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Cuadernos y Estudios de Derecho Judicial.

Cuadernos de Derecho Judicial / 14 / 1994 / Páginas 7-125El recurso de casación

CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

El recurso de casación

González Rivas, Juan José Magistrado INTRODUCCION SOBRE EL RECURSO DE CASACION EN LA JU RISDICCION CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA Y ANALISIS DE LAS CAUSAS DE INADMISION Ponencia Serie: Contencioso - Administrativo VOCES: RECURSO DE CASACION. RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. INADMISIBILIDAD. RECURSO ADMINISTRATIVO. ÍNDICE I. Introducción. II. Evolución Histórica. 1. Evolución en el siglo XIX . 2. Ley de 6 de agosto de 1984. 3. Reflexiones sobre la Ley 10/92 de 30 de abril en el ámbito del recurso de casación civil y aplicación jurisprudencial. 4. El recurso de casación y revisión ante la Sala de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia. III. Evolución específica en el ámbito Contencioso-Administrativo. 1. Examen de la regulación legal. 2. Análisis de los Autos del Tribunal Supremo de 20 y 22 de marzo de 1990. 3. Criterios jurisprudenciales, previos a la reforma casacional, concernientes a la apelabilidad de las Resoluciones judiciales. a) Competencia del Organo. b) Cuantía del recurso. c) Cuestiones de personal. d) Ordenanzas de exacciones. e) Desviación de poder y recurso interpuesto al amparo de los párrafos segundo y cuarto del artículo 39 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. f) Examen de la Ley 62/78. IV. Examen de la regulación legal del Recurso de Casación en materia de admisibilidad . 1. Notas esenciales y modalidades.

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2. Análisis del articulado en el recurso de casación ordinario. a) Sentencias recurribles. b) Autos recurribles. c) Examen del trámite de admisión. V. Estudio jurisprudencial de las causas de inadmisibilidad en el Recurso de Casación Contencioso - Administrativo. a) Doctrina general. b) Artículo 93-1 L.J.C.A. c) Artículo 93-2 a) L.J.C.A. d) Artículo 93-2 b) L.J.C.A. e) Artículo 93-2 c) L.J.C.A. f) Artículo 93-2 d) L.J.C.A. g) Artículo 93-3 L.J.C.A. h) Artículo 93-4 L.J.C.A. i) Artículo 93-5 L.J.C.A. j) Artículo 94-1 a) L.J.C.A. k) Artículo 94-1 b) L.J.C.A. l) Artículo 94-1 c) L.J.C.A. ll) Artículo 100 L.J.C.A. m) Artículo 100-2 L.J.C.A. n) Artículo 100-2 b) L.J.C.A. ñ) Artículo 100-2 c) L.J.C.A. TEXTO La Ley 10/1992 de 30 de abril que se analiza en las páginas sucesivas introduce en el ámbito del proceso contencioso-administrativo el Recurso de Casación que ha tenido como finalidad institucional, de conformidad con la moderna doctrina procesal (1) la búsqueda del verdadero sentido y alcance de las normas, conciliando la necesaria uniformidad en la interpretación de la Ley, que es un presupuesto esencial de la seguridad jurídica como extrínseco valor constitucional, con el intrínseco dinamismo que caracteriza a todo fenómeno jurídico y que se plasma en el logro de soluciones que atemperen la Justicia del caso concreto a las realidades sociales de la convivencia en cada momento. Ya el maestro CALAMANDREI (2) reconocía que "el Tribunal de Casación tiene como objeto el control jurídico sobre la actividad de los órganos jurisdiccionales, mediante la unificación de la jurisprudencia, lográndose así la satisfacción del interés público que supone la unidad del derecho, exigencia primaria del Estado". Otros autores y concretamente la Doctrina española (3) reconocen que "el Recurso de Casación es un medio de impugnación, por regla general, de resoluciones finales, esto es, las que deciden el fondo de los negocios, dictadas en apelación, y en algunos casos en única instancia, a fin de que el Tribunal, funcio -nalmente encargado de su conocimiento, verifique un examen de la aplicación del derecho realizada por el órgano a quo o de la observancia de determinados requisitos y principios del proceso, que, por su impor -tancia, se eleva a la categoría de causales de la casación". Con estos presupuestos, de carácter exclusivamente doctrinal, la Ley de medidas urgentes de reforma procesal de 30 de abril de 1992, permite, como ya se indicaba, la introducción del nuevo Recurso de Casa -ción siguiendo los pasos dados en otros órdenes jurisdiccionales y concretamente en la Ley de 19 de julio

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de 1988 que modificó determinados preceptos de la Ley de enjuiciamiento criminal, dando nueva redacción al artículo 885 y permitiendo la inadmisión de los recursos cuando estos carecieren manifiestamente de fundamento o cuando el Tribunal Supremo hubiere ya desestimado en el fondo otros recursos sustancial -mente iguales, y teniendo en cuenta, también, los precedentes derivados del Real Decreto legislativo de 27 de abril de 1990 que desarrollo la Ley de Bases de Procedimiento Laboral de 12 de abril de 1989 y reguló la casación en el orden social, introduciendo en el artículo 210 un supuesto de inadmisión que permite declarar la inadmisibilidad del recurso cuando aparezca clara la falta de contenido casacional de la preten -sión o cuando se hayan desestimado en el fondo otros recursos en supuestos sustancialmente iguales. Estos precedentes legales son perfectamente asumidos en el artículo 100 de la Ley de medidas urgentes de reforma procesal que, como analizaremos, permite a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo dictar auto de inadmisión cuando el recurso "carezca manifiestamente de funda -mento o cuando se hubiere desestimado en el fondo otro recurso sustancialmente igual". II. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 1. Evolución en el siglo XIX La casación es una consecuencia procesal de la revolución francesa y en el constitucionalismo históri -co, la Constitución de Cádiz de 18 de marzo de 1812 al crear el Tribunal Supremo le otorga en el artículo 259 la posibilidad de conocer de los recursos "de nulidad que se interpongan contra sentencias dictadas en última instancia para el preciso efecto de reponer el proceso devolviéndolo" y posteriormente por Decreto de 4 de noviembre de 1838 se restaura en nuestro sistema jurídico el recurso de nulidad por "infracción clara y terminante de la Ley". El recurso de casación es regulado con posterioridad en el Real Decreto de 20 de junio de 1852 sobre contrabando y en el Real Decreto de 30 de enero de 1855 sobre la Administra -ción de Justicia en las provincias de ultramar, introduciendo el recurso "en interés de Ley" e incluyendo "la Doctrina legal de la jurisprudencia de los Tribunales". La posterior Ley de enjuiciamiento civil de 1855, acomodándose a lo que disponía la Ley de Bases, trató de ordenar y compilar las leyes y reglas del enjuiciamiento para restablecer "en toda su pureza las reglas cardinales de los juicios consignados en nuestras antiguas leyes, introduciendo las reformas que la ciencia y la experiencia aconsejasen y desterrando todos los abusos cometidos en la práctica". Esta Ley de 5 de octubre de 1855, regula el recurso de casación, de acuerdo con la Ley de Bases de 13 de mayo, disponiendo que no haya más de dos instancias y facilitando el recurso de nulidad cuando sea necesario para que alcancen cumplida justicia todos los litigantes y se uniforme la jurisprudencia en todos los Tribunales, consultando siempre el orden jerárquico de estos. En los términos de aquella Ley la casa -ción cabía contra sentencias definitivas de los Tribunales Superiores, extendiéndose el concepto a las que, aún cuando hayan recaído sobre un artículo, pongan término al juicio y hagan imposible su continuación y las que declarasen haber lugar o no a oír a un litigante condenado en rebeldía, pero la regulación de la casación se instrumentaliza en la idea de su fundamentación, siempre que la sentencia sea contra Ley o contra Doctrina admitida por la jurisprudencia de los Tribunales o se hubieren cometido infracciones procesales (artículos 1010, 1011 y 1013 de dicha regulación legal). Posteriormente, el Decreto de Unificación de Fueros ordena el recurso de casación, reformando lo dispuesto en la Ley de enjuiciamiento civil de 1855, que es, después, sustituida por el Texto de la Ley de enjuiciamiento de 1870, que regula el recurso de casación siempre que se produzca contra sentencia dictada contra Ley o Doctrina legal o por haberse quebrantado alguna de las formas esenciales del juicio, añadiéndose en la regulación legal la posibilidad de recurrir en casación contra laudos de amigables

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componedores que hubieren fallado "puntos no sometidos a su decisión o fuera del plazo señalado en el compromiso", todo ello de conformidad con las previsiones establecidas en los artículos 4.o y 6.o, en espe -cial, este último que excluía del acceso a la casación los juicios posesorios, y de menor cuantía, en aquellos en los que el recurso se hubiere producido por infracción de Ley o Doctrina legal, pero no excluía la posibi -lidad del recurso respecto del quebrantamiento de forma. Un nuevo desarrollo legal se produce a través de la Ley de 22 de abril de 1878 que ordena el recurso, separándolo de los criterios establecidos en la Ley de 1870 y constituyendo el punto de partida que habría de obtener, posteriormente, definitiva redacción en la Ley de enjuiciamiento de 1881, en coherencia con la Base Cuarta de la Ley previa de 21 de junio de 1880. La Ley de Bases de 21 de junio de 1880 estableció que se partiera de la inicial Ley de 22 de abril de 1878 sobre la regulación de los recursos de casación civil, con las modificaciones que aconsejaba la prác -tica de los Tribunales. Esta Ley dedicó ya más de cien artículos (desde el art. 1686 al 1795), a la regulación del recurso por infracción de Ley, por quebrantamiento de forma y contra sentencias de amigables componedores, así como a la regulación de los recursos de casación interpuestos por el Ministerio Fiscal. El Legislador de 1881 define, de este modo, taxativamente, los supuestos de casación por infracción de Ley y por quebrantamiento de forma, diferenciando ambos motivos en los arts. 1692 y 1693. En el marco de la posterior evolución legal el recurso de casación regulado por la Ley de 1881 sufrió una reforma importante en la Ley de 23 julio de 1966, pues, por una parte, derogó el n.o 2 del artículo 1689 suprimiendo el recurso para las sentencias dictadas por los Jueces de Primera Instancia en los juicios de desahucio de que conocieran en apelación y además suprime el apuntamiento en los recursos de apelación y casación, por lo que el Legislador resuelve que el Tribunal a quo, al tener por preparado el recurso, remita al Tribunal Supremo los autos originales en los términos prevenidos en el artículo 1708 de dicha reforma legal. En suma, este conjunto normativo se desarrolla, indudablemente, por las distintas etapas históricas derivadas de nuestro constitucionalismo, lo que inspira a los textos legales un sentido conservador o progresista, según la etapa imperante en las sucesivas reformas que, centradas esencialmente en el ámbito de la casación civil, modifican la estructura procedimental de nuestro ordenamiento procesal, en esta materia. 2. Ley de 6 de agosto de 1984 La reforma producida el 6 de agosto de 1984 por la Ley reguladora supone la reducción a 51 artículos de la casación civil, concretamente de los artículos 1686 a 1736, lo que supone dejar sin contenido los artículos 1737 a 1795 y por otra parte la posterior aprobación de la Ley de Arbitraje de Derecho privado de 5 de diciembre de 1988 supone la derogación de los artículos 1729 a 1736. La Ley reguladora de la reforma procesal de 6 de agosto de 1984 prescinde de la distinción entre recurso de casación por infracción de Ley y por quebrantamiento de forma, reduce los quince motivos de casación a cinco y sobre todo prescinde de los conceptos de infracción por violación, interpretación errónea o aplicación indebida y del calificativo de auténtico referido al documento, por lo que introduce un régimen jurídico de mayor flexibilidad en el ámbito de la casación, que queda concretada en los siguientes motivos: 1.o Abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción, lo que supone, por una parte, la existencia de abuso por extender la jurisdicción cuando se conoce de materia que es propia de aquella cuyos límites se sobrepasan o defecto en el ejercicio de jurisdicción cuando se deja de entender tanto de la totalidad de la materia como de parte de ella.

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2.o Incompetencia o inadecuación del procedimiento, puesto que la competencia se refiere a la asig -nada a los órganos judiciales dentro del mismo orden jurisdiccional y en aplicación del artículo 51 de la Ley Orgánica del Poder Judicial puede definirse tanto por razón de la materia u objeto del pleito o por razón de su cuantía o por razón de la jerarquía del órgano judicial, dándose, pues, la posibilidad de proyección en el ámbito cuantitativo, objetivo, funcional o territorial, para el conocimiento del asunto. La referencia que en el apartado 2.o del art. 1692 de la Ley de enjuiciamiento civil en la reforma de 6 de agosto de 1984 se hace a la inadecuación del procedimiento se concreta en las normas que regulan el proceso que son de orden público y están sustraídas a la libre disponibilidad de las partes, cuya infracción entraña un defecto insub -sanable que acarrea la nulidad. 3.o Quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y garantías procesales, siempre que en este último caso se haya producido indefensión para la parte, fórmula amplia que permite destacar: a) en primer lugar, la consigna -ción de la infracción de las normas reguladoras de la sentencia, la de los actos y garantías procesales o de las formas esenciales del juicio, siendo destacable la infracción del art. 359 de la Ley de Enjuiciamiento civil en cuanto a las sentencias han de ser claras, precisas y congruentes, b) en segundo lugar, la necesidad de su motivación por imperativo del art. 120 de la Constitución y c) la invariabilidad de las sentencias una vez firmadas, con los límites que en materia de rectificaciones y aclaraciones imponen los Textos legales procesales (363 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y 267 de la Ley Orgánica del Poder Judicial). También han de considerarse como infracción de las normas reguladoras de la sentencia la posibilidad de que el fallo contenga disposiciones contradictorias y, en todo caso, ha de respetarse la debida congruencia, puesto que la incongruencia como motivo de casación supone infracción de las normas regu -ladoras de la sentencia, si bien la jurisprudencia posterior a la Constitución se refiere a la congruencia e incongruencia diferenciando la congruencia por exceso y la incongruencia omisiva, dentro del contenido constitucional del art. 24 de la Constitución. La jurisprudencia constitucional excluye de la estimación de esa posible vulneración las cuestiones que afecten a la pura legalidad, no así en los casos en que puede producirse indefensión al recurrente, pero lo que realmente define la congruencia son las pretensiones de las partes y el fallo de la sentencia y en consecuencia la necesaria adecuación de éstas a aquél. Otros principios procesales, con relevancia constitucional, son los principios de audiencia, del Juez predeterminado por la Ley y del Juez imparcial, de contradicción, y de defensa y aportación de pruebas y su traída al proceso, que ya no solo se instrumentalizan en el ámbito exclusivamente sustantivo sino como garantías procesales constitucionalizadas del párrafo segundo del artículo 24 y como principio constitucio -nal esencial en el art.120 de la Constitución. 4.o El cuarto de los motivos de casación regulado en la Ley de 6 de agosto de 1984 era el error en la apreciación de la prueba, basado en documentos que obren en autos que demuestren la equivocación del juzgador, sin resultar contradichos por otros elementos probatorios. Se diferencia en la regulación legal la percepción de la prueba de la valoración jurídica de los hechos, puesto que por la primera, se fijan los hechos en su existencia y por la segunda se obtienen consecuencias jurídicas, pues no se trata tanto de hechos como de adecuada o inadecuada aplicación de la norma jurídica. Los documentos, en todo caso, habían de demostrar la equivocación del juzgador sin resultar contra -dichos por otros elementos de prueba, de forma que el contenido de tales documentos en su contradicción con los hechos que tuvieron que ser probados ante el juzgador habían de ser constitutivos, además, de una infracción clara y patente, no explicable por la apreciación de otras pruebas, porque de no ser así no se demostraría error sino que se expondría una discrepancia con el juzgador, al atribuir un valor probatorio

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preponderando unas pruebas sobre otras. Este motivo ha sido suprimido en la Ley 10/92 de 30 de abril. A este respecto, como indica el Auto de 11 de noviembre de 1993, de la Sección Quinta de la Sala Tercera: "El contenido del artículo 95-1 de la Ley de esta Jurisdicción en su actual redacción, que recoge los motivos en que habrá de fundarse el recurso de casación, es idéntico al que se recoge para la reforma de los procesos civiles en la nueva redacción dada por la Ley de Medidas 10/92 al artículo 1.692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, si bien el artículo 95 contiene un punto 2 que matiza el apartado 3.o del punto 1 de dicho artículo. Pues bien, uno de los extremos más importantes de la reforma del recurso de casación civil, llevada a cabo por la expresada Ley 10/92, de 30 de abril, consiste en la reordenación de los motivos de casación, con la supresión del antiguo n.o 4 del artículo 1.692 ...y no es procedente en el recurso de casa -ción proceder a una revisión valorativa de las pruebas, convirtiéndolo en una tercera instancia, salvo que se impugne la valoración de la prueba llevada a cabo por el juzgador de instancia con la cita de un precepto que, conteniendo una específica norma valorativa de la prueba en cuestión, se estime ha sido infringida..." 5.º Finalmente, el último motivo del artículo 1692, con mayor amplitud, indica como motivo de casación la infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto del pleito. Se introduce aquí como objeto fundamental el de ordenamiento jurídico, sin olvidar la referencia que en el Texto constitucional (art. 9.1) se contiene a la sujeción de los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, y que el art. 96.1 de la Constitución establece que los Tratados Internacionales, válidamente celebrados por España, una vez publicados oficialmente, forman parte del ordenamiento jurídico interno y es de tener en cuenta la referencia al artículo 10.2 de la Constitución que contiene la regla interpretativa de los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas, en coherencia con los Tratados y Convenios Internacionales en los que España es parte. Todo este conjunto normativo, a nivel constitucional, se completa, después, con las referencias que en la Ley Orgánica del Poder Judicial (art. 5.º) se contienen a la sujeción de los poderes públicos a la Consti -tución como norma suprema del Estado. Ya, con anterioridad, el Título Preliminar del Código Civil, en la reforma operada por el Texto articulado de 1974, en desarrollo de la Ley de Bases de 1973, prevé en el número 6.o del artículo 1.o que la juris -prudencia complementará el ordenamiento jurídico junto con la doctrina que establezca el Tribunal Supremo al aplicar la Ley, la costumbre y los principios generales del Derecho, con lo que se establece acceso a la casación de la costumbre y de los principios generales del Derecho. Al final de todo este conjunto normativo habría que considerar, en el ámbito contencioso-administrativo, dentro de la expresión ordenamiento jurídico no sólo a la Ley sino a los principios y la normatividad inmanente en la propia natu -raleza de las instituciones, en coherencia con la exposición de motivos de la Ley de la Jurisdicción Conten -cioso-Administrativa, sin olvidar que la plena ratificación en España de los Acuerdos y Tratados Interna -cionales ha permitido, en primer lugar, la aceptación plena de la jurisprudencia del Tribunal europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y, en segundo lugar, la aceptación y asunción plena de la jurispruden -cia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Amén de estas referencias de carácter trasnacional y de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuyas sentencias en los términos del art. 164 de la Constitución vinculan a los poderes públicos y específi -camente al judicial, no se circunscribe exclusivamente el concepto de jurisprudencia a la emanada del Tribunal Supremo, a pesar de que éste, en los términos del art. 123 de la Constitución es el Supremo órgano jurisdiccional salvo en materia de garantías constitucionales, sino que hay que tener en cuenta desde la vigencia del Texto constitucional la importancia y relevancia de la jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia en los términos del art. 152 de la Constitución, que constituyen en el ámbito especí -fico del Derecho Autonómico los órganos de interpretación auténtica cuando se trata de aplicación del derecho propio de la Comunidad, específicamente cuando se aplica el Derecho Civil, Foral o especial

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propio de la respectiva Comunidad siempre que no este en contradicción con los criterios fijados por el Tribunal Supremo, que elabora su doctrina tanto en los recursos en interés de Ley como en los supuestos en que conoce por medio de la casación (4). En suma, en la actualidad han de tenerse en cuenta no sólo la relevancia normativa de los textos lega -les, sino la importancia de los principios constitucionales, pues en los términos del art. 5.1 de la Ley Orgá -nica del Poder Judicial "todos los Jueces y Tribunales interpretarán y aplicarán las Leyes y Reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en todo tipo de procesos". 3. Reflexiones sobre la Ley 10/92 de 30 de abril en el ámbito del recurso de casación civil y aplicación jurisprudencial Después de la Ley de 6 de agosto de 1984 se produce la reforma, como consecuencia de la aprobación de la Ley Orgánica del Poder Judicial (Ley 6/1985 de 1 de julio) y el desarrollo de la misma por Ley de Demarcación y Planta Judicial de 28 de diciembre de 1988, siendo de tener en cuenta, finalmente, disposi -ciones ulteriores como el Real Decreto 983/1992 de 31 de julio por el que se prorrogan los programas para la aplicación de la Planta Judicial durante los años 1993 y 1994. Siguiendo las consideraciones del Profesor ALMAGRO NOSETE en el estudio sobre "Presente y futuro del Proceso Civil" en Materiales para una reforma procesal (Comisión General de Codificación. Sección especial para la reforma procesal. Ministerio de Justicia, Secretaría General Técnica, Servicio de Publica -ciones), es de tener en cuenta que para la reforma procesal se constituye por Real Decreto 1343/1988 de 21 de octubre una sección especial, dentro de la Comisión General de Codificación con el encargo de elaborar "un informe sobre los distintos procesos existentes en el ordenamiento y su eficacia" al objeto de conseguir "una propuesta fundada de ordenación de los procesos en los diferentes órdenes jurisdicciona -les". La Sección especial se extinguió a los dos años de la publicación del Real Decreto por imperativo de su artículo 13. En el proceso civil según la exposición de motivos de la Ley 10/1992 de 30 de abril la reforma procesal afecta a seis puntos fundamentales: 1.o) Al recurso de casación en el que se trata de acentuar sus funciones nomofiláctica y uniformadora y dotar al trámite de admisión de un criterio antiformalista, siguiendo el ejemplo de la casación penal. 2.o) A la competencia territorial mediante la supresión del criterio electivo en ciertos procesos. 3.o) A la desjudicialización de ciertas materias como la declaración de herederos y la legalización de los libros. 4.o) Al recurso de apelación del juicio verbal. 5.o) A las cuantías de los procesos ordinarios. 6.o) A la vía de apremio encomendando a los Secretarios la celebración de las subastas.

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Pero al objeto de examinar las cuestiones esenciales que afectan a nuestro estudio interesa concretar los más relevantes en lo que se refiere fundamentalmente a la casación civil y, a este respecto, es de tener en cuenta que se elimina el error en la apreciación de la prueba basado en documentos que obren en autos que demuestren la equivocación evidente del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos probatorios, previsión establecida en el motivo número cuatro del artículo 1692, añadiendose en el artículo 1710 tres nuevas causas de inadmisión: _La falta manifiesta de fundamento, _La desestimación en el fondo de otros recursos sustancialmente iguales, y _La indeterminación de la cuantía cuando la Sala considere que notoriamente no supera los límites que establece el número primero del artículo 1687 y que se concreta en la suma de 6.000.000 de pesetas. Las dos primeras causas de inadmisión son reiteración de las previstas en los artículos 50 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (a tal efecto son de tener en cuenta reiterados criterios jurispruden -ciales de este Tribunal en autos n.o 33/85 de 16 de enero y 685/85 de 13 de noviembre) y 885 de la L.E.Cr. en la redacción dada por la Ley 21/1988 de 19 de julio. La expresión que se contiene en la reforma legal "recursos sustancialmente iguales" no quiere decir idénticos sino que los recursos sean similares, aunque varíen los sujetos, el objeto, o la causa teniendo en cuenta que como aclara el Tribunal Constitucional en auto 216/82 de 16 de junio "para que esta causa opere no se precisa de la identidad subjetiva que es común exigir en otros procesos, no sin importantes excepciones abiertas a la eficacia erga omnes como uno de los presupuestos de la cosa juzgada desde su perspectiva excluyente de todo proceso ulterior sobre idéntica pretensión. Por otra parte y respecto de los elementos objetivos causales de la pretensión el artículo 50.2,c) de la L.O.T.C. atenúa las exigencias de identidad objetiva, que condiciona la operatividad de la cosa juzgada, por lo general, por cuanto que previene que el efecto excluyente del proceso se producirá cuando la sentencia desestimatoria haya recaído "en un supuesto sustancialmente igual" de este modo la igualdad ha de referirse a lo esencial de los elementos de las pretensiones, esto es, a la causa o razón de pedir o al petitum". La tercera causa de inadmisión consistente en no superar la cuantía del límite de los 6.000.000.- pts. ha de ser puesta en relación con lo establecido en los artículos 1681.1.o, b) y 1694,2.o de la L.E.C. puesto que el artículo 1687 veda el acceso a la casación a las sentencias dictadas en asuntos de cuantía inestimable o indeterminada cuando la primera y la segunda instancia hubieran sido conformes de toda conformidad, por lo que resulta evidente que el legislador quiere evitar que los litigantes no dejen indeterminada la cuantía litigiosa para de esa manera poder acceder a la casación y por ello el artículo 1694 se articula como un incidente para determinar la cuantía cuando lo más correcto hubiera sido, en todo caso, haber aprove -chado la audiencia o comparecencia preliminar para fijar definitivamente la cuantía en la primera instancia. Finalmente, es de tener en cuenta que la disposición transitoria segunda establece que en los recursos de casación en trámite en los que no se hubiera resuelto sobre su admisión, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo o, en su caso, la del Tribunal Superior de Justicia podrá inadmitir el recurso por los motivos señalados en la redacción dada por esta Ley al artículo 1710 de la LEC. A este efecto, tanto los motivos en que se funda el recurso de casación, como los límites a que se refiere al regla 4.a del número 1.o del mencionado artículo serán los determinados por la legislación vigente en el momento de la interposición del recurso. Cuando la Sala considere que puede existir causa de inadmisión, procederá en la forma prevista en aquel precepto. De esta forma la definitiva redacción del artículo 1692 en la Ley 10/1992 permite constatar que el recurso de casación civil habrá de fundarse en alguno de los siguientes motivos:

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1.o Abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción, debiéndose entender, como ya se indicaba con anterioridad, tanto a la limitación espacial de jurisdicción en relación con la extranjera como a la juris -dicción interna pero referida a materia que no sea de naturaleza privada sino laboral o contencioso-admi -nistrativa y por abuso debe entenderse el conocimiento de materias sustraídas a la jurisdicción civil, por exceso la posibilidad de la invasión parcial de campos jurisdiccionales aje nos y por defecto la dejación total o parcial en el ejercicio de la jurisdicción, sin perjuicio de considerar que el primer presupuesto de todo proceso es la jurisdicción y en este recurso se comience por el examen de jurisdicción en el caso concreto. 2.o Incompetencia o inadecuación de procedimiento y con referencia a este número 2, la competencia como ya indicamos, comprende tanto la objetiva y funcional en los términos previstos en el artículo 553.1 de la L.E.C. como la territorial, pero, en todo caso, debe pedirse la subsanación de la falta en la instancia en la que se cometió y si hubiere incurrido dicha falta en la primera instancia ha debido reproducirse en la segunda instancia, como se reconoce de forma expresa en el artículo 1693 y en las sentencias del Tribunal Supremo de la Sala Primera de 2 de junio de 1981, 28 de noviembre de 1982 y 12 de diciembre de 1983. La inadecuación del procedimiento es un concepto parejo al de la competencia pero no totalmente identificado con él, ya que de manera expresa se refiere a éste el artículo 47 del Decreto de 21 de noviembre de 1952 al tratar del proceso de cognición y recoger que el demandado podrá impugnar la cuantía señalada en la demanda y éste incidente previo no se referirá solo a la incompetencia sino que, como afirma el texto legal, "también a la no adecuación del procedimiento, por estimar que el aplicable es el verbal y que es o no preceptiva la intervención de Letrado". El objeto del recurso de casación es la actividad del Organo Jurisdiccional desde el inicio del proceso hasta la sentencia, por lo que existen formas procesales que en cuanto a garantía de juicio sino son observadas producen la nulidad derivada del fallo que se produce en estos casos no en aplicación indebida de la Ley, sino porque se llega a fijar el caso mediante una actividad procesal que quebranta dichas garan -tías, y nada importa que anulado el fallo y repuesto el procedimiento al momento en que se cometió la falta se pueda llegar a un fallo idéntico, ya que la sentencia se anuló porque dictada sin alguna de las formali -dades esenciales no podía conocerse si era justa o no. Tal es la interpretación que inferimos del contenido del número 3 del artículo 1692 que establece como motivo específico de casación el quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y garantías procesales, siempre que, en este último caso, se haya producido indefensión para la parte. La Ley de Enjuiciamiento Civil se refiere a quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y garantías procesales siempre que en este último caso se haya producido indefensión para la parte y añade el artículo 1693 que "la infracción de las normas relativas a los actos y garantías procesales que producen indefensión requiere que se haya pedido la subsanación de la falta o transgresión en la instancia en que se hubiere cometido y que de no haberlo sido en la primera instancia, se reproduzca en la segunda con la salvedad, en cuanto a las faltas cometidas en la segunda instancia, de que fuere imposible la reclamación". Ahora bien, la L.E.C. no define las formas procesales ni distingue las esenciales de otras que no se estiman como tales, por lo que puede servir como criterio interpretativo la utilización del derogado artículo 1693 estimando que el sentido del nuevo texto es mas amplio y que al menos esos casos deben comprenderse, si bien que se ha expresado ahora así para huir de la casuística del artículo derogado, pero lo que si es importante expresar es que la Ley no tiene en cuenta el requisito de causalidad, de suerte que aunque el fallo sea en sí correcto y de no mediar el quebrantamiento de forma hubiera sido el mismo, persistiendo por correcto, se daría y procedería el correspondiente recurso. En todo caso, la Ley distingue en este número el quebrantamiento de las formas esenciales por infrac -

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ción de las normas reguladoras de la sentencia, por un lado, de las normas que rigen los actos y garantías procesales, pues si bien en las primeras se produce el motivo de acceso a la casación por la virtualidad causal que puedan tener con el fallo, en las otras se requiere que se haya producido indefensión para la parte y ello ha de entenderse, sin perjuicio del ulterior recurso de amparo por violación del art. 24 de la Constitución y por causación de indefensión. A este respecto es de tener en cuenta que, de conformidad con la sentencia del Tribunal Supremo de 10 de noviembre de 1981, el principio dispositivo rige fundamen -talmente el proceso civil e impide al Juez proceder de oficio (ne procedat iudex ex officio) puesto que la Ley asigna a los litigantes la función exclusiva de reunir y traer al proceso el material limitando la función del Juez a recibirlo para valorar lo que sea util y, en consecuencia, hay actividad probatoria si las partes lo piden, como se deduce del artículo 552 de la L.E.C. y así lo instan. La referencia que entendemos realizada al art. 24.1 de la Constitución por posible causación de inde -fensión nos lleva a referirnos a algunos criterios de la jurisprudencia constitucional. Así, en la sentencia de la Sala Segunda del 23 de abril de 1986 se dice "una indefensión constitucio -nalmente relevante no tiene lugar siempre que se vulnere cualesquiera normas procesales, sino solo cuando a esa vulneración se aparejan consecuencias prácticas consistentes en la privación del derecho de defensa y en un perjuicio real y efectivo de los intereses del afectado por ella" y en la ulterior sentencia del mismo Tribunal de la Sala Primera de 14 de febrero de 1989 se dice "El Tribunal Constitucional ha elabo -rado tres pautas interpretativas sobre la noción constitucional de indefensión, a saber: a) De una parte, que las situaciones de indefensión han de valorarse según las circunstancias de cada caso; b) De otra, que la indefensión que se prohibe en el art. 24.1 de la Constitución no nace de la sola y simple infracción por los Organos Judiciales de las reglas procesales, pues el quebrantamiento de esta legalidad no provoca en todos los casos la eliminación o disminución sustancial de los derechos que corresponden a las partes en razón de su posición propia en el procedimiento ni, en consecuencia, la indefensión que la Constitución proscribe, sino, no coincidiendo necesariamente el concepto de indefensión con relevancia jurídico-constitucional con el concepto de indefensión jurídico-procesal, se produce aquella cuando la vulneración de las normas origina un consiguiente perjuicio real y efectivo para los intereses del afectado y c)Por último, como complemento del anterior, que el art. 24.1 no protege en situaciones de simple indefensión normal, pues, no son tales situaciones las que en su caso deben corregirse mediante la conce -sión del amparo, sino en supuestos de indefensión material en los que se haya podido razonablemente causar un perjuicio al recurrente, pues de otra manera, no sólo la estimación del amparo tendría una consecuencia puramente formal sino que no haría mas que dilatar indebidamente el proceso". Esta sentencia no hace sino recoger los precedentes jurisprudenciales de la Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Constitucional de 24 de noviembre de 1986 y de la Sala Primera del Tribunal Consti -tucional de 17 de junio de 1987. Pero, en todo caso, un requisito fundamental que exige la jurisprudencia del Tribunal Constitucional para que pueda hablarse de indefensión constitucionalmente relevante, es que la víctima de la indefensión haya actuado en el proceso con la debida diligencia, pues como indica la sentencia de 16 de febrero de 1989 del referido Tribunal "reiteradamente viene declarando la jurisprudencia que la indefensión que prohibe el artículo 24.1 de la Constitución requiere, para ser corregida en amparo, que haya privado real -mente a quien la invoca del derecho a alegar y probar en el proceso los propios derechos y que no pueda

