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Breve historia de la masonería mexicana capítulo 1: (1790 – 1830) La masonería llega al México colonial en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de emigrantes franceses asentados en la capital, quienes serán acusados y condenados por la Inquisición local. De igual modo, aún sin sustento documental , es muy probable que existiesen logias itinerantes en el seno del ejército realista español destacado en laNueva España . A su vez, es muy posible que en el movimiento criollo primero autonomista y posteriormente independentista, existieran masones, vinculados a la Orden a través de las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII. Sin embargo, historiadores masones y no masones de la talla de León Zeldis Mandel y José Antonio Ferrer Benimeli, han apuntado reiteradamente que lamasonería latinoamericana ha construido su propia mitología, alejándose de la cientificidad que tal empresa requiere. La confusión entre Sociedades patrióticas latinoamericanas y logias masónicas es tentadora, ya que a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX , la estructura operativa de ambas es muy parecida, tal como lo apunta la historiadora Virginia Guedea. José María Mateos, prominente político liberal, es quien afirma en su obra editada en el año de 1884, la pertenencia a la masonería de ilustres autonomistas e independentistas como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón e Ignacio Allende. Según Mateos, quienes pronto echarían a andar el movimiento que desembocaría en la independencia de México , fueron iniciados en la calle de Las Ratas Nº4 (hoy Bolívar Nº73), en la logia que allí funcionaba, Arquitectura moral”. Lo cierto es que nunca se ha podido probar documentalmente siquiera la existencia de dicha logia. De igual modo, no está probado que

Breve Historia de La Masonería Mexicana Capítulo 1

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Breve Historia de La Masonería Mexicana Capítulo 1

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Breve historia de la masonería mexicana capítulo 1: (1790 – 1830) 

 

 

 

 

La masonería llega al México colonial en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de emigrantes franceses asentados en la capital, quienes serán acusados y condenados por la Inquisición local.De igual modo, aún sin sustento documental, es muy probable que existiesen logias itinerantes en el seno del ejército realista español destacado en laNueva España. A su vez, es muy posible que en el movimiento criollo primero autonomista y posteriormente independentista, existieran masones, vinculados a la Orden a través de las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII. Sin embargo, historiadores masones y no masones de la talla de León Zeldis Mandel y José Antonio Ferrer Benimeli, han apuntado reiteradamente que lamasonería latinoamericana ha construido su propia mitología, alejándose de la cientificidad que tal empresa requiere. La confusión entre Sociedades patrióticas latinoamericanas y logias masónicas es tentadora, ya que a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la estructura operativa de ambas es muy parecida, tal como lo apunta la historiadora Virginia Guedea.

José María Mateos, prominente político liberal, es quien afirma en su obra editada en el año de 1884, la pertenencia a la masonería de ilustres autonomistas e independentistas como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón e Ignacio Allende. Según Mateos, quienes pronto echarían a andar el movimiento que desembocaría en la independencia de México, fueron iniciados en la calle de Las Ratas Nº4 (hoy Bolívar Nº73), en la logia que allí funcionaba, “Arquitectura moral”. Lo cierto es que nunca se ha podido probar documentalmente siquiera la existencia de dicha logia. De igual modo, no está probado que importantes líderes independentistas como el mencionado Miguel Hidalgo y José María Morelos fuesen masones. Por el contrario, sin ser definitivas, las débiles pruebas documentales existentes apuntan a que posiblemente el primer gobernante del México independiente, el emperador Agustín de Iturbide, así como el fraile dominico fray Servando Teresa de Mier sí fuesen masones. En los juicios que la Inquisición emprendió contra los autonomistas e independentistas, el cargo de pertenencia a la masonería era común, ya que garantizaba la imposibilidad de probar la inocencia del acusado, dado el carácter clandestino de

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la Orden. Así, los archivos de la Inquisición no hacen si no aumentar la incertidumbre sobre el tema.

A partir de la independencia en el año de 1821, buena parte de los gobernantes de México, hasta 1982, presumiblemente pertenecieron a la masonería. Apenas se produjo la independencia política, las pocas logias existentes salieron a la luz, multiplicándose rápidamente. Con la llegada oficial del agente y ministro plenipotenciario estadounidenseJoel R. Poinsett, la naciente masonería mexicana se divide en dos corrientes políticas nunca definidas del todo. Poinsett promueve la creación de logias del Rito York, proclives a los intereses estadounidenses. Frente a la materialización de la doctrina intervencionista del Destino manifiesto estadounidense, se oponen los masones más conservadores, reunidos en la incipiente Logia Escocesa del entonces joven Rito Escocés Antiguo y Aceptado, encabezada por el médico barcelonés del último virrey, Manuel Codorniu Ferreras, a través de su periódico “El Sol”. Así, alrededor de las logias yorkinas se reunirán los masones cercanos al liberalismo estadounidense, al tiempo que quienes posteriormente serán nombrados “conservadores”, permanecerán cercanos a las logias escocesas herederas del liberalismo español. Al poco tiempo, los masones que no veían con total simpatía ninguna de las alternativas existentes, optaron por una tercera vía consistente en la fundación, en el año de 1825, de un rito de corte nacionalista que fue elRito Nacional Mexicano, cuyos integrantes pretendían la creación de un modelo político y de gobierno propio de México.

