OI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTRANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

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Vol. Vl-Fasc. 64

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LO INEXPLICADO EL MUNDO DE LO EXTBAÑO INSOLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascículos de apari-ción semanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascÍcu-lo consta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascÍculo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapaspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante dossiersobre los MAESTFOS DE LO INSOLITO.

El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascÍculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias del

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'c) 1980 Orbis Publishing Ltd. London

O 1981 Editorial Detta, S.A, BarcelonaISBN: 84-85822-47-1 (tomo 6) 84-85822-15-3(obra complela) 84-85822-1 6-1 (fascículo)Depósito legal: B. 126311982

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lmpresión:Cayfosa, Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona\ 18212

lmpreso en España - Printed in Spain noviembre 1982

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fascículoEL REY ARTUROLa leyenda del rey Arturo y de los

caballeros de la Tabla Redonda enlazacon cieñas tradiciones célticas que

superan los límites de lnglaterra.

U¡DA EI{ MARTELa llegada de las sondas Viking ha estimulado de nuevo la

controversia sobre Marte... planteando nuevas dudasacerca de nuestro vecino planeta.

DESPUÉS DE LA MUERTEEn el "segundo cielo", el alma vive una

uvida" más intensa que la propia vida: allí

crece y se desarrolla hasta alcanzarmayor perfección.

LA PES A PRUEBALos resultados de los experimentos de Puthoff y Targ

parecen demasiado espectaculares para resultar creíbles.

i

D()CUMENT()S ()VNI

Tres casos brasileños: OVNIS agresivos,dañinos... e incluso asesinos.

Folo cubiedar Gamma-Francois Lochon

¿Es posible que Ia mente viaje muchos kilómetros,examine el objetivo que se le ha asignado y vuelva conuna descripción exacta? Eso es lo que se afirma acercadelfenómeno de la visión remota.

cuANDo RUSSELL ,o*c 1, Harold PuthotT publi-caron Mind-reach (El alcance tle la mente) enl9l7,no fueron modestos en sus afirmaciones:aseguraban haber establecido. científicamenteque el fenómeno conocido como visión remotaera un hecho. Lo consideraban «probablemen-te una habilidad perceptiva latente y ampiia-mente distribuida".

La visión remota -una especie de pES- no

era un tema nuevo de discusión y experimenta-ción. A principios de los años setenta habíanaparecido artículos que cubrían aspectos de es-

te fenómeno en la revista científica británicaNature y en otras publicaciones respetadas. Russell Targ(izquierda) yHarold

Aunque controvertido. era considerado un te- Puthoff (derecha), respetados

ma serio. igual que los trabajos de Targ v físicosdel lnstitutodePuthoff en este campo. especialmente porque lnvestigación Stanford, en

ambos formaban parte del personal académi- California, Su trabajo de pioneros

co del Instituto de lnvestigacitin Stanford de enel estudrodelavisrónremotaCalitbrnia. mereció los furiosos ataques de

Su reputación de hombres cle ciencia v la hombres de ciencia e

confianza con que presentaban su caso hizo ¡nvestigadores psíquicos.

imposible ignorar sus afirmacic¡nes. Sus inves-ti-saciones fueron sometidas a un intenscl es-crutinio. y la reacción fue casi salva.je.

Targ y Puthiff fueron acusaclos cle toclo:descle haber desfigurado deliberaclamente losresultaclos. hasta cle haber incitado a los suje-tos a cmplear una metodología no cicntífica.Aun así. invitaron a otros hombres cie ciencia a

que intentaran rcproclucir sus rcsult¿rclosl cle

l.recho. clescle 1977 muchos lo hicieron. con po-co éxito. Para muchos invcstisackrres psíqui-cos. la visión remot¿i. conro otros tantos «cles-

cubrirnientr¡s». era una especie cle espe jismo.

¿Sería posible c¡ue los investigadorcs que trata-ban de reproclucir los resultaclos de Targ ¡, Put-hoff se hubieran saltado algún elernento clelexperimento'? ¿,O los dos científicos. entusius-mados. habían llevaclo dcmasiaclo lejos susconclusiones'l

Tars r Pulhol'l' colnclrzirr()n sus experimcn-tos cou una serie cle éxitos notables. usanclclcomo suietos al artista v psícluico neoyorcluinoIngo Swann v al conrisario cle policía retir¿rcloPat Price. Ambt¡s clenrostraban n«rtables upti-tucles para la visirin remota; en algunos casos.hasta nombraban el sitio clcgicio cn vcz de li-mitarse a describirlo. Otras vcccs stilo se lcsdaban las co.ordenadas cle un r.napa v sc lcspedía que describicr¿rn clctalluclamerrte [o c¡ue,.veí¿ln, (véase pirgina 320).

Estos _v otlos éxitos empu.jaron a Targ v l)ut-holf a organizar experirlentos en conilicioncsmás rigurosas. para confirn¡ar mris ¿llii rlc lodaclucla el fenómeno dc la visitin rem()ta.

K#ffiffi mKmwffi ffiffimÉmwxmáwe

1211

La PES a prueba

En total, realizaron con Pat Price nueve ex-perimentos, cuyo relato fue publicado por ly'a-ture en octubre de t974, En este caso una ele-vada proporción de la descripción es muy con-creta; algunos dirían que sospechosamenteconcreta. Quizás fue por eso que esta serieprovocó las reacciones más hostiles.

A Price se le fijaron nueve blancos en elárea de Stanford: su situación fue anotada ycada uno de ellos fue señalado en un sobreantes de ser guardado en una caja fuerte. PatPrice y uno de los investigadores (generalmen-te Russell Targ) se instalaban en una habita-ción unos 30 minutos antes de que comenzarala visión remota. Mientras tanto. Harold Put-hoff, en compañía de por lo menos un inte-grante del grupo, elegía un sobre al azar co-giéndolo de la caja fuerte, lo abría y partíahacia el lugar especificado. Ni Price ni Targtenían ninguna comunicación con el resto delgrupo desde el comienzo de la prueba.

Una descripción perfectaLa primera situación elegida fue uno de loslugares más conocidos del campus de Stan-ford. la torre Hoover. Price no sólo describióinmediatamente una estructura del tipo de unatorre sino que especificó que se trataba de latorre Hoover.

Esto parecía demasiado bueno para ser cier-to. El protocolo de los experimentos se hizoentonces más severo, para prevenir filtracio-nes. El director de la división, cuya función eraabrir el sobre, llevaba ahora al grupo al lugarelegido antes de revelar cuál era. La primeravez que hicieron esto, el blanco era el muellede Redwood City. Las primeras palabras gra-badas de Price fueron: «Lo que estoy viendo es

un pequeño malecón o... muelle sobre la en-senada.»

Otra descripción perfecta fue obtenida conel séptimo blanco de la lista: una exposición dearte y artesanía con tenderetes, flores, adornosde cerámica, fuentes, senderos y emparrados.En el informe se citan literalmente las palabrasde Price. Targ y Puthoff afirmaban que «su

1242

En la parte superior: una máquinaconcebida por Targ y Puthoff para

comprobar el nivel de pEs. El

sujeto debe indicar qué imagenaparecerá en una pantalla

segundos antes de que seavisible. Este aparato también es

empleado para comprobar el psi

por los profesores Hans Bender y

Elmar Gruber en Friburgo,Alemania Federal (foto ElmarGruber).

descripción es exacta en casi todos los de-talles».

De hecho. la "visión" de Price contenía mu-chos detalles específicos de la exposición.Dijo, por ejemplo: «Estoy mirando algo queparece un emparrado... Parece fresco, som-brío. No me parece que estén (los integrantesdel grupo) al sol... hay muchos árboles, cercadel emparrado."

Aunque muchas descripciones eran asom-brosamente exactas, algunas de las transcrip-ciones de Price contenían errores. Los investi-gadores notaron una pauta en su visión remo-ta: «la aparición de descripciones esencialmen-te correctas de elementos básicos, vinculadascon análisis incompletos o erróneos de sus fun-ciones, iba a ser un rasgo permanente en lostrabajos de visión remota.» En otras palabras,con frecuencia se confundía y se equivocaba.

También notaron que dibujaba los lugares uobjetos elegidos como imágenes de un espejo,

cosa que probaba -en su opinión- que elhemisferio derecho del cerebro estaba implica-do en el proceso, ya que este hemisferio con-trola e1 pensamiento holístico, creador de pau-tas e intuitivo.

Por impresionantes que fueran los resulta-dos de Price para quienes trabajaban en estre-cho contacto con é1, la verdadera comproba-ción llegó cuando las transcripciones y los di-bujos fueron comparados con los blancos ele-gidos por un juez independiente, que visitó losnueve lugares y después calificó las descripcio-nes en una escala del uno al nueve. desde lamejor hasta la peor. Se le habían entregado lasnarraciones de Price sin etiqueta, y en desor-den, de modo que no sabía a qué lugar se refe-ría, salvo por la descripción. Después de haceresta evaluación, el juez le concedió siete dia-nas sobre nueve, resultado muy significativo,

I /¿r,/z¡l:2s -/.,¡o

A la derecha: el doctor Kit Pedlery la bióloga Beverly Rubek en el

blanco elegido para una Pruebade visión remota, lndian Rock(Berkeley, California),en un

experimento efectuado en 1980.

