103
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN PARA EL DESARROLLO INTEGRAL REGIONAL UNIDAD SINALOA Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) alimentada con harina de garbanzo enriquecida con chía y linaza TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN RECURSOS NATURALES Y MEDIO AMBIENTE PRESENTA MARCELA MUÑOZ PEÑUELA GUASAVE, SINALOA, MÉXICO; JUNIO DEL 2016

Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN PARA

EL DESARROLLO INTEGRAL REGIONAL UNIDAD SINALOA

Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

(Oreochromis niloticus) alimentada con harina de

garbanzo enriquecida con chía y linaza

TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRÍA EN

RECURSOS NATURALES Y MEDIO AMBIENTE

PRESENTA MARCELA MUÑOZ PEÑUELA

GUASAVE, SINALOA, MÉXICO; JUNIO DEL 2016

Page 2: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica
Page 3: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica
Page 4: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

RECONOCIMIENTO A PROYECTOS Y BECAS

El trabajo de tesis se desarrolló en los Departamentos de Acuacultura y

Biotecnología Agrícola del Centro Interdisciplinario de Investigación para el

Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Sinaloa del Instituto Politécnico

Nacional (IPN), bajo la dirección del Dr. Sergio Medina Godoy y el Dr. Hervey

Rodríguez González.

El presente trabajo fue apoyado económicamente a través de los Proyectos SIP-IPN,

con número de registro 20141467, 20150267, 20160482.

La alumna Marcela Muñoz Peñuela reconoce y agradece el apoyo del Consejo

Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la Beca Nacional para Estudios

de Maestría con clave 394029, otorgada en el periodo comprendido de agosto-2014

a Julio-2016 (Número de CVU/becario 639264/337709).

Page 5: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

DEDICATORIA

A mis padres Hugo y Margarita, y hermanos Pipe y Alejo,

quienes son el motor y soporte de mi vida.

A mis tíos Álvaro y Lourdes, por motivarme a volar y crecer.

A Aiko, porque uno de los sacrificios más grandes que tuve que hacer para obtener

este título, fue estar lejos de ti y perderme los últimos días de tu vida.

Page 6: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Sergio Medina Godoy por aceptarme en su grupo de trabajo y darme la

oportunidad de ingresar al programa de maestría; así mismo, por su apoyo,

comprensión y paciencia durante estos dos años de trabajo.

Al Dr. Hervey Rodríguez González por creer en mí y darme la oportunidad de venir

desde Colombia para hacer la maestría, por su apoyo y paciencia durante la

realización del proyecto, por su amistad y por permitirme conocer las diferentes

maravillas de México.

A la Dra. Laura Gabriela Espinosa Alonso por aceptar formar parte de mi comité

tutorial, por sus valiosos aportes a mi proyecto, así como por la confianza y la

amistad que me brindó desde que llegué.

Al Dr. Jorge Fonseca Madrigal por aceptar formar parte de mi comité tutorial, por

sacrificar su tiempo libre para compartir sus conocimientos y experiencias, y por

defender mi proyecto y apoyarme como si fuera una de sus estudiantes.

Al Dr. Alan Alfredo Zavala Norzagaray por aceptar formar parte de mi comité

tutorial, y mostrar interés en acompañarme y aconsejarme en los tutoriales a pesar

de ser ajeno al tema de investigación.

A la Dra. Maribel Valdez Morales por compartir sus conocimientos conmigo y

brindarme su apoyo y confianza, así como por estar siempre dispuesta a ayudarme a

solucionar las diferentes situaciones que fueron surgiendo durante el proyecto.

A la Dra. Renata Guimarães Moreira Whitton por aceptarme en su grupo

LAMEROA para una estancia de investigación, en la cual adquirí conocimientos de

suma importancia para mi trabajo de tesis, gracias al apoyo y dedicación de la Dra.

Page 7: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

Aline Dal Olio Gomes. Así mismo, al cálido recibimiento por parte de ellas y del

resto del grupo, quienes me hicieron sentir como parte de la familia.

Al Dr. Manuel García-Ulloa Goméz por tomarse el tiempo de brindarme su

experiencia con comentarios enriquecedores que contribuyeron a mejorar mi tesis.

Al Dr. Roberto Gutiérrez Dorado y su equipo por recibirme en su laboratorio y

permitirme usar el extrusor para realizar el procesamiento de la harina de garbanzo.

Al Dr. Ernesto Aguilar Palazuelos y Víctor Limón Valenzuela por recibirme en su

laboratorio y apoyarme para realizar los análisis de textura del filete de tilapia.

A Arturo Polanco por compartir conmigo sus valiosos conocimientos sobre el cultivo

de tilapia y ser pieza clave en el desarrollo de mis bioensayos.

A mis compañeros del grupo de trabajo del Laboratorio de Nutrición Acuícola,

Breidy, Paco, Pepe y Martín por apoyarme siempre que lo necesité, y

especialmente a Sandra, con quien trabajé mano a mano durante todo el tiempo de

mi maestría y considero que realizamos un excelente trabajo en equipo.

A mis compañeras del grupo de trabajo del Laboratorio de Alimentos Funcionales

por brindarme su apoyo y confianza: Xiomara, Jaqueline, Yoldia, Atziri y Arely, y

por hacerme sentir como una más del grupo a pesar que teníamos pocas cosas en

común en lo que respecta a los temas de trabajo.

A mis compañeros de la Maestría en Recursos Naturales y Medio Ambiente por

haberme recibido con tanto cariño y preocuparse porque me sintiera como en casa.

Especialmente a Rocío, Isidro, David, Marco y Vladimir, quienes me brindaron su

amistad sincera.

Page 8: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

A Regulo, Chepe y Memo, por su amistad y por ayudarme a solucionar todos los

problemas logísticos de los bioensayos.

A Leydi Casillas y Daniela Gordian por su apoyo en la realización de algunas

etapas del trabajo experimental.

A la empresa Productores Unidos del Río Petatlán (PURP) ubicada en Guasave,

Sinaloa por su cooperación y amabilidad al brindar la muestra del garbanzo y por la

información otorgada.

Page 9: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

ÍNDICE

GLOSARIO ................................................................................................................... I

RESUMEN .................................................................................................................. II

ABSTRACT ................................................................................................................ III

1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 1

2. ANTECEDENTES ................................................................................................. 4

2.1. Alimentos funcionales .................................................................................... 4

2.2. Estado actual de la acuacultura ..................................................................... 5

2.3. Tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) ........................................................... 7

2.4. Proteínas en la nutrición acuícola .................................................................. 9

2.5. Fuentes de proteína en acuacultura ............................................................. 11

2.6. Fuentes de proteína de origen vegetal ......................................................... 12

2.6.1. Garbanzo (Cicer arietinum) ................................................................... 16

2.7. Lípidos en la nutrición .................................................................................. 17

2.7.1. Ácidos grasos en peces ......................................................................... 19

2.8. Fuentes de ácidos grasos en dietas acuícolas ............................................. 22

2.8.1. Chía (Salvia hispanica) .......................................................................... 25

2.8.2. Linaza (Linum usitatissimum) ................................................................ 26

3. JUSTIFICACIÓN ................................................................................................. 27

4. HIPÓTESIS ......................................................................................................... 29

5. OBJETIVOS ........................................................................................................ 29

5.1. Objetivo general ........................................................................................... 29

5.2. Objetivos específicos ................................................................................... 30

6. MATERIALES Y MÉTODOS ............................................................................... 30

6.1. Área de estudio ............................................................................................ 30

6.2. Obtención de los peces ................................................................................ 30

6.3. Preparación de las dietas ............................................................................. 31

6.3.1. Harina de garbanzo extruida ................................................................. 31

6.3.2. Análisis proximales ................................................................................ 32

6.3.3. Formulación de las dietas ...................................................................... 38

Page 10: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

6.3.4. Elaboración de las dietas y pellets ......................................................... 39

6.4. Bioensayos ................................................................................................... 41

6.4.1. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida ...................... 41

6.4.2. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza .................................... 42

6.5. Costo de los alimentos experimentales ........................................................ 45

6.6. Análisis estadístico ....................................................................................... 46

7. RESULTADOS ................................................................................................... 46

7.1. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida ............................ 46

7.2. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza .......................................... 49

7.3. Costo de los alimentos experimentales ........................................................ 56

8. DISCUSIÓN ........................................................................................................ 57

8.1. Composición de ingredientes experimentales y dietas (Bioensayo I) .......... 57

8.2. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida ............................ 59

8.3. Composición de ingredientes experimentales y dietas (Bioensayo II) ......... 65

8.4. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza .......................................... 66

8.5. Costo de los alimentos experimentales ........................................................ 77

9. CONCLUSIONES ............................................................................................... 77

10. BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 78

Page 11: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. a. Marcaje de individuo de O. niloticus. b. Ejemplar de O. niloticus con

TAG. c. Peces marcados en pileta………………………………………………………..31

Figura 2. Proceso de extrusión de la harina de garbanzo. a. Harina de garbanzo

acondiciona al 23% de humedad. b. Harina de garbanzo en el alimentador del

extrusor. c. Muestra saliendo del tornillo. d. Enfriamiento de la muestra……….........32

Figura 3. Crecimiento en peso (g) de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de

cultivo…………………………………………………………………………………………47

Figura 4. Crecimiento en talla (cm) de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de

cultivo…………………………………………………………………………………………47

Figura 5. Correlación de Pearson entre el porcentaje de ácidos grasos saturados y la

textura de los filetes de O. niloticus alimentados con los diferentes porcentajes de

inclusión de chía y linaza…………………………………………………………………..55

Page 12: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Composición proximal de los ingredientes experimentales (harina de

garbanzo 70/80 extruida, chía y linaza)…………………………………………………..37

Tabla 2. Composición de las dietas evaluadas con inclusión de harina de garbanzo

extruida……………………………………………………………………………………….38

Tabla 3. Composición de las dietas evaluadas con inclusión de chía y linaza………38

Tabla 4. Contenido de la premezcla de vitaminas y minerales………………………..39

Tabla 5. Composición proximal de las dietas experimentales con inclusión de harina

de garbanzo 70/80 extruida………………………………………………………………..40

Tabla 6. Composición proximal de las dietas experimentales con inclusión de chía y

linaza………………………………………………………………………………………….40

Tabla 7. Programa de cromatografía empleado para el análisis de ácidos grasos de

las muestras…………………………………………………………………………………45

Tabla 8. Parámetros productivos de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de

cultivo..........................................................................................................................48

Tabla 9. Composición de ácidos grasos de las dietas experimentales con inclusión

de chía y linaza……………………………………………………………………………...49

Tabla 10. Composición de ácidos grasos de los filetes de O. niloticus alimentada con

diferentes porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo.........50

Tabla 11. Relación de ácidos grasos del pez con los ácidos grasos de la dieta…….53

Tabla 12. Composición proximal de los filetes liofilizados de O. niloticus alimentada

con diferentes porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de

cultivo…………………………………………………………………………………………53

Tabla 13. Valores de textura (N) del filete de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo…………………54

Tabla 14. Parámetros productivos de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo…………………55

Tabla 15. Costo de diferentes tipos de alimentos para O. niloticus…………………..57

Page 13: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

I

GLOSARIO

Ácido graso: molécula de naturaleza lipídica formada por una larga

cadena hidrocarbonada lineal, de diferente longitud o número de átomos de carbono,

en cuyo extremo hay un grupo carboxilo.

Alimento funcional: alimentos que además de sus características nutricionales,

tienen funciones específicas, como mejorar la salud o reducir el riesgo de

enfermedades.

Antinutriente: compuestos de origen natural o sintéticos que interfieren en la

absorción de nutrientes.

Extrusión: proceso en el que se somete a un material a fluir bajo diversas

condiciones de humedad, temperatura, presión y fuerza mecánica a través de un

molde o matriz que le da forma al producto extruido.

Page 14: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

II

RESUMEN

La tilapia nilótica (Oreochromis niloticus), es una de las especies

comercialmente más importante en acuacultura. Las principales fuentes de alimento

empleadas para el cultivo de esta especie son las harinas de pescado y de soya, las

cuales resultan ser costosas y de difícil adquisición, por lo que cada vez se están

llevando a cabo más investigaciones enfocadas en buscar fuentes alternativas que

reemplacen estas harinas, principalmente a partir de insumos vegetales. No

obstante, se sabe que las materias primas de origen vegetal son ricas en ácidos

grasos n-6 y deficientes en n-3, lo que puede traer efectos negativos sobre la salud

humana. Por tal motivo, el objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de la

inclusión de la harina de garbanzo enriquecida con diferentes proporciones de chía o

linaza sobre el crecimiento y el contenido de ácidos grasos de la tilapia nilótica (O.

niloticus). El trabajo se dividió en dos partes: en la primera se evaluó el crecimiento

de O. niloticus alimentada con dos porcentajes de inclusión (30 o 60%) de harina

extruida del subproducto de garbanzo, mientras que en la segunda se determinó el

efecto de la inclusión de harina de chía y linaza en diferentes proporciones (5, 10 y

15%), sobre el perfil de ácidos grasos en el filete de O. niloticus y el efecto sobre la

textura del filete. Los resultados indicaron que O. niloticus puede crecer

adecuadamente con inclusiones del 30% de harina extruida del subproducto de

garbanzo; mientras que al incluir un 60%, el crecimiento de los animales disminuye

significativamente (p<0.05). Así mismo, se encontró que la inclusión de chía y linaza

en la dieta de O. niloticus resultó en un efecto positivo sobre el contenido total de n-3

en el filete. No se observaron diferencias significativas al evaluar los diferentes

niveles de inclusión (5, 10 y 15%) de ambas semillas en la dieta (p>0.05). Se registró

una correlación negativa entre el contenido de n-3 en el filete con los valores de

textura. Se concluye que se puede incluir un 30% de garbanzo extruido en la dieta de

O. niloticus sin presentar efectos en el crecimiento, reduciendo 12% los costos de

producción. Así mismo, para disminuir la relación n-6/n-3 en el filete, se recomienda

incluir harina de linaza en una dieta de finalización, lo que permitirá generar un

producto con valor agregado.

Page 15: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

III

ABSTRACT

Nile tilapia (Oreochromis niloticus), is one of the most commercially important

species in aquaculture. The main food sources used for the farming of this species

are fishmeal and soymeal, which can be expensive and difficult to acquire, that is why

more researches are taking place focused on finding alternative sources to replace

these meals, mainly from plants. However, it is known that the vegetable origin raw

materials are high in n-6 and low in n-3 fatty acids, which may have negative effects

on human health. Therefore, the objective of this study was to evaluate the effect of

the inclusion of chickpea meal enriched with different proportions of chia or linseed

meal, on the growth and fatty acid content of Nile tilapia (O. niloticus). The work was

divided in two parts: In the first one, it was evaluated the O. niloticus growth which

was fed with two inclusion percentages (30 or 60%) of extruded meal from chickpea

by-product, and the second did deal on the effect of the inclusion of chia and linseed

meal in different proportions (5, 10 and 15%), on the fatty acid profile in O. niloticus

fillet and the effect on the texture of the fillet. The results indicated that O. niloticus

can properly grow including 30% of extruded meal from the chickpea by-product;

while by including 60%, animals growth decreases significantly (p<0.05).

Furthermore, it was found that the inclusion of chia and linseed resulted in a positive

effect on the total content of n-3 in the tilapia fillet. No significant differences were

observed when evaluating the different inclusion levels (5, 10 and 15%) of both seeds

in the diet (p>0.05). A negative correlation was detected between the content of n-3 in

the fillet and the values of its texture (p<0.05). It is concluded that 30% of extruded

chickpea may be included on the O. niloticus diet without affecting its growth,

reducing 12% of production costs. Also, to decrease the ratio n-6 / n-3 in the fillet, it is

recommended to include linseed meal in a completion diet, which will generate an

added-value product.

Page 16: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

1

1. INTRODUCCIÓN

El estilo de vida moderno ha llevado al ser humano a adoptar hábitos pocos

saludables, que incluyen sedentarismo y una alimentación mal balanceada,

generando como consecuencia un aumento de enfermedades crónicas

degenerativas, como la obesidad, el cáncer y problemas cardiovasculares, entre

otras (Justi et al., 2003; Das y Sen, 2014). Todo esto, ha llevado a sectores de la

población a generar conciencia por la necesidad de adquirir costumbres más

saludables, dándosele gran importancia a los alimentos que se consumen (Arts et al.,

2001; Restrepo et al., 2012; Fabiansson, 2014).

En los últimos años, se ha enfatizado en la necesidad de consumir fuentes ricas

en ácidos grasos del tipo n-3, debido a que las dietas actuales han resultado ser

bajas en este nutriente (Simopoulos, 2000; Costa-e Silva et al., 2014; Das y Sen,

2014). Anteriormente las dietas presentaban una relación omega-6:omega-3 (n-6/n-

3) de 1:1, sin embargo, hoy en día esta relación se encuentra alrededor de 20-25:1

(Tocher, 2015). Investigaciones previas han demostrado que una dieta con una

relación n-6/n-3 alta puede generar viscosidad en la sangre y vasoconstricción, entre

otras afectaciones; por el contrario, una dieta rica en n-3 contribuye a un mejor

funcionamiento del cerebro, además de reducir el riesgo de enfermedades

cardiovasculares, renales, hipertensión y artritis reumatoide, por mencionar algunos

de sus beneficios (Simopoulos, 2000; Das y Sen, 2014).

Teniendo en cuenta lo anterior, ha crecido considerablemente la promoción por el

consumo de pescado debido a sus propiedades nutricionales, dentro de las que se

encuentra, además de un alto contenido proteico, un alto contenido de ácidos grasos

poliinsaturados, especialmente n-3 (Justi et al., 2003; FAO y FINUT, 2012; Tocher,

2015). No obstante, se conoce que los peces de agua dulce a diferencia de los peces

marinos, presentan deficiencias de este tipo de ácidos grasos (Tacon, 1989) e

inclusive, en especies de cultivo es mucho menor que en especies silvestres, debido

a algunas deficiencias en la nutrición (Simopoulos, 2000).

Page 17: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

2

En las últimas décadas, se ha observado una crisis en las pesquerías a nivel

mundial como consecuencia de la sobreexplotación del recurso pesquero, hecho que

ha generado que las esperanzas para la seguridad alimentaria se estén enfocando

en los peces de cultivo (Béné et al., 2015). Sin embargo, la acuacultura antes de

considerarse la solución, debe superar algunos retos, siendo el principal el suministro

de alimento adecuado y de bajo costo que beneficie el desarrollo de los organismos

que se tienen en cultivo, y permitan obtener alimento de buena calidad para el

consumo humano (Cressey, 2009; Béné et al., 2015).

La nutrición es el factor más costoso en la acuacultura, comprendiendo entre el

50 y el 80% de los costos totales de producción (Toyama et al., 2000; FAO, 2014;

Béné et al., 2015). Los principales ingredientes empleados en la alimentación

acuícola son la harina de pescado y la harina de soya por ser buena fuente de

aminoácidos esenciales y de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (El-

Sayed y Tacon, 1997; Azaza et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009). Sin embargo,

la disponibilidad de la harina de pescado ha sido cada vez menor como

consecuencia de la sobreexplotación de bancos pesqueros empleados para su

producción, hecho que contribuye a incrementar los costos (Naylor et al., 2000; Pike

y Zaldívar, 2008; FAO, 2014). Así mismo, la harina de soya es ampliamente

empleada como fuente de alimento en distintas actividades pecuarias, lo que

restringe su disponibilidad y a su vez aumenta los costos de este insumo (Azaza et

al., 2009). Lo anterior ha generado la necesidad por la búsqueda de nuevas fuentes

alternativas para la alimentación de peces de cultivo, así como de nuevos

ingredientes que permitan mejorar la calidad nutricional de estos (Béné et al., 2015;

Tocher, 2015).

La tendencia en la nutrición acuícola hoy en día, es el empleo de materias primas

de origen vegetal, ya que se ha encontrado que muchas de estas fuentes presentan

un alto contenido proteico (Moyano-López et al., 1999; Béné et al., 2015; Tocher,

2015); no obstante, las plantas en general son pobres en ácidos grasos n-3 (Tacon,

1989; Azaza et al., 2009; Watters et al., 2012), por lo que es necesario buscar

Page 18: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

3

alternativas adicionales para contrarrestar las deficiencias de estos nutrientes

esenciales. La principal fuente de ácidos grasos n-3 que se emplea en las dietas en

acuacultura es el aceite de pescado, el cual presenta la misma problemática que la

harina para su disponibilidad (Molnár et al., 2012; FAO, 2014); por lo tanto, se ha

hecho necesario investigar sobre las pocas fuentes vegetales ricas en ácidos grasos

n-3, como es el caso de las semillas oleaginosas.

La tilapia nilótica (Oreochromis niloticus), es una de las especies comercialmente

más importante en acuacultura, debido a que su demanda y por lo tanto su cultivo, se

ha incrementado en los últimos años (Lin y Luo, 2011; Barros-Fuchs et al., 2013).

Esta especie tiene importantes características biológicas para el cultivo, dentro de las

que se encuentra un rápido crecimiento, tolerancia a altas densidades y sistemas de

manejo intensivos, alimentación principalmente a base de producción primaria y

aceptación de una amplia gama de nutrientes (Vieira et al., 2012). No obstante, aún

es necesario encontrar un alimento de buena calidad que cumpla con los

requerimientos de este organismo, con el fin de obtener un filete de pescado con una

excelente calidad nutricional (Lin y Luo, 2011).

Por todo lo anterior, el propósito del presente proyecto es evaluar el efecto de la

alimentación con harina de garbanzo enriquecida con diferentes proporciones de

chía o linaza sobre el crecimiento y el contenido de ácidos grasos de la tilapia nilótica

(Oreochromis niloticus); con el fin de buscar alternativas a las fuentes comerciales

que resulten en un adecuado crecimiento y mejoren la calidad nutricional del

producto, así como la disminución de los costos en la producción de la tilapia.

Page 19: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

4

2. ANTECEDENTES

2.1. Alimentos funcionales

La nutrición humana es una ciencia multidisciplinaria que estudia principalmente

nutrientes y alimentos, así como el efecto que estos tienen en la fisiología con el fin

de mantener y mejorar la salud (Roberfroid, 2014). En los últimos años, el concepto

de dieta balanceada ha adquirido gran importancia debido al creciente interés en

reducir enfermedades ocasionadas por deficiencias o excesos de nutrientes; sin

embargo, recientemente surgió el concepto de alimentos funcionales, cuyo fin es

mejorar la salud y reducir riesgos de enfermedades mediante la incorporación de

sustancias benéficas o sustracción de compuestos perjudiciales, presentes en

diversos alimentos (Roberfroid, 2014). Estos alimentos pueden ser: a. naturales, b.

se les ha añadido un componente, c. se les ha removido un componente, d. se les ha

modificado uno o más componentes (Roberfroid, 2014).

En general, el uso de alimentos funcionales se ha documentado desde hace

muchos siglos, encontrándose información al respecto de alimentos que promueven

la salud y alivian síntomas en los textos hipocráticos y védicos, así como en la

medicina china tradicional (Galland, 2013). Sin embargo, el término como tal se

empezó a usar a partir de 1980, cuando el gobierno japonés lanzó tres grandes

iniciativas de investigación con el fin de identificar alimentos que contribuyeran a

mejorar la salud para controlar el aumento en los costos de medicamentos (Galland,

2013; Fabiansson, 2014).

Este concepto se difundió rápidamente hacia Norte América y Europa (Galland,

2013), donde adquirió gran importancia debido a la necesidad que se ha generado

por consumir alimentos que contribuyan a mejorar la salud, la cual se ha visto

comprometida debido a malos hábitos que incluyen una alimentación desbalanceada

y con deficiencias nutricionales (Das y Sen, 2014; Fabiansson, 2014).

Page 20: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

5

La gran popularidad de los alimentos funcionales ha generado un marcado

crecimiento en el mercado de estos productos en los últimos años, alcanzando

US$180 billones para el 2013, mostrando un crecimiento anual de 7.4% (Fabiansson,

2014). Por lo tanto, y teniendo en cuenta que el interés por el consumo de alimentos

funcionales está en ascenso, esta industria tiene como reto la búsqueda de nuevos

alimentos o ingredientes funcionales para suministrar al mercado (Das y Sen, 2014;

Roberfroid, 2014).

Los efectos benéficos de los ácidos grasos n-3 y sus distintas presentaciones

disponibles en el mercado, son un claro ejemplo de los trabajos realizados para

alimentos funcionales (Simopoulos, 2000; Das y Sen, 2014). Lo anterior, ha

incentivado investigaciones sobre las bondades del consumo de pescado, debido a

que estos organismos se consideran fuente principal de ácidos grasos n-3, y por lo

tanto, han sido fuertemente promovidos como alimentos funcionales (FAO y FINUT,

2012; Das y Sen, 2014; Tocher, 2015).

2.2. Estado actual de la acuacultura

El pescado se considera un alimento con propiedades nutricionales únicas,

debido a su alto contenido proteico, excelente perfil de aminoácidos esenciales,

especialmente lisina y metionina, y alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados

de cadena larga (Béné et al., 2015). Lo anterior, junto con el crecimiento

demográfico, ha contribuido a que el consumo aparente mundial de pescado per

cápita haya aumentado de 9.9 Kg en la década de 1960 a 19.2 Kg en 2012 (FAO,

2014).

La creciente demanda de peces es suplida por la pesca y la acuacultura; sin

embargo, la actividad pesquera se encuentra en crisis desde hace ya varios años

como consecuencia del agotamiento de los recursos naturales. Según la FAO (2014),

para el 2011 un 28.8% de las poblaciones de peces se encontraban

sobreexplotadas, mientras que las plenamente explotadas constituían un 61.3%, y

Page 21: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

6

las subexplotadas solo un 9.9%. Teniendo en cuenta esto, la esperanza para la

seguridad alimentaria en los próximos años gira en torno a la acuacultura, la cual

desempeña un papel fundamental a la hora de hacer frente al crecimiento de la

demanda de peces de consumo (Cressey, 2009; FAO, 2014).

En los últimos años esta actividad ha mostrado un rápido crecimiento, pues según

la FAO (2014), pasó de contribuir con un 13.4% del total de productos acuícolas

producidos en 1990, a un 42.2% en el 2012; aunque para peces comestibles

específicamente, contribuye con un 57.9% de la producción total.

