52
Plan ediciones 2015 Catálogo integral

Catálogo y Plan editorial 2015

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Catálogo integral y Plan de ediciones para 2015 de la Editorial Cactus.

Citation preview

  • Plan ediciones 2015Catlogo integral

  • Serie Dispares

    2

    LANZAMIENTOS 2015Henri MeschonnicSpinoza poema del pensamiento

    ISBN: 978-987-3687-15-0Buenos Aires. Editorial Cactus y Tinta Limn Ediciones, octubre 2015.384p. 13,5x 19,5cm.Traduccin: Hugo Savino Prlogo: Diego Sztulwark

    No se piensa para la poca sino para escapar de ella y para ventilarla. Spinoza poema del pensamiento nos devuelve al ms imprudente de los pensamientos, aquel que piensa con-tra el orden, aquel que se dirige a la invencin de pensamiento y a la alegra que hace vivir. Es una imprudencia inventiva que exige enfrentarnos al lenguaje, convertirlo en poema.

    Lo que Meschonnic ensea en su lectura de Spinoza es el valor estratgico de lo que llama marcadores afectivos, operadores cuya potencia es la del trazado del continuo, la invencin de relaciones entre afectos y conceptos, la concrecin de la unidad ritmada no de la unin cuerpo-alma.

    Toda la obra de Meschonnic puede ser leda como una adver-tencia sobre lo que se pierde en las traducciones que borran estas marcaciones. As, la traduccin se politiza. Ya no se trata del latn como lengua culta, ni de determinar las lenguas de Spinoza (y el espaol, el portugus, el holands, el ladino, el hebreo?), sino de leer el latn del pensamiento y la escritura de Spinoza, y de la cuestin de las relaciones entre la invencin de un pensamiento en una lengua, y esta lengua. Lo que un pensamiento puede en lo que una lengua puede.

  • Serie Occursus

    3

    LANZAMIENTOS 2015

    Cuando escribe Lo Arcnido, Fernand Deligny (1903-1996) ya ha sido maestro en escuelas especiales que reciben nios inadaptados de las periferias de Pars, ya ha educado tam-bin en el hospital psiquitrico de Armntieres y luego en Lille, donde requisa edificios abandonados durante la 2 Guerra y arma una red de ayuda mutua entre obreros, delincuentes y miembros de la Resistencia, ya ha sido invitado por Jean Oury y Flix Guattari a la clnica La Borde y ya se ha ido, incmodo con los grupos, el diagnstico, y el psicoanlisis, y hace 15 aos que es el referente de una red de acogida de nios autistas en una zona rural de las Cevenas. Insiste en decirse poeta y etlogo. En lo cual no hay ningn preciosismo, sino una alianza necesa-ria: explorar el autismo exige enfrentar la entente universal del lenguaje y la figura humana.

    Bajo esta insignia est escrito Lo Arcnido, un ensayo potico que en su errancia por la filosofa, la biologa, la historia, y la autobiografa, va engullndose la trama de la figura humana (la conciencia de ser, la voluntad de querer, el proyecto pensado, la libertad), para ir hilvanando las lneas de un modo de ser humano arrojado fuera de la historia pero persistente: arcni-das son las redes de acogida, las redes de espionaje, y las de disidentes, las lneas de la mano y las lneas de errancia de los nios autistas, arcnidos son los trazos de las manos infantiles y aborgenes.

    Lo Arcnido va acompaado de fotografas, de reproducciones de mapas de las lneas de errancia, y de una recopilacin de ensayos breves de la misma poca en la que diversos temas (los partidos, la guerra, el sexo, los intelectuales, etc.) son abordados siempre desde ese lugar ah, el de la cercana con nios autistas, sealando los lmites para un tratamiento del autismo desde las buenas intenciones, el discurso jurdi-co-poltico, y en particular el psicoanlisis.

    Fernand DelignyLo arcnido y otros textos

    Traduccin: Sebastin Puente | Setiembre

    EN NOVIEMBRE

  • Serie Clases

    4

    La obra de Simondon es una de las ms prolficas de la actua-lidad. No solo en su pas de origen, donde en el ltimo tiempo toda su obra es publicada y reeditada y los estudios en torno a su trabajo se han multiplicado exponencialmente, sino en el resto del mundo, donde las traducciones proliferan en las latitu-des ms diversas. Este curso sobre Comunicacin e informa-cin prolonga los estudios de Simondon sobre la individuacin, ya que no puede pensarse ningn flujo comunicativo sin refe-rencia a dicha nocin, por la cual la relacin adquiere estatus de ser, es decir, el ser es devenir. La comunicacin es abor-dada aqu en relacin con el medio sonoro, vibratorio, visual y psquico, en relacin con los procesos de amplificacin en el mundo viviente, y a travs del concepto clave de modulacin. Por otro lado, este tercer volumen de cursos se enlaza con el abordaje que Simondon ya haba efectuado en su Curso sobre la percepcin, y sobre Imaginacin e invencin. El libro culmina con un tramo notable sobre el instin

    Gilbert SimondonComunicacin e informacin(cursos y conferencias)

    Traduccin: Pablo IresPresentacin: Jean-Yves Chateau | Noviembre

    Otros ttulos de la serie en preparacin:Gilles Deleuze, Cine IIIGilles Deleuze, Cine IVGilles Deleuze, Derrames II. Aparatos de estado y mquinas de guerra.

    LANZAMIENTOS 2016

  • Serie Clases

    5

    Advertencia: este libro es un viaje de ida. Quien est en la bsqueda de un sistema filosfico completo, sofisticado y ambicioso, aqu se halla una de las catedrales del siglo XX, esperando su tiempo propicio que es precisamente el nuestro. Quien busque claves para la compren-sin del pensamiento occidental en los ltimos 50 aos, aqu encontrar sus contraseas: singularidad, devenir, acontecimiento. Quien no se conforma con lo que dice la filosofa de s misma, sino que hurga en las ciencias que viven tantas revoluciones an no comprendidas, podr toparse con refinadas interpretaciones sobre la fsica, la biologa, la psicologa o las ciencias sociales, sin renunciar a cuestiones clsicas y olvidadas como la espiritualidad. Para todos, y quizs para nadie, Gilbert Simondon escribi esta gran obra bajo el signo de la nocin de individuacin. Esta es la segunda edicin de un libro destinado a hacer historia, tanto ms cuanto que su autor supo ser un perfecto desconocido en vida (naci en 1924 y muri en 1989) a pesar de que su influencia sobre muchos, en especial Gilles Deleuze, fue superlativa. Metaestabilidad, transduccin, modulacin, informacin: estas, como tantas otras palabras, cruzan las disciplinas, se burlan de los loteos acadmicos del saber y demuestran que una vez ms, como hace tiempo no ocurra, el pensamiento, la accin, el afecto, son nueva-mente posibles. Aqu hay nociones, no jerga incomprensible; hay un ritmo, una cadencia, no argumentaciones plomizas. S hay obsesiones, huecos, apuros y excentricidades. Lo que Simondon nos muestra es un camino a seguir.

    La presente edicin, conforme a la reedicin 2013 publicada en Francia por la editorial Jrme Millon, bajo el cuidado de Nathalie Simondon, retoma el plan original del ejemplar de la tesis que fue sostenida por Gilbert Simondon en 1958. Ese plan se presentaba solamente en dos partes: primera parte Individua-cin fsica; segunda parte, Individuacin en los seres vivientes. La individuacin psquica y colectiva constitua los ltimos captulos de esta segunda parte.Las circunstancias de la publicacin mutilada de 1964 en PUF, luego de su complemento en Aubier en 1989, haban llevado en un primer momento a pensar que la individuacin psquica y colectiva poda ser considerada como constituyendo una parte separada, incluso autnoma. Pero no es as. La presente edicin castellana presenta varias modificaciones, respecto de la anterior de 2009: adems de incorporar esta nueva disposicin conforme al plan original, suma tres complementos que no fueron publicados en la edicin anterior. En primer lugar, un texto conservado entre los manuscritos preparatorios de la tesis principal titulado Allagmtica. En segundo lugar, un texto titulado Nota complementaria sobre las consecuencias de la nocin de individuacin el cual estaba, en un primer estado de la tesis, integrada a continuacin de la conclusin. Finalmente, un texto clave en la obra de Gilbert Simondon, Forma, informa-cin y potenciales, conferencia pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofa el 27 de febrero de 1960.

    Gilbert Simondon La individuacin a la luz de las nociones de formay de informacin

    Segunda edicin. Buenos Aires. Marzo 2015. Editorial Cact us. 512 p. 14,5 x 21,5 cm. Traduccin y notas: Pablo Ires.ISBN 978-987-3831-01-0

    LANZAMIENTOS 2015

  • Serie Perenne

    6

    En La inteligencia de una mquina, de 1946, Jean Epstein se su-merge, con luminosa videncia, en los humos y oscuridades del cinematgrafo, esa invencin diablica llamada a conmover los cimientos perceptivos, afectivos y mentales del mundo. Para quien sin duda fue el ms filsofo de los cineastas, se trataba de descubrir, bajo la capa externa del espectculo, una capa esencial y por as decir neutra del instrumento y de su funcin inherente. Una pregunta central parece moverlo: puede con-siderarse al cinematgrafo, y en general a la mquina, como un individuo en s mismo, capaz de desarrollar un psiquismo rela-tivamente independiente? Su respuesta, asombrosa, prefigura todos los pensamientos posteriores acerca de la individuacin de las mquinas. La ley del nmero y del movimiento, el axioma de que la canti-dad es madre de la cualidad, y un relativismo absoluto donde el espacio, el tiempo y la causa son solo cortes mviles de flujos en interaccin universal, conforman un perspectivismo radical que opera el prodigio. As, la complejidad de los ensambles inconscientes devienen un esbozo de conciencia. As, lo ima-ginario, cuatro veces combinado con lo imaginario, deviene lo real, y una multiplicacin suficiente de lo falso tiende a producir lo verdadero. As, la vida misma deviene funcin de un ritmo temporal: el cristal se pone a vegetar, las plantas se animalizan.En esta atmsfera de sueo, de irrealismo, en este anti-uni-verso, emerge una ant-logica, o ms bien una anti-filosofa, que realiza la funcin neutra e inherente, la frmula implcita que parece trabajar de modo subyacente todo lo que vive. Pero para eso, dice Epstein, hace falta la constitucin del operador encargado de hacer trabajar la frmula, es decir del aparato pensante, sea humano o inhumano.

