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REDACCIÓN Y ESTILO

Curso completo de redacción y estilo

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redaccion de un trabajo cientifico

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REDACCIÓN Y ESTILO

ÍNDICE

Uso de mayúsculas y minúsculas 5Acentuación I 9Acentuación II 12Uso de la coma 16Dos puntos, punto, punto y coma, puntos suspensivos 20Signos ortográficos auxiliares 24Concordancia en adjetivos 36Clases de adjetivos 38Concordancia verbal 44Uso de posesivos y gerundios 49Orden sintáctico 54Composición de textos 61

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Introducción

El estilo resulta de combinar normas y peculiaridades, reglas y libertades. No hay un buen estilo universal, pero sí estilos particulares insufribles. Este curso pretende acercar a las reglas de juego, al oficio, que está rodeado de una inmensa zona de penumbra —la emoción y el conocimiento, el ritmo y el clima, la sugerencia y el enmascaramiento— donde mora el arte, las creaciones del talento que no puede enseñarse.

  El objetivo primordial del curso es proporcionar herramientas básicas para mejorar la calidad de expresión, para armonizar el contenido (qué) con la expresión (cómo), teniendo presentes al destinatario (para quién) y el propósito (para qué). Es, pues, imprescindible consolidar la competencia lingüística y estimular la creatividad para hacerse comprender sin llamar la atención retorcidamente. Hay que evitar el riesgo de no ser entendido o —lo que es aún peor— ni siquiera ser leído. Las pretensiones literarias en manos poco entrenadas producen indigestión al lector.

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Lección 1. Uso de letras mayúsculas y minúsculas  

 0.      Generalidades

 a)      Las letras mayúsculas llevan tilde siempre que les corresponda según las normas generales de la acentuación, igual que las minúsculas (Mi amigo se llama Ángel y vive en Álava).

b)      Cuando una palabra empieza por ch o ll, sólo se escribe con mayúscula la letra inicial (Me encanta Chillida, Vive en Llodio).

c)      Al escribir a mano no debe ponerse punto sobre las letras i y j mayúsculas.

 1.      Palabra entera en mayúsculas

La mayúscula –especialmente la inicial de palabra– es un recurso que permite destacar letras por razones de diversa índole que se exponen más adelante. Al margen de éstas resulta injustificada, además de arcaica y molesta para la lectura, cuando se desea realzar una palabra o frase dentro de un texto si se dispone de otros recursos como la letra cursiva o negrita. Únicamente suelen escribirse con mayúsculas palabras o frases enteras en estos casos:

- Los títulos de las obras impresas, literarias o no (EL SÍ DE LAS NIÑAS, LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN), así como cada una de sus divisiones internas (partes, capítulos, apartados, epígrafes,...).

- Las cabeceras de las publicaciones periódicas (LA VOZ DEL TAJO, HOLA).

- Los verbos que presentan el objetivo de un documento jurídico o administrativo (CERTIFICA, EXPONE).

- Las siglas y acrónimos (ONU, UNESCO).

 

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// Lección 1. Uso de mayúsculas y

2.      Inicial de palabra en mayúscula:

El uso de la mayúscula inicial obedece a razones diversas:

a)      La puntuación

El uso de la mayúscula obligada por la puntuación permite ordenar el texto y facilitar su lectura. Se escriben con mayúscula inicial:

- La primera palabra de un escrito y detrás de punto (He visto varias películas este fin de semana. Sólo me ha gustado una).

- La palabra que sigue a un signo de cierre de interrogación o exclamación, si éste no va tras coma, punto y coma o raya (¿Adónde vas de vacaciones? A Italia. / ¿Vas de vacaciones a Italia?, ¿a Francia?, ¿a Grecia? / ¿Vas de vacaciones a Italia? –preguntó su padre).

- La palabra que sigue a los dos puntos de encabezamiento de escritos y de citas textuales, salvo que la cita esté incompleta al principio –en cuyo caso comienza con puntos suspensivos entre paréntesis o corchetes– y la primera palabra citada sea minúscula en el original (Querida mamá: Te escribo unas líneas... / Pedro le dijo: «Tú, en cambio, no has escrito ni dos líneas seguidas en tu vida» / [...] no has escrito ni dos líneas seguidas[...]).

 b)      Nombres propios

 Los nombres propios designan personas, animales o cosas únicos, por lo que se destaca su singularidad. Se escriben con mayúscula inicial:

- Los nombres propios de personas, animales o cosas individualizadas y personajes de ficción (Sócrates, Babieca, Tizona).

- Los sobrenombres y apodos que sustituyen o acompañan al nombre propio. Cuando el sobrenombre o apodo va precedido de preposición (a, de), no se produce contracción con el artículo (Diego Armando Maradona, el Pelusa / El Pelusa jugó en el Barcelona / El Nápoles fichó a el Pelusa).

- Los apellidos y los nombres de las dinastías (Los Austrias). Si el apellido empieza por preposición, artículo o ambos, la inicial de éstos se escribe con mayúscula sólo cuando encabezan la denominación (Agustín del Río / El señor Del Río).

- Los tratamientos abreviados, no con todas las letras (Le envío a Ud. Un resumen del libro / Le envío a usted un resumen del libro).

- Los nombres geográficos, incluidos los de áreas geográficas que aglutinan pueblos o naciones con características comunes. Si comienzan por artículo, éste también se escribe

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// Lección 1. Uso de mayúsculas y

con mayúscula inicial (El Ferrol, Castilla- La Mancha Centroamérica, Oriente Medio, Tercer Mundo).

- Las palabras que designan divinidades únicas (Dios, Jehová, Zeus), atributos divinos o apelativos referidos a Dios, Jesucristo y la Virgen (Hay quien espera la llegada del Mesías) o libros sagrados (El Corán es el libro sagrado de los musulmanes).

- Los nombres de constelaciones, estrellas, planetas o astros En cambio, cuando no se alude a uno de estos fenómenos como tales, se escriben con minúscula (Hoy no se ve la Osa Mayor / Hoy no se ven las osas /La Luna se ve desde la Tierra / Juan está en la luna / Extremadura es la tierra de los conquistadores).

- Los nombres de los signos del Zodiaco, excepto cuando aluden a las personas que han nacido bajo uno de ellos (Leo es un signo zodiacal / Pedro es leo), y de los puntos cardinales, salvo cuando indican orientación o dirección (El barco se dirigía al Norte / El barco estaba al norte de las Azores).

- Los nombres de instituciones, entidades, asociaciones o establecimientos (Real Academia Española). Sin embargo, el cargo de las personas se escribe con minúscula inicial, aunque, por cortesía, es costumbre emplear mayúscula cuando se dirige un escrito al titular de un organismo oficial (Excelentísimo Señor Secretario de Estado de Educación, Cultura y Deportes:...).

- El nombre de los medios de comunicación de masas cuando no se escriben todas las palabras con mayúsculas (Radio Nacional de España, Canal Sur).

- Los nombres de ciencias, disciplinas o materias de estudio cuando designan una facultad, una cátedra u otra división escolar o universitaria. Así se diferencian de las denominaciones genéricas (Le gustaban tanto la química y el arte que terminó estudiando Ciencias Químicas e Historia del Arte).

- Los nombres de las fechas importantes (escritas con letras) y de los grandes acontecimientos, períodos históricos o artísticos y edades (el Dos de Mayo, la Revolución Francesa, el Jurásico, el Barroco, la Baja Edad Media), pero no de las eras o generaciones (era atómica, generación del 27). do era un escritor del Barroco). Los adjetivos correspondientes con minúsculas (sociedad bajomedieval, escritor barroco

- Los nombres de documentos, conferencias, congresos o reuniones de relieve internacional (Declaración Universal de los Derechos Humanos, Conferencia de Paz de Madrid, Cumbre Atlántica).

- Los nombres de los textos legales (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo).

- Los nombres de las exposiciones y jornadas de renombre (Feria del Libro).

- La primera palabra del título de una obra, literaria o no (Millás escribió Papel mojado).

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// Lección 1. Uso de mayúsculas y

 3.      Inicial de palabra en minúscula Además de los casos indicados anteriormente, se escriben con minúscula inicial: - Los nombres de los meses, las estaciones y los días de la semana (enero, primavera, lunes). - Los nombres de las monedas (euro, peseta). - Los nombres de las formas de estado o gobierno (monarquía, república). Si marcan una época, se escriben con mayúscula inicial (II República). - Los nombres de los movimientos político-sociales o ideologías (comunismo, ecologismo).

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// Lección 1. Uso de mayúsculas y

Lección 2. Acentuación I

1.      Pasos previos Para determinar si una palabra lleva acento ortográfico –denominado tilde–, hay que seguir estos pasos:

 1º  - Dividir la palabra en sílabas. Una sílaba puede estar formada por consonantes y vocales o solo vocales (es-pon-tá-ne-o, le-í, ve-a).

 2º  -  Reconocer la sílaba que se pronuncia con más intensidad, denominada sílaba tónica, que contrasta con las demás, llamadas silabas átonas (en la palabra ár-bol, la sílaba tónica es ár, y en la palabra co-me-dor, la sílaba tónica es dor).

3º  - Identificar la palabra, que puede ser, siempre que tenga dos o más sílabas:o aguda si la sílaba tónica es la última (papel)o llana si la sílaba tónica es la penúltima (camerino)o esdrújula si la sílaba tónica es la antepenúltima (bolígrafo).o sobreesdrújula si la sílaba tónica precede a la antepenúltima (decíaselo).

 2.      Reglas generales  Una vez identificada la palabra y su sílaba tónica, se aplican las siguientes reglas generales para determinar si lleva tilde o no:

a)      Las palabras agudas llevan tilde en la sílaba tónica cuando acaban en vocal o en consonante -n o -s (hincapié, ocasión, dirás). No llevan tilde si la -n o -s finales van precedidas de otra consonante (Milans, Canals), coincidencia que no se da en palabras del castellano. Las palabras agudas terminadas en y no se acentúan, ya que es consonante desde el punto de vista ortográfico.b)      Las palabras llanas llevan tilde en la sílaba tónica cuando terminan en consonante distinta de -n o -s (césped, póney, lápiz) o si éstas van precedidas de otra consonante, lo que ocurre raramente (bíceps).

c)      Las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas se acentúan siempre.  3.      Diptongos, triptongos y hiatos Las reglas antedichas se aplican tanto si en la sílaba tónica de la palabra hay una sola vocal, como si hay más de una (excepto en caso de hiato, como se verá más abajo). Pero antes hay que distinguir cuándo dos o más vocales forman una sola sílaba (tónica o no), desde el punto de vista ortográfico, y cuándo no.

a)      Vocales seguidas forman diptongo (agrupación de dos vocales) o triptongo (agrupación de tres vocales) cuando la vocal más perceptible es abierta (a,e,o), seguida o precedida de una vocal cerrada (i,u). Ejemplos:

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// Lección 2. Acentuación

o causa, cuya división silábica es cau-sa. En la primera sílaba se pronuncian en un solo golpe de voz la consonante seguida de las dos vocales (diptongo) porque la vocal más perceptible es la abierta (a). La sílaba tónica es cau, penúltima de la palabra, que es, por tanto, llana y terminada en vocal, así que no lleva tilde.

o averigüéis, cuya división silábica es a-ve-ri-güéis. En la última sílaba se pronuncian en un solo golpe de voz la consonante seguida de las tres vocales (triptongo) porque la vocal más perceptible es la abierta (e). La sílaba tónica es güéis, última de la palabra, que es, por tanto, aguda y terminada es –s, así que lleva tilde.

 b)      Vocales seguidas forman hiato (separación de vocales) en estos casos:

o Cuando están en contacto vocales abiertas. Da lo mismo que una de ellas sea tónica o no lo sea ninguna. Para determinar si la palabra lleva tilde o no, se aplican las reglas generales. Por ejemplo, aéreo se divide así en sílabas: a-é-re-o, y lleva tilde porque es esdrújula (la sílaba tónica es la antepenúltima).

o Cuando están en contacto una vocal cerrada y una abierta –da igual el orden– y el acento de intensidad recae sobre la cerrada. En este caso siempre lleva tilde la vocal cerrada, independientemente de las reglas generales. Ejemplos: raíz, que tiene dos sílabas (ra-íz); mío, con dos sílabas también (mí-o); reías, con tres sílabas (re-í-as), veíais, con tres sílabas (ve-í-ais). Obsérvese en la última palabra que las dos vocales finales (ai) forman parte de la misma sílaba porque, pronunciada ésta independientemente, la vocal más perceptible es la abierta (a).

c)      Como la combinación ui propicia frecuentes faltas de ortografía,    conviene tener en cuenta lo siguiente: 

o Si el diptongo está formado por dos vocales cerradas y una de ellas es tónica, la tilde recae sobre esta cuando lo exigen las normas generales (cuídate / destruido).

 o Se acentúa la i cuando es tónica y lo exigen las normas generales; es decir, en

palabras agudas (construí / construir) y esdrújulas (lingüística), pero no en las llanas (construido).

 o No llevan tilde ruin (aunque se pronuncie en dos sílabas ) y fui. En cambio,

si se acentúan fluí y huí. 

d)      La h intercalada es muda y, por tanto, no altera las reglas de acentuación (prohibido / prohíba).

