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conocimiento distribuido

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Las dificultades que acompañan las investigaciones tradicionales surgen, entre otros, también de la fragmentación del conocimiento y de la dinámica y el modelo de su comunicación. La acumulación de datos arqueológicos permanentemente adquiridos, no produce resultados acumulativos. Las interpretaciones se fundan normalmente en las conclusiones de otros investigadores, produciendo de esta manera el conocimiento indirecto. Esta es la razón por la cual en el presente trabajo he enfatizado las consideraciones sobre la construcción del conocimiento arqueológico y las herramientas para la solución de problemas, antes de proponer el estudio del problema arqueológico.

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1

Divisió de Prehistòria Departament d’Antropologia Social i Prehistòria Universitat Autònoma de Barcelona

Internet, el conocimiento distribuido y la resolución del problema arqueológico.

Estudio de caso: Inicios de la metalurgia en los Balcanes Centrales

Trabajo de investigación Programa de Doctorado de Prehistoria Presentado por: Igor D. BOGDANOVIC, M.A. Dirigido por: Joan Antón Barceló Bellaterra, septiembre de 2002

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2

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3

Índice

Introducción 5

El conocimiento y las herramientas para la solución de problemas 9

Conocimiento y problemas científicos 9

Lenguaje – escritura – prensa – multimedia 10

Internet 12

Arqueología y revolución informática 17

Aplicabilidad y Aplicación 17

La construcción informática del conocimiento arqueológico 21

La construcción social del conocimiento arqueológico: DIA-spora 26

El proyecto DIA-spora 27

¿Qué es la Arqueología Distributiva e Interactiva? 29

Las plataformas sincronizadas de las actividades investigadoras 31

La Plataforma Archivista 33

La Plataforma Analítica 35

La plataforma para el debate 36

Acceso a DIA-spora 38

DIA-spora como base del conocimiento arqueológico 39

El problema arqueológico 43

Estudio de caso: El lugar de la metalurgia inicial en la sociedad prehistórica de los Balcanes Centrales 47

Secuencia cronológica 48

Delimitación, Geografía, clima, recursos y comunicaciones naturales de los Balcanes Centrales 49

Estado de la cuestión 54

“Las futuras investigaciones aportarán nuevos datos para nuestro conocimiento sobre ... “ 63

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4

Inicio de la metalurgia del cobre en los Balcanes centrales: condiciones y consecuencias 64

Condiciones previas para la metalurgia inicial en los Balcanes Centrales 64

A. Condiciones naturales 64

B. Conocimientos tecnológicos 66

Primera minería de cobre 69

A. Tecnología de extracción 69

B. Cronología de la primera minería de cobre en los Balcanes Centrales 73

Producción metalúrgica 74

Consecuencias del inicio de la metalurgia de cobre en los Balcanes Centrales 83

Hábitat y habitación 84

Prácticas funerarias 89

Conclusión. Una vez más: DIA-spora 92

Índice de figuras 100

Bibliografía 101

Anexo 107

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5

Introducción

Al evocar las imágenes de mi lejana niñez, me traslado a una casa, más

parecida a una biblioteca, con inmensas estanterías que cubren las paredes de

extremo a extremo y emiten el olor de los libros nuevos y antiguos. Me acuerdo

de la fascinación por la tercera dimensión de esas paredes y especialmente porque

constituían un objeto de interés evidente en la casa, puesto que todos a menudo

sacaban y volvían a poner algunas de dichas partes tridimensionales. Poco a poco

empecé a distinguir las partes más visitadas de la pared y de esta manera iba

dirigiendo mi curiosidad hacia lugares determinados. Con el tiempo, por propia

experiencia entendí que los libros que ocupaban un lugar eran diferentes de los

que ocupan otro, y que esto tenía algo que ver con la profesión de los adultos. Las

casas de los amigos, donde solíamos ir de visita, y los lugares donde trabajaban,

también tenían bibliotecas y casi ninguna se parecía a otra, excepto unas dos o tres

que eran muy similares. Los padres, y los amigos también, consultaban libros

cuando querían saber algo, y muchas veces tenían que consultar varios libros, de

varios lugares, para llegar a saber aquello que querían. Lo que sabían, lo volvían

a escribir, para que los otros pudieran saberlo también.

Cada verano acompañaba a mi padre en su trabajo de campo a las

bibliotecas de manuscritos medievales en los monasterios de toda Serbia. Aprendí

entonces que en la época medieval, antes de la invención de la imprenta, los libros

eran escasos, carísimos y concentrados en unos pocos lugares, sobre todo porque

el proceso de su creación, copiado y distribución era largo y difícil. Me explicaron

que por ello eran muy pocas las personas que podían disponer del conocimiento

escrito, disperso en las bibliotecas de lugares distantes. De esta forma entendí cual

era la importancia del conocimiento de la imprenta. Las partes de las bibliotecas

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6

que archivaban los libros impresos eran siempre más grandes que las que

guardaban los manuscritos, y los mismos libros impresos se repetían en casi todos

los lugares que visitábamos.

Esos templos de saber despertaron más adelante mi interés por la antigüedad

en general, pero también por la creatividad humana y por la dinámica de la

construcción del conocimiento, cuya “domesticación” empezó con la escritura

alfabética (Goody 1985: 20). Un conocimiento tecnológico – el invento de la

imprenta – tuvo una influencia decisiva en el crecimiento y la difusión del

conocimiento, en general cambió el ritmo de la historia, y causó cambios sociales

a largo plazo (Simone 2000: 10). Este ejemplo es sólo uno entre muchos y

confirma la existencia de una relación entre inventos tecnológicos (o más bien

conocimiento) y proceso histórico. El desarrollo de la sociedad humana es un

sistema interactivo, una amalgama de causas y efectos donde fenómenos distintos

se influyen mutuamente y de esta manera provocan un cambio permanente. La

sociedad a veces disfruta, y a veces sufre los frutos de su conocimiento. Los

inventos, una consecuencia directa del conocimiento logrado, no tienen siempre

una importancia directa y substancial para los procesos históricos, pero siempre

forman parte de este “mecanismo” sofisticado.

¿Cuáles fueron las causas de las transformaciones y de la variabilidad social

en la prehistoria? El esquema de la división entre los períodos principales del

pasado está establecido a partir de los cambios substanciales provocados por el

conocimiento adquirido (o las tecnologías dominadas). Al conocimiento de la

tecnología metalúrgica se adscribe una gran influencia en los cambios socio-

económicos de la prehistoria con consecuencias perdurables. La Edad del Cobre,

el Calcolítico, el Eneolítico, están descritos por la interpretación arqueológica a

partir de esta gran influencia, lo cual ha pasado a formar parte del sentido común.

Pero, ¿cómo, a través del registro arqueológico, podemos identificar una relación

tan directa y decisiva entre el dominio de la tecnología metalúrgica y los cambios

sociales ocurridos en el Eneolítico? Estas preguntas y algunas otras cuestiones que

surgen al abandonar la butaca cómoda y los conocimientos vagos de la historia

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7

descriptiva, forman el marco de mis intereses estrictamente arqueológicos, tanto

en este trabajo, como en mis investigaciones en general.

Por otra parte, la misma construcción del conocimiento pero en el ámbito de

la “revolución informática”, es uno de los objetivos a los cuales se dirigen mis

investigaciones sobre los métodos de difusión, interactividad y creación social del

conocimiento arqueológico. El sistema de pensamiento, o más bien el proceso de

transformación de una idea a un conocimiento pasa por las fases sucesivas de

ideación previa, representación, esbozo, refutación, nuevo esbozo, nuevo intento

de refutación... (Popper 1984: 36). La velocidad de este proceso está en la relación

directa con los métodos de almacenamiento, presentación y comunicación de los

datos e hipótesis.

La novela de Umberto Eco El nombre de la Rosa (1980) recrea vividamente

un sistema de concentración, difusión y transferencia del conocimiento. El viaje

de los protagonistas dura algunos meses, interrumpiéndose en varios lugares

durante varios días o semanas, hasta llegar a un monasterio en la montaña, aislado

y lejano de todos. Es un sitio donde no se puede pasar “por casualidad”. En la

torre del impresionante edificio se halla la biblioteca, la más grande del país,

donde están guardadas grandes cantidades de conocimiento. Numerosos monjes

trabajan en el scriptorium, estudiando y copiando manuscritos. Muchos de ellos

están allí haciendo copias para otras bibliotecas. Algunos de ellos han venido

desde lejos, en busca de un libro concreto, de un arte específico, de un saber

determinado. Una vez acabado el trabajo, unos emprenderán su viaje de vuelta,

aportando un nuevo conocimiento a sus bibliotecas. De esta manera, harán que los

otros, que siguen la búsqueda recogiendo fragmentos de conocimiento en las

bibliotecas y academias dispersas por el mundo conocido, realicen viajes cada vez

más cortos y valiosos. Los que viajan, en algunos lugares sembrarán por el

camino parte de su conocimiento e intercambiarán pensamientos con sus colegas,

iniciando así su difusión.

El Nombre de la Rosa ilustra algunos aspectos más de la estructura y la

dinámica de la construcción del conocimiento: la concentración, y

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8

consecuentemente la centralización, otorgan el poder del control sobre el

conocimiento, y su manipulación. El fuego final que causa la destrucción de una

biblioteca única, apunta a la vulnerabilidad del saber depositado en un libro, al

peligro de su pérdida definitiva.

Los conocimientos informáticos han proporcionado valiosas herramientas,

con las cuales entramos en una nueva fase de la construcción y la gestión social

del conocimiento en general (Simone 2000). El número de usuarios de

ordenadores conectados a la red es enorme y sigue creciendo, y las tecnologías de

la comunicación, almacenamiento y procesamiento de datos están preparadas para

soportar todas las fases del proceso científico.

Los caminos por los cuales viajaban los curiosos de la época medieval en

busca del conocimiento en las grandes bibliotecas y academias, eran largos y los

viajes eran difíciles y peligrosos. Los caudales de las líneas en la red informática

son seguros y más rápidos que los caminos polvorientos de la Edad media; tan

rápidos que se acercan a la sensación de simultaneidad. Aunque una información

en la red ocupa un lugar físico, parece que está (y realmente puede estar) en el

mismo instante en todos los lugares. Esta “omnipresencia” proporciona que todas

las aportaciones a la construcción del conocimiento, realizadas en cualquier lugar

físico, estén al instante incluidas y procesadas en el sistema cognitivo.

Este trabajo es la síntesis de una fase de esta doble investigación: sobre el

problema arqueológico – centrado en el caso de la introducción de la metalurgia

del cobre en los Balcanes Centrales - y sobre las herramientas para su solución.

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9

El conocimiento y las herramientas para la solución de problemas

Conocimiento y problemas científicos

Los escépticos afirman que el conocimiento no es posible. Entonces,

podríamos acabar con este trabajo antes de empezarlo, asumiendo dignamente

nuestro destino de ignorantes.

Sin embargo, hay otros muchos que, aunque no concuerdan en la definición

del conocimiento, están de acuerdo que la existencia del conocimiento es real.

Para Platón, el conocimiento es la creencia verdadera y demostrada. El

conocimiento científico comienza con los problemas prácticos y teóricos (Popper

1996: 17), con una “dificultad que no puede resolverse automáticamente, sino que

requiere una investigación conceptual o empírica” (Barceló 1996: 16). La

investigación, o el proceso de la demostración de la verdad necesita el

conocimiento previo y presuposiciones para la construcción de los conceptos y de

las teorías explicativas. Muchas teorías consideradas como conocimientos

incuestionables en su momento histórico y en circunstancias particulares, se

demostraron erróneas y fueron sustituidas por unas nuevas. Por lo tanto,

podríamos decir que la confirmación definitiva no existe, o como afirma Popper

“... cualquier teoría es principalmente insegura” (1984: 41). Consecuentemente, el

conocimiento científico es hipotético. Parece muy poca la diferencia entre

imposibilidad y la inseguridad del conocimiento. Sin embargo, mientras en el

caso escéptico el conocimiento es definitivamente imposible, o en otras palabras

no existe, la inseguridad del conocimiento introduce las condiciones necesarias

para su confirmación. Las cuestiones de “verdadero” y “falso” están en las raíces

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10

de la misma filosofía y han llegado a ser un fundamento de la tecnología digital -

el código binario.

El conocimiento, sin los medios de su articulación y transmisión, no sería

posible. El conocimiento no existe si no podemos relacionar y valorar las

informaciones que recibimos por nuestros sentidos, si no las podemos extraer del

ruido general de las sensaciones. El lenguaje es la condición básica para la

posibilidad del conocimiento y el mediador único entre las informaciones y el

conocimiento. El desarrollo del lenguaje es un proceso permanente y el lenguaje

adquiere cada vez más precisión y más habilidad para la abstracción. La

programación informática no es otra cosa que la introducción de conceptos y

comportamientos a través de un lenguaje descifrable por el código binario que

ejecuta las acciones del programa. Por su parte, los idiomas son las series de

etiquetas, y las palabras son etiquetas para los conceptos generados por el

lenguaje.

Fue largo el camino desde la torre de Babel hasta aquí, hasta la mini torre de

Mac o PC que tenemos por debajo del escritorio.

Lenguaje – escritura – prensa – multimedia

Podríamos decir que el habla es la habilidad más importante de la especie

humana, sobre la cual esta construido nuestro presente. La capacidad física de

hablar está confirmada en las especies pre-Homo Sapiens, pero no se puede

reconocer a través del registro arqueológico y por tanto son otros los métodos de

ubicación temporal de las primeras “palabras”. Algunos arqueólogos se inclinan

hacia la hipótesis de que el lenguaje está relacionado con otros procesos

cognitivos, como por ejemplo la reproducción de herramientas líticas, lo cual

situaría la aparición del lenguaje junto con la aparición de la tecnología Acheulian,

cca. 500.000 B.P. Sin embargo, según argumentan por ejemplo los psicolingüistas

Noam Chomsky y Jerry Fodor, el lenguaje se deriva de un proceso cognitivo

altamente modulado, que es característica exclusiva del lenguaje. La aparición del

arte representativo con los códigos simbólicos complejos de la pintura abstracta

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11

ya implica la existencia del lenguaje plenamente moderno en los contornos de

50.000/35.000 B.P. (Mithen 1996: 684). Durante decenas de miles de años el

lenguaje fue la base y la única herramienta de la construcción de las instituciones

sociales, decisiva para la adquisición del conocimiento y para el comportamiento

normativo (Goody 1985: 19). El conocimiento científico no es posible sin el

lenguaje: sólo con el lenguaje desarrollado podemos proponer las hipótesis fuera

de nosotros (Popper 1984: 25) y de esta manera interactuar con el saber.

La memoria oral consecuentemente fue la principal vía para el

atesoramiento del conocimiento. Sin embargo, a lo largo de la historia, los

humanos trataron de registrar gráficamente lo que mentalmente sabían y

oralmente eran capaces de transmitir. La representación gráfica de las palabras y

del significado culminó en la forma alfabética. La escritura tuvo un efecto

revolucionario para el futuro del conocimiento y el futuro del género humano.

Favoreciendo la vista sobre el oído, la escritura ha desarrollado en los seres

humanos una visión alfabética, la capacidad que permite ver los símbolos de la

escritura, simultáneamente descifrando su valor fonético y el significado del

conjunto lineal (Simone 2000: 32-34). En el siglo V a.C. Platón rechazó la

memoria oral y sus sentidos fugaces. Su confianza fue dedicada a un sentido único

materializado por el documento escrito. El libro se convirtió en el soporte único

para el conocimiento, una extensión de la memoria personal y colectiva.

El proceso lento de la metamorfosis cognitiva se aceleró significativamente

con el invento de la imprenta en el siglo XV. Con el aumento de ejemplares del

mismo texto, distribuidos por una red de bibliotecas que multiplicaban sus fondos

y eran cada vez más numerosas, se amplió el círculo de los lectores. El texto

multiplicado dio paso a la manipulación de los conocimientos y al nacimiento de

las campañas mediáticas y las censuras ideo-políticas. En el proceso social, el

texto multiplicado fue un vehículo decisivo para la difusión de las ideas y un arma

importante en todas las luchas políticas y científicas. El control sobre el flujo del

conocimiento, aunque no logró devenir absoluto, fue muy importante y poderoso.

Las elites no estuvieron dispuestas a compartir el conocimiento con “el pueblo

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12

llano”, para que no se disturbara el orden de las cosas (Burke 2002: 27). Sin

embargo, el carácter informativo y masivo del texto impreso y multiplicado fue

aprovechado tan temprano como en el año 1493, cuando la carta de Cristóbal

Colón que informaba sobre sus descubrimientos fue multiplicada y distribuida por

Barcelona antes de su llegada al puerto.1 Así, a parte de la tarea de depositar,

proteger y divulgar (más o menos ampliamente) el conocimiento, el soporte

impreso se convierte en el medio principal de la divulgación de las informaciones

y de la comunicación pública.

El espacio informativo en el siglo XX fue ampliado con las tecnologías

basadas en la energía eléctrica, tecnologías de grabación y transmisión del sonido

y de la imagen fija y en movimiento. El desarrollo explosivo de las tecnologías de

la información ha creado un nuevo espacio de construcción y comunicación del

conocimiento, y ha iniciado una nueva fase de la metamorfosis cognitiva.

Internet

No podemos, a estas alturas, seguir diciendo que las redes informáticas e

Internet son una novedad. Internet ya forma parte de la vida cotidiana y está

preparada tecnológicamente para hacerse cargo de la responsabilidad histórica de

un medio legítimo para la gestión y construcción del conocimiento científico y del

conocimiento en general, y para sustituir gradualmente y en varios ámbitos el

libro que tenia este papel muchos siglos atrás. Hace tiempo que nos estamos

excusando cada vez cuando los demás entienden que, promoviendo nuestras ideas

del conocimiento informatizado, estamos poniendo en peligro la institución de

Libro. Es posible que el Libro cambie pronto su posición y deje de ser el vehículo

principal de la construcción de conocimiento, pero esto es más una hipótesis

fundada a partir de los datos sobre el “boom” o la “revolución” informática. Si

miramos las estadísticas de la producción de libros en España en el periodo 1993-

1 http://www.nyu.edu/classes/stephens/Collier's%20page.htm

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13

2001 (Anexo, Tablas 1 y 2)2, veremos que la producción editorial, tanto de los

títulos publicados como de los ejemplares imprimados oscila, pero muestra una

tendencia general de crecimiento. Sin embargo, en algunos campos, como por

ejemplo en el campo de la historia3, el número de títulos experimenta una ligera

caída a partir del año 1998 y una caída todavía más drástica en cuanto a números

de ejemplares desde el mismo año. Aunque las estadísticas citadas pueden tener

varias lecturas sociales, demográficas o económicas, parece que la fecha

hipotética del cambio del soporte del conocimiento está todavía muy lejana. La

institución del Libro es una fase en el proceso de la metamorfosis cognitiva, y ya

ha sustituido por el camino las previas instituciones del conocimiento: a la de

manuscritos y a la de la memoria oral, si bien nunca hemos dejado de escribir a

mano y transmitir / recibir el conocimiento por vía oral (contar cuentos a los

niños, escuchar / dar conferencias, clases, llamar al 010 para obtener información,

etc.). Dejando atrás la fase de la linealidad del conocimiento que se adquiría a

través del libro y la escritura, la metamorfosis cognitiva está llegando a la fase de

la inteligencia simultánea, donde los medios principales de adquisición del

conocimiento son el oído y la visión no-alfabética (Simone 2000: 37). El vehículo

de estos cambios en la construcción del conocimiento es el entorno multimedia y

el entorno de redes informáticas. Los conceptos son los nudos en una red de

interrelaciones sistemáticas en la que las leyes y los principios teóricos

constituyen los hilos (Hempel 1985: 139).

Ello podría tener consecuencias graves si, antes de proponer prácticas

nuevas, no tuviéramos presente la desigualdad de las condiciones de accesibilidad

a la Red y al equipo informático, que está repitiendo un patrón explícito de las

diferencias entre el mundo rico y el mundo pobre, y entre la gente rica y la gente

pobre. La industria informática (algo esencialmente diferente de la ciencia

informática) tiene todas las características de un generador de mercado agresivo.

La política y la dinámica de producción estimulan el consumo masivo, así que el

2 IneBase, Estadística de la Producción Editorial,

http://www.ine.es/daco/daco42/cultocio/prodedit.htm 3 grupo nº 25 según la clasificación de UNESCO

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14

ordenador y sus programas envejecen más rápido que cualquier otro producto

conocido hasta ahora. En su exposición en la conferencia CAA 98 en Barcelona

Vicente Lull ha expresado varias preocupaciones que apuntan a este campo

pantanoso (Lull 1999). Como consecuencia de la competencia comercial, las

escuelas, las bibliotecas universitarias y la administración tienen que actualizar su

equipo informático y las redes cada 2-3 años, desviando así fondos para la

investigación y la educación. El coste de ser informatizado todavía es muy alto,

aunque mucho más barato que hace 10 años. Una buena parte del mundo se

quedaría totalmente sin recursos informáticos si no tuviera programas “piratas” y

ordenadores hechos de las piezas que nadie quiso comprar. Sin embargo, los así

equipados también tienen acceso a toda la información a la cual pueden acceder

aquellos con equipos supersónicos e igual como ellos pueden agregar sus

contenidos a Internet. El conocimiento debería venir de todas las fuentes posibles

y llegar a todos los que lo necesitan. Con el libro, el problema de accesibilidad no

fue nada menos drástico. No son pocas las universidades en el mundo que no

pueden mantener al día sus bibliotecas y hemerotecas, porque no pueden comprar

libros que en promedio valen como 3 salarios docentes. Sin embargo, Internet

ofrece soluciones muy eficaces y accesibles para la amortización de este

problema, por los segmentos específicos y en general, a pesar del precio que suma

el coste de 20 libros y los gastos que suponen las instalaciones de la red interna y

el acceso a la red externa. Las estadísticas también demuestran que ya no se trata

de unos cuantos privilegiados usuarios de Internet y pocos recursos tecnológicos.

Por supuesto, todavía se trata tan sólo del 8,5% de la población global la que

utiliza Internet.

