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Jesucristo, signo primordial de credibilidad PRECEDENTES La autocomunicación de Dios al hombre tiene su centro y su plenitud en Jesucristo. Aceptar la invitación de Dios a creer consiste, sobre todo, en encontrarse con Cristo en persona, en escucharle y acogerle. Este encuentro y acogida tienen lugar en la fe, mediante la cual se reconoce a Cristo como aquel que completa y lleva a su plenitud la revelación, y confirma con testimonio divino que Dios está siempre con nosotros, porque ver a Cristo es ver a Dios (DV 4). Ahora bien, la fe en Cristo, lejos de ser una pura aceptación religiosa del misterio, incluye razones para creer. Estas razones, que se sitúan sobre todo en el campo de los signos, culminan en el signo primordial de credibilidad, que es el mismo Cristo. El proceso de la fe y de la credibilidad desemboca finalmente y de un modo particular en el encuentro con Cristo. OBJETIVO Es preciso determinar cuáles son esas razones que llevan a creer que Cristo es la revelación misma de Dios. Tratándose de la credibilidad, la respuesta a esa pregunta no puede apelar simplemente a la obediencia debida a Dios. Se pasaría por alto un momento previo: ¿cómo puedo justificar que, en Cristo, Dios me habla? La obediencia debida a Dios, que es válida desde un punto de vista exclusivamente teológico, no es razón adecuada cuando se trata de percibir la credibilidad, es decir, las razones de la fe, aquello que acompaña al misterio y que reclama el interés y la investigación del hombre. La cuestión es de tal envergadura que a ella dedicaremos las tres secciones siguientes de esta Unidad de CRISTOLOGÍA FUNDAMENTAL. En esta primera nos conformamos con señalar la posibilidad de llegar a un conocimiento histórico de Jesucristo basándonos en los Evangelios canónicos, escritos que cuentan con plenas garantías de fiabilidad histórica. En las otras dos abordaremos el tema de la conciencia que Jesús tenía de sí mismo y el tema de la resurrección de Jesús como confirmación divina de su conciencia y sus pretensiones. 1. El conocimiento histórico de Jesucristo ¿Se puede saber de algún modo que Jesucristo es la palabra definitiva de Dios y, como tal, el que desvela el sentido de la existencia humana? ¿Responde esto a la realidad? ¿No será una simple proyección de los anhelos, esperanzas y necesidad de respuestas que tiene el hombre, arrojado a un valle oscuro y escabroso? Solamente si el sentido que la vida humana recibe de Cristo se apoya en la realidad de los hechos, se puede hablar con rigor de razones para creer y de Cristo como signo de credibilidad. Dicho de otro modo, la fuerza de sentido que procede del anuncio de Cristo debe ser el reflejo de su verdad. Hay que poder afirmar la realidad de la vida de Jesús, de su muerte y de su resurrección, que son el horizonte último de la conciencia cristiana, para que sea consistente el sentido que el hombre encuentra en Cristo. Así, pues, a

Cristología Fundamental

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Jesucristo, signo primordial de credibilidadPRECEDENTES La autocomunicacin de Dios al hombre tiene su centro y su plenitud en Jesucristo. Aceptarla invitacin de Dios a creer consiste, sobre todo, en encontrarse con Cristo en persona, enescucharle y acogerle. Este encuentro y acogida tienen lugar en la fe, mediante la cual sereconoce a Cristo como aquel que completa y lleva a su plenitud la revelacin, yconfrmacon testimonio divino que Dios est siempre con nosotros, porque ver a Cristo es ver a Dios!D" #$. Ahora bien, la fe en Cristo, le%os de ser una pura aceptacin religiosa del misterio,incluyera&onesparacreer. Estasra&ones, quesesit'ansobretodoenel campodelossignos, culminan en el signo primordial de credibilidad, que es el mismo Cristo. El proceso dela fe y de la credibilidad desemboca (nalmente y de un modo particular en el encuentro conCristo. OBJETIVOEs preciso determinar cules son esas ra&ones que llevan a creer que Cristo es la revelacinmisma de Dios. )ratndose de la credibilidad, la respuesta a esa pregunta no puede apelarsimplemente a la obediencia debida a Dios. *e pasar+a por alto un momento previo, -cmopuedo %usti(car que, en Cristo, Dios me habla. La obediencia debida a Dios, que es vlidadesde un punto de vista e/clusivamente