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DE LA ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA ESPAÑOLA Núm. 19 - 2008 BOLETÍN BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA ESPAÑOLA Núm. 19 - 2008

BAHE 19. 2008

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Número 19 del Boletín de la Asociación Herpetológica Española, correspondiente al año 2008. Maquetación Marcos PdT.

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DE LA ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA ESPAÑOLA

Núm. 19 - 2008

BOLETÍNBOLETÍNDE LA ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA ESPAÑOLA

Núm. 19 - 2008

SUMARIO nº 19 - 2008

Editorial ................................................................

Artículo InvitadoEl papel del Estrecho de Gibraltar en la conforma-

ción de la actual fauna de anfibios y reptiles enel Mediterráneo Occidental. Juan M. Plegue-zuelos, Soumía Fahd & Salvador Carranza......

Historia NaturalEmplazamiento de juveniles de Triturus pygmaeus

(Wolterstorff, 1905) durante la época estival, enuna charca temporal de Cádiz. David Romero &Raimundo Real.........................................................

Effect of temperature on the advertisement callof Physalaemus bilingonigerus (Anura:Leptodactylidae). Clarisa Bionda, NancySalas & Ismael di Tada ..................................

Intento de depredación de mantis sobre juvenil degalápago europeo. Marta Massana, BertaBonet & Albert Bertolero....................................

Neotenia y longitud excepcional en Mesotriton alpestrisde Fuentes Carrionas (Palencia). Óscar Arribas......

Período de puestas y su variabilidad en poblacionesnoroccidentales ibéricas de rana bermeja (Ranatemporaria parvipalmata). Pedro Galán................

Depredación de sapo corredor (Epidalea calamita)por un mustélido (Mustela sp.) en el parque ecoló-gico de Plaiaundi (Irun, Gipuzkoa). Iñaki Sanz-Azkue, Ion Garin-Barrio & Alberto Gosá ...............

Depredación de huevos de sapo común (Bufo bufospinosus) por galápagos leprosos (Mauremysleprosa). Wouter de Vries & Adolfo Marco ........

Primera cita de Natrix maura en la dieta de Mauremysleprosa. Juan Domínguez & Alfonso Villarán ........

Caso de melanismo en Natrix natrix en el ParqueNacional de Picos de Europa. Pedro V. Albaladejo .

Albinismo parcial y total de Blanus cinereus(Vandelli, 1797) en la Península Ibérica.Martiño Cabana & Rafael Vázquez...................

Aprovechamiento de la emergencia masiva de efíme-ras (moscas de mayo) como recurso fácil en la dietade Mauremys leprosa. Gonzalo Alarcos, ManuelEloy Ortiz-Santaliestra, Jaime Madrigal, María JoséFernández-Benéitez & Miguel Lizana....................

El comportamiento de giros rotacionales en el ample-xus de la salamandra rabilarga (Chioglossalusitanica). Pedro Galán ....................................

Apareamiento grupal de la culebra viperina (Natrixmaura). Jerónimo Torres-Porras........................

New observations of the Iberian Worm Lizard (Blanuscinereus) and the Bedriaga’s Skink (Chalcidesbedriagai) bring reliability to the historical recordsfrom Porto region (NW Portugal). Raquel Ribeiro,Joana Torres, Miguel A. Carretero, Neftalí Sillero &Gustavo A. Llorente..................................................

Sobre el dicromatismo ventral verde/azul en lalagartija batueca, Iberolacerta martinezricai(Arribas, 1996). Óscar Arribas, JavierCarbonero & Miguel Lizana...............................

¿Dos métodos de medir el espaldar en la tortugamediterránea dan resultados comparables?.Albert Bertolero, Marc Cheylan & Joan Pretus .

Intento de depredación de garza real (Ardea cinerea)sobre un galápago exótico. Marion Ehrlich ...........

DistribuciónNuevas citas de Tarentola mauritanica en Galicia:

¿especie alóctona o autóctona en la zona?.Martiño Cabana........................................................

Presencia de Salamandra salamandra en la islade Tambo (Rías Bajas, Pontevedra). GuillermoVelo-Antón .........................................................

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Víbora hocicuda, Vipera latastei Boscá, 1878: citaen el sector nororiental de la provincia de León.Tomás Sanz.......................................................

Annotated Amphibian and Reptiles Check-List ofPacuare Nature Reserve, Costa Rica. IñakiAbellá, Ramón Gómez & Mónica López ...........

Ampliación del conocimiento distributivo de la her-petofauna en el territorio histórico de Álava yCondado de Treviño (Burgos). Conrado Tejado& Maria Elena Potes..........................................

Nueva localidad de Arrhyton vittatum (Gundlach &Peters, 1862) (Colubridae: Xenodontinae) enCiego de Ávila, Cuba. Michel Domínguez &Alain Parada ......................................................

Nuevos datos de distribución de anfibios y reptilesen los Picos de Europa y su entorno. LuisGarcía-Cardenete ..............................................

En los límites de su distribución: anfibios y reptilespaleárticos en el noroeste de Túnez. José C.Brito, Mónica Feriche, Tony Herrera, AntigoniKaliontzopoulou, Fernando Martínez-Freiría,David Nesbitt, Daniel Omolo, Diego Ontiveros,Lola Quiñoz, Juan M. Pleguezuelos, XavierSantos & Neftalí Sillero......................................

Presencia de Mauremys leprosa (Schweiger,1812) en el Parque Natural de s’Albufera deMallorca. Samuel Pinya , Eduard Cuadrado &Sebastián Trenado ............................................

Atlas de distribución de los anfibios de la provinciade Almería (sudeste ibérico, España). EmilioGonzález-Miras & Juan Carlos Nevado ............

Aportaciones al conocimiento de la herpetofaunadel Jebel Saghro (Antiatlas Oriental,Marruecos). Juan José Ramos & Miguel ÁngelDíaz-Portero ......................................................

Nuevas localidades en el Sureste Ibérico y cotamáxima peninsular de la culebra de collar(Natrix natrix). Consideraciones sobre su distri-bución. Emilio González-Miras, Juan RamónFernández-Cardenete, Luís García-Cardenete,Eduardo Escoriza, Eduardo Cruz & JavierFuentes ............................................................

La lagartija tunecina, Psammodromus blanci, enMelilla. Juan M. Pleguezuelos, Manuel Tapia &Diego Jerez .......................................................

Herpetofauna del municipio de Najasa, provinciade Camagüey, Cuba. Lourdes Rodríguez-Schettino & Vilma Rivalta-González..................

ConservaciónCambios en la presencia del sapo partero común

(Alytes obstetricans) en diferentes períodos ymedios acuáticos: posible declive de la especieen Galicia. Pedro Galán ....................................

Campaña de recogida de quelonios alóctonos yautóctonos cautivos en Zamora. AbelBermejo-García............................................

Primera cita de Trachemys emolli (Legler,1990) asilvestrada en la Península Ibérica.Óscar Arribas.............................................

Efecto de la planta invasora Carpobrotus edulissobre la densidad del eslizón tridáctilo(Chalcides striatus) en una localidad costera deGalicia. Pedro Galán .........................................

Poblaciones aisladas de rana bermeja (Ranatemporaria) en el extremo sudoccidental desu distribución mundial. Pedro Galán &Martiño Cabana ...........................................

On the correct form to refer the authorship of Hylameridionalis. Neftalí Sillero ................................

Normas de Publicación ........................................

SUMARIO nº 19 - 2008

Foto portada: Pelophylax perezi (Noia, A Coruña, España). Autor: Enrique Ayllón. Foto contraportada: Tripiocolotes algericus (Djebel Bani, Marruecos). Autor: Luís García-Cardenete

EDITORIAL

El hecho que el primer volumen de la Revista Españolade Herpetología apareciese el mismo año de la creación ofi-cial de la AHE en 1984, y la posterior aparición pocos añosdespués en 1990 del Boletín de la AHE como segundapublicación, revelan la importancia que la Asociación con-cede a la difusión del conocimiento científico y naturalistade la herpetofauna. Paralelamente a las ediciones periódicasmencionadas, también se han ido publicando monografías,atlas y ediciones especiales, siempre con el objetivo dedifundir el conocimiento de la riqueza herpetológica ibéri-ca. Pese a los rápidos cambios editoriales que han tenido ysobre todo están teniendo lugar en los últimos años a nivelnacional e internacional, las publicaciones de la AHE hanconseguido sobrevivir y se encuentran más en una etapa deevolución que de extinción.

La aparición de internet ha revolucionado el procesoeditorial, y ha permitido que los procesos de recepción,revisión y aceptación puedan realizarse en un corto perí-odo de tiempo. La aparición de los ficheros pdf y lapublicación de los artículos on-line ha restado protago-nismo a los artículos impresos. En conjunto, el efecto dela publicación on-line en las revistas ha sido comparadocon el efecto que produjo el invento de la imprenta en laelaboración de manuscritos, pero como todo hoy en día,en un período de tiempo más corto y rápido.

Este año, el Boletín presenta un nuevo aspecto ya ini-ciado en el anterior número con el fin de adecuar su for-mato a los nuevos tiempos, e incluye nuevos servicioscomo la revisión de las pruebas de impresión por parte delos autores.

Como dice la Reina Roja a Alicia, en A través delEspejo: “corre tanto como puedas para permanecer en elmismo lugar.”

DE LA ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA ESPAÑOLA

Boletín nº 19. Año 2008.Editores:Alex Richter Boix y Xavier Santos SantiróDepartament de Biologia Animal,Universitat de Barcelona, Av. Diagonal 645,E-08028 Barcelona

Diseño y maquetación:Marcos Pérez de TudelaUrl: www.marcos-pdt.com

Impresión:Industrias Gráficas Ferré Olsina, S.A.Url: www.ferreolsina.com

Junta DirectivaPresidenteAna C. Andreu Rubio

VicepresidenteJaime Bosch Pérez

Secretario GeneralMiguel Ángel Carretero Fernández

Vicesecretario GeneralJosé Antonio Mateo Miras

TesoreroEnrique Ayllón López

VocalesCésar Ayres Fernández (Conservación)Victor Javier Colino Rabanal (Biblioteca) Francisco Javier Diego Rasilla(Página web y promoción)Marc Franch Quintana Gustavo A. Llorente Cabrera (Atlas)Adolfo Marco Llorente (Tortugas marinas)Albert Montori Faura (Atlas)

Revista Española de Herpetología (Editores)Enrique Font BisierJavier Lluch Tarazona

Boletín de la AHE (Editores)Alex Richter BoixXavier Santos Santiró

Depósito Legal: M-43.408-2001ISSN: 1130-6939

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El Mediterráneo Occidental constituye unode los 25 “hot-spots” de biodiversidad definidosa escala mundial (Myers et al., 2000). Buena partede su biodiversidad está explicada por la conjun-ción de una serie de factores paleogeográficos,ambientales y antropogénicos que hacen de estaregión, especialmente del Estrecho de Gibraltar,una de las áreas biogeográficamente más intere-santes de la Región Templada (De Jong, 1998). Lazona se encuentra en el extremo de dos grandescontinentes (Eurasia y África), que han sidoimportantes áreas de evolución para diferentesfaunas, beneficiándose por tanto de un dobleaporte de diversidad biológica. Durante elPaleoceno se diferenció un archipiélago inter-medio entre los dos continentes, colonizado porespecies procedentes del norte y del sur, peroque por su aislamiento generó varios casos deendemismos. A lo largo del Terciario y delPleistoceno, incluidos los últimos eventos gla-ciares, aparecieron y desaparecieron barreras a ladispersión de los organismos terrestres, origi-nando varios procesos de dispersión-vicarianza(Ronquist, 1997). Por último, el Mediterráneo hasido una de las cunas de la cultura humana, conpoblaciones asentadas en sus orillas y movi-

mientos a través del mar desde hace varios mile-nios, a veces transportando especies animales yvegetales en un proceso que viene a complicar elpanorama de la biogeografía de la región(Dobson, 1998; Palmer et al., 1999; Paulo et al., 2002),pero que a su vez aporta una nueva variable enla constitución de las biotas a ambos lados delEstrecho de Gibraltar.

Los seres vivos objetos del presente análisis,los anfibios y reptiles, son organismos idealespara estudiar la biogeografía del Estrecho deGibraltar. Sus poblaciones han soportado sinapenas extinciones las intensas modificacionesdel medio que han ocurrido en los últimos mile-nios en la región (a diferencia de mamíferos yaves), son aún abundantes, fosilizan bien, y tie-nen escasa (reptiles) o muy escasa (anfibios)capacidad de superar barreras marinas (al menoscomparados con las aves; Mateo et al., 2003); ade-más, son organismos propensos al aislamientogenético cuando se han de enfrentar a barreras ala dispersión (Lynch, 1989). Por ello, desde losestudios pioneros de Bons (1967) y Busack(1986a), los anfibios y reptiles son los seres vivosprotagonistas de la mayor producción científicasobre biogeografía del Estrecho de Gibraltar.

El papel del Estrecho de Gibraltar en la conformación deEl papel del Estrecho de Gibraltar en la conformación dela actual fauna de anfibios y reptiles en el Mediterráneo Occidentalla actual fauna de anfibios y reptiles en el Mediterráneo Occidental

Juan M. Pleguezuelos1, Soumía Fahd2 & Salvador Carranza3

1 Dep. Biología Animal. Fac. Ciencias. Univ. Granada. 18071 Granada. España.2 Dép. Biologie. Fac. Sciences. Univ. Abdelmalek Essaâdi. BP 2121 Tetuán. Marruecos3 Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF). Paseo Marítimo de la Barceloneta, 37-49. 08003 Barcelona. España.

C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 22 de abril de 2008.Key words: Biogeography, biodiversity, herpetofauna, Messinian, vicariance, western Mediterranean.

Artículo Invitado

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Como resultado de toda esta carga de estudiossobre los herpetos en la región, también se ha rea-lizado una profunda revisión de su taxonomía,que en los últimos 20 años ha implicado el cam-bio de nombre o la descripción de nuevas especies(p.e. Busack, 1986b, 1988; Montori et al., 2005). Portodo ello, caracterizar la historia geográfica y laevolución de las poblaciones de anfibios y reptilesen el Mediterráneo Occidental es una de las tare-as más sugestivas que se puedan afrontar en labiogeografía de la región. Además, el estudio dela biogeografía de estos vertebrados en el Estrechode Gibraltar puede aportar un marco histórico,sistemático y comparativo, ideal para futurosestudios en esta y otras zonas de la cuencaMediterránea sobre estos u otros organismos.

La utilización de filogenias en los estudioscomparativos se ha incrementado de forma remar-cable en las dos últimas décadas, pues son unaexcelente herramienta para reconstruir la historiaevolutiva de un grupo en ausencia de registro fósil(Wiens & Donohghue, 2004; Carranza et al., 2006). Lasfilogenias basadas en datos morfológicos pue-den ser hoy día mejoradas gracias a la utiliza-ción de secuencias de ADN bajo el entorno delos modernos métodos de análisis filogenético.Además, los datos moleculares permiten laincorporación de relojes moleculares, propor-cionando una razonable aproximación tempo-ral a nuestros estudios (Carranza, 2002). Cuandose logra relacionar la tasa de evolución molecu-lar con el tiempo, se obtiene un método muypotente para contrastar hipótesis biogeográficasen clados separados por barreras geográficas,como se ha realizado para diversos grupos en elEstrecho de Gibraltar (Castella et al., 2000; Paulo,2001; Sanmartín, 2003; Carranza & Arnold, 2004;Chappela & Garbelotto, 2004; Gantenbein, 2004;Cosson et al., 2005; Guicking et al., 2006).

Cuando comenzó a estudiarse la biogeogra-fía de las herpetofaunas separadas por elEstrecho de Gibraltar, el principal hilo argu-mental fue que estábamos ante una barrera geo-

gráfica, formada en la transición Mioceno-Plioceno, que dio lugar a un importante proce-so de vicarianza para poblaciones a ambos ladosdel estrecho. El proceso de vicarianza en elEstrecho de Gibraltar puede generalizarse parala mayoría de las especies de anfibios, para lascuales los escasos 14 km de agua marina queactualmente separan los dos continentes síparecen constituir una barrera biogeográfica (versin embargo Carranza & Arnold, 2004; Recuero et al., 2007);lo mismo se podría decir para otros gruposde vertebrados terrestres como los mamíferos(Steininger et al., 1985). Pero los estudios másrecientes parecen indicar que el fenómenono ha sido tan general para los reptiles(Carranza et al., 2004, 2006), grupo para el cual losprocesos dispersivos a través del estrecho pare-cen ser más importantes que los vicariantes. Sidividimos la región en seis zonas, tres en cadaorilla, y realizamos un análisis de similitudentre sus faunas de reptiles, observamos queotros factores geográficos, y sobre todo facto-res climáticos, parecen ser más importantes enla agrupación de estas comarcas según la simi-litud de sus faunas de reptiles. Tanto conside-rando todo el conjunto de reptiles a amboslados del estrecho, como solo los saurios y anfis-benios, o solo los ofidios, las comarcas de laYebala y el Rharb (respectivamente, parte cen-tral montañosa y parte atlántica del sur delestrecho) tienen más similitud a las comarcasdel norte del estrecho, pero con clima similar,que con la próxima comarca de la costa delRif (parte mediterránea del sur del estrecho;Mateo et al., 2003).

A continuación realizamos una revisión delos procesos paleogeográficos, históricos, y enmenor medida ambientales que han ocurridoen la región, y los procesos de dispersión-vica-rianza que han afectado a los herpetos de laregión, en un intento de explicar los patronesfilopátricos de estos vertebrados en el área deEstrecho de Gibraltar.

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Los seres vivos no ocupan en la actualidadáreas de distribución tan extensas como cabríaesperar en función de su valencia ecológica. Ladistribución actual de las especies (y su historiaevolutiva) están muy influenciadas por la historiageológica del entorno geográfico en el que seencuentran, especialmente por aquellos factoressusceptibles de constituir barreras a su progresióno puentes que favorezcan procesos de coloniza-ción (Barbadillo et al., 1997). El MediterráneoOccidental muestra una compleja pero bienconocida historia geológica (Benson et al., 1991;Maldonado, 1996; De Jong, 1998; Blondel & Aronson,1999; Krijgsman et al., 1999; Gómez et al., 2000; Duggen etal., 2003), cuyo estudio es del máximo interés paracomprender la composición actual y evolución delas especies de herpetos presentes en ambas orillasdel Estrecho de Gibraltar (Busack et al., 1986a). Porextensión, servirá para comprender la composi-ción de la herpetofauna de la Península Ibérica (elárea europea con el mayor porcentaje de faunaafricana) y del noroeste de África (el área de estecontinente con mayor porcentaje de fauna euro-pea; Schleich et al., 1996; Gasc, 1997).

En el tránsito del Mesozoico al Cenozoico,la Península Ibérica era una isla del gran archi-piélago que formaba Europa, y se mantenía sig-nificativamente separada de África; es por elloque el registro fósil conocido no ha encontradoen el norte del estrecho herpetos de origen afri-cano (revisión en Barbadillo et al., 1997). En elEoceno, terrenos sedimentarios formados aleste del estrecho, pero que por deriva estabanmigrando hacia el oeste, comienzan a encajarseentre las placas africanas e ibéricas (Lonergan &White, 1997); surge entonces el archipiélagoBético-Rifeño, que tanta importancia tendrá enla evolución de formas endémicas en la región(Fromhage et al., 2004; Busack & Lawson, 2005; Busacket al., 2005). Queda aislado de la placa ibérica porla transgresión marina norbética, y de Áfricapor la transgresión surrifeña (Maldonado, 1986).Durante el Oligoceno se produce una impor-

tante colonización de fauna asiática en todo elarchipiélago europeo (p.e. colúbridos; Rage,1986) que, favorecida por la formación de losPirineos, en breve alcanza su borde más meri-dional, y genera la posibilidad de colonizacióndel noroeste de África cuando la configuraciónde las masas continentales lo permita. Estopudo suceder durante la crisis Bética, haceaproximadamente 14 millones de años, cuandoel levantamiento de la placa de Alborán cerró oestrechó los canales marinos norbético y surri-feño (Lonergan & White, 1997). La presenciadurante este periodo de elementos africanos enla fauna de Europa Occidental, comoUromastyx o Eryx (Augé, 1988; Szyndlar & Schleich,1994) sugiere que ya ocurrieron colonizacionesentre África y Europa, al menos en el sentidosur-norte. Probablemente sucedieron a travésde la actual zona del Estrecho de Gibraltar, gra-cias al arco que formaban las sierras béticas y lacordillera del Rif (Smith et al., 1994), indepen-dientemente que en el posterior Mioceno esascomunicaciones de África con Europa fuerangenerales en el Mediterráneo Central y Oriental(Pickford & Morales, 1994).

Hacia finales del Mioceno continua ellevantamiento de la placa de Alborán porempuje desde el sur y desde el norte de las pla-cas africana e ibérica, de mucho mayor tamaño(Lonergan & White, 1997), dando lugar a que con-tacten los dos continentes, hace 5.59 Ma(Krijgsman et al., 1999; Duggen et al., 2003). Esteacontecimiento geológico es del máximo inte-rés para comprender la constitución actual de lafauna transfretana en el área de Gibraltar. Elpuente debió ser muy amplio durante la crisisdel Mesiniense, cuando el Mediterráneo se seca(Krijgsman 2002); aunque el área se convirtió enuna cuenca inhóspita (Hsü, 1983), probable-mente quedaron corredores de hábitats favo-rables que permitieron la dispersión de losanimales terrestres (Barbadillo et al., 1997; Blondel& Aronson, 1999).

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En el paso Mioceno-Plioceno, hace 5.33Ma, ocurre otro acontecimiento geológico delmáximo interés para la biogeografía de laregión, la formación del Estrecho de Gibraltar(Krijgsman et al., 1999; Duggen et al., 2003). Se creauna barrera marina para los animales terrestresen uno de los procesos de vicarianza más famo-sos y estudiados por la Biogeografía (Busack,1986a; Cheylan, 1990; Caputo, 1993; de Jong, 1998;Plötner, 1998; Zardoya & Doadrio, 1998; Dobson &Wright, 2000; Palmer & Cambefort, 2000; Guicking etal., 2002; García-París et al., 2003; Sanmartín, 2003;Carranza & Arnold, 2004; Martínez-Solano et al., 2004;Fromhage et al., 2004; Oberprieler, 2005; Pinho et al.,2006; Escoriza et al., 2006; Recuero et al., 2007; Barata etal., 2008; Busack & Lawson, 2008).

Durante el Cuaternario las fuertes oscilacio-nes climáticas de nuevo afectaron a la estructurafilogeográfica de las biotas en el Mediterráneo (LaGreca, 1990; Hewitt, 1996, 1999; Santos et al., 2008). Enel área de lo que hoy en dia es el Estrecho deGibraltar no hay evidencias de conexiones terres-tres entre los dos continentes a lo largo delPlioceno Superior y durante el Pleistoceno(Blondel & Aronson, 1999), pero las oscilaciones cli-máticas del Pleistoceno dieron lugar a importan-tes cambios del nivel del mar que hicieron alEstrecho de Gibraltar aún más estrecho, y portanto aumentaron su permeabilidad a los proce-

sos de colonización por organismos terrestres.Los fondos marinos en el Estrecho de Gibraltarno tienen igual batimetría en toda su extensión;entre Punta Camarinal en el norte y el caboMalabata en el sur, se extiende una pequeña dor-sal con algunos fondos situados a tan solo dece-nas de metros (Brandt et al., 1996). Durante la gla-ciación del Würm se estima que el nivel del marpudo bajar hasta 130 m (Chappell & Shackleton,1986; Zazo, 1999; Lario, 1996; Andersen & Borns, 1997),dejando por encima del nivel de las aguas algu-nas islas con una separación máxima de 3500 mentre ellas y por tanto, entre los dos continentes(Figura 1; véase tambien Zazo et al., 2000; Collina-Girard, 2001; Cosson et al., 2005); esta distancia esmucho más fácil de ser salvada por vertebradosterrestres que ocasionalmente pueden realizarincursiones en el mar, incluidos los humanos (Faet al., 2001), y que siempre pueden ser transporta-dos en balsas de fortuna (almadías). Actualmenteel balance hídrico del Mediterráneo es negativo,lo que da lugar a una importante corriente desuperficie de entrada de agua atlántica (próximoa un millón de metros cúbicos por segundo;Cano, 1978; Hopkins, 1985). Sin embargo es proba-ble que en los periodos glaciares, con un régimende precipitaciones más elevado y menos evapora-ción, el balance hídrico del Mediterráneo nofuera negativo, disminuyendo o incluso compen-

Figura 1. A) Mapa batimétrico del Estrecho de Gibraltar digitalizado a partir de la Carta del Estrecho de Gibraltar del 1998 delInstituto de la Marina, Cadiz, España. B) Mapa batimétrico del Estrecho de Gibraltar en el cual se han ilustrado como tierra todas laszonas marinas de profundidad inferior aproximada a unos 250 m, lo cual da una idea aproximada de la situación en el Estrecho deGibraltar durante los descensos del nivel del mar ocurridos en los periodos más fríos de las glaciaciones Pleistocénicas.

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sando la importante corriente superficial deentrada de agua atlántica a la altura de estre-cho (Maldonado & Uriz, 1995), favoreciendo elcruce de seres vivos entre ambas orillas en bal-sas (Fa et al., 2001).

Al final, un marco en el que se encuentranmuy próximos dos continentes, con toda estacompleja historia geológica y climática, y una nomenos compleja actividad del hombre, es idealpara contrastar toda una serie de hipótesis sobrela historia y evolución de anfibios y reptiles.

CORRELACIONES ENTRE PALEOGEOGRAFÍA, FÓSILES,MARCADORES MOLECULARES Y FAUNA ACTUAL

Durante la crisis del Tortoniense (14 Ma;Krijgsman, 2002) o la posterior crisis delMesiniense, es probable que pasaran a la orillanorte del Estrecho de Gibraltar formas nortea-fricanas encontradas como fósiles en laPenínsula Ibérica, como un ánguido(Ophisaurus), un agámido (Laudakia), una ser-piente gato (Telescopus), una boa jabalina (Eryx)y cobras (Naja) (Szyndlar & Schleich, 1994; Szyndlar& Rage, 1990; Szyndlar, 2000; Gleed-Owen 2001; Blain2005). Entre las especies que aún perduran en lafauna actual, se ha sugerido que durante la cri-sis del Mesiniense pasaron Acanthodactyluserythrurus (Harris et al., 2004a), Tarentola maurita-nica (Harris et al., 2004b), Natrix maura (Guickinget al., 2006) y Chalcides bedriagae (Carranza et al.,2008). En sentido contrario (norte-sur), duran-te el Tortoniense se ha sugerido que pasó Timon(Figura 2; Paulo et al., 2008) y unos 3-4 millonesde años más tarde, durante el Mesiniense, se hasugerido que pasaron Podarcis (Harris et al., 2002;Pinho et al., 2006), Blanus (Vasconcelos et al., 2006;Albert et al., 2007) y diversas especies de anfibioscomo Discoglossus (Zangari et al., 2006); Alytes(Fromhage et al., 2004; Solano et al., 2004); Pelobates(Figura 3; García-París et al., 2003); Salamandra(Escoriza et al., 2006), Pleurodeles (Carranza & Arnold,2004), Pelophylax (Beerli et al., 1996) y, aunque aúnno se ha publicado, existe la posibilidad de que

también sucediera con Coronella girondica,Natrix natrix, Vipera latastei y Bufo bufo comorepresentantes de la fauna actual (Busack, 1986a;J.C. Brito, comunicación personal).

En relación a la formación del Estrecho deGibraltar como proceso vicariante, hay algunasespecies que han mostrado un dimorfismomorfológico y, sobre todo, una distancia gené-tica, que está en concordancia con el tiempotranscurrido, aproximadamente 5.33 Ma. Enanfibios seis de los siete grupos hasta ahoraestudiados siguen este patrón vicariante(Salamandra, Pleurodeles, Alytes, Discoglossus,Pelobates y Pelophylax); mientras que en reptilesla apertura del Estrecho de Gibraltar parecehaber afectado tan solo a seis de los 15 gruposestudiados hasta el momento (Acanthodactylus,Blanus, Natrix maura, Chalcides, Tarentola yVipera). Si el proceso de vicarianza ocurrió para

Figura 2. Timon tangitanus de Ifrane, Marruecos.

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Figura 3. Pelobates varaldii de Kenitra, Marruecos.

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todas las poblaciones de seres vivos presentes enaquel momento en el área del Estrecho deGibraltar, cabe plantearse porqué unos gruposmuestran más parejas de especies vicariantes aambos lados del estrecho que otros.Independientemente de las distintas tasas evo-lutivas que muestren anfibios y reptiles, la prin-cipal razón hay que buscarla en la diferente per-meabilidad de una barrera a escala ecológica(Lomolino, 1993). Mientras que el mar es una ver-dadera barrera para los anfibios, apenas tiene talpapel para los reptiles (Nagy et al., 2003). Lasbarreras tienden a mostrar una cierta permeabi-lidad, y algunas especies han tenido coloniza-ciones posteriores a la formación del estrecho,posiblemente a través de balsas que actualmen-te se siguen formando cuando ocurren tormen-tas excepcionales. Se sospecha que este ha sidoel caso al menos para un linaje de Podarcis his-panica, que se supone cruzó el estrecho despuésde la formación de esta barrera geográfica (Harriset al., 2002), tanto en sentido norte-sur como enel contrario (Pinho et al., 2006), paraPsammodromus algirus (Carranza et al., 2006), quecruzó el estrecho en dirección norte-sur haceaproximadamente 1.9 Ma (Carranza et al., 2006), ypara Chalcides striatus, el ancestro del cualcruzó en dirección sur-norte hace aproximada-mente 2.6 Ma (Carranza et al., 2008).

Un caso interesante es el que plantean tresespecies de colúbridos terrestres presentesactualmente en ambas orillas del estrecho, laculebra bastarda, Malpolon monspessulanus, laculebra de herradura, Hemorrhois hippocrepis yla culebra de cogulla occidental, Macroprotodonbrevis. La culebra bastarda pertenece a un grupode ofidios, Psammophinae, que evolucionó enambientes áridos de África (Kelly et al., 2003; Nagyet al., 2005); la existencia en machos de un cicloespermatogénico de tipo primaveral (Feriche etal., 2008), la presencia en el norte de África de laque hasta recientemente se consideraba únicaespecie congenérica, Malpolon moilensis, su

amplia distribución en el norte de este conti-nente (Schleich et al., 1996), y la mayor heterocigo-sis de esta población con respecto a la ibérica(Carranza et al., 2006), dejan poca duda sobre elorigen africano de la especie. En el caso de laculebra de herradura, el origen africano delgénero es de nuevo lo más plausible, pues lasotras tres especies que lo conforman son norte-africanas (Nagy et al., 2004), la especie estáampliamente distribuida en el noroeste de estecontinente (Schleich et al., 1996), y de nuevo losmachos presentan espermatogénesis primaveral(Pleguezuelos & Feriche, 1999). Y por último, el ori-gen africano del género Macroprotodon tambiénestá fuera de duda, pues aunque no muestraespermatogénesis primaveral como las especiesanteriores, hay suficientes razones filogenéticasy biogeográficas que lo avalan (Busack & McCoy,1990; Nagy et al., 2003; Carranza et al., 2004). Vamosa afrontar detalladamente el caso de la culebrabastarda, la especie sobre la que más datos seposeen. El amplio registro fósil de esta especieen el sudoeste de Europa desde el PliocenoMedio (Bailón, 1991; Gleed-Owen, 2001; Blain, 2005),incluso la descripción de una especie fósil en elámbito ibérico, M. mlynarskii (Szyndlar, 1988),hacía pensar en una colonización temprana deIberia por parte del género. Sin embargo, noaparecen diferencias morfológicas entre laspoblaciones de M. monspessulanus separadaspor el Estrecho de Gibraltar (Fahd, 2001), y ladistancia genética es insignificante (Carranza etal., 2006). ¿Como interpretar una presencia tem-prana de M. monspessulanus en la PenínsulaIbérica, una presencia aún más temprana delgénero Malpolon, y una ausencia de diferenciasmorfológicas y moleculares entre las poblacio-nes actuales de esta especie separadas por elEstrecho de Gibraltar? La ecología de la repro-ducción de esta especie puede ayudarnos ainterpretar este rompecabezas. Como anterior-mente hemos comentado, los machos de estaespecie muestran espermatogénesis primaveral.

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En el ciclo primaveral los espermatozoides seproducen en primavera temprana, antes queocurran las cópulas en primavera tardía, por loque precisa de primaveras largas y suaves, des-pués de un corto periodo de latencia invernal,ya que el proceso de la espermatogénesis eslargo y energéticamente costoso (Saint Girons,1982; Feriche et al., 2008). En el Pleistoceno,durante las glaciaciones, es poco probable quehubieran primaveras suficientemente largas ycálidas (García & Arsuaga, 2003) como para permi-tir el mantenimiento en Europa de especies dereptiles con espermatogénesis primaveral, qui-zás con la excepción del refugio pleistocénicoque representó el sur de las penínsulas medite-rráneas (ver Caputo, 1993; Santos et al., 2008); aun-que esta zona también tuvo un clima muchomás húmedo durante el Pleistoceno con respec-to a la actualidad (Biberson, 1970). Por ello,recientemente se ha postulado que el linajepliocénico de Malpolon en la Península Ibéricaprobablemente se extinguió durante elPleistoceno, y que la presencia de la especie alnorte del Estrecho de Gibraltar en periodosinterglaciares (Gleed-Owen, 2001; Blain, 2005), asícomo la similitud entre las poblaciones trans-fretanas, pudo ser debido a un proceso de dis-persión a través de los “stepping-stones” que seformaron en el Estrecho de Gibraltar con moti-vo de los descensos del nivel del mar durantelos máximos glaciares (Figura 1; ver tambiénCarranza et al., 2006). Cuando se consideran losvalores de diversidad de haplotipos de M. mons-pessulanus, se calcula que la expansión de lapoblación ibérica de esta especie ocurrió entre21 000 y 55 000 generaciones, dependiendo delas tasa de mutación que se utilice (entre 1.6 y3.2% por millón de años); si estos valores seconfrontan con un tiempo generacional para laespecie de entre 3-4 años, dependiendo del sexo(a partir de los datos de Hueso, 1997 y Feriche et al.,2008), se concluye que la expansión de la espe-cie en Iberia pudo haber ocurrido hace entre

83 000 y 160 000 años (Carranza et al., 2006), loque está dentro del rango de la glaciación delWürm (125 000-18 000 años AC). Es muyinteresante hacer notar aquí que de maneraindependiente, Cosson et al. (2005) encuentranque otro organismo terrestre, Crocidura russula,colonizó la Península Ibérica a partir del nortede África aproximadamente en la misma época(50 000-80 000 años), y estos “stepping-stones”también han sido propuestos como el mecanis-mo que utilizaron poblaciones humanas para lacolonización a Europa desde África a través delEstrecho de Gibraltar (Flemming et al., 2003); almenos hace 25 000 años hay evidencias sobreuna elevada similitud de las industria líticaentre las dos orillas del estrecho (Bouzougar et al.,2002; Collina-Girard, 2003). Todo esto nos hacepensar que diversos grupos de seres vivos pudie-ron aprovecharse de las condiciones que se for-maron en el Estrecho de Gibraltar durante lasglaciaciones para sus procesos dispersivos. Los“stepping-stones” formados con motivo deldescenso del nivel del mar durante las glaciacio-nes también ha sido considerado como el meca-nismo de paso de Chalcides chalcides desdeTúnez a la Península Italiana a través del estre-cho siculo-tunecino (Caputo, 1993; Giovannottiet al., 2007; Carranza et al., 2008), y la utilización debalsas por parte de los reptiles en procesos decolonización a través del mar en distanciasmucho más largas que las aquí consideradas esun fenómeno asumido (de Queiroz, 2005).

En el caso de H. hippocrepis, el materialfósil presente en la Península Ibérica tambiénavala estas tesis, pues es muy reciente (entre3000 y 95 000 años; López-Martínez & Sanchíz,1981; Bailón, 1986; Gleed-Owen, 2001; Blain, 2005), yen el caso de M. brevis, el material fósil de estaespecie en la Península Ibérica muestra asignaciónespecífica algo dudosa (Carranza et al., 2004).

Hay otras especies de reptiles que no mues-tran distancia genética entre las poblacionesseparadas por el Estrecho de Gibraltar, pero en

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cautividad por diversas culturas Mediterráneas(Fahd & Pleguezuelos, 1996), por lo que no es deextrañar su introducción de forma voluntaria porparte del hombre, como sigue ocurriendo actual-mente a través del Estrecho de Gibraltar (Mateo etal., 2003). Chamaeleo chamaeleon (Figura 5) hatenido un sentido mágico para el hombre a lolargo de la historia (Blasco et al., 2001), que conti-nuamente lo ha desplazado a lo ancho delMediterráneo; incluso, los marcadores molecula-res han permitido detectar que las poblacionesibéricas han tenido un origen doble en épocareciente (Paulo et al., 2002). Los hábitos rupícolasde las salamanquesas presentes en el área de estu-dio favorece el que frecuenten las habitacioneshumanas, y es bien conocido la amplia disper-

sión de estos reptiles que el hombre ha realizadoa través de todo el Mediterráneo (Carranza &Arnold, 2006). Los cartagineses, en sus batallasnavales, tenían la costumbre de lanzar a lacubierta de las naves contrarias vasijas de cerámi-ca cargadas de ofidios, con el afán de crear ner-viosismo entre los contrarios (Bruno & Maugueri,1990); incluso podríamos especular que estehubiera sido también un mecanismo de trasloca-ción de ofidios a través del Mediterráneo, inclui-das las orillas del Estrecho de Gibraltar.Recientemente se ha comprobado que las pobla-ciones de Hyla meridionalis a ambos lados del

ellas se da la circunstancia que son acuáticas, eincluso esporádicamente se pueden ver en laactualidad nadando en el mar. Es el caso deEmys orbicularis (Lenk et al., 1999; Velo-Antón et al.,2008) y Mauremys leprosa (Figura 4; Feldman &Parham, 2004; Fritz et al., 2005a). Se supone que demanera natural, las poblaciones de ambas ori-llas del estrecho han cruzado esta barrera, inclu-so en los dos sentidos (Fritz et al., 2006), y hanestado en contacto reproductivo.

Por último, hay especies con poblaciones enambas orillas del estrecho que no muestran dife-rencias morfológicas o genéticas, y que aparente-mente no realizan incursiones en el mar; sonaquellas que han estado ligadas al hombre porrazones religiosas, mágicas, como animales de

compañía, o por su carácter de especies comen-sales. Su presencia en ambas orillas del estrechoprobablemente se deba a introducción activa opasiva por parte del hombre, y date de épocashistóricas o a lo sumo prehistóricas. En islas delMediterráneo Occidental este es el origen cono-cido para numerosas especies de vertebrados(Vigne & Alcover, 1985; Mayol, 1997). Sería el caso deTestudo graeca (Alvarez et al., 2000), Chamaeleo cha-maeleon (Hofman et al., 1991; Paulo et al., 2002), algu-nos linajes de Tarentola mauritanica (Harris et al.,2004a, c) y Hemydactylus turcicus (Carranza & Arnold,2006). Testudo graeca ha sido mantenida en semi-

Figura 4. Mauremys leprosa saharica de Ued Masa, Marruecos. Foto D

avid Donaire

Figura 5. Chamaeleo chamaeleon de Barbate, Cadiz, España. Fo

to D

avid

Don

aire

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TABLA 1. Especies de Anfibios y Reptiles presentesen ambas orillas del Estrecho de Gibraltar. Especiescon poblaciones vicariantes en ambas orillas, biena nivel intra- o interespecífico, aparecen enfrenta-das. Tras el nombre de cada especie se incluye sucarácter autóctono (1), probable introducción (2)o estatus específico dudoso (3).

ORILLA SUR ORILLA NORTE

AnfibiosSalamandra tangitana (1) Salamandra salamandra (1)

Triturus pygmaeus (1)Pleurodeles waltl (1) Pleurodeles waltl (1)Alytes maurus (1) Alytes dickhilleni (1)Discoglossus scovazzi (1) Discoglossus jeanneae (1)

Pelodytes ibericus (1)Pelobates varaldi (1) Pelobates cultripes (1)Pelophylax saharica (1) Pelophylax perezi (1)Hyla meridionalis (1) Hyla meridionalis (2)Bufo bufo (1) Bufo bufo (1)Bufo mauritanicus (1)

Epidalea calamita (1)

ReptilesTestudo graeca (1) Testudo graeca (2)Emys orbicularis (1) Emys orbicularis (1)Mayremys leprosa (1) Mauremys leprosa (1)Hemidactylus turcicus (2) Hemidactylus turcicus (2)Saurodactylus fasciatus (1)Saurodactylus mauritanicus (1)Tarentola mauritanica (1) Tarentola mauritanica (1),(2)Agama impalearis (1)Chamaeleo chamaeleon (1) Chamaeleo chamaeleon (2)Acanthodactylus erythrurus (1) Acanthodactylus erythrurus (1)Acanthodactylus lineomaculatus (3)Podarcis vaucheri (1) Podarcis vaucheri (1)Psammodromus algirus (1) Psammodromus jeanneae (1)Psammodromus microdactylus (1) Psammodromus hispanicus (1)Timon tangitanus (1) Timon lepidus (1)Chalcides colosii (1) Chalcides bedriagai (1)Chalcides ocellatus (1)Chalcides mionecton (1)Chalcides polylepis (1)Chalcides pseudostriatus (1) Chalcides striatus (1)Eumeces algeriensis (1)Blanus tingitanus (1) Blanus cinereus (1)Trogonophis wiegmanni (1)Hemorrhois hippocrepis (1) Hemorrhois hippocrepis (1)Coronella girondica (1) Coronella girondica (1)

Coronella austriaca (1)Rhinechis scalaris (1)

Macroprotodon brevis (1) Macroprotodon brevis (1)Malpolon monspessulanus (1) Malpolon monspessulanus (1)Natrix maura (1) Natrix maura (1)Natrix natrix (1) Natrix natrix (1)Psammophis schokari (1)Macrovipera mauritanica (1)Vipera latastei (1) Vipera latastei (1)

Estrecho de Gibraltar presentan un patrón bio-geográfico que indica que quizás se haya produ-cido un fenómeno de introducción voluntaria oinvoluntaria por parte del hombre de las pobla-ciones noribéricas a partir de poblaciones delnorte de Marruecos (Recuero et al., 2007). Aunquelas poblaciones suribéricas también podríanhaber sido introducidas en la Península Ibérica apartir de poblaciones del oeste de Marruecos,este caso es más dudoso y se ha sugerido quepodría tratarse se una colonización natural ocu-rrida en época reciente (Recuero et al., 2007).

Hemos estado hablando de los procesos dis-persivos y de vicarianza a través del Estrecho deGibraltar, pero no debemos acabar esta revisiónsin hacer mención a las especies presentesactualmente en cada una de las orillas del estre-cho que no se encuentran presentes en la con-traria, ni siquiera con una especie vicariante. Enla orilla norte es tan solo el caso de dos especiesde ofidios, Rhinechis scalaris y Coronella austria-ca. La primera pertenece a un grupo de colúbri-dos que no tiene ningún representante actualen el continente africano y C. austriaca se halocalizado en la orilla norte del estrecho en unasola localidad, la Sierra del Aljibe (Donaire et al.,2001). Ninguna de las dos especies aparecen enel registro fosil del Norte de África. Su presen-cia aquí y en otras aisladas montañas del suribérico es una prueba que algunas áreas del sury suroeste de la Península Ibérica, especialmen-te el entorno de la orilla norte del Estrecho deGibraltar, actuó como refugio en el oeste deEuropa (el superrefugio; C. Finlayson, comunica-ción personal) durante las glaciaciones para faunasensible a condiciones climáticas frías, comoson los vertebrados ectotermos (Santos et al.,2008). Las condiciones climáticas frías que repe-tidamente ocurrieron durante el Pleistocenoprobablemente causaron la extinción de pobla-ciones septentrionales y la contracción de surango de distribución hacia los refugios del surde Europa, para posteriormente expandirse

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hacia el norte en los interglaciares (Hewit, 1996).Dentro del rango de distribución de las especieseuropeas sujetas a tales fenómenos de contrac-ción y expansión, se podría predecir que lasactuales poblaciones septentrionales hayan esta-do sujetas al efecto fundador y que tenganmenos diversidad genética que las meridiona-les, a partir de las cuales ocurrió la colonización(Taberlet et al., 1998; Guicking et al., 2002).Resultados preliminares en las poblaciones deEmys orbicularis, Mauremys leprosa y Natrixmaura de Europa Occidental confirman estahipótesis (Lenk et al., 1999; Guicking et al., 2002; Fritzet al., 2005b; 2006), y sugieren un valor añadido alas poblaciones de seres vivos del sur de laPenínsula Ibérica, que son las que conservan lamayor parte del polimorfismo intraespecíficode la especie (Santos et al., 2008). En resumen, lacomposición faunística de reptiles de la orillanorte del estrecho está tan marcada por la proxi-midad al continente africano, que tan solo dos desus 23 especies (Tabla 1) no tienen una historialigada, en alguna manera, al continente africano.

La composición de la fauna en la orilla surdel estrecho es el resultado de una historia máscomplicada de la que dibuja la simple disper-sión hacia el noroeste de África de formas etió-picas, o la formación del Estrecho de Gibraltar.Algunos de los factores que se supone hanintervenido en la conformación de esa fauna, secitan a continuación:

a) Del mismo modo que la transgresión mari-na norbética dio lugar a procesos de vica-rianza en la Península Ibérica, las transgre-siones marinas ocurridas en el noroeste deÁfrica, como por ejemplo la transgresiónsurrifeña, dieron lugar a otros procesos devicarianza que han favorecido la diversidadde formas en el Magreb. Entre los gruposque se vieron afectados por estos fenómenosse encuentran los sapillos pintojos (Martínez-Solano, 2004; Zangari et al., 2006), las ranas delgénero Pelophylax (Buckley et al., 1994) y lassalamandras (Steinfartz et al., 2000; Escoriza et al.,2006). Entre los reptiles se encuentran lasespecies de menor tamaño del géneroPsammodromus (P. microdactylus, P. blanci),los lagartos ocelados del género Timon (Pauloet al., 2008), las culebras de cogulla del géne-ro Macroprotodon (Carranza et al., 2004) y loseslizones de tres dedos del género Chalcides(Caputo, 1993; Carranza et al., 2008).

b) La orogenia de las montañas del Atlas podrí-an estar en el origen de los clados queactualmente se reconocen al norte y al surde esta cadena montañosa, como es el casopara Agama impalearis, Mauremys leprosa eHyla meridionalis (Brown et al., 2002; Fritz et al.,2005a, Rercuero et al., 2007). La divergenciaentre los clados de la primera especie se haestimado que ocurrió entre 8.5-9.4 Ma(Brown et al., 2002).

c) Los procesos de aislamiento ocurridos enlas islas que constituían la parte sur delarchipiélago bético-rifeño han quedadoreflejados en la actualidad en la frecuenciacon la que aparecen especies congenéricasa ambos lados de una línea ahora imagina-ria, situada en el límite entre Argelia yTúnez, o en otras zonas del Magreb, comopor ejemplo la península de Annaba, unaposible “isla fósil” durante los periodosde transgresiones marinas. Entre los anfi-bios, podría ser el caso de la ranita meri-Figura 6. Salamandra algira tingitana de Tagramt, Marruecos.

Foto David D

onaire

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dional (Recuero et al., 2007) y los tritones delgénero Pleurodeles (Carranza & Arnold, 2004).Entre los reptiles es el caso de Malpolonmonspessulanus y M. insignitus (Carranza etal., 2006), de Chalcides chalcides y C. mer-tensi (Caputo, 1993; Carranza et al., 2008), delos anfisbénidos del género Trogonophis(datos no publicados de los autores) o del poli-morfismo encontrado en Natrix maura(Guicking et al., 2002, 2006) y en Mauremysleprosa (Fritz et al., 2006), pero se puedenencontrar ejemplos entre otros grupos,como es el caso de las musarañas del géne-ro Crocidura (Lo Brutto et al., 2004).

d) La composición faunística en esta regiónha de ser también el resultado de la alter-nancia de fases húmedas e hiperáridas enel norte de África desde mediados delPlioceno y durante todo el Pleistoceno(Spaulding, 1991; Kowalski, 1991; Quezel &Barbero, 1993; Classen et al., 2003), y en gene-ral en toda la cuenca Mediterránea (Suc,1989). Las consecuencias filogeográficas deestas oscilaciones parecen haber afectado aespecies en procesos de cladogénesis quenormalmente ocurrieron durante los últi-mos 3 Ma: podría ser el caso de la ranitameridional, que encontró refugio en lasmontañas del norte de África en faseshiperáridas (Recuero et al., 2007) de los dife-rentes clados de Salamandra algira (Figura

6) y de Pleurodeles nebulosus (Figura 7)existentes en el Magreb (Escoriza et al., 2006;Carranza & Wake, 2004), y entre los reptilesdel complejo Chalcides pseudostriatus / C.minutus / C. mertensi (Caputo, 1993;Carranza et al., 2008), Macroprotodon abuba-keri / M. mauritanicus (Carranza et al., 2004),o más especies de otros grupos faunísticos(Cosson et al., 2005).

e) Por último, en un contexto temporal máspróximo, Le Houerou (1992) ha recons-truido el progreso de los límites del des-ierto del Sahara desde hace 18 000 años,estudiando la vegetación y las dunas fósi-les; ha concluido que el límite septentrio-nal del desierto se ha movido hacia elnorte durante este periodo, alcanzando lacosta del Mediterráneo en el MarruecosOriental. Ello explica el importante con-tingente de reptiles saharianos que alcan-zan el Mediterráneo en el Rif Oriental(Uromastyx acanthinurus, Acanthodactylusboskianus, A. maculatus, Stenodactylussthenodactylus, Spalerosophis dolichospilus;Fahd & Pleguezuelos, 2001), algunos de ellosaproximándose o alcanzando el Estrechode Gibraltar a través de las áridas costasdel Mediterráneo, como Psammophis scho-kari (Mateo et al., 2003). En cualquier caso,la distribución de los reptiles a lo largo dela franja del Rif da lugar a un proceso dereemplazamiento de fauna Mediterránea yPaleártica de Oeste a Este, por fauna saha-riana de Este a Oeste (Figura 1 en Fahd &Pleguezuelos, 2001). Sin embargo, las espe-cies afectadas por este reemplazamientoapenas se agrupan en corotipos, probable-mente como consecuencia que el procesode colonización de fauna sahariana haciala costa del Mediterráneo a través del valledel Ued Muluya está aún en un procesoactual y dinámico (Real et al., 1997).

