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CURSO OFICIAL
de
control
de
predadores
Dr. Albert Ituren Oliver (Coord.)
Profesor Titular de Derecho Administrativo
Facultad de Derecho. Universitat de Valencia
Jefe de los Servicios Jurídicos
Director de la Escola de Caça i Natura de la Comunitat Valenciana
Federació de Caça de la Comunitat Valenciana
TEMA 1
LEGISLACION Y NORMATIVA
1. Directivas y disposiciones de interés y contenidos destacables
en relación con el control de predación. Necesidad de
homologación de métodos de captura. Precedentes
normativos internacionales y comunitarios.
Desde sus mismos inicios la Unión Europea mostró su inquietud por la
regulación de unos métodos de captura de animales, predadores o no, procurando
que fueran selectivos y respetaran siempre el bienestar de los mismos. Para ello, era
necesario que a medio o a largo plazo se fijaran los parámetros y requisitos técnicos
de selectividad y bienestar animal, para a partir de ahí poder diseñar métodos de
captura que fueran respetuosos con los mismos, con el objetivo de que posteriormente
fueran autorizados por la Administración para su uso. Se trataba en suma de
establecer los umbrales aceptables de selectividad y bienestar animal que debía
cumplir todo método de captura de predadores para poder ser homologado por la
Administración y ser empleado en el control de predación.
Y todo ese recorrido hasta la actualidad, tienen sus orígenes ya en el Convenio de
Paris de 1954 sobre protección de pájaros útiles para la agricultura. En este texto, se
establecen una serie de limitaciones para los métodos de captura de pájaros.
Sobre todo fijando su acento en tres notas (art. 2): la protección en periodos de
sensibilidad, cría, celo, migración; evitar las capturas masivas; y eliminar todo
sufrimiento inútil del animal. Por ello se fijaron una serie de métodos prohibidos,
con una serie de excepciones por razones extraordinarias, principalmente cuando
peligren bienes jurídicos protegidos dignos de mayor protección como la
agricultura y la caza (reducción de venados, perdices, etc.) (art. 6).
Sin embargo, obvio es decir que este Convenio no tuvo apenas efectos en
España debido a la situación de aislamiento internacional que tenía el Estado
durante el franquismo. Por otra parte, no puede desconocerse que dicho Convenio
hubiera tenido dificultades para ser aceptado por las autoridades públicas si
tenemos en cuenta que en ese momento en España se estaban autorizando los
métodos de captura más agresivos de toda Europa. Y esto era así porque en aquel
momento la situación socioeconómica del Estado era de elevada pobreza, derivada
de los desastres de la Guerra Civil, y que el régimen autorizaba precisamente la caza
como un instrumentos más, (junto a los racionamientos, ventas forzosas, etc.) para
paliar los altos niveles de pauperización social y económica. Hay que recordar que en
aquel momento se comían urracas, se comercializaba con la piel de zorro y lobo,
se vendían córvidos y animales capturados para las clases más pudientes, se
aprovechaban cadáveres de especies cinegéticas para alimentación, etc.) Con ese
panorama era difícil prohibirle al mundo rural los métodos de captura que se
venían utilizando, y que favorecían su sustento. Y cuando por fin, ya avanzada la
década de los sesenta, las autoridades decidieron aplicar el convenio, lo cierto es
que una interpretación extensiva de sus excepciones hizo que no tuviera un reflejo
total en la legislación española.
Posteriormente, en el CONVENIO DE BERNA DE 1979 sobre conservación de
la vida silvestre y del medio natural de Europa, se establecen una serie de
medidas de protección sobre fauna y flora amenazadas dispensando unos grados
de protección distintos, permitiéndose sin embargo, el control sobre la predación.
Se afirma entonces que, si bien ésta no es la opción prioritaria, si no hubiera
otra solución más satisfactoria, se podría practicar un control sobre los
predadores atendiendo a que existen bienes jurídicos protegidos prevalentes, tales
como:
en interés de la protección de la flora y de la fauna;
para prevenir daños importantes en los cultivos, en el ganado, en los
bosques, pesquerías, aguas y otras formas de propiedad;
con propósitos de investigación y educación, repoblación y reintroducción,
así como para la cría de animales domésticos;
para permitir, en condiciones estrictamente controladas, sobre una base
selectiva y en una cierta medida, la captura, la posesión o cualquier otra
explotación razonable de determinados animales y plantas silvestres en
pequeñas cantidades.
Ahora bien, el propio texto establece unas limitaciones claras a esos métodos
de captura (art. 9), fijando la obligación para los Estados firmantes de que sus
ordenamientos prohíban la utilización de todos los métodos de captura y muerte no
selectivos y de los medios que puedan causar localmente la desaparición de
cualquier especie, señalando además un listado claro y extensivo de métodos o artes
prohibidas a tal efecto. Además se impone que la utilización de estos métodos en
ningún caso puede suponer la eliminación, no solo de cualquier especia como se ha
acaba de afirmar, sino de la especie objetivo o interesada, pues el método de
captura tiene como finalidad el control de la especie objetivo, pero nunca su completa
erradicación. Solo en la medida que su número excesivo distorsione las cadenas
tróficas o altere algún bien digno de mayor protección. Por ello, se exige también
una evaluación continuada de sus autorizaciones y número de capturas, con la
entrega de informes bianuales de seguimiento de las medidas y justificación de las
mismas, con indicación de las poblaciones que son objeto o han sido objeto de
excepciones y, si fuere posible, el número de ejemplares implicados; los medios
para dar muerte o capturar autorizados; las condiciones de riesgo, las
circunstancias de tiempo y de lugar en que tuvieron lugar dichas excepciones; la
autoridad facultada para declarar que concurrieron dichas condiciones, y facultada
para tomar las decisiones relativas a los medios que pudieran utilizarse, a sus
límites, y a las personas encargadas de la ejecución; y los controles aplicados
(art. 9.2).
El art. 8 del Convenio de Berna es muy expresivo en cuanto a la necesidad
de imponer métodos selectivos:
«Artículo 8
Si se trata de la captura o muerte de las especies de fauna silvestre enumeradas
en el anexo III, y en los casos en que se hagan excepciones con arreglo al
artículo 9 en lo que respecta a las especies enumeradas en el anexo II, las
Partes contratantes prohibirán la utilización de todos los medios no selectivos
de captura y muerte y de los medios que puedan causar localmente la
desaparición, o turbar seriamente la tranquilidad, de las poblaciones de una
especie, en particular de los medios enumerados en el anexo IV.»
Y en particular el ANEXO IV apunta:
«ANEXO IV:
M E DIOS Y M ÉTO DOS DE CAZA Y OTRAS FORM AS D E EXP LOTACIÓ N
PROH I BI DOS
mamíferos
lazos.
Animales vivos utilizados como reclamos, cegados o mutilados.
Magnetófonos.
Aparatos eléctricos capaces de matar o atontar. Fuentes luminosas artificiales.
Espejuelos y otros objetos deslumbrantes. Dispositivos para iluminar los blancos.
Dispositivos de mira de los que forme parte integrante un convertidor de imagen
o un amplificador de imagen electrónico, para tiro nocturno.
Explosivos (1).
Redes (2).
Trampas (2).
Veneno y cebos envenenados o anestésicos. Empleo de gases y humos.
Armas semiautomáticas o automáticas cuyo cargador pueda contener más de dos
cartuchos.
Aeronaves.
Vehículos automóviles en movimiento.
Aves
Lazos (1).
Varetas.
Anzuelos.
Aves vivas utilizadas como reclamos, cegadas o mutiladas. Magnetófonos.
Aparatos selectivos capaces de matar o atontar. Fuentes luminosas artificiales.
Espejuelos y otros objetos deslumbrantes. Dispositivos para iluminar los
blancos.
Dispositivos de mira de los que forme parte integrante un convertidor de
imagen o un amplificador de imagen electrónico, para tiro nocturno.
Explosivos. Redes.
Trampas.
Veneno y cebos envenenados o anestésicos.
Armas semiautomáticas o automáticas cuyo cargador pueda contener más de
dos cartuchos.
Aeronaves.
Vehículos automóviles en movimiento.
(1) excepto para la caza de ballenas.
(2) si se emplean para la captura o la muerte masiva o no selectiva.
(1) exceptuado el Lagopus al norte del 58 latitud norte. Estados parte fecha
deposito estados del instrumento de ratificación Alemania, República España
27 mayo 1986.»
Ya dentro del Derecho derivado de la Unión Europea, la primera norma de
calado al respecto, tributaria de la convención de Berna, es la DIRECTIVA
79/409/CE, conservación de las aves silvestres. La misma permite el control de la
predación con las mismas motivaciones y en los mismos parámetros que el texto
de Berna, estableciendo también en un ANEXO IV los métodos de captura
expresamente prohibidos.
Tras esta directiva, varios años después se produce un avance considerable
en este campo al aprobarse el Reglamento (CEE) nº 3254/91 del Consejo, de 4
de noviembre de 1991, por el que se prohíbe el uso de cepos en la Comunidad
Europea. Aunque la prohibición rige con carácter general para todo tipo de cepos
al tratarse de un método agresivo y cruel, lo cierto es que se deja la puerta
abierta a la posibilidad de que se pueda explorar la utilización de cepos
amortiguados o de goma menos dañinos.
Posteriormente, la denominada Directiva «hábitats», Directiva 1992/43 de
Conservación de los Hábitats Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre, permite
el control de predadores, pero estableciendo limitaciones en función de la
vulnerabilidad de las especies que se pretende controlar, que se clasifican en
catálogos de especies con distintos grados de amenaza. En todo caso, la
justificación y la exigencia de métodos de captura selectivos es el mismo que el
exigido por la Directiva aves 79/409/CE.
2. La selectividad de los métodos de captura. Criterios
jurisprudenciales de los Tribunales Comunitarios.
Hemos visto ya cómo el criterio de elección de un método de captura se basa
fundamentalmente en el cumplimiento de dos notas características: que sea
selectivo, y que no sea masivo.
Precisamente, la nota de selectividad es la que mayor juego ha dado en la
jurisprudencia comunitaria pues, el Tribunal de Justicia ha tenido oportunidad de
pronunciarse sobre la misma en alguna ocasión. El asunto de mayor relevancia y que
precisamente afectaba España, se produjo cuando el Gobierno Valenciano (Consell)
aprobó el Decreto 135/2000, de 12 de septiembre de 2000, por el que se
establecen las condiciones y requisitos para la concesión de las autorizaciones
excepcionales para la caza de tordos con parany en la Comunidad Valenciana. En
ese momento, la Comisión Europea denuncio al Reino de España ante el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea, al entender que dicha normativa autonómica
vulneraba el Derecho Comunitario y en concreto la Directiva 79/409/CEE del
Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de las aves silvestres,
que expresamente prohibía la caza con liga, que incluía según su criterio, también
el parany valenciano. Planteado el pleito, el Tribunal en su Sentencia de 9 de
noviembre de 2004 (Asunto C-79/03) aprecia que el método del parany no es
selectivo en su origen, mecanismo y disposición, y condena al Reino de España por
incumplimiento de Derecho Comunitario. Los motivos que aduce son los siguientes
en una ratio decidendi muy clara que da por bueno únicamente los informes de
SEO/BirdLife:
19 Pues bien, ha quedado acreditado que la caza de tordos con liga, tal como se
organiza en el territorio de la Comunidad Valenciana, no permite evitar la captura de
aves de otras especies. A este respecto, el Tercer Informe de la Sociedad Española de
Ornitología sobre la captura de zorzales con «parany» en la Comunidad Valenciana,
(en lo sucesivo, «informe SEO/BirdLife»), presentado en septiembre de 2001 en un
procedimiento seguido ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad
Valenciana y aportado a los autos del presente asunto por la Comisión, indica que,
entre las aves capturadas utilizando dicho método, la proporción zorzales/aves de
otras especies se encuentra en una horquilla comprendida entre 1,24 y 4. Por otra
parte, en los autos del asunto ante este Tribunal de Justicia no existe prueba alguna en
sentido contrario.
20 De ello se deduce que la caza con «parany» se basa en un método de captura no
selectivo. El hecho de que los cazadores estén obligados a limpiar y a liberar aves de
especies distintas de las contempladas en el Decreto 135/2000, cuando éstas resultan
atrapadas en las varetas, no tiene entidad suficiente para poner en duda el carácter no
selectivo de dicho método de captura.»
Este mismo resultado es al que llega también nuestro Tribunal Supremo
en su sentencia de 22 de junio de 2005, precisamente también al tratar el asunto
del parany. El caso trae causa de la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de
la Comunidad Valenciana de 26 de septiembre de 2002 que justamente anulaba el
mencionado Decreto 135/2000, 12 de septiembre, por el que se establecen las
condiciones y requisitos para la concesión de las autorizaciones excepcionales
para la caza de tordos con parany en la Comunidad Valenciana. La Generalitat
presentó entonces recurso de casación, que es el resuelto por la sentencia. En la
ratio decidendi se llega a la misma conclusión que la jurisprudencia comunitaria al
afirmar que:
«Aun aceptando que el parany es un método tradicional y que los
zorzales pueden causar, con ocasión de sus migraciones, daños en algunos
cultivos agrícolas, lo cierto es que, dado el número de paranys autorizados
en el territorio de la Comunidad Valenciana y el período en que se permite
su instalación así como la distancia de las varetas, resultan afectadas otras
aves no cinegéticas, según se declara probado en la sentencia recurrida a la
vista de las pruebas practicadas.
Asegura el Tribunal de instancia que no se ha aportado al expediente
administrativo documentación técnica que determine cuáles son -siquiera en su
descripción general las medidas preventivas que pueden adoptarse por
quienes desarrollen la actividad de caza con parany, que posibiliten dotar a
esta caza de superiores condiciones de selectividad a la que disponía en su
versión tradicional, para evitar la atracción de aves no objeto de captura, sino
que, por el contrario, la escasa experimentación contrastada por los técnicos de
la Administración autonómica demuestra el continuo pase, entrada y salida de
pequeños paseriformes, como petirrojos, reyezuelos, mosquiteros y currucas,
de modo que la posibilidad de capturar especies distintas a los zorzales
comunes o tordos obedece a la utilización, para atraer a éstos, de árboles que
constituyen un hábitat utilizado por distintas especies de aves, y, por
consiguiente, no se constata la existencia de medidas preventivas necesarias a
fin de evitar la atracción de aves no objeto de captura.
La Sala de instancia reconoce, siguiendo el criterio del perito del
Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante al que concede
especiales dosis de imparcialidad y solvencia técnica, que la exigencia de una
distancia mínima entre las varetas, impregnadas de liga, ha de tener
razonablemente efecto sobre la probabilidad de capturar aves, pues, cuanto
más separadas estén, disminuirá la probabilidad de capturar aves pequeñas. La
distancia, impuesta por el Decreto impugnado, es de veinte centímetros, pero
no se ha realizado un experimento suficientemente demostrativo de la
selectividad del método porque se observó un solo parany durante cuatro horas
hacia final de temporada, siendo el horario y el tiempo de caza mucho más
amplio.
Además, la envergadura de zorzal común, que es la especie autorizada, es de
33-36 cm, existiendo otras especies, como la curruca capirotada, el mosquitero
común y el petirrojo, que tienen envergaduras entre 20 a 25 centímetros, por
lo que la distancia entre varetas con liga a veinte centímetros no resulta un
método selectivo para los primeros por cuanto pueden resultar capturados
éstos también.
En cuanto a los disolventes para limpiar de liga a las aves capturadas no
objetivo o a los zorzales, cuya captura exceda en número de la permitida,
ninguno de los estudios analizados permite evaluar el efecto de la liga, la
manipulación del ave y su limpieza sobre las especies no cinegéticas, que
eventualmente caigan en el parany, pues la única prueba al efecto se realizó
en laboratorio y con plumajes de aves muertas, a pesar de que la actuación
de los paranyeros será en el campo y con aves vivas y en movimiento, por lo
que el experimento se basa en una situación artificial, muy diferente de la
que se da en la práctica real de la caza con parany, no existiendo otro modo
de saber si el proceso de captura, manejo y limpieza de un ave afecta de
alguna manera a sus posibilidades de supervivencia que el seguimiento
temporal de los individuos, convenientemente marcados, que se liberen, y de
individuos también marcados en los mismos hábitat que no han sufrido la
captura en parany.
De aquí que la Sala de instancia llegue a las dos siguientes inconcusas
conclusiones; primera: que no obra en el proceso garantía científica alguna de
que la aplicación de los disolventes, que existen en el mercado, sobre las
aves paseriformes, no objetivo, ligadas evite daños relevantes a éstas, que
afecten a la capacidad de vuelo o probabilidades de supervivencia; segunda:
que no existe estudio experimental alguno que detalle el tiempo necesario
para la limpieza del ave no objetivo de captura, la pericia reclamada para la
realización de esta actividad junto con los efectos que el uso de la liga genera
en las alas de estas aves.
Las prevenciones contenidas en la norma impugnada sobre recogida de los
ejemplares caídos, el montaje y desmontaje de las varetas no son tenidos en
cuenta en los informes técnicos, presentados por la Generalidad Valenciana o
en los aportados por las asociaciones demandantes, ahora recurridas, ni en el
emitido por el técnico del Departamento de Ecología de la Universidad de
Alicante, como dato relevante para demostrar la selectividad del método.
SÉPTIMO
De lo dicho se deduce la exactitud y rigor de la conclusión a que llega la Sala
de instancia en la sentencia recurrida en el sentido de que el método de caza con
parany, que en su modalidad tradicional todas las partes aceptan que no es
selectivo, no adquiere este carácter por las prevenciones, condiciones y
restricciones impuestas por el Decreto impugnado, y, en consecuencia, es
contrario a lo establecido en el artículo 9 de la Directiva de la Unión Europea
79/409, de Conservación de las Aves Silvestres, y en el artículo 28.2.f) de la Ley
4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora
y Fauna Silvestres, en la redacción dada por la Ley 40/1997, de 5 de noviembre,
por lo que su anulación fue ajustada a derecho.»
Si nos fijamos en la motivaciones esgrimidas por el Tribunal Supremo que hace
suyas las de la Sentencia de instancia, en el fondo subyace la idea de que la
selectividad en un método de captura debe estar en el origen del mismo. Es decir, es
el propio método el que por sí mismo y su propia mecánica, configuración,
disposición, colocación, etc., debe ser capaz de discriminar entre especies objetivo y
no objetivo. De manea que en se método solo se atrapen muy mayoritariamente las
especies consideradas objetivo, impidiendo la captura de cualquier otra. Esto
significa también que consecuentemente la selectividad no puede hacerse
descansar sobre el cazador. Es decir, no sería selectivo un método que permitiese
la captura de cualquier animal, para que luego fuera la persona la que lo liberara
tras comprobar que no se trataba de la especie pretendida. Parece que la normativa
no se fía del patrón selectivo del humano, ni tampoco de su voluntad de liberar las
especies que no fueran objetivo. De ahí que para no dejar en sus manos la
decisión de devolver al medio natural una especie se exija la selectividad en el
propio método sin que quepa participación humana en ese proceso. Por eso se
entiende que el Tribunal Supremo no acepte el argumento de que los pájaros no
objetivo que caigan en el parany pueden ser liberados después de haber sido
limpiados de la liga. Precisamente porque todo ese proceso de selección depende
de la voluntad de la persona. Pero el método en sí no resulta selectivo porque
permite la captura por igual de especies objetivo y no objetivo.
Por su parte el Tribunal Constitucional, en su Sentencia 114/2013, de 9 de
mayo, también se ha pronunciado sobre la selectividad del método de captura,
justamente también con relación al mismo método del parany, para resolver el
recurso de inconstitucionalidad contra el último párrafo del art. 10 LCCV que
autorizaba la caza por el método del paran y. El Tribunal estima el recurso y
anula dicho párrafo del art. 10 al entender que vulnera la normativa básica del
Estado y el Derecho Comunitario que expresamente prohíben tal método de
captura, haciendo suya además la Jurisprudencia del Tribunal Supremo y del
Tribunal de Justicia .
«3. Determinado el carácter básico de las disposiciones estatales, cumple añadir que
las prohibiciones de determinados métodos de caza que realizan las mismas se
corresponde con la interpretación que de la prohibición de utilización de métodos de
captura masivos o no selectivos han hecho tanto el Tribunal de Justicia de la Unión
Europea (asuntos 262/85, C-79/03, entre otros) como el Tribunal Supremo, en
Sentencia de 22 de junio de 2005 (STC 69/ 2013, FJ 6).
Dicho de otro modo, una vez que el método de caza del parany -bajo esta
denominación o bajo la denominación de liga- ha sido considerado por la
jurisprudencia de Luxemburgo como un método no selectivo de caza
(Sentencia de 9 de diciembre de 2004 del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas en el asunto C-79/03 Comisión de las Comunidades
Europeas contra España), a los efectos de la aplicación de la directiva que
traspone la norma básica estatal, este Tribunal no puede por más que aceptar
como válida tal interpretación. Ya decíamos en la STC 69/2013 que “como
parámetro interpretativo, tampoco resulta irrelevante el régimen comunitario
de tales prohibiciones y, sobre todo, su finalidad, del todo afín a la legislación
básica de protección del medio ambiente para cuya aprobación está habilitado
el Estado ex artículo 149.1.23 CE”».
En resumen, la selectividad se predica únicamente respecto al propio método
en origen y ex ante. Es el método de captura y todas sus posibilidades de
manejo, configuración, colocación, etc., lo que lo debe hacer selectivo, sin que
quepa por tanto colaboración humana ex post para liberar la especie atrapada.
Así las cosas, y mientras se mantenga esta jurisprudencia todos los métodos de captura
que se homologuen deben de cumplir con los requisitos que ha establecido la
jurisprudencia comunitaria y de nuestro Tribunal supremo.
3. La regulación de los métodos de captura en España.
Selectividad y bienestar animal. El alcance de la transposición del
Derecho Comunitario. Requisitos de excepcionalidad para su
inaplicación.
En España, debido a nuestra entrada tardía en la Unión Europea, la normativa
comunitaria se adaptó también tarde en nuestro ordenamiento jurídico, no
haciéndose patente hasta finales de los años ochenta y principios de los noventa.
Antes, la Ley de Caza de 1970, ya se había encargado de regular incipientemente este
asunto, si bien en la práctica con una laxitud y permisividad hoy impensables, pues
aunque prohibía ciertos métodos, no negaba la posibilidad de que fueran finalmente
autorizados (como en la práctica ocurría) sin necesidad de que concurrieran
circunstancias extraordinarias. Así en su art. 31 se disponía que
«Artículo 31. De las limitaciones y prohibiciones dictadas en beneficio de la
caza.
Queda prohibido:
18. El empleo o tenencia no autorizados de cuantos animales, útiles, artes o
productos aplicables a la captura o atracción de piezas de caza se detallen en el
Reglamento para aplicación de esta Ley»
Y en su reglamento de desarrollo, Decreto 506/1971, se era todavía más preciso al
afirmar en su art. 3 3 que
«Artículo 33. De las limitaciones y prohibiciones dictadas en beneficio de la
caza
Queda prohibido:
El empleo no autorizado de rapaces nocturnas vivas o naturalizadas, hurones,
reclamo de perdiz hembra, aves de cetrería no anilladas, costillas, rametas,
ballestas, nasas, perchas, alares, lazos, cepos. liga, cebos, anzuelos. redes. fosos,
trampas, espejos, venenos, sustancias paralizantes. tanto en proyectiles como en
cebos, reclamos de especies protegidas, reclamos eléctricos o mecánicos,
cañones pateros y los productos aptos para crear rastros de olor, atractivos o
repelentes.»
Esta regulación de se vio superada por la que estableció la primera gran ley
medioambiental de la democracia que incluía todas las prescripciones de las
directivas comunitarias dictadas al efecto hasta ese momento y que fue la Ley
4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora
y Fauna Silvestres, que sería sustituida posteriormente por la actual Ley 42/ 2007,
de 13 de diciembre, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (LPNB). Si bien
ambas en el tema de los métodos de captura en el ámbito cinegético comparten
idéntica regulación.
Por un lado, la LPNB parte de la base de que ningún método de captura que
se emplee para atrapar animales cinegéticos, no puede ser masivo, o no selectivo,
ofreciendo además un exhaustivo listado de métodos en su ANEXO VII que
particularmente prohíbe utilizar. Así de explícito se muestra el art. 62.3.g LPNB:
«3. Con carácter general se establecen las siguientes prohibiciones y
limitaciones relacionadas con la actividad cinegética y acuícola en aguas
continentales:
Quedan prohibidas la tenencia, utilización y comercialización de todos los
procedimientos masivos o no selectivos para la captura o muerte de animales,
en particular los enumerados en el Anexo VII, así como aquellos
procedimientos que puedan causar localmente la desaparición, o turbar
gravemente la tranquilidad de las poblaciones de una especie.
En particular quedan incluidas en el párrafo anterior la tenencia, utilización y
comercialización de los procedimientos para la captura o muerte de animales y
modos de transporte prohibidos por la Unión Europea, que se enumeran,
respectivamente, en las letras a) y b) del anexo VII.»
Obsérvese que lo que se está prohibiendo no solo es la utilización de los
métodos especificados, sino también la simple tenencia o la comercialización de
los mismos, de manera que contravendría la LPNB su sola posesión, en el bien
entendido de que se poseyeran para ser utilizados de manera efectiva e
inmediata.
Los métodos expresamente prohibidos según el ANEXO VII de la LPNB no
difieren mucho de los que se recogían ya en el Convenio de Berna de 1979 y que
reproducirán posteriormente las Directivas comunitarias.
ANEXO VII
PROCEDIMIENTOS PARA LA CAPTURA O MUERTE DE ANIMALES Y MODOS DE
TRANSPORTE QUE QUEDAN PROHIBIDOS
a) medios masivos o no selectivos.
- animales ciegos o mutilados utilizados como reclamos.
- Grabadores y magnetófonos, aparatos electrocutantes, dispositivos eléctricos y
electrónicos que pueden matar o aturdir.
- fuentes luminosas artificiales, espejos, dispositivos para iluminar los blancos,
dispositivos de visor que incluyan un convertidor de imagen o un amplificador de
imagen electrónico para tiro nocturno,.
- armas semiautomáticas o automáticas cuyo cargador pueda contener más de dos
cartuchos.
- trampas no selectivas en su principio o en sus condiciones de empleo.
- redes, lazos (sólo para aves), cepos, trampas-cepo, venenos, cebos
envenenados o tranquilizantes, .
- ligas.
- explosivos.
- asfixia con gas o humo.
- ballestas.
- anzuelos (salvo para el ejercicio de la pesca).
b) medios de transporte.
- aeronaves.
- vehículos a motor.
- barcos a motor (salvo para el ejercicio de la pesca).
No obstante, la propia LPNB también prevé la posibilidad de que las
Administraciones Autonómicas puedan autorizar extraordinariamente métodos
expresamente prohibidos o que no respeten los estándares de selectividad,
masividad y bienestar animal en supuestos ciertamente extraordinarios, que la
misma ley tasa específicamente. Para que puedan concederse este tipo de
autorizaciones especiales deben cumplirse necesariamente dos requisitos (62.3.a
LPNB). Por una parte, que las especies que queramos capturar sean especies de
animales de interés comunitario no consideradas de protección estricta en la
normativa de la Unión Europea. Y por otra, que concurran las circunstancias o
condiciones excepcionales del a rt. 58.1 LPNB, es decir:
que no hubiere otra solución satisfactoria. Lo cual supone que este tipo de
autorización operaría como última ratio, cuando todas las demás
posibilidades hubieren fracasado o fuera posible implementarlas.
que ello no suponga perjudicar el mantenimiento en un estado de
conservación favorable de las poblaciones de que se trate, en su área de
distribución natural. Es decir, que la utilización de los métodos no puede
suponer la extinción de la especie o su limitación excesiva. Se trata de
eliminar los excesos poblacionales que causen daño o alteren el espacio
natural, pero no eliminar por completo la especie que tiene una distribución
natural en ese espacio cinegético.
Y además de las dos anteriores, cuando concurra siempre alguna de las
circunstancias siguientes:
a. Que exista efectos perjudiciales para la salud y seguridad de las
personas que se deriven de las prohibiciones que establece la ley. Es
decir, lo que se permite es la autorización excepcional de los métodos
prohibidos si como consecuencia de la observancia de las
limitaciones de la propia LPNB se deriva un peligro potencial para la
seguridad y salud de las personas. Lo cual es casi tanto como decir,
que para autorizarse métodos prohibidos debe generarse un escenario
de riesgo tal para las personas que no pueda ser atajado o eliminado
por los métodos de captura estándar normalmente autorizados y se
requiera por ello de la utilización de métodos expresamente prohibidos
por ser más idóneos para tal fin.
b. Para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado, los
bosques, la pesca y la calidad de las a guas.
c. Cuando sea necesario por razón de investigación, educación,
repoblación o reintroducción, o cuando se precise para la cría en
cautividad orientada a dichos fines.
d. En el caso de las aves, para prevenir accidentes en relación con la
seguridad aérea.
e. Para permitir, en condiciones estrictamente controladas y mediante
métodos selectivos la captura, retención o cualquier otra explotación
prudente de determinadas especies no incluidas en el Listado de
Especies en Régimen de Protección Especial, en pequeñas cantidades
y con las limitaciones precisas para garantizar su conservación.
f. Para proteger la flora y la fauna silvestres y los hábitats naturales.»
Una vez fijadas por la LPNB las prohibiciones a los métodos de captura, el texto se
dedica a regular el procedimiento para la autorización de uso de métodos de
captura para animales predadores, siempre y cuando estos métodos sean selectivos,
no masivos y respeten en la medida de lo posible el bienestar animal de acuerdo
con la normativa internacional. Para lo cual la ley obliga primero a la
Administración autonómica a establecer cuáles deben ser en concreto estos
métodos empleados previa homologación de los mismos. Y luego autorizar su
utilización de manera individual solo a personas que tengan acreditado unos
conocimientos mínimos sobre la práctica de los mismos y en general del control
de predadores. Así el art. 63.3.g LPNB afirma :
«g) Los métodos de captura de predadores que sean autorizados por las
Comunidades autónomas deberán haber sido homologados en base a los
criterios de selectividad y bienestar animal fijados por los acuerdos
internacionales. La utilización de estos métodos sólo podrá ser autorizada,
mediante una acreditación individual otorgada por la Comunidad autónoma.
No podrán tener consideración de predador, a los efectos de este párrafo, las
especies incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de
Protección Especial.»
Nótese que la LPNB establece que cada Comunidad Autónoma deberá
establecer en ejercicio de sus competencias constitucionales los métodos que
considere que cumplen más fielmente con esos estándares citados. Sin embargo, a
nadie escapa que esta previsión pudiera ser conflictiva y crear situaciones de
agravio para los propios titulares de espacios cinegéticos e incluso para los
profesionales del sector, si tenemos en cuenta que las CCAA podrían autorizar
métodos de captura diferentes entre sí, de manera que métodos no autorizados en
unas CCAA lo podrían estar en otras y viceversa. Para tratar de buscar cierta
homogeneidad y cohesión en todo el territorio del Estado, se convocaron varias
reuniones de com1s1ones interautonómicas con el Ministerio de medio Ambiente,
y finalmente en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente de 13 de julio de
2011 se aprobaron las «Directrices técnicas para la captura de especies cinegéticas
predadoras: homologación de métodos de captura y acreditación de usuarios». En
dichas directrices se establecieron un listado de los métodos de captura que la
comisión recomendaba para que fueran posteriormente autorizados por cada
comunidad autónoma por cumplir con los estándares de selectividad, no masividad
y bienestar animal fijados en la normativa comunitaria e internacional. Además las
directrices también indicaban una serie de pautas para la acreditación de
conocimientos que debía de tener cada una de las personas que solicitara una
autorización administrativa para desarrollar el control de predadores con los
métodos autorizados. Se trata sin duda de garantizar que la persona encargada de
utilizarlos acredite unos conocimientos mínimos de los mismos y de las
consecuencias de su aplicación sobre los ecosistemas y las especies susceptibles de
ser capturadas, sean o no especies objetivo.
3. La regulación del control de predadores en la Comunidad
Valenciana. Necesidad de acreditación personal y control.
En el ámbito de la Comunidad Valenciana, el contenido de todas las
normativas comunitarias, estatales y autonómicas, así como las directrices técnicas
ministeriales se materializaron con menor o mayor extensión y también con
mayor o menor fortuna, en el vigente Decreto 188/2014, de 7 de noviembre, del
Consell, por el que se regula la figura de guarda jurado de caza en la Comunitat
Valenciana y la habilitación para el control de predadores.
El Decreto autoriza y regula todos los métodos de captura de animales
predadores autorizados en la Comunidad Valenciana. En un extensísimo y detallado
ANEXO IV se describen las características de cada uno de ellos estableciendo las
condiciones de su utilización y la forma de disponerlos en el campo, además de
otra serie de datos técnicos y prácticos sobre su colocación, manejo, efectividad,
ratios por hectáreas, etc. El Decreto solo autoriza la captura de dos especie
objetivo: la urraca y el zorro. Para la urraca se dispone el método caja trampa
metálica. Y para el zorro, cuatro métodos distintos: el Lazo propulsado tipo
Collarum, el lazo con tope y cierre libre dispuesto en alar, el lazo tipo Wisconsin
dispuesto en alar; el lazo tipo Wisconsin dispuesto al paso. Además se instaura
que cada unidad de captura debe llevar la identificación de la persona autorizada
con la instalación de un precinto numerado (art.15).
La persona habilitada además de facilitar a la Conselleria en el primer
trimestre de cada año el número de capturas realizadas, así como otra serie de
datos, deberá llevar un libro de registro que en el que vaya anotando por cada
elemento de captura los datos siguientes (ANEXO V) :
1. Número de identificación de la persona habilitada.
2. Fecha y hora de colocación.
3. Número de identificación del elemento de captura.
4. Término municipal, tipo de espacio cinegético (número de coto, si procede),
y coordenadas UTM (conforme al uso establecido por la Conselleria
competente en materia de caza).
5. Tipo de trampa.
6. Cebo utilizado, y fecha y hora de la primera revisión.
7. Fechas y horas de las revisiones.
8. Situación de la trampa en cada revisión (disparada sin captura/cebo
desaparecido sin captura/captura).
9. En su caso, especie capturada, parte del cuerpo que ha sido enganchada,
destino de la especie capturada y método de sacrificio.
Por último, los requisitos que se exigen para obtener la habilitación para el
control de predadores son por una parte ser mayor de edad, y por otra, disponer
de un certificado de aprovechamiento de un curso de capacitación de 40 horas
para la obtención de la habilitación para la realización del control de predadores
por una entidad homologada por la Conselleria con competencias en materia de
caza (art. 13). El contenido del Curso aborda módulos de legislación y normativa,
especies predadoras objetivo y no objetivo, material de captura y auxiliar,
manipulación de animales capturados, etc. (ANEXO VI).
Una vez obtenida la habilitación, ésta será nominativa, intransferible y
revocable por parte de la Administración concedente. En ella se hará constar los
métodos de captura homologados para los que se autorice, asignando a cada
persona habilitada un número identificador (a rt. 14.5). Su periodo de validez será
de 5 años (art. 14.2) que podrá ser renovada por el interesado, previa realización
de un curso de reciclaje de 8 horas de duración impartido también por entidad
homologada cuyo contenido versará sobre nueva normativa y nuevos métodos de
captura homologados (art. 13.3).
Con ello, tal y como hemos mantenido más arriba, la normativa trata de
asegurarse que la persona que debe de realizar el control de predación con los
métodos autorizados sea conocedora de los propios métodos y de los requisitos
legales para su disposición, además de los indicadores de selectividad y bienestar
animal para tratar de minimizar en lo posible el impacto de los mismos sobre el medio
natural.
TEMA 2.
ECOLOGIA DE LA PREDACION Y
ASPECTOS DE INTERES
ECOLOGÍA DE LA PREDACIÓN Y ASPECTOS DE INTERÉS
1. INTRODUCCIÓN: CONCEPTOS GENERALES DE ECOLOGÍA
Los seres vivos se caracterizan por la realización de tres funciones básicas en su ciclo
biológico: reproducción, nutrición y relación. En el ejercicio de estas actividades
elementales y por el hecho de cohabitar en un mismo ecosistema, los seres vivos
establecen interacciones con individuos de su misma especie (relaciones
intraespecíficas) o con individuos de especies distintas (relaciones interespecíficas).
1.1 Función de nutrición:
Las interacciones que se establecen entre las distintas especies debido a la necesaria
función de alimentación dan lugar a las cadenas tróficas o alimentarias, que son flujos de
energía y nutrientes que se establecen cuando un ser vivo, dentro de una comunidad
biológica, se alimenta de otro precedente, siendo a su vez alimento para el eslabón
superior. La base de esta cadena la constituyen los organismos capaces de sintetizar su
propio alimento a partir de materia inorgánica, denominados productores, grupo formado
básicamente por los vegetales que se nutren a través de la realización del proceso de
fotosíntesis. Todos los organismos situados por encima de las plantas en la cadena trófica
necesitan alimentarse de otros para cumplimentar su función de nutrición, y son los
denominados consumidores.
En el ámbito cinegético, pequeños invertebrados como los saltamontes (consumidores
primarios) se alimentan de la hierba, que es el productor. Los pollos de la perdiz se
nutren de estos insectos y constituyen a su vez una presa para el zorro, que en ocasiones
puede convertirse en presa de especies como el águila real.
Estas cadenas guardan un delicado equilibrio que se ve afectado por la variación en
cualquiera de sus eslabones. Por ejemplo, si se trata con pesticidas la hierba, mueren los
saltamontes y no hay alimento disponible para los pollos de perdiz, reduciendo a su vez
las presas disponibles para el sustento de la población de zorros.
1.2 Relaciones intra e interespecíficas
Las interacciones que se establecen entre los organismos de una comunidad ecológica
pueden ser beneficiosas o perjudiciales, para uno o para ambos implicados. Entre las
relaciones beneficiosas o cooperativas destacan:
- Mutualismo: Interacción entre individuos de especies distintas que aporta
beneficios a ambas partes. Es el caso de los pájaros que obtienen alimento
desparasitando bueyes, librándose estos últimos de incómodos inquilinos.
- Comensalismo: Uno de los implicados obtiene beneficio mientras que el otro no
se ve perjudicado ni beneficiado. Es el caso de las rémoras que viajan pegadas a
los tiburones obteniendo protección y alimento sin contrapartida para el escualo.
- Simbiosis: Supone una asociación muy íntima y beneficiosa de dos organismos
distintos que difícilmente podrían subsistir el uno sin el otro. Es el caso de los
líquenes, que son una simbiosis de hongo y alga.
Por su parte, las relaciones interespecíficas perjudiciales más típicas son:
- Parasitismo: Una especie obtiene beneficio o se alimenta de otra causándole
algún tipo de daño, pero no la muerte a corto plazo. Por ejemplo las garrapatas o
las tenias subsisten gracias a este tipo de relación.
- Competencia: Se produce cuando dos especies diferentes aprovechan un mismo
recurso del ambiente, como el alimento, el agua o la luz, produciéndose entonces
un perjuicio de los dos frentes implicados por la menor cantidad de recurso
disponible.
- Depredación: Se produce cuando los individuos de una especie (depredadores)
cazan a los de otra (presas) con el fin de darles muerte y alimentarse de ellas.
En el ámbito de la caza destacan por su predominio e influencia sobre la actividad
cinegética la competencia y la depredación.
1.3 La competencia
Las especies cinegéticas establecen competencia intraespecífica con sus congéneres por el
alimento, el recurso hídrico, el territorio o el derecho de apareamiento. El resultado es la
máxima natural de la supervivencia y procreación del más fuerte.
Pero, además, los animales de interés para la caza deben competir con otras especies que
comparten la necesidad de un mismo recurso vital, como el agua, el alimento, o la
ocupación de los terrenos que les proporcionen refugio. Esta lucha ocasiona serios
problemas de expansión a la especie más débil o con menos capacidad adaptativa, como
sucede con el corzo en cohabitación con el ciervo, o la cabra montés frente al arruí.
La adaptación de los organismos a la competencia permanente es la creación de un nicho
ecológico propio, que es la función concreta y posición relacional que ocupa la población
dentro de un ecosistema, de forma que cada animal se especializa en el aprovechamiento
de determinados recursos, plantas o presas concretas, de forma que no se establezca
competencias con otras. El corzo, por ejemplo, es capaz de ingerir plantas con elevadas
cantidades de sustancias tóxicas en su composición, que otras especies no toleran. De
esta forma mejora su capacidad de pervivencia en un entorno de interacción
interespecífica.
2. ECOLOGÍA DE LA PREDACIÓN Y ASPECTOS DE INTERÉS
Los predadores son animales que matan o hieren a otros animales (denominados presas)
con el fin de alimentarse de ellos y garantizar así la propia subsistencia. La depredación
es, por tanto, un proceso natural presente en todos los ecosistemas y fundamental para el
equilibrio de las cadenas tróficas, que influye de forma determinante en aspectos tan
importantes para el hombre como el control de las poblaciones cinegéticas naturales o la
prevención de riesgos sanitarios en las especies objeto de caza.
2.1 Tipos de depredación:
El término depredación engloba diversos tipos de conductas alimenticias:
- Carnivoría: Es el que, popularmente, se asocia al concepto de depredación.
Consiste en que un animal carnívoro mata a otro de distinta especie presa y lo
consume para alimentarse.
- Canibalismo: Depredación similar a la carnivoría con la salvedad de que el
depredador devora una presa de su misma especie.
- Herbivoría: El depredador herbívoro no mata a su presa vegetal, sino que consume
partes e ella como hojas, brotes o frutos.
- Parasitismo: El parasitismo puede considerarse un tipo particular de depredación
en el que el parásito se alimenta de su presa sin llegar a matarla, dado que la propia
existencia del huésped depende de la supervivencia del hospedante.
2.2 Tipos de predadores
Según la posición que ocupan dentro de la cadena alimenticia podemos diferenciar entre
especies mesopredadoras y superpredadoras.
Las especies superpredadoras son aquellas que ocupan la cúspide de la cadena trófica,
siendo capaces de devorar, entre sus múltiples especies presa, a los predadores comunes.
Constituyen este grupo los grandes mamíferos como el lobo o el lince, o las rapaces de
mayor envergadura, como el águila real o el águila imperial. Su instinto territorial y
competitivo, así como sus innatas cualidades para la predación, les permite desplazar a
predadores inferiores.
El perfil de mesopredadores responde al de pequeños mamíferos carnívoros o córvidos
que se alimentan de presas muy variadas, y que pueden ser a su vez presa de predadores
situados en eslabones superiores de la cadena trófica.
En función de cómo aprovechan los recursos alimenticios, podemos clasificar las especies
predadoras en:
- Predadores especialistas: Su alimentación se basa en el aprovechamiento de un
número reducido de tipos de presas. Suelen presentar bajas densidades de
población, estrechamente vinculadas a la abundancia de las poblaciones presa,
bajas tasas de reproducción y alta sensibilidad a los cambios.
- Predadores generalistas: Utilizan un amplio abanico de recursos en función de su
disponibilidad. Se caracterizan por tener una alimentación muy variada, en algunos
casos, omnívora, lo que les permite una gran adaptabilidad a distintos medios y,
paralelamente, alcanzar altas densidades de población y elevadas tasas de
reproducción.
- Predadores obligados: Son un caso extremo de predadores especialistas.
Dependen de forma directa de la abundancia de su recurso seleccionado y no
aparecen en zonas donde sus presas predilectas no se encuentren. El caso por
excelencia en la Península es el del lince y el conejo.
- Predadores oportunistas o facultativos: Son aquellos que, pese a no tener entre
sus preferencias un tipo de presa determinado o que, en caso extremo, no utilizan
la predación como su forma de alimentación habitual, tienen la capacidad de
aprovechar los recursos cuando su abundancia, disponibilidad y escaso esfuerzo de
captura lo permiten. Podría citarse como ejemplo el jabalí, y su capacidad de
devorar nidadas si las encuentra disponibles.
2.3 Tipos de presa:
Las presas, en función del vínculo que establecen con su depredador y el papel que
ocupan en la dieta del mismo, se clasifican en:
- Principales: Son las especies presa predilectas, preferentemente seleccionadas por
un tipo de depredador y que constituyen, por tanto, la base de su dieta. Por
ejemplo, el conejo es una especie principal para el lince.
- Alternativas o secundarias: Son presas consumidas de forma ocasional por un
determinado tipo de depredador, que pueden adquirir un destacado papel en la
dieta de los mismos en circunstancias de escasez de la presa principal o de
abundancia y fácil disposición de la propia especie alternativa.
3. DINÁMICAS POBLACIONALES
Se denomina dinámica poblacional a la variación experimentada por los parámetros que
definen una población biológica (tamaño, dimensiones físicas, estructura y composición)
en el espacio y en el tiempo. Queda determinada por la sucesión de unos factores
desencadenantes de los cambios y por los mecanismos que presentan las poblaciones para
asumirlos, en pos de la supervivencia de la especie. Existen tres aspectos reseñables:
Dinámica de dispersión, dinámica de densidad y dinámica de crecimiento.
3.1 Dinámica de dispersión
Definida por los desplazamientos que se producen dentro de la población y los
movimientos migratorios. Son características del primer grupo las expulsiones de las
crías del grupo familiar, por ejemplo. En cuanto a las migraciones encontramos:
Emigración: Abandono definitivo de un área para ocupar otra distinta que presenta
mejores condiciones ecológicas para la subsistencia.
Inmigración: Llegada de individuos procedentes de otra población al espacio
donde ya existe un grupo residente.
Invasión: Ocupación, por parte de la población, de un área donde hasta el
momento no se encontraba.
3.2 Dinámicas de densidad
Es la fluctuación en el espacio de la concentración de individuos en un área. Estas
oscilaciones pueden responder a:
Cambios graduales: Es frecuente la mayor densidad de individuos en el centro de
una zona y la disminución hacia la periferia.
Zonas de concentración: Suceden fruto de la aparición de condiciones
destacadamente más propicias para el desarrollo de las funciones ecológicas de
una especie que las circundantes. Por ejemplo, concentración de conejos en un
pasto.
3.3 Dinámicas de crecimiento poblacional:
Se refiere al aumento que experimenta la población en el transcurso de un tiempo
determinado, descontando la mortalidad.
Se denomina tasa de crecimiento a la diferencia entre la tasa de natalidad y la tasa de
mortalidad de los individuos.
Para asegurar la supervivencia de una población, los organismos pueden presentar dos
extremos en cuanto a estrategias de crecimiento se refiere: la estrategia r y la estrategia
k.
La estrategia r define a especies capaces de producir un gran número de descendientes en
cortos períodos de tiempo, si bien estos tienen pocas probabilidades de supervivencia por
la falta de cuidados paternos y por los pocos recursos defensivos de que son dotados. No
obstante, presentan una enorme capacidad de adaptarse a la fluctuación de las condiciones
ambientales.
La estrategia k es propia de especies que invierten una gran cantidad de recursos en unos
pocos descendientes, lo que las convierte en vulnerables respecto a la suerte que corra un
pequeño grupo de individuos. Sus densidades se mantienen próximas a la capacidad de
carga del medio y son muy sensibles a las perturbaciones ambientales.
3.4 Efecto fuente-sumidero
En este contexto de dinámicas poblacionales se habla del efecto fuente-sumidero cuando,
dentro de una misma área como puede ser un coto o una finca cinegética, existen zonas de
crecimiento poblacional positivo en ausencia de inmigración (fuentes) y otras áreas con
crecimiento negativo o decrecimiento de la población (sumideros).
Esta circunstancia biológica se reproduce bajo influencia antrópica cuando se realizan
controles poblacionales de predadores en una zona determinada. La erradicación de
individuos de manera puntual provoca la liberación de sus territorios y los vuelve aptos
para la colonización por parte de nuevos especímenes, que llegan procedentes de terrenos
con una mayor producción y crecimiento.
De este efecto se desprenden diversas consecuencias, positivas y negativas:
- Ha sido aprovechado tradicionalmente en las translocaciones, que son
repoblaciones o sueltas realizadas dentro de un coto o finca con individuos
procedentes de zonas más prolíficas de los mismos.
- Determina la gran efectividad del control de urracas mediante cajas trampa, dada
la inmediatez de reacción de estas aves territoriales para defender o colonizar sus
dominios.
- Hace inefectivos los controles de predadores a pequeñas escala espacial, dado que
se producen recolonizaciones en aquellos puntos con altas densidades en sus
proximidades.
4. REGULACIONES POBLACIONALES
Las abundancias de una población no pueden aumentar indefinidamente, sino que están
limitadas por la capacidad de carga del medio, es decir, por la cantidad de recursos
ecológicos disponibles para sustentar a los individuos que lo habitan, y reguladas por
mecanismos que le permiten adaptarse a las nuevas capacidades si se produce una
perturbación en ambiente. Los factores que determinan la capacidad de carga se clasifican
en dependientes o independientes, según su relación con la densidad, y en intrínsecos o
extrínsecos, según su relación con la población.
- Dependientes de la densidad: mortalidad, reclutamiento, depredación o
migración. La concentración de grandes densidades puede provocar la
propagación de enfermedades, la concentración de predadores…
- Independientes de la densidad: relativos a la disponibilidad de recursos o
catástrofes naturales, que afectan a la abundancia independientemente del grado de
concentración. Inundaciones en majanos y madrigueras naturales que acaban con
las poblaciones de conejo.
- Extrínsecos o externos a la población: competencia interespecífica, depredación,
enfermedades, parásitos o catástrofes climatológicas. Cuando la abundancia de
predadores o parásitos trasmisores de enfermedades provocan mermas en una
población, por ejemplo.
- Intrínsecos o internos a la población: competencia intraespecífica, aspectos
genéticos o comportamentales. La reproducción endogénica de una población
produce, a la larga, individuos débiles genéticamente.
4.1 El sistema de regulación predador-presa
Según lo desarrollado en el apartado anterior, la interacción predador-presa supone un
sistema de regulación extrínseco y dependiente de las densidades poblacionales.
El tamaño de una población de predadores queda limitado por la disponibilidad de presas,
pero, a su vez, el tamaño de la población de presas depende de la abundancia de
depredadores, estableciéndose un complejo y delicado equilibrio de coexistencia.
Para poder considerar que un predador está realmente regulando una presa debe existir
una relación entre las densidades de ambos y un paralelismo en la evolución de las
mismas. Si no, lo que se establece es una mera limitación.
Fruto de esta mutua dependencia, los depredadores reaccionan de diversas maneras a los
cambios de abundancia sufridos por las poblaciones de sus presas:
- Respuesta funcional o comportamental: Se produce un cambio a nivel de
individuo en el patrón de costumbres o comportamiento del predador, que aumenta
o reduce su tasa de captura y consumo en función de la disponibilidad de la presa.
- Respuesta poblacional o númerica: Se da un cambio en la dinámica a nivel de
grupo o población, variando parámetros del colectivo como la tasa de natalidad,
tasa de mortalidad, inmigración y emigración.
- Respuesta total: Es la suma de las dos reacciones anteriores
4.2 Otras regulaciones causadas por la depredación
La actividad llevada a cabo por un depredador en un área determinada no afecta
exclusivamente a las presas directas de este, sino que juega un papel destacado en la
compleja red de interacciones que constituyen un ecosistema. Así, la depredación:
- Reduce la competencia interespecífica entre distintas especies de presas
- Juegan un papel de regulación sanitaria, ya que eliminan con más facilidad a los
ejemplares heridos o enfermos, que perjudicarían a su propia especie.
- Determinan cambios en los comportamientos de las presas y de otros
depredadores. Regulan procesos naturales a gran escala, como la tendencia a la
proliferación o regresión de los grandes mamíferos en detrimento de los pequeños
o viceversa.
- Regulan indirectamente las poblaciones de otros depredadores.
-
TEMA 2.B
ASPECTOS GENERALES DEL CONTROL
POBLACIONAL SEGUIMIENTO
ASPECTOS GENERALES DEL CONTROL POBLACIONAL
SEGUIMIENTO
1. EVALUACIÓN DE LA NECESIDAD DE CONTROL
El control de depredadores es tan sólo una de las múltiples herramientas de que dispone el
gestor cinegético a la hora de alterar la tendencia natural de crecimiento o regresión de las
poblaciones en pos de alcanzar los objetivos perseguidos en un coto o finca.
Sin embargo, ya se ha señalado la fragilidad de las relaciones que se establecen en
cualquier ecosistema, por lo que las intervenciones que afecten al mismo deberán calcular
en la medida de lo posible la magnitud de las consecuencias producidas.
Algunas medidas encaminadas a aliviar el efecto de la depredación sobre las presas son
las siguientes:
- Captura de depredadores: Actúa directamente sobre la abundancia de la especie
predadora, con consecuencias directas sobre la abundancia de las presas. Es una
práctica muy habitual en especial para preservar todas aquellas especies de caza
menor que nidifican en el suelo, como la perdiz.
- Intervención sobre presas alternativas: Si se aumenta la cantidad de alimento
disponible para el predador en épocas especialmente sensibles para su presa, es
posible que éste divida sus capturas y afecte en menor medida a aquella especie
que nos interese preservar. Un posible efecto negativo sería que la mayor
disponibilidad de alimento supondría a medio o largo período una mayor
abundancia del carnívoro.
