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CALACALI “En el centro del mundo” 1. HISTORICIDAD 1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS Igual que Nono y otros poblados del Noroccidente, la cabecera parroquial de Calacalí fue un centro residencia prehispánico. Los documentos coloniales del s. XVI lo describen como un pueblo muy grande, por lo que se presume se trató de un centro residencial de importancia, sede probablemente de un señorío étnico. En la colonia Calacalí se constituyó en una doctrina fundada en 1572 por los padres franciscanos quienes construyeron la capilla de los Terciarios en el sitio que ocupa actualmente la escuela Equinoccial. En 1814 se construyó el nuevo templo parroquial que existe hasta la actualidad. Las autoridades coloniales diseñaron el pueblo a la manera de las ciudades coloniales, es decir, una trama urbana en forma de damero o tablero de ajedrez con una plaza en el centro. Por esta razón, Calacalí más que cualquier otro poblado del noroccidente del cantón Quito, posee la forma de una ciudad española clásica aunque en escala pequeña. Al ser una ciudad colonial, Calacalí posee algunas construcciones que provienen de esta época entre las que cabe destacar la cruz de piedra que se encuentra en la plaza central que data del año 1.640 y la pila que originalmente estuvo en la plaza de San 1 Espinosa A. Manuel. Memoria histórica y cultural de las parroquias rurales de la Administración Equinoccial “La Delicia”. D.M.Q. 2004. 1

Calacalí Pichincha

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CALACALI“En el centro del mundo”

1. HISTORICIDAD1

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Igual que Nono y otros poblados del Noroccidente, la cabecera parroquial de Calacalí fue un centro residencia prehispánico. Los documentos coloniales del s. XVI lo describen como un pueblo muy grande, por lo que se presume se trató de un centro residencial de importancia, sede probablemente de un señorío étnico. En la colonia Calacalí se constituyó en una doctrina fundada en 1572 por los padres franciscanos quienes construyeron la capilla de los Terciarios en el sitio que ocupa actualmente la escuela Equinoccial. En 1814 se construyó el nuevo templo parroquial que existe hasta la actualidad.

Las autoridades coloniales diseñaron el pueblo a la manera de las ciudades coloniales, es decir, una trama urbana en forma de damero o tablero de ajedrez con una plaza en el centro. Por esta razón, Calacalí más que cualquier otro poblado del noroccidente del cantón Quito, posee la forma de una ciudad española clásica aunque en escala pequeña.

Al ser una ciudad colonial, Calacalí posee algunas construcciones que provienen de esta época entre las que cabe destacar la cruz de piedra que se encuentra en la plaza central que data del año 1.640 y la pila que originalmente estuvo en la plaza de San Francisco de Quito, la misma que fue trasladada en 1917. A ello se suman una serie de casas del s. XIX e inicios del s. XX, como la casa de doña Carlota Jaramillo y el antiguo monumento a la Mitad del Mundo.

El Nombre de Calacalí según sus pobladores estaría relacionado con la presencia de la cal que abunda en el lugar. Para aprovechar este recurso se construyeron algunas minas en la colonia y la república. Sin embargo, es probable que el nombre sea de origen prehispánico, perteneciente a una lengua preincaica.”1 Espinosa A. Manuel. Memoria histórica y cultural de las parroquias rurales de la Administración Equinoccial “La Delicia”. D.M.Q. 2004.

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LA MEMORIA HISTÓRICA

Los viejos caminos de Calacalí a Nanegal:

Calacalí fue una población próspera desde la colonia hasta la primera mitad del siglo XX. Esta prosperidad se debió a su condición de puerta de entrada al declive occidental andino, al río Guayllabamba y por tanto a la costa septentrional del actual territorio ecuatoriano. Siendo así, en Calacalí se iniciaba una ruta de penetración desde la meseta de Quito hacia el río Guayllabamba. Ruta que quedó claramente definida mucho antes de la llegada de los incas. Sin embargo, cuando éstos llegaron a Quito, mejoraron el camino hecho probablemente por los yumbos, el mismo que siguió usándose durante la época colonial. Al llegar la república, el presidente García Moreno, como parte de su plan de construcción de carreteras para integrar las diversas regiones del país, construyó un camino de Quito a Esmeraldas, el mismo que desde Calacalí seguía hacia el occidente por Nanegal hasta el sitio llamado “Salto del Tigre”, en el Guayllabamba, en donde continuaba hasta Esmeraldas.

Vestigios de estos caminos aún son visibles en la parroquia de Calacalí y al occidente de Pacto, pero sobretodo están muy presentes en la memoria de los vecinos más viejos. Don Eleazar Calahorrano de 66 años de edad nos habla de ellos y los sitios más importantes por los que atravesaban, muchos de los cuales eran lugares peligrosos, ya sea por los obstáculos a vencer de la naturaleza o el carácter mítico-maléfico que poseían algunos de ellos:El camino de los yumbos o de los incas fue construido solo por los filos de los cerros. Este método lo hacían para dirigirse gritando de una loma a otra y de ese modo lograr llegar a donde ellos querían. El señor Rodolfo Baca me contó que en este camino había culuncos de más de 10 m. de profundidad. A este camino incaico o yumbo cuanto diéramos por reabrirlo, siquiera desde Apretana hasta Piscana o más allá hasta San Juan. El segundo camino, también lleno de historia, en donde existen también culuncos y camellones fue construido en el s. XIX. Por aquí anduvieron también los yumbos, los nayones y también nosotros pero ya solo en el negocio del contrabando. En este camino de Pelagallo a Nanegal se destacan los siguientes puntos: Pelagallo, Afilana, Chontacruz, Chilquipugro, Guantupungo, Chorrillos, Sigsipunta, Gavilanes, Cucurocho, Sigsisiqui, Palmito, Tíoloma, Apretana, Escopetas, Bijaguillos, Auca, Rumisalto, Chontero, Santa Rosa, Quilusamana, Travesía, Humachaca, Santo de Piedra, Chorrera Mojadora, Unguchaca, Carbón de Piedra, Quebrada Honda, El Arenal, Cariaquito, La Playa. De estos nombres hay muchas tradiciones y leyendas. Comencemos por Guantupungo. Ahí había un árbol de guanto grande y la mayor parte de los viajeros han sabido ver a un chiquito con poncho y un sombrero, o sea al duende, que les llamaba debajo del árbol. Los viajeros tenían terror y sentían que se erizaba el cuerpo y se les paraba los pelos y votaban espuma viendo a ese ser sobrenatural. Otro sitio es el de Gavilanes. Ese nombre posiblemente es puesto porque antiguamente todo era selva y solo en ese parte como es roca sabían salir unos rayos de sol hecho gavilanes. Más adelante llegamos a Sigsipunta, ahí todo viajero nuevo tenía la obligación de hacer una cruz y plantar en el camino y pedirle al cerro, después de bailar, que les lleve con

