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Palabras pronunciadas por el Ministro

del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social,

Roberto Hernández Wohnsiedler,durante la reunión de trabajo con los Viceministros,

Directores Generales y de Línea, Coordinadores,

Inspectores y Jefes de Agencias de Empleo.

Caracas, 2 de agosto de 2008


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Conciencia Social, Organización y Unidad de los Trabajadores como Premisas en la Construcción del Futuro

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Palabras pronunciadas por el Ministro del Poder Popularpara el Trabajo y la Seguridad Social, Roberto Hernández

Wohnsiedler, durante la reunión de trabajocon Viceministros, Directores Generales y de Líneadel Despacho e Institutos adscritos, Coordinadores

e Inspectores de Trabajo, y Jefes de Agencias de Empleo.

Camaradas: La misión que tenemos encomendada esde gran envergadura. Nosotros estamos haciendo en

Venezuela, una revolución, la Revolución Bolivariana, yla característica esencial de una revolución es su caráctersocial. Una revolución verdadera, una revolución que seproponga realmente transformar y desarrollar el país, esuna revolución que tiene como objeto hacer que las clasesexplotadas, que las clases hasta ahora excluidas, participende manera activa en la toma de decisiones.

El Presidente Chávez ha dicho desde hace muchos añosque para acabar con la pobreza hay que dar poder a lospobres. Esta es una verdad científica. Jamás podremosacabar con la injusticia social si no damos la posibilidadde que sean, precisamente, las clases, víctimas de esainjusticia, quienes tomen en sus manos las decisionesfundamentales del Estado.

Esto que se puede decir con poquísimas palabras, es, sinembargo, la tragedia que ha vivido la humanidad desdehace milenios, y ha sido la tragedia de la inmensa mayoríade la población, sometida al dominio, a los intereses, y a la

explotación por parte de algunos pocos.


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Eso ha generado toda una ideología que, les repito, seviene forjando desde hace milenios. Por supuesto, hay

que luchar contra una mentalidad que no solamentees elaborada y asumida por la minoría dominante, sinoque es una mentalidad que también penetra a la clasedominada.

No pudiera haber ese dominio si no hay cierto gradode consenso por parte de los propios dominados. Eso

quiere decir, entonces, que la transformación ideológicatambién tenemos que hacerla dentro de nosotrosmismos.

Yo señalo en primer lugar este hecho, porque dentro de lospropios trabajadores venezolanos y dentro de los propiosrevolucionarios continúa operando la ideología que, hastaahora, ha servido de justificación a la explotación, a lainjusticia, a la violación de los derechos humanos. En pocaspalabras, la que ha servido de justificación a los gobiernosque no han tenido otro objetivo que actuar en función delos intereses de la minoría.

Pero hay otro aspecto que comienza desde el momentomismo en que alguien o un grupo social se apropia dela riqueza creada por todos, y esa minoría pretendeque tiene derecho, pretende que es para su beneficio.En la época moderna, esa lucha de clases se expresa,fundamentalmente, entre las dos clases: la burguesía y elproletariado, y las clases o capas intermedias que solemos

llamarlas capas medias.


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¿Y qué es lo que ha ocurrido en la historia de Venezuela?Nosotros debemos estar conscientes que tenemos más de

quinientos años como país dominado. Desde el momentomismo de la conquista y la colonización, Venezuela setransformó en territorio colonizado, en territorio dominadopor los intereses de las potencias extranjeras.

Nosotros tuvimos en breve período de liberación durantela Guerra de Independencia. Guerra de Independencia

que fue la epopeya por la libertad más grandiosa de lahistoria universal. No siempre hemos sabido valorar lagrandeza de esa lucha … la grandeza de esa guerra …nosotros fuimos, especialmente, el fuego venezolanoque fue sembrando libertad continente abajo hasta elPotosí. Nadie en la historia ha llevado a cabo semejantehazaña. Ha habido grandes conquistadores: Alejandro,Aníbal, César, Napoleón Bonaparte, pero eran eso,conquistadores. Nosotros fuimos a sembrar libertad,pero ocurrió que asesinado el Mariscal Sucre, muerto elLibertador, y destruido el Ejército Libertador, todo se vinoabajo, toda esa obra quedó trunca. Esa República quesoñaba el Libertador, inmensamente grande, más que porsu extensión y sus riquezas, por su gloria y su amor a lalibertad, eso quedó, sencillamente, hundido.