Sin embargo, a pesar que la acuacultura parece ser una excelente solución para

la seguridad alimentaria y contrarrestar la crisis que atraviesan las pesquerías, esta

actividad presenta un gran problema que genera un cuello de botella para su

crecimiento: la nutrición (FAO, 2014). Lo anterior es debido al empleo de harina de

pescado y de soya en las dietas formuladas para los peces de cultivo, ya que la

disponibilidad de ambos insumos se ha visto limitada, ocasionando un aumento en

sus costos (Olivera-Castillo et al., 2009). La harina de soya está siendo cada vez

más usada para la alimentación de diferentes animales, lo que genera competencia

para su consecución (Azaza et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009); mientras que

las problemáticas de la harina de pescado van más allá de la alta demanda por sus

diversos usos. La principal, incluye la afectación de las poblaciones de especies

silvestres que son capturadas para la producción de este producto, generado de esta

forma la duda de si la acuacultura contribuye a disminuir la presión sobre las

pesquerías o a aumentarla (Naylor et al., 2000; Cressey, 2009; FAO, 2014). Otro

aspecto, es la deficiencia en la calidad nutricional que presenta la harina de pescado

en los últimos tiempos, pues como consecuencia a la respuesta para buscar

soluciones a la sobreexplotación del recurso pesquero, se ha empezado a producir la

harina a partir de subproductos de pescado que anteriormente eran desechados,

factor que influye sobre la cantidad y la calidad de proteína y minerales (FAO, 2014).

Page 22: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

7

Desde hace algunos años, la nutrición acuícola se ha enfocado en la búsqueda

de alimento adecuado para cada especie, así como en fuentes alternativas para la

preparación de las dietas (Tacon, 1989). Actualmente, existen diversos

investigadores trabajando con fuentes alternativas de proteína y aceites vegetales,

con el fin de encontrar alimentos adecuados nutricionalmente hablando, y a bajos

costos (Tacon et al., 1983; Naylor et al., 2000; Gonçalves et al., 2009). Por lo tanto,

es claro que el reto principal de la acuacultura, es el de encontrar fuentes alternativas

de alimentos que contribuyan a solucionar la problemática que presentan hoy en día

las harinas de pescado y de soya, sin afectar la calidad nutricional del producto, ya

que deben mantener la características saludables: por las que son populares los

peces: una excelente fuente proteica y de ácidos grasos n-3 (Naylor et al., 2000;

Watters et al., 2012).

2.3. Tilapia nilótica (Oreochromis niloticus)

La tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) es una especie endémica de África, la

cual posee una gran adaptabilidad y habilidad para crecer y reproducirse bajo un

amplio rango de condiciones físicas y ambientales, característica que ha contribuido

a su rápida distribución por el mundo en diferentes sistemas de producción, tanto en

agua dulce como agua salada, así como en aguas tropicales, subtropicales y

templadas (Lim y Webster, 2006). Según la FAO (2014), la tilapia nilótica se cultiva

en 135 países de todo el mundo, llegando a constituir el cultivo de peces más

extendido a nivel mundial.

México es el país con mayor producción de tilapia nilótica en el hemisferio oeste,

alcanzando 128,800 toneladas en el 2014 (CONAPESCA, 2015). Esta especie fue

introducida a México en la década de los 70, y los estados de Veracruz, Sinaloa,

Michoacán, Jalisco y Tabasco son los principales productores a nivel nacional

(SAGARPA, 2008; Industria Acuícola, 2013).

Page 23: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

8

La alta popularidad de la tilapia en la acuacultura, se debe principalmente a sus

características biológicas: rápido crecimiento, sobrevivencia en altas densidades de

cultivo, tolerantes a enfermedades, resistentes a la manipulación y a mala calidad de

agua, y ausencia en la selectividad de su alimento (omnívora) (Lim y Webster, 2006;

Cressey, 2009; Vieira et al., 2012); además de que esta especie constituye un

producto de bajo costo y una fuente básica de proteína de alto valor (Lim y Webster,

2006).

La tilapia nilótica crece adecuadamente a temperaturas entre 28 y 35 °C, valores

de pH neutros, y a pesar que se ha reportado que resisten concentraciones bajas de

oxígeno disuelto (0.5 mg/L) debido a que tienen la capacidad de usar el oxígeno de

la interfase agua-aire, se recomienda mantener las concentraciones siempre por

encima de 2 mg/L para su óptimo crecimiento (Lim y Webster, 2006).

Una de las mayores cualidades de la tilapia nilótica, es su variedad de fuentes de

alimento, incluyendo plancton, hojas de macrófitas, invertebrados acuáticos, larvas

de peces, detrito y materia orgánica en descomposición; sin embargo, estudios

previos han mostrado que estos organismos presentan ciertos requerimientos

nutricionales para su cultivo (Lim y Webster, 2006). Por lo tanto, se conoce que la

mínima cantidad de proteína requerida por la tilapia para engorda es de 30%

(Siddiqui et al., 1988; Lim y Webster, 2006), y algunos estudios sugieren que el nivel

óptimo es de 35% (Santiago et al., 1982; Abdel-Tawwab et al., 2010); mientras que

los lípidos no deben sobrepasar el 12%, pues más allá de este valor se puede reducir

el crecimiento (Lim y Webster, 2006). Además, para O. niloticus no se ha reportado

el requerimiento mínimo de ácidos grasos n-3, pero si para n-6 (ácido linoleico 18:2n-

6 o ácido araquidónico 20:4n-6), el cual debe ser del 0.5% (Takeuchi et al., 1983, En:

Lim y Webster, 2006).

Según lo anterior, es necesario brindarle gran importancia a la nutrición de la

tilapia cuando se quiere tener en un cultivo sostenible y exitoso, a pesar que no

presenta selectividad para su alimento (Lim y Webster, 2006; Lin y Luo, 2011). Hoy

Page 24: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

9

en día muchos estudios se están enfocando en obtener un alimento de buena calidad

y bajo costo para la tilapia, empleando principalmente insumos de origen vegetal (Lin

y Luo, 2011), pues el alimento comercial para esta especie contiene harina de

pescado, lo que la hace costosa (Naylor et al., 2000), además de innecesario, debido

a que aunque la tilapia es una especie omnívora, sus hábitos tienden a ser

principalmente herbívoros (Lim y Webster, 2006).

2.4. Proteínas en la nutrición acuícola

En la acuacultura, el requisito principal para una producción sostenible y exitosa

es el suministro de un alimento bien balanceado y de bajo costo (Lim y Webster,

2006). Las proteínas son el nutriente más importante a tener en cuenta en la

alimentación de cualquier organismo vivo, debido a que después del agua, son el

principal constituyente de los tejidos, llegando a formar cerca del 16% del cuerpo de

los peces (Tacon, 1989; Lim y Webster, 2006). Los aminoácidos son las unidades

estructurales básicas de las proteínas, y algunos de estos pueden ser sintetizados

por el cuerpo, mientras que otros deben ser suministrados en el alimento,

llamándose así, aminoácidos esenciales (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000).

Las principales funciones de las proteínas en los organismos son: constituyentes

vitales de todas las células del organismo, reparación de tejidos dañados y

desgastados y formación de nuevos tejidos, fuente de energía, transporte de

sustancias en la sangre (como el colesterol que es transportado por las

lipoproteínas), formación de hormonas, enzimas, anticuerpos y hemoglobina, entre

otros (Williams, 2002).

A pesar que todos los seres vivos necesitamos proteínas en nuestra alimentación,

el requerimiento de este nutriente es diferente para cada especie. Por lo tanto, uno

de los principales objetos de investigación en la acuacultura en las últimas décadas,

ha sido el estudio de la cantidad de proteína necesaria para las diferentes especies

que se tienen en cultivo (Tacon, 1989).

Page 25: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

10

Los primeros estudios sobre el requerimiento proteico en peces, se llevaron a

cabo en salmón (Salmo sp.) por Halver (1957) y Delong et al. (1958) (En: Tacon,

1989), tras lo cual se iniciaron nuevos trabajos con diferentes especies, cuyos

resultados permitieron establecer que los animales de hábitos carnívoros

necesitaban mayor porcentaje de proteína que las omnívoras (Halver, 1985); así

mismo, que los peces de aguas cálidas requieren menor cantidad de este nutriente

(entre 25 y 30%) que los de aguas templadas (entre 30 y 40%) (Hertrampf y Piedad-

Pascual, 2000). No obstante, estas conclusiones exponen más una tendencia que

una certeza, debido a que otros estudios han reportado que la cantidad de proteína

necesaria por una determinada especie va a depender de múltiples factores, entre

los que se encuentran la densidad de animales, el número de veces que se

alimentan, la calidad y la temperatura del agua, la calidad de los ingredientes

empleados y la digestibilidad, entre otros aspectos (Nose, 1989).

Por otro lado, se ha encontrado que independientemente del porcentaje de

proteína que se suministre en el alimento, el aprovechamiento de este nutriente va a

depender de diversos factores, entre los que se encuentra el balance de aminoácidos

que tenga la proteína, así como de la digestibilidad de esta (Hertrampf y Piedad-

Pascual, 2000).

Teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible que el conocimiento de los

requerimientos proteicos de la especie con la que se trabaja en el presente estudio,

es de suma importancia para la acuacultura, pues suministrar menos de lo requerido,

puede generar disminución del crecimiento y hasta pérdida de peso; mientras

proporcionar mayor cantidad de la requerida, puede resultar en un exceso de costos

en la producción, ya que sólo una parte va a ser empleada en crecimiento y lo

sobrante para producción de energía (Lim y Webster, 2006).

Page 26: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

11

2.5. Fuentes de proteína en acuacultura

En la acuacultura, la primera fuente de proteína empleada para producir alimento

fue la harina de pescado, debido a que las características nutricionales de la proteína

de esta harina se aproximan a los requerimientos nutricionales de los peces de

cultivo; además, la harina de pescado provee proteína animal de alta calidad, ácidos

grasos esenciales, energía digerible, minerales, vitaminas, y funciona como un

estimulante alimenticio en la mayoría de especies de peces de cultivo (El-Sayed y

Tacon, 1997; Olivera-Castillo et al., 2009). Posteriormente, se empezó a usar la

harina de soya para reemplazar a la harina de pescado, siendo esta la principal

fuente de proteína de origen vegetal hoy en día; no obstante, a pesar que se ha

podido demostrar que la harina de soya puede reemplazar hasta en un 100% a la

harina de pescado, la acuacultura aún sigue dependiendo en gran medida de esta

última (El-Sayed y Tacon, 1997; Olivera-Castillo et al., 2009).

Teniendo en cuenta lo anterior, en los últimos años se han llevado a cabo

estudios en el área de la nutrición acuícola, con el fin de encontrar un reemplazo a la

harina de pescado y a la harina de soya como fuentes principales de proteínas,

debido a que ambos insumos presentan grandes problemáticas que hacen que sea

cada vez más costoso y difícil su obtención (Azaza et al., 2009; Béné et al., 2015;

Tocher, 2015). Por otra parte, se considera ineficiente el uso de la harina de pescado

para la nutrición de peces con hábitos herbívoros (El-Sayed y Tacon, 1997). Se sabe

que para producir 1.0 Kg de peces de cultivo se requiere en promedio 0.7 Kg de

peces silvestres; sin embargo, este valor varía dependiendo de los hábitos

alimenticios de los animales que se tienen en producción, ya que para 1.0 Kg de

peces carnívoros se necesita entre 1.35 y 5.16 Kg de peces silvestres, mientras que

para producir 1.0 Kg de peces omnívoros, la cantidad de peces silvestres necesaria

oscila entre 0.2 y 1.41 Kg (Béné et al., 2015).

Por lo tanto, en el área de nutrición acuícola se han realizado varios trabajos

buscando un reemplazo para estas fuentes de proteína, enfocando la atención

Page 27: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

12

principalmente sobre las fuentes de origen vegetal; no obstante, diversos estudios se

han encontrado con varios problemas, entre los que se destacan una baja

palatabilidad, carencia de aminoácidos esenciales y factores antinutricionales (Lim y

Webster, 2006; Gaye-Siessegger et al., 2007; Lin y Luo, 2011).

2.6. Fuentes de proteína de origen vegetal

La principal fuente de proteína de origen vegetal empleada en la acuacultura es la

harina de soya; sin embargo, su amplio uso en la industria alimentaria ha hecho que

su disponibilidad se limite cada vez más y que sus costos vayan aumentando a

través de los años (Azaza et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009). Por lo tanto, la

nutrición acuícola se ha estado enfocando en las últimas décadas en buscar otras

alternativas de origen vegetal, con el fin de obtener proteína de buena calidad que

pueda ser empleada para fabricar dietas, sin la necesidad de depender de la harina

de pescado o la harina de soya (Jackson et al., 1982; Olvera-Novoa et al., 1990).

No obstante, algunos estudios han encontrado diferentes problemáticas a la hora

de incluir proteína de fuentes de origen vegetal a las dietas de los peces, entre las

que se encuentran: reducción de crecimiento, cambios morfológicos, histológicos, en

la microbiota intestinal, y en la respuesta inmune (Lin y Luo, 2011). La causa de

todos estos efectos negativos tiene diferentes hipótesis, como por ejemplo:

disminución de la palatabilidad, reducción de la calidad del pellet, balance

inadecuado de nutrientes esenciales como amino ácidos, energía y minerales,

presencia de una gran cantidad de fibra y carbohidratos indigeribles, y presencia de

factores antinutricionales o sustancias tóxicas (Lim y Webster, 2006; Gaye-

Siessegger et al., 2007; Lin y Luo, 2011). Sin embargo, la mayoría de los

investigadores han coincidido que esta última hipótesis, es la causa principal de la

dificultad de incluir insumos de origen vegetal en las dietas acuícolas (Moyano-López

et al., 1999; Lim y Webster, 2006; Gaye-Siessegger et al., 2007; Olivera-Castillo et

al., 2009; Lin y Luo, 2011).

Page 28: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

13

Los factores antinutricionales son sustancias de origen natural no fibrosas,

generadas por el metabolismo secundario de las plantas como mecanismo de

defensa a situaciones estresantes, las cuales pueden llegar a ser tóxicas o causar

afectaciones fisiológicas como flatulencia, distensión estomacal, afectaciones

pancreáticas, aglutinación de glóbulos rojos, y disminución en la asimilación de

nutrientes, entre otros (de Dios-Elizalde et al., 2009). Estos factores antinutricionales

se clasifican en dos grandes grupos: los termoestables y los termolábiles,

encontrándose en este último grupo a los inhibidores de proteasas (tripsina y

quimotripsina), caracterizados por alterar la digestión de las proteínas inhibiendo la

acción de las enzimas digestivas enfocadas a la hidrólisis de las proteínas de la dieta

(de Dios-Elizalde et al., 2009).

Los inhibidores de proteasas son considerados la principal causa de afectación

del desarrollo de los peces, como se ha observado en la tilapia, la cual presenta

proteasas digestivas ricas en quimotripsina, una de las principales sustancias

afectadas por la inhibición de estos antinutrientes (Moyano-López et al., 1999). No

obstante, la magnitud de la afectación está relacionada con el tipo de alimento, el

nivel del alimento en la dieta, el tiempo de alimentación, y la sensibilidad de cada

especie al compuesto antinutricional (Moyano-López et al., 1999; Lin y Luo, 2011).

Teniendo en cuenta esto último, se ha propuesto investigar a fondo la eficiencia de

cada semilla de legumbre en diferentes organismos, ya que se conoce que los peces

muestran variedad en la sensibilidad a los factores antinutricionales (Olivera-Castillo

et al., 2009; Lin y Luo, 2011).

Además, actualmente existe una gran cantidad de procesos tecnológicos que

permiten eliminar o disminuir los antinutrientes presentes en las fuentes vegetales

mediante su desnaturalización, mejorando así la digestibilidad de los ingredientes (de

Dios-Elizalde et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009). Sin embargo, es necesario

tener cuidado a la hora de aplicar estos tratamientos, debido a que normalmente

incluyen el suministro de calor a altas temperaturas, y si se exceden los tiempos de

Page 29: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

14

sometimiento al calor, se pueden dañar las proteínas, disminuir los aminoácidos

disponibles o reducir la digestibilidad de la proteína (de Dios-Elizalde et al., 2009).

Uno de los procesos más empleados es la extrusión, en el cual, el material rico en

proteína y/o almidón es forzado a fluir bajo diversas condiciones de humedad,

temperatura, presión y fuerza mecánica a través de un molde o matriz que le da

forma al producto extruido (De Witt y Leon, 1991; Lim y Webster, 2006). Este

proceso ayuda a mejorar el sabor y la digestibilidad del alimento, ya que los

inhibidores de crecimiento son inactivados para evitar el bloqueo de la actividad

enzimática (Lim y Webster, 2006; de Dios-Elizalde et al., 2009). Según De Witt y

Leon (1991), el proceso de extrusión genera una serie de ventajas, dentro de las que

se encuentra:

Gelatinización de los almidones con mayor captación de agua, mejorando la

digestibilidad y disponibilidad calórica.

Coagulación parcial de las proteínas mejorando su digestibilidad. Cuando

están junto con el almidón, se unen formando una mezcla homogénea y

cohesionada.

Inactivación por medio de tratamiento térmico de las enzimas deteriorantes de

las materias grasas de las harinas, como las lipasas y lipoxigenasas, las

cuales catalizan reacciones químicas que llevan a la formación de compuestos

de fácil rancidez.

Inactivación de factores inhibidores del crecimiento. La alta temperatura

necesaria para eliminar dichos factores, no atenta contra la calidad nutritiva de

la mezcla, ya que se aplica por breve tiempo.

Hoy en día, la principal fuente de origen vegetal empleada en la investigación

enfocada a encontrar un substituto a la harina de pescado y de soya, son las semillas

de las legumbres, ya que estas se consideran un alimento rico en carbohidratos,

proteínas, lípidos, fibras, vitaminas y minerales; además, proveen aminoácidos

Page 30: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

15

esenciales como lisina, aunque son pobres en aminoácidos azufrados (de Dios-

Elizalde et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009).

En tilapia nilótica (O. niloticus), ya se han llevado a cabo varios estudios con el fin

de evaluar el efecto de la inclusión en las dietas de diferentes fuentes de proteína

vegetal a partir de leguminosas. Uno de los primeros, fue el realizado por de Silva y

Gunasekera (1989), en el que determinaron el crecimiento y la composición del

cuerpo de O. niloticus alimentada con diferentes niveles de inclusión del frijol mungo

(Vigna radiata). Ellos reportaron que no hubo diferencias significativas en el consumo

promedio de los diferentes tratamientos, y que el mejor crecimiento y factor de

conversión alimenticia lo obtuvieron con una inclusión del 25%.

Posteriormente, Olvera-Novoa et al. (1997) analizaron la eficiencia dietética del

caupí (Vigna unguiculata), como reemplazo de la harina de pescado en dietas para

O. niloticus. Ellos encontraron una mayor tasa de crecimiento con un porcentaje de

reemplazo entre el 20 y el 30%, mientras que la mayor eficiencia proteica resultó ser

mejor con un porcentaje de inclusión del 40%. Lara-Flores et al. (2007), también

evaluaron el efecto de V. unguiculata en la alimentación de O. niloticus con un

porcentaje de inclusión del 20%; sin embargo, ellos determinaron la efectividad de

diferentes tratamientos con el fin de eliminar factores antinutricionales y aumentar la

digestibilidad de la proteína, concluyendo que estas técnicas son efectivas. Otro

estudio llevado a cabo en O. niloticus con V. unguiculata tratada previamente fue el

de Olivera-Castillo et al. (2009), quienes evaluaron la máxima inclusión posible de

esta leguminosa tratada y no tratada. Los resultados de este trabajo no mostraron

diferencias significativas entre los tratamientos, y los autores establecieron que V.

unguiculata solo puede reemplazar a la harina de pescado máximo en un 20%.

Por otro lado, Azaza et al. (2009) evaluaron diferentes niveles de inclusión de la

harina de haba (Vicia faba) como reemplazo a la harina de soya en juveniles de O.

niloticus. Los resultados obtenidos revelaron que esta leguminosa puede ser incluida

Page 31: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

16

máximo hasta en un 24% sin comprometer el crecimiento ni el factor de conversión

alimenticia.

Lin y Luo (2011) por su parte, determinaron el efecto de diferentes niveles de

inclusión de la harina de soya en la dieta de un híbrido de tilapia (O. niloticus y O.

aureus) como reemplazo de la harina de pescado. Los autores reportaron que el

crecimiento se vio afectado por el nivel de inclusión de la harina de soya,

estableciendo que esta fuente no debe ser incluida en más del 75% para no afectar

el crecimiento de los organismos.

Finalmente, Montoya-Mejía (2012) estudió la digestibilidad de la inclusión del 30%

de harina de garbanzo en la dieta de O. niloticus, obteniendo un valor del 91.6 0.9

para la digestibilidad de proteína en juveniles y de 90.9 1.4 en adultos, los cuales

fueron similares a los de la dieta control (92.7 1.5 y 94.6 0.5, respectivamente).

2.6.1. Garbanzo (Cicer arietinum)

El garbanzo es una planta herbácea que pertenece a la familia Fabácea,

subfamilia Papilionoides y el género Cicer, el cual contiene 43 especies conocidas

(Rico, 2014). Cicer arietinum es la única especie del género que presenta

importancia agronómica y económica (Crispín y López, 1976). Esta leguminosa

proviene de Asia Central, India y la zona centro del Mediterráneo; no obstante, su

cultivo prosperó en México llegándose a reconocer por su calidad y buenos

rendimientos (Crispín y López, 1976; Chavan et al., 1987; Salunkhe y Kadam, 1989).

En México, Sinaloa es el principal estado productor de esta leguminosa, llegando a

producir 103,645 ton/año, según datos obtenidos en agosto del año 2014

(SAGARPA, 2014).

El garbanzo es un alimento de gran importancia debido a sus propiedades

nutricionales, que incluyen gran aporte de proteínas, fibra y minerales (Muy-Rangel

et al., 2011; Chavan et al., 1987). Su alto contenido de fibra soluble presenta

Page 32: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

17

beneficios sobre la disminución del colesterol en la sangre; así mismo, posee

grandes cantidades de vitaminas (ácido ascórbico y niacina), minerales (Ca, P, Mg,

Na, Fe, K), y es un excelente suministro de ácidos grasos insaturados como el oleico

y el linoleico (Salunkhe et al., 1982). Según Montoya-Mejía (2012), esta leguminosa

puede contener 25% de proteína, 62.7% de carbohidratos, 5.5% de lípidos, 2.8% de

fibra cruda y 4% de cenizas.

2.7. Lípidos en la nutrición

Después de las proteínas, los lípidos son uno de los nutrientes más importantes

en la elaboración de las dietas, pues son la principal fuente de energía de los

organismos (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000; Jiménez et al., 2013), aportando

cerca de 9.5 kcal/g, mientras las proteínas y los carbohidratos aportan 5.6 y 4.1

kcal/g, respectivamente (Tacon, 1989).

Los lípidos son componentes esenciales de todas las membranas celulares,

contribuyen a la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K), son fuente de

ácidos grasos esenciales (indispensables para el mantenimiento de las membranas

celulares, el óptimo transporte lipídico y precursores de la hormona prostaglandina),

son fuente de esteroides esenciales (involucrados en una serie de funciones

biológicas importantes), y contribuyen a la palatabilidad del alimento, entre otras

cosas (Tacon, 1989, Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000).

Dentro de los lípidos se encuentran los ácidos grasos, los cuales son moléculas

formadas por átomos de carbono y un extremo con un grupo carboxilo, y se pueden

clasificar como ácidos grasos saturados (AGS) (no poseen dobles enlaces), ácidos

grasos monoinsaturados (AGMI) (poseen un doble enlace) y ácidos grasos

poliinsaturados (AGPI) (poseen dos o más dobles enlaces) (Voet et al., 2007; FAO y

FINUT, 2012).

Page 33: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

18

Los ácidos grasos saturados se clasifican según la longitud de su cadena, de tal

forma que los de cadena corta tienen de 3 a 7 átomos de carbono, los de cadena

media de 8 a 13, los de cadena larga de 14 a 20 y los de cadena muy larga

presentan más de 21 átomos de carbono (FAO y FINUT, 2012). Algunos ejemplos de

ácidos grasos saturados son el butírico, caproico, cáprico, láurico, mirístico, palmítico

y esteárico, entre otros (Tacon, 1989).

Así mismo, los ácidos grasos insaturados se clasifican de acuerdo a la longitud de

su cadena, donde los de cadena corta presentan 10 o menos átomos de carbono, los

de cadena larga tienen de 20 a 24, y los de cadena muy larga cuentan con 25 o más

átomos de carbono (FAO y FINUT, 2012). Este tipo de ácidos grasos se pueden

dividir en 12 grupos que van desde la posición n-1 a la n-12, dentro de los cuales los

de la serie n-9, también conocidos como ácidos grasos monoinsaturados u n-9, son

poco frecuentes en la naturaleza, siendo el ácido oleico el más común de todos (FAO

y FINUT, 2012).

Por su parte, los ácidos grasos de las series n-3 (n-3) y n-6 (n-6), son ácidos

grasos poliinsaturados considerados muy importantes para la nutrición y salud

humana (Simopoulos, 2000; FAO y FINUT, 2012); no obstante, estos ácidos grasos

no pueden ser sintetizados por la mayoría de animales, por lo que deben ser

incorporados en las dietas, llamándose así, ácidos grasos esenciales (Tacon, 1989;

Jiménez et al., 2013).

Los ácidos grasos más importantes de la serie n-3 son el alfa-linolénico (ALA

C18:3, n-3) y sus metabolitos de cadenas más largas: ácidos eicosapentaenoico

(EPA C20:5, n-3), docosapentaenoico (DPA C22:5n-3) y docosahexaenoico (DHA

C22:6, n-3) (Molnár et al., 2012). Estos últimos ácidos grasos están asociados con

efectos benéficos sobre la salud humana, debido a que se conoce que EPA y DHA

son esenciales para el crecimiento y el desarrollo funcional del cerebro en los niños,

y en adultos es requerido para un funcionamiento normal; además, contribuyen a

reducir los niveles de triglicéridos aumentando la fluidez de las membranas, como

Page 34: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

19

también reducen el riesgo de artritis reumatoide, trombosis, enfermedades coronarias

e hipertensión, entre otros (Visentainer et al., 2005; Costa-e Silva et al., 2014). Por su

parte, los principales ácidos grasos de la serie n-6 son el linoleico (LA C18:2, n-6) y

su derivado, el ácido araquidónico (AA C20:4, n-6), el cual es componente estructural

de los fosfolípidos (Jiménez et al., 2013).