Figura 7. Pleurodeles nebulosus de Ain Draham, Túnez.

Foto Salvador Carranza

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mayoría de estas especies tienen poblacionesvicariantes (en anfibios, 8 parejas de poblacio-nes vicariantes, y en reptiles, 21 parejas depoblaciones vicariantes, en ambos casos a nivelintra- o interespecífico) al otro lado del estrecho(Tabla 1). Sin embargo, en la orilla sur, el núme-ro de especies de reptiles exclusivas es de 10, sig-nificativamente más que las solo dos especiesexclusivas de la orilla norte (Tabla 1), fruto de esacomplicada historia geológica a la que aludíamos,y de que el continente africano ha sido un centrode evolución de reptiles más importante que loque ha podido ser Europa (Minh et al., 2006).

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Historia Natural

En el presente trabajo se ha realizado unmuestreo de una población de Trituruspygmaeus, en una charca temporal de Cádiz.El trabajo de campo se realizó entre diciem-bre de 2005 y febrero de 2007. La charca selocaliza geográficamente en el municipio deJimena de la Frontera, a 6 km de éste(UTM 1x1 30S TF6322). Este punto deagua se asienta sobre sustrato calcáreo aunos 500 m de altitud.

En la bibliografía hay distintos trabajosque tratan de estudiar el periodo de activi-dad del género Triturus en la región medite-rránea (Díaz-Paniagua, 1989; Jacob et al., 2002).De esta manera, para el tritón pigmeo se hadescrito un periodo de permanencia en lascharcas de 138 días para los machos y 112días para las hembras (Díaz-Paniagua, 1998a).

Dicho periodo comienza con el inicio de laslluvias otoñales de noviembre y termina conel inicio de la estación seca, a finales demayo. En la región meridional de laPenínsula Ibérica parece existir un largoperíodo de diapausa que se extiende desdefinales de primavera hasta otoño, motivadopor la desecación de las balsas y por la eleva-da temperatura media (Montori & Herrero,2004). Durante esos meses los individuosadultos responden a la situación de estréshídrico migrando (Marty et al., 2005) u ocul-tándose bajo elementos naturales de distintanaturaleza como rocas, troncos, vegetación oen madrigueras y galerías de pequeñosmamíferos (Jehle & Arntzen, 2000).

Sin embargo, apenas existe informaciónsobre dónde se encuentran los individuosjuveniles tanto en el periodo reproductorcomo en el de estivación. En la época dereproducción, cuando las charcas están lle-nas de agua, los individuos juveniles, yametamorfoseados, rara vez se observan en lacolumna de agua o en los alrededores(Francillon-Vieillot et al., 1990). En las prospec-ciones aquí realizadas se pudo constatar quedurante la estación húmeda nunca se vieronindividuos juveniles metamorfoseados. Estocoincide con lo encontrado por Díaz-Paniagua (1998b) en Huelva, en el que de 919individuos capturados a lo largo de cincoaños, sólo tres fueron juveniles.

Emplazamiento de juveniles de Triturus pygmaeus (Wolterstorff, 1905)durante la época estival, en una charca temporal de Cádiz

David Romero & Raimundo Real

Departamento de Biología Animal. Universidad de Málaga. 29071 Málaga. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 9 de abril de 2008.Key words: Triturus pygmaeus, emplazamiento de juveniles, charca temporal de Cádiz.

Figura 1. Ejemplares juveniles detectados bajo una piedraen el lecho de la charca. El ejemplar de la parte superiorizquierda corresponde a una hembra adulta.

Foto David Rom

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En cuanto a la época estival, cuando las char-cas de naturaleza temporal se encuentran sinagua, la información disponible sobre el tema esaún más escasa, y se desconoce el paradero de losjuveniles. Durante el año 2006, en una de lasvisitas realizadas en el mes de agosto a la charcatemporal de Jimena, se descubrió la presencia de45 individuos juveniles y una hembra adultadebajo de una misma roca localizada en el lecho,completamente seco, de la laguna (Figuras 1 y2). Se tomaron medidas de longitud total devarios juveniles y sus tamaños oscilaron en unrango de 2.3 y 4.6 cm, con una media de 3.38 ±0.88 cm (SD). La hembra midió 8.5 cm de lon-gitud total. La roca, que actuaba como refugio,era de naturaleza arenisca con unas medidas de29 cm de ancho por 38 cm de longitud. Durante

la prospección se levantaron otras piedras al azaren distintas zonas de la misma laguna, y sólobajo una, había otros 2 individuos juveniles de4.7 y 2.6 cm de longitud total.

REFERENCIAS

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Figura 2. Detalle de alguno de los individuos de juvenilesdetectados.

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Effect of temperature on the advertisement call of Physalaemus bilingonigerus (Anura: Leptodactylidae)

Clarisa Bionda, Nancy Salas & Ismael di Tada

Ecology, Department of Natural Sciences. Río Cuarto University. Roads 8 and 36, Km 601. 5800 Río Cuarto. Córdoba. Argentine. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 15 de abril de 2008.Key words: Physalaemus biligonigerus, water temperature, advertisement call.

RESUMEN. Se estudiaron las características acústicas del canto de Physalaemus biligonigerus, describien-do sus propiedades temporales y espectrales, y analizando sus variaciones con respecto a la temperaturadel agua. Todas las variables variaron con la temperatura, a excepción de la frecuencia dominante.

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Animal communication is subject to differentenvironmental pressures, such as temperatureand humidity, which may affect the transmissionand detection of the signal by attenuation of thefrequency or by effect on the temporal structure(Blair, 1958; Schneider, 1977; Brenowitz, 1986; Ryan &Sullivan, 1989; Dawkins, 1993; Sueur & Sanborn, 2003).Male advertisement calls are the primary matingdisplays of anurans, and most male frogs adverti-se to females using vocalizations (Gerhardt & Huber,2002). Temperature affects preferences of femalefrogs, since the call properties of males are affec-ted by the temperature (Gerhardt, 2005). An analysis of the properties of the Physalaemusbiligonigerus call and their variation in function ofthe temperature has not been conducted pre-viously. Therefore, it would be important to inves-tigate the call of P. biligonigerus, analyzing theirtemporal and spectral properties, and to assess whe-ther the call pattern varies with temperature.The sampling was carried out in Rio Cuarto,Cordoba, Argentine (33º10`S / 64º20`W; 420 ma.s.l.). P. biligonigerus males sing semi submergedin the water and between the emergent vegetationof temporary pools. The advertisement calls wererecorded (distance to the calling male = 1 m)using a recorder AIWA HS-JS-315 with stereomicrophone AIWA and tapes TDK A-60. Watertemperature was recorded at the individual callingsites (range 18º to 29º C) with a digital thermo-meter Tes-1300 (precision = 0.1º C).Series of 8-21 advertisement calls (total 115calls) given by different individuals (n = 11males) were analyzed. Oscillograms, sonogramsand power spectra of the call series were prepa-red with Canary V.1.2. signal processing system(Apple Macintosh, PC Power 7200/120). Eachcall series was characterized by the followingparameters: i) call duration (DTC) is the timefrom the beginning to the end of a single callmeasured in ms; ii) pulse rate per call (TPTC)is measured as (1000*NºTPC)/ DTC, whereNºTPC = (DTCx10)/duration of 10 pulse

(ms); and iii) the dominant frequency (FD) isthe frequency in the call containing the greatestenergy measured in Hz.The results of the present study should be trea-ted with caution because there is a problem ofpseudoreplication since each male can contri-bute with several calls to the sample.For statistical analysis we used Microsoft Excel2000 and the statistics package Statistica’99,V.5.5. Average values of acoustic parameterswere compared across different temperaturesusing a nonparametric Kruskal-Wallis test aftertesting for normality of the data. Finally, inorder to assess the relationship between callstructure and temperature, we performed aSpearmann correlation analyses.All variables showed significant differences amongthe different temperature (p < 0.0001), with theexception of FD (p = 0.06). Spearman correlationanalyses showed significant correlations betweentemperature and both DTC (r = -0.50, p < 0.001)and TPTC (r = 0.66, p < 0.001) (Figure 1).Vocalization in anuran amphibians is significantlyaffected by temperature (Fouquette, 1980; Brenowitz,1986; Heyer, 1994). In the present study, all variablesshowed significant differences among temperatu-res, except FD. In other species, FD is affected bymale size, such as in Physalaemus pustulosus (Ryan1980, 1985), neotropical hylid frogs (Duellman &Pyles, 1983), species of the families Bufonidae andHylidae (Cocroft & Ryan, 1995), Bufo americanus(Howard & Young, 1998) and Hypsiboas albomargina-tus (Giasson & Haddad, 2006). In addition, DTC andTPTC showed significant correlations with tem-perature (negative and positive respectively).Other studies also found a strong correlation ofboth variables and temperature (Blair, 1958; Barrio,1963; Littlejhon, 1968; Schneider, 1977; Gayou, 1984;Duellman & Trueb, 1994; Cocroft & Ryan, 1995; Sullivanet al., 1996; Howard & Young, 1998; di Tada et al., 2001;Martino & Sinsch, 2002). One functional explana-tion is that, as these acoustic parameters are asso-ciated to the physiology of the individual, they are

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 21

commonly affected by the environmental tempe-rature and therefore constitute very divergentcharacters. In insects, several studies have exami-ned the effect of ambient temperature on acous-tic systems. The effect of ambient temperature oncalling is assumed to be the result of thermaleffects in the response of the acoustic system, forexample, muscle activity of the acoustic systembeing temperature-dependent (see Fonseca & Revez,2002; Sueur & Sanborn, 2003).Barrio (1963) and Gayou (1984) consider thatthe positive association between TPTC andwater temperature determines the negativeassociation with DTC. Since TPTC increases(pulses are closer together in time), the pulsesshorten, and there is a tendency for fewer pul-ses per call and call duration is reduced. TPTC showed a more abrupt change with tem-peratures about 26º C. This temperature mayconstitute the beginning of substantial changesin the temporary structure of call. Since tempe-rature may act as interference in communication(Basso & Basso, 1992), therefore, we assume thatindividuals frequently modify these componentsof call to surpass the contamination and thus, toimprove the intraspecific communication.

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Figure 1. Relationship of call duration (DTC) (a) andpulse rate per call (TPTC) (b) with water temperature.Dashed lines are 95% of confidence intervals.

Figura 1. Relación entre la duración de la llamada(DTC) (a) y la tasa de pulsación por canto (TPTC) (b)con la temperatura del agua. Las líneas discontinuasrepresentan el intervalo de confianza del 95%.

REFERENCIAS

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El galápago europeo Emys orbicularis se dis-tribuye por la mayor parte de zonas húmedasde la isla de Menorca, donde ocupa una grandiversidad de hábitats. Actualmente es unaespecie relativamente común, aunque la pro-gresiva destrucción de sus hábitats, especial-mente de los humedales costeros, la recolecciónilegal y la interacción con otras especies alócto-nas (cangrejo de río americano Procambarusclarckii y galápagos exóticos) constituyen unaamenaza para sus poblaciones. Debido a que laspoblaciones menorquinas posiblemente estánen declive, está incluido en la categoría de CasiAmenazada (NT) (Viada, 2006).

El 20 de octubre de 2007 se observó una man-tis Mantis religiosa intentando comerse una cría degalápago europeo (Figura 1) en el sistema dunarde Tirant, término municipal de Mercadal(Menorca, UTM 31T EE93). La observación serealizó aproximadamente a las 12 del mediodía,momento en que la mantis mantenía sujeta a lacría de galápago europeo boca abajo y le devoraba

la parte trasera. Al acercarnos, la mantis liberó algalápago, que estaba vivo, y observamos que éstepresentaba importantes heridas en la cola y laspatas posteriores. A pesar de las heridas, el galápa-go se reincorporó y se escondió rápidamente entrela vegetación. El galápago europeo era un juvenilde pocos días de edad, que aún se encontraba lejosdel torrente que transcurre por la zona (a 75 m delpunto más cercano).

Entre las referencias consultadas, que incluyenlas principales síntesis sobre la biología del galápa-

Intento de depredación de mantis sobre juvenil de galápago europeo

Marta Massana1, Berta Bonet1 & Albert Bertolero2

1 Departament d’Ecologia. Universitat de Barcelona. Av. Diagonal, 645. 08028 Barcelona. España. Ce: [email protected] IRTA - Ecosistemes Aquàtics. IRTA Sant Carles de la Ràpita. Carretera Poble Nou, km 5.5. 43540 Sant Carles de la Ràpita. España.

Fecha de aceptación: 6 de mayo de 2008.Key words: Balearic Islands, Emys orbicularis, Mantis religiosa, Menorca, predation.

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Figura 1. Mantis huyendo tras el intento de depredación de lacría de galápago europeo.

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go europeo, el único invertebrado citado comopredador de juveniles de galápago europeo es elescarabajo errante Ocypus olens (Rollinat, 1934). Así,no se ha encontrado ninguna referencia que indi-que a la mantis como predadora de juveniles degalápago europeo (Andreu & Lopez-Jurado, 1998;Barbadillo et al., 1999; Fritz, 2003), por lo que nuestra

observación sería la primera cita documentada deeste tipo de depredación. Por otra parte, la únicareferencia que conocemos de depredación deinvertebrados sobre otros quelonios ibéricos es lacita de depredación de un joven de galápago lepro-so Mauremys leprosa por un escorpión Buthus occi-tanus (Bejarano & Pérez-Bote, 2002).

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3ª edición. Conselleria de Medi Ambient. Govern de lesIlles Balears.

Mesotriton alpestris (Laurenti, 1768) (para elque se ha propuesto recientemente que su nom-bre genérico más antiguo y por lo tanto válidosería Ichthyosaura) es un tritón de talla mediaque, como especie en su conjunto, no sobrepasahabitualmente los 100 mm, aunque enAlemania ocasionalmente puede alcanzar los 120mm (Montori & Herrero, 2004; Rocek et al., 2003). Enla península Ibérica, los machos llegan a alcan-zar 84 mm y las hembras 94mm (Salvador &García-París, 2001), aunque puntualmente se hanencontrado hembras mayores.

El 24 de agosto de 2008 pudimos observar unbuen número de ejemplares de esta especie en elPozo Lomas (o Pozo de las Lomas, Cardaño deArriba, en el Parque Natural de Fuentes Carrionasy Fuente del Cobre, Palencia; UTM UN5763,

2060 msnm) de entre los que destacaba claramen-te una hembra de movimientos notablemente len-tos que arrojó una longitud total de 115 mm, queexcede la longitud máxima conocida en España yse aproxima mucho al máximo absoluto de laespecie (otra hembra de 114 mm el 20-VIII-08).Los Mesotriton alpestris cyreni mayores citadoshasta la fecha median 102 mm (una hembra deUrbasa, Navarra; Vega et al., 1981) y 103 mm(una hembra de Queveda, Santander; Castroviejo& Salvador, 1971).

Una característica singular de esta poblaciónes la presencia de ejemplares neoténicos. Seobservaron pocas larvas, pero sí un buen núme-ro de animales adultos o subadultos grandespor su talla, pero neoténicos, es decir, con bran-quias externas más o menos desarrolladas y la

Neotenia y longitud excepcional en Mesotriton alpestrisde Fuentes Carrionas (Palencia)

Óscar Arribas

Avda. Francisco Cambó 23. 08003 Barcelona. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 11 de mayo de 2008.Key words: Longitud máxima, pedomorfosis, urodelos, Salamandridae, Palencia.

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Figura 1. Hembra neoténica de Mesotriton alpestris de FuentesCarrionas (Palencia).

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cabeza ligeramente más ancha. Por lo demás,su coloración era la normal en los adultos de laespecie. De 46 ejemplares observados, 30 eranneoténicos (un 65 %). También se observaronjuveniles metamorfoseados bajo las piedras dela orilla, así como adultos normales en peque-ñas charcas cercanas al lago. Es la primera vezque se cita neotenia en una población españolade la especie. El fenómeno, no obstante es bienconocido, especialmente en poblaciones demontaña donde se cree que es una ventaja enhábitats acuáticos estables y menos hostiles queel medio terrestre. La neotenia (pedomorfosis)se ha citado en Italia, SE de Francia, sur deSuiza, repúblicas ex-Yugoslavas, Grecia,Alemania y Bélgica (Rocek et al., 2003).

La neotenia en urodelos ibéricos ha sido cita-da en Lissotriton boscai (de una localidad desco-nocida, por Bedriaga; y un macho adulto conbranquias bien desarrolladas en el río de lasBatuecas, Salamanca, 21-VII-03, Arribas, inédi-to), Lissotriton helveticus (del S de Tarragona),

Pleurodeles waltl (de Huelva) y Calotriton asper(del Valle de Arán en el Pirineo de Lleida; y tam-bién numerosos ejemplares con branquias redu-cidas, aproximadamente la mitad de los observa-dos, en el Ibón de Acherito, Pirineo de Huesca;10-VII-04, Arribas, inédito) (véase un resumen enRivera et al., 1996; Montori & Herrero, 2004; Bogaerts &Uchelen, 2003).

La herpetofauna acompañante en la zona delPozo Lomas está constituida por Rana tempora-ria, Bufo bufo, Alytes obstetricans (con larvas pre-sumiblemente invernantes) y Salamandra sala-mandra (coloración de S. s. bejarae). En lamisma zona del lago son comunes Zootoca vivi-para e Iberolacerta monticola, y cerca de allí, sehallaron numerosas y en simpatría desdeCardaño de Arriba, Podarcis muralis (observadahasta 2001 m) y Podarcis bocagei (hasta 1954 m,lo que confirma su presencia en la provincia dePalencia) y, lo que es más sorprendente, tambiénP. gr. hispanica (“P. hispanica tipo-1”, un ejem-plar observado a 1778 m).

REFERENCIAS

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 25

En el oeste de Galicia (extremo norocciden-tal de la Península Ibérica) se encuentra el lími-te occidental de la extensa área de distribucióneuropea de la rana bermeja (Rana temporaria)(Esteban & García-París, 2002). Estas poblacionespertenecen a la subespecie R. t. parvipalmataque, si bien también se encuentra presente enotras zonas del norte de España (Veith et al.,2002), es en este extremo occidental donde exis-te el morfotipo más diferenciado (tamaño cor-poral pequeño, patas traseras relativamente lar-gas, hocico relativamente afilado, membranainterdigital reducida y escasa pigmentacióndorsal oscura; López Seoane, 1885; Galán, 1989a), alque corresponde la descripción original de lasubespecie (López Seoane, 1885).

En esta zona, el período reproductor de laspoblaciones que viven en el piso colino (por deba-jo de los 500 m de altitud) coincide con el perío-do de mayores precipitaciones del año, durante elotoño e invierno, produciéndose las puestas entreoctubre y marzo (Galán, 1989b). Estas puestas sedepositan principalmente en charcas someras deherbazales y turberas (Galán, 1982), que se forman acausa de las abundantes precipitaciones que se pro-ducen durante este período. Estas poblaciones derana bermeja prácticamente no utilizan para lareproducción las charcas de mayor profundidad,que mantienen agua durante períodos más dilata-dos de tiempo, sino que utilizan únicamente lasmás someras (Galán, inédito).

Existe una estrecha relación entre la fenolo-gía reproductora de estas poblaciones y las llu-

vias otoño-invernales, al utilizar la rana berme-ja casi exclusivamente este tipo de encharca-mientos que se originan y mantienen por lasprecipitaciones. La coincidencia de este períodocon el más frío del año no supone una factorlimitante para esta especie adaptada a las condi-ciones frías, ya que en estas zonas atlánticas debaja altitud las temperaturas invernales habi-tualmente son muy templadas, descendiendomuy pocos días por debajo del punto de conge-lación (Martínez Cortizas & Pérez Alberti, 1999). Laactividad reproductora se produce, además,durante las noches más cálidas, interrumpién-dose las más frías (Galán, 1989b).

Esta dependencia de las charcas estacionalesde las precipitaciones hace que durante los perí-odos secos no puedan realizarse las puestas (sibien, con cierta frecuencia aparecen puestas “enseco”, depositadas sobre la hierba húmeda).

Las características climáticas de la regiónatlántica gallega, perteneciente al tipo climáticoOceánico–hiperhúmedo (Martínez Cortizas & PérezAlberti, 1999), hace que normalmente se produz-can abundantes lluvias durante todo este perío-do otoño-invernal. Sin embargo, en los últimosaños se han producido épocas de sequía queafectaron también a estos meses. La más desta-cada de todas ellas es la registrada en el otoño einvierno de 2007-2008.

El motivo de la presente nota es: (i) aportardatos recientes sobre la fenología reproductora delas poblaciones de baja altitud gallegas de Ranatemporaria, así como de determinadas caracterís-

Período de puestas y su variabilidad en poblaciones noroccidentalesibéricas de rana bermeja (Rana temporaria parvipalmata)

Pedro Galán

Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n.15071 A Coruña. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 14 de mayo de 2008.Key words: Rana temporaria parvipalmata, reproduction, clutch size, spawning period, Galicia, NW Spain.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1926

Para intentar paliar esta dificultad y conocerel número de huevos que compone una puesta“media” de estas poblaciones, se trasladaron allaboratorio una serie de hembras grávidas (queaún no habían realizado la puesta, pero que éstaera inminente, determinado por el grosor de suabdomen) así como machos en celo, recogidosen las charcas de cría al inicio del períodoreproductor (para asegurarnos de que no habí-an frezado con anterioridad). Las parejas se alo-jaron en acuarios (de 50 x 25 x 25 cm), colo-cando sólo una pareja por acuario, donde se

comprobó que realizaban el amplexus (Figura 1).Los acuarios fueron revisados diariamente hastaque se comprobaba que habían realizado lapuesta. En caso contrario, se mantenían hastaun máximo de 7 días, liberándose en el puntode captura si en ese tiempo no la habían reali-zado. Las parejas que efectuaron las puestastambién fueron liberadas en los puntos de cap-tura, así como las masas de huevos, tras ser con-tados. El conocimiento del número medio dehuevos por puesta nos permitió disminuir elmargen de error al contabilizar el número depuestas en las charcas de cría.

Para disminuir más este margen de error,durante los recuentos las puestas fueron diferen-ciadas en tres grupos según el grado de desarro-

Figura 1. Pareja de Rana temporaria parvipalmata deCerceda, A Coruña, en amplexus en uno de los acuariosdonde se obtuvieron las puestas.

ticas de su reproducción, como el tamaño de lapuesta y (ii) determinar cómo afectan estos perí-odos de sequía otoño-invernal (muy poco habi-tuales en la región, al menos hasta el presente) aunas poblaciones adaptadas a un régimen climá-tico caracterizado por precipitaciones habitual-mente muy predecibles y de cuya regularidaddependen para realizar la reproducción.

Durante el ciclo reproductor de las poblacio-nes de baja altitud (<500 m) de Rana temporariaen Galicia (octubre-marzo, Galán, 1989b), se reco-rrieron una serie de localidades repartidas pordiversas zonas de la provincia de A Coruña dondeconocíamos la presencia de la especie (Galán,1982). Dos de esas localidades (Morzós, Cerceda yVeiga, Culleredo, ambas en la cuadrícula UTMde 10x10 km 29T NH48 y a 380 y 90 metros dealtitud respectivamente) fueron visitadas con fre-cuencia semanal o quincenal durante todo elperíodo reproductor; el resto (Montemaior,Cerceda, NH38, 460 m de altitud; Queixas,Cerceda, NH47, 290 m; Montes del Xalo,Culleredo, NH48, 450 m y Laureda, Arteixo,NH49, 135 m) se visitaron con frecuencia men-sual. En todas estas localidades existían hábitatsadecuados para la reproducción de la rana berme-ja, principalmente herbazales húmedos (tantonaturales como artificiales –praderas de siega-) yherbazales higroturbosos (“brañas”, turberas debaja altitud). En estos recorridos se contabilizó elnúmero de puestas recientes encontradas en estoshábitats reproductores.

En ocasiones puede resultar difícil esta-blecer el número exacto de puestas que hayen una charca concreta, debido a que con fre-cuencia una misma puesta puede aparecerfragmentada en 2-5 masas gelatinosas meno-res y, por otro lado, es también muy frecuen-te el que varias puestas diferentes se encuen-tren juntas en una misma zona de la charca(literalmente “amontonadas”), siendo difícilestablecer los límites entre una y otra y, porello, conocer su número.

Foto

Ped

ro G

alán

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llo de los embriones: (i) puestas recientementeefectuadas, cuando el huevo permanece aún esfé-rico, (ii) puestas con embriones en desarrollo,cuando se nota claramente la forma alargada delembrión dentro del huevo, y (iii) puestas reciéneclosionadas, cuando los embriones acaban desalir del huevo, pero aún permanecen agrupadossobre la gelatina. En numerosas ocasiones, estaclasificación permitió diferenciar puestas en con-tacto en una misma charca, según su grado dedesarrollo, ya que en estas poblaciones las pues-tas suelen depositarse a lo largo de un períodomás o menos dilatado de tiempo.

Los datos de precipitaciones se obtuvieronde la estación meteorológica de Mabegondo(CINAM, Rede de estacións de MeteoGalicia),situada a 90 m de altitud y equidistante de laslocalidades muestreadas, hasta un radio máxi-mo de 15 km. Estos datos se indican en la Tabla1, donde se puede ver como las precipitacionesmedias de la zona son abundantes (superiores alos 100 mm por mes) durante todo el otoño einvierno, entre octubre y febrero. En el otoñode 2006 las lluvias fueron superiores a la media,sobre todo en el mes de octubre, cuando tripli-caron los valores medios (de 103 mm a 336mm). Por el contrario, en el otoño de 2007 fue-ron muy inferiores a la media, con un inusita-do período seco sobretodo en octubre y, enmenor medida, ennoviembre (Tabla 1).

Para este estudio secontó con los oportunospermisos legales paramanejo de fauna de laXunta de Galicia.

Tamaño de la puesta. Elnúmero medio de huevospor puesta fue de (media ± 1error estándar): 697.6 ±67.1, con un rango de 457 –1047 huevos (n = 8).

El tamaño de las hembras que las efectuaron (lon-gitud hocico-cloaca) fue de 62.6 ± 1.5 mm (rango:55.0 – 67.3 mm; n = 8). El número de huevos porpuesta se incrementó positiva y significativamentecon el tamaño de la hembra: r 2 = 0.67; F(1, 7) =12.19; p = 0.013.

Período de puestas. Agrupando todos losdatos de puestas registrados durante seisperíodos reproductores consecutivos entrelos años 1999 y 2005, es decir, desde elotoño-invierno 1999-2000 al otoño-invier-no 2004-2005, se obtienen las cifras indica-das en la columna izquierda de la Tabla 2.Las puestas comienzan en octubre, aunquecon un porcentaje bajo sobre el total, yduran hasta marzo, aunque en este últimomes el número es más bajo aún. La mayorparte de las puestas se producen entrediciembre y febrero, con un máximo muymarcado (que agrupa casi la mitad del totalde las puestas) en enero.

En el período 2006-2007, con un otoñomuy lluvioso, las puestas fueron también esca-sas en octubre, pero se produjeron en un núme-ro elevado en noviembre y diciembre, termi-nando antes la reproducción, con un escasonúmero de puestas ya en febrero. El máximotambién coincidió con el mes de enero.

TABLA 1. Precipitaciones mensuales en mm en la estación meteorológica deMabegondo (A Coruña) durante el período otoño-invernal. Se indican los valo-res medios (período de 20 años, tomado de Martínez Cortizas & Pérez Alberti,1999) y los correspondientes a dos temporadas con pluviosidad contrastada.

Media de 20 años 2006-2007 2007-2008Valores medios Otoño Húmedo Otoño Seco

de la Estación (mm)

Octubre 103.5 336.6 13.6Noviembre 130.0 178.2 43.4Diciembre 123.3 192.8 60.6Enero 131.6 57.8 174.8Febrero 109.2 199.4 32.4Marzo 97.7 91.2 116.6Total otoño 357 707.6 117.6Total invierno 338 348.4 323.8

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En el período 2007-2008, con un otoñomuy seco (excepcional en la zona; Tabla 1),no se produjeron puestas antes de diciembre(no llegaron a formarse las charcas estaciona-les en la mayor parte de las localidades). Eneste caso, las puestas se produjeron mayorita-riamente entre diciembre y febrero, mostran-do también un máximo marcado en enero. Apesar del retraso de dos meses en el comien-zo de las puestas, el número total de éstas nodisminuyó, sino que fue incluso superior alde la temporada anterior (Tabla 2). En esteperíodo, al comienzo de las lluvias en el mesde diciembre de 2007 se produjo un númeroelevado de puestas “en seco”, depositadassobre la hierba húmeda (Figura 2), en las

noches en que se producían moderadas preci-pitaciones, que eran insuficientes para for-mar charcos en los herbazales.

La suavidad climática de las zonas de climaatlántico del noroeste ibérico, con escasos días contemperaturas inferiores a 0º C durante el otoño einvierno y con precipitaciones normalmente ele-vadas durante este período (Tabla 1), permite quelas poblaciones de Rana temporaria de estas zonasinicien muy pronto la reproducción, ya a comien-zos del otoño, y continúen realizando las puestasdurante toda esta estación y a lo largo del invier-no (Galán, 1989b; Vences, 1992, 1994). Una fenologíasimilar se ha descrito también para las poblacionesde la misma especie en el País Vasco (Arrayago &Bea, 1986; Bea et al., 1986; Gosá, 1998), ambas muydiferentes a la que muestra la rana bermeja enzonas de alta montaña (e.g. en los Pirineos: Balcells,1975; Vences et al., 2000). En este sentido, las varia-ciones entre poblaciones en diferentes característi-cas de la historia natural de esta especie son yabien conocidas (Miaud & Guyétant, 1998; Miaud et al.,1999; Morrison & Hero, 2003).

Las poblaciones de baja altitud de Galicia uti-lizan casi exclusivamente los encharcamientostemporales, producidos por las lluvias otoño-invernales, para realizar la reproducción, no ocu-pando las charcas más profundas o las lagunas,que mantienen agua durante períodos más largosde tiempo (Galán, inédito). En este aspecto, tambiéndifieren marcadamente de las poblaciones de alta

TABLA 2. Número de puestas de Rana temporaria en A Coruña en cada uno de los meses desu período reproductor. Se indica el total de seis años consecutivos y de dos períodos conclimatología contrastada.

Otoño húmedo Otoño secoTotal 1999-2005 2006-2007 2007-2008

Nº de puestas % Nº de puestas % Nº de puestas %

Octubre 16 1.4 5 2.3 - -Noviembre 69 5.9 47 21.9 - -Diciembre 280 23.8 66 30.7 50 21.4Enero 566 48.1 90 41.9 112 47.9Febrero 240 20.4 7 3.3 69 29.5Marzo 6 0.5 - - 3 1.3Total 1177 215 234

Figura 2. Puesta de Rana temporaria “en seco” (depositadasobre la hierba húmeda) con un macho en celo sobre ella.Cerceda, A Coruña, diciembre de 2007.

Foto Pedro Galán

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 29

montaña, que pueden utilizar lagunas de ciertaprofundidad para la reproducción (e.g. “ibones”pirenaicos; Vences et al., 2000).

El uso de encharcamientos someros tempora-les producidos por las lluvias condiciona las rela-ciones entre la meteorología y los períodos depuesta, dependiendo éstos de manera directa delas precipitaciones (Bea et al., 1986; Le Garff, 1998).Esta dependencia se refleja en la plasticidad delperíodo de puestas de la rana bermeja en las zonasde baja altitud de Galicia. El año en que las llu-vias no se produjeron durante el otoño, éstas seretrasaron dos meses con respecto a su fechamedia de comienzo (diciembre en vez de octu-bre). Sin embargo, no se produjo una reducciónen sus efectivos reproductores, contabilizándoseal final un número de puestas incluso superior alde un año lluvioso. En ese período seco el máxi-mo de frezas se mantuvo en el mes de enero (igualque en un año con valores medios de precipita-ción), pero el segundo máximo, que habitual-mente corresponde al mes de diciembre, se des-plazó hasta el mes de febrero.

Sin embargo, las excepcionales condicionessecas, no sólo del otoño, sino también del invier-no en el período 2007-2008, originaron una altí-sima mortalidad de las puestas (que en variaslocalidades alcanzó el 100%), no observada en2006-2007, cuando llegaron a completar lametamorfosis un elevado número de larvas, almantener agua las charcas durante más tiempo.En 2007-2008, los primeros frentes de lluvias,producidos en diciembre y enero, desencadena-ron una gran concentración de puestas que se rea-

lizaron en charcas con muy poca agua (ya que nohabía llovido los dos meses anteriores). En lassemanas siguientes apenas se produjeron precipi-taciones, por lo que se secaron una gran cantidadde estas charcas, que apenas habían logrado acu-mular agua, lo que originó una masiva mortali-dad de puestas y de larvas recién eclosionadas.Otros años en que los otoños fueron tambiénsecos, pero se produjeron abundantes precipita-ciones invernales, como en 1981-1982, tambiénse registraron elevadas mortalidades de puestas ylarvas, al tener menos agua las charcas estaciona-les de cría y secarse al cabo de breves períodos sinlluvias (Galán, inédito). Las precipitaciones otoñalesparecen, por lo tanto, fundamentales para el éxitoreproductor de estas poblaciones y podría tenerun alto coste el retraso de las puestas producidopor períodos de sequía otoñal. Sin embargo, esprematuro afirmar este extremo con seguridaddado que sólo se han comparado dos años de cli-matología contrastada, después de seis años con-secutivos climatológicamente más estables.

Sin embargo, si el cambio climático originasequías más frecuentes durante el otoño o elinvierno, estas poblaciones, adaptadas a unaelevada predictibilidad en las precipitacionesdurante estos meses, pudieran verse seriamenteamenazadas al incrementarse de manera muynotable la mortalidad de puestas y larvas. Paraconfirmar este extremo, habrá que extender estetipo de estudios a series temporales largas parapoder determinar cómo afectan los períodos desequía a poblaciones adaptadas a un régimenclimático de precipitaciones predecibles.

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El Parque Ecológico de Plaiaundi es un encla-ve protegido situado en el estuario del Bidasoa(Irun, bahía de Txingudi), una zona muy pobladacuyo medio natural ha entrado aceleradamente endeclive, por la alta densidad de infraestructuras via-rias y urbanizaciones. A partir de 1998 algunas delas antiguas marismas que ocupaban el tramo finaldel Bidasoa han sido recuperadas y restauradas,entrando a formar parte del Convenio de Ramsaro siendo incluidas en la Red Natura 2000 comoZonas de Especial Conservación para las Aves(ZEPA) o Lugares de Importancia Comunitaria(LIC). Hoy en día el Parque Ecológico dePlaiaundi, que tiene una superficie reducida(20.42 ha), es un área dedicada a la conservaciónde la biodiversidad, en la que se realizan trabajos de

educación y sensibilización ambiental, funcionan-do como parque periurbano para las localidades deIrun, Hendaia y Hondarribia.

En el entorno de la bahía de Txingudi seencuentra la única población de sapo corredor(Epidalea calamita) localizada en Gipuzkoa (Rubioet al., 2004), que actualmente es objeto de segui-miento. El 11 de marzo de 2006, durante uno delos muestreos realizados dentro de un estudiopoblacional de la especie en dicho parque (SanSebastián et al., 2005; Garin et al., 2006; Garin & Rubio,2007), 12 sapos corredores adultos fueron encon-trados muertos, y en algunos casos parcialmentedevorados, en apenas una superficie de 8 m2, den-tro de una de las charcas habitualmente utilizadaspor esta especie para la reproducción. La mitad de

Depredación de sapo corredor (Epidalea calamita) por un mustélido(Mustela sp.) en el parque ecológico de Plaiaundi (Irun, Gipuzkoa)

Iñaki Sanz-Azkue, Ion Garin-Barrio & Alberto Gosá

Sociedad de Ciencias Aranzadi. Observatorio de Herpetología. Cl. Zorroagagaina, 11. E-20014 Donostia. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 3 de junio de 2008.Key words: Epidalea calamita, Mustela sp., predation, Txingudi, Gipuzkoa.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 31

los individuos mostraban una incisión en el costa-do, mientras que el resto presentaba signos de unamayor manipulación, faltando los órganos, con lasextremidades y cabeza conectadas únicamente porla piel, que en tres individuos estaba parcialmentevuelta del revés (Figura 1).

El lugar donde fueron encontrados los ejem-plares (zona 30T, X: 597807; Y: 4800196) es un

enclave temporalmente encharcado, colonizado decarrizos (Phragmites australis), juncos (Juncus spp.)y pies dispersos de sauces (Salix atrocinerea) y alisos(Alnus glutinosa). La zona es anegada por las lluviasde primavera y verano, que crean pequeñas charcassomeras cuyo sustrato es ocupado por especies her-báceas anuales, siendo utilizadas por el sapo corre-dor como biotopo reproductor.

Los anfibios representan una pequeña partede la dieta de algunos mamíferos (Palazón & Ruiz-Olmo, 1997; Barbadillo et al., 1999; García-París et al.,2004; Clavero et al., 2005). Distintos estudios reali-zados en carnívoros mustélidos (Pascual, 2000;Bartoszewicz & Zalewski, 2003) coinciden en que losanfibios pueden llegar a constituir un porcenta-je importante de su alimentación en invierno y,sobre todo, en primavera. Se han descrito diver-sas mutilaciones en masa y depredaciones, yexisten registros de numerosos cadáveres desapo común (Bufo bufo) semidevorados pornutria (Lutra lutra) (Lizana & Pérez-Mellado, 1990;Pascual, 2000), tejón (Meles meles) y turón

(Mustela putorius) (García-París et al., 2004), asícomo de ataques de esta última especie a indi-viduos de sapo corredor (Barbadillo et al., 1999).

La toxicidad de la piel del dorso de los sapos delgénero Bufo (Sidorovich & Pikulik, 1997) ha obligado aciertos mustélidos a desarrollar una técnica demanipulación específica para el consumo de anfi-bios. Durante la depredación realizan un pequeñocorte en el costado y únicamente consumen losórganos, volteando la piel del cuerpo para evitar laingestión de las glándulas de la zona dorsal (Lizana& Pérez-Mellado, 1990; Sidorovich & Pikulik, 1997; Alarcoset al., 2006). Esta técnica de manipulación es propiade esta familia de carnívoros, por lo que una espe-cie de este grupo sería la causante del ataque des-crito en Plaiaundi, tras el cuál algunos sapos apare-cieron con la piel volteada y una parte de los órga-nos consumida. En 2002 ya se había detectado unataque a 30 sapos corredores, que aparecieron aprincipios de abril semidevorados en un humedaldel Parque (Ekogarapen, 2002), sin atribución directaa una especie concreta de carnívoro.

En el Parque de Plaiaundi existe la comadreja(Mustela nivalis), mustélido poco o nada relaciona-do con los hábitats acuáticos, ni su dieta con losanfibios (Aritio, 1970), desconocidos en el régimenalimentario de las poblaciones atlánticas(Zuberogoitia et al., 2001), por lo que quedaría clara-mente descartada como potencial depredador.Tampoco existe la nutria (Lutra lutra), cuyo últimoo uno de los últimos ejemplares en el río Bidasoafue observado a comienzos de 1996 en la zona bajadel mismo (Ruiz-Olmo & Delibes, 1998). Estudiosposteriores certifican su ausencia en el territorioguipuzcoano (González-Esteban & Villate, 2001;Hernando et al., 2005, López de Luzuriaga, 2006).

Una vez descartadas la comadreja y la nutria,el grado de manipulación de los sapos, con losórganos del cuerpo devorados y la piel y la cabe-za parcialmente desprendidos, sólo puede atri-buirse la autoría de los ataques a un turón(Mustela putorius) o un visón (Zuberogoitia et al.,2001). Al respecto cabe destacar que el Parque de

Figura 1. Ejemplares de sapo corredor depredados en elparque ecológico de Plaiaundi.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1932

Plaiaundi se encuentra libre de visón americano(Mustela vison) (González-Esteban & Villate, 2003),que sólo ha sido avistado en el extremo opuestode la provincia de Gipuzkoa, escapado reciente-mente de una granja (C. Rodríguez, comunicación per-sonal). Por tanto, la única especie de visón a la quepodría atribuirse el ataque sería el visón europeo(Mustela lutreola). A pesar de no poderse concre-tar mucho más, puesto que cualquiera de las dosespecies (M. lutreola o M. putorius) pudo ser laresponsable, en la misma época del ataque unmacho subadulto de visón europeo fue trampea-do (28 de marzo de 2006) en un dispositivo uti-lizado para la captura de coipús (Myocastor coipus)(Ekogarapen, 2006), un mamífero invasor originariode Argentina (Echegaray & Hernando, 2004; Latierro &Salsamendi, 2004) que es objeto de gestión en elParque de Plaiaundi. Aunque anteriormente sehabían encontrado rastros de visón europeo en elAlto y Medio Bidasoa y los datos nos hablan deuna presencia estable del visón europeo en lacuenca (González-Esteban & Villate, 2003), este ejem-plar ha sido el primero capturado en el BajoBidasoa. Probablemente se tratara de un indivi-duo procedente de la población de la cuenca altaen busca de nuevos territorios, que pudo benefi-ciarse de la abundancia de sapos corredores queacuden a comienzos de primavera a reproducirseen las charcas del enclave. De hecho, en 2006 laépoca de reproducción del sapo corredor comen-zó a finales de febrero y el pico más intenso deactividad se concentró entre mediados y finalesde marzo (Garin et al., 2006), coincidiendo con elataque del mustélido. El Parque de Plaiaundi se

encuentra aislado por la trama urbana, por lo quepodría ser utilizado ocasionalmente por los mus-télidos como área de colonización o permanenciadurante un cierto tiempo.

El visón europeo es un carnívoro semiacuáticoque se alimenta de pequeños mamíferos, peces,aves y, en menor medida, de anfibios en laPenínsula Ibérica (Palazón et al., 2004). Éstos puedenrepresentar una gran parte de su alimentación enprimavera, aprovechando la alta concentración deindividuos en las charcas a las que acuden a repro-ducirse, lo que facilita la tarea de los depredadores(Sidorovich, 2000). Sin embargo, la participación delos sapos en la dieta del visón europeo es menor,por la presencia de toxinas en el dorso, si bienpuede ser una fuente de energía importante,dependiendo de la disponibilidad de alimento enel medio (Sidorovich & Pikulik, 1997).

En definitiva, el hecho de que anteriormenteno se haya capturado ningún mustélido en lostrampeos realizados en el parque (M. Etxaniz, comu-nicación personal), y el de que el episodio de depreda-ción descrito ocurriese con sólo unas fechas dediferencia con la captura del primer visón europeo,aumentan la probabilidad de que el autor del ata-que fuera el ejemplar de visón europeo capturado,sobre el que recaen todas las sospechas.

AGRADECIMIENTOS. A M. Etxaniz y A. Luengo, trabaja-dores de la Ekoetxea del Parque Ecológico de Plaiaundi, asícomo a X. Rubio (miembro del Observatorio Aranzadi deHerpetología) y C. Rodríguez (Sección de Mastozoología delDepartamento de Vertebrados de la Sociedad de CienciasAranzadi), por su asesoramiento.

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Durante una prospección (5-3-2008) de unpequeño arroyo en la Sierra Norte de Sevilla, seobservó a tres galápagos leprosos (Mauremys lepro-sa) junto a una puesta de sapo común (Bufo bufospinosus). La observación se produjo al principiode la época del cortejo de los galápagos y al iniciodel periodo reproductor del sapo común. El galá-pago más grande, aparentemente una hembra,estaba comiendo activamente de la puesta en el

fondo del arroyo a unos 20 cm de profundidad.Después de dar un mordisco a la puesta se pudoobservar como ingería una masa de huevos. Esteindividuo abandonó la puesta y se aproximó a losotros dos galápagos. Pero enseguida retorno denuevo a la puesta y continuó depredándola. Todoeste comportamiento fue grabado en video y foto-grafiado (Figura 1). En ningún momento el galá-pago mostró algún tipo de rechazo a los huevos

Depredación de huevos de sapo común (Bufo bufo spinosus)por galápagos leprosos (Mauremys leprosa)

Wouter de Vries & Adolfo Marco

Estación Biológica de Doñana. CSIC. Apartado 1056. 41013 Sevilla 41013. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 4 de junio de 2008.Key words: egg predation, Bufo bufo, Mauremys leprosa.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1934

tras su ingestión. La puesta tenía varios días deedad y los embriones estaban poco desarrollados(menos que estadio 15 de Gosner, 1960). Cuatro díasdespués muchos huevos de esa puesta todavíacontinuaban vivos y sin rastro de infección porSaprolegnia sp, al igual que otra puesta próxima desapo común. Seis días más tarde la puesta comple-ta había eclosionado y se observaban algunas lar-vas jóvenes en los alrededores, pero no se observóninguna larva junto a la puesta parcialmentedepredada. Esta observación de depredación nofue un caso aislado. El 9 de marzo de 2008, en elfondo del mismo arroyo pero a varios kilómetrosde distancia, se encontró una puesta claramentedepredada de sapo común. Enrollados a unapequeña mata de Ranunculus sp. (20x20 centíme-tros) se observaron cordones de huevos con diver-sos cortes muy limpios. A 20 centímetros de lapuesta se encontraron múltiples fragmentos dis-persos de la misma puesta que parecían cortadoscon tijeras (Figura 2). Debajo de la mata deRanunculus sp. estaba una hembra grande de galá-pago leproso. Era una zona con agua clara, casi sinvegetación y con poca profundidad (30 centíme-tros) cerca de una zona muy profunda con rocas,por lo cual parece que la hembra ya estaba debajodel Ranunculus sp. y no sólo había ido ahí pararefugiarse (normalmente cuando huyen suelen irdirectamente a las zonas más profundas). Losembriones de esta puesta también se encontrabanen fases tempranas de desarrollo (menos que estadio

15 de Gosner, 1960) pero estaban parcialmentecubiertos de partículas de fango. Seis días despuésno se pudo encontrar ningún rastro de huevos, nide larvas. Aparentemente, la puesta había sidototalmente depredada.

Se ha identificado la depredación de ambosgalápagos europeos (M. leprosa y Emys orbicularis)sobre larvas y adultos de anfibios (Glass & Meusel,1972; Fritz & Günther, 1996; Barbadillo et al., 1999;Gómez-Mestre & Keller, 2003) así como sobre otrosvertebrados como peces y múltiples invertebra-dos (Glass & Meusel, 1972; Andreu & López-Jurado,1997). Pero no se había descrito la depredaciónsobre huevos de anfibios, y en particular sobreuno de los anuros ibéricos más especializado en laproducción de toxinas para reducir el riesgo dedepredación. El galápago leproso parece sermenos eficiente capturando presas móviles que elgalápago europeo (Gómez-Mestre & Keller, 2003).Esta menor habilidad como depredador podríalimitar la disponibilidad de presas palatables ypodría haber seleccionado la tolerancia a presasque tienen como estrategia la producción de toxi-nas en lugar del escape activo.

Multitud de depredadores acuáticos comotritones, larvas de anuros, peces, patos y nutriassuelen evitar la depredación de los huevos delsapo común (Lizana & Pérez-Mellado, 1990; Kwet,1996; Sowig & Laufer, 2007). En un experimento dedepredación por el cangrejo rojo americano(Procamburus clarkii) sobre los huevos y las lar-

Figura 1. Galápago leproso comiéndose una puesta de sapo común.

Foto Wouter de Vries

Figura 2. Puesta de sapo común depredada muy probablemen-te por una hembra de galápago leproso encontrado al lado.

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 35

vas de siete especies de anfibios, fue el sapocomún el único no consumido de forma signi-ficativa por el cangrejo (Cruz & Rebelo, 2005). Trasla eclosión desaparecieron todas las larvas enmenos de tres días. Larvas de mayor edad tam-bién fueron depredadas por los cangrejos. Loshuevos y embriones podrían ser especialmentetóxicos. Experimentos con huevos de bufóni-dos han confirmado que son unpalatables ytóxicos (Light, 1969). A pesar de su toxicidad, seha descrito su consumo por varios depredado-res. Por ejemplo, se ha descrito la ingestión dehuevos de varios bufónidos por larvas de otrosanuros (Huesser, 1970; Tejedo, 1991; Crossland, 1998),por ánades reales (Quetz, 2003; Sowig & Laufer,2007) que pueden diezmar las puestas, y porsanguijuelas Haemopis sanguisuga (Kwet, 2003;Sowig & Laufer, 2007). La toxicidad de los huevosno es el único mecanismo que reduce la depre-dación de huevos de anfibios. El cordón gelati-noso también protege a los embriones de ani-males que muelen y machacan (Henrikson, 1990).Los galápagos no sólo pueden cortar la gelatinacon su pico corneo con gran eficacia, sino queademás pueden succionar su alimento (Fritz &Günther, 1996) facilitando la ingestión en elmedio acuático de presas de difícil manejo alestar envueltas en una matriz gelatinosa.