teolgico, no es ra&n adecuada cuando se trata depercibir la credibilidad, es decir, las ra&ones de la fe, aquello que acompa0a al misterio y quereclama el inter1s y la investigacin del hombre. La cuestin es de tal envergadura que a elladedicaremos las tres secciones siguientes de esta 2nidad de C34*)5L567A 829DA:E9)AL.En esta primera nos conformamos con se0alarla posibilidad de llegar a unconocimientohistricodeJesucristobas!ndonos enlosE"angelios cannicos,escritos que cuentan con plenas garant+as de (abilidad histrica. En las otras dosabordaremos eltemadela conciencia #ue Jes$s ten%a de s% mismoyeltemadelaresurreccin de Jes$s como con(rmacin divina de su conciencia y sus pretensiones. &' El conocimiento histrico de Jesucristo -*e puede saber de alg'n modo que Jesucristo es la palabra de(nitiva de Dios y, como tal, elque desvela el sentido de la e/istencia humana. -3esponde esto a la realidad. -9o ser unasimpleproyeccindelos anhelos, esperan&as ynecesidadderespuestas quetieneelhombre, arro%ado a un valle oscuro y escabroso. *olamente si el sentido que la vida humanarecibe de Cristo se apoya en la realidad de los hechos, se puede hablar con rigor de ra&onespara creer y de Cristo como signo de credibilidad. Dicho de otro modo, la fuer&a de sentidoque procede del anuncio de Cristo debe ser el re;e%o de su verdad. eroel descubrimientodeestasra&onesconstituirunterrenodeencuentroconquien no parte de la fe, sino del conocimiento natural o de la ciencia.En este proceder sehan de evitar dos graves peligros, el del docetismo y el del subordinacionismo. 9o se han deleer las fuentes sobre las que se apoya el conocimiento histrico de Jes's con el 'nico deseode a(rmar su divinidad, de%ando en entredicho su aspecto humano !docetismo$. 9o se hande leer tampoco esas fuentes con el 'nico deseo de conocer al hombre Jes's de 9a&aret,recha&andosistemticamentetoda a(rmacinquevaya ms alldelohistricamentecomprobable!subordinacionismo$. *lounalecturaqueeviteesosdospeligrostomaenserio el misterio de la Encarnacin, por el cual Jes's es ?hombre entre loshombres@ !D" #$ y al mismo tiempo el ero no esleg+timo utili&ar de modo e$clusivo este criterio y negar la historicidad de todo lo que en losEvangelios est en continuidad con el %uda+smo y la 4glesia primitiva. Equivaldr+a a hacer deJes'sunser intemporal yaceptar el infundadopre%uiciodequela4glesiahasidounadeformacin de todo lo que concierne a Jes's. c) Criterio de conformidad o coherencia6e !uede considerar como aut2ntico un dicho o un gesto de Jess en estrecha conormidadnosloconla2!oca"el ambienteen%uevivi&lingorel lugarqueocupan los milagros en los Evangelios y por los fenmenos que los acompa0an !fe de losdisc+pulos, odiodelossumossacerdotesyfariseos, relacinconel mensa%edel reinodeDios$, e/igen una e/plicacin, una ra&n su(ciente, que no puede ser otra que la realidadhistrica de una personalidad 'nica y trascendente. En otras palabras, el criterio dee/plicacinnecesariaes unav+adeaccesoalaconcienciahistricadeJes's, quesemani(esta no slo como hombre, sino tambi1n como Dios. Ol act'a como slo Dios puedeactuar. e) Criterio de inteligibilidad interna del relato4uando un dato evang2lico est# !erectamente inserto en su conte$to inmediato o mediato" es adem#s !erectamente coherente en su estructura interna( se !uede !ensar %ue setrata de un dato aut2ntico desde el!unto de vista histrico.9o es un criterio que puedautili&arse por s+ mismo, de manera aislada. >ero no carece de fuer&a cuando se apoya en losdems. La aplicacin cautelosa, serena, rigurosa y armnica de estos criterios ha llevado asuperar el escepticismohistricoquereinabaenel pasadoparaceder el puestoaunaactitud de con(an&a generali&ada. :ientras no se demuestre lo contrario, hay que atenerseal hecho de que Jes's est en el origen de las palabras y las acciones que recogen nuestrosevangelistas. +' (a conciencia de Jes$s sobre su condicin de ,es%as e -i.o de Dios PRECEDENTES Acabamos de ver que los Evangelios nos permiten acceder por caminos diversos alconocimiento histrico de Jes's. >ara la cuestin de su credibilidad %uega un papelfundamental la conciencia que 1l ten+a acerca de su persona y de su misin. Efectivamente,la credibilidad de una persona est siempre en estrecha dependencia de la conciencia quetienedes+ mismo. *loel queescapa&deidenti(carseantelosdemspuedehacersecre+ble. Lo mismo se puede decir de Jes's. *lo si Jes's era plenamente consciente de suidentidad y su misin, pod+a dar a sus palabras y a sus actos un sentido que, a la ve&, es elque da sentido al asentimiento y a la adhesin de la fe. OBJETIVO-Au1 conciencia ten+a Jes's de s+ mismo. Lgicamente, no es su(ciente con que se puedacon(rmar que Jes's ten+a clara conciencia de su condicin divina para considerar resueltapositivamente su credibilidad. 