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ser aducida, por tanto, por quien no actuó en el proceso con la debida diligencia o resulta imputable a su propia conducta, que incluso ha podido adaptarse como posición de defensa". Entendemos que el motivo reconocido en la Ley de Enjuiciamiento Civil en la reforma 10/92 consistente en el quebrantamiento de las formas esenciales del juicio por infracción de las reglas de la sentencia, nos lleva a hacer especial referencia al art. 359 de la L.E.C. en relación con el tema de la congruencia, y es que, para que las sentencias sean congruentes deben ser exhaustivas, puesto que el art. 359 indica en su párrafo primero que las sentencias deben decidir "todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto de debate" y en el párrafo segundo se indica "cuando estos hubieran sido varios se hará con la debida sepa -ración el pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos". De lo anterior se infiere que la congruencia exige una clara acomodación, armonía y concordancia entre la parte dispositiva o fallo de la sentencia y las pretensiones deducidas por las partes. Este criterio es reiteradamente manifestado por la jurisprudencia del Tribunal Supremo de la Sala Primera, y, así, en sentencia de 12 de julio de 1984 se indica que la congruencia puede ser entendida como esencial "acomodación o armonía" entre las pretensiones de los litigantes oportunamente deducidas y la parte dispositiva de la resolución que pone fin a la controversia; en la sentencia de 30 de septiembre de 1985 se habla nuevamente de que "congruencia equivale a conformidad de la sentencia con las preten -siones deducidas en el pleito ateniéndose al contenido de las mismas, a las personas contra las que se dirigen, al bien que se reclama y a sus fundamentos" pero en cuanto a éstos a los que lo son de hecho, sirviendo de base y limitando la pretensión, pero no a los de derecho cuya alteración es factible por el prin -cipio del iura novit curia si el cambio de los mismos no implica una mutación de la pretensión originaria. Estos criterios se reiteran, después, en sentencias como la de 30 de marzo de 1987 en las que se pone de manifiesto como una respuesta directa y coherente impuesta a las sentencias por el artículo 359 de la L.E.C. "significa una racional adecuación del fallo a las peticiones de los litigantes y al supuesto fáctico en que se basan" y la sentencia de 14 de febrero de 1987 que insiste como la congruencia "ha de entenderse en relación con las pretensiones deducidas en el pleito y no con los razonamientos alegados", pues, supone una adecuación, conformidad o concordancia entre lo pedido en la súplica de los escritos funda -mentadores del proceso y no en relación a los razonamientos o fundamentaciones que se hagan en los mismos. Estos criterios jurisprudenciales, explicitados en reiterada jurisprudencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo (sentencias de 10 de octubre de 1985, 24 de octubre de 1985, 27 de noviembre de 1987, 19 de julio de 1989) permiten comprobar que, en definitiva, el principio de la congruencia en la forma que es defi -nido y regulado por la jurisprudencia se concreta en la exigencia derivada de la conformidad que ha de existir entre la sentencia y las pretensiones procesales aducidas en los suplicos de los escritos fundamen -tales rectores del proceso, violentándose allí donde la relación entre esos dos términos fallo y pretensión están sustancialmente alteradas, pues como reconoce la ulterior sentencia del Tribunal Supremo de 7 de noviembre de 1990, el marco operativo del art. 359 de la L.E.C. supone el enfrentamiento de las peticiones de las partes, sintetizadas, y procesalmente con exclusiva virtualidad en los suplicos de los escritos iniciales principales, con los correspondientes pronunciamientos del fallo. De lo anterior se infiere que una incongruencia por omisión puede provocar indefensión y vulneración del artículo 24 de la Constitución y a este respecto la sentencia de la Sala Primera del Tribunal Constitu -cional de 18 de enero de 1990 entiende que "para que la queja por incongruencia omisiva sea atendible en el plano constitucional deviene necesario constatar, descendiendo al examen del supuesto de hecho concreto que nos ocupa, la concurrencia de dos extremos esenciales, el efectivo planteamiento de la cues -tión cuyo conocimiento y decisión se afirma eludido por el Tribunal y la ausencia de respuesta razonada por parte del órgano judicial a ese concreto motivo del recurso." En los términos que reconoce la ulterior sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Constitucional de 11

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de marzo de 1991 se dice, como doctrina final fundamentadora de esta materia, que es preciso "recordar brevemente cuales son los requisitos que este Tribunal viene exigiendo para admitir que la incongruencia omisiva pueda considerarse efectivamente contraria a la tutela judicial efectiva. Como se ha declarado con anterioridad la vulneración del artículo 24.1 por esta causa requiere ante todo que se haya planteado la cuestión cuyo conocimiento y decisión por el órgano sea trascendente para el fallo, en segundo lugar que no se le dé una respuesta razonada por parte del órgano judicial en coherencia con la sentencia n.o 5/1990 y, en fin, razonablemente, que no pueda deducirse del conjunto de la resolución la existencia de una desestimación tácita de la pretensión planteada en coherencia con la sentencia n.o 175/90. En estas circunstancias la falta de pronunciamiento sobre una determinada cuestión se convierte en denegación técnica de justicia y resulta contraria al art. 24.1 de la Constitución". Por último, el cuarto motivo del art. 1692 de la L.E.C. en la redacción por Ley 10/1992 consiste en la infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueron aplicables para resol -ver las cuestiones objeto de debate y en relación con este punto, partiendo de la reflexión que se contenía en la redacción derivada de la Ley de 6 de agosto de 1984 es de tener en cuenta que él no se refiere sólo al restringido concepto de Ley sino a la expresión más amplia "normas del ordenamiento jurídico" que comprenden la Ley material y otras disposiciones normativas escritas de menor grado como la costumbre y los principio generales del derecho y también se comprende los tratados internacionales validamente suscritos por España y publicados en el Boletín Oficial del Estado que forman parte de nuestro ordena -miento jurídico interno, en coherencia con el artículo 96.1 de la Constitución y el art. 1.5 del Código Civil. A este respecto no son leyes por su contenido los preceptos de la Ley de Enjuiciamiento Civil y otras leyes procesales, salvo que sirvan de aplicación al fallo, puesto que lo fundamental por regla general es que la violación de una norma procesal no genere error in iudicando sino error in procedendo y no debe atenderse solo a la ubicación sistemática de las materias, pues, dentro del Código Civil y otros textos exis -ten normas procesales y pueden existir igualmente preceptos sustantivos dentro de los textos procesales, por lo que tampoco deben estimarse como preceptos adecuados a estos efectos las Leyes penales ni las procesales penales, pero dado el número primero del art. 1692 consistente en el abuso, exceso o defecto del ejercicio de jurisdicción, la Ley puede pertenecer a otro Orden Jurisdiccional como el Laboral o Admi -nistrativo. En este ámbito deben estimarse como no susceptibles de casación en vía civil las disposiciones reglamentarias o administrativas, incluyéndose dentro de ellas las resoluciones de la Dirección General de Registros y Notariado, los Decretos de conflicto entre jurisdicción y administración o las Disposiciones Fiscales, pero, por todo ello, ha de entenderse también limitadas por el espacio y el tiempo, ya que la norma ha de ser en todo caso nacional y vigente. Respecto de la costumbre, si es desconocida, su manejo puede ser inadecuado y debe ser denunciable en casación, si bien la jurisprudencia carga la prueba de la costumbre a las partes, ya que no la conocen los Tribunales y el Tribunal Supremo para la aplicación de la costumbre ha de examinar los hechos cuya repetición genera esta norma escrita. Respecto del concepto de doctrina legal no sólo desaparece en el nuevo texto sino que resulta inne -cesaria, puesto que la jurisprudencia es susceptible de fundar un recurso de casación al amparo del n.o 4 del art. 1692 y no debe olvidarse que la extinta doctrina legal era un concepto introducido en el Real Decreto de 4 de noviembre de 1838 y fue definida por la jurisprudencia como la establecida en idénticas y repetidas resoluciones del Tribunal Supremo (así en sentencias de 1 de junio de 1892, 28 de abril de 1894, 6 de octubre de 1899 y 7 de abril de 1933 entre otras resoluciones) siendo, en realidad, la doctrina legal equivalente a la jurisprudencia del Tribunal Supremo Finalmente, la referencia que se contiene a los principios generales del derecho afecta a la última

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fuente normativa y susceptible de fundar un recurso de casación que puede apoyarse también en la juris -prudencia, que no es fuente de derecho, pero que complementa el ordenamiento jurídico como se deduce del art. 1.6 del Título Preliminar del Código Civil, pero la infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia ha de ser, en todo caso, efectiva y causal o determinante y manifestarse en la parte dispositiva de la sentencia ya que, en definitiva, tal referencia ha de ser "aplicable para resolver las cues -tiones objeto de debate" pues tanto los errores en los fundamentos de derecho resultan irrelevantes a los efectos del recurso, porque lo vinculante en la sentencia es el fallo o parte dispositiva y los simples errores de cálculo no dan lugar a la casación y pueden, en todo caso, ser subsanables en trámite de ejecución de sentencia (doctrina reiterada del Tribunal Supremo en sentencia de 17 de enero de 1920, 19 de diciembre de 1929 y 13 de diciembre de 1934, entre otras resoluciones). En suma, los errores materiales manifiestos y los aritméticos pueden ser rectificados en cualquier momento por los Tribunales al amparo del artículo 267.2 de la L.O.P.J. como ya se indicó con anterioridad y también pueden ser aclarados aquellos conceptos oscuros o suplirse en este trámite cualquier omisión que contengan los autos y sentencias y, todo ello, al amparo del referido artículo 267.1 de la L.O.P.J. 4. El recurso de casación y revisión ante la Sala de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia La reforma operada por la Ley 10/92 ha regulado el recurso de casación que se ha de tramitar ante la Sala del orden Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia y para que conozcan estos en casación ha de tratarse de infracción de normas de Derecho Civil Foral o Especial, teniendo en cuenta que en el respectivo Estatuto de autonomía de la Comunidad Autónoma se haya previsto esa atribución por aplica -ción del art. 1689.2 de la Ley de Enjuiciamiento modificada por Ley 10/92. La LOPJ establece que la competencia atribuida a los Tribunales Superiores, en la letra a) del apartado 1.o del art. 73, se ejercitará con arreglo a las normas procedentes sobre recurso de casación, con las particularidades que se estable -cen en los artículos siguientes, debiendo entenderse las referencias de aquellas a la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo como hechas a la Sala de lo Civil y Penal del correspondiente Tribunal Superior de Justi -cia (art. 1729 en la redacción producida por la Ley 10/92). En todo caso, las dudas sobre la competencia que puede suscitarse entre la atribuida al Tribunal Supremo y al Tribunal Superior se resuelven aplicando lo que disponen los artículos 52 de la L.O.P.J. y 81 a 83 de ésta, entendiéndose referido a la Sala de lo Civil del Tribunal Superior lo que el último de los preceptos dispone con respecto a las Audiencias y si el Tribunal Supremo, en la decisión, estima que no concurre la infracción del precepto constitucional invocado y además se hubiese fundado en infracción de las normas de Derecho Civil Foral o Especial, han de remitirse las actuaciones al Tribunal Superior que corresponda en el plazo de 15 días, con emplazamiento de las partes por plazo de 10 días, en la previsión contenida en los artículos 1731 y 1732 de la L.E.C. en la reforma introducida por la Ley 10/92. En el caso de la revisión civil, precedente importante al recurso de revisión contencioso-administrativo, la Ley 10/92 da nueva redacción al art. 1801 apartado 1.o de la L.E.C. al establecer que cuando la senten -cia firme impugnada hubiese sido dictada por un Juzgado o Audiencia con sede en una Comunidad Autó -noma cuyo estatuto así lo haya previsto, del recurso de revisión conocerá la Sala de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia y la única novedad radica en trasladar a la Ley de Enjuiciamiento Civil la norma conte -nida en el art. 53.2 de la Ley de Demarcación y Planta Judicial, deduciéndose que los presupuestos nece -sarios para atribuir competencia a los Tribunales Superiores de Justicia son que el Organo que haya dictado sentencia tenga su sede en la Comunidad Autónoma y que en su estatuto se haya previsto tal atribución.

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Sin embargo, y en relación con este recurso de revisión, en el artículo 73.1, b) de la L.O.P.J. se dispone que la Sala de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia conocerá del recurso de revisión que establezca la Ley contra sentencias dictadas por Organos Jurisdiccionales del Orden Civil con sede en la Comunidad Autónoma en materia de Derecho Civil Foral o Especial propio de la respectiva Comunidad, si el Estatuto prevé esta atribución, por lo que la L.O.P.J. exige un tercer presupuesto, que no está recogido ni en la Ley de Demarcación y Planta ni en la Ley de Enjuiciamiento Civil, y que consiste en el reconocimiento de que el Derecho Civil Foral o Especial ha de ser propio de la respectiva Comunidad. Si tenemos en cuenta los motivos que pueden fundar la revisión y que la mención a la materia estric -tamente foral o especial, que preceptúa la L.O.P.J., ha de ir referida a normas sustantivas aplicables al fondo del asunto, ello lleva implícito el reconocimiento de que las sentencias dictadas en asuntos de Dere -cho común son impugnables ante la Sala Primera del Tribunal Supremo. Este criterio lo sostiene la Sala de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, en auto 4/1989 de 27 de julio, al reconocer que la competencia de los Tribunales Superiores en materia de revisión se circunscribe estrictamente a los casos en que el Derecho sustantivo aplicable sea de carácter foral o espe -cial y el auto de 20 de diciembre de 1990, dictado por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Cataluña, según el cual "la cuestión de determinar el ámbito de la competencia es problemática toda vez que si bien en un análisis aprioristico cabría colegir que la atribución competencial es operativa en asuntos de derecho privativo en cuya perspectiva se orienta el Estatuto de Autonomía y la L.O.P.J., sin embargo, el art. 54.2 de la Ley de Demarcación y Planta y las reflexiones que se exponen a continuación, parece más seguro estimar que la competencia se extiende a todos los recursos de revisión civil contra resoluciones dictadas por órganos radicados en territorio de la Comunidad porque: a) No es posible aplicar el criterio de la fundamentación, especialmente previsto en el art. 54 citado, para el recurso de casación, tanto más que de optarse por semejante solución se convertiría en estéril la asignación competencial al no existir ningún motivo que pudiera dar lugar a una infracción de derecho privativo y tener los supuestos del artículo 1796 de la L.E.C. el carácter de numerus clausus y no ser susceptibles de interpretación extensiva. b)El criterio de la materia es confuso, pudiendo dar lugar en numerosos casos a interminables disquisi -ciones en orden a determinar cuando a un pleito es aplicado el derecho civil común en exclusiva o versa al menos parcial o incidentalmente sobre el derecho privativo de la Comunidad, oscuridad y ambigüedad que se acredita cuando se trata de concretar cual debe ser la guía de referencia para apreciar la existencia de la materia privativa: escritos de alegaciones de las partes, sentencia del juzgado o de la audiencia e incluso si es operativo el iura novit curia del propio Tribunal de revisión. c)La remisión del art. 54.2 de la Ley de Demarcación y Planta al Estatuto de Autonomía lo es a los solos efectos de la existencia de la previsión del recurso y no limita su posibilidad en relación con la temática sustantiva del pleito, en el que el mismo se plantea, aunque siempre es respetable la interpretación en contrario. La solución que se mantiene compartida por el Ministerio Fiscal, permite evitar dificultades y dudas que podrían afectar a los interesados y recurrir facilitando la utilización del derecho al recurso, todo ello con una base legislativa consistente en la declaración competencial efectuada en el art. 54 de la Ley de Demarcación y Planta Judicial". III. EVOLUCIÓN ESPECÍFICA EN EL ÁMBITO CONTENCIOSO-ADMINI STRATIVO 1. Examen de la regulación legal

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En la antigua Ley de 1888 ya se contenía en el art. 87.2 un motivo de estructura casacional al precisar que habría lugar al recurso de revisión: "si los Tribunales de lo Contencioso-Administrativo hubiesen dictado resoluciones contrarias entre sí respecto a los mismos litigantes, acerca del propio objeto y en fuerza a idénticos fundamentos". No obstante fue en la Ley de 27 de diciembre de 1956, antes de la reforma de 1973, cuando se lleva a cabo la aplicación estricta de la identidad del acto como ya pusieron de manifiesto numerosos autores (5). Es, sin embargo, a raíz de la reforma de 1973, cuando se modifica el apartado b) del n.o 1 del art. 102 de la Ley, y en este momento surge ya una doctrina que pretende garantizar la seguridad jurídica ante fallos que en atención a hechos, fundamentos y pretensiones sustancialmente iguales lleguen a pronun -ciamientos distintos. Se trata de conseguir la fijación de una doctrina correcta eligiendo entre las dos inter -pretaciones posibles de la norma aquella que sea más adecuada al ordenamiento jurídico, sin que tenga que respetarse siempre como precedente la interpretación de la sentencia más antigua (6). De esta forma, la nueva redacción dada al art. 102 en el apartado b) del n.o 1 de la LJCA permite superar una jurisprudencia que identifica el objeto con el acto administrativo y que significaba reducir la identidad del objeto a los casos de actos administrativos con destinatario múltiple y la expresión "en mérito a hechos, fundamentos y pretensiones sustancialmente iguales" permite que no sean iguales ya que no hace falta que tales hechos, fundamentos y pretensiones sean idénticos bastando que sean sustancial -mente iguales. Se consagra, así, la función típica del Tribunal Supremo en la fijación de la uniformidad de la aplicación de la Ley, cumpliéndose, como ha recordado algún sector doctrinal (7), a través del artículo 102 apartado b) del n.o 1 la depuración por vía de recurso de revisión de las contradicciones en que puedan incurrir las sentencias de las distintas Salas, de forma que la Sala de Revisión no se constriñe a decretar la mera anulación de la sentencia posterior por el simple hecho de que se incline por una decisión contraria a la mantenida por otra precedente del mismo Tribunal Supremo y de esta forma procede la estimación del recurso cuando además concurran las circunstancias previstas en el art. 102.1,b) de la LJCA. Sin embargo, el estrecho cauce que establecía el art. 102 de la LJCA resulta insuficiente y pone de relieve un importante sector de la Doctrina (8) la necesidad de proceder a una regulación definitiva, ya que para conseguir la unidad de doctrina bajo la perspectiva del art. 102 de la Ley de la Jurisdicción era nece -sario que la sentencia tomada como referencia en el presunto agravio comparativo sea anterior, supedi -tándose la viabilidad de las pretensiones del recurrente a la cuádruple concurrencia acumulativa de sustanciales identidades subjetivas, fácticas, normativas y de pretensiones. En suma, la Ley de 1956 completa la regulación con el Recurso en Interés de Ley como instrumento de apelación extraordinaria en manos del Abogado del Estado, que tiene como finalidad exclusiva fijar la doctrina legal y el mantenimiento de inalterables efectos de la sentencia recurrida. Este recurso en interés de Ley se diferencia del recurso de casación porque no casa la sentencia recurrida y se limita a formar la doctrina legal. Tal es la reflexión que se contiene en algunos estudios monográficos sobre la materia (9). Una vez publicada la Constitución dos preceptos son de singular importancia, pues, por una parte, se reconoce en el artículo 106 el control de la legalidad de la actuación admininistrativa y el ejercicio de la potestad reglamentaria que se encomienda explícitamente a la jurisdicción contencioso-administrativa, con lo que la propia Constitución constitucionaliza el ejercicio por parte de esta jurisdicción del auténtico control de legalidad y por otra parte en el ámbito del conocimiento de los recursos por el Tribunal Supremo se reconoce en el art. 123 la consideración de éste como supremo órgano jurisdiccional, salvo en materia de garantías constitucionales y tal condición de órgano jurisdiccional hace cada vez más imprescindible la existencia de un recurso de casación en la jurisdicción contencioso-administrativa habida cuenta de las competencias que van asumiendo los Tribunales Superiores de Justicia de la Comunidad Autónoma

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respectiva. La inicial introducción de la reforma legal está prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1 de julio de 1985 que establece en su artículo 58 el recurso de casación, que junto al conocimiento por parte de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo en única instancia de los recursos que se promuevan contra actos y disposiciones emanadas del Consejo de Ministros, Comisiones Delegadas, Actos y Disposiciones procedentes del Consejo General del Poder Judicial y Actos y Disposiciones de los Órganos de Gobierno del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas y del Defensor del Pueblo en materia de personal y actos de la Administración, la normativa de la Ley Orgánica 6/85 establece en los apartados 2.o, 3.o y 4.o que el Tribunal Supremo conocerá de los recursos de casación que se interpongan contra sentencias dictadas por la Sala de lo Contencioso-Admi -nistrativo de la Audiencia Nacional, de los recursos de casación que establezca la Ley contra sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia en recursos contra actos y disposiciones procedentes de órganos de la Administración del Estado y de los recursos que establezca la Ley contra sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia en relación con actos y disposiciones de Comunidades Autónomas, siempre que dicho recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquellos. Esta referencia legal se demora, sin embargo, en su eficacia, en aplicación de la Disposición transitoria trigesimocuarta mientras no se apruebe la Ley de Demarcación y Planta Judicial, teniendo en cuenta que la Disposición Adicional primera abre un plazo de un año para que el Gobierno remita a las Cortes el proyecto de Ley sobre la Reforma entre otras, de la Legislación del proceso contencioso-administrativo. Dicha previsión no se cumple y entra en vigor la Ley de Demarcación y Planta Judicial: Ley 38/88 de 28 de diciembre, teniendo en cuenta que el art. 58.1 de dicha Ley de Planta aplicable al régimen transitorio establece "no procederá recurso de apelación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo en los recursos de que conozcan las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia contra actos o disposiciones provenientes de los órganos de la Comunidad Autó -noma, salvo si el escrito de interposición del recurso se fundase en la infracción de normas no emanadas de los órganos de aquella". Finalmente, en el ámbito de las competencias, es de tener en cuenta que la Ley Orgánica 8/1991 de 13 de marzo modifica la Ley Orgánica de Régimen Electoral General y da nueva redacción al art. 112 de dicha Ley atribuyendo a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo el conocimiento de los recursos electorales en materia de elecciones generales, materia que anteriormente había sido asumida, en la reforma legal de 1987, en lo concerniente a las elecciones del Parlamento Europeo. 2. Análisis de los Autos del Tribunal Supremo de 20 y 22 de marzo de 1990 Las previsiones de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1985 que establecía en su art. 58 el recurso de casación no pueden cumplirse de inmediato, puesto que el Tribunal Supremo en dos autos del Pleno de la Sala Tercera de 20 y 22 de marzo de 1990 ante la interposición de un recurso de casación contra sendas resoluciones de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, respecto de las que estaba bien indicado como recurso procedente el de casación, se pronuncia en el sentido de inexistencia de tal recurso, hasta tanto sea objeto de una regulación específica y por la imposibilidad de acudir para la regulación de este recurso a la Ley de enjuiciamiento civil en cuanto supletoria, teniendo en cuenta la subsistencia, entonces, del recurso de apelación, pese a que la Sala única de lo Contencioso-Administrativo no podía identificarse con las antiguas tres Salas, 3.a, 4.a y 5.a, de este orden jurisdiccional. A tal efecto, el diseño competencial contenido en la Ley de la Jurisdicción no tenía como referente

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orgánico la nueva Sala, para la que sus competencias estaban definidas en el art. 58 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, precepto en el que no se prevé competencia alguna para el conocimiento del recurso de apelación. Por su importancia, y, en síntesis, transcribimos aspectos concretos y más relevantes de las dos refe -ridas resoluciones. En el auto de 20 de marzo de 1990 que se contiene en el recurso 280/89 se señalan entre otras las siguientes determinaciones: 1_Refundidas en una Sala de lo Contencioso-Administrativo las antiguas Salas del Tribunal Supremo (Tercera, Cuarta y Quinta) desde el 22 de febrero de 1989 parece que debería tener plena virtualidad el art. 58 de la Ley Orgánica que atribuye a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo el conocimiento de los recursos de casación contra sentencias de las Salas de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional y de los Tribunales Superiores de Justicia -apartado 2.o, 3.o, 4.o y 5.o del citado art. 58- con desaparición del recurso de apelación ante el Tribunal Supremo -salvo cuestiones de Derecho transitorio aunque no aparece mencionado en aquel precepto-. El problema surge porque existente ya la Sala única de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo en los términos previstos por la Ley Orgánica y por tanto con las competencias en ella definidas -casación no apelación- sin embargo no se ha dictado todavía la Ley Procesal que regule la casación en la jurisdicción contencioso-administrativa. 2_La Ley Orgánica del Poder Judicial no solo en el sentido tradicional del término sino también en el que hoy recoge el art. 81 de la Constitución es orgánica. No significa esto que todos y cada uno de sus preceptos tengan esa naturaleza pero en este momento no es necesario una precisión en esta línea. Bastará indicar que el hecho de que una materia esté reservada en la Constitución a Ley Orgánica no significa una absoluta exclusión de la viabilidad de una Ley ordinaria en aqu_e9l ámbito: sobre la base del criterio restrictivo que debe inspirar la exigencia de Ley Orgánica cabe una colaboración de la Ley ordinaria con la orgánica en virtud con la llamada por ésta a aquella. Esta es la técnica a seguir en la normativa propia del Tribunal de Cuentas, materia reservada a Ley Orgánica por el art. 136.4 de la Constitución: la Ley Orgánica 2/82 de 12 de mayo establecía la regulación fundamental para dicho Tribunal, remitiéndose a una futura Ley de funcionamiento que hoy es la Ley 7/88 de 5 de abril de carácter ordinario. 3_En definitiva, pese a lo dispuesto en la transitoria trigesimocuarta y la publicación de la Ley de Demarcación y Planta Judicial, no es sorprendente una conclusión que excluye la aplicación real de algún precepto de la Ley Orgánica que así quedará en una situación de potencialidad a la espera de recibir el complemento actualizador adecuado: esa situación de potencialidad parece recogida en la transitoria trige -simocuarta. La Ley Jurisdiccional no recoge el recurso de casación y ello porque no pensara que podía aplicarse por el legislador por la vía de su disposición adicional sexta, sino porque no lo entendía proce -dente y justamente por ello incluyó dentro del recurso de revisión algunos motivos que tenían naturaleza casacional. La regulación del recurso de revisión tal como aparece en la Ley Jurisdiccional excluye la apli -cación del recurso de casación: en realidad la casación que la Ley Jurisdiccional quería estaba ya dentro del recurso de revisión. Ello implica, pues, que no resulta posible traer la casación a lo contencioso-admi -nistrativo con el puro texto de la Ley Jurisdiccional de 1956: la virtualidad de su disposición adicional sexta quedaba cerrada por la regulación del recurso de revisión. Por ello, para que la casación entrase en nuestro proceso por aquella vía sería necesario poder llegar a

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la conclusión que la Ley Orgánica del Poder Judicial había modificado la Ley Jurisdiccional, más concre -tamente su regulación de la revisión eliminando los motivos casacionales incluidos en ésta, con lo que su silencio respecto de la casación dejaría de ser de exclusión para convertirse en silencio de admisión. 4_Ciertamente en el apartado 2.o del art. 58 -Sentencias de la Audiencia Nacional- se alude a la casa -ción sin incluir la expresión que acaba de citarse, pero de ello no cabe derivar que para las sentencias de la Nacional hay casación y que en cambio no existe para la de los Tribunales Superiores. No resulta imagina -ble que el art. 58 de la Ley Orgánica haya pensado en dos casaciones distintas, una la de la Ley de enjui -ciamiento civil para las sentencias de la Nacional y otra diferente a la de la futura Ley Procesal para las de las Salas de los Tribunales Superiores, pero en cualquier caso la interpretación que acaba de hacerse no pasa de ser un mero punto de partida cuyos resultados deben ser corroborados con criterios de mayor entidad. 5_Y ya con estas bases de aplicación legal en el auto referido se sientan entre otras las siguientes determinaciones que, por su transcendencia, examinamos literalmente: A) La casación aunque de origen francés, tiene en nuestro Derecho una tradición secular en el campo del proceso civil, único que ahora importa. A pesar de esa tradición cuando se ha tratado de la entrada en vigor de la casación civil prevista para la Sala de Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia -art. 73.1,a) de la Ley Orgánica- el legislador -art.54 de la Ley de Planta- ha creido necesario: a) Advertir que las reglas aplicables eran las de la L.E.C. y b) añadir una normativa especifica de regulación. Por el contrario, ninguna regla contiene la Ley de Planta respecto de la casación en lo contencioso-administrativo pese a que la figura es de una clara novedad. Y si para la casación civil de los Tribunales Superiores se ha entendido preciso advertir que era de aplicación la L.E.C., con mayor razón si se pretendía introducir la casación en el campo de lo contencioso hubiera sido necesaria una norma al respecto. El silencio de la Ley de Planta, en este punto, es sumamente expresivo. B) El art. 58.1 de la Ley de Demarcación y Planta Judicial establece una normativa específica para el recurso de apelación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. Aunque este precepto ha suscitado serias dudas respecto de su campo de aplicación resulta, sin embargo, perfecta -mente viable darle una transcendencia general atendiendo a su ubicación sistemática: figura en el título IV de la Ley de Demarcación cuya rúbrica es "De las disposiciones de Orden Procesal para la efectividad de la Planta Judicial", es decir, así las cosas, no cabe pensar que implica una regulación ordinaria para surtir efecto en tanto se dicte la nueva Ley Procesal. Más concretamente este artículo 58.1 de la Ley de Demar -cación se refiere expresamente al recurso de apelación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo para conocer ciertos supuestos en los que no procede y por tanto, a sensu contrario, implica la subsistencia con carácter general del recurso de apelación ante la Sala de lo Contencioso-Admi -nistrativo del Tribunal Supremo. Y esta subsistencia de la apelación, recurso no mencionado entre las competencias del Tribunal Supremo definidas en el art. 58 de la Ley Orgánica, es un claro síntoma de inexistencia del recurso de casación, que es la figura llamada a sustituir a la apelación. C) Se ha indicado antes que la regulación de la revisión contenida en la Ley Jurisdiccional de 1956 excluía la entrada de la casación por la vía de la disposición adicional sexta de dicha Ley y que para que aquella penetrase por ese cauce en el campo de lo contencioso-administrativo sería necesario entender que la Ley Jurisdiccional había sido modificada en este punto en el sentido de eliminar los motivos casa -cionales de la revisión. Pues bien, el art. 58.2 de la Ley de Demarcación y Planta salva la vigencia de la