A mediados del año 2001 Internet lo constituían cerca de 120 millones de

servidores y unos 430 millones de usuarios (Piscitelli 2002: 155). En España, en

este momento (Julio 2002), hay 7 millones de usuarios registrados4 de los cuales,

según las estadísticas de Nielsen//NetRatings, son 4 millones de usuarios activos

por una población total de 40 millones de habitantes, mientras estas cifras para

4 datos: Telefónica

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15

Inglaterra, por ejemplo, mantienen la proporción de 33 millones de usuarios

registrados y 13 millones de usuarios activos por una población de 59,6 millones

de habitantes. Rumania, con 22.4 millones de habitantes, tiene 630,000 usuarios

conectados a Internet5. Según los datos de http://cyberatlas.internet.com/, la

población mundial de usuarios de Internet sube en estos momentos a 533

millones6 y la estimación para el año 2005 es de 945 millones7.

La tecnología informática ha reunido todas las condiciones para formar una

analogía completa de los medios tradicionales de comunicación, información y

presentación. Internet es el vehículo para el almacenamiento y para el flujo de

datos, por lo cual es difícil medir su tamaño real. El contenido que una mayoría

de los navegantes conoce y utiliza diariamente, se llama Web de superficie y es la

parte más pequeña de Internet. Su contenido son las páginas estáticas cuyo

número en marzo 2000 subía alrededor de 2.500 millones de documentos. A

principios del mismo año este número oscilaba alrededor de 1.000 millones de

documentos, que da una tasa de crecimiento de 7,3 millones de paginas al día. El

tamaño de la información variaba entre 25 y 50 Tb, de los cuales 10 a 20 Tb eran

de información textual (Piscatelli 2002: 167).

La información pública en la Web profunda es de 400 hasta 550 veces más

numerosa que la de la Web de superficie. La Web profunda consiste en las

páginas dinámicas que producen su resultado según la búsqueda directa en las

bases de datos, y en los documentos de intranets o bases de tópicos, y su tamaño -

en marzo del año 2000 - era de 7.500 Tb distribuidos en cca. 550.000 millones de

documentos. Sólo 60 sitios de la Web profunda alcanzan el tamaño total de los

contenidos de la Web de superficie (Bergman 2000). Se trata de una gran masa de

información almacenada en la red informática, sumergida en las profundidades de

Internet, fragmentada y dispersa. La necesidad de organizar estas informaciones,

para transformarlas en conocimientos y significados, ha inducido las

5 datos: European Survey of the Info. Society. Para las estadísticas completas ver

el Anexo 1, Tabla 3 en este volumen. 6 datos: Computer Industry Almanac 7 datos: Computer Industry Almanac

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16

investigaciones sobre los protocolos y lenguajes para la dinamización de la

construcción del conocimiento.

Los proyectos sobre el uso de Internet para la construcción, gestión y

transmisión de conocimiento se están desarrollando, sobre todo a partir de las

necesidades del mercado y la ingeniería, pero también en los ámbitos científicos.

Las comunicaciones mediadas por la red informática han superado por sus

prestaciones cualquiera de los medios comunicativos hasta ahora existentes. El

nuevo medio interactivo impone una sola condición para el acceso al campo

abierto y libre: tener el ordenador conectado a la red.

Page 18: conocimiento distribuido

17

Arqueología y revolución informática

Aplicabilidad y Aplicación

El interés que los arqueólogos han mostrado por la tecnología informática es

intenso y muy variado. Sin embargo, algunas de las cuestiones fundamentales

sobre el carácter de este fenómeno, ya sean formuladas como preguntas o como

afirmaciones, siempre nos hacen reflexionar.

• La informática nos ayuda a publicar nuestra información arqueológica tradicional de manera más fácil y más barata. (¿?)

• La informatización del conocimiento arqueológico es una disciplina o meta disciplina independiente. (¿?)

• La arqueología informática tiene sus propios objetivos y sus propios logros. (¿?)

• La informática no es nada más que una herramienta auxiliar que tiene la misma importancia para todas las ramas de arqueología. (¿?)

Reilly y Rahtz (1992: 1) consideran que “todas las posturas citadas son en

mayor o menor medida verdaderas, según la tradición arqueológica del propio

arqueólogo”. Pero, los conceptos cuya noción se puede reconocer en las

cuestiones de Reilly y Rahtz son igualmente relevantes para todos los arqueólogos

y arqueólogas, o para la arqueología en general, independientemente de la

tradición teórica particular. En torno de las posibilidades reales de la tecnología

informática se establecen los ámbitos de su inclusión en el proceso arqueológico.

Algunas escuelas primarán un ámbito sobre algún otro, pero todas coincidirán en

la mayoría de las necesidades prácticas que la informática les puede apoyar. La

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18

aplicación de la tecnología informática es posible en todos los ámbitos

metodológicos y las fases cognitivas que implican apoyo en el depósito, la

manipulación y la adquisición de datos, apoyo gráfico, apoyo analítico o apoyo en

las comunicaciones.

Método Fase cognitiva

adquisición del conocimiento previo Planteamiento del problema

técnicas de campo adquisición de datos

técnicas de laboratorio cuantificación del material

Documentación Estructuración del registro arqueológico

Análisis formulación de hipótesis

Debate confrontación de los datos y las hipótesis

Publicación y presentación formulación de la unidad del conocimiento

Divulgación transmisión del conocimiento adquirido

Tabla 1 – Ámbitos arqueológicos y fases cognitivas correspondientes, donde es posible la aplicación de la tecnología informática.

Por lo tanto, la informática es fundamentalmente una herramienta que tiene

la misma importancia para todas las ramas de la arqueología, pero su aplicabilidad

y utilidad objetiva puede variar de un ámbito a otro. Al mismo tiempo, su

aplicación y desarrollo deberían estar siempre sometidos al rigor metodológico, lo

que abre un campo anexo a la investigación teórico-metodológica y

epistemológica en el marco de nuestra disciplina. La informática se ha

transformado en un medio para el proceso cognitivo, en una caja de herramientas

especializadas y procedimientos específicos. Sin embargo, la tecnología

informática en arqueología no puede tener sus propios objetivos y sus logros fuera

del marco disciplinar. Las investigaciones sobre la aplicación de cualquier método

o técnica en arqueología siempre tienen que estar en función del proceso, y de los

objetivos de la investigación arqueológica.

Page 20: conocimiento distribuido

19

Los avances en la producción de hardware y en la programación del

software han influido plenamente a la dinámica de la aplicación de la informática

en distintos ámbitos del método arqueológico desde los años 50 del siglo XX. Se

han sucedido varias “fases”: exploración (60as), implementación (70as),

explotación (80as) y en los noventas, la fase de información (Reilly y Rahtz

1992: 3). Este paso concordado se puede ilustrar, por ejemplo, a través de los

títulos de los artículos publicados en los volúmenes de las conferencias anuales de

CAA (Computer Applications and Quantitative Methods in Archaeology8), que

reflejan con más o menos fidelidad la imagen de la aplicación de la tecnología

informática en la investigación arqueológica en general. Las reuniones anuales de

CAA surgieron de las reuniones regulares de un pequeño grupo de especialistas y

entusiastas de los métodos informáticos británicos en el año 1973. Hasta el 1992,

las reuniones se celebraron en universidades británicas mientras el número de

participantes internacionales crecía regularmente. Desde el año 1992, cuando se

celebró la primera reunión fuera del Reino Unido, en la Universidad de Aarhus,

Dinamarca, las reuniones anuales de CAA están cada año organizadas por una

universidad europea distinta9. El análisis estadístico de las publicaciones anuales

de las reuniones de CAA entre los años 1973 y 1997 muestra un crecimiento

general de las contribuciones (Scollar 1999: 5, Fig. 1). Scollar establece 9

categorías de contribuciones como unidades de análisis de la dinámica de centros

de interés de las conferencias:

1. Estadísticas

2. Bases de datos y documentación de yacimientos

3. Procesamiento de la imagen y gráficos, CAD y realidad virtual,

4. Educación, publicación y Web

5. SIG (Sistema de Información Geográfica)

6. Prospección arqueológica

7. Simulación e inteligencia artificial

8 http://caa.leidenuniv.nl/proceedings/proceedings_contents.htm 9 http://caa.leidenuniv.nl/about_caa.htm

Page 21: conocimiento distribuido

20

8. Reconocimiento de patrones

9. Otros.

Las primeras dos categorías, las estadísticas y las bases de datos, dominaban

en las primeras décadas (46% del total de los artículos en 25 años), y están

siempre presentes en el programa de las reuniones, aunque desde mediados de los

años 80 en considerablemente menor medida (Scollar 1999: 6). Este es un período

en que se empieza a centrar la atención en otras aplicaciones de la tecnología

informática, con el apoyo de una caída de los precios de los equipos y de los

avances en las prestaciones gráficas de los ordenadores. El SIG fue la novedad en

los últimos años de la década de los 80, y sigue con una representación importante

en la década de los 90. La simulación y la Inteligencia artificial tuvieron su pico

en el año 88, pero desde entonces el número de las ponencias y artículos

dedicados a este tema disminuye (Scollar 1999: 7-8, Figs. 7 y 9). Sin embargo, el

hábito y la disposición de los arqueólogos y las arqueólogas a una comunicación

abierta, son todavía muy bajos. Lo ilustra el hecho que de los 350 suscritos a la

lista Archcomp-L10, a quienes fue enviado un cuestionario informal sobre la

aceptabilidad de los métodos informáticos y sus consecuencias en arqueología,

respondieron sólo 8 participantes (Scollar 1999: 9). Los intentos de establecer la

comunicación del pensamiento crítico a través de listas electrónicas de discusión,

naufragaron en el archipiélago de anuncios para publicaciones, reuniones etc.

Parece que el 9% del total de contribuciones que pertenece a los artículos sobre

temas de educación, publicación y Web, representa un buen porcentaje, teniendo

en cuenta las fechas tardías de las tecnologías correspondientes. Sin embargo, las

temas sobre Web se establecieron en los congresos de CAA desde los años 90,

tratando sobre todo sus virtudes en el dominio de publicación de textos e

imágenes, y muy raramente tratando la comunicación entre los arqueólogos y las

posibilidades que nos plantea la tecnología de la información.

10 Lista dedicada a cuestiones de arqueología computacional, a la comunicación entre expertos.

Page 22: conocimiento distribuido

21

La construcción informática del conocimiento arqueológico

Es cierto que avances importantes en los métodos de investigación

arqueológica han sido logrados gracias a la tecnología informática que ya forma

parte de los instrumentos de trabajo de nuestra disciplina. Sin embargo, el

desarrollo de las aplicaciones informáticas en arqueología depende directamente

de la dinámica del desarrollo en la ciencia y en la industria informática, por lo

cual la tecnología debe avanzar siempre unos pasos más adelante. Por el

envejecimiento rápido de los sistemas informáticos se imponen problemas de

compatibilidad y migración de datos de los formatos antiguos a formatos nuevos,

y más de una vez ha ocurrido que toda una colección de documentos queda

aislada e inmovilizada por su incompatibilidad. Un efecto más de la actualización

permanente es el hecho que la concentración de la investigación se mantiene en

sus puntos fijos, causando el desarrollo “vertical” de las técnicas, en lugar del

desarrollo “horizontal” de la metodología y de la construcción de un “sistema

operativo” subordinado al objetivo de arqueología: el conocimiento.

La acumulación de datos arqueológicos, permanentemente adquiridos, no

produce unos resultados acumulativos (Trigger 1989: 16). Las interpretaciones se

fundan normalmente sobre las conclusiones de otros autores, sin tener ocasión de

confrontar la nueva interpretación con los datos originarios. Esta práctica no

parece alterada con el uso de la tecnología informática. Si utilizamos las nuevas

tecnologías para las tendencias antiguas, es decir para la producción de “datos

invisibles” y de interpretaciones textuales, sea cuál sea la forma de su publicación,

el efecto de la aplicación de la informática en arqueología será mínimo. Los

planos digitales de excavación con los datos sobre los objetos muebles e

inmuebles incorporados a través de la base de datos, por ejemplo, son

infinitamente más útiles y prestan un mayor potencial analítico, que numerosos

documentos de papel con plantas dibujadas, tablas de cotas absolutas y relativas y

documentación relacionada de todo tipo. Pero, la función y el destino de estos

documentos electrónicos son los mismos que los de la documentación tradicional.

Saldrá tarde o temprano el resultado del análisis resumido en forma de texto en un

Page 23: conocimiento distribuido

22

artículo, o será comunicado en una conferencia, pero el documento permanecerá

en el disco duro del ordenador del investigador, igual como se quedaba en el cajón

la documentación tradicional de sus investigaciones pre-informáticas, lejos de la

vista de otros investigadores interesados por el tema. Las tablas y gráficos

obtenidos por ordenador, publicadas en forma de imagen en un libro, son

documentos muertos, diseñados para soportar la interpretación actual del autor.

Este sigue siendo un caso muy frecuente, y tenemos todavía la ocasión de leer

libros que editan el resultado del procesamiento digital de los datos relativos a una

investigación11. La interpretación del autor permanece su única aportación al

conocimiento arqueológico, sin duda una aportación importante, pero sin el

carácter de “verdad” definitiva, porque toda novedad puede falsar la teoría

existente y hasta entonces válida (Popper 1984: 41).

La misma arqueología representa un proceso de construcción del

conocimiento específico. El proceso cognitivo, compuesto por el flujo de datos y

de teorías descentralizadas puede ser constante, acelerado hasta la sincronicidad

gracias a la tecnología de Internet. Reflexividad, contextualidad y multivocalidad

son las condiciones de la creación de un sistema de interpretación y

reinterpretación continua, o de una arqueología reflexiva (Hodder 1999: 178-

179). La asociación de la arqueología con la tecnología informática debería tener

como objetivo la creación de un tal sistema, cuya aplicación ampliaría el

conocimiento y su construcción se convertiría en un proceso colectivo e

interactivo. Esto impone la necesidad de cambios en la actitud de arqueólogos y

arqueólogas hacia su disciplina: no se trata de si aceptamos o no una máquina, o

aplicamos una técnica de trabajo; se trata de la aceptación de un nuevo estándar

sobre los objetivos y el resultado de la investigación. La interactividad y la

reflexividad son el motor de los vehículos cognitivos adoptados para las altas

velocidades.

Por la diferencia de las aplicaciones de informática en el ámbito de varias

técnicas de campo y del laboratorio, que por su parte y en general cumplen con las

11 Ver por ejemplo Binford (2001).

Page 24: conocimiento distribuido

23

expectativas, el uso de las posibilidades tecnológicas y de los paradigmas

epistemológicos de Internet, hasta ahora es en una mayoría de los casos

decepcionante. Eso no quiere decir que todo el contenido que se puede encontrar

en WWW es de poca calidad, sino que los objetivos establecidos por los autores

de las páginas publicadas no están ajustados al nuevo medio. Internet se está

utilizando casi exclusivamente para la presentación de informaciones dirigidas al

usuario pasivo y necesariamente paciente. El contenido está fragmentado y

disperso y es difícil encontrar una información determinada, y es definitivamente

imposible llegar a un conocimiento que represente un estado de la cuestión en

aquel mismo momento. Los intentos de desarrollo de los buscadores y portales de

recursos arqueológicos en Internet12, aunque han acumulado un buen número de

enlaces verificados, no cumplen con el objetivo de reunir la información dispersa.

Estos portales sirven como directorios que clasifican el contenido estático, puerta

de enlace con las presentaciones particulares, textos on-line, con home pages de

autores diversos. Las trayectorias de la búsqueda de información están

caracterizadas por muchas idas con expectativas y vueltas con decepción, por

muchas conexiones a los servidores particulares a una velocidad escandalosa, por

mucha información caducada, enlaces rotos etc. Ocurre frecuentemente que los

enlaces nos llevan a otros directorios de enlaces y así, hasta llegar a un número

reducido de páginas que realmente contienen información arqueológica. Los datos

arqueológicos no estructurados en Internet forman parte de la Web de superficie.

No obstante, existen proyectos que dan un paso importante en el camino

hacia la transformación de Internet arqueológico a Internet del conocimiento

arqueológico. Uno de estos ejemplos es ADS13, fundado en el año 1996 por el

consorcio formado por el Consejo de Arqueología Británica con numerosas

universidades Británicas14 y tiene soporte de Arts and Humanities Research Board

y Joint Information Systems Committee of the Higher Education Funding

Councils for England, Scotland and Wales, y el Departamento de Educación de

12 como, por ejemplo ARGE 3.0 - http://odur.let.rug.nl/~arge/ 13 Archaeological Data Service 14 Birmingham, Bradford, Glasgow, Kent at Canterbery, Leicester, Newcastle,

Oxford y York

Page 25: conocimiento distribuido

24

Irlanda del Norte. El objetivo declarado por ADS es recoger, describir, catalogar,

proteger y facilitar el soporte al usuario para los recursos digitales, creados como

producto de la investigación arqueológica. La vulnerabilidad de los datos sobre la

evidencia primaria destruida es la razón por la que hay que facilitar el acceso a los

datos “con el fin de examinar, valorar y entonces reanalizar y reinterpretar los

datos y las hipótesis resultantes”15. Está previsto que el catálogo, como lo

denominan los autores, contenga colecciones de documentos de tipos variados,

teniendo en vista los más frecuentes formatos de la documentación arqueológica.

El ADS presta a los usuarios servicios de gestión, hospedaje y mantenimiento de

sus datos, incentivando la agregación de las colecciones al sistema. Ahora ya se

puede reconocer un cierto relajamiento del ambiente, viendo que el contenido del

catálogo crece y que el interés por el proyecto esta aumentando.16

Sin embargo, la base de metadatos, construida por ADS, no tiene el carácter

de datos estructurados y relacionados, y su potencial analítico está reducido al

conocimiento fragmentado. El sistema “sabe” dónde puede encontrar información,

pero no la puede utilizar sin su contexto de documento original. Las colecciones

aparecen como cuerpos individuales, sin la posibilidad de la comparación o de la

relación automática con otra colección.

Uno de los proyectos en los cuales el ADS tiene el papel del asociado

principal es el proyecto ARENA17, apoyado por la Unión Europea a través del

programa Cultura 2000 y con seis países asociados: Polonia, Rumania,

Dinamarca, Islandia, Noruega y Reino Unido. Este proyecto está dirigido en

primer lugar a los archivistas profesionales que trabajan con datos arqueológicos

digitales, pero espera tener más adelante relevancia para la comunidad académica.

El objetivo final del proyecto es la “difusión de los archivos arqueológicos

importantes y de los datos de patrimonio cultural para la investigación académica

15 http://ads.ahds.ac.uk/project/general.html 16 En el marzo 2001 las páginas de ADS tenían 92929 visitas únicas según los

datos publicados en el informe anual para el año 2001 (http://ads.ahds.ac.uk/project/annrpts/2001.html)

17 Archaeological Records of Europe - Networked Access

Page 26: conocimiento distribuido

25

y el uso público”.18 La iniciativa está inspirada en la fragilidad de los datos

digitales y en la necesidad urgente de conservarlos. El estado del mantenimiento y

protección de los medios de conservación de los datos en arqueología no está en

un nivel alto. 51% de los datos se guarda en los discos duros y los disquetes, y

47% de los datos digitales no tiene ninguna protección (antihumedad,

electroestática, antimagnética etc.). Varias actividades están previstas por el

proyecto ARENA con el fin de la preservación y promoción de los datos digitales

sobre el patrimonio cultural. A parte de las actividades en el desarrollo de los

estándares, me parece importante destacar la noción de la interoperabilidad en el

nivel Europeo, y por supuesto las actividades en la aplicación de los varios

lenguajes y protocolos que facilitan el acceso ínteroperable a los datos

distribuidos.19

Estos dos ejemplos (ADS y ARENA) están apoyando la opinión de que ha

llegado el tiempo de los nuevos conceptos del uso y la gestión de los datos

arqueológicos, del patrimonio cultural, así como las investigaciones de las nuevas

técnicas y procedimientos para la presentación y promoción de estos datos. Los

catálogos de los documentos arqueológicos y los buscadores ínteroperables son

dos primeros pasos en la transformación de los principios de la construcción del

conocimiento arqueológico.

18 http://ads.ahds.ac.uk/arena/arebaactivity2,html 19 http://ads.ahds.ac.uk/arena/arenaactivity4.html

Page 27: conocimiento distribuido

26

La construcción social del conocimiento arqueológico:

DIA-spora20

La construcción del conocimiento arqueológico es el objetivo esencial y

perpetuo de nuestra disciplina. La mayor parte del conocimiento adquirido hasta

ahora está guardado en los museos, los amplios archivos de documentación

arqueológica y en los libros; está centralizado e institucionalizado. La

comunicación del conocimiento, fundamental para su construcción, se desarrolla

en planos segmentados y desnivelados, es lenta, y pasan largos intervalos entre la

producción del dato y su proposición y difusión pública. La selección de los datos

comunicados conlleva una hipótesis cuyos fundamentos no están accesibles del

todo, de modo que, al reutilizar la información para las hipótesis sucesivas,

estamos construyendo el conocimiento indirectamente, sobre las interpretaciones

anteriores y los datos filtrados y estructurados en su función.

Pero, por la misma naturaleza del objeto de estudio, la construcción del

conocimiento arqueológico es una tarea colectiva, y si partimos de esta

presuposición, ineludiblemente nos dirigimos a la tecnología informática para

buscar el soporte tecnológico. Algunos sociólogos atestiguan que con la

comunicación multimedia y la tecnología informática, hemos entrado en la tercera

fase de la metamorfosis cognitiva (Simone 2001). Aunque esta conclusión todavía

no es completamente sostenible, hay varios ámbitos, sobre todo en la vida

cotidiana, donde encuentra apoyo. La arqueología está en la fase transitoria entre

las fases II y III mencionadas anteriormente. De la fase II se distingue por la

aplicación de las nuevas técnicas de investigación y por el cambio del soporte para

20 Distributive Interactive Archaeology – synchronized platforms of research

activities

Page 28: conocimiento distribuido

27

los datos, ahora en su mayoría digitales. De la fase III la arqueología se distingue

por la propia actitud de los arqueólogos hacia el conocimiento arqueológico. Si

buscamos el soporte para la construcción colectiva del conocimiento, es altamente

probable que lo encontraremos en la tecnología informática e Internet.