La ingestión de los huevos del sapo comúnse considera casual, pero no parece que hayansido seleccionados activamente sobre los huevosde otros anuros. En el lugar de las observacio-nes no se observaron huevos de otros anfibios.Si son capaces de depredar sobre huevos desapo común, también podrán hacerlo sobrehuevos menos tóxicos de otras especies de anfi-bios que también se reproducen en arroyostemporales ocupados por los galápagos. Se hacepatente la importancia para los anfibios deseleccionar lugares de ovoposición muy tempo-rales para reducir la mortalidad por este tipo dedepredadores. La alta toxicidad de los huevos (ylarvas) del sapo común es uno de los factores

que le permite usar hábitats poco temporales opermanentes con mayor abundancia de depre-dadores. Sin embargo, esta protección es parcialy en concreto el galápago leproso habría conse-guido tolerar sus toxinas. Otras especies deanfibios que suelen usar los arroyos con galápa-gos tienen otras estrategias de reproducción quereducen el riesgo de depredación de los huevos.Las observaciones realizadas no despejan laduda del posible oportunismo de la depreda-ción sobre huevos de sapo común al ser aisladasy en una temporada y una zona con escaso ali-mento. A principios de marzo había muy pocaagua en el arroyo de estudio por la escasa lluviadel otoño e invierno (menos que 310 mm deprecipitación). El arroyo tenía algo de aguacorriente, pero era más bien un cordón de char-cas que un arroyo. En el verano anterior sehabía secado casi entero, salvo algunas zonascon piscinas naturales de varios metros cuadra-dos con escasa vegetación acuática. En primave-ra había Ranunculus sp. en las orillas y las zonasefímeras. La presión en la comunidad acuáticapor depredadores ha sido bastante intensiva losmeses anteriores. Entre las presas potencialespara los galápagos en aquel arroyo destacan loscangrejos rojos americanos, algunos pequeñospeces, anfibios e invertebrados. En el arroyo, lasgrandes presas acuáticas son también consumi-das al menos por nutrias (Lutra lutra) y marti-nes pescadores (Alcedo atthis). Que el arroyotenía escasa disponibilidad de alimento de grantamaño lo ilustra la observación de muchosexcrementos de nutria con la casi exclusiva pre-sencia de Notonecta sp. En el mismo arroyo seha observado daños en los caparazones de algu-nos galápagos leprosos al lado de las patas ytambién patas deformadas. Aunque no hansido daños frescos, podría indicar la existenciade épocas con tan poca comida para las nutrias,que intentan comer las patas de los galápagos(Barrio & Bosch, 1997; Clavero et al., 2005; Saldaña &Prunier, 2006; García & Ayres, 2007). Otra indica-

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ción de pocas presas en el arroyo ha sido laobservación de pieles de sapo común en el arro-yo, aparentemente dejadas por nutrias. Talcómo indica Slater (2002) parece que hay pocacomida y las nutrias aprovechan todo lo quepueden y no sólo comen las patas de los sapos,Por tanto, los galápagos podrían estar consu-

miendo las puestas del sapo común por falta deotros recursos tróficos más palatables. Incluso lanutria suele evitar el consumo de huevos y des-pelleja con las garras a los sapos para evitar laingestión de tejidos con toxinas como la piel olos óvulos que deja tirados en las orillas de losarroyos (Lizana & Pérez-Mellado, 1990).

Sí los galápagos depredan sistemáticamen-te los huevos del sapo común, pueden teneruna influencia importante en su abundancia.A la muerte de huevos por galápagos se suma-ría la acción depredadora sobre los huevos deotras especies y la depredación de sapos adul-tos por nutrias (Figura 3) y otros vertebrados.Se han encontrado más puestas del sapocomún en zonas muy sombrías con bosque engalería, zonas donde la densidad de galápagoses mucho más baja.

Figura 3. Sapo común depredado por nutria.

Foto Wouter de Vries

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Los galápagos leprosos (Mauremys leprosa), fre-cuentemente vacían el contenido de su intestino alverse acosados o en situación de peligro. Debido a ladieta preferente de esta especie (Keller & Busack, 2001),normalmente sus excrementos son de un coloroscuro uniforme y en ellos no se distinguen restos deningún tipo, aunque en algunas ocasiones, depen-diendo de la zona y los recursos disponibles se pue-den apreciar restos animales (cangrejo americano) ovegetales sin digerir. Este hecho es más habitual enlos excrementos de los animales adultos y algo simi-lar se ha descrito para la especie congenéricaMauremys caspica rivulata (Sidis & Gasith, 1985).

El 31 de julio de 2007 se capturó una hem-bra adulta durante la realización de un estudiosobre la especie. La captura se llevó a cabo en eltérmino municipal de Casarabonela (Málaga)[30S 341568; 4075336]. El ejemplar medía 170mm de espaldar y pesaba 750 g; al ser capturado,vació su contenido intestinal, liberando un restode culebra viperina (Natrix maura) de unos 15cm de longitud - incluidos la cola y parte delcuerpo - prácticamente sin digerir.

La importancia del hecho radica en la singu-laridad de la presa, pues no hay referencias de

algo similar en la bibliografía (Santos, 2004).Aunque hay variabilidad entre poblaciones enfunción de los recursos disponibles, el galápagoleproso adulto suele consumir tanto materiavegetal como alimento de origen animal (Keller& Busack, 2001), incluidas larvas de anfibios dediferentes especies (Gómez-Mestre & Keller, 2003)cuyo máximo coincide con la temporada de críadel galápago leproso (Díaz-Paniagua, 1988; Keller,1997). También se ha citado el consumo de pre-sas mayores como cangrejos, peces y anfibiosadultos (Ferrand de Almeida et al., 2001; Gómez-Mestre& Keller, 2003) e incluso pollos de ánade azulón(Anas platyrhynchos) (Ayres, unpublished data). En ladieta de la especie se ha citado su carácter carro-ñero ocasional, por lo que la hipótesis que pare-ce más probable es que el galápago encontrase elcadáver de Natrix maura e ingiriese parte delmismo sin trocearlo, comportándose como uncarroñero oportunista (García-Paris et al., 1989;Andreu & López-Jurado, 1998; Barbadillo et al., 1999).El ataque directo y la muerte de la culebra vipe-rina por parte de Mauremys leprosa, aunque nodescartables, parecen menos verosímiles tenien-do en cuenta el tamaño de la culebra.

Primera cita de Natrix maura en la dieta de Mauremys leprosa

Juan Domínguez1 & Alfonso Villarán2

1 Departamento de Ciencias Naturales. I.E.S. Puerto de la Torre. Cl. Cristo de los Milagros, s/n. 29190 Málaga. España.2 Departamento de Ciencias Naturales. I.E.S. Soto del Real. Ctra. Guadalix, s/n. Soto del Real. 28791 Madrid. España. C.e.: [email protected]

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La culebra de collar es un colúbrido de tallamedia a grande, de hábitos acuáticos y que confrecuencia desarrolla su actividad fuera delagua (Braña, 1997). El día 26 de abril de 2008,en el tramo leonés de la ruta que recorre el des-filadero del río Cares, observamos un ejemplarde Natrix natrix con pigmentación melánica.Las coordenadas de la cuadrícula UTM dondefue observado este ofidio fueron 30T346095/4789525, y a una altitud de 689 m. Eldesfiladero del Cares separa los macizosCentral y Occidental de los Picos de Europa(Cordillera Cantábrica), yendo a desembocaren el río Deva, a la altura de Panes, y acaban-do en el mar Cantábrico por la ría deTinamayor (costa oriental de Asturias).

El ejemplar era presumiblemente unmacho de unos 63 cm de longitud total, concoloración uniformemente negra (Figura 1),salvo por unas pequeñas manchas blancasirregulares en infralabiales, submaxilares ysupralabiales. La presencia de manchas enregión gular y en las placas laterales de lacabeza son citadas por otros autores en ejem-plares melánicos de esta especie (Meijide, 1981;Braña, 1997).

Se han descrito en diferentes zonas otroscasos de melanismo en ejemplares de esta

especie (Meijide, 1981; Meijide & Pérez-Melero,1994; Tejado, 1999), e incluso en la CordilleraCantábrica (Braña, 1977), citándose en unalocalidad concreta de esta cordillera una fre-cuencia de ejemplares melánicos de Natrixnatrix del 5.38% de los ejemplares observados

Caso de melanismo en Natrix natrix en elParque Nacional de Picos de Europa

Pedro V. Albaladejo

Cl. Catoute 7, 1º C. 24008 León. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 1 de julio de 2008.Key words: Melanism, Picos de Europa National Park, Natrix natrix.

Figura 1. Ejemplar melánico de Natrix natrix hallado en Picos de Europa.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 39

(Meijide, 1981). Esta observación aporta unnuevo dato referente al melanismo en ofidiosibéricos, frecuente en algunas especies comoVipera seoanei, especialmente en ambientes demontaña (Braña & Bas, 1983; Bea et al., 1984;Saint-Girons et al., 1986). Esta cita de Natrixnatrix melánica viene a confirmar que es pre-

cisamente en zonas de montaña donde apare-cen con más frecuencia ejemplares con estacaracterística.

AGRADECIMIENTOS. Quiero agradecer a M. A.Carretero sus buenos consejos y la ayuda prestada a lahora de buscar bibliografía.

REFERENCIAS

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El albinismo es una anomalía pigmenta-ria poco frecuente en reptiles, si bien se pue-den encontrar observaciones de reptiles ibé-ricos albinos en la bibliografía. Se han des-crito hasta la fecha los albinismos (parcialeso totales) de Mauremys leprosa, Podarcis cf.muralis, Timon lepidus y Natrix maura en elterritorio peninsular, aunque también enotras especies ibéricas se han citado casos dealbinismo fuera del territorio ibérico (e.g.Arribas & Clivillé, 1994; Fontanet & Matallanas,1985; Rivera et al., 2001).

Dentro del género Blanus se ha constata-do el albinismo parcial en Blanus mettetali(Schleich et al., 1996). En el caso de Blanuscinereus, se ha descrito casos de albinismo

parcial en Portugal (Malkmus, 1997) yAlbacete (O. Arribas, observación personal), asícomo en otras localidades sin especificar(Schreiber, 1912; Barbadillo et al., 1999).

En el presente artículo se citan diferen-tes observaciones de individuos de Blanuscinereus con albinismo parcial y su frecuen-cia en una población gallega, y se hace laprimera referencia de un albinismo total deBlanus cinereus.

En una población de Blanus cinereus delsur de Galicia (comarca de Verín, Ourense:29T PG24 y PG34) se pudo comprobar que el21.9% de los individuos observados presenta-ba albinismo parcial con diferente grado deextensión (n = 32).

Albinismo parcial y total de Blanus cinereus (Vandelli, 1797)en la Península Ibérica

Martiño Cabana1 & Rafael Vázquez2

1 Dpto. de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. A Coruña. Ce: [email protected] Lugar de A Casela, 2. Coirós. A Coruña. España.

Fecha de aceptación: 8 de julio de 2008.Key words: Blanus cinereus, albinism.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1940

En el Parque Regional de la Cuenca Alta delManzanares, concretamente en la localidadmadrileña de Hoyos de Manzanares (30T VK29)se observó un ejemplar de Blanus cinereus total-mente albino. El ejemplar albino se encontró enuna cantera granítica bajo una chapa metálica encompañía de otro ejemplar de coloración normal(Figura 1). Debemos destacar que es la primeravez que se cita un caso de albinismo total deBlanus cinereus, siendo también la primera cita dealbinismo total dentro del género Blanus.

En los reptiles, el albinismo es una anomalíapigmentaria poco frecuente. Esto puede ser debidoa la baja supervivencia de los individuos albinosdebido a diversos factores como su alta detectabili-dad ante los depredadores y a la dificultad en la ter-morregulación helioterma (captando directamentelos rayos del sol) al presentar una coloración conbaja capacidad de absorción de los rayos solares(Rivera et al., 2001). Sin embargo, la actividad fosorialde Blanus cinereus permitiría la supervivencia deestos ejemplares albinos debido a que están ocultosbajo tierra para los depredadores y que la termorre-

gulación se realiza principalmente por tigmoter-mia (captando el calor que proviene de un materialcaliente, como puede ser una piedra al sol), salien-do en pocas ocasiones al exterior.

AGRADECIMIENTOS. Deseamos expresar nuestro mássincero agradecimiento a Ó. Arribas por la corrección ymejora sustancial de este manuscrito.

Figura 1. Ejemplar albino de Blanus cinereus acompaña-do de otro ejemplar de coloración normal encontradosen el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

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REFERENCIAS

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Aprovechamiento de la emergencia masiva de efímeras (moscas demayo) como recurso fácil en la dieta de Mauremys leprosa

Gonzalo Alarcos, Manuel Eloy Ortiz-Santaliestra, Jaime Madrigal,María José Fernández-Benéitez & Miguel Lizana

Departamento de Biología Animal. Universidad de Salamanca. Campus Miguel de Unamuno. Facultad de Farmacia, 5ª planta.37007 Salamanca. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 28 de julio de 2008Key words: Mauremys leprosa, terrapin, diet, ephemera, Ecdyonorus, captures.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 41

Las efímeras son insectos que poseen normal-mente un ciclo de vida que incluye una fase lar-varia acuática (1 ó 2 años) que finaliza con laemergencia masiva de los adultos alados cuyavida no suele superar los dos días (Borror et al.,1989). Tanto las larvas como los individuos adul-tos forman parte importante en las cadenas tró-ficas, siendo una pieza clave como productoressecundarios además de intervenir, también, en latransferencia de nutrientes del medio acuático alterrestre, sobre todo durante las emergenciasmasivas (Stehr, 1987; Dudley & Blair, 1992).

Mauremys leprosa es la especie de galápagoautóctono más común que habita en España. Sedistribuye desde el noroeste de África, laPenínsula Ibérica y una pequeña región al sur deFrancia (Da Silva, 2002). Los datos existentes sobrela alimentación de M. leprosa son escasos y bási-camente se centran en observaciones recopiladasen obras generales (Salvador, 1985; Oliveira & Crespo,1989; Andreu & López-Jurado, 1998; Barbadillo et al.,1999; Merchán & Martínez-Silvestre, 1999; Salvador &Pleguezuelos, 2002). Estos autores describen unadieta compuesta por un amplio rango de posibi-lidades desde insectos, anfibios, moluscos, crus-táceos, peces, plantas, fruta, carroña, restosvegetales e incluso excrementos, señalándolecomo una especie omnívora oportunista.

Durante el año 2007 se realizó un seguimien-to periódico de una población de M. leprosa en unarroyo temporal mediterráneo (29T PF95), per-teneciente al municipio de Vilvestre (Salamanca,España). Entre los meses de julio y agosto el arro-yo queda reducido a unas pocas pozas con agua.El periodo de actividad, medido por el númerode capturas en nasas, se produce entre febrero yoctubre siendo máximo entre mayo y junio(observación personal). Los individuos de dichapoblación han sido observados alimentándose deanfibios adultos (Pelophylax perezi y Triturus mar-moratus), invertebrados como Procambarus clarkiiy materia vegetal acuática (Glyceria sp., Callitrichesp., Ranunculus sp. y Lemna gibba).

En lo referente al consumo de invertebra-dos, en este trabajo se describe por un lado laobservación del uso de efímeras (Ecdyonorusvenosus) como alimento por parte de M. lepro-sa, así como la variación temporal de captura ennasas posiblemente asociada a la emergenciamasiva de estos insectos.

En mayo de 2007 se encontraron en una pozadel arroyo de 6 m de longitud por 1 m de anchu-ra cinco individuos (dos machos y tres hembras,rango: 106.9 - 150.6 mm, media: 132.9 mm)nadando superficialmente unos junto a otros con-tracorriente en la entrada de agua de la poza; estosanimales esperaban y perseguían a los individuosalados de las efímeras (E. venosus) que eran arras-trados por la corriente. Una vez capturada alguna,volvían a colocarse de nuevo contracorriente y enla entrada de agua a la poza junto al resto de galá-pagos a la espera de más efímeras.

En línea con esta observación, en una pozarectangular próxima (20 x 5 metros) situada en elmismo arroyo, se detectó un patrón de captura degalápagos que podría estar motivado por la con-ducta de obtener alimento fácil debido a la emer-gencia masiva de las efímeras. En dicha poza secolocaron, cada quince días, cuatro nasas (60 cmlongitud; 32 cm anchura; 16 cm diámetro deboca; 6 x 8 mm luz de malla) cebadas. Estosmuestreos se realizaron desde el 15 de Abril hastael 24 de Agosto. Las nasas eran colocadas al ano-checer y eran recogidas al amanecer.

Una de las nasas se colocó junto a la entrada deagua (WE), y las otras tres, equidistantes entre sí,repartidas por el perímetro de la poza (PP1-PP3). Lazona WE correspondía a la zona por donde llegabana la poza las efímeras arrastradas por la corriente.Esta zona coincidiría en similares condiciones con ellugar donde, en la poza anterior, se habían observa-do a los galápagos alimentándose de las efímeras.

Los resultados de captura en cada una de lascuatro nasas durante los nueve muestreos reali-zados se muestran en la Tabla 1. En el tercermuestreo, correspondiente a la emergencia

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1942

menores a 5. Sin embargo, ambas observacionesasí como el tamaño de los individuos podríanindicar un aprovechamiento de un recurso ali-menticio puntual (ver otros ejemplos de galápagos enClark & Gibbons, 1969; Hart, 1983; Sidis & Gasith,1985; Ottonello et al., 2005; Prévot-Julliard et al., 2007).

En los estudios sobre poblaciones de galápa-gos se considera que una mayor captura deindividuos refleja una mayor actividad (Alarcos etal., en prensa). Los desplazamientos de los galápa-gos se desarrollan normalmente por cuatro cau-sas: 1) la búsqueda de zonas para pasar el perio-do de inactividad, 2) búsqueda de zonas de ter-morregulación, 3) actividades reproductoras y4) actividades relacionadas con la alimentación(Gibbons et al., 1990).

1) la búsqueda de condiciones más favora-bles debido al descenso del nivel o pérdida totaldel agua (Merchán & Martínez-Silvestre, 1999) podríaocurrir durante el mes de agosto, época demayor estiaje en esta región, y no a finales demayo, fecha de la observación y mes en el quetodavía corre el agua.

2) Tanto la colocación como la recogida denasas, aun habiendo luz, se realizaron al anochecery al amanecer sin la incidencia del sol directo sobrelas pozas, por lo que se desestima que los animalesestuvieran buscando zonas para termorregular.

3) La época de cópulas para M.leprosa en esta región es en marzo yabril (observaciones personales delos autores), por tanto se descarta laidea de atracción química (Muñoz,2004) que pudiese existir si una hem-bra fuese capturada atrayendo pos-teriormente a los machos. EnDoñana, Keller (1997b) sitúa laépoca de puesta en mayo y junio.Sin embargo en Vilvestre no se hanencontrado huevos calcificados enlos oviductos mediante el métodode palpado inguinal (Andreu &Villamor, 1989). Por ello se rechaza la

masiva de las efímeras, únicamente se capturóun individuo juvenil (dos anillos de crecimien-to) en la zona PP3 y ninguno en PP1 y PP2,mientras que en la zona WE se capturaron 13individuos: 11 hembras (media: 131.4 mm;rango: 97.7-160.6 mm), de las que siete sepodrían considerar sexualmente maduras (con-dición de madurez sexual según Keller, 1997a), ydos machos de 80.5 y 138.6 mm. En los mues-treos sucesivos no se observaron emergenciasmasivas de efímeras y el número de galápagoscapturados por nasa fue muy similar entre lascuatro zonas, nunca sobrepasando los cuatroindividuos en una misma nasa (Tabla 1). Lasituación de las trampas podría condicionardiferencias en la captura de galápagos. Sinembargo se observó que la captura de individuosen WE durante el muestreo de mayo (muestreo3) fue superior a los individuos capturadosdurante los muestreos 4 y 5 (Tabla 1), los tresincluidos dentro del periodo de máxima activi-dad. La frecuencia de galápagos entre la zonaWE y el resto de puntos mostró diferencias sig-nificativas entre el tercer muestreo y el resto(test χ2 = 19.391 g.l. = 4; p = 0.001). Los resul-tados son orientativos al carecer de réplicas yademás la prueba estadística se realizó con másdel 20% de las frecuencias esperadas con valores

TABLA 1. Número de ejemplares de Mauremys leprosa captura-dos por nasa durante los nueve muestreos efectuados en Vilvestre(Salamanca). El muestreo en que se observó el consumo de efí-meras fue el número 3.

LOCALIZACIÓN DE LAS NASAS

ENTRADA ORILLA

ORILLA LARGA DE AGUA CORTA

MUESTREO FECHA PP I PP II WE PP III1 15/04/2007 0 0 0 02 05/05/2007 0 1 0 03 24/05/2007 0 0 13 14 06/06/2007 1 3 2 15 22/06/2007 2 1 3 16 07/07/2007 0 2 3 37 24/07/2007 1 0 0 28 04/08/2007 4 0 0 49 23/08/2007 0 1 2 2

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 43

posibilidad de que la mayor actividad observa-da en mayo se pudiese deber a los posibles des-plazamientos de las hembras grávidas hacia laszonas de puesta.

4) Finalmente, la dinámica de capturasobservada podría perfectamente ser explicadapor una mayor actividad alimenticia. El com-portamiento oportunista descrito para M.leprosa (Andreu & López-Jurado, 1998; Barbadillo et al.,1999; Merchán & Martínez-Silvestre, 1999; Salvador &Pleguezuelos, 2002) o congéneres (Sidis & Gasith,1985) sugiere la posibilidad de cambios puntua-les en su conducta alimenticia si el recurso tró-fico es lo suficientemente grande o de fácil dis-ponibilidad como en este caso.

Clark & Gibbons (1969) y Parmenter & Avery(1990) sugieren que los cambios tróficos que suce-den a lo largo de la vida del galápago Pseudemysscripta se rigen posiblemente por la viabilidadenergética que su alimento les ofrece y su disponi-bilidad en el medio. Así pues, alimentarse deinsectos o invertebrados de pequeño tamañopodría ser factible en ejemplares jóvenes de M.leprosa pero no en adultos los cuales posiblementese ven favorecidos al alimentarse de vegetales,mucho más accesibles aunque posiblemente de

menor valor energético. Sin embargo, los galápa-gos adultos cuando acceden a materia animal laconsumen, ya sea en condiciones de cautiverio(Parmenter & Avery, 1990) o en la naturaleza, comopodría ser este caso. Gómez-Mestre & Keller(2003) describen la selección y consumo por partede M. leprosa de las larvas mas grandes de Pelobatescultripes, posiblemente porque producen mayorenergía por unidad de esfuerzo. Nuestro estudiosugiere un cambio en el comportamiento deforrajeo de M. leprosa debido a la existencia de unrecurso trófico estacional (la emergencia masiva deefímeras), resalta la flexibilidad dietética de estegalápago ante cambios puntuales y de corta dura-ción de los recursos tróficos disponibles, y ratificael carácter oportunista de la especie.

AGRADECIMIENTOS. Al Dr. J. Alba-Tercedor, departa-mento de Biología Animal de la Universidad de Granada porla determinación del efemeróptero. Al Dr. J.D. Asís, departa-mento de Biología Animal de la Universidad de Salamancapor sus consejos e información bibliográfica. Esta observaciónse ha realizado gracias a la financiación concedida por laConsejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y Leónpara la realización del “Proyecto sobre distribución yConservación de los galápagos en Castilla y León.

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El amplexus de la salamandra rabilarga(Chioglossa lusitanica) ha sido descrito en variaspublicaciones (ver revisión bibliográfica en Montori &Herrero, 2004), indicándose como parte de él uncomportamiento consistente en el giro de lahembra sobre sí misma (“twisting”, Arnold, 1987;Brizzi et al., 1999), después de que los individuosde ambos sexos se han unido, con la hembrasituada a espaldas del macho y las colas deambos se han entrelazado (por ejemplo: “giran-do continuamente el uno sobre el otro”, De laPeña, 1984; “the Chioglossa pair may rapidly rota-te about their long axis for a few or several revo-lutions”, Arnold, 1987). Este último autor haestudiado en detalle el comportamiento de apa-reamiento de esta especie de manera compara-da con el de Salamandra salamandra y señalaque estos giros son una de las diferencias queexisten entre las pautas del amplexus de ambasespecies (Arnold, 1987). Esta diferencia entreChioglossa y Salamandra (y también con

Mertensiella, que tampoco los realiza) a causa delos giros rotacionales, ha sido incluso interpre-tada como un mecanismo de compensaciónpor la ausencia de glándulas dorsales en la cloa-ca de los machos de la salamandra rabilarga(Brizzi et al., 1999).

En los otoños de 2006 y 2007 pudimosobservar numerosos amplexus de esta especieen una localidad próxima al Parque Natural deCorrubedo (Ribeira, A Coruña). En muchosde estos amplexus se produjeron los girosseñalados en la bibliografía, mientras que enotros no. Un seguimiento más detallado de losindividuos que intervenían en estos aparea-mientos nos permitió observar que los men-cionados giros probablemente no habían sidobien interpretados con anterioridad. En la pre-sente nota se describen unas observaciones deamplexus de salamandra rabilarga, planteán-dose la hipótesis de que los giros que aparecendescritos en la bibliografía no forman una

El comportamiento de giros rotacionales en el amplexusde la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica)

Pedro Galán

Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n.15071 A Coruña. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 20 de julio de 2008.Key words: Chioglossa lusitanica, Amplexus, Mating behaviour, Galicia, NW Spain, Salamandridae.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 45

pauta más del amplexus de esta especie, sinoque, por el contrario, son el rechazo del apare-amiento por parte de la hembra, que trata,mediante estos giros, de deshacerse del machoque intenta aparearse.

Para poder conocer si los giros dados por lahembra de Chioglossa lusitanica, arrastrado enellos al macho, forman una pauta más delamplexus de esta especie o si, por el contrario,son indicativos del rechazo de éste, las nochesdel 12 al 13 y del 13 al 14 de octubre de 2006y del 19 al 20 de octubre de 2007, todas ellascon temperaturas delaire entre 11 y 14º C,se contabilizaron en lalocalidad de Gude(Ribeira, A Coruña)todos los amplexus eintentos de amplexusobservados, diferen-ciando los que la hem-bra giraba de los queno, así como los que seinterrumpían sin ter-minar (por huida de lahembra o separaciónde ambos individuos)de los que concluíancon la deposición delespermatóforo por parte del macho. Debido ala dificultad de observar esta deposición, seconsideró como tal cuando el macho hacíaondular ostensiblemente la cola y desplazabalateralmente su sacro (parte posterior de su cuer-po) respecto al cuerpo de la hembra (Figura 1),conducta, denominada “shuddering” (Arnold,1987; Brizzi et al., 1999) que, según la bibliogra-fía, corresponde a la fase de deposición delespermatóforo (Thorn, 1966; Arnold, 1987;Arntzen, 1999; Montori & Herrero, 2004). Lasobservaciones se realizaron entre las 20 y las 2horas (solares) con ayuda de una linterna demano, procurando no asustar a los indivi-

duos, situándose el observador a una distanciano inferior a los dos metros.

La localidad de observación es una fuentede piedra y un lavadero anejo abandonado,alimentados por un pequeño arroyo. Estafuente y arroyo se encuentran situados en unavaguada orientada al noroeste del monte Castroda Cidade, en el lugar de Gude, parroquia deArtes, ayuntamiento de Ribeira, provincia de ACoruña (UTM 29T MH9913, a 40 metros dealtitud), zona situada en el límite del ParqueNatural de Corrubedo (Galán, 2006). La vegeta-

ción circundante está formada por sauces(Salix atrocinerea), alisos (Alnus glutinosa) ydensas masas de zarzas (Rubus) y herbazal(Pteridium, Brachypodium).

Durante el otoño, después de anochecer,salen de las hendiduras y grietas de las piedrasde la fuente y del interior de ésta un elevadonúmero de salamandras rabilargas (hasta 23adultos simultáneamente activos en nochesmuy húmedas y templadas), lo que facilita laobservación de su comportamiento. La deposi-ción de huevos se realiza en los muros interio-res de la fuente, cubiertos de briofitos muyhúmedos, y en el lavadero (Galán, 2007).

Figura 1. Amplexus de Chioglossa lusitanica. Fuente de Gude, Ribeira (A Coruña). Fase de deposición del esperma-tóforo, cuando el macho (situado inferiormente) hace ondular la cola y desplaza lateralmente la parte posterior desu cuerpo respecto al de la hembra.

Foto Pedro Galán

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1946

Según las observaciones realizadas, elcomportamiento de “giro sobre el eje longi-tudinal” o “twisting” por parte de las hem-bras de salamadra rabilarga se podría consi-derar más bien como un rechazo al cortejoque como una fase más del amplexus de estaespecie. Este comportamiento de giro esespecialmente destacado cuando son varioslos machos que intentan iniciar el amplexuscon una misma hembra (caso relativamentefrecuente en las zonas especialmente favora-bles para la reproducción de esta especie,donde se concentra un elevado número deindividuos durante las noches húmedas ytempladas del otoño, como en la localidadde estudio de Ribeira). La hembra intentahuir de los machos y va rechazando a uno

Se observaron 19 amplexus de Chioglossalusitanica, consistentes en que un macho seguíaa una hembra, se introducía bajo ella y sujetabacon sus extremidades anteriores en forma degancho hacia arriba las extremidades anterioresde la hembra (Figura 1). Los resultados de estosamplexus se indican en la Tabla 1. Como sepuede apreciar, en la mayor parte de los casos(73.7%) se produjeron giros: la hembra rotósobre sí misma en el eje longitudinal, arrastran-do consigo al macho y normalmente efectuóvarias rotaciones seguidas antes de detenerse. Enestas interrupciones de los giros, podían quedarsituados boca abajo (en la posición “normal” delamplexus, con el macho debajo), boca arriba obien de costado (Figura 2). Tras una pausa máso menos breve (5-80 segundos), los giros volví-an a repetirse. En la mayor parte de las ocasio-nes en que se produjeron estos giros (78.6%,n = 14), ambos individuos terminaron separán-dose, aunque en dos ocasiones (14.3%), final-mente la hembra se inmovilizó y el amplexusterminó con la deposición del espermatóforo en25-40 minutos. En otra ocasión ambos indivi-duos salieron de la zona de observación y no sepudo determinar el final.

Los amplexus en que no se produjeron girosfueron minoritarios (26.3%), pero en ellos, el60% (n = 5) terminó con la deposición delespermatóforo en 16-22 minutos. En otros doscasos tampoco se pudo conocer el final al salirlos individuos de la zona de observación.

Nº de amplexusiniciados

14

05

La hembra realizalos giros

La hembra norealiza los giros

Separación ddeambos sexossin terminarel amplexus

11

00

Término delamplexus condeposición delespermatóforo

02

03

SSin datossobre el finaldel amplexus

01

02

TABLA 1. Amplexus de Chioglossa lusitanica observados, diferenciando los que se produ-cían giros de la hembra de los que no. Se indica en cada caso los que concluían con éxito,con la deposición del espermatóforo por el macho (ver texto), de los que se separaban sinhaberlo terminado. En tres casos no se obtuvieron datos del final del amplexus.

Figura 2. Hembra de Chioglossa lusitanica realizando giros (individuo quese ve de perfil) con un macho sujeto a ella con sus extremidades anterio-res, intentando el amplexus). En la foto se puede ver también a otromacho (arriba, a la derecha) y tres huevos de esta especie. Fuente deGude, Ribeira (A Coruña).

Foto

Ped

ro G

alán

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 47

detrás de otro, “girando” con todos los quellegan a sujetarla. Sin embargo, cuando elamplexus es aceptado por la hembra, ésta norealiza los giros, sino que permanece quieta ose desplaza lentamente, hasta que termina elamplexus con la deposición del espermatófo-ro y su absorción por parte de la hembra. Apesar de esto, en dos ocasiones tambiénhemos podido observar que, después de unperíodo más o menos largo en que la hembrarealizó estos giros de manera continua ointermitente (entre 5 y 18 minutos), final-mente permaneció inmóvil, produciéndose acontinuación las diferentes fases del ample-xus (véase Thorn, 1966; Arnold, 1987; Arntzen,1999) hasta la deposición del espermatóforopor parte del macho. Estos casos podríaninterpretarse como una primera fase derechazo (con giros) seguidos de una segundafase de aceptación (sin ellos).

La rotación sobre sí misma de la hembrapuede interpretarse como un comportamiento dedefensa y rechazo, ya que ha sido observado enindividuos que huían del macho que se les apro-ximaba. Además, en un porcentaje muy alto deocasiones, el macho se desprendió a causa de ellosde la hembra que había sujetado previamente,por lo que el amplexus se interrumpió. Se podríaañadir que cuando una salamandra rabilarga escogida con la mano por un observador, enmuchas ocasiones realiza unos giros rotacionalesmuy similares a los descritos, como mecanismode liberación y huida (Galán, inédito). Por todo ello,opinamos que estos giros rotacionales, lejos defacilitar el amplexus, tienden a impedirlo, por loque difícilmente pueden interpretarse como unafase más del mismo. Es posible que se encuentrenrelacionados con algún tipo de selección sexualpor parte de la hembra, pero este extremo preci-sa de estudios futuros más detallados.

REFERENCIAS

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Brizzi, R., Delfino, G., Rebelo, R. & Sever, D.M. 1999. Absenceof dorsal glands in the cloaca of male Chioglossa lusitanicaand the posible correlation with courtship mode. Journal ofHerpetology, 33: 220-228.

De la Peña, F. 1984. La desconocida biología de la salamandrarabilarga. Vida Silvestre, 50: 103-109.

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Thorn, R. 1968. Les salamandres d'Europe, d'Asie et d'Afrique duNord. Ed. Lechevalier. París.

Apareamiento grupal de la culebra viperina (Natrix maura)

Jerónimo Torres-Porras

Grupo de Investigación en Biología Evolutiva, Etología y Gestión Cinegética. Universidad de Extremadura. 10071 Cáceres. España.C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 3 de junio de 2008.Key words: viperine snake, Natrix maura, reproduction, mating ball.

El periodo de reproducción de la culebraviperina (Natrix maura) en la Península Ibéricase produce normalmente en primavera (Hailey &

Davies, 1987a; Santos & Llorente, 2001) y durante lacópula, el macho reposa sobre el dorso de lahembra mientras mantienen las colas enrolla-

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1948

Figura 1. Apareamiento grupal de Natrix maura observado en Sierra Morena.

das, pudiendo realizar las hembras varios aco-plamientos (Dumont, 1979; Hailey & Davies, 1987a).

Se observó un apareamiento grupal de culebraviperina en Sierra Morena, en la provincia deCórdoba (38º06’31’’N / 5º16’11’’O), el 9 demayo de 2007 alrededor de las 17:30 horas(Figura 1). Ocho culebras se encontraban enrolla-das en un arroyo, localizado en una finca de cazacuya vegetación predominante esta compuestapor especies del género Quercus como la encina(Quercus ilex) y el quejigo (Quercus faginea) mez-cladas con repoblaciones de coníferas (Pinus sp.).Aunque no pudo comprobarse el sexo de cadaindividuo, sólo un ejemplar de gran tamaño es elque atraía a los demás que se acercaban agitandorepetidas veces la lengua. Debido a que en la cule-bra viperina existe un dimorfismo sexual en tama-ño corporal siendo las hembras mayores que losmachos (véase Feriche & Pleguezuelos, 1999), podría-mos suponer que había una sola hembra. Estahembra cambió su localización y tras sumergirseen el remanso volvió a salir al torrente, donde acu-dieron otra vez varios ejemplares que se enrosca-ron con ella; mientras, algunos se concentraban ensu anterior emplazamiento agitando la lengua enel aire y situándose durante algunos instantes unosencima de otros. No se observaron agresionesentre los distintos individuos.

Esta observación sugiere que de algunaforma las hembras de esta especie desprendenferomonas que actúan como atrayentes para losmachos, como sucede en algunas especies queson capaces de seguir los recorridos realizadospor otros congéneres (Greene et al., 2001; Lemasteret al., 2001). Al ser una culebra acuática y realizarla cópula en el agua, estas posibles feromonaspueden distribuirse por el torrente de agua atra-yendo a machos de otros lugares lejanos ya quela razón de sexos en la culebra viperina no estan sesgada hacia las hembras como la observa-da en este lugar (Hailey & Davies, 1987b; Feriche &Pleguezuelos, 1999). Estas congregaciones demachos alrededor de una o dos hembras se hanobservado en la culebra de collar (Natrix natrix)en la que no se producen agresiones entre losdistintos machos sino que las luchas se realizanforcejeando con las colas (véase Madsen & Shine,1993), logrando los machos de mayor tamañomás cópulas; el tamaño de la hembra tambiéninfluye en la reproducción ya que las hembrasmayores atraen a más machos (Luiselli, 1996). Porconsiguiente, esta primera observación de apa-reamiento grupal en la culebra viperina muestraque su sistema de apareamiento es semejante aldescrito para otra especie de su mismo génerocomo la culebra de collar.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 49

REFERENCIAS

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Herpetological Journal, 1: 185-194.Lemaster, M.P., Moore, I.T. & Mason, R.T. 2001. Conspecific

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Luiselli, L. 1996. Individual success in mating balls of the grasssnake, Natrix natrix: size is important. Journal of Zoology,239: 731-740.

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Santos, X. & Llorente, G.A. 2001. Seasonal Variation inReproductive Traits of the Oviparous Water Snake, Natrixmaura, in the Ebro Delta of Northeastern Spain. Journal ofHerpetology, 35: 653-660.

The Iberian Worm lizard (Blanus cinereus) and theBedriaga’s Skink (Chalcides bedriagai) are two reptilesendemic to the Iberian Peninsula whose ranges dis-play a geographical pattern almost coincident withthe Mediterranean climatic region (Pleguezuelos et al.,2002) although both species, particularly C. bedriagai,present isolated records in areas with Atlantic influen-ce. In northern Portugal, both are absent from thecoastal stripe with the exception of historical recordsin the Porto region (e.g. Bedriaga, 1890; Ferreira, 1895)compiled by the first time by Crespo & Oliveira(1989). These records (two for B. cinereus UTM 29T

NF25/35 and one for C. bedriagai UTM 29T NF35)were considered dubious due to the geographical dis-tance to the nearest populations and especially becau-se of the existence of other very questionable recordsin the same area (Alytes cisternasii, Vipera seoanei) pos-sibly resulting from mislabelling of the specimens inthe University of Porto’ collection. During the firsthalf of 2008, we recorded three new observations forB. cinereus and two for C.bedriagai in the region ofPorto, resulting in two and one new 10x10 km UTMsquares for each species distribution, respectively(Table 1). These discoveries bring reliability to the old

New observations of the Iberian Worm Lizard (Blanus cinereus)and the Bedriaga’s Skink (Chalcides bedriagai) bring reliability

to the historical records from Porto region (NW Portugal)

Raquel Ribeiro1, 2, Joana Torres 2, Miguel A. Carretero2, Neftalí Sillero3 & Gustavo A. Llorente1

1 Departament de Biologia Animal. Facultat Biologia. Universitat de Barcelona. Av. Diagonal, 645, 08028 Barcelona. Spain. C.e.: [email protected] CIBIO, Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos. Campus Agrário de Vairão. 4485-661 Vairão. Portugal.3 CICGE, Centro de Investigação em Ciências Geo-Espaciais. Universidade do Porto. Departamento de Matemática Aplicada, Rua do Campo Alegre, 687.

4169-007 Porto. Portugal.

Fecha de aceptación: 5 de septiembre de 2008.Key words: Blanus cinereus, Chalcides bedriagai, historical data, new records.

RESUMEN. En la región de Oporto (Portugal) existen registros históricos (siglo XIX) de la presen-cia de la culebrilla ciega (Blanus cinereus) y del eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) cuya veracidad eracuestionada por los herpetólogos locales. En este artículo, se incluyen tres nuevos registros para B. cine-reus y dos para C. bedriagai que amplían en dos y una cuadrículas UTM 10x10 Km la distribución delas dos especies. Con estos nuevos registros, se profundiza en el conocimiento de la distribución deambas especies y los registros históricos ganan credibilidad.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1950

Figura 1. Localización de los registos nuevos ( ) y bibliográficos ( )de Blanus cinereus (A – rojo) y Chalcides bedriagai (B – verde).

Figure 1. Location of the new ( ) and bibliographic ( ) data forBlanus cinereus (A – red) and Chalcides bedriagai (B – green).

ones, which are adjacent (Figure 1), and contribute toclarify the distribution pattern of these two species. Infact, they suggest that the same geographical corridorshave allowed the expansion of those species into bio-climatic regions otherwise unsuitable for both species.The Douro valley, warmer and drier than thesurrounding plateaus (Direcção Geral do Ambiente, 1995)seems to provide the conditions required by B. cine-reus and C. bedriagai at a micro-habitat scale permit-ting the intrusion of these typically Mediterraneanspecies into the Atlantic bioclimatic region (Sillero,2006). Nevertheless, this trend is already known forthe C. bedriagai’ distribution which present its north-western limit on the Galician coast, an area clearlyinserted within the Atlantic bioclimatic region.Further field work would be necessary to confirm theconnection of these populations with the nearest onesknown. However, this present connection, as theeventual persistence of the historical populations,might not be dependent only from bioclimatic con-ditions but also deriving from very recent (< 50 years)landscape disturbances, mainly due to intensive agri-culture and urbanisation (Moreira et al., 2001).

TABLE 1. GPS records (X/Y coordinates and UTM 10x10 km square) of Blanus cinereus and Chalcidesbedriagai. The date, the number of individuals and the locality are also indicated.

TABLA 1. Registros GPS (coordenadas X/Y y cuadrícula UTM de 10x10 km) de Blanus cinereus yChalcides bedriagai. Se indican igualmente la fecha, el número de individuos y la localidad.

Date (2008) Species Nº individuals GPS point UTM Sqr Locality Habitat/ LandscapeJanuary 22 B. cinereus 1 adult (shed) 552892;4546567 29TNF54 Gondomar – Melres Eucalyptus ForestApril 30 B. cinereus 2 juveniles 541767;4546649 29TNF44 Gaia – Crestuma Mixed Cork-oak ForestJune 11 B. cinereus 1 adult 551149;4544946 29TNF54 Gondomar – Moreira Cork-oak ForestJuly 9 C. bedriagai 1 adult 549174;4543419 29TNF54 Gondomar – Lomba Mixed Cork-oak ForestJuly 9 C. bedriagai 1 juvenile 549015;4544539 29TNF54 Gondomar – Lomba Mixed Cork-oak Forest

REFERENCES

Bedriaga, J.V. 1890. Amphibiens et reptiles recueillis en Portugalpar M. Adolphe F. Möller. O Instituto, Coimbra, sér 2, 37 5:295-300, 12: 840-845.

Crespo, E.G. & Oliveira, M.E. 1989. Atlas da Distribuição dosAnfíbios e Répteis de Portugal Continental. Serviço Nacionalde Parques, Reservas e Conservação da Natureza. Lisboa.

Direcção Geral do Ambiente. 1995. Atlas do Ambiente. DirecçãoGeral do Ambiente, Lisboa.

Ferreira, J.B. 1895. Additamento ao catalogo dos Reptis ebatrachios de Portugal. Jornal de Sciencias Mathematicas,Physicas e Naturaes, 2ª série, 3(12): 231-237.

Moreira, F,, Rego, F.C. & Ferreira, P.G. 2001. Temporal(1958–1995) pattern of change in a cultural landscape ofnorthwestern Portugal: implications for fire occurrence.Landscape Ecology, 16: 557-567.

Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.). 2002. Atlasy libro rojo de los anfibios y reptiles de España. DirecciónGeneral de Conservación de la Naturaleza-AsociaciónHerpetológica Española (2ª impresión). Madrid.

Sillero, N. 2006. Aplicación de la Teledetección y los Sistemas deInformación Geográfica en el análisis de la biogeografía de anfibiosy reptiles ibéricos. PhD Thesis. Universidad de León. León.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 51

La lagartija batueca, Iberolacerta martinezricai(Arribas, 1996) presenta habitualmente tonos dorsa-les de color marrón, más raramente verde o grisá-ceo claro en los ejemplares adultos de mayor tama-ño (presumiblemente los individuos de más edad).Durante la pasada década, sólo se han observadodos ejemplares verdes y uno grisáceo claro (véansefiguras 6 y 5 en Arribas, 1999a). Fuera de la época decelo, el vientre es blanco, ligeramente verdoso,verde o ligeramente azulado (Arribas, 2006).Frecuentemente presentan dos o más raramentecuatro hileras de escamas ventrales con diseñooscuro. Los machos de lagartija batueca normal-mente muestran al menos un ocelo azul bien visi-ble en la zona axilar (rango entre cero y tres oce-los), que más raramente puede ser amarillo enalgún ejemplar muy joven. En algunos de losmachos más grandes los ocelos azules puedenextenderse más por la parte baja del reticulado cos-tal (visto en un solo ejemplar).

Las hembras por su parte, presentan el dorso decolor marrón y el vientre blanquecino o ligeramen-te verdoso, especialmente hacia la garganta. El 70%de los ejemplares tienen un ocelo azul en la zona axi-lar (rango entre cero y dos ocelos; y si el ocelo no esazul, es de color amarillento) (Arribas, 2006). Las des-cripciones pormenorizadas de Arribas (1996, 2006) sebasan en ejemplares observados bastante temprano(inicios de abril) o ya finalizando la reproducción dela especie (avanzado julio y agosto).

Recientes prospecciones encaminadas a perfilarel área de distribución de esta rara lagartija y supresencia y abundancia con un cierto detalle den-

tro del Parque Natural de las Batuecas y Sierra deFrancia, realizadas a lo largo de la primavera y vera-no del 2007 (Carbonero et al., 2007), han permitidoobservar la coloración en celo de numerososmachos y confirmar la coloración azulada mencio-nada en Arribas (2006) que había sido observada enun solo ejemplar, a la vez que constatar que existenejemplares azules en su cara ventral, totalmenteanálogos y mezclados con los verdes (Figura 1).

Así pues, en general y según observacionesrecientes (2006-2008), los machos adultos demayor talla, presentan un vientre verde o verde-claro, más marcado durante el periodo de celo,

mientras que los machos juveniles lo tienen muypoco pigmentado (blanquecino o sólo ligera-mente verdoso). Alternativamente, estos machosadultos pueden tener un color azul pastel (21A4)(5.5 PB 7.4/5.3 en la notación Munsell)(Kornerup & Wanscher, 1967), sin que aparentemen-

Sobre el dicromatismo ventral verde/azul en la lagartija batueca,Iberolacerta martinezricai (Arribas, 1996)

Óscar Arribas1, Javier Carbonero2 & Miguel Lizana2

1 Avda. Fco. Cambó, 23. 08003 Barcelona. España. C.e.: [email protected] Departamento de Biología Animal. Campus Miguel de Unamuno. 37071 Salamanca. España.

Fecha de aceptación: 8 de septiembre de 2008.Key words: : color variants, dichromatism, Iberolacerta martinezricai, intraspecific variability.

Figura 1. Aspecto ventral de dos machos de lagartija batueca per-tenecientes a la población de la Peña de Francia referida en eltexto, uno con el vientre azulado y otro verdoso.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1952

te existan ejemplares intermedios (“verdeazula-dos”). En junio de 2008, se ha observado unmacho de vientre azul y color de fondo del dorsoverdoso, por lo que ambas coloraciones no sonexcluyentes en el mismo animal.

Las hembras observadas recientemente tienenel vientre más frecuentemente blanquecino quelos machos, siendo este color tan frecuente comolos amarillento-verdosos o verdes, aunque algu-nas, especialmente las de mayor talla, puedentenerlo también clara e intensamente pigmentadode verde. Aunque recientemente no se ha observa-do ninguna hembra de coloración ventral azul, síque se observó y fotografió un ejemplar en la pro-pia Peña de Francia en la década de los 90.

Cuantitativamente, durante las prospeccio-nes de primavera – verano del año 2007 y prima-vera 2008, se han obtenido datos de coloraciónde 18 machos adultos (dorso, costado y vientre)a través de capturas u observaciones detalladas.El 72.2% (13 ejemplares) provenientes de tresgrupos poblacionales diferentes de la Sierra deFrancia, poseían coloraciones ventrales entre elverde y verde-claro. En el 27.8% restante (cincoejemplares) pertenecientes todos ellos a unaúnica subpoblación de la propia Peña de Francia,se observó coloración ventral azul. Además,coincide que en alguno de estos individuos apa-reció también el mayor número de ocelos axila-res hallado en un macho en celo. En esta subpo-blación concreta se ha constatado por medio decapturas hasta un 71.4% de machos con dichacoloración ventral azulada (cinco de sietemachos adultos). Sin embargo, atendiendo altotal de las observaciones, en las que no todos losvientres han podido ser examinados, se estimaque los individuos azules podrían alcanzar prác-ticamente la mitad de los machos adultos.Aunque hasta la fecha no ha podido ser compro-bado adecuadamente, es posible que esta colora-ción atípica exista en otros núcleos poblacionalesdonde resultan menos frecuentes las observacio-nes de grandes machos, siendo además, las cap-

turas de estos individuos muy escasas en estaslocalidades. Cabe recordar aquí que las lagartijasde todas estas zonas son genéticamente idénticasdesde el punto de vista del fragmento del genCyt b estudiado (Arribas & Carranza, 2004).

Como en otras especies de lacértidos, las hem-bras siguen de forma algo más reducida y ontoge-néticamente retrasada en el tiempo la aparición eintensidades de pigmento de los machos a lo largode las sucesivas edades. En general, el patrón decoloraciones y sus sucesivas apariciones en ambossexos es muy similar al descrito para I. monticola(Galan, 2008). La coloración en estos ejemplaresazules puede desbordar hacia los costados y dejar-se ver por los lados del vientre, aunque los indivi-duos que se han podido examinar en mano pre-sentaban en todos los casos el tracto dorsalmarrón, con los reticulados habituales en la espe-cie. Dado que existen ejemplares de gran tamañototalmente verdes (incluyendo el dorso), no sepuede descartar que pueda llegar a haber algúnejemplar totalmente azul, aunque dada la rarezade estos ejemplares de más edad y la escasez deindividuos azules, esto es difícil de comprobar.No debe confundirse tampoco esta coloraciónazulada con los puntos azules presentes en lasescamas ventrales más externas o con los ocelosaxilares azules de la especie (ver más arriba) muyreflectantes todos ellos en el ultravioleta cercano(una fotografía de un ejemplar de coloración normal en UVcercano está publicada en Arribas, 2007: foto 57) y por lotanto bien diferentes a los ojos de una lagartija deltono azul de las partes inferiores. Todas estas mar-cas de reconocimiento (ocelos axilares, puntosventrales, coloraciones gulares-ventrales. etc.) secree que tienen una importancia clave en el reco-nocimiento inter e intraespecífico entre saurios(Darevsky, 1967; Bauwens et al., 1987; Arribas, 2007;Galan, 2008) tal y como han demostrado en la prác-tica López et al. (2004) en Iberolacerta cyreni.