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bien hasta el destino, de lo contrario, si no hacían este rito el cerro se enojaba y enseguida se nublaba, llovía o cuando les cogía la noche oían gritar al Shacharuna o a los espíritus de los nayones que morían adentro en la selva. Más adelante Sigsisiqui, Palmito, que le pusieron así porque hay arto palmito. Tío Loma y Apretana: estos puestos eran escogidos por todo viajero para tomar un leve descanso y comer algo que se llevaba, pero esto duraba solo un par de minutos porque todavía faltaba arto camino de recorrer y por eso todos decían: “apriétate y vamos”. Continuamos y llegamos a Escopetas, Bijaguillos y Auca, porque como el nombre mismo indica de este último, a los guaguas de los viajeros y también de los nayones que morían en el camino no se les podía enterrar y quedaban votados ahí porque sacar un cadáver de esa parte era imposible. Talvez por el clamor de esas almas, los viajeros oían de noche pasar a la caja ronca, al Ayamechero (mechero de los muertos) y a todas las almas que clamaban cristiana sepultura. Continuamos a Rumisalto, que se llamaba así porque era una piedra grandota. Chontero, Santa Rosa, Quilusamana, Travesía y Humachaca. En todas estas partes es difícil el camino, lleno de culuncos tenebrosos donde han muerto viajeros, arrieros y animales; tan difícil era que quizá el que moría quedaba para siempre en la montaña o a veces morían los animales con carga. El pobre arriero quedaba viendo lo que se va el pan de la familia. Más adelante, pasamos por el Salto de los Gallos de la Peña, que era otro salto donde había un árbol inmenso y ahí salían todas las mañanas y las tardes los gallos de las peñas a gorjear. Chorrera Mojadora, Hunguchaca, Carbón de Piedra, Quebrada Honda, Quebrada Chica y El Arenal. En todo este trayecto se rodaban los nayones y los animales cargados se iban en el río. Por fin llegamos a La Playa. Toda esta historia es para rendir homenaje a esos hombres que han hecho historia por ganarse el pan de cada día.

La vida del arriero

Al encontrarse Calacalí a la entrada hacia el declive occidental y las llanuras costeras, la población se especializó en el transporte e intercambio de bienes interregionales. Sin embargo, cuando la producción de aguardiente a mediados del s. XX se intensificó, la arriería se torno en el eje de la economía parroquial. La arriería no solo dinamizó la economía sino que impuso un modo de vida y por tanto una cultura en particular. Don Jorge Morales Morales, memorioso e investigador de Calacalí, a sus 64 años de edad, hace un balance sobre la vida del arriero:

Yo me preocupe desde mucho antes de averiguar sobre de las historias y anécdotas de la parroquia. Yo preguntaba a los mayores, por eso mi relato es a base de experiencias antiguas, no de libros. Yo no he leído nunca un libro de historia. La arriería aquí en Calacalí fue una fuente de recursos de toda la gente, casi nadie se escapó de ser arriero, de transportar el aguardiente de la zona de Nanegal. Desde que yo me acuerdo veía a los arrieros, porque pasaban por delante de mi casa que está sobre el camino antiguo. Desde que yo era pequeñito salía a ver las recuas de mulas. Una recua era una agrupación de unas 20, 30 o 40 mulas con los aderezos, las albardas y todas esas cosas, para cargar el aguardiente de la montaña. Salían madrugando y a los dos días, a veces a los tres días, regresaban alternadamente. Llegaban

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unas más adelante que otras, porque se establecía una competencia prácticamente. Los que tenían mejores mulas llegaban más rápido, y se iban más rápido, y algunos por hacer competencia del acarreo del aguardiente también fracasaban porque se rodaban las mulas. El camino era inhóspito, un camino que se llama de los incas pero que en realidad lo hicieron los yumbos. Entonces esto era una competencia de todos. Mis amigos tenían unos mulares maravillosos que traían del Oriente. Se iban al Chaco, a Borja a traer las mejores mulas. Pagaban más por esas mulas con el fin de competir entre todos los paisanos arrieros. Se competía para llegar más breve y elogiarse y decir: “yo con mis mulas hago esto, hice lo otro”. A las mulas les ponían nombres, unos nombres maravillosos, a la mejor mula le ponían el mejor nombre según el gusto del dueño. Y en las conversaciones, cuando había una reunión decían: “mi mula es la mejor” o “mi caballo es el mejor”.Los arrieros pasaban de madrugada sacando los animales de los potreros y poniéndoles los aderezos para irse a la montaña. Entonces yo para experimentar eso también me iba junto con los arrieros. Eso era maravilloso, íbamos solo risas todo el camino. El arriero más relevante de aquí y que todavía vive es Estuardo Morales. Él fue el más audaz y el más fuerte porque llegó a cargar 50 litros de aguardiente desde la montaña para acá. Él se cargaba en chala los 50 litros, no tenía rival aunque había otros que querían competir. El aguardiente se traía de la Playa, de Nanegal, y de ahí para acá normalmente se hace unas 5 horas de salida, pero el señor Estuardo hacía unas 10 horas, pero salía cargado 50 litros de trago. Eso quedó para la historia de Calacalí porque nadie pudo superar eso. Después él ya tuvo las mejores mulas de aquí porque hizo rápido el dinero. Él tuvo hasta unas 20 mulas.

Aquí en Calacalí, eran los sitios de depósito, y de aquí se expendía a la capital, a otros pueblos de la provincia de Pichincha. Los arrieros llegaban con sus mulas a sus casas, descansaban y después eran las esposas las que se encargaban de expender el aguardiente de aquí para afuera.