    Jean EpsteinLa inteligencia de una mquinaUna filosofa del cine

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, abril 2015.112 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-3831-02-7

    LANZAMIENTOS 2015

  • Serie Clases

    7

    LANZAMIENTOS 2015Gilles DeleuzeLa subjetivacin. Curso sobre Foucault.Tomo III

    Para Deleuze, la clave de lectura de la obra de Foucault est en el momento en el que acaban por desplegarse y concentrar-se todas las tensiones anteriores en una pregunta dramtica que lo mantiene en un impasse de varios aos despus de la publicacin de La voluntad de saber: es posible, me es posible, franquear la lnea del poder? Hay algo afuera del poder? A esta pregunta responden las clases que se presentan aqu por primera vez en castellano, dictadas entre abril y mayo de 1986, y que completan los dos tomos anteriores del Curso sobre Foucault (El saber y El poder). La respuesta supondr atravesar el universo comn a Heide-gger y a Blanchot, que gravita sobre las nociones de afuera y de pliegue, para desembocar en la solucin original de Foucault a partir del gobierno de s. Forzosamente habr que pasar por los misterios del final de su obra: por qu ese raro regre-so a los griegos? por qu el retorno al sujeto? Se terminar de bosquejar as el tercer gran eje de la obra foucaultiana: la subjetivacin. La clase sobre la relacin entre el poder y los modos de subje-tivacin cuenta con la participacin de Flix Guattari, en la que se esbozan sus diferencias con Foucault e incluso diferencias de nfasis con el propio

    1 edicin, mayo 2015224p.; 14,5x21,5 cm.Traduccin y notas: Pablo Ires y Sebastin PuenteISBN: 978-987-3831-03-4

  • Serie Occursus

    8

    LANZAMIENTOS 2015Flix GuattariQu es la ecosofa?Textos presentados y agenciados por Stphane Nadaud

    ISBN: 978-987-3831-05-8Buenos Aires, Editorial Cactus, julio 2015.448p. 14,5x21,5 cm.Traduccin: Pablo Ires

    Estos textos y entrevistas, presentados por Stphane Nadaud, y agenciados en un gran trabajo de archivista, nos traen al ltimo Guattari, el de los aos ecosficos, de 1985 a su muerte en 1992. Se trata de un despertar primaveral luego de los invernales aos 80: lejos del tono depresivo que se le endilga, estos aos son prolficos, alegres y vitales. Y a pesar de la novedad de sus trabajos cuyo motivo central es el de construir un objeto ecosfico com-puesto de tres ecologas pero cuyas derivadas son mltiples ellos se enlazan con todo un derrotero, centrado desde los aos 60 en la investigacin sobre los modos de produccin de subjetividad en la perspectiva de una revolucin molecular.El ttulo de este libro alude claro est a aquel otro construido junto a Deleuze a inicios de los 90, Qu es la filosofa? Prueba de ello es la manera recurrente en la que aparece esa luminosa consigna: baarse en el caos para extraer la complejidad.Pero contra toda idea de un retorno a la naturaleza o de la reposicin de neo-arcasmos, la apuesta de Guattari es, por as decirlo, hacia adelante y desde adentro, lo cual, aunque suene paradjico, no atenta en nada contra la bsqueda constante de autonoma y de una praxis libertaria. No se trata de la huida del asceta, sino de trazar lneas de fuga inmanen-tes hacia nuevos posibles, sin restar complejidad al presente. Un orden objetivo mutante puede nacer del caos actual de nuestras ciudades tanto como una nueva poesa, un nuevo arte de vivir.Ambivalencia de la poca: Estamos a la vez hasta el cuello y destinados a las aventuras ms inslitas, ms apasionantes. Imposible tomarse en serio, pero imposible tambin no engancharse. A qu aventura se engancha Guattari? A una en la que todo es posible, en la que nada est garantizado. Pero sin atisbo de nihilismo: Por qu cambiar, por qu la revolu-cin ms bien que nada? Porque tiene mejor pinta! Pero en el fondo, por nada, por un placer inmaterial, una palpitacin imperceptible en la superficie de las cosas.

  • Serie Perenne

    9

    LANZAMIENTOS 2015Gustav Theodor FechnerLa cuestin del alma

    1 edicin, junio 2015224p.; 14x20 cm.Traduccin: Sandra Pauli y Silvina RotembergISBN: 978-987-3831-04-1

    Gustav Fechner (1801-1887), pionero de una psicofsica que buscaba establecer una correla-cin entre los estmulos fsicos, las sensaciones y el alma, presenta en La cuestin del alma, menos una definicin del alma que consideraciones sobre sus mltiples manifestaciones y la creencia que ellas inspiran. Estas manifestaciones del alma, fundamentalmente tomadas desde la sensibilidad, no son ningn privilegio de los humanos. Retomando argumentos de varios de sus libros anteriores (Nanna y Zend-Avesta principalmente), vuelve a mostrar aqu cmo las plantas sienten sin nervios, y cmo, en tanto brotan, se orientan, eligen, tienen se-xualidad, se diferencian y se relacionan, tienen alma. La vida de una planta es ms cercana a la de un animal despierto que la de un animal durmiente o de un embrin. As se desenvuel-ven los argumentos, por analogas y diferencias. Simples analogas! dirn sus adversarios; s, meras analogas, asentir Fechner, pero analogas cuidadosamente llevadas. Analogas ligadas a puntos de vista singulares, a cierta mirada transversal, hasta a visiones: Fechner habla de cuerpos y de almas pero redistribuyndolos hasta lmites extremos en un extrao mundo de umbrales. La vida? Un umbral entre sueo y vigilia. El alma? Un despertar gra-dual, variacin de intensidades distribuidas a lo largo de una serie que va desde las plantas hasta Dios, alcanzando los astros. Una serie continua de umbrales donde los intermediarios (los plipos, plantas-animales) y la operacin de conexin juegan un papel crucial.A esta filosofa, William James la caracterizaba como filosofa del espesor halagndola contra las filosofas chatas de lo absoluto. Con La cuestin del alma, Fechner se propuso, en su siglo XIX, desahuciar materialismo e idealismo por igual. Hoy deja abiertas muchas lecturas, tan perturbadoras como fascinan-tes algo de una ecologa radical, de un vitalismo sin lmite, de un continuismo casi oriental como sea, una filosofa que agarra las cosas, las plantas, los planetas y las palabras, sin ningn temor, y sin pedir permiso a nadie. A nadie, ni a una hydra.

    Marie Bardet

  • Serie Perenne

    10

    Jakob von UexkllPaseando por los mundos circundantes de animales y hombres

    Traduccin: Marcos GuntnPrlogo: Juan Manuel Heredia | Agosto

    Este libro fundamental en la obra de von Uexkll, adems de haber influido en muy grandes y dismiles autores (Heidegger, Merleau-Ponty, Canguilhem, Lacan, Agamben, Sloterdijk, etc.) se ha vuelto clsico por su magnfica descripcin del mundo circundante de la garrapata, retomado tantas veces en la filo-sofa de Gilles Deleuze. Las investigaciones de Uexkll sobre el medio animal son contemporneas de la fsica cuntica y de las vanguardias artsticas. Como estas, expresan el abandono sin reservas de toda perspectiva antropocntrica en las ciencias de la vida y la radical deshumanizacin de la imagen de la naturaleza. All donde la ciencia clsica vea un mundo nico, que comprenda al interior de s mismo todas las especies vivientes jerrquica-mente ordenadas, desde las formas ms elementales hasta los organismos superiores, Uexkll supone por el contrario una infinita variedad de mundos perceptivos, todos igualmen-te perfectos y ligados entre s como sobre una gigantesca partitura musical, aunque no comunicantes y recprocamente exclusivos, y en el centro de los cuales se aprecian pequeos seres a la vez familiares y lejanos.

    EN MAYO

    LANZAMIENTOS 2016

  • Serie Occursus

    11

    LANZAMIENTOS 2016Ariel Suhami / Alia DavalSpinoza por los animales

    Traduccin: Sebastin Puente

    La obra de Spinoza se ha convertido en una referencia ineludible para la filosofa del presente. Su eternidad no es una eternidad de museo sino viva, en tanto se renueva de manera constante en mltiples obras, comentarios y nuevos pensamientos. En este caso, se trata de un trabajo a do que compone la filosofa con el arte, esto es, la filosofa de Spinoza acompaada de un trabajo de ilustracin sorprendente. En primer lugar, la introduccin que hace Ariel Suhamy (doctor en filosofa, profesor en la Sorbonne) de la obra de Spinoza, adopta un ngulo ms que original para recorrer la relacin del pensador holands con los animales, desde los ms mins-culos hasta los ms monstruosos, para rodear la pregunta de qu papel jugaron las bestias en el universo de pensamiento spinoziano. La excusa es perfecta para hacer un recorrido sin exceso de erudicin, pero harto riguroso, por las principales obras del pensador. Acompaando el texto, pero no al modo de una ilustracin forzada sino fusionando el dibujo en el propio movimiento del pensamiento, la ilustradora Alia Daval conduce la lectura, a travs de sus maravillosos dibujos, hacia ese punto intenso donde los conceptos se visten con una nueva luz.

    EN ABRIL

  • Serie Clases

    12

    En medio de Spinoza rene las clases dictadas por Gilles Deleuze en torno a la obra del filsofo holands. Esta segunda edicin completa el curso con clases y fragmentos de clases que no fueron publicadas en la primera. Cmo conciliar que haya una lectura y una comprensin anal-fabeta de Spinoza con el hecho de que sea uno de los filsofos que constituye el aparato de conceptos ms minucioso del mundo? Deleuze nos acompaa en esa doble lectura. Por un lado, una lectura minuciosa de las fuentes y una distincin ri-gurosa de los conceptos, una investigacin sobre las condicio-nes del pensamiento en el siglo XVII. Pero Deleuze no se cansa de decir una y otra vez que nada de eso tienes sentido si no se pone al nivel en que lo pona Spinoza: la vida. Por qu Spinoza llama tica a su ontologa? Con esa pregunta Deleuze se obliga a permanecer en un plano en el que la filosofa hace uno con los problemas de existencia y las maneras de vivir.Porque le permite eso, Deleuze ama a Spinoza. Se nota. Est contento, entusiasmado, alegre. Y lo ama tanto que lo hace de un modo spinozista. Compone una armona en la que ya no se distinguen los dos filsofos. As, desde las pequeas percepciones infinitesimales que nos constituyen, pasando por los vicios, la sexualidad, las enferme-dades, las relaciones de pareja, hasta la cuestin de la tirana y el cultivo social de la tristeza, En medio de Spinoza hace de la filosofa una atmsfera prctica para habitar la posmodernidad.

    Gilles DeleuzeEn medio de Spinoza2da edicin

    2 Edicin Aumentada y corregida. Buenos Aires. Editorial Cactus, Octubre 2006. 512 p. ; 18x13 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial CactusISBN 987-21000-0-4

  • Serie Clases

    13

    Habra que hablar de el Leibniz de Deleuze, como cuando se nombra un cuadro. Es en Leibniz que Deleuze tiene su mo-mento de pintor. Quizs sea un momento de pintura que hay o debiera haber en toda filosofa. Para Deleuze es aqu como si la condicin del pensamiento fuera empezar por componer un mundo. Un universo de pliegues y repliegues vibratorios, de curvas y ms curvas, de seres temerosos de la luz que habitan piezas oscuras, juegos de claroscuro, de fuerzas inquietas agitndose en cada cuerpo, y todo ello ordenado segn series matemticas, segn las reglas de la ms estricta armona.Exasperacin de la filosofa es la primera edicin de clases de Gilles Deleuze en torno a la obra de Leibniz. Adems se trata de sus ltimas clases pblicas. Antecedente inmediato de El Pliegue, pueden considerarse como el virtual laboratorio de sus principales tesis.En ese cuadro/mundo -ahora s- hacer una teora del punto de vista, una teora del inconciente, decir qu es un cuerpo y un alma, definir una singularidad, plantear el problema de la indivi-duacin o hacer la viviseccin de un acontecimiento.Es el Leibniz de Deleuze, es un brote delirante racionalista, un pensamiento salindose metdicamente de sus casillas, una filosofa exasperada.