En general, las lagartijas pueden mostrar dosgrandes tipos de pigmentaciones ventrales: A)pigmentos de la familia del rojo (de tonos “cáli-

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 53

dos”: amarillo-naranja-rojo) o bien del grupo delos verdes (de tonos “fríos”: amarillo, verdosoclaro-verde) (Arribas, 1999b). Las Iberolacerta delgrupo ibérico, como I. martinezricai, pertenecena este segundo grupo, y la coloración azul debeaparecer por falta del pigmento amarillo que,conjuntamente con el anterior, dan el colorverde. Se ignora si esta coloración atípica tienealgún efecto biológico como la disminución desu éxito reproductor en estos individuos anóma-los. Igualmente, todavía no se ha podido consta-tar si los individuos que se aparten de la colora-ción habitual (verde) pudieran sufrir algún tipode contraselección por falta de reconocimientointraespecífico. Futuros trabajos podrían encami-narse a cuantificar diferencias entre la reflectanciaen UV de los individuos de pigmentación másextendida (con diversos tonos de verde gular yventral) y los individuos con coloraciones azulesatípicas, por medio de la utilización de espectro-fotometría (ver por ejemplo Pérez-Lanuza & Font,2007). Por otro lado, el camuflaje de estos indivi-duos respecto a los depredadores no se ve afecta-do ya que las partes dorsales son marrones (inclu-so también verdosas en un ejemplar reciente-mente observado), virtualmente indistinguiblesde las de los individuos verdes.

La presencia de pigmentaciones ventralesazules en otras Iberolacerta ha sido mencionadatambién en Iberolacerta monticola, sea de formatotal, como en Sª da Estrela (Arribas, 1996) dondeexisten machos adultos totalmente azulados, obien de forma parcial junto con el color verde(Galan, 2006; P. Galán, comunicación personal) en el

extremo NW de A Coruña, donde encuentrauna proporción de un 27.1% de ejemplares conalgo de azul de extensión variable en cabeza yzona gular hasta algo más allá del collar. Galán(2006) también describe que existen algunos indi-viduos con pigmentación azul muy viva (similar,según este autor, al color gular de los machos deLacerta schreiberi) mientras que la mayoría lotiene de un color pálido (blanquecino azulado oazul claro según se aprecia en las fotografías,similar también según este autor al de la gola delas hembras gallegas de L. schreiberi). Al igualque en I. martinezricai, no parece haber ningunadiferencia más entre los ejemplares azules y susanálogos verdes en I. monticola.

Individuos azules en especies normalmente pig-mentadas de verde se han descrito en Lacerta agilis(Strijbosch, 1994; Blanke, 2004), al margen de las cono-cidas poblaciones melanizantes en Podarcis sicula, P.lilfordi o P. pityusensis, que pueden aparecer parcial-mente azuladas, pero en estos casos, el azul apareceobliterando a pigmentaciones ventrales de tonosanaranjados o compartiendo superficie en el animalcon la pigmentación verde normal.

AGRADECIMIENTOS. Este trabajo ha sido realizado graciasa la financiación del proyecto “Distribución, Estado deConservación y Medidas de Gestión para la Lagartija de Peñade la Peña de Francia (Iberolacerta martinezricai) en el ParqueNatural de Batuecas – Sierra de Francia” por parte de laFundación Patrimonio Natural de Castilla y León, y de laConsejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.Queremos mostrar nuestro agradecimiento a P. Garcíae I. Mateos por su ayuda en el trabajo de campo.

REFERENCIAS

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Strijbosch, H. 1994. Een blauwe Zandhagedis (Lacerta agilis).Lacerta, 52: 147-148.

En general, la toma de medidas corporales en lastortugas no está estandarizada, con la excepción delesfuerzo que se ha hecho para las tortugas marinas(Bolten, 1999). Así, cada estudio morfométrico definelas medidas tomadas y se acostumbra acompañarpor figuras para facilitar su explicación (e.g. Braza et al.,1981; Bonnet et al., 2001). Al no haber un métodoestandarizado en la medición recta del espaldar, lacomparación entre poblaciones puede no ser perti-nente si ésta se hace de manera diferente en cada unade ellas. Entre las causas que pueden ocasionar estasdiferencias encontramos: 1) que los puntos de refe-rencia en el espaldar no sean los mismos; y, 2) quelos instrumentos de medición difieran. Por ello, sedecidió analizar si dos métodos habitualmente utili-zados en la medición de la longitud del espaldar enla tortuga mediterránea Testudo hermanni hermanniproveían datos que fueran directamente compara-bles entre sí o, en caso contrario, si hacía falta unajuste. Por otra parte, también se presentan los pri-meros datos biométricos de la población del delta

del Ebro, mientras que para Menorca se comple-menta la información ya existente (Esteban & Pérez,1988; Bertolero, 2003, 2006).

Durante 2005 y 2006 uno de los autores midióla longitud recta del espaldar en 206 adultos de tor-tuga mediterránea en Menorca (en el conjunto detoda la isla) y en 37 adultos en el delta del Ebro(ejemplares introducidos y nacidos en libertad). Seconsideró como adultos los que presentaban loscaracteres sexuales secundarios bien desarrollados yanillos de crecimiento anchos y estrechos simultá-neamente o anillos de crecimiento desgastados(Willemsen & Hailey, 1999). Para detalles sobre laspoblaciones de Menorca véase Bertolero (2006) ysobre el delta del Ebro véase Bertolero et al. (2007).En ambas poblaciones cada tortuga se midiómediante dos métodos e instrumentos diferentes.El primero consistió en medir la longitud recta delespaldar con ayuda de un calibre digital (± 0.05mm), posicionando las puntas del calibre desde laplaca nucal hasta la sutura de las placas caudales

¿Dos métodos de medir el espaldar en la tortuga mediterráneadan resultados comparables?

Albert Bertolero1,2, Marc Cheylan3 & Joan Pretus2

1 Ecosistemes Aquàtics-IRTA. Carret. Poble Nou, km 5’5. 43540 Sant Carles de la Ràpita. España. C.e.: [email protected] Departament d’Ecologia. Universitat de Barcelona. Av. Diagonal, 645. 08028 Barcelona. España.3 Laboratoire de Biogéographie et Ecologie des Vertébrés. EPHE. CEFE-CNRS. 1919 route de Mende. 34293 Montpellier. Francia.

Fecha de aceptación: 26 de septiembre de 2008.Key words: Testudo hermanni, measure methods, body size, Minorca, Ebro Delta, Spain.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 55

(Figura 1a). En el segundo método se utilizó un“tortugómetro” (± 1 mm; Stubbs et al., 1984); semidió desde las primeras marginales hasta las cau-dales (Figura 1b). Las diferencias entre ambasmedidas fueron: 1) los puntos de referencia en laparte anterior del espaldar; y 2) que en el primermétodo la medida fue ligeramente en diagonal, res-pecto al plastrón de la tortuga, mientras que en elsegundo, la medida fue paralela (Figura 1).

Las medidas obtenidas con ambos métodos secompararon de manera independiente para cadasexo y población mediante un modelo II de regre-sión lineal (eje mayor) debido a que ambas varia-bles son aleatorias (Legendre & Legendre, 1998;Legendre, 2001). Si la relación entre ambas variableses de 1:1 (pendiente b1 = 1) y su intercepto nodifiere del origen (b0 = 0), entonces hay una con-cordancia total entre ambas técnicas y las medidasobtenidas son comparables sin necesidad de hacerun ajuste. Si por el contrario, la pendiente y/o elintercepto difieren de estos valores, las medidasobtenidas por una de las técnicas se deben ajustaren función de la otra (en este caso usando el modelo I deregresión lineal, como aconsejan Legendre & Legendre1998). Finalmente, se compararon las longitudesde caparazón de ambas poblaciones medianteANOVAS de dos factores (sexo y población). Setransformaron los datos con la función logaritmonepereano y se comprobó que cumplían las con-diciones de normalidad y homocedasticidad. Serealizaron cuatro contrastes según los métodos demedición: 1) ambas poblaciones medidas con elcalibre; 2) ambas poblaciones medidas con el tor-tugómetro; 3) medidas de Menorca tomadas concalibre vs. medidas del delta del Ebro tomadas contortugómetro; y, 4) medidas de Menorca tomadascon tortugómetro vs. medidas del delta del Ebrotomadas con calibre.

Figura 1. Vista dorsal y lateral de un caparazón de tortuga medi-terránea con los puntos de referencia para medir la longitud rectadel caparazón: a) con calibre; b) con tortugómetro (véase textopara más detalles). Dibujos: Marc Cheylan.

Sexo

Hembras

Machos

Hembras

Machos

n

16

21

103

103

M

CTCT

CTCT

Rango medidas (mm)

140.99 – 187.43140 – 185

111.57 – 159.24112 – 159

119.96 – 191.13120 – 193

114.59 – 161.16114 – 160

Media ± SE (mm)

166.87 ± 3.20164.94 ± 3.18136.43 ± 2.72136.00 ± 2.70

162.19 ± 1.35161.40 ± 1.35137.60 ± 0.88137.95 ± 0.90

Pendiente b1

(IC 95%)

0.997(0.932 – 1.067)

0.992(0.956 – 1.030)

1.001(0.973 – 1.029)

0.978(0.951 – 1.006)

Intercepto b0

(IC 95%)

2.388(-9.039 – 13.075)

0.654(-4.519 – 5.617)

0.706(-3.893 – 5.178)

2.692(-1.187 – 6.464)

Delt

a del

Ebro

Men

orca

TABLA 1. Longitud del caparazón de los adultos de tortuga mediterránea de las poblaciones del Deltadel Ebro y de Menorca, y resultados de la regresión modelo II entre la longitud del caparazón medi-da con dos métodos de medición (M) diferentes: con calibre (C) y la medida con tortugómetro (T).“n” indica el tamaño de la muestra.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1956

pero similares a los obtenidos por Bertolero (2003,2006) con una muestra diferente de tortugas (ejem-plares medidos en 2003, machos: 136.39, SD = 9.79, n = 187; hembras: 160.91, SD = 11.88,n = 164). Estas diferencias pueden ser debidas a queEsteban & Pérez (1988) incluyen ejemplares sub-adultos (según el rango de variación de su muestra),examinan un número reducido de ejemplares y lohacen en una sola localidad de la isla.

Finalmente, se recomienda que en los estudiosque comparan medidas biométricas entre diferentespoblaciones de tortugas, cuando éstas han sido toma-das con diferentes métodos y/o instrumentos (nor-malmente por distintos equipos de investigadores),se analice previamente si es pertinente dicha compa-ración. Si este no es el caso, será necesario tener encuenta estas diferencias según los métodos y/o instru-mentos en el momento de hacer los análisis.

AGRADECIMIENTOS. La Conselleria de Medi Ambient(Govern Balear) y el Departament de Medi Ambient iHabitatge (Generalitat de Catalunya) facilitaron los permisosde captura científica. Este trabajo forma parte del proyectoCICYT CGL2004-04273/BOS del Ministerio deEducación y Ciencia. Agradecemos al Parc Natural del Deltade l’Ebre y al Parc de s’Albufera des Grau por toda la ayuda yfacilidades prestadas en todos estos años. Asimismo, agrade-cemos a M. Martín-Sampayo, C. Pons y S. Pons por su ayudaen el trabajo de campo en Menorca.

La biometría deambas poblaciones sepresenta en la Tabla 1.En ambos sexos los dosmétodos de mediciónfueron equivalentes(pendientes no diferen-tes de 1 e interceptos nodiferentes de 0; Tabla 1).En todas las comparacio-nes entre poblaciones seobtuvieron los mismosresultados independien-temente del método demedición utilizado: diferencias significativas entresexos, pero no entre poblaciones, ni en la interac-ción de ambos factores (Tabla 2).

Se comprobó que con ambos métodos e instru-mentos de medición se obtuvieron valores de longi-tud recta del espaldar comparables directamenteentre adultos de dos poblaciones de tortuga medite-rránea. Así, la longitud de espaldar no presentó dife-rencias entre poblaciones en los adultos de unmismo sexo, independientemente del método demedición utilizado, aunque sí hubo diferencias sig-nificativas entre sexos (Tabla 2). De esta manera, losmachos de Menorca y del Delta presentaron tallas cla-ramente inferiores que las de las hembras (Tabla 1),como es habitual en las poblaciones occidentales detortuga mediterránea (revisión en Cheylan, 2001). Losmachos de la población del Delta fueron 18% máspequeños que las hembras, mientras que enMenorca los machos lo fueron en un 15%, tambiénindependientemente del método de medición utili-zado. Estos valores se encuentran dentro del rangode variación de las poblaciones occidentales (12-19%, Cheylan, 2001). Por otra parte, ambas poblacio-nes presentaron tallas intermedias con respecto alresto de poblaciones occidentales (Cheylan, 2001; Corti& Zuffi, 2003). Para la población de Menorca, losvalores obtenidos son ligeramente superiores a losobtenidos por Esteban & Pérez (1988; machos: 130,SD = 19.9, n = 20; hembras: 150, SD = 22.4, n = 17),

Menorca calibre vs Delta calibrea

Menorca tortugómetro vs Delta tortugómetro

Menorca calibre vs Delta tortugómetro

Menorca tortugómetro vs Delta calibre

Fp

Fp

Fp

Fp

Sexo

167.892< 0.001

151.698< 0.001

159.718< 0.001

159.986< 0.001

población

0.4570.500

0.0540.817

0.5540.458

0.0210.885

sexo*población

1.9930.159

1.8410.176

2.8040.095

1.2270.269

TABLA 2. Resultados de las comparaciones entre poblaciones y sexossegún los métodos de medición (ANOVA de dos factores, df = 1, 239en todas las comparaciones). Medidas sin redondear al estar tomadoscon la misma precisión.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 57

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Los ardeidos son importantes depredado-res en los medios acuáticos, y consumen unaamplia variedad de especies de peces, anfi-bios, reptiles, aves, y mamíferos. La garza real(Ardea cinerea) es un visitante habitual de laszonas húmedas de la Península Ibérica, ydepreda sobre un amplio espectro de espe-cies. Aunque es una especie fundamental-mente ictiófaga, puede modificar su dieta enfunción de la disponibilidad de las presas,depredando en ocasiones sobre reptiles yanfibios (Reques, 2002). Por ejemplo, consumeculebras de agua como la culebra viperinaNatrix maura cuando la densidad es alta(Santos, 2004), y depreda sobre los galápagos en

las primeras etapas de desarrollo, neonatos yjuveniles (Ayres, 2006), cuando su tamaño lespermite ser ingeridos directamente.

El pasado mes de Agosto de 2008 obser-vé una escena poco habitual en el Remolar(Delta del Llobregat, Barcelona). Sobre las18.00 h, una garza real pescó un galápagode gran tamaño, aparentemente un machode la especie Trachemys scripta elegans(Figura 1), arponeándolo en la zona entre lacabeza y las patas delanteras. La garza trans-portó un rato en el pico al galápago inten-tando comérselo, pero al no poder manejar-lo debido a su tamaño, terminó dejándoloescapar. No se pudo seguir al ejemplar heri-

Intento de depredación de garza real (Ardea cinerea)sobre un galápago exótico

Marion Ehrlich

Cl. Flores, 2. 08950 Esplugues de Llobregat. Barcelona. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 9 de septiembre de 2008.Key words: Ardea cinerea, Trachemys scripta, predation, Llobregat Delta.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1958

EL PROYECTO SARE (Seguimiento de los Anfibios y Reptiles Españoles), nace ante la necesidad de con-tar con series temporales que puedan detectar tendencias poblacionales a largo plazo para la herpetofaunaespañola. Programas de seguimientos a largo plazo de anfibios y reptiles con voluntariado se llevan reali-zando en Europa con exito desde hace tiempo.

Si quieres participar de forma activa y voluntaria en el proyecto puedes encontrar toda la información enla página web de la AHE.

http://www.herpetologica.org/sare.aspAnimate a participar y contacta con los coordinadores regionales que aparecen el la web.

do para comprobar su estado, pero es proba-ble que las heridas fueran graves debido altamaño del pico de la garza, por lo que esposible que este ejemplar muriera comoresultado del ataque. Existen pocos datos

publicados sobre las posibles interaccionesde ardeidos con ejemplares adultos de galá-pagos, por lo que sería interesante estudiarsi este es un ataque aislado o si se trata de uncomportamiento generalizado.

Figura 1. Garza real (Ardea cinerea) arponeando un ejemplar de galápago exótico en el Remolar (Delta del Llobregat, Barcelona).

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REFERENCIAS

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La salamanquesa común, Tarentola maurita-nica (Linnaeus, 1758), es una especie de distri-bución circunmediterránea. En la PenínsulaIbérica se distribuye principalmente por toda laregión Mediterránea, presentando pequeñas yescasas poblaciones (probablemente introduci-das) en diversas localidades de la regiónEurosiberiana (Hódar, 2002).

En Galicia, la especie ha sido citada en lacomarca de Valdeorras (provincia de Ourense) yMonforte de Lemos (Lugo) (Hódar, 2002).También se ha señalado su presencia en lacomarca de Verín, Ourense (Galán, 1999).Recientemente, ha sido citada la presencia de laespecie en el suroeste de la comunidad gallega(Paramos & Ayres, 2007). En otras publicaciones demenor difusión, se han descrito diferentes obser-vaciones de individuos del género Tarentola, prin-cipalmente en localidades del sur de Pontevedra(Fernández de la Cigoña & Oujo, 2002).

En este artículo se cita la presencia de varios ejem-plares de Tarentola mauritanica en trece localidadesde las comarcas de Verín, Valdeorras, Ourense capi-tal y Celanova, todas ellas pertenecientes a la provin-cia de Ourense (Tabla 1), con lo que se aumenta sus-tancialmente el área de distribución conocida de estaespecie en el territorio gallego (Figura 1).

Todos los ejemplares han sido encontradosen muros, casas o roquedos durante los mues-treos nocturnos que se llevaron a cabo paradetectar a la especie.

El individuo localizado en la UTM NG77 fueencontrado por Manuel González en una arqueta dela subestación eléctrica de Cartelle (Cartelle,Ourense). Los ejemplares observados en las UTMsNG98 (Ourense capital, Ourense), PG59 (A Rúa,Ourense) y PG69 (O Barco de Valdeorras, Ourense)fueron observados en los alrededores de las estacionesde tren de estas localidades. Por último, los ejempla-res localizados en la comarca de Verín (PG23, PG24,PG33, PG34, PG44 y PG54) fueron vistos en casassituadas en aldeas o en roquedos en el campo, con laúnica excepción de los individuos detectados en laUTM PG3042, en concreto en el muro exterior dela fábrica de embotellado de “Augas de Cabeiroá”.

Nuevas citas de Tarentola mauritanica en Galicia: ¿especie alóctona o autóctona en la zona?

Martiño Cabana 1, 2

1 Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. España. C.e.: [email protected] Cl. Tellado, 8. 27141 Romeán. Lugo. España.

Fecha de aceptación: 30 de marzo de 2008.Key words: Tarentola mauritanica, Galicia, distribution, alochthonous.

Distribución

Figura 1. Localización de las nuevas cuadrículas UTM10 x 10 Km con presencia de Tarentola mauritanica (cua-dros naranjas) y las citas publicadas con anterioridad (pun-tos negros) en Pleguezuelos et al., 2002, Cabana & López-Bao, 2007 y Paramos & Ayres, 2007.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1960

Teniendo en cuenta los requerimientos bioló-gicos y la selección del hábitat de la especie(Salvador, 1997), así como las características de loslugares en los cuales se encontraron los ejempla-res de salamanquesa común, creemos adecuadorealizar una discusión sobre el origen alóctono oautóctono de las diferentes poblaciones de sala-manquesa común aquí publicadas.

Creemos que se deben considerar alóctonasa las poblaciones situadas en los alrededores delas estaciones de tren y subestación eléctrica delas localidades anteriormente comentadas, así

TABLA 1. Fechas, número de ejemplares encontrados y localización de las nuevas citas de Tarentolamauritanica en la provincia de Ourense.

Nº Individuos Fecha más reciente Localidad UTM 1X1 UTM 10X10 Altitud1 adulto 2005 Subestación eléctrica, Cartelle NG7778 NG77 3373 adtos. y 1 juv. 21-04-2007 Ourense capital NG9289 NG98 852 adtos. y 1 juv. 13-09-2007 Oímbra PG2638 PG23 4012 adultos 14-09-2007 Albarellos, Monterrei PG2445 PG24 3995 adultos 13-09-2007 Vilaza, Monterrei PG2543 PG24 3805 adultos 13-09-2007 Feces de Baixo, Verín PG3130 PG33 3853 adultos 12-05-2007 Augas de Cabreiroá, Verín PG3042 PG34 3902 adultos 23-08-2007 Fraga dos Lobos, Verín PG3242 PG34 4624 adultos 11-05-2007 Castrelo de Abaixo, Riós PG4945 PG44 8081 adulto 14-09-2007 Veiga do Seixo, Riós PG5047 PG54 5801 adulto 21-08-2007 A Rúa PG5696 PG59 317+ 20 ejempls. 21-08-2007 O Barco de Valdeorras PG6598 PG69 320+ 10 ejempls. 21-08-2007 O Barco de Valdeorras PG6698 PG69 321

como la situada en los muros de la fábricaembotelladora, debido a que solo fueronencontradas en estos lugares y no se localizaronen otros puntos muy cercanos, con clima yhábitat similar pero sin presentar el intenso trá-

fico de vehículos pesados y trenes que presentanestos lugares.

Por otro lado, las poblaciones de salaman-quesa común localizadas en la comarca de Verín(PG23, PG24, PG33, PG34, PG44 y PG54)fueron observadas en pequeñas aldeas o en elcampo, lejos de vías de comunicación con trá-fico intenso a través de las cuales se haya podi-do introducir a la especie. Además, la especiepresenta nombre vernáculo en la zona (“ladra”)y los habitantes más ancianos del lugar recuer-dan a la especie desde siempre.

AGRADECIMIENTOS: Deseo agradecer a Anxos el apoyoy la paciencia que tiene conmigo. Agradecer a A.Sampedro, C.D. Romai, A. Xusto, X.R. Reigada, A.Pérez y M. González sus comentarios y la ayuda presta-da en los trabajos de campo.

REFERENCIAS

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 61

Las poblaciones de Salamandra salamandrapresentes en las islas de la costa occidental galle-ga quedaron aisladas con la subida del nivel delmar durante la última glaciación (Dias et al.,2000). Hasta la fecha únicamente se conocía lapresencia de poblaciones insulares de S. sala-mandra en la costa sur de Galicia en las islasCíes y Ons (Galán, 2003), ambas incluidas en elParque Nacional de las Islas Atlánticas deGalicia, situadas en la boca de las rías de Vigo yPontevedra y con una extensión de 433 y 470hectáreas respectivamente. Recientemente estaspoblaciones insulares de la subespecie S. sala-mandra gallaica fueron propuestas como unida-des de interés evolutivo por haber evolucionadohacia el viviparismo como única estrategiareproductora en las islas desde su aislamiento(Velo-Antón et al., 2007), e invalidando la hipóte-sis de un origen de este modo de reproducciónprocedente de las poblaciones vivíparas de laCordillera Cantábrica y Pirineos (S. salamandrabernardezi y S. salamandra fastuosa; Garcia-Paris etal., 2003). Algo semejante podría haber ocurridoen las poblaciones insulares de S. salamandra enla costa cantábrica de Galicia (islotes de SanPelaio y San Vicente; Mateo, 1997) de confirmar-se el viviparismo como estrategia reproductoraen estos pequeños islotes sin manantiales deagua dulce (Galán, 1999).

A lo largo de la costa atlántica gallega existenotras islas de menor tamaño como las de Sálvoray Cortegada (también pertenecientes al ParqueNacional y con extensiones de 248 y 48 hectáre-

as respectivamente), o pequeños islotes como laIsla de San Simón, las Estelas o las Lobeirasdonde no existen actualmente poblaciones deSalamandra salamandra, posiblemente por elpequeño tamaño de algunas, o porque se haextinguido, como podría ser el caso de la isla deSálvora (Fernández de la Cigoña, 1991). También estáel Grove (que en el pasado fue una isla y en laactualidad es un tómbolo, conectado a tierra porun istmo arenoso) en la que si existe una pobla-ción de S. salamandra con estrategia ovovivípara(Pedro Galán, comunicación personal).

Sin embargo, existe otra pequeña isla situadaen el medio de la ría de Pontevedra y muy pró-xima a la costa (1 kilómetro aproximadamente):la isla de Tambo, de donde tampoco se tienenregistros de esta especie, aunque podría ser debi-do a que el acceso a esta isla ha estado imposibi-litado desde principios de la década de 1940 alpasar a ser propiedad de la Marina de Guerra, yservir como polvorín a la Escuela Naval Militarde Marín. Actualmente la situación de esta islaestá en trámites de traspaso a la Xunta de Galiciay se ha planteado la posibilidad de integrarla enel Parque Nacional de las Islas Atlánticas deGalicia. Este islote granítico cuenta con unaextensión de 28 hectáreas y está dominado poruna plantación de eucaliptos que ha ayudado areducir la disponibilidad de agua en la isla comoha ocurrido en la isla de San Martiño de las islasCíes (Cordero Rivera et al., 2007).

Debido al reciente interés evolutivo suscita-do por el cambio de estrategia reproductora en

Presencia de Salamandra salamandra en la isla de Tambo (Rías Bajas, Pontevedra)

Guillermo Velo-Antón

Grupo de Ecoloxía Evolutiva. Departamento de Ecoloxía e Bioloxía Animal. Universidade de Vigo. E.U.E.T. Forestal. Campus Universitario.36005 Pontevedra. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 14 de mayo de 2008.Key words: islands, Rias Bajas, Salamandra salamandra, viviparity.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1962

las poblaciones de S. salamandra de estas islasatlánticas de Galicia, en abril de 2008 realicé unmuestreo diurno en la isla de Tambo, en buscade la presencia de adultos o larvas de esta espe-cie, encontrando un adulto muerto dentro untanque de cemento lleno de agua, en el que nohabía ninguna larva. El resto del muestreo en laisla resultó infructuoso, sin encontrar otropunto de agua y evidenciando un ambientemuy seco después de las abundantes lluvias caí-das en semanas anteriores.

A pesar de encontrar únicamente un adul-to de S. salamandra en la isla, este hallazgo,junto con la ausencia de larvas de esta especie,son de especial interés en el estudio de lascausas que han originado el cambio de estra-tegia reproductora en S. salamandra en estas

islas atlánticas durante los últimos miles deaños, ya que, de haber una población vivípa-ra en esta isla, el origen del viviparismo enesta especie podría haber ocurrido en diversasocasiones y de manera independiente duranteel aislamiento de estas poblaciones (Velo-Antónet al., 2007). Esta nota trata de mostrar laimportancia de la prospección de la isla deTambo con el fin de encontrar una poblaciónestable de S. salamandra y de conocer sumodo de reproducción cuando el traspaso alParque Nacional de las Islas Atlánticas deGalicia se haga definitivo.

AGRADECIMIENTOS: Agradezco a P. Galán y A. Corderosus comentarios en esta nota y a Mª. Casal Nantes por suayuda durante el muestreo.

REFERENCIAS

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La víbora hocicuda Vipera latastei Boscá,1878 tiene una distribución ibérica que coincide

básicamente con la región bioclimáticaMediterránea, aunque en Portugal penetra ligera-

Víbora hocicuda, Vipera latastei Boscá, 1878: cita en elsector nororiental de la provincia de León

Tomás Sanz

Cl. El Esguilo, 4. 24878 Fresnedo de Valdellorma. León. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 11 de julio de 2008.Key words: distribution, new record, Vipera latastei.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 63

mente en la Región Eurosiberiana (Pleguezuelos &Santos, 2002). En España está ausente en una fran-ja en el extremo septentrional, aproximadamenteal norte de los 42º30´N de latitud (Bea & Braña,1998), que corresponde básicamente al norte deLeón, norte de Palencia, norte de Burgos y todoel País Vasco (Pleguezuelos & Santos, 2002), así comoAsturias y Cantabria. En trabajos sobre la faunaleonesa sólo se cita en Laborda (1994) sin ofrecerdatos sobre su distribución.

Su área de distribución no suele estar solapadacon la de otras especies de víboras (Bea & Braña,1998), y en los casos en que esto sucede, algunosejemplares suelen mostrar caracteres de las dosespecies, sobre todo en cuanto a coloración, diseñodorsal y número de escamas apicales (Bea & Braña,1998; Duguy et al., 1979; Martínez-Freiría et al., 2006).

En la presente nota se aporta una cita devíbora hocicuda en el sector nororiental de laprovincia de León que puede suponer un nuevolímite septentrional de su distribución ibérica.

El 16 de agosto de 2006 se encontró en LaErcina (León) (UTM 1x1 km 30T UN1842,1106 msnm, 42º49´N) un neonato de víborahocicuda de 198 mm de longitud total (170 mmde longitud hocico-cloaca); en esta localidadnunca había sido observada esta especie (Sanz,2006), aunque sí con cierta frecuencia ejemplares devíbora de Seoane (Vipera seoanei Lataste, 1879),con la que estaría en simpatría. El ejemplar encuestión, que mostraba un diseño dorsal y colo-

ración típicos para su especie, así como el colordorado del iris y un prominente hocico levanta-do en su extremo (Bea & Braña, 1998), fue muer-to por un vecino (y examinado y medido por elautor) en el muro de piedra que rodea el jardínde su casa. La finca está orientada hacia el S yestá muy soleada, y el muro exterior es de piedrade mampostería, con numerosos huecos entrelas piedras, lo que proporciona numerosos refu-gios. En cambio, la víbora de Seoane (Vipera seo-anei), que no suele observarse en los núcleos depoblación, aunque sí algunas veces en sus inme-diaciones (observación personal), ocupa zonascon más cobertura vegetal (Braña, 1998), mos-trando preferencia por setos y lindes de prados yclaros de bosques húmedos (Sanz, 2006). La zonade la captura se encuentra en el límite entre elpiso Subhúmedo Superior y el piso SubhúmedoMedio de la Región Mediterránea, con un régi-men de precipitaciones que oscila entre 736 y865 mm anuales (Instituto TecnológicoGeominero de España, 1995); en cuanto a vege-tación, abundan los bosquetes aclarados deQuercus pyrenaica, así como pinares de repobla-ción (Pinus sylvestris y P. pinaster principalmen-te), zonas de matorral de ericáceas y algunas cis-táceas (Cistus laurifolius y Halimiun alyssoides),tomillares y abundantes prados de siega (Sanz,2001). Sería conveniente realizar futuras prospec-ciones para identificar la distribución a escalalocal de ambas especies.

REFERENCIAS

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1964

Pacuare Nature Reserve is a small privatereserve in the Caribbean lowlands of CostaRica, between Tortuguero National Park andthe city of Puerto Limón (Figure 1a). It hasalmost 800 ha of secondary forest and swamp,surrounded by the canal system of Tortugueroand the sea (Figure 1b). Its limits are10º13’50’’N / 83º16’72’’W to the north and

10º12’50’’N / 83º13’22’’W to the south. Themaximum altitude is 1 m above sea level.

There are few herpetological inventoriesfrom the Costa Rican Caribbean Lowlandsand thus from March to September 2005,we conducted a survey of the amphibiansand reptiles found in Pacuare NatureReserve. For this inventory no systematicsurvey methods were used. The inventory isbased mainly on casual sightings. Some partsof the Pacuare Nature Reserve are unsurve-yed for this inventory of amphibians andreptiles. The main study sites are mentionedin the checklist. The reserve houses two lit-tle research stations, one in the north andthe other located at the southern end. Thereare also some ponds and smalls canals thatwere visited as part of the survey, includingone pond at the southern station, and somecanals and a small inner lagoon 1.5 km tothe north at the Los Pumas path.

Most of the individuals were handled withextreme care, photographed and released as soonas they were identified. Pictures of diagnosticcharacters were taken especially when the fieldidentification was difficult. There has been norecollection to keep animals in museums, andonly those that were found dead were kept inalcohol and sent to the Costa Rican University

Annotated Amphibian and Reptiles Check-Listof Pacuare Nature Reserve, Costa Rica

Iñaki Abellá1, Ramón Gómez2 & Mónica López3

1 Avda. América, 64. 28028 Madrid. España. C.e.: [email protected] Avda. Santissim Crist, 14-12. 46812 Aielo de Malferit. España. 3 Cl. Lazo, 14. 28110 Algete. España.

Fecha de aceptación: 26 de junio de 2008.Key words: amphibians, reptiles, herpetofauna, Costa Rica.

Figure 1b. Study sites in Pacuare Reserve.Figura 1b. Área de estudio en la Reserva Pacuare.

Figure 1a. Location of Pacuare Reserve in Costa Rica.Figura 1a. Situación de la Reserva Pacuare en Costa Rica.

RESUMEN. Se ha realizado la primera lista herpetológica de la Reserva Pacuare, situada en el caribecostarricense. El muestreo se llevó a cabo desde marzo a septiembre del año 2005. Para cada espe-cie encontrada se detalla la frecuencia de aparición y su hábitat más común.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 65

AmphibiansGymnophionaFam. Caeciliidae

Gymnopis multiplicata, only seen twice, but due totheir secretive and underground life they are probablymore common than they appear.

AnuraFam. Bufonidae

Bufo coniferus, very common in the leaf litter. Seenbreeding in some temporary ponds.Bufo marinus, very common everywhere. Breeds at thecanals, lagoons, and temporary ponds.Bufo haematiticus, rarely seen, in leaf litter.

Fam. LeptodactylidaeLeptodactylus pentadactylus, commonly heard but lesscommon seen.Eleuterodactylus diastema, heard everywhere, everynight.E. bransfordii, very common in the leaf litter.E. talamancae, common, specially near big lagoonsand other permanent water bodies.E. noblei, E. ridens, E. cerasinus and E. fitzingerii,with only one sighting, all of them as leaf litterherpetofauna.

Fam. HylidaeAgalychnis callidryas. Very common everywhere, bre-eds in little ponds and inner canals and lagoons.Hyla phlebodes, not very common, seen breeding in apond near the Southern research station.Hyla rufitela (Figure 2), not very common, seen bre-eding in small inner canals.Scinax boulengeri, common in the inner lagoon andsmall canals.Scinax elaeochroa, very common everywhere. Breedseverywhere.Smilisca baudini, very common in explosive breedingin small ponds.Smilisca phaeota, rarely seen in breeding ponds.

Fam. DendrobatidaeDendrobates pumilio, very common in the leaf litter.Phyllobates lugubris, only one sighting in the leaf litter.

Fam. RanidaeRana vaillanti, common in small canals and perma-nent ponds

ReptilesCrocodyliaFam. AAlligatoridae

Cayman crocodylus, very common in canals, lagoons,even in the inner lagoon.

Fam. CrocodylidaeCrocodylus acutus, not very common, mainly seen inthe canal system of Tortuguero and Matina andPacuare river mouths.

TestudinesFam. Cheloniidae

Chelonia mydas, 75-100 females nest in the beach,between June until September.Eretmochelys imbricata, 4-8 females nest in the beach,mainly in August.

Fam. DermochelyidaeDermochelys coriacea (Figure 3). The beach adjacent toPacuare Nature Reserve is the beach with the highestnest density of leatherbacks in the Caribbean of CostaRica, with more than 600 nests in less than 6 km.

Fam. ChhelydridaeChelydra serpentina, probably more common thanthey appear.

Fam. EmydidaeChrysemys ornata, very common in every mass of water.Rhinoclemmys funerea, very common in canals and lagoons.Rhinoclemmys annulata, common in canals, lagoons

Figure 2. Hyla rufitela.

Museum. For specific identification, we usedfield guides, handbooks and specific taxonomicbibliography (Villa, 1970; Corn, 1974; Savage, 2002;Abella-Gutiérrez & Conlon, 2004; Alejandro-Solórzano,2004; Guyer & Donelly, 2005).

The herpetofauna of Pacuare Nature Reservecomprises 74 species, 22 amphibians and 52 rep-tiles. Although salamanders have been seen atTortuguero National Park and La Selva, nonewere found at Pacuare Nature Reserve.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1966

and permanent ponds.Fam. Kinosternidae

Kinosternum leucostomum, very common in smallponds and canals.

SquamataSauriaFam. Gekonidae

Hemidactylus frenatus, introduced, very common in houses.Hemidactylus garnotii, very common in and near buildings.Thecadactylus rapicaudata, not very common, hard to see.Sphaerodactylus homolepis, common around buildings.Lepidoblepharis xanthostigma, only seen twice.Gonatodes albogularis, rare, hard to see.

Fam. CorytophanidaeBasiliscus plumifrons, very common in canals and lagoons.Basiliscus vittatus, very common everywhere butcanals and lagoons.Corytophanes cristatus, not very common, in the dee-pest of the forest.

Fam. IgguanidaeIguana iguana, common.

Fam. PolychrotidaeNorops biporcatus, not very common but frecuently seen.Norops limifrons, very common in secondary growth(humid sites).Norops humilis, found everywhere in big numbers.Norops pentaprion, rarely seen.

Fam. ScincidaeMabuya unimarginata, common but hard to see.Sphenomorphus cherriei, very common, althoughhard to see.

Fam. GymnophthalmidaeGymnophthalmus speciosus, probably more commonthan they appear.

Fam. TeiidaeAmeiva festiva, very common, specially in the forest(basking along the edge of clearings or in sunny spotswithin the forest).Ameiva quadrilineata, very common, specially aroundthe houses, places without shadow and at the beach.

SSerpentesFam. Boidae

Boa constrictor, rarely seen around buildings.Fam. Ungaliophiidae

Ungaliophis panamensis, one individual found dead,sent it to the University Museum and catalogued withnumber: 17584 UCR

Fam. ColubridaeDrymobius margaritiferus, common, specially onforest edges and in clearings, riparian sites andsecondary growth. Leptophis depressirostris, L. nebulosus and L. ahaetulla,very common.Oxybelis fulgidus, one of the mostly seen snakes. Oxybelis aeneus, common, seen frequently along forestmargins, where there are low shrubs, tall grass, or treesthat can be climbed.Pseustes poecilonotus, common, although hard to see.Sometimes it is seen moving rapidly across open areason the ground or in low trees or bushes.Drymobius melanotropis, rarely seen.Leptodeira septentrionalis, common to see huntingfrogs or eggs in temporary and permanent ponds.Sibon annulatus, not very common in relatively undis-turbed sites (normally in secondary growth or bushes).Clelia clelia, rare, only seen a few times.Urotheca guentheri, one sighting.Rhadinia decorata, rare.Imantodes inornatus, seen eating frog eggs around ponds.Imantodes cenchoa, not very common.Tetranorhinus nigroluteus, extremely rare, during day itremains submerged or hides among aquatic vegeta-tion, is essentially nocturnal, one specimen founddead in a small canal, sent it to the UniversityMuseum and catalogued with number: 17586 UCR.Xenodon rabdocephalus, usually identified as fer-de-lance, so its presence may be underestimated.Mastigodryas melanolomus, adult basking in the forest track.

Faam. ElapidaeMicrurus nigrocinctus, a dead juvenile in the beachand a live adult under leaf litter.

Fam. ViperidaeBothriechis schlegelii, common (all three forms: yellow,green and grey).Bothrops asper, common, but probably overestimatedconfused with the false fer-de-lance.

ACKNOWLEDGMENTS: We thank G. Chaves from theUniversity of Costa Rica and A. Solórzano who helped usin the specific identification.

Figure 3. Hatching of Dermochelys coriacea.Figura 3. Recién nacidos de Dermochelys coriacea.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 67

REFERENCES

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El carácter dinámico y en constante procesode actualización con el que fue elaborada lapublicación de referencia obligada sobre la dis-tribución de la herpetofauna española, “Atlas yLibro Rojo de los Anfibios y Reptiles deEspaña”, nos impulsó a revisar la informaciónofrecida para la provincia de Álava y a crear unlistado de índole corológico complementario.La información que aquí aportamos amplíanotablemente el conocimiento real de la distri-bución de los anfibios y reptiles en el TerritorioHistórico de Álava, y entrará a formar parte dela base de datos que con más de 200.000 regis-tros cuenta en el momento actual la herpeto-fauna española (Pleguezuelos et al., 2004).

Se ofrece un total de 122 registros que equi-valen a otras tantas observaciones específicasrealizadas en cuadrículas y días diferentes, almargen del número de ejemplares observados.En el caso de repeticiones de especies por cua-drícula, únicamente se presenta la cita másreciente. En todas ellas, agrupadas por especies,se reseña UTM 10 x 10 km. – en función de lametodología adoptada para la confección deatlas (Martínez-Rica, 1989) -, localidad, provincia,fecha más reciente, altitud y observadores.

Tras cotejar la información bibliográficaexistente (Bea et al., 1985; Domingo, 1995; Gosá& Bergerandi, 1994; Pérez de Ana, 1994, 2002;Tejado, 1999; Potes & Tejado, 2000; Valdeón, 2003-2004; Tejado & Potes, 2005), se ha optado porincluir un reducido número de citas que,habiendo aparecido en notas breves deCorología publicadas con anterioridad a laprimera edición del Atlas y Libro Rojo delos Anfibios y Reptiles de España(Pleguezuelos et al., 2002), no han sido incluidasen éste (Gosá, 1995; Tejado, 1995-96).

El conjunto de datos que se recogencorresponden a una selección del notablevolumen de información corológica obtenidaen muestreos y seguimiento de herpetos, lle-vados a cabo por miembros del Departamentode Zoología de Vertebrados del InstitutoAlavés de la Naturaleza desde hace más de unadécada. Se incluyen observaciones cotejadasprocedentes de otros investigadores e inclui-das en informes de inventarios faunísticosinéditos (Onrubia et al., 2003). Así como unaselección de citas del registro de llegada deejemplares del Centro de Recuperación deFauna de Martioda (Álava).

Ampliación del conocimiento distributivo de la herpetofauna en elterritorio histórico de Álava y Condado de Treviño (Burgos)

Conrado Tejado & Maria Elena Potes

Instituto Alavés de la Naturaleza. Pedro de Asúa, 2 – 3º. Apdo. de Correos 2092. 01008 Vitoria-Gasteiz. C.e.: [email protected].

Fecha de aceptación: 2 de julio de 2008.Key words: Herpetofauna, distribution, Álava, Burgos.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1968

De forma gráfica se ofrece la Figura 1 con elnúmero de nuevas citas agrupadas por cuadrí-culas (UTM 10 x 10 km.). El 82% de las citascorresponden a territorio alavés (n = 100), elresto a las provincias de Burgos (n = 19),Vizcaya (n = 2) y Guipúzcoa (n = 1).

El Territorio Histórico de Álava es el quecuenta con una mayor riqueza herpetológicadentro del conjunto de la ComunidadAutónoma Vasca. En él se desarrollan al menos35 especies autóctonas: 15 anfibios y 20 repti-les. Tres especies de reptiles más, cuentan conregistros y observaciones en los límites de laprovincia: Psammodromus hispanicus, Hierophisviridiflavus y Vipera latastei. Trachemys scripta seha citado en puntosmuy dispares dentrode Álava. Y paraTarentola mauritani-ca disponemos detres registros enVitoria y sus inme-diaciones; todosellos obtenidos apartir de ejemplaresrecogidos en elCentro deRecuperación deFauna de Martioda(Álava). Por lo queel catálogo herpeto-lógico no se da porconcluido, estando en proceso de actualización.

Esta diversidad de especies viene dada porfactores biogeográficos, la gran heterogeneidadambiental es consecuencia directa de las con-trastadas condiciones climáticas que soporta.La divisoria de aguas cántabro-mediterráneadivide la provincia en dos vertientes. Este rasgofísico, unido a una orografia muy peculiar (ali-neación de las sierras de Este a Oeste), condi-ciona la distribución de anfibios y reptiles alofrecer hábitats muy diferenciados.

Dividida en tres grandes comarcas, la pro-vincia ofrece un marco ideal para el estudio dela segregación espacial de determinadas especiesen función de parámetros de tipo ecológico.

En la comarca mediterránea, localizada alsur de las sierras de Toloño-Cantabria (RiojaAlavesa y pasillo del Ebro), las oscilaciones tér-micas son considerables y la pluviosidad relati-vamente baja, caracteres propios de un climamediterráneo continentalizado. En ella se des-arrollan especies como Timon lepidus, Malpolonmonspessulanus y Rhinechis scalaris. Pelobatescultripes y Tarentola mauritanica se encuentranaquí en el límite de su areal distributivo.

La comarca cantábrica, localizada al nortede la divisoria deaguas, se caracterizapor una baja altitudy por un clima detipo atlántico. Enella encuentran suóptimo herpetoscomo Lacerta schrei-beri y Zamenis lon-gissimus, especiespoco comunes y delas que se dispone deun reducido númerode registros. Si bienen el caso de Z. lon-gissimus todo pareceindicar que sus

poblaciones se extienden hacia el sur colonizan-do el área subcantábrica asociada a sotos fluvia-les (Tejado, 1999).

Por último la comarca subcantábrica abarcala mayor parte de la provincia, sus condicionesclimáticas pueden considerarse intermediasentre las dos anteriores, disminuyendo el nivelpluviométrico a medida que descendemos enlatitud. Rana dalmatina, Chalcides striatus yVipera aspis se encuentran ampliamente distri-buidas en esta zona. De la que no se ausentan

Figura 1. Número de nuevas citas por cuadrícula(UTM 10 x 10 km.).

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 69

especies termófilas como Psammodromus algirusy Timon lepidus, entre los reptiles, y pococomunes como Pelodytes punctatus yDiscoglossus jeanneae entre los anfibios.

Desde una perspectiva biogeográfica, con-fluyen táxones centroeuropeos y euroasiáticos,con especies de repartición circunmediterránea,ibérica y norteafricana. Amplia muestra de her-petos que se ve a su vez enriquecida con la pre-sencia de tres endemismos de origen norocci-dental: Rana iberica, Lacerta schreiberi y Viperaseoanei. Cuenta además con una especie de ori-gen europeo meridional, Rana dalmatina,ampliamente distribuida por el continente perolimitada en el ámbito peninsular a determina-dos enclaves de Álava, Navarra y marginalmen-te el norte de Burgos. En función de los mues-treos llevados a cabo en los últimos años todoparece indicar que las poblaciones de mayorentidad son las establecidas en los robledalesatlánticos del territorio alavés.

Se propone la modificación de la distribu-ción ofrecida en la segunda edición del Atlas yLibro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España(Pleguezuelos et al., 2004) para dos especies Ranatemporaria y Lacerta schreiberi.

Rana temporaria – Rana bermeja.La distribución de este anuro en la provin-

cia de Álava, atendiendo a los datos ofrecidos

en el “Átlas y Libro Rojo de los Anfibios yReptiles de España”, a todas luces está sobreva-lorada. Se propone la eliminación de su presen-cia en las cuadrículas 30T WN02, 20, 24, 30 y40. En ellas no figura Rana temporaria ni en laprimera edición del atlas regional (Bea et al.1985), ni en el análisis de VertebradosContinentales de la C.A.P.V. (Álvarez et al., 1998).Tampoco tenemos constancia de citas fiablesque originen su presencia en estos lugares. Enestas cuadrículas el notable grado de antropoge-neización del medio (núcleos urbanos deMiranda de Ebro y Vitoria-Gasteiz) y las áreasbajas de la Rioja Alavesa junto al Ebro, cubier-tas por viñedos y cultivos mediterráneos, haceninviable el asentamiento de esta especie higrófi-la. Hasta el momento los resultados de nuestrotrabajo de campo refuerzan esta propuesta deeliminación. Todo ello nos hace pensar en unposible error de transcripción de datos.

Lacerta schreiberi – Lagarto verdinegro.Se propone la supresión de la cita corres-

pondiente a la cuadrícula UTM 30T WN24.En la edición del Átlas de los VertebradosContinentales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa(Bea, 1985), hace más de dos décadas, ya era con-siderada dudosa, por antigua e imprecisa (Boscá,1880, en Bea, 1985) y en todos estos años de inten-sas prospecciones no ha podido ser actualizada.

ANFIBIOS:Salamandra salamandra – Salamandra común

30TWN21, Montoria (Álava), 10.04.06, 910 m.30TWN45, Narvaja (Álava), 02.03.08, 860 m.

Mesotriton alpestris – Tritón alpino30TVN75, Lahoz (Álava), 03.06.99, 1070 m.30TVN94, Guinea (Álava), 21.04.02, 1030 m. 30TWN06, Uzkiano (Álava), 26.06.04, 660 m.30TWN43, Onraita (Álava), 01.08.04, 1000 m.

Lissotriton helveticus – Tritón palmeado30TVN97, Ibagüen (Álava), 10.06.07, 290 m.30TWN04, Arbígano (Álava), 14.05.03, 720 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN12, Santurde (Álava), 27.05.01, 540 m.

Triturus marmoratus – Tritón jaspeado30TWN03, Arbígano (Álava), 14.05.03, 730 m.30TWN04, Ormijana (Álava), 12.05.02, 600 m.30TWN12, Villanueva de Tobera (Burgos),

22.07.01, 560 m.30TWN13, Villaluenga (Álava), 09.03.03, 590 m.

Discoglossus jeanneae – Sapillo pintojo meridional30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN22, Taravero (Burgos), 12.07.01, 600 m.30TWN32, Urturi (Álava), 21.06.2000, 780 m.30TWN34, Garaio (Álava), 12.10.96, 560 m.

Pelobates cultripes – Sapo de espuelas30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.