Generalmente, las dietas de hoy en día son ricas en n-6 pero deficientes en n-3

(relación de 20-25:1 en muchos países) (Tocher, 2015), lo cual trae una serie de

efectos perjudiciales para la salud humana, debido a que una dieta rica en n-6 y

pobre en n-3 genera una alta viscosidad en la sangre y vasoconstricción,

aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares; mientras que una dieta

rica en n-3 disminuye problemas cardiacos, hipertensión, enfermedades renales y

artritis reumatoide, entre otras (Simopoulos, 2000; Das y Sen, 2014). Según el

Departamento de Salud de Reino Unido (1994, En: Justi et al., 2003), la relación n-

6/n-3 en la dieta no debe ser mayor de 4.0; así como la relación de ácidos grasos

polinsaturados (AGPI) con los ácidos grasos saturados (AGS) debe estar por encima

de 0.45. Sin embargo, según estudios evolutivos, la relación ideal de n-6/n-3 en la

dieta para el ser humano es de 1:1 (Simopoulos, 2010; Tocher, 2015).

Las principales fuentes de EPA y DHA son los pescados, mariscos y algas

(Jiménez et al., 2013); aunque diversos estudios han demostrado que no todos los

peces tienen la misma composición de ácidos grasos (Molnár et al., 2012), y que el

mejor perfil de estos para el consumo humano se encuentra en peces marinos y

peces silvestres.

2.7.1. Ácidos grasos en peces

En los peces, los ácidos grasos libres son la principal fuente de combustible

aeróbico para el metabolismo energético del músculo del pez (Tacon, 1989; Shu-Ling

et al., 2007); y dentro de estos, los ácidos grasos poliinsaturados se consideran

importantes para un adecuado crecimiento y desarrollo, especialmente para el

Page 35: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

20

mantenimiento estructural y la integridad funcional de las membranas (Navarro et al.,

2012).

Anteriormente se consideraba que los tejidos de los peces en general, eran ricos

en ácidos grasos poliinsaturados n-3 (Tacon, 1989); sin embargo, diversos estudios

han demostrado que existen diferencias en el perfil de ácidos grasos en las

diferentes especies de peces, y que estas diferencias van a depender de factores

como la salinidad, temperatura y composición de ácidos grasos en la dieta

(Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000; Shu-Ling et al., 2007). Hoy en día, se conoce

que los peces de agua dulce presentan menor cantidad de ácidos grasos n-3 que los

peces marinos; así como que los peces de cultivo son más pobres en este nutriente

que los silvestres (Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005; Molnár et al., 2012;

Costa-e Silva et al., 2014).

La relación de n-6/n-3 en peces marinos se encuentra cerca de 1:7 a 1:10 debido

principalmente a que el plancton marino es rico en EPA y DHA (Justi et al., 2003;

Restrepo et al., 2012). Por su parte, las deficiencias de n-3 en peces de cultivo están

asociadas a las fuentes de alimento que se emplean para su cría, preparadas a partir

de aceites vegetales (ricos en ácidos grasos n-6) y grasas saturadas (Vieira et al.,

2012; Watters et al., 2012). En tilapia se ha reportado que los organismos silvestres o

en sistemas de cultivo extensivo, tienen un mayor contenido de ALA, EPA, y DHA,

así como una mejor relación n-6/n-3 que los peces cultivados de forma intensiva

(Molnár et al., 2012).

Por lo tanto, se ha demostrado que la diferencia en la composición de ácidos

grasos de los peces marinos y los de agua dulce, así como de los silvestres y los de

cultivo, radica en la diferencia de la composición de sus dietas, lo que ha permitido

concluir a muchos investigadores que si se aumenta la cantidad de ácidos grasos

poliinsaturados en la dieta, se puede aumentar el contenido de estos en el cuerpo de

los peces (Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005; Shu-Ling et al., 2007; Molnár et

al., 2012; Restrepo et al., 2012; Tonial et al., 2012).

Page 36: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

21

No obstante, aún quedan incógnitas respecto al requerimiento de estos nutrientes

por parte de los organismos, pues esto va a depender de la especie y de las

condiciones ambientales. Para tilapia se ha reportado por ejemplo, que altos

contenidos de lípidos en la dieta puede afectar su crecimiento, sugiriendo un máximo

del 15%, aunque se considera que el óptimo es del 12% (Ben-Shan y Shi-Yen,

1996). Así mismo, se ha sugerido que la tilapia, al igual que otras especies de aguas

cálidas, requieren mayor concentración de n-6 que de n-3, y que una mayor

concentración de estos últimos ácidos grasos en la dieta puede afectar el crecimiento

de los animales (Watters et al., 2012). El alto grado de instauración de los n-3

permite una mayor fluidez, flexibilidad y permeabilidad de las membranas a bajas

temperaturas, por lo que los peces de aguas frías muestran un requerimiento

exclusivo de este tipo de ácidos grasos en su dieta; sin embargo, diversos estudios

han evidenciado que las especies de climas cálidos requieren tanto n-3 como n-6

para un adecuado crecimiento (Tacon, 1989; Shu-Ling et al., 2007).

Tocher (2015) por su parte, propone que el requerimiento de ácidos grasos

esenciales en las dietas de los peces se puede describir en tres niveles, donde el

primero va a suplir las necesidades fisiológicas básicas previniendo patologías

nutricionales, por lo que su inclusión en la dieta es menor del 1%. El segundo nivel

incluye un mayor porcentaje con el fin de soportar el crecimiento óptimo y una

adecuada salud, aunque este porcentaje va a depender de la especie. Finalmente el

tercero, no es considerado un requerimiento propio del pez, ya que está enfocado a

mejorar la calidad nutricional de ácidos grasos n-3 en el filete para beneficio del ser

humano; por lo tanto, para alcanzar este nivel, se debe suministrar altas cantidades

de EPA y DHA para que puedan ser depositados y almacenados en los lípidos del

pez.

Se conoce además que los peces, a excepción de los estrictamente carnívoros,

tienen la capacidad de alargar y desaturar ácidos grasos de cadenas cortas a

cadenas más largas (Tacon, 1989). Esta capacidad está mucho más desarrollada en

peces de agua dulce, especialmente los de hábitos herbívoros y omnívoros (Olsenl et

Page 37: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

22

al., 1990; Watters et al., 2012). Este proceso se da por medio de la estearoil-CoA

desaturasa, una enzima cuya expresión está regulada por factores como la dieta y la

temperatura, ya que suele activarse a bajas temperaturas y dietas pobres en ácidos

grasos poliinsaturados, mientras que dietas ricas en este tipo de lípidos inhiben su

actividad (Shu-Ling et al., 2007).

Los ácidos linoleico (LA) y alfa-linolénico (ALA) no pueden ser sintetizados por los

vertebrados, por lo que deben ser suministrados en las dietas considerándose como

ácidos grasos esenciales (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000; Tonial et al., 2009). Sin

embrago, a partir de estos dos ácidos grasos se puede dar el proceso de

desaturación y elongación con el fin de producir EPA, DHA y ARA (Hertrampf y

Piedad-Pascual, 2000; Tonial et al., 2009; Navarro et al., 2012; Costa-e Silva et al.,

2014). En la serie de los n-3 se genera EPA y posteriormente DHA a partir de ALA;

mientras que en la de n-6 se forma ARA a partir de LA (Tonial et al., 2012; Jiménez

et al., 2013; Tocher, 2015).

Para el caso específico de la tilapia nilótica (O. niloticus), se ha demostrado que

las enzimas de desaturación y elongación trabajan mejor sobre LA cómo sustrato

que sobre ALA, indicando que esta especie requiere mayor concentración de ácidos

grasos n-6 para su crecimiento que de n-3 (Olsenl et al., 1990; Tocher et al., 2002).

Lo anterior demuestra que la capacidad del pez para desaturar y elongar va a estar

sujeto principalmente a la satisfacción de sus necesidades fisiológicas; por lo tanto, si

lo que se busca es satisfacer los requerimientos nutricionales del ser humano, es

necesario suministrar alimento rico en ácidos grasos n-3 en la dieta de los animales

para que puedan ser incorporados en la carne del pescado (Tocher, 2015).

2.8. Fuentes de ácidos grasos en dietas acuícolas

Las principales fuentes de ácidos grasos empleadas en la alimentación de los

peces de cultivo son los aceites de peces marinos, camarones y moluscos, los

cuales son fuentes ricas en ácidos grasos esenciales n-3 (Tacon, 1989; Molnár et al.,

Page 38: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

23

2012). Actualmente, las dietas comerciales para tilapia pueden tener entre un 0 y un

6% de aceite de pescado (Ng et al., 2013); no obstante, la difícil consecución y altos

costos de este insumo como consecuencia de la disminución del recurso pesquero

(Molnár et al., 2012; FAO, 2014), han generado la necesidad de encontrar nuevas

fuentes de ácidos grasos, por lo que hoy en día se están empezando a emplear

aceites de origen vegetal en las dietas acuícolas, como el aceite de soya y aceite de

girasol (Azaza et al., 2009).

Sin embargo, la mayoría de estas fuentes son deficientes en n-3, mientras que su

contenido de n-6 es muy alto (Tacon, 1989; Azaza et al., 2009; Watters et al., 2012),

por lo que se ha hecho necesario la búsqueda de nuevas materias primas de origen

vegetal que sean ricas en n-3, enfocando la atención principalmente en semillas

oleaginosas como la linaza y la chía (de Souza et al., 2007; Ferreira et al, 2011). Esta

última, a pesar de ser muy estudiada en varias especies de vertebrados, cuenta con

muy poca información sobre su efecto en peces (Costa-e Silva et al., 2014).

En tilapia nilótica (O. niloticus) ya se han llevado a cabo estudios empleando

fuentes de origen vegetal ricas en n-3, y se ha logrado demostrar su efectividad para

mejorar el perfil de ácidos grasos en filetes a partir del enriquecimiento de la dieta

(Tonial et al., 2009). Como por ejemplo, el desarrollado por Justi et al. (2003),

quienes evaluaron el efecto de una dieta enriquecida con aceite de linaza para

reemplazar el aceite de girasol sobre el perfil de ácidos grasos de O. niloticus

durante diferentes tiempos de alimentación, encontrando que a los 30 días se da una

buena acumulación en el músculo de ácidos grasos n-3, principalmente de ALA.

Posteriormente, Visentainer et al. (2005) analizaron la inclusión de diferentes

niveles de aceite de linaza (0, 1.25, 2.50, 3.75 y 5.00%) en la dieta de O. niloticus

sobre el contenido de ALA, EPA y DHA en el filete, para comparar con el uso del

aceite girasol. Ellos observaron una mayor concentración de ALA, EPA y DHA en los

filetes de los tratamientos de linaza comparado con el de aceite de girasol, a pesar

Page 39: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

24

que no encontraron diferencias estadísticas significativas entre los diferentes

porcentajes de inclusión del aceite de linaza.

Tonial et al. (2009) por su parte, evaluaron nuevamente el efecto del

enriquecimiento de la dieta de O. niloticus con aceite de linaza suministrada por

diferentes periodos de tiempo sobre la composición de ácidos grasos n-3 en el

músculo de este pez. No obstante, ellos estudiaron el enriquecimiento durante 90

días, concluyendo que 45 días es el tiempo mínimo y suficiente para mejorar el perfil

de ácidos grasos y la relación n-6/n-3 del filete de la tilapia.

Por otro lado, Molnár et al. (2012) compararon el perfil de ácidos grasos de O.

niloticus alimentada en su etapa de finalización (42 días) con diferentes dietas

enriquecidas con aceites. Ellos emplearon tres tratamientos diferentes: 5% de aceite

de soya, 5% de aceite de linaza y 5% de aceite de pescado, encontrando que los

ácidos grasos de origen vegetal son exitosamente incorporados en el hígado y

músculo de la tilapia, por lo que consideran que pueden ser un reemplazo adecuado

para el aceite de pescado, especialmente el aceite de linaza, el cual registró una

mejor relación n-6/n-3 que el aceite de soya.

Adicionalmente, Tonial et al. (2012) reportaron el efecto del aceite de esta semilla

sobre el contenido de ácidos grasos en la fracción de los lípidos neutrales y de los

fosfolípidos del filete de O. niloticus, confirmando una mejora en la calidad tanto en

términos fisiológicos como nutricionales.

Más recientemente, Moreno-Poveda (2013) analizó los cambios en el perfil de

ácidos grasos de O. niloticus en respuesta a diferentes fuentes lipídicas

suministradas durante 45 días, dentro de las que se encontraban aceite de pescado,

aceite de palma, semilla de linaza y semilla de chía. Los resultados de este trabajo

mostraron la menor relación de n-6/n-3 en los filetes de los peces alimentados con

semilla de linaza y semilla de chía.

Page 40: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

25

Otro de las pocas investigaciones llevadas a cabo con chía, es la de Costa-e

Silva et al. (2014), quienes evaluaron la incorporación de ácidos grasos n-3 en O.

niloticus alimentada durante 45 días con chía en reemplazo del aceite de soya. Ellos

encontraron una concentración significativamente mayor de ALA, EPA y DHA en los

filetes de las tilapias alimentadas con chía que en las del tratamiento control, siendo

cinco veces mayor para el caso específico de ALA.

2.8.1. Chía (Salvia hispanica)

La chía (Salvia hispanica) es una herbácea de la familia Labiatae, nativa del sur

de México y el norte de Guatemala (Peiretti y Gai, 2009; Costa-e Silva et al; 2014), la

cual crece en zonas áridas y semiáridas debido a que requiere poca cantidad de

agua para su desarrollo (Nitrayová et al., 2014). Esta planta puede alcanzar hasta un

m de alto, presenta flores pequeñas de color púrpura, y sus semillas se pueden

encontrar de diferentes colores, incluyendo el negro, gris y negro manchado con

blanco (Nitrayová et al., 2014). Actualmente, los principales países productores de

chía son México, Bolivia, Colombia, Argentina y Perú (Ayerza y Coates, 2006). En

México, el principal estado productor de esta semilla es Jalisco, con un volumen de

producción en el 2014 de 9,548 ton (94.88% de la producción nacional) (SIAP, 2016).

Desde los tiempos precolombinos, esta planta ha sido utilizada como fuente de

alimento y aceite vegetal por sus grandes propiedades nutritivas (Reyes-Caudillo et

al., 2008), entre las que se encuentran un alto contenido de proteína (20-23%),

considerada de mayor calidad que la de cualquier otro cereal o semilla oleaginosa;

así como una alta concentración de ácidos grasos (entre 25 y 39%) (Coates, 2011;

Peiretti y Meineri, 2008; Ayerza y Coates, 2005; Jiménez et al., 2013; Nitrayová et al.,

2014). Para el caso específico del aceite de las semillas de chía, se ha reportado una

concentración de ácidos grasos poliinsaturados totales de hasta 74.18%, con una

relación n-6/n-3 muy baja (0.30-0.37), evidenciando un alto contenido de n-3

(Jiménez et al., 2013; Nitrayová et al., 2014).

Page 41: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

26

Lo anterior ha sido confirmado por diferentes estudios, donde reportan que el

ácido alfa-linolénico puede llegar a constituir más del 68% de los ácidos grasos

totales de la semilla de chía, mientras que el ácido linoleico alcanza entre un 17 y

26% (Coates, 2011; Peiretti y Meineri, 2008; Ayerza y Coates, 2005; Costa-e Silva et

al., 2014; Nitrayová et al., 2014).

Esta semilla también presenta un alto contenido de compuestos fenólicos, los

cuales contribuyen a una actividad antioxidante que beneficia la salud de los seres

vivos y retarda el deterioro del alimento (Coates, 2011; Peiretti y Meineri, 2008;

Reyes-Caudillo et al., 2008; Ayerza, 2013). Los principales antioxidantes presentes

en la chía son los ácidos clorogénico y cafeico (inhiben la peroxidación de lípidos),

así como los flavonoides myricetina, quercetina (inhibe la oxidación de lípidos y

proteínas) y kaempferol (Coates, 2011; Peiretti y Meineri, 2008; Ayerza, 2013).

Además de todas estas propiedades nutricionales, se conoce que las semillas de

chía carecen de compuestos tóxicos o factores antinutricionales, como se ha

reportado para otras fuentes vegetales, dentro de los que se encuentra la linaza

(Peiretti y Gai, 2009; Ayerza y Coates, 2005).

2.8.2. Linaza (Linum usitatissimum)

La linaza (Linum usitatissimum) es una planta anual perteneciente a la familia

Linaceae, que crece principalmente en regiones frías del mundo llegando a medir

hasta 1.2 m de alto (Jacobsz y van der Merwe, 2012; Nitrayová et al., 2014). Sus

flores son generalmente azules, aunque pueden llegar a ser de color rojo intenso, y

su fruto es una cápsula seca y redonda que contiene una gran cantidad de semillas

(Nitrayová et al., 2014). Los principales países productores de linaza son Canadá,

Argentina e India (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000). En México sólo se produce

esta semilla en el estado de Puebla, con una producción total de 2.25 ton en el 2014

(SIAP, 2016).

Page 42: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

27

Las semillas de esta planta se consideran una buena fuente de proteína (18-26%)

(Jacobsz y van der Merwe, 2012; Jiménez et al., 2013), aunque con bajos contenidos

de aminoácidos como lisina, treonina y tirosina (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000;

Nitrayová et al., 2014); sin embargo, se ha reportado que la proteína presenta un

coeficiente de digestibilidad alto (89.6%) (Nitrayová et al., 2014).

Así mismo, la linaza es una excelente fuente de ácidos grasos poliinsaturados,

reportándose una concentración total en su aceite de 73.54% (Nitrayová et al., 2014),

con una relación de n-6/n-3 muy baja (0.28-0.29) (Jiménez et al., 2013; Nitrayová et

al., 2014). Esta relación es consecuencia de las altas cantidades de ácido alfa-

linolénico presente en la semilla (Visentainer et al., 2005; Tonial et al., 2012), la cual

se encuentra alrededor de un 54.8 a un 62%, mientras que la concentración del ácido

linoleico está entre el 15.3 y 16.5% (Ostojich-Cuevas y Sangronis, 2012; Nitrayová et

al., 2014).

Al igual que la chía, la linaza es rica en compuestos fenólicos, lo que le concede

propiedades de antioxidante (Barros-Fuchs et al., 2013); no obstante, se ha

encontrado que la linaza presenta glucósidos cianógenos (40 mg/100 g) cuando está

en fases inmaduras, considerados un factor antinutricional que cuando se hidrolizan,

liberan cianuro de hidrógeno y otros compuestos carbonilos, llegando a ser muy

tóxicos (Hertrampf y Piedad-Pascual, 2000; Ostojich-Cuevas y Sangronis, 2012;

Castelló-i Orvay, 2013). Aun así, se sabe que cada especie presenta sensibilidades

diferentes a estos antinutrientes, por lo que de igual forma la linaza está siendo cada

vez más usada en dietas de animales de producción (Olivera-Castillo et al., 2011).

3. JUSTIFICACIÓN

En los últimos años, se ha observado un creciente interés por el consumo de

alimentos saludables como consecuencia del aumento de enfermedades crónico-

degenerativas generadas por malos hábitos obtenidos con el estilo de vida moderno

Page 43: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

28

(Arts et al., 2001; Restrepo et al., 2012; Das y Sen, 2014; Fabiansson, 2014). El n-3

es uno de los productos que más se ha promocionado para el consumo humano con

el fin de mejorar su salud, debido a su reconocida acción benéfica sobre el

organismo al reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, además de

contribuir al buen funcionamiento del cerebro, entre otras cualidades (Simopoulos,

2000; Das y Sen, 2014).

Es ampliamente conocido que la principal fuente de ácidos grasos n-3 para el

consumo humano es el pescado (FAO y FINUT, 2012; Tocher, 2015); no obstante,

los peces marinos silvestres son los que presentan el mayor contenido de este

nutriente, mientras que los peces de agua dulce, y en especial los de cultivo, son

deficientes en ácidos grasos poliinsaturados del tipo n-3 (Tacon, 1989; Simopoulos,

2000).

Teniendo en cuenta que las pesquerías a nivel mundial se encuentran en crisis

debido al agotamiento de los recursos, los peces de cultivo juegan un papel

importante para suplir la demanda de pescado a nivel mundial, la cual se encuentra

en aumento (FAO, 2014; Béné et al., 2015). No obstante, uno de los principales

factores limitantes en la piscicultura, es el suministro de un alimento que supla las

necesidades nutricionales de la especie cultivada.

Las principales fuentes de alimento empleadas para el cultivo de tilapia son la

harina de pescado y la harina de soya; sin embargo, ambos insumos se han vuelto

muy costosos y de difícil adquisición debido a la alta demanda que tienen para

diversas actividades (Azaza et al., 2009; Olivera-Castillo et al., 2009). Así mismo, la

producción de harina de pescado afecta seriamente los bancos de peces marinos, y

en muchos casos, se considera un insumo de mala calidad, ya que para suplir el

problema de la sobreexplotación, han empezado a producir la harina a base de

subproductos de pescado, disminuyendo la calidad de los nutrientes (FAO, 2014).

Page 44: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

29

En consecuencia, han surgido nuevas investigaciones enfocadas a obtener

alimento a partir de fuentes vegetales, las cuales son de menor costo y en muchos

casos con contenidos proteicos altos (Moyano-López et al., 1999; Béné et al., 2015;

Tocher, 2015); sin embargo, los aceites de origen vegetal suelen ser ricos en ácidos

grasos n-6, pero deficientes en n-3 (Vieira et al., 2012). Por lo tanto, es indispensable

adelantar estudios sobre materias primas ricas en n-3 que puedan ser empleadas en

la alimentación de peces, de tal forma que, además de suplir las necesidades

básicas del pez para su funcionamiento biológico, contribuyan a mejorar su contenido

en el filete, para que los peces de agua dulce de cultivo también puedan ser

considerados como fuente principal de ácidos grasos n-3, y su consumo contribuya a

mejorar la salud humana (Navarro et al., 2012).

4. HIPÓTESIS

La utilización de la harina de garbanzo (Cicer arietinum) extruida como alternativa

en la alimentación de la tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) permite un crecimiento

similar al obtenido con el alimento control (a base de harina de pescado); y el

enriquecimiento con chía (Salvia hispanica) o linaza (Linum usitatissimum) favorecen

la acumulación de ácidos grasos en su filete, mejorando su calidad nutricional.

5. OBJETIVOS

5.1. Objetivo general

Evaluar el efecto de la inclusión de la harina de garbanzo (Cicer arietinum)

extruida enriquecida con chía (Salvia hispanica) o linaza (Linum usitatissimum),

sobre el crecimiento y el contenido de ácidos grasos en el filete de la tilapia nilótica

(Oreochromis niloticus).

Page 45: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

30

5.2. Objetivos específicos

1. Evaluar el crecimiento de tilapia nilótica (O. niloticus) alimentada con dos

porcentajes de inclusión (30% y 60%) de harina de garbanzo (C. arietinum)

extruida.

2. Evaluar la composición química y el perfil de ácidos grasos en el filete de tilapia

nilótica (O. niloticus) alimentada con la dieta óptima de harina de garbanzo (C.

arietinum) extruida y enriquecida con chía (S. hispanica) y linaza (L.

usitatissimum) a diferentes porcentajes (5, 10 y 15%).

3. Evaluar el efecto de la inclusión de fuentes ricas en ácidos grasos omega-3 en la

dieta de tilapia en relación a la textura de su filete.

6. MATERIALES Y MÉTODOS

6.1. Área de estudio

El presente trabajo se llevó a cabo en el Centro Interdisciplinario de Investigación

para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR-Sinaloa). La preparación de las dietas se

realizó en el Laboratorio de Nutrición Acuícola del departamento de Acuacultura, los

bioensayos se desarrollaron en el invernadero y laboratorio húmedo de este mismo

departamento, y el análisis de ácidos grasos se ejecutó en el Laboratorio de

Alimentos Funcionales del departamento de Biotecnología Agrícola.

6.2. Obtención de los peces

La tilapia (O. niloticus) se obtuvo a partir de la reproducción de los organismos del

stock del CIIDIR-Sinaloa. Los alevines se alimentaron con dieta comercial hasta

llegar a la talla para su diferenciación sexual, tras lo cual se seleccionaron los

Page 46: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

31

machos y se marcaron con TAGs, midiendo y pesando a cada individuo previo al

marcaje. Para insertar la marca se empleó una pistola de marcado con etiquetas de

plástico para marcar ropa (Figura 1). Las etiquetas consistían en números impresos

en hojas de PVC.

Figura 1. a. Marcaje de individuo de O. niloticus. b. Ejemplar de O. niloticus con TAG. c.

Peces marcados en pileta.

6.3. Preparación de las dietas

6.3.1. Harina de garbanzo extruida

Para obtener la harina de garbanzo extruida se empleó grano de calibre 70/80

(70-80 granos de garbanzo/oz), el cual se considera un subproducto debido a que

por su tamaño no es comercializado para consumo humano. Este insumo fue

proporcionado por PURP, S.A. de C.V. Guasave, Sinaloa. El garbanzo se molió

(molino Perc Grindmaster modelo-500) y se tamizó hasta obtener partículas de 250

Page 47: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

32

µm, luego se acondicionó a un 23% de humedad, y se volvió a moler y tamizar

(Figura 2a). El resultado de este proceso se introdujo al extrusor de tornillo simple

modelo 20DN (CW Brabender Instruments) con un diámetro de 19 mm, donde se

sometió a una temperatura de 127 °C a una velocidad de tornillo de 151 rpm

siguiendo la metodología estandarizada en el Laboratorio de Bioprocesos y

Alimentos Funcionales de la UAS. Posteriormente, la muestra se dejó enfriar y secar

durante 24 horas, tras lo cual se volvió a moler y a tamizar para obtener el producto

final.

Figura 2. Proceso de extrusión de la harina de garbanzo. a. Harina de garbanzo

acondicionada al 23% de humedad. b. Harina de garbanzo en el alimentador del extrusor. c.

Muestra saliendo del tornillo. d. Enfriamiento de la muestra.