Yo puedo dar testimonio de la salida de aquí, porque yo era chofer de un camión y en el camión la gente ponía los zurrones y las canecas y me decían: “darame tapando, darame viendo”. Yo les ayudaba a pasar el control en las Tolas. Los guardas se bajaban a controlar el carro y yo escondía el trago debajo del maíz. Se amarraba los zurrones debajo de la carrocería, algunos les metía debajo del capó. Lo que yo hice nadie hacía. Si me cogían los guardas me llevaban preso por lo menos unos 8 días y tenía que pagar una multa. Pero de todas maneras se pasaba, a veces sí les bajaban a unos que les encontraban el aguardiente, entonces eran los reclamos y las bullas.

Otros tenían otras maneras. De aquí cogían el aguardiente y tenían sus burritos o caballos y se iban por el camino de Casitagua para no ocupar la carretera y no pasar por los controles. Llegaban hasta El Condado y de ahí se infiltraban ya en carros a Cotocollao, porque ahí consumían mucho el aguardiente. Con el comercio de aguardiente pasó una cosa rara, porque cuando abolieron los estancos también se acabó el contrabando y la arriería. Cuando era prohibido todo el mundo peleaba por traer el aguardiente, se

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acabó la prohibición y ahora no hay nadie que traiga, excepto este señor Estuardo Morales que todavía trae en carro.

Esto sucedía más o menos desde el año de 1955 hasta el año de 1970. De ahí ya se perdió la arriería, y para el pueblo se acabó ese colorido de las mulas, ese gritar de la gente arriando las mulas: “carajo” decían. Eso era nuestra vida aquí e inclusive yo también participé con ellos porque les daba arreglando los cascos de las mulas y los caballos. Papá fue el que me enseñó a arreglar los cascos de los animales porque a veces les daba el hormiguero que es cuando están mucho en la humedad, se les parten los cascos, y adebajo se les pudre, entonces papá me enseñó a curar con dulce y cebo, con un hierro caldeado en el carbón se le aplicaba el cebo y la panela en el hueco. Se le limpiaba bien y se le metía con algodón el cebo y la panela hecho un taco y con eso se les curaba los hormigueros.

Casi toda la gente de Calacalí participaba en este negocio porque eso fue la fuente de ingresos de esa época. Yo, a parte de trabajar en el taller también les acompañaba a los arrieros para estar con ellos, y ver cómo era la vivencia de ellos. Eso era una maravilla de viajes porque todo era broma, todo chiste desde que se salíamos de aquí. Ese señor Estuardo fue siempre el hombre que dio la pauta para la broma, para las anécdotas. En un viaje, me acuerdo, él me había puesto en mi morral una piedra. Como uno esta preocupado del viaje yo no sentía el peso, pero cuando llegamos al Arenal a comer destapo mi morral para sacar mi cucayo y me topo con una piedra ahí dentro. Yo no dije nada porque me di cuenta quien fue, y para que no se burlen, saque la piedra y lo deje a un lado sin que me vean. Así era este Estuardo Morales.

Algo interesante era también la pasada del río Humachaca con los animales. El río Humachaca esta de aquí a unos 25 Km. y caminando a unas 7 horas. Entonces la pasada del río crecido con los animales era bien peligrosa. Se sufría porque cuando el río estaba bien crecido lo que hacían era primero pasar uno con la punta de la veta y amarrar a un árbol al otro lado. Una veta es un cuero de ganado torcido que se llama cabestro y toma el nombre de veta porque le hacen muy larga. Entonces de ahí amarraban a los animales a la veta para con eso ir recobrando al animal que le botaban al río para que pase, había gente que también se montaba en la mula y pasaban juntos. A veces se zafaban las mulas y se iban en el río y tenían que adelantarse los dueños desesperados para adentro para ver si en alguna parte se quedaba la mula y poderla coger. Había veces que les cogían y les sacaban, y habían veces que no les cogían y morían las mulas. Era la cosa grave, porque gente también hubo que se fue en el río. Cuando veníamos de salida con las cargas, se perdía a veces todo porque se reventaban los zurrones.

Pasábamos el río y llegábamos a una serie de puntos o lugares, por ejemplo La Chorrera, El Carbón de Piedra, y yo iba anotando los nombres porque ellos me iban diciendo. Los nombres que me acuerdo desde que salíamos de Pelagallo eran: Finala, Chilquipugro que era un río donde se lavaban los pies todos los arrieros que salían y los que bajaban porque decían que esa agua era medicinal contra el shigshe en los pies. El shigshe se les formaba por la

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bota de caucho, y la creencia de la gente decía que el agua del Chilquipuro les sanaba. De ahí llegábamos a

Guatupungo, a Gavilanes, Sigsipunta, Sigsiguata, Palmito, Escopeta, Auca, Chontero, Chontacruz, Humachaca, Escalera. En este sitio había unas piedras grandes que las mulas tenían que saltar. De ahí a Carbón de Piedra y Arenal que era un punto donde todos comían sus cucayos y eso era una satisfacción porque ya se llegaba prácticamente a la Playa, a Nanegal, donde nos entregaba el aguardiente Don Humberto del Hierro, Don Fernando Rivadeneira o una tía mía llamada Dorinda Morales

Ese era el arrieraje antiguo de hace más a menos unos 55 años. Todavía existe un señor José Antonio Buitrón. Cuándo yo le pregunto: “¿cuántos bueyes tenía?” él me dice: “Yo tenía tres bueyes, pero los mejores”. Eso era muy común, todos exaltaban a sus animales, y todos tenían nombres. Don José Antonio era arriero de la montaña, él cogía los bueyes, pero como los bueyes son más lentos se demoraba más. Con un buey ir de aquí a Nanegal se hacía unas 10 horas de bajada y un día de salida porque el buey no es como el caballo y la mula, el buey es lento pero más seguro porque el buey tiene pezuña y por eso tiene mejor piso y además cargaba casi el doble del caballo. Como el buey era tan lento había que hacer paradas en los tambos para ahí cocinar, comer y de ahí al otro día salir. Antes también había mucho para comer en estos caminos porque había cacería, con unas escopetitas de chimenea se mataban pavas, guantas, cuyes. Llegaban a la posada y ahí hacían preparar.

