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Letras Hispánicas Q}NSEJO I!DITOR! Francisco Rico Domingo Ynduclin Gustavo Domlngucz M:iguel de Cervantes Entremeses Edici6n de Nicholas Spadaccini QUINTA EDICION CATEDRA LETRAS BISPANICAS

Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

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Page 1: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

Letras Hispánicas Q}NSEJO I!DITOR!

Francisco Rico Domingo Ynduclin Gustavo Domlngucz

M:iguel de Cervantes

Entremeses

Edici6n de Nicholas Spadaccini

QUINTA EDICION

CATEDRA

LETRAS BISPANICAS

Page 2: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

\

]lustración cubiettn: Manuel Alcorlo

© Ediciones C:ltcc.lro, S. A., 1987 Don Ramón de 1:~ Cruz, 67. 28001-1\bdrid

Depósito lc¡_'lll: M. 20.826-1987 ISBN: 84-376-0346-3

Prinll:d in .S pain Impreso en Lavcl .

Los Llanos, ·n:~ve ·6. l:luttíanes (Mndrtc.l)

'Índice

INTRODUCCIÓN Abreviaturas más frecuentes. . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Los entremeses de Cervantes: Teatro, literatura

e historia social ............. , . . . . . . . . . . . . 13 El mundo entremesil cervantino: Conflictos, ten-

siones, marginalidad. . . .. .. . . .. . . . . .. . . . . . 22 La representación entremesil del drama urbano:

Los ejemplos de «El vizcalno fingido» y «La guarda cuidadosa».. . . . . .. .. .. . . . .. . .. . .. . 39

La representación entremesil del drama aldeano y rural: Los ejemplos de «El retablo de las maravillas» y «Los alcaldes de Daganzo». . . . 55

Reflexión final. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

EsTA EDICIÓN. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 75

81BLIOGRAFfA SELECTA. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 77 Ediciones.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Estudios sobre los Entremeses de Cervantes. . . . 80 Estudios pertinentes sobre el entremés y el teatro

de los siglos XVI y xvn.. .. . . . .. . .. .. .. . . .. . 84 Cervantes en su época. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 Textos y estudios pertinentes sobre problemas li­

terarios, socio-culturales, socio-históricos y socio-económicos de la España de los sigl9s XVI y XVII................................... 86

ENTJU!MESF.S Prólogo al lector. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Dedicatoria al Conde de Lemos. . . . . . . . . . . . . . 95

7

Page 3: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

.....

Entremés del Juez de los divorcios. . . . . . . . . . . . 97 Entremés del Rufián viudo llamado Trampagos. 111 Entremés de La elección de los alcaldes de Da-

ganzo................................... 143 Entremés de La guarda cuidadosa.. . . . . . . . . . . . 171 Entremés del ViLcaino fingido. . . . . . . . . . . . . . . . 193 Entremés del Retablo de las maravillas. . . . . . . . 21 S Entremés de La Cueva de Salamanca. . . . . . . . . . 237 Entremés del Viejo celoso.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257

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.Introducción

Page 4: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

La que sabe de memoria. A Lo Fraso98 y a Diana99, Y al Caballero del Febo lOO, Con Olivante de Laura 101; La. que seis veces al mes Al gran Don Quijote pasa 102, Aunque más sepa de aquesto. O sabe poco, o no nada.

La que se na en su ingenio, Lleno de fingidas trazas. Fundadas en interés Y en voluntades tiranas; La que no sabe guardarse, Cual dicen, del agua mansa, Y se arroja a las corrientes Que ligeramente pasan; La que piens~ que ella sola Es el colmo de la nata En esto del trato alegre, O sabe poco. o no natla.f)

CRISTINA. Ahora bien, yo quedo burlada. y, con todo esto convido a vuestras mercedes para esta no~he.

QUIÑONES. Aceptamos el convite, y todo saldrá en la colada 103,

9B A lo Frcuo: es decir, la novela pastoril del escritor sardo Antomo de Lo Fraso, Los die: libros de fortrma de amor (Barcelona, 1 S73). Sobre esta obro y las que siguen ~menos el Caballtro tkl Febo-­cfr. Don Quijote (l. vt) donde el cura t<~lifica a la novela de Lo Fraso d~ «gracioso r disparatado libro». Cfr. F./ ,;iaft del parnaso (cap. 111).

09 A D1ana · la novela pastonl escnta por Jorge de Montc:mayor e tmpresn en Valcnc:1a hnc:m ISS8-S9.

lOO CllbolltTo dtl Febo: el libro de caballerla escrito por Diego Or­tüilez de Calahorra (Zaragoza. 1562).

101 Oli•·amt- dt Lauro· la nO\'t:la cnballercsca escrita por Antonio de Torquemada (Bareelon:t JS64).

IOl A_l gr~ Quljore pasa: o sea. que repasa («pasa»} la prímer:1 parte: o lA hutofla dtllngenioso ltldalgo Don Quijote da la Manclw (160S).

103 Todo saldrd en la co/aJa: ft:!Se pro,'Cl'bial con que se indica que las nulas acciones se pagarán de una vez {c:fr. Dkc. de Aut.J_

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ENTREMÉS DEL

Retablo 1 de las maravillas

(Salen CIIANFALLA2 y la CIIIRINOSl.)

CHANFALLA. No se te pasen de la memoria, Chirinos, mis advertimientos, principalmente los que te he dado

1 Retablo: aqul cspcctñculo teatrnl de títeres o marionetas. En su aa:pci6n original se rc:fcrla a un conjunto de imágenes o tablas (a veces incluso :1 una talla esculpid:l o pintada) que reprc:senuban es­cenas de la Historia Sagrnd:t. Parece que por analogla se cxtendí6 el nombre de «retablo» a la «caja de tlterw) que se usaba para repre­sentar «algullll histori:t sagrnda;) (Cou.J. Sobre: los orlgcnes de este teatro, véase J. E. Varey, 1/istor/a de los tlrerts en Espmlo, Madrid, 1957.

l Chanfal/a: no existe como apelativo en español. Según Mauricio Molho (uEI Retablo de lasmarnvilla~.c:o Ctrrantt.J: Ralcrsfolklóritas, Madrid. 1976, esp. págs. 171-172) se trata de auna construcción fun­dada en la íntcrpenetroci6n asoct:uiva de ,.arias pal:tbrns, todas ellas comportando la rcpresentuci6n de algo basto». As!, por ejemplo, ~nfana equivale a espada en burlesco; c!wJifalna es un conjunto de rufianes o ruflancscos desórdenes; clw1rfal/ón .es tosquedad sensible, ·y. tltanfai/Mo-chajalhllo o tpcssoa que diz gra~olas» Significa tnmbtén «ah:grc:, JOVIiÜ!t. Todo esto es Chanfalla, «el cual es tnmbtérl chanflón n su modo, es decir. 'falso'» (pág. 172).

3 Cltlrlnos: la edición prlnctpe, Cl!trhtos. Se rel:!cíonn con el apela. tivo chírínola o c:herjnola, o sea, ~<Cuento enredado, caso de devaneo o suceso que hna: andar al retortero, y causa mqu1etud y desasosiego» (Dice. dPAut.J; en germanla Significa «junta de ladrones y rufianCSJt (J. 1-hdalgo. «Voc:nbulnno de gcrmanla», en Poeslas germanescas. ed. James Htll, Dloommgton, 194S).

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para este nuevo embuste, que ha de salir tan a luz como el pasado del llovista 4,

CIIIRINOS. Chanfalla ilustre, lo que en mi fuere tenlo como de molde; que tanta memoria tengo como enten­dimiento, a quien se junta una voluntadS de neenar a satisfacene, que excede a las demás potencias; pero dime: ¿de qué te sirve este Rabelin que hemos tomado? Noso­tros dos solos. ¿no pudiéramos salir con esta empresa?

CJIANFALLA. Hubíamosle menester como el pan de la boca, para tocar en los espacios que tardaren en salir las figuras del Retablo de las Maravillas.

