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“HISTORIALES CLÍNICOS, 3. MISS LUCY R. (30 AÑOS)”. TOMO II, FREUD. ¿Quién es Miss Lucy? Gobernanta de 30 años, derivada a fines de 1892 a causa de una rinitis alérgica con pérdida de la percepción olfatoria y alucinación olfatoria (pastelitos quemados). Presentaba abatimiento, fatiga, falta de apetito y disminución de su capacidad de rendimiento y desazón. Las sensaciones olfatorias subjetivas son un síntoma histérico permanente en forma de alucinaciones recurrentes. La desazón se corresponde con el afecto del trauma. Es necesario encontrar una vivencia en la cual estos olores ahora devenidos subjetivos, hubieran sido objetivos. Esa vivencia tenía que ser el trauma, y las sensaciones olfatorias se repetirían como símbolo de él en el recuerdo. Se supone que, en la vivencia de eficacia traumática, realmente había intervenido el olor de pastelitos quemados, y será de esta manera que se partirá del síntoma, se tomará el olor a pastelitos quemados como punto de partida del análisis. Ante el fracaso de Freud al intentar hipnotizar a Miss Lucy R., abandona el sonambulismo y hace el análisis en un estado que se distingue, dice, apenas del normal. A partir de aquí abandona el método catártico. Va a partir de la premisa de que los pacientes saben todo aquello que pudiera tener una significatividad atógena, y que sólo era cuestión de constreñirlos a comunicarlo. Utiliza la presión en la frente y la sugestión. Como conclusión de estas experiencias, Freud extrae que todas las experiencias y vivencias de importancia patógena son conservadas fielmente en la memoria aún donde parecen olvidadas. Acerca de las circunstancias de vida de la enferma, en el hogar, cuyos hijos del jefe estaban a su cargo, faltaba la madre, fallecida hacía algunos años de grave enfermedad. LOS DOS TIEMPOS DEL TRAUMA 1) PRIMERA ESCENA NARRADA (SEGUNDA EN EL TIEMPO): Miss Lucy R. recuerda la ocasión en que se había generado la sensación olfatoria de pastelitos quemados. Dice: “fue hace dos meses, dos días antes de mi cumpleaños. Estaba con los niños en el aula (eran dos niñas) jugando a cocinar.” Le llega una carta de su madre, y las niñas se arrojan sobre ella alegando que se la guardarían, puesto que seguramente era una carta para su cumpleaños. Mientras tanto, los pastelitos se habían quemado, y desde entonces ese olor, que se vuelve más fuerte cuando se emociona, la persigue. Cuenta que tenía el propósito de viajar para visitar a su madre, aprovechando que la situación en la casa no era agradable. El ama de llaves, la cocinera y la

CASO LUCY

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estudios sobre la histeria

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HISTORIALES CLNICOS, 3. MISS LUCY R. (30 AOS). TOMO II, FREUD.