- Gestión del hábitat: Si se mejora la alimentación y el refugio de las presas se
incrementarán sus capacidades de defensa y disminuirá la tasa de predación,
aumentando la densidad de la especie a conservar.
- Gestión de otros depredadores: La re-introducción de súper-depredadores como
el lobo o el águila real contribuirían a regular de manera natural las poblaciones de
carnívoros medianos, e indirectamente repercutirían en la mejora de las
posibilidades de supervivencia de las presas menores.
- Gestión de la alimentación del depredador: Dado que la abundancia de
predadores dependerá directamente de la disponibilidad de los recursos totales, es
posible reducir sus densidades si se evitan fuentes de alimentación fácil y
permanente como suponen, para los zorros, los vertederos.
- Gestión de la presa: Se puede intervenir directamente en la curva predador-presa,
compensando la reducción producida en la población de presas debida a los
individuos capturados con la introducción mediante repoblación o suelta de nuevos
ejemplares, a fin de alcanzar tasas que garanticen la supervivencia de la especie a
largo plazo.
Para determinar la necesidad de realizar un control de predadores en un coto o finca,
resulta indispensable evaluar de manera objetiva tanto la abundancia de los mismos como
la cantidad disponible de presas. Para ello, es necesario efectuar un seguimiento de las
poblaciones a través de censos periódicos. Los métodos de aplicación más extendida para
los predadores cinegéticos más comunes se relatarán en apartados posteriores.
2. FACTORES QUE INFLUYEN EN EL ÉXITO DEL CONTROL
Existen diversos factores tanto biológicos como metodológicos que determinan la
probabilidad de éxito de una experiencia de control de predadores.
a) Factores metodológicos:
- Escala espacial: Los mejores resultados se obtienen cuando las medidas se
aplican sobre grandes superficies. Sectores controlados inferiores a 2.000
hectáreas reportan éxitos de entorno al 10%, mientras que extensiones superiores a
las 4.000 hectáreas aumentan estos porcentajes positivos a cerca del 85%.
- Escala temporal: Las campañas de control se muestran mucho más efectivas si se
extienden durante todo el año (hasta un 80% de éxito) que si se concentran
exclusivamente en los meses más conflictivos de la época de reproducción (30%).
- Especialización del personal: El éxito de las campañas de control depende
directamente de su ejecución por parte de personal especializado, preferiblemente
con dedicación exclusiva, en condiciones de máximo rigor metodológico.
- Sinergias positivas en control de varias especies: Los efectos positivos sobre las
poblaciones cinegéticas a proteger se multiplican por tres si se efectúan controles
poblacionales sobre todas las distintas especies de predadores oportunistas en un
área, en lugar de actuar sobre una única.
b) Factores biológicos:
- Calidad del hábitat: A igualdad de protocolo metodológico y de esfuerzo de
captura, los mejores resultados en la recuperación de las poblaciones cinegéticas se
consiguen cuando se dispone de una calidad de hábitat idónea y, por el contrario,
los efectos positivos se diluyen si existen restricciones poblacionales provocadas
por mala calidad ambiental.
- Presas alternativas: El impacto de los predadores sobre la especie objeto de
potenciación poblacional es mucho más acusado cuando las poblaciones de presas
alternativas, en general pequeños mamíferos, son escasas.
3. PLANIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO EN CONTROL DE PREDADORES.
3.1 Planificación
El inicio de la toma de medidas de control de predadores requiere de una estimación
inicial objetiva de la abundancia de los mismos. Para ello, es necesario obviar las
opiniones subjetivas o percepciones que se producen, especialmente en el sector de los
cazadores, tales como “esta especie va a más” o “de esto aquí ya no hay”. El control de
predadores no debería ser una medida sistemática ni una prioridad para la correcta gestión
de nuestros cotos o fincas.
Especies muy esquivas pueden ser abundantes, incluso en las proximidades de los núcleos
antrópicos y pasar totalmente desapercibidas. Por el contrario, especies escasas pueden dar
la percepción de ser abundantes si concentran su presencia o sus daños en zonas
puntuales, como el caso de los conejos.
Por ello, la realización de censos para el seguimiento de poblaciones de fauna resulta
fundamental. A la hora de programar estas actuaciones censales y determinar cuáles serán
los sistemas más apropiados de entre la diversa metodología posible, resulta clave
conocer:
- El objetivo del seguimiento
- La biología de las especies a seguir
- La superficie a cubrir y la duración prevista del seguimiento
- La precisión requerida
- Los recursos disponibles
- Las metodologías existentes
Por tanto, de forma previa a la ejecución de un programa de seguimiento se debe de
realizar el adecuado diseño del mismo, para la cual será conveniente, en general,
respaldarse en el asesoramiento científico y técnico.
3.2 Seguimientos de poblaciones. Censos.
A la hora de cuantificar la presencia de una población en una zona, podemos hablar de:
- Abundancia: Ofrece una estimación del tamaño de una población (número de
individuos) en relación a una referencia establecida o por comparativa con un
parámetro definido, como la intensidad de un esfuerzo. Por ejemplo, si en una
temporada se captura el doble de zorros que la anterior, se puede suponer que el
tamaño de la población total ese año es el doble de abundante.
- Densidad: Es el número de individuos por unidad de superficie.
Para estimar la abundancia y la densidad poblacional de una especie existen métodos
directos e indirectos. Hablamos de métodos directos cuando los animales son vistos o
capturados y de indirectos cuando su presencia puede ser reconocida a través de indicios
tales como huellas, excrementos, pelos etc.
3.2.1 Seguimiento de las poblaciones de zorro
a) MÉTODOS DIRECTOS BASADOS EN LA CAPTURA
Captura- marcaje-recaptura
Esta técnica sirve para estimar la densidad de la población. El método consiste en realizar
una primera captura en la cual se marca (marca física u observaciones mediante
fototrampeo), de manera individual, un número determinados de individuos de la
población de zorros y se dejan en libertad.
Pasado un tiempo se vuelven a capturar (recapturados) individuos de la misma población
y se analiza la relación entre los recapturados respecto al número total de los capturados
para estimar el tamaño de la población.
Es un método que se puede aplicar a escala local y no se ve condicionada por el hábitat,
pero uno de los mayores inconvenientes de esta práctica es el coste económico que
conlleva el marcaje de los individuos y la necesidad de formar de manera adecuada a
aquellos que van a realizar la tarea.
Radio-seguimiento
La técnica del radio-seguimiento o radio tracking consiste en localizar a los individuos de
la población mediante ondas de radio. Para ello los ejemplares han de portar un
dispositivo transmisor (vía radio o satélite) que emita ondas para que sean localizadas por
un receptor. Es un método muy eficaz para estimar la densidad de la población.
Este método nos va a proporcionar información sobre la zona de campeo (superficie de
terreno que ocupa el animal), la movilidad de los individuos de esa especie, áreas de
alimentación, mortalidad (modifican el ritmo de la señal de la onda si el transmisor no se
mueve durante un tiempo) y las zonas de reproducción, entre otras.
Algunos de los inconvenientes de esta técnica es la dificultad de detectar los transmisores
a largas distancias por lo que debe utilizarse a escala local. Por otro lado también exige un
alto coste económico y la necesidad de formar de manera adecuada a los ejecutores.
Índices de captura
Mediante este método obtenemos el índice de abundancia de la especie relacionando
capturas por unidad de esfuerzo, es decir, el número de capturas por zona y para las
diferentes temporadas.
Para ello se aprovechan los datos de campañas de trampeo anteriores lo que conlleva la
ventaja de ser un método de bajo coste porque es una información de la que se dispone,
pero que al mismo tiempo tiene el inconveniente tanto de depender de las campañas de
trampeo que se realicen, como de la homogeneidad de su realización (influyen factores
como la mano de obra, las trampas usadas, etc.)
Estadísticas de caza
Mediante el número de individuos cazados cada año se determina el índice de abundancia.
Como el método anterior, este también permite utilizar información ya existente por lo
que supone bajo coste. A diferencia de los métodos anteriores, éste puede aplicarse a
escala regional o nacional.
Los inconvenientes los encontramos en la forma de recoger los datos así como en los
niveles de presión de caza a lo largo del tiempo y en las diferentes regiones.
b) MÉTODOS BASADOS EN LA OBSERVACIÓN DIRECTA
Conteos en batidas
El conteo en batidas consiste en una línea de batidores (en contacto visual entre sí) que
recorren un área determinada registrando los individuos observados. La precisión de este
método dependerá de la cantidad de batidores que participen, puesto que un número bajo
de participantes significaría la fuga de ejemplares que no ha sido registrados. En este
punto, la presencia de perros adiestrados mejora los resultados. Otra forma de mejorar la
precisión de este método sería la delimitación del área mediante cuatro grupos de
batidores. De este modo, una de las líneas avanzaría mientras las otras tres se quedan en el
lugar.
La densidad es el cociente entre el número de animales registrados y el área abatida, por lo
que también se puede decir que debe utilizarse en áreas pequeñas. Aunque es un método
preciso presenta el inconveniente de un elevado costo de realización debido al elevado
número de personas que se necesitan para realizarlo.
Conteos en transectos
El conteo en transecto consiste en recorrer una distancia determinada, en un vehículo y a
baja velocidad, para registrar y anotar todos los ejemplares avistados. Dado las
características del zorro es conveniente realizarlo por la noche.
Existen varias modalidades de conteos en transectos que, en función de la manera de
llevarlo a cabo y de la información obtenida, podemos diferenciarlos en:
o Índice kilométrico de abundancia (IKA)
Refleja el número de zorros existentes por kilómetro recorrido por tanto este método
refleja niveles de abundancia no densidades. Para estimar densidades (nº
individuos/unidad de superficie) es necesario disponer de una o dos bandas de anchura
determinada que sean laterales y paralelas a la línea de trayecto.
Previamente al censo debe realizarse un estudio de detectabilidad de las zonas a muestrear
ya que en zonas de baja visibilidad no puede llevarse a cabo. Esto resulta un
inconveniente ya que no permite comparar zonas con visibilidades diferentes y además
está condicionada por el tipo de hábitat y por la presencia de infraestructuras como
caminos o carreteras.
Por otro lado es un método económico que no precisa de personal especializado para
ejecutarlo y que puede ser aplicado a nivel local y regional.
o Transectos lineales en banda de anchura fija
A diferencia del IKA, en este método se determina un ancho de banda donde se presupone
que la detectabilidad de los individuos es del 100%. En este caso se estima la densidad de
la población.
o Transectos lineales con metodología de muestreo de distancias
El procedimiento es el mismo que para calcular el IKA pero en este caso, en cada
observación se anota la distancia perpendicular a la línea de recorrido. Para que los
resultados sean fiables son necesarias al menos 30 observaciones. Para obtener la
distancia se requiere un telémetro. Como en el apartado anterior, aquí también se estima la
densidad.
Este método no permite comparar zonas con visibilidades diferentes y está condicionado
por el tipo de hábitat y por la presencia de infraestructuras como caminos o carreteras.
Además es necesaria cierta formación para llevarlo a cabo. Por otro lado es económico y
puede ser aplicado a nivel local y regional.
Observaciones no sistemáticas
El índice de abundancia se puede obtener mediante observaciones no sistemáticas o no
estructuradas, esto es, mediante el registro de todos los avistamientos de la especie en una
superficie determinada, refiriendo las observaciones a la unidad de esfuerzo como el
número de observadores, la distancia recorrida o el tiempo pasado en el campo.
Es un método que no requiere una gran inversión y que además no presenta
complicaciones en su ejecución. Es de aplicación local y necesita ser ampliado
constantemente por nuevos registros y ser corregido en función de los esfuerzos.
c) MÉTODOS INDIRECTOS BASADOS EN INDICIOS
Hasta el momento hemos estudiado cómo censar mediante el conteo directo del individuo
pero en este apartado veremos cómo hacerlo basándonos en métodos indirectos en los que
se estima la abundancia de la población mediante los indicios o las señales dejadas por los
individuos. La idea principal de esta metodología es que la abundancia de rastros que
dejan los individuos en el campo es proporcional al tamaño de la población.
Los métodos indirectos son más económicos puesto que requieren menos trabajo y no
están tan condicionados por el hábitat. El inconveniente es que no suele saberse con
exactitud la relación entre el índice de abundancia que obtenemos y la densidad.
Estos métodos pueden ser aplicados para detectar cambios en la abundancia tanto a nivel
regional como nacional.
Conteo de madrigueras de cría
El conteo de madriguera de cría consiste en buscar y contar las madrigueras que estén en
funcionamiento en la fase de reproducción del zorro. Se debe llevar a cabo después de la
paridera, aproximadamente entre abril y mayo, entre las semanas 4 y 6 de los cachorros.
Es un método ampliamente utilizado para estimar la densidad de los reproductores cuya
aplicación es local. Las desventajas las encontramos en la necesidad de contar con
personal cualificados para realizar las tareas así como un coste elevado. Además no se
obtiene información de los individuos no reproductores de la población.
Transecto de huellas
Método que se aplica localmente, no presenta complicaciones y además es económico. Se
trata de realizar recorridos lineales en los que se contabilizan las huellas observadas. El
número de huellas anotadas por unidad de muestreo y día se utiliza para estimar el índice
de abundancia que sirve para ser contrastado en diferentes áreas o periodos de tiempo.
Como desventajas cabe mencionar que para poder observar las huellas del zorro se
requieren suelos apropiados como son los arenosos o con nieve. Los factores ambientales
también juegan un papel importante en la desaparición de las huellas. También hay que
tener en cuenta la eficacia del observador en la lectura de éstas.
Estaciones de huellas
Las estaciones de huellas pueden establecerse en zonas donde se han avistado zorros
anteriormente y/o ser atraídos mediante la utilización de cebos con olor. A estas últimas
estaciones se las conoce como estaciones olfativas. Las estaciones se visitan
periódicamente. El índice de visitas se expresaría como el número de huellas por estación
y noche.
El conteo de huellas permitirá conocer el índice de abundancia. También nos aporta
información sobre la conducta del zorro, edad, hábitos de forrajeo, etc. La limitación
estriba en la necesidad de tener un suelo que permita el marcaje y la detección de las
huellas
Como se ha dicho en el párrafo anterior sólo sirve para calcular abundancia, no
densidades. Es un método de bajo coste y fácil instalación aunque requiere una correcta
formación de los ejecutores y no permite comparar los resultados con otras zonas. Su
ámbito de aplicación es local.
Trampas de pelo
Se establecen dispositivos preparados para la recogida de pelos. El pelo obtenido es
posteriormente procesado en el laboratorio, obteniéndose la especie mediante técnicas
microscópicas y el sexo e individuos mediante técnicas moleculares.
Con este método puede conocerse si existe presencia del zorro así como la densidad, si
finalmente se comprueba que los pelos recogidos pertenecen a éstos. Los inconvenientes
serían el alto coste económico que suponen los análisis en el laboratorio así como los
materiales para la correcta preparación de los dispositivos de la captura de pelos.
El ámbito de aplicación es puntual.
Conteo de excrementos
El conteo de los restos fecales de un animal permite calcular el índice de abundancia de la
especie objeto de estudio. Para llevarlo a cabo es necesario delimitar el área de estudio
donde se recogerán los restos fecales. Puede ser tanto un recorrido como una superficie
determinada.
La identificación visual de los restos puede llevar a error por lo que son necesarias la
aplicación de técnicas moleculares para una mayor precisión.
Es un método sencillo y económico de ámbito local y/o regional y que además es
aplicable a diferentes hábitats. Se requiere que los profesionales involucrados estén
adecuadamente formados aunque las mayores limitaciones de este sistema es el efecto de
la meteorología en los restos fecales.
Podemos dividir el conteo de excrementos en dos modalidades:
o Conteo de excrementos sin limpieza
Se contabilizan las muestras fecales encontradas en el área de estudio en un momento
determinado
o Conteo de excrementos con limpieza
Con esta modalidad es posible estimar la densidad de población pero para ello es
necesario conocer la tasa de de defecación de la especie. Este método consiste en realizar
una limpieza de excrementos en el área de estudio previa a la recogida de restos fecales.
Después se vuelve a visitar la zona y se anotan los restos encontrados. La relación de la
tasa de defecación con los restos anotados estima la densidad.
Identificación molecular de excrementos
Esta metodología consiste en la identificación molecular en laboratorio de los
excrementos frescos recogidos en el área de estudio. Mediante estos estudios se puede
conocer la especie a la que pertenece y el sexo. Con los resultados se puede estimar la
densidad de la población.
Los inconvenientes de este tipo de estudio es el alto coste que supone los análisis así como
poder contar con un laboratorio especializado.
3.2.2 Seguimiento de las poblaciones de urraca
a) MÉTODOS BASADOS EN LA CAPTURA
Estadísticas de caza
Análisis de los resultados de ejemplares cazados en años anteriores, de manera que se
puede obtener un índice relativo de abundancia, asumiendo la obviedad de que se captura
más cuanto mayor es la población de urracas.
Dado que aprovecha información existente es un método económico y rápido, aplicable a
escala local, aunque no es aplicable si no existen registros anteriores y la correspondencia
con la realidad depende del esfuerzo de caza realizado.
b) MÉTODOS BASADOS EN LA OBSERVACIÓN
La urraca es una especie de hábitos diurnos, de fácil detección e identificación. Por tanto,
los métodos de observación directa supondrán en este caso una alternativa muy
recomendable, válida y económica a la hora de estimar abundancias.
Transectos lineales
Se realizan itinerarios diseñados sobre plano y se anotan los ejemplares de urraca
detectados. Si se anotan las distancias de observación o se trabaja con anchos de banda de
detección fijos, se pueden estimar las densidades.
Son métodos de bajo coste si pretendemos obtener índices de abundancia, pueden ser algo
más complejos y costosos si se introduce como variable el uso de una banda de ancho fijo
o si se requiere la medida de las distancias del punto de avistamiento a la línea de avance.
Estaciones fijas
Se eligen puntos con buena visibilidad dentro del coto o finca y se anotan todos los
ejemplares detectados para obtener índices de abundancias. Si se establece un radio fijo de
conteo o se introducen en la fórmula de cálculo las distancias al punto de avistamiento
obtenemos las densidades.
Son un método ideal para aves y especialmente para córvidos debido a su bajo coste y a la
versatilidad de aplicaciones.
c) MÉTODOS BASADOS EN INDICIOS
Conteo de nidos
Se prospecta en el diseño una superficie determinada y se anotan todos los nidos de la
especie avistados en el área. Ofrecen una estimación de la densidad de población
reproductora a escala local, aunque presenta el inconveniente de que no tiene en cuenta a
la población no reproductora.
3.2.3 Trampeo fotográfico
Mención aparte, por el reciente auge de la tecnología y el creciente número de
aplicaciones merece el foto-trampeo. La técnica consiste en la instalación de unas cámaras
fotográficas en el medio natural, capaces de realizar de forma automática fotografías y
vídeos al ser activadas por la actividad en sus inmediaciones de algún animal.
Se muestran especialmente útiles a la hora de observar y estudiar animales esquivos o de
hábitos nocturnos, dado que su sistema infrarrojo permite el funcionamiento en todo tipo
de condiciones y en la oscuridad.
Surgida en el campo de la investigación científica, sus bondades se han extendido a
ámbitos como la gestión cinegética o el ocio, fruto del abaratamiento y accesibilidad al
gran público de la tecnología asociada.
En la caza resultan especialmente útiles a la hora de realizar censos de población. A tales
fines, el diseño de colocación de las cámaras debe realizarse de manera que al final del
periodo de muestreo se hayan abarcado todas las zonas dentro del área de estudio.
Especies con patrones peculiares de marcas en el pelaje, fácilmente reconocibles a nivel
de individuo son monitorizadas con gran detalle y multitud de posibilidades gracias al
foto-trampeo.
Las ventajas de este método es que las cámaras pueden permanecer largo tiempo en su
lugar y detectar la presencia de forma automática, lo que reduce la necesidad de presencia
humana y su interferencia en los ciclos biológicos naturales. Por otro lado, supone un
coste elevado y la superficie cubierta es pequeña por lo que su escala de aplicabilidad es
local. Además también incluye las desventajas del método de captura-marcaje-recaptura.
3.3 La época de control
Otro de los factores fundamentales a conocer, una vez determinada la necesidad de
control, es la época adecuada para realizarlo de forma que se maximice el efecto
perseguido. En líneas generales, los controles serán tanto más eficaces cuanto más
estables sean las poblaciones sobre las que se pretende actuar.
En el caso del zorro, la dispersión poblacional suele producirse a finales de verano y en
otoño, estabilizándose durante el invierno y permaneciendo más o menos estable hasta
una vez superada la época de cría, en los meses de marzo y abril. Por tanto, cabe esperar
que los controles de la especie sean especialmente efectivos en invierno y primavera,
reforzadas estas circunstancias por el hecho de que la mayoría de especies de caza menor
se reproducen en marzo o abril, por lo que los efectos protectores serán mucho mayores.
La urraca presenta una movilidad poblacional a escala mucho más reducida, y por
consiguiente, poblaciones más estables. Las trampas con señuelos vivos serán a priori
más efectivas en los períodos del año en que muestren una conducta más territorial
(individuos del mismo sexo en la época de apareamiento…).
4. CONTROL DE PREDADORES POR RAZONES SANITARIAS
4.1 Sanidad humana y de interés público
El carácter oportunista y generalista de algunos de los predadores ibéricos les conduce en
numerosas ocasiones a invadir y ocupar las proximidades de entornos habitados por los
humanos (parques, vertederos, puertos pesqueros, granjas…) en busca de fuentes de
alimento accesibles y en abundancia. Esta cohabitación comporta unos riesgos sanitarios
cuya máxima expresión es la ocurrencia de zoonosis, enfermedades que son transmitidas
de los animales a las personas y de las personas a los animales. Las vías de transmisión
más frecuentes incluyen la inhalación, el contacto directo, la exposición a la orina o
materia fecal, la ingesta de alimentos o agua contaminados, el manejo de animales
muertos o enfermos o el contacto con sus fluidos y tejidos.
Estos mismos predadores presentan en ocasiones comportamientos carroñeros y otros
hábitos conductuales que los convierten en un vector ideal para la propagación y difusión
de epizootias, no sólo entre individuos de su especie, sino para especies distintas, tanto
silvestres como domésticas.
Es por ello que los métodos de control de predadores pueden constituir un instrumento
para la prevención o gestión de emergencias sanitarias. Fuera del ámbito del control de
predadores, la ley prevé ejecutar acciones de trampeo cuando las autoridades competentes
lo determinen necesario por motivaciones de seguridad y salud pública.
Algunas de las enfermedades más relevantes a tener en cuenta son:
a) Rabia
Enfermedad neurológica causada por un virus que puede ser contraída por cualquier
mamífero, incluido el hombre y que resulta letal en la práctica totalidad de los casos.
Aunque España se encuentra libre, existe una epizootia a nivel europeo que se concentra
especialmente en los países del este y de las repúblicas bálticas: Rumania, Croacia, Rusia,
Serbia…y se detecta casos cada año en las ciudades de Ceuta y Melilla, así como en todo
el norte de África. Esta circunstancia recomienda mantener los protocolos y precauciones
frente a la enfermedad que consisten básicamente en la vacunación de perros y gatos y la
intensificación de los controles fronterizos.
Aunque puede ser trasmitida por cualquier mamífero salvaje o doméstico infectado, el
principal reservorio en Europa son el zorro, el perro mapache y algunas especies de
murciélago, y los perros son en el 99% de los casos las fuentes de trasmisión a humanos.
La forma más frecuente de contagio es la mordedura, por el contacto de la saliva que
contiene el virus con la sangre y los fluidos corporales, aunque también pueden darse
procesos infectivos por arañazos o heridas en la piel.
En el marco cinegético cabe reseñar la probabilidad de contagio de zorros a perros y de
estos a sus propietarios. La vacunación de raposos mediante cebos es una de las medidas
que están surgiendo efecto a la hora de contener la epidemia europea.
b) Sarna
La sarna es una enfermedad de la piel causada por un ácaro parásito que provoca un
debilitamiento general del animal afectado y presenta como síntomas comunes: comezón,
irritación de la piel y picor intenso, pérdida de pelo, sequedad y escamosidad de la piel,
aparición de quistes y protuberancias en los folículos pilosos con segregaciones líquidas
asociadas…
Se trasmite por contacto directo. Entre los carnívoros es muy frecuente en el zorro, que
puede propagarla a especies de alto valor e interés cinegético, muy propensas al contagio,
como la cabra montés, el rebeco o el arruí.
El control de predadores puede ser una herramienta útil de contención de la enfermedad
en zonas puntuales en las que se concentren abundancias reseñables de zorros afectados,
alcanzando niveles de epizootia a pequeña escala.
c) Tuberculosis
Infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones aunque puede
propagarse a otros órganos. Aunque es una enfermedad más extendida entre grandes
mamíferos como el ciervo, el gamo o el jabalí, se han dado casos esporádicos en
predadores oportunistas como el tejón.
El contagio al hombre se produce principalmente por consumo de leche y productos
lácteos procedentes de animales infectados que no han sido sometidos al tratamiento
térmico adecuado.
Entre animales la trasmisión más frecuente es aerógena, por lo que la presencia de
carnívoros vectores como el tejón en las proximidades de los núcleos urbanos pueden
suponer un riesgo, susceptible de ser visionado o seguido a través de las capturas
esporádicas en las labores de control de predadores.
4.2 Sanidad del ecosistema
La predación ejerce un efecto regulador en el estado sanitario de las presas, reforzando el
concepto de la “supervivencia del más fuerte”.
Los depredadores capturan con mayor facilidad individuos débiles genéticamente, viejos o
enfermos, lo que repercute en la pervivencia de los ejemplares más fuertes y adaptados y,
por tanto, en la supervivencia de la especie a largo plazo.
Otro de los impactos beneficiosos, quizás poco estudiado, es la fundamental labor que
ejercen los predadores oportunistas al devorar carroñas. Los cadáveres de presas enfermas
son un foco potencial para la propagación de epidemias y epizootias que son, en cierta
medida, contenidas de esta manera.
5. Aspectos sociales y de compatibilización con otros intereses
El control de predadores es una faceta de la gestión cinegética que, como cualquier otra en
el ámbito venatorio, comporta conflictos de intereses por el uso y explotación del monte y
de sus recursos. Además, conlleva de forma inherente el lastre de la incomprensión social,
que comparte también con la actividad de la caza. Es difícil hacer ver la necesidad de esta
actividad a grupos totalmente ajenos al sector cinegético o ganadero, que padecen más
intensamente los efectos dañinos de especies como el zorro.
Se enumeran a continuación distintos agentes sociales que interactúan en el monte y su
relación con el control de predadores:
- Cazadores: Los predadores “compiten” con los cazadores por las mismas presas.
La visión general del sector, extremada en ocasiones, apunta a la conveniencia de
erradicar de forma total a las especies depredadoras.
- Ecologistas: El punto de vista del ecologismo suele centrarse en el bienestar
animal, confundiendo la necesaria regulación de una especie con la exterminación
de la misma y, por tanto, oponiéndose sistemáticamente a cualquier actuación que
implique la intervención en el medio.
- Agricultores: Los agricultores perciben a diario los daños ocasionados en sus
cultivos por las poblaciones “presa”, como el conejo o la liebre, por lo que el
control de sus predadores naturales jugará un papel en contra de sus intereses.
- Ganaderos: Es frecuente la aparición de mamíferos o aves de granja, palomos
deportivos, incluso gatos domésticos devorados por algún predador oportunista
que se ha adaptado peligrosamente bien a las posibilidades y ventajas alimentarias
que ofrecen los entornos humanos. El control de los agentes dañinos son para este
grupo económico una necesidad.
- Otros usuarios: En el monte confluyen muchos otros usuarios, como ciclistas o
senderistas, que pueden interferir involuntariamente con las actividades de control.
Aunque el diseño de los métodos impide que puedan causar daño alguno por
intercepción accidental con los mismos por parte de las personas, sí es habitual,
por ejemplo, la captura accidental de perros que pasean con sus dueños.
En estos términos, cabe defender el control de predadores como un instrumento
fundamental para la gestión cinegética, aunque es necesario supeditarlo a una regulación
rigurosa de los métodos, la planificación y los propios objetivos, en pos de la máxima
compatibilización de intereses con otros sectores.
TEMA 3
ESPECIES PREDADORAS OBJETIVO
Y NO OBJETIVO
ESPECIES PREDADORAS OBJETIVO Y NO OBJETIVO
1. ESPECIES OBJETIVO Y NO OBJETIVO
Para programar e iniciar una acción de trampeo, es necesario conocer cuáles son las
especies objetivo y no objetivo de nuestras capturas, así como el proceso o tratamiento a
seguir una vez capturado el animal, en función del espécimen de que se trate.
Se consideran especies objetivo las determinadas en la autorización de trampeo expedida
por las autoridades competentes. Cualquier especie puede ser considerada “objetivo”, si
bien la mayoría de ellas reciben este tratamiento exclusivamente con finalidades
científicas o por medidas excepcionales con el fin de evitar perjuicios justificados e
importantes en materia de seguridad y salud pública, seguridad aérea, daños a cultivos,
bosques y ganado, o afecciones sobre la pesca o calidad de las aguas. Las especies
objetivo desde el punto de vista de la caza y de la gestión de cotos y fincas, en las que se
centrará por tanto nuestro interés, son las recogidas en el Decreto 188/2014, de 7 de
noviembre, del Consell: el zorro y la urraca, que tienen la consideración de especies
cinegéticas depredadoras.
El tratamiento de los animales capturados vendrá determinado por las propias
autorizaciones administrativas. Los más comunes son el sacrificio, la translocación o el
marcaje y liberación.
Cualquier especie no contemplada como objetivo se denomina especie no objetivo. En
función de la metodología de trampeo (trampas empleadas, ubicación, cebos empleados)
nos encontraremos con unas u otras especies no objetivo, susceptibles de ser capturadas
accidentalmente. El tratamiento de estas especies será, con carácter general, la inmediata
liberación. En caso de animales en mal estado o dudas se contactará con las autoridades
competentes para estudiar su traslado a un centro de recuperación de fauna salvaje u otra
medida determinada por aquéllas.
La persona acreditada para la acción de trampeo debe conocer adecuadamente todas las
especies potencialmente capturables de su zona de trabajo, tanto objetivo como no
objetivo, para poder realizar las acciones de manejo correspondientes.
Para la identificación visual de las especies se recomienda el uso de guías de campo, ya
sea en formato papel o virtuales.
2. GENERALIDADES DE LA PROTECCIÓN LEGAL DE FAUNA SILVESTRE
Todas las especies de fauna silvestre tienen algún tipo de regulación, según la Ley
42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad:
a) Régimen de protección general
Queda prohibido dar muerte dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales
silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico. Esta
prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, recolección y
retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos, así
como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus
restos, incluyendo el comercio exterior.
Para los animales no comprendidos en el régimen de protección especial o en peligro de
extinción, estas prohibiciones no se aplicarán en los supuestos con regulación específica,
en especial en la legislación de montes, caza y agricultura, como es el caso de las especies
cinegéticas.
b) Régimen de protección especial
Existe un régimen de protección especial para aquellas especies incluidas en el Listado de
Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Real Decreto 139/2011). La
inclusión de una especie, subespecie o población en este listado conlleva las siguientes
prohibiciones genéricas:
- Tratándose de animales, incluidas sus larvas, crías, o huevos, la de cualquier
actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlos, perseguirlos o
molestarlos, así como la destrucción o deterioro de sus nidos, vivares y áreas de
reproducción, invernada o reposo.
- Poseer, naturalizar, transportar, vender, comerciar o intercambiar, ofertar con fines
de venta o intercambio, importar o exportar ejemplares vivos o muertos, así como
sus propágulos o restos, salvo en los casos que reglamentariamente se determinen.
- Estas prohibiciones se aplicarán a todas las fases del ciclo biológico de estas
especies, subespecies o poblaciones.
Excepciones. Las prohibiciones establecidas en este capítulo podrán quedar sin efecto,
previa autorización administrativa de la Comunidad autónoma, si no hubiere otra solución
satisfactoria y sin que ello suponga perjudicar el mantenimiento en un estado de
conservación favorable de las poblaciones de que se trate, en su área de distribución
natural, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
- Si de su aplicación se derivaran efectos perjudiciales para la salud y seguridad de
las personas.
- Para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado, los bosques, la pesca
y la calidad de las aguas.
- Cuando sea necesario por razón de investigación, educación, repoblación o
reintroducción, o cuando se precise para la cría en cautividad con tales fines.
- En el caso de aves, para prevenir accidentes en relación con la seguridad aérea.
- Para permitir, en condiciones estrictamente controladas y mediante métodos
selectivos la captura, retención o cualquier otra explotación prudente de
determinadas especies no incluidas en el Listado de Especies en Régimen de
Protección Especial, en pequeñas cantidades y con las limitaciones precisas para
garantizar su conservación.
- Para proteger la flora y la fauna silvestres y los hábitats naturales.
En todo caso, las respectivas CCAA pueden establecer listados de régimen especial
propios que habrán de ser tenidos en cuenta.
c) Categoría en peligro de extinción
Son especies bajo el régimen de protección especial con un grado de amenaza superior.
d) Especies cinegéticas
Las determinan las comunidades autónomas, pero en ningún caso pueden ser especies
incluidas en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial o Catalogo
Nacional de Especies Amenazadas. Con carácter general, su gestión debe garantizar su
conservación y fomento.
e) Especies exóticas invasoras
Son las especies incluidas en el Catálogo RD 630/2013. Su gestión no puede suponer
medida alguna de conservación o fomento, sino que debe tender a su erradicación. Perros
y gatos asilvestrados tienen esta condición. Teniendo en cuenta criterios de selectividad y
bienestar animal, las autoridades competentes autorizarán los métodos y condiciones de
captura más adecuados para el control, gestión y posible erradicación de especies animales
incluidas en el catálogo.
3. ESPECIES OBJETIVO
3.1 El zorro (Vulpes vulpes)
Descripción: Morfológicamente similar a un perro de tamaño medio o pequeño, esbelto,
con el morro alargado, orejas prominentes móviles y ojos redondos de color marrón
avellana. La cola es muy larga y está provista de abundante pelaje, en numerosas
ocasiones finalizado con una banda terminal de pelos blancos. Las extremidades son
cortas en proporción a su cuerpo.
El pelaje es suave y espeso, con coloración variable entre pálido-amarillenta hasta pardo-
rojiza. En las zonas ventrales de la cabeza y el tronco, y en las caras medias de las
extremidades, presenta una coloración blanco-crema, mientras que los extremos de orejas,
morro y extremidades son de color negro. Sufre una muda anual, entre primavera y otoño.
Dimorfismo sexual: Poco acentuado. El macho es ligeramente mayor que la hembra.
Organización: La estructura social del zorro depende de los recursos disponibles.
Normalmente, viven en grupos compuestos por una pareja reproductora, que constituye la
unidad básica y dominante, en la que permanecen los animales jóvenes, o a la que se
adhieren adultos complementarios o subordinados si la disponibilidad de recursos lo
permite. Cuanto más restrictivo es el medio que ocupan, más se acentúan los
comportamientos territoriales.
Reproducción: Los apareamientos suelen tener lugar en los meses de enero y febrero. El
óvulo tarda entre 10 y 14 días en implantarse en el útero tras la fecundación, e inicia
entonces una gestación de 53 días, que dará lugar a una época de partos concentrados en
torno a los meses de marzo o abril. La hembra puede aparearse con diversos miembros del
mismo grupo e incluso de grupos vecinos y pare en madrigueras, si dispone de ellas, o en
cualquier lugar seco y protegido de la intemperie, incluidas construcciones abandonadas.
La mortalidad intrauterina regula el número de cachorros de cada camada, que son más
prolíficas en años de bonanza ambiental, y oscilan entre alumbramientos de un único
cachorro y partos múltiples de hasta siete crías.
Hábitats: Ocupa todo tipo de hábitats que le ofrezcan un mínimo de refugio y alimento,
siendo una de las especies más generalistas al respecto.
Costumbres: La gran adaptabilidad del zorro se hace extensible a sus costumbres. Todo
tipo de comportamientos son posibles en esta especie, lo cual supone una gran ventaja
para colonizar todo tipo de hábitats. Existen zorros solitarios esquivos, grupos que
frecuentan entornos humanos y que incluso se acercan a las personas para robar el
alimento, depredadores acérrimos o visitantes usuales de vertederos. Sin embargo,
muestran una actividad principalmente nocturna. Durante el día descansan en
madrigueras, cavadas por ellos mismos, o en zonas con buena cobertura vegetal.
Los zorros depositan sus excrementos sobre elementos prominentes en la orografía del
terreno, donde son fácilmente olfateados por sus congéneres.
Alimentación: Es un omnívoro o carnívoro oportunista, que incluye en su dieta
mamíferos, invertebrados, aves y frutos. Es un cazador generalista, que aprovecha
aquellos recursos más abundantes y fáciles de obtener. Por tanto, es complicado
generalizar sobre sus preferencias. Sin embargo, es habitual considerar como recursos
principales para el zorro los conejos, pequeños roedores y liebres, y como recursos
secundarios la basura, la carroña, las aves, los invertebrados y los frutos. Finalmente,
existe constancia puntual de la ingesta de peces, cereales, erizos, incluso gatos domésticos
y otros zorros.
Distribución: El zorro es común en toda la Península Ibérica y está ausente de las islas
Baleares y Canarias.
Indicadores de presencia:
Excrementos
Cilíndricos, finos y alargados, poco uniformes, con superficie rugosa y sin
estrangulaciones.
Se suelen ubicar en puntos destacados, como encima de las piedras o la vegetación
baja de los caminos.
Frecuente color negro, por el carácter omnívoro de la alimentación. Son muy
característicos de la primavera cuando contienen invertebrados como los
escarabajos. En otoño presentan muchos restos de frutos. Si son blancos y duros
han comido carne y huesos y a veces con pelo gris si han comido conejos.
Fuerte olor muy característico de la especie.
Medidas aproximadas de 6-9 x 1,5 -2 cm.
Huellas
Marcan los 4 dedos con las uñas, huellas alargadas y se pueden separar los dos
dedos de delante de los de atrás por una línea que divida la huella
transversalmente.
Medidas aproximadas de 5x4 cm.
La mano es mayor que el pie: mano de 4 dedos de aproximadamente 5 x 4,5 cm.; y
pie también de 4 dedos bien marcados, de aproximadamente 5 x 4 cm.
Madrigueras:
Las zorreras son muy variables y se ubican en cuevas, roquedos o trigales, y suelen
tener varias bocas (2-12). Pueden compartirlas con tejoneras o agrandar vivares de
conejos. Es característica la tierra contigua a las bocas, consecuencia de la
excavación con las patas delanteras. Pueden ser sucias, con restos de presas
zamarreadas o de los zorrinos, por lo que huelen mal.
3.2 La urraca (Pica pica)
Descripción: Ave paseriforme de tamaño medio de la familia de los córvidos. Presenta un
plumaje de color blanco y negro que la convierte en fácilmente identificable. La cabeza,
pico, cola y patas son de color negro mientras que el pecho y gran parte de las alas son de
contrastado color blanco. La cola, larga, puede presentar las tonalidades azules o verdosas
en función de la luz. Posee una cabeza pequeña y un pico recto y fuerte.
Distribución: Se encuentra prácticamente en toda la península, a excepción de amplias
zonas de Andalucía y áreas puntuales en el resto de la geografía. Ausente en Baleares,
Canarias, Ceuta y Melilla, su área distributiva se encuentra en clara expansión.
Hábitat: Exceptuando los bosques densos y las zonas situadas a más de 1500 m de altura,
la urraca está presenta en prácticamente cualquier hábitat. Prefiere zonas cercanas a
campos roturados o degradadas por hombre y cercanas a núcleos urbanos. Estas aves se
han adaptado a diferentes ambientes así como a zonas muy antropizadas y con gran
presencia del ser humano.
Alimentación: Ave omnívora generalista, muestra preferencia por los insectos y cereales,
aunque no desaprovecha ningún recurso disponible como carroñas, huevos o polluelos.
Pueden depredar sobre otras aves, anfibios, reptiles o micromamíferos.
Reproducción: Realizan una única puesta en primavera (abril-mayo) y suelen poner de 4
a 9 huevos por nido. El periodo de incubación dura aproximadamente 20 días. Una vez
han eclosionado, los polluelos permanecen al cuidado de los padres durante un mes hasta
que empiezan a volar.
Hábitos y costumbres: Son aves monógamas y bastante sociales fuera de la temporada
de cría, formando bandos y dormideros. Son animales astutos con capacidad de
comunicarse con individuos de su misma especie. Cuando sienten que están en peligro
llaman avisan a sus congéneres mediante graznidos y si son atacadas por otra ave
predadora se unen para volar alrededor de ésta, increpándola y tratando de evitar el
ataque. En el caso de encontrar un animal muerto también se agrupan y emiten graznidos
con el objetivo de alertar a cuervos y buitres y que éstos abran la dura piel del cadáver.
Cuando los carroñeros han tomado su parte, las urracas se alimentan del resto.
4. ESPECIES NO OBJETIVO. AVES.
Muchos de los modelos de trampas autorizadas hasta la fecha resultan muy poco
selectivos para especies de aves depredadoras protegidas. Es el caso de los distintos tipos
de cajas trampa con cebo vivo o muerto. Las aves depredadoras que pueden verse
afectadas potencialmente por las actividades de trampeo y la utilización de estos medios
son las rapaces, diurnas y nocturnas (águilas, halcones, búhos y buitres…) y los córvidos
(cuervos, grajos, urracas…).
Todas las especies de rapaces están protegidas y no pueden someterse a explotación o
gestión de sus poblaciones, salvo en casos contemplados por excepciones al régimen
general de protección. Así, son especies que no pueden ser sometidas a programas de
control de depredadores con fines de mejorar la abundancia de poblaciones de especies
cinegéticas.
En el caso de los córvidos algunas especies están también protegidas y no pueden ser
objeto de control, como el cuervo, la chova piquirroja, el arrendajo, el rabilargo y la graja,
mientras que otras sí pueden estar sometidas a explotación o gestión a través de
autorizaciones de las administraciones competentes. Estas especies son la urraca, la
corneja y la grajilla.
Una vez conocidas las especies de aves que pueden y no pueden ser objeto de actuaciones
de trampeo a través de autorizaciones no excepcionales concedidas por la administración,
es importante saber en qué tipo de ambiente o hábitat nos movemos, para conocer qué
especies están presentes en la zona, en qué épocas y cuáles pueden verse afectadas por la
actividad de trampeo.
4.1 Especies no objetivo susceptibles de captura accidental
Para desarrollar correctamente las actividades de trampeo es necesario tener un excelente
conocimiento de las especies de aves existentes en la zona de trabajo. Solo de este modo
se pueden gestionar adecuadamente los trabajos de seguimiento, control y manejo de la
fauna silvestre. Por ello, se enumeran a continuación las especies de aves existentes en
España, resaltando las más comúnmente presentes en la Comunidad Valenciana y que por
tanto podrían verse afectadas por actividades de trampeo con distintos métodos.
Se ordenan según la categoría de protección del catálogo nacional de especies
amenazadas según el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero. Para su identificación y
reconocimiento es preciso contar con la ayuda de guías de identificación en campo:
A) RAPACES DIURNAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Quebrantahuesos Gypaetus barbatus
Águila imperial ibérica Aquila adalberti
Milano real Milvus milvus
B) RAPACES DIURNAS EN RÉGIMEN DE PROTECCIÓN ESPECIAL
Alimoche Neophron percnopterus
Buitre negro Aegypius monachus
Águila perdicera Hieraaetus fasciatus
Águila pescadora Pandion haliaetus
Aguilucho cenizo Circus pygargus
C) RAPACES DIURNAS EN RÉGIMEN DE PROTECCION GENERAL
Águila real Aquila chrysaetos
Águila culebrera Circaetus gallicus
Águila calzada Hieraaetus pennatus
Abejero europeo Pernis apivorus
Ratonero común Buteo buteo
Azor común Accipiter gentilis
Gavilán común Accipiter nisus
Milano negro Milvus migrans
Aguilucho lagunero Circus aeruginosus
Aguilucho pálido Circus cyaneus
Halcón peregrino Falco peregrinus
Cernícalo vulgar Falco tinnunculus
Cernícalo primilla Falco naumanni
Alcotán europeo Falco subbuteo
Esmerejón Falco columbarius
Elanio azul Elanus caeruleus
Buitre leonado Gyps fulvus
D) RAPACES NOCTURNAS EN REGIMEN DE PROTECCIÓN ESPECIAL
Mochuelo boreal Aegolius funereus
E) RAPACES NOCTURNAS EN REGIMEN DE PROTECCIÓN GENERAL
Búho real Bubo bubo
Búho chico Asio otus
Búho campestre Asio flammeus
Lechuza común Tyto alba
Cárabo Strix aluco
Mochuelo Athene noctua
Autillo europeo Otus scops
F) CORVIDOS EN REGIMEN DE PROTECCIÓN ESPECIAL
Chova piquirroja Pyrrhocorax pyrrhocorax
Chova piquigualda Pyrrhocorax graculus
G) CORVIDOS EN RÉGIMEN DE PROTECCIÓN GENERAL.
Cuervo Corvus corax
Arrendajo Garrulus glandarius
Rabilargo Cyanopica cyana
Urraca Pica pica (autorizable)
Corneja negra Corvus corone(autorizable)
Grajilla Corvus monedula (autorizable)
4.2 Indicios de presencia
Además del reconocimiento visual de los individuos de las especies mencionadas, resulta
muy recomendable conocer su presencia a través de indicios e indicadores de presencia,
que requerirán en la mayoría de los casos de la utilización de guías de identificación o de
una sólida experiencia en la materia.
4.2.1 Nidos
En árboles. Las distintas especies sitúan sus plataformas de nidificación en distintas
zonas del árbol. El tamaño y estructura del nido puede servir para reconocer las
especies de que se trata.
o Parte superior de la copa y gran tamaño: buitres negros y águilas
imperiales.
o Menor tamaño y elaboración en zona exterior del árbol: águilas culebreras,
ratoneros comunes, milanos, elanios o a abejeros europeos.
o Interior de la copa, tamaño medio: ratoneros, águilas calzadas, alcotanes.
o Interior copa, horquilla gruesa: azores y gavilanes.
o Interior de huecos en el tronco: Cárabo y autillo.
o Colonias de nidos en árboles: grajas y rabilargos.
o Otros nidos en árboles: cornejas, urracas y arrendajos.
En roquedos: Numerosas especies ubican sus nidos en afloramientos rocosos,
cortados y distintos tipos de roquedos, en oquedades o repisas que los hacen
inaccesibles a muchos de sus depredadores.
o Grandes en repisas y entrantes, poca elaboración: buitres leonados.
o Oquedades y pequeñas cuevas: alimoches y quebrantahuesos
o Grandes dimensiones, en repisas con cuantiosos aportes de ramas y
vegetales: águilas reales y águilas perdiceras
o Huecos de cortados fluviales y afloramientos rocosos: halcones pelegrinos,
cernícalos vulgares, lechuza común, cárabo, mochuelo, búho real, cuervos
y chovas.
En infraestructuras: La presencia de estructuras artificiales ha supuesto la aparición
de un substrato de nidificación novedoso y seguro por la poca accesibilidad a
depredadores y a las molestias derivadas de actividades humanas. Así, en los últimos
años no resulta raro encontrar nidos construidos en zonas elevadas de torres de líneas
eléctricas de transporte de algunas especies de aves, como águilas imperiales y
perdiceras, cuervos o halcones peregrinos, con la ayuda de la colocación de cajas-
nido artificiales.
En vegetación o rocas en el suelo:
o Rodeados de vegetación palustre: Aguilucho lagunero
o En medio de cultivos agrícolas de cereal: aguilucho lagunero, aguilucho
cenizo, aguilucho pálido o búho campestre.
o En huecos de majanos o zonas rocosas: mochuelos, ocasionalmente búho
real.
En construcciones humanas: Algunas especies han logrado adaptarse a la
proximidad del hombre hasta tal punto que emplean las propias construcciones
humanas como substrato de nidificación, tanto en áreas urbanas como en el campo,
donde utilizan resquicios en tejas, agujeros de las paredes o buhardillas abandonadas:
cernícalo primilla, cernícalo vulgar, lechuza común, ocasionalmente mochuelo y
chovas piquirrojas.
4.2.2 Desplumaderos
Los desplumaderos son el punto donde una rapaz ha retirado las plumas de su presa, con
el objetivo de ingerirlas o limpiarlas antes de su transporte al nido o a un lugar seguro de
ingestión. La presencia de agrupaciones de plumas en un punto concreto puede ser un
buen indicador de la presencia de rapaces.
No resulta fácil identificar la especie causante del desplumadero, aunque se puede
estrechar el cerco de posibilidades e inferir la presencia de algunas especies características
atendiendo al hábitat y localidad en que nos encontremos. Las más frecuentes, a nivel
general, son:
Medios forestales: azores, alcotanes, gavilanes
Peñas y roquedos: águilas perdiceras y halcones
4.2.3 Egagrópilas
Las egagrópilas son formaciones aproximadamente cilíndricas expulsadas por distintas
especies de aves y constituidas por los restos no digeridos de las presas ingeridas,
normalmente pelos y huesos.
Las rapaces nocturnas son las que generan una mayor cantidad de egagrópilas, debido a
que tragan enteras y sin despedazar a sus presas, por lo que ingieren una mayor cantidad
de partes desechables. Las rapaces diurnas tienden a desgarrar porciones cárnicas para la
ingesta, lo que contribuye a que produzcan egagrópilas en menor cantidad.
La forma y tamaño de las egagrópilas, así como la especie de los restos que los componen
son indicativos de las especies que los producen, sin embargo, será necesaria la utilización
de guías específicas para su identificación.
4.2.4 Excrementos
Los excrementos de las aves son difíciles de distinguir a nivel específico. Están formados
principalmente por ácido úrico y en el caso de las rapaces y córvidos tienen un color
blanco característico. La aparición regular de acúmulos en zonas fijas será un indicador de
la presencia de nidos o posaderos, cuya ubicación permitirá hacer inferencias sobre la
especie de que se trata.
4.2.5 Identificación auditiva
Todas las especies de aves producen sonidos para comunicarse entre sí. El reconocimiento
de los cantos, reclamos y voces es un enorme valor a la hora de identificar las especies
presentes en un territorio determinado.
- Rapaces diurnas: suelen producir sonidos poco melodiosos y elaborados,
normalmente voces de llamada y alarmas, en ocasiones mostrando un
comportamiento de territorialidad.
- Rapaces nocturnas: Voces características como ululatos rápidos, melancólicos y
profundos, normalmente cuando oscurece o antes del amanecer.
- Córvidos: realizan cantos de tipo graznido, aunque algunas especies, como el
arrendajo son capaces de imitar los sonidos producidos por otras aves.
El correcto reconocimiento e identificación de las distintas especies de aves requerirá de
un entrenamiento y experiencia por el propio controlador, que se consigue a través de la
práctica y la comparación con guías auditivas…
5. ESPECIES NO OBJETIVO. MAMÍFEROS CARNÍVOROS PREDADORES
Los mamíferos carnívoros depredadores son las especies no objetivo con mayor
probabilidad de ser capturadas accidentalmente en las acciones de trampeo. Es necesario
conocer algunas de sus características y singularidades para la correcta identificación y
manejo.
A) ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
5.1 Lince ibérico (Lynx pardinus)
Descripción
Felino de tamaño medio de aspecto grácil, de hasta medio metro de altura y un metro de
longitud. Son muy característicos y determinantes para su identificación: su pelaje de
pardo a grisáceo, con los flancos moteados de negro, la presencia de patillas en los
laterales de su rostro, los pinceles de pelos negros y rígidos en las orejas y su rabo corto.
El moteado es un rasgo distintivo de las distintas poblaciones, siendo habitualmente
grueso en los linces de Doñana, y fino o intermedio, incluso ocelado en los individuos que
pueblan Sierra Morena.
Biología
Actualmente solo hay poblaciones viables en Doñana y en la Sierra Morena jienense y
cordobesa, con planes de reintroducción en otras zonas. El patrón general de actividad es
crepuscular, con variación estacional, más diurnos en invierno y más nocturnos en verano.
El lince es el ejemplo por excelencia de depredador súper-especialista, con absoluta
dependencia de las poblaciones de conejos que constituyen entre el 85 y el 100% des u
dieta. También es una especie muy especialista en cuanto al hábitat, perfectamente
adaptada al monte y matorral mediterráneo.
Rastreo
Los indicios del lince pueden ser bastante claros y definitorios.
- Excrementos: Cilíndricos, gruesos, romos, muy consistentes, no se fraccionan
tanto como los del gato, como en forma de “puro”, aunque a veces con “cortes”
que provocan fragmentos. Suelen estar agrupados en conspicuas letrinas, en zonas
visibles, como caminos o encima de grandes piedras. Color de negro a blanco, a
medida que envejecen. Contienen pelo, huesos y dientes de conejos, raramente
plumas o hierba, nunca insectos, aunque los excrementos pueden tener coprófagos.
Olor fuerte pero no tan desagradable, como de pescado salado o marisco pasado.
- Huellas: Típicas felinas, redondeadas, con dedos en arco, de aspecto circular y
total ausencia de uñas. Tamaño aproximado de entre 5 y 6 centímetros, mayores
que en el caso de los gatos monteses.