6.3.2. Análisis proximales

Se realizó un análisis proximal de los ingredientes experimentales (harina de

garbanzo 70/80 extruida, harina de chía y harina de linaza) con el fin de conocer el

contenido de humedad, proteína cruda, lípidos, fibra cruda, extracto libre de

nitrógeno y cenizas. La metodología para los análisis se llevó a cabo según la

descrita por los métodos oficiales de análisis normalizados de la AOAC (1984). Estos

análisis se realizaron por triplicado para cada una de las muestras.

Page 48: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

33

Humedad

(Método 934.01, AOAC). Se pesaron 2 g de muestra en un crisol de porcelana a

peso constante. Posteriormente, la muestra se introdujo en una estufa TELAB a 105

°C durante 4 h, tras las cuales se trasladó a un desecador durante 40 min para que la

muestra se enfriara y evitar que se humedeciera. Finalmente se pesó el crisol con la

muestra en una balanza analítica y se registraron los valores. El porcentaje de

humedad de la muestra se calculó empleando la siguiente fórmula:

Contenido de humedad (%): 100*((B-C)/A)

Donde:

A: Peso de la muestra (g)

B: Peso del crisol + muestra húmeda (g)

C: Peso del crisol + muestra seca (g)

Proteína cruda

(Método 32.1.22, AOAC). Este parámetro se analizó empleando el método de

Kjeldahl. Para este procedimiento, se pesaron aproximadamente 100 mg de muestra

en papel Whatman, se envolvieron y se introdujeron en un tubo para digestión.

Posteriormente, se añadieron 5 mL de ácido sulfúrico concentrado y una tableta

catalizadora, y se colocó en un digestor (SEAL Analitics BD50 Block) a máxima

temperatura durante 25 min, tras lo cual la muestra tomó un color verde menta

transparente indicando el final de la digestión; en este momento se apagó el digestor

y se dejó enfriar durante 10 min.

Luego se añadió cerca de 30 mL de agua destilada caliente al tubo con la

muestra fría y se agitó en un vortex hasta despegar la muestra de las paredes, con el

fin de transferirla al tubo del destilador. Este procedimiento de lavado se repitió tres

veces más para asegurar que se transfiriera la muestra completa, tras lo cual se

Page 49: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

34

procedió a destilar (FOSS Kjeltec 8200). Pasados cinco min aproximadamente, se

obtuvo la muestra destilada, la cual presentaba un color azul intenso.

Finalmente, se procedió a titular adicionando a la muestra destilada, HCl 0.1 N

bajo un goteo lento pero constante hasta que el color azul cambiara a un color rosa-

canela, tras lo cual se registró la cantidad de HCl empelado para saturar la solución y

se aplicó la siguiente fórmula:

% Nitrógeno: 100*((A-B)*N*14.007)/C

% Proteína: % Nitrógeno*Factor (6.25)

Donde:

A: Mililitros utilizados en la muestra

B: Mililitros utilizados en el blanco

C: peso de la muestra (mg)

N: Normalidad de HCl

14.007: Constante-equivalente del HCl

Lípidos

(Método 991.10, AOAC). El contenido de lípidos se obtuvo por el método de

Soxhlet. Para llevarlo a cabo, se pesaron aproximadamente 2 g de muestra en papel

filtro y se colocaron dentro de un cartucho de celulosa, el cual se introdujo en un

depósito de extracción. El matraz balón donde se recolecta la muestra fue

previamente pesado y llenado con 175 mL de éter de petróleo. Posteriormente se dio

inicio al procedimiento, abriendo el sistema de refrigeración y prendiendo el sistema

de calentamiento, donde permaneció hasta que se realizaron ocho lavados de la

muestra con el disolvente. Luego, se retiró la muestra del equipo, se escurrió el

exceso de éter y se dejó airear en la campana de extracción durante 2 h, tras las

cuales, se trasladó el matraz balón con los lípidos a la estufa por 2 h a 100 °C para

evaporar el éter que pudo haber quedado diluido en los lípidos. Finalmente, se sacó

Page 50: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

35

el matraz de la estufa, se dejó en el desecador durante 40 min para enfriarlo, y se

pesó y registró el valor para aplicar la siguiente fórmula:

% Extracto etéreo: 100*((A-B)/C)

Donde:

A: Peso vaso con lípidos (g)

B: Peso del vaso (g)

C: peso de la muestra (g)

Fibra cruda

(Método 978.10, AOAC). La fibra cruda se realizó mediante el método de

hidrólisis sucesivas. Para esto, se pesaron aproximadamente 2 g de muestra

desengrasada (obtenida a partir del método de Soxhlet), los cuales se transfirieron a

un vaso de extracción al que se le agregaron 200 mL de HSO4 al 1.25% y 3 gotas de

octanol. El vaso se colocó en el digestor de fibra (Fibertec M6 1020 FossTecator) a

temperatura máxima hasta ebullición, tras lo cual se disminuyó la temperatura de la

parrilla a número 3 o 4 y se contaron 30 min revisando que la espuma no subiera.

Posteriormente, la muestra se filtró en manta a vacío y se lavó cuatro veces, cada

una con 50 mL de agua destilada caliente. El residuo se transfirió a un vaso de

extracción con ayuda de 200 mL de NaOH hirviendo. Luego, el vaso se volvió a

colocar en el equipo y se dejó nuevamente hirviendo durante 30 min, tras lo cual se

filtró en un papel Whatman 541 previamente pesado. Primero se lavó con HCl al 1%

a temperatura ambiente, después se lavó cuatro veces, cada una con 50 mL de agua

destilada caliente, y finalmente con 50 mL de alcohol etílico a temperatura ambiente.

Paso siguiente, se transfirió el papel con residuo a un crisol y se dejó secar a 120 °C

durante 2 h en el horno. Se dejó enfriar durante 40 minutos en el desecador y la

muestra se volvió a pesar antes de colocarla en la mufla para incinerar a 600 °C

durante 30 min. Un día después se trasladó la muestra al desecador, en el que se

dejó durante 40 minutos. Por último, la muestra se pesó nuevamente y se aplicó la

siguiente fórmula:

Page 51: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

36

% Fibra cruda: 100*(A-B-C)/D

Donde:

A: Peso del residuo seco (g)

B: Peso del papel (g)

C: Peso de las cenizas (g)

D: Peso de la muestra (g)

Cenizas

(Método 942.05, AOAC). Las cenizas se determinaron por diferencia de peso.

Para esto, se colocaron aproximadamente 2 g de muestra en un crisol previamente

pesado, y se introdujo en la mufla (Thermolyne 6000) a una temperatura de 600 °C

durante 5 h, tras lo cual se esperó un día a que la muestra se enfriara y se trasladó a

un desecador durante 40 min. Finalmente se pesó la muestra en una balanza

analítica y se registró el dato que fue empleado en la siguiente fórmula:

Contenido de cenizas (%): 100*((B-C)/A)

Donde:

A: Peso de la muestra (g)

B: Peso del crisol + cenizas (g)

C: Peso del crisol (g)

Extracto libre de nitrógeno

Se obtuvo mediante la sumatoria de los valores porcentuales determinados para

la proteína cruda, lípidos, fibra cruda y ceniza, substrayendo el total de 100. La

fórmula es la siguiente:

E.L.N.: 100 - (%proteína + %extracto etéreo + %fibra cruda + %cenizas)

Page 52: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

37

Energía bruta

El valor de la energía se obtuvo empleando los resultados de proteína, lípidos y

carbohidratos en materia seca. Para esto se utilizaron los factores de conversión

propuestos por Heras et al. (1998), siguiendo la siguiente fórmula:

Energía: (%proteína * 4.27) + (%lípidos * 7.28) + (%carbohidratos * 4.08)

Composición proximal de los ingredientes experimentales

En la Tabla 1 se muestra la composición proximal de la harina de garbanzo 70/80

extruida, la chía y la linaza. La proteína y el extracto etéreo de la harina de garbanzo

resultó ser de 17.78 ± 0.70% y 4.75 ± 0.06%, respectivamente.

En cuanto a la chía y la linaza, la primera de estas evidenció un mayor porcentaje

de proteína (22.71 ± 0.81%) y fibra cruda (27.47 ± 1.32%), mientras que la linaza

obtuvo un valor ligeramente mayor para el extracto etéreo (38.83 ± 0.06%) y muy

superior para el extracto libre de nitrógeno (24.52%).

Tabla 1. Composición proximal de los ingredientes experimentales (harina de garbanzo

70/80 extruida, chía y linaza).

Parámetros Harina de garbanzo

70/80 extruida Chía Linaza

Humedad (%) 7.86 ± 0.16 5.98 ± 0.01 6.05 ± 0.06

Proteína (%) 17.78 ± 0.35 22.71 ± 0.47 19.15 ± 0.12

Extracto Etéreo (%) 4.75 ± 0.04 35.03 ± 0.04 38.83 ± 0.04

Fibra Cruda (%) 4.51 ± 0.15 27.47 ± 0.94 14.42 ± 0.01

Cenizas (%) 3.34 ± 0.01 3.90 ± 0.02 3.13 ± 0.85

ELN (%) 69.76 10.88 24.52

Energía (cal/g) 363.07 372.01 439.85

Resultados expresados en base seca. Datos expresados como media ± error estándar. (n=3).

Page 53: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

38

6.3.3. Formulación de las dietas

Inicialmente, se diseñó la dieta control basándose en la composición proximal de

los ingredientes. Esto se realizó mediante fórmulas en Excel, considerando una dieta

control (sin inclusión de garbanzo) con un porcentaje de proteína de 35%

aproximadamente. Posteriormente, las dietas experimentales se establecieron

mediante la inclusión del 30 y 60% sobre la dieta control. En la Tabla 2 se muestra la

composición de cada una de las dietas de la primera parte del proyecto, donde se

evaluó la inclusión de la harina de garbanzo 70/80 extruida. En la Tabla 3 se puede

observar la formulación de las dietas de la segunda parte del estudio, en el que se

incluye la chía y la linaza. En la Tabla 4 se muestra el contenido de la premezcla de

vitaminas y minerales adicionada a las dietas.

Tabla 2. Composición de las dietas evaluadas con inclusión de harina de garbanzo extruida.

Ingredientes (g) Control T1 T2

Harina de pescado 280 196 112

Harina de garbanzo extruida 0 300 600

Harina de trigo 479 263 47

Pasta de soya 120 120 120

Grenetina 40 40 40

Aceite de pescado 80 80 80

Premezcla de vitaminas y minerales 1 1 1

T1: inclusión del 30% de garbanzo, T2: inclusión del 60% de garbanzo.

Tabla 3. Composición de las dietas evaluadas con inclusión de chía y linaza.

Ingredientes (g) T1 T2 T3 T4 T5 T6

Harina de pescado 186.20 176.40 166.60 186.20 176.40 166.60

Harina de garbanzo extruida 285.00 270.00 255.00 285.00 270.00 255.00

Harina de trigo 249.85 236.70 223.55 249.85 236.70 223.55

Pasta de soya 114.00 108.00 102.00 114.00 108.00 102.00

Grenetina 38.00 36.00 34.00 38.00 36.00 34.00

Aceite de pescado 76.00 72.00 68.00 76.00 72.00 68.00

Premezcla de vitaminas

y minerales 0.95 0.90 0.85 0.95 0.90 0.85

Chía o linaza 50.00 100.00 150.00 50.00 100.00 150.00

T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza.

Page 54: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

39

Tabla 4. Contenido de la premezcla de vitaminas y minerales.

Vitaminas mg/Kg Minerales mg/Kg

Tiamina 11 Calcio 3000

Ácido fólico 5 Fósforo 7000

Riboflavina 20 Magnesio 500

Piridoxina 11 Yodo 1

Colina 500 Hierro 60

Ácido pantoténico 35 Cobre 3

Niacina 88 Zinc 30

Vitamina B12 0.02 Manganeso 13

Vitamina K 5 Selenio 0.3

Vitamina E 66

Biotina 0.4

Inositol 150

Ácido ascórbico 375

Vitamina D3 2200 IU

Vitamina A 4400 IU

Fuente: Vimifos (2014)

6.3.4. Elaboración de las dietas y pellets

Los ingredientes se mezclaron según la formulación de cada una de las dietas y

se homogenizaron con una batidora (Kitchen Aid modelo Artisan de 325 W). Los

pellets se elaboraron en un molino para carne (Torrey modelo M-22R con capacidad

de 745 W), tras lo cual se dejaron secar las muestras y se cortaron los pellets para

obtener un tamaño adecuado para la boca de las tilapias.

Los resultados de los análisis proximales de las dietas experimentales evaluadas

en la primera parte del proyecto, donde se incluye la harina de garbanzo 70/80 en

dos proporciones diferentes, están expuestos en la Tabla 5. El porcentaje de proteína

descendió gradualmente a medida que la inclusión de la harina de garbanzo fue

mayor; no obstante, los valores se encontraron entre 30.91 ± 0.57% y 35.95 ± 0.62%.

Contrario a esto, la concentración del extracto libre de nitrógeno aumentó conforme a

la inclusión de la materia prima experimental. El extracto etéreo, la fibra cruda, las

cenizas y la energía fueron similares entre las tres dietas evaluadas.

Page 55: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

40

Tabla 5. Composición proximal de las dietas experimentales con inclusión de harina de

garbanzo 70/80 extruida.

Parámetros Control T1 T2

Humedad (%) 7.64 ± 0.03 7.56 ± 0.14 7.08 ± 0.01

Proteína (%) 35.95 ± 0.44 32.95 ± 0.03 31.10 ± 0.40

Extracto Etéreo (%) 10.74 ± 0.01 10.64 ± 0.04 10.97 ± 0.05

Fibra Cruda (%) 1.19 ± 0.08 1.27 ± 0.34 1.75 ± 0.08

Cenizas (%) 5.54 ± 0.03 4.97 ± 0.02 4.83 ± 0.06

ELN (%) 46.58 50.16 51.35

Energía (cal/g) 390.55 391.67 390.94

Resultados expresados en base seca. Datos expresados como media ± error estándar. T1: inclusión del 30% de garbanzo, T2: inclusión del 60% de garbanzo. (n=3).

La composición proximal de las dietas experimentales de la segunda parte del

proyecto, donde se incluye la chía y la linaza se encuentra en la Tabla 6. En general,

los valores de proteína, extracto libre de nitrógeno y cenizas fueron similares en las

seis dietas. Por su parte, las concentraciones de extracto etéreo y fibra cruda, así

como la energía, mostraron ligeros aumentos a medida que se incrementó la

inclusión de la chía y la linaza. Cabe resaltar que para extracto etéreo y energía, se

evidenciaron valores ligeramente superiores en las dietas elaboradas con linaza,

mientras que para fibra resultaron ser mayores en las dietas con chía.

Tabla 6. Composición proximal de las dietas experimentales con inclusión de chía y linaza.

Parámetros T1 T2 T3 T4 T5 T6

Humedad (%) 11.38 ±

0.10

9.78 ±

0.01

9.00 ±

0.07

11.76 ±

0.06

8.69 ±

0.11

8.61 ±

0.02

Proteína (%) 28.05 ±

0.26

27.88 ±

0.02

27.93 ±

0.14

26.89 ±

0.03

28.00 ±

0.13

27.91 ±

0.07

Extracto Etéreo

(%)

12.68 ±

0.17

13.15 ±

0.05

14.48 ±

0.15

12.45 ±

0.12

13.65 ±

0.03

14.86 ±

0.05

Fibra Cruda (%) 0.70 ±

0.02

1.07 ±

0.02

1.41 ±

0.04

0.53 ±

0.02

0.89 ±

0.01

1.18 ±

0.00

Cenizas (%) 4.41 ±

0.05

4.26 ±

0.04

4.35 ±

0.04

4.26 ±

0.02

4.27 ±

0.02

4.29 ±

0.04

ELN (%) 54.16 53.64 51.83 56.15 53.19 51.77

Page 56: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

41

Energía (cal/g) 386.23 386.94 389.51 386.92 388.91 391.44

Resultados expresados en base seca. Datos expresados como media ± error estándar. T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza. (n=3).

6.4. Bioensayos

6.4.1. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida

En la primera parte del proyecto, se analizó el efecto de diferentes porcentajes de

inclusión de harina de garbanzo en la dieta de la tilapia nilótica (O. niloticus), sobre el

crecimiento de los organismos. Para esto se evaluaron dos tratamientos

experimentales y uno control:

T1: Inclusión del 30% de harina de garbanzo 70/80 extruida

T2: Inclusión del 60% de harina de garbanzo 70/80 extruida

Todos los animales empleados para el proyecto se marcaron con TAGs, de tal

forma que cada uno se consideró una réplica y se hizo seguimiento de las variables

productivas por individuo. Para las unidades experimentales se emplearon tanques

de 7000 L, con 34 organismos en cada uno (densidad de 0.005 peces/L).

El peso promedio inicial de los peces empleados fue de 50 g

aproximadamente, considerando animales que estuvieran entrando en la etapa de

engorda. La ración alimenticia se calculó teniendo en cuenta el 3% de la biomasa

(Rodríguez-González y García-Ulloa Gómez, 2010) y esta fue dividida en dos

porciones diarias, las cuales fueron suministradas de forma manual.

La duración total de este bioensayo fue de 70 días, haciendo biometrías (peso

y longitud total) cada dos semanas con el fin de recalcular la ración alimenticia diaria

como consecuencia del aumento de peso, y para determinar los siguientes

parámetros productivos:

Page 57: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

42

- Sobrevivencia: %S= 100*(número final/número inicial)

- Biomasa total: BT= (peso promedio*número total de organismos)/m3

- Peso final promedio: PFP= Peso final del total de organismos/ número total de

organismos

- Tasa de crecimiento absoluta: TCA= (peso final-peso inicial)/(tiempo final-tiempo

inicial)

- Tasa de crecimiento específica: TCE= 100*(Ln peso final/Ln peso inicial)/tiempo

de estudio

- Factor de conversión aparente alimenticia: FCA= alimento suministrado/peso

ganado

- Factor de condición: K= 100*(peso total/(longitud total)3)

6.4.2. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza

En la segunda parte del proyecto se evaluó la inclusión de diferentes porcentajes

de semillas de chía y de linaza sobre el crecimiento y el perfil nutricional de O.

niloticus. Para esto, se seleccionó la dieta con 30% de inclusión de harina de

garbanzo 70/80 extruida como dieta óptima, ya que fue la que mostró los mejores

resultados en términos de crecimiento en el ensayo previo. A partir de esta dieta se

formularon las seis dietas experimentales empleadas en la segunda parte del

proyecto:

T1: Inclusión del 5% de chía

T2: Inclusión del 10% de chía

T3: Inclusión del 15% de chía

T4: Inclusión del 5% de linaza

T5: Inclusión del 10% de linaza

T6: Inclusión del 15% de linaza

Page 58: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

43

Así mismo, se mantuvieron los peces del tratamiento control (sin inclusión de

harina de garbanzo 70/80 extruida) de la primera parte, con el fin de tenerlos en

cuenta para la comparación del perfil de ácidos grasos del filete.

A cada una de los nuevos ingredientes (semillas de chía y linaza), así como a

las nuevas dietas, se le realizó el análisis proximal (sección 6.3.2).

Para llevar a cabo este segundo bioensayo, se emplearon los peces cultivados

durante 70 días alimentados con la dieta que contenía la inclusión del 30% de harina

de garbanzo 70/80 extruida, debido a que fue la que mostró un mejor crecimiento con

respecto a la de 60% de inclusión. En este caso se usaron 3 organismos por

tratamiento en unidades experimentales de 3500 L durante 45 días, tiempo apto para

cambiar la composición de ácidos grasos del filete de O. niloticus por medio de la

alimentación según Tonial et al. (2009).

Los animales se alimentaron dos veces al día de forma manual, y para esta

segunda parte, la ración alimenticia diaria fue del 2% del total de la biomasa teniendo

en cuenta que los animales ya presentaban un mayor tamaño (Rodríguez-González y

García-Ulloa Gómez, 2010). Cada 15 días se realizaron biometrías (peso y longitud

total) con el fin de recalcular la ración alimenticia diaria.

Una vez transcurridos los 45 días, los peces fueron sometidos a ayuno

durante un día, tras el cual fueron sacrificados por medio de una punción en el

cerebro para posteriormente desangrarlos cortando las branquias (Ando et al., 1999).

Las vísceras, el hígado y los filetes fueron extraídos y pesados para determinar

índice viscerosomático (VSI= 100*(peso vísceras/peso cuerpo total)), índice

hepatosomático (HSI= 100*(peso hígado/peso cuerpo total)), rendimiento en canal

(RC= 100*(peso pescado eviscerado/peso total)), rendimiento de filete (RF=

100*(peso filetes/peso total)). Además, se recolectaron las muestras del filete para

analizar la composición proximal, el perfil de ácidos grasos y la textura.

Page 59: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

44

Para la composición proximal y el perfil de ácidos grasos, las muestras se

congelaron a -80°C y se liofilizaron a -85 °C, con una presión de vacío de 0.07 mbar

durante cinco días (Labconco FreeZone 6 plus). Los primeros análisis se realizaron

según la metodología de la AOAC (1984), descrita anteriormente.

6.4.2.1. Análisis de textura del filete

Una vez sacrificados los animales, se cortaron tres trozos de filete en la zona de

mayor grosor y se refrigeraron a 4 °C durante un día, tras el cual se realizó el análisis

de la muestra, el cual se llevó a cabo en la Universidad Autónoma de Sinaloa. La

textura se determinó siguiendo la metodología descrita por Ando et al. (1999). La

técnica consistió en la inserción forzada de un émbolo cilíndrico de 3 mm de diámetro

en la muestra del filete de 10 mm de espesor aproximadamente, a una velocidad de

60 mm/min, registrando la carga de compresión a la ruptura. En total se realizaron 6

punciones por trozo de filete. La metodología se llevó a cabo con un texturómetro

INSTRON 3342 equipado con una celda de 2 KN de capacidad.

6.4.2.2. Análisis del perfil de ácidos grasos en dietas y filete de tilapia

La determinación de ácidos grasos de las dietas y el filete de tilapia (O. niloticus)

se llevó empleando un cromatógrafo de gases acoplado a un triple cuádruplo marca

Bruker Scion TQ, con una fuente de ionización electrónica, columna BR-WaxFame

(Bruker). Empleando una mezcla de estándares (FAME MIX Cat. No 47885-U,

SUPELCO Analytical) para determinar tiempo de retención. Laboratorio de Alimentos

Funcionales del CIIDIR-Sinaloa, siguiendo la norma mexicana NMX-F-017-SCFI-

2011.

Para esto, se tomó el aceite resultante del proceso de Soxhlet llevado a cabo

para el análisis proximal, y se pesó 20 mg de la muestra. Posteriormente se adicionó

1 mL de KOH 0.5 M en metanol y 20 µL de un éstandar interno (ácido

heptadecanoíco, 10 mg/mL de isoctano) y se incubo a 100 °C durante 15 min en un

Page 60: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

45

termoblock y se dejó enfriar la muestra a temperatura ambiente. Luego se adicionó 1

mL de trifloruro de boro en metanol para hacer la metilesterificación, y se incubo

nuevamente a 100 °C durante 15 minutos y se dejó enfriar a temperatura ambiente,

tras lo cual, la muestra se transfirió a un tubo de tapa con rosca y se le adicionó 2 mL

de agua destilada y 3 mL de hexano. Esto se agitó en un vortex y se dejó reposar

hasta la aparición de dos fases, para colectar la fase superior (orgánica), la cual se

transfirió a un tubo de ensayo y se le adicionó 3 mL de hexano y se repitió el

procedimiento anterior. Posteriormente, se evaporaron las fracciones de hexano a

sequedad utilizando flujo de nitrógeno. Las muestras se resuspendieron en 200 µL

de isooctano para analizarlas en el cromatógrafo de gases acoplado a masas, en el

que se inyectaron 2 µL empleando el programa de cromatografía que se muestra en

la Tabla 7.

El gas portador empleado fue helio, usando un flujo de 1 mL/min. El detector de

masas operó en modo impacto electrónico (EI+ a 70 eV). Se empleó el modo SIM

(Selected Ion Monitoring), empleando para cada compuesto un ión cuantificador y

dos iones cualificadores.

Tabla 7. Programa de cromatografía empleado para el análisis de ácidos grasos de las muestras. Etapa Temperatura (°C) Velocidad (°C/min) Retención (min) Minutos totales

1 50 1 1

2 200 10.0 10 26

3 230 3.0 9 45

6.5. Costo de los alimentos experimentales

El costo de los alimentos experimentales se realizó teniendo en cuenta los costos

de los insumos que se emplearon para preparar las dietas experimentales según el

Banco Mundial (diciembre 2014) (harina de pescado, pasta de soya, harina de trigo y

aceite de pescado), PURP (2015) (harina de garbanzo 70/80 extruida) y datos de la

web (grenetina y premezcla de vitaminas y minerales).

Page 61: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

46

6.6. Análisis estadístico

El análisis estadístico se realizó empleando el software computacional

STATISTICA 7, con el fin de determinar si existían diferencias significativas entre los

diferentes tratamientos. Los datos fueron sometidos inicialmente a un análisis de

normalidad y de homogeneidad de varianzas, empleando los test de Shapiro-Wilk y

de Bartlett, respectivamente. En los casos en los que se encontró normalidad y

homogeneidad de varianza de los datos, se aplicó un análisis de varianza de una vía

(ANOVA, p˂0.05), seguido de la prueba de Tukey para clasificar los tratamientos; no

obstante, en los casos en los que no se observó normalidad u homogeneidad de

varianza, se realizó una prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis para determinar

diferencias y una de U Mann-Whitney para la clasificación de tratamientos. También

se realizó un análisis de correlación de Pearson (p˂0.05) entre el contenido de

ácidos grasos saturados y el valor de textura.

7. RESULTADOS

7.1. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida

En la Figura 3 se muestran los valores promedio de los pesos obtenidos de O.

niloticus en las biometrías realizadas cada dos semanas durante la primera parte del

proyecto, donde las tilapias se alimentaron con tres dietas diferentes: una control y

dos niveles de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida (30 y 60%).

El mayor peso promedio final se obtuvo con la dieta Control (252.62 ± 7.42 g); no

obstante, este no presentó diferencias estadísticas significativas con T1 (30%), el

cual registró un valor final de 238.36 ± 7.60 g (p<0.05). Contrario a esto, a partir del

día 56 se evidenció una disminución en el crecimiento de los peces alimentados con

la dieta T2 (60%) con respecto a las otras dos dietas (p<0.05), el cual se pronunció

para el día 70 (177.53 ± 5.70 g).