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regulación del recurso de revisión contenida en el art. 102 de la Ley Jurisdiccional sin excepción alguna. Y esta subsistencia de los motivos tradicionales de la revisión en el campo de nuestro proceso incluido s los casacionales, impide la aplicabilidad de la casación prevista en la L.E.C. dado que el silencio de la Ley Jurisdiccional sigue siendo de exclusión. 6_En el auto que estamos examinando, después de valorar datos estadísticos extraidos de la memoria del Consejo General del Poder Judicial y teniendo en cuenta el principio de interpretación conforme a la Constitución de todo el ordenamiento jurídico y una interpretación en el sentido más favorable a la efecti -vidad de la tutela judicial efectiva, conduce a la inaplicabilidad en nuestra jurisdicción del recurso de casa -ción tal como lo regula la L.E.C. y, por tanto, a la subsistencia de la apelación ante el Tribunal Supremo mediante una interpretación literal del art. 58.4 y 5 de la Ley Orgánica y una interpretación sistemática de la Ley de Demarcación y Planta Judicial, dada su funcionalidad, determinante de la entrada en vigor de aque -llos aspectos de la Ley Orgánica y del contexto que es siempre la Constitución, que demanda la solución menos lenta de los procesos. En consecuencia, no existe para el Tribunal Supremo el recurso de casación en el campo de lo conten -cioso-administrativo. Este criterio igualmente se recoge en el posterior auto de 22 de marzo de 1990 (recurso n.o 393/89) que, en todo caso, insiste en los criterios anteriormente referidos, primando también en aquel supuesto del auto recurrido la imposibilidad de enjuiciamiento en vía casacional que, en cambio, le está brindada por los arts. 93 de la L.J.C.A. en relación con el art. 6.o apartado 3.o del R.D. Ley 1/77 a través del recurso de apelación, cuyo enjuiciamiento revisorio es más amplio que el recurso casacional. lain 3. Criterios jurisprudenciales, previos a la reforma casacional, concernientes a la apelabilidad de las Resoluciones judiciales La Ley de Medidas Urgentes de Reforma Procesal deroga las normas sobre apelación de la Ley de la Jurisdicción, sin perjuicio de la procedencia del recurso de casación y la normativa sobre apelación sigue, no obstante, aplicándose a los recursos de apelación que se interpongan antes de la entrada en vigor de la reforma, por aplicación de la disposición transitoria tercera, previendo el número 2 de esta disposición transitoria tercera que "será de aplicación directa lo dispuesto en la Ley sobre la inadmisibilidad del recurso de casación cuando el recurso careciere manifiestamente de fundamento o se hubieren desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales". A la vista de la anterior normativa es evidente que la Sala del Tribunal Supremo que conoce del recurso de apelación podrá declarar la inadmisibilidad por falta de cualquiera de los requisitos procesales cuando éstos carezcan manifiestamente de fundamento, que es una fórmula análoga a la prevista en el art. 50.1,c) de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que prevé la inadmisión por providencia del recurso de amparo cuando manifiestamente carezca de contenido constitucional, o bien cuando se hubiere desesti -mado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales, lo que determina la necesidad de analizar la jurisprudencia recaída tanto respecto de los requisitos que han de darse para que exista identidad de supuestos, como para que se dé la necesaria contradicción pareciendo suficiente no sólo la existencia de un solo precedente sino también la existencia de una doctrina jurisprudencial clara y terminante, en sentido contrario a la pretensión, para que se inadmita el recurso por esta vía procesal. A la vista de los criterios anteriores, procedemos a un examen sincrético de los criterios jurisprudencia -les más relevantes en aplicación de la doctrina del Tribunal Supremo, sobre la apelabilidad, inmediata -

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mente precedente al recurso casacional (10). a) Competencia del Organo El Tribunal Supremo (en Sentencia de 8 de julio de 1991, Ar. 5450) declara inadmisible el recurso de apelación interpuesto contra sentencia de la antigua Audiencia Territorial de Las Palmas en supuesto de multa por infracción laboral impuesta por la Dirección General de Trabajo de Las Palmas en cuantía inferior a 500.000.- pts. recurrida en alzada ante el Consejo de Sanidad, Trabajo y Seguridad Social del Gobierno de Canarias, y (en sentencia de 20 de enero de 1991, Ar. 601) declara igualmente inadmisible la apelación en sentencia recaída sobre Resolución del Consejero de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Vivienda de Madrid en imposición de multa en cuantía inferior a 500.000.-pts. por infracción urbanística. b) Cuantía del recurso El Tribunal Supremo declara indebidadmente admitido el recurso de apelación en supuestos recogidos en la sentencia de 12 de julio de 1991 (Ar. 5592) y 16 de julio de 1991 (Ar. 5850), en el primer caso en un supuesto de liquidación por contribución urbana en cuantía inferior a 500.000.- pts. recurrida ante el TEAP de Badajoz y en el segundo caso referido a recurso contra acuerdo del Jurado Provicial de Expropiación, en cuantía inferior a 500.000.-pts. Sin embargo, el tema de la cuantía plantea especiales problemas en el ámbito de la apelabilidad, teniendo en cuenta, en primer lugar, la aplicación de la previsión contenida en el art. 50 párrafo 3.o de la Ley Jurisdiccional que literalmente señala "En los supuestos de acumulación la cuantía vendrá determinada por la suma del valor de las pretensiones objeto de aquella, pero no comunicará a las de cuantía inferior la posibilidad de apelación" y así, en la sentencia de 15 de julio de 1991 (Ar. 5597) en un supuesto de preten -siones acumuladas algunas de las cuales exceden de 500.000.- pts. y otras no, se produce la admisión del recurso sólo respecto de las primeras pero no en cuanto a las segundas. También es de tener en cuenta la aplicabilidad en este ámbito de la previsión contenida en el art. 51.1,a) de la Ley Jurisdiccional que dispone que "Cuando el demandante solicita solamente la anulación del Acto, se atenderá al contenido económico del mismo, para lo cual se tendrá en cuenta el débito principal, pero no los recargos, las costas ni cualquier otra clase de responsabilidad" y así las sentencias de 13 y 17 de junio de 1991 (Ar. 4967 y 4971) declaran la inadmisibilidad del recurso de apelación en recursos contenciosos contra actos de gestión tributaria en liquidaciones que incluyen junto a la deuda tributaria principal, multas y recargos cuya suma excede de 500.000.-pts. pero cuyo sumandos aisladamente consi -derados son inferiores a dicha suma. En el caso de la devolución de ingresos indebidos la pretensión de devolución se considera una unidad y no se descomponen sus componentes en las distintas cuotas tributarias, admitiéndose la apelación sólo cuando su conjunto sea de 500.000.- pts. y así se declara la inadmisibilidad del recurso de apelación, en este caso, en la sentencia de 4 de marzo de 1991 (Ar. 2038). Finalmente, es de tener en cuenta, en el caso de impugnación de justiprecio del Jurado de Expropia -ción, por aplicación de la sentencia de 18 de septiembre de 1991 (Ar. 6761) que habrá que estar a la dife -rencia entre el valor fijado por el Jurado de Expropiación y el fijado por las partes afectadas por la expro -piación.

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c) Cuestiones de personal Mayor complejidad revisten las cuestiones de personal, ya que el derogado art. 94.1,a) de la L.J.C.A. excluía la apelabilidad de los asuntos "que se refieren a cuestiones de personal al servicio de la Adminis -tración Pública o de Particulares, con excepción de los casos de separación de empleado público inamovi -ble" y así, en jurisprudencia reiterada, se considera que se da la calificación de cuestión de personal en algunas en las que, por su propia naturaleza o esencia no se trata de tales, como resulta en los casos de impugnación de homologación de personal transferido a la Diputación de Guipúzcoa considerado, por sus aspectos normativos y de complejidad, que excede de tal cuestión de personal (sentencia 13 de julio de 1989, Ar. 5645), aprobación de plantilla al servicio de la Administración Municipal y fijación de retribuciones a percibir por funcionarios en el ejercicio a que se refería esa plantilla (sentencias de 15 de febrero de 1991, Ar. 1261 y 18 de marzo de 1991, Ar. 2287) que se entienden que tienen un contenido normativo, o bien, el acto de creación de plazas y regulación del régimen jurídico al que debían ajustarse los Acuerdos Plenarios Municipales sobre complemento específico o retribuciones de empleados de Ayuntamientos (así los supuestos recogidos en las sentencias de 30 de mayo de 1991, Ar. 4226 y 17 de mayo de 1991, Ar. 4114). Se considera que no es una cuestión estricta de personal el establecimiento de servicios mínimos en huelga a que se refieren reiteradas resoluciones (entre otras, las sentencias de 8 de febrero de 1991, Ar. 1248 y 12 de junio de 1991, Ar.4953), las referidas a la prestación del Servicio Militar obligatorio que quedan excluidas abiertamente de la consideración de cuestión de personal (en la sentencia de 20 de marzo de 1991, Ar. 2290), así como cuestiones referidas a la petición de indemnización por jubilación anti -cipada (en sentencia de 3 de mayo de 1991, Ar. 3962) que son objeto de numerosos recursos de revisión y las cuestiones referidas a la distribución de responsabilidad del abono de una pensión de un Ayuntamiento y la MUNPAL (en la sentencia de 7 de junio de 1991 Ar. 4941). En cuanto al ámbito de relaciones del personal al servicio de particulares, es de tener en cuenta que respecto de la intervención administrativa en impugnación de sanciones por infracción de la normativa laboral se sostiene la apelabilidad como regla y en cuanto a la exclusión, como cuestión de personal, las referentes a expedientes de regulación de empleo, salvo en los cuales se solicita la exoneración de cotización a la Seguridad Social, junto a la suspensión de contratos por fuerza mayor y los derivados de reconversión industrial la apelabilidad se admite, a tenor de recientes criterios como los derivados de la sentencia de 1 de julio de 1991, (Ar. 6617). De toda esta complejidad en materia de cuestiones de personal es de tener en cuenta la extensión jurisprudencial del concepto, pues la jurisprudencia asimiló los supuestos de separación de empleado público inamovible a los de constitución de la relación funcionarial, utilizándose el concepto de funcionario de carrera, y excluyendo hipótesis de empleo en la función pública en concepto de interinos, contratados, administrativos o contratados en régimen laboral, hipótesis en las que se sigue el criterio de la inadmisibi -lidad del recurso. La jurisprudencia amplía el concepto estricto de separación e incluye todos los supuestos de extinción del vínculo funcionarial y así, por ejemplo, en una materia reiterada como retiro de militares de aviación desde la sentencia de 7 de febrero de 1990, (Ar.998) se admite la apelación fundándose en esa extensión jurisprudencial del concepto de separación. Capítulo especial merecen los supuestos de incompatibilidad y de excedencia voluntaria a consecuen -cia de la misma, si bien el criterio de la apelabilidad se limita a supuestos en que la excedencia se refiere a plaza de funcionarios o personal estatutario en propiedad, o al desempeño de dos puestos en el sector

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público estatal pero no así al supuesto de puesto incompatible con un contrato administrativo o de carácter privado (tal es el criterio que se infiere del análisis del auto de 11 de julio de 1989, Ar. 5376 y sentencias del Tribunal Supremo de 12 de junio y 18 de junio de 1991, Ar. 6694 y 6695 respectivamente). Son inapelables, entre otras, las cuestiones de personal que se refieren a promoción profesional entre funcionarios (sentencia de 7 de febrero de 1991, Ar.1104), adjudicación de vacantes, (sentencia Tribunal Supremo 20 de mayo de 1991, Ar.4126), concursos de traslado, (así, en sentencia de 18 de diciembre de 1991), así como los que se refieren a cambio de horarios, retribuciones y sanciones. Se consideran apela -bles las cuestiones referidas a la jubilación habida cuenta de que se extiende el concepto de separación a dicho supuesto de jubilación. d) Ordenanzas de exacciones de las Corporaciones Locales En este ámbito, se admite como objeto de apelación la impugnación directa de los índices para la apli -cación del impuesto municipal de incremento del valor de los terrenos en sentencia de 6 de marzo de 1990 (Ar. 2594) y también en los supuestos de impugnación indirecta de esos índices con ocasión del acto apli -cativo en sentencia de 9 de abril de 1991 (Ar. 3452), así como la impugnación indirecta de ordenanzas de exacciones en las sentencias de 5 de diciembre de 1989 (Ar. 9712) y de 1 de julio de 1991 (Ar.5578). e) Desviación de poder y recurso interpuesto al amparo de los párrafos segundo y cuarto del artículo 39 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa Respecto del concepto de desviación de poder son de tener en cuenta los criterios jurisprudenciales reiterados que ponen de manifiesto su exclusión cuando se trata de alegaciones meramente formularias para abrir por tal cauce la apelabilidad (sentencias de 6 de mayo de 1991, 9 de mayo de 1991 y 10 de mayo de 1991, Ar. 3964, 4040 y 4088), debiendo probarse su existencia. En cuanto a los supuestos de impugnación indirecta de la norma se establece el examen limitado al análisis de la legalidad de dicha norma, en sentencias de 28 de junio y 29 de julio de 1991 (Ar. 5084 y 6743) y no se admite la impugnación de nuevas normas de rango legal para forzar en tal sentido la apela -ción, que queda circunscrita a normas de rango reglamentario, (sentencia de 27 de marzo de 1991, Ar. 4957). f) Examen de la Ley 62/78 Respecto de ésta última es destacable la remisión del art. 9.1 de la Ley 62/78 que contiene la expresión "en su caso" a la regulación ordinaria, teniendo en cuenta que los autos de inadmisibilidad del proceso especial son recurribles en apelación sin previo recurso de súplica como ha reconocido el Tribunal Supremo en alguna de estas resoluciones (sirva de ejemplo entre otros el auto de 3 de octubre de 1990, Ar.8065) y siendo de tener en cuenta, finalmente, la necesidad de escrito razonado para la interposición del recurso de apelación en los términos del art. 9.2 de la Ley 62/78, puesto que de lo contrario se incurre en motivo de inadmisión (sentencias de 20 de marzo y 11 de abril de 1991, Ar.2291 y 3205, entre otros). IV. EXAMEN DE LA REGULACIÓN LEGAL DEL RECURSO DE CASACIÓN 1. Notas esenciales y modalidades

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Podemos considerar a la vista de la Ley 10/1992 de 30 de abril como criterios esenciales los siguientes: A. La creación de un recurso de casación en sustitución de la apelación que procede como regla contra autos y sentencias de la Audiencia Nacional y de los Tribunales Superiores de Justicia, excluyéndose las sentencias que versen sobre desviación de poder y permitiendo la casación respecto de las sentencias que apliquen el Derecho Autonómico, en los supuestos en que se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de las Comunidades Autónomas. B. Junto al recurso de casación ordinario, cuyo análisis hemos de efectuar en este apartado, se regula el recurso de unificación de doctrina, incluyendo en dicha regulación el antiguo apartado b) del derogado art. 102.1 de la Ley Jurisdiccional, que era el supuesto casacional típico que se había regulado dentro de la previsión legal del recurso de revisión. C. Se introduce un recurso de casación en interés de Ley que asume el contenido del antiguo recurso extraordinario de apelación regulado en el art. 101 de la Ley Jurisdiccional permitiéndose a la Administración del Estado, a Entidades, y Corporaciones que ostenten la representación y defensa de intereses generales o corporativos que tengan interés legítimo la posibilidad de su impugnación. 2. Análisis del articulado en el recurso de casación a) Sentencias recurribles El art. 93 recoge la siguiente redacción: "1. Las sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional y las dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia serán susceptibles de recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. 2. Se exceptúan de lo establecido en el apartado anterior: a) Las sentencias que se refieren a cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública salvo que estrictamente afecten a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieran la condición de funcionarios públicos. b) Las recaídas, cualquiera que fuera la materia, en asuntos cuya cuantía no exceda de 6.000.000.- pts. c) Las dictadas en el recurso contencioso-administrativo regulado en el art. 7.6 de la Ley 62/78 de 26 de diciembre. d) Las dictadas en recursos contencioso-electorales. 3. Las sentencias que se dicten en virtud de recurso interpuesto al amparo de los párrafos 2 y 4 del art. 39 de esta Ley serán susceptibles, en todo caso, de recurso de casación. 4. Las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia no comprendidas en el apartado 2 de este artículo, respecto a actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, sólo serán susceptibles de recurso de casación, cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquéllas que sea relevante y determinante del fallo de la sentencia. 5. La resoluciones del Tribunal de Cuentas en materia de responsabilidad contable serán susceptibles de recurso de casación en los casos establecidos en la Ley 7/88 de 5 de abril de funcionamiento del Tribunal de Cuentas". Entre las cuestiones que suscita el referido art. 93 se pueden destacar, entre otras, la consideración sobre la referencia a las sentencias dictadas en única instancia por los Tribunales Superiores de Justicia que puede entenderse, en este momento, aplicable a todas las sentencias puesto que no constituidos los Juzgados Unipersonales de lo Contencioso-Administrativo y no regulado el recurso de apelación contra las sentencias que dicten esos órganos jurisdiccionales debe entenderse, en la actualidad, la referencia a todas las instancias.

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En cuanto al análisis de las excepciones establecidas en el artículo 93.2 figura, en primer lugar, la referencia que en el apartado a) se contiene a los supuestos de las cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública salvo que afecten a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieran la condición de funcionarios públicos, supuesto que tiene su precedente en el analizado art. 94.1,a), inciso 2.o, del Texto de la Ley de 1956 antes de la reforma introducida por la Ley 10/73 de 17 de marzo, teniendo en cuenta que en el ámbito de las cuestiones de personal se trata de centrar las que hacen referencia a la Administración y su personal y además las que afectan al nacimiento de la relación, derivada de la forma de ingreso en la función pública por sistema de concurso, concurso-oposición, oposición o sistema de libre designación y al contenido de dicha relación funcionarial, abarcando el análisis de todos los derechos y deberes funcionariales, específicamente, los derechos retributivos o el análisis de situaciones administrati -vas afectando, finalmente, a los derechos pasivos. Ahora bien, la nueva regulación legal se refiere a las cuestiones que estrictamente afecten a la extinción de la relación de servicio de los que fueren funcionarios públicos con lo cual es de tener en cuenta la eliminación, en principio de la doctrina jurisprudencial que equipara a la situación de separación de empleado público inamovible los supuestos de acceso a la función pública y los supuestos de incompatibi -lidad que obligan a la excedencia, en los términos que ha señalado reiterada jurisprudencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo (sirvan de ejemplo, entre otras, las resoluciones además de las citadas con anterioridad, las de 3 de julio de 1990, Ar. 1190 y 21 de febrero de 1990, Ar. 3365). El Auto de 18 de septiembre de 1992 de la Sección Primera de la Sala Tercera del Tribunal Supremo declara no haber lugar a tener por preparado el recurso de casación para unificación de doctrina, en rela -ción con el dictado, precedentemente, con fecha 6 de junio de 1992, por la Sección Octava de la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y declara bien denegada la remisión de los autos del recurso contencioso-administrativo 1195/1991 y el emp lazamiento, para unificación de doctrina, preparado contra la precedente sentencia de la Sección de 23 de marzo de 1992. La fundamentación del referido auto de 18 de septiembre de 1992 de la Sección Primera de la Sala Tercera del Tribunal Supremo entendemos que es esencial para el conocimiento de la delimitación de las cuestiones de personal y así nos dice: "1.o Son cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública todas las relacionadas con el nacimiento, contenido, modificación y extinción de la relación de servicio, como viene entendiendo reitera -damente este Tribunal, incluidos por tanto los que se dicten en aplicación de régimen de clases pasivas, abstracción hecha de que el hipotetico beneficiario de la pensión sea el propio causante de la misma, en los casos de jubilación o retiro, o causante de la misma o sus familiares, cuando se produce el establecimiento de aquél, y por ello, aunque estos litiguen con la Administración en cuanto a ciudadanos, en palabras del recurso de queja, lo que caracteriza a las cuestiones de personal es su naturaleza objetivamente conside -rada, no la condición personal de quienes entiende que son destinatarios de la prestación litigiosa. 2.o Siendo ello así y versando la materia debatida sobre la denegación de una pensión de orfandad solicitada como consecuencia del fallecimiento del padre de los recurrentes, Comandante de Infantería, la sentencia recurrida se encuentra exceptuada del recurso de casación por unificación de doctrina preparado por aquellos al amparo del art. 102,a).2 parrafo 2.o en relación con el art. 93.2,a) de la Ley de esta Juris -dicción por tratarse de una cuestión de personal en la que no se encuentra en debate, obviamente, la extinción de la relación del servicio del causante de la pensión discutida. Quierese decir, como claramente se infiere de la normativa procesal invocada, que la sentencia cuya impugnación se pretende no es suscep -tible de recurso de casación, ni ordinario ni por unificación de doctrina, aunque sólo es este último el que se ha intentado preparar indebidamente. 3.o La exclusión de las cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública del acceso al

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recurso de casación por el art. 93 de la Ley 10/92 de 30 de abril de medidas urgentes de reforma procesal que modifica la Ley reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa no vulnera el art. 24.1 ya que en este orden jurisdiccional el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva no comporta que una deter -minada materia litigiosa deba tener necesariamente acceso a la casación. Las cuestiones de personal no tenían tampoco acceso a este Tribunal en la normativa anterior a pesar de la existencia del recurso de apelación, sino tan sólo el derecho a utilizar los recursos establecidos en la Ley". Finalmente, en la fundamentación del Auto citado se hace una última referencia a la exclusión de la vulneración del art. 14 de la Constitución, puesto que los recurrentes sostuvieron que podía darse el caso de que unos Tribunales tuvieren criterios distintos a los mantenidos por otros respecto de la misma cuestión y entiende la Sección que, en modo alguno, se puede anudar a las normas procesales que vedan el acceso a la casación de las cuestiones de personal una vulneración del artículo 14, puesto que la imposibilidad de residenciar ante el Tribunal una eventual contradicción de doctrina en materia de personal, que dicho sea de paso sólo podría comportar un desconocimiento del principio de igualdad en la aplicación de la Ley, de la Ley material, nunca de las normas procesales que delimitan el recurso de casación, si procede del mismo Organo Judicial y es irrazonada o inmotivada, esa imposibilidad legal, en modo alguno, afecta al art. 14, pues declara la Sección, que es evidente que no introduce factor discriminatorio en el tratamiento procesal de las cuestiones de personal y la argumentación utilizada en el recurso de queja no permite establecer una conexión entre el principio de igualdad y los preceptos de la Ley de la Jurisdicción que exceptúan del recurso de casación las sentencias que se refieran a materia de personal, pues, si acaso en la línea propugnada por los recurrentes podía ponerse en relación con el derecho a obtener una tutela efectiva, pero ya se puntualiza por la misma Sección, el alcance de este derecho respecto al régimen de los recursos en el orden contencioso-administrativo. Respecto de las cuestiones que exceptúa el párrafo 2.o b) del art. 93 sobre la cuantía, es de tener en cuenta la posibilidad del análisis de los asuntos de cuantía indeterminada que no se refieren a materias exceptuadas del recurso de casación a tenor de dicho precepto y que tienen, en principio, acceso a la casación, sin perjuicio de que la utilización indebida o referencia indeterminada a esa cuantía pueda condi -cionar la aplicación supletoria de la regla 4.o del n.o 1.o del art. 1710 de la L.E.C. en la nueva redacción dada también por la Ley 10/92. En cuanto a la referencia a las sentencias dictadas en el recurso contencioso-administrativo regulado al amparo del art. 7.6 de la Ley 62/78 (art. 93.2,c)) es evidente que su análisis ha de contrastarse con la vigencia de la Ley Orgánica reguladora del derecho de reunión y manifestación 9/1983 que expresamente exceptuaba ya del recurso de apelación las sentencias dictadas en los supuestos de reunión o manifesta -ción y en cuanto a la exclusión de las dictadas en los recursos contencioso-electorales, es de tener en cuenta el carácter ya inapelable con que se contemplaban en la regulación de la Ley Orgánica 5/85 las resoluciones de recursos contra proclamación de candidaturas y candidatos al amparo del art. 49.3 de la Ley Orgánica General Electoral así como las dictadas en el recurso contencioso-electoral sobre proclama -ción de electos en las que no procedía recurso ordinario contencioso ni extraordinario, en aplicación del art. 114 de la Ley Orgánica Electoral General, sin perjuicio, a tal efecto, de las previsiones contenidas en la regulación del recurso de amparo electoral y las sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional en los numerosos recursos de amparo electorales promovidos tanto contra los actos de proclamación de candi -daturas como contra los actos de proclamación de electos. Cuestión de mayor trascendencia reviste la afirmación que se contiene en el n.o 3 del art. 93 que esta -blece una contraexcepción a los asuntos excluidos de acceso de casación en el n.o 2 de este artículo, puesto que las materias excluidas por razón de la materia o de la cuantía litigiosa pueden ser impugnadas

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cuando han sido dictadas en virtud de un recurso indirecto contra una disposición de carácter general, cualquiera que sea la materia, aunque su cuantía no exceda de 6.000.000.-pts. En este punto, no basta la mera invocación en la demanda del art. 39.2 y 4 a tenor del n.o 3 del art. 93 de la nueva Ley reguladora, para que pueda entenderse el recurso susceptible de casación, sino que es necesario realizar, o al menos así lo entendemos, un planteamiento fundamentado y no meramente formal de la impugnación indirecta, de forma que, por coherencia con lo previsto en el art. 93 apartado 4.o, no resulta efectiva la invocación cuando se hace respecto de norma de Comunidad Autónoma que emane de la propia Comunidad y venga referida a otra norma jurídica emanada de la propia Comunidad, puesto que ha de aceptarse como criterio interpretativo del párrafo 4.o del art. 93 en relación con el art. 96.2 que los recursos interpuestos contra sentencias de los Tribunales Superiores de Justicia en relación con actos y disposiciones de las Comunidades Autónomas han de basarse en infracción de normas no emanadas de los órganos de las propias Comunidades y que sean relevantes y determinantes del fallo de la sentencia. En suma, cabe significar que no basta la mera invocación del art. 39.2 y 4 para poder tenerse por interpuesto recurso de casación sino que es necesario al menos un planteamiento justificado y una inter -pretación que asuma la finalidad de los preceptos exigiría que si el Tribunal Superior apreciare infracción de una norma autonómica que es determinante del fallo, no sería susceptible de recurso de casación y, en todo caso, si lo sería cuando se pretenda discutir la procedencia de infracción de norma no autonómica, que sea determinante del fallo y por consiguiente que tenga que ver con la aplicación del Derecho Estatal, ya que la finalidad del precepto es el respeto de las previsiones estatutarias sobre la competencia de los órganos jurisdiccionales radicados en las respectivas Comunidades Autónomas en relación con los recur -sos interpuestos contra actos y disposiciones de la Administración Autonómica, materia que es asumible, en exclusiva, por el Tribunal Superior y determina que escape al control del Tribunal Supremo la aplicación e interpretación de dichas normas autonómicas. Si dicho Tribunal Superior de Justicia estima que la norma autonómica es determinante del fallo no se debe admitir el recurso de casación cuando lo que únicamente está en juego es la aplicación del derecho autonómico. Respecto a la previsión del n.o 4 del art. 93 es de tener en cuenta la referencia que ya se contenía respecto de la apelación en el art. 58.1 de la Ley de Planta, que tuvo vigencia hasta la creación del recurso de casación, pues una interpretación conjunta de todos estos preceptos (art.58 de la L.O.P.J., art.58 de la Ley de Planta y Demarcación Judicial y art. 93 en relación con los apartados 3.o y 4.o y, especialmente, con relación a este último de la Ley 10/92) permite señalar que se atribuye al Tribunal Supremo la competencia para unificar la interpretación del ordenamiento estatal, excluyendo de su competencia la interpretación del ordenamiento jurídico autonómico, del que conoce por imperativo del art. 152 de la C.E. el respectivo Tribunal Superior de Justicia, si bien cabe advertir que en la redacción previa del art. 58.1 de la Ley de Planta la expresión normas no emanadas de los órganos de aquéllos no es equiparable exclusivamente a normas Estatales y, en todo caso, como precedente a la vigente regulación, la jurisprudencia del Tribunal Supremo (así en autos de 4 de junio de 1991, Ar.4612 y sentencia de 27 de junio de 1991, Ar. 6610) ha declarado la inadmisibilidad de la apelación en resoluciones dictadas por las Salas de lo Contencio -so-Administrativo en aplicación únicamente de normas emanadas de la respectiva Comunidad Autónoma y no fundadas en normas Estatales. La problemática derivada de la aplicación del art. 58.1 de la Ley de Planta ha dado lugar a una abun -dante jurisprudencia recogida entre otros en los autos de fecha 27 y 29 de abril de 1992, concretamente el último de ellos, fue dictado por la Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo y en el caso que allí se contempla se trata de un recurso promovido por la representación de la Generalidad de Cataluña en el que se resuelve si la Sala obra o no correctamente al no admitir a trámite el recurso de apelación que la

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Generalidad había interpuesto contra una sentencia de la Sala dictada el 13 de septiembre de 1990 en el recurso contencioso-admininistrativo número 1599/1988. La cuestión es resuelta por el Auto de la Sección Cuarta de la Sala Tercera de 27 de abril de 1992 al que se remite el ya aludido auto de 19 de abril de 1992 en el que se razona cómo el art. 58.1 de la Ley de Demarcación y Planta Judicial no puede impedir el acceso a la tutela judicial efectiva proclamada en el artículo 24 de la Constitución y como dicho precepto debe ser interpretado a la luz de dicho precepto cons -titucional, en relación con el art. 57 de la Ley de Demarcación y Planta, que dispone que "Las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia tendrán la competencia que al entrar en vigor de esta ley corresponde a las Salas de lo Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoria -les en tanto se pongan en funcionamiento los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo". Entiende la Sección que debió haberse admitido el recurso de apelación interpuesto contra la citada sentencia, puesto que a tenor de los artículos 19 y 20.1,c) del Estatuto de Autonomía de Cataluña los arts. 58.4 de la L.O.P.J. y 57 y 58.1 de la Ley de Demarcación y Planta Judicial, así como las previsiones conte -nidas en el art. 400 de la L.E.C. y, por unidad de doctrina, era procedente la estimación del recurso de queja interpuesto por la Generalidad contra Auto de fecha 5 de febrero de 1991 de la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que había desestimado un recurso de súplica interpuesto contra un auto que había declarado la inadmisibilidad del recurso de apelación interpuesto contra sentencia dictada por dicha Sala. La Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo revoca el auto referido declarando admisi -ble el recurso de apelación interpuesto por la Generalidad contra la sentencia de 13 de septiembre de 1990, dictada en el recurso contencioso-administrativo 1599/1988, estimando, de esta forma, el recurso de queja que había reconocido explícitamente que el acto que había sido objeto de control jurisdiccional por la Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección Primera, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña había emanado de un Consejero y era materia comprendida en el ámbito del artículo 74.1,b) de la L.O.P.J., siendo de tener en cuenta que se trataba de resolver si había o no obrado dicha Sala correctamente al admitir el recurso de apelación. También es de tener en cuenta la valoración que efectúa la sentencia de la Sección Séptima de la Sala Tercera del Tribunal Supremo de 21 de febrero de 1992 en un supuesto en el que también se pone de manifiesto la aplicabilidad del art. 58.1 de la Ley de Planta. En el caso que allí se examinaba, el Ayunta -miento de Cuenca por un Acuerdo Plenario de 27 de junio de 1988 había aprobado la Convocatoria y Bases para proveer una plaza de oficial de la Policía Local por el sistema de concurso-oposición y una vez que se había desestimado el recurso de reposición se interpuso ante la Sala de lo Contencioso de Albacete recurso contencioso-administrativo que fue resuelto por sentencia de 6 de marzo de 1990 y que estimó el recurso en cuanto que entendió que el sistema de concurso-oposición libre infringía el criterio previsto en el art. 6.o apartado 4.o del Decreto 18/1988 de 23 de febrero de la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha que desarrollaba lo dispuesto en el art. 6.o de la Ley Autonómica 2/87 de 7 de abril de coordinación de policías locales. En el Decreto se preveía que para el acceso a la categoría de Oficial de la Policía Municipal era preciso el sistema de concurso y el Ayuntamiento impugnó la sentencia por la vía del recurso de apelación apoyándose en el art. 58.1 de la Ley de Planta y Demarcación, precepto que como sabemos excluye el recurso de apelación con relación a las sentencias de las Salas de los Tribunales Superiores dictadas en recursos contra actos y disposiciones de las Comunidades Autónomas "salvo si el escrito de interposición se fundase en la infracción de normas no emanadas de los Organos de aquéllos". El artículo 58.1 introduce un requisito en el escrito de interposición que debe fundarse en la aplicación de Norma Estatal y esta valoración, sin embargo, es minimizada en el Auto de la Sección Sexta de la Sala Tercera de 6 de abril de 1992 puesto que en la referida resolución se indica que "no obstante omitir en el escrito interpositorio la aludida referencia a normas emanadas de Organos ajenos a la Comunidad, el