CIIIRINOS. Maravilla será si no nos. apedrean por solo el Rabelín, ·porque tan desventurada criaturilla no la he visto en todos los días de mi vida.

~ El pastUltl eh-/ 1/o~:uta: embuste de origen folklórico («Conciér­tc:nse, y lloverú») rc:gistl';ldo por Luis Galindo, StnunclaJfilosóficas y rudada mora/a que otros llanta~~ prorl'rbios o adagios ctuttllanaJ, ms. 9.772-9.781 DNM, V, fol. 183 v.• El embuste trata de In llegada a una aldea de un pobre: estudiante, el cu:sl ccfingia que cm mágico y sabia hacer llover y serenar el CiclO». Los labradores y alcaldes le: asig­naron «un gmn s;ll:~rio» parn que prncticnsc su anc pero no llcg;tron a ponc:m: de acuerdo si la lluvi:~ cm nc:c:csaria o dniiosa a sus heredades. El embustero, utorrundo asilla de la diSCordia de los l:lbradores, y pareciéndole JmpOSJble que conformasen, y pasando adelante en su mahcm diJo: ConcJéncnse, pues, y IIO\'Cii». La pos1blc rc:lnetón entre: 1:1 burla rccog~dn por LUIS Gnlindo r la que deArroiJ;¡ Cervantes en el Retablo dt las mararfl/as fue tndll:adn hace unos uilos por Maxime Chevalier, u'EI embuste del UovJSta' (Cervantes, 'El Rc:t3blo de l;u mnmvillas')», Bulldin llispamqut, 78 (1976), 97-98,

5 Mtnwrill. .. tnt~imiento ... rchmtad: las tres potencias del alma. Cfr. La guarda cuidaJosa. nota 9L

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(Entra EL RAnELIN6.)

RAnELIN. ¿Hase de hacer algo en este pueblo, señor Autor?' Que ya me muero porque vuestra merced vea que no me tomó a carga cerradas. ' CIIIRJNOS. Cuatro cuerpos de los vuestros no harán

un tercio, cuanto m:ís una carga9. Si no sois más gran músico que grande, medrados estamos.

RAnELIN. Ello dirá; que en verdad que me han escrito para entrar en una compañia de panes to, por chico que soy.

6 Rabtlln: rc:ferc:ncin jocosa ni niño cómplice cuyo oficio es -según Chanfolln- cctocnr en ros espacios que tardaren en s:~lir las figUI';IS del Retablo de las Mnrnvillas». Rabf'/ es in~rumento pastoril construido a modo de l:~úd pero crn tnmbi~n una maner-.1 de referirse al trasero cuando se hablaba con los muchachos (Dice. dt Aut.). Puesto que en las rc:prc:sc:ntadones teatrales se usaban guitarras o \1huelas en vez de rebeles (cf. E. Cotarelo, Coleccl6n de entrtmesa .... ob. cit .. l. p;ig. il), Rubelin vendria n ser «eqmválenda joco;:~ de Culin. npodo chis· toso ... de un ruño intruso, que v1ene o mmiscuirsc ... entre: el hombre: y In mujer» (Molho, págs. 1_74-176).

1 Autor: hoy dla, empresario. • A carga rtrrada: lo que se comprn o toma sin saber sí !!S buc:n.o o

malo (Coo.) o usin cuenta o razón)} (Correas). Esto exprcs1ó~ sugterc: una serie de juegos de palabras. Cmga es 1:1 urudad de mcdtda parn vender rrudera y otras cosas, pero también qu1erc: decir «ataquen.

9 Cuatro rutrpos ••. no hardn un curio, cuamo mds una carga: bur­IAndose de In diminuto estatura del muchacho y tomando como punto de panida In previa intervención de Rnbelln («que no me tomó a carga ccrmdo»), Chinnos le d1ce de modo jocoso que es tan pequeiio de cuerpo que ní bastarían cuatro cuerpos como el suyo para alcanzar la tcrccrn parte (ccun terc:ion) de una carga. Ttrrlo y carga ~ncncecn tnmbi~n al léxico militar: se refieren rcspcctivnmentc o «rc:gJmJcnto~ y «ataque» de infanteria.

10 Compañfo de parte.s. es decir, compañia u:atrnl en donde los ac­tores («panes») que b componlan se rc:panlan p~orcionalmentc las gannru:ias que quedaban después de haberse dcduado: 1) los gastos de cada r'eprc:scntadón y, 2) la ración diaria que le correspondln u cndn uno parn su mantcriimicnto. En las compaillas que n~ c:rnn «de pan~ el autor o cmprcs3rio daba a c::1d:1 reprcscnlllntc rnaón y sueldos fiJOS y no companla con ellos las dc:mis gannnet~ (Bonillo, pá~. 223-226). Cfr, la documentación uponndn por C. Pcrc:z P3stor. t.ucros datos actrra dd hiJtrlontsmo espa1lol en los s1glos .'<VI)' XI'// (Madrid. 1901).

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CHANFALLA. Si os han de dar la parte a medida del cuerpo, casi será invisible. -Chirinos, poco a poco es­tamos ya en el pueblo, y éstos que aquí vienen deben de ser, como lo son sin duda, el Gobernador y los Alcaldes. Salgámosles al encuentro, y date un filo n In lengua en la piedra de la adulación; pero no despuntes de aguda 11.

(Salen el GOBERNADOR)' BENITO REPOLLO, alcalde, JUAN CASTRADO, regidor, y PEDRO CAPACHO, escribano.)

Beso n vuestras mercedes las manos. ¿Quién de vues­tras mercedes es el Gobernador deste pueblo?

GODERNADOR. Yo soy el Gobernador. ¿Qué es lo que queréis, buen hombre?

CnANFALLA. A tener yo dos onztis de entendimiento, hubiera echado de ver que esa peripatética 12 y anchurosa presencia no podía ser de otro que del dignisimo Oober­nador deste honrado pueblo, que, con venirlo a ser de las Algarrobillas, los deseche 13 vuestra merced.

CHJRINOS. En vida de la señora y de Jos señoritos, si· es que el señor Gobernador los tiene.

11 No tk.spwllu t.k aguda: no te pases de listo. ll .Peripattlka: t<J\djeúvo deri\'ado del nombre de los 616sofos

disclpuJos de Aristóteles. que ensei\ab:ln p:ueñndose. Puede, en eÍ contexto, ser equivocación chistosa. de nrístot¿Jicu, en el. sentido de grtm>, sapiente. Pero la intenetón. chistosa se rcfuerz~~ si se tiene en cucnUI que peripatétko llaman 'en estilo frunilinr ... ni ri(lk:ulo y ex­trnvug:~nte en sus dietA menes o rnAXJmas' (Dice. AUI.)!t (Pilar Palo­mo, pAg. 161 •. nota 305). l.ol nlusión burlescn sigue con el adjetivo «anchUTOS:Ul.

1) Con renirlo a ur tk ltU AlgarrohJlltU, los dt.s«he: alust6n. no • del.todo .clara qu~ se pn:sm a diferentes leduros, Una posible lcc:turo es esta: mcluso SI llegara usted a ser nombrado Oobern:~dor de las Alg:m.obillas no lo nccpte: otrn. propuesta por Herrero (pAg. 160) es la s1guiente: «Ojalá vuest':ll merced deje el gobierno de este p~blo paro ocupar e! d~ Algarrobillas.» Lns Algarrobillas era un lugar en la actual provtnw de Cáccres, ramoso en la época por sus jamones (err. M. Herrero Oarcla, «Comentario a algunos textos de los si­glos xy1 y xvtr», R. F. E., XII (1925], págs. 30.34), carne prohibida a los JUdios.

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CAPACHO. No es casado el señor Gobernador~ CuuuNos. Para cuando lo sen, que no se perderá nada. GOBERNADOR. Y bien, ¿qué es lo que queréis, hombre

honrado? CmRtNOS. Honrados días viva vuestra merced, que así

nos honra. En fin, la encina da bellotas; el pero, peras; la parra, uvas, y el honrado, honra 14, sin ppder hacer otra cosa.

