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martes, 3 de junio de 2014 3ª Parte del Mensaje de Dios Padre a la Madre Eugenia Elisabetta Ravasio Parte del Mensaje de Dios Padre a la Madre Eugenia Elisabetta Ravasio Año: 1932 / Lugar: Capriate San Gervasio, Bérgamo, Italia La Madre Eugenia Elisabetta Ravasio (1907-1990), de la Provincia de Bérgamo, Italia, recibió en 1932 la única revelación hecha personalmente por Dios Padre, que ha sido reconocida auténtica por la Iglesia después de diez años de rigurosísimos exámenes. El Mensaje del Padre, recogido en el libro: “El Padre habla a Sus hijos”, fue publicado en italiano en 1982. Es de notar que Dios Padre dictó el Mensaje a la Madre Eugenia en latín, un idioma para ella totalmente desconocido. El objeto preciso del Mensaje es dar a conocer y glorificar al Padre, sobre todo con la institución de una Fiesta especial solicitada a la Iglesia. Dios Padre le dice al Papa: “Antes de dirigirme a todos, Me dirijo a ti, hijo Mío dilecto, a ti Mi Vicario, para poner en tus manos esta obra que debería ser la primera entre todas… Para ser conocido, amado y glorificado con un Culto especial no pido nada de extraordinario. Deseo sólo esto: 1) Que un día, o por lo menos un domingo, sea consagrado para glorificarme, en modo muy particular, con el Nombre de Padre de toda la Humanidad. Para esta Fiesta, quisiera una Misa y una celebración apropiada. No es difícil encontrar los textos en la Sagrada Escritura. Si preferís rendirme este Culto especial un domingo, Yo escojo el Primer Domingo de Agosto, si escogéis un día de la semana, prefiero que sea el día 7 de este mismo mes.” DEL LIBRO: “EL PADRE HABLA A SUS HIJOS” EL MENSAJE DEL PADRE 2º Fascículo, Parte A

Castigo y Purificacion1

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Mensajes divinos sobre los proximos acontecimientos de la gran purificacion

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martes, 3 de junio de 2014

3ª Parte del Mensaje de Dios Padre a la Madre Eugenia Elisabetta Ravasio

3ª Parte del Mensaje de Dios Padre a la Madre Eugenia Elisabetta Ravasio Año: 1932 / Lugar: Capriate San Gervasio, Bérgamo, Italia

La Madre Eugenia Elisabetta Ravasio (1907-1990), de la Provincia de Bérgamo, Italia, recibió en 1932 la única revelación hecha personalmente por Dios Padre, que ha sido reconocida auténtica por la Iglesia después de diez años de rigurosísimos exámenes. El Mensaje del Padre, recogido en el libro: “El Padre habla a Sus hijos”, fue publicado en italiano en 1982. Es de notar que Dios Padre dictó el Mensaje a la Madre Eugenia en latín, un idioma para ella totalmente desconocido. El objeto preciso del Mensaje es dar a conocer y glorificar al Padre, sobre todo con la institución de una Fiesta especial solicitada a la Iglesia. Dios Padre le dice al Papa: “Antes de dirigirme a todos, Me dirijo a ti, hijo Mío dilecto, a ti Mi Vicario, para poner en tus manos esta obra que debería ser la primera entre todas… Para ser conocido, amado y glorificado con un Culto especial no pido nada de extraordinario. Deseo sólo esto: 1) Que un día, o por lo menos un domingo, sea consagrado para glorificarme, en modo muy particular, con el Nombre de Padre de toda la Humanidad. Para esta Fiesta, quisiera una Misa y una celebración apropiada. No es difícil encontrar los textos en la Sagrada Escritura. Si preferís rendirme este Culto especial un domingo, Yo escojo el Primer Domingo de Agosto, si escogéis un día de la semana, prefiero que sea el día 7 de este mismo mes.”

DEL LIBRO: “EL PADRE HABLA A SUS HIJOS”