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// Lección 2. Acentuación

Lección 3. Acentuación II

Mayúsculas

Llevan tilde si así les corresponde. La Academia nunca ha dicho lo contrario (a pesar de la extendida falta de uso de la tilde en las mayúsculas). [PERÚ, BOGOTÁ]

Locuciones y términos latinos

Cuando se emplean en español se acentúan conforme a las mismas reglas que las palabras castellanas [referéndum, sui géneris, ex cátedra, accésit].

Monosílabos

Sólo se acentúan aquéllos que necesitan tilde diacrítica o diferenciadora [Ver "Tilde diacrítica"].

Palabras de otras lenguas

Conservan su grafía y acentuación original, salvo los nombres propios y geográficos acomodados fonéticamente al español [Berlín, París] o cuya transcripción está bien consolidada [búnker, Nápoles, Támesis], que se acentúan conforme a las reglas generales.

Tilde diacrítica

Distingue palabras que se escriben igual, pero pertenecen a distintas categorías gramaticales. Llevan tilde diacrítica:

1. Los siguientes monosílabos:

- dé, del verbo dar [No me lo dé de este montón].- él, pronombre personal [A él no le importa el problema].- más, adverbio de cantidad [Lo quería, mas no puede pagar más].- mí, pronombre personal [Mi perro sólo se acerca a mí].- sé, de los verbos ser y saber [Sé prudente, porque no sé más]- sí, adverbio de afirmación o pronombre personal [Si hubiera podido reservarlo para sí, no

habría contestado que sí].- té, sustantivo [Te serviré el té].- tú, pronombre personal [Tú explícame tu plan].

2. Los pronombres qué, cuál, quién y cuánto y los adverbios cuán, cómo, cuándo, dónde y adónde cuando tiene carácter interrogativo [)Cuál de ellos? No sé cuál me gusta más], exclamativo [(Qué dices, hombre!] o ponderativo [Cómo me aburre su conversación], y cuando van sustantivados, generalmente, precedidos de artículo [No conozco ni el qué ni el cómo].

Estos vocablos han de acentuarse siempre que tengan carácter interrogativo, aunque formen parte de una pregunta indirecta (sin signos de interrogación) [No sé quién lo

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// Lección 3. Acentuación II

habrá traído. Me preguntó cuánto tardaría. No miró de dónde venían]. Pero no tienen necesariamente carácter interrogativo porque vayan en preguntas y exclamaciones [)Irás de viaje cuando te tengas vacaciones? (Tardaré cuanto quiera!].

3. Quién como sujeto de coordinadas distributivas (unidas por coma) porque es tónico (interrogativo) [Después del acto, quiénes se quedaron en la plaza, quiénes se marcharon a su casa]. En este caso equivale a decir unos..., otros...

Por el contrario, no lleva acento quien como sujeto de coordinadas copulativas (unidas por la conjunción y) porque es átono (relativo) [Después del acto hubo quienes se quedaron en la plaza y quienes se marcharon a su casa]. En este caso equivale a unos que... y otros que...

4. Quién en la fórmula distributiva quién más, quién menos [Quién más, quién menos ya conocían la ciudad], aunque haya vacilación en la pronunciación (tónica del interrogativo o átona del relativo).

5. Qué en las construcciones haber que + infinitivo y tener que + infinitivo, cuando pueda ser sustituido por una palabra seguida de que relativo [No hay qué comer en esta casa / No hay nada que comer en esta casa. No tiene qué decir / No tiene mucho que decir]. Si no se acentúa qué en las primeras opciones, cambia el sentido [No hay que comer en esta casa / No se debe comer en esta casa].

No se acentúa qué en las fórmulas fijas ni que decir tiene y dar que + infinitivo [Lo que replicó dio que hablar].

No deben confundirse qué hacer [Hoy no tengo qué hacer], que hacer [Hoy no tengo trabajo que hacer] y quehacer [Hoy no tengo quehacer].

6. Aún cuando equivale a todavía [Aún no ha llegado]. No se acentúa cuando puede sustituirse por incluso [Aun en ese caso responderé que no].

7. Sólo si es adverbio intecambiable con solamente y hay riesgo de ambigüedad [Estuvo sólo en París porque no tuvo tiempo de ir a Amsterdam]. No se acentúa el adjetivo solo [Estuvo solo en París porque su amigo prefirió ir a Praga]. Aunque la costumbre de acentuar el adverbio va decreciendo, es preferible conservarla para demostrar que se sabe distinguir.

8. Potestativamente, los demostrativos este, ese, aquel, sus femeninos y los plurales correspondientes, cuando no acompañan a un sustantivo. Es obligatoria la tilde si hay riesgo de ambigüedad [Recibieron éstas duras críticas / Recibieron estas duras críti-cas]. En el primer caso, éstas es el sujeto, es decir, las criticadas; en el segundo forma parte del complemento directo.Los demostrativos esto, eso y aquello no se acentúan nunca, pues sólo pueden ser pronombres.

Verbos

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// Lección 3. Acentuación II

La acentuación de las formas verbales presenta algunas peculiaridades:

1. Las formas verbales conservan su tilde cuando se les añaden pronombres enclíticos [déme, acabóse], aunque según las reglas generales ya no les corresponda. Sin embargo, pierden la tilde cuando se sustantivan [Esto es el acabose].

2. Las formas verbales no acentuadas llevan tilde cuando se convierten en esdrújulas o sobreesdrújulas al añadírseles pronombres enclíticos [prepara / prepárate; mira / mírame; dio / diósele].

3. Pierden la tilde las palabras compuestas por verbos y pronombres enclíticos más complementos [sabelotodo, metomentodo].

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// Lección 3. Acentuación II

Lección 4. Uso de la coma

Indica una pausa breve. Su buen uso no siempre es indiscutible, pero una mala utilización puede hacer incomprensible cualquier texto, ya que su colocación exacta determina a menudo el sentido de la oración.

Las principales normas de empleo son:

1. Es preferible evitar su proliferación siempre que no altere el significado o la claridad del contenido. El exceso de comas dificulta la lectura. Numerosos escritos parecen inspirados en la falsa idea de que una expresión rebosante de comas es la expresión pura de un pensamiento complejo, pero lo cierto es que el abuso de este signo de puntuación demuestra por lo general la inmediatez y poca elaboración de la escritura.

2. Las palabras, grupos de palabras u oraciones de igual clase o función dentro de una serie se separan con comas, salvo el último elemento, si va precedido de las conjunciones y, o [Los piratas, los espías y los payasos pasan las horas, los meses y los años mirando a su alrededor sin descanso, sin esperanza y sin remedio].

3. La coma sirve para resolver ambigüedades [No sé cantar, bien lo sabes. No sé cantar bien, lo sabes].

4. La elisión de un verbo idéntico al de la oración precedente se indica con una coma [Ella pidió salmón y yo, solomillo. Su trabajo tiene 50 folios y el mío, sólo 15].

5. Van entre comas los incisos, aclaraciones y explicaciones que interrumpen momentáneamente la idea principal. Estos recursos se pueden presentar como:

* Vocativos [Aunque no te mire, Rodolfo, te escucho con atención].

* Aposiciones explicativas o complementos apuestos [Gorbachov, el ex presidente soviético, publicará un nuevo libro. El paisaje, hermoso como pocos, propiciaba la melancolía]. Frecuentemente se confunden con las especificativas (o complementos apuestos especificativos), que no van entre comas [El asesor fiscal, Juan López, es abogado / El asesor fiscal Juan López es abogado]. En el primer caso sólo hay sólo un asesor y en el segundo se destaca un individuo (Juan López) dentro de un grupo (de asesores). Cuando el citado es uno entre varios, no se escribe entre comas [El ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez llegó ayer a Barcelona].

* Subordinadas de relativo explicativas o aclarativas, es decir, las que se refieren al antece-dente íntegro [Los niños, que recibieron un tren como regalo, estaban felices]. En este caso, todos los niños recibieron un regalo. En cambio, no llevan comas las especificativas, que seleccionan parte del antecedente [Los niños que recibieron un tren como regalo estaban felices]. Sólo hubo regalos para algunos niños.

* Proposiciones explicativas [Resolvió el problema, aunque era bastante complejo, en apenas cinco minutos].

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// Lección 4. Uso de la

6. Es un error de base separar el verbo de su sujeto. El énfasis con que se pronuncia a veces el sujeto o su larga extensión inducen equivocadamente a pensar que exige una pausa escrita. A continuación se reproducen frases mal puntuadas: <El director del centro, decidió ayer que las clases comiencen a primero de mes. El responsable de las pérdidas económicas de la empresa, dimitió ayer>.

7. No hay que separar el verbo del complemento directo. Estas frases son incorrectas: <Su primo le envió por correo, una pluma, una agenda y un abrecartas de plata. Le advierto, que no estoy dispuesto a moverme de este sillón>.

8. Se separan con comas las expresiones que sirven de enlaces lógicos (comentan, matizan, contrastan, etc.) con lo expuesto inmediatamente antes. Es el caso de así pues, a saber, con todo, efectivamente, en definitiva, en primer lugar, en realidad, en resumen, es decir, esto es, es más, más aún, no obstante, o sea, por consiguiente, por ejemplo, por lo tanto, por último, sin embargo.

9. En caso de hipérbaton (alteración del orden sintáctico regular: sujeto, verbo, complemento directo, complemento indirecto, circunstanciales) de algún elemento sintáctico, éste irá separado por comas. Por ejemplo, cuando la oración comienza con un circunstancial antepuesto al sujeto [Un día antes de lo previsto, el fiscal presentó sus cargos]. No se escribe coma, sin embargo, cuando el sujeto también cambia de posición y el circunstancial precede directamente al verbo [Un día antes de lo previsto presentó el fiscal sus cargos. Un día antes de lo previsto presentó sus cargos el fiscal].

10. Se escribe coma tras la proposición subordinada que precede a la principal de la que depende [Cuando me lo contó con detalle, me quedé estupefacto. Con la cara desencajada por el esfuerzo, llegó fuera de control a la meta. Si quieres venir con nosotros, te guardamos un sitio]. Puede escribirse sin coma cuando los sujetos coinci-den y cuando la subordinada es muy breve, aunque no coincidan los sujetos [Cuando la vi me levanté y fui a saludarla].

11. Se separan con comas dos complementos circunstanciales del mismo tipo [Lo vimos paseando por el camino de la estación, a menos de dos kilómetros de aquí. Te avisaré a final de curso, unos días antes de salir de vacaciones. Hemos recibido este mes unos 150 libros, tantos como en todo el año pasado]. Cuando uno de ellos es muy breve no se precisa la coma [Me lo confirmarán mañana antes del mediodía].

12. La coma se sustituye por punto y coma para separar expresiones que ya llevan comas, excepto delante de la conjunción y [El nuevo profesor, Daniel Herrera; el secretario, que acaba de llegar; el administrador, que estuvo ausente el lunes, y el rector se volvieron a reunir ayer]. No obstante, si el punto y coma delante de la y permite evitar confusiones, también puede utilizarse.

13. Se escribe coma delante de las conjunciones y, o, ni en estos casos:

* Para resolver ambigüedades [Siempre estudió por la mañana, y por la tarde, sin embargo, nunca se sentó a trabajar].

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// Lección 4. Uso de la

* Cuando hay más de dos oraciones unidas por conjunciones [Esteban come poco y duerme menos, y no pasa ni un día a la semana fuera del trabajo].