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recurso sería admisible cuando resultase que aquellas habían sido ponderadas en la sentencia". Tanto en el caso contemplado en el Auto como en el resuelto por la sentencia anteriormente referida, era manifiesto que únicamente se había manejado en la primera instancia normas autonómicas y lo que se cuestionaría, fundamentalmente, es que sean cuales sean las normas que se han tenido en cuenta en la sentencia que quiere impugnarse, no puede impedirse al litigante que discuta y demuestre que hubieren debido ponderarse otras normas no autonómicas, puesto que si hubiere existido una duda sobre la posibi -lidad de tener en consideración derecho público que no fuera exclusivamente de las Comunidades Autó -nomas, el recurso de apelación se hubiere tramitado y resuelto en cuanto al fondo. Con estos precedentes, es de tener en cuenta que el sistema de recursos que instrumentaliza la Ley 10/92 reconoce la posibilidad de que, conforme al art. 93.4 de la Ley Jurisdiccional, la infracción de normas no emanadas de los órganos de la Comunidad ha de ser relevante y determinante del fallo de la sentencia con lo cual dicha redacción introduce una adición a la previsión contenida en el art. 58.1 de la Ley de Planta que, en definitiva, establecía que los recursos de casación que establezca la Ley serán susceptibles de tal contra las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de los Tribunales Superiores de Justicia en relación con actos y disposiciones de las Comunidades Autónomas, siempre que dicho recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquélla, previsión que como indicábamos, completa el art. 93.4 al introducir la frase que "sea relevante y determinante" del fallo de la sentencia, criterio que después, además, el art. 102,b) de la Ley Jurisdiccional en la redacción de la Ley 10/92 introduce como nuevo criterio de admisibilidad cuando habla del interés de Ley referido al criterio de lo básico, puesto que, en el art. 102,b).2 exceptúa de la casación las sentencias dictadas por las Salas de los Tribunales Supe -riores respecto de actos o disposiciones cuando se funden básicamente en normas emanadas de los órganos de las Comunidades Autónomas. En suma, el artículo 93.4 ha de ponerse en conexión con el art. 96.2 que, en trámite de preparación, impone la justificación de la infracción que sea relevante y determinante y en este sentido, la adición de requisitos en relación con el supuesto de admisibilidad plantea el problema de la necesaria diferenciación entre lo que es la ratio decidendi de la sentencia y los obiter dicta, puesto que, fundamentalmente, el problema está en los términos relevancia o pertinencia, de forma que todo el derecho público que produzca la sentencia del Tribunal Superior, sea revisada por éste, que culmina la Organización Judicial en el ámbito territorial respectivo, de conformidad con el art. 152.1 párrafo 2.o de la Constitución cuando se invoque sólo derecho propio de dichas Comunidades, y, sin embargo, fundamentalmente, podrá ser objeto de recurso de casación, cuando sea relevante y determinante el derecho estatal. Desde esta perspectiva, entendemos que cualquier revisión del derecho público autonómico tiene que tener en cuenta que el referido derecho se integra dentro del sistema jurídico general y del ordenamiento del Estado, de forma que los Estatutos de Autonomía forman parte del bloque constitucional y según el art. 9.1 de la Constitución, del bloque ordinamental, de ahí que pueda llegarse a la conclusión de que impedir que un recurrente plantee ante el Tribunal Supremo el posible error de una Sala de instancia que ha tomado a la norma autonómica exclusiva como la base de su decisión y que pueda después reservarse a dicha Sala la inadmisión del recurso, puede impedir, de hecho, el cumplimiento en sus justos términos del principio y derecho fundamental de tutela efectiva, puesto que la interpretación de los términos relevante y determinante implica, en todo caso, que la existencia de una duda sobre la inserción o no del derecho autonómico en relación con el derecho estatal exige el pronunciamiento final del Tribunal Supremo, teniendo en cuenta que el art. 152.1 párrafo 2.o de la Constitución no desdibuja la posibilidad de conoci -miento por parte del Tribunal Supremo, puesto que el propio texto legal añade "sin perjuicio de la jurisdic -ción que corresponda al Tribunal Supremo". Así pues, entendemos que, en este punto, puede iniciarse una vía limitativa de acceso a la casación si

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la Sala de instancia interpreta equivocadamente el sistema jurídico y entiende que la norma de aplicación es exclusivamente la autonómica y con arreglo a ésta fundamentación equivocada en el razonamiento se evita el surgimiento del posterior recurso de casación, al inadmitirse indebidamente, por la Sala de instan -cia, el referido recurso. Este problema ha sido examinado en un recurso de queja por inadmisión de casación que ha dado lugar a un pronunciamiento por Auto de la Sección Primera de la Sala Tercera del Tribunal Supremo de 28 de octubre de 1992 al declarar la desestimación del recurso de queja interpuesto por la representación procesal de la Generalidad de Cataluña contra un auto dictado por la Sección Cuarta de la Sala del Tribunal Superior de fecha 19 de junio de 1992, recaída en el recurso 488/1990. li0 Los hechos a que se contrae la referida Resolución se refieren al planteamiento ante la Sección Cuarta de lo Contencioso del Tribunal Superior de Cataluña de un recurso contencioso-administrativo a instancia de una recurrente en el que había recaído sentencia por la que se declaraba nulo el plan especial de definición de volúmenes, equipamiento y mejora del sector delimitado por la Gran Vía de las Corts Catalanes, la Avenida de la zona franca y las calles de Cisel, Arnes, Motors y el límite del término municipal de Hospitalet de Llobregat entendiendo que la Corporación Metropolitana de Barcelona no era competente para su aprobación, sin formular ninguna otra consideración al respecto. La Generalidad de Cataluña mediante un escrito de 1 de junio de 1992 y al amparo del art. 102.a),1, anunció la intención de interponer recurso de casación para la unificación de doctrina contra la referida sentencia y por auto de la Sala de 19 de junio de 1992 se estimó improcedente el recurso de casación para unificación de doctrina, interponiendo el recurrente recurso de queja por estimar no ajustado a Derecho el auto de 19 de junio de 1992. El Auto fundamentaba la resolución en el contenido del apartado cuarto del art. 93 de la Ley 10/92 al entender que la sentencia dictada en única instancia por la Sala del Tribunal Superior no estaba compren -dida en el apartado 2.o de éste artículo respecto a Actos o Disposiciones de las Comunidades Autónomas, pues sólo eran susceptibles de recurso de casación cuando el recurso se fundara en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquéllos que fueran relevantes y determinantes del fallo de la sentencia y entendía que, en el caso, la cuestión central giraba en torno a la aplicación de la Ley del Parlamento Cata -lán 7/87 de 4 de abril que suprimió la Corporación Metropolitana de Barcelona, por lo que no procedía el recurso de casación para unificación de doctrina dado que se trataba de la aplicación del derecho autonó -mico. A juicio de la parte recurrente, la interpretación de los preceptos aplicables de la Ley 10/92 no se ajus -taba a lo dispuesto en el art. 3.o del Título Preliminar del Código Civil ya que no tiene en cuenta ni los antecedentes legislativos ni la realidad social del tiempo en que ha de aplicarse la norma, considerando que el recurso para unificación de doctrina era procedente, que era un recurso perfectamente diferenciado del recurso de casación ordinario y que el art. 102.a) concretaba que sólo serían susceptible de recurso para unificación de doctrina aquellas sentencias que no fueran susceptibles de recurso de casación ordinario, a tenor del art. 93.2 de la misma, supuesto que concurría en el caso, puesto que la propia Ley distinguía entre recurso de casación ordinario del art. 93 y el recurso extraordinario para unificación de doctrina en el art. 102, concordando toda la sistemática del Cuerpo Legislativo con la inserción de los preceptos modifi -cados por la Ley 10/92. Se entendía por la parte recurrente, en favor de la admisibilidad del recurso, que era aplicable al supuesto el apartado 4.o del artículo 93 cuyo contenido es de aplicación al recurso de casación ordinario, lo que venía avalado por la exposición de motivos de la Ley de reforma procesal que en su apartado cuarto indica que junto al recurso de casación ordinario de acceso limitado, se crea un recurso de casación para unificación de doctrina, recalcándose que en el caso que se examinaba se cumplían los requisitos estable -cidos en el art. 102, el cual expresamente en el párrafo 2.o de su apartado 2.o concreta que, en ningún

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caso, serán susceptibles las sentencias a que se refieren los apartados a), b) y c) del apartado 2.o del art. 93 no formulando exclusión respecto del apartado 4.o del art. 93 y careciendo de lógica la interpretación formulada por la Sala, por cuanto que supondría llegar al absurdo, pues si bien se admitía el recurso de casación para unificación de doctrina en los supuestos en que la cuestión central debatida se amparara en una norma emanada del Estado se denegaría, por contra, el referido recurso cuando se tratara de pronun -ciamiento distinto respecto de los mismos litigantes u otros diferentes en idéntica situación y en méritos a hechos, fundamentos y pretensiones fundamentalmente iguales por ser actos o disposiciones emanados de las Comunidades Autónomas, con lo que se vulneraba también el art. 24 de la Constitución. La Sección Primera de la Sala Tercera del Tribunal Supremo en el Auto de 28 de octubre de 1992 entiende que "han de aceptarse los razonamientos jurídicos del auto impugnado que estima no susceptible de recurso de casación por unificación de doctrina la sentencia dictada por la Sala de instancia, porque la cuestión central en ella debatida ha girado en torno a la aplicación de la norma autonómica constituido por la Ley del Parlamento Catalán 7/87 de 4 de abril "y se dice, efectivamente, tal y como razona el auto impugnado, que" el número 2 del artículo 102.a) regula el recurso de casación para unificación de doctrina, y con toda claridad señala que sólo serán susceptibles de este recurso aquellas sentencias que no sean susceptibles de recurso de casación ordinario a tenor del art. 93.2 de la presente Ley, siempre que su cuantía excede de 1.000.000.-pts. y como la sentencia que se trata de combatir no está incluida en el art. 93.2 sino en el art. 93.4 que se refiere a las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia no comprendidas en el apartado segundo del mismo artículo respecto a Actos o Disposiciones de las Comunidades Autónomas, es evidente que el auto recurrido en queja es conforme a Derecho. Pudiendose añadir que las sentencias dictadas por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores no son nunca susceptibles de recurso de casación ordinario ni de recurso de unificación de doctrina en lo atinente a la aplicación de los ordenamientos jurídicos autonómicos, que está reservada a dichas Salas y no a las del Tribunal Supremo, como se desprende de una correcta interpretación de los artículos 152 párrafo 2.o de la Constitución y 58.4 de la L.O.P.J. Sin que tal conclusión vulnere el derecho a la tutela judicial efectiva, que lo único que impone es el acceso a los Tribunales cuando se utilicen los recursos previstos en la Ley y no otros distintos. Resul -tando, al menos, peculiar la postura que defiende la Generalidad de Cataluña en el presente recurso, pues, es contrario a lo dispuesto en el artículo 20.c) de la Ley Orgánica 14/79 de 18 de diciembre que aprueba el Estatuto de Autonomía de Cataluña, precepto acorde con la postura que mantiene la Sala de instancia y que ahora confirmamos". En consecuencia, la Sección acuerda desestimar el recurso de queja interpuesto por la representación de la Generalidad de Cataluña contra el auto dictado por la Sección Cuarta de la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 19 de junio de 1992 recaída en el recurso n.o 488/1990. Finalmente, el apartado 5.o del art. 93 alude a las resoluciones del Tribunal de Cuentas en materia de responsabilidad contable en coherencia con la previsión contenida en la Ley 7/88 de 5 de abril de funcio -namiento del Tribunal de Cuentas. b) Autos recurribles En los términos del art. 94 de la Ley 10/92 "1_También serán susceptibles de recurso de casación en los mismos casos previstos en el artículo anterior los autos siguientes: a) Los que declaren la inadmisión del recurso contencioso-administrativo o hagan imposible su continuación; b) Los que pongan término a la pieza separada de suspensión; c) Los recaídos en ejecución de sentencia siempre que resuelvan cuestio -nes no decididas directa o indirectamente en aquellas o contradigan lo ejecutoriado. 2_Para que pueda prepararse el recurso de casación en los casos previstos en el número anterior es requisito necesario

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interponer previamente el recurso de súplica". La problemática de este precepto no reviste especial relevancia en la medida en que admite la casación respecto de los autos que declaran la inadmisión del recurso, cualquiera que fuera el momento en que se hubiere dictado, puesto que puede producirse tanto en el incidente que prevé el art. 62 de la Ley Jurisdic -cional como en el de alegaciones previas que prevé el art. 71 de dicho cuerpo legal y en cuanto a los autos que hagan imposible su continuación, cuenta, a tal efecto los medios anormales de terminación del proce -so, especialmente previstos en los arts. 88 y ss. de la Ley Jurisdiccional. Respecto de los autos que pongan término a la pieza separada de suspensión es admisible la casación en todo caso, tanto en el caso de que se deniege la suspensión como en el supuesto de que se acceda a ella. Finalmente, los autos recaídos en ejecución de sentencia han de tratarse específicamente con arreglo a dos criterios: 1.o que se trate de cuestiones no decididas en la sentencia directa o indirectamente o 2.o que contravengan o contradigan, en su caso, lo ejecutoriado, oponiéndose, en consecuencia, al contenido esencial de la parte dispositiva de la resolución, en coherencia con lo instado por las partes intervinientes. c) Examen del trámite de admisión Capítulo importante reviste el trámite de admisión regulado en la casación ordinaria, pues constituye un aspecto fundamental de la nueva regulación legal que, por su trascendencia, nos obliga a citar la literalidad del art. 100 que es la siguiente: "1_Interpuesto recurso de casación se pasarán las actuaciones al Magistrado Ponente para que se instruya y dé cuenta a la Sala, sometiendo a su deliberación lo que deba resolverse sobre la admisibilidad del recurso interpuesto. 2_La Sala dictará auto de inadmisión en los siguientes casos: a) Si, no obstante haberse tenido por preparado el recurso, se estimaren en este trámite la inobservancia de las previsiones de los arts. 96 o 97 o el carácter no recurrible de las resoluciones a que se refieren. b) Si el motivo o motivos invocados en el escrito de interposición del recurso no se encuentran comprendidos entre los que se relacionan en el art. 95; si no se citasen las normas que se reputan infringidas; si las citadas no guardasen relación alguna con las cuestiones debatidas o si, siendo necesario haber pedido la subsanación de la falta, no hubiere cons -tancia de haberse hecho. c) Si el recurso careciese manifiestamente de fundamento o se hubiere desesti -mado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales. En este caso, antes de dictar el auto de inadmi -sión se oirá a la parte recurrente por plazo de diez días, poniéndole sucinta y previamente de manifiesto la posible causa de inadmisión. 3_La inadmisión del recurso comportará la imposición de las costas al recurrente. 4_Si la Sala estimare que concurre alguna de las causas de inadmisión, dictará auto motivado decla -rando la inadmisión del recurso y la firmeza de la resolución recurrida. Si la inadmisión no fuera de todos los motivos aducidos, así lo resolverá la Sala mediante auto motivado, continuando la tramitación del recurso respecto de los motivos no afectados por el auto de inadmisión parcial. 5_Contra los autos a que se refiere el presente artículo no se dá recurso alguno". El trámite de admisión en la casación entendemos que es fundamental en la configuración de dicho recurso, tanto si se admite y la providencia que se dicte al efecto gana firmeza, pues puede ser susceptible de recurso de súplica, como si se dicta auto de inadmisión. En el caso de que se admita ya no es posible a la hora de dictar sentencia un pronunciamiento de inadmisibilidad del recurso y en el caso de que se inad -mita el auto es irrecurrible. De ahí la importancia de ese trámite y la necesidad de dedicar la máxima aten -ción a dicha fase en la que el Ponente juega un papel trascendente de la misma entidad que pueda tener

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en el momento final de la deliberación de la sentencia, en correlación con la intervención de la Sección competente. Si al tiempo de dictarse la sentencia se detectara, en cambio, la concurrencia de una causa de inadmi -sión del recurso por incumplimiento de un requisito formal que en su momento no hubiera sido apreciado, se estima que puede apreciarse su existencia en aquella, previa audiencia de las partes y en este caso se declararía en el fallo no haber lugar al recurso, con arreglo a una doctrina jurisprudencial ya consolidada que establece como las causas de inadmisión son de desestimación en el trámite de la sentencia. El análisis del contenido del art. 100 de la Ley en la nueva reforma que se inspira en el actual art. 1710 de la L.E.C. y en la reforma de la Ley Orgánica 6/88 de 9 de junio del Tribunal Constitucional que modificó la Ley Orgánica 2/79 perfeccionando las causas de inadmisión prevenidas en el art. 50 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional permite constatar, en primer lugar, la necesidad de que se examine en dicho trámite el cumplimiento de los requisitos formales que la Ley exige para tener por preparado el recurso de casación, puesto que la remisión que en el párrafo segundo del art. 100, en su apartado a), se hace a las previsiones contenidas en los arts. 96 y 97 no debe ser obstáculo para tener en cuenta también, en este ámbito, la previsión contenida en el art. 96.2 y en los arts. 93 apartados 3 y 4 en la forma ya explicitada, en cuanto que hay que controlar si se refiere a una resolución susceptible de casación por la invocación del derecho estatal y no meramente autonómico. En éste trámite procede señalar que son motivos esenciales de valoración los derivados de la deter -minabilidad de si la sentencia recurrible es susceptible de casación, al amparo del art. 93 de la Ley, si se ha preparado en el plazo legal, si concurre el requisito de la legitimación y la necesaria postulación, que ante el silencio de la Ley, parecen aplicables en la fase de preparación las reglas generales del art. 33 de la Ley Jurisdiccional, a diferencia de lo que dispone el art. 97.1 para la personación ante el Tribunal Supremo. Además habrá que concretar en dicha fase de admisibilidad la valoración de sí el motivo de casación se encuentra comprendido entre los previstos en el art. 95, si se han citado las normas infringidas y si las normas citadas guardan, en todo caso, relación con las cuestiones debatidas, siendo de tener en cuenta, finalmente, en el caso de haber pedido la subsanación de un defecto de procedimiento que exista constan -cia de ello. La referencia que en el art. 50.1,c) de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional se contiene, con relación al recurso de amparo, a que "carezca manifiestamente de contenido que justifique una decisión sobre el fondo de la misma por parte del Tribunal Constitucional" se sustituye en la expresión "cuando el recurso careciere manifiestamente de fundamento" en la redacción del apartado c) del número 1.o del art. 100. La concreción jurisprudencial del concepto: "carencia manifiesta de fundamento" puede venir motiva -da: 1.o por la ausencia de base legal para sostener el recurso y 2.o por la notoria carencia de interés general en la cuestión recurrida, habida cuenta de la posible o no relevancia del tema propuesto, pues, siempre que exista una jurisprudencia consolidada contraria a la estimación del recurso, la inadmisión debe generalizarse y si bien la inadmisión por falta de fundamento del recurso a que expresamente alude la regulación legal, no permite la adopción de un criterio uniforme debe acudirse a la jurisprudencia cuando el recurso carezca ab initio ya de sentido para ser interpuesto en la vía casacional. El art. 100.1,c) se refiere a la inadmisión "o se hubiere desestimado en el fondo otros recursos sustan -cialmente iguales" y esta transcripción que ya estaba previsto en la Ley Orgánica 6/88 de 9 de junio del Tribunal Constitucional es un motivo importante de eliminación de recursos cuando su interposición no ha de prosperar, en virtud de la doctrina jurisprudencial consolidada. Contra los autos de inadmisión a que se refiere el art. 100 no se dá recurso alguno en los términos previstos en el párrafo quinto del referido precepto pero, en todo caso, ha de acordarse previa audiencia del recurrente, si bien es de tener en cuenta que en los casos del apartado b) del n.o 2 del art. 100 no se exige para decretar la inadmisión total o parcial, a diferencia de lo que establece el art. 100.2,c) para los

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casos en que el recurso carezca manifiestamente de fundamento y exista jurisprudencia contraria a la estimación del mismo, la audiencia de la parte recurrente, pero tampoco se prohibe expresamente dicha audiencia. Entendemos que la proscripción constitucional de la indefensión abona la posibilidad de audiencia no solo del recurrente sino de todas las partes personadas con carácter previo a la inadmisibilidad del recurso, pudiéndose dar la circunstancia prevenida en el apartado cuarto del art. 100 en su último párrafo, cuando establece la posibilidad de que la inadmisión no fuera de todos los motivos aducidos en cuyo caso la Sala resolverá mediante auto motivado "continuando la tramitación del recurso respecto de los motivos no afec -tados por el auto de inadmisión parcial". Finalmente, es de tener en cuenta la previsión contenida en el número 5.o en el sentido de que contra los autos de inadmisión no se dá recurso alguno y ello obviamente sin perjuicio de recurrir en amparo ante el Tribunal Constitucional en los casos en que se estime procedente su interposición, por vulneración de los derechos fundamentales o libertades públicas previstas en la Sección Primera del Capítulo Segundo del Título Primero del Texto Constitucional. V. ESTUDIO JURISPRUDENCIAL DE LAS CAUSAS DE INADMISIBIL IDAD EN EL RECURSO DE CASACIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO a) Doctrina general La modificación introducida en la Ley de la Jurisdicción por la Ley de 30 de abril de 1992 supone un cambio radical en el sistema de recursos en el orden contencioso-administrativo y lleva aparejada una estricta observancia de lo dispuesto en dicha Ley, y por lo que se refiere al recurso de casación, el cumpli -miento de una exigencia meticulosa de todos y cada uno de los requisitos necesarios tanto para la prepa -ración como para la interposición del recurso. Dos Autos de la Sala Tercera, de 22 de marzo y 13 de abril de 1993, son muestra de este criterio. 1. Así, señala a este respecto el Auto de la Sección Segunda de la Sala Tercera de 22 de marzo de 1993: "Nos hallamos ante un recurso de casación, recurso extraordinario eminentemente formal, cuyos trámi -tes se hallan expresamente tasados en la Ley, cuya lectura es primordial y cuya observancia ha de ser estricta, si se quiere cumplir con su finalidad, que es evitar la masificación de recursos, desnaturalizando la función del Tribunal Supremo. Y es precisamente en cumplimiento de esa finalidad y con estricta observan -cia de los requisitos exigidos para la interposición de la casación por lo que debe examinarse con especial cuidado el cumplimiento de los mismos". 2. Por su parte, el Auto de 13 de abril de 1993 de la Sección Cuarta de la Sala Tercera señala en el Fundamento Jurídico Segundo: "La principal finalidad del recurso de casación es la de uniformar la juris -prudencia, proporcionando la seguridad jurídica en una interpretación uniforme del ordenamiento, sirviendo también al derecho a la igualdad en la aplicación judicial de la Ley (artículo 14 de la Constitución). Aunque, salvo en el orden jurisdiccional penal, el sistema de recursos resulta configurado libremente por el Legis -lador, que puede determinar los casos en que procede y los requisitos que han de cumplirse para su formalización, no cabe olvidar que el derecho a la tutela judicial efectiva (artículo 24.1 de la Constitución) comprende el derecho a utilizar los recursos ordinarios y extraordinarios y, en especial, el recurso de casa -ción, en los casos y con los requisitos previstos en la Ley (Sentencias Tribunal Constitucional n.os 46/84, 110/85, 139/85, 81/86 y 20/89) siendo claro que en la interpretación de las normas sobre la admisión del

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recurso esta Sala debe procurar, en todo caso, efectuar la interpretación que sea más favorable a la admi -sión del recurso de casación, respetando el derecho que sin duda asiste a quienes intentan la casación contencioso-administrativa (Sentencias Tribunal Constitucional n.os 49/87, 109/87, 6/1989 y 50/1990). No cabe olvidar por último, que la interpretación favorable al recurrente también tiene el límite de ser jurídi -camente admisible, ya que el derecho a la tutela efectiva es garantía de todas las partes del proceso y no sólo de una de ellas (Sentencia Tribunal Constitucional n.o 109/87) por lo que la Sala no puede forzar la interpretación hasta el extremo de desconocer los límites que al recurso mismo impone el Legislador". b) Artículo 93.1 de la Ley Jurisdiccional contencioso-administrativa en la redacción por Ley 10/92 El artículo 93.1 señala literalmente "Las Sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional y las dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia serán susceptibles de recurso de casación ante la Sala de lo Contencio -so-Administrativo del Tribunal Supremo". 3. En el Auto de 22 de septiembre de 1993 dictado por la Sección Sexta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo se indica "En consecuencia las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Conten -cioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, no comprendidas en el apartado 2.o del artí -culo 93 de la Ley de esta Jurisdicción, son susceptibles de recurso de casación, salvo las que revisen actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas cuando el recurso se funde en infracción de normas emanadas de estas Comunidades". 4. Respecto de este mismo precepto el Auto de 31 de mayo de 1993 dictado por la Sección Séptima de la Sala Tercera señala: "Dada la índole del objeto del proceso, la impugnación de una resolución de la Universidad de La Laguna sobre composición de las comisiones que habían de resolver concursos para la provisión de plazas de Cuerpos docentes universitarios, por infracción de normas de la Ley de Procedi -miento Administrativo, es visto que la sentencia que se pretende recurrir en casación entra en el supuesto del artículo 93.1 de la Ley Jurisdiccional y no es aplicable al caso ninguna de las excepciones del párrafo 2.o del propio precepto, por lo que debió de tenerse por preparado el recurso de casación". c) Artículo 93-2 a) LJCA A la afirmación genérica que se contiene en el párrafo 1.o se establecen después en el apartado 2.o del artículo 93 las siguientes excepciones a la interposición del recurso de casación: 2) Se exceptúan de lo establecido en el apartado anterior "a) Las sentencias que se refieran a cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública salvo que, estrictamente, afecten a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieren la condición de funcionarios públicos". El precepto referido ha sido interpretado ampliamente por la Jurisprudencia de la Sala Tercera pudiendo concretarse la doctrina en los siguientes autos, ordenados cronológicamente: 09 Cuestiones de personal: ámbito 5. Auto de 18 de septiembre de 1992 de la Sección Primera "Son cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública todas las relacionadas con el nacimiento, contenido, modificación y extinción de la relación de servicio, como viene entendiendo reiteradamente este Tribunal, incluidos por tanto los que se dictan en aplicación del régimen de clases pasivas, abstracción hecha de que el hipotético beneficiario de la pensión sea el propio causante de la misma, en los casos de jubilación o retiro o sus familiares, cuando se

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produce el nacimiento de aquél, y por ello aunque éstos litiguen con la Administración en cuanto ciudada -nos, pues lo que caracteriza las cuestiones de personal es su naturaleza objetivamente considerada, no la condición personal de quienes se entiende que son destinatarios de la prestación litigiosa". Concurso de promoción interna 6. Auto de 15 de octubre de 1992 "En el caso del presente recurso, claramente se infiere de la relación de antecedentes enunciada que si bien se trata de una cuestión de personal al servicio de la Administración Pública, en modo alguno afecta a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieran la condición de funcionarios, ya que se circunscribe a un concurso de promoción interna entre quienes ya tenían la condición de funcionarios. Por otra parte, ni el marco jurídico del antiguo artículo 94.1 a) de la Ley de la Jurisdicción sobre el que se elaboró la exégesis jurisprudencial mencionada por el recurrente en su escrito de preparación del recurso, era tan restringido como el texto vigente del artículo 93. 2 a) de la Ley de la Jurisdicción; ni la flexibilidad interpretativa en torno a la admisibilidad de la apelación, cuando estaba en juego la creación del vínculo funcionarial, alcanzó nunca a los supuestos de promoción entre funcionarios como es el caso de este recurso (Sentencias Tribunal Supremo Sala Tercera 15 de septiembre de 1989 Sección Segunda, 1 de junio de 1990 Sección Novena y 25 de febrero de 1992 Sección Séptima)". Policía: segunda actividad y jubilación 7. Auto de 14 de diciembre de 1992 Sección Séptima "Al ser el objeto del recurso la sentencia que resuelve una resolución del Director General de la Policía que acordaba el pase a la situación de segunda actividad del funcionario recurrente, perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía, dicha resolución no extinguía la relación funcionarial que continuaba, operándose tan solo a través del acto impugnado un cambio de la situación funcionarial. Pero siendo pretensión del recurrente en la instancia, frente a la reso -lución impugnada, el que se le declare, ante las secuelas que padece, a consecuencia del accidente de tráfico sufrido, en situación de jubilado por incapacidad permanente para el servicio, es evidente que esa pretensión, afecta a la extinción de la relación de servicio del funcionario recurrente y aunque tal pretensión ha sido desestimada en la sentencia de instancia, ello no es óbice para que a ésta se la considere comprendida dentro de la excepción del artículo 93. 2 a), pues obviamente, ha sido objeto del debate la pretendida extinción de la relación de servicios, lo que hace que dicha sentencia sea recurrible en casa -ción". Sanción de suspensión 8. Auto de 14 de diciembre de 1992 Sección Séptima "La sanción que en su día se impuso al funciona -rio recurrente consistente en suspensión de duración máxima de un año... al no afectar a la extinción de la relación de servicio del funcionario recurrente es una cuestión no susceptible de casación conforme al artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Incompatibilidad sobrevenida-horario 9. Auto de 16 de diciembre de 1992 Sección Séptima en una cuestión sobre fijación de nuevo horario a funcionario de enseñanza se señala "El hecho de que el acto impugnado pueda dar lugar a una situación de incompatibilidad sobrevenida, con el consiguiente cese en un puesto funcionarial, no es equiparable a extinción de la relación de servicios de los que tuvieren la condición de funcionarios, a que alude el artículo

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93. 2 a) de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, para determinar los asuntos de personal, que se exceptúan de la regla general de no susceptibilidad de casación de este tipo de asuntos, dado los rigurosos términos del precepto que hace inaplicable la anterior jurisprudencia fijada para las incompatibi -lidades y consiguiente excedencia funcionarial". Constitución de la relación de servicio: impugnación de concurso 10. Auto de 16 de diciembre de 1992 Sección Séptima "El artículo 93. 2 a) de la Ley de la Jurisdicción limita el recurso a las cuestiones de personal... la redacción del precepto hace inaplicable la jurisprudencia relativa al recurso de apelación y al artículo 94. 1 a) en la redacción anterior a la citada Ley 10/1992, que había entendido encuadrable en el término de separación las cuestiones afectantes a la constitución de la relación de servicio y, por tanto, a la convocatoria de concursos para adquirir la condición funcionarial. Al referirse el caso de autos a la impugnación de un concurso de acceso a la condición funcionarial, no cabe alegar que los que superasen el concurso cuestionado verían extinguida su relación de servicios, pues si la extinción derivaba de la validez de la prueba de acceso, mal podría decirse que se había extinguido una relación no constituida". Acuerdo municipal de naturaleza organizatoria 11. Auto de 30 de diciembre de 1992 Sección Séptima "En contra de lo que afirma el recurrente el asunto de que dimana debe considerarse como de personal y por tanto comprendido en la excepción del artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional, pues, lo que prima para calificar un asunto a efectos de recurso es la índole del mismo, y no la clase de procedimiento judicial seguido, ni la de las normas que se aleguen para fundar las pretensiones de las partes y puesto que en el caso de autos está impugnando un acuerdo municipal de naturaleza organizatoria de los servicios a efectuar por uno de sus funcionarios, que además en absoluto puede suponer extinción de la relación de servicios, a efectos de contraexcepción a la regla de no casación, del inciso final del precepto antes citado". Reserva activa de funcionario militar 12. Auto de 30 de diciembre de 1992 Sección Séptima "Según los datos que obran ante este Tribunal la resolución administrativa origen de las actuaciones hacía referencia al paso a situación de reserva activa de un funcionario militar, frente a la pretensión del entonces actor de que se le declarara como inutilizado en acto de servicio, lo que supondría el quedar en situación de pensionista quien hasta entonces gozaba de condición funcionarial. El caso habrá de estimarse comprendido en la contraexcepción del artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional en cuanto concerniente a la extinción de una relación de servicio de quien ya tenía la condición funcionarial". Convocatoria pruebas selectivas 13. Auto de 30 de diciembre de 1992 Sección Séptima "Los actos administrativos origen de las actua -ciones estaban constituidos por una resolución de la Diputación de Cuenca, por la que se convocaba pruebas selectivas para la provisión de plazas funcionariales. La cuestión había de calificarse como de personal al afectar a la constitución de la relación funcionarial. En modo alguno puede considerarse como estrictamente relativa a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieren la condición de funcio -narios, pues lo que se discutía en el proceso era precisamente si tenía o no validez jurídica el acto ante -