Y no era un proyecto cualquiera, el proyecto del Libertador,el proyecto de integración de toda América para enfrentar alas potencias de la época, para enfrentar a la Santa Alianza,para enfrentar al incipiente imperialismo norteamericano

porque “los Estados Unidos parecen destinados por la


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providencia a plagar a América de miserias en nombre dela libertad…”.

Y el Libertador, al comienzo de su carrera política en1813, lanzó la teoría del equilibrio del Universo, teoríaque consistía en que los pueblos dominados del mundose unieran para equilibrar el poderío de Europa ¿Qué eraentonces Europa? Lo más avanzado del capitalismo. YEuropa dominaba, con los españoles, en América, con los

italianos, franceses, alemanes a toda África, y todos esospaíses, además, ejerciendo dominio sobre Asia.

El mundo estaba en manos de esas potencias, el mundoestaba en manos de Europa, y El Libertador lanzó latesis del equilibrio del Universo. Les digo, además,que Bolívar se adelantó cien años a la teoría de Lenínsobre la unidad orgánica de los pueblos dependientesy coloniales con el proletariado de las metrópolis paraenfrentar el imperialismo; es decir, para enfrentar al propioimperialismo de esos países dominantes.

Pues bien, esos proyectos grandiosos, a partir de 1830,quedaron definitivamente arrinconados. Y el sentido de laRevolución Bolivariana que estamos emprendiendo hoy,es retomar las viejas banderas. Es retomar el proyecto deEl Libertador.

Esa es la extraordinaria misión que tenemos en esta hora dela historia y tenemos que hacerlo porque, sino lo hacemos

en esta época, no lo haremos jamás. Debo decirles que el


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papel que está jugando Venezuela en el escenario mundiales de una trascendencia inmensa.

Tenemos nuevamente, en nuestras manos, no solamentela salvación de nuestros países, sino la salvación de lahumanidad. El capitalismo, y la fase superior del capitalismoque es el imperialismo, está condenando la vida humanaen el planeta, y no solamente la vida humana, toda la vida,la animal y vegetal, la existencia misma del planeta. Esto

no es una hipérbole, no es una frase discursiva, es unarealidad científicamente comprobada y comprobada porcientíficos de diversas disciplinas e inclusive de diversasconvicciones filosóficas. De manera que ya hoy día noes algo que digamos solamente los marxistas, sino quelo dicen, como les dije antes, científicos de diversasconcepciones. Y no crean ustedes que esa amenaza espara cumplirse dentro de unos siglos, no, los cálculos esque de continuar esta forma de explotación, en menos decien años ya no existirá el hombre sobre la Tierra.

Por eso les digo, la misión que tenemos los revolucionarios,especialmente los revolucionarios bolivarianos, es de unatrascendencia gigantesca. Y así lo percibe el mundo. No esque nosotros lo digamos, es que así lo perciben los pueblosde Latinoamérica y El Caribe, así lo perciben los pueblosafricanos, los pueblos asiáticos, los pueblos europeos, y,en buena parte, también el pueblo norteamericano.

Entonces, en síntesis, tenemos una inmensa responsabilidad

y para nosotros llevar a cabo esa misión, para cumplir con


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la responsabilidad que tenemos ante el mundo, tenemos,precisamente, que cumplir la misión de la transformación

social. La transformación social para nosotros es hacerque el protagonismo fundamental esté en manos de lostrabajadores. La burguesía en nuestro país ha demostradoque ha sido incapaz de generar un proyecto de desarrolloindependiente.