* Cuando se unen varios sintagmas u oraciones que ya contienen conjunciones [Sus guiones son interesantes y bien construidos, y sus diálogos, muy dinámicos]. La coma es opcional cuando la ambigüedad es inexistente por el contenido [La calidad de su escritura y el dinamismo de sus cuentos y novelas lo convierten en uno de los más destacados escri-tores] o por la diferencia de categoría gramatical [El doctor observó la inflamación y la herida y suturó en apenas dos minutos].

* Cuando la conjunción une oraciones de cierta extensión y distinto sujeto [Ernesto no me dijo dónde iba a estar en las próximas semanas, y Elena no apareció por casa]. Con oracio-nes cortas no se necesita la coma [Ernesto no habló y Elena tampoco dijo nada].

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// Lección 4. Uso de la

Lección 5. Dos puntos; punto; punto y coma; puntos suspensivos

Dos puntos

Los dos puntos señalan una pausa que no supone el fin del mensaje, sino su continuación. Después de los dos puntos es mejor escribir con minúscula, salvo que dé comienzo una cita textual o se cambie de renglón. Los principales usos de los dos puntos son:

1. Anunciar una enumeración [En la plantilla hay dos personas: el médico y el psicólogo. No estoy de acuerdo con la medida por dos razones: es insuficiente y llega tarde].

2. Comentar, verificar o explicar lo enunciado previamente [Mucho trabajo y poco dinero: esto es lo que ofrecen. No estamos solos: el comisario y el inspector nos esperan].

3. Dar paso a una cita textual [Dice Proust: "Cuando se cree en la realidad de las cosas, emplear un medio artificial para verlas no equivale enteramente a sentirse más cerca de ellas"], que debe comenzar con mayúscula.

5. Después del vocativo con el que se inicia un discurso o una carta [Estimados señores:].

Punto

1. Indica el fin de una oración o período. Señala una pausa y obliga a escribir con mayúscula la siguiente palabra. Si hay cambio de párrafo se llama punto y aparte, y exige un espacio vacío en la primera línea, que se denomina sangrado. El sangrado es innecesario en los párrafos que son comienzos de apartados, epígrafes u otros recursos cuyas características gráficas bastan para indicar el cambio de párrafo.

2. Se pone al final de las abreviaturas [Un col. del jardinero trajo una col]. La palabra con el punto quiere decir "colaborador".

3. Se escribe en las cifras, tras las unidades de millar y de millón [1.234.567,89 pesetas, 3.500 años], salvo en el numeral de cada año [año 1994] y en los números de teléfono [3378200].

4. El punto separa las horas de los minutos [17.45] y los minutos de los segundos [Tardó en bebérselo exactamente 1.23].

5. El punto que cierra un paréntesis, un corchete, un raya o unas comillas va siempre detrás de estos signos, los cuales no pueden ser suprimidos por la existencia del punto [Sebastián dijo que estaba dispuesto a aceptar. (Todos sabíamos que estaba deseándolo). Así que le fue asignado y continuamos].

6. Los puntos suspensivos y los signos de exclamación e interrogación evitan la necesidad del punto.

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// Lección 4. Uso de la

7. Los títulos no llevan punto final ni en el interior del documento ni en los índices. Sin embargo, el contenido de los apartados de los esquemas --que frecuentemente tienen una apariencia de índices por el laconismo de sus expresiones-- sí se escriben con punto, aunque se trate de una sola palabra.

Punto y coma

El punto y coma señala una pausa entre dos períodos que no son claramente autónomos. Es un signo intermedio entre la coma y el punto cuya utilización es escasa por la inseguridad que produce su ambigua definición. No obstante hay situaciones fácilmente reconocibles en las que debe usarse:

1. Para separar períodos que ya llevan comas, excepto delante de la conjunción y [Desayunamos café, tostadas y zumo; comimos verduras, pollo y pastelillos; cenamos ensalada y merluza, y acabamos la noche con un café irlandés].

2. Para separar los hechos de sus consecuencias [Trabajó en el laboratorio casi todos los fines de semana; es lógico que lo haya conseguido]. También pueden utilizarse en estos casos los dos puntos.

3. Para separar proposiciones coordinadas adversativas de cierta extensión [Estuvo enfermo toda la semana pasada; pero el lunes llegó el primero al departamento]. Las adversativas muy breves pueden separarse con una coma [Acudió el primero, aunque estaba enfermo]. Sin embargo, las adversativas en las que la conjunción separa directamente dos elementos de idéntica categoría y función no exigen coma ni tampoco punto y coma [Se esforzó pero fracasó en su intento. Es inteligente aunque vago].

4. Para separar de la anterior una oración encabezada por la conjunción y, cuando ésta sirve de enlace lógico (extraoracional) con lo anteriormente expresado [Llegaron temprano y estuvieron paseando antes de comer; y, mientras tanto, yo estaba esperándolos en la oficina].

5. Para referirse a modo de explicación o de resumen a varias expresiones precedentes separadas por comas [Largos editoriales, suplementos especiales, anuncios publicitarios, intervenciones radiofónicas y televisivas; la campaña se desarrolló mejor de lo que se esperaba].

6. Para separar los elementos de una enumeración que llevan complementos explicativos [El tribunal estuvo compuesto por Isabel Herrera, catedrática de Relaciones Internacionales; Ernesto Suárez, titular de Historia Moderna; Juan Galindo, titular de Derecho Internacional, y Elena Barranco, titular de Macroeconomía]. Sólo el último elemento, a causa de la conjunción y, cambia el punto y coma por una coma.

Puntos suspensivos

Los puntos suspensivos (...) expresan una pausa inesperada o la conclusión vaga o voluntariamente imperfecta de un enunciado. Si éste acaba en puntos suspensivos, no necesita punto final.

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// Lección 4. Uso de la

Es aconsejable reducir su uso al mínimo, ya que a menudo es un recurso que demuestra incapacidad expresiva, si no es para sustituir a un fragmento literal.

Sus principales usos son:

1. Para expresar el temor, la duda o la sorpresa [Debería acompañarla... lo sé, pero quiero verme en esa situación].

2. Para evitar continuar con la frase cuando se da por sabido el final [No te preocupes; ya sabes que perro mordedor...].

3. Para indicar la supresión de un fragmento en una cita textual se utilizan puntos suspensivos entre corchetes ["Es curiosa la suerte del escritor. Al principio es barroco, vanidosamente barroco, y al cabo de los años puede lograr [...] no la sencillez, que no es nada, sino la modesta y secreta complejidad" (Jorge Luis Borges)].

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// Lección 4. Uso de la

Lección 6. Los signos ortográficos auxiliares

1. APÓSTRO FO

Con este nombre se conoce el signo ('), de uso infrecuente en castellano. Es incorrecto llamarlo apóstrofe, término que designa una figura retórica. Tiene los usos siguientes:

1. Para señalar la elisión de una vocal, sólo en reimpresiones de textos   castellanos antiguos [d'aquel].

2. Para transcribir expresiones orales particularmente coloquiales [M'ha hecho daño].

3. No es correcto en la denominación de acontecimientos vinculados a un año [Barcelo-na'92].

4. No puede ir sustituir a la coma para separar la parte entera de la decimal [3,14].

2. ASTERIS CO

El signo (*) se utiliza, frecuentemente entre paréntesis, para estos fines:

1. Remitir a una nota a pie de página o al final del texto. Cuando hay más de una llamada a nota en la misma página, se sustituye generalmente por números en voladita [( )].

2. Remitir a la entrada (*) o apartado correspondiente en que se define el término marcado (en este libro se usa para remitir al glosario de términos).

3. En lingüística, para resaltar la incorrección o agramaticalidad de la expresión señalada, así como el carácter hipotético de una determinada forma lingüística; por ejemplo, en los procesos etimológicos de las palabras.

4. Sustituir a un nombre o una palabra que no interesa expresar, en cuyo caso suelen po-nerse tres asteriscos [El duque de *** salió del despacho con el papel oculto dentro del periódico]. Los asteriscos se comportan respecto a la puntuación como la palabra a la que sustituyen.

5. Encabezar un nuevo punto o apartado, tal como es utilizado con frecuencia en este libro.3. BA RRA

El signo (/) tiene los usos siguientes:

1. Separar en un conjunto de artículos o libros el título general y el número de serie [Historia del mundo /3].

2. Identificar textos legales [Ley 13/1994, de 29 de febrero].

3. Separar los versos en poemas y canciones cuando van escritos en forma continua y no verso a verso.

// Lección 6. Signos ortográficos

4. Indicar partición o división [km/h, 3/7].

Frecuentemente se usa inadecuada y pedantemente para fundir ideas alternativas <El cocinero/propietario nos enseñó la cocina del restaurante. Ésa fue la motivación/jus-tificación de su conducta. De este modo se convirtió en su víctima/verdugo> o las conjunciones y/o <)Dispones de dinero y/o créditos para afrontar la situación?>.

Una simple conjunción permite construir una expresión de mayor elegancia y similar precisión [El cocinero y propietario nos enseñó la cocina del restaurante. Ésa fue la motivación y la justificación de su conducta. De este modo se convirtió en su víctima y su verdugo. )Dispones de dinero o de créditos para afrontar la situación?].

4. COMIL LAS

El cometido principal de las comillas es señalar las citas textuales, destacar una palabra a la que se atribuye un significado especial [Mucho se ha escrito sobre la "competencia" lingüística generativista], y reseñar títulos de artículos, capítulos o secciones de libros, y conferencias.

Es cada día más infrecuente el uso de las comillas para realzar la importancia o el sentido irónico de una palabra, indicar que un término es de otro idioma y aún no está aceptado por la Academia, o escribir apodos, nombres oficiales o marcas. Sobre todo, por la pujanza de la letra cursiva, que actualmente, con los tratamientos informáticos de textos, está al alcance de cualquiera. Hay tres tipos de comillas: angulares ( ), dobles (" ") y simples ( ).

Uso de las comillas en las citas

1. Se recomienda el uso de comillas dobles ["Hay que tomar en serio esta amenaza", dijo el comisario]. Si dentro del texto reproducido entre comillas hay otra cita, ésta se destacará con comillas simples ["Acepto que no se puede luchar contra esta furia especulativa que vosotros llamáis 'tentación del dinero' fácil y rápido", dijo]. Cuando se den tres niveles de citas, se usarán los tres tipos de comillas, empezando con las angulares y acabando con las simples.

2. Las comillas exigen una reproducción textual. Los errores y conceptos contradictorios o extravagantes deben respetarse, pero se escribe tras ellos (sic) para remarcarlos y hacer ver que son atribuibles al citado y no al que cita ["Cada uno tiene su idiosincracia [sic]", fue lo único que supo decir]. En caso de que por razones muy fundadas sea imprescindible modificar la cita, debe advertirse en una nota.

3. La apertura y el cierre de unas comillas quedan absorbidos por los de otras de nivel superior ["No, no y no' era su primera reacción casi siempre", según dijo su colabora-dor de aquellos años. Se conformó y reconoció: "Acepto que no se puede luchar contra 'la tentación del dinero fácil"]. Es preferible evitar la concurrencia de comillas de distinto nivel para no generar confusiones.

4. Un texto entrecomillado puede interrumpirse con un inciso o una aclaración. Los incisos obligan a cerrar comillas antes, escribir el añadido entre comas o entre rayas, y reabrir

// Lección 6. Signos ortográficos

comillas ["Estoy harto", advirtió el entrenador, "de no ver otra cosa que caras de desánimo"]. Las aclaraciones se escriben entre corchetes de forma que guarden coherencia sintáctica con la cita [Su respuesta fue: "No me extraña; ya le había dicho [al jefe de laboratorio] que no volvería a trabajar con nosotros"].

5. El texto entrecomillado puede ser sólo una reproducción parcial, en cuyo caso se sustituye la parte suprimida por puntos suspensivos, que se colocan entre corchetes cuando lo omitido está en medio de la cita. Si está al comienzo o al final, basta indicarlo con puntos suspensivos sin corchetes. Si no se altera el sentido ni se desvirtúa el contexto, es lícito prescindir de los puntos suspensivos y tratar la cita parcial como si fuera íntegra, incluido el uso de mayúscula inicial y de punto final.

