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AULAS SIN VIOLENCIAMEDIACIÓN ESCOLAR SIN MEDIADORES
Foco en educación-www.udesa.edu.ar/educación
Aulas sin violencia. Mediación escolar sin mediadores.
Unidad 3. Modelos Alternativos de Resolución de Conflictos: Mediación
CARACTERISITICAS DEL MEDIADOR ESCOLAR
Aulas sin violencia. Mediación escolar sin mediadores.
Necesita lograr:
comunicarse con claridad reducir la tensión emocional y no involucrarse afectivamente no prejuzgar, no enjuiciar ni interpretar psicológicamente
(trabajar con las relaciones interpersonales y no con las realidades psíquicas) apertura para aceptar las diferencias culturales ser lector y estudioso de aquello que pretende llevar a la práctica, incluyen
do las características de las variables incorporadas a cada situación específica
mantenerse neutral, imparcial
Los padres esperan que los maestros de sus hijos posean la mayoría de las características aquí descriptas, lo cual es prácticamente imposible. Nadie puede reunir tantas cualidades, pero las mencionamos como el ideal y porque algunas se pueden aprender y/o desarrollar.
Comunicarse con claridad
Un elemento importantísimo de la comunicación es el lenguaje, aunque no es el
único. Comunicarse además, entre otras cosas, es mirar, escuchar y preguntar.
El mediador se comunica con claridad para asegurarse que lo comprendan. De
esta manera también averigua si él comprendió a los participantes. Para ello, necesita conocer ciertas estrategias y técnicas que le facilitarán, por ejemplo, la utilización de un código lingüístico común a los participantes.
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Reducir la tensión emocional y no involucrarse afectivamente
Las personas en conflicto se ponen tensas, y manifiestan diversas conductas como resultado de diferente tipo de emociones. El mediador trata de reducir la tensión emocional por medio de las herramientas que le aporta la mediación escolar
Estas herramientas lo ayudan también a él, a no involucrarse afectivamente como parte integrante del conflicto
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No prejuzgar, ni enjuiciar ni interpretar.
El mediador no es juez ni psicólogo. No es competencia del mediador hacer juicios de valor acerca de las conclusiones a las que llegan las personas que disputan, excepto si se violaran las reglas de la comunicación verbal. Por ejemplo: un alumno decide pagar su error recibiendo una bofetada.
El mediador no debe prejuzgar, ni suponer que alguno de los que disputan tiene razón. El relato de las circunstancias de un conflicto evidencia enojos, celos, competencias, antiguas dudas, emociones escondidas, intereses encubiertos, etc.
El mediador trabaja sólo con las relaciones interpersonales y no con las realidades psíquicas. No hace interpretaciones psicológicas de las conductas y mucho menos comunicarles sus conclusiones a los alumnos en conflicto como, por ejemplo: "Usted está haciendo una proyección".
De igual manera, es posible que una docente vincule el comportamiento de un alumno con el de su hijo, que la tiene cansada con sus reiteradas transgresiones y, como consecuencia, le responda al alumno con un grito, tal como le respondería a su hijo.
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Apertura para aceptar las diferencias culturales.
Es necesario asumir que todos tenemos prejuicios. Lo importante para el mediador es reconocerlos y luchar para desalojarlos. La cultura y el contexto social de los involucrados deben rescatarse sin juicios de valor, para poder compartir todos los mismos códigos.
El mediador debe tener en cuenta dichas variables.
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Ejemplos:
En un jardín de infantes una niña, de un día para otro, empezó a tener problemas de conducta (le pegaba a los otros niños, los mordía, se orinaba). Entonces se decidió citar a los padres.Cotidianamente se veía a los papás cuando llevaban o recogían a la niña y participar de las fiestas de la escuela. La primera entrevista no arrojó luz sobre las causas de los cambios. Pasados varios días, se cita nuevamente a los padres. Esta vez, se presenta sólo la mamá que se muestra bien dispuesta a colaborar. También comenta situaciones que pudieran haber influenciado la conducta de la niña. La docente lleva sus preguntas por escrito y anota lo esencial de las respuestas.La conversación se va haciendo más fluida hasta que la mamá, en cierto momento, dice: " Hace quince días (la niña) me preguntó cuándo iba a venir su papá a vivir con nosotras y yo le contesté que nunca, porque su papá tiene una esposa y tres hijos. Su esposa sabe de nosotras y no se va a cambiar la situación. ¿Mi respuesta habrá generado lo que le pasa a mi hijita?". Algunas parejas disimulan ante sus hijos el tipo de vida que lleva alguno de sus integrantes. Es posible que al leer este ejemplo Ud. haya pensado, con indignación, que la mujer debería abandonar al hombre que no se separa de la otra o que los hombres con dos familias no merecen respeto. También es posible que la docente al escuchar ese relato no soporte la situación y diga: "¡Es una locura lo que me está diciendo!"¿Qué debe hacer el mediador en este caso? En principio, respirar hondo y tratar de desprenderse de sus concepciones acerca de "la familia normal". Cada uno de nosotros tiene una idea de "familia normal" diferente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud reconoce como normales a más de cien tipos de familias.
Reflexionar sobre este punto quizás calme nuestra indignación y nos ayude a encontrar la serenidad necesaria para realizar nuestra tarea de mediadores.
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Saber escuchar
El mediador necesita, especialmente, saber escuchar.