Otros problemas que tenían los arrieros eran los animales salvajes, los osos que salían. Por eso los arrieros también andaban con escopeta para defenderse. Además como en estos caminos habían esos culuncos hondísimos había que gritar cuando se iba a entrar en el culunco para que no entre nadie del otro lado, porque habían culuncos de 40 o 50 metros de largo y si entraban los de abajo y también los que venían de arriba, eso era un problema, porque había que retrocederles a los animales de uno en uno para ladear. Por esa razón había entre los arrieros la consigna de gritar, y si contestaba alguien, se quedaba de acuerdo quien entraba primero. El grito era muy peculiar un: ahuuuuuuuuu largísimo para que oiga y retumbe. Los culuncos eran de 40 o 50 metros de largo y de profundidad unos 10 o 12 metros, razón por la cual uno andaba fresco por esos caminos. No se sentía nada de sol porque la humedad de las paredes le hacía a uno ir fresquito.

El tambo de Auca y los nayonesEn la ruta de Calacalí a Nanegal existía el famoso tambo de Auca, en dónde descansaban los arrieros mestizos o indios. Don Eleazar Calahorrano vecino de Calacalí, nacido en 1938, habla del viejo tambo:

Yo le pregunté al señor Rodolfo Baca que fue viajero desde niño, para que me entere un poco a cerca de la casa de posada o tambo de Auca

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que tantas historias tiene. Él me contó que al comienzo era una casa grande con un corredor hecho de madera y techo de hoja de vijau traída desde Nanegal. La base era de tronco de más o menos dos metros de alto y con espacio suficiente para albergar al viajero humilde y también a los nayones cuyo comercio abastecía de bajada con sal, cebolla, papas, maíz, habas; que antes que vender intercambiaban con panela, maqueño, achiote o yuca. El corredor de la posada o tambo era para el arriero que no cargaba, sino que transportaba en lomo de bueyes las mismas cosas que los nayones. Además en el tambo había un cuarto que era para el tambero o dueño de casa. Los señores que vivían en el tambo comerciaban con la comida y la dormida. Más que dinero les interesaba los productos que llevaban de ida y vuelta.

Los nayones eran un grupo que se ganaba la vida cargando productos de ida y vuelta desde la población de Nayón hasta Nanegal. Los viajeros de bajada hacia Nenegal iban dejando los fiambres en diferentes partes del camino, para el regreso comer o también quedarse a dormir, porque donde dejaban escondiendo también tenía hecho cuevas para dormir. Los puestos de escondite de los cucayos eran las cuevas que eran en el Casitagua, en Guantupungo, Sigsipunta y en el tambo de Auca. Ahí dejaban colgando en la pared de la casa posada.

Don Jorge Morales aclara que la arriería y el modo de comercializar de los nayones eran diferentes:

Este era una arriería distinta porque ellos no sacaban el aguardiente, sino los productos de adentro. Ellos hacían trueque. Por ejemplo, bajaban de aquí con maíz, cebada, fréjol, arveja y salían con maqueño, plátano de seda, panela, yuca, camote, guabas en tiempo de guabas, guayabas en tiempo de guayabas. En ese tiempo también no les importaba el tiempo, ellos podían pasar 8 días, 15 días que nos les importaba el tiempo.

1.2 RELIGIOSIDADEl Animero2

En ciertos pueblos del centro-norte de la sierra, hasta hace pocos años, aún sobrevivía una tradición de origen colonial: el animero. Esta tradición también existía en Calacalí y era un ejemplo de la profunda religiosidad de los moradores. Don Jorge Morales Morales, recuerda al personaje que en su época de niño hacia de animero:

Fue un hombre que yo tuve la suerte de conocer. Él se llamaba Luis Ortega y yo he de ver tenido unos 8 o 9 años cuando le veía haciendo de animero. Yo le sabía preguntar que por qué hacía de animero y él me decía que él lo hacía por una penitencia; que él tuvo en la vida un caso grave en la familia y como arrepentimiento y para justificar esa falta grave que cometió, él se puso como penitencia hacer de animero. Ahora, para ser animero se tiene que ser una persona de nervios de acero porque él se iba a la iglesia y sacaba la campanilla, luego de lo cual se iba al cementerio y gritaba: “que salgan las almas para hacerles rezar los

2 Ibídem.

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tres padres nuestros”. Entonces él con la campanilla llamaba a todas las almas a las 12 de la noche y de ahí les guiaba por todo el pueblo. Él me contaba que sentía las almas atrás. Entonces como nuestra casa estaba en la primera esquina del cementerio para abajo, el primer grito era ahí y mi mamá y papá decían: “hoy es noche del animero, estaranse listos para oír y rezar”. Entonces el hombre hacía sonar la campanilla. Cuando llegaba a la esquina decía: “por el amor de Dios, rezad tres padres nuestros por las almas del purgatorio”. Entonces todo el mundo se ponía a rezar. De ahí bajaba vuelta a otra esquina y así mismo otro grito y todita la gente a las 12 de la noche tenían que estar despiertos por el animero. El animero daba la vuelta todito el pueblo de esquina en esquina hasta que llegaba a la iglesia, ahí hacía sus oraciones, pero sin regresar a ver porque él decía que el rato que regrese a ver caía muerto porque estaban las almas atrás. Así terminaba dando la vuelta al pueblo, gritando, y de ahí regresaba al cementerio a entregar de nuevo a las almas. Nosotros como éramos pequeñitos, sabíamos temblar en la cama del miedo porque eso era un poco funesto, pero fue una vivencia linda. Este señor ya murió hace años. Y cuando murió se acabó esta costumbre. El animero salía el 2 de noviembre, el día de los muertos.

1.3 PERSONAJES

1.3.1 Carlota Jaramillo: Embajadora de la música nacional.

1.3.2 Jorge Morales M: Investigador y líder.

En el deporte:

1.3.3 Sr. Luis Calderón Gallardo: Deportista, logró la primera medalla de oro Panamericano para Ecuador.

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 1.3.4 Sr. Joel Muela: Destacado en el automovilismo.

1.4 SIMBOLOGÍAREFERENTES SIMBÓLICOS3:

MINGA:

Actividad que une a la comunidad.

MAIZ:

Grano y sustento importante en la dieta alimenticia.

