CUALIDADES DE LA EXPRESIÓN ORAL

YOLANDA INÉS VILLEGAS J.

ENFERMERA DOCENTE

Buena dicción

La dicción es la forma de pronunciar y

articular los sonidos. En la exposición oral,

todo comunicador debe articular bien los

sonidos a fin de hacerse comprender

claramente.

Precisión y la nitidez

La precisión y la nitidez de la información permiten una comunicación más efectiva. De igual modo, un tono adecuado de no bajar ni exagerar la frecuencia tonal contribuiría a mantener y desarrollar el interés del interlocutor.

Fluidez verbal

Consiste en la facilidad que posee el informante para expresarse. Su estilo al hablar o expresar sus ideas debe resultar preciso, sin muletillas y sin obstáculos expresivos.

El orador que se expresa con fluidez toma en cuenta las diferentes pausas lingüísticas o fisiológicas. Además, evita las repeticiones innecesarias y que afectan su dicción

Entonación

Al expresarnos oralmente, nuestra voz puede cambiar de tono y altura musical en cada unidad informativa. De esta manera se forma una curva melódica llamada entonación. Esta dependerá de la intención y de las características expresivas del orador.

La intención puede ser afirmativa, interrogativa, exclamativa, de duda, temor, etc.

En la entonación se distinguen dos aspectos: Ascendente: se traduce en elevación de la voz. Descendente: se produce una retención y bajada de la voz.

Volumen: Llamamos así a la fuerza sonora

que empleamos para llegar con la palabra-

mensaje a las personas con las que nos

comunicamos.

Timbre: Es la identidad sonora del individuo,

es un rasgo de su personalidad y se

constituye en una especie de huella digital,

que lo distingue de los demás.

Tono: Calidad de sonido: lo agudo o lo grave

de la voz. Todos poseemos una extensa gama

de estos dos valores

Ritmo: Lo lento o lo rápido con que

expresamos nuestros sentires.

Vocalización: Variantes naturales que

producimos al articular las palabras

mediante la fuerza de la voz, los tonos,

ritmos, etc., como al entonar una melodía.

Pausas: Silencios lógicos para resaltar el

valor de la palabra que después

expresaremos, e imprescindible para reponer

el aire, materia prima de la palabra hablada.