EL MENSAJE DEL PADRE

2º Fascículo, Parte A

El segundo fascículo comienza el 12 de Agosto de 1932. Un día el demonio se adueñó del mismo y le rasgó la cubierta con las tijeras. “Acabo de abrir una Fuente de agua viva que no se secará nunca, desde hoy hasta el final de los tiempos. Vengo a vosotros, criaturas Mías, para abriros Mi Pecho paternal, apasionado de amor por vosotros, hijos Míos. Quiero que seáis testigos de Mi Amor infinito y misericordioso. No Me basta el haberos mostrado Mi Amor, quiero abriros, además, Mi Corazón, del cual brotará una Fuente refrigerante en donde los hombres podrán apagar la sed. Entonces saborearán alegrías que no habían conocido hasta ahora por el peso inmenso del temor exagerado que tenían de Mí, su tierno Padre. Desde que prometí a los hombres un Salvador hice manar esta Fuente. La hice pasar a través del Corazón de Mi Hijo para que llegara a vosotros. Pero Mi inmenso Amor por vosotros Me incita a hacer más todavía, abriendo Mi Pecho, del cual manará esta agua de salvación para Mis hijos, a los cuales permito de sacar libremente toda la que les sea necesaria para el tiempo y para la eternidad. Si queréis probar la potencia de esta Fuente de que os hablo, aprended primero a conocerme mejor y a amarme hasta el punto que Yo deseo; es decir, no sólo como Padre sino también como vuestro Amigo y vuestro Confidente. ¿Por qué sorprenderse de lo que digo? ¿No os he creado a Mi imagen? Os he hecho a Mi imagen para que no encontréis nada de extraño cuando habléis y familiaricéis con vuestro Padre, vuestro Creador y vuestro Dios, dado que os habéis vuelto los hijos de Mi Amor paterno y divino, por medio de Mi misericordiosa bondad. Mi Hijo Jesús está en Mí y Yo estoy en Él, en Nuestro mutuo Amor, que es el Espíritu Santo, que Nos tiene unidos con este vínculo de Caridad que hace que Nosotros seamos UNO. Él, Mi Hijo, es la alberca de esta Fuente que está siempre llena de agua de salvación, ¡hasta el punto de desbordarse!, para que los hombres puedan sacarla de Su Corazón. ¡Pero es necesario estar seguros de esta Fuente que Mi Hijo os abre, para que vosotros podáis convenceros de que es refrigerante y placentera! Entonces, venid a Mí por medio de Mi Hijo y, cuando estéis cerca de Mí, confiadme vuestros deseos. Os mostraré esta Fuente haciéndome conocer tal como Soy. Cuando Me conociereis se apagará vuestra sed, os recobraréis, vuestros males se curarán y vuestros temores desaparecerán; vuestra alegría será grande y vuestro amor encontrará una seguridad que no había encontrado nunca hasta ahora. ¿Pero cómo —Me diréis— podemos venir a ti? ¡Ah! venid por la vía de la confianza, llamadme Padre vuestro, amadme en espíritu y verdad y esto será suficiente para que esta agua, refrigerante y potentísima, apague vuestra sed. Pero si verdaderamente queréis que esa agua os dé todo lo que os falta para conocerme y amarme, y si os sentís fríos e indiferentes, llamadme sólo con el dulce nombre de Padre y Yo vendré a vosotros. Mi Fuente os donará el amor, la confianza y todo lo que os falta para ser siempre amados por vuestro Padre y Creador. Dado que deseo sobre todo hacerme conocer por todos vosotros para que podáis gozar de Mi bondad y de Mi ternura, también aquí abajo, volveos apóstoles entre los que no Me conocen, que no Me conocen todavía, y ¡Yo bendeciré vuestras fatigas y vuestros esfuerzos preparando para vosotros una gran gloria cerca de Mí, en la eternidad! Yo Soy el Océano de la Caridad, hijos Míos, y aquí está otra prueba del Amor paterno que tengo por todos vosotros, sin excepción alguna, cualquiera que sea

vuestra edad, vuestro estado social, vuestro país. No excluyo ni siquiera las sociedades diversas, las sectas, los fieles, los infieles, los creyentes, los indiferentes, encierro en este Amor a todas las criaturas razonables cuyo conjunto forma la humanidad. Aquí está la prueba: Yo Soy el Océano de la Caridad. Os he hecho conocer la Fuente que mana de Mi Pecho para apagar vuestra sed y ahora, para que probéis cuánto Soy Bueno con todos, estoy aquí para mostraros el Océano de Mi Caridad universal, para que vosotros os lancéis con los ojos cerrados; ¿por qué? Porque zambulléndose en este Océano las almas, que se habían vuelto gotas amargas con el vicio y los pecados, pierdan el exceso de amargura en este baño de Caridad. Saldrán mejores, felices por haber aprendido a ser buenas, y llenas de caridad. Si vosotros mismos, por ignorancia o por debilidad, volvéis a caer en el estado de gota amarga, Yo todavía Soy un Océano de Caridad listo para recibir esta gota amarga y cambiarla en caridad, en bondad, y para hacer de vosotros unos Santos como lo Soy Yo, Yo vuestro Padre. ¿Hijos Míos, aquí abajo queréis pasar la vida en paz y alegría? Venid a lanzaros en este Océano inmenso y quedaos allí para siempre, aún utilizando vuestra vida con el trabajo, esa misma vida que será santificada por la caridad. En cuanto a Mis hijos que no están en la verdad quiero, con mayor razón, cubrirlos con Mis predilecciones paternas, para que abran los ojos a la Luz que en este tiempo resplandece más sensiblemente que nunca. ¡Es el tiempo de las Gracias, previsto y esperado por toda la eternidad! Yo estoy allá para hablaros, vengo como el más tierno y amable de los Padres. Me rebajo, Me olvido de Mí Mismo para elevaros hasta Mí y asegurar a vosotros la salvación. Todos vosotros que vivís hoy, y también vosotros que estáis en la nada, pero que viviréis de siglo en siglo hasta el fin del mundo, pensad que no vivís solos sino que un Padre, por encima de todos los padres, vive entre vosotros, y hasta vive en vosotros, que piensa en vosotros y que os ofrece la posibilidad de participar a las incomprensibles prerrogativas de Su Amor. Acercaos a la Fuente que siempre manará de Mi Pecho paterno. Saboread la dulzura de esta saludable agua y, cuando habréis probado toda Su deliciosa potencia, vuestras almas podrán satisfacer todas vuestras necesidades, venid a zambulliros en el Océano de Mi Caridad, para no vivir más que en Mí y morir en vosotros mismos, para vivir eternamente en Mí.” Nota de Sor Eugenia: Nuestro Padre me ha dicho en un coloquio íntimo: La Fuente es el símbolo de Mi Conocimiento y el Océano es el de Mi Caridad y de vuestra confianza. Cuando queréis beber en esta fuente estudiadme para conocerme y cuando Me conozcáis zambullíos en el Océano de Mi Caridad confiando en Mí con una confianza que os transforme, y a la cual Yo no pueda resistir, entonces perdonaré vuestros errores y os colmaré con las mayores Gracias. Continuación del Mensaje: “Yo estoy entre vosotros. Felices los que creen en esta verdad y aprovechan de este tiempo, del cual las Escrituras han hablado así: “Habrá un tiempo en el cual Dios tiene que ser glorificado y amado por los hombres, así como Él desea.” Las Escrituras ponen después la pregunta: ¿Por qué? Y ellas mismas responden: “¡Porque sólo Él es digno de honor, de amor y de alabanza para siempre!” Yo mismo