El espécimen informático de las teorías científicas son las estructuras

complejas de datos en los sistemas computacionales, que consisten de los

paquetes de reglas, conceptos y soluciones de problemas. Los mismos paquetes

son los mediadores en el proceso computacional de la explicación y de la solución

del problema (Thagard 1988: 1). Si por sistemas computacionales asumimos los

ordenadores particulares o pequeñas redes internas, permaneceremos en la fase II

b de la metamorfosis cognitiva y concluiremos, con toda la razón, que el alcance

de la automatización del proceso cognitivo es muy bajo. Pero, si por el sistema

computacional entendemos la Red informática, la WWW, las expectativas

cambian. Si los datos arqueológicos de todo tipo están guardados en los nodos de

la red, se pueden eliminar los límites entre las unidades de conocimiento y de tal

manera obtener un flujo y una disponibilidad de datos permanente y simultánea.

La Red ha pasado desde una fase presentacional a una fase de Web Activa. Los

documentos y la comunicación en la Red comienzan a cobrar sentido.

El proyecto DIA-spora

El proyecto DIA-spora es un experimento informático, una investigación

teórica y la aplicación práctica del uso de Internet de una manera dinámica y

constructiva (Bogdanovic, Tasic 1998; Bogdanovic, Barceló, Vicente 1999). Aquí

no se trata de un portal Web, ni de un directorio, ni tampoco de una base de

datos. Se trata a la vez de un sistema para la construcción colectiva del

conocimiento arqueológico en el entorno Internet, y de un método interactivo para

la dinamización y la estructuración de los datos para investigaciones

arqueológicas. Si los marcos de referencia de Binford (2001: 3) son los

mecanismos especiales para la estructuración de datos, entonces podríamos decir

que en nuestro caso del método interactivo los marcos de referencia se convierten

Page 29: conocimiento distribuido

28

en marcos de referencia dinámicos (dynamc frames of reference). El flujo

dinámico e interactivo de las referencias o, en otras palabras, de las unidades del

conocimiento previo, está en la definición de la arqueología reflexiva (Hodder

1999: 178).

Intentaremos integrar el proceso del razonamiento arqueológico y el

procesamiento de datos en un sistema único. Siguiendo la teoría de la solución de

problemas (Barceló 1996: 18), experimentaremos con la construcción de un

entorno en la red informática que reproduzca el marco general de la investigación

arqueológica. El acento puesto en la estructuración y el almacenamiento

distributivo de los datos en los nodos de la Red enfatiza las cuestiones sobre la

protección y la divulgación del patrimonio cultural.

Siguiendo estas pautas, hemos resumido los objetivos en el título del

proyecto: Arqueología Distributiva e Interactiva – las plataformas sincronizadas

PROBLEMA ARQUEOLOGICO

Distribución de datos

Flujo de datos

Descripción

Valorización

Flujo de idéas

Esbozo de teorías

BASE DE DATOS REFERENCIALES

SOLUCIÓN DE PROBLEMA

Fig. 1. – Estructura del sistema del proceso del razonamiento y del procesamiento de datos

Page 30: conocimiento distribuido

29

de las actividades investigadoras, o DIA-spora, como epígrafe del titulo en inglés

(Distributive Interactive Archaeology – synchronized platforms of research

activities).

¿Qué es la Arqueología Distributiva e Interactiva?

La arqueología distributiva e interactiva resulta de la presuposición que la

construcción del conocimiento arqueológico es una tarea colectiva, una serie

dinámica de tareas y procesos.

El proceso explicativo necesita el conocimiento como materia prima, y este

conocimiento no existe en la mente individual de un científico, sino que está

distribuido en la comunidad investigadora a escala global. Para interpretar sus

datos, cada investigador debe tener el conocimiento inicial, conocimiento al que

hará las referencias específicas (Zang y Norman 1994). La distributividad del

conocimiento arqueológico y la interactividad de un investigador particular con el

conocimiento en general, en el proyecto DIA-spora se traduce como la interacción

El conocimiento distribuido

Conocimiento materia prima

Los protocolos interoperables

Cd

Cd

Cd Cd

Cd

Cd Cd

Cd

Cd

Cd

Cd

Cd

Fig. 2 – La construcción del conocimiento

en el sistema distributivo

Page 31: conocimiento distribuido

30

de los documentos en todos los formatos digitales - distribuidos en los servidores

en los nodos de la Red - con los usuarios finales, a través de los protocolos

interoperables. El usuario final puede utilizar el conocimiento y transformarlo

agregando sus documentos y sus datos relacionados.

La explicación, por tanto, no es meramente una operación mecánica y

lógica, sino un proceso social. Esta es la razón por la que el conocimiento

arqueológico debe ser distributivo – viniendo de muchos recursos distintos – e

interactivo, para que todos los científicos puedan transformar el conocimiento

colectivo.

Organizado de esta manera, el conocimiento producido y transformado por

un científico individual, es accesible a la comunidad investigadora en tiempo real.

De este modo, el uso del conocimiento está sincronizado para que lo que yo estoy

utilizando y transformando hoy y aquí, sea utilizado por otro investigador, en

cualquier otra parte, hoy y más adelante.

El proyecto DIA-spora implanta la distributividad interactiva aplicando la

tecnología colaborativa (Majchrzak, A. et al. 1999). Si traducimos estos términos

en acciones, diríamos que DIA-spora debe facilitar a los usuarios individuales, o a

los usuarios en el marco de un grupo de investigación, el acceso sincronizado y

asíncrono al conocimiento distribuido, y por lo tanto al conocimiento local

integrado al sistema distributivo. El usuario puede visualizar la información en su

formato y contexto original, pero si activa determinadas aplicaciones, puede

compartir el conocimiento mediante una serie de acciones: puede agregar un

nuevo documento del autor, aplicar comentarios a documentos, hacer un vínculo

de la referencia explícita con otros documentos, ordenar documentos, encontrar

documentos, ver la red de vínculos de referencia para encontrar los documentos

más frecuentemente relacionados a los temas específicos, agregar los gráficos y

otros tipos de imágenes a los documentos,... y configurar la notificación

automática sobre los nuevos documentos referentes al tema.

No hay que reempezar todo de cero con cada idea nueva, ni tampoco al unir

hay que unificar. Hay mucho trabajo ya realizado en la presentación de los datos

Page 32: conocimiento distribuido

31

arqueológicos en Internet, y en la digitalización de los datos y de los procesos

analíticos. DIA-spora propone soluciones para la superación de las

incompatibilidades.

Todas la acciones en DIA-spora se ejecutan a través del Marco de la

Descripción del Recurso (RDF – Resource Description Framework), que

proporciona la interoperabilidad entre las aplicaciones que en la Red intercambian

la información.21 La tarea general del sistema RDF es la descripción de recursos

sin hacer referencia alguna al dominio de la aplicación, ni tampoco definir la

semántica de cualquier dominio de aplicación. La definición del mecanismo debe

ser neutral, puesto que tiene que describir la información sobre cualquier dominio.

La distributividad de la información arqueológica es la idea opuesta a la

centralización de los datos, y beneficia el derecho común sobre el patrimonio

cultural. Al mismo tiempo, el sistema distributivo favorece los derechos

individuales, los derechos de propiedad intelectual, la autonomía del autor, y

tolera toda la variabilidad metodológica y teórica.

El carácter interactivo de DIA-spora permite la intervención directa en el

conocimiento colectivo a través de las actividades investigadoras habituales, sean

desarrolladas en el entorno de las plataformas de DIA-spora, o en los sistemas

computacionales autónomos22. El sistema interactivo que proponemos facilita el

flujo constante de la materia arqueológica, manteniendo el proceso científico

activo y reflexivo.

Las plataformas sincronizadas de las actividades investigadoras

Las plataformas de las actividades investigadoras en DIA-spora son

paradigmas de las fases del razonamiento científico unidas en un sistema

relacionado. Las plataformas consisten de unas series de suposiciones y requisitos

formales para el intercambio y agregación de datos, hipótesis e información, y son

unos conjuntos de aplicaciones para el mandato correspondiente de cada una de

21 Resource Description Framework (RDF) Model and Syntax Specification, 1999. http://www.w3.org/TR/REC-rdf-syntax/

22 siempre y cuando estén vinculados con DIA-spora mediante RDF.

Page 33: conocimiento distribuido

32

las plataformas. Su fondo común es un sistema de bases de datos relacionadas, un

sistema de reglas explicativas y protocolos de comunicación.

El uso de las plataformas puede ser directo o indirecto, según el propio

carácter de cada una de las plataformas, y según la metodología aplicada a la

investigación. Las actividades de la investigación arqueológica se desarrollan en

varios planos afines, que en las plataformas de DIA-spora pueden tener apoyo

tecnológico.

Plataforma Archivista

red distributiva de bases de datos y de los documentos relacionados, un conjunto de metadatos.

Adquisición de datos; estructuración de la información en la documentación arqueológica. Formación y estructuración del conocimiento previo.

Plataforma analítica

Una serie de métodos, protocolos y bases de reglas para el tratamiento de datos con el fin de la resolución de problemas arqueológicos. El protocolo convierte la dinámica de las analíticas en datos estructurados.

Aplicación de los métodos analíticos dentro de un determinado marco teórico y sus variables y criterios. Experimentación y pruebas de consistencia.

Plataforma de debate

tecnologías y protocolos para la comunicación sincronizada y asíncrona, aplicada sobre el marco de descripción del recurso. Los protocolos estructuran y almacenan los datos obtenidos a través de la comunicación.

Presentación de los resultados de la investigación. Proposición de la hipótesis y su relación con el conocimiento actual. Solución del problema. Argumentación del método y del marco teórico. Contraargumentación, refutación. Planteamiento del problema.

Tabla 2. – Plataformas para las actividades investigadoras

Sin embargo, DIA-spora no es una herramienta del proceso explicativo

automatizado, sino un método para la protección de los datos arqueológicos, un

método para su evaluación crítica, un protocolo de procesamiento de información

y su incorporación en un cuerpo del conocimiento colectivamente construido. A la

Page 34: conocimiento distribuido

33

vez, DIA-spora es un conjunto informático distributivo, que apoya y gestiona el

proceso de la solución del problema arqueológico.

La Plataforma Archivista

La investigación arqueológica opera con una gran cantidad de datos,

provenientes de varios campos del conocimiento. Una de las fuentes principales

de información son las prospecciones y excavaciones arqueológicas, cuando se

adquieren nuevos datos y nuevos contextos. Para la gestión y almacenamiento de

la documentación arqueológica se utilizan últimamente varios sistemas

informáticos.

En la plataforma archivista, el usuario puede encontrar las aplicaciones para

la creación, configuración, almacenamiento y gestión on-line de varios tipos de

bases de datos y otros documentos arqueológicos. La base de datos creada de esta

manera, representará los criterios y conceptos seleccionados por el autor de entre

los conjuntos de criterios y conceptos previstos por DIA-spora. El usuario decide

directo, guardado enDIASPORA

directo, guardado enservidor distribuido

indirecto, guardado enservidor distribuido

CREACIÓN DEL DOCUMENTO

A B C

Fig.3. – Relación entre la creación del archivo

y su ubicación final

Page 35: conocimiento distribuido

34

donde quiere guardar sus datos – en las bases de datos de DIA-spora (Fig. 3, A)23,

o en el servidor propio (Fig. 3, B). Así el usuario accede a la creación

directamente a través de la plataforma archivista, con la posibilidad de utilizarla

como el medio (interfase) para la introducción de datos y documentos.

Otra opción que la plataforma archivista facilita, es la inclusión de bases de

datos o de documentos - ya existentes en diferentes formas y diferentes lugares en

la red – en la base de datos distributiva. Este es un procedimiento a través del cual

se explica la estructura de los documentos a una aplicación RDF, activada desde

la plataforma archivista. El uso de la plataforma en este caso es indirecto. Los

documentos agregados de esta manera pueden estar situados en un servidor en

Internet (Fig. 3, C), o en el disco duro del ordenador particular, en una carpeta

compartida. En el último caso, la conexión al documento es posible sólo cuando el

ordenador particular está conectado en la red y encendido.

Pero, en todos los casos, las bases de datos y los documentos quedan

independientes y autónomos, aunque unidos en un sistema constructivo. Un de los

aspectos importantes en su estructuración es el seguimiento automático del origen

de los datos. Los datos siempre contienen firma electrónica, que informa sobre el

autor y © de la entrada y se copia automáticamente en el apartado recursos de la

firma electrónica del nuevo documento donde han sido utilizados. De esta manera,

se crea un mecanismo de protección de los derechos de autor, pero igualmente de

la protección del público (tanto científico como general), que corrobora la

responsabilidad de los autores por la información que han suscrito bajo su firma.

Otra actividad posible a partir del uso directo de la plataforma, es la

evaluación de los datos distribuidos. Esta evaluación de desarrolla a través de la

selección de los datos relevantes para la solución de un problema determinado y

mediante la creación de conjuntos estructurados, en el proceso de la delimitación

del espacio del problema arqueológico. Las evaluaciones realizadas a través del

propio uso de datos en función de la estructuración del conocimiento previo, crean

23 El Almacenamiento de bases de datos en el servidor de DIA-spora es un servicio

opcional, consecuencia de los convenios establecidos.

Page 36: conocimiento distribuido

35

de forma automática la base de metadatos que garantiza a los usuarios la

relevancia de los resultados de la búsqueda. La evaluación está segmentada, y

puede ser aceptada o negada por el usuario, parcialmente o en conjunto, como

relevante para la búsqueda.

La evaluación de los datos a nivel automático, está basada en un conjunto de

criterios generales predeterminados y en el seguimiento del origen de los datos.

Una información se puede evaluar de manera automática en relación sobre todo

con la cantidad de variables contenidas, o en otras palabras, con la cantidad y el

tipo de datos que definen dicha información.

Las bases de metadatos y de los criterios de estructuración forman parte

integral de la plataforma archivista de DIA-spora.

La Plataforma Analítica

La plataforma analítica contiene una serie de métodos, protocolos, bases de

reglas y aplicaciones para el análisis y la estructuración del conocimiento previo,

seleccionados según los criterios propios al marco teórico de la investigación. Esta

plataforma es de uso directo, y los resultados de las analíticas pueden ser

guardados como nuevas entradas en la base de datos, pero también exportados a

las bases de datos externas o como documentos independientes.

Necesitamos los mecanismos para la solución de un problema. Los datos

por si no son de gran utilidad, si no definimos cuales son las respuestas posibles, o

cual es el dominio del problema (Barceló 1996: 16). Los “mensajes” enviados al

programa sintácticamente definen el dominio del conocimiento previo necesario

para la solución. Los operadores son los procedimientos y argumentos utilizados

para la elección de una respuesta como válida y se comunican al sistema a través

de los “mensajes”.

DIA-spora es también una red de bases de conocimiento distribuidas, donde

el conocimiento ha de ser definido como Datos para el Marco de solución del

Problema. En otras palabras, los conocimientos que pueden ser aplicados como

Page 37: conocimiento distribuido

36

Flujo de datos

Solución de problema

Base del conocimiento

DEBATE

Problema específico

Comunicaciones en simposios

Hipótesis

Fig. 4. – La Plataforma de debate.

operadores en el proceso de solución del problema específico (Barceló 1996:

132). Sin embargo, para construir una base de conocimiento, se necesita algo más

que los datos. En cierto sentido, podríamos considerar que la plataforma analítica

es una base de datos que contiene conceptos.

La plataforma para el debate

La plataforma para el debate (DP) es el potencial creativo de DIA-spora. En

un sistema de comunicación estructurada sincronizada, o asíncrona, germina la

creación y distribución de las hipótesis, la discusión y el flujo de datos. DP es el

espacio de la proposición del problema, donde se definen, a través de los debates

y otros tipos de comunicación, las cuestiones arqueológicas (Fig. 4). Los

protocolos comunicativos generan automáticamente bases de datos del

conocimiento comunicado. La plataforma de debate es de uso directo, puesto que

los foros de discusión y otras aplicaciones comunicativas están situadas dentro del

sistema DIA-spora.

Page 38: conocimiento distribuido

37

El sistema de comunicación y la publicación en la plataforma de debate da

fondo a la Academia, que recrea las categorías de comunicación del mundo

académico tradicional. En la Academia se celebran los Simposios, mesas

redondas, talleres, foros de discusión, conferencias temáticas, o reuniones

operativas, ya sea en los círculos abiertos o cerrados. El debate corriente genera el

flujo de hipótesis, igual como de sugerencias de métodos, de documentos y de

datos, relevantes para las posibles conclusiones. El investigador, con sus datos,

hipótesis y argumentos, que son automáticamente estructurados por los RDF y

agregados en la base de datos, contribuye a la creación del conocimiento y al

incremento de los potenciales cognitivos de DIA-spora. A la vez, el investigador

está capacitado para disponer del cuerpo entero de la información distribuida, lo

que le permite reflexionar sobre sus hipótesis.

El proceso descrito tiene varias ventajas sobre su matriz en el mundo físico.

En primer lugar, destacaría la importancia de la reducción del intervalo entre la

comunicación del dato, su publicación, su valorización crítica y su conversión en

conocimiento. La velocidad se adapta a la dinámica propia a cada tipo de

comunicación y al efecto que la comunicación24 ha tenido en el público

académico. Las limitaciones diversas, que normalmente enmarcan los métodos de

comunicación tradicionales, se superan en su recreación informática. Una de estas

limitaciones molestas siempre es el espacio disponible para publicar y el tiempo

para exponer las comunicaciones. Las informaciones comunicadas pueden ser

completas, con los datos detallados y estructurados, sin tener la obligación de

comprimirlas en 15 minutos de exposición, o en 10 paginas con un máximo de 3

ilustraciones.

Con la plataforma de debate, DIA-spora pretende contribuir a la

formalización de las cuestiones arqueológicas, establecer un medio estructurado

para el flujo de las hipótesis y de los datos, y construir las bases de conocimiento

para la solución de problemas específicos surgidos de los debates. Sobre todo, el

24 Comunicación en este caso comprende varios tipos de contenido comunicado:

hipótesis, estudios, datos sobre excavaciones, datos sobre análisis, experiencias en las aplicaciones de las tecnologías, argumentación de criterios, etc., etc.

Page 39: conocimiento distribuido

38

sistema de comunicaciones propuesto en la plataforma de debate tiene como

objetivo dinamizar el discurso arqueológico y dinamizar la construcción colectiva

del conocimiento.

Este método de investigación reflexiva requiere de los arqueólogos una

adaptación de sus hábitos. La comunicación dinámica y las contribuciones en

formas distintas y más estructuradas de las habituales, son elementos que

necesitan del acuerdo de los investigadores. Es necesario ofrecer una presentación

de todos los datos disponibles, sistemática y completa, sin argumentos

escondidos, conocidos sólo del mismo autor; aprovechar la posibilidad de

confrontar las hipótesis con los datos y argumentos y afinar las conclusiones

según los resultados de esta confrontación. Es necesario habituarse al intercambio

del conocimiento en círculos amplios y asumir que el conocimiento no puede

existir sólo en la cabeza de un investigador individual.

A parte de los modos de comunicación anteriormente mencionados, los

sistemas de comunicación y de presentación en la plataforma de debate se pueden

utilizar con otros fines distintos de los descritos.

Una de las posibilidades que abren dichos sistemas respecto a la plataforma

de debate, son los usos de protocolos para la generación de documentos

explicativos, su presentación y la comunicación sincronizada o asíncrona con

fines de educación distributiva, o de divulgación del conocimiento arqueológico al

gran publico. Esta utilidad, aunque citada en último lugar, es de gran importancia

para la arqueología y uno de los objetivos generales de la investigación

arqueológica.

Acceso a DIA-spora

El carácter de los datos y contenidos, así como el carácter de las acciones

que el usuario pueda ejercer en DIA-spora, requieren de la estructuración de los

niveles de usuarios y de los correspondientes permisos generales para la más alta

protección de datos. La filosofía de DIA-spora apoya y sugiere este tipo

Page 40: conocimiento distribuido

39

estructurado de apertura pública de los datos, con el objetivo de maximizar el

potencial cognitivo del sistema. Sin embargo, a través de los filtros de los usuarios

se pueden configurar grupos de datos o áreas con el acceso restringido a los

usuarios con permisos particulares. Esta es una solución que puede ser uno de los

requisitos principales para la contribución de ciertos proyectos de investigación en

desarrollo. El uso de los recursos facilitados por DIA-spora, con la contribución

limitada del usuario en el sistema, debe ser el resultado del convenio entre DIA-

spora y el proyecto en particular.

La ciencia necesita el conocimiento. Nosotros necesitamos el conocimiento

arqueológico. Cada información incluida a la base de datos, con los permisos

correspondientes abiertos para una amplia gama de usuarios, significa un

incremento del conocimiento.

DIA-spora como base del conocimiento arqueológico

Como hemos visto en el resumen de las funciones y los objetivos operativos

de las plataformas de DIA-spora, aquí se trata de una estructura de datos, hipótesis

y leyes científicas. Todo este conocimiento debe ser construido a través de una

participación distributiva y sincronizada de muchos arqueólogos. El sistema

podría ser algo más que una gran base de datos llena de informaciones e ideas

científicas. La capacidad para manipular todos sus contenidos, y solucionar

diferentes problemas transformando las unidades del conocimiento existente, es

aquello que distingue el proyecto DIA-spora de las bases de datos habituales, de

los directorios y de los catálogos digitales.

DIA-spora tiene dos componentes generales necesarios para la construcción

colectiva del conocimiento:

• El cuerpo del conocimiento explícito, o en términos computacionales,

la estructura de datos, y

• el conjunto de acciones para la gestión del cuerpo del conocimiento, o

en términos computacionales, las instrucciones de procedimiento.

Page 41: conocimiento distribuido

40

Estos son los componentes clásicos de las bases de datos referenciales, pero,

DIA-spora es más que un simple conjunto de datos. Las bases referenciales

normalmente no se utilizan para “solucionar” problemas, sino para extraer unos

datos específicos: el usuario consulta la información. Diferentemente, usando

DIA-spora, estamos tratando de solucionar problemas científicos, es decir, no

extraemos unidades de datos, sino que introducimos las soluciones posibles del

problema, para extraer las unidades de sentido.

Aunque los sistemas expertos y la inteligencia artificial tienen todavía

mucho trabajo por delante en cuanto al desarrollo de sus tecnologías, en el futuro

próximo la WWW podría llegar a ser la red de los sistemas expertos relacionados,

que distribuye el flujo de los datos arqueológicos y las hipótesis científicas.

Sugerimos la idea de las Bases de Datos Referenciales25, y también la aplicación

de sistemas y tecnologías más complejos, que de momento han mostrado su

mayor éxito en el campo de los negocios26. La base de referencias de DIA-spora

es el conjunto de datos estructurados, que puede utilizarse directamente para la

solución de problemas:

• Los conceptos que describen algún conocimiento científico relevante,

relacionado con un problema científico y su significado.

• La adecuada representación “activa” de estos conceptos y significados

para facilitar la reacción de los conceptos con los mensajes enviados por

el usuario, o por los otros componentes del sistema.

• El conjunto de reglas que gestionan las descripciones conceptuales para

su representación.

• Un conjunto de operadores para el lenguaje representacional

• Tres tipos de metaconocimiento:

o Conocimiento sobre el problema a resolver

25 De modo parecido a su aplicación en otros ámbitos; véase por ejemplo

http://www.nist.gov/srd/online.htm 26 http://www.autonomy.com

Page 42: conocimiento distribuido

41

o Conocimiento de la estructura del sistema

o Conocimiento sobre la estrategia para la solución del problema.

Las diferencias entre DIA-spora y las bases de datos estándar, son

consecuencia de la representación computacional utilizada para su construcción.

Las bases de datos contienen mucha información de expresión simple, con unos

procedimientos de búsqueda relativamente simples. DIA-spora puede contener

menos datos, pero tienen que ser expresados a través de medios de estructura más

compleja, a través de los conceptos científicos. Los lenguajes de query están

sustituidos por lenguajes de “mensaje”, por métodos de solución de problemas,

basados en la búsqueda heurística, y utilizando algunas informaciones

contextuales (el componente de metaconocimiento) para reducir la cantidad de

memoria requerida.

La base del conocimiento formada por los datos estructurados y los

protocolos conceptuales está abierta igualmente para la ciencia normal, para la

acumulación e introducción de unidades de conocimiento, del mismo modo que

para las revoluciones científicas, que a diferencia de la ciencia normal,

proporcionan las claves únicas de un aspecto central del conocimiento científico

(Kuhn 1996: 56-60). El sistema informático de manipulación de los datos y de

conceptos es flexible al procesamiento de datos que no encajan en los conceptos

conocidos y predeterminados. El sistema está abierto para el cambio del

argumento fundamental.

El debate sobre la unificación de la documentación arqueológica esta

dirigido a la búsqueda de soluciones para la gestión de la información dispersa en

libros y revistas, y de carácter heterogéneo. Aunque los sistemas de construcción

cooperativa del conocimiento en bases de conocimiento centralizadas tienen unas

ventajas innegables en cuanto a consistencia (Martín 1996), no se pueden aplicar

en una comunidad científica tan diversa como la de arqueólogos. Las

unificaciones y centralizaciones de todo tipo, y especialmente cuando se trata del

conocimiento, pueden llevar al desvío peligroso y desagradable, al aburrimiento y

en última instancia a la ignorancia. Para UNIR el conocimiento (o los

Page 43: conocimiento distribuido

42

pensamientos, o la gente, o el arte, o los esfuerzos) no hay que UNIFICAR-lo.

Bastaría con la búsqueda de la solución idónea para que los sistemas unidos de

“habla” diferente puedan comunicar utilizando el mismo lenguaje. Este objetivo

merece el esfuerzo.

Page 44: conocimiento distribuido

43

El problema arqueológico

El conocimiento, sea el que sea, no puede provenir de otra fuente que de la

solución de un problema. Llegar a conocer, consecuentemente, es un proceso de

solución de problemas. Los métodos son lo que distinguen el conocimiento

científico.

“Arqueología” es el término aplicado a un conjunto de operadores para la

solución de una serie de problemas específicos, surgidos del objeto material. El

problema inicial de la arqueología fue definido por las preguntas: ¿Qué es este

objeto? ¿Cuál es la antigüedad de este objeto?; preguntas que pudieron surgir sólo

desde un conocimiento más general y desde un concepto específico socialmente

construido, que despierta el interés por el objeto. En este sentido, la historia de la

arqueología y del pensamiento arqueológico representa el desarrollo de la

definición del espacio del problema. Varios niveles y aspectos del objeto material,

directos e indirectos, que derivan de las circunstancias de su existencia,

especifican los campos de la definición externa del objeto material. Los

prehistoriadores ya no se mueven sólo en el mundo físico de las sociedades que

según la arqueología tradicional fueron destinadas a permanecer ignotas (Shanks y

Tilley 1987: 29-30). Lo que se creía imposible y era difícil de explicar en

términos históricos (Sherrat 1972: 479-480) ha llegado a ser la cuestión central de

las teorías posteriores y el punto de partida de la arqueología social. Los métodos

han seguido desarrollándose en varios espacios del problema (Trigger 1989), así

que el objeto material ha dejado de ser el objeto exclusivo de la arqueología. Los

cambios a lo largo de la historia de la arqueología, desde el anticuarismo hasta la

arqueología postmoderna, son fruto de nuevas aperturas, dotadas de una

acumulación de conocimiento y en plena interacción con las tendencias sociales

Page 45: conocimiento distribuido

44

Fig. 5. – El Sistema Cultural de Renfrew (1972). (Reproducido de Shanks y Tilley 1987: 32, Fig. 2.1)

de cada época. Sin embargo, el objeto físico sigue siendo la principal fuente de

datos para la investigación arqueológica.

El problema arqueológico del presente trabajo es la siguiente afirmación

teórica:

cambio de artefacto = cambio social

Esta afirmación resulta decisiva en la consideración tradicional de la historia

cultural (Shanks y Tilley 1987: 31), pero también ha influido en las

interpretaciones posteriores de la sociedad prehistórica, en las teorías

funcionalistas e incluso en la teoría del Sistema Cultural (Renfrew 1972). La idea

básica de esta teoría consiste en que los subsistemas de un Sistema Cultural están

relacionados de tal manera que los cambios en uno de ellos influyen

automáticamente en otro, a través de una reacción negativa o positiva (Sherrat

1972: 481). Un ejemplo paradigmático es el de la metalurgia. A la metalurgia se la

considera un subsistema independiente, - si bien en permanente interacción con

Page 46: conocimiento distribuido

45

otros subsistemas-, pero sin explicarse en qué se sostiene su relevancia para el

Sistema Cultural (Fig. 5). Así, la importancia de la metalurgia no es nada más que

una afirmación arbitraria (Shanks y Teilley 1987: 34), apoyada entre otras

presuposiciones en la teoría que un cambio de artefacto significa un cambio

social.

Mientras para un enfoque de la prehistoria europea, la aparición de la

tecnología metalúrgica tiene “un enorme interés por sus implicaciones en el

desarrollo social”, y representa un estímulo del cambio social en extensas áreas

(Champion, Gamble, Shennan y Whitle 1996: 204), para otro los efectos del metal

están considerados como más simbólicos que reales; para los autores seguidores

de este enfoque, el cobre fue más un medio de manifestación que de

transformación del mundo material (Sherrat 1998: 172). Sin embargo, este efecto

leve se sitúa en el ámbito de las aplicaciones prácticas y directas: por ejemplo, se

niega la influencia de la metalurgia en la deforestación. En este caso, si miramos

desde el punto de vista del uso directo de la herramienta de cobre para cortar el

árbol, Sherrat tiene razón. Si consideramos que el proceso de extracción y el

tratamiento del metal, emplean fuego de alto nivel térmico como medio principal,

veremos que la producción metalúrgica (intensiva) tenía que influir en el consumo

elevado de combustible, y consecuentemente, en la deforestación.

Los enfoques del período de la transición entre el Neolítico y el Eneolítico

en los Balcanes Centrales, igual como en varias otras partes de Europa,

conceptualizan sus teorías alrededor de, o en la línea de dicha afirmación

(Garasanin 1958, Tasic 1967, Jovanovic 1979 y 1990), considerando a la

tecnología metalúrgica como el actor decisivo para el cambio social y/o histórico.

Sin embargo, aunque sus interpretaciones están fundadas en un amplio registro

arqueológico, no se ha conseguido corroborar la hipotética relación directa entre

la tecnología metalúrgica y las consecuencias propuestas; la correlación se asume

sin fisuras.

Además, los caminos de la propagación de la tecnología metalúrgica

construidos en el marco de la teoría difusionista presuponen determinadas

direcciones de las influencias culturales (Renfrew 1973: 183-187, Fig. 37), lo que

Page 47: conocimiento distribuido

46

se refleja en las analogías en el estilo del mobiliario cultural, y sirve de operador

básico para los estudios de identidad y el seguimiento de las migraciones humanas

(Childe 1929, 1950; Milojcic 1949; Garasanin 1973, 1979; Tasic 1967, 1983,

1995).

Las consecuencias sociales adjudicadas sistemáticamente a la metalurgia, o

su rotunda negación, merecen una evaluación más detenida y una explicación más

justificada de la relación artefacto-sociedad. Sin embargo, en el presente trabajo

no se trata de un intento de refutación de la afirmación cambio de artefacto =

cambio social, sino de un intento de construcción del marco para su evaluación

crítica. El caso de la vigente relación causal “introducción de la metalurgia =

transición entre Neolítico y Eneolítico”, será establecido en la escena de los

Balcanes Centrales, donde la explotación del cobre, según los datos (Jovanovic

1971) presenta fechas muy tempranas (Renfrew 1973: 190).

¿Cómo se refleja el efecto de la tecnología metalúrgica en la variabilidad

social, y cómo en el registro arqueológico? ¿Cuáles son las pautas para la solución

de dichos problemas?

Situaremos en primer lugar el problema en un marco cronológico y en un

contexto geográfico. A continuación, presentaremos un estado de la cuestión a

través de una retrospectiva histórica; este nos aportará varias premisas para la

evaluación crítica. Siguiendo la teoría de la solución de problemas anteriormente

mencionada, trataremos de proponer los operadores para la solución del problema

arqueológico que surge de la afirmación:

cambio de artefacto = cambio social.

Page 48: conocimiento distribuido

47

Estudio de caso:

El lugar de la metalurgia inicial en la sociedad prehistórica de los Balcanes Centrales

El Egeo fue el destino y la referencia arqueológica favorita desde los inicios

de la arqueología en Europa. Las analogías de su material con el del Próximo

Oriente han facilitado fechas fiables para formar una imagen que se hiciera

extensible a los acontecimientos que tuvieron lugar en otras partes de la Península

Balcánica. Las grandes riquezas de la civilización prehistórica egea, que por su

parte, según las interpretaciones, provenían de las influencias de las civilizaciones

del Próximo Oriente, fascinaban a los investigadores. Ex Oriente Lux fue la

afirmación que ponía el marco interpretativo a todos los fenómenos descubiertos

en otras partes de Europa, especialmente cuando se trataba de la parte norte de la

Península Balcánica (Childe 1925; Vasic 1948, Milojcic 1949). La civilización

Egea tenía necesidades elevadas de cobre para la producción de sus armas y de

sus objetos de lujo, y sus prospectores se fueron a las montañas del norte de la

península en búsqueda de recursos preciosos.

Así, hasta que la revolución de radiocarbono no ha refutado esta hipótesis

(Renfrew 1973), se creyó que la difusión de la tecnología metalúrgica a través de

los prospectores egeos, fue responsable de las actividades metalúrgicas y de los

cambios culturales en la “espalda del Egeo”. La datación de algunos fenómenos

que se creían consecuencia directa de la influencia egea varios siglos antes de que

ésta haya conocido el metal, ha invertido los factores. La tecnología metalúrgica

en los Balcanes Centrales empezó y siguió un desarrollo autóctono, basado en sus

Page 49: conocimiento distribuido

48

propios recursos y sus propias experiencias y, según algunos autores, causó

cambios profundos en la sociedad prehistórica de la región (Jovanovic 1990).

Secuencia cronológica

El fenómeno de la introducción de los metales en la creación de los objetos

que gradualmente ocuparon su lugar en la escala de los valores materiales y

simbólicos de la población prehistórica en los Balcanes Centrales, tiene una larga

historia. La primera mitad del V milenio a.C. es la fecha obtenida para la

explotación masiva de cobre en la mina de Rudna Glava (Jovanovic 1982: 103), y

por lo tanto la época en la cual ya contamos con un consumo elevado de esta

materia prima. Sin embargo, el uso de cobre nativo en el período de las primeras

experiencias, a pequeña escala, no necesariamente debería destacar visiblemente

en el repertorio del registro arqueológico. Esta es la razón por la que el

conocimiento del cobre puede estar atribuido a fechas aun más antiguas, y por la

que se puede considerar que hasta la primera explotación del cobre,

arqueológicamente observada, ya ha tenido lugar una larga fase de aprendizaje. La

tradición de la producción lítica y la explotación de canteras fue una premisa

substancial para el encuentro con un material nuevo. Un lento proceso de

acumulación de experiencias y conocimientos tecnológicos en el tratamiento de

metales duró varios siglos antes de tomar una forma de producción que se podría

denominar metalúrgica.

Este periodo de búsqueda y aprendizaje, de creación de las condiciones, y

de los primeros efectos económicos y sociales del tratamiento del cobre,

representa el marco cronológico de nuestra investigación. Como límite

cronológico superior, consideraremos las noticias de la producción en serie de

herramientas, armas y objetos decorativos de cobre. La apropiación de la

tecnología de fundición y la de moldeado en moldes bivalvos son las condiciones

básicas para el desarrollo del oficio metalúrgico. Para soportar el aumento de la

Page 50: conocimiento distribuido

49

producción, otras condiciones tecnológicas y la organización correspondiente,

fueron también necesarias. La inversión de trabajo en la producción en serie

indica que la necesidad de objetos metálicos fue socialmente aceptada y que su

producción y consumo ya formaban parte de la economía general. Esta situación

es consecuencia de los ajustes graduales entre un invento y la realidad socio-

económica, resultado de un proceso, a partir del cual comienza otra fase de

desarrollo de la metalurgia y otros procesos sociales.

Delimitación, Geografía, clima, recursos y comunicaciones naturales de los Balcanes Centrales

Los acontecimientos sociales no ocurren en un vacío, sino en la superficie

de un mundo físico, hecho de agua, roca y tierra, con sus leyes naturales. Este

mundo en el cual se ha encontrado el ser humano es una fuente inacabable de

problemas, pero al mismo tiempo también esconde todas las soluciones. Esta es la

razón por la que uno de los marcos de referencia fundamentales para toda la

investigación arqueológica debe ser un marco geográfico, geológico y paleo-

climático. Esta parte del conocimiento que necesitamos se está produciendo en

otras disciplinas científicas, lo que apunta a la importancia de los estudios

interdiciplinares.

Considerando como absurda la delimitación de la investigación

arqueológica dentro de las fronteras políticas de los estados modernos, en este

trabajo trataremos de evitar la inclusión o exclusión de algunos fenómenos a partir

de aquellas líneas dibujadas como consecuencia de las decisiones hechas en las

conferencias de paz en Crimea, Berlín, Paris, Londres o Deyton. Sin embargo, las

zonas de influencia repartidas en éstas, u otras reuniones históricas, se reflejan en

la distinta densidad de los yacimientos investigados que observamos en los mapas

arqueológicos.

Siguiendo el interés anteriormente trazado, aquí nos centraremos en la

amplia zona continental de la península Balcánica, o mejor dicho, en su parte

central en el sentido de su circunscripción natural, saliendo de ella siempre y

Page 51: conocimiento distribuido

50

Mapa 1. - Península Balcánica – delimitación de los

Balcanes Centrales

cuando las relaciones de los fenómenos arqueológicos nos sugieran tal excursión.

Las razones de la elección de esta región, y no otra, como unidad de análisis,

descansan sobre todo en los indicios arqueológicos, así como en la predisposición

geológica y natural de esta área para un desarrollo autóctono de la explotación del

cobre y de las actividades metalúrgicas que pueden haber permitido cambios

estructurales en el periodo del Neolítico Final y el principio del Eneolítico.

El eje vertical (N-S) de los Balcanes Centrales lo forma la cuenca de los

ríos Morava y Vardar (Axios), que se juntan en la zona de Presevsko Razvodje, en

el sur de lo que hoy en día es Serbia. Las fronteras occidentales de la región están

demarcadas por el río Drina y el macizo montañoso de Sarsko-Pindski, mientras

las fronteras en el Este alcanzan las montañas Stara, Suva y Ostrogovo. En el

Norte, este territorio está limitado por los amplios caudales de los ríos Sava y

Danubio, pero también queda abierto para todo tipo de comunicaciones hacia la

región panónico-danubiense y el centro de Europa. (Mapa 1)

La zona de los Balcanes Centrales está caracterizada por macizos

montañosos y grandes y pequeños valles fluviales – un relieve variado que delinea

Page 52: conocimiento distribuido

51

unas diferencias considerables en cuanto clima, vegetación, recursos naturales, así

como en el comportamiento y las costumbres de sus habitantes. En su libro

Península Balcánica. Fundamentos de Antropogeografía Jovan Cvijic (1966)

define dos grupos de características geográficas de los Balcanes Centrales: Las

características geográficas de conexión e integración y las características de

aislamiento y separación (Mapa 2).

Mapa 2. - Las características geográficas de conexión y integración y las características de aislamiento y separación.

Las características geográficas de conexión e integración (Cvijic 1966: 13-

19) son las que facilitan la expansión de todo tipo de movimientos atmosféricos o

biológicos. Por las cuencas fluviales sube al interior de la península la influencia

del clima mediterráneo, mientras por el Plano Panónico bajan los fuertes ecos del

aire frío y seco del centro de la Europa continental. Estas características

geográficas se asocian en tres grupos:

a) Penetración desde la periferia – La península de los Balcanes

está ampliamente abierta hacia el Norte por el Plano Panónico y el

Page 53: conocimiento distribuido

52

Plano Póntico. Los caudales de los grandes ríos de su frontera del

Norte (Danubio, Sava, Tisa y Drava) alcanzan el centro de Europa,

y, por el otro lado, el mar Adriático y el mar Jónico son estrechos y

fáciles para la navegación.

b) Valles y comunicaciones longitudinales – El interior de la

península está cortado en dirección norte-sur y sureste por las

cuencas amplias de los ríos Morava, Vardar y Mariza, conectando

así el centro de la península con las costas del mar Egeo y del Mar

Negro.

c) Pasos montañosos y comunicaciones transversales – Las

torrenteras, los pasos montañosos y los valles entre cadenas de

montañas, facilitan la comunicación entre la costa del mar

Adriático y el interior de la península y entre el Danubio y la

cuenca del Mariza con sus afluentes, es decir, las comunicaciones

este-oeste.

Las características de aislamiento y separación (Cvijic 1966: 20-26)

obstaculizan todas las influencias climáticas y biológicas. Aunque la voluntad

humana no reconoce las dificultades de los caminos a emprender si para ello

existe motivación, estos elementos en gran medida limitan la intensidad del

tránsito de las personas. Se trata de unas zonas con particularidades climáticas y

ecológicas, que influyen en la formación de enclaves humanos (y faunísticos

igualmente) en mayor o menor medida particulares y aislados de su entorno.

Dos grupos de estas características representan macizos montañosos y

disgregación de relieve en zupa.

Tres macizos montañosos de la zona central de la Península Balcánica- el

macizo de Rodope y las cadenas Dinarski y Pindski -, y el arco de los Cárpatos

cuya parte sur penetra en esta zona, han surgido en diferentes épocas geológicas.

El más antiguo es el de Rodope, formado en la época preperm, sufriendo en el

terciario varios importantes movimientos tectónicos. Los sistemas Dinarski y

Page 54: conocimiento distribuido

53

Pindski han surgido por fruncimiento en la época del Terciario y movimientos

posteriores. La estructura (contenido) geológica de estas cuatro formaciones es

distinta, lo que queda reflejado en las diferencias de relieve.

La disgregación del relieve en zupa – valles tectónicos limitados por

cadenas altas - en los macizos montañosos, manifiesta en distinto grado el rasgo

de aislamiento y separación, según las características de formación del sistema. En

la zona central de la Península Balcánica predominan los valles tectónicos

amplios y de relieve suave, vinculados entre sí por grandes y pequeños ríos que

los traviesan.

La diversidad del relieve en el centro de la Península Balcánica, fue

siempre favorable para la subsistencia y el desarrollo de las comunidades

humanas. En el período del Neolítico, la abundancia del agua, los suelos fértiles

en los valles, los pastos ricos en las zonas altas y la accesibilidad a todo tipo de

recursos naturales, favorecieron por un lado la sedentarización y el

establecimiento de los grandes asentamientos agrícolas, y, mas adelante, las

actividades de ganadería trashumante por el otro.

Como consecuencia de la colisión en el proceso de fruncimiento de varios

sistemas montañosos en el centro de la Península Balcánica, grandes masas de

rocas eruptivas emergieron entre ellos: entre la cadena Dinárica y el Kopaonik, en

el valle de Ibar y hacia Novo Brdo, entre los Cárpatos y el Balcán en la cuenca de

Crna Reka con sus afluentes, en las cuencas de Kriva y Bregalnica en el sur

(Cvijic 1966: 46). Estas fisuras y venas eruptivas abundan en minerales metálicos

y sus afloramientos superficiales destacaron del entorno. Esta situación geológica

proporcionó a los habitantes de los Balcanes Centrales, en un cierto punto de su

desarrollo tecnológico y social, la base material para una nueva actividad

económica.

Los cambios ocurridos en una sociedad cuyas actividades substanciales

fueron la agricultura y la ganadería, y su coincidencia con la aparición de un

material nuevo y una tecnología innovadora, cerraron una unidad cronológica en

las tablas de periodización de la prehistoria. El patrimonio cultural de la zona

Page 55: conocimiento distribuido

54

natural de los Balcanes Centrales está distribuido actualmente entre cinco

entidades geopolíticas (desde el oeste de la zona): Bosnia y Herzegovina, Serbia,

Macedonia (hasta hace poco Yugoslavia), Bulgaria y Rumania. El eje de

gravitación de la zona y su límite marcado por cadenas altas y macizos

montañosos, es el territorio en el que centra sus investigaciones la arqueología de

Serbia, que antes de los recientes cambios históricos estaba integrada en las

investigaciones de una unión política más amplia.

Estado de la cuestión

Las ultimas décadas del siglo XIX en las regiones central y occidental de

la Península Balcánica, fueron marcadas por el despertar del interés vivido para

las investigaciones arqueológicas de los países yugoslavos27: unos, todavía

súbditos de la corona Austro-Húngara; y los otros, agitados por el proceso de

descomposición del dominio del Imperio Otomano. Las universidades austriacas

tuvieron un papel fundamental en esta fase de investigaciones tempranas. Su

influencia instructiva se vio reflejada en primer lugar en las actividades de sus

investigadores en dichas regiones, que dieron lugar a las primeras publicaciones

sobre la antigüedad balcánica, en alemán. La formación de los expertos locales -

pioneros y fundadores de la arqueología moderna en Eslovenia, Croacia, Bosnia y

Herzegovina y Serbia – en las universidades austriacas fue aún más decisiva para

el futuro de la arqueología regional.

El problema arqueológico ¿Qué son estos objetos?, ¿Qué antigüedad

tienen?, fue respondido a través de del establecimiento de una red de culturas,

distribuidas geográficamente y situadas en una escala cronológica de Tres Edades.

Las analogías de los objetos hallados con los materiales del Egipto y del Egeo,

dieron las fechas históricas para los periodos. La respuesta, contando con estos

operadores, fue posible: esto es un objeto que pertenece a la cultura X del periodo

Y. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la red de culturas se sofisticaba, se

27 Nos referimos a los países eslavos del sur (“yugo-eslavos” en las lenguas eslavas

de la región), que se corresponden con los que conformarían mas tarde el estado de Yugoslavia.

Page 56: conocimiento distribuido

55

precisaron subdivisiones de las 3 Edades. Los operadores permanecieron iguales,

permitiendo contestar nada más que a las cuestiones “qué” y “cuando”. Este

marco condicionaba los métodos de adquisición de datos y su presentación.

En la etapa siguiente, los investigadores trataron a añadir más

conocimiento sobre el problema, observando en sus materiales las variaciones y

las situaciones que no concordaban con el conocimiento previo. El concepto de un

periodo transicional, distintivo, entre el Neolítico y la Edad del Bronce, fue

establecido en la tradición arqueológica de los países yugoslavos a partir de las

primeras excavaciones sistemáticas28, y otras excavaciones de menor escala29 en

las últimas décadas del siglo XIX y primeros años del siglo XX. Las

excavaciones, como toda la explicación arqueológica, fueron orientadas al

artefacto, a la variación de su forma, su calidad,30 y cantidad.

La ausencia – presencia de tipos en el conjunto excavado y la

estratificación de los conjuntos, estructuraba la presentación de datos a través de

una descripción del catálogo y su comparación con las descripciones de las

matrices cronológica y cultural. El carácter aparentemente ambiguo del mobiliario

que no encajaba en las matrices vigentes para el Neolítico (Edad II) y para la Edad

del Bronce (Edad III), retuvo la atención de los investigadores y el término “Edad

del Cobre” fue introducido gradualmente en la discusión terminológica. La

discusión sobre la distinción de una fase individual dentro del sistema de 3 Edades

se planteó dentro del mismo discurso arqueológico y con el mismo enfoque de la

prehistoria, utilizando los mismos operadores a conjuntos de datos diferentes. La

solución para los defensores de la teoría de las 3 Edades, fue el término “periodo

de transición”, que al mismo tiempo permite particularidades, pero no la

autonomía que otorga un periodo independiente. Los objetos de cobre, elaborados

con mineral puro, no aliado, y los hallazgos de elementos de procesamiento

primitivo del metal, asociados con diferentes patrones tipológicos y estilísticos

28 Años 1875-76 en Brundorf-Ig (Deschmann 1875), año 1893 en Debelo Brdo (Fiala 1896), 1896 en Sarvas y 1898 en Vucedol (Brunsmid 1902), 1904 en Gomolava (por M. Vohalski), 1906 en Kostolac y 1908 en Vinca (Vasic 1906 y 1910)

29 Dirigidas por F. Milleker, K. Gubitza, M. Valtrovic y M. Vasic. 30 Un juicio subjetivo en aquella época.

Page 57: conocimiento distribuido

56

sobre todo en la producción cerámica, indicaron que se trataba de un periodo con

una evolución interna, pero todavía no había sido admitida su larga duración.

La base material para los estudios aumentaba, sirviendo de munición en la

batalla 3Edades.org vs. 4Edades.org. Los resultados de las investigaciones,

interrumpidas por guerras consecutivas - 1ª y 2ª Guerra Balcánica (1911-1912) y

1ª Guerra Mundial (1914-1918) -, fueron sistematizados por primera vez en los

años treinta del siglo XX. En la serie de publicaciones Corpus Vasorum

Antiquorum, sobre la investigación del yacimiento Vucedol (Hoffiller 1933),

sobre la colección de materiales del Museo del Príncipe Pavle en Belgrado (Vulic

y Grbic 1937), y sobre las excavaciones de los yacimientos Sarvas, Dalj y Velika

Gorica (Hoffiller 1938), los autores presentaron el corpus de los hallazgos

prehistóricos del noroeste yugoslavo y su valorización cronológico-cultural. Estos

volúmenes hicieron público el conocimiento arqueológico sobre un largo período

de la prehistoria, conocimiento condicionado por los criterios de unidad y edad,

construido con paciencia a partir de fragmentos publicados o inéditos.

Con el final de la 2ª Guerra Mundial empieza otra etapa en la arqueología

prehistórica yugoslava. Aquí apuntaremos algunas obras principales, cuyo

carácter sintético incorporaba los recientes y cada vez más abundantes datos

surgidos de las excavaciones de nuevos yacimientos atribuidos al Eneolítico

balcánico central y noroccidental. Los investigadores yugoslavos publicaron sus

nuevas propuestas para la solución de problemas antiguos en los campos de la

nomenclatura cultural, la periodización y la cronología relativa y absoluta de los

materiales arqueológicos. Sus aportaciones seguían la línea de la construcción

fragmentada e indirecta del conocimiento. Borrando y escribiendo las mismas

frases, cambiando los valores de las variables (Fig. 6) describían las mismas

situaciones, pero a su vez con más precisión de ubicación en el contexto histórico.

Page 58: conocimiento distribuido

57

>objeto< X (pertenece) >al conjunto< Y

>objeto< X (es igual / parecido) >al objeto< Z

>objeto< Z (pertenece) >al conjunto< M

>conjunto< M (es igual) >a la fecha< 10

>conjunto< M (pertenece) >a la cultura< G

entonces:

El objeto X pertenece a la cultura G y su fecha es 10, lo que vale también para el conjunto Y.

Fig. nº 6 – El sistema de argumentación e interpretación del

conocimiento histórico cultural.

Una de las figuras clave para los estudios posteriores fue Vladimir

Milojcic, formado en Belgrado, y después de la 2ª Guerra Mundial, profesor de

arqueología prehistórica en la Universidad de Heidelberg, Alemania. En su libro

Chronologie der jüngeren Steinzeit Mittel- und Südosteuropas (Cronología del

Neolítico reciente en Europa Central y del Sur) (1949), Milojcic aportó nuevos

fundamentos metodológicos y sistematizó el conocimiento sobre un largo periodo

- desde el Neolítico antiguo hasta la Edad del Bronce – de la zona del norte de

Croacia y de Serbia. Esta síntesis fue punto de partida para todos los estudios de la

arqueología prehistórica posterior en los países yugoslavos, base de la formación

de generaciones de prehistoriadores. Milojcic representó un enlace clave entre las

arqueologías de Yugoslavia y Alemania.

Diez años más tarde, Milutin Garasanin (1959a) publica un resumen de

los resultados de las últimas investigaciones, esta vez más centrado en la

problemática de la prehistoria de los Balcanes Centrales (Serbia y Macedonia).

En una síntesis, a partir de las lecturas tipológicas y estratigráficas de datos

inéditos, Garasanin establece las relaciones espaciales y cronológicas entre las

culturas arqueológicas, sus fases respectivas y sus variantes regionales. Aunque,

partiendo de la teoría de las 3 Edades, trata los periodos del Neolítico y de la

Edad del Bronce como dos periodos consecutivos, él reconoce la necesidad de

resaltar la singularidad del periodo que denomina “Transición del Neolítico a la

Page 59: conocimiento distribuido

58

Edad del Bronce”, y a las culturas atribuidas a este periodo dedica un capitulo

particular (Garasanin 1959: 20-53).

“Esto es justificado sobre todo por el desarrollo gradual de la

elaboración del metal, simultáneo a la transformación sustancial en la

sociedad y en las relaciones económicas (desarrollo del patriarcado,

fuerte prosperidad de la artesanía y el comercio, bases para la inducción

de la estratificación de la sociedad), lo cual ha dejado su rastro en el

desarrollo cultural.” (Garasanin 1959: 20)31

El desarrollo de la elaboración de los metales en este caso representa el

valor de la variable que no encaja con otras variables del conjunto que han variado

muy ligeramente sus valores. Sin embargo, en la descripción del contexto

histórico, él tiene en cuenta las categorías del desarrollo del comercio y de la

estratificación de la sociedad. Garasanin considera como adelantada la asignación

del termino “Edad del Cobre”, y opina que esta supuesta distinción del Neolítico

difícilmente puede encontrar apoyo en el material arqueológico (Garasanin 1959:

20).

Esta opinión suya no fue aceptada por otros autores de la época. Los

mismos argumentos arbitrarios que han servido a Garasanin para dedicar un

capítulo entero al “periodo transicional”, para Benac (1962) significaron una

condición suficiente para hablar de un periodo disgregado del Neolítico y de la

Edad del Bronce y abogar por la ampliación de la teoría de las 3 Edades con una

fase más:

“Es importante destacar que este [periodo] no es, bajo ningún concepto,

solo una fase transicional, sea vinculada con el periodo más antiguo –

Neolitico – o con el más reciente – Edad del Bronce. Parece, al

31 El subrayado es mío.

Page 60: conocimiento distribuido

59

contrario, que este es el periodo en el cual han ocurrido acontecimientos

decisivos, condicionados en gran medida por la utilización de cobre, y

que realmente hay que tratarlo como un periodo prehistórico

separado...” (Benac 1962: 131)32

Su vacilación se refiere a la decisión sobre cual sería un término más

apropiado – “Edad del Cobre” o “Eneolítico” – considerándolos como

correspondientes, ya que el primer término sería apoyado por los numerosos

depósitos de herramientas de cobre (en el caso de Noroeste Balcánico), y el otro

por las potentes supervivencias del Neolítico (Benac 1962: 131). Ambos

fenómenos se ven como consecuencia de la difusión procedente de las estepas

pónticas, con la cual llegaron a los Balcanes centrales y occidentales poblaciones

nuevas, culturalmente diferentes y socialmente superiores a la antigua población

neolítica. Benac caracteriza la “Edad del Cobre” como un periodo “turbulento” en

el cual el conocimiento y el uso del cobre fueron cruciales para la dominación de

los nuevos inmigrantes sobre la población antigua (Benac 1962: 160-161). Esta

nueva población se identifica como “pueblos indoeuropeos”, y la principal

consideración de la arqueología histórico-cultural es la descripción de sus

movimientos y zonas de dominación, observados a través de los cambios en el rito

funeral y en el repertorio material (Gimbutas 1956, Bosch-Gimpera 1960,

Garasanin 1961, etc.).

En su síntesis sobre los complejos de las culturas Baden y Vucedol, Nikola

Tasic (1967) dedica dos capítulos a la periodización del Eneolítico y su cronología

absoluta. Concluyendo un resumido debate terminológico, él se decide al

abandono completo de la teoría de las 3 Edades, y decide emplear dos términos

para el período en cuestión: “Eneolítico” - para “los grupos culturales que tienen

el carácter transitorio” - y “Edad del Cobre” para “los grupos culturales que

aparecen como resultado de las migraciones, sin relación genética con la base

autóctona del Neolítico danubiense” (Tasic 1967: 72). Además de los criterios

32 El subrayado es mío

Page 61: conocimiento distribuido

60

citados, Tasic considera como elemento clave de la distinción, el desarrollo de la

tecnología del cobre. En la dinámica de este proceso encuentra apoyo para su

división terminológica: en el “Eneolítico” la tecnología del cobre no tiene la

importancia de una producción substancial porque los objetos de cobre no tienen

el carácter de medios de producción; en la “Edad del Cobre” esta situación

cambia, pero no por adaptación social sino por causa de la llegada de nuevos

pobladores, para los cuales la metalurgia tenia importancia en la producción de

herramientas y armas. Partiendo del subtítulo “Periodización del Eneolítico”,

confunde un poco encontrar mas adelante, que el término Eneolítico está

empleado sólo para la primera fase del “Eneolítico”. La “Edad del Cobre

Antiguo” y la “Edad del Cobre Desarrollada” son la segunda y la tercera fase, y la

“Transición a la Edad del Bronce” es la cuarta fase de la periodización del

Eneolítico según Tasic (1967:72). A las cuatro fases él aplica las fechas absolutas

en base de “algunas fechas clave, obtenidas a base del método estratigráfico, de

los análisis C14 y de la tipología comparativa”: la fase I comienza cca. 3500 a.C.;

las fases II y III duran entre cca. 3100 y 2600 a.C; la fase IV acaba cca del año

2200 a.C. (Tasic 1967: 86).

La noción de los estudios “interdisciplinares” ha entrado en el método

arqueológico a través de la revolución de radiocarbono. La cuantificación de los

datos por los métodos de las ciencias naturales fue aplicada en la medida que lo

permitía el presupuesto estatal previsto para las investigaciones arqueológicas en

Yugoslavia, es decir, muy escasamente.

En los años sesenta y setenta, los estudios del Neolítico final y el

Eneolítico de los Balcanes Centrales aportan nuevos datos sobre la antigüedad de

la minería prehistórica y ésta era la primera vez en que “la gran importancia de la

metalurgia” tuvo alguna justificación material, que fuese algo más que una

cantidad de artefactos metálicos. Las excavaciones sistemáticas de la mina de

cobre Rudna Glava, fueron iniciadas en el año 1968 por Borislav Jovanovic y sus

resultados (Jovanovic 1971 y 1972), junto con los resultados de las dataciones C14

revolucionaron la interpretación del origen de la metalurgia en la región. Los

Page 62: conocimiento distribuido

61

objetos cerámicos hallados en los

depósitos en las venas del pozo, (Fig. 7),

situaron la primera explotación del cobre

en el periodo Vinča Tordos II - Vinča

Pločnik I, del Neolítico Final de la región

(Jovanovic 1982: 89). Estos datos abrieron

la cuestión del carácter eneolítico del

neolítico final, o la de la “eneolitización”

de las últimas culturas neolíticas (Tasic

1995: 10). Los resultados de las

investigaciones de Rudna Glava ampliaron

nuestros conocimientos sobre las técnicas

mineras, las herramientas y los útiles para

la extracción de la mina y sobre las

tecnologías de procesamiento de la mina.

Se hicieron todos los análisis

correspondientes y accesibles, y el

fenómeno de gran importancia para los

acontecimientos se pudo considerar como

auténtico y muy antiguo. Sin embargo, el

desarrollo auténtico de la tecnología matalúrgica en la fase que por la

nomenclatura vigente pertenece al Neolítico final, todavía no ha sido razón

suficiente para que se abandonase la teoría de las 3 Edades, sobretodo porque su

importancia fue subjetivamente valorada y argumentada, tanto por unos como

autores como por otros.

Las diferencias entre los arqueólogos citados en su interpretación de la

historia cultural de la prehistoria balcánica no fueron superadas ni en las grandes

síntesis de los años setenta. Garasanin (1973: 161-163), a pesar de la evidencia de

la explotación masiva del cobre en el período del Neolítico final, sostiene que el

término eneolítico significaría un cambio radical que no tuvo lugar hasta la Edad

del Bronce, y denomina la fase de la adaptación de la tecnología “fase

Fig. 7. – Rudna Glava, material del pozo, datado en el Neolítico final.

Page 63: conocimiento distribuido

62

transicional”. Este proceso de adaptación es denominado por Brukner proceso de

“metalización” de las culturas eneolíticas, distinguidas tanto del Neolítico como

de la Edad de Bronce (Brukner, Jovanovic, Tasic 1974: 113-114). El volumen III

de la obra de referencia Prehistoria de los países yugoslavos” (Tasic, Dimitrijevic

y Jovanovic, 1979), está dedicado al periodo Eneolítico. Los inicios de la

explotación de las minas y de la tecnología metalúrgica están representados en

este volumen, mientras que el contexto al que pertenecen estos fenómenos, siendo

todavía neolítico, está tratado en el volumen II, correspondiente al periodo

Neolítico.

La tiniebla cronológica, o más bien terminológica en este caso, ya no es

tan opaca como lo era en las décadas anteriores, pero aún no se ha levantado del

todo. Desde el marco teórico histórico-cultural, dominante todavía en la

arqueología Yugoslava (con pocas excepciones de reciente aparición), la

interpretación de esta parte de la prehistoria ha alcanzado su límite explicativo y

analítico. La transformación de las culturas Neolíticas hacia formas reconocidas

como Eneolíticas o de la Edad del Bronce en los Balcanes Centrales está

observada a partir de criterios tipológicos, estilísticos y tecnológicos y con el fin

de responder a las preguntas ¿Qué es este objeto? y ¿Cuál es su antigüedad?

Aunque todos los investigadores del período, sin excepciones, sostienen

que la adaptación de la tecnología metalúrgica tuvo mucha influencia en los

acontecimientos sociales provocando cambios, el foco de la observación sólo

ilumina sus aspectos tecnológicos y estilísticos, en función de la matriz

cronológica. Sin embargo, la seriación de unidades tipológicas, sobre todo de la

cerámica y sus características estilísticas y formales, en el fondo no deja de

dibujar las líneas principales e intangibles de la imagen de la prehistoria de los

Balcanes Centrales. Los marcadores del paso del tiempo y las unidades esenciales

de la interpretación del artefacto siguen siendo las culturas arqueológicas,

identificadas a su vez a partir de las características físicas de los mismos

artefactos.

Page 64: conocimiento distribuido

63

La naturaleza del proceso y el resultado cognitivo de estas investigaciones

implica un modelo específico de publicación y selección de los datos “propios”,

que se creen más justificativos para la interpretación propuesta.

“Las futuras investigaciones aportarán nuevos datos para nuestro conocimiento sobre ... “

Todo nuestro conocimiento arqueológico actual se lo debemos a la

arqueología tradicional. Sus aportaciones dentro del enfoque histórico-cultural

han sido fundamentales. No obstante, son pocas las publicaciones de excavaciones

arqueológicas que por su estructura de datos pueden aplicarse a los métodos de

una arqueología que tiene otras cuestiones a proponer. Y son igualmente pocas las

que no contienen la frase clave parafraseada en el título. “Las futuras

investigaciones”, entendidas exclusivamente como excavaciones arqueológicas,

están aportando nuevos datos a los investigadores individuales, quienes a su vez

aportan nuevas combinaciones tipo-cronológicas a un conocimiento arqueológico

en forma de DNI (Documento Nacional de Identidad), y así desde hace siglo y

medio. El conocimiento arqueológico construido de esta manera es bidimensional,

fragmentado y se podría comparar con una caja de diapositivas que se ha

estrellado en un escritorio lleno de papeles. Más cajas de diapositivas no nos

harán más sabios.

Lo que sabemos sobre este período de la prehistoria de los Balcanes

Centrales podría resumirse en unas cuantas tablas de cronología cultural y tantas

más tablas tipológicas de los artefactos característicos de cada período / cultura.

Dentro de este marco del conocimiento tenemos que buscar las diapositivas

alrededor de las cuales podemos construir los marcos de referencia dinámicos,

que serían los operadores principales para la solución de los problemas

arqueológicos. Más adelante intentaremos dibujar el plano de la planta baja sobre

la cual se podría construir la tercera dimensión.

Page 65: conocimiento distribuido

64

Inicio de la metalurgia del cobre en los Balcanes centrales: condiciones y consecuencias

Condiciones previas para la metalurgia inicial en los Balcanes Centrales A. Condiciones naturales

¿Cómo ha ocurrido que el hombre prehistórico, moviéndose entre toda la

riqueza del paisaje natural de los Balcanes Centrales, entre casi 70 elementos

metálicos naturales, ha distinguido precisamente el cobre? ¿Casualidad? Todo

indica que no. La recolección deliberada de las rocas semipreciosas tiene una

historia muy larga, igual que su adaptación a las formas deseadas. Un ejemplo

claro es el del ocre33, que fue conocido en el continente Europeo desde el final de

la época Musteriense (Leroi-Gourhan 1988: 766).

El atractivo color natural del cobre nativo, igual que el de los óxidos,

destaca en el entorno natural. Las masas del mineral difieren de las rocas que lo

rodean también por la diferente densidad de la materia. Estas manifestaciones en

la superficie, a partir de las cuales el hombre curioso, emprendedor e inteligente,

ha empezado su descenso a los pozos mineros, son el resultado de un proceso que

se inició en las profundidades donde él mismo nunca llegará.

Las vetas primarias de la mina son depósitos epigenéticos, formados en las

fisuras de la roca madre, a partir del proceso hidrotermal causado por las

actividades tectónicas y eruptivas. La solución hidrotermal de sales minerales está

bajo una alta presión y temperatura (100 – 500ºC). Cuando la presión y la

temperatura bajan, de la solución se separan silicatos o carbonatos como la

cuarcita o la calcita, seguidos por sales metálicas. Las deposiciones secundarias

de la mina son consecuencia de la erosión (Craddock 1995: 23). En la superficie,

33 Término general para varios minerales de hierro (Mohen 1992: 42).

Page 66: conocimiento distribuido

65

donde el cuerpo principal de la mina llega al contacto con elementos atmosféricos,

comienza el proceso de oxidación de los minerales sulfurosos y la formación de

óxidos, hidróxidos e hidroxicarbonatos, como por ejemplo malaquita y azurita.

Por la reducción de las sales del cobre en estos estratos superficiales, se forma el

cobre nativo (Craddock 1995: 28).

Las tres zonas metalo-genéticas principales en los Balcanes Centrales (Mapa

3), son:

la zona Cárpato-Balcánica situada en la zona tectónica del Timok del macizo de Rodope (1);

la zona de “la provincia Serbo-Macedonia” en el macizo Sarso-Pindski y en la montaña Rudnik en el centro de los Balcanes Centrales (2);

La zona del macizo Dinárico en el oeste de los Balcanes Centrales (3). (Krajnovic y Jankovic 1995: 21-27).

Todavía, aunque en gran medida agotadas después de milenios de

explotación, se pueden encontrar en dichas regiones manifestaciones de cobre

nativo, al igual que la pieza hallada en la localidad de Planinica (43º50’ N –22º07’

E) que pesaba 150 kg (Krajnovic y Jankovic 1995: 21).

Fig. 8. - Minerales y óxidos de Cobre

Page 67: conocimiento distribuido

66

Si a esta abundante disposición de cobre en los Balcanes Centrales, y a sus

características físicas, añadimos la pobre vegetación que cubre las zonas de los

mismos florecimientos de la mina, podemos concluir que el encuentro de los

humanos con el cobre en la prehistoria no podía ser casual. Fue un resultado

lógico de su relación con el entorno natural, de la explotación de la cuarcita que

en algunas ocasiones acompañaba a los óxidos del cobre, y de la prospección de

canteras nuevas. Los análisis de la malaquita, de la azurita y del cobre nativo de la

zona, comparados con la composición de los artefactos de la metalurgia inicial,

revelan una fuerte correlación (Krajnovic y Jankovic 1995: 26) y confirman que la

gente que habitaba los Balcanes Centrales a principios del quinto milenio ya

conocía y utilizaba estos recursos locales.

B. Conocimientos tecnológicos

Las técnicas de explotación de las materias primas, particularmente de las

piedras, se han desarrollado permanentemente durante los 10 últimos milenios.

Mapa 3. - Las tres zonas metalo-genéticas principales en los

Balcanes Centrales.

Page 68: conocimiento distribuido

67

Son múltiples las pruebas que confirman que el hombre prehistórico, no sólo sabía

cuales eran y para qué le podían servir los materiales de su entorno inmediato,

sino que también era consciente de que estos no estaban distribuidos igualmente

por todo el mundo. El hombre sabía apreciar el valor de los materiales raros que

llegaban desde otras partes del mundo, algunas veces muy lejanas. Igual como

sabía por donde se movían los animales que cazaba, donde comían y donde iban a

beber el agua, sabía donde podía encontrar un tipo particular de piedra. La

necesidad de unos materiales sobrepasaba las cantidades que era posible recoger

simplemente de la superficie en un rincón del paisaje, así que la técnica de

extracción de las piedras se dominó muy temprano.

En el espacio de los Balcanes Centrales, hasta hace poco tiempo, no había

pruebas de una extracción organizada de piedra, aunque el material arqueológico

indicaba que para la mayor parte de su producción fue utilizada la materia prima

local. La mina del ópalo en Krivo Polje cerca de Kragujevac (44º06’N 20º32’E),

ha confirmado la hipótesis de la técnica minera local, desarrollada en el periodo

del Neolítico Antiguo (Jovanovic 1995: 29). En la mina de Krivo Polje, a parte del

ópalo, fueron explotados la calcita, el ágata y el jaspe. Se excavaron fosas

ovaladas poco profundas en el lugar donde las vetas de la mina surgían en la

superficie. Sin embargo, no se formaron canales continuos, y los pozos fueron

abandonados cuando la vena de la mina se sumerge en la profundidad. Las

cantidades de fragmentos de calcita y de ópalo halladas en la misma localidad,

representan el desecho del tratamiento previo de los soportes para la elaboración

posterior de las formas deseadas. Por tanto, está confirmado que el conocimiento

de las técnicas mineras que eran necesarias para la explotación del cobre, tuvo un

desarrollo local “desde la primera aparición de la agricultura y de los

asentamientos sedentarios” (Jovanovic 1995: 31).

Otro conocimiento que condicionaba el desarrollo de la extracción y el

tratamiento del cobre era el conocimiento pirotécnico. En los Balcanes Centrales

se maneja este arte desde fechas muy tempranas, como en el caso de Lepenski Vir

(VII milenio a.C.). El suelo de las casas trapezoides de este asentamiento en la

orilla derecha del Danubio en la zona de Puerta de Hierro, fue cubierto con una

Page 69: conocimiento distribuido

68

capa de mortero de cal (Srejovic 1960). Para preparar este material, fue necesario

exponer la caliza al fuego y “apagarla” con agua. La cal viva se mezcla con la

arena y se vierte en la superficie deseada. Al enfriarse, este material se vuelve

extraordinariamente duro. Este ejemplo es interesante sobre todo porque presenta

la característica de la transformación del material, el cambio de su estado y de su

forma mediante el fuego, a diferencia del proceso pirotécnico de la producción

cerámica, donde el fuego sólo endurece el material ya formado.

Recuadro nº 1

1. Las condiciones naturales y tecnológicas para la introducción de la

tecnología metalúrgica están descritas en este capítulo a partir de fuentes

dispersas e incomunicadas, a su vez igualmente descriptivas y

generalizadoras. Estas fuentes carecen de los datos que permitirían valorar

la información, de modo que aquí se trata de una mera reinterpretación de

las interpretaciones.

2. En cuanto a los datos de las condiciones naturales, tenemos información

sobre la existencia de las minas, el tipo de minerales (nomenclatura) y su

ubicación geográfica general. Esta información no puede servir de marco

de referencia, puesto que faltan todos los datos sobre el contexto

geográfico, composición y calidad de las minas en cada lugar, distancias,

alturas, accesibilidad etc. Estos datos no están accesibles y en la forma en

que existen no son operativos para la construcción del conocimiento.

3. Los datos sobre las condiciones tecnológicas están presentados de una

forma indirecta y fragmentada, subjetivamente seleccionada y dirigida a

la corroboración de una hipótesis en particular, o son sumamente

generalizados en función de una interpretación histórica. Para obtener

una información objetiva y completa, sujeta a los datos cuantificados y

contextuales, hay que emprender la búsqueda de los informes parciales.

Page 70: conocimiento distribuido

69

4. La información publicada (por ejemplo) en el año 1995 (Jovanovic 1995)

es nueva para toda la sociedad científica (o para aquellos quienes tuvieron

la ocasión de tener en las manos uno de los mil ejemplares de las Actas),

pero en realidad era conocida por un público reducido de la pequeña

revista del museo local en el idioma local en el año 1990, como mínimo 5

años después del hallazgo. Todos los que investigaban sobre este tema

mientras tanto, no tuvieron constancia de esta información, así que sus

interpretaciones publicadas, que por su parte pueden llevar una fecha

posterior del año 1995, estarán basadas en un conocimiento incompleto.

Primera minería de cobre A. Tecnología de extracción

En los inicios de la explotación del cobre, la minería ya no era por sí misma

una novedad. Este conocimiento tecnológico formaba parte de la experiencia

milenaria de aquellos que se encargaban de suministrar materias primas para la

producción de herramientas, armas o adornos. En el caso de la explotación del

cobre, se trataba más bien de una adaptación de técnicas conocidas, de la

búsqueda de soluciones prácticas que el minero prehistórico encontraba ante las

características especificas de la estructura de los depósitos minerales.

Los datos sobre la tecnología de extracción de minerales del cobre en la fase

inicial en los Balcanes Centrales, provienen principalmente del yacimiento Rudna

Glava, situado en la zona eruptiva de Timok (Mapa 3 – 1). Su descubrimiento se

debe a los trabajos modernos de la minería del hierro, que han ocasionado la

destrucción de una buena parte de los pozos prehistóricos. A pesar de estas

circunstancias, las excavaciones arqueológicas, que duraron más de 10 años

(1968-1981), revelaron datos relevantes sobre la tecnología minera prehistórica y

su antigüedad. Estos constituyeron la información fundamental para el esbozo de

la hipótesis sobre el desarrollo autóctono e independiente de la metalurgia del

cobre en los Balcanes Centrales (Jovanovic 1982).

Page 71: conocimiento distribuido

70

En la época de la explotación de la mina de Rudna Glava ya se habían

desarrollado los conocimientos mineralógicos. Los mineros sabían exactamente

qué era lo que buscaban, y sabían distinguir la localidad idónea para su uso.

Además, parece que tenían unos criterios de rentabilidad y de productividad

establecidos ya en esta fase temprana. Esta hipótesis descansa en el encuentro de

las vetas intactas que contenía la mina con bajo porcentaje de cobre, en la

proximidad inmediata de otras vetas agotadas hasta el fondo (Jovanovic 1982:

62).

Para preparar la veta de mineral

para su uso, los mineros abrían una

plataforma de acceso en el terreno

fuertemente inclinado, limpiando la

capa superficial de la tierra y las

piedras (Fig. 9). Las plataformas

variaban de tamaño y forma, puesto

que se adaptaban a la morfología de la

roca que rodea a la veta del mineral. Al

levantar la capa de la mina derramada a la superficie, que no se caracterizaba por

su alta consistencia, la excavación continuaba en pozos profundos, estrechos, con

el material duro y denso. El ancho de las vetas no permitía la actividad de dos

personas a la vez. La extracción se realizaba a través del efecto térmico,

salpicando el fuego vivo con agua fresca que se suministraba en jarras cerámicas

(Fig. 10). El cambio brusco de temperatura hacía que las rocas se quebraran. Los

picos de asta de ciervo u otras herramientas de madera servían para liberar las

rocas quebradas de su entorno duro. El minero trabajaba pisando la superficie que

excavaba, rompiendo el material utilizando el mazo sostenido a un lazo,

balanceándolo como un péndulo cuando tenia que romper las paredes del pozo, o

moviéndolo verticalmente cuando rompía la mina en el fondo.

En el fondo del pozo la mina fue desmenuzada y así transportada a la

superficie. Los desechos del pozo activo eran vertidos en el pozo anteriormente

agotado y abandonado. El transporte desde la mina del material recogido hacia la

Fig. 9. – Rudna Glava, plataforma de acceso

Page 72: conocimiento distribuido

71

superficie es la parte del proceso menos

documentada. Se supone que para ello los

excavadores empleaban sacos de cuero o

cestos, y que se precisaba la contribución de

más que una persona para este trabajo

(Jovanovic 1982:64).

Una parte de las herramientas y del

equipamiento utilizado en el proceso de

extracción del mineral fueron fabricados en el

mismo yacimiento minero. En el lecho del río

Saska, cerca de Rudna Glava se recogieron

guijarros de garbos, un tipo de roca eruptiva

utilizada para la fabricación de percutores y

cuñas (Fig. 12), y preparados para su uso en

las plataformas de acceso. Este tipo de mazos

de piedra fue la herramienta básica y de

utilización masiva en la minería prehistórica

en toda Europa y todo el mundo (Jovanovic

1982: 77; Craddock 1995: 37-46). La poca

cantidad de picos de asta de ciervo

encontrados en la mina sugiere que para la

excavación fueron empleadas con más

frecuencia herramientas elaboradas en madera,

que se podía recoger en los alrededores

inmediatos. En Rudna Glava también se

fabricaron sacos de cuero, según el hallazgo

de una aguja curvada hecha de hueso

(Jovanovic 1999: 188).

El hallazgo de un depósito de 30 kg en la mina de malaquita y azurita en el

fondo de un pozo en Rudna Glava, ha servido para el experimento de fundición

del mineral. Este experimento realizado por R.Tylecote de la Universidad de

Fig. 10. – Rudna Glava, los

recipientes cerámicos de los pozos mineros.

Page 73: conocimiento distribuido

72

Newcastle se ha producido en un horno reconstruido según el procedimiento

conocido en la mina de cobre calcolítica Timnia en Sinaí. Como resultado de este

experimento, a partir de la reducción de 30 kg de la mina se lograron 100 gr de

cobre, que representa una cantidad bastante baja. Según esta clave para los

cálculos, de los 40 pozos explorados se obtuvieron cerca de 132 kg de cobre. Si

tenemos en cuenta que por lo menos 40 pozos fueron destruidos por las

actividades mineras modernas, esta estimación subiría a 260 kg de metal puro.

Esta cantidad (según una estimación mínima) de cobre obtenido en Rudna Glava

fue suficiente para la fabricación de más de 500 herramientas de gran tamaño

(Jovanovic 1999: 186).

Los mencionados 40 pozos explorados y tantos otros destruidos en el

yacimiento Rudna Glava no fueron los únicos en esta zona minera. Según

prospecciones, en el territorio más amplio de Majdanpek se hallan muchos más

rastros de las obras de la minería prehistórica. En otras regiones de los Balcanes

Centrales, como en la zona de la “provincia Serbo-Macedonia” y en la zona del

macizo Dinárico, también fueron registrados yacimientos de la minería de cobre

(Mali Sturac y Jarmovac respectivamente, Mapa 4) que, según las informaciones

preliminares, podrían determinarse como contemporáneos o inmediatamente

posteriores a las minas de Rudna Glava. Sin embargo, todavía no disponemos de

informaciones detalladas sobre las minas en Mali Sturac y Jarmovac, ni tampoco

Fig. 11. – Reconstrucción de los mazos mineros (Según Creddock 1995: 42, fig. 2.12)

Page 74: conocimiento distribuido

73

sobre las prospecciones de estas y otras zonas de ricos afloramientos de mineral

de cobre.

B. Cronología de la primera minería de cobre en los Balcanes Centrales

La cronología de la primera minería de cobre en los Balcanes Centrales,

como hemos mencionado anteriormente en este trabajo, está establecida a partir

de los hallazgos de Rudna Glava. Para los investigadores de este fenómeno,

destacan dos aspectos en la determinación cronológica:

La vinculación de la primera metalurgia con los cambios tipológicos

registrados en la cultura de Vinča, la manifestación más potente del

Neolítico Reciente de los Balcanes Centrales.

La fecha absoluta, que refutaba la hipótesis hasta entonces vigente,

según la cual las manifestaciones del Eneolítico y de la Edad de

Fig. 12. – Rudna Glava, mazos y cuñas

Page 75: conocimiento distribuido

74

Bronce fueron una consecuencia de la difusión, o más bien de la

importación de la “cultura” del Próximo Oriente y del Egeo.

La primera indicación para la atribución de las obras mineras en Rudna

Glava al período del Neolítico reciente, fueron las piezas cerámicas halladas en las

plataformas de acceso y en el relleno de los pozos mineros. Tipológicamente,

estos objetos se pueden asignar a la cultura de Vinča, o más concretamente en la

fase Gradac de esta cultura, que M. Garasanin (1984: 61) ubica entre las fases

Vinča Tordos II y Vinča Pločnik I (Jovanovic 1990: 60). La fase Gradac marca

claramente el viraje tipológico que separa a la cultura de Vinča antigua de su

variedad reciente. Por la ubicación del centro de la manifestación más explícita de

la fase Gradac en la cuenca de Morava del sur, y su escasa influencia hacia el

norte, en el área “clásica” de la cultura de Vinča, Jovanovic introduce en su

esquema nuevos criterios de división del territorio cultural. El nuevo esquema

establece la provincia metalúrgica en el sur, representada por la fase Gradac, y la

provincia agrícola en el norte, representada por la fase Vinča Pločnik (Jovanovic

1990: 58). Las fechas de la primera minería de cobre en los Balcanes Centrales,

por lo tanto, fueron establecidas indirectamente “según los términos

correspondientes para la fase Gradac” (Jovanovic 1990: 58). Una fecha C14

obtenida del yacimiento Rudna Glava es 4.270±105, que después de la

calibración, ubica el principio de la minería de cobre en los Balcanes Centrales en

el principio del quinto milenio a.C. (Jovanovic 1990: 58).

Recuadro nº 2

1. El conocimiento sobre la primera minería de cobre en los Balcanes

Centrales, como hemos subrayado en el principio de este capítulo, está

estrechamente vinculado a un yacimiento arqueológico: Rudana Glava. La

abundante bibliografía se centra en las descripciones, en función de la

confirmación de dos características principales de la primera minería:

autóctona y mayor antigüedad.

Page 76: conocimiento distribuido

75

2. La descripción del proceso tecnológico es bastante consecuente, aunque

en algunos detalles varía con respecto de las pruebas materiales (por

ejemplo, la existencia de la aguja para la fabricación de los sacos de cuero

in situ, está por primera vez mencionada más de 25 años después de que

se acabaron las excavaciones en Rudna Glava), y en los detalles que cada

autor creía importante destacar.

3. Las variaciones en la descripción cronológica se corresponden con la

confusión general que causa la estructura de la interpretación histórico-

cultural y la dinámica de publicación. Estas variaciones se pueden

observar entre autores diferentes y entre artículos de un mismo autor,

causando una confusión mayor, y poniéndonos en la situación de que

debamos esbozar nuestras hipótesis sobre unos conocimientos caducados.

4. La fecha C14 que se menciona (Jovanovic 1990: 58), a parte de que no

está calibrada, no tiene ninguna otra referencia (material, contexto,

laboratorio) de las que normalmente acompañan estos datos, ni tampoco

referencia de algún otro artículo donde la fecha C14 obtenida de Rudna

Glava tuviera mejor trato (aunque no es definitivamente seguro que no

exista, he consultado la mayoría de textos sobre el tema).

Producción metalúrgica

La noción de actividades metalúrgicas en los periodos tempranos de la

prehistoria de los Balcanes Centrales ya existía antes del afortunado

descubrimiento de la mina de cobre en Rudna Glava. Sin embargo, la presencia de

algunos objetos metálicos o de las fosas-depósitos de varias piezas de

herramientas de cobre que indicaban tal actividad en los asentamientos de la

prehistoria antigua, era interpretada a la luz de la vigente divisa de Ex Oriente

Lux. Esta teoría, acompañada por la inadecuada metodología de excavación, es la

causa por la cual no se ha dedicado la correspondiente atención a las posibles

instalaciones metalúrgicas y porqué no se han registrado restos de escoria o ganga

Page 77: conocimiento distribuido

76

que pudieran indicar las actividades de la primera metalurgia. Podemos suponer,

según el estilo de publicación de varios yacimientos del Neolítico Reciente

excavados hasta los años 60-70 del siglo XX, que los datos que podrían completar

la imagen de la metalurgia prehistórica están perdidos para siempre, o en el mejor

caso están enterrados en las profundidades de la documentación y en cajas de

material arqueológico en el almacén de algún museo.

A los “hallazgos aislados” de los objetos metálicos, probablemente

fabricados de cobre nativo, cronológicamente precedentes al período de la

explotación de Rudna Glava, no se ha dado ninguna importancia en la literatura

arqueológica (Jovanovic 1979: 33). Así, no conocemos sus contextos, y resulta

muy difícil encontrar alguna información, detallada o sumaria, sobre estos objetos

Mapa 4. - Distribución de los yacimientos de los milenios

V y IV a.C.: 1 - Rudna Glava 2 – Vinca 3 – Banjica 4 - Suplja Stena 5 – Jacobo 6 – Gomolava 7 - Gornja Tuzla 8 - Sabac – Jela 9 – Beletinci 10 – Cucuge 11 – Stubline 12 – Jablanica 13 - Mali Drum 14 –Lipovac 15 – Visesava 16 – Stapari 17 – Radojinja 18 – Lug 19 – Grivac 20 – Divostin 21 – Selevac 22 – Belovode 23 – Medvednjak 24 – Supska 25 – Vitosevac 26 - Crnokalacka Bara 27 - Beran – Krs 28 – Valac 29 – Fafos 30 – Plocnik 31 – Restan 32 – Predionica 33 – Pavlovac 34 - Mala Grabovnica 35 – Gradac 36 – Malca 37 – Katun 38 – Slatina 39 – Blagotin 40 – Jarmovac 41 - MaliSturac 42 - Zemun – Prigrevica 43 – Baranda 44 - Lepenski Vir 45 - Cetace – Vrganj 46 - Krivelj (Bor) 47 - Cueva Zlotska 48 - Humska Cuka 49 – Bubanj 50 – Lipljan 51 – Hisar 52 – Bodnjik 53 – Beligovo 54 - Banjska stena.

Page 78: conocimiento distribuido

77

y consecuentemente faltan los datos sobre la producción pre-metalúrgica en los

Balcanes Centrales. La mención de las piezas de malaquita en los contextos del

Neolítico Antiguo en Lepenski Vir IIIa, Zmajevac y Divostin I (Glumac y

Tringham 1990: 558 [citado en: Sljivar y Jacanovic 1997: 190]) no son más que

una constatación del fenómeno. Las investigaciones arqueológicas que siguieron

en las últimas décadas del siglo XX, eran orientadas a la detección de las intensas

actividades metalúrgicas que anunciaban los hallazgos de minería datada en el

principio del quinto milenio, esto es, en la época del Neolítico Reciente. Sin

embargo, el número de objetos de cobre atribuibles a estas fechas tempranas no ha

aumentado considerablemente. Groso modo, se trata de pequeñas cantidades de

piezas de joyería menuda, sobre todo de colgantes y cuentas (Vinča, Divostin,

Grivac, Velika Gradina Uzice, Stapari, Selevac, Gomolava, Gornja Tuzla,

Belovode) y de alguna pulsera (Gomolava, Pločnik, Stapari, Divostin). Pequeños

instrumentos, como agujas, leznas y anzuelos, fueron descubiertos en el

asentamiento Gornja Tuzla, y el único hallazgo de herramientas pesadas proviene

de 4 depósitos en el yacimiento Pločnik (Jovanovic 1979 y 1982; Glumac 1983 y

1988; Bogdanovic 1990; Jacanovic y Sljivar 1997).

El asentamiento Belovode, ubicado en la proximidad de Rudna Glava, entre

los ríos Mlava y Morava, presenta una ocupación que duró desde las primeras

fases de la cultura de Vinča, hasta el final de la fase Gradac de la misma cultura.

Gran cantidad de malaquita fue descubierta en todos los estratos de este

asentamiento, pero sin pruebas de una actividad metalúrgica. Los investigadores

adscriben los minerales de las fases antiguas del asentamiento a una actividad pre-

metalúrgica, mientras el nivel de fase Gradac, que corresponde a la época de los

trabajos mineros en Rudna Glava, está definida como fase metalúrgica (Jacanovic

y Sljivar 1997: 192). Sin embargo, esta definición se deriva a partir de los

hallazgos superficiales, en la periferia del yacimiento, de unas hachas de cobre

que no provienen de la excavación, es decir, a partir de pruebas indirectas e

inseguras.

Si por proceso metalúrgico entendemos exclusivamente la metalurgia

extractiva (Mohen 1992: 73), podríamos excluir de la consideración una gran

Page 79: conocimiento distribuido

78

Fig. 13. – Plocnik: hachas y cinceles

parte de la serie de colgantes y cuentas, porque éstas fueron elaboradas a partir de

piezas de malaquita por tratamiento físico (Glumac 1988: 458; Jacanovic y Sljivar

1997). En varios asentamientos se ha descubierto gran cantidad de malaquita

(Stapari, Grivac, Divostin, Selevac, Medvednjak, Belovode). Estos minerales no

eran utilizados exclusivamente para la producción de pigmentos, cuentas y

colgantes, sino que existen pruebas contundentes, según los análisis de

laboratorio, de su tratamiento térmico para la extracción de cobre puro (Glumac

1988: 457). Como resultado seguro de un proceso metalúrgico tenemos las piezas

de herramientas macizas y una pulsera en 4 fosas de depósito en el asentamiento

Pločnik. De las 35 piezas del depósito, 24 eran cinceles y 10 hachas (Fig. 13), y

según los estudios estratigráficos del yacimiento, se atribuyen a la fase Gradac de

la cultura de Vinča (Sljivar 1996). Las excavaciones del asentamiento prehistórico

en Pločnik siguen dando nuevos datos y descubriendo nuevas situaciones, pero

todavía no hay indicación alguna sobre las instalaciones metalúrgicas (Sljivar y

Kuzmanovic-Cvetkovic 1997 y 1998).

Page 80: conocimiento distribuido

79

La reconstrucción experimental del proceso metalúrgico que se podía llevar

a cabo utilizando los carbonatos de cobre procedentes de Rudna Glava (Tylecot

1982), todavía no ha tenido una confirmación en el material arqueológico. Sin

embargo, según los escasos datos sobre la producción metalúrgica de los

asentamientos de los Balcanes Centrales, Jovanovic propuso una división

cronológica más. Esta vez se trata de la división interna de la fase Gradac de la

cultura de Vinča en tres fases consecutivas que corresponden a las fases de

desarrollo de la metalurgia de cobre (1994: 11):

La fase Gradac I corresponde a la fase inicial de la minería y la

metalurgia elemental (Rudna Glava, Selevac V-VIII, Supska nivel 5,

Crnokalacka Bara, Predionica);

La fase Gradac II corresponde al periodo del crecimiento del

procesamiento de la malaquita dirigiendo gradualmente la metalurgia

de cobre hacia la producción de herramientas macizas y armas

(Divostin Iib, Supska niveles 3-4, Predionica, Valač);

La fase Gradac III sería representada por la producción masiva de

artefactos macizos de cobre (Pločnik, Predionica).

Como podemos ver a partir de los nombres de los yacimientos vinculados a

ciertas fases de Gradac34, en su fase III los fenómenos descritos por B.Jovanovic

se están limitando a las regiones del sur de la zona de los Balcanes Centrales y

reduciendo en su número, dejando espacio a una nueva manifestación cultural,

que en la literatura arqueológica consta como la del Eneolítico Temprano de la

zona. Se trata de la cultura Bubanj-Hum, que en el sentido “más extenso”,

pertenece al complejo cultural Bubanj-Salcuta-Krivodol (Tasic 1979b; 1995). Sin

embargo, la producción de los artefactos de cobre sigue su desarrollo en el sentido

delineado por las fases de Gradac. Los hallazgos apuntan a la conclusión que el

área alrededor de la cuna balcánica de la minería de cobre en este periodo también

tiene primacía en la producción metalúrgica en los Balcanes Centrales. A

34 Ciertamente, considerada así, con su propia dinámica territorial, y dividida en

sus propios fases, la “fase Gradac” como la denominaba Garasanin, deja de ser sólo una fase y se convierte en un “grupo” o en una “cultura”, aunque hasta la fecha nadie ha planteado este tema.

Page 81: conocimiento distribuido

80

diferencia del período anterior, ahora los asentamientos abandonan los valles y

suben a las montañas, a posiciones bien protegidas (Tasic 1979: 98).

Fig. 14. - Pequeñas herramientas de los yacimientos adscritos a la fase Bubanj-Hum

En el asentamiento de la cueva de Zlot, en las montañas de Homolje, cerca

de Rudna Glava, se sitúa uno de los centros de producción metalúrgica. Allí se

hallaron 50 artefactos de cobre, junto con piezas de cobre amorfos y de escoria de

la reducción de la mina. La mayor parte del conjunto son leznas y agujas, a parte

de un pequeño cincel, una lamina de puñal y una hacha. En el asentamiento

Grabar Svacar también se registran restos de escoria, agujas de sección cuadrada y

una hacha-piolet. A estos centros de producción se adscriben los artefactos de

cobre, sobre todo hachas, halladas casualmente en la superficie alrededor de

Negotin, Bor, Zajecar etc. (Tasic 1979: 107). Un hacha-cincel maciza, también un

hallazgo superficial en la zona del asentamiento estratificado Blagotin - cuyo

estrato Eneolítico yace en un máximo de 50 cm de profundidad de la superficie

actual (Nikolic y Kapuran 2001: 164; Stankovic y Redzic 1996) -, es

particularmente interesante porque el tratamiento de su superficie indica

claramente que fue moldeada en un molde univalvo (Bogdanovic 2001: 179, cat.

nº 8). De la zona occidental de los Balcanes centrales (Donji Milanovac,

Page 82: conocimiento distribuido

81

Nemenikuce) y de un número de yacimientos desconocidos, proviene una serie de

hallazgos casuales de herramientas macizas de cobre, sobre todo de hachas-piolets

y cinceles, guardada en el Museo Nacional de Belgrado (Vukmanovic y Radojcic

1995: 73-80, cat. nº 121-139). Todos estos objetos metálicos, aunque se trata de

una gran cantidad de artefactos no estratificados, sugieren una actividad notable

de los talleres metalúrgicos de la zona este y central de los Balcanes Centrales.

Sin embargo, tampoco tenemos pruebas firmes sobre cómo era organizado el

oficio metalúrgico, ni tampoco cómo era el proceso de la producción, porque en el

registro arqueológico faltan las instalaciones metalúrgicas.

En el sur de la zona adscrita a la cultura Bubanj-Hum, se nota la ausencia de

escorias y otros restos de la reducción de minerales metálicos, y una disminución

de la cantidad de artefactos de cobre. En el mismo yacimiento epónimo Bubanj,

fueron encontrados una lesna y varios fragmentos de agujas, mientras del

asentamiento Hisar provienen una lesna con mango de hueso y varias piezas de

cobre amorfo (ACIC 1979: 107. Estos datos pueden ser consecuencia de la

desigualdad en la cobertura territorial de las investigaciones, pero también podrían

corroborar la hipótesis sobre la existencia de un centro metalúrgico en la zona

central y occidental de los Balcanes Centrales, que suministrara los objetos

metálicos a las “periferias” o, mejor dicho, a los asentamientos cuya función en el

sistema social era otra.35

Una consecuencia más de la desigual cobertura territorial de las

investigaciones arqueológicas, es la poca información que existe sobre los

fenómenos contemporáneos a los anteriormente descritos, en el oeste de los

Balcanes Centrales. Todavía no se conocen los productos de cobre de la zona

occidental de los Balcanes Centrales, aunque existen indicaciones firmes que en

sus asentamientos de las colinas también se desarrolló la actividad metalúrgica.

Un ejemplo que podría servir de apoyo para esta hipótesis es el asentamiento

eneolítico en la colina Bodnjik, donde han sido hallados trozos de cobre amorfo y

un molde lítico no acabado diseñado para una hacha pequeña (Fig. 15), dentro de

35 Según Tasic (1979: 109-110) el nordeste sería zona metalúrgica, mientras que

el sur de los Balcanes Centrales sería una zona dedicada a la agricultura.

Page 83: conocimiento distribuido

82

un edificio estipulado como taller (Palavestra, Bogdanovic y Starovic 1993, 1995,

1996).

Fig. 15. – Bodnjik: a) molde lítico; b) reconstrucción ideal del artefacto moldeado; c) un trozo de cobre amorfo.

Recuadro nº 3

1. La documentación y la publicación de los datos arqueológicos sobre la

producción metalúrgica en los Balcanes Centrales, sufre de todos los

inconvenientes posibles de la metodología habitual en la arqueología

yugoslava: el problema arqueológico consiste en cómo dividir y

subdividir las divisiones de culturas y subculturas y sus variantes

regionales. El resultado es un conocimiento sumamente vago, apoyado

más en la autoridad de los autores que en una argumentación a través de

contextos sólidamente presentados.

2. Los informes habituales de las excavaciones no se pueden considerar

como conocimiento, puesto que son parciales, sin documentación

elaborada, con la presentación exclusiva de los datos que el autor cree

interesantes y con mucha repetición de afirmaciones simplemente

recogidas de otros autores, o de los artículos propios anteriores. Las

Page 84: conocimiento distribuido

83

hipótesis están esbozadas frecuentemente en forma de afirmaciones

abstractas, sin ninguna justificación material, tipo: “Son numerosos los

hallazgos de herramientas de cobre diversas...” (Sljivar y Jacanovic 1997:

193), añadiendo en nota a pie una referencia a otro artículo que tendrá a

su vez una afirmación parecida.

3. Otro problema lo presenta la dinámica de publicación de los datos de las

excavaciones, que a veces tarda unas décadas, según la duración de la

investigación en el campo y en el laboratorio, donde nos encontramos una

y otra vez con el problema de la producción del conocimiento caducado

(ver: recuadro 2, punto 3).

4. Hay otros ejemplos negativos respecto a la distribución de las

publicaciones: fue larga e impaciente la espera de la publicación sobre las

grandes excavaciones en Selevac, y todos los interesados en el tema

tenían muchas expectativas. Finalmente, el año 1990 (después de 10 años,

aproximadamente) fue publicado un volumen grande, podríamos decir

impresionante, en Los Angeles, USA. 4 (¡CUATRO!) ejemplares de este

“monumento” llegaron a Yugoslavia, como regalos a B.Jovanovic y 3

personas más. La biblioteca del Departamento de Arqueología en

Belgrado, por ejemplo, no dispone de este libro. De este modo, muchos

arqueólogos sólo podrán utilizar el conocimiento allí encuadernado de

forma indirecta y fragmentada, igual como hice yo aquí.

Consecuencias del inicio de la metalurgia de cobre en los Balcanes Centrales

El análisis de las condiciones previas para la introducción de la metalurgia

del cobre demuestra que el propio paso a la extracción y transformación

pirotécnica de los minerales metálicos estaba bien preparado, y que en cierto

sentido, la metalurgia era menos una innovación tecnológica que sociocultural

(Mohen 1992: 74). La constatación que “solo la introducción de la agricultura y la

Page 85: conocimiento distribuido

84

fundación de los asentamientos permanentes a lo largo del Neolítico Antiguo de

las zonas balcánico-danubienses, era un acontecimiento igual al principio del uso

de los metales por su importancia económica y social” (Jovanovic 1979: 27), es

aceptable si tenemos en cuenta la importancia tecnológica de los metales a largo

plazo. Efectivamente, sin cobre y otros metales no podríamos contar hoy en día

con las tecnologías informáticas, o no deberíamos temer las armas de destrucción

masiva y el calentamiento del Planeta.

Sin embargo, las consecuencias sociales y económicas inmediatas, las

consecuencias que debían surgir directamente de la naturaleza del uso de la nueva

tecnología y del nuevo material en el V y IV milenio a.C., aunque no se pueden

negar categóricamente, no encuentran una explicación adecuada en la

interpretación actual. Aunque se han logrado avances significativos en la

investigación de los fenómenos vinculados a la metalurgia, el conocimiento sobre

su influencia e importancia real en la vida social de las poblaciones prehistóricas

de los Balcanes Centrales todavía no está científicamente valorada. ¿Cuáles

fueron los cambios ocurridos en los milenios V y IV a.C? El hecho de que con la

introducción de metal en la base reproductiva de la economía de este periodo se

obtuvo un valor perpetuo y acumulativo (Jovanovic 1979: 39), todavía no supone

la certeza de que éste influyera en el cambio de las relaciones de producción en la

sociedad.

Hábitat y habitación

En los Balcanes Centrales la continuidad de la población de los mismos

lugares, y la elección de espacios de las mismas características para los

asentamientos nuevos, se puede seguir desde el Neolítico Antiguo. Terrazas

fluviales o vertientes suaves cerca de arroyos o fuentes, fueron posiciones

favoritas, y consideradas como las más adecuadas para una vida larga. Los

poblados de la cultura de Vinča muestran siempre una duración continua,

abarcando a veces todo el periodo de dicha cultura (por ejemplo Vinča, Supska,

Fafos, Selevac ...), o a veces varias de sus fases consecutivas (Garasanin 1979:

153). Sin embargo, a partir de la primera mitad del V milenio a.C., que

Page 86: conocimiento distribuido

85

corresponde a la fase Gradac del desarrollo de la cultura de Vinča, y durante la

fase Vinča-Pločnik, aparece un nuevo tipo de asentamiento, posicionado en las

colinas que dominan sobre su alrededor y que muestra otras ventajas estratégicas;

son los casos de Gradac y Valač. Otra novedad que aporta este periodo son los

asentamientos de un solo nivel de población (Garasanin 1979: 154). Los poblados

conocidos de los periodos anteriores permanecen en uso paralelamente con estas

nuevas formas. Todavía son pocas las pruebas de la fortificación de los pueblos.

Sin embargo, las trincheras defensivas que fueron vinculadas a los estratos de la

cultura de Vinča Reciente en los yacimientos en Vinča, en Jakovo Kormadin y en

Gradac, así como las palizadas en el yacimiento Valač, nos permiten confirmar

esta práctica (Garasanin 1979: 154).

Las casas de los poblados de la cultura de Vinča fueron ordenadas en filas

paralelas, y a veces, como fue el caso en el poblado en Divostin, colocadas casi

tocando unas con otras (Bogdanovic 1990: 99). La planta rectangular de las casas

fue mantenida desde el principio de la cultura, aunque las cabañas semi cavadas

de planta circular fueron construidas en la fase más temprana.

Hacia las fases más recientes se nota una tendencia hacia el aumento de

tamaño de los edificios y la estructuración de los interiores de las casas. En

Divostin la superficie de los edificios alcanza 114 m2 (Bogdanovic 1990: 99). Los

edificios del periodo del V milenio a.C. fueron construidos sólidamente, con

suelos bien preparados sobre una estructura de vigas de madera, y las paredes de

palos recubiertos con arcilla. La división interna separaba espacios para varias

actividades económicas y productivas. Las fosas-almacenes y los grandes

recipientes cerámicos para almacenamiento de los alimentos se situaban dentro de

la casa, cavados en el suelo u ordenados a lo largo de las paredes. Los hornos y

hogares también ocupaban una o varias habitaciones de la casa. En algunas casas

fueron descubiertas unas filas de pesas cerámicas que pertenecían a telares

verticales. También fueron descubiertas zonas en el interior donde posiblemente

fueron desarrolladas las actividades metalúrgicas, como indican los hallazgos de

Selevac (Bailey 2000: 162).

Page 87: conocimiento distribuido

86

Fig. 16. – Planta de la casa 14 de Divostin, fase II (16,2x6,4 m) (en: Bailey 2000: 164, Figure 5.6)

Estos elementos constructivos y organizacionales sugieren un desarrollo de

las unidades familiares y su demarcación dentro del poblado. Las casas fueron

construidas para durar, posiblemente durante varias generaciones, hecho que se

puede suponer por las varias reparaciones en el suelo, paredes y otros objetos

construidos en el interior (Bailey 2000: 162, 174). Las instalaciones de

almacenamiento y producción en el interior de las casas indican el hogar como

unidad económica, que a su vez podría esbozar la cuestión de la propiedad, o

sobre el reparto de los recursos.

El cambio radical en los hábitos de asentamiento se nota en la fase

siguiente, que se adscribe al Eneolítico Temprano y en los Balcanes Centrales se

manifiesta por la cultura Bubanj-Hum (Tasic 1995: 29). La heterogeneidad de tipo

de lugar escogido para el asentamiento se debe principalmente a las actividades

económicas de sus pobladores (Tasic 1979: 98). A las poblaciones dedicadas a la

minería y la metalurgia se adscriben los asentamientos en cuevas, situados en las

zonas montañosas cercanas de los recursos de cobre. Un ejemplo de este tipo de

poblado es Zlotska Pecina. En la entrada de esta cueva fue construida una cabaña

de planta rectangular, mientras en el interior de la galería principal de la cueva

fueron descubiertos restos de viviendas, hornos y hogueras (Tasic 1995: 172-173).

La tendencia a la retirada a los asentamientos de las colinas dominantes,

observada en la fase del Neolítico Reciente, representa ahora la posición principal

de los poblados de las poblaciones dedicadas a la ganadería (Tasic 1979: 99). Los

Page 88: conocimiento distribuido

87

asentamientos en Kovilovo, Krivelj, Bubanj, Humska Cuka, Gradac, Gadimlje, e

Hisar pertenecen a este tipo y frecuentemente fueron protegidos por palizadas o

trincheras. Las casas fueron más pequeñas y de menos duración que las del

periodo anterior (Tasic 1979: 100). La existencia de asentamientos pequeños en

las montañas, con rastros escasos de actividades humanas, está confirmada en

varias zonas de los Balcanes Centrales (Nikolic 1998: 107). El yacimiento de

Beligovo nos proporciona datos sobre este tipo de asentamientos. Se trata de una

casa solitaria de unos 25 m2, edificada en madera sobre un fundamento de piedra,

en el altiplano de una colina rodeada de prados, y de montañas medianas y altas.

Por el escaso inventario descubierto dentro y alrededor del edificio, los

investigadores de este yacimiento han concluido que el asentamiento fue utilizado

en la temporada de verano, cuando los pastores subían con su ganado a las

montañas (Nikolic 1998).

En la zona noroccidental de los Balcanes Centrales, donde se acaba la Gran

Llanura Panónica y empiezan a subir las montañas hacia el sur, en la región

denominada Podgorina, tenemos constancia de una situación diferente. Sabemos

que en la época del Neolítico reciente esta región fue intensivamente aprovechada

por los poblados de la cultura de Vinča, siguiendo el patrón típico para este

período (Trbuhovic y Vasiljevic 1983). Lamentablemente, todavía no se han

llevado a cabo unas excavaciones sistemáticas en Podgorina, así que la mayor

parte de la información sobre este período proviene de la recolección superficial

de material en las prospecciones arqueológicas. Las excavaciones en el altiplano

de la colina Bodnjik han revelado nuevas informaciones sobre los hábitos de

asentamiento en el Eneolítico temprano de la zona (Palavestra, Bogdanovic,

Starovic 1993 y 1995). La colina sube abruptamente de la orilla derecha del río

Ub, está bien protegida por tres lados y domina sobre el terreno: una posición

típica para los asentamientos del Eneolítico temprano. Sin embargo, en lugar de

casas de pequeñas dimensiones y poca duración, se ha descubierto un edificio de

grandes dimensiones (14 x 8 m), que por la calidad de la construcción y la

distribución interna mostraba las características típicas del Neolítico final de los

Balcanes Centrales, con ciertas diferencias. La parte central del edificio era

Page 89: conocimiento distribuido

88

ampliamente abierta hacia el sur, con

el techo apoyado en postes de madera.

El suelo de este patio fue revestido con

placas de piedra. Un horno pequeño

fue construido en el centro de este

patio cubierto, mientras otro horno,

más grande, fue incorporado a un

banco elevado junto a la pared norte de

la cabaña. El fuego de este último

horno era alimentado y manipulado

desde el exterior de la cabaña, donde el

terreno era algo más bajo que el nivel

del piso. Aquí se encontraba una gran

concentración de carbones y ceniza.

Ambos hornos fueron fundados con

piedra y repetidas veces reparados. Al

lado del horno grande se encontraron

restos de cobre y el molde lítico

anteriormente mencionado.

Desde el patio se entraba en las habitaciones laterales. El suelo de estos

cuartos era de una construcción sólida, de arcilla compactada, reforzada con fuego

sobre una estructura de vigas de madera. El suelo de la cabaña fue reparado en

varias ocasiones. En el lado opuesto al horno, todavía en el recinto del patio, se

excavaron dos fosas de almacenamiento, alrededor de las cuales se hallaba una

concentración más intensa de restos de producción lítica. Este espacio fue

protegido del viento del norte por una ligera pantalla hecha de ramas, paja y lodo.

De los restos faunísticos, a parte de huesos de ovejas, puercos, ciervo rojo y

algunos pájaros diminutos, son interesantes los restos de un bóvido adulto, en los

cuales se puede observar artrosis causada por el uso de este animal para trabajos

duros.

Fig. 17. – Planta de la cabaña en

Bodnjik

Page 90: conocimiento distribuido

89

La prospección geomagnética del terreno ha mostrado que el edificio

descubierto era único en el altiplano, pero que en una parte más baja, hacia el sur,

yace otro objeto aun más grande.36 Otras prospecciones llevadas a cabo en los

alrededores inmediatos de Bodnjik ubicaron las posiciones de los recursos del

material lítico y de arcilla utilizadas para la producción de los artefactos y

recipientes cerámicos encontrados en la cabaña.

Las excavaciones descubrieron sólo una pequeña parte del conjunto, pero

según los datos disponibles, aquí se podría tratar de una aldea de larga duración,

con actividades sustanciales y económicas variadas. Este tipo de aldea del

Eneolítico Temprano se podría considerar como una continuación del proceso de

segmentación de poblado que tuvo lugar en las últimas fases del Neolítico Final.

Prácticas funerarias

Los datos sobre las prácticas funerarias para el periodo del V y IV milenio

a.C. en los Balcanes Centrales son escasos, o mejor dicho, prácticamente no

existen. Los hallazgos de los restos de los esqueletos humanos en varias

profundidades del yacimiento Vinča, perturbados por la dinámica de la

construcción, seguramente pertenecen a sepulturas dentro del asentamiento, que

seguían la tradición funeraria de los periodos más antiguos de la prehistoria. Es

cierto que este ritual fue practicado en los poblados sucesivos en este lugar y en

las fases tardías de la cultura de Vinča, es decir en la fase Vinča Pločnik

(Garasanin 1979: 159). Debido a la situación de estos hallazgos, no se conoce

ningún dato que pudiera servir para el análisis arqueológico. Es sorprendente que

ningún otro asentamiento de la cultura de Vinča investigado en los Balcanes

Centrales contiene sepulturas.

Esta situación se explica relativamente por la confirmación de la existencia

de necrópolis separadas, aunque en el territorio entero de los Balcanes Centrales y

en la parte panónica del territorio de la cultura de Vinča, hasta la fecha fueron

36 Datos inéditos de una investigación llevada a cabo por el equipo formado por

expertos del Instituto de minería y Geología en Belgrado, además del Dr. Aleksandar Palavestra y yo mismo.

Page 91: conocimiento distribuido

90

descubiertas sólo 2 necrópolis: Batos, cerca de Zrenjanin, con 18 tumbas; y

Gomolava, en la orilla izquierda del río Sava, con 23 tumbas. Para la necrópolis

de Batos, sabemos que se trata de individuos inhumados en posición fetal, y que

una de las tumbas contenía dos individuos. Son mencionados unos conjuntos de

cerámica, sin una explicación más concreta de su relación con las tumbas

particulares (Garasanin 1979: 160).

Los difuntos de la necrópolis de Gomolava también fueron enterrados en

posición fetal, sin orientación regular alguna. Los ajuares cerámicos indican que la

necrópolis pertenece al periodo del Neolítico Final, es decir a la fase Vinča

Pločnik II, a la cual también pertenecía el pequeño asentamiento en el mismo

yacimiento (Garasanin 1979: 160; Tasic 1995: 123).

Nuestro conocimiento sobre las prácticas funerarias en el periodo del

Eneolítico Temprano es una tabula rasa. No se ha encontrado en todo el espacio

de los Balcanes Centrales ni una sola tumba de este período, así que no

disponemos de una referencia relevante para la análisis de las relaciones sociales

en las comunidades de la época (Tasic, Dimitrijevic, Jovanovic 1979: 444).

Recuadro nº 4

1. En la mayoría de las interpretaciones de los acontecimientos de la

prehistoria de los Balcanes Centrales, los comentarios sobre el tipo de

hábitat y habitación representan sólo un argumento más para derivar las

divisiones o paralelismos entre fases y grupos culturales.

2. La identificación ciega de las sociedades con sus productos cerámicos da

lugar a sociedades artificialmente separadas o unidas, geográficamente o

cronológicamente. Solo así es posible el fenómeno de “especialización

cronológica” y el de “las sociedades de vivos” y “las sociedades de

muertos”.

3. Las descripciones de los poblados y sus edificios tienen un potencial

interpretativo limitado, si no están acompañadas con un cuerpo de datos

Page 92: conocimiento distribuido

91

cuantificados y relacionados. Una mayoría de las publicaciones e

informes no contienen este tipo de documentación.

4. En muchos casos, el valor de una conclusión no es proporcionalmente

adecuada al tiempo necesario para la búsqueda de la información y el

análisis de todos los textos que contienen, o podrían contener, la

información perseguida.

5. Es frecuente el fenómeno de “la información fugaz”, aquella que todos los

autores mencionan pero nadie documenta, y la ilusión de la búsqueda

extensiva de su fuente se puede romper al final en una nota a pie:

información personal del colega tal.

6. A través de las publicaciones arqueológicas se puede seguir la evolución

de las técnicas de “cortar y pegar” del conocimiento propio y ajeno.

La crítica expuesta en los recuadros del presente estudio de caso, y en

general en este trabajo, no está dirigida a mis profesores y a l@s otr@s colegas

yugoslavos, que dedicaron sus vidas profesionales a la arqueología y a la

transmisión del conocimiento que adquirieron a lo largo de décadas, y quienes

merecen todo mi respecto y admiración. Estas críticas están más bien dirigidas a

un ente abstracto, a los hábitos de la práctica arqueológica propios del

conocimiento lineal que todavía comparte la mayor parte del mundo arqueológico.

Page 93: conocimiento distribuido

92

Conclusión. Una vez más: DIA-spora

El planteamiento del estudio de caso no tenía la pretensión de resolver el

problema arqueológico que hemos planteado como marco de nuestro interés. Para

responder a la pregunta propuesta, es necesaria una investigación arqueológica a

fondo, y el acceso a datos que no se pueden encontrar en la literatura arqueológica

sobre el periodo comprendido entre el V y IV milenio a.C. de los Balcanes

Centrales. Más bien, la intención era definir el problema metodológico

exponiendo como ejemplo este marco de interés. El problema al que nos

referimos presenta varios niveles diferentes, cuya cumbre la constituye el

conocimiento arqueológico, que a todos nos preocupa. En su estado actual, por lo

menos en el caso general del ejemplo propuesto, este conocimiento está limitado y

encorsetado por las interpretaciones histórico-culturales. El conocimiento se

encuentra en descripciones de complicadas estructuras de las unidades formales

de la prehistoria, descripciones situadas en libros de cobertura limitada, al igual

que el conocimiento creado en otros marcos interpretativos.

La dinámica de la investigación arqueológica necesita una mejor cobertura

de la información, diferente de la que ahora tenemos ocasión de disfrutar

(Recuadro 3: 4). La circulación de la bibliografía arqueológica y la dinámica de la

publicación de los resultados parciales o definitivos de la investigación, son

demasiado lentos y limitantes. La selectividad de los datos publicados y la poca

operabilidad de las referencias presentadas en unas largas tablas y en gráficos de

los marcos referenciales limitan el efecto cognitivo del conocimiento impreso37.

La complejidad de las cuestiones arqueológicas y la necesidad de unos datos

específicos para la resolución de problemas, exigen que la información

37 Ver, en este sentido, la última obra de Binford (2001).

Page 94: conocimiento distribuido

93

arqueológica sea accesible en el sentido más amplio y sin retrasos, en tiempo real.

La extensión de los derechos de autor sobre el material arqueológico a largo

plazo, crea el ambiente de la creación del conocimiento sobre la base de recursos

privilegiados, favorables en primer lugar para el conocimiento individual. Los

datos arqueológicos son permanentemente adquiridos en las instancias personales

y/o institucionales, pero el resultado de esta adquisición no es acumulativo para el

conocimiento arqueológico en su totalidad (Trigger 1989: 16). En el proceso de

formación del conocimiento contribuyen sólo las interpretaciones de los datos

seleccionados, así que las investigaciones procedentes de estas fuentes

interpretativas frecuentemente cuentan con un conocimiento incompleto

(Recuadro 1: 4).

Otro problema inherente a la forma tradicional de comunicación del

conocimiento y de su creación es que frecuentemente nos vemos obligados a

esbozar nuestras hipótesis sobre un conocimiento caducado (recuadro 2: 3),

reestableciéndole la actualidad perdida a través de nuevas fechas de publicación.

De hecho, un conocimiento no caduca porque se haga viejo y polvoriento, sino

porque con el tiempo surgen informaciones contrarias, o simplemente diferentes,

cuya argumentación transforma el conocimiento. Es mucho más fácil pero a la vez

menos útil aprovechar las conclusiones de un autor, que perseguir la información

fugaz en la que se basa dicha conclusión (recuadro 4: 5). Esto no quiere decir que

las conclusiones de otros autores no posean ningún valor para nuestras

investigaciones. Al contrario, la experiencia en la investigación y las conclusiones

sobre un problema siempre son valiosas para la construcción colectiva del

conocimiento. Sin embargo, se precisa la máxima “transparencia” en la matriz

argumentativa, porque sólo la conclusión comprobable debería ser aceptada como

válida. A partir de información fugaz no se puede esbozar una teoría científica.

A través de la puesta en escena de la cuestión arqueológica sobre el lugar de

la metalurgia en los procesos sociales en los Balcanes Centrales en el V y el IV

milenios, quisiéramos enfocar los segmentos conceptuales desde los cuales

creemos que hay que empezar la construcción del conocimiento para la resolución

Page 95: conocimiento distribuido

94

de los problemas arqueológicos. Es más: queremos proponer un campo para la

cooperación e intercambio donde las arqueólogas y los arqueólogos puedan

libremente reutilizar el trabajo previo en alguna manera útil para el avance del

estado de la cuestión, como proponía Stallman para la liberación informática

(Woolley 1992: 31), o más bien para la liberalización de la investigación

informática. Igual como en su caso, un problema fundamental es la cuestión del

copyright que muchos arqueólogos extienden a sus datos. En este caso, los

esfuerzos se dirigen a la obstaculización de todos los otros, en lugar de en la

aceleración de uno mismo (Wooley 1992: 32). El copyright en las investigaciones

informáticas trae buenas cantidades de dinero a través de la comercialización de

tecnologías. El beneficio único de las investigaciones arqueológicas es el

conocimiento y este beneficio debería ser colectivo.

Aunque la aplicación de las técnicas informáticas en el método de la

investigación arqueológica no se ha enfrentado a mayor resistencia, sobre todo por

la obviedad inmediata de su utilidad, el concepto de espacio virtual todavía no es

suficientemente claro para una mayoría de los investigadores. Aún es considerable

la sospecha sobre este fenómeno creado con medios magnéticos y

computacionales. Para una mayoría de investigadores es demasiado abstracta

todavía la posibilidad de matematización de los fenómenos físicos y

comportamientos causales, la posibilidad de simular el proceso cognitivo

exclusivamente a través de su estructuración y reducción en el puro código

binario. Los ordenadores no son capaces de otra cosa que de la computación

matemática. Pero hasta ahora, se ha demostrado que esta función es suficiente

para que se pueda llegar a simular la realidad. Todo lo que ha sido analizado

científicamente con éxito, tiene en el fondo una estructura matemática (Wooley

1992: 70). La noción de virtualidad está aun menos aceptada en el campo de la

inteligencia artificial, donde provoca una firme resistencia y sospecha. Por lo

tanto, si decimos que nuestra meta final es la construcción de un sistema de

inteligencia virtual, corremos el riesgo de entrar en la discusión sobre la capacidad

de los ordenadores para el razonamiento crítico, o sobre nuestras propias

capacidades para emprender un proyecto tan ambicioso. También serían

Page 96: conocimiento distribuido

95

inevitables los ensayos sobre la deshumanización del razonamiento. Sin embargo,

creemos que no pasará mucho tiempo antes de poder hablar de los sistemas

inteligentes sin tanto riesgo. Aunque nuestra propuesta parte del nivel 0, es decir

de la estructuración básica de marcos de referencia dinámicos, es seguro que este

primer paso no debería ser también el último.

El espacio virtual que crea la red informática, tiene el carácter de un espacio

que engloba todas sus partes distribuidas en un sistema concebible desde un

terminal en tiempo real. En este espacio se realizan las conexiones entre las

partículas de significado para crear sentido. El conocimiento arqueológico se

puede mudar en este espacio virtual recogiendo sus dos características más

valiosas: su omnipresencia y su sincronía. Estas características son a la vez los

fundamentos del proyecto DIA-spora, fundamentos de una simulación de la

construcción colectiva del conocimiento. El conocimiento arqueológico

construido y gestionado en un espacio virtual, omnipresente y sincrónico, no

puede sufrir de los fallos tradicionales del conocimiento inmovilizado en libros.

No puede haber informaciones fugaces, ni tampoco conocimientos caducados.

De entrada, DIA-spora debería transformar todos los elementos y

mecanismos cognitivos de la arqueología tradicional en conceptos y datos. La

primera tarea sería traducir el conocimiento existente al lenguaje formal, sin tener

en cuenta su complejidad o nivel de fiabilidad en el sentido de la cantidad y del

tipo de los datos que lo componen. No hay que suponer, arrogantemente, que

todos los investigadores deberían abandonar sus métodos y adaptarse a algo nuevo

y que todo el conocimiento que han creado no tiene valor. Al contrario, el material

arqueológico reunido por la arqueología tradicional es el conocimiento con que

disponemos en este momento, y que no podemos y no debemos descuidar. Para

que se pueda desarrollar el modelo de la construcción colectiva del conocimiento

y el modelo de las técnicas analíticas, hay que disponer de un conocimiento previo

en el que se funde el dominio del problema arqueológico. El sistema debería

disponer de estructuras y de reglas que puedan facilitar la migración de la

Page 97: conocimiento distribuido

96

información arqueológica tradicional desde los libros a diáspora (o DIA-spora) a

través de filtros para la descripción de recursos.

En esta fase se construirían los tesauros multilingües, que facilitarían una

completa interoperabilidad de los sistemas, sin tener en cuenta cual fue el idioma

utilizado para la introducción de la información. Las bases de datos fundamentales

creadas de esta manera, tendrían gran utilidad para un desarrollo paralelo de las

estructuras analíticas fundadas en criterios elaborados por los diferentes marcos

teóricos arqueológicos.

Las cuestiones arqueológicas son diferentes entre sí en el sentido de los

fines que persiguen en cuanto a observación y análisis, pero todas necesitan de

datos sobre el material arqueológico. Eso sí, con diferencias en la cantidad y el

tipo de metadatos. El sistema para la introducción de los datos tiene que ser

abierta y elástica; debe admitir tanto a información rudimentaria como a

estructuras sofisticadas de información. Así se puede concebir una base del

conocimiento que se puede traducir en cualquier idioma, y en cualquier lenguaje

arqueológico. Todos los idiomas cuentan con un vocabulario y con unas reglas

conceptuales y gramáticas, pero en el fondo están fundados en la

conceptualización de los mismos fenómenos a través del mismo lenguaje.

Si la arqueología tradicional está describiendo un cierto objeto o confirma

su existencia, y si lo está describiendo en el contexto de otras informaciones, esto

representa un corpus que necesitamos para cualquier otra investigación. Lo que se

necesita en este caso es la formalización del concepto y la estructuración del

conocimiento tradicional, para que pueda contribuir en la red de los sistemas

interoperables.

La interoperabilidad entre las estructuras de datos se debería conseguir

también a partir de debates, que con el tiempo logran un consenso sobre las

cuestiones conceptuales. Estas cuestiones se refieren a las limitaciones para la

comunicación entre los grupos de datos, y el ancho del campo de su utilidad. La

estructura de datos debería poder revelar los campos donde faltan informaciones y

cuáles son las direcciones de la posible investigación de un problema

Page 98: conocimiento distribuido

97

arqueológico. La posibilidad de indicar contradicciones entre las informaciones e

inconsistencia entre los conceptos, debería ser también de gran utilidad.

El sistema de coordenadas básico debería consistir en una escala espacial y

una escala temporal. La extensión de una base para el GIS de una región significa

el establecimiento de un marco de referencia importante para el conocimiento

sobre la dinámica social. Todos los acontecimientos tienen lugar en un mundo

físico y están estrechamente relacionados con él. El éxito de la simulación de esta

relación depende de la cantidad de información relevante que está disponible

sobre el espacio vital. Los factores naturales crean unas condiciones previas

importantes para el establecimiento de las relaciones en una comunidad y para los

efectos que sus acciones pueden tener. La base de las fechas exactas tiene que

facilitar los análisis comparativos sincrónicos y diacrónicos en cualquier campo.

Es evidente que sin unas series de fechas C14 y otras fechas obtenidas por

métodos exactos no se pueden establecer plataformas cronológicas. Estas

plataformas son espacios de sincronización de acontecimientos y de seguimiento

de la dinámica social. La cronología de los objetos no es el objetivo último de la

investigación arqueológica, pero es una referencia imprescindible para el contexto

real del acontecimiento investigado. Esta escala temporal, junto con la escala

espacial, fundamenta la base sobre la cual se puede construir la tercera dimensión.

Al espacio virtual se adjunta el tiempo virtual, una escala que es imprescindible

para la concepción del dinamismo de los fenómenos. Cuantas más referencias

contienen estos dos vectores básicos, tanto más sofisticada puede ser la tercera

dimensión.

En el caso de la investigación sobre el problema arqueológico delineado al

principio, el problema sobre la afirmación: cambio de artefacto = cambio social,

observado a través de los Balcanes Centrales del V y IV milenio a.C., la

neutralización de la estructura confusa de las identidades cronológico culturales es

una de las tareas básicas de DIA-spora. Sólo estableciendo marcos dinámicos de

referencia en los dominios de la sincronía y la diacronía de los acontecimientos se

pueden definir los cambios, y los cambios sociales no se pueden concebir sin una

Page 99: conocimiento distribuido

98

definición clara de la sociedad misma en su estado inicial, y en su estado final. La

interpretación arqueológica de este período no proporciona suficientes fuentes

para los análisis sociales. Es necesario cuantificar los datos y establecer las

relaciones conceptuales. No tenemos ninguna idea sobre la población de aquella

época, debido a una falta casi absoluta de necrópolis y otro tipo de restos

funerarios. Por lo tanto, debemos tener en cuenta este defecto y encontrar la

posibilidad de la lectura social a partir de otras manifestaciones. La cuantificación

de los datos facilita su operabilidad y comparabilidad objetiva. Las

investigaciones deberían dirigirse a esclarecer el perfil social de las poblaciones

de los Balcanes Centrales del V y IV milenio a.C., y acelerarse a través de la

construcción dinámica y colectiva del conocimiento.

Cada texto interpretativo esta fundado sobre un cierto fondo de datos.

Publicando los materiales a través de DIA-spora, ya sea en forma directa o

indirecta, los datos llegarán a formar parte de una base de conocimiento

distribuido, igual que el texto interpretativo.

Así, el siguiente paso guiado por las líneas que nos sugiere este trabajo, será

el estudio comparativo de los inicios de la metalurgia en los Balcanes Centrales y

la Península Ibérica. Esta comparación, que constituirá el tema de mi tesis

doctoral, puede ayudarnos a entender los fenómenos sociales atribuidos al uso de

una tecnología, y evaluar la afirmación: cambio de artefacto = cambio social. En

este sentido, ya se ha realizado un trabajo relevante en la investigación de este

problema arqueológico en la Península Ibérica y los marcos de referencia que se

pueden establecer a partir de este conocimiento, pueden representar un buen punto

de partida para la investigación del inicio de la metalurgia en los Balcanes

Centrales.

Por otro lado, aprovecharé esta investigación a venir para la puesta en

práctica del proyecto DIA-spora, con el fin de empezar la creación de la base del

conocimiento sobre los inicios de la metalurgia. El objetivo de este proyecto es

despertar el interés de los investigadores y las investigadoras que tratan este tema,

para que participen en la construcción colectiva del conocimiento, y animar la

Page 100: conocimiento distribuido

99

publicación digital de la documentación de varios proyectos de investigación de la

zona de los Balcanes Centrales.

Pero el objeto último de DIA-spora no es sólo convertirse en un

experimento informático sobre la construcción colectiva del conocimiento

arqueológico; es también una propuesta de una metodología de investigación. La

creación del conocimiento distribuido y de los sistemas interoperables sería un

paso muy importante para la capacidad cognitiva en arqueología. Encontrando el

mecanismo para la comprensión de informaciones heterogéneas, aprenderemos

cómo se puede unir sin unificar.

Page 101: conocimiento distribuido

100

Índice de figuras

Tabla 1. - Ámbitos arqueológicos y fases cognitivas correspondientes, donde es posible la aplicación de la tecnología informática (pg. 14)

Fig. 1. - Estructura del sistema del proceso del razonamiento y del procesamiento de datos (pg. 24)

Fig. 2. - La construcción del conocimiento en el sistema distributivo (pg. 25)

Tabla 2. - Plataformas para las actividades investigadoras (pg. 28)

Fig. 3. - Relación entre la creación del archivo y su ubicación final (pg. 29)

Fig. 4. – La Plataforma de debate. (pg. 32)

Fig. 5. – El Sistema Cultural de Renfrew (1972). (Reproducido de Shanks y Tilley 1987: 32, Fig. 2.1) (pg. 40)

Mapa 1 – Península Balcánica – delimitación de los Balcanes Centrales (pg. 46)

Mapa 2 - Las características geográficas de conexión y integración y las características de aislamiento y separación (pg. 47)

Fig. 6. - El sistema de argumentación e interpretación del conocimiento histórico cultural. (pg. 53)

Fig. 7. - Rudna Glava, material del pozo, datado en el Neolítico final (pg. 57)

Mapa 3. - Las tres zonas metalo-genéticas principales en los Balcanes Centrales (pg. 62)

Fig. 8. – Minerales y óxidos de Cobre (pg. 61)

Fig. 9. – Rudna Glava, plataforma de acceso (pg. 66)

Fig. 10. – Rudna Glava, los recipientes cerámicos de los pozos mineros. (pg. 67)

Fig. 11. - Reconstrucción de los mazos mineros (Según Creddock 1995: 42, fig. 2.12) (pg. 68)

Fig. 12. – Rudna Glava, mazos y cuñas (pg. 69)

Mapa 4. – Distribución de los yacimientos de los milenios V y IV a.C. (pg. 72)

Fig. 13. – Plocnik: hachas y cinceles (pg. 74)

Fig. 14. – Pequeñas herramientas de los yacimientos adscritos a la fase Bubanj-Hum (pg. 76)

Fig. 15. – Bodnjik: a) molde lítico; b) reconstrucción ideal del artefacto moldeado; c) un trozo de cobre amorfo. (pg. 78)

Fig. 16. - Planta de la casa 14 de Divostin, fase II (16,2x6,4 m) (en: Bailey 2000: 164, Figure 5.6) (pg. 82)

Fig. 17. – Planta de la cabaña en Bodnjik. (pg. 84)

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