- Arrastraderas: marcas lineales sobre el suelo que se producen cuando un lince
transporta en la boca a un conejo arrastrando sus patas.
- Las “gateras” o madrigueras primarias: en huecos de árbol o grietas en la roca,
con marcas de uñas en el tronco en el primer caso.
- Las pieles de conejo: el lince deja la piel limpia y a veces vuelta de los conejos
después de comerlos, apartando el paquete intestinal. Se come desde la cabeza el
resto del conejo, acabando por las patas de atrás, y a veces entierran los restos. El
gato montés lo hace parecido, pero con más jirones en la piel, y no lo entierran. El
zorro deja los restos zamarreados y sin ningún cuidado.
- Arañazos en árboles: Dado que las uñas no se desgastan al andar, lo felinos
arañan ritualmente para compensar el crecimiento. Los afiladeros del lince se
situan a más de a 60 cm del suelo, diferenciándose de los del gato montés, que se
ubican a menos de 40.
- Estalactitas de orina: al ser la orina densa y utilizar repetidamente los puntos de
marcaje, se ha llegado a observar la formación de concreciones en forma de
estalactitas.
5.2 Visón europeo (Mustela lutreola)
Descripción
Mustélido pequeño adaptado a la vida semiacuática. Pelaje corto y castaño se distingue
del visón americano por el contorno de los labios inferior y superior de color blanco, en el
visón americano sólo el inferior. Cuerpo alargado, patas cortas orejas pequeñas y la cola
de la longitud de la mitad del cuerpo.
Presentan membranas interdigitales incompletas en manos y pies. Peso entre 700-1.100 gr
los machos y hasta 650 gr las hembras.
Biología
Presente en Navarra, Aragón, La Rioja, País Vasco y Castilla León (Burgos y Soria). Con
una población estimada de menos de 500 ejemplares.
Comportamiento solitario y territorial, su actividad suele ser nocturna y crepuscular
Habita en medios acuáticos de tipología diversa con preferencia por los cursos medios y
bajos de los ríos con bosques de ribera bien conservados.
Alimentación generalista, preferentemente peces, micro-mamíferos, aves acuáticas
anfibios y reptiles. El cangrejo de río americano está adquiriendo un papel importante en
su dieta.
Rastreo
Difícil la identificación por su parecido con el visón americano y el turón donde
coexisten.
- Excrementos: Los propios de cualquier mustélido. Color negro, verde oliva o
rojizo si ha comido cangrejo, de 10 mm de grosor y longitud media de 60mm. Más
gruesas y cortas que garduña muy similares a turón no distinguibles de visón
americano, aunque ubicaciones más discretas y ausencia de letrinas caracterizan
apuntan a la presencia de la variedad europea.
- Huellas: Marca los 5 dedos con las uñas (estas levemente) y una gran almohadilla,
y en las manos marca otra pequeña almohadilla en el talón. Al ser semi acuático
podría marcar tenuemente la membrana interdigital incompleta. Medidas
aproximadas de 4,3x3 cm., en la mano y 3x3 en el pie. Los dedos marcan muy
abiertos, por el apoyo tan característico. No distinguibles de visón americano.
B) ESPECIES NO OBJETIVO EN REGIMEN DE PROTECCIÓN ESPECIAL.
5.3 Lobo ibérico (Canis lupus signatus)
Descripción
Régimen protección especial. Cinegética al Norte del río Duero y Plan de Recuperación al
Sur.
Cánido de tamaño medio, hasta 80 cm de altura en la cruz y longitud de 1’10 metros, con
peso promedio en los machos de 32 kilos, registrándose ejemplares de hasta 50. Las
hembras son algo menores.
Los lobos ibéricos presentan un aspecto general de perro pastor alemán, con cabeza
grande, cuello robusto y grupa algo caída. Las orejas son pequeñas, el perfil del morro es
cóncavo y los dos ojos se sitúan en posición oblicua. Sus características identificativas
son: bigoteras blancas rodeando la boca, líneas verticales negras que recorren el frente de
las patas delanteras, mancha oscura a lo largo de la cola y mancha oscura alrededor de la
cruz a modo de silla de montar.
Biología
Se encuentran en el noroeste Peninsular, quedando en Sierra Morena una pequeña
población aislada. Es una especie generalista en cuanto a hábitat., Las estimas de
abundancia indican quizás 2.000 lobos en España
Los lobos viven en manadas, y presentan un fuerte comportamiento social, con pautas de
jerarquía y conductas de dominancia y sumisión según el rango dentro del grupo. En
España son nocturnos y relativamente silenciosos respecto a sus congéneres europeos.
Su alimentación está basada en la caza de ungulados, aunque también, como los perros,
puede mostrar un carácter oportunista y aprovechar recursos fácilmente disponibles como
carroña, frutos, y otras presas dispares como micro-mamíferos, crustáceos…
Rastreo
- Excrementos: Muy semejantes a los de perro. Cilíndricos, uniformes y de
superficie rugosa. Medidas aproximadas de 10 x 3 cm. Presentan color variable
según lo ingerido y pueden presentar restos de pelos de la especie depredada,
huesos, hierba u otros elementos de su dieta como crustáceos o frutas. Su carácter
territorial les hace depositarlos habitualmente en pistas, cortafuegos, objetos o
piedras prominentes…
- Huellas: Muy parecidas a las del perro: mano más ancha que el pie, de 10 x 8 cm.,
con 4 dedos que marcan claramente las uñas. Forma general más alargada y menos
hundida que en el perro y las uñas también son más alargadas y finas. Los grupos
de huellas suelen presentarse bastante separados, indicando la viveza habitual en
sus desplazamientos.
- Loberas: Las loberas o madrigueras del lobo son más simples que las zorreras,
consistiendo usualmente en una cueva o excavación propia, incluso al aire libre, a
menudo con mal olor.
- Matanzas: conocidas como “lobadas”, en ocasiones aparecen matanzas múltiples,
especialmente de ganado ovino.
5.4 Armiño (Mustela erminea)
Descripción
Mustélido de pequeño tamaño, de entre 100 y 300 gramos. Cuerpo alargado, con
extremidades cortas, cuello largo y cabeza aplanada, en la que destacan las orejas cortas y
redondeadas. La cola supone un tercio de la longitud del cuerpo, y acaba en un pincel de
pelos negros. En el verano el pelaje es pardo o marrón en el dorso, color crema en el
pecho y el vientre. El pelaje invernal se mantiene similar en áreas meridionales, aunque
puede ser completamente blanco en zonas septentrionales de montaña. Mantiene siempre
como rasgo distintivo, el pincel negro de la cola.
Biología
Distribuido por el noroeste peninsular, dónde ocupa hábitats diversos, y Pirineos donde
ocupa zonas de montaña y alta montaña.
Su alimentación está basada en pequeños vertebrados, especialmente roedores. Es una
especie de hábitos nocturnos o diurnos, indistintamente, alternando las fases de actividad
con períodos de sueño o letargo. Son animales terrestres, que no trepan, se mueven de
forma rápida y ágil y son capaces de dar grandes saltos.
Su comportamiento social es generalmente solitario y territorial.
Rastreo
- Excrementos: Como en el resto de mustélidos son largos, finos, con rugosidades y
estrangulaciones. En el caso del armiño son de pequeño tamaño, pero siempre
largos y retorcidos, de menos de 4 cm.
- Huellas: Tan pequeñas y conspicuas que son prácticamente imposibles de
detectar. Cuando se encuentran son borrosas, debido al poco peso y a los pelos que
presentan entre los dedos. Las huellas marcan 5 dedos (a veces no marca el más
interno) con uñas definidas y almohadilla con lóbulos. Máximo 1,8x1,2 cm.
5.5 Nutria (Lutra lutra)
Descripción
Mustélido de gran tamaño, de cuerpo esbelto y ligeramente aplanado, de entre 60 y 80 cm
de longitud. La cola supone más de la mitad de la longitud de la cabeza y el cuerpo
juntos. Patas cortas, con membrana interdigital entre sus dedos como adaptación al medio
acuático. Pelo lustroso, espeso e impermeable, de color pardo oscuro en el dorso, más
intenso que en las extremidades y gris en la parte ventral, volviéndose casi blanco en la
garganta. Presentan un acusado dimorfismo, siendo los machos mucho mayores que las
hembras (hasta 11 kilogramos).
Biología
Distribución Peninsular, salvo en las provincias de Almería, Alicante, Guipúzcoa y las
Islas, sobre todo con buenas poblaciones en Extremadura, Portugal, Galicia y Cordillera
Cantábrica, en claro retroceso en la Comunidad Valenciana.
La nutria es una especialista de hábitat, de ambientes acuáticos bien conservados,
incluyendo el litoral y los embalses. En condiciones favorables se han llegado a estimar
abundancias de hasta una nutria por km de río. Son, por tanto, muy sensibles a la
destrucción del hábitat ripario.
Alimentación muy especializada en peces, cangrejos y anfibios: en general, salmónidos y
anguilas en los ríos de la cuenca atlántica, ciprínidos y cangrejos en la mediterránea, y
truchas y anfibios en las montañas.
Comportamiento muy sociable, activo y desenfadado: emite múltiples sonidos, juega con
las presas y con cantos rodados que puede utilizar para auxiliarse en su alimentación….
Rastreo
- Excrementos: Se ubican en piedras grandes, raíces, ramas caídas, escolleras o
pilares de puentes, casi siempre dentro del agua o en las orillas. Muy
característicos por la dieta, y contienen escamas, espinas de peces, y restos de
cangrejos. Se deshacen fácilmente, y blanquean con el tiempo, pareciendo ceniza
desmenuzada. Huelen bien, sin la peste de los turones y visones, y frescas
presentan cierto mucílago.
- Huellas: La nutria es un plantígrado, con huellas grandes de 5 dedos con uñas, el
quinto dedo fácil de ver y sobre todo presentan membrana interdigital, pero que no
siempre se marca, aunque el barro y las playas de las orillas pueden favorecer el
registro de huellas muy claras, de unos 8 cm.
- Restos de presas: muy característicos: pinzas de cangrejos, espinazos y
descamaciones de peces, acúmulos, mordiscos en las presas de unos 2,3 cm entre
caninos, etc.
- Natación: Movimiento rectilíneo en el agua seguido de V, sacando solo la cabeza
(los visones en cambio chapotean).
5.6 Gato montés europeo (Felis silvestris)
Descripción
Felino de aspecto general de gato rayado, de cola muy gruesa con 2 o 3 anillos, terminada
más ancha y en negro. Una banda negra recorre el espinazo, y poseen otras dos bandas en
las patas delanteras, distintos en este aspecto a los gatos de razas domésticas que suelen
presentar más. Presentan dimorfismo sexual, con los machos más grandes, especialmente
el cráneo.
Biología
Distribución por toda la España peninsular y no presente en las islas. Localmente puede
hibridarse con los ejemplares domésticos. Ocupa hábitats típicamente forestales, en
bosques caducos en el norte y mediterráneos en el sur.
De comportamiento solitario y esquivo salvo en el celo, lo que lo hace difícilmente
observable. La hembra convive con las crías incluso todo el primer año, hasta la posterior
dispersión. Las densidades óptimas aparentes rondan la de un ejemplar por cada kilómetro
cuadrado, aunque son menores donde convive con el lince.
La alimentación está especializada en los pequeños mamíferos, principalmente roedores,
pero dependiente de la disponibilidad, pudiendo suponer las aves una parte muy
importante de su dieta.
Rastreo
- Excrementos: División en segmentos, no continuos como en el lince, cilíndricos,
en ocasiones en bolas fragmentadas. Frecuentemente dos fracciones contiguas
forman una charnela, en un encaje de sus formas, una cóncava y otra convexa. Una
de las puntas suele ser fina, en forma de bellota. De color negro, gris o blanco,
dependiendo de las diversas presas. Contienen frecuentemente pelo, huesos,
plumas y hierba. Medidas aproximadas de 7 x 1,5 -2 cm. Olor desagradable,
fuerte, que en ocasiones puede recordar al de pescado salado.
- Huellas: De aspecto circular, típicamente felino, marcan 4 dedos sin uñas y la
almohadilla es trilobulada. La mano mayor que el pie y algo más redondeada, con
medidas aproximadas de 4,4 x 4 cm, ligeramente más grandes que las del gato
doméstico y más pequeñas que las del lince.
- Piel de conejo: Puede dejar la piel limpia, de manera similar a los linces, pero con
más jirones en el pellejo y con la presencia de las extremidades de la presa, cosa
que no suele suceder con los linces.
- Madrigueras: En huecos de árboles o roquedos. Los afiladeros de las uñas en los
árboles deben tener hasta 40 cm., de altura, menores que en el lince (60cm.)
C) ESPECIES NO OBJETIVO EN REGIMEN DE PROTECCIÓN GENERAL
5.7 Comadreja (Mustela nivalis ibérica)
Descripción
Mustélido pequeño, de menos de 250 gr., las hembras incluso la mitad que los machos.
Cuerpo pequeño, muy alargado y flexible, con cabeza roma que no supera el grosor del
cuello y extremidades y cola relativamente cortas. Hocico pequeño pero alargado. Ojos
grandes y prominentes de color oscuro.
Pelaje denso, corto y ceñido al cuerpo durante el invierno, más corto, ralo y áspero en
verano, varía desde el pardo leonado oscuro o chocolate al pardo rojizo o rubio rojizo. El
vientre y las zonas inferiores, mandíbula y cara interna de los miembros, son blancas. La
línea divisoria entre la zona oscura dorsal y la ventral es homogénea, en ocasiones
irregular. La cola, corta y sin punta negra, la diferencia de los armiños del norte.
Con frecuencia se yerguen sobre las patas de atrás y se desplazan a saltos.
Biología
Se distribuye por toda la Península, Mallorca y Menorca. Vive en cualquier hábitat
aunque prefiere paisajes abiertos en entornos rurales, con mosaicos de praderas y campos,
lindes, bosques y terrenos baldíos. A diferencia del armiño no tiene preferencia por las
zonas de montaña.
Animal bastante común, de carácter agresivo a pesar de su tamaño, muy pendenciero.
Comportamiento solitario y territorial en general. Es una animal extraordinariamente
dotado físicamente, capaz de trepar, correr, escabullirse por pequeños agujeros, nadar e
incluso bucear, lo que le permite ampliar el abanico alimentario.
Su alimentación se basa en pequeños mamíferos, frecuentemente mayores que ellas, como
ratas, ratones y topillos. Los machos, más grandes, capturan también conejos y liebres.
Las aves, y especialmente las que anidan en el suelo, constituyen una buena parte de su
dieta. Son especímenes conocidos por su pericia en el saqueo y los destrozos que son
capaces de cometer en nidos o madrigueras
Rastreo
- Excrementos: Como en todos los mustélidos, son largos, finos, con rugosidades y
estrangulaciones. En el caso de la comadreja son de pequeño tamaño, pero siempre
largos y retorcidos, de menos de 4 cm. Si el color es negro suele ser consecuencia
de la alimentación con insectos, si es gris de la carne y pueden presentar pelo,
huesos, semillas y hierba.
- Huellas: Conspicuas y pequeñas, muy difíciles de encontrar (por el poco peso y
por los pelos entre los dedos). Tienen 5 dedos, aunque a veces no aparece marcado
el más interno, con uñas definidas y almohadilla con lóbulos. Máximo 1,8 x 1,2
cm.
5.8 Turón (Mustela putorius)
Descripción
Mustélido de tamaño medio que alcanza los 1’3 kilogramos de peso. Cuerpo alargado y
flexible, con patas cortas. Cabeza pequeña, ancha y aplastada, con diminutas orejas
redondeadas que apenas sobresalen. Su rasgo más característico es el antifaz en la cara, de
capa marrón oscuro, pero en invierno con borra amarilla. El pelaje varía entre gris, marrón
y amarillento en el dorso, siendo más oscuro, casi negro, en patas y vientre. Son
blanquecinos el hocico y el borde de las orejas, así como las bandas que rodean los ojos y
que crean el antifaz. La raza doméstica, el hurón, es de pelaje más variable.
Marchan a brincos, se yerguen, a veces son gritones y tienen una corta distancia de salto.
Biología
Se distribuyen por toda la Península, pero no en las islas. Comportamiento estrictamente
solitario, y nocturno.
Ocupa diversos hábitats, pero con preferencia por zonas de bosques alternados con
praderas, arroyos y cañaverales. Es frecuente su aparición en las proximidades de medios
antrópicos como pueblos o granjas, y suelen evitar los matorrales muy densos.
Su alimentación se basa en la captura de pequeños mamíferos (ratas, ratones, liebres,
conejos, topos, musarañas…) aunque captura con asiduidad aves, anfibios, incluso reptiles
y cangrejos de río. Complementa su dieta con lombrices, insectos, larvas, incluso semillas
y bayas, y es habitual el consumo de huevos. Son frecuentes los casos de especialización
en conejos, llegando a cohabitar en los vivares.
Se estima abundante en algunas zonas del centro peninsular y en el resto es escaso,
tendencia asociada quizás a la presencia del conejo.
Rastreo
- Excrementos: Largos y retorcidos, a veces negros, de menos de 7 cm., de
extremos afilados y muy apestosos. Difícilmente localizables por no tener función
territorial.
- Huellas: muy parecidas a la de las garduñas, de 5 dedos con las uñas y la
almohadilla principal bien marcada, de 4’5x3cm., en la mano, menor en el pie.
- Despensas: Es frecuente la construcción y aprovisionamiento de despensas para el
invierno, con presas muertas o en ocasiones paralíticas fruto de un mordisco en la
columna vertebral, en especial de los anfibios.
- Pieles de sapo: Son características las pieles de sapos con la cabeza entera (donde
están las glándulas parótidas venenosas).
5.9 Garduña (Martes foina)
Descripción
Mustélido de tamaño grande y peso considerable, de entre 1 y 2’5 kilogramos. Similar a
la marta, pero más paticorta y corpulenta, con el hocico más chato y las orejas más
pequeñas. El de color del pelaje oscila entre pardo oscuro y rojizo, y presenta una
característica mancha blanca en el cuello en forma de babero, qué se bifurca hasta las
patas delanteras y es diferente entre los individuos.
Biología
Se distribuye por toda la Península, pero no en las islas. Se estima localmente abundante.
Habita bosques, matorrales, roquedos e incluso zonas rurales y suburbanas. Prefiere las
zonas muy soleadas, normalmente prados y zonas montañosas con poca vegetación,
aunque se ha adaptado al medio humanizado y puede cazar incluso en granjas.
Comportamiento muy territorial y generalmente solitaria, vive en las diversas madrigueras
en rocas o tocones que suele disponer dispersas en su área de influencia. Se desplaza
rápidamente y a saltos por su amplio territorio de caza que puede extenderse hasta las 100
hectáreas y que defiende agresivamente.
Muy generalista y oportunista en la alimentación. Incluye en su dieta pequeños
mamíferos, roedores, aves, localmente conejos, fruta, gallinas y hasta carroña y basura,
dependiendo de la estación.
Rastreo
- Excrementos: largos y retorcidos, muy variables por la alimentación,
normalmente con tufo, pero no desagradables si comen frutos. Suelen disponerlos
en letrinas, aspecto que las diferencia de las martas, y en ocasiones en las casas de
los pueblos.
- Huellas: Imprentas de 5 dedos que marcan las correspondientes uñas, con
característica almohadilla en forma de media luna, compuesta de 4-5 lóbulos.
Tamaño aproximado de 4,5 x 3,5 centímetros de impresión grande.
5.10 Marta (Martes martes)
Descripción
Altamente parecida a la garduña se diferencia de esta por las orejas más grandes y el
hocico más afilado. Además, las martas presentan un pelaje más oscuro y tupido por
norma general, con pelo entre los dedos y un babero de color crema, blanco en la garduña.
Biología
Distribuida por Pirineos, la cordillera Cantábrica y estribaciones, Galicia, Mallorca y
Menorca. Generalmente habita en bosques, sobre todo de coníferas o mixtos. También en
hayedos y robledales.
Comportamiento solitario y nocturno. Suele vivir en los árboles en lo más profundo del
bosque, preferiblemente apartada de los medios humanizados.
Alimentación generalista. Incluye en su dieta pequeñas aves y mamíferos, insectos o
ranas. También comen frutos, huevos y aprovechan las carroñas como recurso fácilmente
disponible.
Rastreo
- Huella: más difuminada que en el caso de la garduña, motivado por los pelos entre
las almohadillas. Esta diferenciación será muy complicada a simple vista, aunque
exista un sustrato adecuado en el suelo.
- Excrementos: Iguales a las de la garduña. La diferenciación de excrementos sólo
puede efectuarse por técnicas moleculares.
5.11 Tejón (Meles meles)
Descripción
Es uno de los mustélidos de mayor tamaño, con longitudes de hasta un metro y
alcanzando los 16 kilogramos de peso. De constitución potente, presenta el tamaño de un
perro mediano aunque con las patas más cortas. Su cabeza es triangular y el cuello
relativamente corto, así como la cola. El hocico, prolongado, lo emplea para escarbar. Los
ojos son pequeños, casi inapreciables, igual como las orejas, orientadas hacia los lados y
hacia atrás.
Piel gruesa y resistente, cubierta de un denso pelaje de aspecto gisáceo, con las patas y las
partes inferiores negras. Resulta muy característica la coloración de la cabeza, con pandas
longitudinales blancas y negras. De jóvenes suelen ser amarillentos.
Es muy característico su trote al andar.
Biología
Se distribuye por toda la Península Ibérica. Escoge sus hábitats en función de la latitud,
prefiriendo los bosques caducifolios y mixtos en el norte, y los bosques y matorrales
mediterráneos, preferiblemente en las proximidades de riberas fluviales en el sur, evitando
zonas encharcadas o de alta montaña.
Comportamiento crepuscular y nocturno, territorial, aunque si disponen de suficiente
alimento constituyen grupos familiares dentro de los cuales, en la madriguera, se muestran
muy sociables. Muy agresivos hacia los miembros ajenos a su colonia.
La actividad invernal es más reducida, con un pequeño letargo. Viven en madrigueras
subterráneas conocidas como tejoneras, que suelen constar de 3 a 10 entradas para acceder
a un complicado laberinto de galerías y cámaras cuidadosamente tapizadas.
Omnívoro y oportunista en cuanto a la alimentación, mas carnívoro en primavera y más
vegetariano en verano y otoño. Ingiere mamíferos pequeños, insectos, lombrices, raíces,
frutos, cereales, plantas verdes…No es extraordinario cazador. Se estiman abundancias de
hasta 1-2 tejones por km².
Rastreo
- Excrementos: Lo más característico son las letrinas, hechas con pulcritud en un
agujero previo de aproximadamente 10 x 10 cm., y montonera de excrementos
encima. Pueden estar cerca de la tejonera o en márgenes de caminos. Son
cilíndricos, partidos y oscuros, en ocasiones pastosos por la ingesta de lombrices.
Se parecen más en la forma al excremento de un zorro que de un mustélido, y no
suelen presentar restos de presas. El tamaño aproximado es de 7 x 3 centímetros.
- Huellas: Plantígrados, marcan los 5 dedos con las muy características largas uñas
de excavador, de unos 3 centímetros de largo. Mano de 8 x 5 centímetros, de
almohadilla casi rectangular. Pie algo menor y más rectangular.
- Madrigueras: Son las tejoneras. Grandes madrigueras, a veces enormes, de hasta
unos 500 m², con presencia característica de montones de tierra en las bocas, fruto
del acopio de material excavado con las patas posteriores. Aparecen surcos en la
entrada, señal del arrastre del cuerpo, y pueden tener forro vegetal y buen olor.
Algunas veces en vivares de conejos agrandados. Las crías pueden estar dos meses
dentro.
5.12 Meloncillo (Herpestes Ichneumon)
Descripción
Mangosta de cuerpo alargado y afilado con la cola acabada en un mechón terminal. El
pelaje es de coloración uniforme, pardo grisáceo, con los pelos de color negro y la punta
crema, largos, de entre 6 y 8 cm, bajo los que se desarrolla una borra densa y suave.
Patas más oscuras y cortas, con garras afiladas y curvadas que utiliza para excavar, no
retráctiles. La cola es ancha en su base, con un mechón de pelos largos y negros en su
punta y alcanza casi la misma longitud que el cuerpo. Las orejas son cortas, anchas y
redondeadas. Un rasgo distintivo son las pupilas horizontales.
Se desplazan de forma muy característica, azarosa, como reptando.
Biología
Distribución en el suroeste de la Península.
Comportamiento social, siendo los machos algo más solitarios. Comparten madrigueras
que en ocasiones son vivares de conejos o tejoneras. Se considera el carnívoro ibérico más
diurno, aunque también puede ser activo durante la noche.
Ocupa hábitats típicos de monte mediterráneo espeso, y está en expansión quizás asociada
a la evolución del matorral. Se han estimado abundancias de hasta 1,2 meloncillos por
km²., sobre todo en Andalucía y Extremadura.
Alimentación generalista y oportunista, basa su dieta en la captura de conejos y reptiles,
sobre todo culebras, aunque también incluye insectos, crustáceos, frutos, algunas aves
terrestres (trepa muy mal)…
Rastreo
- Excrementos: Difíciles de identificar, en general cilíndricos, gruesos y
compactos, de color marrón o gris oscuro. De fuerte olor y tamaño aproximado de
9 x 2 cm. Es característica la aparición ocasional de restos de culebras, pelo,
huesos, insectos, semillas, etc. Así mismo, pueden encontrarse en los excrementos
los típicos e identificativos pelos con 3 anillos negros. Suelen excavar pequeñas
letrinas.
- Huellas: Fáciles de identificar, más alargada que la de los mustélidos.
Semiplantígrados, marcan los 5 dedos con las uñas bien definidas, y el quinto dedo
es fácil de observar, ya que no tienen pelos entre los dedos. Almohadilla con tres
lóbulos. Tamaño máximo aproximado de 5 x 4 cm. Como no dan saltos, las
huellas se encuentran cercanas unas a otras, muchas veces correspondientes a
grupos y con rutas arbitrarias, no directas. A veces marca el paso de la cola en el
sustrato, al lado de las huellas.
- Madrigueras: Usa guaridas reutilizadas, como los cados de conejos agrandados.
- Serpientes peludas: Es frecuente ver la madre seguida de las crías, a modo de
“serpiente peluda” que se dice en los pueblos.
5.13 Gineta (Genetta genetta)
Descripción
También conocida como gato almizclero es un vivérrido de estampa felina, asemejable a
un gato alargado de pelo amarillento a grisáceo y salpicado de las características motas
negras que hacen inconfundible su identificación. De unos 20 centímetros de altura en la
cruz, puede pesar entre 1’2 y 2’5 kilogramos, el cuerpo es elástico, con una patas
anteriores cortas y una extremidades traseras más largas y musculadas, que facilitan los
hábitos trepadores de la gineta. Los pies son redondeados, con uñas semi-retráctiles.
Tiene una cabeza cónica que se hace más fina hacia el hocico. Los ojos son grandes y de
color pardo, enmarcados sobre manchas de color blanco que contrastan con una franja
negra que rodea la base del hocico, parte en la cual destacan dos bigotes prominentes,
muy sensibles. Orejas grandes y erectas, redondeadas en su extremo. El rabo es otra de las
señas de identidad de la especie, largo y anillado (de 8-10 anillas) de unos 50 centímetros
de longitud, casi igual que la longitud del cuerpo.
Biología
Distribución por toda la Península y Baleares. Viven generalmente en hábitats forestales,
pero muestran unas excelentes capacidades de adaptación que lo convierten en un
generalista. Aunque prefiere zonas templadas o cálidas, se ha observado en las
poblaciones europeas una creciente resistencia al frío. Se considera abundante en el oeste
peninsular, con densidades de hasta 0,7/km², en las dehesas y riberas.
Son depredadores nocturnos que viven y cazan de forma solitaria, aunque toleran la
presencia de otros individuos en las proximidades. En ocasiones, las hembras establecen
relaciones cooperativas de caza con los subadultos o con algún macho.
Son esencialmente carnívoras, basando su dienta en la ingesta de pequeños mamíferos
como ratones de campo, lagartos, insectos o aves. No obstante, son buenas oportunistas, y
no desaprovechan la oportunidad de comer frutos, anfibios u reptiles, y muy extrañamente
carroña.
Rastreo
- Excrementos: Letrinas muy características, con gran número de excrementos,
largos, finos y con estrangulaciones, de color negro o gris según lo digerido.
Contienen pelo, huesos, semillas (entonces más inconsistentes), a veces hierbas,
etc. De olor fuerte, pero no el peor. Tamaño aproximado de 7-15 x 1-1,5 cm (por
tanto finos y alargados).
- Huellas: Muy características, marcando 5 dedos pequeños en las que no se
aprecian las uñas semi-retráctiles. No siempre marcan el quinto dedo. Más
alargadas que en el caso de los gatos. Dedos escotados y almohadilla trilobulada.
Medidas aproximadas de 3,5 x3 cm., siendo la mano un poco mayor que el pie.
- Madrigueras: en huecos de árboles y de rocas, generalmente sin restos de presas.
D) ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS.
Estas especies están reguladas por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se
regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras.
Se incluyen las especies de carnívoros: visón americano (Mustela (Neovison) vison),
mapache (Procyon lotor), perro mapache (Nyctereutes procyonoides) y coatí (Nasua
nasua), así como dos especies de roedores semi-acuáticos susceptibles de ser capturados:
rata almizclera (Ondatra zibethicus) y coipu (Myocastor coipus).
También tienen la consideración de exóticas invasoras los perros y gatos asilvestrados
En el citado Real Decreto, se especifica que “Los ejemplares de las especies animales y
vegetales incluidas en el catálogo que sean extraídos de la naturaleza por cualquier
procedimiento no podrán ser devueltos al medio natural. Esta prohibición podrá quedar
sin efecto en los supuestos de investigación, salud o seguridad de las personas,
previamente autorizada por la autoridad competente en medio ambiente de la
Administración General del Estado o de las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta
y Melilla.”
5.14 Visón americano (Mustela vison = Neovison vison)
Descripción
Mustélido alóctono introducido, procedente de granjas peleteras, de aspecto general
similar a la marta. Tiene la cabeza ancha, orejas muy cortas y pelaje lustroso de color
pardo uniforme, casi negro, con una raya característica más oscura en el dorso.
Se diferencia del visón europeo por la presencia de una mancha blanca en el labio inferior,
careciendo de la superior que tiene también el europeo. También puede presentar manchas
blancas en el pecho, aunque la selección artificial efectuada en las granjas peleteras
impiden la generalización de estos rasgos. Los machos son mayores, casi el doble que las
hembras, alcanzando pesos de kilo o kilo y medio. Una de sus características es el griterío
profuso que emiten al asustarse.
Biología
En libertad es semi-acuático, ocupando desde ríos, lagunas y costas a cloacas y aguas con
menor calidad. Presenta un amplísimo abanico de posibilidades alimenticias, que abarca
desde cangrejos a pequeños mamíferos, insectos, aves, crustáceos, moluscos, anfibios e
incluso carroña, y hasta con descaro roban a los pescadores. Viven en guaridas en las
espesuras de vegetación y rocas cercanas a las orillas.
Hay unas 5 poblaciones identificadas en España, en Galicia, Centro, País Vasco, Cataluña
y montañas del sur de Teruel. Compite con especies riparias como el turón, la rata de
agua, o las aves acuáticas.
Rastreo
- Excrementos: Típicos de mustélido. De color negro, al secarse pasan a grises,
pero mantienen la forma y sin mucílago (a diferencia de las nutrias, además de ser
más pequeños). Ubicación en las orillas o promontorios cerca del agua, a veces en
pequeñas letrinas.
- Huellas: Marca los 5 dedos con las uñas (estas levemente) y una gran almohadilla,
y en las manos marca otra pequeña almohadilla en el talón. Al ser semi acuático
podría marcar tenuemente la membrana interdigital. Medidas aproximadas de
4,3x3 cm., algo menores en el pie. Presentan una abertura de los dedos muy
característica.
5.15 Perro asilvestrado (Canis familiaris)
Los cánidos domésticos pueden asilvestrarse por motivo de abandono o por el régimen de
semi-libertad del que gozan en algunas zonas rurales, que les permiten pasar parte del día
o días enteros vagando por las ambientes periurbanos: montes, cultivos, praderas…
Estos perros presentan grandes dotes generalistas y oportunistas, con alimentación basada
en ocasiones de forma casi exclusiva en los desechos o basuras humanos. Tienen
tendencia a constituir manadas que rehúyen de forma acusada al ser humano, muy
recelosas de este, y pueden presentar incluso comportamientos agresivos debidos a los
traumas generados por los malos tratos o el abandono.
En algunas comunidades autónomas causan verdaderos estragos en el ganado, daños que
erróneamente se podrían atribuir a los lobos.
Huellas y excrementos muy parecidos a los del lobo, según especies.
5.16 Gato doméstico asilvestrado (Felis catus)
Los gatos domésticos asilvestrados pueden alcanzar densidades muy altas (de hasta de
200/km²) y ejercer importantes efectos negativos sobre algunas comunidades animales,
sobre todo cuando su introducción está asociada al ya de por sí dañino efecto de las ratas.
Se creen responsables, por ejemplo, del fracaso de los planes de reintroducción de algunos
lagartos gigantes en las Canarias y de la extinción del escribano canario o un fringílido
endémico de la isla de la Palma.
Las campañas de control más estrictas a nivel europeo apuntan a la esterilización de los
ejemplares.
TEMA 4
MATERIAL DE CAPTURA
Y AUXILIAR
MATERIAL DE CAPTURA Y AUXILIAR
1. HOMOLOGACIÓN
Se define como método de captura aquella trampa de retención diseñada e instalada para
la captura sin muerte de la especie objetivo que permite, a su vez, la liberación de las
especies no objetivo capturadas accidentalmente.
No todos los métodos son aptos para su homologación. Su aceptación como sistemas de
captura válidos debe ceñirse a lo dispuesto en las directrices técnicas y acuerdos
internacionales, y en especial a la norma ISO 10990-5. En concreto, la homologación se
basa en los resultados de experiencias llevadas a cabo en condiciones naturales donde se
evalúan:
- Efectividad: Capacidad del método para capturar la especie objetivo.
- Bienestar de la especie objetivo: Los traumas ocasionados por el método de
captura deben ser mínimos según los estándares internacionales de captura no
cruel firmados por los países miembros de la Unión Europea.
- Selectividad: Grado de especificidad que muestra un sistema para capturar a la
especie objetivo y no a otras.
- Impacto sobre las especies no objetivo capturadas: Bienestar de los animales
capturados y grado de readaptación de éstos a su hábitat tras ser liberados in situ.
- Seguridad para el usuario: Capacidad de la trampa de ofrecer garantías al usuario
de que no sufrirá lesión alguna durante el manejo e instalación de la misma
siempre que siga las instrucciones debidamente proporcionadas por el fabricante.
Con estas consideraciones se establece un umbral tolerable para la homologación,
clasificándose los métodos en:
a) Método homologado
b) Método homologado con restricciones: Algunos de los métodos homologados sin
restricciones para la Comunidad Valenciana si tienen limitación en otras comunidades
autónomas por presencia de especies no objetivo, por ejemplo.
c) Método no homologado por información insuficiente
d) Método no homologado por no alcanzar los umbrales mínimos.
2 MÉTODOS DE CAPTURA HOMOLOGADOS EN LA C. VALENCIANA
2.1 Lazo propulsado tipo Collarum
a) Especie objetivo:
Zorro (Vulpes vulpes).
b) Descripción de la trampa de retención.
Sistema de retención por cable activado o propulsado: es el propio animal el que debe
activar la trampa para que ésta lance el cable de retención, quedando retenido por el
cuello. La activación se produce cuando el individuo muerde y tira del cebo.
Consta de dos elementos principales: el mecanismo lanzador del cable, y el propio cable
de retención. El mecanismo lanzador del cable consta de un chasis principal y dos brazos
metálicos unidos al chasis mediante un muelle rotacional propulsor de los mismos y del
cable de retención. El cable de retención es un cable compuesto de múltiples alambres y
una sección total no inferior 0,45 cm de diámetro. Este cable tiene un tope a 25 cm de su
extremo que determina un diámetro mínimo de 8 cm. Además, este cable incorpora un
quita-vueltas en su extremo final y un muelle con la finalidad de amortiguar los impulsos
del animal por liberarse; elementos adicionales para minimizar el sufrimiento del animal
capturado. El cable de retención va anclado al suelo por uno de sus extremos y sujeto a un
muelle lateral instalado en el chasis metálico anteriormente mencionado.
c) Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas.
Toda la trampa, salvo el tubo de colación del atrayente, se dispone ligeramente enterrada.
El chasis metálico queda sujeto al suelo mediante dos o tres clavos convencionales de
sección adecuada al diámetro de los agujeros del propio chasis.
El cable de retención va convenientemente anclado al suelo mediante alguno de los
múltiples modelos de anclas de trampas existentes en el mercado.
Se deberá utilizar un cebo de ingesta, tipo collarum bait u otro que induzca un
comportamiento similar, lo cual aumenta las probabilidades de que la especie objetivo
muerda su punto de colocación, acción imprescindible para que la trampa se accione.
Se instala en la cercanía de lugares de supuesto alto tránsito de zorros, por ejemplo en la
cercanía de, pero no directamente sobre, caminos, sendas o pasos de fauna. No se deben
elegir ubicaciones donde el cable de retención, una vez capturado el animal, pudiera
quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación leñosa enraizada de grosor intermedio
y postes fijados al suelo, así como terraplenes o cursos de agua donde el animal pueda
caer tras ser capturado, pues ello podría originar lesiones de gravedad a los animales
capturados, al poder perturbar el adecuado funcionamiento del muelle amortiguador de
tirones y el quita-vueltas.
Revisión mínima: una vez al día, empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose, en cualquier caso, más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los meses
de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda escoger
ubicaciones situadas a la sombra y, en su defecto, realizar una segunda revisión de las
trampas en torno al mediodía, en caso, de que la primera revisión hubiera sido realizada
antes de las 10 de la mañana.
En todo caso, se recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario
acreditado puede instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez
instalados los métodos y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para su
revisión. A título orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad de
trampas equivalente a treinta unidades por 500 ha de superficie.
d) Condiciones de aplicabilidad.
Las trampas homologadas ubicadas en el campo deberán estar marcadas con algún tipo de
distintivo que permita identificar al usuario responsable de su instalación. Además,
deberán ser retiradas del medio natural durante los periodos del año en que no estuvieran
vigentes las correspondientes autorizaciones administrativas.
2.2 Caja-trampa metálica para urracas
a) Especie objetivo:
Urraca (Pica pica).
b) Descripción de la trampa de retención.
Cajas-trampa metálicas que usan un ejemplar vivo de urraca como reclamo, formadas por
barrotes metálicos de grosor entre 1 y 3 mm. Posibilidad de estructura octogonal con
cuatro cámaras de captura y una central para el reclamo; o bien estructura rectangular en
forma de dos cámaras de captura laterales y una central para el reclamo.
La entrada a las cámaras de captura siempre deberá estar dispuesta de forma lateral y
tendrá una dimensión máxima de 22 x 26 cm; con sistema de cierre en forma de trampilla
de tipo guillotina, de malla metálica o chapa metálica, que se cierra al posarse el ave a
capturar sobre un balancín metálico, que en su parte superior, lleva soldado un pasador
que sostiene la trampilla.
c) Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas.
Las cajas se ubicarán en la proximidad de nidos de urraca, dispuestas en altura con objeto
de maximizar su selectividad y cambiando de localización cada cuatro-cinco días para
maximizar la efectividad.
Reclamo: ejemplar vivo de urraca (está prohibido utilizar ejemplares ciegos o mutilados).
Revisión mínima: una vez al día, empezando a primera hora de la mañana (en este caso no
prologándose más allá de medio día), o empezando a media tarde y acabando al final de la
misma, lo que limita el número de trampas que un mismo usuario puede mantener activas.
Con objeto de minimizar los efectos de las altas temperaturas sobre los posibles
animales capturados, durante los meses de verano, especialmente en las regiones de clima
mediterráneo, se recomienda escoger ubicaciones situadas a la sombra y, en su defecto,
realizar una segunda revisión de las trampas en torno al mediodía, en caso de que la
primera revisión hubiera sido realizada antes de las 10 de la mañana. En todo caso, se
recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario acreditado puede
instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez instalados los métodos
y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para su revisión. A título
orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad de trampas equivalente
a doce unidades por 500 ha de superficie.
d) Condiciones de aplicabilidad.
Las trampas homologadas ubicadas en el campo deberán estar marcadas con algún tipo de
distintivo que permita identificar al usuario responsable de su instalación. Además,
deberán ser retiradas del medio natural durante los periodos del año en que no estuvieran
vigentes las correspondientes autorizaciones administrativas.
2.3 Lazo con tope y cierre libre dispuesto en alar
a) Especie objetivo:
Zorro (Vulpes vulpes).
b) Descripción de la trampa de retención.
Lazo compuesto por un cable formado por múltiples alambres de sección igual o superior
a 1,75 mm y 1,65 m de longitud aproximada, que debe incorporar dos quitavueltas
(intermedio y extremo). Lazo de recorrido libre provisto de dos topes que determinen un
diámetro mínimo no inferior a 8 cm y máximo de entre 20 y 25 cm. Los topes deben estar
constituidos por elementos fijos como arandelas fijas o remaches, y no regulables como
elementos móviles.
c) Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas.
Este tipo de lazo deberá ser instalado en huecos o troneras de 0,4 m abiertos, cada
distancia aproximada de 10 m a lo largo de un alar, entendiendo como tal a alineaciones
formadas por el apilamiento de restos leñosos en forma de cordones de dimensiones
aproximadas 0,5 x 0,5 m (ancho x alto). En cada tronera el lazo debe ir firmemente
anclado al suelo mediante un ancla específica de suelo de manera que, una vez capturado,
el animal quede retenido en la zona de captura. A cada lazo se le debe proveer de un tutor
(estaquilla de madera o elemento metálico deformable) que lo mantenga en su posición de
instalación obligada: lazo abierto hasta su tope máximo dejando una altura de entre 20 y
25 cm desde el suelo hasta la base inferior del cable.
A la hora de instalar los lazos en el alar hay que evitar ubicaciones donde, una vez
capturado el animal, este pudiera quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación
leñosa enraizada de grosor intermedio, postes fijados al suelo, etc., así como terraplenes o
cursos de agua donde el animal pueda caer tras ser capturado.
Revisión mínima: una vez al día, empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose, en cualquier caso, más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los meses
de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda
escoger ubicaciones situadas a la sombra y, en su defecto, realizar una segunda revisión de
las trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido realizada
antes de las 10 de la mañana.
En todo caso, se recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario
acreditado puede instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez
instalados los métodos y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para su
revisión. A título orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad de
trampas equivalente a 2.400 m de alar por 500 ha de superficie.
d) Condiciones de aplicabilidad.
Las trampas homologadas ubicadas en el campo deberán estar marcadas con algún tipo de
distintivo que permita identificar al usuario responsable de su instalación. Además,
deberán ser retiradas del medio natural durante los periodos del año en que no estuvieran
vigentes las correspondientes autorizaciones administrativas.
2.4 Lazo tipo Wisconsin dispuesto en alar
a) Especie objetivo:
Zorro (Vulpes vulpes).
b) Descripción de la trampa de retención.
Lazo compuesto por un cable formado por múltiples alambres de sección igual o superior
a 2,44 mm y 1,50 m de longitud aproximada, provisto de un anti-retorno relajante (180º
«bend relaxing lock»), dos quita-vueltas (intermedio y extremo), un punto de ruptura «S-
hook» 50 kg y dos topes que determinen un diámetro mínimo no inferior a 6,5 cm y
máximo de entre 20 y 25 cm. Los topes deben estar constituidos por elementos fijos como
arandelas fijas o remaches, y no regulables como elementos móviles.
Es el lazo recomendado en el programa estatal de buenas prácticas de gestión para la
captura de zorros en EEUU, cuyas pruebas de evaluación fueron realizadas en Wisconsin,
de ahí su nombre (Association of Fish and Wildlife Agencies 2008).
c) Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas.
Este tipo de lazo debe ser instalado en huecos o troneras de 0,4 m abiertos a lo largo de un
alar, entendiendo como tal a alineaciones formadas por el apilamiento de restos leñosos en
forma de cordones de dimensiones aproximadas 0,5 x 0,5 m (ancho x alto). En cada
tronera el lazo debe ir firmemente anclado al suelo mediante un ancla específica de suelo,
y provisto de un tutor que lo mantenga en su posición de instalación obligada: lazo abierto
hasta su tope máximo dejando una altura de entre 20 y 25 cm desde el suelo hasta la base
inferior del cable.
A la hora de instalar los lazos en el alar hay que evitar ubicaciones donde, una vez
capturado el animal, este pudiera quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación
leñosa enraizada de grosor intermedio, postes fijados al suelo, etc., así como terraplenes o
cursos de agua donde el animal pueda caer tras ser capturado.
Revisión mínima: una vez al día, empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose, en cualquier caso, más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los meses
de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda escoger
ubicaciones situadas a la sombra y, en su defecto, realizar una segunda revisión de las
trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido realizada
antes de las 10 de la mañana.
En todo caso, se recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario
acreditado puede instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez
instalados los métodos y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para su
revisión. A título orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad de
trampas equivalente a 2.400 m de alar por 500 ha de superficie.
d) Condiciones de aplicabilidad.
Las trampas homologadas ubicadas en el campo deberán estar marcadas con algún tipo de
distintivo que permita identificar al usuario responsable de su instalación. Además,
deberán ser retiradas del medio natural durante los periodos del año en que no estuvieran
vigentes las correspondientes autorizaciones administrativas.
2.5 Lazo tipo Wisconsin dispuesto al paso
a) Especie objetivo:
Zorro (Vulpes vulpes).
b) Descripción de la trampa de retención.
Lazo similar al del anterior método, compuesto por un cable formado por múltiples
alambres de sección igual o superior a 2,44 mm y 1,52 m de longitud aproximada y
provisto de un anti-retorno relajante (180º «bend relaxing lock»), dos quita-vueltas
(intermedio y extremo), un punto de ruptura «S-hook» 50 kg y dos topes que determinen
un diámetro mínimo no inferior a 6,5 cm y máximo de entre 20 y 25 cm.
Los topes deben estar constituidos por elementos fijos como arandelas o remaches, y no
regulables como elementos móviles.
c) Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas.
Este tipo de lazo debe ser instalado en pasos de fauna con muchos indicios de zorro
(huellas, excrementos, etc.) y pocos de especies no objetivo. El lazo debe ir firmemente
anclado al suelo mediante un ancla específica de suelo y provisto de un tutor que lo
mantenga en su posición de instalación obligada: lazo abierto hasta su tope máximo
dejando una altura de entre 20 y 25 cm desde el suelo a la base inferior del cable.
Es obligado evitar ubicaciones donde, una vez capturado el animal, este pudiera quedar
trabado o enredado, como vallas, vegetación leñosa enraizada de grosor intermedio, postes
fijados al suelo, etc., así como terraplenes o cursos de agua donde el animal pueda caer
tras ser capturado.
Revisión mínima: una vez al día, empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose, en cualquier caso, más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los meses
de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda escoger
ubicaciones situadas a la sombra y, en su defecto, realizar una segunda revisión de las
trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido realizada
antes de las 10 de la mañana.
En todo caso, se recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario
acreditado puede instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez
instalados los métodos y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para su
revisión. A título orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad de
trampas equivalente a treinta y cinco unidades por 500 ha de superficie.
d) Condiciones de aplicabilidad.
Las trampas homologadas ubicadas en el campo deberán estar marcadas con algún tipo de
distintivo que permita identificar al usuario responsable de su instalación. Además,
deberán ser retiradas del medio natural durante los periodos del año en que no estuvieran
vigentes las correspondientes autorizaciones administrativas.
3. MATERIAL AUXILIAR DE INSTALACIÓN
La correcta instalación de las trampas descritas requiere del empleo de material
complementario para la sujeción de los propios lazos, la preparación del terreno, la
manipulación de los atrayentes, el camuflaje del artefacto… Los elementos más frecuentes
a emplear son los siguientes:
- Anclas para fijar los lazos. Existen múltiples modelos comerciales.
- Varillas para clavar las anclas
- Maceta para percutir y clavar las varillas
- Azada para preparar el terreno
- Tijeras de podar, hacha, serrucho u cualquier otra herramienta apta para cortar
vegetación y maleza.
- Guantes para manipular los cebos
- Tamices. Permiten cubrir de tierra las trampas sin elementos gruesos que pudieran
afectar al perfecto funcionamiento de los mecanismos.
- Trozo de plástico, cartón o hule que permita ubicarnos durante la instalación sin
dejar rastro de nuestro olor en el lugar.
4. IDENTIFICACIÓN DE TRAMPAS Y PERSONAL CONTROLADOR
Toda trampa o elemento de retención deberá estar identificado con dos distintivos
diferentes: uno el propio de la persona que lo utiliza, en el que figurará su número de
identificación, y otro con el número de orden que identifique el elemento de captura
que se quiere registrar.
El tipo de distintivo que se utilice, tanto por lo que se refiere al número de identificación
personal, como por lo que afecta al número de trampa, podrá ser elegido por el usuario
y tendrá que ser resistente a las condiciones del medio donde se emplee, de manera que
el número identificador esté siempre reconocible.
A los efectos de la oportuna identificación de los elementos de captura, a estos les será
colocado, por las respectivas direcciones territoriales con competencias en materia de
caza, un precinto numerado, procediendo a incluirse en el registro correspondiente los
datos de los elementos precintados.
Los precintos más comunes en otras comunidades autónomas son etiquetas de
polipropileno de 1 mm de espesor y color marrón oscuro, en las que consta el logo
institucional, el número de carnet del especialista acreditado y el número de registro de la
trampa o método de captura.
En caso de no renovarse la habilitación a una persona, ésta deberá solicitar que se le
retiren los precintos de los elementos de captura. La persona habilitada actuará de igual
manera con las trampas en desuso o con mal funcionamiento y que desee retirar.
Sólo podrán ser utilizados métodos de captura homologados y precintados conforme a lo
establecido en el Decreto 188/2014, de 7 de noviembre, del Consell, por el que se regula
la habilitación para el control de predadores.
Se establece un único registro de personas habilitadas para el control de predadores y de
sus trampas. En dicho registro, en el que habrán de incorporarse todos las personas
habilitadas por la dirección general con competencias en caza, constará, al menos, el
número registro a figurar en la acreditación; nombre y apellidos; documento de identidad;
fotografía; teléfono; correo electrónico, si lo tuviese; historial de habilitaciones e
inhabilitaciones y relación de trampas identificadas.
5. ATRAYENTES Y CEBOS
Algunas de las trampas homologadas requieren de la utilización de atrayentes que
aproximen al animal al radio de acción de los mecanismos de captura, como en el caso del
lazo tipo Collarum. Los atrayentes o cebos, de forma general, se clasifican en cebos de
ingesta (bait) y atrayentes olfativos (lure).
Si hablamos de su efectividad, a pesar de que algunas líneas generales pueden ser más o
menos claras, hay que tener en cuenta que la capacidad de atracción de un cebo tiene una
componente poblacional e individual muy importante, detectándose diferencias radicales
en el grado de aceptación de un determinado producto por un grupo de individuos
concreto. Esto se debe a la combinación de factores hereditarios y adquiridos. La
experiencia y el tipo de trampa a emplear son, por tanto, elementos clave a la hora de
determinar el cebo más adecuado en cada sitio concreto.
A la hora de escoger el atrayente habrá que tener en cuenta:
- Grado de persistencia en fresco
- Resistencia a la descomposición, especialmente a altas temperaturas
- Persistencia frente a la acción de roedores como las ratas
Los tipos generales de atrayente y algunos ejemplos son:
a) Alimentos:
- Carroñas: tripas, casquería, placentas…
- Pescado: Fresco, en lata o aceite. Suelen emplearse para “refrescar” cebos que han
perdido su olor. Se mezclan con harina y azúcar si hay ratas para hacerlos más
persistentes.
- Comida para mascotas: frecuentemente con olor a pescado
- Fiambres: Muy utilizados para la captura de gatos salvajes y que tienen una mayor
persistencia que la carne fresca.
b) Olores sociales: Son sustancias que ejercen una atracción específica sobre individuos
de una especie debido a su parecido con los olores de reconocimiento, advertencia,
señalizadores del celo… El ejemplo más claro son las feromonas, hormonas de atracción
sexual que se depositan con frecuencia junto a las deposiciones o la orina de los animales
territoriales.
c) Olores de presas: En lugar de emplear directamente presas que duran poco como cebo,
por muerte si están vivas o por pudrición si están muertas, se han comenzado a desarrollar
cebos basados en olores de presas, muy efectivos para mustélidos.
d) FAS: El conocido como FAS es una mezcla de varios ácidos grasos presentes en el
huevo podrido que resultan muy eficaces para atraer diversas especies de carnívoros, y
especialmente cánidos.
e) Extractos vegetales: Varias especies de carnívoros se sienten atraídas por olores de
origen vegetal. Esta atracción no está ligada a la alimentación, sino que parece resultar
agradable en sí, y queda fuertemente definida por una componente genética.