6. Las citas de más de cuatro líneas se reproducen sin comillas, en párrafo independiente y con el margen izquierdo a la altura del sangrado normal de inicio de párrafo. Si es una cita de varios párrafos, se sangrarán los comienzos de los mismos. Dentro de estas citas pueden usarse comillas dobles para reflejar otras citas.

7. En una cita, los subrayados no originales requieren la aclaración de que se deben al que cita: [En el comunicado se especificaba: "Se trata sólo de un ensayo antes de afrontar el problema definitivamente" (el subrayado es nuestro)].

8. Las comas, los puntos y coma, y los puntos se colocan fuera del texto entrecomillado correspondiente ["No vendré para soportar esta pantomima", dijo Roberto / "No vendré antes de las cinco". Con estas palabras se despidió]. Esta recomendación simplifica el uso de las comillas, aunque no se ciña a la norma tipográfica tradicional, que para situar el punto tiene en cuenta si la cita es íntegra, con el punto dentro de las comillas ["No vendré antes de las cinco." Con estas palabras se despidió], o parcial, con el punto fuera [Dijo que no llegaría "antes de las cinco".].

5. CORCHE TES

Los corchetes ([ ]) se emplean en los siguientes casos:

1. Para añadir palabras o letras que no figuran en un texto citado entre comillas ["Como [Daniel] no me gusta, prefiero visitarlo [el museo] por mi cuenta", respondió Elena].

2. Como paréntesis dentro de un paréntesis [El director general no acudió (estaba en Mar del Plata [Argentina] con un socio), pero el convenio fue aprobado].

3. Como paréntesis de segundo nivel en las fórmulas matemáticas [ 2 * [3 - (5+6) + 7] * 4 ].

4. Para usos específicos y reiterados en textos de carácter técnico o de consulta (así, en este libro se utiliza para poner ejemplos).

Al igual que ocurre con las comillas, los signos de puntuación se colocan fuera del corchete.

6. DIÉRE SIS

// Lección 6. Signos ortográficos

La diéresis o crema es el signo (¨) que se coloca sobre la u en las sílabas gue y gui para indicar que la u debe pronunciarse [vergüenza, argüir].La diéresis no se omite en las letras mayúsculas.

7. EXCLAMA CIÓN E INTE RRO GA C IÓN

Las exclamaciones y admiraciones se representan con los signos (! y las preguntas directas, con )?. Ambos signos tienen las mismas normas de empleo:

1. Se colocan al principio y al final del enunciado que ha de llevarlos [)Has traído los papeles de Juan? (Cómo me gusta esta bicicleta!]. Poner sólo el signo de cierre, como en otros idiomas, es incorrecto en español.

2. La exclamación y la interrogación pueden comprender todo el enunciado o parte de él. Si afectan al enunciado completo, éste comienza con mayúscula y lo que sigue también [(No toques eso! Es corrosivo. )Vas a venir al teatro? Decídete de una vez]. Si atañe a la primera parte del enunciado, la continuación va en minúscula [)Cómo no se dio cuenta?, me pregunto] y, si corresponden a la última parte, ésta empieza con minúscula [Aunque no lo creas, (me volvió a dejar plantado!].

3. No debe dejarse fuera de los signos de interrogación una parte del enunciado cuando en rigor está afectada por la pregunta [)El proceso de transformación puede acelerarse con los catalizadores conocidos? )Con los catalizadores conocidos puede acelerarse el proceso de transformación? )Puede acelerarse el proceso de transformación con los catalizadores conocidos?].

4. Se pueden encadenar varias interrogaciones o exclamaciones separadas por comas o puntos y coma, en cuyo caso se escriben con minúsculas [)Cómo lo haremos?, )cuánto nos costará?, )cuándo estará listo?]. No pueden englobarse en una sola oración.

5. Como la interrogaciones y exclamaciones ya llevan el punto incorporado, admiten detrás de ellas cualquier signo salvo el punto, aunque sea final o aparte [")Y tú me lo preguntas?... Si te hubiera pedido ayuda, )me la habrías proporcionado?", replicó Elena].

6. En las expresiones que son a la vez interrogativas y exclamativas no se duplican los signos, sino que se abre con uno y se cierra con el otro según el sentido [(Cómo puedes beber tanto y luego ponerte a conducir? )Es que no vas a acabar nunca, Daniel!], o bien se separan [(Daniel! )Es que no vas a acabar nunca?]. En todo caso, es preferible decidirse por una sola opción y evitar la dualidad.

7. El signo de exclamación entre paréntesis indica asombro o sorpresa [Me dijo que llegaría puntual (!) a la cena], y el de interrogación, duda [El director aseguró que estaba satisfecho (?) con la campaña]. En ambos casos se usa el signo de cierre, con el punto abajo. No obstante, la proliferación de estos signos demuestra incapacidad verbal y dificulta la lectura.

// Lección 6. Signos ortográficos

8. GUIÓN

El guión tiene dos usos: unir las palabras de un término compuesto y dividirlas al final del renglón.

Normas de composición de palabras con guiones

1. Se unen con guión los gentilicios de dos pueblos o territorios cuyos componentes no se unen, sino que mantienen entre ellos un contraste u oposición [Los acuerdos hispano-franceses fueron ratificados ayer. La guerra hispano-norteamericana culminó en el desastre del 98].

2. Se unen sin guión los gentilicios de pueblos o territorios cuando forman un compuesto en el que se funden los caracteres de ambos para formar una nueva entidad [latinoamericano, indoeuropeo].

3. Se escriben sin guión intermedio los compuestos de reciente creación formados por dos adjetivos, el primero de ellos masculino singular y el segundo, en concordancia de género y número con el sustantivo al que ambos complementan, si los dos adjetivos se perciben como una sola palabra [un socialdemócrata, los pequeñoburgueses]. También se aplica esta norma a compuestos en los que, delante de un adjetivo, hay un sustantivo [medioambiental] u otros términos derivados [sociocultural, socioeco-nómico, sociolingüística].

4. La partícula ex, antepuesta a nombres de cargos, estados o condiciones que han dejado de disfrutarse, se escribe separada del sustantivo o adjetivo al que precede y sin guión intermedio [El ex marido de la propietaria fundó una nueva empresa constructora. Es un político ex comunista muy experimentado].

5. No llevan guión las denominaciones formadas por un sustantivo y un número [Renault 5], salvo que se utilicen con siglas o iniciales [R-5].

Normas de división de palabras

1. Deben evitarse las particiones que generen voces malsonantes [ar-tí/cu-lo, a-no/di-no, dis/pu-ta, Chi/ca-go].

2. No deben hacerse particiones que induzcan a interpretaciones aparentemente contradictorias con el sentido real del enunciado [Siempre estuvo al ser/vi-cio de los ciudadanos].

3. No se pueden separar las letras que forman una sola sílaba en renglones diferentes.

4. Dos vocales juntas no deben separarse en renglones distintos [ju-bi/le-o].

5. La regla anterior se observa igualmente cuando hay una h intercalada entre las dos vocales [de/sahu-cio].

// Lección 6. Signos ortográficos

6. Una vocal no puede quedar aislada al final o al principio de renglón aunque forme sílaba por sí misma [A-li/ño, no A/li-ño; pro-hi/bí-a, no pro-hi-bí/a].

7. Las sílabas fronterizas constituidas por una sola vocal permanecen en la primera parte de la división para evitar que el siguiente renglón comience con esta vocal [a-ca-e/cer, no a-ca/e-cer]. Si esta sílaba es el comienzo del segundo elemento de un término compuesto, no debe ir al final del renglón, sino al comienzo del siguiente [la-ti-no/a-me-ri-ca-no].

8. Las letras ch, ll y rr no pueden dividirse.

9. La h precedida de consonante es comienzo de sílaba y puede encabezar el renglón siguiente [clor/hi-dra-to, Al/ham-bra].

10. Las sílabas terminadas en dos consonantes se dividen sin separar éstas [cons/tar, pers/pectiva].

11. Una consonante entre dos vocales se agrupa siempre con la segunda [a-gu/ja].Cuando hay dos consonantes entre dos vocales, la primera consonante se agrupa con la primera vocal, y la segunda, con la siguiente vocal [des/ter-ni-llar. In/no-var]. Esta regla tiene como excepción las siguientes combinaciones con las consonantes líquidas l y r, que se unen con la segunda vocal: br, cr, dr, fr, gr, pr, tr, y bl, cl, fl, gl, pl [a/gra-cia-do, re/blan-de-ci-do].

En grupos de tres consonantes flanqueadas por dos vocales, la última consonante se asocia con la última vocal [trans/por-te], salvo que la segunda y tercera consonantes formen uno de los grupos citados en este punto, en cuyo caso este grupo se asocia a la segunda vocal [des/pre-cia-ble]. Cuando hay cuatro consonantes y se forma un grupo como los descritos en este punto, se asocia a la segunda vocal [cons/tre-ñir].

12. El grupo tl no se divide [Atlán/ti-co, Ma/zatlán].

13. Los términos compuestos pueden dividirse de dos formas: escribiendo cada uno de sus componentes en renglones distintos [pre/e-mi-nen-te] o tratando los componentes como palabras simples a las que se les aplica las mismas reglas que a éstas [pre-e/mi-nen-te].

13. Los términos de otros idiomas se dividen según sus propias reglas.

14. Las siglas y acrónimos no se dividen.

9. PARÉNTE SIS

1. Los paréntesis ( ) aíslan un inciso o una aclaración complementaria del discurso principal. El paréntesis tiene un campo de aplicación que coincide parcialmente con otros tres signos: la raya, el corchete y el inciso entre comas. Aunque las indicaciones de uso son a menudo subjetivas y siempre es preferible evitar la complicación sintáctica de los incisos, hay algunos rasgos diferenciadores entre estos signos:

// Lección 6. Signos ortográficos

* Paréntesis: el sentido de la oración no queda mermado en lo esencial cuando se prescinde del texto contenido entre paréntesis. Se usa para aclaraciones e incisos marginales, cualquiera que sea su importancia [El nuevo decano de la facultad (lleva en el cargo desde que hace tres meses ganó unas elecciones muy reñidas) ha dado un gran impulso a las actividades extraacadémicas].

* Raya: el inciso o la aclaración entre rayas va enhebrado con mayor fluidez en el discurso principal, de forma que casi podría ir entre comas. [El nuevo decano de la facultad --con la ayuda de un adjunto, dos asesores y cinco funcionarios-- ha dado un gran impulso a las actividades extraacadémicas]. Aunque la aclaración entre rayas es más aparatosa para la lectura que el inciso entre comas, es recomendable para las interrupciones largas, ya que deja más claro a primera vista cuál es el discurso principal y cuál el secundario, y, además, permite utilizar comas dentro del inciso sin producir un caos de puntuación.

* Inciso entre comas: la relación con el discurso principal es más directa aún [El nuevo decano de la facultad, como había prometido, ha dado un gran impulso a las actividades extraacadémicas]. Es mejor emplear comas y no rayas para los incisos cortos que por su relación con el mensaje principal podrían ir de cualquiera de las dos formas.

* Corchetes: Actúan como paréntesis dentro de un paréntesis.

2. Se emplea para hacer aclaraciones o precisar datos [Los jefes de gobierno de las repúblicas bálticas se reunirán en Vilnius (Lituania), como estaba acordado. Tecnomotor (25% del mercado) se hizo con la concesión].

3. Sirve para atribuir una cita ["Nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconoci-do" (Canetti)].

4. En textos teatrales reproduce las acotaciones o comentarios explicativos a los diálogos y lo dicho en un aparte por los personajes.

5. En textos con dos niveles de paréntesis se escriben en segundo lugar (el de mayor amplitud) corchetes o rayas.

6. Los paréntesis que contienen enunciados relativamente autónomos llevan punto después del signo de cierre [Es falso. (Él no estuvo allí). Harías mal en creerlo]. En los demás casos, el signo que corresponda al final del período en el que se incluye el paréntesis se coloca también detrás del cierre [Le han suspendido alguna (creo que Materiales de Construcción), pero está globalmente satisfecho]. Antes de un paréntesis sólo pueden escribirse palabras, puntos, puntos suspensivos, exclamaciones o interrogaciones; pero no el resto de los signos de puntuación, que deberán colocarse siempre tras el cierre.