1.5 FESTIVIDADES Corpus Cristi Cuaresma Fiesta a la Virgen del Quinche En el mes de julio son las fiestas de Parroquialización, las mismas que

coinciden con las del Inti Raymi o del Solsticio de Verano, época de cosecha y de agasajo de los indígenas de la zona al Dios Sol por la generosidad en las cosechas.En las fiestas de Parroquialización hay dos tradiciones propias y únicas de la zona; La primera consiste en el Toro de Bomba, es una corrida de toros nocturna, en los cuernos del toro se colocan unos protectores de cuero y agarrados a estos se colocan unas bolas de tela y grasa cocinada, las mismas que son prendidas transformándose en verdaderas antorchas, mientras es lidiado por la concurrencia.

2. TERRITORIO CULTURAL2.1 UBICACIÓN GEOGRÁFICA4

Norte: Parroquias San José de MinasSur: Parroquia NonoEste: Parroquia San AntonioOeste: Parroquia Nanegal

Superficie: 182.12 km2

“La parroquia de Calacalí igual que la parroquia de Nono se encuentra en el borde septentrional de la meseta de Quito, en el límite del altiplano con el declive andino. Su cabecera parroquial, ubicada a 2.821 m.s.n.m. esta en otra boca de montaña, o paso natural de la sierra a la costa. Dentro de la parroquia de Calacalí existen otros pasos naturales hacia el Guayllabamba como el de Nieblí donde los incas construyeron el pucará de Portalanza, precisamente para controlar el paso del río Guyllabamba”5.

3 Quijia L. Ayme. Memoria de los gestores culturales: creadores, reproductores y realizadores de productos culturales con identidad local de las 33 parroquias rurales, 2 comunas y 2 movimientos urbanos de Quito. D.M.Q. 2007.

4 Gobierno de la Provincia de Pichincha. Parroquia Calacalí. Plan de desarrollo participativo 2002-2012. Quito. Ecuador. 2004.5 Espinosa A. Manuel. Memoria histórica y cultural de las parroquias rurales de la Administración Equinoccial “La Delicia”, D.M.Q. 2004.

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2.2 SITIOS TURÍSTICOSLa Reconstruida Iglesia: La Iglesia Colonial restaurada se encuentra en el costado oriental del “Parque de la Pila”, junto a ella se destacan el cementerio y el parque “Carlota Jaramillo”.En 1814 fue construido un nuevo templo parroquial, el mismo que existe hasta la actualidad. La población es poseedora de algunas joyas coloniales como La Cruz de Piedra que data de 1640, se encuentra en el cementerio. La Pila de Piedra que originalmente estuvo en la plaza San Francisco de Quito, en 1900 fue trasladada a San Antonio de Pichincha y desde 1917 se encuentra en Calacalí.

La Cruz del Cementerio La Pila Franciscana Casa Museo Carlota Jaramillo Bosque protegido del Pululahua

Bosque nublado de Yunguilla

Monumento a la Línea Equinoccial: Ha sido construida utilizando trazos arquitectónicos coloniales clásicos. Hacia el norte del planeta, se encuentra la plaza Central, escenario de las programaciones culturales y artísticas que se llevan a cabo todos los fines de semana; la única iglesia en el mundo surcada por la Línea Ecuatorial, residencias de arquitectura colonial donde se exhibe arte nacional, talleres de artesanías, textiles y joyerías.

El Museo Filatélico: Se exponen temáticas educacionales, ecologistas, deportes, cultura; presentaciones filatélicas, numismáticas y moneda y papel moneda.

Museo Etnográfico: que da cuenta de la riqueza cultural de los grupos étnicos que habitaron y habitan las cuatro regiones del Ecuador.

Balneario El Cachaco

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2.3 SITIOS ANCESTRALES

El cráter del Pululahua6

Causa asombro para los extranjeros conocer que en el fondo del cráter existía un pequeño pueblo que vive y realiza trabajos de agricultura y ganadería. Una hipótesis sugiere que en épocas prehistóricas después de la última erupción quedó formada la planicie, que poco a poco fue poblada por nativos vecinos y cercanos al volcán como la gente de las etnias Tanlahuas, Pomasqui, Quitus, Calacalis, de igual manera de yumbos de noroccidente, que descubrieron que por allí, pasando el cañón del río Guayllabamba, era una ruta para conectarse con las selvas subtropicales y con la costa. Los pobladores del cráter deben estar ligados al complejo cultural y de celebraciones rituales de acuerdo a la cosmovisión andina de los pueblos que vivían cerca del cerro Catequilla. La investigación arqueológica, y el proyecto de investigación científica QUITSATO, museo de la cultural Solar, ciudad mitad del mundo, que en la actualidad ofrece conocimientos y explicaciones científicas multimedia, señalan que “alrededor de mil años atrás los antiguos pobladores construyeron el verdadero monumento de la mitad del mundo en la cima del monte Catequilla”. Gracias a la tecnología satelital esta comprobada la precisión absoluta que los antiguos habitantes de estos lugares llegaron a desarrollar antes de la invasión Inca. Es lógico que también venían a este lugar etnias y pueblos de otros lugares y que uno de los objetivos de la conquista inca fue llegar a la tierra del Sol. También eran considerados lugares sagrados los cerros Marca y la fortaleza de Rumicucho. Sin duda que luego de la conquista inca, los conquistadores se encargaron de dotar a este lugar de la infraestructura necesaria para el culto al Dios Inti y declararlo Dios del Tawantinsuyo.

6 Mullo S. Mario. Historia de Calacalí. Municipio del Distrito Metropolitano de Quito. 2008.

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2.4 BIODIVERSIDAD7

“La parroquia de Calacalí igual que la parroquia de Nono se encuentra en el borde septentrional de la meseta de Quito, en el límite del altiplano con el declive andino. Su cabecera parroquial, ubicada a 2.821 m.s.n.m. está en otra boca de montaña, o paso natural de la sierra a la costa. Dentro de la parroquia de Calacalí existen otros pasos naturales hacia el Guayllabamba como el de Nieblí donde los incas construyeron el pucará de Portalanza, precisamente para controlar el paso del río Guyllabamba.

Por encontrarse en el límite de la sierra y la costa, la parroquia de Calacalí se ve afectada por el encuentro de las corrientes de aires frío y caliente, estas últimas que provienen de la llanura costera, lo cual origina una permanente neblina que empieza a formarse en la tarde. Por esta razón, el clima de la parroquia, oscila entre 10° a 15° de temperatura, aunque la sensación térmica hace que se considere a su clima más frío todavía.