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cedente a la constitución de la relación de servicio". Modificación de jornada 14. Auto de 7 de enero de 1993 Sección Séptima "Versando la sentencia de instancia sobre una cues -tión de personal al servicio de la Administración Pública referida a modificación de jornada, no es suscepti -ble de recurso de casación al no estar comprendida en la excepción contemplada en el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Acceso a profesor titular 15. Auto de 28 de enero de 1993 Sección Séptima "La actuación administrativa sobre la que se pronunció la sentencia cuya casación se pretende se refiere al procedimiento selectivo seguido para acceder a la condición de profesor titular de árabe. Reconociendo, por supuesto, que se trata de un caso en el que se ha litigado sobre el nacimiento de una relación funcionarial de carrera, sin embargo esta circunstancia no excluye que la casación deba inadmitirse. En efecto, la jurisprudencia que alude la parte, recogiendo el amplísimo criterio seguido por este Tribunal Supremo al interpretar el antiguo artículo 94. 1 a) de la Ley de la Jurisdicción, debe entenderse extinguida desde la entrada en vigor de la Ley 10/92, en lo que se refiere el punto concreto de incluir en el supuesto de la separación de empleados públicos inamovi -bles los casos en los que se cuestiona algún aspecto relativo al nacimiento de un vínculo funcionarial de carrera, ya que siendo notorio y antiguo este criterio jurisprudencial, el Legislador ha optado de manera terminante en contra de su pervivencia, al limitar la posibilidad de la casación a las sentencias "que estric -tamente afecten a la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieran la condición de funcionarios públicos". Cobertura puesto de trabajo 16. Auto de 28 de enero de 1993 Sección Séptima "El acto administrativo sobre el que ha versado el proceso contenía el nombramiento de vicesecretario de la Diputación Provincial de Valencia, cargo que con arreglo al Real Decreto 3.046/77, que era el entonces vigente, debía cubrirse con funcionarios del Cuerpo de Secretarios de la Administración Local. Con esto queda indicado que el tema que se ha debatido afecta a la cobertura de un concreto puesto de trabajo pero sin que ello implique en nada la existencia de la rela -ción funcionarial, que viene determinada exclusivamente por la pertenencia al cuerpo de que se trate". Incompatibilidades 17. Auto de 10 febrero 1993 Sección Séptima "El objeto del recurso en el que se ha dictado la sentencia respecto a la que el demandante pretende que sea admitida la casación, es el acto administrativo por el que se le declaró en excedencia voluntaria como Profesor Titular de Derecho Procesal de la Universidad Complutense, en aplicación de la normativa sobre incompatibilidades... los términos del precepto nos obli -gan de una parte a abandonar la jurisprudencia que habíamos elaborado sobre el antiguo texto del artículo 94. 1 a), en la que equiparábamos la extinción al nacimiento de la relación funcionarial, en orden a esta -blecer la apelabilidad de las sentencias y, de la otra, a restringir también las posibilidades de la casación a los casos en que la decisión administrativa suponga una auténtica extinción del vínculo funcionarial. Esto no es obstáculo, sin embargo, para que no debamos abandonar el tradicional criterio abierto de interpretación en los supuestos realmente dudosos en los que el nombre de la situación no vaya acompañado de las

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consecuencias jurídicas que normalmente se predican de aquella. Uno de estos supuestos se refleja en el caso que aquí nos ocupa. Como dice la propia sentencia motivadora de la queja "los funcionarios docentes de Universidad para volver al servicio activo tienen que realizar la totalidad de las pruebas en igualdad de condiciones con los candidatos aspirantes, conforme a los artículos 41. 1 y 37. 2 de la Ley Orgánica 11/83 de 25 de agosto, de Reforma Universitaria y más concretamente con relación a los excedentes voluntarios el artículo 5-4 del Real Decreto 898/85 de 30 de abril, que les impone la superación de los concursos que cualquier Universidad celebre para la provisión de plazas del Profesorado del Cuerpo al que pertenezca el profesor excedente o de cualquier otro". La circunstancia mencionada nos indica que las consecuencias jurídicas de una declaración de excedencia voluntaria son en estos casos más gravosas que para el resto de la Función Pública, en el sentido de que para volver a ejercerla efectivamente, los excedentes tienen que someterse de nuevo a las mismas pruebas que para acceder a la misma, lo que nos permite llegar a la conclusión de que a los puros efectos procesales de considerar recurrible la sentencia, son equiparables a las que afectan a la extinción de la relación de servicio aquéllas en las que se decide sobre una excedencia voluntaria cuya consecuencia es la que hemos reseñado, es decir, tener que presentarse otra vez a las pruebas de ingreso para volver al servicio activo". Pensión extraordinaria y denegación de ingreso en el Cuerpo de Mutilados 78. Auto de 26 de abril de 1993 Sección Séptima "La sentencia recurrida únicamente se refiere en el fallo a la fijación de la pensión extraordinaria, que se deniega, debiendo entenderse asimismo denegado el ingreso en el Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria, siendo sólo que este segundo extremo es cues -tión de personal al servicio de la Administración Pública, está excluida de la casación con arreglo al artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional y procede limitar la admisión del recurso a la denegación de la pensión extraordinaria". Percepción haberes pasivos 19. Auto de 17 de mayo 1993 Sección Séptima "La jurisprudencia de esta Sala Tercera, tanto en el recurso anterior de apelación como en los actuales de casación ordinario como en el de casación para unificación de doctrina, ha venido declarando que son de personal los asuntos que versan sobre percep -ción de haberes pasivos, lo mismo si los ha de percibir el propio funcionario, por ejemplo los casos de jubi -lación o retiro, o un familiar, en los casos de pensiones de viudedad u orfandad, por ser la relación funcio -narial la determinante del derecho a la percepción del haber pasivo que, en su caso, ha de percibir el fami -liar del causante de la pensión, con independencia de que éste tenga o no la condición de funcionario público, siendo en consecuencia procedente la desestimación del recurso de queja". Acceso a la condición funcionarial por concurso 20. Auto de 18 de mayo 1993 Sección Séptima "En el caso contemplado no han accedido o van a acceder a la condición funcionarial mediante concurso y no pueden ser equiparados a los que ya tienen la condición funcionarial, que son los únicos cuya extinción de su relación de servicio está comprendida en el actual artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Denegación empleo de Teniente Coronel 21. Auto de 18 de mayo de 1993 Sección Séptima "La denegación del reconocimiento de empleo de

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Teniente Coronel por aplicación de la legislación de amnistía contenida en la Disposición transitoria tercera del Real Decreto 1.033/85 y legislación concordante así como la sentencia dictada en el mismo se refiere a una cuestión de personal, sin que el hecho de que la denegación del empleo de Teniente Coronel solicitado suponga la extinción de su relación con la Administración". Suspensión de funciones 22. Auto de 31 de mayo de 1993 Sección Séptima "Se pretende recurrir la resolución del Ayuntamiento de Villamesías de 11 de junio de 1992 acordando la suspensión provisional de funciones de D. Mauricio Ramos Vaquero, funcionario de dicha Corporación Municipal con categoría de administrativo de Adminis -tración General, durante el tiempo que dure la instrucción del expediente disciplinario incoado por posible comisión de faltas muy graves, resolución que la mencionada sentencia declaró nula por ser contraria al derecho a la tutela judicial efectiva que garantiza el artículo 24 de la Constitución. Se trata por consiguiente de una cuestión de personal, ajena a la extinción de la relación funcionarial, excluida del recurso de casa -ción por imperativo del artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional, por lo que está bien denegada la prepara -ción de dicho recurso". Evaluación actividad docente: complemento de productividad 23. Auto de 31 de mayo de 1993 Sección Séptima "Contra resoluciones por las que se evalúa la activi -dad investigadora del recurrente, Catedrático de Universidad, a efectos de la percepción de complemento de productividad, se trataría de sentencia relativa a una cuestión de personal excluída por ello del recurso de casación". Guardia Civil eventual 24. Auto de 31 de mayo de 1993 Sección Séptima, recurso n.o 1.092/93 "El sentido del adverbio utili -zado en la expresión legal antes transcrita "estrictamente" es absolutamente revelador de que la intención del legislador fue cerrar el paso de la posible extensión al nuevo recurso de casación de la jurisprudencia elaborada en el pasado respecto a la salvedad del artículo 94. 1 a) de la Ley Jurisdiccional en su anterior redacción que llegó a equiparar los actos relativos al nacimiento de la relación funcionarial con los de la extinción. En el presente caso el único extremo a analizar es de si la condición jurídica de guardia eventual, puede incluirse en el supuesto legal de "relación de servicios de los que ya tuvieran la condición de funcionarios públicos". Al respecto debe indicarse que dicha condición no supone propiamente una relación funcionarial, sino que corresponde a una etapa previa a la constitución de la misma"... Después de anali -zarse en el Auto la legislación de aplicación: Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, artículo 9.o b); Ley 17/89 de 19 de julio reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional y el Reglamento de Adquisición y Pérdida de la condición de militar y situaciones administrativas del Personal Militar aprobado por Real Decreto 1.385/1990 de 8 de noviembre, la Orden de 31 de julio de 1987 que regula el ingreso en el Cuerpo de la Guardia Civil Profesional y los artículos 6, 7, 8 y 12 de dicha Norma se señala en el Auto "ha de concluirse por ello que al no tener el recurrente la condición de funcionario público, la extinción de su rela -ción contra la que recurre, no está comprendida en la salvedad del artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional y si en su previsión genérica, por lo que no cabe el recurso de casación que pretende interponer debién -dose desestimar el recurso de queja". Impugnación de concurso. Desviación de poder

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25. Auto de 31 de mayo de 1993 Sección Séptima, recurso 1.513/92 "El objeto del proceso consiste en la impugnación de resolución de un concurso para la provisión de puestos de Jefe de Servicio y Jefe de Sección de los Servicios jerarquizados de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social, materia que inequívocamente merece la calificación de cuestión de personal, y como tal exceptuado del recurso de casación conforme a lo dispuesto en el artículo 93. 2 a) de nuestra Ley Jurisdiccional. En nada se opone a esa calificación sustancial determinante del régimen de recursos, la eventualidad procesal de que en la instancia, en vez de seguir el trámite especial de los artículos 113 y siguientes se siguiera el del procedi -miento ordinario, pues la opción procesal de la parte o del Tribunal de instancia no altera la naturaleza de la materia. Es igualmente intrascendente el que se utilizase como fundamento del recurso contencioso-admi -nistrativo la alegación de desviación de poder, pues la especialidad a que este fundamento del recurso se atribuía en el artículo 94. 2 a) de la Ley Jurisdiccional en su redacción anterior a la Ley 10/92, que rige ya en este recurso, como contraexcepción a las excepciones de inapelabilidad, ha desaparecido en el nuevo Texto en el que la desviación de poder no es objeto de consideración especial por lo que el nuevo artículo 93. 2 a) no tiene más salvedades que las que en el mismo se establecen". Nacimiento de la relación 26. Auto de 1 de junio de 1993 Sección Séptima "La amplia interpretación que respecto del recurso de apelación se ha venido manteniendo por la jurisprudencia, al entender que eran apelables todas las sentencias en que estuviese en juego el nacimiento o extinción del vínculo funcionarial, ya no es de aplica -ción al recurso de casación, al exigir que estrictamente afectan a la extinción de la relación de servicio, no siendo por tanto susceptibles de casación las que se refieran al nacimiento de la misma". Constitución de la relación de servicio 27. Auto de 3 de junio de 1993 Sección Séptima "Siendo por demás incuestionable que los asuntos concernientes a la constitución de la relación de servicio, merece la consideración de cuestión de personal dado el tipo de interés a que inmediatamente afectan". Nombramiento de funcionario de carrera 28. Auto de 8 de junio de 1993 Sección Séptima "Siendo la materia del proceso en que se dictó la sentencia a que se refiere esta queja un acto de nombramiento de funcionarios de carrera, con toda evidencia queda incluida en la excepción a la casación prevista en el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdic -cional, por lo que debemos avalar el criterio contrario a su admisión que se acoge en el Auto recurrido". Incompatibilidades: excedencia en la segunda actividad pública 29. Auto de 15 de junio de 1993 Sección Séptima "La sentencia impugnada se refiere a actos adminis -trativos que declaran la excedencia a consecuencia de la incompatibilidad en la segunda actividad pública que desempeñaban. Se trata, pues, de un asunto de personal que no determina la extinción de la relación de servicio de los que ya tuvieran la condición de funcionario, dado que la situación de excedencia a que se ha hecho referencia no es equiparable a la extinción aludida, por cuanto desde ella es posible reintegrarse a la relación funcionarial".

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Letrado del INSS: reclamación de servicios 30. Auto de 29 de junio de 1993 Sección Séptima "Bajo la fórmula genérica de cuestiones de personal se comprenden todas las incidencias y vicisitudes referidas a los funcionarios respecto de su relación con la Administración a la que sirven, y sobre tal premisa no cabe argumentar, como sostiene el recurrente, que el recurso en el que recayó la sentencia, no versa sobre una cuestión de personal, por ser el recurrente Letrado del Instituto Nacional de la Seguridad Social y reclamar por servicios prestados a un Ente gestor de la Seguridad Social distinto, el INSALUD, pues tales servicios traen causa de su condición de Letrado del Instituto Nacional de la Seguridad Social, ya que es precisamente su condición de tal Letrado la que motivó que en tanto no hubiese cobertura suficiente de plaza de Letrado del INSALUD el recurrente viniera obli -gado a efectuar las funciones de asesoramiento jurídico y defensa en juicio del INSALUD con independen -cia de su adscripción al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Versando por tanto la sentencia sobre una cuestión de personal al Servicio de la Administración Pública, que no afecta estrictamente, a la extinción de la relación de servicio de quien ya tuviera la condición de funcionario, es visto que conforme al artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional en la redacción que le dio la Ley 10/92 de 30 de abril tal sentencia no es suscep -tible recurso de casación como con acierto se declaró en el Auto recurrido". Régimen retributivo: complemento específico 31. Auto de 6 de julio de 1993, recurso n.o 7/1993 Sección Séptima "Con independencia del procedi -miento seguido que en ningún caso ha producido indefensión a las partes al concederse plazos más amplios que los que le corresponderían, lo cierto es que la materia sobre la que versa, que es lo determi -nante, es cuestión de personal referida al régimen retributivo de determinados funcionarios, concretamente respecto de la percepción del complemento específico, que por razón de la materia excluye del recurso de casación el artículo 93. 2 a), ya que no afecta a la extinción de la relación de servicio". Indemnización: abono cuatro mensualidades 32. Auto de 6 de julio de 1993, recurso 200/1993 Sección Sexta "Se refiere a una cuestión de personal al servicio de la Administración Pública que no afecta a la extinción de la relación de servicio supuesto que el apartado a) del n.o 2 del artículo 93 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción exceptúa del recurso de casación que en dicho precepto se establece contra las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia. La sentencia que se pretende recurrir en casación se dictó en recurso en el que se impugnaban unas resoluciones de la Subdirectora General de Recursos Humanos de la Dirección General de Correos que denegaron la petición de indem -nización de cuatro mensualidades formulada por la funcionaria del Cuerpo Ejecutivo Postal y de Telecomu -nicación al haber adelantado su jubilación forzosa, basando su pretensión en la Disposición transitoria sexta de la Ley 37/84, en relación con el artículo 1.o de la Ley 30/84 y Disposición quinta de la Ley 50/84 y se trataba por tanto de una cuestión de personal no susceptible de recurso de casación". Funcionarios interinos, contratados administrativos o laborales 33. Auto de 7 de julio de 1993 Sección Séptima "Ni siquiera con arreglo a la interpretación jurispruden -cial mantenida respecto del recurso de apelación la sentencia sería impugnable, interpretación referida al nacimiento o extinción del vínculo funcionarial de empleados públicos inamovibles, excluyéndose los casos de nacimiento o extinción de la relación entre la Administración y funcionarios interinos, contratados admi -

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nistrativos o contratados laborales, que es de lo que se trata en la sentencia por referirse a la provisión por el Ayuntamiento de la Seo de Urgel de una plaza de Archivera en la modalidad de contratación laboral". Constitución de la relación de servicio y acuerdos sobre convocatoria de pruebas selectivas 34. Auto de 19 de julio de 1993 Sección Séptima "Siendo por demás incuestionable que los asuntos concernientes a la constitución de la relación de servicio, merecen la consideración de cuestiones de personal dado el tipo de interés a que inmediatamente afectan, y que los acuerdos sobre convocatoria de pruebas selectivas y sus bases tienen el carácter de actos aplicativos aunque de efectos generales y no de normas reglamentarias". Oposición: plaza Guardia Urbano 35. Auto de 17 de septiembre de 1993 Sección Séptima "El acto administrativo que se impugnó en el proceso al que se refiere el recurso es el nombramiento de una funcionaria por haber superado la oposi -ción convocada por un Ayuntamiento para cubrir una plaza de Guardia Urbano de la Policía Municipal... el hecho de que se haya ejercido realmente funciones públicas no tiene su origen en la legalidad del acto de nombramiento, sino en su ejecutividad, por eso habiendo considerado la jurisdicción que aquél era nulo, no es de recibo entender que lo debatido ha sido la extinción de la relación, cuando la cuestión litigiosa ha sido precisamente determinar si su constitución había sido efectuada conforme a Derecho". Desalojo vivienda militar 36. Auto de 21 de septiembre de 1993 Sección Séptima "Lo impugnado es una resolución de la Direc -ción General de Personal del Ministerio de Defensa y esta Sala en recientes Autos -entre ellos el de 12 de julio de 1993- aunque referidos a recursos de apelación en los que el acto recurrido son resoluciones de desalojo de viviendas ocupadas por militares, viene sosteniendo que el objeto del proceso es cuestión de personal, pues como se razona en el precitado Auto "lo que se cuestiona en el proceso es la permanencia en la vivienda militar, lo que constituye un contenido de la relación funcionarial, de ahí que merezca la cali -ficación de cuestión de personal, no compartiendo el Tribunal la tesis de que la relación de arrendamiento de la vivienda sea diferenciable de la relación estatutaria del funcionario, pues aunque pueda asignársele su propio perfil, no puede negarse que se deriva de aquella relación que es su presupuesto y de ahí que se englobe en ella como uno más de sus contenidos". Tales argumentos que llevaron a esta Sala en el Auto mencionado a declarar indebidamente admitida la apelación conforme a lo dispuesto en el artículo 94. 1 a) de la Ley Jurisdiccional en su redacción anterior a la Ley 10/92, nos llevan ahora, asumiéndolos plena -mente, a declarar la inadmisibilidad del presente recurso de casación, por ser el objeto del proceso principal una cuestión de personal, no subsumible en la excepción de las cuestiones de estricta extinción de la rela -ción funcionarial prevista en el artículo 93. 2 a) en la redacción que le dio la Ley 10/92 de 30 de abril". Incompatibilidades en sector público 37. Auto de 27 de septiembre de 1993 Sección Séptima "Versando la sentencia de instancia sobre materia de incompatibilidades en el sector público en el que el recurrente queda en situación de excedente en el segundo puesto de trabajo declarado incompatible, tal sentencia no es susceptible de recurso de casación al versar sobre una cuestión de personal, y no ser subsumible en la excepción contemplada en el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional según la redacción dada a tal precepto por la Ley 10/1992 de 30 de

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abril, pues en dicho precepto la posibilidad de recurso de casación contra sentencias referidas a cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública queda contraída a las que estrictamente afecten a la extinción de la relación de servicio de los que tuvieran la condición de funcionario público, presupuesto éste que no se cumple en el caso de autos dado que el funcionario recurrente queda en situación de excedencia en la segunda actividad declarada incompatible y, por ende, sin que quede extinguida su relación funciona -rial con la Administración en esa actividad secundaria". Selección de funcionario 38. Auto de 28 de septiembre de 1993 Sección Séptima "Versando el proceso sobre una decisión administrativa adoptada durante el procedimiento de selección de un funcionario, es claro que estamos en presencia de una cuestión de personal, no susceptible de recurso de casación, por cuanto no se refiere a la extinción de la relación de servicio de quien ya tuviera la condición de funcionario, visto que la impugnación alude a un momento cronológicamente anterior a la constitución de la relación funcionarial, ello conforme al artículo 93. 1 y 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Aprobación de bases para la convocatoria de oposición 39. Auto de 5 de octubre de 1993 Sección Séptima "El acuerdo impugnado es del Ayuntamiento de Bilbao sobre aprobación de las bases para la convocatoria de oposición a plaza de Inspector de Renta y Exacciones Municipales de esa Corporación que fue impugnado por el representante de la Administración del Estado... y es lo cierto que la motivación del recurso no podría desvirtuar que el asunto, en su esencia, venía a constituir una típica cuestión de personal, por cuanto que el Acuerdo inicialmente recurrido afectaba de modo inmediato a la constitución de la relación funcionarial por quien superase la prueba selectiva, según constante calificación de ese tipo de problemas por la jurisprudencia de este Tribunal, cuando se ha tenido que ocupar de asuntos como el actual a efectos de recurso de apelación. Doctrina que es traslada -ble por analogía a la casación". Concurso plaza de catedrático 40. Auto de 27 de octubre de 1993 Sección Séptima "La sentencia de instancia versa sobre un acto relativo a un concurso público para la provisión de una plaza de Catedrático de Universidad, materia que es cuestión de personal no susceptible de recurso de casación al no estar comprendida en la excepción contemplada en el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Reclamación de complemento 41. Auto de 17 de noviembre de 1993, recurso 917/93 Sección Séptima "El asunto impugnado está constituido por una reclamación de complementos por funcionario docente y en la demanda no se relaciona con la impugnación indirecta de norma por lo que era correcta la cita del artículo 93. 2 a) de la Ley Juris -diccional para denegar la admisión de la casación". Valoración méritos docentes 42. Auto de 17 de noviembre de 1993, recurso n.o 3.918/93 Sección Séptima "Según resulta de las actuaciones la resolución administrativa de que deriva el proceso fue adoptada por la Comisión Nacional de

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Evaluación de la actividad investigadora, en materia de valoración de méritos docentes de la actora. Se está en presencia de una cuestión de personal al servicio de la Administración, pues la actora actúa en cuanto Catedrática de Escuela Universitaria frente a la Administración a la que sirve, por un problema afectante al contenido de la relación de servicio, problema consistente en valoración de méritos académicos que en absoluto afecta a la extinción de la relación de quien ya fuere funcionario público y es por ello que está bien denegada la preparación del recurso conforme al artículo 102. a), 2. párrafo 2.o en relación con el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Tramitación por el procedimiento ordinario 43. Auto de 26 de noviembre de 1993 Sección Séptima "Tampoco constituye óbice a la irrecurribilidad de la sentencia la alegación hecha por la representación del Ayuntamiento recurrente en orden a verse sustanciado el recurso en la instancia por el procedimiento ordinario y no por el procedimiento de personal pues aquella tramitación no desnaturaliza la verdadera naturaleza de la cuestión". Petición de nivel 44. Auto de 16 de diciembre de 1993 Sección Séptima "Ni el escrito de interposición, ni la demanda o la contestación ni por último la sentencia que se pretende recurrir insinúa que estuviera en tela de juicio la impugnación de alguna norma reglamentaria, pues lo único que se ha discutido y resuelto es la petición de un nivel que el actor creía que le correspondía. De lo expuesto resulta que se trata de una típica cuestión de asunto de personal al que por tanto ha de tratarse, según lo ordenado en el artículo 93. 2 a) que impone la regla de instancia única". Pruebas selectivas: acto de contenido normativo. Impugnación directa 45. Auto de 28 de enero de 1994 Sección Séptima "El recurso ha de prosperar, pues lo que constituye el origen de este proceso era la resolución del Servicio Nacional de Salud de 20 de diciembre de 1990, por la que se aprueban las pruebas selectivas para el acceso a los Grupos de Función Administrativa que prestan servicios en los Centros Asistenciales del Organismo, que es un acto de contenido normativo, por cuanto que constituye la regulación a la que en el futuro han de ajustarse las convocatorias para las plazas a servir por los funcionarios a que alude. Es decir, no se trata en sí misma de una convocatoria para determinadas plazas, lo que constituiría un acto general no recurrible en casación, por no afectar a la extinción de la relación de servicio, sino de una resolución de contenido normativo que complementa la regulación de las pruebas y como tal susceptible de recurso de casación en una interpretación extensiva y pro actione del artículo 93. 3 de la Ley Jurisdiccional ya que si este precepto considera recurrible las sentencias que se dicten en los supuestos de impugnación indirecta de normas, con mayor razón lo habrán de ser las que se pronuncien por haberse recurrido directamente las normas reglamentarias como es el caso". Incompatibilidades 46. Auto de 2 de febrero de 1994 Sección Séptima "La resolución administrativa impugnada en el proceso en el que ha recaído la sentencia recurrida acuerda denegar el recurrente la compatibilidad entre su actividad pública principal de Maestro de Taller de Escuela Superior de la Marina Civil de la Universidad de Cádiz y la secundaria de Capitán de Maquinas de la Armada en situación de reserva. Se trata de una

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cuestión de personal que determina la irrecurribilidad de la sentencia con arreglo a lo dispuesto en el artí -culo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional, toda vez que el acto administrativo no implica la extinción de la rela -ción del recurrente como militar de carrera sino su pase a la situación de excedencia voluntaria, por lo que no cabe el recurso de casación". Complemento de destino: funcionarios interinos de la Administración de Justicia 47. Auto de 4 de febrero de 1994, recurso n.o 587/93 Sección Séptima "El objeto del proceso en el que ha recaído la sentencia recaída en casación está constituido por la Resolución del Ministerio de Justicia de 12 de diciembre de 1991 que desestima los recursos de reposición interpuestos por los actores contra las resoluciones de 2 de septiembre del mismo año por las que se denegaron sus peticiones de percibir el complemento de destino por el carácter de la función de idéntica cuantía a la reconocida a los funcionarios de carrera, durante el tiempo en que prestaron servicios como funcionarios interinos de la Administración de Justicia. Se trata por tanto de una cuestión de personal que había de ser excluida del recurso de casa -ción de conformidad con lo dispuesto en el artículo 93. 2 a) de la Ley de la Jurisdicción, sino fuera porque se ha articulado en la instancia con éxito, la impugnación indirecta de las disposiciones generales en cuya aplicación se han adoptado los actos recurridos, razón por la que procede la admisión del recurso con arreglo al artículo 93. 3 de la misma como señaló correctamente el Abogado del Estado en el escrito de preparación del mismo. Ahora bien esta vía de acceso lleva aparejada lógicamente la limitación del conocimiento al análisis de la legalidad de las disposiciones reglamentarias impugnadas indirectamente, con exclusión por tanto del primero de los motivos alegados, articulado al amparo del artículo 95. 1. 3 por infracción del artículo 43 de la Ley Jurisdiccional, que se sitúa fuera del indicado ámbito objetivo del recurso por lo que procede la inadmisión del expresado motivo y la consiguiente admisión parcial del recurso de casación". En el mismo sentido el auto de 10 de febrero de 1994 en el recurso de casación n.o 2.382/1993 sobre la misma materia. Denegación de pensión 48. Auto de 4 de febrero de 1994, recurso 7.520/1993 Sección Séptima "La índole del asunto en que se cuestiona la denegación de una pensión reclamada en consideración de cónyuge de un funcionario militar, no deja dudas sobre la calidad de personal del mismo, a los efectos de recurribilidad en casación, pues aparte de que la expresión personal, a esos efectos es más amplia que la estrictamente referente a la afectante a problemas surgidos aludidos del Estatuto funcionarial, es lo cierto que en el caso de autos, la materia de los derechos pasivos está íntimamente relacionada o forma parte con el Estatuto funcionarial. Por ello y visto que el problema no se refiere estrictamente a la extinción de la relación funcionarial, que es la única excepción a la denegación del recurso de casación, según el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdic -cional es clara la adecuación a Derecho del Auto recurrido en queja y la improcedencia de la casación". Convocatoria promoción interna 49. Auto de 16 de febrero de 1994 Sección Séptima "Lo que constituye el objeto del proceso es la resolución del Servicio Nacional de Salud de 4 de julio de 1991 que acordaba convocar por el sistema de promoción interna 1.450 plazas para ingreso en el grupo administrativo dependiente de ese Organismo, y el acto confirmatorio en reposición de ese anterior, que son actos de contenido general que no suponen, según ya se dijo "la extinción de la relación de servicio de los que ya fueran funcionarios públicos, que es un supuesto que hace recurribles en casación a las cuestiones referidas a la casación, junto con las

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impugnaciones directas o indirectas de normas, lo que no es del caso". Modificación bases de convocatoria: pruebas selectivas 50. Auto de 17 de febrero de 1994 Sección Séptima "El recurso de casación tiene por contenido la modificación de las bases de la convocatoria de pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo de Mossos de Esquadra de la Generalidad de Cataluña. Siendo un tema que afecta al procedimiento de ingreso en la Función Pública, constituye uno de los supuestos exceptuados del citado recurso según dispone el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional... En realidad el litigio versa sobre las condiciones de acceso a la Función Pública de modo que la circunstancia de que a pesar del proceso, la decisión haya podido dar lugar a la adquisición formal de la condición de funcionario, responde exclusivamente a la nota de la ejecutividad de los actos administrativos, la cual, sin embargo no puede llegar al extremo de desnaturalizar la sustancia del tema debatido en el proceso".ar Sanción disciplinaria 51. Auto de 23 de febrero de 1994 Sección Séptima "El acto recurrido es la resolución de la Dirección Territorial del Instituto Nacional de la Salud de Cantabria por el que se impuso al recurrente, Médico de la Seguridad Social, dos sanciones disciplinarias de suspensión de empleo y sueldo de un año y quince días respectivamente. Se trata por tanto de sentencia no susceptible de recurso de casación de conformidad a lo dispuesto en el artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional, toda vez que se refiere a una cuestión de personal que no supone estrictamente la extinción de la relación de servicio del funcionario sancionado". Provisión de plazas en Insalud 52. Auto de 25 de febrero de 1994 Sección Séptima "Como acontece en el caso ahora contemplado se cuestiona una resolución que no reconoce a los recurrentes el tiempo de servicios prestados en el Hospital General de Asturias a efectos de baremo de selección de personal en concurso abierto y permanente para provisión de plazas en el INSALUD, y no pueden ser equiparados a los que ya tienen la condición funciona -rial, que son los únicos que en caso de extinción de su relación, quedan comprendidos en el actual artículo 93. 2 a) de la Ley Jurisdiccional, pues la selección de los empleados públicos corresponde a un momento cronológico anterior al de la extinción de quien ya tiene la condición funcionarial, a que se refiere la Ley. Siendo por demás incuestionable que los asuntos concernientes a la constitución de la relación de servicio, merecen la consideración de cuestión de personal, dado el tipo de interés a que inmediatamente afectan". d) Artículo 93-2 b) LJCA El artículo 93. 2 b) de la Ley Jurisdiccional exceptúa de lo establecido en el apartado anterior: "las sentencias recaídas, cualquiera que fuera la materia, en asuntos cuya cuantía no exceda de 6 millones de pesetas": La jurisprudencia extractada de la Sala Tercera sobre esta materia puede concretarse en los siguientes puntos: Expropiación forzosa En el caso de la expropiación forzosa la cuantía se ha determinado por la Sección Sexta de la Sala Tercera con arreglo a los siguientes criterios: 53. a) En el Auto de 26 de enero de 1993 se alude a la diferencia entre el justiprecio señalado en la

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sentencia y el que la parte recurrente haya solicitado como procedente en el recurso contencioso-adminis -trativo. 54. b) En el Auto de 13 de mayo de 1993 se determina por la diferencia entre el Acuerdo del Jurado y la pretensión del expropiante. 55. c) En el Auto de 28 de septiembre de 1993 por la diferencia entre el Acuerdo del Jurado y el valor asignado por el recurrente en casación, en su hoja de aprecio. Anulación de licencia de obras: presupuesto inferior a seis millones 56. Auto de 4 de noviembre de 1992 Sección Cuarta "No debe dejarse al arbitrio de quien para tal acceso pretende señalar una cuantía como indeterminada porque de determinarla correctamente el mismo sería imposible, sin el minucioso control del Juzgador en la instancia y, a ultranza, al decidir sobre la admi -sibilidad del recurso porque de otro modo en la generalidad de los casos quebraría en su aplicación la citada regla de excepción. Ahora bien, esa ausencia de criterios en la nueva Ley obliga a acudir al artículo 489 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, dada la supletoriedad que tiene respecto de la reguladora de esta Jurisdicción, pero la dificultad radica en que tampoco esta constituye un exhaustivo catálogo de cada uno de las numerosas e imprevisibles pretensiones que se puedan deducir, si bien, en realidad, tal supletorie -dad no es practicable en este aspecto concreto, puesto que dicha Ley especial contiene una norma que permite resolver el problema con un indiscutible grado de aproximación y acierto como el adoptado, aunque con carácter genérico, por la del artículo 51 de la Ley Jurisdiccional porque basta con distinguir lo que constituye una pretensión de una simple anulación de la que tenga por objeto el reconocimiento de una situación jurídica individualizada, de donde debe tenerse por cierto que, en este caso concreto, el presente recurso ha de decidirse conforme lo establecido para aquel primer supuesto porque lo que se pretende al promover el proceso era la anulación de un acto de la Administración Municipal por el que se había conce -dido una licencia de obras, cuyo presupuesto de ejecución era inferior a aquellos seis millones excluyentes del acceso a la casación cualquiera que sea la materia sobre la que haya recaído el debate (artículo 93. 2 b)). Liquidaciones inferiores a 6 millones 57. Auto de 26 de noviembre de 1992 Sección Segunda "Conforme al artículo 93. 2 b) de la Ley Regu -ladora están exceptuados de recurso de casación las sentencias dictadas por las Salas de lo Contencio -so-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia en asuntos cuya cuantía no sea de seis millones de pesetas, por lo cual al haber tratado la sentencia dictada por la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana de dos liquidaciones por importe inferior a aquella cifra es claro que no procede ante ella recurso de casación". Multa de 700.000 pesetas. Infracción laboral 58. Auto de 3 de diciembre de 1992 Sección Séptima "Siendo el acto recurrido el de imposición de una multa de 700.000 ptas. por infracción laboral y habiéndose dictado la sentencia contra la que se intenta el recurso con posterioridad a la entrada en vigor de la Ley 10/92 ... el artículo 93. 2 b) excluye del recurso de casación las sentencias recaídas cualquiera que fuera la materia, en asuntos cuya cuantía no exceda de seis millones de pesetas cual es aquí el caso". Liquidación de mayor cuantía

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59. Auto de 9 de diciembre de 1992 Sección Segunda "Es evidente que la sentencia dictada por la Sala de Sevilla lo fue en recurso cuya cuantía total sí superaba la cifra de seis millones de pesetas pero, a efec -tos de recursos posteriores, la cuantía era inferior para lo cual habría que tener en cuenta el importe de la liquidación que la tuviere de mayor cuantía que en este caso era la impugnada en la reclamación n.o 638, cuyo importe era de 1.641.532 ptas. Resulta por ello evidente que la sentencia dictada por la Sala de Sevi -lla no tenía el carácter de recurrible, por lo que procede inadmitir el recurso de casación contra ella por aplicación de lo dispuesto en el artículo 100. 1 a) de la Ley Jurisdiccional en su redacción dada por la Ley de 30 de abril de 1992". Fijación cuantía: momento inicial 60. Auto de 14 de diciembre de 1992 Sección Segunda "Fijada la cuantía en primera instancia mediante acto propio del recurrente, no puede éste, con posterioridad y a efectos de interponer recurso, variar la cuantía como intenta hacer, preparando el recurso de casación alegando que lo que inicialmente cuantificó en 672.000 ptas. es ahora superior a 6 millones de pesetas lo que no es producto de una elevación de un precio o un valor, sino de aplicar correctamente en el momento inicial la cuantía, en relación con el acto impugnado, variándolo ahora y estableciendo la cuantía en relación con las bases que originaron tal liqui -dación: Es ésta, en todo caso, la que determina la cuantía del recurso y como es de 672.000 ptas., es evidente que la sentencia recaída no es susceptible de recurso de casación por aplicación de lo dispuesto en el artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional, por lo que procede inadmitirlo conforme dispone el artículo 100. 2 a) de la Ley Jurisdiccional". Naturaleza singular de la pretensión 61. Auto de 22 de diciembre de 1992 Sección Segunda "Suponer que en el caso enjuiciado por no exis -tir varios demandantes sino uno sólo, es única la pretensión a efectos de la cuantificación del recurso, es desconocer que éstas tienen una naturaleza singular, tanto cualitativa como cuantitativamente, siendo el valor de cada pretensión, aisladamente considerada, lo que conforme al artículo 50.1 de la Ley Jurisdic -cional define la cuantía del recurso. Sin que en los supuestos de acumulación, la suma del valor de las pretensiones comunique a las de cuantía inferior la posibilidad de utilizar el recurso de casación, pues este principio sigue vigente y no hay razón para entenderlo limitado al recurso de apelación". Este recurso se ha dictado con ocasión del recurso de queja n.o 862/92. Pretensión: valoración aislada 62. Auto de 22 diciembre de 1992 Sección Segunda, recurso de queja 863/92 "En rigor las pretensiones individualizadas no se fundan para formar una sola pretensión de mayor entidad, sino que conservan su esencial singularidad siendo perfectamente reconocibles y separables en el tratamiento sustantivo y a la decisión que sobre cada una de ellas pueda adoptarse en el Fallo. Si esto es así, siguen siendo válidas para el recurso de casación la normativa prevista en la Ley Jurisdiccional bajo la rúbrica general referente a la cuantía del recurso, cuantía que relaciona con el valor de la pretensión, de tal modo que si por efecto de una técnica instrumental, varios recursos se presentan agrupados en un solo proceso, cada una de las pretensiones incorporadas al mismo, conservan no obstante su identidad y será su cuantía exigida para que sea susceptible de apelación o de casación la sentencia recaída".

