    es el caso

    de

    su reticente

    prlogo

    a

    Fibras

    deGhiraldo.

    Sin

    duda,

    fue

    ms

    enftico

    en

    la

    apreciacin

    de

    la

    obra

    de

    Almafuerte,

    Jaimes

    Freyrc y

    fundamentalmente,

    Leopoldo

    Lugones.

    Operacin

    evidente en la

    crnica

    de

    bienvenida

    de

    este

    ltimo a

    la

    capital,

    Un

    poeta

    socialista.

    Leopoldo

    Lugones.21

    Si su

    chambergo

    denuncia

    su

    origen

    provinciano,

    su poesa

    lo

    proyecta

    ms

    all

    de

    esos confines

    geogrficos

    y

    cul

    turales,

    poeta

    cordobs

    ayer,

    argentino

    hoy,

    americano

    maana

    y pasado ma

    ana

    lo

    que

    Dios ha de

    disponer.

    Daro no

    slo

    lo

    promueve

    con

    su

    afecto

    (yo

    soy su

    amigo),

    sino

    que

    tambin

    lo coloca

    como

    puntero

    del

    movimiento:

    Es

    uno de los

    modernos,

    es

    uno

    dlos

    joven

    Amrica.

    El

    y

    Ricardo

    Jaimes

    Freyre

    son los

    dos

    ms fuertes

    talentos

    de

    la

    juventud

    que

    sigue

    los

    pabellones

    nuevos

    en

    el continente.

    No

    obstante, Daro

    seala

    el

    exceso,

    el

    impulso,

    el

    mpetu

    de

    la

    poesa

    lugoniana.

    Todo este

    plus,

    seguramente,

    motiv

    su

    exclusin

    de

    Los raros

    .

    Como

    si

    Lugones fuese

    an

    un

    proyecto

    que

    debe

    de

    cantar

    para

    mostrar

    su

    mejor

    faz.

    Por

    eso

    en

    Los

    colores del

    estandarte

    es

    aludido

    como

    el

    joven

    salvaje,

    precursor

    de

    esc

    escritor

    futuro

    anunciado

    por

    Lautramont.

    La madurez

    llegar

    recin

    con

    Las

    montaras

    del

    oro

    celebrada

    incondicionalmente

    en

    Lo

    que encontr

    en Las

    montaas

    del

    oro .22 En

    este

    segundo

    artculo,

    Daro

    presenta

    a

    un Lugones

    sobreadjetivado,

    con

    un

    inten

    cional

    crescendo

    que

    deja

    casi

    sin

    aliento a

    quien

    lo

    lee:

    Inusitado,

    absurdo,

    cruel,

    dulce,

    estupendo,

    prodigioso,

    Leopoldo

    Lugones. El

    asombro

    dariano

    frente

    a

    Lugones

    parece

    repetir,

    salvando

    las

    distancias, la admiracin

    de

    Verlaine

    por

    la

    precocidad

    de

    Rimbaud.23

    En

    esta

    resea,

    Daro

    entrega

    el cetro

    a Lu g

    Llegas en

    el

    momento

    en

    que

    el

    suelo de

    nuestra Amrica,

    en

    un

    plato

    inaudi

    to, los

    cuatro

    puntos

    cardinales

    sobre

    st

    continente te

    ofrecen

    una

    interroga

    cin.

    Amrica

    toda

    es como

    el

    cuello

    de l

    cisne, un

    signo de

    interrogacin,

    un

    futuro,

    un

    maana,

    un

    plato

    -un

    festn,

    un

    banquete-

    dejado a

    resguardo

    del

    joven

    impetuoso.

    para

    Hoes

    ,

    malditos

    imaginarios

    Los

    raros

    debe

    leerse

    enel

    contexto

    de

    un

    gnero

    particularmente

    prolfico

    a

    finales

    de l

    siglo

    XIX:

    las

    siluetas

    de

    escritores.

    Los ejemplos

    son

    mltiples,

    pero

    al

    menos

    es posible

    considerar

    ciertas colecciones,

    como

    Los

    poetas

    maldi-

    to

    (1884)

    de Verlaine,

    Le

    livre

    des masques

    (18 )

    de

    Remy

    de

    CJourmont,

    Vidas

    imaginaras

    1896)

    de

    Marcel

    Schwob,

    TheSymbolist

    Movement

    in

    Literature

    (

    1

    899

    de

    Arthur Symons26

    y

    en

    el

    mbito

    hispnico,

    Esquises.

    Siluetas

    de

    escritores

    y

    artistas

    (1892),

    Literaturas

    extranjeras (1895)

    y

    Almas

    y

    cerebros

    1

    898)

    de

    Gmez

    Carrillo.27

    El

    volumen

    adquiere

    nuevos

    sentidos a

    partir

    de los sistemas,

    redes

    y

    relaciones

    puestas

    en juego

    en

    esta

    serie.

    La

    idea de

    una

    reivindicacin

    mltiple

    gua a

    Verlaine

    en Los

    poetas

    malditos.