En caso doscientos años, después de la muerte de

El Libertador, la burguesía en absoluto ha podidodesarrollar un programa político que unifique a todoel pueblo venezolano, un proyecto político que fueracapaz de enfrentarse a esas grandes potencias, como nosenfrentamos al dominio del imperio español.

Les repito, a partir de 1830 todo eso se vino al suelo. Demanera que cuando les estoy diciendo que es la clasetrabajadora la que está llamada a encabezar el proyectode desarrollo independiente, a encabezar el proyecto deliberación social, es porque nuestra propia experiencia ynuestra propia historia así nos lo enseña.

Eso quiere decir también que para cumplir con esa misión,los trabajadores tienen que dar el ejemplo, tienen quedemostrar que están en capacidad de llevar a nuestropueblo, a nuestro país, a las metas de desarrollo. Que escapaz de llevar al país a poder vencer la resistencia de lasgrandes potencias y, en primer lugar, del imperialismonorteamericano.


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Por eso, la clase obrera, que es la que tiene en sus manos laestructura económica del país, y la que en primer genera

la riqueza social, tiene que comenzar por organizarse. Yesa organización es absolutamente imposible, mientrasla clase obrera y los trabajadores permanecen divididos,permanezcan atomizados.

Está también la experiencia de nuestra historia. La claseobrera venezolana libró las primeras y grandes batallas

contra el imperialismo, y esa la libró con unidad en 1936. Lahuelga petrolera fue la primera gran confrontación masivadel pueblo venezolano en el siglo XX contra los imperios,y esa huelga tuvo una trascendencia extraordinaria entodo el pueblo venezolano; por esos días se vieron gestoshermosísimos de solidaridad con los obreros en huelga,como el gesto de las mujeres caraqueñas de tomar loshijos de los huelguistas para que éstos se mantuvieranfirmes frente al imperio.

Y en la huelga petrolera de 1950, también la clase obreraunida, bajo una dictadura militar, se enfrentó nuevamentea los imperios. Fueron largos días de represión y losobreros soportaron esos largos días. Sus dirigentes fuerona las cárceles, fueron allanadas las viviendas de los obreros,fueron perseguidos de manera inmisericorde, condenadosa la clandestinidad muchos de ellos y, sin embargo,los obreros dieron demostración de firmeza. Ese fue elantecedente social y político más importante para infringirla derrota a la dictadura en las elecciones de 1952 y para

producir el movimiento insurreccional del 23 de enero de


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1958, que el dictador no soportó ni 48 horas, de la mismamanera que tampoco soportó Carmona Estanga 48 horas

la reacción de las masas populares en abril de 2002.

Quiero destacar el papel de las masas populares, el papelde los trabajadores, el papel de la clase obrera en losmomentos decisivos de nuestra historia. De eso, tenemosque tener conciencia, y tenemos que tener concienciaporque entre los propios revolucionarios y de los propios

trabajadores existe la idea de que los trabajadores nopueden asumir la dirección del país porque no tienencapacidad. De lo único que yo estoy absolutamenteseguro, es que la burguesía en doscientos años no ha sidocapaz de dirigir el país.

Y de lo único que también estoy seguro es que en casidoscientos años, la burguesía no fue capaz de tener ungobierno que pudiera enfrentarse con dignidad a losimperios que nos oprimían. De manera que somos lostrabajadores los que históricamente estamos llamados aliberar a Venezuela, para que Venezuela sea un país dignoy no siga siendo un vulgar juguete de los imperios.

Se trata de una misión gigantesca: la liberación nacional,pero también la liberación social, es decir, la emancipaciónde las clases oprimidas. Eso es tarea de los propiostrabajadores, es tarea de los propios hombres que hasoportado más directamente la injusticia social y que, enesta hora, tenemos la extraordinaria oportunidad de volver

a galopar por la historia, a no seguir siendo un rebaño de


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esclavos, sino un rebaño de hombres libres, una multitudde hombres libres.