    Gilles DeleuzeExasperacin de la filosofaEl Leibniz de Deleuze

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, octubre 2006. 392 p. ; 18x13 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial Cactus1 reimpresin: Julio 2009.ISBN: 978-987-21000-5-6

    AGOTADO

  • Serie Clases

    14

    Cmo se lee esto? Hay que hacer una experimentacin e ir obteniendo un mtodo. "Siempre se trata de flujos", dice Deleuze. Qu hacer con ese enunciado para que no se vuelva de sujeto a sujeto? Una especie de retroactiva, de rebote inmediato, de lquido que reviente contra el punto despus de la palabra "flujos" y retorne como una ola sobre el enunciado mantenindolo lquido.No es tan fcil leer. No es preguntarse quin lo dice, cul su sentido, qu significar ese concepto. No es tan fcil leer un ex-perimento de escritura. Se requiere un experimento de lectura, que es una cosa mucho ms rara.Derrames entre el capitalismo y la esquizofrenia es la primera edicin castellana de clases de Gilles Deleuze en torno a los problemas, los conceptos y las tesis que constituyen la serie El Anti-Edipo/Mil Mesetas.Desde su singular interpretacin del modo en que funciona el capitalismo y su ensamble histrico con el psicoanlisis en el terreno de la produccin deseante y la produccin de enuncia-dos; a travs del recorrido de experiencias concretas -cotidia-nas, clnicas, biolgicas, musicales, literarias- y la produccin conceptual para pensarlas, Deleuze se lanza sobre aquello que da continuidad a la serie Capitalismo y Esquizofrenia, y quizs a toda su obra: la bsqueda de modos y conceptos para un pensamiento materialista e intensivo que acompae las expe-rimentaciones inconscientes, sociales y polticas de nuestra poca.

    Gilles DeleuzeDerrames entre el capitalismo y la esquizofrenia

    1ra. edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Mayo de 2005384 p. ; 18x13 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial CactusISBN 978-987-21000-2-5

  • Serie Clases

    15

    Gilles DeleuzePintura. El concepto de diagrama

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, septiembre 2007.1 Reimpresin - Buenos Aires, Octubre 2008 292 p. ; 18x13 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial CactusISBN 978-987-21000-9-4

    Al modo de Gilles Deleuze, las clases que se presentan en su primera edicin castellana en este libro no podan ser otra cosa que el recorrido de un encuentro muy singular entre pintu-ra y filosofa. No es un curso sobre pintura. Tampoco es una esttica. No estoy seguro ve-remos eso despus- de que la filosofa haya aportado algo a la pintura. No lo s. Pero quizs no es as como hay que plantear las cosas. Me gustara ms plantear la pregunta inversa: la posibilidad de que la pintura tenga algo para aportar a la filosofa.Es preciso entonces atravesar los nombres propios y sus temas -los cuadros tormentosos de Turner, los paisajes y retratos de Czanne y Van Gogh, el punto gris de Klee, las figuras amaneradas de Miguel ngel o los cuerpos deformados de Bacon-, las grandes corrientes -el expresionismo, la pintura abstracta, el impresionismo- y las grandes pocas -Egipto, Grecia, Bizancio, el Renacimiento, el siglo XVII y el XIX-. Pero lo que Deleuze sabe es cmo hacer para que cada paso en la pintura indique un concep-to o una distincin original para la filosofa. En la primera parte del curso, cada pintor, cada tcnica, cada cuadro o corriente se convierte en una distincin ms para el concepto de diagrama, fabricado en la pintura, pero tan impor-tante para la filosofa de Deleuze. El carcter analgico del diagrama y la distincin de tres tipos de analoga le permitirn definir la pintura como modulacin de la luz y/o el color en funcin de un espacio-seal. En la segunda parte, entonces, pondr a prueba su definicin en las grandes pocas de la pintura, no sin multiplicar en cada una de ellas las hiptesis que las conectan con una poca del pensamiento filosfico.Cmo lo logra? Cmo logra atravesar de ese modo singular todas las construcciones ms obvias acerca de la pintura? Con el color como un magma vivo que recorre el cuadro, con ojos fijados en contornos, derrocados por manos que se han vuelto un dedo, fuerzas invisibles como fantasmas que hacen ondear los lienzos, lneas que no creen en cuadros o lneas me-ldicas pintadas, luces que esculpen espacios como en una gnesis, con planos tomados en movimientos geolgicos Lo logra con una gua que lo obsesiona: el hecho pictrico -como lo llama- ocurre siempre detrs de toda ilustracin y toda narracin.

  • Serie Clases

    16

    Gilles DeleuzeKant y el tiempo

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, abril de 2008.112 p. ; 18x13 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial CactusISBN 978-987-24075-1-3

    Lo escrib como un libro acerca de un enemigo cuyo funciona-miento deseaba mostrar, cuyos engranajes quera poner al descubierto, dice Deleuze de La filosofa crtica de Kant (1967).En estas clases, en cambio, ms de diez aos despus de la edicin de aqul libro, vuelve sobre el filsofo alemn movido por un nimo distinto: Kant es como un trueno. Despus siem-pre podremos hacernos los listos... Incluso habr que hacerlo. Pero antes, habr que reconocer la primera operacin para dar un estatuto filosfico a la experiencia moderna del tiempo. De-trs de los conceptos de Kant se agita jadeante un tiempo que, liberado del movimiento, acosa internamente al pensamiento y marca el ritmo que separa al conocimiento de las experiencias que lo desbordan.

  • Serie Clases

    17

    Gilles DeleuzeCine I. Bergson y las imgenes.

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Diciembre de 2009.576 p. ; 22,5x15.5 cm.Traduccin y notas: Equipo Editorial CactusISBN 978-987-24075-7-5

    Deleuze presenta este curso sobre bergsonismo y cine, editado aqu por primera vez en castellano, como un riesgo que ha tomado. Cul es el riesgo? Deleuze teme que la exploracin de un terreno tan ajeno a la filosofa lo lleve a un mero ejercicio de aplicacin de conceptos.Por qu valdr la pena este riesgo? No se cansa de repetirlo: la tarea del filsofo es inventar conceptos. Ms que un estudio sobre el cine, lo que se encontrar aqu es entonces un experimento del pensamiento a travs del cine. Y como en ningn otro curso, se ver el esfuerzo y la diversidad de operaciones, de decisiones tcticas locales tomadas en el mo-mento justo, que son necesarias para que avance eso que Deleuze llama invencin. Cmo escapar a un comentario acerca del cine en sus propios trminos o en los de la cr-tica? Asentndose en el mundo bergsoniano de las imgenes iguales a la materia. Y si eso se detiene, si se corriera el riesgo de que la filosofa asfixie al cine? Avanzar con Pasolini, con Vertov, con el expresionismo alemn, con Griffith y con Eisenstein. Y cuando se palpe ya el borde de un nuevo abismo? Se volver a la filosofa, aparecer Peirce para dar el gran salto, Maine de Biran, Descartes. Y cuando haga falta, se recurrir tambin a la novela, a John Dos Passos, a Robbe-Grillet. Qu gana el cine con todo esto? Un enorme espesor dramtico-filosfico que redefine sus problemas tcnicos montaje, campo/contracampo, profundidad de campo, la actuacin-, sus gneros el drama, el western, el policial, el burlesco, el terror-, sus corrientes expre-sionismo, naturalismo, realismo, neorrealismo, nouvelle vague, experimental- y sus directo-res, en tanto problemas de la expresin y el pensamiento. Qu gana la filosofa? Una invencin de conceptos para explorar el pensamiento de lo que constituye la visin de Deleuze: un universo no-humano hecho de interacciones univer-sales y centros de indeterminacin, de percepciones moleculares, de pulsiones y objetos, degradaciones, de duelos de fuerzas, de organizaciones o desconexiones sensoriales y motrices, de memoria, de tiempo.

  • Serie Clases

    18

    Gilles DeleuzeCine II. Los signos del movimiento y el tiempo

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Octubre de 2011.704 p. ; 21,5 x 14.5 cm.Traduccin y notas :Pablo Ires y Sebastin PuenteISBN 978-987-26219-3-3

    El ltimo ao tropec con una cosa en la que no crea. Habl mucho de cine, pero lo que tena en la cabeza no era el cine... (...) Lo que tena en la cabeza era una clasificacin de los signos, de todos los signos del mundo! As presenta Deleuze este curso dictado entre fines de 1982 y principios de 1983, que se edita aqu por primera vez en castellano, en el cual el cine quedar subordinado a la titnica empresa de una clasificacin general de las imgenes y los signos. Pero el lector no debe olvidar que los signos son imgenes, y las imgenes bergsonianas no son subjetivas o psiclogicas, no se distinguen de la cosa, de modo que estas clases se convertirn en un gigantesco curso de filosofa sobre el universo material y el tiempo. Filosofa del movimiento, de la percepcin, de la accin, de los afectos, de la relacin, del tiempo y del pensamiento. La lectura de Bergson y un extenso comentario sobre aspectos de la filosofa de Peirce generalmente despreciados por la lingstica actan como organizadores. Pero el curso atravesar lugares clsicos de la filosofa: el tiempo en la Antigedad, el problema de la relacin entre el pensamiento y lo real en Descartes, en Leibniz, en los postkantianos y en Hegel, la teora de lo sublime en Kant, la relacin entre la luz y el alma, la filosofa existencial de Pascal, Kierkegaard y Sartre. Pelculas, directores, escuelas y corrientes del cine servirn mayormente para confirmar las hiptesis y a veces como lo dice el propio de Deleuze- como breves recreos. Deleuze no explicita la finalidad de esta empresa monumental. Sugiere un mero gusto, casi un capricho megalmano que compite con el de Peirce. Pero al menos explicita su comunicacin con una sensibilidad de poca: Hablo de un mundo sin eje, sin derecha ni izquierda, sin cuerpo slido. Hablo de este plano de inmanencia de imgenes que actan y reaccionan unas sobre otras. (...) En qu pensamien-to puede aplicarse, en qu arte puede practicarse sino de cierta manera en crear el mundo anterior al hombre? O lo que es igual, en crear el mundo posterior al hombre. Para qu sirve la filosofa, el arte, etctera? Seguramente tienen que hablarnos del hombre, pero tambin de lo no-humano. (...) Y qu pasa hoy en da? Dira que de cierta manera hoy estamos habitualmente persiguiendo el plano de inmanencia sin eje, sin cuerpo slido, sin derecha ni izquierda, el mundo de las imgenes-movimiento en estado puro. Por qu lo perseguimos? Sera un tema saber por qu. Es que quiz sentimos que comprenderamos muchas cosas si lo alcanzramos. Y que pasan muchas cosas que van en dicho sentido.