    De

    nombres

    poco

    conocidos

    -como

    Tristan

    Gorbire,

    Arthur

    Rimbaud

    o

    Stphane

    Mallarm-,

    de

    una mujer

    que

    deja

    huellas

    en

    su

    propia

    potica

    -Marceline

    Dcsbor-

    des-Valmore-

    y

    de

    un

    viejo escritor, Villiers

    de

    Lisie

    de

    Adam,

    merecedor

    de

    ones:

    u

    24.

    La

    vida

    literaria ,

    La

    Nacin 26

    de

    enero

    de

    1895,

    25.

    Los

    raros,

    Filsofos

    finiseculares: Nietzsche

    La

    Nacin

    ,

    2

    de

    abril de

    1894.

    26.

    Ll

    estudio

    de

    Arthur

    Symons

    sobre el

    simbolismo

    es lino

    de los

    primeros

    en

    lengua

    inglesa

    c

    incluye

    a

    Nerval,

    Villiers,

    Rimbaud,

    Verlaine,

    Laforgue,

    Mallarm, Huysmans y

    Maeterlinck.

    Daro

    menciona

    a

    Symons

    en

    los

    artculos

    sobre Theodore Hannon y

    Paul

    criainc

    en

    Los

    raros\

    aos despus

    escribir la

    resea

    de

    la

    traduccin de

    Portraits

    al

    espaol

    en

    Arthur

    Symons.

    Su s

    Retratos ingleses

    /M

    Narin

    29

    de setiembre

    de

    1907,

    En

    la

    misma

    lnea,

    aunque posteriormente,

    se

    publicad

    libro de Francisco

    Contreras,

    Os

    wodemos Pars,

    Ollendorff,

    1909,

    que

    incluye

    estampas

    deCarrirc,

    Verlaine,

    Ibsen,

    Huysmans,

    Rodin,

    Heredia,

    J.

    Lorrain y Barrs,

    adems

    de

    un estudio

    sobre

    pintores

    franceses.

    20.

    Bajo

    Relieves,

    Revue

    Illustredu

    Rio de l

    a

    Plata noviembre

    de

    895.

    21.

    El

    Tiempo

    ,

    1

    2

    de

    mayo

    de

    1896.

    22,

    El

    Tiempo

    26

    de

    noviembre

    de 1897.

    23.

    Un

    da

    apareci Lugones,

    audaz,

    joven,

    fuerte

    y fiero,

    como

    un cachorro

    de

    hccatnquero

    que

    viniera de

    una

    montaa

    sagrada

    ,

    dir

    Daro en su

    uto

    y

    apa

    Buenos

    Aires,

    Eudcba,

    1968,

    p.

    121.

    71

    0

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    7/12

    En

    torno

    de Los raros

    Daro

    y su campaa

    intelectual

    en

    Buenos Aires

    i t n z

    lombi

    sitial en la Academia

    Francesa.

    Los

    malditos son

    diversos

    y

    no

    todos

    malditos

    stiicto sensu

    como

    es

    advertido por

    su

    autor:

    A

    pesar

    de

    que

    Villiers es hoy

    muy

    glorioso y que

    su

    nombre

    parte,

    destinado a la

    m s

    profunda

    resonancia,

    hacia

    un a

    posteridad

    sin

    tin,

    le

    incluimos no

    obstante

    entre los

    Poetas

    malditos

    porque

    no

    es lo

    suficientemente glorioso en

    estos tiempos

    que

    debieran

    pies.2 1

    Po r

    ltimo, Verlaine

    se incluye

    a

    s

    mismo,

    en

    tercera

    persona

    como

    el Pobre

    Lciian . Descarga

    en

    este alter

    ego

    la

    crtica

    hacia

    sus

    propias

    con-

    tradicciones

    -el

    poeta

    es,

    en sus

    palabras, un

    campo

    de

    batalla

    entre la

    carne

    y

    el

    espritu-

    al

    mismo

    tiempo

    que

    parodia

    eJ

    halo

    miserable

    asociado

    a

    la

    vida

    de

    bohemia. En

    esta subjetividad

    proyectada

    fuera de

    s

    reconocemos la

    ca

    de

    Rimbaud,

    quien

    es

    a

    su

    ve z la figura

    co n

    mayor proyeccin

    del

    volumen.

    El

    libro

    es

    una

    pantalla

    donde

    exhibir al

    ms

    descarriado

    de los

    poetas:

    Arthur

    Rimbaud,

    Su

    presencia o mejor

    la

    tensin

    de

    su

    ausencia,

    es

    lo

    que

    articula a

    los

    malditos

    .

    erlaine

    El

    inters

    del

    crtico

    francs

    por

    los

    antiguos

    est

    presente

    en

    la elec

    cin,

    po r

    parte

    de

    Daro,

    de

    Fra

    Domnico

    Gavalca:

    Raro es

    un Remy

    de

    Gourmont

    que

    resucite

    y ponga

    en

    maravilloso

    marco

    las

    bellezas

    del

    latn

    mstico

    de

    la Edad

    Media,

    La s

    coincidencias

    preludian un

    dilogo

    cpie

    se

    intensificar

    en

    los aos

    parisinos.11

    Lo s

    puntos

    en

    comn

    invitan

    a

    reconsiderar

    el

    juicio

    sobre

    el

    tamiz daano

    -tachado

    de

    desparejo

    inslito

    y provocador-

    Desde

    luego,

    es

    necesario revi

    sar

    la

    opinin

    de

    ngel

    Rama,

    quien

    sostuvo

    pi e

    el

    libro

    aportaba

    m s

    esnobis

    mo

    que

    innovacin

    esttica,

    m s

    escndalo

    que literatura:

    La

    serie era

    de

    un

    exitismo

    periodstico

    algo

    rampln que tena

    que

    disgustar

    a

    Paul

    Groussac,

    pues

    estaba

    concebida

    oportunsticamente

    para

    el paladar

    de los

    lectores

    .1

    bien

    resulta

    complejo

    desentraar

    las

    opciones

    de

    Daro,

    su

    maniobra

    de

    tra

    duccin

    de la

    crtica

    moderna, sus inclusiones y

    exclusiones,

    sera

    limitado

    pensar

    que

    todo responde al

    oportunismode

    un

    mercado

    an muy

    incipiente.

    Si

    esta

    gesticulacin

    fue

    leda

    como sntoma

    de exitismo

    po r

    Rama es

    porque

    contena

    los

    rasgos

    llamativos

    que

    caracterizan

    a las

    vanguardias

    estticas.

    Su

    mado

    a

    esto

    el libro

    exhibe

    el

    tramado

    de

    un

    programa

    en

    el

    que a veces

    se

    avanza

    a

    tientas,

    como

    adelantando

    intuiciones

    -no

    se

    conoce

    todo,

    de

    Leaucramont

    se

    dice - pero

    que

    muestra

    siempre

    un a

    firme apetencia

    modernizado nada

    errtica

    y

    por

    cierto difcilmente

    complaciente.

    Por

    otra

    parte,

    el

    sistema de

    Los

    raros

    es mucho

    ms

    complejo ya

    que

    se

    funda sobre

    carencias

    radicales.

    No

    hay un

    Rimbaud

    para el

    cual

    se escriba

    como

    en

    Verlaine,

    ni una

    tradicin

    fuerte,

    casi

    a

    u

    tos

    u Ficen

    te

    como la contem

    plada

    por Rcmy

    de Gourmont.

    El

    resquemor

    de Baudelaire

    preocupado

    po r

    la

    presentida genialidad

    de Mallarm no tiene

    cabida,

    a

    menos que

    quisiramos

    leer

    como

    celo

    potico

    -improbable- la

    exclusin

    de

    Lugones del

    volumen.

    Slo se

    cuenta

    con

    un

    Mart-fundador

    a

    partir

    de

    quien

    puede

    escribirse:

    u

    Antes

    que nadie,

    Mart

    hizo

    admirar

    el

    secreto

    de

    las

    fuentes

    luminosas -

    afn

    de

    apertura

    y asimilacin.

    estar

    a sus

    mar-

    Si

    Por su

    parte,

    Remy

    de

    Gourmont

    en

    Le

    livre des

    Masques

    (1896)

    pretende

    divulgar

    a los

    escritores nuevos,

    que

    aunque

    nacidos en

    la

    huella

    del

    simbolismo,

    han

    creado una

    esttica

    propia

    individual, no

    imitativa:

    No

    insinuamos de

    ningn

    modoque

    esta floracin

    se a

    espontnea;

    antes

    de la

    flor,

    est la

    semilla

    tambin cada

    de

    una

    flor;

    estos jvenes genios

    tienen

    sus

    padres

    y

    Baudelaire

    Villiers

    de LIsle-Adam,

    Paul

    Verlaine,

    Stphane

    Mallarm,

    y

    otros

    maestros:

    J

    Por

    este

    motivo,

    sern

    fundamentales en

    las

    masques

    las

    relaciones

    entre

    escritores los

    legados

    de

    padres

    y maestros,

    as

    afinidades y

    rivalidades.

    As

    Remy

    de

    Gourmont

    imagina

    a Baudelaire inquieto

    frente

    a los primeros

    versos

    de

    Mallarm

    y

    a

    partir

    de

    esta

    mencin esboza

    un a

    teora

    del

    celo potico:

    Antes

    de

    morir,

    Baudelaire

    ley

    los

    primeros

    versos

    de

    Mallarm;

    se

    inquiet;

    los

    poetas no quieren

    dejar

    tras

    de

    s

    a un

    hermano

    o

    a

    un

    hijo; preferiran

    solos

    y que

    su

    genio

    desapareciera

    con

    su

    cerebro.30

    Su

    seleccin

    tampoco

    es

    homognea,

    intercala

    viejos

    y

    nuevos,

    conocidos

    y

    desconocidos, luces

    y

    bras,

    brindando

    un a

    fisonoma

    altisonante y

    escarpada

    de

    las

    letras

    francesas.

    No

    aspira a la

    descripcin

    sistemtica

    de

    un

    campo

    y ms

    que

    un

    panorama,

    es

    una

    route de

    lecturas,

    como

    la

    llama su

    autor. Una ruta que

    se

    intercepta

    varias

    veces

    co n la

    dariana:

    Villiers

    de LIsle

    Adam,

    Laurent Tailhade,

    Paul

    Adam -en

    la

    estar

    y

    un

    gran

    om-

    31.

    os raros op

    cit

    .

    p.