Aunque el sujeto, que estaba a

kilómetros de distancia, notó

algunas correspondencias con el

blanco, la mayor parte de su

informe describe otro de los

blancos posibles, Codornices

Park, cosa que verificó al

visitarlo poster¡ormente. El doctor

Pedler no consideró que esto

fuera un "error"; estaba

convencido de que se habíaproducido un "efecto de

desplazamiento", que ha sido

observado con frecuencia Por los

investigadores (foto Kit Pedle0.

Arriba: el dibujo que h¡zo HellaHammid del blanco, al que

describió como «una especie decanalón diagonal en el aire..Compárese con el blanco, unpuente para peatones: laperspectiva es muy exacta; arribaa la izquierda: el boceto de un

blanco, "visto" por uno de los

sujetos del lnst¡tuto Stanford, y

una fotografía del lugar, el

aeropuerto de San Andrés, en

Colombia. Se trataba de un

acierto notable (fotos Targ y

Pulhoff lMind-reach\.

ya que las posibilidades de que esto sucedrerapor casualidad eran de L contra 35 000.

Un respaldo adicional fue proporcionadopor otro grupo de científicos del mismo Insti-tuto que hasta entonces no habían participadoen las experiencias de Targ y Puthoff, a los quese pidió que reconocieran los blancos por me-dio de las descripciones. Se siguió el mismoprocedimiento: se entregaron transcripcionessin etiqueta y en desorden al grupo de cincopersonas, quienes después visitaron los lugarespor su cuenta.

Las leyes de la probabilidad hubiesen permi-tido cinco coincidencias en total pero, en estaprueba, la correlación fue mucho más elevada:los miembros del grupo de investigación, indi-vidualmente, las valoraron en siele, cinco.seis. tres y tres.

El aspecto más fascinante de la actuación dePrice fue que, aunque obviamente era un exce-lente «espectador», no decía poseer ningúndon especial; afirmaba simplemente que que-ría colaborar en el experimento. Si era ciertoque no tenía ningún «talento» especial y, pesea eso, obtenía semejantes éxitos, los investiga-dores se preguntaron si cualquiera podíahacerlo.

Encontraron un conejillo de Indias adecua-do para la siguiente experiencia en Hella Ham-mid, una fotógrafa profesional. Se montó otraserie de nueve experimentos similares a losrealizados con Price. La única diferencia fueque el tiempo de visión remota se acortó de 30a 15 minutos.

Hammid prefirió dibujar sus impresionesmentales en vez de describirlas verbalmente.Algunos de sus «monigotes» fuerc¡n notable-mente exactos.

Nuevamente, un juez independiente repitióel proceso de emparejar los dibujos con losblancos y los resultados fueron igualmente sor-prendentes: cinco dianas y cuatro segundospuestos. Las probabilidades de que esto suce-diera eran, según se dijo, de 1 contra 500 000.

Después de estos éxitos, Targ y Puthoff hi-cieron otras cuatro sefies de pruebas, con sietesujetos más. Salvo una, todas fueron estadísti-camente significativas.

Como sostenía Mind-reacft, estos resultadostendrían que haber probado, más allá de todaduda, que la visión remota es un hecho. Perolas experiencias y sus resultados no siempreeran claros ni fáciles de evaluar. Por ejemplo,cuando el doctor Kit Pedler estaba realizanciosu serial Mind over Mqtter (Mente sobre mate-ria) para la televisión británica. visitó Stanfordpara tomar parte en un experimento: allí sur-gieron algunos problemas.

Hella Hammid actuó como sujeto mientrasel doctor Pedler y la doctora Beverly Rubik.bióloga que se había unido al grupo para elexperimento, se dirigían en coche a uno de losseis lugares elegidos al azar, Los telespectado-res vieron a Pedler y Rubik paseando por unaladera rocosa, mientras Hammid, encerradaen una habitación de hotel. era filmada mien-tras describía y dibujaba sus impresiones de to-do 1o que veía.

La PES a prueba

Sqe*ÉIf"

Después de un período específico. Pedler yRubik volvieron al hotel y compararon notascon Hammid. Después Hammid fue llevada a

cada uno de los seis lugares, para que identifi-cara los blancos, con sus impresiones previascomo única guía. Lo que sucedió fue que se

declaró convencida de no haber «visto» ese

blanco y, en cambio. identificó uno de losotros lugares de la lista como el lugar que ha-bía «visto».

Al doctor Pedler le pareció interesante lanaturaleza de este <<eÍtor>>. Aunque algunospensarán que su razonamiento era sólo unadesesperada racionalización en una situaciónembarazosa, señaló que existe un factor bienconocido pero poco entendido, llamado nefec-

to de desplazamiento». Este es un misteriosoproceso que aparece en olras experiencias te-lepáticas y opera cuando el sujeto no apunta alblanco en sí sino a otro de los blancos previs-tos. El fenómeno suele pasar desapercibido,porque los investigadores sólo se preocupan decomputar los aciertos. Para muchos. incluidoel doctor Pedler, este aspecto de los experi-mentos telepáticos es tan interesante como lo-grar dianas todas las veces.

Pero en el caso de las experiencias de Put-hoff y Targ también se plantearon obiecionesmás simples. La imagen recibida sólo fue claray concreta en unas pocas ocasiones. Existen,sin duda, varias corelaciones correctas, peroen la mayoría de los casos hay muchas descrip-ciones demasiado generales: árboles, caminos,flores, colinas. etc., componentes fáciles deadivinar en muchos blancos posibles. Separarlo relevante y lo anecdótico, coincidir en elsignificado de cada frase de la transcripción,no es tan fácil como afirmaban los investiga-dores.

A pesar de todo, las propuestas de Targ yPuthoff eran realmente apreciables. ¿Por quéfueron atacados con tanta furia por los crí-ticos?

Targ y Puthoff, ¿,lograron realmente probarque existe la visión remota? Véase página 1274.

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1243

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A la izquierda: una de las dos fotografías de un discodiurno tomadas por un tal señor Smith, de Calgary(Canadá), el 3 de julio de 1967. Ambas fotos fueron

analizadas por la Ground Saueer Watch. aunque con

aloún tiempo de diferencia. La primera foto pasó laprueba y fue declarada auténtica, Sin embargo,cuando fue analizada la segunda, csw concluyó que

la película contenía un "flagrante intento de fraude".Este análisis contradictorio ilustra las limitaciones dela técnica de análisrs por computadora empleada por

la csw.

Abajo: una fotografía de lo que parecía "una bola defuego que avanzaba lentamente", tomada por el se-

ñor Sutton, de Piedmont (Missouri, Estados Unidos),el 22 de marzo de 1973. No existe una explicaciónconvencional o astronómica para ello.

B

o

r244

A la izqurerda: un OVNlfotografia-do cerca de Cocoyoc (México) el

3 de noviembre de 1973. Los tes-tigos (que prefirieron permanecer

en el anonimato) observaron queparecía medir unos 10 metros deancho. La csw concluyó que se

trataba de -algún tipo de vehÍculoestructurado". por ejemplo un ins-trumento militar para la prospec-

ción meteorológica desconocidopara el público.

A la derecha: un OVNI con formade disco fotografiado por el señorMyldderman en Namur (Bélgica)

el 5 de junio de .1955. El objeto,que se desplazaba por la parte al-ta del cielo, se movía de formaerrática y emitía un reguero devapor.

Arriba: un disco diurno fotografiado por el señor W. N. Henry a mediadosde agosto de 1978 en los montes Dolomitas, en el norte de ltalia. El señorHenry, neozelandés de vacaciones en Europa, dijo que el objeto eraplateado y de forma esférica. El testigo, que se había dedicado a la

fotografía durante ocho años, opina que podía tratarse de un globo deaire caliente. Como ha sucedido en otras ocasiones, el objeto no fueadvertido por el fotógrafo hasta que la foto estuvo ya revelada.

Abajo: el fotógrafo Bill Burson captó este OVNI (la raya brillante visible en

el centro) a su paso por Pelham (Georgia, Estados Unidos) la noche del

31 de agosto de 1973. Hubo muchos otros testigos, entre ellos varios

oficiales de policía de las cuatro ciudades del sur de Georgia en que fue

avistado el objeto. Las otras rayas brillantes son estrellas: el efecto se

debe a Ia rotación de la Tierra durante la exposición de la foto. Aunque se

ofrecieron varias explicaciones, el objeto permaneceno identificado.

B

o

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124-\

EIcaso delVuelo 19 resume elmito dclTriángulo dc lasBermudas. Quienes explotan eltcma han sacado muchopartido de la historia de los bombarderos desaparecidos;pero a esta historia sólo le falta una cosa: los hechos.