le di a Moisés, como el primero de los Diez Mandamientos, esta orden para que la comunicara a los hombres: “¡Amad y adorad a Dios!” Los hombres que son ya cristianos podrían decirme: “Nosotros Te amamos desde cuando vinimos al mundo o desde nuestra conversión, porque decimos a menudo en la oración dominical: “¡Padre nuestro que estás en los Cielos!” Sí, hijos Míos, es verdad, vosotros Me amáis y Me alabáis cuando recitáis la primera invocación del Pater, pero continuad las otras solicitudes y veréis: “¡Santificado sea Tu Nombre!” ¿Mi Nombre es santificado? Continuad: “¡Venga Tu Reino!” ¿Mi Reino ha venido? ¡Es verdad que vosotros alabáis con todo el fervor la Majestad de Mi Hijo Jesús, y en Él Me alabáis a Mí! ¿Pero, negaríais a vuestro Padre la grande gloria de proclamarlo ‘Rey’, o por lo menos, hacerme reinar para que todos los hombres puedan conocerme y amarme? Deseo que celebréis esta Fiesta de la Majestad de Mi Hijo en reparación de los insultos que Él recibió cuando estaba ante Pilatos, y de parte de los soldados que flagelaban Su santa e inocente humanidad. No quiero que suspendáis esta Fiesta, por el contrario, quiero que la celebréis con entusiasmo y fervor; pero para que todos puedan conocer verdaderamente a este Rey es necesario que conozcan también Su Reino. Ahora, para llegar a este doble conocimiento en modo perfecto es necesario conocer, además, al Padre de este Rey, al Creador de este Reino. Es verdad, hijos Míos, la Iglesia —esta sociedad que he hecho fundar por Mi Hijo— completará su obra haciendo alabar a Su Autor: vuestro Padre y Creador. Hijos Míos, algunos de vosotros podrían decirme: “La Iglesia ha crecido incesantemente, los cristianos son siempre más numerosos; ¡ésta es una prueba suficiente de que nuestra Iglesia es completa!” Tenéis que saber, hijos Míos, que vuestro Padre ha velado siempre sobre la Iglesia desde su nacimiento, y que, de acuerdo con Mi Hijo y con el Espíritu Santo, he querido que fuese infalible por medio de Mi Vicario el Santo Padre. Sin embargo, ¿no es verdad que si los cristianos Me conocieran como Soy, es decir, como el Padre tierno y misericordioso, bueno y liberal, practicarían con mayor fuerza y sinceridad esta religión santa? ¿Hijos Míos, quizás que no es verdad que, si supierais que tenéis un Padre que piensa en vosotros y que os ama con un Amor infinito, os esforzaríais, por reciprocidad, en ser más fieles a vuestros deberes cristianos y también de ciudadanos, para ser justos y para rendir justicia a Dios y a los hombres? ¿No es verdad que si conocierais a este Padre que ama a todos sin distinciones y que, sin distinciones, os llama a todos con el hermoso nombre de hijos, Me amaríais como hijos afectuosos, y el amor que Me daríais no se volvería, con Mi impulso, un amor activo que se extendería al resto de la humanidad que no conoce todavía esta sociedad de cristianos, y menos todavía a quien los ha creado y que es su Padre? Si alguien fuera para hablarles a todas estas almas abandonadas en sus supersticiones, o a tantas otras que llaman a Dios, porque saben que Existo, sin saber que estoy cerca de ellos; si dijera a ellos que su Creador es también su Padre que piensa en ellos y que se ocupa de ellos, que los rodea con un afecto íntimo en medio de tantos sufrimientos y descorazonamientos, obtendría la conversión, aun de los más obstinados, y estas conversiones serían más numerosas y también más sólidas, es decir más perseverantes. Algunos, examinando la obra de amor que estoy haciendo en medio de los hombres encontrarán algo que criticar, y dirán así: —Pero los misioneros, desde que llegaron a