    211.

    En

    Opiniones

    (

    1

    906)

    Daro

    recordar

    que

    ley

    a

    Re my

    de

    Gourmont

    en

    Buenos

    Aires,

    conocindolo

    personalmente

    slo

    varios

    aos

    despus

    de

    fijar

    su

    residencia

    en

    Pars.

    Tambin

    dir que

    era

    uno

    de

    los

    pocos

    de l

    ambiente

    parisino

    que

    entenda

    de

    literatura

    hispanoamericana. Recurdese

    que

    G ourmont

    le

    el

    traductor al

    francs

    de /

    glora

    de

    Don

    Ramiro

    de

    Enrique

    Larrcta. Le

    dedicar

    otra

    crnica,

    Rcmy

    de

    G ourmont

    y

    la

    glbria

    La Nacin

    9

    de

    junio de

    1910

    y

    un

    poema

    en

    Hl

    anuo

    errante.

    32

    ngel

    Rama

    las

    mscaras

    democrticas

    del modernismo

    ,

    Montevideo,

    Arca,

    1983,

    p.

    93 .

    33.

    Los

    raros

    ,

    op

    cit p.

    270.

    Sobre

    el

    tema

    del legado

    martiano

    y

    la

    construccin

    de

    una

    tradicin

    en

    Daro,

    vase

    ct

    artculo

    de

    Susana

    Zanetti,

    Rubn Daro

    y

    el

    legado

    posible

    en Las cenizasde

    la

    huella

    , op

    at

    segunda

    edicin

    de

    Los

    raros

    Lautramont,

    Rachilde,

    Jean

    Moras,

    Paul

    28 .

    Paul Verlaine

    l os

    poetas

    malditos

    Barcelona, Icaria,

    1991,

    p

    1

    10.

    Daro

    est

    atento a

    esta

    consideracin

    cuando

    dice: Bien

    hizo Verlaine

    en

    incluirle

    entre

    sus

    poetas

    mal

    ditos,

    en

    su

    artculo

    sobre

    Villiers

    en I

    os raros

    op

    cit

    p.

    97,

    29,

    Rcmy

    de

    Gourmont

    /

    e

    livre

    des Masques

    Pars,

    So cit d u

    Mcrcurc

    tic France

    1989,

    3

    Mallarm

    op

    cit

    la

    traduccin

    es

    ma .

    L

    2

    7

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    8/12

    En

    torno

    de

    Los

    raros

    . Daro

    y su

    campaa

    intelectual en

    uenos res

    Beatriz Co lamb

    por

    Schwob,

    pueden

    ser

    aplicados

    al bigrafo

    Daro,

    quien

    no

    duda

    en

    incorpo

    rar

    personalidades

    de

    raigambre

    tan

    diversa,

    tocados casi

    siempre por

    alguna

    singularidad:

    Bloy, el

    verdugo 5;

    Villiers,

    el

    monarca rate ;

    Lautramont,

    el

    Pero,

    paralelamente,

    gravita

    en estas semblanzas

    el peso de

    otra

    ComoAnatole

    France,

    Daro

    sabe que

    al

    retratar a

    otros,

    se

    retrata

    a

    s

    mismo.

    En

    las

    crnicas

    literarias de Anatole

    France aparecidas

    en

    Les

    Temps

    de

    Pars

    entre

    1886-1893

    y

    publicadas

    en

    La Vie

    Litteraire

    (

    1

    893),

    es decir,

    muy prximas

    tambin

    a la

    escritura y

    publicacin de

    Los raros

    leemos:

    Para

    ser

    franco,

    el

    crtico

    deber

    decir:

    Seores,

    les

    hablar

    de m a

    propsito

    de Shakespeare,

    a

    propsitode

    Racine,

    o de Pascal o

    de Goethe*

    Es

    una

    ocasin

    bastante buena*34

    El postuladoes

    una

    hiprbole

    del

    subjetivismo

    y carcter

    asisecmtico

    del

    dis

    curso

    crtico

    impresionista,

    pero

    permite

    reforzar

    la hiptesis.

    Daro

    no

    se

    inclu

    ye en un

    captulo

    autnomo

    de

    Los

    raros

    como Verlaine lo

    hiciera

    en

    Los

    poetas

    malditos

    ,

    pero

    disemina su

    propio

    proyecto

    en

    cada una

    de las

    siluetas

    convoca

    das,

    y

    esto

    contribuye

    tambin a su

    coherencia

    interna.35

    Para

    Borges

    las

    omisiones,

    caprichos y

    arbitrariedades presiden el

    arte

    de

    la

    biografa.

    Para

    ejemplificarlo,

    plantea un a falacia.