La parroquia tiene una infinidad de quebradas y páramos entre los que destacan: Papatena, El Carnero, Padre Rumi, Moraspungo, Guasaza, Amboasí. Entre los ríos destaca el Carnero y el Humachaca, los que se alimentan de un sinnúmero de quebradas antes de desembocar en el Guayllabamba.

La parroquia tiene una extensión de 18.200 Has. y una población de 4.908 habitantes, de los cuales más de la mitad viven en la cabecera parroquial y el resto en barrios y recintos como: La Playa, Caspigasí del Carmen, Rosapamba, Guarumal (Guadalupe), Pululahua, Yunguilla, Los Reales, Aguacatal, Amboasí de Abajo, Coop. Golán, Guayraloma, La Ceba, Santa Rita, Infiernillo, Nieblí de las Monjas, Churucucho, Landín, Tahuallullo, La Viña, La Loma, Guarumal Chico, La Rinconada, Isopamba”8.

7 Gobierno de la Provincia de Pichincha. Parroquia Calacalí. Plan de desarrollo participativo 2002-2012. Quito. Ecuador. 2004.8 Espinosa A. Manuel. Memoria histórica y cultural de las parroquias rurales de la Administración Equinoccial “La Delicia”, D.M.Q. 2004.

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Flora y Fauna

En la parroquia de Calacalí existen especies vegetales nativas, en gran parte de la tierra cultivada predomina el cultivo de maíz, cuya calidad es considerada por los pobladores como la mejor.

Existe una gran variedad de especies, sobre todo colibríes.

DIVERSIDAD NATURAL9:

Problemas Ambientales

La tala indiscriminada de los bosques y plantas nativas ha generado la erosión del suelo, y la carencia de fuentes hídricas para riego, esto provoca el abandono de grandes extensiones de tierra erosionadas. Las canteras ocasionan contaminación ambiental, para su explotación no se realiza con criterios técnicos, los pobladores están preocupados por la disminución del caudal de las fuentes hídricas y las incipientes acciones destinadas a la reforestación de las fuentes hídricas.

3. DESARROLLO CULTURALORALIDAD10

La leyenda del Sacharuna

En Calacalí y debido a la cercanía a la montaña, sede de lo salvaje y lo inhóspito, se cree en seres que encarnan la condición natural o anticultural

9 Quijia L. Ayme. Memoria de los gestores culturales: creadores, reproductores y realizadores de productos culturales con identidad local de las 33 parroquias rurales, 2 comunas y 2 movimientos urbanos de Quito. D.M.Q. 2007. 10 Espinosa A. Manuel. Memoria histórica y cultural de las parroquias rurales de la Administración Equinoccial “La Delicia”, D.M.Q. 2004.

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como el Sacharuna: hombre del monte en Quichua. Don Jorge Morales narra la leyenda de este personaje:

Aquí había un hombre en las montañas llamado el Shacharuna. Me contaron que ese hombre, vivía solo en las montañas, como salvaje, que tenía de armas un hacha y una mandíbula. Cazaba y vivía en unos sitios muy precarios, en cavernas, debajo de los árboles. Entonces habían temporadas específicas, cada año, que asomaba este legendario hombre, casi siempre en tiempo de verano, en los barrios de las comunas más cercanas para capturar a las chicas más guapas. Se las llevaba a la montaña y desaparecían. Él salía primero a investigar qué chica era la más guapa de la comuna para secuestrarla y llevársela a su casa. Él tenía que amansar a las chicas que se llevaba, porque no querían estar con él. Entonces ya cuando lograba domar a las chicas decían que él procreaba familia con la chica, pero también había casos que la chica se escapaba o que él mismo las soltaba y de nuevo él tenía que bajar a secuestrar otra chica.

El Duende

Un ser mitológico de gran popularidad en toda la región andina es el Duende. Existen por lo menos dos tipos de duendes, uno sátiro que persigue a las jovencitas y otro que asusta a los niños desobedientes y vagabundos. En Calacalí, el Duende está asociado a la planta alucinógena del guanto o floripondio. Probablemente porque el aparecimiento del Duende se explique en estados de alucinación por la inhalación del aroma de la flor de guanto, que se sabe, afecta a ciertas personas, solamente por descansar bajo su sombra. Jorge Morales cuenta un caso relacionado con el tema:

Cuando éramos pequeñitos de escuela yo con mis amigos teníamos las catapultas para ir a matar los pajaritos. Un día me acuerdo que papá me dijo: “no se irán por el lado de San Francisco, porque ahí todita la zanja es lleno de guanto”. El guanto tiene una flor que hace una pepa grande y dentro tiene unas pepitas, esas pepitas son somníferas. Entonces yo como no sabía le digo: “¿Por qué papá?” y él me responde: “porque en el guanto saben estar los duendes”. Bueno, como éramos chiquitos no hacíamos caso y nos íbamos siempre a jugar encima de los guantos. Un santo día nos fuimos. Estábamos tres, y uno de nosotros se cayó de la rama de un árbol, entonces yo fui a verle, en eso que yo le estaba ayudando a mi amigo, veo a un pequeñito debajo del árbol con un sombrerito grande que se reía con unos dientes grandotes. Se reía y me llamaba. Entonces yo rápido me acordé el asunto de papá y pensé que a lo mejor este es el duende. Entonces el cuerpo como que se me enfrió y corrimos con mis otros compañeros.

El duende era pequeñito y grueso. Las uñas se le notaban a lo que me llamaba y también unos dientes bien grandes. La cara era con lana parecido a un animal mismo, casi como mono, feo, feo. De la vestimenta

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si no me acuerdo porque del miedo le vimos solo la cara. Papá luego nos preguntó si le habíamos visto el rabo, porque dizque tiene rabo, pero yo le vi solo la cara.