En el caso concreto de los cebos aptos para el uso en lazos y trampas para la captura del
zorro existen multitud de sustancias que pueden ser usadas con esta función tanto caseros
(aceite usado, cadaverina de pescado, mermelada, aroma de pescado fresco, restos de
pollería, placentas de oveja, piel y tripas de cordero…) como fabricados por casas
comerciales especializadas (Bonanza mild, Blaster bonanza, Vulpeson, Roadrunner,
Selfish o Longliner).
En las autorizaciones administrativas de algunas comunidades autónomas puede constar el
permiso de uso de atrayente y especificar así mismo el cebo concreto autorizado. Por
tanto, es recomendable solicitar permiso para utilizar estos elementos atractivos si se van a
asociar a métodos de captura que no requieren de su uso en la configuración normal. En
las prescripciones de cada trampa se hacen recomendaciones respecto a los atrayentes a
utilizar.
Debemos tener en cuenta que el atrayente utilizado puede ser un factor más de
selectividad de la trampa, y se debería utilizar, siempre y cuando sea posible atrayentes
con un espectro de atracción focalizado a la especie objetivo. Por ejemplo, las hormonas
femeninas atraen exclusivamente a los machos de la especie.
6. SEÑUELOS
En el caso de emplear animales vivos, como sucede en el caso de la caja-trampa para
urraca, deben mantenerse en condiciones que aseguren su supervivencia, proporcionando
sombra, agua y alimento en caso necesario. Los individuos reclamo no pueden estar
cegados o mutilados.
7. DOCUMENTACIÓN
7.1 Fichas de captura
La persona habilitada para realizar el control de predadores deberá llevar un libro de
registro, que se pondrá a disposición de los agentes de la autoridad con atribuciones en
materia de protección del medio ambiente, y les podrá ser requerido por funcionarios con
atribuciones en materia de caza.
La no cumplimentación, o cumplimentación incorrecta del libro de registro de capturas
podrá ser motivo de inhabilitación del controlador.
Por cada trampa, lazo o elemento de captura se deberán anotar los datos siguientes:
- Número de identificación de la persona habilitada.
- Fecha y hora de colocación
- Número de identificación del elemento de captura
- Localización: Término municipal, tipo de espacio cinegético, número de coto si
procede y coordenadas UTM.
- Tipo de trampa
- Cebo utilizado
- Fecha y hora de la primera revisión.
- Fecha y hora de las revisiones siguientes.
- Situación de la trampa en cada revisión
o Disparada sin captura
o Cebo desaparecido sin captura
o Captura
- En caso de captura: Especie capturada, parte del cuerpo que ha sido enganchada,
destino de la especie capturada y método de sacrificio.
7.2 Gestión de la documentación
En el primer trimestre de cada año, las personas habilitadas habrán de remitir a la
Administración con competencias en materia de caza los datos de capturas
correspondientes al año anterior, en concreto: trampas utilizadas y especies capturadas en
cada una de ellas, indicando número de capturas por especie (objetivo y no objetivo), y
fechas de captura de cada uno de los individuos. Mediante resolución de la dirección
general con competencias en materia de caza, se podrá establecer en cada momento el
procedimiento para la trasmisión de la información por parte de las personas habilitadas.
La omisión de esta obligación comportará también la inhabilitación del especialista.
7. Utilización de sistemas GPS en el control de predadores
La utilización del GPS queda regulada como necesaria en el Decreto 188/2014 dado que
las coordenadas UTM son uno de los datos a incorporar en las fichas de captura.
Existen multitud de modelos y marcas comerciales, accesibles económicamente y
tecnológicamente. Será necesario atender a lo dispuesto por el fabricante en las
instrucciones de uso para ser capaces como mínimo de anotar las coordenadas de
ubicación de cada una de las trampas.
Funciones más complejas como la fijación de puntos o itinerarios se descubrirán muy
útiles a medida que el usuario se familiarice con el empleo del aparato, garantizando la no
pérdida y recuperación de cada uno de los dispositivos colocados en el monte.
TEMA 5
MANIPULACION DE ANIMALES
CAPTURADOS
PRÁCTICA
DIRECTRICES TÉCNICAS PARA LA
CAPTURA DE ESPECIES
CINEGÉTICAS PREDADORAS: HOMOLOGACIÓN
DE MÉTODOS DE CAPTURA Y ACREDITACIÓN
DE USUARIOS
Documento aprobado por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente
13 de julio de 2011
RESUMEN
El presente documento contiene un conjunto de criterios orientadores establecidos
con el objeto de que las comunidades autónomas desarrollen, de forma armonizada y
coordinada, las exigencias establecidas por la Ley 42/2007 en cuanto a la homologación
de métodos de captura y acreditación de sus usuarios para especies cinegéticas
predadoras, así como las recomendaciones al respecto de las estrategias para la
conservación del Águila imperial ibérica, el lince ibérico y la relativa a la lucha contra
el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural. El documento se estructura en
dos partes (A y B) y tres anexos. La primera parte (A) contiene el diagnóstico de la
situación, en el que se justifica la necesidad del documento elaborado y una síntesis de
la normativa más relevante relacionada con la utilización de métodos de captura de
especies cinegéticas predadoras en el medio natural. En la segunda parte (B) se exponen
los procedimientos específicos recomendados para desarrollar los procesos de
homologación de los métodos de captura de especies cinegéticas predadoras, así como
para la acreditación de los usuarios de los mismos, siguiendo los criterios establecidos
por los acuerdos internacionales existentes al respecto. Por su parte, el Anexo I incluye
la información más relevante de las publicaciones sobre ensayos realizados en nuestro
país con métodos de captura de especies cinegéticas predadoras, para información y
consideración por las CCAA, cuya conclusión más relevante es la recomendación de
uso preferente de los métodos del Anexo I.A, y sólo bajo un riguroso plan de
seguimiento los métodos del Anexo I.B. Finalmente, los anexos II y III contienen,
respectivamente, las referencias bibliográficas citadas en el documento, incluyendo los
estudios de referencia tenidos en cuenta y la relación de personas del grupo de trabajo
que han participado o contribuido a elaborar este documento, junto con los expertos
internacionales consultados.
o. INTRODUCCION
3. DIAGNOSTICO DE LA SITUACIÓN
Las comunidades autónomas autorizan, en el marco de sus competencias, la
utilización de trampas de retención para la captura en vivo de especies cinegéticas
predadoras, fundamentalmente para zorro (Vulpes vulpes) y urraca (Pica pica). En este
sentido, la Ley 42/2007 de Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en
su Título III, Capítulo IV (De la protección de las especies en relación con la caza y la
pesca continental), señala una serie de prohibiciones y limitaciones relacionadas con los
métodos de captura destinados a especies cinegéticas. El artículo 62.3.a señala, entre
ellas, el que estas especies sólo pueden capturarse por procedimientos no masivos o
selectivos. Por su parte, el 62.3.g establece la obligatoriedad de homologar los métodos
de captura de estas especies siguiendo para ello criterios de selectividad y bienestar
animal fijados por los acuerdos internacionales, así como que estos métodos únicamente
sean utilizados por personal acreditado a título individual por las CCAA. Estas
limitaciones suponen una ampliación de las exigencias establecidas por las Directivas
europeas de Aves y Habitats referidas a métodos de captura destinados a las especies
incluidas en sus diferentes anexos.
Por lo tanto y de acuerdo a lo establecido en la citada Ley 42/2007, resulta necesario
identificar y determinar qué métodos de captura destinados a especies cinegéticas
predadoras cumplen con los criterios de bienestar y selectividad de los acuerdos
internacionales; así como establecer los requerimientos necesarios para la acreditación
de los usuarios de los mismos.
Por otra parte, el uso de venenos para eliminar animales silvestres, que provocan
daños a la ganadería y a la caza, es una práctica ilegal considerada como una de las
mayores amenazas para la conservación de la biodiversidad en España. Además es un
método no selectivo que causa la muerte de multitud de especies amenazadas, como las
grandes águilas (águila imperial y águila real), aves necrófagas (buitres negro y leonado,
alimoche y quebrantahuesos) y grandes carnívoros (osos, lince y lobo). Como se recoge
en la Estrategia contra el Uso Ilegal de Cebos envenenados en el Medio Natural,
aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente el 23 de octubre de 2004,
uno de los motivos de la proliferación en los últimos tiempos del uso del veneno se
relaciona con la inexistencia de métodos alternativos para el control selectivo de
predadores generalistas. Así, en su Objetivo 2 (Prevención y disuasión), Punto 2.4.3.2.
se señala lo siguiente: “Diseñar un opción selectiva, operativa y legal para el control de
predadores generalistas, cuya aplicación sea supervisada o ejecutada por la
Administración encargada de la conservación. Realizar un protocolo específico para
esa actuación”. Por su parte, la estrategia del Lince ibérico, aprobada el 30 de mayo de
2008 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, señala, en el apartado 7.2.3., la
necesidad de “Estudiar nuevos métodos para la captura y el control de depredadores”
así como la de “Potenciar la figura del controlador profesional de depredadores, una
figura profesional y que sea supervisable por la Administración.”. En la misma línea, la
estrategia del Águila Imperial ibérica, aprobada por la Comisión Nacional de Protección
de la Naturaleza el 9 de Julio de 2001, recomienda, en el punto 5.1. “Elaborar un
protocolo que contemple una opción selectiva, operativa y legal para la regulación de
la presión de zorros y perros, cuya aplicación sea supervisada o ejecutada por la
Administración encargada de la conservación de la especie”.
Así, desde las principales estrategias para la conservación de la biodiversidad en
España también se señala la necesidad y oportunidad de disponer de métodos selectivos
y no crueles de captura de predadores.
Conscientes de todo ello, la Dirección General del Medio Natural y Política Forestal
del MARM y las CCAA constituyeron en 2009 un grupo de trabajo con el objeto de
elaborar unos criterios orientadores de carácter técnico que sirvieran de base para la
homologación de los métodos de captura de especies cinegéticas predadoras y para
acreditación de sus usuarios. Después de varios meses de trabajo, de celebrar diversas
reuniones específicas (23 de junio, 15 de octubre de 2009 y 25 de febrero de 2010) y de
realizar consultas a las entidades relacionadas con el contenido del documento
representadas en el Consejo Estatal de Medio Ambiente, se fueron elaborando sucesivos
borradores que finalmente han sido enriquecidos con aportaciones de expertos
internacionales en la materia y cuya última versión fue informada favorablemente por el
Comité de Caza y Pesca el 23 de junio de 2010 y por la Comisión Estatal para el
Patrimonio Natural y la Biodiversidad el 30 de mayo de 2011.
El contenido de este documento podrá utilizarse como base de las futuras
reglamentaciones que al respecto se desarrollen tanto a nivel estatal como autonómico.
Es importante destacar que el presente documento constituye un texto interpretativo del
artículo 62 de la Ley 42/2007 y como tal debe tomarse como criterio orientador para las
CCAA. Así mismo, se configura como un documento dinámico que deberá adaptarse y
actualizarse en función de los avances científicos que se vayan produciendo en la
materia objeto del mismo; avances que se deberán incorporar de forma periódica.
4. NORMATIVA
a. Internacional
Convenio internacional relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio
natural de Europa, celebrado en Berna el 19 de septiembre de 19791
(Convenio de Berna)
Permite la captura de especies de fauna silvestre del anexo III y del Anexo II cuando
su captura sea autorizada en base al régimen de excepciones establecido en el artículo 9.
El artículo 8 dispone en el Anexo IV, la prohibición de los siguientes métodos de
captura vinculada a las especies de los referidos anexos:
• Mamíferos:
• lazos, animales ciegos o mutilados utilizados como reclamo, grabadores
y magnetófonos.
• fuentes luminosas artificiales, espejos y otros medios para deslumbrar.
• redes para captura o muerte masivas o no selectivas.
• trampas para captura o muerte masivas o no selectivas.
• venenos y cebos tranquilizantes o envenenados, asfixia con gas o humo.
• Aves:
• lazos excepto para el lagópodo al norte de paralelo 58º. • ligas, anzuelos, aves ciegas o mutiladas utilizadas como reclamo,
grabadores y magnetófonos.
• fuentes luminosas artificiales, espejos y otros medios para deslumbrar
• redes, trampas, venenos y cebos tranquilizantes o envenenados.
Acuerdo entre la Unión Europea, Canadá y la Federación Rusa2
Firmado en Julio de 1997 y adoptado mediante la Decisión 98/142/CE del Consejo
de 26 de Enero de 1998. Sus obligaciones más importantes, que se recogen en los
artículos 7 y 8, se detallan a continuación:
Artículo 7, compromisos de las partes. Cada parte llevará a cabo los necesarios
pasos para asegurar que sus respectivas autoridades competentes:
1
Decisión 82/72/CEE del Consejo, de 3 de diciembre de 1981. Diario Oficial: DO L 38 de 10.2.1982.
2 European Union-Canada-Russian Federation. 1998. Agreement on International Humane Trapping
2. lo establecido en los Estándares de captura no cruel contemplados en el Acuerdo
(su Anexo I y que constituye la parte central del Acuerdo).
3. Aseguren que los métodos de capturas utilizados en sus territorios verifiquen los
Estándares recogidos en el Acuerdo.
4. Prohíban el uso de trampas no certificadas de acuerdo a los Estándares.
5. Requieran a los fabricantes la identificación de las trampas certificadas y
faciliten instrucciones sobre su apropiada instalación, mantenimiento y
seguridad para el usuario.
Artículo 8, implementación de los Estándares. Al implementar los Estándares cada
autoridad competente de las partes firmantes debería hacer sus máximos esfuerzos
para asegurar que:
6. Los procesos puestos en marcha permitan otorgar y retirar permisos para la
utilización de trampas y hagan cumplir la legislación sobre captura no cruel.
7. Los usuarios de las trampas sean entrenados en métodos de captura no crueles,
efectivos y seguros, incluyendo nuevas técnicas que pudieran ser desarrolladas.
8. Las directrices de evaluación propuestas en el Acuerdo (en su Anexo I) sean
tenidas en cuenta al desarrollar los correspondientes y particulares procesos de
certificación.
En el resto de artículos y en los Anexos II al IV se especifican todas las
disposiciones necesarias para un adecuado desarrollo del Acuerdo: relaciones con otras
regulaciones normativas, promover investigaciones que permitan actualizar y mejorar
los Estándares, régimen de excepciones, cooperación e intercambio de información
entre las partes firmantes, comercio de pieles y sus productos derivados, régimen
interno de funcionamiento, establecimiento y funcionamiento de un cuerpo de arbitrio
para la resolución de disputas entre las partes, etc.
Acuerdo ente la Unión Europea y los Estados Unidos de América3.
Firmado en el año 1997, adoptado por la Unión Europea en forma de Acta acordada
y aprobado mediante la Decisión 98/487/CE de 13 de Julio de 1998. Este Acuerdo es
básicamente similar al anterior, proporcionando así mismo un marco de trabajo común y
una base de cooperación en el desarrollo e implementación de los Estándares de captura
no cruel por las autoridades competentes. Igualmente expresa la intención, por parte
EEUU y la UE, de apoyar las iniciativas de investigación sobre métodos de captura que
lleven a cabo sus respectivas autoridades competentes.
Los Estándares internacionales de captura no cruel.
Los Estándares sobre captura no cruel tienen por objeto asegurar un suficiente
nivel de bienestar a los animales capturados y constituyen la parte esencial de los
dos acuerdos internacionales mencionados anteriormente, siendo similares en
ambos. En estos estándares, además de especificar las especies objeto de los
3 United States of America-European Community. 1998. Standards for the Humane Trapping of Specified
Terrestrial and Semi-Aquatic Mammals between the United States of America and the European
Community. Diario Oficial L 219 de 7 de Agosto de 1998.
mismos, establecen los umbrales para considerar a una trampa como no cruel, las
directrices para desarrollar los procesos de evaluación de las trampas y las líneas de
investigación a potenciar para mejorar los propios estándares.
En el caso de trampas de retención, se establece que un método de captura
cumple los estándares internacionales de captura no cruel si:
-El número de ejemplares de la especie objetivo de los cuales derivan los datos
es mayor o igual a 20.
-Al menos el 80% de estos ejemplares no presentan ninguno de los siguientes
indicadores de malestar:
Indicadores de comportamiento reconocidos como indicadores de malestar en los animales capturados
a Mordedura autoinfligida que causa heridas graves (automutilación)
b Excesiva inmovilidad y apatía
Heridas o lesiones reconocidas como indicadores de malestar en los animales capturados
a Fractura
b Luxación de articulaciones próximas al carpo o al tarso
c Rotura de un tendón o ligamento
d Abrasión perióstica grave
e Hemorragia externa grave o hemorragia en cavidad interna
f Degeneración importante de un músculo esquelético
g Isquemia de un miembro
h Fractura de un diente definitivo con exposición de la cavidad pulpar
i Daño ocular que incluya una laceración de la córnea
j Afectación de la médula espinal
k Afectación grave de un órgano interno
l Degeneración del miocardio
m Amputación
n Muerte
Con respecto a las directrices para el desarrollo de los procesos de
evaluación de las trampas, se recomienda, en términos generales, seguir los
principios de las buenas prácticas experimentales con el objeto de asegurar la
replicabilidad de los ensayos y que la información generada sea lo más precisa y
fiable posible; mencionando expresamente a los procedimientos ISO
(International Organization for Standardization4).
b. Comunitaria Directiva europea, 2009/147/CE del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión
Europea, de 30 de Noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves
silvestres5
(Directiva Aves).
En términos generales se prohíbe cualquier forma de muerte o captura deliberadas
de las especies de aves incluidas en la Directiva (artículo 8). No obstante, se autoriza la
caza de determinadas especies de aves (Anexo II donde se incluyen todas las especies
de aves cinegéticas españolas) siempre que los métodos utilizados respeten
determinados principios, entre otros de prohibición de métodos de muerte o captura
masiva o no selectiva. En particular, se prohíben expresamente los siguientes métodos
recogidos en el apartado a) de su Anexo IV:
4. lazos, ligas, anzuelos, aves vivas ciegas o mutiladas utilizadas como
reclamo, aparatos grabadores y magnetófonos, aparatos electrocutantes.
5. redes, trampas-cepo, venenos y cebos tranquilizantes o envenenados.
Así mismo, la Directiva establece un régimen de excepciones, siempre y cuando se
justifique que no existe otra solución satisfactoria, y para una serie de motivos
justificados.
Directiva europea, 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la
conservación de los hábitats naturales y de la fauna y la flora silvestres6
(Directiva Hábitats).
El artículo 15, bajo un régimen de excepciones en relación a la captura o sacrificio
destinados a las especies del Anexo Va y del Anexo IVa, establece que los Estados
miembros prohibirán todos los medios no selectivos que puedan provocar la
desaparición a nivel local o perjudicar gravemente la tranquilidad de las poblaciones de
dichas especies y en especial el empleo de los siguientes métodos de captura y sacrificio
incluidos en la letra a del Anexo VI de la Directiva:
5. grabadores y magnetófonos.
6. fuentes luminosas artificiales.
7. espejos y otros medios para deslumbrar.
8. redes no selectivas en su principio o en sus condiciones de empleo.
9. trampas no selectivas en su principio o en sus condiciones de empleo.
10. ballestas.
11. venenos y cebos tranquilizantes o envenenados.
12. asfixia con gas o humo.
El régimen de excepciones a las disposiciones anteriores es muy similar al de la
Directiva Aves, estableciendo unas condiciones de aplicación de inexistencia de otras
soluciones satisfactorias y garantías de no perjuicio al mantenimiento, en un estado de
conservación favorable, de las poblaciones de la especie de que se trate en su área de
distribución natural.
5 Diario Oficial: DO L de 26.1.2010.
6 Diario Oficial: DO L 206 de 22.7.1992, dictámenes rectificativos: DO L 59 de 8.3.1996, DO L 31 de
6.2.1998 y posteriores actos modificativos: 97/62/CE (DO L 305 de 8.11.1997), Reglamento (CE) nº
1882/2003 (DO L 284 de 31.10.2003).
Reglamento europeo EEC 3254/917, de 4 de noviembre de 1991, relativo al uso de
cepos en la comunidad europea y la introducción de pieles y otros productos
manufacturados de ciertas especies capturadas en otros países mediante cepos u otros
métodos de captura que no cumplan los estándares internacionales de captura no
cruel
Este reglamento prohíbe el uso de todo tipo de cepos en la Unión Europea y no tiene
régimen de excepciones, lo que supone la prohibición total de este tipo de método de
captura, sea cual sea su variante y objeto de utilización.
Jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 18 de mayo
de 2006
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas desestimó un recurso
interpuesto por la Comisión Europea relativo al supuesto incumplimiento por España de
las obligaciones derivadas del artículo 12.1.a y del Anexo VI de la Directiva Hábitats, al
permitir las autoridades de Castilla y León la autorización de lazos con tope para la
captura de zorro en zonas de supuesta presencia de nutria (especie estrictamente
protegida -Anexo IV- de la Directiva).
La sentencia del Tribunal establecía que para apreciar la fundamentación de la
denuncia de la Comisión había de comprobarse la verificación de la presencia de la
especie protegida (nutria) en la zona de autorización y la condición del carácter
deliberado de su captura o sacrificio.
c. Estatal Ley 42/2007 de Conservación del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Título
III. Capítulo IV – De la protección de las especies en relación con la caza y la pesca
continental
En relación a las especies de caza, el artículo 62.3a prohíbe, con carácter general, la
tenencia, utilización y comercialización de todos los procedimientos masivos o no
selectivos para la captura o muerte de animales, en particular los enumerados en el
Anexo VII de la Ley, que en lo relativo a métodos de captura son los medios masivos o
no selectivos, citando expresamente: trampas no selectivas en su principio o en sus
condiciones de empleo, redes, lazos (sólo para aves), cepos, trampas-cepo, venenos,
cebos envenenados o tranquilizantes.
En este sentido se establece un régimen de excepciones con los condicionantes del
artículo 58.1 de la Ley y para especies que no estén consideradas de protección estricta
en la normativa de la Unión Europea.
Por su parte, en el artículo 62.3.g) se señala que los métodos de captura de
predadores que sean autorizados por las Comunidades autónomas deberán haber sido
homologados en base a los criterios de selectividad y bienestar animal fijados por los
acuerdos internacionales. La utilización de estos métodos sólo podrá ser autorizada,
mediante una acreditación individual otorgada por la Comunidad autónoma. No
podrán tener consideración de predador, a los efectos de este párrafo, las especies
incluidas en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
El anterior artículo exige, por tanto, dos líneas concretas de actuación:
- la homologación de los métodos autorizados para la captura de especies
cinegéticas predadoras.
- la acreditación individual por las comunidades autónomas de los usuarios de
los métodos homologados.
d. Autonómica
En términos generales las comunidades autónomas, en sus respectivas legislaciones
autonómicas, recogen el marco general de prohibición de métodos de captura masivos o
no selectivos así como del régimen de excepciones asociado al mismo.
Complementariamente, algunas regulaciones autonómicas han ido un poco más allá
en esta materia, especialmente en cuanto a la regulación de las personas autorizadas
para utilizar métodos de captura de especies predadoras.
Así, la Ley 4/96 de 12 de Julio de Caza de Castilla y León, en su artículo 50
establece que “La Dirección General expedirá certificados de especialista en control de
predadores a aquellas personas que superen las pruebas de aptitud que
reglamentariamente se establezcan”; así como que “El control poblacional sobre
determinadas especies no cinegéticas sólo podrá ser autorizado a los Agentes forestales,
Celadores de medio Ambiente, Guardas Particulares de Campo y Especialistas en
control de predadores”.
En la misma línea, el vigente “Reglamento de Ordenación de la Caza de Andalucía”
(Decreto 182/2005 de 26 de Julio, modificado por el Decreto 232/2007 de 31 de julio,
Plan Andaluz de Caza) en su artículo 63, establece la necesidad de estar en posesión de
un carné de controlador de predadores, personal e intransferible, expedido por la
Consejería competente en materia de caza y cuyas funciones y proceso de acreditación
estarán regulados por una orden específica de la Consejería competente en materia de
caza.
En cuanto a la evaluación de métodos de captura, la Ley 2/1993, de Caza de
Castilla-La Mancha, en su artículo 34 contempla la posibilidad de establecer un sistema
de homologación de medios de caza que precisen autorización especial.
e. Consideraciones adicionales
No obstante todo lo anterior, se entiende que las CCAA, en el marco de sus
competencias, disponen de mecanismos legales para hacer uso del régimen de
excepciones de la Ley 42/2007 en el caso de afrontar posibles situaciones de
emergencia o necesidades justificadas para autorizar métodos de captura no
homologados que no contravengan el Reglamento 3254/91.
Por otra parte, en el marco jurídico actual la gestión de la captura de perros y gatos
asilvestrados es competencia de las administraciones locales o/y de los servicios
competentes en materia de animales de compañía de las CCAA, algunas de las cuales
han desarrollado legislación específica al respecto. En caso de que las autoridades
competentes en esta materia lo consideren adecuado, las directrices recogidas en el
presente documento podrían tenerse en cuenta para los métodos de captura que sean
utilizados para la captura en el medio natural de perros y gatos asilvestrados.
p. DIRECTRICES PARA LA REGULACIÓN DE LOS MÉTODOS DE CAPTURA DE ESPECIES CINEGÉTICAS PREDADORAS Y PARA LA ACREDITACIÓN DE LOS USUARIOS DE LOS MISMOS
6. INTRODUCCIÓN
De acuerdo a la definición de la Ley 21/1992 General de Industria, la homologación
consiste en la certificación por una administración pública de un producto, proceso o
servicio. Se trata de una actividad consistente en la verificación, por una administración
pública, de la adecuación de un producto a unas normas técnicas previamente
establecidas. En este contexto y enlazando con los requerimientos legales recogidos en
el capítulo precedente, resulta necesario disponer de una norma técnica en base a la cual
homologar, norma técnica que, de acuerdo al Art. 62.3.g) de la Ley 42/2007, debe
basarse en los criterios de selectividad y bienestar animal fijados por los acuerdos
internacionales.
Como ya se ha mencionado, desde el año 1997 España, como miembro de la Unión
Europea, tiene firmados sendos acuerdos internacionales, con Canadá y la Federación
Rusa y con los Estados Unidos de América (European Union-Canada-Russian
Federation 1998, United States of America-European Community 1998), en los que se
establecen los criterios de aceptación de las trampas desde el punto de vista del
bienestar animal y en los que se menciona expresamente a los procedimientos ISO
como referentes metodológicos de evaluación de métodos de captura. En este sentido,
en el año 1999, tras varios años de trabajo de un comité técnico específico integrado por
expertos en la materia de diferentes países (Technical Commitee 191) la “International
Standard Organization” publicó la norma ISO 10990-5: Methods for testing restraining
trap, norma técnica relativa específicamente a procedimientos para la evaluación de
trampas de retención o captura en vivo (International Organization for Standardization
1999).
En este contexto, se considera que, si bien corresponde a las comunidades
autónomas el papel preponderante en los procesos de homologación de métodos de
captura y acreditación de sus usuarios, existe consenso en el seno del grupo de trabajo
que ha elaborado estas directrices de que se requieren unas bases comunes a nivel
estatal que aseguren el cumplimiento de los acuerdos internacionales y una
consideración común coherente para con el riesgo de captura accidental de especies no
objetivo. De esta manera, sin perjuicio de que las CCAA desarrollen sus propias
experiencias, parece coherente el que, a nivel estatal, también se evalúen los métodos de
captura para disponer de unas bases comunes mínimas que puedan, en su caso,
desarrollar las CCAA. Esta base común implicaría el desarrollo de las respectivas
normas técnicas en base a las cuales realizar las experiencias para la homologación de
los métodos de captura. En esta misma línea podría abordarse el proceso de acreditación
de los usuarios de los métodos homologados, con una base común que permitiera que la
acreditación por una comunidad autónoma sirviera para las demás.
Con el fin de impulsar, armonizar y desarrollar adecuadamente todo este proceso, se
recomienda crear un grupo de trabajo en el seno del Comité de Caza y Pesca, con
representantes de todas las comunidades autónomas, el MARM, expertos
independientes y sectores interesados. Este grupo se reuniría periódicamente y, entre
otras, podría realizar las siguientes funciones:
19. Información sobre nuevas normas técnicas para la evaluación de métodos de
captura que puedan incorporarse a la regulación específica.
20. Valoración técnica y emisión de informes relativos a las condiciones para que
las homologaciones y acreditaciones de usuarios sean válidas en el ámbito
estatal, sin necesidad de repetir las pruebas o exámenes en todas las CCAA.
21. Valoración técnica y emisión de informes relativos a que variantes o métodos de
captura similares a otros ya evaluados puedan ser homologados sin necesidad de
repetir las mismas pruebas en su totalidad.
22. Recopilación de la información de las CCAA relativa a:
• métodos homologados y usuarios acreditados.
• autorizaciones cursadas y especies objetivo principales.
• capturas accidentales de especies no-objetivo.
23. Impulsar los adecuados mecanismos de vigilancia y control del impacto de las
autorizaciones de métodos homologados sobre las especies no objetivo;
mecanismos de verificación independientes del autorizado, como: seguimiento
de las autorizaciones, inspecciones aleatorias, seguimientos de tendencias
poblacionales de las especies, etc.
24. Elaboración de un informe anual relativo al estado de desarrollo de las
directrices incluyendo la recopilación de la información de las CCAA.
En este contexto, durante los últimos años desde la Dirección General de Medio
Natural y Política Forestal del MARM se ha venido desarrollando, en colaboración con
las comunidades autónomas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía, y con
el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de América (USDA), varios
proyectos de evaluación de métodos de captura para zorros siguiendo las directrices de
los acuerdos internacionales de captura no cruel y de la Norma ISO 10990-5,
complementados con evaluaciones específicas sobre selectividad mecánica o de captura
e impacto sobre las especies no objetivo (Muñoz-Igualada et al. 2008; Junta de
Andalucía 2010; Muñoz-Igualada et al. 2010).
En base a los acuerdos internacionales y la norma ISO 10990-5, así como a los
resultados de las experiencias desarrolladas hasta la fecha (ver anexo bibliográfico),
seguidamente se presentan unas recomendaciones técnicas para: 1) la homologación de
métodos de captura de especies cinegéticas predadoras y 2) el desarrollo de los procesos
de acreditación individual de los usuarios de los mismos por las CCAA.
7. PRESCRIPCIONES TÉCNICAS PARA LA HOMOLOGACIÓN DE MÉTODOS DE CAPTURA DE ESPECIES CINEGÉTICAS PREDADORAS
Los métodos de captura deberían ser evaluados en base a pruebas controladas donde
se midan parámetros relativos a efectividad, bienestar animal, selectividad mecánica o
de captura, impacto sobre las especies no-objetivo y seguridad para el usuario.
(1) Definiciones • Especie cinegética predadora: especie animal objeto de aprovechamiento
cinegético según el marco jurídico vigente, que mata o hiere a otras especies
animales (presas) con la intención de consumirlas.
• Especie objetivo: especie cinegética predadora para la cual un método de
captura ha sido instalado con el objetivo de capturarla.
• Trampa de retención: dispositivo mecánico utilizado para capturar y retener
vivo a un ejemplar de la especie objetivo.
• Método de captura: trampa de retención diseñada e instalada con la intención
de no matar al animal objetivo, sino de retenerlo vivo hasta que el usuario
pueda establecer contacto directo con él. Incluye:
• Trampa de retención. • Condiciones de instalación de la trampa de retención: atrayentes,
particularidades del sitio de instalación, así como otro requerimientos relevantes especificados en las instrucciones del fabricante.
(2) Variables de estudio
Siguiendo los acuerdos internacionales y la norma ISO 10990-5, la homologación
de métodos de captura en España debería basarse en experiencias en condiciones
naturales donde se evalúen en detalle las siguientes variables:
• Efectividad
La efectividad trata de la capacidad del método evaluado para capturar a la especie
objetivo. Este parámetro se evaluaría mediante las siguientes dos variables:
-Tasa de captura de la especie objetivo. Número de unidades del método de
captura evaluado que capturaron al menos un ejemplar de las especie objetivo,
dividido entre el número total de unidades instaladas. Puede expresarse en tanto
por uno o tanto por ciento.
-Eficiencia de captura. Número de ejemplares de la especie objetivo capturados
durante un esfuerzo de captura equivalente a 1.000 trampas-noche (valor de
esfuerzo de referencia más habitual en la literatura científica existente al
respecto).
• Bienestar de la especie objetivo
La valoración del bienestar animal, tal y como está recogida en la Norma ISO
10990-5 y en los acuerdos internacionales de captura no cruel, se considera un buen
punto de partida para la evaluación de los métodos de captura exigida por la Ley
42/2007. No obstante, en la medida que en base a futuras investigaciones científicas
aparezcan nuevos indicadores de malestar (especialmente de comportamiento y
fisiológicos), éstos deberán ser incorporados a los umbrales actualmente establecidos
para considerar una trampa como no cruel.
Los traumas ocasionados por el método de captura se evaluarían siguiendo los
vigentes estándares internacionales de captura no cruel que tiene firmados la Unión
Europea. Los estándares sobre captura no cruel tienen por objeto asegurar un suficiente
nivel de bienestar a los animales capturados y constituyen la parte esencial de los
acuerdos internacionales mencionados anteriormente. En estos estándares se establecen
los umbrales para considerar a un método como “no cruel”, las directrices para
desarrollar los procesos de evaluación de los métodos y las líneas de investigación a
potenciar para mejorar los propios estándares.
A efectos de estas directrices se considera que un método de captura cumple los
estándares de captura no cruel si:
18. El número de ejemplares de la especie objetivo de los cuales derivan los
datos es mayor o igual a 20.
19. Al menos el 80% de estos animales no presentan ninguno de los
siguientes indicadores considerados de malestar:
a) Indicadores de comportamiento reconocidos como señales de malestar:
• mordedura autoinfligida que causa heridas graves
(automutilación).
• excesiva inmovilidad y apatía.
b) Heridas reconocidas como señales de malestar:
- fractura.
- luxación de articulaciones próximas al carpo o al tarso.
- rotura de un tendón o un ligamento.
- abrasión perióstica grave.
- hemorragia externa grave o hemorragia en cavidad interna.
- degeneración importante de un músculo esquelético.
- isquemia de un miembro.
- fractura de un diente definitivo con exposición de la cavidad
pulpar.
- daño ocular que incluya una laceración de la córnea.
- afectación de la médula espinal.
- afectación grave de un órgano interno.
- degeneración del miocardio.
- amputación.
- muerte.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
• Selectividad mecánica o de captura
En términos generales la selectividad de un método de captura es el grado de
especificidad que muestra un método para capturar a la especie objetivo y no a otra. A
efectos de estas directrices, para valorar la selectividad mecánica o de captura se
considera que deberían evaluarse las siguientes variables:
-Selectividad ISO. De acuerdo a como la define la norma ISO 10990-5, es el
número de ejemplares capturados de la especie objetivo dividido entre el número
total de capturas, objetivo más no-objetivo.
-Selectividad específica negativa. A efectos de estas directrices es el número de
especies no-objetivo capturadas dividido por el número total de especies
detectadas en la zona de estudio y potencialmente capturables por el método de
captura sometido a evaluación. Esta detección requiere unas labores previas
mediante técnicas adecuadas (ver apartado 2.3.1.).
-Tasa de captura de ejemplares no-objetivo. A efectos de estas directrices es el
número de unidades del método de captura evaluado que capturaron al menos un
ejemplar de alguna especie no-objetivo, dividido entre el número total de
unidades instaladas.
-Eficiencia negativa. A efectos de estas directrices es el número de ejemplares de
especies no-objetivo capturados durante un esfuerzo de captura equivalente a
1000 trampas-noche, valor de esfuerzo de referencia más habitual en la literatura
científica existente al respecto.
Las anteriores variables se definen en términos de selectividad intrínseca o mecánica
del mecanismo de captura y se entiende que su medición es independiente de la
capacidad del usuario para liberar o no al ejemplar capturado o de la abundancia relativa
de las especies, pues la selectividad de la Norma ISO no contempla medir la abundancia
de las poblaciones de las especies de animales presentes en la zona de estudio. En este
sentido los expertos consultados (G. R. Batcheller, J.Reynolds, M. Short, J. A. Shivik, J.
Talling, S. Ruette y P. Canac-Marquis) en comunicaciones personales por escrito,
coinciden en señalar que la medición de la selectividad ISO contemplada en estas
directrices resulta una aproximación válida y suficientemente consistente para permitir
la replicabilidad de los estudios con un método científico.
Estas consideraciones se entienden así mismo en consonancia con las conclusiones
de la Abogado General y la propia Sentencia de Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas de 18 de mayo de 2006 en el caso C-221/04 relativo a las
autorizaciones de lazos en Castilla y León, así como con los criterios técnicos de la
propia Comisión Europea8, de cuya interpretación se desprende que a la hora de
considerar la selectividad se puede admitir la posible captura accidental, no deliberada,
de especies no objetivo, siempre que éstas sean en bajas tasas y que tal captura
accidental no perjudique el estado de conservación de las poblaciones de las especies
capturadas; destacándose así mismo la importancia de la experiencia y habilidades del
usuario, como parte integrante del método, de cara a maximizar los resultados de
8 Guidance document on the strict protection of animal species of Community interest under the Habitats
Directive 92/43/EEC, 2007.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
selectividad de aquellas trampas que no sean enteramente selectivas. Como se muestra
más adelante, además de establecer los conocimientos mínimos para la acreditación de
los futuros usuarios de métodos homologados, las presentes directrices establecen un
umbral de selectividad mínimo para la variable de selectividad definida por la Norma
ISO, así como la necesidad de evaluar el impacto ocasionado a las especies no objetivo
accidentalmente capturadas, tanto en términos de bienestar como de readaptación al
medio una vez liberadas in situ.
• Impacto sobre las especies no-objetivo capturadas
Esta evaluación se considera conveniente de cara a evitar la posibilidad de que
algunos animales liberados sin lesiones aparentes, o con lesiones leves, puedan sufrir
problemas de readaptación que les lleven incluso a fallecer a medio-largo plazo (Harris
et al. 2006); hecho que podría afectar al estado de conservación de las poblaciones de
las especies capturadas.
Dada la escasa información científica existente en este tema específico, se
recomienda que para evaluar adecuadamente el impacto de un método de captura sobre
las especies no-objetivo capturadas se estudien dos aspectos diferenciados pero
complementarios:
• bienestar de los animales capturados.
• readaptación de éstos a su hábitat tras ser liberados in situ.
El bienestar de las especies no-objetivo capturadas debería ser evaluado por un
veterinario con experiencia de campo, autorizado por la administración competente para
realizar este tipo de trabajos.
El veterinario debería examinar exhaustivamente cada animal no-objetivo capturado
en busca de traumas asociados a los métodos de captura en evaluación. En el caso de
mamíferos, los ejemplares capturados podrían ser anestesiados, adecuadamente y con
técnicas legalmente autorizadas, si para realizar su evaluación así lo considerara
necesario el veterinario responsable. Las aves, en general, se recomienda manipularlas
adecuadamente, pero sin anestesia, que implica riesgos adicionales y prolonga
innecesariamente el tiempo de manipulación.
En el caso de ejemplares que presenten lesiones que pudieran comprometer su
capacidad visual, las evaluaciones deberían incluir un examen del ojo y estructuras
anejas, incluyendo una prueba de fluoresceína.
En caso de que algún ejemplar presente alguna lesión considerada de gravedad por
el veterinario, debería ser trasladado a un centro de recuperación donde se le practicasen
los cuidados adecuados. Los animales sin lesiones o con lesiones leves podrían ser
liberados in situ una vez recuperados, en su caso, del efecto de la anestesia.
Para evaluar la readaptación de los ejemplares no-objetivo capturados, se debería
elegir una muestra aleatoria y representativa de los mismos, los cuales serían equipados
con radio-emisores dotados de sensor de mortalidad y adecuados al peso y
características del animal en cuestión. Una vez liberados en la misma zona donde fueron
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
capturados, se realizaría una comprobación semanal de la Actividad vs Mortalidad del
animal durante un periodo mínimo de los dos meses siguientes a la captura.
• Seguridad para el usuario
Se trata de la capacidad de la trampa, junto con las instrucciones de seguridad
suministradas por el fabricante, para garantizar al usuario no sufrir ninguna lesión de
consideración durante el manejo y la instalación de la misma.
Para la evaluación de riesgos, durante el periodo de ensayos se debería prestar
especial atención a los siguientes aspectos:
-Valorar si el usuario podría liberarse así mismo de la trampa sin necesidad de
ayuda adicional de otra persona.
-Valorar la posibilidad de accionamiento accidental, no intencionado, durante el
manejo una vez accionados los dispositivos de seguridad (seguros) si existieran.
-Valorar si los dispositivos de seguridad pueden activarse y desactivarse
fácilmente con una sola mano.
-Cuantificar los posibles daños sufridos por el operario en caso de accidente
durante las operaciones de instalación y revisión de las trampas. Proponer, si es
que se consideran necesarias, medidas de seguridad adicionales a las
recomendadas por el fabricante.
En base a la evaluación de riesgos realizada, y en los casos que se consideren
necesarios por existir riesgos significativos, se podrán establecer las medidas de
prevención de riegos a tener en cuenta por los usuarios.
• Procedimientos experimentales
A los efectos de estas directrices y de cara a asegurar la mayor fiabilidad posible en
los ensayos, se recomienda seguir los principios y recomendaciones generales de buenas
prácticas experimentales establecidos por los acuerdos internacionales de captura no
cruel y la Norma ISO 10990-5 de evaluación de trampas de retención. La siguiente
propuesta deriva de tales principios y recomendaciones:
• Definición de la zona de estudio y de inferencia de los resultados
Para evaluar los parámetros anteriormente descritos se debería realizar experiencias
de campo en hábitats representativos de las zonas donde los métodos de captura se
autorizarían en caso de ser homologados y en áreas de estudio no inferiores a 500 ha. En
este sentido, a la hora de proponer la extensión de aplicación de los resultados de una
prueba concreta de homologación se establecerá, con el mayor detalle posible, los
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
criterios de representatividad de hábitats similares y de presencia de especies no
objetivo.
Los acuerdos internacionales establecen la posibilidad de realizar ensayos, de
comportamiento y fisiológicos, sobre animales mantenidos en condiciones controladas,
con el fin de evaluar su comportamiento frente a las trampas en situaciones de captura-
recaptura. En la medida que estas recomendaciones, a la vista de investigaciones
científicas, se concreten en protocolos y umbrales específicos recogidos en los propios
acuerdos internacionales, habrían de ser incorporadas a estas directrices. Mientras tanto,
siguiendo el mismo procedimiento desarrollado en experiencias previas (ver anexo
bibliográfico), el comportamiento de los animales objetivo capturados se evaluaría
atendiendo a la posible manifestación de alguno los dos indicadores de comportamiento,
considerados de malestar, recogidos en el apartado 2.2.2 anterior.
Complementariamente al resto de operaciones, utilizando metodologías adecuadas a
los diferentes grupos taxonómicos se identificarían las especies de animales silvestres,
potencialmente capturables, presentes en la zona de trabajo. A efectos de estas
directrices los métodos recomendados para el caso de mamíferos son los siguientes:
-Fototrampeo: esfuerzo mínimo de 1 cámara por cada 100 ha, dotada de
atrayente específico y revisada periódicamente (semanal-quincenal).
-Transectos diurnos a pie para identificación de indicios indirectos (huellas,
excrementos, etc.): esfuerzo mínimo equivalente a, por ejemplo, 5 km de
recorrido efectivo por cada 1000 ha. Realización periódica remendada: mensual.
-Transectos nocturnos en vehículo con fuente luminosa. Recorridos nocturnos de
toda la red de caminos accesibles de la zona de estudio. Realización periódica
recomendada: mensual.
En el caso de aves diurnas (rapaces, córvidos) serían métodos válidos, por ejemplo,
los transectos lineales, con una longitud mínima de, por ejemplo, 10 km/500 ha, u
observaciones desde puntos fijos, con un tiempo mínimo de, por ejemplo, 10 h.
• Personal
Se debe exigir que el personal que desarrolle los mismos esté experimentado en la
preparación, uso e instalación de los métodos evaluados, así como en el manejo y
tratamiento de los animales capturados y la gestión técnico-científica de la información.
• Instalación y revisión de los métodos de captura
Los métodos a evaluar se instalarán siguiendo las instrucciones del fabricante en
ubicaciones similares a las de su posterior uso en la práctica. En caso de analizar más de
un método en el mismo ensayo, la asignación de uno u otro, una vez elegido el punto de
instalación, será aleatoria.
Las unidades instaladas serán adecuadamente cartografiadas y se deberán revisar
diariamente, preferiblemente por la mañana. En el Apartado 2.7. se recoge un modelo
de estadillo que puede ser utilizado como referencia para realizar esta revisión diaria,
particularizado para el supuesto de que la especie objetivo sea el zorro.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
En caso de captura en algunas de las trampas, además de la correspondiente
anotación en la ficha diaria se rellenará una ficha específica (un modelo es propuesto en
el apartado 2.7.). En este caso se ha de prestar especial atención a los indicadores de
comportamiento del animal capturado que son necesarios observar directamente en el
campo.
• Manipulación de los animales capturados
Especie Objetivo
Los ejemplares de la especie objetivo serán sacrificados in situ mediante un método
de eutanasia no cruel (American Veterinary Medical Association 2001); como por
ejemplo, un dispositivo de bala cautiva posicionado perpendicularmente al hueso
frontal.
Todo animal sacrificado será identificado con un crotal que deberá incluir, al menos,
la siguiente información: Número identificativo único, Zona, Fecha y Nº de trampa (se
recomienda utilizar para ello un bolígrafo indeleble). El animal con crotal será
introducido en una bolsa con cierre hermético a la que se le colocará otro crotal con la
misma información recogida en el crotal del animal de su interior. Los animales
sacrificados habrán de congelarse lo más rápidamente posible (preferentemente antes de
2 horas) y permanecerán en este estado hasta proceder a los análisis veterinarios
patológicos. Durante el proceso de congelación-descongelación se tomarán las
precauciones adecuadas para evitar la deshidratación de los tejidos a analizar.
En el caso de los animales sacrificados, y siempre posteriormente a su sacrificio,
sería recomendable tomar al menos dos fotografías: una general donde se aprecie la
posición del animal capturado con respecto a la trampa (incluyendo en la foto el número
de la trampa en que se produce la captura) y una segunda de detalle de la zona de agarre
de la trampa sobre el animal, especialmente de las zonas en que se aprecien heridas si
las hubiese (procurando que el crotal, debidamente cumplimentado, forme parte de la
foto).
Especies No-Objetivo
Con carácter general, los ejemplares de especies no-objetivo no serán sacrificados
salvo que la administración autonómica competente especifique lo contrario. Como se
ha mencionado anteriormente, estos animales serán sometidos a un reconocimiento en
vivo por parte de un experto veterinario autorizado por la administración competente,
que decidirá si son susceptibles de liberación (caso de juzgar que no presentan traumas
de consideración) o por el contrario es recomendable su traslado a un centro de
recuperación.
En base al examen realizado, el veterinario experto emitirá un informe detallado
para cada ejemplar, destacando de forma expresa los posibles traumas encontrados que
su juicio de experto se podrían relacionar con el método de captura. Un modelo para tal
informe se muestra en el apartado 2.7.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
• Duración de los trabajos de campo
Los trabajos de campo se prolongarán, al menos, hasta capturar el mínimo de 20
ejemplares de la especie objetivo que establecen los acuerdos internacionales de captura
no cruel. Es importante destacar que cuando por causa del sacrificio puedan quedar
enmascaradas lesiones o heridas producidas por las trampas, el ejemplar en cuestión
será rechazado, no computando para la consecución del número mínimo de capturas
exigidas.
• Análisis veterinarios post-mortem de los ejemplares de la especie objetivo
El análisis de cada animal capturado y sacrificado se llevará a cabo por un
veterinario patólogo experimentado, que utilizará prácticas de análisis post-mortem
aceptadas por la comunidad veterinaria internacional.
Las necropsias se llevarán a cabo sobre el cuerpo entero de los animales, siguiendo
minuciosamente las recomendaciones y el protocolo patológico incluido en el Anexo B
de la Norma ISO 10990-5.
Al suministrar los datos de las necropsias de cada animal, se presentará, para cada
trauma, una detallada descripción del mismo, así como de la extensión del área
afectada; incluyendo, si fuera necesario, fotografías para una mayor claridad de las
mismas.
Las heridas y lesiones reconocidas por el equipo veterinario como causadas por las
trampas serán sintetizadas en la escala de traumas propuesta en el Anexo C de la Norma
ISO 10990-5.
Este resumen de traumas será la base para la identificación de los indicadores de
malestar recogidos por los acuerdos internacionales (apartado 2.2.2).
En base a la necropsia realizada, el veterinario patólogo emitirá un informe
individualizado para cada ejemplar indicando, expresamente, los posibles traumas
encontrados que a su juicio de experto considera asociados a la trampa o/y el evento de
captura. Un modelo adecuado para tal informe se muestra en el apartado 2.7.
• Contenidos del informe a realizar por el personal responsable de las pruebas
El informe final que el personal responsable de los ensayos deberá realizar constará
de, al menos, los siguientes contenidos:
• Descripción y denominación o denominaciones comerciales de la trampa.
• La especie objetivo.
• Datos del fabricante.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
• Datos del personal de campo que llevó a cabo los ensayos.
• Datos del o los veterinarios responsable de las necropsias.
• Datos del o los veterinarios responsables de las evaluaciones en vivo.
• Mapa del área de ensayo con la situación aproximada de las trampas y las
características de su hábitat.
• Descripción básica del clima durante el periodo de ensayos.
• Descripción minuciosa de los elementos que componen el método de captura
evaluado: trampa y metodología de utilización e instalación en el campo.
• Descripción de la metodología experimental utilizada.
• Las especies no objetivo identificadas presentes en la zona de estudio.
• Número total de ejemplares capturados de especies objetivo y no objetivo
• Fotografías de los ejemplares capturados de la especie objetivo y de las no
objetivo en caso de haberlas realizado.
• Resultados de las variables de efectividad.
• Resultados de las variables de selectividad.
• Resultados de bienestar de las especie objetivo, incluyendo tabla resumen que
muestre, para cada ejemplar, y para el total de la muestra, la posible presencia de
los indicadores de malestar recogidos en el apartado 2.2.2.
• Resultados del impacto sobre las especies no objetivo capturadas.
• Resultados de la valoración de la seguridad para el usuario.
• Recomendaciones de uso derivadas de los ensayos, encaminadas a mejorar la
eficacia, selectividad y bienestar de los animales; por ejemplo, entre otras:
número máximo recomendado de trampas a instalar y mantener por cada
usuario, densidad de trampas recomendada en función a la superficie y/o
abundancia de la especie objetivo, periodo de tiempo recomendado de
permanencia de las trampas, periodo del día para realizar las revisiones, época
del año más recomendada.
• Umbrales de homologación
A efectos de estas directrices los umbrales mínimos para la homologación de los
métodos evaluados, en base al bienestar de la especie-objetivo y no objetivo y a la
selectividad, se consideran los siguientes:
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
7. Bienestar de la especie-objetivo: de acuerdo a lo establecido en los acuerdos
internacionales, al menos el 80% de los ejemplares capturados de la especie
objetivo, de un número mínimo de 20, no deberán presentar ninguno de los
indicadores de malestar recogidos en el apartado 2.2.2. del presente
documento.
8. Bienestar de especies no-objetivo: en el caso de capturas accidentales de
especies incluidas en el listado de especies en régimen de protección
especial, un porcentaje mayoritario de las mismas, a definir por los servicios
competentes de las comunidades autónomas y nunca inferior al 80%, no
debe presentar lesiones incompatibles con su supervivencia en caso de que
fueran liberados in situ sin ningún tipo de atención veterinaria.
9. Selectividad: utilizando el criterio de los acuerdos internacionales para el
umbral de bienestar, las capturas de ejemplares de especies objetivo deberían
representar al menos el 80% del total de capturas (objetivo más no-objetivo),
lo que equivale a un mínimo de selectividad ISO del 80%. En este sentido, se
consideran especies no-objetivo las especies silvestres no cinegéticas, ya que
la gestión de éstas últimas por parte del hombre puede condicionar su
presencia en el medio, lo que puede distorsionar los resultados y las
posibilidades de comparación, replicabilidad y extensión de los mismos entre
zonas diferentes.
A efectos de estas directrices y finalizado el proceso de evaluación, se recomienda
designar a los métodos evaluados con una calificación de entre las cuatro siguientes:
a) Método homologado. Podría ser utilizado en todo el territorio nacional en los
términos que establezca la reglamentación ordinaria específica de la comunidad
autónoma.
b) Método homologado con restricciones. Podría ser utilizado en hábitats con
presencia de especies no-objetivo similares a las del ensayo, en los términos que
establezca la reglamentación ordinaria específica de la comunidad autónoma. La
extensión de su autorización a todo el territorio nacional requeriría de nuevos
ensayos en condiciones de presencia de especies no-objetivo diferentes a las del
ensayo.
c) Método no homologado por información insuficiente. Se requiere la
repetición total o parcial de los ensayos.
d) Método no homologado por no alcanzar los umbrales mínimos.
Se recomienda que el certificado de homologación que emita la Administración
competente incluya, al menos, la siguiente información:
- Nombre y descripción del método de captura.
