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Cosmovision y ciencia de la vida del maiz

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una introspeccion de la espiritualidad ayouk relatada por la escritora Noemí Gómez Bravo

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D.R. C. NOEMÍ GÓMEZ BRAV0Derechos de Autor:

Registro en Trámite

Fotografía: De la autora

Ilustraciones: Juan de Dios Gómez Ramírez

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Algunos mitos sobre el origen del hom-bre mesoamericano están íntimamente

ligados al maíz; según el Popul Vuh, texto sagrado de los pueblos mayas, las cuatro primeras parejas de humanos fueron crea-das con el maíz blanco, amarillo y morado. Esta versión muestra metafóricamente que el surgimiento de las civilizaciones del mundo antiguo van de la mano con el cultivo del maíz y el surgimiento de la ag-ricultura. Es Oaxaca una de las regiones más im-portantes para el estudio del surgimiento de estas antiguas civilizaciones y es, tam-bién, la región donde se han hallado los vestigios primigenios del cultivo de este grano, los cuales se remontan más allá de los cinco mil años atrás del presente. Dem-ostrándose con ello que, el maíz no es un simple producto de la naturaleza, sino que fue modificándose por el hombre, a través de un sinnúmero de generaciones, hasta

convertirlo en un producto cultural.

Por ello podemos decir con propiedad, al referirnos a estas primeras naciones de Amé-rica, como pueblos de la cultura del maíz; el cual se convirtió en el sustento material del desarrollo y evolución de las civilizaciones y culturas mesoamericanas.

Con este breve tratado que nos ofrece Noemí Gómez Bravo, que ha titulado “Cos-movisión y Ciencia de la vida del maíz”, nos abre una gran puerta para comprender el mundo sagrado del maíz en la cultura ayouk o mixe, el cual permea todos los ámbitos de la vida comunal. El maíz está presente desde el nacimiento del nuevo miembro de la fa-milia, en la convivencia de las fiestas sociales, en la conmemoración religioso que celebran los fieles en la ofrenda propiciatoria de la ag-ricultura comunitaria, en las ceremonias de cargos públicos de los ciudadanos y en rito funerario de algún miembro de la comuni-

Una introspección de la espiritualidad ayouk

Cosmovisión y ciencia de la vida del maíz

A m a n e r a d e a d v e r t e n c i a

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dad.

Como en el mito, el hombre se va haci-endo de maíz; indistintamente del sexo, en el pueblo ayouk la vida se va desarrollando alrededor del maíz. A los hombres se les va instruyendo de la ciencia agrícola ya a las mujeres se les trasmite la sabiduría de la alimentación y la salud. Este aprendizaje se inicia desde los primeros años y va conform-ando la cosmovisión del ciclo del maíz que surge desde la selección de las semillas que se emplearán en la siembra, la cual esta al cuidado de las mujeres; la preparación de la tierra, la siembra, el cuidado de la milpa, la cosecha, el trueque y las diversas formas del consumo ceremonial y cotidiano.

La autora nos hace un recuento de los diversos maíces que son seleccionados y separados por su significación e importan-cia en el ciclo agrícola y en la vida, como el “maíz de sangre”, el “grano de maíz en-vuelto” o grano mágico, la mazorca “hocico de gallina”, el asombroso “maíz gemelo”, el “maíz gemelo escondido”, el buen augurio que trae consigo el “trece maíz”, el protector “maíz ciego”, el sorprendente “maíz padre maíz madre”, entre otros.

Esta maravillosa e inédita sabiduría de la cosmovisión del maíz, nos muestra una concepción de la íntima relación y comu-nicación entre la planta con el hombre, a través de la interpretación que se hace por medio de “el que tiene el sol en su cabeza” o “quienes duermen con el sol” es decir de la persona de conocimiento o sabi@s de la comunidad. Noemí Gómez nos refiere de las ceremoni-as que se acompañan en diversos momentos del ciclo agrícola del maíz y su entorno natu-ral al que está asociado. Nos revela a través de varios relatos la relación que establecen

los hombres con entidades divinas, los es-pacios sagrados relacionados con el maíz, y el vínculo con la propia naturaleza humana.

En el apartado sobre el rito y la ciencia la autora analiza la visión discriminato-ria de la ciencia institucionalizada hacia el conocimiento ancestral, y pone en eviden-cia la indiferencia gubernamental, la cual ha traído graves daños al medio ambiente, a la propia planta, a la mentalidad y a la cultura de los agricultores indígenas.

La publicación que pone Noemí Gómez en nuestras manos es muy oportuna ante la grave crisis que enfrenta el país en torno al maíz, propiciado por la especulación y mo-nopolización de este producto, causado por las políticas de los gobiernos precedentes y presente, quienes han mostrado una profunda ignorancia de la historia de estas primeras naciones y la del maíz, alimento básico que nos ha dado identidad propia.

Estas políticas gubernamentales que han alentado el abuso de fertilizantes químicos, fungicidas, herbicidas, la deforestación que ha erosionado la tierra, el abandono del cultivo, la migración, el monocultivo de especies exóticas que han alterado ecosiste-mas, la extracción intensiva de los mantos freáticos, la contaminación de ríos y el sub-suelo con residuos industriales, el acapara-miento y especulación de éste producto, la modificación genética de las semillas y su introducción al mercado para consumo hu-mano, la importación de granos forrajeros con el mismo propósito, todo con el fin de favorecer el control comercial de las grandes trasnacionales, comprometiendo con ello la soberanía del país.

Los testimonios que nos presenta la autora son inéditos para un amplio público, incluso

ignorado por un buen número de expertos del tema. En ellos nos advierte de la impor-tancia de preservar saludable el conocimien-to de estas especies, ante las amenazas que le acechan la rampante comercialización y la biotecnología, cuyo afán se muestra muy alejado del bienestar de la colectividad.

Este valioso rescate documental pone

sobre relieve las visiones de instituciones públicas, indiferentes a la sabiduría de los pueblos originarios, con una clara discrimi-nación ante la subordinación cultural ex-istente y en las que se hace patente una gran soberbia por la supuesta superioridad cul-tural y científica del mundo occidental, que no es más que producto de la hegemonía co-lonial que continúa su depredadora marcha.

Xoxocotlán, Oaxaca, 26 de diciembre del 2010.

Juan de Dios Gómez Ramírez

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Al noreste del estado de Oaxaca se en-cuentra la región mixe, dividida en 19

municipios de tres zonas: La zona alta está integrada por Ayutla, Cacalotepec, Mixist-lán, Tamazulapam, Tempantlali, Tepuxtepec, Tlahuitoltepec y Totontepec; la zona media comprende Alotepec, Atitlán, Camotlán, Cot-zocón, Zacatepec, Juquila Mixes, Ocotepec, Quetzaltepec y Zacatepec; y la zona baja está conformada por Mazatlán, Ixcuintepec y Guichicovi.

En este estudio cultural y social se enfocó a las siguientes comunidades: Tamazulapam del Espíritu Santo, Totontepec Villa de More-los, San Cristóbal Chichicaxtepec, San Fran-

cisco Jayacaxtepec, San Marcos Móctum. Algunas cuentan con mayor presencia de la espiritualidad ayouk, dicho en otra palabra, donde se tienen mayor presencia de la tradición y filosofía indígena mixe, y en otros menos o casi nada por diferentes motivos, como se verá a continuación.

Las comunidades donde se realizó este tra-bajo es de clima templado, no es muy frío; aproximadamente de 1800 metros sobre el nivel del mar. Su clima es muy frío en los meses de diciembre, enero y febrero; entre marzo y junio permanece templado con llu-vias, y de julio a noviembre predomina el frío con lluvias y vientos.

UBICACIÓN GOEGRÁFICA

E l P u e b l o A y o u k o “ m i x e ” s e l o c a l i z a a l s u r e s t e d e l a c i u d a d d e M é x i c o .

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Es difícil definir la religión de los Pueblos Indígenas, debido a que no hay libros o

manuscritos de las religiones indígenas y, en este caso, de la religión ayouk -o mixe como se les conoce generalmente- quedan los mínimos aspectos de la religión que se combinan con la religión católica; se req-uiere de mucho tiempo y dedicación para continuar con estas investigaciones en difer-entes culturas de nuestro México, culturas con grandes riquezas y sabiduría donde aún guardan esta esencia milenaria, conocidos como ritos, costumbres, sacrificios paga-nos... que al preguntarle al ayouk (mixe) el porqué tal rito, él responde “así es la cos-tumbre”, efectivamente, muchos ritos se han vuelto costumbre debido a que se han ido perdiendo el interés de transmisión oral y, asimismo, el impacto de las religiones de fuera, convenciendo en borrar cualquier sin-cretismo.

En este trabajo me cuesta mucho ponerme en tercera persona, porque desde mi visión y preocupación me propuse a la realización de este proyecto; el interés principal es porque pertenezco a una de estas culturas diferenciadas de México y, aunque traté de hacerme a un lado, siento que, si lo hubiera hecho, esta investigación hubiera tenido un simple interés de estudio y no tanto de re-flexión en mi contexto de sujeto de derecho, y obligación a la conscientización de los ries-gos que corre nuestra cultura y en específico de los ayoukjayuda’ (gente mixe) a la cual pertenezco: sus riesgos, retos y esperanzas.

Sin embargo, en algunos casos me tuve que poner en tercera persona para la realización de las entrevistas a ancianos y ancianas, o bien a los miembros de la comunidad y

INTRODUCCIÓN

así no poder influir en algunos de los cono-cimientos que adquirí durante mi niñez y adolescencia hasta que migré.

En este trabajo de recopilación de la cosmo-visión y ciencia de la vida del maíz, además de sustento básico y presencia espiritual en la vida de los ayoukjayuda’ (la gente mixe), ha sido un trabajo vital para mí misma, como parte de esta ciencia y cosmovisión. Sobre todo adentrarme más en mi cultura y con-scientización de la importancia que ha sig-nificado y significa la cultura del maíz en el campesino indígena, así como la relación de su entorno: la Tierra, el tiempo, la lluvia, el viento, el sol. Con todos estos elementos se rige el hombre ayouk (mixe), todo gira a su alrededor y todos dependen de todos; así como los miembros de la comunidad, todos son de todos: la tierra. El ver y relacionarse es sinónimo de colectividad: el hombre y el universo.

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La presente obra es con el objetivo de regis-trar y expresar que la filosofía y la ciencia de los pueblos indígenas se pueden transcribir, aún dentro de tantas complejidades se puede mostrar que esto lo que se llama patrimonio intangible, aparentemente intocable, sí se puede sistematizar y convertir a lo tangible para su protección, conservación, difusión y conscientización a los propios sujetos de la comunidad. Son sus jóvenes, guardianes de la ciencia y técnicas para su protección y con-servación, preservación a futuro, para que no se muera la relación del hombre y el uni-verso; pero también importante señalar que las políticas públicas juegan un papel muy importante, el Estado tiene la obligación de crear mecanismos y estrategias para su en-señanza en la educación en todos los nive-les educativos, trabajando conjuntamente con los Pueblos y comunidades indígenas para que se lleven a cabo, además de crear programas para su conservación y difusión, de diseñar y rediseñar los proyectos y pro-gramas agrícolas con los Pueblos y comuni-dades indígenas.

El caminar y compartir con los pobladores de diferentes comunidades del pueblo Ayouk, ha sido un proceso muy importante en forma personal, aun perteneciendo la misma cultura; sin embargo reafirmo, que en cada comunidad tiene su sistema social, cultural y ritual; en donde estos factores predominan y en cierta forma definen la fortaleza del vivir de estas comunidades y su identidad étnica.

Se ha logrado una parte del objetivo del proyecto; registrar y transcribir la esencia de la cosmovisión del hombre mixe, la presen-cia del maíz desde que se nace, se crece, y se muere.

Muy poco se ha escrito la cosmovisión

de los Pueblos originarios. Se describen a grandes rasgos. Cosmovisión, relación de la tierra y el cielo. Pero la cosmovisión vista desde el maíz es más profunda, porque es vida; es sustento de la propia vida, así como la sangre representa vida o darle vida al mo-mento que se rocía la sangre de los animales a la semilla de maíz.

Acercarse a la propia historia es impor-tante; sin embargo, hay barreras que ob-staculizan el camino, uno porque nuestros Pueblos y comunidades están acostumbra-dos a que las investigaciones son realizadas por gente de fuera y no es común que sea alguien de la propia comunidad, y esto crea celos por los propios miembros de la comu-nidad. Son retos que los propios indígenas tienen que ir venciendo y sobre todo los jóvenes tenemos que romper con esta “cos-tumbre”, para escribir y continuar con estos

estudios de nuestra historia y verdad que aún sobreviven. Muchas veces, aun siendo de la misma cultura, pero con la variante dia-lectal, nos pone barreras para transcribir la cosmovisión-filosofía de nuestros pensami-entos. Por eso, es vital que en cada comuni-dad escriban, registren su propia historia y filosofía; pero ante todo acercarnos con los ancianos antes que se vayan a dormir con el sol, para que nos hereden esa riqueza y cien-cia cultural que se ignora y que por falta de interés de los jóvenes ya sea por represión religiosa, social y política.

Se presentan entrevistas realizadas en distintas comunidades, aclarando que ya son muy pocos los ancianos que aportan infor-mación en este aspecto; otros dicen: “fue del pasado” y otros dicen que no saben nada o no se acuerdan y como en todo, hay perso-nas que tienen el don de memoria y de nar-

rar, y gracias a eso se conforma este trabajo.

También se muestran fotografías para visualizar esa cosmovisión y esencia de la religión ayouk, y acercarnos más para poder entender el contexto y ciencia del maíz.

En este documento es mínimo lo que se muestra; falta mucho por hacer para mostrar a la sociedad, con toda amplitud, la riqueza que contiene el pensamiento de nuestros Pueblos. Gracias a este mirar e interpretar el mundo, los Pueblos Indígenas hacen sobre-vivir especies de maíces criollas entre otras plantas, además de animales que han sido complemento para sacrificios a deidades o que forman parte de su individualidad como los naguales, y gracias a todo esto, en nues-tros días se siguen cultivando, en especial al maíz como parte esencial de la vida y por ser parte de la vida es cuidada y respetada.

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La vida de la gente mixe se mantiene con esencia del maíz; al nacer se le da atole de

maíz a la parturienta además de xíts atiókx (comida de hoja de aguacatillo), se pone a hervir las hojas del aguacatillo, posterior se le pone bolitas de masa y al final ajo y chile. Para que a la madre le salga leche y le dé buen alimento al recién nacido, además de estimular el busto para que salga mucha leche y recuperar la fuerza de la mujer –pero a quien se le antoje no tiene por qué ser parturienta necesariamente, sea hombre o mujer, se lo puede comer; se puede comer en cualquier momento de la vida, además es un platillo rico-.

Así avanza la vida del niño; comerá savia de maíz hasta cuando tenga sus cuatro cinco años. A sus nueve años, y en adelante, se le enseña la ciencia de la vida del maíz: los tiempos. De preparar la tierra, el saber los

HOMBRE DE MAÍZ

climas y las temporadas de cada especie del maíz. Cuando es niña, se le inculcan los va-lores de cuidar y amar el maíz, no tirarlos, no maltratarlos. Al moler, limpie bien su metate, cuando le dé de comer a los pollos y gua-jolotes les dé lo necesario en una esquina, no donde pasa la gente, porque así no lo ex-pone a pisarlo. Cuando aprende hacer las tortillas la madre le dice: “amasa en proporciones chi-cas la masa, porque el día que tengas a tus hijos tendrás placentas muy grandes y te cos-tará más trabajo y fuerza expulsarla. Y cuan-do termines de hacer las tortillas limpia bien tu metate, porque si no lo limpias bien, tus hijos nacerán con mucho sebo en la cabeza por dejar embarrado tu metate de masa, por eso limpia bien con los dedos”.

Así empieza su vida, a través de la leche materna, toma esencia del maíz y conforme crece y se desarrolla, en cada paso de su vida el niño va aprendiendo.

Sin embargo, lo más triste de todo esto es cuando se pierde toda noción de la coexist-encia de uno, y desconocer nuestra historia, nuestra vida, que le encuentran nuestros pa-dres, nuestros abuelos, además de hacerlos a un lado tratándolos que uno sabe más que ellos. El hacer esto es negar nuestra propia existencia y el origen de las cosas que nos ro-dean, y al desconocerlo, cada día perdemos riquezas invaluables que se han transmitido de generación en generación.

Sin este sentido estoy segura que en nues-tros días ya no hubiéramos conocido las dis-tintas semillas de maíces criollas que hoy en día sobreviven; de otra manera serían puras semillas híbridas, o como las semillas de hor-ticultura, en su mayoría transgénicas.

Cuando las naciones originarias fueron invadido, dándose el saqueo de sus

riquezas conocido por todos ahora (Pueblos y comunidades indígenas de México o con-junto de Pueblos y comunidades que con-forma México) además de someterlos a una sangrienta esclavitud. La historia continuó con la imposición de la religión católica, y posteriormente con la educación (cuando a los niños se les obligaba a no hablar en su idioma, no usar sus vestimentas de identi-dad comunitaria. En nuestros días colapsan a nuestros Pueblos o naciones originarias con todo lo que llega de fuera. El Tratado de Li-bre Comerció afecta en gran parte a nuestros Pueblos, porque todo llega de fuera, los pro-ductos básicos llegan muy costosos; sin em-bargo, los productos de nosotros nadie los paga al precio que debería de ser ni siquiera hay mercado para sacarlo al exterior. Cuando nuestros Pueblos fueron inva-didos y saqueados, fueron impactadas su organización social-cultural-económica, administrativa y política. Pero más aún cu-ando por medio de la evangelización fueron masacrados sus corazones y sus mentes, porque entonces trataron de borrar su filosofía y cosmovisión hacia la vida, incluso hubo Pueblos que resistieron con su religión y por ello fueron masacrados y quemados. En aquel entonces fueron llamados brujos y brujas o paganos, al igual en nuestros días se les sigue llamando igual o relacionados con el diablo, creándose prejuicios culturales al designar a los sacerdotes y chamanes mixes como brujos y brujas. Por respeto a la diversidad de culturas originaras se debe de decir sacerdotes o sacerdotisas, porque son personas que ofician los rituales y en otros que ven la integridad de la comunidad como personas sabias. No hay que confundir la brujería y hechicería con los sabios y sa-

bias de una comunidad, con aquellos que se manejan con lo oculto. A partir de la evangelización sobrevive la religión mixe, y pienso que al igual pasa con las demás culturas indígenas de México y del mundo. Lo más importante es que; aunque nos sometieron y nos siguen sometiendo, se guarda esa esencia de ver y relacionarse con la vida, en sí la religión mixe se continúa practicando por sacerdotes y sacerdotisas o chamanes mixes. Cuando asistí a un seminario de la Prelatura en San Pedro y San Pablo Ayutla, comentaba un sacerdote que un norteamericano pre-guntaba: “Qué es más fácil, ¿que un mixe sea cristiano o que un cristiano sea mixe?” Y les dije: entonces para ustedes qué es más fácil. –El mismo estadounidense nos dio la respuesta: “para que un mixe sea cristiano tendrá que dejar de ser mixe.” Sin ser sacerdote, un indígena siempre va a ser diferente a los demás, (culturalmente)

ESENCIA DEL CORAZÓN INBORRABLE

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si ha crecido en su comunidad o sus padres ambos son de la misma cultura, porque va a llevar la esencia de la identidad, va a ver algo que lo hace diferente.

Con el paso del tiempo, los propios mixes

COSMOVISIÓNdiscriminan y critican a los sacerdotes y sac-erdotisas mixes, haciéndoles burlas y llamán-dolos brujos y brujas, los confunden con gente que está relacionado con lo malo, con lo oscuro; sin embargo hay comunidades mixes que los tratan con respeto. Uno de los nombres más comunes es kuxëë, que a su traducción más cercana es: que tiene el sol en su cabeza o xemabï, que duerme con el sol, dependiendo la variante dialectal del idi-oma mixe.

Al conocer otras comunidades, sean católi-cas o de otras religiones, guardan esa esencia de su ser mixe o indígena, dependiendo a la cultura que pertenezcan. Veamos qué dicen los corazones y mentes imborrables que día tras día nos imponen a borrarlos...

El maíz pintado con sangre o rociado de sangre: dicen las sabias palabras de la

gente antigua que este maíz surgió cuando se veneraba o cuando se le ofrecía respeto

al Maíz blanco. A la semilla se le rociaba la sangre de los pollos y guajolotes, ofrecimien-to a la Madre Tierra y símbolo de respeto al Maíz.

N Ï Ï P Ï N M O O K / M A Í Z D E S A N G R E

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Así, surgió el Maíz de Sangre, maíz pin-tado de sangre. El Pueblo Ayouk (mixe)

lo conoce por Nïïpïn Mook: Nïïpïn-Sangre-Mook-Maíz. Sangre de Maíz. Anteriormente (hace como 15 años) los niños le decían “dulce mook” maíz dulce, porque tenía pare-cido a los dulces de rayas rojas y les encanta-ba desgranar; así fuera en elote o mazorcas, porque era de olote muy suave para des-granarlo. En algunas comunidades se sigue practicando este ritual; además, esta especie de maíz corre el riesgo en desaparecerse.MOK ÏK NÏÏPÏN NËË XÏT / MAÍZ ASADO CON SANGRE Cada comunidad crea y recrea la esencia de su identidad, que los hace diferentes con otras comunidades aun perteneciendo al mismo Pueblo, o mejor dicho a la misma nacionalidad (con lengua y cultura propias).

N ï ï p ï n M o o k

También tienen que ver las familias, hay al-gunas familias que tienen mayor vínculo con la tierra y su entorno, pero más que nada es la filosofía, ciencia y respeto que transmiten los padres a sus hijos, para que los hijos las sigan poniendo en práctica, y es eso lo que se está perdiendo por el impacto de religiones y sobre todo con la inmigración, en donde se va perdiendo la esencia de la identidad co-munitaria y cultural. Eso podemos retomar en este caso específico de una de las entre-vistas: La señora Nicolasa Ruiz Hernández, una anciana de 73 años, que con el paso del tiempo ha ido transmitiendo la cosmovisión del maíz:

─Esto me lo contó Lía, de cómo hacía su madrastra, doña Albina. Me cuenta que ellos iban la iglesia por cinco mañanas, después

torcían la caña para preparar el tepache y, cuando estuviera fermentado, mataban los pollos. La sangre de los pollos se le rociaba a la semilla y se sembraba; por eso salía el tsapts mook.

Durante el trabajo de campo fue muy in-teresante, porque en algunos momen-

Ts a p t s M o o k

tos uno se involucra en el trabajo de la gente, en su quehacer cotidiano o temporal, como deshojar las mazorcas.

El objetivo de cosechar el maíz con el totomosle es guardarlo, porque servirá para la próxima temporada. Después de limpiar el terreno entrará la yunta a arar y el totomosle servirá como alimento de los bueyes. Así no se pierde el tiempo: en lo que el campesino come, al mismo tiempo están comiendo sus animales.

El trabajo del campesino y las relaciones con su entorno, sus creencias, o mitos para algunos investigadores, sobre todo, es la relación con lo que convive, de lo que vive y con lo que sobrevive y que forma parte de él mismo. En un seminario de la Prelatura de San Pedro y San Pablo Ayutla, decía el sacerdote Leopoldo Ballesteros: “el mixe, el 50% de su idioma lo relaciona con su cuerpo, por ejem-plo: ëts xtun yak jot ampïkgï’ que quiere decir; me has provocado ardor en la boca del estómago”, en palabras floridas: me has encabronado; o me has enojado para que se escuche más “suave” al castilla, ya que en el mixe se escucha más metafórico. El otro punto más relevante es que él comentaba que, durante el tiempo que vivió en Santa María Tlahuitoltepec, observó que los mixes cada vez que se enfermaban siempre encon-traban un porqué o una causa: si, es que no le dio respeto a sus antepasados, o si, no los trató bien en vida, etc. De ahí acuden con los curanderos o adivinos quiénes les explicarán el porqué.

Generalmente, los kuxëë o xëmaabï (que tienen el sol en su cabeza o quienes duermen con el sol se refieren a los sabios y curanderos o, sacerdotes y sacerdotisas como deberían de llamarse), ocupan el maíz

Tsapts-rojo-mook-maíz, maíz rojo. El maíz rojo sale entre las mazorcas amarillas.

También iban a la iglesia por tres mañanas cuando ya era temporada de elotes. Los primeros elotes que se cortaban, eran cinco. Posteriormente se mataban los pollos, y su sangre se regaba encima de los elotes. De ahí, los asaban en las brasas y lo comían con todo y sangre; después de esa costumbre (rito-respeto), podían pizcar para hacer los tamales de elote, porque ya habían cumplido con todo esto, se puede comer ya con con-fianza…

Antes, las mazorcas rojas salían bastante entre las mazorcas amarillas, por eso la se-ñora Hipólita Bravo escogía puras rojas y las ponía a cocer aparte, porque la cáscara del maíz rojo es más gruesa que de las mazorcas amarillas, por lo que requería de más cal y se tardaba más en lavarse el nixtamal.

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para descubrir la enfermedad que se tiene, a través del maíz pronostican la situación de cada persona que acuden a ellos, sin embar-go hay muchas personas que sin ser “kuxëë o xëmabï son personas sabias que con el paso del tiempo a simple vista reconocen qué es lo que uno tiene o que le hizo daño y es donde hay mucha confusión entre los sabios y hechiceros o brujos. Pero no solamente acuden por enfermedades, también acuden para saber si tienen vida (futuro, dinero, buena cosecha...) a través del maíz; se va a saber qué es lo que se tiene, que hacer y cuánto llevarle a las montañas, peñascos, cerros y cuevas; dependiendo lo que diga el kuxëë o xëmaabï, puede ser guajolotes, gal-los de color rojo, gallos de color negro, mez-cal, aguardiente, cigarros como muestra de respeto o conforme a las necesidades de la gente. Puede ser para solicitar permiso para realizar algo o pagar algo que se haya pedido con anterioridad y que se haya logrado, por eso se le da su respeto a la naturaleza.

En este trabajo se presentan entrevistas sobre la importancia de ver el maíz, así como memoria o mitos para otros, viéndolos an-tropológicamente, y que en realidad es parte de la cosmovisión: relación del hombre con la tierra y los que forman parte de este uni-verso. La importancia del respeto que se debe de tener con el maíz es vital para que se siga practicando, pero sobre todo la con-scientización del cuidado y respeto a su pro-tección ¿Qué haremos sin maíz y con tierra muerta?; aunque ya son muy pocos quienes siguen con esta cosmovisión, de respeto y relación con la Madre Tierra

Este grano envuelto se encuentra en la base de la mazorca, no todas las mazor-

cas traen; solamente algunas, por lo que se dice que aquél que se lo encuentre es de buena suerte, y es por ello, que lo debe de masticar e ingerirlo.

El mëtsï’ mok pák grano de maíz envuelto dicen que es el grano mágico; que cuando se hace algo indebido o cuando no se quiera ser descubierto, él nos encubrirá. No sería malo descartarlo; por eso sería bueno visitar a los campesinos en tiempo de cosecha para ver si tenemos suerte...

T S E E B A P Á ’ K / H O C I C O D E G A L L O O D E G A L L I N A

Como dicen algunos investigadores, que los mixes a todo le encuentran justifi-

cación y a todo le echan la culpa; sin embar-go desde mi punto de vista es en el contexto de la filosofía ayouk o ayuuk, del cuidado y amor lo que nos sustenta y lo que forma parte de nuestro entorno y, que como semi-lla la tenemos que cuidar y respetar como algo muy sagrado, por lo que es sustento de nuestra vida.

La persona descuidada deja su semilla donde sea, y es comida por pollos o gua-jolotes, y por ese descuido la cosecha nos acusará.

En distintas comunidades confirman que la mazorca sale así tseeb apá’k: tseeb-gallina o gallo-apá’k-hocico: hocico de gallo. Se debe al descuido de la semilla donde los pollos y guajolotes picotean los costales de semilla o la gente la deja descubierta, y a esto se debe que sale parecido al hocico de estos animales.

M ë t s ï ’ M o k P á k