  • Serie Clases

    19

    Gilbert SimondonCurso sobre la percepcin

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Julio de 2012.352 p. ; 21,5 x 14.5 cm.Traduccin y notas :Pablo IresISBN 978-987-26219-6-4

    Este Curso sobre la percepcin (1964-1965) es un programa riguroso, fundado en una sos-pecha: solo puede trazarse una historia de los sistemas filosficos si se hace la historia de la nocin de percepcin.En este sentido, Simondon retoma la intuicin primera de los fisilogos jnicos, para quienes la percepcin era el principal modo de conocimiento del mundo. A partir de all se recorren las bifurcaciones que se pierden y se renen, para volver a perderse y volver a reunirse con esta visin primera. As se dibujan vas divergentes an en el mundo antiguo entre jnicos y platnicos-pitagricos, con una va media aristotlica, y a un segundo nivel, con el epi-curesmo y el estoicismo. Luego en el perodo clsico, con la oposicin entre racionalismo (Descartes y su prole) y empirismo (Locke, Berkeley y Hume), y la va media ahora encar-nada por Kant. Finalmente, en la modernidad, donde ya la percepcin se piensa a partir de investigaciones y teoras cientficas, sobre todo psico-fisiolgicas, y que hallan en la teora de la intuicin bergsoniana un novedoso lazo entre materialismo y espiritualismo.Pero Simondon no se contenta con repasar la manera en la que los filsofos trataron la cues-tin de la percepcin, sino que en los sucesivos captulos de este curso se dedica a estudiar la funcin perceptiva en los diversos seres de la naturaleza, con bellos pasajes sobre la per-cepcin en plantas y animales, para concentrar luego todo su rigor en los vnculos trazados entre percepcin e informacin, recogiendo sus efectos psicolgicos, en los captulos dedica-dos a la percepcin de lo moviente, de la forma, del espacio y de la duracin. Todo concluye en un estudio muy original sobre la manera en la que se vincula la percepcin con la afectividad y con el campo de la actividad propiamente humana, tecnolgica.En suma, luego de este camino, en el que merece especial atencin la relacin ntima y problemtica a la vez entre percepcin y sensacin, podramos noms prolongar y decir que para Simondon, solo puede trazarse la historia de la vida si se hace la historia de la nocin de percepcin.

  • Serie Clases

    20

    Gilbert SimondonImaginacin e invencin

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Septiembre de 2013.224 p. ; 21,5 x 14.5 cm.Traduccin y notas :Pablo IresISBN 978-987-29224-3-6

    Un ao antes de este curso sobre Imaginacin e invencin (1965-1966), Gilbert Simondon haba llegado a varias conclusiones en su Curso sobre la percepcin. Una de ellas ser de vital importancia en tanto empalme y punto de partida del anlisis de la imagen mental: que la motricidad precede a la sensorialidad, es decir que hay tendencias motrices que operan sin necesidad de que exista an percepcin o encuentro del objeto. Por otro lado, y es el comienzo de este curso, que se puede pensar la existencia de la imagen sin necesidad de una conciencia imaginante o de una toma de conciencia reflexiva. Cerca de Bergson entonces, y lejos de Sartre, Simondon nos presentar un ciclo de la imagen mental en cuatro fases, las antedichas tendencias motrices, imgenes pre-perceptivas; las imgenes que surgen en el encuentro entre el organismo y el medio, en la realidad percep-tivo-motriz y su encuentro con el objeto; y la realidad de las imgenes-recuerdo que afloran el smbolo, posterior al encuentro con el objeto. El ciclo culmina en la saturacin de la realidad simblica que desemboca en la invencin creadora. Y todo este ciclo vuelve a comenzar a otro nivel. Continuidad entonces entre imaginacin e invencin, pero entonces tambin entre naturaleza y tcnica, y continuidad aun ms profunda y fundamental en tanto todas las fases del ciclo de la imagen anuncian una expansin fuera del individuo, en una proyeccin ampli-ficante, que culminando en la acumulacin de las invenciones compatibilizantes, conlleva la incorporacin de realidades ante todo no-humanas a un mundo que tiene sentido para el hombre.Un mundo de objetos creados, variopinto pero donde no todo da igual, donde existen capas externas y superficiales, aquellas que colman nuestras necesidades de manifestacin, otras capas medias reproductoras de lo existente, donde reina la defensa a capa y espada de las formas con-sagradas, donde nada se gana y nada se pierde, y luego (y esta vale ms para Simondon) una capa instrnseca, esencial, de la que dependen las otras, ncleo que desborda tanto lo dado como su formalizacin, entregando una solucin siempre superior al problema que resuelve pues opera por amplificacin, y que revela la auto-correlacin estructural y funcional del objeto, auto-correlacin en el sentido de que el objeto se rene con sus propias formas implcitas.

  • Serie Clases

    21

    Gilles DeleuzeEl saber. Curso sobre Foucault.Tomo I

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Abril de 2013.256 p. ; 14,5 x 21,5 cm.Traduccin y notas: Pablo Ires & Sebastin PuenteISBN 978-987-29224-0-5

    A un ao de la muerte de su amigo Michel Foucault, compaero en la Universidad de Vincennes, Deleuze encara este curso sobre su obra que se editar en tres tomos por primera vez en castellano.

    En este primer tomo, El saber, se presentan las primeras 8 clases que van de octubre a diciembre de 1985. El punto de partida es que a pesar de las apariencias que lo han vincula-do a la escuela de los Annales, Foucault ha insistido siempre en que no es un historiador. As, lo que se presenta como el primer eje de la obra de Foucault, el problema y el concepto de saber, revelar todo su espesor y su riqueza. En primer lugar, la arqueologa aparece no solo como mtodo de anlisis de lo visible y lo enunciable en cada formacin histrica, sino tam-bin como una investigacin filosfica sobre el ser del lenguaje y de la luz, opuesta al estructuralismo, a la fenomenologa, y a la lingstica. En segundo lugar, como una concepcin compleja y original de los vnculos entre las visibilidades y los enuncia-dos, que se iluminar cotejndola con Kant, con Blanchot, con el cine de Syberberg, de los Straub o de Duras, y con la poesa de Raymond Roussel. Por ltimo, a travs de las nociones de regularidad y singularidad, como exigencia y anuncio de la transicin hacia el segundo gran eje de su obra: el problema del poder.

  • Serie Clases

    22

    Gilles DeleuzeEl poder. Curso sobre Foucault.Tomo II

    1 Edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, Septiembre de 2014.416 p. ; 14,5 x 21,5 cm.Traduccin y notas: Pablo Ires & Sebastin PuenteISBN 978-987-29224-9-8

    El poder recopila la segunda parte del curso sobre Foucault que dict Gilles Deleuze en la Universidad de Vincennes. El curso haba comenzado a fines de 1985 a partir del eje del saber. En esta segunda parte, de principios de 1986, se aborda lo que Deleuze considera el segundo gran eje del pensamiento de Foucault: el poder.Para Deleuze el pensamiento nunca es un sistema, implcito o explcito, sino un recorrido vital y prctico, plagado de perma-nencias, de choques, desvos, encerronas, saltos bruscos y abandonos, que no son objeto para una reconstruccin, sino exigencia para un nuevo pensamiento. Por eso, comentario y creacin son indisolubles. El poder nos brindar entonces periodizaciones de la obra, relaciones con el perodo post-68 en Europa, con el marxismo y el existencialismo, y tambin con Nietzsche. Comentar los postulados para un anlisis del poder y nociones como la de microfsica, disciplina, y biopoltica. Pero a un segundo nivel la obra se recrea y todo se redistribuye, al punto de que permite leer, por ejemplo, Las palabras y las cosas, una obra supuestamente anterior al perodo del poder. Es que el concepto de poder reclamar el despliegue de una verdadera filosofa de las fuerzas y la invencin de la nocin de diagrama. El problema de la relacin con el saber ser legible a travs de la integracin matemtica y la diferenciacin biol-gica. Por ltimo, el enigma de los contrapoderes y del cambio histrico exigir delimitar una nocin de afuera que anuncia la transicin hacia el tercer eje de la obra de Foucault: el deseo.

  • Serie Perenne

    23

    Baruch Spinoza Tratado de la reforma del entendimiento

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, abril 2006.Reedicin 2013, 64p. 14x20 cm.Traduccin: Oscar CohanISBN: 978-987-21000-3-2

    El Tratado de la reforma del entendimiento y del camino que mejor conduce al conocimiento verdadero de las cosas es la generosa exposicin, meditada e inconclusa, de una primera persona reflexionando ante su propia experimentacin. No es un antes ni un despus sino el apego apacible a una duracin testimoniante.El Tratado de la Reforma no se presenta como un conjunto in-acabado de reglas para el vivir bien, no es el borrador preliminar de ninguna obra mayor impresa y finita, consagrada luego en una s definitiva tica de vida. Se lo comprende al modo que mejor supo ver su ya fiel introductor: Una idea rene a estas dos obras separadas por el tiempo (...) la idea que ha enseado su filosofa, que ha encarnado su vida: la idea de la verdadera felicidad del hombre, de la felicidad del hombre libre. ngulos, cortes y lneas de una filosofa -arte racional/ciencia vital-, en su doble y nico esfuerzo por discernir el (re)medio ms adecuado para corregir un mal/estar y darse a conocer en las tcticas que procuran el buen/vivir.Ser en esta oportunidad una fidelidad contempornea a la presente edicin del Tratado de la Reforma la que (se) prologa (prolonga) en un vadeo por la fluente principal al (del) torrente spinoziano. La tarea de una enmienda (...) procura una trans-formacin de la vida, la produccin de una forma de vida cuyos efectos y cuyo significado presentan una dimensin ltima que es existencial y poltica. (...) El extravo del entendimiento (...) no es problemtico por el hecho de promover el error, sino por la forma de vida que implica.... Extravo, error, distraccin. Estra-bismo. Es siempre un problema de visin, de atencin. Un juego de cristales. Un problema ptico: hacer visible. Caleidoscopios: latitud y longitud. Y por su diferencia es tambin un problema tctil, de distancias. De elongacin del cuerpo y del espritu.

  • Serie Perenne

    24

    Henri Bergson Materia y memoriaEnsayo sobre la relacindel cuerpo con el espritu

    Supongan por un momento que ya no ven lo que usualmente ven cuando ven, que ya no tocan lo que usualmente tocan cuando tocan. Que los objetos que crean conocer se disuel-ven, que las palabras se funden entre s, que todo lo que pareca tener una forma la pierde. Imaginen que las personan y su modo de existencia usual- se desdibujan, que pierden sus contornos, que se quedan sin piel que las sostenga. Este inmenso cuadro que se (des)pinta es el que nos presenta Bergson en Materia y memoria. Como si la vida hubiera sido sometida e impulsada por un coeficiente de velocidad distinto al acostumbrado, un cambio de ritmo demoledor, que invade todos los seres y les restituye un movimiento que les viene de algn lado, no se sabe de dnde. Pero sucede que donde ya no parece ser una experiencia del cuerpo y del alma. Volvernos a colocar en la duracin pura cuyo derramamiento es continuo () continuidad realmente vivida pero artificialmente descompuesta para mayor comodidad del conocimiento usual. Tal parece ser la invitacin en tono amable que nos cursa Henri Bergson en las pginas de Materia y memoria.Jugar (coquetear con los dualismos). Disociar los mixtos mal planteados y sus malas cone-xiones para hallar las verdaderas articulaciones interiores-inmanentes de lo real. Percepcin y memoria, materia y espritu, cuerpo y alma. Hacer vibrar los trminos para poder ver sus diferencias-conexiones (grado y naturaleza). Hacerlos vibrar al unsono. Este es el mtodo de diseccin empleado en Materia y memoria.Llamado a una coexistencia pacfica. No tirar la vida de uno por la borda. Es tan natural recomponer el marco de nuestro cuadro a cada paso, como atravesarlo. Es parte de la naturaleza incluso montar un museo. Convivencia y conveniencia. Invitacin a suponer un mtodo que coexista con ese otro ya supuesto y vivido. Intuicin como mtodo. Qu es la intuicin? Algo que no dice mucho, pero que despeja con laborioso rigor las condiciones de la experimentacin, pues bajo su hiptesis no subsiste mucho, slo el suelo del mtodo. Expe-rimentaciones en todos los campos (devastados). Es un llamado que quizs pueda leerse en el pensamiento de Bergson. Y una relacin posible con este libro: El arte del escritor consiste sobre todo en hacernos olvi-dar que l emplea palabras (,,,) las ondulaciones de su pensamiento se comunican al nuestro llevadas por la frase y entonces cada una de las palabras, tomadas individualmente, ya no cuenta: ya no hay nada ms que ese sentido moviente que atraviesa las palabras, nada ms que dos espritus que parecen vibrar directamente, sin intermediario, al unsono.