Page 62: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

47

Figura 3. Crecimiento en peso (g) de O. niloticus alimentada con diferentes porcentajes de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de cultivo. Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes indican diferencias estadísticas significativas (p<0.05; n=34). T1: inclusión del 30% de garbanzo, T2: inclusión del 60% de garbanzo.

Figura 4. Crecimiento en talla (cm) de O. niloticus alimentada con diferentes porcentajes de inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de cultivo. Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes indican diferencias estadísticas significativas (p<0.05; n=34). T1: inclusión del 30% de garbanzo, T2: inclusión del 60% de garbanzo.

En cuanto al crecimiento en talla de los peces (Figura 4), las diferencias

estadísticas significativas entre T2 (60%) con la dieta Control se empezaron a

a

a

a

a

bb

50

100

150

200

250

300

0 14 28 42 56 70

Pe

so (

g)

Días de cultivo

CONTROL T1 T2

a

aa

ab

ab

b

bc

15

16

18

19

21

22

24

25

0 14 28 42 56 70

Ta

lla (

cm

)

Días de cultivo

CONTROL T1 T2

Page 63: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

48

evidenciar a partir del día 42 (19.04 ± 0.17 y 19.88 ± 0.21 cm, respectivamente), y

con la dieta T1 (30%) a partir del día 56 (20.50 ± 0.20 y 21.38 ± 0.18 cm,

respectivamente) (p<0.05). Para este parámetro, a diferencia del peso, se

observaron diferencias estadísticas significativas entre la dieta Control (23.28 ± 0.21

cm) y T1 (30%) (22.40 ± 0.19 cm) (p<0.05).

Los parámetros productivos obtenidos se muestran en la Tabla 8. Los

mayores valores de peso promedio final, ganancia de peso, tasa de crecimiento

absoluta y tasa de crecimiento específica se obtuvieron en los peces alimentados

con la dieta Control, sin presentar diferencias estadísticas significativas con los

obtenidos en los peces alimentados con T1 (30%) (p<0.05). Por su parte, los

resultados obtenidos para estos parámetros con T2 (60%) resultaron ser

significativamente menores en contraste con los de la dieta Control y T1 (30%)

(p<0.05). Consecuentemente, los mejores valores del factor de conversión

alimenticia se obtuvieron con la dieta Control y T1 (30%) (p<0.05). El factor de

condición mostró diferencias significativas entre todas las dietas (p<0.05), siendo

mayor en T1 (30%) (2.10 ± 0.03), seguida de la dieta Control (2.00 ± 0.03) y

finalmente T2 (60%) (1.88 ± 0.03).

Tabla 8. Parámetros productivos de O. niloticus alimentada con diferentes porcentajes de

inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida durante 70 días de cultivo.

Parámetros productivos Control T1 T2

GP (g) 199.01 ± 7.20 a 184.10 ± 7.32 a 122.58 ± 5.61 b

TCA (g/día) 2.84 ± 0.10 a 2.63 ± 0.10 a 1.75 ± 0.08 b

TCE (%/día) 2.20 ± 0.04 a 2.09 ± 0.04 a 1.65 ± 0.05 b

FCA 1.23 ± 0.05 a 1.27 ± 0.06 a 1.84 ± 0.10 b

S (%) 100 100 100

BT (Kg/m3) 1.23 1.16 0.89

K 2.00 ± 0.03 b 2.10 ± 0.03 a 1.88 ± 0.03 c

Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes entre columnas indican diferencias estadísticas significativas (p<0.05). (n=34). T1: inclusión del 30% de garbanzo, T2: inclusión del 60% de garbanzo. GP: ganancia de peso, TCA: tasa de crecimiento absoluta, TCE: tasa de crecimiento específica, FCA: factor de conversión alimenticia, S: sobrevivencia, BT: biomasa total, K: factor de condición.

Page 64: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

49

7.2. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza

Composición de ácidos grasos de las dietas

En cuanto a la composición de ácidos grasos, los resultados obtenidos a partir de

las dietas se pueden observar en la Tabla 9. Los resultados evidencian que la dieta

Control fue la que presentó el mayor porcentaje de ácidos grasos saturados (53.97%)

y monoinsaturados (22.78%), así como el porcentaje más bajo de ácidos grasos

poliinsaturados (24.68%); mientras que la dieta T1 (5% chía) fue la que mostró el

contenido más bajo de ácidos grasos saturados (41.24%) y el mayor de ácidos

grasos poliinsaturados (45.83%), junto con el tratamiento T4 (5% linaza) (42.14%).

Por su parte, la dieta que mostró una mejor relación n-6/n-3 resultó ser T3 (0.65).

Tabla 9. Composición de ácidos grasos de las dietas experimentales con inclusión de

chía y linaza.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

C14:0 15.70 ±

0.87

17.56 ± 4.31

20.97 ± 0.30

24.32 ± 3.19

21.84 ± 1.64

23.35 ± 0.24

22.23 ± 0.77

21.55 ± 2.83

C15:0 3.13 ± 0.12

2.38 ± 0.34

1.79 ± 0.04

2.09 ± 0.27

1.78 ± 0.14

1.89 ± 0.02

1.79 ± 0.06

1.76 ± 0.24

C16:0 13.18 ±

0.04 10.02 ±

1.28 9.41 ± 0.19

10.91 ± 1.56

11.26 ± 0.22

11.42 ± 0.10

11.23 ± 0.26

10.67 ± 1.58

C18:0 21.71 ±

0.67 12.86 ±

2.52 8.86 ± 0.64

12.14 ± 0.32

14.24 ± 3.39

9.02 ± 0.54

8.32 ± 1.16

13.90 ± 2.18

C20:0 0.23 ± 0.01

0.35 ± 0.04

0.20 ± 0.02

0.22 ± 0.02

0.14 ± 0.02

0.25 ± 0.02

0.25 ± 0.03

0.16 ± 0.02

C23:0 0.02 ± 0.00

0.02 ± 0.01

0.02 ± 0.00

0.03 ± 0.01

0.03 ± 0.01

0.02 ± 0.01

0.02 ± 0.01

0.02 ± 0.00

AGS 53.97 43.19 41.24 49.70 49.28 45.95 43.83 48.06

C16:1 17.15 ±

0.57 13.02 ±

1.79 10.61 ±

0.33 11.68 ±

1.36 10.94 ±

0.72 11.55 ±

0.26 10.83 ±

0.55 10.52 ±

1.31

C18:1 5.25 ± 0.18

8.77 ± 1.20

5.52 ± 0.04

5.56 ± 0.80

6.26 ± 0.89

5.57 ± 0.80

5.62 ± 0.26

5.05 ± 0.65

C20:1 0.37 ± 0.01

0.34 ± 0.04

0.18 ± 0.01

0.31 ± 0.01

0.18 ± 0.01

0.17 ± 0.03

0.17 ± 0.01

0.15 ± 0.01

C22:1 0.02 ± 0.01

0.02 ± 0.00

0.01 ± 0.00

0.01 ± 0.00

0.01 ± 0.00

0.01 ± 0.00

0.01 ± 0.00

0.01 ± 0.00

AGMI 22.78 22.15 16.32 17.56 17.39 17.30 16.62 15.73

C20:3 0.02 ± 0.00

0.04 ± 0.00

0.02 ± 0.00

0.03 ± 0.01

0.03 ± 0.01

0.02 ± 0.00

0.03 ± 0.01

0.02 ± 0.01

Page 65: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

50

AGPI n-9

0.02 0.04 0.02 0.03 0.03 0.02 0.03 0.02

C18:2 13.59 ±

0.36 17.41 ±

1.51 19.68 ±

0.55 11.71 ±

0.96 14.07 ±

1.25 19.87 ±

1.03 17.72 ±

0.95 16.53 ±

1.47

C20:2 0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

0.00 ± 0.00

C20:4 0.41 ± 0.09

0.25 ± 0.04

0.26 ± 0.03

0.23 ± 0.03

0.29 ± 0.05

0.33 ± 0.03

0.18 ± 0.01

0.14 ± 0.04

AGPI n-6

14.00 17.66 19.94 11.94 14.36 20.20 17.90 16.67

C18:3 6.70 ± 0.14

2.32 ± 0.35

20.93 ± 2.51

8.91 ± 0.96

9.40 ± 1.00

14.38 ± 1.38

8.17 ± 0.31

7.74 ± 0.87

C20:5 3.86 ± 0.05

6.50 ± 0.34

4.90 ± 0.03

7.91 ± 0.65

12.72 ± 0.14

7.50 ± 0.52

8.45 ± 0.62

11.88 ± 0.63

C22:6 0.11 ± 0.01

0.09 ± 0.01

0.05 ± 0.00

0.06 ± 0.01

0.05 ± 0.00

0.06 ± 0.00

0.07 ± 0.01

0.08 ± 0.01

AGPI n-3

10.67 8.91 25.88 16.88 22.17 21.93 16.68 19.70

AGPI 24.68 26.60 45.83 28.84 36.55 42.14 34.60 36.39

AGPI/ AGS

0.46 0.62 1.11 0.58 0.74 0.92 0.79 0.76

n-6/ n-3

1.31 1.98 0.77 0.71 0.65 0.92 1.07 0.85

Datos expresados como media ± error estándar. (n=2). Control: control sin garbanzo, Óptima: control con garbanzo (30%), T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza. AGS: ácidos grasos saturados, AGMI: ácidos grasos moninsaturados, AGPI: ácidos grasos poliinsaturados.

Efecto en la composición de ácidos grasos del filete

En la Tabla 10 se muestran los resultados de la composición de ácidos grasos del

filete de O. niloticus. En este caso, se observaron diferencias estadísticas

significativas (p<0.05) entre los valores de los diferentes tratamientos en varios

ácidos grasos.

Tabla 10. Composición de ácidos grasos de los filetes de O. niloticus alimentada con

diferentes porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

C14:0 25.91 ± 1.67 a

23.51 ± 0.77 ab

19.69 ± 0.98 abc

19.28 ± 0.87 abc

17.98 ± 0.81 c

19.59 ± 0.62 abc

18.00 ± 0.66 bc

19.15 ± 0.89 abc

C15:0 1.62 ± 0.11 ab

1.99 ± 0.09 a

1.53 ± 0.09 ab

1.80 ± 0.05 a

1.39 ± 0.04 b

1.53 ± 0.05 ab

1.57 ± 0.05 ab

1.55 ± 0.08 ab

C16:0 15.99 ± 13.30 ± 12.27 ± 13.07 ± 16.08 ± 15.68 ± 13.18 ± 14.83 ±

Page 66: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

51

0.56 a 0.62 a 0.83 a 0.75 a 0.59 a 0.45 a 0.66 a 1.04 a

C18:0 13.27 ± 0.69 a

16.94 ± 2.29 a

13.75 ± 1.26 a

16.94 ± 1.34 a

15.92 ± 0.49 a

17.36 ± 0.63 a

16.29 ± 1.20 a

10.84 ± 0.94 a

C20:0 0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.15 ± 0.03 a

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.11 ± 0.01 a

0.10 ± 0.01 a

C23:0 0.00 ± 0.00 b

0.01 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 b

0.01 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

AGS 56.79 55.76 47.24 51.26 51.37 54.16 49.15 46.48

C16:1 14.34 ± 0.61 a

14.09 ± 0.58 a

11.64 ± 0.35 a

11.44 ± 0.25 a

10.68 ± 0.55 a

11.74 ± 0.41 a

12.32 ± 0.58 a

11.83 ± 0.58 a

C18:1 11.73 ± 0.66 ab

9.24 ± 0.79 b

19.37 ± 0.70 a

16.73 ± 0.29 ab

17.33 ± 1.21 ab

19.10 ± 0.47 ab

18.53 ± 1.25 ab

19.21 ± 0.81 a

C20:1 0.02 ± 0.01 a

0.06 ± 0.01 a

0.03 ± 0.00 a

0.02 ± 0.00 a

0.02 ± 0.00 a

0.03 ± 0.00 a

0.19 ± 0.04 a

0.14 ± 0.00 a

C22:1 0.01 ± 0.00 a

0.01 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 b

0.01 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

AGMI 26.10 23.40 31.04 28.20 28.03 30.87 31.04 31.18

C20:3 0.02 ± 0.00 c

0.03 ± 0.00 bc

0.07 ± 0.00 abc

0.15 ± 0.01 ab

0.10 ± 0.00 abc

0.06 ± 0.00 abc

0.12 ± 0.01 ab

0.33 ± 0.02 a

AGPI n-9

0.02 0.03 0.07 0.15 0.10 0.06 0.12 0.33

C18:2 6.92 ± 0.35 b

16.99 ± 0.58 a

13.98 ± 1.14 ab

16.70 ± 0.64 a

15.96 ± 0.31 ab

15.39 ± 0.77 ab

14.66 ± 0.83 ab

14.23 ± 0.93 ab

C20:2 0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

0.00 ± 0.00 a

C20:4 0.12 ± 0.02 bc

0.04 ± 0.01 c

0.25 ± 0.01 abc

0.27 ± 0.01 abc

0.24 ± 0.00 abc

0.37 ± 0.02 a

0.27 ± 0.02 abc

0.32 ± 0.01 ab

AGPI n-6

7.04 17.03 14.23 16.97 16.20 15.76 14.93 14.55

C18:3 0.65 ± 0.03 c

1.36 ± 0.07 bc

4.91 ± 0.52 abc

7.26 ± 0.80 abc

10.94 ± 0.93 a

4.21 ± 0.45 abc

9.03 ± 0.93 ab

12.05 ± 1.46 a

C20:5 0.47 ± 0.10 b

1.38 ± 0.12 ab

1.53 ± 0.16 ab

1.07 ± 0.14 ab

1.47 ± 0.11 ab

1.83 ± 0.18 a

2.06 ± 0.06 a

1.42 ± 0.21 ab

C22:6 0.01 ± 0.00 ab

0.02 ± 0.00 a

0.01 ± 0.00 ab

0.01 ± 0.00 ab

0.00 ± 0.00 b

0.00 ± 0.00 b

0.01 ± 0.00 ab

0.00 ± 0.00 b

AGPI n-3

1.13 2.76 6.46 8.34 12.41 6.03 11.10 13.47

AGPI 8.18 19.82 20.75 25.46 28.71 21.86 26.15 28.35

AGPI/AGS

0.14 0.36 0.44 0.50 0.56 0.40 0.53 0.61

n-6/ n-3

6.24 6.18 2.20 2.04 1.30 2.61 1.34 1.08

Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes entre columnas indican diferencias estadísticas significativas (p<0.05). (n=3). Control: control sin garbanzo, Óptima: control con garbanzo (30%), T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza. AGS: ácidos grasos saturados, AGMI: ácidos grasos moninsaturados, AGPI: ácidos grasos poliinsaturados.

Page 67: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

52

Cabe resaltar que los tratamientos con mayor concentración de ácido linoleico

(AL, C18:2, n-6) fueron Óptima (16.99 ± 0.58%), T2 (10% chía: 16.70 ± 0.64%) y T3

(15% chía: 15.30 ± 0.23%); mientras que T3 (15% chía: 10.94 ± 0.93%) y T6 (15%

linaza: 12.05 ± 1.46%) fueron los que presentaron mayores valores de ácido alfa-

linolénico (ALA, C18:3, n-3). Respecto a los ácidos grasos poliinsaturados de

cadenas más largas, se encontró mayor porcentaje de ácido aráquidonico (ARA,

C20:4, n-6) en T4 (5% linaza) (0.37 ± 0.02%); mientras que el ácido

eicosapentaenoico (EPA, C20:5, n-3) resultó ser mayor en T5 (2.06 ± 0.06%). En

cuanto al DHA (C22:6, n-3), los valores fueron muy bajos en todos los tratamientos,

encontrándose valores desde inferiores a 0.01 (T3-15% chía, T4-5% linaza y T6-15%

linaza) hasta 0.02 ± 0.00 en la dieta óptima. Por su parte, la dieta Control fue la que

presentó el mayor porcentaje de ácidos grasos saturados (56.79%) y el menor de

ácidos grasos poliinsaturados (8.18%); mientras que la dieta T6 (15% linaza) fue la

que mostró el contenido más bajo de ácidos grasos saturados (46.48%) y la mayor

concentración de ácidos grasos poliinsaturados (28.35%), junto con T3 (15% chía)

(28.71%). Así mismo, estas dos últimas dietas fueron las que registraron la mejor

relación n-6/n-3 (T3: 1.30 y T6: 1.08). Para este último parámetro, los valores más

altos fueron observados con las dietas control (Control: 6.24 y Óptima: 6.18).

En la Tabla 11 se muestran los valores de la relación de ácidos grasos presentes

en el filete de los peces con los ácidos grasos presentes en las dietas. Para los

ácidos grasos monoinsaturados, la relación en todos los tratamientos se encontró por

encima de 1.00, mientras que para los ácidos grasos saturados, todos los

tratamientos excepto T6 (15% linaza) (0.97), registraron una relación por encima de

1.00. En cuanto a los ácidos grasos poliinsaturados, todos los valores resultaron ser

inferiores a 1.00, lo cual coincide con la relación para los ácidos grasos del grupo de

los n-3. Finalmente, los resultados del grupo n-6 muestran una relación superior a

1.00 en los tratamientos T2 (10% chía) y T3 (15% chía), a diferencia de los otros en

los que la relación fue inferior a 1.00.

Page 68: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

53

Tabla 11. Relación de ácidos grasos del pez con los ácidos grasos de la dieta.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

Saturados 1.05 1.29 1.15 1.03 1.04 1.18 1.12 0.97

Monoinsaturados 1.15 1.06 1.90 1.61 1.61 1.78 1.87 1.98

Poliinsaturados 0.33 0.75 0.45 0.88 0.79 0.52 0.76 0.78

n-3 0.11 0.31 0.25 0.49 0.56 0.28 0.67 0.68

n-6 0.50 0.96 0.71 1.42 1.13 0.78 0.83 0.87

Control: control sin garbanzo, Óptima: control con garbanzo (30%), T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza.

Efecto en la composición bioquímica del filete

La composición proximal de los filetes de O. niloticus alimentados con las

diferentes dietas en la segunda parte del proyecto se muestra en la Tabla 12. En

general, los valores de extracto etéreo, fibra cruda, cenizas, extracto libre de

nitrógeno y energía fueron similares en las ocho dietas; mientras que los valores de

proteína resultaron ser estadísticamente diferentes (p<0.05) entre los peces

alimentados con Óptima (33.59 ± 0.29%) y T5 (10% linaza) (30.50 ± 0.41%),

obteniéndose un mayor porcentaje en los animales alimentados con la primer dieta

que con la segunda.

Tabla 12. Composición proximal de los filetes liofilizados de O. niloticus alimentada con

diferentes porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

Humedad

(%)

1.21 ±

0.10 a

1.61 ±

0.07 a

1.57 ±

0.02 a

1.73 ±

0.23 a

1.65 ±

0.08 a

1.32 ±

0.17 a

1.14 ±

0.31 a

1.36 ±

0.05 a

Proteína

(%)

31.16 ±

0.21 ab

33.59 ±

0.29 a

31.22 ±

0.28 ab

32.94 ±

0.4 ab

32.34 ±

0.19 ab

32.88 ±

0.16 ab

30.50 ±

0.41 b

32.22 ±

0.48 ab

Extracto

Etéreo

(%)

8.38 ±

0.09 a

7.64 ±

0.52 a

8.28 ±

0.21 a

8.31 ±

0.78 a

8.02 ±

0.21 a

7.78 ±

0.37 a

9.42 ±

0.20 a

9.72 ±

0.81 a

Fibra Cruda

(%)

0.32 ±

0.13 a

0.19 ±

0.03 a

0.19 ±

0.04 a

0.26 ±

0.06 a

0.14 ±

0.04 a

0.47 ±

0.10 a

0.12 ±

0.01 a

0.24 ±

0.02 a

Cenizas (%) 5.71 ±

0.21 a

5.61 ±

0.02 a

5.60 ±

0.11 a

5.24 ±

0.09 a

5.47 ±

0.09 a

5.77 ±

0.05 a

5.51 ±

0.10 a

5.39 ±

0.09 a

ELN (%) 54.50 ±

0.38 a

52.97 ±

0.24 a

54.71 ±

0.03 a

53.25 ±

0.50 a

54.02 ±

0.45 a

53.10 ±

0.41 a

54.44 ±

0.67 a

52.44 ±

0.70 a

Page 69: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

54

Energía

(cal/g)

415.90

± 1.13 a

415.10

± 1.71 a

416.80

± 0.36 a

418.40

± 2.74 a

416.90

± 0.37 a

413.70

± 1.35 a

420.90

± 0.52 a

422.30

± 2.88 a

Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes entre columnas indican diferencias estadísticas significativas (p<0.05). (n=3). Control: control sin garbanzo, Óptima: control con garbanzo (30%), T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza.

Efecto en la textura del filete

Los resultados de textura en los filetes de O. niloticus se expresan como carga de

compresión en newtons (N) al momento de la ruptura del tejido. Los datos muestran

diferencias significativas entre tratamientos (Tabla 13), observándose el mayor valor

con el tratamiento de 5% de linaza (1.56 ± 0.09 N); mientras que el menor con el

tratamiento de 10% de linaza (1.19 ± 0.11 N).

Tabla 13. Valores de textura (N) del filete de O. niloticus alimentada con diferentes

porcentajes de inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

1.54 ± 0.15 ab

1.39 ± 0.11 ab

1.29 ± 0.07 ab

1.29 ± 0.09 ab

1.38 ± 0.06 ab

1.56 ± 0.09 a

1.19 ± 0.11 b

1.28 ± 0.07 ab

Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras diferentes entre columnas indican

diferencias estadísticas significativas (p<0.05).

En la Figura 5 se muestra la correlación entre el porcentaje de ácidos grasos

saturados y la textura (N) de los filetes de O. niloticus alimentados con los diferentes

porcentajes de inclusión de chía y linaza. Según el valor de correlación de Pearson

(r= 0.78, p= 0.02), se observa una relación positiva entre el contenido de ácidos

grasos saturados y la textura del filete, de tal forma que a mayor concentración de

estos ácidos grasos, mayor valor de textura.

Page 70: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

55

Figura 5. Correlación de Pearson entre el porcentaje de ácidos grasos saturados y la textura

de los filetes de O. niloticus alimentados con los diferentes porcentajes de inclusión de chía y

linaza.

Efecto en el desarrollo de los peces

Se obtuvieron datos de los parámetros productivos en los diferentes tratamientos

con el fin de verificar que no se presentara un efecto negativo al incluir chía y linaza

en la dieta de O. niloticus; no obstante, cabe mencionar que debido al tamaño de la

muestra tan pequeño (n=3), es arriesgado establecer una conclusión definitiva de

estos parámetros a partir de los resultados expuestos en el presente documento.

Tabla 14. Parámetros productivos de O. niloticus alimentada con diferentes porcentajes de

inclusión de chía y linaza durante 45 días de cultivo.

Control Óptima T1 T2 T3 T4 T5 T6

GP (g) 181.00 ±

58.25 a

139.80 ±

37.24 a

117.60 ±

12.63 a

131.90 ±

27.80 a

132.70 ±

21.99 a

109.20 ±

23.16 a

168.00 ±

36.05 a

131.80 ±

8.72 a

TCA

(g/día)

4.03 ±

1.29 a

3.13 ±

0.82 a

2.60 ±

0.25 a

2.93 ±

0.64 a

2.97 ±

0.48 a

2.43 ±

0.52 a

3.70 ±

0.80 a

2.93 ±

0.18 a

TCE

(%/día)

1.33 ±

0.38 a

1.23 ±

0.27 a

0.90 ±

0.10 a

1.07 ±

0.18 a

0.97 ±

0.18 a

0.83 ±

0.12 a

1.35 ±

0.15 a

1.03 ±

0.18 a

40 45 50 55 601.0

1.2

1.4

1.6

1.8

AGS (%)

Textu

ra (

N)

r= 0.78

p= 0.02

r= 0.78p= 0.02

Page 71: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

56

FCA 1.67 ±

0.72 a

1.57 ±

0.57 a

1.93 ±

0.23 a

1.73 ±

0.39 a

1.87 ±

0.37 a

2.13 ±

0.58 a

1.30 ±

0.30 a

1.67 ±

0.12 a

S (%) 100 100 100 100 100 100 100 100

RC (%) 92.38 ±

0.97 a

93.83 ±

0.50 a

91.98 ±

0.68 a

91.10 ±

0.42 a

91.07 ±

2.15 a

91.87 ±

0.59 a

90.53 ±

0.88 a

91.66 ±

0.51 a

RF (%) 27.92 ±

1.64 a

30.50 ±

1.11 a

30.14 ±

0.77 a

29.28 ±

2.17 a

30.80 ±

6.52 a

30.80 ±

1.39 a

33.19 ±

0.58 a

32.23 ±

1.01 a

K 2.01 ±

0.09 a

1.98 ±

0.04 a

1.85 ±

0.10 a

1.93 ±

0.07 a

1.92 ±

0.12 a

1.85 ±

0.02 a

1.87 ±

0.13 a

1.96 ±

0.09 a

IVS 5.43 ±

0.79 a

4.35 ±

0.47 a

6.09 ±

0.57 a

6.61 ±

0.29 a

6.78 ±

1.38 a

5.88 ±

0.46 a

6.92 ±

0.69 a

6.06 ±

0.36 a

IHS 2.19 ±

0.28 a

1.82 ±

0.09 a

1.93 ±

0.28 a

2.29 ±

0.16 a

2.15 ±

0.76 a

2.24 ±

0.28 a

2.54 ±

0.20 a

2.27 ±

0.17 a

Datos expresados como media ± error estándar. Medias con letras iguales entre columnas indican no diferencias estadísticas significativas (p<0.05). (n=3). Control: control sin garbanzo, Óptima: control con garbanzo (30%), T1: 5% chía, T2: 10% chía, T3: 15% chía, T4: 5% linaza, T5: 10% linaza, T6: 15% linaza. PPI: peso promedio inicial, PPF: peso promedio final, GP: ganancia de peso, TCA: tasa de crecimiento absoluta, TCE: tasa de crecimiento específica, FCA: factor de conversión alimenticia, S: sobrevivencia, RC: rendimiento en canal, RF: rendimiento en filete, K: factor de condición, IVS: índice viscerosomático, IHS: índice hepatosomático.