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Los signos que forman el carácter chino que representa la palabra escuchar son cuatro: el oído, los ojos, la atención y el corazón. Para la cultura china escuchar no es solamente poner en funcionamiento el aparato auditivo. Es percibir lo que el otro dice, ver cómo lo dice, atender las razones de lo que dice y comprender con qué intenciones lo dice. Escuchar con el oído me permitirá captar todas las palabras que me dicen.Escuchar con los ojos me permitirá descifrar el lenguaje corporal. Lo que me dice la expresión de la mirada, el rostro, el movimiento de las manos, las posiciones cambiantes del cuerpo.Escuchar con atención me permitirá comprender el problema.Escuchar con el corazón me permitirá comprender a quien me trae el problema y es parte de él.
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Imparcial.
El mediador es el "tercero imparcial" porque, si bien participa en las conversaciones, debe permanecer al margen del conflicto. Se comporta como un elemento neutro en relación con la disputa. Él no echa "leña al fuego" (agrandar el hecho, indignarse) ni
"apaga el incendio" (tomar decisiones, reprimir, minimizar, sancionar). Tampoco se pone de parte de uno o de otro (parcialidad). Interviene sólo para facilitar los recursos e instrumentos con que las partes, mediante el diálogo, pueden llegar a acuerdos por consenso.
Ahora bien, para ser mediador, ¿podemos dejar de ser lo que somos, dejar de lado nuestro carácter y nuestra formación?
Veamos uno ejemplo…..
Aulas sin violencia. Mediación escolar sin mediadores.
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Ejemplo:
Rubén es mediador. Hasta su adolescencia tuvo como vecinos a una numerosa familia proveniente de Bolivia. Durante esos años sus padres no le permitían jugar con aquellos niños. Argumentaban que “esos bolivianos” eran personas molestas, que eran sucios y desordenados, que les quitaban el trabajo a los de nuestro país, que robaban, etc. Rubén creció sin tener prácticamente contacto con sus vecinos bolivianos; los miraba pasar y los saludaba, pero nunca entró a esa casa ni mantuvo un diálogo con ellos. Ahora tiene que mediar entre dos alumnos, uno de los cuales es boliviano.
¿Podemos despojarnos totalmente de prejuicios, calificaciones, discriminaciones, juicios de valor, según nuestras creencias, moral, nivel intelectual y social, entre otros factores que modifican la óptica con que apreciamos los hechos?Permanecer "absolutamente neutral" frente a situaciones conflictivas es una expresión de deseos, una aspiración, más que una realidad.
Imparcial.
Aulas sin violencia. Mediación escolar sin mediadores.
Permanecer "absolutamente neutral" frente a situaciones conflictivas es una expresión de deseos, una aspiración, más que una realidad.
¿Cómo lograr, entonces, acercarnos a ese ideal? Por medio de un aprendizaje. Si bien es cierto que no dejamos de ser quiénes somos, podemos conocer mejor las particularidades de nuestra personalidad. Podemos aprender a controlar y encauzar nuestras emociones, opiniones y expresiones corporales, para que no incidan en nuestra tarea de mediadores.
El mediador permanece neutral en tal o cual conflicto en la medida en que es imparcial, porque no se pone de parte de ninguno de los participantes. Es necesario subrayar que esa actitud permite a los protagonistas mantener el control del diálogo hasta la finalización del proceso. De esta manera, el mediador deja en libertad a los protagonistas para que actúen sin la influencia de sus opiniones.
Imparcial.
Lenguaje
El lenguaje no es neutral. El lenguaje es el medio, el vehículo que "transporta" un mensaje, pero también sabemos que es parte de él.
Una frase puede parecer de contenido neutro porque no hay en ella juicio de valor: "Alcánzame ese vaso de agua", por ejemplo. Sin embargo, la persona que la pronuncia puede estar expresando, según la circunstancia, el tono, acento, carga emocional, etc.: "Apúrate, que se me seca la acuarela", o "No me dejes morir de sed en este desierto", o una cantidad de significados más.
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Una mañana de sol le decimos a un amigo, con una sonrisa: "¡Lindo día!". A la mañana siguiente llueve a cántaros, nos encontramos con el mismo amigo y le decimos, ya sin sonrisa y con fastidio: "¡Lindo día!" Es la misma frase, pero dicha con otra carga emocional expresamos lo contrario de lo que quisimos significar el día anterior.
Lenguaje
Cuando nos comunicamos existe un texto, las palabras que decimos, y un sub texto que en realidad es lo que expresamos con esas palabras. ¿Cuántas veces se filtran a través del lenguaje, y sin que seamos conscientes de ello, nuestras emociones, estados de ánimo, nuestra manera de ver los hechos, etc.?
Al escribir también necesitamos cuidar la manera de obtener una comunicación eficaz. A veces el enojo, la impaciencia u otros sentimientos, pueden influir para que le demos al texto escrito connotaciones no deseadas.
Aulas sin violencia. Mediación escolar sin mediadores.
Existe un lenguaje gestual - miradas, ademanes, movimientos del cuerpo - que a veces acompaña o subraya lo que decimos verbalmente, otras veces lo contradice y, en muchas ocasiones, nos permite expresarnos sin usar palabras.
El mediador, para construir una postura neutral, también necesita incluir un lenguaje neutral.
Fin de la presentación
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