2na persona puede tener conciencia de algo que no respondea la realidad de las cosas. 9o es 1ste, sin embargo, el caso de Jes's. 9o es un so0ador ni uniluso. El realismo con elque afronta los acontecimientos ms diversos de la vida obliga atomar en serio su pretensin, que revela la conciencia de alguien que se sit'a al nivel mismode Dios y que act'a como slo Dios puede actuar. *i Jes's no hubiera tenido conciencia desu condicin divina y de su misin mesinica, o hubiera albergado dudas sobre ellas, todo elsigni(cado de sus palabras y de su vida de%ar+a de tener un sentido claro y privar+a a la fe dera&ones para creer. En efecto, una fe que tuviera un contenido distinto, o incluso opuesto, aloquemani(estael testigoenquiensecree, seopondr+aalaracionabilidaddelafe,de%ndola a la intemperie del voluntarismo o de la credulidad. -Au1 nos dicen los Evangeliosa este respecto. Centraremos nuestra atencin en aquellos aspectos que, sin constituir a(rmacionese/pl+citas sobre la conciencia de Jes's, la ponen indirectamente de mani(esto. Es lo que seconoce con el nombre de ?cristolog+a impl+cita@. La conciencia que Jes's ten+a de su personay de su misin se muestra concretamente, a$ en la aceptacin o atribucin a s+ mismo dealgunost+tuloscristolgicos, comoel de:es+aseedro y de todos los Apstoles !cf. :c N,GBMGG=E,GD= Lc F#,FDMFP$. Estos datos son su(cientes para caer en la cuenta de que, en tiempos de Jes's, el t+tulo de:es+asRt+tulosobretodofuncionalM resultabapolivalenteyambiguo. *ecomprendeque,ante tal ambigSedad, Jes's evitara recurrir a 1l para de(nir su persona y su misin. :s a'n,Jes's impone silencio a todos aquellos que, entreviendo de alg'n modo elmisterio de supersona, le reconocen y aclaman como el :es+as esperado !cf. :c B,G#.##= G,BF= H,#G, etc.$.9o quer+a ser encuadrado en las coordenadas de un :es+as pol+tico que habr+a de liberar a4sraeldel%ugo romano !cf. Lc F#,FB$. *lo despu1s de insistir en eldestino humillante ydoloroso que le aguardaba, slo cuando la cercan+a de la muerte eliminaba ya todo peligrode confusin y tergiversacin, Jes's accede a proclamarse solemnemente como :es+as. A lapregunta del sumo sacerdote, ?-Eres t' el :es+as, el ascua, y a lalu& de la resurreccin, que Jes's es el Cristo. La proclamacin es tan (rme que el t+tulo deCristo se convertir como en un segundo nombre de Jes's !cf. adre una relacin distinta y superior a la de los profetas e incluso ala de los ngeles. )iene de 1l un conocimiento +ntimo, pleno y e/clusivo. Ello no obsta paraque ignore el d+a y la hora de la parus+a, a(rmacin que, si no proviniera del mismo Jes's, lacomunidad cristiana nunca hubiera osado ponerla en sus labios. LaconclusinquesedesprendedeestosdatosesquenosepuedearrebataraJes'slaconciencia clara de tener su origen en Dios y de ser su erovatodav+a ms le%os. *e sabe enviado no para abolir la Ley de :ois1s, sino para llevarla a superfecto cumplimiento !:t H,BC$, es decir, para desvelar el sentido de esa Ley en el designiooriginariodeDios. Desdeesapretensinnodudaencali(car laleydel divorciocomoconcesin a la ?dure&a de vuestro cora&n@, de%ando claro que a la voluntad originaria deDios responde solamente la indisolubilidad del matrimonio !:t BE,BME$. :s a'n, no slo searroga autoridad para llevar la ley a cumplimiento, sino que llega a sustituirla, a ponerse enlugar de ella !cf. :t C,F#MFC$. Llega incluso a a(rmar, ?El cielo y la tierra pasarn, pero mispalabras no pasarn@ !:c BG,GB$. 2na pretensin as+ slo se e/plica desde su relacin 'nicay singular con Dios, desde su condicin de adre !cf. :t BB,FHFC$.