Pelodytes punctatus – Sapillo moteado común30TVN94, Luna (Álava), 21.04.02, 1060 m.30TVN95, Monte de Santiago (Burgos),04.06.06, 825 m.30TWN13, Tuio (Álava), 09.08.03, 590 m.30TWN15, Hueto Arriba (Álava), 02.06.02, 800 m.

Bufo bufo – Sapo común30TWN12, Luiando (Álava), 19.04.07, 270 m.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1970

Epidalea calamita – Sapo corredor30TWN15, Hueto Arriba (Álava), 02.06.02, 800 m.

Hyla arborea – Ranita de San Antonio30TVN96, Menoio (Álava), 10.06.07, 380 m.30TVN97, Ibagüen (Álava), 10.06.07, 270 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN13, Tuio (Álava), 09.08.03, 590 m.

Rana dalmatina – Rana ágil30TVN96, Orduña (Vizcaya), 16.02.07, 280 m.30TWN31, Lagrán (Álava), 01.05.01, 920 m.30TWN45, Ozaeta (Álava), 16.03.08, 590 m.30TWN53, Alda (Álava), 24.07.05, 840 m.

Rana iberica – Rana patilarga30TWN26, Múrua (Álava), 27.05.06, 720 m.

REPTILES:Emys orbicularis – Galápago europeo

30TWN14, Villodas (Álava), 02.07.95, 500 m.30TWN15, Sarria (Álava), primavera 98, 620 m.30TWN24, Vitoria (Álava), 15.07.93, 500 m.

Mauremys leprosa – Galápago leproso30TVN95, Tertanga (Álava), 24.06.07, 320 m.30TVN96, Respaldiza (Álava), 04.04.08, 285 m.30TWN05, Beluntza (Álava), 16.05.04, 590 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN13, Villanueva de Oca (Burgos), 10.07.07, 550 m. 30TWN14, Montevite (Álava), 16.06.02, 670 m.30TWN23, Arrieta (Burgos), 28.04.01, 580 m.30TWN34, Garaio (Álava), 30.08.98, 550 m.

Trachemys scripta – Galápago de Florida30TVN95, Orduña (Vizcaya), 09.04.07, 285 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN13, La Puebla de Arganzón (Burgos),27.05.01, 510 m.30TWN35, Garaio (Álava), 10.07.07, 545 m.30TWN42, Urturi (Álava), 07.08.07, 780 m.

Pseudemys nelsoni – Galápago de Nelson30TWN14, Martioda (Álava), 19.04.08, 505 m.

Testudo hermanni – Tortuga mediterránea30TWN15, Murguía (Álava), 20.05.98, 640 m.

Trionyx sp. – Tortuga de caparazón blando30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.

Anguis fragilis – Lución30TVN97, Ibagüen (Álava), 10.06.07, 290 m.30TWN03, Arbígano (Álava), 14.05.03, 700 m.30TWN33, Ajarte (Burgos), 20.05.01, 800 m.30TWN45, Larrea (Álava), 02.03.08, 580 m. 30TWN55, Zalduondo (Álava), 04.05.08, 680 m.

Chamaeleo chamaeleon – Camaleón común30TWN24, Vitoria (Álava), 26.08.98, 500 m.

Chalcides striatus – Eslizón tridáctilo30TVN96, Maroño (Álava), 22.04.07, 320 m.30TWN06, Lezama (Álava), 2000, 340 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.

Lacerta bilineata - Lagarto verde30TWN55, Zalduondo (Álava), 04.05.08, 680 m.

Timon lepidus – Lagarto ocelado30TVN96, Salmantón (Álava), 27.07.93, 450 m.30TWN04, Ormijana (Álava), 24.03.02, 900 m.30TWN14, Hueto Abajo (Álava), 23.06.07, 600 m.30TWN22, Taravero (Burgos), 28.05.01, 650 m.30TWN32, P.N. Izki, (Álava), primavera 2000, 780 m.30TWN43, P.N. Izki (Álava), primavera 2000, 800 m.

Lacerta schreiberi – Lagarto verdinegro30TWN36, Aramaio (Álava), 30.07.92, 740 m.

Zootoca vivipara – Lagartija de turbera30TWN04, Barrón (Álava), 21.04.02, 1060 m.30TWN21, Montoria (Álava), 10.04.06, 900 m.30TWN22, Taravero (Burgos), 28.05.01, 650 m.

Podarcis hispanica – Lagartija ibérica30TVN96, Maroño (Álava), 22.04.07, 320 m.30TVN97, Ibagüen (Álava), 10.06.07, 290 m.30TWN06, Ziorraga (Álava), 13.07.98, 360 m.30TWN15, Markina (Álava), 27.07.98, 700 m.30TWN23, Treviño (Burgos), 27.05.01, 550 m.30TWN33, Ajarte (Burgos), 20.05.01, 840 m.30TWN53, Contrasta (Álava), 20.07.05, 820 m.

Podarcis muralis – Lagartija roquera30TWN03, Paul (Álava), 14.06.03, 780 m.30TWN04, Escota (Álava), 12.05.02, 800 m.30TWN13, Ollávarre (Álava), 09.03.03, 500 m.30TWN23, Doroño (Burgos), 28.04.01, 820 m.

Psammodromus algirus – Lagartija colilarga30TVN84, Ribera (Álava), 26.05.95, 800 m.30TWN04, Ormijana (Álava), 24.03.02, 780 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN14, Trespuentes (Álava), 19.05.02, 500 m.30TWN32, P.N. Izki (Álava), primavera 2000, 783 m.30TWN42, Kintana (Álava), 31.08.2000, 785 m.30TWN43, P.N.Izki (Álava), primavera 2000, 780 m.

Hierophis viridiflavus – Culebra verdiamarilla30TWN55, Arantzazu (Guipúzcoa), Julio 1980 – 82.

Coronella austriaca – Culebra lisa europea30TVN85, Barriga (Burgos), 11.06.06, 850 m.30TVN95, Llorengoz de Losa (Burgos), 21.05.06, 860 m.30TVN96, Menoio (Álava), 10.06.07, 485 m.30TWN05, Ondona (Álava), 13.06.04, 780 m.30TWN14, Villodas (Álava), 19.05.02, 620 m.30TWN24, Lasarte (Álava), 23.09.92, 580 m.30TWN26, Múrua (Álava), primavera 98, 700 m.30TWN45, Ozaeta (Álava), 16.03.08, 690 m.

Coronella girondica – Culebra lisa meridional30TWN03, Arbígano (Álava), 14.05.03, 670 m.30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.30TWN22, San Martín del Zar (Burgos), 13.07.01, 680 m. 30TWN32, Laño (Burgos), 01.05.01, 670 m.30TWN33, Oquina (Álava), 10.04.06, 800 m.30TWN34, Argómaniz (Álava), 13.04.08, 570 m.

Zamenis longissimus – Culebra de Esculapio30TWN06, Ziorraga (Álava), 08.05.08, 300 m.

Rhinechis scalaris – Culebra de escalera30TWN42, Antoñana (Álava), 09.05.2000, 700 m.

Malpolon monspessulanus – Culebra bastarda30TWN03, Paul (Álava), 1997, 700 m.30TWN30, Elciego (Álava), 1996, 490 m.30TWN42, Korres (Álava), 2000, 780 m.

Natrix maura – Culebra viperina30TVN96, Maroño (Álava), 22.04.07, 320 m.30TWN23, San Vicentejo (Burgos), 01.07.01, 700 m.30TWN43, Laminoria (Álava), 12.06.05, 720 m.30TWN55, Zalduondo (Álava), 04.05.08, 680 m.

Natrix natrix – Culebra de collar30TWN06, Ziorraga (Álava), primavera 98, 400 m.30TWN22, Moraza (Burgos), 27.05.01, 620 m.30TWN23, San Vicentejo (Burgos), 27.05.01, 700 m.30TWN53, Contrasta (Álava), 20.07.05, 1030 m.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 71

Vipera aspis – Víbora áspid30TWN11, Labastida (Álava), primavera 2003, 440 m.

Vipera seoanei – Víbora de Seoane30TWN33, Ullíbarri de los Olleros (Álava),09.07.95, 640 m. 30TWN45, Larrea (Álava), 02.03.08, 575 m.

AGRADECIMIENTOS: A R. Alcácer, A. J. Aguilar, D.Donaire, A. Gosá, P. Lasarte, A. Onrubia, M. Sáenzde Buruaga, J. Riofrío y J. Villasante, que compar-

tieron con nosotros sus citas, y complementaron lainformación obtenida en nuestras prospecciones her-petológicas por Álava y zonas limítrofes. Al Centrode Recuperación de Fauna de Martioda. A J.Carreras, del Servicio de Medio Ambiente yBiodiversidad de la Diputación Foral de Álava, quegestionó los permisos necesarios para llevar a cabolos muestreos de campo.

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Durante la consulta del material herpetológicodepositado en las colecciones de historia natural delCentro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros

(CIEC), Cayo Coco (Archipiélago de Sabana-Camagüey, provincia Ciego de Ávila, Cuba) hemosencontrados dos especímenes (macho CIEC 151,

Nueva localidad de Arrhyton vittatum (Gundlach & Peters, 1862)(Colubridae: Xenodontinae) en Ciego de Ávila, Cuba

Michel Domínguez1,2 & Alain Parada3

1 División de Colecciones Zoológicas y Sistemática. Instituto de Ecología y Sistemática (IES). AP 8029. Carretera de Varona, Km 3’5.Capdevila. Boyeros. 10800 Ciudad de La Habana. Cuba.

2 Dirección actual: Cl. Capitán Rueda, 48, 1º. 03009 Alicante. España. C.e.: [email protected] Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros. Cayo Coco. Morón. 69400 Ciego de Ávila. Cuba.

Fecha de aceptación: 27 de julio de 2008.Key words: Arrhyton vittatum, geographic distribution, Cuba.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1972

hembra CIEC 152) de Arrhyton vittatum(Gundlach & Peters, 1862) que constituyen elsegundo registro para la provincia. Éstos fueronrecolectados por Odey Martínez (antiguo investiga-dor de la ENPFF de Loma de Cunagua) en los jar-dines de su casa (22º05'41''N / 78º38'05''W,18 msnm), ubicada en el pueblo de Morón, alnorte de la provincia de Ciego de Ávila.

A. vittatum es una especie pequeña (longitudhocico cloaca máxima 207 mm), nocturna y conhábitos excavadores que la hace difícil de ver(Domínguez & Moreno, 2003). Por eso, cualquier nuevodato relacionado con su distribución e historia natu-ral son de suma importancia. Este es el primer regis-tro para el norte de la provincia de Ciego de Ávila, yespecíficamente para el pueblo de Morón. El primerregistro para la provincia es antiguo y data de hace27 años por Schwartz & Garrido (1981) en las inme-diaciones de San Felipe (22º02'00''N /78º40',00''W), localidad de la región centro-occi-dental de la provincia de Ciego de Ávila. Además, lalocalidad de San Felipe es limítrofe con la provinciade Sancti Spíritus, específicamente con ArroyoBlanco (22º02'53''N / 79º05'15''W), donde laespecie también fue registrada por dichos autores.Ambas localidades están muy lejos, medido en línearecta, de Morón (42 y 48 km, respectivamente).

Aunque A. vittatum es una especie que se consi-dera ampliamente distribuida en la Isla de Cuba y dela Juventud (sin registros para la costa sur de las pro-vincias orientales), ha sido poco recolectada en lasprovincias centrales de Cuba (Barbour, 1910; Barbour &Ramsden, 1919; Schwartz, 1965; Schwartz & Garrido, op. cit.,Schwartz & Henderson, 1991, Amaro, 2005): Villa Clara(Parque Zoológico de Santa Clara; Sagua la Grande;Sitiecito), Cienfuegos (ciudad de Cienfuegos;

Harvard Botanical Experimental Station; Soledad),Sancti Spíritus (Arroyo Blanco; Sierra deJatibonico), Ciego de Ávila (San Felipe), yCamagüey (Loma de San Martín, Sierra de Najasa;Camino de Santa Gertrudis, Sierra del Chorrillo;Lugareño, Minas; Martí). Con este nuevo registrocorroboramos que A. vittatum vive en la provinciade Ciego de Ávila y se amplía su distribución geo-gráfica hacia el norte de ésta.

El tamaño y el conteo de escamas de ambosejemplares se ajustan a los rangos descritos para laespecie: 174 a 195 mm de longitud hocico-cloaca;78 (incompleta) a 89 mm de longitud de cola; esca-mas dorsales lisas con 17-17-17 hileras de escamasa nivel del cuello, medio cuerpo e inmediatamenteantes de la apertura cloacal, respectivamente; 120 a123 escamas ventrales y + 60 a 71 escamas cauda-les. El patrón dorsal del cuerpo del ejemplar CIEC152 presenta las características típicas de la especie,sin embargo el del CIEC 151 difiere en cuanto aque las tres líneas longitudinales pardo-oscuras sonde igual intensidad de color y ancho similar. Lalínea mediodorsal cubre completamente la hilera deescamas mediodorsal y la mitad de la primera hile-ra de escamas dorsales. Mientras las líneas lateralescubren la cuarta parte, totalidad y mitad de la cuar-ta, quinta y sexta hileras de escamas dorsales, res-pectivamente. Aunque, considerando que esa varia-ción en el patrón de líneas dorsales es un carácterdiagnóstico dentro de las especies del género(Schwartz & Garrido, op. cit.), consideramos su estadotaxonómico como A. vittatum hasta que nuevasrecolectas permitan nuevos análisis.

AGRADECIMIENTOS: A S. Amaro (Instituto Ecología ySistemática, Cuba) por sus sugerencias al manuscrito.

REFERENCIAS

Amaro, S. 2005. Compilación y actualización de la informaciónsobre las serpientes del género Arrhyton Günther, 1858(Serpentes: Colubridae), con observaciones preliminares sobreel mantenimiento en cautividad de una de las especies cuba-nas. Tesis de Diploma. Facultad de Biología. Universidadde La Habana. La Habana.

Barbour, T. 1910. A note regarding the green anolis from the nor-

thern Bahamas. Proccedings of the Bioogical Society ofWashington, 23: 99-100.

Barbour, T. & Ramsden , C. 1919. The herpetology ofCuba. Memoirs of the Museum Comparative of Zoology,47: 71-213.

Domínguez, M. & Moreno, L.V. 2003. Serpientes del suelo. 98-109. In: Rodríguez Schettino, L. (ed.), Anfibios y reptiles de

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 73

Cuba. UPC Print. Vaasa. Finlandia.Schwartz, A. 1965. A review of the colubrid snake genus Arrhyton

with a description of a new subspecies from southernOriente province, Cuba. Proceedings of the Biological ofSociety of Washington, 78: 99-114.

Schwartz, A. & Garrido, O.H. 1981. A review of the

Cuban members of the genus Arrhyton (Reptilia,Serpentes, Colubridae). Annals of Carnegie Museum,50: 207-230.

Schwartz, A. & Henderson, R.W. 1991. Amphibians and reptilesof the West Indies. descriptions, distributions, and natural his-tory. University of Florida Press. Gainesville.

Los Picos de Europa, y sobre todo la zonaintegrada en el Parque Nacional del mismonombre, constituyen un área de máximaimportancia herpetológica a nivel nacional(Álvarez et al., 1998; Mateo, 2002). A pesar de sugrado de protección y sus valores naturalesllama la atención el escaso conocimiento queactualmente se posee de su herpetofauna,existiendo lagunas de distribución para lamayoría de las especies (Pleguezuelos et al.2002), atribuible a una falta de prospección.Actualmente se está solventando esta situa-ción con estudios promovidos por el Parque

Nacional de Picos de Europa y realizados porla Asociación Herpetológica Española (Diego-Rasilla et al., 2007).

En este trabajo se aportan localidades deanfibios y reptiles inéditas, tanto del espacioprotegido como de su entorno sobre todo, enlas tres comunidades autónomas que este abar-ca (Asturias, Cantabria y Castilla y León). Lasobservaciones han sido recogidas entre los años2002 y 2008. Se enumeran del siguiente modo:especie, cuadrícula UTM 10x10 km, fecha,(UTM 1x1 entre paréntesis), altitud (msnm),término municipal y localidad.

Nuevos datos de distribución de anfibios y reptilesen los Picos de Europa y su entorno

Luis García-Cardenete

Cl. Carrera de S. Agustín, 24, 2º A. 18300 Loja (Granada). España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 21 de agosto de 2008Key words: distribution, amphibians, reptiles, Picos de Europa, Spain.

ANFIBIOS:Salamandra salamandra

30TUP70. 29/08/05 (30TUP7002) 110 m. Ribadedeva.Boquerizo. Ctra. AS-343, km 9. Un ej. adulto atropellado.

Chioglossa lusitanica30TUN49. 14/08/08 (30TUN4996) 298 m.Cabrales. Inguanzo. Rº. Calabres. Un ej. juvenil. Estacuadrícula UTM de 10x10 era ya conocida, pero nola localidad ni se ha observado en fechas recientes(BASE DE DATOS AHE, inédito).30TUN69. 12/08/08 (30TUN6693) 131 m.Peñamellera Baja. Ctra. a San Esteban/Cuñaba. Canalde Ciercos. Cinco larvas y un ejemplar adulto, enaproximadamente 20 m de cauce prospectado. Seobservaron junto a larvas de Alytes obstetricans, yabundantes gamáridos.30TUN79. 26/07/02 y 29/08/05 (30TUN7199). 30 m.Peñamellera Baja. Siejo. Molinu de Siejo. En cada fechasólo se halló un único ejemplar, ambos larvas de tamaño

medio. Existen antiguas observaciones en la zona, datadasde agosto de 1980 (Hartasánchez et al., 1981). Esta constitu-ye la localidad más oriental para la especie (Vences, 2002).De estas localidades es destacable el carácter básico, tantodel roquedo como del agua de los regatos en que se halla-ban. Asimismo, existen numerosos cauces próximos aestos tres puntos susceptibles de albergar a la especie.

Lissotriton boscai30TUN38. 14/08/08 (30TUN3389). Amieva.Abrevadero en Cueto Angón. Tres ej. adultos en fase acuá-tica. Esta cuadrícula UTM de 10x10 no es inédita pero esreseñable dada la relativa escasez de la especie en la zona.

Bufo bufo30TUN28. 25/08/05 (30TUN2385). 450 m. Ponga.Valle Ardosil. Cadenaba. Ctra. AS-261, km 15. Un ej.adulto atropellado.30TUN29. 29/03/02 (30TUN2792; 30TUN2793;30TUN2892). 200-500 m. Amieva. Ctra. Prescendi aSames y Carbes. Cinco ej. adultos atropellados. 30/03/02

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1974

(30TUN2693; 30TUN2694; 30TUN2695;30TUN2699; 30TUN2796; 30TUN2797). 90-200m. Amieva/Cangas de Onís. Ctra. C-367 (Prescendi-Cangas de Onís); km 136 a 146. Aproximadamente unaveintena de ejemplares, de diferentes edades y tamaños, lamayoría atropellados.30TUN78. 26/07/02 (30TUN7085). 200 m.Camaleño. Desfiladero de la Hermida. N-621, km418. Cruce a Lebeña. Un ej. adulto atropellado.29/08/05 (30TUN7084). 230 m. Camaleño.Desfiladero de la Hermida. Ctra. N-621, km 155.Villosco. Un adulto atropellado.29/08/05 (30TUN7086). 95 m. Camaleño.Desfiladero de la Hermida. Ctra. N-621, km 157,3.Al NW de Lebeña. Un adulto atropellado.30TUN79. 31/03/02 (30TUN7398; 30TUN7498;30TUN7499; 30TUN7599). 60 m. PeñamelleraBaja. Valle del Deva. Ctra. N-621, kms 175-180; ElMazo; Buelles. Cinco adultos, dos de ellos atropellados.29/08/05 (30TUN7199). 30 m. Peñamellera Baja.Siejo. Molinu de Siejo. Un ej. adulto atropellado.

Rana temporaria30TUN29. 29/03/02 (30TUN2792). 390 m. Amieva.Ctra. Prescendi a Sames y Carbes. Un ej. adulto.

Rana perezi30TUN79. 26/07/02 (30TUN7199). 30 m.Peñamellera Baja. Siejo. Molinu de Siejo. Un ej. adul-to en un arroyo encauzado de hormigón.

REPTILES:Lacerta bilineata

30TUN37. 23/07/02 (30TUN3379). 850 m. Osejade Sajambre. Ctra. Oseja-Soto de Sajambre. Un ej.adulto atropellado.

Lacerta lepida30TUN35. 29/08/05. Boca de Huérgano. Ctra. N-621,km 99, ribera N del embalse de Riaño. Un ej. adulto.30TUN48. 15/07/99 (30TUN4581). 670 m.Posada de Valdeón. Ctra. Posada de Valdeón-Caín,km 3. Un ej. adulto.

Podarcis muralis30TUN46. 29/08/05 (30TUN4866). 1250 m.Boca de Huérgano. Ctra. N-621, p.k. 109. Rº.Salceda. Un ej. adulto.

Psammodromus algirus30TUN68. 28/08/05 (30TUN6883). 400 m.Camaleño. Ctra. CA-884, km 3, junto rº. de la Sorda.Un ej. adulto soleándose.

Coronella austriaca30TUN38. 15/08/08 (30TUN3480). 880 m.Oseja de Sajambre. Ctra. Oseja-Soto de Sajambre.Un ej. adulto atropellado.

Coronella girondica30TUP70. 29/08/05 (30TUP7603). 10 m.Ribadedeva. El Bustio. Ctra. AS-344, km 0,4, cruce aVilde. Un ej. adulto atropellado.

Zamenis longissimus30TUN78. 29/08/05 (30TUN7086). 170 m.Camaleño. Desfiladero de la Hermida. Ctra. N-621,km 157. Un ej. subadulto atropellado.12/08/08. (30TUN7187). 171 m. Camaleño.

Desfiladero de la Hermida. N-621, km 158. Un ej.subadulto atropellado.Ambos registros son, junto a otra observación de26/07/02 en 30SUN69 (García-Cardenete, 2005 y referen-cias allí indicadas), los más recientes de esta población aisla-da en el valle del Deva. Amplían y actualizan en ciertamedida la distribución actual conocida de la especie(Santos et al., 2002b). En tres temporadas diferentes, y contres años entre ellas, en cada una de las visitas a la zona hasido hallado un ejemplar. Por ello es probable que no seatan escasa, hecho que sería interesante constatar.

Natrix maura30TUN45. 29/08/05. Boca de Huérgano. N-621, km 102.1 km al N del núcleo urbano. Un ej. adulto atropellado.30TUN46 y 30TUN47. 26/08/05 (30TUN4869;30TUN4870). 1290 m. Boca de Huérgano. Ctra. LE-243, km 4. Rº. Yuso. Un ej. adulto atropellado, aún vivo.30TUN48. 19/07/02 (30TUN4584). 520 m.Posada de Valdeón. Rº. Cares. Ctra. Posada-Caín,p.k. 7. Un ej. juvenil atropellado.30TUN56. 26/08/05 (30TUN5168). 1270 m. Bocade Huérgano. Portilla de la Reina. Ctra. N-621, km113. Ayo. del Naranco. Un ej. adulto.30TUN57. 27/08/05 (30TUN5874). 700 m.Camaleño. Ctra. CA-185, km 15. Mte. Oscuro.Un ej. adulto atropellado.30TUN69. 29/08/05 (30TUN6893). 95 m.Peñamellera Baja. Desfiladero de la Hermida. Ctra. N-621, p.k. 169. Cerca de Rumenes. Tres ej. adultos atro-pellados. 29/08/05 (30TUN6996). 40 m. PeñamelleraBaja. Desfiladero de la Hermida. N-621, km 173. AlW del pº. Cavandi. Un ej. adulto atropellado.30TUN78. 29/08/05 (30TUN7086). 95 m.Camaleño. Desfiladero de la Hermida. Ctra. N-621,km 157. Un ej. adulto atropellado.

Natrix natrix30TUN23. 29/08/05 (30TUN2537). 930 m.Vidanes. Travesía ctra. N-625, km 57, entrada N anúcleo urbano. Un ej. adulto atropellado.30TUN29. 25/08/05 (30TUN2593). 130 m.Amieva. Rº. Ponga. Porcia. Ctra. AS-261, km 0,5aprox. Un ej. subadulto atropellado.30TUN39. 20/07/02 (30TUN3189). 450 m.Amieva. Ctra. a Amieva, p.k. 2, a la altura del rº.Pandiello. Un ej. adulto atropellado.30TUN58. 16/07/02 (30TUN5188). 700 m.Cabrales. Bulnes de Abajo. Acceso al funicular, enconstrucción. Un ej. adulto, melánico en su totalidadexcepto en ciertas escamas de la cabeza y en la zona delcollar, que presentaban una coloración verde clara, yen ningún caso blanco.30TUN69. 29/08/05 (30TUN6893). 95 m.Peñamellera Baja. Desfiladero de la Hermida. Ctra.N-621, p.k. 169. Cerca de Rumenes. Un ej. juvenilatropellado.30TUP70. 29/08/05 (30TUP7503). 20 m.Ribadedeva. Colombres. Ctra. AS-344, km 2. Un ej.adulto atropellado.

AGRADECIMIENTOS. El autor quiere agradecer la ayudaprestada por J. M. Pérez de Ana y E. Ayllón.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 75

REFERENCIAS

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Arntzen, J. W. 1984. On the biology of Chioglossa lusitanica,the Golden striped salamander. Biological Conservation,28: 89-92.

Diego-Rasilla, F. J., Ayllón, E, Hernández-Sastre, P. L. &Rodríguez-García, L. 2007. Plan de seguimiento de los rep-tiles del Parque Nacional de los Picos de Europa. ParqueNacional de los Picos de Europa-AsociaciónHerpetológica Española, 101 pp.

García-Cardenete, L. 2005. Culebra de esculapio, Zamenis longis-simus en los Picos de Europa (Asturias). Nueva cita en sulímite suroccidental de distribución. Boletín de la AsociaciónHerpetológica Española, 16 (1-2): 2-3.

Hartasánchez, R., Hartasánchez, A., Menéndez, I., Muñiz, C.,Noriega, J. I. & Rodríguez, G. 1981. Datos para la distribu-ción de Chioglossa lusitanica Bocage, 1864 (Urodela,Salamandridae) en la Península Ibérica. Boletín de Ciencias dela Naturaleza I.D.E.A., 27: 187-192.

Mateo, J. A. 2002. Áreas importantes para la herpetofauna española.485-500. In: Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España

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Santos, X., Llorente, G. A., Montori, A. & Carretero, M. A.2002a. Natrix maura. 290-292. In: Atlas y Libro Rojo de losAnfibios y Reptiles de España (Pleguezuelos, J. M., R.Márquez, M. Lizana, eds.). Dirección General deConservación de la Naturaleza-Asociación HerpetológicaEspañola (2º impresión), Madrid.

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En los límites de su distribución: anfibios y reptiles paleárticosen el noroeste de Túnez

José C. Brito1, Mónica Feriche2, Tony Herrera3, Antigoni Kaliontzopoulou1, 4, Fernando Martínez-Freiría5, David Nesbitt2, Daniel Omolo1, 6, Diego Ontiveros2, Lola Quiñoz2, Juan M. Pleguezuelos2,

Xavier Santos4 & Neftalí Sillero7

1 Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos (CIBIO). Instituto de Ciências Agrárias de Vairão. R. Padre ArmandoQuintas. 4485-661 Vairão. Portugal. C.e.: [email protected]

2 Departamento de Biología Animal. Facultad de Biología. Universidad de Granada. 18071 Granada. España.3 MEDIODES. Consultoría Ambiental y Paisajismo S.L. Bulevar Louis Pasteur, 1, Blq. 2, 1º-1ª. 29010 Málaga. España.4 Departamento de Biologia Animal (Vertebrats). Universitat de Barcelona. Avgda. Diagonal, 645. 08028 Barcelona. España.5 Departamento de Biología Animal, Parasitología, Ecología, Edafología y Química Agrícola. Facultad de Biología. Universidad de Salamanca.

37007 Salamanca. España.6 ITC, International Institute for Geo-information Science and Earth Observation. Enschede. The Netherlands.7 Centro de Investigação em Ciências Geo-Espaciais (CICGE). Departamento de Matemática Aplicada. Universidad de Porto. Rua do

Campo Alegre, 687. 4169-007 Porto. Portugal.

Fecha de aceptación: 1 de septiembre de 2008.Key words: amphibians, Mediterranean basin, reptiles, Tunis.

IN MEMORIAM

Esta nota está dedicada a la memoria de Daniel Omolo (1976-2008). Dan era un joveninvestigador que empezaba su tesis doctoral en evolución molecular de víboras. Durante lacampaña de Túnez origen de este artículo comprobamos el entusiasmo, dedicación y granhumanidad de Dan. Su temprana muerte nos deja muy tristes. Echaremos de menos su sin-cera amistad. Safari njema, Dan!

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1976

La Cuenca Mediterránea es una extensaregión situada entre los 30º y 45º de latitudnorte, que incluye el sur de Europa y el norte deÁfrica, así como un elevado número de grandesislas y archipiélagos. Presenta un clima de transi-ción entre el húmedo del centro de Europa y elseco de los desiertos subtropicales, caracterizadopor una estación cálida y seca en verano y otrahúmeda y fresca en invierno. Sin embargo existeuna elevada diversidad de subclimas, con unatendencia latitudinal al aumento de temperatu-ras y reducción de la pluviosidad hacia el sur. Lavegetación es básicamente xerófila, caracterizadapor bosques y maquias esclerófilos.

La extensión de los ecosistemas medite-rráneos es extremadamente variable dentrode esta cuenca, siendo la Península Ibérica yel Magreb las zonas con las mayores superfi-cies continuas de ellos. A lo largo de la fran-ja del noroeste de África, los ecosistemasmediterráneos están limitados por la abrup-

ta transición hacia ambientes subdesérticos ydesérticos, y generalmente asociados conrelieves montañosos, entre los cuales desta-can el Rif y Atlas Medio en Marruecos, elAtlas Teliano en Argelia y el extremo orien-tal del Atlas Sahariano en Túnez. A partir deTúnez y hasta Egipto, la franja costera africa-na presenta relieves muy suaves, de modoque los ambientes subdesérticos llegan hastala misma línea de costa.

Figura 1: Localidades prospectadas en el Noroeste de Túnez. Los códigos numéricos corresponden a las localidades especificadas en el Anexo 1.

Foto

Ton

y H

erre

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Figura 2. Alcornocal en la zona de estudio.

Tony

Her

rera

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 77

La Cuenca Mediterránea es una de las regio-nes del planeta con mayor biodiversidad (Myerset al., 2000), en la que destaca el elevado nivel deendemicidad de algunos grupos taxonómicos.Por ejemplo, se han citado 355 especies de rep-tiles y 107 de anfibios, de las cuales son endé-micas 170 (48%) y 68 (64%) respectivamente(Cox et al., 2006). En el Mediterráneo Occidentalnumerosas especies de anfibios y reptiles paleár-ticos presentan una distribución en forma deun amplio arco que se extiende desde Franciahasta Túnez. El límite septentrional de estasespecies no es muy definido: algunas prolongansu distribución por amplias zonas de este arco

(p.e. Bufo bufo y Natrix natrix) mientras queotras solamente alcanzan una estrecha franja delsur de Francia allende los Pirineos (p.e.Coronella girondica). Por el contrario, el límitemeridional es común a muchas de estas especiesdebido al abrupto cambio climático antes men-cionado, especialmente el límite sudorientalque corresponde al norte de Túnez. Aunqueexiste información puntual de la herpetofaunatunecina gracias a los estudios de herpetólogosfranceses y tunecinos (Domergue, 1959a,b,c;Chpakowsky & Chnéour, 1953; Blanc, 1979, 1980;Nouira, 2001), el norte de Túnez no se ha benefi-ciado del mismo interés herpetológico que otras

LÍMITE

ESPECIES DISTRIBUCIÓN SUDORIENTAL CÓDIGOS DE LOCALIDADES

Discoglossus pictus MA ZE 7, 17,35Bufo bufo PA ZE 5Bufo mauritanicus MA TU 4, 5, 12, 16, 20, 36Bufo viridis PA - 12Pelophylax saharicus ME y NA - 10, 11, 12, 17, 18, 20, 28, 33Testudo graeca ME CY 27Mauremys leprosa MOC TU 18Tarentola mauritanica ME - 3, 17, 18, 20, 23, 24, 27, 28, 32Hemidactylus turcicus ME y SI - 20, 36Acanthodactylus blanci ???? 8,27Timon pater MA ZE 1, 3, 7, 18, 20, 24, 27, 33Podarcis hispanica MOC ZE 2, 3, 4, 5, 8, 9, 12, 13, 16,

17, 18, 19, 20, 33, 34Psammodromus algirus MOC TU 3, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 12,

17, 18, 20, 24, 33, 34, 36Chalcides ocellatus MA TU 8, 11, 17, 24, 34Trogonophis wiegmanni MA ZE 27, 29Hemorrhois hippocrepis MOC TU 13, 26, 31, 36, 37Coronella girondica MOC ZE 15, 33Macroprotodon mauritanicus MA TU 4, 11, 12, 17, 24, 33Natrix maura MOC OLI 18Natrix natrix PA ZE 6, 14, 22Malpolon insignitus MOR - 8, 9, 17, 21, 25, 30

TABLA 1. Listado de especies observadas en mayo de 2008 en el noroeste de Túnez, y detalles sobrelas localidades (ver códigos en Figura 1 y Anexo 1) y su distribución según Schleich et al. (1996).Distribución: Magrebiana (MA), Mediterránea (ME), Mediterránea Occidental (MOC),Mediterránea Oriental (MOR), Norte de África (NA), Paleártica (PA), Sindiana (SI). Límite sud-oriental: Cyrenaica (CY), Túnez (TU), Zona de Estudio (ZE), Oeste de Libia (OLI).

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1978

zonas del Magreb como Marruecos. Además,gran parte de la investigación herpetológica enTúnez se ha realizado en la región meridionaldel país (Domergue, 1953; Blanc & Ineich, 1985;Blanc, 1986; Blanc & Cariou, 1987; Nouira & Blanc,1986, 1993). Por esta razón, la información her-petológica actualizada de la franja mediterráneadel noroeste de Túnez es de gran interés.

Durante los días 16 a 23 de mayo de 2008se realizó una expedición herpetológica al nor-oeste de Túnez, en la que se visitaron los maci-zos montañosos de Ain Draham y del ParqueNacional de El Feidja, y la zona costera de CapNegro (Figura 1). Los dos primeros conformanun sistema de sierras de moderada altitud(1014 y 1203 m respectivamente), con vegeta-ción caracterizada por grandes extensiones dealcornocales en las zonas más soleadas (Figura 2),y robledales en las zonas más umbrías y húme-das, con bosques de galería bien conservados enlos abundantes ríos y arroyos de la zona. Enocasiones el alcornocal ha sido sustituido porplantaciones de pinos. En los valles domina laactividad agrícola y ganadera. En Cap Negro,los relieves son más suaves (474 msnm) y aun-que el alcornocal es el bosque más extendido,también existen pinares de repoblación y mato-rral en zonas degradadas. La climatología de lazona es típicamente mediterránea, con invier-nos templados y lluviosos (temperatura mínimadel mes más frío de 0º C en El Feidja y 7º C enCap Negro) y veranos cálidos (temperaturamáxima del mes más cálido de 30º C en ElFeidja y 35º C en Cap Negro). La precipitaciónmedia anual es de 800 mm en Cap Negro y1300 mm en Ain Draham. Son escasos los aflo-ramientos rocosos en toda la zona, incluso enlas cumbres más altas.

Las condiciones ambientales y el buen esta-do de conservación de los bosques han permiti-do el mantenimiento de una notable comuni-dad herpetológica mediterránea. En total sehallaron cinco especies de anfibios (todos anu-

ros) y 15 de reptiles (dos quelonios, un anfisbé-nido, seis saurios y seis ofidios). El rasgo másinteresante de esta comunidad radica en la esca-sez de especies etiópicas, y en la abundancia deespecies que muestran vicarianza con otras delsuroeste de Europa, por procesos de especiaciónoriginados en la complicada paleogeografía dela región durante el Terciario, y en la formaciónde Estrecho de Gibraltar. En el caso de las espe-cies Mediterráneas, muchas de ellas presentansu límite de distribución sudoriental en Túnez(seis especies, 30%) o incluso en la zona deestudio (siete especies, 35%, Tabla 1).

A continuación se detallan datos sobreabundancia y biotopos de algunas de estas espe-cies. La localización concreta de cada cita sepuede consultar en el Anexo 1.

ANFIBIOSBufo bufo: Tiene una distribución mundial muyamplia, desde Escandinavia (llegando incluso alCirculo Polar) hasta el norte de África, y desde elAtlántico hasta Mongolia (Borkin & Veith, 1997).La subespecie presente en el norte de África esB. b spinosus Daudin, 1803, con una distribu-ción relicta dividida en dos núcleos aislados: unoen Marruecos (Rif, Atlas Medio y Alto Atlas), yotro muy fragmentado en la costa mediterráneaargelina y tunecina (Bons & Geniez, 1996; Schleich etal., 1996). En Túnez tan solo es conocido en elárea de estudio, específicamente en la región deAin Draham (Schleich et al., 1996). Es una especietípica de bosques caducifolios, preferentementeen zonas húmedas próximas a cursos de aguapermanentes. En el norte de África, estos hábi-tats sólo están presentes en las zonas montañosas.Sólo ha sido localizado en Ain Draham (cerca delcomplejo deportivo a una altitud de 700 m)prueba de su extremada escasez.Discoglossus pictus: Este anuro es un endemis-mo del Magreb presente desde el extremooriental de Marruecos hasta el nordeste deTúnez. En Argelia y Túnez es conocida la

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subespecie D. p. pictus que ocupa todo tipo dezonas húmedas, desde riberas hasta pequeñoscanales de irrigación (Schleich et al., 1996). Estesapillo es considerado Vulnerable en Túnezdonde presenta una regresión notable (Nouira,2001). Las tres observaciones con un solo indi-viduo en cada caso fueron recogidas en bosqueshúmedos de Quercus suber y Q. faginea, en loca-lidades relativamente bien conservadas (cercade Cap Negro y al este de Ain Draham).

REPTILESTrogonophis wiegmanni: La subespecie T. w.wiegmanni es conocida desde MarruecosOriental hasta el límite occidental de las mon-tañas de Teboursouk en Túnez occidental, ocu-pando diversos hábitats tanto con suelos húme-dos como secos (Schleich et al., 1996). Las dosobservaciones expanden hacia el norte el áreade distribución conocida en Túnez. Este anfis-bénido fue hallado en las ruinas de dos antiguasciudades romanas (Bulla Regia y Dougga) enzonas relativamente termófilas.Podarcis hispanica: El género Podarcis seextiende por la cuenca Mediterránea desdePortugal al mar Negro, y desde el norte deFrancia al límite norte del Sahara. En particu-lar P. hispanica* (sensu Harris & Sá-Sousa, 2002)está distribuida en el Norte de África porMarruecos, Argelia y Túnez, siendo los mon-tes Atlas su límite sur (Kaliontzopoulou et al.,2008). El norte de Túnez es el límite orientalde la distribución en el Norte de África, pro-bablemente por la aridez que caracteriza elresto del país. La distribución es relativamen-te continua en el norte de Marruecos, Argeliay Túnez, aunque bastante fragmentada haciael sur, con poblaciones aisladas, que puedenser localmente muy abundantes. En Túnezestá presente en toda la parte noroeste del país(véanse más detalles en Blanc, 1977). Fue observadaen el Parque Nacional de Feidja y área de AinDraham (muy abundante en ambas localida-

des), en Cap Negro, y Le Kef, punto situadomás al sur para la especie en este país, dondesobrevive en su kasbah (alcazaba) con densi-dades muy bajas. Ocupa zonas rocosas enhábitats muy variados, normalmente boscososcon una buena cobertura de rocas (encinares,alcornocales, castañares), y ambientes huma-nizados (muros, ruinas, edificios). En los bos-ques, esta lagartija usa los árboles como prin-cipales áreas vitales (Kaliontzopoulou, datos nopublicados). Timon pater (Figura 3): La subespecie T. p.pater está presente desde Marruecos Orientalhasta las montañas de Krumiria y la costa nortede Túnez occidental ocupando hábitats muyvariados pero casi siempre en mediosMediterráneos húmedos (Blanc, 1979; Schleich etal., 1996). Este lagarto africano fue hallado enocho localidades, desde Cap Negro hasta losbosques húmedos del Parque Nacional de ElFeidja, siempre en hábitats relativamente fres-cos en los que resulta abundante.Coronella girondica: La culebra lisa meri-dional ocupa el suroeste de Europa, algu-nas islas mediterráneas, y el noroeste de

África. Aunque se desconoce con precisiónsu distribución en Túnez y Argelia (Schleichet al., 1996), probablemente sigue un patrónparecido al de Marruecos, con una distri-

Figura 3: Ejemplar adulto de Timon pater en la zona deestudio.

Foto

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bución discontinua restringida a zonasmontañosas (Bons & Geniez, 1996; Fahd &Pleguezuelos, 2001). Solamente ha sido obser-vada en hábitats forestales de dos localida-des. Este resultado coincide con lo expresa-do en Cox et al. (2006) donde se indica quesu presencia se reduce a los alrededores deAin Draham. Su escasez contrasta con lamayor abundancia relativa deMacroprotodon mauritanicus, especie detamaño y hábitos tróficos parecidos. Losdos ejemplares encontrados corresponderí-an al taxón descrito como Coronella ama-liae (Boettger, 1881) a partir de ejemplares deArgelia, aunque estudios morfológicos pos-teriores (Domergue, 1962; Santos & Pleguezuelos,2003) han descartado su validez.Natrix natrix (Figura 4): especie de extensadistribución que cubre gran parte deEuropa, Asia, y regiones mediterráneas delNoroeste de África. Su límite septentrionalcorresponde a regiones cerca del círculopolar ártico, mientras que en el borde meri-dional presenta poblaciones aisladas limita-das por la aridez del medio. En la zona deestudio se han observado tres ejemplares,dos de ellos atropellados en carreteras. Enlos tres casos las observaciones fueron reali-zadas fuera del agua, aunque cerca de arro-yos con bosque de ribera bien conservado, y

alcornocales o robledales en los alrededores.Estas citas corresponden a un patrón ecoló-gico que se repite en otras áreas mediterrá-neas de su distribución como la PenínsulaIbérica (Santos et al., 2002). Vipera latastei: especie ampliamente distri-buida por la Península Ibérica y en Áfricareducida a pocas localidades a lo largo deuna franja montañosa septentrional, desdeel Estrecho de Gibraltar hasta el noroestede Túnez (Schleich et al., 1996; Brito, 2004). Enlos últimos años se han aportado nuevascitas que han incrementado el conocimien-to sobre su distribución en Marruecos, con-firmando su existencia en el Atlas Medio(Fahd et al., 2007) y sugiriendo su probableextinción en zonas bajas y humanizadascomo la península Tingitana o los alrededo-res de la desembocadura del Ued Muluya(Fahd et al., 2005). El principal objetivo de laexpedición era aportar nuevos datos sobrela distribución y estado de conservación deV. latastei en Túnez, país donde las únicascitas existentes datan de 1953 y se refierena las zonas boscosas de sólo tres localidadesde la región noroeste: Ain Draham, AinSoltane y Bulla Regia (Chpakowsky & Chenour,1953). Los muestreos intensivos realizadosen estas localidades y en otras de hábitatssimilares (p.e. Cap Negro) resultaron nega-tivos. En algunas áreas prospectadas seconstató un notable grado de transforma-ción y uso del medio natural por parte delser humano, en forma de construcción deinfraestructuras (p.e. antenas para comuni-caciones y edificios asociados), cortafuegos,pistas forestales, extracción de madera ypastoreo de ganado. La víbora hocicuda esuna especie muy sensible a la pérdida otransformación del hábitat (Santos et al., 2006,2007) por lo que es posible que se hayaextinguido en algunas de estas zonas máshumanizadas (p.e. alrededores de Ain

Figura 4: Ejemplar subadulto de culebra de collar Natrixnatrix en la zona de estudio.

Foto Tony Herrera

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Draham). Encuestas a pastores siempretuvieron respuesta negativa sobre la presen-cia de la especie. Sin embargo, el caráctercríptico y la baja densidad de efectivospoblacionales que presenta esta especie encasi toda su área de distribución (Fahd et al.,2005) hace pensar que V. latastei puede aún

sobrevivir, aunque de manera muy localiza-da, en zonas boscosas bien conservadas,como el Parque Nacional de Feidja. Si pos-teriores muestreos en esta área siguendando resultados negativos sobre su presen-cia, podríamos comenzar a pensar que estaespecie ya ha desaparecido del país.

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1982

CÓDIGO REGIÓN LOCALIDAD ALTITUD LATITUD LONGITUD

1 Tabarka - Jendouba Ain Draham, 2 km S de 665 36.754867 8.6830002 Tabarka - Jendouba Ain Draham, 5 km S de 707 36.730420 8.6802903 Tabarka - Jendouba Ain Draham, 6 km S de 662 36.721050 8.6774904 Tabarka - Jendouba Ain Draham, Jebel Bir 1000 36.771183 8.7006835 Tabarka - Jendouba Ain Draham (complejo deportivo) 700 36.737871 8.6854866 Tabarka - Jendouba Beni M'Tir, 1km E del cruce a 656 36.722983 8.6928507 Tabarka - Jendouba Beni M'Tir, 2km E del cruce a 630 36.726250 8.7033508 Tabarka - Jendouba Beni M'Tir, SE del cruce a 700 36.712883 8.7032339 Tabarka - Jendouba Beni M'Tir, SE del cruce a 715 36.715583 8.689767

10 Tabarka - Jendouba Ain Draham, 8 km NE de 700 36.817369 8.76815411 Túnez - Tabarka Cape Negro, 6 km E de 320 37.111467 9.05323312 Túnez - Tabarka Cape Negro, 6 km E de 300 37.111633 9.05315013 Túnez - Tabarka Cape Negro, 9 km S de 51 37.049230 9.05220014 Túnez - Tabarka Cape Negro, 9 km S de 60 37.049683 9.05243315 Túnez - Tabarka Cape Negro, 12 km S de 60 37.040433 9.07526716 Túnez - Tabarka Cape Negro, 13 km S de 52 37.039850 9.08129017 Túnez - Tabarka Cape Negro, 7 km E de 240 37.102783 9.06245018 Túnez - Tabarka Cape Negro, 7 km S de 56 37.068350 9.04641719 Túnez - Tabarka Cape Negro, 8 km SE de 96 37.079360 9.06769020 Túnez - Tabarka Nefza, 5 km E de 72 37.046267 9.11045021 Túnez - Tabarka Nefza, 10 km W de 70 36.965967 9.03510022 Túnez - Tabarka Tabarka, 10km E de 100 36.957517 8.93526723 Tabarka Hotel Les Aguilles 10 36.956142 8.75738824 Beja Beja 398 36.708730 9.18193025 Beja - Jendouba Bou Salam, 10 km E de 235 36.635790 9.10630026 Túnez - Le Kef Testour, 3km W de 166 36.545900 9.41375027 Túnez - Le Kef Dougga 616 36.423420 9.22194028 Beja - Jendouba Thibar 354 36.511540 9.07332029 Tabarka - Jendouba Bulla Regia 165 36.556867 8.75456730 Tabarka - Jendouba Ain Draham, 18 km S de 270 36.596917 8.68590031 Tabarka - Jendouba Jendouba, 5 km SW de 136 36.464600 8.74042032 Tabarka - Jendouba Chemtou ruins 270 36.491483 8.57768333 Tabarka - Jendouba Parque Nacional de El Feidja 840 36.505300 8.34073334 Tabarka - Jendouba Parque Nacional de El Feidja 870 36.524800 8.32605035 Jendouba - Le Kef Le Kef 718 36.181800 8.71200036 Jendouba - Le Kef Le Kef, 9km NW de 264 36.212140 8.62349037 Túnez - Tabarka Mateur, 12 km E de 150 37.038067 9.787017

ANEXO 1. Lista de localidades prospectadas con detalles de altitud, longitud y latitud para cada una deellas. Los códigos de la primera columna corresponden a los números que aparecen en la Figura 1.

Brito et al.

Anfibios y Reptiles de España. Dirección General deConservación de la Naturaleza y Asociación HerpetológicaEspañola (2ª impresión). Madrid.

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 83

La Albufera de Mallorca es a día de hoy lamayor zona húmeda de la isla de Mallorca.Ocupa la llanura costera final del norte deMallorca y recoge agua de una extensa cuencahidrogeográfica. Las aportaciones de agua lleganrepartidas en cinco corrientes principales enforma de canales que conducen el agua hacia elmar discurriendo entre la albufera (Martinez-Taberner et al., 1995). Entre estos canales destacan elGran Canal, el Canal de sa Siurana o el Canal delSol, por citar algunos. S’Albufera presenta unagran diversidad de especies dada su condición dezona húmeda, siendo uno de los puntos de mayordiversidad biológica del archipiélago. Por este ypor otros motivos de protección territorial, el 28de Enero de 1988 fue declarada Parque Naturalpor acuerdo del Gobierno Balear.

Hasta finales del siglo XX, el galápago europeo(Emys orbicularis) fue la única especie de tortugaacuática presente en la isla. Esta especie fue intro-ducida con ejemplares procedentes del sur y deleste de Europa (Fritz et al., 1998) y se extendió porgran parte de las zonas húmedas de la isla. Poco a

poco, esta especie fue desapareciendo de algunasde estas zonas que se secaron, como sa Porrassa deMagalluf, sa Carrotja de Manacor (Mayol, 1985) yel Prat de Sant Jordi (Pinya, 2007). Igualmente, lapoblación del torrente de Canyamel desapareciópor motivos desconocidos, pese a que esta zonahúmeda no se desecó.