- Las prescripciones técnicas para su correcta utilización.
- La presencia de especies no-objetivo compatibles.
- El nivel de cualificación exigido a los usuarios.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
• Líneas de investigación a impulsar
Con el objeto de mejorar los conocimientos científicos de los efectos de la captura
de predadores como base para la mejora continua de las propias normas de
homologación, se considera necesario impulsar las siguientes líneas de investigación
que se consideran prioritarias:
o Bienestar animal:
-Respuestas de comportamiento post captura, incluyendo vocalización,
indicadores de pánico, tiempo transcurrido hasta manifestar un comportamiento
normal después de la liberación de la trampa, o indicadores de aversión que
evalúen el grado de rechazo a experimentar repetidas situaciones de captura.
-Parámetros fisiológicos, incluyendo posibles arritmias cardíacas, así como
parámetros bioquímicos (en muestras de sangre, orina o saliva, más apropiadas
según las especies), incluyendo concentraciones de glucocorticoides, prolactina,
actividad de la enzima creatina kinasa, lactato deshidrogenada (y probablemente
isoencima 5), así como niveles de Beta endorfina (en caso de existir tales
ensayos). La magnitud de respuesta a estos parámetros fisiológicos deberá estar
basada en la diferencia entre niveles basales y extremos, así como en el patrón
temporal transcurrido entre ambos.
o Aplicación de nuevas tecnologías para el desarrollo de nuevos métodos de captura
o mejoras de métodos actuales en términos de bienestar y selectividad, así como de
cara a facilitar las labores de instalación, revisión y manejo por los usuarios
acreditados y las labores de vigilancia y control de la actividad por las
administraciones públicas.
o Desarrollo de bases científicas para establecer los periodos de las
autorizaciones excepcionales. Las experiencias científicas realizadas hasta la fecha
sugieren patrones de interrelación entre: densidad de trampas por unidad de
superficie, tiempo durante el cual permanecen instaladas, eficiencia de captura de
especies objetivo y probabilidades de captura de especies no objetivo. En este
sentido, se considera especialmente importante llevar a cabo ensayos experimentales
para desarrollar una base científica sobre la que establecer los periodos máximos de
las autorizaciones, así como el esfuerzo máximo por usuario acreditado. Con el
mismo objetivo se recomienda evaluar los efectos y la relación coste/beneficio de la
retirada de predadores sobre: la propia dinámica poblacional de las especies
controladas, las poblaciones de especies presa cuyos daños se quieren aminorar y las
interacciones inducidas en las poblaciones de predadores potencialmente
competidores de las especies controladas.
o Continuación de las experiencias de evaluación de métodos de captura, tanto de
nuevos métodos que puedan aparecer en el mercado, como de métodos ya
evaluados, pudiendo incorporar variables adicionales de medición de la selectividad,
con el objeto de complementar la información experimental existente sobre los
mismos.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
• Ejemplos de fichas para la toma de datos de campo y realización de informes
2.7.1. Posible modelo de estadillo a utilizar en las visitas diarias de revisión
Número de la Trampa
1 Tipo de Trampa:…………… Hora Revisión:………… Fotografías caso no capturas Nº:…………................... Suelo Seco Suelo Cierta humedad Suelo Encharcado Suelo Helado Suelo con Nieve:................cm
Tr ampa ACTIVADA. Ani mal CAPTURADO Especie :.......................... Cod. Crotal:..................................
Edad SSI NO
Macho He mbra Adulto Joven dudosa Repuesta la trampa en el mismo sitio:......................
Tr ampa ACTIVADA. Ani mal NO CAPTURADO Repuesta la trampa en el mismo sitio:.......SS..I...........N.. O Animal escap ado, p resuntamente herido?:......S..I...........NN...OO...
Peq
No Huellas Huellas Zorro Huellas Conocidas de:.............................. Huellas Desconocidas No Zorro seguro: Grand
Borrosas/Indeterminad Peq
No Excrem Excrem Zorro Excrem Conocidos de:.............................. Excrem Desconocidos No Zorro seguro: Grand
Otras acciones (hoja atrayent es u otras):...................... Indeterminados
.......... ..........................
Anim. Tumbado Anim. excavado Orina .........................................................................................................................
Tr ampa NO ACTIVADA. Peq
No Huellas Huellas Zorro Huellas Conocidas de:.............................. Huellas Desconocidas No Zorro seguro: Grand
Borrosas/Indeterminad Peq
No Excrem Excrem Zorro Excrem Conocidos de:.............................. Excrem Desconocidos No Zorro seguro: Grand
Otras acciones (hoja atrayent es u otras):...................... Indeterminados
.......... ..........................
Anim. Tumbado Anim. excavado Orina .........................................................................................................................
Trampa está INACTIVA desde el........................... p or no poder revisarla Re puesto Atr aye nte :.........S..I..........N..OO....
Observaciones (im prescindible razones para cam biar una tram pa de ubicación, o accidentes en la instalación):
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dudosa
2.7.2. Posible modelo de estadillo a utilizar en caso de captura
FECHA:………………………… Estación Nº:………….. Tipo de trampa:…………..
IDENT IFICACIÓN DEL ANIMAL
Especie:……………………. Macho He mbra Adulto Joven Edad
Peso:……Kg
CASO DE SACRIFICIO Método de sacrificio:………………… Crotal Nº:……………….
EST AD O DEL AN IMAL al apr oximarse al mismo
Animal VIVO :.......S..I.........N...O..
Consciente Inconsciente Sangrando externamente:.....SS...I.......NN...OO....
Inmovilidad-Apatía:.........N...u..la...o...E...s.c..a..s.aa.................M....o..d..e.rr..a.dd..aa....................A...lt..a.....................A...n..i..m...a..l..M....u.e..rto
Parece haber luchado por liberarse:.........L..ii.gg..e..r.a..mm...ee..nn..t.e...........M...oo..d..ee..r.aa..d..a..m...e..n..t.e..........S..e..v.ee..rr..a..m..e..nn..tt.ee.......
Mordedura autoinflingida que ha causado
heridas graves (Automutilación)
NO
SI. Parte automutilada:......................................
Observaciones adicionales sobre el estado del animal y su comporta miento:……………………………………..
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
Señales de haber sido predado una vez capturado (Descripción, posible predador, heridas causadas etc)
………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
Heridas visibles no relacionadas con la tra mpa-captura (Descripción):………….………...………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
Otras observaciones de interés (Especial at ención a los aspectos relacionados con la seguridad para el operario: heridas o lesiones del
operario durnate el montaje de la trampa o manipulación del animal etc):………….………...……………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
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y acreditación de usuarios
3. Apnéutico 4. Aumentado/ acelerado
2.7.3. Posible modelo de ficha veterinaria de campo para especies no objetivo capturadas (caso de mamífero anestesiado)
ZONA DE CAPTURA: FECHA: HORA: 11:30
ESPECIE CAPTURADA: Garduña EDAD: Joven (1-2años) SEXO: H
TIPO DE MÉTODO DE CAPTURA
INSPECCIÓN I (a distancia y al acercarse al animal capturado)
Estado del animal: • Vivo: Sí/ No • Consciente/ Inconsciente • Sangrado ext.: Sí/ No
Automutilación: No/ Sí Parte automutilada:
Movilidad: • Nula/ escasa • Moderada • Alta
Actitud Posicionamiento Movimiento 1. Apático 1. Decúbito 1. Inmóvil 2. Tranquilo 2. En estación con 2. Deambulante 3. Algo nervioso
buen apoyo 3. En círculos/vaivén
4. Muy nervioso 3. En estación con 4. Choque/ tirando 5. Agresivo
mal apoyo
por intento de
4. Sedestación
huida
Comentarios:
Excesivamente tranquila. No reacciona apenas a estímulos, ni siquiera al tocarle con un palo.
INSPECCIÓN II (durante manejo/ inmovilización física)
Peso (g): 1400
Actitud Condición corporal Condición muscular 1. Apático 1. Caquexia 1. Atrofia muscular 2. Tranquilo 2. Delgadez/ 2. Baja 3. Algo nervioso
emaciación 3. Normal/ buena
4. Muy nervioso 3. Normal/Bueno 4. Muy buena 5. Agresivo 4. Gordo
Patrón respiratorio 1. Normal 2. Disneico
2. Seco/ alterado 3. Alopecias
Comentarios:
Aspecto pelaje
1. Normal
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INSPECCIÓN/ MONITORIZACIÓN durante inmovilización química
Razón de la anestesia: Inspección y toma de muestras
Peso (g): 1400
Fármaco ml Hora Ruta Hora rev. Efecto Domtor 0,3 12:58 IM
Imalgène1000 0,15
IM
Antisedan 0,15 13:16 IM
Reversión efectos anestésicos
Temperatura: 39,9 (13:10)
Pulso inicial/ final: 150/ 144 p.p.m.
F. Resp. inicial/ final: 52/ 54 r.p.m.
PULSO°/RESPIRACIÓN+
(OPCIONAL) 200
180
160
150
140
144
120
100
80
60
52
54
40
20
0
Hora
12:58
13:16
Comentarios:
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Toma de muestras - Sangre entera c/ heparina (≥ 1ml) (VH:49, PT:8,5)
a. plasma+congelado resto de la serie roja b. olvidado realizar frotis
- Parásitos externos - Hisopos en medio virus: mucosa oral y ano - Hisopos AMIES: mucosa oral, narinas y ano
Medidas morfométricas (cm) - Longitud del cuerpo: 41? Tronco? - Perímetro torácico: olvidado - Longitud de la cola: 35 hst fin pelos? - Longitud del antebrazo: 5? Radio? - Longitud del tarso: 4,5 - Distancia entre colmillos: superiores:1,1-1,5/ inferiores:1,1-1,2 - Diámetro base colmillo sup.izdo: 0,35.
Examen físico
1. Estado general/ pelaje: En buen estado. Pelo brillante.
2. Deshidratación: nula
3. Mucosas: algo pálidas
4. Hocico/ dentadura: A. N. Roto punta colmillo inferior izqdo.
5. Sistema músculo esquelético, piel, uñas… A. N.
a. Cabeza/ cuello: A. N. Erosión leve sobre arco cigomático izqdo(mejilla) c/pérdida de pelo de aprox.2cm Ø. Oídos sucios. 2 pulgas en oreja.
b. Tronco/ abdomen: A. N.
c. Cola: A. N.
d. Miembros anteriores: A. N.
e. Miembros posteriores: A. N.
6. Auscultación:
a. Corazón: al principio taquicardia. Después se mantiene estable. b. Pulmón: A. N. Estable.
7. Oftalmología (córnea, úvea…): A. N.
Tratamiento/Curas: Nada
Radiotransmisor instalado: No/ Sí • Frecuencia: 150.063
Fotos: ambos lados, dorsal, ventral, hocico, dientes, plantas, lesiones, ectoparásitos...
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INSPECCIÓN III (comportamiento durante la huida en liberación in situ)
Actitud 1. Apático 2. Dudoso/ confuso 3. Tranquilo/ pausado 4. Activo/ decidido 5. Nervioso
Movilidad 1. Buena/ buenos apoyos/ huida
rápida 2. Regular/ huida lenta 3. Deambulante
4. Mala/ malos apoyos/ cojera
Comentarios:
Al abrir al caja. Sale algo deambulante. La vemos caminar cerca durante unos 5 minutos, se cae de lado, pero anda bien. 5 minutos +tarde sale corriendo perfectamente.
RESOLUCIÓN y consideraciones adicionales sobre las heridas debidas a la captura y posibilidades de supervivencia:
Animal sin lesiones graves. La erosión no está inflamada ni con hemorragia y podría ser anterior a la captura ya que no se observa reacción de tejido.
Se decidió liberar in situ, posterior a su recuperación anestésica.
Firma el veterinario responsable.
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2.7.4. Extracto el Anexo B (Protocolo patológico) de la Norma ISO 10990-5, de Evaluación de trampas de retención
ANEXO B ISO 10990-5
PROTOCOLO PATOLÓGICO
Completar para cada animal, bien mediante la descripción de las obsevaciones hechas
(describiendo la naturaleza y extensión de los tejidos dañados en relación con el área del
cuerpo examinada), o mediante NC (no conocido), NA (no aplicable), NI (no inspeccionado) o NS
(no remitido).
EXAMEN DE LOS MIEMBROS
Tipo Macroscópicamente Histológicamente Piel
Tejidos subcutáneos Tendones Ligamentos Músculos Huesos largos Articulación de la cadera Articulación escapular/humeral Articulación codo/rodilla Articulación carpo/tarso Articulación metacarpiana/metatarsiana Patas Almohadillas Dedos Uñas Otras
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2.7.5. Hoja resumen de necropsia
Hoja resumen de daños Anexo C de la Norma ISO 10990-5
Identificador del animal:
Tipo de trampa:
Observaciones patológicas relacionadas exclusivamente con la trampa-Captura
Observaciones patológicas Anexo C Norma ISO 10990-5 Sí No Comentarios 1 Pérdida de uñas
2 Hinchazón edematoso o hemorragia 3 Laceración cutánea menor 4 Maceracion o erosión menor de tejidos blandos subcutáneos (contusión) 5 Laceración cutánea mayor excepto en las almohadillas de las patas o lengua 6 Abrasión menor del periostio 7 Rotura de tendón o ligamento menor (cada uno) 8 Amputación de 1 dedo 9 Fractura de diente definitivo con exposición de la cavidad pulpar 10 Maceracion o erosión mayor de tejidos blandos subcutáneos 11 Laceración mayor en las almohadillas de las patas o lengua 12 Hemorragia grave en articuación 13 Luxación de articulación en o por debajo del carpo o tarso 14 Abrasión mayor del periositio 15 Fractura simple de costilla 16 Laceración ocular 17 Degeneración menor de un músculo esquelético 18 Fracturas simples en o por debajo del carpo o tarso 19 Fractura por compresión 20 Costilla astillada 21 Amputación de 2 dedos 22 Degeneración importante de un músculo esquelético 23 Isquemia de un miembro 24 Amputación de 3 o más dedos 25 Fractura o luxación por encima del carpo o tarso 26 Amputación por encima de los dedos 27 Afectación de la médula espinal 28 Afectación grave de órgano interno (hemorragia interna) 29 Fractura compuesta o astillada en o por debajo del carpo o tarso 30 Rotura de tendón o ligamento mayor (cada uno) 31 Fractura múltiple de costilla 32 Daño ocular con resultado de ceguera en un ojo 33 Degeneración del miocardio 34 Muerte
Otras observaciones patológicas relacionadas con la trampa-captura diferentes a las recogidas en la tabla anterior
(Anexo C Norma ISO 10990-5):
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cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
3. PRESCRIPCIONES TÉCNICAS PARA LA ACREDITACIÓN DE USUARIOS DE MÉTODOS DE CAPTURA DE ESPECIES CINEGÉTICAS PREDADORAS
A los efectos de estas directrices, a continuación se desarrolla la figura del usuario
acreditado de métodos de captura de especies cinegéticas predadoras de acuerdo a los
términos contemplados en el artículo 62.3.g de la Ley 42/2007.
3.1. Características generales del usuario
1. Haber sido acreditado previamente por el servicio competente de la
comunidad autónoma correspondiente.
2. Para obtener la acreditación debería superar un examen teórico-práctico
realizado por el servicio competente de la comunidad autónoma correspondiente.
3. Podría ser candidato toda persona habilitada para tener licencia de caza.
4. Las acreditaciones deberían ser:
-Personales y nominales (una empresa u otra persona jurídica no puede
ser acreditada). A cada persona acreditada le deberá ser asignado un
número identificador único que deberá marcar o ajustar a todas sus
trampas. Las trampas colocadas en el campo sin identificador deberían
ser consideradas ilegales.
-Intransferibles (no se podrán comprar, vender o ceder).
-Temporales (se otorgarán por un periodo de tiempo definido) y de
renovación periódica (por ejemplo quinquenal) supeditada a haber
realizado una adecuada comunicación y documentación de los resultados
de capturas obtenidos.
-Revocables (podrán ser retiradas si la Administración advierte un mal
uso de la misma).
3.2. Contenidos del examen de acreditación
Si bien la realización y corrección del examen debería ser responsabilidad de la
Administración, sería muy recomendable fomentar desde ésta la organización de cursos
que facilitaran el proceso de aprendizaje a los candidatos. Estos cursos no tendrían por
que ser impartidos necesariamente por personal de la Administración (si bien ésta
siempre tendría la facultad de autorizar a todo profesor responsable y marcar las líneas
directrices de los mismos), más bien sería deseable que sirvieran de mecanismo de
implicación para otros colectivos: federaciones de caza, colegios profesionales,
sindicatos, ONGs de conservación, asociaciones de guardas de campo, asociaciones de
propietarios de fincas de caza, etc. En este sentido, también sería necesario evaluar la
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cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
posibilidad de integración de este proceso formativo en otras figuras ya regladas como,
por ejemplo, la de guarda de caza (Ministerio del Interior), figuras relacionadas a nivel
autonómico o de capacitación agraria (responsabilidad de autoridades competentes en
materia educativa); así como la viabilidad de incentivos públicos con el objeto de
fortalecer algún tipo de estructura organizativa que favoreciera el control y seguimiento
del trabajo de los futuros usuarios acreditados y su progresiva especialización y/o
profesionalización de cara a garantizar una mayor eficacia en la realización de su
actividad o su posible colaboración con las administraciones públicas en acciones
complementarias de emergencia como el control de especies plaga o exóticas invasoras,
emergencias sanitarias, etc.
Así, el examen de acreditación debería asegurar que toda persona que lo superase
hubiera adquirido unos conocimientos básicos mínimos de los siguientes aspectos:
1. Normativa general y específica de los métodos de captura.
2. Problemática actual de los métodos de captura:
-Necesidad y justificación.
-Selectividad.
-Bienestar animal.
-Aspectos sociales.
-Códigos éticos.
-Complementariedad con otras modalidades de control de predadores
(armas de fuego, perros de madriguera, etc.).
-Aspectos o medidas a tener en cuenta en el control de la predación
(mejoras de hábitat, gestión de basureros, súper predadores, etc).
-Investigación y desarrollo sobre nuevos métodos de captura.
-Homologación de métodos de captura.
-El trampeo como herramienta de conservación o/y apoyo a estudios
científicos.
3. Especies predadoras objetivo y no-objetivo potencialmente capturables por
accidente:
-Biología.
-Hábitat.
-Distribución.
-Reconocimiento de visu.
-Identificación de su presencia (foto-video trampeo, huellas, excrementos
etc.).
-Estimación aproximada de abundancia, IKAs, censos, etc.
4. Ecología de la predación:
-Tipos de predadores.
-Interacciones predador-predador y predador-presa.
-Ejemplos de experiencias realizadas.
-Seguimiento de tendencias poblacionales de especies presa.
5. Material de captura y auxiliar:
-Métodos de captura autorizados.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
-Atrayentes.
-Instalación, manejo y revisión.
-Material auxiliar: GPS para localización de las trampas instaladas, fichas
de captura, gestión de documentación para realizar informes para la
administración, etc.
6. Manipulación de los animales capturados:
-Aproximación al animal capturado.
-Técnicas de inmovilización eficiente y segura.
-Precauciones sanitarias.
-Sacrificio con métodos no crueles de las especies objetivo.
-Indicadores del estado de salud de un animal capturado.
-Liberación de especies no objetivo sin aparentes lesiones.
-Cuidados, primeros auxilios y protocolo de actuación ante la captura de
especies no-objetivo.
-Enfermedades transmisibles al hombre.
7. Prevención de riesgos específicos para el manipulador asociados al trampeo;
primeros auxilios, protocolos de actuación en caso de accidente y lesiones más
probables.
Este proceso formativo se podría estructurar en forma de un curso de 2-3 días de
duración que combinara clases teóricas y prácticas que incluyeran instalación-revisión
de trampas y manejo de animales capturados.
De forma paralela, periódicamente las administraciones competentes convocarían
exámenes teórico–prácticos en los que los candidatos serían examinados por personal de
la Administración.
A los candidatos que hayan superado el examen se les expedirá la acreditación
adecuada y entrarán a formar parte de un “Registro de personas acreditadas para la
utilización de métodos de captura de especies cinegéticas predadoras” gestionado y
supervisado por la comunidad autónoma correspondiente.
Para facilitar el proceso de aprendizaje de los candidatos sería conveniente disponer
de un manual o guía de referencia que, versando sobre los contenidos anteriores,
incluyera una propuesta concreta de materiales básicos y su correcta utilización, así
como de criterios mínimos para realizar y superar las pruebas prácticas; y que sería la
base del examen común para todas las comunidades autónomas. Esta guía se debería ir
actualizando periódicamente conforme fuera apareciendo nueva información de interés:
variaciones en la legislación, nuevos métodos homologados, etc.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMÚN DEL RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN DE LAS AUTORIZACIONES DE CONTROL DE PREDADORES Y EL SISTEMA DE VIGILANCIA Y CONTROL
A los efectos de estas directrices y al objeto de desarrollar adecuadamente las
obligaciones del art. 54.2 de la Ley 42/2007, relativo al establecimiento por las CCAA
de un sistema de control de capturas y muertes accidentales, a continuación se
recomiendan las siguientes actuaciones en relación al procedimiento administrativo a
seguir, así como a otros aspectos relativos a la necesidad de seguimiento y control de las
autorizaciones.
4.1. Procedimiento administrativo, justificación e información de las autorizaciones
En los supuestos contemplados las autorizaciones de utilización de métodos de
captura se incluyen administrativamente en el marco del régimen de excepciones de la
Ley 42/2007, que a su vez traspone los correspondientes de las directivas Aves y
Hábitats. Por ello, y de acuerdo al Art. 58.3 de la Ley 42/2007, este tipo de
autorizaciones deberían ser motivadas y públicas especificando, entre otros aspectos:
a) El objetivo y la justificación de la acción.
b) La especie o especies a que se refiera.
c) Los medios, las instalaciones, los sistemas o métodos a emplear y sus límites,
así como las razones y el personal cualificado para su empleo.
d) La naturaleza y condiciones de riesgo, las circunstancias de tiempo y lugar y
si procede, las soluciones alternativas no adoptadas y los datos científicos
utilizados.
e) Las medidas de control que se aplicarán, como por ejemplo, realizar un
informe de resultados con detalles de: fechas de actuación, número y tipo de
trampas colocadas, especies y nº de ejemplares capturados y liberados, así como
otras incidencias reseñables.
En relación al procedimiento para la justificación de la actuación (a), se
recomiendan las siguientes actuaciones:
1. Registro de solicitud y justificación previa del interesado.
2. Valoración técnica por el servicio competente, principalmente en relación a
fluctuaciones de las especies presentes.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
3. Propuesta de resolución autorizando (y en tal caso su contenido siguiendo los
puntos anteriores -especies, métodos, condiciones de instalación, condiciones de
tiempo y lugar, supervisión, etc.-) o denegando (en tal caso exposición de
motivos y periodo de recurso).
Siguiendo las recomendaciones de capítulo anterior, este tipo de autorizaciones
excepcionales han de ser personales e intransferibles y por lo tanto se ha de hacer
constar en ellas el nombre y DNI de la persona autorizada solicitante.
En relación al carácter público, se recuerda que el acceso a la información en el
marco de este sistema de autorizaciones está contemplado en la Ley 27/2006, de 18 de
julio, que regula los derechos a la información, de participación pública y acceso a la
justicia en materia de medio ambiente.
Complementariamente, esta información debería ser transmitida periódicamente en
los comités o grupos específicos existentes, como por ejemplo los consejos autonómicos
o los comités estatales correspondientes.
Por otro lado, se considera adecuado que las CCAA establezcan algún tipo de
régimen sancionador específico en sus respectivas normas que regulen esta materia. En
este sentido, en casos donde pudiera probarse que el titular o los titulares del
aprovechamiento cinegético hubieran actuado de mala fe alentando la utilización
negligente de trampas, o instalaran trampas en una zona de trabajo de un usuario
acreditado sin el conocimiento de éste, sería necesario habilitar mecanismos, en
coordinación con la autoridad judicial competente, que posibilitaran la retirada de las
trampas dispuestas ilegalmente y la apertura de proceso para la suspensión del
aprovechamiento cinegético. Como medida disuasoria se recomienda redactar las
anteriores disposiciones en la propia autorización.
4.2. Sistema de seguimiento y control
En los supuestos contemplados en el artículo 58.4 de la Ley 42/2007, las CCAA
deberían comunicar al MARM las autorizaciones acordadas, a efectos de su posterior
notificación a la Comisión Europea y otros organismos internaciones pertinentes,
señalando en cada caso los controles ejercidos y los resultados obtenidos de los mismos.
En este sentido, además de los requisitos establecidos en el apartado anterior
(vinculados a los correspondientes de las directivas Aves y Hábitats -Art. 9.2 d Aves,
Art. 16.3 d Hábitats-, y en línea con las recomendaciones técnicas de la propia
Comisión9), resulta recomendable que las CCAA realicen un seguimiento periódico de
las poblaciones de las especies no objetivo, incluidas en el Listado de Especies en
Régimen de Protección Especial, que puedan ser susceptibles de ser capturadas
accidentalmente en la zona o comarca donde se den autorizaciones de captura de
especies objetivo. Este seguimiento resulta útil para: 1) conocer la situación y evolución
de las poblaciones en el territorio nacional, en cada una de las CCAA y en las zonas
donde se utilicen los métodos de captura; 2) verificar los efectos del uso de los métodos
9
Guidance document on the strict protection of animal species of Community interest under the Habitats
Directive. Comisión Europea. Febrero 2007.
Documento orientativo sobre la caza de conformidad con la Directiva 79/409/CEE del Consejo relativa a
la conservación de las aves silvestres. Comisión Europea. Febrero 2008.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
homologados y 3) diagnosticar y en su caso introducir medidas correctoras en la
aplicación de los métodos homologados.
Finalmente, y también debido a las necesidades de comunicación de información a
la Comisión Europea, resulta recomendable establecer mecanismos de control para
asegurar el correcto cumplimiento de la normativa, sobre todo en relación a la
selectividad y el bienestar animal. La existencia de mecanismos de verificación en esta
materia contribuiría a generar un ambiente de credibilidad y confianza ante la opinión
pública y las instituciones europeas e internacionales.
Por todo lo anterior y en complemento de lo recomendado en el capítulo anterior
relativo a acreditación de usuarios privados, se recomienda llevar a cabo un riguroso
sistema de control y seguimiento de todo el personal que realice esta actividad en
España, siempre bajo el control y la tutela de las administraciones públicas competentes,
mediante el establecimiento de dos niveles de seguridad relativos a la cualificación y
atribuciones del mismo.
Nivel 1. Especialista profesional en métodos de captura, propio de la
Administración o directamente vinculado a ella. Estaría especializado, entre
otros, en los siguientes aspectos:
Valoración sobre el terreno e información sobre la situación objeto de
solicitud de autorización cuando lo indique el técnico competente.
Propuesta de posibles soluciones a llevar a cabo, incluyendo
valoración de soluciones alternativas a la captura de animales cuando
lo indique el técnico competente.
Ejecución de acciones de captura en terrenos públicos y
demostrativas en terrenos privados de especial interés.
Seguimiento, apoyo y colaboración con las autoridades ambientales
en la vigilancia y control de los usuarios privados acreditados.
Facultad de utilización de métodos de captura que no estén
prohibidos por la normativa europea o internacional.
Colaboración en trabajos de campo relacionados con la evaluación
del estado de conservación de las especies protegidas que pudieran
verse afectadas directa (captura accidental) o indirectamente (retirada
de potenciales competidores autorizados) por el empleo de métodos
de captura.
Coordinación de trabajos de campo siempre que se capture una
especie que no sea de las consideradas como objetivo a efecto de
estas directrices.
Bajo supervisión técnica, seguimiento y control de los trabajos
desarrollados por otros profesionales vinculados con la
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
administración, siempre que se pretenda capturar una especie que no
sea de las consideradas como objetivo a efecto de estas directrices.
Colaboración en tareas de formación de profesionales privados y del
personal de campo de la Administración, como por ejemplo agentes
medioambientales.
Nivel 2. Especialista privado. Perfil derivado de la superación del proceso de
acreditación dispuesto en el capítulo anterior, siendo recomendable un perfil lo
más profesional posible.
Personal supervisado por el especialista de la Administración e
inscrito en un registro controlado por la misma.
Sólo facultado a utilizar las trampas legalmente homologadas y sobre
especies objetivo a efecto de estas directrices.
Ejecución de las acciones de captura una vez cursadas positivamente
las autorizaciones.
Informe de resultados de capturas objetivo y accidentales no objetivo
a la Administración.
Complementando lo dispuesto en el capítulo anterior relativo al proceso de
acreditación de usuarios privados por las CCAA, y dado que tanto la
complejidad de instalación, como las consecuencias derivadas de un uso
inapropiado o negligente, pueden variar sustancialmente de unos métodos de
captura a otros, se considera necesario establecer algún tipo proceso que
relacione la capacitación del usuario con los métodos de captura que puede
utilizar; estimulando así un proceso de mejora y aprendizaje continuo dentro de
este colectivo. De esta manera, siguiendo el modelo vigente en otros países
como Francia, EEUU o Canadá, se recomienda que los procesos de acreditación
que se desarrollen en cada autonomía sean los más rigurosos posibles,
asegurando que todo candidato que los supere resulte capacitado para instalar
adecuadamente las trampas y manejar correctamente a los posibles animales
capturados. Así, se podrían organizar cursos de dificultad variable: i) básicos
donde se enseñara a utilizar trampas homologadas, como por ejemplo las del
Anexo I.A, cuyas características mecánicas o de instalación hacen que su
utilización inapropiada o defectuosa no redunde en un aumento significativo de
la probabilidad de captura de especies no objetivo; ii) avanzados, que
capacitaran para el uso de trampas homologadas, como las del Anexo I.B, que se
consideran más susceptibles de uso inadecuado, métodos que, en tanto no exista
personal acreditado, podrían ser utilizados por personal propio de la
Administración o ajeno directamente vinculado a ella y con autorización expresa
de la misma.
En este mismo sentido, se considera recomendable que todas las
autorizaciones para el uso de trampas, cuya homologación está sometida a
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
restricciones (Anexo I.B), se condicionen a su participación en un plan de
seguimiento específico que, seguido y supervisado de forma estrecha por la
Administración, permitiría confirmar los resultados de los ensayos ya realizados
a nuevas zonas, hábitats o comunidades de predadores, aumentando el tamaño de
la muestra, verificando posibles novedades y mejorando en su conjunto el
conocimiento sobre el funcionamiento de estos métodos de captura. En el marco
del grupo de trabajo referido en el apartado B.1, el MARM realizaría la
coordinación y supervisión de toda la información recabada, para lo cual
diseñaría el método de seguimiento más adecuado de acuerdo con las CCAA y
los sectores interesados. Con los resultados recabados, se elaboraría una
memoria anual que se presentaría a los comités de caza y pesca y de fauna y
flora.
ANEXO 1. INFORMACIÓN SOBRE LOS RESULTADOS DE LOS MÉTODOS DE CAPTURA ENSAYADOS EN ESPAÑA
Los siguientes métodos de captura han sido evaluados en experiencias previas
siguiendo procedimientos científicos rigurosos cuyos resultados han sido publicados en
revistas científicas de reconocido prestigio e impacto (Díaz Ruiz et al. 2010; Muñoz-
Igualada et al. 2008 y 2010). En base a los resultados de estas experiencias se realiza la
siguiente propuesta de métodos de captura que pueden ser homologados sin necesidad
de realizar nuevos ensayos, en las circunstancias y siguiendo las prescripciones técnicas
que se detallan a continuación10
.
Siguiendo las consideraciones de los apartados B.2.4. (Umbrales de homologación)
y B.4.2. (Seguimiento y control), se diferencia entre métodos homologables con carácter
general (Anexo I.A.) y métodos cuya homologación está sometida a autorizaciones
condicionadas a un plan de seguimiento (Anexo I.B).
De esta manera, la información que se expone a continuación puede servir a las
CCAA en la valoración y toma de decisiones en sus respectivos procesos de
homologación de métodos y acreditación de usuarios de los mismos..
De forma resumida, la información expuesta a continuación se dirige a:
-Denominación.
-Especie objetivo.
-Descripción del método.
-Hábitat y especies no objetivo en la zona de ensayo.
-Resultados de parámetros de umbrales de homologación evaluados.
-Condiciones de aplicabilidad.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
1.1. ANEXO I.A.
Lazo propulsado tipo Collarum o de similares características
mecánicas y funcionamiento11
Publicación: Muñoz-Igualada et al. 2008.
1. Especie objetivo: Zorro (Vulpes vulpes).
2. Descripción
Sistema de retención por cable activado o propulsado, es el propio animal el que
debe activar la trampa para que ésta lance el cable de retención, quedando retenido por
el cuello.
Consta de dos elementos principales: el mecanismo lanzador del cable y el propio
cable de retención. El mecanismo lanzador del cable consta de un chasis principal y dos
brazos metálicos unidos al chasis mediante un muelle rotacional propulsor de los
mismos y del cable de retención. El cable de retención es un cable compuesto de
múltiples alambres y una sección total no inferior 0,45 cm de diámetro. Este cable tiene
un tope a 25 cm de su extremo que determina un diámetro mínimo de 8 cm. Además,
este cable incorpora un quita-vueltas en su extremo final y un muelle con la finalidad de
amortiguar los impulsos del animal por liberarse; elementos adicionales para minimizar
el sufrimiento del animal capturado. El cable de retención va anclado al suelo por uno
de sus extremos y sujeto a un muelle lateral instalado en el chasis metálico
anteriormente mencionado.
3. Hábitats y especies no objetivo identificadas en las zonas de estudio
El trabajo de Muñoz-Igualada et al. (2008), fue realizado de forma simultánea en las
provincias de Soria, Segovia y León, en cuatro zonas diferentes que incluían los
siguientes tipos de hábitats: bosques de Pinus pinaster, encinares de Quercus ilex,
sabinares albares (Juniperus thurifera), zonas agrícolas y pastos herbáceos naturales,
pinares de Pinus silvestris, quejigares de Quercus pyrenaica, jarales de Cistus
populifolius, matorrales y arbustedos de Cytisus spcoparius y Genista polygaliphya. En
estos habitats se identificó la presencia común de las siguientes especies no objetivo:
lobo (Canis lupus), gato montés (Felis silvestris), tejón (Meles meles), erizo
(Erinaceous europaeus), marta (Martes martes), garduña (Martes foina), gineta
(Genetta genetta), cuervo (Corvus corax), ratonero (Buteo buteo), milano real (Milvus
milvus), milano negro (Milvus migrans), cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), halcón
pergrino (Falco peregrinus), águila culebrera (Circaetus gallicus), águila calzada
(Hieraaetus pennatus), águila real (Aquila crysaetos); además de las siguientes
cinegéticas: ciervo (Cervus elaphus), corzo (Capreolus capreolus), jabalí (Sus scrofa),
liebre ibérica (Lepus granatensis) y la presencia ocasional de nutria (Lutra lutra).
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
4. Resultados de parámetros umbrales de homologación evaluados (Apartado 2.5.)
Bienestar especie objetivo: 86,4% (n=22 zorros) sin indicadores de malestar.
Selectividad ISO: 100% de capturas objetivo.
Bienestar especies no-objetivo. No hubo capturas.
5. Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas
Toda la trampa, salvo el tubo de colación del atrayente, se dispone ligeramente
enterrada. El chasis metálico queda sujeto al suelo mediante dos o tres clavos
convencionales de sección adecuada al diámetro de los agujeros del propio chasis.
El cable de retención va convenientemente anclado al suelo mediante alguno de los
múltiples modelos de anclas de trampas existentes en el mercado.
Se deberá utilizar un cebo de ingesta, tipo collarum bait u otro que induzca un
comportamiento similar, lo cual aumenta las probabilidades de que la especie objetivo
muerda su punto de colocación, acción imprescindible para que la trampa se accione.
Se instala en la cercanía de lugares de supuesto alto tránsito de zorros, por ejemplo
en la cercanía de, pero no directamente sobre, caminos, sendas o pasos de fauna. No se
deben elegir ubicaciones donde el cable de retención, una vez capturado el animal,
pudiera quedar trabado o enredado, como: vallas, vegetación leñosa enraizada de grosor
intermedio, postes fijados al suelo; así como terraplenes o cursos de agua donde el
animal pueda caer tras ser capturado, pues ello podría originar lesiones de gravedad a
los animales capturados, al poder perturbar el adecuado funcionamiento del muelle
amortiguador de tirones y el quita-vueltas.
Revisión: mínima una vez al día empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose en cualquier caso más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los
meses de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda
escoger ubicaciones situadas a la sombra y en su defecto, realizar una segunda revisión
de las trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido
realizada antes de las 10 de la mañana. En todo caso, se recomienda delimitar un
número máximo de unidades que un usuario acreditado puede instalar. Para ello se
tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez instalados los métodos y de forma
inversamente proporcional al tiempo requerido para su revisión. A título orientativo, en
las experiencias realizadas se empleó una densidad de trampas equivalente a 30
unidades por 500 ha de superficie.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
6. Condiciones de aplicabilidad12
Este método de captura podría autorizarse en todo el territorio nacional salvo en
áreas de presencia estable y con poblaciones reproductoras de Oso pardo y Lince ibérico
(actualmente se está realizando un ensayo en Castilla-La Mancha), ni en las zonas de
policía de los cursos de agua con presencia estable de Visón europeo, donde, en su caso,
se requerirían ensayos específicos de selectividad.
Complementariamente, las trampas homologadas ubicadas en el campo deberían
estar marcadas con algún tipo de distintivo que permitiera identificar al usuario
acreditado responsable de su instalación. Además, éstas deberían ser retiradas del medio
natural durante los periodos del año en que no estuvieran vigentes las correspondientes
autorizaciones administrativas; aspectos ambos que deberían ser corroborados
periódicamente por las administraciones competentes.
Finalmente, se considera necesario reseñar que el incumplimiento de estos preceptos
debería ser considerado motivo de infracción en las respectivas regulaciones que
desarrollen las administraciones competentes.
1.2. Caja metálica para urracas
Publicación: Díaz-Ruiz et al. 2010.
1. Especie objetivo: Urraca (Pica pica).
2. Descripción
Cajas-trampa metálicas que usan un ejemplar vivo de urraca como reclamo,
formadas por barrotes metálicos de grosor entre 1 y 3 mm. Posibilidad de estructura
octogonal con 4 cámaras de captura y una central para el reclamo; o bien estructura
rectangular en forma de dos cámaras de captura laterales y una central para el reclamo.
La entrada a las cámaras de captura siempre deberá estar dispuesta de forma lateral
y tendrá una dimensión máxima de 22 x 26 cm; con sistema de cierre en forma de
trampilla de tipo guillotina, de malla metálica o chapa metálica, que se cierra al posarse
el ave a capturar sobre un balancín metálico que en su parte superior lleva soldado un
pasador que sostiene la trampilla.
3. Hábitat y especies no objetivo identificadas en la zona de estudio
Ensayos realizados en dos zonas, una en el centro de la provincia de Ciudad Real y
otra en el sur de la provincia de Toledo, con hábitats mosaico entre cultivos anuales,
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
vegetación natural de ribera y matorral mediterráneo xerofítico. Se identificó la
presencia común de las siguientes especies no objetivo: erizo (Erinaceus europaeus),
gineta (Genetta genetta), garduña (Martes foina), comadreja (Mustela nivalis), turón
(Mustela putorius), gavilán (Accipiter nisus), ratonero (Buteo buteo), búho chico (Asio
otus), milano negro (Milvus migrans), Águila calzada (Hieraaetus pennatus), Circus sp;
además de las siguientes cinegéticas: conejo (Oryctolagus cuniculus), liebre ibérica
(Lepus granatensis), corneja negra (Corvus corone), zorros (Vulpes vulpes), perdiz roja
(Alectoris rufa) y grajilla (Corvus monedula).
4. Resultados de parámetros umbrales de homologación evaluados (Apartado 2.5.)
Bienestar animal: 100% (n=157 urracas) sin indicadores de malestar13
.
Selectividad ISO: 98,5% de capturas objetivo.
Bienestar especies no-objetivo. 100% sin lesiones incompatibles con su
supervivencia post suelta.
5. Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas
Ubicación de las cajas en la proximidad de nidos de urraca, dispuestas en altura con
objeto de maximizar su selectividad y cambiando de localización cada 4-5 días para
maximizar la efectividad. Reclamo: ejemplar vivo de urraca (está prohibido utilizar
ejemplares ciegos o mutilados).
Revisión: mínima una vez al día empezando a primera hora de la mañana (en este
caso no prologándose más allá de medio día), o empezando a media tarde y acabando al
final de la misma, lo que limita el número de trampas que un mismo usuario puede
mantener activas. Con objeto de minimizar los efectos de las altas temperaturas sobre
los posibles animales capturados, durante los meses de verano, especialmente en las
regiones de clima mediterráneo, se recomienda escoger ubicaciones situadas a la sombra
y en su defecto, realizar una segunda revisión de las trampas en torno al mediodía, en
caso de que la primera revisión hubiera sido realizada antes de las 10 de la mañana. En
todo caso, se recomienda delimitar un número máximo de unidades que un usuario
acreditado puede instalar. Para ello se tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez
instalados los métodos y de forma inversamente proporcional al tiempo requerido para
su revisión. A título orientativo, en las experiencias realizadas se empleó una densidad
de trampas equivalente a 12 unidades por 500 ha de superficie.
6. Condiciones de aplicabilidad14
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
13 Resultados sobre evaluaciones veterinarias realizadas específicamente para aves, adaptando las
especificaciones de los acuerdos internacionales de captura no cruel, donde las especies objetivo son
mamíferos.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
Este método de captura podría autorizarse en todo el territorio nacional salvo en
áreas de presencia estable y con poblaciones reproductoras de Lince ibérico (actualmente
se está realizando un ensayo en Castilla-La Mancha), ni en las zonas de policía de los
cursos de agua con presencia estable de visón europeo, donde, en su caso, se requerirían
ensayos específicos de selectividad.
Complementariamente, las trampas homologadas ubicadas en el campo deberían
estar marcadas con algún tipo de distintivo que permitiera identificar al usuario
acreditado responsable de su instalación. Además, éstas deberían ser retiradas del medio
natural durante los periodos del año en que no estuvieran vigentes las correspondientes
autorizaciones administrativas; aspectos ambos que deberían ser corroborados
periódicamente por las administraciones competentes.
Finalmente, se considera necesario reseñar que el incumplimiento de estos preceptos
debería ser considerado motivo de infracción en las respectivas regulaciones que
desarrollen las administraciones competentes.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
1.3. ANEXO I.B.
Lazo con tope y cierre libre dispuesto en alar. Publicación: Muñoz-Igualada et al. 2010.
1. Especie objetivo: Zorro (Vulpes vulpes).
2. Descripción
Lazo compuesto por un cable formado por múltiples alambres de sección igual o
superior a 1,75 mm y 1,65 m de longitud aproximada, que debe incorporar dos
quitavueltas (intermedio y extremo). Lazo de recorrido libre provisto de dos topes que
determinen un diámetro mínimo no inferior a 8 cm y máximo de entre 20 y 25 cm. Los
topes deben estar constituidos por elementos fijos como arandelas fijas o remaches, y no
regulables como elementos móviles.
3. Hábitat y especies no objetivo identificadas en la zona de estudio
Ensayo realizado en la provincia de Ciudad-Real, en el área de Sierra Morena, en
una zona de mosaico entre cultivos anuales y monte mediterráneo bien conservado de
alta diversidad que incluye formaciones de mancha mediterránea dominada por Quercus
ilex, matorral xerofítico, pastos herbáceos naturales y vegetación freatófita típica de
cursos de agua permanentes y estacionales. Se identificó la presencia común de las
siguientes especies no objetivo: gato montés (Felis silvestris), tejón (Meles meles),
meloncillo (Herpestes ichneumon), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta),
azor (Accipiter gentilis), águila imperial (Aquila adalberti), ratonero (Buteo buteo),
águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), milano negro (Milvus migrans), cernícalo
común (Falco tinnuculus), búho real (Bubo bubo), mochuelo europeo (Athene noctua),
cárabo (Strix aluco), lechuza común (Tyto alba) y cuervo (Corvus corax); además de las
siguientes cinegéticas: ciervo (Cervus elaphus), jabalí (Sus scrofa), conejo (Oryctolagus
cuniculus), liebre ibérica (Lepus granatensis), corneja negra (Corvus corone) y urraca
(Pica pica) y la presencia ocasional de lince ibérico (Lynx pardinus).
4. Resultados de parámetros umbrales de homologación evaluados (Apartado 2.5.)
Bienestar especie objetivo: 90,9% (n=22 zorros) sin indicadores de malestar.
Selectividad ISO: 100% de capturas objetivo.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
Bienestar especies no-objetivo. No hubo capturas.
5. Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas
Este tipo de lazo deberá ser instalado en huecos o troneras de 0,4 m abiertos, cada
distancia aproximada de 10 m a lo largo de un alar, entendiendo como tal a alineaciones
formadas por el apilamiento de restos leñosos en forma de cordones de dimensiones
aproximadas 0,5 x 0,5 m (ancho x alto). En cada tronera el lazo debe ir firmemente
anclado al suelo mediante un ancla específica de suelo de manera que, una vez
capturado, el animal quede retenido en la zona de captura. A cada lazo se le debe
proveer de un tutor (estaquilla de madera o elemento metálico deformable) que lo
mantenga en su posición de instalación obligada: lazo abierto hasta su tope máximo
dejando una altura de entre 20 y 25 cm desde el suelo a la base inferior del cable.
A la hora de instalar los lazos en el alar hay que evitar ubicaciones donde, una vez
capturado el animal, este pudiera quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación
leñosa enraizada de grosor intermedio, postes fijados al suelo, etc.; así como terraplenes
o cursos de agua donde el animal pueda caer tras ser capturado.
Revisión: mínima una vez al día empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose en cualquier caso más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los
meses de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda
escoger ubicaciones situadas a la sombra y en su defecto, realizar una segunda revisión
de las trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido
realizada antes de las 10 de la mañana. En todo caso, se recomienda delimitar un
número máximo de unidades que un usuario acreditado puede instalar. Para ello se
tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez instalados los métodos y de forma
inversamente proporcional al tiempo requerido para su revisión. A título orientativo, en
las experiencias realizadas se empleó una densidad de trampas equivalente a 2.400 m de
alar por 500 ha de superficie.
6. Condiciones de aplicabilidad15
Este método de captura podría autorizarse en todo el territorio nacional, salvo en
áreas de presencia estable y con poblaciones reproductoras de Oso pardo, Lobo ibérico
y Lince ibérico (actualmente se está realizando un ensayo en Castilla-La Mancha), ni en
las zonas de policía de los cursos de agua con presencia estable de visón europeo,
donde, en su caso, se requerirían ensayos específicos de selectividad.
Complementariamente, las trampas homologadas ubicadas en el campo deberían
estar marcadas con algún tipo de distintivo que permitiera identificar al usuario
acreditado responsable de su instalación. Además, éstas deberían ser retiradas del medio
natural durante los periodos del año en que no estuvieran vigentes las correspondientes
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
autorizaciones administrativas; aspectos ambos que deberían ser corroborados
periódicamente por las administraciones competentes.
Finalmente, se considera necesario reseñar que el incumplimiento de estos preceptos
debería ser considerado motivo de infracción en las respectivas regulaciones que
desarrollen las administraciones competentes.
1.4. Lazo tipo Wisconsin, o de similares características mecánicas y funcionamiento16, dispuesto en alar.
Publicación: Muñoz-Igualada et al. 2010.
1. Especie objetivo: Zorro (Vulpes vulpes).
2. Descripción
Lazo compuesto por un cable formado por múltiples alambres de sección igual o
superior a 2,44 mm y 1,50 m de longitud aproximada, provisto de un antirretorno
relajante (180º “bend relaxing lock”), dos quitavueltas (intermedio y extremo), un punto
de ruptura “S-hook” 50 kg y dos topes que determinen un diámetro mínimo no inferior a
6,5 cm y máximo de entre 20 y 25 cm. Los topes deben estar constituidos por elementos
fijos como arandelas fijas o remaches, y no regulables como elementos móviles.
Es el lazo recomendado en el programa estatal de buenas prácticas de gestión para la
captura de zorros en EEUU, cuyas pruebas de evaluación fueron realizadas en
Wisconsin, de ahí su nombre (Association of Fish and Wildlife Agencies 2008).
3. Hábitat y especies no objetivo identificadas en las zonas de estudio
Ensayo realizado en la provincia de Ciudad-Real, en el área de Sierra Morena, en
una zona de mosaico entre cultivos anuales y monte mediterráneo bien conservado de
alta diversidad que incluye formaciones de mancha mediterránea dominada por Quercus
ilex, matorral xerofítico, pastos herbáceos naturales y vegetación freatófita típica de
cursos de agua permanentes y estacionales. Se identificó la presencia común de las
siguientes especies no objetivo: gato montés (Felis silvestris), tejón (Meles meles),
meloncillo (Herpestes ichneumon), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta),
azor (Accipiter gentilis), águila imperial (Aquila adalberti), ratonero (Buteo buteo),
águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), milano negro (Milvus migrans), cernícalo
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
común (Falco tinnuculus), búho real (Bubo bubo), mochuelo europeo (Athene noctua),
cárabo (Strix aluco), lechuza común (Tyto alba) y cuervo (Corvus corax); además de las
siguientes cinegéticas: ciervo (Cervus elaphus), jabalí (Sus scrofa), conejo (Oryctolagus
cuniculus), liebre ibérica (Lepus granatensis), corneja negra (Corvus corone), urraca
(Pica pica) y la presencia ocasional de lince ibérico (Lynx pardinus).
4. Resultados de parámetros umbrales de homologación evaluados (Apartado 2.5.)
Bienestar especie objetivo: 95,4% (n=21 zorros) sin indicadores de malestar.
Selectividad ISO: 91,3% de capturas objetivo.
Bienestar especies no-objetivo. 100% sin lesiones incompatibles con su
supervivencia post suelta.
5. Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas
Este tipo de lazo debe ser instalado en huecos o troneras de 0,4 m abiertos a lo largo
de un alar, entendiendo como tal a alineaciones formadas por el apilamiento de restos
leñosos en forma de cordones de dimensiones aproximadas 0,5 x 0,5 m (ancho x alto).
En cada tronera el lazo debe ir firmemente anclado al suelo mediante un ancla
específica de suelo y provisto de un tutor que lo mantenga en su posición de instalación
obligada: lazo abierto hasta su tope máximo dejando una altura de entre 20 y 25 cm
desde el suelo a la base inferior del cable.
A la hora de instalar los lazos en el alar hay que evitar ubicaciones donde, una vez
capturado el animal, este pudiera quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación
leñosa enraizada de grosor intermedio, postes fijados al suelo, etc.; así como terraplenes
o cursos de agua donde el animal pueda caer tras ser capturado.
Revisión: mínima una vez al día empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose en cualquier caso más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los
meses de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda
escoger ubicaciones situadas a la sombra y en su defecto, realizar una segunda revisión
de las trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido
realizada antes de las 10 de la mañana. En todo caso, se recomienda delimitar un
número máximo de unidades que un usuario acreditado puede instalar. Para ello se
tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez instalados los métodos y de forma
inversamente proporcional al tiempo requerido para su revisión. A título orientativo, en
las experiencias realizadas se empleó una densidad de trampas equivalente a 2.400 m de
alar por 500 ha de superficie.
6. Condiciones de aplicabilidad17
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
Este método de captura podría autorizarse en todo el territorio nacional, salvo en
áreas de presencia estable y con poblaciones reproductoras de Oso pardo, Lobo ibérico
y Lince ibérico (actualmente se está realizando un ensayo en Castilla-La Mancha), ni en
las zonas de policía de los cursos de agua con presencia estable de visón europeo,
donde, en su caso, se requerirían ensayos específicos de selectividad.
Complementariamente, las trampas homologadas ubicadas en el campo deberían
estar marcadas con algún tipo de distintivo que permitiera identificar al usuario
acreditado responsable de su instalación. Además, éstas deberían ser retiradas del medio
natural durante los periodos del año en que no estuvieran vigentes las correspondientes
autorizaciones administrativas; aspectos ambos que deberían ser corroborados
periódicamente por las administraciones competentes.
Finalmente, se considera necesario reseñar que el incumplimiento de estos preceptos
debería ser considerado motivo de infracción en las respectivas regulaciones que
desarrollen las administraciones competentes.
1.5. Lazo tipo Wisconsin, o de similares características mecánicas y funcionamiento18, dispuesto al paso
Publicación: Muñoz-Igualada et al. 2010.
1. Especie objetivo: Zorro (Vulpes vulpes).
2. Descripción
Lazo similar al del anterior método: compuesto por un cable formado por múltiples
alambres de sección igual o superior a 2,44 mm y 1,52 m de longitud aproximada y
provisto de un antirretorno relajante (180º “bend relaxing lock”), dos quitavueltas
(intermedio y extremo), un punto de ruptura “S-hook” 50 kg y dos topes que determinen
un diámetro mínimo no inferior a 6,5 cm y máximo de entre 20 y 25 cm. Los topes
deben estar constituidos por elementos fijos como arandelas o remaches, y no regulables
como elementos móviles.