El Demonio de la quebrada

El constante transitar de los arrieros por caminos inhóspitos y solitarios, así como el sobrecogimiento que provocan ciertos accidentes naturales, parecen ser la causa de una serie de sensaciones de temor y miedo, sentidos más intensamente en determinados lugares. Son esos sitios definidos en la región interandina como “lugares pesados”. Este al parecer es el caso de la quebrada de Ingahuayco. Don Jorge Morales Morales proporciona el siguiente relato:

Otro cuento que contaban los antiguos es que aquí, en la quebrada de Ingahuayco, todos los que iban a caballo de noche o de madrugada sentían que se les subía al anca un demonio, y a los que les pasaba esto los encontraban al otro lado tendidos mascando espuma, y algunos se morían. Muchos de los jinetes salían de aquí a la montaña, con sus herramientas, y pasando dicha quebrada automáticamente se les subía este demonio. Pero no era a todos, sino solo a ciertas personas. Por ejemplo papá dijo que nunca le pasó eso a pesar que siempre pasaba por ahí. Pero al papá de mi papá se le había subido, y como la casa había sido al otro lado, dizque el caballo alcanzó a llegar desaforado y le botó. Entonces mi abuela salió y le encontró ahí en el suelo. Para sacarle el demonio lo que había que hacer era llevarle donde el cura para que le riegue el agua bendita. Ahora el caballo con ese demonio encima dizque se volvía loco, se daba de botes. Pero también hay caballos y perros que cuando sientes algo malo no continúan; por eso algunos caballos no querían pasar por la quebrada por nada del mundo.

El Iñaguillo de Ingahuayco

La quebrada de Ingahuayco, parece haber sido la sede de espectros maléficos. Satanización que al parecer pudo provenir de los clérigos en la colonia, ya que probablemente el sitio estuvo asociado a algún culto de la religión aborigen, razón más que suficiente para que la Iglesia haya asociado lo diabólico con la quebrada. Eleazar Calahorrano nos narra otro cuento de terror, sucedido en este lugar:

Hace muchos años la gente comentaba que los que pasaban por el relleno de Ingahuayco oían llorar a un guagua, pero todos pensaban que alguna mujer iba llevando un niño y por eso lloraba. Pero una de tantas madrugadas que bajaba Serafín Manzano a la finca y entrado al salsipuedes oyó que lloraba un guagua, y él pensó que alguien iba a delante con un niño. Siguió avanzando y más lloraba el guagua, de tal manera que él apresuró el paso y llegó donde lloraba y en el relleno encontró a un niño envuelto en unos trapos. Entonces cogió al guagua para dejarle encargando y la sorpresa fue que el guagua empezó a decirle: “papá, papá yo ca dente tengo; papá, papá yo ca cachos tengo; papá, papá yo ca rabo grande tengo”. Entonces oyendo todo esto de la

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boca de una criatura, se erizó, sintió que las piernas se le doblaban, los pelos se le paraban y sacando valor arrojó al fantasma y salió en carrera botando espuma. Cuando llegó a la primera casa, en el corredor cayó desmayado y sin conciencia. Oyendo la bulla, el dueño de casa salió a ver qué pasaba y lo encontró tendido en el suelo a Serafín Manzano, entonces le regaron agua bendita, le limpiaron con escapularios y comenzó a volver bien y allí contó lo sucedido. Ese guagua se llama Iñaguillo o guaguauca.

La Viuda

En el centro norte de la sierra, ya sea en los barrios tradicionales de Quito o en a parroquias rurales del noroccidente, la viuda es una de las apariciones más frecuentes. Se trata de un espectro de la noche, que arremete contra los descarriados, parranderos, bebedores o adúlteros, a quienes precipita en las quebradas. Jorge Morales Morales nos cuenta los siguientes casos:

Una vez un señor llamado Faustino Calahorrano, que era bien tomador, bien amigo de papá y también negociante de ganado, en las noches de los sábados y los domingos se pegaba los tragos con los amigos. Una noche dicen que la viuda le llevó a la quebrada y le mató, porque murió ahí Don Faustino, cayó de cabeza unos 15 metros de alto y murió. Otra persona, Lucho Calahorrano, decía que cuando se iba a la casa por ese lado que vivía, había una mujer vestida de negro, que no pisaba en el suelo y que le llamaba para ese lado de la quebrada. De otra persona que se llamaba Miguel Arias, y que era asimismo tomador, cuenta que una noche bajando por aquí, en vez de entrar a la casa que era a mano derecha, se fue recto y así mismo amaneció muerto clavado de cabeza. Dijeron que la viuda le llevó a él también.

La historia del cura sin cabeza de Calacalí

A veces las apariciones y los espectros aparecen en las mismas iglesias, y sus víctimas pueden ser ciertos devotos que exageran en sus prácticas religiosas. Don Eleazar Calahorrano nos cuenta la siguiente leyenda:

A comienzos del siglo XX, entre los grupos de señoras y señoritas se conformaban cofradías y misas de María para cumplir diferentes trabajos en la iglesia, como por ejemplo realizar el repique de las campanas cada semana para las misas, especialmente para los rosarios de la aurora. Para ello tenían que levantarse a las 3 de la mañana a repicar. Entre las hijas de María había una de nombre Juliana Leiva, a quien le tocó dicha responsabilidad una semana. Como de costumbre se levantó al primer canto del gallo e iba a repicar sin ninguna novedad. No obstante un viernes había estado soñando que ya era casi de día y se despertó asustada. Se levantó y fue corriendo a la iglesia a repicar. Acabando de repicar oyó unos murmullos en la iglesia. Se asoma y ve que están celebrando misa y dice: “¡me muero, ya están en misa!”. Ella,

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preocupada, pensando que se ha atrasado, se friega los ojos para ver si en verdad están en misa, y la sorpresa es que lo que alumbraba no eran velas sino canillas de difuntos, y el que celebraba la misa era un cura sin cabeza; los feligreses eran unos bultos cubiertos con unas túnicas negras que emanaban unos murmullos de ultratumba. Presa del terror, Juliana Leyva, casi sin conciencia, avanzó a salir de la puerta de la iglesia y ahí cayó emanando espuma por la boca. Oyendo repicar y viendo que no regresaba, sus parientes se levantaron, encontrándola tendida en el pretil desmayada y botando espuma por la boca. La llevaron rápido a la casa y allí le regaron agua bendita; rezaron el rosario y así amaneció. Cuando estuvo bien consciente ella contó lo que había visto en la iglesia.

3.1 GESTORES CULTURALES

Los jóvenes se han integrado (jóvenes por la cultura) para enfatizar los temas culturales en la parroquia, como, por ejemplo, la danza.