BENITO. Sentencia ciceronianca ts, sin quitar ni poner un punto.

CA'PACIIO. Ciceroniana quiso decir el señor alcalde Be­nito- Repollo.

BENITO. Siempre quiero decir lo que es mejor, sino que las más veces no acierto. Eh fin, buen hombre. ¿qué queréis?

CHANFALLA. Yo, señores mios, soy Montiet16, el que trae- el Retablo de las Maravillas. Hnnme enviado a lla­mar de la corte Jos señores cofrades de Jos hospitales, porque no hay autor de comedias en ella, y 'perecen los hospitnles 17, y con mi ida se remedinní todo.

\ 4 La rnC'ina de bellotas ... : J' el honrado, honra: referencia bu riesen al dístorsionado tern:~ -de la ubonra» en la Esp;ti\a de 1600. Aunque rústicos y no pertenecientes al. estamento noble, los labradores se crelan «honrodOS» por ser cristi¡1nos viejos, es decir, de sangre o genea­logla no conversa. Ver «Introducción», sec. IV.

" Cit:eronianca: ciceronlmw. Este upo de dtstornón lingülstica por parte de ciertos rústicos o rufianes es un recurso cómico muy usado por Ccrvnntes. Cfr. especialmente Sancho Panzn en Don Quijote; Mnr· tln Crespo en la comedia Pedro de Urdemalas: >'los ttpos rufianescoo de los entremeses (cfr. esp. El rufián riudo) y de las novelas ejemplares (cfr. Rlnconetc y Cortadillo).

16 So)t Mont/C'I: Cbanf:llla se presenta llnte su público • ~1 de los aldeanos del Retablo- como si fuera descendiente de brujos y hechi· ceros. Cfr. El' coloquio de ltU perros donde el mismo Bergilnza es em­parentado con Monuela, hcchicern de Montilla. Cfr. Molho. págt· nns 131-132.

1' No hay muor de comedias ... y pi'Tccm los hospitales. Parece que \<en el tii\o de 1610 p;¡dccieron los eom1\es de Madrid grande esterilidad de autores, o de maestros de hacer eomedi;u, pues murieron cuatro de ellos ... » (Casiano Pclliccr, Tratada hlst6rlro sobr~ el origen)' ti pro­gre.so tk ID rom~dlo y t.kl histrionismo en Espmlo, 2 vols., Madrid, 1804, J, pAg. 89). Las cofmdlas pmdosns, que mantenlan a \-arios

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GOBERNADOR. ¿Y qué quiere decir Retablo de las Ma. ravillas?

CtiANFALLA. Por las maravillosas cosas que. en él se enseñan y muestran, viene a ser llamado Retablo de las Maravillas; el cual fabricó y compuso el sabio Tontone­lo 18 debajo de tales paralelos, rumbos, astros y estrellas, con tales puntos, caracteres y observaciones, que nin­guno puede ver las cosas que en él se muestran, que tenga. alguna raza de coñfeso 19, o no sea habido y pro­creado de sus padres de legítimo matrimonio; y el que fuere contagiado destas dos tan usadas enfermedades, despídase de ver las cosas, jamás vistas ni oidas, de mi retablo.

Bl!NITO. Ahora echo de ver que cada -día se ven en el mundo cosas nuevas. ¡Y qué! ¿Se llamaba Tontonelo el sabio que el Retablo compuso?

CmruNOS. Tontonelo .se llamaba, nacido en la ciudad de Tontonela; hombre de quien hay fama que le llegaba la barba a la cintura.

BENITO. Por la mayor parte, los hombres de 'grandes barbas son sabihondos.

GOBERNADOR. Señor regidor Juan Castrado20, yo de­termino, debajo de su buen parccer21, que esta noche se despose la señora Teresa Castrada, su hija, de quien yo soy padrino, y. en regocijo de la fiesta, quiero que el señor Montiel mues~re en vuestra casa su Retablo.

aublcdmicntos hospitalarios con parte de los ingresos de los corrales, intent:2ron presentar then:s en los teatros. Cfr. Varcy, ob. dt., pág. 206.

18 El sabio Tontonrlo: alusión paródica ni tipo de mago encantador, numpulador de objetos ttmágleos». tan importante en los hbros de cnbnllcrins. Molho, pAg. 119, obserw sutilmente que use h:l fabncndo ... uno falsa dcrivaoón inanaliznble, en que -nclo suena a italiano, mien· trns tonto denoto la injunosn verdad, a saber, que 1:1 pabbro no es mb que un engañabobos fo¡jado pnrn provocar risa».

19 Ra:a de confeso: o sen. sangre de judlo convcrudo (o que haya confes:~do su culp3) ni c:~tolicismo.

zo Juan Castrado: hijo de Antón Cnstrndo y de Junna Macho~ )' padre de Juana Castrada. La ilegitimidad Ulnto del padre como de In hija queda, ~tómcnmentc, estnblcdda. Para una lnterpretnción psico­anallticn, cfr. Molbo, pñg. 178.

ll Debajo de su burn partur; con su permiso.

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JUAN. Eso tengo yo por servir al señor Gobernador, con cuyo parecer me convengo, entablo y arrimo22, aunque haya otra cosa en contrario.

CmRJNOS. La cosa que hay en contrario es que, si no se nos paga primero nuestro trabajo, así verán las figuras como por el cerro de Úbeda23, ¿Y vuestras mercedes, señores Justicias, tienen conciencia y alma en esos cuer­pos? ¡Bueno sería que entrase esta noche todo el pueblo en casa del señor Juan Castrado, o como es su gracia24, y viese lo contenido en el tal Retablo, y mañana, cuando quisiésemos mostralle al pueblo, no hubiese ánima que le viese! No, señores; no, señores; ante omnia nos han de pagar Jo que fuere justo.

BENITO. Señora Autora, aquí no os ha de pagar nin­guna Antona ni ningún Antoño2S; el señor regidor Juan Castrado os pagará más que honradamente, y si no, el Concejo. ¡Bien conocéis el lugar, por cierto! Aquí, her­mana, no aguardamos a que ninguna Antona pague por nosotros.

CAPACHO. ¡Pecador de mi, señor Benito Repollo, y qué lejos da del blanco!. No dice la señora Autora que pague ninguna Antona, sino que le paguen adelantado y unte todas cosas, que eso quiere decir ante onmia.

BENITO. Mirad, escribano Pedro Capacho26, haced vos que me hablen n derechas, que yo entenderé a pie

ll Entablo y a"imo: equivale a cerne con\'l:n_go». 2J As/ rerán las figuras como par el cerro de Ubtda: es decir, no l:ls

\'I:!Ún. Se usa p;¡rn reforzar la neg:lCión (Del Campo, p:ig. 353, nolll 17). Cfr. Don Quijote (11, xxxiii): «que le be dado a cntend~ que estA en­c:antnda, no siendo mis verdad que por los cerros de Ubcdw.

24 Gracia · nombre. 2s Ante omnia ... 1fntona ... Antotlo~ Ch1rinos p1dc dmero por

adelantado (ame omnia (l:u.). ante todo) y el rústico Repollo lo malentiende, identificándolo con unos apel:ttivos (ccAnlonaJ>, ccAn· toño»).

:u. Escribano Pedro Capacho: sobre la imagen de disminuaón que suJCita el sufijo -ocho, cfr. Molho, p:ig. 180: «El rodicnl cop-es el del verbo t:ap-or, que adosado a otro 'aumentauvo' produce cap-ón, lo que de hecho es nuestro t:ap-at:ho.»

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llano2'. Vos, que sois leído y escribido2B, podéis enten­der esas algarabías de allende, que yo no.

JUAN. Ahora bien, ¿contentarse ha29 el señor Autor con que yo le dé adelantados media docena de ducados? Y más, que se tendrá cuidado que no entre gente del pue­blo esta noche en mi casa.

CIIANFALLA. Soy contento, porque yo me fio de ln di­ligencia de vuestra merced y de su buen término.