esos países lejanos, no le hablan a los infieles de otra cosa que de Dios, de Su Bondad, de Su Misericordia; ¿qué podrían decir más de Dios si hablan siempre de Él? Los misioneros han hablado y hablan todavía de Dios según como Me conocen ellos mismos, pero os aseguro que no Me conocéis como Soy, por esto vengo para proclamarme Padre de todos y el más tierno de los Padres, y para corregir el amor que Me dais y que está falseado por el temor. Vengo para volverme semejante a Mis criaturas, para corregir la idea de que tenéis un Dios terriblemente Justo, pues veo a todos los hombres transcurrir su vida sin confiarse en su único Padre, que quisiera hacerles conocer Su único deseo, que es el de facilitarles el pasaje de la vida terrena para darles después el Cielo, la completa vida divina. Ésta es una prueba de que las almas no Me conocen más de lo que Me conocéis, sin sobrepasar la medida de la idea que tenéis de Mí. Pero ahora que os doy esta Luz, quedaos en la Luz y llevad la Luz a todos, y será un medio potente para obtener conversiones y también para cerrar, en lo posible, la puerta del Infierno, pues Yo renuevo aquí Mi Promesa, que no podrá nunca faltar, y que es ésta: “TODOS LOS QUE ME LLAMARÁN CON EL NOMBRE DE PADRE, AUNQUE FUERA UNA SOLA VEZ, NO PERECERÁN SINO QUE ESTARÁN SEGUROS DE SU VIDA ETERNA EN COMPAÑÍA DE LOS ELEGIDOS.” Y a los que trabajarán por Mi Gloria, a vosotros que aquí os empeñaréis a hacerme conocer, amar y glorificar, a vosotros os aseguro que vuestra recompensa será grande, pues contaré todo, aún el mínimo esfuerzo que haréis, y os devolveré todo centuplicado en la eternidad. Ya lo he dicho, es necesario completar el Culto en la Santa Iglesia, glorificando en modo particular al Autor de esta sociedad, a Aquél que vino a fundarla, a Aquél que Es el Alma, Dios en Tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Mientras que las Tres Personas no sean glorificadas con un Culto particularmente especial en la Iglesia y en la humanidad entera, algo le faltará a esta sociedad. Ya he hecho sentir esta falta a algunas almas, pero la mayor parte de ellas, demasiado tímidas, no han respondido a Mi llamada. Otras han tenido el valor de hablar a quién corresponde, pero ante sus fracasos no han insistido. Ahora llegó Mi Hora. Yo mismo vengo para hacer conocer a los hombres, Mis hijos, lo que hasta hoy no habían entendido completamente. Yo mismo vengo para traer el Fuego ardiente de la Ley del Amor para que, con este medio, se pueda fundir y destruir la enorme capa de hielo que rodea la humanidad. Oh, querida humanidad, oh hombres que sois Mis hijos, liberaos, dejad las ataduras con las cuales el demonio os ha encadenado hasta hoy, ¡con el miedo de un Padre que no es otra cosa que Amor! Venid, acercaos, tenéis todo el derecho de acercaros a vuestro Padre, dilatad vuestros corazones, rogad a Mi Hijo para que os haga conocer siempre más Mis Bondades con vosotros. A Mi Vicario, el Sumo Pontífice, Mi representante en la Tierra, ya le he transmitido un atractivo mensaje particular para el apostolado de las misiones en los países lejanos, y sobre todo, un celo grandísimo para hacer mundial la Devoción al Sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús. Ahora le confío la obra que el mismo Jesús vino a cumplir en la Tierra; glorificarme, haciéndome conocer como Soy; así como lo estoy diciendo a todos los hombres, Mis hijos y Mis criaturas.

Si los hombres supieran penetrar en el Corazón de Jesús y ver todos Sus Deseos y Su Gloria, verían que Su Deseo más ardiente es el de glorificar al Padre, a Aquél que Lo envió, y sobre todo no dejarle una gloria disminuida, como se ha hecho hasta hoy, sino una gloria total, que el hombre puede y tiene que darme como Padre y Creador, y aún más, ¡como Autor de su redención! Fuente: //aparicionesdejesusymaria.files.wordpress.com/2011/06/madre-eugenia-elisabetta-ravasio-el-padre-habla-a-sus-hijos-1932.pdf Publicado por Claudio Maximo Soria G. en 15:40 8 comentarios: Enlaces a esta entrada Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest Etiquetas: INFORMES, REVELACIONES

lunes, 2 de junio de 2014

FOTO DE LA VIRGEN EN SALTA ARGENTINA

FOTO TOMADA POR UNA PEREGRINA EN SALTA

ARGENTINA, DURANTE EL REZO DEL SANTO ROSARIO, DONDE SE PUEDE OBSERVAR AL

INSTRUMENTO MARÍA LIBIA Y A SU COSTADO IZQUIERDO

LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA ORANDO ARRODILLADA

Publicado por Claudio Maximo Soria G. en 22:32 14 comentarios: Enlaces a esta entrada

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Dios castiga: Testimonios de la Biblia, Magisterio y Tradición de la Iglesia

Dios castiga: Testimonios de la Biblia, Magisterio y Tradición de la Iglesia

« yo, Yavé, soy quien castiga » Ezequiel 7,9

« El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos

severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho,

se le reclamará mucho más. Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo

desearía que ya estuviera ardiendo!» Lucas 12,47-49

« El día convenido, Herodes, vestido con las vestiduras reales y sentado en su estrado,

los arengaba, mientras el pueblo aclamaba: ¡Voz de dios, no de hombre! De improviso lo hirió el ángel del Señor, por no haber reconocido la gloria de Dios, y murió comido de gusanos » Hechos 12,21-23

« Cuando Dios se revela y llama al hombre, éste no puede responder plenamente al

amor divino por sus propias fuerzas. Debe esperar que Dios le dé la capacidad de

devolverle el amor y de obrar conforme a los mandamientos de la caridad. La esperanza es aguardar confiadamente la bendición divina y la bienaventurada visión de Dios; es también el temor de ofender el amor de Dios y de provocar su castigo » Catecismo § 2090

« Dios es un juez justo, que premia el bien y castiga el mal [...] Si es verdad que el sufrimiento tiene un sentido como castigo cuando está unido a la culpa, no es verdad, por el contrario, que todo sufrimiento sea consecuencia de la culpa y tenga carácter de castigo » san Juan Pablo II 1

« sino también, lo que es grandísima prueba de su amor, con los castigos temporales que Dios nos envía, y padecemos con resignación » Concilio

Dogmático de Trento 2

« Hay hombres que sólo pagan por sus pecados en esta vida, como aquellos de

quienes habla San Pablo en una primera carta a los corintios (1Co 11), que profanan

los misterios cristianos, pero hay otros que son castigados en el otro mundo, como

el rico condenado de que habla San Lucas (Lc 16) » San Juan Crisóstomo (Doctor de

la Iglesia) 3

« No llores, todavía hay un gran número de almas que Me aman mucho, pero Mi

Corazón desea ser amado de todos y, debido a que Mi amor es grande, los amenazo y los castigo.» Santa María Faustina Kowalska, Diario ‘La Divina

Misericordia en mi alma’, 1702-1703

Dios castiga: Herejías, Doctrina y Catequesis

El castigo es simplemente la pena que se impone a quien ha cometido un delito o

falta. 4

Pena: Es la privación de un bien que una criatura racional sufre involuntariamente por

una culpa propia. La pena es, pues, un mal («malum poenae») que se deriva de otro

mal («malum culpae»). Aunque el mal, como defecto del bien, sigue naturalmente la

suerte de todo ser finito, sin embargo sabemos por la Revelación que Dios había

creado al hombre en un estado tal que, si él no hubiera pecado, no habría sufrido mal

ninguno. Como consecuencia de la culpa original, el mal invadió el mundo bajo la forma

de pecado y de pena. La pena se divide en…. 5

Esperemos que no nos toque ninguna pena eterna sino más bien las penas

temporales. Las penas propias del purgatorio son la dilación de la gloria y la pena de

sentido.