LA DESApARICIóN opt- Vuelo l9 -cinco

bom- Cincobombarderosdel mismo

barderos de la Marina norteamericana que de- tipo de los que integraban el

saparecieron en el Triángulo de las Bermudas Vuelo 19. ¿Desaparecieron

en 1945- es el elemento central del mito del realmente en circunstancias

Triángulo. La primera secuencia de la película mister¡osas en pleno Triángulo de

Encuentros en la tercera fase (Close encounters las Bermudas, o existe una

oJ' the third kind, 1977) describe el hallazgo de explicación más prosaica de la

los aviones, 30 años después de su desapari- tragedia? (Foto Paul Begg.)

ción. en un desierto del norte de México: unhecho real queda así transformado en ficción,o. para ser más exact()s. se convierte nucva-mente en ficción una historia que ya había sidcl

transformada en hechos en ficción. ya que lahistoria del Vuelo 19 es una de las más distor-sionadas de todo el mito del Triángulo.

Según la versión "Triángulo" de la historia.los cinco Grumman TBM Avenger despegaronde la pista de la base aeronaval de Fort L¿ru-

derdale (Florida) a las 2 de la tarde del 5 de

diciembre de 1945. Charles Berlitz dice clue losaviones realizaban "una misión rutinaria de

entrenamiento...; tanto los pilotos como las

tripulaciones eran aviadores experitnentados».Berlitz dice también que «los pilotos que ha-bían volado ese mismo día más temprano in-formaron que el tiempo era ideal para volar.»

A las 3.45 de la tarde el jefe del ruelo. te-niente Charles C. Taylor, llamó por radio a latorre de control.

-Llamando a torre. Esto es una elnergen-

cia. Hemos perdido el rumbo. No vemostierra.

-¿Cuál es su posición'/

-respondió la

torre.

-No estamos seguros. No estamos segurosde dónde estamos. Parece que nos hemosperdido.

-Diríjanse hacia el oeste.

-No sabemos en qué dirección está el oes-te. Todo está mal. es extraño. No sabemosdónde estamos. No estamos seguros de ningu-na dirección. Ni sir.¡uiera el océano tiene el as-

pecto habitual.El teniente Robert Cox. instructor de vuelo

en jefe de Fort Lauderdale. se estaba dispo-niendo a aterrizar cuando oyó estos mensaies ycrevó saber dónde estaba el Vuelo 19. Radió:

'irr ,:t,r 41. ::::

-Vuelo 19. ,,a qué altitud esthn'l Volaré ha-

cia el sur para encontrarme con ustedes.Tavlor debici haber dado la bienvenicla a es-

t, u-u-udu, pero guarclci silencio clurante varit'rsminutos antes de gritar:

-¡No nos siga! Parecen...Silencio. Eran las 4.30. Mientras se recibía

el último mensaje del Vuelo 19. un gran hidro-plano Martin M¿rriner que había salido en unamisión de rescate se ¿rcercaba a la rlrltima posi-ción estirnada cle los bombarcleros. Envió unmensaje v después se esfumó. comt¡ los bom-barderos. ¡Seis aviones rnilitares hat.¡ían desa-parecido en pocas horas!

Después vino una de las búsquedas más in-tensas de la historia de los medios aeronavales,pero no se encontró absolutamente ningún res-to. No había supervivientes. Los investigado-res estaban totalmente desconcertados. Al fi-nal de la larga investigación, un oficial de laMarina comentó que el Vuelo 19 y el hidropla-no habían "desaparecido tan completamentecomo si hubieran volado a Marte".

Para con.rplicar el misterio esth la fastidiosacuestitin de por qué rehusó Tavlor la ayucla de

Cox. ¿,Qué vio Tavlor cuanclo gritó "Pare-cen...,'l Joan Powers. viuda de un tripulantedel Vuelo l9 dilo. según se afirma:

N{i propia teoría es que lcls hombres'vie-ron algo. allá arriba del Triirngulo... algoque asustti tanto al teniente'favlor quc noquiso que el teniente Cox arriesgara su

vicla. Algo que -quizírs

por razones de

seguridad- la Marina no desea clue scpael púrblico.

Si la versión "Triángulo de las Bcrmud¿rs" de

esta desaparición es correcta. el caso del Vuelo19 debe ser considerado como el misterio m¿rs

desconcertante cle la historia de la aviaci«in.Pero a partir del informe t¡ficial v cle otrasfuentes dignas de confianza es posible recons-truir lcls acontecimientos cle ac¡uel dÍa de cli-

Arribá: Fort Lauderdale. la base

aeronaval de los Estados Un¡dos

en Florida, de donde despegó el

Vuelo 19 el 5 de diciembre de1945 a las 2 de la tarde (foto

Photri),

Abajo: el teniente Robert Cox,

que en 1 945 era instructor de

vuelo en jefe en Fort Lauderdale,

fue quien recibió el controvertido

último mensaje del Vuelo 19.

Triángulo de las Bermudas

ciembre y demostrar que la versicin «Triángu-lo" es muy inexacta.

La versión "Triángulo" presenta a un grupode aviadores expertos que, en un día despeia-do, volaban en una ruta que conocían como lapalma de su mano. Pero aunque el tiempo erabueno cuando los aviones salieron de FortLauderdale, empeoró rápidamente duran,te elvuelo y los aviones que salieron en su búsque-da informaron luego que las condiciones devuelo eran malas y que el mar estaba muy agi-tado. Con la excepción del teniente Taylor. lostripulantes carecían de experiencia. Teníanunas 300 horas de vuelo cada uno, de las quesólo 60 se habían cumplido en aviones del tipoTBM. Taylor, un veterano de combate con2 509 horas de vuelo, había sido trasladado re-cientemente de Miami a Fort Lauderdale: noconocía la zona, y nunca había volado en laruta que tomó el Vuelo 19. El vuelo era «de

rutina» sólo en el sentido de que era un eierci-cio de entrenamiento habitual en Fort Lauder-dale. De hecho, se trataba de un complicadoe jercicio de navegación.

Un país desconocidoEl primer mensaje de los aviones no fue recibi-do por la torre de Fort Lauderdale sino por elteniente Cox, quien oyó una cclrnunicación en-tre aviones en la que alguien preguntaba alcapitán Edward Powers qué marcaba su brúiu-la. «No sé diinde estamos

-replicó Powers-.

Debemos habernos perdido después del últi-mo giro.,

El teniente Cox preguntó por radio: «¿,Qué

les pasa?"Taylor replicii: «Mis dos brújulas están es-

tropeadas. Estoy tratando de encontrar FortLauderdale; estoy sobre tierra accidentada.Estoy seguro de que estamos en los ca1,os. pe-rcl no sé a qué altura..."

Estas comunicaciones iniciales proporcio-nan la clave del destino del Vuelo 19. El te-niente Taylor y. aparentemente, el capitirn Po-wers. que era quien tenía rnírs experiencia cles-

1217

Triángulo de las Bermudas

pués de é1. creían que el Vuelo 19 había equi-vocado un giro v tomado un rumbo incorrecto.Los avic¡nes estaban sobre el Great Salc Cav.en las Bahrunrs. nero el teniente Turlor. qúcnunca hat¡ía volado por esa zona. la cc¡nfundiócon los cavos de Florida, que conocÍa bicn porhaber volado sr¡bre ellos cuando estaba desti-nado en Miami. Tavlor no conseguía s¿rber sise hallaba ¿r1 este o al r¡este cle la península cleFlorida. sobrc cl océano Atlírntico o sobre elgolfo cle México.

El teniente Cor dio instrucciones a Tal,lorpara que pudiera llcgar a Fr¡rt Lauderclale des-de los cayos, y añadió: "¿,A qué altitud están?Volaré hacia el sur para encontrarme con us-tedes. »

Quienes escriben sobre el Triángulo han cla-do gran importancia a esa frase. pero el infor-me oficial dice que T¿rvlor replicó: "Ya sé don-cle estov. Esto¡,' a 700 metrcls de altitud. Novenga hacia rrquí." No hav ninguna menciónde nacla que parezca ni remotamente inusual.

Pero Tavlor no sabía dónde estaba 1,se de-sorientó cada vez más. Varios factores contri-buyeron a su dcsorientaci(rn: sus brújulas nofuncion¿rban. o él lo creía así: no llevaba relt¡j ;

su can¿il de radio sufría interferencias de lasemisoras cubanas pero. por ternor a perdercontacto con el resto de la escuaclrilla. no utili-zo cl crnrl tle enrergencir.

Mientras caía la nc¡che. condujo a los avio-nes primero en una dirección. después cn otra.¡, cuanclo al crepírsculo sucedió una negra no-che invernal. el tiempo y el ntar empeoraron.A las 6.30 de la tarde se oyó decir al tenienteTa1,lor. que luchaba por m¿lntener juntos a lositviones: ..Que ttrtltls los ar irrtles \c nr:rnten[lilncerca... tendremr¡s qtre haccr un anraraje for-zoso. a menos que encontremos tierra... Cu¿rn-do el primer avión llegue a 10 galones (45 li-tros). bajaremos todos juntos."

WY,l:f*rr.:*.