JUAN. Pues véngase conmigo. Recibirá el dinero, y verá mi casa y la comodidad que hay en ella para mos­trar ese Retablo.

OIANFALLA. Vamos. y no se les pase de las mientes las calidades que han de tener los .que se atrevieren a mirar el maravilloso Retablo.

BENITO. A mi cargo queda eso, y séle decir que, por mi parte, puedo ir seguro a juicio, pues tengo .el padre alcalde30; cuatro dedos de enjundia de cristiano viejo rancioso31 tengo sobre los cuatro costados de mi linaje: ¡miren si veré el tal Retablo!

CAPACHO. Todos le pensamos ver. señor Benito Re­pollo.

JUAN. No nacimos acá en las malvas32, señor Pedro Capacho.

2" A p111 llano: fácilmente; I<Sin cstropiao» (CoP,). 25 Escribido (Vulgarismo): escrito. Ln cxpn:síón popular, ccleldo y

cseribído» se US3ba para signifiQr S3bio (Avalle-Arce, pág. 14S, nú­mero 37).

:9 Contmtarst' ha: se contentan\. Cfr. Los alca/dts de Dagan:o, notn 23. Tnmbién h:iy casos en que el pronombre se interpone entre los dos elementos que componen. el condicion:ll. Cfr. El r:fejo ctloso. nota 53.

30 St-guro a juido ... trngo ti padre alcaltk.· rcfr.\n con que se indiQ que v:t a poder afrontar con tranqutlJdad In prueba dcl retablo («juício») puesto que dispondrá de la poderosa protc:cción de su linaje. La e.l· prcsión vnle por «tengo quien me guarde» (Del Cnmpo, pág. 354, notn 23).

31 RanC'ioso: de nnllguo linaje. 32 No nacimos acd rn las malras.· no nllcimos pobres y de bajo linaje.

Cfr. Comas: «Nacer en lns malvns dlcesc por tener bajo y pobre na­cimiento, y diCC$C más de ordmnrio con nc:gac¡ón: Yo no nacl en las malv:u.» Cfr. Don Quijott (11. iv): «Eso allá se hn de entender e- res-

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GoBERNADOR. Todo será menester, según voy viendo. señores Alcálde, Regidor y Escribano.

JUAN. Vamos, Autor, y manos a la obra, que Juan Castrado me llamo, hijo de Antón Castrado y de Juana Macha; y no digo más, en abono y seguro que podré po­nerme cara a cara y a pie quedo delante del refertdo retablo.

CHJRINOS. ¡Dios lo haga!

( Élltranse JUAN CASTRADO y CIIANFALLA.)

GOBERNADOR. Señora Autora, ¿qué poetas se usan aho­ra en In corte, de fama y rumbo, especialmente de los llamados cómicos? .Porque yo tengo mis puntas y collar 33 de poeta. y picome de la farándula y carátula34. Veinte y dos comedias tengo, todas nuevas, que se veen las unas a las otras3S; y estoy aguardando coyuntum para ir a la corte y enriquecer con ellas media docena de autores.

CHJRJNOS. A lo que vuestra merced, señor gobernador, me pregunta de los poetas, no le sabré responder; porque hay tantos que quitan el sol, y todos piensan que son

pondió Sancho- con los que nacieron en las malvas, y no con los que: tienen sobre .el alma cuatro dedos de enjundia de cristianos viejos como yo los tengo.»

ll Tengo mis puntOS)' collar: equ1vnle o {(tengo algo de». Según Cor. la expresión equivale n «tener presuncón». Cfr. Lo Cllera de Salamanca, noto 78. . ~ Plcome de la farándula y carátula: equivale u «SO)' aficionado

del mundo del tc:;~tro» o bien cerne precio de ser de los f:us:tntcsn. Cfr. Corom •• Picarse: «pnxiarse», nxogiendo la acc~ón de La gita­nillo. Fan\ndula es una pequci\:1 compañia de cónucos (cvispcrn de compai\la» según Agusún de Rojas en su l'lajt rnutttnid~): car.\tula quiere decir comedia o máscam, «por aluSión o la ma~lla con que se cubrlan c:l rostro los rcprcsc:ntantes en el tQtro clásiCO» ( Hc:rrcro: página 166). Cfr. también Don guifott (11. xi): «f?csde moc:h:ICho fu1 aficionado a la carAtula. y c:n m1 mocedad se me tban lol OJOS tl'llS la farándula.»

lS Q14! st' t-«n las lUtOS a las otras: ~ritas al ~o tiempo y sm interrupción (cfr. Herrero, pág. 166). Segun AscDSJo (pás. 174. nota 8) «bien contadas, un:u tras otra».

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famosos. Los poetas cómicos son los ordinarios36 y que siempre se usan, y así no hay para qué nombrallos. Pero diga me vuestra merced, por su vida: ¿cómo es su buena gmcia? ¿Cómo se llama?

GonnRNADOR. A mi, señora Autora, me llaman el Li­cenciado Gomecillos37.

CHIRINOS. ¡Válame Dios! ¡Y que vuesa merced es el señor Licenciado Gomecillos, el que compuso aquellas coplas tan famosas de Lucifer estaba malo 38 y Tómale mal de fuera!

GonrmNADOR. Malas lenguas hubo que me quisieron ahijar esas coplas, y así fueron mías como del Gran Turco39, Las que yo compuse, y no lo quiero negar, fue­ron aquellas que trataron del diluvio de Sevilla40; que, puesro que los poetas son ladrones unos de otros, nunca me precié de hurtar nada a nadie: con mis versos me ayude Dios. y hurte el que quisiere.

( Vuelt:e CIIANFALLA.)

CllANI1ALLA. Señores, vuestras mercedes vengan, que todo está a punto, y no falta más que comenzar.

l6 Los po~ras cdmkos son los ordinarios: «Alusión quejumbrosa al ncaparnmiento del te:mo por Lopc:, Tirso, etc.» (Herrero, ~g. 161).

3~ El Lic:tncliuúl Gomulllos: como son los apc:l:ttivos Ju:tn Cnstrado y Pedro Cnpncbo (cfr. mpra, notas 21, 26) se proycct:t en el de Qome­cillos una amagcn de disminución (cfr. Molbo. pág. 180).

» El que rompuso aquellos raptas ... de L.uc:ifer araba molo ... : posible ulusión a un tal Francisco Gómcz de Qu~do (Herrero, pág. 161).

39 Aslfurróll mlas como tkl Gran T11rco: no fueron miasen absoluto. Esta m:sner:1 de rec3lear un:s negac:i6n se utiliza tambitn mfss abajo. El Gran Turco era el sultán de Consl:tntinopl:t.

"~~ Dlhn:io tk Snllla: la avtnid:l del Glllld3lquivir (19 de diciembre de 1603) fue objeto de dos /Ulaciona en verso, por TomAs de Mc:s:t y Bias de las Cnsas. y de. otro pocmn an6nimo: Romance dtl rlt1 ~ Snilla (Herrero, p~g. 168). Resulta sin cmb:srgo arriesgado c:l utíliur estas referencias al udiluvicw pJt!l fechar el Retablo )'11 que Sevilla $Ufrió todll un:~. serie de inundaciones (cfr. Bonilla, pág. xxiv) que:, ademAs, se convinieron en tópico liternrio. Sobre l:ts fechiis de los En~rcmats, ver dntroduc:cí6n».

224

CHJRINOS. ¿Está ya el dinero t"n corbona?4J CHANPALLA. Y aun entre las telas del comzón. CHIRlNOS. Pues doite por aviso, Chanfalla, que el Go-

bernador es poeta. CtlANFALLA. ¿Poeta? ¡Cuerpo del mundo! 42 Pues dale

por engañado, porque. todos los de humor semejante son hechos n Ja· mazacona 43: gente descuidada crédula y no nada maliciosa. '

BENITO. Vamos, Autor, que me saltan los pies por ver esas maravillas.

(.Éntranse todos.)