Castigos en la tierra

En cuanto a las penas en la tierra hay muchas formas en las cuales se presenta,

dependiendo si son impuestas por nosotros mismos, por Dios, por la Iglesia o por el

prójimo. 6

Zacarías quedó mudo por no dar crédito al arcángel Gabriel

« El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado

para hablarte y anunciarte esta buena nueva. Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.» Lucas 1,19-20

Un ciego a causa de una brutal golpiza

“Una joven venía desde Benevento para pedir una gracia para su marido que se había

quedado totalmente ciego. Padre Pio dijo que la única esperanza para la salvación de su marido era que estuviera ciego, como castigo por haber golpeado a su padre. La pobre mujer se lo hizo saber a su marido. El primero estaba renuente, y

luego revelo que cuando tenía 16 años de edad, el había severamente golpeado a su

padre con una barra de hierro” 7

Enfermos y muertos a causa de comulgar indebidamente

« Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos. Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos

castigados. Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no

seamos condenados con el mundo » (1 Corintios 11,29-32)

La Iglesia también puede castigar

« La Iglesia tiene derecho originario y propio a castigar con sanciones penales a los fieles que cometen delitos » Código Derecho Canónico 1311

El infierno como lugar y estado

La pena eterna en el infierno es de tipo vindicativa (ya no existe correción posible) y

puede ser a su vez de dos tipos: 5

« ¡Ay de las naciones que se levantan contra mi pueblo! El Señor todopoderoso los castigará en el día del Juicio: pondrá en su carne fuego y gusanos, y gemirán de dolor eternamente » Judit 16,17

« El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos. La existencia del infierno fue impugnada por diversas sectas, que

suponían la total aniquilación de los impíos después de su muerte o del juicio universal.

También la negaron todos los adversarios de la inmortalidad personal (materialismo)»9

« No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien

a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena» Mateo 10,28

« Jesús amenaza a los pecadores con el castigo del infierno. Le llama gehenna (Mt

5, 29 s ; 10, 28; 23, 15 y 33; Mc 9, 43, 45 y 47 [G] ; originariamente significa el valle

Ennom), gehenna de fuego (Mt 5, 22; 18, 9), gehenna donde el gusano no muere ni el

fuego se extingue (Mc 9, 46 s [G 47 s]), fuego eterno (Mt 25, 41), fuego inextinguible

(Mt 3, 12; Mc 9, 42 [G 43]), horno de fuego (Mt 13, 42 y 50), suplicio eterno (Mt 25, 46).

Allí hay tinieblas (Mt 8, 12; 22, 13; 25, 30), aullidos y rechinar de dientes (Mt 13, 42 y

50; 24, 51; Lc 13, 28). San Pablo da el siguiente testimonio: «Esos [los que no conocen

a Dios ni obedecen el Evangelio] serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del

Señor y de la gloria de su poder» (2 Thes 1, 9) ; cf. Rom 2, 6-9; Hebr 10, 26-31. Según

Apoc 21, 8, los impíos «tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre» ;

allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos» (20, 10) ; cf. 2 Petr 2,

6; Iud 7.

Los padres dan testimonio unánime de la realidad del infierno. Según SAN

IGNACIO DE ANTIOQUÍA, todo aquel que «por su pésima doctrina corrompiere la fe de

Dios por la cual fue crucificado Jesucristo, irá al fuego inextinguible, él y Ios que le

escuchan» (Eph. 16, 2). SAN JUSTINO funda el castigo del infierno en la idea de la justicia divina, la cual no deja impune a los transgresores de la ley(Apol. II 9); cf.

Apol. 18, 4; 21, 6; 28, 1; Martyrium Polycarpi 2, 3; 11, 2; SAN IRENEO, Adv. haer. Iv

28, 2.» 10

« Hoy, fui llevada por un ángel a las profundidades del infierno. Es un lugar de gran tortura; ¡qué imponentemente grande y extenso es! Los tipos de torturas que vi:

la primera que constituye el infierno es la pérdida de Dios; la segunda es el eterno

remordimiento de conciencia; la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;

(160) la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla; es un sufrimiento terrible,

ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por el enojo de Dios; la quinta

tortura es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante y, a pesar de la oscuridad,

los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros y ven todo el mal, el

propio y el del resto; la sexta tortura es la compañía constante de Satanás; la séptima

es la horrible desesperación, el odio de Dios, las palabras viles, maldiciones y

blasfemias. Éstas son las torturas sufridas por todos los condenado juntos, pero ése no

es el extremo de los sufrimientos. Hay torturas especiales destinadas para las almas

particulares. Éstos son los tormentos de los sentidos » Diario Santa Faustina No. 741

.

Dios y su relación con las penas

La pena puede ser determinada por la Ley o por el Juez. Dios es ambas cosas, por un lado sumo legislador (su palabra es ley) y al mismo tiempo Juez supremo, por lo tanto ya sea como Legislador o como Juez, El determina las penas temporales o eternas que hemos de recibir.11 12

Siendo la pena un mal, la última pieza que falta para entender el castigo de Dios, es su

relación con la pena, marcando la diferencia entre mal físico y mal moral.