3. Hábitat y especies no objetivo identificadas en las zonas de estudio
Ensayo realizado en la provincia de Ciudad-Real, en el área de Sierra Morena, en un
zona de mosaico entre cultivos anuales y monte mediterráneo bien conservado de alta
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
18 La similitud, con respecto a la trampa tipo, de cualquier variante de la misma debería ser certificada por
la autoridad pública competente previa solicitud e informe técnico del agente comercializador interesado.
diversidad que incluye formaciones de mancha mediterránea dominadas por Quercus
ilex, matorral xerofítico, pastos herbáceos naturales y vegetación freatófita típica de
cursos de agua permanentes y estacionales. Se identificó la presencia común de las
siguientes especies no objetivo: gato montés (Felis silvestris), tejón (Meles meles),
meloncillo (Herpestes ichneumon), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta),
azor (Accipiter gentilis), águila imperial (Aquila adalberto), ratonero (Buteo buteo),
águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), milano negro (Milvus migrans), cernícalo
común (Falco tinnuculus), Búho real (Bubo bubo), mochuelo europeo (Athene noctua),
cárabo (Strix aluco), lechuza común (Tyto alba) y cuervo (Corvus corax); además de las
siguientes cinegéticas: ciervo (Cervus elaphus), jabalí (Sus scrofa), conejo (Oryctolagus
cuniculus), liebre ibérica (Lepus granatensis), corneja negra (Corvus corone), urraca
(Pica pica) y la presencia ocasional de lince ibérico (Lynx pardinus).
4. Resultados de parámetros evaluados umbrales de homologación (Apartado 2.5.)
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
Bienestar especie objetivo: 90,5% (n=21 zorros) sin indicadores de malestar.
Selectividad ISO: 84,0% de capturas objetivo.
Bienestar especies no-objetivo. 100% sin lesiones incompatibles con su
supervivencia post suelta.
5. Prescripciones de correcta instalación y revisión de las trampas
Este tipo de lazo debe ser instalado en pasos de fauna con muchos indicios de zorro
(huellas, excrementos, etc.) y pocos de especies no-objetivo. El lazo debe ir firmemente
anclado al suelo mediante un ancla específica de suelo y provisto de un tutor que lo
mantenga en su posición de instalación obligada: lazo abierto hasta su tope máximo
dejando una altura de entre 20 y 25 cm desde el suelo a la base inferior del cable.
Es obligado evitar ubicaciones donde, una vez capturado el animal, este pudiera
quedar trabado o enredado, como vallas, vegetación leñosa enraizada de grosor
intermedio, postes fijados al suelo, etc.; así como terraplenes o cursos de agua donde el
animal pueda caer tras ser capturado.
Revisión: mínima una vez al día empezando a primera hora de la mañana y no
prolongándose en cualquier caso más allá del mediodía, lo que limita el número de
trampas que un mismo usuario puede mantener activas. Con objeto de minimizar los
efectos de las altas temperaturas sobre los posibles animales capturados, durante los
meses de verano, especialmente en las regiones de clima mediterráneo, se recomienda
escoger ubicaciones situadas a la sombra y en su defecto, realizar una segunda revisión
de las trampas en torno al mediodía, en caso de que la primera revisión hubiera sido
realizada antes de las 10 de la mañana. En todo caso, se recomienda delimitar un
número máximo de unidades que un usuario acreditado puede instalar. Para ello se
tendrá en cuenta la superficie a cubrir una vez instalados los métodos y de forma
inversamente proporcional al tiempo requerido para su revisión. A título orientativo, en
las experiencias realizadas se empleó una densidad de trampas equivalente a 35
unidades por 500 ha de superficie.
6. Condiciones de aplicabilidad 19
Este método de captura podría autorizarse en todo el territorio nacional, salvo en
áreas de presencia estable y con poblaciones reproductoras de Oso pardo, Lobo ibérico
y Lince ibérico (actualmente se está realizando un ensayo en Castilla-La Mancha), ni en
las zonas de policía de los cursos de agua con presencia estable de visón europeo,
donde, en su caso, se requerirían ensayos específicos de selectividad.
Complementariamente, las trampas homologadas ubicadas en el campo deberían
estar marcadas con algún tipo de distintivo que permitiera identificar al usuario
19 La Ley 42/2007 establece, con carácter general, la prohibición de métodos de captura de especies
cinegéticas masivos o no selectivos, así como un régimen de excepciones asociado.
Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
acreditado responsable de su instalación. Además, éstas deberían ser retiradas del medio
natural durante los periodos del año en que no estuvieran vigentes las correspondientes
autorizaciones administrativas; aspectos ambos que deberían ser corroborados
periódicamente por las administraciones competentes.
Finalmente, se considera necesario reseñar que el incumplimiento de estos preceptos
debería ser considerado motivo de infracción en las respectivas regulaciones que
desarrollen las administraciones competentes.
ANEXO 2. BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
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Directrices técnicas para la captura de especies
cinegéticas predadoras: homologación de métodos
y acreditación de usuarios
1.6. ANEXO 3. RELACIÓN DE PERSONAS PARTICIPANTES EN EL GRUPO DE TRABAJO DE ELABORACIÓN DE LAS DIRECTRICES Y EXPERTOS CONSULTADOS
GRUPO DE TRABAJO
Francisco Aranda Maza, Servicio de Gestión del Medio Natural, Junta de
Andalucía.
Fernando Benito Álvarez, Servicio de Caza y Pesca, Junta de Castilla y León
José Luis Burrel Badía, Servicio de Caza y Pesca, Gobierno de Aragón.
Luis Carlos Cabanas. Sección de Caza y Pesca, Diputación Foral de Álava.
Rafael Cadenas de Llano Aguilar, Instituto Andaluz de la Caza, Junta de
Andalucía.
Enrique Castién, Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente,
Gobierno de Navarra.
Víctor Colomar Costa. Servicio de Caza. Gobierno Balear.
Pablo Ferreras de Andrés. Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos
(IREC). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Universidad de
Castilla-La Mancha.
Mª Llanos Gabaldón Lozano, Servicio de Caza y Pesca, Junta de Comunidades
de Castilla-La Mancha.
Francisco García Domínguez, MARM.
Matías García Morell, Servicio Caza y Pesca Fluvial, Murcia.
Luis Mariano González, MARM.
José Lara Zabía, Área de Conservación de Flora y Fauna, Comunidad de
Madrid.
Jaime Marcos Beltrán, Sección de Caza, Gobierno de Asturias
Josep María López Martín, Área de Actividades cinegéticas, Generalitat de
Cataluña.
Jesús B Marquina, Servicio de Caza y Pesca Fluvial, Xunta de Galicia.
Javier Millán Gasca, Sanitat, Control de Fauna, Gobierno Balear.
Javier Monge. Sección de Caza y Pesca, Diputación Foral de Vizcaya.
Jaime Muñoz Igualada, Tragsega (Grupo Tragsa).
Borja Nebot Sanz, Servicio de Gestión del Medio Natural, Junta de Andalucía.
Agustín Noriega Sampayo, Servicio de Espacios Naturales, Junta de Castilla y
León.
Alejo Pastor, AT Servicio Caza y Pesca Fluvial, Murcia.
Manuel Rivera. Junta de Extremadura
José Luis Rodríguez Luengo, Servicio de Biodiversidad, Gobierno de Canarias.
Lorenzo A. Rodríguez Martín, Servicio de Caza y Pesca, Junta de Castilla y
León.
Bartomeu Seguí Campaner, Servicio de Caza, Gobierno Balear.
Juan Manuel Theureau de la Peña, Servicio de Caza y Pesca, Comunidad
Valenciana.
Jon Zulaika. Diputación Foral de Guipúzcoa.
EXPERTOS INTERNACIONALES CONSULTADOS
o Gordon R. Batcheller. Departamento de Conservación del Medio
Ambiente del Estado de Nueva York. Albany, EEUU.
o Pierre Canac-Marquis. Departamento de recursos naturales y fauna silvestre. Québec. Gobierno de Canadá.
o Jonathan Reynolds. Game and Wildlife Conservancy Trust. Hampshire,
Reino Unido.
o Sandrine Ruette. Oficina Nacional de la Caza y la Fauna Silvestre.
Birieux, Francia.
o John A. Shivik. Universidad del Estado de UTA-Wildlife Servce USDA.
Logan, EEUU.
o Mike Short. Game and Wildlife Conservancy Trust. Hampshire, Reino Unido. o Janet Talling. Central Science Laboratory. Food and Environment
Research Agency, York, Reino Unido.
Tratamiento de los residuos de los animales capturados o
abatidos.
De forma habitual en la caza se generan residuos derivados de los
animales abatidos. Se trata de residuos orgánicos sobrantes después de que estos
animales hayan sido desollados y preparados para su conservación frigorífica o
consumo inmediato. Históricamente no siempre ha existido una normativa
específica que regulara el tratamiento concreto de este tipo de residuos
cinegéticos y de ahí que las personas a lo largo de los años hayan dispuesto
diversas formas de eliminarlos. Unas veces se ha optado por depositarlos como
un residuo domestico más en los contenedores de las calles colocados al efecto,
otras veces se han abandonado directamente en el monte, otras se han
depositado en muladares, etc. También ha sido una costumbre muy extendida
eviscerar ejemplares in situ, inmediatamente después de su abatimiento, arrojando
dichas vísceras directamente sobre el medio natural. Frente a todas estas
prácticas conviene analizar ahora cuál es el régimen jurídico que regula el
tratamiento de tales residuos para encontrar una solución a su eliminación
compatible con la normativa, que evite además los posibles riesgos derivados
que los mismos pudieran tener sobre el medio ambiente, la agricultura, la
ganadería o la salud pública.
De inicio, debemos partir de la base que la normativa en vigor obliga
efectivamente a la eliminación de los residuos de animales a toda persona que
trate con los mismos. Así de claro se manifiesta la Ley 8/2003, de 24 de
abril, de Sanidad Animal, cuando en su art. 7.1.f se establece que:
«Los propietarios o responsables de los animales, comerciantes importadores
exportadores y transportistas, y los profesionales que ejerzan actividades
relacionadas con la sanidad animal, sean personas físicas o jurídicas,
deberán:
f) Proceder a la eliminación o destrucción de los cadáveres de animales y
demás productos de origen animal, que tengan bajo su responsabilidad, en
la forma y condiciones establecidas en la normativa aplicable en cada caso.»
Esta obligación de eliminación se justifica para el legislador en el riesgo
implícito que estos residuos orgánicos puedan llegar tener para la salud de las
personas, la ganadería, la fauna y la flora silvestre y en general para la
conservación de un medio ambiente adecuado, debido al peligro potencial que
suponen en cuanto a la transmisión de enfermedades, contaminación del
subsuelo y acuíferos, etc. Peligro que ciertamente durante las últimas
décadas se ha visto materializado en varias crisis alimentarias y ganaderas
como la provocada por las vacas locas, la fiebre aftosa, la gripe aviar, etc. Hasta
tal punto el bien jurídico protegido es defendido por la norma que su
incumplimiento cuando se genere un riesgo es sancionado como infracción
GRAVE por la Ley 8/ 2003, de 24 de abril, de sanidad animal (art.
84.20):
«El abandono de anima les, de sus cadáveres o de productos o materias
primas que entrañen un riesgo sanitario para la sanidad animal, para la
salud pública o contaminen el medio ambiente, o su envío a destinos no
autorizados ...».
Llevando aparejadas a su vez sanciones graves consistentes en una multa
de 3.001 a 60.000 euros (art 88 Ley 8/2003).
Por tanto, a partir del establecimiento de dicha obligación, la cuestión
inmediata es saber la forma en que debe procederse a la misma. Para ello, la Unión
Europea aprobó varias normas, siendo la que se encuentra en vigor el
REGLAMENTO (CE) Nº 1069/ 2009 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL
CONSEJO de 21 de octubre de 2009 por el que se establecen las normas sanitarias
aplicables a los subproductos animales y los productos derivados no destinados
al consumo humano. El reglamento establece varios métodos de eliminación,
sin embargo, excluye expresamente de su ámbito de aplicación a los animales
abatidos en acción de caza. Así se claro se manifiesta su artículo 2 que el
presente reglamento no se aplicara a los siguientes subproductos animales:
«b) los cuerpos enteros o partes de animales de caza silvestre que no se
recojan después de cazados, de conformidad con las buenas prácticas
de caza, sin perjuicio del Reglamento (CE) no 853/ 2004;
c) los subproductos animales procedentes de la caza silvestre y de
la carne de caza silvestre que se mencionan en el artículo 1,
apartado 3, letra e), del Reglamento (CE) no 853/ 2004 »
Y los que se mencionan en el art. 1, apartado 3, letra e) del
REGLAMENTO (CE) Nº 853/ 2004 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL
CONSEJO de 29 de abril de 2004 por el que se establecen normas específicas
de higiene de los alimentos de origen animal son:
«e) el suministro directo por parte de los cazadores de pequeñas
cantidades de caza silvestre o de carne de caza silvestre al consumidor
final o a establecimientos locales de venta al por menor que suministran
directamente al consumidor final.»
Por lo tanto, la reglamentación de la Unión Europea sobre eliminación
de residuos de origen animal excluye del su ámbito de aplicación, tanto los
cuerpos enteros o partes de animales de caza silvestre que no se recojan
después de cazados, como aquellos otros subproductos animales procedentes de
la caza silvestre y de la carne de caza silvestre que el cazador vaya a utilizar
para autoconsumo, regalar o entregar a consumidores finales o suministrarla a
locales de venta al por menor.
Sin embargo, al realizar esta exclusión, a continuación encarga
directamente a cada Estado miembro de la Unión Europea la determinación de
las medidas oportunas para eliminar tales residuos. En su art. 1.4 se afirma que
«Los Estados miembros establecerán, con arreglo a su derecho nacional, normas
que regulen las actividades y personas a que hacen referencia las letras c), d)
y e) del apartado 3. Estas normas nacionales deberán garantizar la realización de
los objetivos del presente Reglamento».
Así pues, queda en manos de cada país la fijación de las formas o medios
para eliminar estos residuos, que en España, como consecuencia del reparto
competencial en favor de las Comunidades Autónomas, corresponde a estas
últimas designar de forma específica. Por ello se comprende que varias
comunidades autónomas ya dispongan de normativas dictadas al efecto, como
por ejemplo ocurre en Castilla La Mancha con la Resolución de 10 de febrero
de 2009, de la Dirección General de Producción Agropecuaria, por la que se
establecen las medidas de gestión que se consideran suficientes al objeto de
garantizar un nivel adecuado de protección de la sanidad animal para los
subproductos animales de caza silvestre que no estén dentro del ámbito de
aplicación del Reglamento Europeo 1774/2002 (ya derogado y que precisamente
sustituye en la actualidad el citado REGLAMENTO [CE] N. 1069/ 2009 DEL
PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 21 de octubre de 2009 por el
que se establecen las normas sanitarias aplicables a los subproductos animales y
los productos derivados no destinados al consumo humano). Esta Resolución
establece tres mecanismos de eliminación de residuos: el enterramiento controlado
in situ, recogida controlada por empresas gestoras autorizadas conforme al
Reglamento n. 1069/ 2009, y el abandono de residuos en muladares autorizados.
Por el contrario, en la Comunidad Valenciana todavía no se ha dictado
ninguna normativa precisa al respecto. No obstante, existe alguna referencia en
las autorizaciones de batida y gancho que resuelve la Conselleria, pero son para
las piezas de caza abatida que no sean comestibles. En estos casos se establece
en la séptima condición general de la autorización, que «en el caso de piezas
no comestibles se procederá a enterrarlas los más rápidamente posible,
utilizando cal viva». En cambio, para las piezas de caza comestibles tan solo se
afirma que «pasarán la inspección veterinaria pertinente», pero nada se apunta
respecto qué hacer con los residuos que estas generen.
«6. Las piezas de caza comestibles pasarán la inspección veterinaria pertinente
7. En el caso de piezas no comestibles se procederá a enterrarlas lo más rápidamente
posible, utilizando cal viva.
8. Se tendrá especial cuidado de no realizar ningún tipo de actividad que pueda ser
origen de posibles incendios forestales.
9. Por parte de la Organización, se recogerá toda la basura que se produzca en él»
Con este escenario de desregulación específica, debemos acudir a los
mecanismos jurídicos dispuestos habitualmente para cubrir las lagunas
existentes en cualquier ordenamiento jurídico. Entre ellas, podemos recurrir a la
analogía, para entender que si la Conselleria ha establecido en las
autorizaciones que para las piezas no comestibles la solución adecuada es
«enterrarlas lo más rápidamente posible, utilizando cal viva», también para los
residuos derivados de especies de caza comestibles debería de establecerse este
mismo sistema de eliminación. Además, este mismo método es como hemos
visto el que ha sido autorizado en otras Comunidades Autónomas para estos
mismos supuestos, como el caso mencionado de Castilla La Mancha.
De otro lado, parece también sensato entender que será conforme a
derecho si un operador cinegético, bien sea una empresa orgánica, el titular de
un espacio cinegético, o cualquier persona física o jurídica suscribe un contrato
con una empresa gestora autorizada para recogida de controlada de los restos
conforme a la normativa europea. En estos casos se trata de empresas
autorizadas por la Administración de conformidad con el RD y que se encargan
de recoger los restos previo depósito en contenedores o puntos de recogida
habilitados al efecto para su posterior tratamiento, transformación o
eliminación. Todas las granjas bovinas, porcinas y avícolas tienen contratos
suscritos con este tipo de empresas. El titular del espacio cinegético podría
tratar de conveniar con éstas o contratar directamente con dichas empresas para
depositar en estos contenedores los eventuales restos de animales que pudieran
abatirse.
Del mismo modo, la utilización de muladares podrá ser autorizada por la
Administración autonómica competente. En España, la utilización de este tipo de
espacios viene regulada por el Real Decreto 1632/2011, de 14 de noviembre, por
el que se regula la alimentación de determinadas especies de fauna silvestre con
subproductos anima les no destinados a consumo humano. En la Comunidad
Valenciana, en aplicación y desarrollo de esta normativa se dictó la ORDEN de
26 de junio de 2008, de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y
Vivienda, por la que se regula la instalación y funcionamiento de comederos para
la alimentación de aves rapaces necrófagas. En dicha orden se permite que los
interesados puedan solicitar la instalación de muladares para poder depositar
restos de animales para alimentación de las aves necrófagas. En la solicitud se
deberá aportar los datos del titular del comedero, las especies de aves
necrófagas objeto del comedero y motivo de su instalación, la relación de
explotaciones pecuarias o industrias alimentarias de posible origen de aportes
(incluyendo aquí que en nuestro caso que se trata de un espacio cinegético), las
especies o tipo de restos a aportar, con indicación de las cantidades máximas
de restos a verter, con estimación del aporte mensual, el plan de limpieza de
restos y desinfección del comedero, con indicación de los medios que se dispone
a tal efecto y su periodicidad, así como el sistema de eliminación de restos
que pudiera queda r. En los supuestos, que tal vez sean mayoritarios, en los
que el titular del espacio cinegético no le sea viable solicitar por sí mismo tal
muladar, siempre cabe el recurso de convenir con el titular de alguno de estos
espacios la posibilidad de poder verter tales residuos.
En conclusión, toda persona que maneje o tenga en su poder residuos
derivados de animales de caza para tiene varias opciones para eliminarlos:
1. Enterramiento controlado in situ en cal viva, si bien para residuos de
animales comestibles faltaría confirmación por parte de la Conselleria
correspondiente.
9. Recogida controlada por empresas gestoras autorizadas de conformidad con
el REGLAMENTO (CE) No 1069/2009 DELPARLAMENTO EUROPEO Y
DEL CONSEJO de 21 de octubre de 2009.
10. D
epósito en muladares previa autorización de la Conselleria, de conformidad
con ORDEN de 26 de junio de 2008, de la Conselleria de Medio Ambiente,
Agua, Urbanismo y Vivienda, por la que se regula la instalación y
funcionamiento de comederos para la alimentación de aves rapaces
necrófagas.
TEMA 6.
PREVENCIÓN DE RIESGOS EN EL
CONTROL DE PREDADORES
1. ÍNDICE.
1. ÍNDICE. ................................................................................................................................ 8
2. INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................... 8
2.1. Condiciones intrínsecas al control de predadores. ................................................................ 8
2.2. Situación normativa de la prevención de riesgos en el control de predadores. ..................... 9
2.3. Normativa aplicable a los trabajadores (autónomos o en régimen general). ...................... 10
3. PREVENCIÓN DE RIESGOS GENERALES EN EL CONTROL DE
PREDADORES. ......................................................................................................................... 11
3.1. Riesgos derivados del desplazamiento. ............................................................................... 11
3.2. Riesgos derivados de la meteorología. ................................................................................ 12
3.3. Riesgos derivados de las condiciones del terreno. .............................................................. 15
4. PROCEDIMIENTO Y PREVENCIÓN DE RIESGOS EN EL CONTROL DE
PREDADORES. ......................................................................................................................... 17
4.1. Preparación de la zona de trampeo. ..................................................................................... 17
4.2. Preparación de las trampas de retención e instalación. ....................................................... 18
4.3. Revisión de las trampas ....................................................................................................... 19
4.4. Manipulación de los animales capturados. .......................................................................... 21
4.5. Retirada de trampas. ............................................................................................................ 22
5. RIESGO A TERCEROS. .................................................................................................... 24
6. RIESGOS SANITARIOS. .................................................................................................. 25
7. MATERIAL COMPLEMENTARIO Y DE SEGURIDAD................................................ 27
7.1. Botiquín. .............................................................................................................................. 27
7.2. Equipos de protección individual. ....................................................................................... 28
2. INTRODUCCIÓN.
La actividad del control de predadores mediante trampas de retención no presenta, en sí
misma, un riesgo elevado para el usuario u otras personas que por distintos motivos puedan
transitar en la zona de trampeo.
En temas anteriores se han contemplado distintos procedimientos, materiales y
conocimientos relativos a la realización del control de predadores, en el presente tema se van
a desarrollar los aspectos relacionados con la seguridad de las personas y la prevención de
riesgos.
2.1. Condiciones intrínsecas al control de predadores.
Sin duda, el control de predadores, desde el punto de vista de la prevención de riesgos, tiene
unas particularidades que lo distinguen de otros sectores de actividad.
La primera peculiaridad viene dada por la temporalidad de las tareas, la realización por parte
de personal contratado o propietarios del acotado o bien directivos, socios que prestan el
servicio al acotado voluntariamente.
En segundo lugar todos los trabajos se realizan al aire libre con exposición a las
inclemencias meteorológicas (frío, calor, insolación).
En tercer lugar, los trabajos de control de predadores se desarrollan en zonas relativamente
apartadas, con mala comunicación (fuera de pistas y sendas) y muchas veces sin cobertura
para los teléfonos móviles.
Por último, cabe destacar que los trabajos de control de predadores se vienen realizando, la
mayor parte de las veces, en solitario. Por lo que en caso de accidente grave no se dispone
de auxilio.
Aún con todas estas particularidades y pese que durante los últimos años la prevención de
riesgos tiende a estar muy implantado en otros ámbitos, en el momento de la realización de
los controles de predadores se deben tomar ciertas precauciones básicas que pueden evitar
accidentes.
2.2. Situación normativa de la prevención de riesgos en el control de
predadores.
La falta de una profesionalización y especialización en el control de predadores, a diferencia
de otros países (EEUU, Canadá...) donde la figura del "trampero" ha sido de mayor
importancia económica y cultural en España no han introducido, hasta fechas recientes,
criterios de prevención de riesgos laborales en la normativa de aplicación al sector. Aún así,
en las Directrices técnicas para la captura de especies cinegéticas predadoras:
homologación de métodos de captura y acreditación de usuarios, aprobadas por la
Conferencia Sectorial de Medio Ambiente el 13 de julio de 2011, se pueden encontrar
referencias a la evaluación de la seguridad de los equipos empleados en el control, cuyo
texto se reproduce a continuación:
Seguridad para el usuario
Se trata de la capacidad de la trampa, junto con las instrucciones de seguridad suministradas por el
fabricante, para garantizar al usuario no sufrir ninguna lesión de consideración durante el manejo y la
instalación de la misma.
Para la evaluación de riesgos, durante el periodo de ensayos se debería prestar especial atención a los
siguientes aspectos:
-Valorar si el usuario podría liberarse así mismo de la trampa sin necesidad de ayuda adicional de otra persona.
-Valorar la posibilidad de accionamiento accidental, no intencionado, durante el manejo una vez accionados los
dispositivos de seguridad (seguros) si existieran.
-Valorar si los dispositivos de seguridad pueden activarse y desactivarse fácilmente con una sola mano.
-Cuantificar los posibles daños sufridos por el operario en caso de accidente durante las operaciones de
instalación y revisión de las trampas. Proponer, si es que se consideran necesarias, medidas de seguridad
adicionales a las recomendadas por el fabricante.
En base a la evaluación de riesgos realizada, y en los casos que se consideren necesarios por existir riesgos
significativos, se podrán establecer las medidas de prevención de riegos a tener en cuenta por los usuarios.
En el texto anterior, se aprecia que se contemplan exclusivamente la evaluación de riesgos al
usuario en la manipulación y uso de las trampas, no abordando la prevención de riesgos en
todos los trabajos que componen el control de predadores.
Con respecto a la situación normativa en España es necesario considerar la situación del
usuario con respecto al acotado donde se presta el servicio:
Usuario no contratado: directivos, propietarios o socios voluntarios.
Usuario contratado: Guarda, personal contratado en régimen general o autónomo.
En el primer caso los usuarios de las trampas no se consideran trabajadores y actualmente no
existe un desarrollo legislativo en relación a las medidas de prevención de riesgos que deben
tomar.
En cambio para aquellos usuarios de trampas autónomos, contratados a través del acotado o
de otra empresa de servicios, se aplica la normativa relativa a la prevención de riesgos
laborales. A fin de cuentas el control de predadores por un especialista, no deja de ser un
trabajo de gestión más. El punto siguiente, sin ánimo de exhaustividad se recoge la
legislación aplicable a los trabajos de control de predadores.
2.3. Normativa aplicable a los trabajadores (autónomos o en régimen
general).
Normativa estatal básica de aplicación
Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención
de riesgos laborales.
Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social.
Ley 31/95, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención.
Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo.
Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativa a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos.
Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre protección de los trabajadores contra
los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección
individual.
Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
Real Decreto 1316/1989, de 27 de octubre, sobre protección de los trabajadores frente
a riesgos derivados de la exposición al ruido frente al trabajo.
Real Decreto 1644/2008, de 10 de octubre, por el que se establecen las normas para la
comercialización y puesta en servicio de las máquinas
Legislación de la Unión Europea
Directivas sobre los trabajadores y las condiciones de trabajo de forma general
Directiva 94/33/CEE del Consejo relativa a la protección de los jóvenes en el trabajo.
Directiva 92/58/CEE del Consejo relativa a las disposiciones mínimas en materia de
señalización y de salud en el trabajo.
Directivas 91/155/CEE Y 93/112/CEE de la Comisión; artículo 10 de la Directiva
88/379/CEE.
Directiva 89/654/CEE del Consejo relativa a las disposiciones mínimas de seguridad
y salud en los lugares de trabajo.
Directivas 89/391/CEE del Consejo relativa a la aplicación de medidas para promover
las mejoras de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo;
91/383/CEE; 92/85/CEE; Directiva marco.
Directivas relacionadas con la protección individual de los trabajadores
Directiva 89/656/CEE del Consejo sobre la utilización por los trabajadores en el
trabajo de equipos de protección individual.
Directiva 89/655/CEE del Consejo sobre la utilización por los trabajadores en el
trabajo de los equipos de trabajo.
3. PREVENCIÓN DE RIESGOS GENERALES EN EL CONTROL DE
PREDADORES.
Como se ha mencionado anteriormente el control de predadores tiene unos condicionantes
específicos. A continuación se estudian algunos riesgos que se producirán en todo el proceso
del control de predadores, dichos riesgos serán:
Riesgos derivados del desplazamiento
Riesgos derivados de la meteorología.
Riesgos derivados de las condiciones del terreno.
3.1. Riesgos derivados del desplazamiento.
Los trabajos de control de predadores a menudo implican el desplazamiento del personal,
desde sus centros de residencia, a lugares apartados de los núcleos de población. En general,
los trabajadores se desplazan en vehículos propios hasta el punto de encuentro; y prosiguen
en vehículos todo terreno, conducidos por los mismos usuarios, a través de pistas forestales
en diferente estado de conservación. En muchas ocasiones, se requiere después caminar
hasta el área definitiva de trabajo. Por tanto se realizan:
Desplazamientos por carretera.
Desplazamientos por pistas forestales.
Desplazamientos a pie.
Cuando se recorren largas distancias, con medios de transporte diferentes, y por carreteras o
caminos en ocasiones intransitables las posibilidades de accidente de un trabajador son muy
altas.
Se define como accidente in itinere o de trayecto: “El que el trabajador sufre durante el viaje
de ida desde su casa al trabajo o durante el de vuelta del trabajo a casa”. El viaje puede
hacerlo a pie o en cualquier tipo de vehículo, de su propiedad o de la empresa, o en un
transporte público. Las posibilidades de que se produzca un accidente aumentan cuanto
mayor sea el trayecto, porque, la capacidad de concentración se ve reducida al acumularse el
cansancio. Por ello es fundamental en todo caso un estricto control de estos traslados,
extremando las medidas de seguridad y observación de normas.
El desplazamiento por pistas forestales y caminos se realiza con vehículos todo terreno, que
suelen ser propiedad de la empresa. Del buen estado de los caminos y pistas que se
dispongan en la explotación forestal dependen el tiempo en desplazamiento y la cantidad de
superficie que puede cubrir un usuario. A mejor estado de las pistas mayor superficie así
como mejor evacuación y seguridad de las mismas. Por tanto, se recomienda realizar
revisiones periódicas de las pistas forestales pues, por ejemplo, cualquier pequeño
desprendimiento o presencia de escarcha sobre la pista puede provocar un accidente.
Es recomendable hacer un estudio previo de los caminos y pistas antes de comenzar las
actividades, esto facilita el reparto de tareas acortando el tiempo de transporte y
desplazamiento. De éste modo aumenta la seguridad de los usuarios de trampas, puesto que
en muchos casos se desplazarán en solitario hasta la zona donde se va a realizar el control.
Una medida preventiva eficaz para evitar el vuelco de vehículos es habilitar una zona en el
camino que les permita realizar giros seguros, señalizándola convenientemente.
Las medidas preventivas relativas al transporte son:
Observar en todo momento las normas de circulación.
Respetar en todo momento las normas de circulación, y la necesidad de poseer carné
de conducir apropiado al vehículo que se está conduciendo.
No consumir bebidas alcohólicas ni drogas.
Utilizar los cinturones de seguridad
Disminuir la velocidad en las pistas forestales.
Utilizar obligatoriamente, cuando se circula con vehículo, de manos libres para
teléfono móvil.
Disponer de calzado y material adecuado al entorno de trabajo.
Reducir al mínimo posible las distancias de desplazamiento.
Mantener en todo momento la comunicación con los medios oportunos de
evacuación y rescate, en caso de acceder a zonas apartadas avisar a los agentes de la
autoridad.
Comprobar con anterioridad, en la fase de estudio, todo el itinerario y optimizarlo.
Vigilar las zonas de aparcamiento, para evitar que se origine un incendio por piezas
calientes del vehículo en contacto con pastos o ramas (tubos de escape, catalizadores,
etc.).
Establecer vías de evacuación efectivas.
Llevar en todo momento un mantenimiento preventivo de los vehículos que se
utilizan, especialmente del motor y de los neumáticos
Mantener en perfecto estado los botiquines individuales y colectivos, así como el
material diverso de primeros auxilios, y llevar personal cualificado para su uso.
Al caminar por sendas o caminos, se prestará especial atención a terraplenes y
caídas.
3.2. Riesgos derivados de la meteorología.
Los trabajos de control de predadores se realizan a la intemperie en condiciones, muchas
veces, de frío, humedad o calor que, añadidas al trabajo físico, pueden desembocar en ciertos
problemas para la salud del trabajador.
A estos factores hay que añadir también otros fenómenos meteorológicos como viento
fuerte, tormenta eléctrica y lluvia que pueden ser altamente peligrosos.
El hombre es un ser homeotermo, que necesita mantener una temperatura corporal
constante entre 36,5 y 37 grados centígrados, con independencia de las variaciones que
puedan producirse en su entorno. Si esa temperatura corporal sufre variaciones, puede afectar
de manera peligrosa a ciertos órganos internos como el cerebro. Este mantenimiento del
calor corporal lo realiza gracias a una combinación de producción y eliminación de calor.
La producción de calor corporal se produce por medio de las reacciones químicas
exotérmicas principalmente en las células musculares obteniéndose desprendimiento de
calor. Así mismo ante temperaturas elevadas la eliminación de calor corporal se produce
para evitar la acumulación calórica.
Cuando la temperatura del cuerpo es muy superior a la ambiental, éste la puede regular por
medio de cuatro sistemas (radiación o cesión del calor, conducción, convección o
evaporación del sudor)
Siempre que sea posible, debería efectuarse el trabajo cuando los factores climáticos sean los
más propicios para el trabajador. La estación del año y el número de horas de trabajo diarias
pueden contribuir a reducir al mínimo las posibilidades de insolación, los extremos de
temperatura y de lluvia o nieve.
Riesgo de estrés térmico por frío
El frío intenso sobre el ser humano puede producir, a nivel general, trastornos de la
consciencia, disminución de la agudeza visual y auditiva, retardo en los reflejos, y por
consiguiente una reacción más lenta. Esto supone, por tanto, una pérdida de concentración
en el trabajo.
Hay que destacar que si el frío intenso se localiza en las extremidades del cuerpo, como
manos o pies, puede dar lugar a un eritema superficial o enrojecimiento de la piel que
equivale a una congelación de primer grado, y dificultar el movimiento. Esta reducción de
movilidad trae como consecuencia, entre otras, que la manipulación de herramientas y
utilización de maquinaria entrañen un riesgo para el trabajador.
Otras dolencias asociadas al frío son el reumatismo, neuralgias, bronquitis, otitis, etc. que
pueden originar baja laboral, y en algunos casos de varios días.
Las medidas preventivas frente al frio intenso son:
Protección de extremidades (utilizar dos pares de calcetines de algodón + lana).
Protección de la cabeza, utilizando gorro o pasamontañas.
Seleccionar la vestimenta adecuada a la época del año.
Establecer regímenes de trabajo-recuperación.
Beber líquidos calientes y dulces. Nunca alcohol.
Limitar el consumo de café como diurético y modificador de la circulación
sanguínea.
Utilizar ropa cortaviento.
Sustituir la ropa humedecida
Disminuir el tiempo de permanencia en ambientes fríos
Controlar el ritmo de trabajo.
En caso de notar algún síntoma de congelación, volver inmediatamente al vehículo,
encender el motor y calentar el habitáculo progresivamente, se pueden consumir bebidas
calientes azucaradas, y nunca alcohólicas.
Riesgo de estrés térmico por calor
Los efectos del calor sobre el cuerpo pueden ser más perjudiciales que los provocados por el
frío, especialmente por el aporte calórico extra que supone el trabajo dinámico propio de las
tareas de control de predadores sumado a la temperatura ambiental.
El organismo pone en marcha una serie de mecanismos de termorregulación para soportar el
calor intenso, como son la producción de sudor o la vaso-dilatación periférica (dilatación de
los pequeños vasos venosos de la superficie de la piel).
El calor provoca un aumento de accidentes puesto que disminuye el estado de alerta y
concentración del trabajador, y por tanto aumenta su exposición a cualquier riesgo existente.
El calor puede producir: Efectos a nivel general y Efectos a nivel local.
Efectos a nivel general:
Golpe de calor: cuando se realizan trabajos con gran esfuerzo físico en un medio húmedo y
caluroso, rompiéndose los mecanismos de defensa del organismo frente al calor. Los
síntomas son los siguientes:
Piel caliente y seca de color rojizo o amoratado. Temperatura corporal elevada.
Gran sensación de sed. Dolor de cabeza.
Confusión mental. Dificultad respiratoria.
Shock e incluso muerte en caso extremo.
Agotamiento por calor: se trata de un estadio menos grave que el anterior. Los síntomas son
los siguientes:
Piel pálida. Excesiva sudoración. Dolor de cabeza.
Fatiga. Somnolencia.
Confusión mental.
Insolación: Se produce por la exposición prolongada de la cabeza al sol sin la debida
protección. Los síntomas que presenta son:
Piel enrojecida con mayor o menor intensidad.
Estado de aturdimiento.
Desorientación.
Pérdida de conocimiento (en algún caso).
Calambres: Se produce por la eliminación prolongada de sales minerales por la excesiva
sudoración. Los síntomas son los siguientes:
Cese de sudoración pasado un breve periodo de tiempo.
Dolor de cabeza.
Dolorosos espasmos musculares.
Efectos a nivel local:
Quemaduras: Se producen por la exposición directa de la piel al sol.
Simple enrojecimiento de la piel (en la zona afectada).
Muerte del tejido superficial afectado en breve periodo de tiempo.
Cese de la sudoración un breve periodo de tiempo.
Aparición de vesículas o ampollas llenas de un líquido seroso, cuando la exposición
ha sido prolongada.
Las medidas de prevención que se deben adoptar son las siguientes:
Protección de extremidades
Protección de la cabeza con casco (cuando se realicen tareas que así lo exijan) o
gorra.
Utilizar crema con filtro solar de alta protección.
Seleccionar la vestimenta (procede señalar que las camisetas de algodón corriente no
protege suficientemente contra las radiaciones ultravioletas).
Establecer regímenes de trabajo-recuperación (descansos cada 2 horas), en
resguardos a la sombra.
Evitar realizar las faenas en las horas centrales del día.
Beber líquidos, preferentemente con un poco de sal, o agua, (hasta un litro por hora y
entre 10º -15º). Nunca alcohol.
Limitar el consumo de café como diurético y modificador de la circulación
sanguínea.
Sustituir la ropa humedecida Mantener la piel limpia de sudor.
Disminuir el tiempo de permanencia en ambientes calurosos
Ante el primer síntoma de golpe de calor, hay que colocarse en una zona fresca e ingerir
agua con sales, es conveniente aflojarse la ropa.
Riesgo de estrés térmico por fuerte viento, tormenta eléctrica y lluvia.
Se presentará ante cualquiera de estos fenómenos meteorológicos, y su principal prevención
es evitar las salidas al campo en caso de que se prevean los mismos. Si nos sorprende la
tormenta las medidas preventivas serían:
Tener previsto algún cobijo, preferiblemente con puertas y ventanas con posibilidad
de cierre, en épocas de lluvia y tormentas o incluso suspender el trabajo hasta que las
condiciones ambientales no impliquen un riesgo.
En circular con vehículos en caso de tormenta eléctrica.
Nunca situarse debajo o cerca de árboles, postes y sobre todo de tendidos eléctricos
para evitar el riesgo de electrocución en el caso de rayos o de aplastamiento en el
caso de fuertes vientos.
Nunca cobijarse debajo de árboles aislados.
Buscar masas densas de arbolado.
No permanecer en lugares elevados (p.e. cerros).
Evitar estar cerca de lugares con agua o humedad que puedan atraer electricidad
(ríos, cuevas, charcos, etc.).
3.3. Riesgos derivados de las condiciones del terreno.
Las condiciones del terreno en los trabajos forestales son un factor muy importante a tener
en cuenta debido a los accidentes que producen. El problema es que estos accidentes, que
generalmente son de carácter leve, suponen un largo periodo de baja laboral.
Cabe por tanto destacar la dificultad que supone la realización de las distintas actividades de
control de predadores en:
Pendientes elevadas y Terrenos abruptos.
Presencia de maleza en la zona de colocación de las trampas o en el camino
Pendientes elevadas y Terrenos abruptos
Un notable número de los accidentes ocurridos en los trabajos en espacios abiertos suele
estar condicionado por el estado del suelo que se pisa.
Las operaciones de trabajo de esta actividad se desenvuelven en terrenos abruptos, de
superficie irregular y de pendientes elevadas, factores sobre los que están muy limitadas las
posibilidades de actuaciones preventivas, pero que son riesgos que pueden desencadenar
accidentes por:
Caídas de los trabajadores.
Golpes o arrollamientos por árboles derribados o apeas que se deslizan monte abajo.
Incremento de la fuerza física para mover cargas o desplazarse por la zona de
trabajo.
Adopción de posturas incómodas para poder mantener el equilibrio, lo cual a su vez
puede dificultar el manejo de herramientas y causar lesiones por cortes y golpes.
Por tanto es imprescindible proveerse del calzado de seguridad y equipo de protección más
adecuados al medio.
Presencia de maleza en la zona de colocación de las trampas o en el camino
La presencia de una abundante cantidad de maleza y de matorrales es un importante factor
de riesgo que dificulta la realización de algunas tareas así como o el tránsito de los
trabajadores en los desplazamientos por el área de trabajo.
De forma general, antes de comenzar la colocación, es recomendable limpiar un área de
trabajo suficiente para prevenir riesgos o bien elegir zonas donde, de forma natural existan
claros o zonas despejadas.
4. PROCEDIMIENTO Y PREVENCIÓN DE RIESGOS EN EL
CONTROL DE PREDADORES.
Se desarrolla en el presente apartado, los procedimientos necesarios en el conjunto de
actividades del control de predadores. En cada uno de los pasos necesarios se incluyen la
descripción de las actuaciones a realizar, los riesgos y las medidas preventivas.
4.1. Preparación de la zona de trampeo.
DESCRIPCIÓN:
Una vez determinada la zona donde se van a colocar las trampas, bien sean trampas de
atracción (lazo tipo Collarum o cajas trampa metálicas para urracas) o lazos dispuestos en
alar o al paso. Se precisará adecuar la zona de colocación, retirando la mínima vegetación
necesaria para colocar las trampas, lo que es de especial relevancia en los lazos dispuestos
en alar donde es necesario apilar restos leñosos en forma de cordones. Para ello se cortarán,
generalmente mediante herramientas manuales, ramas y arbustos y se trasladarán al cordón.
RIESGOS:
Cortes y pinchazos.
Golpes y caídas de herramientas.
Proyecciones de partículas a los ojos.
Sobreesfuerzos.
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Como Equipos de protección individual se emplearán:
Guantes de trabajo.
Botas de seguridad.
Gafas de protección ocular.
Las herramientas utilizadas deben tener marcado CE
En caso de duda sobre la utilización correcta de una determinada herramienta, no utilizarla
sin formarse previamente.
Cada día de trabajo se comprobará el buen estado de las herramientas antes de usarlas,
inspeccionando cuidadosamente mangos, filos, zonas de ajuste, partes móviles, cortantes y
susceptibles de proyección, siendo responsable de la conservación tanto de las herramientas
propias como de las que utilice ocasionalmente.
Se deben sustituir los mangos de las herramientas defectuosas.
En el caso de las hachas se cuidará la posición de los miembros inferiores, principalmente
la pierna adelantada y la mano opuesta a la que trabaja.
Las herramientas cortantes deberán tener los filos protegidos cuando no se estén utilizando.
Deben contar con una buena sujeción en sus mangos para que el trabajador no realice
esfuerzos indebidos.
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Se revisará la existencia de nudos en los mangos de madera, para evitar su rotura por ese
punto.
Las partes de madera de los útiles y herramientas, no podrán ser pintadas.
Sólo se permitirá una aplicación de barniz transparente que no cubra posible defectos.
En cada trabajo se utilizará la herramienta adecuada, empleándola para la función para la
que fue diseñada.
Las herramientas se mantendrán limpias y en buenas condiciones.
No se utilizarán herramientas con mangos flojos, mal ajustados y astillados. Se pondrá
especial atención en los martillos y mazas.
Se prohíbe terminantemente lanzar herramientas; deben entregarse en mano.
No llevar herramientas en los bolsillos.
Las herramientas deberán estar ordenadas adecuadamente, tanto durante su uso como en su
almacenamiento.
4.2. Preparación de las trampas de retención e instalación.
DESCRIPCIÓN:
El proceso incluye el transporte de las trampas hasta el punto de colocación, la instalación y
el armado de las mismas y la manipulación de los atrayentes o sustancias.
Los pasos necesarios para el proceso de instalación se han explicado en el apartado de
Material de captura y auxiliar.
RIESGOS:
Cortes y pinchazos.
Golpes y caídas de herramientas.
Proyecciones de partículas a los ojos.
Sobreesfuerzos.
Atrapamientos (caja trampa y Collarum).
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Como Equipos de protección individual se emplearán:
Guantes de trabajo.
Botas de seguridad.
Gafas de protección ocular.
Todas las trampas se transportarán dentro de bolsas de lona (mochila o similar).
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Las trampas se transportarán desmontadas y con los resortes desactivados para evitar
accidentes.
Las trampas sólo se armarán justo en el momento antes de instalarlas en su ubicación
definitiva.
El armado se realizará siempre según el procedimiento descrito en el apartado de
Instalación.
Tras la colocación de las trampas
Cada día de colocación se comprobará el buen estado de todas y cada una de las trampas
antes de usarlas, inspeccionando cuidadosamente cables, zonas de ajuste, partes móviles,
cortantes y susceptibles de proyección.
Se deben sustituir las trampas que presenten defectos, aunque estos no parezcan de
relevancia.
Las herramientas cortantes empleadas deberán tener los filos protegidos cuando no se estén
utilizando.
No se utilizarán trampas con tornillos flojos, mal ajustados o doblados. Se pondrá especial
atención en las trampas Collarum.
No llevar las trampas en los bolsillos.
Todas y cada una de las trampas deberán estar ordenadas adecuadamente, tanto durante su
uso como en su almacenamiento.
4.3. Revisión de las trampas
DESCRIPCIÓN:
El proceso la revisión del estado de las trampas, se trata de una revisión diaria y se
comprobará el estado de todas y cada una de ellas.
En caso de que se encuentre algún animal capturado se procederá según lo indicado en los
puntos posteriores y el procedimiento explicado en el tema de Manipulación de Animales
Capturados. Si la trampa hubiera sido accionada y no se hubiera capturado ningún animal
se repondrá la misma, con la misma trampa si tras una revisión se encuentra en buen estado
o con una nueva trampa si se va a continuar realizando el control y la trampa a resultado
afectada.
RIESGOS:
Cortes y pinchazos.
Caídas al mismo nivel.
Golpes y caídas de herramientas.
Proyecciones de partículas a los ojos.
Sobreesfuerzos.
RIESGOS:
Atrapamientos (caja trampa y Collarum).
Contagio de enfermedades (zoonosis) por manipulación de animales.
Mordeduras y arañazos
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Como Equipos de protección individual se emplearán:
Guantes de trabajo.
Botas de seguridad.
Gafas de protección ocular.
Guantes de nitrilo o similar para el manejo de los atrayentes.
Se iniciará la revisión con luz o iluminación suficiente, que permita detectar las trampas
colocadas y evitar ser sorprendido por algún animal capturado en ellas.
Para evitar caer en ellas se tratará de evitar la senda donde se hayan colocado las mismas al
paso, en caso de no localizar alguna trampa enterrada, se intentará primero disparar el
mecanismo mediante un bastón o el mango largo de una herramienta.
En caso de encontrarse un animal atrapado se procederá a su manipulación siguiendo
estrictamente el protocolo y siempre con los guantes de protección.
Todas las trampas se transportarán dentro de bolsas de lona (mochila o similar).
Las trampas se transportarán desmontadas y con los resortes desactivados para evitar
accidentes.
Las trampas sólo se armarán justo en el momento antes de instalarlas en su ubicación
definitiva.
El armado se realizará siempre según el procedimiento descrito en el apartado de
Instalación.
Tras la colocación de las trampas se procederá a retirarse de la zona apartándose de los
lugares donde se encuentran instaladas las trampas.
Cada día se comprobará el buen estado de todas y cada una de las trampas antes de usarlas,
inspeccionando cuidadosamente cables, zonas de ajuste, partes móviles, cortantes y
susceptibles de proyección.
Se deben sustituir las trampas que presenten defectos, aunque estos no parezcan de
relevancia.
Las herramientas cortantes empleadas deberán tener los filos protegidos cuando no se estén
utilizando.
No se utilizarán trampas con tornillos flojos, mal ajustados o doblados. Se pondrá especial
atención en las trampas Collarum.
Se prohíbe terminantemente lanzar herramientas; deben entregarse en mano.
No llevar las trampas en los bolsillos.
Todas y cada una de las trampas deberán estar ordenadas adecuadamente, tanto durante su
uso como en su almacenamiento.
4.4. Manipulación de los animales capturados.
DESCRIPCIÓN:
Junto con el momento de instalación de las trampas es el paso que mayor riesgo presenta.
Se deben cumplir estrictamente el procedimiento detallado en el tema de Manipulación de
animales capturados.
El manejo de animales comenzará siempre por la observación del estado de los mismos, la
decisión del paso siguiente se realizará desde una distancia prudencial, al menos el doble de
la distancia máxima del alcance del cable, para evitar posibles accidentes.
El manejo del material para el sacrificio puede suponer un riesgo. Por lo que se extremarán
las precauciones en el manejo.
RIESGOS:
Cortes y pinchazos.
Caídas al mismo nivel.
Golpes y caídas de herramientas.
Proyecciones de partículas a los ojos.
Sobreesfuerzos.
Atrapamientos (caja trampa y Collarum).
Contagio de enfermedades (zoonosis) por manipulación de animales.
Lesiones por mordeduras y arañazos.
Lesiones por accionamiento accidental del material de sacrificio (bala cautiva...)
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Como Equipos de protección individual se emplearán:
Guantes de trabajo.
Botas de seguridad.
Gafas de protección ocular.
Guantes de nitrilo o similar para el manejo de los atrayentes.
Se iniciará la revisión con luz o iluminación suficiente, que permita visualizar
adecuadamente los animales atrapados.
Todas las trampas de repuesto se dejarán en el suelo, fuera del alcance del animal capturado
para tener más movilidad.
Si el animal se va a sacrificar se deberá estar seguro de que se ha inmovilizado
correctamente y hasta la muerte del mismo no se manipulará directamente. Cuando sea
necesario retirarlo se usarán guantes de nitrilo o similares para evitar cualquier contagio.
El material de sacrificio supone un riesgo grave, por lo que previamente a su empleo el
usuario se familiarizará con el funcionamiento del mismo, llevándolo hasta el momento del
MEDIDAS PREVENTIVAS:
disparo con el seguro puesto.
Si se emplean armas de fuego se tendrán en cuenta las consideraciones de seguridad al uso
de las mismas con especial atención a verificar la zona del impacto del proyectil si
atravesara al animal.
Tras la retirada de cada animal se comprobar el estado de todas y cada una de las trampas
antes de volver a usarlas, inspeccionando cuidadosamente cables, zonas de ajuste, partes
móviles, cortantes y susceptibles de proyección.
Se deben sustituir las trampas que presenten defectos, aunque estos no parezcan de
relevancia.
Las herramientas cortantes empleadas deberán tener los filos protegidos cuando no se estén
utilizando.
No llevar las herramientas en los bolsillos mientras se manejan animales, dejando las
herramientas no necesarias para la inmovilización y el sacrificio o liberación fuera de la
zona de trabajo para evitar tropezar con ellas.
Todas y cada una de herramientas empleadas durante la manipulación deben estar al
alcance, para evitar tener que repetir la maniobra de aproximación.
4.5. Retirada de trampas.
DESCRIPCIÓN:
El proceso la retirada de las trampas, supone un riego menor a los pasos anteriores si bien
se pueden producir algunos accidentes al disparar los resortes y mecanismos en vacío de las
trampas.
Se iniciará el desmontaje de las trampas desde la primera hacia el final, de forma que no se
atraviese ninguna zona con trampas listas para accionarse. En el caso de trampas tipo
Collarum que disponen de resortes se harán saltar mediante una rama de longitud suficiente,
bastón o el mango de una herramienta. Nunca con la mano.
RIESGOS:
Cortes y pinchazos.
Caídas al mismo nivel.
Golpes y caídas de herramientas.
Proyecciones de partículas a los ojos.
Sobreesfuerzos.
Atrapamientos (caja trampa y Collarum).
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Como Equipos de protección individual se emplearán:
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Guantes de trabajo.
Botas de seguridad.
Gafas de protección ocular.
Se iniciará la retirada con luz o iluminación suficiente, que permita detectar las trampas
colocadas y evitar ser sorprendido por algún animal capturado en ellas.
Para evitar caer en ellas se irán desmontando las mimas según se avance, en caso de no
localizar alguna trampa enterrada, se intentará primero disparar el mecanismo mediante un
bastón o el mango largo de una herramienta.
En caso de encontrarse un animal atrapado se procederá a su manipulación siguiendo
estrictamente el protocolo y siempre con los guantes de protección.
Todas las trampas se transportarán dentro de bolsas de lona (mochila o similar).
Las trampas se introducirán en las bolsas de transporte desmontadas y con los resortes
desactivados para evitar accidentes.
Las trampas sólo se armarán justo en el momento antes de instalarlas en su ubicación
definitiva.
El armado se realizará siempre según el procedimiento descrito en el apartado de
Instalación.
Tras la colocación de las trampas se procederá a retirarse de la zona apartándose de los
lugares donde se encuentran instaladas las trampas.
Cada día se comprobará el buen estado de todas y cada una de las trampas antes de usarlas,
inspeccionando cuidadosamente cables, zonas de ajuste, partes móviles, cortantes y
susceptibles de proyección.
