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Bs.v.JO

Bbltk-m.a.o. E-005 Vol II Fas 020 - Lo Inexplicado - Psicología Ovni - Vicufo2

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  • Bs.v.JO

  • OI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTR,ANO,INSOLITO Y MISTEN,IOSO

    Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelonay comercializado en exclusiva PorDistribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

    Vol. ll - Fasc. 20

    Director: Jos Mas GodaYolJefe de Redaccin: Gerardo RomeroCoordinacineditorial: GloriaGutirrez

    Bedactores y colaboradores:Prof . A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podest, Jos Lorman.

    Para la edicin inglesa:Editorial Director: Brian lnnesEditor: Peter BrookesmithEditorial Manager: Clare BYattAsesor para la edicin espaola: Julio Peradeiordi

    Realizacin grfica:Luis F. Balaguer, con la ayuda de C. Esteruelas

    llustracin: Orbis, Atlas y agenciasBedaccin y administracin:

    Provenza, 290, entl.o 1.u, Barcelona-8Tels.: (93) 215 10 32-21510 50 - Tlex: 97848 EDLTE

    LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAO, INSLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascculos de apari-cin semanal, encuadernables en diez volmenes. Cada fasccu-lo consta de 20 pginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascculo que completa cada uno de los diez volme-nes de que se compone la obra, se pondrn a la venta las tapaspara su encuadernacin. Adems, coleccionando la tercera ycuarta pginas de cubierta, se obtendr un interesante dossiersobre los MAESTROS DE LO INSOLITO.

    El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado as lo exigieran.

    Los fascculos atrasados podrn ser adquiridos, sin'incrementoalquno en el precio de venta, en todos los quioscos y libreras.

    @ 1980 Orbis Publishing Ltd. LondonO 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaI SBN : 84-858 22- 23 - 4 (tomo) 84-85822-1 5-3(obra completa) 84-85822-16-1 (fascculo)Depsito legal: B-1263/1982Fotocomposicin:

    Tecfa, S.A. Pedro lV, 160 - Barcelona-Slmpresin:

    Cayfosa, Santa Perptua de Mogoda (Barcelona) 2882074lmpreso en Espaa - Printed in Spain mayo 1982

    Comercializa en exclusiva para Argentina, Chile, Uruguay, Per,Bolivia y Paraguay: Viscontea lnternacional,S.A. Buenos Aires.

    Distribuye para Espaa: Marco lbrica, Distribucin de Edicio-nes, S.A., Carretera de lrn, km 13,350. Va-riante de Fuencarral, Madrid-34.

    Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S.C.A. LaRioja 1 134156, Buenos Atres.

    Distribuye para Colombia: Distribuidora Meridiano, S.A. Carrera21, n.o 35-53, Bogot.

    Distribuye para Mxico: Distribuidora lntermex, S.A. Calzada Va-llejo n.o 1020, Mxico 16. D.F.

    Distribuye para Venezuela: Distribuidora Continental, S.A. Fe-rrenqun aCruz de Candelaria, 178. Caracas ytodas sus sucursales en el interior del pas.

    fascculo(lUIJOTE CABALISTASegn una teora, el Quijote, acaso lamejor novela de la literatura universal, esen realidad un libro escrito en clavecabalista.

    SAPOSTradicionalmente, en medios rurales se ha relacionado a lossapos con plagas y maldiciones. En qu se basa estasupersticin?

    El genio de Picasso se ha manifestado,despus de su muerte, a travs de

    Matthew Manning, uno de los "dotados"

    con mayores poderes del mundo.

    C()NDE SANT.GERMAINUn alquimista, diplomtico y aventurero del silo xvttt

    protagoniza una extraa historia: vive todava el conde deSaint-Germain?

    VULCAN()Los astrnomos no se ponen de acuerdo en cuanto a la existencia

    de Vulcano. Bastar con esperar a otro eclipse de sol pararesolver la incgnita?

  • nufi.- tA - Zns"-v rttu_ Ohio . (e( r rJla/zoA 'h Buer sro'1

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    *'ffi '* 6-Muchas personas creen que los objetos volantes no identificadosproceden de planetas aenos al sistema solar, y que los pilotan seresinteligentes. Sin embargo, elgran pscoanalista C. G. Jung sugiri quesu verdadero significado se halla en lo ms profundo del inconscientehumano.

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    Los oBJETos voLADoRES no identificados fasci-naban a Carl Gustav Jung, creador de la teoadel

    "incnsciente colectivo>>, hasta el puntoque en 1959 les dedic un librito: Platillos vo-lanfes.

    Jung, pionero del psicoanlisis, bas buenaparte de su trabajo en el concepto de los ar-quetipos: smbolos cargados de significado,motivos o figuras que representan lo mismopara toda la humanidad. Estos smbolos pue-den aflorar espontneamente desde las pro-fundidades del inconsciente, manifestndoseen cualquier creacin humana y evocando res-puestas emocionales e imaginativas muy pode-rosas. Para entender su naturaleza y sus impli-caciones. Jung reuni una asombrosa cantidadde paralelos provenientes de las zonas de laactividad humana en que domina lo no-racio-nal: la religin. la mitologa, los rituales anti-guos y primitivos, los sistemas ocultistas comola astrologa y la alquimia, etc. Al mismo tiem-po, para probar que esos arquetipos estabanmuy presentes en el psiquismo del hombre mo-derno, mostr cmo surgan una y otra vez enlos sueos de sus pacientes, as como en elarte, el folklore y los mitos populares del si-glo xx.

    La hija de un psiquiatra amigo suyo, por378

    ejemplo, tuvo un sueo en que apareca unmonstruo semejante a una serpiente con cuer-nos; Jung la identific como un monstruo deiguales caractersticas al que se refiere la litera-tura alqumica del siglo xvr. La nia tomabasta y otras imgenes de su sueo

    -segnJung- de las "bibliotecas de smbolos, abier-

    tas a toda la humanidad, a lo largo de la histo-ria, por mediacin del inconsciente colectivo.

    Jung crea que una de esas imgenes arque-tpicas era el disco; los OVNIS constituiranuna variante moderna de dicha imagen. Lagente cree que ve OVNIS, tal como ha credoen otras visiones no patolgicas, como losngeles de Mons. Muchos soldados dijeron ha-ber visto estas apariciones durante la lucha queacompa la retirada britnica de Mons, en1914. Esta comparacin resulta reveladora, yaque, aunque fueran imaginarios, los ngelesguerreros eran reales en las mentes de los sol-dados, a causa de la alteracin emocional quelos horrores de la guerra les haban causado.La gente que es presa de semejantes emocio-nes, dice Jung, tiende a ver visiones colectivas.Y esas visiones son proyecciones

    -palabra cla-ve- que toman la forma de una respuesta asus necesidades emocionales.

    En pocas palabras y, para simplificar: el

    Arriba: la forma caracterstca deun

    "platillo volante quedapatente en esta fotonorteamericana de un OVNI.Evidentemente, esta observacinno fue una alucinacin, aunquequeda en pie la posibilidad de quefuera un truco. Carl Jung(recuadro) crea que,prescindiendo de su verdaderanaturaleza, el poder de los"platillos" en las mentesmodernas deriva del significadosimblico del disco (fotosMnsted y Photri).

    En la pgina anterior: alegora deidibujante Peter Jones para unanovela de ciencia-ficcin (fotoPeter Jones/Editions A.M. P.)

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    Arnba: un diablo en el lnfierno.A la izquierda: una soberbiarepresentacin decimonnica deSatans. Segn Jung, loshombres creen en los OVNISigual que crean antiguamente e-el diablo. Esta creenca no hac:ms que reactualzar el poder c:los arquetipos sobre nuest'cinconsciente (fotos J.-L.Charmeti'Col. Ostier y Rapho-Doisneau).

    A la derecha: los soldadosbritnicos que se retiraron deMons en 1914 crean que unasfiguras angelicales les habandefendido. Este cLadro muestra alos angeles junto a los Tommies.Jung sugiri que tambin losOVNIS pueden expresar Iosdeseos, conscientes o no. dequienes los ven (foto'J. T.Archive).

    Psicologa OVNi

    319

  • II

    I

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    Psicologa OVNI

    hombre moderne va buscando un alma. Yesa bsqueda, con todas las tensiones que laacompaan, con el terror y la desesperacin,lleva con frecuencia a proyecciones colecti-vas... cuyo resultado son visiones. rumores.pnicos masivos, creencias exticas. En ellas,Jung adivina el proceso de formacin de unmito. (El subttulo de la obra Platillos volanteses Un mito moderno de cosas que se ven en elcielo). En el centro de los mitos aparecensiempre los arquetipos, que proporcionan elmotivo y la forma esenciales.

    As pues, Jung sugiere que los OVNIS sonuna proyeccin mtica. De hecho, bien po-dran ser los heraldos de alguna convulsin degran alcance que se est preparando en la psi-que colectiva de la humanidad. Hay quien con-sidera que esta convulsin se ve prefiguradapor la pasin actual de Occidente por el ocul-tismo; otros creen que se trata de la expansinmundial del comunismo; pero tambin puedeser algo que nadie ha imaginado an. Esastransformaciones siempre han venido acompa-adas, a lo largo de la historia, por la apari-cin, en religin, arte y literatura, de lo"s ar-quetipos ms poderosos y dominantes.

    Los discos o platillos volantes son, desde elpunto de vista de Jung, versiones modernasdel que quiz sea el mito ms poderoso detodos, el que Jung denomin mandala, pala-bra de origen snscrito. El arte y la religinhindes estn llenos de mandalas. Pero stosaparecen en todas partes: desde el arte infantilmoderno hasta los antiguos crculos de piedraserguidas, desde el anillo que se usa en el so-lemne ritual del matrimonio de las iglesias cris-tianas hasta los crculos del infierno de Dante ylos garabatos distrados de los oficinistas preo-cupados. El mandala consiste, bsicamente,en un crculo. aunque sus variaciones son innu-merables. Simplificando, se podra decir quesignifica la busca de la realizacin, la culmina-cin. la totalidad.