« Frente al dualismo gnóstico-maniqueo, que reduce todo el mal del mundo a un

principio malo, nos enseña la Sagrada Escritura que el mal físico procede de Dios (Deut 32, 39; Is 45, 6 s) y que el mal moral tiene su razón de ser en el abuso del humano albedrío (Rom 5, 12) » 13

El mal físico, v.g., el dolor, la enfermedad, la muerte, no lo pretende Dios per se,

es decir, por afecto al mal o en cuanto fin, Sap 1, 13 ss: «Dios no hizo la muerte ni se

goza en que perezcan los vivientes. Pues Él creó todas las cosas para la

existencia». Mas Dios pretende el mal físico (tanto el que tiene carácter natural como punitivo) per accidens, es decir, los permite como medios para conseguir un fin superior de orden físico (v.g., para la conservación de una vida superior) o de orden moral (v.g., para castigo o para purificación moral); Eccli 39, 35 s; Amos 3, 6.b) 14

El mal moral, es decir, el pecado, que es esencialmente una negación de Dios, no lo

puede querer Dios per se ni per accidens, esto es: ni como fin ni como medio. En última

instancia, el mal moral se encamina también al último fin del universo, la gloria de Dios,

haciéndonos ver la misericordia de Dios en perdonar o su justicia en castigar. 15

Como Dios, por ser soberano y señor universal, no tiene que dar cuenta a ningún poder

superior, tiene derecho a ser clemente, y esto significa que es libre para perdonar a los pecadores arrepentidos sin que ellos ofrezcan una satisfacción congrua o sin satisfacción alguna. 16

.

Doctrina involucrada

Como hemos visto en la entrega anterior, el castigo de Dios es doctrina tanto en la

Biblia, Tradición y Magisterio de la Iglesia, entendiéndolo del mismo modo y de forma

congruente a lo largo del tiempo. El concilio de Trento, definió doctrinalmente varios

aspectos del castigo de Dios, en orden a las definiciones doctrinales de la Justificación

y del sacramento de Penitencia.

Guardemos en nuestra memoria y en nuestro corazón lo que el Concilio Dogmático de Trento definió al respecto:

Las obras de penitencia son un medio eficaz de evitar el castigo de Dios 17

Los castigos temporales que Dios nos envía y que padecemos con resignación, son prueba de su amor. 18

Hay dos herejías antiguas e interesantes que podríamos rescatar con fines didácticos,

ambas fueron defendidas por Marción y respondidas por san Ireneo de Lyon en su libro

contra las herejías, aunque en realidad se podría hablar de una única herejía con dos

dimensiones. La primera consiste en “arrancar al Padre el juicio y el castigo, pensando que ese poder es impropio de Dios”. La segunda es dividir a Dios en dos partes, una relacionada al Antiguo Testamento “cuyo oficio es juzgar” y “otro para salvar” en el Nuevo Testamento. 19

.

Conclusión

Dios castiga, aunque en la actualidad sea muy mal recibida está verdad de fé. El plan

del maligno en estos últimos tiempos es deformar la Divina Misericordia para llevar

muchas almas al infierno.

« Dices que el Señor es Dios de misericordia. Aquí se oculta el tercer engaño,

comunísimo entre los pecadores, y por el cual no pocos se condenan. Escribe un sabio autor que más almas envía al infierno la misericordia que la justicia de Dios, porque los pecadores, confiando temerariamente en aquélla, no dejan de pecar, y se pierden. El Señor es Dios de misericordia, ¿quién lo niega? Y, sin embargo, ¡ a cuántas almas manda Dios cada día a penas eternas! Es, en verdad, misericordioso, pero también es justo; y por ello se ve obligado a castigar a quien le ofende. Usa de misericordia con los que le temen (Sal., 102, 11-13) » 20

Publicado por Claudio Maximo Soria G. en 22:13 1 comentario: Enlaces a esta entrada Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest Etiquetas: INFORMES, MEDITACION, REVELACIONES

viernes, 30 de mayo de 2014

Año jubilar para el Santuario de Nuestra Señora de Laús.

Año jubilar para el Santuario de Nuestra Señora de Laús.

Este mayo comenzó el año jubilar del Santuario mariano de Nuestra Señora de Laús, en Francia, con motivo del 350º aniversario de las primeras apariciones de

la Virgen María a Benedicta Rencurel, que se sucedieron durante 54 años. Se trata de una aparición aprobada por la Iglesia.

La zona es famosa por sus paisajes, por los aromas de las apariciones, que aún hoy siguen y por una fuerte peregrinación.

Puede ver aquí la historia de la aparición.

LOS PERFUMES DE LAÚS

Benedicta Rencurel fue guiada a este solitario paisaje alpino por la Virgen misma, quien le dijo que el lugar exacto donde quería que su Hijo fuese adorado se le revelaría por el “buen olor”. Así ocurrió y desde entonces las aparicionesse se impregnaron con misteriosos e intensos perfumes.

El fenómeno se ha observado sin interrupción hasta nuestros días: puede ocurrir en la iglesia-santuario (donde, en efecto, no se acostumbra a depositar flores perfumadas para no inducir a confusión con ellas); pero puede ocurrir también en las casas de acogida para los peregrinos, que rodean el lugar sacro o, incluso -ha sucedido con frecuencia- en el amplio aparcamiento.

Recientemente un docente universitario, François de Muizon, que ha realizado una investigación sobre este fenómeno, ha escrito:

“Se imponen algunas constataciones. Ante todo, no es factible la hipótesis de un truco: nadie podría provocar estos perfumes en circunstancias y lugares tan distintos. Además, no se trata de un hecho derivado de fuentes odoríferas naturales, puesto que los efluvios se sienten indistintamente en todas las estaciones, de día y de noche, en el interior y en el exterior. Antes de haberse encontrado inmersos en ellos repentinamente, muchísimos testigos ignoraban la misma existencia de estos buenos olores del Laus. Esto hace implanteables las habituales explicaciones a las que se

suele acudir instintivamente, como la autosugestión, el delirio o la histeria. El misterio aumenta no sólo por el grandísimo número de testimonios, sino también por su permanencia a lo largo de los siglos, a través de tiempos y culturas completamente distintas”.