El galápago leproso (Mauremys leprosa)(Figura 1) se distribuye por el Suroeste deEuropa (España, Portugal y Sur de Francia) ypor el Noreste de África (Marruecos, Argelia,Túnez, oeste de Líbia, Níger, Mali y sur deMauritania) (Da Silva, 2002), y por tanto no seconsidera presente en las Islas Baleares. Sinembargo, recientemente se ha citado en la islade Mallorca un núcleo reproductor de recienteintroducción en el municipio de Sineu (Figura2), en una balsa formada en una antigua cante-ra de lignito (Pinya et al., en prensa). El origen deesta población es claramente antrópico, si bien

Presencia de Mauremys leprosa (Schweiger, 1812)en el Parque Natural de s’Albufera de Mallorca

Samuel Pinya1 , Eduard Cuadrado2 & Sebastián Trenado2

1 Espais de Natura Balear. Conselleria de Medi Ambient. Avda. Gabriel Alomar i Villalonga, 33. 07006 Palma de Mallorca. Illes Baleares.C.e.: [email protected]

2 Associació per a l’Estudi de la Natura. Camí des Murterar, 44. 07100 Sóller. Illes Balears.

Fecha de aceptación: 8 de septiembre de 2008.Key words: Mauremys leprosa, distribution, new records, Natural Park of s’Albufera de Mallorca, Balearic Islands.

Figura 1. Detalle de uno de los ejemplares capturados en elParque Natural de s’Albufera de Mallorca.

Foto Samuel Pinya

Figura 2. Distribución conocida de Mauremys leprosa en la islade Mallorca.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1984

se desconoce la procedencia y el motivo de laliberación de estos ejemplares.

En los últimos años se han capturado deforma accidental algunos ejemplares de galápa-go leproso en el ámbito del Parque Natural des’Albufera de Mallorca, hecho que ha motivadola redacción de la presente nota con el fin derecopilar las capturas obtenidas. Así, desde elaño 2006 se han capturado un total de cuatroejemplares en el Gran Canal (UTM 31S EE00)(Tabla 1). Los ejemplares capturados con redesde pesca para carpas fueron identificados post-mortem por parte de los autores de la presentenota, mientras que el ejemplar capturado connasa fue trasladado al Centro de Estudio yConservación Herpetológico de Sóller, endónde permanece en cautividad.

Del mismo modo que ocurre en la poblaciónde Sineu, el origen de los individuos capturados

en el parque es desconocido, siendo la liberaciónintencionada la causa más probable, como ocurrecon los ejemplares de Trachemys scripta presentesen este espacio natural protegido.

Los cuatro ejemplares eran adultos y porel momento no se ha capturado ningúnejemplar juvenil que pueda hacer pensar enun núcleo reproductor. Estas capturas supo-nen la confirmación de la presencia deMauremys leprosa en el ámbito del ParqueNatural de s’Albufera de Mallorca y lasegunda localidad de Mallorca con presenciade esta especie (Figura 2). Si bien, el origende estos individuos es aun desconocido, esprobable que procedan de la penínsulaIbérica o del norte de África.

AGRADECIMIENTOS. A todo el personal del Parque Naturalde s'Albufera de Mallorca y en especial a M. Rabassa y P.Vicens.

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TABLA 1. Capturas realizadas en el Parque Natural de s’Albufera de Mallorca.

FECHA Nº EJEMPLARES SISTEMA DE CAPTURA

octubre 2006 2 o Redes de pesca de carpas (Cyprinus carpio)8 de octubre de 2007 1 o Redes de pesca de carpas (Cyprinus carpio)14 de agosto de 2008 1 o Nasa captura tortugas

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 85

La existencia de atlas de distribución actua-lizados para los distintos grupos taxonómicosconstituye un requisito fundamental y previo acualquier evaluación sobre el estado de conser-vación y rareza de éstos, siendo además, unaimportante herramienta para la gestión y con-servación del patrimonio natural. Hasta elmomento, para Almería apenas existían datossobre la distribución de los anfibios, y mientrasque la mayor parte de la herpetofauna del sures-te de España se encontraba ya cartografiada(Gracia & Pleguezuelos, 1990; Pleguezuelos & Moreno,1990; Egea-Serrano et al., 2005), los únicos datospublicados sobre este grupo taxonómico paradicha provincia son los aparecidos en trabajosmás generales (Antúnez et al., 1988; Garcia-Paris et al.,1992; Pleguezuelos et al., 2002; Tejedo et al., 2003) oespecíficos de algún territorio concreto de lazona (González-Miras et al., 2003). El objetivo delpresente trabajo es paliar esta situación, apor-tando los primeros datos sobre la distribuciónde anfibios a escala provincial.

Situada en el extremo sureste de la PenínsulaIbérica, la provincia de Almería se caracterizapor presentar un carácter acentuadamentemontañoso (861 m de altura media). Seencuentra atravesada de oeste a este por variosmacizos béticos, cuatro de los cuales superan los2000 m de altura. La mayor parte de su territo-rio se encuentra en una región caracterizada porsu gran aridez (200-300 mm de precipitaciónanual), constituyéndose como una de las mássecas de Europa. Sin embargo, los grandes gra-

dientes altitudinales existentes (0-2600 m), ladiversidad de litologías y vegetación, hacen queen Almería concurran una gran diversidad deambientes, apareciendo una amplia gradaciónbioclimática desde el piso termomediterráneohasta el oromediterráneo.

El trabajo de campo se llevó a cabo entre losaños 2000 y 2005, periodo durante el cual seprospectó el 100% de la provincia. El método demuestreo fue equivalente al de otros atlas de anfi-bios ya publicados (por ejemplo, Pleguezuelos et al.,2002; Egea-Serrano et al., 2005). Éste consistió básica-mente en el muestreo con un salabre de aquelloscuerpos de agua susceptibles de ser utilizados porlos anfibios para su reproducción, así como ins-pecciones visuales en los alrededores de éstos.Como unidad cartográfica se utilizo la cuadricu-la 10 x 10 km de la proyección UTM, quedan-do Almería dividida en 114 cuadrículas de estetipo, si bien, cinco cuadrículas que compartenmas del 90% del territorio con otras provincias oel Mar Mediterráneo no fueron consideradas(total consideradas: 109). El esfuerzo en cadauna de las cuadrículas fue proporcional. Losmapas de distribución se han construido a partirde los datos obtenidos en las prospecciones,completando la información con datos de traba-jos ya publicados (Antúnez et al., 1988; Pleguezuelos,2002; Tejedo et al., 2003; González-Fernández, 2005). Enestos mapas se representan con cuadriculas decolor negro las citas obtenidas en el campodurante el periodo de estudio, y con cuadriculasde color gris las bibliográficas.

Atlas de distribución de los anfibios de la provincia de Almería(sudeste ibérico, España)

Emilio González-Miras1 & Juan Carlos Nevado2

1 EGMASA. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Cl. Marruecos, 33. 04009 Almería. España. C.e.: [email protected] Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Cl. Hermanos Machado, 43.

04004 Almería. España.

Fecha de aceptación: 11 de septiembre de 2008.Key words: Amphibians, distribution, Almería province, Spain.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1986

Durante los cinco años que duró el traba-jo, fueron encontradas ocho especies de anfi-bios en Almería, todas ellas anuros. De las109 cuadrículas consideradas en 108 se haregistrado al menos una especie de anfibio(99% de las cuadrículas).

Alytes dickhilleni (sapo partero bético). Laespecie ha sido localizada en las sierras másoccidentales, donde el régimen de lluvias esmayor: Sierra Nevada, S. de Gádor, S. de losFilábres, S. de Lúcar, S. de las Estancias y la S.de María (Figura 1a). Habita zonas forestalesde montaña, pinares, encinares y zonas dematorral, entre los 1100 y 2300 m. Tan soloen las cumbres de Sierra Nevada, donde losenclaves acuáticos son relativamente abundan-tes, la especie parece mantener poblacionesbien conservadas pues, en el resto de la pro-vincia, las poblaciones son, en todos los casos,escasas y fragmentadas. Esto es especialmentepreocupante en las sierras más áridas comoGádor, María, Lúcar y Estancias, donde se hapodido comprobar la desaparición de variaspoblaciones en los últimos años (González-Miraset al., 2003, datos propios).

Discoglossus jeanneae (sapillo pintojo meridio-nal). Presenta una distribución disjunta (Figura1b). Sus principales, aunque siempre escasaspoblaciones, se encuentran en Los Vélez y laparte caliza de la Sierra de los Filabres, normal-mente asociadas a ríos y arroyos de pequeñaentidad. En el resto de la provincia aparece deforma aislada y, en general, asociado a algunapequeña charca o abrevadero. Está presentetanto en zonas agrícolas como forestales, conun rango altitudinal que va desde los 250 a los1600 m. Selecciona preferentemente zonasabiertas y soleadas siempre cerca de algún cursode agua, en ambientes de litología caliza y yesí-fera. Entre los problemas de conservaciónencontrados destaca el escaso tamaño de sus

poblaciones y el aislamiento de las que se repro-ducen en charcas y abrevaderos.

Pelobates cultripes (sapo de espuelas). Hasta elmomento se le suponía ausente en la provinciade Almería (Tejedo & Reques, 2002). Sin embargo,durante los muestreos se ha localizado en tresenclaves, todos en el término municipal deVélez Blanco (Figura 1c). Se reproduce en char-cas ganaderas semipermanentes situadas encampos de cultivo entre los 900 y 1000 m,donde existen suelos blandos y profundos enlos que poder enterrarse, tal y como requierepor sus hábitos cavadores. No se han encontra-do problemas concretos de conservación, apar-te de los derivados de su escasa distribución ynúmero de efectivos.

Pelodytes punctatus (sapillo moteado común).En Almería la especie ha pasado desapercibidadurante muchos años, aún siendo frecuente enalgunas zonas como la comarca de los Vélez. Sedistribuye desde el nivel del mar hasta los 1300m en dos grandes poblaciones separadas entresí, una en la comarca de Los Vélez y otra entorno al Río Aguas y el Karst en Yesos de Sorbas(Figura 1d). Aparecen además otras pequeñaspoblaciones aisladas y residuales en Filabres,Sierra de Bédar y Sierra Nevada (las Tres Villas),aunque esta última se trata de una cita antiguaque no ha podido confirmarse en los actualesmuestreos. Casi el 60% de las poblaciones seasienta sobre áreas forestales y naturales, el restolo hace en territorios agrícolas. Su distribuciónesta vinculada a la aparición de sustratos de tipocalizo o yesífero. Utiliza para reproducirse bal-sas, albercas, charcas temporales y arroyos. Laspoblaciones de la Sierra de Los Filábres y Sierrade Bédar están aisladas y sufren pérdida dehábitat, al igual que sucede en el Río Aguas,donde además, se han introducido especies exó-ticas (Gambusia holbrooki, Trachemys scripta yProcambarus clarkii).

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Bufo bufo (sapo común). Es más común enlas sierras occidentales y se rarifica en la zonaoriental de la provincia, donde las precipita-ciones son menores. Está presente desde prác-ticamente el nivel del mar, donde es escaso,hasta los 2300 m (Figura 1e). Es el anfibiomás frecuente en Sierra Nevada y la Sierra delos Filabres y algo menos en la Sierra deMaría. En la Sierra de Gádor se rarifica y laspoblaciones son puntuales, estando asociadasa las fuentes que mantienen agua todo el año.Falta o es muy raro en zonas áridas como elCampo de Dalías, Punta Entinas-Sabinar,Desierto de Tabernas y el Parque Natural deCabo de Gata-Nijar. Es, en general, una espe-cie frecuente, pero no abundante, con unnúmero de efectivos mucho menor que sucongénere Epidalea (Bufo) calamita.

Epidalea calamita (sapo corredor). Es, juntoa Pelophylax perezi, la especie mejor distribui-da, constatándose su presencia en 100 de lascuadriculas prospectadas (91.7%). Apareceprácticamente en todos los hábitats estudia-dos, desde el nivel del mar hasta los 2400 men Sierra Nevada (Figura 1f ). Es el anfibiomás abundante, muchas veces el único, en laszonas más áridas de la provincia. Es especial-mente común en la Sierra de Gádor y Cabo deGata, donde explota con éxito las charcas tem-porales, que es el recurso acuático más exten-dido en estos lugares. Se trata de una especieabundante y bien distribuida dentro del áreade estudio. Aún así, existen poblaciones conproblemas de conservación por atropellos,transformación y destrucción del hábitat, ypor la introducción de especies alóctonas.

Hyla meridionalis (ranita meridional).Aparece en el cuadrante suroccidental, entan solo cuatro cuadrículas (3.6%), dentrode la cuenca media-baja del Río Adra, entrelos 0-400 m (Figura 1g). Se encuentra den-

tro de un área muy restringida y al mismotiempo muy transformada, como consecuen-cia de la expansión de los cultivos bajo plás-tico, de manera que ha desaparecido buenaparte del hábitat potencial de la especie, engeneral zonas encharcadas con abundantevegetación helofítica, y cierta calidad hídri-ca. Actualmente este proceso continúa, pre-sentando la ranita meridional una poblaciónmuy fragmentada dentro de la vega del RíoAdra, con una zona de máxima concentra-ción en la Reserva Natural de las Albuferasde Adra, donde aún es frecuente.

Pelophylax perezi (Rana común). Es comúnen toda la provincia, apareciendo en 107 delas cuadrículas estudiadas (98.1%). La faltade citas en algunas de ellas pudo deberse mása un defecto de prospección que a una ausen-cia real (Figura 1h). Se trata de una especiepermanentemente ligada al agua, que necesitade enclaves acuáticos más o menos estables.Es, por tanto, muy frecuente en embalses,cursos de aguas permanentes y semiperma-nentes, y sobre todo en balsas de riego, lo quela hace ser la especie más frecuente y a vecesla única, en zonas agrícolas. En las sierras larana común se rarifica y su presencia quedasupeditada a la existencia de alguna balsa deriego o riachuelo. Esto es especialmente lla-mativo en las sierras más secas como la Sierrade Gádor, donde está prácticamente ausente.Ha sido encontrada en gran variedad de bio-topos, desde el nivel del mar hasta los 2100m. Puede considerarse una especie abundantey sus poblaciones no parecen tener problemasde conservación.

En Almería habitan ocho especies de anfi-bios, que representa el 50% de las especiesandaluzas y el 29.6% de las ibéricas, el menorporcentaje encontrado para el sur de la penín-sula, lo que puede explicarse por ser la provin-

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cia que registra el menor índice de precipitacio-nes de toda Europa occidental (Capel, 1990). Enel norte, el oeste y en las grandes montañas,donde las precipitaciones son mayores, seencuentra la mayoría de las especies, mientrasque en las zonas más áridas del centro y ellevante, el número de especies se reduce sensi-blemente, quedando únicamente anuros muytolerantes a la aridez como E. calamita (Figura1i). Una excepción se encuentra en la cuencadel Río Aguas, que presenta una importantecomunidad de anfibios, favorecida por la pre-sencia permanente de agua y un gran aflora-miento de materiales calizos y yesiferos, que sonseleccionados preferentemente por especiescomo P. punctatus y D. jeanneae.

Destaca en Almería la ausencia de urode-los. De los tres posibles para el sureste ibérico:gallipato (Pleurodeles waltl), tritón pigmeo(Triturus pygmaeus) y salamandra común(Salamandra salamandra), las ausencia de losdos primeros se justifica por razones biogeo-gráficas bien acreditadas (Antúnez et al., 1988;Real et al., 1992). Las poblaciones conocidas deestas especies quedan alejadas y separadas porfronteras insalvables (zonas áridas, grandesmontañas) de modo, que probablemente nin-guna de las dos alcanzó nunca la provincia. Encuanto a S. salamandra, su distribución en estazona de la península parece quedar explicadapor la presencia de islas de humedad, es decir,zonas con precipitaciones por encima de los1000 mm anuales (Gracía & Pleguezuelos, 1990),un régimen de lluvias que no se alcanza en elárea de estudio, pues tan solo en una pequeñaporción de Sierra Nevada almeriense llega alos 900 mm, mientras que el resto de las gran-des sierras apenas supera los 600 mm. Sinembargo, las citas de S. salamandra morenicaen el noreste de Granada a escasamente treskilómetros de Almería (Barranco de la Zarza yCasa del Duque, en Puebla de Don Fadrique)(Tejedo et al., 2003), no descartan la presencia de

esta especie en el norte de la provincia, aunquepor otro lado, el hecho de que estas citas seanantiguas (años 90), y que en los últimos añosla especie ha sufrido una fuerte regresión enlos bordes de su distribución, especialmenteen aquellos que presentan mayor aridez (Tejedoet al., 2003), hacen pensar que la especie podríahaber desaparecido de la provincia de Almería,antes de ser documentada.

P. perezi y E. calamita, que juntas acumulanel 68% de las citas, son las dos especies másrepresentativas de la fauna anfibia de Almería, yjunto a B. bufo las únicas bien distribuidas ycon poblaciones abundantes, aunque para estaúltima, no han podido confirmase algunas citasbibliográficas (cuadriculas grises), lo que podríaestar indicando el declive, incluso la desapari-ción, de la especie en zonas como el Campo deDalías y el de Nijar, donde gran parte del terri-torio ha sido muy transformado por el avancede la agricultura intensiva bajo plástico. El restode especies, y especialmente A. dickhilleni, D.jeanneae, y P. punctatus, presentan poblacionesescasas y en muchos casos muy fragmentadas,que corren serio riesgo de desaparecer.

A. dickhilleni es seguramente, la especie quepresenta la situación más comprometida. En lassierras más áridas, ha podido constatarse la des-aparición de algunas poblaciones en los últimosaños y otras, en las que apenan quedan dos otres parejas (datos propios), podrían desapare-cer en breve, de modo, que esta especie deberíaser objeto de un seguimiento especifico y deactuaciones de conservación, como las que sellevaron a cabo en la Sierra de los Filabres en losaños 2000 y 2001 (González-Miras et al., 2002).

AGRADECIMIENTOS. Este trabajo fue subvencionado porla Consejería de Medio Ambiente de la Junta deAndalucía. Quisiéramos además, expresar nuestro agrade-cimiento a todas las personas que han colaborado propor-cionando citas: P. López, E. Plaza, M. Paracuellos, J.Contreras, E. Escoriza, V. Vargas y M.Á. Gómez de Dios.

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Figura 1. Mapas distribución de las especies de Almeria en cuadrículas UTM 10x10 km. En gris oscuro se representa la pre-sencia observada durante el estudio, en gris claro citas bibliográficas que no se han podido corroborar en el presente trabajo.(a) Alytes dickhilleni, (b) Discoglossus jeanneae, (c) Pelobates cultripes, (d) Pelodytes punctatus, (e) Bufo bufo, (f ) Epidalea calamita,(g) Hyla meridionalis, (j) Pelophylax perezi, (i) riqueza específica.

(a) (b) (c)

(d) (e) (f)

(g) (h) (i)

REFERENCIAS

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El macizo montañoso del Saghro es una de lasregiones de Marruecos menos prospectadas desdeel punto de vista faunístico (Bons & Geniez, 1996;Cuzin, 2003; Thévenot et al., 2003). Localizado al sur delAlto Atlas, entre la amplia hamada del Draa y elTafilalt, el bioclima del área es el piso semiárido deinviernos templados (Daget, 1977). El relieve aunquemontañoso no es demasiado abrupto, con altitu-des entre los 1300 m y 2712 m en Amalou-n-masour. Es una región altamente erosionada, conmultitud de amplios valles y barrancos (Figura 1)

donde aparece un tipo de vegetación caracterizadopor formaciones esteparias de arbustivas aromáti-cas y flora residual de origen termófiloMediterráneo en la cuenca de los valles y paredesde barrancos (Benabid, 2000). Las duras condicioneshan propiciado que la zona esté prácticamente des-poblada, existiendo una escasa actividad ganaderaligada a movimientos de trashumancia estacionalentre el Alto Atlas y esta región.

Los resultados de este estudio fueron obte-nidos durante una expedición faunística, con el

Aportaciones al conocimiento de la herpetofauna del Jebel Saghro(Antiatlas Oriental, Marruecos)

Juan José Ramos1 & Miguel Ángel Díaz-Portero2

1 Cl. Doctor Jordán, 11. 38470 Los Silos. Tenerife, islas Canarias. España. C.e.: [email protected] Cl. Santo Cristo, 3. 23770 Marmolejo. Jaén. España.

Fecha de aceptación: 14 de septiembre de 2008.Key words: herpetofauna, distribution, Saghro, Morocco.

Figura 1. Panorámica de la región del Saghro (Antiatlas oriental).

Foto

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uel C

arac

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 91

objeto principal de comprobar la presencia dequebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en esta yotras zonas montañosas de Marruecos (Godino etal., 2005). El muestreo de herpetos se realizomediante avistamientos y/o captura para foto-grafiarlos y posterior suelta. Entre el 23 y el 28de noviembre de 2004 se realizaron itinerariosa pie recorriendo aproximadamente unos 70km y en vehículo todo terreno. Los resultadosobtenidos se resumen en la Tabla 1.

CITAS DE ANFIBIOS. Se han encontrado tresespecies de anfibios: Bufo mauritanicus, Bufobrongersmai y Pelophylax saharica. Hasta elmomento no se conocían citas de Bufo maurita-nicus en la región del Saghro (Bons & Geniez, 1996).Las citas de Bufo brongersmai son escasas enambientes montañosos. Su límite altitudinalestaba establecido en los 1600 m (Bons & Geniez,1996; Schleich et al., 1996) aunque se han encontra-do ejemplares próximos a la cota de 2000 m.

CITAS DE REPTILES. Se han detectado sieteespecies de reptiles en el área prospectada:Ptyodactylus oudrii, Quedenfeldtia moerens,Agama impalearis, Trapelus mutabilis,Mesalina guttulata (Figura 2) y Hemorrhoisalgirus (Figura 3).

Quedenfeldtia moerens está ampliamentedistribuido por todas las zonas montañosasdel país, aunque no existían citas en estaregión (Bons & Geniez, 1996; Arnold, 1990).Trapelus mutabilis a pesar de ser una especie

ampliamente distribuida por todas las zonasáridas de Marruecos, no había sido citada enel Saghro. Su límite altitudinal se conocíapara la cota 1500 m (Bons & Geniez, 1996)pero se ha localizado un ejemplar a 2050 m.Hemorrhois algirus cuenta con escasa citasen Marruecos, localizadas principalmenteen el sur del Gran Atlas (Bons, 1962). Hasta elmomento su limite altitudinal conocidoestaba en 1600 m (Bons & Geniez, 1996), perose ha localizado a 2100 m.

Las observaciones presentadas en este tra-bajo son relativamente bajas, debido princi-palmente a las inapropiadas fechas en la que sevisitó la zona. A pesar de ello la comunidadherpetológica estudiada presenta particularescaracterísticas, debido principalmente a laconfluencia de especies de origen mediterrá-neo como Agama impalearis, Bufo mauritani-cus y Pelophylax saharica, y otras principal-mente saharianas como Bufo brongersmai,Trapelus mutabilis, Mesalina guttulata yHemorrhois algirus (Bons & Geniez, 1996; Schleichet al., 1996; Geniez et al., 2004).

Figura 2. Lagartija mesalina de anteojos Mesalina guttulata.

Foto Adriano Vázquez

Figura 3. Culebra argelina Hemorrhois algirus.

Foto Adriano Vázquez

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1992

AGRADECIMIENTOS. A todos los compañeros queintegraron esta expedición: A. Godino, J.L. Paz, P.A.Jodar, F.J. Martín, M.A. Simón, A. Vázquez, C.Ballesteros, M. Caracuel, I. Molina e I. Ferrer.

Aportaron notables sugerencias a este trabajo J.M.Pleguezuelos y L. García-Cardenete. Y muy especial-mente a todos los lugareños que colaboraron facilitan-do nuestra estancia.

TABLA 1. Resultado de la prospección para anfibios y reptiles en la región del Jbel Saghro (Antialtas Oriental). Se indi-ca entre paréntesis el número de ejemplares observados, cuando son más de uno, para cada localidad. Todas las localida-des corresponde a latitud norte y longitud oeste.

Latitud Longitud Altitud Localidad Fecha

ANFIBIOSBufo mauritanicus 31o 3' 49.1'' -5o 43' 4.231'' 1480 entre Oued Ikfrane y Tazlout 24/11/2004Bufo mauritanicus 31o 6' 11.614'' -5o 43' 58.472'' 1600 proximidades Igli 25/11/2004Bufo mauritanicus 31o 4' 59.99'' -5o 54` 0.032'' 1400 proximidades Tagra 27/11/2004Bufo brongersmai 31o 6' 14.832'' -5o 39' 34.634'' 1962 proximidades Zaker 24/11/2004Bufo brongersmai 31o 3' 44.72'' -5o 43' 4.106'' 1480 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Bufo brongersmai (3) 31o 5' 27.523'' -5o 54' 0.003'' 1448 proximidades Tagra 26/11/2004Bufo brongersmai 31o 4' 59.99'' -5o 54' 0.032'' 1350 proximidades Tagra 27/11/2004Pelophylax saharica (2) 31o 4' 13.608'' -5o 39' 4.363'' 1780 proximidades Tizi´n nóumlale 24/11/2004Pelophylax saharica (2) 31o 3' 36.777'' -5o 42' 52.755'' 1480 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Pelophylax saharica (10) 31o 3' 48.698'' -5o 43' 23.265'' 1500 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Pelophylax saharica 31o 6' 11.614'' -5o 43' 58.472'' 1950 Aqa n´bziz 26/11/2004Pelophylax saharica (4) 31o 4' 59.993'' -5o 54' 0.034'' 1400 proximidades Tagra 26/11/2004

REPTILESPtyodactilus oudrii 31o 4` 59.984'' -5o 51` 0.033'' 1600 proximidades Igli 23/11/2004Ptyodactilus oudrii 31o 3' 24.913'' -5o 43' 23.265'' 1500 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Querenfeltdtia moerens 31o 4' 13.024'' -5o 39' 4.347'' 2085 Tizi´n nóumlale 24/11/2004Querenfeltdtia moerens 31o 3' 52.868'' -5o 43' 42.544'' 1600 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Querenfeltdtia moerens 31o 6' 59.99'' -5o 46' 0.008'' 2283 Tizi n´Tazazert 28/11/2004Agama impaleais 31o 6' 59.99'' -5o 46' 0.008'' 2280 proximidades Tizi n´Tazazert 23/11/2004Agama impaleais 31o 6` 12.053'' -5o 51` 0.014'' 1600 proximidades Igli 24/11/2004Agama impaleais 31o 5' 24.913'' -5o 39' 15.058'' 1990 4 km este de Zaker 24/11/2004Agama impaleais 31o 3' 25.237'' -5o 42' 13.319'' 1515 Oued Ifrane 25/11/2004Agama impaleais 31o 3' 52.868'' -5o 43' 42.544'' 1600 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Agama impaleais 31o 4' 13.145'' -5o 45' 10.25'' 1750 Jbel Tazlout 26/11/2004Trapelus mutabilis 31o 4' 13.608'' -5o 39' 4.363'' 2050 Tizi´n nóumlale 24/01/2004Trapelus mutabilis 31o 3' 32.216'' -5o 42' 16.458'' 1520 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Trapelus mutabilis (4) 31o 3' 28.979'' -5o 42' 42.275'' 1400 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Trapelus mutabilis (2) 31o 4` 59.876'' -5o 54` 0.183'' 1400 proximidades Tagra 26/11/2004Mesalina guttulata 31o 9' 26.827'' -5o 37' 30.352'' 2050 proximidades de Ikniun 23/11/2004Mesalina guttulata 31o 3' 12.172'' -5o 41' 41.385'' 1400 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Mesalina guttulata 31o 3' 26.14'' -5o 41' 48.798'' 1500 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Mesalina guttulata 31o 3' 44.72'' -5o 43' 4.106 '' 1480 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Mesalina guttulata 31o 4' 14.669'' -5o 31' 15.652 1550 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Mesalina guttulata 31o 4' 25.139'' -5o 44' 45.249'' 1650 entre Oued Ikfrane y Tazlout 25/11/2004Mesalina guttulata 31o 4' 13.145'' -5o 45' 10.25'' 1750 Jbel Tazlout 26/11/2004Mesalina guttulata 31o 4' 32.944'' -5o 44' 58.335'' 1680 Tazlout 26/11/2004Mesalina guttulata 31o 3' 49.1'' -5o 43' 4.231'' 1400 proximidades Tagra 27/11/2004Hemorrhois algirus 31o 3' 0.347'' -5o 41' 24.61'' 1400 Oued Ifrane 25/11/2004Hemorrhois algirus 29o 34' 9.743'' -5o 43' 48.833'' 2100 Tizi n`tckin 27/11/2004

ANFIBIOSBufo mauritanicusBufo mauritanicusBufo mauritanicusBufo brongersmaiBufo brongersmaiBufo brongersmai (3)Bufo brongersmaiPelophylax saharica (2)Pelophylax saharica (2)Pelophylax saharica (10)Pelophylax saharica Pelophylax saharica (4)

REPTILESPtyodactilus oudriiPtyodactilus oudriiQuerenfeltdtia moerensQuerenfeltdtia moerensQuerenfeltdtia moerensAgama impaleaisAgama impaleaisAgama impaleaisAgama impaleaisAgama impaleaisAgama impaleaisTrapelus mutabilisTrapelus mutabilisTrapelus mutabilis (4)Trapelus mutabilis (2)Mesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataMesalina guttulataHemorrhois algirusHemorrhois algirus

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 93

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La culebra de collar (Natrix natrixLinnaeus, 1758) es un colúbrido de ampliadistribución euroasiática, que ocupa casi todala Península Ibér ica, donde es especialmenteabundante en su tercio norte así como en áreasde montaña del centro y el oeste peninsular.En el sureste, debido a la mayor aridez, la espe-cie queda relegada a cauces fluviales o perma-nece asociada a zonas húmedas, donde ha sidocitada tanto en áreas montañosas como encotas bajas, desde el nivel del mar hasta el pisocrioromediterráneo de Sierra Nevada, por enci-ma de los 3000 msnm (Braña, 1997; Fernández-Cardenete et al., 2000a; Santos et al., 2002; García-Cardenete et al., 2003; datos propios). En esta regiónpeninsular es, junto con la culebra lisa europea

(Coronella austriaca) y la víbora hocicuda(Vipera latastei), el ofidio más escaso (Galán,2002; Pleguezuelos & Santos, 2002; datos propios).

En Granada su distribución más ampliaconocida corresponde con el borde sudocci-dental de la provincia, desde las sierras delPoniente, asociadas a un mayor régimen deprecipitaciones y por tanto, con una mayordisponibilidad de presas, a las montañas cos-teras del sector occidental y delta delGuadalfeo, (Pleguezuelos, 1986, 1989; Fernández-Cardenete et al., op. cit., 2000b; García-Cardenete etal., op. cit.). Por el contrario, en las sierras delNordeste (Sierras Seca, Castril y La Sagra)existen aún pocos registros, a pesar de queestos macizos constituyen una continuación

Nuevas localidades en el Sureste Ibérico y cota máxima peninsular de laculebra de collar (Natrix natrix). Consideraciones sobre su distribución

Emilio González-Miras1, Juan Ramón Fernández-Cardenete2, Luís García-Cardenete3,Eduardo Escoriza4, Eduardo Cruz5 & Javier Fuentes6

1 Cl. Baqueira Beret, 2. 04720 Aguadulce. Almería. España. E-mail: [email protected] Departamento de Biología Animal. Facultad de Ciencias. Universidad de Granada. 18071 Granada. España.3 Cl. Carrera de San Agustín, 24, 2º A. 18300 Loja. Granada. España.4 Cl. Cuesta, 18. 30890 Puerto Lumbreras. Murcia. España.5 Cl. Félix Rodríguez de la Fuente, 1, 2º I. 18680 Salobreña. Granada. España.6 Cl. América, 2. 18240 Pinos Puente. Granada. España.

Fecha de aceptación: 20 de septiembre de 2008.Key words: Natrix natrix, distribution, south-eastern Spain.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1994

tivadas (vegas y altiplanos húmedos), 48.1% (n= 13). No obstante, el esfuerzo de muestreo noha sido homogéneo en todo el territorio, pros-pectándose más algunas zonas, como elPoniente Granadino, la llanura litoral delGuadalfeo, o el extremo norte de Almería,áreas con clara vocación agrícola.

Destaca la observación a 3200 msnm enSierra Nevada (J. L. Pimentel, observación personal,Figura 2), que amplía en 160 m el rango y marcael límite altitudinal superior de su distribuciónpeninsular y probablemente también mundial(Braña, op. cit.). Se trataba de un individuo juve-nil en dispersión que atravesaba un entorno nofavorable, alejado de los ambientes húmedos(Tabla 1), hábitats óptimos para la especie(Braña, op. cit. –y referencias incluidas en él-; Fernández-Cardenete, et al., op. cit.; Santos et al., op. cit.). Elamplio rango altimétrico registrado (0-3200 m,Tabla 1) es uno de los mayores para los ofidiosde España, junto con Coronella austriaca yVipera latastei (Pleguezuelos & Villafranca, 1997;Galán, op. cit.; datos propios). Ha sido encontradaademás en todos los pisos bioclimáticos medi-terráneos peninsulares; la altitud media de lascitas, en torno a los 1000 m, se correspondecon el promedio de elevaciones del territorio dedistribución de la especie en el área de estudio,1030 msnm (Diputación de Granada, 2002).

hacia el sureste de las sierras de Cazorla ySegura, donde esta culebra sí está bien repre-sentada (Santos et al., op. cit.). En Almería laespecie es aún más escasa, y hasta el momen-to sólo se conocía su presencia en los ríosAdra (Paracuellos, 2001) y Caramel (M. Sánchez,observación personal), en los extremos occiden-tal y septentrional de la provincia.

En la presente nota se aportan nuevaslocalidades para ambas provincias, dondeeste ofidio ha sido poco observado en losúltimos ocho años (Tabla 1). Esta revisióncorológica contribuye a complementar yactualizar la distribución de N. natrix tantoen los sistemas montañosos penibético y sub-bético oriental, como en la depresión intra-bética y en la fachada litoral, y confirma lapermanencia de poblaciones relictas en áreasmuy alteradas por modificaciones del hábitaty cambios de uso del suelo.

En el mapa de distribución (Figura 1), se haampliado en un 41.4% la distribución N.natrix para las provincias de Granada y Almería(12 nuevas cuadrículas, hasta un total de 41,Figura 1), y se ha confirmado un 27.6% (n = 8)de las cuadrículas previas del atlas de 2001(Santos et al., op. cit.).

Las nuevas citas (n = 27, véanse detalles enTabla 1) se reparten en proporciones similaresen ambientes montañosos fuera de las áreas decultivo, 51.9% (n = 14), y en depresiones cul-

Figura 1. Distribución conocida de Natrix natrix encuadrículas UTM 10x10 km en las provincias deGranada y Almería.

Figura 2 : Juvenil de culebra de collar en dispersión, fotogra-fiado a 3200 msnm, en la cara oeste del pico Veleta, SierraNevada, Granada. Julio, 2007.

Foto

J.L

. Pim

ente

l

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 95

La corología de la especie parece ajustarse ala isoyeta superior a 600 mm de precitaciónmedia anual, lo que explica su ausencia en lapráctica totalidad de la provincia de Almería yen las depresiones y altiplanos más áridos deGranada (Figura 3). En esta última provinciahay dos observaciones aisladas en sendas comar-

cas occidentales con abundancia de anfibios ypresencia de cursos y puntos de agua: el arcocalizo subbético occidental, VG43 (comarca delos Montes Orientales), y la vega de Granada,VG32 (Tabla 1 y Figura 1). Ambas zonas pre-sentan una profunda transformación del hábitatoriginal y en el segundo caso además, un altogrado de humanización (Figura 4); a esto seañade un gran desconocimiento de la especie enla primera de las comarcas. Por último, las nue-vas citas en El Altiplano y Los Vélez, WG69 yWG68) y en la Sierra de Baza (WG13), áreascon menores precipitaciones, se relacionan conzonas poco pobladas y con la presencia de arro-yos o manantiales permanentes.

Fenológicamente, la especie ha sido encon-trada en nueve de los 12 meses del año, salvo enalgunos de los más fríos; destaca sin embargouna observación en pleno diciembre en la vegade Granada (Tabla 1), en una zona con unrango de media de temperaturas en enero de 8a 10º C (Diputación de Granada, 2002). No obstan-

te, los meses de mayo y junio integran más dela mitad de las observaciones (14 de 26 citascon mes referido).

La baja densidad de las poblaciones de la cule-bra de collar en el sureste peninsular dificulta suobservación y por tanto, el estudio de estas pobla-ciones. Su distribución en estas provincias más ári-das sigue una ocupación en islas típica de unaespecie con claro efecto borde que afecta a sus últi-mas poblaciones sudorientales, derivada de lamayor xericidad ambiental de estas zonas(Fernández Cardenete et al. 2000b, op. cit., Santos et al., op.cit.). Aparece de forma más o menos continua allídonde la pluviosidad es la adecuada y el hábitat noha sido excesivamente transformado (sierras delborde sudoccidental granadino), y también aso-ciada a potentes acuíferos, tanto litorales (delta delGuadalfeo), como interiores (depresión deZafarraya), y finalmente, en los relieves penibéti-cos del interior (Sierra Nevada y Sierra de Baza) ysierras del Nordeste granadino (Castril, Seca y LaSagra), donde es probable que aparezcan nuevaspoblaciones. Por contra, en las áreas que bordeanlas manchas principales de su distribución resultapatente la ausencia o extrema escasez, sobre todoen comarcas más transformadas o áridas, dondeocupa puntualmente los hábitats de vegas fluvia-les, como las de Granada y Guadix, siempre liga-da a cursos de agua. Las poblaciones confirmadasde las ramblas orientales de Motril y en la Sierra

Figura 3. Distribución de Natrix natrix en cuadrículasUTM 10x10 km y áreas con precitaciones iguales osuperiores a los 600 mm anuales (sombreado gris).

Figura 4. Distribución de Natrix natrix en cuadrículasUTM 10x10 km y áreas con vegetación natural y pre-citaciones medias anuales iguales o superiores a los 600mm (sombreado gris).

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1996

de Baza, en Granada, y las del río Adra y LosVélez, en Almería, corresponden probablemente apoblaciones ya relictas y totalmente aisladas.

Algunas localidades citadas en el primeratlas de la provincia de Granada (Pleguezuelos,1989), como las Turberas de El Padul (VF49) oel Altiplano de Guadix (VG83), y otras peque-ñas poblaciones asociadas a cauces fluviales

también inéditas (e.g. ríos Genil y Monachil asu paso por el área metropolitana de Granada,VG41, y cuenca del Colomera en los MontesOccidentales, VG33; M.A. Gómez de Dios, comu-nicación personal; observación personal), no hanpodido ser confirmadas en las últimas dosdécadas, por lo que es posible que correspon-dan actualmente a poblaciones muy reducidas

TABLA 1. Descripción de las citas con cuadrícula nueva 10 x 10 km (en negrita) y confirmaciones de cuadrículas pre-vias respecto al atlas nacional de anfibios y reptiles (Santos et al., 2002), con datos adicionales de hábitat y microhábi-tat, categoría de edad y observaciones remarcables. Se señala igualmente en negrita la cota máxima altitudinal.

Nº cita

1234

5678

910111213

1415

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

27

UTM (1x1 Km)

30S UF819030S UF919630S UG851630S VF0989

30S VG322130S VG403030S VF337930S VF4478

30S VF497130S VF476630S VF496530S VF496530S VF4964

30S VF506430S VF5164

30S VF7288

30S VF6894

30S VG6700

30S WG0303

30S WG0603

30S WG0603

30S WG1134

30S WG2893

30SWH2701

30S WH4400

30S WG6192

30S WG6585

Fecha

08/05/0530/06/0330/04/0621/08/03

10/12/0118/05/0329/09/0210/05/08

25/03/0624/06/06

06/0406/052005 y

siguientes

06/200806-07/06

y siguientes06/04/07

17/05/08

14/07/07

04/05/04

12/07/05

06/08/06

25/10/06

06/09/04

21/06/08

31/07/04

25/05/06

15/05/07

Localidad, TM

Sierras colindantes al Poniente Granadino, ColmenarLlanos del Puerto, ZafarrayaDehesa de los Montes, LojaLa Alcaicería, Alhama de Granada

Pinos PuenteCharca de los Arenales, AlboloteBarranco de Cueva de Funes, OtívarRío de la Toba, Los Guájares

Loma de Espartinas, SalobreñaVega de Salobreña, SalobreñaVega del Guadalfeo, Salobreña Vega del Guadalfeo, Salobreña Inmediaciones de la playa de la Cagadilla, Motril

Vega de Motril, MotrilCharca de Suárez, Motril

Fuente Agria, Pórtugos

Río Poqueira, Capileira

Ladera O del pico Veleta, Dílar

Barranco de los Murillos (cuenca del río Adra), Paterna del Río

Minas de la Gabiarra, Laujar de Andarax

Minas de la Gabiarra, Laujar de Andarax

Los Cascajares, Gor

Piscifactoría “Las Fuentes”, Huéscar

Prados del Conde, Castril

Macizo del Morrón de los Lobos, Puebla de Don Fadrique

Bugéjar, Puebla de Don Fadrique

Vélez Blanco

Comarca

La Axarquía (Málaga)Poniente GranadinoPoniente GranadinoPoniente Granadino

Vega de GranadaMontes Orientales

Sierras litorales granadinasSierras litorales granadinas

Sierras litorales granadinasLitoral granadinoLitoral granadinoLitoral granadinoLitoral granadino

Litoral granadinoLitoral granadino

Sierra Nevada,Alpujarras granadinas

Sierra Nevada,Alpujarras granadinas

Sierra Nevada

Sierra Nevada,Alpujarra almeriense

Sierra Nevada

Sierra Nevada

Sierra de Baza

Sierras del Nordestegranadino

Sierras del Nordestegranadino

Sierras del Nordestegranadino

El Altiplano

Los Vélez

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 97

y también aisladas, en el caso de que se hayanmantenido. La ubicación de infraestructurashidráulicas ha podido ser causa de otras des-apariciones locales, como la de la poblaciónexistente en las acequias terreras de La Peza conel embalse de Fco. Abellán (VG72, M. A. Gómezde Dios, comunicación personal).

Por último, para la zona cacuminal de Sierra

Nevada, se plantea la incógnita sobre la alimenta-ción de esta especie en unos hábitats acuáticos(lagunas de alta montaña y cabeceras de cursos flu-viales) carentes de cualquier fauna íctica a partir delos 2300-2400 m (J. Luzón, comunicación personal), ycuyas poblaciones de anfibios reproductores sehallan actualmente muy mermadas y en cotas tam-bién inferiores (Benavides et al., 2001).

Altitud(msnm)

9201090695

1.010

550720820495

3701220

22

1275

1600

3200

1700

2150

2150

1805

1090

1795

1290

1020

1090

Hábitat

Pastizal húmedo y monte mediterráneoCharca permanente en depresión calizaCultivos con encharcamientos semipermanentesCultivos con encharcamientos semipermanentes

Cultivos intensivos Laguna temporal en olivar de regadíoGalería de sauces y adelfasGalería densa de adelfas

Espartal y matorral bajo mediterráneoCultivos de caña azucarera y prados en barbechoCortijo y cultivos de vega junto a ríoCortijo y cultivos de vega junto a ríoBaldíos de vega litoral junto a cañaveral de acequia

Baldíos y cultivos bajo plástico bordeados por acequiaCanales y charcas dulces litorales

Galería de matorral ripario en ambiente de bosque demelojar y castañosGalería de sauces y alisos

Canchal de micaesquistos sin cobertura vegetal

Pinar supramediterráneo Arroyo de alta montaña

Charca artificial de antigua explotación minera

Charca artificial de antigua explotación minera

Pinar supramediterráneo con orla de espinar caducifolio

Arroyo en chopera

Prado húmedo en altiplano montañoso

Pinar supramediterráneo

Cultivos de secano

Cultivos de secano

Individuo

Juvenil en dispersión, atropelladoAdulto

Juvenil en dispersiónJuvenil

Juvenil junto a cauceAdulto en vegetación de orilla

Juvenil junto a cauceDos juveniles en el

interior de una pozaAdulto en dispersión

Juvenil atropellado junto a acequiaAdultoAdulto

Varias observaciones de adultosy juveniles vivos en acequiay atropellados en la carretera

Adulto atropellado en caminoVarias observaciones de

adultos y juvenilesAdulto sin vida en el interior

de una acequia secaAdulto asoleándose con

trucha ingerida Juvenil en dispersión

Adulto asoleándose

Juvenil

Juvenil

Juvenil bajo piedra junto a abreva-dero en pastizal semiencharcado

Juvenil en herbazal de orilla, en elarroyo que sale de la piscifactoría

Juvenil bajo una piedra, en unprado junto a una pequeña charcaJuvenil en punto de agua artificial

Juvenil bajo piedra ennacimiento de arroyo

Adulto en balsa de riego

Observaciones

Abundantes carpas doradas

Abundantes metamórficos derana común, ranita meridional

y sapillo pintojo meridional

Humedal actualmente desecado

Abundantes larvas de sapopartero bético y sapo comúnAlejada de puntos de agua

Laguna más cercana, a 350 mlineales y a 150 m de desnivel

Punto de reproducción de sapospartero bético, común y corredorPunto de reproducción de sapospartero bético, común y corredor

Punto con presencia desapo partero bético

Abundantes larvas de sapopartero bético y sapo corredor

Actitud de acecho a larvasde sapo partero bético

Alimentándose de larvasde sapillo moteado común

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 1998

AGRADECIMIENTOS. Los autores quieren agradecer lainformación aportada por J.L. Pimentel (Guardería delEspacio Natural de Sierra Nevada), J. Caro, M.A. Gómezde Dios, J. Luzón, F. Rodríguez y A. Montori, así como la

ayuda prestada en campo por F.J. Benavides y J.L. Esteban(Asociación Herpetológica Granadina), y E. Rodríguez.Los comentarios de un revisor anónimo contribuyeron amejorar notablemente el texto.

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La lagartija tunecina, Psammodromus blanci(Lataste, 1880), es un endemismo del MagrebOriental, conocida en Marruecos por no más deuna decena de citas en su parte oriental (Bons &Geniez, 1996; Escoriza & López-Ortíz, 2005), aunque esmás abundante en Argelia (Schleich et al., 1996; Joger

et al., 2006). Zulueta (1909) cita dos ejemplares cap-turados en “los alrededores de Melilla” hace ahora100 años (noviembre de 1908) por el Sr. Arias ydepositados en el Museo Nacional de CienciasNaturales de Madrid (MNCN-7883, 7884).Como en aquella época comenzaba la expansión

La lagartija tunecina, Psammodromus blanci, en Melilla

Juan M. Pleguezuelos1, Manuel Tapia2 & Diego Jerez3

1 Departamento de Biología Animal. Facultad de Ciencias. Universidad de Granada. 18071 Granada. España. C.e.: [email protected] Guelaya Ecologistas en Acción Melilla. Apdo. de Correos 355. 52080-Melilla. España.2 Crta. AlfonsoXIII, 68. Urb. Chafarinas, 17. 52005 Melilla. España.

Fecha de aceptación: 20 de septiembre de 2008.Key words: Blanc’s Psammodromus, distribution, Melilla.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 99

del territorio español en el norte de Marruecoshacia lo que posteriormente fue el ProtectoradoEspañol en Marruecos, esta cita se pensaba quepodría corresponder a una zona externa a los 12.3km2 del actual territorio de Melilla; por ello laespecie había formado parte dudosa (Mateo, 1997)o estaba ausente (Fahd et al., 2002) de los catálogosde fauna española.

A partir del 19 de agosto de 2008, se hanobservado y fotografiado ejemplares en la partemás alta de la llanura de Rostrogordo, Melilla, atan solo una veintena de metros de la frontera conMarruecos, en el borde superior del acantiladomarino (35º19’09’’N / 2º57’12’’W, 97 msnm).Los ejemplares se refugian bajo cambroneras(Lycium intricatum) y esparragueras (Asparagushorridus), en el borde de un pinar de repoblación(Pinus halepensis), con matorral acompañante dePistacia lentiscus, Limonium ovalifolium, Launaeaarborescens, Beta maritima, y una pradera total-mente agostada en esa época de Lagurus ovatus,Avena barbata y Micromeria inodora.

Después del reciente hallazgo de la lagartijatunecina en la Bahía de Alhucemas (Escoriza &López-Ortíz, 2005), no es de extrañar su presenciaen Melilla y otros enclaves orientales del Rif,aunque su pequeño tamaño y distribución porparches (Schleich et al., 1996), deben favorecer elque pase desapercibida.

El estatus taxonómico de la lagartija tune-cina es aún incierto, por el hallazgo en el NEde Marruecos de un ejemplar de caracteresintermedios entre esta especie y su vicarian-te, P. microdactylus (Pasteur & Bons, 1960;Schleich et al., 1996). Los ejemplares observadosen Melilla mostraban dos manifiestas líneasclaras en cada lateral bordeadas por puntea-duras negras, una línea negra vertebral bor-deada por dos tenues líneas claras, y color defondo marrón claro, sin trazas de verde(Figura 1). Los ejemplares capturados en losalrededores de Melilla a comienzos del sigloXX muestran pliegue gular y collar algo dife-renciados, dorso de color de fondo marrónclaro, con dos líneas claras en cada lateral, unejemplar con 20 y otro con 22 laminillassubdigitales bajo el cuarto dedo de los miem-bros posteriores. Este conjunto de caracteressugiere asignación específica a P. blanci.Después de la observación actual, propone-mos que la lagartija tunecina sea consideradacomo integrante de la fauna actual de repti-les en el territorio español.

AGRADECIMIENTOS. A J.E. González, del MNCNMadrid, por enviar ejemplares de lagartija tunecinapara su estudio.

Figura 1. Ejemplar de lagartija tunecina, Psammodromus blanci, observa-do en Rostrogordo, Melilla, en agosto de 2008.

Foto Juan M. Pleguezuelos

REFERENCIAS

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Pasteur, G. & Bons, J. 1960. Catalogue des reptiles actuels du Maroc.Revision des formes d’Afrique, d’Europe et d’Asie. Travaux delInstitute Scientifique Chérifien (série Zoologie), 21: 1-134.

Schleich, H.H., Kästle, W. & Kabisch, K. 1996. Amphibians andReptiles of North Africa. Koeltz Scientific Books, Koenigstein.