(Salen JUANA CASTRADA y TrmESA RI!POLI.A44, labrado­ras: la u11a como desposada4S, que es la CASTRADA.)

. CASTRADA, Aquí te_pu~es sentar, Teresa Repoll'a ami­ga, que tendremos el Retablo enfrente; y pues sabes las condiciones que han de tener los miradores del Retablo no te descuides, que seria una gran desgracia. '

TI!RilSA. Ya sabes\ Juana Castrada, que soy tu prima, y no digo más. ¡Tan cierto tuviera yo el cieío como tengo cierto ver todo aquello que el Retablo mostrare! ¡Por el siglo de mi madre46, que me sacase los mismos ojos de mi cara si alguna desgracia me aconteciese! ¡Bonita soy yo para eso!

CASTRADI\. Sosiégnte, prima, que toda la gente viene.

~~ In corbona: cn·la bols:l de las ofrmdas. Vcrsieulo del Evangelio de_~ Marro (XXVJl, 6): «Non Hect eos millerc in eorbollllm, qui:t prctau11_1 sangum~ cst.B Cfr. Lo pe de Rutd:~, Comrdia.Eufnnio, ed. J. Me­rmo Valla (Oásteos Castellanos, núm. 59), pág. 90 y lA pirara JustÚIO, ed. Puyo!, p4g. 169.

.u ¡C11~rpo d~l mundo!: cfr. Los alcaldu tk DaglJJI;o, nota IS. 43 A la mo:acona: al azar; :1 la buena de' Dios. ~~ Castrada ... Rt-po/ID.• feminización de los apellidos de sus respec­

tivos padres. Era com6n entre las clases bajas (A valle-Arce:, pág. 144, nota 29).

4~ ·como drsposaJa: en traje de novi:1. •o Por ti siglo ck mi madre: «Por vida de mi m:tdr:e que ojalá dure

un siglo» (licm:ro, pág. 169).

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Page 10: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

(Entran el GOBERNADOR, BENITO REPOLLO, JUAN CAs­TRADO PEDRO CAPACHO, EL AUTOR y LA AUTORA, )' EL MÚstco. y otra gente del pueblo, y UN ::;oBRIN~ de Benito, que ha da ser aquel gentil hombre41 que baila.)

CHANPALLA. Siéntense todos; el Retablo ha de es~ar detrás deste repostero48, y In Autora también, y uqut el músico. . d · • d 1

BENITO. ¿Músico es éste? Métqnle tambtén e~ras e repostero, que, a trueco de no velle, daré por bten em­pleado el no oílle.

CIIANPALLA. No tiene vuestra merced razón, señor al­calde Repollo, de descontcntarse del músico, que en ver­dad que es muy bven cristiano, y hidalgo de solar co-nocido49. .

GOBERNADOR. ¡Calidades son bien necesanas para ser buen músico!

BENITO. De solar, bien podrá s~r; más de sonar, abre­. so mmc10 . , , _

RADELIN. ¡Eso se merece el bellaco que se VJene a sonar delante de ... ! .

BENITO. ¡'Pues por Dios, que hemos v.Jsto uqui sonar u otros músicos tan ... !

4l Gemll hombre: c:qulvoco y alusión burlesca -hecha en b mis~ ncotneión- con que Cer\'antes designa al rústico ~~mno de ~mto Repollo. Genrll se usa irónit:lrncnte tnnto en el ~nudo de •<no J.udlo» y ulinajudo» (cfr; Corom,) como en sus accpctoncs de «gall~rdo,., ubriosO» o ubico dispuesto y proporcionado de mtembroS» ( f?'cc. de AUI.). Lo que ocurre, claro, es que el gentil aldeano ncab;i ub;itlandO» con la «bellaca jodia» Hc:rodtas o. mejor dicho. con_la l1gur-.1 bibhca que los embusteros <.mclllL» nl Retablo de las mar.tVJllns. Véase uln· traducción», scc. IV. _

41 Rrpostero: especie de tapiz o pailo lUJOSO. Aq!!i• sm embargo, se tr.tta de una simple manta (véase la úluma acotactón de la obrn), lo que implica un engallo más de los aldeanos.

49 De solar conocido: de bnaje documentado. Solar: casa donde se originó el linaje. •

30 Abununt:io: yo renuncio. Benito Repollo rehusa creer que Rabe. lío sepa tocar (!<Sonar»). Cfr. Dice. 1/istor.:use us:t como e.'prcst~n litúrgica de. la Iglesia, y luego como fórmula &e!lcrnl par.t rcnunctar o rcch!IZllr algo, c:spcctalmente en scnudo JOCOSO».

226

GOBERNADOR. Quédese esta mzón en el de del señor Rabel y en el tan del Alc-.llde, que será proccderSI en infinito, y él señor Montiel comience su obra.

BENtrb. IPoca balumba s2 trae este autor para tan gran Retablo!

JUAN. Todo debe de ser de maravillas. CIIANPALLA. ¡Atención, señores, que comienzo! -¡Oh

tú, quien quiera que fuistcSJ, que fabricaste este Retablo con tan maravilloso artificio, que alcanzó renombre de las Maravillas: por la virtud que en él se encierra, te conjuro, apremio y mando que luego incontinentiS4 muestres á estos señores algunas de las tus maravillosas maravillas. para que se regocijen y tomen placer sín es­cándalo alguno! Ea, que ya veo que has otorgado mi P!!tición, pues por aquella parte asoma la figura del va­lentísimo Sansón, abrazado con las colunas del templo para derriballe por el suelo y t_omat: venganza de sus enemigos. ¡Ten te, valeroso caballero; tentc, por la gra­cia de Dios Padre! ¡No hagas tal dcsaguisndoSS, porque no cojas debajo y llagas tortilla tanta y tan noble gente: como aquí se ha juntado!

BENITO. ¡Téngase, cuerpo de tal conmigo! ¡Bueno se­ría que, en lugar de habemos venido a holgar, quedáse­mos aquí hechos plasta! ¡Téngase, señor Sansón, pesia aS6 mis males. que se lo ruegan buenos!S7,

CAPACHO. ¿Vcislc VOS, Castrado? JUAN. ¿Pues no le habla de ver1 ¿Tengo yo los ojos én

el colodrillo1SS

st Qu~ srrd proceder. l.é:uc: uque si no sen\ proceder», S2 Poca balumba: c:quivale a «poco bulto». Cfr. Dlrc. llistor. «Ba·

lumba.- bulto- grande que- hacen muchas cosas juntaS». ~l ¡Oh tti, quien quiera qut! fuist~ ••• 1: fórmula tlpit:l de comentar

los conjuros. Sobre la manero en que Chanfalln se autoprcsenta ante ru públicos, cfr. supra. nota 16.

H Incontinenti: de inmediato~ ni punto. ln coición principe, in· contlnrmc.

" .D~saguisado- agravio. so Pes la a: pese• a. s' Se lo megan buenos~ léase: «se lo ruegan hombres buenOS». 'B Colodrillo: cogote; pnne posierior de la cabeza. Cfr. La Cllera

ck Salamanca, nota 28; y, Don Quijote (JI, x).

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GoBERNADOR. [Aparte.] ¡Milagroso caso es éste! Así veo yo a Sansón ahora, como el Gran Turco. Pues en verdad que me tengo por legítimo y cristiano viejoSBb

11•

CmRINOS. ¡Quá_rdate, hombre, que sale el mesmo toro que mató al ganapán en Salamanca!59 ¡Échate, hombre; échate hombre; Dios te libre, Dios te libre!

Cn~NFALLA, ¡Échense todos, échense todos! ¡Húcho hot60, ¡húcho ho!, ¡húcho ho!

( Éclranse todos, )' alborótanse.)

BENITO. ¡El diablo lleva. en el cuerp~ el tori\1~! Sus partes tiene de hosco y de bragado61. S1 no me uendo, me lleva de vuelo.