No es sorprendente para los creyentes, puesto que el perfume acompaña con frecuencia a la vida en comunión con el Evangelio. El “olor de santidad” como dice la expresión, no es sólo olor de los muertos, a veces también de los vivos, como por ejemplo en el caso del padre Pío de Pietrelcina.

Con frecuencia, el perfume va unido a los prodigios marianos, y muchos lo sienten en ocasiones cuando rezan el rosario. Pero en el santuario francés de Laús parece haberse hecho permanente y tan habitual que muchos de los que frecuentan estos lugares lo consideran casi normal.

MEDIO SIGLO DE PRESENCIA MARIANA CON SUS APARICIONES Y MENSAJES

La vidente gozó de las visitas de la Madre durante 54 años. Entre un encuentro y otro con Ella, los hubo también con Cristo mismo, con santos y con ángeles. Así, precisamente Notre Dame du Laus se ha citado en estos años a propósito de Medjugorje, donde las apariciones, sobre las que la Iglesia aún no se ha pronunciado, han sido juzgadas, por muchos, como improcedentes a priori por la duración de los fenómenos y el consecuente número de mensajes que se habrían entregado a los jóvenes videntes. En realidad, por lo menos existe un precedente y es precisamente éste de Laús.

La Señora que vino a estos Alpes Marítimos (y que se autodenominó Dame Marie) apareció y habló a la misma persona durante más de medio siglo. Y no hay que pensar en una acostumbrada creencia popular sin fundamento, puesto que una larga serie de obispos ha reconocido y animado la peregrinación y el Vaticano lo ha aprobado. Y la vidente es, desde hace tiempo, Venerable, mientras que se ha retomado recientemente las gestiones para su beatificación.

Benedicta nació el 17 de septiembre de 1647 en este rincón apartado de lo que entonces se llamaba el Delfinado. La infancia fue la habitual para los campesinos de entonces: miseria, analfabetismo, viudez de su madre y empleo como pastorcilla de los vecinos.

Precisamente en uno de los hornos de yeso excavados con forma de gruta, populares en la zona, en mayo de 1664, mientras estaba ocupada supervisando ovejas y cabras y recitando su rosario, Benedicta vio la misma Bella Señora que, más de dos siglos después, vería Bernadette y que, también aquí como en Lourdes, se limita en esa primera visita a mostrarse luminosa y sonreír. Se seguirán otras apariciones silenciosas.

Después, poco a poco, la Señora empezará a hablar, a responder a las preguntas, a hacerlas también ella y a dar consejos e indicaciones a la joven vidente. Así comienza esa especie de recorrido pedagógico que continuará hasta la muerte de Benedicta.

Y una vez formada, le confía la construcción de un santuario, la organización de una peregrinación, la acogida, guía y preparación a los sacramentos de la confesión y de la comunión de los peregrinos… Cuando algunas monjas de Saboya proponen instalarse en Laús, esperando convencer a Benedicta para que se hiciera hermana suya, el testimonio de la vidente nos refiere que

“la Madre de Dios dijo que eso no se podía hacer, que esas religiosas estaban demasiado retiradas, que era necesario que ella viera a los peregrinos, que hablara con ellos cuando se lo pedían, para darles los consejos necesarios, como Dios la inspiraba. Y esto no lo habría podido hacer en un monasterio, donde habría estado demasiado encerrada…”

LA PEREGRINACIÓN

De esta singularidad se deriva otra: desde el principio, subir a Laús no se ha entendido, como en los demás santuarios, en el sentido de una visita individual, rápida, para volver de inmediato al lugar del que se ha llegado. Este monte es un lugar de pedagogía celestial, de estancia prolongada con la Madre. De aquí la presencia, desde el comienzo, de casas de acogida donde comer, dormir y encontrarse con los hermanos entre una práctica religiosa y la siguiente.

En pocos años, donde no había más que ovejas y cabras surge un lugar de culto que desafiaría al tiempo. Aún hoy, la basílica construida en tiempos de la vidente tiene en su interior la capilla primitiva, llamada de La Bonne Rencontre, el nombre que los alpinos dan a la Anunciación. En el ábside de la capilla está el altar mayor del santuario, ante cuyo tabernáculo arde la lámpara habitual. Pero no es corriente el rito que todos los peregrinos realizan aquí: después de arrodillarse para adorar al Santísimo, meten los dedos en el aceite de la lámpara y, con él, hacen la señal de la cruz.

Pequeñas ampollas de aceite se envían a toda Francia y a muchos otros países en los que se ha difundido el culto. En efecto, según una promesa de Dame Marie misma a su benjamina, el contacto con ese líquido, con una actitud de fe hacia la omnipotencia del Hijo, provocaría prodigios de curación espiritual y, también, física.

MUERTE Y CAUSA DE CANONIZACIÓN

Benedicta moriría a los 71 años, en 1718, rodeada por la veneración y agradecimiento de todos. Fue sepultada, y lo sigue estando, ante el altar mayor, precisamente bajo la lámpara cuyo aceite sirve cada día para la unción de los devotos.

Con la muerte de la vidente no se extinguió en absoluto la devoción por aquel lugar de culto: más aún, fue tan sólida que pudo sobrevivir a la furia de la Revolución de final de siglo y retomar después su camino, cada vez más desenvuelto.