// Lección 6. Signos ortográficos

10. RA YA

Es un guión largo o doble (--). La raya se usa con estos fines:

1. Para sustituir al paréntesis cuando se requiere un menor grado de aislamiento del inciso --próximo al que producen las comas-- o cuando ya hay paréntesis. Se prefiere a las comas para incisos o aclaraciones de gran extensión [Siempre le ha gustado mucho la jardinería --cuya afición debe a su padre, que siempre que podía, aunque sólo fueran cinco minutos, se refugiaba en el jardín de la parte de atrás de la casa--, así que no es de extrañar que se haya hecho su propio jardín].

2. Para señalar cada intervención en un diálogo narrativo o teatral.

3. Para interrumpir la narración cuando hay que precisar el sujeto de la acción o resaltar su actitud [Siempre creyó que se mantendría al margen, pero ese sueño --reconocía Esteban con gesto desalentado-- estaba ya olvidado].

// Lección 6. Signos ortográficos

Lección 7. Concordancia (adjetivos)

Concordancia del adjetivo 

Se denomina concordancia nominal la igualdad de género y número entre el adjetivo --y los determinantes (artículos, demostrativos, posesivos)-- y el sustantivo al que se refieren. En la práctica solo plantea problemas la concordancia del adjetivo.

1.    Concordancia de sexo 

a) La concordancia entre sustantivo y adjetivo puede alterarse cuando no coinciden el sexo de una persona (o animal) y el género del sustantivo que se refiere a ella.

Ejemplo: Inmediatamente apareció Óscar, la estrella: simpático y ocurrente como siempre.

Esta discrepancia se da normalmente:

Entre los tratamientos y las personas a las que se asignan.

Ejemplo: El Rey los recibió. Su Majestad estuvo simpático. 

En las aposiciones, especialmente familiares o cariñosas.

Ejemplo: Luisa, amor mío, sé comprensiva.

Un adjetivo referido a dos o más sustantivos de género distinto concierta, en general, con el que posea género coincidente con el sexo de la persona (o animal), aunque sea el más alejado.

Ejemplo: Mi hermano es una persona solidaria: siempre atento a tus necesidades y dispuesto a ayudarte.

No obstante, puede modificarse la construcción para obligar a concordar con el sustantivo femenino.

Ejemplo: Mi hermano es una persona siempre atenta a tus necesidades y dispuesta a ayudarte.

 2.    Concordancia en masculino

 Un adjetivo referido a dos o más sustantivos de género distinto concuerda en masculino plural, aunque sólo haya uno de este género.

Ejemplo: Hay rosas, petunias y claveles muy bellos.

Es preferible colocar el sustantivo masculino junto al adjetivo para evitar discordancias aparentes, como en el caso de escribir Hay rosas, claveles y petunias muy bellos, que no se

// Lección 7. Concordancia en

resuelven concordando en femenino: Hay claveles, rosas y petunias muy bellas, pues sólo calificaríamos a rosas y petunias.

 3.    Concordancia en plural

Un adjetivo pospuesto a varios sustantivos concuerda con ellos generalmente en plural.

Ejemplo: Causó muy buena impresión con habilidad e ingenio extraordinarios.

Pero se dan casos en que el adjetivo va en singular:

Cuando los sustantivos son concebidos como un conjunto unitario.

Ejemplo: Con su dimisión demostró un sentido ético y estético elevado.

  Cuando sólo se quiere calificar al sustantivo más cercano.

Ejemplo: Su paciencia y talento extraordinario impresionó a los estudiantes.

Para evitar errores de interpretación, en este caso es conveniente alterar el orden: Su paciencia y extraordinario talento impresionó a los estudiantes.

 4.    Concordancia en singular

 Un adjetivo antepuesto a dos sustantivos concuerda en singular con el primero de ellos aunque se refiera a los dos.

Ejemplo: Su notorio servilismo e intención de agradar no le ayudó a conseguir sus objetivos.

La concordancia gramatical, en plural, resulta cargante: Sus notorios servilismo e intención de agradar...

 5.    Concordancia y orden sintáctico

 La obligada concordancia entre sustantivo y adjetivo es tanto más fácil cuanto más próximos estén uno de otro.

Ejemplo: Vendían juguetes inadecuados para los niños.

Así se evitan resultados indeseados como Vendían juguetes para los niños inadecuados. No obstante, aplicar a rajatabla esta recomendación puede originar enunciados igualmente pintorescos cuando el sustantivo lleva otros complementos: Si no puedes aguantarte, ahí tienes una sala vacía de fumadores. Por tanto, hay que elegir cuidadosamente la colocación de los elementos en el enunciado. 

// Lección 7. Concordancia en

Lección 8. Clases de adjetivos y su colocación respecto al sustantivo Hay distintos tipos de adjetivos, según la relación establecida con los sustantivos a los que acompañan. En un curso básico como este, es imposible analizar a fondo todos los casos. Aquí es suficiente decir que los adjetivos, grosso modo, sirven para caracterizar, identificar, delimitar o restringir la significación de los sustantivos a los que refieren. Hay tres tipos básicos de adjetivos: calificativos, relacionales y adverbiales. En esta lección veremos los calificativos.

Adjetivos calificativos

Los adjetivos calificativos asignan al sustantivo una sola propiedad o cualidad. Desde el punto de vista semántico, hay varios subtipos, según la propiedad asignada:

a) De dimensión o tamaño: largo, alto, amplio. En general, pueden anteponerse o posponerse al sustantivo. Ejemplos: Recorrimos un largo camino / Recorrimos un camino largo.

b) De velocidad: rápido, lento, veloz. En general, pueden anteponerse o posponerse al sustantivo. Ejemplo: Realizaron un rápido repaso de la lección / Realizaron un repaso rápido de la lección.

c) De propiedad física: redondo, curvo, sinuoso. En general, pueden anteponerse o posponerse al sustantivo. Ejemplo: La figura tenía unas sinuosas formas / La figura tenía unas formas sinuosas.d) De color: blanco, azul, gris perla. Tienden a posponerse. Ejemplo: Se ha comprado un vestido azul / * Se ha comprado un azul vestido.

e) De edad: viejo, nuevo, joven. En general, pueden anteponerse o posponerse, pero algunos no significan los mismo en una y otra posición. Ejemplo: Hoy me ha visitado un viejo amigo / Hoy me ha visitado un amigo viejo. f) De valoración: hermoso, bello, espantoso. En general, pueden anteponerse o posponerse, pero la diferente colocación puede asignar matices diferentes, según el adjetivo empleado. Ejemplo: Pedro es un buen futbolista / Pedro es un futbolista bueno.

g) De aptitudes (intelectuales y emocionales) y predisposiciones humanas: capaz, inteligente, autoritario, alegre, persistente, envidioso. En general, pueden anteponerse o posponerse. Ejemplo: Cayó una persistente lluvia toda la noche /Cayó una lluvia persistente toda la noche. Estos adjetivos pueden ser valorativos y no valorativos.

1. Adjetivos antepuestos

Manifiestan la intención de valorar intensamente (extraordinario esfuerzo), expresar afectividad o emotividad (angelical inocencia), enfatizar (nevadas cumbres,...). Una

// Lección 7. Concordancia en

insoportable espera impresiona más que una espera insoportable. En ocasiones añaden al sustantivo una explicación innecesaria (cruel tortura). Los adjetivos antepuestos impregnan de subjetividad el mensaje, especialmente cuando se suceden en pocas líneas.

2. Adjetivos pospuestos

Permiten identificar, caracterizar o describir. Tienden a la posposición los adjetivos descriptivos que expresan nociones más o menos objetivas, como medida, peso, tamaño. Por ello no deben posponerse los adjetivos que expresan cualidades consustanciales al sustantivo, pues resultarían añadidos superfluos carentes de expresividad. Ejemplos: tortura cruel, océano inmenso, miel dulce. 3. Posición y significado

Como se ha indicado más arriba, algunos adjetivos no significan lo mismo antepuestos que pospuestos al sustantivo. Ejemplos: buen deportista / deportista; viejo amigo / amigo viejo.

4. Posición y ambigüedad

La posición de un adjetivo puede dar lugar a ambigüedades que a menudo pasan desapercibidas para el que redacta, pero son detectadas por quien lee. No es lo mismo Me desagradan las novelas de amor bobaliconas que Me desagradan las bobaliconas novelas de amor. En este último caso, todas las novelas de amor son bobaliconas y, por tanto, motivo de desagrado; mientras que en el primero, algunas novelas de amor son bobaliconas y sólo éstas disgustan.

5. Epítetos innecesarios

Hay sustantivos tan enfáticos que no necesitan el refuerzo de un epíteto —adjetivo por lo general explicativo usado con fines expresivos—. Ejemplos: *complejo dilema, agradecimiento sincero,* reflexión profunda.

Los medios de comunicación han contagiado a la sociedad una tendencia magnética hacia los epítetos, cuyo abuso suele revelar falta de recursos. Hay que cuidarse de estos falsos amigos manteniéndolos a distancia y utilizándolos con prudencia. Porque cuando uno acude a los epítetos a la primera de cambio, acaba por no tener palabras para decir nada.

6. Acumulación de adjetivos

La acumulación de adjetivos que califican a un solo sustantivo es inelegante y produce una impresión de jerga, especialmente si la colocación no es la adecuada. Ejemplo: *Se compró una tela preciosa aterciopelada verde. Debería decirse Se compró una preciosa tela verde aterciopelada.

// Lección 7. Concordancia en

7. Adjetivos acabados en -ble o en -do.

La confusión entre adjetivos como inalterable, irritable o temible y sus correspondientes inalterado, irritado y temido es muy frecuente, particularmente en los medios de comunicación. Los adjetivos terminados en -ble indican "capacidad o posibilidad" de que se cumpla lo significado por el verbo de origen, mientras que los acabados en -do se refieren a la "realización" del significado. Un error prototípico es la frase de los comentaristas deportivos *El marcador permanece inalterable cuando se quiere decir El marcador permanece inalterado. 8. Redundancia de grado

Los adjetivos en grado comparativo o superlativo no deben reforzarse con adverbios que repiten su significado. Ejemplo: El más paupérrimo de los trabajos.

// Lección 7. Concordancia en

Lección 9. Aspectos gramaticales I (concordancia verbal)

1. Concordancia verbal

Es la igualdad de número y persona entre el núcleo del sujeto y el verbo. Hay algunos casos en que no se da la concordancia gramatical, sino la llamada concordancia ad sensum, es decir, “por el sentido”. Los casos problemáticos se presentan cuando el núcleo del sujeto lleva un complemento con preposición:

a) Con los sustantivos grupo, montón, conjunto, cantidad, colección, etc.:

— el verbo concuerda en singular o plural si el núcleo del sujeto va precedido de un determinante indefinido. Ejemplo:

Un grupo de turistas españoles se perdió/perdieron en la selva

— el concuerda en plural si el núcleo va precedido de un determinante definido. Ejemplo:

El grupo de turistas españoles se perdió en la selva

b) Con las expresiones un sinfín de, una barbaridad de, la mar de, el verbo concuerda en singular o plural, aunque esta opción es preferible. Ejemplo:

Un sinfín de mosquitos nos atacaron/atacó sin piedad

c) Con los sustantivos multitud e infinidad:

— el verbo concuerda en plural si el sustantivo no lleva artículo. Ejemplo:

Infinidad de manifestantes colapsaron el centro de la ciudad

— el verbo concuerda en singular si el sustantivo lleva artículo (indefinido). Ejemplo:

Una infinidad de manifestantes colapsó el centro de la ciudadd) Con los sustantivos partitivos (parte, mayoría, mitad, tercio, etc.); con los que

designan la totalidad; con los porcentajes, y con los sustantivos numerales seguidos de complemento partitivo (un par de..., una decena de..., un millar de..., etc.), el verbo concuerda en singular o plural. Ejemplos:

La mayoría de los espectadores protestó/protestaron al árbitroLa totalidad de los espectadores pagó/pagaron la entradaEl de 60% de sus ingresos se gasta/se gastan en la viviendaUn centenar de manifestantes increpó/increparon a las fuerzas de seguridad

// Lección 9. Concordancia

e) Con los sustantivos colectivos (pareja, matrimonio, equipo, claustro, etc.), el verbo concuerda en singular. Ejemplos:

El equipo de bomberos actuó con rapidezEl claustro de profesores se reunirá mañana a las cinco

2. Adverbios en -mente

— Su función primordial es complementar a los verbos. Generalmente indican modo (vivamente) o tiempo (periódicamente), y de ordinario se escriben pospuestos y sin comas. Ejemplo

Habló seriamente con su sobrino sobre el asunto

— Pueden anteponerse a adjetivos en contadas ocasiones. Ejemplos:

Estamos estudiando el movimiento uniformemente variadoEl motociclista resultó gravemente herido

Pero la mayoría de las veces resultan grandilocuentes o superfluos. Ejemplos:

*Está inusualmente interesada en esa película*Se mantuvo realmente firme

— Con valor modal, se pueden anteponer a gerundios y participios, aunque lo normal es que vayan pospuestos. Ejemplo:

Sinceramente hablando, el problema es irresoluble. Hablando sinceramente, el problema es irresoluble

Sin embargo, son incorrectos con el significado de "desde el punto de vista". Ejemplos:

*Su objeción, académicamente hablando, me trae al fresco*Se vio financieramente afectado por el cambio en las cotizaciones*Es una atleta deportivamente capaz

— No es recomendable intercalarlos entre el auxiliar y el participio de una forma verbal compuesta, como se encuentra frecuentemente en traducciones y en textos con pretensiones literarias. Ejemplo:

*Ha estado perorando cuatro horas sin que haya claramente expresado lo que piensa.

