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Civilización del Amor: PROYECTO Y MISIÓN - Resumen Presentación 1 Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos... es lo que anunciamos (1 Jn. 1, 1). El desafío de construir una Civilización del Amor, expresión divulgada por el Papa Pablo VI, y acogida, desde 1983, por la Pastoral Juvenil en América Latina, es y sigue siendo proyecto y misión. Los/as jóvenes en el Tercer Congreso Latinoamericano de la Juventud (2010) en Los Teques (Venezuela), han acogido, lo que el Papa Benedicto XVI dijo en ese momento invitándolos/as a ser "auténticos discípulos de Jesucristo, vivir los valores del Evangelio, transmitiéndolos con coraje a los que los rodean e, inspirados en estos principios, construir una sociedad más justa y reconciliada”. Prólogo Civilización del Amor: Proyecto y Misión 2 es una continuidad, prosiguiendo la construcción de una Pastoral Juvenil Orgánica propuesta en América Latina, que sigue siendo Tarea y Esperanza, como decía la versión de 1995. Por lo tanto, esta versión es complementaria; no la supresión de la versión antes mencionada. Quiere vivir y enriquecer lo que se ha vivido y discernido. 1 Síntesis basada en Civilización del Amor Proyecto y Misión. Orientaciones para una Pastoral Juvenil Latinoamericana. Documento CELAM nº 173, Bogotá, 2012. Síntesis de Hilário Dick, con los agradecimientos a Carolina Molina Reyes. 2 Hubo, hasta el momento, tres versiones de Civilización del Amor: una de 1985, titulada: Juventud Iglesia y Cambio; otra en 1987, con el título: Pastoral Juvenil: Sí a la Civilización del Amor; y, una tercera versión, en 1995, titulada Civilización del Amor: Tarea y Esperanza.

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Civilización del Amor: PROYECTO Y MISIÓN

- Resumen –

Presentación1

Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos... es lo que anunciamos (1 Jn. 1, 1).

El desafío de construir una Civilización del Amor, expresión divulgada por el Papa Pablo VI, y acogida, desde 1983, por la Pastoral Juvenil en América Latina, es y sigue siendo proyecto y misión. Los/as jóvenes en el Tercer Congreso Latinoamericano de la Juventud (2010) en Los Teques (Venezuela), han acogido, lo que el Papa Benedicto XVI dijo en ese momento invitándolos/as a ser "auténticos discípulos de Jesucristo, vivir los valores del Evangelio, transmitiéndolos con coraje a los que los rodean e, inspirados en estos principios, construir una sociedad más justa y reconciliada”.

Prólogo Civilización del Amor: Proyecto y Misión2 es una continuidad, prosiguiendo la construcción de una Pastoral Juvenil Orgánica propuesta en América Latina, que sigue siendo Tarea y Esperanza, como decía la versión de 1995. Por lo tanto, esta versión es complementaria; no la supresión de la versión antes mencionada. Quiere vivir y enriquecer lo que se ha vivido y discernido.

1 Síntesis basada en Civilización del Amor – Proyecto y Misión. Orientaciones para una Pastoral Juvenil

Latinoamericana. Documento CELAM nº 173, Bogotá, 2012. Síntesis de Hilário Dick, con los

agradecimientos a Carolina Molina Reyes. 2 Hubo, hasta el momento, tres versiones de Civilización del Amor: una de 1985, titulada: Juventud

Iglesia y Cambio; otra en 1987, con el título: Pastoral Juvenil: Sí a la Civilización del Amor; y, una

tercera versión, en 1995, titulada Civilización del Amor: Tarea y Esperanza.

Hablamos eso porque se necesita una renovación pastoral, es decir, es necesario pasar de una pastoral de mantenimiento y conservación (que sueña con la nostalgia y la seguridad); de una pastoral intimista y espiritualista (ocultando fideísmos escapistas); de una pastoral clerical y verticalista, popular y horizontal, arrastrada por apariencias y estéticas (marketing) para una pastoral orgánica y global, de conjunto y articulada, de comunión y corresponsabilidad, de misión y evangelización, encarnada y contextualizada, acogiendo la diversidad de las expresiones juveniles. Es necesario pasar de una Pastoral de Eventos para una Pastoral de Procesos, encarnada en las realidades juveniles. Esta nueva versión ha vivido un proceso arduo y prolongado (2007-2012). Ha exigido tiempo, y por lo mismo, ha permitido una construcción participativa.