No son pocas las dificultades que tenemos que enfrentar,la primera obligación es vencer las tesis que tratan denegar el papel de las clases trabajadoras e incluso denegar la posibilidad de que nuestro pueblo y nuestro paíssean libres e independientes. Cuando digo esto, es porquehay libros escritos sobre ello. Este señor Teodoro Petkoff

tiene un libro donde habla de la manera más directa, quenosotros llegamos tarde al banquete de los poderosos yque tenemos que conformarnos con las migajas. Esto no loestamos inventando, está escrito en libros y, además, conuna aparente seriedad de una persona que es economistay que pretende hacer un análisis científico para demostraresa verdad.

Entre nosotros todavía hay muchos criterios que esnecesario enfrentar con argumentos. Son discusionesque valen la pena librar, pero librar las discusiones conseriedad, con deseos de obtener la verdad, y no con deseosde aplicar epítetos despreciativos.

Hace apenas una semana o algo más, salió una personade nuestro propio gobierno diciendo que en Venezuelano había clase obrera ni había burguesía, que nosotroséramos un país rentista que vivía de la renta petrolera y quelo que habían eran segmentos sociales que se disputabanel reparto de esa renta.


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Les repito, no vamos a utilizar frases demagógicas contraese punto de vista, pero tenemos que rebatirlo y rebatirlo

con argumentos serios. Es verdad, buena parte, o la partefundamental de nuestra actividad, es la renta petrolera,pero eso no es totalmente renta. Cuando se habla derenta, se habla de la renta del suelo de la Edad Media y erauna etapa que, por el sólo hecho de ser propietario de latierra, ya por eso se cobraba un alto porcentaje. Era lo quemantenía la aristocracia, la nobleza feudal, pero aquí no

basta con ser propietario de la tierra, hay que abrir el pozopara extraer el petróleo, transportarlo y refinarlo. Todoeso, son cosas que no forman parte de la renta.

Pero, además, la participación de la renta petrolera en elProducto Interno Bruto es de 15%, eso es demostrablecientíficamente y está publicado. Todo el resto, el 85% delPIB, es producido por el esfuerzo de los trabajadores. Yohago alusión a esta tesis porque primero tenemos quesalirle al paso a esas tesis. Es absolutamente necesarioque despejemos todas las dudas acerca del papel de laclase obrera en el proceso revolucionario que estamosviviendo.

En la medida en que decimos que el carácter social eslo que define a una revolución, en esa misma medida,podemos entender el papel que nosotros como Ministeriodel Trabajo tenemos en esta hora. Tiene que ser unaparticipación activa, tiene que ser una participación detodos los funcionarios del Ministerio, una participación

que va a contribuir decisivamente a la construcción


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de la nueva Venezuela.

Tenemos que abandonar para siempre ese papel que sele asignaba en la IV República al Ministerio del Trabajo,una especie de saludo a la bandera. Las inspectorías, porejemplo, no eran sino simples organismos para fingir quese estaban protegiendo a los obreros.

Miren, yo he dicho muchas veces desde que estoy en el

Ministerio, he recordado que cuando estudiaba primer añode Derecho, en una materia que se llamaba Introducción alDerecho, el profesor del aula en la Universidad Central erael filósofo español Domingo Casanova, y él nos decía quela justicia laboral era la misma dama con los ojos vendadosy una balanza en la mano, pero que con la justicia laboralesa misma dama se corría la venda para beneficiar a lostrabajadores y a los obreros.

Y en realidad, ese es el Derecho Laboral, un Derecho queha surgido producto de las grandes luchas de la claseobrera a escala mundial, incluyendo a Venezuela. Aquí laLey del Trabajo, la primera Ley del Trabajo del año 36, fueproducto de las grandes luchas de los trabajadores y elgobierno de la época, temeroso de que allí se le generaráuna fuerza poderosa y grandes conflictos de envergadura,se vio obligado a promulgarlo.