JUAN. Señor Autor, haga, si puede, que no salgan fi-guras que nos alboroten; y no lo digo por mí, sinQ por estas mochachas, que no les ha quedado gota de sangre en. el cuerpo, de lll ferocidad de\ to~o. . ,

CAsTRADA. ¡Y cómo, padr~! No p1enso volver en. nu en tres díns; ya me vi en sus cuemos62, que los t1cne agudos como una lesna63.

5Jbll ¡Milagroso ... crist/alto rlrjol: 1la mayorla de lo$ editores mo-dernos atribuyen estns p~labras a Capacho. .

S9 El mtsmo tor(J q11tt mot6 al ganapdn dtt So/amanto: alUSión .hts-tónca al «torino salmantino de ocho ailos que mató al gnnap¡\n de Monleón» (Molho, pig. ~06). • • ~

60 ¡llúcho ho!: exclaDlllctón us:~da en ~a ~poca ~ara t!ICJt~r o cspan~r 0

los toros. Bonilb (págs. 232-234) regtstro. esta mtel)CCCJÓn en vtmos textos literanos. Cfr. R. Fouch~·Delbosc. «Hucho ho»,. Rtc!lr llis· panlq11tt, XXV (1911), S-12. •

1t1 Parta ... do hosro )' dt!. bragado; es dectr, m?renQ («hosco») Y ~e color distinto en 13 entrepierna («bragndon), cualtdades que se asocta· ban con los toros bravos. Cfr. F. de Quc:\'l:do, .Poc.sla original, cd. Blc:· cua, núm. 767, Según Molho, pág. 206, parta se refiere: ~an.to a .las cuahd3dCS del toro como a sus «panes genítaleP> .. Esta stgntfiCDC16n rAiic:s concordarla con la que revisten mis adela~te los ratones «por su caricter de animales roedores, pcñoradon:s y penetrantes» (pi-gina 207). . p

61 M 1

ri m sus ('llt!TnOJ: es decir, n:sult~ cog¡da por el tor~. .. ero Junn Castrado interpreta «Vht literalmente: «nO fueras tu Dll ht.fl Y no lo vieras».

ol Luna: lc:zn;~ ~ instrumento agudo usa_do por los zapateros paro agujerear y coser.

228

JUAN. No fueras tú mi hija, Y' no lo vieras. GoBERNADOR. [Aparte.] Basta; que todos ven lo que

yo no veo; pero aJ fin habré de decir que lo veo. por In negra .honrillaó4.

CI~IRINOS. Esa manada de ratones que allá va, deciende por hnea recta de aquellos que se criaron en el arca de NoMS; dellos66,son blancos, dellos albarazados67 dellos jaspeados y dcllos azules; y, finalmente, todo son r~tones. . CASTRADA. ¡Jesús! ¡Ay de míi¡Ténganme, que me nrro· JUré. por aquella ventana! ¿Ratones? ¡Desdichada! Amiga, apnét~tc las faldas, y ~ira go te ~ucrdan; tY monta que so.n pocos!l!8 ¡Por el s1glo de m1 .abuela, que pasan de mllcnta!§9

REPOLLA. Yo sí soy la desdichada, porque se me en· tran sin reparo ninguno. Un ratón morenico .me tiene asida de una rodilla. ¡Socorro venga del ciclo pues en la tierra me. falta! '

BENITO. Aun bien que tengo grcgüescos70: que no hay ratón que ·se me entre, por· pequeño que sea.

CHANFALLA .. Esta ngua, que con tanta priesa se deja d«7co.lg.ar de las nubes, es de la fuente que da origen y pnnc1p10 al rio Jordán 71. Toda mujer a .quien tocare

~ ~orlo Mgro lwnrilla: .el Gobernador alude, ir6nic:smente,lll peso q_ue c:_Je~ ~. locura colecuw por In nsl llamada «honra» é:h su con· CJenCJa tndtvtdual. Sobre el tema dcHa •negra honra» en 13 literaturá de b ~~· cfr. Alb<:no Blccua, ed. Lazarillo dt! Tarrt!e$, Clásicos Cnstaha, num. SS, pág. 137, ·nota 212.

M Alaruzda de raton~s ... arca de N~: alusión sumamente burlesca 3 la genealogl:l, \'CI".dadera obsesión de 13 Esp:~b de 1600.

66 /HIJos: equiVale a alllgunos de clloS». 67 Albora:adoJ: aqul, con maru:bas de color negro 'i rojo (Dice,

1/istor.). 61 ¡}~monta ~son pOCOJ/: cfr. El jua fk·Jo.s dit:DrciOJ nota 48 fll Mil~nta: :mil. Vulgarismo form:~do por.analogb con 1~ decena~

(cuarenta, clncucntn, etc;). '10 Grtgüc.scos: c:slzones anchos que lleg:ln b·:lSta. lns rodillas •. n Agllil; .. tk lo /UC11tt! quD da orlgm. .. olrlo Jord4n: alusión. irónica

al rfo blbhco cuyas aguas tenlan fam:r de rejuvenecer 3 quien se lavnsc ~el!~· C[r. lo que dice un falso Juan de Espera en Dios, en su proceso mqutsttonnl, sobre 13 manera en que se mantenla joven: «e:lda siete ailcn voy a b3ilnnne. n la fuente JortUn y al baiiannc en ella vuelco 3

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en el rostro, se le volverá como de plata bruñida, y n los hombres se les volverán las barbas como.de·oro.

CASTRADA. ¿Oyes. amiga? Descubre el rostro, pues v~ lo que. te importa. ¡Oh, qué licor tan sabroso! Cúbrase~ padre; no se moje.

JUAN. Todos nos cubrimos, hija. BENITO. Por las espaldas me ha calado el: água hastn

la canal maestra .. CAPACHO. Yo estoy inás seco que un esparto. GoBERNADOR. [Aparte.] ¿Qué diablos puede ser esto,

que aún no me ha tocado una gota donde todos se ahogan? ¿Mas si viniera yo n ser bastardo entre tantos Iegltimos?

BENITO. Quítenme de alli aquel músico; si no. voto n Dios que me vaya sin ver más figura. ¡Válgate el diablo por músico aduendado, y qué hace de men1.1dear12 sin citola73 y sin son!

RABI!LIN. Señor alcalde, no tome conmigo la hincha, que yo toco como Dios ha sido servido de enseñarme.

BENITO. ¿Dios te había de enseñar. sabandija? ¡Mé~ teté tras la .manta; si no, por Dios que te arroje este banco!

RAnELIN. El diablo creo que me ha traído a este pueblo, CAPACHO. ¡Fresca es el agua del santo río Jordán!

Y aunque me cubrl lo que pude, todavía me alcanzó un poco en los bigotes,·y apostaré que los tengo rubios como un oro.

la edad que tenia cuando Cristo fue crucificado» (citado. por Maree) Bataillon, c<Pen:grinaciones esp;1i\olas del judlo errante», en Varia lección tk rlá.slcos cspaiiDk$. Madrid, Gredos, pl\gs. 118-119). Nótese a continuación como Clunfalla lrllStoma la leyendn pam jugar con, y mofarse de, las obsesiones de su público. El agun. que ene m forma de lluvia, tiene, según él, el efecto de embellecer la caro: u Toda mujer n quien tocan: en el rostro. se le volvcn\ como de plata btul\idn, y 11 los hombres .se le volvcn\n las barbas como de oro.» De .ahl -que las mujeres la deseen y los hombres, por no perder su bombrin, se cubran. Pero en fin clngu:t del U$3nto rlo Jordl\n» le alcanza a Capacho CIC:n los bigotes» y 3 .Benito Repollo en el ano («la cnnal maestro»). Paro un:t interpretación freu~na de todo este: pasaje. cfr. Molho. pági­nas 208-209.

'"2 Mmudrar: llqul, ~ocar» a menudo o n:pctidnmente; n .Sin ello/a: sin cltnrn: c:s decir, sin instrumento musical.