Se deben sustituir las trampas que presenten defectos, aunque estos no parezcan de
relevancia.
Las trampas con tornillos flojos, mal ajustados o doblados se señalarán para poder
repararlas lo antes posible. Se pondrá especial atención en las trampas Collarum.
Se prohíbe terminantemente lanzar herramientas; deben entregarse en mano.
No llevar las trampas en los bolsillos.
Todas y cada una de las trampas deberán estar ordenadas adecuadamente, tanto durante su
uso como en su almacenamiento.
5. RIESGO A TERCEROS.
DESCRIPCIÓN:
Las trampas autorizadas en la Comunidad Valenciana suponen un escaso riesgo para las
personas ajenas a la actividad que transiten por la zona de trampeo, cosa que puede ser muy
habitual en esta zona.
De todas formas, cuando se dispongan lazos al paso se debe tener la precaución de evitar
las sendas transitadas.
RIESGOS:
Caídas al mismo nivel.
Golpes y contusiones.
Atrapamientos (caja trampa y Collarum).
MEDIDAS PREVENTIVAS:
Se evitará la colocación de trampas en zonas transitadas particularmente se evitarán las
sendas señalizadas, las zonas próximas a urbanizaciones, poblaciones, campings o zonas
con afluencia de turismo.
En caso de tener que situar alguna trampa en esa zona se colocará algún tipo de
impedimento para que cualquier persona ajena tenga que detenerse antes de atravesar la
trampa.
6. RIESGOS SANITARIOS.
Los riesgos sanitarios de la actividad del control de predadores se manejan en el momento
de la manipulación de los animales, que pueden contagiar diversas enfermedades o producir
lesiones. Las enfermedades denominadas zoonosis constituyen un grupo de enfermedades
de los animales que son transmitidas al hombre por contagio directo con el animal enfermo,
a través de algún fluido corporal como orina o saliva, o mediante la presencia de algún
intermediario como pueden ser los mosquitos u otros insectos.
Las zoonosis pueden ser causadas por diferentes agentes, tales como parásitos, virus o
bacterias. Los parásitos son organismos que pueden encontrarse· por fuera del animal (ej.:
en la piel), éstos se denominan ectoparásitos; o por dentro (ej.: en el· intestino), llamados
endoparásitos. Algunos suelen verse a simple vista y otros· solamente a través de un
microscopio. Estos organismos se alimentan de su hospedador, produciendo desde
enfermedad· leve, a veces casi imperceptible, hasta daños más graves, en algunos casos
pudiendo provocar la muerte. Un ejemplo de parásitos puede ser la Sarcoptes scabiei,
causante de la Sarna Sarcóptica.
Se debe tener muy claro el elevado riesgo de contagio de estas enfermedades y tomar las
medidas de manejo indicadas para el contagio.
RABIA: Se trata de una enfermedad causada por un virus y que puede llegar a ser padecida
por cualquier mamífero. España se encuentra libre. A pesar de esto se mantiene el protocolo
y la precaución frente esta. Puede ser trasmitida por cualquier mamífero salvaje o doméstico
enfermo, y la forma de contagio es por mordedura de un animal enfermo debido a que la
saliva contiene el virus. También por arañazos o heridas en piel. Ante una mordedura
siempre lavar la herida con agua y jabón, aplicar alcohol y/o yodo y acudir al médico lo
antes posible.
BRUCELOSIS: Se trata de una enfermedad que afecta de forma importante a rumiantes
domésticos, como son el ganado vacuno, ovino y caprino, no teniendo especial importancia
los rumiantes silvestres (ciervos, gamos, cabra montés...). En España el jabalí, los cerdos
asilvestrados y la liebre europea juegan un papel importante. El hombre suele adquirirla por
consumo de leche y productos lácteos, procedentes de animales infectados, sin tratamiento
térmico adecuado.
SARNA: En la fauna silvestre es especialmente importante su presencia en Cabra montés,
Rebeco y Arruí. En cérvidos, muflón y en jabalí se han dado casos aislados. Los carnívoros
son víctimas ocasionales y reservorios poco habituales, excepto el zorro en el que la
enfermedad es más frecuente. En el conejo la situación es poco conocida. Puede verse que
los animales se rascan mucho, con zonas alopécicas (sin pelo), formación de costras gruesas
y "agrietadas" en piel, más frecuentes por la zona de la cabeza, cuello, laterales y espalda. Se
trasmite por contacto directo.
TUBERCULOSIS: En España está muy extendida en ciervos, gamos y jabalíes de la
península, y se han dado hallazgos esporádicos en tejón, lince ibérico y aves silvestres. El
contagio al hombre se produce principalmente por consumo de leche y productos lácteos
(procedente de animales infectados) sin tratamiento térmico adecuado, así como por vía
aerógena.
TULAREMIA: Se transmite por contacto directo con animales infectados, agua o alimentos
contaminados y a través de mosquitos, tábanos o garrapatas. Se transmite a humanos
fundamentalmente a través de la liebre y por organismos acuáticos y semiacuáticos. El
control de la enfermedad se realiza previniendo la picadura de los vectores, es decir, con el
uso de repelentes y ropa apropiada para evitar garrapatas y otros insectos. Usaremos guantes
siempre que manejemos estos animales, especialmente si tenemos alguna herida. En caso de
consumo de carne cocinarla bien.
Estas son sólo algunas de las enfermedades más importantes, y lo que realmente se debe
tener presente es que hay que manejar siempre a los animales con guantes, así como tomar
precauciones para evitar el contacto con sangre, orina, saliva o incluso heces. No fumar,
comer o beber cuando se está manipulando fauna silvestre y lavarse las manos siempre que
se pueda después trabajar con el animal. Es muy importante tener una buena higiene, para lo
que basta con llevar una botella de agua en el vehículo.
MATERIAL COMPLEMENTARIO Y DE SEGURIDAD.
6.1. Botiquín.
Se debe portar dos botiquines de primeros auxilios. Un botiquín individual que se llevará en
la mochila durante todo el trabajo y otro de mayor tamaño que se llevará en el vehículo. El
contenido de los botiquines será:
Botiquín individual. (en la mochila)
• desinfectantes y antisépticos autorizados
• gasas estériles
• algodón hidrófilo
• venda
• esparadrapo
• apósitos adhesivos
• tijeras
• pinzas
• guantes desechables
Botiquín del vehículo.
Instrumental básico
o Tijeras y pinzas
Material de curas
o 20 Apósitos estériles adhesivos, en bolsas individuales
o . 2 Parches oculares
o 6 Triángulos de vendaje provisional
o Gasas estériles de distintos tamaños, en bolsas individuales.
o Celulosa, esparadrapo y vendas
Material auxiliar
o Guantes
o Manta termoaislante
o Mascarilla de reanimación cardiopulmonar
Otros
o Agua o solución salina al 0,9% en contenedores cerrados desechables,
o Toallitas limpiadoras sin alcohol, de no disponer de agua y jabón.
o Bolsas de plástico para material de primeros auxilios usado o
contaminado
6.1. Equipos de protección individual.
Con respecto a los equipos de protección individual, se deben emplear según los trabajos a
realizar. En conjunto los equipos serían:
Equipo Normativa Uso
Guantes de seguridad
EN-388 /
EN 407/EN 420
Trabajos de preparación de la
zona, colocación de trampas.
Protección ocular EN
166-172
Preparación de la zona de
colocación de las trampas.
Desbroce, colocación de
trampas
Botas de Seguridad
EN-344/ EN-345 / EN-
346/ EN-347
Todos los trabajos.
GUANTE DE
NITRILO
Manejo de animales sacrificados
Si bien existen otros equipos que se pueden emplear (mascarillas), se incluyen los más
usuales. En caso de que se conozca la presencia de alguna zoonosis en la zona
TEMA 7
PREVENCION DE RIESGOS FORESTALES
INCENDIOS FORESTALES: TEORÍA DEL FUEGO, FASES DEL
FUEGO, CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES, TIPOS DE
INCENDIOS FORESTALES: TEORÍA DEL FUEGO, FASES DEL FUEGO, CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES, TIPOS DE INCENDIOS, PREVENCIÓN, EXTINCIÓN, ACCIONES.
INTRODUCCIÓN.
A la hora de hacer un estudio de los incendios forestales, se entiende que en primer lugar debemos de conocer que es necesario para la obtención de fuego.
Nunca podremos originar un incendio si no coinciden un combustible (pasto, matorral, hojarasca, gramíneas, etc.), un comburente (oxígeno) y calor (mechero, cerilla, rayo, etc.)
Una vez se ha logrado la forma de producir fuego, existen una serie de “factores” que van a influir en que ese fuego se convierta en incendio forestal, entendiéndose esos factores como:
- Condiciones meteorológicas. - Orografía del terreno sobre el que se produce (masa forestal). - Combustible afectado (combustible forestal).
Condiciones meteorológicas.
REGLA del 30 (humedad inferior al 30%, temperaturas superior 30º y una velocidad del viento superior al 30 km/h)
Uno de los condicionantes fundamentales para el inicio y propagación de un incendio forestal es la “humedad”, tanto la atmosférica (humedad relativa), como la que posee el combustible dispuesto a arder, pues no tiene la misma facilidad de arder un campo de cereales en plena primavera, que posee un mayor
TRIÁNGOLO DE FUEGO
grado de humedad, que ese mismo campo en octubre cuando está preparado para ser cosechado.
La humedad del combustible fino muerto va a ser uno de los primeros y más importantes de los factores a tener en cuenta a la hora de deducir si un incendio forestal ha sido causado de manera accidental o intencionado.
Otro de los factores climáticos que no se deben de obviar es la “temperatura”, pues el fuego se va a ver favorecido en su propagación si nos encontramos en verano que en invierno, si es de día o de noche, o si nos encontramos en la falda una ladera, donde el aire se encuentra mas comprimido, que en la cumbre, donde el aire se expande, se separan las moléculas y por tanto se enfría. La temperatura irá descendiendo según vamos aumentando la altitud (aprox. – 0,86ºC por cada 100 m).
Hay que tener en cuenta que en verano la temperatura es elevada y persistente y ello conlleva que el combustible se deseque antes y pierda humedad, dejando al combustible en una mayor predisposición a arder.
Y el factor que más va a influir sobre un incendio, a la hora de controlar, avanzar y que éste afecte a una mayor o menor extensión, es el “viento”, pudiendo variar si su origen procede del interior de la península (poniente W) o de la costa (levante E), entendiéndose este último poseer un mayor grado de humedad.
No es sólo el hecho que el viento va a favorecer a que ese incendio avance en una dirección u otra, sino que además va a ser quién le va a aportar más oxígeno y por tanto más comburente.
Va a ser a su vez quién, en su caso, transporte las posibles pavesas hacia la dirección de avance del incendio (proyecciones) y quién de manera directa inclinará las llamas hacia la vegetación, que producirá un contacto directo del fuego y desecación de la cercana por la radiación.
Se tendrán también en cuenta los vientos locales (ascendentes diurnos - descendentes nocturnos).
Orografía del terreno.
¿Como puede afectar la orografía del terreno en la propagación de un incendio forestal?
Se entiende que la primera imagen que nos venga a la cabeza es que un incendio siempre tira hacia arriba (pendiente), siendo esta una de las primeras formas de influir el terreno en la propagación de un incendio.
Si a ese favoritismo de ladera ascendente le sumamos un viento local, se podrá comprobar como ambos factores imprimen una mayor velocidad de propagación. El aire caliente, que posee una menor densidad que el aire frío, siempre tiende a ascender a capas superiores de la atmosfera hasta que se equipara al que le rodea o queda atrapado entre otras masas de aire, creándose unos torbellinos locales ascendentes durante el día, y descendentes por la noche.
Uno de los efectos que se producen también con estas variaciones de aires fríos y calientes son los denominados “cinturones térmicos” y se suelen producir en la conjunción de dos ladera opuestas (valles) donde una capa de aire caliente queda atrapada entre dos capas de aire más frío que le impide su ascensión. Este tipo de efectos se suelen producir a las horas del ocaso, donde el aire de las capas superiores empiezan a enfriarse a mayor velocidad y por lo tanto a pesar más, lo que hace que bajen y empujen al de mayor temperatura.
Este efecto es uno de los más peligrosos y se puede observar sobre todo al amanecer, ya que dicho cinturón no permite que la columna de humo ascienda, consumiéndose el oxígeno que se encuentra en esa “burbuja”, lo que conlleva un riesgo elevadísimo en el caso de romperse esa inversión que inyectaría oxígeno y podría producirse una situación explosiva.
Otro de los factores orográficos que favorecerán la propagación, es la llamada “Exposición” del terreno, pues no va a ser igual que esa ladera esté orientada al Norte (N), donde siempre hay una mayor umbria, que al Sur (S), siendo ésta la que va a estar expuesta al Sol un mayor número de horas. Se entiende por tanto, que el combustible orientado al N poseerá un mayor grado de humedad que la expuesta.
CINTURÓN TÉRMICO
Se tendrá también en cuenta que no va a ser lo mismo que ese terreno se encuentre próximo a humedales o costa.
La orografía del terreno (relieve) va ser también la que influya en la dirección y velocidad del viento, pues en espacios abiertos, como por ejemplo grandes valles, el viento circulará a una menor velocidad que si lo hace por un valle angosto y estrecho.
Por último, la orografía del terreno también influirá en el tipo de combustible que se pueda ver afectado por las llamas, ya que la cantidad y tipo de vegetación que existe en la falda de un monte no es la misma que podemos hallar en la cumbre, al verse ésta afectada por el efecto de la “altitud”.
Combustible.
En el caso que nos ocupa, incendios forestales, se entiende como combustible forestal a toda aquella materia de origen vegetal que puede arder con desprendimiento de calor, pudiendo verse afectada su inflamabilidad según su grado de humedad. Esa humedad se verá afectado por los factores anteriormente explicados (Temperatura y orografía del terreno).
No todas las especies arbóreas o arbustivas poseen una misma predisposición a arder, pues unas están formadas por más combustibles finos que otras, poseen mayor cantidad de resina que otras o son capaces de mantener más humedad que otras.
A la hora de valorar ese posible combustible, se deberá de hacer una primera clasificación:
- Según su vitalidad:
Muertos (ramas caidas, hojas secas, pastos…)
Vivos ( hierbas, matorrales, árboles…)
- Según su ubicación:
Subterráneos (raices)
Superficiales
Aéreos (copas de árboles)
Modelos de combustible.
Considerando el volumen de combustible en el terreno, altura y estructura, los podemos clasificar en:
- Modelo 1. El combustible posee una estructura fina, normalmente
pasto con una altura inferior a las rodillas y en su mayoría seco o muerto, ausencia de matorral y arbolado (menos 1/3), como ejemplo valdría un campo de gramíneas, donde la velocidad de propagación va a ser alta.
- Modelo 2. El combustible esta formado en su mayoría por pastizal con la presencia de matorral y arbolado (entre 1/3 y 2/3). También existirá la presencia de hojarasca y ramas caídas de ese matorral/ árbol. El riesgo de propagación es alto.
- Modelo 3. El combustible ya tiene un mayor grosor y mayor altura (por la cintura aprox), se hace complicado el tránsito por él y sólo existe 1/3 de vegetación seca. El riesgo de propagación es alta e intensa.
- Modelo 4. Zona forestal compuesta por arbolado joven y matorral muy denso y alto ( 1-2 m.) Existe una continuidad tanto horizontal como vertical, lo que conlleva un riesgo de propagación muy rápida e intensa.
- Modelo 5. Zona forestal formado por matorral muy denso pero bajo (por encima de las rodillas), algo de pasto y otras hierbas. El riesgo de propagación es moderado.
- Modelo 6. Monte viejo formado por matorral mas viejo que el anterior con una altura superior. La vegetación viva es escasa y por tanto la propagación es ralentizada.
- Modelo 7. Matorral de misma altura que la anterior (0,6-1,2 metros) generalmente bajo el resguardo de arbolado.
- Modelo 8. Combustible formado principalmente por la hojarasca de un bosque denso que conforma una capa compacta, fuego superficial. El riesgo de propagación y velocidad es baja.
- Modelo 9. Combustible formado por hojarasca que se encuentra bajo arbolado formando una capa poco compacta y con hojas de mayor tamaño que el anterior modelo. La velocidad de propagación va a ser mayor que la anterior.
- Modelo 10. Bosque con grandes cantidades de combustible muerto (árboles, ramas caídas) debido a efectos atmosféricos o enfermedades.
- Modelo 11. Zona forestal con restos vegetales ligeros formando una capa poco compacta. La propagación es alta con peligro de transporte de pavesas por el efecto del aire.
- Modelo 12. Bosque donde existen desechos vegetales que cubren en su inmensa mayoría la zona forestal. Los restos son de un mayor tamaño que los anteriores, formando también una capa continua pero de mayor tamaño. Existencia de riesgo de desplazamiento de pavesas por el aire.
- Modelo 13. Los desechos vegetales conforman una capa continua y más pesada que la anterior. El diámetro de la vegetación muerta es mayor.
FASES DEL FUEGO.-
Entendiéndose fases del fuego como combustión, y esta combustión (lenta o rápida) como una reacción química por la que se emite una gran cantidad de calor, el proceso transcurre en tres fases, donde el factor principal va a ser el combustible.
La primera de las fases es la llamada PRECALENTAMIENTO, y ocurre cuando aproximamos una fuente de calor a un combustible, por ejemplo la rama de un árbol.
Dicha rama empezará e experimentar un aumento de temperatura que le llevará a desprender unos gases formados principalmente por vapor de agua, llegando a producirse una desecación de esa rama. Sobre pasado la temperatura de ebullición del agua (100ºC), el calentamiento del combustible continúa hacia el interior, lo que conlleva la emisión de más gases formados por las resinas de la rama (200ºC), formando lo que se llamaría una combustión gaseosa.
Segunda de las fases es la COMBUSTIÓN DE LOS GASES, en esta ocasión, la temperatura ya ha ascendido a los 300- 400ºC y los gases que desprende nuestro combustible (vapores de resinas) son gases inflamables, que al contacto con la fuente de calor se produce la ignición.
Ya una vez conseguida la llama (combustión rápida), ésta calienta toda la superficie de la rama que le hace ascender a temperaturas de entre 600- 1200ºC, aumentando por tanto esa emisión de gases inflamables.
Si se diese el caso de que la rama origen de la ignición poseyera otras ramas de inferior diámetro, se podría proceder a la retirada del foco de calor que habíamos colocado para realizar el precalentamiento, pues ya con la radiación de calor que emiten las llamas (realizando una desecación de las que les rodea), más la emisión de gases inflamables que emiten, la rama continuará ardiendo.
Posteriormente veremos que una de las formas de propagación de los incendios es por radiación.
Por último, y ya una vez el combustible se está consumiendo por el efecto de las llamas, llegaríamos a la fase de COMBUSTIÓN DEL CARBÓN, donde la parte
carbonizada va en aumento por el efecto de la combustión. Esa capa carbonizada posee un alto grado de aislante térmico lo que permite que el calor no penetre al interior de la madera, reduciendo por tanto la temperatura del centro de la rama.
En el caso de que ningún otro factor exterior actúe, la combustión no podrá mantenerse por falta de calor, y por tanto no podrá generarse más gases, lo que llevará a la creación carbón y la aparición de cenizas procedentes del combustible que ha realizado una combustión completa.
CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES
Los incendios forestales se pueden originar por varios motivos, bien por la acción del hombre, una acción que puede ser directa (intencionado) o indirecta (negligencias o accidentes), por causas naturales y por último por causas desconocidas.
1).- NATURALES.
Son los ocasionados por fenómenos naturales, como por ejemplo un rayo, o por la lava de un volcán en caso de situarnos en zonas proclives a tal efecto natural.
2).- NEGLIGENCIAS O ACCIDENTALES.
En ambas situaciones aparece la figura del hombre que en ningún momento tienen intención de provocar un incendio, si bien en las negligencias el autor de los hechos ha obviado unas mínimas medidas de seguridad para que no se produzca, mientras en los accidentales ni siquiera había pensado en provocar un incendio, por ejemplo un accidente de tráfico.
Las causas más comunes en caso de negligencia:
Quemas agrícolas, tanto rastrojos, como restos de poda, lindes o bordes de fincas o acequias.
Quema de pastos para la regeneración pastos nuevos.
Trabajos forestales, actividades de limpieza de caminos o veredas con herramientas (desbrozadotas, sierras…)
Hogueras para barbacoas.
Fumadores que arrojan la colilla sobre una zona predispuesta a arder.
Quema de basuras en vertederos ilegales.
OTRAS NEGLIGENCIAS:
Actividades apícolas.
Fuegos artificiales.
Juego de niños.
Ferrocarril.
Líneas eléctricas.
Motores y máquinas (cosechadoras, tractores, radial, soldador…)
Maniobras militares.
3).- INTENCIONADOS.
Son los originados por personas que, conscientes del daño que van a producir, lo asumen y realizan (Dolo = Intencionabilidad).
Suelen ser los peores pues la persona que lo produce busca la forma de realizar el mayor daño posible y por ello realiza un estudio de las condiciones más favorables para que éste se produzca y ocasione el mayor destrozo sobre el medio natural.
Los motivos que llevan a una persona a producir un incendio forestal son varios, si bien muchos de ellos lo que buscan es un beneficio económico (obtener salarios en la extinción, bajar el precio de la madera, obtener una modificación del uso del suelo, para favorecer la caza…), otros lo que buscan es un perjuicio a un tercero (venganza, vandalismo, rechazo a crear espacios protegidos…) y por último las prácticas de usos tradicionales del fuego de modo inadecuado (para ahuyentar depredadores, lobos, jabalíes, provocado por agricultores para eliminar matorral y residuos agrícolas).
Otras motivaciones ya serían los provocados por pirómanos, que por trastornos mentales poseen un gran interés por el fuego o por contemplar los dispositivos que se organizan para extinguir los incendios.
TIPOS DE INCENDIOS.
Uno de los mayores efectos que posee el fuego a la hora de propagarse y formar un incendio forestal, es la transmisión de calor de un objeto incandescente a los “combustibles” que le rodean.
Dicha trasmisión de calor se realiza a través de:
a) Conducción.- Es la
trasmisión de calor por contacto directo. En los sólidos es la única forma de trasmisión de calor.
b) Radiación.- Es la
trasmisión de calor a través de las ondas electromagnéticas en la distancia. La radiación es la más rápida a la hora de transferencia de calor.
c) Convención.- Es cuando la transferencia de calor se realiza de manera
vertical por la circulación del aire que se expande y eleva.
Una vez estudiado las formas de trasmisión de calor, y vista la clasificación del combustible según su ubicación (subterráneos, superficiales y aéreos), así va a ser como se van a clasificar los incendios, pues a través de dichos combustibles va a ser por donde el incendio avance.
Fuego de subsuelo: El incendio se propaga a través de la combustión de raíces y resto de materia orgánica, siendo su avance lento debido a la falta de oxígeno (combustión lenta, no llamas).
Fuego de suelo: El avance de las llamas se realiza a través del combustible que conforma la vegetación del terreno (matorral, árboles, ramas caídas…). Es el tipo de incendio más común en su inicio.
Fuego de copas: Es aquel que tiene su inicio en un fuego de suelo y que por su virulencia e intensidad afecta a la copa de los árboles, siendo de los más
complicados de extinguir debido a la acción del viento que le proporciona una mayor velocidad e incremento de oxígeno.
PREVENCIÓN, EXTINCIÓN Y OTRAS ACCIONES.
El Gobierno, principal órgano del Estado encargado de la conservación del Medio Ambiente, dicta leyes que como único fin es la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de todos los bosques.
Una de estas leyes es la Ley 43/2003 de 21 de noviembre de Montes, donde su objetivo es de constituir un instrumento eficaz para garantizar la conservación de los montes españoles, así como promover su restauración, mejora y un racional aprovechamiento.
Dicha Ley a su vez emplaza a las Administraciones autonómicas como responsables y competentes en materia forestal, por tanto cada C.A. dictará sus Leyes u Ordenes en referencia a la protección de los montes, siendo a su vez los propietarios los que primero y más directamente responsables de su gestión técnica y material.
En materia de incendios forestales, la citada Ley obliga a los ciudadanos que tengan conocimiento de un incendio a avisar de su existencia y de colaborar, en su caso, a colaborar en su extinción.
Se organizarán programas específicos de prevención de incendios entre el Estado y las C.A., a su vez, las C.A. desarrollarán programas de concienciación y sensibilización para la prevención de incendios forestales.
Las Comunidades Autónomas regularán en los montes y áreas colindantes el ejercicio de todas aquellas actividades que puedan dar lugar a riesgo de incendio y establecerán normas de seguridad aplicables a las urbanizaciones, obras, instalaciones eléctricas e infraestructuras de transporte en terrenos forestales y sus inmediaciones, que puedan implicar peligro de incendio. Así mismo, podrán establecer limitaciones al tránsito por montes.
Las F.C.S. y otros organismos de las C.A., intervendrán en la prevención de incendios forestales mediante la vigilancia disuasoria e investigación específica de las causas. Las Administraciones públicas podrán regular la constitución de grupos de voluntarios para colaborar en la prevención y extinción.
A la hora de proceder a extinguir un incendio, no debemos de olvidar lo mencionado al principio del estudio del tema, donde se explicaba lo necesario para obtener fuego ( Las 3 “C”, combustible, comburente y calor), también conocido como el TRIÁNGULO DE FUEGO.
La acción de extinguir un incendio forestal conlleva a intentar romper, de forma directa o indirecta, uno o más de los lados de ese triángulo.
Formas de realizarlo:
- Actuando sobre el oxígeno, de tal forma que “ahoguemos” el fuego, bien
arrojando tierra sobre las llamas, cubriendo con objetos, desplazando la masa de aire por medio de ramas o aumentando la humedad en el aire por medio del lanzado de agua pulverizada.
- Sobre el calor, enfriando bien con agua o con tierra la superficie y combustibles.
- Sobre el combustible, mediante la realización de cortafuegos o contrafuegos (fuegos controlados) que impida la continuidad o avance de las llamas. También pueden aumentar el grado de humedad de los combustibles rociándolos con agua o por medio de retardantes (productos químicos).
Acciones posteriores a la producción de un incendio forestal.
Para evitar nuevas reproducciones del fuego ya sofocado, se montarán retenes por personal de las Brigadas de extinción de la zona donde recorrerán y
removerán el perímetro de la zona afectada hasta que todo el combustible afectado se haya consumido o se haya enfriado todo el material vegetal de los alrededores.
Se dedicarán a remover parte de los combustibles más pesados y a extinguir los pequeños focos que pudieran quedar por las zonas exteriores del perímetro, continuando con esta operación hasta la total extinción del fuego.
TEMA 8:
INFRACCIONES Y SANCIONES EN EL
AMBITO DE LA PREDACION
INFRACCIONES: PREVENCIÓN DE LAS INFRACCIONES,
FORMULACIÓN DE DENUNCIAS, MODELOS,
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO, DECOMISOS
INFRACCIONES PENALES EN MATERIA DE CAZA
Las infracciones penales en materia de caza vienen previstas en la Ley Orgánica
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. El Título XVI contempla los delitos
relativos a la ordenación del territorio y la protección del patrimonio histórico y del medio
ambiente.
CAPÍTULO IV
De los delitos relativos a la protección de la flora,
fauna y animales domésticos
Artículo 334.
1. El que cace o pesque especies amenazadas, realice actividades que impidan o dificulten
su reproducción o migración, o destruya o altere gravemente su hábitat, contraviniendo las
leyes o disposiciones de carácter general protectoras de las especies de fauna silvestre, o
comercie o trafique con ellas o con sus restos, será castigado con la pena de prisión de
cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en cualquier caso, la de
inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del
derecho de cazar o pescar por tiempo de dos a cuatro años.
2. La pena se impondrá en su mitad superior si se trata de especies o subespecies
catalogadas en peligro de extinción.
Artículo 335.
1. El que cace o pesque especies distintas de las indicadas en el artículo anterior, cuando
esté expresamente prohibido por las normas específicas sobre su caza o pesca, será
castigado con la pena de multa de ocho a 12 meses e inhabilitación especial para el
ejercicio del derecho de cazar o pescar por tiempo de dos a cinco años.
2. El que cace o pesque especies a las que se refiere el apartado anterior en terrenos
públicos o privados ajenos, sometidos a régimen cinegético especial, sin el debido permiso
de su titular, será castigado con la pena de multa de cuatro a ocho meses e inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por tiempo de uno a tres años,
además de las penas que pudieran corresponderle, en su caso, por la comisión del delito
previsto en el apartado 1 de este artículo.
3. Si las conductas anteriores produjeran graves daños al patrimonio cinegético de un
terreno sometido a régimen cinegético especial, se impondrá la pena de prisión de seis
meses a dos años e inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de cazar y
pescar por tiempo de dos a cinco años.
4. Se impondrá la pena en su mitad superior cuando las conductas tipificadas en este
artículo se realicen en grupo de tres o más personas o utilizando artes o medios prohibidos
legal o reglamentariamente.
Por su interés en relación a la interpretación que ha ido realizando la jurisprudencia
sobre el artículo 335, se incluye parte de la redacción de la Sentencia nº 517/2012 de fecha
26 de noviembre de 2012, de la Sección 3ª de la Audiencia Provincial de Burgos:
“Por lo que respecta a la infracción del artículo 335 del Código Penal, debemos
poner de manifiesto lo declarado por esta Audiencia Provincial en Sentencia de 20 Nov.
2009, en el sentido de que el artículo 335. 1º Código Penal señala que, "El que cace o
pesque especies distintas de las indicadas en el artículo anterior, cuando esté expresamente
prohibido por las normas específicas sobre su caza o pesca, será castigado con la pena de
multa de ocho a doce meses e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar
o pescar por tiempo de dos a cinco años.
Así, el artículo 334 Código Penal protege a las "especies amenazadas". Este
artículo, redactado conforme a la LO. 15/2003, de 5 de Noviembre, modifica el texto
anterior de tal manera que condenaba la caza o pesca de especies animales cuya caza o
pesca no esté expresamente autorizada.
En el momento actual para la aplicación del tipo penal es necesario que haya una
norma que "expresamente prohíba" la caza del animal abatido. Sin embargo, esta
interpretación admite, según criterio de esta Sala, las siguientes críticas y matizaciones:
1º. En primer lugar, el hecho de que dicha conducta está ya tipificada como
infracción administrativa. Efectivamente, la ley de Caza de Castilla y León considera como
infracción grave la caza de animales (se entiende, susceptibles de ser cazados), en terrenos
cinegéticos, "sin la correspondiente autorización". Y, resulta evidente, que el delito debe
suponer un plus de antijuridicidad frente a la intervención meramente administrativa.
2º. El artículo 335. 2º CP remite expresamente a las especies animales del 335. 1º
CP , al señalar "el que cace o pesque especies a las que se refiere el apartado anterior".
Por tanto, la naturaleza punitiva del derecho Penal no nos permite hacer una interpretación
que amplíe o modifique los conceptos en contra del acusado por aplicación del principio
"pro reo". Es decir, si el artículo se refiere a "las especies del apartado anterior", no
podemos interpretar que se refiere a especies cuya caza esté permitida, porque no lo
permite la interpretación estricta y literal de la norma que, al menos, en este punto, parece
clara.
3º. Por otro lado, el problema del concurso de delitos que plantea el 335. 2º CP
puede solucionarse sin necesidad de violentar los elementos del tipo, como de hecho, y
dicho con todos los respetos que merece, creemos que hace la jurisprudencia invocada. Así,
el artículo 335. 2º CP no crea un subtipo agravado del 335. 1º , y ello, porque señala una
pena inferior a la que prevé el artículo 335. 1º. Por ello, efectivamente, debe ser
considerado un tipo penal independiente del 335. 1º CP. Así, si se cazan especies cuya caza
esté expresamente prohibida, se impondrán las penas del 335. 1º CP. Pero si, además, la
caza de dichas especies se realiza en terrenos cinegéticos especiales, públicos o privados,
sin la autorización del titular, a las penas señaladas en el apartado 1º se añadirán las
señaladas en el apartado segundo.
4º. A lo que cabe añadir, que la interpretación histórica del precepto también se
opone a que se interprete de tal manera. Y ello, porque la LO. 15/2003, de reforma del
Código Penal tuvo por objeto, precisamente sustituir el término "autorización expresa", por
el de "prohibición expresa", por lo que la simple falta de autorización no puede
considerarse delito.
5º. Así debe interpretarse a la luz de la exégesis desgajada de la Jurisprudencia
anterior a la reforma, y decimos la anterior, porque esta Sala no conoce ninguna sentencia
del Tribunal Supremo posterior al año 2003, que se pronuncie específicamente sobre la
aplicación del artículo 335. 2º CP. Tal es así, que la Juez de instancia se apoya en un solo
pronunciamiento de la Audiencia Provincial de Huesca que, como hemos dicho, no puede
compartir esta Sala. Igualmente, las defensas han apoyado sus argumentos en sentencias
del Tribunal Supremo pero que, observadas detenidamente, nos llevan a la redacción
anterior del citado precepto. Sin embargo, incluso dichas sentencias pueden llevarnos a la
conclusión que viene argumentándose por esta Sala.
Así, la sentencia del Tribunal Supremo de 22 de Octubre del 2002 , señala
que,"Captura de varios jilgueros sin disponer de la necesaria autorización administrativa:
No es subsumible en el art. 335 porque lo sancionado es la caza o pesca de especies para
las que no exista la previsión de autorización, pero no la de aquéllas respecto de las cuales
pueda darse tal posibilidad, por hallarse normativamente prevista, aun cuando
condicionada a la obtención de una habilitación específica. Por tanto, aquí lo contemplado
no es una actividad de caza de animales cuya captura no esté expresamente autorizada, sino
la referida a los pertenecientes a una especie para cuya captura se precisa de licencia
administrativa o permiso, del que carecían los acusados ( STS 1726/02 (LA LEY 125/2003),
22-10 ").
Entre la denominada jurisprudencia menor, la Audiencia Provincial de Álava en
sentencia de fecha 15 de Febrero de 2.005 , Pte: Guerrero Romeo, Mercedes, argumenta
que, "La captura de un ejemplar en una especie cuya caza está autorizada previa licencia o
permiso especial, careciendo del mismo o fuera de los límites geográficos, temporales o
cuantitativos administrativamente establecidos, constituye una infracción administrativa,
pero no se integra en el artículo 335 del Código Penal , pues éste concreta su prohibición a
la caza o pesca de especies no expresamente autorizadas, y no puede extenderse a otros
supuestos distintos no comprendidos expresamente en el mismo.
La sentencia de 22 de octubre de 2002, siguiendo la línea iniciada por la anterior,
consideraba infracción administrativa un supuesto en el que la caza de la especie abatida
estaba autorizada aunque sometida a un régimen especial de permisos, supuesto diferente al
que nos ocupa."
A su vez, la Audiencia Provincial de Asturias en sentencia de fecha 22 octubre 1998 ,
Pte: Barrio Bernardo-Rua, Mª Luisa establece: "El art. 335 del Código Penal sanciona
como delito contra la fauna la caza de especies, que no estando amenazadas, no esté
expresamente autorizada su caza por las normas especificas en la materia.
Tal precepto, por su carácter de norma penal en blanco, insuficientemente regulado,
dada la amplitud del precepto ha dado lugar a numerosas interpretaciones, hasta el punto
de entender, por algún sector doctrinal, tesis que parece seguir el apelante, incluido en él y
por tanto configurar como delito la caza de todas aquellas especies figuren prohibidas en
cualquier disposición legal y con independencia del rango que la misma tenga.
Tal interpretación en ningún modo puede ser admitida pues vulnera el principio de
seguridad jurídica y además sería contraria al reo, lo que es jurídicamente reprochable.
El Código Penal vigente, tras la reforma penal verificada en 1.995 al introducir una
serie de delitos relativos a la protección de la flora y fauna en su capítulo IV del título XVI,
trata de dar una prudente acogida a nuevas formas de delincuencia, afrontando la
antinomia existente entre el principio de intervención mínima y las crecientes necesidades
de tutela en una sociedad compleja y dejando fuera figuras que han perdido su razón de ser
como delito. Por ello desde el punto de vista de los principios básicos informadores de toda
regulación resulta evidente que hay materias que difícilmente pueden introducirse en un
código punitivo con sus postulados de estabilidad y fijeza, pues en algunas, como la objeto
de estudio, debido a su propia naturaleza y a la especial regulación de que son objeto en el
ordenamiento jurídico, esa estabilidad y fijeza sería imposible otorgando al precepto
estudiado la interpretación amplia que se postula.
En razón de lo dicho ha de concluirse siguiendo la interpretación realizada al efecto
por el Ministerio Fiscal, máximo defensor del Principio de Legalidad, que el art. 335 se
refiere de modo exclusivo a lo que no está expresamente autorizado y en ningún caso a
aquellas especies que en algún momento y por alguna razón de necesidad, conveniencia,
utilidad, etc., estuviese expresamente prohibido. Como sucede en este caso donde el art. 5
del Reglamento de 7 de febrero de 1.991 , por el que se desarrollaron las previsiones
contempladas en la Ley del Principado de Asturias de 6 de junio de 1.989 de Caza ,
establece que la caza sólo podrá realizarse sobre las especies, subespecies o poblaciones de
fauna silvestre incluidas en el Anexo I del Reglamento o que se declaren posteriormente
objeto de caza o que excepcionalmente se autorice por venir justificado por razón de daños
o de índole biológica. Y el citado anexo incluye entre las especies objeto de caza en el
Principado de Asturias al Corzo (capreolus capreolus).
Y si bien la caza de las hembras del corzo estaba prohibida en el territorio del
Principado de Asturias, en virtud de lo establecido en la disposición General de Vedas para
la temporada de caza 1.996/1.997 , ello no supone que tal conducta haya de quedar sin
sanción, lo que sucede es que por no hallarse expresamente incluida en el nuevo texto
punitivo, no tiene, la consideración de delito y si de infracción administrativa muy grave,
como así se desprende de lo establecido en la disposición derogatoria única, referida a los
delitos y faltas previstos en la ley de caza de 4 de abril de 1.970 . Todo lo cual conduce a la
desestimación del recurso interpuesto por la "Sociedad de Caza A.".
A su vez, el Tribunal Supremo Sala 2ª en sentencia de fecha 22 octubre 2002, Pte:
Andrés Ibáñez, Perfecto, señala que, "en el art. 335 C. penal lo sancionado es la caza o
pesca de especies para las que no exista la previsión de autorización, pero no la de aquéllas
respecto de las cuales pueda darse tal posibilidad, por hallarse normativamente prevista,
aun cuando condicionada a la obtención de una habilitación específica.
Por tanto, aquí lo contemplado no es una actividad de caza de animales cuya
captura no esté expresamente autorizada, sino la referida a los pertenecientes a una especie
para cuya captura se precisa de licencia administrativa o permiso, del que carecían los
acusados.
Así, pues, se ha de concluir, como lo hacía la resolución tantas veces citada, en el
sentido de que la caza afectó a una especie autorizada, si bien sometida a un régimen
especial de permisos y limitaciones, de ahí que sea correcta la estimación del tribunal
sentenciador en el sentido de que no concurrió el elemento esencial definidor del tipo. Por
eso, el recurso debe ser desestimado."
Y en sentencia de fecha 8 febrero 2000 , Pte: Conde-Pumpido Tourón, Cándido "la
captura de un ejemplar en una especie cuya caza está autorizada previa licencia o permiso
especial, careciendo del mismo o fuera de los límites geográficos, temporales o
cuantitativos administrativamente establecidos, constituye una infracción administrativa,
pero no se integra en el artículo 335 del Código Penal , pues éste concreta su prohibición a
la caza o pesca de especies no expresamente autorizadas, y no puede extenderse a otros
supuestos distintos no comprendidos expresamente en el mismo. ( art. 4.1 Código Penal
1995 )".
Aplicando dicha jurisprudencia al caso ahora examinado, cabe recordar que el tipo
penal anterior era más amplio que el actual, en el sentido de que antes de la última reforma
del CP era suficiente que no estuviese expresamente autorizada la caza de la especie,
mientras que ahora lo que se exige es que esté expresamente prohibida.
Pues aún, en aquellos casos la caza sin licencia o permiso se consideraba atípica
incluso cuando no existiera autorización, siempre que la raza o especie animal admitiera
dicha posibilidad.
En el supuesto objeto de enjuiciamiento resulta que el corzo es un animal que como
especie cinegética puede ser objeto de caza, con la debida autorización y dentro de lo
periodos reglamentariamente previstos. Así el artículo 43 de la Ley de Caza de Castilla y
León no establece la prohibición de cazar el corzo. La Juzgadora argumenta que la
prohibición expresa viene consignada en número uno: " Se prohíbe cazar en los períodos de
veda o fuera de los días hábiles señalados en la orden anual de caza, salvo lo dispuesto en
los planes cinegéticos." Sin embargo ello constituye una prohibición genérica que afecta a
todas las especies cinegéticas haciendo referencia a la época de temporada de caza, pero
no a la concreta especie, la cual tampoco aparece como prohibida en la Orden Anual de
Caza de la Junta de Castilla y León para el periodo anual de 2.010.”
Artículo 336.
El que, sin estar legalmente autorizado, emplee para la caza o pesca veneno, medios
explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva o no selectiva para la
fauna, será castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a
veinticuatro meses y, en cualquier caso, la de inhabilitación especial para profesión u oficio
e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar o pescar por tiempo de uno a
tres años. Si el daño causado fuera de notoria importancia, se impondrá la pena de prisión
antes mencionada en su mitad superior.
La redacción de este artículo fue modificada de acuerdo a la Ley Orgánica 5/2010, de
22 de junio que incluyó la expresión “no selectiva para la fauna”. Como veremos en las
Sentencias que, en parte, a continuación se reproducen, este añadido ha supuesto un cambio
interpretativo de gran importancia. Asimismo estas Sentencias nos sirven para comprender
el hecho delictivo en sí, es decir, el bien jurídico que se protege, y cuales son las
circunstancias del hecho que nos deben conducir a pensar que nos encontramos ante un
supuesto de aplicación de este precepto.
Sentencia nº 309/2008 de 9 de diciembre de la Sección 2ª de la Audiencia
Provincial de Córdoba.
“(…)Este tipo de delito contra la Fauna es de simple actividad y trata de proteger el
peligro concreto que para la Fauna pueda suponer el empleo de determinados medios
prohibidos de caza o pesca. No se trata de un delito de resultado, por lo que no se exige
para su consumación que se hayan cobrado una o varias piezas, bastando con el empleo de
los medios referidos en aquel artículo con la finalidad de servirse de ellos para cazar o
pescar. Por eso, la acción que integra esta conducta se refiere a la colocación de esos lazos
de acero, con independencia de si han producido algún resultado lesivo y si éste es mayor o
menor.
El núcleo central del recurso de apelación hace referencia a la fundamentación de la
sentencia en cuanto considera que la acción concreta analizada, la colocación de esos ocho
lazos de acero que llegaron a producir la muerte por asfixia de un ciervo, no es constitutiva
de delito del art. 336 del Código Penal, al no poder considerarse dentro del concepto de las
artes de similar eficacia destructiva al veneno o medios explosivos.
Este elemento del tipo penal no se encuentra definido y su carácter genérico provoca
cierta inseguridad jurídica, que se amplia por la falta de unificación del criterio
jurisprudencial al no alcanzar la instancia del Tribunal Supremo, que aun no se ha
pronunciado al respecto.
En la jurisprudencia menor, ha sido tradicional una interpretación restrictiva de
este artículo, poniéndose el acento, más que en el carácter o naturaleza de la autorización
legal exigida, en la cuestión de la eficacia destructiva de los medios utilizados para cazar.
Ya la sentencia de la Audiencia Provincial de Teruel de 10-11-1997, manifestaba que solo
se podían incluir en el tipo aquellos procedimientos que por su carácter no selectivo, son
susceptibles de dañar a individuos de distintas especies, escapando incluso al control de
quien los usa, provocando con ello un daño ecológico grave, y a veces irreversible,
interpretación acorde con la ubicación de dicho precepto dentro de los delitos contra el
Medio Ambiente, tendentes a evitar la destrucción de los recursos naturales y del equilibrio
ecológico, y en definitiva, con el principio de intervención mínima que debe presidir en todo
caso la aplicación de las normas penales. En similar sentido se pronunciaron la Audiencia
Provincial de Cáceres en sentencia de 26-5-1998 y la de Badajoz en sentencia de 19 de
octubre del mismo año.
En la actualidad, y ya circunscrito a la conducta de la colocación de lazos como los
estudiados en este caso, la postura doctrinal es variada, siendo acertada la exposición que
de la misma hace el Juez de lo Penal en el fundamento de derecho primero de su sentencia.
En primer lugar, existe jurisprudencia que entiende que la referencia a esas artes de similar
eficacia destructiva al veneno o explosivos, trae fundamento, bien en su calidad de medio de
destrucción masivo o generalizado, o bien por su eficacia indiscriminada para cualquier
especie o animal. En este sentido, la Audiencia Provincial de Tarragona, en su sentencia de
22-2-2000, establece que el empleo del lazo para cazar jabalíes constituye un medio de
similar eficacia destructiva para la Fauna que el veneno, argumentando que si algo
caracteriza al uso del veneno para la caza es la imposibilidad de discriminar la especie de
animal que se ve finalmente afectada por el mismo, extremo que es plenamente compartido
por el uso del lazo, ya que, en tal trampa, puede caer cualquier animal de un tamaño
similar o menor al del jabalí convirtiéndose así el lazo en un instrumento de similar eficacia
destructiva indiscriminada de la fauna. En similar sentido de considerar concurrente este
elemento normativo en la disyuntiva de que el arte de caza tenga eficacia destructiva
indiscriminada o generalizada, se pronuncian las sentencias mencionadas en la resolución
atacada de la Audiencia Provincial de Huesca de 11-10-2001 o la de Asturias de 23-6-2005,
o también las anteriores de esta última Audiencia de 29-10-2001 y 20-2-2002.
Una segunda postura doctrinal viene a poner el acento en que para considerar el
arte de caza como medio de destrucción similar al veneno o al explosivo, es preciso que
tenga una eficacia destructiva indiscriminada de cualquier animal, y además, generalizada
o masiva. En este sentido, interpreta que, aunque el lazo es un medio de caza que no
discrimina la especie, no es un instrumento que pueda ocasionar una destrucción
generalizada de la Fauna. Audiencias Provinciales como las de Cuenca (S. 14-5-2004) y
Albacete (S. 31-12-2002), se pronuncian en este sentido.
Por último, una tercera corriente, a la cual se inclina el juzgador de instancia, lo que se
comparte por este Tribunal, pone el acento en los conceptos de muerte indiscriminada y
generalizada de cualquier animal, en atención a las circunstancias del caso, como son el
tamaño de los lazos, su forma y características, su número y el lugar en el que se colocan, y
esencialmente, la real capacidad de incidencia para la fauna y el tipo de especies que
pueden ser afectadas.
La aplicación de esta doctrina ha llevado a Audiencias Provinciales como la de
Murcia, en su sentencia de 11-10-2007 o la de Lérida de 29-11-2004, a pronunciamientos
absolutorios. Esta última recoge un supuesto parecido al que aquí se analiza, de utilización
de lazos de acero no selectivos carentes de freno o amortiguación, situados en pasos
habituales de animales en las inmediaciones de unos conejales ubicados en un área privada
de caza, atendiendo a las circunstancia de que no consta que hubiera en la zona especies
protegidas o en vías de extinción.
De otro lado, existe otra jurisprudencia que, asumiendo esta postura ecléctica, llega
a un pronunciamiento condenatorio. Así, la sentencia de 25-9-2006 de la Audiencia
Provincial de Huelva, en un caso prácticamente idéntico al que aquí se estudia, vino a
considerar la concurrencia del delito del art. 336 del Código Penal en un supuesto de
colocación de cinco lazos en lugar de paso de animales, sin tope y con altísima
probabilidad de producir asfixia como de hecho ocurrió con una cierva, en una finca de
escasa extensión y en una zona donde abundan especies protegidas.
Pues bien, englobado en esta última postura jurisprudencial, y estudiando las
circunstancias concurrentes en el caso de autos, este Tribunal entiende que la colocación
por el imputado de ocho lazos de acero, sin ningún tipo de freno o amortiguación, en un
lugar de paso de animales ( se recoge como paso de ciervos), que no hiere ni selecciona
sino que produce la muerte casi segura de cualquier animal que quedase capturado en el
mismo y ello, cualquiera que fuese su especie, edad, sexo o estado (se puede pensar en una
hembra embarazada o en un cervatillo), incluso que pueda estar catalogado como en
situación de peligro o extinción; integra el requisito de la eficacia destructiva
indiscriminada, que en este caso va acompañada también del de la generalizada. Estamos
ante la colocación de ocho lazos de acero que no permiten la selección de la especie animal
que atrapa, siendo un número importante (la sentencia de la Audiencia Provincial de
Huelva consideraba delito la utilización de cinco), que debe ponerse en relación con el
tiempo de colocación, pues ya llevaban en el lugar al menos 48 horas y el acusado no los
retira, sino que los arregla para que sigan funcionando en los días siguientes. Aun cuando
se colocan en un paso de ciervos, por ese lugar pueden transitar otros animales, siendo un
hecho notorio que en el Parque Natural de la Sierra de Cárdeña-Montoro existe una
colonia de lince ibérico, especie en peligro de extinción que otorga a la zona un alto valor
ecológico (de hecho este dato se aporta en el atestado inicial de la patrulla de SEPRONA de
la Guardia Civil, que es ratificado a presencia judicial)(…).”
Sentencia 212/2014 de fecha 22 de julio de 2014 de la Sección 3ª de la Audiencia
Provincial de Badajoz:
(…)”El derecho de presunción de inocencia se configura como el derecho a no ser
condenado sin pruebas de cargo validas, lo que implica que exista una mínima actividad
probatoria, realizada con las garantías necesarias, referida a todos los elementos
esenciales del delito y que de la misma quepa inferir razonablemente los hechos y la
participación del acusado en ellos.
En lo que respecta a la prueba indiciaria, el Tribunal Constitucional viene
sosteniendo desde sus primeras sentencias sobre la materia, que a falta de prueba directa
de cargo también la prueba indiciaria puede sustentar un pronunciamiento condenatorio,
sin menoscabo del derecho a la presunción de inocencia, así las Sentencias número
174/1985 , 175/1985 , 24/1997 , 157/1998 , 189/1998 , 68/1998 , 220/1998 , 44/2000 ,
117/2000 , 111/2008 , 109/2009 y 126/2011 , entre otras. Los requisitos que deben
concurrir en la prueba indiciaria para que constituya prueba de cargo suficiente, son los
siguientes:
1) El hecho o los hechos bases (o indicios) han de estar plenamente probados.
2) Los hechos constitutivos del delito deben deducirse precisamente de estos hechos
base completamente probados.
3) Para que se pueda comprobar la razonabilidad de la inferencia es preciso, en
primer lugar, que el órgano judicial exteriorice los hechos que están acreditados, o
indicios, y sobre todo que explique el razonamiento o engarce lógico entre los hechos base y
los hechos consecuencia.
4) Y, finalmente, que este razonamiento esté asentado en las reglas del criterio
humano o en las reglas de la experiencia común o, en palabras de la Sentencia del Tribunal
Constitucional número 169/1989, <<en una comprensión razonable de la realidad
normalmente vivida y apreciada conforme a criterios colectivos vigentes>>.
En el presente caso, la presunción de inocencia del acusado ha quedado desvirtuada
mediante prueba de cargo de carácter indiciaria. Los indicios que han llevado a la jueza a
quo al dictado de una sentencia condenatoria contra don Raúl se explicitan en el
fundamento jurídico primero y segundo. A continuación se procederá a una exposición
detallada de los indicios que han quedado plenamente probados en el juicio. La existencia
de una garduña atrapada por un lazo colocado en las alambradas del coto privado de caza
"Don Tello", del que es titular la mercantil "Vegahermosa, S.L.", siendo administrador
único de esta mercantil don Raúl . La existencia de 17 lazos de cable de acero no selectivo
colocados en las alambradas del citado coto de caza. La colocación de los lazos se realizó
desde dentro de la finca. La existencia de una solicitud de colocación de lazos que fue
denegada. Y por último, el hecho de que el administrador recorra diariamente la finca y sea
quien toma las decisiones, y por tanto, ostenta la dirección y el dominio sobre los hechos, en
lo referente al coto de caza.
Este conjunto de indicios permite inferir, como se recoge en los hechos probados,
que ordenó la colocación de los lazos en las alambradas. El razonamiento que lleva a la
jueza a quo desde los hechos bases a los hechos penalmente relevantes es lógico, siendo
ajustado a un criterio de razonabilidad.