Con esto quiero decirles que la Ley del Trabajo, el derechoal trabajo y la justicia laboral, es una manera de hacerles

justicia a los trabajadores. Ahora tenemos el reto increíble


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de elaborar una nueva Ley del Trabajo y tiene que seruna ley que esté adecuada al momento que estamos

viviendo en Venezuela, al momento de una revoluciónde liberación nacional en transición al socialismo. Esa leyque vamos a elaborar entre todos, porque no se va hacerentre las cuatro paredes del Capitolio, ya que a partir del15 de agosto la Asamblea Nacional en conjunción con elMinisterio del Trabajo, lanzará una basta campaña paraque en la discusión participe todo el pueblo venezolano

especialmente los obreros.

No vamos llevar a discusión ni siquiera un proyectopreelaborado, vamos a llevar los grandes lineamientos paraque esa ley vaya surgiendo del seno mismo, del escenariode discusión, del seno mismo del parlamentarismo decalle, de las asambleas de trabajadores, de foros, deconferencias.

Los funcionarios del Ministerio del Trabajo tenemos unainmensa tarea, no solamente con la Ley del Trabajo, sino conla Ley Orgánica de Seguridad Social que también tenemosque llevar a la discusión pública. Y la discusión de estasdos leyes debe contribuir poderosamente a la unidad delos trabajadores. Los funcionarios del Ministerio tenemos,precisamente, que contribuir en la discusión, ya que esla manera de decirles a los trabajadores que podemosconseguir mejores leyes en la medida en que esténunidos. Les digo una cosa: la fuerza de los trabajadores esla organización y jamás podrán organizarse si al mismo

tiempo no se unen.


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Casi cincuenta años de división del movimiento sindicalvenezolano han llevado a que apenas el 12% de los

trabajadores estén sindicalizados. Es perfectamenteexplicable que en esas condiciones los trabajadores yla clase obrera puedan jugar algún papel en el procesorevolucionario, quiero decir, algún papel de significación.Estoy seguro, por ejemplo, que el 90% de los trabajadoresno pueden estar en contra de la tesis de desarrollar alpaís, de liberar a las clases oprimidas, pero no podrán

jugar ningún papel significativo mientras permanezcandivididos.

Debo informarles que este es el objetivo central dela política y la actividad del Ministerio: contribuir a launidad de la clase obrera. Por supuesto, esa unidad nola vamos hacer nosotros, esa unidad la va hacer la claseobrera. Nuestra misión es contribuir de muchas maneras aque la clase obrera logre organismos unitarios.

De una cosa también estoy seguro: si la clase obreraorganizada y unida no participa activamente, si no tomael protagonismo en esta revolución, esta revolución estácondenada al fracaso no solamente por la posibilidadde que el imperialismo y sus asociados internos puedaninfringir y nos derroten, sino porque, además, nosotrosmismos desnaturalicemos la revolución. Como lesdije antes, dentro de nosotros todavía hay muchasreservas ideológicas, que es necesario vencer. Nosotrosconseguimos a cada rato gente que no les gusta los

sindicatos, funcionarios del Estado, del Ministerio o de


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empresas del Estado y, esas, son las cosas que tenemosque enfrentar con organización.

Además no podemos tener clara conciencia de clasesi estamos divididos, así no podremos nunca tenerconciencia de clase.

En ese sentido, lo que estamos aquí discutiendo ydiseñando es precisamente la contribución que todos

podemos dar para elaborar mejor nuestro planes, paraconseguir las mejores formas de nuestra actuación.En otras palabras, para que tengamos conciencia delpapel que tenemos en esta hora, y seamos todos y cadauno de nosotros, contralores sociales de nuestra propiaactuación.

Cada uno debe de alguna manera transformarse envigilante de la actuación de los Inspectores, de losProcuradores, de los funcionarios del Inpsasel y delIncret. Tenemos que hacer grandes esfuerzos para queorganismos, como Inpsasel, cumplan a cabalidad su papel,su obligación. Estamos concientes de que son insuficienteslos recursos actuales del Inpsasel, pero tenemos queestablecer las prioridades de nuestros gastos, sobre todopara ir elaborando el presupuesto del año que vieneporque ahora estamos obligados a regirnos por el quetenemos; lo más que podríamos lograr sería, a través decréditos adicionales, algunos auxilios.