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus Abril 2006. 20x14 cm.Traduccin de: Pablo Ires3ra. reimpresin - Buenos Aires, Octubre de 2013, 256 p.ISBN: 978-987-21000-4-9

  • Serie Perenne

    25

    Gabriel Tarde Monadologa y sociologa

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus, octubre 2006.136 p. ; 20x14 cm.Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-21000-3-2

    Tarde signa su Monadologa y sociologa con un lema, Hypo-theses fingo (hago hiptesis -o las simulo-), operacin que dispone de antemano las condiciones de una enunciacin abierta y a la vez perentoria, riesgosa y a la vez inexorable.Hago hiptesis ser el ndice, ya no de una especulacin o una sospecha, sino de una presencia: un hallazgo. Es el Tierra a la vista! que remueve a las nimas inertes en un naufragio: Hasta aqu toda la filosofa se ha fundado sobre el verbo Ser, cuya definicin pareca la piedra filosofal a descubrir. Se puede afirmar que si hubiera sido fundada sobre el verbo Tener, muchos debates estriles, muchos pataleos del espritu sobre el mismo lugar hubieran sido evitados. Se tiene un avistaje, se hace un mapa, se inventa un recorrido. Mapa estelar, cartografa ocenica. Tierra a la vista! Es la presencia que (re)sita sentidos y percibidos, es la cruz de los vientos: deseo y creencia. Razn de ser de todo espritu nave-gante que no sabe bien hacia dnde navegar, pero bien sabe por dnde. Tarde lo supo, sea catalejo o microscopio, siempre se trata de un ms ac: Es esta la nocin concreta sustancial que se descubre en s. En lugar del famoso cogito ergo sum, dira de buen grado: Deseo, creo, por tanto tengo.Avistaje.Toda una tradicin ha pensado en enfocar la mirada, organizar un ojo conocedor, ojo-sujeto con el poder de consti-tuir sus propios predicados Cmo ve Tarde? Parece que des-enfocara, nubla la mirada como para dar con un en medio de las cosas en el que se desarman las formas que nos habamos formado; un desajuste estratgico que destituye el ojo-sujeto y lo convierte en predicado mvil de un entrecruzamiento de vistas no subjetivas. Algo as como un tercer ojo. Me perdona usted este exceso metafsico, amigo lector?

  • Serie Perenne

    26

    1ra. edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Marzo de 2007Reimpresin - Marzo de 2015 124 p. ; 20x14 cm.Traduccin: Pablo Ires

    Paul Klee Teora del arte moderno

    La fuerza creadora escapa a toda denominacin () Probable-mente ella misma es materia, una forma de materia que no es perceptible con los mismos sentidos que los otros tipos cono-cidos de materia. Pero es preciso que se deje reconocer en la materia conocida. Incorporada a ella debe funcionar. Unida a la materia, debe tomar cuerpo, devenir forma, realidad. Esta es la experiencia del arte demarcada por la obra de Paul Klee y sobre ella versan los escritos aqu reunidos bajo el ttulo de Teora del arte moderno.Pero ms ac de la obra hay su gnesis: registro difuminado, desenfocado de la imagen-cuerpo: lneas, claroscuros, color. La ley gravfica terrestre sede en soberana. Poco a poco son fuerzas centrfugas las que dominan la escena: el enraizamien-to terrestre se desentiende en favor de una comn partici-pacin csmica. Levitar, volar. Nadar, bucear. Aire? Agua? Cualquiera sea la ecuacin, el cuerpo busca la respuesta motriz favorable a la libre movilidad. Pues de lo que se trata, finalmente y desde siempre, es de la eleccin y composicin de los medios plsticos-corporales que ms adecuadamente expresen en forma los contenidos en formacin.El arte puro supone la coincidencia visible del espritu del contenido con la expresin de los elementos de forma. Denme pues un cuerpo! ... ms no uno cualquiera! Es la exigencia en la bsqueda que dotada de alas por la intuicin suele poseer la superioridad. Su logro ser ya cuestin de temperamentos: que nadie se crea obligado a esto! Que cada uno se dirija segn los latidos de su corazn.

  • Serie Perenne

    27

    Giordano Bruno De la magiaDe los vnculos en general

    1ra. edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Agosto de 2007120 p. ; 20x14 cm.Traduccin: Ezequiel Gatto, Pablo IresISBN: 978-987-21000-8-7

    Alguien ha sido quemado en el 1600. Se sospecha que sus ideas cosmolgicas irritaron a la Iglesia. Tal es la cmoda autopsia que subsiste hasta hoy. Pero cabe sospechar que hubiera sido quemado dos siglos ms tarde en nuevos tribunales, con otra ciencia, o cuatro siglos despus, quin sabe. Giordano Bruno esparce pensamientos que incendian por s mismos en todo tiempo. De la Magia (1588) funciona como una especie de confirmacin prctica de una intuicin primera que haba recorrido toda su obra vida-: la continuidad espiritual del universo. Ejemplo de Bruno: Se cuenta que un instrumento en piel de cordero, puesto en presencia de un tambor en piel de lobo, pierde su sonoridad (): es que el espritu que est en la piel del animal muerto es capaz de vencer y de someter al otro, en tanto que participa de la antipata y del deseo de dominacin que habitaban en los animales vivos. Ante el ceo fruncido, la carcajada. No es verdad?, qu importa la verdad?, o a quin le im-porta? Solo se trata de mentiras ms o menos verosmiles. Acota Giordano: No he verificado yo mismo si lo que se dice es exacto: pero esto no deja de aparecer verosmil, y razonable. Entonces para quin es falso? Solo para quien no lo percibe as. Aos de educacin en la verdad nos han inoculado anticuerpos que nos impiden sentir tambin as. De modo que corregimos, el ejemplo vale menos por lo que confirma que por lo que sostiene, una (otra) hiptesis-mentira bajo la cual se vive. De los vnculos en general (1590) prolongar la serie. Bajo la misma hiptesis desplegar el funcionamiento efectivo de estos lazos dinmicos, ms bien fuerzas vinculantes que vnculos completamente hechos. Y alumbrar el influjo del amor universal (amor de Cupido), en tanto fuerza inmanente que atraviesa todas las relaciones. Se va de lo microfsico a lo macrosocial, de all que pueda utilizarse tambin el De vinculis como un potente texto-herra-mienta de filosofa poltica para pensar-intervenir las formas actuales del vnculo.

  • Serie Perenne

    28

    Henri Bergson La evolucin creadora

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus Diciembre 2007.368 p. ; 20x14 cm.Traduccin de: Pablo IresISBN: 978-987-24075-0-6

    Qu se hace en una contratapa? Se quiere sealar la inmediata participacin en una sensi-bilidad latente abierta por una corriente de lecto-escritura entre las orillas de lo ledo y de lo escrito. Se lee sobre un libro, se escribe sobrel. Lectura y escritura se montan aqu alter-nativamente. Por gravitacin, decantar lo ms pesado de ambas, gestos y palabras; por identificacin inteligente coincidirn, se detendrn y finalmente por condensacin se fijar as una marca: la representacin intelectual de una corriente de lecto-escritura. El concepto se hace de un lugar. Bien, pero ac algo hace agua!: siendo la funcin de la inteligencia ligar lo mismo a lo mismo, y siendo que esta solo da cuenta de lo repetido cmo ser ya posible que contratapa, libro y concepto, uno tras otro, no solo vuelvan sobre s mismos sino que difieran de s y que junto a lo mismo se haga otra cosa? (Sentido comn)Por ac pas algo ms! Nada, las pelotas! A por l! (Intuiciones evanescentes)Un torrente de lecto-escritura no se explica por el amontonamiento que deja su paso. Su paso no se explica en sus restos y sedimentos. Infinidad de mediciones y rodeos sern po-sibles, algunos necesarios, y por audaces bien recibidos. Y de otros solo se sacar provecho: infinidad de conclusiones se extraern en favor de la promocin turstica del autor y sus ori-llas. Mas, del fluir que las surca y baa, que las provoca, altera y modifica continuamente... ? A odos sordos, palabras... sobran. Pero la accin rompe el crculo.Se hace un alto en un borde ltimo, ya no es tierra lo que se pisa. Nada? Quizs ya no se pueda escribir ni pisar y sin embargo la palabra guerrea; curvada en el esfuerzo reciente de un pasaje, de un cambio de medio, intempestiva, as se escribe. Duracin. Cmo se lee?Remontar la pendiente de La evolucin creadora de la vida que propone Bergson; librar-se a ella de un salto; participarla y fundirse en su origen: inventar. Hacer cuerpos de otro tipo: mixtos-mutables capaces de avanzar en los terrenos ms inhspitos, ms inslitos e improbables. As, ella inventa sus anfibios, a caballo de la inteligencia y la intuicin: saltarines y equilibristas, duendes y ngeles, sirenas y minotauros, monstruos de tres y mil ojos, dislo-cados, delirados y deformes, excitados, herejes, anormales. (Intuiciones evanescentes)

  • Serie Perenne

    29

    Joseph Jacotot Enseaza Universal. Lengua Materna

    Prlogo de Jacques Rancire

    1 edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus Junio 2008 316 p. 20x14 cm.Traduccin: Pablo Ires ISBN: 978-987-24075-2-0

    Todas las inteligencias son iguales. Se puede ensear lo que se ignora. Las explicacio-nes atontan. Es preciso querer lo posible. Cualquier hombre puede todo lo que quiere. Nunca es la inteligencia la que falta, sino la voluntad.Un hecho fechado, 1818, arrastr a Jacotot a la opinin de la igualdad de las inteligencias. Esta opinin, tan sostenible como la contraria, funcion a partir de all como hiptesis a ser verificada. Hiptesis-festejo.Era un tiempo de fundacin. El alba de las pedagogas se eriga como uno de los resultados palpables de la revolucin, pero esta aurora llena de promesas se sostena en la opinin de la desigualdad de las inteligencias, en la lamentable separacin entre sabios e ignorantes. Hiptesis-lamento.Nada es verdad. Slo se trata de ver qu vida hay bajo cada hiptesis.Jacotot comprueba que la experiencia de la emancipacin se ha hecho desde siempre. La lengua materna es el ndice. Dice Rancire: el ser que se supone virgen, al que el maestro se propone dar los primeros elementos del saber, ya ha comenzado hace mucho tiempo a aprender. Es por eso que la cuestin de la lengua materna est en el corazn de la relacin entre tirana y emancipacin. En efecto, todo hombre ha hecho esta experiencia mil veces, y sin embargo a nadie se le ocurri decir a otro que tambin poda emanciparse. Esta es la buena nueva que hay que difundir.Pero esa buena nueva no tiene futuro en sociedad. All se desrazona, y por tanto hay que desrazonar lo ms razonablemente posible. El individuo es libre, la especie no lo es. La socie-dad es la explicacin que nos gobierna: este gigantesco sistema de explicaciones trabaja sin tregua para separarnos de lo que vemos y de lo que hacemos.Pero la inversin de esta situacin no debe empujarse hacia el futuro, hacia utopas esperan-zadoras que perpetan la dominacin presente. Esta exigencia no es un asunto del pasado () el tiempo de Jacotot es actual como es actual el combate a todo instante renovado entre las dos lgicas. Pues la prediccin de Jacotot se ha revelado exacta. Era preciso escoger entre dos ideas de la igualdad: la que se repele hacia el futuro como una meta a alcanzar y la que se afirma aqu y ahora como una presuposicin a verificar.Como dice Jacotot, sucede al azar el darse cuenta de ello, pero publicarlo es una buena nueva.