    Narrar

    las distintas

    vidas de

    un mismo

    hombre,

    la

    historia

    de

    sus sueos,

    de

    sus

    rganos,

    de

    sus

    errores,

    de

    su

    comercio

    con la

    noche

    y

    con

    las

    auroras. La

    exageracin de

    est

    propuesta

    -tomada de

    Carlyle-

    no

    es

    impropia

    para pensar

    las

    pequeas

    biografas

    conte

    nidas en

    Los raros. Daro

    sigue

    una

    marca

    particular,

    un

    gesto,

    y a partir

    de ese

    elemento,

    reiterado

    y

    amplificado,

    construye

    sus siluetas*

    En otro

    libro coetneo,

    Vidas

    imaginarias,

    Marcel

    Schwob

    redefine el arte de

    la

    biografa

    en

    el fin de siglo* Sostiene,

    contra

    la mirada

    clsica,

    historicista

    o

    heroica de

    raigambre

    romntica,

    que

    las

    ideas

    de

    los

    grandes hombres

    son

    el

    patrimonio

    comn

    de la

    humanidad,

    mientras lo nico que

    cada cual

    posee

    son

    sus

    propias extravagancia s .

    De

    internarse

    en el

    arte en

    que sobresalieron

    Boswell

    y Aubrey, sin

    duda

    no habra que

    describir minuciosamente al

    ms grande

    de

    su

    poca, o

    sealar los ms clebres

    de l pasado,

    sino narrar

    con igual

    preocupacin

    las

    existencias

    nicas de

    los

    hombres, ya hayan

    sido

    divinos,

    mediocres

    o

    crimi

    nales.36

    As,

    una de esas

    vidas

    imaginarias

    -la de

    Ceceo

    Angioleri,

    el

    poeta

    rencoroso

    y

    doble

    bizarro

    de Dante

    Alighieri-

    puede

    pensarse

    como

    una

    res

    puesta

    estrafalaria a la figura

    del

    poeta

    como

    hroe,

    profeta y

    vate,

    surgida

    de la

    pluma

    de

    Carlyle.37

    Extravagancia

    y

    heterogeneidad, dos

    principios

    sostenidos

    poseso

    tradicin

    biogrfica

    -la

    heroica-

    que

    se remonta,

    como

    es

    evidente,

    a

    Herosmos

    de

    Carlyle,

    a

    Hombres

    representativos

    de

    Emerson y, en Amrica

    Latina,

    a

    las

    numerosas

    imgenes

    de

    este cuo

    divulgadas

    en las

    crnicas

    de

    Jos

    Mart*

    Entonces,

    el

    libro

    da

    acogida

    a dos

    tipos

    de

    re la tos : e l extravagante, a

    lo

    Schwob,

    o

    el

    heroico, a

    lo Carlyle*

    Daro

    elige

    una

    u

    otra variante.

    En

    algunos

    retratos

    prima

    el segundo

    modelo,

    entonces se cuenta

    la historia enaltecida

    de

    un

    sujeto

    frente al mundo.

    Edgar Allan I *oe:

    un Ariel en

    ia

    isla

    de

    Calibanes*

    Ibsen:

    un hroe

    cultural

    nrdico. Mart:

    un

    sealado

    que

    sigue

    la

    estrella

    soli

    taria

    de la

    Isla.

    Imagen

    esta

    ltima

    coincidente

    con la de

    Carlyle

    para

    Dante,

    exiliado

    de su

    Florencia:

    Se

    tu

    segu

    tua

    Stella,

    eso pudodecirse

    el

    Iroe en su

    sacrificio, en su extremada

    necesidad:

    sigue tu estrella

    y

    no

    dejars

    de

    llegar a

    un

    glorioso

    puerto.39

    En

    otros

    casos,

    en

    cambio,

    la

    narracin

    se articula en

    torno

    a

    una extravagancia

    con marcas muy

    ligadas

    a la bohemia: la

    riqueza,

    la

    morbo

    sidad,

    la pobreza,

    el

    derroche,

    la

    enfermedad,

    lodos estos

    tpicos pueden

    pen

    sarse como temas derivados

    del

    axioma

    de Henri

    Murger en Escenasde

    la

    vida

    bohemia: La

    bohemia

    es el

    aprendizaje

    de

    la

    vida

    artstica.

    Es la antesala de la

    Academia,

    del

    Hospital o

    de

    la

    Morgue.**

    Claro

    que Daro confiere

    un

    uso

    muy

    particular

    a

    estos

    materiales,

    bordeando

    la parodia,

    como

    lo hace

    Verlaine

    con el

    pobre

    LeliarT. El

    imaginario

    de la bohemia

    en

    Daro

    es transformado

    con la irona

    y el patetismo

    declamatorio,

    como en

    El

    rey burgus y en otros

    cuentos

    de

    Azul

    Los

    ejemplos

    son

    mltiples,

    pero uno

    de los

    ms

    representativos

    es

    Villiers.

    Daro acude a

    todo

    un caudal

    de

    ancdotas,

    sueltos

    de

    prensa y

    rumores en torno

    al

    aristcrata

    pobre,

    para

    hacer de

    l un s er

    tan extraordinario

    como

    excntrico*

    38. En la primera

    edicin

    todos

    los

    autores,

    con

    excepcin

    de Lccontc de

    Lisie, llevan

    una

    leyenda, suprimida

    en

    la

    segunda y

    en las

    posteriores.