Un hidroavión Martin [/]ariner deltipo que salió a buscar al Vuelo19.., y también desapareció. Salióde la estación aeronaval deBanana River a las 7,30 de latarde, y se cree que estalló pocodespués m¡entras volaba. El

capitán del buque de cargaGaines Mills presenció la

explosión. Pese a eso, los

escritores del "Triángulo"persisten en describir el destinodel Mariner como una ,,misteriosa

desaparición" (foto IWM).

Las últimas palabras que se escucharon des-de los aviones fueron registradas a las 7.04 dela tarde. cuando uno de los pilotos intentabacomunicarse con el teniente Taylor. Se suponequc cn algún momento de la hora siguiente loscinco bombarderos descendieron a través de lanoche hasta el turbulento mar. Más tarde. losexpertos cleclararcln que un TBM se hundiríaen menos dc un minuto.

lnmediatamente se organizaron vuelos derescate, pero eso no fue míts que un gesto. )¡aque las posibilidades de encontrar restos por lanoche y con mal tiempo eran rluv escasas. Y alllegiir el día el m¿rr habrÍa dispersado esos res-tos hasta hacerlos irreconocibles.

La versión «Triángulo» del Vuelo 19 presen-ta una serie de comunicaciones de radio apci-crifas 1"hace que los aviones desaparezcan dosl.roras ¡r media antes del momento en que lohicieron. En cuanto al del avicin de rescate ca-be considerarlo como un incidente ¿lparte.

Fuego en el cieloAlgunos libros afirman que el Ntlartin M¿irinerdesapareció un¿ts tres horas antes de despegar.De hecho. el avión salió del aeropuerto navalde Banana River a las 7.30 de la tarde. envióun mensaie dc partidlr rutinrrri() \ se crcc qucestalló en el aire poco clespués. Charles tserlitzse refiere a esta explicación en su libro S¿¡l

rostrc¡'. «La desaparicicin del Martin Marinerha sido explicada porque en el cielo nocturnola tripulacirin del Gaine.s Mil/s. barco de cargaque pasaba por allí. observri un destellc¡ lumi-noso.» Lo que Berlitz considera un clestellcrluminc¡sc'r en el cielo nocturno fue descrito deforma diferente por el capitán del Guine.sMl1Lr: había vistc'r un avi(rn que se incendiaba.se precipitaba al mar y estallaba.

E,l cornandante del ,§¿r/o¡rion.!. un portavio-nes que participti en la búsqueda. confirmóque fue el hidroavión lo que había estallac'lo.La aeronave fue seguida en eI radar aéreo delSolomons desde el momento cn que dejó Ba-nana River hasta que desapareció de la piinta-ll¿r. en el mismr¡ momento -v en el mismo lugar'1.i:rl::rei-{§t.11.r.:,r.,.4l@.

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Triángulo de las Bermudas

en que el Gaines Mil/.s observó una explosión.Nadie sabe qué provocti la explosión. pero a

los Mariners se les llamaba «tanques de gasoli-na volantes», ya que llevaban una gran canti-dad de combustible con alto índice de octano.Los humos que se acumulaban en la bodegapudieron arder a causa de una chispa generadapor un fallo eléctrico, o inclust¡ por el roceentre piezas metálicas.

El único misterio que no se ha resuelti¡ enrelación con el Vuelo 19 es el origen de losmensaies que, supuestamente, intercambiarc¡nel teniente Ta1,lor y la torre de Fort Lauderd¿r-le. La primeÍa vez que aparecieron en letraimpresa fue en un artículo de Allan W. Eckert.publicado en 1962. Eckert no recuerda la fuen-te. Charles Berlitz dice que buena parte cle su

información acerca del Vuelo 19 proviene delas notas que tomó en el momento el coman-dante R. H. Wirshing. entonces teniente deservicio en Fort Lauderdale; pero en un docu-mental para televisión que la BBC realizó so-

bre el Triángulo de las Bermudas. Wirshingnegci haber tomado notas.

El caso del Vuelo 19 es típico del mito delTriángulo... Hubo graves errores. v algunosdetalles se presentaron retorcidos y distorsio-nados. Es un misterio fabricado. que ha idocreciendo a lo largo de ,10 años porque cadaescritor tomó su información de otro. exage-rando algún detalle. con escasa investigaciónoriginal. y sin omitir ningún error. Cada unopensaba que la información ¡ra había sido veri-ficada por otro. Y así continúa...

Arriba: el Solomons, elportaaviones que partió en busca

del Martin Mariner perdido e

informó de su explosión (foto

Photri).

A la derecha: el mapa muestra los

cayos de Florida (a) que el

teniente Taylor, comandante delVuelo 19, conocía bien.

Probablemente confundió GreatSale Cay (a), sobre el que estabavolando, con los cayos, sedesorientó poco antes de perder

contacto con el control de tierra, yfinalmente se estrelló (Colin

Edwards & Partners).

Presunta posición del tenienteTaylor

Posición real de Taylor

Posición en que estalló el aviónde rescate

El 5 de diciembre a las 6 de latarde el Vuelo 19 pensabahallarse en un radio infenor a 160km a partir de este punto

OCÉANO

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La profecía de san Malaquías no sólo se fue cumpliendoinexorablemente tras su publicación. Además influyó de maneradecisiva en Ia elección de más de un papa...

DESDE EL MoMENro de su publicación. lasleyendas de san Malaquías fueron estudiadaspor los más ilustres sabios y teólogcts de la épo-ca. En 1601, el dominico Giannini publicó doscomentarios de la obra. uno en latín y otro enitaliano. El benedictino Henríquez. el jesuitaCornelius Lapide y muchos otros citaron )¡a elprecioso documento, al que consideraban unaautoridad indiscutible.

Junlrl a estos sabios. otros personajes concaracterísticas más místicas saludaron con elmayor respeto la misteriosa profecía. Ése fueel caso del Venerable Holzhauser. que la men-

125t)

cionaba en su Comentario sobre el Apocalipsis.Un jesuita. E,ngelgrave, habla incluso de ellacomo de un <<monumento memorable». y leatribuye «símbolos oscuros que hallan siempreuna aplicación luminosar. De hecho. la obraatribuida al santo obispo irlandés se irnpusomás y más como objeto sagrado a los ojos de laplebe. ya que el cumplimiento de las senten-cias era cada vez más asombroso.

En ltalia. las diversas ediciones se sucedíancasi sin inteffupción. E,n Roma misma, las másaltas autoridades religiosas demostraban tenerun gran respeto por la famosa revelacirin. En

1670. cuandt¡ tuvo lugar la eleccitin cle Cle-rnente X, el nuevo pontífice fue saludado eninscripciones triunfales como aquel en quien se

realizaba la divisa De .flumine mogno (del granrío). Clemente X había nacido, efectivamente,en Roma. a la orilla del Tíber. el 13 de julio cle

1590. en un momento en que el río había sufri-do un desbordamiento tal «que penetró en lacasa e hizo flotar la cuna del futuro pontífice".

Las fiestas de la coronación no dejaron dehacer alusión a la profecía:

El 8 de junio -escribió

un historiador-el nuevo papa se dirigió a la basílica deLetrán. acompañado de un fastuoso )¡ so-lemne corteio. En el Capitolio. el pueblode Roma había elevado para él un arco dctriunfo cuya planta había diseñado el ca-ballero Raynald. Este arco estaba decora-

Arriba. El papa y la muerte(alegoría de Ia escuela flamencadel siglo xvrr). Las profecías del

irlandés Malaquías sobre el

reinado y la muerte de los futurospapas suscitaron una polémica

religiosa todavía vigente (foto

Giraudon).

A la derecha: el papa Clemente X.

San Malaquías le habría atribuidouna divisa perfectamentever¡ficable,.. (foto Roger-Viollet).

San Malaquías

do con dos estatuas que representaban laNobleza y la Justicia: otras dos estatuas,colocadas en lo alto. sostenían un amplioescudo en el que resplandecían seis estre-llas con el epigrama De flumine magno.La multitud cree que esta frase fue formu-lada por el Bienaventurado Malaquíascon un sentido profético. Con ello queríansignificar que el papa Clemente X era ori-ginario de la ciudad de Roma. atravesadapor el gran río Tíber.

El historiador añade que, en otro arco detriunfo, podía leerse. entre otras cosas: .Delgran río de los cielos (De flumine Ctteli mag-no), Ios astros clementes harán derivar sobrela tierra un río de paz.» Se trataba de una alu-sión a la otra interpretación de la divisa delpapa. Las armas de su familia (Altieri) conte-nían. efectivamente. seis estrellas. es clecir. laconstelación de Casiopea. que es atravesadapor la Vía Lhctea: en latín. este inmenso re-guero luminoso se designa con la expresiónMagrum f'lumen (el gran río). Muy a menudo.las divisas de los papas fueron objeto de closinterpretaciones distintas.