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BENITO, Y aun peor cin~;Uenta veces. CHIRJNOS. Allá van hasta dos docenas de leones ra·

pantes y de osos colmeneros7". Todo viviente se guarde, que, aunque fantásticos, no dejurún de dar alguna pe· sa9urobre, y aun de ht~cer las fuerzas de Hércules, con espadas desenvainadas. ·

JUA~. Eu, .señor Autor, ¡cuerpo de nosla!7S ¿Y agora nos qUiere llenar la casa de osos y de leones?

BENITO. ¡Mirad qú6 ruiseñores y calandrias nos envía Tontonelo, sino leones y dragones! Señor Autor, [o]76 salgan figuras más apacibles, o aquí nos contentamos con las vistas, y Dios le guíe. y·.no pare más en el pueblo un momento.

O.ST~D-:'· Señor Benito Repollo, deje salir ese oso y leones, siquiera por nosotras, y recebiremos mucho con­tento.

JUAN. Pues, hija, ¿de antes te espantabas de los rato­nes, y agora pides osos y leones?

CASTRADA. Todo lo nuevo aplacen. señor padre. OmuNos. Esa doncellá que agora se muestra tan ga.

,~ Úf!nrs. rapantes ... osos colmmrros: Chirinos da rienda sucltn n su tmagmactón, sacando al RPcab/o ~ los marauillos nadn menos que unas figuras afa!'tñsticaSJ) de la. h~dica. Sin embargo, aunque per­ten~n ni códtgo del blasón tmplicnn también una n:presentnción de ltpo sexual. .ar. Molho, pág. 210, :ucomo el toro o los ratones, el león. solar por ~u posición en el Zodiaco, es slmbolo paterno y viril. •• En cuanto al oso ... colmenero ... , su repn:senlllción propia ... es: la de un a~im~l. .. forudor y ~tador de gunrdadas colmenll$>), ar. Que­~0. ·aPt~nsasc la donccllita : que me engaña, porque otorgo,/ sa­btendo yo qu: es ~lme'_lll 1 c!lUida de muchos os()Sl} ( PMsla original, c:d. Blccun, num. 728. Cttndo por Molho). Se h;a sugerido adenuis que. <;crmntcs n~ .sólo se burla de los pn:jutcios de limpiez.a de Jos. villanos 11no que sattnz.a tnmbt~ll a los nobles que hacen alarde de .sus blasones (cfr • .Michcl Monc:r, «l:ts nr.uuvillosas figuras del 'Retablo de las mar:avtll:ls'», De pr6xi"!l' aparici9n en Al'tas ck/1 congreso inttrtrtlf'fonal sobre Ct"rrantrs. Mndnd, 3 3 9 de julio de 1978). Sobre estos temas. v~se •dnt(oduca6n•. scc • .IV.

'' 1Cu~rp9 ~ nos/a•.· jurnJD<:nto eufemlslico por uCuc:rpo.de CristO» o •Cuerpo li.C! Di~. Cfr. supra, nota 42.

76 O. Ln edición "prlncipe, y. 11 Aplal'tl: place; gustll.

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lana y tan compuesta es la llamada Herodias, cuyo baile alcanzó en premio la cabeza del Precursor de la vida78. Si hay quien la ayude a bailar, verán maravillas.

BENITO. ¡Esta si, cuerpo del mundof79, que. es figura hermosa, apacible y reluciente. ¡Hideputa, y cómo que se vuelve la mochac[h]a! -Sobrino Repollo, tú que sabes de achaque de castañetas, ayúdnla, y será la fiesta de cuatro capasso.

SOBRINO. Que me place, tío. Benito Repollo.

(Toca!} la zarabanda.)

CAPACHO. ¡Toma mi abueJoBI, si es antiguo .el baile de. la zarabanda y de la chacona! 82

BENITO. Ea, sobrino, ténselas tiesas a esa bellaca jo­día 83. Pero, si .ésta es jodía, ¿cómo vee estas maravillas?

78 llerodlas. cuyo baile alcan:6 ... la cabe:a del Precursor de la ~ida: Chirinos bca al Retablo a Hc:rOdias. a pesar de que fue su hija Salo m~ quien b:liló ante su tio y padrastro, HerQdc:$ Antipas, y pidió !:11 pre­mio la cabeza de San Juan Bautista. Para las fuentes bíblicas de este episodio, véanse San Mateo, XIV, 3-11; y, San MarcO!• ~l. 17-28. Para un enfoque freudiano basado e!l el tema de la decapttacl~n. v~ Molho, págs. 211-212. quien lo encaJa ndem~s dentro de un nunuo~o análisis estructural de la obro, «de. modo que la jornada conclust\':1 es simétrica de la jornada npértural. Abrir In representación con Sansón y cerrarla con Herodlas es como entrar con Dalila p3nl con­cluir con la decapitación del Bautista, De' hecho. el tenu 'de In. C8S• tmción se presenta én una construcción invcrsh"ll. rigur053mente es­pcculam (pág. 212).

19 ¡Cuerpo tkl mundo!: cfr. supra. nota 42. ro Fiesta de cuatro capas: fiesta muy solemne y de gran esplendor.

La expresión «de cuatro capas» tiene su origen en. las solemnidades litúrgicas. en las c:uale1 el número de clbigos («pre~dadOSl>) con capas pluviales que ayudaban a celebrar la misa, dc:ternunaba la sol.:m• nidad de la fiesta.- Cfr. CoP,jicsta de stls capas: "Jade mucha solem­nidad. porque en los tales dlas suele haber séis. y en algunas p~es ocho prebendados, con cetros de plata y capas de broado. que llSlSten al oficio y canturiaP. .

11 ¡Toma mi abuelo!: exclamaCión usada para expresar sorpresa. 8l LA :arabanda y ... la chacona: bailes populares considerados in·

morale1 en la q,oca. Cfr. Cotarelo. Colecci6n dc cntremeses ••. , l. BAE. vol. XVII. ~gs. c:cxxiii-cclxxiii. Véase El rufidn rludo, nota liS.

u Jodla: judla; también podría sugerir «jodi{d)a,., lo que seria, pro-

232

CltANFALLA. Todas las reglas iienen excepción, señor Alcalde.

(Suena una trompeta o come/a dentro delreatro, y en/ro UN FURRIER 84 de compmilas.)

FURRIER. ¿Quién es aquí el señor Gobernador? GonnRNADOR. Yo soy. ¿Qué manda vuestra merced? FURRII!R. Que luego, al punto, mande hacer alojamien-

to para treinta hombres de armas85 que llegarán aquí dentro de media hora, y aun antes, que ya suena la trom­peta; y adiós.

[JI ase.]

BI!NITO. Yo apostaré que los envía el sabio Tontonelo. CHANFALLA. No hay tal.; que ésta es una compañia de

caballos que estaba alojada dos leguas de aquí. BI!NlTO. Ahora yo conozco bien a Tontonelo, y sé

que vos y él sois unos grandísimos bellacos, no perdo­nando al músico; y mirá que os mando que mandéis a Tontonelo no tenga atrevimiento de enviar estos bom-"

bablcli1entc, una alusión maliciósn al adulterio de Herodlas con .He· rodes i\ntipas, hcnnano de su ex-esposo l~tlipo.

u Furrier. Furriel; es decir. el que se encargaba de la administrn· ción de una compailla de soldados. Tenia a su cargo la distribución de comida (pan y cebada) y la provisión de los alojamientos.

•~ Mmu/e IJa«r alojamknto para trclnta hombres dc armas el furriel quiere que el Gobernador se encargue de: alojar a treinta soldados de caballc:rla (nhombres de annas>t, cfr. Dice. dc Aut.). Stgmendo las costumbres de la q,oca, Jos soldados se aloJarían en las casas partiCula­res de los aldeanos que no fuesen hídalgos. De ahl que Ju;m Castrndo sugiera que el furriel SC4l sobornado con el b:lile erótico de la doncella lferodl:ts. «porque \'C:l este seilor lo que nunca ha visto; quizá con esto le cohecb:tremos para que se vaya presto del lugar». La frontera entre la realidad «fantllstica» del Retablo que: tme Monticl y In realidad «dianan se ha borrado totalmente, aunque CXISUin las dudas del Go­bernador. que los soldados mo deben .ser de burlaSJt.