I. Hasta el horizonte, ¡SÍ!

PERO CON LOS PIES EN LA TIERRA

Marco de la Realidad

La vida fue manifestada, y la hemos visto y sobre ella testificamos. Ella se vuelve al Padre y se nos manifestó (1 Jn. 1, 2)

Caminamos, como Pastoral Juvenil, con los ojos y el corazón centrados en el horizonte, con los pies en el suelo, procurando partir de la realidad de la juventud latinoamericana. Los horizontes de nuestro caminar son los jóvenes, lugar teológico, donde Dios habita. Se trata de la Iglesia y de los jóvenes que están descubriendo, cada vez más, que, además de ser una realidad biológica, sociológica, jurídica, antropológica, y cultural, ellos son una realidad teológica. Mirar la realidad de los jóvenes y su entorno es el primer paso para que Dios y los jóvenes se perciban más claramente como horizontes de la Pastoral Juvenil. Aunque el punto de partida sea la realidad del sufrimiento de los/as jóvenes, no se puede olvidar que lo importante es "la realización, a la plena estatura de Cristo", logrando que esta realización pase a través de los/las jóvenes como "protagonistas de la transformación familiar, eclesial y social"; "sujetos activos, con dignidad”; “constructores de su propia historia y de su proyecto de vida"; "sujetos de derechos", "discípulos misioneros, fascinados por el proyecto y por la persona de Jesús, dispuestos a la conversión personal permanente, pastoral y eclesial", "constructores de la Civilización del Amor".

1. Juventud y paradigmas3

3 Nº 07 a 26. Los números corresponden a La versión española de esta obra, en 2012.

En el estudio de la juventud y del trabajo con los jóvenes existen paradigmas, es decir, varios códigos, estilos y formas de pensar para darnos cuenta de la realidad de que la actual generación de jóvenes que está viviendo. Este "cambio" en el pensamiento y la acción, sin embargo, no es un tema que viene “de un día para otro”; presupone procesos históricos y sociales que generen señales nuevas, madurando, modos, estilos, lenguajes, etc. Dando lugar a una otra configuración de la realidad. Por lo tanto, debemos hacer frente a la necesidad de desvelar un paradigma en contra de otro, teniendo en cuenta diversos factores que dan lugar a la estructura de esta realidad. Lo que importa es estar atento a darnos cuenta dónde se pueden encontrar estas nuevas sensibilidades, nuevos lenguajes y necesidades para atender a la realidad actual y, en particular, a la realidad de los jóvenes. Reiteramos que, en la llamada al servicio y en el proceso de evangelización, es importante darnos cuenta que, en el surgimiento de nuevos valores juveniles, entran en cuestión paradigmas de interrogación (modelos, patrones) que deciden nuestra forma de leer, entender y trabajar con los jóvenes. 1.1 La juventud como una etapa preparatoria En el primer paradigma el joven y la niña son vistos, principalmente, como personas que necesitan ser "preparadas". La expresión histórica más evidente de esta "intervención" es lo que se llama, desde la revolución industrial (1790), de "moratoria social," una realidad pedagógica y legal que se ha presentada en diferentes formas (internados, servicio militar, escuelas impulsadas por disciplinas rígidas, etc.). Las actividades ofrecidas se direccionaban para la formación, teniendo a los adultos como los protagonistas de las "informaciones" o de lo que, a veces, se llama "educación". 1.2 La juventud como etapa problemática El/la joven es visto, en este paradigma, como un "problema". "Problema", ya que crea conflicto, hace cosas que no se entiende, no respeta la tradición, no sigue o no cumple las normas, porque cuestiona etc. Las actividades que se ofrecen van desde la perspectiva de la "prevención" de los problemas: las drogas, el embarazo de las adolescentes, las prisiones especiales, etc. Todo está "instalado" en un espíritu de desconfianza con los jóvenes. Las medidas que se toman parten del miedo de la juventud, y no del estar encantado por ella y por los desafíos que lanza. 1.3 La juventud como potencial transformador Este paradigma mira a los jóvenes como fuente de renovación: ¡un segmento de la sociedad que puede transformar el mundo! "¡La solución es la juventud!" Eso es lo que sucedió en el nazismo, en el fascismo, en el falangismo y en otras iniciativas. De forma romántica, el futuro parece centrarse en la juventud. Mirando esta realidad se

ve, sin embargo, que se actuaba movido por intereses y no por la valoración del joven como tal.

1.4 El joven, un sujeto de derechos, en el camino hacia la autonomía Es un paradigma que se centra en la formación de jóvenes en su personalidad, a través de una pedagogía que considera todas las dimensiones de la persona, incluida la teológica. El desafío es ayudar en la construcción del liderazgo y del empoderamiento juvenil. En esta perspectiva, un instrumento que se torna fundamental es la planificación y el trabajo con la juventud. Insiste mucho en la "formación integral". Otro aspecto que este paradigma no olvida, es la implementación de las políticas públicas-con-para los/las jóvenes.

2. Mirar la realidad de la juventud4 Mirar la realidad de la juventud en América Latina y el Caribe, es una tarea cada vez más compleja y puede ser muy parcial, cuando se parte de una perspectiva sólo de desarrollo social, económico, cultural, religioso o político, y no de una integralidad. Es esta "integralidad" que deseamos respetar. 2.1 Cambio de época En el cambio de paradigma, en el cual vivimos, el fenómeno de la globalización, con sus reglas económicas, culturales y de comunicación hace surgir cambios significativos. La experiencia de la relatividad del espacio y del tiempo, fomentada por los Medios de Comunicación e Información, crea una sociedad cada vez más homogeneizada. Se acercan pueblos, regiones y continentes, provocando un rápido desarrollo. El desafío es mirar esta realidad con los ojos de la fe.

Nuevos sujetos La transición cultural da lugar a un cambio en los modelos de identidad. Surgen “sujetos nuevos”. De configuraciones cerradas y estáticas, se pasa a formas dinámicas y flexibles que marcan características de identificación muy frágiles. Los jóvenes socializan y asimilan rápidamente esta nueva dinámica de la construcción de la identidad, lo que implica otra forma de ver la relación con uno mismo, con los demás, con la realidad y con lo trascendente.

La vivencia de la interioridad En tiempos de cambio de época, la importancia de la interioridad reaparece y tiene un impacto particular. Hablar de esta interioridad es entender que todo ser tiene una interioridad para descubrir, un mundo guardado que lo conecta con las cosas, situaciones, recuerdos, lugares, olores, sensaciones cada vez más íntimas y, al mismo

4 Nº 27 a 52

tiempo, aspectos más socializados y socializables provocando una vivencia de saberse conectado con la trascendencia, sea ella la que sea. En esta experiencia interna de los jóvenes, encaja una mención especial la corporeidad. El aspecto físico es una mediación en la que el/la joven se conecta con los demás, con el mundo y con el Otro en forma nueva y especial. El se relaciona desde dentro, siendo perceptivo de los demás, del estar en el mundo y del Otro. Dado que el cuerpo (la apariencia) es un camino privilegiado de relación y contacto, es interesante ver cómo trabajamos, con los/las jóvenes, la corporalidad, el conocimiento de sí para que entren en sí mismos, sin desviaciones, sin fugas ni pérdidas. 2.2 Desde el fenómeno de la globalización Los jóvenes constituyen el grupo más grande del continente, con la vulnerabilidad característica de la fase que ellos/as viven. Ellos (los chicos/chicas – los/las jóvenes) se ven, a veces, sólo desde la perspectiva de futuro, olvidando que ellos también son el presente y que buscan, en medio de ese todo, definir su propia identidad, oprimidos por tantas situaciones nuevas que van demarcando un panorama incierto e inseguro.

3. Factores que influyen en la realidad de la juventud5 En una visión general de la situación en América Latina y el Caribe encontramos una gran diversidad de rostros concretos de jóvenes que sufren el trastorno de la sociedad: rostros de jóvenes indígenas, afroamericanos, de campesinos, de marginados en el mundo suburbano, rostros que viven privados de los recursos básicos, y sin posibilidades de ser visibles en medio de un sistema neoliberal que promueve, en nuestros países, un proceso de empobrecimiento y desigualdad en la distribución de la riqueza6. Aunque el panorama político del continente latinoamericano haya cambiado un poco en los últimos años, es bueno preguntarse: ¿cuál es la participación de los jóvenes en este contexto y en este cambio? Como ha dicho bien la socióloga, educadora:

Desde hace algún tiempo la juventud se ve más distanciada del sistema político y de la disputa electoral, que se refleja en los bajos niveles de afiliación partidaria o en la participación en las elecciones en muchos países. De hecho, los jóvenes a menudo, se sienten insuficientemente representados en los espacios de decisión política7.

3.1 La Cultura

5 Nº 53 a 119.

6 Benedito XVI . Discurso al Cuerpo Diplomático, 08 de enero de 2007.

7 VILLACRES, Jessica. Os contextos e as estruturas sociais da América Latina e do Caribe.

http://www.pjlatinoamericana.com/DISCERNIR_forosvirtuales.html.

Vivimos en una época de transformaciones culturales intensas que afectan la vida de nuestro pueblo, enfocándose en la manera de ser, la manera de de pensar y de actuar, sobre todo de los jóvenes que enriquecen este Continente llamado, por Juan Pablo II, el Continente de la Esperanza. Estamos llamados a vivir nuestra originalidad y a reconocer todo lo que la juventud está construyendo, sobre todo desde los movimientos culturales, donde brotan las expresiones vivas de la juventud empobrecida. 3.2 Tecnologías de Información y Comunicación Las nuevas tecnologías favorecen que el mundo se vuelva cada vez más una gran aldea global, unido por redes sociales y comunidades virtuales que permiten a los adolescentes y jóvenes ser reconocidos como los grandes "conocedores" de la gestión de la información. Algunas de las características del paradigma de la red, especialmente incisivas, son: acceso y uso de contenidos; confusión de la dimensión pública y privada; la continuidad entre la realidad y la virtualidad; la libertad de intervención; la publicación y la participación; el poder de comunicarse gracias a las Tecnologías de Comunicación siempre más simpáticas y fáciles; las nuevas formas de democracia y ciudadanía, gracias a las relaciones cada vez más intensas y a los contenidos interconectados; los entornos y pertenencias a diferentes comunidades virtuales destinadas a la colaboración y a la interacción social. El Papa Benedicto XVI dijo ustedes, los jóvenes, que sienten una afinidad casi espontánea con estos nuevos medios de comunicación, a ustedes corresponde, de manera particular, la tarea de evangelizar este "continente digital". En las Conclusiones del 3er Congreso Latinoamericano de la Juventud, en Los Teques, los participantes también afirmaran que teniendo en cuenta la influencia de la Tecnología de la Información y de la Comunicación, que afecta a la vida de los adolescentes y jóvenes, nos vemos desafiados a formarnos en los valores de la dignidad humana, para discernir y tomar una conciencia crítica con respecto al uso de la Tecnología y al contenido de la Comunicación. 3.3 La familia Los/as jóvenes se ven afectados/as, de manera dramática, por el trastorno familiar, parte de la realidad y de las diferentes situaciones que los/as involucran (la pobreza, el desempleo, la desigualdad, la violencia, la falta de amor, el consumo, la visión utilitarista, el relativismo de los valores, la defensa de pseudomodelos de una nueva familia, la ideología de géneros etc. en detrimento de su desarrollo emocional y de su crecimiento en valores. Esto es más sorprendente si consideramos que la familia, según muchos investigaciones, es la institución más valorada por los jóvenes. 3.4 La educación

Los/as jóvenes, en el IIº Congreso Latinoamericano de la Juventud, en Punta de Tralca, Chile (l998), ya expresaban su temor ante la "consolidación de los modelos educativos de acuerdo con el modelo neoliberal, donde la prioridad es la producción, sin tener en cuenta los valores fundamentales del hombre". Se ha verificado que, aunque los jóvenes tengan un nivel educativo más alto que el de las generaciones anteriores y prosigan y terminen sus estudios secundarios, persiste, de modo alarmante, la deserción escolar, especialmente entre las/los jóvenes más pobres. Esto se debe tanto a la falta de oportunidades y orientación cuanto al hecho de que ellos/as tienen que ayudar a sus familias que viven en situación de pobreza o extrema pobreza. Sigue siendo un desafío la falta de acceso a las escuelas o centros de enseñanza, junto con los problemas familiares, sociales, económicos, les coloca en una situación de desigualdad frente al futuro. 3.5 La pobreza Muchos de nuestros/as jóvenes son formados/as por rostros sufrientes que viven en el escenario que vamos describiendo y que, además, no estudian y están obligados a trabajar desde temprano para llevar algún sustento a sus hogares, con empleos que poco ayudan a mejorar equilibrar la situación. La pobreza es la cara de la mayor parte de la juventud de América Latina. 3.6 El desempleo Hablando del desempleo, reaparecen las preocupaciones sobre la deficiencia en la calidad de la educación o sobre la capacitación que muchos reciben o de la demanda que se presenta con respeto a la experiencia laboral juvenil. Esto lleva a que exista una gran movilidad o migración de los jóvenes, empeorando la situación de los lugares donde ellos/as llegan. Se vuelve cada vez más evidente que, en nuestro Continente, esta movilidad tiene un rostro joven. Otra situación muy particular, en el ámbito del desempleo, es la inclusión de las mujeres en el campo de trabajo, que las pone en una situación de desventaja con respecto a los salarios de los hombres. 3.7 La migración Como fenómeno social, la migración siempre ha existido, de forma intensa, en nuestro continente. Sin embargo, hoy existe una exacerbada movilidad, especialmente de adolescentes y jóvenes, para los países con un mayor nivel socio económico que ofrecen mejores posibilidades de vida, añadiendo a este capítulo la situación del tráfico de personas8. 3.8 Violencia y juventud

8 Véase Tráfico de pessoas. A forma contemporânea de escravidão humana. IHU – Revista del Instituto

Humanitas Unisinos, São Leopoldo, nº 414, año XIII, 15 de abril de 2013.

La violencia juvenil es producto de una serie de interacciones sociales, entre ellas, la pobreza. Sin embargo, en lo que respecta a los jóvenes, en lugar de mirarlos como violentos, es evidente que los jóvenes se ven más violentados que violentos, una verdad que la sociedad aún no quiere aceptar. La integración de las organizaciones o redes de tráfico de drogas y la delincuencia juvenil crece como un cáncer, como una opción de sobrevivencia entre los jóvenes. Son situaciones que oscurecen sus vidas y los/las conducen a un abismo sin esperanza ni futuro: la prostitución, el crimen, los asesinatos, el tráfico y la adquisición de armas. Esta tendencia en aumento, ya es experimentada por menores de edad, no sólo por hombres sino también por mujeres que han pasado a formar parte de las estadísticas de mortalidad a causa de la violencia. No es algo que los/las jóvenes quieren; son llevados a esto por una sociedad impulsada por el lucro. En general, los jóvenes de los países del Caribe y de América Latina son víctimas de un círculo vicioso provocado por el abuso de drogas o alrededor de actos furtivos, robos y otros delitos contra la propiedad son, también, víctimas de familias desestructuradas y formas institucionales de violencias, productos de la acción alienante de los Medios de Comunicación que ocultan las causas de la violencia, siempre culpando a los que ya sufren. 3.9 Biodiversidad y Ecología Con desilusión y tristeza vemos cómo, durante décadas, se llevan y se han llevado a cabo duras batallas por la preservación del medio ambiente. Esto, a menudo, se manifiesta en contra sus propios gobiernos, gestando acuerdos o tratados con naciones, corporaciones y personas poderosas que quieren sacar provecho de la Madre Tierra. Una política que convierte todo en beneficio propio, olvidando la vida. Hoy sufrimos consecuencias irreversibles por explotaciones indiscriminadas de tierras, bosques y selvas; por la contaminación de las aguas, por el cultivo de transgénicos y el uso de pesticidas. De ahí la urgencia de una cultura ecológica que permita, de alguna manera, guardar y preservar este patrimonio de la creación, anunciada y gritada como un desafío por el IIIº Congreso Latinoamericano de Jóvenes, que afirma que, la falta de una cultura ecológica sólida, causada por una concepto muy fragmentado y deficiente de la ecología, debe promover formas y caminos que permitan el respeto a la vida y la naturaleza. 3.10 Otras realidades Afectividad y sexualidad Vivimos en una sociedad que siembra dudas sobre la idea de comprometerse, en el nombre del amor; vivimos en una sociedad donde hay una vida familiar desestructurada que se manifiesta en la separación y en el divorcio de los padres, un

factor que marca profundamente la vida psíquica de los/las jóvenes. Por otra parte, con frecuencia, la dimensión afectivo-sexual, acaba siendo experimentada simplemente por la seducción y por el asalto sexual. Son evidentes, por otro lado, las corrientes ideológicas presentando "políticas de género" que llevan a la confusión de los sexos, impidiendo que los adolescentes y los jóvenes adquieran el sentido de la diferencia sexual y de la relación entre una persona y otra. A pesar de esto, sin embargo, la mayoría de los jóvenes valora la familia, quiere casarse y fundar una familia, aun sin saber lo que significa constituir una relación permanente.

Homosexualidad Poco a poco, hay una desestabilización de la forma como se consideran las relaciones tradicionales entre hombres y mujeres. Esta desestabilización ha provocado una era de incertidumbre en la que muchas nociones consideradas "naturales", están siendo presentadas a un cuestionamiento jamás visto. Un ejemplo es la sexualidad, como tal. La homosexualidad, como un fenómeno que afecta a los jóvenes, no puede ser una materia extraña a la Pastoral Juvenil. Muchos han esperado que las Ciencias superaran el problema, de una manera segura y definitiva. Sin embargo, hasta la fecha, no ha sido posible establecer las causas directas y concluyentes; sólo algunas correlaciones.

VIH / SIDA Son cada vez más frecuentes, en nuestra región, los casos de jóvenes que están infectados con el VIH / SIDA, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Este flagelo está exterminando, de manera desmedida, la vida de millones de jóvenes. Se convirtió en una crisis difícil de controlar. Además, esta enfermedad avanza en silencio entre la población más joven.

La drogadicción y el alcoholismo El cambio de época ha alterado los factores de riesgo relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, pasando de valores homogéneos a heterogéneos; la gran

cantidad de información de baja calidad gracias al desarrollo de la internet; un modelo de la familia nuclear, a lo que se está viviendo ahora, con respecto a la desintegración de la familia. Los vicios del mundo de los jóvenes abarcan una amplia variedad de perfiles, teniendo una relación directa con la personalidad de la juventud. Estas adicciones son vistas como una forma de escapar de la realidad en la que se desea ignorar ciertos estados de ánimo, predominando en su mayor parte, la constante necesidad de adoptar una determinada actitud; reinando el dominio y la necesidad más de

tomar una cierta actitud; desestabilizando su entorno, ya sea la familia, la escuela, el trabajo, la vida social, etc. Los sentimientos, como la felicidad y el placer, se venden en los Medios de Comunicación como efímeros y fugaces, despertando también en los jóvenes, el comportamiento consumista vinculado a círculos viciosos, dónde para encontrar los niveles de felicidad, se debe consumir más y más porque los sentimientos no se basan en las raíces profundas del ser, sino en imediatidades que, a menudo, dispersan altos niveles de decepción y frustración. En el documento de Aparecida (422), los Estados y las Iglesias son instituciones encargadas de la prevención basada en la investigación científica para desarrollar hábitos de los jóvenes para la vida, estilos de vida saludables y que insistan en la importancia de la educación del valor de la vida y del amor que, realmente, dignifiquen la vida de los jóvenes como hijos de Dios.

Prostitución La prostitución es un fenómeno social complejo que afecta, en particular, el segmento de la juventud. Las causas del problema son sobre todo, tres: la causa psicológica (violencia doméstica, asaltos, abusos), la causa económica (pobreza, el desempleo, la miseria, la desintegración familiar) y la baja calidad de la educación. Es evidente que la prostitución denigra a la persona hasta el punto de que también lleva a los/las jóvenes a convertirse en un objeto. La prostitución lleva a hacer del cuerpo una mercancía que se vende.

4. Polaridades que viven los jóvenes9 La realidad de la juventud revela grandes paradojas: a) Los jóvenes tienen mayor acceso a la información y al conocimiento que los adultos, sin embargo, sigue entre ellos una desventaja en el mundo del trabajo y en las oportunidades de trabajo decente; b) Disminución de la mortalidad por enfermedades infecciosas, pero aumentaron las muertes provocadas por causas externas como accidentes y violencia; c) Hay una mayor expectativa de vida, pero son escasas las oportunidades para que los/las las jóvenes alcancen los objetivos deseados; d) Los valores y utopías sociales son una necesidad, sin embargo hay una ruptura o la reversión de las normas sociales;

9 Nº 120 a 138.

e) Existe una autonomía más abierta, pero menos oportunidades para que la juventud pueda realmente vivirla; f) Hay una mayor cohesión entre los jóvenes, sin embargo sus agrupaciones son heterogéneas y algo impermeables hacia los demás; g) Los jóvenes parecen ser más adecuados para el cambio productivo, pero se excluyen de la producción; h) Los jóvenes ocupan un lugar en las políticas y son protagonistas del cambio, pero se cierran también los espacios para ellos; i) Hay más oportunidades para el bienestar, pero son pocos los medios de disfrutar de ellas; j) No existe por una parte autodeterminación y protagonismo, pero hay inseguridad y desmovilización por otra; k) Hay más salud pero menos reconocimiento de la morbilidad y de la mortalidad; l) Hay más movilidad y facilidad de desplazamiento, pero los jóvenes se ven afectados frente a las trayectorias inciertas de migración; Estas polaridades requieren que la educación y la acción pastoral tengan una actitud de discernimiento de propuesta y de profecía. Hay sin embargo, otras polaridades que deben tenerse en cuenta. Destacamos:

Complejidad y Libertad Muchos tienen la impresión de que vivimos en un mundo de confusión sobre lo que es bueno y qué es malo. Los sociólogos hablan de la complejidad, una situación social y cultural en la cual hay muchos mensajes y lenguajes; muchos son los conceptos sobre la vida que subyacen y diversos y autónomos los organismos que las promueven. Incompatibles e innumerables son los intereses que los impulsan. No existe una autoridad capaz de proponer realmente, ayudar y aceptar una visión común del mundo y de la vida humana, un sistema de normas morales, una visión de la existencia y un "catálogo" de los valores comunes. La situación exige que encontremos lo que está detrás de estas apariciones y manifestaciones. Es evidente que, en estas condiciones, los procesos de apoyo educativo y los procesos de acompañamiento pastoral son difíciles. A veces los adultos no se sienten preparados para responder al nuevo proceso cultural. El problema educativo de la identidad sin embargo, no es nuevo. En todos los tiempos los jóvenes tuvieron que enfrentarlo para ser conscientes de sí mismos y ponerse de forma positiva en el sistema social. Son razones que deberían llevar a los jóvenes a elaborar su proyecto de vida personal y comunitaria. Es una manera de salir de la cárcel.

Relativismo y verdad

La aparición de la relatividad es una clave de lectura para interpretar la cultura contemporánea. Esto se relaciona con el reconocimiento de la singularidad de cada persona y el valor de su experiencia y interioridad.

Beneficio personal y solidaridad La complejidad y el subjetivismo influyen sobre la relación entre la búsqueda del provecho propio y la apertura solidaria a los demás. Hubo un tiempo en que se pensaba que era posible organizar una sociedad libre y justa y que, por leyes y estructuras, habría condiciones de bienestar para todos. Muchos jóvenes se han enamorado con la transformación de la sociedad y la liberación de los pueblos. La preparación para el compromiso político era parte del desarrollo humano y la práctica de la fe era un signo de responsabilidad maduro y de generoso idealismo. Hoy vivimos "en la era del mercado" como mentalidad y como enfoque social. Va ganando terreno una concepción individualista de lo social. La sociedad es considerada como una suma de individuos; cada uno es impulsado a buscar su interés personal y la satisfacción de sus necesidades potencialmente ilimitadas.

La maduración de la fe de los jóvenes en este contexto Hay en toda parte una religiosidad difusa que toma las formas más diversas. Responde a la búsqueda de sentido en una sociedad que no sabe ofrecerlo; responde a una vaga conciencia de otra dimensión de la existencia inexpressada, tejiendo la fe de un subjetivismo fuerte. Separada de los acontecimientos históricos concretos de la salvación, la religión se convierte también, extremadamente frágil: una especie de mercancía de la cual todos hacen el uso que quieren. Se pone la religiosidad junto con otros aspectos de la vida y del pensamiento, perfilándose de forma autónoma. El peligro es la separación entre fe y vida, entre la fe y la cultura.

5. Proceso histórico de la participación de la Juventud en América Latina10 Hacer memoria histórica es algo que aprendemos de las Escrituras. Aprendemos en ellas que no podemos mirar en frente si no reconocemos la mirada del pasado. América Latina ha dado sin duda, pasos de gigante en su historia, pasos cargados con una serie de eventos marcados desde sus inicios por intervenciones sufridas, pero que han redefinido la historia de los países en su identidad y en su heterogeneidad étnica, colorida y participativa.

10 Nº 139 a 155.

Se ha dicho que el joven se convierte en un espejo de la sociedad; la juventud es un paradigma para los problemas cruciales de las sociedades complejas. Tener una mirada hacia atrás, firmada en el horizonte del ser humano por lo tanto, da lugar a intentos de abordar la multiplicidad de situaciones vividas por los jóvenes de América Latina a través de su historia. Esto no es una tarea fácil debido a la complejidad y la variedad de situaciones, hechos y circunstancias que cubren esta historia. Se nos pide dar por eso, una mirada rápida e incluso superficial de como esta historia ha aparecido en los últimos 80 años en nuestro Continente. Para que nos entendamos, elegimos y evocamos algunos aspectos para mantenernos en algunas manifestaciones de autonomía, interfiriendo en la vida de los/las jóvenes: las rebeliones y las respuestas a situaciones políticas y culturales; los movimientos revolucionarios y guerrilleros, que fueron dando otra dirección a los caminos y a las decisiones públicas; y los hechos trascendentales de asesinatos y de exterminio que han terminado y terminan con la vida de muchos jóvenes. 5.1 La rebelión de los universitarios La Universidad ha sido, siempre, y nunca deja de ser, una caja de resonancia donde se ha gestado y se dan a luz movimientos sociales y luchas importantes para la transformación de la educación y la justicia en la sociedad. Los universitarios, como parte de la Universidad sin embargo, no dejan de ser privilegiados: además de su situación económica tienen una percepción de los problemas y de los problemas de su entorno. Recordemos, por tanto: la rebelión de la Universidad de Córdoba en Argentina (1918); la lucha por la Reforma Universitaria en Chile, donde la universidad dio origen a la Universidad Popular Asturria; la fuente de movilización por la reforma universitaria en el Perú. Llama la atención, igualmente, la juvenilidad de la Semana de Arte Moderno (Brasil, 1922); el "Bogotazo", en Colombia, en 194811; el Cordobazo, en Córdoba, en 1968; la masacre de estudiantes en Tatlelolco en la Plaza de las Tres Culturas en México (1968); la rebelión de El Alto (Bolivia), con la fundación de la Universidad Popular, etc. 5.2 Movimientos Revolucionarios y Guerrilleros Es raro encontrar algún país latinoamericano donde no haya tenido ninguna "revolución" o alguna "guerrilla" en estos 80 años que estamos contemplando. Basta recordar la Guerrilla del Araguaia (Brasil) donde participaron muchos estudiantes universitarios; en el Paraguay el movimiento guerrillero conocido como "14 de Mayo" y "Frente Unido de Liberación Nacional" (FULNA) en contra de la dictadura de Stroessner en 1959, formado por exiliados de una organización militar y guerrillera urbana en la década de los años 70, hecho por estudiantes universitarios. En

11 El “Bogotazo”, como tal, es un período de protestas y desórdenes y represión al cual se ha seguido el

asesinato del estudiante Jorge Eliécer Gaitán, en abril de 1948, en el centro de Bogotá.

Argentina son conocidos, por sus éxitos y fracasos, los "Montoneros"12 que lucharon contra el llamado "proceso” militar; en Uruguay el movimiento de los "Tupamaros" que inquietaron a la sociedad y fueron severamente perseguidos (1962-1973). Recordamos, también, el “tenentismo” (en Brasil) y diferentes movimientos de jóvenes activistas durante las dictaduras en el Continente y la "Juventud Militar" en Chile; los guerrilleros de Teoponte en Bolivia; la Juventud Sandinista en Nicaragua; y el Frente Nacional de Liberación Farabundo Martí en El Salvador. En Perú hubo dos movimientos guerrilleros que se relacionaban: el "Movimiento Revolucionario Tupac Amaru" con ganas de llevar a cabo la "Guerra Revolucionaria del Pueblo" y el movimiento "Sendero Luminoso", que ha agitado el país por muchos años. Es evidente que la revolución cubana también fue regada por la sangre de muchos jóvenes. Entre los "Mártires de Guatemala" no han faltado los jóvenes porque muchos de ellos fueron asesinados, secuestrados y asesinados durante la guerra civil de 36 años. 5.3 Contestaciones Culturales y Políticas Comenzamos recordando la fuerza de los movimientos estudiantiles católicos argentinos, tal vez influenciados por el movimiento de los "Sacerdotes para el Tercer Mundo." No es de extrañar que muchos asesores de jóvenes estudiantes católicos fueron asesinados o masacrados como aconteció en Buenos Aires con una comunidad de sacerdotes y seminaristas Palotinos que realizaba trabajos con jóvenes. Otras expresiones se desarrollaron entre los años 60 y 70. En Buenos Aires, en los años 60, funcionaron los Centros de Arte del Di Tella; se publicaron revistas como Eco Contemporáneo, se hicieron películas y se promovió un rock nacional. Algo similar ocurrió en Chile, en la lucha social, por medio de artistas como Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Las manifestaciones políticas y sociales eran muy fuertes en Brasil, en las décadas de 1960 a 1970, a través de la música, del Teatro de Arena y de otras iniciativas tomadas por los jóvenes. Lo mismo ocurrió en la dictadura de Stroessner en Paraguay, con festivales de música y de teatro en las universidades teatro popular con los agricultores a través de la Ligas Agrarias con el apoyo especial de los jesuitas expulsados del país más de una vez. Fue también el arte que llevó la juventud uruguaya a manifestarse en el tiempo de la represión a través de la música "comprometida". 5.4 Jóvenes exterminados Entre los paisajes más trágicos y dolorosos que la historia nos hace mirar y reflexionar y reconocer, está Guatemala, donde el resultado de los enfrentamientos

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“Montoneros”, una organización guerrillera argentina que se identificaba con la izquierda peronista y

la lucha armada que se desarrolló entre 1970 y 1979. Su mayor fuerza se concentra en 1976.

entre la guerrilla y las fuerzas gubernamentales ha provocado la muerte de miles de personas, incluidos los jóvenes, especialmente pertenecientes a los pueblos indígenas. Lo mismo ocurrió en El Salvador, donde los que querían trabajar, por ejemplo, con los Jóvenes Estudiantes Católicos, de repente, de la noche a la mañana, se encontraron con la mayoría de sus compañeros de grupo, asesinados por fuerzas paramilitares. Por otra parte, debemos considerar la matanza de jóvenes mexicanos, en la plaza de Tlatelolco; las masacres por la lucha por la liberación, ocurridas en varios países centroamericanos como Nicaragua y Panamá. Hay que recordar también, los jóvenes asesinados y desaparecidos en Argentina; las muertes de jóvenes chilenos, no sólo en la dictadura de Pinochet, sino también en la masacre del Seguro Obrero en los años veinte; los sacerdotes y seminaristas Palotinos, muertos porque trabajaban con los jóvenes; la muerte en la guerrilla de los jóvenes de Colombia, y una inmensa ola oscura de homicidios y asesinatos de jóvenes a lo largo de décadas en toda nuestra región, manchando de sangre el suelo juvenil de América Latina y Caribe.

6. Ser joven en América Latina13 Tenemos que mirar la “otra cara” de esta situación de los jóvenes, porque, a pesar de todo lo que hemos visto, muchos jóvenes, marcan, marcaron y marcarán y dejaron, dejan y dejarán marcas indelebles en nuestra historia. Partiendo de sus sueños y utopías, abriendo puertas y ofreciendo amplios horizontes en un compromiso social, político y/o religioso, que ha movilizado y movilizar a nuestros jóvenes de diferentes maneras. Hay tres palabras que resuenan muy fuertes en el mundo de los jóvenes de nuestro continente: el reconocimiento, la identificación y la participación. En estas palabras está la mayoría de los sueños de la juventud:

• El reconocimiento de la juventud como una novedad que se manifiesta a través de música, símbolos, idiomas, expresiones, corporalidad, creencias; a través de los ideales y de la fe. La juventud quiere dejar de ser invisible y ser reconocida en un mundo en el que las decisiones importantes se encuentran, todavía, en manos de los adultos. • Identificación: La juventud latinoamericana lucha por un proceso sociocultural construido por hombres y mujeres, indígenas, negros, blancos, mulatos, mestizos, inmigrantes, campesinos, urbanos, estudiantes universitarios, trabajadores, jóvenes desde su especificidad, que luchan por no ser estigmatizados, sino respetados desde su persona, desde lo que son y pueden generar de modo colectivo. El joven se siente más fuerte con el reconocimiento de su identidad. • Participación: La juventud de América Latina, reunida el 2010 en el Congreso de Los Teques, Venezuela, afirma en las conclusiones que lo que

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la marca la juventud es el espíritu y la ansiedad de espacios participativos, diciendo que quieren: “una sociedad democrática, justa y que defienda el derecho a una vida digna, donde sean reconocidos y valorados, descubriendo sentido pleno a la vida, siendo protagonistas en el proceso de transformación de la realidad”.

Convencidos de muchos se arriesgan, se involucran, y proponen cambios, desde diferentes procedencias e intereses encontramos grupos de jóvenes en América Latina y el Caribe, reunidos en sindicatos, asociaciones ecológicas, deportivas, estudiantiles, religiosas, políticas, entre muchos otros que buscan una mayor participación en varias instancias, públicas o privadas; encontramos los que participan en la lucha por la defensa de la vida, la paz, contra la violencia y el exterminio; que participan en la causa indígena y en las políticas públicas; que inciden en aquellos que se encuentran en varios proyectos sobre la juventud, en la construcción y en la creciente prevalencia de la democracia; que sueñan con el respeto de los derechos humanos, con la vida más segura, por una mejor educación, una mejor salud, más cultura y más empleo. Son jóvenes que sueñan con una participación visible, tangible, y lo hacen a través de acciones específicas y demandas concretas.

• Afirmamos que la verdad es que la riqueza de la juventud del mundo está precisamente en su diversidad, lo que permite diferenciar las distintas manifestaciones culturales impregnadas en valores que parten de la forma de ser y de pensar de los jóvenes. Ser Discípulo Misionero implica acompañar y creer en una juventud de fe y ser capaz de ver un cielo nuevo y una Tierra nueva, haciendo realidad uno de los sueños que los jóvenes han repetido en el Tercer Congreso Latinoamericano de la Juventud.