  • Serie Perenne

    30

    Etienne Geoffroy Saint-Hilaire Principios de filosofa zoolgica

    1 edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Abril, 2009 180 p. 20x14 cm.Traduccin: Pablo Ires ISBN: 978-987-24075-4-4

    1830. Paris. Dos jvenes anatomistas presentan ante la Academia de las Ciencias una inves-tigacin sobre la organizacin de los moluscos. En ella se quiere mostrar la analoga existente en la composicin orgnica entre vertebrados y moluscos. Etienne Geoffroy Saint-Hilaire, comisionado a presentar un reporte sobre los resultados de la investigacin, encuentra all una prueba ms en favor de su tesis sobre la unidad de com-posicin orgnica en los tipos animales. Georges Cuvier, cientfico eminente, la desaprueba: la considera un atentado a los principios fundamentales de la anatoma comparada, y un descrdito a sus propias investigaciones en la materia.Este defiende la distincin aristotlica de los cuatro modos fundamentales e irreductibles de organizacin animal: vertebrata, molusca, articulata y radiata. El otro entiende posible la reduccin de estos cuatro tipos a una pauta organizacional comn.Cuvier responde al informe presentado en una replica airada. Los nimos se crispan. La prensa publicita la polmica; el pblico la encona. La retrica promiscua se extiende entre cientficos y editores. E. Geoffroy resuelve comunicar sus puntos de vista a travs de la va de un escrito impreso: Principios de Filosofa Zoolgica. Y escribe: de cada sesin que haca diariamente en los gabinetes del Jardn del Rey, reciba una impresin que, reproducindose siempre igual, me llev a esta visin del espritu ...una visin de genio filosfico que conecta contemporneos en todos los tiempos en los que alguien pudo ver en la vida su naturaleza plstica: un fondo comn constituyente, una misma anatoma variada infinitamente. 1996. La gentica molecular confirma una de las hiptesis discutidas en la polmica Geoffroy Saint-Hilaire - Cuvier: la identidad (por inversin) de los planes corporales de vertebrados y artrpodos. (De Robertis y Sasai)

    1904. Todo en la naturaleza se modela segn la esfera, el cono y el cilindro. Hay que apren-der a pintar sobre la base de estas figuras simples; despus se podr hacer todo lo que se quiera. (Czanne)

  • Serie Perenne

    31

    William JamesUn universo pluralistaFilosofa de la experiencia

    1 edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Abril, 2009 256 p. 20x14 cm.Traduccin: Sebastin Puente ISBN: 978-987-24075-5-1

    Algo persuasivo susurra en nosotros. Una proximidad amorosa nos invita a intimar. Excita un odo, entonces, se inventa un sonar, un mtodo de navegacin, una filosofa como va a la intimidad: amante-navegante. Dos sensibilidades, monista y pluralista, discuten sus prefe-rencias sobre el amor y la navegacin; de las costas del susurro, de su piel y profundidad; y de la certidumbre del encuentro ntimo.William James, filsofo de mundos, defiende la tesis pluralista confrontndola aqu con la va monista. Desplaza el eje del problema; insubordina as el mapa conceptual: Ya no responder a la solicitud de un orden especulativo sino al de una necesidad prctica: la diferencia entre avistar tierra, naufragar o nunca jams zarpar; la diferencia entre intimar o no.El problema con la va monista es que ha puesto a la intimidad en el Todo eterno de lo abso-luto, tan lejana de nuestras partes finitas que nos deja librados a la misma infame castidad en la que se estaba bajo el tesmo monrquico. - Intimemos con lo Absoluto, dice el monista. Como si pudiramos, con el pensamiento y la conducta! Somos invenciblemente partes, digamos lo que digamos, y debemos aprehender el absoluto como a un ser extrao. De esta serie de conferencias dictadas por James en el ao 1909 en el Manchester College, cabe destacar al menos tres momentos sobresalientes: el captulo que dedica al problema metodolgico al que nos ancla el lastre hegeliano; la resea maravillada que hace del genio de Gustav Fechner y su pantesmo alucinado; y muy especialmente la conferencia sobre Henri Bergson, junto a quien escribe las ms delicadas palabras para una filosofa de la experiencia: vuelvan sus caras hacia la sensacin, esa cosa envuelta en carne que el racionalismo siem-pre ha llenado de insultos. Finalmente, ms cerca de la intimidad de la carne y de sus partes, anuncia en sus conclu-siones la va de estudios abierta con el pluralismo: la psicologa descriptiva, los fenmenos religiosos, el panpsiquismo y otras bestias del desierto filosfico.

  • Serie Perenne

    32

    Charles Pguy Clo. Dilogo entre la historia y el alma pagana

    1 edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, Septiembre, 2009 296 p. 20x14 cm.Traduccin: Laura Flica ISBN: 978-987-24075-6-8

    Fines del XIX, principios del XX. Revelacin y punto de partida. Alguien ha (re)(des)cubierto el mundo, lo ha pensado de nuevo. Charles Pguy toma nota de la duracin bergsoniana, pero no como quien pasa revista a una tesis novedosa sino como viviente a quien algo se le pega en la piel: Lo que es innegable es que todo el tiempo no pasa con la misma velocidad y segn el mismo ritmo. De all parte este dilogo entre su alma pagana (o clsica) y la historia. Es como si toda la duracin se le metiera a Pguy por los poros, y se pusiera a hablar a travs suyo. Una deriva hecha hombre que se arroja al flujo de lo vivo. Y un ajuste de cuentas con toda una tradicin (moderna) que anula lo que quedaba de vital en Clo (la historia). A fin de cuentas, un ajuste de cuentas consigo mismo, y son las ltimas, ya que un par de aos despus de este ensayo (1909-1913) Pguy las saldar definitivamente en un equvoco campo de batalla. Una despedida y un pasaje, un ltimo adis a lo mundano y el arribo a una nueva inspiracin, una nueva musa.

    Pguy describe dos ritmos. Historia y memoria. Frente a la evocacin y el relato, la invocacin de una vida. Cmo no convertirse en historiador? Cmo vivir la memoria como presencia. Memorialismo. Y un pensar del acontecimiento. Por un lado, las articulaciones groseras y aparentes de la historia. Por otro, articulaciones interiores, memoria de lo real. No es acaso evidente que el acontecimiento no es homogneo, que tal vez es orgnico? (...) Finalmente la posibilidad, preciosa, de tener una relacin con la historia, con otra historia. No la historia del historiador, la del poltico, la del hombre comn, la memoria de museo, sino la del acontecimiento en la historia, el acto en la historia, el acto que resiste y huye de la inscripcin, la memoria que es presente, es decir, que vive.

  • Serie Perenne

    33

    Alain Robbe-GrilletPor una nueva novela

    Prlogo de Mara del Carmen Rodrguez

    1 edicin - Buenos Aires, Editorial Cactus, 2010 14x20 cm. 192 p.Traduccin: Pablo Ires

    No fue una corriente literaria, sino ms bien un movimiento de las cosas, una tendencia de lo real. La reunin tcita de una generacin de novelistas tan dispares fue aquel sustrato co-mn, impersonal: la experimentacin de nuevas formas de escritura. Para el escritor ya no se trataba de ser fiel, veraz, en relacin a un mundo ms all, o de ser su expresin. Se trataba de crear el mundo, de inventarlo. Develar las formas implcitas de una materia, en este caso la escritura, como el tallador que sigue las vetas de la madera. Estos escritos de Robbe-Grillet, que van de 1953 a 1963, tratan de pensar en este meollo experimental, vivo, las condiciones en que se despliega la Nueva Novela; la que ya viva en Proust, Joyce, Kafka y Flaubert, y que luego encontramos en Beckett, Roussel, Bousquet, y otros. Este movimiento deshace toda una tradicin que va de Balzac a Sartre, en la que reinaban el personaje, la historia, la metfora, sostenidos en una visin naturalista, humanista y trgica. De la novela burguesa, aquella que expresaba la Edad del Hombre, su dominio en el mundo, a la novela del compromiso (del arte) con la Revolucin, frente a la cual Robbe-Grillet reafirma que el nico compromiso del escritor es con las propias mutaciones de su arte, de su prcti-ca.En la Nueva Novela el hombre sigue existiendo, pero ya no puede asir las cosas, se le esca-pan. Su accin no le concierne del todo. Los objetos ya no le pertenecen, no hablan de l ni le hablan. Y a menudo el escritor moderno no tiene mucho para decir y no sabe muy bien cmo decirlo. Describe lo que ve, y eso es todo, y la descripcin ya no es el marco para un conteni-do anecdtico, sino el movimiento mismo de la escritura. Los objetos y los seres estn ah, y es esa presencia la nica verdad del relato. De all que el lector sufra continuas decepciones. Pero como seala Robbe-Grillet: Si al lector le cuesta a veces trabajo orientarse en la novela moderna, tambin se pierde a veces en el propio mundo en el que vive, cuando todo alrede-dor suyo cede, viejas construcciones y viejas normas. Mutaciones que son las nuestras. Esta falta de orientacin y este suelo que cede es nuestro hbitat, nuestro presente. Y hoy, como siempre, hay refugio e intemperie. El problema, como alguien deca, es que afuera de la casa hace fro.

  • Serie Perenne

    34

    Charles Augustus StrongLa sabidura de las bestias

    1 edicin - Buenos Aires, 2010, 14x20 cm. 64 p.Traduccin: Sebastin PuenteEditorial CactusISBN: 978-987-24075-9-9

    Charles Augustus Strong fue, junto a su amigo y correspon-sal George Santayana, uno de los miembros ms activos del llamado realismo crtico, corriente filosfica que asol la vida universitaria norteamericana en las tres primeras dcadas del siglo XX. En 1904, William James pona sus investigaciones a la altura de las de Bergson, y les atribua a ambos el mismo ins-tinto del cazador para los rastros fructferos. Pero los trabajos de Strong sobre la relacin entre el cuerpo y la mente, la esen-cia y el estatus ontolgico del conocimiento, los problemas del espacio y el tiempo, no fueron generalmente bien acogidos. Se los acus, ante todo, de falta de claridad y abuso de trminos tcnicos. La reaccin inmediata de Strong es este libro de fbulas, escrito en 1921, donde se propone decir lo mismo que en sus libros serios, pero con palabras que puedan entender aquellos que viajan en auto o en tren.Como en las fbulas tradicionales, la mayor parte de los perso-najes son animalitos, hay algunos que otros hombres e incluso objetos, todas criaturas de Dios, a partir de los cuales Strong vuelve a pensar los problemas que desde siempre lo aquejaron, pero esta vez desde la visin que da a cada uno de esos seres el modo de vida en que se hallan envueltos y sus relaciones inherentes-esenciales-sensibles-histricas. Un topo atomista, una cordera torpe e intelectual que ley a los alemanes, un trompo egocntrico y relativista... Ms all de las referencias implcitas, aunque marcadas, a varias bestias filosficas presentes en sordina, como James, Russell y Bergson, lo que interesa es que en el fabulario de Strong la fi-losofa vuelve a estar atravesada por los modos sensibles que impone la naturaleza en su propio despliegue, sobre todo en sus recorridos ms libres (tal el vuelo y sobre todo el canto de los pjaros), antes de que el puro conocimiento cobre su propio vuelo y se pierda, ya sin la belleza de aquella meloda.