La Cultura11

La cultura del pueblo de Calacalí, se expresa en la interpretación de la música que es tradicional. Tal es el ejemplo de Carlota Jaramillo, nativa de Calacalí, nació en el año de 1904. desde el año de 1910 se inició cantando en la escuela, en la iglesia parroquial, a los 12 años ingresó en el colegio Manuela Cañizares, junto con su hermana en donde las dos cantaban, luego, hasta el año de 1930 formaron un excelente dúo pero se separaron porque a Inés no le gustaba la farándula. En 1938 fue la primera presentación de Carlota en la radio el prado de Riobamba. Así empezó su carrera artística, de triunfos y éxitos.

En el año de 1946 una banda de 35 músicos, concursaron varias veces en la ciudad de Quito, el músico mayor fue Antonio Morales, en 1949 se formó la orquesta Trovadores del Alma, con Carlos Morales, ARNULFO Mora, Jimy Mora, Celiano Mora, fue la primera orquesta que fue llevada a la ciudad por el Alcalde de esa época Dr. José Chiriboga Villagomez, se distinguían por la interpretación de la música nacional. Balbín Silva fue un músico punteador de la guitarra. Hace algunos años se organizaron dúos como el de los Hermanos

11 Mullo S. Mario. Historia de Calacalí. Municipio del Distrito Metropolitano de Quito. 2008.

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Carlos y Eduardo Delgado, Homero y Wilson Silva, Consuelo y Dorinda Morales.

3.2 VESTUARIOS12

VESTUARIO LOCAL:

MUJER:Faldón ancho de diversos colores, blusa espejo, saco de lana.HOMBRE:Pantalón blanco, camisa blanca y sombrero de paño.REPRODUCCIÓN DE VESTUARIO:En la actualidad no existe una reproducción del vestuario, únicamente las personas de mayor edad lo mantienen.

3.3 ARTE POPULAR“Otra manifestación de la cultura del pueblo fue la presentación de dramas, comedias, sainetes, en los cuales se expresaban las habilidades artísticas de las personas y de manera especial se daban mensajes sociales. Los dramas se les presentaban también en las parroquias vecinas de Pomasqui, San Antonio y Cotocollao”13.

ARTESANOS14

Eliécer Calahorrano: Trabaja con artesanías en madera, paja, caña guadúa, barro, arcilla y animales disecados.

12Quijia L. Ayme. Memoria de los gestores culturales: creadores, reproductores y realizadores de productos culturales con identidad local de las 33 parroquias rurales, 2 comunas y 2 movimientos urbanos de Quito. D.M.Q. 2007. 13 Gobierno de la Provincia de Pichincha. Parroquia Calacalí. Plan de desarrollo participativo 2002-2012. Quito. Ecuador. 2004.14 Quijia L. Ayme. Memoria de los gestores culturales: creadores, reproductores y realizadores de productos culturales con identidad local de las 33 parroquias rurales, 2 comunas y 2 movimientos urbanos de Quito. D.M.Q. 2007.

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ARTESANAL:

4. ESTRATEGIA DE VIDAPROYECTOS PRODUCTIVOS15:

INDUSTRIAL:

15 Ibídem.

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4.1 PRODUCCIÓN Y ECONOMÍAEs una zona fundamentalmente agrícola  y ganadera. Actualmente el Ecoturismo surge como una importante fuente de ingresos y trabajo; al igual que poco a poco se va consolidando en una zona industrial que promete dar plazas de empleo a los moradores de este lugar. La junta parroquial ha iniciado un esfuerzo encaminado a la recuperación de técnicas ancestrales relacionadas con la taracea en piedra, la forja del acero blanco, la talla de maderas finas como el nogal, teca, roble, guayacán y el bordado de chonta.

TURISMO COMUNITARIO16:

4.2 GASTRONOMÍA

Zambo de dulce con tostado, el hornado, el cuy, la chicha, tortillas con caucara, morocho de leche y dentro de las bebidas esta el tradicional e infaltable revólver y cuyo ingrediente principal  es el licor de “puntas”.

4.3 MEDICINA TRADICIONAL17

El cedrón: Es una planta que sirve para hacer agua aromática, se lo utiliza par el dolor de cabeza. La manzanilla es una hierba medicinal, que se la utiliza para el dolor de cabeza.

La manzanilla: Es una hierba medicinal que se lo utiliza como calmante para el dolor de estómago, es también antiinflamatorio.

El toronjil: Es bueno para los nervios, con hojas de valeriana es una buena medicina.

El perejil: Es bueno para los nervios y el estrés. La hierba luisa: Utilizada con panela y aguardiente para la gripe. La albaca: Para el dolor de estómago. Las hojas de guayaba: Utilizada para el dolor de cabeza y la

insolación. El asa: Utilizada para el empacho. La hierba ashcu micuna o comida de perro: Utilizada para la acidez

estomacal. El taraxaco: Es una hierba medicinal usada para el buen

funcionamiento del hígado. El llantén: Utilizada para refrescar a los riñones.

16 Quijia L. Ayme. Memoria de los gestores culturales: creadores, reproductores y realizadores de productos culturales con identidad local de las 33 parroquias rurales, 2 comunas y 2 movimientos urbanos de Quito. D.M.Q. 2007.

17Gobierno de la Provincia de Pichincha. Parroquia Calacalí. Plan de desarrollo participativo 2002-2012. Quito. Ecuador.

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La borraja: Utilizada con una pepa de ajo sirve para curar la pulmonía.

La ruda: Es utilizada para el dolor de cabeza, también para rituales shamánicos.

El marco: Muy conocido en la zona, se lo ocupa como escoba y sirve para ahuyentar a las pulgas.

La hoja de Nogal: Es utilizada para las reumas, se la cosecha y se aplica en los lugares enfermeros. También sirve para el dolor de cabeza, los golpes, la cáscara se utiliza para hacer tintes, para dar color la madera en los trabajos de carpintera.

El tipo: Utilizada para hacer agua aromática y tomarlos para los resfríos del estómago y de los pulmones. Sirve también como preservante para conservar la carne.

Agentes de medicina tradicional Manuel Pulupa: (60 años). Curaciones con hierbas. María Vaca: (83 años) Partera y comadrona. Sra. Ercilla: Curaciones parea evitar espantos y mal de ojo.

4.4 ORGANIZACIÓN SOCIAL• La Junta parroquial Agrupación juvenil CSP

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