    Esto nos trae bruscamente de nuevo al deso-rientado hombre moderno. Vivimos en unmundo

    "disociado, dividido como la mentede un esquizofrnico, con poca o ninguna co-municacin entre las partes. Exteriormente,est dividido en dos bloques internacionalesque se desafan; paralelamente, la tecnologa,cada vez ms avanzada, nos amenaza con unholocausto inminente. Los impulsos ms oscu-ros e irracionales de la naturaleza humana, quehaban sido rechazados por larazn y que pa-recan definitivamente vencidos en los siglosX\III y xlx, han regresado

    -y triunfado- en elsiglo xx.Interiormente tambin estamos divididos.

    La ciencia v los valores materialistas nos hanproporcionado un elevado nivel de vida, perohan devaluado todas las reas de 1o irracional:las emociones, los instintos, la imaginacin,los impulsos religiosos.

    Jung no pretende que su visin de un mundoenfermo sea original. Lo que le interesa es elefecto que la disociacin provoca: causa tensio-nes, enfermedades, deformaciones monstruo-sas. De modo que la mente disociada grita pi-

    380

    Arriba: una observacn deOVNIS en el siglo xvr. Un testigopresencial informaba que el 7 deagosto de 1 566, en Basilea(Suiza), i,numerosos globosnegros de gran tamao fueronvistos en el aire movindose anteel Sol a gran velocidad, y yendounos contra otros, como i.lucharan. Algunos se volvieronrojos y ardentes, y despus sedesvanecieron y se alejaron"(foto Orbis).

    diendo la reconstitucin de un equilibrio sanoy armonioso entre sus partes... es decir, la to-talidad. Y a causa de ese deseo inconsciente. eldesdichado hombre moderno, hambriento deespiritualidad, proyecta mandalas en todaspartes, hasta en el cielo.

    Es ste un anlisis fascinante. Jung hallamandalas en otras esferas, como los sueos yel arte moderno. Pero tampoco renuncia a po-sibles explicaciones alternativas. Algunas ob-servaciones de OVNIS, o algunos sueos don-de aparecen mandalas, presentan tambin ele-mentos de simbologa sexual. Sin embargo. co-mo siempre, descarta secamente la tendenciafreudiana a detenerse en la forma simblica derganos sexuales que adoptan las naves espa-ciales en nuestros sueos. Para Jung son mu-cho ms importantes los elementos distintivosdel OVNl-mandala, que considera una varian-te del arquetipo ms adecuado para nuestrotiempo. En esta edad tecnolgica en que vivi-mos, qu imagen puede simbolizar con mayoracierto una totalidad restaurada que una

    mquina misteriosa, un trozo de ingeniera ce-lestial?

    Por otra parte, eI aspecto celestial de laproyeccin OVNI es tambin esencial en elanlisis de Jung. Le llamaban particularmentela atencin la conducta poco natural" y laspautas de vuelo de los OVNIS. Con frecuenciala visita del OVNI se interpretaba como prue-ba de la existencia de extraterrestres avanza-dos, seres celestiales superpoderosos y amisto-sos que nos observan, y que se preocupan porlas actividades autodestructivas del hombre enel planeta Tierra. Jung tambin not que enalguna de esas historias el deseo de alcanzar latotalidad haba tomado la forma, ms precisa 1'personalizada, de desear un salvador, un serms que humano que descendera a ayudarnosa encontrar el alivio y la curacin que no pode-mos hallar por nosotros mismos.

    En esta parte de su anlisis, Jung hace una

  • importante aclaracin: a lo largo de la historiasiempre se han visto cosas que se movan porel cielor, mucho antes de que adoptaran elaspecto de misteriosas naves espaciales, esca-padas de un mal relato de ciencia-ficcin. Es-feras volantes que se movan de forma extra-a, discos y globos aparecen con frecuencia enlos anales de visiones extraas y fenmenosinexplicables sucedidos en tiempos revueltosdel pasado.

    Una y otra vez, Jung subraya que lo impor-tante no es que realmente haya algo en el cie-lo. Aunque existan los OVNIS, igualmentepueden ser considerados proyecciones, delmismo modo que proyeCtamos inconsciente-mente una intensa carga de simbolismo, contoda la fuerza de los arquetipos, en muchosobjetos o individuos que nos rodean, como ar-mas, joyas, artistas de cine o polticos.

    En ltima instancia, Jung no descarta la po-

    Arriba: dos mandalas indo-nepales. El mandala simboliza laperfeccin, alcanzada por lafigura de ocho brazos que seencuentra en el centro: se trata deun budhisattva que hacompletado su larga serie deencarnaciones, pero demora suentrada en la beatitud del Nirvanapara ayudar a las criaturas quean sufren (fotos Lauros-Giraudon y Michael Holford).

    Psicologa OVNI

    sibilidad de que pueda existir una base fsica yobjetiva. Las pantallas de radar y las cmarasno suean, ni padecen alucinaciones. Como lmismo dice: O las proyecciones psquicaspueden provocar ecos en el radar, o la apari-cin de objetos reales proporciona la oportuni-dad para proyecciones mitolgicas.

    Eso, por supuesto, constituye una irona; nocrea que las proyecciones psquicas afectaranal radar. Pero conviene subrayarlo, a causa delpersistente impulso de los medios de comuni-cacin y otros defensores del statu quo racio-nalista, que aprovechan todas las oportunida-des para denunciar a Jung como una especiede charlatn crdulo y desorbitado, metidohasta la cintura en lo que Freud llam desde-osamente el negro lodo del ocultismo. Susdetractores han malentendido y desfiguradoinsistentemente las investigaciones de Jungacerca de la alquimia, la astrologa y lo irra-cional, en todas sus formas.

    Como contrapartida, Jung siempre insistien que hay que mantenerse abierto a una enor-

    me cantidad de temas que, de algn modo,podrn contribuir a aumentar los conocimien-tos sobre el inconsciente humano. Con estafinalidad, registr y analiz la relevancia sim-blica de los OVNIS. Pero tambin compren-di que, en los continuos informes sobreOVNIS y en los estudios que se hacan sobreellos haba un ncleo de datos slidos queslo podan concebirse si all arriba habaobjetos reales, aunque fueran mal interpreta-dos por quienes los vean.

    Jung no se consideraba de ningn modo unprofeta, sino un psiclogo, un observadorcientfico. Pero la historia est llena de ejem-plos en los que un hombre de ciencia, a partirde la observacin y de los estudios objetivos,ha percibido profticamente>> una verdad quesus contemporneos ignoraban, por culpa desu ceguera intelectual. El punto de vista deJung sobre los OVNIS, ser ejemplo de ello?

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  • Abraham Lincoln, WinstonChurchill, Franklin Roosevelt...todos crean en el poder psquico.Existen indicios de que stos yotros eminentes polticos sedejaron guiar por la PES enmuchos momentos histricos.wrNSToN cHURCHILL, primer ministro de GranBretaa. estaba cenando con tres ministros delgbierno en el nmero 10 de Downing Streetdurante la ltima guerra mundial, cuando tuvouna premonicin. Haba comenzado un ataqueareo, como de costumbre, pero la cena no seinterrumpi. De pronto, el primer ministro selevant y fue a la cocina.

    Ponga la cena en un calientaplatos en elcomedor, dijo Churchill al mayordomo; des-pus orden al personal de la cocina que sefuera al refugio antiareo. Acto seguido volvijunto a sus huspedes. Tres minutos ms tar-de, cay una bomba en la parte posterior de lacasa, destruyendo totalmente la cocina.

    La poderosa intuicin de Churchill fue evi-dente a lo largo de su vida; l mismo aprendia obedecerla. Pero durante la guerra su in-fluencia se volvi ms espectacular. En 1941,Churchill adopt la costumbre de visitar lasbateras antiareas durante las incursionesnocturnas. Un da despus de haber observadoa la dotacin de un can antiareo durante unrato, volvi a su coche oficial, para marcharse.

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    A la izquierda: Winston Churchillen 1 941, en una de sus habitualesvistas a las bateras antiareas.Durante la segunda guerramundial, la

    "voz nterior" deChurchill le result muy til;aceptando sus consejos evitgraves accidentes y ayud a otrosa hacer lo mismo (foto Topham).

  • PES ejecutiva

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    Le abrieron la portezuela del Iado ms cercanoa 1, porque de ese lado sola sentarse. Peroignor la puerta abierta. dio 1a vuelta al coche.abri 1 mismo la otra puerta 1 subi. Unosminutos despus, mientras el coche ciculabapor las oscuras calles de Londres, una bombaestall en las cercanas. La fuerua de la erplo-sin levant el coche sobre dos ruedas y estuvoa punto de volcar antes de enderezarse nueva-mente. Debe haber sido mi tripa de ese ladolo que lo enderez, observ Churchill ms tar-de, segn se dice.

    Cuando su mujer le interrog acerca de1 in-cidente, Churchill dijo, al principio, que nosaba por qu se haba sentado de ese lado esanoche. Pero despus agreg: Claro que lo s.Algo me dijo 'Detente!' antes de llegar a lapuerta abierta. Entonces me pareci que medecan que deba abrir la otra y sentarme all...v esto fue lo que hice".

    Lo que hizo el primer ministro britnico fueescuchar esa voz interior que llamamos in-tuicin o corazonada, y aceptar su consejo. Sa-ba, por experiencia, que poda confiar en ella,tal como los altos ejecutivos han aprendido adejarse guiar por la pr,s cuando toman decisio-nes de negocios. Otros estadistas tambin hanhecho caso de la intuicin, o han permitidoque el talento psquico de otras personas lesorientara. Puede que la influencia de 1o para-normal haya influido decisivamente en el des-tino de algunas naciones.