Zulueta, A. 1909. Nota sobre reptiles de Melilla. Boletín de laReal Sociedad Española de Historia Natural, 10: 351-354.

Herpetofauna del municipio de Najasa,provincia de Camagüey, Cuba

Lourdes Rodríguez-Schettino & Vilma Rivalta-González

Instituto de Ecología y Sistemática. AP 8029. Carretera de Varona km 3.5. Boyeros CP 10800. La Habana. Cuba. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 28 de septiembre de 2008.Key words: Amphibians, reptiles, geographic distribution, Najasa, Cuba.

Aunque la distribución geográfica de losanfibios y reptiles cubanos es el tema más recu-rrente en la literatura sobre estas especies, que-dan lugares del país que no han sido visitados.Por tanto, la actualización de la distribucióngeográfica es en sí un tema que no se agota. Enel municipio de Najasa, provincia de Camagüey(Figura 1) se ha realizado muy poco trabajoherpetológico (Ruibal & Williams, 1961a, b; Schwartz& Garrido, 1971, 1981, 1985; Garrido, 1981; Estrada,1987) por lo que toda contribución sobre lacomposición y distribución de su herpetofaunaha de ayudar a la conservación de estos compo-nentes de la fauna cubana.

La extensión total del municipio es de 1074km2 (Departamento de Orientación Revolucionaria delCC del PCC, 1977). Según Academia de Cienciasde Cuba & Instituto Cubano de Geodesia yCartografía (1989), aproximadamente las dosterceras partes son terrenos bajos, el resto estácompuesto por algunas elevaciones de hasta 80msnm y por dos grupos montañosos principa-les, la Sierra de Najasa o de Guaicanamar (altu-ra máxima de 312 m) y la Sierra del Chorrillo(altura máxima de 301 m), ambas bajo el nom-bre de Sierra de Najasa.

Además, el municipio está surcado por el ríoNajasa y numerosos arroyos, algunos son afluen-tes del río Najasa; este último está embalsado enel límite occidental del municipio (Figura 1).

En las zonas más bajas, predominan los pastoscon focos de cultivos, sabanas naturales y vegeta-ción secundaria, dedicados principalmente a laganadería. En las partes altas prevalece el comple-jo de vegetación de mogotes (Capote et al., 1989).

El clima, en general, es el que impera en Cuba,con dos estaciones: sequía de noviembre a abril ylluvia de mayo a octubre. La temperatura mediadel aire para la sequía varía entre 22 y 24º C ypara la lluvia, entre 25 y 28º C (Lapinel, 1989a, b).La precipitación media anual está entre 1000 y1400 mm (Gagua et al., 1989).

En el municipio existen tres áreas protegidas:Reserva Florística Manejada “Sierra deGuaicanamar” (1868 ha), Área Protegida deRecursos Manejados “Sierra del Chorrillo” (3410ha), ambas de significación local, y ElementoNatural Destacado “Bosque Fósil de Najasa” (127ha) de significación nacional (CNAP, 2002).

Se ha consultado la literatura sobre anfibios y rep-tiles cubanos en busca de datos sobre su presencia enel municipio de Najasa. Con el mismo fin, se anali-

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 101

zaron los datos de las colecciones herpetológicas másimportantes de Cuba, en el Instituto de Ecología ySistemática y en el Museo Nacional de HistoriaNatural (MNHNCu), ambas en La Habana, asícomo la colección del Centro Oriental deEcosistemas y Biodiversidad en Santiago de Cuba.Además, se consultaron datos del Museum ofComparative Zoology de la Universidad de Harvard,National Museum of Natural History deWashington D.C., American Museum of NaturalHistory de Nueva York, California Academy ofSciences, Natural History Museum de Florida,Philadelphia Academy of Sciences, CarnegieMuseum of Natural History de Pittsburgh, NaturalHistory Museum de Chicago y Kansas UniversityMuseum, todas en Estados Unidos de América, yMuseum für Naturkunde de Berlín, en Alemania.

Se recogieron datos de distribución geográficaen Najasa entre el 26 y el 28 de abril de 2003,entre el 9 y el 14 de junio de 2004 y entre el 9 yel 17 de octubre de 2004. Durante estos tres via-jes se trabajó de 09:00 a 18:00 h y desde las 22:00hasta las 23:00 ó 24:00 h. Se buscaron las espe-cies bajo el suelo, al nivel del suelo y sobre pie-dras, troncos y ramas de árboles y arbustos en 17localidades. Ninguno de los registros procedentesde las colecciones o de la literatura contaba conlas coordenadas geográficas, por lo que se georefe-renciaron con GPS y utilizando el programaMapinfo (versión 8.5) sobre Windows XP.

Los anfibios y reptiles del municipio de Najasaestán referidos en 16 publicaciones; en algunas semencionan topónimos muy generales, como“Sierra de Najasa”. Según estas publicaciones, solo

Figura 1. Municipio de Najasa, provincia deCamagüey, Cuba. El color azul representa los ríos yotros cuerpos de agua dulce, la cota de altitud enpardo oscuro es de más de 300 m, las de pardoclaro van de 80 a 160 m, el resto del territorio vade 40 a 80 m de altitud. Los números simbolizanlas localidades donde se encontraron anfibios yreptiles: 1, poblado de Najasa; 2, carreteraentre Najasa y Sibanicú; 3, Sierra de Najasa;4, Loma de San Martín; 5, Finca LasMercedes; 6, El Cuncuní; 7, Bosque Fósilde Najasa; 8, cerca de Las Pulgas;9, Empresa Flora y Fauna; 10, Mogote La

Belén y Cueva de Dos Majáes; 11, casa devisita de Perico y Sendero de Aves Canoras;12, La Belén y entre La Belén y CuevaGaspar-Najasa; 13, Cueva Rosa La

Bayamesa; 14, Cueva Gaspar-Najasa;15, mogote Bernabé de la Torre;

16, Presa El Molino; 17,Sendero Santa Gertrudis; 18,Sierra del Chorrillo; 19,Cacaotal; 20, Río Blanco;21, Río Najasa.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19102

Especie Loc Longitud Latitud Referencia Veg PDGAMPHIBIAFamilia Hylidae

Osteopilus septentrionalis 18 77o24’01’‘W 21o03’01’‘N ? 2 PC1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1

Familia BufonidaeBufo peltocephalus** 9 77o43’73’‘W 21o00’36’‘N ? 2 R

2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 110 77o43’01’‘W 21o00’06’‘N ? 211 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N ? 2

Bufo empusus** 1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1 PC11 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N ? 2

Bufo taladai** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Rivalta-González et al. 2003 2 R19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 1

Familia LeptodactylidaeEleutherodactylus limbatus** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Garrido & Jaume, 1984 2 PA

12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N ? 2E. planirostris planirostris 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N CZACC 2 PC

13 77o40’38’‘W 21o03’34’‘N ? 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

E. auriculatus** 19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2 CPCE. atkinsi atkinsi** 19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2 PCE. varleyi** 12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N Alonso et al., 2007 2 CPCE. eileenae** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Dunn, 1926 2 R

19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2E. thomasi thomasi** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Schwartz, 1959 2 PA

14 77o42’30’‘W 21o00’38’‘N ? 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

Familia RanidaeRana catesbeiana 2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1 CPC

REPTILIAOrden TestudinesFamilia Emydidae

Trachemys decussata decussata* 1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1 PAOrden SquamataFamilia Tropiduridae

Leiocephalus cubensis cubensis** 1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1 CPC9 77o43’73’‘W 21o00’36’‘N ? 2

L. stictigaster ssp.** 1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1 PAFamilia Polychrotidae

Anolis equestris thomasi** 3 77o46’58’‘W 77o46’57’‘N Garrido, 1981 2 R1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N CZACC 15 77o44’04’‘W 21o00’19’‘N ? 1

18 77o42’01’‘W 21o03’01’‘N ? 28 77o38’42’‘W 20o58’10’‘N ? 1

12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N ? 2A. porcatus porcatus** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Ruibal & Williams, 1961a 2 PC

2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1A. allisoni 15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N CZACC 2 R

6 77o42’28’‘W 21o59’09’‘N ? 18 77o38’42’‘W 20o58’10’‘N ? 11 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 12 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1

A. angusticeps angusticeps* 2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1 CPCA. terueli** 2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1 PAA. lucius** 12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N Estrada, 1987 2 R

13 77o40’38’‘W 21o03’34’‘N ? 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

TABLA 1. Anfibios y reptiles del municipio de Najasa, provincia de Camagüey, Cuba. Las especies señaladas con dosasteriscos (**) y las subespecies con uno (*) son endémicas de Cuba. “Loc” indica la localidad y los códigos correspon-den a las localidades de la Figura 1. “Referencia” indica la fuente de cada cita, ya sea un dato bibliográfico, un registrode la colección herpetológica del IES (CZACC), del American Museum of Natural History (AMNH) o un dato propioobtenido por las autoras (en blanco) o un dato propio registrado por primera vez en el municipio (?). “Veg” indica el tipode hábitat: 1 son pastos con focos de cultivos y 2 el complejo de vegetación de mogotes. “PDG” indica los patrones de dis-tribución geográfica: PC, pancubano; CPC, cuasipancubano; R, regional; PA, poblaciones aisladas; L, local.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 103

Especie Loc Longitud Latitud Referencia Veg PDGA. argenteolus** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Garrido & Jaume, 1984 2 R

12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N Estrada, 1987 29 77o43’74’‘W 21o00’36’‘N ? 2

A. alutaceus** 12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N Schwartz & Garrido, 1971 2 CPC15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N CZACC 2

4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N CZACC 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

A. sagrei sagrei 2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1 PC9 77o43’74’‘W 21o00’36’‘N ? 26 77o42’28’‘W 21o59’09’‘N ? 18 77o38’42’‘W 20o58’10’‘N ? 1

12 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N ? 213 77o40’38’‘W 21o03’34’‘N ? 2

7 77o40’26’‘W 21o59’21’‘N ? 1A. homolechis homolechis** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Ruibal & Williams, 1961b 2 CPC

10 77o43’01’‘W 21o00’06’‘N ? 214 77o42’30’‘W 21o00’38’‘N ? 213 77o40’38’‘W 21o03’34’‘N ? 2

A. allogus** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Ruibal & Williams, 1961b 2 PA15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N CZACC 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

A. jubar ssp.** 10 77o43’01’‘W 21o00’06’‘N ? 2 RA. ophiolepis** 2 77o39’24’‘W 21o06’93’‘N ? 1 PA

Familia GekkonidaeTarentola americana americana* 9 77o43’74’‘W 21o00’36’‘N ? 2 CPC

10 77o43’01’‘W 21o00’06’‘N ? 2Gonatodes albogularis fuscus 1 77o44’39’‘W 21o04’22’‘N ? 1 PASphaerodactylus notatus atactus 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Schwartz & Garrido, 1985 2 PC

4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N CZACC 2S. scaber** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Hedges & Garrido, 1993 2 PA

4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N CZACC 215 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N CZACC 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

S. elegans elegans 11 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N ? 2 CPCFamilia Amphisbaenidae

Amphisbaena cubana** 11 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N ? 2 PAFamilia Colubridae

Antillophis andreai orientalis** 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Garrido & Jaume, 1984 2 CPCAlsophis cantherigerus schwartzi* 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N Schwartz & Henderson, 1988 2 PC

16 77o42’58’‘W 21o59’57’‘N CZACC 29 77o43’74’‘W 21o00’36’‘N ? 2

18 77o42’01’‘W 21o03’01’‘N ? 212 77o43’17’‘W 21o00’36’‘N ? 2

Tretanorhinus variabilis variabilis* 20 77o44’39’‘W 21o03’47’‘N AMNH 1 CPC21 77o55’17’‘W 21o03’25’‘N AMNH 1

Arrhyton vittatum** 4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N Schwartz & Garrido, 1981 2 PA17 77o42’74’‘W 21o59’93’‘N Amaro, 2005 2

A. taeniatum** 11 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N Amaro, 2005 2 PAFamilia Boidae

Epicrates angulifer** 14 77o42’30’‘W 21o00’38’‘N ? 2 CPC10 77o43’01’‘W 21o00’06’‘N ? 213 77o40’38’‘W 21o03’34’‘N ? 2

Familia TropidophiidaeTropidophis melanurus melanurus** 15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N CZACC 2 CPC

19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2T. wrighti** 15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N Domínguez et al., 2006 2 R

19 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2T. nigriventris** 15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N ? 2 L

18 77o42’01’‘W 21o03’01’‘N ? 2T. semicinctus** 15 77o41’59’‘W 21o01’01’‘N ? 2 R

4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N ? 2Familia Typhlopidae

Typhlops lumbricalis 3 77o46’57’‘W 21o02’42’‘N CZACC 2 PA4 77o46’16’‘W 21o02’43’‘N CZACC 2

11 77o43’29’‘W 21o01’10’‘N ? 219 77o49’00’‘W 21o03’13’‘N AMNH 2

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se conocían dos anfibios y 10 reptiles. De acuerdocon la revisión de los datos contenidos en las colec-ciones cubanas y extranjeras, nada más se encontróinformación útil en la del Instituto de Ecología ySistemática (CZACC) y en la del AmericanMuseum of Natural History (AMNH) (Tabla 1).

A partir de la información recogida de lascolecciones zoológicas, de la literatura y del traba-jo de campo, la composición taxonómica actuali-zada de la herpetofauna del municipio de Najasa(Tabla 1) consiste en un orden, cuatro familias y12 especies de anfibios, y en dos órdenes, nuevefamilias y 33 especies de reptiles. El porcentaje deespecies endémicas de Cuba, detectadas en elmunicipio, es muy elevado tanto para los anfibios(70.0%) como para los reptiles (81.8%).

Se encontraron 24 localidades en el municipiocon datos herpetológicos (Figura 1). De ellas, en11 se localizaron anfibios, siete registradas porprimera vez para este grupo; en todas las localida-des se hallaron reptiles, 13 de ellas son nuevaspara este grupo. Cuatro de las 12 especies de anfi-bios se registran por primera vez para el munici-pio (33.3%), así como 15 de las 33 especies dereptiles (45.5%) (Tabla 1). En varios de los mapasde Schwartz & Henderson (1991) aparecen sendospuntos hacia el sureste de la provincia deCamagüey que pudieran referirse a la Sierra deNajasa. Sin embargo, la escala de estos mapas nopermite precisar las localidades y, si no se planteaexplícitamente una localidad, es muy difícil deter-minar que se trata de Najasa, por lo que no seconsideraron estos mapas para la adscripción aNajasa en ningún caso.

El número de localidades por especie varióentre uno y cuatro para los anfibios; Bufo peltoce-phalus es la única especie con cuatro localidades;Eleutherodactylus planirostris y E. thomasi se halla-ron en tres; Bufo empusus, B. taladai, E. limbatus,E. eileenae y Osteopilus septentrionalis están en doslocalidades; y E. varleyi, E. auriculatus, E. atkinsiy Rana catesbeiana fueron vistas en una sola loca-lidad. Para los reptiles este número varió entre

uno y siete; solo Anolis sagrei se registró en sietelocalidades, seguida por A. equestris con seis, A.allisoni y Alsophis cantherigerus con cinco y Anolisalutaceus, A. homolechis, Sphaerodactylus scaber yTyphlops lumbricalis con cuatro. Con tres localida-des se hallaron cuatro especies (Anolis argenteolus,A. lucius, A. allogus, y Epicrates angulifer), mien-tras que con dos se encontraron 10 especies y 11con una sola localidad.

Las localidades con información se puedenagrupar en cuatro unidades geográficas según lascaracterísticas de la vegetación, los accidentes geo-gráficos y la urbanización. La “Sierra delChorrillo” (Sierra del Chorrillo, Mogote LaBelén, Cueva de Dos Majáes, Cueva Rosa LaBayamesa, Cueva Gaspar-Najasa, Empresa deFlora y Fauna La Belén, entre La Belén y CuevaGaspar-Najasa, Casa de visita de Perico, Senderode Aves Canoras, Sendero Santa Gertrudis, LaBelén, Mogote Bernabé de la Torre y Presa ElMolino) contiene el mayor número de especies(34), seguida de la “Sierra de Najasa” (Sierra deNajasa, Loma de San Martín y Cacaotal) con 23especies y los “llanos al norte de la Sierra delChorrillo” (Poblado de Najasa, la Carretera entreNajasa y Sibanicú y Río Blanco) con 17. La uni-dad con menos especies es la del “sur de la Sierradel Chorrillo” (Bosque Fósil de Najasa, ElCuncuní, Finca Las Mercedes y cerca de LasPulgas) con solo tres especies, todas reptiles. Unasola localidad queda separada de las cuatro unida-des geográficas: el río Najasa, con una especie.

En las dos formaciones vegetales encontradasen el municipio existen anfibios y reptiles (Tabla1), aunque el complejo de vegetación de mogotesestá habitado por la mayoría de las especies (37)de las cuales 28 son exclusivas de dicha formaciónvegetal y otras nueve se encontraron en ambasformaciones. Los pastos con cultivos albergan 17especies, ocho exclusivas de esta formación máslas nueve comunes a ambas formaciones vegetales.

Tropidophis nigriventris es la única especie endé-mica de la provincia de Camagüey, con solamente

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 105

dos registros fuera del municipio de Najasa; losdemás anfibios y reptiles viven también en el restodel país con diferentes patrones de distribución geo-gráfica (Tabla 1): con poblaciones aisladas (13 espe-cies), locales (1), cuasipancubanos (13), regionales(10) y pancubanos (8). Anolis porcatus y A. allisonise encontraron en simpatría y sintopía en la locali-dad “carretera entre Najasa y Sibanicú”, sin que seobservaran individuos “híbridos”, como se hanhallado en otras localidades de Cuba (Glor et al.,2004). De igual forma, Anolis sagrei sagrei de Najasano muestra las características descritas para A. s.greyi de los alrededores de la ciudad de Camagüey(Kolbe et al., 2004), si no las de la mayoría de los indi-viduos de la especie. Por otra parte, Anolis jubar enel municipio no ha sido asignada aún a ningunasubespecie, pues no se asemeja a la subespecie A. j.jubar, que es la más cercana (norte de la provinciade Camagüey y cayos del Archipiélago de Sabana-Camagüey), ni a ninguna otra de las descritas hastael presente (Rodríguez Schettino, 1999). La compara-ción y posible descripción de este taxón será objetode un manuscrito futuro.

Todos los anfibios registrados para Najasa aparecenen la lista roja de la Unión Internacional de laConservación de la Naturaleza (IUCN, 2007): una espe-cie En Peligro (Eleutherodactylus thomasi), tres comoVulnerable (Bufo empusus, B. taladai y E. limbatus),una como Casi Amenazada (E. eileenae) y siete conPreocupación Menor (B. peltocephalus, E. planirostris,E. atkinsi, E. auriculatus, E. varleyi, Osteopilus septen-trionalis y Rana catesbeiana). De los reptiles encontra-dos, solo Epicrates angulifer está en IUCN (2007) comocon Preocupación Menor; sin embargo, Rodríguez-Schettino & Chamizo-Lara (1998) propusieron aTropidophis nigriventris como Vulnerable y a Trachemys

decussata y a Tropidophis wrighti como CasiAmenazadas, debido a su distribución restringida yescasez, la primera, y a las presiones humanas sobre lasotras dos, a pesar de que aún se les encuentra con rela-tiva facilidad. Ninguna otra especie ha sido catalogada,por lo que en breve serán analizadas para su posibleinclusión en alguna de las categorías de amenaza.

Esta contribución coadyuva a conocer con exac-titud dónde se han hallado los anfibios y reptileshasta el presente y hacia dónde se debe encaminar eltrabajo futuro para encontrar otras localidades paraestas especies u otras que pudieran ser descubiertas enel municipio de Najasa. Asimismo, puede ser conve-niente para los investigadores, técnicos y docentesque trabajan en este municipio, con vistas a la utili-zación de la información en los planes de manejo delas áreas protegidas, la enseñanza general y la educa-ción ambiental, todo lo cual influirá sobre la conser-vación y uso sostenible de la herpetofauna.

AGRADECIMIENTOS: A M.A. Olcha y J.G. Calvear, delInstituto de Ecología y Sistemática y a A. Torres Barboza, J.Larramendi Joa, E. Fonseca, M. Domínguez y A. Arango porsu ayuda durante el trabajo de campo. Las autoridades de laEmpresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna enCamagüey (A. Menéndez) y en el Área Protegida de RecursosManejados “La Belén” (R. Briñas y A. Puig) autorizaron nues-tro trabajo y sus especialistas apoyaron durante el trabajo decampo (J. Pestana, A. Canes, Y. Silva y A. Díaz). A. HernándezMarrero confeccionó la Figura 1. Se recibió financiamiento delproyecto “Vertebrados de Cuba central” del Programa Ramal deCiencia y Técnica “Sistemática y Colecciones Biológicas” deCuba y del proyecto “Herpetogeografía de Cuba central”,Grant nº 6981-01 de la National Geographic Society a LourdesRodríguez-Schettino. Se agradecen las sugerencias valiosas almanuscrito realizadas por un revisor anónimo.

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Conservación

Como es un hecho reconocido, muchasespecies de anfibios están en declive en todo elplaneta (e.g. Houlahan et al., 2000; Alford et al., 2001;Stuart et al., 2004; Pounds et al., 2006). Dentro de losmúltiples factores que contribuyen a este decli-ve, se encuentra de manera destacada la pérdi-da, alteración y fragmentación de los hábitats(e.g., Blaustein & Wake, 1995; Beebee & Griffiths, 2005;Gallart et al., 2007). En el caso de Galicia, en elnoroeste de España, el declive generalizado delas poblaciones de anfibios que se ha producidoen las últimas décadas puede ser claramenteatribuido a la alteración de los hábitats y a laintroducción de especies acuáticas alóctonas(Galán, 1997a, 1999). En la mayor parte de las oca-siones (aunque no siempre, ver por ejemplo, Galán,2006a), resulta sencillo establecer una relacióncausa-efecto entre la alteración sufrida por loshábitats y/o la presencia masiva de determina-das especies alóctonas (como el cangrejo rojoamericano, Procambarus clarkii o la gambusia,Gambusia holbrooki) y los declives experimenta-dos por las especies de anfibios de una zona(Galán, 1997a). En el caso concreto de las dosprovincias occidentales de Galicia, A Coruña yPontevedra, las que poseen una mayor densidadde población humana y las que han sufrido unamayor transformación del paisaje en las últimasdécadas, ha sido tan intenso el efecto produci-

do por la alteración de las charcas de cría de losanfibios y de los hábitats terrestres circundantes(Galán, 1999), que resulta muy difícil el poderidentificar otras posibles causas de los declives.

El sapo partero común (Alytes obstetricans) hasido considerado tradicionalmente como unaespecie frecuente en la zona norte de la PenínsulaIbérica (Bosch, 2002; García-París, 2004), señalándoseque es además una especie altamente tolerante alas alteraciones del medio, colonizando inclusocon rapidez zonas recién alteradas (Galán, 1997b;Bosch, 2002). A pesar de ello, se han descrito tam-bién en esta especie mortalidades masivas asocia-das a enfermedades emergentes, como la morta-lidad de larvas y ejemplares recién metamorfose-ados en el Pirineo de Huesca, atribuidos a infec-ciones bacterianas (Márquez et al., 1995) y el brotede quitridiomicosis ocurrido en la sierra delGuadarrama en Madrid, que ha producido lacasi extinción de toda la población afectada en elbreve período de tiempo que va de 1997 a 1999(Bosch et al., 2001).

Esta especie es considerada común enGalicia (Galán & Fernández, 1993; Balado et al., 1995),y con los datos disponibles hasta el final delsiglo XX, ha sido uno de los anfibios que hasufrido menores retrocesos poblacionales enesta región (Galán, 1999), excepto en aquellospuntos donde se habían introducido especies de

Cambios en la presencia del sapo partero común (Alytes obstetricans)en diferentes períodos y medios acuáticos:

posible declive de la especie en Galicia

Pedro Galán

Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n.15071 A Coruña. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 15 de abril de 2008.Key words: Alytes obstetricans, amphibian decline, Galicia, NW Spain.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19108

crustáceos y peces alóctonos (Galán, 1997a). Estasituación se ha mantenido aparentemente igualen los primeros años del siglo XXI; sin embar-go, en el último lustro, hemos detectado nota-bles disminuciones en el número de individuosobservado en determinadas zonas de Galicia,hasta el punto de convertirse en una especierara en numerosos lugares de esta comunidad(Galán, 2006b, 2007 y datos propios inéditos). En lapresente nota se comparan los datos obtenidossobre la presencia de Alytes obstetricans en dife-rentes períodos de tiempo y medios acuáticoscon los objetivos de: (i) poder determinar si seestá produciendo o no el declive de esta especie,en cifras superiores a la disminución general delas diferentes especies de anfibios en la región y(ii) intentar cuantificar la magnitud del declive.Este sería un conocimiento previo necesariopara poder determinar sus causas.

Para comprobar si se han producido declivesen una población animal, una metodología habi-tual es comparar el estado de sus poblaciones enun período del pasado con el actual, empleandouna metodología de muestreo similar, que permi-ta establecer estas comparaciones. Por ello se hanseleccionado una serie de datos obtenidos perso-nalmente entre los años 1975 y 1985 en diversosmedios acuáticos de Galicia. Se procuró que esoshábitats abarcasen la totalidad de los lugares dis-ponibles para que las diferentes especies de anfi-bios de la región realizaran la reproducción. Esosmedios acuáticos fueron muestreados durante lasfases principales del período reproductor de losanfibios (principalmente de marzo a mayo). Paralos objetivos del presente trabajo se seleccionaronúnicamente los datos de presencia de Alytes obste-tricans en cada una de las charcas de cría. En cadamedio acuático se realizó una búsqueda con unared de mano en el agua, tratando de localizar lar-vas de esta especie y una prospección en la inme-diata periferia (levantando piedras, tablas, etc.),para localizar adultos o juveniles, en su fase terres-tre. Con la misma metodología y período anual

de visitas (marzo-mayo), se muestrearon durantelos años 1995-1998 estos mismos medios acuáti-cos. Durante el tiempo transcurrido entre ambosperíodos, una parte importante de estos mediosacuáticos (el 31%) había desaparecido o estaba enun estado de alteración tal que no era susceptiblede albergar poblaciones de anfibios. Por otrolado, en este período también se habían origina-do en esas mismas zonas otros nuevos mediosacuáticos. Por lo tanto, se añadieron al muestreo13 nuevas charcas a las 96 remanentes del primerperíodo de estudio.

Finalmente, durante los años 2006 y 2007 sevolvieron a muestrear, con la misma metodolo-gía, esfuerzo de muestreo y fechas (marzo-mayo)todos los medios acuáticos que aún permanecíandel período anterior, 1995-1998 (n = 70), aña-diendo al estudio una serie de nuevos mediosacuáticos originados en las mismas zonas en eseintervalo y otros que, estando presentes en losperíodos anteriores, no habían sido muestreados(n = 138), determinando también la presencia oausencia de Alytes obstetricans.

En el período 2006-2007 se seleccionaronademás tres localidades, dos de las cuales habí-an sufrido la introducción de Procambarusclarkii y Gambusia holbrooki a finales de ladécada de 1980, los embalses de Vilasenín(Ordenes, A Coruña; UTM: 29T NH47) y deMeicende (Arteixo, A Coruña; UTM: 29TNH49). La tercera localidad fue la laguna deMonte Xalo (Cerceda, A Coruña; UTM: 29TNH48) que hasta la fecha (2008) está aúnlibre de estas especies alóctonas. De estas treslocalidades se disponía de datos obtenidos en1981 sobre la abundancia de anfibios, princi-palmente mediante la metodología de conta-bilizar el número de individuos recién meta-morfoseados de cada especie que aparecíanbajo las piedras a lo largo del borde del aguadurante el mes de septiembre (período en quees máximo el número de metamórficos queabandonan el agua en estos medios). Los

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embalses fueron muestreados de nuevo en sep-tiembre de 2001, 2004, 2005 y 2007, mien-tras que la laguna de Xalo lo fue en septiembrede 2007. Todos estos lugares fueron muestrea-dos en las mismas zonas y con la misma meto-dología que en 1981, es decir, recorriendotoda su periferia accesible y contabilizandotambién el número de piedras levantado paracuantificar el esfuerzo de muestreo. En losresultados se indican solamente las especies deanuros encontradas.

Finalmente, para poder conocer en quémomento se ha producido el posible declive deAlytes obstetricans en estas zonas de Galicia, seseleccionó una localidad donde el sapo parterocomún era aún muy abundante a principios dela década de los años 2000, las turberas deTremoal y Saidoiro en la sierra de Xistral(Abadín, Lugo, UTM: 29T PJ21). Estas zonasfueron muestreadas, buscando a los anfibiosbajo piedra, durante los meses de abril o mayoen los seis últimos años (2002-2007). Como en

los casos anteriores, se incluyen también losdatos de las otras especies de anuros encontra-dos, como comparación.

En los años 1975 a 1985 Alytes obstetricansapareció en todas las categorías de medios acuá-ticos que se diferenciaron (n = 10), estando pre-sente en el 25.9% del total muestreado (Tabla1). En el siguiente período (1995-1998) estaespecie apareció en nueve de las 10 categorías yen el 19.3% del total de los medios acuáticosexaminados (n = 109). En el último período demuestreo (2006-2007), cuando habían transcu-rrido 21-32 años del primero y 8-12 años delsegundo, el sapo partero común sólo fue detec-tado en cuatro categorías de medios acuáticosde las 10 diferenciadas y estaba presente única-mente en el 6.2% del total prospectado (n =208). En este último período, diferenciando losresultados obtenidos en los medios acuáticos yaexaminados en el período anterior, de los quesólo permanecían 70 (el 64%), de los nuevos(aunque presentes en las mismas zonas que los

TABLA 1. Tipos de medios acuáticos estudiados en Galicia en tres períodos diferentes y presencia enellos de Alytes obstetricans. N: número de medios acuáticos de cada tipo muestreados en el primerperíodo. I: medios acuáticos que aún permanecían del período anterior (el 31% y el 36% respecti-vamente, habían desaparecido o estaban profundamente alterados). II: nuevos medios acuáticos,situados en las mismas zonas que los anteriores, pero que no existían o no habían sido muestreadosen el anterior período.

1975-1985 1995-1998 2006-2007CON CON CON

TIPOS DE MEDIOS ACUÁTICOS N Alytes I II TOTAL Alytes I II TOTAL Alytes

Lagunas, embalses y grandes charcas 15 7 14 2 16 4 11 10 21 8con vegetación acuática

Charcas en herbazales y turberas 26 3 17 0 17 2 11 34 45 1Charcas en bosques 7 1 6 0 6 0 0 5 5 0Charcas en arenales costeros 6 1 5 1 6 1 4 11 15 0Charcas de manantial 16 6 8 0 8 1 7 2 9 2Charcas someras en desmontes y caminos 13 6 2 7 9 1 0 18 18 0Depósitos de agua artificiales: 10 4 6 0 6 4 3 12 15 2

lavaderos, pozos, abrevaderos, etc.Ríos y arroyos 27 3 26 0 26 2 23 24 47 0Escorrentías y canales 8 4 4 3 7 3 6 17 23 0Acequias de regadío 11 1 8 0 8 3 5 5 10 0

Total 139 36 96 13 109 21 70 138 208 13% con presencia de A. obstetricans 25.9 19.3 6.2

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19110

anteriores), se encontró que Alytes obstetricanssólo se encontraba en 4 puntos acuáticos de losremanentes (5.7%; n = 70) y en 9 de los nue-vos (6.5%; n = 138).

En los embalses de Vilasenín y de Meicende,donde se encontró un número relativamenteelevado de juveniles de Alytes obstetricans en1981, así como de otras especies de anuros(Tabla 2), se produjo un dramático descensotras la introducción de Procambarus clarkii yGambusia holbrooki a finales de la década de1980, que afectó a todas las especies. En ladécada de 2000 los muestreos sólo revelaron lapresencia de Pelophylax perezi en estos embalses.Sin embargo, ocasionalmente, algún año sepudo detectar la presencia de uno o dos juveni-les de Alytes en Vilasenín, aunque no enMeicende (Tabla 2).

Esta grave disminución de las poblaciones deanfibios no se produjo en la laguna de MonteXalo, donde están ausentes las especies depreda-doras alóctonas acuáticas. Sin embargo, compa-rando las cifras obtenidas en 1981 y 2007 sepuede comprobar que tres de las especies deanuros (Discoglossus galganoi, Hyla arborea y

Pelophylax perezi) mantienen aproximadamentelos mismos tamaños poblacionales entre estosdos períodos, mientras que, la cuarta especiepresente, Alytes obstetricans, disminuye de mane-ra muy acusada, detectándose un único indivi-duo en 2007, frente a 41 en 1981 (Tabla 3).

En las turberas de la sierra de Xistral estaespecie ha sido muy abundante en las últimasdécadas (Galán, datos inéditos). En los años 2002 y2003 esta abundancia parecía mantenerse,encontrándose 0.31 y 0.25 sapos parteros porpiedra levantada (n = 91 y 80 respectivamente).En el año 2002, por ejemplo, se encontraronhasta 10 machos adultos con huevos juntosbajo la misma piedra. Sin embargo, a partir de2004 esta situación pareció cambiar y el núme-ro de observaciones se redujo drásticamente (asólo uno o dos ejemplares) a pesar de que se

siguió levantando un número similar de piedrasen las mismas zonas y meses (Tabla 4).

La disminución en la presencia de Alytes obs-tetricans en los medios acuáticos del norte yoeste de Galicia entre 1975-1985 y 1995-1998fue poco acusada y muy similar a la que experi-mentaron la mayoría de los anfibios de esta

TABLA 2. Número de individuos (juveniles recién metamorfoseados) de cuatro especies de anuros encontra-dos bajo piedra en la periferia del agua en dos embalses de la provincia de A Coruña en 1981 (antes de laintroducción de Procambarus clarkii y de Gambusia holbrooki) y en distintos años de la década de 2000, variosaños después de la introducción de estas dos especies alóctonas. Se indica en cada año el número de piedraslevantadas para cuantificar el esfuerzo de muestreo. En todos los casos se recorrió toda la periferia accesible deestos embalses. Se han seleccionado los muestreos realizados en septiembre.

EMBALSE DE VILASENÍN 1981 2001 2004 2005 2007Alytes obstetricans 45 2 0 0 1Bufo bufo 12 0 0 0 0Pelophylax perezi 325 47 20 42 31Número de piedras levantadas 72 81 68 125 130

EMBALSE DE MEICENDE

Alytes obstetricans 22 0 0 0 0Bufo bufo 21 0 1 0 0Hyla arborea 3 0 0 0 0Pelophylax perezi 428 69 9 3 7Número de piedras levantadas 112 103 121 98 118

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 111

región en ese mismo período (Galán, 1999). Sinembargo, entre 1995-1998 y el momento actual(2007-2008) esta especie aparentemente haexperimentado una disminución mucho másintensa, tanto en el número de medios acuáticosque utiliza para reproducirse como en el núme-ro de individuos en las localidades en que toda-vía se encuentra. En las zonas de Galicia quehan sido prospectadas con detalle a la búsquedade anfibios en los últimos años (2006-2007),como en el Parque Natural de Corrubedo (ACoruña), el número de observaciones de estaespecie ha sido también mínimo (sólo dosobservaciones de un total de más de 1500 indi-viduos postmetamórficos encontrados, de doceespecies de anfibios; Galán, 2007).

A diferencia de loque ha sucedido con elresto de las especies deanfibios en Galicia, losresultados obtenidos conAlytes obstetricans en losúltimos años son simila-res en los medios altera-dos por la presencia deespecies alóctonas (losdos embalses menciona-dos) que en los todavía

no alterados por esta causa (lalaguna de Xalo). En unos yotros su número se ha reduci-do al mínimo. El indicio deque “algo estaba pasando”con esta especie se produjocuando se pudieron compa-rar los datos sobre la presen-cia de anfibios en alguna delas pocas localidades congrandes masas de agua queaún permanecían no altera-das por la introducción deProcambarus y Gambusia,como en la laguna de Xalo, y

se comprobó que estaban todas las especiesdetectadas 25-26 años antes, y con densidadessimilares, excepto una: el sapo partero común,aún presente, pero en densidades mínimas.

Sin embargo, es preciso destacar que la fuer-te disminución generalizada que parecen indi-car nuestros datos no entraña en muchos casosla extinción del sapo partero común, pues endiversas localidades, incluyendo las muy altera-das por especies alóctonas, sigue estando pre-sente, detectándose algún individuo aislado(Tablas 2, 3 y 4). Esto mismo ha sucedido enlocalidades donde no se ha podido detectar supresencia en los últimos años en las charcas dereproducción, pero que en escuchas nocturnasse podían detectar sus cantos, aunque siempre

TABLA 3. Número de individuos (juveniles recién metamorfoseados)de cuatro especies de anuros encontrados bajo piedra en el borde delagua en la laguna de Monte Xalo (Cerceda, A Coruña) en 1981 y2007 y porcentajes sobre el total. En esta laguna no se ha detectadohasta el momento (2008) la introducción de ninguna especie de crus-táceo o de pez alóctono. Se indica también el esfuerzo de muestreo encada año, señalando el número de piedras levantadas. En ambos casoslos muestreos se realizaron en septiembre, recorriendo la totalidad dela periferia accesible.

LAGUNA DE XALO 1981 % 2007 %Alytes obstetricans 41 30.8 1 1.0Discoglossus galganoi 8 6.0 7 6.8Hyla arborea 6 4.5 4 3.9Pelophylax perezi 78 58.6 91 88.3Número de piedras levantadas 68 79

TABLA 4. Número de ejemplares de las cuatro especies de anuros presentesen las turberas de Tremoal y Saidoiro, en la sierra de Xistral (Lugo) encontra-dos bajo piedra en seis años consecutivos. Todos los muestreos fueron reali-zados en el mes de abril (2003, 2004) o mayo (2002, 2005, 2006 y 2007),exactamente en las mismas zonas. Se indica en cada caso el esfuerzo de mues-treo señalando el número de piedras levantadas.

TURBERAS DE XISTRAL 2002 2003 2004 2005 2006 2007Alytes obstetricans 28 20 2 0 1 2Discoglossus galganoi 0 0 1 3 2 1Bufo calamita 6 7 0 0 0 0Rana temporaria 7 0 1 3 6 2Número de piedras levantadas 91 80 75 95 88 78

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19112

en muy baja densidad (Galán, inédito; DamiánRomai y Ferreiro Sanjurjo, comunicación personal).Teniendo en cuenta la ubicuidad de la repro-ducción de esta especie (Galán et al., 1990), pue-den fácilmente pasar desapercibida pequeñaspoblaciones remanentes en una prospección noexhaustiva de medios acuáticos.

Este mismo hecho de su presencia en muybajo número, pero no desaparecida completa-mente, puede enmascarar su declive, ya que enestudios de distribución geográfica referida a lapresencia de las especies en cuadrículas UTM de10x10 km, basta la detección de uno de estosindividuos para señalar su existencia en toda lacuadrícula de 100 km2. Recientes estudios deeste tipo desarrollados en Galicia no muestran aAlytes obstetricans como particularmente escasa,estando presente en un número relativamenteelevado de cuadrículas (Asensi, 2006). Sin embar-go, analizando el mapa más reciente de la distri-bución de esta especie (con datos recopiladoshasta el 27-12-2007) se puede apreciar unamplio vacío, sin ningún dato sobre su presen-cia en toda la zona central, occidental y meridio-nal de la provincia de A Coruña (en donde nos-otros hemos realizado la mayor parte de los

muestreos a los que se refiere este artículo), asícomo en la mayor parte de la de Pontevedra(Asensi, 2007). Si este declive del sapo partero sedebe a algún tipo de infección bacteriana o fún-gica, pudiera suceder que no haya afectado aúna la totalidad de Galicia, habiendo comenzadopor su mitad occidental. Naturalmente, hay quetomar con mucha reserva esta información, yaque se trata de datos provisionales.

Esto contrasta con observaciones realizadasen poblaciones de Alytes obstetricans de otraszonas de Europa, donde no se han comproba-do declives (al igual que con otras especies deanfibios) cuando en los medios acuáticos no sehabían producido introducciones de especiesalóctonas de peces depredadores (Crochet et al.,2004). Sin embargo, en Alytes obstetricans se handescrito ya graves declives en España origina-dos por infecciones, tanto bacterianas, en elPirineo de Huesca (Márquez et al., 1995), comofúngicas, por quitridiomicosis, en el SistemaCentral de Madrid (Bosch et al., 2001). Será nece-sario estudiar el estado de las poblaciones galle-gas de sapo partero común con respecto a estosagentes infecciosos, para poder determinar lascausas de este declive.

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La provincia de Zamora, al igual que elresto de la Península Ibérica, se está viendoafectada por la liberación de diversas especiesde quelonios alóctonos. Hasta la fecha, se hanhallado dos galápagos exóticos en Zamora,Trachemys scripta elegans y Trachemys scriptascripta. Su reproducción tanto en semilibertad(Martínez Silvestre et al., 1997) como en la natura-leza (de Roa & Roig, 1988; Bertolero & Canicio,2000; Capalleras & Carretero, 2000) demuestranla adaptación a nuestros humedales. Mingotet al. (2003) ponen de manifiesto la reproduc-ción en la zona centro de la Península Ibéricay Bermejo-García (2006) cita la recolección desiete neonatos de Trachemys s. scripta en lasriberas del río Esla. Finalmente, Franch et al.(2006) describen la estructura reproductiva deuna población de galápago de Florida en elnoreste de la Península Ibérica.

Con estos datos preocupantes, parece lógicoimpedir su liberación en la naturaleza, con el fin deevitar los problemas que su extracción conlleva.Está demostrado que estos quelonios alóctonosdesajustan las cadenas tróficas, afectando directa-mente a las dos especies autóctonas que pueblan elterritorio español, Emys orbicularis y Mauremysleprosa (Barbadillo et al., 1999; Salvador & Pleguezuelos,2002). Conscientes de esta problemática, surgió laidea de organizar una campaña de recogida deespecies exóticas en cautividad. La metodologíaempleada fue la de informar a la ciudadanía de laprovincia mediante carteles informativos y publi-caciones en periódicos y revistas locales.

Cabe asimismo mencionar la entrega dequelonios autóctonos retenidos en cautiverio.En efecto, en esta zona es frecuente mantener aMauremys leprosa y Emys orbicularis en cautivi-dad, ya que según algunos lugareños ahuyentan

Campaña de recogida de quelonios alóctonosy autóctonos cautivos en Zamora

Abel Bermejo-García

Cl. Cortes de Toro, 11, 2º B. 49800 Toro. Zamora. España. Ce: [email protected]

Fecha de aceptación: 10 de mayo de 2008.Key words: alien species, chelonians, environmental education.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19114

a roedores. Suelen ser especímenes recolectadosen pescas de Procambarus clarkii. Con frecuen-cia los pescadores retienen a los galápagos juntocon los cangrejos durante el transporte, en lacreencia que esta acción mantiene con vida aP. clarkii, según comentan los aficionados a estapesca. Como resultado de esta nefasta práctica,la mayor parte de estos ejemplares sufren agre-siones por parte del crustáceo (Figura 1).

Desde 2003 hasta 2006 se han recuperadocuatro galápagos autóctonos (Tabla 1). Estosejemplares presentaban diversas anomalíasdebidas al cautiverio: un macho de M. leprosacapturado en una pesca de cangrejos, con extir-pación del ojo derecho; una hembra de lamisma especie se mantuvo durante más decinco años en un patio de hormigón presentan-do terribles callosidades en los miembros poste-riores y ausencia parcial de la cola debido a laabrasión con este elemento; un macho joven deE. orbicularis mostraba claramente una fuerte

agresión producida por un cánido, este indivi-duo murió pocos días después de la entrega.

Desde el inicio de la campaña se han reco-lectado 10 ejemplares de galápagos alóctonos(cinco Trachemys scripta elegans y cinco T. s.scripta), hecho que refleja la importancia de estetipo de campañas de recogida que evitan suliberación en nuestros humedales. La mayoríade las personas que donaron uno o varios ejem-plares lo hacía por no poder mantener a su galá-pago. Este problema se hace patente en algunosindividuos (n = 3) que presentaban anomalíasfísicas, por falta de espacio y una mala alimen-tación. Los ejemplares recogidos se han ubica-do en instalaciones privadas, zonas creadasespecialmente para estos quelonios. Tambiénparece razonable que estas personas tenganderecho de visitar a su antigua mascota si así lodesean. En muchos casos la donación al centrose hizo con esta condición. La adaptación alnuevo entorno incita a estos galápagos a repro-ducirse bajo estas condiciones (hábitat y ali-mentación adecuados). Así, se halló una puestade cuatro huevos en el estanque. Curiosamentefueron localizados en enero de 2007 durante lalimpieza del mismo, los huevos se hallaron en elagua. El día 4 de abril de 2008 se observo unneonato de Trachemys scripta elegans, este pre-sentaba diente de huevo y una marcada cicatrizumbilical. La temperatura ambiental en elmomento de la observación era de 25º C y lasnoches anteriores fueron suaves entre 8-10º C,condiciones similares a las expresadas porAlbert & Martín (2007) en Alicante, confirman-do la reproducción en Zamora bajo condicio-nes ambientales frías.

Figura 1. Ejemplar de Mauremys leprosa con el ojo dere-cho extirpado como consecuencia de una agresión decangrejo americano.

Foto Abel Bermejo

LONGITUD FECHA DEESPECIE SEXO CAPARAZÓN ENTREGA ESTADO

Mauremys leprosa Hembra 18.2 cm 11.11.2003 Callosidades y perdida de colaMauremys leprosa Macho 19.5 cm 05-08-2004 Ojo derecho extirpadoEmys orbicularis Macho 15.7 cm 12-10-2004 Fuerte agresión de un cánidoEmys orbicularis Macho 8.5 cm 16-08-2005 Bueno

TABLA 1. Características de los ejemplares autóctonos recuperados.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 115

Otro aspecto interesante de la campaña es queno se han eliminado estas especies alóctonas comose suele venir haciendo en otras zonas. Se conside-ra que tales ejemplares pueden ser útiles en charlasrealizadas durante la visita de centros de enseñanzapara concienciar a los jóvenes de la provincia.Generalmente, el motivo de la presencia de estosgalápagos exóticos en hogares se debe a que losniños adquieren la mascota como un juguete. En2003 se emplearon dos ejemplares de T. s. elegansdurante el transcurso de la exposición “Anfibios de

la Comarca de Toro” financiada por la Obra Socialde Caja Madrid y realizada por Abel BermejoGarcía, considerándose que esta acción ayudó a losvisitantes a reflexionar sobre el respeto y el com-promiso que esta fauna y sus problemas merecen.

AGRADECIMIENTOS: A todas las personas que donaron a sumascota en lugar de liberarlas en la naturaleza. A M. OteroToral por su apoyo incondicional a la causa conservacionista,a E. Bermejo García y D. Olalla Martín que colaboraron enla recogida de ejemplares durante la campaña.

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Salvador, A. & Pleguezuelos, J.M. 2002. Reptiles Españoles.Canseco Ediciones. Talavera de la Reina.

El día 1 de marzo del 2008 en una visita al“Aguait de la Bassa dels Pollancres”, uno de losobservatorios de la Reserva Natural delRemolar-Filipines (Delta del Llobregat,Barcelona; UTM: 31T DF2170), desde dondees habitual observar un buen número de jico-teas norteamericanas*, pudo observarse un

macho de aspecto similar a éstas, pero clara-mente diferenciable por su cuello muy alarga-do unido a una cabeza muy estrecha y losconspicuos círculos concéntricos que adornanlas escamas costales del espaldar, así como elcolor anaranjado entre el diseño de las placasmarginales, características diagnosticas muy

Primera cita de Trachemys emolli (Legler, 1990)asilvestrada en la Península Ibérica

Óscar Arribas

Avda. Francisco Cambó 23. 08003 Barcelona. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 9 de abril de 2008.Key words: Emydidae, Emydinae, Nicaraguan slider, Iberian Peninsula, Allochtonous.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19116

resolutivas que la identifican como una de lasespecies de galápago que habitan enCentroamérica. La forma característica de lamancha postocular, bien desarrollada y biloba-da por una constricción al nivel del tímpano(que puede estar totalmente partida en algu-nos ejemplares) la identifican en concretocomo Trachemys emolli (Legler, 1990) (Figura 1).Por su hocico llamativamente apuntado, lafalta de uñas largas en los miembros anteriores(típica de las jicoteas mesoamericanas conescasas excepciones, en contraposición a lasnorteamericanas) y la cola muy abultada seapreciaba que era un macho ya adulto.

La jicotea nicaragüense se distribuye porNicaragua y el norte de Costa Rica (Lagos deNicaragua y Managua, así como sus cercanías yel extremo norte de Costa Rica) ( Merchan, 2002;Pàmies, 2008; Fritz & Havas, 2006). Sus relacionescon otros taxones mesoamericanos (especial-mente con T. venusta y T. ornata) están poco cla-ras. Antiguamente se la consideró, junto contodas las Trachemys no insulares, como una ssp.de T. scripta, sin embargo hoy en día es tratadacomo especie independiente (Seidel, 2002; Bonnin,Devaux & Dupré, 2006).

El ejemplar observado en el Delta delLlobregat, era el más grande de las Trachemysspp. que estaban a la vista en el momento de laobservación, incluso que las T. scripta de mástalla presentes en esa reducida zona, pese a queno podía tener demasiada edad ya que la ventade esta especie ha ocurrido sólo en los últimosaños. Se dice que en un par de años puedenmedir ya 20 cm y alcanzar en su edad adultahasta 37 cm de longitud del espaldar (Pàmies, op.cit.; Merchan, 2002). Aunque se desconoce laantigüedad de la suelta, resulta interesante elhecho de que una especie netamente tropical (adiferencia de T. scripta s. str. que vive en unamplio rango de climas, en parte equivalentes alos que encuentra en la península Ibérica)pueda no solo sobrevivir, sino que incluso hayallegado al estado adulto en el clima de los alre-dedores de Barcelona.