— Algunos cambian de función —y significado— según su posición. Ejemplos:

Naturalmente, se vistió para la ocasión / Se vistió naturalmente para la ocasión

// Lección 9. Concordancia

Prácticamente, el comité resolvió todos los problemas / El comité resolvió todos los problemas prácticamente

— Su acumulación en pocas líneas es cacofónica y confiere al estilo torpeza y pesadez. Ejemplo:

Últimamente no se ha tomado las cosas en serio, pero seguramente cambiará de actitud próximamente.

Para dosificar su empleo, basta con sustituirlos por expresiones equivalentes. Ejemplos:

frecuentemente = con frecuencia, apropiadamente = de forma apropiada

— Los llamados adverbios persuasivos (lógicamente, evidentemente, indudablemente, etc.) están justificados en algunos casos. Ejemplo:

Evidentemente, desconfiamos de él, pues nunca ha cumplido sus compromisos

Sin embargo, la mayoría de las veces son pura palabrería. Ejemplos:

*Lógicamente, nos examinaremos el viernes*Evidentemente, todavía no he tomado una decisión

3. Conjunciones, relativos y preposisiciones

— El encadenamiento de proposiciones subordinadas encabezadas por que (conjunción o relativo) resulta cacofónica y causa una impresión de lenguaje inmaduro. Ejemplo:

*Nos dijo que vio unas cuevas que estaban en un camino que iba hacia el pueblo que no viene en el mapa

Lo mismo ocurre con la repetición de una preposición en la misma oración. Ejemplo:

*Tu exposición dio pie a Luis a acusar a tu jefe de autoritario

— No hay que incurrir en el dequeísmo, fenómeno por el que se intercala indebidamente la preposición de entre el verbo y la conjunción que en proposicio-nes de objeto directo. Ejemplos:

*Pienso de que llegará a tiempo*Me dijo de que el documento estaba listo*Resulta de que habían cambiado la clave de acceso al ordenador*Los resultados demuestran de que teníamos razón

// Lección 9. Concordancia

— Hay que evitar el queísmo, es decir, la supresión a todo costa de la preposición de ante la conjunción que introductora de proposiciones subordinadas a un verbo o un adjetivo que la exigen. Ejemplos:

El secretario avisó [de] que la iniciativa no era legalLa compañía informó [de] que subiría las tarifas a principio de añoEstaba seguro [de] que aprobaría en junioEstaba convencido [de] que el problema se resolvería

— En la lengua supuestamente culta es frecuente la omisión de la conjunción que introductora de proposiciones en función de objeto directo. Ejemplos:

Deseo [que] vengas a la fiestaEsperamos [que] no se moleste por este recordatorio

Esta omisión tiene evidentes resonancias protocolarias y burocráticas.

— Suele omitirse la preposición que precede a un relativo cuando aquella se repite. Ejemplo:

En el momento [en] que la vio, sintió una gran emoción

Sin embargo, dicha omisión a menudo resulta chirriante y es inaceptable desde el punto de vista gramatical. Ejemplo:

*El grupo se reunirá en el lugar [en] que aparcamos los coches

En este último caso resulta más estilístico duplicar la preposición, sustituir “en que “ por el adverbio donde o sustituir “en el lugar [en] que” por el mismo adverbio. Ejemplo:

El grupo se reunirá en el lugar en que aparcamos los coches / El grupo se reunirá en el lugar donde aparcamos los coches / El grupo se reunirá donde aparcamos los coches

— Al coordinar dos verbos que rigen preposiciones distintas, puede emplearse solo la del último si se da una estrecha unidad entre ambos. Ejemplo:

La propuesta viene [de] y se dirige a sus votantes

Si no hay unidad, debe duplicarse la estructura para evitar construcciones lamentables. Ejemplos:

Lleva una semana pensando en el viaje y hablando de él / * Lleva una semana pensando en y hablando del viaje

// Lección 9. Concordancia

Lección 10. Uso de posesivos y gerundios

4. Posesivos

—Es incorrecto el uso de posesivos concordantes con los adverbios detrás, delante, encima, debajo, enfrente. Ejemplos: *detrás tuyo, *delante mío, *encima suya.

Este uso contraviene las normas gramaticales, ya que los adverbios son invariables, es decir, carecen de género y número, y por tanto no obligan ni son obligados a concordar. En los casos anteriores debe decirse detrás de ti, delante de mí, encima de él/ella.

—El posesivo su es fuente inagotable de ambigüedades, ya que no indica si se refiere a uno o varios poseedores, ni si el poseedor es masculino o femenino. Ejemplo: *El director de la escuela la contrató como profesora después de publicar su primer ensayo.¿Quién ha publicado? La ambigüedad se evita cambiando la construcción: El director de la escuela, después de publicar su primer ensayo, la contrató como profesora.

—Los posesivos innecesarios generan una expresión extraña y torpe. Ejemplo: Se partió su brazo al caerse. Es preferible el artículo —que, además de otros, tiene valor posesivo— si no existe ambigüedad. Ejemplo: Se partió el brazo al caerse.

5. Pronombres

—La propensión a abusar de pronombres personales redundantes puede evitarse fácilmente. Ejemplos: *Lo que creo es que miente. *No le hizo caso a su compañero. *El balance lo acabaré en dos días / Creo que miente. No hizo caso a su compañero. Acabaré el balance en dos días.

—El abuso de pronombres en pocas líneas oscurece los mensajes y resulta poco elegante, sobre todo si tienen referentes distintos. Ejemplo: *Aunque ella nos dio la pista, ésta no estaba tan clara como aquella presumía.

—El leísmo es el uso de los pronombres le, les en función de objeto directo (propia de lo, los, la, las), cuando la suya es la de objeto indirecto. El uso culto en España, especialmente en el centro peninsular, lo ha hecho aceptable —aunque no recomendable—, cuando se refiere a personas, no animales o cosas. Ejemplo: Le he visto [a Antonio] en el cine / *Le he visto [el libro] en la habitación de Andrea.

—El laísmo consiste en la utilización de los pronombres la, las en función de objeto indirecto (propia de le, les), cuando la suya es de objeto directo. Este fenómeno es inaceptable. Ejemplo: *La dije que llegaría tarde / Le dije que llegaría tarde.

// Lección 9. Concordancia

—El loísmo es el empleo de los pronombres lo, los en función de objeto indirecto (propia de le, les), cuando la suya es de objeto directo. Este fenómeno es inaceptable. Ejemplo: * A tu hermano lo regalé un libro / A tu hermano le regalé un libro..

—En las perífrasis verbales de infinitivo o gerundio, los pronombres átonos pueden colocarse unidos al infinitivo o al gerundio, o antepuestos al auxiliar (forma conjugada). Ejemplos: Debes decírselo / Se lo debes decir. Tiene que estar pasándoselo en grande / Se lo tiene que estar pasando en grande. La tradición culta siempre ha preferido la primera opción, aunque la segunda es cada vez más frecuente, incluso en la lengua literaria.

—Los pronombres relativos deben escribirse junto al antecedente al que se refieren para evitar ambigüedades e incorrecciones. Ejemplos: Esta sentencia, que previsiblemente influirá en el desarrollo de la investigación, fue dictada por el Tribunal de París... / *Esta sentencia, dictada por el Tribunal de París, que previsiblemente influirá en el desarrollo de la investigación... En el segundo caso se da a entender que no será la sentencia sino el tribunal el que influirá en la investigación.

—El pronombre relativo quien se refiere siempre a una persona, no a un ente u organismo, por muy personalizado que se considere. Ejemplos: El contrato lo firmó el presidente, quien deberá cargar con las consecuencias de su decisión / *El consejero delegado convenció a la comisión, quien dio su apoyo a la compra.

—Hay que evitar el uso innecesario de mismo —y sus variaciones de género y número— sustantivado. Ejemplos: *Ya ha publicado un ensayo sobre Juan Marsé, y en el mismo analiza el personaje de Pijoaparte. *Después de firmar el contrato, se dio cuenta de que en el mismo había cláusulas secretas. *Abrió la cartera y sacó de la misma un manual de seguridad. Este vicio burocrático o policial es fácilmente evitable: Ya ha publicado un ensayo sobre Juan Marsé, y en él analiza el personaje de Pijoaparte. Después de firmar el contrato, se dio cuenta de que contenía cláusulas secretas. Abrió la cartera y sacó un manual de seguridad.

En cambio, mismo como refuerzo de sustantivos, pronombres o adverbios puede resultar conveniente a veces, por su carácter enfático. Ejemplos:.. El jefe mismo se quedó esperando. Yo mismo te lo enviaré. Ayer mismo lo recibimos.

6. Gerundio

El abuso del gerundio en el lenguaje jurídico y administrativo ha empujado a muchas personas a huir de él como de algo aborrecible. Lo cierto es que su mal uso resulta particularmente desagradable, como en estos ejemplos: *Me tengo que ir, no siendo que haya llegado mi hijo. *Ha sido aprobado un decreto regulando la venta ambulante.

// Lección 9. Concordancia

*Llegó a toda prisa, embarcando luego por la puerta dos. Me examiné, sacando un notable.

Es conveniente atenerse a las siguientes recomendaciones:

a) Deben evitarse secuencias cacofónicas por acumulación de gerundios. Ejemplos:: *Sigo pensando que estar viendo la tele cuando no estás jugando a la máquina de marcianos o bebiendo cerveza no es bueno para ti.

b) El gerundio encabeza proposiciones que indican una circunstancia de un verbo principal. Dicha circunstancia es, en general:

— De modo. Ejemplo: Juan se marchó cantando. La proposición subordinada encabezada por el gerundio indica el cómo se realiza la acción de cantar, que es la principal.

— De tiempo. Ejemplo: Entrando por la puerta, se topó con su hermano . La proposición subordinada encabezada por el gerundio indica cuándo se realiza la acción de entrar, que es la principal. La proposición que comienza por gerundio señala una acción simultánea o inmediatamente anterior a la de la acción principal, nunca posterior, como en estos ejemplos incorrectos: *Lo perdió casi todo en 1992, recuperándolo en apenas unos meses. *Nació en Guadalajara, estudiando Derecho en Madrid.

Para acciones no simultáneas, el gerundio debe ser sustituido por la cons-trucción "y + verbo conjugado". Ejemplos: Lo perdió casi todo en 1992 y lo recuperó en apenas unos meses. Nació en Guadalajara y estudió Derecho en Madrid.

— De condición. Ejemplo: Empleando cinco horas diarias, estudiarás el temario completo. La proposición subordinada encabezada por el gerundio indica la condición para que se realice la acción de estudiar, que es la principal. Equivale a decir: Si empleas cinco horas diarias, estudiarás el temario completo.

— De causa. Ejemplo: Dedicando mucho tiempo al trabajo, consiguió prosperar en la empresa. La proposición subordinada encabezada por el gerundio indica la causa de que se realice la acción de prosperar, que es la principal. Equivale a decir: Consiguió prosperar en la empresa porque dedicó mucho tiempo al trabajo.

c) El gerundio también puede ser complemento de un sustantivo ―o sintagma nominal― en estos casos:

— En algunas construcciones fijas. Ejemplos: Hay que echar el contenido del sobre en agua hirviendo. Tengo los pies ardiendo.