Desde entonces. cada vez que se celebrabauna elección pontificia. el favor popular deque gozaba la profecía quedaba atestiguadopor manifestaciones parecidas a ésta. Es curicl-so observar que no eran solamente los cató-licos quienes estaban pendientes de la profe-cía: también lcls protestantes estaban muv inte-resados en ella. por ejemplo el sabio

-I'heodore

Crüger. Graff o Daniel Moller. quienes la con-sideraron auténtica.

Esta opinión recibi(r un nuevo espaldarazoen 1689. cuando fue clevado al papado el pon-tífice Alejandro VIII. Su divisa Poenitentiugloriosa (la penitencia gloriosa) fue rápida-mente identificada con la ficsta que se celebra-ba el día de su elección (el seis de octubre): lade San Bruno. fundador de la severísima or-den cartujana. cuvos miembros vivían dedica-

€.

t251

San Malaquías

A la derecha: La muerte de san

Bruno (pinlura de Le Sueur). Una

medalla asociaría a este santo

con el papa Alejandro Vlll Y con

una sentencia de Malaquías (foto

Bulloz).

En la página siguiente: un grupo

de miembros de la guardiapontificia (llamados,, guardias

suizos"); a la derecha: el papa

Clemente lX. Las circunstanciasde su elección y de su vida

conf irmaron extrañamente las

predicciones de san MalaquÍas(fotos Gamma-Frangois Lochon,

Bulloz).

Abajo: las armas del papado;a la

derecha: busto de lnocencio X,

que fue elegido papa el día que

mejor correspondÍa a la divisaque le habÍa atribuido MalaquÍas(fotos Roger-Viollet. Lauros-

Giraudon).

dos a una perpetua pcnite ncilt. Este papit hiztr

incluso gr¿tbar en los prinlcrtls alitls clc su pon-

tificado unas tnetlitll¿ts cn llts (luc se rcprcsen-1¿rt¡a a s¿tt't Bruncl rotlcitclo clc lir se nletlcilt clc

sa n Ivl al rrq uilts P tt t' tt i t t' tt t i u g I r t r i t t.s u .

Pucde ltsegurrtrsc que. por ltt nlctlos ell un¿l

ocasitit't. llr pritfccía cle satl Nlalaqtríirs ctlntri-buvri clircctalrentc a la prclclamitcitin dc un pa-

pa. Y" cn l(¡-1-1. l¿t elcr'¿rcitirl clc Inoccncitl X al

irono de s¿tn I)eclro plantcti un prtltllclna curio-so: si l«rs carclcttalcs se habÍan cle jaclo irlfluir cr

no por la lcvend¿r núntcro t2. Jttt'ttttdittr.r cr¿rt i.r

(ll [¡e lleza tlc la crtrz). hasta el ptrnto dc procc-dcr a la cleccitin clc estc papa cl I-tlistll«r clílt cll

ll-il

-e.=:#"

Up*,

San Malaquías

que se festejaba la Exaltación de la Cruz. el l.lde septiembre.

Pero todar,ía hav m¿is: en 1667. clurante clcónclave en que fue elcgido papa ClententeIX. el futuro pontífice ocupaba la "estancia delos cisnes". llamada así debido a que la ador-naba una pintura que representaba a est¿rs

aves. He aquí. a proprisito de csto. el testimo-nio de un contempor¿ineo. Coulon. El textoresulta tanto más fidedieno cuanto c¡uc clata delos primcros mcses del pontificado de Clcmen-te IX. 1, en ese momcntt¡ alguien hubiera des-menticlo sus palabras en caso de quc hubieransiclo falsas.

En cuanto el Sacro Colegio fue convocackrse-qún todas las fórmulas habituales. lasuertc lc había atribuido en cl c(¡nclave laEstancia cle los Cisnes. en la que cstabanpintados varios cle estos ¿rnimales: estosignificaba un prejuicio secreto clc que es-te cardenal iba a ser el astro misteriosa-mente prometiclo. Efectivantente. por launidad maravillosa cle toclas l¿rs volunta-des ,v por el consentimiento universal cletodos los sufragios. él fue cl cxaltado alsoberano pontificado.

La clivisa de Clementc IX era Sirl¿¿s olorum (elastro cle lcls cisnes). Pero ademhs cste papa er¿loriginario cle Pistoia. por clonde piisaba el ríctStella (cstrclla).

A lo largo del siglo .xvrr no faltaron confir-maciones de la profecíu de san Malaquías. conlo que la opinicin,far"orable a ella no clcjó deafianzarse. Scilo a finales de estc misrro siglcrempez¿lron a surgir voces que discrepaban. en-tre ellas la de un famoso jcsuita de [-von. clpaclre Menestrier. quien sostcnía la tesis deque toclo e[ texto cle [a profecía podía habersido elaborado en 1590. en el cónclave ell qucfue elegido el papa Gregorio XIV. Esta ten-dcnci¿r crítica scría la clonrinantc durante toclc)el siglo x\rnr. v afectó incluso a cleterminadt¡saspectos de las Sagraclas Escrituras. El padreMenestrier creri escuela. v sus icleas fueron rei-vinclicadas por numerosos autores.

Duronte el ponti.fitudo de l'ío lX lu creenciu enlu utttcntic'idod de lu pro.fecíu tonló un nuevoutrge. Véase púginu l298.

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I 253

Los filósofos de Ia antigüedad sesentían fascinados ante lasrelaciones matemáticas queencontraban en !a naturaleza,ycreían que los números estabandetrás de todos los aspectos de larealidad. Ciertamente, algunosadquieren u¡¿ «p€rsonalidad»simbólica.

r,q open,qclóN ¡.nIrnÉtlca más elemental es el

establecimiento de correspondencias: el empa-rejamiento, uno por uno, de un grupo de obje-tos con otro -o con marcas en el polvo, o conguijarros, o con los nudos de una cuerda-para poder comparar sus cantidades. El paso

siguiente consiste en dar nombres a los núme-ros y emparejar a los objetos con los númerosen una cierta secuencia: es decir. contar. Algu-nos pueblos primitivos, como ciertos grupos deNueva Guinea y de Brasil, no tienen númerosmás allá del tres. Y los nombres de los núme-ros que existen varían según el tipo de objetocontado.El momento en que se hizo patente que losnúmeros eran abstractos debró de ser casi má-gico; tres árboles, tres personas y hasta unconjunto de tres cosas diferentes podían teneralgo en común: su «tresidad".

La importancia de esta idea abstracta tuvo

que hacerse evidente muy pronto. De algúnmodo, los números parecían ser el sustento dela realidad; todos los grupos de tres objetosestaban unidos por su «tresidad». Y quizá, enun nivel muy profundo. eron lo mismo. Noresulta sorprendente que el misterioso poderdel concepto numérico inspirara una poderosatradición de pensamiento místico que todavíatiñe la forma que tenemos de considerar losnúmeros. La tradición nos llegó a través de laiglesia cristiana medieval, la cual. a su vez. se

inspiró en dos importantes tradiciones intelec-tuafes: el pitagorismo griego y la gematríahebrea.

La escuela pitagórica fue una comunidad re-ligiosa fundada por la figura semilegendaria dePitágo¡as, en la colonia griega de Crotona. enel sur de Italia. alrededor del año 530 a.C.Estaba dedicada al estudio de la geometría. lasmatemáticas y la astronomía ¡r a la investiga-ción de la música. La escuela pitagórica estu-diaba las variaciones de tono que se obtienenal hacer vibrar cuerdas metálicas de diferentelongitud. y se le atribuye el descubrimiento deque los intervalos musicales pueden ser repre-sentados en términos de relaciones simples denúmeros enteros.

Puede haber sido el descubrimiento de lanaturaleza matemática de los intervalos musi-cales lo que inspiró a los pitagóricos la idea de

Arriba: la Bestia del mar descritaen el capítulo 13 del libro del

Apocalipsis, tal como aparece en

un retablo alemán del siglo xv. El

significado de las 7 cabezas, los

1 0 cuernos y las 10 coronas de laBestia y su número, el 666, ha

sido objeto de muchasespeculaciones por parte denumerólogos y místicos. Han

interpretado a la Bestia como un

símbolo de Roma, del emperadorNerón y hasta de NapoleónBonaparte (foto Michael Holford).

A la izquierda: Pitágoras y un

discípulo experimentan con los

tonos mus¡cales. El tamaño deuna campana o la cantidad deagua en un vaso determinan el

tono de la nota que producen.

Cuando Pitágoras descubrió que

simples proporciones numéricasentre esas cantidades causan Ia

armonía o la discordancia entrelas notas, reforzó su creencia deque "todo es número".

_ll

que los números eran la clave del Universo.Fuera cual fuera el origen de la creencia, se

aferraron a ella, la desarrollaron y la legaron a

Occidente.Como todos los griegos, pensaban en los nú-

meros en términos geométricos. El uno era unpunto, el dos una línea, el tres un triángulo (laprimera figura plana) y el cuatro un tetraedro(parecido a una pirámide, pero con base trian-gular), la primera figura sólida. Así, estos cua-tro números describen la totalidad del espacio.Los pitagóricos los veneraban en una figurasimétrica llamada tetractys, a la que creían«fuente de la naturaleza eterna».