Luego tenemos que el Incret tiene funciones, a mi juicio,


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de una gran trascendencia y a los que debemos imprimirle,precisamente, esa trascendencia. No solamente son los

planes de turismo, de descanso para los trabajadoresque son necesarios estimularlos al máximo, sino quetenemos que planificar el turismo para los trabajadores.He conversado con la Ministra del Turismo para quecomencemos a implementar planes, no solamente aquíen Venezuela. Viajo a Cuba, la próxima semana y, entreotras cosas, quiero precisar planes con los cubanos para el

turismo de trabajadores.

De manera que también tiene el Incret funciones quehasta ahora no se han llevado a cabo que es la labor decultura. ¡Ah! Les confieso que esto es para mí, lo másimportante a impulsar: el teatro, el cine, el canto, ladanza, la poesía. Ustedes saben la cantidad de películasde los obreros para los obreros, a escala mundial, y quepermanecen en depósitos del Ministerio de Cultura, comome lo decía el propio ex ministro Farruco Sesto. Ustedessaben la cantidad de obras de teatro grandiosas, de famamundial que aquí no las montamos para los trabajadores.Tienen ustedes conocimiento de las magníficas poesíasque se han escrito para el proletariado, para “su excelenciael proletariado” como decía el poeta Maiakovski.

Si de algo estamos convencidos es que la conciencia declase no se adquiere exclusivamente de manera racional,también las emociones tienen que jugar un papel, laemoción estética.


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Un hombre que sabe algo de revolución como FidelCastro decía en una oportunidad que “la revolución es

una vocación estética” y es una vocación estética porqueel sentido de la belleza, el sentido de la verdad, el sentidode la justicia, solamente lo pueden transmitir al corazónhumano, precisamente, a través del teatro, la novela, lapoesía, el canto, etc. La sola elaboración racional no essuficiente; por eso decía Fidel Castro que la revoluciónes una vocación estética y eso es, para mí, lo que es

absolutamente indispensable impulsar aquí, desde elMinisterio del Trabajo.

Esta revolución ha hecho una gigantesca obra cultural,a través del Ministerio de Cultura. Hay cosas que sonincreíbles, como la imprenta del Ministerio de Cultura queestá editando diariamente 30 mil ejemplares de libros queson repartidos gratuitamente o a preciosa irrisorios.

Nosotros hemos visto, lo percibimos, todo cuanto se halogrado en materia de música, la Misión Música que llamael Presidente Chávez, el viejo Abreu, el teatro, etc., pero esnecesario que todo el material que existe y no solamenteque existe sino el que hay que crear en el futuro entre losobreros, tenga la divulgación necesaria. Que los obrerossientan que ellos son personajes decisivos en el progresode la humanidad.

Para eso son las obras de arte, para eso el cine, de maneraque esto es una tarea de primer orden que vamos a

impulsar. Tenemos dificultades de recursos, pero también


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buscaremos que con la voluntad y con la concienciapodamos comenzar a salir adelante en ese aspecto.

Bueno, camaradas, con esto lo que quiero transmitirleses que debemos estar claros en el papel que noscorresponde a nosotros jugar en este proceso bolivariano.Yo no exageraría, no exageraría si digo que la revoluciónes esencialmente social, es decir, si no es social no esrevolucionaria.

Les quiero decir que desde el punto de vista social nosotrostenemos la tarea más importante del proceso bolivariano,y eso quiere decir al mismo tiempo que si nosotros noestamos a la altura de ese papel seremos responsables deque el pueblo venezolano no pueda liberarse ni que lasclases oprimidas puedan emanciparse

Muchas gracias, camaradas.

Roberto Hernández Wohnsiedler,Ministro del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social

Caracas, 2 de agosto de 2008


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