La colocación de los lazos desde dentro de la finca, permite reducir el número de
personas que pudieran acceder a esa colocación, así como descartar la posible autoría de
personas ajenas al coto de caza, máxime cuando el número de lazos es tan elevado, ya que
esta circunstancia permite vislumbrar que no estamos ante una conducta aislada de alguien
ajeno al coto, de forma que pudiera exculparse al acusado. La cantidad permite colegir que
se trata de una conducta perfectamente dirigida a fijar en el vallado lazos que eviten el paso
de especies no deseadas al área del coto de caza. En este sentido, resulta palmario, que el
acusado hubiese solicitado una autorización para la colocación de los mismos, y que esta
fuese denegada, ya que revela un interés del acusado en la colocación de esos lazos,
elemento que refuerza, junto con los anteriores, su autoría. La existencia de los lazos no se
podía desconocer por el acusado puesto que él recorría la finca diariamente, y si no los
hubiese colocado, se habría percatado de los mismos. En la misma línea de la autoría, es
trascendental la declaración de don Julio , el cual manifestó que las decisiones dentro del
coto de caza las toma y están bajo el control del acusado. El conjunto de indicios expuestos
anteriormente, a través del razonamiento lógico plasmado, llevan a los hechos penalmente
relevantes, incluida la autoría.
En ningún caso, como afirma el apelante, existe una responsabilidad objetiva del
acusado, ya que no se le condena por el simple hecho de ser administrador único de la
mercantil propietaria del coto de caza, pues el acusado fue condenado por ordenar la
colocación de los lazos. Aunque no llevase a cabo el acto material de colocación, ordenó la
misma, teniendo, de acuerdo con lo expuesto anteriormente, el dominio funcional del hecho.
Por tanto, estaríamos en presencia de una coautoría, existiendo un ejecutor material de la
colocación, que no ha podido identificarse, y que actuaba en cumplimiento del poder
directivo del acusado. El relato de hechos probado dice <<ordenó y permitió la colocación
por persona cuya filiación no consta>>, este extremo permite colegir una coautoría, en el
que el condenado en la instancia tenía el dominio funcional del hecho, de acuerdo con los
indicios plasmados, en el fundamento jurídico primero y segundo. Es indiferente que el
acusado realizara la colocación de los lazos o la realizara un tercero a su instancia por
orden del acusado, pues la jurisprudencia del Tribunal Supremo ampara la autoría por
dominio del hecho. La orden de colocar los lazos por parte del acusado, constituye una
condición esencial para la comisión del delito, pues tiene el dominio del hecho, permitiendo
extender al acusado la responsabilidad penal. En este sentido, la STS número 45/2011 ,
entre otras, dice respecto de la mencionada teoría <<no puede, pues, ser autor solo el que
ejecuta la acción típica, esto es, el que realiza la acción expresada por el hecho rector del
tipo, sino también todos los que dominan en forma conjunta, dominio funcional del hecho,
de forma que mediante el acuerdo o plan trazado se integran en la coautoría, como
realización conjunta del hecho, aportaciones ajenas al núcleo del tipo, como la de quienes
planifican, organizan y dirigen a distancia la organización, sin intervenir directa y
materialmente en su ejecución>>.
Asimismo la STS de 11 de septiembre de 2000 , dice que <<No es, por ello,
necesario que cada coautor ejecute, por si mismo, los actos materiales integradores del
núcleo del tipo, pues a la realización del mismo se llega conjuntamente (...) cabe integrar en
la coautoría, como realización conjunta del hecho, aportaciones ajenas al núcleo del tipo,
como la de quienes planifican, organizan y dirigen a distancia la operación, sin intervenir
directa y materialmente en su ejecución>>. En el caso de autos, la realización del tipo se
materializa, mediante la orden de colocación, y permisividad al ejecutor material en su
colocación, para que colocase los lazos sobre las alambradas del coto de caza cuyo titular
es la mercantil que administra de forma unilateral el acusado”.(…)
Sentencia 105/2014 de fecha 7 de marzo de 2014, de la Sección 2ª de la
Audiencia Provincial de Castellón, en relación a la nueva redacción del artículo 336
con la última modificación del Código Penal.
“(…)La conducta típica del citado art. 336 CP consiste en emplear para el ejercicio
de la caza o pesca veneno, explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia
destructiva o no selectiva, sin contar con la necesaria autorización administrativa para ello.
A diferencia de las figuras recogidas en los arts. 334 y 335 CP , que se configuran
en general como delitos de resultado, la mayoría de la doctrina y de la denominada
jurisprudencia menor consideran que el tipo penal previsto en dicha disposición legal
contiene un delito de peligro concreto, el peligro que la fauna (biodiversidad) pueda sufrir a
consecuencia de la actividad de caza, y de mera actividad, donde no cabe la tentativa, que
no precisa que realmente se produzca ningún resultado determinado por la captura de
algún animal, castigando el uso (empleo) de dichos medios, métodos o instrumentos, sin que
sea necesaria la producción (resultado) de los graves efectos destructivos para la fauna
que, de producirse y de ser de especial gravedad (notoria importancia), supondrían una
agravación de las penas señaladas.
Dentro de los métodos de caza prohibidos por el art. 336 CP se encuentran aquellos
"otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva" al veneno o a los medios
explosivos. Se trata de una cláusula analógica que ha sido entendida por parte de la
doctrina como una fórmula descriptiva, es decir, una cláusula abierta destinada,
precisamente, a incluir en el ámbito del tipo aquellos métodos que, aunque no pueden
calificarse como explosivos o venenos ni aparezcan recogidos en los Anexos de
procedimientos prohibidos, poseen una nocividad evidente para la fauna, por su idoneidad
lesiva, y por ello su utilización requiere igualmente la previa concesión de una autorización.
La Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, ha venido a concretar algo más aquella
cláusula analógica, señalando que están incluidos, junto a los "instrumentos o artes de
similar eficacia destructiva", aquellos otros que posean similar eficacia "no selectiva" para
la fauna. Se añade ahora la referencia a que las artes empleadas no posibiliten la selección
de la fauna en la actividad de cazar. De esta manera el tipo alcanza no sólo a artes o
instrumentos destructivos en sentido estricto, sino también a aquellos que no permiten
seleccionar las especies objeto de caza, es decir, métodos que pueden producir la muerte
indiscriminada de otras especies distintas.
Hasta el día 23 de diciembre de 2010, la Audiencia Provincial de Castellón (AAP
Castellón, Sección 1ª, nº 155/2010, de 9 de abril, y nº 209/2010, de 13 de mayo, y Sección
2ª, Auto de 6 mayo de 2010, entre otros muchos) había venido entendiendo que no es
posible asimilar al poder destructivo del veneno o los medios explosivos, en los estrictos
términos que reclama las garantías de taxatividad e interpretación restrictiva que se
destilan del principio de legalidad penal, una razón de analogía ( art. 4.1 CP ), el medio de
caza tradicionalmente conocido como "parany", descartando la tipicidad de la conducta (
art. 336 CP ) y reconduciendo los hechos el ámbito administrativo en el que, en su caso,
podría originarse la correspondiente responsabilidad de este tipo.
Este posicionamiento se apoyaba en que lo que caracteriza a los medios de caza que
de forma ejemplificativa establece el art. 336 CP (veneno y medios explosivos), era su
potencialidad lesiva intrínseca, no sólo por su carácter no selectivo e indiscriminado, sino
por la imposibilidad de reverso de la situación, o de control de sus efectos devastadores. El
veneno y los explosivos pueden llegar a tener una incidencia directa en el medio ambiente
en sentido amplio, en la medida en la que el primero se inserta de forma incontrolada e
irreversible en la cadena trófica, y el segundo es capaz de destruir irremisiblemente todo
cuanto se halle al alcance de su radio de acción. Ambos métodos provocan de forma
necesaria e irreversible la muerte de los especímenes afectados, lo que no cabe predicar del
uso de la liga, el reclamo eléctrico o empleo posterior de disolvente, que si bien constituyen
medios prohibidos por la normativa comunitaria y estatal, carecen de semejante
potencialidad destructiva y sus efectos no aparecen irreversibles, no causan "per se" la
muerte de los ejemplares capturados, ni sus efectos mortales pueden considerarse
intrínsecamente acumulativos, pues incluso se admite que un elevado porcentaje de las aves
capturadas pueden sobrevivir a su captura con el cumplimiento de las adecuadas
prevenciones por parte del cazador. Por ello, se descartaba que la conducta consistente en
la caza mediante "parany" tuviera su encaje en el tipo penal previsto en el art. 336 CP .
Este planteamiento se ha visto afectado, sin embargo, por la Ley Orgánica 5/2010,
de 22 de junio, que ha modificado el art. 336 CP añadiendo al tipo penal la conducta de
emplear para la caza o pesca medios "no selectivos" de similar eficacia al veneno o
explosivo para la fauna. El precepto entró en vigor el 23 de diciembre de 2010, aunque sin
efectos retroactivos ex artículo 2.1 CP . Reforma que, para este caso, dice su Exposición de
Motivos que responde a la necesidad de acoger elementos de armonización normativa de la
Unión Europea en este ámbito, incorporando a la legislación penal doméstica los supuestos
previstos en la Directiva 2008/99/CE, de 19 de noviembre, relativa a la protección del
medio ambiente mediante el Derecho penal. La nueva referencia a los instrumentos o artes
de similar eficacia "no selectiva" para la fauna se acomoda a los términos empleados en el
ámbito administrativo, en concreto en la Ley 42/2007, cuyo art. 62.3.a ) prohíbe "la
tenencia, utilización y comercialización de todos los procedimientos masivos o no selectivos
para la captura o muerte de animales" y cuyo Anexo VII contiene un listado de los medios
masivos o no selectivos que se encuentran prohibidos entre los cuales encontramos las
"ligas". Así pues, el método de caza denominado "parany" es claramente un procedimiento
prohibido expresamente por cuanto la normativa administrativa prohíbe el uso de todo
medio o método que implique el uso del pegamento o "liga".
Ahora bien, el hecho de que determinados medios o instrumentos sean prohibidos
por la normativa administrativa en modo alguno vincula ni trasciende al orden penal, pues
la mencionada cláusula no se configura como una norma penal en blanco que debemos
integrar con la normativa administrativa, sino que nos encontramos ante un elemento del
tipo cuya interpretación, necesariamente estricta, precisa la búsqueda de específicas
razones de analogía en los mismos términos de eficacia no selectiva para la fauna, pues la
similar eficacia destructiva al veneno o los explosivos ya ha sido rechazada con
anterioridad por la jurisprudencia menor en los términos que ya hemos visto.
Sucede, sin embargo, que la caza de "zorzales o tordos" con pegamento o "liga", tal
y como se organiza mediante el método del "parany", no permite evitar la captura de aves
de otras especies. Por ello, la caza con "parany" se basa en un método no selectivo, por
cuanto cualquier tipo de ave puede engancharse a la liga y ser capturada, y su eficacia "no
selectiva" es de proporción similar al "veneno o explosivo" hasta el punto de que no es
posible controlar ni la clase ni el número de aves que en un determinado momento puede
llegar a caer por efecto de la "liga". A ello debe añadirse que el hecho de que los cazadores
estén obligados a limpiar y liberar aves de especies distintas de los "zorzales o tordos",
cuando aquéllas resulten atrapadas en las varetas, no tiene entidad suficiente para poner en
duda el carácter no selectivo de dicho método de captura (en estos términos se pronunció la
STJCE, 2ª, de 9 de diciembre de 2004, Asunto C-79/2003 , Comisión/España, por el
incumplimiento por España de la Directiva Comunitaria sobre conservación de aves
silvestres, al tolerar la caza con liga en la Comunidad Valenciana mediante el método
"parany").
En definitiva, replanteándonos nuestro anterior posicionamiento en función de la
modificación legal, consideramos que con la nueva redacción, el método de caza del
"parany" puede integrarse en la conducta típica del art. 336 CP , por cuanto debe ser
considerado un arte de caza de similares efectos no selectivos a los producidos por el
veneno o los explosivos, lo que conduce a la revocación de la resolución de instancia, a la
vista de que el acusado, según el relato fáctico, estaba "cazando en la modalidad conocida
como parany, usando para ello varetas impregnadas de liga, reclamo bucal de
reproducción del sonido del tordo, sin disponer de autorización",con estimación en este
concreto particular del recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal.
Ya tenemos dicho que este planteamiento se ha visto afectado por la Ley Orgánica
5/2010, de 22 de junio al modificar el artículo 336 CP , reforma que según la Exposición de
Motivos responde a la necesidad de acoger elementos de armonización normativa de la
Unión Europea en este ámbito, incorporando a la legislación penal doméstica los supuestos
previstos en la Directiva 2008/99/CE, de 19 de noviembre, relativa a la protección del
medio ambiente mediante el Derecho penal.
La anterior referencia consecuencial de los métodos previstos como devastadores
(veneno, medios explosivo) que permitía la analogía de "otros instrumentos o artes" por la
"similar eficacia destructiva" a aquellos, ahora incluye otro efecto consecuencial no
añadido a la eficacia destructiva o devastadora de aquellos pero no acumulativo, sino
alternativo como es la eficacia "no selectiva" para la fauna. Es decir, ese otro arte o método
tiene que ser similar al veneno o al explosivo pero no necesariamente en la eficacia
destructiva como era antes, sino ahora también cabe la similitud con la eficacia no selectiva
que los mismos tienen, pues es justamente lo que se ha añadido.
La similitud en eficacia "no selectiva" para la fauna se acomoda a los términos
empleados en el ámbito administrativo, en concreto en la Ley 42/2007, cuyo artículo 62.3.a
) prohíbe "la tenencia, utilización y comercialización de todos los procedimientos masivos o
no selectivos para la captura o muerte de animales" y cuyo Anexo VII, contiene un listado
de los medios masivos o no selectivos que se encuentran prohibidos entre los cuales
encontramos las "ligas". Así pues, el método de caza denominado "parany" es claramente
un procedimiento prohibido expresamente por cuanto la normativa administrativa prohíbe
el uso de todo medio o método que implique el uso del pegamento o "liga".
Decíamos en otros precedentes en favor de la tipicidad penal, que la caza de
"zorzales o tordos" con pegamento o "liga", tal y como se organiza mediante el método del
"parany", no permite evitar la captura de aves de otras especies. Por ello, la caza, que es
simplemente capturar -no dar muerte- con "parany" se basa en un método no selectivo, por
cuanto cualquier tipo de ave puede engancharse a la liga y ser capturada, y su eficacia "no
selectiva" es -insistimos que para la captura, sin necesidad de lograr la muerte de la pieza
de proporción similar al "veneno o explosivo" hasta el punto de que no es posible controlar
ni la clase ni el número de aves que en un determinado momento puede llegar a caer por
efecto de la "liga".
A ello debe añadirse que el hecho de que los cazadores estén obligados a limpiar y
liberar aves de especies distintas de los "zorzales o tordos", cuando aquéllas resulten
atrapadas en las varetas, no tiene entidad suficiente para poner en duda el carácter no
selectivo de dicho método de captura (en estos términos se pronunció la STJCE, 2ª, de 9
Dic. 2004, Asunto C-79/2003 , Comisión/España, por el incumplimiento por España de la
Directiva Comunitaria sobre conservación de aves silvestres, al tolerar la caza con liga en
la Comunidad Valenciana mediante el método "parany").
Quepa recordar por otro lado, que el delito del art. 336 del CP es un delito de
"simple actividad", de riesgo, no de resultado, que se consuma por el solo hecho de tener un
método de captura de forma descontrolada, razón por lo que, una vez consumado el delito
por la disposición activa de los artilugios (la liga perfectamente colocada en las varetas
donde pueda pegarse un ave, sea luego ésta de especie protegida o no) es irrelevante que el
cazador libere la pieza un vez que se ha consumado el delito.
Para que fuere atípico, el método tendría que asegurar que sólo puede capturarse un
tipo de ave, de tal modo que pueda controlarse que nunca será de una especie protegida,
seguridad que no se tiene con el (…)”.
Artículo 337.
El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal
doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su
salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial
de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con
los animales.
LIBRO III
Faltas y sus penas
TÍTULO III
Faltas contra los intereses generales
Artículo 631.
1. Los dueños o encargados de la custodia de animales feroces o dañinos que los dejaren
sueltos o en condiciones de causar mal serán castigados con la pena de multa de uno a dos
meses.
2. Quienes abandonen a un animal doméstico en condiciones en que pueda peligrar su vida
o su integridad serán castigados con la pena de multa de quince días a dos meses.
Artículo 632.
1. El que corte, tale, queme, arranque, recolecte alguna especie o subespecie de flora
amenazada o de sus propágulos, sin grave perjuicio para el medio ambiente, será castigado
con la pena de multa de 10 a 30 días o trabajos en beneficio de la comunidad de 10 a 20
días.
2. Los que maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en
espectáculos no autorizados legalmente sin incurrir en los supuestos previstos en el artículo
337 serán castigados con la pena de multa de 20 a 60 días o trabajos en beneficio de la
comunidad de 20 a 30 días.
Además de los anteriores, en el transcurso de la actividad cinegética, también es
posible la comisión de otros hechos delictivos relacionados con la actividad, como pueden
ser los delitos de homicidio, lesiones y omisión del deber de socorro, todos ellos
relacionados con el manejo del arma de fuego.
USO DE CEBOS ENVENENADOS EN LA CAZA
“El uso de cebos envenenados para matar predadores es una actividad documentada
en España desde hace más de un siglo. La prohibición durante la década de los setenta de
la estricnina, principal veneno utilizado entonces, y la ilegalización total del uso en 1983,
favoreció en esos años una notable recuperación de las especies más sensibles. Este período
de bonanza duró poco, pues a principios de los noventa se volvió a producir un incremento
del uso de veneno en cebos. Este nuevo repunte todavía se mantiene y su inicio coincide con
la mayor accesibilidad de nuevos productos fitosanitarios de uso agrícola, los más
utilizados para envenenar fauna.
El uso ilegal de cebos envenenados está ligado casi siempre a la gestión de cotos de
caza menor y está dirigido principalmente contra zorros, otros carnívoros y córvidos, con
motivo de la competencia de estos predadores por las piezas de caza. En algunas regiones
de España, aunque en menor medida, el uso de venenos está vinculado a la ganadería, a
raíz de los perjuicios causados por la fauna salvaje a los rebaños, favorecidos por un
manejo ganadero que va prescindiendo de la figura del pastor tradicional. Sin embargo, el
uso de cebos envenenados no es un método de control de predadores, sino más bien un
método de eliminación indiscriminada de fauna. De ahí la prohibición de su uso en las leyes
administrativas de caza y conservación y su tipificación como delito en el Código penal. El
veneno afecta por igual a especies predadoras y carroñeras, y tanto a especies omnívoras
(como jabalíes o tejones), como a fauna doméstica, principalmente perros.” (Un informe de
WWF/Adena 1990-2005 sobre los cebos envenenados en España).
De acuerdo a los datos facilitados en la Estrategia Nacional contra el uso ilegal de
cebos envenenados en el medio natural, aprobada por la Comisión Nacional de Protección
de la Naturaleza en Madrid el 23 de septiembre de 2004, las Comunidades Autónomas
donde mayor número de animales envenenados han sido hallados fueron Andalucía y
Castilla y León, sumando entre ambas el 55.3% de los casos registrados en ese periodo
analizado, seguidas de Castilla La Mancha, Aragón y Baleares. El resto de las Comunidades
registraron menos del 3 % de los envenenamientos totales. En la interpretación de estos
datos hay que tener en cuenta el esfuerzo de muestreo, que en algunas Comunidades es
significativamente menor, por lo que en ellas se detectan menos casos de envenenamientos.
El uso del veneno, o cualquier otro método de destrucción masiva o no selectiva, está
tipificado como delito en el artículo 336 del Código Penal. Además constituye una
infracción muy grave y/o grave a la Ley de Caza de la Comunidad Valenciana. Un factor
que ha favorecido la generalización del uso de venenos como método ilegal de control de
predadores ha sido la impunidad de los envenenadores, dada la dificultad de encontrar un
autor material de los hechos. La mayoría de los casos en los que se iniciaron actuaciones
penales fueron sobreseídos incluso antes de la celebración del juicio oral, o archivados
aunque no se habían cometido defectos de forma o de fondo en la recogida de las pruebas
periciales. La principal causa de archivo o sobreseimiento fue la falta de autor conocido. El
mejor conocimiento del problema no llevaría a una masiva aplicación del tipo, por las
limitaciones y garantías de que se rodea el proceso penal en cuanto a la prueba de la autoría,
pero sí a que los archivos y absoluciones no se produjeran de una manera tan abrumadora
como en la actualidad. La falta de la participación de la administración medioambiental en
los procedimientos penales abiertos se refleja en un bajo éxito de sentencias condenatorias
en los casos en los que se abren diligencias en los juzgados. Ello a su vez provoca el
desconocimiento y la falta de interés de las Fiscalías y órganos judiciales. Por otra parte, es
importante recordar que la tipificación del uso de veneno como delito en el Código Penal
implica sólo una prevalencia (que no sustitución) de la vía penal frente a la administrativa.
Las leyes vigentes permiten a las administraciones autonómicas tomar medidas cautelares
para reparar daños causados al medio natural por los casos de envenenamientos y se podría
ampliar la normativa para prevenir el problema.
La Dirección General del Gestión del Medio Natural de la Consellería de
Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, aprobó con fecha 26 de marzo de 2012, el
“Plan de Acción de lucha contra el veneno en la Comunidad Valenciana”, que se adjunta, en
el que se establecen los protocolos de actuación del personal implicado, ante la aparición de
un caso de estas características.
Aunque si bien en el citado Plan no se prevé la participación de los Guardas
Rurales/Jurados de Caza, dada las funciones que este personal auxiliar de los agentes de la
autoridad tienen atribuidas en el medio natural, parece imprescindible sean conocedores del
procedimiento de actuación en caso de que detecten algún caso en los acotados bajo su
vigilancia. Asimismo aquel personal habilitado para el control de predadores que no realiza
función de vigilancia en los acotados deberá ser conocedor de este procedimiento, de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 38.1. b) de la Ley de Caza. Así el Anexo I del citado
Plan establece el “Protocolo de Actuación ante la sospecha de cebos presuntamente
envenenados en el medio natural”.
Consideraciones más importantes de este protocolo:
La recogida de las muestras y la instrucción de las actas siempre será
realizada por un agente de la autoridad (agente medioambiental, Guardia Civil,
Policía de la Generalitat o Policía Local).
Asimismo se requerirá la inmediata intervención policial en los siguientes
casos:
1. Se haya sorprendido al autor material del delito.
2. Existan pruebas que inicialmente apunten de forma nítida a un autor
material concreto o identificable.
3. Cuando se desprenda la posible existencia de cualquier tipo de
organización o red dedicada a la distribución, venta o empleo ilegal de
las sustancias utilizadas de ordinario en la elaboración de cebos.
Tras el hallazgo de cebos o fauna sobre los que exista la sospecha de haber
sido envenenados se acotará el terreno de tal forma que sólo tengan acceso las
personas encargadas de la investigación.
Se realizará una batida por la zona próxima para buscar más cebos o fauna
presuntamente envenenada. En caso positivo se actuará de acuerdo al anterior
punto.
Se buscarán huellas de calzado en los lugares donde se encontraban los cebos
o cadáveres, en el entorno de vivares de conejo, bebederos o comederos de
perdices o de otras instalaciones cinegéticas o ganaderas.
Se buscarán huellas de rodadas de neumáticos en el entorno.
Se buscarán vestigios y utensilios en las zonas anteriores, como por ejemplo,
colillas de cigarros, guantes de latex, envoltorios, etc.
INFRACCIONES ADMINISTRATIVAS EN MATERIA DE CAZA
Las infracciones administrativas en materia de caza en la Comunidad Valenciana
viene reguladas en la Ley 13/2004, de 27 de diciembre, en su Título VI Régimen Jurídico,
Capítulo II Infracciones.
El artículo 57 trata sobre las denuncias. En su apartado 1 establece quiénes tienen la
competencia para denunciar las infracciones a la Consellería competente en materia de caza.
Así, de acuerdo al artículo 55, la vigilancia de la caza es realizada por el Cuerpo Nacional de
Policía, Guardia Civil, Policías Locales, Agentes Medioambientales y los Guardas
Jurados/Rurales de Caza. Tendrán la consideración de agentes de la autoridad, dada su
condición de funcionarios de carrera, todos los citados salvo los Guardas Jurados/Rurales de
caza. Éstos tendrán la consideración de agentes auxiliares. No obstante, veremos que existen
pocas diferencias entre ellos en cuanto a las competencias que les atribuye esta Ley de Caza
y la Ley de Seguridad Privada. En su apartado 2 se recoge que el incumplimiento de las
normas recogidas en la Ley de Caza tendrá la consideración de infracción administrativa y
llevará consigo el inicio de un expediente administrativo para la imposición de la sanción
correspondiente. El apartado 3 dice que, hay que tener en cuenta que un hecho cometido que
en principio pudiera parecer una infracción administrativa, puede revestir indicios de delito
en el transcurso de la instrucción del expediente. En estos casos, sea el instructor o el agente
de la autoridad o auxiliar que tenga constancia de esta situación, deberá ponerlo en
conocimiento de la autoridad judicial competente, adjuntando toda la documentación y
efectos disponibles. Por último el apartado 4 nos habla de responsabilidad solidaria ante las
infracciones cometidas por un grupo de cazadores y no se pueda identificar al autor. Este
caso será aplicable a las cacerías tipo ganchos o batidas ilegales donde no quede identificado
el responsable de la misma.
El artículo 58 lista las infracciones administrativas, distinguiéndolas entre muy
graves y graves.
Son infracciones administrativas muy graves:
1º. Entregar pases de coto sin contar con plan técnico aprobado o bien tenerlo suspendido.
Esta infracción es aplicable únicamente a los acotados.
2º. Instalar un cerramiento no autorizado, alterarlo o instalar artefactos capaces de
facilitar la entrada de animales de otros acotados o impedir su salida. Infracción también
aplicable únicamente a los titulares de los acotados.
3º. No cumplir las medidas impuestas por la Consellería para impedir la propagación de
enfermedades. También aplicable únicamente a los titulares de los acotados.
4º. El transporte especies de caza sin la correspondiente documentación sanitaria, cuando
proceda de zonas con enfermedades declaradas. También aplicable únicamente a los
titulares de los acotados.
5º. No cumplir, de manera reiterada, con las condiciones de caza que se establecen en el
Plan Técnico. También aplicable únicamente a los titulares de los acotados.
6º. Establecer una granja cinegética sin autorización. Se considera granja cinegética al
establecimiento que se dedique a la cría de animales de caza para su posterior venta a
acotados cinegéticos.
7º. Introducir o reintroducir sin autorización especies inexistentes. En caso de tratarse de
especies declaradas invasoras este hecho puede ser considerado delito.
8º. Cazar estando inhabilitado para ello. Hay que distinguirla de la infracción grave de
cazar sin la licencia de caza en vigor. En el caso de la infracción muy grave, el hecho que se
sanciona es cazar con la licencia retirada por una sanción grave anterior.
9º. Cazar sin haber expedido un seguro de responsabilidad civil. Solo aplicable cuando se
cace con armas.
10º. Cazar sin haber superado las pruebas de aptitud. Actualmente este precepto no es
aplicable debido a que no se ha desarrollado la norma que regulan las pruebas de aptitud
para la obtención de la licencia de caza.
11º. El uso de las armas de fuego dentro de las zonas de seguridad o bien cuando el
proyectil pueda alcanzarlas. Hay que distinguirla de la infracción grave, que únicamente
requiere el manejo del arma, sin efectuar disparo.
12º. Cazar en refugio de fauna. En caso de abatirse alguna especie protegida se podría estar
cometiendo además un hecho delictivo.
13º. Cazar aves cinegéticas en época de veda. Infracción que se cometerá fundamentalmente
en acotados de acuáticas.
14º y 15º. Relacionadas con el uso de cebos envenenados para la caza. Hay que tener en
cuenta que, atendiendo a las circunstancias del hecho, puede constituir el delito previsto en
el artículo 336 del Código Penal.
Son infracciones graves:
1º. Irregularidades en la cumplimentación de los pases de los cotos. Infracción aplicable a
los titulares de los acotados.
2º. No cumplir con las condiciones autorizadas y descritas en el correspondiente Plan
Técnico del acotado. También sería una infracción aplicable a los acotados.
3º. Irregularidades en el cercado de un cerramiento cinegético ya autorizado. Aplicable sólo
a acotados.
4º. Infracción relacionada con las señales de primer y segundo orden obligatorias. La
ausencia o incorrección en la señalización constituiría esta infracción.
5º. Este precepto es muy similar al punto 14º de las infracciones muy graves. La
determinación de una u otra infracción estará en función de las circunstancias del hecho y
del interés colaborador con la administración que muestre el acotado.
6º. Esta infracción es de las pocas que no va dirigida ni a los titulares de los acotados, ni a
los cazadores. El sujeto activo de esta infracción serán personas ajenas a la caza que
realizando una actividad dentro de un acotado producen un dato a la fauna.
7º. Esta infracción se comete con el comercio de especies no comercializables, es decir,
aquellas que no pueden ser destinadas al consumo humano en locales comerciales.
8º. Infracción dirigida a las granjas cinegéticas que críen especies no autorizadas.
9º. También dirigida a granjas cinegéticas que no cumplan con la obligación de comunicar la
aparición de enfermedades que puedan transmitirse.
10º. Esta infracción se distingue de la del apartado 7º de las muy graves, por el tipo de
animal introducido, en el caso de las graves será una especie cinegética.
11º. Infracción aplicable únicamente a los Guardias Jurados/Rurales de caza. En el caso del
resto de agentes de la autoridad, podría constituir un delito previsto en el Código Penal.
12º. Distinguir de la prevista en el apartado 8º de las muy graves. En este caso constituye
infracción el cazar careciendo de la licencia en vigor.
13º. Constituye infracción cazar careciendo del pase del acotado expedido por el titular, así
como carecer del resto de documentación necesaria para la caza previstas en el artículo 7 de
la Ley de Caza.
14º. Este precepto parece excluir al agente auxiliar. No obstante se debe tramitar la denuncia
y será decisión del instructor del expediente su inclusión o no.
15º. Relacionado con el anterior, aunque en este precepto sí que se incluye al agente auxiliar.
La negativa debe ser clara y reiterada.
16º. Este precepto estaba previsto ante la situación de la anterior Ley de Seguridad Privada.
Con la nueva redacción de la Ley de Seguridad Privada, el guarda rural de caza puede retirar
el arma utilizada en la comisión de una infracción.
17º. Para distinguirla de la infracción muy grave del apartado 11º, el agente deberá describir
con precisión las circunstancias del hecho, del momento y del lugar.
18º. El incumplimiento de las prohibiciones relacionadas en el artículo 12 apartados 1 y 2:
- 1.a). La caza nocturna, salvo cuando esté expresamente autorizada.
- 1.c). La caza aprovechándose del trabajo de la maquinaría agrícola o forestal.
- 1.g). La caza a la retranca o aprovechándose de la celebración de monterías u ojeos
apostados a menos de 500 o 100 metros respectivamente de la linde de los terrenos
cinegéticos donde se celebren.
- 1.i). La caza con reclamo de perdiz hembra.
- 1.k). La caza desde aeronaves, vehículos terrestres, embarcaciones a motor o
caballerías, así como sirviéndose de ellos como medios de ocultación.
- 1.l). Alterar, deteriorar o destruir los vivares, nidos, madrigueras y otros lugares de
cría o refugio de las especies con la finalidad de capturar la pieza de caza.
- 1.m). Cualquier práctica fraudulenta dirigida a atraer o retener la caza procedente
de terrenos ajenos o a espantarla o chantearla antes de las cacerías. Esta infracción
podrá ser cometidas por personas que no sean cazadores.
- 2.a). El empleo de lazos, anzuelos, fosos así como todo tipo de trampas y de cepos o
ballestas.
- 2.b). El empleo de municiones de plomo en humedales.
- 2.c). El empleo de todo tipo de redes o sustancias adhesivas.
- 2.d). El empleo de hurones, así como de reclamos o cimbeles protegidas vivos o
naturalizados…
- 2.e). Las armas automáticas o semiautomáticas cuyo cargador pueda contener más
de dos catuchos…
- 2.f). El empleo de silenciadores o de miras de visión nocturna incorporadas al
arma…
- 2.g). El empleo de postas…
- 2.h). El uso de faros, linternas, espejos y cualquier otra fuente luminosa artificial…
- 2.j). El empleo de aparatos electrocutantes o paralizantes.
- 2.n). El uso de explosivos, cebos envenenados o cualquier otra sustancia, incluidos
los gases y humos, que altere la capacidad de huida de los animales o provoque
asfixia. La cumplimentación del acta-denuncia por estos hechos, en la mayoría de los
casos, se deben considerar como diligencias para entrega a la autoridad judicial.
19º. Las infracciones de caza cometidas en zonas comunes siempre serán graves o muy
graves.
20º. Cazar en época de veda o fuera de los horarios establecidos en el Plan Técnico o en la
Orden de Vedas.
21º. Complemento del anterior apartado, requiere la ejecución del disparo o abatir la pieza
para aplicar este precepto.
En consecuencia, constituirán infracciones leves el incumplimiento de las normas
previstas en esta Ley de Caza, no previstas como infracción muy grave o grave en los
apartados 1 y 2 del artículo 58. Concretamente las siguientes:
- Art. 7. No portar durante el ejercicio de la caza la documentación exigida, es decir:
o D.N.I., pasaporte o carné de conducir.
o Licencia de caza.
o Seguro de responsabilidad civil.
o Documentación que ampara la tenencia de las armas.
o Permiso del titular del espacio cinegético.
- Art. 9. Incumplimiento de los deberes del cazador. En el acta-denuncia será
necesario concretar los hechos que a juicio del agente llevan al incumplimiento del
deber de caza de este artículo, siempre y cuando esta misma infracción no se
encuentre la reflejada en el artículo 58.
- Art. 10. Obligaciones de los dueños o cuidadores de los perros que transiten en
espacios cinegéticos o refugios de fauna. Hay que tener en cuenta que esta infracción
puede ser cometida por personas que no sean cazadores. Algunas de las infracciones
aquí citadas vienen también previstas en otras normas estatales o autonómicas que
hay que tener en cuenta, por ejemplo, la tenencia de animales potencialmente
peligrosos.
- Art. 12.1, apartado b). La caza en días de fortuna.
- Art. 12.1, apartado d). La caza a la espera en condiciones distintas a las
autorizadas.
- Art. 12.1, apartado e). La caza en manos encontradas.
- Art. 12.1, apartado f). La caza a la retranca aprovechándose de una cacería.
- Art. 12.1, apartado h). La caza de crías o de hembras seguidas de crías, en
condiciones no autorizadas.
- Art. 12.1, apartado j). La caza en monterías o batidas en puestos interiores a menos
de 100 metros de cerramientos.
- Art. 12.2, apartado i). Disparar sobre palomos deportivos o mensajeros.
- Art. 12.2, apartado k). El abandono de las vainas de la munición empleada, así
como cualquier otro residuo no orgánico.
- Art. 12.2, apartado l). El empleo de sustancias olorosas atrayentes.
- Art. 12.2, apartado m). El uso de radiotelecomunicaciones durante la celebración de
las cacerías, así como el empleo de dispositivos electrónicos, al objeto de facilitar
las mismas.
- Art. 12.2, apartado o), Queda igualmente prohibido en el ejercicio de la caza o
cuando se transportes armas u otros medios legales de caza, salvo autorización, la
tenencia de los siguientes medios:
o Lazos, anzuelos, cepos, ballestas.
o Municiones de plomo en humedales.
o Hurones, reclamos de cimbeles de especies protegidas, reclamos eléctricos,
grabaciones.
o Armas automáticas o semiautomáticas, aire comprimido, calibre 22.
o Silenciadores, miras de visión nocturna.
o Postas.
o Faros, linternas (salvo esperas), espejos, rayos infrarrojos.
o Aparatos electrocutantes o paralizantes.
o Sustrancias olorosas atrayentes.
- Art. 12.3. La tenencia de armas cargadas en los perímetros de seguridad. El uso de
las armas en estos lugares constituiría, según los casos, infracción muy grave o
grave.
- Art. 12.3.g). El uso imprudente de las armas de fuego. En el caso de que el agente
denunciante sea miembro de un cuerpo policial, procedería denunciar esta infracción
por la Ley de Seguridad Ciudadana en relación al Reglamento de Armas.
- Art. 12.3.g). La participación en cacerías tipo ojeo, gancho, batida o montería de
ojeadores, batidores o acompañantes de ellos sin vestir chalecos reflectantes. Con la
entrada en vigor de la Orden 3/12 de caza del jabalí, procede incluir en esta
infracción a todos los cazadores, los cuales a partir de esta norma, también están
obligados a portar el chaleco reflectante.
- Art. 12.4. No descargar el arma cuando se aproxime en dirección a las personas o
bienes objeto de protección.
- Art. 39. La tenencia de armas cargadas en las zonas de seguridad aquí descritas. El
uso de armas de fuego en zonas de seguridad podría constituir infracción muy grave.
- Art. 52. El traslado y suelta de piezas de caza vida sin la autorización de la
Consellería competente en materia de caza. Así como la caza de especies repobladas
sin respetar los periodos de aclimatación.
- Art. 53. Taxidermitas. La ausencia de Libro de Registro de la procedencia de los
animales.
- Art. 54. La tenencia en cautividad de piezas de caza mayor, sin autorización.
- Art. 58.7. Cuando la infracción se refiera a una especie comercializable.
El apartado 4 describe lo que entenderemos por acción de cazar, imprescindible para
la determinación de muchas de las infracciones previstas en este artículo. También es
importante a la hora de determinar cuándo procede la retirada del arma por el agente, cuando
se comete una infracción.
El artículo 59 trata sobre la prescripción de las infracciones. Es importante no
retrasar la tramitación de las denuncias más del tiempo imprescindible para la
cumplimentación de los informes y reportajes necesarios.
El artículo 60 prevé las sanciones aplicables por la comisión de las infracciones
previstas en esta Ley.
Para la infracciones leves se ha previsto sanción de multa de 100 a 300 €.
Para las infracciones graves multa de 301 a 3000 € y retirada de la licencia de
caza. Además, en este momento, a falta de reglamentación que desarrolle la
Ley, tanto la retirada como la inhabilitación para volver a obtenerla se alarga
en la mayoría de los casos a los dos años.
Para las infracciones muy graves multa de 3001 a 15.000 € y retirada de la
licencia de caza. En este caso, la retirada y la inhabilitación serán de dos años
y un día a tres años.
El apartado 2 del mismo artículo establece que los infractores sancionados con la
retirada de la licencia de caza deberán entregarla a la Consellería competente en materia
de caza en un plazo de quince días desde la notificación de la resolución. En la práctica
pocos infractores sancionados con esta medida proceden a su entrega en dependencias de la
Consellería, por lo que no será inusual el identificar a cazadores que muestran una licencia
de caza que les ha sido retirada. En caso de dudas, se deben consultar las bases de datos de
Conselleria para comprobar si la licencia de caza la tienen retirada.
El apartado 3 dice que en caso de las infracciones graves o muy graves imputables a
los titulares de los acotados, las sanciones irán relacionadas con la suspensión o anulación de
la actividad cinegética del coto. Por tanto, son sanciones aplicadas a los acotados como
entidad y no a los personas físicas que las gestionan.
El apartado 4 prevé el comunicar a la Intervención de Armas de la Guardia Civil las
resoluciones firmes de las infracciones graves y muy graves, a los efectos oportunos.
Aunque si bien esta comunicación viene prevista en la Ley, en la realidad no se lleva a
efecto. No obstante, las propias Intervenciones de Armas, bien a iniciativa propia o bien a
propuesta de otras Unidades de la Guardia Civil, inician expedientes para la retirada de la
Licencia de Armas a aquellos cazadores que, de acuerdo a los antecedentes policiales y de
conductas observadas, no se considere que deban continuar manteniendo esta licencia. Estas
propuestas deben ser tramitadas, en todo caso, en el caso de infracciones relacionadas con
las conductas de furtivismo, debido a que en estos supuestos, es patente y manifiesta la
voluntad del infractor de incumplir las más elementales normas de caza. Esta agravamiento
viene previsto en el apartado 2 del artículo 61.
El artículo 61 establece una graduación de las sanciones en relación a una serie de
circunstancias que vienen listadas y que son muy similares a otras normas sancionadoras. En
este apartado es importante resaltar que las circunstancias en las que se basará el instructor
del expediente sancionador a la hora de graduar la sanción, serán además de las que pueda
obtener de los archivos de la propia administración, las extraídas de la información que haya
sido transmitida por el denunciante en la redacción del informe de denuncia, así como los
reportajes fotográficos, elementos de prueba, etc. Por ello, es imprescindible que la
redacción del informe-denuncia sea lo suficientemente detallada y contemple todas las
circunstancias que han tenido lugar en la comisión de la infracción.
El apartado 2, tal y como citamos anteriormente prevé el agravamiento de la sanción
en los casos de conductas de furtivismo.
El artículo 62 establece que con independencia de las sanciones aplicables, los
infractores estarán obligados a indemnizar por los daños y perjuicios causados por el
ejercicio de la caza en el momento de la infracción. Esta indemnización será a los titulares
de los acotados en los supuestos de caza o captura ilegal de especies cinegéticas, en base a
una tabla de valoración de las especies cinegéticas. No se tiene constancia de la instrucción
de ningún expediente de indemnización de acuerdo a lo dispuesto en este precepto. Es de
suponer que el expediente deberá ser instruido por la Consellería, y la solicitud
corresponderá a la entidad que ha sufrido el daño.
El artículo 63 prevé las multas coercitivas cuando el infractor no adopte
voluntariamente las medidas correctoras establecidas por la administración.
El artículo 64 establece que toda infracción a esta ley llevará consigo el comiso de:
- Los animales, vivos o muertos, que fueran ocupados, sean de especie cinegética o no.
- Las artes, medios, útiles o animales que se hayan utilizado para cometer la
infracción.
Artículo 65. Retirada y devolución de las armas y medios.
1. Los agentes de la autoridad (así como los agentes auxiliares), procederán a retirar
las armas sólo en aquellos casos en que fuesen utilizadas para cometer la presunta
infracción por:
a. Disparo directo.
b. Muerte de animales no cazables.
c. Disposición de uso en lugar (zona seguridad o perímetro de seguridad) o
tiempo (época de veda) no autorizados.
Valdrá como recibo la copia de la denuncia donde figuran los datos del arma
o arte intervenido.
2. Este apartado se corresponde con la anterior redacción de la Ley de Seguridad
Privada. Actualmente los Guardas Rurales de caza puede intervenir las armas en
las mismas condiciones que los agentes de la autoridad.
3. En caso de negativa a la entrega de los efectos, procederá la instrucción de
diligencias por presunto delito de desobediencia. Los Guardas Rurales/Jurados de
caza deberán requerir la presencia de agentes de la autoridad para la realización
de este trámite.
4. Este apartado establece el procedimiento para la recuperación de los efectos
intervenidos una vez sufragada la sanción. En el caso de las armas, el infractor
deberá presentar en la Intervención de Armas correspondiente el justificante del
pago de la sanción. El resto de efectos deberán ser recuperados en dependencias
de la Consellería donde hubieran sido depositados.
5. Este apartado debe referirse a los decomisos de armas que hayan sido
modificadas o que no se encuentren debidamente registradas en las
Intervenciones de Armas.
6. Los efectos intervenidos de uso ilegal, como por ejemplo los reclamos de tordo,
no serán devueltos a los sancionados, por lo que la administración les dará el
destino correspondientes.
El artículo 68 establece el Procedimiento Sancionador para la tramitación de los
expedientes sancionadores en materia de caza. Así, los hechos constatados por los
agentes de la autoridad y agentes auxiliares, que se formalicen en la correspondiente
acta tendrán valor probatorio, sin perjuicio de las pruebas que en defensa de sus
derechos e intereses puedan señalar o aportar los sujetos denunciados. Con este
precepto se fija la presunción de veracidad en la actuación de los agentes
denunciantes. Esta prerrogativa es imprescindible para la determinación de las
infracciones administrativas. En caso de no contar con ella, sería la palabra del
cazador contra la palabra del agente denunciante, por lo que en muchos casos sería
imposible la denuncia.
El artículo 69 establece que la competencia para iniciar los expedientes
sancionadores corresponde a los directores de los servicios territoriales de la Consellería
competente en caza. En consecuencia, las actas-denuncia y documentación anexa
relacionada con la infracción se deberán remitir a la Dirección Territorial correspondiente a
la provincia donde se ha observado la infracción.
La Orden 3/2012, de 19 de enero, de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y
Medio Ambiente, por la que se regula la caza y control del jabalí en la Comunidad
Valenciana, modificada por Orden 14/2013, de 11 de julio, de la misma Consellería;
establece una serie de normas y prohibiciones en la caza de esta especie. En consecuencia, el
incumplimiento o la inobservancia de estas disposiciones pueden suponer la comisión de
infracciones a las normas caza. Algunas viene contempladas textualmente en las
infracciones graves que se recogen en el artículo 58.2 de la Ley de Caza, y otras, la mayor
parte, constituirían infracciones leves a esta Ley, en virtud de lo dispuesto en el artículo
58.3.
Así podrán tener la consideración de infracciones leves, las siguientes:
- Art. 4 Utilizar para la caza del zorro munición distinta a la bala. En caso de usarse posta se
aplicará el artículo 58.2.18º.
- Art. 5.1 b) No señalizar los puestos mediante banderín o en su defecto que el cazador lleve
gorra reflectante.
- Art. 5.1 c) Usar en la caza del jabalí munición distinta a la bala. En caso de usarse posta se
aplicará el artículo 58.2.18º.
- Art. 5.1. d). El empleo de la escopeta por parte de los batidores, perreros o acompañantes,
sin autorización del titular o en condiciones distintas a las autorizadas.
- Art. 5.1 e) El empleo de rifles en las zonas comunes de caza sin autorización expresa de la
dirección territorial de la consellería competente en mteria de caza.
- Art. 5.1 g). La falta de señalización de los caminos de acceso a la mancha para vehículos y
sendas homologadas.
- Art. 5.2. a) Doblar puestos, es decir, que en un mismo puesto haya dos personas con dos
armas montadas.
- Art. 5.2 b) Colocar puestos interiores y exteriores a menos de 100 metros de cerramientos
cinegéticos.
- Art. 5.3 a). No celebrar la reunión obligatoria al inicio y a la finalización de la cacería.
Infracción que pueden ser cometida únicamente por el encargado-responsable.
- Art. 5.3 b) No cumplir con alguna de las funciones previstas el encargado-responsable. La
falta de nombramiento de encargado-responsable podría constituir la infracción grave
prevista en el artículo 58.2.2º, y sería responsabilidad del titular del acotado.
- Art. 5.3 c) No colocar los puestos desenfilados y separados entre sí por accidentes del
terreno, o en su defecto, que se visualicen entre sí. Infracción que pueden ser cometida
únicamente por el encargado-responsable.
- Art. 5.3 d) El cambio o abandono de los puestos por parte de los cazadores y sus auxiliares
durante la cacería.
- Art. 5.3 e) El remate de piezas por parte de personal no autorizado.
- Art. 5.3 f) No facilitar la localización los batidores y perreros, en las condiciones previstas.
- Art. 5.3 g) Tener cargadas las armas antes del momento de llegar a la postura o después de
abandonarla.
- Art. 5.3 h) Incumplimiento de los deberes de atención debida a los perros, en las
condiciones previstas.
- Art. 6 En caso de apostar cazadores en los caminos de tierra o sus proximidades, además
de la señalización obligatoria de la mancha, no realizar control de accesos por personas
encargadas al efecto, o no comunicar la celebración de la cacería y de la colocación de
puestos en la zona de seguridad al Ayuntamiento correspondiente.
- Art. 8. Incumplimientos de las condiciones generales en materia de seguridad para esperas
o aguardos.
PREVENCIÓN DE LAS INFRACCIONES
La prevención de las infracciones se realiza fundamentalmente a través de la
vigilancia de la actividad cinegética en un espacio. Para ello, en primer lugar es preciso tener
un conocimiento de las normas fundamentales que serán de aplicación en el medio natural,
es decir:
- Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
- Ley 13/2004, de 27 de diciembre, de Caza de la Comunidad Valenciana.
Además hay que conocer todas aquellas normas de desarrollo de las anteriores y el Plan
Técnico de Ordenación Cinegética correspondiente al acotado.
Así, de acuerdo al calendario de caza del acotado y especies cinegéticas autorizadas,
podemos conocer en todo momento en que fechas y lugares se pueden ejercitar la actividad
cinegética en un acotado, y de este modo, controlar la presencia de cazadores y verificar que
realizan la actividad legalmente.
Para el buen desarrollo de la vigilancia de la actividad cinegética es fundamental que
exista implicación de la Junta Directiva del acotado en esta tarea, facilitando a las fuerzas y
cuerpos de seguridad y/o guardas de caza toda la información necesaria, en cuanto a
autorizaciones, registro de cazadores, zonas de reserva, etc.
Es también fundamental un contacto directo entre el Guarda de Caza del acotado y la
Patrulla del SEPRONA de la demarcación, así como con el resto de agentes encargados de la
vigilancia, como agentes medioambientales de la Consellería, Guardias Civiles de los
puestos de la demarcación, Policía de la Generalitat y Policías Locales. Este contacto debe
incluir reuniones periódicas de coordinación donde se ponga en consideración hechos
ocurridos en la demarcación que puedan tener relación con la actividad cinegética, como por
ejemplo, la presencia de bandas organizadas que se dedican al robo en casas aisladas, robo
de productos del campo, etc. Así, es importante que los Guardas de Caza sean conocedores
de características de vehículos sospechosos que pueden ser divisados en el transcurso del
servicio, o bien al contrario, facilitar éstos a las fuerzas y cuerpos de seguridad información
sobre vehículos sospechosos observados en la zona.
En estas reuniones también es fundamental el tratar sobre procedimientos de actuación y
vigilancia de la actividad cinegética, trasladándose información sobre horarios de servicio,
lugares de vigilancia y modo de actuación concreta ante determinados hechos, como por
ejemplo, caza furtiva, la presencia de cebos envenenados, paranny, etc. Es imprescindible
que ante estos hechos que en muchos casos pueden ser constitutivos de delito, se consensue
el modo de actuar en cuanto a la recogida de muestras, instrucción de diligencias, etc.
FORMULACIÓN DE DENUNCIAS, MODELOS,
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO, DECOMISOS
Cuando en el transcurso de la actividad de vigilancia cinegética se observe a un
cazador o cazadores, o bien a cualquier persona que se encuentre dentro del acotado, realizar
una acción u omisión que pudiera ser constitutiva de infracción contemplada en cualquiera
de las normas antes citadas, procede su identificación y la cumplimentación del acta-
denuncia que junto a los efectos intervenidos (en su caso) y reportaje fotográfico, será
remitida a la Consellería competente en materia de caza, a los efectos de inicio del
procedimiento sancionador previsto en la Ley de Caza.
El acta-denuncia es un documento público, sujeto a las protecciones previstas en el
Código Penal por manipulación o falsificación, debe ser cumplimentado en el momento por
el agente que haya observado la infracción, y se debe informar al infractor en el mismo
momento, sobre que infracción presuntamente se ha cometido, entregando copia del acta.
En Anexo se adjunta el modelo de acta-denuncia, el cual deberá ser rellenado en
todos sus apartados, principalmente la fecha y lugar de los hechos, teniendo mucho cuidado
en verificar la identidad del denunciado y en cumplimentar correctamente todos sus datos
identificativos con el fin de que posteriormente no decaiga el procedimiento por una
insuficiente o incorrecta identificación del denunciado.
En el apartado hechos denunciados hay que huir de catalogar los hechos a un
precepto concreto de las infracciones administrativas previstas en la Ley. Ésta es una
atribución que corresponde exclusivamente al instructor del procedimiento sancionador. Por
ello, el agente al cumplimentar la denuncia debe describir con la mayor precisión los hechos
ocurridos, aportando toda aquella información y datos objetivos observados, fotos del lugar
y de los efectos intervenidos, y sobre todo, omitiendo valoraciones subjetivas y opiniones
personales que únicamente pueden producir decaimientos de la instrucción.
La retirada de las armas de fuego viene prevista en el artículo 65 de la Ley de Caza.
Tal y como se explica anteriormente, con la última modificación de la Ley de Seguridad
Privada, los Guardas Rurales/Jurados de Caza actualmente también pueden retirar por sí
mismo las armas en los casos siguientes:
a. Disparo directo.
b. Muerte de animales no cazables.
c. Disposición de uso en lugar (zona seguridad o perímetro de seguridad) o
tiempo (época de veda) no autorizados.
La entrega de la copia del acta-denuncia al infractor servirá como justificante de la
recogida del arma, ya que en la misma figurarán los datos identificativos del arma.
Asimismo en el acta deberá figurar claramente la retirada del arma al infractor por parte del
agente.
El depósito de las armas se realizará siempre en la Intervención de Armas Territorial
correspondiente a la zona, donde permanecerán en depósito hasta que el denunciado
sufrague la denuncia correspondiente y entregue el justificante acreditativo para la recogida
del arma.
En el caso de artes o medios utilizados para la caza que no sean legales, serán
entregados en dependencias de la Consellería en materia de caza donde quedarán
depositados hasta que éste organismo les dé un destino definitivo.
Por último, en el caso de que los hechos observados se presuma que pudieran ser
constitutivos de infracción penal, se deberá poner en conocimiento inmediato de las fuerzas
y cuerpos de seguridad al objeto de que se hagan cargo de la instrucción de las diligencias.
Los Guardas que hayan actuado en primer lugar, deberán poner a disposición de éstos las
actas instruidas, reportajes fotográficos realizados y cualquier efecto intervenido, debiendo
ofrecer declaración sobre los hechos ocurridos.