Los números impregnaron toda la cosmolo-gía pitagórica. La creación era la división de launidad primordial en partes. Cada número te-nía un significado; en general, los pitagóricoscreían que el mundo estaba compuesto poruna serie de diez pares de opuestos que corres-pondían a los números pares e impares: limita-do-ilimitado, derecha-izquierda, macho-hem-bra, etc.

En hebreo, como en griego. los números se

representaban con las letras del alfabeto y estobien puede haber estimulado la gematría, el,

arte judío de convertir nombres en números.Esto se hacía simplemente sumando los núme-ros que representaban las letras. La idea cen-tral de la gematría era que las cosas cuyos nom-bres sumaban la misma cantidad eran, de algu-na manera. la misma cosa. Era el número loque expresaba su verdadera esencia.

Esta técnica fue aplicada, por ejemplo, a lahistoria relatada en el Génesis: 18. Abrahamestaba sentado en la puerta de su tienda, en las

llanuras de Mamre, «y he aquí que tres hom-bres aparecieron junto a élr. Las palabras he-breas que significan «y he aquí que tres iom-bres» suman, en gematría, 701, igual que laspalabras «Miguel, Gabriel y Rafael». La con-clusión obvia fue que los tres «hombres)> eran,en realidad. arcángeles.

Es natural que los primeros cristianos adop-taran las ideas numerológicas de las dos tradi-ciones intelectuales dominantes -la griega yla judía- que les rodeaban. El hecho de queCristo fuera simbolizado por una paloma, porejemplo, bien puede deberse a que las letrasgriegas alfa y omega -«Yo soy el alfa y elomega. el principio y el fin. dice el Señor

O

Oo

oaO

Oooo

Numerología

Dios"- (Apocalipsis 1:8) suman 801, el mis-mo número qtte peristera, la palabra griegaque significa «paloma».

Para los cristianos, como para los pitagóri-cos, la bondad y la masculinidad estaban aso-ciadas con los números impares. El uno signifi-ca la perfección, la unidad, Dios. Dos, que es

el primer número que se aparta de esa perfec-ción, representa al diablo. Y como los núme-ros impares dominan en la adición (impar+par:impar) y la adición representa la uqiónsexual, los números impares tienen que repre-sentar al sexo masculino.

Los primitivos teó1ogos cristianos creían quela Biblia confirmaba que el mal estaba asocia-do con el dos, porque en el relato de la Crea-ción se dice que Dios, en el segundo día, noconsideró buena su obra. Y en los días queprecedieron al Diluvio, los animales impurossubieron al arca de Noé de dos en dos. mien-tras los animales puros 1o hicieron de siete ensiete.

Los numerólogos modernos son más gene-rosos con el número dos y prefieren subrayarsus cualidades positivas. pero. pese a eso. si-gue siendo el número menos favorecido (véasepágina 7221).

Tres es el primer número masculino. El uno.aunque perfecto, es estéril; el dos introduceuna discordancia que sólo puede ser resueltasumando ambos números para formar tres. Es-te es el símbolo que hay detrás de la doctrinacristiana de la Trinidad; como dijo el magofrancés del siglo xtx Eliphas Levi:

Si Dios fuera sólo uno. nunca sería crea-dor ni padre. Si fuera dos, existiría anta-gonismo o división en el infinito, lo quesignificaría la división o la muerte de to-das las cosas posibles. P.or lo tanto, es

tres, para la creación por El y a Su imagende la infinita multitud de seres v números.

EI número de la mala suerteEl cuatro es el número pitagórico de la tierrasólida, ya que ése es el número de_ puntos re-queridos para definir un tetraedro. Puede sersólido y prosaico pero, como dijo Plutarco enel siglo I antes de Cristo, «Los que exaltan elcuatro nos enseñan una lección no desprovistade valor: que en razón de este número todoslos sólidos adquirieron el ser., Pero el cuatroes también el número del mal y la mala suerte,por estar compuesfo de dos doses, y de dosmaneras diferentes (4:2+2 y 2x2).

El cinco, en cambio, es el número de la se-

xualidad masculina: está compuesto por eldos, primer número femenino, sumado al tres,primer número masculino. Así, en el amor lamujer es entregada al hombre y el hombre,«naturalmente», domina.

El seis es el primer número «perfecto»; es lasuma de sus factores (números que lo dividensin resto). 6:\+2+3, Los números perfectoseran venerados por su calma y armonía. En laantigüedad sólo se conocían los cuatro prime-ros números perfectos: 6,28. 496 y 8 128. Elsiguiente -33 550 336- probablemente nofue descubierto haita mediados del siglo xv.

En la parte superior: para losgriegos el número 1 correspondeal punto, el dos a la línea y el tresa un triángulo, la figura plana mássencilla; cuatro puntos definían un

tetraedro, el sólido más sencillo.La tetractys pilagórica (arriba) secomponía de un, dos, tres ycuatro puntos dispuestos enhileras (Stephen Westcott).

Abajo: en hebreo los números son

representados por letras. Para

escribir 456 se escriben juntas las

letras que representan 400, 50 y 6

(Stephen Westcott),

1 1213§r l.l,

Números hebr

4 5

'1 ¡

reos

6

'l

71819rlnl.

10t

20\-

30q

40§t-

50t)

60tIJ

70tav

80lr-

90Q'¡

100tP

200'1

300¡tftt

400t¡t

500

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600Ft-,,l

700tI

800¡sl

900

I'

1255

NumerologÍa

Una de las manifestaciones más excéntri-cas de la fascinación ante el simbolismo delos números es la piramidología. Un pira-midólogo en particular. un norteamerica-no llamado Worth Smith, afirmaba que laGran Galería de la gran pirámide deKeops (a la derecha) contenía la historiacompleta de la iglesia cristiana, con parti-cular énfasis en la historia de Gran Breta-ña. (Pensaba que la pirámide había sidoconstruida por los antepasados de los bri-tánicos. )

Creía que el punto donde empieza laGran Galería representa el nacimiento deCristo. el 6 de octubre del año 4 a.C. Ca-da pulgada (2,5 cm) representa un año.Durante los 10 primeros metros las pie-dras están pulidas; después, súbitamente.se llenan de marcas y roturas. Esto repre-senta, según Smith, los primeros cuatro-cientos años de la existencia de la Iglesia,un período razonablemente pacífico queterminó con la invasión de los visigodos.

La visión profética de los constructoresegipcios se demuestra en otra zona cuya

superficie es muy desigual y que, segúnSmith, representa la ascensión del Islamdesde 622 (fuga de Mahoma a La Meca)hasta una importante derrota en Europaen 732.

En el lugar que correspondería al año1844 la galería termina en el Gran Esca-lón, que tiene 1 m de alto. Esto tendríaque representar algo muy bueno para lacristiandad, pero Smith se vio obligado aadmitir que no se dio ningún paso de im-portancia en 1844. Supone. sin muchaconvicción, que «casi todos los descubri-mientos e inventos de uso corriente co-menzaron a existir a partir de 1844."

Smith dice que ahora la escala cambia ycada pulgada representa un mes. Un nue-vo túnel. el Pasaje lnlerior. empieza. su-puestamente, el 4 de agosto de 1914, lafecha de la entrada de Gran Bretaña en laprimera guerra mundial, y termina el 9 denoviembre, fecha de la abdicación delKaiser. Smith esperaba que en el año encurso -1936- se produjera el destrona-miento del mismo Satanás.

6I6¡E

A la izquierda: la Trinidad, pintura

de El Greco (hacia 1600). Diospadre sostiene a Jesús, su hijo,

mientras el Espíritu Santo flotapor encima en forma de paloma.

La compleja idea del Dios uno y

trino no aparece directamente en

la Biblia;fue formulada por los

teólogos para reconciliar variasconcepciones de Dios. Para los

numerólogos, Dios no podía seruno -ya que entonces no sería

creador- ni dos -ya que ése es

el número del antagon¡smo y el

conflicto- (foto Michael Holford).

Arriba a la derecha: el Diablotienta a Jesús (fresco del siglo xrr,

en el cieloraso de una iglesiasuiza). El tiempo que Jesús pasóen el desierto sufriendo la

tentac¡ón del Diablo fue de 40días con sus noches, período queaparece con frecuencia en mitos yfolklore. (foto Sonia Halliday).

El siete es un número nco en asoclaclonesbíblicas. Hay siete pecados capitales, siete vir-tudes cardinales, siete peticiones en el Padre-nuestro. En el séptimo día del sitio de Jericó,Josué dio siete veces la vuelta a las murallas dela ciudad y las derribó con el sonido de sietetrompetas. El sueño del faraón que interpretóJosé trataba de siete vacas gordas y siete vacasflacas, además de siete espigas de trigo madu-ras y siete espigas marchitas. También en elfolklore el número siete está asociado con elmisterio; se atribuyen propiedades mágicas alséptimo hijo y al séptimo hijo de un séptimohijo. El poder del número siete es muy anti-guo: alrededor del año 2500 a.C. el gran sume-rio Lugulannemund construyó, en la ciudad deAdab. un templo en honor de la diosa Nintucon siete pórticos y siete puertas, purificadocon el sacrificio de siete veces, siete bueyes yovejas gordos. Só1o podemos hacer suposicio-nes acerca de la frecuencia de este número.pero parece estar vinculado con las fases de laluna, que requieren 28 días (4x7) para com-pletar un ciclo. Los antiguos creían que el ciclo

t256

del nacimiento y la muerte, así como el delcrecimiento y la descomposición, dependíandel crecimiento y la mengua de la luna.