Según los parámetros productivos, los índices viscerosomático y hepatosomático

obtenidos a partir de este bioensayo (Tabla 14), se puede establecer que no se

presentaron diferencias estadísticas significativas entre tratamientos (p<0.05).

7.3. Costo de los alimentos experimentales

En la Tabla 15 se muestran los costos por kilogramo de los alimentos

experimentales empleados durante todo el proyecto, así como el porcentaje de

reducción o aumento con respecto a la dieta control. Dentro de las dietas

experimentales empleadas en la primera parte del proyecto, la dieta más costosa

resultó ser la control ($17.15/Kg), mientras que la más económica fue aquella con un

porcentaje de inclusión del 60% de harina de garbanzo 70/80 extruida ($13.30/Kg).

Para la segunda parte del proyecto, la dieta óptima 30% de inclusión de garbanzo

resultó ser la más económica ($15.23/Kg), seguida de las dietas con inclusión de

Page 72: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

57

linaza, principalmente la del 5% de inclusión (T4) ($15.76/Kg); mientras que las tres

dietas con inclusión de chía (T1: 5%, T2: 10% y T3: 15%) fueron las más costosas

($18.46/Kg, $21.70/Kg y $24.94/Kg).

Tabla 15. Costo de diferentes tipos de alimentos para O. niloticus.

Alimento $pesos/Kg Reducción/aumento

(%)

Dieta control experimental 17.15

Dieta 30% inclusión garbanzo 70/80 15.23 -11.2

Dieta 60% inclusión garbanzo 70/80 13.30 -22.5

Dieta 30% garbanzo 70/80-5% chía 18.46 +7.1

Dieta 30% garbanzo 70/80-10% chía 21.70 +20.9

Dieta 30% garbanzo 70/80-15% chía 24.94 +31.2

Dieta 30% garbanzo 70/80-5% linaza 15.76 -8.1

Dieta 30% garbanzo 70/80-10% linaza 16.30 -4.9

Dieta 30% garbanzo 70/80-15% linaza 16.84 -1.8

Fuente: Banco Mundial (2014), PURP (2015), Web (2015).

8. DISCUSIÓN

8.1. Composición de ingredientes experimentales y dietas (Bioensayo I)

Los resultados de los análisis proximales de la harina de garbanzo 70/80 extruida

evidencian un porcentaje de proteína (17.78%) inferior al reportado en otros estudios,

donde la concentración de este nutriente oscila entre 22.5 y 25.0% (Bampidisa y

Christodouloub, 2011; Montoya-Mejía, 2012; Aguilar-Raymundo y Vélez-Ruiz, 2013).

Así mismo, los valores de lípidos (4.75%) resultaron ser ligeramente inferiores a los

obtenidos en estas investigaciones (5.0-6.2%), mientras que los carbohidratos

(69.76%) fueron ligeramente superiores (62.7-66.3%). Lo anterior puede deberse a

que el garbanzo empleado para este trabajo es considerado de segunda clase, dado

que su calibre (70/80) es menor al requerido para ser comercializado para consumo

humano, parámetro que puede tener relación con la calidad nutricional del grano. No

obstante, las cenizas (3.34%) y la fibra cruda (4.37%) reflejaron concentraciones

Page 73: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

58

similares a las encontradas por Bampidisa y Christodouloub (2011) (3.4 y 4.7%

respectivamente) y Aguilar-Raymundo y Vélez-Ruiz (2013) (3.0% para ambos

parámetros).

Respecto a los resultados de los análisis proximales de las dietas de la primera

parte del proyecto, donde se incluye la harina de garbanzo 70/80 extruida a la dieta

control en dos proporciones diferentes (30 y 60%), se puede observar que las

cantidades de proteína (30.91-35.95%) y lípidos (10.63-10.91%) se encuentran

dentro de las recomendadas para alimentación de O. niloticus en etapa de engorda

(Lim y Webster, 2006; Abdel-Tawwab et al., 2010). Estudios previos han establecido

que los niveles de proteína para peces iniciando esta etapa debe estar entre el 30 y

35% (Santiago et al., 1982; Siddiqui et al., 1988; Lim y Webster, 2006; Abdel-

Tawwab et al., 2010), mientras que los lípidos no deben superar el 12%, debido a

que se puede ver comprometido el crecimiento de los animales (Lim y Webster,

2006). Por otra parte, existe muy poca información acerca de los requerimientos

nutricionales de la tilapia para los otros parámetros; sin embargo, algunos estudios

señalan que la inclusión de fibra no debe ser mayor al 5-10% en dietas para peces

(Valdez-González et al., 2013), aunque para tilapia nilótica se ha establecido que el

valor no debe ser mayor al 3.6% (Young et al., 1989 En: Valdez-González et al.,

2013).

A pesar de encontrar porcentajes de proteína que están dentro de los rangos

establecidos para la alimentación de la tilapia, los resultados muestran el mayor valor

en el tratamiento control y el menor en T2 (60%). Lo anterior está relacionado con el

porcentaje de inclusión de la harina de pescado sobre la dieta, la cual presenta una

concentración de este nutriente (61.47%) muy superior a la de la harina de garbanzo

empleada en el presente estudio. Los valores de carbohidratos por el contrario,

mostraron un aumento gradual a medida que se incluyó la harina de garbanzo, dado

que esta materia prima está caracterizada por ser una fuente muy alta de estos

compuestos (Adamidou et al., 2009 a y b).

Page 74: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

59

8.2. Bioensayo I: Inclusión de la harina de garbanzo extruida

En lo que respecta a investigaciones llevadas a cabo en O. niloticus, muchas

coinciden en que la inclusión de la harina de legumbres en su dieta, inclusive cuando

se han sometido a un proceso de extrusión, no debe ser mayor al 30% (Lin y Luo,

2011), como se observa en el presente trabajo. No obstante, en trabajos llevados a

cabo con el caupí (Vigna unguiculata), se ha reportado una inclusión máxima del

20% para que el crecimiento de los peces no se vea comprometido (Olvera-Novoa et

al., 1997; Lara-Flores et al., 2007; Olivera-Castillo et al., 2009); y así mismo, han

encontrado que la harina de haba (Vicia faba) no debe superar el 24% en una dieta

para tilapia nilótica (Azaza et al., 2009).

A pesar que en O. niloticus no se han llevado a cabo estudios de crecimiento con

garbanzo (Cicer arietinum), Tiril et al. (2009, En: Bampidisa y Christodouloub, 2011)

aconsejan una inclusión máxima del 30% de harina de garbanzo extruida en dietas

para juveniles de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) para que el rendimiento

productivo de esta especie no se vea afectado. Lo anterior concuerda con lo

observado en el presente trabajo para el crecimiento de O. niloticus, tanto en peso

como en talla, ya que los resultados evidenciaron un retraso en el crecimiento de los

peces alimentados con el mayor porcentaje de inclusión de harina de garbanzo

extruida (60%), mientras que con 30% de inclusión se obtuvo un crecimiento similar

al de la dieta control, indicando que es posible alimentar a la tilapia nilótica

empleando bajos porcentajes de harina de garbanzo de segunda clase extruida.

Cabe mencionar que los primeros 42 días de cultivo, los peces de los tres

tratamientos crecieron de forma similar, lo cual se puede deber a que la digestibilidad

del ingrediente tiende a ser mayor en organismos juveniles que en adultos, por lo que

seguramente a medida que iban creciendo, el aprovechamiento de los nutrientes fue

disminuyendo. Lo anterior fue reportado en el trabajo de Montoya-Mejía (2012), quien

señala que la digestibilidad del ingrediente de la harina de garbanzo extruida en

juveniles de O. niloticus es de 83.2%, mientras que en adultos es de 64.6%. Por lo

Page 75: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

60

tanto, cabe esperar que a medida que se aumenta el porcentaje del ingrediente

sobre la dieta, se vea comprometido la asimilación de nutrientes por parte del

organismo. Sin embargo, en otro estudio donde se evaluó la inclusión de la harina de

garbanzo como fuente de carbohidratos en la dieta de la lobina (Dicentrarchus

labrax), se observaron digestibilidades similares con inclusiones del 15 y 30%: 93.2 y

93.0% respectivamente para proteína, 97.2 y 96.2% respectivamente para grasa,

96.4 y 94.5% respectivamente para almidón, y 95.0 y 94.2% respectivamente para

energía (Adamidou et al., 2009a).

También en lobina (D. labrax), Adamidou et al. (2009b) evaluaron el crecimiento

suministrando dietas extruidas con inclusiones del 17 y 35% de harina de garbanzo.

En este trabajo, la dieta con menor inclusión de garbanzo fue la que mostró la mejor

tasa de crecimiento específico (1.00 %/día) y el menor factor de conversión

alimenticia (1.24), mientras que la dieta con 35% de inclusión de garbanzo presentó

una tasa de crecimiento específica de 0.87 %/día y un factor de conversión

alimenticia de 1.36.

Comparado con el estudio anterior, en el presente se observaron mayores tasas

de crecimiento específica (%/día) para O. niloticus alimentada con 30 y 60% de

inclusión de harina de garbanzo 70/80 extruida (2.09 y 1.65 %/día, respectivamente).

Así mismo, estos valores fueron superiores a los reportados para esta misma

especie por Aguilar-Aguilar (2010) en organismos hasta 450 g (1.284 - 1.326 %/día),

quien comparó dietas extruidas y peletizadas, así como en un trabajo donde

analizaron el crecimiento en función del porcentaje de proteína de la dieta en

juveniles (0.524 - 0.672 %/día) (Abdel-Tawwab et al., 2010); mientras que Bermúdez

et al. (2012) analizaron el efecto del abono en un cultivo de tilapia en animales

criados hasta los 550 g aproximadamente (0.65 - 0.71 %/día). Por el contrario, los

resultados encontrados en este estudio fueron ligeramente inferiores a los expuestos

por Azaza et al. (2009), quienes evaluaron la inclusión de haba (V. faba) en un 12%

(2.56 %/día), 24% (2.53 %/día) y 30% (2.35 %/día) en individuos desde los 17 hasta

los 115 g aproximadamente; mientras que comparados con los de Aguilar-Aguilar

Page 76: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

61

(2010) en peces juveniles (3.33 - 3.38 %/día), las tasas de crecimiento especifica

resultaron ser mucho más bajas.

En cuanto a la tasa de crecimiento absoluta (g/día) con la dieta de 30% de

inclusión de harina de garbanzo en el presente estudio (2.63 g/día), esta resultó ser

superior a las reportadas por Azaza et al. (2009) (1.11 – 1.34 g/día) en animales en

la primera etapa de crecimiento, Aguilar-Aguilar (2010) en juveniles (2.29 - 2.43

g/día), y por Bermúdez et al. (2012) en peces en etapa de finalización (2.00 – 2.29

g/día). Comparado con los hallado por los primeros autores, el valor de tasa de

crecimiento absoluta con la dieta de 60% de inclusión de harina de garbanzo (1.75

g/día) fue inclusive mayor. No obstante, en el trabajo de Aguilar-Aguilar (2010), los

resultados para este parámetro en peces en etapa de crecimiento más avanzada

(hasta 450 g aproximadamente) resultaron ser superiores (2.92 – 3.27 g/día) a los

encontrados para las tres dietas evaluadas en este proyecto.

Por otra parte, el factor de conversión alimenticia en el presente estudio mostró

buenos resultados (1.23 – 1.84) comparado con lo reportado por otros autores (1.93

– 2.79) (Abdel-Tawwab et al., 2010; Bermúdez et al., 2012); inclusive confrontado lo

obtenido en la dieta de 60% de inclusión de harina de garbanzo (1.84) con el trabajo

de Azaza et al. (2009), quienes obtuvieron un factor de conversión de 1.79 en la dieta

con 30% de inclusión del haba (V. faba). Sin embargo, en la investigación llevada a

cabo por Aguilar-Aguilar (2010) se encontraron valores más bajos para este

parámetro, tanto en peces en la primera etapa de crecimiento (0.76 – 0.81), como en

etapas más avanzadas (1.07 – 1.21).

Respecto a la biomasa total, en los tres tratamientos de este proyecto (0.89 a

1.23 Kg/m3) resultó ser muy inferior a la reportada por Aguilar-Aguilar (2010) en

peces en la primera etapa de crecimiento (4.17 - 4.18 Kg/m3) y en una etapa más

avanzada (8.56 - 9.54 Kg/m3); no obstante, fueron ligeramente superiores a las

conseguidas por Bermúdez et al. (2012) en animales en la etapa de finalización (0.34

– 0.40 Kg/m3). Cabe mencionar que este parámetro puede presentar grandes

Page 77: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

62

variaciones dependiendo del peso final y la densidad de siembra, por lo que no es

comparable con otros estudios, a no ser que hayan sido llevados a cabo bajo las

mismas condiciones experimentales.

Finalmente, en lo que respecta a los parámetros productivos, el factor de

condición es una variable que brinda información acerca del estado de salud de una

población, por lo que a medida que el valor es mayor, mejor condición presenta el

grupo de organismos analizados (Cifuentes et al., 2012), además de obtener un

rendimiento en canal y filete más alto (FAO, 2005-2015). Según los datos

observados en el presente estudio, la condición de los peces de los tres tratamientos

evaluados (1.88 a 2.00) resultó ser similar a la reportada también para tilapia nilótica

en otros estudios, como en el de Aguilar-Aguilar (2010), que encontró valores de 1.85

a 1.94 en peces en etapas de crecimiento, y en el de Cedano-Castro et al. (2013), los

cuales obtuvieron un factor de condición de 2.3. No obstante, según Timmons et al.

(2009, En: Cedano-Castro et al., 2013), el valor de este parámetro para O. niloticus

debe estar entre 2.08 y 2.5, por lo que en el presente caso, los peces alimentados

con la dieta de 30% de inclusión de harina de garbanzo, fueron los únicos que

presentaron una condición adecuada.

En general, los datos obtenidos en el presente estudio muestran una disminución

en el crecimiento de la tilapia nilótica al hacer inclusiones muy altas de la harina de

garbanzo 70/80 extruido sobre la dieta. Lo anterior se puede deber posiblemente a

diferentes factores, dentro de los que se encuentran principalmente la palatabilidad,

el efecto de los factores antinutricionales y una deficiencia aminoacídica. No

obstante, a pesar que otros autores aseguran que el consumo de alimento en los

peces disminuye a medida que aumenta la concentración de la materia prima de

origen vegetal como consecuencia de una reducción en la palatabilidad (Fontaínhas-

Fernandes et al., 1999; Azaza et al., 2009), este criterio no es adecuado para

justificar las diferencias en el crecimiento con la dieta de 60% de inclusión de harina

de garbanzo, pues durante todo el proyecto se observó una adecuada receptividad

del alimento por parte de los peces. Además, ya en otro trabajo han reportado un

Page 78: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

63

aumento en la ingesta de alimento en la dorada (S. aurata), a medida que incrementa

el porcentaje de inclusión de harina de garbanzo extruido (Bampidisa y

Christodouloub, 2011).

Otro aspecto a tener en cuenta, es el efecto de los antinutrientes presentes en el

garbanzo. Ha sido ampliamente documentado el efecto negativo de estos

compuestos secundarios sobre el crecimiento en peces, e inclusive, se sabe que

órganos como hígado, páncreas y molleja se vuelven hipertróficos en animales

monogástricos; sin embargo el garbanzo, comparado con otras leguminosas como

soya, chicharos y frijoles comunes, contienen menores cantidades de inhibidores de

proteasas (Bampidisa y Christodouloub, 2011; Qayyum et al., 2012). Además, Henry

et al. (2012) evaluaron el efecto de la inclusión de la harina de garbanzo en la dieta

sobre el sistema inmune de la dorada (Sparus aurata), argumentando que muchos

factores antinutricionales (lectinas, taninos y saponinas) pueden tener un efecto

inmunoestimulante en algunos peces según estudios previos. Dentro de sus

resultados, reportaron que el crecimiento de este pez no se ve afectado con

inclusiones de hasta un 35%, y que no existe actividad tóxica, ni si quiera con una

alta concentración de esta fuente vegetal.

De igual manera, otros estudios han comprobado la efectividad de los

tratamientos térmicos para la eliminación o reducción de los factores antinutricionales

presentes en el garbanzo (Qayyum et al., 2012; Valdez-González et al., 2013).

Qayyum et al. (2012) señalan que los fitatos de este grano se pueden reducir hasta

un 69%, las hemaglutininas y lectinas cerca de un 79%, y los inhibidores de

proteasas cerca de un 81% cuando se someten a procesos con calor.

Conjuntamente, otros trabajos mencionan que estos compuestos no afectan a la

mayoría de especies de peces, dentro de las que se encuentra la tilapia, ya que

estos organismos son considerados muy tolerantes a los compuestos secundarios de

las fuentes de origen vegetal, comparados con la carpa y la trucha (Valdez-González

et al., 2013). Teniendo en cuenta lo anterior, y que la harina de garbanzo empleada

en el presente trabajo fue sometida a un proceso de extrusión, es difícil asegurar que

Page 79: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

64

la baja tasa de crecimiento de los peces cultivados con 60% de inclusión de esta

materia prima, haya sido principalmente responsabilidad de los antinutrientes

característicos de las leguminosas.

Por último, la deficiencia aminoacídica del garbanzo parece ser la principal causa

de afectación del crecimiento en el presente trabajo, pues es ampliamente conocido

que a pesar que la calidad de la proteína del garbanzo es mejor que la de otras

leguminosas como el frijol negro (Vigna mungo), la judía mungo (Vigna radiata) y el

frijol rojo (Cajanus cajan), esta es deficiente en aminoácidos azufrados como la

metionina y cisteína, así como en triptófano (Aguilar-Raymundo y Vélez-Ruiz, 2013),

los cuales son requeridos para el adecuado desarrollo de todos los peces (Santiago y

Lovell, 1988 En: Aguilar-Aguilar, 2010; Jobling, 2015). Cabe mencionar que la calidad

nutricional de la proteína de un alimento depende de la composición de aminoácidos,

y una deficiencia de estos compuestos conlleva a una baja utilización de la proteína

dietaria, reduciendo consecuentemente el crecimiento del animal (Köprücü y

Özdemir, 2005; Qayyum et al., 2012).

A esta misma conclusión llegaron Azaza et al. (2009) en su trabajo, donde

adjudicaron el bajo desarrollo de individuos de O. niloticus alimentados con un

porcentaje de inclusión del 30% de harina de haba (V. faba) a la deficiencia de

metionina. Además, sumado a la carencia en el perfil de aminoácidos del garbanzo,

si se tiene en cuenta que a pesar que el proceso de extrusión reduce los compuestos

antinutricionales, este no los elimina del todo, por lo que es probable pensar que los

residuos de ácido fítico y compuestos cianogénicos hayan contribuido a la afectación,

ya que se sabe que el primero de estos disminuye la digestibilidad de las proteínas

dietarias y el segundo provoca un incremento en el requerimiento del animal hacia

los aminoácidos azufrados (Valdez-González et al., 2013).

Page 80: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

65

8.3. Composición de ingredientes experimentales y dietas (Bioensayo II)

Los resultados de los análisis proximales de los ingredientes experimentales en la

segunda parte del proyecto, mostraron un valor de proteína para la chía (22.71%)

ligeramente superior al reportado por Ayerza (2013) (18.80-19.00%) y Jiménez et al.

(2013) (19.90%); mientras que para linaza, el valor encontrado (19.15%) resultó ser

similar al registrado por Jiménez et al., (2013) (19.90%), pero inferior al hallado por

Ostojich-Cuevas y Sangronis (2012) (21.47-22.31%). En cuanto al contenido de

lípidos de chía (35.03%) y linaza (38.83%), ambos se encontraron dentro del rango

de valores establecidos en otros estudios para ambas semillas (27.90-34.20% y

37.40-43.46% respectivamente) (Ostojich-Cuevas y Sangronis, 2012; Ayerza, 2013;

Jiménez et al., 2013). Por otro lado, se observó un valor para fibra en chía (27.47%)

similar a lo reportado por Ayerza (2013) (23.19-25.94%) y Jiménez et al. (2013)

(33.00%); no obstante, el de linaza (14.42%) es muy bajo comparado con los datos

registrados por Ostojich-Cuevas y Sangronis (2012) (31.97-33.54%) y Jiménez et al.

(2013) (25.20%). Así mismo, el valor para carbohidratos en linaza (24.52%) resultó

ser mayor al reportado por Jiménez et al. (2013) (7.20%); y en chía (10.88%) al

hallado por Ayerza (2013) (8.60%). Finalmente, las cenizas tanto en chía (3.90%)

como en linaza (3.13%), fueron similares a las obtenidas por Jiménez et al. (2013)

(4.50 y 3.10% respectivamente) y Ostojich-Cuevas y Sangronis (2012) (3.22-3.27)

para el caso de linaza.

Respecto a los resultados de los análisis proximales de las dietas de la segunda

parte del proyecto, en las que se incluye diferentes porcentajes de chía y linaza como

enriquecimiento de ácidos grasos n-3, se puede observar que las cantidades de

proteína (26.89-28.05%) resultaron ser ligeramente inferiores al 30% recomendado

para etapa de engorda de O. niloticus, y más bajas que las dietas control (32.95 y

35.95%); no obstante, algunos autores sostienen que el porcentaje de proteína para

la última etapa de producción puede oscilar entre un 24 y 34% (FAO, 2005-2015),

por lo que se considera que el contenido de este nutriente en las dietas es adecuado

para el desarrollo de las tilapias. Por el contrario, los lípidos de las dietas con chía

Page 81: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

66

(12.68-14.48%) y linaza (12.45-14.86%) fueron superiores a los de las dietas control

(10.64-10.74%), y en todos los casos se encontraron por encima del 12%, máximo

recomendado para esta especie (Lim y Webster, 2006); sin embargo, como se puede

observar en los resultados de crecimiento en este segundo bioensayo (Tabla 14), no

se encontraron diferencias significativas en el crecimiento entre tratamientos, lo que

indica que el alto porcentaje de lípidos presente en las dietas experimentales no tuvo

repercusión sobre el crecimiento de los peces. La fibra por su parte, presentó valores

ligeramente inferiores a los de las dietas control (1.19 y 1.27%), tanto en los

alimentos con chía (0.70-1.41%) como con los de linaza (0.53-1.18%), aunque cabe

aclarar que en todos los casos se encontraron dentro del valor recomendado para el

desarrollo de O. niloticus, el cual no debe ser mayor del 3.6% (Young et al., 1989 En:

Valdez-González et al., 2013). Finalmente, el contenido de carbohidratos fue similar

(52.44-54.71%) con el del tratamiento control y el tratamiento de la dieta óptima

(54.50 y 52.97% respectivamente), mientras que los de energía (386.23-391.44 cal/g)

resultaron ser ligeramente inferiores a estos últimos (390.55 y 391.67 cal/g).

8.4. Bioensayo II: Enriquecimiento con chía y linaza

Composición de ácidos grasos

En la actualidad, existen varios trabajos que evidencian cambios en el perfil de

ácidos grasos de la tilapia (O. niloticus) empleando fuentes de origen vegetal, como

la chía y linaza (Justi et al., 2003; Moreno-Poveda, 2013; Costa-e Silva et al., 2014);

no obstante, poco se sabe de la cantidad necesaria de inclusión de estas fuentes en

la dieta para poder observar cambios significativos en el pez, por lo que en el

presente trabajo se evaluaron diferentes porcentajes de inclusión de harina de chía y

linaza en la dieta de O. niloticus durante los últimos 45 días de cultivo.

Los resultados del perfil de ácidos grasos en las dietas experimentales muestran

un mayor porcentaje de n-3 en los alimentos enriquecidos con harina de chía (16.88 -

25.88%) y de linaza (16.68 - 21.93%) con respecto a los dos tratamientos control: sin

Page 82: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

67

inclusión de harina de garbanzo (Control: 10.67%) y con inclusión del 30% de harina

de garbanzo (Óptima: 8.91%). Así mismo, las dietas experimentales presentaron una

relación n-6/n-3 ligeramente más baja que los controles, observándose tanto en las

dietas con inclusión de chía como de linaza, una mejor relación con el mayor

porcentaje de inclusión (T3-15% chía: 0.65 y T6-15% linaza: 0.85). En el caso de la

chía, este valor resultó ser muy inferior al obtenido por Costa-e Silva et al. (2014) en

una dieta experimental para O. niloticus con un 5% de inclusión de harina de chía (n-

6/n-3: 2.71), mientras que fue similar al reportado por Moreno-Poveda (2013) (n-6/n-

3: 0.68) quien elaboró una dieta con harina de chía de tal forma que esta aportara un

6% de los lípidos totales de la dieta. Por su parte, al comparar con los resultados de

linaza, el valor fue ligeramente mayor al registrado por Moreno-Poveda (2013) (n-6/n-

3: 0.66) y Tonial et al. (2009) (n-6/n-3: 0.50), en dietas hechas con harina y aceite de

linaza, respectivamente. Contrario a los resultados obtenidos por Justi et al. (2003)

(n-6/n-3: 1.32) y Molnár et al. (2012) (n-6/n-3: 1.1), quienes obtuvieron relaciones

mayores a las del presente trabajo en dietas elaboradas con aceite de linaza para O.

niloticus.

En cuanto a la relación de ácidos grasos poliinsaturados con los ácidos grasos

saturados, se observaron mejores valores en la dietas experimentales que tenían un

5% de inclusión de harina de chía (AGPI/AGS: 1.11) y linaza (AGPI/AGS: 0.92). Sin

embargo, estas relaciones resultaron ser menores a las obtenidas por otros autores

para chía (AGPI/AGS: 3.86 y 2.83) (Moreno-Poveda, 2013; Costa-e Silva et al., 2014)

y para linaza (AGPI/AGS: 3.76, 3.00, 3.70, 3.46) (Justi et al., 2003; Tonial et al.,

2009; Molnár et al., 2012; Moreno-Poveda, 2013). Lo anterior se debe principalmente

a que el contenido de ácidos grasos poliinsaturados de las dietas en el presente

trabajo, tanto de n-6 como de n-3, resultó ser menor al de las dietas elaboradas por

los otros autores; e inclusive, en el caso del ácido linoleico (C18:2, n-6) (11.71 –

19.87%), los valores se encontraron por debajo al porcentaje que en general

presentan las dietas comerciales (38.8%), aunque para el ácido alfa-linolénico

(C18:3, n-3) los valores de las dietas experimentales (8.17 – 20.93%) fueron

superiores a los reportados para dietas comerciales (3.3%) (Visentainer et al., 2005),

Page 83: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

68

lo cual es de esperarse debido a la inclusión en las dietas de semillas ricas en este

ácido graso.