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Contenido económico indeterminado: notoriedad 63. Auto de 20 de enero de 1993 Sección Sexta "Más aún cuando el propio contenido del acto adminis -trativo (obligación de llevar espejos retrovisores a ambos lados, revisión cada dos años y limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora) le hace ser de contenido económico indeterminado, no resulta posible afirmar, cual decíamos, que la cuantía notoriamente no supere el límite cuantitativo de los 6 millones de pesetas". Expropiación forzosa 64. Auto de 26 de enero de 1993 Sección Sexta "El valor o cuantía del proceso a efectos de un recurso de casación que se desea interponer contra una sentencia que fija el justiprecio de una finca que ha sido objeto de expropiación forzosa no consiente en la cifra que como tal justiprecio se determine en la senten -cia. El valor del proceso estriba en la diferencia, en más o menos, entre justiprecio señalado en la sentencia que se pretende recurrir y el que la parte recurrente haya solicitado como procedente en el recurso contencioso-administrativo. Esta es la cuantificación económica de su pretensión contencioso-administrati -va, y por tanto, en el recurso de esta clase, y es ésta la que por ello debe servir para decidir sobre la procedencia o no del recurso de casación". Disposiciones generales: cuantía indeterminada 65. Auto de 2 de febrero de 1993 Sección Cuarta "Las sentencias recaídas cualquiera que fuere su materia en asuntos cuya cuantía no excede de 6 millones de pesetas debe resolverse atendiendo a que según la meritada norma no se excluyan del recurso de casación las sentencias que se dictaren en asuntos de cuantía indeterminada, como son las disposiciones generales del artículo 51. 2 de la Ley Jurisdiccional y aquellos actos que por su contenido no pueda ser determinada su cuantía". Cuantía mayor: varias liquidaciones 66. Auto de 9 de febrero de 1993 Sección Segunda "La cuantía de la mayor de las 56 liquidaciones giradas a la Entidad recurrente es la de 172.603 ptas. Pese a haber sido acumuladas ante el Tribunal Económico-Administrativo varias liquidaciones, la cuantía de tal reclamación nunca podría superar esa cifra como dispone el artículo 51 del Reglamento para las reclamaciones económico-administrativas de 20 de agosto de 1981. Del mismo modo, acumuladas las resoluciones que desestimaron las reclamaciones económico-administrativas, su cuantía no podría ser superior a la que tuviere la mayor de las liquidaciones giradas, ya que así lo dispone el artículo 50 de la Ley Jurisdiccional". Cuantía: art. 51 RREA 67. Auto de 16 de febrero de 1993 Sección Segunda "En efecto, en cada una de esas reclamaciones económico-administrativas, se acumuló un número variable de liquidaciones (fueron 188 las liquidaciones giradas e impugnadas) siendo la cuantía de la que la tenía más elevada la de 397.498 ptas., por lo que ésa y no otra era la cuantía de la reclamación económico-administrativa, por disponerlo así el artículo 51 del Reglamento para esta clase de reclamaciones de 20 de agosto de 1981. Esa misma cuantía era, a efectos de posterior recurso, el del recurso contencioso-administrativo puesto que así lo dispone el artículo 50. 3 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción, que se refiere al recurso de apelación, pero que hoy hay que aplicar al

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recurso de casación que lo sustituye, al ser suprimido éste. Al impugnarse en el presente recurso de casa -ción una sentencia dictada en primera instancia en un recurso cuya cuantía era inferior al millón de pese -tas, el recurso es improcedente y debe ser inadmitido". El asunto se está refiriendo a un proceso en el que lo interpuesto es un recurso de casación para unificación de doctrina. Valor en el acto de comprobación 68. Auto de 24 de febrero de 1993 Sección Segunda "El recurso contencioso-administrativo interpuesto ante la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Galicia tenía, como cuantía máxima, la del valor fijado en el acto de comprobación de valores, esto es la cuantía de 4.796.000 ptas. Es evidente que la sentencia que desestimó el mencionado recurso estaba excluida del recurso de casación". Sorteos autónomos 69. Auto de 30 de marzo de 1993 Sección Segunda "Es cierto que la autorización solicitada cuya nega -tiva determinó el inicio de actuaciones, se refería a un juego por virtud del cual se sortearían 200.000 ptas. diarias durante 5 días a la semana, sin sujeción a un período de tiempo determinado, con lo cual en poco más de mes y medio de seguimiento de este régimen llegaría a alcanzarse una cuota superior al límite mínimo exigido por el artículo 93. 2 b) de la Ley 10/92 de 30 de abril, para la admisibilidad del recurso de casación, pero precisamente esta indeterminación respecto a las semanas en que se utilizaría este sistema de promoción y publicidad y la posible discontinuidad de los intervalos semanales en que la autorización podría fragmentarse obliga a considerar con carácter individualizado cada sorteo de 200.000 ptas., sin que su agrupación por semanas o meses sea determinante de una cuantía globalizada, susceptible de permitir el acceso a la casación si cada una de ellas no lo fuera por sí misma. En resumen, esto se traduce en cinco sorteos autónomos a la semana cada uno de los cuales debe funcionar procesalmente con independencia de los demás". Artículo 489- regla 6 L.E.C. 70. Auto de 2 de abril de 1993 Sección Cuarta "Para fijar la cuantía del pleito hay que estar a lo dispuesto en el artículo 489 en Regla Sexta de la Ley de Enjuiciamiento Civil al amparo de cuyo precepto la cuantía del litigio sería: Canon de 72.000 ptas. anuales por cinco viviendas = 360.000 ptas., 360.000 ptas. x 10 = a 3.600.000 ptas... y queda fijada la cuantía del pleito que inicialmente se dio como indeterminada en 3.600.000 ptas. Por ello el recurso de casación en su día preparado contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo con sede en Burgos del Tribunal de Castilla y León carece manifiestamente de fundamento". Artículos 489 y ss. de la L.E.C. y 51 L.J.C.A. 71. Auto de 13 de abril de 1993 "Aplicando al caso las normas de determinación de cuantía que (en relación con los artículos 489 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil) establece el artículo 51 de la Ley Reguladora de esta Jurisdicción, resulta claro que el valor de la pretensión sólo alcanza en el caso que examinamos a 3.080.000 ptas. incluyendo las pretensiones de nulidad y de reconocimiento de la no obli -gatoriedad de realizar obras en litigio, sin que pueda admitirse la alegación de que la cuantía supera con creces la cantidad de 6 millones ya que, además de la expresada valoración municipal, resulta en el expe -diente un presupuesto de los propios demandantes ascendiente a 2.628.330 ptas., por lo que el recurso de

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casación es claramente inadmisible por el defecto de cuantía (artículo 93. 2 b) de la Ley Jurisdiccional) que pusimos de manifiesto a las partes en el incidente de inadmisión abierto al efecto. No podemos intentar en este caso una interpretación pro actione que tome en consideración la fijación de cuantía como indetermi -nada que fue establecida por el propio demandante en su escrito de interposición del recurso (artículo 49.1 de la Ley Jurisdiccional) por resultar dicha valoración a juicio de esta Sala notoriamente improcedente". Interés social: Contenido indeterminado 72. Auto de 20 de abril de 1993 Sección Sexta "La afirmación contenida en el Auto de 5 de octubre de 1993 cuando expresa que la cuantía es indeterminada pero inferior a 6 millones, choca en su indetermina -ción con la afirmación respecto de la que no existe prueba acreditativa suficiente, pero es que al margen de lo anterior no cabe dejar de ponderar que el contenido propio de los actos impugnados, en cuanto exclusi -vamente incorpora la declaración del interés social en orden a la expropiación proyectada, les hace ser de contenido económico indeterminado, pues no parece cuantificable la de un interés social que además se proyecta sobre todos los huertos familiares que son objeto de expropiación. En mérito, pues, de la cuantía indeterminada de la pretensión actualizada en el proceso se determina la procedencia del recurso de casación". Acto de repercusión: cuantía más elevada 73. Auto de 28 de abril de 1993 Sección Segunda "La suma total de las cuantías de los diversos actos de repercusión a efectos de recurso de casación está determinada no por la suma total de dichos actos de repercusión sino por la de aquel acto que la tuviera más elevada y como ninguno de ellos alcanza la suma de 6 millones, es evidente que la sentencia recaída estaba excluida del recurso de casación puesto que así lo establece el artículo 93 de la Ley 10 de 30 de abril de 1992". Denegación licencia de obras 74. Auto de 29 de abril de 1993 Sección Quinta: "Como en el caso de que se trata lo que se impugna es la denegación de una licencia de obras y lo que se solicitó en el suplico de la demanda fue la anulación de las resoluciones que acordaron la expresada denegación y que se concediera la referida licencia de obras, al ser importe de estas el contenido económico de los actos en cuestión, como dicho importe, según el proyecto acompañado a la solicitud de licencia son 539.687 pesetas, obligado es entender que procede la inadmisión del recurso con base en lo dispuesto en el artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional". "A la conclusión sentada en el Fundamento anterior no puede ser obstáculo la circunstancia de que en su día se fijara por la Sala de instancia como indeterminada la cuantía del asunto, accediendo así a lo solicitado en el escrito de interposición del recurso, pues como ya ha declarado esta Sala en Sentencia de 31 de octubre de 1990, dictada en relación con un recurso de apelación, pero cuya doctrina es también aplicable al recurso de casación, con independencia de la precisión de la parte recurrente sobre el extremo de la cuan -tía del recurso, han de ser aplicadas las prevenciones legales sobre la indicada materia, las cuales no pueden ser modificadas ni por la alegación de la parte demandante ni por el hecho de haberse admitido por el Tribunal de instancia y no haberse corregido la fijación de cuantía erróneamente señalada por la parte actora, pues si ello fuera así bastaría, en cualquier caso, con señalar como cuantía del proceso la de inde -terminada para tener acceso al Tribunal Supremo, o viéndose de esta forma el límite antes indicado seña -lado por la Ley". Deuda principal: exclusión de intereses o sanción

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75. Auto de 4 de mayo de 1993 Sección Segunda "El artículo 93 de la Ley Jurisdiccional excluye expresamente del recurso de casación la Sentencia dictada en recursos, cualquiera que fuera su materia, y cuya cuantía fuera inferior a 6 millones de pesetas. El artículo en cuestión ha de ponerse en relación con lo dispuesto en el artículo 51 de la propia Ley que, a efectos de fijar la cuantía de los recursos, se tiene exclusivamente a la pretensión principal, con exclusión de los recargos o costas, lo que esta Sala ha inter -pretado en el sentido de limitar la cuantía a la de la cuota tributaria o deuda principal, con exclusión de los intereses y de la sanción. Con base en los preceptos citados sería improcedente el recurso de casación que intentó preparar el Sr. Camacho. Pero incluso admitiendo que la cuantía fuera la de la deuda tributaria (cuota más intereses más sanción) esta cuantía determinaría la improcedencia del recurso de casación, ya que los intereses futuros son precisamente eso, futuros, y no se integran en la liquidación impugnada, sino que darían lugar a otra liquidación complementaria posterior por ese concepto, al igual que ocurre con la modificación de la sanción, que tampoco se integrará en su caso en la liquidación impugnada. Es pues esta, con la cuantía que tenía en el momento de ser impugnada, la que determina la cuantía del recurso, la que deberá ser fijada en el escrito de interposición como obliga hacerlo el artículo 49 de la Ley de la Juris -dicción y siendo en ese escrito de interposición en el que debe de fijarse la cuantía donde ésta se fijó en 2.738.385 pesetas, es evidente que el recurso de casación es improcedente, ya que los incrementos posteriores nada afectan al acto impugnado". Cuantía: fijación en la instancia 76. Auto de 13 de mayo de 1993 Sección Sexta "Claramente establece dicho precepto que la cuantía límite para el acceso a la casación ha de ser referida a la que tenía fijada en la instancia el asunto finalizado con la correspondiente sentencia, independientemente del contenido pecuniario de esta resolución, por lo que no cabe, para la posibilidad de acceso a la casación, ninguna referencia a la cuantía pecuniaria deter -minada en la sentencia. Así se desprende del sentido propio de las palabras del precepto que dice que no serán recurribles las sentencias recaídas en asuntos cuya cuantía no exceda de 6 millones de pesetas, es decir, lo que no tiene que exceder de tal cuantía es la fijada para el asunto en la instancia, y esa es la que determina o no la recurribilidad de la sentencia cualquiera que fuera dictada en el mismo, interpretación que corresponde categóricamente a las exigencias del principio de seguridad jurídica inherente a toda acti -vidad jurisdiccional. En el supuesto contemplado la cuantía de la instancia a los efectos contemplados era inferior a 6 millones, porque como expresa el artículo 50.2 de nuestra Ley Jurisdicción, cuando existan varios demandantes se atenderá al valor de la pretensión deducida por cada uno de ellos y no a la suma de todos, agregando el artículo 50.3 que en los supuestos de acumulación, como aquí aconteció, la cuantía vendrá determinada por la suma del valor de las pretensiones pero no comunicará a las de cuantía inferior la posibilidad de apelación y hoy casación. Fijado el acuerdo del Jurado del justiprecio en 8.311.472 pese -tas y la pretensión del expropiante, deducida en la instancia, de que fuese rebajada a 3.647.372 pesetas, es obvio que la diferencia entre ambas cifras o cuantía del recurso no excede de 6 millones conforme a la normativa antes citada, por lo que procede ratificar la declaración de firmeza de la sentencia". Liquidación autónoma 77. Auto de 18 de mayo de 1993 Sección Segunda "En esta situación cada liquidación constituye una entidad independiente, siendo estas representativas de otros tantos actos de gestión tributaria, cuya acumulación no comunica a los de cuantía inferior la posibilidad de recurrir, debiendo considerarse como liquidaciones autónomas a cada una de las cuales debe funcionar procesalmente con independencia de las

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demás". Cuantía conjunta 78. Auto de 27 de mayo de 1993 Sección Segunda "Según reiterada doctrina de esta Sala recaída a propósito de la admisión del antiguo recurso de apelación, pero perfectamente aplicable ahora, cuando la administración tributaria acumula en un solo acto la resolución de diversos recursos de reposición inter -puestos contra otras tantas liquidaciones tributarias o cuando el sujeto pasivo acumula en un solo recurso la impugnación contra varias de aquellas, ha de atenderse a la cuantía de ellas aisladamente consideradas para valorar la posibilidad de interponer el correspondiente recurso contra la Sentencia dictada por los Tribunales Superiores de Justicia y como en el supuesto ahora contemplado ninguna de las liquidaciones impugnadas superaba la cuota de 6 millones de pesetas es claro que ha de declararse la inadmisión del presente recurso. En nada supone esta conclusión que el Tribunal a quo haya fijado la cuantía del proceso como indeterminada porque ni la cuantía conjunta comunica a las pretensiones referidas a actos de cuantía inferior la legal posibilidad de recurrir ni la cuantía declarada por el recurrente puede alterar las reglas sobre competencia funcional que son indisponibles para las partes". Contenido económico del acto impugnado 79. Auto de 9 de junio de 1993 Sección Segunda "En la determinación de la cuantía se debe atender al contenido económico del acto impugnado, teniendo en cuenta el débito principal, pero no los recargos, las costas ni cualquier otra causa de responsabilidad si resulta clara la improcedencia del recurso en cuanto que asciende a 5.729.000 pesetas no alcanzando los 6 millones la liquidación impugnada y procede por tanto la desestimación del recurso de queja". Cuantía fijada en la instancia 80. Auto de 12 de julio de 1993 Sección Sexta "La claridad del precepto en el que se exceptúa el recurso de casación contra las Sentencias de la Sala, cualquiera que fuera la materia, en asuntos cuya cuantía no excede de 6 millones, excluye el acceso del recurso de casación a la Sentencia dictada por la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Aragón en recurso en que por el Ayuntamiento se fijó la cuantía de 2.091.828 pesetas, cuantía fijada en la instancia, que es la que deter -mina la procedencia en su caso del recurso de casacion y así se desprende del sentido de las palabras del precepto como esta Sala tiene declarado, no comunicándose y menos adicionándose la cuantía de los recursos en los supuestos de acumulación como se deduce de lo dispuesto en el artículo 50.3 del precitado Cuerpo legal". Valor de las pretensiones: no comunicación a las de cuantía inferior 81. Auto de 20 de julio de 1993 Sección Sexta "Resulta evidente que la resolución administrativa dictada está expresamente exceptuada en cuanto no excede de 6 millones de pesetas del recurso de casación, por mor de lo establecido en el artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional, debiendo además advertir que aunque la cuantía del recurso contencioso-administrativo en los supuestos de acumulación viene determinada,

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según preceptúa el artículo 50 del Texto legal citado, por la suma del valor de las pretensiones actualiza -das, no es dable olvidar tampoco, con la trascendencia que ello conlleva a efectos decisorios, que en modo alguno se comunica a las de cuantía inferior la posibilidad de apelación en la actual legalidad sustituida por la casación". Valor indeterminado 82. Auto de 27 de septiembre de 1993 Sección Sexta "Habida cuenta de que el acto por razón del cual se formula es la resolución de la Jefatura Provincial de Tráfico de Cantabria confirmada por la Dirección de Tráfico que impuso al recurrente, además de la sanción de multa de 35.000 pesetas la suspensión de la autorización administrativa para conducir durante un mes, cuyo valor es indeterminado, esta es la razón por la que al no concurrir ninguna de las causas de inadmisibilidad del recurso de casación interpuesto debe admitirse el mismo". Expropiación forzosa: justiprecio 83. Auto de 28 de septiembre de 1993 Sección Sexta "Tratándose de recurso de casación cuyo objeto es debatir el justiprecio fijado de una finca por el Jurado Provincial de Expropiación, la cuantía del proceso que, en su caso, determinará la procedencia del recurso, ha de cifrarse en la diferencia entre el valor del inmueble expropiado, establecida por el Acuerdo del Jurado y el valor asignado por el recurrente al seña -lado inmueble en su hoja de aprecio, por aplicación de lo prevenido en el artículo 51.1 b) último párrafo de la Ley de la Jurisdicción (diferencia de valor entre el objeto de la reclamación y el acto que motivó el recurso) sin que a estos efectos pueda tomarse en consideración la cuantía del proceso fijada errónea -mente en la primera instancia (artículo 49.4 de la Ley Jurisdiccional) ... el artículo 100.2 a) de la Ley Juris -diccional previene que la Sala dictará auto de inadmisión si no obstante haberse tenido por preparado el recurso se estimará el carácter no recurrible de las resoluciones a que se refiere, añadiendo el apartado 3.o de este precepto que la inadmisión del recurso comportará la imposición de las costas al recurrente. Como la cuantía del asunto a que el presente recurso de casación se refiere no alcanza la cifra de 6 millo -nes de pesetas procede acordar su inadmisión así como la firmeza de la resolución recurrida y condenar en costas a la parte recurrente". Cuantía: acumulación de dos recursos 84. Auto de 15 de octubre de 1993 Sección Sexta "En los supuestos de acumulación la cuantía vendrá determinada por la suma de valor de las pretensiones, sin comunicar a las de cuantía inferior la posibilidad de apelación, puesto que esta imposibilidad de comunicación está referida a aquellas cuantías que aisla -damente consideradas no permitirían el acceso a la instancia superior, no habiéndose modificado esta circunstancia por el hecho de que sumadas pudieran rebasar el tope para acceder a este Tribunal, mas no cuando existiendo dos recursos acumulados, dirigidos contra un mismo o unos mismos actos administrati -vos, tramitados en un único proceso, son resueltos por una sentencia y uno solo de ellos, aisladamente considerado ya inicialmente tiene una cuantía que permite el acceso casacional, habiéndose pronunciado en este mismo sentido y esta Sala en Auto de 15 de marzo de 1993 al resolver una cuestión equivalente". Cuantía real del pleito 85. Auto de 2 de noviembre de 1993 Sección Sexta "Podría obedecer a que la cuantía del recurso fue

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inicialmente fijada en 132.790 pesetas pero si resulta que la expresada cantidad suponía el importe del justiprecio fijado en el año 1968, y que en el proceso actual lo que se cuestiona es la reversión de los terrenos justipreciados en aquel año la razón determinante es que, en principio, este proceso debe ser estimado en cuantía indeterminada, pues en modo alguno puede ser cifrada en la cantidad referida expresada con referencia al año 1968 y en fin habrá de ser ponderada en todo caso la cuantía real del pleito, por lo que resulta obligada la estimación del recurso de queja". Construcción de un muro: licencia 86. Auto de 11 de noviembre de 1993 Sección Quinta "Así las cosas ha de indicarse que el acto origina -rio impugnado es la suspensión de la construcción de un muro cuyas características aparecen valorados en la petición de licencia en 50.000 pesetas, lo que evidencia que su valor no alcanza el límite de los 6 millo -nes previsto en el artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional. Procedente será por consecuencia la inadmisión del recurso al amparo del artículo 100.2 a) de la Ley Jurisdiccional". Demolición obras: valoración 87. Auto de 16 de noviembre de 1993 Sección Quinta "Impugnada en estos autos la orden de demoli -ción de unas obras, debe hacerse constar que éstas estaban terminadas el 2 de octubre de 1987 folio 4.o del segundo expediente, valorándose el 19 de enero de 1988, folio 8.o del primer expediente, en 210.000 pesetas, cifra muy lejana a los 6 millones que marca el límite de la admisibilidad de la casación de acuerdo con el artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional". Cuantía: 1.710- regla 1.a, apartado 4.o L.E.C. 88. Auto de 16 de noviembre de 1993 Sección Cuarta "La instalación de una toma de agua para la casa n.o 3 independiente de la n.o 5 de la calle Buitrago de Segovia con la conexión directa de la primera en el punto más cercano y accesible de la red general no puede valer más de 6 millones de pesetas por lo que no es admisible contra la Sentencia dictada en el recurso de casación, pese a que en ella se señala arbitra -riamente la cuantía del recurso como indeterminada, pues el artículo 1.710 regla primera apartado cuarto de la Ley de Enjuiciamiento Civil, aplicable a este Orden Jurisdiccional a tenor de la Disposición adicional Sexta de la Ley Jurisdiccional Contencioso-Administrativa, establece que se inadmitirá el recurso y se declarará firme la resolución recurrida, con imposición de costas y devolución de actuaciones al Tribunal de procedencia, cuando la cuantía no se hubiese determinado conforme a las Reglas aplicables y la Sala considere que notoriamente no supera los límites que establece el número primero del artículo 1.687 de la Ley Procesal Civil, que coincide con las del artículo 93.2 b) de la Ley Jurisdiccional, por razón de lo cual debemos declarar la inadmisión del recurso de casación". Actos tributarios singularizados 89. Auto de 23 de noviembre de 1993 Sección Segunda "Es necesario atender a los actos tributarios singularizados y tener en cuenta que del antiguo impuesto municipal sobre radicación el período impositivo coincide con el año natural (artículo 74.1 del Real Decreto 3250/76 de 30 de diciembre), y es la cuota de dicho período la que determina un acto tributario .... ya que en este caso hay que atender única y exclusi -vamente a la cuota devengada en cada ejercicio, al ser cada una de ellas un acto tributario independiente y como según el artículo 51.1 de la Ley Jurisdiccional en supuestos como el que ahora es objeto de esta

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resolución, sólo se debe tener en cuenta el débito principal y no los recargos o cualquier otra clase de responsabilidades como son los intereses de demora o las sanciones, es indudable que, como ya hemos adelantado en el presente caso no hay ningún acto tributario singularizado que exceda de 6 de millones, por lo que, en consecuencia, ello obliga a estimar exceptuada del recurso de casación la sentencia ahora impugnada en este recurso, el cual debe ser declarado inadmisible". Cuantía: multa ltrpar 90. Auto de 1 de diciembre de 1993 Sección Sexta "Tal precepto es categórico en el sentido de impedir el acceso a la casación cualquiera que sea la materia entre la cual desde luego se integra la sanción de multa, cuando la cuantía de la misma no excede de 6 millones de pesetas. Y tal inadmisibilidad ha de ir referida naturalmente a toda resolución sancionadora de multa de cuantía inferior a la señalada legalmente, independientemente del motivo de casación alegado, dentro de los enumerados en el artículo 95 de la Ley anterior". Cuantía: Devolución ingresos indebidos 91. Auto de 2 de diciembre de 1993 Sección Segunda "Tratándose de una petición de devolución de ingresos indebidos, como es el caso que ahora nos ocupa, es la cuantía de lo que se considera improce -dentemente ingresado lo que determina la del proceso y como los recurrentes han reclamado en tal concepto 4.238.146 pesetas es claro que ha de declararse la inadmisión del recurso". Cuantía: liquidaciones 92. Auto de 3 de diciembre de 1993 Sección Segunda "Como ha de atenderse a la cuantía de las liqui -daciones correspondientes a cada uno de las distintas parcelas y a cada anualidad en que el tributo se devenga es claro que en ningún caso dichas liquidaciones alcanza la cuantía exigida legalmente para la admisión del recurso de casación". Cuantía: valor de la pretensión 93. Auto de 13 de diciembre de 1993 Sección Sexta "La cuantía del recurso viene determinada por el valor de la pretensión objeto del mismo, incluso en el artículo 49.4 de la Ley se preveía que el recurso podría fundarse en la indebida fijación de cuantía, cuya norma cabe ser aplicada analógicamente al supuesto actual, una vez sustituido el recurso de apelación por el de casación, resulta obvio como, en modo alguno, puede estimarse que la cuantía real era inferior a 6 millones de pesetas, sea cual fuera la cantidad consignada en el escrito interpositorio, por cuanto que si el Jurado definió el justiprecio del bien expropiado en la suma de 25.691.878 pesetas y el Ayuntamiento pretendió en vía contenciosa que fuera reducido a 5.988.459 pesetas, es visto como la cuantía verdadera del proceso asciende a la diferencia entre ambas cantidades, o sea a 19.703.419 pesetas y por ello deviene procedente en ponderación a la cuantía tener por preparado el recurso". Cuantía: débito principal 94. Auto de 14 de diciembre de 1993 Sección Segunda "La liquidación impugnada por el concepto de

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licencia fiscal de actividades comerciales e industriales a la que se refiere la resolución del Tribunal Económico Administrativo de la Hacienda Foral de Guipúzcoa aunque de un importe total de 8.354.100 pesetas desglosada por partidas, presenta una cuota tributaria de 2.136.300 pesetas y corresponde el exceso a recargos, intereses de demora y sanción. En consecuencia y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 51.1 a) de la Ley Jurisdiccional el débito principal no excede de 6 millones de pesetas, condición necesaria para acceder a la casación". e) El artículo 93-2 c) de la L.J.C.A. El artículo 93.2 c) contiene la siguiente redacción "Se exceptúan de lo establecido en el apartado ante -rior: apartado c) `Las sentencias dictadas en el recurso contencioso-administrativo regulado en el art. 7.6 de la Ley 62/78 de 26 de diciembre'". Esta Ley se refiere a la protección de los derechos fundamentales de la persona y excluye del recurso de casación las sentencias dictadas al amparo de la Ley Orgánica 9/1983 reguladora del derecho de reunión o manifestación. Recogemos en este apartado, sin embargo, aquellas resoluciones que guardan conexión con referen -cias a los derechos fundamentales Ley 62/78 95. Auto de 11 de junio de 1993 Sección Séptima "Tampoco abre la vía de casación en el presente caso, en contra de lo que sostiene el recurrente en queja, el hecho de que la sentencia se haya dictado en proceso seguido por el cauce de la Ley 62/78 de 26 de diciembre, pues ni ahora ni después de la reforma de la Ley 10/92 de 30 de abril la naturaleza de este proceso es factor determinante de la posibilidad de recurrir en casación la sentencia que le pone fin, siendo la materia sobre la que versa, en este caso de personal, el factor determinante de la recurribilidad conforme al artículo 93.2 a), ni antes de la reforma de la Ley 10/92 el hecho de haberse acudido al proceso especial y sumario de la Ley 62/78 era factor determi -nante de la apelabilidad de la sentencia, como lo evidenciaba la expresión "en su caso" utilizada por el artículo 9.1 de la Ley 62/78, reveladora de que la sentencia recaída en esta clase de procesos sólo resul -taba apelable, cuando así procediera conforme a las reglas del artículo 94 de la Ley Jurisdiccional". Reunión y libertad sindical 96. Auto de 13 de diciembre de 1993 Sección Séptima "Por cuanto la orden de desalojo de los Funcio -narios de Prisiones constituídas en Asamblea Permanente, objeto de impugnación en el recurso jurisdic -cional pudiera afectar a los derechos de reunión y libertad sindical reconocidos en la Constitución y en la Ley 9/1987 de 12 de junio, debe estimarse en principio que no es incardinable entre las cuestiones de personal al servicio de la Administración Pública, procediendo por ello la estimación del recurso de queja, teniendo por preparado el recurso de casación interpuesto por la Generalidad de Cataluña con remisión de certificación de esta resolución para que la Sala sentenciadora proceda a la remisión de los autos principa -les previo emplazamiento de las partes en los plazos establecidos". Ley 62/78 97. Auto de 15 de febrero de 1994 Sección Séptima "Establece el artículo 94.1 a) de la Ley Jurisdic -cional que los autos que declaren la inadmisión del recurso contencioso-administrativo o hagan imposible su continuación serán susceptibles de recurso de casación "en los mismos casos previstos en el artículo

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anterior" y siendo así que conforme al artículo 93.2 a) de la misma Ley la cuestión que habría de ser objeto del proceso se halla excluída de la casación, toda vez que versa sobre la materia de personal que no se refiere a la extinción de la relación de servicio de los que tuvieran la condición de funcionarios públicos, es visto que no procede tener por preparado el recurso, según previene el artículo 97.2 en relación con los citados artículos 93. 2 a) y 94.1 de dicha Ley como acertadamente declara el auto recurrido... De la regula -ción del recurso de casación en el proceso contencioso-administrativo contenido en la Ley 10/92 de 30 de abril, se deduce claramente que las resoluciones dictadas en el proceso especial de la Ley 62/78 son susceptibles de recurso de casación en los mismos casos en que lo son las recaídas en el proceso ordina -rio, con la única excepción de lo dispuesto en el apartado c) del artículo 93.2 de la Ley Jurisdiccional, de suerte que si la sentencia se refiere a cuestión de personal, como sucedería en este caso, no cabrá la casación, cualquiera que sea el tipo de proceso de que se trate". f) Artículo 93-2 d) de la L.J.C.A. 98. El artículo 93. 2 d) de la Ley Jurisdiccional exceptúa de lo establecido en el apartado anterior "Las sentencias dictadas en recursos contencioso electorales": Sobre esta materia no hay autos pronunciados en el Tribunal Supremo inadmitiendo recursos de casa -ción, habida cuenta que la aplicación de la normativa electoral vigente (Leyes Orgánicas 5/1985, 1/1987, 8/1991, 6/1992 y 13/1994) delimita claramente que los recursos contencioso electorales ante las Juntas Electorales de Zona o Provinciales en materia de elecciones locales y autonómicas serán susceptibles, en su caso, de recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y los recursos contencioso electorales sobre proclamación de electos resueltos por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (Sec -ción Séptima) en materia de elecciones generales y del Parlamento Europeo será susceptibles, igualmente, de recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. g) Artículo 93-3 L.J.C.A. El artículo 93. 3 declara que "Las sentencias que se dicten en virtud del recurso interpuesto al amparo de los párrafos 2 y 4 del artículo 39 de esta Ley serán susceptibles, en todo caso, de recurso de casación". Se refiere el precepto a la impugnación directa o indirecta de disposiciones generales y el examen jurisprudencial permite constatar los siguiente criterios de aplicación: Infracciones de disposiciones generales 99. Auto de 4 de mayo de 1993 Sección Sexta "De la copia de la sentencia que se pretende recurrir en casación que ha aportado la parte recurrente se deduce claramente que la parte actora fundó su preten -sión revocatoria de las resoluciones sancionadoras, entre otros motivos, en infracciones imputables a disposiciones generales que sirven de soporte a las resoluciones impugnadas, lo que implica una impug -nación indirecta de una disposición de carácter general subsumible en los apartados 2 y 4 del artículo 39 de la Ley de la Jurisdicción y por ende susceptible de recurso de casación, a tenor de lo que dispone el artí -culo 93. 3 de la Ley, que declara susceptible en todo caso de recurso de casación cuando las sentencias sean consecuencia de la impugnación de los actos que se produjeren en aplicación de una disposición de carácter general fundada en que tal disposición no es conforme a Derecho (artículo 39.2) o de los actos de aplicación individual de una disposición general no impugnada directamente o desestimada su impugna -ción, siempre que la impugnación de los actos de aplicación lo sean con fundamento en el supuesto ante -riormente examinado (artículo 39. 4) por lo que procede acoger el recurso y anular el auto de la Sala de

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instancia que declara no haber lugar a tener por preparado recurso de casación declarando por contrario imperio que la sentencia antes citada es susceptible de recurso de casación ordinario conforme a lo preve -nido en el artículo 93.3 de la Ley Jurisdiccional". Inexistencia de impugnación de actos liquidatorios 100. Auto de 17 de junio de 1993 Sección Segunda "El presente recurso de queja se funda en el artí -culo 93.3 de la Ley Jurisdiccional que admite el de casación en todos aquellos casos donde el recurso contencioso-administrativo se hubiera interpuesto al amparo de los párrafos 2 y 4 del artículo 39 de la Ley, es decir en los llamados recursos indirectos contra disposiciones de carácter general que dictare la Admi -nistración del Estado así como las Entidades Locales y las Corporaciones e Instituciones Públicas... Como claramente se desprende de lo anterior resulta evidente que el recurso nunca estuvo ni pudo estar fundado en el artículo 39. 2 y 4 de la Ley, toda vez que para nada aparecen impugnados los actos liquidatorios en base a ser contrarios a derecho ninguna disposición administrativa de las antes mencionadas". Disposiciones no conformes a Derecho 101. Auto de 17 de junio de 1993 Sección Sexta "El recurso se basó en el artículo 46.1 del Reglamento de Máquinas Recreativas y de Azar aprobado por Real Decreto 377/87 y como en el apartado citado se establece literalmente "que en todo caso serán susceptibles de recurso de casación las sentencias que se dicten en virtud de recurso interpuesto al amparo de los párrafos 2 y 4 del artículo 39 de la Ley Jurisdic -cional y cabe la subsunción en tal precepto del caso ahora cuestionado, resulta impugnado el acto admi -nistrativo fundándose en que las disposiciones que amparaban aquél no eran conformes a Derecho, por lo que procede acoger el recurso de queja dejando sin efecto el auto de la Sala de instancia y declarando que la sentencia dictada en el proceso es susceptible de recurso de casación ordinario". Impugnación de Reglamento 102. Auto de 8 de noviembre de 1993 Sección Sexta "Procede la admisión de recurso de casación en cuanto el primer motivo expresado en el escrito, ya que, aun siendo la cuantía de 200.000 ptas., la parte, utilizando este motivo, impugna la legalidad del Reglamento General de Policía de Espectáculos y Activi -dades Recreativas de 27 de agosto de 1982 en virtud del cuál se le impuso la sanción por el importe antes señalado. Se trata pues de un recurso comprendido en el artículo 39. 2 de la Ley Jurisdiccional, por lo que procede la admisión de la casación en cuanto a dicho recurso indirecto contra una disposición general se refiere, a tenor de lo señalado en el artículo 93.3 del citado Texto Legal". h) Artículo 93-4 DE LA L.J.C.A. El artículo 93.4 de la Ley Jurisdiccional señala que "Las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, no comprendidas en el apartado 2.o de este artículo, respecto a actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, sólo serán susceptibles de recurso de casación cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquéllas que sean relevante y determinante del fallo de la sentencia". Los criterios esenciales de aplicación, en la jurisprudencia del Tribunal Supremo de la Sala Tercera, son, en extracto, los siguientes:

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Aplicación e interpretación de los ordenamientos jurídicos autonómicos 103. Auto de 28 de octubre de 1992 "La sentencia que se trata de combatir no está incluida en el artí -culo 93. 2 sino en el artículo 93. 4 que se refiere a las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia no comprendidas en el apartado 2.o del mismo artículo, respecto de actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, y es evidente que el Auto recurrido en queja es conforme a Derecho. Pudiendo añadirse que las sentencias dictadas por las Salas de los Tribunales de Justicia no son nunca susceptibles de recurso de casación ordinario ni de recurso de casación para unificación de doctrina, en lo atinente a la aplicación e interpretación de los ordenamientos jurídicos autonómicos, que está reservada a dichas Salas y no a las del Tribunal Supremo, como se desprende de una correcta interpretación de los artículos 152.2 de la Constitución y 58.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial". Normas de Derecho estatal 104. Auto de 10 de noviembre de 1992 Sección Cuarta "Procede admitir el recurso de queja por entender que si bien la sentencia que se pretende impugnar en casación se refería a la aplicación de normas autonómicas, el fundamento del recurso en casación consiste en que se ha hecho una interpreta -ción que ahora se discute de normas de Derecho Estatal". Fiscalización sobre acomodación de un Decreto regional a la Ley estatal. Alzamiento de suspensión por nuevas circunstancias 105. Auto de 17 de diciembre de 1992 Sección Sexta "A diferencia de las exclusiones ordenadas por el artículo 93.2 en razón de la materia litigiosa de la cuantía del proceso, en que desde un primer momento puede conocerse con certeza el objeto del mismo y si la sentencia que lo finalice es sólo susceptible de casación ordinaria, la exclusión del apartado 4.o que nos ocupa no es determinable a priori sino tan sólo cuando dictada sentencia, ésta se funde con carácter relevante y determinante del fallo en normas legales o reglamentarias emanadas de órganos autonómicos quedando ajenas al debate el ordenamiento estatal. Sólo entonces podrá afirmarse con certeza que lo discutido y decidido en el proceso principal no tiene acceso a la casación ordinaria ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo. En consecuencia si hallándose en trámite el proceso principal se dicta auto, podrá ser recurrido en casación aunque el objeto del proceso principal venga constituído por actos o reglamentos autonómicos. La conclusión así obtenida se refuerza si se atiende a: 1.o) Una interpretación orientada a hacer efectivo el principio de tutela judicial efectiva que incluye el acceso a los recursos (por todas, la sentencia del Tribunal Constitucional Sala Primera de 15 de febrero de 1990, sentencia 2.190, Fundamento Jurídico 4.o). 2.o) La finalidad de la exclusión que realiza -mos es la de que la interpretación del ordenamiento de las Comunidades Autónomas no acceda al Tribunal Supremo, por permanecer en la sede de los Tribunales Superiores de la respectiva Comunidad Autónoma, pero cuando lo discutido y necesitado de interpretación son preceptos del ordenamiento procesal del Estado, tal como la medida cautelar de suspensión adoptada en el proceso administrativo, no se quebranta la finalidad perseguida con tal exclusión y 3.o) Por la que al caso concierne no nos hallamos, con previsión razonable, ante una eventual sentencia que versa exclusivamente sobre actos aplicativos de la Junta de Extremadura de un Decreto regional sino como pone de relieve el recurrente en queja y se desprende del propio acto impugnado, en presencia de un proceso administrativo dirigido a depurar la validez del Decreto de dicha Junta de Extremadura, el número 87/91 de 30 de julio, que contiene la declaración de interés social de ciertos derechos en relación con una dehesa a los consiguientes efectos expropiatorios y de

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conformidad con la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario, Texto Refundido de 12 de enero de 1973, es decir, la fiscalización tiene por objeto la acomodación del Decreto regional a la Ley Estatal citada, hallán -dose también implicada como norma sustantiva la Ley de Expropiación; de manera que el debate no es ajeno en absoluto a la aplicación e interpretación de normas estatales con relevancia para la decisión sobre el fondo y siendo ello así es razonable aceptar la eventual procedencia de la casación ordinaria frente a sentencias de uno u otro signo dictadas en el proceso principal. No cabe por tanto compartir la tesis que funda el acto recurrido en queja y ha de sostenerse que el Auto frente al que se preparó el recurso de casación es una resolución susceptible de tal recurso y debió ser admitida. En efecto, se cumplen los presupuestos procesales del artículo 94 en cuanto que la resolución sea susceptible de recurso, pues eliminado el obstáculo antes mencionado, el escrito de preparación ha sido precedido de recurso de suplica (artículo 94. 2) y se trata de Auto que pone término a la pieza de suspensión. En lo que respecta a este último carácter, por tal han de entenderse no sólo los Autos que, en principio, accedan o rechacen la instada suspensión de la efectividad del acto o disposición impugnada, sino también como es el caso, aquellos que con base en el artículo 124.4 de la Ley de esta Jurisdicción reconsideran la medida cautelar adoptada y la alteran en uno u otro sentido o bien la ratifican. El alzamiento de una suspensión ya adopta -da, en razón de nuevas circunstancias, es resolución susceptible de casación ordinaria por lo que nada se opone a la admisión de dicho recurso. Justificación de infracción de norma no autonómica 106. Auto de 11 de enero de 1993 Sección Tercera "La ordenación del recurso de casación contencio -so-administrativa ha fijado explícitamente que con independencia de las normas generales y de las excep -ciones en el ámbito del recurso de casación ante la Sala del Tribunal Supremo (artículo 93.1 y 2), las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia sólo serán susceptibles de recurso de casación cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquéllos que sean relevantes y determinantes del fallo de la sentencia (artículo 93.4) y a este fin el nuevo artículo 96.2 precisa que en ese supuesto había de justificarse que la infracción de una norma no emanada de la Comunidad Autónoma ha sido relevante y determinante del fallo de la sentencia... La resolución del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que concedió una emisora de radio de frecuencia modulada a otra entidad distinta de la recurrente se basó exclusivamente en la aplicación de un decreto de aquella Comunidad y la conformidad a esa normativa del acto impugnado ha sido controlada en instancia única por la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Andalucía en los límites de su exclusiva competencia. Las alegaciones del recurrente ni han atacado esa fundamentación correcta ni han llegado a mencionar norma alguna que estime como soporte de la admisi -bilidad del recurso a la vista del artículo 96.2 de la Ley Jurisdiccional, limitándose a invocar una inexistente oposición entre los párrafos 2 y 4 del artículo 93 de la misma Ley expresamente excluída en este último apartado". Normas de Comunidad Autónoma 107. Auto de 2 de febrero de 1993 Sección Cuarta, recurso 1.184/92 "Resulta inequívoco que dicho recurso no procede en el supuesto en que la resolución de la pieza de suspensión lo sea en un proceso cuya sentencia no sea recurrible, a tenor del artículo 93.4 como sucede en el presente caso, en que el auto se refiere a un recurso en el que las normas contempladas emanan de la Comunidad Autónoma de Cana -rias".

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Justificación infracción norma no autonómica 108. Auto de 2 de febrero de 1993 Sección Cuarta, recurso 1.542/92 "Es necesario precisar que resulta imprescindible exponer y justificar expresamente en el escrito de preparación del recurso de casación qué normas no autonómicas han sido relevantes y determinantes del fallo de la sentencia que se tiene intención de recurrir. Así se desprende de la misma letra del artículo 96.2 de la Ley Jurisdiccional al exigir que en el supuesto previsto en el artículo 93.4 de la presente Ley habrá de justificarse que la infracción de una norma no emanada de los órganos de la Comunidad Autónoma ha sido relevante y determinante del fallo de la sentencia. Sentencias no comprendidas en el art. 93-2 L.J.C.A. 109. Auto de 5 de febrero de 1993 Sección Sexta "La disposición del artículo 93.4 alude a sentencias no comprendidas en el apartado 2) del artículo 93 porque precisamente si están incluidas como la presente en dicho apartado no son, en ningún caso, susceptibles de recurso de casación". Artículo 93-4: Requisitos 110. Auto de 9 de febrero de 1993 Sección Cuarta "El recurso se fundamentaba en el motivo que dice el apartado 4.o del artículo 93 de la Ley e invocaba la infracción de diversas normas estatales cuya signifi -cación y alcance para el fallo resulta del texto de la sentencia. Se aprecia la concurrencia de los requisitos exigidos por lo que procede dar lugar al recurso". Aplicación normativa autonómica 111. Auto de 18 de mayo de 1993 Sección Segunda "Por otra parte habiéndose aplicado una normativa autonómica para efectuar las liquidaciones cuestionadas, la parte, ahora recurrente, debió proceder con arreglo al nuevo artículo 96.2 de la Ley Jurisdiccional, justificando que la infracción de una norma no emanada de los órganos de la Comunidad Autónoma ha sido relevante y determinante del fallo de la sentencia, omisión que corrobora la inadmisibilidad del recurso por el carácter irrecurrible de la resolución a que se refiere, según el nuevo artículo 100.2 a) de la Ley Jurisdiccional". Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 112. Auto de 28 de mayo de 1993 Sección Sexta "Al interpretar el apartado 4.o del artículo 93 de la Ley Jurisdiccional hay que tener en cuenta que este precepto excluye del recurso las sentencias dictadas por los Tribunales Superiores comprendidas en el apartado 2.o del mismo artículo y solamente cuando no estuvieran comprendidas en dicho apartado 2.o es aplicable lo que el mismo establece respecto de los actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, es decir, que aun cuando la sentencia dictada en única instancia por el Tribunal Superior de Justicia no esté incluida en el mencionado apartado 2.o y se refiere a actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, solo será susceptible de recurso de casa -ción cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los Organos de las Comunida -des Autónomas que sea relevante y determinante del fallo de la Sentencia". Normas forales

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113. Auto de 1 junio de 1993 Sección Segunda: "Las normas aplicadas, sean en cuanto al fondo sean en cuanto a la forma, son las que deben tenerse en cuenta a efectos de la procedencia o improcedencia del recurso de casación. Y cuando en base a la aplicación de esas normas de una Comunidad Autónoma se declara que unos actos administrativos han quedado firmes y consentidos, por no haberse interpuesto un recurso administrativo que establece la norma de la Comunidad, o por haberse interpuesto extemporá -neamente, son esas normas las que deben de valorarse a efectos del posterior recurso de casación contra la sentencia, porque así resulta de lo dispuesto en el artículo 93.4 de la Ley de la Jurisdicción, según el cual la sentencia dictada en única instancia por la Sala de los Tribunales Superiores no comprendidas en el apartado 2 de este artículo respecto de actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, solo serán susceptibles de recurso de casación "cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de aquéllos, que sea relevante y determinante del fallo de la sentencia". En el presente caso el fallo de la sentencia declara la inadmisibilidad del recurso, pero porque los actos que se impugnaron en vía contenciosa habían quedado firmes y consentidos al no haberse interpuesto los recursos administrativos establecidos en normas forales, es decir en normas emanadas de una Comunidad Autónoma". Infracción de normas no emanadas de la Comunidad Autónoma: Ley del Suelo 114. Auto de 1 de julio de 1993 Sección Sexta "Por el principio de unidad de doctrina se ha de estimar el recurso de queja deducido contra Auto dictado por la Sala de instancia ya que, según se expresa en el escrito de preparación del recurso de casación, este se funda en infracción de normas no emanadas de los órganos de la Comunidad Autónoma sino en la legislación del Estado sobre régimen del suelo y ordenación urbana, así como sobre expropiación forzosa, a pesar de que los actos y determinaciones urbanísticas impugnados emanen de un Ayuntamiento y de los órganos de la Comunidad Autónoma". Normas estatales relevantes 115. Auto de 2 de julio de 1993 Sección Sexta "En definitiva, al tratarse de un auto que pone termino a la pieza separada de suspensión y la cuestión que se dirime en el proceso principal es si el Decreto del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma es o no conforme con las Leyes estatales citadas, estamos ante el supuesto contemplado por el artículo 93.4 de la Ley de esta Jurisdicción, en el que, al fundarse la acción en infracción de normas no emanadas de los órganos de la Comunidad Autónoma, el auto es, en principio, susceptible de recurso de casación por ser tales normas estatales relevantes para la decisión que haya de adoptarse". Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 116. Auto de 21 de septiembre de 1993 Sección Sexta "La indicada representación procesal incurre en un manifiesto y lamentable error al interpretar el apartado 4.o del citado artículo 93 de la Ley de esta Juris -dicción, ya que este precepto también excluye del recurso de casación las sentencias dictadas por los Tribunales Superiores de Justicia comprendidas en el apartado 2.o del mismo artículo, y solamente cuando no estuvieran comprendidas en el dicho apartado 2.o es aplicable lo que el mismo establece respecto de los actos o las disposiciones de las Comunidades Autónomas, es decir que, aún cuando la sentencia dictada en única instancia por el Tribunal Superior de Justicia no esté incluida en el mencionado apartado 2.o, si se refiere a actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas, sólo será susceptible de recurso de casación cuando el recurso se funde en infracción de normas no emanadas de los órganos de la Comunidad Autónoma, que sea relevante y determinante del fallo de la sentencia".

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Infracción de la legislación del Estado: L.B.E.R.L. y Ley del Suelo 117. Auto de 22 de septiembre de 1993 Sección Sexta "En consecuencia, las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia no comprendidas en el apartado 2.o del artículo 93 de la Ley de esta Jurisdicción, son susceptibles de recurso de casación salvo que revisen actos o disposiciones de las Comunidades Autónomas cuando el recurso se funde en infracción de normas emanadas de estas Comunidades... El recurso de casación se funda en infracción de normas no emanadas de los órganos de la Comunidad Autónoma sino en la legislación del Estado, cual es la Ley de Bases de Régimen Local y el Texto Refundido sobre Régimen de Suelo y Orde -nación Urbana, así como la interpretación jurisprudencial de las mismas, a pesar de que los actos impug -nados emanen de un Ayuntamiento". Normas de Comunidad Autónoma: subsidiarias de planeamiento en Cataluña 118. Auto de 22 de noviembre de 1993 Sección Quinta "Las normas subsidiarias de planeamiento emanan evidentemente de órganos de la Comunidad Autónoma de Cataluña, puesto que son aprobadas por las Comisiones de Urbanismo que forman parte de la Generalidad Catalana. Consecuencia ineludible de ello es la inadmisibilidad del recurso de casación por aplicación del artículo 100. 2 a) y b) de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa así como la imposición de costas por imperativo del número 3 del precepto". i) Artículo 93-5 de la L.J.C.A. 119. Finalmente el apartado 5.o del artículo 93 establece que: "Las resoluciones del Tribunal de Cuen -tas en materia de responsabilidad contable serán susceptibles de recurso de casación en los casos esta -blecidos en la Ley 7/1988 de 5 de abril de funcionamiento del Tribunal de Cuentas", debiendo estarse, en consecuencia, a lo indicado en la referida Ley, especialmente a la previsión contenida en el artículo 81. j) Artículo 94-1 a) de la L.J.C.A. El artículo 94 tiene la siguiente redacción: "1.o) También serán susceptibles de recurso de casación en los mismos casos previstos en el artículo anterior los autos siguientes: a) Los que declaren la inadmisión del recurso contencioso-administrativo o hagan imposible su conti -nuación". Los criterios jurisprudenciales de aplicación con relación a este párrafo 1.o del artículo 94 pueden extractarse del modo siguiente: Auto sobre prosecución del proceso 120. Auto de 15 de junio de 1993 Sección Séptima "Es cierto que el Auto que se pretende recurrir en casación en su extremo primero al dejar sin efecto la providencia relativa a la reclamación urgente del expediente, alegaciones de la Administración remitente y formación de pieza separada y del extremo segundo por el que ordenaba proseguir el trámite por el cauce ordinario, venía a determinar una tácita inadmisión del recurso inicialmente interpuesto por el sindicato de enfermería, por el cauce especial y sumario de la Ley 62/78, frente al Decreto 439/1991, haciendo imposible su continuación por ese trámite, y

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en ese sentido no hubiere existido obstáculo a la preparación de la casación por el legitimado, al encua -drarse la resolución impugnada en el apartado 1 a) del artículo 94 de la Ley Jurisdiccional, pero es el caso que el Gobierno Vasco no dirige la casación contra ese extremo, o que sería difícilmente admisible al resultar favorecido por esa declaración, sino contra los otros dos del Auto concerniente a la prosecución de la tramitación por el cauce del proceso ordinario y a la no imposición de costas, siendo así que como bien se dice en el Auto resolutorio de la súplica, ese ámbito de debate no encaja en el precepto invocado para fundamentar la admisibilidad de la casación. Lo que no provoca situación de indefensión al ahora recu -rrente, quien en el proceso que permanece abierto podrá, con la mayor amplitud, actuar en defensa de sus derechos. Auto inadmisión Ley 62/78 121. Auto de 30 de junio de 1993 Sección Séptima "El Auto contra el que se pretende preparar recurso de casación ha estimado un recurso de súplica interpuesto contra el Auto de 1 de octubre de 1992 que inadmitió el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la vía de la Ley 62/78, revocando dicho Auto y admitiendo, en consecuencia, a trámite el recurso. Se trata por tanto de Auto no susceptible de recurso de casación, al no figurar entre los que el artículo 94 de la Ley de la Jurisdicción enumera con carácter exhaustivo, por lo que procede desestimar el recurso de queja". k) Artículo 94-1 b) de la L.J.C.A. El párrafo b) del número 1.o del artículo 94 declara susceptible de casación los Autos: "b) Los que pongan término a la pieza separada de suspensión" y los criterios jurisprudenciales de aplicación sobre esta materia son, en extracto los siguientes: No inclusión del artículo 94-1 b L.J.C.A. (redacción Ley 56) 122. Auto de 14 de octubre de 1992 Sección Segunda "El artículo referido admite en su apartado 1.o el recurso denegado, entre otros supuestos, contra las sentencias que dicten en única instancia las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, sin que entre las exclusiones de dicho recurso recogidas en el apartado 2.o de este último precepto se encuentra ya, a diferencia de las restantes, la exclusión prevista en el artículo 94. 1 b) de la Ley 27 de diciembre de 1956 referente a la creación o modificación de las ordenanzas de exacciones de las Corporaciones Locales... Y la Ley se remite para refutar dicho recurso a lo que establezca y ya en cuanto a la regulación de los recursos el artículo 122 de la Constitución Española se limita a señalar que la Ley Orgánica del Poder Judicial deter -minará la constitución, funcionamiento y gobierno de los Juzgados y Tribunales, por lo que procede, en tanto no se dé efectividad a lo establecido en los artículos 91 y 74.4 de la referida Ley Orgánica mediante la creación de los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo, estimar el presente recurso de queja y declarar procede la preparación del recurso de casación que resulte admisible siempre que se cumplan los demás requisitos legales". Examen de los restantes artículos 123. Auto de 9 de febrero de 1993 Sección Segunda "Si bien es cierto que el artículo 94 en su actual redacción declara recurribles los Autos que pongan término a la pieza separada de suspensión, este artí -culo y apartado no puede ser aplicado con independencia de los requisitos que para la procedencia del

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recurso señalan los restantes artículos de la misma Ley y entre ellos los que dicen que los actos impugna -dos tengan una determinada cuantía, que el artículo 93. 2 b) fija en 6 millones de pesetas para los recursos de casación ordinario y en más de 1 millón de pesetas a los recursos de casación para unificación de doctrina -artículo 102.a).2 de la Ley-. El acto impugnado ante la Sala de primera instancia en el recurso del que dimana la pieza de suspensión era una liquidación tributaria con una cuota de 903.000 ptas., que era la que determinaba la cuantía del recurso contencioso, a efectos de posteriores recursos -artículo 50 de la Ley de la Jurisdicción-, por lo que, al no tener éste la cuantía que la Ley exige para que proceda recurso de casación, la sentencia que recaiga en los autos principales tampoco tendrá acceso a este recurso, ni el Auto que finalice la pieza separada de suspensión, que no es sino un incidente de la cuestión principal y por ello debe decretarse la inadmisión del recurso de casación". Proceso principal y pieza de suspensión: cuestión de personal 124. Auto de 21 de septiembre de 1993 Sección Séptima "Los Autos que ponen término a la pieza de suspensión son susceptibles de recurso de casación, artículo 94.1 b) de la Ley Jurisdiccional redactado conforme a la Ley 10/1992, siempre que previamente se haya interpuesto recurso de súplica -artículo 94.2 de la Ley Jurisdiccional-, requisito éste último cumplido al versar el objeto del proceso sobre una cuestión de personal, que no resultaba subsumible en la excepción prevista en el artículo 93. 2 a) de la Ley Juris -diccional y por tanto, al no ser susceptible de recurso de casación la sentencia que se dicte en el proceso principal, no resulta tampoco admisible el recurso de casación que se ha preparado contra el Auto dictado en la pieza de suspensión". l) Artículo 94-1 c) de la L.J.C.A. El artículo 94. 1 en su apartado c) establece que también serán susceptibles de recurso de casación los Autos: "c) Recaídos en ejecución de sentencia siempre que resuelvan cuestiones no decididas directa o indirectamente en aquélla o que contradigan lo ejecutoriado". Los criterios jurisprudenciales de aplicación sobre este precepto pueden concretarse del modo siguien -te: Título insuficiente o incompleto: orden de ejecución carente de fuerza ejecutiva 125. Autos de 10 de julio, 12 julio, 15 de julio y 22 de octubre de 1993 de la Sección Sexta: "El artículo 94.1 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa incluye entre los Autos susceptibles de recurso de casación, siempre que concurran los requisitos previstos por el artículo 93 de la misma "los recaídos en ejecución de sentencia siempre que resuelvan cuestiones no decididas directa o indirectamente en aquélla o contradigan lo ejecutoriado"... Contrariamente a tal apreciación dicho precepto abre la vía de la casación lógicamente, no sólo cuando el Tribunal se extralimita, excede o contradice la sentencia, sino cuando ordena ejecutarla a pesar de que carece de fuerza ejecutiva por no haberse integrado con los requisitos o presupuestos establecidos por el referido artículo 1.722 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Si el título ejecu -tivo es insuficiente o está incompleto el artículo 94. 1 c) de la Ley Jurisdiccional Contencioso-Administrativa permite someter tal cuestión al Tribunal de casación en la forma establecida por los artículos 96, 97, 99, 100 y 101 de la misma Ley, siempre que se esté en cualquiera de los casos en los que conforme al artículo 93 de ésta proceda el recurso de casación".

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Inexistencia de cuestiones nuevas 126. Auto de 30 de noviembre de 1993 Sección Sexta "El artículo 94. 1 c) de la Ley Jurisdiccional cier -tamente establece que son susceptibles de recurso de casación, en los mismos casos previstos en el artí -culo anterior, los Autos recaídos en ejecución de sentencia siempre que resuelvan cuestiones no decididas en aquélla o que contradigan lo ejecutoriado, pero si paramos mientes en que el Auto de 16 de marzo de 1993, en modo alguno resuelve temas no contemplados y decididos en la sentencia, en cuanto que exclu -sivamente acuerda, al amparo del artículo 98 de la Ley Reguladora de nuestra Jurisdicción, la ejecución provisional de aquélla en total congruencia con lo en ella dispuesto, una vez cumplidos los requisitos que señalábamos en nuestro Auto de 11 de enero de 1993, sin que tampoco resulte contradicho lo ejecutoria -do, pues como decíamos se ajusta en todo al fallo cuya ejecución provisional se decreta, es visto como deviene carente de fundamento el recurso de queja provenido. En consecuencia, con cuanto dejamos razonado insistiendo en que el Auto que se pretendía recurrir no aborda ni decide cuestiones nuevas, así como que la ejecución provisional decretada dimana del pronunciamiento contenido en el fallo de la sentencia, acordándose en sus propios términos sin apartarse del mismo, y que el justiprecio definitiva -mente fijado es el que ha de ser abonado por el beneficiario de la expropiación, por mor de todo ello, decimos, procede la desestimación del recurso y no habiendo lugar en otro orden de ideas a hacer pronunciamiento expreso sobre costas. 127. Finalmente el número 2 del artículo 94 establece el requisito ya señalado con anterioridad, que consiste en que "Para que pueda prepararse recurso de casación en los casos previstos en el número anterior es requisito necesario interponer previamente recurso de súplica". ll) Artículo 100 de la L.J.C.A. Completa el sistema de la admisibilidad la previsión que se contiene en el artículo 100-1 de la Ley Reguladora que establece la siguiente descripción: "Interpuesto el recurso de casación se pasarán las actuaciones al Magistrado Ponente para que se instruye y de cuenta a la Sala, sometiendo a su delibera -ción lo que haya de resolverse sobre la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso interpuesto". En el apartado 2.o se indica: "La Sala dictará Auto de inadmisión en los siguientes casos: a) Si no obstante haberse tenido por preparado el recurso, se estimare en este trámite la inobservancia de las previsiones de los artículos 96 a 97 o el carácter no recurrible de las resoluciones a que se refiere. b) Si el motivo o motivos indicados en el escrito de interposición del recurso no se encuentra comprendido entre los que se relacionan en el artículo 95, si no se citan las normas que se reputan infringidas, si las citadas no guardasen relación alguna con las cuestiones debatidas o si siendo necesario haber pedido la subsanación de la falta, no hubiere constancia de haberse hecho. c) Si el recurso careciere manifiestamente de funda -mento o se hubieran desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales. En este caso, antes de dictar el Auto de inadmisión, se oirá a la parte recurrente por plazo de diez días poniéndole sucinta y previamente de manifiesto la posible causa de inadmisión". El apartado 3.o del artículo 100 señala que "La inadmisión del recurso comportará la imposición de costas al recurrente. Y, finalmente, en los apartados 4.o) y 5.o) se indica: "4.o) Si la Sala estimare que concurre alguna de las causas de inadmisión dictará Auto motivado declarando la inadmisión del recurso y la firmeza de la resolución recurrida. Si la inadmisión no fuera de todos los motivos aducidos, así lo resolverá la Sala mediante Auto motivado, continuando la tramitación del recurso respecto de los motivos no afectados por el Auto de inadmisión parcial. 5.o) Contra los Autos a que se refiere el presente artículo no se dará recurso

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alguno". En lo que concierne al análisis de las causas de inadmisibilidad ya referidas en el artículo 93 y 94 de la Ley Jurisdiccional Contencioso-Administrativa en conexión con el artículo 100, interesa poner de manifiesto cuáles son los más importantes criterios jurisprudenciales de aplicación y en una síntesis expositiva podemos destacar los siguientes: m) Artículo 100-2 de la L.J.C.A. Admisión: inexistencia de motivos del art. 100-2 de la L.J.C.A. 128. Auto de 14 de septiembre de 1993 Sección Sexta "Tomando en cuenta las alegaciones formuladas en el escrito presentado el 16 de julio de 1993 por el Procurador D. Alfredo Bobillo en representación del Ilustre Ayuntamiento de Getafe, la Sala entiende que se han cumplido los requisitos que para la admisión del recurso establece la Ley de Jurisdicción, no concurriendo ninguno de los motivos de inadmisión seña -lados en el artículo 100.2 del citado Texto Legal, lo que determina la procedencia de acordar la referida admisión del presente recurso de casación. No apareciendo otras partes personadas en el recurso ni habiéndose solicitado la celebración de vista que la Sala no estima necesaria procede declarar concluso el recurso debiendo señalarse para votación y fallo cuando por turno corresponda". n) Artículo 100-2 b) de la L.J.C.A. 129. Ausencia de motivos, normas y jurisprudencia: Auto de 27 de enero de 1993 Sección Sexta "En virtud del artículo 100. 2 b) de la Ley 10/92 no debe admitirse el presente recurso de casación al no citarse por parte del recurrente motivos, ni normas, ni jurisprudencia". Referencia genérica a Reglamento: artículo 100-2 b) L.J.C.A. 130. Auto de 21 de octubre de 1993 Sección Sexta "El escrito de interposición del recurso al aducir como infringido el Reglamento de Expropiación Forzosa sin expresar el precepto concreto de dicho Reglamento que se reputa vulnerado por la sentencia, incurre en la causa de inadmisibilidad, según lo dispuesto en el artículo 100.2 b) de la Ley Jurisdiccional, porque la indeterminación que supone la mera referencia a un Reglamento sin precisión alguna de los preceptos del mismo, que se consideran concul -cados, impide al Tribunal de casación valorar si la sentencia incurrió en infracción de normas del ordena -miento jurídico a que se refiere el motivo 4.o del artículo 95. 1 de la expresada Ley de la Jurisdicción". ñ) Artículo 100-2 c) de la L.J.C.A. Desestimación de recursos sustancialmente iguales: art. 100-2 c) L.J.C.A. 131. Auto de 20 de abril de 1993 Sección Sexta "De conformidad con lo dispuesto en el artículo 100. 2 c) de la Ley 10/92 de 30 de abril habiéndose desestimado en el fondo los recursos 2.497/89 y 2.496/89 por sentencias de esta Sala de 23 de diciembre de 1990 y 23 de noviembre de 1991, sustancialmente iguales al aquí contemplado, y sin que la parte recurrente ni siquiera haya presentado alegación alguna en el tras -lado previsto en el citado precepto, es pertinente decretar la inadmisión del presente recurso con imposi -ción preceptiva de costas al recurrente en virtud del apartado 3.o del mismo precepto".

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Ausencia de cita de las normas infringidas 132. Auto de 2 de diciembre de 1993 Sección Sexta "A tenor de lo dispuesto en el artículo 100 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa la Sala declara Auto de inadmisión del recurso de casación entre otros supuestos "si no se citan las normas que se reputan infringidas" que es en lo que incurre el escrito formulado por la representación de Santa Cristina, S.A. al personarse en el recurso de casación, en su nombre, preparado contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia dictada con fecha 5 de febrero de 1993 en el recurso tramitado bajo el n.o 2.188/90, escrito en el que se omite el motivo o motivos que lo amparan, lo cual comporta la inadmi -sión del recurso de casación formulado y por ende, de conformidad a lo prescrito en el n.o 3 del precitado artículo, la condena en costas al recurrente. Declaración que se hace después de poner de manifiesto a la parte esta posible causa de inadmisión". I. INDICE GENERAL CRONOLOGICO Y POR MATERIAS NºOrden Art. examinado Materia analizada Fecha del auto Sala Sección 1 93.1 Doctrina General 22.03.1993 3ª2ª 93.1 Doctrina General 13.04.1993 3ª4ª 3 93.1 Doctrina General 22.09.1993 3ª6ª 4, 93.1 Doctrina General 31.05.1993 3ª7ª 5 93.2, a) Cuestiones de personal: ámbito 18.09.1992 3ª1ª 6 93.2, a) Concurso de promoción interna 15.10.1992 3ª7ª 7 93.2, a) Policía: segunda actividad y jubilación 14.12.1992 3ª7ª 8 93.2, a) Sanción de suspensión 14.12.1992 3ª7ª 9 93.2, a) Incompatibilidad sobrevenida: horario 16.12.1993 3ª7ª 10 93.2, a) Constitución de la relación de servicio: impugnación de concurso 16.12.1992 3ª7ª 11 93.2, a) Acuerdo municipal de naturaleza organizatoria 30.12.1992 3ª7a 12 93.2, a) Reserva activa de funcionario militar 30.12.1992 3ª7ª 13 93.2, a) Convocatoria pruebas selectivas 30.12.1992 3ª7ª 14 93.2, a) Modificación de jornada 07.01.1993 3ª7ª 15 93.2, a) Acceso a profesor titular 28.01.1993 3ª7ª 16 93.2, a) Cobertura puesto de trabajo 28.01.1993 3ª7ª 17 93.2, a) Incompatibilidades 10.02.1993 3ª7ª 18 93.2, a) Pensión extraordinaria y denegación de ingreso en el Cuerpo de Mutilados 26.04.1993 3ª7ª 19 93.2, a) Percepción haberes pasivos 17.05.1993 3ª7ª

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20 93.2, a) Acceso a la condición funcionarial por concurso 18.05.1993 3ª7ª 21 93.2, a) Denegación empleo de Teniente Coronel 18.05.1993 3ª7ª 22 93.2, a) Suspensión de funciones 31.05.1993 3ª7ª 23 93.2, a) Evaluación actividad docente: complemento de productividad 31.05.1993 3ª7ª 24 93.2, a) Guardia Civil eventual 31.05.1993 3ª7ª 25 93.2, a) Impugnación de concurso: desviación de poder 31.05.1993 3ª7ª 26 93.2, a) Nacimiento de la relación 01.06.1993 3ª7ª 27 93.2, a) Constitución de la relación de servicio 03.06.1993 3ª7ª NºOrden Art. examinado Materia analizada Fecha del auto Sala Sección 28 93.2, a) Nombramiento funcionario de carrera 08.06.1993 3ª7ª 29 93.2, a) Incompatibilidades: excedencia en la segunda actividad pública 15.06.1993 3ª7ª 30 93.2, a) Letrado del INSS: reclamación de servicios 29.06.1993 3ª7ª 31 93.2, a) Régimen retributivo: complemento específico 06.07.1993 3ª7ª 32 93.2, a) Indemnización: abono cuatro mensualidades 06.07.1993 3ª7ª 33 93.2, a) Funcionarios interinos contratos administrativos o laborales 07.07.1993 3ª7ª 34 93.2, a) Constitución de la relación de servicio y acuerdos sobre convocatoria de pruebas selectivas 19.07.1993 3ª7ª 35 93.2, a) Oposición: plaza Guardia Urbano 17.09.1993 3ª7ª 36 93.2, a) Desalojo vivienda militar 21.09.1993 3ª7ª 37 93.2, a) Incompatibilidades en el sector público 27.09.1993 3ª7ª 38 93.2, a) Selección de funcionario 28.09.1993 3ª7ª 39 93.2, a) Aprobación de bases para convocatoria de oposición 05.10.1993 3ª7ª 93.2, a) Concurso plaza de catedrático 27.10.1993 3ª7ª 93.2, a) Reclamación de complemento 17.11.1993 3ª7ª 42 93.2, a) Valoración méritos docentes 17.11.1993 3ª7ª 43 93.2, a) Tramitación por el procedimiento ordinario 26.11.1993 3ª7ª 44 93.2, a) Petición de nivel 16.12.1993 3ª7ª 45 93.2, a) Pruebas selectivas: acto de contenido normativo. Impugnación directa 28.01.1994 3ª7ª 46 93.2, a) Incompatibilidades 02.02.1994 3ª7ª 47 93.2, a) Complemento de destino:funcionarios interinos de la Administración de Justicia 04.02.1994 y 10.02.1994 3ª7ª 48 93.2, a) Denegación de pensión 04.02.1994 3ª7ª 49 93.2, a) Convocatoria promoción interna 16.02.1994 3ª7ª 50 93.2, a) Modificación bases de convocatoria: pruebas selectivas 17.02.1994 3ª7ª 51 93.2, a) Sanción disciplinaria 23.02.1994 3ª7ª 52 93.2, a) Provisión de plazas en INSALUD 25.02.1994 3ª7ª 53 93.2, b) Expropiación forzosa 26.01.1993 3ª6ª 54 93.2, b) Expropiación forzosa 13.05.1993 3ª6ª

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55 93.2, b) Expropiación forzosa 28.09.1993 3ª6ª NºOrden Art. examinado Materia analizada Fecha del auto Sala Sección 56 93.2, b) Anulación de licencia de obras: presupuesto inferior a 6.000.000 04.11.1992 3ª4ª 57 93.2, b) Liquidaciones inferiores a 6 millones 26.11.1992 3ª2ª 58 93.2, b) Multa de 700.000 pesetas. Infracción laboral 03.12.1992 3ª7ª 59 93.2, b) Liquidación de mayor cuantía 09.12.1992 3ª2ª 93.2, b) Fijación cuantía: momento inicial 14.12.1992 3ª2ª 61 93.2, b) Naturaleza singular de la pretensión 22.12.1992 3ª2ª 62 93.2, b) Pretensión: valoración aislada 22.12.1992 3ª2ª 63 93.2, b) Contenido económico indeterminado: notoriedad 20.01.1993 3ª6ª 64 93.2, b) Expropiación forzosa 26.01.1993 3ª6ª 65 93.2, b) Disposiciones generales: cuantía indeterminada 02.02.1993 3ª4ª 66 93.2, b) Cuantía mayor: varias liquidaciones 09.02.1993 3ª2ª 67 93.2, b) Cuantía: art. 51 RREA 16.02.1993 3ª2ª 68 93.2, b) Valor en el acto de comprobación 24.02.1993 3ª2ª 69 93.2, b) Sorteos autónomos 30.03.1993 3ª2ª 70 93.2, b) Artículo 489-6 LEC 02.04.1993 3ª4ª 71 93.2, b) Artículo 489 y ss. LEC y 51 LJCA 13.04.1993 3ª4ª 72 93.2, b) Interés social: contenido indeterminado 20.04.1993 3ª6ª 73 93.2, b) Acto de repercusión: cuantía más elevada 28.04.1993 3ª2ª 74 93.2, b) Denegación licencia de obras 29.04.1993 3ª5ª 75 93.2, b) Deuda principal: exclusión de intereses o sanción 04.05.1993 3ª2ª 76 93.2, b) Cuantía: fijación en la instancia 13.05.1993 3ª6ª 77 93.2, b) Liquidación autónoma 18.05.1993 3ª2ª 78 93.2, b) Cuantía conjunta 27.05.1993 3ª2ª 79 93.2, b) Contenido económico del acto impugnado 09.06.1993 3ª2ª 93.2, b) Cuantía fijada en la instancia 12.07.1993 3ª6ª 81 93.2, b) Valor de las pretensiones: no comunicación a las de cuantía inferior 20.07.1993 3ª6ª 82 93.2, b) Valor indeterminado 27.09.1993 3ª6ª 83 93.2, b) Expropiación forzosa: justiprecio 28.09.1993 3ª6ª 84 93.2, b) Cuantía: acumulación de dos recursos 15.10.1993 3ª 6ª NºOrden Art. examinado Materia analizada Fecha del auto

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Sala Sección 85 93.2, b) Cuantía real del pleito 02.11.1993 3ª6ª 86 93.2, b)Construcción de un muro: licencia, 11.11.1993 3ª5ª 87 93.2, b) Demolición obras: valoración 16.11.1993 3ª5ª 88 93.2, b) Cuantía: 1710 regla 1.a ap. 4.o LEC 16.11.1993 3ª4ª 89 93.2, b) Actos tributarios singularizados 23.11.1993 3ª2ª 90 93.2, b) Cuantía: multa 01.12.1993 3ª6ª 91 93.2, b) Cuantía: devolución ingresos indebidos 02.12.1993 3ª2ª 92 93.2, b) Cuantía: liquidaciones 03.12.1993 3ª2ª 93 93.2, b) Cuantía: valor de la pretensión 13.12.1993 3ª6ª 94 93.2, b) Cuantía: débito principal 14.12.1993 3ª2ª 95 93.2, c) Ley 62/78 11.06.1993 3ª7ª 93.2, c) Reunión y libertad sindical 13.12.1993 3ª7ª 97 93.2, c) Ley 62/78 15.02.1994 3ª7ª 98 93.2, d) 99 93.3 Infracción de disposiciones generales 04.05.1993 3ª6ª 100 93.3 Inexistencia de impugnación de actos liquidatorios 17.06.1993 3ª2ª 101 93.3 Disposiciones no conformes a Derecho 17.06.1993 3ª6ª 102 93.3 Impugnaciónde Reglamento 08.11.1993 3ª6ª 103 93.4 Aplicación e interpretación de los ordenamientos jurídicos autonómicos 28.10.1992 3ª6ª 104 93.4 Normas de derecho estatal 10.11.1992 3ª4ª 105 93.4 Fiscalización acomodación de un Decreto Regional Estatal. Alzamiento de suspensión 17.12.1992 3ª6ª 106 93.4 Justificación de infracción de norma no autonómica 01.01.1993 3ª3ª 107 93.4 Normas de Comunidad Autónoma 02.02.1993 3ª4ª 108 93.4 Justificación de infracción de norma no autonómica 02.02.1993 3ª4ª 109 93.4 Sentencias no comprendidas en el artículo 93.2 05.02.1993 3ª6ª 110 93.4 Artículo 93.4: Requisitos 09.02.1993 3ª4ª 111 93.4 Aplicación normativa autonómica 18.05.1993 3ª2ª 112 93.4 Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 28.05.1993 3ª6ª 113 93.4 Normas Forales 01.06.1993 3ª2ª 114 93.4 Infracción de normas no emanadas de las CCAA: Ley del Suelo 01.07.1993 3ª6ª 115 93.4 Normas estatales relevantes 02.07.1993 3ª6ª NºOrden Art. examinado Materia analizada Fecha del auto Sala Sección

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116 93.4 Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 21.09.1993 3ª6ª 117 93.4 Infracción de la legislación del Estado: LBERL y Ley del Suelo 22.09.1993 3ª6ª 118 93.4 Normas de CCAA: subsidiarias de planteamiento en Cataluña 22.11.1993 3ª5ª 119, 93.5 120 94.1, a) Auto sobre prosecusión del proceso 15.06.1993 3ª7ª 121 94.1, a) Auto inadmisión Ley 62/78 30.06.1993 3ª7ª 122 94.1, b) No inclusión del artículo 94.1, b) LJCA (redacción Ley 56) 14.10.1992 3ª2ª 123 94.1, b) Examen de los restantes artículos 09.02.1993 3ª2ª 124 94.1, b) Proceso principal y pieza de suspensión: cuestión personal 21.09.1993 3ª7ª 125 94.1, c) Título insuficiente o incompleto: orden de ejecución carente de fuerza ejecutiva 10.07, 12.07, 14.07, 15.07 y 22.10.1993 3ª6ª 126 94.1, c) Inexistencia de cuestiones nuevas 30.11.1993 3ª6ª 127 94.2 128 100.2 Admisión: inexistencia de motivos del atículo 100.2 LJCA 14.09.1993 3ª6ª 129 100.2, b) Ausencia de motivos, normas y jurisprudencia 27.01.1993 3ª6ª 130 100.2, b) Referencia genérica a Reglamento 21.10.1993 3ª6ª 131 100.2, c)Desestimación de recursos sustancialmente iguales: art. 100.2, c) 20.04.1993 3ª6ª 132 100.2, c) Ausencia de cita de las normas infringidas 02.12.1993 3ª6ª II. INDICE GENERAL ALFABETICO POR MATERIAS II. INDICE GENERAL ALFABETICO POR MATERIAS Materia analizada, NªOrden, Art. examinado, Fecha del Auto, Sala, Sección 98 93.2, d) 119 93.5 127 94.2 Acceso a la condición funcionarial por concurso 20 93.2, a) 18.05.1993 3ª7ª Acceso a profesor titular 15 93.2, a) 28.01.1993 3ª 7ª Acto de repercusión: cuantía más elevada 73 93.2, b) 28.04.1993 3ª7ª Actos tributarios singularizados 89 93.2, b) 23.11.1993 3ª2ª Acuerdo municipal de naturaleza organizatoria 11 93.2, a) 30.12.1992 3ª7ª Admisión: inexistencia de motivos del artículo 100.2 LJCA 128 100.2 14.09.1993 3ª6ª Anulación de licencia de obras: presupuesto inferior a 6.000.000, 56 93.2, b) 04.11.1992 3ª4ª Aplicación e interpretación de los ordenamientos jurídicos autonómicos 103 93.4 28.10.1992 3ª6ª Aplicación normativa autonómica 111 93.4 18.05.1993 3ª2ª Aprobación de bases para convocatoria de oposición 39 93.2, a) 05.10.1993 3ª7ª pard Artículo 489-6 LEC 70, 93.2, b) 02.04.1993 3ª4ª

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Artículo 489 y ss. LEC y 51 LJCA 71 93.2, b) 3.04.1993 3ª4ª Artículo 93.4: Requisitos 110 93.4 09.02.1993 3ª4ª Ausencia de cita de las normas infringidas 132 100.2, c) 2.12.1993 3ª6ª Ausencia de motivos, normas y jurisprudencia 129 100.2, b) 27.01.1993 3ª6ª Auto inadmisión Ley 62/78 121 94.1, a) 30.06.1993 3ª7ª Auto sobre prosecusión del proceso 120 94.1, a) 15.06.1993 3ª7ª Cobertura puesto de trabajo 16 93.2, a) 28.01.1993 3ª7ª Complemento de destino: funcionarios interinos de la Administración de Justicia 47 93.2, a) 04.02.1994 y 10.02.1994 3ª7ª Concurso de promoción interna 6 93.2, a) 15.10.1992 3ª7ª Concurso plaza de catedrático 40 93.2, a) 27.10.1993 3ª7ª Constitución de la relación de servicio 27 93.2, a) 03.06.1993 3ª7ª Materia analizada, NªOrden, Art. examinado, Fecha del Auto, Sala, Sección Constitución de la relación de servicio: impugnación de concurso 10 3.2, a) 16.12.1992 3ª7ª Constitución de la relación de servicio y acuerdos sobre convocatoria de pruebas selectivas 34 93.2, a) 19.07.1993 3ª7ª Construcción de un muro: licencia 86 93.2, b) 11.11.1993 3ª5ª Contenido económico del acto impugnado 79 93.2, b) 09.06.1993 3ª2ª Contenido económico indeterminado: notoriedad 63 93.2, b) 20.01.1993 3ª6ª Convocatoria promoción interna 49, 93.2, a) 16.02.1994 3ª7ª Convocatoria pruebas selectivas 13 93.2, a) 30.12.1992 3ª7ª Cuantía: acumulación de dos recursos 84 93.2, b) 15.10.1992 3ª6ª Cuantía: 1710 regla 1.a ap. 4.o LEC 88 93.2, b) 16.11.1993 3ª4ª Cuantía: artículo 51 RREA 67 93.2, b) 16.02.1993 3ª2ª Cuantía conjunta 78 93.2, b) 27.05.1993 3ª2ª Cuantía: débito principal 94 93.2, b) 14.12.1993 3ª2ª Cuantía: devolución ingresos indebidos 91 93.2, b) 02.12.1993 3ª2ª Cuantía: fijación en la instancia 76 93.2, b) 13.05.1993 3ª6ª Cuantía fijada en la instancia 80 93.2, b) 12.07.1993 3ª6ª Cuantía: Liquidaciones 92 93.2, b) 03.12.1993 3ª2ª Cuantía mayor: varias liquidaciones 66 93.2, b) 09.02.1993 3ª2ª Cuantía: multa 90 93.2, b) 01.12.1993 3ª6ª Cuantía real del pleito 85 93.2, b) 02.11.1993 3ª6ª Cuantía: valor de la pretensión 93 93.2, b) 13.12.1993 3ª6ª Cuestiones de personal: ámbito 5 93.2, a) 18.09.1992 3ª1ª

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Demolición obras: valoración 87 93.2, b) 16.11.1993 3ª5ª Denegación de pensión 48 93.2, a) 04.02.1994 3ª7ª Denegación empleo de Teniente Coronel 21 93.2, a) 18.05.1993 3ª7ª Denegación licencia de obras 74 93.2, b) 29.04.1993 3ª5ª Desalojo vivienda militar 36 93.2, a) 21.09.1993 3ª7ª Desestimación de recursos sustancialmente iguales: art. 100.2, c) 131 100.2, c) 20.04.1993 3ª6ª Deuda principal: exclusión de intereses o sanción 75 93.2, b) 04.05.1993 3ª2ª Disposiciones generales: cuantía indeterminada 65 93.2, b) 02.02.1993 3ª4ª Materia analizada NªOrden Art. examinado Fecha del Auto Sala Sección Disposiciones no conformes a Derecho 101 93.3 17.06.1993 3ª6ª Doctrina General 1 93.1 22.03.1993 3ª2ª Doctrina General 2 93.1 13.04.1993 3ª, 4ª Doctrina General 3 93.1 22.09.1993 3ª6ª Doctrina General 4 93.1 31.05.1993 3ª7ª Evaluación actividad docente: complemento de productividad 23 93.2, a) 31.05.1993 3ª7ª Examen de los restantes artículos 123 94.1, b) 09.02.1993 3ª2ª Expropiación forzosa 53 93.2, b) 26.01.1993 3ª6ª Expropiación forzosa 54 93.2, b) 13.05.1993 3ª6ª Expropiación forzosa 55 93.2, b) 28.09.1993 3ª6ª Expropiación forzosa 64 93.2, b) 26.01.1993 3ª6ª Expropiación forzosa: justiprecio 83 93.2, b) 28.09.1993 3ª6ª Fijación cuantía: momento inicial 60 93.2, b) 14.12.1993 3ª2ª Fiscalización: acomodación de un Decreto regional a Ley Estatal. Alzamiento de suspensión 105 93.4 17.12.1992 3ª6ª Funcionarios interinos, contratos administrativos o laborales 33 93.2, a) 07.07.1993 3ª7ª Guardia civil eventual 24 93.2, a) 31.05.1993 3ª7ª Impugnación de concurso: desviación de poder 25 93.2, a) 31.05.1993 3ª2ª Impugnación de Reglamento 102 93.3 08.11.1993 3ª6ª Incompatibilidades 17 93.2, a) 10.02.1993 3ª7ª Incompatibilidades 46 93.2, a) 02.02.1994 3ª7ª Imcompatibilidades en el sector público 37 93.2, a) 28.09.1993 3ª7ª Incompatibilidades: excendencia en la segunda actividad pública 29 93.2, a) 15.06.1993 3ª7ª Incompatibilidad sobrevenida: horario 9 93.2, a) 16.12.1992 3ª7ª Indemnización: abono cuatro mensualidades 32 93.2, a) 06.07.1993 3ª7ª Inexistencia de cuestiones nuevas 126 94.1,c) 30.11.1993 3ª6ª Inexistencia de impugnación de actos liquidatorios 100 93.3 17.06.1993 3ª2ª Infracción de disposiciones generales 99 93.3 04.05.1993 3ª6ª Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 112 93.4 28.5.1993 3ª6ª

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Materia analizada NªOrden Art. examinado Fecha del Auto Sala Sección Infracción de normas no emanadas de las Comunidades Autónomas 116 93.4 21.09.1993 3ª6ª Infracción de normas no emanadas de las CCAA: Ley del Suelo 114 93.4 01.07.1993 3ª6ª Infracción de la legislación del Estado: LBERL y Ley del Suelo 117 93.4 22.09.1993 3ª6ª Interés social: contenido indeterminado 72 93.2, b) 20.04.1993 3ª6ª Justificación de infracción de norma no autonómica 106 93.4 11.01.1993 3ª3ª Justificación de infracción de norma no autonómica 108 93.4 02.02.1993 3ª4ª Letrado del INSS: reclamación de servicios 30 93.2, a) 29.06.1993 3ª7ª Ley 62/78 95 93.2, c) 11.06.1993 3ª7ª Ley 62/78 97 93.2, c) 15.02.1994 3ª7ª Liquidación autónoma 77 93.2, b) 18.05.1993 3ª7ª Liquidación de mayor cuantía 59 93.2, b) 09.12.1992 3ª2ª Liquidaciones inferiores a 6 millones 57 93.2, b) 26.11.1992 3ª2ª Modificación bases de convocatoria: pruebas selectivas 50 93.2, a) 17.02.1994 3ª7ª Modificación de jornada 14 93.2, a) 07.01.1993 3ª7ª Multa de 700.000 pesetas. Infracción laboral 58 93.2, b) 03.12.1993 3ª7ª Nacimiento de la relación 26 93.2, a) 01.06.1993 3ª7ª Naturaleza singular de la pretensión 61 93.2, b) 22.12.1992 3ª2ª No inclusión del artículo 94.1, b) LJCA (redacción Ley 56) 122 94.1, b) 14.10.1992 3ª2ª Nombramiento funcionario de carrera 28 93.2, a) 08.06.1993 3ª7ª Normas de Comunidad Autónoma 107 93.4 02.02.1993 3ª4ª Normas de CCAA: subsidiarias de planteamiento en Cataluña 118 93.4 22.11.1993 3ª5ª Normas de derecho estatal 104 93.4 10.11.1992 3ª4ª Normas estatales relevantes 115 93.4 02.07.1993 3ª Normas Forales 113 93.4 01.06.1993 3ª2ª Oposición: plaza Guardia Urbano 35 93.2, MI%0 a) 17.09.1993 3ª7ª Pensión extraordinaria y denegación de ingreso en el Cuerpo de Mutilados 18 93.2, a) 26.04.1993 3ª7ª Percepción haberes pasivos 19 93.2, a) 17.05.1993 Materia analizada NªOrden Art. examinado Fecha del Auto Sala Sección Petición de nivel 44 93.2, a) 16.12.1993 3ª7ª Policía segunda actividad y jubilación 7 93.2, a) 14.12.1992 3ª2ª Pretensión: valoración aislada 62 93.2, b) 22.12.1992 3ª2ª Proceso principal y pieza de suspensión: cuestión de personal 124 94.1, b) 21.09.1993 3ª7ª

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Provisión de plazas en INSALUD 52 93.2, a) 25.02.1994 3ª7ª Pruebas selectivas: acto de contenido normativo. Impugnación directa 45 93.2, a) 28.01.1994 3ª7ª Reclamación de complemento 41 93.2, a) 17.11.1993 3ª7ª Referencia genérica a Reglamento 130 100.2, b) 21.10.1993 3ª6ª Régimen retributivo: complemento específico 31 93.2, a) 06.07.1993 3ª7ª Reserva activa de funcionario militar 12 93.2, a) 30.12.1992 3ª7ª Reunión y libertad sindical 96 93.2, c) 13.12.1993 3ª7ª Sanción de suspensión 8 93.2, a) 14.12.1992 3ª7ª Sanción disciplinaria 51 93.2, a) 23.02.1994 3ª7ª Sentencias no comprendidas en el artículo 93.2 109 93.4 05.02.1993 3ª6ª Selección de funcionario 38 93.2, a) 28.09.1993 3ª7ª Sorteos autónomos 69 93.2, b) 30.03.1993 3ª2ª Suspensión de funciones 22 93.2, a) 31.05.1993 3ª7ª Título insuficiente o incompleto: orden de ejecución carente de fuerza ejecutiva 125 94.1, c) y 10.07, 12.07, 14.07, 15.07 y 22.10.1993 3ª6ª Tramitación por el procedimiento ordinario 43 93.2, a) 26.11.1993 3ª7ª Valor de las pretensiones: no comunicación a las de cuantía inferior 81 93.2, b) 20.07.1993 3ª6ª Valor en el acto de comprobación 68 93.2, b) 24.02.1993 3ª2ª Valor indeterminado 82 93.2, b) 27.09.1993 3ª6ª Valoración méritos docentes 42 93.2, a) 17.11.1993 3ª7ª NOTAS (1) Autores, entre otros, como J. MONTERO AROCA, M. ORTELLS RAMOS y J.L. GOMEZ COLOMER en "Derecho Jurisdiccional", tomo II.1.o, págs. 405 a 430, Ed.1992; V. MORENO CATENA en "Estudio Derecho Procesal", tomo I, vol. II, ed. 1987, pág. 54; E. GOMEZ ORBANEJA y V. HERCE QUEMADA "Derecho Procesal Civil, vol. I, Madrid 1975, pág. 440; A. DE LA OLIVA y M.A. FERNANDEZ "Lecciones de Derecho Procesal", tomo II, 2.a edición 1984, págs. 415 y ss.] (2) PIERO CALAMANDREI, "La Casación Civil", tomo II, ed. Bibliográfica Argentina 1954, pág. 32 y ss. (3) L. PRIETO CASTRO FERRANDIZ, en su obra "Derecho Procesal Civil" vol. I, Madrid 1968, pág. 689. (4) Un estudio jurisprudencial sobre los indicados motivos se contiene en la obra de J.M. MARTINEZ-PEREDA y otros "Ley de Enjuiciamiento Civil y Leyes Complementarias", sexta edición. Colex, Madrid 1992. (5) J. GONZALEZ PEREZ, "El Recurso de Revisión Contencioso-Administrativo", Revista de Administra -ción Pública n.o 13, enero-abril 1954, págs. 124 y ss. y A. NIETO, "El Recurso de Revisión previsto en el apartado b) del art. 102.1 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa", Revista de Administra -ción Pública, n.o 41, año 1963, págs. 23 y ss. (6) Por todas las referencias doctrinales valgan los estudios de J. GONZALEZ PEREZ, "La cosa juzgada en lo Contencioso-Administrativo", Revista de Administración Pública n.o 8, mayo-agosto 1952, págs. 67 y ss. y "La Reforma de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa", Revista de Derecho Privado, 1973, enero, págs. 71 y ss.] (7) J. TOLEDO JAUDENES, "Unidad de Doctrina y Recurso Extraordinario de Revisión: el caso de las resoluciones tardías", Revista Española de Derecho Administrativo n.o 36, enero-marzo 1983, pág. 121. (8) A. SANCHEZ BLANCO, "Unidad de Doctrina en la Jurisdicción Contencioso-Administrativa", Revista de Administración Pública n.o 100, Vol. II, enero-diciembre 1983, pág. 1558. T.R. FERNANDEZ

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RODRIGUEZ y J.A. SANTAMARIA PASTOR "Comentario de urgencia a la reforma parcial de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa", Revista de Administración Pública n.o 70, pags. 360 y ss. (9) L.M. COSCULLUELA MONTANER, "El Recurso en Interés de Ley", Revista de Administración Pública n.o 100-102, vol. II, enero-diciembre de 1983, pags. 1244 y ss.] (10) Nos sirve de pauta algunos de los criterios más relevantes que se contienen en la Ponencia: "Ultimos criterios jurisprudenciales sobre la inadmisibilidad de los recursos de apelación en el proceso contencioso-administrativo" de V. CONDE MARTIN DE HIJAS. Seminario de formación organizado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. 20-21 de marzo de 1992.

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Cuadernos y Estudios de Derecho Judicial.ppje.poderjudicialchiapas.gob.mx/pdfs/1994-13.pdf · dictada contra Ley o Doctrina legal o por haberse quebrantado alguna de las formas esenciales