    El mundo no es en absoluto oscuro realmente, sino que est lleno de luz hasta el desborde () Toda criatura viviente est llena de luz, e incluso las rocas y las piedritas son interiormente luminosas, aunque no son tan inteligentes. Y esta es la razn por la cual los arroyos murmuran, y las olas ren, y los rboles suspiran en el viento, y en ellos los pjaros cantan sus canciones, a veces ms hermosas que las mas

    Charles A. Strong

  • Serie Perenne

    35

    Eugne DelacroixMetafsica y belleza

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, 2010.160 p. ; 20x14 cm. - ISBN 978-987-26219-0-2

    Lo que hace tan buenas las obras literarias de los no literatos es que, cuando hacen una excursin por este extrao arte, solo hablan de lo que saben, mientras que el escritor declarado se ve a menudo arrastrado a hablar de todo tipo de cosas por aquella fluidez de lenguaje... Esta idea de Eugne Delacroix se podra aplicar a l mismo, quien adems sealaba con secreto goce la ventaja de la pintura de no ser un arte parlanchn. Sin embargo, o justamente por ello, Delacroix escribe, y lo hace en revistas, hojas volantes, cartas, lbumes, etc. Estos escritos, reunidos gracias al trabajo de Achille Piron y luego de lie Faure, y que van del ao 1829 al 1863, condensan por un lado el pen-samiento del pintor francs en torno a lo bello, ese (im)pensado de toda esttica, y por otro sus meditaciones metafsicas, es-parcidas con una especie de dulce violencia, y que nos acercan un pensamiento sobre la vida de una insospechada crudeza. En el suculento plato se destaca una radical inversin del binomio moderno igualdad/ jerarqua, par anclado en empo-brecidos y abstractos criterios sociolgicos, y cuyo fin poltico es la nivelacin social y el poder de las leyes y las escuelas. Este binomio se ve desbaratado por un nuevo par igualdad/seleccin, pero de una naturaleza estrictamente opuesta, y amparado esta vez en un criterio intensivo de carcter vitalista -igualdad de los seres por su dignidad ontolgica / seleccin de lo mejor, y de lo bello, por lo mspotente-. Esta inversin crtica, que liga a Delacroix -a sus espaldas, hay que decirlo- con pensadores como Nietzsche y Spinoza, pone de manifiesto a su vez aquello que es el locus de todo acto creador, su perpetua excedencia.

    La naturaleza no se preocupa ni del hombre ni de sus trabajos, ni en modo alguno de su paso por la tierra. Para la naturaleza es igual que invente y construya maravillas o que viva como un bruto. El verdadero hombre es el salvaje; l concuerda con la naturaleza tal como es (...) Nosotros solo vemos lo bello a travs de la imaginacin de los poetas o de los pintores; el salvaje lo encuentra a cada paso en su vida errante.

    Eugne Delacroix

  • Serie Perenne

    36

    Giovani PapiniPragmatismo

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Abril 2011.160 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Fernando VenturiISBN: 978-987-26219-1-9

    Los escritos aqu reunidos (1903-1911), compilados por el propio Giovanni Papini, sirven no slo como testimonio de sus inquietudes intelectuales ms tempranas en torno al pragma-tismo, sino tambin como documento de la tonalidad emotiva que envolvi su poca.Nunca como en este momento el hombre puede sentir la grandeza extraordinaria de su voluntad. Yo me encuentro frente a esta terrible encrucijada en una especie de xtasis de sublimidad.La inteligencia humana ha indagado ya largamente las potencias volitivas que acechan al hombre. Papini no lo ignora: de los santos cristianos a los msticos y el hinduismo, de Pascal a Bergson. Con William James har algo ms que una mencin. Dedica un captulo entero a sus ideas sobre la influencia de la Creencia en la Realidad y su vnculo con la Accin, trada sobre la cual concentra sus reflexiones ms riesgosas en pos de una filosofa de la accin.Hasta el momento el pensador asuma respecto de las cosas una actitud casi pasiva, cognoscitiva, terica, ahora debe asumir una actitud activa, prctica. No solamente debe conocer y aceptar el mundo, sino que debe salvarlo, transformarlo y acrecentarlo.De aqu que estos escritos-militantes (armada pragmatista) -en su mayora publicados en la revista Il Leonardo (1903-1907)- asuman un tono fundacional dirigido a trastocar los mto-dos y los instrumentos de la indagacin filosfica; pero tambin el gesto crtico de vocacin programtica; el ejemplo prctico; e incluso, en passant, la forma de una teora metafsica sobre la tendencia inercial del mundo hacia la unidad.Salvarlo con la bsqueda del particular y de la actividad, transformarlo con la investigacin de nuevos conocimientos, y acrecentarlo con la creacin de otros mundos. (Existe el mundo? No, existen los mundos, muchos mundos, tantos mundos como hombres. Es preciso crearlos.)Serviran entonces ya no slo como testimonio y documento, sino tambin como notas preliminares, apuntes dispares, de la pregunta siempre contempornea por los modos del cambio y la innovacin.Y es as que aparece el ltimo problema del hombre-Dios: el de los modelos de los cambios. Para hacer cambiar algo es preciso tener una idea, un diseo, un programa de aquello que se quiere ver aparecer en lugar de lo que existe.Ver para creer. Querer ver.Quien no ve y no sabe qu cosa quiere hacer no podr jams cambiar ni siquiera el color de una hoja.

  • Serie Perenne

    37

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Julio 2011.256 p. ; 20x14 cm. -Traduccin:Andrea Sosa VarrotiISBN: 978-987-26219-2-6

    Gabriel TardeCreencias, deseos, sociedades

    Esta reunin de ensayos de Gabriel Tarde, todos escritos al iniciarse el siglo XX, debera ser ponderada por los actuales socilogos, que gustan relevar las necesidades bsicas de la po-blacin, como una de las necesidades bsicas tanto para s mismos, como para todos aque-llos que se dedican hoy a pensar lo social. Y quiz este lema, figurar en sus edificios -tanto mentales como institucionales-: El mundo social puede ser considerado una inmensa masa de sonmbulos mutuamente sugestionados. La figura del sonmbulo, no muy complaciente con su objeto a la cual se suma la del borracho- puede ser incmoda para la profesin, pero tambin puede alumbrar un nuevo punto de partida para una sociologa que asuma, al fin, sus riesgos.

    Las tres fluentes que componen este libro, van delineando lo que en el prlogo se define muy acertadamente como sociologa molecular, y que parte del postulado bsico de que todo campo social organizado est surcado y excedido por modos de hacer, sentir o pensar cri-minales criminales por contradecir la ortodoxia que los explica-, por pequeos mundos paralelos al orden vigente, evasivas que difieren en mayor o menor grado de aquello que busca determinarlas.

    As la invencin y la imitacin, por detrs de las clebres representaciones sociales que con-sagran sus hechos. As, las corrientes cuantitativas de la creencia y el deseo, que inundan las costas de la economa poltica, pariente tan prxima del mundo sociolgico. As la irrupcin de los pblicos colectividades mentales a distancia- que desbordan el aorado rol de los actores sociales sensorio-motores, tan cmodos para el socilogo de antao.

    Pero el chiste de Tarde es que lo micro no es un insumo ms de lo macro, un condimento a ser incorporado en el plato, el plato de la profesin; es el bocado clave, la ratio del gusto, el elemento de la indigestin, o quiz, por qu no, de la gran digestin.

  • Serie Perenne

    38

    Henri BergsonLa energa espiritual

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Abril 2012.220 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-26219-5-7

    En La energa espiritual, publicado en 1919, y que rene conferen-cias que se inician con el siglo, se encontrar una primera intuicin de Bergson que organiza todo su derrotero: es preciso sobre-pasar los datos de lo real (lase, de su recorte, de su apariencia). Sin embargo, en las antpodas de un idealismo de tipo platnico, ese ms all no se hallar por encima de lo real, en arquetipos o formas ideales, siempre trascendentes, sino por debajo, en las profundidades del propio real, en su inmanente virtual. A partir de esa primera intuicin, Bergson muestra dicha du-plicidad (despliegue de una unicidad) actuando en los ms di-versos fenmenos: la vida moral, intelectual, el recuerdo Dice Bergson, nuestra existencia actual, a medida que se despliega en el tiempo, se duplica as con una existencia virtual, percep-cin de un lado y recuerdo del otro. Pero tambin aparecern en este libro experiencias como el sueo, las patologas de la memoria, el falso reconocimiento (el clebre recuerdo del presente), incluso la telepata (comuni-cacin a distancia entre las conciencias a travs de la emo-cin). Nosotros producimos electricidad en todo momento, la atmsfera est constantemente electrizada, circulamos entre corrientes magnticas; sin embargo millones de hombres han vivido durante miles de aos sin sospechar la existencia de la electricidad. Tambin pudimos pasar, sin darnos cuenta, al lado de la telepata.Todo remite a esta energa espiritual, inhibida de manera constante en nuestra vida corriente (inhibicin favorecida aun por nuestros propios datos biolgicos) pero siempre presente en lo que somos (aun sin serlo) en tanto participamos en una emocin fundamental, en un impulso vital. En este sentido, lo que hay que explicar de la energa espiritual no es tanto por qu aparece a veces, cual fantasma, sino por qu no aparece siempre, ya que siempre est ah.

  • Serie Perenne

    39

    Henri BergsonEl pensamiento y lo moviente

    El pensamiento y lo moviente (1934) es el ltimo libro de Henri Bergson. Y no es poco decir en un pensador que arrastr desde siempre una intuicin nica. Intuicin desplegada en un abanico multicolor, y no obstante nica. Tal intuicin es, para el filsofo, algo simple, infinita-mente simple, tan extraordinariamente simple que el filsofo jams ha llegado a decirla. Y por eso ha hablado toda su vida.Solamente quien posee una visin puede filosofar. Y la suya era la de una vida sub specie durationis, inserta en el flujo continuo e indivisible de la realidad, entablando con ella una larga camaradera, ganando su confianza. El filsofo, a la manera del buen sastre, trabaja a medida, un traje para cada ser, aquel que le calza, que es el suyo. Pero mientras tanto el ser se ha convertido en algo huidizo, por tanto el esfuerzo del filsofo es singular, y su herra-mental clsico analtico- se convierte en herrumbre. Solo una filosofa a la vez moviente puede penetrar en el murmullo impersonal de la vida profunda, donde el tiempo se vuelve eficaz, cargado de esa diferencia de tensin que es quiz el elemento clave de la existencia.Un tiempo que dura, una evolucin preada de imprevisible novedad, creadora, un presente espeso y a la vez elstico, que se dilata hacia el pasado y hacia el porvenir. Dicha intuicin, visionaria, que es ya la de Bergson sin pertenecerle del todo, se ha dilatado al mximo, hasta esta cima del pensamiento que nos presenta un cambio nico que se estira como una meloda indivisible, donde lo importante no es algo que cambia sino el cambio mismo, y donde aflora la imagenque es tal vez ms potente que el concepto, en tanto puede atraernos aquella intuicin huidiza. Pero entonces quiz haya que pensar en un universo de imgenes per se, ms all de una conciencia imaginante a la manera sartreana. Universo enunciado por Bergson mediante una frmula luminosa: un devenir sin necesidad de sopor-te.Qu es esta visin? Es falsa, es verdadera? Poco importa. Nos volver ms fuertes y ms alegres, eso es todo.