    A

    los

    efectosde

    esta

    lectura,

    vale

    la pena redordarlas:

    Pauvre Lelian

    Paul

    Verlaine),

    El rey

    Villiers),

    El

    verdugo

    Len

    Bloy) , E l turanio

    Jean

    Richepin), Apolonida

    Jean

    Morcas),

    La

    Anticristesa

    Rachildc),

    Historia

    Teodoro

    annon),

    El

    endemoniado

    Lautramont),

    La

    encarna

    cin de

    Bonhomct

    Max

    Nordeau),

    La

    leyenda

    del

    guila

    George

    dEsparbcs),

    Una

    vctima Augusto

    de

    Armas),

    Lirios y

    ilechas

    Tailhadc),

    Hacia

    atrs

    Era

    Domenico

    Cavalca),

    Voces de

    los violines

    Edouard

    Dubus),

    Fragmento

    de

    un

    libro

    futuro

    Poc),

    Auroras boreales

    Ibscn),

    En

    America

    Mart)

    y

    En Lusitania

    (Eugenio

    de

    Castro).

    39. Thomas Carlyle,

    l

    hroes,

    op.

    at

    p.

    83.

    4

    Henri

    Murger,

    Escenas

    de

    la vida

    bohemia

    (

    Scenes de

    la

    vie

    de

    bohme),

    Buenos

    ires

    Sopea, 1945.

    34.

    Anatole

    Trance,

    La

    Vie

    Litteraire, Pars,

    Calmann-Levy Editcurs,

    1893, p.

    XIX.

    35,

    El

    libro puede

    ser

    ledo

    como una bsqueda

    de

    referentes

    para

    armar en

    retazos

    propia

    persona,

    su

    autoimagen,

    para retomar

    las

    palabras

    de

    Sylvia

    Molloy. En

    Con

    ciencia

    de l pblico

    y

    conciencia del

    yo

    en el

    primer

    Daro ,

    en Revista

    bero meric n

    ,

    n

    108-109,

    jul.-dic.,

    1979.

    36.

    Marccl

    Schwob,

    Vidas

    imaginarias, Buenos

    Aires,

    Brjula,

    1967,

    p.

    17

    la

    bastardilla

    es

    ma)*

    37,

    bomas

    Carlyle, El

    hroe

    como

    poeta.

    Dante;

    Shakespeare,

    en

    Los

    hroes,

    Bue

    nos

    Aires,

    Jackson,

    1949,

    pp.

    73-105.

    su

    i

    5

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    9/12

    eatriz

    C

    ohm hi

    En

    torno

    Los

    raros Daro y

    su

    campaa

    intelectual

    en

    Buenos

    Aires

    As

    se

    detiene

    en

    la falsa

    noticia aparecida

    en

    la prensa francesa,

    respecto

    a

    la

    postulacin

    de

    Villiers po r

    parte

    de

    Napolen

    III

    para

    ocupar el

    trono

    vacante

    de

    Grecia,

    o

    en las poses

    del

    bohemio

    que

    $c

    pona

    los

    pantalones

    de

    su

    primo

    y tomaba

    por

    todo alimento

    diario

    una

    taza

    de

    caldo .

    Comparativamente*

    la

    construccin

    de

    Villiers hecha

    por

    Daro

    recae

    mucho

    m s

    sobre

    estos

    materia

    les

    -vecinos

    al

    fa i t

    divers que

    las versiones

    tic

    Verlaine,

    Remy

    de

    Gourmont,

    Arthur

    Symons* Gmez

    Carrilloo

    Gmez de la

    Serna.

    Daro

    pasa

    de uno

    a otro

    regisrro,

    colocando

    en tensin ci

    conjunto

    de

    por

    s

    heterogneo

    de sus

    raros,

    contrapuestos

    como

    seres de

    ficcin

    que

    obedecen a

    diversos modos

    de

    ser narrados.Sus

    criaturas habitan distintas

    esferas

    o

    estratos,

    como

    podemos

    inferir

    de

    un

    pasaje

    de

    una

    crnica

    dedicada

    a

    Giovanni

    Rutting

    el

    escritor

    talo-ingles: En

    el

    palacio

    de a Gloria

    del

    pensamiento

    y

    del

    arte,

    hay

    una inmensa

    muchedumbre de

    elegidos,

    pero

    cada cual

    guarda

    su propio rango.

    Habitan

    all

    seres

    de distintos

    aspectos

    y de distintas tallas.

    Hay emperadores

    comoShakespeare,

    como

    Dante,

    como

    Hugo;

    reyes

    comoVirgilio,

    como

    Milton,

    como

    Goethe;

    prncipes

    como

    Gaviticr

    Hay

    colosos,

    hay

    enanos, hay

    bufones,

    hav

    locos,

    hav

    criminales,

    y

    seres cuyo

    smbolo

    es

    un

    corazn 4

    La

    cita

    vuelve

    sobre

    un

    panten

    literario

    concebido

    como un

    espacio escalonado

    pero al mismo

    tiempo

    lbil,

    que

    pone

    una

    vez ms

    en

    evidencia

    el

    mismo

    criterio de

    Los

    raros

    ,

    esc

    impulso

    de

    revisar

    no

    slo

    las jerarquas

    y

    figuraciones, sino tambin

    el modo

    como stas

    se construyen. La

    mencin

    de

    los

    colosos, enanos

    bufones,

    locos o

    criminales nos

    lleva

    a los

    divinos,

    mediocres

    y

    criminales1' de Marcel

    Schwob.