El simbolismo de los números ocho y nuevese vincula con la procreación humana; el cuer-po de una muier tiene ocho orificios y el octa-vo es aquel por donde llega al mundo la nuevavida. De modo que el ocho es el número deléxito mundano. Nueve es el número de locompleto, porque un niño es concebido. se

forma y nace en nueve meses.A unos pocos números mayores de nueve se

atribuía,un significado especial. El doce, porejemplo, es un número de lo completo: hay 12meses en el año. 12 signos en el zodíaco, 12tribus de lsrael y, por supuesto, 12 discípulos.El trece es el número del exceso: excede enuno al número de lo completo. fl hecho deque hubiera 13 personas en la Ultima Cenaaumenta la inquietud y el recelo que muchagente siente ante este número.

Otro número que tiene antiguas resonanciassagradas y místicas es el 40. Las lluvias quecausaron el diluvio duraron, según el Génesis,40 días y 40 noches; Moisés pasó también esetiempo en el monte Sinaí, hablando con Dios.Los israelitas anduvieron 40 años por el desier-

Abajo: 13 personas estuvieronpresentes en la Última Cena:Jesús y sus 1 2 discípulos, uno delos cuales, Judas lscariote, vuelvela cara avergonzado. Estaescena, familiar para todos los

cristianos, reforzó lassupersticiones que rodean alnúmero 13 (foto Mary EvansP.L.).

En la parte inferior: la inscripciónen griego del medallón que llevael ocultista Aleister Crowley eneste autorretrato significa "la granBestia". Crowley adoptó elmisterioso número atribuido a laBestia en el libro del Apocalipsis:

"se¡sc¡enlos sesenta y seiS" (fotoBBC Hulton P.L.).

Numerología

cionalmente se supone que creó Dios, el nú-mero de las letras del alfabeto hebree. elApocalipsis está llenó de enigmas numerológi-cos. El mayor y más famoso es el enigma delnúmero de la Bestia, el 666:

Y vi salir de la mar una bestia, que teníasiete cabezas y diez cuernos, y sobre suscuernos diez coronas, y sobre sus cabezasnombres de blasfemia...

Y vi una de sus cabezas como herida demuerte: y fue curada su herida mortal. Yse maravilló toda la tierra en pos de labestia...

Y que ninguno pueda comprar. o ven-der, sino aquel que tiene la señal, o nom-bre de la bestia. o el número de sunombre.

Aquí hay sabiduría. Quien tiene inteli-gencia calcule el número de la bestia. Por-que es número de hombre: y el número deella seiscienlos sesenta v seis.

La identidad de la BestiaSe han hecho muchas conjeturas acerca de laidentidad de la Bestia. Ahora se acepta, gene-ralmente, que la Bestia simboliza el ImperioRomano, y que sus siete cabezas son siete em-peradores. La cabeza herida de muerte y des-pués curada podría representar a Nerón, quefue asesinado en el año 68 d.C. pese a lo cualhubo rumores persistentes de que vivía. Ne-rón, en hebreo, suma 666. pero sólo si se escri-be como en francés y en castellano, con una nfinal. Si no, suma 616 y algunos manuscritosprimitivos citan. por cierto, el número de laBestia como el 616. La "imagen de la Bestia»del capítulo 15 podría representar al empera-dor Calígula quien, en el año 30 d.C., hizocolocar una estatua suya en el Sancta Sancto-rum de Jerusalén y ordenó que los iudios laadoraran (aunque murió antes de que la ordenpudiera ser puesta en práctica). Gaius CalígulaCaesar suma 616 en hebreo, igual que GaiosKaisar en griego.

Pero los numerólogos no se han contentadocon estas sencillas explicaciones y sus teoríasacerca de la identidad de la Bestia han sidomuy variadas. A comienzos del siglo xtx se

intentó demostrar que Napoleón era la Bestia.El estadista inglés Thomas Macaulay se negó a

aceptar esa hipótesis; con su típico ingeniomordaz, anunció qüe la Cámara de los Comu-nes era, obviamente, la Bestia: tenía 658 dipu-tados. tres secretarios, un serjeant y un suplen-te, un conserje, un cápellán y un biblioteca-rio... 666 personas en total. El ocultista Aleis-ter Crowley creía que él mismo era la Bestia, yafirmaba haberlo descubierto cuando era niñocon <<un sentido de identidad apasionadamenteestático». Firmaba como «La Bestia 666" yotras veces como 7b mega therion, que signifi-ca «la gran Bestia» en griego; el númercl deesla expresión es el 666.

En página 1290: la importancia de las reLacio-nes numéricas para los artistas y hombres deciencia.

to y Jesús fue tentado por el diablo durante 40días con sus noches. El 40 es un número sagra-do desde los tiempos babilónicos, en los que se

lo conocía como k¿Jsclum, ,.la excelente cali-dad». El poeta griego Hesíodo explicaba en elsiglo vur a.C. que el período de desapariciónde las Pléyades es de 40 días. Estas estrellasson muy importantes: los autores antiguos de-cían que las siembras de otoño debían comen-zar cuando las Pléyades se ocultan al amane-cer, y algunos pueblos las utilizaban para mar-car el paso de un año. La desaparición durante40 días de las Pléyades también pudo haberiniciado el hábito de muchos campesinos euro-peos de medir los períodos agrícolas en lapsosde 40 días.

Armado con estas interpretaciones de losnúmeros, el teólogo cristiano tenía en la puntade los dedos una poderosa herramienta paradesentrañar el sentido oculto de cualquier tex-to bíblico. La corona de gloria del simbolismonumérico bíblico es el libro del Apocalipsis desan Juan. Escrito en 22 capítulos -el número«magistral», el número de las cosas que tradi-

t257

La historia del medium Robert James Lees y de sus«visiones» de Jack el Destripador parecen, en principio,un ejemplo perfecto de impecable investigaciónpsíquica. Pero, ¿podemos creer esa historia?

LAS cRIN'tINALES H/\zAÑAS de Jack el Destripa-dor en el East End dcl Londres victoriano ex-citaron el interés de muchos mediums .v- clarivi-dentes. quienes afirmaban que sus pocleres psí-quicos les permitían determinar cuándo v ckin-

de cometería el Destripador un nucvo asesina-to. Se ha dicho que el caso fue resueltc¡. final-mente. gracias a la oportuna ihtervención delmedium Robert James Lees (i848-1931).

Esa afirmacicin se apova en un dc¡cunlentoque. segúrn el Dail ,- Er¡tress, fue "dictado porel medium" v publicado después de su muertc.en 1931. Según el movimiento espiritista. Ro-bert Lees desarrolló durante su infancia sus

poderes psíquicos: en la época del Destripa-dor, la sensitividad de Lees cstaba en su puntomáximo.

La declaración póstuma de Lees afirma que.poco después del tercer crimen de Whitecha-pel. mientras trabajaba en su estudio. tuvcl lasensación de que el Destripador estaba a pun-to de dar un nuevo golpe. Tuvo la visión de unlugar del East End. un calleión estrecl.to en las

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Arriba a la izquierda: el medium

Robert James Lees (1 848-1 931 ),qu¡en tuvo, segÚn se dice,visiones precognitivas de losasesinalos de Jack el Destripador(foto Psychic Press).

Arriba: dibu.jo de un periódico de

la época que muestra el

descubrimiento de una de lasvíctimas de Jack el Destripador(foto Peter Newark's HistoricalPictures).

A la izquierda: Brick Lane, en el

barrio de Wh¡techapel, durante la

época de los crímenes delDestripador. Una de sus víctimas

mutiladas fue descubierta en un

calleión que comunica con esta

avenida (foto Peter Newark'sHistor¡cal Pictures).

A la derecha: el calleión que Ileva

a la calle Durward -antes Buck'sRow- donde el Destripador mató

a Polly Nichols el 31 de agosto de1 888.

cercanías de una taberna. Vio claramente elnombre del callejón y hasta la hora que indica-ba el reloj que había en la pared de la taberna:las 12.40. Un hombre y una mujer llegaban a

un rincón oscuro del callejón. El hombre esta-ba completamente sobrio; la mujer, borracha,se apoyaba contra un muro. El hombre le cu-brió la boca con la mano, sacaba un cuchillo yle cortaba el cuello. Después la dejaba caer alsuelo, la apuñalaba repetidas veces, limpiabatranquilamente el cuchillo con la falda de ella yse alejaba en la oscuridad.