Quin es Miss Lucy? Gobernanta de 30 aos, derivada a fines de 1892 a causa de una rinitis alrgica con prdida de la percepcin olfatoria y alucinacin olfatoria (pastelitos quemados). Presentaba abatimiento, fatiga, falta de apetito y disminucin de su capacidad de rendimiento y desazn.Las sensaciones olfatorias subjetivas son un sntoma histrico permanente en forma de alucinaciones recurrentes. La desazn se corresponde con el afecto del trauma. Es necesario encontrar una vivencia en la cual estos olores ahora devenidos subjetivos, hubieran sido objetivos. Esa vivencia tena que ser el trauma, y las sensaciones olfatorias se repetiran como smbolo de l en el recuerdo. Se supone que, en la vivencia de eficacia traumtica, realmente haba intervenido el olor de pastelitos quemados, y ser de esta manera que se partir del sntoma, se tomar el olor a pastelitos quemados como punto de partida del anlisis. Ante el fracaso de Freud al intentar hipnotizar a Miss Lucy R., abandona el sonambulismo y hace el anlisis en un estado que se distingue, dice, apenas del normal. A partir de aqu abandona el mtodo catrtico. Va a partir de la premisa de que los pacientes saben todo aquello que pudiera tener una significatividad atgena, y que slo era cuestin de constreirlos a comunicarlo. Utiliza la presin en la frente y la sugestin. Como conclusin de estas experiencias, Freud extrae que todas las experiencias y vivencias de importancia patgena son conservadas fielmente en la memoria an donde parecen olvidadas. Acerca de las circunstancias de vida de la enferma, en el hogar, cuyos hijos del jefe estaban a su cargo, faltaba la madre, fallecida haca algunos aos de grave enfermedad. LOS DOS TIEMPOS DEL TRAUMA1) PRIMERA ESCENA NARRADA (SEGUNDA EN EL TIEMPO): Miss Lucy R. recuerda la ocasin en que se haba generado la sensacin olfatoria de pastelitos quemados. Dice: fue hace dos meses, dos das antes de mi cumpleaos. Estaba con los nios en el aula (eran dos nias) jugando a cocinar. Le llega una carta de su madre, y las nias se arrojan sobre ella alegando que se la guardaran, puesto que seguramente era una carta para su cumpleaos. Mientras tanto, los pastelitos se haban quemado, y desde entonces ese olor, que se vuelve ms fuerte cuando se emociona, la persigue.Cuenta que tena el propsito de viajar para visitar a su madre, aprovechando que la situacin en la casa no era agradable. El ama de llaves, la cocinera y la institutriz la acusaban de soberbia, y le murmuraban todo de ella al abuelo y al padre de las nias. Cuando Miss Lucy se quej de ello, no encontr en estos hombres el apoyo que esperaba. Por eso anunci su renuncia al seor director, el padre de las nias, que respondi muy amistosamente que deba tomarse dos semanas para reflexionar antes de comunicarle mi decisin definitiva. Estaba en ese periodo de vacilacin. Finalmente permaneci en la casa, ya que haba prometido en su lecho de muerte a la madre de ella, que era, por lo dems, pariente lejana de ella, ocuparse de las nias y no abandonarlas, sustituirles la madre. De haber dado preaviso, Miss Lucy R. habra roto la promesa.

* Si una histeria es de nueva adquisicin, hay una condicin psquica indispensable para ello: que una representacin sea reprimida (desalojada) deliberadamente de la conciencia y, por lo tanto, excluida del procedimiento asociativo. En esta represin deliberada est tambin el fundamento para la conversin de la suma de excitacin, sea ella total o parcial. La suma de excitacin no destinada a entrar en asociacin psquica halla la va falsa hacia una inervacin corporal. En cuanto al fundamento de la represin misma, slo poda ser una sensacin de displacer. La inconciabilidad de la idea por reprimir con la masa de representaciones dominantes en el yo. Ahora bien, la representacin se venga volvindose patgena. Del hecho de que Miss Lucy R. hubiera cado presa de la conversin histrica en aquel momento se des`prende que entre las premisas de ese trauma tena que haber uno que ella deliberadamente quisiera dejar en la oscuridad, que se empea por olvidar.Freud conjetura que el sentimiento hacia esas nias se sostiene en un enamoramiento dirigido al padre, es decir, al jefe de Miss Lucy, aunque ella no lo sepa. En su alma alimenta la esperanza de ocupar el lugar de la madre, y acaso por eso se ha vuelto tan suspicaz hacia el personal de servicio, con el que ha convivido en paz durante tanto tiempo. Freud le comunica a Miss Lucy que ella tiene miedo de que noten algo de su esperanza y se mofen por ello. Miss Lucy afirma que cree que es as, que no dijo nada puesto que le resultaba penoso, porque es el patrn, lo cual implica una convivencia y una dependencia, adems, dice yo soy una muchacha pobre, y l es un hombre rico de buena familia; se me reiran si vislumbraran algo de esto. Cuenta que durante los primeros aos vivi despreocupada en la casa y desempeaba sus deberes sin problemas. Pero cierta vez, el patrn, normalmente reservado hacia ella, le inici una pltica acerca de reclamos de la educacin infantil. Se puso ms suave y simptico que lo habitual, y le dijo cunto esperaba de ella parael cuidado de sus hijas hurfanas, y en eso la miraba de forma particular (la miraba pensando en la muerta). En ese momento ella empieza a amarlo y se entrego a la esperanza que haba sacado de esa charla. Cuando no hubo nada ms y no llego una segunda oportunidad, se resolvi quitarse la idea de la mente.