    [

    serie de

    Daro

    adapta

    al mbito

    hispnico

    la

    biografa

    de seres

    imaginarios

    anticipando

    los

    Retratos

    reales e imaganos

    (1920)

    de Alfonso Reyes y, en

    la tie-

    cin,

    H istoria universal de

    la

    i n famia

    (1935)

    de

    Jorge

    Luis

    Borges.

    Slo en

    algunos

    de

    estos

    artculos,

    como el dedicado

    a

    Jean

    Morcas,

    elige

    un

    registro

    realista .

    Si Daro insiste

    en el

    carcter imaginario

    de sus perfiles,

    Gmez

    Carrillo,

    en cambio,

    apunta

    a

    la

    precisin.

    Dos

    libros

    de

    Gmez Carrillo

    de esta poca

    responden a

    este

    principio:

    Literaturas

    extranjeras

    (1895)

    y

    Almas

    y

    cerebros

    1

    898)

    42

    La

    mayora

    de

    las

    notas son

    producto

    de una

    entrevista;

    de

    hecho,

    las reunidas

    en Almas

    y cerebros

    se

    titulan

    Visita

    a...

    -donde tras la

    descripcin

    fsica

    del

    personaje

    y

    su

    entorno, gabinete

    o enano

    de

    trabajo, sigue una

    interview

    o in terrogatorio

    psicolgico

    matizado

    con consideraciones

    y

    observaciones del

    cro

    nista. La

    pretendida

    objetividad

    se refuerza con

    notas

    al

    pie,

    que

    confirman la

    fidelidad a las

    palabras vertidas por

    el

    entrevistado.

    En

    esto

    reside el

    resorte de su

    xito: la

    presencia

    conspicua

    de

    un

    sujeto

    extranjero

    capaz

    de

    husmear en

    las

    intimidades

    parisienses

    como un

    espa

    en

    busca de

    evidencias.

    Los Raros:

    recepcin

    crica

    La

    primera

    edicin

    de

    M S

    raros

    lleva una carta-dedicatoria de

    Daro

    a ngel

    Estrada y

    Miguel

    Escalada,

    los dos integrantesde

    la hermandad

    modernista res

    ponsables del

    rescate de

    la serie

    en el

    bosque espeso

    de L a

    Nacin Las

    crnicas salen

    del

    espacio

    de

    la gran produccin

    cultural

    -el

    peridico-,

    para

    pasar

    al de

    libro dla

    vanguardia

    artstica,

    realizando as un

    doble

    trnsito en el

    campo que

    se

    est

    conformando

    en estos

    aos. Este

    pasaje no

    es

    insignificante:

    habla

    de

    la insercin de

    una

    esttica

    que preservando

    su aristocracia

    intelectual

    no

    pierde

    de

    vista

    la necesidad

    de alentar

    un

    publico

    diversificado

    para

    su

    propuesta.

    El

    libro tiene

    varios

    preanuncios.Desde el

    copete Los raros

    que,

    organizando

    una

    coleccin,

    aparece

    primero

    en

    el

    destinado

    a

    Nietzsche,

    un

    alma de

    eleccin,

    un

    solitario,

    un

    estilista,

    un

    raro

    ,

    dejado

    luego

    de

    lado,

    hasta

    la publicacin

    de

    Frontispicio

    del libro Losraros

    que

    corre la misma suerte.4*

    La

    columna

    anuncia

    el

    libro

    y el libro

    conserva,

    con

    pocas modificaciones,

    la

    inmediatez

    de la

    columna

    producida

    en el

    fragor de

    la noticia.

    Quizs

    por haber

    nacido

    en la

    espesura

    de

    su

    bosque,

    el

    libro

    encuentra en

    La

    Nacin

    un

    particular

    espaciode

    promocin.

    La

    resea de Luis

    Bcrisso de l 16 de

    octubre de 1896 seala,

    en

    primer

    lugar,

    la

    resolucin grfica

    de la

    tapa,

    que

    reproduce

    una

    obra de Eduardo

    Schiaffino

    titulada Decapitacin

    de

    Daro ,

    una

    tentativa

    simbolista consistente

    en

    una

    xilografa

    de

    la

    cabeza del

    autor.44

    Si

    bien

    no es

    aludida

    directamente

    en la

    not

    la

    tipografa

    aporta

    su

    cuota de

    extraeza.

    Junto

    al

    dihujo

    aparece

    el ttuloen

    disposicin vertical

    y el

    43,

    Los

    Raros.

    Filsofos

    finiseculares.

    Nietzsche.

    Multatuli

    op.rit

    K

    frontispicio

    fue publicado

    en

    la

    Rez>ue

    Mustn t du

    Rio de

    la

    Plata

    ,

    noviembre

    de

    1895.