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bres de annas, que le haré dar docientos azotes en las espaldas, que se vean unos a otros86.

CHANFALLA. ¡Digo, señor alcalde, que no los envía Tontonelo!

BENITO. Digo que los envía Tontonelo, como ha envia­do las otras sabandijas que yo he visto.

CAPACHO. Todos las habemos visto, señor Benito Re­pollo.

BeNITO. No digo yo que no, señor Pedro Capacho. -¡No toques más, músico de entre, sueños, que te rompe­ré la cabeza!

(Vuelve el FURRII!R.)

FURRIER . .Ea, ¿está ya hecho el alojamiento'! Que ya están los caballos en el pueblo.

BENITO. ¿Qué, todavía ha salido con la suya Tonto­neto? ¡Pues yo os voto a tal87, Autor de humos y de em­belecos, que me lo habéis de pagar!

CHANPALLA.· Séanme testigos que me amenaza el Al­calde.

CHIRINOS. ~éanme testigos que dice el Alcalde que, lo que manda S. M., lo manda el sabio Tontonelo.

BENITO. ¡Atontoneleada te vean mis ojos, plega a Dios Todopoderoso! ·

GoBERNADOR. Yo para mi tengo que verdaderamente estos hombres de armas no deben de ser de burlas.

FURRIER. ¿De burlas habían de ser, señor Goberna­dor? ¿Est(! en su seso?

JUAN. Bien pudieran ser atontoneleados; como esas cosas habemos visto aqul. Por vida del Autor, que haga salir otra vez a In doncella Herodías, porque vea este señor lo que nunca ha visto; quizá con esto le cohecha­remos SS para que se vaya presto del lugar.

86 Qu~ Jt uan unos a otros: sin interrupción. Cfr. supra, nota 35. a~ ¡Voto a tal!: juramento c:ufemlstico por «Voto a Diou. Cfr. Ltn

a/ca/dts de Dagan:o, nota 16. u Cohrcharmtos: sobornaremos.

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CHANFALLA. Eso en buen hora, y véisla aquí a do89 vuelve, y hace de señas a su bailador90 a que de nuevo la ayude.

SOBRINO. Por mi no qucdará91, por cierto. BENITO. ¡Eso sí, sobrino, cárisala, cánsala; vueltas y

más vueltas; ¡vive Dios, que es un azogue la muchacha! ¡Al hoyo, al hoyo! ¡A ello, a ello!92

FURRIER. ¿.Está loca esta gente? ¿Qué diablos de don­cella es ésta, y qué baile, y qué Tontonelo?

CAPAGHO. ¿Luego no vee la doncella herodiana el se-ñor Furrier?

FURRII!R. ¿Qué diablos de doncella tengo de ver? CAPAC'IIO. Basta: de ex i/[l}is es93. GOBERNADOR. De ex il(l}is es, de ex il[l}is es. JUAN. Dcllos es, dellos el señor Furrier; dcllos es. FURRIER. ¡Soy de la mala puta que los parió; y, por

Dios vivo, que, si echo mano a la espada, que los haga salir por las ventanas, que no por la puerta!

CAPAC'IIO. Basta: de ex i/[l}is cs. BENITO. Basta: dcllos es, pues no vee nada. FURRII!R. ¡Canalla barretina!94: si otra. vez me dicen

que soy dellos, no les dejaré hueso sano! BENITO. Nunca los confesos ni bastardos fueron va­

lientes; y por eso no podemos dejar de decir. dellos es, dellos es.

FURRIER. ¡Cuerpo de Dios9S con los villanos! ¡Esperad!

19 Do: donde. 90 Bailador· b;lilarln. 91 Por mf no quedard. es decir, por lo que o mi toca no quedará sin

ayuda: no tengo objeción c:n contmuar a bmlar. 91 ¡Al hoyo ... a tilo!: cxelamndoncs usadas para exhortar. 9! Ex lfll)i.J t.s. de: ellos eres. Palabras aplicadas a S;sn Pedro por

la sirvienta de Cnill.s, cuando el dasclpulo negab:l a Cristo. Cfr. San Matto (XXVI, 73); San Luras (XXI, SS); Son Marros (XIV, 69.70). Tanto Capacho nqul. como despub el Gobernador, Juan Castrado y lknitó Repollo, le ncus:~n ni furriel dejudlo. frónicamentc los aldeanos hablan como los judlos que nc:USMon a San Pedro.

94 Canal/o barrttlno: es decir. canalla vt11anesca y judla. Lo ba· rrctlna c:ra una especie de gorro que en c:sta époc;¡ ib;l usociud-a especial· menlc con. los campesinos y los hebreos.

9S ;Cutrpo de Dios! Cfr. supra, nota. 42.

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Page 15: Cervantes Miguel de - Entremés de El Retablo de Las Maravillas

(Mete mano a la espada, y acuchlllase con todos; y el ALCALDB aporrea al R.-\BELLEJo96; y la CHJRII\'OS descuelga la manta y dice.)

CHIRINOS. El diablo ha. sido la trompeta y la venida de los hombres de armas; parece que los llamaron con campanilla.

CHANPALLA. El suceso ha sido :extraordinario; la, vir­tud del Retablo se queda en su punto97, y mañana: lo podemos mostrar el pueblo; y nosotros mismos podemos cantar el triunfo desta batalla, diciendo: ¡Vivan Chirinos y Chunfalla!

96 RDM/kjo: diminutivo despectivo de rabel. Cfr. supra, notn 6. 97 Qutdo tn Sil plillto: no ha cambi:ldo.

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ENTREMÉS DB

La Cueva de Salamanca I

(Salen PANCRACIO, LEONARDA y CRISTINA.)

PANCRACIO. Enjugad, señora, esas lágrimas, y poned pausa a vuestros suspiros, considerando que cuatro días de ausencia no son siglos. Yo volveré, a lo más largo, a

: 1 Lo Cuet•a dt So/amol!ca: según creencia popular era el lugar de heclucerins donde <!Se leía en secrc:to mgromancta>> (Correas) o donde el diablo enseñaba magia. Se relacionarla. según Asensio. con los «demonios lugareños• de las fiestas del Corpus Christi (véase «Entre­meses», en Suma cerrontina, ed. J. B. Avnlle-Arcc y E. C. Riley, Lon­dres, 1973, pllg. 192). Cfr. M. Oarela Blanco, «El tema de ta Cuevn de Salanunca y el entremés cervantino de este mismo titulo», Analts ccr­t'OIItinos, I (1951), 73-109, Este erudito estudia el fondo ltlldicional del tema y muestr;t cómo a panir del siglo XIV se bl!cc PQpular en me­dios universilllrios. Según él, ta leyenda tuvo su base geogrifica en la cuesta de Carvajal donde se habla construido la iglesia de San Cebmn. Bajo esa cuesta el demonio enseñab;l su ciencia o malas artes a los estudiantes que qucrl:m aprenderlas. Es alll donde el marqués de Vi• llena engall6 al demonio. Cfr. Ruiz.de Alarcón,IA C'llntr de &zkztna~~ca (jornada J.•); «dicen que engal\ó ¡ el grnn nurqués de Villena ( al demonio 1 con su sombru. Tanto en este entremb como en El r~tab/o de las nwrat:tllas, las creencms populares en acuvtdadcs mágicas son objetos densa. La actitud de Cen'llotcs frente n csns creencias coincide con la de otros hombres de teatro: Rojas ZorriUa, Ruiz de Alan:ón, Calderón. Cfr. Julio Cnro Bároja, Teatro popular y magia (Madrid, Revista de Occidente, 1974), esp. pjgs~ 58-63; 171. Este estudio con­tiene observaciones muy vnliOSllS sobre la manera en que ciertas ideas racjonalistns entran en Ja, Espaiia del siglo >.'VIl «por vln est!tic:u>.

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