Respecto a los resultados en los filetes de O. niloticus en el presente estudio, se

encontró que los ácidos grasos saturados fueron los más abundantes en todos los

tratamientos, lo que generó relaciones de ácidos grasos poliinsaturados con ácidos

grasos saturados muy bajas (AGPI/AGS: 0.14 – 0.61), comparadas con las

reportadas por otros autores para esta misma especie alimentada con inclusiones de

harina de chía (AGPI/AGS: 0.98, 1.06 y 2.47) (Moreno-Poveda, 2013; Costa-e Silva

et al., 2014; Fernandes-Montanher et al., 2015), harina de linaza (AGPI/AGS: 0.96)

(Moreno-Poveda, 2013) y aceite de linaza (AGPI/AGS: 1.64, 0.60 y 1.17) (Justi et al.,

2003; Tonial et al., 2009; Molnár et al., 2012). No obstante, cabe mencionar que las

mejores relaciones se encontraron en los peces alimentados con los tratamientos

experimentales; e inclusive, resultó ser mayor en los peces alimentados con la dieta

óptima (AGPI/AGS: 0.36) que en el tratamiento Control (AGPI/AGS: 0.14). Es de

notar que los tratamientos con 10 y 15% de inclusión de chía y linaza, fueron los

únicos que presentaron una relación AGPI/AGS superior a 0.45, valor mínimo

recomendado para una adecuada salud humana (Kenneth, 1994).

En general, los ácidos grasos saturados más abundantes fueron el ácido mirístico

(C14:0), palmítico (C16:0) y esteárico (C18:0); los monoinsaturados, el ácido

palmitoleico (C16:1, n-9) y el ácido oleico (C18:1, n-9); y los poliinsaturados, el ácido

linoleico (C18:2, n-6) y el alfa-linolénico (C18:3, n-3). Estos resultados coinciden con

lo reportado por otros autores para O. niloticus alimentadas con dietas con inclusión

de chía y linaza (Justi et al., 2003; Al-Souti et al., 2012; Molnár et al., 2012; Moreno-

Poveda, 2013; Costa-e Silva et al., 2014), donde se establece que los ácidos

linoleico (C18:2, n-6) y alfa-linolénico (C18:3, n-3) son los principales contribuyentes

del total de ácidos grasos poliinsaturados (Fernandes-Montanher et al., 2015).

En el presente estudio se registraron porcentajes del ácido linoleico (C18:2, n-6)

entre 13.98 y 16.70% para los peces alimentados con chía, y entre 14.23 y 14.66%

Page 84: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

69

para los peces con inclusión de linaza; mientras que los valores del ácido alfa-

linolénico (C18:3, n-3) resultaron ser más bajos, encontrándose cantidades entre

4.91 y 10.94% para los peces con los tratamientos de chía, y entre 4.21 y 12.05%

para los peces alimentados con linaza. Cabe mencionar que la mayor concentración

de este último ácido graso se observó en el tratamiento con 15% de inclusión de

linaza; no obstante, este no fue significativamente diferente al compararlo con los

otros cinco tratamientos experimentales, pero sí con el tratamiento control y la dieta

óptima. Comparando los resultados del presente estudio de los animales sometidos a

las dietas con inclusión de harina de chía con lo obtenido por Moreno-Poveda (2013)

también en O. niloticus alimentadas con chía, se puede observar que los valores del

ácido linoleico (C18:2, n-6) fueron mayores (13.42%); mientras que los del alfa-

linolénico (C18:3, n-3) resultaron ser similares (9.82%), especialmente con T3-15%

chía. Por su parte, los resultados de los peces alimentados con linaza fueron

ligeramente superiores al rango reportado en otros trabajos tanto para el ácido

linoleico (C18:2, n-6) (9.10 - 13.76%), como para el alfa-linolénico (C18:3, n-3) (4.51 -

9.05%) (Tonial et al., 2009; Molnár et al., 2012; Moreno-Poveda, 2013); sin embargo,

Justi et al. (2003) registraron un valor muy alto de ácido linoleico (C18:2, n-6)

(26.60%) y muy bajo de ácido alfa-linolénico (C18:3, n-3) (0.71%), comparado con el

presente estudio y los autores mencionados anteriormente.

Se sabe que el ácido linoleico (C18:2, n-6) y el alfa-linolénico (C18:3, n-3) son

precursores de ácidos grasos poliinsaturados de cadena más larga, como el ácido

araquidónico (ARA) (C20:4, n-6) en el caso del grupo de los n-6, y de los ácidos

eicosapentaenoico (EPA) (C20:5, n-3) y docosahexaenoico (DHA) (C22:6, n-3) para

el caso de los n-3. Ambos ácidos grasos son metabolizados por el mismo sistema de

enzimas de desaturación y elongación (Costa-e Silva et al., 2014), y se conoce que

la tilapia nilótica tiene la capacidad de desaturar y elongar los dos, como la mayoría

de peces de agua dulce (Olsenl et al., 1990; Al-Souti et al., 2012). Anteriormente se

creía que el sistema enzimático de elongación y desaturación en tilapia favorecía la

ruta metabólica de los ácidos grasos n-6 (Olsenl et al., 1990); no obstante, en la

actualidad muchos autores sostienen que esto depende principalmente de la

Page 85: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

70

composición de la dieta, donde un aumento en la concentración del ácido alfa-

linolénico puede inhibir la desaturación y elongación del ácido linoleico (Visentainer

et al., 2005; Tonial et al., 2009).

Es posible que lo mencionado anteriormente se haya presentado en las tilapias de

este proyecto, debido a que en general se observaron mayores concentraciones de

EPA (C20:5, n-3) que de ARA (C20:4, n-6), encontrándose valores desde 0.24%

hasta 0.35% de este último ácido graso. Moreno-Poveda (2013) también reporta que

las concentraciones de ARA (C20:4, n-6) fueron indetectables en los filetes de tilapia

alimentadas tanto con harina de chía como de linaza; así mismo, Tonial et al. (2009)

obtienen un porcentaje muy bajo (0.20%) al incluir 7% de aceite de linaza en la dieta

de O. niloticus. No obstante, en el caso de los peces del tratamiento de linaza, Justi

et al. (2003) y Molnár et al. (2012) registran cantidades superiores de ARA (C20:4, n-

6) (2.66 y 2.71%) a las obtenidas en el presente estudio.

Cabe mencionar que estas bajas concentraciones de ARA (C20:4, n-6) en las

tilapias del presente proyecto pueden estar ocasionadas por diferentes factores que

no fueron medidos, incluyendo lo mencionado en el párrafo anterior. Sin embargo,

también es posible que los resultados de este ácido graso estén relacionados con el

hecho de que ARA (C20:4, n-6) es un precursor eicosanoide que cumple una función

importante en la resistencia al estrés (Al-Souti et al., 2012), por lo que pudo verse

disminuido debido a que los animales fueron sometidos a un cambio de sistema de la

primera parte del proyecto a la segunda. A pesar que las tilapias se consideran

organismos muy resistentes a diferentes condiciones de cultivo, se debe tener en

cuenta que son animales gregarios que pueden responder metabólicamente al

aislamiento (Patti et al., 2011), y a pesar que no se registraron sistemáticamente

respuestas de comportamiento, durante el segundo bioensayo se observó que los

peces se estresaron con el cambio de densidad.

En cuanto a los ácidos grasos de cadena larga del grupo de los n-3, los

resultados obtenidos muestran concentraciones de DHA (C22:6, n-3) muy bajas

Page 86: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

71

(>0.02%) comparadas con las reportadas por otros autores para tilapias alimentadas

con chía (4.68%) y linaza (1.2 – 4.22%) (Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005;

Tonial et al., 2009; Moreno-Poveda, 2013); aunque Costa-e Silva et al. (2014)

también encontraron un porcentaje muy bajo de DHA en O. niloticus alimentada con

un 5% de inclusión de chía (0.08%). Para el presente estudio, los bajos niveles de

este ácido graso pueden estar ocasionados por el método de extracción de lípidos

empleado, debido que en el método de Soxhlet se somete la muestra a calor durante

algunas horas, lo cual pudo contribuir a la degradación del DHA, ya que al ser

altamente insaturado, es más sensible a la peroxidación.

Cabe mencionar que muchos autores sostienen que los valores de DHA (C22:6,

n-3) en el filete de tilapia alimentada con chía o linaza, suele ser superior al

contenido de EPA (C20:5, n-3) justificando que este último ácido graso es empleado

en el proceso de beta-oxidación (Izquierdo et al., 2005; Fountoulaki et al., 2009;

Tonial et al., 2009; Al-Souti et al., 2012; Fernandes-Montanher et al., 2015). No

obstante; en el presente trabajo se observaron valores superiores de EPA (C20:5, n-

3) (chía: 1.07 – 1.53% y linaza: 1.42 – 2.06%) a los reportados Moreno-Poveda

(2013) para el caso de los peces alimentados con chía (0.58%) y linaza (0.47%). Así

mismo, los resultados del presente trabajo para este ácido graso en peces

alimentados con las diferentes inclusiones de linaza, fueron superiores a los

registrados por Justi et al. (2003) (0.16%), Visentainer et al. (2005) (0.25%), Tonial et

al. (2009) (0.80%) y Molnár et al. (2012) (0.44%).

Por otra parte, algunos autores han encontrado bajas concentraciones tanto de

EPA (C20:5, n-3) como de DHA (C22:6, n-3) en tilapias alimentadas con inclusión de

linaza en las dietas, estableciendo que a pesar de observarse un aumento en el

ácido alfa-linolénico (C18:3, n-3), la acumulación de ácidos grasos de cadenas más

largas no es efectiva (Molnár et al., 2012). Lo anterior es sustentado por Olsen et al.

(1990) y Tocher et al. (2002), quienes sostienen que la tilapia tiene una capacidad

limitada para elongar y desaturar EPA (C20:5, n-3) y DHA (C22:6, n-3) a partir del

ácido alfa-linolénico (C18:3, n-3). Lo anterior no se puede establecer en el presente

Page 87: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

72

trabajo debido a que no fue medido; no obstante, con los resultados obtenidos se

puede ver claramente que las dietas experimentales afectaron positivamente la

relación de los ácidos grasos n-6/n-3 en el filete de O. niloticus.

Los valores de n-6/n-3 de los peces de los tratamientos experimentales (chía:

1.30 – 2.20, linaza: 1.08 – 2.61) resultaron ser muy inferiores a los obtenidos con los

tratamiento control (Control: 6.24 y Óptima: 6.18); no obstante, las relaciones de los

peces alimentados con chía y linaza son muy similares, observándose valores

ligeramente menores en los animales alimentados con 15% de inclusión, tanto para

chía como para linaza, presentando así relaciones n-6/n-3 que se encuentran dentro

de los valores de consumo recomendados para una adecuada salud en humanos (n-

6/n-3: 1-2) (Simopoulos, 2000), por lo que es posible clasificar los filetes de tilapia

alimentadas con inclusiones de chía y linaza como un alimento funcional.

Al comparar los resultados de la relación n-6/n-3 con los reportados por otros

autores para el caso de chía, se puede ver que en el presente estudio se obtuvieron

relaciones inferiores a la reportada por Costa-e Silva et al. (2014) (n-6/n-3: 3.89) y

Fernandes-Montanher et al. (2015) (n-6/n-3: 1.70), pero superiores a la obtenida por

Moreno-Poveda (2013) (n-6/n-3: 0.87). Por su parte, los resultados para linaza

resultaron ser similares a los registrados por Tonial et al. (2009) (n-6/n-3: 1.1) y

superiores a los de Molnár et al. (2012) (n-6/n-3: 0.96) y Moreno-Poveda (2013) (n-

6/n-3: 0.93), pero muy inferiores al reportado por Justi et al. (2003) (n-6/n-3: 4.34).

Finalmente, según los resultados de la relación de ácidos grasos en el filete de

O. niloticus con los ácidos grasos presentes en la dieta, se puede observar en

general que los valores de los saturados y monoinsaturados son superiores a 1.00.

Lo anterior también fue encontrado por Olsenl et al. (1990), quienes sostienen que

los ácidos grasos saturados y monoinsaturados son los principales productos de la

síntesis de novo en peces, y que asimismo pueden ser incorporados al sistema de

almacenamiento de lípidos en el tejido.

Page 88: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

73

Por su parte, los ácidos grasos poliinsaturados total, así como los del grupo n-3 y

la mayoría de n-6 fueron inferiores a 1.00. Según Mjoun et al. (2012), valores

menores a 1.00 indican oxidación o metabolismo adicional, mientras que relaciones

mayores a 1.00 pueden mostrar incorporación directa o neogénesis; sin embargo, es

muy difícil explicar o asegurar que pudo haber pasado con los ácidos grasos, ya que

en el presente trabajo no se realizaron análisis para determinar estos valores, y la

incorporación de ácidos grasos dietarios puede estar influenciado por muchos

factores, dentro de los que se encuentran la inclusión preferencial, la beta-oxidación,

la actividad lipogénica y el funcionamiento de las enzimas involucradas en la

elongación y desaturación, entre otros (Al-Souti et al., 2012).

Composición bioquímica de los filetes

Los resultados de la composición proximal de los filetes de O. niloticus

alimentadas con diferentes porcentajes de inclusión de harina de chía y de linaza,

muestran que sólo se presentaron diferencias significativas en el porcentaje de

proteína, registrándose un mayor valor en los peces alimentados con el tratamiento

control con garbanzo (Óptima: 33.59%), el cual no evidenció diferencias significativas

con los otros tratamientos, a excepción del T5-10% linaza que presentó el porcentaje

más bajo (30.50%). En general, otros estudios reportan que el cambio en la fuente de

lípidos no afecta significativamente los valores de la composición proximal de O.

niloticus (Izquierdo et al., 2000; Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005; Tonial et

al., 2009; Al-Souti et al., 2012); no obstante, Moreno-Poveda (2013) también

encontró diferencias en el porcentaje de proteína del filete de O. niloticus,

observando el mayor valor en peces alimentados con semilla de chía (19.17%),

mientras que el menor con aceite de pescado (18.23%).

En general, la mayoría de trabajos reportan concentraciones de proteína en filete

de O. niloticus muy inferiores (17.20 – 23.40%) a las obtenidas en el presente estudio

(Izquierdo et al., 2000; Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005; Tonial et al., 2009;

Al-Souti et al., 2012; Moreno-Poveda; 2013); sin embargo, Jabeen y Chaudhry (2011)

Page 89: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

74

obtuvieron valores entre 39.80 y 57.30% en O. mossambicus en estado silvestre, y

señalan que según Ukoha y Olatunde (1988), los peces de la familia de los cíclidos

pueden presentar porcentajes de proteína entre 30 y 54%.

Así mismo, el contenido de lípidos de los animales del presente proyecto

resultaron ser superiores a los reportados por otros autores (1.20 – 6.30%) (Izquierdo

et al., 2000; Justi et al., 2003; Visentainer et al., 2005; Tonial et al., 2009; Al-Souti et

al., 2012; Moreno-Poveda; 2013). La clasificación de los peces según el contenido de

lípidos (Suriah et al., 1995 En: Jabeen y Chaudhry, 2011), indica que las tilapias del

presente trabajo presentan un nivel de grasa media (5 - 10%). Lo anterior puede

estar relacionado con que los niveles de lípidos en las dietas suministradas fueron

altos (10.64 – 14.86%), comparados con lo que normalmente presentan las dietas

comerciales (4.00 – 5.00%) (Al-Souti et al., 2012).

Textura

Según Cahu et al. (2004), los aspectos sensoriales en los filetes de los peces

pueden estar relacionados con diferentes factores, como la salinidad y temperatura,

pero al parecer la alimentación es el principal elemento que puede afectar la calidad

del filete en términos de textura, apariencia, olor, sabor y pigmentación. Cabe

mencionar que en el presente trabajo no se observó una tendencia clara de

disminución a aumento de textura con relación a la inclusión gradual de chía o de

linaza; no obstante, se encontró una correlación positiva (p< 0.05) entre la

concentración de los ácidos grasos saturados y la textura. Los valores de textura

evidenciaron que el tratamiento con 10% de inclusión de linaza (T5) fue el que

presentó el menor valor (1.19 N), y es de notar que este tratamiento fue uno de los

que presentó el menor porcentaje de AGS (49.15%) y mayor valor de AGPI

(26.15%). Izquierdo et al. (2005) también detectaron cambios en la textura de O.

niloticus alimentados con un 80% de reemplazo de aceite de soya por aceite de

pescado, observando una disminución de este parámetro, el cual se lo adjudicaron a

la baja cantidad de ácidos grasos saturados y el incremento en los poliinsaturados.

Page 90: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

75

Crecimiento parámetros productivos

Investigaciones previas sostienen que el crecimiento en diferentes especies de

tilapia se puede ver afectado por la composición de los lípidos de la dieta, reportando

que los n-6 favorecen el desarrollo de los peces, mientras que los n-3 pueden llegar

a deprimir el crecimiento y la deficiencia alimenticia (Olsenl et al., 1990; Al-Souti et

al., 2012). No obstante, existen contradicciones entre diferentes autores, ya que Al-

Souti et al. (2012) a pesar de no encontrar diferencias significativas en los

parámetros productivos de O. niloticus alimentadas con diferentes porcentajes de

inclusión de aceite de hígado de bacalao, si percibe una tendencia de disminución en

el desarrollo de estos peces. Así mismo, Moreno-Poveda (2013) observó diferencias

significativas en parámetros como ganancia de peso, factor de conversión alimenticia

y tasa de eficiencia proteica, determinando que los animales alimentados con aceite

de pescado presentan mejor desarrollo que los alimentados con semilla de linaza.

Por el contrario, Costa-e Silva et al. (2014) reportan que no existe afectación en el

crecimiento de O. niloticus alimentada con 5% de inclusión de semilla de chía al

compararlo con los resultados de los peces de la dieta control; mientras que

Fernandes-Montanher et al. (2015) sostienen que la inclusión de aceite de chía en la

dieta de juveniles de O. niloticus genera un efecto positivo en el crecimiento. En el

presente trabajo, no se observaron diferencias significativas entre tratamientos en el

crecimiento y parámetros productivos de O. niloticus, aunque cabe mencionar que el

número de peces evaluados en esta segunda parte del proyecto fueron pocos y

convendría realizar nuevamente el experimento con una mayor número de animales

para llegar a una conclusión más confiable.

Al comparar la tasa de crecimiento especifica obtenida en el presente estudio

para los peces alimentados con semilla de chía (0.90 – 1.07 %/día) y con semilla de

linaza (0.83 – 1.35 %/día), con la reportada por Moreno-Poveda (2013) para O.

niloticus también alimentada con chía (1.08 %/día) y linaza (1.01 %/día), se puede

observar que los valores resultaron ser similares. Así mismo, el factor de conversión

Page 91: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

76

alimenticia reportada por esta autora para chía (1.45) y linaza (1.54), se encontró

dentro del rango obtenido en este trabajo (1.73 – 1.93 y 1.30 – 2.13,

respectivamente).

En cuanto a los valores de los índices, los resultados obtenidos en el presente

estudio para el índice viscerosomático en los peces alimentados con chía (6.09 –

6.78) y linaza (5.88 – 6.92), resultaron ser inferiores a los reportados por Moreno-

Poveda (2013) también para O. niloticus alimentadas con estas semillas (7.80 y 8.46,

respectivamente). Por su parte, los valores del índice hepatosomático tanto para

chía (1.93 – 2.29) como para linaza (2.24 – 2.54), resultaron ser ligeramente

superiores a los reportados por Ng et al. (2013) en el hibrido de tilapia alimentada

con dietas que incluían aceite de soya, de palma y linaza (1.26 – 1.40).

Finalmente, el factor de condición en todos los tratamientos (1.85 – 2.01) resultó

ser similar al obtenido en la primera parte del proyecto (1.88 – 2.00), indicando que

no se presentó variación en el estado de salud de los animales por la adición de chía

y linaza, además es claro que no se observaron diferencias significativas entre

tratamientos para este parámetro, así como tampoco para el rendimiento del filete.

Según FAO (2005-2015), la eficiencia de la porción comestible de la tilapia depende

del factor de condición; por lo que ellos sostienen que el rendimiento en canal y del

filete pueden llegar a ser del 86 y 33%, respectivamente, cuando el factor de

condición es de 3.11. No obstante, en el presente trabajo se obtuvieron valores más

altos para el rendimiento en canal (90.53 – 93.83%) a pesar de registrar factor de

condición más bajos. Así mismo, los valores de rendimiento en canal fueron

superiores a los reportados por Rojas-Runjaic et al. (2011) (66.04 – 68.20%) en O.

niloticus de pesos similares a los del presente estudio (300 – 400 g); mientras que los

resultados del rendimiento de filete resultaron ser muy inferiores a los obtenidos por

estos mismos autores (57.88 – 60.56%).

Page 92: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

77

8.5. Costo de los alimentos experimentales

Los resultados de los costos de las dietas ($/Kg) con los diferentes insumos,

muestran claramente que la inclusión de la harina del subproducto del garbanzo en la

elaboración de dietas para tilapia, contribuye a disminuir los costos con respecto a la

dieta control en un 11.2% cuando la inclusión es del 30%, y en un 22.5% con una

inclusión del 60%.

En cuanto al enriquecimiento de alimento con chía o linaza, se observa que las

dietas elaboradas con el segundo insumo resultaron ser más económicas que la

dieta Control, comparado con los alimentos elaborados con chía, los cuales fueron

los más costosos. Moreno-Poveda (2013) también reportó que la dieta elaborada con

semilla de chía es 44% más costosa que la dieta con semilla de linaza; además

estableció que la dieta con aceite de pescado en más económica que las elaboradas

con ambas semillas (51 y 13%, respectivamente).

9. CONCLUSIONES

• La harina de garbanzo 70/80 extruida es una adecuada alternativa para la

alimentación de O. niloticus con inclusiones máximas del 30% sobre la dieta

para no afectar el crecimiento de los peces.

• La inclusión de las semillas de chía y linaza en la dieta de O. niloticus, en

cualquiera de los tres niveles evaluados, contribuye a aumentar el contenido

del ácidos grasos n-3 en el filete de los peces, generando una relación más

saludable de n-6/ n-3.

• La inclusión de ácidos grasos n-3 en el filete genera cambios en la textura.

• Los costos de producción del alimento de O. niloticus con la inclusión del 30%

de harina de garbanzo 70/80 extruida se reducen en un 12% respecto a la

dieta control, y este se incrementa 3.1 y 18.3 al incluir 5% de linaza o chía,

respectivamente.

Page 93: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

78

• La producción de O. niloticus alimentada con una dieta con 30% de inclusión

de harina de garbanzo 70/80 extruida y enriquecida con harina de linaza, es

una adecuada opción para reducir costos de producción y mejorar la calidad

del filete aumentando el contenido de ácidos grasos n-3.

10. BIBLIOGRAFÍA

Abdel-Tawwab, M., Ahmad, M.H., Khattab, Y.A.E., Shalaby, A.M.E. 2010. Effect of dietary protein level, initial body weight, and their interaction on the growth, feed utilization, and physiological alterations of Nile tilapia, Oreochromis niloticus (L.). Aquaculture, 298: 267-274. Adamidou, S., Nengas, I., Alexis, M., Foundoulaki, E., Nikolopoulou, D., Campbell, P., Karacostas, I., Rigos, G., Bell, G.J., Jauncey, K. 2009a. Apparent nutrient digestibility and gastrointestinal evacuation time in European seabass (Dicentrarchus labrax) fed diets containing different levels of legumes. Aquaculture, 289: 106–112. Adamidou, S., Nengas, I., Henry, M., Grigorakis, K., Rigos, G., Nikolopoulou, D., Kotzamanis, Y., Bell, G.J., Jauncey, K. 2009b. Growth, feed utilization, health and organoleptic characteristics of European seabass (Dicentrarchus labrax) fed extruded diets including low and high levels of three different legumes. Aquaculture, 293: 263–271. Aguilar-Aguilar, F.A. 2010. Modelos matemáticos no lineales como herramienta para evaluar el crecimiento de tilapia roja (Oreochromis spp.) y tilapia nilótica (Oreochromis niloticus var. chitralada)‖ alimentadas con dietas peletizadas o extruidas. Tesis para optar al título de Magíster en Producción Animal. Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá D.C. 135 p. Aguilar-Raymundo, V.G., Vélez-Ruiz, J.F. 2013. Propiedades nutricionales y funcionales del garbanzo (Cicer arietinum L.). Temas Selectos de Ingeniería de Alimentos, 7(2):25-34. Al-Souti, A., Al-Sabahi, J., Soussi, B., Goddard, S. 2012. The effects of fish oil-enriched diets on growth, feed conversion and fatty acid content of red hybrid tilapia, Oreochromis sp. Food Chemistry, 133: 723-727. AOAC (Association of Analytical Chemists). 1984. Standard Official Methods of Analysis of the Association of Analytical Chemists. 14th edition, S.W Williams (Ed), Washington, DC. p. 121.