// Lección 9. Concordancia

— En títulos de fotos o cuadros, para explicar el contenido. Ejemplos: Niño vistiendo harapos. Automóvil cayendo por un barranco.

— Cuando el sustantivo es sujeto. Ejemplo: El profesor, conteniendo la respiración, evitó un serio roce con la alumna. En este caso equivale a decir: El profesor, que contuvo la respiración,... Obsérvese que, en este caso, la proposición que empieza por gerundio puede cambiar de posición en la oración: Conteniendo la respiración, el profesor evitó un roce serio con la alumna. El profesor evitó un roce serio con la alumna conteniendo la respiración. En este último ejemplo, la proposición encabezada por el gerundio está a caballo entre complemento de modo del verbo evitar y complemento del sujeto.

— Cuando el sustantivo es objeto directo. Ejemplo: Vi a Pedro dando un paseo. Esta construcción suele causar equívocos (como el ejemplo propuesto). Siempre que no haya ambigüedades, se emplea con verbos como ver, mirar, observar, recordar (percepción física o mental), pintar, dibujar, describir (representación), encontrar o haber. Con otro tipo de verbos, resulta incorrecto. Ejemplo: *Recibí un paquete conteniendo preciosos regalos.

Si se quiere evitar confusiones, es preferible la construcción "que + verbo conjugado". Ejemplo: Vi a Pedro, que daba un paseo

Usos incorrectos del gerundio

Es incorrecto el gerundio en casos diferentes a los indicados. Por ejemplo, como complemento de otros elementos distintos del sujeto y el objeto directo:*El ladrón declaró ante el juez, interrogándole sobre los hechos. *Te contaré la historia en una carta explicando los detalles.

// Lección 9. Concordancia

Lección 11. El orden sintáctico

En español hay cierta libertad de ordenación sintáctica, que permite producir mensajes de muy diversa manera, según la intención y el estilo de quien redacta. Así, la oración En su casa tenía cientos de discos admite otras ordenaciones de sus elementos, como Tenía cientos de discos en su casa o Tenía en su casa cientos de discos. Aún cabe ordenarlos de otras maneras: Cientos de discos tenía en su casa o En su casa cientos de discos tenía; pero, como puede apreciarse, las secuencias resultan forzadas o extrañas, aunque sean correctas desde el punto de vista gramatical.

1. El orden del sujeto en relación con el verbo

Por razones lógicas, lo normal es que el sujeto anteceda al predicado; es decir, que se mencione primero la persona, animal o cosa de que se habla, y después lo que se dice de ellos. Ejemplo:

La biblioteca de Andrea (sujeto: cosa de que se habla) contenía colecciones de libros antiguos muy valiosos (predicado: lo que se dice del sujeto).

El respeto inflexible de este orden a lo largo de un escrito de cierta extensión da como resultado un estilo neutro, poco personal, en el que predomina la claridad por encima de cualquier otra virtud. De ahí que, siempre que no se oscurezca el mensaje, el orden lineal pueda —y deba— alterarse por razones estilísticas o expresivas, en especial cuando debe darse prioridad a la información que se considera más interesante o relevante. Corresponde al redactor o redactora determinar cuándo es conveniente, necesario o imprescindible recurrir al orden envolvente.

A modo de orientación, basta con comprobar que en la lengua corriente se dan casos de alteración del orden regular que, por su frecuencia, pasan inadvertidos. Por ejemplo:

— Con verbos como gustar, interesar, agradar, importar, urgir, etc., solemos colocar el sujeto en último lugar, tanto en oraciones simples como complejas. Ejemplos (los sujetos están en negrita):

Oraciones simples:

Me encanta CarmenLe divierten los tebeos¿Te gusta el cine?

Oraciones complejas (de sujeto complejo):

Me aburre discutir sobre fútbolLe entusiasma que le regalen libros¿Te gustaría que fuéramos al cine?

// Lección 11.Orden

Elegimos este orden en general porque nos interesa destacar la persona sobre la que recae la acción verbal, que está representada por el pronombre personal (objeto, no sujeto).

— En construcciones de pasiva refleja. Ejemplos (los sujetos van en negrita):

En ese taller se realizan trabajos de marquetería.

Desde este lugar no se ve bien la iglesia.

El lunes se recibieron los paquetes

Estas construcciones, a diferencia de las impersonales con se (Se vive bien en España; En este restaurante se come estupendamente), tienen sujeto gramatical: entre este y el verbo hay concordancia de número y persona.

2. El orden de los complementos verbales respecto al verbo

Aunque no existe un orden rígido de colocación de los diferentes complementos verbales respecto al verbo, sí hay ciertas combinaciones en el predicado aceptadas como normales o habituales. A continuación presentamos cinco esquemas básicos, fácilmente ampliables por los alumnos del curso (antes de los esquemas aparece una tabla explicativa de los símbolos utilizados):

Símbolos utilizados:

V ═ VerboA ═ AtributoCD ═ Complemento u objeto directoCI ═ Complemento u objeto indirectoCC ═ Complemento circunstancialCP ═ Complemento predicativoCR ═ Complemento de régimen preposicional o suplemento

A. Esquema 1: V + CD

Ejemplos de oraciones simples (en negrita el CD):

Ana escribió la novela premiada

Ana escribió a su amigo Luis

Ejemplos de oraciones complejas (en negrita el CD):

Bárbara escribió la novela que más gustó al jurado

Bárbara escribió que no le gustaba el nuevo novio de María

// Lección 11.Orden

El CD se puede sustituir por los pronombres lo, los (masculino) y la, las (femenino). Ejemplos:

Ana la (═ la novela premiada; la novela que más gustó al jurado) escribió

Ana lo (═ a su amigo Luis; que no le gustaba el nuevo novio de María) escribió

Se puede comenzar por el CD, en cuyo caso hay que duplicarlo. Ejemplos:

El relato premiado lo escribió AnaEl relato que más gustó al jurado lo escribió MaríaA María la escribió AnaQue no le gustaba el nuevo novio de María lo dijo Ana

Esta duplicación es preferible evitarla, sobre todo en la lengua escrita: está justificada, desde el punto de vista estilístico en contadas ocasiones (obsérvese el mal efecto que produce en la redacción de la primera línea de este párrafo).

B. Esquema 2: V + CD + CI

Ejemplo de oración simple:

Luisa regaló una preciosa pluma estilográfica (CD) a Pedro (CI)

Se puede cambiar el orden de ambos complementos para anticipar el más corto, recomendable desde el punto de vista estilístico:

Luisa regaló a Pedro una preciosa pluma estilográfica

Ejemplo de oración compleja:

Luisa regaló una cámara fotográfica que compró en Japón (CD) a Pedro (CI)

Se puede cambiar el orden de los complementos para anticipar el más corto o, como nuestro caso, para que el CI se una al verbo al que complementa (regaló) y se eviten ambigüedades:

Luisa regaló a Pedro una cámara fotográfica que compró en Japón

Tanto en la oración simple como en la compleja podemos sustituir el CD por los pronombres lo, los (masculino) y la, las (femenino), y el CI por los pronombres le, les (o se), comunes a masculino y femenino. También es posible anticipar el CD o el CI y duplicarlos:

// Lección 11.Orden

Ana se lo dedicó

Ana (se) lo dedicó a María

El último libro que escribió, Ana se lo dedicó

El último libro que escribió, Ana se lo dedicó a María

No es recomendable, desde el punto de vista estilístico, multiplicar estas construcciones en pocas líneas, pues pueden entorpecer la lectura y dificultar la comprensión, especialmente si los referentes de los pronombres están muy alejados.

C. Esquema 3: V + CD + CI + CC

Los complementos circunstanciales (de tiempo, lugar, modo, etc.) pueden aparecer o no junto al CD o el CI. Tienen gran movilidad y, por esta razón, se pueden colocar en distintos lugares de la secuencia oracional. Como hay muchas posibilidades combinatorias, nos limitaremos a dar algunas pistas u orientaciones generales. La elección de la posición obedece a razones de claridad, expresividad o ritmo; en ningún caso debe ser aleatorio.

Ejemplo de oración simple:

Ana escribió un precioso poema (CD) a su queridísimo Luis (CI) el jueves por la tarde (CC tiempo) en una ruidosa cafetería (CC lugar).

Ejemplos de oraciones compuestas:

Hoy (Adverbio: CC tiempo), al salir de clase (Proposición subordinada: CC tiempo), he terminado el trabajo que me encargaron (CD)

He terminado el trabajo que me encargaron(CD) hoy (Adverbio: CC tiempo), al salir de clase (Proposición subordinada: CC tiempo)

Obsérvese que estos enunciados no significan lo mismo: el orden en que colocan los complementos circunstanciales de tiempo determinan el sentido. En el primer ejemplo complementan a “he terminado”, mientras que en el segundo, a “encargaron”.

A la hora de ordenar los complementos conviene tener presentes estas dos indicaciones (aplicables no solo a los circunstanciales):

// Lección 11.Orden

— Por razones lógicas, cuando hay varios complementos del mismo tipo, el de sentido más amplio o genérico debe preceder al de sentido más restringido o específico. En los ejemplos anteriores se han ordenado las secuencias conforme a este criterio: “hoy” tiene un referencia temporal más amplia que “al salir de clase”.

— Por razones rítmicas, cuando hay varios complementos —en especial si son de distinto tipo—, suele colocarse primero el más corto. Ejemplo: Regresaron ayer de Barcelona.

D. Esquema 4: V + CR + CC

Los complementos de régimen preposicional —precedidos de una preposición exigida por el verbo— suelen colocarse inmediatamente después de este. Ejemplos: Pensaba en ella constantemente. Confiaba en Ana a ciegas. En algunos casos, si es muy corto, puede intercalarse otro complemento entre el verbo y el complemento de régimen. Así ocurre en los ejemplos propuestos: Pensaba constantemente en ella. Confiaba a ciegas en Ana. Si se interpone un complemento muy largo —o, peor aún, varios complementos—, se rompe la íntima relación entre verbo y complemento de régimen. Ejemplos de construcciones no recomendables (en negrita los elementos intercalados): *Pensaba todos los días y a todas horas en ella. *Hablaba sin dar respiro a nadie de cine.

E. Esquema 5: V copulativo + A o V semicopulativo + CP

Ejemplos de oraciones simples:

La enfermera estaba agotada (A)La enfermera llegó agotada (CP)

Cuando el atributo o el complemento predicativo son muy cortos, como en los ejemplos propuestos, no conviene intercalar otros complementos o incisos entre ellos y el verbo. Ejemplos de construcciones no recomendables (en negrita los elementos intercalados): La enfermera estaba, *tras un dura jornada de trabajo, agotada; La enfermera llegó, *después de una jornada de intenso trabajo, agotada. Ejemplos de oraciones complejas:

La enfermera estaba que se subía por las paredes (A)La enfermera llegó que no podía más (CP)

En estos casos, al ser más extensos el atributo y el complemento predicativo, es más fácil intercalar entre estos y el verbo otros complementos. Júzguese en los siguientes ejemplos si el resultado merece la pena desde el punto de vista estilístico.

Ejemplos (en negrita los elementos intercalados):

// Lección 11.Orden

La enfermera estaba, tras una dura jornada de trabajo, que se subía por las paredes

La enfermera llegó, después de una jornada de intenso trabajo, que se subía por las paredes

3. Valores literarios del orden oracional

La alteración del orden sintáctico lógico es un procedimiento básico del lenguaje creativo que obedece al deseo de atraer la atención hacia el lenguaje y dotar a los textos de valores estilísticos concretos: expresividad, dinamismo, ritmo, etc. Es un recurso retórico denominado hipérbaton, muy empleado a lo largo de la historia de la literatura. Como muestra de los efectos estilísticos del hipérbaton, véase este conocidísimo fragmento poético de Bécquer, caso extremo para los gustos literarios vigentes en la actualidad:

Del salón en el ángulo oscuro, / de su dueña tal vez olvidada, / silenciosa y cubierta de polvo / veíase el arpa.