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Marzo 2013.288 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-26219-9-5

  • Serie Perenne

    40

    Samuel ButlerVida y hbito

    Samuel Butler (1835-1902), novelista y ensayista de la Inglaterra victoriana, es conocido principalmente por su novela Erewhon. Pero no slo logr superar el olvido, sino inscribir su pensamiento en puntos intensos del debate cientfico y filosfico contemporneo. Gregory Bateson, por ejemplo, lo reconoce como un maestro, y es evidente la inspiracin butleriana en la idea de que el desarrollo biolgico involucra procesos de aprendizaje y de transmisin de conocimiento. Deleuze y Guattari lo invocan en El Anti-Edipo para explicar la hiptesis de un inconciente maqunico y el concepto de mquinas deseantes.Vida y hbito (1877) explica por qu. Es el despliegue de un conjunto de hiptesis que van destejiendo la trama fundante del pensamiento occidental: el abismo entre lo humano y la naturaleza. Existe evidencia para negarle a los seres inferiores la amalgama de atribu-tos que constituye el monopolio de lo humano: juicio, intencin, sentido de la necesidad, y principalmente memoria? Es el instinto una explicacin, o es ms bien la confesin de que ignoramos cmo ciertos seres llegan a saber ciertas cosas? Y si la diferencia entre el hombre y una ameba es de grado y no de naturaleza, no es el desarrollo actual de las civilizaciones, los hombres con sus hbitos y sus mquinas a vapor, el modelo ms cercano de evolucin natural?Butler contrasta los datos y los debates de la ciencia con la experiencia de un hombre corriente, a menudo con humor e irona, y sin abandonar sus artes de novelista. Cmo reaccionara Londres si fuera viviseccionada como una rana? Qu le pasa a un grano de trigo que se descubre de repente en la molleja de una gallina? Y si un ser superior al hombre posara su microscopio sobre nuestras minsculas y caticas ferias de frutas y verduras, no elucubrara todo tipo de teoras absurdas acerca del instinto que le permite a cada verdulero reconocer su puesto ambulante? Vida y hbito es en un sentido una obra literaria, la imaginacin de una utopa, de un lugar inexistente e imposible para la cultura occidental: pensar ms ac de la frontera entre lo humano y lo natural.

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Agosto 2013.256 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Sebastin PuenteISBN: 978-987-29224-2-9

  • Serie Perenne

    41

    Abel GancePrismaApuntes de un cineasta

    Si fue grande en el cine, e inmensas sus realizaciones, desde Yo acuso y La Rueda, hasta la majestuosa Napolen, si cre y uti-liz tcnicas como las sobreimpresiones, las lentes deforman-tes, la cmara rpida y lenta, y su gran invencin, la polivisin, en suma si combin en la pantalla genio y profundidad, conoce-mos mucho menos al Abel Gance escritor, igualmente grande. Prisma se compone de los apuntes que Gance va tomando desde 1908 a 1929, es decir en sus aos explosivos, sus aos de fuego, por no decir, lo que sera exacto pero acotado, sus aos nietzscheanos. Su escritura, poliedro de mil facetas, se sostiene en la paradoja: un espritu romntico en un mundo moderno, un hombre que existe en la demasa y en el demasia-do, que busca atravesarse a s mismo para ascender... hacia dnde?... hacia las estrellas que pretende la alegra divina a travs del sufrimiento, en fin que multiplica las paradojas en la espiral. Cmo transmutar de alma atormentada en tormenta del alma? Cmo pasar de la rueda a la espiral? Quiero efec-tivamente volver a vivir mi existencia, pero desde el balcn. Reivindico no el crculo del eterno retorno, sino la espiral que me permitir volver a vivir cada segundo, pero desde arriba. Repeticin y diferencia, ni hay que decirlo El Prisma, dijimos, tiene mil facetas. Pero para coronar su pa-radoja, la divergencia que es la de todos sus rostros converge (entonces diverge?) hacia una multiplicacin, intensificacin, potencializacin del movimiento -luz y sobre todo pensamien-to- por la cual el alma se revela. Abel Gance lanza pues su consigna y estandarte, su axioma, y lo inscribe en la pantalla y en el papel: Crear una realidad al cubo de la que vivimos.

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, Marzo 2014.320 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-29224-5-0

    En coedicin con Samuel Tastet diteur, Pars

  • Serie Perenne

    42

    Jakob von UexkllCartas biolgicas a una dama

    Una escena es todo: Estoy sentada bajo los rayos del sol, ob-servo un abejorro que vuela sobre el cantero, de una flor a otra. As comienza una de las cartas, titulada Origen. Quien pinta la escena es la que fuera mujer de Jakob von Uxkull, destinataria de estas Cartas biolgicas, de 1920. Ella pregunta por dos se-res que no tienen en apariencia nada que ver pero que parecen estar hechos uno para el otro. Pregunta musical, pregunta por el amor del mundo. En otra carta habla de los hilos invisibles que hacen caer la manzana de Newton. Otra escena y luego desaparece.El bilogo toma su pluma, busca explicar(se) la vida de los mundos. A poco de andar descubre que, en tanto se considere a los seres-sujetos, no hay un mundo, sino muchos, tal vez uno por cada ser. La nocin de umwelt (mundo circundante) surge brillante, llamada a tener la ms vasta influencia sobre el deve-nir de la biologa, la etologa, la filosofa. La visin antropomr-fica, que nos emplazaba a todos en un mismo mundo, nuestro espacio-tiempo, se derrumba. Brotan mundos de colores variados, cada uno llega hasta donde puede, pero lo hace de manera implacable. Hay entre los mundos relaciones musi-cales, de punto y contrapunto, de abejorro a flor. Nada queda librado al azar, todo se ajusta mutuamente. Hay un orden, una armona, un plan.La conformidad a plan es la potencia del mundo que crea sujetos. A travs de ella se percibe en el montn de sonidos la meloda que enlaza a todos los seres. Se manifiesta en la estructura corporal de todos los seres vivos, pero tambin de los humanos, quienes en su vana ilusin creen ser un imperio dentro de otro. De all el origen del dolor. Uexkll se lamenta: El humano, que cree llevar el cetro de la libertad, no puede sub-sistir sin el azote de la naturaleza. Su consuelo: Solo hay que devolverle su mundo circundante.

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, abril 2014.160 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Toms Bartoletti y Laura Cecilia NicolsISBN: 978-987-29224-6-7Prlogo de Juan Manuel Heredia

  • Serie Perenne

    43

    Jean EpsteinEl cine del diablo

    Quien tal vez haya sido el ms filsofo de los cineastas, Jean Epstein, asume el riesgo de hipotetizar, en este libro de 1947, sobre el caracter demonaco de la invencin cinematogrfica. Con prudente distancia del momento fundacional, del que fuera parte, Epstein saca cuentas de la deriva del cine en sus lti-mos-primeros cincuenta aos, y lo ve como un monstruo de novedad, de creacin, cargado de toda la hereja transformista del continuo devenir. Colocndolo en la zaga de las grandes in-venciones y con un peso tal como el descubrimiento del mundo macrscopico y microscpico de lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeo, sita al cine en un linaje antidogmtico, revolucionario y libertario, en una palabra, diablico. Pronun-ciadas todas las acusaciones, el cine se declara culpable: cul-pable de disolver la forma en el movimiento, la permanencia en el devenir, culpable de dislocar el espacio, que ya no podr ser pensado como euclidiano, culpable de acelerar, de ralentizar, de invertir el tiempo, de sacarlo de quicio, culpable de atentar contra la razn, y privilegiar la fantasa, el sueo y una senti-mentalidad intensa y directa, culpable de destruir todos los dualismos, conformando su propia hereja monista y pantesta a la vez, profundamente pluralista, culpable en fin de disolver la persona, o ponerla en duda, relegando el yo en tanto ser matemtico y estadstico, simple figura mental, abstraccin de personalizaciones locales, dinmicas, momentneas. Abramos el proceso entonces, el cine se declara culpable, culpable sin culpa, alegre culpable.

    1a ed. - Buenos Aires, Cactus, junio 2014.128 p. ; 20x14 cm. -Traduccin: Pablo IresISBN: 978-987-29224-7-4

  • Serie Occursus

    44

    Franois Zourabichvili nos ofrece una lectura de la obra de Spinoza que articula sorprendentemente un recorrido muy singular con una pregunta fundamental que lo pone a la altura de los grandes comentaristas contemporneos, tales como Pierre Macherey, Martial Gueroult, Gilles Deleuze, o Alexandre Matheron, a quienes a veces integra, y otras discute.

    Todo el recorrido, desde que comienza con los cuerpos y sus relaciones de movimiento y de reposo, hasta que termina en "la gran psicopatologa de la tica", que permite considerar a Spinoza, segn la clebre expresin de Nietzsche, como un "mdico de la civilizacin", est guiado por el problema de la formacin de individuos y el de sus transformaciones. Los pro-blemas spinozianos de la alimentacin, la amnesia, la infancia, la anorexia, el alcoholismo, la enfermedad, la melancola, las qui-meras, el suicidio, la muerte, sern pasajes y pasos obligados.

    Pero la singularidad del recorrido se funda en uno de esos misterios an irresueltos de la obra de Spinoza, generalmente eludido en los comentarios, y que se plantea aqu de manera inusualmente frontal: hay en la tica una fsica de la extensin, de la composicin y descomposicin de los cuerpos, pero no hay del mismo modo "porque no se la busca donde hay que hacerlo" una fsica del pensamiento, que sin embargo es clave para una filosofa que rechaza explcitamente el materialismo vulgar. Cmo se componen las ideas? Son individuos? Cul es su principio de individuacin? Cundo se transforman? Cmo concebir la muerte de una idea? Estos sern los interro-gantes para desarrollar una fsica cogitativa que no puede ser efecto ni calco metafrico dela fsica de los cuerpos.

    Franois ZourabichviliSpinoza. Una fsica del pensamiento

    1 edicin - Buenos Aires. Editorial Cactus,Diciembre de 2014. 14,5 x 21,5 cm // 256 pgs.Trad. Sebastin PuenteISBN: 978-987-3831-00-3

    Franois Zourabichvili (1965-2006) escribi tambin El conservadurismo paradjico de Spinoza, y dos libros muy conocidos sobre Gilles Deleuze: Deleuze. Una filosofa del acontecimiento y El vocabulario de Deleuze.

  • Serie Occursus

    45

    Carlos Bergliaffa y Sebastin Puente Produccin Boronoroni.Relato degenerado del encuentro con un loco.

    1 edicin - Buenos AiresCrdoba. Editorial Cactus, Noviembre de 2008.128 p. ; 14x20 cm. ISBN: 978-987-24075-3-7