Page 94: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

79

Arts, M.T., Ackman, R.G., Holub, B.J. 2001. ―Essential fatty acids‖ in aquatic ecosystems: a crucial link between diet and human health and evolution. Can. J. Fish. Aquat. Sci., 58: 122–137. Ayerza, R., Coates, W. 2005. Ground chía seed and chía oil effects on plasma lipids and fatty acids in the rat. Nutrition Research, 25: 995–1003. Ayerza, R., Coates, W. 2006. Chía, redescubriendo un olvidado alimento de los aztecas. Editorial del Nuevo extremo. Buenos Aires, Argentina. 205 p. Ayerza, R. 2013. Seed composition of two chia (Salvia hispanica L.) genotypes which differ in seed color. Emir. J. Food Agric., 25 (7): 495-500. Azaza, M.S., Wassim, K., Mensi, F., Abdelmouleh, A., Brini, B., Kraϊem, M.M. 2009. Evaluation of faba beans (Vicia faba L. var. minuta) as a replacement for soybean meal in practical diets of juvenile Nile tilapia Oreochromis niloticus. Aquaculture, 287: 174–179. Bampidisa, V.A., Christodouloub, V. 2011. Chickpeas (Cicer arietinum L.) in animal nutrition: A review. Animal Feed Science and Technology, 168: 1-20. Barros-Fuchs, R., Pereira-Ribeiro, R., Matsushita, M., Coelho-Tanamati, A.A., Bona, E., Pereira de Souza, A.H. 2013. Enhancement of the nutritional status of Nile tilapia (Oreochromis niloticus) croquettes by adding flaxseed flour. LWT - Food Science and Technology, 54: 440-446. Ben-Shan, C., Shi-Yen, S. 1996. Optimal dietary lipid level for growth of juvenile hybrid tilapia, Oreochromis niloticus X Oreochromis aureus. Aquaculture, 143: 185- 195. Béné, C., Barange, M., Subasinghe, R., Pinstrup-Andersen, P., Merino, G., Hemre, G.I., Williams, M. 2015. Feeding 9 billion by 2050 – Putting fish back on the menú. Food security. http://link.springer.com/article/10.1007/s12571-015-0427-z/fulltext.html Bermúdez, A., Muñoz-Ramírez, A.P., Wills, G.A. 2012. Evaluación de un sistema de alimentación orgánico sobre el desempeño productivo de la tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) cultivada en estanques de tierra. Rev. Med. Vet. Zoot., 59(3): 165-175. Cahu,C., Salen, E., de Lorgeril, M. 2004. Farmed and wild fish in the prevention of cardiovascular diseases: Assessing possible differences in lipid nutritional values.Nutr Metab Cardiovasc Dis, 14: 34-41. Castelló-i Orvay, F. 2013. Piscicultura marina en latinoamerica. Bases científicas y técnicas para su desarrollo. Edicions Universitat Barcelona. 310 p.

Page 95: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

80

Cedano-Castro, M.D., Lujan-Bulnes, A., Suárez-Marín, H. 2013. Crianza de Oreochromis niloticus Var chitralada en sistema bio-floc en la Empresa PRODUMAR SA, Guayaquil (Ecuador). REBIOLEST, 1 (2): 79-91. Chavan, J.K., Kadam, S.S., Salunkhe, D.K., Beuchat, L.R. 1987. Biochemistry and technology of chickpea (Cicer arietinum L.) seeds. Crit. Rev. Food. Sci. Nutr., 25(2): 107-158. Cifuentes, R., González, J., Montoya, G., Jara, A., Ortíz, N., Piedra, P., Habit, E. 2012. Relación longitud-peso y factor de condición de los peces nativos del río San Pedro (cuenca del río Valdivia, Chile). Gayana Especial: 101-110. Coates, W. 2011. Chapter 37: Whole and Ground Chía (Salvia hispanica L.) Seeds, Chía Oil – Effects on Plasma Lipids and Fatty Acids. Nuts & Seeds in Health and Disease Prevention. Academic Press is an imprint of Elsevier. pp. 309-315. CONAPESCA. 2015. Tendencias Mundiales de la Comercialización de Productos Pesqueros y Acuícolas. Foro Económico de Pesca y Acuacultura 2015. [en línea]. Consultado en: http://www.foroeconomico.conapesca.gob.mx/assets/img/ponentes/Ar anceles_en_el_comercio_de_la_tilapia_en_Mexico.pdf Fecha de consulta: Febrero 08 de 2016. Costa-e Silva, B., Celestino-dos Santos, H.N., Fernandes-Montanher, P., Schuelter-Boeing, J., de Cinque-Almeida, V., Vergílio-Visentainer, J. 2014. Incorporation of N-3 Fatty Acids in Nile Tilapia (Oreochromis niloticus) Fed Chia (Salvia hispanica L.) Bran. J Am Oil Chem Soc, 91:429–437. Cressey, D. 2009. Future fish. Nature, 458: 398-400. Crispín, M., López, G. 1976. El garbanzo: Un cultivo importante en México. CEVACU, CIFAP-SIN., SARH. De la Serna F. 2004. p. 29-43. Das, A., Sen, C.K. 2014. Chapter 2: Nutritional Supplements and Functional Foods: Functional Significance and Global Regulations. 13-39 p. En: Bagchi, D. (Ed.) Nutraceutical and Functional Food Regulations in the United States and Around the World. Academic Press. Segunda edición. UK. de Dios-Elizalde, A., Porrilla, Y.P., Chaparro, D.C.C. 2009. Factores antinutricionales en semillas. Facultad de Ciencias Agropecuarias, 7(1): 45-54. de Silva, S.S, Gunasekera, R.M. 1989. Effect of dietary protein level and amount of plant ingredient (Phaseolus aureus) incorporated into the diets on consumption, growth performance and carcass composition in Oreochromis niloticus (L.) fry. Aquaculture, 80 (1–2): 121-133. de Souza, N.E., Matsushita, M., De Oliveira, C.C., Bueno-Franco, M.R., Visentainer, J.V. 2007. Manipulation of fatty acid composition of Nile tilapia (Oreochromis niloticus) fillets with flaxseed oil. Journal of Science Food Agriculture, 87: 1677-1681.

Page 96: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

81

De Witt, H., Leon, A. 1991. Elaboración de extruidos a base de mezclas de lupino-cereales. Universidad de Chile. Escuela de agronomía. 86 p. El-Sayed, A.F.M. and Tacon, A.G.J. 1997. Fish meal replacers for tilapia: a review. Cahiers Options Mediterraneennes, 22: 205–224. Fabiansson, S.U. 2014. Safety Consideration in Developing Functional Foods. 422-426. En: Motarjemi, Y., Moy, G.G., Todd, E.C.D (Eds.). Encyclopedia of food safety. Volume 3. Academic Press. FAO-Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. 2014. El estado mundial de la pesca y la acuicultura-2014. Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO. Roma. 253 p. FAO y FINUT. 2012. Grasas y ácidos grasos en nutrición humana, Consulta de expertos. Estudio FAO Alimentación y Nutrición 91. 175 p. FAO. 2005-2015. Cultured Aquatic Species Information Programme. Oreochromis niloticus. Texto de Rakocy, J.E. En: Departamento de Pesca Acuicultura de la FAO [en línea]. Roma. Actualizado 18 febrero de 2005. Fecha de consulta: 21 de octubre de 2015. Fernandes-Montanher, P., Costa-e Silva, B., Guntendorfer-Bonafé, E., Carbonera, F., dos Santos, H.M.C., de Lima-Figueiredo, I., Maruyama, S.A., Matsushita, M., Visentainer, J.V. 2015. Effects of diet supplementation with chia (Salvia hispanica L.) oil and natural antioxidant extract on the n-3 content and antioxidant capacity of Nile Tilapia fillets. European Journal of Lipid Science and Technology, Accepted: April 10, 2015. Ferreira, W.M., Araújo, F.G., Costa, D.V., Rosa, P.V., Figueiredo, H.C., Murgas, L.D. 2011. Influence of Dietary oil sources on muscle composition and plasma lipoprotein concentrations in Nile tilapia, Oreochromis niloticus. Journal of the World Aquaculture Society, 42(1): 24-33. Fontaínhas-Fernandes, A., Gomes, E., Reis-Henriques, M.A., Coimbra, J. 1999. Replacement of fish meal by plant proteins in the diet of Nile tilapia: digestibility and growth performance. Aquaculture International, 7: 57-67. Fountoulaki, E., Vasilaki, A., Hurtado, R., Grigorakis, K., Karacostas, I., Nengas, I., Rigos, G., Kotzamanis, Y., Venou, B., Alexis, M.N. 2009. Fish oil substitution by vegetable oils in commercial diets for gilthead sea bream (Sparus aurata L.); effects on growth performance, flesh quality and fillet fatty acid profile Recovery of fatty acid profiles by a fish oil finishing diet under fluctuating water temperatures. Aquaculture, 289: 317–326.

Page 97: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

82

Galland, L. 2013. Functional foods: Health Effects and Clinical Applications. 366-371. En: Caballero, B., Allen, L., Prentice, A. (Eds.). Encyclopedia of human nutrition, Volumen 2. Academic Press. Gaye-Siessegger, J., Focken, U., Abel, Hj., Becker, K. 2007. Influence of dietary non-essential amino acid profile on growth performance and amino acid metabolism of Nile tilapia, Oreochromis niloticus (L.). Comparative Biochemistry and Physiology, Part A 146: 71–77. Gonçalves, G.S., Pezzato, L.E., Barros, M.M.; Rocha, D.F.; Kleeman, C.K.; SantaRosa, M.J. 2009. Energia e nutrientes digestíveis de alimentos para a tilápia do nilo. Boletim do Instituto de Pesca, 35 (2): 201-213. Halver, J.E. 1957. Nutrition of Salmonid Fishes: IV. An amino acid test diet for Clinerk Slamon. J. Nutr. 62: 225 - 243. Halver, J.E. 1985. Recent advances in vitamin nutrition and metabolism in fish. In: Nutrition and feeding in fish. Cowey, C.B.; Machkie, A.M. y Bell, J.G. (Eds). Academic Press, London. pp. 415-429. Henry, M.A., Nikolopoulou, D., Alexis, M.N. 2012. In vitro effect of peas, Pisum pisum, and chickpeas, Cicer arietinum, on the immune system of gilthead seabream, Sparus aurata. In Vitro Cell.Dev.Biol.—Animal, 48: 407–412. Heras, H., Garín, C.F., Pollero, R.J. 1998. Biochemical composition and energy sources during embryo development and in early juveniles of the snail Pomacea canaliculata (Mollusca: Gastropoda). Journal of experimental zoology, 280: 375-383. Hertrampf, J.W., Piedad-Pascual, F. 2000. Handbook on Ingredients for Aquaculture Feeds. Kluwer Academic Publishers. Holanda. 573 p. Industria Acuícola. 2013. Más apoyo al cultivo de tilapia, pulpo y pepino de mar. Noticias: Boletín Semanal del 14 al 18 de Enero de 2013. Izquierdo, P., Torres, G., Barboza, Y., Márquez, S., Allara, M. 2000. Análisis proximal, perfil de ácidos grasos, aminoácidos esenciales y contenido de minerales en doce especies de pescado de importancia comercial en Venezuela. ALAN, 50: 187-194. Izquierdo, M.S., Montero, D., Robaina, L., Caballero, M.J., Rosenlund, G., Ginés, R. 2005. Alterations in fillet fatty acid profile and flesh quality in gilthead seabream (Sparus aurata) fed vegetable oils for a long term period. Recovery of fatty acid profiles by fish oil feeding. Aquaculture, 250: 431– 444. Jabeen, F., Chaudhry, A.S. 2011. Chemical compositions and fatty acid profiles of three freshwater fish species. Food Chemistry, 125: 991-996.

Page 98: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

83

Jackson, A.J., Capper, B.S., Matty, A.J. 1982. Evaluation of some plant proteins in complete diets for the tilapia Sarotherodon mossambicus. Aquaculture 27: 97-109. Jacobsz, M.J., van der Merwe, W.J.C. 2012. Production guidelines for flax (Linum usitatissimum L.). Department of agriculture, forestry and fisheries, Republic of South Africa. 28 pp. Jiménez-P, P., Masson-S, L., Quitral-R, V. 2013. Composición química de semillas de chía, linaza y rosa mosqueta y su aporte en ácidos grasos n-3. Revista Chilena de Nutrición, 40 (2): 155-160. Jobling, M. 2015. Fish nutrition research: past, present and future. Aquaculture International, 10.1007/s10499-014-9875-2 Justi, K.C., Hayashi, C., Visentainer, J.V., de Souza, N.E., Matsushita, M. 2003. The influence of feed supply time on the fatty acid profile of Nile tilapia (Oreochromis niloticus) fed on a diet enriched with n-3 fatty acids. Food Chemistry, 80: 489–493. Kenneth, C. 1994. Nutritional Aspects of Cardiovascular Disease: Report of the Cardiovascular Review Group Committee on Medical Aspects of Food Policy (Reports of Health and Social Subjects). Stationery Office Books. London: HMSO, Department of Health and Social security. Köprücü, K., Özdemir, Y. 2005. Apparent digestibility of selected feed ingredients for Nile tilapia (Oreochromis niloticus). Aquaculture, 250: 308-316. Lara-Flores, M., Granados-Puerto, S.G., Olivera-Castillo, L., Pereira-Pacheco, F.E., del Río-Rodríguez, R.E., Olvera-Novoa, M.A. 2007. Nutritional evaluation of treated X’pelon seed (Vigna unguiculata (L.) Walp) in the feeding of Nile tilapia (Oreochromis niloticus). Animal Feed Science and Technology, 138: 178–188. Lim, C.E., Webster, C.D. 2006. Tilapia: Biology, Culture, and Nutrition. Food Products Press. 678 p. Lin, S., Luo, L. 2011. Effects of different levels of soybean meal inclusion in replacement for fish meal on growth, digestive enzymes and transaminase activities in practical diets for juvenile tilapia, Oreochromis niloticus × O. aureus. Animal Feed Science and Technology, 168: 80– 87. Mjoun, K., Rosentrater, K.A., Brown, M.L. 2012. Culture performance and tissue fatty acid compositions of yellow perch (Perca flavescens) fed different dietary lipids. Aquaculture, 360-361: 17-24. Molnár, T., Biró, J., Hancz, C., Romvári, R., Varga, D., Horn, P., Szabó, A. 2012. Fatty acid profile of fillet, liver and mesenteric fat in tilapia (Oreochromis niloticus) fed vegetable oil supplementation in the finishing period of fattening. Archiv Tierzucht, 55(2): 194-205.

Page 99: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

84

Montoya-Mejía, M. 2012. Digestibilidad de garbanzo, maíz alta calidad proteica y frijol quebrado en tilapia Oreochormis niloticus. Tesis para obtener el grado de Maestría en Recursos Naturales y Medio Ambiente. Instituto Politecnico Nacional. Centro de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Sinaloa. Guasave, Sinaloa. 113 p. Moreno-Poveda, J.M. 2013. Cambios en el perfil de ácidos grasos de filete de tilapia nilótica Orechromis niloticus en respuesta a diferentes fuentes lípidicas. Tesis para optar al título de Magister en Producción Animal. Universidad Nacional de Colombia. 114 p. Moyano-López, F.J., Martínez-Díaz, I., Díaz-López, M., Alarcón-López, F.J. 1999. Inhibition of digestive proteases by vegetable meals in three fish species; seabream (Sparus aurata), tilapia (Oreochromis niloticus) and African sole (Solea senegalensis). Comparative Biochemistry and Physiology Part B, 122: 327–332. Muy-Rangel, M.D., Verdugo-Perales, M., Osuna-Enciso, T., Baez-Sañudo, M.A., Basilio-Heredia, J., Valdez-Torres, B., Contreras-Martínez, R., Sañudo-Barajas, J.A., Campos-Sauceda, P. 2011. Caracterización del garbanzo verde (Cicer arietinum L.) y tecnologías poscosecha para mantener su calidad. Revista Chapingo Serie Horticultura, 17 (1): 39-45. Navarro, R.D., Navarro, F.K.S.P., Ribeiro-Filho, O.P., Motta-Ferreira, W., Maia-Pereira, M., Seixas-Filho, J.T. 2012. Quality of polyunsaturated fatty acids in Nile tilapias (Oreochromis niloticus) fed with vitamin E supplementation. Food Chemistry, 134: 215–218. Naylor, R.L., Goldburg, R.J., Primavera, J.H., Kautsky, N., Beveridge, M.C.M., Clay, J., Folke, C., LubchencoI, J., Mooney, H., Troell, M. 2000. Effect of aquaculture on world fish supplies. Nature, 405: 1017-1024. Ng, W.K., Chong, C.Y., Yan, W., Romano, N. 2013. Effects of dietary fish and vegetable oils on the growth, tissue fatty acid composition, oxidative stability and vitamin E content of red hybrid tilapia and efficacy of using fish oil finishing diets. Aquaculture, 372-375: 97-110. Nitrayová, S., Brestenský, M., Heger, J., Patráš, P., Rafay, J., Sirotkin, A. 2014. Amino acids and fatty acids profile of chia (Salvia hispanica l.) and flax (Linum usitatissimum l.) seed. Potravinarstvo, 8(1): 72-76. Nose, T. 1989. Roche Research Prize for Animal Nutrition. pp. 20 – 33. Olivera-Castillo, L., Pino-Aguilar, M., Lara-Flores, M., Granados-Puerto, S., Montero-Muñoz, J., Olvera-Novoa, M.A., Grant, G. 2009. Substitution of fish meal with raw or treated cowpea (Vigna unguiculata L Walp, IT86-D719) meal in diets for Nile tilapia (Oreochromis niloticus L.) fry. Aquaculture nutrition, 17: e101-e111.

Page 100: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

85

Olivera-Castillo, L., Pino-Aguilar, M., Lara-Flores, M., Granados-Puerto, S., Montero-Muñoz, J., Olvera-Novoa, M.A. y Grant, G. 2011. Substitution of fish meal with raw or treated cowpea (Vigna unguiculata L Walp, IT86-D719) meal in diet for Nile Tilapia (Oreochromis niloticus) fry. Aquaculture Nutrition, 17(2): 101-111. Olsenl, R.E., Henderson, R.J., McAndrew, B.J. 1990. The conversion of linoleic acid and linolenic acid to longer chain polyunsaturated fatty acids by Tilapia (Oreochromis) nilotica in vivo. Fish Physiology and Biochemistry, 8 (3): 261-270. Olvera-Novoa, M.A., Campos-G., Sabido G.M., Martinez Palacios, C.A. 1990. The use of alfalfa leaf protein concentrates as a protein source in diets for tilapia (Oreochromis mossabicus). Aquacult., 90: 291– 302. Olvera-Novoa, M.A., Pereira-Pacheco, F., Olivera-Castillo, L., érez-Flores, V., Navarro, L., Sámano, J.C. 1997. Cowpea (Vigna unguiculata) protein concentrate as replacement for fish meal in diets for tilapia (Oreochromis niloticus) fry. Aquaculture, 158: 107-116. Ostojich-Cuevas, Z., Sangronis, E. 2012. Caracterización de semillas de linaza (Linum usitatissimum L.) cultivadas en Venezuela. Archivos Latinoamericanos de Nutrición, 62(2): 192-200. Patti, J., Esteve, M., Gaviria, J.I. 2011. Consumo de oxígeno del híbrido de tilapia roja Florida Oreochromis sp. en agua de mar, bajo condiciones de laboratorio. SABER, 23 (2): 99-106. Peiretti, P.G., Meineri, G. 2008. Effects on growth performance, carcass characteristics, and the fat and meat fatty acid profile of rabbits fed diets with chía (Salvia hispanica L.) seed supplements. Meat Science, 80: 1116–1121. Peiretti, P.G., Gai, F. 2009. Fatty acid and nutritive quality of chía (Salvia hispanica L.) seeds and plant during growth. Animal Feed Science and Technology, 148: 267–275. Pike, I., Zaldivar, F. 2008. Requerimientos futuros: Harinas y Aceites de Pescado para Salmonídeos. Revista Chile Acuicola 2:27-31. Qayyum, M.M.N., Butt, M.S., Anjum, F.M., Nawaz, H. 2012. Composition analysis of some selected legumes for protein, isolates recovery. The Journal of Animal & Plant Sciences, 22(4): 1156-1162. Restrepo-V, T.I., Díaz-G, G.J., Pardo-C, S.C. 2012. Peces dulceacuícolas como alimento funcional: perfil de ácidos grasos en tilapia y bocachico criados en policultivo. Biotecnología en el sector agropecuario y agroindustrial, 10 (2): 44-53.

Page 101: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

86

Reyes-Caudillo, E., Tecante, A., Valdivia-López, M.A. 2008. Dietary fibre content and antioxidant activity of phenolic compounds present in Mexican chía (Salvia hispanica L.) seeds. Food Chemistry, 107: 656–663. Rico, L. (Ed). 2014. Cicer arietinum (Chickpea). Kew, Royal Botanic Gardens. [en línea]. Consultado en: http://www.kew.org/science-conservation/plants-fungi/cicer-arietinum-chickpea. Fecha de consulta: Septiembre 16 de 2014. Roberfroid, M. 2014. 1. Defining functional foods and associated claims. 4-24 p. En: Saarela, M. (Ed.). Functional Foods: Concept to Product. Elsevier. Segunda edición. UK. Rodríguez-González, H., García-Ulloa Goméz, M. 2010. Producción de tilapia en invierno en el norte de Sinaloa, ―Una guía práctica para productores‖. Resultados de proyecto. Fundación Produce Sinaloa. México. 35 p. Rojas-Runjaic, B., Perdomo, D.A., García, D.E., González-Estopiñán, M., Corredor, Z., Moratinos, P., Santos, P. 2011. Rendimiento en canal y fileteado de la tilapia (Oreochromis niloticus) variedad Chitralada producida en el estado Trujillo, Venezuela. Zootecnia Trop., 29(1): 113-126. SAGARPA. 2008. Propuesta para el desarrollo del cultivo de tilapia en México: 2009-2030. 92 p. SAGARPA. 2014. Sistema de Información Agropecuaria de Consulta (SIACON). [en línea] Consultado en: http://www.siap.gob.mx/avance-de-siembras-y-cosechas-por-cultivo/. Fecha de consulta: Septiembre 21 de 2014. Salunkhe, D.K., Sathe, S.K., Reddy, N.R. 1982. Legumes lipids. In: S.K. Arora, Chemistry and Biochemistry of legumes (pp.15-109), New Delhi: oxford and IBH Publishing Co. Salunkhe, D.K., Kadam, S. S. 1989. Production, Distribution and Consuption. In: CRC Handbook of World Food Legumes: Nutritional Chemistry, Processing Technology and Utilization. Vol I. Salunkhe D. K., Kadam S. S. Editors. CRC Press, USA. 23 pp. Santiago, C.B., Bañes-Aldaba, M., Laron, M.A. 1982. Dietary crude protein requirement of Tilapia nilotica fry. Philipp. J. Biol, 11: 255–265. SIAP. 2016. Producción Agrícola Ciclícos y Perennes 2014. [en línea]. Consultado en: http://www.siap.gob.mx/cierre-de-la-produccion-agricola-por-cultivo/ Fecha de consulta: 08 de febrero de 2016. Siddiqui, A.Q., Howlader, M.S., Adam, A.A. 1988. Effects of dietary protein levels on growth, feed conversion and protein utilization in fry and young Nile tilapia, Oreochromis niloticus. Aquaculture, 70 (1–2): 63-73.

Page 102: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

87

Simopoulos, A.P. 2000. Symposium: Role of poultry products in enriching the human diet with W-3 Pufa. Human requirement for W-3 of polyunsaturated fatty acids. Poultry Science, 79: 961-970. Shu-Ling, H., Chun-Yi, H., Ya-Ting, H., Tian-Jye, H. 2007. Influence of dietary lipids on the fatty acid composition and stearoyl-CoA desaturase expression in hybrid tilapia (Oreochromis niloticus×O. aureus) under cold shock. Comparative Biochemistry and Physiology, Part B 147: 438–444. Tacon, A.G.J., Stafford, E.A., Edwards, C.A. 1983. A preliminary investigation of the nutritive value of three terrestrial lumbricid worms for rainbow trout. Aquaculture 35:187-199. Tacon, A.G. 1989. Nutrición y alimentación de peces y camarones cultivados. Manual de capacitación. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO ed., Roma, Italia, pp. 288-300. Tocher, D.R., Agaba, M., Hastings, N., Bell, J.G., Dick, J.R., Teale, A.J. 2002. Nutritional regulation of hepatocyte fatty acid desaturation and polyunsaturated fatty acid composition in zebrafish (Danio rerio) and tilapia (Oreochromis niloticus). Fish Physiol Biochem, 24: 309-320. Tocher, D.R. 2015. N-3 long-chain polyunsaturated fatty acids and aquaculture in perspective. Aquaculture, Article in press. Tonial, I.B., Stevanato, F.B., Matsushita, M., De Sousa, N.E., Furuya, W.M., Visentainer, J.V. 2009. Optimization of flaxseed oil feeding time length in adult Nile tilapia (Oreochromis niloticus) as a function of muscle n-3 fatty acids composition. Aquaculture Nutrition, 15: 564-568. Tonial, I.B., Matsushita, M., Massamitu-Furuya, W., Evelázio-de Souza, N., Vergílio-Visentainer, J. 2012. Fatty Acid Contents in Fractions of Neutral Lipids and Phospholipids of Fillets of Tilapia Treated with Flaxseed Oil. J Am Oil Chem Soc, 89:1495–1500. Toyama, G.N., Corrente, J.E., Possebon-Cyrino, J.E. 2000. Suplementação de vitamina C em rações para reversão sexual da tilápia do Nilo. Scientia agricola, 57(2): 221-228. Valdez-González, F., Gutiérrez-Dorado, R., García-Ulloa, M., Rodríguez-González, H. 2013. Revisión del efecto de los antinutrientes y la fibra de leguminosas en la alimentación para peces. Ciencia Nicolaita, 59: 21-40. Vieira, V.A.R.O., Hilsdorf, A.W.S., Guimarães-Moreira, R. 2012. The fatty acid profiles and energetic substrates of two Nile tilapia (Oreochromis niloticus, Linnaeus) strains, Red-Stirling and Chitralada, and their hybrid. Aquaculture Research, 43: 565–576.

Page 103: Composición de ácidos grasos en tilapia nilótica

88

Visentainer, J.V., de Souza, N.E., Makoto, M., Hayashi, C., Franco, M.R.B. 2005. Influence of diets enriched with flaxseed oil on the a-linolenic, eicosapentaenoic and docosahexaenoic fatty acid in Nile tilapia (Oreochromis niloticus). Food Chemistry, 90: 557–560. Voet, D., Voet, J.G., Pratt, C.W. 2007. Fundamentos de bioquímica. La vida a nivel molecular. Editorial Médica Panamericana. 1260 p. Watters, C., Iwamura, S., Ako, H., Deng, D.F. 2012. Nutrition Considerations in Aquaculture: The Importance of N-3 Fatty Acids in Fish Development and Human Health. College of Tropical Agriculture and Human Resources: Food and Nutrition. FN-11: 7 p. Williams, M.H. 2002. Nutrición para la salud, la condición física y el deporte. Editorial Paidotribo. Quinta edición. Barcelona, España. 504 p.