- Jess " el reino de !ios)oda la predicacin de Jes's gira en torno al tema delreino de Dios. Dios ha decidido demanera irrevocable y de(nitiva manifestar su se0or+o sobre todas las fuer&as del mal. Es unadecisin irrevocable, aunque todav+a sea como una peque0a semilla que, depositada en elmundo, pasa desapercibida y necesita crecer y desarrollarse. >ero lo ms signi(cativo es queel mismoJes'sseidenti(caconesereinodeDiosquepredica. En1l ycon1l sehacerealidad ese reinar de Dios. De aqu+ que pueda identi(car la causa del reino de Dios con supropia causa, de%arlo todo por el reino de Dios es de%arlo todo por causa de su nombre !LcBN,FE= :t BB,FE$= no se limita a indicar el camino para ir a Dios, sino que pide que se le aco%aa1l enpersona!:tBD,GFMGG$.*usseguidoresdebencreerensunombre!JnB,BF=F,BG=G,BN$, de%arlo todopor amor a sunombre!:t BE,FE$,pedir en sunombre!:t BN,B#MFD$,predicar en su nombre !Lc F#,FC$, etc. La alusin al ?nombre@ lleva impl+cita para todo %ud+ouna referencia al nombre por e/celencia !cf. E/ FG,FB$. Es el nombre y la realidad del mismoDios. (os milagros de Jes$sLos relatos de milagros obrados por Jes's ocupan un espacio considerable en el con%unto denuestros Evangelios. 9oseles puedesuprimir sindes(gurar por completolos mismosEvangelios. LaindagacinhistricoMcr+tica, quehae/aminadoconespecial meticulosidadestos relatos, ha llegado a la conclusin de que Jes's tuvo que reali&ar accionese/traordinarias que maravillaron a sus contemporneos. Como se0ala X. Yasper, tresargumentos son especialmente importantes en este sentido,a$ Latradicinevang1licasobrelosmilagrosser+aabsolutamenteine$!licablesi lavidaterrena de Jes's no hubiera de%ado la impresin y el recuerdo general, que luego hi&o posiblepresentar a Jes's como obrador de milagros. b$ La tradicin de los milagros se puede e/aminar con ayuda de los mismos criterios que sonvlidos para la constatacin del Jes's histrico en general. *eg'n eso, hay que tomar comohistricos los milagros que no pueden e/plicarse nipor in;uencia %ud+a nihelenista. )alesmilagros son los que tienen una tonalidad claramente anti%ud+a. >i1nsese sobre todo en lascuraciones en sbado, con las consiguientes discusiones sobre el precepto sabtico !cf. :cB,FGMFN= G,BMP= Lc BG,BDMBC$. )ambi1n hay que citar las e/pulsiones de demonios. Laacusacin de que es ob%eto por ra&n de los e/orcismos, la acusacin de ser un aliado deldiablo !cf. :c G,FF= :t E,G#= Lc BB,BH$, dif+cilmente pudo ser inventada por la comunidadcristiana primitiva y muestra que hasta sus propios enemigos se ve+an obligados a admitirestos milagros. c$ Ciertos relatos de milagros contienen detalles llamativos que, precisamente a causa de sufalta de signi(cado, hay que considerarlos como aut1nticos desde el punto de vista histrico!:c B,FEMGB$ !cf. X. Yasper, Jess( el 4risto( ed. *+gueme, *alamanca BECP, BBDMBBB$. Ahora bien, -qu1 nos dicen de Jes's sus acciones prodigiosas. Conviene tener en cuenta quelosmilagros deJes's sonantetodosignosdel reinodeDiosquealborea. ero que tuviera que ser cruci(cado, morir en circunstancias tan infamantes conunamuertemaldecidaporlaLey, estonoslotienesquee/plicar, porquenollegamosaentenderlo@ !*an Justino, Di#logo con :rin, NE= >6 P,PED$. 8rente a los signos de su misin y frente a la predicacin del reino de Dios, la muerte deJes's sepresenta efectivamentecomo ungrancontrasigno quehacepalidecer lalu&procedentedecualquier otrosignoparticular.La di(cultadslopuedesersuperadasiseconsigue probar que Jes's previ su muerte y la acept de forma plenamente voluntaria,convirtiendo lo que era una maldicin de Dios en el signo supremo de su amor. -8ue as+ enrealidad. M :uchos son los datos a favor de que a Jes's no le sorprendi en absoluto la muerte, sinoque se acerc a ella con plena conciencia y deliberacin. Como ha mostrado ero adems demisterio es confrmacin divinade la pretensin de Jes's y garant-a de nuestra e. *on losdos aspectos que queremos abordar en esta seccin. 9o es la fe la que genera la resurreccin de Jes's, sino que es 1sta la que sirve de apoyo a lafe. Esto quiere decir que, sin de%ar de ser misterio, ha de ser un acontecimiento real que de%ahuellas concretas en la historia. )ras subrayar su alcance con(rmativo respecto a laconciencia y a las pretensiones de Jes's, la contemplaremos como acontecimiento real queno escapa del todo a la comprobacin histrica. (a resurreccin de Jes$s como con*rmacin di"ina de todas sus pretensionesEntre otros muchos aspectos que aqu+ no podemos tratar, la resurreccin de Jes's es el s- deDios a cuanto Jes's, su adre. Ahora es 1ste quien, resucitando a su