    Muchos piensan que los esclavos norteame-ricanos deben su emancipacin a la interven-

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    Arriba a la izquierda: cuadroalegrico de A. A. Lamb querepresenta la Proclamacin de laemancipacin, promulgada porAbraham Lincoln en 1863; arriba,negros votando durante lasprimeras elecciones estatales en1 867. Muchos espiritualistascreen que Lincoln decidi abolir laesclavitud despus de hablar conNettie Colburn Maynard (arriba ala derecha) mientras sta sehallaba en trance (fotos NationalGallery of Art-Washington, LucyWill y Aldus Books).

    En la parte superior: AbrahamLincoln y el piano que

    "levitaba".Se dice que el piano, que tocabauna medium llamada Miller, seelev en el aire y comenz allevar el comps de la meloda(foto Aldus Books).

    cin de una adolescente, Nettie Colburn May-nard, que transmita mensajes de espritus aAbraham Lincoln. Se dice que, mientras esta-ba en trance, la joven Nettie sermone al pre-sidente durante una hora acerca de la impor-tancia de emancipar a los esclavos. Lincolnasisti a otras sesiones, con diferentes me-diums, en una de las cuales l y sus guardaes-paldas (segn se dice) treparon a un pianoque, a pesar de la carga, se elev en el aire ycomenz a marcar el comps hasta que la me-loda, que tocaba una medium, termin.

    Cuando el peridico Plaindealer de Cleve-land public un artculo acerca de las supues-tas experiencias psquicas de Lincoln, le pre-guntaron si era cierto. La nica falsedad delartculo

    -dijo el presidente- es que no cuen-ta ni la mitad de lo sucedido. Ni siquiera em-pieza a enumerar todas las cosas maravillosasde las que he sido testigo.

    Nadie sabe hasta qu punto lo paranormalinflua en el gran estadista canadiense WilliamMackenzie King, pero sus diarios, reciente-mente publicados, demuestran que profesabaextraas creencias y que estaba seguro demantener contacto con los espritus de polti-cos muertos. Cuando visitaba Inglaterra, siem-pre consultaba a los mejores mediums.

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    PES ejecutiva

    Franklin Rossevelt tambin sola consultar auna psquica, Jeane Dixon, conocida como lavidente de Washington>>. Y no debe sorpren-dernos demasiado que los polticos modernospidan ayuda a quienes afirman poder ver elfuturo: es una tradicin que se remonta al or-culo de Delfos.

    Hay momentos en que ciudadanos corrien-tes tienen premoniciones de lo que van a hacerlos presidentes. En 1971, Herbert Raiffe, fa-bricante de juguetes de Brooklyn (EstadosUnidos), tuvo la corazonada de que los ositospanda de juguete se iban a vender bien. Nohaba ninguna razn lgica para su decisin,pero a pesar de todo orden que se aumentarala produccin de pandas en su fbrica.

    En febrero del ao siguiente, el presidenteNixon visit China, recorri la Ciudad Prohi-bida, y volvi a los Estados Unidos con dospandas que le haban regalado y que recibie-ron mucha publicidad. Nadie estaba mejorprepalado que Raiffe para hacer frente a lasbita demanda de pandas de juguete. La in-tuicin del fabricante parece haberse concen-trado en un aspecto bastante trivial del viajedel presidente a China, pero mucho antes deque se concertara la visita.

    En Europa y Estados Unidos, la polica re-curre algunas veces a psquicos, para que ayu-den a resolver crmenes o a encontrar a perso-nas desaparecidas. En Canad y otros lugares,los psquicos han guiado a algunos arquelo-sos hasta los lugares donde haba restos anti-quos enterrados. Y en todo el mundo, la habi-lidad de los zahores es bien conocida, y estdocumentada. De modo que no hay razn pa-13 que nos parezca raro que hombres eminen-tes de la poltica estn dispuestos a abrir sus:nenles a informaciones que les llegan por un;mino que no coincide con los canales senso-nles habrtuales.

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    W. L. Mackenzie King (izquierda)visitaba a mediums muYimportantes, como GeraldineCummins (arrba) lfolos ToPham YPsychic Newsl.

    A la derecha: Nixon en China. Lospandas que llev a EstadosUnidos crearon una grandemanda de ositos de uguete...demanda que un fabricante yahaba previsto (foto Popperfoto).

    Pero no siempre resulta til conocer el futu-ro. Abraham Lincoln, por ejemplo, despertun da despus de haber tenido un sueo muyvvido. En l haba escuchado sollozos, y habarecorrido la Casa Blanca buscando el origendel llanto hasta que lleg a una habitacindonde haba un atud cubierto por una bande-ra. En el sueo, Lincoln preguntaba a un sol-dado quin haba muerto. El presidente, lereplic. .Lo asesinaronr.

    Unos das despus Lincoln muri a manosde un asesino que le dispar.

    Arriba: Franklin Roosevelt yWinston Churchill. Ambosestadistas compartan laconfianza en las visiones ycorazonadas. ya fueran propias oajenas.

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    Q'r sehahechode los dra$ones?

    Las leyendas de dragones hanproliferado en todas las culturas ycivilizaciones del mundo, y hanadoptado, a lo largo de la historia,frmulas muy diversas. Culesel oriEen de esos quimricosrelatos? Son simples historiasinventadas por Ia humanidad paraexplicar sucesos misteriosos, o sebasan en acontecimientos reales?

    Esta tabla del pintor gticocataln Bernat Martorell (1438)representa la leyenda delenfrentamiento entre san Jorge yel dragn, junto a las murallas dela villa de Montblanch. Esialeyenda consttuye un ejemploperfecto de identif icacinentre el dragn y el diablo,donde el vencedor de stequeda santif icado (fotoSalmer).

    EL DRAGN, DICE uN .nrcuro de una Histo-ria natwral publicada en 1776, es un animalterrible que, muy probablemente, no ha sidocreado por la naturalezat. Esta deduccin esmuy cauta, y aporta poco al tema, pero es lgi-co que en el Siglo de la Razn los cientficos noquisieran comprometerse.

    El que los dragones no hayan sido creadospor la naturaleza implica una extraccin sobre-natural: sta es la explicacin que subyace, sinduda, en muchas de las leyendas medievales.standard estructuradas en torno al grupodragn/doncella/caballero salvador.

    En muchas ocasiones sola identificarse in-mediatamente al dragn con el diablo. Estoresulta especialmente evidente en la leyendade san Jorge, patrn de Catalua.

    San Jorge de Capadocia fue uno de los san-tos ms populares de la Edad Media, cuya vidalegendaria

    .

    nos ha sido transmitida por la"Leyenda Aurear. Unas supuestas reliquias desan Jorge fueron llevadas en la Edad Media atodas las ciudades de la cristiandad, y el santocaballero era invocado por los ejrcitos cristia-nos. hasta el punto que reyes como Jaime I deAragn se pusieron devotamente bajo su pro-teccin. En aquella poca se levantaron mu-chos templos en su honor, y su fiesta era cele-brada el 23 de abril con gran solemnidad entodas partes.

    Pero el san Jorge cataln es un poco diferen-te del que nos describe la

    "Leyenda Aurear.Su famosa hazaa habra tenido lugar no en lalejana Capadocia, sino cerca de la poblacinde }lontblanch, en la provincia de Tarragona.Segn la leyenda, un monstruo feroz y temi-ble. que tena las facultades de caminar, volarv nadar. \. cuyo aliento era terriblemente fti-do. tena aterrorizada a la regin. Asustaba alos pastores, devoraba sus rebaos, mataba alos labriegos, haca estragos en las cosechas.Para paliar tan terrible mal, el rey decidi quecada da le sera entregada al monstruo unapersona que le sirviese de presa, y as lo ten-dran ocupado. Y as lo hicieron, escogiendocada da por sorteo a uno de los vecinos de laciudad. Este sacrificio se hizo durante muchotiempo. y los habitantes de Montblanch pudie-ron vivir ms o menos en paz. Pero lleg unda en que el destinc quiso que fuese elegida lahija del rey. La princesa era joven y hermosa,y no pocos ciudadanos se ofrecieron para susti-tuirla; pero el rey, que era un hombre recto einflexible, no accedi a ello.

    La doncella sali, pues, sola de la ciudad; sedirigi hacia la guarida de la bestia mientrastodos los vecinos desconsolados observabandesde las murallas cmo sg encaminaba haciala muerte. Pero de pronto, se le apareci unapuesto cabaliero sobre un caballo blanco ycubierto con una armadura dorada y luminosa.La doncella, asustada, le dijo que huyera, puesse encontraban cerca de la guarida del mons-truoso dragn, pero el caballero le replic quela misin que se le haba encomendado consis-ta precisamente en combatirlo, y en liberarlaa ella y a la villa de Montblanch.

    El caballcro era San Jorge, y haba tenido

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  • Dragones

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    una visin en la que se le haba comunicado latarea que tena que realizar; en tales circuns-tancias, no poda temer a ningn dragn. A lospocos momentos, el monstruo apareci, msfiero que nunca, dispuesto a atacar a san Jor-ge; pero ste arremeti valientemente contral y lo mat clavndole su lanza por la boca.

    Los aullidos de la bestia fueron tan terriblesque los habitantes de Montblanch salieron dela ciudad, se dirigieron al lugar de los hechos,y hallaron al dragn muerto, sangrando. Elrey, para premiar al caballero, le ofreci a suhiia por esposa, pero ste replic que no eradigno de ella, y poco despus abandon Mont-blanch, no sin antes recomendar al rey y a sushabitantes que fueran buenos cristianos y ve-neraran a Dios como lo mereca.