4. Extensión de las oraciones

No hay normas fijas para determinar la extensión ideal de las oraciones, ya que la comodidad o sufrimiento de la lectura de un texto vienen impuestos por múltiples factores: la necesidad, la obligación, la afición, el tiempo, la formación, etc. De entrada, conviene tener presentes estas recomendaciones básicas a la hora de escribir:

a) No reproducir inflexiblemente el orden de los pensamientos, que son de naturaleza caótica y compleja y brotan desbocados. La tarea de escribir consiste en buena medida en domar el caos, en convertir la aparente espontaneidad en naturalidad, que es lo deseable.

b) No expresar con diez palabras lo que se puede decir en cinco. Las construcciones complicadas no siempre son la expresión de ideas complejas, sino —sobre todo cuando se es inexperto— el resultado de la falta de elaboración o de una mala redacción.

c) Practicar al principio con enunciados breves, de 20 a 25 palabras, sin grandes complicaciones sintácticas: oraciones simples (con un solo verbo) o compuestas de un par de oraciones coordinadas, o una principal y una o dos subordinadas. Conforme nos sintamos más sueltos y seguros, aumentemos el número de palabras por oración y comprobemos si el resultado final mejora la expresión más corta, que es lo que importa al fin y al cabo.

// Lección 11.Orden

Lección 12. Composición de textos

Los textos son las unidades completas de comunicación que producimos en unas circunstancias concretas de tiempo y espacio para un destinatario. Pueden ser orales y escritos y estar constituidos por un solo enunciado o un conjunto de enunciados ordenados de forma coherente. En este curso interesa, como es lógico, la producción de textos escritos de cierta extensión.

1. Propiedades básicas de los textos

Los textos han de tener tres propiedades o cualidades fundamentales: adecuación, coherencia y cohesión.

La adecuación

Un texto es adecuado cuando se adapta al destinatario y a la situación en que se produce. Para transmitir todos los matices informativos, el redactor o redactora debe escoger las formas lingüísticas más apropiadas a cada circunstancia: no es lo mismo dirigirse a un amigo (pueden emplearse expresiones coloquiales y un tono de confianza) que elaborar un informe técnico o una tesis doctoral (predominan el rigor de contenidos, el léxico selecto y la expresión clara y precisa, entre otras virtudes), o escribir una novela (requiere grandes dotes creativas y un extraordinario dominio del lenguaje, pero permite más libertad expresiva).

La coherencia

Un texto es coherente cuando sus oraciones, párrafos,... están enlazados de forma apropiada para transmitir ideas de forma clara y no contradictoria. El redactor o redactora debe seleccionar la información que tiene del tema tratado y, posteriormente, estructurarla y organizarla de modo que la idea global del texto se transmita con claridad. Construir un texto coherente requiere cumplir las siguientes indicaciones elementales:

— Las ideas deben desarrollarse; es decir, deben aportar nuevos contenidos progresivamente.

— Las ideas tienen que progresar paulatinamente, sin saltos bruscos: las oraciones y los párrafos deben estar estructurados correctamente, de manera que el receptor encuentre un sentido lógico a lo que lee.

— Las ideas no pueden ser contradictorias; esto es, no pueden desdecirse unas a otras.

— Todas las ideas desarrolladas han de guardar relación con el tema global que se plantea.

// Lección 12. Composición de textos \\

La cohesión

Un texto está cohesionado cuando los diferentes párrafos y oraciones que lo componen están conectados entre sí de tal modo que la información resulta coherente y puede, así, ser debidamente interpretada por el lector.

Se obtienen textos cohesionados utilizando diferentes mecanismos de relación:

Relaciones sintácticas

Se consigue mediante la yuxtaposición (con signos de puntuación) o la coordinación de unos elementos con otros, o subordinación de unos elementos a otros. Ejemplo (los elementos en negrita son los que establecen las relaciones indicadas):

Al final del día Rita estaba agotada. La noche anterior había dormido fatal; se había levantado histérica y con dolores en todo el cuerpo de tanto dar vueltas en la cama; había tenido una jornada de trabajo infame, alargada por una reunión imprevista con los jefes de departamento, y, para más inri, había tenido que acercarse al hospital a las tantas para reemplazar a su hermano en el cuidado de su padre recién operado del corazón. Cuando llegó a su casa, no podía con su alma.

Anáfora, catáfora y deixis

— Con la anáfora hacemos referencia a un elemento del texto aparecido con anterioridad. Ejemplo:

Me ha gustado mucho el libro que me prestó Juan. En él he encontrado respuestas a muchas preguntas.

— Con la catáfora hacemos referencia a un elemento del texto que aparecerá posteriormente. Ejemplo:

Tengo muchas aficiones: el teatro, el cine, el deporte, ...

Es imprescindible que los elementos anafóricos o catafóricos y sus respectivos referentes estén muy próximos entre sí; de lo contrario confundiremos al lector y, como poco, lo obligaremos a releer para identificar las relaciones.

Procedimientos léxicos

El recurso más sencillo es la repetición de palabras importantes del texto, que resulta eficaz solo si aporta valores estilísticos. Es muy empleado en mensajes publicitarios, en textos escolares y en la poesía. Ejemplo:

// Lección 12. Composición de textos \\

La dimisión del entrenador está íntimamente relacionada con el cambio de presidente en el equipo. Esta relación se comprende si se conoce el estrecho vínculo que unía al entrenador dimisionario con el presidente saliente.

Cuando se desea evitar la repetición de palabras, lo normal es sustituirlas por otras: sinónimos, metáforas, metonimias, etc. El uso de estos recursos implica un gran dominio del lenguaje y de la construcción de enunciados. Ejemplos:

Mi antigua casa necesitaba muchas reformas, por eso decidí cambiarme de vivienda.

El día de su cumpleaños le regalaron un cuanto de hadas y otro de aventuras. Los libros le entusiasmaron.

Marcadores del discurso

Otra manera de conseguir la cohesión en el texto es mediante los marcadores del discurso, que conectan sus distintas unidades o partes, las ordenan y permiten muy diversas relaciones lógicas o de significado entre ellas. Ejemplo:

Pero aunque no siempre soy franco (y temo a los que siempre se ufanan de serlo) rara vez soy deliberadamente falso. Admito lo absurdo de esta confidencia, que cualquier mentiroso suscribiría con el mejor de los ánimos. De modo que el lector hará bien en suspender de momento su juicio y seguir…

El marcador «de modo que» permite al autor expresar la consecuencia de las palabras anteriores: «Admito lo absurdo de esta confidencia... ».

Los marcadores del discurso no pertenecen a una categoría gramatical concreta (pueden ser conjunciones, adverbios, locuciones conjuntivas o adverbiales, etc.). Son tan diversos como las relaciones que se pueden establecer entre dos unidades o partes del discurso. Los más usuales son los siguientes.

— Comentadores: pues, bien, pues bien, etc.— Ordenadores: en primer lugar, por otra parte, etc.— Aditivos: además, incluso, etc.— Consecutivos: por tanto, en consecuencia, así pues, etc.— Contraargumentativos: por el contrario, no obstante, etc.— Explicativos: o sea, es decir, etc.— De rectificación: mejor dicho, más bien, etc.— Recapituladores: en definitiva, en conclusión, etc.— De concreción: por ejemplo, en concreto, etc.— De Formulación: bueno.

2. Organización del texto en párrafos

El párrafo es la unidad básica para la composición de textos. La información se desarrolla en párrafos, que deben reunir unos requisitos imprescindibles, tanto de

// Lección 12. Composición de textos \\

extensión como de estructura, para garantizar la coherencia de las ideas. Acerca de los párrafos conviene atenerse a estas recomendaciones:

— Los párrafos deben tener similar extensión, de 6 a 10 líneas aproximadamente cada uno. Además de antiestético, resulta poco coherente estructurar las ideas en párrafos de extensión muy desigual: no parece muy lógico desarrollar una idea en un párrafo de veinte líneas y la siguiente, o la precedente, en otro de tres.

— Cada párrafo —con independencia de su extensión— debe desarrollar una sola idea.

— Las ideas de cada párrafo pueden presentarse de muchas maneras (enumerando, resumiendo, concluyendo, etc.). Hay que seguir siempre el camino trazado por uno mismo: si el párrafo es enumerativo, hay que enumerar; si el párrafo es conclusivo, hay que concluir.

3. Tipos de párrafos

Hay muchos tipos de párrafos: de introducción, de ejemplos, de recapitulación, de resumen, de conclusión, etc., que pueden desarrollarse de forma muy variada: enumerando, contrastando, etc. A continuación, a modo de ejemplos, se presentan cuatro párrafos muy representativos (citados por Fernando Lázaro Carreter, Rosa Llopart, Joaquín Mindán, Eduardo Jimeno en 4º Secundaria, Lengua castellana y Literatura, ed. Anaya, 2003):

1. Párrafo basado en la enumeración

Consta de dos partes: una oración o frase organizadora, de introducción, y una serie o relación de elementos que la desarrolla. Ejemplo:

Actualmente sabemos que el aire está formado por una mezcla de gases incoloros e invisibles; que la mayor parte es nitrógeno (sobre un 80 por ciento, es decir, las 4/5 partes) y el resto prácticamente todo oxígeno; que contiene pequeñas cantidades de dióxido de carbono y gases inertes como el neón, el argón, el xenón y el criptón, conocidos como «gases nobles».

En el ejemplo, se ha escrito en negrita la frase organizadora para distinguirla mejor.

2. Párrafo basado en la comparación o en el contraste

Expresa las semejanzas o las diferencias entre dos ideas, sujetos, situaciones, etc. Las comparaciones o contrastes se establecen mediante distintos nexos o marcadores textuales:

— las semejanzas se expresan con: del mismo modo, de la misma manera, de igual modo, de igual forma,...;

// Lección 12. Composición de textos \\

— los contrastes o diferencias se indican con: por el contrario, al contrario, en cambio...

Ejemplo:

En esto la propaganda se distingue de la educación. Esta última se dirige al individuo por él mismo, para su beneficio y su desarrollo personales; la propaganda, por el contrario, se refiere al grupo a través del individuo y se propone integrar la opinión de este último en una corriente de opinión t orientar su conducta en el sentido de que sea provechosa al grupo y a la causa que este representa.

Julien Freund, «¿Educación o propaganda?», en El valor de educar, de Fernando Savater, Ariel.

El marcador textual «por el contrario» permite al autor establecer las diferencias entre la educación y la propaganda por su distinta finalidad.

Los párrafos de este tipo pueden organizarse de dos maneras:

— se enumeran separadas las características de cada elemento descrito y se contraponen mediante un único nexo;

— se comparan una a una las características, sistema recomendable al analizar muchos aspectos de cada elemento.

3. Párrafo basado en la relación causa/consecuencia

Desarrolla las causas o motivos por los que se ha producido un hecho o situación, o las consecuencias o efectos que acarrea. Se pueden utilizar dos métodos: partir del efecto y desarrollar después las causas, o al revés; y los nexos son múltiples:

— para presentar la causa: a causa de, por eso, por estas razones,...

— para anunciar la consecuencia: así, en consecuencia, por (lo) tanto, por consiguiente,...

Ejemplo:

Los hombres primitivos estaban siempre dispuestos a creer que era algún ser sobrenatural quien hacía germinar las semillas y que la tierra diera sus frutos, y el trabajo de los gobernantes de la ciudad consistía en elaborar los ritos mágicos adecuados para convencer a los dioses de que se comportasen bien. Procuraban, además, que tales ritos se realizaran de forma adecuada y exacta. Así, la gente común creería firmemente que la prosperidad de la ciudad y la vida del pueblo dependían de la sabiduría y rectitud de las personas a cuyo cargo estaban los ritos.

// Lección 12. Composición de textos \\

El párrafo parte de la exposición de unos hechos (causa) y después, mediante el marcador consecutivo «así», expone las consecuencias que se derivan de ellos..

4. Párrafo de pregunta y respuesta

Se plantea de entrada una pregunta retórica (no espera respuesta del lector u oyente) que es resuelta en el desarrollo posterior. Este recurso es útil para facilitar la progresión de la información. Ejemplo:

¿Cómo influirán los nuevos medios de comunicación en la familia? Prometen fortalecerla al volver a trasladar al hogar muchas actividades familiares que dispersó la sociedad industrial. Incluyen parte del trabajo, la educación, las compras, el entretenimiento, la asistencia médica, el cuidado de los ancianos e incluso la participación en la democracia.

Juan Luis Cebrián, La red, Taurus.

// Lección 12. Composición de textos \\