Tampoco se extinguió la veneración de los peregrinos hacia Benedicta, el instrumento humano elegido por María misma. Pero la supresión de la diócesis de Embrun y, a continuación, la sucesión de distintas congregaciones religiosas en la guía del santuario, hicieron que sólo en 1872 el Papa Pío IX pudiera proclamar oficialmente a la vidente “venerable sierva de Dios”.

La causa para la beatificación encontró obstáculos por parte de algunos historiadores extravagantes, no cierto por parte de los Papas (León XIII concederá a Laúss el título de Basílica menor) ni, mucho menos, de los obispos de Gap que, unánimes, se levantaron aquí y recomendaron a sus fieles que hicieran lo mismo.

Actualmente se disponen de los informes escritos de cuatro testigos oculares de la vida de Benedicta, de centenares y centenares de páginas. Recientemente publicados en ediciones críticas, estos textos han permitido a la Congregación vaticana de los santos retomar la causa, y un final positivo parece cercano. Por tanto, la Iglesia podría tener, pronto, una nueva Beata y, a continuación, una nueva santa.

Además, no debe olvidarse la modernidad de esta figura laica (sólo se hizo terciaria dominica), que se convierte en una precisa y comprometida líder espiritual y que muestra las dotes de valor, de decisión y de sabiduría que la fe puede hacer emerger.

Fuentes: Vittorio Messori, Signos de estos Tiempos

Publicado por Claudio Maximo Soria G. en 10:08 No hay comentarios: Enlaces a esta entrada

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lunes, 26 de mayo de 2014

La Sábana Santa de Turín y las visiones de místicos.

La Sábana Santa de Turín y las visiones de místicos.

A varios videntes y santos se les ha dado la gracia de conocer detalles sobre la crucifixión de Jesús, y de ellos tenemos detalles que no aparecen en la Biblia.

Estudios científicos han confirmado recientemente algo sobre la Sábana Santa de Turín que los santos ya sabían por estas visiones.

LAS VISIONES

San Bernardo de Claraval, en éxtasis, le preguntó a Jesús cual era su mayor sufrimiento no registrado y la herida que causó el mayor dolor en el Calvario y Jesús respondió:

“Yo tenía una en mi hombro, mientras soportaba Mi Cruz en el Camino de los Dolores, una herida grave que era más dolorosa que los demás y que no es registrada por los hombres. Honra a esta herida con tu devoción y te concederé las gracias que pidas a través de su virtud y mérito, y en lo que respecta a todos los que se veneren esta herida, voy a remitir todos sus pecados veniales y ya no me acordaré de sus pecados mortales”.

Ana Catalina Emmerich en la Pasión Dolorosa de Nuestro Señor Jesucristo dijo:

“Había una herida terrible en el hombro que había llevado el peso de la Cruz, y toda la parte superior del cuerpo estaba cubierto de moretones y muchas marcas de los golpes de los azotes.”

Y más recientemente, en el encuentro de dos futuros santos, el Padre Pío y el Padre Karol Wojtyla, ambos santos, Karol Wojtyla le preguntó al Padre Pío cuál de sus heridas de los estigmas le hacía sufrir más, el Padre Pío contestó:

“Es mi herida en el hombro, que nadie conoce y nunca se ha curado o tratado”.

Esto es extremadamente importante, no sólo porque revela que el Padre Pío llevó esta herida, sino porque, hasta donde se sabe, el futuro Papa es el único a quien el Padre Pío reveló la existencia de esta herida secreta.

Así que aunque la Biblia no hace mención de esta herida, los santos nos dicen que Jesús sufrió inmensamente.

EL ANÁLISIS DE LA SÁBANA SANTA

Pero ¿cómo podemos saber que es verdad? Pues aquí es donde la ciencia y la Sábana Santa de Turín entran en esta historia. Vatican Insider dice que

“Cuatro profesores universitarios han publicado un artículo en la revista “Injury”, revelando que el hombre crucificado que estaba envuelto en el sudario de Turín sufrió una dislocación del húmero, la parálisis de un brazo y un traumatismo violento en el cuello y el pecho”. … “Se cree que la persona cuya figura está impresa en la Sábana Santa ha colapsado bajo el peso de la cruz, o del “patíbulo”, como se le conoce en el estudio a la parte horizontal de la cruz. El Hombre de la Sábana Santa explican los académicos, cayó hacia adelante y sufrió un “violento” golpe “mientras caía a tierra”. “La parálisis del cuello y de los músculos del hombro” fue “causada ??por un objeto pesado que golpeó la parte posterior del cuello y el hombro, causando el desplazamiento de la cabeza al lado opuesto a la depresión del hombro”. … “En este punto, habría sido imposible que el portador de la cruz siguiera manteniéndola y esto trae a la mente el pasaje del Evangelio que describe cómo los soldados obligaron a Simón de Cirene recoger la cruz de Jesús. No fue un acto de compasión, por lo tanto, sino de necesidad. Esto explica por qué “el hombro derecho está más bajo que el izquierdo en 10 ± 5 grados” y el ojo derecho se retrae en la órbita”, debido a la parálisis de todo el brazo, dicen los académicos”. Que el hombre de la Sábana Santa es nuestro Señor, hay pocas dudas. La ciencia confirma lo que los santos ya sabían y es fascinante.

ORACIÓN A LA HERIDA EN EL HOMBRO DE JESÚSDE SAN BERNARDO

Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció.

También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi salvación.

Ah! por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mi,pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la cruz.

Se rezan siete Ave María y se agrega:

Madre santísima imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado… (Indulgencia de 300 días) Oh dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador… (Indulgencia de 100 días)

Fuentes: NC Register, Signos de estos Tiempos

Publicado por Claudio Maximo Soria G. en 8:32 1 comentario: Enlaces a esta entrada Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest