34
NACIONAL SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 243/18-I-2001 Cristo ayer, hoy y siempre Cristo ayer, hoy y siempre

Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

  • Upload
    ledien

  • View
    213

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

NACIONALSEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 243/18-I-2001

CCrriissttooayer, hoy y siempre

CCrriissttooayer, hoy y siempre

Page 2: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Sumario

Tú tambiénTú tambiénhaces realidadhaces realidad

nuestronuestrosemanariosemanario

Colabora con

PUEDES DIRIGIR

TU APORTACIÓN

A LA FUNDACIÓN

SAN AGUSTÍN,A TRAVÉS DE

CUALQUIERA DE ESTAS

CUENTAS BANCARIAS:

Banco Popular Español: 0075-0615-57-0600131097

Caja Madrid: 2038-1736-32-6000465811

BBV: 0182-5906-80-0013060000

CajaSur:2024-0801-18-3300023515

Etapa II - Número 243Edición Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1.

28005 Madrid. Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.archimadrid.es/

alfayomega.htmE-Mail:

[email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Inmaculada Álvarez Mira, Benjamín R. Manzanares,Anabel Llamas Palacios,Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción y Archivo:

Cristina Ansorena Anza

-Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. -

Depósito legal: M-41.048-1995.

EEddiittaa::Fundación San

Agust ín. Arzobispadode Madrid

3/7-24/25

Así fuemi Jubileo.

De la brújulay el sextantepara lasingladuraeclesial.

El Jubileo,fiestaque renueva

DocumentoAlfa y Omega

11Carta apostólicaNovo millenio

ineunte,del SumoPontífice

Juan Pablo II,al concluir el Jubileo

del año 2000

18-19

Encuentro de Oraciónpor la paz.

50.000 vascos, con sus obispos, rezanen Vitoria para que ETA deje de matar.

Mensaje del Papa y texto íntegrode la Oración por la paz

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

11 Aquí y ahora

11 Ver, oír... y contarlo.

12 Herodes del siglo XXI.

13 La paz, ante el tercer milenio

Iglesia en Madrid

12 Todo un año de Gracia.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 RaícesBadajoz: Luis de Morales,El Divino

Mundo

20 A la paz de Dios.

21 Juan Pablo II: El terrorismode ETA humilla a toda Europa

22-23 La vida

Desde la fe

26 Semana de Oraciónpor la unidadde los cristianos.

27 Cine: The Body. Por finHollywood se quita la careta.

28 Teatro: El Alcalde de Zalamea.

29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad

32 Contraportada

Page 3: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Alo largo del Jubileo han lle-gado hasta Roma más de 25millones de peregrinos; mu-

chos de ellos participaron en «su» Ju-bileo: el de su profesión, el de su edad,etc. «Alfa y Omega» ha pedido un bre-ve testimonio a algunos representan-tes de cada uno de estos grupos. Losofrecemos siguiendo el orden crono-lógico de su celebración:

NiñosHe vivido el Jubileo del año 2000,

personalmente con Cristo, pero acom-pañada siempre de mis amigos y fa-milia que me invitan a darme cuentadel gran amigo que es Jesús. No hepodido ir a Roma, pero sí a un cam-pamento donde, por medio de los tes-timonios de amigos de diferentes lu-gares y comunidades, me he dadocuenta de que el Jubileo no es sólo re-cordar algo que ocurrió hace 2.000años, sino darse cuenta de que lo queJesús empezó entonces, sigue hoy yahora presente, por medio de la Iglesiay de nosotros.

Teresa Restán14 años

Consagrados Hubo una preparación con un tri-

duo intenso. El 30 de enero, dábamosgracias por cuanto en el declinar delsegundo milenio han escrito con sushistorias de santidad sencilla tantosconsagrados; era nuestro Magníficatpor el don de la vocación. El 31 cele-bramos el perdón dentro del sacra-

mento de la Penitencia, invocando lafidelidad del Dios rico en misericordia,haciendo así una comunión real, teji-da de nuestra pequeñez abrazada por lamisericordia de Dios y la caridad fra-terna. El 1 de febrero, fue dedicado aun encuentro de oración adorando aJesús Eucaristía, como en un cenácu-lo prolongado que representaba el es-pacio en donde resuenan incesante-mente los gestos y palabras del Amor

supremo del Señor. Culminamos el Jubileo en la fiesta

de la Presentación del Señor: Fueronpresentadas las vidas de tantos hom-bres y mujeres consagrados como tes-timonio vivo de Cristo ayer, hoy ysiempre, en una celebración junto alsucesor de Pedro en el corazón de laIglesia. Desde cada comunidad delmundo se ofreció un donativo, cuyagenerosísima cuantía se puso a dispo-

sición del Santo Padre como gesto decomunión y solidaridad con los másnecesitados.

Jesús Sanz Montes, ofm

EnfermosSiempre han sido numerosas las

celebraciones de El día del enfermo,pero este año era especial. Se invitabaa participar en el Gran Jubileo, y reci-bir de manos de nuestro cardenal elsacramento de la Unción, ¡sacramen-to de vivos, precisamente a quienesluchaban por conseguir un poco de sa-lud, comprensión, una pequeña espe-ranza, ellos que tanto saben de angus-tias, de noches de insomnio porqueles invadía el miedo...! En nuestromundo que se mueve para el tener yposeer, nadie como el enfermo sabevalorar otras miras, por encima de lomaterial. El enfermo necesita creer,llevar el Espíritu de esperanza, ilumi-nar su fe, apagada, vacilante para lalucha cotidiana. Necesita sentir su al-ma renovada por la Buena noticia, sa-ber dejarse en las manos de Dios Padrey fiarse de Él como María; poner supobre condición humana, enferma, ba-jo su protección. No puede extrañarnosque fuera tan desbordante la asistencia.Confiábamos todos en recibir la fuer-za del Espíritu de Dios y encontrar laesperanza perdida. El Jubileo llevabajúbilo a sus almas acostumbradas aldolor.

Ana María AparicioEnferma y sanitaria

En portada Alfa y Omega 18-I-2001 3

Así fue mi Jubileo

Una imagen vale más que mil palabras. Este verano, Roma acogió a más de dos millones de jóvenes, en el campus de Tor Vergata, durante el Jubileo de los jóvenes

Page 4: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Artistas En el nacimiento de la idea que

más tarde se convertirá en belleza seadvierte sencillamente la mano mis-teriosa del Omnipotente, que se acer-ca al artista y le inspira claridad paraconcebir la obra de arte. Sentir la esen-cia de la idea supone percibir un tem-blor misterioso, sin posible definición.Es en este momento cuando el artistatiene la sensación de estar más próxi-mo al Creador, un sentir especial quele infunde un estado de ánimo difícilde expresar. Es un gozo extraordinarioque sirve de estímulo y provoca en elartífice la necesidad de transmitirlo ala materia.

Venancio Blanco. Escultor

Diáconos permanentesMás de 1.500 diáconos –que repre-

sentábamos a los 25.000 que hay en laIglesia–, muchos acompañados pornuestras familias, vivimos unos díasintensos de comunión y gozo eclesial.Querría destacar la procesión peniten-cial y el ingreso en la basílica de SanPedro entrando por la Puerta Santa; laEucaristía en el Aula Pablo VI –dondefueron trasladadas las reliquias del diá-cono mártir san Lorenzo–; y la orde-nación en San Pedro de 18 nuevos diá-conos –entre ellos un español–. Espe-cialmente emotivo fue el encuentrocon Juan Pablo II, que nos animó a seractivos apóstoles de la nueva evange-lización. Fueron unos días que nos for-talecieron e iluminaron para ser, en elsiglo que empieza, símbolos de Cristoservidor en la Iglesia y en el mundo.

Aurelio Ortín

Diácono (Barcelona)Sacerdotes

Fue una alegría grande vivir en Ro-ma el Jubileo de los sacerdotes. Fui-mos unos cincuenta los de Madrid queparticipamos en el acontecimiento, delos que un número considerable cele-braban sus Bodas de Oro sacerdota-les. Con ellos viví la hondura íntimaque puede expresar la frase sentirseIglesia, la alegría indefinible del donrecibido y de una vida entregada confidelidad, envuelta siempre en fallosy debilidades, durante cincuenta años.Parecía que hasta las limitaciones ad-quirían luz. Otro momento particular-mente intenso fue la concelebración desiete mil sacerdotes con el Papa en laPlaza de San Pedro. Compartíamos unpoco la vida del Papa al celebrar juntossu ochenta cumpleaños, y sus senti-mientos, preocupaciones, alegrías ysueños. Esto es expresión de la vidapersonal. Al mismo tiempo, todos uni-dos, abrimos un poco más la Iglesia a lariqueza de Dios que aspira siempre aentregarse del todo.

Justo Bermejo del PozoVicario para el Clero (Madrid)

TrabajadoresEl 1 de mayo es una fecha de gran

tradición histórica de reivindicacióny de lucha por la igualdad; que el Ju-bileo de los trabajadores coincidieracon esta fecha fue muy significativo:Dios se hace presente en el mundo deltrabajo. El Papa nos dijo que el traba-jo es un pilar básico de la sociedad yque jamás las nuevas realidades so-ciales, como la globalización econó-mica, financiera y social, deben violar

la dignidad de la persona, la dignidaddel hombre y de la mujer. El Año Ju-bilar ha animado a redescubrir el sen-tido y el valor del trabajo y a afrontarlos desequilibrios sociales; ha impul-sado a sanear las situaciones injustas,salvaguardando las distintas culturaspropias de cada pueblo y los distintosmodelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos a Roma fue una vivencia de laalegría y de la universalidad de la Igle-sia. Nos sentimos unidos con el Papa.

Diego MárquezPresidente de la HOAC

EmigrantesFue el 2 de junio. Hubo dos mo-

mentos grandes. Uno, la catequesis enla basílica tan española de Santa Ma-ría la Mayor; y otro, la jornada pro-piamente jubilar con la misa papal enla Plaza de San Pedro. De la homilíadel Papa, retengo su invitación a noolvidar la hospitalidad y la llamada aque cada país, cada Estado, acepte suresponsabilidad en la acogida a los ex-tranjeros. De la catequesis, me im-presionó la clara llamada a eliminarlas barreras entre los hombres comoun signo de la presencia de Dios enmedio de nosotros, y la llamada a es-tar orgullosos de nuestra identidad, vi-vida como una riqueza y no como unaoposición al país que nos acoge.

Eduardo E. Moreno ÁlvarezEmigrante

El 31 de mayo, ya en el tren especialParís-Roma, empezó nuestro gran Ju-bileo..., la alegría del encuentro con ita-lianos, portugueses, africanos, españoles,franceses, sin diferencias, todos herma-

nos y alegres hacia Roma. Éste fue elprimer momento fuerte que yo viví...No llevábamos miedo a lo desconoci-do, ni al contrato. Íbamos alegres, felices,unidos, seguros... El Papa nos dijo: Elpueblo que no acoge al emigrante, ex-tranjero… no puede llamarse cristiano,no puede ser otro Cristo.

Soledad del RíoEmigrante

GitanosDifícilmente mi capacidad me per-

mite explicar, con todo el sabor quedesearía, algunos momentos vitalespara uno, para seguir viviendo cristia-namente. Uno de esos momentos querecordaré hasta el final de mi vida fueen junio. El Jubileo, en principio, melo plantee un poco teórico, pero tam-bién es verdad que abierto al EspírituSanto, atento a entender y a escuchar.El 2 de junio en la Plaza de San Pe-dro tuve el mensaje claro, mensaje ine-quívoco de dónde estaba mi sitio, dequién era Jesucristo. De la mano deDios me vi conducido, me encontréconviviendo con aquellas personas,gitanas, en las afueras de Roma, concarencias impensables hoy, pero conesa paz y amor que sólo Cristo da.

Enrique GiménezAsociación Gitana de Castellón

Periodistas Dicen las malas lenguas que reu-

nión de periodistas, catástrofe segura.Y, sin embargo, el 4 de junio, más desiete mil comunicadores –muchos ita-lianos, muchos polacos, muchísimosespañoles– nos reunimos en Roma pa-ra celebrar nuestro Jubileo. Resultó

En portadaAlfa y Omega4 18-I-2001

El cantante Andrea Bocelli, intérprete del himno oficial del Jubileo, saluda a Juan Pablo II durante el Jubileo de los trabajadores; una imagen del Jubileo de los obispos; y el Papa, con los

Page 5: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

francamente esperanzador contemplarcómo miembros de grupos mediáticosenfrentados, sentados codo con codoen el Aula Pablo VI, escuchaban laspalabras de uno de los grandes comu-nicadores de este siglo, el Papa JuanPablo II (¡qué buen periodista hubierasido!) Más esperanzadoras todavía suspalabras de gratitud a quienes se hanesforzado por dar a conocer las pala-bras y los hechos de mi servicio minis-terial. El Papa dándonos las gracias,simplemente por hacer –bien o regu-lar, siempre cristianamente– nuestrotrabajo. ¿Reunión de periodistas, ca-tástrofe segura? Puede; pero tambiénpuede ser información sin tener que re-currir a la mentira, al desencuentro o ala trinchera, denuncia de las injusticiaso construcción de la libertad y de la paz–tan amenazada en estos días–. Esosignifica ser cristiano y periodista, ysupone el deber de anunciar a diario la

noticia. Y siempre que se pueda –si nosdespojamos de absurdos prejuicios– laBuena Noticia.

Jesús Bastante Liéba-na

Periodista

JóvenesLa primera gran cita en Roma fue

el acto de acogida del Papa en la Pla-za de San Pedro; para ello tuvimosque permanecer a la espera duranteseis horas, bajo un sol de justicia. Gra-cias al apoyo de la gente y a la ayudade los bomberos, que con las man-gueras nos refrescaban, se hizo másllevadero. Los días siguientes estu-vieron repletos: Eucaristías, Vigilias,catequesis, visitas a catacumbas, ungran Vía Crucis...; una Eucaristía, demarcado carácter penitencial, en elCirco Máximo; la peregrinación a latumba de san Pedro, tras atravesar la

Puerta Santa. Todavía nos quedaba laemocionante aventura de Tor Verga-ta, donde se puso a prueba toda nues-tra paciencia, aguante físico, com-prensión y compañerismo. Fue unacaminata realmente dura, aunque lle-vada, entre todos, con el mejor humorposible. Mereció la pena. Allí vivimosuna intensa Vigilia, presidida por unJuan Pablo II visiblemente emociona-do ante más de dos millones de jóve-nes –también emocionados–, que loaclamábamos. Pasamos la noche a laintemperie y a las 8.30 h. daba co-mienzo la Santa Misa, con la que elsucesor de Pedro puso fin a la Jornada,no sin antes recordarnos nuestra res-ponsabilidad como los cristianos del2.000. Juan Pablo II se quedó connuestro corazón, por lo que ya esta-mos esperando la siguiente gran citaen Canadá: Toronto, año 2002.

Patricia García y Sofía Vicente

Pastoral Universitaria de TeruelMi experiencia en el Encuentro

Mundial de los jóvenes se resumiríaen una palabra: inolvidable. Nuestrolema como franciscanos: Abriendo ca-minos de Paz y Bien. Quería ser la pre-paración al gran acontecimiento. Pe-regrinamos a los lugares fundantes denuestra espiritualidad franciscana.Nunca nos podríamos imaginar lo vi-vido, sobre todo en Roma en el en-cuentro con los millones de jóvenesde todo el mundo unidos en una mis-ma fe, queriendo encarnar al mismoDios hecho vida en nuestro mundo.No me olvidaré de Tor Vergata: el ca-lor, la amistad, la caja de comida, lasvallas, la Vigilia con el Papa, los fue-gos artificiales, el recogimiento de mi-llones de jóvenes, el frío de la noche,la acción de gracias en Asís…Tantaspalabras que no son sólo eso, sino me-moria del corazón.

Sofía Quintáns Bouzada Novicia franciscana

(Santiago de Compostela)

Rescatando hoy lo vivido en la XVJornada Mundial de la Juventud cum-plo con lo prometido al Santo Padrede dar testimonio y de anunciar elEvangelio. El Papa, accesible y fuerteinteriormente, a la vez que frágil y dé-bil. En Tor Vergata, más de dos mi-llones de jóvenes apóstoles de distin-tas lenguas y culturas, lo que te ani-maba a confirmar la fe en Cristo. Es-tuvo orando con nosotros y seemocionó y vaciló de alegría. En lahomilía abrió nuestros corazones ylanzó a cada uno la pregunta de Si-món Pedro: ¿A dónde vamos a acudirsi sólo Tú tienes palabras de vida eter-na?

Samuel Ruiz Fernández. 23 años (Mérida, Badajoz)

Docentes universitarios La convocatoria del Jubileo de las

Universidades, que congregó en Romaa miles de Rectores, administradores,profesores, capellanes y estudiantesuniversitarios de todo el mundo, fueuna muestra viva de la preocupaciónde la Iglesia por la Universidad, y supresencia en el mundo del pensa-miento, de la ciencia y de la educa-ción superior. El lema del encuentroLa Universidad por un nuevo huma-nismo marca el rumbo a seguir por es-ta institución, en la sociedad del co-nocimiento y en el nuevo milenio: unaUniversidad centrada en el hombre ypara el hombre, una Universidad com-prometida con la búsqueda de la ver-dad, la creación del saber y el desa-rrollo de la ciencia puestos al serviciodel hombre y de la Humanidad, unaUniversidad conformadora de una cul-tura que ayude al hombre a vivir conmayor libertad, dignidad y solidari-dad.

Manuel Gallego Díaz, SJRector de la Universidad Comillas

Como la Roma de Fellini, la Uni-versidad también es città aperta..., o almenos debiera serlo. Con su Jubileo, laSanta Sede ha contribuido al debate

En portada Alfa y Omega 18-I-2001 5

Arriba izquierda, una imagen de la Plaza de San Pedro; derecha, una imagen del Jubileo de los enfermos. Abajo izquierda, malabaristas decirco durante el Jubileo del mundo del espectáculo; derecha, Juan Pablo II acaricia a un bebé durante el Jubileo del apostolado de los laicos

Page 6: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

–aún inagotado, todavía necesario–respecto al papel que ha de desempe-ñar la institución universitaria en nues-tro tiempo. No es empeño mediano,no es capricho gratuito, plantearse elcompromiso que cabe demandar a laUniversidad, amenazada siempre depeligros. Cada época esconde los su-yos, y la nuestra encierra sus riesgos:el integrismo de lo utilitario, la espe-cialización mal entendida o el funda-mentalismo tecnológico... son sólo al-gunos abismos. A la Universidad nose le debiera subir el birrete a la ca-beza. Quizá no fuera malo que re-cuerde ciertas señas de identidad: en-señar a pensar, a preguntarse, a apren-der, en definitiva, enseñar a ser –que vamás allá del parecer– y enseñar a vivir–que va más allá del pasar–.

Óscar Sánchez AlonsoProfesor en la Universidad

Pontificia de Salamanca

Ha sido importante que, como pro-fesores universitarios, nos hayamosunido para vivir juntos esta experien-cia religiosa del Jubileo. Desde el cam-pus complutense de Somosaguas, fui-mos un pequeño grupo con nuestrocapellán, el padre Rafael Hernando deLarramendi. Algunos no nos conocí-amos personalmente, pero creo quelogramos formar una verdadera co-munidad de peregrinos. Fuimos be-neficiarios también de una seria pre-paración que creó un clima en el que,personal y grupalmente, te sentías par-tícipe en el encuentro con Jesucristo.La oración común, la expresión con-junta de nuestra fe, todo contribuyó auna experiencia viva, cálida, profunda,cuya culminación fue el encuentro conel Papa. A través de su testimonio pu-dimos ser confortados y confirmadosen nuestra misión: buscar honrada-mente la verdad y ofrecerla en humil-dad. Es posible. Jesucristo es la Ver-dad.

María Luisa Rodríguez AisaProfesora en la Universidad

Complutense de Madrid

ObisposHa sido este encuentro una expe-

riencia profunda de gracia. Sentí la ne-cesidad de renovar, junto al sucesorde Pedro, el Papa Juan Pablo II, y alos hermanos obispos procedentes detodos los lugares de la tierra: prime-ro, una llamada más fuerte, que el Se-ñor me hacía, a vivir y promover lacomunión y la misión en la Iglesia;segundo, un compromiso de comu-nión con el Señor que me haga expe-rimentar el oxígeno renovador que en-gendra el dedicar todas las energíasde la vida a la confesión de Dios quenos da la vida; tercero, una decisiónclara por vivir con tales conviccionesy por ayudar a leer los signos de lostiempos, que resulte fácil hacer ver atodos los cristianos cómo el primerdeber, en este momento histórico, esanunciar el Evangelio de Cristo, yaque el Evangelio es fuente verdaderade libertad y humanidad. Doy graciasa Dios por haber experimentado la vi-da en este Año de Gracia y en este Ju-

bileo de los obispos, en la fraternidadde la Iglesia fundada por Nuestro Se-ñor Jesucristo, viviendo bajo la mira-da de Dios, descubriendo que Dios esla prioridad de nuestra vida, de nues-tro pensamiento y de nuestro testimo-nio. Esto ha sido una gracia excep-cional. Junto a Juan Pablo II se sientecon más fuerza ese doble mensaje queél siempre desea transmitir: el senti-do de Dios, que es también el sentidodel hombre, y el de la solidaridad hu-mana.

Carlos Osoro SierraObispo de Orense

Jubileo de las cárcelesEn el contexto de la celebración

del Jubileo, como Año de Gracia y delibertad de los cautivos, la Iglesia deMálaga celebró un momento privile-giado el 17 de septiembre, el Jubileode los presos. Pastoral Penitenciariapreparó con esmero el gran evento pa-ra que unos 60 presos salieran de lacárcel de Alhaurín de la Torre para ce-lebrar, en la catedral malagueña, el Ju-bileo de la Redención en unión conlos familiares, voluntarios de PastoralPenitenciaria y cristianos en general.Fue una experiencia inolvidable. Sepalpaba que la gracia del Señor inun-daba a los más desgraciados. Huboemoción, lágrimas, reconciliación, li-bertad y júbilo. El ambiente de cele-bración y fiesta, de gozo y esperanza,se reflejaba en el rostro de los presos y

sus familiares. Se compartió la fe, tam-bién la mesa. La alegría marcó el ritmode una jornada en libertad. No fueronnecesarios controles ni vigilancia. Li-bertad responsable. Al atardecer, devuelta a la prisión, no había tristeza,sólo buen humor, cantos y risas. Li-bertad y júbilo, dos componentes esen-ciales que hacen posible la felicidad.

Pedro Fernández Alejo,trinitario. Capellán de la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga)

Familias Tres de nuestros hijos, de 14, 17 y

20 años, mi esposa y yo tuvimos lasuerte de participar en el Jubileo delas Familias bajo el lema Los hijos,primavera de la familia y de la socie-dad. Damos gracias a Dios por haber-nos dado la oportunidad de peregri-nar al centro de la cristiandad, com-partir con más de 100.000 familias detodo el mundo la fe en Jesucristo, lafidelidad inquebrantable al Papa y laalegría de sentirnos hijos de la Igle-sia. Esta peregrinación, que como talha tenido momentos de dificultad, es-fuerzo y cansancio, ha sido una expe-riencia inolvidable; sobre todo por es-tar junto con nuestros hijos y sentircercanas a tantas otras familias con unmismo corazón y una misma ilusión,esperanza y alegría. La cercanía delSanto Padre, sus palabras valientes,su aliento para defender a la familia ya la vida, el ejemplo de su coraje y su

espíritu combativo, sin temor a difi-cultades, cansancios o penalidades,supone para nosotros un estímulo pa-ra seguir adelante, tratando de ser fie-les a Jesucristo, el mismo ayer, hoy ysiempre.

Dori Nuñez y Evaristo QuílezHogares de Santa María

Políticos He tenido la oportunidad de asis-

tir al Jubileo que la opinión públicadenominó, con asombro, el Parla-mento del mundo. Destacaría tresconclusiones: la primera es la refle-xión que hizo el Papa sobre la natu-raleza y la responsabilidad que con-lleva la vocación a la acción políti-ca, a la que Dios nos llama. La se-gunda, que el servicio político pasaa través de un diligente y cotidianocompromiso, que exige una grancompetencia en el desarrollo del pro-pio deber y una moralidad a todaprueba en la gestión desinteresada ytransparente del poder. Esto se refle-ja en el estilo de vida que lleve cadauno. Y, por último, me llamó la aten-ción el protagonista del Jubileo, san-to Tomás Moro, nombrado Patronode los políticos, quien con su vidanos da ejemplo de hombre de Esta-do, de padre de familia, de humanis-ta, de nobleza y virtud, de amigo... yde sentido del humor.

Gabriel Cortina de la ConchaNuevas Generaciones

En portadaAlfa y Omega6 18-I-2001

Arriba izquierda, unos niños, hijos de militares, saludan a Juan Pablo II durante el Jubileo de los militares y de la policía; derecha, Jubileo de los sacerdotes. Abajo izquierda, miles de jóvenes esperan al sol para pasar por la Puerta Santa; derecha, unos novios durante el Jubileo de las familias

Page 7: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

del Partido PopularMilitares - Policía

Desde que un compañero me ha-bló de esta convocatoria, decidí apun-tarme. Fue fantástico. Se nos conta-gió la alegría del Jubileo desde el pri-mer momento y no la perdimos en to-da la peregrinación. La solidaridadque representa el Jubileo fue vividaen todo momento, así como la espe-ranza, la justicia y el empeño de servircon gozo a los hermanos. Casi 80.000personas de todo el mundo nos en-contramos durante el Vía Crucis en elCirco Máximo, y durante los actos enla Plaza de San Pedro, por cierto, ba-jo un diluvio. El Papa nos invitó, a losmilitares, a cumplir nuestros deberes ya velar por la justicia, la paz y la igual-dad. El Ejército no es sólo una fuerzapara imponer determinadas formas ymaneras de actuar, sino para favore-cer la paz allí donde es necesaria.

Fulgencio Marín CarrascoCoronel del Ejército del Aire

Me siento realmente orgulloso dehaber podido participar en tan insigneacontecimiento. La peregrinación jubi-lar de los militares supuso el encuentroen Roma de una multitud de personasde distinta procedencia, que se encon-traban unidas bajo un mismo credo; fueun intercambio de experiencias cultu-rales y de creencias, que me hicieronsentir miembro de la Iglesia, y recon-fortado espiritualmente. En definitiva,esta peregrinación ha supuesto para to-

dos un aumento de fe, ya que nos sen-timos respaldados por muchas perso-nas que sienten y viven lo mismo. ¡Ah!Lo del aguacero que nos cayó en la mi-sa final no es más que una divertidaanécdota que nos hizo reír y que paranada ensombreció el acontecimiento.

Francisco LMarinero Militar, 25 años

Laicos Participar en el Jubileo de los Lai-

cos y en el Congreso Mundial del Lai-cado Católico ha supuesto para mí unaexperiencia muy positiva que me hapermitido experimentar en vivo y endirecto la dimensión universal de laIglesia y descubrir el amplio panora-ma, rico y diverso, del apostolado se-glar asociado. Ambas celebracioneshan puesto de manifiesto la grandezay dignidad de la vocación laical y có-mo el apostolado de los laicos es in-dispensable para que el Evangelio sealuz, sal y levadura de una nueva Hu-manidad. Quisiera destacar la invita-ción que nos ha hecho Juan Pablo IIa retomar el Concilio Vaticano II paraencontrar en sus enseñanzas, que sonde plena actualidad, luz y fuerza paraser testigos de Jesucristo en toda cir-cunstancia y situación, en cualquiercontexto social, cultural y político. Alos laicos hoy se nos llama a ser pro-fetas de la esperanza, hombres y mu-jeres santos en el corazón del mundo.

Beatriz Pascual GuijarroSecretaria General

de la Acción Católica Española Minusválidos

No pude estar en Roma duranteel Jubileo de los discapacitados. Misdificultades físicas hicieron impo-sible el desplazamiento, como el detantos otros en mi situación. Casitodos debimos conformarnos conseguir las palabras del Santo Padre através de los medios de comunica-ción.

Internet ha supuesto, por su ra-pidez y fidelidad, una eficaz ayudapara bastantes de nosotros. En nom-bre de Cristo, la Iglesia se compro-mete a ser para vosotros cada vezmás «casa acogedora». Sabemosque el discapacitado –persona úni-ca e irrepetible en su dignidad iguale inviolable– no sólo requiere aten-ción, sino ante todo amor que setransforme en reconocimiento, res-peto e integración. Las palabras deJuan Pablo II leídas en pantalla ha-cían casi que las lágrimas saltarandelante del ordenador. No sólo nosomos una carga indeseable, sinoque nuestra discapacidad puede ser–debe ser– ocasión para que mu-chos, de modo individual o corpo-rativo, alcancen su mayor perfec-ción en la vida. Juan Pablo II ade-más cuenta con nosotros: Os asegu-ro que la Iglesia os acoge, os quierey necesita. Trabajad desde ella pa-ra la proclamación del amor deDios.

Luis de Moya

Sacerdote tetrapléjico Catequistas

Del Jubileo de los catequistas enRoma, destacaría el espíritu festivo.Supone un ánimo y un aliciente com-partir las inquietudes y deseos concatequistas de todo el mundo y re-forzar ese camino por el que nos lle-va la Iglesia. Recuerdo el testimoniode una religiosa de Kajadstan, unaexperiencia de catequesis ante la ad-versidad y la persecución. Hay cate-quistas que, hoy en día, se están ju-gando la vida en estos países y sonamenazados por transmitir la fe. Tam-bién me llamó la atención el testi-monio de un directivo de IBM quehabló de la importancia de las nue-vas tecnologías para difundir el Evan-gelio a nivel planetario. Quizá por es-tos medios hay más libertad para co-nocer a Jesús. El Evangelio no es deuna zona, sino de todo el mundo; es-tas experiencias refuerzan los víncu-los con la Madre Iglesia de Cristo,con la Iglesia universal.

Ricardo Mena GómezSubdelegado diocesanode Catequesis (Toledo)

Mundo del espectáculo Las familias de feriantes y circenses

viven su dimensión religiosa en distin-to tiempo que la sociedad estable. Co-mo grupo humano creyente, también he-mos participado y vivido el tiempo deGracia que la Iglesia nos ha preparadoen la celebración del Jubileo del Espec-táculo. Las palabras de reconocimientode la dimensión humana y religiosa queviven las gentes del Circo, en situacionesdifíciles por su tipo de vida ambulante,pronunciadas por Juan Pablo II, y la in-vitación a vivir el mensaje de salvaciónde Jesús a través de acciones tan sencillascomo llevar la alegría y la sonrisa a todoslos hombres, con esa forma tan humanay directa de hacer fiesta, resonaron confuerza en la Plaza de San Pedro.

María Eugenia AlegreCoordinadora del Apostolado

de Ferias y Circos

Roma era una fiesta. En el Jubileodel Espectáculo se reunieron artistasdel cine, del teatro, de la televisión;guionistas, directores, había gruposmusicales, coros de polifonía, baila-rines; también payasos del circo, acró-batas, equilibristas, bandas de músi-ca y gentes de las ferias que van depueblo en pueblo. Roma, de verdad,era una fiesta en cada esquina, pordentro y por fuera. ¡Qué hermosos al-gunos testimonios de fe! Venían deestrellas en las que solemos admirarel glamour, y no la luz interior. Allíresplandecían. Cuando están creandocomo artistas, expresando belleza, noson ellos solos quienes lo hacen –esoaseguró un actor–: es Dios, que les hadado ese don, quien está creando a tra-vés de sus personas. Y allí lo compar-tieron todo, la fe y el arte.

Ninfa WattDirectora del Departamento

de Cine de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación

En portada Alfa y Omega 18-I-2001 7

A la izquierda, arriba, Juan Pablo II entre los peregrinos del Jubileo del mundo agrícola; derecha, Jubileo de la vida consagrada. Abajo, izquierda, un niño minusválido se acerca al Papa; derecha, quince jóvenes peregrinos de todo el mundo almuerzan con Juan Pablo II

Page 8: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Todavía no habían logrado re-cuperarse los pueblos salva-

doreño, guatemalteco, hondure-ño, nicaragüense, de los devas-tadores efectos del huracánMitch, que en 1998 asoló y sem-bró la muerte en aquellos paíseshermanos, cuando de nuevo latragedia se abate, inmisericorde,sobre ellos, esta vez en forma deterremoto. Setecientos muertosya, y 2.000 heridos, pero des-graciadamente es fácilmente pre-visible que estas cifras se hayanduplicado cuando el lector leaestas líneas. Se trabaja incansa-blemente en la recuperación depersonas enterradas bajo los es-

combros, y, sólo el Gobierno salvadoreño, ha encargado 3.000ataúdes a Colombia. 5.000 viviendas han quedado destruídas.Una vez más, todo el mundo, y de manera especial España, se hamovilizado en un maravilloso esfuerzo de caridad y de solidaridad.Una vez más, la Iglesia está en primera línea de socorro desde el pri-mer instante. Cáritas Española ha respondido con enorme rapidezy eficacia, y ha puesto todos sus recursos operativos y humanos a dis-posición de las víctimas. Juan Pablo II, nada más conocer la noticia,lanzó su apremiante llamamiento, y expresó su cercanía espiritual ymaterial a las poblaciones golpeadas por el seísmo en aquella regiónque tanto quiero. Rezó por las víctimas, y alentó a los supervivientes.Para la ayuda de emergencia, el teléfono de información perma-nente de Cáritas Española es: 902 33 99 99

La fotoAlfa y Omega8 18-I-2001

Otro Mitch en Centroamérica

Page 9: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

La entrada en el tercer mileniodel cristianismo, ocasión cier-tamente para dar gracias a Dios,

ha estado acompañada de mucho do-lor en el mundo entero, desde la lu-cha violenta israelí–palestina en elmismo país de Jesús, que ha entriste-cido y vaciado de peregrinos la Tie-rra Santa en los últimos meses del Ju-bileo del año 2000, hasta el sufri-miento, entre nosotros, causado porel terrorismo de ETA, y en estos mis-mos días la tragedia del terremoto queha llenado Centroamérica de muertey desolación, además de incontablesdramas humanos a lo largo y anchodel mundo. Sin embargo, Aquel queha dado nombre al país hermano deEl Salvador no sólo nos permite nohundirnos en la desesperación, sinoque nos llena de una esperanza, real-mente invencible, que renueva la vi-da.

¿Podemos imaginar los dos últi-mos milenios de la Historia sin la pre-sencia del que es «el Camino, la Ver-dad y la Vida»? –nos preguntábamosen estas mismas páginas al comenzarel Año Jubilar–. Una mirada allá don-de se han cerrado las puertas a Cris-to –al hambre o al dolor de las gue-rras, pero no menos a la maquilladadesesperación del mundo opulento–podría ayudar quizás a imaginarlo;pero la realidad es que, desde que, ha-ce dos mil años, «ha aparecido laBondad de Dios y su Amor al hom-bre», ya no es posible tal imaginación.De tal modo ya no es posible –recor-dábamos–, que hasta las mayores tra-gedias de la vida, incluida la muerte,han sido rescatadas. Ésta era y ha si-do, justamente, la razón de ser del AñoJubilar, del cual hacemos balance, alconcluirlo, en este número de nuestrosemanario. Y ésta es, igualmente, larazón para seguir dando, con renova-do vigor, gracias a Dios, que no en va-no ha querido redimirnos asumiendoel rostro doliente del Crucificado,fuente no precisamente de tristeza, si-no de gozosa esperanza.

Así lo expresaba en su Diario Ju-lien Green: Incluso cuando el cami-no es oscuro y el horizonte se pierdeen las tinieblas, ¡qué seguridad saberque somos amados! Si toda la expe-riencia del Gran Jubileo del año 2000recién clausurado hubiera que con-cretarla en una sola realidad, no hayduda de que ésta sería Jesucristo mis-mo, como ha subrayado Juan Pablo IIen su preciosa Carta apostólica Novomillennio ineunte, cuyo texto íntegropublicamos en cuadernillo especial in-sertado en este número de Alfa y Ome-ga. A Cristo se ha dedicado el AñoJubilar, y se han de dedicar igualmen-

te todos los años y todos los días, puesen Él radica la salvación del mundo.

Si la Puerta Santa se cierra a nues-tras espaldas –afirma el Papa en laconclusión de su Carta Al comenzarel nuevo milenio– es para dejar abier-ta más que nunca la Puerta viva quees Cristo. No ha dejado de repetirlo

desde el comienzo de su pontificado.Su grito constante ¡Abrid las puertasa Cristo! no expresaba otra cosa queesa invitación a entrar por la Puertaque es Él, y eso sólo podemos hacer-lo de Su mano, dejando que llenenuestra vida, nuestras casas y todasnuestras cosas. Tras el símbolo de laPuerta Santa que cierra el interior delos templos jubilares, ¿no es hora deabrir de par en par todas las puertasdel mundo para acoger la Luz? ¿O esque, iluminados por la Luz misma quees Cristo preferimos las tinieblas deun mundo sin verdad y sin sentido,encerrándonos, con puertas bien blin-dadas, en unas riquezas incapaces dedar esperanza alguna, porque termi-nan pudriéndose y pudriéndonos?

Por el contrario, teniendo un Ros-tro al que mirar, doliente, sí, pero delResucitado que nos resucitará, y ca-minando con Él, no hay dolor ni muer-te en el mundo capaz de abatir esa feque más amo –en palabras de Péguy–:la esperanza.

Criterios Alfa y Omega 18-I-2001 9

Mileniode la unidad

Todos sabemos que el ecumenismonace como respuesta a la volun-

tad de Dios. Dios quiere ser conoci-do a través de Jesucristo y de su Iglesia,una y única continuadora de su me-diación. Sin embargo, la realidad con-creta de nuestra historia eclesial es,lamentablemente, otra. Los cristianosno hemos sido tan fieles al Evangelioy hemos distorsionado la comunidadde la Iglesia por nuestra falta de co-munión y de amor. Es verdad que ennuestra historia también se registra elmovimiento por la unidad, el ecume-nismo, el diálogo entre todos los cris-tianos que desean vivir en un climade familia, resolviendo sus problemasde casa en verdadera fraternidad.

Este año recién estrenado, conel que se inicia un nuevo milenio,ha de ser una profesión de fe enel único Señor, Camino, Verdady Vida, y también el punto de re-ferencia en esa búsqueda de launidad que todos ansiamos. Des-pués de haber celebrado con jú-bilo el envío de Jesucristo al mun-do hace dos mil años, ahora, for-talecidos en la fe, nos corres-ponde a todos los cristianos sermensajeros de la unidad en estenuevo milenio, que esperamosponga fin a la desunión hereda-da, o a la falta de comunión yde amor con que hemos vivido.

Hoy la Iglesia, mirando a Je-sucristo que es la Verdad, tomauna mayor conciencia de la se-paración entre los cristianos y re-conoce que los discípulos de Cris-to no pueden continuar así pormás tiempo. La oración por launidad de los cristianos nos man-tiene unidos en espíritu y nos in-vita a dialogar, sin miedo a laverdad.

El camino para alcanzar launidad es Jesucristo y sólo des-de Él conocemos los designiosde Dios. Su misión consiste endar la vida y darla totalmente,en plenitud. Esa vida divina hoynos llega, no por nuestros méri-tos, sino por su gracia, a travésde su Iglesia, a la que confió to-dos los medios de salvación. Lasalvación ofrecida por Cristoabarca a todo hombre y abrazaa todos los hombres. Cristo, Ca-mino, Verdad y Vida para todos,nos ayude a ser fieles a su men-saje y a trabajar por la unidadde su Iglesia.

LLooss oobbiissppooss ddee llaa CCoommiissiióónneeppiissccooppaall ddee rree llaacciioonneess

iinntteerrccoonnffeessiioonnaalleess

ΑΩ La fuerza invencible de la esperanza

Page 10: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

CartasAlfa y Omega10 18-I-2001

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

En la debilidad

La Escritura nos recuerda, una y otra vez, quea Dios le gusta manifestarse en la debilidad.

Sin duda, la visión de un Papa anciano, al quese le cae la baba cuando lee su homilía en esosfolios que, a duras penas, sostiene en sustemblorosas manos, debería hacernosreflexionar, en especial a los que nos llamamoscatólicos. Es normal que el Papa sea atacadodesde fuera de la Iglesia. Pero los ataquesinternos de los llamados católicos progresistasno son de recibo. Se desea, e incluso se llega apedir, la dimisión del Papa. ¡Dios mío, cuántaceguera! Si no somos capaces de ver a Dios eneste Papa santo y anciano –cuya cabezafunciona muchísimo mejor que la de todos losgobernantes del mundo– es imposible quepodamos verle en un niño recién nacido o en elfracaso de una cruz. Si lo que nos pasa es quelas palabras del Papa nos queman, ahí tenemosuna prueba más de que es Dios quien noshabla. Para poder ver esto, no son necesariashoras y horas de estudio de teología; basta sóloel don de la fe. Si no lo tenemos, ya sabemos loque tenemos que hacer: pedirlo.

MMiiqquueell EEssttee llllééss BBaarraatt.. Valencia

Mónica

Ecuador está de moda a raíz de la reciente tragedia de Lorca. Pe-ro Ecuador ya existía en España hace años, hasta llegar a 50.000

inmigrantes ecuatorianos, gran parte de ellos ilegales y esclavizados.Personalmente, he conocido y tratado a cientos de ellos, y sobre to-do de ellas, llegadas a España después de vender allí hasta su camisay de endeudarse con las mafias para pagar su viaje y otros gastos.Gran parte de estas chavalas ecuatorianas, o de otros países limítrofes,dejan allí uno o varios hijos, casi siempre con los abuelos. Éste es elcaso de una de estas ecuatorianas llamada Mónica. Dejó con susabuelos a su hijo de 4 años. Como no me gusta hacer preguntasdelicadas, ignoro si es madre soltera, divorciada, viuda… Tiene 24años. Así vienen cientos de chavalas ecuatorianas.Ella traía mis señas imperfectas porque se las había dado una amis-tad de mi sobrino, misionero en Ecuador más de 20 años. A ella le cos-tó encontrarme. Cuando vino a verme, la invité a comer una y variasveces. Es difícil comprender el gozo que sienten estas niñas cuando seencuentran en Madrid con alguien que las acoge, las tranquiliza, lasinvita y las orienta en los primeros meses dramáticos del aterrizaje. Pa-sado algún tiempo, encontró un trabajo por horas en el servicio do-

méstico. Poco después conoció a mi hermana, madre del misionero mencionado, que vino a verme des-de Vitoria, y simpatizó con ella. Después de pasar por varios paros y trabajos eventuales, pudo encontraruno por horas más fijo y mejor.

Pero como sus padres, abuelos del niño, enfermaron y no podían atenderlo, Mónica pasó las penas delpurgatorio para tramitar y para pagar la venida de su hijo, sin saber dónde lo va a alojar, cuidar y en quécolegio lo admitirán. Como la señora con la que trabaja le pareció comprensiva y buena persona, por in-dicación mía se atrevió a hacerle la proposición del millón: si les podía admitir a vivir en su casa a ellay a su hijo. La señora tomó dos días para consultar el caso con su marido y con sus tres hijos, el mayor abo-gado y los otros estudiantes. A los dos días decidieron admitir a vivir con ellos a Mónica y a su hijo. Es-peran todos con inquietud y con ilusión la llegada del niño en los próximos días. Vendrá con una amistadde su familia. Incluso la señora de la casa y toda la familia está pensando en buscar una casa mayor don-de puedan vivir todos cómodamente, también Mónica y su hijo de 4 años.

Esto no se cuenta en televisión, ni en las revistas del corazón. Ni esto, ni otras noticias positivas tanhumanas que suceden todos los días entre gente sencilla de Madrid y del resto del mundo.

¿Por qué cuentan y se vuelven a contar cien veces tantos hechos trágicos o morbosos, éstos casisiempre de famosas y famosos, y tan pocos hechos sencillos y humanos de personas no famosas que ha-cen de samaritanos o samaritanas con personas tiradas y malheridas en el camino de Jerusalén a Jeri-có, en los caminos de nuestro mundo tan injusto y tan inhumano?

BBoonniiffaacciioo BBoorroobbiiaa..Madrid

Perder el tiempo con los hijos

Hace algunos días, contemplando la por-tada de algún dominical de conocido

nombre, observé el rostro de un niño. Estababien maquillado, extraordinariamente vesti-do, con tejidos orgánicos, diseños anatómicosy línea deportiva. Pero, aunque en su infantilrostro esbozaba una sonrisa, me pareció intuircierta tristeza en sus brillantes ojos. Penséque, tal vez, detrás de esa camiseta rayadatan bien confeccionada, tras esos tejanos taninteligentemente comercializados, se ocultabaun ser solitario, al que se le habían sustituí-do sus necesarias raciones de amor por bue-nas dosis de marcas de ropas.

Esos ojos que brillaban por el efecto delos polvos compactos parecían albergar laesperanza de que algún adulto quisiera perder su preciado tiempo con ellos y estarían en-cantados de cambiar alguna extra-escolar por otra de tipo familiar, que a buen seguro le llenaríande satisfacción.

Puede que padres e hijos aún estemos a tiempo de no perdernos mutuamente. Que encontremosjuntos lenguajes de cariño que no han sido televisados, ni escritos, ni publicados, porque aún nohan sido descubiertos. Perdamos todo el tiempo que podamos con nuestros hijos; ellos ganaránalegría y nosotros esperanza.

EElleennaa GGáámmiizz DDííaazz..Sevilla

Más respeto

Se imaginan al Rey Baltasarmasticando chicle, hablando e

incordiando a Gaspar mientrasMelchor hablaba a los niños deMadrid? Pues eso pudimos ver el día5, gracias al Concejal don FernandoSánchez (del Grupo socialista delAyuntamiento de Madrid). No creoque nadie obligara al Concejal asalir en la Cabalgata. Lo hizo,supongo, libremente.

Sepa que ha faltado al respeto amucha gente y que una Cabalgatade Reyes conlleva tantas ilusiones alas que usted no ha sabidoresponder. ¡Por favor, no vuelva ahacerlo y pida perdón! Atentamente.

AAnnííbbaall CCuueevvaass..Madrid

Page 11: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Aquí y ahora Alfa y Omega 18-I-2001 11

José Francisco [email protected]

El inevitable estertor de la naturaleza no debeconfundirse con la evitable incapacidad delos humanos, por llamar de alguna forma a

la negligencia y a la falta de previsión. Hay un ecodel reciente terremoto en El Salvador, el eco huma-no que, sin duda alguna, está causando movimientossísmicos en nuestras conciencias. Un eco que se re-gistra en los sismógrafos del denominado periodis-mo de rostro humano. El diario ABC publicó, el pa-sado lunes, el testimonio de Yolanda, que decía:Me encontraba junto a mi esposo y las seis niñas,

cuatro sobrinas y dos hijas. De repente todo tem-bló y salimos corriendo al patio de atrás. Nos abra-zamos bien fuerte y esperamos a que todo pasara.Fue eterno. Sólo pensaba: «¡Dios mío, ayúdanos!».Sentimos mucho miedo porque pensamos que algopeor podía llegar cuando vimos que el volcán deSantana echaba una fumarola.

Joaquín Ibarz, enviado especial del diario LaVanguardia a la zona de Santa Tecla, comenzaba sucrónica del pasado martes, día 16, con el siguientegrito de dolor de Vilma, una joven de 21 años, quecorría hacia los voluntarios cada vez que rescatabanun cadáver.«¿Es un niño?», preguntaba, desespe-rada por encontrar a su hijo de seis años. Juan Ga-

llardo, con las manos en el rostro, necesitó apoyar-se en el hombro de una sobrina cuando una briga-da de rescatadores descubrió bajo los escombros elcuerpo de su hermano abrazado al de su cuñadaluisa. (...) Y, más adelante, en este progreso de luchasincandescendentes, leemos: «Necesitamos ayuda,por favor, que España colabore para que venganalimentos», nos pedía Cecilia. «Hay gente soterra-da, familias completas han muerto», explicaba Pa-blo Valdés. Los zopilotes (aves de rapiña) sobre-vuelan algunos puntos de Santa Tecla en donde el he-dor indica que hay cadáveres.

Fueron los conquistadores quienes pusieron elnombre de El valle de las hamacas a la región de

San Salvador. El periódico salvadoreño El Faro,Http: //www.elfaro.net/, nos hace un repaso, memo-ria, de una historia cruel de desamores con la natu-raleza: El siglo XX nació en las postrimerías de unacrisis económica. Con todo, había vuelto la espe-ranza y la confianza en la bonanza cafetalera. El15 de febrero llegó el bautizo de siempre. Esta vezfue un maremoto y una ola gigantesca los que des-truyeron una parte de la costa. Los habitantes dela Barra de Santiago recibieron el mayor impacto yse convirtieron en testigos de otro ciclo de dolor.Un vistazo al medio siglo recién pasado muestra lapresencia regular de los destructivos fenómenos na-turales. Seis de mayo de 1951: terremoto en Jucua-

pa y Chinameca. Un día después: otro sismo en San-tiago de María. Tres de mayo de 1965: terremotoen San Salvador. Diez de octubre de 1986: terre-moto en San Salvador. Faltan las inundaciones delRío Lempa, durante el huracán Fifí, las que se pro-dujeron en la zona oriental en 1998, con el hura-cán Mitch. El registro histórico es impresionante:«Se producen cinco eventos destructivos en San Sal-vador cada cien años, y unos siete en todo el país enel mismo período», se anota en el libro «Historianatural y ecológica de El Salvador».

En el diario La Prensa, de El Salvador,Http://www.laprensa.com.sv/, leemos el comentario deDavid Escobar Galindo, que arranca, desde el llan-

to, una palabra poética sobre la catástrofe: Los se-gundos se vuelven infinitos. El suelo desaparece. Lasestructuras enhiestas y sólidas tiemblan, como si fue-ran una subitánea conciencia de fragilidad. Y luego,cuando la onda ha pasado, el regreso al entorno, en-tre el fragor de las heridas. Hay que volver a empezar,de repente. Y esa sensación, que es más anímica quematerial, dibuja en la temblorosa pantalla conscien-te las imágenes del destino nacional anunciado. Cam-bian las intensidades y los tamaños del terremoto,pero su signo siempre es el mismo: el de la destruccióninmisericorde. ¿Qué extraña mezcla de amor y deodio impregna desde siempre nuestra tumultuosa re-lación con las fuerzas de la naturaleza?

y contarlooír...Ver

Terremoto... en las conciencias

Page 12: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

El Gran Jubileo del 2000 ha sido, enverdad, un año de alabanza, de per-dón y de gracia para la archidióce-

sis de Madrid. El 24 de diciembre, el señor carde-

nal bendecía los terrenos donde será cons-truida la Casa de los Pobres en el Cerro dela Plata, muy cercano a la Estación Sur deAutobuses, de Madrid. Su construcción se-rá posible gracias a la colaboración econó-mica de miles de madrileños que han tras-pasado los umbrales de la catedral de la Al-mudena en este Año de Gracia que culmi-nó el pasado día 6 de enero. El Centroacogerá a personas indigentes y a los ma-trimonios jóvenes que carecen de hogar.Con este signo jubilar nuestro arzobispocumplía el compromiso que, junto con susdiocesanos, asumió en los comienzos delAño de Gracia del Señor. Este tiempo nosexige –decía el señor cardenal en sus Pro-puestas Pastorales– que vivamos la comu-nión con Jesucristo que, como buen Sa-maritano, se hace hermano de los más po-bres y nos pide que, como Él, también no-sotros nos acerquemos y curemos susheridas. Y entre los más pobres, enumera aquienes viven sin techo en la calle y a losdrogadictos extremadamente deteriorados.

Este signo jubilar se ha hecho pre-sente en muchas parroquias y comunida-des cristianas, en actos de servicio frater-no, visitando a los hermanos más necesi-tados o con dificultades, como nos pedíaSu Santidad el Papa Juan Pablo II en elAnexo a la Bula Incarnationis mysterium,y que nuestro arzobispo concreta en susPropuestas Pastorales. Sólo Jesucristo co-noce la generosidad de tantos cristianos

anónimos que se han encontrado con Él enla peregrinación a los hermanos más ne-cesitados: los ancianos, los enfermos ylos pobres.

Ha sido un Año de comunión conJesucristo y con su Iglesia. Más de 200grupos provenientes de las Vicarías terri-toriales, arciprestazgos, parroquias, cole-gios y distintas instituciones eclesiales,con un número de personas no inferior almedio millón, al atravesar la Puerta deacceso a la catedral han peregrinado has-ta Jesucristo y la Iglesia y han consegui-do la gracia jubilar. Con anterioridad seprepararon en los lugares de origen de laperegrinación, con las condiciones re-queridas para obtener las gracias del Ju-bileo.

Pasar por esa Puerta ha significado en-trar en la vida de comunión con Dios: es-te acceso es Jesús, única y absoluta Vía desalvación. Y significa también la comu-nión con la Iglesia, en la persona del obis-po que tiene en la catedral su altar y susede. Todos ellos han celebrado la fiestajubilar dando gracias a Dios por el donde la fe y se han unido a la acción de gra-cias y de alabanza de Jesucristo al Padre.

Los peregrinos volvieron a sus co-munidades para vivir en ellas la gracia ju-bilar y, de acuerdo con las Propuestas Pas-torales del señor cardenal, se han aplica-do especialmente a:

Atender las disposiciones que ayudana celebrar la Eucaristía. Muchos arci-prestazgos, parroquias y comunidades hanintensificado la lectura continuada de laPalabra de Dios. En las llamadas vigiliasbíblicas se ha leído, seguido, un evange-

lio completo, se ha comentado y actuali-zado la Palabra motivando la acción degracias por la fe recibida y animando a laconversión.

Se ha avanzado en el camino de la con-versión, especialmente mediante la cele-bración del sacramento de la Reconcilia-ción y la Penitencia.

Se ha valorado más profundamente lacelebración de la Eucaristía, expresiónmáxima de acción de gracias y de ala-banza, como sacramento fuente y culmende toda la vida cristiana. Cuidado espe-cial se ha procurado para que la Eucaris-tía tenga una participación más plena,consciente y activa de todos los cristia-nos. Este año, dedicado especialmente a laEucaristía, se ha significado por el cre-ciente número de grupos de oración y deadoración al Santísimo Sacramento.

Nuestras comunidades han avivado elamor y el servicio a los pobres. Se hanunido a las iniciativas diocesanas promo-vidas por Cáritas, y han existido otras másparticulares, para atender a los drogadic-tos con la dispensa de los remedios másconvenientes, y, sobre todo, para apoyar-los y acompañarlos personalmente en to-do momento. No han descuidado otrasacciones dirigidas a acoger a los miles deinmigrantes que hay entre nosotros, o apedir la condonación de la deuda exter-na en los dos encuentros diocesanos y enlos que se han celebrado en las Vicarías te-rritoriales.

En cuanto a los frutos y compromi-sos del Año Jubilar, aunque es pronto pa-ra hacer una valoración más completa decómo lo hemos vivido en nuestra archi-diócesis, sí parece que hemos de dar gra-cias al Señor por este tiempo de graciaque nos ha concedido. Parece, igualmen-te, que habríamos de ahondar en los com-promisos y tareas en las que hemos tra-bajado en este año. Pueden resumirse enestos tres:

Comunión con la Iglesia diocesanay, a través de ella, con la Iglesia universal.El encuentro continuado en la catedral,con nuestro obispo, ha ayudado a presbí-teros, personas de vida consagrada y lai-cos a encontrarse con Jesucristo y los her-manos. Y a trabajar, después, unidos en unmismo empeño.

Aprecio del don de la fe. Fuimos lla-mados a la fe por gracia y, a través de lossacramentos, el Espíritu Santo nos ha in-corporado a Jesucristo. En la Eucaristíanos encontramos con Jesús y con los her-manos, especialmente con los más nece-sitados.

Transmitir la fe que hemos recibido,de nuestra fe, que es la fe de la Iglesia.Es preciso salir al encuentro de quien es-tá siendo buscado por Dios. Convocar yreunir a cuantos Dios quiere hacer fami-lia suya: así nos lo pedía el señor cardenalen las Propuestas Pastorales de este AñoJubilar que acaba de ser clausurado. Parael presente curso nos anima a poner elacento de todas las acciones pastorales enla transmisión de la fe, de nuestra fe, de lafe de la Iglesia, que nos gloriamos de pro-fesar en Jesucristo, nuestro Señor.

Estos compromisos son un signo y unanticipo de mayor gracia que el Reden-tor nos prepara: nuestra comunión con Él,en ese júbilo eterno, en el que Dios seatodo en todas las cosas.

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 18-I-2001

de GraciaEl Vicario episcopalde la zona II de la

archidiócesis deMadrid, don Luis

Domingo, hace unresumen de lo que ha

significado el AñoJubilar, tiempo de

alabanza, de perdóny de gracia, para

nuestra comunidaddiocesana, junto con

los propósitos ycompromisos que se

han propuesto: entre otros, la

Casa de los Pobres

Un momento de uno de los numerosos actos jubilares celebrados en la catedral de la Almudena

Todo un añoTodo un añoFruto del Jubileo: Casa de los Pobres, en Madrid

Page 13: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

El Papa Juan Pablo II, delante dela Asamblea de los fieles quehabían participado en la Euca-

ristía de la solemnidad de la Epifaníadel Señor, con la que se clausuraba elGran Jubileo del Año Dos Mil del Na-cimiento de Nuestro Señor Jesucris-to, firmaba una Carta apostólica, llenade la luz del Espíritu Santo y de la sa-biduría del Evangelio, dirigida a todala Iglesia –al episcopado, al clero y alos fieles– ante el comienzo de unanueva etapa histórica que se abre ensu camino de servidora del hombredel nuevo siglo y del nuevo milenio.

En la Carta, el Santo Padre hacebalance de un año extraordinario enexperiencias riquísimas de la Graciadel Señor, con una lucidez de con-

ciencia eclesial, verdaderamente evan-gélica, sacando a continuación las con-secuencias espirituales, apostólicas ypastorales de lo que el Espíritu del Se-ñor quiso hablar a su Iglesia a través delo celebrado, ocurrido y vivido en elAño Santo, teniendo en cuenta lasperspectivas de un nuevo futuro. Elpropio Juan Pablo II confiesa abierta-mente: Tantas veces, durante estosmeses, hemos mirado hacia el nuevomilenio que se abre, viviendo el Jubi-leo no sólo como memoria del pasado,sino como profecía del futuro.

Un hilo conductor une la memoriay la profecía del Año Jubilar: el en-cuentro con Cristo. De ese encuen-tro habla el Papa como de la herenciadel Gran Jubileo y como la propuesta

y proyecto para el futuro. La tarea quele queda a la Iglesia es Cristo: un Ros-tro para contemplar siempre. De aquídeduce Juan Pablo II un principiopráctico para el ejercicio de la misiónde la Iglesia y para la existencia cris-tiana en el siglo XXI: es preciso ca-minar desde Cristo hacia los nuevostiempos. Sólo caminando desde Cris-to surgirán los Testigos del Amor quedemandan un tiempo recio y una épo-ca de encrucijadas y retos formidablespara la Iglesia y el mundo como es lanuestra.

La memoria del Año Jubilar, tal co-mo la traza y desenvuelve el Papa, seconvierte en un emocionante cánticode las misericordias del Señor derra-madas sin medida sobre los hijos dela Iglesia, que ha actualizado comonunca su condición de peregrina porlos caminos de la Humanidad. Mise-ricordias que alcanzan a todos los hi-jos de los hombres del siglo recién es-trenado, claramente tocados de unadifusa exigencia de espiritualidad, quese manifiesta en una renovada nece-sidad de orar. La Iglesia ha peregri-nado toda ella, presurosa, al encuentrode Cristo. Ha peregrinado con el Papaa los Lugares Santos de la Tierra deJesús avivando la conciencia y el tes-timonio ante el mundo de que el cris-tianismo es la religión que ha entradoen la Historia, de que ha llegado yala plenitud de los tiempos.

Las misericordias del Señor

Ha purificado su memoria y se havestido el sayal del penitente; ha be-sado la Cruz de Cristo con amor arre-pentido, adorándolo y venerándolo enla Eucaristía, uniéndose al sacrificiode Jesucristo crucificado y a su ofren-da sacerdotal al Padre por la salvacióndel mundo; después de acudir con re-novada hondura al sacramento de laReconciliación. Ha recordado a lostestigos de la fe, especialmente a losdel siglo XX, con gratitud estremeciday valiente a la vez. Han peregrinadosus jóvenes con un entusiasmo porCristo, desbordante y contagioso. Hanperegrinado niños, hombres y muje-res de toda condición y profesión. Hanperegrinado las familias... Roma losha visto atravesar la Puerta Santa dela Basílica de San Pedro por millones.Las catedrales y santuarios de las Igle-sias particulares, distribuidos por to-do el orbe católico, también. Se ha sus-citado un nuevo dinamismo apostólico.El Papa lo resume con las palabras deJesús a Pedro: Duc in altum –rema maradentro–, después de haber hablado ala muchedumbre desde su barca. Al fi-nalizar el Año Jubilar nos sale, desde lomás hondo del alma, entonar con elSanto Padre: Cantaré para siempre lasmisericordias del Señor.

Los hombres de nuestro tiempoquieren ver a Jesús. Nos piden a loscreyentes, como lo habían hechoaquellos griegos que hablaron con elapóstol Felipe, no sólo que les ha-blemos de Cristo, sino que, en ciertomodo, se lo hagamos ver. El dina-mismo apostólico, que brota de la en-traña misma de la experiencia jubi-lar, ha de tender, por tanto, a comu-nicar y trasmitir a nuestros hermanoslos hombres del siglo XXI lo que no-sotros mismos hemos visto y oído. Sehace urgente poner en práctica aque-lla máxima perenne de la espirituali-dad cristiana: Entregar a los demáslo que hemos contemplado. No puedecaber duda alguna: el itinerario de lafe para contemplar el rostro del Se-ñor ha de ser el principio por exce-lencia de todo el vivir y el quehacerde la Iglesia, si quiere responder confidelidad fecunda a lo que pide la nue-va hora de Dios.

Una guía doctrinal y pastoral

De esta exigencia fontal se des-prenden luego los otros puntos del pro-grama de Juan Pablo II para la Iglesiadel nuevo siglo y del nuevo milenio: elreconocer la primacía de la vocación ala santidad, cultivada en la oración,en la vida sacramental y en una in-condicional apertura a la palabra delEvangelio, como premisa de la misióny del testimonio hacia dentro y haciafuera de la Iglesia; el vivir la Iglesiacomo la casa y la escuela de la co-munión donde se participa de los bie-nes espirituales y materiales en la gra-tuidad del amor cristiano: amor fra-terno, misionero, abierto a la unidadde los hermanos separados; amor ca-paz de transformar las realidades tem-porales, y que busca, descubre y se-ñala las nuevas miserias y a los nuevospobres de la tierra, cuidándolos yamándolos como Jesús nos mandó.

La Carta apostólica Tertio millen-nio ineunte, del Papa Juan Pablo II,ha despejado y aclarado con luz nue-va y penetrante el camino de la nuevaevangelización. Ha puesto de mani-fiesto la vigencia, todavía muy fres-ca, del Concilio Vaticano II, como elConcilio para el nuevo siglo de la Igle-sia –el siglo XXI–. Constituye ya elmarco luminoso y referencia obligadapara toda programación pastoral delas Iglesias particulares en los próxi-mos meses y años. Para nuestra ar-chidiócesis de Madrid y su plan pas-toral del presente curso, centrado enla transmisión de la fe, significa unaguía doctrinal y pastoral de excepcio-nal valor para su mejor y más aquila-tada comprensión: de su espíritu y desus contenidos.

Quiera Nuestra Señora, la Santísi-ma Virgen, la Estrella de la nuevaevangelización, ser la aurora lumino-sa y guía segura de nuestro camino,Intercesora y Abogada nuestra: la Ma-dre que nos acompaña sin cesar en to-do tiempo y lugar, en todos los avata-res de la Historia.

+Antonio Mª Rouco Varela

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 18-I-2001 13

La voz del cardenal arzobispo

Luz para la Iglesia

del siglo XXILuz para la Iglesia del siglo XXI: así define nuestro cardenalarzobispo la reciente Carta apostólica de Juan Pablo II Novomillennio ineunte –Al comienzo de un nuevo milenio–, cuyo textoíntegro encontrarán los lectores en este mismo número. Dicenuestro arzobispo:

Peregrinos cruzan la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro

Page 14: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 18-I-2001

Las noticias fin de siglo estánsiendo poco favorables para losmiembros más desvalidos de

nuestra sociedad, opulenta y satisfe-cha: mujeres en primer término (in-crementos preocupantes de las muer-tes por malos tratos); niños no naci-dos (aprobación en Inglaterra de laclonación de embriones, posible co-mercialización en España de la píldo-ra del día siguiente); ancianos, por úl-timo (legalización, por amplia mayo-ría, de la eutanasia en la Cámara Bajaholandesa).

Si la eliminación de ancianos porlos médicos, con la colaboración even-tual de sus familiares, resulta algoodioso y suscita sentimientos de re-pulsión en cualquier persona normal-mente constituida, la eliminación dehijos deficientes o enfermos incura-bles, que la misma ley permite a suspadres, es algo especialmente repug-nante, que evoca en los juristas tiem-pos que se creían superados, cuandoen Grecia, y en la Roma primitiva, sereconocía un ius vitae ac necis, es de-cir el derecho de vida o muerte, quelos progenitores se arrogaban respec-to de los recién nacidos.

No pocos europeos se preguntancómo ha podido caer tan bajo el sen-timiento elemental de justicia, en el,por tantas razones, admirable puebloholandés. Baste recordar que a éstepertenecía el co-fundador del Dere-cho Internacional Público, Hugo Gro-cio (autor del famosísimo De iure be-lli ac pacis), en conjunción con nues-tro Francisco de Vitoria, aunque el pri-mero perteneciera a la Escuelaprotestante de Derecho Natural, y elsegundo, a la Escuela católica espa-

ñola. En La Haya han nacido, además,en el siglo XX, dos instituciones be-neméritas: la Academia de DerechoInternacional, semillero de eminentesprofesores de la materia y foro de dis-cusión de los grandes temas mundia-les de esta asignatura, y, asímismo, elTribunal Internacional Permanente deJusticia, que ha resuelto no pocos liti-gios de gran complejidad y notableimportancia.

No resulta fácil compaginar aque-lla monstruosa facultad de autorizarla eutanasia de los propios hijos, con latabla de los derechos del niño apro-bada por la ONU en 1989, a la que,curiosamente, se ha adherido dichopaís.

Dice el art.6 de dicha Convención:1. Los Estados reconocen que todo ni-ño tiene derecho intrínseco a la vida.2. Los Estados garantizarán en la má-xima medida posible la supervivenciay el desarrollo del niño.

Difícilmente puede decirse que esederecho intrínseco está garantizado alos hijos, si los padres pueden disponerdiscrecionalmente de él y autorizar lamuerte del ser al que han engendra-do. ¿Dónde queda esa legalmente ga-rantizada supervivencia del niño de-

ficiente o incurable? ¿Qué medios seponen a contribución para obtener al-gún desarrollo o progresión, aunquesean mínimos, en el tratamiento deaquéllos?

El caso especial del niño mental ofísicamente impedido está tratado congran amplitud y minuciosidad en elart.23, y su texto no tiene desperdicio,aunque su transcripción literal puederesultar algo enojosa:

1. Los Estados Partes reconocenque el niño mental o físicamente im-pedido deberá disfrutar de una vidaplena y decente en condiciones queaseguren su dignidad, le permitan lle-gar a bastarse a sí mismo y faciliten laparticipación activa del niño en la co-munidad.

2. Los Estados Partes reconocenel derecho del niño impedido a recibircuidados especiales y alentarán yasegurarán, con sujeción a los re-cursos disponibles, la prestación alniño, que reúna las condiciones re-queridas, y a los responsables de sucuidado, de la asistencia que se soli-cite y que sea adecuada al estado delniño y a las circunstancias de sus pa-dres o de otras personas que cuidende él.

En atención a las necesidades es-peciales del niño impedido, la asis-tencia que se preste conforme al pá-rrafo 2 del presente artículo, será gra-tuita siempre que sea posible, habidacuenta de la situación económica delos padres o de las otras personas quecuidan del niño, y estará destinada aasegurar que el niño impedido tengaun acceso efectivo a la educación, lacapacitación, los servicios sanitarios,los servicios de rehabilitación, la pre-paración para el empleo y las opor-tunidades de esparcimiento, y recibatales servicios, con el objeto de queel niño logre la integración social yel desarrollo individual, incluido sudesarrollo cultural y espiritual, en lamáxima medida posible.

En modo alguno se contempla aquí,en esta prolija enumeración de dere-chos y facultades, la posibilidad deeliminar, pura y simplemente, al niñoenfermo o discapacitado, sino, al con-trario, la prestación de los auxilios queen cada caso el estado de la cienciaasegure a tales personas. La eutana-sia aplicada a tales seres haría, másbien, innecesario que el Estado sepreocupara por su tratamiento, asis-tencia y eventual curación.

Tampoco se deja resquicio algunoa la práctica de la eutanasia en el art.24en el que, paladinamente, se procla-ma el derecho del niño al disfrute delmás alto nivel posible de salud y a ser-vicios para el tratamiento de las en-fermedades y la rehabilitación de lasalud, así como la abolición de lasprácticas tradicionales que sean per-judiciales para la salud de los niños.Algo similar puede decirse del derechoal seguimiento de los tratamientos pa-ra la salud física o mental del niño,conforme al art.25.

En sentido positivo, y no negativo,aparece igualmente redactado el de-recho de todo niño a un nivel de vidaadecuado para su desarrollo físico,mental, espiritual, moral y social enel art.27.

Entristece, a modo de colofón, queun miembro de la Unión Europea tanantiguo como el Reino de los PaísesBajos, haya introducido en su orde-namiento privativo disposiciones tanexorbitantes como las aquí conside-radas, y que se compadecen mal con elpensamiento que animaba a los fun-dadores e aquélla (De Gasperi, Ade-nauer, etc.) y aparece ahora en abiertacontradicción con sus raíces cristia-nas. Los nuevos Herodes no necesi-tan revestirse de soldados, sino queestán en el interior del hogar.

Gabriel García Cantero

Herodes

siglo XXI

No resulta fácil compaginar aquella monstruosa facultad de autorizarla eutanasia de los propios hijos, en Holanda, con la tablade los derechos del niño, aprobada por la ONU en 1989, a la que, curiosamente, se ha adherido dicho país

Page 15: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Aquí y ahora Alfa y Omega 18-I-2001 13

Rosa Puga Davila

Hubiésemos tenido que vivirdesde el año 3600 antes deCristo hasta nuestros días pa-

ra disfrutar de 292 días de paz y tran-quilidad, según datos de la Organiza-ción Mundial para la protección de laHumanidad. La competencia, la inse-guridad y el deseo de gloria han sidolos motivos principales que nos hanmantenido en lucha permanente. Laexperiencia de las últimas guerrasmundiales y la división en bloques delmundo actual ha hecho que la refle-xión sobre la guerra se plantee conuna mentalidad nueva, según la cualla posibilidad de una guerra justa jus-tificada por la consecución de otrobien se hace lejana; de ahí que, desdetiempos de Pío XII, en lugar de unaguerra justa, se haya empezado a ha-blar sólo y exclusivamente de una le-gítima defensa.

El armamento nuclear es una ame-naza que pesa sobre el mundo, y losenfrentamientos locales y reducidosno dejan de poner en tensión a lasgrandes potencias. A su vez la fron-tera entre guerras nucleares y con-vencionales se ha diluido; sabemos elriesgo que trae consigo un enfrenta-miento directo con armas convencio-nales entre potencias nucleares.

Las personas sufrimos guerras quenos obligan a inmigrar, a soportar laviolación de nuestros derechos y losde nuestros niños…,guerras financiadaspor el dinero fruto dela extorsión, guerrasque destruyen el pla-neta, nuestro hogar...,guerras que provocanotras internas, aque-llas que son fruto deldolor, de la soledad,de la falta de amor…,la guerra de la margi-nación.

América sufreguerras en Colombia,en el Atlántico Sur,en Perú-Ecuador,Centroamérica y elCaribe, y México(Chiapas). Asia y exUnión Soviética seresquebrajan en Af-ganistan, Camboya,las dos Coreas, India-Pakistan, Tay-kistán y Turquía. África, asolada por elsida, ve cómo se matan sus gentes enAngola, Argelia, Congo, Ruanda y So-malia, Mozambique y Sudán, SierraLeona y Sahara Occidental. En Orien-te Medio nos encontramos con Israely la Cuestión Palestina, ecos de la

Guerra del Golfo y Líbano. Europatambién sufre la violencia en Irlandadel Norte, Kosovo, resto de los Bal-canes, España y Chipre. El panoramano es muy esperanzador, la paz se haconvertido en un intervalo entre dosguerras; lo afirmó Hobbes y la Histo-ria le está dando la razón.

En las guerras del fin del milenio el90% de los muertos han sido civiles,de ellos dos millones eran niños. Lasguerras y los conflictos internos ocu-rridos en el decenio de 1990 obliga-ron a 50 millones de personas a aban-donar sus hogares. Hoy 100 millonesde niños viven o trabajan en la calle, ymás de 30.000 niños mueren diaria-mente a causa de enfermedades que,en su mayoría, podrían evitarse; as-cienden a 1.200 millones las personasque sobreviven cada día con menosde 200 pesetas, y entre 85 y 115 mi-llones de mujeres han sido sometidasa alguna mutilación genital.

En la actualidad muere más gentepor la hambruna que por la violenciade la lucha, lo cual resulta incom-prensible cuando la FAO afirma quela agricultura mundial hoy permitiríaalimentar a 12.000 millones de perso-nas, el doble de la población mundial.

Einstein dijo un día que la vida esmuy peligrosa. No por las personasque hacen mal, sino por las personasque se sientan a ver lo que pasa: pala-

bras sabias que debe-rían asustarnos. Co-mienza un nuevo si-glo y tengo la sensa-ción de que nosotros,ciudadanos del mun-do, los que calmamosnuestra conciencia afuerza de Telemara-tón, hemos permane-cido sentados un si-glo, viendo lo que pa-sa, sin dejar que nosafecte hasta el puntode hacer algo paracambiar un poquitode lo que nos rodea.La paz es la meta¿Cuál es el camino?Disuasión; pacifis-mo; una teología pa-ra la paz, basada enla educación, el diá-

logo, el respeto, la reconciliación…Elegido el camino…, no convertir nun-ca nuestros derechos, los que nos per-tenecen por el simple y complejo he-cho de haber nacido, en moneda decambio para fines que, dada, en defi-nitiva, su irracionalidad, no tienen ra-zón de ser.

La paz, ante el tercer milenio

Cien años de promesas de pazy ni un solo día de paz

El 1 de enero celebrábamos elDía Mundial de la Paz, pero¿qué paz? Se puede pensaren aquella que se quería lograrhace 100 años. El 1 de enerode 1900 se inauguraba elPalacio de la Paz, de La Haya,símbolo de que, al parecer, larazón humana, esa que nosdiferencia de los animales,haría imposible la guerra. Cienaños después no hemos tenidoni un solo día de paz. Al iniciode un nuevo milenio, se hacemás viva la esperanza de quelas relaciones entre loshombres se inspiren cada vezmás en el ideal de unafraternidad verdaderamenteuniversal: así lo afirmaba JuanPablo II en su mensaje para laXXXIV Jornada Mundial de laPaz, y a ese deseo nos unimosdesde Alfa y Omega

En las guerras de fin de milenioel 90 por cientode los muertoshan sido civiles,

de ellos dos milloneseran niños

Page 16: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Me llamo Lucía. Soy una niña sudanesa de la tribu nuba y tengo 7 años. A mimamá la metieron en la cárcel porque se peleó con otra señora, que muriódos meses después. Yo sólo tenía unos meses, mis hermanos, que entonces

tenían 3 y 4 años, se quedaron con unos parientes porque mi papá acababa de morir.Mi mamá me trajo con ella a la prisión.

Estoy contenta porque hace poco abrieron una escuela aquí en la cárcel, a la queasistimos 316 niñas. Esta cárcel es como una aldea grande, pero casi todas somos mu-jeres. Somos unas 3.000. La escuela no es para chicas de 13 y 14 años, sólo para máspequeñas.

Hambre, suciedad y enfermedades

Mi mamá tiene 35 años y es muy bonita. Le gusta andar limpia, pero a veces nohay jabón para lavar la ropa o para bañarnos. Además, debemos dormir todas juntasen el suelo, y cuando llueve y hay tormentas de arena, se ensucia todo porque sólo hayun cuartito con un techo de paja vieja y lata agujereada.

Me gusta el domingo

A mí me gusta que llegue el viernes y el domingo. En estos días viene gente de laIglesia a visitarnos. Los viernes, por ejemplo, a las ocho de la mañana ya estoy lis-ta, bien limpia y peinada, para ir a la zona de la prisión donde se reúne la gente pa-ra rezar. Como llegamos temprano siempre nos sentamos en el suelo, en frente de lasreligiosas y el catequista. Rezamos juntos el Rosario, después nos leen la Biblia y ha-blan sobre ella.

Cuando contraemos una enfermedad infecciosa, se muere mucha gente. Una vezfallecieron 15 niños en una semana. Las señoras se quejan ante las policías y el di-rector de la cárcel, pero no las escuchan. ¡Quién sabe si les gustaría que nos murié-ramos todas!

Mi mamá está preocupada por mí. Hoy le ha pedido a las religiosas que me llevencon ellas para que estudie en su escuela. Ella todavía tiene que quedarse en la cárcelotros cuatro años. Yo no conozco ni he visto nunca lo que hay fuera de la cárcel.Espero que la vida sea mejor, más bonita, porque en la cárcel sí que es dura y difícil.

LucíaDe Iglesia en Plasencia

TestimonioAlfa y Omega14 11-I-2001

Soy una niñaque vive

en la cárcel

Te damos gracias, Señor, Dios Padre de las familias, por los padres quenos has dado. Tú los escogiste desde la eternidad para que, con su sí

generoso a la vida y a la entrega mutua, fueran Tus instrumentos para for-mar esta numerosa familia. Ellos diciendo un sí, quiero, hace cincuentaaños, y muchos otros sí a Tu Voluntad desde entonces, han hecho posi-ble que nos podamos reunir hoy todos ante Ti para honrarte.

Gracias, Señor, por sus sacrificios: las noches sin dormir, los caprichosque no tuvieron, los sueños que te entregaron, los disgustos que les dimosy el descanso merecido que constantemente les quitamos con nuestros hijos.

Gracias, Señor, por sus enseñanzas; nos cuidaron y educaron parapoder defendernos en un mundo cada vez más complicado, pero sin de-jar de mostrarnos con su vida el camino que nos lleva hacia Ti. Nos en-señaron cómo los hijos no son cargas, sino dones, y cómo la felicidad noestá en evitar problemas y complicaciones, sino en tenerte siempre a Ticerca del corazón. Nos demostraron que la familia es el mejor lugarpara educar a los hijos, donde se transmiten los auténticos valores, y queesto sólo se consigue con el sacrificio de la propia voluntad por el biende todos. Nos enseñaron también que compartir es mejor que tener, y loimportante que es permanecer siempre unidos, contando los unos con los

otros para lo que sea necesario, conscientes de que el amor que nos une,si se cuida, lo aguanta todo, lo perdona todo, lo da todo y nunca pidecuentas, porque las familias, como las uvas, se salvan en racimo.

Gracias también, Señor, por lo que ellos nos han dado; nos han da-do lo más valioso que tienen, su vida. Sólo vivimos una vez y ellos eli-gieron, hace cincuenta años, entregar toda su vida a Ti y a quien Túquisieras darles, y Tú quisiste que nosotros fuésemos los elegidos. Duranteestos años nos han dado mucho más de lo que de nosotros han recibi-do, nos han dado su tiempo, su esfuerzo, su corazón; y nosotros nosiempre hemos sido tan generosos.

Nos has dado mucho, Señor, y nos pedirás mucho; pero cuando Túpides algo, siempre pones a nuestro alcance los medios para conse-guirlo, y para ello nos has dado a nuestros padres. Ahora cuando ya to-dos estamos formando nuestras familias, nos siguen mostrando el ca-mino hacia Ti, caminando delante de nosotros. Te pedimos, Señor, pa-ra terminar, que nos concedas la gracia de que, cuando lleguemos a nues-tras Bodas de Oro, si ésa es Tu Voluntad, podamos mostrar ante Ti lasmanos tan llenas como las que ellos te muestran hoy.

((UUnnooss hhiijjooss,, eenn llaass BBooddaass ddee OOrroo ddee ssuuss ppaaddrreess))

Oraciones de andar por casa

¡Gracias por nuestros padres!

Page 17: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

El Día del Señor Alfa y Omega 18-I-2001 15

Damos inicio, en estedomingo, al evangeliode San Lucas. Un pa-

saje, el de esta semana, llenode optimismo, como si quisie-ra contagiarnos que Jesucristoes una muy Buena Noticia. Elevangelista nos presenta a Je-sús en la sinagoga, en el lugade culto entre los judíos. ¿Enqué consistía normalmente di-cho culto o ceremonia judía?Reunida la asamblea, en unprimer momento, se cantaba;posteriormente, se proclamala fe; se realizaba una alaban-za a Dios; y, finalmente, se le-ía un pasaje de la Escritura Sa-grada con su consiguiente co-mentario. ¿Por qué san Lucasha situado este hecho de la vi-da de Jesús justamente al prin-cipio de la vida pública de Je-sús? Sin duda, para dejar muyclaro cuál es el mensaje y pro-

yecto del Salvador: proclamarel Año de Gracia, que impli-ca liberación para los cautivosy oprimidos, devolver la vistaa los ciegos, y proclamar a to-dos la Buena Noticia de la Sal-vación.

Seguro que este pasaje, alo largo del reciente Año Ju-bilar, lo hemos escuchadomuchas veces. Hoy, mi pre-gunta, y la de otros muchos, ala luz del Evangelio, es ésta:¿Qué ha quedado como he-rencia de este Año Jubilar?

Antes de responder, recuer-do que en un muro de una ca-tedral alemana están escritaslas siguientes reflexiones, co-mo si fueran las nuevas la-mentaciones de Jesús a supueblo: Me llamáis luz, y nome creéis; me llamáis Maes-tro, y no me seguís; me lla-máis Señor, y no me servís;

decís que soy rico, y no me pe-dís; decís que soy misericor-dioso, y no confiáis en mí. ElJubileo quiso ser, ante todo,la alegría de una vuelta apa-sionada a Jesucristo. No sólo aun Cristo memoria (baúl delos recuerdos) ni a un Cristode futuro (utopía), sino a unCristo actual-presente, en todala complejidad de su rico mis-terio: camino a la vida trinita-ria; reinado iniciado y no con-sumado; sacerdote-profeta-rey-sanador. Una mirada a Je-sucristo, encarnado, salvadory Señor de la Historia.

Se ha escrito con toda razónque Cristo no nos ha dejadoni una sola línea escrita, co-mo sí hizo Platón con susDiálogos. No nos ha transmi-tido una Tabla con una ley,como sí hizo Moisés. No hadictado el Corán, como hizo

Mahoma. Tampoco fundó unaOrden religiosa como Buda.Pero sí dijo: Yo me quedo convosostros hasta el fin de lostiempos. En esto consiste laexperiencia más profunda delcristianismo.

La Iglesia, hoy más que nun-ca, y lo recordamos en este añocasi recién estrenado, necesi-ta recobrar su gran misión por-que nuestra sociedad tiene dé-ficit y necesidad de sentidoexistencial profundo y de es-peranza que salte hasta la eter-nidad. El cristianismo es la re-serva de utopía y de esperan-za. La Iglesia tiene la obliga-

ción de transparentar y hacerpúblico lo que ya es: un mis-terio de comunión para la mi-sión, un Sacramento de la Tri-nidad, la Nueva Jerusalén enla que ya se comienza a viviruna nueva humanidad y unagran utopía realizada: devol-ver a cada persona y a la Hu-manidad en su conjunto su dig-nidad más radical. El Evange-lio de este domingo es una lla-mada a volver nuestra mirada ynuestro corazón, dejándonosguiar por el Espíritu, a las fuen-tes limpias del Evangelio.

Raúl Berzosa Martínez

III Domingo del tiempo ordinario

...pero Él se quedó con nosotrosEvangelio

Ilustre Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechosque se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los

que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la Palabra. Yo también, des-pués de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos porsu orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu, y su fama se extendiópor toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Naza-ret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y sepuso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenro-llándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por-que él me ha ungido. Me ha enviado pra dar la Buena Noticia a los pobres, para anun-ciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos;para anunciar el año de gracia del Señor. Y, enrrollando el libro, lo devolvió al que le ayu-daba, y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: Hoyse cumple esta Escritura que acabáis de oír.

Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo delos pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de

Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana es-tá integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar haciael reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia porello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.

Por ello, el Concilio Vaticano II, tras haber profundizado en el misterio de la Iglesia, se dirige no sólo alos hijos de la Iglesia católica y a cuantos invocan a Cristo, sino a todos los hombres, con el deseo deanunciar a todos cómo entiende la presencia y la acción de la Iglesia en el mundo actual.

Tiene, pues, ante sí la Iglesia al mundo, esto es, la entera familia humana con el conjunto universal de lasrealidades entre las que ésta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias;el mundo, que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la ser-vidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, paraque el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación.

CCoonnssttiittuucciióónn GGaauuddiiuumm eett ssppeess,, 11--22

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

Procesión del Corpus en Toledo

Page 18: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

ierra de encuentros y caminos, frontera de Portugal,Badajoz vive a lo largo de todo el siglo XVI –en elque se inscriben los años de la activiad artística deMorales– unmomento deesplendorcultural irre-petible, entorno a la ca-tedral, su mo-numento másemblemáticode los tiem-pos moder-nos: la litera-tura y las ar-tes plásticas,en sus másvariadas mo-dalidades, asícomo el pen-samiento teo-lógico y hu-manísticocontaron configuras sig-nificadas enel más amplio contexto nacional. El aparente dis-tanciamiento de la ciudad de los centros artísticosmás activos de la Península –que ha pesado tam-bién a la hora de emitir un juicio peyorativo sobre eltrasfondo cultural del maestro– no fueóbice para que en supaleta resonaranecos de muydiversas ylejanaspre-

cedencias –Italia, Flandes, la tradición hispana…– ypara que sus tablas, llevadas por la fama de que es-tuvo acompañado, viajaran, en vida aún del propio

maestro, muylejos de la ciu-dad.

Pese al en-fático sobre-nombre deDivino que havenido sopor-tando, no esla de Moralesuna fama di-fusa, sino deconcretosperfiles, a laque podemosacceder tantopor el catálo-go de su obra–desbrozadolo espúreo delo auténtico–como a travésde una listainsospechada

de comitentes y del testimonio explícito de sus co-etáneos, que tuvieron conciencia de la categoríade aquel maestro de pintor, que laboraba con unnutrido plantel de oficiales en su taller familiar,

abierto desde la década de los treinta, y a quien seacercaban en demanda de ta-

blas de devoción no só-lo los más signifi-

cados nom-bres de

la no-ble-

RaícesAlfa y Omega16 18-I-2001

Luis de Morales es el nombre de uno de losmejores pintores extremeños y españolesque ha tenido el siglo XVI. Su obra, de te-mática sacra, y su figura, han recibido elhomeanje del pueblo de Badajoz con unaespléndida exposición, dentro del claustrode su catedral. Su título, Al otro lado de laraya, hace referencia a la influencia quetuvo el artista a un lado y a otro de la fron-tera –una simple raya–, con Portugal. Conel mismo propósito de recuerdo y admi-ración, Caja Badajoz ha editado un libroextraordinario, Luis de Morales, que re-coge, amplia y magníficamente, la vida yobra de este artista extremeño. El autores don Carmelo Solís Rodríguez, canóni-go de la catedral de Badajoz, y sin dudauno de los mayores especialistas en Luis deMorales, El Divino, como dirían sus con-temporáneos. De su Introducción a estaobra está tomado el texto que se ofrece enesta doble página

Aparición de Cristo resucitado a María Magdalena. Dibujo. Academia de Bellas Artes (Lisboa)

Tr íptico de la Virgen de las Tribulaciones. Anónimo. Primeras décadas del siglo XVI. Museo Catedralicio (Badajoz)

Luis de Morales, El Divino

Page 19: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Raíces Alfa y Omega 18-I-2001 17

za –en muchos casos a través de la mediación delobispo Ribera, el más entusiasta comitente del pin-tor–, sino también emisarios regios venidos desdelas Cortes de Madrid y de Lisboa.

No compartimos la opinión más común de unMorales escaso de inventiva, repetitivo y monocordeen su obra, poblada de reiterativas Piedades y Ec-cehomos. Es cierto que pocos en España, durantegran parte del siglo XVI, supieron expresar, comoél, al compás de los movimientos espirituales de laépoca, el drama de la Cruz ni el dolor inmenso deuna Madre abrazada al cuerpo exangüe de su Hijo.Pero la sensibilidad del artista no quedó enclaustra-da en estos temas de Pasión, de los que el pintor senos muestra como uno de sus más geniales intérpre-tes, sino que se complace también en otras escenasmás amables y atractivas, donde volcar su sensiblidady su ternura, tan apegada al detalle y a lo aparente-mente mínimo. Tales son sus series del Evangeliode la Infancia multiplicadas en los numerosos reta-blos, de tan varia temática al hilo de las historias sa-cras, y, sobre todo, sus deliciosas Vírgenes de la le-che, con ejemplares paradigmáticos en la iconogra-fía mariana, o sus Vírgenes del sombrero, ahora re-cuparadas en su original denominación de vestidas degitana.

Desde las décadas de los cuarenta y cincuenta–tan poco estudiadas y carentes hasta ahora de do-cumentación– se irán sucediendo las tablas de la Vir-gen del pajarito o sus análogas –en proximidad cro-nológica y estilística– de Salamanca y Roncesva-lles, hasta llegar a la lograda madurez de los grandesretablos de los años sesenta y los múltiples encar-gos para el santo obispo don Juan de Ribera, quemarcan el punto más elevado del quehacer artísticode Morales. Volcará así el pintor, en una larga se-cuencia de más de cuarenta años, su sensiblidad ads-crita a los postulados estéticos del manierismo italo-flamenco, en versiones de acusada personalidad, an-ticipando en algunas de sus figuras los alargamientosexpresionsitas del Greco, para, al final de sus días y

más allá de su muerte, aparecer caricaturizada enmanos de secuaces e imitadores, que prolongaránsu desfigurado magisterio hasta muy adentrado elsiglo XVII. Gloria y servidumbre de un artista, cu-yo recuerdo perduró también envuelto en la leyenda,que es la forma con que acostumbra el pueblo a me-morar a sus más preclaros hijos.

Enraizado en la mejor tradición hispanofla-menca, como artista religioso, abierto a los prin-cipios del humanismo y della maniera, como hom-bre del Renacimiento, y con un registro temáticopolifónico, en el que resuena, junto a los dramáti-cos acordes de sus Eccehomos y Piedades, el ama-ble contrapunto de sus deliciosas Madonas y susNiños. Un pintor, en suma, que, en sintonía conlos movimientos artísticos y espirituales de la épo-ca, supo expresar en sus tablas de devoción las vi-vencias mas profundas de aquella sociedad, glo-sadas en los escritos de un fray Luis de Granada, oen la ejemplaridad de san Pedro de Alcántara ysan Juan de Ribera, coetáneos y convecinos. Talvez aquí, en esta función mediática, resida la cla-ve de su gloria.

La Sagrada Familia. Hispanic Society of America Library (Nueva York)

Virgen con el Niño. National Gallery (Londres)

Piedad. Academia de San Fernando (Madrid)

El Divino

Page 20: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

EspañaAlfa y Omega18 18-I-2001

Dios quiere que vivamos en paz.La paz es posible también en-tre nosotros. La queremos ya

ahora. Una paz hecha entre todos ypara todos. No queremos que nadie laimpida o la retrase. Nosotros nos com-prometemos a trabajar por la paz enla verdad, en la justicia y en el amor.

¡Señor, que donde haya injusticia,nosotros pongamos paz!

Amamos la vida como don sa-grado de Dios y el primer derecho delhombre, sea quien sea y esté dondeesté. No queremos que nadie mate anadie. Pedimos a ETA que deje defi-nitivamente las armas. Nosotros noscomprometemos a defender la vida detoda persona.

¡Señor, que donde haya muerte, no-sotros pongamos vida!

Recordamos ante Dios, Padre detodos, a cuantos han muerto víctimasde la violencia, aquí entre nosotros olejos de este pueblo. Son para noso-tros seres muy queridos. Nos com-prometemos a estar cerca de cuantoslloran su muerte. También de quienesviven hoy acosados por el miedo, lasamenazas o la extorsión.

¡Señor, que donde haya sufrimien-to, nosotros pongamos amor!

Pedimos también a Dios porquienes, provocando muertes, terrory destrucción, están causando tanto

daño. No han dejado de ser hijos deDios y hermanos nuestros. Los que-remos tener entre nosotros constru-yendo una sociedad mejor, liberadosdel sufrimiento que generan y pade-cen.

¡Señor, que donde haya un ser hu-mano, nosotros pongamos fraterni-dad!

Creemos en la capacidad de laspersonas y de los pueblos para bus-car solución a sus conflictos por ca-minos de paz. No queremos imposi-ciones violentas, contrarias al libresentir de la sociedad. Nosotros noscomprometemos a promover com-portamientos y cauces democráticosen libertad.

¡Señor, que donde haya violencia,nosotros pongamos libertad!

Respetamos la diversidad legí-tima de opciones para la construcciónde nuestra sociedad. No queremos quenadie se arrogue el derecho de ser suúnico representante. No queremos que

nadie excluya a nadie. Nosotros noscomprometemos a buscar una paz quesea verdadera y sea para todos.

¡Señor, que donde haya exclusión,nosotros pongamos participación!

Creemos en la fuerza pacifica-dora de la verdad. Rechazamos lamentira como estrategia, y la mani-pulación de la verdad al servicio delos intereses políticos. Nosotros apos-tamos por la virtud liberadora de laverdad.

¡Señor, que donde haya mentira,nosotros pongamos verdad!

Creemos en la necesidad del diá-logo para buscar vías de entendimientoy de paz estable. Necesitamos y que-remos que los representantes políti-cos dialoguen y busquen juntos el biende todos. Nosotros nos compromete-mos a promover un clima social dediálogo, que nazca del respeto y de laescucha mutua.

¡Señor, que donde haya enfrenta-miento, nosotros pongamos diálogo!

Reivindicamos la fuerza socialdel perdón para edificar nuestra con-vivencia. No queremos que el resenti-miento y los odios nos encadenen alpasado. Nosotros nos compromete-mos a promover una experiencia co-lectiva de mutuo perdón y de recon-ciliación.

¡Señor, que donde haya odio, no-sotros pongamos perdón!

Todos necesitamos el perdón deDios. Todos necesitamos perdonar yser perdonados. Pedimos el perdón deDios por nuestros pecados. Pedimosperdón por no haber trabajado lo sufi-ciente por la paz y en contra de todaslas injusticias. Pedimos perdón a quie-nes no hemos sabido defender o ayu-dar desde el espíritu del Evangelio.

¡Señor, que donde haya pecado, Túpongas perdón!

Creemos en la paz, logro de loshombres y don de Dios. Nos compro-metemos a trabajar y a orar sin des-canso por la paz. El encuentro conDios da paz y ayuda a construirla.

¡Señor, convierte nuestros corazo-nes, danos Tú la paz!

50.000 vascos, con sus obispos, rezan en Vitoria para que ETA deje de matar

Oración por la pazUnas 50.000 personas, ade-más de representantes de to-dos los partidos políticos–PNV, PP, PSE-EE, IU y UA–,se unieron el pasado día 13,sábado, para rezar juntos porla paz y la vida en el PaísVasco. Esta oración, convo-cada por los tres obispos vas-cos, monseñores Ricardo Bláz-quez, de Bilbao, Juan MaríaUriarte, de San Sebastián, ymonseñor Miguel Asurmendi,de Vitoria, junto con el arzo-bispo de Pamplona, monse-ñor Fernando Sebastián, co-menzó con una marcha quepartió de la basílica de SanPrudencio, a las afueras deVitoria, hasta la explanadade Mendizabala, donde to-dos oraron por el fin del te-rrorismo y el cese de tanto su-frimiento: Nuestro encuentrooracional de hoy es meta dellegada y punto de partida deun doble y único compromi-so sostenido: orar y trabajarpor una paz que reclamanuestro empeño y desbordanuestras fuerzas. Volvemos anuestros hogares más firme-mente decididos a ser oran-tes humildes, y artesanos in-cansables de la paz, fueronlas palabras y los deseos quepusieron punto final al comu-nicado de los obispos delPaís Vasco y Navarra.

Ofrecemos el texto íntegrode la Oración por la paz, queredactaron los organizado-res, y, en la página siguien-te, la carta del cardenal ar-zobispo de Madrid al arzo-bispo de Pamplona y a losobispos de San Sebastián, Bil-bao y Vitoria y auxiliar de Bil-bao, así como el mensaje delPapa al cardenal Rouco Va-rela, arzobispo de Madrid yPresidente de la ConferenciaEpiscopal Española

¡Señor, que donde haya violencia,nosotros pongamos libertad!

Monseñor Sebastián, arzobispo de Pamplona, lee la oración

Page 21: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

España Alfa y Omega 18-I-2001 19

Carta delpresidente de la ConferenciaEpiscopal al arzobispo de Pamplona y a los obisposdel País Vasco

Queridos hermanos: Junto con misaludo cordial y fraterno, os en-

vío el mensaje que deseábais recibirdel Santo Padre para el Encuentro deOración por la Paz que estáis cele-brando en Vitoria en esta mañana delsábado, 13 de enero, de cuya prepa-ración y objetivos pastorales he sidoampliamente informado.

Al haceros llegar el mensaje delPapa, quiero saludar también en nom-bre de todos los obispos miembrosde la Conferencia Episcopal Espa-ñola, a los sacerdotes, a los miem-bros de la Vida Consagrada y a losfieles cristianos de las cuatro diócesis,reunidos para orar con vosotros y pe-dir al Señor el final del terrorismo y eldon de la paz en vuestra tierra y enEspaña entera. La paz auténtica so-lamente se puede edificar sobre elrespeto del derecho inviolable a lavida de todo ser humano y de los de-más derechos fundamentales de lapersona, base imprescindible a su vezpara cualquier proyecto de convi-vencia justa, solidaria y libre. Saludotambién a los hombres y mujeres debuena voluntad que os acompañan ysienten en su interior las mismas as-piraciones.

En comunión con el Santo Padre,que se hace presente en vuestro en-cuentro invitándoos a la oración y alcompromiso, las Iglesias particularesde España se unen a vosotros en laplegaria y en la esperanza desde to-das las parroquias y demás comuni-dades eclesiales, siguiendo la invi-tación de la última Asamblea Plena-ria de nuestra Conferencia Episco-pal. En ella pedimos también alSeñor el consuelo de las víctimas y laprotección de todos los que se sien-ten amenazados por las acciones te-rroristas.

Que la Virgen María, tan veneraday querida en vuestras diócesis, recojaestos deseos en su corazón y los pre-sente ante su Hijo para que sean pron-to una gozosa realidad. Fraternal-mente vuestro en el Señor.

+Antonio María Rouco Varela

Al señor cardenal Antonio María Rouco Varela, ar-zobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia

Episcopal Española: He sabido que los fieles de las diócesis de San Se-

bastián, Bilbao y Vitoria, así como de la archidiócesisde Pamplona, presididos por sus Pastores, se van a reu-nir, junto con otros hombres y mujeres de buena vo-luntad, el sábado día 13 de enero para un Encuentrode oración en las Campas de San Prudencio (Vitoria)para implorar de Dios la paz y el fin del terrorismo.Con esa ocasión me uno espiritualmente a todos loscongregados en ese lugar, elevando mi plegaria por laradical y sincera conversión de todos a la ley santa deDios, fundamento de la convivencia pacífica y del res-peto de los derechos de toda persona, para que así serestablezca el entendimiento justo y concorde entre loshombres, las familias y pueblos en el País Vasco, enNavarra y en toda la querida Nación española, profun-damente afectados por la crudeza de la situación pre-sente a causa de la violencia terrorista que se prolongadesde hace años.

La tan deseada paz social es, ante todo, un don delSalvador, cuya venida acabamos de celebrar especial-mente en la Navidad: la Navidad del Año del Gran Ju-bileo de su Encarnación. En esos días, retomando elanuncio de los ángeles en Belén (cf. Lc 2, 14), los cre-yentes hemos expresado nuestro convencimiento de quesólo Cristo es nuestra paz (Ef 2, 14), reafirmando asíque Él mismo es un don de paz del Padre a toda la Hu-manidad. Destruyendo el pecado y el odio, y llamando atodos a la concordia y a la fraternidad, vino a unir loque estaba dividido; por eso, Él es el principio y el ejem-plo de la Humanidad renovada, llena de amor frateno,de sinceridad y de espíritu de paz, a la que todos aspiran(Ad gentes, 8).

En esta circunstancia deseo alentar a las comunidadescristianas, que con su vida y su acción hacen presente aJesucristo, a que acrecienten su unión con Él, intensifi-cando la oración confiada y perseverante por la paz.Nuestras súplicas harán de cada uno de nosotros instru-mentos de paz, sembradores de concordia, artífices del

perdón. En una sociedad marcada por fuertes tensiones,las Iglesias particulares de los territorios que, desgra-ciadamente, padecen con tanta frecuencia la herida del te-rrorismo, tienen la misión de promover la unidad y lareconciliación, rechazando todo tipo de violencia, de te-rror y de chantaje, pues con esas tristes situaciones estoda lasociedad la que sufre.

Por encima de todo es necesario levantar, una vezmás, la voz a favor del valor de la vida, de la seguridad,de la integridad física, de la libertad. En efecto, la vida hu-mana no puede ser considerada como un objeto del cualdisponer arbitrariamente, sino como la realidad mássagrada e intangible que está presente en el escenario delmundo. No puede haber paz cuando falta la defensa deeste bien fundamental. No se puede invocar la paz y des-preciar la vida (Mensaje para la Jornada Mundial dela Paz 2001, 19)

Las comunidades cristianas han de ser lugares privi-legiados de acogida y de compromiso generoso con lapaz auténtica, contribuyendo a remover obstáculos, aderribar muros, a favorecer iniciativas y proyectos encolaboración y diálogo social con tantas personas y gru-pos interesados en alcanzarla.

En esta tarea, es menester tener presentes a los jóve-nes, a los que hay que educar siempre y en todas par-tes: en las escuelas y universidades, en los ambientes detrabajo, en el tiempo libre y en el deporte, en la culturade la paz. Paz dentro y fuera de ellos, paz siempre, pazcon todos, paz para todos. A ellos, y a toda la sociedad,quiero decir: Indarkeria ukatuz, pake zale, pake eskale tapake egile izan zaitezte. (Rechazando la violencia sedamigos de la paz, orantes por la paz y constructores de lapaz).

¡Que Dios misericordioso conceda la paz social alPaís Vasco, a Navarra, a toda España! ¡Que con un re-novado estilo de vida seamos merecedores de ese don di-vino! Mi bendición y mi afecto acompaña siempre a to-dos los que se comprometen en esta extraordinaria y ne-cesaria tarea de alcanzar la paz, del cese del terrorismoy la violencia, del fomento del desarrollo y la convi-vencia en justicia y verdad.

pazMensaje de Juan Pablo II

La conversión, fundamento de la paz

Page 22: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

2001. No sólo un año, no sólo un si-glo; acaba de empezar el tercer mi-lenio y nadie puede poner límites a

la Divina Providencia. Por tanto, desee-mos a la Humanidad, de la que somos par-te, todo lo mejor no sólo para empezarlo si-no para terminarlo. En el peor de los casos,desterrados ya los viejos temores del año1000, sólo el Juicio Final, que aún no nosha sido anunciado, podrá impedir que otrosseres humanos celebren en nuestro nombrela llegada del 3001.

El primer día del año –y del siglo, y delmilenio– fue declarado por Pablo VI co-mo Jornada mundial de la paz. Celebré-mosla con la expresión usada, más antesque hoy, en muchos pueblos de la Españaprofunda. A la paz de Dios es todavía, ensus buenas gentes, el mejor saludo, el au-gurio más alegre, más afortunado. En cam-bio, recordar a Dios es algo que se va per-diendo. Se perdió ya en nuestra Constitu-ción; y ahora ha faltado en la Carta de losDerechos Fundamentales de la Unión Eu-ropea, esa que entre titulares, suplentes yobservadores han elaborado no menos deciento cincuenta europeos ilustres llega-dos de quince naciones. Parece que unbuen intento de subsanar el olvido naufra-gó en la negativa, incluso de quienes ha-blan en sus programas políticos del hu-manismo cristiano. Allá su conciencia.

No en todas partes es así. La larga, latensa batalla para decidir quién ha de ser el

próximo Presidente de los Estados Uni-dos se saldó con dos breves mensajes delvencedor y del perdedor. Pero esa brevedadno impidió que en ellos se haya invocadoa Dios exactamente siete veces. Gore, porejemplo, recordó a un senador que casi si-glo y medio atrás perdió frente a AbrahamLincoln, nada menos, y le saludó con pa-labras que terminaban así: Estoy con Us-ted, señor Presidente, y que Dios le ben-diga. Bush cerró con estas otras su dis-curso: Que Dios bendiga a los EstadosUnidos de América. Las relaciones entrelos dos políticos no serán ni amorosas niidílicas; pero ambos reconocen que Al-guien está muy por encima de ambos.

Llega lección análoga de otros rumbos.El Presidente de Rusia ha recuperado pa-ra su Federación la vieja música del him-no soviético, que los rusos de hoy cono-cen seguramente de memoria; pero le hacambiado la letra que ahora invoca a Diosallá donde antes se cantaban los nombresde los idolillos del comunismo. Pocos co-nocen las creencias íntimas de don Vladi-mir Putin, ese frío y aventajado alumno,y luego miembro, de la policía secreta dela URSS; pero ahora sabemos que tam-bién él pide para los suyos el amparo deDios.

Salgamos del primer mundo; y del quefue segundo. El escritor y periodista po-laco Ryszard Kapuscinky está lograndoen España muy merecido éxito con un li-bro que nos introduce bruscamente en eltercero. Ébano es un relato que apasiona–y, a menudo, espeluzna– de sus muchosviajes por tierras africanas a lo largo decuarenta años. Quienes defienden con jus-to ardor a los pueblos de ese continente yquieren, por ejemplo, sacarlos de su tristemiseria tienen, creo, un claro deber moralde leerlo y meditarlo, porque el autor seadentró en el dolor de África, y tambiénen su esperanza, como pocos occidenta-les han sabido o querido hacerlo. Ningúncapítulo en un libro de viajes y recuerdospuede impresionar más, por ejemplo, quela descripción, brevísima, de su visita des-de arriba a la iglesia copta del Salvadordel Mundo, una de las once que, en el sigloXI, excavó en las rocas el rey san Lalibe-la de Etiopía; y no por las nobles piedras,sino por la multitud, el mendicante en-jambre, que la rodeaba.

Pues bien: cuarenta años de recorrer Áfri-ca de arriba abajo, del este al oeste, propor-cionan al viajero varias síntesis. Una de ellases ésta, que él explica desde la entraña delCamerún: La manera de ser de los africa-nos, al menos de los que he conocido a lolargo de muchos años, se revela como pro-fundamente religiosa. Cuando era pregun-tado por ellos sobre su propia fe y el huéspedeuropeo contestaba afirmativamente (Oui,je crois en Dieu), veía –nos dice– qué granalivio se dibujaba en su rostro…, cómo es-te hecho lo hermanaba conmigo y permitíaromper la barrera del color de la piel, del es-tatus y de la edad.

¿Serán capaces, algunos pedantes eu-ropeos, de aprender algo del primero, delsegundo o del tercer mundo? Sea comosea, quede con todos ellos en el nuevo mi-lenio la paz de Dios.

Carlos Robles Piquer

MundoAlfa y Omega20 18-I-2001

¡A la paz de Dios!

Pocos conocen las creencias íntimas de don Vladimir Putin, ese frío y aventajado alumno, y luego miembro, de la policía

secreta de la URSS; pero ahora sabemos que también él pide para los suyos el amparo de Dios

Page 23: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Jesús Colina. Roma

Debo mencionar –y con cuántatristeza– los atentados terro-ristas que siembran la muerte

en España y que hieren a todo el paísy humillan a Europa entera, que estáa la búsqueda de su identidad. En es-te tradicional discurso el Pontífice,con lenguaje muy claro –alguno po-dría decir poco diplomático– hizo unbalance de la situación de la paz en elmundo y de los grandes desafíos quetienen que afrontar las sociedades eneste inicio de siglo. Analizó los pol-vorines de violencia que siguen esta-llando en el planeta. Al afrontar la si-tuación europea, por primera vez sólose refirió, en su denuncia de la vio-lencia, a lo que sucede en España. Pa-ra el Pontífice, el terrorismo de ETA hadejado de convertirse en un problemapropio de España para asumir una di-mensión continental. El cuchillazo dela violencia irracional en el viejo con-tinente se convierte, de este modo, enuna estocada para todos los europeos.La conclusión es clara: Europa no pue-de quedar indiferente; la respuesta alterrorismo debe ser conjunta.

El segundo gran desafío que tieneque afrontar el Viejo Continente, se-gún el Obispo de Roma, es el de la in-migración. Es hacia Europa adondemiran tantos pueblos como un mode-lo en el cual inspirarse. ¡Que Europano olvide jamás sus raíces cristianasque han hecho fecundo su humanis-mo! ¡Que sea generosa con quienes–individuos o naciones– llaman a supuerta!

La radiografía de la paz hecha por elPontífice no podía olvidar el conflictode Oriente Medio. Pocas veces ha si-do tan claro en este sentido. Palestinose israelíes, cuyos representantes diplo-máticos estaban presentes en el en-cuentro, escucharon una seria admoni-ción pontificia:

Ha llegado la hora

Nadie debe aceptar, en esta partedel mundo que acogió la revelación deDios a los hombres, la banalización deun tipo de guerrilla, la persistencia dela injusticia, el desprecio del derechointernacional o la marginación de losLugares Santos y de las exigencias delas comunidades cristianas. El SantoPadre fue más allá: Israelíes y palesti-

nos sólo pueden proyectar su futurojuntos, y cada una de las dos partesdebe respetar los derechos y tradicionesde la otra. Ha llegado la hora de volvera los principios de la legalidad inter-nacional: prohibición de la apropia-ción de territorios por la fuerza, dere-cho de los pueblos a disponer de sí mis-mos, respeto de las resoluciones de laOrganización de las Naciones Unidasy de las Convenciones de Ginebra, porcitar sólo los más importantes, Si noes así, todo puede fracasar: desde lasiniciativas unilaterales arriesgadas,hasta una extensión difícilmente con-trolable de la violencia.

La situación de Iberoamérica tam-bién preocupa al sucesor de Pedro. Enla América hispana el egoísmo y laambición de poder se han convertidoen los peores enemigos del hombre.En ciertas zonas de América delSur–aclaró–, las desigualdades so-cioeconómicas y culturales, la vio-lencia armada o la guerrilla, la pues-ta en tela de juicio de las conquistasdemocráticas, debilitan el entramadosocial y hacen perder a las poblacio-nes la confianza en el futuro.

Las guerras olvidadas de África(los conflictos argelino, sudanés, laguerra continental de los Grandes La-gos) también atrajeron el interés delPapa, quien exigió que cesen de cir-cular las armas en un continente quetiene más bien necesidad de pan. Elacuerdo de paz alcanzado el pasadomes en Argel entre Etiopía y Eritrea,así como los esfuerzos felizmente con-

cluidos en Somalia, son, según el Pa-pa, motivos de esperanza para África.

En Asia –constató– se dan induda-bles signos de esperanza. Mencionóen particular el diálogo entre las dosCoreas y el proceso de Timor Orientalhacia la independencia.

Pero hay un nuevo flagelo que seabate sobre la tierra y que deja tantasmuertes como las guerras: el despreciode la vida del hombre. Juan Pablo II serefería a las leyes que han «legaliza-do» el aborto o la eutanasia, y ade-más a los modelos culturales que handiseminado la ideología del consu-mismo y del hedonismo a cualquierprecio.

Si el hombre trastorna losequilibrios de la creación, podríallegar a ser irrespirable. A los res-ponsables de la sociedad toca pro-teger la especie humana, procuran-do que la ciencia esté al servicio dela persona, que el hombre no sea yaun objeto que se compra o se vende,que las leyes no estén jamás condi-cionadas por el mercantilismo o lasreivindicaciones egoístas de gruposminoritarios.

Hizo asimismo mención de las vio-laciones de uno de los derechos hu-manos fundamentales: la libertad re-ligiosa, una experiencia que muchosquieren reducir a la esfera de los pri-vado y que encuentra sus casos másflagrantes en Indonesia, y en algunospaíses de obediencia marxista o islá-mica.

Mundo Alfa y Omega 18-I-2001 21H

ABLA

EL

PA

PA

Defender al hombre

Una pregunta viene ense-guida a la mente: ¿Qué es

un año feliz para un diplomá-tico? El espectáculo que ofreceel mundo en este mes de ene-ro de 2001 podría hacer du-dar de la capacidad de la di-plomacia para hacer reinar elorden, la equidad y la paz en-tre los pueblos. Sin embargo,no debemos resignarnos a lafatalidad de la enfermedad,de la pobreza, de la injusticiao de la guerra. Es cierto que,sin la solidaridad social o elrecurso al Derecho y a los ins-trumentos de la diplomacia,estas terribles situaciones se-rían aún más dramáticas y po-drían incluso llegar a ser in-solubles.

El amor de Dios será siem-pre más fuerte que el mal yla muerte. Esta misma luz lle-ga a todas las demás regio-nes de nuestro planeta don-de hombres han elegido laviolencia armada para hacervaler sus derechos o sus am-biciones.

Será siempre tarea de lascomunidades de creyentesproclamar públicamente queninguna autoridad, ningúnprograma político, ningunaideología, puede reducir alhombre a lo que es capaz dehacer o de producir. Los cre-yentes tienen el deber impe-rioso de recordar a todos yen todas las circunstancias elmisterio personal inalienablede cada ser humano, creadoa imagen de Dios, capaz deamar a la manera de Jesús.

Desearía ahora reiterarles, yreiterar por su medio a los go-bernantes que les han acredi-tado ante la Santa Sede, la de-terminación de la Iglesia cató-lica a defender al hombre, sudignidad, sus derechos y su di-mensión trascendente.

JJuuaann PPaabblloo IIII(13-I-2001)

Juan Pablo II, al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede:

El terrorismo de ETAhumilla a toda Europa

El Papa hace un balance de la situación de la paz en el planeta al encontrarse cada año con el Cuerpo Diplomático. Este año lo hizo

ante 175 representantes de Estados acreditados ante la Santa Sede

Page 24: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

La vidaAlfa y Omega22 18-I-2001

La dirección de la semanaEdiciones SM ha puesto en la Red un portal para profesores, con

multitud de recursos gratuitos y servicios, pensados para el mun-do de la enseñanza. Profesores de distintos centros podrán com-partir experiencias de trabajo, actividades desarrolladas en el aula,propuestas didácticas, así como realizar consultas, intercambiarimpresiones o plantear dudas relacionadas con la legislación edu-cativa. A su vez, SM ha elaborado dos prácticos manuales sobre In-ternet para acercarse de una manera amena a esta nueva tecnolo-gía, al uso del correo electrónico y de Internet.

hhttttpp::////wwwwww..pprrooffeess..nneett

INTERNET

hhttttpp::////wwwwww..pprrooffeess..nneett

Nombres propios

El arzobispo de Oviedo, monseñor GGaabbiinnoo DDííaazz MMeerrcchháánn, ha de-cretado, tras la aprobación por el Vaticano, un Año Mariano, al

cumplirse, en este 2001, cien años de la basílica de Covadonga. La doctora MMaarrííaa DDoolloorreess VViillaa--CCoorroo es la directora de la Cátedra

y del Curso de Doctorado en Bioética, que organiza la Cátedra de Bio-ética de la UNESCO: El programa tiene 3 bloques temáticos: cientí-fico, filosófico y jurídico. Más información: Tel. 91 555 59 67.

Ha muerto el último obispo chino nombrado por Pío XII: monseñorMMaattííaass DDuuaann YYiinnmmiinngg, obispo de Wanx Yan. Tenía 92 años, y era muyquerido por la comunidad católica y también por el pueblo, que rin-de ininterrumpidamente homenaje a sus restos mortales. Sufrió per-secución y no pudo participar en el Sínodo de Obispos de Asia ce-lebrado en Roma, porque el régimen comunista se lo impidió.

El padre dominico AAbbeellaarrddoo LLoobbaattoo ha sido galardonado con el Pre-mio Aquino en su XXV edición. La ciudad de Aquino decidió conce-derlo al padre Lobato, que preside la Sociedad Internacional Tomásde Aquino (SITA) y la Academia Pontificia de Santo Tomás.

El salesiano AAllvvaarroo GGiinneell dirigirá, del 19 al 21 de enero en Ma-drid, un taller para iniciar a los jóvenes en la oración. Es una inicia-tiva del Departamento de Pastoral Juvenil Vocacional de la ConferenciaEspañola de Religiosos (CONFER).

El Instituto Nacional de Cultura, de Nicaragua, ha descubierto latumba del primer obispo mártir en Iberoamérica: el dominico FFrraayy AAnn --ttoonniioo VVaallddiivviieellssoo, que llegó allí desde España a finales de 1543 o prin-cipios de 1544, y fue asesinado, a estocadas, en 1550 por defendera los indios. Se le considera el primer obispo de Nicaragua y deCosta Rica. Recibió la consagración episcopal de manos de FFrraayyBBaarrttoolloomméé ddee llaass CCaassaass,, entonces obispo de Chiapas.

En la reciente fiesta de la Navidad ortodoxa, celebrada en Mos-cú por el Patriarca AAlleexxiiss IIII el día de Epifanía, participó el Presiden-te de Rusia, VVllaaddiimmiirr PPuuttiinn, junto con su esposa. Los dos se decla-ran creyentes y miembros de la Iglesia ortodoxa. En su felicitación na-videña, el Presidente pidió a sus conciudadanos que redescubranlas raíces cristianas, y subrayó la importancia de los perennes valo-res cristianos, y el papel fundamental de la fe para los rusos.

MMaarrííaa ddee llooss ÁÁnnggeelleess FFeerrnnáánnddeezz MMuuññoozz,, periodista seglar de la ar-chidiócesis de Toledo, se hará cargo próximamente de la direccióndel programa religioso de la 2 de TVE Últimas Preguntas, en sustitu-ción del dominico y periodista padre JJoosséé AAnnttoonniioo MMaarrttíínneezz PPuucchhee,,que, desde TVE, ha prestado un espléndido servicio a la Iglesia y ala sociedad española durante 17 años. María de los Ángeles Fer-nández tiene 29 años, y es presentadora de programas en el Canaldiocesano de televisión de Toledo.

El profesor de Filosofía don CCaarrllooss DDííaazz, de la Complutense, diri-ge en la Universidad de La Laguna las VI Jornadas de Ética y Políticasobre La Iglesia y los derechos humanos, que organiza el Departa-mento Fe-Cultura, del Centro de Estudios Teológicos de dicha Uni-versidad.

Doña MMaarrííaa ddee MMaaddaarriiaaggaa yy AAlloonnssoo, fundadora de la Asocia-ción Católica para Enfermeras Salus Infirmorum, ha fallecido a los 95años de edad. Fue también fundadora de una Escuela nocturna pa-ra jóvenes obreras, y a ella se deben iniciativas como las Escuelas dePediatría y Puericultura, de Matronas y de Fisioterapia.

Primera imagen de la Virgen de Montserrat

Ha sido hallada la primera imagen dela Virgen de Montserrat pintada sobre

tabla, según ha informado La Vanguar-dia. Técnicos del Servicio de Restaura-ción, de la Generalidad, han encontra-do esta policromía sobre madera, quedata del siglo XVI; es la primera pinturaconocida de Nuestra Señora de Montse-rrat, de la que se han encontrado imá-genes en otros soportes (xilografías, ta-llas y óleos sobre tela). Esta tabla fue ha-llada mientras se realizaban tareas derestauración de la parte inferior de un re-tablo en el Museo de Lérida. La obra ocul-taba una policromía anterior. En la tablaaparece la Virgen, no de color negro co-mo la Moreneta, sino de color blanco, ycon unos ángeles al fondo.

Las Obras Misionales Pontificiasrinden cuentas

Las Obras Misionales Pontificias, que dirige en España monseñor José LuisIrízar, acaban de editar la Memoria de la distribución del dinero re-

caudado en las campañas de Infancia Misionera, Domund, y OperaciónPrimavera de la Iglesia, de acuerdo a los proyectos aprobados por laSanta Sede, en 1999. En ella, las OMP rinden cuentas detallada y pú-blicamente de la aplicación del dinero recaudado en las tres colectaspontificias (Propagación de la Fe, Infancia Misionera, y San Pedro Após-tol). Lo recaudado en total fue 2.880.199.303 pts. En las 341 páginas sedetalla minuciosamente la aplicación de estos fondos, continente por con-tinente y país por país.

El Crucifijo,de Miguel Ángel

La sacristía de la basílica florentinadel Espíritu Santo ya tiene un po-

deroso atractivo más, para los fielesque acuden a rezar y también paralos turistas: después de una cuida-dosa restauración, para limpiar la ta-lla de pinturas y esmaltes y sucie-dades de cinco siglos, ha vuelto a suemplazamiento original (donde fuecolocado en 1492) este Crucifi-jo,maravillosamente policromado,que Miguel Ángel esculpió en ma-dera cuando tenía 18 años, y noera más que un aprendiz en la Cor-te de los Medici.

Persecución en Afganistán

Quien a partir de ahora se convierta al cristianismo o evangelice en Af-ganistán será condenado a muerte, según establece un decreto de No-

hammad Omar, líder del movimiento Talibán, que desde hace cuatroaños ha impuesto, en casi todo el territorio afgano, los fanáticos precep-tos del integrismo islámico. Radio Vaticano ha confirmado tan tremendanoticia, que prevé otras penas; por ejemplo, los propietarios de libreríasque vendan libros propagadores de falsas creencias, serán condenadosa cinco años de prisión. Tan lamentable hecho no autoriza una genera-lización y acusación indiscriminada contra el Islam.

En clamoroso contraste con esa intolerancia, se registran en otros paíseshechos como el del joven musulmán Ryianto quien, en Mojokerto (JavaOriental), ha dado su vida para salvar a cristianos. Pertenecía a una de lasdos asociaciones juveniles musulmanas que participaron en el Servicio deSeguridad de la Iglesia, junto con la policía, en los recientes estallidos vio-lentos de Jakarta. Ryianto, de 25 años, salvó a muchos cristianos que ce-lebraban la Vigilia de Navidad en la iglesia en la que estalló la bomba.

Page 25: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

La vida Alfa y Omega 18-I-2001 23

En su línea de habitual calidad, la EditorialCastalia ha publicado últimamente una se-

rie de pequeños volúmenes del mayor inte-rés literario. Los más grandes autores de nues-tro panorama cultural actual y del pasadomás reciente son presentados con buen gus-

to y alta sensibi-lidad a los lecto-res: así JardielPoncela, GarcíaPavón, Pérez deAyala, Gómezde la Serna y Pé-rez Zúñiga en unprecioso libro debolsillo tituladoRelatos de humordel siglo XX; Aya-la, Cela, Delibes,Aldecoa, Car-men Martín Gai-te y Ana MaríaMatute en el titu-

lado Cuentos (1940-1960); Cuentos se titu-la el de José María Merino editado en la Co-lección Castalia Didáctica.

De entre los últimos títulos citados destacany brillan con luz propia dos auténticos clási-cos, en el sentido más estricto de la palabra:uno, Lope de Vega con su inmortal obra Elacero de Madrid. Otro, don Manuel Ma-chado, cuya figura es esencial para entenderel desarrollo de la poesía española del si-glo XX. Este título, Alma, Caprichos y El MalPoema, ofrece tres etapas sucesivas en sucreación y es un claro exponente del más in-teresante itinerario de su obra poética.

Aunque el concepto de superwoman estácada vez más en desuso, la mujer en la

sociedad actual lleva a cabo una función in-sustituible y creciente, que estas páginas queacaba de editar Ediciones InternacionalesUniversitarias tratan de revalorizar, haciendohincapié en algunos de los problemas conque la mujer seencuentra; porejemplo, a la ho-ra de hacer com-patible su vidafamiliar con laprofesional, ofrente al intento,de imposible lo-gro, de llegar atodo.

La autora, Jo-sefina FiguerasSerra, es una pe-riodista catala-na, subdirectoradurante variosaños de la revista Telva, con muchas horas devuelo internacionales, en diversos países,congresos y reuniones. El feminismo ha muer-to, ¡viva la mujer! tiene un subtítulo sugestivoy provocador: Los desafíos de un siglo nuevo.Uno de ellos, sin duda trascendental para lamujer y para la sociedad, es el de la culturade la vida frente a la cultura de la muerte.Capítulos como el de las paradojas del amor,o el de la tiranía de la imagen, hablan por sísolos de esos retos que la mujer tiene plan-teados en esta que se ha dado en llamar laera de la mujer.

El chiste de lasemana

Libros de interés

Mingote, en ABC

Boletín de la Universidad Católica de Ávila

Con la ilusión yel entusiasmo

de toda obra nue-va, nace este bo-letín de la Univer-sidad Católica deÁvila, cuyo GranCanciller es elobispo diocesanomonseñor AdolfoGonzález Montes, y cuyo Rector Magnífico es don Juan José Sanz Jarque. El boletín, que di-rige Maximiliano Fernández, nace con ocho páginas, coincidiendo con el inicio del nuevo año,del nuevo siglo, y del nuevo milenio. Como se lee en el editorial de portada, desea convertir-se en vehículo de información sobre la Universidad, dentro y fuera de ella, y como un paso másen la construcción de esta Universidad, que ha iniciado ya su cuarto curso.

Para que acabe el terrorismo

Éste es el texto de la oración que, por expreso mandato del arzobispo de Madrid, cardenal An-tonio María Rouco Varela, debe ser rezada en todas las celebraciones litúrgicas de la archi-

diócesis:Por España, para que cese y desaparezca el terrorismo, y todo germen de violencia; pa-ra que los terroristas y sus inductores se conviertan; para que los amenazados y los que ya han si-do heridos en cualquier forma, experimenten ayuda cristiana, las víctimas alcancen el descanso eter-no, sus familiares el consuelo y el amor fraterno, y todos la paz de Dios. Roguemos al Señor.

Cáritas Española, en Kosovo

Cáritas Española sigue desarrollando, con absoluta normalidad, su actividad humanitaria enKosovo, donde trabaja intensamente desde el inicio de la emergencia, hace ahora año y me-

dio. A la vista de la alarma social que han suscitado las recientes informaciones sobre el llamadosíndrome de los Balcanes, Cáritas quiere dejar constancia de que, hasta el momento, no tiene co-nocimiento de que alguno de sus cooperantes –ha tenido desplazados en la zona 30, 16 de ellosen Kosovo, con estancias de entre 2 y 6 meses, a excepción de uno que ha permanecido 17 me-ses– esté o haya estado afectado por leucemia, o algún otro tipo de cáncer, después de habertrabajado en Kosovo. Aunque la relación causa-efecto entre el uranio empobrecido y los casos decáncer detectados entre militares europeos está por confirmarse, es evidente que la utilización deése o de otros materiales peligrosos no es buena en ningún caso.

Mater Clementísima 2000

El Colegio Pontificio Español de San José, en Roma, que rigen los Sacerdotes Operarios Diocesanos,acaba de editar la revista Mater Clementísima 2000, cauce de unión fraternal entre los antiguos

alumnos y los actuales. En este número escriben los cardenales Javierre y Laghi, el arzobispo de Se-villa monseñor Amigo, el Prepósito General de los jesuitas padre Kolvenbach, el sociólogo donJavier Elzo, y el Rector del Colegio don Lope Rubio Parrado, entre otros. Recoge, asimismo, el dis-curso del Papa al Colegio en la Audiencia que le concedió en la Sala Clementina el 1 de diciem-bre de 2000.

Page 26: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la feAlfa y Omega24 11-I-2001

Desde la Carta apostólica El tercermilenio que viene, de 1994, a la deEl nuevo milenio que empieza

(NMI: Novo millennio ineunte), la prime-ra de 2001, han pasado siete años puntalesen el pontificado de Juan Pablo II para lapreparación inmediata y la celebración delJubileo del año 2000, que explica todoslos años anteriores de su pontificado y queiluminan los que el Señor le conceda y nosconceda disfrutar, a caballo de dos siglos ya horcajadas de dos milenios. Ahora he-mos comprendido mejor que introducir a laIglesia en el nuevo milenio, aplicando elConcilio Vaticano II a la situación actual yrenovarla para una nueva evangelización,han sido los objetivos que el Papa se habíamarcado desde el inicio de su ministeriopastoral. Porque vemos posteriormente,en la ejecución, lo que él ya tenía ante-riormente en la intención. Así, pues, laaplicación del Concilio Vaticano II y lapreparación y celebración del Gran Jubileodel año 2000 son y serán claves herme-néuticas fundamentales para interpretar elmagisterio y la misión de Juan Pablo II.La brújula y el sextante para esta singla-dura eclesial.

La brújula, porque el mismo Papa em-plea esa imagen: Después de concluir elJubileo siento más que nunca el deber deindicar el Concilio como la gran graciade que la Iglesia se ha beneficiado en el si-glo XX. Con el Concilio se nos ha ofreci-do una brújula segura para orientarnosen el camino del siglo que comienza (NMI57). La brújula sirve para buscar la direc-ción y llegar a buen puerto.

Y el sextante, porque este mismo su-

cesor de Pedro comienza y concluye esaCarta, para la vida y la acción de la Iglesiadespués de la experiencia jubilar, con laspalabras del Señor a Pedro: Duc in altum,boga hacia alta-mar (Lc 5,14). Se trata deacoger y proyectar el torrente de gracias, lovivido y lo que aún queda, tanto como he-mos vislumbrado y cuanto todavía faltapor alumbrar, durante la navegación de labarca de la Iglesia a través de un nuevo si-glo y milenio que se abren a la luz de Cris-to, Sol del cual ella refleja la luz (NMI54). El sextante sirve para mirar por el an-teojo al sol, o alguna estrella determina-da, haciendo colocar la cruz en el centro y,con la ayuda del arco, el reloj de bitácoray las tablas, medir los grados y saber dón-de se está para ennortar la trayectoria has-ta el término.

El Concilio, y la experiencia jubilar –enningún sitio mejor descrita que en Novomillennio ineunte–, son pues la brújula y elsextante para la navegación de la Iglesiaen este siglo. Que si la primera evangeli-zación, en el primer milenio, vino por elMediterráneo; y la segunda, en el segundo,se extendió por el Atlántico y el Pacífico;

ahora, la tercera, en el tercero, ha de llegarpor todas partes a las nuevas oleadas deniños y jóvenes, y adentrarse desde la su-perficie y el litoral hasta la hondura delcorazón de quienes aún no conocen a Je-sucristo o, si lo conocen, no lo aman ni losiguen. Él es no sólo la plenitud de la re-velación de Dios, sino también la mani-festación más plena de nuestra propia per-sona y dignidad como hijos de Dios Padrey hermanos suyos. Así, el Jubileo resultano sólo memoria del pasado, sino profecíade futuro (NMI 3).

La carta, como el mismo Juan Pablo hadicho, se puede resumir en una sola pala-bra: Jesucristo. Contemplado y vivido enla Iglesia, y en este tiempo, por la comu-nión de su misma obediencia, por la alegríade su resurrección y por la adhesión de fede todo nuestro ser personal y eclesial quenos hace, como Él, hombres nuevos.

Las prioridades pastorales expresadaspor el Papa, que, sin duda, como en el ca-so de la anterior Carta apostólica, pasarána los programas de acción de diócesis yConferencias Episcopales, nos remitenprácticamente a la esencia del cristianismo:la santidad, a la que todos estamos llama-dos; la oración que nos descubre la volun-tad de Dios, pues cumplirla es santificarse;en la centralidad de la Eucaristía y en lacontinua conversión de la Penitencia; paraaplicar la Palabra a nuestra vida, y anun-ciarla a quienes no han recibido la BuenaNoticia, siendo, por la caridad, testigos delamor. Con una espiritualidad de comunión,no sólo de communis unio, sino tambiénde commune munus; con nuevas vocacio-nes de sacerdotes, consagrados, y de laicosconsagrados en su Bautismo y dedicaciónapostólica; en la Iglesia y con los hermanosseparados; ante los retos de la paz, la viday la cultura, informados por la ética cris-tiana y abiertos al diálogo en la misión.

Con Santa María. Muchas veces, en es-tos años la he presentado e invocado como«Estrella de la nueva evangelización». Laindico aún como aurora luminosa que guíasegura nuestro camino (NMI 58). Porque,en el día al Sol, pero en la noche, a estaestrella se enfoca el sextante para la nuevatravesía misionera.

Joaquín Martín AbadDirector del Comité episcopal

para el Jubileo

De la brújula y el sextantepara la singladura eclesial

Si la primera evangelización, en el primer milenio, vino por el Mediterráneo; y la segunda, en el segundo, se extendió

por el Atlántico y el Pacífico; ahora, la tercera, en el tercero, ha dellegar por todas partes a las nuevas oleadas de niños y jóvenes, y adentrarse hasta la hondura del corazón

de quienes aún no conocen a Jesucristo o, si lo conocen, no lo aman ni lo siguen

Peregrinos a TierraSanta, ante el lago

de Genesareth

Page 27: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

El Jubileo, ante todo, ha sido una gran fiesta por el nacimiento de Jesu-cristo. Las distintas celebraciones litúrgicas y no litúrgicas, tanto en Ro-ma y en Tierra Santa como en las Iglesias particulares, han rezumado un

ambiente festivo y gozoso por la presencia y la actualidad de Cristo entre noso-tros. El Jubileo ha tenido un profundo sabor cristológico; hemos celebrado no só-lo un acontecimiento ocurrido hace 2.000 años, sino tamibién la actualidad de supresencia entre nosotros (Cristo ayer, hoy y siempre), la actualidad de la histo-ria de amor que se prolonga en nuestro tiempo alcanzando a todas las generacionesy personas (Tanto amó Dios al mundo que le dió su propio Hijo...) Éste es el se-creto que ha hecho posible que nos reuniéramos en torno a Él con la concienciade ser el pueblo que siente la alegría por la presencia de su Señor.

Los frutos de este encuentro personal y comunitario con Jesucristo son difí-ciles de medir. Muchos frutos sehan dado en el interior de los co-razones de los fieles y, como hadicho recientemente el Papa, nopueden calcularse con una mi-rada puramente humana. SóloDios sabe el bien que se ha pro-ducido en los corazones que sehan encontrado con Él. Otrosmuchos frutos han sido y son vi-sibles. Destacaré algunos:

Las manifestaciones ex-ternas han rezumado espíritu go-zoso, don del Espíritu Santo. Lohemos podido comprobar en to-dos los encuentros jubilares conlos fieles.

La profundización en la ex-periencia de ser Iglesia dioce-sana. El Papa había determina-do, en la Carta apostólica Tertiomillennio adveniente y en la Bu-la Incarnationis Mysterium, quela celebración del Jubileo tuvie-ra lugar en Tierra Santa, en Ro-ma y en las Iglesias particulares,del mundo entero. Ha sido unaintuición pastoral de relevanciaextraordinaria. El Jubileo ha te-nido un carácter marcadamentediocesano. Ha constituido unaexperiencia de fe que el puebloha vivido en torno a su obispoen la catedral o en los santuariosmás significativos.

En las conversaciones que hemantenido con los distintos obis-pos, todos destacaban el gozoque hemos sentido al celebrareste acontecimiento de graciatan unidos a las gentes de nues-tros pueblos y barrios, de parro-quias de todo tipo. Esa mismaalegría la han experimentado también muchísimos fieles y así lo han manifestado.

El Jubileo ha ayudado a tomar conciencia de ser Iglesia particular y a redes-cubir la pertenencia a la misma. En este punto quiero mencionar las numerosascartas pastorales de los obispos con el fin de confirmar y alentar la fe del pueblo.

El Jubileo ha dado origen a una creatividad y originalidad extraordinarias,en cuanto a iniciativas y modos de celebrar el Jubileo. Esta originalidad no se hadado sólo en la liturgia, donde se han conjuntado fidelidad y creatividad; tambiénen multitud de iniciativas sociales que han puesto de manifiesto el carácter so-lidario y social del Jubileo. Desde la petición de la condonación de la deudaexterna, hasta la visita a enfermos y minusválidos en las que se podía recibir lagracia jubilar. La dimensión liberadora del mensaje del primer Jubileo proclamadoen la sinagoga de Nazaret ha resonado fuertemente en las conciencias de losfieles y se ha expresado en una muy generosa colaboración en proyectos que han

marcado la preferencia de la Iglesia por los pobres y excluidos, de la propiaIglesia diocesana y de más allá de nuestras fronteras con los misioneros y con eltercer mundo.

Han sido muy dignas de consideración las expresiones culturales con lasque el acontecimiento de la encarnación y del nacimiento de Jesucristo se ha re-flejado a través del arte y de la historia de la Iglesia. En muchas diócesis las ex-posiciones de los más hermosos cuadros, imágenes, objetos sagrados y docu-mentos de la Iglesia particular han puesto de manifiesto hasta qué punto el mis-terio de la Encarnación y la persona de Jesucristo ha conformado nuestra cultura,ha embellecido nuestros paisajes y ha entrado fecundamente en el corazón ymanera de ser de los fieles.

Todas estas manifestaciones han hecho patente el arraigo del mensaje evan-gélico en nuestros pueblos y hanmostrado la belleza del rostro deCristo, de su doctrina y estilo devida, que han sido captados porlos artistas de todos los tiempos yépocas. Estas expresiones nos hanpermitido reconocer con gratitudlas raíces cristianas de nuestra cul-tura y nos han espoleado para queese diálogo entre la fe y la culturasiga creciendo especialmente ennuestros días.

La esperanza, renovada

Hemos terminado la celebracióndel Jubileo; se ha cerrado la Puer-ta Santa material, pero, como de-cía el Papa, ha quedado abierta laPuerta viva que es Cristo. En miopinión, el Jubileo, a pesar de quecon tantos actos hemos sentido fa-tiga en algunos momentos, nos hadejado cargados de ánimos paraafrontar con esperanza el nuevomilenio que ha comenzado.La celebración del Jubileo ha pues-to de manifiesto las magníficasenergías que tiene el Evangelio y lapresencia de Cristo para renovar-nos, revitalizarnos y empujarnosen la nueva evangelización. El Ju-bileo ha puesto de relieve que,cuando convocamos al pueblo deDios para encontrarnos en torno aJesucristo, el pueblo responde;cuando ofrecemos con seriedad elsacramento de la Penitencia, unidoa la invitación a la conversión per-sonal, a pesar de las crisis, los fie-les descubren en él un sacramentorenovador; ha revelado lentamenteque, cuando se presentan objetivos

precisos en favor de los pobres, nuestro pueblo responde con generosidad.En este Año Jubilar hemos dado muchos pasos, hemos revivido muchas lu-

ces y gracias del Espíritu Santo que no podemos guardar para nosotros mis-mos, sino que hemos de entregar a nuestros hermanos y a los hermanos de ge-neraciones venideras. Todas estas gracias, luces y pasos nos han de dar un nue-vo impulso para que, como nos ha recordado el Papa el pasado 6 de enero en suhermosa carta Novo millennio ineunte –Al comienzo del nuevo milenio–, poda-mos seguir viviendo y trabajando llenos de convicción evangélica, sabiendoque Jesucristo es la paz, la alegría y la salvación de todo hombre.

+ José Vilaplana Blasco

Desde la fe Alfa y Omega 11-I-2001 25

Mirada de fe al Año Santo

El Jubileo, fiesta que renuevaEl obispo de Santander y Presidente de la Comisión episcopal de Pastoral, responsable de la coordinación del Jubileo en España, monseñor José Vilaplana Blasco, escribe un balance de lo que ha supuesto este Año Jubilar para nuestras diócesis:

Un peregrino toca uno de los panales de la Puerta Santa

Page 28: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la feAlfa y Omega26 18-I-2001

Benjamín R. Manzanares

Por qué esta Semana de oraciónpor la unión de los cristianos?La oración por la unidad siempre se

ha dado en la Iglesia. El lema de este añopara la celebración de la Semana es Yo soyel camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6). Sicada uno pide por la unión de los otros a supropia Confesión, estaríamos fuera de lametodología del ecumenismo –tan fuerte-mente impulsado por los últimos Papas–,ya que éste no es conversionismo, sinounionismo. La intencionalidad de la ora-ción ecuménica y programada conjunta-mente por la Iglesia católica y el ConsejoEcuménico de las Iglesias, tiene como pun-to de mira el propuesto por el padre Cou-turier: Señor, únenos por los caminos queTú quieras y como Tú quieras.

¿En qué aspectos se ha ido avan-zando y cómo son las relaciones entrelas distintas Confesiones actualmente?

Me gusta comparar el ecumenismo conlas olas del mar, con sus avances y retro-cesos, pleamar y bajamar, debido a diversascausas, eclesiales unas y ambientales otras.El ecumenismo, que es un movimiento in-divisible , en cuanto que es el mismo paratodos los cristianos, es irreversible, comotantas veces ha repetido Juan Pablo II. Nopuede detenerse, aunque haya momentos deaminoración de velocidad en su marchahacia la meta. Todos los pastores debenconvencerse de que es prioridad pastoralpara que no lo arrumben en el cajón de lostrastos inútiles o lo encierren en el calabo-zo de las cosas espinosas y mortificantes,aunque realmente lo es. El ecumenismotiene futuro. No puede perder actualidadmientras no haya desaparecido la causaque lo motiva: la desunión.

¿Qué pasos nos indica la nueva Car-ta apostólica Novo millennio ineunte?

Tiene como dos caras: una llena de

fruición gozosa mirando a los gestos ecu-ménicos realizados por el mismo Santo Pa-dre, a lo largo del año que acaba de termi-nar; y otra, exigente, sobre la renovaciónde la Iglesia y las actitudes pastorales queen ella deben adoptarse de cara al compro-miso de la evangelización del mundo.

Desde el punto de vista ecuménico, tie-ne una frase verdaderamente antológica,en la que descubrir una vez más su cora-zón poblado de ansias de unidad. Además,parece plenamente adaptado a este mo-mento que estamos viviendo, inmediata-mente antes del comienzo de la Semana deoración por la unidad de los cristianos. Di-ce: La oración de Cristo nos recuerda queeste don ha de ser acogido y desarrolladode manera cada vez más profunda. La in-vocación «que todos sean uno» es, a la vez,imperativo que nos obliga, fuerza que nossostiene y saludable reproche por nuestradesidia y estrechez de corazón. La con-fianza de poder alcanzar, incluso en la His-toria, la comunión plena y visible de todoslos cristianos se apoya en la plegaria de

Jesús, no en nuestras capacidades. He ahí,en una sola frase, todo un tratado sobre ladimensión espiritual del ecumenismo.

Dice el Papa en su última Carta apos-tólica: No es una ofensa a la identidad delotro lo que es un don para todos, que sepropone con el mayor respeto a la liber-tad de cada uno. Eso no puede ser objeto deuna especie de negociación dialogística,como si para nosotros fuese una simpleopinión. En esta Carta apostólica, el Papaestá hablando del diálogo interreligioso,no del diálogo ecuménico. Son dos cam-pos diferentes, como lo dice a continua-ción al hablar de la Iglesia misionera. Unacosa es la misión y otra el ecumenismo; sibien el ecumenismo tiene como finalidad launidad de los cristianos, tiene como meta fi-nal la evangelización.

Me gustaría definir el ecumenismo comouna marcha hacia la Unidad por la oración,el diálogo y la colaboración para la evange-lización. El ecumenismo tiene como meta launidad de los cristianos, de cara a la evange-lización del mundo. Para la consecución deese objetivo es necesaria la oración, porquese necesitan unas fuerzas sobrehumanas paralograrlo. Es necesaria también la colabora-ción intereclesial, pero no se puede realizarsino mediante el diálogo teológico, ya que ca-da Iglesia tiene su modelo de unidad. Al entraren diálogo, cada uno de los representantes decada Iglesia está en la obligación de presentarel modo de pensar de su propia Confesión y notraicionarlo. El diálogo teológico interconfe-sional es una cosa muy seria, y en el que cadaparticipante no se presenta a sí mismo, sino elmodo de pensar de su Iglesia. La búsquedade la unidad no puede pasar por alto la cues-tión de la verdad. Cualquier intento de llegara la unidad por otros caminos prescindiendo dela verdad revelada, está condenado al fracaso.

Cada una de las Iglesias que están com-prometidas en el diálogo teológico, pre-senta un modelo de unidad. ¿Cómo llegar aun solo modelo de unidad? Ésta es la grandificultad, pero paso necesario para alcan-zar la meta, que es la unión de todas en unasola Iglesia.

Semana de Oración por la unidad de los cristianos

Cristianos juntos en camino

Con motivo de laSemana de Oraciónpor la Unidadde los Cristianos,–desde hoy hastael 25 de enero–,don Julián GarcíaHernando, Directordel CentroEcuménicoMisionerasde la Unidad,habla paraAlfa y Omega

Actos interconfesionales en Madrid

JJuueevveess 1188, 20 h.: Celebración en la catedral de la Iglesia Evangélica Reformada de España (calle Be-neficiencia, 18), preside su obispo Carlos López.VViieerrnneess 1199, 20 h.: Iglesia anglicana de San Jorge (calle Nuñez de Balboa, 43), preside el diáconoAnthony Ball.SSáábbaaddoo 2200, 19.30 h.: Celebración ecuménica de jóvenes, en la parroquia del Corazón de María (ca-lle Ferraz, 74).DDoommiinnggoo 2211, 19 h.: Vísperas según el rito de la Iglesia ortodoxa rumana en el colegio de la Conso-lación (plaza Madre Molas, s/n), preside Teófilo Moldovan, sacerdote ortodoxo rumano.LLuunneess 2222, 20 h.: Vísperas según el rito benedictino en el monasterio benedictino de Montserrat (ca-lle San Bernardo, 79), preside su Prior, padre Ramón Álvarez Velasco.MMaarrtteess 2233, 20 h.: Iglesia Evangélica Española (calle Bravo Murillo, 85), preside el pastor Julio RobertoAsensio.MMiiéérrccoolleess 2244, 20 h.: Iglesia Evangélica Alemana (Paseo de la Castellana, 6), preside el pastor Han-nes Bauer.JJuueevveess 2255, 20 h.: Catedral de la Almudena (calle Bailén, 8), preside monseñor Eugenio Romero Po-se, obispo auxiliar de Madrid.

Cristianos juntos en camino, se lee en la pancarta

Page 29: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la fe Alfa y Omega 18-I-2001 27

El cambio de milenio nos estátrayendo desde Hollywood mu-chas películas esotéricas, satá-

nicas y gnósticas, casi todas pueriles,llenas de tópicos casposos y defenso-ras de una religiosidad puramente sen-timental y pret a porter que eliminedefinitivamente el lastre oscuro y per-verso de las instituciones, principal-mente de la Iglesia romana. En gene-ral son películas raquíticas cuyo prin-cipal delito es su poca seriedad y nin-gún rigor. Al menos cuando Buñuel,Dreyer y Bergman (no casualmenteeuropeos) arremetían contra los peca-dos de las Iglesias (protestantes o ca-tólica) lo hacían con la inteligencia dehombres cultos que buscaban más lareflexión que el espectáculo circense.Pero ya sabemos que en Hollywoodtodo vale.

Sin embargo, la recién estrenadaThe Body es algo distinta. Aunque co-mo película es, al igual que las otras,bastante aburrida y plana, con unguión imposible y barrocamente pre-tencioso, sus mensajes new age estánmucho más afinados que los de suspredecesoras. Dicho de otra forma, losautores del film (el novelista Ben Sa-pir, el director-guionista Jonas Mc-Cord y el productor hebreo Rudy Co-hen) saben bastante bien de lo que ha-blan y lo que quieren.

El argumento del film es más o me-nos como sigue: Sharon, una arqueó-loga judía descubre una tumba con uncuerpo que tiene demasiadas seme-janzas con el de Cristo: época, edad,lugar, heridas, forma de muerte, etc.Un alto funcionario israelí, Moshe Co-hen, pone el hecho en conocimiento

del Vaticano con fines de chantaje po-lítico (un Vaticano lleno de cardenalessiniestros y manipuladores). Roma en-vía a un sacerdote a investigar: Gutié-rrez, un jesuita salvadoreño, antiguoteólogo de la liberación (Antonio Ban-deras). Una vez allí, éste se encuentracon un patético arqueólogo dominico(interpretado por Derek Jacobi) elcual, cuando intuye que el cuerpo en-contrado es el de Cristo, directamentese suicida. Gutiérrez también se topacon otro sacerdote, hippie, internautay que pasa de todo, precursor ideal dela Iglesia light que se nos propone.Tampoco falta una especie de monjetibetano que cuida el jardín. En eseidílico ambiente de profunda religio-sidad, Gutiérrez comienza su investi-gación acompañado de la guapa ar-queóloga con la que iniciará una amis-tad nada celibataria. Los judíos orto-doxos, los integristas islámicos y todoun catálogo de talantes religiosos ymaniobras políticas se entrecruzan enla tarea de Gutiérrez que acaba col-gando la sotana y refugiándose en sunueva relación afectiva, superadoradel esquematismo religioso de unaIglesia llena de ambiciones humanas.

El conflicto central está claro: ¿Quépasaría si Cristo no hubiese resucita-do? Todos lo sabemos, ya lo dijo elApóstol: vana sería nuestra fe. Has-ta ahí, la película es intachable: Gu-tiérrez, que investiga el cuerpo halla-do que podría ser el de Jesús, sabe quetodo se juega en ese Hecho, centro dela fe. Sin embargo, lo que dice soca-

rronamente la película es todo lo con-trario: si Jesús no resucitó, no pasanada. En el fondo, la fe en la divinidadde Jesús es un instrumento de poderde la Iglesia católica, que se alimentadel sueño de millones de personas,afirma Gutiérrez. Lo que importa esque Jesús habló del amor, de la gene-rosidad y de esas cosas tan hermosasque nos hermanan a todos. La religiónno se basa en la razón, sino en unanecesidad primaria. El cristianismoseguirá existiendo aunque Cristo nohubiese resucitado, afirma Moshé Co-hen.

Esta tesis viene trufada de intere-sante guarnición. Por un lado, el he-cho de enfrentar a dominicos y je-suitas, y que el protagonista sea uncura ex-guerrillero llamado Gutié-rrez, que se presenta como manipu-lado e instrumentalizado por la Cu-ria, son elementos que buscan ponerde manifiesto lo contaminante y con-tradictorio que supone vincular la fepersonal a instituciones tan humanascomo la Iglesia. Asimismo el viejodebate entre fe y ciencia se ventilaaquí sin rubor, afirmando que lo im-portante es hacer ciencia dejando aDios al margen, y poniendo comoejemplo de superstición medieval laSábana de Turín –por cierto, proto-tipo de investigación científica ex-haustiva–. De ahí el film pasa a ha-blar de la doble verdad, la de la ra-zón científica, por la que Cristo pudono resucitar, y la verdad de la fe, quees la del corazón.

Conclusión, la de siempre: Henride Lubac fue profeta cuando se deci-dió a investigar en profundidad la pos-teridad espiritual de Joaquín de Fio-re. El tercer estadio de la religión hallegado: nos quieren arrebatar el Acon-tecimiento de la Encarnación en nom-bre de una era espiritualista, univer-sal, cósmica, parapsicológica, de va-lores tan abstractos como comunes,donde Oriente y Occidente se fundenen la armonía de alma más alienanteque el hombre haya podido imaginar.Afortunadamente siempre nos queda-rá esa casta meretrix, llena de peca-do, corrupción y maldades, llamadaMadre Iglesia, donde se custodiará vi-va la única esperanza real de la His-toria: precisamente el Cristo resucita-do al que nos quieren disolver en aguacon azúcar.

Juan Orellana

Cine: The Body

Por fin Hollywoodse quita la careta En los últimos años hemos

sugerido muchas veces queel cine americano tiene

abiertas dos batallasde mentalización planetaria

en las que se empleacon una eficacia indiscutible:

la trivialización idílicade la homosexualidad y la

difusión de una religiosidaduniversal en formato new age.

La última película americanade Antonio Banderas, The

Body, confirma definitivamenteesta segunda tendencia.

Apunta directamente al núcleodel Acontecimiento cristiano:

la divinidad de Jesús

Dos instantáneas del film

Page 30: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la feAlfa y Omega28 18-I-2001

Sí. La dignidad, más que el ho-nor, más que el indispensable,pero mero honor. La dignidad

es algo más, mucho más hondo, másconsustancial al ser humano. Y estefantástico y realísimo retablo de dig-nidad que nuestro inmortal don PedroCalderón de la Barca supo expresar,insuperablemente, en la figura de Pe-dro Crespo, Alcalde de Zalamea, lograestos días, sobre las tablas del madri-leño Teatro de la Comedia, el encen-dido y justo aplauso del público, que,ya al llegar, encuentra la firma, en ro-jo, de nuestro clásico del Siglo de Oro,a telón cerrado, campeando sobre elescenario.

La Compañía Nacional de TeatroClásico, bajo la buena dirección de Jo-sé Luis Alonso de Santos, ofrece conesta versión de El Alcalde de Zala-mea, un buen homenaje a Calderón,un homenaje digno que compensa re-cientes incomprensibles entuertos eintolerables osadías y moderneces delpeor gusto, que no fueron otra cosaque una falta del más elemental res-peto a uno de los grandes genios delteatro de todos los tiempos.

Dice Andrés Amorós, Director Ge-neral del Instituto Nacional de las Ar-tes Escénicas y de la Música, que es-ta obra ha sido siempre piedra de toquepara los grandes actores españoles.Así ha sido y así es. El amplio repartosale muy bien parado de tan arduo em-peño. Está bien el deje del lenguajepopular, y muy bien dicho, en gene-ral, el verso. Roberto Quintana haceun Pedro Crespo muy matizado y creíble, aunque en algún momento, ami modesto entender, sobra un puntode desmesura en su tono de voz. Lasdemasías siempre están de más, y ver-sos inmortales como

Al Rey la hacienda, y la vidase ha de dar; pero el honores patrimonio del almay el alma sólo es de Diosno se pueden recitar de corrido, co-

mo cualquier otro verso del texto. Enalgún momento Oscar Rabadán, envez del capitán don Alvaro de Atayde,parece un juglar susurrante. Magnífi-ca Carmen del Valle, en Isabel, la hijade Pedro Crespo; José Luis Santos enDon Mendo y Camilo Verdaguer en

Nuño; también Pepe Viyuela, en Re-bolledo, y Jordi Dauder, en don Lopede Figueroa... Buena la dirección es-cénica de Sergi Belbel. La escenogra-fía de José Manuel Castanheira –unacuriosa abstracción con charco de aguamultiuso y barra azul transversal in-cluida– es, a mi juicio, discutible; pe-ro lo importante es que, si no ayuda, almenos no estorba a lo esencial.

M.A.V.

Teatro

El alcaldede Zalamea, o la dignidad

Una escena de la obra. Arriba, el cartel anunciador

Page 31: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la fe Alfa y Omega 18-I-2001 29

Motorde creatividad

Que un escritor inaugure una nueva co-lección de una nueva editorial en los Es-

tados Unidos es una buena y poco frecuentenoticia; que el libro sea religioso y escritodesde un talante católico es aún más infre-cuente; pero el hecho es que acaba de apa-recer La perspectiva cristiana (The ChristianPerspective, by Julián Marías. Halcyon Press.Houston 2000), en una muy cuidada tra-ducción al inglés de Harold Raley, al tiem-po que en España acaba de aparecer la sép-tima edición de este claro, breve e intensolibro.

En la introducción, el profesor Raley, re-conocido filósofo hispanista y biógrafo deMarías, afirma:

La esencia cristiana que brilla en las pá-ginas de esta obra iguala en espíritu ilumi-nador y aspiración ecuménica con el cris-tianismo de C.S. Lewis, aunque los dos es-critores alcanzaron este mismo terreno desdedos caminos diferentes. Lewis, a quien Maríasadmira mucho, partió de una primera etapaagnóstica y un posterior anglicanismo; Ma-rías, desde una larga vida moldeada en fecatólica.

Ambos argumentan con fuerza en contrade una tesis asumida por algunos pensadoresy artistas modernos, que el cristianismo esuna religión acabada… Para Marías, lejos deser una reliquia del pasado, el cristianismocontiene inmensas reservas de creatividadsin descubrir.

Marías –continúa en su introducción– hautilizado la metafísica orteguiana como pun-to de arranque en sus cincuenta años de ex-plorador sobre la persona humana que aho-ra culmina con «La perspectiva».

Es el testimonio de un pensador que haapostado con energía su vida entera a des-velar las verdades filosóficas y las verdadescristianas. Escrito desde un profundo respectosobre la condición humana y el mundo realen el cual vivimos, «La perspectiva cristiana»exhala la cordial sabiduría de aquellos queno tienen miedo ni a la verdad ni al com-promiso con el error. Finalmente, este libromerece releerse, pues cada lectura es ali-mento para la mente y un fiesta para el es-píritu.

Que esto se diga desde los Estados Uni-dos, desde una nueva colección, en un in-glés puro, exigente y elegante, es quizá unsíntoma alentador de los tiempos que co-mienzan. Celebrémoslo.

LLeettiicciiaa EEssccaarrddóó

PUNTO DE VISTAL I B R O SEntre las memorias, el diario íntimo o públi-

co, el ensayismo, la narración, y el cartelismo,coloca Umbral su último libro, cuyo subtítu-

lo (Del socialismo a don Froilán), a mi parecer, res-ponde más a la verdad de su contenido que su título:Madrid, tribu urbana. Son, estas 258 páginas edi-tadas por Planeta, no tanto otro retrato umbralianomás de Madrid y de sus variopintas tribus, como unserial, un increíble culebrón, como los de la tele, só-lo que mucho mejor escrito, y que cuenta de qué leparece a Umbral que ha ido la bola, desde el socia-lismo hasta el nacimiento de don Froilán. Digo, dequé le parece a Umbral que va, que no es lo mismoque de qué va, o de qué ha ido, a ver si nos entende-mos...

Menos cuando habla –y cada vez habla más por-que no tiene más remedio– de la Iglesia o de la reli-gión católica, estoy por decir que es el libro más lú-cido y sincero de Umbral. Cuando habla de la Igle-sia católica, no sé si será sincero, –supongo que sí, notengo por qué dudarlo–, pero, desde luego, lúcido, no,sino tristemente lastrado de sus ya rancios y aburri-dos prejuicios. Dice cosas estupendas: A los comu-nistas nos miraban de lejos, con desprecio, como sifuéramos otro fascismo. Que le pregunte a Revel. Ohace preguntas como dardos: ¿De qué sirve la de-mocracia, el gobierno del pueblo, cuando ya no haypueblo, sino contingentes del consumo y fanáticos del2000? O afirmaciones categóricas: Se hizo socialis-mo fácil –divorcio, aborto, libertades en la calle–, pe-ro nadie le metió mano al socialismo duro.

Lo del socialismo y Umbral es, a decir poco, cu-rioso hasta más no poder: no sabe uno si se refiere alsocialismo cafre –él lo llama bolchevismo–, o al so-cialismo hipócrita, que él llama científico. ¡Toma, ytan científico...! 17 millones me han llevado los deHacienda el año pasado, reconoce. Hace falta muchaciencia para engañar durante tanto tiempo a tantagente.

M.A.V.

El canonista don José Giménez y Martínez de Carvajal ca-lifica esta prolífica obra de la doctora María del Carmen de

Frías García de extraordinaria. Los motivos son varios. De en-tre ellos destacamos la profusión documental, la capacidad desintetizar los procesos de respuesta episcopal a la marcha de losacontecimeintos, durante el agitado período de la II República,así como la profundidad de las conclusiones presentadas. El li-bro nos muestra lo fundamental de una tesis doctoral, defendidaen la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, de la Uni-versidad Complutense, dirigida inicialmente por el profesorJosé Antonio Maravall, y posteriormente, debido al falleci-miento del anteriormente mencionado, por el profesor Car-los Corral Salvador. La dinámica propia de la tesis doctoralmarca los acentos en una serie de aspectos metodológicos quefavorecen la consulta íntegra de un estudio de estas caracte-rísticas. En el caso que nos ocupa debemos recalcar el valor dela utilización de los Boletines eclesiásticos de las diócesis es-pañolas como fuente primaria de esta investigación. Una uti-lización que no abandona los referentes de una bibliografíasuficiente, máxime cuando no hace mucho tiempo aparecióen el mercado la discutida incursión en este campo del jesuitaÁlvarez Bolado, que tiene una línea de fondo común con laque ahora estamos presentando. Sin embargo, toda aportaciónque concluya con la referencia a la pluralidad de las respuestasepiscopales a los grandes núcleos de conflicto entre la Iglesiay la II República es bien recibida.

J.F.S.

Del socialismo, a don Froilán Título: Madrid, tribu urbana. Del Socialismo adon FroilánAutor: Francisco UmbralEditorial: Planeta

El valor de lasfuentes históricas Título: Iglesia y Constitución. La jerarquía católica ante la II RepúblicaAutor: Carmen de Frías GarcíaEditorial: Centro de EstudiosPolíticos y Constitucionales

Page 32: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la feAlfa y Omega30 18-I-2001

GENTES

Carlos Ximenes Belo, obispo de Dili y Nobel de la Paz«En algunas zonas los cristianos son perseguidos. En las Molucas temo que lacomunidad cristiana llegue a desaparecer. Pero no es éste el problema de Ti-mor; no es por esta razón por la que nuestro país se encuentra ahora en estasituación de necesidad. Aún hay 120.000 refugiados en Timor Occidental queviven en condición de rehenes. Quieren regresar, pero permanecen vigiladospor los servicios secretos indonesios, viven amenazados. La misión de NacionesUnidas ha nacido con el objetivo de crear las condiciones para la puesta enmarcha de un Gobierno autónomo. Sin embargo, la gente exige primero quese reconstruya el país. Timor necesita una clase media capaz de sacar ade-lante el país».

Antonio Cañizares, arzobispo de Granada«Un año más, desde hace más de quinientos, sin interrupción, la comunidadcristiana, ampliamente mayoritaria en Granada, se reúne en torno al altar deCristo, y junto a nuestra Señora, la Virgen María, Auxilio de los cristianos,para renovar el agradecimiento y la súplica de la gracia especialísima que fue,es y seguirá siendo para el pueblo de Granada el haber recuperado, en laspostrimerías del siglo XV, la fe en Jesucristo como forma de vida que configu-ra su ser más propio y su identidad más plena, desde los albores de la evan-gelización a finales del siglo I y en los comienzos del II. Hoy celebramos y re-novamos aquí aquel momento beneficioso de gracia, que no ha dejado de ha-cerse sentir sobre Granada, y esperamos que no deje jamás de sentirse».

Helena Boyra, letrada de las Cortes«A veces nos olvidamos de la generosidad fundamental, la llegada de Dios almundo. Lo hemos convertido en regalos y fiesta. No es fácil ser generosa: lagenerosidad es la grandeza del alma y sólo se alcanza con la santidad. Ten-go una hija con parálisis cerebral y he visto a mi alrededor muchos casos degran generosidad, de entrega. Seamos generosos en las pequeñas cosas,en lo cotidiano. Si las estadísticas dicen que los españoles somos generosos,quizá se deba a nuestra herencia católica».

¿Encerrados en la sacristía?

Para qué clonarHasta hace muy poco tiempo, los científicos

consideraban que sólo las células de em-briones poseían la capacidad de autorreno-varse casi ilimitadamente y la capacidad deoriginar células madre de las que se derivenuna gran variedad de células muy diferen-ciadas (nerviosas, musculares, hemáticas...).Las células con estas capacidades se llamanestaminales. Pueden, por decirlo de algunamanera, reprogramarse para que se repro-duzcan muchas veces, bien dando lugar acélulas iguales, bien para generar tejidos dis-tintos. Parecía, pues, que enfermedades de-generativas como el Parkinson y el Alzhei-mer, metabólicas como la diabetes, y onco-lógicas como la leucemia se anunciaban co-mo curables en un futuro, por medio deltransplante de células y tejidos procedentes dela clonación humana. En los años más re-cientes se ha descubierto que las células es-taminales de adultos, además de reproducir-se dando lugar a células iguales, pueden re-programarse para generar tejidos distintos. Sesabe cómo reconocerlas, seleccionarlas, man-tener su desarrollo y formar diversos tipos decélulas. Por lo tanto, sirven para los mismospropósitos que las células embrionarias.

Entonces, ¿para qué clonar? La clonacióndestinada a producir copias de un individuooriginal ha sido, desde el primer momento, re-chazada por todo el mundo: unos, por el res-peto que les merece la vida humana en todassus fases; otros, por las posibles consecuen-cias que podrían derivarse de tal procedi-miento. La clonación que algunos todavíadefienden, y que incluso ha sido aprobadapor el Parlamento Británico el pasado 19 dediciembre, es la que tiene como objeto laobtención de las células reprogramables an-tes mencionadas, para conseguir células ytejidos que puedan transplantarse.

El contrasentido está, precisamente, aquí.Si de lo que se tratara es de reproducir célulasidénticas partiendo de una única célula pro-genitora como en los cultivos celulares; o dela mera producción, con técnicas de prolife-ración celular in vitro, de tejidos destinadosa implantación, no cabría ninguna objeciónética. En cambio, se pretende insistir en laproducción de células y tejidos partiendo deembriones humanos clonados; es decir, de se-res humanos a los que se interrumpirá el de-sarrollo, para poder utilizarlos como mate-rial biológico de gran valor para reparar te-jidos degenerados en un individuo adulto.Si estas células reprogramables se puedenencontrar en muchos tejidos de un adulto –enel hígado, en el cerebro, en la médula ósea,etc., e incluso en la sangre del cordón um-bilical en el momento del parto–, ¿qué senti-do tiene, entonces, fabricar un embrión hu-mano, que será destruido, con la finalidad deobtener células que podemos conseguir conotras técnicas? ¿No deberíamos, más bien,promover y alentar la investigación en estasmodernas técnicas, que además pueden seraceptadas por todos?

Una vez más, queda patente que la in-vestigación científica no está reñida con lasconsideraciones éticas de respeto a toda vi-da humana, ya desde el momento de su con-cepción.

DDrraa.. DDoolloorreess VVooll ttaass

PUNTO DE VISTA

Me temo lo peor... Durante el esplendoroso Año Jubilar que hemos vivido, los millones de cris-tianos que salimos a los caminos para pedir perdón por nuestras miserias, faltas y pecados;

los niños, jóvenes, maduritos y ancianos que hemos peregrinado para manifestar, en multitud,nuestra fe y nuestra esperanza en la misericordia de Dios fuimos noticia. Hemos merecido los ho-nores de la primera página de los periódicos y de la apertura de los telediarios. Tengo mis dudassobre si ese despliegue mediático que se nos ha concedido se debía a la cantidad –¡dos millonesde chavales en Tor Vergata!, se voceaba con pasmo– o a la calidad de lo que estábamos hacien-do: algo tan sencillo como manifestar nuestras creencias al aire y al viento, con libertad y alegría.

Y digo que me temo lo peor porque sospecho que la tregua ha terminado en el mismo momen-to en que se cerraron las Puertas Santas del Jubileo... Al mundo no le mola que la religión se oree:La religión –nos dicen los prudentes– es algo personal; pertenece al ámbito de la intimidad; no de-be traspasar los límites de lo privado. Y muchas corrientes de opinión nos empujan hacia las sacristíaspara que nos quedemos allí encerrados, aislados, sin poder contagiar a los demás nuestro credoy nuestra moral.

¡Hay que fastidiarse!: en una civilización que empuja a salir fuera del armario cualquier tipo decomportamiento, que condena a voces las discriminación, que clama hasta por los derechos de lashormigas rojas, los cristianos ¿no podremos ni decir amén en medio de la pajolera calle?...

PPiillaarr CCaammbbrraa

Page 33: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Desde la fe Alfa y Omega 18-I-2001 31

Si, a estas alturas de la película –desde luego, una insoportable película deterror–, a uno le pudiera quedar todavía alguna capacidad de asombro, la ver-dad es que uno se asombraría de que sesudos columnistas y editorialistas, co-mentaristas y tertulianos, salgan diciendo ahora que el Encuentro de Oraciónpor la Paz, del pasado día 13 en Vitoria, es la primera reacción de la Iglesiaen treinta años al cáncer del terrorismo etarra que corroe nuestra sociedad. Oellos han vivido en otro país que yo, o yo he vivido en otro país que ellos; y,o ellos están en Babia, o el que está en Babia –y me parece que no– soy yo...

Yo no sé –mejor dicho, sí lo sé, pero me gustaría no saberlo–, qué en-tienden por Iglesia. A lo mejor creen que Iglesia son sólo algunos obis-pos. A lo peor creen que es la primera vez que Juan Pablo II condena elterrorismo etarra. Y, sin embargo, a algunos yo recuerdo haberlos visto enLoyola, cuando el Papa les dijo allí a los terroristas lo que les dijo, en 1982.A otros, los recuerdo recibiendo en rueda de prensa documentos de la Con-ferencia Episcopal Española como Constructores de la paz, La verdad os ha-rá libres, Iglesia y comunidad política... etc. ¿Acaso creen que los millonesde españoles que, desde hace treinta años, se han echado a las calles a pro-testar contra ETA, no son Iglesia? Muchos de ellos mismos, ¿no son Igle-sia? Al menos dicen serlo. Quienes escriben que lo de Vitoria ha sido unapica en Flandes que llega con un cuarto de siglo de retraso, ¿por qué no mi-ran a su propia conciencia y me cuentan dónde estaban y qué hacían cuan-do el Papa dijo lo que dijo en Loyola? Los otros, que ironizan y dan leccionesde ética desde sus columnas, ¿quieren que tiremos de hemeroteca y relea-mos lo que escribían por entonces? Porque aquí nos conocemos todos ha-ce mucho tiempo...

¡Un poco de seriedad y de coherente sensatez, por favor! Los que van conun cuarto de siglo de retraso ¿no serán los partidos que, por fin, hacen un pac-to contra el terrorismo, que la Iglesia venía exigiendo desde que ETA come-tió el primer asesinato? ¿O piensan que Iglesia son sólo el puñado (centena-res) de obcecados nacionalistas fanáticos de dentro y de fuera del País Vasco,que tienen la desfachatez de decirse católicos, y no la inmensa mayoría del pue-blo sensato, e indignado, con sus obispos y el Papa a la cabeza? ¿Pero a quiénpretenden engañar: a su propia conciencia?

O sea, que ahora va a resultar que, cuando a mí me interesa, la Iglesia tiene

que firmar un pacto político, es decir, mojarse en política, y cuando a mí no meinteresa, la Iglesia no tiene que mojarse en política. ¿En qué quedamos?

Una última palabra para quienes se sienten molestos porque en la oraciónde Vitoria se ha pedido también por los asesinos y sus inductores y cómplices.Quienes hipócritamente se rasgan esas vestiduras, desde su confortable cris-tianismo de columna eticista, ¿han olvidado el precepto distintivo del cris-tianismo que es amar a los enemigos? ¿Acaso creen que amar al enemigo esdarle besos y abrazos, en vez de decirle la verdad y exigirle la justicia?

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

TELEVISIÓNTELEVISIÓN

Llegamos a casa y tranquilamente nos sen-tamos delante del televisor, sin preocupar-

nos de lo que están emitiendo; estamos can-sados, llenos de problemas y, lógicamente, te-nemos todo el derecho del mundo, una vez yaen nuestro propio hogar, a hacer lo que nosda la gana. Entonces, ¡horror!, ¡qué ocurre!En la televisión todas las emisoras emiten unaprogramación parecida, terrible, necia, ab-surda y poco interesante. Rápidamente mon-tamos en cólera y despotricamos contra todoy contra todos. ¿A quien no le ha ocurridoalguna vez algo semejante? ¿Quién no se hasentido alguna vez, y más de una vez, frus-trado ante esa pantalla, en la que tantas ve-ces el hombre de hoy procura relajarse y noencuentra más que basura ofensiva? Nues-tra queja alcanza a todos los estamentos.Acabada la cólera, la mayoría de las veces laTV se queda puesta y nos resignamos, o ha-cemos algún quehacer cotidiano. Nos senti-mos víctimas de una estructura, en la cual noencajamos, somos incomprendidos, estamosdesatendidos en nuestras necesidades deocio. Víctimas inertes sin poder elegir, some-tidos a tortura.

Es curioso que, cuando a vamos a una li-brería, somos muy selectivos, nunca com-pramos cualquier libro, sino aquel que íba-mos a comprar, o uno que laboriosamenteelegimos. Igual ocurre con el periódico, ele-gimos aquel que nos dice las cosas tal comonosotros las vemos; adaptamos nuestra per-sonalidad a la ropa, etc. Pero en la progra-mación de TV, nuestra elección se reduce ahacer zapping y detenernos en cualquier co-sa que nos llama la atención. No elegimos, nipensamos con cuidado, al final todo vale.No nos damos cuenta de que esos conteni-dos que rechazamos no son inocuos. Quienno rechaza la telebasura acaba sintiendo co-mo normal eso que rechazaba. Y no nos da-mos cuenta tampoco de la labor de muchosprofesionales ocultos tras esas imágenes, losignoramos y, sin embargo, los dirigimos sinsaberlo. Los llevamos también a su propiafrustración. ¿Qué profesional podrá conven-cer, a un directivo de cadena para hacer unprograma de calidad, si nosotros nos traga-mos cualquier cosa y, al final, hacemos su-bir la audiencia de programas desprecia-bles? Con nuestra apatía y nuestro desinte-

rés ejercemos entonces de verdugos, no sólode nuestro espíritu, sino también de aquellosprofesionales que creen que la programacióndebe ser no ofensiva, aquellos que luchan yson derrotados porque, después, usted, yo,nuestra familia, se sienta ante el televisor yve la TV basura sin preocuparse de las con-secuencias. Nos retiramos de esa lucha, pa-rece que no es importante o estamos dema-siado cansados, dejamos a los niños una me-dia de tres horas frente a la TV, y nosotrosmismos lo hacemos, y damos la razón a esosdirectivos que nos han dirigido esos progra-mas, pues al final tienen éxito. Somos vícti-mas y verdugos. Hablamos de ello enfada-dos, pero les damos la oportunidad de se-guir ocupando nuestros momentos íntimos deocio. Votamos en las elecciones una vez ca-da cuatro años, pero en casa votamos mu-chas veces todos los días.

Piense que en casa, cada vez que enciendeel televisor, usted seguramente se está dejandodirigir por las opiniones que más detesta. Y, ala vez, matando poco a poco aquello que másdesea.

FFeerrnnaannddoo JJuuaann CCaammppooss RRoosseellllóó

TV: víctimas y verdugos

Ricardo y Nacho, en El Mundo

Page 34: Cristo CCrriissttoo - alfayomega.es · Carta apostólica Novo millenio ineunte, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, al concluir el Jubileo ... modelos de desarrollo. Sin duda, acer-carnos

Alfa y Omega

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

Lo siento. De verdadque lo siento mucho,pero los empeñados a

toda costa en suscitar campa-ñas para que Juan Pablo II di-mita, aparte de tenerlo crudodel todo, tienen muy malasuerte. Hace pocos días habí-an iniciado la enésima ofen-siva: No puede más; ahoraque ya ha clausurado el AñoSanto, que se retire ya... Lodestilan con tan mala suerte,que el propio Papa firma, an-te el pueblo santo de Dios,reunido en la Plaza de San Pe-dro, una carta a sus hijos enla que, en el más familiar delos lenguajes, dice que, si he-mos hecho bien la peregrina-ción del Año Santo, eso es co-mo desentumecer las piernas;que ahora se trata de mirar ha-cia adelante; que se ha cerra-do una puerta, pero que Cris-to, la Puerta y el Camino, si-gue abierto de par en par; con-fiesa lo que ya sabíamostodos: que muchos días se haasomado, tras las cortinas desu estudio privado, para ver,emocionado, la larga cola deperegrinos de todo el mundoen espera de cruzar la PuertaSanta de la gracia y generalPerdonanza. Es una carta ma-ravillosa, en la que familiar-mente, desde la fe proclama-da, desde la esperanza vivi-da, traza, con amor, el diseñoinmediato de la Iglesia del fu-turo al comenzar el nuevo mi-lenio.

Los medios de comunica-ción –algunos– han hecho unintento de balance del Jubi-leo del Año Santo, pero ha te-nido que ser el propio JuanPablo II quien, haciendo noun balance sino un programa,lo ha resumido, en dos frases:la inevitable centralidad deJesucristo en la Iglesia y enla Historia, y el estupor ante elinsondable tesoro de gracia,de perdón, de reconciliación,de justicia, libertad y paz, pa-ra tantos millones de seres hu-manos. Los frutos de estas se-millas irán granando a partirde ahora.

–Y tú, ¿con qué te quedasdel Jubileo?, me ha pregun-

tado un amigo. La verdad es que han sido

tantos los hechos, los gestos,los signos, que resulta muydifícil elegir. ¿Con qué se

queda uno? ¿Con la explosiónde alegre plenitud de dos mi-llones de jóvenes en torno alPapa durante el ferragosto ro-mano? ¿Con el sacrificio de

la contemplativa o del monjeen oración desde su monas-terio? ¿Con el gozoso agitarel bastón del Papa ante los pe-riodistas? ¿Con el misterio

prodigioso del Jubileo de losniños, de los discapacitadosy de todos los que sufren?¿Con qué? ¿Con la oracióndepositada por Juan Pablo IIen el muro de las Lamenta-ciones en Jerusalén y su por-tentosa visita a Tierra Santa?¿Con su anillo del Pescador,dejado amorosamente a lospies de la Señora de Fátima?¿Con el resplandor de la ver-dad de la Dominus Iesus?¿Con la verdad resplande-ciente de las familias en ora-ción? ¿Con el ejemplo de losmártires y santos del sigloXX, tan recordados?

–Bueno, sí; pero si tú te tu-vieras que quedar sólo conuna cosa...

Si yo me tuviera que que-dar sólo con una cosa, segura-mente me quedaría, como elcardenal Ruini, con esa mira-da de Juan Pablo II al Reden-tor crucificado en el que está lavida, la salvación y la resu-rrección de todos. Ahí está lafoto, para perpetua memoria.Era la Jornada del Perdón, el12 de marzo, primer domingode Cuaresma. Juan Pablo IIpedía un perdón universal, ca-tólico, impresionante, por to-dos los pecados cometidos porlos hombres y mujeres que, alo largo de la Historia, consti-tuyeron y constituimos la Igle-sia. Avanzó renqueante perofirme hacia el crucifijo, tendiólas manos, le abrazó y besó lasrodillas del Crucificado, y muylentamente, a duras penas, fueelevando su mirada hacia elrostro del Señor, del Hijo deDios muerto por nuestra sal-vación. Esa mirada, la inago-table esperanza de esa mira-da, la hondísima y humanísi-ma intensidad de ese momen-to conmovedor, resume elJubileo y quedará como algoinolvidable en mi alma...

Tienen mala suerte losagoreros, ya digo: Por favor,que descanse, imploran quie-nes desde hace años quisie-ran borrar del mapa a este Pa-pa que tanto parece molestar-les. Sólo que él no quiere, nole da la gana descansar. Quie-re, como el Apóstol (me gas-taré y me desgastaré) agotar-se en el servicio a sus herma-nos. ¿Es mucho pedir que in-tenten entenderlo?

Miguel Ángel Velasco

un programaMás que un balance,

Juan Pablo II durante la Liturgia del 12 de marzo de 2000, en la basílica de San Pedro, en la cual yo mismo–según sus palabras en la Carta Novo millennio ineunte–, fijando la mirada en Cristo crucificado, me he hecho portavoz de la Iglesia pidiendo perdón por el pecado de tantos hijos suyos