2) SEGUNDA ESCENA NARRADA (PRIMERA EN EL TIEMPO): Cuando Freud vuelve a preguntarle por el olor a pastelitos quemados, haban desaparecido por completo, pero, en su reemplazo, la torturaba un olor como de humo de cigarrillo, que, segn ella, le parece que ya haba estado ah desde antes, pero cubierto por el olor de los pastelitos, aunque ahora surga en estado puro.Esta vez ella no saba de dnde provena esta sensacin olfatoria subjetiva; no saba en qu oportunidad importante haba sido objetiva. All Freud utiliza la presin de su mano en su frente, y bajo su esforzar le aflor una imagen: era el comedor de su casa, aguardaba con las nias a que los seores vinieran de la fbrica para el almuerzo, all estaban, en torno a la mesa, un husped, el jefe de contadura, un seor mayor. Al momento de despedirse, el jefe de contadura quiere besar a las nias y el padre de ellas se sobresalta: No se besa a las nias!. Eso lastim a Miss Lucy, y como en ese momento los seores estaban fumando, permanece en su memoria el olor a humo de cigarrillo. Meses antes de esa ocasin, el patrn le declar que la haca responsable si alguien llegaba a besar a las nias en la boca, y ante cualquier desobediencia, confiara el cuidado de las nias a otra persona. En esa poca, an se crea amada Miss Lucy, y esperaba la repeticin del coloquio amistoso. Esta escena pulveriz sus esperanzas. Se dijo.: si por una cuestin tan pequea, y en la que adems soy por entero inocente, puede desatarse contra m de ese modo, puede decirme tales amenazas, yo me he equivocado, nunca ha tenido un sentimiento clido hacia m. Esto le habra impuesto miramientos.Cuando Miss Lucy R. volvi a visitar a Freud dos das despus, estaba transformada, sonrea y llevaba la cabeza erguida.

EPICRISISEste historial clnico es arquetpico de la histeria adquirida ya que el centro de gravedad se sita en la naturaleza del trauma, que entra en un nexo con la reaccin de la persona frente a l. Demuestra ser condicin indispensable para adquirir la histeria entre el yo y una representacin que se le introduce se genere la relacin de inconciabilidad. La modalidad histrica de defensa consiste en la conversin de la excitacin en una inervacin corporal; la ganancia de esto es que la representacin inconciliable queda esforzada afuera de la conciencia yoica. A cambio, la conciencia yoica conserva la reminiscencia corporal generada por conversin y padece bajo el afecto que se anuda a esas reminiscencias. El momento genuinamente traumtico es aquel en el cual la contradiccin se impone al yo y ste resuelve expulsar la representacin contradictoria. Tal expulsin no la aniquila, sino que meramente la esfuerza a lo inconciente; y si este proceso sobreviene por primera vez, establece un centro nuclear y de cristalizacin ara que se forme un grupo psquico divorciado del yo, en torno del cual, en lo sucesivo, se reunir todo lo que tenga por premisa aceptar la representacin impugnada. La escisin de la conciencia en estos casos es deliberada, aunque lo que sucede es diverso de lo que el individuo esperaba; pretenda cancelar una representacin como si nunca hubiera aparecido, pero slo consigue aislarla psquicamente.

COORDENADAS DE LA HISTERIA

QU ES SER UNA MUJER?: La esposa del patrn. Promesa a la Otra mujer (madre de las nenas se consagra a ella, papel del supery)

DESEO INSATISFECHO: Enamoramiento hacia el patrn. Yo soy pobre, l es rico. La miraba pensando en la muerta(Freud). Frente al deseo de l responde desde su fantasma (yo no le importo el fantasma es siempre masoquista)

AMOR REPRIMIDO AL PADRE: impedimento para estar con otro hombre. La histrica no soporta ser causa de deseo.