    Otra historia con caractersticas muy pareci-das es la del

    "dragn de Sockburn, que ate-rroriz a la zona de Durham (lnglaterra) entiempos de los sajones. Un documento conser-vado en el Museo Britnico cuenta:

    El caballero sir John Conyers mat a esamonstruosa y asquerosa sabandija, sala-mandra, spid o gusano, que haba sor-prendido y devorado a muchas personas

    386

    La ilustracin reproduce unataque vikingo a las lslasBritnicas. Algunas personas hantratado de explicar la prevalenciade los mitos de dragones en GranBretaa interpretndolos comotransposiciones de las invasionesdanesas. En el siglo vttt, losdaneses llegaban en barcosprovistos de mascarones de proaque representaban dragones.Pero, habr algo ms en lasleyendas? (foto Mary EvansP. L,).

    en luchas, porque el aroma de su venenoera tan fuerte que ninguna persona podatolerarlo. Y por la providencia de DiosTodopoderoso, el dicho caballero JohnConyers derrot al dicho monstruo, ma-tndolo...

    En este caso no se puede hablar de identifica-cin con el diablo, pero hay quien dice que lapalabra

    "dragn se usaba como smbolo paradescribir una inundacin del ro Tees, que tra-za:una curva en forma de herradura, rodeandoa la aldea. Otros lo interpretan como la histo-ria de una incursin de daneses, que en aquellapoca invadieron muchos ros de la costa no-reste de lnglaterra en barcos que llevabangrandes mascarones de proa en forma de ser-piente.

    Sin embargo, existe otra clase de leyendasde dragones en las que se asegura explcita-mente que los hechos se produjeron exacta-mente tal como relata la tradicin. Las des-cripciones del dragn

    -tanto en los textos querecogen las leyendas como en las obras de arteque las evocan- son en estos casos muchoms detalladas y vvidas. La historia de laSerpiente de Essexr, por ejemplo, aseguraque este monstruo muri, en 1668, a manos dealdeanos de Menham (Inglaterra). El episodioha quedado perpetuado en un relieve bastanterealista de la iglesia de aquella localidad, y enun grabado de la misma poca, que la muestracomo una criatura sin patas, de piel escamosay con protuberancias parecidas a las de lossapos.

    Al tratarse ste de un acontecimiento relati-vamente reciente. el realismo de esta histo-ria no resulta extrao, y parece indudable quehubo detrs de ella un hecho real, perfecta-mente explicable con argumentos racionales.Pero no siempre es as: el hecho de que existanvarias explicaciones diferentes para cadaleyenda de dragones hace que resulte difcildescartar por las buenas su existencia real. Elcaso es que la imagen del dragn ha sido tanfuerte a 1o largo de la historia, que ha sustitui-do a todas las otras imgenes o palabras quepodran haber sido usadas en su lugar. En lanarracin original del gusano de Sockburn, sirJohn no contuvo una inundacin. ni luch conlos daneses ni con el diablo, ni siquiera con ungigante. Luch con un dragn.

    Un argumento atractivo pero falaz en pro dela existencia fsica de los dragones es el pro-puesto por Peter Dickinson en su libro Tefhght of dragors (El vuelo de los dragones), publica-do en 1979. El autor medit mucho acercade la forma en que una criatura tan volumino-sa podra haber volado. Calcul que el cuerpode un dragn corriente, segn las descripcio-nes, deba pesar unos 9 000 kg. Concediendoal dragn una capacidad de elevacin aproxi-madamente igual a la del abejorro, que puedelevantar 170 gramos de peso por centmetrocuadrado de ala, dedujo que un dragn ciebatener una envergadura alar de 180 m, cosa fsi-camente imposible.

    El haber visto por casualidad en televisin elaccidente del dirigible Hindenburg, ocurrido

    [.

  • ---

    :: ,i-1-. le susiri otra idea para abordar des-:= :n ngulo diferente el problema de los dra--::e:. Llesei a la conclusin de que stos po-'r"n rtrlar porque la mayor parte de sus cuer-r,r: e:: hueca 1' estaba llena de un gas ms.,q:.r ue el aire: necesitaban un cuerpo enor-:ri raia oLrder almacenar la cantidad necesariar. ir! Jue les permitiera elevarse; no necesita-:.n ias enormes. porque las usaban slo para-; ::opulsin v las maniobras; soltaban fuego:r: la boca porque no podan evitarlo. Era untrsfecto necesario del mecanismo que emplea-:;n para l'olar. Dickinson sugera, desafiando-"s leves de la qumica, que el interior de losiragones deba de ser un vasto reactor qumicoen e1 que el cido clorhdrico, presente en el>istema digestivo de todos los vertebrados.reaccionaba con el calcio de la estructura sear formaba hidrgeno, gas ms ligero que elaire. Los huesos del dragn deban auto-rege-nerarse a partir de la ingestin de una cierta.antidad de piedra caliza.

    Este proceso metablico no poda quedartotalmente anulado cuando el dragn estabaen reposo, de modo que, de vez en cuando, serera en la necesidad de desprenderse del ex-ceso de hidrgeno. La mejor manera de hacer-lo sera quemarlo, y el sistema de ignicin utili-zado implicara probablemente reacciones quimlcas.

    La teora tambin proporciona una explica-cin para'los rasgos esenciales de los dragones

    -su sangre venenosa y su predileccin por las

    princesas y los tesoros- y ofrece una respues-ta tentadora a un incmodo problema: la au-sencia de dragones fosilizados.

    "El vuelo". es-cribe Dickinson,

  • IDragones

    tido dinosaurios que escaparon a la extin-cin, al final del Cretcico?

    Aunque la idea es, por supuesto, especulativa,la posibilidad de que los dragones sean un ves-tigio de recuerdo de un traumtico conflictoentre saurios y simios resulta, sin duda, muyatractiva.

    Los monjes que escriban e ilustraban losbestiarios, tratados populares y moralizantesque circulaban en la Edad Media, interpreta-ban al dragn de forma diferente. Cada criatu-ra del bestiario ilustraba alguna leccin moral.El fnix es el smbolo de la resurreccin; }apantera, Cristo; el dragn, el Anticristo. Enuna narracin tpica, la pantera cena, y des-pus duerme tres das. Cuando despierta eruc-ta, y todos los otros animales siguen su dulcealiento. Pero el dragn, nico enemigo de lapantera, se oculta por temor al aliento quepuede destruirle.

    En el Bestiaire de Guillaume le Clerc de Nor-mandie, realizado entre 1210 y l2ll, el dragnlucha con el elefante (que representa a Adn)golpendole con la cola y enredndose en suspatas.

    El historiador romano Plinio tambin se re-fiere a la enemistad entre el dragn y el elefan-te en sus Historias, escritas en el siglo r denuestfa era:

    India alberga los mayores elefantes y tam-bin los dragones, que rien continua-mente con ellos en continuas batallas. al-sunos tan gigantescos que fcilmente pue-den enroscarse en los elefantes y as atar-io: con un nudo.

    .: ::

    A la izquierda: la mandbula de unplesiosaurio, monstruo marinocon caractersticas de dragn,que se extingui hace 1 50millones de aos. Este e.lemplarfue extrado de una fosa arcillosaen Westbury (Wiltshire,lnglaterra), en 1980, El doctorCarl Sagan supone que los mitosde dragones pueden representaruna memoria racial imperfecta delconflicto entre simios y saurios delperodo Cretcico (foto RayWhite).

    El lagarto Draco volans (arriba),de la regin indomalaya, puedeplanear gracias a sus alasmembranosas, Pero es dif cilqueinspirara las leyendas dedragones. ya que slo mide 15 cm(f oto Bruce Coleman/JohnMackinnon).

    A la derecha: santa Marta y "5u"

    dragn, en un grabado italiano delsiglo xv. La santa Marta de laBiblia era hermana de LzarcyMara, pero en la Edad Media sela confundi con otra Martaasociada a una misteriosaleyenda. Se deca que habadominado a un dragn (la"Tarasca") que viva en el roRdano y haca estragos en losalrededores de Tarascon(Provenza, Francia). Atando sucinturn al cuello del dragn looblig a recorrer 16 km hastaArles, donde le mataron (fotoJean-Loup Charmet).

    Plinio fue uno de los primeros entre los mu-chos escritores que han credo en la existenciazoolgica de los dragones.

    Edward Topsell, autor de Historie of Ser-pents (1658) se contaba entre estos creyentes.Sus descripciones de dragones son precisas ydetalladas, y con frecuencia vienen acompaa-das por estampas que ilustran los diferentestipos mencionados en el texto: la serpiente-dragn dibujada junto a su pariente ms prxi-mo. la vbora, un dragn reptil acompaandoa un camalen. Subdivide a los dragones de laIndia en dos categoras: el dragn de los panta-nos y el dragn de las montaas.

    Sus hocicos son muy fuertes, y se parecena los de los grandes peces rapaces: tienenbarbas de color amarillo dorado que estnllenas de cerdas, y los dragones de laMontaa tienen generalmente prpadosms profundos que los dragones de losPantanos. Su aspecio es muy fiero y ceu-do. y cuando se mueven sobre la tierra susojos producen un sonido causado por susprpados, muy parecido al sonido del la-tn, y a veces entran con audacia en elmar y comen peces.

    Topsell es igualmente preciso en cuanto a laspropiedades medicinales del dragn. Su grasacura las lceras, la cabeza el estrabismo, y lalengua. encurtida en vjno. prolege contra .in-cubos, scubos y tambin pesadillas".

    Los primeros cartgrafos tambin recono-cieron la existencia del dragn. Quiz al repre-sentarlos simplemente queran simbolizar lastierras que no conocan, pero existen algunaspruebas de que. para ellos. los dragones erantan reales como las exticas jirafas y elefantesque aparecen amontonadas en los espacios va-cos de algunos mapas antiguos.

  • -t

    Dragones

    Arriba: ilustracin medieval parael relato de los viajes de MarcoPolo. El dragn del centro se basaen una correcta descripcin delcaimn chino (foto BibliothqueNationale- Pars).

    Los zologos ortodoxos suponen que la pre-sencia del mtico dragn (entre otros animalestotalmente reales) en mapas y libros antiguoses el resultado de una mala interpretaciiin. Poreso. la descripcin que hizo Marco Polo de uncaimn chino fue transformada por un artista

    des que recuerdan al dragn. Pueden alcanzarlongitudes de hasta 7.5 m. y tienen el cuerpoondulante del dragn. aunque ninguno de susapndices.

    Los lagartos volantes de la regin indo-ma-lava llevan ei nombre zoolgico de Draco. ypueden volar

    -o ms bien. planear- graciasa sus alas membranosas. El problema es quetan solo miden unos 15 cm. y es difcil creerque un bicho tan pequeo haya podido inspi-rar el temor y la fascinacin que han manteni-do vivas las leyendas de los dragones.

    Un lagarto ms grande, Varanus komodoen-ss. es llamado coloquialmente dragn de Ko-modo. Alcanza hasta 3,5 m de largo, y tieneun aspecto bastante dragonesco con su cabe-zafeay plana, sus patas delanteras y su cuerpoescamoso. Pero no vuela, y su hbitat se limitaa algunas islas indonesias.

    Los cocodrilos, caimanes, serpientes y lagar-tos tienen algunos rasgos comunes con el dra-gn, pero stos no bastan para identificar aestos animales como fuente de leyenda: seracomo decir que un len es un perro porque losdos son carnvoros y tienen cuatro patas. Sialguna vez hubo dragones en este mundo. pa-rece ms posible que constituyeran una espe-cie aparte. Si nunca los hubo. es posible quehayan sido creados por el hombre para expli-car o racionalizar acontecimientos csmicos ofuerzas terrestres que estaban ms all de sucomprensin y control.

    El benfico dragn de Oriente tiene muchascualidades mgicas. Vase pgina 122.

    Arriba: el elefante, que representaa Adn, lucha con el dragn, querepresenta al Anticristo, en estalustracin extrada de unbestiario medieval (foto BritishMuseum, departamento demanuscritos).

    contemporneo en un animal muy parecido aun dragn. Marco Polo describa al caimn co-mo una gran serpiente, con dos patas muy cor-tas cerca de la cabeza y grandes mandbulas,llenas de dientes afilados. Fue el ilustradorquien aadi las alas y una cabeza de serpienteen la punta de la cola.

    Algunas grandes serpientes, particularmen-te la boa constrictor y la pitn. tienen cualida-

    389

  • I!o

    EIo

    o

    En el invierno de 1856, unos trabajadores delos ferrocarriles franceses estaban perforandoun tnel entre Saint-Dizier y Nancy, en el nor-te de Francia. cuando encontraron una .formamonstruosa en la oscuridad. Acababan deromper un enorme peasco de piedra calizajursica cuando la cosa sali tambalendose deuna cavidad del peasco. agit las alas. emitiuna especie de ronquido 1,muri sin hacer msaspavientos.

    Tena el tamao y la forma de un gansogrande. aunque su cabeza era .horrible, y suboca tena dientes afilados. Sus cuatro largaspatas terminaban en talones ganchudos y esta-ban unidas por una membrana parecida a la delos murcilagos. La piel era negra, correosa,gruesa y grasienta.

    Con ciertos miramientos. los hombres lieva-ron al extrao ser hasta el cercano pueblo deGray, donde un naturalista versado en paleon-

    Abajo: un pterodctilo fsil, dems de 100 millones de aos deantigedad En Francia, en 1856se dijo que uno haba salido dedentro de una roca,,. vivo (fotoNatural Science Photos).

    En el siglo xtx, numerosos sapos fueron halladosencerrados en rocas e

    -nexplicablemente- vvos.Cmo llegaron all? Cmo sobrevvieron? Estacuestn soliviant a los cientficos vctoranos.

    tologa lo reconoci inmediatamente como unPterodactylus anas,

    El estrato rocoso del que haba salido coinci-da, efectivamente. con la poca de mayorabundancia de los pterodctilos. y se observque la cavidad de la que haba emergido for-maba un molde exacto de su cuerpo, 1o queindica que estaba totalmente envuelto por eldepsito sedimentario.

    La historia del pterodctilo francs fue qui-zs el ms impresionante de una serie de infor-mes acerca de criaturas vivientes emparedadasdurante miles de aos en rocas slidas; estosinformes causaron en el mbito de la cienciavictoriana un revuelo slo comparable con lacuestin actual de ios OVNIS. Al igual questa, fue objeto de discusin durante dcadas.sin que se llegara a ninguna conclusin satis-factoria.

    En 1161 se sentaron las bases de la contro-versia con la publicacin del Annual Register,que aquel ao dedic sus pginas a relatos-algunos de la antigedad, otros de tiemposms recientes- acerca de criaturas vivientes.en general pequeos reptiles o crustceos, quehaban sido encontrados sellados en piedra.Entre otras cosas. informaba que las piedrasutilizadas para pavimentar el puerto de Toulonse rompan con frecuencia para dejar paso amariscos vivos .de exquisito sabor. y citabaescritos de gente como Francis Bacon, BaptistFulgosa, Agricola y Horstius para demostrarque vboras, cangrejos, langostas, sapos y ra-nas podan vivir indefinidamente aunque estu-vieran privados de alimento, aire, luz vhumedad.

    Tambin contaba la primera observacinpersonal conocida del tema, efectuada porAmbroise Par, cirujano personal de Enri-que III de Francia. Par declaraba que a finesdel siglo xvl, en su casa de Meudon, presencicmo un cantero encontraba en una piedramuy grande y dura un gran sapo vivo; la piedrano presentaba ninguna apertura visible pordonde el sapo hubiese podido entrar...

  • f!

    -,:. ':::a.-iones mnimas.la historia de Pa--: ii :.:a:jja una v otra Yez durante la poca,' :i, i:11:. 3 \-eces bien documentada. a veces':l:.S

    J-,;-,s:n sldo 1os informes acadmicos tan:.:::::r-3s como el del gelogo doctor E. D.l-':..-. :n una conferencia pronunciada en la- '.::i:d de Cambridge en 1818. El doctor-

    .- i; .:pervisaba la excavacin de una can--;:: :i .reta con la esperanza de hallar fsiles

    : j:rr profundidad de 45 brazas, descubri,:: .ira de erizos de mar v tritones fsiles.I:: los tritones parecan star en perfectas: -:'1--i!rnes. y el doctor Clarke los excav cui-

    :::l>rmente y los coloc al sol, sobre una:-.

    = Je papel. Ante su asombro, se movieron.

    ,-:,rue dos de ellos murieron poco despus,.. :;:ceo fue colocado en agua de una charca, :incaba v se mova tan bien como si nunca_-:tese estado aletargado; se puso tan activo:-= :scap. Inmediatamente, el doctor Clarke:i :uso a recolectar ejemplares de todos losi:rorre S vivos de lazona, para compararlos conr: que haba desenterrado, pero ninguno se

    :':eca a ellos.L'n experto que haba asistido a la conferen-

    ::: examin posteriormente a los tritones:uertos. y afirm que se trataba de una espe-:ie totalmente extinguidal nunca vista ante-icrmente por los naturalistas contempo-:neos.

    El sapo que ladrabaEn 1865, unos canteros encontraron, en Hart-lepool (cerca de Leeds, Inglaterra), otro sapovivo emparedado. Como en muchos casos pa-recidos, el cuerpo del sapo estaba perfecta-mente moldeado en la roca, hasta tal puntoque pareca un vaciado de sta. Los ojos delsapo tenan un brillo poco frecuente, y el ani-mal, al ser liberado, dio muestras de gran vita-lidad. Cuando se le encontr pareca deseosode respirar, pero experimentaba algunas difi-cultades para hacerlo, y el nico sntoma dexito consisti en una especie de ladrido. Estono era sorprendente, ya que su boca resultestar totalmente cerrada y el

    "ladrido prove-na de los orificios nasales. Un peridico de lapoca informaba que, aunque al principio eratan plido como la piedra de donde vena, mstarde cambi de color y se volvi de un bonitomarrn verdoso. Aparte de estos hechos y dela extraordinaria longitud de sus patas trase-ras, era muy normal. Un experto gelogo esti-m que la piedra caliza magnsica en que fueencontrado tena, por lo menos, 200 millonesde aos de antigedad. Sin embargo, el sapovivi varios das.

    De Estados Unidos tambin llegaron infor-mes, por medio de revistas cientficas tan res-petables como American Naturalist y ScientificAmerican. Un relato tpico, extrado de estaltima, contaba cmo un minero llamado Mo-ses Gaines hall un sapo en una pea de 60 cmde espesor. El cuerpo del animal se adaptabaperfectamente al hueco. El sapo meda 7,5 cmde longitud y era muy gordo... sus ojos tenan

    Sapos

    ms o menos el tamao de una moneda deplata de un centavo, siendo mucho ms gran-des que los de los sapos del mismo tamao quevemos todos los das. Aunque viva, el sapode Gaines estaba aletargado: Trataron de ha-cerlo saltar o brincar tocndolo con un palo,pero no prestaba atencin...

    Estas y otras historias similares, aunque de-leitaban a un pblico vido de sensaciones, in-quietaban muchsimo a los hombres de cien-cia. Uno de ellos, el doctor Frank Buckland,haba incluso experimentado con el entierro desapos en 1825. Haba tomado dos bloques depiedra, una caliza y la otra arenisca, y habatallado seis pequeas celdas en cada una, enlas que coloc sapos vivos, sellndolos con vi-drio y arcilla y enterrndolos a 1 metro de pro-fundidad en su jardn. Un ao despus, desen-terr los bloques. Todos los sapos del bloquede arenisca parecan haber muerto tiempoatrs, aunque algunos del bloque de caliza es-taban vivos v unos cuantos, por cierto, haban

    ever ea/ otly

    engordado. Desgraciadamente, el vidrio se ha-ba roto y era posible que hubiesen entradoinsectos, proveyendo de alimento a las criatu-ras enterradas. Cuando el doctor Buckland re-piti el experimento, esta vez aislando total-mente a los sapos, murieron todos.

    Para la mayor parte de los hombres de cien-cia, los experimentos del doctor Buckland po-nan punto final al asunto, pero quedaba ungrupo disidente que sostena la posibilidad dela supervivencia.

    Uno de sus portavoces, William Howitt,examinaba la cuestin en su llslory of the Su-pernatural (Historia de lo sobrenatural, 1863).Sealaba que los naturalistas conocan el he-cho de que sapos y ranas se hundan en el ba-rro del fondo de las charcas para pasar el in-vierno. Recordaba una ocasin en que, duran-

    Abajo: un rnico comentarioacerca de la vida contempornea,debido al artista britnco GeorgeCruikshank (1834). Pocos hbitosimaginarios eran consideradostan desagradables como laingestin de sapos... y peligrosostambin, ya que se crea que lossapos eran venenosos (fotoMansell Collection).

    En la parte inferior: la magia ritualde Aleister Crowley inclua unaceremonia en la que secrucificaba a un sapo (fotoTopham).

    391

  • Sapos

    te la excavacin de una zanja,habia encontra-do en el lodo una capa de ranas>) considera-blemente gruesa; las ranas estaban totalmentegidas, pero docenas de ellas despertaron r-pidamente y se alejaron brincando, en buscade un nuevo alojamiento.

    Si estas ranas podan vivir los seis meses queduraba su letargo en ese revestimiento casi s-lido de barro viscoso, por qu no iban a podersobrevivir seis, o cualquier otro nmero deaos? Con el tiempo, por supuesto, el barro setransformara en roca, pero subsistira el granproblema: podan sapos y ranas sobrevivir alas enormes presiones, por no hablar de losenormes plazos geolgicos, antes de que se-mejante transformacin tuviera lugar?

    La contestacin al primer punto pareca serque los frgiles cuerpos s podan sobrevivir; elgran naturalista britnico del siglo xvrr GilbertWhite, entre otros, haba encontrado una ranamomificada en una piedra; momificada, no fo-silizada. Y en cuanto a sobrevivir a la presin,los que se oponan a la faccin de Buck-land sealaban que este fenmeno pareca de-pender de la exactitud con que la roca, en suestado plstico, se adaptara al cuerpo del sapoo rana; tenan que ser como una nuez y sucscara. Buckland haba fracasado porque susceldas>> no se adaptaban al cuerpo de los suje-tos, pero un tal seor Seguin, de Francia, se-gn The Times del 23 de septiembre de 1862,haba guardado 20 sapos en un bloque de yeso,lo haba dejado fraguar y lo haba enterrado.Al cabo de L2 aos, cuatro estaban todavavivos.

    Otra teora: piedra calizaUna nueva teora fue propuesta por A. H.Worthen en eL American Naturalist de 1871.Examinando a un sapo que fue hallado vivo enuna piedra caliza cerca de Saint Louis, Wort-hen descubri qpe la caliza de Varsovia origi-nal estaba revestida por una capa de carbonatode calcio de una profundidad de casi 3 cm. Ysi supusiramos, razon, que el sapo estabahibernando en un hueco de la roca y habaquedado encerrado por un hilo de agua quecontena carbonato de calcio en solucin? Paralos no expertos, toda la masa sera piedra cali-za slida, ya que no podran diferenciar entrela roca antigua y el depsito nuevo. Por 1omenos, la teora de Morthen sera til paraexplicar lo que puede suceder en algunoscasos.

    Pero la gran mayora de hombres de ciencia,escpticos, se negaron a considerarla; afirma-ban que los testigos

    -muchos de ellos trabaja-dores- haban sido mentirosos, crdulos... oambas cosas alavez. Pero, a santo de qu unhombre con el prestigio del doctor Clarke, porejemplo, iba a arriesgar su reputacin a cam-bio de un poco de publicidad?

    Sapos, supersticin y brujeraUna tradicin gallega asegura que a las brujasse las identifica por unas manchas en forma depatas de sapo que estas mujeres tienen en losojos. Las supersticiones y las extraas costum-

    391

    En la parte superior: este sapomomificado dentro de un ndulode slex fue descubierto enSussex, lnglaterra (foto Boroughof Brighton).

    Arriba: el doctor Edward Clarkedescubri en 1818 tres tritones"fsiles", pero vivos (foto MaryEvans P, L.).

    A la derecha: un sapo de laespecie Bufo calamita (foto BruceColeman/Javier Andrada).

    bres que suelen asociarse con estos animalestienen su origen en la propia evolucin de estascriaturas y en sus esfuerzos por la superviven-cia. Los primeros anfibios estuvieron cubiertospor escamas de pescado. Pero perdieron susescamas, y toda la superficie de sus cuerpos seconvirti en un pulmn hmedo. Esa provisinextra de oxgeno les permiti adoptar la cos-tumbre de saltar; adems, en algn momentode su evolucin, perdieron la cola.

    A causa de su piel, suave e indefensa. lossapos eran muy vulnerables a las bacterias. le-vaduras y hongos, que se multiplicaban enella. De modo que sus glndulas empezaron asegregar una compleja serie de funeicida-s \bactericidas para luchar contra esos encmir..:

    . i=l,?i,lr

  • =s;s -rs::as sustancias les sirvieron ms tarde,i!

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    F:; r e:lo. probablemente. por lo que eli.f. ::3lLf,.laatencin del hombre desde tiem-r:i

    -tr,, trnmitiros. )'a que se le atribuan cua-::s nEicas. Los indios de la cuenca del

    4:ir::s. por ejemplo. mojaban sus flechas:: ",::eno de sapo. y los mdicos chinos usa-::- l:eraraciones de sapo para tratar las en-i:::r:;ades cardacas.

    F;,: huo que se fuera creando en torno a:s::

    "nimal un halo de misterio y repulsin.Ei:. :ntipata difusa contra el sapo resulta: -=::ensible. en cuanto examinamos su apa-,.-..ia 'propiedades. Su aspecto es el de un:,::::nculo de piel oscura y verrugosa, una es-:.e de figura diablica en miniatura. Las sus-:,::las txicas que exuda no ayudan a mejorars- :rputacin, aunque en realidad la nica for-::i en que un sapo europeo puede resultar da-a-:n.r para un ser humano sera que ste mor-::3ra un sapo vivo: en este caso sufrira nu-rc. e incluso alucinaciones, suaves pero desa-:edabies. Sin embargo, el mito del sapo como:ehgro mortal data, por lo menos, de los tiem-:n-.s de Plinio, que sostena que este animal:staba

    "lleno de venenor. Aeliano, en el si-sio rr. afirmaba que un vaso de vino al que se.e agregara una sola gota de sangre de saporsultaba fatal instantneamente. Y hasta Mil-:n. en El paraso perdido, relata cmo Sata-ns se transform en sapo para poner venenoen el odo de Eva.

    Pero fue su forma humanoide lo que verda-deramente excit la imaginacin de los supers-ticiosos, y le vali para siempre la fama de serel compaero de las brujasr. Pierre de Lan-cre. abogado francs y fantico cazador debrujas, escribi en 1609 acerca de algunosmagos que alimentan... pequeos demonioscon forma de sapos con una mezcla de leche yharina, dndoles el primer bocado para que loprueben. Estos magos no osan abandonar suscasas sin. pedir permiso. . .

    "Tambin escribi que un tal Gautier LeClerc haba visto con frecuencia al ttere deNevillon, que pareca un gran sapo cubierto depelaje negro. Nevillon lo guardaba en unacaja, debajo de una baldosa, (slo le dejabasalir para comer), y le asegur a Le Clerc que,si lo deseaba, le proporcionara otro homncu-1o del que sacara ms provecho que deDios.

    Pero mucho antes que de Lancre, la Inquisi-cin haba considerado al sapo como un acce-sorio del culto al diablo practicado por lasbrujas; este argumento lo haba utilizado ya ensu persecucin de ctaros, valdenses, templa-rios y otras sectas herticas. En 1388, unmiembro de los valdenses de Turn confesque el grupo adoraba al Gran Dragn de laRevelacin, representado por un sapo, y dijoque los iniciados tenan que beber una pocinhecha con los excrementos del animal. Otrosgrupos herticos observaban el ritual de besara un sapo en la boca y en el ano para adquirirsabidura mgica, costumbre que evoca vaga-

    mente los cuentos de hadas posteriores quetratan de un apuesto prncipe transformado ensapo, al que el beso de una doncella permiterecuperar la forma humana.

    Durante el siglo xvIII, una moda subterrneade satanismo y magia negra se extendi entrelos hastiados intelectuales europeos, y el sufri-do sapo se vio obligado a interpretar un desa-gradable papel en misas negras y otros ritos.Generalmente, se bautizaba a un sapo y des-pus se le crucificaba cabeza abajo.

    En sus memorias, el ocultista britnicoAleister Crowley afirmaba que en 1916 haballevado a cabo una ceremonia para elevarse alnivel de Mago de la Orden de los Templariosde clriente, culto casi mstico que tena sus origenes en Francia, a principios del siglo xrx.Durante el ritual haba crucificado a un sapo.En 1938, el periodista norteamericano WilliamSeabrook pudo ver lo que pareca ser unconjuro para matar elaborado por una brujade Saint-Rmy de Provence, en Francia. Ha-

    ba clavado alfileres en una mueca, a la queluego haba untado con la sangre de un sapocrucificado sobre una Biblia.

    En algunas zonas de Amrica del Sur la cria-tura era asada viva sobra una llama, y en To-go, en Africa occidental, la tribu hos usaba alsapo como chivo expiatorio, arrastrndolo al-rededor de la aldea en una hoja de palma hastaque mora. Los gilyaks del norte de Asia sacri-ficaban ritualmente a un oso y despus echa-ban la culpa de su muerte a un sapo, mientrasque en Persia los seguidores de Zoroastrocrean simplemente que los sapos

    -smbolosdel mal- deban ser exterminados.El sapo sigue siendo para muchos una cria-

    tura poco atractiva, odiosa y malvada. Sin em-bargo, la ciencia bioqumica ofrece una expli-cacin muy verosmil del empleo del sapo enprcticas mgicas y supersticiosas.

    Los sapos suelen asociarse con maleficios, pla-gas y otros fenmenos misteriosos. Vea su rela-cin con los alucingenos en pgina 408.

    Sapos

    Abajo: el doctor Franck Bucklandcrea que los sapos no puedenvivir encerrados en rocas (fotoMary Evans P.L.).

    En el centro: las ranas comunessobreviven meses enterradas enel lodo (foto Heather Angel).

    Aniba: Gilbert Whte, el grannaturalista britnico del siglo xvttt,afirm haber enconlrado una ranamomificada dentro de una piedra(foto Mansell Collection).

    393

  • Desde las dez y meda de lanoche del Vernes Santo, y hastalas dos de la tarde del SbadoSanto, los calandinos hacensonar ininterrumpidamente sustambores. En el silencio nocturno,su sord tronar puede orse aveinte kilmetros de distancia(foto Enric Gubern).

    A la izquierda: una extraamezcla de fe, pundonor, xtasis yorgullo, hace posible que unhombre pueda resistir 16 horasseguidas tocando el tambor (fotoEnric Gubern).

    La costumbre ancestral de la tamborrada de Calanda,de origen medieval, qued prohibda en 1590. Perocncuenta aos ms tarde un prodgio atribuido a laVirgen del Pilar hizo revivir Ia tradicin: un muchachocalandino, MiguelJuan Pellicer, recuper la pierna que Iehaba sdo amputada dos aos antes. Fue slo elmilagro lo que permt que resurgiera Gon tanta fuerzaun rito ya casi olvidado?394

    Es omrbrl LLEGAR A ESTABLECEn con absolutacefieza los orgenes de un rito popular. Raravez puede situarse un hecho determinado en elprincipio de una tradicin. Lo ms comn esque sentimientos y acontecimientos se fundan,poco a poco, y, a travs del tiempo, den paso aun ritual establecido, susceptible de enrique-cerse o simpiificarse con el transcurso de losaos. El caso de los tambores de Calanda es unclaro ejemplo de esto.Los orgenes del rito deltamborLa Semana Santa calandina es un cmulo detradiciones de origen diverso y con entronquesconfusos, aglutinados en torno a las fechas enque el sentimiento religioso cristiano, domi-nante. establece unas manifestaciones de due-lo colectivo por la Pasin y Muerte de Cristo.

    El origen de los tambores de Calanda se re-monta al siglo xr. Segn una leyenda popular,transmitida de padres a hijos y reseada por elhistoriador calandino Jos Repolls, en la pri-mavera de ll27 y mientras los cristianos viejosde Calanda celebraban los actos de SemanaSanta, una horda de musulmanes, procedentesde las cercanas sierras del Maestrazgo, se en-caminaron hacia la citada poblacin por la ori-lla izquierda del ro Guadalope. Un pastor viodesde las montaas prximas la polvareda quelevantaba a su paso la expedicin mora, y dioaviso haciendo sonar el tambor; el aviso fuerepetido por varios pastores hasta llegar a o-dos de los calandinos, quienes, alertados deeste modo del peligro, rcogieron sus rebaosy enseres y se refugiaron en el interior de lafortaleza que se levantaba en un cerro conti-guo a la poblacin.

    La ,qazzia musulmana fracas y cada ao,por las fechas de Semana Santa, los pastoresconmemoraban la oportunidad de su aviso ha-ciendo sonar sus tambores en las proximidadesde Calanda. Segn parece, esta costumbre detocar el tambor continu hasta 1590. ao enque la Orden de Calatrava, que, desde su sedede Alcaiz, haba extendido su poder por todoel Bajo Aragn, prohibi el acto por conside-rarlo irrespetuoso, dadas las fechas de celebra-cin. A partir de este momento, los tamboresquedaron artinconados hasta que un nuevo su-ceso los sac de su mutismo medio siglo des-pus y los incorpor definitivamente a la Se-mana Santa calandina.

    EI Milagro de CalandaLa noche del 29 de marzo de 1640 tuvo lugaren Calanda el milagro ms extraordinario rea-lizado por la Virgen del Pilar: al joven MiguelJuan Pellicer se le restituy una pierna que lehaba sido amputada dos aos antes. Segncuentan, el muchacho se fue a dormir, agotadotras un da de duro trabajo en el campo. Icomo cada noche se encomend a la Virgendel Pilar, de quien era un ferviente devoto. Alcabo de un rato, entr su madre a verlo v des-cubri que por debajo de la manta asomabandos pies. Confundida, fue a avisar a su maridt--y despertaron al muchacho. Entonces colrprtr-baron que le haba sido restituida la pierna

  • Arriba: la simbologa asocia eltambor con los estados dextasis. Los primitivos shamanespropiciaban sus trancesrituales con el sonido de tamboresy sonajas (foto Josep Lorman).

    A la izquierda: el "milagro de.

    Calanda", que ha sido obieto denumerosos estudios histricos esuno de los muchos enigmas queplantea la historia de latamborrada.

    Tambores de Calanda

    amputada. Varias seales de cicatrices indica-ron a Miguel Pellicer que aquella era

    -su nombre deri-

    va de la onomatopeya del ruido del tambor-.grupo de soldados romanos creados paraacompaar a Longinos, el personaje encarga-do de vestir la armadura de Miguel Pellicer.Sin embargo, 1a armadura que hoy viste Longi-nos o el Cangrejo, como popularmente se leconoce

    -sin duda, por la similitud entre unaarmadura y el caparazn de este crustcee,no es la que premi el milagro, sino una terce-ra; la primera y original fue vendida a finalesdel siglo pasado a un anticuario, y la segundafue destruida durante la Guerra Civil. Aquelmismo ao de 1643, se introdujo un equipo detamborileros acompaando a Longinos y a suguardia romana. Estos tamborileros, incorpo-rados desde aquel momento al ceremonial cris-tiano, establecieron por comn acuerdo co-enzar a tocar

    -iniciar la rompida>- a lasdoce del medioda del Jueves Santo, hora en la

    cj: de CaLncln

    395

  • Tambores de Calanda

    cual, segn la tradicin, sonaron los tamboresde los pastores que hicieron fracasar el ataquemusulmn, all por el siglo xu. El mito popu-lar se resiste a desaparecer.

    " Efectos especales) o shamansmo?Si nos ponemos a pensar sobre algunos de loselementos que nutren esta historia de los or-genes y, por tanto, de la tradicin en su pre-sente, vemos que fcilmente pueden ser

    -y dehecho han sido- objeto de muy distintas in-terpretaciones.

    En primer lugar, la tamborrada, el compo-nente ms singular de la Semana Santa calan-dina, ha sido interpretada en algunos momen-tos, por los sectores de mayor entusiasmo reli-gioso, como el intento de reproducir medianteel retumbar de los tambores el tremendo true-no que sacudi la tierra en el momento de lamuerte de Cristo. De este modo, los tamboresquedaban integrados por completo

    -sin fisu-ras- dentro del rito cristiano, al desempearla funcin de elemento fnico alegrico en elinstante de supremo dolor por la muerte delHijo.

    Otra teora apunta, como origen de los tam-bores de Semana Santa, aquellos otros que enel pasado acompaaban los ltimos minutos devida de los condenados a muerte.

    Una tercera teora, ms acorde con la histo-ria de los orgenes de la tradicin, incide sobrela doble utilizacin del tambor entre los ra-bes, instrumento musical que se tocaba tantoen las fiestas

    -manifestaciones de alegra-

    como en los entierros -manifestaciones dedolor-. Es probable que el cristiano de los

    primeros momentos de la Reconquista, a faltadel sonido mstico de la campana, adoptase eltambor

    -de ms fcil improvisacin tcnica-como instrumento para acompaar a sus muer-tos. De ah, a que lo tomase para acompaar al

    396

    Aniba: los Putuntunesacompaan a Longinos,personale creado para exhibir laarmadura que regal el rey aMiguel Pellicer, el protagonistadel milagro (foto Enric Gubern).

    muerto por excelencia de la fe cristiana, Jesu-cristo, slo hay un paso.

    Otra interpretacin posible de la utilizacindel tambor en la celebracin calandina se basaen el poder de sugestin del sonido rtmico yrotundo del instrumento. Se sabe que con ayu-da de sonajas y tambores los primitivos shama-nes se procuraban el xtasis. Y nada ms cer-cano a un trance o a un xtasis que el estado deestos tamborileros calandinos, insensibles a lafatiga muscular, y al dolor de sus despeilejadasmanos. De esta manera, en Calanda, el tam-bor, smbolo del sonido primordial, de la tradi-cin y de la magia (entendida como la obten-cin directa de 1o que el hombre desea me-diante la plegaria y el rito), se introduce en laliturgia cristiana olvidando

    -o tal vez prolon-gando de manera ms o menos consciente-cultos anteriores.

    Singularidad del uMilagro de Calanda,Finalmente, el Milagro de Calanda, que tie-ne lugar bajo la advocacin de la Virgen delPilar, presenta tambin ciertos caracteres que1o singularizan de entre fenmenos similares.Para empezar, segn parece, se trata de ungran milagro mariano, es decir, realizado pormediacin de la Virgen Mara, muy anterior alos de Lourdes y de Ftima. Por otra parte, setrata de un milagro sin presencia taumatrgi-ca. La mayora de los milagros bblicos y evan-glicos cuentan con un taumaturgo, alguiencon corporeidad fsica por cuya mediacin seproduce el fenmeno milagroso. En el Mila-gro de Calanda no ocurre as; el joven MiguelPellicer se va a dormir y cuando despierta yaha recuperado su pierna amputada. Nadie leha tocado, nadie le ha impuesto sus manos,ni su aliento, nadie ha realizado ante el enfer-mo rito ni invocacin alguna; la fe del mucha-cho en la Virgen del Pilar y las unciones delmunn con el aceite de las lmparas que ar-dan ante la Virgen son los nicos factores quelo hacen atribuible a la Madre de Jess. Lanaturaleza del propio milagro tambin es ins-lita. Ha habido devoluciones de la vista, cura-ciones de la parlisis, limpiezas de lepra, resu-rrecciones, visiones msticas, iluminaciones defe, preservaciones del fuego, los rayos y lasaguas; pero muy pocos son los casos de restitu-cin de miembros amputados en la tradicinmilagrera catlica.

    Adems, el cmulo de testimonios recogi-dos, as como la documentacin elaborada,son sorprendentes y, sin embargo, sectoresdentro de la propia cristiandad niegan que elhecho sucediera y lo achacan a un bien urdidoengao de la Iglesia espaola del siglo xvr.Tanto las ciencias fsicas, como la psicologa 1'la parapsicologa han venido a dar en nuestrosdas una explicacin ms o menos razonada vrazonable a toda la serie de milagros incluidosen el acervo cultural de los pueblos ms ances-trales y de otros ms prximos a nosotros: sinembargo, las singulares caractersticas de esieMilagro de Calanda lo incluyen sin duda al-guna dentro de lo que todava est bajo el ep-grafe de inexplicado.

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  • G. A. BECQUERa :--.s iel siglo xvln y princi-r-s je. xrx. una gigantesca ola:-r::.;".= contra el mundo litera-: ;:cpeo y lo transform tan-:-:rCamente que sus conse-l:1ids se sienten hasta hoY.1ra :-a se llam romanticismo yi:s :ambios que Provoc fueron=-

    p:ofundos que se le consi-r:-. junto con el clasicismo,-::; Ce los polos principales del=: todos los movimientos ar-:rjcos que han venido desPus:.a: sido interpretados como::nsecuencia

    -o negacin-:el uno o del otro.El romancismo no afect so-

    ,arnente a escritores, Pintores Y:rsicos: hrvo consecuenciaspolcas, religiosas y sociales.Para ser un romntico no basta-ba con crear obras dentro de undeterminado eslo: haba quevivir, pensar, actuar, vestirse ypeinarse de una determinadamanera; hasta haba que morir.si era posible, de una formamuy especial.

    El movimiento romntico seorigin en Alemania, extendin-dose despus por Inglaterra,Francia y el resto de EuroPa. Ysi no fue demasiado importanteen Espaa. dio en cambio a unafigura que lo represent hastasus ltimas consecuencias: el se-villano Gustavo Adolfo Bc-quer. el poeta romniico Porantonomasia.

    Gustavo Adolfo naci en Se-lla el l7 de febrero de 1836.Llevaba en las venas algo desangre alemana, como mostra-ba su segundo apelliCo, que ladopt como nombre artstico.Hurfano desde los diez aos,

    pas su in{ancia en la capital an-daluza; all estudi humanida-des y pintura, influido quizs enesto ltimo por su hermano Va-leriano Domnguez Bcquer,con quien le uni siempre uncario entraable; los retratosms conocidos del poeta se de-ben al pincel de su hermano.

    A los 18 aos, Gustavo Adol-fo se traslad a la capital del rei-no. Sus primeros aos all fue-ron difciles, y ya entonces, enplena juventud, se le manifestla fragilidad fsica que sera una

    Arriba: Gustavo Adolfo Bcquer,por su hermano Valeriano;abaio: sala capitular delmoasterio de Veruela, donde elpoeta pas largas temPoradas'

    Un romnticoatormentado

    de las constantes de su vida: en-ferm de gravedad. El futurogran poeta se dedic de lleno ala literatura y el periodismo; fuecolaborador de publicacionescomo E/ porvenir, La Espaamusical y literaria y El correo dela moda; tradujo y adapt obrasteatrales francesas al castellano,en colaboracin con su amigoLuis Garca Luna. Volvi a Se-villa y en 1858 enferm nueva-mente, debiendo guardar camavarios meses; los historiadorescreen que esa fue la primeramanifestacin de la tuberculo-sis, la enfermedad romnticapor excelencia, que habra dellevarlo a la tumba en plena ju-ventud.

    En esa poca public su pri-mera leyenda, El caudillo de lasmanos rojas, y conoci a lamujer que habra de insPiraruno de los ciclos de poesa msfamosos de la lengua castellana,Elisa Guilln. Sus amores dura-ron poco; ella lo abandon alcabo de uno o dos aos. Pero lahistoria de este romance dura-r eternamente, inmortalizadopor las Rimas, donde GustavoAdolfo cuenta la historia de unapasin amorosa: la ilusin, elamor compardo, los celos, eldesamor, la muerte.'

    Despus de perder a Elisa,Bcquer pas una temPoradaen el monasterio de Veruela, enAragn. El maravilloso Paisajede la zona, presidido por el im-ponente Moncayo, jugara unpapel importante en muchas delas leyendas que escribira mstarde. Bcquer se cas, quizpara olvidar a Elisa, pero su ma-

  • trimonio no fue feliz. Escapabade la runa domstica viajandocon su hermano Valeriano o es-cribiendo con el empeo febrilde quien sabe que no dispondrde mucho tiempo para hacerlo.En 1864 pas otra temporadaen Veruela; all escribi Cartasdesde mi celda. En 1866 tuvo sunico golpe de suerte: el minis-ti:oGonzlezBravo, amigo y ad-mirador suyo, le ofreci el pues-to de censor de novelas, con unsueldo de- 20 000 reales anua-les; eso l permiti dedicarse delleno a las Rimas y las Leyen-das, pero la felicidad dur poco.La revolucin de 1868 hizo caera Gonzlez Bravo, y Bcquer,adems de perder a su nicobenefactor, perdi el original delas Rimas, que estaba en casadel ministro cuando sta fue sa-

    queada por las masas popula-res. En 1870 muri Valeriano, yel poeta, que ya se senta morir,pidi a su amigo Narciso Cam-pillo que publicara su obracuando l hubiera abandonadoel mundo.de los vivos.

    Gustavo Adolfo Bcquer mu-ri a los 34 aos. Es imposiblesaber qu hubiera llegado a es-cribir si hubiese vido 67 aos,como Heine, o 83, como VctorHugo. Tal como lo decidi eldesno

    -o las tendencias msprofundas de su temperamentoromntico-- toda su obra cabeen ungrueso.

    Pero,

    tomo, no demasiado

    qu riqueza la de ese

    libro! Para lectores de habla es-paola resulta innecesario ha-blar de las Rl'mas, que todos he-mos atesorado como expresinperfecta del amor. Pero se olvi-da a veces la agudeza y la inteli-gencia de las Caras literarias auna mujery, sobre todo, la ima-ginacin desbordante, el mun-do rigurosamente mgico y ro-mntico de las Leyendas.

    . Es difcil saber hasta qu pun-to Bcquer utiliz en las Leyen-das viejas tradiciones o roman-ces castellanos, andaluces y ara-goneses, y hasta qu punto sonfruto de su frtil imaginacin(.tambin la verdad se inventa,,dira cien aos ms tarde el se-

    llano Machado). En todo caso,resulta deslumbrante ver cmoel ffita cree en esas corzas, enesos organistas fantasmas, enesas mujeres cuya mano iz-quierda se sale de la umba a laespera de la sortija que les de-volver la honra. Ese es quizsel mayor mrito de las leyendas:la fe que.pone en ellas su autor.Lloramos con Margarita al reco-

    A la izquierda: aguafuerte deDoroteo Arniz para una edicinde las linas de Bcquer (cuyoautgrafo aparece abajo a laizquierda). La naturaleza yalgunos rincones especialmerteevocadores, como el claustro deVeruela (abajo a la derecha)inspiraron al escritor sevillano elmundo mgico y romntico desus Leyendas.

    nocer al conde en su amante,porque Bcquer parece cteersin sombra de duda que la ma-no de Margarita'salvar al con-de de la furia de los moros ydesde que Alonso sale a buscarla banda azul que perdi Beatrizen el monte de la Animas sabe-mos que su destino est sellado.La muerte es una presenciaconstante enlas Leyendas. per-sonaje predilecto de los romn-cos, persigue a los enamora-dos. castiga por igual a inocen-tes y a culpables. En la prosa deBcquer aparece rodeada de laimaginera cristiana, pero el lec-tor agudo reconocer, sin duda,los elementos que vienen dems lejos: los bosques oscuros,poblados por trasgos y duen-des, los espiitus del mal quevayan por Ia Tierra, laq almas delos misteriosos templarios queazuzan a los lobos contra los ca-zadores. El misterioso uMisererede la monta. no ser acasola msica del sabbath de lasbrujas?

    Espasa-Calpe (col. Austral) cuentacon la edicin ms conocida de Rimas y leyendas. Pero las obra deBcquer han sido objeto de multitudde ediciones. Ediciones de Arte y Bi-bliofilia ha publicado una edicin nu-merada de 195 ejemplares de las,9rmas (col.

    "Tiempo para la Ale-gra", dirigida por Rafael Casarie-go), que incluye doce aguarfuertesde Doroteo Arniz. Otras edicionesde la misma obra son las de Ctedray Castalia, as como la realizada porEdiciones de la Mota. Las Leyendasconstan en el catlogo de L GayaCiencia y de Labor, enke otras edi-toriales.

    Crditos de ilustracin: Salmer, J.Lorman, D. ArnizlArte y Bibliofilia.

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