    44,

    IM

    Nacin

    ,

    16

    de

    octubre

    de

    1896,

    Sobre la

    fecunda

    relacin entre

    Rubn Daro

    y

    Eduardo

    Schiaffino vase

    el

    trabajo de Laura

    Maloserri

    Costa,

    Schiaf fino,

    Daro

    y el

    proyecto

    modernista ,

    donde

    sostiene: La presencia tic Rubn Daro

    en

    Buenos

    Aires entre

    1893

    y

    898 sell

    una

    suerte de

    alianza

    modernista

    entre

    el

    poeta

    y

    el ncleo

    de pintores

    del

    Ateneo, y

    en particular

    con

    Eduardo

    Schiaffino .

    En Los

    primeros

    modernos

    Arte

    sociedad

    en

    Buenos

    Aires

    fines

    del

    siglo

    XIX

    Buenos

    Aires,

    Fondo

    de

    Cultura

    Econmica, 2001, p.

    414.

    41.

    Giovanni

    Ruffini*',

    en La

    Nacin

    6

    de

    octubre

    de

    1898.

    4

    Enrique

    Gmez

    Carrillo,

    literaturas

    extranjeras

    estudios

    cosmopolitas

    Pars,

    Gamier,

    1895,

    y

    Almas

    y

    cerebros

    Pars,

    Gamier,

    1898,

    En

    Literaturas

    xtr nj r s

    incluye a Gerhart

    Hauptmann,

    Swinburne, Walt

    Whitman,

    Mara

    BashkirtsetT,

    Alejandro

    Pouchkine,

    Villiers

    de llsle-Adam,

    Ibsen,

    D'Annunzio,

    En

    Almas

    y

    cerebros a

    Jean

    Lorrain,

    J.

    K.

    Huysmans,

    Oscar

    Wilde, Alfonso

    Daudet,

    Paul

    Verlaine,

    Emilio

    /ola,

    Jules

    Bois,

    Francois

    Coppe,

    Max

    Nordau,

    Armand

    Silvestre, Augusto

    Strindberg

    77

  • 7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires

    10/12

    Beatriz

    Colombi

    En

    torno de

    Los

    raros

    Daro

    y

    su campaa

    intelectual

    en

    Buenos

    Aires

    nombre

    de

    Daro en

    una

    rbrica

    que

    sobrepone la R

    y

    la

    D en

    desparejas

    volutas

    haciendo

    evidente

    en la

    portada

    la

    esttica del

    cartel. La

    resea

    es

    notable

    mente

    defensiva podra

    decirse

    que

    funciona como

    vitrina

    de promocin

    pero

    tambin

    como escudo

    de

    las

    crticas

    ya

    que

    cierra con

    un

    pronunciamiento

    sobre

    su

    indiscutible

    solidez:

    Los raros

    resisten

    la

    estocada

    a fondo

    de l

    verdadero

    crtico

    y

    la gracia

    cursi

    de

    los discpulos

    de

    Valbuena;

    el

    golpe de

    maza

    del

    demoledor y

    la patada

    burda del

    Pegaso

    acadmico.

    Berisso

    informa,

    a

    su

    vez

    de

    la prxima

    aparicin de l

    trabajo de

    Miguel

    Escalada

    sobre

    la vida

    y obra

    de

    Daro, publicado

    e l 2 9 de

    octubre de

    ese

    ao. En

    esta

    nota

    Escalada

    muestra

    al visitante

    a

    la

    vanguardia

    de los

    cruzados

    del rte

    nuevo

    en

    Amrica

    recorriendo su

    obra

    desde Abrojos

    Azul

    \

    Prosas

    profanas el

    volumen

    recin

    aparece a

    comienzos

    de

    1897

    para

    concluir

    con

    Los

    raros

    Escalada

    revisa

    la significacin

    de

    ttulo

    y

    encuentra ajustada

    la

    acepcin de raro

    po r

    extravagante los

    que salen de la

    rbita; seala

    igual

    mente

    el

    carcter

    heterclito

    de l

    conjunto:

    no

    todos son

    individuos

    de la

    misma familia.

    Doble

    desvo: como

    individuos y como

    clan.

    Al

    leer

    lo

    desor i

    tado como

    virtud

    Escalada

    se

    acerca

    a

    la perspectiva que

    sealamos

    antes como

    propia de

    la

    concepcin

    biogr

    fico-crtica de

    Schwob.4S

    En E l

    movimiento

    literario. Fenmeno

    raro

    originado

    por

    Los raros del

    6 de

    noviembre

    PaulCorr registra

    dos

    hechos

    que revisten un

    carcter

    de

    excepcin.

    El

    haber

    agotado la

    edicin

    en pocos

    das

    y el

    gnero mismo del

    libro

    que

    no

    se

    parece

    en

    nada a lo

    que

    de

    ve z

    en cuando

    se

    sude publicar

    por

    aqu.

    La

    observa

    cin de

    Corr

    lleva

    a

    restituir

    el horizonte

    de

    la crtica

    en

    la

    poca,

    conformado por

    nombres comoel

    de Paul

    Groussac,

    Martn

    Garca

    Mrou,

    Santiago

    Estrada

    o Mi

    guel

    Ca. El

    subtitulado

    del artculo

    juega con

    la excepcin,

    con

    el caso

    dado

    su

    xito de

    ventas

    en

    un

    exiguo

    mercadocultural.

    Innovacin y

    onsenso

    do s

    movi

    mientos

    que

    parecen

    incompatibles,