Impresionado, Lees fue apresuradamente a

Scotland Yard para advertir a la policía, peroallí 1o trataron como un lunático inofensivo:para tranquilizarle, el oficial de guardia anotóel lugar y la hora del «próximo crimenr.

A la noche siguiente, el Destripador asesinóa una prostituta, exactamente a la hora y en ellugar indicados por Lees. La noticia del crimeninquietó muchísimo a Lees. que comenzó a pa-decer de insomnio. Su salud se debilitó tantoque su médico le recomendó tomarse unas va-caciones en el extranjero. Durante ese perío-do, el Destripador asesinó a otras cuatro mu je-res, pero Les no tuvo visión alguna.

Una visión de la víctimaAlrededor de un año después. Lees tuvo otrapremonición. Esta vez la visión fue mucho me-nos clara, pero pudo observar la cara de lamujer. También observó las características delas mutilaciones: una oreja estaba completa-mente cortada, y la otra colgaba de la cabezapor un hilo de carne.

Cuando se recuperó del trauma de su tran-ce, Lees volvió a Scotland Yard. Allí insistióen ver al inspector jefe y le contó toda la histo-ria. Esta vez fue atendido con mavor interés;el inspector tendió a Lees una tarjeta postal.Estaba escrita con tinta roia y adornada condos sanguinolentas huellas digitales. Decía:

Mañana por la noche volveré a vengarme.reclamando, entre las mujeres que han re-sultado rnás dañinas para mí. a mi novenavíctima.JACK EL DESTRIPADORp.s. Para probar que soy realmente Jack elDestripador cortaré las orejas de esta no-vena víctima.

El inspector consideró la historia de Lees co-mo una advertencia celestial. ya que sólo élconocía el mensaie de la postal. Gran cantidadde policías de paisano patrullaron por White-chapel, pero el Destripador cometió otro ase-

sinato; y, como en la visión, dejó a la víctimacon una oreja cortada y la otra colgando.

Robert Lees sufrió un nüevo quebranto ensu salud y volvió a marcharse al continente.Mientras estaba en el extranjero, el Destripa-dor mató a la prostituta número dieciséis e in-formó a Scotland Yard que seguiría hasta lle-gar a20.

Terribles pesquisasPoco después de su regreso a Londres. Leesestaba cenando en un restaurante con unosamigos cuando gritó: "¡Dios mío! ¡Jack el Des-

Jack el Destripador

tripador ha cometido otro asesinato!» Miraronla hora -eran las 7.49- y se fueron a todaprisa a Scotland Yard.

Allí no se sabía nada del crimen pero, antesde que Lees terminara su declaración, llegó untelegrama avisando que había sido encontradoun cadáver en Crown Court. El cuerpo habíasido descubierto a las 8.10. A1 llegar a CrownCourt. Lees señaló un rincón oscuro: nMirenen aquel ángulo de la pared. Hay algo escrito."En el muro había unas palabras escritas contiza: «Diecisiete. Jack el Destripador.,

El inspector quedó convencido; ahora pare-cía considerar al medium «un instrumento dela providencia» y estaba decidido a hacer usode sus .maravillosos aunque incomprenssiblespoderes». Durante toda aquella noche Leespermitió que la extraña influencia .magnética"lo guiara. Finalmente, a las 4 de la madrugadase detuvo. Señaló el portal de una casa delWest End y dijo sin aliento: «Ahí está su asesi-no... el hombre que está buscando."

El inspector se sintió preocupado; reconocióla residencia de un distinguido médico de laalta sociedad. Era imposible vincular a unhombre tan importante con el carnicero delEast End. Pero el medium insistía. El inspec-tor propuso entonces a Lees: «Descríbame elvestíbulo del doctor y lo arrestaré, pero jugán-dome el puesto.» Sin vacilar, Lees dijo: "En elvestíbulo hay una silla alta de roble negro parael portero -a mano derecha según se entra-,una ventana con cristales de colores al fondo. yen este momento hay un gran mastín dormidoal pie de las escaleras."

A las 7, la policía llamó a la puerta. Cuandoésta se abrió reveló un vestíbulo exactamenteigual al que había descrito Lees, salvo por undetalle: no había ningún perro. Pero los sir-

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Jack el Destripador

vientes explicaron que en la casa había un mas-tín que dormía al pie de las escaleras; lo solta-ban en el jardín cada mañana al levantarse.

Más tarde, la esposa del doctor contó unahistoria increíble. Su marido tenía una doblepersonalidad: para el mundo exterior era unapersona bondadosa y simpática, pero ella sabíaque a veces se transformaba en un sádico bru-tal e incontrolable. A veces. hasta había tenidoque encerrarse con los niños en un dormitorio.Cuando comenzaron los crímenes del Destri-pador ella «notó con indecible horror quesiempre que se producía un crimen en White-chapel su marido estaba ausente.» E,l inspectorhizo llamar al doctor. Cuando se enfrentó conlos hechos, éste admitió que su mente estabadesequilibrada desde hacía años y que sufríaperíodos de amnesia.

Un registro de la casa proporcionó pruebasde que por fin había sido hallado el Destripa-dor, y la personalidád «respetable» del doctorquedó abrumada por el horror y el remordi-miento. Rogó que le rnataran inmediatamen-te, ya que «no podía vivir bajo el mismo techoque un monstruo». Sin embargo, una comisiónpsiquiátrica le declaró loco: quienes participa-ron en estos hechos juraron guardar el secreto.

El médico fue enviado a un manicomio pri-vado en Islington, en el norte de Londres,donde fue ingresado con nombre supuesto. Pe-ro para explicar su desaparición se organi2ó unfalso entierro. Ni siquiera los guardianes e ins-pectores del manicomio supieron nunca quetenían bajo su custodia al infame Destripador.

Este relato detallado y complejo tuvo unagran repercusión cuando fue publicado en elDaily Express, en marzo de 1931. Después.volvió a aparecer en periódicos. revistas y li-bros de todo el mundo. Fue considerado seria-mente por numerosos investigadores de cate-goría, pero, pese a todo eso, la historia es to-talmente insostenible.

Demasiados crímenesPara empezar, no hubo 17 asesinatos. sino cin-co. Es verdad que algunos crímenes anterioresy posteriores fueron, a veces, confundidos conlos del Destripador; eso se debió a una prensa

1260

ansiosa de aumentar su circulación y a un pú-blico deseoso de sensaciones fuertes.

Además, los asesinatos no se extendierondurante varios años sino que tuvieron lugar enun período de unas 10 semanas, entre el 31 deagosto de 1888 y el 9 de noviembre de 1888.

Los archivos policiales demuestran que nin-guno de los asesinatos ocurrió en los momen-tos citados y que no se produjo ninguno enCrown Court. Sí se recibió una postal escri-ta con tinta y manchas rojas, pero fue despa-chada en Londres el 1." de octubre. despuesdel doble asesinato del 29 de septiembre.cuando los detalles de esos crímenes eran deldominio público. Quien escribió esa postal yuna carta previa fue, de hecho, el primero enemplear el nombre de "Jack el Destripador».Se supuso que eran obra de algún periodista.

Finalmente, la policía ha negado que Leesparticipara en la búsqueda del Destripador.Por cierto, el propio diario de Robert Leescontradice esa parte de la historia. Demuestraque no habló con la policía hasta el 2 de octu-bre de 1888..., tres días después de los asesina-tos del 29.

Y hay que recordar que en este momentosólo faltaba un crimen, el de Mary Kelly. Esteúltimo asesinato ocurrió no a las 7.49 de latarde, al aire libre, en Crown Court, sino enlas primeras horas de la mañana. en una sórdi-da habitación de Miller's Court. cerca de lacalle Dorset.

Si esto es así, ¿qué llevó a Lees a dictar esaabsurda declaración? La respuesta es simple:¡esa declaración no existió nunca! Fue simple-mente un truco periodístico para vender la his-toria. La verdad es que el informe del DaiLyExpress de 1931 no fue más que una reedición,un poco modificada. de un artículo que apare-ció en el Sunday Times-Herald de Chicago el2U de abril de 1895.

Con todo, es cierto que Lees afirmó, de for-ma independiente, que él había acorralado alasesino. Pero otros dijeron lo mismo. E,sosasesinatos dieron pábulo a muchas ilusiones ydelirios. Y en el caso de Roberl Lees no haypruebas que demuestren que sus firmes creen-cias fueran más que uno de esos delirios.

¿«Vieron, algunos psíquicos ctl moderno Des-tripador de York? Véuse págínu 1291.

A la izquierda: Miller's Court,donde Jack el Destripadorasesinó a su última víctima, MarieKelly, el 9 de noviembre de 1888(foto BBC Hulton Picture Library).

Arriba: el duque de Clarence (hijodel príncipe de Gales), al que

algunos identificaron como Jackel Destripador. Su muerte (porpresuntas causas naturales) en

1892 liberó oportunamente a la

familia real de una amenazacontra su reputación (foto PeterNewark's Historical Pictures).

Abajo: este pub del East End,

antes llamado "The Ten Bells",fue frecuentado por algunas deias víctimas del Destripador (foto

Peter Newark's HistoricalPictures).

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