Cabe advertir que esta definición político-ritualística ha sido muy poco estudiada. Las últimas investigaciones apuntan a una etiqueta político masónica ambigua, dado que la existencia formal de partidos políticos, así como la propia consolidación de las instituciones masónicas, no se materializarían en México si no hasta avanzado el siglo XIX

Breve historia de la masonería mexicana capítulo 2: El Rito Nacional Mexicano 

 

 

 

 

 

Recién estrenada la independencia de México, la división entre los denominados yorkinos y escoceses, se trasladó a la política. Los enfrentamientos se hicieron

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cada vez más duros, llegando a sucederse varios levantamientos militares.En ese contexto, se constituye el Rito Nacional Mexicano bajo el Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano el 22 de agosto del año de 1825, con la finalidad expresa de unificar a los masones mexicanos y evitar al mismo tiempo la intervención extranjera en la Orden y en la política mexicana; el 26 de marzo de 1826 se funda la Gran Logia Nacional Mexicana “La Luz” con la conformación de sus primeras cinco logias simbólicas. Sin embargo, los enfrentamientos no cesan, por lo que el presidente Nicolás Bravo, masón escocés, prohíbe por un breve periodo las sociedad secretas, prohibición destinada a las logias yorkinas y del Rito Nacional Mexicano, todas ellas más liberales; pero debido a un rápido movimiento del Gran Maestro del Rito Yorkino Lorenzo de Zavala, las Logias Yorkinas “abatencolumnas” (se disuelven) y denuncian a las escocesas, obligando de esta manera al gobierno a disolverlas; el Rito Nacional Mexicano escapa a esta persecución y sigue trabajando en secreto.

Para 1865 el Rito Nacional Mexicano ha dejado de trabajar “A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo”, y lo hace ya “Al triunfo de la verdad y al progreso del género humano”. De igual modo, consta ya de los actuales nueve grados, incluyendo los tres primeros grados simbólicos.

Un miembro destacado de este rito fue Benito Juárez García, político liberal que llegaría a ser presidente de México por el largo periodo que va desde 1858 hasta su muerte en 1872. No está claro el origen de su iniciación; Martínez Zaldúa sostiene que fue iniciado en el Rito de York en la logia “Espejo de las Virtudes” entre 1833 y 1834, en la ciudad de Oaxaca. Por el contrario, Tenorio D’Alburquerque afirma que fue iniciado el 15 de enero de 1847 en la logia del Rito Nacional Mexicano “Independencia” Nº2, en la ciudad de México, días antes de partir a la ciudad de Oaxaca donde tomaría posesión de la gubernatura del Estado del mismo nombre. Lo cierto es que alcanzaría el más alto grado en el Rito Nacional Mexicano.

Breve historia de la masonería mexicana capítulo 3: el “Gran Oriente” Nuestro Rito, funda sus bases sobre Cinco Principios que son sus antiguos límites:1. Que el Rito Nacional Mexicano quedaba establecido regularmente en derecho, por el que tenían los miembros que lo formaban, masones regulares de ritos aceptados, que dicho Rito era por lo mismo, en su régimen interior, libre e independiente de cualquier otro del globo, como lo es la nación mexicana de las demás potencias.

2. Que el gobierno de este Rito residiría en un SUPREMO GRAN ORIENTE Y UNA GRAN LOGIA NACIONAL MEXICANA, y que se consideraría como ilegal a cualquiera reunión que trabajara bajo las formas del Rito sin haber tenido cédula legalizada para ello.

3. Que los grados simbólicos serían los mismos en número, que en todos los ritos establecidos y que forman la masonería universal, es decir, APRENDIZ, COMPAÑERO Y MAESTRO, y los grados altos seis, formando el todo nueve, cuyos títulos designaría el Reglamento General, así como sus atribuciones y deberes.

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4. Que en cualquiera ciudad, aunque no fuere capital de estado, si llegaban a reunirse cinco logias particulares, regularmente constituidas con credenciales de Grandes Logias, se podría instalar una Gran Logia, sin que por eso pudiera haber más que una Gran Logia en cada estado.

5. Que la masonería mexicana no tendría otro objeto, que trabajar por despertar en nosotros los sentimientos de la más pura humanidad, y la práctica de todas las virtudes, elevando al hombre al nivel del hombre mismo, y enseñando a respetar y amar lo que la virtud y la sabiduría consagran a la humanidad como verdades eternas; estableciendo también en los misterios simbólicos, los lazos que unen a los miembros de la Gran Familia para tenerlos siempre reunidos bajo los auspicios de la concordia y la verdadera fraternidad.

Fraternalmente:

Fidel Zaragoza Solís,

Gran Luminar, Gran Maestro.