Además de ingentes cantidades de Trachemysscripta (sspp. scripta, elegans, troosti, y diversos inter-grados entre ellas de cara a eludir con picaresca elfenotipo elegans y así la prohibición de su venta),han sido comercializadas en Barcelona en los últi-mos años: T. decussata (1996), T. emolli (1998,2000, 2005, 2006) y T. callirostris (en la primera

Figura 1. Ejemplar macho de Trachemys emolli al que se refiere la presente nota.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 117

mitad de la década de los 80 –via SE asiático- y enel 2005), aunque siempre en partidas pequeñas ypuntuales. En general, las partidas de estas especiestropicales llegan durante la primavera, hacia el finalde las existencias de T. scripta del año anterior yjusto antes de la eclosión de los neonatos del año,para tapar el hueco que la falta de éstas últimas dejamomentáneamente en el mercado.

Recientemente (junio 2008) han sidoobservados otros dos ejemplares muy grandes,macho y hembra, de T. emolli en un parque

urbano de Barcelona (en el estanque de la cas-cada del Parc de la Ciutadella), donde ademásconvive con T. scripta scripta, T. s. elegans,Pseudemys concinna, P. nelsoni y Graptemyspseudogeographica.

* El término jicotea se aplica a las tortugas de agua dulcedel género Trachemys en buena parte de centroamérica(Colombia, Cuba, Puerto Rico y Venezuela). En España,estas especies desgraciadamente ya muy comunes en nues-tros ríos, lagos y marismas, se conocen por el nombre gené-rico de tortugas, aunque las especies de tortugas acuáticasautóctonas ibéricas reciben el nombre de galápagos.

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do en áreas naturales a partir de ejemplaresplantados en jardines y taludes de fincas, quehan colonizado multitud de lugares gracias a sualta capacidad de expansión. Esta planta herbá-cea perenne invasora, procedente de Sudáfrica(región del Cabo), está ocupando en aceleradaprogresión medios costeros, generalmente alte-rados o con uso humano intenso. Forma untapiz ininterrumpido que cubre el sustrato yaltera totalmente las condiciones de insolacióny el ciclo de nutrientes (Vila et al., 2006). En laactualidad se encuentra presente en toda la

El eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) esuna especie común en los herbazales de laszonas costeras de Galicia (Galán & Fernández,1993) donde llega a alcanzar densidades relativa-mente elevadas (Galán, 1999, 2003). Estos herba-zales aerohalófilos propios de cantiles marinos yarenales costeros, reciben la influencia salinaproveniente de las salpicaduras del mar arrastra-das por el aire (el efecto de “spray” marino). Enestas zonas costeras gallegas, al igual que enotras de la Península Ibérica, la planta invasorauña de gato (Carpobrotus edulis) se ha estableci-

Efecto de la planta invasora Carpobrotus edulis sobrela densidad del eslizón tridáctilo (Chalcides striatus)

en una localidad costera de Galicia

Pedro Galán

Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n.15071 A Coruña. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 1 de septiembre de 2008.Key words: Alien plant species, Chalcides striatus, Galicia, invasive species, NW Spain, reptiles.

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bajo porte. En las zonas estudiadas predomi-nan los pies dispersos de Ulex europaeussubsp. latebractatus y Rubus ulmifolius interca-lados en el herbazal, aunque en las proximida-des existen formaciones densas de este mato-rral. La creciente urbanización de este tramocostero, que había permanecido en favorableestado de conservación hasta épocas recientes,ha traído consigo la expansión de plantasalóctonas, como la Cortaderia y el menciona-do Carpobrotus. Esta última especie ha idoocupando, entre otros hábitats, los herbazalesaerohalófilos habitados por el eslizón tridácti-lo. Al cabo de cierto tiempo después de suimplantación (espontánea, a partir de planto-nes o semillas, o bien, plantada por el serhumano), esta planta va desplazando a lasherbáceas autóctonas, acabando por dominarla superficie del suelo, que queda cubiertocasi exclusivamente por ella (Figura 2).

El objetivo del presente trabajo es conocerel efecto que la expansión de la planta invaso-ra Carpobrotus edulis tiene sobre la presencia ydensidad del eslizón tridáctilo (Chalcides stria-tus) mediante la comparación de estimas de sudensidad relativa en herbazales naturales, noocupados por esta planta, y la que tiene des-pués de su invasión.

Para conocer el posible impacto que estaplanta invasora tiene sobre Chalcides striatus,se efectuaron una serie de transectos en varias

zona costera de Galicia (Fagúndez-Díaz &Barradas-Beiras, 2007), además de otras muchaszonas ibéricas. Se asienta preferentemente sobrecomunidades psammófilas costeras y tambiénafecta a comunidades vegetales casmofíticas deacantilado, desplazándolas (Campos et al., 2004;Fagúndez-Díaz & Barradas-Beiras, 2007).

Se ha estudiado con cierta profundidad elimpacto que ésta y otras plantas invasoras ejer-cen sobre las comunidades vegetales autóctonas(e.g. Daehler, 2003; Campos et al., 2004; Vila et al.,2006); sin embargo, se conocen mucho menossus impactos sobre las especies animales (porejemplo, sobre invertebrados: Palmer et al., 2004; sobresaurios: Valentine et al., 2007).

En la costa del ayuntamiento de Arteixo,en la provincia de A Coruña, existe una nota-ble representación de herbazales costeros natu-rales donde habitan, entre otras especies, esli-zones tridáctilos (Chalcides striatus) (Figura 1)

que pueden alcanzar altas densidades depoblación (datos propios inéditos). Estos esli-zones seleccionan sobre todo las zonas de her-bazal graminoide de hoja fina y crecimientodenso, de la asociación Dauco gummiferi-Festicetum pruinosae (dominados por las gra-míneas Festuca rubra subsp. pruinosa, Festucajuncifolia, Agrostis stolonifera y Koeleria glau-ca), que alternan con brezales-tojales costerosaerohalófilos de la asociación Angelico pachy-charpae-Ulicetum maritimae, en general de

Figura 1. Ejemplar adulto de eslizón tridáctilo (Chalcides striatus)de la costa gallega.

Figura 2. La planta invasora Carpobrotus edulis cubriendo la prácticatotalidad del suelo en la zona de estudio de la costa Gallega (A Coruña).

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orientación (noroeste), profundidad y caracte-rísticas del suelo, así como el grado de hume-dad, fue similar en todas ellas.

Los transectos se realizaron en los meses deabril, mayo y junio de 2007, seleccionado díassoleados y sin viento, caminando muy lenta-mente siguiendo una línea imaginaria, más omenos recta, contabilizando todas las observa-ciones realizadas de eslizones, en una banda demuestreo de 3 m de ancho (1.5 m a cada ladode la línea de progresión del observador, previa-mente delimitada con una cinta métrica). Yaque los eslizones no fueron marcados, cadatransecto se realizó sólo una vez.

Para que la hora del día o las característicasclimáticas de éste no influyeran en los transec-tos, se procuró realizar todos ellos en las horasde mayor actividad de esta especie (de 9:00 a11:00 y de 16:00 a 18:00 horas solares), procu-rando que en un mismo día se realizaran tran-sectos en zonas con y sin Carpobrotus.

Los muestreos visuales de reptiles tienen laobvia limitación de que sólo se pueden detectar losindividuos que están activos en ese momento, locual no se corresponde con el total de la población.Sin embargo, este tipo de metodologías ha demos-trado su eficacia para estudiar los efectos de deter-minadas alteraciones ambientales sobre las pobla-ciones de reptiles (e.g. Rugiero & Luiselli, 2006).Además, el eslizón tridáctilo es muy fácilmentedetectable cuando se desplaza en medios herbáceosante el paso del observador, por lo que es relativa-mente sencillo obtener estimas de su abundancia.

Debido a que las variables estudiadas (estimasde densidad) no se ajustaban a una distribuciónnormal, se utilizaron métodos estadísticos no para-métricos (Kruskal-Wallis y U de Mann Whitney)para la comparación de los resultados obtenidos.

En la Tabla 1 se indican las densidadesestimadas en cada una de las zonas que sediferenciaron en función del grado decobertura de Carpobrotus. Estas densidadesmedias son estadísticamente diferentes:

localidades de la costa de A Coruña, todasellas dentro de la zona norte del LIC “Costada Morte”, en el ayuntamiento de Arteixo,entre la playa de Alba, en Sabón y el pueblode Caión (UTM 29T NH39). Se diferencia-ron tres tipos de zonas en estos muestreos: 1.Zonas de herbazal natural, sin la presencia deesta planta invasora (Dauco gummiferi-Festicetum pruinosae); 2. Zonas conCarpobrotus cubriendo el 75-90% del suelo yel resto con el herbazal antes mencionado(relegado a pequeñas manchas entre la uña degato); 3. Zonas con Carpobrotus cubriendomás del 90% del suelo (generalmente ocupan-do el 100% de la cobertura vegetal).

No se establecieron categorías intermediasentre el 0 y el 75% del terreno ocupado por lauña de gato, porque en estos casos (cobertu-ras < 75%) se observó que Chalcides striatusocupa las manchas de herbazal natural inter-caladas entre esta planta, lo que hace difícilestablecer diferencias en la densidad del esli-zón entre estas coberturas bajas y medias delCarpobrotus y los herbazales naturales, aun-que Chalcides no ocupe las zonas invadidaspor esta planta. Por otro lado, Carpobrotuscubre la práctica totalidad de la superficie delterreno (> 90%) en un tiempo sorprendente-mente rápido, de manera que se pasa con rela-tiva rapidez de coberturas muy bajas a cober-turas prácticamente totales.

En esas áreas existen también matorralesdominados por Ulex europaeus, Erica cinerea yRubus spp. formando manchas de extensiónvariable. Para que estas formaciones de mato-rral no interfiriesen en los transectos, todosellos se efectuaron en zonas de herbazal (con ysin Carpobrotus) sin matorrales, con su límite amás de 10 metros del matorral más próximo.

Todas las zonas de muestreo, tanto conCarpobrotus como sin esta planta, tenían simi-lares características ambientales, además de lacobertura vegetal. La pendiente del terreno,

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Kruskal-Wallis, H = 8.46; p = 0.015.Comparando estas zonas entre sí, se observan dife-rencias significativas entre las densidades obtenidasen herbazales naturales, tanto con las coberturasaltas de Carpobrotus (75-90%) (U de MannWhitney; Z = -2.31; p = 0.021), como con las queesta herbácea ocupa todo el suelo (>90% de cober-tura) (Z = -2.37; p = 0.018). Sin embargo, entreestas dos últimas zonas con Carpobrotus no seencontraron diferencias significativas (Z = -1.38; p= 0.17). En todas las zonas cubiertas por la plantainvasora, las estimas de densidad de Chalcides stria-tus resultaron muy bajas, siendo menores en las demayor presencia de Carpobrotus, donde el eslizónprácticamente está ausente.

Según nuestros resultados, la presencia de laplanta invasora Carpobrotus edulis en alta densi-dad sobre herbazales costeros naturales enGalicia tiene un efecto muy negativo sobre lapresencia del eslizón tridáctilo (Chalcides stria-tus), disminuyendo de forma muy marcada sudensidad. Cuando la cubrición del suelo porparte de esta especie invasora es casi total (>90%de la superficie), el eslizón prácticamente desapa-rece (tres muestreos negativos de cuatro).

Se ha podido observar que cuando las espe-cies vegetales invasoras alteran la estructura dela vegetación natural o su composición florís-tica, las especies de reptiles en que este aspec-to ha sido estudiado (principalmente enAustralia), disminuyen su abundancia en estosnuevos hábitats (Braithwaite et al., 1989). Estudios

de campo (Valentine, 2006) y experimentales(Valentine et al., 2007) realizados con dos especiesde escíncidos australianos demostraron queestos saurios discriminan entre los sustratos devegetación natural y alóctona, seleccionandoclaramente los primeros y evitando los segun-dos. Estos autores pudieron comprobar que,en comparación con los hábitats autóctonos,los originados por la vegetación introducidaproducían ambientes subóptimos para los sau-rios habitantes del suelo por tres causas princi-pales: daban lugar a inferiores temperaturasambientales, producían una reducción en ladisponibilidad de presas y disminuían la capa-cidad de camuflaje y huida de los saurios ante

los depredadores (Valentineet al., 2007).

Estos aspectos no hansido estudiados en laspoblaciones gallegas deChalcides striatus, de lasque sólo se han obtenidounos primeros datos decampo, pero es posibleque las causas de su gravedisminución en las zonas

cubiertas por Carpobrotus en Galicia seansimilares a las observadas en escíncidos aus-tralianos. Las profundas diferencias existen-tes en la estructura de la vegetación entre lasáreas con Carpobrotus (de gruesas hojas car-nosas) y los herbazales naturales (con gramí-neas encespedantes de hojas finas, comoFestuca y Agrostis), se corresponden con dife-rencias en las características físicas del suelo(Campos et al, 2004), lo que afecta de maneramuy marcada a un animal ectotermo, comoun reptil (Valentine et al., 2007). Hemos podidocomprobar además que la capacidad de des-plazarse y huir ante los depredadores queChalcides striatus posee en los herbazalesautóctonos de gramíneas de hoja fina, suhábitat natural en estas zonas, disminuye de

Densidad media± 1 ES

188.1 ± 52.3

25.2 ± 9.8

4.9 ± 4.9

Presencia y abundan-cia de Carpobrotus

Sin CarpobrotusCon Carpobrotus

(755-90% de cobertura)Con Carpobrotus

(> 90% de cobertura)

Rango devariación

101.0 – 340.1

0 – 43.5

0 – 19.8

Nº transectos

4

4

4

TABLA 1. Densidades medias estimadas, en número de individuos por hec-tárea, del eslizón tridáctilo (Chalcides striatus), obtenidas en cada tipo dezona, según su grado de cobertura de Carpobrotus.

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manera muy marcada entre las gruesas hojascarnosas y tallos rastreros leñosos deCarpobrotus (Galán, inédito). Es por ello lógicoque este saurio evite las zonas cubiertas poresta planta invasora.

Las especies vegetales invasoras forman unaimportante causa del cambio ambiental global(Vitousek et al., 1997), por lo que el conocimiento delos efectos que estas invasiones tienen sobre la biotaautóctona es un paso muy necesario para su control.

REFERENCIAS

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Daehler, C.C. 2003. Perfomance comparisons of co-occurrignative and alien invasive plants: implications for conserva-tion and restoration. Annual Review of Ecology Evolution andSystematics, 34: 183-211.

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Vila, M., Tessier, M., Suehs, C. M., Brundu, G., Carta, L.,Galanidis, A., Lambdon, P., Manca, M., Medail, F.,Moragues, E., Traveset, A., Troumbis, A.Y. & Hulme,P.E. 2006. Local and regional assessments of the impactsof plant invaders on vegetation structure and soil pro-perties of Mediterranean islands. Journal ofBiogeography, 33: 853-861.

Vitouseck, P.M., D’Antonio, C.M., Loope, L.L., Rejmanek, M.& Westbrooks, R. 1997. Introduced species: a significantcomponent of human-caused global change. New ZealandJournal of Ecology, 21: 1-16.

La rana bermeja (Rana temporaria) tiene ellímite sudoccidental de su extensa distribuciónpaleártica en el noroeste de la Península Ibérica.En esta zona, ocupa de manera más o menos con-tinua el centro y norte de las provincias de Lugoy A Coruña hasta las costas atlánticas. Desde estasáreas, desciende hacia el sur a lo largo de las sie-

rras orientales de Galicia (Ancares y norte de OCaurel, en Lugo) y de las sierras de la DorsalGalega, hasta el noroeste de Pontevedra y el lími-te entre esta provincia y la de Ourense. Más al sursólo se han citado dos núcleos de población aisla-dos: uno en el Macizo Central Ourensano (sierrasde Manzaneda, Queixa e Invernadeiro) y otro en

Poblaciones aisladas de rana bermeja (Rana temporaria) en elextremo sudoccidental de su distribución mundial

Pedro Galán & Martiño Cabana

Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n.15071 A Coruña. España. C.e.: [email protected]

Fecha de aceptación: 10 de septiembre de 2008.Key words: Amphibian, Castilla-León, Galicia, NW Spain, Rana temporaria, Relictic populations.

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el límite de Ourense con León y Zamora (sierrasde Trevinca-Eixe y Segundeira) (Bas, 1983; Balado etal., 1995; Esteban & García-París, 2002). No existe másinformación sobre estas poblaciones que la estric-tamente geográfica, que señala su presencia encuadrículas UTM de 10x10 km y la indicaciónde que se encuentran relegadas a las zonas máselevadas de estas sierras (Balado et al., 1995).

El motivo de la presente nota es la de apor-tar datos actualizados sobre la situación y la dis-tribución, tanto geográfica como altitudinal ypor hábitats, de estas interesantes poblacionesaisladas y marginales de rana bermeja del sures-te de Galicia y el noroeste de Castilla-León.

Durante los meses de mayo y junio de 2008 serecorrieron las sierras del Macizo CentralOurensano (sierras de Manzaneda, Queixa eInvernadeiro) y las de Trevinca, Eixe, Calva ySegundeira, en las zonas limítrofes de Ourense conLeón y Zamora. Se prestó especial atención a laszonas más elevadas de estas sierras y a las formacio-nes de turberas y herbazales higroturbosos queconstituyen el principal hábitat de la especie enestas zonas, así como lagunas, escorrentías, arroyosy todo tipo de matorrales y herbazales. Para cono-cer los límites altitudinales de su distribución, tam-bién se recorrieron todos los hábitats susceptibles de

albergarla en zonas de inferior altitud (Anexo 1). Sehan utilizado, asimismo, datos recogidos en estasmontañas en años anteriores.

Los muestreos se realizaron principalmentetratando de localizar larvas de esta especie enlos medios acuáticos presentes en estas sierras,especialmente las charcas en herbazales y turbe-ras, mediante una red de mano. Debido a laparticular fenología de las poblaciones de altamontaña de Rana temporaria (Figura 1), mayoy junio son meses adecuados para la localiza-ción de larvas de esta especie. También se hatenido en cuenta cualquier otro indicio de supresencia, como las puestas de huevos. Sinembargo, en la mayor parte de los casos, sepudieron observar adultos, subadultos y/o juve-niles de rana bermeja activos de día en estoshábitats, antes de detectar las larvas, a diferen-cia de lo que sucede en poblaciones de baja alti-tud de esta especie.

Las coordenadas geográficas (UTM) de cadapunto de muestreo se obtuvieron mediante GPS(Garmin LX200, Venture y Vista), así como sualtitud. Este último dato se contrastó con las cur-

Figura 1. Macho adulto de Rana temporaria. Cabeza de Manzaneda,Pobra de Trives (Ourense). 1708 m de altitud. Los adultos de ambaspoblaciones de montaña se caracterizan por su tamaño grande y su pig-mentación generalmente oscura.

Foto Pedro Galán

Figura 2. Mapa de distribución de Rana temporaria en elnoroeste ibérico en cuadrículas UTM 10x10 km. Las cua-drículas en color anaranjado señalan su presencia segúnEsteban & García-París (2002). Las cuadrículas donde sedescribe la presencia de la especie según el presente artícu-lo se indican con puntos negros.

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vas altitudinales de mapas de las zonas.En la contabilización de los individuos encon-

trados por localidad se indican como “juveniles” alos recién metamorfoseados y “subadultos” a losinmaduros de un año o más de vida. En el núme-ro de larvas se contabilizan sólo las que fueronextraídas con la red de mano (que fue pasada entre10 y 30 veces por charca o punto de muestreo enlagunas) y claramente identificadas.

Se ha encontrado a la rana bermeja en lassiguientes sierras y localidades:

1. Sierra de Queixa. Macizo CentralOurensano (Ourense). Se localizó a la ranabermeja en cuatro cuadrículas UTM de10x10 km: PG38, PG48, PG37 y PG47. Fueencontrada en las zonas más elevadas de estasierra, desde las mesetas situadas al norte dela Estación Invernal de Manzaneda (CabezaGrande de Manzaneda, Pobra de Trives),hasta unos 10 km al suroeste de ésta, siguien-do el cordal de la sierra. Las localidades de loshallazgos fueron:

(1) Cabeza de Manzaneda y su entorno.Sierra de Queixa (OU). UTM 1x1 km:PG4079 (2 machos adultos, 3 hembrasadultas, 3 subadultos, 3 juveniles y 12larvas en una charca), PG4080 (1 juve-nil), PG3980 (5 subadultos, 2 juveniles,8 larvas en tres charcas diferentes).Altitudes: 1687 – 1730 m.

(2) Serra de Queixa. Cordal de la sierra (OU).UTM 1x1 km: PG4078 (2 adultos nosexados, 1 juvenil). Altitud: 1625 m.

(3) Serra de Queixa. Cordal de la sierra(OU). UTM 1x1 km: PG3673 (1 hem-bra adulta). Altitud: 1584 m.

Más al norte de Cabeza de Manzaneda exis-ten extensas repoblaciones de Pinus sylvestris,mezcladas con matorral, en zonas mucho mássecas que las de las cumbres. Las pendientes sonademás más pronunciadas, por lo que no exis-ten hábitats adecuados para la rana bermeja.

Más al sur, en la zona meridional de la Serra deQueixa, en el Fial das Corzas y en la Serra deInvernadeiro (las sierras que ocupan la mayorparte del Macizo Central Ourensano), los hábi-tats que se encuentran en las mayores altitudesson matorrales sobre suelos rocosos, muy degra-dados por los incendios, marcadamente áridose inadecuados para Rana temporaria. No seencontró el menor indicio de este anfibio, nisiquiera en las cabeceras de arroyos donde, porel contrario, habita Rana iberica.

En la Serra de San Mamede, situada al oeste dela de Queixa, muy pedregosa y carente de hume-dales adecuados para la rana bermeja, tampoco seencontró ningún indicio de esta especie. Por suinterés para futuras prospecciones, en el Anexo 1 seindica el total de zonas muestreadas.

En torno a Cabeza de Manzaneda, en lazona cuminal de la sierra (1680 – 1730 m dealtitud), existen numerosas turberas de redu-cidas dimensiones y herbazales higroturbo-sos (brezales higrófilos: Genisto anglicae-Ericetum tretalicis), donde está presente larana bermeja, situados en extensos herbaza-les con pendientes moderadas (“campas”),rodeados de matorral más seco (brezal concarqueixa: Pterosparto-Ericetum aragonensis).Más al sur, y en altitudes ligeramente infe-riores (1584 – 1690 m), no se encuentranestas “campas” ni turberas, habitando Ranatemporaria los encharcamientos en herbaza-les húmedos de las cabeceras de arroyos,donde parece ser mucho más escasa. Rangototal de altitudes: 1584 – 1730 (146 m).

Los anfibios que se encontraron en los mis-mos hábitats que Rana temporaria fueronSalamandra salamandra, Lissotriton boscai,Alytes obstetricans, Bufo bufo, Bufo calamita yRana iberica.

2. Sierras de Trevinca--Eixe (Ourense-León-Zamora) y Segundeira (Ourense-Zamora). Selocalizó a la rana bermeja en dos cuadrículas

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UTM de 10x10 km: PG88 y PG87. En la sie-rra de Pena Trevinca sólo parece estar presenteen zonas muy limitadas: por el norte, enMajada Trevinca (LE y ZA), circo glaciar en elpunto de confluencia de las nieves de los picosSurbia, Trevinca y Pena Negra, donde existeuna extensa turbera y numerosas charcas (1814– 1844 m de altitud). Localidades:

(1) Majada Trevinca (LE). UTM 1x1 km:PG8379 (1 hembra adulta). Altitud:1844 m.

(2) Majada Trevinca (ZA). UTM 1x1 km:PG8380 (1 hembra adulta). Altitud:1844 m.

(3) Majada Trevinca (ZA) UTM 1x1 km:PG8379 (1 macho adulto, 3 hembrasadultas, 1 adulto no sexado, 5 juveniles y4 larvas en tres charcas diferentes).Altitudes: 1814 - 1817 m.

Por el sur, en las lagunas de Piatorta, rodea-das de herbazales higroturbosos y charcas dediverso tamaño:

(4) Lagunas de Piatorta (OU). UTM 1x1km: PG8276 (1 adulto no sexado, 2 sub-adultos y 1 juvenil). Altitud: 1880 m.

En el resto de esta sierra, así como en Serrado Eixe (Eje en castellano) y Serra Calva, no seencontró ningún indicio de la presencia de esteanfibio, siendo muy escasos los hábitats adecua-dos en la mayor parte de ellas (pronunciadaspendientes, herbazales secos y matorrales sobresuelos rocosos). En las lagunas de Ocelo y daSerpe (Serra Calva) tampoco se encontró a larana bermeja. En el Anexo 2 se indican todaslas zonas muestreadas.

En la sierra Segundeira (Segundera en caste-llano) el área donde se encuentra Rana tempora-ria es más extensa, aunque se limita a las zonasmás elevadas de su extremo norte. En concreto,se localizó en los siguientes puntos:

(5) Laguna de Lacillo y su entorno (ZA).UTM 1x1 km: PG8274 (1 macho adul-to, 2 subadultos y 4 juveniles). Altitudes:

1710 – 1732 m.(6) Laguna de Aguas Cernidas y su entorno

(ZA). UTM 1x1 km: PG8273 (1 subadul-to), PG8172 (2 subadultos y 3 juveniles),PG8272 (1 hembra adulta, 1 subadulto, 5juveniles). Altitudes: 1796 – 1805 m.

(7) Lagunas Herbosas y su entorno (ZA).UTM 1x1 km: PG8172 (2 machos adul-tos, 1 hembra, 6 subadultos, 2 juveniles y18 larvas en cuatro charcas). Altitudes:1793 – 1804 m. Pese al nombre, se tratade una extensa turbera (Figura 3).

(8) Turberas, herbazales húmedos y pequeñaslagunas al sur de Lagunas Herbosas (ZA).UTM 1x1 km: PG8271 (1 macho adul-to, 4 subadultos, 9 juveniles y 2 larvas enuna charca), PG8171 (2 machos adultos,1 hembra, 2 subadultos, 4 juveniles y 2larvas en una charca), PG8170 (1 sub-adulto). Altitudes: 1745 – 1855 m.

Todas las observaciones se realizaron porencima de los 1710 metros, en zonas de eleva-da humedad edáfica, en lagunas glaciales(Piatorta, Lacillo, Aguas Cernidas), grandescharcas del mismo origen, en turberas(Sphagno russowii-Scirpetum germanici), bre-zales higrófilos (Genisto anglicae-Ericetumtetralicis) y cervunales (Genisto carpetanae-Nardetum), muchas veces situados en el entor-no de las lagunas. En las mayores altitudes (>1800 m) se observó ocasionalmente algún indi-viduo en el matorral más seco, sobre suelos nohigrófilos (Erico umbellatae-Genistetum sana-brensis). Rango total de altitudes: 1710 – 1880m (170 metros).

Los anfibios que se encontraron en losmismos hábitats que Rana temporaria fue-ron Salamandra salamandra, Triturus mar-moratus, Alytes obstetricans, Bufo bufo, Bufocalamita, Hyla arborea, Pelophylax perezi yRana iberica.

Con respecto a los datos del Atlas de 2002

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(Esteban & García-París, 2002), se cita la presenciade Rana temporaria en cuatro cuadrículas UTMde 10x10 km nuevas (Figura 2), dos en elMacizo Central (PG38 y PG48) y otras dos enTrevinca-Segundeira (PG87 y PG88).

Estas poblaciones de rana bermeja quehabitan en las sierras del centro-oriente dela provincia de Ourense y del límite entreésta con las de León y Zamora son, segúnnuestro conocimiento, las únicas que seencuentran presentes fuera de la regiónEurosiberiana ibérica, viviendo en las zonasmás altas del piso Supramediterráneo (queen esta zona se ha señalado hasta los 1750-1800 m; Ortiz et al., 1997) y en el pisoOromediterráneo (por encima de estas alti-tudes) de la región Mediterránea. Estaszonas pertenecen, según en esquema deRivas Martínez (1987), al sector Ourensano-Sanabriense de la provincia corológicaCarpetano-Ibérico-Leonesa. En el caso delMacizo Central Ourensano (sierra deQueixa-Cabeza de Manzaneda), al subsector

Ourensano con una vegetación potencial deabedulares supramediterráneos juresiano-queixenses de Saxifrago spathularidi-Betuletum celtibericae. En el caso de las sie-rras limítrofes entre Ourense, León yZamora (Trevinca-Segundeira), al subsectorMaragato-Sanabriense, con una vegetacióncaracterizada por enebrales rastreros silicíco-las oromediterráneos ourensano-sanabriensesde Genisto sanabriensis-Juniperetum nanae.En estas sierras, la proximidad de la fronte-ra Eurosiberiana, la historia de la vegetacióndel territorio y la particular climatología delas zonas más elevadas, determinan la exis-tencia de auténticos relictos eurosiberianos,mientras que los niveles basales presentanuna vegetación esclerófila de tipo mediterrá-neo (piso Mesomediterráneo hasta los 600-700 m y Supramediterráneo hasta los 1750-1800 m; Nieto Feliner, 1985; Ortiz et al., 1997)que los aísla. En estas zonas medias y bajasde estas sierras predominan rebollares omelojares mezclados con matorral (bosques

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Figura 3. Turbera de Lagunas Herbosas, Sierra Segundera, Sanabria (Zamora). 1804 m de altitud. Hábitat de Rana temporaria en la zona.

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de Quercus pyrenaica silícolas supramedite-rráneos ourensano-sanabrienses de Holcomolli-Quercetum pyrenaicae, facies continen-tal con Erica australis), donde no está pre-sente Rana temporaria.

Por lo tanto, el grado de aislamiento deestas poblaciones de rana bermeja es muynotable, al habitar en macizos montañososcompletamente rodeados por zonas de bajaaltitud de marcado clima mediterráneo(Mesomediterráneo y Supramediterráneo),donde esta especie no puede vivir. El rangoaltitudinal donde habita es además muy res-tringido, de apenas 146 m en Queixa y 170 men Trevinca-Segundeira, limitándose a laszonas más elevadas de las sierras.

En el caso de las poblaciones deSegundeira-Trevinca, situadas en el límitede Ourense-León-Zamora, existe ademásuna escasez de hábitats favorables para esteanfibio en gran parte de estas sierras. Entoda la vertiente norte y oeste del macizo deTrevinca (mayoritariamente el territoriogallego) predominan los grandes desnivelesaltitudinales que hacen difícil la existenciade turberas, que precisan de superficies máso menos llanas, en mesetas elevadas, dondese formen las cubetas. Por lo tanto, estánausentes también los hábitats adecuadospara Rana temporaria en estos sectores de lasierra, lo que hace que se encuentre ausentede la mayor parte de ella, incluso en laszonas de mayor altitud.

El alto grado de aislamiento y la reduci-da superficie habitada por estas poblacionesorigina un elevado grado de amenazapotencial para su conservación. Máxime sise tiene en cuenta lo restringido de las con-diciones de alta montaña en que viven y laprevisión de la reducción de éstas debido alcambio climático. A ello hay que añadir lasamenazas reales constatadas en los últimosaños, entre las que destacan los incendios,

que son generalizados en estas zonas cumi-nales de las sierras, donde la cobertura dematorral llega a desaparecer por completo ylos suelos son sometidos a una fortísimaerosión que, por un lado hace aflorar el sus-trato rocoso y, por otro, colmata de sedi-mentos lagunas y turberas. Estos incendiosprovocados, que se repiten casi verano trasverano, son una amenaza muy seria paraestas poblaciones relictas. Es muy fácilmen-te observable el incremento de la aridezedáfica en las zonas más castigadas por losincendios, donde desaparece la rana berme-ja (y otras muchas especies endémicas y/orelictas de estas sierras), reduciéndose deaño en año su ya de por sí muy limitadaárea de distribución.

Rana temporaria (con el apelativo subes-pecífico de parvipalmata) tiene la conside-ración de Vulnerable en el Catálogo Galegode Especies Ameazadas en todo el territoriode la Comunidad Autónoma de Galicia(Xunta de Galicia, 2007). Por su alto grado deaislamiento, reducida extensión geográficay amenazas que sufren, estas poblacionesmarginales, de alto valor biogeográfico,merecerían un seguimiento detallado de suevolución en toda su área de distribucióngallega y castellano-leonesa.

AGRADECIMIENTOS. El Dr. S. Bas López aportó suvaliosa experiencia, señalándonos dónde había sidoencontrada esta especie en el pasado en varias de estaslocalidades. A. Romeo, R. Ferreiro y R. Vázquez partici-paron en algunos muestreos. La Dra. E. Sahuquillo pro-porcionó bibliografía sobre la vegetación de las sierras.La Xunta de Galicia (Consellería de Medio Ambiente eDesenvolvemento Sostible) subvencionó los muestreos yproporcionó los permisos administrativos para realizar-los, dentro del proyecto “Elaboración das bases do plande conservación de Rana temporaria subsp. parvipalmataen Galicia”. El Dr. J. Santamarina aportó en todomomento su apoyo a este proyecto.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 127

REFERENCIAS

Balado, R., Bas, S. & Galán, P. 1995. Anfibios e réptiles. 65-170. In:Consello da Cultura Galega y Sociedade Galega de HistoriaNatural (eds.), Atlas de Vertebrados de Galicia. Aproximación a dis-tribución dos Vertebrados terrestres de Galicia durante o quinquenio1980-85. Tomo 1: Peixes, Anfibios, Réptiles e Mamíferos. AgenciaGráfica, S. A. Santiago de Compostela.

Bas, S. 1983. Atlas provisional de los vertebrados terrestres de Galicia.Años 1970-1979. Parte I: Anfibios y reptiles. Monografías de laUniversidad de Santiago de Compostela, 73: 1-54.

Esteban, M. & García-París, M. 2002. Rana temporaria(Linnaeus, 1758). Rana bermeja. 131-133. In: Pleguezuelos,J. M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.), Atlas y libro rojo delos anfibios y reptiles de España. Dirección General deConservación de la Naturaleza-Asociación HerpetológicaEspañola (2ª impresión). Madrid.

Ortiz, S., Izco, J. & Rodríguez-Oubiña, J. 1997. Complejos devegetación del Macizo de Pena Trevinca y Serra do Eixe (NOde la Península Ibérica). Phytocoenologia, 27: 25-52.

Nieto Feliner, G. 1985. Estudio crítico de la flora orófila delsuroeste de León: montes Aquilianos, sierra del Teleno y sierrade la Cabrera. Ruizia. Monografías del Real JardínBotánico. Madrid.

Rivas Martínez, S. 1987. Memoria del Mapa de Series deVegetación de España. 1: 400.000. Publicaciones delMinisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación.ICONA. Madrid.

Xunta de Galicia 2007. Decreto 88/2007 do 19 de abril, poloque se regula o Catálogo galego de especies ameazadas.Consellería de Medio Ambiente e DesenvolvementoSostible. Diario Oficial de Galicia, 89: 7409-7423.

ANEXO 1. Puntos de muestreo en las sierras del Macizo Central Ourensano (Cabeza de Manzaneda, Queixa,San Mamede), provincia de Ourense, agrupados por cuadrículas UTM de 1x1 km, indicando la presencia oausencia de Rana temporaria. Se muestra también la altitud (en msnm) y los tipos de hábitats acuáticos mues-treados. Códigos de los hábitats: AY: arroyos (y encharcamientos periféricos), CB: charcas en bosques, CE: char-cas formadas en zonas excavadas, CH: charcas en herbazal no higroturboso, CM: charcas en zonas de matorral,CT: charcas de turbera, DA: depósitos de agua, FU: fuentes y manantiales, LA: lagunas, RI: ríos (y encharca-mientos periféricos). En ausencia de medios acuáticos, se indica el hábitat terrestre muestreado.

LOCALIDAD

Cabeza de ManzanedaSerra de QueixaSerra de QueixaCabeza de ManzanedaCabeza de ManzanedaCabeza de ManzanedaCabeza de ManzanedaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaSerra de QueixaChandrexa de QueixaRequeixoSerra de InvernadoiroSerra de InvernadoiroToroSerra de San MamedeSerra de San MamedeSerra de San MamedeSerra de San Mamede

FECHA

06-06-08 y 07-06-0806-06-0806-06-08

06-06-08 y 07-06-0806-06-08 y 07-06-08

06-06-0807-06-0807-06-0806-06-0807-06-0807-06-0807-06-0808-06-0807-06-0807-06-0807-06-0807-06-0807-06-0807-06-0808-06-0808-06-0807-06-0808-06-0808-06-0808-06-0808-06-08

ALTITUD

1687-171516501484

1463-14761698-1711

173013381210167116681641158416251623154115311319107412440960098007281585155813011670

UTM 1X1 KM

PG40 79PG40 81PG41 81PG40 82PG39 80PG40 80PG39 83PG37 84PG39 77PG38 74PG37 74PG36 73PG40 78PG36 72PG34 72PG33 69PG32 66PG36 81PG35 76PG38 66PG40 65PG26 61PG23 74PG24 74PG28 66PG25 73

HÁBITATS

CH, CT, CE, CM, AYFU

DA, AY, CBCH, CB, AYCH, CT, CE

CHCH

CH, CTCH

MatorralMatorralCH, AY

CH, AY, CMCH

CH, AYMatorralCH, AYCH, AY

CHCH, AYCH, AY

DADA, CM, CH, FU

CM, CHDA, CH, CM, CE

CE, CH

PRESENCIA Rana temporariaSI, 2 ad., 3 subadult. y 3 juv.

NONONO

SI, 5 subadult., 2 juv. y 8 larvasSI, 1 juvenil

NONONONONO

SI, 1 ad.SI, 2 ad. y 1 juvenil

NONONONONONONONONONONONONO

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19128

ANEXO 2. Puntos de muestreo en las sierras de Trevinca (Calva-Eixe-Segundeira), agrupados por cuadrículasUTM de 1x1 km, indicando la presencia o ausencia de Rana temporaria. Se muestra también la altitud (enmsnm) y los tipos de hábitats acuáticos muestreados. Códigos de los hábitats: AY: arroyos (y encharcamientosperiféricos), CE: charcas formadas en zonas excavadas, CH: charcas en herbazal no higroturboso, CM: charcasen zonas de matorral, CT: charcas de turbera, LA: lagunas, RI: ríos (y encharcamientos periféricos). En ausen-cia de medios acuáticos, se indica el hábitat terrestre muestreado.

LOCALIDAD

Lagoa da SerpeLagoa do OceloA PonteLímite OU-ZALímite OU-ZAPortoRío Bibei, PortoRío Bibei, PortoRío Bibei, PortoRío Bibei, PortoXaresSeoaneTrevinca NorteTrevinca NorteTrevinca NorteCasaio. TrevincaFonte da Cova. TrevincaFonte da Cova. TrevincaCirco glacial. TrevincaPista cuerda TrevincaMina pizarra TrevincaLaderas oeste TrevincaCamino al Teixedal. TrevincaMinas de ValborrazLagoa da Serpe (norte)Entorno Pena TrevincaMajada TrevincaMajada TrevincaMajada TrevincaPena TrevincaLaguna de TrevincaPiatortaPiatortaLaguna de PiatortaLaguna LacilloSur Laguna LacilloLaguna Aguas CernidasSierra SegunderaSierra SegunderaSierra SegunderaSierra SegunderaSierra SegunderaSierra SegunderaSierra SegunderaSierra Segundera

FECHA

27-06-0714-06-0827-06-0720-06-0821-06-0821-06-0821-06-0821-06-0821-06-0821-06-0821-06-0821-06-082-06-08

20-05-0820-05-082-06-082-06-082-06-082-06-082-06-082-06-082-06-082-06-082-06-08

22-06-0822-06-0822-06-0822-06-0822-06-0822-06-0822-06-0823-06-0823-06-0823-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-0820-06-08

ALTITUD

183015371121151315001300132513741424139610021125172615561669136017901695168517791705156011651236177818281844

1814-18171844

2012-20362031

1881-18941880

1880-18881708-1532

17961805

1793-18551751-17851751-1855

17461680166917071716

PROVINCIA

OurenseOurenseOurenseZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseOurense

LeónOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseOurenseZamoraZamora

LeónOurenseOurenseZamoraZamoraOurenseZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamoraZamora

UTM 1X1 KM

PG77 77PG75 77PG73 79PG70 70PG71 70PG75 72PG76 73PG76 75PG77 75PG77 76PG70 79PG70 78PG85 90PG85 91PG84 92PG83 89PG86 87PG87 88PG88 88PG85 85PG85 84PG85 87PG84 87PG83 85PG83 81PG84 80PG83 80PG83 79PG83 79PG81 79PG81 78PG82 77PG82 76PG82 76PG82 74PG82 73PG82 72PG81 72PG81 71PG82 71PG81 70PG76 67PG79 65PG77 66PG82 69

HÁBITATS

LA, CHLA, CH

CHLA, CH, CT, AY

LA, CTCE, CHCH, RICH, RICH, AYCH, AY

CHCH, LA

CHCHCHCH

CH, CE, CMCE, CH

CHCE, CH, CM

CECE, CM, CH, AY

CH, AYCH, AY

CHLA, CHMatorral

CHHerbazal

CHLA

LA, CH, CM, CTLA, CH, CTCH, CT, AY

LA, CTCTCT

LA, CH, CTLA, CTCH, CT

CTCM

CH, CMCH, CTLA, CH

PRESENCIA Rana temporariaNONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONO

SI, 1 ad.SI, 5 ad., 5 juv. y 4 larvas

1 ad.NONONONO

SI, 1 ad., 2 subadult., 1 juv.SI, 1 ad., 2 subadult., 4 juv.

SI, 1 subadult.SI, 1 ad., 1 subadult., 5 juv.

SI, 3 ad., 8 subadult., 5 juv., 18 larvasSI, 3 ad., 2 subadult., 4 juv., 2 larvasSI, 1 ad., 4 subadult., 9 juv., 2 larvas.

SI, 1 subadult.NONONONO

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Hyla meridionalis was described by Boettgerin 1874 as Hyla arborea var. meridionalis. Thus,the correct name is Hyla meridionalis Boettger,1874 (see García-París, 2004; García-París et al., 2004).However, several works use another authorshipform (e.g. Rodríguez-Jiménez, 1986; Hodar &Camacho, 1991; Tejedo-Reques, 2002; Barbadillo &Lapeña, 2003; Comisión de Taxonomía de la AHE,2005): Hyla meridionalis (Boettger, 1874). TheInternational Code of ZoologicalNomenclature (ICZN, 1999) says on its Article51.3 about the use of parentheses aroundauthors' names (and dates) in changed combi-nations: “When a species-group name is com-bined with a generic name other than the origi-

nal one, the name of the author of the species-group name, if cited, is to be enclosed in paren-theses (the date, if cited, is to be enclosedwithin the same parentheses)”.

Therefore, the combination H. meridiona-lis has not changed as the species was inclu-ded originally in the Hyla genus, describedpreviously by Laurenti in 1768.Consequently, the use of the author of Hylameriodionalis between partheses is notcorrect. Important documents as the Atlas ofAmphibians and Reptiles in Spain (Pleguezueloset al., 2002) and the Spanish official species list(Comisión de Taxonomía de la AHE, 2005) are pre-senting an incorrect authorship form.

On the correct form to refer the authorship of Hyla meridionalis

Neftalí Sillero

CICGE, Centro de Investigação em Ciências Geo-Espaciais. Universidade do Porto. Departamento de Matemática Aplicada. Rua doCampo Alegre, 687. 4169-007 Porto. Portugal. Ce: [email protected]

Fecha de aceptación: 7 de julio de 2008.Key words: Hyla meridionalis, taxonomy, nomenclature.

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Rodriguez-Jimenez, A.J. 1986. Notes on phenology and ecologyof Hyla meridionalis (Boettger, 1874) during larval develop-ment and metamorphosis in temporary streams. MiscellaniaZoologica, 10: 247-252.

Tejedo, M., Reques, R. 2002. Hyla meridionalis. 117-119. In:Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.), Atlasde distribución y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España.Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Asociación Herpetológica Española. Madrid.

RESUMEN. Diferentes trabajos utilizan dos nombres distintos para denominar a la ranita meridio-nal: Hyla meridionalis Boettger, 1874 e Hyla meridionalis (Boettger, 1874). La segunda forma esincorrecta pues el nombre del autor no debería escribirse con paréntesis ya que la especie fueincluida originalmente en el género Hyla.

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19130

NNORMASORMAS DEDE PUBLICACIÓNPUBLICACIÓN

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IMPORTANT: The instructuctions to authors in english are in the web site of the AHEhttp://www.herpetologica.org/boletin/normas_boletin_uk.pdf

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2008) 19 131

separados por un guión (e.g. 2-3 escamas). Los restantes números deberán escribirse en caracteres arábigosexcepto cuando encabecen una frase. No debe haber espacios entre dígitos salvo cuando se trate de númerosde cinco o más dígitos (e.g. 4000, 45 000). Debe usarse un punto, y no una coma, como símbolo decimal(e.g. 0.2 cm). Para las abreviaturas deberán utilizarse siempre las abreviaturas internacionales (e.g. “m” parametros; “cm” para centímetros o “s” para segundos). En la citación de coordenadas deberán seguirse lossiguientes formatos: para localizaciones UTM (sin puntos entre las siglas) WH61, UD55; para valores expre-sados en grados 00º37'S / 76º10'W solo separados por la barra. La abreviatura de altitud será “msnm”.

Estructura del manuscrito: Primera página debe incluir el título del artículo, que se ajuste al contenidodel mismo, los nombres completos de los autores (un solo apellido por autor, el segundo no se incluirá),dirección postal de los autores, incluyendo el país, y dirección de correo electrónico de contacto al menosdel autor principal o de correspondencia, así como un número de key-words en inglés (3-6) que ayuden aindexar el contenido del manuscrito (sin repetir palabras que aparezcan en el título). A continuación se debeincluir el texto del manuscrito (que puede incluir apartados como material y métodos, resultados y discu-sión o conclusiones si su extensión lo requiere) y finalmente los agradecimientos y las referencias bibliográ-ficas (ajustándose el formato a las normativas descritas a continuación). Tras la bibliografía se incluirán lasleyendas de tablas y figuras, y finalmente las tablas utilizando una hoja por cada una de ellas.

Nomenclatura: En los artículos publicados en el BAHE se utilizarán los nombres científicos aprobadospor la Comisión de Nomenclatura de la AHE. La lista patrón actualizada se puede consultar en la web de laAHE www.herpetologica.org

Formato de fotografías y gráficos: Se pueden incluir fotografías en blanco y negro o color de buena calidad, en cuyocaso se indicarán los autores de las mismas. Antes de su aceptación las figuras pueden incluirse en el mismo documentotras las tablas, pero tras la aceptación del manuscrito para su publicación las imágenes se enviarán en archivos separados.Las fotografías, mapas o gráficos se deben enviar en archivo de imagen, en formato TIFF, JPG o BMP con una resolu-ción mínima de 300 ppp. No se aceptarán figuras insertadas en archivos de texto. La publicación de las figuras será deci-sión exclusiva de los editores y dependerá de su interés como complemento del texto.

Referencias: En el texto las referencias se ordenaran por orden cronológico: Bons et al. (1996), Bons & Geniez(1998) o al final de la frase (Bons et al., 1996; Bons & Geniez, 1998). Al final del manuscrito, en la sección de refe-rencias bibliográficas, las referencias citadas en el texto se ordenarán alfabéticamente atendiendo al primer apellido delprimer autor. Cuando existan varias referencias para un mismo autor deberán organizarse de la siguiente manera: enprimer lugar las referencias con un solo autor (en orden cronológico), en segundo lugar las referencias con dos autores(en orden alfabético), y por último las referencias con tres o más autores (en orden cronológico). No deben abreviarselos nombres de las revistas. Las referencias deberán ajustarse a los siguientes formatos:

Libros completos: Blondel, J. & Aronson, J. 1999. Biology and Wildlife of Mediterranean Region. OxfordUniv. Press. Oxford.

Capítulo de libro: Carranza, S. 2002. Los métodos moleculares en el estudio de la sistemática y filoge-nia de los Anfibios y Reptiles ibéricos. 549-579. In: Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.),Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. Ministerio de Medio Ambiente AsociaciónHerpetológica Española (2ª impresión). Madrid.

Artículos de revistas: De Jong, H. 1998. In search of historical biogeographic patterns in the westernMediterranean terrestrial fauna. Biological Journal of the Linnean Society, 65: 99-164.

Tesis u otros documentos técnicos: Bailón, S. 1991. Amphibiens et reptiles du Plicocène te du Quaternairede France et d’Espagne: mise en place et évolution des faunes. 2 vol. Thèse Doct. Univ. Paris VII. Paris.

Página de Internet: Boletín AHE electrónico. 2008. http://www.herpetologica.org/publicaciones_boletin_electronico.asp [consulta: 3 noviembre 2008].

Consideraciones éticas: La Asociación Herpetológica Española considera prioritario garantizar que todoslos animales utilizados en la investigación son tratados de forma ética y humanitaria. Por tanto, si fuese nece-sario, los autores deberán incluir en los agradecimientos una declaración indicando explícitamente que hanseguido todas las regulaciones y consideraciones éticas y legales aplicables en su caso. Cualquier informaciónrelativa a permisos de captura deberá incluirse también en este apartado.

Enrique García-MuñozCarola Gómez-Rodríguez

Alberto GosáGustavo A. Llorente

Adolfo MarcoFernando Martínez-Freiría

José Antonio MateoEstrella Mociño-Deloya

Albert Montori Alfredo G. Nicieza

Juan M. PleguezuelosRicardo Reques

Lorenzo Rodríguez-GarcíaNeftalí Silleros

Mirco Solé

Seriocha AmaroAna AndreuOscar ArribasEnrique AyllónCésar AyresDiana BarbosaAlbert BertoleroJosé Carlos BritoMiguel Á. CarreteroMichel DomínguezAndrés Egea-SerranoMónica FericheMarc FranchPedro Galán

La Asociación Herpetológica Española agradece la ayuda prestadaen la revisión de los manuscritos a los siguientes especialistas:

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